Arturo Escobar – Mundos y conocimientos de otro modo El auto autorr pres presen enta ta una una “nove novedo dosa sa inte interp rprretac etació ión n” de mode modern rnid idad ad,, globalidad y diferencia, el cual denomina “El programa de investigación de modern modernidad idad/col /coloni onialid alidad”. ad”. Ahora Ahora bien, bien, aunue aunue esta perspec perspectiva tiva se desarrolle desarrolle desde !atinoam"rica, !atinoam"rica, no es sólo para !atinoam"rica, !atinoam"rica, sino ue es pensado para el mundo de las ciencias sociales en su con#unto, ya ue este grupo tiene como ob#etivo la intervención en la discursividad propias de las ciencias modernas, de modo tal ue puedan con$gurar otro espacio para la producción de conocimiento, es decir, la posibilidad de hablar sobre “mundos y conocimientos de otro modo”. El iden identi ti$c $ca a una una crec crecie ient nte e relev elevan anci cia a de las las “fro fronter nteras as” ” para ara la construcción de los imaginarios pol%ticos, sociales y culturales desde y sobre sobre !atin !atinoa oam"r m"rica ica.. &o obsta obstante nte,, "l se centra centra en una una “fron fronter tera”, a”, a saber, los conceptos de pensamiento de frontera y epistemolog%as de fron fronte tera ra,, asoc asocia iado dos s con con un impo import rtan ante te esfu esfuer er'o 'o del del prog progra rama ma de investiga investigación ción de modern modernida idad/co d/coloni lonialid alidad ad (M)*. (M)*. Este grupo grupo encontr encontró ó como inspiración un gran n+mero de fuentes, desde las teor%as cr%ticas eur europeas peas y nort norte eamer americ ican anas as de la mode moderrnida nidad, d, hasta asta el grup grupo o surasitico de estudios subalternos, la teor%a feminista chicana, la teor%a postc postcol olon onial ial y la $losof $losof%a %a africa africana. na. Ahor Ahora a bien, bien, su punto punto centra centrall de pensam pensamien iento to se orient orienta a al cuest cuestion ionam amien iento to de la real realida idad d cultu cultura rall y pol%tica latinoamericana, incluyendo el conocimiento subalterni'ado de los grupos e-plotados y oprimidos. &o obstante, no se puede pensar al M) como un nuevo paradigma “desde !atinoam"rica”, !atinoam"rica”, ya ue no se encuentra encuentra en una historia lineal de paradigmas o epistemes. Este programa debe ser entendido como una manera diferente de pensamiento, ue ya nada tiene ue ver con las grandes narrativas europeas (cristiandad, liberalismo, mar-ismo*, y ue loca locali li' 'a su aten atenc ción ión en los bordes mismo smo de los sist sistem ema as de
pensamiento e investigaciones hacia la posibilidad de modos de pensamiento noeurocentrismo. El programa de investigación de M) desde esta perspectiva, se cree necesario un nuevo modo de entender la modernidad. En principio, para entender esta tendencia, debemos comprender la discusión de las perspectivas intramodernas. Ahora bien, a pasar de ue la visión de la modernidad ue nos brinda el autor es sumamente criticable, lo ue el enfati'a es el hecho de ue uiere mostrar la diferencia ue el programa M) introduce en la relación con los enfoues dominantes de la modernidad, ya ue para "l, el propósito en la incursión en la modernidad es pol%tico. En este sentido, si las discusiones intra modernas sugieren ue la globali'ación implica necesariamente la universali'ación y radicali'ación de la modernidad, 01u" est pasando con el desarrollo2 Escobar nos plantea la posibilidad de ue el presente sea un momento de transacción, es decir, entre un momento de$nido en t"rminos de modernidad y desarrollo (hegemon%a europea*, y una nueva realidad ue puede ser concebida como la profundi'ación de la modernidad en el mundo3 o al contrario, como una realidad negociada ue
comprende
m+ltiples
formaciones
culturales
heterog"neas.
