BELCEBÚ O LA CAÍDA EN LA NADA (LANZA DEL VASTO)

BELCEBÚ O LA CAÍDA EN LA NADA (LANZA DEL VASTO).

La distracción distracción y la diversión siempre fueron fueron consideradas consideradas por los hombres espirituales como el mayor obstáculo para la vida interior; obstáculo tan grave como lo es una pasión cualquiera. La distracción _ la palabra lo dice _ significa estar dado vuelta hacia el exterior. Disipación y dispersión es lo mismo que aniquilamiento. Esparcirse salir de s! mismo caer y perderse entre las cosas del exterior" esa es la manera de morir de corromperse de destruirse. #odos los pecados todos los vicios no son otra cosa que distracciones disipaciones diversiones violentas dispersiones del ser. $ si son malos es sobre todo por eso. En la literatura m!stica se compara a la distracción con el polvo polvo o con con los insectos con el bullir de los pio%os con los %uegos de los monos todas imágenes de una agitación sin sentido. La agitación da idea de una vida multiplicada de la que resulta un cierto placer; pero la idea es falsa y el placer ilusorio pues en realidad se trata de una división de la vida. Es una fácil y deliciosa destrucción de la realidad viviente. Deliciosa y fácil momentáneamente pues ser es cosa grave es cosa fuerte; y conservar el ser demanda esfuer&o. 'onservar entero denso y firme el surtidor interior que es duro por la densidad de su empu%e aunque hecho de materia l!quida y pronto a volver a caer no es fácil no es divertido; exige virtud y virtud significa cora%e significa tensión interior; es lo opuesto a la laxitud a la flo%edad; es lo opuesto a la corrupción es decir una ve& más m ás a la distracción. El poderoso empu%e de las pasiones pasiones es un un estorbo para nuestra vida interior es cierto; pero puede que ese empu%e sea d(bil y que nosotros no valgamos más que (l; hasta puede que ese empu%e haya sido vencido por la imposición del deber y qui&á nosotros no valgamos más que (l para la vida espiritual si no hemos discernido que nuestro )ltimo enemigo es nuevamente la distracción imb(cil sin ning)n valor pasional; la simple espuma de la inteligencia en movimiento que muele al a&ar los desechos desechos de los recuerdos. recuerdos. Es una barrera gruesa y blanda que apartamos y vuelve a caer sobre nosotros. Es necesario prenderle fuego para desinfectarla es necesario mantener sobre ella una atención constante; sobre esa falta de la cual nunca nos advierten los moralistas que la ignoran porque su moral se a%usta a propósitos de comodidad social y tiene fundamentos convencionales y no un fin espiritual. *+u( significa ,elceb)- e e responder(is que es el el nombre del del diablo. /na /na ve& más" *qu( significa ,elceb)- ,el o ,aal significa el se0or el dios y 1ebub

significa" de las moscas. ,elceb) es el dios2de2las2moscas dios2de2las2moscas de las moscas movedi&as y distra!das que reinan sobre las inmundicias y las carro0as. 3hora sab(is por qu( ,elceb) es el nombre del diablo. La distracción llama a la distracción y al distra!do le gusta reunirse reunirse con otro distra!do para distraerse con (l. 3s! es como todos los distra!dos for%an una civili&ación distra!da y se incitan mutuamente a la destrucción con mil artificios a menudo agotadores y costosos. ,uscan la distracción como el pan y la consumen en mucha mayor cantidad. /na importante actividad de las naciones consiste en crear distracciones lo bastante bastante fáciles y est)pidas como como para ocupar a los millones de ociosos que se vuelcan en los lugares p)blicos por el r(gimen del traba%o mecani&ado. #eatro cine revistas ilustradas ilustradas diarios radio bares variedades bailes populares caf(s cantantes deporte y demás. Están encima los grandes negocios y la pol!tica a los que nos precipitamos no tanto por amor al provecho o por ambición como para salir de nosotros y porque no sabemos quedarnos tranquilos. $ entre esos grandes negocios hay uno que se llama guerra y otro que se llama revolución. *4or qu( se acoge con %ubilosos clamores una declaración de guerra- 4orque es una formidable distracción ante la que nadie permanece insensible; pues no solo distraen las comedias" tambi(n lo hacen las tragedias y la tragedia en acción es mucho más entretenida que la que vamos a ver en el teatro. El distra!do busca durante durante toda su vida eludir la reflexión no volverse hacia hacia s!. 4ero siempre en un momento dado se tropie&a con algo que obliga a la reflexión. $ por más esfuer&os que haga por evitarlo todo hombre va a encontrarse con s! mismo en alg)n recodo. 5ustamente con aquel con quien no quiere encontrarse a quien no quiere conocer de quien no quiere o!r hablar. +uedarse encerrado cara a cara consigo mismo durante largas horas y especialmente de noche es para el hombre que ha pasado todo el d!a distra!do una suerte de desgracia. 6s extra0ará que casi todos los grandes cómicos cómicos sean hombres sumamente sumamente amargados y predispuestos a la angustia. 6s extra0ará que los hombres que se pasan la vida divirti(ndose y cuyo )nico fin es distraerse sean hombres devorados por el hast!o hasta en su lecho l echo hasta en su lecho de muerte. *+u( es el hast!o- Es el vac!o que el distra!do encuentra cuando por desdicha o descuido echa una o%eada sobre s! mismo. #odo se ha vaciado en sus actividades )tiles o f)tiles 7pues la mayor!a m ayor!a de las actividades consideradas )tiles solo son distracciones disfra&adas8. El alboro&o es la complacencia en en la distracción distracción y la risa la exaltación exaltación de esa esa complacencia" el (xtasis de la distracción" por eso abunda _ como dice 9irgilio en la boca de los necios" :Risus :Risus abundat in ore stultorum…>. e dir(is que la risa r isa y el alboro&o son un modo agradable de crear v!nculos humanos; que es una forma benigna superficial sin duda pero placentera de

