LA APOSTASÍA DE LAS MASAS Y LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA EN LA PROVINCIA DE HUELVA 1931-1936 Juan Ordóñez Márquez C. S. I. C. Madrid 1968 PRIMERA PARTE
HISTORIA DE LOS HECHOS: DESARROLLO CRONOLÓGICO DE LA PERSECUCIÓN C APÍTULO I PERIODO R EPUBLICANO EPUBLICANO EN LA CAPITAL DE HUELVA PROCLAMACIÓN DE LA R EPÚBLICA EPÚBLICA : CONSECUENCIAS INMEDIATAS Desde el periodo dictatorial de Primo de Rivera y, de modo especial, a partir de su caída, durante el mandato de Berenguer, acentuóse alarmantemente el carácter izquierdista y republicano de la vida de la ciudad. Nada extraño, si se tiene en cuenta su idiosincrasia heterogénea, su formación de aluvión a base de trabajadores advenedizos, así como la poca potencia de su tradición política. El noventa por ciento de su población formábanlo las clases trabajadoras, más o menos injustamente oprimidas por el capitalismo y preparadas siempre psicológicamente para los utópicos programas de redención proletaria, tan del gusto de la época. No dejaban de formar un bloque ideológico, bastante prepotente y compacto, los organismos portuarios y los dependientes de la minería de Riotinto, tan vinculados, por lo demás, a la vida laboral de la ciudad. Algo menor, pero eficaz también y por idénticas razones, era la vinculación de la capital al centro minero de Tarsis que vaciaba a diario sobre el puerto de Corrales todo su virus ideológico republicano-marxista. Los partidos obreros socialistas, U.G.T. y C.N.T., y todos los oprimidos independientes se unieron a los republicanos como en un frente común reivindicativo –un cuasipreludio de lo que en 1936 había de denominarse Frente Popular– con el fin de tener más fuerza política en las anunciadas y ansiadas elecciones de 1931. El ambiente que consiguieron en la Capital fue tal que, llegadas las elecciones, votaron candidaturas republicanas incluso partidos y personas de [página 1] significación derechista. Temían, realmente, las consecuencias de un fracaso electoral propio. Preciso es reconocer la falta de formación de la conciencia pública, con la desorientación electoral consiguiente, aun en los mismos católicos prácticos, siempre en minoría por la indiferencia religiosa ambiental de la ciudad. Así, era normal la irresponsabilidad moral de muchos votantes, incapaces de medir la trascendencia de su cooperación electoral unos, y los perjuicios de sus abstenciones cómodas e inhibicionistas otros. Es un síntoma que habrá de aparecer siempre alarmante a través de todas las campañas electorales de la República1. En punto a formación de la conciencia política católica y sus responsabilidades en la vida social habíase sesteado demasiado al amparo de la protección oficial de la Monarquía sobre la Iglesia. Ello no dejó de producir sus frutos, bien funestos por cierto, en toda España. El 14 de abril de 1931, al proclamarse la República, se registraron en la ciudad los incidentes propios del acontecimiento, comunes, más o menos, a toda la nación: nombramiento, solemnizado por el 1
Posteriormente dióse el caso de señoras que acudían a las urnas electorales, al salir de la iglesia, incluso después de comulgar, llevando en una mano el devocionario y ostentando en la otra el voto republicano.
pueblo, del gobernador republicano2; cambio total de administración en el Municipio; renovación de personal dirigente en los centros oficiales y públicos; manifestaciones populacheras incontrolables en las que se enrolaban toda clase de inconscientes e indocumentados. En el pleno solemne de la Corporación Municipal del 18 de abril, a cuatro días de la instauración del nuevo régimen y previa moción presentada por el concejal Robles Gómez3, aprobóse por unanimidad sustituir los nombres religiosos o simplemente patrióticos de las calles por nombres revolucionarios, masónicos o extremistas. El cariz sectario de la nueva nomenclatura era bien patente. Justo es, con todo, consignar el poco ambiente que consiguió el nuevo nomenclátor durante la República. Tal vez por inercia popular o por el natural atavismo humano4. [2] En la misma sesión plenaria de 18 de abril, tras lanzar los más soeces improperios contra el viejo alcalde Mora Claro, gran bienhechor de la capital y de la provincia, se ordena la demolición de su monumento sito en lugar céntrico de la ciudad. Había de ser sustituido por el monumento a la Libertad, con las efigies de los “heroicos” capitanes Galán y García Hernández5. ¡Estos eran, y otros análogos, los primeros problemas municipales con que se enfrentaba valientemente la nueva Corporación! Al siguiente día de la proclamación de la República, organizóse una manifestación popular por la carretera que hoy conduce al cementerio. Allí se encuentra enclavada la casa-colegio de las Reverendas Madres Adoratrices. El motivo era dar sepultura con gran aparato republicano al joven muerto el día anterior a consecuencia de los alborotos del 14 de abril. Cuando pasaban frente a la casa de las religiosas, la manifestación se desahogó en insultos, lanzándose frenéticos mueras a la religión y a las beatas. El 1 de mayo, fiesta del Trabajo, se repitieron los mismos insultos. Durante todo el día estuvieron pasando grupos de obreros hacia el campo, formando esporádicas manifestaciones. Al regreso, exaltados y ebrios, se paraban frente a la casa, lanzando estentóreos vivas a la república, mezclados con el vocabulario más soez y escogido de su repertorio antirreligioso. Personalmente, las religiosas nada hubieron de lamentar en estas dos ocasiones. Y pasados aquellos días, se tornó un tanto a la normalidad. Siguiendo, con todo, órdenes prudentes recibidas de sus superiores, las religiosas pusieron a salvo los ornamentos sagrados, los enseres de culto y la documentación más importante. 11 DE MAYO DE 1931: 1931: QUEMA DE CONVENTOS Los sucesos de Madrid repercutieron bien pronto en provincias. El vecindario de Huelva estaba convencido de que al día siguiente ocurriría lo propio en la ciudad. Y en efecto, los jefes republicanos, llegados de Madrid días antes, no se recataban de manifestar públicamente las consignas: “Se dice que en España hay demasiadas iglesias y conventos; es preciso poner remedio. Y en Huelva no vamos a ser menos” 6. [3]
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Interinamente encargóse del Gobierno Civil, el 14 de abril, el Presidente de la audiencia, don Manuel Mesa Chaix, hasta que, nombrado el 18 del mismo mes don Victoriano Maesu (Cf. B. O. de la Provincia, 17-V-1931), fue éste el primer gobernador republicano de Huelva. Su lema de gobierno, bastante sospechoso por cierto, fue el “abrazo fraternal”. Dimitió el 15 de mayo siguiente, tornando como interino el Sr. Mesa Chaix. 3 Masón destacado que falleció luego en el penal de Burgos el 8-V-1938. Era el H.´. “Rop”, gr.´. 3.º, de la logia Transigencia. 4 Según la primitiva propuesta, la sustitución del nomenclátor debía ser del tenor siguiente: Calle San José, Pablo Iglesias; Plaza de Ntra. S.ª de la Merced, Plaza de la República; Calle San Francisco, González Sicilia; Primo de Rivera, Fermín Galán; Alfonso XII, García Hernández; Zafra, Luis Romero; Arcipreste Román Clavero, Pablo Rada; Alfonso XIII, Manuel Llaneza; Cánovas, Pi y Margall; Plaza de San Pedro, Plaza 14 de Abril; Calle Alcalde Mora Claro, Blasco Ibáñez; Blasco Ibáñez, Francisco Boza García; Isabel II, Capitán Domingo; Alcalde [2] García Ramos, Ramón Franco; Avenida Siurot, Avenida de la Libertad; Calle Rafael López, Manuel María de Soto; Purísima Concepción, Alcalá Zamora; Plaza de las Monjas, Plaza de la Constitución. (Libro (Libro de Plenos , Acta del 18-IV-1932, Archivo Municipal de Huelva). 5 Libro de Actas , n.º 124, fols. 67 al 69 vto. 6 La consigna, ya por entonces bien clara, era la misma que cínica y públicamente lanzaba Largo Caballero al ser nombrado presidente honorario de “Los sin Dios”: “Queremos convertir todas las iglesias del mundo en un mar colosal de llamas; hay que borrar todos los sentimientos religiosos, y acabar con la religión, enterrando al mundo antiguo”. (Diario “Odiel”, 21-
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La consigna tuvo, pues, sus efectos inmediatos. Las tres casas religiosas más una parroquia de reciente creación, que fueron víctimas de aquella campaña, ofrecen un índice bien patente del futuro republicano frente a la Iglesia. He aquí los hechos lacónicamente extractados de los informes oficiales7. Casa-Colegio de las Religiosas Adoratrices Ya el día 11 recibieron las religiosas noticias de que en Madrid, donde radica la casa-madre del Instituto, había sido abandonada por la comunidad. En Huelva, el 12, cuando se celebraba la santa misa en la capilla, hizo acto de presencia una pareja de la Guardia Civil. Poco después era reforzada por otra pareja y un cabo. Como medio preventivo las enviaba el gobernador quien preveía la inminente repercusión en Huelva de los sucesos de la capital de España. Tres días después, impotente para sostener el caos gubernamental de la provincia, presentaría su dimisión don Victoriano Maesu, cuando aun no había llenado un mes de gobierno. A las religiosas pareció prudente por entonces poner a seguro segur o las imágenes sagradas y proveerse de vestidos seglares. Así saldrían más disimuladamente en caso de apuro. A las dos de la tarde del día 12, recibieron por teléfono un aviso del Gobierno Civil. Debían abandonar inmediatamente la casa. Se preparaba una manifestación, que iba a pasar por aquella carretera. “Las autoridades no podían garantizar el orden público, ya que los manifestantes exaltados estaban decididos a que no quedara ni una religiosa en los conventos”. La mayor preocupación para las religiosas constituíala el Santísimo Sacramento. El capellán no estaba en casa. Llegó poco después, acompañado de varios miembros de la Adoración Nocturna, y en coche trasladó el Santísimo a la parroquia de San Pedro, siguiendo órdenes del Arcipreste de la ciudad, don Julio guzmán López. Luego comenzaron a distribuirse las religiosas. Como la noticia se extendió rápidamente por la población, al poco tiempo se presentaron los familiares de las colegialas internas y de las niñas de las escuelas. Este centro había funcionado normalmente hasta aquella mañana, y se habían vuelto a abrir las clases, según costumbre, a la una de la tarde. Las Madres y Hermanas fueron recogidas por varias familias amigas, que pusieron a su disposición sus casas y cuanto tenían8. [4] Hacia las tres de la tarde sólo quedaban en casa tres Madres y una Hermana, dispuestas a no abandonarla hasta el último momento. Los guardias aconsejaron empero que saliesen todas. Les hicieron saber que “tenían órdenes de no hacer uso de las armas sino en caso extremo; que si quedaban allí, equivaldría a exponerse ellas y a comprometerlos a ellos”. Salieron, pues, y se refugiaron en una casita, frente al convento. De allí volverían tan pronto como pasase la manifestación. Pero, con gran dolor, fue desde allí desde donde pudieron contemplar el latrocinio y el saqueo. Algunas personas cuidaron de recoger, mezcladas con los asaltantes, cuanto pudieron, para devolverlo a las Religiosas el día que regresaran. Así lo hicieron luego. Al pasar la manifestación, una “comisión” se destacó de ella. Penetró en la casa; querían cerciorarse cercio rarse de que allí no quedaba religiosa alguna. El edificio lo tenían ya por suyo; y estuvieron trazando planes para distribuirlo y dedicarlo a escuela y comedores de niños o de trabajadores. Entre tanto, varios manifestantes penetraron en la casita donde las religiosas se encontraban refugiadas. Pedían a su dueña “las imágenes que tenía escondidas”. No fiándose de la negativa de la señora, practicaron un minucioso registro. Llegaron a introducirse hasta las últimas habitaciones en que estaban escondidas las religiosas. Pero no las molestaron, “porque –decían– ellos no perseguían a las monjas, que son mujeres como las demás; sólo perseguían a los santos que son de palo y no existen”. X-1936, n.º 7633, pág. 1). [3] 7 Estos informes obran, sin catalogar aún, e n el archivo de la Curia E piscopal de Huelva. 8 Consignamos el rasgo curioso del hijo de la Vda. N. N. que se encontraba sentado a la mesa al recibir la noticia. A pesar de ser un joven de veintidós años, totalmente descreído, bien que perteneciente a una familia religiosa y distinguida de la ciudad, se levantó inmediatamente de la mesa; sin permitir que le acompañase su chófer, por comprender que era de mayor garantía hacerlo solo, se personó en el colegio con su coche. En é l trasladó a las religiosas a lugares seguros, haciendo varios viajes y contestando con toda entereza a cuantos se burlaban o le echaban en cara su proceder. [4]
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Ya caída la tarde, la “Guardia Cívica” puso sobre la fachada del edificio grandes rótulos. El edificio quedaba “clausurado” por la República. Y permanecieron ellos mismos de centinelas; pero aprovechando la ocasión para hacer grandes destrozos en las despensas y en los gallineros, saqueándolos para sí y para sus familiares. Todavía el día 14 hizo el Ayuntamiento que las religiosas mismas sacasen de la casa lo poco que quedaba; pero “con la advertencia de que en adelante no contasen más con el edificio, puesto que era de ellos”. Recurrieron aquéllas al gobernador civil, y todo quedó solucionado favorablemente. El 15 se recibió una orden del capitán general de Andalucía según la cual debían abrirse de nuevo todos los centros de enseñanza. Así, pudieron reanudar enseguida sus labores escolares. La entrada en la casa, en la tarde del 15, fue desoladora. Aunque fueron recibidas por los moradores del barrio con demostraciones de la más tierna alegría; las niñas de las escuelas arrojaban flores a su paso por las calles; los espectadores vitoreaban y aplaudían, expresando su regocijo y el agradecimiento a la labor docente y bienhechora del Instituto. [5] Colegio de la Compañía de Santa Teresa Teres a Desde el mismo día de la proclamación de la República, encontraron estas religiosas serias dificultades en el desempeño de sus labores escolares. El colegio estaba enclavado en el llamado “Barrio Obrero” donde más presa hicieron las ideas socialistas y republicano-sectarias. Se notaba el ambiente envenenado que muchas alumnas respiraban en sus hogares; mostrábanse refractarias a la disciplina y a la enseñanza, pero sobre todo a las prácticas piadosas. Del 12 al 17 de mayo permanecieron las religiosas vestidas de seglar en casas de familias adictas al colegio. Para evitar profanaciones, la superiora distribuyó las sagradas entre las pocas que aun permanecían en el colegio la mañana del 12, dispuestas a abandonarlo sólo en última instancia. Poco después una turba ingente invadía la calle. Al verlas salir, dejaron paso libre; uno de los jerifaltes, imponiéndose a la multitud, gritó: “No me las toquéis; a ver quién les pone una mano encima!” Así las dejaron llegar hasta el centro de la ciudad buscando refugio. La defensa de la casa estuvo a cargo del brigada de la Guardia Civil, Sr. Leal Pinto. Logró impedir el saqueo. El día 17 pudieron ya las religiosas tornar al colegio y reanudar, si bien con serias dificultades a lo largo de todo el periodo republicano, su meritísima labor escolar y de apostolado social en favor de las niñas pobres. Religiosas Agustinas de clausura Era la tercera vez que estas religiosas habían de abandonar la clausura desde la fundación del convento el año 15109. Las noticias sobre la quema de conventos en Madrid el 11 de mayo sembraron la alarma entre las monjas. Preveían la misma suerte para ellas; personas amigas aconsejaban desalojar el convento poco a poco para no llamar la atención. Pese a estos consejos prudentes, para las monjas “lo último sería abandonar su tan amada clausura”; habrían para ello de salir escoltadas por forajidos revolucionarios, como ocurrió en efecto. Fue el 13 de mayo hacia el mediodía. Jefecillos y chusma en plena camaradería invadieron locutorios y dependencias conventuales, al grito de ¡fuera las beatas! Acompañaban insultos soeces a la religión y vivas frenéticos a la República. Tenía la comunidad una anciana [6] impedida, que era siempre llevada a los actos comunes en un cochecito de inválidos. Fue la primera en salir, conducida por una religiosa enfermera. Pasaron las demás con sus hábitos, cubiertas las caras con el velo, en medio de dos filas de hombres, 9
Hubieron estas religiosas de abandonar su clausura por pr imera vez con motivo de la entrada de los ingleses en Cádiz, ocurrida durante la guerra de Sucesión, el año 1704. La segunda fue debida al terremoto desolador de 1755; la comunidad numerosa por entonces –eran más de setenta religiosas– permaneció fuera de clausura durante siete meses, regresando a ella el 23 de junio de 1756, después de haber reconstruido el convento a sus expensas don Tomás Wanding; la comunidad nombróle por ello patrono de la iglesia y convento. [6]
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mozalbetes en su mayoría. Las insultaban soezmente; hasta les quitaban los velos, asegurando que ya no tendrían que volver a usarlos. Las calles desiertas y cerradas las puertas de las casas, viéronse las religiosas totalmente abandonadas, desorientadas por su vida de clausura perpetua y sin saber dónde refugiarse. Al fin una piadosa señora les abrió las puertas de su casa: “Aquí –decía– hay lugar para todas”. Pero esta hospitalidad duró poco. Protestaban los republicanos de que la comunidad de MM. Agustinas estuviera reunida en una misma casa; querían verlas dispersas y sin control posible por parte de sus superiores. Y por aquellas fechas los deseos e insinuaciones del populacho eran pronto leyes y disposiciones gubernamentales. Las religiosas fuéronse dispersando poco a poco por casas de conocidos y familiares. Siete días estuvieron fuera de la clausura. Volvieron a ella el día 20 de mayo, sin que encontraran desorden, destrozos o robos, según era de temer, en el convento desierto. Parroquia del Corazón de Jesús (Iglesia (I glesia del Polvorín) Fundada y erigida esta parroquia pocos años antes merced a los desvelos del cardenal Ilundain, arzobispo de Sevilla, y enclavada en el “Barrio Obrero”, fue atacada desde abril de 1931, a raíz de la proclamación de la República. Desde aquella fecha no cesaron de colocar insistentemente petardos en las inmediaciones del templo. El 11 de mayo, el párroco, don Pablo Rodríguez, acompañado del sacristán, hubo de huir, por haberlo impuesto así la chusma que aquella misma tarde apedreó el templo y la casa rectoral contigua. En su huída, ofreciéronle hospitalidad en una casa de campo de las afueras. Allá se encaminaron las turbas exigiendo la expulsión de los acogidos, bajo la amenaza de prender fuego a la casa, si antes de las doce de la noche no la habían abandonado. Con el mayor sigilo posible, trasladáronse a otra casa próxima, de la misma familia. Allí hubieron de permanecer hasta la madrugada, en que, tras haber comprobado que los elementos anarquizantes se habían retirado, pasaron a una pensión. Aconsejados y apoyados por un caballero profundamente cristiano, a la mañana siguiente marcharon fugitivos en automóvil por la carretera de Sevilla, refugiándose en el pueblo de Pilas. Tampoco pudieron permanecer aquí por haber ordenado la autoridad local que nadie fuese acogido si no era de la propia localidad. Continuaron viaje a Sevilla. Pero regresaron aquella misma tarde, t arde, al amparo de la declaración del estado est ado de guerra. [7] Ocultado el párroco por el director del internado Siurot, a los tres días pudo volver a la parroquia. Si bien durante todo el periodo republicano fue el sacerdote que más serias dificultades padeció en el desempeño de su ministerio. ACTIVIDADES ANTIRRELIGIOSAS OFICIALES Siguiendo una táctica taimada, aunque común, las nuevas autoridades disimularon al principio un tanto su anticlericalismo y sus intenciones masónicas. Pero por poco tiempo. No tardaron en manifestarse oficialmente aquellas secretas consignas, emanadas de las logias y secundadas por los poderes republicanos que en ellas se habían incubado. Dueños ya de la situación, pusieron todo su empeño los señores concejales en estos tres puntos: Imposición de arbitrios municipales al toque de las campanas; impuestos sobre entierros y procesiones sagradas; y retirada de las imágenes religiosas de las fachadas y vías públicas. Más tarde se dedicarían con ardor digno de mejor causa a la labor de secularizar los cementerios y atacar eficazmente la enseñanza religiosa. Tal fue la programática de las actividades antirreligiosas oficiales a través del periodo republicano, llegando a su culminación con el advenimiento del Frente Popular en febrero de 1936. En esta fecha cesarían incluso las apariencias de legalidad con que hasta entonces habíanse paliado las consignas anticatólicas oficiales. Imposición de arbitrios al toque de campanas El Libro de actas de las sesiones municipales conserva consignada la primera intervención oficial en este sentido. Tuvo lugar en la sesión del 12 de diciembre de 193210. El concejal Galo Vázquez Romero11, 10
N.º 105, fol. 71.
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en nombre de la minoría federal y aprovechando la coyuntura del déficit de 700.000 ptas. que a la sazón pesaba sobre el Ayuntamiento, propuso las siguientes cuotas y la confección de la correspondiente ordenanza administrativa, que regulara el toque de campanas en los entierros católicos: Entierros de 1.ª clase, 250 ptas.; ídem de 2.ª clase, 200 pesetas; de 3.ª clase, 100 ptas.; de 4.ª clase, 20 ptas.12. [8] El extremista Luis Cordero Bel13 propuso violentamente que este impuesto debería ser mucho mayor. Llegó a solicitar, con relación al mismo, la aprobación de 5.000 ptas. para los entierros de primera clase. Pese a la intervención del concejal Pérez Hernández, quien hizo notar que careciendo este impuesto de base legal, el único medio de poderlo salvar de las impugnaciones de los interesados consistiría en no exagerar la cuantía de las cuotas, se acordó por unanimidad aprobar el impuesto proyectado. Nótese que tales impuestos se había pretendido ya exigirlos a raíz de la instauración del nuevo régimen. En el acta correspondiente al 30 de diciembre de 1932, aparece una observación que lo confirma. Habíase sometido a aprobación el presupuesto ordinario para el ejercicio de 1933. Al estudiarse el capítulo X, art. 1.º de dicho presupuesto, se hace constar la siguiente advertencia: “El señor de los Reyes14 [9] manifestó que el pasado año propuso el arbitrio sobre el toque de campanas y no se aceptó (oficialmente); y ahora sin embargo ha sido aprobado dicho arbitrio, produciendo la natural satisfacción del que habla” 15. Este proyecto de gravamen injusto al toque de campanas resultó frustrado, merced a la eficaz intervención del Sr. Arcipreste de la ciudad y párroco de la Mayor de San Pedro, don Julio Guzmán, sacerdote de excepcional empuje y de recursos suficientes para afrontar situaciones tan excepcionales como aquéllas. Se alzó primero contra el acuerdo de la Corporación y recabó después de la Delegación 11 Era el h.´. “Azcárate”, gr.´. 3.º, de la logia Transigencia. 12
Transcribimos un ejemplo de las Ordenanzas Municipales a que dieron lugar estos acuerdos. Data de noviembre de 1932. Conservamos uno de los originales remitidos a los párrocos de la c iudad. Dice así: “Capítulo 10. Artículo 7.º. Ordenanza y Tarifa N.º 46. Arbitrios sobre pompas fúnebres. En uso de las f acultades concedidas por el apartado j) del art.º 380 del Estatuto Municipal, se establece un arbitrio sobre las pompas fúnebres, con sujeción a la siguiente Ordenanza: 1.º–El arbitrio recaerá sobre las personas que costeen las pompas fúnebres, en armonía con lo dispuesto en el art.º 54 del Reglamento de Hacienda Municipal, ya sean por la conducción de un cadáver al cementerio, a otra población, por [8] traslado de restos mortales procedentes de otras poblaciones para la inhumación de la necrópolis de esta capital. 2.ª–La base del arbitrio será el valor de lo que constituya la pompa fúnebre, o sea: el precio del féretro, demás ornamentos, carruaje para la conducción del cadáver y dobles de campanas, estando obligadas las agencias de pompas fúnebres que hayan hecho los servicios a justificar en el Negociado de Cementerios el valor del gasto producido. 3.ª–El pago del arbitrio se hará al solicitar la licencia del ent erramiento o transporte del cadáver o restos mortales a otra población, o inhumación de restos de otras poblaciones a este cementerio. 4.ª–Será responsable del pago del arbitrio establecido, quien solicite la licencia de enterramiento, y especialmente las empresas funerarias, encargadas del entierro. 5.ª–Se consideran defraudadores los que se negaran a declarar los gastos de las pompas fúnebres, y los que aminoraran la verdadera cuantía. 6.ª–Las defraudaciones se castigarán con el triple del arbitrio establecido, que se harán efectivas por vía de apremio, sin perjuicio de la multa que pueda imponer la Alcaldía, si se acredita el deliberado propósito de la defraudación. 7.ª–El encargado del Cementerio inglés comunicará al Negociado correspondiente del Ayuntamiento las inhumaciones o exhumaciones que se hagan, y en el mismo día que tengan lugar, expresando el nombre del difunto y el de la persona que haya solicitado la operación. 8.ª–La exacción del arbitrio, tanto de los ent ierros católicos como civiles, se ajustará a la siguiente tarifa: Si el precio del ataúd y coche no excede de 50 pesetas, exento; si importa de 51 a 100 ptas., 1,00 pta.; de 101 a 250, 4,00; de 250 a 500, 20,00; de 501 a 750, 50,00; de 751 a 1.000, 75; de 1.000 ptas. En adelante, 125,00. Para los efectos de esta tarifa se consideran párvulos los menores de 12 años, y los gastos de pompas fúnebres se reducirán en el 50 % de la tarifa establecida. Tendrá también la consideración de pompas fúnebres en los entierros católicos, y será de aplicación además de las tarifas establecidas en la base 8.ª, el toque o doble de campanas que hagan las parroquias o capillas con ocasión de un fallecimiento, que se ajustará a la siguiente tarifa: Entierro católico de 1.ª clase, según Arancel eclesiástico, 100,00 ptas.; de 2.ª clase, 75,00; de 3.ª clase, 50; de 4.ª clase, 10,00. Se exceptúan del pago de estos derechos el doble de campanas en los entierros de categorías inferiores a los determinados en estas Ordenanzas. Esta Ordenanza regirá durante el pr esupuesto del año actual. Huelva, noviembre de 1932.–La Comisión de Hacienda. Otro ejemplar original de este tipo de Ordenanzas conservamos con fecha 13 de marzo de 1933. 13 Masón de alta graduación y de actuación cotizada, ostentó con frecuencia la Veneratura de la logia Francisco Esteva. 14 El h.´. “Trosky”, gr.´. 3.º de la logia Francisco Esteva.[9] 15 L. Actas , n.º 106, fols. 2-3.
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de Hacienda el fallo a su favor, anulando el acuerdo municipal 16. Interpuso el Municipio recurso al Ministerio de Hacienda; mas también el fallo le fue adverso. Pintoresco resulta leer el acta de la sesión en que se da cuenta del fallo ministerial. El acta –13 de julio de 1934– dice así: “Vista resolución del Ministerio de Hacienda, desestimando el recurso interpuesto por el Alcalde de esta Ciudad contra la resolución del Delegado de Hacienda, anulando el arbitrio sobre el toque de campanas, el Señor. Gómez Roldán17, después de algunas manifestaciones de carácter político contra la actuación de los funcionarios, censuró la resolución, proponiendo se recurriese de la misma al Tribunal de Garantías Constitucionales; y sin otra discusión se acordó pasar a estudio de Letrados la interposición de recurso contencioso-administrativo contra la resolución referida ante el Tribunal Supremo” 18. El razonado recurso del Sr. Arcipreste y el consiguiente fracaso oficial de la Corporación sectaria repercutió en no pocos municipios de la provincia, en la mayor parte de los cuales, o se habían publicado ya las ordenanzas correspondientes, o se proyectaba imponer rápidamente el arbitrio, siguiendo el ejemplo de la capital. Los párrocos limítrofes acudían al arcipreste, cuyo ejemplo pretendían seguir y cuya autoridad pesaba eficazmente en la Delegación de Hacienda. Así lograban recabar para sus respectivas parroquias idéntica exención. Fueron no pocos los que de esta forma consiguieron la anulación de acuerdos semejantes de sus correspondientes municipios. A pesar de todo, la Corporación Municipal de Huelva no cejó en sus intentos. Anualmente, al discutirse los presupuestos en las sesiones de fin de año, se volvía siempre sobre el tema con más o menos virulencia. Así, hasta la aparición del Frente Popular. Impuestos sobre entierros y procesiones sagradas A la cuestión sobre sob re el toque de campanas, estuvo vinculada desde los primeros pr imeros días de la República la imposición de otros arbitrios [10] municipales sobre los entierros y procesiones católicas. No fue tan afortunada la actuación del Sr. Arcipreste ante tamaña injusticia. Ciertamente los primeros gobernadores civiles republicanos no fueron muy exigentes en el control de la presencia del clero en los entierros y en las procesiones. Mas durante la interinidad, como gobernador civil, del presidente de la Audiencia, Sr. Mesa Chaix, que se las daba de católico, bien que sólo pretendía vivir y medrar a costa del nuevo régimen, se exigió tajantemente que la petición de la correspondiente autorización se hiciera en papel de Estado. Se había de reintegrar además la contestación aun en los entierros de caridad. Y en esta situación, con contadas excepciones, se mantuvieron las ordenanzas hasta el triunfo del Movimiento en 1936. Las procesiones religiosas estuvieron también prohibidas en Huelva por aquellas fechas en que, arreciando más la fobia republicana sectaria, la prohibición se recrudecía tajante en toda España19. Es sin embargo curioso historiar brevemente la actuación de la Corporación Municipal durante el gobierno frentepopulista, y que terminó, en pleno año de 1936, con un nuevo triunfo para los pocos católicos onubenses. En sesión ordinaria de 13 de marzo de 1935, los señores capitulares, más moderados que sus 16
En el Apéndice el Apéndice Documental (Documentos (Documentos n.º 1, 1 y 3) transcribimos los originales de los recursos y del consiguiente fallo de la Delegación de Hacienda. 17 Simb. Sim b.´´. “Vigor”, de la Log.´. Log.´. Francisco Esteva. 18 L. Actas , n.º 111, fol. 5 vto.[10] 19 El B. O. de la Provincia del 22-III-1932, dejando el problema a l criterio personal de cada alcalde, publicaba la siguiente circular del Gobierno de Huelva: siendo frecuentes las consultas a este Gobierno sobre si pueden o no celebrarse procesiones como en años anteriores, y muchas las solicitudes de autorización recibidas en este Centro, he tenido a bien disponer que en todos los casos sean las respectivas Alcaldías, las que con conocimiento exacto de las realidades y circunstancias de cada uno, las autoricen o denieguen, siendo responsables de los acuerdos adoptados en cualquier sentido, dando siempre cuenta a este gobierno. Huelva, 18 de marzo de 1932. El Gobernador: Francisco A. Rubio Callejón. Al siguiente día se reformaba la circular, en el sentido de que “en cada caso la alcaldía respectiva respectiva era la llamada a solicitar del Gobierno Civil la referida autorización, informando al propio tiempo al mismo, para en su vista acordar lo que procediera” (B. (B. O., O., n.º 56, pág. 2). En marzo de 1934 publicó el Gobierno Civil esta nueva circular: “Es criterio del Gobierno que se autoricen todas las procesiones de Semana Santa. Si en algún caso especial tuviera esa Alcaldía alguna duda, deberá consultar a este Gobierno Civil... (B. (B. O., O., 19-III-1934, pág. 2)
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predecesores, acordaron una subvención para las cofradías de Semana Santa de aquel año, por un importe de 3.000 pesetas que pronto se hicieron efectivas a favor de la Comisión de cofradías de la capital, con el fin de ayudar a los gastos del arrastre de pasos y gratificaciones a los costaleros20. Pero al siguiente año, a raíz de escalar el poder el Frente Popular y tras la constitución del nuevo Ayuntamiento, a los nuevos concejales, que venían a la revancha, faltóles tiempo para poner sobre el tapete el tema de la legalidad de dicha subvención. En la sesión de 16 de febrero, [11] el Señor Sánchez Díaz21 explanó moción verbal sobre “incumplimiento de la constitución de la República” en la aludida sesión de 1935, al acordar la subvención de 3.000 ptas. para las cofradías de Semana Santa. Por ello proponía la anulación del acuerdo municipal, amén de exigir, mediante nuevo acuerdo capitular, el reintegro de las 3.000 ptas., a costa de los ex concejales que las habían concedido. No faltó quien atacara ya desde entonces la actuación del Secretario técnico de la Corporación “porque al proponerse dicho acuerdo no hizo la advertencia de ilegalidad”. Acordóse por unanimidad pasar al Juzgado el tanto de culpa, para exigir responsabilidad a él y a todos los encartados22. El concejal Rodríguez Alfonso se permitió calificar aquel acuerdo de “latrocinio de los intereses del Estado” 23. El 9 de marzo en oficio duplicado con acuse de recibo, la Alcaldía notificaba la decisión a los exconcejales, exigiéndoles la devolución a las Arcas Municipales de la cantidad de ciento sesenta y siete pesetas con sesenta y siete céntimos que, proporcionalmente, correspondían a cada uno de los votantes, en el improrrogable plazo de diez días. Se les advertía que “transcurrido el plazo indicado sin efectuarlo, se procedería al cobro por vía de apremio” 24. No se acobardaron los ex-concejales. Con fecha 24 del mismo mes interpusieron recurso contenciosoadministrativo de reposición contra aquel acuerdo, manifiestamente injusto y sectario. Pero el escrito de referencia fue desestimado en la sesión ordinaria del 1 de abril, y así se les notificó en nuevo oficio duplicado, con fecha del 9 de dicho mes25. El día 21 volvían a recibir nueva cédula de notificación, que los declaraba incursos “en el único grave de apremio, por no haber reintegrado a las Arcas Municipales, no obstante el requerimiento hecho, la mencionada cantidad” 26. La amenaza de embargo de bienes por el valor acordado completaba esta cédula de notificación. Hecha ya cuestión de honor por parte de los atacados, se acudió al Tribunal Provincial de lo Contencioso-Administrativo, que falló en contra de la Corporación frentepopulista anulando el acuerdo capitular de 17 de febrero. Es curioso leer el acta de la sesión de 29 de mayo, en que se notificó a los concejales la decisión judicial, con la reacción consiguiente: [12] ”El Sr. Pousa Camba 27 se lamentó de la frecuencia con que los Tribunales de lo Contencioso suspenden los acuerdos municipales, añadiendo que, sobre todo, esta resolución no tiene el menor fundamento jurídico. El Sr. Quintero Cruz28 dijo que debía protestarse ante el Gobierno de la conducta de los tribunales de justicia. El Sr. Cerrejón se lamentó igualmente de la conducta de los tribunales. El Sr. Aranaga expuso la conveniencia de pedir al Gobierno de la República la republicanización de la Magistratura. El Sr. Tirado29 dijo que se hiciera una nota de todas las suspensiones de acuerdos, decretadas por los tribunales de lo Contencioso, para exigir la responsabilidad civil a los magistrados una 20
L. Actas , n.º 112, fols. 85-87.–La razón alegada para esta subvención era la de que “esto sería negocio para el Ayuntamiento y bien para el pueblo que recibiría los beneficios en la persona de los costaleros”. [ 11] 21 Simb.´. Simb.´. “Estébanez”, “Estéb anez”, gr.´ gr.´. 3.º, de la logia logi a Minerva. Mine rva. 22 L. Actas , n.º 115, fol. 44 vto. 23 Ibíd., fol. 48. En la misma sesión se acordó que el Ayuntamiento acudiera a recibir a González Peña, y que en el acto la Banda Municipal interpretase la Internacional. 24 En el Archivo Municipal de Huelva, legajo correspondiente a 1936 (I), catalogadas por orden de fecha, se conservan dichas notificaciones. 25 Ibíd. 26 Ibíd. [12] 27 Perteneciente a la logia Soto Vázquez con el simbólico de “Rousseau”. 28 Era el Hermano Anselmo Lorenzo, gr.´. gr.´. 3.º de la logia Minerva, y popularmente conocido c on el sobrenombre de “Malas-ideas”. 29 Iniciado en la logia Francisco Esteva, en abril de 1933.