Entonces, en cuanto transición, 0es la globali'ación el ultimo estado de la modernidad capitalista o el comien'o de algo nuevo2 !as perspectivas intramodernas y la Mc ofrecen respuestas diferentes. !a idea de un proceso de globali'ación de unos pocos centros hegemónicos permanece dominante. !a ra%' de esta idea, desde una perspectiva $losó$ca y sociológica, subyace en la concepción de la modernidad como un fenómeno esencialmente europeo. En este sentido, la modernidad puede ser caracteri'ada de la siguiente manera
4istóricamente tiene or%genes temporales y espaciales id"nticos, a saber, siglo 5677 en la Europa der &orte, alrededor de los
procesos de la 8eforma, 7lustración y 8evolución francesa. 9ociológicamente es caracteri'ada por ciertas instituciones y
rasgos bsicos como la re:e-ividad de s% mismo. )ulturalmente e-iste una creciente apropiación por formas de conocimiento e-perto asociadas al capital y a los aparatos administrativos de Estado3 introduce un orden basado en los constructos de la ra'ón, el individuo, el conocimiento e-perto y los mecanismos administrativos del Estado, y adems este orden se
posiciona como los fundamentos de la igualdad y la libertad. ;ilosó$camente se presenta una emergencia en cuanto a la noción de “hombre” como el fundamento de todo conocimiento y orden en el mundo, separando lo natural y lo divino. Adems, la modernidad es vista como el triunfo de la metaf%sica en tanto verdad lógica de fundación para una teor%a racional del mundo compuesto por cosas y seres cognoscibles.
Ahora bien, en lado cr%tico, el desancla#e de la modernidad es visto como la causa de la “deslocali'ación global”, incluyendo la marginación del lugar en la de$nición de la vida social. El lado negativo del orden y racionalidad es visto de varias maneras, desde la dominación hasta el predominio de la ra'ón instrumental para la dominación de la vida y la disciplinación de poblaciones. Adems, el antropocentrismo de la modernidad est relacionado con el logocentrismo y el falocentrismo. &o obstante, la modernidad no ha logrado la construcción de una realidad total, sino ue llevo a cabo un proyecto totali'ante orientado hacia la puri$cación de los órdenes.
e-pulsada por siempre del mbito de posibilidades, sino ue todas las culturas y sociedades del mundo son reducidas a ser la manifestación de la historia y cultura europea. “0=odr%a ser, sin embargo, ue le poder de la modernidad euroc"ntrica subyace en el hecho de ue ha producido particulares designios globales de forma tal ue ha “subalterni'ado” otras historias locales y sus designios correspondientes2 9i es el caso, 0!as alternativas radicales a la modernidad no son una posibilidad histórica cerrada2 > 0)ómo podr%amos articular un proyecto en torno a esta posibilidad2 0=odr%a ser posible pensar sobre y pensar diferentemente desde una “e-terioridad” al sistema mundial moderno, como una red de historias locales/globales construidas desde la perspectiva de una alteridad pol%ticamente enriuecida2 Es esta la alternativa ue nos plantean los teóricos latinoamericanos ue introducen un cuestionamiento en torno a los or%genes espaciales y temporales de la modernidad, desatando el potencial radical para pensar desde la diferencia y hacia la constitución de mundos locales y regionales alternativos” (p. ?@?*. El
programa
de
investigación
de
modernidad/colonialidad
la
conceptuali'ación de la M) se ancla en una serie de operaciones ue se diferencian
de
las
establecidas
en
la
modernidad,
en
donde
encontramos, primero, un "nfasis en locali'ar los or%genes de la modernidad en la conuista de Am"rica3 segundo, la atención al colonialismo y al desarrollo del sistema mundial capitalista como constitutivos
de
la
modernidad
(atención
en
las
econom%as
e-plotadoras*3 tercero, a inserción de una perspectiva planetaria en la e-plicación de la modernidad, y no limitarla a un fenómeno intra europeo3 cuarto, la identi$cación de la dominación del otro distinto al europeo como condición necesaria para la modernidad3 uinto, el eurocentrismo se presenta como una forma de conocimiento de la modernidad/colonialidad.
