UNIDAD – XOCHIMILCO Historia
EVOLUCIÓN Y DESARROLLO DEL BARROCO EN EUROPA SXVII-XVIII
MODULO: IX
09-P
PROFESOR: DR. ALBERTO GONZÁLEZ POZO
ALUMNO: BECERRIL GÓMEZ CARLOS
FECHA: 16/06/09
I N T R O D U C C I Ó N . El Barroco (del portugués "barrucca", tanto perla irregular como mal gusto) es el período del arte comprendido entre los años 1600 y 1780. Nacido en Roma a partir de las formas del “Cinquecento” renacentista, pronto se diversificó en varios estilos paralelos, conforme lo iba adoptando y adaptando a su propia idiosincrasia cada país europeo. Uno de los rasgos esenciales de este amplio período artístico es que durante su apogeo las artes plásticas lograron una integración total: la arquitectura es monumental, con fachadas pletóricas de mármoles y estucos, caracterizadas por la proyección tridimensional de planos cóncavos y convexos, que sirvieron de marco teatral ideal a las apoteósicas pinturas de las bóvedas y los cuadros y a las dramáticas esculturas de mármol blanco que decoraban sus interiores. Pero se caracterizó principalmente por la colosalidad de las dimensiones, la opulencia de las formas y la excesiva decoración. Es el estilo de la grandilocuencia y la exageración. El por qué de estas peculiaridades lo encontramos en el hecho de que el Barroco fue una especie de expresión propagandística, el absolutismo monárquico y la Iglesia de la Contrarreforma lo utilizaron como manifestación de su grandeza, mostrando mediante el arte que en ellos está la "Verdad" y el "Poder". CARACTERÍSTICAS DE LA ARQUITECTURA BARROCA. En la arquitectura barroca, los conceptos de volumen y simetría vigentes en el renacimiento son reemplazados por el dinamismo y la teatralidad. El producto de este nuevo modo de diseñar los espacios es una edificación de proporciones ciclópeas en la que, más que la exactitud de la geometría, prima la superposición de planos y volúmenes, un recurso tendente a lograr diferentes efectos ópticos y contrastes cromáticos y lumínicos, tanto en las fachadas como en el diseño de los interiores. Hay que añadir, además, el interés por el movimiento, el papel destacado de la decoración, etc. Las proporciones antropomórficas de las columnas renacentistas se vieron duplicadas, orden gigante, para poder recorrer ininterrumpidamente las nuevas fachadas de doble planta, siguiendo los primeros arquitectos barrocos, como Maderno, el modelo de la fachada de la Iglesia del Gesú de Roma, de Giacomo della Porta. A partir de 1630, comienzan a proliferar las plantas elípticas y ovaladas de menores dimensiones, lo que pronto se convertiría en uno de los rasgos arquitectónicos típicos del barroco. Son las iglesias de Bernini y
Borromini, en las que las formas redondeadas reemplazaron a las anguladas, y los muros parecen curvarse de adentro hacia afuera y viceversa, en sucesión cóncava y convexa, dotando al conjunto de un fuerte dinamismo. Con respecto a la arquitectura palaciega, el palacio barroco se halla organizado en tres plantas y en lugar de concentrarse en un sólo bloque cúbico, como el renacentista, parece extenderse ilimitadamente, en varias alas, sobre el paisaje, en una repetición interminable de columnas y ventanas. El más emblemático es el Palacio de Versalles, del arquitecto francés Mansart. ARQUITECTURA BARROCA EN ITALIA. Entre los principales arquitectos del primer barroco sobresale Carlo Maderno, conocido principalmente por la conclusión de San Pedro del Vaticano. Entre 1606 y 1612 prolongó la nave de la basílica y levantó la fachada monumental de esta iglesia iniciada por Donato Bramante cien años antes aproximadamente. Además de Bernini, los arquitectos más destacados de la Roma barroca fueron Francesco Borromini y, en menor medida, Carlo Rainaldi. Juntos diseñaron la iglesia de Santa Inés en la plaza Navona (comenzada en 1652). La elegante ondulación de la fachada de San Carlo alle Quattro Fontane (1665-1667) en Roma, obra de Borromini, con sus ritmos cóncavos y convexos trasladados al interior mediante una planta oval, podría considerarse como la culminación del estilo barroco en Italia. La actividad constructiva tuvo también relevancia fuera de Roma durante las primeras décadas del siglo XVII. Francesco Maria Ricchino en Milán y Baldassare Longhena en Venecia destacan por sus iglesias de planta centralizada. La iglesia de Santa María de la Salud, de Longhena, comenzada en 1631, es famosa por su profusa decoración exterior y su privilegiada situación a la entrada del Gran Canal veneciano. Especialmente singular y exótica es la obra turinesa de Guarino Guarini. Su capilla del Santo Sudario (1667-1694, destruida por un incendio en 1997) presentaba una elevada cúpula de complicadas formas geométricas, inspiradas en los edificios islámicos. En Turín también destaca la figura de Filippo Juvarra, que practicó, ya en el siglo XVIII, un estilo barroco de corte clasicista. 1 ARQUITECTURA BARROCA EN FRANCIA. 1
