TEST GUESTALTICO VISOMOTOR DE BENDER: UNA “PUESTA EN ESPACIO” DE FIGURAS Fundamentación teórica: •
Kacero sostiene que el considerar los modos de representación del espacio como contemporáneos a las vicisitudes de las experiencias del cuerpo como espacio y del cuerpo en la relación vincular permite pensar en una modalidad de análisis de las producciones Bender que tiene sus fundamentos precisamente en ese conjunto de experiencias.
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Propone analizar el Bender desde el paradigma de la complejidad. Incorpora la noción de dispositivo de Foucalt lo que supone tener en consideración un conjunto de datos observados desde ciertos y determinados parámetros.
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Se proponen seis ejes de observación y análisis de las copias que de las figuras de Bender hace el sujeto. •
Espacial: cómo usa el espacio.
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Temporal: uso del tiempo en la copia.
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Vincular: relación entre las partes y las figuras.
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Lógico: empleo de una lógica gráfica.
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Kinético: el despliegue muscular necesario para efectuar los trazos.
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Estético: una distribución de figuras determina un estilo particular.
Las formas Bender en el espacio: dimensión pl ástica: •
Las figuras Bender conforman un conjunto de cualidades sensibles dotadas de organización.
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El sujeto, a través de la mediación del hacer se se constituye en un enunciatario, ya que produce una enunciación.
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El psicólogo, a través de sus propias operaciones analíticas deberá construir leyes, invariantes invariantes del ver y el hacer del sujeto. Esta producción de sentido tiene dos condiciones:
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Se construye en el transcurso de la investigación
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Está siempre abierta y tendrá cierta c ualidad de provisoriedad
Las formas y las posiciones en el espacio hablan de una dimensión semántica
Figura A: •
Se percibe como dos figuras cerradas sobre un fondo; y cada una constituye una buena forma. forma.
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El círculo se caracteriza por ser una curva que vuelve sobre sí misma y que la mano recorre sin discontinuidad. El fin y el principio se confunden y desaparecen sin dejar huellas. En esta forma circular se alcanza el reposo, porque se equilibran todas las fuerzas en juego; está desprovista de orientación.
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La curva cerrada constituye la base de toda forma percibida; es la primera figura que emerge poco a poco del garabato uniforme inicial.
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El círculo remite a la contención y a la unidad.
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El rombo o cuadrado girado, presenta otras características: se equilibra sobre un ángulo, y no sobre una base estable.
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La experiencia corporal de estar apoyado sólo en un punto, le añade una dimensión de mayor inestabilidad y provisoriedad, la cual está compensada porque el ángulo de la izquierda está tocando al círculo, fijando al mismo tiempo a éste en una posición de mayor estabilidad relativa.
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El “otro” (círculo) en el que está sostenido el rombo actúa como un punto de apoyo que no lo deja caer. El “otro”, que ya está ahí (casi siempre se dibuja el círculo en primer lugar) actúa como punto de referencia.
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Esta secuencia que supone alguien que viene después y se apoya en el anterior, se puede significar claramente, por ello es importante observar la secuencia de ejecución y las posibles dificultades que se pueden presentar entre juntar y separar ambas partes.
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Hay contrapunto y oposición dadas por la elasticidad de la curva y la rigidez y direccionalidad de las rectas, por la estabilidad del círculo y la dinámica del rombo, pero aún así se logra un equilibrio = comodidad, placer.
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Son formas distintas que se tocan en un punto que marca una tensión muy fuerte; ese punto cumple a su vez la función de sostén recíproco, sin invadirse, sin fundirse. La síntesis alcanzada a través de ese punto es requisito para conservar las diferencias y mantener el contacto.
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El reconocimiento de hasta qué punto el sujeto, en su ejecución, puede conservar estas cualidades, las trasgrede, necesita más punto de apoyo hasta el extremo que pierda superficie, serán índices que tomaremos para ir construyendo las invariantes y los sentidos.
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El quiebre del equilibrio producido por diferencias de tamaño, posición u orientación podrá significarse como las fuerzas que actúan en el mismo individuo o que operan en el vínculo con otro.
Figura 1: •
Se construye sobre el principio de la proximidad de las partes. Indica una direccionalidad, aunque su ejecución marcará la discontinuidad .
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Desde el punto de vista del espacio, el punto ocupa un espacio mínimo.
Cuando no se puede continuar la fuerza direccional
inhibición (menor número de
puntos):
Inhibición por temor a extenderse en el espacio
Apuro por terminar
Mostrar o ejecutar sólo una parte como para indicar que está iniciada una acción que el espectador debe continuar (tensión que produce lo no terminado)
Observar la distancia entre los puntos (acercamientos excesivos, compresión o extensión de la figura, detenimiento temporal en la ejecución de cada punto, sombreado, etc.)
podrá hacer sospechar problemas que fueron condicionantes de
lo traumático de la separación o quizás (algo más arc aico) déficit en los tejidos de fusión.