Es este sentido, surgen nociones alternativas, tales como, primero, el descentramiento de la modernidad de sus or%genes europeos3 segundo, una nueva concepción espacial y temporal de la modernidad en t"rminos del papel fundacional de EspaBa y =ortugal, y su continuación en la Europa del &orte con la 8evolución 7ndustrial y la 7lustración3 tercero, resaltar la puesta en periferia de las “otras regiones” del mundo por esta “Europa Moderna”, con !atinoam"rica como el principal “otro” de la modernidad, dominado y encubierto3 cuarto, una reinterpretación de la modernidad en t"rminos de una imputación de la superioridad de la civili'ación europea articulada con el supuesto de ue el desarrollo europeo debe ser +nico, y seguido por las dems culturas. Escobar llega a las conclusiones de ue, primero, ue la unidad anal%tica propia para el anlisis de la modernidad es la M), ya ue se piensa ue no hay modernidad sin colonialidad, siendo esta +ltima constitutiva de la primera. 9egundo, la diferencia colonial se presenta como un espacio epistemológico y pol%tico privilegiado. &ociones y temas claves del programa de investigación de M) las nociones claves de esta perspectiva son, el sistema mundo moderno colonial se presenta como el punto de relación de los procesos y formaciones sociales ue acompaBan el colonialismo moderno y las modernidades coloniales.
particulares ue se imponen sobre otros, y la efectividad de los discursos con los ue este otro responde a la superación como un resultado del encuentro.
El
eurocentrismo
se
presenta
como
el
modelo
de
conocimiento ue representa la e-periencia histórica local europea, la cual devino hegemónica desde el 9. 5677. Es en este sentido en ue se piensa la posibilidad de pensamiento y epistemolog%as noeuroc"ntricas. Adems de
estas
nociones “comunes”
al
grupo,
e-isten otras
particulares en ciertos autores, como la de Cussel de “e-terioridad y transmodernidad”, o el de Mignolo de “pensamiento de frontera, hermen"utica pluritópica y pluriversalidad”. !a pregunta por la e-istencia de una e-terioridad al sistema mundo moderno colonial es peculiar a este grupo. Ahora bien, la noción de e-terioridad no implica un afuera ontológico, sino ue re$ere a un afuera ue #ustamente es constituido como lo ue di$ere por el discurso hegemónico. Es por ello ue la noción de e-terioridad surge a partir del pensamiento sobre el otro desde la perspectiva "tica y epistemológica de la $losof%a de la liberación el otro oprimido. En este sentido, desde la a$rmación de la e-terioridad, el otro deviene en la fuente original del discurso "tico “vis a vis” una totalidad hegemónica, ms all del marco institucional y normativo del sistema. Entonces, es imposible pensar en una rebasamiento de la modernidad sin acercarse a ella desde una perspectiva de la diferencia colonial. Es este el l%mite de la deconstrucción y de las cr%ticas euroc"ntricas del eurocentrismo, criticas ue siguen siendo pensadas desde categor%as euroc"ntricas, y no desde el pensamiento de frontera posibilitado por la diferencia colonial. Es por ello ue la noción de transmodernidad de Cussel no puede ser pensada en el interior de la modernidad, ya ue reuiere de la acción de los grupos subalterni'ados, los ob#etos de la constitutiva
violencia
de
la
modernidad
inscrita
en
la
falacia
desarrollista. !a transmodernidad se presenta como una e-presión de una "tica de la liberación. Es au% donde se nos presenta la importancia del pensamiento de frontera de Mignolo, una especie de pensamiento ue se mueve a lo largo de la diversidad de los procesos históricos, el cual se presenta como una alternativa ue enfrenta el colonialismo de la epistemolog%a occidental desde la perspectiva de las fuer'as epist"micas ue han sido convertidas en subalternas formas de conocimiento, cambiando los t"rminos mismos de la discusión. Esto tiene ue ser puesto en dialogo con las criticas emergentes desde la diferencia colonial. El resultado es una