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vez promulgada la ley que actualmente estudia el Parlamento para responsabilidades de jueces y magistrados. ...se acordó... pedir al Excelentísimo Sr. Ministro de Justicia ordene una inspección en el Tribunal Provincial de lo Contencioso Administrativo. Igualmente se acordó que dicha petición sea apoyada por todas las minorías que constituyen c onstituyen el Frente Popular30. Así terminó, sainetescamente por entonces, aquel episodio cofradiero sin más consecuencia que el bochorno pasado por los capitulares ante los extremistas de la ciudad. Eliminación de imágenes religiosas en fachadas y calles Fue el tema que primero se puso sobre el tapete municipal. En el pleno de 18 de abril de 1931, el alcalde-presidente, José Barrigón Fornieles31, el “santón laico”, el primero que empuñó el bastón de la Alcaldía republicana, se congratulaba efusivamente del advenimiento de la República. Continuó su perorata, haciendo “una extensa proposición de acuerdos a tomar” con carácter perentorio. Entre ellos, el siguiente: “Respetuosos con toda idea religiosa, y más con aquellas que nuestros mayores nos legaron y que en los españoles tienen un arraigo profundo y debemos respetar por ahora, propone como medio de buen gobierno sean retirados de la vía pública y fachadas de las casas, cuantos atributos, insignias, decorados, en una palabra, todo aquello que determine idea religiosa, reintegrándolos al interior de los establecimientos dedicados al culto” 32. Ni decir tiene que el acuerdo fue aplaudido con exaltado optimismo. Pero los hechos vinieron muy pronto a demostrar lo descabellado de aquel empeño, en una ciudad y en medio de una región donde esta [13] forma de religión exterior, de casi idolatría a las imágenes patronales, sobre todo las marianas, llega a veces al fanatismo. En el pleno de 9 de mayo, el Sr. Gómez Roldán se queja de que aún no se haya ejecutado tal acuerdo. Contesta el Sr. Presidente, que “estima pasado el momento oportuno de ponerlo en práctica” 33. Era, en realidad, exceso de miedo a enfrentarse con un problema que podía traer serias consecuencias, como de hecho ocurrió, convirtiéndose en tema obsesionante y al propio tiempo insoluble durante todo el periodo republicano en la capital. A excepción de una o dos imágenes de azulejos que las turbas destruyeron a pedradas, todas las demás permanecieron intangibles; si bien, como pronto veremos, fueron gravadas con arbitrios municipales. En la sesión ordinaria de 20 de enero de 1932, Gómez Roldán vuelve sobre el particular. Ruega que se quite de la casa arrendada por el Municipio para Juzgado Municipal la imagen que ostentaba. Anuncia una moción sobre las imágenes públicas a presentar en otra sesión34. La anunciada moción leyóse en la sesión siguiente, el 27 de enero. Excita a la hilaridad y revela la catadura moral y cultural del ponente. Su programa de acción era: “Primero: Que en el plazo de quince días improrrogables de aprobada esta moción, sean retiradas de la vía pública todas las imágenes religiosas. Segundo: Que si algún ciudadano, que cree en lo infinito antes que en lo real y hacedero, no quiere quitar su efigie de la fachada de la casa y convertirla en amuleto para salvarse del infierno, se les respeten sus creencias; pero tendrá que solicitar el permiso del Ayuntamiento, y pagar el impuesto que le corresponda de la tarifa de anuncios, y éstos serán de los más caros, por tratarse en su mayoría de luminosos. Tercero: Que pasado el plazo antes dicho, sin previo aviso a los interesados serán quitados por el personal del Ayuntamiento” 35. Apoyó y razonó de tan curiosa moción a base de la Constitución de la República, “que establece en su art. 27 que todas las confesiones han de hacerse en privado”. Alude además al acuerdo anunciado por el Sr. alcalde-presidente en el pleno de 18 de abril de 1931. tal alusión hizo actuar al alcalde para disculparse, alegando que “pasado el nerviosismo de los primeros momentos... no había creído oportuno ejecutar dicho acuerdo... sin que ello implique que no deba 30
L. Actas , n.º 116, fol. 55 vto.
31 Con el simbólico de “Trosky”, gr.´ gr.´. 3.º, perteneció 32 L. Actas , n.º 124, fol. 67 vto. [13] 33 Ibíd., n.º 124, fol. 96. 34 Ibíd., n.º 102, fol. 62. 35
sucesivamente a las logias Soto Vázquez, Cañavate y Minerva.
Ibíd., fol., 65 vto.
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ejecutarse, pero sí que no es ésta la oportunidad de hacerlo tal y como está acordado” 36. El concejal, Sr. Oliveira, se pronuncia en contra de la moción propuesta, “por entender que la tolerancia es lo verdaderamente liberal” 37. Oliveira era uno de los que ni se atrevían [14] a enfrentarse el problema. En cambio el exaltado Cordero Bel alegó “que le molestaban todas las imágenes religiosas, y por consiguiente votaría a favor de la moción” 38. Por diez y nueve votos contra ocho fue al fin aprobada ésta. Al intentar intent ar ejecutarla, ejecut arla, fue cuando comenzaron com enzaron los fracasos de la Corporación. Tuvo lugar el primero de estos fracasos en la sesión de 13 de abril en que “se acordó quedar enterados y dar cumplimiento del oficio del Iltmo. Sr. Presidente del Tribunal Provincial de lo Contencioso-Administrativo, comunicando auto de dicho tribunal, decretando la suspensión de los acuerdos de 18 de abril de 1931 y de 21 de enero del corriente” 39. Era un plebiscito popular el que se entablaba, y el propio Tribunal Provincial tenía reparos en oponerse rotundamente. Al fin, los propios capitulares optaron por recurrir en última [15] instancia, y medio fracasados, al medio coercitivo de los arbitrios municipales, a tenor de las correspondientes ordenanzas40. En la sesión de 12 de diciembre, juntamente con el impuesto de campanas para los funerales, se acordó señalar la tarifa de estos otros impuestos. “...el Sr. Vázquez Romero propuso como enmienda a la ordenanza relativa a signos o figuras religiosas en las fachadas,
36 Ibíd. 37 Ibíd. 38
2).
[14] Ibíd. El acuerdo fue publicado en el B. O. de O. de la provincia, el 8-II-1932, aunque con fecha 3 de dicho mes (N.º 27, p.
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L. Actas , n.º 103, fol. 30. El texto del Auto del Tribunal Provincial es del tenor siguiente: “...Resultando que por el recurrente en este pleito y en otrosí del escrito de iniciación del recurso se solicitó que, dados los perjuicios irreparables que se seguirían de llevarse a cabo el acuerdo recurrido, arrancando las imágenes y pinturas de los sitios donde se encuentran y no poderse reconstruir después, se decretase la suspensión de dicho acuerdo hasta la decisión del recurso; y acompañó un dictamen de arquitecto, que expresa ser difícil la reconstrucción ulterior de aquellas imágenes y pinturas. Y oídos el Sr. Fiscal de la Jurisdicción y el Ayuntamiento recurrido, el primero no ve inconveniente en la suspensión solicitada, ya que de llevarse a efecto lo acordado se causarían graves perjuicios a los recurrentes; y el Ayuntamiento expuso que el acuerdo fue adoptado como medida de buen gobierno y dentro del círculo de sus atribuciones, y que no concurren en el caso las circunstancias que determina el art.º 261 del Estatuto Municipal. Considerando que acreditado documentalmente con la firma de un técnico que, de llevarse a cabo la ejecución del acuerdo, se originarían graves perjuicios a los recurrentes, ya que según se expresa, expr esa, al desmontarse las imágenes y pinturas que se encuentran hoy adosadas a las fachadas de las casas particulares, se romperían muchas de ellas; y aun dejando aparte su valor en relación con c on los sentimientos religiosos, desde el punto de vista artístico desmerecerían en grado sumo al ser difícil su reconstrucción, es claro que existiendo estos perjuicios de reparación difícil o imposible, se está en el caso encuadrado completamente en las circunstancias que determina el art. 261 del Estatuto Municipal, y procede la suspensión del acuerdo recurrido, hasta la decisión de este recurso. Considerando que al expresarse por la alcaldía que el acuerdo recurrido fue adoptado como medida de buen gobierno, sin señalar otra finalidad, no puede este Tribunal, según su prudente arbitrio, determinar qué perjuicios habrían de seguirse de acordar la suspensión; por lo que no hay lugar a que el recurrente los garantice, y por tanto a exigirse fianza alguna, según la facultad concedida por el repetido artículo 261 del Estatuto Municipal Se decreta la suspensión de los acuerdos del Excmo. Ayuntamiento de esta Capital de diez y ocho de abril de mil novecientos treinta y uno y veintisiete de mayo pasado, relativos a la desaparición de las fachadas y vías públicas de las imágenes y otros signos religiosos; y para que tal suspensión tenga efecto, líbrese comunicación a la Alcaldía-Presidencia del Ayuntamiento. Y póngase de manifiesto al recurrente el expediente administrativo, para que en término de veinte días formalice la demanda”. La segunda pág. de este documento original ha desaparecido. Se encuentra en el Archivo de la Curia Diocesana, sin catalogar. Los recurrentes eran fieles, asesorados por el Arcipreste don Julio Guzmán, quien con su actuación logró más de una vez suspensiones de acuerdos sectarios análogos. [15] 40 Trascripción de una de e stas Ordenanzas, expuesta al público, y remitida en copia original a los Pár rocos de la ciudad: Capítulo 10. Artículo 7.º. Ordenanza n.º 24. “En uso de las facultades concedidas por el apartado z) del artículo 374 del Estatuto Municipal, se establecen derechos sobre la exhibición o fijación en fachadas de edificios particulares de figuras representativas de imágenes o signos religiosos, que sean visibles desde la vía pública, con sujeción a la siguiente Ordenanza: 1.ª–La obligación de contribuir nace con el hecho de estar fijadas de manera eventual o permanente en las fachadas de edificios particulares, cualquier signo o figuras representativas de imágenes religiosas o santos, ya lo sean en busto o se hallen grabadas en azulejos, escayola, pintura, cromo o por cualquier otro medio, los cuales tributarán con arreglo a la siguiente Tarifa: a ) Si la superficie que se ocupe de fachada es menor de 50 centímetros cuadrados, se abonarán, en calles de 1.ª y 2.ª clase, al año, 20,00 ptas.; b ) Ídem ídem de las de 3.ª y 4.ª, 15; c ) Las hornacinas moldeadas en fachadas de calles de 1.ª y 2.ª clase, 15,00; d ) Ídem ídem en calles de 3.ª y 4.ª clase, 10,00. 2.ª–El cobro de estos derechos se hará en el segundo mes del trimestre, y las cuotas fijadas por anualidad en esta tarifa, se consideran irreductibles. 3.ª–Esta Ordenanza regirá durante el Pr esupuesto actual. Huelva, noviembre de 1932.–La Comisión de Hacienda.
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elevar las cuotas de gravamen de las tarifas41 en la siguiente forma: “Apartado A) 30 pesetas; apartado B) 20 pts.; apartado C) 25 pts.; apartado D) 15 pts.”. A excepción del voto de Oliveira, todos los demás aprobaron la ordenanza propuesta42. De hecho tales impuestos continuaron rigiendo hasta el final de la República. Pero las imágenes siguieron luciendo en las calles y fachadas de la ciudad. Secularización del cementerio El tema se propuso por primera vez en la sesión del 19 de diciembre de 1931 al dictado del concejal Galo Vázquez Romero. Reiteró su ruego referente a la secularización, y solicitó que su intervención constara en acta. Insistía en que “el derribo de la tapia del civil se hiciera en domingo y con solemnidad, pues con ello se festejaría un acto de gran trascendencia que ha sido durante mucho tiempo el anhelo de liberales y librepensadores” 43. Propuso destinar las habitaciones propias de la vivienda del capellán a salas para los familiares de los difuntos, que solían acompañar al cadáver al cementerio. La intervención de Amós Sabrás Gurrea44 fue para “adherirse a la propuesta, y manifestar que a su juicio la secularización del cementerio era la obra [16] más trascendental del Gobierno de la República que, venciendo prejuicios seculares, ha hecho sea una realidad el anhelo de los librepensadores españoles, implantando con ello en nuestra Patria la verdadera libertad religiosa”. Pide al Ayuntamiento que se honre festejando tal acontecimiento, y propone se acuerde invitar al pueblo para el domingo día 27 del mismo mes a fin de solemnizar el derribo de la tapia de separación de ambos cementerios45. El 26 de diciembre, en la sesión siguiente, se concretó, al fin, que “dicha ceremonia” tuviera lugar al día siguiente, domingo; e interesar a la empresa de autobuses el establecimiento de un servicio especial “para que el pueblo pudiera cómodamente asistir al acto” 46. Pero el acto se redujo a uno más de los impuestos por el sectarismo del gobierno republicano: sin repercusión popular alguna, y apto sólo para herir los sentimientos más sagrados e íntimos de las personas honradas. La Corporación Municipal no quedaba satisfecha. El concejal extremista, Sr. De los Reyes Durán, en la sesión del 2 de enero de 1932, inició su actuación sectaria preguntando a los Sres. capitulares “cuándo se iban a cambiar por números los nombres de santos de las distintas galerías del cementerio” 47. Por entonces, y acaso ante la indiferencia con que fue acogida la propuesta, nada se acordó en este sentido. Pero en la sesión del 26 de abril del año siguiente, Bueno Cruz48 volvió decidido sobre el tema. Presentó una moción un tanto impulsiva y provocadora, echando en cara a la Corporación “una tolerancia mal entendida” al hacer perdurar en el cementerio de la Soledad “una organización interior en su distribución, utilizándose nombres de santos religiosos (sic) que hoy, con clasificación más racional, debe desaparecer, puesto que hasta en los libros de registro del Municipio se ha cambiado la nomenclatura de sus patios, galerías, sectores, etc.”. Y pide que se acuerde hacer desaparecer inmediatamente “toda clase de indicaciones que recuerden nombres de santos, cuyo lugar de recordación no es ciertamente un cementerio civil, laico y municipal”. Sin más discusión, y bajo la presión de las acusaciones hechas en tono provocativo por el ponente, “se acordó que en el plazo de seis meses se presentasen los títulos de propiedad de nichos y sepulturas, para rectificación de los nombres; desapareciendo al terminar dicho plazo los nombres religiosos que tenían” 49. Llegada la fecha el proyecto sólo pudo realizarse a medias. Parte del vecindario mostrábase reacio. 41 L. Actas n.º n.º 105, fol. 71 vto. 42 Ibíd. 43 Ibíd., n.º 102, fol. 13 vto. 44 Fundador de la logia Soto Vázquez, 45 L. Actas , n. 102, fol. 13 vto. 46 Ibíd., fol. 26. 47 Ibíd., fol. 47 vto. 48
y su primer Venerable. Simb.´. Simb.´. ““Newton”, Newton”, llegó hasta el gr. 4.º en Huelva. [16]
El político que sólo se s ignificó por su rabiosa fobia anticlerical; apenas si intervino en las sesiones capitulares sino para atacar siempre todo lo que directa o indirectamente se relacionase con la Iglesia. Su ficha masónica no nos ha sido posible verificarla. 49 L. Actas , n.º 107, fol. 8 vto. [17]
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Además el mismo pueblo se [17] encargó de ridiculizar al Sr. Bueno Cruz por su crasa ignorancia. El suceso fue pintoresco y ofrece una idea justa de la categoría moral, intelectual y cultural de muchos de aquellos concejales y de otras personas influyentes durante el periodo republicano. Bueno Cruz sentía verdadera fobia hacia la palabra “san”. Desde el comienzo de su actuación política cifró su empeño en hacerla desaparecer de la nomenclatura del cementerio. Para evitar confusiones de administración, en tanto se llegaba a una nomenclatura del todo laica que fuera aceptada y conocida popularmente, recabó de los concejales el acuerdo de hacer borrar inmediatamente sólo aquellas palabras o epítetos alusivos a santidad. Concretamente, suprimir cuanto antes la palabra “san” en los nombres de las galerías sepulcrales. Al llegar a la galería de Santiago, el Sr. Bueno Cruz borró personalmente las tres primeras letras, dejando sólo el nombre de “tiago”. La chismografía popular, dispuesta siempre a divertirse con todo, tomó pie para ridiculizar semejante desliz, y de hecho el proyecto hubo de ser suspendido50. Así las cosas, en mayo de 1934, aun no se había realizado totalmente el acuerdo del año anterior. En la sesión del día 25, de nuevo Bueno Cruz presenta moción relativa al tema. Se queja de que habiendo transcurrido más de un año, no se haya ejecutado en su totalidad la sustitución del nomenclátor 51. Un tanto exaltado en sus quejas, llegó a enfrentarse con el alcalde-presidente motejándole públicamente de “masón”. Llamóle el alcalde al orden, indicando “que debía abstenerse de hacer dicha manifestación, puesto que el ser o no ser masón no le interesa al Ayuntamiento ni tiene relación con la vida municipal”. Expresó Bueno Cruz que “no creía pudiera tomar a ofensa el Sr. Alcalde el decir de él que era masón”. Replicó el alcalde “que no se trataba de ofensa, sino de que la manifestación del Sr. Bueno Cruz no tenía nada que ver con la moción que se discutía” 52. Al fin acordóse pasar a la Comisión de Sanidad la ejecución del referido acuerdo. El cual no consta que se llevara totalmente a efecto a lo largo de todo el periodo republicano. No era fácil introducir una nueva nomenclatura, aceptable por cuantos en aquel lugar sagrado tenían sus seres más queridos. En cambio, a raíz del advenimiento de la República, fue terminantemente clausurado el cementerio privado existente en el convento de Religiosas Agustinas. Permaneció clausurado hasta que en la sesión [18] corporativa del 14 de junio de 1935, previa instancia de las interesadas, fueron devueltos a la comunidad estos derechos, pero restringiéndolos a las diez religiosas que componían la comunidad y cuyos nombres se hicieron constar expresamente en el Libro de actas 53. En los días del Movimiento dicho cementerio fue sacrílega y bárbaramente profanado por las hordas revolucionarias. Campaña contra la enseñanza religiosa Merece capítulo aparte. Por ahora nos limitamos a consignar las manifestaciones sectarias de la campaña llevada a cabo por la Diputación Provincial y el Ayuntamiento contra los colegios regentados por la Iglesia, que fue desde el primer momento uno de los temas más obsesionantes del programa republicano. Reunida la Corporación Municipal en sesión plenaria, el 9 de mayo de 1931, tras abogar ardientemente por la creación de nuevas escuelas del Estado, totalmente laicas y manejables por los elementos republicanos, se tomó el siguiente acuerdo: “Para cubrir las veinte mil trescientas treinta y tres pesetas, que para lo que resta de ejercicio económico implican los acuerdos precedentes, se dispondrá de las cantidades y consignaciones siguientes, que serán transferidas: Cap. 10, Art. 3.º, Partida 6.ª, Subvención a los PP. Agustinos, 875 pts.; Id. id., Partida 7.ª, Para becas, 3.500; Id. id., Subvención a las MM. Adoratrices, 875; Id. id., Subvención a las EE. del Sto. Ángel, 875; Id. id., Subvención al Colegio de San Ramón, 875”.
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Otro hecho pintoresco. En cierta ocasión un obrero pobre solicitó del Ayuntamiento un socorro para viaje, que en términos usuales se denomina “viático”. Al ser leída la solicitud en la sesión, la mayor parte de los concejales se levantaron como autómatas indignados, vociferando y lanzando imprecaciones contra el obrero y contra la Iglesia. Hasta que alguien deshizo el error, advirtiéndoles que no se trataba de “solicitar ayuda económica para recibir los últimos Sacramentos”, según ellos habían deducido por la palabra “viático”. 51 L. Actas , n.º 110, fol. 53. 52 L. Actas , n.º 110, fol. 52. [18] 53 Ibíd., n.º 113, fol. 46.
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Ni faltó quien pretendiera justificar la propuesta y la supresión de estas subvenciones a las escuelas de carácter religioso, diciendo que “serían más las escuelas a crear por el Estado que las que así se lograra suprimir con estas medidas”. También abogó en este sentido el Sr. Alcalde, con la esperanza de que de esta forma la enseñanza pasara pronto a manos del Estado, “a quien compete la enseñanza nacional, y que sólo de este modo se verá libre de nefastas influencias” 54. Curioso resulta resaltar el hecho de que días antes se hubiera concedido una crecida subvención a la Asociación Profesional de Estudiantes (F.U.E.) para asistir al Congreso de reforma de la enseñanza, que había de celebrarse en Madrid el 15 de mayo de aquel año 55. También en las actas de sesiones de la Diputación Provincial [19] aparece concedida , con fecha 31 de abril, otra subvención de ochocientas pesetas a los mismos interesados y con idénticos fines56. Para mayor baldón del Municipio y de la Gestora Provincial, en las mismas sesiones en que se suprimían las subvenciones a los colegios católicos se conceden ayudas económicas, consistentes en trescientas pesetas cada una, a tres individuos, exaltados republicanos y vagos profesionales, Manuel Rodríguez, Rafael Ortiz Manzano y Francisco Roldán, para realizar un viaje a pie desde Huelva a Jaca “donde reposan los gloriosos mártires de la Libertad, capitanes Galán y García Hernández, para rociar aquellas sepulturas con aguas del Odiel y tierra del glorioso monasterio monasteri o de la Rábida” 57. En noviembre de este mismo año, la Diputación acuerda, en la sesión ordinaria del día 19, suprimir entre otras subvenciones a entidades benéficas y de tipo religioso de la provincia, la que venía asignada tradicionalmente a las Madres Adoratrices de la capital, con destino al reformatorio de niñas y jóvenes58. Pero volvamos a la Corporación Municipal. En la última sesión de 1932, fecha 30 de diciembre, era sometido a aprobación el presupuesto ordinario para 1933. El capitular Bueno Cruz manifiesta su opinión de suprimir el abono que venía realizando la Corporación a favor de las Hermanas de la Caridad de San Vicente, afectas a los Servicios de Beneficencia Beneficenc ia Municipal. Consistía en el importe del alquiler de la casa que ocupaban las religiosas. ...”dicha subvención no se compaginaba con el carácter laico de la República”. Añadió aun el Sr. Cordero Bel, que “era preciso estudiar el problema de la sustitución total de las religiosas en dichos establecimientos municipales"59. En la sesión siguiente –4 de enero de 1933–, Cordero Bel, de los Reyes Durán y Bueno Cruz, al abrirse la sesión, “hacen constar su voto en contra de la ratificación del acta anterior en lo referente a los gastos de personal, material y alquiler del local de la Escuela de Párvulos de San Vicente, regida por las Hermanas de la Caridad; por estimar que con arreglo a la Constitución no debe auxiliarse la enseñanza [20] religiosa, debiendo sustituirse esta escuela por otra de carácter laico” 60. Por entonces todo se redujo a estas simples manifestaciones sectarias. Hasta que con el advenimiento del Frente Popular fueron definitivamente expulsadas las Hijas de la Caridad de los establecimientos de la Beneficencia Municipal. Donde más se cebó el sectarismo de la Corporación fue en las Escuelas Católicas del Corazón de Jesús, fundación del insigne arcipreste de Huelva, don Manuel González, futuro obispo de Málaga y de 54
Ibíd., n.º 124, fol. f ol. 95. En la sesión de 6 de abril de 1932 se acuerda modificar las subvenciones a Colegios Religiosos. De dichas subvenciones –se aludía a los colegios adscritos a religiosas dentro del área de la Beneficencia Municipal– unas pasan por el momento a título personal a algunas religiosas, “como maestras regentes de dichas escuelas”, y otras van a manos de maestros y maestras laicas, que suplantan ya a las religiosas. (ibíd., n.º 103, fol. 26 vto.). 55 Ibíd., n.º 124, fol. 96. [19] 56 L. Actas , Diputación Prov., año 1931, f. 71, acta de 31 de abril. 57 L. Actas , Corporación Municipal, n.º 124, fol. 96. L. Actas , Diputación Prov., año de 1931, fol. 74, acta de 15 de mayo. 58 “Se acuerda por unanimidad suprimir las subvenciones siguientes: Las quinientas pesetas consignadas para la Cocina Económica, que sostienen las HH. De la Caridad. La subvención del Asilo de Ancianos de Aracena. Las mil pesetas figuradas para obras extraordinarias en el edificio del Asilo de ancianos de Aracena. La subvención a la Asociación de San Vicente de Paúl (mil pesetas). La subvención de doscientas cincuenta pesetas a la Hermandad de Ntro. Padre Jesús de las Cadenas. La subvención al Colegio de las Madres Salesianas de Valverde del Camino (mil pesetas). La subvención de seis mil pesetas a las Adoratrices de Huelva, con destino al reformatorio de mujeres” (L. (L. Actas , año 1931, fol. 186 vto.). 59 L. Actas , n.º 160, fol. 2. [20] 60 Ibíd., n.º 106, fol. 8 vto.
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Palencia. Bueno Cruz denunció oficialmente, en la sesión del 29 de marzo de 1933, al profesor de estas Escuelas, don Cristóbal Monge, por “haber abofeteado y maltratado bárbaramente al niño José Salas”. La causa: “Por no haber asistido a misa el domingo anterior; produciéndose con este motivo un escándalo en la vía pública”. Estimaba el denunciante “que este acto constituía una salvajada”. Por ello propone “sea retirada la subvención que por parte del Ayuntamiento tiene asignada dicho colegio”. Finalmente pretende arrancar de la Corporación una denuncia formal, para que pase el tanto de culpa a los tribunales “por tan incalificable proceder de intolerancia”. En consecuencia de lo expuesto, abogaban unos por la creación de escuelas municipales laicas, para contrarrestar la influencia “nefasta” de las católicas; otros deseaban se prohibiese en éstas “toda coacción por motivos religiosos”. Alguien, más prudente, señaló la conveniencia de aplazar toda decisión en tanto no se estudiara plenamente la realidad de los hechos denunciados. Pero sin más deliberaciones, se acordó denunciar a los tribunales “tan bárbara acción”, y suprimir al propio tiempo la referida subvención al colegio. Tan seguros estaban, por otro lado, de que, suprimida la subvención, se cerrarían inmediatamente las Escuelas, que interesaron de la Inspección de Primera Enseñanza el aumento eventual de las matrículas en las escuelas nacionales ya existentes, a fin de que los niños que fueran despedidos no quedaran sin enseñanza. En el plazo más breve posible procederían ellos a la creación de nuevas escuelas laicas61. Pero las Escuelas del Sagrado Corazón prosiguieron sus tareas. Tenían prestigio suficiente para resistir todos los ataques sectarios, por duros que fuesen. Por lo demás, de nada sirvió la aclaración de los hechos, verificada por su virtuosísimo director, don Carlos Sánchez Fernández, en un delicado escrito, dirigido a la Corporación días después; ni la declaración firmada de los padres de la criatura que ponían de manifiesto hasta dónde llegaban las calumnias y el cinismo del concejal denunciante; ni la intervención de algunos concejales más ecuánimes, quienes se oponían a la supresión de la subvención a tan meritísimo y popular colegio. La subvención fue efectivamente suprimida. [21] Al fin, f in, éste era e ra el móvil último últ imo de toda aquella calumnia, y lo de menos m enos eran los medios empleados 62 para conseguirlo . Sin embargo, el colegio seguía ganando prestigio y recabando para sí más y más el odio de los espíritus sectarios. En los días del Alzamiento Nacional, uno de los primeros actos de vandalismo frentepopulista sería arrasar las odiadas Escuelas del Sagrado Corazón. Aun acusan los Libros Libr os de actas municipales munic ipales otros hechos sectarios contra la enseñanza religiosa63. En la sesión ordinaria celebrada el 29 de junio de 1933 64, “con el objeto de formar ternas para el nombramiento de vocales de la Comisión Mixta de sustitución de la Enseñanza Primaria de las Confesiones y Congregaciones Religiosas, según el Decreto-Ley de 8 de junio del mismo año, se acordó por unanimidad cumplimentar el art. 2.º de dicho Decreto, formando las ternas siguientes: Primera terna: Don José Gómez Roldán, D. Luis Arenaga Santiusté, D. Pedro Cerrejón Sánchez. Segunda terna: D. José Barrigón Fornieles65, D. Abelardo Romero Claret, D. Arcadio Aragón Gómez. Tercera terna: D. José Vidosa Calvo, D. Galo Vázquez Romero, D. Enrique Bueno Cruz”. En realidad, todo lo más escogido del nomenclátor masónico onubense, según tendremos ocasión de comprobar más adelante66. [22] 61 Ibíd., 62 Ibíd., 63
n.º 106, fols. 86-87.[21] n.º 106, fols. 95-96. Por ejemplo, en la sesión de 3 de noviembre de 1933, el Sr. Bueno denuncia a las religiosas encargadas de la Gota de leche, “por hacer indicaciones políticas a las personas que concurren a dicho establecimiento” (Ibíd., n.º 108, fol. 97 vto.). 64 Ibíd., n.º 107, fol. 61. 65 A la sazón Alcalde-Presidente de la Corporación. 66 Sus fichas masónicas pueden verse al final de nuestra obra, págs. 472-475. Tampoco queremos dejar sin reseñar aquí un dato curioso sobre la enseñanza en los centros oficiales del Estado. Es el pie de un expediente de la Inspección Provincial de Enseñanza Primaria, manuscrito y firmado por el Sr. Inspector-Jefe, aprobando el presupuesto escolar de 1934. Textualmente dice así: “Acuerdo de la Inspección.–Queda aprobado este presupuesto, siempre que en el de diurna se sustituyan las partidas 7.ª y 9.ª (referentes a los textos de Solana) por libros de mayor valor pedagógico, tales como los de Charentón, Alpera, Linacero y otros y en el de adultos se sustituya la Partida 7.ª por otra de material fungible, único legalmente admitido en estos presupuestos”. (de nuestro archivo particular).
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Otros acuerdos y disposiciones sectarias Al objeto de completar la reseña de estas actividades oficiales sectarias y antirreligiosas, cabe destacar aquí aquellos acuerdos que se refieren a la rotulación de calles de la ciudad y a la sustitución de festividades cristianas, según lo acusan las actas oficiales, durante el periodo que precedió al Frente Popular. El 11 de noviembre de 193267 se pide en sesión que rotulen una calle de la ciudad con el nombre de Carmen de Burgos, simbólico “Colombine”; y en la sesión siguiente, 16 de noviembre68 se propone sustituir el nombre de Mora Claro por el de José Nakens. Lo que prueba que los perentorios acuerdos del primer alcalde masón y republicano de Huelva aún seguían en puro proyecto. Un año justo después, en la sesión del 3 de noviembre, es presentada y aprobada una moción sobre “nueva rotulación de calles”. Se escogen los nombres siguientes: General Villacampa, Ferrer Guardia, Carmen de Burgos (“Colombine”), Francisco Boza, José Nakens, Rafael de Riego, Mariana Pineda, Roque Barcia, Médico Saras. Y ello con el fin de “rendir el debido título de gratitud a aquellas personalidades que dedicaron sus actividades en pro de las ideas de la libertad y democracia, haciendo posible el admirable movimiento legal69, cuya consecuencia fue la instauración de la República el 14 de abril de 1931” 70. Más tarde71 se concederá el mismo honor a Manuel Bartolomé de Cossío. En cambio en la sesión de 11 de enero de 193572 es desestimada una solicitud justa, en el sentido de que se rotulase una calle con el nombre del benemérito sacerdote “Arcipreste Román Clavero”, nombre que había desaparecido de su calle en los comienzos de la República, sustituido por el de Pablo Rada. Sobremanera curioso es el conflicto originado en la Corporación, cuando a propuesta de Bueno Cruz, se intentó sustituir el nombre de Luca de Tena por el de Ferrer Guardia en una de las calles onubenses. [23] Comenzó el episodio en la sesión de 11 de mayo de 193473. El Sr. Bueno Cruz pidió “se rotulase la calle Ferrer Guardia, la cual conservaba aún su antiguo nombre de “Periodista Luca de Tena”, quien sólo fue un fabricante de periódicos”. Al siguiente día publicaba la prensa los acuerdos de la sesión. Las actas de la siguiente revelan ya la polvareda de protestas y la campaña de reacción movida por la Asociación de la Prensa, ensalzando a Luca de Tena y ensañándose contra Ferrer Guardia. En esta sesión Bueno Cruz hubo de retractarse abochornado, bien que solamente lo hizo a la fuerza y un poco veladamente. Promueve a continuación un incidente bastante agrio contra la misma Presidencia. Literalmente el acta dice así: El B. O. de la Provincia de 29 de diciembre de 1934 (n.º 305, pág. 2), insertaba la siguiente circular: “Inspección Provincial de Primera Enseñanza.–Habiendo llegado a esta Inspección en telegrama del Sr. Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, noticias de que en las Escuelas Municipales se utilizan libros de lecturas y textos contrarios a las leyes del Estado, estima necesario esta Inspección dirigirse a todos los maestros nacionales de esta Provincia, haciéndoles saber que no pueden utilizar más libros que los aprobados por el Consejo Nacional de Cultura, cuya relación se inserta en la Gaceta de 18 de mayo de 1934, y que serán retirados de las Escuelas cuantos no figuren en las Órdenes Ministeriales de 28 de mayo de 1932 y de 17 de mayo de 1934”. [22] “Confía esta Inspección en el celo y alto concepto que tiene de sus deberes el Magisterio Nacional, para que en lo sucesivo no se reproduzcan los hechos mencionados”. En los Apéndices los Apéndices finales finales insertamos otras circulares sectarias emanadas públicamente de la Inspección Provincial de Enseñanza Primaria durante el periodo republicano. 67 L. Actas, L. Actas, n.º 105, fol. 34 vto. Demasiado conocida es la filiación masónica en las “Logias de Adopción” de esta sectaria escritora glorificada por la República. 68 Ibíd., fol. 47. En la sesión de 24 de octubre de 1934, se restituye el nombre antiguo (B. O. de la Provincia, 3-XI-1934, n.º 258). 69 Confesión no velada de la labor masónica que precedió a la República. La palabra “posibilitar” es ya un término téc nico entre los tratadistas de estas materias, y como ocurre aquí, hasta entre los mismos masones. (Cf. C OMÍN COLOMER , Histo- ria Secreta de la Segunda República , I, 34-37). 70 L. Actas , n.º 108, fol. 86 vto. 71 Ibíd., n.º 114, fol. 81. 72 Ibíd., n.º 112, fol. 42.[23] 73 Ibíd., n.º 110, fol. 36 vto.
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“Ante la reacción de la asociación de la prensa, el Sr. Bueno insistió en que la prensa actúa contra él como un poder nuevo que coacciona y excomulga a los concejales. ...el Sr. Cordero Bel hizo constar que al Sr. Ferrer no lo puede ofender cualquiera y protestó de las frases dirigidas contra él por un periódico. El Sr. Presidente, haciendo resumen de la discusión, dijo que la frase del Sr. Bueno respecto del Sr. Luca de Tena no tiene carácter ofensivo pues, según la explicación de dicho concejal, se refería únicamente a que había dedicado sus actividades a fabricar periódicos lo mismo que otras personas de la familia del Sr. Luca de Tena habían fabricado productos de perfumería, sin que nadie haya podido pensar que el llamar fabricantes a los que lo son, sea una ofensa... A continuación el Sr. Bueno presentó pr esentó una moción moci ón exigiendo responsabilidades al alcalde por el incumplimiento del acuerdo, tomado el 3 de noviembre anterior, de sustituir dicho nombre; acusando violentamente al alcalde, y proponiendo un voto de censura contra él por su dejación de deberes ineludibles, intervención desacertada y falta de seriedad, prestigio y consideración, por el que hemos de velar al advertir el desamparo de la Institución, que regimos” 74. La discusión continuó agriándose durante varias sesiones. La moción de Bueno Cruz fue remitida por el alcalde al Juzgado “por ofensiva y denigrante”. Y el Sr. Bueno hubo nuevamente de retractarse de sus manifestaciones contra la alcaldía en la siguiente sesión. Pretextando enfermedad ausentóse el alcalde durante algún tiempo. Los ediles, descontentos por el incidente, pretendieron aprovechar la oportunidad para destituirlo por propia iniciativa. [24] Todo concluyó con la restauración del título primitivo en la aludida calle, la reposición del alcalde ilegalmente depuesto por los revoltosos concejales y, finalmente, la expulsión decretada por el gobernador civil contra los concejales en cuestión, demasiado adictos a Ferrer Guardia y que constituían una gran mayoría en el Ayuntamiento. Tornarían más tarde, ya para la revancha, con el advenimiento del Frente Popular. Con anterioridad a esta última determinación gubernamental, el mismo Sr. Bueno Cruz, en sesión de 27 de julio de 1934 75, había presentado otra moción sectaria. Pedía se rotulase una calle “con el nombre ejemplar de la personalidad ilustre del republicano auténtico, don Francisco Suñer Capdevilla” (tisiólogo, Ministro de Ultramar). “He de hacer resaltar –dice– que este ejemplar ciudadano, filósofo laico, nacido en 1826 en el pueblo de Rosas (Gerona), ostentó constantemente en su actuación ciudadana en el ojal de su americana un medallón con la inscripción siguiente: Guerra a Dios, a la tisis, a los reyes. Innecesario estimo realzar más la figura austera de este patriarca tan eminente, teniendo a disposición de la Corporación su historial para conocimiento de todos. ¡Honremos a nuestros hombres!”. Por lo que deja traslucir la moción, sólo el lema blasfemo era ya suficiente mérito para obtener el honor de la rotulación de una calle a su nombre en Huelva. Todavía en el acta de 15 de abril de 1936 76, “previa declaración de urgencia, se acordó rotular otra calle con el nombre de la revolucionaria Aída Lafuente”. Como complemento del tema anotemos que por parte de la Diputación Provincial, ya en los comienzos de la República, se había alentado y subvencionado con la cantidad de doscientas cincuenta pesetas al presidente del Comité Ejecutivo pro homenaje a Manuel María de Soto Vázquez77. Era el ídolo de ciertos sectores masónicos de Huelva, y dio nombre a una de sus logias. Consistía el proyectado homenaje en trasladar sus restos a Paymogo, su pueblo natal, y levantarle, a ser posible en la capital, un monumento “como homenaje y reconocimiento cultual” de su ideología78.
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Ibíd., n.º 110, fol. 40 vto.-42. Cf. B. O. de la Provincia, 13-V-1936, n.º 125, pág. 3. De nuevo los concejales idólatras de Ferrer Guardia, dueños absolutos ya de la Corporación Municipal, imponen el nombre y se desquitan del fracaso de 1934. [24] 75 Ibíd., n.º 111, fol. 25 vto. 76 Ibíd., n.º 116, fol. 14. 77 Ibíd. L. Actas , Dip. Provincial, año 1931, fol.94. 78 Era el h.´ h.´. “Sófocles”, al que los masones de Huelva rindieron culto como a un superdotado. Como a bogado parece fue corriente; escritos suyos no conocemos más que el libro, con pujos de poesía y racionalismo, titulado Aromas de la sierra ; las logias lo divulgaron con profusión.