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En Francia las artes se pusieron al servicio del sistema político mediante la organización de las Academias, que controlaban el desarrollo literario y artístico. El proteccionismo estatal sustituyó al mecenazgo renacentista, lo que fomentó un arte clasicista en el que domina la monumentalidad y la grandeza, sobre todo en la construcción de palacios, que se situó a la cabeza de la producción arquitectónica del Barroco en Francia. Palacio de Versalles: El arquitecto Le Vau, al que reemplazó Mansart, el decorador Le Brun y el diseñador de jardines Le Nôtre convirtieron Versalles en el prototipo de los futuros palacios europeos del siglo XVIII, que tendrá su máxima eclosión en Italia y España con Juvara; al exterior es majestuoso y de relativa pureza clásica, pero en oposición a esto la suntuosidad de espejos y decorados dominan en el interior. Iglesia de los Inválidos de París, de Mansart: A la monumentalidad del conjunto de Los Inválidos agregó Mansart esta capilla, que representa el triunfo del clasicismo francés frente al barroco romano; la monumentalidad de los dos cuerpos horizontales es contrarrestada por la sensación de verticalidad de la elegante cúpula sostenida por doble tambor.2 ARQUITECTURA BARROCA EN ESPAÑA. En España el Barroco coincide con el período cultural que se ha denominado el Siglo de Oro. Es un período de máximo desarrollo de las letras y las artes, que contrasta con la profunda y compleja crisis política, social y económica que se vive en España. En la arquitectura barroca española se observa una mezcla de ornamentación y sobriedad, alternándose en un mismo edificio tramos muy barrocos, de abundante y complicada decoración, con otros paramentos completamente lisos, en los que sobresale la claridad de los esquemas constructivos. Además, la arquitectura barroca española se caracteriza por no modificar substancialmente las plantas ni los muros, al contrario de lo visto en Italia, y por la utilización de materiales pobres, salvo en algunas fachadas donde sí se utiliza la piedra. Distinguimos tres períodos-estilos en la arquitectura barroca española: el primero abarcaría hasta el segundo tercio del S. XVII, se vivirá 2
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todavía la influencia herreriana, con plantas renacentistas de gran sobriedad decorativa; el segundo periodo abarcaría el siglo XVII y se prolonga también al XVIII en algunos casos, caracterizándose por el abandono de la austeridad herreriana y el enriquecimiento de la decoración; el último periodo, que se desarrolla también a lo largo del siglo XVIII, se caracteriza por reunir un grupo de construcciones en el que se mezclan las influencias italianas y francesas, sin ninguna conexión con el estilo del periodo anterior.3 PROBLEMAS TÉCNICOS Los arquitectos de los siglos XVII y XVIII no tuvieron en su haber ningún invento decisivo. Sin duda algún esa fue una de las razones del equívoco de que con frecuencia fueron víctimas, especialmente en Francia: el casi exclusivo estudio de los edificios románicos y góticos acostumbró al público a asociar los progresos de una arquitectura con los de una constante investigación sobre los procedimientos de abovedamiento y sobre el reparto de los empujes. Sin embargo, la cúpula sobre las pechinas y la bóveda de cañón que cubren tantas iglesias barrocas, habían sido ampliamente puestas a puto en los siglos anteriores, pocas épocas se interesaron más por los problemas más concretos de la construcción. 4 LA FUNCIÓN DE LAS MATEMÁTICAS El segundo tercio del siglo XVII fue la época de los geómetras, especialmente en Francia. El desarrollo de la geometría, el perfeccionamiento y el enriquecimiento de la representación gráfica, sin duda estimularon e hicieron más audaz la imaginación espacial de los arquitectos. Las interpretaciones de planos y volúmenes proporcionaron temas extranjeros al repertorio vitrubiano demostrando que las formas pueden inventarse, complicarse de forma casi ilimitada. La racionalización del tallado de los claves permitía traducir a la piedra estas especulaciones, realizando difíciles variaciones sobre los tipos de bóvedas legados por Roma, la edad Media y el renacimiento. autorizaba, en particular, la construcción de bóvedas planas frente a las que la habilidad de los prácticos se hubiera vuelto atrás. De manera general, lanzar al vacío una cubierta de piedra dejó ampliamente de ser una aventura. U R B A N I S M O 3
B A R R Ó C O .
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Charpentrat, 1960: 138
Una de las características de la arquitectura barroca es la prolongación de los ejes de cada edificio simbólico hasta alcanzar todo el ordenamiento de la ciudad, e incluso, hasta modificar el territorio en que se enclava. La plaza del Campidoglio o Capitolio (1538-1564) en Roma, diseñada por Miguel Ángel, sirvió en lo sucesivo como modelo de plaza urbana, mientras que la villa Farnese (comenzada en 1539) en Caprarola, proyectada por Vignola, mostraba la tendencia expansiva de los ejes monumentales, que se continúan a través de los jardines. Las fachadas de las iglesias barrocas se proyectaban en relación con la plaza a la que se abrían, aunque no se correspondieran con el espacio interior. Estos principios reguladores alcanzaron su máxima expresión en la construcción de ciudades de nueva planta, tanto en Europa (caso de San Petersburgo, donde el zar Pedro el Grande contó con la colaboración de arquitectos italianos y franceses) como en el Nuevo Mundo, donde se construyeron numerosos centros urbanos como el de la ciudad de México, Santiago de Chile, o Antigua Guatemala (Guatemala), donde además se acomodaron elementos típicamente españoles como las plazas mayores, que a menudo servían de foco para el resto de las trazas urbanas.
B I B L I O G R A F Í A .
Argan, Giulio Carlo. “La Arquitectura Barroca en Italia” Ed. Nueva Visión. Buenos Aires. 1960.
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MSN Encarta “Arquitectura” http://mx.encarta.msn.com/encyclopedia_761578082_8/Arquitectura.html
Historia del Arte “Arquitectura Barroca” http://almez.pntic.mec.es/~jmac0005/Bach_Arte/barroco/arquitectura_barro ca1.htm