“hermen"utica
pluritópica”,
es
decir,
una
posibilidad
del
pensamiento desde diferentes espacios ue $nalmente rompe con el eurocentrismo como la +nica perspectiva epistemológica. !a perspectiva M) provee un encuadre alternativo para los debates sobre la modernidad, la globali'ación y el desarrollo, de modo ue no solo se nos presenta como un cambio en la descripción de los eventos, sino ue tambien es una transformación epist"mica en la perspectiva. Este programa de investigación es un encuadre construido desde la periferia latinoamericana del sistema moderno colonial, ayudando a e-plicar las dinmicas del eurocentrismo en la producción de la modernidad y los intentos de superarla. Entonces, al resaltar la falacia desarrollista, la M) orienta nuestra atención en el desarrollo como hecho absoluto, ofreciendo un panorama ue nos sirve para interpretar los variados desaf%os al desarrollo y la modernidad en tanto proyectos ue son potencialmente complementarios. Adems, la M) se distancia de asumir a !atinoam"rica como un ob#eto de estudio, ya ue hace de !atinoam"rica una locación geohistórica con y en una distancia genealog%a critica del pensamiento. !a M) sugiere ue la globali'ación debe ser entendida desde una perspectiva geo
histórica y critica latinoamericana. &o obstante, debemos tener en claro ue la M) no se asocia a una nacionalidad en concreto, no necesita restringirse a !atinoam"rica, la ue esta perspectiva deviene en s% misma como algo ue puede ser practicado en m+ltiples espacios, independientemente de donde se haya formulado, con la +nica condición ue se construyan desde posturas contrahegemónicas. Ahora bien, una tendencia en esta perspectiva es auella ue aspira a repensar la econom%a en lo concreto, ya ue se cree ue el proceso combinado de modernidad y colonialidad puede ser comprendido como un proyecto para la conversión radical de las ecolog%as humanas y biof%sicas en el mundo. E-iste una necesidad por la generación de nuevos imaginarios pol%ticos, ue permitan una efectiva y practica resistencia contra el aparentemente todopoderoso imaginario del santi$cado mercado por la globali'ación neoliberal. =arte de esta interrogante se encuentra en el hecho de ue los anlisis de la econom%a pol%tica han invisibili'ado prcticas de diferencia económica, dadas las tendencias totali'antes y capitalogocentricas de sus discursos. Cesde esta perspectiva, continuando sobre las re:e-iones en torno a la ecolog%a y al cuerpo, en el mbito económico tambien encontramos pensamientos anclados al lugar. El lugar, es el sitio por e-celencia de los subalternos, la dimensión e-cluida de las preocupaciones modernas con el espacio, universalidad, movimiento y dems. Cesde una perspectiva M), puede pensarse al lugar como un mbito epist"mico ue puede ser ocupado por muchos su#etos. Draham y Dibson introducen la noción de diferencia económica y la idea de lugari'ación, edi$cadas en el descentrado
y
desorgani'ado
imaginario pol%tico de la segunda
generación feminista el proyecto “Mu#eres y =ol%ticas del !ugar” busca a$rmar la lógica de la diferencia y la posibilidad en contra de las tendencias homogeni'antes de la globali'ación y la econom%a pol%tica. Esto nos permite ir ms all de una visión de lugares subalternos como
simplemente subsumidos en una lógica global o como un sitio en la red global,
incapa' de fundamentar ninguna resistencia signi$cativa,
de#ando +nicamente una alternativa. Entonces, en el campo de la econom%a uno puede entender ue los lugares no son nunca totalmente capitalistas, sino ue son habitados por la diferencia económica, con el potencial de devenir en algo otro, una econom%a otra. Es por ello ue para lugari'ar el proyecto M), uno deber%a poder ligar la colonialidad global a proyectos ue tienen potencial para lo concreto, es decir, transformaciones reales. Esto puede tomas al lugar en con#unción con los movimientos sociales.