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Interesante es también recordar otros acuerdos y propuestas que figuran en los Libros de actas anteriores al Frente Popular. Entre ellos, la propuesta de denuncia al ministro de la Gobernación por las manifestaciones religiosas de la romería tradicional del Rocío, pidiendo sanción ministerial79; el intento de reducir los días señalados para [25] la popularísima festividad de Nuestra Señora de la Cinta, Patrona de la ciudad; y el proyecto de cambiar el nombre de dicha solemnidad religiosa por el de “Festejos de Septiembre” 80. Finalmente, el “escándalo” que sufrió la Corporación, porque en la festividad del Corazón de Jesús del año 1933, “algunos católicos habían puesto colgaduras en los balcones con la efigie del Sagrado Corazón; por estimar que ello era una provocación, hecha con fines políticos”. Inició la propuesta el señor Rodríguez Alfonso. En términos análogos se expresaron Bueno Cruz, Vázquez Romero y Gómez Roldán. Añadió Moreno Márquez, que “era intolerable el que por pretextos religiosos se atacase al régimen”. En definitiva, se acordó denunciar el hecho al gobernador civil, por si procedía ser sancionado81. ESTADO DE LA VIDA PARROQUIAL HASTA FEBRERO DE 1936 Los cuatro años que precedieron al triunfo del Frente Popular, se caracterizaron en Huelva por un ambiente enrarecido de malestar religioso. Estado de presión constante y persecución oculta o descarada desde los organismos oficiales, que presagiaba ya el futuro y sembraba la inquietud en unos, mientras favorecía la indiferencia religiosa en la mayoría de los débiles e ignorantes. Estos eran legión. Hemos visto la campaña laicista contra la enseñanza primaria. Campaña sistemática y con las consiguientes repercusiones sobre los colegios católicos. A pesar de todo, éstos se mantuvieron firmes en la lucha, excepción hecha del colegio de los PP. Agustinos, de notoria antigüedad en Huelva, sito en la calle Puerto. Medio abandonado por sus alumnos y acobardados los religiosos, hubo de cerrarse definitivamente casi en los comienzos de la República. Los Padres marcharon de Huelva, donde por tanto tiempo habían desarrollado una amplia labor [26] ministerial y docente, que todavía deja sentir en los medios católicos su profunda huella. Con esto sólo quedaban como colegios católicos masculinos el de los Hermanos Maristas y las Escuelas del Sagrado Corazón. Realmente bastante poco para contrarrestar la educación laicista ambiental, si bien su labor educativa cristiana fue inconmensurable. Bueno será consignar también que la ley de Confesiones y la consiguiente ley sobre el Tesoro Artístico82, apenas tuvieron repercusión en las iglesias y comunidades religiosas de Huelva. Tal vez debido a su escasez. Más posiblemente por no haber comprendido los incultos dirigentes de la política y de la situación la trascendencia de estas leyes contra la Iglesia. Es posible que influyera también la actitud enérgica adoptada desde el principio por el Sr. Arcipreste del cual es la siguiente “Nota”, remitida a los párrocos y comunicada c omunicada igualmente a las autoridades locales, como c omo medida preventiva:
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L. Actas , n.º 103, fol. 48 vto. [25] “El Sr. Cordero indicó la conveniencia de intensificar los festejos colombinos... dejando una fiesta de un solo día para celebrar la Cinta... El Sr. de los Reyes hizo constar su voto en contra de la denominación de “Festejos de la Cinta”, que a su juicio podrían llamarse “Festejos “Festejos de Septiembre” (Ibíd., (Ibíd., n.º 106, fol. 2). 81 Ibíd., n.º 107, fol. 53. Merecen anotarse otros acuerdos circunstanciales, entre los muchos que menudean en las págs. de las Actas de sesiones. He aquí algunos: “Accediendo a lo interesado por el Ayuntamiento de Gijón, se acordó s olicitar del Gobierno Provisional de la República la expulsión de la Compañía de Jesús, y recabar de los Ayuntamientos de la provincia la adhesión al mismo acuerdo”. (Acta sin fecha ni encabezamiento, correspondiente al mes de mayo de 1931. Ibíd., n.º 100, fol. 4). En la sesión de 29-XII-1932 se pide por el concejal Moreno Márquez la supresión de haberes pasivos del ex-capellán del cementerio, por estimarla ilegal (Ibíd., n.º 105, fol. 94). “El Sr. Gómez pidió se habilitase en el Juzgado Municipal una sala de espera para los cortejos de los matrimonios. El Sr. Alcalde ofreció colocar algunos bancos en dicho local” (Acta de 11-IX-1935. Ibíd., n.º 114, fol. 7).[26] 82 “Gaceta”, 25-V-1933. Título 3.º, Artículos 11.º al 20.º: Los bienes de la Iglesia pasan a ser propiedad nacional. A la Iglesia queda sólo la administración y el usufructo. Sólo le pertenece la posesión de bienes “sin valor”, y esto en virtud de una “cesión del Estado”. Se estimula la creación de “museos religiosos”. La Iglesia Católica en adelante sólo podrá adquirir “bienes muebles”; sólo podrá conservarlos en la cuantía necesaria para el servicio religioso. Los que excedan de ella, serán enajenados, invirtiéndose su producto en títulos de Deuda, emitida por el Estado Español. El Estado puede siempre limitar la adquisición de cualquier clase de bienes (B. O. de la Provincia, días 6-6-VI-1933. N.º 111-112). [27]
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“Observaciones sobre la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas, en sus artículos referentes a la Iglesia en general. (Art.º 18 de la Ley de Confesiones.–Art.º 67 y 68 de la Ley del Tesoro Artístico). 1.º–Como el Prelado Diocesano asume ante la Ley la representación en lugar de los Sres. Curas Párrocos y encargados de iglesias, cofradías o entidades religiosas y aun de las mismas Órdenes y Congregaciones Religiosas, si son requeridos para la formación del inventario del tesoro artístico de su iglesia, respondan que no pueden acceder a nada que signifique cooperación con ellos, sin orden expresa del Excmo. Prelado, a quien corresponde exclusivamente toda disposición en lo referente a la custodia de tales objetos, que sólo de una manera subalterna y dependiente de él les está confiada a los Párrocos, a los Rectores de Iglesias o Superiores Religiosos. 2.º–Si en cualquier momento los encargados de la catalogación del Tesoro Artístico Nacional procedieran por su cuenta a formular los inventarios en los edificios eclesiásticos o religiosos, el Párroco o Rector o Encargado de su custodia y de la de los objetos artísticos, harán constar en el acto ante los agentes de tales inventarios la debida protesta con severidad y entereza, exponiendo claramente las razones de la misma y [27] negando su cooperación. En la misma protesta harán constar como mera admonición a dichos agentes las sanciones establecidas en los cánones 2346, 2209 y 2231 del Código de Derecho Canónico, para quienes atenten contra la propiedad eclesiástica. De un modo particular la anterior protesta y oposición ha de ser muy enérgica y severa ante cualquier intento de violación de clausura, profanación de vasos sagrados o exigencias de inspección de los tabernáculos del Santísimo, en cuya defensa y reverencia no debe jamás desfallecer el celo sacerdotal de los Párrocos o Rectores de los Templos y Superiores de Casas Religiosas. 3.º–En previsión de los graves conflictos que puedan crearse a la Iglesia por razón de esta Ley del Tesoro Artístico, es necesario que el Párroco o Rector de cada Iglesia en que existan objetos antiguos de gran valor histórico o artístico, prepare inmediatamente con cautela y reserva y con precisiones técnicas, el inventario del tesoro artístico de su iglesia o convento y envíe una copia al Rvdmo. Prelado con objeto de tener exacto conocimiento del mismo, proveer del mejor modo su custodia, urgir con mayor eficacia en los encargados de iglesias el cumplimiento de las ordenaciones canónicas acerca de aquél y estar preparado para toda contingencia que la conservación del mismo pudiera plantear” 83. En la mayor parte de las parroquias no se logró por las autoridades civiles realizar tal inventario. En otras ni se intentó siquiera, debido a la reconocida energía de ciertos párrocos. ¿Qué era entretanto de la vida parroquial? A treinta años de distancia de los hechos no resulta fácil calibrar la mentalidad de un pueblo ni los resortes íntimos de su ambientación y vida. La mentalidad católica española ha recibido nuevas orientaciones, y nuevos impactos psicológico-religiosos han venido a transformar nuestra actuación y conducta apostólica o simplemente cristiana a raíz de aquella Cruzada de 1936. Por ello corremos el peligro de formular apreciaciones demasiado subjetivas al estudiar el medio ambiente del catolicismo español por aquellas fechas. Providencialmente ha caído en nuestras manos una documentación de incalculable valor, toda de primera mano, inédita, elaborada con todas las garantías de una auténtica conciencia pastoral. Se trata de los informes oficiales remitidos al Arzobispado de Sevilla en los meses de octubre-noviembre de 1932 por todos los párrocos de la Archidiócesis, en momentos en que el llorado cardenal Ilundain preparaba la [28] Relatio Quinquennalis para para su Visita ad Limina. Las distintas relaciones de cada parroquia forman un inmenso arsenal estadístico-religioso, capaz de hacernos pulsar con plenas garantías la vida religiosa de las feligresías y la vitalidad de la fe en cada parroquia. Abarca esta Relatio el quinquenio comprendido entre los años 1928 y 1932. Circunstancia tanto más apreciable, cuanto esta documentación compulsa el estado de las parroquias precisamente durante el último trienio de la Monarquía y los primeros años
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Copia del original, remitida a la Curia Episcopal de Huelva, en la información oficial del Párroco, año 1955. (Archivo Diocesano, sin catalogar).[28]
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republicanos; concretamente la época crítica en que se agudizó más el fenómeno llamado de la “apostasía de las masas”, previo a la persecución religiosa84. Tras paciente estudio, hemos logrado recabar cuantos datos pertenecían a las parroquias enclavadas por entonces en la provincia de Huelva. Hoy constituyen la nueva diócesis Onubense. Y en la presentación de esta valiosísima documentación, optamos por seguir un orden análogo al que adoptamos en la consignación de los hechos persecutorios: ir insertando el texto documental, fielmente trascrito, en el estudio de los hechos históricos consignados para cada parroquia, según la antigua demarcación arciprestal. En otro lugar estudiaremos esquemáticamente las conclusiones que nos brinda el estudio de esta rica documentación. Por lo que toca a las tres parroquias de la capital, dicen textualmente los informes extractados: Parroquia Mayor de San Pedro Número de feligreses: Diez y ocho mil aproximadamente. Quince o veinte ingleses protestantes en la feligresía; además medio centenar de masones. Estado de moralidad y vida cristiana, tanto pública como privada: Mediana, salvo un número relativamente grande de familias católicas, en las que es bueno. ¿Existen cines y teatros inmorales? En la feligresía, no; en la ciudad, permanentes. Asistencia a Misa dominical: Asiste un veinticinco por ciento los domingos; los días festivos no domingos, mucho menos, sobre todo desde la supresión civil de los mismos. La misa dominical la abandonan sistemáticamente un setenta y cinco por ciento de los feligreses. [29] Cumplimiento Pascual: En el mismo porcentaje, y en cuanto a los hombres especialmente es mucho más elevado aun el porcentaje de los que lo abandonan. Últimos Sacramentos: Los abandonan o se niegan a recibirlos de un ochenta a un ochenta y cinco por ciento aproximadamente. Comuniones semanales: Aproximadamente quinientas. Entierros civiles celebrados: Durante el último quinquenio, de 2.281 difuntos de la feligresía, 1.671 han sido profanos (sin acudir a la parroquia), y unos 150 expresamente celebrados con solemnidad laica. En el presente año ha aumentado aun la proporción grandemente. Con rito católico sólo se han celebrado próximamente unos mil entierros. Durante el año en curso (1932) han disminuido los entierros católicos en un noventa por ciento, engrosando los profanos o laicos. Matrimonios civiles: Entre los antiguos y los actuales, no pasarán de veinte familias. Se ha celebrado además un matrimonio mixto. Educación cristiana: Muy medianamente. Las Cofradías y Asociaciones Piadosas de la Parroquia se encuentran casi deshechas. Hace tiempo que, efecto de su vida precaria, ni celebran juntas. Se encuentra difundida grandemente la prensa dañina, que contrarresta e inutiliza el fruto de la buena prensa. En la ciudad hay un centro masónico, de mucha actividad secreta; una sociedad teosófica, de escasa vida pública y secreta85. 84
Visita ad Limina, 1932.–Relación 1932.–Relación quinquenal . Legajo n.º 15. Archivo de la Curia Diocesana del Arzobispado de Sevilla. En la ordenación de los documentos cada parroquia tiene el número de orden que le corresponde según la catalogación alfabética de las mismas. Es el número que citamos en nuestra trascripción. Por lo demás los informes están hechos a base de contestaciones escuetas a un cuestionario común. Sólo entresacamos las respuestas más significativas de cada informe parroquial.[29] 85 Como veremos en su lugar, esta información era demasiado incompleta. No es de extrañar por el ocultismo propio de las sectas masónicas.
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La inmensa mayoría de los obreros pertenecen [...] a la U.G.T., C.N.T. y a la F.A.I. Causan enorme daño estas asociaciones, sobre todo por el miedo y presión que ejercen sobre sus asociados, sean éstos o no irreligiosos. Obligación de la catequesis parroquial: Se procura cumplir, pero hay mucha resistencia pasiva por parte de los padres y niños86. Parroquia de la Purísima Concepción Número de feligreses: Aproximadamente unos diez y seis mil. En la feligresía existen unos ochenta protestantes, de la Colonia Inglesa de la Compañía de Riotinto. Estado de moralidad y vida cristiana: En general, mediano. Comparativamente, no lo estimo el peor, aunque también deja que desear. Misa dominical: Aproximadamente la abandonan un sesenta y cinco por ciento. Cumplimiento pascual: Calculo lo abandonan un cincuenta por ciento. [30] Últimos Sacramentos: Proporcionalmente los abandonan un setenta y cinco por ciento. Los rechazan un diez por ciento. Comuniones semanales: Por término medio, unas mil. Entierros civiles: No llegarán a cien aquellos en que no haya podido asistir la Iglesia por oposición de la parte. Con solemnidad laica muy pocos. Matrimonios civiles: Con el actual laicismo, hasta cuatro o cinco se han celebrado ya. Educación cristiana: Los buenos católicos se conducen muy bien en estas obligaciones; los menos observantes, regular; y muchos feligreses no son muy exactos en reclamar educación cristiana en los colegios que subvencionan. Prensa sectaria: Es una plaga, como en todas las capitales grandes, y más en las que, como ésta, son puertos de mar. Hay masones, pero el centro no está en la feligresía. Parecen más bien políticos y vividores; que esto priva hoy87. Los comunistas creo que no están organizados, aunque se reúnen. Causan mucho daño, por cuanto están pervirtiendo el orden social. ¿Remedios? Desgraciadamente los seglares parece que no se dan exacta cuenta de esta realidad. Se trabaja, pues, muy poco en este sentido88. Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús Número de feligreses: Unos ocho mil aproximadamente. En la feligresía existen notoriamente tres o cuatro familias protestantes. Estado de Moralidad y vida cristiana: En general no satisfactorio; muy deficiente. Existen uno o dos teatros inmorales durante la temporada de verano. Reverencia al clero: En general la que a cualquier ciudadano más. Misa dominical: A la primera Misa dominical en verano hay una existencia [ sic ] de sesenta a setenta personas entre mayores y niños; a la segunda asisten unas veinte personas. En invierno unas veinte y treinta personas respectivamente. El Santo Bautismo algunas familias lo difieren meses y hasta años.
86 Documento n.º 11. –Firmado: Dr. Julio Guzmán López.–Fecha: 24-X-1932. [30] 87 No es exacta esta información. Dentro de la feligresía existían y existieron varias 88
logias; alguna de suma virulencia. Documento n.º 116.–Firm ado: Lic. José Manuel Romero Bernal.–Fecha: 24-X-1932. [31]
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A la Santa Misa asisten asiste n seis hombres; los demás son mujeres. En el Colegio de las Teresianas asisten asist en unas doscientas setenta niñas. Abandonan o rechazan los últimos sacramentos casi todos los enfermos; e nfermos; principalmente las familias de los mismos. Comuniones semanales: Durante el curso unas cincuenta niñas y quince personas mayores; fuera del curso estas últimas solamente. [31] Entierros civiles: Hasta abril de 1931, casi ninguno; desde aquel mes, casi todos los difuntos. Matrimonios civiles: Se sabe de dos o tres. Vicios propalados contra c ontra el Santo Matrimonio: Los que corren en nuestros días, aunque parece que no tanto entre la gente pobre, como es la de esta feligresía. Educación cristiana: Desgraciadamente en general con mucho descuido. Centros masónicos: En la feligresía no los hay, aunque algunos de sus feligreses figuran afiliados. Si bien en general ejercen sus actividades ocultamente, no falta quienes no hacen con alguna publicidad89. Estas son las estadísticas escuetas. Sería advertencia inútil, recordar que si tal era el estado de la vida espiritual de las parroquias –el hecho consumado de una auténtica “apostasía de las masas”– ya a mediados de 1932, fecha de estos informes, el ambiente de apostasía fue adquiriendo proporciones mayores a medida que avanzaba el periodo laicista republicano. En 1936 la apostasía estaría ya consumada para convertirse en persecución popular incontrolable y destructora. FEBRERO DE 1936. 1936. TRIUNFO DEL FRENTE POPULAR Fue éste el periodo de más violencia antirreligiosa; de continuo estado de alarma y ansiedad por parte de las minorías católicas prácticas, cada vez más reducidas, y de pleno libertinaje y anarquía social por parte de los elementos imperantes y de los bajos fondos sociales de la población. Triunfó en Huelva el Frente Popular por una aplastante mayoría. Los candidatos de la coalición de derechas apenas lograron los 4.700 votos cada uno. En cambio la coalición de izquierdas sobrepasó los 13.000 por individuo. Semejante desproporción apareció también en gran mayoría de los pueblos de la provincia. En Huelva, según la nota oficial facilitada a los periódicos en su día, las cifras de sufragios fueron las siguientes: Coalición de derechas: Fernando Rey Mora (Radical), 4.823 votos; Francisco Pérez de Guzmán (Acción Popular), 4. 779; Manuel Sánchez-Dalp (Acción Popular), 4.753; Dionisio Cano López (Independiente), 4.706; Joaquín Urzáiz Cadaval (Centro), 4.700. Coalición de izquierdas: Luis Cordero Bel (Federal), 13.434 votos; Juan Gutiérrez Prieto (Socialista), 13.360; Santiago López Rodríguez (Unión Repúb.), 13.319; Ramón González Peña (Socialista), 13.221; Crescenciano Bilbao Castellano (Socialista), 13.205. [32] Agrarios: Manuel Burgos Mazo, 282 votos; Nicolás Vázquez de la Corte, 24190. Con la implantación del nuevo régimen vino la renovación total de las Gestoras en la Diputación y el Ayuntamiento. Sus miembros fueron reclutados en los medios masónicos y extremistas. Muchos Muc hos de ellos ya bastante significados con anterioridad por sus fobias antirreligiosas y sectarias. La Corporación Municipal quedaba en manos de los siguientes miembros: Alcalde-Presidente, Salvador Moreno Márquez. Concejales: Rodríguez Alfonso, López Ortiz, Ortega Egurrola, Olivares Domínguez, Mora Romero, Alarcón Chaparro, Romero Claret, Real Magdaleno, Lozano Toscano, Maldonado Gallo, Carillo Almansa, Vidosa Calvo, Aranaga Santiusté, Pousa Camba, Gómez Roldán, Cerrejón Sánchez, Serrat Martínez, Gómez de Lara y Quintero Cruz. Sin olvidar al nefasto Cordero Bel, que ya en 18 de febrero se hizo cargo 89 Documento n.º 116 90
bis.–Firmado: Pablo Rodríguez.- Fecha: 21-X-1932. [32] En Apéndice aparte ofrecemos la relación oficial del resultado de las elecciones en toda la provincia, según se publicó en los periódicos de la Ciudad.
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interinamente de la Alcaldía por dimisión de Carlos Oliveira Chardenal 91 y que durante todo el periodo anárquico fue el impulsor de la nueva Gestora, anulando de hecho a Moreno Vázquez92. A las diez de la mañana del día 18 tuvo lugar la primera manifestación izquierdista descarada. Compactos grupos se estacionaron a las puertas del Municipio para vitorear a Cordero Bel. Sumaban más de trescientas personas; y con ellos alternaban “los nuevos concejales”, los mismos que fueran destituidos el 12 de abril de 1934 por indeseables aun en el seno de una Gestora republicana. Cordero Bel dirigió su palabra a los manifestantes desde uno de los balcones y prometió “cumplir en el poco tiempo que iba a actuar en la Alcaldía” y “sacar dinero de donde lo hubiera”. Después recibió las visitas de sus correligionarios Prudencio Sayagüés, Gutiérrez, Tirado, Romero Blanco y Braulio Flores93. A partir de entonces la seguridad de los ciudadanos no n o estaba garantizada en e n parte alguna. Fue la primera nota inquietante la declaración de estado de alarma en toda la nación, con el consiguiente bando del Gobernador de la provincia94. A las dos de la tarde del 19 se planteó en Madrid la crisis total gubernamental; ya por la noche se esperaba nuevo Gobierno que, lógicamente, sería a tono con la situación y el triunfo frentepopulista95. En los días siguientes –en los pueblos inmediatos sobre todo– los sacerdotes fueron ya abiertamente perseguidos. Más de un párroco de [33] la provincia hubo de pasar por la cárcel de Huelva, víctima de venganzas y rencillas antiguas de gente inmoral y degenerada que iba a la revancha. En la capital, aunque mirados con prevención, no fueron descarada y sangrientamente perseguidos hasta las vísperas mismas del Alzamiento Nacional. Cundió la inquietud incluso por los campos. El problema de los “asentados y alojados” en laboreo abusivo –medida de violación de la l a propiedad, decretada por cualquier cabecilla, vagabundo de profesión y maleante– hicieron la vida imposible a los propietarios agricultores. No atreviéndose éstos a vigilar sus fincas, dejábanlas abandonadas a merced de la chusma. Semejantes arbitrariedades y violencias se registraron igualmente en las fábricas de la ciudad, donde fue empleada como una panacea de redención social la amenaza, el boicot, la huelga, y ello siempre en formas alarmantes y anárquicas. También menudearon los atentados personales, en forma de agresión. Numerosas personas de toda clase y condición, principalmente jóvenes, eran provocadas en la vía pública, como enemigos políticos, o sencillamente por su condición de católicos sinceros. Por lo general estos desmanes eran aparentemente seguidos de la detención de sus causantes. Pero no consta que fueran luego objeto de sanción alguna96. El propio gobernador civil, don Vicente Marín Casanova, que pronto había de dimitir97, impotente ante aquella situación y a fin de dejar paso libre al nuevo gobernador del Frente Popular, Luelmo Asencio, se quejaba ya en unas declaraciones hechas a los periodistas el mismo día 15, en plena euforia de elecciones: “Tengo que lamentar –les decía– que la propaganda de izquierdas, a cuyos partidos se les ha dado toda clase de facilidades para la colocación de carteles en la pared, haya tenido en algunos casos fijadores de tan mal gusto como el que supone colocarlos con gran profusión en la fachada de determinada iglesia” 98. Y prosigue: “No sólo colocaron carteles admitidos por este Gobierno sino otros que no se presentaron para ser sellados, con pinturas indecorosas e inadmisibles”. Frecuentes fueron además los asaltos a la propiedad privada de aquellas personas no simpatizantes 91
Más adelante, págs. 472-475, puede comprobarse la filiación masónica de la mayor parte de ellos. Sobre esta sustitución, vide “Odiel”, año II, n.º 44, pág. 2 (19-II-1936). 92 No se ha comprobado c omprobado la filiación masónica de este último. 93 “Odiel”, año II, n.º 45[...] 94 Ibíd., n.º 43, pág. 1 (18-II-1936). 95 Ibíd., n.º 44, pág. extraordinaria, publicada suelta a deshora. (19-X-1936). [33] 96 Del Informe Oficial remitido al Gobierno Civil por el Ayuntamiento de Huelva del 15 de noviembre de 1938, fol. 1.º (Copia original en el Archivo Episcopal de Huelva, sin catalogar). 97 Dimitió el 20 de febrero, no llegando a llenar siquiera un mes de mandato. El 26 de febrero era nombrado para sucederle Miguel Luelmo Asensio, a quien se achaca el robo de la Cruz de Caravaca, y que fue el propulsor en Huelva de la actividad del Frente Popular, hasta el 2 de junio, fecha en que dimitió. 98 “Odiel”, año II, n.º 41, pág. 3 (15-II-1936). [34]
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con el régimen o que permanecían disociadas de sus dirigentes. El 20 de febrero se registra el asalto y saqueo del domicilio y farmacia de don Pedro Garrido Perelló, en la plaza de la Constitución. Cuando la destrucción de la farmacia era un hecho consumado, se produjeron gases por la rotura de frascos que [34] contenían determinadas substancias químicas. Originaron una explosión fortuita; esto causó el pánico y la desbandada de los asaltantes. Y entonces apareció la fuerza pública, sin que conste que practicaran detenciones. Fueron también asaltados y saqueados el domicilio de don Francisco Morón, en el Barrio Valbuena; el Bar América, en la calle Alcalá Zamora; las oficinas y centro de Acción Popular, en la calle Castelar; el Círculo Mercantil Agrícola; las oficinas de la Sociedad Mercantil “Aldámiz, Corte y Zalvides”; Centro de Falange Española, etc.99. Por entonces se respetaron todavía los templos. Siempre aparecían como fautores de estos latrocinios y desmanes las turbas. Pero en realidad eran los dirigentes políticos quienes señalaban de antemano los lugares de actuación. El móvil más popular en la mayoría de estos casos, era el hecho de figurar en tales centros personas de significación católica y convicciones cristianas o que, al menos, así eran consideradas por los inconscientes. Se ignora además que se llegara alguna vez a imponer sanciones a tales actividades subversivas. El acudir la fuerza pública, consumados ya los hechos, e incluso el realizar algunas detenciones al acaso en los primeros instantes, era sólo una táctica de aparente legalidad, ya convenida. La actividad política y social de aquellos días fue íntegramente monopolizada por los partidos del Frente Popular. Se celebraron mítines y concentraciones. Se esparció gran cantidad de propaganda impresa, subversiva, anticristiana, inmoral. También apareció una profusa propaganda hecha a mano contra los propietarios de fincas urbanas y los políticos desafectos. Adoptó las formas más groseras e indecorosas; de modo especial se cebó en las iglesias y los católicos100. La moral pública sufrió un considerable descenso. Consecuencia del desbordamiento de las pasiones más bajas y del más desenfrenado libertinaje, a cargo de personas de nula educación y cultura. Numerosos e inmundos letreros ocupaban las fachadas de las casas más honradas y católicas, sin respeto alguno para ideologías ni sentimientos. Tres puntos merecen un estudio especial dentro de las actividades oficiales por aquellas fechas inmediatas ya al Alzamiento Nacional y consiguientes al triunfo del Frente Popular: El problema social de las huelgas y el paro obrero con sus flagrantes injusticias; el tenaz empeño de expulsar a las religiosas de los Centros Benéficos oficiales; y el proyecto decidido, malogrado al fin por el Movimiento, de incautar y secularizar las iglesias y conventos. El problema social de las huelgas y el paro obrero La labor proselitista de los sindicatos obreros de signo marxista se intensificó alarmantemente en este periodo. Concretamente la C.N.T. [35] y la U.G.T. habían encontrado en Huelva terreno bien abonado para su actividad antiespañola y anticristiana. Llegaron a la amenaza y a la coacción sobre los obreros por todos los medios imaginables, luego que los de captación pacíficos resultaban infructuosos. Claro es que con tales métodos sólo medraban los cabecillas y los descontentos, generalmente vagabundos o malos trabajadores. Menudearon, pues, las huelgas de modo inconcebible en tan escaso tiempo. Según los datos obtenidos de la Delegación Provincial de Trabajo 101 las huelgas “de que se tuvo 99 Cf. Informe Oficial , de 100 Ibíd., fol. 1 vto. [35] 101
la nota 96.
He aquí su relación: Nota oficial, que acompaña al Informe Oficial del del Municipio de Huelva antes citado, fol. 2. 7 de marzo: El Cónsul de Portugal denuncia que obreros portugueses son violentamente expulsados del trabajo por orden de los alcaldes. 25 de abril: Obreros hiladores de Huelva declaran la huelga de brazos caídos sin previo aviso. 29 de abril: Obreros ferroviarios de Zafra-Huelva anuncian huelga, de no accederse a las peticiones que formulan. 28 de abril: Los obreros hiladores, después de llegar a un acuerdo con los patronos, tampoco acuden al trabajo. 30 de abril: Obreros panaderos presentan oficio de huelga, solucionándose el conflicto en la misma Delegación del Trabajo. 4 de mayo: Personal de buques surtos en este puerto se declaran en huelga. Igualmente los trabajadores del Ferrocarril M. Z. A. y los conductores de camiones de transporte comunican que irán a la huelga “por solidaridad”. 5 de mayo: Obreros de los Depósitos Minerales del Puerto de Huelva anuncian huelga para el día 7. 6 de mayo: Obreros afect os a la C.N.T. coaccionan a los no sindicados y les impiden el trabajo, no aceptando la intervención de la Delegación del Trabajo ni la de los Jurados Mixtos. 11 de mayo: Obreros del Ferrocarril de Zafra-Huelva se declaran en huelga, rechazando fórmula de los Jurados Mixtos. Obreros de los
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noticia oficial” por el citado organismo, llegaron a veinte102. También apareció durante este periodo otro tipo de huelguista original y aprovechado. A imitación de lo ocurrido en Sevilla, se organizó en Huelva la llamada “huelga de inquilinos” de fincas urbanas. Consistía en negarse al pago de las rentas. Estuvo preconizada esta huelga en múltiples actos públicos políticos y apoyada con una constante propaganda de “papeles” colgados en las calles, con leyendas alusivas a caseros o a inquilinos pagadores, y de letreros murales que contenían insultos y amenazas a cuantos honradamente abonaban las rentas. Asunto fue éste que llegó, en alguna ocasión, a alterar gravemente el orden público. [36] Volvieron a imperar las imposiciones anárquicas por parte de los trabajadores sobre sob re los patronos, y los ataques más o menos directos contra la propiedad, como ya se habían perpetrado en los momentos más duros de los comienzos republicanos. Esta vez plenamente respaldados por el equipo gubernamental. He aquí un detalle: En la mañana del domingo, 29 de marzo, y en el teatro Mora totalmente abarrotado, celebróse una asamblea convocada por la C.N.T. y la U.G.T. y Sindicatos de la Oposición de la C.N.T., “para la formación de un frente circunstancial de dichas organizaciones obreras”. Presidió José López, de la industria pesquera, afecto a la C.N.T. actuaron por la Federación de Sindicatos de la Oposición (Sindicato Único), Mateo Suárez; y por la U.G.T., Mateo Jurado. En aquel momento se tomaron las siguientes conclusiones: “1.ª–Exigir de la Patronal que qu e en el término t érmino de diez días se restablecieran r establecieran las bases b ases de trabajo que q ue tenían los trabajadores adquiridas hasta el año 1933. –2.ª Si pasados los diez días no se hubieran tomado en consideración estas conclusiones, se convocaría una Asamblea en la que se manifestarían todas las organizaciones de trabajadores [...] 3.ª Pedir al Gobierno la destitución fulminante de Rojas, Director de la cárcel Modelo de Barcelona. –4.ª Pedir también al Gobierno que rebaje en un cincuenta por ciento la pena de los presos comunes, no incluidos en la amnistía. –5.ª Pedir la derogación de las leyes de Orden público, Vagos y Maleantes, y “demás leyes represivas para la clase obrera”. –6.ª (Sobre los arrendamientos de casas a obreros)” 103. Las conclusiones fueron inmediatamente entregadas al gobernador, quien, como es lógico habría de acatarlas de grado o por la fuerza, para, al fin, darles el visto bueno de auténticas leyes. El problema social que más en jaque tuvo a las autoridades durante el Frente Popular, fue el relacionado con el paro obrero; en el fondo problema de vagancia en unos, de anarquía en los más. En las actas de las sesiones municipales aparecen interminables discusiones [...] También son de notar allí las manifestaciones truculentas de los concejales más demagogos y extremistas. Alguno llegó a decir en un mitin, y luego lo hizo constar en actas, que “de no solucionar el conflicto inmediatamente el Ayuntamiento, los obreros deberían cortarles las cabezas”. Contestó otro concejal “que como los causantes de que no se soluciones el conflicto eran los patronos, era ésta una señal clara de que los patronos no ansiaban otra cosa que el asesinato de los concejales por parte de las masas” 104. [37] Ninguno de los acuerdos allí adoptados eran suficientes para la solución del problema. A más de la insuficiencia mental de cuantos aparentaban preocuparse del asunto, los encauzadores de la vida municipal –el alcalde aquí no era “dirigente” sino “dirigido”, y un juguete en manos de los ediles extremistas–encontraban en la agitación y en la alarma anejas al conflicto un aliado eficaz para sus fines anarquistas y destructores. Los principales acuerdos adoptados en este punto rezan así:
Depósitos Minerales continúan la huelga de brazos caídos. 13 de mayo: Obreros de Industrias Gastronómicas presentan oficio de huelga. 15 de mayo: Termina la huelga de los obreros de Zafra-Huelva. 16 de mayo: Obreros campesinos solicitan nuevas bases de trabajo, anunciando la huelga. 20 de mayo: Obreros almadraberos presentan oficio de huelga. 25 de mayo: Obreros fundidores de la Casa “Matías López” presentan oficio de huelga. 29 de mayo: Se soluciona el conflicto de los obreros de la casa “Matías López”. 14 de junio: Huelga de los obreros de la Compañía de Maderas. 15 de junio: Se declaran en huelga los obreros de la construcción. 16 de junio: Los obreros del Ferrocarril de Zafra-Huelva presentan oficio de huelga. 24 de junio: Se declara la huelga general por solidaridad con los obreros de Riotinto y los de la Construcción. 2 de julio: Los obreros de la Compañía Sevillana presentan oficio de huelga. 102 Ibídem.[36] 103 “Odiel”, año II, n.º 74, pág. 3 (31-III-1936). 104 Cf. Informe Cf. Informe Oficial , fol. 3 vto. [37]
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En la sesión de 4 de marzo se acordó que los diputados a Cortes, Cordero Bel, Crescenciano Bilbao y Gutiérrez Prieto105 se constituyeron en comisión, a fin de buscar con urgencia solución al conflicto, uniéndose a representaciones de propietarios y patronos. El asunto, pues, caía en manos interesadas. En la sesión siguiente, día 11 del mismo mes, y contra la advertencia de ilegalidad interpuesta por el secretario de la Corporación, se acordó repartir forzadamente entre los patronos a los obreros parados, invitando después a los patronos a buscar la solución del problema sobre los hechos consumados. Se exigía además que los patronos que no tuvieran trabajo que ofrecer, abonasen, al menos, diariamente el sueldo mínimo de cinco pesetas. El gobernador civil invalidó este acuerdo. Pero el reparto se realizó enviando obreros a los patronos industriales o agricultores. Y en general a cuantos ellos consideraban “burgueses”. Incluso sacerdotes y casas religiosas, y ello sin la menor consideración de oficios, especialización y capacidad de los enviados. Fueron muchos los dueños que prefirieron abonar las cinco pesetas con la condición de no permitir a los asignados trabajo alguno. Los que pudieron ofrecer el solicitado trabajo, observaron con extrañeza que muchos obreros lo rehusaban, reclamando sin embargo el jornal envalentonados y desafiantes al respaldo de los líderes de la causa obrera. [...] los propios concejales que dirigían la campaña obrerista se sintieron avergonzados de las consecuencias de su insensatez. Aparecían como por generación espontánea multitud de jóvenes imberbes y vagos profesionales que jamás habían intentado intent ado trabajar106. En la sesión de 1.º de abril se acordó celebrar una magna asamblea para estudio y resolución del paro. A moción de la alcaldía en la sesión del mismo mes se decidió que la Comisión de Hacienda formulase proyecto de presupuesto extraordinario, a base de un empréstito, para remediar el paro con la ejecución de varias obras. El presupuesto y el empréstito quedaron aprobados en la sesión inmediata, 16 de mayo; por cierto con unanimidad y sin reclamación alguna. El importe del [38] presupuesto ascendía a dos millones ciento cincuenta y ocho mil doscientas setenta y tres pesetas, a cubrir con un empréstito de dos millones de pesetas, y el resto “por contribuciones especiales”. Las obras a realizar, si bien no se detallan, consistirían en edificaciones y vías públicas. La idea de este empréstito surgió de “una reunión de fuerzas vivas” celebrada en el Ayuntamiento. En ella se dieron normas a fin de que el empréstito fuera cubierto por los elementos pudientes de la capital, los cuales “deberían” suscribir cantidades del mismo en proporción a sus medios económicos, mediante cuotas contributivas que la Alcaldía habría de gestionar. Amenazando con “ser señalados ante el pueblo” los reacios “como enemigos de las clases proletarias”. Con tales medios lograron conseguir inicialmente algunas cantidades de consideración que –justo es consignarlo– ingresadas en un Banco, no dispuso de ellas el Frente Popular, tal vez por haberse adelantado el Movimiento Nacional a la ejecución de aquellos planes. Desarrollóse por entonces otra campaña original alentada por este aparente propósito de solucionar el conflicto del paro obrero. Se la denominó campaña de “higienización de viviendas”. Consistía en el asalto de los domicilios por bandas de malhechores y maleantes, manejadas por los ediles frentepopulistas, y apoyadas en supuestas órdenes del alcalde o en “informes de reforma” verbales del inspector de Sanidad. Se presentaban en las casas y procedían a su antojo a ejecutar obras, sin que al propietario quedara otro recurso que el de pagar los jornales a un personal que, muchas veces, no hacía sino destruir, bajo la amenaza de los Comités y la acción represiva de la Alcaldía107. Queden aquí someramente consignados estos hechos corruptores del orden social. De intento nos hemos detenido en ellos, por cuanto será preciso aludir nuevamente a este estado de cosas, cuando llegue el turno al estudio de las causas, en la segunda parte de nuestro trabajo. Expulsión de las religiosas de los Centros Benéficos La campaña antirreligiosa de este periodo se cifró bien pronto y con decidido empeño en la expulsión
105 ...Los tres masones, afiliados a 106 Cf. Informe Oficial , fol. 4. [38] 107
la logia de extremistas Francisco Esteva, de Huelva.
Ibíd., fol. 4.