Este parámetro continuidad-discontinuidad , al no ser privativo de esta figura (también en figuras 2, 3 y 5), deberá tomarse en cuenta y compararse con las figuras que están compuestas de líneas continuas.
Enfatizar la presión u superficie ocupada por el punto, hasta convertirlo en un lunar negro
supondría una necesidad de instalarse con mayor insistencia, hacerse un lugar
más sólido en el espacio para no correr peligro de desaparecer en la instantaneidad del trazo; podría sugerir una necesidad de enfatizar y visibilizar con mayor notoriedad la presencia.
Presencia de puntos rellenos muy negros podría sugerir problemas más cercanos al cuerpo mismo y sus padecimientos
sensaciones de ahogo, obstrucción vascular, alta
presión, etc.
Una impulsividad que no permite controlar el tiempo, inhibir la fuerza y lo hace quedarse pegado tensamente a esa pequeña superficie, puede desembocar en un estallido de destructividad (auto o heterodestructividad)
Si los puntos son algunos rellenos, otros más grandes, toman formas espiraladas tal variación marcaría un ritmo y no una continuidad, y asociado a diferencias en la altura de los puntos
evidenciaría una inestabilidad motriz y daría cuenta de ritmos
inestables en la emoción, en la conducta, ansiedad, incertidumbre; puede llegar a mostrarse como una convulsión desordenada en casos de trastornos de origen neurológico o patología tóxica (alcohol, drogas, etc.) Figura 2:
También basada en el principio de proximidad de las partes.
La noción de orden, continuidad y de estabilidad en la inclinación de las hileras es una exigencia que no siempre puede cumplirse.
Lo importante es la percepción del cambio de modelo en relación con la figura 1, ya que la 2 se trata de pequeños círculos y no de puntos. Cuando no puede atenderse a tantas variables y se persiste en los puntos, esta conducta podría obedecer a la imposibilidad de aceptar el paso el tiempo entre la figura 1 y 2, y el intervalo que
media entre ambas presentaciones con el cambio que implican.
La proximidad mayor o menor entre las hileras y entre los círculos representarán los acercamientos que pueden llegar hasta la fusión, o los alejamientos instrumentados para evitarla.
El control ejercido en ejecutar con precisión estas figuras (contar las hileras, medir las distancias, etc.) puede tener que ver con el costo que tiene para la persona el logro del orden y el ajuste a la ley.
Las hileras que se desplazan hacia arriba y hacia abajo, produciendo la sensación de un espacio convulsionado (por ejemplo tras un accidente).
Ejecuciones que rechazan la horizontalidad y prefieren construir una verticalidad que acentúa la sensación de dominio: puede asociarse a una oposición, una necesidad o una perturbación perceptual (se definirá con la historia).
Figura 3:
Obedece a las características de continuidad y contigüidad.
Se vuelve a la ejecución de puntos, requiriendo nuevamente un cambio de modelo, lo que implica un esfuerzo adicional, además del trazado que llevan a una dirección oblicua.
Producciones en las que los ángulos se transforman en rectas, obviando la oblicuidad (que implica el modo más elemental de transmitir una tensión dirigida) podría pensarse en la manifestación de una inclinación a volver al reposo o por lo menos frenar el dinamismo implícito en la oblicua. Podría verse en personalidades primitivas o deterioros orgánicos, que producen simplificación de las formas.
Por dónde se comienza el diseño, por el punto único o por el ángulo mayor, marcaría las diferencias hacia lo centrífugo o centrípeto.
El aumento del tamaño del ángulo mayor en relación a los otros produce el efecto de una construcción cercana a la edificación de un “continente” o “muralla” que cobija a los otros ángulos, como la construcción de una frontera que protege de los peligros que puedan venir del afuera.
Comenzar por la línea horizontal media revelaría la necesidad de basarse en un eje que estructure a los demás en relación a él. Podría pensarse en personas que inmediatamente captan lo central, el meollo de una situación y que pueden organizarse a partir de lo que advierten como núcleo central de una problemática.
Figura 4:
Rige el principio de continuidad que determina la línea, al igual que en la figura A, pero la diferencia es que las figuras son abiertas.
En la figura A hay una relación de paralelo, en esta hay una relación de subordinación o de dependencia.; también de sostén frágil dado a partir del punto único de unión. Esta figura advertirá sobre la vivencia vincular, en especial en casos en que alguien está arriba (jefe, padres, ideales, etc.) y alguien que funciones en el rol complementario (sometido, víctima, etc.)
Cuánto más se tienda a encerrar la superficie en un plano, más dificultad para aceptar la apertura, el intercambio con el afuera. Si por el contrario, l as figuras resultan muy
abiertas, los límites para ese intercambio están difícilmente establecidos, la expansión hacia el afuera y la posibilidad de ser influenciado desde el afuera es más grande y puede haber cierto nivel de confusión.
