Autonomía de los robots
La autonomía es a la capacidad de un dispositivo de funcionar una determinada cantidad de tiempo simplemente conectado a una fuente de alimentación independiente. Esta definición es aplicable a los robots en la medida de que todos ellos tienen incorporados sistemas de alimentación independientes como baterías para facilitar el desplazamiento y la movilidad de los robots por el entorno o su capacidad de movimiento en un entorno estructurado. Otra forma de entender la autonomía de los robots es la que tiene que ver con la capacidad de un dispositivo de auto-gobernarse auto-go bernarse y adaptarse a cambios y situaciones inesperadas. De esta forma, todo robot que se precie, debe de ser capaz de afrontar situaciones inesperadas ya que se trabaja en un entorno cambiante. Un robot autónomo, por tanto, tiene la capacidad de realizar las diferentes tareas adaptándose a cambios en su entorno, “aprender” de las experiencias y cambiar su comportamiento en consecuencia, y construir representaciones internas de su mundo que pueden ser usadas para procesos posteriores como la navegación. Podemos clasificar a los robots según su grado de autonomía. Por lo general se distinguen tres principales tipos de robots:
Teleoperados: Se trata de robots que se controlan a distancia, ya sea
mediante cable físico o inalámbrico (Wi- Fi, Bluetooth, etc.). Lo lo general el término ``control'' a distancia puede ref erirse a una distancia física, pero también podría significar un cambio de escala, como es el caso de los robots utilizados en cirugía, que requieren del uso de tecnologías micro-robóticas. Por definición, toda aplicación con un robot teleoperado requiere de un operador humano, una interfaz de control y el robot teleoperado propiamente dicho. Las interfaces de control de los robots r obots teleoperados son, tradicionalmente los joysticks de varios varios ejes, pero encontramos dentro de este este tipo de robots interfaces de control hápticas, porque así lo req uiere la aplicación, en las que es necesario realimentar al operador humano las características del entorno, como es el caso de las aplicaciones quirúrgicas. También podemos encontrar numerosas aplicaciones en las que los robots teleoperad os se controlan a través de interfaces naturales o naturales o NUI, como por ejemplo algunos de los mandos de la Wii, la Kinect, pantallas táctiles, los dispositivos móviles, etc.
Semi-Automáticos: Se trata de robots que a\'un estando controlados por
operadores humanos, disponen de un grado de autonomía parcial que les permite corregir determinadas acciones del operador humano. Hay modos en los que la tarea del robot es puramente supervisar la actividad y en caso de que se detecte algún tipo de anormalidad, el robot toma el control eventualmente. También los hay que son rob ots casi automáticos y requieren de la supervisión de un operador humano en momentos puntuales. De hecho, este tipo de robots son, con diferencia, los que más aplicaciones abarcan en la actualidad y que están generando un mayor interés, si bien en ocasiones no somos del todo conscientes de ello. Sin ir más lejos, hoy en día nuestros vehículos son cada vez más inteligentes y disponen de sistemas de conducción asistida avanzados (ADAS) que permiten corregir errores en la conducción casi sin darnos cuenta. Automáticos: Se trata de robots que tienen tal grado de autonom ía que son capaces de tomar sus propias decisiones sin supervisión de un ser humano. Obviamente, los robots automáticos no son más que m áquinas programadas para cumplir una tarea determinada programada por un operador humano, pero que logran dominar todas las variables que rodean en su entorno, ya sea estructurado o no, de tal forma que acometen satisfactoriamente la tarea para la cual han sido programados. En la mayoría de las ocasiones, los robots automáticos tienen una fuerte dependencia del entorno de trabajo y sólo son capaces de ser completamente autónomos en la medida que se respecten las hipótesis del entorno de trabajo. Ampliar dichas condiciones de trabajo forma parte de los diferentes grados de autonomía que presenta un robot automático.