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de las religiosas de todos los establecimientos benéficos de carácter oficial108. Por su parte la Diputación en la sesión ordinaria del 10 de marzo109 aceptó calurosamente la propuesta del director facultativo del [39] Hospital Provincial, en la que “interesaba la sustitución de las Hermanas de la Caridad que prestaban servicios en la farmacia de dicho establecimiento, por dos auxiliares de farmacia”. Aceptó igualmente el que fuera tenida en cuenta dicha propuesta en la confección del nuevo reglamento del Hospital, que ya por entonces se proyectaba, y que no tenía otro fin que la eliminación de las religiosas en el régimen del mismo. En dicha sesión, el Sr. Presidente manifestó que “en virtud de cambio de impresiones sobre determinadas modificaciones en el régimen interno del Hospital, celebradas con el entonces Director Facultativo, Sr. Vázquez Limón, había estudiado la posibilidad de sustituir a las Religiosas Hijas de la Caridad por enfermeras; proyecto que a juicio del mismo Director podría hacerse mediante el nombramiento de seis enfermeras, de las cuales dos podrían ser de momento diplomadas y cuatro interinas, hasta que éstas obtuvieran el diploma, o se sustituyeran por otras diplomadas”. Agregó el presidente que aunque de momento no se pudiera decidir sobre dicha sustitución por la falta de consignación en el presupuesto para las atenciones que habían de derivar del acuerdo, era preciso adelantar las gestiones poniendo ya en conocimiento del director de las Hermanas de la Caridad el aviso correspondiente, que con dos meses de antelación exigía el art. 23 del contrato celebrado por la Diputación con las referidas religiosas. Así se acordó por unanimidad110. Veinte días después, en la sesión de 31 de marzo, se da el hecho como consumado. Manifiesta el presidente que “ha convenido con las Hermanas de la Caridad cesen sus servicios desde el día 1 de abril; por lo que cree necesario se designe el personal que hubiera de sustituirlas”. Quedan designados cuatro inspectoras, dos costureras y un cocinero, señalándoseles sus haberes mensuales111. En cinco de mayo toca el turno a las Hermanas de la Caridad que aun continuaban al frente de la Casa Cuna y Asilo Provincial de la ciudad de Ayamonte, que dependían igualmente de la Diputación112 Entre tanto el Ayuntamiento, alentado por las mismas consignas, secundó a la Diputación en la campaña contra las religiosas que de él dependían. Puede que en las actas de sesiones municipales el tono sea aun más agrio y difamatorio para las inocentes religiosas. En la [40] sesión ordinaria de 4 de marzo113, Quintero Cruz se permitió manifestar “que mientras las Hermanas estén en la Farmacia Municipal, no hay garantía alguna para el servicio”. Aprovecha la ocasión Gómez de Lara para presentar una moción verbal sobre el estado de los servicios de la Farmacia Municipal de Beneficencia. Hace constar que “para mejorarlos, propone sustituir las Religiosas que actualmente la sirven, sin preparación ni competencia alguna, por auxiliares de farmacia competentes, que sean una verdadera garantía...”. Ortega Egurrola aplaudió calurosamente ambas proposiciones, y el Alcalde-Presidente excitó a las Comisiones y Delegaciones a estudiar y proponer la organización de todos los servicios” 114. A propósito del tema, el Sr. Pino pidió –y así acordaron todos– suprimir las subvenciones que aún venían disfrutando nuevamente “las escuelas dirigidas por las Religiosas Teresianas, las Hermanas de la
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Ya en diciembre de 1931, sesión del día 31, al aprobarse el presupuesto ordinario para el año siguiente, la Diputación Provincial acordó “declarar excedente forzoso al capellán del Hospital Provincial, con los dos tercios de su haber”. ( L. Actas , año 1931, fol. 8 vto. adicional). 109 Ibíd., año 1936, fol. 31 vto.[39] 110 Ibíd., fol. 33. 111 Ibíd., fol.42 vto. 112 Ibíd., año 1936, fol. 68. En la sesión siguiente, 14 de mayo, encontramos este otro acuerdo: “Subvenciones a los Asilos de Ancianos de Huelva y Aracena.–El Sr. Presidente solicita de la Excma. Comisión Gestora su opinión sobre las subvenciones que se vienen abonando a los Asilos de Ancianos de Huelva y Aracena; pues por ser instituciones de carácter religioso las perceptoras de estas subvenciones, no cree oportuno seguir pagándolas sin el consentimiento de dicha Comisión”. Tras breve discusión y a vista del problema económico que tal supresión plantearía a la Diputación, se acordó “continuar abonándolas por el momento” (Ibíd., año 1936, fol. 70 vto.).[40] 113 Cf. L. Actas , n.º 114, fol. 7. 114 Ibíd., n.º 115, fols. 53 vto.-57.
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Cruz y las de la calle de Pablo Rada”. El alcalde manifestó muy ufano “que ya había suspendido el pago de tales subvenciones” 115. En sesión ordinaria, el 22 de abril, se pone de nuevo sobre el tapete el tema de la sustitución. Esta vez es el mismo Sr. Gómez de Lara quien pretende “liquidar totalmente” y de una vez el proyecto. Pide se designe una comisión ejecutiva. Tras protestar que no le mueve al ponente “ningún deseo de persecución, sino tan sólo que el servicio de la Farmacia y del Restaurante Municipal estén dotados de personal apto, del que hoy carece”, añade que ya ha tratado el asunto en la Comisión de Beneficencia y “todos los concejales están conformes en la sustitución propuesta”. Sin más discusión “se acordó por unanimidad prescindir de las Religiosas en la Farmacia Municipal, en la Cocina Económica y Escuelas Municipales, y comunicar dicho cese al Director de las Religiosas y a las respectivas Superioras, requiriéndoles para que en el plazo de dos meses se realizara el cese acordado. La comisión Ejecutiva quedó constituida en el acto116. Gómez de Lara tomó muy a pecho su cometido como miembro de dicha Comisión. En la sesión de 20 de mayo presenta nueva moción, proponiendo sustituir a las seis religiosas encargadas de la farmacia, dándoles de baja en el presupuesto, y crear inmediatamente dos plazas de Auxiliares primeros y dos de Auxiliares segundos117. El 26 de junio, la sustitución era ya un hecho. Las dificultades que, en circunstancias ordinarias, hubieran podido parecer poco menos que [41] insolubles, habían sido vencidas por el tesón sectario. Al final de esta sesión fue creada la plantilla del personal seglar; se señalaron sus haberes a través de un detallado estadillo que aparece también trascrito en las actas. Se acordó convocar concursos para las plazas de Auxiliares de Farmacia 118. Por último, en el acta de 15 de julio, última sesión que pudo celebrarse por aquella Corporación, se reconoce a las Hermanas de la Farmacia Municipal un crédito de diez mil pesetas, que la Corporación se niega a abonar inmediatamente, pese a la súplica de la superiora, Sor María Amat, quien lógicamente necesitaba dicha cantidad para indemnizar acreedores y remediar las necesidades de la comunidad expulsada. Según acuerdo alentado posiblemente por la intención de desprestigiar una vez más a las pacientes religiosas, se decide abonar aquel crédito a razón de setecientas pesetas mensuales 119. Tres días después se declaraba el Alzamiento Nacional, y todo aquello quedó sin ejecutar, volviendo las religiosas a encargarse de la farmacia farm acia a fines del mismo mes, liberada ya la ciudad. c iudad. Incautación y secularización de edificios sagrados. Fue el concejal José Rodríguez Alfonso, quien en la sesión ordinaria del 15 de abril, explanó moción verbal, que ya figuraba en el orden del día, sobre “expropiación de edificios ocupados por Comunidades Religiosas”. Hace constar que “la Constitución autoriza la expropiación forzosa sin indemnización; señala además, como primer objetivo el convento de las Religiosas Agustinas, en el lugar más céntrico de la ciudad, porque entiende que es de suma conveniencia la prolongación de la plaza de la Constitución hasta la de López Muñoz, y a fin de construir también sobre los terrenos un mercado de abastos” 120. Propone solicitar de las Cortes la oportuna autorización de expropiación sin indemnización contra el aludido convento. Rodríguez Alfonso, al ver calurosamente aprobada su propuesta, entregó en aquel mismo momento al alcalde una nota de las obras a realizar y un croquis o dibujo representando la zona que afectaban dichas obras. El 12 de junio, nueva moción del mismo capitular relativa al latrocinio proyectado. Esta vez velada 115
Ibíd., n.º 115, fol. 57. La sesión siguiente (11 de marzo) recogió una moción que sobre enseñanza presentaba Ortega Egurrola; se le adhieren calurosamente Ortiz y Gómez de Lara, interesando este último “una estrecha vigilancia de la enseñanza religiosa, que subsiste aún en forma encubierta”. Se acordó pasar la moc ión a informe de la Comisión de Cultura. (Ibíd., n.º 115, fol. 62). 116 Ibíd., n.º 116, fol. 19 vto. 117 Ibíd., n.º 116, fol. 44.[41] 118 L. Actas , n.º 116, fol. 84 vto. 119 Ibíd., n.º 116, pág. final.–Continúa en el Libro 1.º de la Comisión Gestora posterior a la liberación. 120 Ibíd., n.º 116, fol. 2. [42]
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bajo capa de celo por la educación de la niñez. Tras enumerar los Colegios pertenecientes a las Órdenes Religiosas existentes en la ciudad, propuso: 1.º–Proceder seguidamente a ofrecer al Estado los locales de la calle Odiel, para instalar en ellos por lo menos tres clases y más, si fuera posible, dorándolas de suficiente material y comprometiéndose el Ayuntamiento al pago de las [42] casas de los maestros que fueran designados; 2.º–Comunicar al Sr. Ministro de Instrucción Pública, que no hay otro medio “más rápido, económico y eficaz”, que el de proceder a la incautación de los edificios de las Órdenes Religiosas “para que en ellos se instalen adecuadamente las escuelas de ambos sexos que Huelva necesita, toda vez que este Ayuntamiento no tiene fondos para construirlos o arrendarlos” 121. 3.º– Aprovechar esta ocasión para abordar de una vez y a fondo el problema de la creación y construcción c onstrucción de grupos escolares en esta Capital. Se acordó “ver con simpatía y aprobar la moción de referencia, autorizándose al Alcalde para realizar las gestiones pertinentes” 122. Pero el plan era aun más vasto. Se intentaba secularizar todas las iglesias y edificios de tipo religioso. Así, la Diputación Provincial, a instigación del director facultativo del Hospital, planeaba el proyecto de profanar la iglesia de Ntra. Señora de la Merced. Era el templo anejo al Hospital –hoy catedral provisional de la nueva diócesis– y sin duda alguna la iglesia de más valor entre las existentes en la ciudad. En el acta de la sesión de 8 de abril de 1936 aparece el acuerdo de “abrir una suscripción pública, una vez recabados los oportunos permisos del Gobernador Civil y del Alcalde de la Ciudad, para ampliación del Hospital” 123. En la sesión de 27 de mayo se plantea de nuevo la reforma124. Amén de otras reformas interiores, acusaba el proyecto un interés especial en convertir la actual iglesia en sala de enfermos, con doble piso a base de un entarimado interior. Así se convertiría el templo en dos amplios salones superpuestos. Las viguetas para el entresuelo ya estuvieron en los últimos días del Frente Popular hacinadas en el interior del recinto sagrado. Hasta aquí los proyectos oficiales y lo que en realidad se comenzó a poner en ejecución. Por confidencias privadas hemos logrado conocer otros proyectos planeados con anterioridad. Los medios socialistas desde el comienzo del Frente Popular habían determinado convertir la iglesia en “garaje” o “estación de servicio automovilístico”. Fue el director facultativo del Hospital quien oficialmente presionó sobre la Diputación, luchando denodadamente contra los proyectos socialistas, pero con el mismo interés sectario. Su reconocida solvencia logró al fin [43] imponerse a los remilgos y debilidades del propio Presidente de la Diputación125. Los rumores de estos proyectos habían transcendido al público. Los fieles estaban bastante consternados ante la suerte del magnífico templo. El Sr. Arcipreste, en cuya feligresía se hallaba enclavado, se decidió a actuar. Primeramente redactó una protesta de la cual sólo se conserva el borrador126. No se llegó a cursar ante la seguridad de que sería totalmente inútil. Tras pensarlo mucho, 121
Toda esta preocupación por la enseñanza era con fines propagandísticos. Pues, dejando a un lado estos acuerdos claramente persecutorios de la Iglesia, también son de notar en las actas de las sesiones los siguientes: En 25 de marzo se acordó solicitar terrenos en la Zona del Puerto con destino a Escuela Normal, Grupo Escolar Anejo y Consejo Provincial de Cultura; y en 8 de abril se acordó solicitar del arquitecto municipal proyecto para doce escuelas nacionales –seis de niños y seis de niñas– designándose los lugares de su emplazamiento en los distintos barrios; igualmente se acordó con toda urgencia expediente para obtener auxilio económico del Estado. Ninguno de dichos acuerdos se llevó a ejecución. 122 L. Actas , n.º 116, fol. 73. 123 Ibíd., año 1936, fol. 52 vto. 124 Ibíd., fol. 78 vto. [43] 125 A dicho Director fueron debidas todas las gestiones para la expulsión de las Religiosas del Hospital Provincial. Mientras estuvieron bajo su dirección en el citado centro fueron objeto de cont inuos vejámenes. El día que habían de abandonarlo, se pretendió “cachearlas”, encomendando esta labor a mujeres de dudosa moral; hubo mofas y escarnios para la Madre Superiora, que pedía poder recoger el Santísimo de la capilla. En otras ocasiones por mandato del Director se había impedido el ministerio sacerdotal solicitado por algunos enfermos moribundos. 126 Textualmente dice así: “Excmo. Sr. Presidente de la comisión Gestora de la Excma. Diputación Provincial de Huelva.– El que subscribe, don Julio Guzmán López, representante como Arcipreste de la Ciudad de la Jurisdicción Eclesiástica, reconocida por las leyes vigentes, a V. E. respetuosamente dice: Que sabe la decisión de la Comisión Gestora de su digna presidencia, de disponer para otros usos que los del culto, de la Iglesia de la Merced de esta Ciudad, lo que entiende está en disconformidad con la legislación de la República sobre esta materia, como se desprende del examen de los siguientes artículos de la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas de 2 de junio de 1933: (Copia de la parte pertinente de los
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pese a los peligros que ello ofrecía y prevista la casi segura negativa, el Sr. Arcipreste se dispuso a visitar personalmente al presidente de la Diputación. Era el presidente un extremista furibundo. Para estas fechas las Hermanas de la Caridad ya habían sido expulsadas. La dirección y el control de los servicios sanitarios estaban totalmente en manos de elementos subversivos, lo mismo por lo que toca al elemento técnico, facultativo y administrativo que al personal subalterno y de servicio. El director administrativo y presidente de la Diputación era la misma persona: el joven abogado Juan Tirado Figueroa, íntimo del Gobernador Civil y del líder anarquista, también abogado joven, Juan Gutiérrez. Uno y otro127 habían sido de buenas familias cristianas y de brillante carrera. Concluidos sus estudios, vinieron a establecerse en Huelva. Ambiciosos de mando y de poder, se afiliaron al partido socialista. Fueron recibidos con alborozo [...] extremaban la nota izquierdista y anticlerical. Así se explican sus innumerables violencias y abusos y al mismo tiempo los altos puestos que lograron escalar en 1936. [44] En tales circunstancias, se resolvió valerosamente el Sr. Arcipreste a realizar la visita, con el intento de evitar en lo posible el destrozo de la iglesia de la Merced. Contra lo que cabía esperar, se le recibió afable y cortésmente. Expuso el objeto de su visita: rogar que no destruyeran la iglesia, ya que, aparte su significación religiosa, se trataba de un monumento artístico de Huelva, lo que supondría una pérdida irreparable en tanto que para ensanchar el Hospital nunca faltarían otros medios. A todo lo cual el presidente contestó con una rotunda negativa: “Imposible, –dijo, totalmente imposible! Está acordado por la Diputación, por todo el personal que la integra y pedida por la Dirección Facultativa como obra ineludible para el desenvolvimiento de la vida del Hospital. De hecho se ha de llevar a cabo muy pronto”. “No podrá ser tan pronto –replicó el arcipreste, cambiando un tanto el tono afable de la conversación–. Antes habrá que cumplir las leyes establecidas por vosotros mismos, por vuestra República, cuales son: notificación al prelado, informe de éste, y resolución definitiva al Sr. Ministro”. “Pamplinas...! –contestó agriamente el presidente–. Esas leyes se dan pero no se cumplen más que cuando conviene”. “Pues ahora va a convenir, Sr. Presidente! Estoy dispuesto a dar parte al Sr. Ministro de esta misma respuesta y de toda su actuación; él sabrá ser más respetuoso con lo mismo que vosotros mandáis”. Un rato de discusión siguió a este corto diálogo. Al fin el presidente prometió no tocar la iglesia sin antes cumplir los trámites legales. Volvió el arcipreste a insistir en el ruego de que no tocaran a la iglesia y a exponer razones para ello. Entre otras cosas, añadió: “Mire, Sr. Presidente, y comprenda que cuando llegue la hora de que vuelvan las religiosas, vendrán más fácilmente si tienen iglesia”. “¿Eso quiere decir –replica el presidente amenazador– que qu e las monjas van a volver?” “Está claro!”, dijo el arcipreste con un aplomo que desconcertó a todos los presentes. “Y que por consiguiente, nos vamos a ir nosotros”, atajó un tercero. “O que nosotros os vamos a echar...”, concluyó el arcipreste. Una explosión desconcertante, de extrañeza primero y de risotadas después, produjeron estas últimas palabras del arcipreste, quien añadió aun: “No olviden que la vida es una rueda de feria, en la que hoy unos están arriba y otros abajo; luego se cambian los puestos con muy poca diferencia de tiempo” 128. Los hechos vinieron bien pronto a confirmar aquellas palabras del arcipreste. Antes de tres meses de aquel diálogo, el presidente [Juan Tirado Figueroa] se suicidaba en Orán al verse acechado y abandonado por sus propios [45] correligionarios tras haber gastado el poco dinero que pudo atrapar en su huida de Huelva. El “Gobernador espontáneo” de los últimos días del Frente Popular, Juan Gutiérrez,
artículos 11, 12 y 14...). De todo lo cual se deduce que sin la ley especial, que hasta el presente no se ha dictado, no es potestativo ni a particulares ni a entidades de ninguna clase el disponer de un templo para fines distintos del culto, a que esté dedicado. Por lo que suplico a la Comisión Gestora de su digna presidencia, se digne acordar la revocación del aludido acuerdo, en tanto se cumplan los requisitos legales, que exigen las leyes vigentes, para que el templo de la Merced sea destinado a fines distintos del culto, por ser así de justicia...” (Archivo Diocesano de la Curia de Huelva, sin catalogar). 127 Iniciados en la logia “Francisco Esteva” de Huelva en mayo de 1932 y abril de 1933 respectivamente. [44] 128 Está tomado el diálogo de la información personal del Sr. Arcipreste, y de los Informes Oficiales , que se remitieron r emitieron a la Curia de Huelva en 1956 (Archivo Diocesano, sin catalogar). [45]
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se encontraba en la cárcel, esperando su sentencia de muerte. De los diputados y curiosos que acudieron al despacho del presidente la mayor parte encontrábanse en prisión; uno de ellos, al arrodillarse ante el mismo arcipreste solicitando la absolución de la censura contraída por su filiación masónica, tras abjurar de la secta, dijo: “Gracias a Vd. no ha ido la cosa más lejos. Creía a Vd. cuando dijo que nos echarían muy pronto; pero no suponía que hubiera de ser tan pronto”. El Alzamiento Nacional impidió, en definitiva, a la Diputación la realización de aquellos planes sobre el templo de la Merced. Por un juego de la Providencia –por ser propiedad de la Diputación y por encontrarse ya en vías de realización el citado proyecto– fue ésta la única iglesia pública de la capital que escapó luego al vandalismo arrasador de las turbas, en tanto que las otras iglesias y parroquias eran pasto de las llamas en los días que sucedieron al 18 de julio. DOMINIO ROJO 18 DE JULIO DE 1936: 1936: ALZAMIENTO N ACIONAL Y DOMINIO
Con esta fecha comienza un nuevo periodo, más encarnizado aún, dentro de aquella época de persecución religiosa, prolongada ya in crescendo durante varios años. Pese a ser éste el periodo cronológicamente más breve dentro de nuestra historia local –sólo duró diez días completos, hasta el 29 de julio, en que fue liberada la ciudad–, es con todo el más cargado de vandalismos, de desfogues de bajas pasiones sectarias, y de toda clase de sacrilegios. Un síntoma característico distingue este periodo del inmediato anterior. Hasta aquí había sido una persecución taimada, que partía de la clase dirigente, y que iba incubando y haciendo eco en las masas apóstatas. Desde el día 18 de julio, en cambio, es la masa la que realiza consignas, sin ser controlada por nadie, alentada por sus jefes políticos hacia los objetivos propuestos. Los hechos iniciales se desarrollaron de la siguiente forma: El 17 de julio estuvo el General Queipo de Llano en Huelva. Pretextando asistir a una fiesta militar del Cuerpo de Carabineros en Isla Cristina, en realidad había venido a sondear el ambiente. Pudo comprobar que la causa nacional en Huelva no estaba garantizada. Los dos tenientes coroneles, el de la Guardia Civil y el de Carabineros, no ofrecían garantías de sumarse a la Cruzada. El general tuvo aún la osadía, en la mañana del 18, cuando ya se le buscaba insistentemente desde Madrid, de visitar al gobernador civil, Jiménez Castellano, para explorarlo129. [46] Luego, con habilidad extrema, logró regresar a Sevilla para ordenar el alzamiento en Andalucía, en tanto que se le buscaba por las carreteras de Huelva. Así las cosas, y fracasado fr acasado en principio, el e l alzamiento en Huelva, Hu elva, la capital y toda la provincia pro vincia quedó desde la madrugada del 18 en poder del de l marxismo declarado e imperante. Un suceso insospechado para los mismos dirigentes, viene a agravar más la revancha anarquista en los días sucesivos. Sumada Sevilla al Movimiento Nacional, el Director General de la Guardia Civil, urge desde Madrid la formación en Huelva de una columna de fuerzas armadas y de mineros “dinamiteros” que vaya contra el General Queipo de Llano. La orden es dada al comandante Haro con toda urgencia y por teléfono la tarde del 18. Mientras el comandante se ocupa apresuradamente de reunir fuerzas de la Guardia Civil, de Asalto y de Carabineros, Cordero Bel marcha eufórico a Nerva a reclutar anarquistas de las minas de Riotinto. Pronto enroló en sus filas más de quinientos mineros, con varios camiones cargados de dinamita. La orden ministerial encomendaba a don León Gregorio de Haro el mando de esta columna. Pero el Comandante decidió ganar terreno a los mineros, adelantándose, con pretexto de encabezar las fuerzas, hacia Sevilla. Tras algunas peripecias logró burlar a los marxistas de Triana, y sumarse a las fuerzas del General Queipo de Llano, que inmediatamente le encomendó la misión de contener la columna minera. Dirigía esta columna el propio Cordero Bel, ayudado de Juan Gutiérrez y del anarquista Antonio Cabezas. Un encuentro fortuito y prematuro en la Pañoleta, a la entrada misma de Sevilla, con las fuerzas mandadas por Haro, hizo que la columna minera quedara trágicamente destruida130. Ocurría esto el día 19. Los que pudieron salvarse de la catástrofe, en desbandada volvieron 129 130
Historia de la Cruzada Española , III, pág. 292. [46] Ibíd., 205 y 293-295. [47]
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a Huelva a reorganizar la defensa, “a tomar venganza” dentro de los propios dominios. Por clasificar de alguna forma los desmanes de aquellos días, estudiaremos primero y someramente los crímenes personales cometidos; luego, con más detención, el asalto, saqueo y profanación de los lugares sagrados, violaciones de sepulcros y vejaciones sacrílegas. Crímenes y víctimas Al anochecer del día 19, cuando era conducido por la Policía Cívica, so pretexto de seguridad, el joven Miguel Ocaña López, de 24 años de edad, armador de buques de pesca y exportador de pescado, fue agredido por un grupo en las proximidades del Gobierno Civil. De momento logró escapar y refugiarse en la cervecería Viena, en los bajos del mismo gobierno. Allí fue muerto a tiros bajo una mesa de billar. [47] También el 21 fue muerto a tiros en las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil, el joven Antonio Seisdedos Gómez, de 26 años, de muy buena conducta moral y de humilde profesión, sólo por el hecho de no haberse declarado en huelga unos meses antes cuando lo exigía el sindicato. si ndicato. El 22 un grupo numeroso de anarquistas se estacionó frente al domicilio del tocólogo don José Tercero Canalejas, n.º 2 de la calle Vázquez López. Del grupo se destacaron varios hombres armados; penetraron en el domicilio, tratando primero de engañarle solicitando sus servicios para un supuesto enfermo. Luego acudieron a la violencia para sacarle de casa. Fue, al fin, tiroteado en medio de sus familiares resultando muerto, junto con su hermano político, don Pedro Romero Seras, de 23 años de edad, del Cuerpo de Aviación con destino en África y que gozaba de licencia por aquellos días. Había pretendido seguir a su cuñado cuando, mal herido, era bajado por las escaleras hacia la calle. En el automóvil en que llevaban a ambos a la Casa de Socorro, iba también, probablemente en calidad de detenido, don Marcos romero Cerisola, padre político del Sr. Tercero. Dentro del mismo coche fue herido por disparo de arma de fuego y falleció al día siguiente. En este caso se trataba de una consigna recibida de los medios masónicos en plan de venganza. Don José Tercero estuvo durante los años de la Dictadura afiliado incautamente a la Masonería. Una vez en ella y ante el sesgo que tomaban los acontecimientos, había causado baja en la logia y retractádose públicamente. Se dedicaba ahora a desenmascarar y atacar la Masonería. Hacía además, en su profesión, constantes obras de caridad a familias necesitadas131. También comenzó por aquellos días la caza de sacerdotes en sus domicilios. Hasta un número de siete fueron internados en la Prisión Provincial. El Coadjutor de Cartaya, don Baltasar González, fue perseguido en los pinares de Punta Umbría, donde se había refugiado. Don Mariano Caballero Rubio, Coadjutor de la Parroquia de San Pedro de Huelva, fue preso en el muelle de Punta Umbría al descender de la canoa –viaje que realizó de incógnito con ánimo de ocultarse–, y junto con el primero, conducido al muelle de Huelva. Llegados al muelle, mientras subían a un taxi para ser conducidos a la cárcel, un mozalbete como de diez y seis años se abrió paso entre los escopeteros marxistas, [48] pistola en mano, y acercándose a don Mariano le disparó por la espalda. Otro mozalbete entre tanto pretendía hacer lo mismo por el lado contrario del coche con el otro sacerdote. Pero éste, viendo a tiempo la maniobra, logró instintivamente atrapar la mano que empuñaba la pistola, dejando inutilizado al imberbe asesino, mientras era auxiliado por tres guardianes del puerto, que se encontraban cerca y desarmaron al muchacho 132. Don Mariano fue 131
Figura en el Cuadro Lógico de la logia Minerva, n.º 17 de Huelva, cuando en sus comienzos esta logia aun no era sino “Triángulo” oficialmente. Ostenta el simbólico “His”. La fecha del Cuadro lógico es de 31 de diciembre de 1924. íntimo de Morón de la Corte, el patriarca y reorganizador de la masonería en Huelva durante la Dictadura. Alfonso Morón pide en pl.´. de 7 de noviembre de 1924 a la Gr.´. Log.´. del Mediodía la iniciación de Tercero Canalejas, cuya solicitud adjunta para que sea iniciado en Sevilla el lunes, 10 de noviembre de dicho año. La contestación fue negativa, y hubo al fin de iniciarse bajo la Veneratura de Morón de la Corte, en el “triángulo Minerva”. [48] 132 A los pocos días de liberada la Ciudad, don Baltasar publicaba en el “Diario de Huelva”, la siguiente carta abierta: “Sr. Director del Diario de Huelva.–Muy Huelva.–Muy distinguido distinguido señor: Ante todo reciba mi bendición bendición y mi sincero sincero agradecimiento por la atención de dar cabida en las columnas del periódico de su digna dirección a estas cuartillas, que hacen referencia exacta del lamentable percance, que en compañía de otro sacerdote y un maestro nacional, me ocurrió en el muelle de Obras del
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trasladado inmediatamente a la Casa de socorro. Más tarde pasó al Hospital, donde falleció en las primeras horas del día siguiente133. Don Baltasar fue conducido desde el [49] puerto a la Prisión Provincial. Allí se encontraban ya prisioneros otros sacerdotes de la ciudad. En número de ocho, los sacerdotes fueron hacinados con los presos políticos, y todos juntos pasaron pronto al “Ramón”, barcoprisión enclavado en la ría de Huelva. Entretanto los mineros de Riotinto, fracasados en la gesta de la Pañoleta (Sevilla), se habían adueñado de la ciudad y junto con los mineros anarquizantes de Tharsis, Corrales y Aljaraque, dispuestos al desquite, intentaban asaltar la cárcel y cebarse en los presos indefensos. Momentos amargos. Defendía la prisión una Compañía de Infantería que ya se sentía impotente para contener a los desalmados. Desde el gobierno Civil se dispuso el traslado de los presos –entre ellos casi todos los sacerdotes de la capital y algunos pueblos comarcanos– al “Ramón”, quizás con la intención de aislarlos más de los asaltos de las masas. Fueron llevados, custodiados por la Guardia Civil, en camiones, y hacinados en una infecta bodega. Sumaban en total ciento setenta y ocho personas. Con la Guardia Civil subieron a bordo veinte escopeteros como custodia, “para no dejarse arrebatar fácilmente la presa”, sobre la que planeaban tomar venganza, caso de ser atacada la capital por los “fascistas” 134. En continua zozobra y entre constantes amenazas, sarcasmos e insultos hubieron de permanecer allí durante ocho días. Mientras, fueron desvalijadas las iglesias, las casas de los sacerdotes y los conventos y quemados todos los enseres de los templos. El vecindario permanecía recluido en el interior de sus casas. Cordero Bel, después de asaltar la redacción de “Odiel”, pretendía publicar a diario “República
Puerto de esta Ciudad. Nosotros, los que pudimos ser víctimas inocentes del furor de los escopeteros rojos, el día 22 de julio último, estamos en el deber de declarar públicamente, que sobre ser cierto el hecho de que con gravísimo riesgo de sus vidas salvaron las nuestras los Guardas del Puerto, Juan Ramírez Wert, Francisco Ronda Peña y José Gómez Cordero, también afirmamos que la conducta heroica y ejemplar de estos modestos funcionarios merece una bien ganada recompensa. Fue un hecho alevoso de reprobable y c riminal hazaña, que un solo disparo, por todos inesperado, arrebatara la existencia a mi compañero, el venerable sacerdote don Mariano (q. e. p. d.) cuando ya dentro del automóvil nos creíamos a salvo, bien respaldados por los mencionados guardas que, pistola en mano, hacían frente a la horda roja, defendiendo la puerta del coche por el lado que habíamos entrado, y por donde más escopeteros se habían reunido con el ánimo de asesinarnos. Permítame, Sr. Director, hacer constar el sucedido con absoluta verdad, para que nuestro valeroso Gobernador, don Gregorio de Haro, con las altas Autoridades del Puerto de Huelva y también cuantas personas de cristianos sentimientos leyeren estas líneas, presten ayuda y protección en cualquier revés de la vida e infortunio en una u otra desgracia que pudiera sucederles, a los valientes muchachos, cuyos nombres quedan consignados... Repítole mi a gradecimiento, Sr. Director, y le queda muy reconocido, su atto. affmo. s. s. y capellán, q. e. s. m.–Baltasar G., Pbro.”. 133 Informe oficial sobre la inmolación del Sr. don Mariano Caballero Rubio, Presbítero: El infrascrito Arcipreste de las iglesias de Huelva y su partido, en cumplimiento de lo ordenado por S. E. Reverendísima, respecto a una información verídica sobre las circunstancias de la muerte del Presbítero don Mariano Caballero Rubio, digo lo que sigue: 1.º–Que dicho sacerdote se llamaba don Mariano Caballero Rubio, y era Coadjutor de la Mayor de San Pedro de Huelva. 2.º–Que le prendieron con todo aparato de chusma y vocerío en la mañana del 22 de julio próximo pasado en las playas de Punta Umbría, adonde fue a refugiarse, toda vez que en la casa le habían buscado. Por la tarde fue conducido, entre la multitud armada, al muelle de Huelva, donde al subir a un auto le dieron un tiro por la espalda, deteniéndosele la bala en las paredes del vientre, seguramente por chocar con la hebilla del cinturón, que impidió la salida de aquélla y la rotura de la piel; llevado a la Casa de Socorro y hecha la primera cura, fue trasladado al Hospital y murió en las primeras horas del día 23 de julio. 3.º–Queda esta pregunta contestada en la anterior. 4.º–No se tiene noticias de que lo maltrataran de obra antes de morir, ni se ensañaron con él después de muerto. 5.º–Dio en todo momento muestras de entereza y resignación cristiana. Como un señor, don Narciso Pascual, Fiscal de la Audiencia, al verlo conducido en una lancha para trasladarlo a Huelva desde la playa, le dirigiese palabras de ánimo y consuelo, le respondió: Estoy completamente resignado en las manos de Dios. Y en la Casa de [49] Socorro, como en el Hospital, se mostró siempre animoso, firme y creyente, diciendo varias veces, incluso a los enfermeros rojos que le asistían: “Yo muero, pero la causa de Dios, el Movimiento, triunfa”. No consintieron llamar a un sacerdote como insistentemente pedía. 6.º–Fue enterrado, muerto, en una sepultura en el suelo en el cemen terio de Huelva, cuyo número está registrado en el libro correspondiente de este Municipio. Estas diligencias las firman conmigo los Sres. don Narciso Pascual, Fiscal de esta Audiencia Provincial; don Manuel Rofa, Médico de la Casa de Socorro, y don Alfredo Serrano, Practicante de este Hospital; el primero de los cuales habló con don Mariano, cuando, como hemos dicho, iba prisionero de las turbas, y los dos r estantes le asistieron en sus respectivos centros sanitarios; todos ellos me han informado de cuanto digo. Huelva, 6 de abril de 1937.–Narciso Pascual.–A. Serrano.–Manuel Rofa.–A. J. Guzmán.– (Informe oficial cumplimentado por el Arcipreste, Dr. Julio Guzmán, a requerimiento y según formulario del Arzobispado de Sevilla, y publicado en La persecución religiosa en la archidiócesis de Sevilla , págs. 124-125). 134 Historia de la Cruzada Española , III, 295-296.
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Libertaria” 135. Justo es advertir, con relación a las personas asesinadas, que no resulta fácil separar lo político de lo estrictamente religioso en los motivos de su muerte. La de los jóvenes Ocaña y Seisdedos está rodeada de un fondo de desavenencias de carácter partidista político. La [50] del Sr. Tercero fue abiertamente una venganza masónica. Hasta el asesinato de don Mariano Caballero pudo ser debido al odio concentrado sobre él personalmente por los partidos extremistas. Nunca se había recatado de atacarlos en sus manifestaciones entre amigos y conocidos. Sin que esto excluya el hecho de que en tales crímenes latiese siempre un intento de auténtica persecución religiosa. Más fácil sería encontrar las notas del martirio en el que sufrió otro sacerdote onubense, don José Páez Fernández, Coadjutor de la parroquia de la Purísima Concepción de Huelva. Fue martirizado en su pueblo natal, Marbella (Málaga), donde se encontraba en periodo de descanso con sus familiares. De haberse encontrado en Huelva probablemente habría corrido la suerte de los demás sacerdotes hacinados en el “Ramón”. El informe oficial de su muerte conserva toda la fragancia y la sencillez de un acta martirial136 Tales fueron los crímenes más salientes, cometidos por los rojos, durante los escasos días en que fueron dueños de la capital. Es indudable y está en el ánimo de todos que de haber durado aquella situación unos días más, los crímenes se habrían multiplicado hasta lo inaudito, según ocurrió en otras poblaciones de la martirizada España. En Huelva les faltó tiempo para organizar la persecución y la matanza. En los últimos momentos el desconcierto les arrebató la calma y la sangre fría para asesinar – tales eran sus proyectos– a aquel montón de personas indefensas que torturaban física y moralmente en el barco-prisión. Asalto sacrílego y profanación de lugares sagrados Desde días antes del Alzamiento Nacional se notaban ya movimientos de agitación entre los elementos imperantes. Iban y venían los milicianos de los pueblos a la capital, recibiendo instrucciones más o menos secretas sobre futuros objetivos. Menudeaban los atropellos y asaltos a edificios particulares. Algunas iglesias de la provincia habían sido saqueadas e incendiadas. Hacia la una de la madrugada del 18 de julio comenzó un intenso tiroteo, bien que delimitado al sector colindante con la parroquia de San Pedro. Por dos noches continuó el tiroteo alarmante; la segunda hubo ya un intento de incendiar la parroquia de la Purísima Concepción, la más céntrica de la ciudad. Pudo ser apagado el fuego por el Sr. Cura Párroco, don Juan Manuel Romero Bernal, quien valientemente hizo frente a unos cuantos desconocidos, que intentaban empezar [51] el incendio por la puerta lateral. Pero el incendio y la destrucción de la Parroquia Mayor de San Pedro, que comenzó en la mañana del 21, señaló el principio de toda una obra destructora y sacrílega que se cebó en todos los templos públicos onubenses. Parroquia Mayor de San Pedro .–Hacia .–Hacia las diez y cuarto de la mañana irrumpieron en ella las turbas. Forzaron las puertas y destruyeron retablos –sólo dejaron como una tercera parte del altar mayor, que por sus dimensiones y altura no lograron descuajar–, imágenes, órgano y bancos; levantaron casi la totalidad de su solería de mármol, teniendo la bárbara idea de ir golpeando el centro de cada losa con un martillo de hierro, hasta hacerlas pedazos. Violaron sepulturas seculares, esparciendo sus huesos por las estancias. Rompieron los legajos y libros de su magnífico archivo parroquial y biblioteca137. Quemaron todos los ornamentos sagrados; destrozaron los vasos y objetos del culto, sin que haya sido posible aprovechar ni restaurar nada de cuanto existía. Los inventarios que aun se conservan, acusan una
135 Ibíd., 136
pág. 296. [50] Cf. La persecución religiosa en la archidiócesis de Sevilla , Sevilla , págs. 129-132. Ofrecemos trascripción literal en el “Apén-
dice”. De los dos únicos sacerdotes con ministerio en la provincia de Huelva, asesinados por los marxistas, y cuya muerte hemos consignados, existen en las respectivas parroquias en que ejercían, sendas lápidas conmemorativas. conmemorativas. [51] 137 Desapareció la partida de bautismo de doña Luisa de Guzmán, esposa de Juan IV de Braganza, rey de Portugal. El Archivo comenzaba en 1537.