La curva al consistir en un movimiento ondulante, se relaciona con los vaivenes de la emoción; el achatar la curva puede relacionarse con un aplastamiento de los afectos.
No juntar las figuras traduce dificultades en el contacto o puede ser producto de perturbaciones en la función de síntesis, y por supuesto efecto de regresiones severas tanto orgánicas como psíquicas.
Figura 5:
Se vuelve al punto como elemento básico y al arco como forma que encierra una superficie sin aprisionarla del todo. Está el no cierre (como en la figura 4) pero aquí también la discontinuidad, que si bien marca una dirección se interrumpe con los intervalos de puntos.
Se repite la relación arriba abajo.
Pero hay un cambio de dirección de los dos elementos que establece una dinámica dada por formas antagónicas y a la vez contiguas: la curva encierra un espacio que continúa hacia abajo, y la secante no encierra ningún espacio y tiene una dirección definida hacia arriba.
Para la ejecución, en general se sigue la ley de continuidad de la curva y luego se traza la oblicua que está encima, qué forma toma la curva con eso que viene de arriba, de achatamiento, encogimiento, de modificación de la presión o de la forma de los elementos, etc., será importante para ver cómo es relación de arriba-abajo afecta al sujeto.
También es importante tener en cuenta el tamaño entre ambas.
Es frecuente que la secante angulada irradie su fuerza al resto de la figura y toda ella aparezca rotada hacia abajo; ya no hablará de una pieza instalada con seguridad sobre una base horizontal invisible, sino una sensación de ser arrastrada por una fuerza que tira hacia abajo la figura entera.
Figura 6:
Dos líneas sinusoidales u onduladas con distintas amplitudes en la ondulación y que se cruzan en sesgo. Está regida por el principio de la continuidad, pero rítmicamente. Con regularidad que exige control motriz, emocional e impulsivo.
El achatamiento de las elevaciones, su irregularidad, su progresión hacia el aumento de la curva a medida que se traza tendrán que ver respectivamente con ritmos demasiado aplastados, con expresiones exaltadas o con impulsiones no tramitadas que tienden a estallar en actuaciones. Tiempos destemplados, cuerpos irritados, ánimos invadidos por la ansiedad o por la quietud.
Configura un vínculo de cruce entre los dos elementos, cómo es ese cruce, qué refuerzos exige, qué choque se inscribe en ese encuentro, cómo es la marca que deja la situación.
A veces se tiene la impresión de un verdadero corte en dos de la línea horizontal.
En otras, el corte es evitado mediante una estrategia de contacto entre líneas tangentes.
Otro dispositivo que puede montar el sujeto es simplificar las líneas concretándolas como el encuentro entre dos rectas, ligado a la necesidad de una ejecución rápida; la fuerza desplegada es directa.
Los ritmos de onda pueden variar en intensidad y altura alcanzando diferencias notables. Los mecanismos de disociación podrían generar esta ejecución.
Ejecuciones que interceptan en dos puntos, generando un verdadero nudo, podría hacer pensar en si la persona necesita estar atada, si se entremezcla con el otro sometiéndolo a su vaivén, si compensa un corte con un contacto duplicado o si hay un nudo en su cuerpo.
Figura 7:
Constituida por las mismas unidades, pero rara vez se las percibe como tales. Las formas son cerradas pero no mantienen un espacio independiente, ya que se superponen parcialmente quedando una zona común en el lugar determinado por la intersección.
El tipo de vínculo exige un contacto y una inmersión de uno en el otro. Hablaría de un enganche, de un amarre; de una combinación entre algo (alguien) que está parado, firme, enhiesto, y algo (alguien) que parece recostarse, sostenerse mediante una penetración en la superficie de ocupación del primero.
A veces se observan fricciones o tensiones, marcadas con sombreados o repasados, que se ubican justamente en los lugares de intersección.
Otras veces la inclinada tiende a desengancharse de la figura vertical. O por el contrario, a casi penetrar totalmente la superficie de dicha figura; en ocasiones la intersección es mínima.
Importante registra la secuencia de graficar; cuál figura dibuja primero.
Figura 8:
Relación concéntrica entre dos figuras cerradas. Prevalece el principio de continuidad de la línea recta.
Si se observa atentamente está constituida por el entrelazamiento horizontal de las dos figuras de la 7; sin embargo generalmente es percibido como que el rombo está contenido en el polígono; el cual funciona como una envoltura del pequeño rombo, que está bien estabilizado, agarrado a las rectas superior e inferior; corre peligro de perderse en ese interior?
A veces hay un acercamiento de las paralelas con lo cual la figura se achata y se alarga compensatoriamente. Parece aplastada desde arriba o desde abajo, adelgazada por los efectos de un peso exterior.
Bibliografía: Kacero, Etel. Test Guestáltico Visomotor de Bender: una “puesta en espacio” de figuras. Lugar Editorial. (Cap. I; IV a XI)