la caridad fraternal. o es del todo falso; es cierto en su plano" la simpat!a en la distracción y en los placeres sigue siendo una simpat!a y por eso es buena; pero es tan superficial tan pasa%era y frágil como su causa; nacida en el olvido pronto es olvidada. acida en la distracción resulta distra!da por naturale&a es decir nula. 'uando nos golpea la desgracia no son los compa0eros de nuestros placeres quienes encontramos a nuestro lado" :Esos : Esos son amigos que se lleva el viento…> 7'anción de emporta?8. 4ero aun más molesta para la vida vida interior que el alboro&o es la triste&a; y no hay frase más profunda y %usta que esta" :no hay santos tristes@. ás molesto aun que el alboro&o y la triste&a es el hast!o pues el hast!o es la muerte la nada de la vida interior; hemos visto además que cada uno de ellos está !ntimamente vinculado con el otro; ya que cuanto más alboro&o buscamos más triste&a encontramos. 'uanto más buscamos la diversión más encontramos el hast!o. 'uanto más placer buscamos más caemos en el dolor y tanto más inconscientemente y sin defensas. *'uál es entonces la la actitud %usta- i triste&a ni alboro&o" serenidad . ,uscad la densidad interior . Aaced lo contrario a distraeros a divertiros. 'onvert!os" convertirse es volverse hacia el interior. 3rrepent!os deteneos en l a pendiente que conduce a toda vida a la dispersión y a la muerte. La serenidad es el sentimiento sentimiento que acompa0a la la impasibilidad que corona el desasimiento; es lo contrario de la indiferencia y lo contrario del hast!o. El hombre que se e%ercita en llevar sus sentidos hacia el interior que busca su  presencia en lugar de huirse, huirse, ese hombre no se hastía hastía nunca; ese hombre nunca está triste ese hombre nunca es desdichado. 3unque lo encierren en un calabo&o profundo y lo carguen de cadenas permanece dichoso y libre en la lu&. 'uando se alcan&a esa densidad nace una tercera cosa que no es alboro&o ni triste&a esa tercera cosa se llama gozo. $ el go&o deb(is saberlo nunca se expresa con risas. i siquiera los grandes go&os naturales.
El hombre que vive del esp!ritu está a)n más ale%ado de esta opaca contención que de la hilaridad vulgar o de la triste&a cobarde. *+u( es lo primero que se os ense0a cuando cuando se os prepara para los e%ercicios- 3 rela%aros. El hombre espiritual se reconoce en eso" en que está constantemente relajado, libre y sencillo. Es sereno y la serenidad es siempre sonriente afable amante y amable; o bien grave y ma%estuosa sin nada de arrogante ni soberbio. Be abandona desde luego pero ese abandono es don y no arrebato; ese desborde es signo de plenitud no de flaque&a. Es %usta y fuerte sin dure&a. 4uede conmoverse pero no disturbarse. Es secreta sin disimulo. 4uede ser %ovial; en el l!mite llega a la ingenuidad del ni0o. Los chinos dicen" El sabio tiene tres aspectos: de lejos, parece grave; de cerca, parece amable; a quien lo escucha, le parece inle!ible 7#s(2Aia8. "util, misterioso, proundo, el sabio de anta#o, hasta hacerse inasequible; atento como el que avanza sobre el río helado, reservado como el que teme la mirada de los vecinos; discreto como se debe ser ante los e!tra#os; humilde como el hielo que se derrite; r$stico como un tronco de %rbol; vacío como el valle & simple como el agua… 7Lao2#s(8.