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riqueza inmensa, hoy imposible de reponer. Las calles colindantes se encontraban por aquellos días repletas de despojos y restos del pillaje sacrílego. En los primeros momentos, según las estadísticas oficiales confeccionadas por la Corporación Municipal y a tenor de informes periciales, se valoró el destrozo en medio millón de pesetas. Ello sin contar el valor artístico de ciertas joyas de imaginería y orfebrería138. Entre las obras de valor artístico que fueron destruidas, justo es recordar el Santísimo Cristo de Saltés con su retablo, de estilo románico; una escultura “terracotta” representando al Señor de la Columna; un altorrelieve de la Virgen de las angustias con Jesús en sus brazos, y las imágenes de Santa Ana y de la Virgen del Carmen con el Niño, de autores desconocidos. Entre los vasos sagrados, una arqueta de plata repujada, de 30 por 25 cms., del siglo XVIII, que servía de ostensorio en el monumento el Jueves Santo. Una carroza-custodia para la procesión del Corpus Christi, regalo de Isabel II, fue arrojada desde lo alto del porche de la iglesia a la calle Daoiz. De ella sólo han quedado pedazos insignificantes139. La proximidad de muchas viviendas, y sobre todo el encontrarse la iglesia enclavada materialmente sobre el cuartel de la Policía, libró a la fábrica del templo del total incendio que proyectaban. Refinamientos sacrílegos los hubo hasta el extremo del que se atrevió a llenar un copón [52] de excrementos humanos. Se recuerda con tristeza la actuación de algún acólito de la parroquia. Parroquia de la Purísima Concepción .–El .–El mismo día 21, cuadrillas de hombres, mujeres y niños –sin que se hayan podido recoger oficialmente datos más concretos–destrozaron igualmente esta bellísima parroquia, erigida en honor de la Purísima Concepción de María, en 1505140. En este edificio se produjo el hundimiento completo de la techumbre y daños de consideración en el pavimento. No quedaron sino los muros exteriores y las columnas de la parte central, descarnadas y calcinadas por el fuego. Incendiaron sus altares, retablos, cuadros, imágenes, ornamentos y objetos de culto. El incendio alcanzó también de intento a la casa rectoral, aneja al templo, pereciendo todo el mobiliario, ropas, enseres del Sr. Cura Párroco. En el almacén contiguo, vivienda además del ministro de la parroquia, ocurrió otro tanto. Pericialmente fue valorado todo en millón y medio de pesetas141. De valor artístico, recuérdanse las obras siguientes que fueron destruidas: el retablo del altar mayor, estilo renacimiento; los del Pilar y de las Angustias, joyas barrocas. San Cristóbal y Santa Leonor, tallas de madera, del siglo XVI; y las esculturas de San José con el Niño, San Isidoro, San Andrés y los cuatro Evangelistas. Allí quedaron convertidas en cenizas obras de Montañés y de la Roldana. No es posible enumerar todas las imágenes. Baste recordar que además del Altar Mayor, un barroco rico y dorado totalmente al oro fino –su construcción se ajustó en 700 ducados el 30 de diciembre de 1505–, existían en la parroquia hasta diez y ocho altares, ricos y bien poblados de imágenes. Los cuadros artísticos eran muchos; destacaban por su antigüedad y mérito dos que procedían del Convento de Mínimos, de la calle Puerto, llamado Convento de la Victoria. Representaba a San Francisco y a San Bruno, y eran atribuidos a Zurbarán. De la riquísima orfebrería que conservaba el tesoro parroquial, posiblemente el mejor de toda la ciudad, sólo algunos copones, cálices y vasos sagrados pudieron ser salvados por el arrojo del Sr. Cura. Las mismas sepulturas antiguas existentes en la capilla
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Se conserva en el Archivo Parroquial el inventario de los destrozos; fue confeccionado oficialmente a raíz de los hechos por el Párroco-Arcipreste, y remitido a la Curia Arzobispal de Sevilla. La valoración pericial fue hecha por el Ayuntamiento de Huelva en su Informe Oficial , antes citado, fol. 7, remitido al Gobierno Civil en 18 de noviembre de 1938. 139 Cf. “Inventario”, Informe Oficial , en fol. 8 vto. [52] 140 La erección de la parroquia tuvo lugar gracias a la donación que de su casa hiciera el vecino y natural de la villa, don Cristóbal Dorantes, el 26 de mayo de 1505. Puesta bajo la advocación de la Inmaculada o Purísima Concepción de María, hay que relacionar esta fecha con el Concilio de Trento. Es este templo uno de los primeros de España con tal advocación. La primera fábrica ocupó la misma planta de la actual; era igualmente de tres naves. Pero la iglesia del siglo XVI parece que sólo tuvo la puerta principal (en el mismo lugar que hoy), no la lateral del Evangelio, y alguna otra en la nave de la epístola, que servía de acceso al patio o claustro, que pudo existir en lo que hoy es sagrario, capilla y sacristía. La nave actual de la epístola se levantó en la reconstrucción de 1755. 141 Cf. Informe Oficial , fol. 6, vto. y 8 vto.
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del Sagrario fueron profanadas142.[53] Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús .– .– La más reciente de las parroquias de la capital, había sido erigida por el Cardenal Ilundain pocos años antes de la República. El 18 de julio y en la misma forma que en 1931, el párroco acompañado de su sacristán, hubo de huir buscando refugio en algún domicilio amigo. A pesar de ir disfrazado, fue detenido en la calle el día 21 y conducido al Gobierno Civil. De allí pasó a la Prisión Provincial y de ésta al barco-prisión. Durante los días del dominio rojo, muy especialmente el mismo día 21, se produjeron en el templo parroquial los destrozos siguientes: Rompimiento de la mayor parte del tejado; destrucción casi total del pavimento de mármol y calcinación por efecto de las llamas del enlucido del templo; destrozo total del coro y su solería y herraje, barandas, etc. El hermoso retablo mayor con todas sus imágenes fue reducido a pavesas; igualmente el púlpito, confesionarios, bancos, la hermosa imagen del Crucificado y la de San Antonio de Padua. Quedaron destrozadas todas las puertas del templo y sus dependencias; lanzadas las campanas, que al caer, se hicieron pedazos; sus diez y ocho cristaleras grandes, policromadas, fueron reducidas a añicos. Quemados todos los enseres, desaparecieron –fundidos por el fuego o arrebatados sacrílegamente– una preciosa custodia, un copón, un cáliz de plata de ley, un portaviático con copa de oro, y toda la candelería, compuesta de cuarenta piezas de valor 143. Entre tanto fue también saqueada y destrozada la adjunta casa rectoral y quemados los libros y enseres. Informes periciales valoraron los destrozos en unas 100.000 pesetas144. Convento de las Hermanas de la Cruz .– .– El 21 de julio hicieron las turbas acto de presencia en la plaza de Isabel la Católica, donde se encuentra enclavado el colegio y la residencia, cuyo fin principal fue siempre la educación de niñas pobres y el cuidado a domicilio de enfermos pobres. Llamaron y dieron grandes voces, para que salieran las religiosas. La comunidad estaba prevenida de antemano, y, preparadas las Hermanas con trajes seglares, marcharon a casa del capellán, don José Andivia. Para ello fue preciso tirar un tabique, que facilitara la comunicación con la residencia del sacerdote. Cuando notaron los asaltantes que no daban señales de vida, incendiaron las puertas de la iglesia y [54] exigieron del capellán explicación sobre la salida de las religiosas. Limitóse a informarles que “ya se habían marchado”, sin indicar que se encontraban precisamente refugiadas en su propia casa. Dueñas las hordas del convento, cometieron toda suerte de groserías y desmanes. Hicieron en la plaza un gran montón con todo el material de la casa, camas del internado de niñas, tarimas del dormitorio de las Hermanas145, puertas, enseres de la capilla, imágenes, cuadros y retablos; arrancaron todas las hojas derechas de las puertas, dejando sólo las izquierdas “en señal del poder de su partido”. A causa del fuego, que lo consumió todo, hubo averías de luz en el barrio, aprovechando esta coyuntura las religiosas para marchar a casas de conocidos y parientes 146. Los daños fueron calculados en unas treinta y cinco mil pesetas147. Colegio de las Reverendas Madres Adoratrices .– .– Cuando al amanecer del día 21 se inició la quema de las parroquias, en esta casa, sita en un barrio extremo, se tomaron las medidas de prudencia poniendo a buen seguro los objetos de más valor. A medida que iban llegando noticias del incendio de las parroquias, aumentaba el pánico, entre las personas que convivían en la casa. La Rvda. Madre las reunió 142
Se conserva en el Archivo Parroquial el Informe remitido remitido por el Sr. Cura Párroco el 19 de enero de 1928 a la Curia Arzobispal de Sevilla. Existe [53] ade más otro “Inventario” de los destrozos, más amplio. Copias literales de los mismos se remitieron en 1956 a la Curia Episcopal de Huelva (Arch. Dioc. sin catalogar) 143 Informe Oficial , loc. cit. fol. 7. En las paredes de la parroquia se encontraron posteriormente letreros de este temor: “Mueran los curas” (en colecturía); “Muera el facio”, facio”, y como firma, “U.H.P.” (también en la colecturía); “Viva el Comunismo”, Comunismo”, “Viva la República”, “Viva Azaña Azaña republicano”, y el emblema de la hoz y el martillo martillo (en la Capilla bautismal); “Local “Local adquirido por la C.N.T.” (en el coro). No faltaron imágenes y dibujos obscenos. 144 Cf. Información del Sr. Cura Párroco a la Curia Diocesana de Huelva, en 1956. (Arch. Dioc., sin catal.). [54] 145 Estas Religiosas por regla duermen sobre una tarima de madera, cubierta con un paño cubre-cama o con una manta. 146 Informe remitido remitido por la Rvda. Madre Superiora a la Curia Diocesana de Huelva en 1956 195 6 (Arch. Dioc., sin catal.). 147 Informe Oficial del del Municipio, fols. 7 y 8 vto.
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en la capilla y abriendo el sagrario, repartió la Comunión. Quería evitar así un seguro sacrilegio. Concluida la emocionante escena, se oyeron golpes en las puertas al grito de “¡abrid a la autoridad!” Era una sección de veinte carabineros, comisionados por el gobernador para efectuar un registro general. Según decían, “allí habían ocultado los fascistas varios camiones de bombas”. Su comportamiento fue grosero en extremo. Fuera del convento colocaron una ametralladora. Dos horas duró el registro; y fracasados en su empresa de buscar supuestas bombas, preguntaron indignados quién era la Madre superiora. Desde aquel instante no se separaron un momento de ella. La llevaron a la capilla y le ordenaron abriese el sagrario, encontrándolo vacío. Las Madres hubieron de huir por la puerta de la huerta, y al darse cuenta, intentaron perseguirlas, pistola en mano, pero lograron escapar y refugiarse en casa conocida. Hacia las seis y media de la tarde nuevamente un grupo como de treinta hombres mostraron intención de seguir en la persecución de las religiosas. Las siguieron otra vez enristradas sus pistolas; hasta que ellas, ocultas en un barranco, lograron desorientarlos. Durante la noche varias familias amigas les ofrecieron cobijo. Al otro día, por cuanto todas las personas piadosas y de orden corrían el mismo peligro por [55] encubridores, hubieron de dejar sus amistades y recorrer nuevamente el campo y calles extremas a la ventura, en medio del tiroteo y del odio. Aun no habían llegado al huerto de su refugio, cuando un pelotón de milicianos las detuvo para llevarlas a la cárcel. Preguntaron ellas cuál era su delito; se les contestó de malos modos, que “por desobediencia a la autoridad”. Otras Madres y Hermanas se habían refugiado en un cortijo en el campo. La casa-colegio fue saqueada y quemada varias veces, quedando totalmente inhabitable, por lo que después de liberada la ciudad, la comunidad vióse obligada a alquilar un piso, hasta que el edificio fue reconstruido. La noche en que, según los planes marxistas, pensaban ejecutar a las religiosas custodiadas, ya habían entrado en la ciudad las tropas libertadoras. El informe pericial sobre los daños causados, se elevó a unas cien mil pesetas148. Casa-Colegio de la Compañía de Santa Teresa .– .– El día 20 de julio, muy de mañana, aun celebró allí misa el párroco del Sagrado Corazón, ya fugitivo; dio por última vez la Comunión a la comunidad. El 21, encontrándose las Hermanas rezando el rosario, entraron de improviso las turbas y comenzaron a derribar imágenes y a sacar a un campo próximo los muebles y material escolar, sin respetar las máquinas de costura y enseres del obrador fundado, como todo el colegio, por don Manuel González, arcipreste de Huelva, precisamente para beneficio de los pobres del barrio. Hicieron con todo una pira imponente y lo redujeron a cenizas. La mayor parte de las religiosas habían sido distribuidas con antelación en casas de familias bienhechoras; a las pocas que quedaban en el colegio atemorizábanlas durante el asalto y saqueo, diciendo: “Ahora hacemos esto con los santos; luego llenaremos los cementerios”. Desde el 22 en adelante, puesto que algunas de las familias en que se refugiaron las religiosas habían sido amenazadas, fueron volviendo todas a la casa, dispuestas a pasar unidas momentos tan amargos. Tras el saqueo, la Guardia Civil, que durante algunos días había custodiado la casa, hubo de retirarse, una vez cumplida su misión de custodiar a las religiosas, para no dejarlas abandonadas a merced de las turbas. ¡Custodiaban a las religiosas y presenciaban y garantizaban el saqueo! Tales eran las órdenes. A los pocos días, nuevamente un grupo de carabineros hizo acto de presencia. Venían con orden de vigilar desde las azoteas la carretera de Sevilla. Permanecieron allí hasta la liberación de la ciudad, en que todos huyeron a la desbandada. [56] Se calcularon los daños materiales en unas sesenta mil pesetas149.
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Informe remitido remitido por la Rvda. M. Superiora (Arch. Dioc., sin catalogar), e Informe Oficial del Municipio, loc. cit. fols. 7 y 8 vto. [56]
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Hermanitas de los Ancianos Desamparados .– .– A las 11 de la mañana del día 22, unos cuantos milicianos, llamaron a las puertas, penetraron en la sala de visitas recogiendo los cuadros religiosos que encontraban a su paso. Registraron las dependencias todas. Cualquier objeto religioso era sacado a la calle y roto en pedazos, para luego prenderle fuego. Entre tanto, parte de la comunidad se dedicó a ocultar los vasos sagrados, una imagen del Sagrado Corazón y algunos ornamentos. Minutos más tarde entraban los forajidos en la capilla, destrozando las imágenes y arrojándolas a las llamas junto con los ornamentos que lograron encontrar150. Convento de las Madres Agustinas .–Desde .–Desde el amanecer del 20 de julio era imposible el tránsito por las galerías y pasillos interiores. Las balas se cruzaban en todas direcciones, disparadas desde las azoteas vecinas. El 21, hacia el mediodía, reunidas las religiosas en coro, observaron humo que salía de la puerta de la iglesia. Tuvieron aun el valor de arrojar gran cantidad de cubos de agua, con esfuerzo sobrehumano, hasta sofocarlo totalmente. Molestó esto a los marxistas, quienes asaltando la casa, las obligaron a salir. Momentos antes la Madre Priora había abierto el sagrario, y de prisa había repartido entre las religiosas las sagradas formas. Volvía a humear la puerta de la iglesia y se notaba ya que el convento era invadido por la chusma. En un camión de la Guardia Civil, que actuó en su defensa, fueron conducidas a la Comandancia. Por dicha actuación precisamente amonestó el gobernador a la Guardia Civil, pues “estimó que la conducta de los guardias fue imprudente y provocadora”. De la Comandancia fueron saliendo ocultamente las religiosas a casas de familiares y conocidos. Entre tanto el convento íntegro era pasto de las llamas; lo que no ardía, era bárbaramente destrozado. En el cementerio interior de las religiosas hubo profanaciones inhumanas. Se abrieron los nichos; se sacaron los cadáveres, esparciendo los huesos, restos de mortajas, pedazos de ataúdes, velos y trozos de hábitos. Todo ello a puntapiés y a manos de la chusma quedó disperso por las calles colindantes. Hacía escasamente seis meses que se había enterrado la última religiosa, cuyo cadáver estaba aún intacto y se conservaba incorrupto como el primer día. En él se ensañaron bestialmente las turbas, desnudándolo y exponiéndolo al ludibrio público. En más de un millón de pesetas151 fueron apreciados los destrozos causados en el templo de Santa María de Gracia y en el convento, [57] siendo más de sentir la pérdida de algunas obras de valor artístico en su rica iglesia. Después de liberada la ciudad, las religiosas hubieron de andar todavía dispersas, hasta que el Cardenal Ilundain les ordenó ingresar en el convento de San Leandro de Sevilla, en calidad de refugiadas. Sólo unos años después les fue posible habitar nuevamente su convento de Huelva. Otros templos saqueados y profanados .–La .–La Capilla de la Milagrosa, de las Hermanas de la Caridad de San Vicente, fue igualmente asaltada por las turbas el 21 de julio. Sufrió deterioros considerables en sus muros, adornos arquitectónicos, cristalería y vidrieras; juntamente con la destrucción de varios retablos, cuadros, imágenes y muebles. Calculáronse pericialmente los daños en cincuenta mil pesetas152. El devotísimo santuario de la Virgen de la Cinta, Patrona de Huelva, sito en las afueras de la ciudad, fue también asaltado y saqueado. La escuela aneja al santuario fue también destruida. Tuvieron la saña de picar el lienzo pintado en la pare d con la venerada imagen, tan en el corazón del catolicismo onubense. Su imagen, peregrina talla procesional conocida por el nombre de “La Virgen Chiquita” fue salvada gracias al arrojo de doña Soledad de Montagut, de doña Elena Ubié y de los señores Luis y Santiago Montagut. Envuelta en una sábana, la escondieron en un pajar, y luego, cuando comenzaron a asaltar el santuario la enterraron en medio de un viñedo de los alrededores153. 149 Ibíd. 150 Ibíd. 151 Historia de la 152 Ibíd., fol. 7. 153
Cruzada Española , III, 297, e Informe Oficial del del Municipio, loc. cit. fol. 6 vto. y 8 vto. [57]
Historia de la Cruzada Española III, III, 297.
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Los daños causados en el santuario y escuela aneja, se calcularon en unas treinta mil pesetas154. Sufrieron también la acción demoledora del populacho, el Colegio de los Hermanos Maristas y el “Humilladero de la Virgen de la Cinta”, sito frente al santuario, al borde de la carretera de Ayamonte. La carroza de plata que poseía la Hermandad de la virgen del Rocío, destinada al estandarte clásico de la romería almonteña, fue quemada y destrozada. Con aportaciones modestísimas de toda la ciudad, principalmente de la clase media y pobre, había sido costeada, alcanzando su precio el importe de cuarenta mil pesetas, y su primera aparición en la romería, había tenido lugar el año 1934155. Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús Estas escuelas y su vandálica destrucción merecen capítulo aparte. Habían sido fundadas por el incansable y santo Arcipreste, don Manuel González, con el apostólico fin de solucionar el problema de la educación infantil de la ciudad, y para contrarrestar el influjo de la instrucción protestante, que desde antiguo se dejaba sentir en Huelva. Habían [58] cosechado ya inmensos frutos por lo escogido de sus maestros –tenían las mismas Escuelas un “Seminario de Magisterio” plenamente garantizado– y últimamente por la influencia y prestigio de don Manuel Siurot. El 2 de febrero de 1936, el “Diario de Huelva” 156 publicaba un artículo sobre “los méritos de don Diego García García157 para ser propuesto a Diputado a Cortes”. El articulista alegaba los méritos siguientes: “Que el padre del interesado fue alcalde en la primera república, figurando al lado de Díaz Quintero, Diputado por Huelva, y de otros hombres gloriosos de aquella época; gran amigo de Federico de Castro, sevillano de nombre glorioso, que redactó el programa de la Revolución del 68, aceptado por toda la España Liberal. Que este señor durante largos años formó a la juventud liberal de Andalucía. Que Diego García y García, terminados sus estudios en la Universidad de Sevilla, marchó a Madrid al lado de hombres tan preclaros como Giner de los Ríos y el Sr. Cossío”. Pero como razón potísima, añade: “De acuerdo y bajo la dirección de Giner de los Ríos y de Cossío, consiguió del Ayuntamiento la construcción de las Escuelas de la Esperanza, para contrarrestar la influencia clerical que se realizaba en las de San Francisco” 158. He aquí uno de tantos datos que demuestra hasta dónde llegaba el odio hacia tan meritísimo colegio159. Con pluma maestra y con el corazón destrozado, describe el propio Siurot la destrucción de sus amadas Escuelas: “Seis días duró el atentado. Las autoridades rojas, encantadas con el crimen que se estaba cometiendo, sonreían gozosas durante la larga pasión de aquella casa venerable. Se destruyeron miles y miles de ejemplares de mis libros; se apedrearon las calles con la mejor colección de armas prehistóricas que había en España, regalada por el Gobierno de Suecia al ilustre don Guillermo Sundein, y cedida por los herederos de éste a nuestra Casa. Se hizo polvo el material, todos los muebles, todas las ropas y enseres, todas las puertas y dependencias. Se hicieron pedacitos los altares de nuestra iglesia-capilla; la formidable obra de Martínez Montañés, grandioso altorrelieve que representaba la Purificación de la Santísima Virgen, y cuatro lienzos firmados por Pacheco, obras artísticas que tienen todas su firma auténtica en escritura pública, fechada en 1606, existente en el Archivo de Protocolos de Sevilla. Todo desapareció; y al sacerdote don Carlos Sánchez que se ha llevado en la obra de las Escuelas la parte más dura y más sacrificada durante tantos años de su vida, y que con su caridad ardiente se sembró entero en el [59] surco de las necesidades materiales y espirituales del Colegio, lo metieron en la cárcel, y, condenado a muerte, no se cumplió la sentencia por un milagro evidente de Dios...”. “Es probable,
154 Informe Oficial , loc. cit., fol. 7 y 8 vto. 155 Ibíd., fol. 7. [58] 156 “Diario de Huelva”, n.º 8.418, pág. 4. 157 Anarquista dirigente, agitador aburguesado 158
de masas, conocido vulgarmente con el sobrenombre de “Dieguito Lata”. Tal es el nombre popular de las Escuelas del Sagrado Corazón de J esús. Con frecuencia el pueblo las denomina también “Escuelas de Siurot”. 159 Más arriba hemos consignado ya el escándalo promovido en marzo de 1933 por la Corporación Municipal contra las escuelas.
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casi seguro, que algunos de los incendiarios de las Escuelas fueran –trabajo cuesta creerlo– alumnos de las mismas o padres de los que fueron alumnos. ¡El beso de Judas puede repetirse muchas veces!” 160. Del mismo Siurot son las siguientes notas sobre las vejaciones injustas sufridas por el venerable sacerdote director de las Escuelas, don Carlos Sánchez Fernández, quien desde 1910 venía sacrificándose sin cesar por el auge y la grandeza de las mismas161. Creyó don Carlos en un principio que las turbas respetarían aquellas Escuelas tan amantes de los pobres y tan amadas por las clases menesterosas. Por encontrarse en periodo de vacaciones, únicamente pernoctaban y vivían en el colegio el capellán y dos maestros que le acompañaban. Nunca creyó don Carlos que llegarían los rojos a la infamia a que llegaron el 21 de julio, bien aleccionados por los dirigentes demagogos de la Casa del Pueblo, la cual ya había decretado la destrucción de las Escuelas, “acusándolas de antro de cavernícolas”. A las cuatro de la tarde abandonó don Carlos las Escuelas, tras tr as una verdadera lucha sostenida para convencerle de que cambiase la sotana por un traje de seglar. Esto, con todo, de nada le sirvió. Al salir fue pronto reconocido por una lechera del barrio quien lo puso en conocimiento [60] de los rojos; fue hecho prisionero y llevado al Gobierno Civil, en tanto que la plebe envenenada asaltaba las escuelas y la iglesia, suspendiéndose dicha destrucción hacia las nueve de la noche, para proseguir al día siguiente, y siendo luego rematada por la chiquillería del barrio. Don Carlos estuvo detenido en el Gobierno Civil, hasta la madrugada del 22, en que le fue comunicada su conducción a la cárcel por el delito de “haber disparado con una pistola ametralladora”. Es de notar que uno de los señores que en el gobierno Civil le acusaron, era el entonces Alcalde de la ciudad, Salvador Moreno Márquez, quien debía a don Carlos no pequeños favores en ciertas complicaciones familiares, que él había solucionado con la exposición de su propia reputación sacerdotal. Tuvo don Carlos energías para exigir que fuera conducido por la Guardia Civil, y no por escopeteros, como era la intención de los dirigentes rojos. Al llegar a la cárcel su primera actuación fue repartir la Comunión entre los presos, ya que había tenido la precaución de recoger en una cajita todas las formas consagradas del sagrario de San Francisco. Tres días después las autoridades rojas ordenaron el traslado de los presos al barco “Ramón”, donde fue sometido a una estrecha vigilancia, juntamente con los restantes prisioneros. Allí permaneció hasta la mañana del 29, en que fue liberada la ciudad162.
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Del libro Siurot , original de don José Monge Bernal, Abogado sevillano y ex-Gobernador Civil de Huelva. La mayor parte de los párrafos son textos originales de don Manuel Siurot, gran orador y propagandista católico que dirigió por afición y deseo de apostolado las famosas Escuelas, bautizadas popularmente con su nombre. 161 Don Carlos Sánchez Fernández nació en 1885 en Riotinto (Huelva), donde su padre ejercía la medicina en los medios mineros, por los que era sumamente querido. Cursó sus estudios eclesiásticos en Sevilla en el Colegio de los Salesianos, siendo ordenado el 1 de enero de 1910. El 16 de marzo del mismo año comenzó su labor en estas Escuelas. Por no haber entonces capellán en la iglesia del Polvorín, él mismo atendía al mismo tiempo aquella iglesia y la del Colegio (Iglesia de San Francisco). En las escuelas ocupó desde el principio el cargo de Director, siendo un colaborador muy eficaz de Siurot, quien al abrirse en 1918 el Seminario de Maestros, le encargó de su dirección tanto material como espiritual. Atendía además con verdadero celo apostólico al confesionario, siendo director espiritual de la mayor parte de los caballeros y señoras de arraigada piedad en Huelva. Daba también clases de religión y moral en la Escuela Francesa; visitaba a los enfermos con una diligencia y caridad ejemplarísima, con tanto más celo, cuanto más pobre y abandonado era el enfermo. Era emocionante contemplar con frecuencia a don Carlos y a estudiantes de Siurot formando la presidencia de estos entierros de desheredados. Explotaba caritativamente su trato con personas de elevada posición para colocar en comercios, talleres, centros obreros, etc., a muchos jóvenes, antiguos alumnos, siendo la Dirección del Colegio, según expr esión del mismo don Carlos, “una agencia de colocaciones”. Los presos, enfermos, pobres hospitalizados y demás desheredados veían en don Carlos un ser excepc ional y un abogado incansable. Esto le acarreó bastantes enemistades, ya que no faltó quien creyera que don Carlos se salía de su terreno para hacer política. Pero nunca tuvo él prejuicios contra nadie. Los mismos que le calumniaban por fútiles motivos, tenían luego que reconocer su valor y su caridad. [60] 162 Notas extractadas del libro Siurot , antes citado. Véanse también los reportajes publicados por Domingo Gómez, (Flery), en diario “Odiel”, diario “Odiel”, año XXI, números números 5364-5370, últimas págs. págs.
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En las Escuelas, además del altorrelieve de la Purificación, con figuras magníficas, de tamaño casi natural, y además de los seis lienzos de Pacheco, fue destruida también por el fuego la imagen de Nuestra Señora del Mayor Dolor, titular de su Cofradía, y que era atribuida a La Roldana. El informe de valoración pericial arrojó el importe de más de medio millón de pesetas en concepto de daños ocasionados en San Francisco y en las adjuntas Escuelas163. Como muestra del prestigio de la educación que manaba de las Escuelas del Sagrado Corazón y Seminario de Maestros, queremos señalar la siguiente anécdota, como podrían consignarse tantas otras, tomadas de los apuntes personales de don Manuel Siurot: “La primera tuvo lugar en una de aquellas oposiciones opo siciones a ingreso en el Magisterio, celebradas en la ciudad de Huelva durante los años más duros de la República. El Magisterio estaba corrompido, merced a la labor masónica desarrollada en las Escuelas Normales por los profesores de las mismas y del Instituto, quienes hacían presión sobre los alumnos, prometiéndoles garantías en las oposiciones y exámenes. Ello dio ocasión a que la mayor parte del elemento estudiantil se enrolara en sus filas. A una de aquellas oposiciones se presentaron catorce maestros nuestros, muchachos pobres, que no tenían más horizonte que ganarse [61] una escuela. El Tribunal que los examinaba era totalmente enemigo de nuestras obras. En el ejercicio escrito los jueces señalaron este tema a desarrollar por los maestritos: La moral cristiana es insuficiente para la civilización. Los muchachos se pusieron de acuerdo, y jugándose la carrera, el pan y el porvenir, desarrollaron el tema en este sentido: No hay más moral posible para la civilización que la moral católica”. “¡Valientes, valientes! –exclama Siurot–; Si urot–; me conmovieron, me sentí orgulloso de todas las l as fatigas f atigas y trabajos, y los di por bien empleados. Dios, nuestro Señor, premió a esos héroes de la vida civil, dando tal luminosidad a sus escritos, que los señores del tribunal hubieron de aprobarlos a todos. Es verdad que una colección de enchufados, casi analfabetos, recibieron mejor puntuación que ellos. Pero ni siquiera uno de los heroicos muchachos se quedó en la estacada” 164. LIBERACIÓN DE LA CIUDAD Y FIN DE LA PERSECUCIÓN El día 28 de julio, mientras, aparentemente, preparaba la defensa militar de la ciudad para el marxismo, la Guardia Civil, con sus oficiales al frente, se subleva en las afueras de Huelva y se suma al Movimiento Nacional. Retornan a Huelva y, dueños de la situación, declaran el estado de guerra ante el asombro y el pánico común de los jefes rojos. Entre tanto los cabecillas se traicionan mutuamente y desconfían los unos de los otros, preocupados sólo de buscarse los medios más seguros para la huida. En el remolcador “Vázquez López” huyeron Cordero Bel, el alcalde Salvador Moreno Márquez, el Presidente de la Diputación, Juan Tirado Figueroa y el Gobernador, Diego Jiménez Castellano. Traidores hasta con los suyos, dejaban abandonados en la Punta del Sebo a los dos tenientes coroneles, el de la Guardia Civil y el de Carabineros, que les habían servido fielmente165. El día 29 eran aún dueñas de la calle las turbas, abandonadas a su libertinaje. Al anochecer de la jornada anterior, llegaba a las puertas puert as del Gobierno Civil un camión cargado de dinamita, enviado desde el Ayuntamiento, con un dispositivo especial para destruir el casco de la ciudad y todos los organismos oficiales. Un guardia civil que prestaba servicio, al ver llegar el camión, disparó con tan buen acierto, que inutilizó al conductor, con lo cual se inició la desbandada. Muy pronto la guarnición se adueñó plenamente de las calles y centros oficiales. La gran preocupación consistía ahora en la suerte que podrían correr los presos del “Ramón”. Se pensó en renovar la guardia del barco, sustituyendo a los milicianos, dispuestos a vengarse en los prisioneros si ellos eran atacados. Para no infundir sospechas, este relevo se [62] encomendó a varios números de carabineros, quienes hábilmente lograron prender a los pistoleros en la misma cubierta y abrir así las lúgubres bodegas, salvando totalmente incólumes, casi de milagro, a los detenidos. No faltó en los últimos momentos quien intentó una bomba sobre las bodegas. Pero un hábil disparo de fusil 163 164 165
Informe Oficial , fols. 7 y 8 vto. [61] Siurot , de don José Monge Bernal, supra cit. Historia de la Cruzada Española , III, 300. [62]
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inutilizó a tiempo la acción de aquel innominado. Así, en la mañana del 29 de julio, j ulio, se ponía fin f in a todos los l os desmanes y crímenes críme nes del Frente Popular, masónico-marxista, iniciándose además la reconquista de toda la provincia, que había de prolongarse más de un mes. La salvación de Huelva debióse providencialmente, a la obsesión que los marxistas tenían de reconquistar Sevilla. Al ser destruida en las inmediaciones de la Pañoleta la columna de mineros y anarquistas onubense, la capital quedó libre de un número considerable de escopeteros, milicianos y terroristas. El resto, durante aquellos días, vivió con los nervios destrozados, presa del pánico ante las noticias alarmantes sobre el avance de los nacionales. De no haber sido por estas circunstancias, Huelva, situada en el fondo de una vía férrea utilizada únicamente como camino de viaje a Portugal, con una guarnición pobremente dotada, sin valor estratégico y en plena euforia del populacho, habría sido víctima y presa segura de la venganza roja, que según sus cálculos, debía desatarse una vez lograda la conquista de Sevilla. Por otro lado el Mando Nacional no mostraba gran prisa por la liberación de Huelva, que ya se daba como cosa perdida, mientras que otros objetivos militares reclamaban acciones más urgentes y de mayores consecuencias. [63]
SEGUNDA PARTE C APÍTULO I C AUSAS QUE AMBIENTARON LA APOSTASÍA DE LAS MASAS EL HECHO CONSUMADO DE UNA APOSTASÍA MASIVA Nos hemos situado hasta aquí frente a “hechos consumados”. Nuestra preocupación histórica apenas si ha salido del puro relato cronológico, limitándose a denunciar un fenómeno histórico-religioso, paradójico en nuestro catolicismo tradicional, oficial, secularmente continuado. Según la frase, aparentemente escandalosa del líder republicano, Manuel Azaña, España había dejado de ser católica. En la histórica sesión parlamentaria del 13 de octubre de 1931 continuaban los debates más turbulentos sobre el llamado problema religioso. Azaña pretendió zanjar la cuestión parlamentaria, partiendo de un hecho, según él, ya consumado. El enunciado de su tesis final, punto de partida para todas las soluciones definitivas del problema, era sencillamente “el fenómeno real del acatolicismo consumado de la Nación”. En su virtud hasta le molestaba la denominación de problema religioso. “No puedo admitir que a esto se llame problema religioso, por cuanto que el auténtico problema religioso no puede exceder de los límites de la conciencia personal; es éste un problema político, de constitución del Estado” 1. El hecho desenmascaró a las Constituyentes, y puso de manifiesto todo el programa anticatólico de la República. Provocó además la [217] dimisión irenista de Alcalá Zamora. Treinta y siete diputados católicos abandonaron el Parlamento en señal de protesta. Otros nueve, de polifacética ideología política, pretendieron todavía buscar soluciones medias2. A partir de entonces no pareció sino que el propio Azaña presentaba con su intervención una hoja de servicios plenamente garantizados para dirigir en adelante la República apóstata y sectaria. Oficialmente se inició la separación o, mejor dicho, oposición real entre la Iglesia y el Estado. El slogan azañista causó en ciertos medios católicos la impresión más derrotista. En otros provocó la rebeldía y el desprecio. Para muchos apenas si tuvo más trascendencia que la de una “simple verborrea 1 ARRARÁS: 2
Historia de la segunda República Española , I, 162-163. Ibíd., 167-171.
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parlamentaria de ocasión y salida airosa”. Los hechos, al fin del quinquenio republicano, se encargaron de hacer la auténtica exégesis –bien amarga y sangrienta por cierto– de aquella malhadada frase. Con una apologética mal entendida, se ha procurado culpar a manejos e intervenciones extranjeras de la persecución religiosa española, que culminó en las escenas sacrílegas de 1936. Pero no nos es lícito hacer siempre historia propia a expensas de los malos fondos de fuera. Más objetivo será contar con los fallos propios en su justa proporción. Hay un fenómeno histórico en esta persecución religiosa: las iglesias las quemaron españoles; los martirios fueron perpetrados por españoles; fueron españoles también en su gran mayoría quienes incendiaron los templos en que contrajeron matrimonio sus propios padres, quienes picaron las pilas bautismales donde ellos mismos habían sido bautizados, quienes arrancaron los crucifijos en las escuelas en que se les enseñó a leer y a rezar. Sería curioso hacer estadísticas del porcentaje de incendiarios salidos, incluso, de colegios religiosos. A la sombra de la Monarquía Católica, España “había dormitado en e n su catolicismo”. cat olicismo”. Resulta curioso c urioso y paradójico pensar que precisamente en la mañana del 14 de abril de 1931 España apareciera repentinamente en traje laico. Tampoco podemos suponer que toda la vestimenta republicana fuera simple disfraz carnavalesco. Las estadísticas, aunque nos duelan, demuestran que en 1936 sólo figuraban al lado de la Iglesia “pequeñas minorías de auténticos católicos”, más o menos pujantes según las distintas religiones. Las grandes mayorías, de ordinario, “no eran nuestras”: o eran indiferentes o estaban en contra. ¿Qué fenómeno nos las arrebató de las manos? Otro punto, aun no afrontado con entereza, es el siguiente: A la guerra civil española se le ha llamado insistentemente cruzada religiosa. Y cabe preguntar: ¿Había, en las minorías católicas que nos [218] permanecieron fieles, vitalidad suficiente para enfrentarse con los hechos denunciados, en plan de cruzada? Sin negar el influjo del sentimiento religioso, avasallado y esclavizado por la República, ¿hasta qué punto se puede llamar religiosa y cristiana la obra imponente de la reconquista de España? ¿Fue la política apoyada en la religión, o la religión sirviéndose de la política, el factor decisivo del triunfo? Sería interesante poder deslindar ambos terrenos, y calibrar luego, por separado, los dos factores. Pero volvamos al principio. ¿Había España dejado de ser realmente católica? Una respuesta a priori sería inadecuada, tanto en sentido positivo como negativo. Ambas hipótesis habrían de enfrentarse con objeciones insolubles. Es preciso estudiar los hechos con ecuanimidad y sin prejuicios. Tampoco es posible una respuesta común para todas las regiones españolas. Ya hemos visto que nuestro estudio se ciñe exclusivamente a la provincia de Huelva y a su potencialidad católica en los últimos años de la Monarquía y principios del quinquenio republicano; y que para calibrar esa potencia cuenta con una documentación estadística de incalculable valor concretada en los informes oficiales de los párrocos de la Archidiócesis, incorporados por el Cardenal Ilundain a la Relatio Quinquennalis de de su Visita ad Limina en octubre-noviembre de 1932. un rico material estadístico-religioso, estadístic o-religioso, de primera mano, preparado a conciencia y con hondas inquietudes pastorales que nos permite compulsar con garantías de verdad la vida religiosa de cada feligresía. Comprende la Relatio el el quinquenio 1928-1932. Precisamente el más interesante para estudiar esta apostasía masiva que tratamos de explicar. En la primera parte de nuestra tesis fuimos presentando el cuadro estadístico “de statu animarum” al estudiar los hechos en cada una de las parroquias. Si elocuentes y desgarradores eran aquellos informes extractados, no menos amargo y elocuente es el resumen que el propio Cardenal Ilundain hacía de ellos, tras paciente estudio del panorama particular y general que ofrecían las feligresías. Es verdad que este resumen del prelado abarca en conjunto toda la extensísima Archidiócesis, que por aquellas fechas comprendía íntegras las provincias civiles de Sevilla y Huelva, amén de algunas parroquias cordobesas, un interesante arciprestazgo de la provincia de Málaga y aproximadamente una tercera parte de la de Cádiz. Sin embargo, si se tiene en cuenta que era la provincia de Huelva el foco principal del socialismo y seguramente la región más aquejada de ignorancia religiosa, de amoralidad y falta de vida cristiana, aquel amargo informe refleja primordialmente el estado de verdadera apostasía cristiana y de laicismo ambiental de nuestra provincia onubense. Si en algo no coincide [219] con la realidad de Huelva y su
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provincia, es precisamente en que resulta un tanto suavizado por el influjo que en su conjunto y en el porcentaje estadístico general de la Archidiócesis pudieran ejercer otras regiones sevillanas, menos dañadas por la apostasía y el laicismo. El capítulo I de la Relatio 3 ofrece un resumen demográfico religioso de la Archidiócesis: El número total de feligreses era, aproximadamente, de un millón cuatrocientas mil almas, distribuidas en unas doscientas sesenta parroquias, de las que ochenta y siete pertenecían civilmente a la provincia de Huelva. Pequeñísimas unas, que habían de ser atendidas por curas encargados, residentes en las villas vecinas; extensísimas otras, que llegaban a contar hasta diez y ocho mil habitantes como San Pedro, de Huelva, y San Bartolomé, de Nerva. El número de sacerdotes de la Archidiócesis era de quinientos ochenta y nueve diocesanos que, unidos a los extradiocesanos, arrojaban la cifra total de seiscientos treinta y cinco para atender cerca del millón y medio de almas. Sólo la provincia de Huelva contaba más de trescientos sesenta mil habitantes, mientras el número de sacerdotes seculares que ejercían su ministerio en la provincia, apenas llegaba al centenar, incluyendo un buen porcentaje de ancianos. El problema de las vocaciones sacerdotales lo trataremos en otro lugar. El capítulo III de dicha Relatio compendia compendia los errores diseminados por la Archidiócesis, principalmente 4 el Socialismo y el Comunismo . Se queja el prelado de los innumerables obstáculos y vejaciones procedentes de las autoridades civiles y provinciales y locales contra cualquier manifestación de vida religiosa y actividad católica5. Hasta el extremo de tener que llegar a suprimir las misiones parroquiales en toda la Archidiócesis; pues algunos sacerdotes habían sido objeto de denuncias gubernamentales por el ministerio de la predicación sagrada6. [220] Todo el capítulo XI está dedicado a reseñar el estado moral y religioso del pueblo cristiano. A grandes trazos refleja una situación de auténtica apostasía. Entre los vicios públicos más extendidos señala la embriaguez, la blasfemia, el maltusianismo7. La vida cristiana había sido borrada de la conducta de una inmensa mayoría así en privado como en público8. Consigna además el hecho de ser frecuentísimo el desprecio y aun verdaderos vejámenes –principalmente en los medios intelectuales republicanos– contra el clero y las autoridades eclesiásticas, sin excluir al prelado9. Los preceptos eclesiásticos del descanso dominical, de la misa en días festivos, Comunión pascual, ayuno y abstinencia, prácticamente habían perdido para muchos toda su fuerza. La proporción media consignada es de un ochenta por ciento para las mujeres y un noventa y cuatro por ciento para los hombres, que no practicaban ninguno de estos graves preceptos10. 3 Archivo 4
Arzobispal de Sevilla , legajo n.º 15: Visita ad Limina 1932, 1932, Relatio Quinquennalis (al (al final de dicho legajo). “...qui (Socialismus et Communismus) praesertim per societates innumeras socialistarum et communistarum suos errores et viritim odium contra religionem et Ecclesiam seminare passim contendunt. Theosophismi et spiritismi praxes et doctrinae parum propagantur”. (Relatio (Relatio Diocesana, de statu Ecclesiae Hispalensis , 1928-1932, fol. 7.). 5 “Inter magna mala quae Dioecesis Hispalensis luget ad praesens, memorantur obstacula, quae pluribus in locis proveniunt a praefectis locorum, vetantibus caeremonias religiosas in translatione cadaverum et Sacramentorum publica delatione ad infirmos” (Ibíd., fol. 7). 6 “Ne tumultus populares fiant cum danno religionis...” “Non semel prohibiti sunt concionatorese suum officium adimplere, vanos praetextus politicos nuper allegantes praefecti locorum” (Ibíd., fol. 24). A otros abusos y vejámenes se refieren los siguientes párrafos: “Quandoque etiam perversi homines, qua minis alias vi impediunt exercitium cultus... Publicae processiones insuper vetantur in Constitutione Rei publicae, nisi prius auctoritas civilis illas permittere velit...” “...tantaque increvit audatia ut incendia Ecclesiarum aliquarum hac in Dioecesi aliaque sacrilegia commisserint; [220] quin remedium aliquod huic malo possibile sit adhibere in praesentiarum”. “Campanarum pulsus pluribus in locis vel interdicitur congruentibus horis, vel pecuniarum exactione gravatur”. “...sublata est distinctio coemeterii civilis et catholici, etiamsi coemeteria sint paroecialia et propria Ecclesiae. Inmo cito poterunt Municipia vi legis sibi adiudicare earumdem proprietatem sub regulis stabiliendis a potestate publica civili” (Ibíd., fol. 7-8). 7 “...nimis grassantur vitia impudicitiae, aebrietatis et blasphemiae. Malthusianismus multos sectatores habere asserunt parochi” (Ibíd., fol. 27). 8 “...multitudo maxima parum vel nihil curant de vitae christianae regulis, nec non de observandis Ecclesiae praeceptis. Vita publica in civitatibus et oppidis fere in pluribus aliena est a spiritu religioso; plerique quasi ex traditionis antiquae influxus templum adeunt, sed absque spiritu religioso, ter quaterve in anno” (Ibíd., fol. 27). 9 Ibíd., fol. 28. 10 “Agricolae generatim laborant diebus de praecepto sicut in diebus ferialibus”. Los Últimos Sacramentos son
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Pesaba sobre los párrocos la prohibición de asistir a entierros católicos11; medida que dio como resultado un cincuenta por ciento de entierros civiles o laicos 12. Algunos de éstos fácilmente se convertían en manifestaciones sectarias o sacrílegas. En la misma línea colocaba el Prelado el problema de los matrimonios civiles y las coacciones ejercidas contra los canónicos. Cundía la propaganda subversiva contra la santidad y dignidad del matrimonio cristiano, habiéndose llegado a encarcelar y a multar a párrocos por haber tocado estos temas en la predicación sagrada13. [221] El problema de la educación cristiana fue uno de los más graves, y de los que más preocupaban al Cardenal. De un lado la “pésima conducta de los padres ante las obligaciones ineludibles en la educación cristiana de los propios hijos”; de otro, el espíritu laicista de la enseñanza estatal14 no contrarrestado por el interés de los fieles para que la Diócesis aminorara el problema con la creación de escuelas propias, por más que aun en éstas era de temer la intervención sectaria del Estado. Habla también de una “verdadera inundación de prensa sectaria, irreligiosa, liberal”, así como de literatura masónica y socialista15. A la influencia inf luencia de la masonería le l e da la importancia que desgraciadamente tiene; con c on todo, estimaba que las logias enclavadas en la extensa archidiócesis se reducían a treinta, cuando en realidad habría que duplicar o triplicar este número. Y añade amargamente: “En el presente Régimen es imposible buscar remedios contra esta lacra, por cuanto tiene la masonería el poder en sus manos, e incluso la inscripción en la secta es una fuente de lucros y favores políticos” 16. Da, en fin, gran importancia al influjo devastador del socialismo y del anarquismo imperantes en todas las ciudades y pueblos. En sus filas se habían enrolado ya la inmensa mayoría de los trabajadores y jornaleros. Sus jefes eran respaldados por los ministros socialistas tanto como por las autoridades provinciales y locales17. Al cerrar la Relatio Diocesana , el Prelado señala como causas de todos estos males y de la apostasía de las masas, las siguientes: La creciente indiferencia religiosa práctica; las organizaciones socialistas y anarquistas triunfantes; el poderoso influjo subversivo de la masonería; el laicismo estatal republicano, y la osadía y ataques de tantos exaltados, siempre impunes y hasta respaldados desde arriba18. [222] CONCLUSIONES A LA VISTA DE LOS “HECHOS CONSUMADOS” La palabra “apostasía” tal vez no sea muy del gusto de ciertos espíritus. Sin embargo es la más propia para sintetizar aquella situación social frente al catolicismo tradicional de España, y en concreto, de Huelva. Queremos indicar con ella la postura de una sociedad alejada de Dios y de su Iglesia, neopaganizada y materializada en la vida cotidiana. En los primeros documentos pontificios de inquietudes cristiano-sociales no aparece expresamente
comúnmente abandonados o rechazados “propter familiarum oppositionem irrationabilem sed tenacem” (Ibíd., fol. 29). 11 “Prohibentur a praefectis locorum” (Ibíd., fol. 30). 12 “Quandoque funera civilia proprie sunt manifestationes sectarismi irreligiosi” (Ibíd., fol. 30). 13 “Crescit in dies numerus matrimoniorum mere civilium et divortiorum in hac Dioecesi”. “Multoties etiam minis, coactionibus, matrimonium catholicum interdicitur a societatibus socialistis fere in omnibus locis” (Ibíd., fol. 30-31). 14 “Pessime generatim loquendo satisfaciunt parentes obligationi de pueris in timore Dei et christiana educatione instituendis” (Ibíd., fol. 31-32). 15 “Quantum ad ephemerides vel diaria obscena, irreligiosa vel liberalis, adest vera inundatio tam in civitatibus quam in oppidulis”. “Libella vel diaria modernistica non diffunduntur; utique vero massonica et spiritista, et quae socialismi errores et mala divulgant” (Ibíd., fol. 33-34). 16 “Plures massonicae sectae addicti et plures massonicae tabernae in dioecesi existunt; magna activitate operam adversum religionem moliuntur. Tabernae massonicae sunt fere triginta”. “Hoc malum in praesenti regimine politico remedium non habet; siquidem praevalent massonismi asseclae et saepissime ex hoc ipso favores atque proventus consequuntur” (Ibíd., fol. 35). 17 “Fere in omnibus oppidis Dioecesis adsunt societates Socialismi et Communismi vel anarchismi; magni sunt momenti; opifices fere omnes hisce societatibus admunerati sunt, maximo cum damno religionis et totius vitae christianae. Nihil contra eos fieri valet, nam in Supremo Gubernio Reipublicae adsunt Ministri socialistae, et in quampluribus locis Municipia et aliae auctoritates civiles, Gubernatores, Praefecti, etc., Socialismi sunt fautores consipicui”. (Ibíd., fol. 35). 18 (Ibíd., fol. 35 et ss.). [222]
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consignado el vocablo. Pero ya en 1931, Pío XI en su encíclica Quadragessimo Anno consagra consagra la palabra “apostasía” para designar con toda propiedad esta idea, que respondía exactamente a una imponente y escandalosa realidad; precisamente a esa realidad que arrojan los documentos informativos de los párrocos onubenses junto con la Relatio Diocesana del del Cardenal Ilundain. En el fondo esto, y únicamente esto, es lo que hay de amarga verdad en la frase de Azaña “España ha dejado de ser católica”. Verdad, enfocada, desde un ángulo totalmente sectario y partidista; pero en resumen, clara y sin ambages. Empleamos además el término genérico de masas. No es exacto –como suele hacerse– identificar la masa con el proletariado o clase obrera y pobre exclusivamente. Más aún, la apostasía de las clases capitalistas y dirigentes es siempre y fue entonces más pronunciada que la de las clases inferiores. Teóricamente, hasta tienen más responsabilidad aquéllas. Su mayor prestigio e influencia en la sociedad los hace tremendamente responsables de la misma apostasía del proletariado. Y los síntomas de esta alta apostasía son siempre los mismos: Divinización de las riquezas, fuente creciente de pecados; egolatría refractaria a la sumisión y a la fe auténticas; destrucción fácil de la caridad, tanto positiva como negativamente; y, por fin, la explotación tiránica de los económicamente débiles, táctica lógica y cómoda emanada de los principios del paganizante liberalismo ochocentista. Más significativa aún fue la apostasía de los llamados intelectuales laicos, explosión suprema de la soberbia intelectual humana adorándose a sí misma con un falso misticismo egoísta, capaz de cegar irremisiblemente todo intento de reacción noble y sincera ante la fe sobrenatural, y sobre todo, capaz de arrastrar a la apostasía real y social a cuantos incautos e ignorantes se veían deslumbrados por los esplendores de la pseudociencia. Auténtica apostasía de las masas eran también los aires de anticlericalismo cada vez más fuertes, que los pueblos venían ya respirando desde principios de siglo. Este anticlericalismo, tenía siempre un objeto directo y bien concreto: la Iglesia en todos sus estamentos, obras, [223] actuaciones, enseñanzas y representaciones sociales. El racionalismo, fautor nato del anticlericalismo, negaba a aquélla sistemáticamente su origen divino, su capacidad redentora social, sus valores sobrenaturales, su potestad trascendental, su vinculación directa con Jesucristo y el evangelio, su condición de depositaria del mensaje de Dios a los hombres. Al contrario, hacía ver en su naturaleza y actuaciones un imperialismo tiranizante, político y avasallador de conciencias. En resumen, proletarios con ansias de redención social materialista, capitalistas liberales y conservadores de sus idolatrados privilegios personales, intelectuales de último cuño, racionalistas e infatuados, anticlericales por sistema o por comodidad, constituían esa inmensa masa de apóstatas, y patentizaban el hecho real y trágico de la apostasía de las masas, denunciado por los Romanos Pontífices de los últimos tiempos. Proporcionalmente constituían más de las dos terceras partes de la población oficialmente católica española. Al menos en nuestra provincia de Huelva se cifraban en el ochenta por ciento de la población total, y hacía más de medio siglo que habían venido apartándose sensiblemente de la Iglesia en una doble etapa histórica, tal vez difícil de concretar cronológicamente. “Religión sin vida”, primero; después “vida sin Religión”., las prácticas p rácticas piadosas, faltas de fondo vital, quedaban reducidas casi a tradiciones folklóricas y a expresiones esporádicas del sentimentalismo religioso, donde la fe era fácilmente suplantada por la superstición. Así se explica la intervención masiva de los pueblos en las fiestas religiosas tradicionales, que todavía en los últimos momentos de la república trascendía las mismas leyes laicas y opresoras de la religión19. Para esta ingente masa, la religión había perdido realmente toda su actualidad efectiva. En su mentalidad, sólo el atavismo sostenía sentimientos hereditarios y prácticas externas, las más de las veces puramente oficiales. La protección de un Estado católico, tan cacareada durante la Monarquía, nos había hecho confiar sobre pilares de una religiosidad, que en el pasado llegó a su máximo exponente y 19
Véase un ejemplo: En plena campaña electoral f rentepopulista, en Trigueros (Huelva) se celebró con toda solemnidad la fiesta del Patrón, San Antonio Abad. Predicaba el novenario el canónigo Benavent, de Valencia. El pueblo en masa honró a su Patrón. Y el propio Alcalde presidía la procesión solemne y el tradicional reparto de panes. (Véase “Odiel”, 19-I-1936). [224]
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hasta nos ocultaba peligrosamente la realidad actual. Por otro lado el laicismo viviente en los hogares, por dejadez o por ineptitud de los padres, había ido corroyendo el catolicismo de las nuevas generaciones. Los fautores doctrinales del Comunismo, Marx, Hegel, Lenin, no inventaron nada nuevo, cuando lanzaron a los pueblos de Europa el lema “la religión es el opio del pueblo”. Sólo tuvieron la habilidad de [224] especular sobre una realidad, hasta entonces tal vez un poco paliada. Pero en realidad las masas, sobre todo de la baja sociedad, hacía tiempo que habían sido invadidas por esta trilogía, progresiva y lógica, de lemas apóstatas, encarnados en el propio ambiente que vivían: Primero, ignorar a Dios; después, vivir sin Dios; para terminar odiando a Dios positivamente. Síntomas que ya se dejaron sentir en España, y con más crudeza tal vez en la provincia de Huelva desde principios de siglo. Las masas ignoraban a Dios No se trataba solamente de falta de una mediana cultura religiosa. Esta mediana cultura ya era de desear incluso en los mismos grupos de católicos prácticos y adictos a la Iglesia. En las masas era ausencia total de principios religiosos cristianos elementales, con un desconocimiento absoluto del sentido teológico de la propia vida. El más allá, cuyo temor es lo último que puede perder la conciencia religiosa en un alma, había sido objeto de mofas por parte de muchos, que lo reputaban como un mito terrorista de siglos obscurantistas y atrasados. Catequesis reducida primero y rudimentariamente a la niñez, para ser luego despreciada desde luego la juventud como algo inútil. Para el hombre maduro, en general, el bagaje de conocimientos religiosos se reducía a ciertos elementos de religión natural, vagos e imprecisos, con una amalgama de teorías católicas, que a muchos se les antojaban simples opiniones o explicaciones pueriles. En medio de ese conjunto de opiniones religiosas más o menos católicas por tradición, el pueblo ignoraba los misterios fundamentales del Cristianismo: Trinidad, Encarnación, Redención y sus consecuencias, etc. Jesucristo era totalmente desconocido en su persona, en su doctrina y en su realidad histórica. Los prejuicios del racionalismo se encargaron otros de propalarlos mañosamente como principios inconcusos del laicismo. El snobismo de la época hizo lo demás. Nada se diga del desconocimiento absoluto de los misterios eficientes de la gracia, sacramentos, oración. El culto sagrado no se entendía y se despreciaba. La fe en la otra vida estaba apagada. Puede decirse que predominaban las inteligencias vacías de toda clase de preocupaciones y problemas de tipo religioso. Las masas vivían sin Dios Consecuencia lógica. Una vida exclusivamente materialista, alentada con ideales de redención proletaria e ilusionada con el materialismo progresista, hacía concebir bastardamente a Dios como un dique opuesto a las legítimas aspiraciones individuales y sociales. El pueblo [225] no veía en la religión más que negaciones y prohibiciones enervantes. La moral sólo ponía trabas, que era preciso romper en busca del bienestar, de la cultura, del progreso. Por otro lado, el escándalo del capitalismo que, para el pueblo, estaba amparado por las sacristías. Lógicamente, Dios y la religión eran presentados como opresores de las clases obreras, y conservadores más o menos directamente de las injusticias sociales presentes. El pueblo comenzó a vivir a espaldas de Dios. En su fe; pues que el único criterio de fe para el pueblo eran las conveniencias sociales y personales. En su esperanza; el programa de las bienaventuranzas evangélicas era fácilmente suplantado por otras bienaventuranzas de tipo práctico y materialista. En su moral; todos los problemas tenían mejor solución fuera de la órbita de los mandamientos o coacciones retrógradas. Así en los problemas angustiosos del hogar, de la natalidad, de los negocios, de la política. En todo imperaba una concepción ayuna de preocupaciones de orden espiritual y cristiano. El materialismo, pues, se imponía en la sociedad. Dios prácticamente nada significaba para la vida; hasta de la conciencia íntima había ido desapareciendo. En este punto el laicismo de muchos hogares, más trascendental que todos los laicismos oficiales, fue el mejor puntal de la apostasía social de las masas. La amoralidad era el síntoma más popular; y fue luego la norma de vida social durante toda la República, hasta desembocar en el libertinaje total del
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frentepopulismo. Las masas llegaron a odiar a Dios La psicología masiva estaba suficientemente preparada para ser explotada por la demagogia y la revolución. Los hechos persecutorios de la República, acentuados en el Frente Popular y culminados en el dominio rojo, eran un desbordamiento lógico de un odio a Dios, preparado e incubado por la ignorancia y la amoralidad social, y hábilmente dirigido por fuerzas ocultas con utopías político-sociales. Ya desde antes, las masas venían odiando a Dios con secretos resentimientos. Una muchedumbre inmensa de cristianos se sonrojaba al oír hablar de Dios; el respeto humano se imponía aun entre personas simpatizantes con la religión. Otra gran mayoría se reía burlonamente de todo tema religioso, o lanzaba contra ellos cínicas blasfemias. Esto ocurría principalmente en los medios intelectuales. En los ambientes obreristas, el estigma de “carca” (=creyente, clerical, retrógrado), equivalía a una sentencia de proscripción social y política. Bien arraigado estaba el criterio pseudoviril de que eran más hombres quienes creían menos, llegándose a poner de moda el renegar de Dios y blasonar de ateo20. [226] Así, la caridad cristiana venía a ser un mito. Las obras de beneficencia de la Iglesia incluso a los necesitados les parecían humillantes; sólo el odio de clases era presentado como medio de redención, digno y eficaz. Un nuevo decálogo, de auténtico cuño socialista-masónico, tal vez sin formulación conocida y literaria, pero de auténtica eficacia insensiblemente metida en los criterios populares, iba sustituyendo al auténtico decálogo bíblico21. [227]
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Entre otros ejemplos que se podrían recoger de aquel ambiente de odio a todo lo religioso y cristiano, véase el siguiente, bien significativo: [226] “Valencia, 30 de noviembre de 1936. Camarada Ministro de Justicia: El que suscribe, militante de la C.N.T., Sindicato de la Piel, carnet n.º 235, durante el último septiembre y en fecha que no recuerda, instó de ese Ministerio el cambio de su segundo apellido, por el siguiente: “De Bakunin”, y por ese Ministerio se le cont estó que siguiera los trámites legales. Pero como quiera que soy de la Provincia de Orense, que está en poder de los fascistas, es por lo que suplico al camarada Ministro se digne ordenar lo procedente a mi cambio de segundo apellido, y se me comunique. Me llamo Gervasio Fernández de Dios, y quiero el cambio del segundo apellido por el de Bakunin; que no quiero nada con Dios. Saludos revolucionarios. – Gervasio Fernández de Dios (Rubricado) La contestación ministerial fue la siguiente: “Con esta fecha me dice el Sr. Ministro de Justicia Justicia lo que sigue: Iltmo. Iltmo. Sr.: Visto el escrito elevado a este Ministerio por Don Gervasio Fernández de Dios, en solicitud de que se le autorice para cambiar el segundo apellido por el de BAKUNIN, y teniendo en cuenta que las actuales circunstancias aconsejan prescindir de la complicada y larga tramitación del expediente de modificación del apellido en aquellos casos en que como en el del solicitante, la necesidad del cambio aparece justificada por notoriedad, y de acuerdo asimismo con el espíritu que dio vida al Decreto de 3 de Mayo de 1935; Este Ministerio ha tenido a bien ordenar a Don Gervasio Fernández de Dios y autorizarle para que en lo sucesivo pueda usar provisionalmente y a reserva de su inscripción en el Registro Civil correspondiente, cuando desaparezcan las circunstancias, que actualmente lo impiden, como segundo apellido el de “Bakunin” en lugar del “de Dios” que hasta ahora ha venido usando...” Valencia, 9 de diciembre de 1936. – El director General: (firma (f irma ilegible). (Copia literal de una fotocopia inserta en la Causa General de la Dominación Roja en España , Anexo V, nn. 49-50). 21 Alguien tuvo la triste humorada de formularlo textualmente así: Primer mandamiento: Aborrecer a Dios y procurar desentenderse de Él. Segundo mandamiento: Maldecir a Dios y a su Providencia, injusta socialmente para con los hombres. Tercer mandamiento: Profanación sistemática de los llamados días sagrados; iglesias vacías (luego destruidas)... cines, bares, cabarets, etc., abarrotados. Cuarto mandamiento: Independencia familiar. Destrucción de la familia, que impide la libertad, el progreso y ata al hombre moderno. Quinto mandamiento: El odio, el crimen, la competencia fratricida, la indiferencia mutua, la ley del más fuerte... todo es lícito, con tal de que se consigan en definitiva los fines propuestos. Sexto mandamiento: Matrimonio, sólo el civil; la prostitución, protegida; ideal, el amor libre, “hijos sí, maridos no”. Séptimo mandamiento: La injusticia, el acaparamiento, el pillaje, la explotación forzosa, el saqueo y asalto. Todo es lícito si contribuye a la redención del proletariado. La propiedad privada es un crimen social. Octavo mandamiento: La mentira, la crítica, la calumnia, son medios justos para eliminar y triunfar. Noveno mandamiento: El ideal del varón es el amor libre; el divorcio es lo normal, en tanto llega otra concepción más amplia de las relaciones conyugales. [227]
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Tales eran, en resumen, los principios éticos, que alentados por demagogos y republicanos oportunistas, iban transformando la moral pública de la masa, en la que la conciencia naturalmente cristiana que tantas veces se ha panegirizado en la apologética popular, ya no tenía de hecho vivencias de principios que contrarrestaran la avalancha de inmoralidad social y colectiva. Esta psicosis de odio a Dios y a todo lo que tuviera sello religioso cristiano encontró su máximo y connatural exponente en un odio reconcentrado contra la Iglesia, a la que se consideraba como causa, y encubridora al propio tiempo, de todos los males del pueblo. CAUSAS DE ESA APOSTASÍA
En la primera parte, en dos amplios capítulos, fuimos enmarcando cronológica e históricamente los hechos persecutorios y los datos estadísticos de la apostasía masiva en la provincia de Huelva. Para estudiar ahora las causas de esta apostasía, sería preciso presentar un cuadro imponente de causas psicológicas, sociales, culturales y hasta políticas, que durante las tres primeras décadas del siglo vinieron preparando en nuestra historia patria aquel estado de cosas. Dada la gran amplitud que ello supondría, se impone una limitación y concreción a las causas más importantes. Comencemos por dejar bien sentado el concepto de los dos capítulos básicos a que va a reducirse nuestra investigación: Actitud de las masas, que con un epíteto muy del gusto de la época, se llamaron por antonomasia “el pueblo”, y actitud de los dirigentes de la vida social y política. Puntualizaremos más esta segunda actitud, la de los dirigentes, por su responsabilidad en los hechos persecutorios. Ello dará ocasión a otros dos últimos capítulos en esta segunda parte de la tesis. Sobre las masas, hemos consignado ya documentalmente el hecho vergonzoso de su apostasía, que venía arraigándose desde hacía casi medio siglo sobre todo en las masas obreras. La República tuvo la táctica, tan sectaria como hábil, de descubrir y explotar bien el hecho para sus amaños, convirtiendo en sinónimos los dos vocablos “pueblo” y “apostasía” (“laicismo” era por entonces la palabra preferida) por lo que al problema religioso se refiere. De la clase dirigente, de los políticos encaramados en el poder, se había apoderado una auténtica fiebre demagógica rabiosamente laicista, incubada también desde tiempos atrás. [228] Al estudiar, pues, las causas de la apostasía de las masas, estamos entrando de lleno en la etiología de los hechos, toda vez que iniciamos la enunciación y valoración prudente de aquellas causas que fueron posibilitando la persecución, con la cooperación activa y eficaz del mismo pueblo español, hasta entonces más o menos oficialmente católico. El estudio de estas causas no puede ser fácil ni simplista; fueron muchas y de muy distintos matices las que lograron desvincular al pueblo de la Iglesia. Siguieron además un proceso lento, progresivo, poco valorado en sus comienzos por quienes debieron vigilar más a tiempo. Sólo en los últimos años de la monarquía aparecieron bien delimitadas y descaradamente operantes, cuando ya el remedio era prácticamente imposible para contener la avalancha de los que se iban de la Iglesia. Aun cuando no podamos hacer un estudio detallado de todas esas causas, trataremos de enumerarlas someramente. Luego nos detendremos en algunas de ellas, las más características y universales. En líneas generales son éstas: a ) La apostasía de los intelectuales, muchos de los cuales atacaron despiadadamente a la Iglesia a título de progreso y cultura; pretendieron minar los fundamentos racionales de los creyentes; panegizaron con regusto blasfemo el indiferentismo y el librepensamiento, y proclamaron la supremacía absoluta de la razón humana. Esta ideología no fue patrimonio exclusivo de las altas esferas intelectuales, sino que se enquistó en el pueblo y repercutió hasta en las más modestas escuelas de aldea. El magisterio nacional estuvo seriamente tocado, y fueron no pocos los maestros que desde fines de siglo andaban claudicando peligrosamente.
Décimo mandamiento: Los bienes de los ricos han de pasar a los obreros, destruyendo totalmente el capitalismo y eliminando a los capitalistas. El comunismo es el paraíso en la tierra; la ambición, su esperanza. [228]
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b ) El liberalismo social y económico, que creó una falsa ordenación de la sociedad y originó en ella profundas transformaciones vinculadas a graves injusticias sociales; con la consiguiente esclavitud del obrero y el odio irreconciliable de clases. Miseria moral, ignorancia religiosa y corrupción de costumbres contribuirían juntamente a convertir las masas obreras en masas inconscientes, ansiosas de un mesianismo y redención a cualquier precio p recio y bajo cualquier lema. c ) Los movimientos socialistas que intentaron resolver el problema obrero con tanto tesón político desde el principio, aunque por caminos heterodoxos y utópicos, hicieron bien pronto acto de presencia en Huelva y su provincia. Sobre todo fueron afectadas las cuencas mineras –Riotinto, Puebla de Guzmán, Tharsis, Andévalo– y el numeroso personal portuario y ferroviario. Llegados, al fin, los días republicanos y los del Movimiento Nacional, serían ellos los que de modo especial se impusieran y dominaran las masas. Las campañas [229] obreristas de los líderes Barriobero, Eladio Fernández Egocheaga, González Peña y otros, habían resultado tristemente eficaces y demoledoras. d ) El abandono de los dirigentes católicos y del clero. Los primeros por su inconsciencia casi total ante los deberes religioso-sociales y por su indiferencia u oposición a las enseñanzas sociales de la Iglesia. Su conducta escandalosa en este punto sirvió de pretexto para calumniar a la misma Iglesia. Esta aparecía como aliada de los burgueses en su lucha contra el proletariado. La pasividad del propio clero frente a estos hondos y peligrosos problemas sociales no fue menos traidora a la causa de la Iglesia entre las masas. Ni faltaron quienes prefirieron el abstencionismo sistemático, toda vez que en las parroquias habían encontrado un discreto “modus vivendi”, al amparo de los que, de clase media o alta, todavía seguían pisando las sacristías. Las minorías católicas eran por lo demás bastante escasas en Huelva y su provincia. Huelva y su provincia. Las parroquias, muy densas en población, mal atendidas por la escasez del clero y, en muchos casos, por la falta crónica de preparación para afrontar los nuevos problemas de apostolado, tampoco pudieron poner un dique eficaz a la ola de apostasía. El mismo catolicismo de los que abiertamente se profesaban tales, no siempre tenía palpable repercusión en la vida social. Existía una especie de escisión de conciencia; la católica auténticamente privada, y la pública u oportunista, que condescendía con todo y con todos. Las raras excepciones que no faltaban, no eran suficientes; cuanto más que los métodos empleados por los enemigos de la iglesia, igles ia, ya en el poder, no reconocían derecho de recho ni legalidad. Así todos fuimos preparando la persecución en el auténtico sentido de la palabra. La masa estaba madura para ello; los acontecimientos se precipitaron con irresistible lógica. EL CLERO Y SU POSTURA ANTE LAS MASAS Comencemos por el problema de las vocaciones eclesiásticas que si fue grave en toda España 22, en Huelva llegó a hacer crisis casi total. Las cifras son aterradoras: El total de la población de la Archidiócesis Hispalense, que oficialmente se consignaba en los informes de la visita “ad limina” antes citada, arrojaba la cifra de un millón trescientos cincuenta y cinco mil seiscientos sesenta y un habitantes. Y para esos fieles la Iglesia no contaba más que con seiscientos treinta y cinco sacerdotes. De ellos, más [230] o menos, un centenar eran los asignados a ministerios dentro de la provincia de Huelva, que por aquellas mismas fechas arrojaba la cantidad de trescientos sesenta mil habitantes, cuya desigual distribución geográfica hacía aun más difícil la labor pastoral. Añádase el porcentaje de sacerdotes ancianos, relativamente elevado, que estacionados ya en sus cargos e imposibilitados para el ministerio, más bien eran una rémora en el apostolado parroquial. La solución se hacía cada vez más imposible, ya que también las vocaciones sacerdotales nuevas hacía años que iban en crisis alarmante y desesperanzadora. En los primeros años de la República la crisis fue total. Según datos consignados en los libros de matrículas de la secretaría de estudios del Seminario Metropolitano de Sevilla, la relación de alumnos que cursaban estudios eclesiásticos en la archidiócesis, 22
Aznar, Severino. La revolución política y las vocac iones eclesiásticas . Instituto de Estudios Políticos, Vol. IV, 1949.
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era la siguiente para el curso 1931-1932: En la Facultad de Derecho Canónico, 7 alumnos. En la de Teología, 54. En la de Filosofía, 62. En Humanidades Clásicas, 77. En la Preceptoría de Valverde del Camino, 3. Total, 203 seminaristas. Hemos escogido un año al azar. Otros vinieron más críticos aun. Los acontecimientos que ya comenzaban a desarrollarse en la nación hacían tanto más difícil el reclutamiento vocacional, cuanto que la misma suerte del clero cler o se veía cada vez más en el aire. En esta baja de vocaciones, Huelva llegaba a lo insospechado. Una relación auténtica de los alumnos oriundos de la provincia onubense ingresados en el Seminario durante el decenio 1926-1936, arroja las cifras siguientes: Curso académico de 1926-1927, 9 alumnos. 1927-1928, 13. 1928-1929, 6. 1929-1930, 8. 1930-1031, 8. 1931-1932, 1. 1932-1933, 1. 1933-1934, 2. 1934-1935, 4. 1935-1936, 2, más los seis que estaban matriculados durante este curso en la Preceptoría de Valverde del Camino, donde se cursaban, ordinariamente, sólo los dos primeros cursos de Humanidades. Como podrá observarse, en medio de aquella penuria de sacerdotes y vocaciones por que hubo de atravesar la Archidiócesis, Huelva lejos de atenuar el problema, en realidad lo agravaba en proporciones alarmantes. En este sentido era propiamente una rémora para el resto del Arzobispado. Nótese lo tremendo de la estadística: en diez años, sesenta ingresos en el primer curso de estudios eclesiásticos. ¿Cuántos llegarían perseverantes hasta la consagración sacerdotal? Con todo, esta crisis de vocaciones eclesiásticas que, a la larga, hubiera contribuido poderosamente a agudizar el hecho de la apostasía de las parroquias, por el momento más que una causa era realmente un signo y una consecuencia connatural de esa misma apostasía de las masas. De ley ordinaria no florecen vocaciones sacerdotales en [231] pueblos paganos, y menos en hogares profanados por el laicismo ambiental de la familia. Con ser tan grave el problema vocacional, otro problema sacerdotal más doloroso y más perjudicial vino por aquellas fechas a macerar la postura oficial de la Iglesia frente al complejo problema social cristiano. Fue la postura menos digna de no pocos clérigos, que escandalizaron positivamente a muchas parroquias. Más de una docena de sacerdotes reprobables habían merodeado por nuestra provincia. Era el fruto lógico de una política anterior, menos acertada, en el gobierno de la diócesis: enviar como castigados a aquellos pueblos, principalmente de la serranía, más pequeños y menos pingües, a los sacerdotes dignos de censuras y poco observantes. El gran cardenal Ilundain arrancó de cuajo aquella lacra. Pero el daño estaba ya hecho. Un buen número de parroquias había quedado positivamente escandalizadas, y lógicamente allí “no se creía en los curas”. Frase bastante manoseada, pero de largo alcance: de hecho, tampoco se creía en la Iglesia por ellos representada ni en Jesucristo por ellos predicado. No hablamos de memoria. Sólo recordaremos algunas de las parroquias que habían padecido aquella plaga sacerdotal. Aroche, Almonaster la Real, Corteconcepción, Higuera de la Sierra, Galaroza y Cortegana, Cortelazor y Aracena, por la serranía. Paymogo, Villanueva de las Cruces y Gibraleón; Ayamonte, Niebla, Nerva, Sanlúcar de Guadiana. El rumor popular se encargaba de difundir di fundir fácilmente por todos los contornos aquellos escándalos. Más espectacular fue aun el caso de un presbítero extradiocesano, que abandonando su diócesis, se refugió en la misma capital de Huelva. Inútiles fueron los requerimientos realizados por las autoridades de la propia diócesis de origen, para volver a ella. Allí siguió, hasta que a principios de la República contrajo matrimonio civil públicamente, y con gran satisfacción por parte de los medios anticlericales. Las ceremonias se celebraron en un barco. Tomaron carta en el asunto los masones de Huelva, y el diputado Fernando Rey Mora, lo llevó a las Cortes. Según referencias autorizadas de personas que tuvieron que ver en ello, esta intervención del diputado masón fue la que provocó la Ley de 28 de junio de 1932 derogando el número 4.º del artículo 83 del Código de Derecho Civil, que declaraba nulos los matrimonios civiles contraídos con impedimento de orden sacro. El resto del clero se condujo ejemplarmente. Ya indicábamos que el Cardenal había determinado acabar con la deplorable norma de gobierno de enviar a la provincia de Huelva a los sacerdotes menos ejemplares. Al contrario, comenzó a enviar a muchos pueblos, sobre todo de la serranía, sacerdotes
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recién ordenados, con muy buen espíritu y en las primicias de su celo apostólico. Pero el remedio llegaba tarde. [232] Los pueblos estaban ya escandalizados y el clero bastante desprestigiado. Aparte que estos neosacerdotes, de ordinario, llegaban a las parroquias carentes de la experiencia necesaria para afrontar un apostolado de recristianización de masas bastante difícil. Lo más que podían conseguir era edificar con su ejemplo y mantener vinculadas a la Iglesia a las personas que aun no habían desertado. El clero de alguna edad que se había mantenido digno, proseguía una labor cada día menos eficaz. Por lo común, su plan de apostolado apenas salía de las sacristías: meticulosos en un concepto jurídicolitúrgico de su misión sacerdotal, amantes del culto y de ciertas organizaciones de obras pías, hermandades, asociaciones piadosas, estériles casi siempre por falta de vitalidad apostólica, y bastante desprestigiadas por las campañas contra el llamado beaterío clerical. Ante la postura neopagana de las masas que se les habían ido de las manos, la labor sacerdotal sacer dotal fue prácticamente nula. A los obreros no llegaba el sacerdote. No sólo por el cerco que las prédicas laicistas le habían puesto, sino más aun por esta ineptitud anquilosada y semicobarde que le incapacitaba para afrontar estos nuevos problemas del apostolado. Las inquietudes sociales de León XIII habían sonado a simples consejos de perfección, en la mentalidad de muchos sacerdotes que carecían de capacidad apostólica para comprender la gravedad del problema en sí. Ello, y las viejas tradiciones, no desechadas en la formación de los seminarios, hizo que en un cien por cien aquel clero apareciera ayuno de cuestiones apostólico-sociales e incapaz de orientar en este sentido el apostolado de los seglares. La vida parroquial hacía ya tiempo que estaba semi-moribunda. Se había saturado al pueblo de exterioridades en el culto y en las solemnidades. La vida interior era poco conocida ni recomendada. Los cristianos de inquietudes espirituales íntimas apenas pasaban en la mayoría de las parroquias de una docena, y casi siempre mujeres. La burocracia piadosa se adueñó de las mismas organizaciones parroquiales; la Acción Católica aún era desconocida en buen número de feligresías, o se la confundía con “el partido del cura”. En muchas parroquias se descuidó habitualmente hasta la predicación dominical. Y las catequesis parroquiales, salvo honrosas excepciones, apenas si tenían otra organización que la de tocar las campanas ciertos días y abrir la iglesia para que unas buenas señoras o señoritas entretuvieran piadosamente al grupo, bastante mermado por cierto, de los que querían acudir. Alguna visita, casi de paso, a las escuelas mientras se pudo oficialmente, y alguna procesión infantil al fin del curso escolar, completaban la labor catequística de muchas parroquias. [233] ESPECÍFICAMENTE ENTE SOCIAL SOCIAL DE LA IGLESIA L ABOR ESPECÍFICAM
Dos ideologías dominantes trajeron aquel caos a España: la llamada, pomposamente, revolucionaria, y la denominada, egoísticamente, conservadora. La primera, nada revolucionaba para el bien, era sólo un trampolín para lanzar a los oprimidos a la barbarie, al odio y a la venganza. La segunda mentalidad social, la conservadora, realmente no conservaba sino el concepto triturador del capital y el egoísmo de las clases privilegiadas. Frente a lo irremediable de la reacción proletaria y el sesgo peligroso de la política se contentaban con pequeños ensayos utópicos de reformas agrarias, casi más a título de caridad y beneficencia, que de auténtica justicia social al estilo de León XIII, cuya encíclica Rerum Novarum de 1891 sonaba a escandalosa incluso en sectores de la economía políticocatólica. ¡Tan arraigados estaban los viejos prejuicios y los egoísmos personales! En España, el problema virulento del proletariado despierto y reivindicador arranca de fines del siglo pasado, con la Federación Anarquista Ibérica (F.A.I.) adherida oficialmente a la Asociación Internacional de Trabajadores (A.I.T.). La primera República Española la mimó cuanto pudo y a ella debió la F.A.I. mucho de su pujanza. En 1882 los medios obreros disidentes de la tendencia anarquista constituyeron en el mismo Barcelona la Asociación de Trabajadores, que en 1888, a propuesta de Pablo Iglesias comenzó a
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denominarse Unión General de Trabajadores (U.G.T.). Oficialmente y según los propios Estatutos, esta organización obrerista “no tenía doctrina política, religiosa ni económica determinada”. Su laicismo oficial era manifiesto a pesar de los paliativos oficiales y estatutarios. En 1890, como consecuencia de la disolución decretada por el Gobierno contra la F.A.I., tomó enorme incremento la U.G.T., sobre todo en Cataluña. La corriente sindicalista colaboró activamente con el Partido Republicano Radical hasta su separación en 1908. Para reorganizarse independientemente los sindicalistas constituyeron la Solidaridad Obrera y dos años más tarde fundaron primero la Confederación Regional del Trabajo y luego la Confederación Nacional de Trabajadores (C.N.T.). Por su actuación revolucionaria ambas fueron suspendidas oficialmente en 1913. Por entonces su ideología era ya bastante completa: guerra a todos los partidos políticos de una y otra banda y aun al mismo Estado, siendo además profundamente antirreligiosa. A fin de recabar más influencia sobre los obreros, el anarquismo se había infiltrado infiltr ado en la C.N.T. Con toda osadía se apoderaron de cargos dirigentes, imponiendo su espíritu subversivo y anarquista, y la mentalidad del comunismo libertario. En Barcelona, teatro principal de sus actuaciones durante el lapso de tiempo que media entre 1910 [234] y 1923, las estadísticas de atentados entre muertos y heridos, son aterradoras. Y lo mismo de 1917 a 1923 en las principales ciudades industriales como Bilbao, Sevilla, Zaragoza y Madrid. La Dictadura de Primo de Rivera vino a acabar con este caos social, disolviendo la C.N.T. En cambio adquirió por entonces pleno desarrollo la U.G.T., patrocinada desde los propios ministerios por sus líderes enmascarados. La marcha social de la Iglesia fue más lenta. El sindicalismo social católico no apareció en España hasta 1910. Su organización fue confiada al arzobispo de Toledo. Su programa era bien concreto: proclamar la independencia de la acción social de la Iglesia de la política, y estudiar el modo de influir cerca del Estado para conseguir la mejora moral y material de los obreros cristianos. Surgió en Barcelona la llamada Acción social Popular, con la pretensión de crear sindicatos obreros puros, tendencia que no llegó a extenderse. Pero los de enfrente no dormían. En 1916 se celebró un congreso pacifista, que reorganizó la Confederación Regional del Trabajo con Ángel Pestaña y Salvador Seguí a la cabeza. Ambos lograron fundar en Barcelona en 1918 los Sindicatos Únicos, por industrias. Terminada la guerra europea, el descontento de las masas sindicales era enorme, debido a que la guerra no había arrojado beneficios y mejoras algunas para la clase obrera. Aprobada por el Congreso Nacional Obrero en 1919, se creó definitivamente la fórmula de corporación obligatoria, con sindicación libre. En 1920 aparecía definitivamente el Sindicato Libre, para poder hacer frente a la acción revolucionaria y desastrosa del Sindicato Único. Fue durante la Dictadura cuando tomaron incremento los sindicatos Libres, y pujanza la Confederación de los mismos. Este periodo de calma y de garantías gubernamentales permitió también el desarrollo de los Sindicatos Católicos. Fue por entonces cuando surgieron algunos en nuestra provincia de Huelva. En general la vida social de los Sindicatos Católicos fue bastante precaria; sus resultados, salvo excepciones, no muy halagüeños. Muchos nacieron y murieron sin pena ni gloria. En sus entrañas había un problema que apenas se afrontó con valentía por falta de preparación y por exceso de utopismo piadoso. “Partiendo del principio indiscutible de que para el obrero como para todos, t odos, lo primero es e s la Religión, se llegó a la pétrea creación del Sindicato Obrero confesional, con carácter casi exclusivo y único, y a hacer de la cuestión de la confesionalidad la cuestión total que absorbió a todas las demás; hasta que los obreros, asombrados de que no se hiciese lo propio con los Consejos de Administración de sus [235] Patronos, tomaron el acuerdo de dar las espaldas a casi todos los Sindicatos Católicos” 23. De aquel llamamiento de León XIII al clero para que se consagrase al estudio de los problemas 23
J. Gafo, “La nueva encíclica social” en en Ciencia Tomista, tomo XLIV (septiembre-octubre, 1931), págs. 174-214.
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económicos y sociales a fin de ilustrar y guiar y aun estimular a los trabajadores, para que éstos prosiguiesen en el camino de sus legítimas aspiraciones, se llegó a la formación del tipo de consiliario entrometido y mangoneador, que, salvas excepciones, fue la gran rémora de los Sindicatos. Sobre esta marcha equivocada hubo de llamar la atención la nueva encíclica social Quadragessimo Anno de de Pío XI el 15 de mayo de 1931. el momento era crítico. Un poco tarde para España. Marcaba claramente dos quehaceres, en las filas sociales del Catolicismo: Asociaciones consagradas a los problemas económicos profesionales de los obreros (Sindicatos), y Asociaciones seglares apostólicas en lo religioso y en lo moral (Acción Católica directa y al margen de los mismos Sindicatos)24. El problema de la incompetencia y desprestigio social de los Sindicatos Católicos en general atormentaba a la Jerarquía española. Fruto de ello fue la llamada unión circunstancial de los Sindicatos Católicos con los Sindicatos Libres, para oponer un frente común al avance de la revolución anarcosindicalista allá por los últimos momentos de la Dictadura y de la Monarquía. El Emmo. Cardenal Segura firmó en 31 de diciembre de 1930 el decreto de unión25. Realizadas las oportunas gestiones, las Delegaciones de los Sindicatos Libres y las de los Sindicatos Católicos de Madrid llegaron al correspondiente acuerdo26. [236] Pero, de hecho, una buena parte de los Sindicatos Libres estaban mediatizados por la política conservadora y caciquil de dirigentes interesados; los Sindicatos Católicos constituían un potencial bastante débil en el plano nacional; unos y otros eran totalmente impotentes para contener la avalancha demagógica de las grandes organizaciones sindicales y obreras, que enrolaban prácticamente el noventa por ciento de los obreros españoles. La lucha era sumamente desigual, y la República desde el primer momento, fue desbordada por el espíritu demagógico y revolucionario. Desde luego el signo común de los de enfrente era siempre un rabioso laicismo sectario, bastante arraigado ya en la mentalidad obrera. Tenían la convicción de que la Religión era y había sido siempre en España un positivo estorbo para las reivindicaciones justas de los obreros; en cambio se había convertido la Iglesia, con su moral negativa y tajante, en un positivo auxiliar del capitalismo abusivo y arrollador. Los líderes de la demagogia, azuzados por la Masonería, habían conseguido meter bien hondo en el alma esta ideología, base para todos los desmanes sacrílegos, que ya se cernían en el ambiente y que al fin se desencadenaron incontenibles con el triunfo del Frente Popular. De Cambó es esta frase, de hondo contenido filosófico social: “...las clases obreras se han apercibido de que durante mucho tiempo el anticlericalismo fue empleado arteramente como fautor de las mismas reivindicaciones sociales” 27. Este problema, que en toda España ofrecía síntomas de gravedad alarmante, en Huelva había llegado al máximum del desastre social. Sobre todo en la cuenca minera, explotada por el capitalismo
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“Vistas las gravísimas circunstancias por que atraviesa la patria, con los peligros inminentes de huelgas revolucionarias y coacciones de toda índole; estimando puede ser beneficiosa la unión circunstancial de los obreros de los Sindicatos Católicos con los de los Sindicatos Libres para contrarrestar a la revolución que amenaza perturbar y aun destruir los sagrados intereses de la Religión y de la Patria. venimos, en calidad de Director Pontificio Nacional de la Acción Católica, en conceder nuestra autorización, para que esta unión circunstancial pueda llevarse a cabo en toda España, quedando siempre a salvo en toda su integridad la organización, el funcionamiento y los principios de la sindicación católica, adoptándose las debidas cautelas y exigiéndose las condiciones que se estimen opo rtunas para ello; a c uyo fin encargamos a la Junta Central de Acción Católica se ponga al habla con la Asociación de Reacción ciudadana a este efecto”. Véase G AFO, Crónicas científico sociales , en “Ciencia Tomista”, tomo XLIII (mayo-junio de 1931), págs. 244-258. 26 “Primero: Los Sindicatos Católicos y los Sindicatos Libres de Madrid convienen en formar una unión, alianza o inteligencia (circunstancial), que se designará con el nombre de coalición obrera. Segunda: De ambas Organizaciones se formará un Comité Mixto Ejecutivo, que se reunirá con frecuencia para estudiar los problemas de orden sindical y ordenación de trabajo de las fuerzas afines. [236] Tercero: Las relaciones de Sindicatos Católicos y Sindicatos Libres quedarán en adelante supeditadas al dictamen y decisión de este Comité Mixto que se crea. Cuarto: El detalle y ampliación de las bases queda a cargo del precitado Comité. Quinto: En todas aquellas cuestiones que por su trascendencia requieran asesoramientos más amplios y elevados, será obligatorio recurrir a los organismos nacionales de ambas organizaciones”. Ibíd., pág. 258. 27 Ibíd., pág. 116. [237]
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extranjero, ajeno al problema obrerista español y aun a la misma condición humana de sus empleados. Mientras corrientes de riquezas minerales sangraban a diario por el puerto minero de Huelva, miles de hombres llegados de toda Andalucía en busca de un pedazo de pan, vivían y trabajaban en condiciones infrahumanas, desamparados por completo socialmente, ayunos de cultura y sin horizontes pacíficos de redención obrera. Todas las organizaciones obreras de signo izquierdista y demagógico encontraron allí terreno bien abonado. Tanto más ambiente conseguían, cuanto más radicales y definitivos fueran sus programas destructores de aquel estado de cosas. [237] Los jefes de Riotinto –centro minero principal, que daba la tónica a todos los de la Provincia– eran de moral social casi nula y asesorados por pastores protestantes, que venían a vivir espléndidamente a la sombra de las riquezas mineras explotadas. La jefatura era completamente inglesa, sin apenas contacto alguno con los obreros. Comparativamente, mientras los campesinos podían ganar en aquellas fechas veintiún reales [5,25 ptas.] por jornada de trabajo, los mineros ordinariamente no pasaban de las tres pesetas, con deshoras impuestas, sin retribución digna, y con destajos forzados a capricho de los dirigentes. Algo se les atendía en los economatos. Pero de seguros sociales no tenían sino los que individualmente cada uno podía agenciarse. Inutilizados para el trabajo por enfermedad, eran despedidos despiadadamente. La educación de los hijos mal atendida; amén de que desde pequeñitos era preciso buscarles colocación para ayudar a la carga familiar siempre insoportable para aquellos bajos jornales. En este ambiente de amargura y esclavitud, desde la segunda década del siglo, hicieron acto de presencia pseudorredentora tipos como Eladio Fernández Egocheaga, con su periódico favorito “La Chinche” y sus ataques despiadados a las empresas, y con su fundación del Sindicato minero ultraanarquista; Barriobero, quien llegó a conseguir una candidatura de Diputado por Valverde del Camino; Crescenciano Bilbao, González Peña, y otros que hubieran hecho de Huelva una pequeña Rusia, si el tiempo y la Providencia se lo hubieran consentido. Las huelgas menudearon inconcebiblemente a partir del año 1911, y salvo el periodo de la Dictadura, que consiguió reprimir transitoriamente a los revoltosos de la cuestión social, jamás cesaron, sangrientas unas, de miseria y de hambre espantosa otras, casi nunca pacíficas y eficaces. La tristemente célebre del año 1913 afectó no sólo a los obreros de aquel centro minero y a los que dependían de la misma Empresa domiciliados en la capital de Huelva, sino también a muchos otros, que como los portuarios y los del ramo de transporte, vivían de los rendimientos del mineral. Las consecuencias se tradujeron en muchos días de hambre para las familias de millares de obreros en paro huelguístico o forzoso28. [238] Al mismo compás revolucionario-social danzaban los restantes centros mineros. Tharsis, Puebla de Guzmán donde abortó ya prematuramente la república con los sangrientos sucesos de diciembre de 1930, y la cuenca de Cala, que inauguró el triunfo de la República con el incendio de la parroquia de Santa Olalla del Cala en mayo de 1931. En estos medios mineros, envenenados totalmente, la Iglesia se desentendió como por sistema de la cuestión social; ni siquiera se estudió la posibilidad del sindicalismo católico. Prácticamente nada representaron las parroquias en estos centros. El arciprestazgo de Valverde del Camino, que abarcaba casi toda la cuenca minera, nada hizo en materia social; sus parroquias, en general, llevaron una vida 28
Don Manuel González, el “Vicario de Huelva”, tomó parte muy activa para remediar la terrible situación. Preparó la celebración de un acto público en el Teatro Mora con el objeto de recabar fondos para estas necesidades y miserias. Don Manuel Siurot, única persona que intervino en el acto, pronunció uno de sus magistrales m agistrales discursos que hicieron llorar, levantando de sus asientos a los obreros parados y a sus familiares con delirantes aclamaciones, que más bien parecían exclamaciones y súplicas de piedad. Personalmente Don Manuel González trabajó lo indecible para que la Empresa Inglesa y los obreros llegaran a un acuerdo y se pusiera fin al hambre; mientras se desvivía por que al menos los hijos de aquellos desgraciados tuvieran siquiera el sustento diario. “Todo es tolerable –se le oía decir, bebiéndose sus propias lágrimas– menos que los niños se caigan de hambre en las escuelas y en las calles públicas”. Mendigando, obtuvo limosnas hasta de América, Francia e Inglaterra, después de agotar su voz e influencia [238] personal en España. Los niños eran acogidos y atendidos en la Casa Benéfica de San Vicente de Paúl (Cf. “Odiel”, n.º 5364, última pág.). La huelga de 1917 produjo cuatro muertos en Nerva y dos en el Campillo (Salvochea) con dos heridos graves. (Véase en la 1.ª Parte, cap. II, págs. 160-161). [239]
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lánguida y aislada de los problemas obreros. En los medios predominantemente agrícolas el problema no era menos inquietante, aunque no se manifestó descaradamente hasta bien entrada la República. Pero su realidad era bien antigua y común a todos los campos andaluces, gracias al latifundismo y la plaga de caciques y terratenientes, atentos sólo al aumento continuo de sus propios capitales. De un modo especial, en la Serranía y en el Condado, los propietarios dominaban la suerte del obrero siempre eventual e insegura; no contando aquellos más que con el jornal del día, apenas suficiente para las necesidades vitales del momento. En caso de enfermedad, vejez, accidente, su porvenir dependía casi exclusivamente de la caridad, no siempre escrupulosamente ejercida por los patronos, tocados de liberalismo egoísta. Por parte de la Iglesia, a excepción de los casos que comentaremos después, la labor fue, prácticamente, de inhibición en el problema. Acertadísimas eran las palabras del P. Gafo, cuando en 1931, a vista de los hechos, hacía el siguiente cuadro de la situación; cuadro que de modo especial nos refleja el ambiente obrerista agrícola en nuestra provincia desde tiempos atrás. Decía así: “La otra causa es de orden espiritual y religioso. Tan grande como fue y es el abandono, y aun más, m ás, la hostilidad y el desdén, con que las clases altas y burguesas trataron a sus obreros y dependientes, no cuidándose de que el patrimonio sagrado del trabajador, del empleado o del carente de trabajo, se mantuviera suficiente y bien organizado para evitar la miseria, la desesperación y el revolucionarismo consiguiente, no menor fue el abandono espiritual y religioso en que se dejó crecer y desarrollarse la gran masa del pueblo, que ahora se ha visto, está totalmente ausente de nosotros, y por nosotros, de Jesucristo y la Iglesia. Al sonar el clarín salieron afiliados y militantes de donde [239] menos se podía esperar. Tantas fueron las exigencias, las condiciones que se les imponían a ellos para acercarse a nosotros y a nosotros para acercarnos a ellos, que optaron por huir de la Iglesia y renegar de Cristo a su pesar... Excelentes cosas son las novenas, las procesiones, las peregrinaciones, las entronizaciones, las estatuas, las banderas, los signos todos del catolicismo, los esplendores del culto, las confesiones solemnes de fe, los reconocimientos legales y los actos oficiales de religiosidad, en que se han ocupado predominantemente, casi exclusivamente, las actividades católicas, y que ahora corren la misma suerte que los signos de la Monarquía; pero hay cosas más fundamentales, más sólidas... y más fecundas, que no debieron abandonarse como se abandonaron” 29. Hasta tal punto el problema social se agudizó hacia fines de la Dictadura y principios de la República, que a mediados de 1932 no quedaba una parroquia de toda la provincia, donde no hubieran hecho ya acto de presencia los centros socialistas o comunistas en más o menos escala y con mayor o menor pujanza proselitista. Como contrapartida por parte de la Iglesia, no encontramos sino lamentaciones colectivas, y menos de media docena de parroquias en que se hubiera conseguido fundar un enclenque y efímero sindicato católico. Sabemos que existió en la parroquia de El Castaño del Robledo, fundado por Don Evaristo Muñoz romero. Proporcionó grandes bienes materiales a los obreros sindicados y se hizo respetar por los enemigos, conteniendo no poco la furia socialista del centro republicano y haciendo caer en el desprestigio ante el pueblo a sus corifeos. En tiempos de la Dictadura hubo otro Sindicato Católico en Aracena, que tuvo vigencia durante ocho o diez años. Era su presidente Don Rafael López de Palacios, abogado y propietario, excelente persona y muy ilustrada, pero débil para una obra de esta envergadura, y sin cooperación alguna en las lides del Sindicato. Ni la parroquia le prestó gran ayuda, ni contó con un capellán o consiliario de regular categoría y eficiencia. Así, el Sindicato quedó pronto sumido en una inactividad casi total y al fin desapareció sin pena ni gloria. Alguna actividad más ejerció el sindicato Agrícola de Trigueros, con c on su domicilio d omicilio social en la plaza de Alfonso XII, XII , n.º 2, y cuya vida se regía r egía por los estatutos estatut os generales de los Sindicatos Agrícolas Agríc olas Católicos 29
“Ciencia Tomista”, tomo XLIII (enero-junio de 1931), págs. 410-411.
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Españoles. Mucho tiempo estuvo al frente del mismo el Sr. Rodríguez, acertadísimo en su gestión y hábilmente auxiliado por Don Horacio Sánchez y otros señores. El de Valverde del Camino apenas si pasó de ser un conato de Sindicato Católico; pronto terminó por ser una agremiación más, [240] indiferentista en materia religiosa y sin trascendencia alguna para el apostolado social de la Iglesia. Muy al contrario ocurrió con el Sindicato Agrícola Católico de Bollullos del Condado, que bien pudo figurar como modelo y cuyos frutos han dejado honda e imborrable huella en aquella población. Es casi lo único positivo que en el terreno del apostolado específicamente social-agrario pudo presentar acabado la provincia de Huelva. Nace el Sindicato en el mes de marzo de 1918. Su fundador, el noble patricio e insigne católico, Don Francisco Pérez Vaca, fue fielmente secundado por un grupo de cofundadores de la talla de Don Juan Balbuena, Don Gregorio Vizcaíno, Don Antonio Díaz Fernández, Don Manuel García Martín (Presbítero), Don José María Delgado Jiménez, Don Celestino Verdier Clemente, Don Cristóbal Valdayo Coronel, Don Miguel Andrades Teniza, Don Antonio González Cabello y Don Fernando Sauci Pichardo. El impulso inicial lo recibió la obra de los propagandistas de la Confederación Nacional Católica Agraria. Allí derrocharon su celo apostólico-social los PP. Correa y Mariano Pérez de Ayala, S. J. El número de socios llegó a alcanzar la cifra de unos dos mil, casi una cuarta parte del censo de la población. Tenía estatutos propios, que fueron definitivamente votados y aprobados en las asambleas generales extraordinarias de los días 31 de marzo y 14 de abril de 1929, cuando ya el sindicato de hecho tenía vida pujante y la experiencia podía avalar y garantizar dichos estatutos. En su género recuerda aún hoy un modelo de organización sindical cristiana, difícil de superar. El art. 3.º propone escuetamente sus fines: dentro de la más estricta legalidad, “serán los mismos que señala la ley de Sindicatos Agrícolas de 28 de enero de 1906”. Y para ello, habían de irse poniendo en práctica gradualmente las secciones que se estimaran necesarias o convenientes a su desarrollo. Como bases fundamentales señalaba “los principios del catolicismo social y la estricta observancia de los deberes que señaló a patronos y obreros S. S. León XIII en su Encíclica Rerum Novarum , y las reglas que los prelados españoles fijaren como norma de Acción Católica y Social”. (Art. 7.º). En este punto su misión y vinculación a la iglesia fue siempre ejemplar, sin perder para nada su plena autonomía social. El párroco era el consiliario nato; la parroquia apoyaba al sindicato en todo y le animaba eficazmente. La armonía fue ejemplar y perfecta. Las primeras secciones del sindicato fueron: Caja de ahorros y préstamos, Cooperativa de consumos, Parcelación de tierras, Compras en común. Sobre todo la parcelación de tierras vino a ser la clave de su eficacia y de todo su éxito, cooperando eficazmente a la [241] redistribución justa de la riqueza, en una proporción que probablemente nunca se s e haya logrado igualar. A este fin se compraron dos enormes fincas: la de “Montañinas”, que en 1929 importó la considerable suma de 1.350.000 ptas., y la de “Remuñana”, que en 1920 había costado 500.000 ptas. Tenía la finca primera mil hectáreas de tierra, que se distribuyeron mediante parcelación entre mil seiscientos colonos; la otra, quinientas hectáreas, que se distribuyeron entre ochocientos ochenta y seis colonos. La Cooperativa de Consumos a una con la Caja de Ahorros y Préstamos y la Sección de Socorros Mutuos cooperaron eficacísimamente al abaratamiento de la vida en la localidad en una proporción única en toda la provincia. Se crearon a la sombra del sindicato escuelas para los niños de los socios, regidas por maestros de la ejemplar Institución de Don Manuel Siurot, aneja a las Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús de Huelva. Y para el recreo y formación de los socios se establecieron el Círculo de recreo, con abundante biblioteca, las conferencias públicas, periódicas y selectas; suscripciones abundantes a revistas y periódicos; salón de lectura independiente. Se pretendió la fundación en Bollullos de Escuelas de tipo profesional, dirigidas por una Institución religiosa, a cuyo fin se dedicó el remanente de fondos del sindicato, al ser éste recientemente disuelto. Este proyecto es el único que aun está en vías de realización.
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Entre los obreros fue patente la mentalidad cristiana y religiosa que formó el sindicato. Vieron palpables las grandes realizaciones sociales a que es capaz de llegar la doctrina católica, y el pueblo se entregó sin reservas. Aun hoy, a la vuelta de muchos años, el cumplimiento pascual de los hombres en la festividad de San José sigue siendo un síntoma y una realidad palpable que la tradición ha hecho arraigar en la misma masa obrera de Bollullos. La devoción de toda la feligresía al Corazón de Jesús es obra también del sindicato y del espíritu que lo animaba. Dentro de las propias fincas parceladas, se erigieron dos preciosos monumentos al Corazón Sacratísimo, y una gran Cruz. La pujanza y vitalidad del sindicato fue tal que logró resistir airoso todos los embates de que fue objeto por parte de la República sectaria. Oficialmente la Corporación Municipal atacó varias veces despiadadamente su administración y organización, pretendiendo mediatizarla. En las actas de sesiones ha quedado constancia de este espíritu sectario30. A pesar de ello, cuando el 1 de mayo de 1933 moría su fundador, la manifestación de duelo comprendió a todo el pueblo sin excepción, en una actitud de auténtico dolor cual jamás se registró en [242] la historia de la población. Hasta la República no se registraron reacciones de tipo sectario; después se atacó al Sindicato como a todas las organizaciones católicas de categoría. Fue asaltado el local por hordas revolucionarias en el mismo día de la proclamación de la República, con el fin de izar la bandera tricolor que profanó su fachada principal. Estos asaltos se repitieron en alguna otra ocasión, dándose el caso curioso de que mientras el cuadro de la Patrona, Nuestra Señora de las Mercedes, fue tabicado, siempre fue respetado el cuadro del fundador en todas sus dependencias. Durante los ocho días de dominio rojo, en julio de 1936, se persiguió encarnizadamente a sus fundadores que aun vivían, y se impidieron sus funciones administrativas y sociales. Los perseguidores eran sólo unos cuantos resentidos, no admitidos en el sindicato por su conducta dudosa. Pero tan pronto como pasó la barbarie de aquellos días, continuó su vida, vigorosa y pujante. En otro género de actividades sociales, también cabe señalar las de algunas organizaciones de la Iglesia, particularmente Institutos y Congregaciones Religiosas, que desde tiempos pasados venían ejerciéndose dentro de la provincia. Se pueden enumerar los siguientes: Asilos de ancianos en Aracena, Huelva y Ayamonte; Casa Cuna, de Ayamonte; Colegios de primera enseñanza para niños pobres, a cargo de diferentes comunidades, en Huelva, Aracena, La Palma del Condado, Bollullos del Condado, Escacena del Campo, Valverde del Camino, Trigueros, Moguer, Nerva, El Cerro del Andévalo, Galaroza. De varones, únicamente en la capital, las Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús, el Colegio de los PP. Agustinos, que hubo de cerrarse a comienzos de la República, y la l a nueva fundación de los HH. Maristas, que comenzó por aquellas fechas. Existían además algunas escuelas parroquiales, por lo general con carácter totalmente privado y de vida bastante precaria. Pero en realidad el noventa por ciento de la población escolar de la provincia estaba vinculada a las escuelas del Estado, que en el periodo republicano sufrieron el asalto del más rabioso laicismo oficial. En no pocas parroquias existía desde antiguo la Asociación de las Conferencias de San Vicente, pero con una mínima eficiencia social. A esto se redujo toda la actuación social de la Iglesia en e n la provincia pr ovincia onubense en los tiempos que precedieron a la República y a la persecución persec ución religiosa de 1936. Nótese, finalmente, que muchas de aquellas actividades sociales estaban ya, de antiguo, vinculadas a organismos civiles oficiales –así la asistencia de Hijas de San Vicente de Paúl en el hospital provincial, en la farmacia y comedor municipal, en la casa cuna y asilo de Ayamonte, y otras–, y que además eran obras no de las Iglesia [243] propiamente, sino oficialmente encomendadas a ciertas personas con carácter religioso, más o menos vinculadas a la jerarquía eclesiástica. Capítulo especial merecería el tema de las Hermandades o Cofradías que si, por una parte, eran para muchos católicos la única manifestación de vida religiosa y el único lazo que los mantenía unidos a la Iglesia, por otra no hay duda que fueron en muchos casos una rémora para la vida auténtica de piedad, para el verdadero espíritu parroquial y para la renovación social por que estaban clamando tantos 30
Véase en la 1.ª Parte, cap. II, págs. 131-132.
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pueblos y feligresías de Huelva en aquellos años. En este último aspecto, sobre todo, las Cofradías pudieron haber sido, por su popularidad y por sus posibilidades económicas, el primer gran ejemplo de lo que la Iglesia era capaz de hacer y lograr en el terreno de la comunicación de bienes materiales así por imperativo de la justicia como de la caridad. Y sin embargo, quizá no pueda apuntarse un solo caso de Cofradía que resultara ejemplar ni modélica en este punto, que tan importante y definitivo hubiera sido para el triunfo de la Iglesia en estas regiones de la Andalucía Occidental. L A APOSTASÍA APOSTASÍA DE LOS INTELECTUALES INTELECTUALES Sin intentar estudiar a fondo los problemas universitarios que desde principios de siglo venían aquejando a España, ni las nuevas corrientes laicistas y anticlericales que invadían progresivamente los medios intelectuales de la nación, nos limitaremos exclusivamente a presentar un bosquejo general del estado de la mentalidad intelectual e intelectualoide de la provincia. Empecemos haciendo notar que no existían en ella centros universitarios. Sólo Institutos de segunda enseñanza y Escuela de Magisterio. Aquellos seguían las corrientes del plano nacional, con la agravante de que más de una vez hubieron de soportar la plaga de profesores sancionados, procedentes de otros centros. Igual suerte corrió la Escuela oficial de Magisterio. Por el contrario, hay que destacar la mentalidad y prestigio que desde sus comienzos tuvo el Seminario de Magisterio, impulsado por Don Manuel Siurot, anejo a las Escuelas del Sagrado Corazón de Jesús. Pero la provincia había de soportar las actividades de muchos maestros que, efecto del trasiego normal del escalafón, procedían de otras regiones, en tanto que maestros de plena garantía moral y de competencia profesional iban a estrenar sus primicias educativas en otros puntos de España. En aquellas fechas existió sólo un Colegio de Religiosos, de segunda enseñanza para varones en la capital. Su prestigio bajó mucho desde fines de la Dictadura, y en los comienzos de la República hubo de clausurarse. Entre tanto se inauguraba el de los Hermanos Maristas. [244] Existieron otros colegios femeninos de Religiosas, pero con bastante poca independencia de los centros oficiales, por los que veían mediatizada y en parte mermada su labor educadora cristiana. Todos los estudiantes que cursaban estudios superiores habían de desplazarse a centros universitarios de fuera. Generalmente, el centro de confluencia de esta masa estudiantil era la Universidad sevillana que por aquellas décadas estaba dominada por corrientes más o menos laicistas. Cádiz para Medicina, Granada, y en menos proporción Madrid, cerraban el cuadro de las Facultades universitarias frecuentadas por estudiantes onubenses. Pero hay un factor más decisivo en este fenómeno que hemos denominado apostasía de los intelectuales. Era la fuerza de la Masonería en Huelva desde fines del siglo pasado. Caldeados los universitarios por el ambiente laico que respiraran durante sus años de estudios, venían luego fácilmente a parar en las logias. Halagados por éstas, se iniciaban en ellas con la idea de que así subía su categoría intelectual; pero sobre todo con la ambición, mañosamente alentada por la Orden, de poder triunfar en la vida. Un ligero recorrido por los cuadros masónicos, aun sin ser exhaustivo ni estadístico, nos hará ver cuántos fueron los intelectuales masones que pulularon por Huelva y su provincia desde fines del pasado siglo31. De la vieja Masonería onubense recordamos los siguientes: Antonio Díaz Fragoso, Simb.´ Simb.´. “Bencomo”, gr.´ gr.´. 18.º, notario, de la logia UNIÓN Y SINCERIDAD, n.º 41, de Huelva. José Gómez Fabregat, Simb.´ Simb.´. “Justiniano”, abogado, que perteneció a las logias RÁBIDA, n.º n. º 205, de Moguer, UNIÓN Y SINCERIDAD n.º 41, COLÓN, n.º 107, y figuró en los cuadros lógicos de la MAGISTRAL MORALIDAD, n.º 160, para terminar en el CAPÍTULO ODIEL de Rosacruces como Primer
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Nos limitamos aquí a una relación escueta de nombres ya que todos o casi todos los masones citados reaparecerán más adelante y con más detalle en el capítulo que dedicamos a la masonería en Huelva. [245]
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Gran Vigilante, constituido el Capítulo el 1 de abril de 1891. Diego Daniel Medrano, Simb.´. “Alí”, gr.´. 2.º, procurador, de la logia COLÓN, n.º 170, de Huelva. Emilio Pastor Jaldón, Simb.´. “Newton”, gr.´. 18º, abogado, Ven.´. Maest.´. de la logia PROGRESO n.º 211 de Villanueva de los Castillejos. Manuel José Redondo Gamba, Simb.´. “Séneca”, gr.´. 2.º, abogado, de la logia ESTRELLA DE OCCIDENTE n.º 159, de Cartaya. Enrique Nieto Carlier, Simb.´. “Tubal”, gr.´. 13.º, notario, de la logia VIRIATO n.º 162, de Ayamonte. [245] Narciso Navarro Jiménez, Simb.´. “Riego”, gr.´. 3.º, procurador, de la misma logia ayamontina. Joaquín Redondo Ossiols, Simb.´. “Pitágoras”, gr.´. 3.º, abogado, también de la logia VIRIATO. Entre los profesionales de Ciencias, médicos, ingenieros, etc. encontramos mayor número de afiliados con antecedentes masónicos. Leopoldo Puente Wilke, Simb.´. “Viriato”, gr.´. 3.º, médico, de la logia LUZ Y TRABAJO, de Huelva, donde desempeñó desempeñ ó el e l cargo car go de Ven.´. Ven.´. Maest.´ Maest.´. Antonio Jiménez, Simb.´ Simb.´. “Riego”, gr.´ gr.´. 3.º, médico, de la logia COLÓN n.º 170, de Huelva. Rafael López Hernández, Simb.´. “Dupuitren”, gr.´. 2.º, médico, de la logia MAESTRAL MORALIDAD n.º 160, de Huelva. Cristóbal Corona, Simb.´ Simb.´. “Ruiz Zorrilla”, practicante, de la misma logia. Domingo Gómez Jaldón, Simb.´. “Mazzini”, gr.´. 4.º, médico, de la logia PROGRESO n.º 211, de Villanueva de los Castillejos. José Fontana Silve, Simb.´. “Galeno”, gr.´. 3.º, farmacéutico, de la logia ACACIA n.º 254, de Riotinto. Ruperto de Medio García, Simb.´. “Faraday”, de gr.´. 3.º, químico, de la misma. Ricardo Serrano Pacheco, Simb.´. “Daoiz”, gr.´. 3.º, químico, de la misma. Isidoro Reyes Castilla, gr.´. 17.º, Simb.´. “Maldonado”, cirujano, de la logia ESTRELLA DE OCCIDENTE n.º 159, de Cartaya. En esta logia se iniciaron o trabajaron igualmente Lorenzo Mora Casanova, Simb.´. “Cicerón”, gr.´ gr.´. 11.º, veterinario. Francisco Blanco Rey, Simb.´ Simb.´. “Padilla”, gr.´ gr.´. 13.º, farmacéutico. Juan Pérez Almansa, Simb.´. “Platón”, gr.´. 11.º, médico, José de Oria Estévez, Simb.´. “Solano de Luque”, gr.´. 2.º, cirujano. En la logia COPÉRNICO n.º 210, de Nerva, figuran como iniciados Manuel Herrera Noriega, Simb.´. “Virgilio”, gr.´ gr.´. 3.º, farmacéutico; Leopoldo Luque Zink, “Ceballos”, gr.´ gr.´. 3.º, cirujano; Emilio Campos Flores, Flores , Simb. Sim b.´´. “Hermógenes”, “Hermógenes ”, gr. gr .´. 5.º, médico. médic o. José Garrido Batista, Simb.´. “Follin”, gr.´. 3.º, médico, de la logia RÁBIDA n.º 205, de Moguer. Juan José Linares Luna, Simb.´. “Sócrates”, gr.´. 3.º, médico, de la logia REDENCIÓN ISLEÑA n.º 274, de la Isla Cristina, en la cual se inició también Augusto García Vinuesa, Simb.´. “Castilla”, gr.´. 3.º, farmacéutico. [246] Miguel Lobo Carquesa, Simb.´. “Volney”, gr.´. 3.º, farmacéutico, y Antonio Jiménez Fernández, Simb.´. “Julio César”, óptico, se iniciaron en la logia HIJOS DE LA LUZ, n.º 235, de Aroche. Isaías Fernández Javier, Simb.´. “Galeno”, gr.´. 1.º, médico, que se inició en la VIRIATO n.º 162 de Ayamonte. Más empeñada, y con mayores frutos, se mostró la masonería en ganar a profesores, maestros y gente de letras. He aquí una relación: NOMBRE NOMB RE Y APELLIDO APELL IDOSS Luis Modéjar
Simb. Simb .´. “Tiempo”
gr.´. gr.´. 9.º
Profesi Prof esión ón Prof. música
LOGIA LOGI A UNIÓN Y SINCERIDAD SINCERIDAD
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Antonio Vázquez Vázquez Vázquez Amalia Cavia Adela Cavia Adela Muñoz Sebastián Alonso José Gallego de la Paz Eugenio Hernández Cárdena Miguel Z. Romero Ricardo Rojas Delgado José Carrasco Padilla Antonio Cáceres Crespo Crespo Antonio Pacheco Chica Chica
“Pi y Margall” “Piedad” “Verdad” “Luz” “D’Alembert” “Lavoissier” “Lavoissier 2.º” “Salmerón” “Montesino” “Maldonado” “Locke” “Dupuis”
9.º 3.º 3.º 3.º 9.º 30.º 18.º 3.º 1.º 3.º 2.º 3.º
Profesor Profesora Profesora Profesora Periodista Catedrático Maestro Maestro Maestro Maestro Maestro Maestro
UNIÓN Y SINCERIDAD UNIÓN Y SINCERIDAD UNIÓN Y SINCERIDAD UNIÓN Y SINCERIDAD UNIÓN Y SINCERIDAD MAESTRAL MORALIDAD MAESTRAL MORALIDAD MAESTRAL MORALIDAD MAESTRAL MORALIDAD PROGRESO N.º 211 PROGRESO N.º 211 DIÓGENES N.º 184
Tomás Ojeda Mallofret, que lo mismo aparece como periodista que como obrero, recorriendo casi todas las logias de Riotinto. Su gr.´. difícil siempre de controlar, probablemente sobrepasó del 9.º; y su Simb.´ Simb.´. era el de “Chies”. La logia UNIDAD n.º 341, FRATERNIDAD n.º 245 y la logia DIÓGENES n.º 184, de Riotinto, y alguna otra de la Capital, “se honraron” con su filiación regular. Recordamos también a NOMBRES NOMB RES Vicente Bosch Santiago Fernández B. Manuel Domínguez R. Salvador Junquito Dobla
Simb. Simb .´. “Minerva” “Lanuza” “Mendizábal” “Méndez N.”
gr.´. gr.´. 3.º 5.º 5.º 9.º
Profesi Prof esión ón Maestro Maestro Srio. Ayto. Maestro
LOGIA LOG IA ACACIA, n.º 254 ESTRELLA DE OCCIDENTE, 159 COPÉRNICO, n.º 120 (Nerva) RÁBIDA n.º 205 (Moguer)
Modesto M. García García, Simb.´. “Montesino”, gr.´. 4.º, que ostentó la Veneratura de la logia VIRTUD Y PROGRESO n.º 319, de La Naya, Naya, por el año de 1894, era Maestro de Escuela. También llegó a ser Ven.´. Maestro de la logia REGENERACIÓN ISLEÑA n.º 274, con el gr.´. 3.º, y Simb.´ Simb.´. “Víctor Hugo” el Maestro Nacional Don Ricardo Rodríguez Calderón. Manuel Navarro Martín, Periodista, Director de La Marsellesa , periódico clandestino de Huelva, perteneció a la logia HIJOS DE LA LUZ n.º 235, de Aroche, con el Simb.´. de “Roger de l’Liste” [¿Rouget de L’Isle?] y el gr.´. 1.º en el año 1900. A esta misma logia se afilió el Secretario del Ayuntamiento de la villa, Don José Bravo González, Simb.´. “Marco Aurelio” y gr.´. 3.º, “librepensador de profesión” según hacía constar en su propia plancha de solicitud de filiación, fechada el 23 marzo de 1896. [247] En toda la relación anterior hemos prescindido de los intelectuales que arribaron a Huelva por aquellas fechas, procedentes de logias enclavadas fuera de la provincia, que no eran pocos por cierto. Más adelante veremos cómo la gran reacción masónica se inició durante la Dictadura, solapada y ladinamente primero, para convertirse a última hora en corriente pública y descarada, con promesas halagüeñas de soluciones vitales y medros políticos para sus iniciados. Con la implantación del Frente Popular, a la que tan eficazmente coadyuvaron las logias, imaginaron por algún tiempo los masones haber conseguido, por fin, todas sus aspiraciones libertarias y políticas en la nación española. El fermento intelectual, que ahora nos interesa, de este resurgir masónico, fue claro y manifiesto para toda España, sin faltar, ni mucho menos, en la provincia de Huelva. Al contrario, proliferaron abundantemente en ella los universitarios masones. He aquí los principales: Manuel Garrido Perelló, Simb.´. “Guzmán”, gr.´. 2.º, abogado y secretario del Ayuntamiento de Huelva. Conocemos incluso su firma como Arq.´. Rev.´. en la logia MINERVA n.º 17, de la Capital. José García Mayorga, Simb.´. “Sófocles”, gr.´. 1.º, abogado de Aracena, perteneciente a la misma logia. Alfonso Duque Iñiguez, Simb.´. Simb.´. “Giner “Giner de los Ríos”, gr.´ gr.´. 4.º, abogado, de la logia l ogia CAÑAVATE, n.º 27, de Huelva. Más abundantes en intelectuales de todas las ramas fueron, sin duda, las logias TRANSIGENCIA y FRANCISCO ESTEVA. Entre los abogados descuellan José Limón Caballero, Simb.´. “Graco” gr.´. 3.º, de Valverde del Camino, Juan Tirado Figueroa, Fernando Rey Mora, y Juan Gutiérrez Prieto, el hermano “Libertad”, sobre los cuales volveremos luego con más detalle. Médicos aparecen aún en mayor número, en los cuadros lógicos de aquellas efemérides gloriosas
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para la Orden. Recordemos algunos nombres. NOMBRES NOMB RES Juan Ramírez Pinto Luis Buendía Gómez Antonio Gil García Diego Pérez Peral Francisco Quintero Breva Antonio Toscano Quintero Quintero Manuel Avino Arenas Antonio Moreno Muñiz Muñiz Germán Mora Sánchez
Simb. Simb .´. “Galeno” “Avicena” “Letamendi” “Galeno” “Blas Lozano” “Lué” “Letamendi” “Fe” “Dioscórides”
gr.´. gr.´. 2.º 2.º 3.º 1.º 2.º 1.º 2.º 1.º 1.º
Profesi Prof esión ón LOGIA LOG IA Médico de La Palma del Condado Médico MINERVA y TRANSIGENCIA Médico CAÑAVATE, n.º 27 Médico CAÑAVATE, n.º 27 Farmacéutico CAÑAVATE, n.º 27 Practicante CAÑAVATE, n.º 27 Médico REDENCIÓN Ayamonte Practicante REDENCIÓN n.º 16 Farmacéutico MINERVA, n.º 17
Esto por lo que toca a iniciados o afiliados en logias onubenses. Los que nos ofrecieron las logias sevillanas fueron muchos más. Pero los Cuadros Lógicos más nutridos, fueron los de HH.´. Catedráticos, profesores, maestros de primera enseñanza y periodistas [248] onubenses. Precisamente, aquellas profesiones que más daño pudieron hacer en esta campaña de apostasía. El Instituto de Enseñanza Media y la Escuela de Magisterio estaban minados por los Hermanos de la escuadra y el triángulo. En todas las logias tenían buena representación; pero de modo especial los auspiciaba la logia MINERVA n.º 17. Sólo en ella encontramos seis representantes de estos profesionales de la Enseñanza: Amós Sabrás Gurrea, Simb.´ Simb.´. “Newton”, gr.´ gr.´. 4.º, procedente de la logia SOTO VÁZQUEZ VÁZ QUEZ n.º 26, en cuya acta de fundación y en la Carta Constitutiva, aparece ya, nombrado por Martínez Barrios, como Venerable Maestro, asesorado por Aurelio Cayuela Díaz como Primer Vigilante y Antonio Anto nio Garrido Sisquet como Segundo Vigilante de la logia. Fue Don Amós alma y vida de la masonería intelectualista de Huelva. Catedrático de Matemáticas en el Instituto, su competencia le hacía admirar por profesores y alumnos. Pronto se convirtió en un propagandista exaltado de la extrema izquierda. Logró escaños en las Cortes con candidatura socialista por Huelva y Logroño. La Masonería de Huelva le premió además con reiteradas concejalías en el Municipio y con algunas suplencias en la Alcaldía. Figura también en el Cuadro Lógico de la logia TRANSIGENCIA n.º 27. 2 7. En la misma logia MINERVA nos encontramos con tres maestros nacionales. José Jorge Olivares, Simb.´ Simb.´. “Aries”, gr. gr .´. 24.º, uno de los patriarcas masónicos masónico s de la l a Capital, masón viejo y experto en el arte de la captación. Honorio Jorge Olivares, más modesto en las lides masónicas, gr.´. 3.º, Simb.´. “Arístides”, y Manuel Gallardo y Gallardo, Simb.´ Simb.´. “Sócrates”, gr.´ gr.´. 3.º, enlace de la Masonería con la política de izquierdas, a través del partido de Unión Republicana, en el que tuvo diversos cargos y destacadas actuaciones. Con él competía en todas estas lides “extraescolares”, otro maestro, Emilio Pina Milán, conocido por sus actividades en Paterna del Campo. Otro profesor masón, de gran influencia política, fue Enrique González Sicilia, procedente de las logias hispalenses, y que en la logia TRANSIGENCIA aparece con el Simb.´. “Saúl” y el gr.´. 4.º. Junto a él y con idéntica idént ica graduación, y Simb. Sim b.´´. “Plinio”, aparece el también profesor del Instituto In stituto Cesáreo Martínez. Martí nez. Director de la Escuela Normal y Auxiliar del Instituto fue Ricardo Aldea Lafuente, afiliado a la Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza, que había ampliado estudios en Rusia. Era jefe provincial del partido de Martínez Barrios y presidente del Ateneo Popular. Florentino Martínez Torner, natural de Oviedo, había enseñado igualmente en los centros oficiales de Huelva. Como masón estuvo afiliado a la logia CAÑAVATE n.º 27. Como político fue Diputado en 1931. Era socialista y presidente del Comité Ejecutivo de Agricultores [249] de Huelva. En un mitin popular pronunciado en plena plaza de la Merced profirió insultos blasfemos contra la Iglesia y contra la Eucaristía. También anduvo en la Dirección de la Escuela Normal otro laicista empedernido, Jefe Provincial igualmente del partido de Martínez Barrios: el profesor Juan Martínez Jiménez, cuya ficha masónica no hemos podido encontrar.
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Como Inspector Provincial de Enseñanza Primaria figuraba Don Celestino Minguela, de ideología socialista. No consta que fuera masón. Pero sus circulares y disposiciones en cuestiones de formación y educación moral de los niños dejan bastante que desear desde el punto de vista cristiano. Dos Inspectores de Primera Enseñanza encontramos, de verdad enrolados en la Masonería onubense: Luis Fernández Pérez, Simb.´. “Marco Aurelio”, gr.´. 3.º; y Manuel Díaz Rosa, Simb.´. “Nant”, gr.´. 1.º; ambos de la logia TRANSIGENCIA n.º 27. También aparece como masón el propio bedel del Instituto, Víctor Víct or Manuel Salgado, Simbólico “Ferrer”, gr.´. gr.´. 1.º de la logia l ogia MINERVA n.º 17. En la logia REDENCIÓN n.º 16, de Ayamonte, figuran cuatro maestros de Escuela: Manuel Moreno Ocaña, José Amesaga Ramos, Enrique Romero Calvo, José Ojeda Reyes, con los Simb.´ Simb.´. “Rousseau”, “Anastasio”, “Pitágoras” “ Pitágoras” y “Fröebel”, respectivamente. respectivamente . Los periodistas contaban también con buenos “hermanos”. Que sepamos, a la logia SOTO VÁZQUEZ n.º 26 pertenecían Cecilio Romero Pérez, Simb.´. “Espartado”, gr.´. 2.º, y Modesto Pineda Barrios, Simb.´. “Sthendal”, gr.´ gr.´. 2.º. José Ponce Bernal, Simb.´ Simb.´. “Bakunin”, gr.´ gr.´. 1.º, había sido iniciado en la logia CAÑAVATE n.º 27. Esta apostasía de las filas intelectuales –unos con su apostasía oficial y filiación masónica, otros, en un número más extenso, cooperando con su indiferentismo religioso sistemático y su amoralidad práctica– fue la que contribuyó poderosamente a extender y afianzar la apostasía de las masas. Sobre todo, los profesionales de la enseñanza que tenían en sus manos el noventa por ciento de la juventud y de la infancia estudiantil de Huelva. LOS PARTIDOS POLÍTICOS Una última causa de la apostasía general en nuestra provincia podríamos apuntar concretándola a la labor anticristiana de los centros [250] políticos republicanos y marxistas que, desde antes de la República, fueron surgiendo como por encanto animados siempre por el odio a la Iglesia y a cuanto tuviera que ver con ella. Los hubo en cada pueblo y puede decirse que fueron como la antiiglesia, la antiparroquia, el antidios, formando un frente de ataque que no dejó de disparar y que causó innumerables víctimas. De ellos salieron las consignas y órdenes, por sus tribunas desfilaron los cabecillas de la revolución más reticentes y lanzados, en ellos se leía y se distribuía toda la prensa negra que inundó al país durante aquellos años desde los grandes diarios nacionales hasta la revista truculenta y pornográfica y las hojas volantes más o menos clandestinas. En los periodos electorales, sobre todo, su actividad y movimiento daban la impresión, por mantener el paralelo con lo religioso y lo eclesiástico, de una misión general laica y revolucionaria. Sería prolijo repasar uno por uno tales focos de irreligiosidad y apostasía. De muchos de ellos bastante hemos visto en la primera parte. La estadística total de sus juntas, reuniones, acuerdos, mítines, etc., se haría insoportable por lo larga e igual, siempre bajo el común denominador de desafío y ataque a la Iglesia. Cualquiera de los diarios provinciales de Huelva da, día a día, testimonio de ello 32. 32
Concretamente, véanse los periódicos “Diario de Huelva” y “Odiel” desde los primeros números de enero del 36. Casi ininterrumpidamente anuncian o reseñan actos de los partidos de izquierda. Recogemos de ambos diarios algunas de sus noticias más significativas durante aquellos días: Día 19 de enero: Mitin socialista en Escacena del Campo, presidido por el mismo Alcalde. Poca asistencia; ninguna del elemento femenino. Muchos asistieron “por hallar aquel acto virulento como motivo de gratuita distracción”. Entre los oradores, locales unos y otros propagandistas de Huelva, José Fernández hizo profesión de fe republicana revolucionaria y ensalzó la jornada de Asturias; aconsejó el empleo de la hoz y el martillo para cortar cabezas de los elementos de derechas y abogó por la apertura de las cárceles. El corresponsal termina aun lamentándose de que “aquello resultara frío y sin entusiasmo” (Odiel” año II, n.º 19, pág. 2). Día 20 de enero: Jornada intensísima. Una caterva de oradores se desató por los pueblos en propaganda electoral, de la Federación Socialista. Para San Silvestre de Guzmán: Antonio Fortes, Antonio Cabezas, Antonio Pousa Camba, Antonio Martínez Duque y Manuel Lorenzo González. Para Villablanca: Próspero Álvarez; para Cumbres de En medio: José Hernández y Luis Cordero Bel; para Cumbres de San Bartolomé: Antonio López; para Hinojales, Pedro Uceda y Juan Gutiérrez; para Cañaveral de León: Francisco Carbajo y Juan Tirado; para Cumbres Mayores: Juan Manuel Sánchez Roldán; para Rosal de la
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[251] De los centros masónicos y de la participación de sus adeptos en esta fiebre propagandística nada diremos aquí por tener aquéllos su capítulo aparte. Tampoco hace falta insistir en que los grupos y centros políticos católicos o de derechas quedaron en su actuación, propaganda y eficiencia a cien leguas de los otros, izquierdistas y revolucionarios. [252] Puede asegurarse que en relación con la apostasía del pueblo que tratamos de explicar aquí, todo o casi todo el éxito se lo llevaron los enemigos de Dios y de la Iglesia33. [253] Frontera, Juan Peña Mesa; para Aroche: Manuel Sánchez Delgado; y para Cortegana, Martín Martínez y Pelegrín Vázquez (“Diario de Huelva”, 21-I-36, n.º 8402). Día 23 de enero: Mitin socialista en Alájar, con la intervención de Rafael González Sánchez, Juan Gutiérrez y Juan Criendo, ex diputado a Cortes. Los lemas propuestos sin ambages, fueron los de siempre y en tonos virulentos: unirse para destruir totalmente la clase capitalista, nacionalización de las tierras y bancos, emancipación libertaria de la mujer y unión fraternal de todas las fuerzas de las [251] Izquierdas, sin que faltaran las consabidas incitaciones redentoras contra el clero y contra la Iglesia (“Odiel”, año II, n.º 22, pág. 3). Día 25 de enero: La prensa recoge la designación de Propagandistas de Unión Republicana para distintos pueblos. Santiago López Rodríguez, Manuel Gallardo Gallardo, Emilio Pina Milán (ambos maestros nacionales), Ramón Ortega Egurrola, Luis Reina Díaz y Luciano López Góm ez. Don Diego García García es designado para Diputado a cortes por Unión Republicana, y entre los méritos que alega para presentar su candidatura está el de que siendo Concejal del Ayuntamiento de Huelva consiguió que las procesiones de Semana Santa no hicieran estación en el año 1925, negándose el Ayuntamiento por presión suya a subvencionar lo consignado en presupuesto (“Diario de Huelva”, n.º 8406, pág. 12). Día 27 de enero: Se registra en la Prensa el hecho curioso del alcalde Fley de Manzanilla, que al tomar posesión de la Alcaldía deja cesantes a casi todos los empleados municipales, y comienza a coaccionar con éstas y otras medidas para la campaña electoral, coacción que se extiende aun a los vendedores ambulantes, amenazándoles con suprimirles la autorización de venta si no votan a su favor. Era furibundo socialista (“Odiel”, año II, n.º 25, pág. 2). Día 5 de febrero: Las cosas llegaron a lo inaudito en Santa Olalla del Cala. Asistía, como Delegado del Gobernador, el Alcalde de Cala a un mitin de propaganda electoral izquierdista, anunciado para el día 5 a las diez de la noche. Intervendrían, según el programa, Santiago López y Manuel Álvarez, quienes comenzaron lanzando improperios del más subido tono y en el más soez lenguaje contra Lerroux, Gil Robles, el alcalde de Santa Olalla, el clero y la religión, con vivas estentóreos a la revolución y aclamaciones por que se repitieran pronto los sucesos de Asturias. A la Guardia Civil se la motejaba de “verdugos del proletariado” y otras finezas por el estilo. La concurrencia sumaba unas seiscientas personas. Al fin el Delegado Gubernativo hubo de suspender el acto y conducir detenidos a los oradores. Sólo unas horas; porque bien pronto volvieron a Huelva libres y satisfechos (Ibíd. N.º 36, pág. 2). Como muestra del carácter antirreligioso que no se disimulaba en dichos actos, recogemos la siguiente anécdota, una entre cien: Se celebraba en Alájar, a los comienzos de la República, un mitin en el que tomaba parte el Dr. Vallina, médico sevillano, anarquista y agitador constante de los campos andaluces. Mientras abogaba por el reparto de las tierras y otras reivindicaciones obreras más o menos ortodoxas, era frenéticamente aplaudido. Pero cuando empezó a atacar al clero, a las Órdenes Religiosas e insultar a la Virgen, cuyo santuario “había que destruir”, el pueblo cambió repentinamente de actitud, hasta el punto de apoderarse de él en un imponente alboroto y sumergirlo en una alberca con el consiguiente e inesperado remojón. (Cf. Ciencia Tomista , año XXIII, tomo XLIV, pág. 94-95). [252] 33 El aspecto religioso que matizaba también la actuación y propaganda de las derechas dan fe, entre muchos, los siguientes carteles propagandísticos para las elecciones del 36: “Elector: Se te ofrece –la Revolución o la la paz... –el caos o el orden... –la anarquía o la ley... ley... –el ateísmo o la Religión... Religión... –la ruina o la prosperidad... prosperidad... –el amor libre o el hogar hogar honrado... –la antipatria o la Patria... Patria... –Rusia o España... “¡¡Mujer!! Tu hogar peligra... peligra... –Pretenden sustituir el matrimonio matrimonio por una unión libérrima... libérrima... que es sencillamente sencillamente un libérrimo concubinato... –¿Quieres eso para tus hijas...? hijas...? –Pretenden arrancar a Dios de los templos, templos, de las escuelas, escuelas, de las conciencias... –¿Quieres eso para tus hijos...? hijos...? Defiéndete y defiéndelos... La familia y la Religión necesitan tu voto... –Vota íntegramente la candidatura candidatura contrarrevolucionaria... Y serás más española... española... Más mujer...
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Más madre...” (“Odiel”, año II, n.º 42, 16-II-1936), 16- II-1936), pág. 8. [253]
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C APÍTULO II L A MASONERÍA Y LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA La realidad de la persecución en la provincia de Huelva queda bien de manifiesto a través de las págs. de la primera parte de esta tesis. Pero es evidente que no se trata de un fenómeno circunscrito al territorio onubense, aun supuestas las agravantes con que allí pudo presentarse. La persecución religiosa en Huelva no es más que un capítulo de la persecución contra la Iglesia, desencadenada en todo el territorio nacional durante la segunda República española. Por consiguiente, al averiguar las causas de aquélla, no podremos, de ningún modo, desconocer esa realidad nacional de la persecución para tratar de dar con las verdaderas causas en el ámbito nacional. Metodológicamente quizá tenga ello algo de censurable, pues cabría el mismo capítulo en cuantas historias semejantes pudieran hacerse de todas y cada una de las provincias españolas. Pero siendo ésta, que sepamos, la primera historia sistemática y completa que se escribe sobre la apostasía y la persecución religiosa de una provincia durante los años republicanos, y tratándose, además, de una provincia típica y representativa así en la apostasía como en la persecución, bien merece la pena la digresión, si podemos llamarla así, de un entero y largo capítulo, dedicado a analizar la primera y principal de esas causas: la actuación act uación de la Masonería. Por lo que a Huelva se refiere, algo, y aún mucho, de esa causa hemos dejado entrever en las págs. anteriores. Pero nunca lo onubense podrá entenderse suficientemente si no lo miramos a través de lo que la Masonería pensó, proyectó y realizó en torno a la descristianización de España desde arriba, en un plano nacional y hasta con ramificaciones internacionales. [255] Supuesto lo cual, nuestro plan de exposición es bastante simple, sin aspirar, ni mucho menos, a una historia de la Masonería en España durante los cinco años republicanos. Nos limitaremos a un ensamblaje de citas documentales, con el mismo comentario, donde se reflejen fielmente los afanes, proyectos y realizaciones de la Secreta Institución, a lo largo de esos cinco años, en pro de la descatolización de España. Otra vez hemos de volver aquí nuestro pensamiento al inapreciable Archivo de la Delegación Nacional de Servicios Documentales, de Salamanca, donde se ha reunido el más rico arsenal de materiales de primera mano para conocer fríamente, sin fantasías ni apasionamientos, la tremenda responsabilidad que pesa sobre la Orden masónica en cuanto de revolución y anticristiano ocurrió en España de 1931 a 1939. Ni se diga que mucha de esa documentación que vamos a explorar tiene un matiz localista por su origen, y que parece tener que ver poco o nada con un fenómeno de orden nacional el que una logia de Marruecos p. e. deje constancia de sus planes persecutorios en las págs. de sus libros de actas o en una “plancha” de índole personal, person al, cruzada entre masón y masón. La objeción no vale para quien conozca el centralismo y absoluta unidad de criterios con que, en los problemas básicos, suele proceder la gran Secta. Puede decirse que la Masonería toda respira por los poros de cada hermano masón. Ya veremos cómo una simple consigna en la sección que su argot llama “de pasos perdidos” o un desahogo en una carta personal revelan, a veces, todo un programa oculto de actuación nacional o internacional. Ahí radical precisamente la gran fuerza y el gran peligro masónicos. L A MASONERÍA MASONERÍA DE ENHORABUENA ENHORABUENA AL ADVENIMIENTO ADVENIMIENTO DE LA REPÚBLICA REPÚBLICA “Quizás sea interesante y no del todo inútil –escribía en 1931 Juan Tusquets– dedicar un libro al esclarecimiento de los orígenes de la postrera revolución. No me refiero a las causas lejanas: la avaricia de los poderosos de ciertas regiones españolas; el excesivo afán de solemnidades y el prurito del lucimiento personal; la confusión de los ideales religiosos con los de determinados partidos políticos o con los movimientos nacionalistas de los pueblos hispánicos; el retraso cultural de ciertos directores del apostolado católico, los graves yerros políticos de las derechas; esos factores y otros muchos, que sería inoportuno enumerar, fueron abonando el terreno, e hicieron posible el arraigo de la semilla revolucionaria. Pero los males que acabo de enumerar, se habrían remediado con procedimientos evolutivos, bajo la iniciativa y dirección de la Jerarquía Católica, si las organizaciones sectarias no hubieran estorbado los
planes de los Prelados e inundado a España de propagandas [256] francamente demagógicas. El Judaísmo, con su primogénita la Masonería, extendieron redes perturbadoras por todos los ámbitos del Estado; movieron con hilos invisibles los títeres políticos y han obtenido los resultados que a la vista están y que ningún católico sincero puede contemplar sin temor ni amargura. En las sectas radica el origen inmediato de la Revolución: todo el mundo lo presiente... se trata de acontecimientos demasiado próximos... creo posible demostrarlo con claridad apodíctica” 1. Otro ilustre escritor eclesiástico, Cipriano Montserrat, decía en el Prólogo a la obra de Tusquets: “queda fuera de toda duda que la Masonería ha contado en nuestro caso con los seculares secu lares aliados del d el capitalismo judío y de los profesionales del motín, dispuestos siempre a pescar en río revuelto. Queda asimismo demostrado que los preceptos de la flamante Constitución Española recogen el espíritu y a menudo la letra de un sinnúmero de acuerdos, que en tiempos no remotos figuraron en el orden del día de las diversas sesiones celebradas en los antros conocidos con los nombres de logias” 2. Consecuentes con el método enunciado de seguir una línea estrictamente documental y alejada de todo comentario innecesario, empecemos nosotros recogiendo las confesiones explícitas sobre la paternidad masónica de la República. Abundan hasta la saciedad, y están todas ellas autenticadas con los mejores sellos de la documentación de la Masonería española e internacional. Es punto de gran interés para enjuiciar futuras actuaciones del quinquenio republicano. Un poco tardío en fecha de publicación, pero importantísimo por el alto organismo masónico que lo avalaba, fue el artículo oficial publicado en Junio de 1931, por el “Boletín Oficial del Supremo Consejo del grado 33” con el título de El nuevo régimen . La República es patrimonio nuestro . Dice textualmente3: “La República se ha instaurado en España, brindándonos un régimen basado en los tres grandes e insustituibles principios, que nuestra institución reputa base fundamental y única de toda organización política, humana y racionalmente establecida: libertad, igualdad, fraternidad. El movimiento revolucionario español que instauró en nuestro país el régimen republicano, asombró al mundo civilizado. Nunca jamás en pueblo [257] alguno se produjo una mudanza tan radical en las instituciones públicas, transformando esencial y definitivamente el régimen político, por los procedimientos que en España tuvo lugar. Fue la obra de un plebiscito nacional. El pueblo, en suprema función de soberanía, amparado por el derecho, se pronunció por la república. Y sin una gota de sangre, sin un acto de violencia, quedó hundida definitivamente en la cima de su desprestigio y de su impotencia una monarquía multicentenaria. La más antigua de cuantas existían. ...La república nació limpia de todo pecado y con la enorme fuerza de todas las grandes virtudes civiles. Diríase que era la imagen perfecta, moldeada por manos geniales, de todas nuestras doctrinas y principios. No se podrá producir otro fenómeno de revolución política más perfectamente masónico que el español. Todo fue templanza, justicia, orden, mesura, humanitarismo, tolerancia y piedad. Los grandes resortes morales que nosotros cultivamos, fueron los que estuvieron en acción... Por ello tenemos máximas responsabilidades en la defensa de la república. La monarquía que se desplomó para siempre bajo el peso enorme de sus tremendos e indiscutibles yerros, no puede volver. España será una república democrática o será una anarquía desatada. En las horas de consolidar el régimen y de reajustar las nuevas instituciones, por lo mismo que carecemos de verdaderos hábitos democráticos, levantará cabeza el caudillismo. Se olvidarán los principios y se mirará a los hombres. La disciplina se quebrantará. No habrá fuerzas organizadas para oponerlas a todas las tendencias tendenc ias y apetitos individuales que se desatarán. 1 Orígenes de la 2 Ibíd., pág. 7. 3
Revolución Española , pág. 11-12.
“Boletín Oficial del Supremo Consejo del grado 33 para España y sus dependencias”, año XXXVIII, n.º 396 junio 1931, págs. 1-3 (Archivo Nacional de Servicios Documentales, de Salamanca). – En adelante cuantos documentos masónicos citemos como pertenecientes a este Archivo de la Delegación Nacional, irán anotados simplemente con la palabra “Archivo NSD”, más el número del documento y del legajo correspondiente. Cuando se trate de impresos, citaremos únicamente la obra, revista, boletín, etc. [257]
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En estas horas de peligros, que son inevitables, tenemos los francmasones deberes que cumplir. Cada uno desde su campo, dentro de la esfera de acción en que se mueva, elevando el pensamiento por encima de toda diferencia partidista, poniendo el corazón en lo más alto, al lado de los grandes y eternos ideales, habremos de luchar por la unión de todos los buenos demócratas. Sean quienes sean y llámense como se llamen. Nuestra misión es conservar la república limpia de todas las mezquindades partidistas... Nada de política en los templos4. Hoy menos que nunca. Todo ideal y doctrina, hoy más que siempre. Las cosas que separen evitarlas por todos los medios, cueste lo que cueste. Fomentar lo que nos una, sea como sea. Si acertamos a sentirnos verdaderamente francmasones antes que [258] nada y por encima de todo, la república estará asegurada. Esa será nuestra gran obra. ...Si nuestra satisfacción es hoy tan legítima como intensa, séanlo también nuestras preocupaciones y nuestras previsiones. El gran patrimonio moral que España acaba de conquistar, es ante todo y sobre todo un patrimonio nuestro, de nuestra institución. Que nadie ni nada pueda arrebatárnoslo. Consagrémonos todos con fe inquebrantable y resolución invencible, a su defensa y guarda” 5. No menos explícito se manifestaba el “Boletín Oficial del Gran Oriente Español”, en su número del 19 de mayo, en editorial titulado Nuestro saludo a la República : “El pasado mes de abril pasará a la historia como uno de los testigos de los episodios más hermosos y cardinales de la historia de España. El pueblo español ha afirmado en él con sus votos su voluntad; después ha sabido, con decisión incruenta, imponerla. España ha hecho una revolución con increíble entusiasmo, y al mismo tiempo con una magnífica generosidad con los vencidos y sin derramamiento de sangre. Hagamos constar nuestro júbilo. Por la liberación del pueblo español, a quien se han negado años y años los derechos de ciudadanía. Por la implantación de un régimen que es la expresión de la voluntad de la nación, y tiene con ello el único título de legitimidad que pueden reconocer los hombres libres. Por el modo ejemplar con que se ha hecho la revolución española, que ha puesto de relieve la madurez, la sensibilidad civil y la nobleza de nuestro pueblo. Por nosotros mismos que hemos sido antes vejados, y hoy podemos realizar nuestra tarea en pro de la paz entre los hombres y los pueblos en una España dignificada por la libertad. Una vez más digamos públicamente que la masonería está fuera de toda tendencia partidista. Pero una vez más digamos que enseña a amar grandes ideales y a sacrificarse por ellos. ¿Es de extrañar que, por lo mismo, en la gran revolución española hayan dado el máximo ejemplo de fervor y sacrificio hombres educados en nuestras logias? ¿Es de extrañar que en el tono general, en esa caballerosidad y tolerancia que todos [259] elogian, hayan dejado sentir su influencia nuestros principios, infiltrados en el espíritu de muchos españoles por años y años de un culto silencioso y heroico? Con orgullo digamos que a la magnífica cosecha que hoy recoge el pueblo español, ha contribuido la semilla de nuestros sembradores. Reconozcamos también con justicia que a la obra han contribuido, con esfuerzo admirable, hombres ajenos a nuestra hermandad, a los cuales debemos rendir tributo de admiración. Después de los grandes días debemos volver a nuestras faenas cotidianas. Nuestro quehacer es permanente, y ahora más necesario que nunca. Por el empuje de los ideales masónicos – libertad religiosa, tolerancia, espíritu fraternal entre los hombres y pueblos– se han forjado las naciones orientadoras de nuestro tiempo; únicamente con el intenso amor a esas ideas que se enseñan en nuestros talleres, podrá estructurarse una nueva España, capaz de un alto destino histórico. 4 Alude 5
a los “templos masónicos” o lugares de sus tenidas y reuniones. [258] En el mismo “Boletín”, pág. 5, aparecen exaltados al grado 33 Fernando de los Ríos, Pedro Rico López, Ángel Rizo y Gerardo Abad Conde. Era una recompensa muy oportuna con vistas a su actuación dentro de los elevados puestos que iban a ocupar. Y en la pág. 7 un artículo breve, con el título Un cementerio para todos , contra los cementerios católicos, incita al pueblo a que por propia iniciativa derribe las tapias de separación del civil, imitando lo que según el articulista había ocurrido ya en determinado pueblo de la provincia de Almería. [259]
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La convivencia de gentes de distintas ideologías, sólo posible en nuestra Orden, y que destruye las aristas de la intolerancia y crea hábitos de disciplina, es indispensable para cultivar la concordia de los hombres amantes de la libertad, sin la cual las libertades conquistadas estarán en seguida en peligro” 6. En comparación con el documento antes trascrito, es éste menos eufórico y más velado en afirmaciones comprometedoras. Nótese que aun no hacía un mes de instaurado el nuevo régimen. Se imponía cierta cautela ante el peligro, poco posible, de una reacción y de un fracaso a la par que una labor de vigilancia y actividad febril. Por entonces ya se andaba gestando la Constitución en las logias, como pronto veremos. Este ambiente queda mejor reflejado en otro artículo Saludo a la República del del “Boletín Oficial de la Gran Logia Española”, menos recatada siempre en cuestiones de política, y más decidida en sus orientaciones demagógicas: “Supremos designios reservaban a este número del “Boletín” el recoger saludo un nuevo régimen, nacido en la entraña de la voluntad popular. Estaba, pues, justificado el retraso, ajeno a nuestra voluntad. No recuerda la historia de pueblo alguno un destronamiento a impulso de la voluntad civil, recogido en comicio popular, [260] erigido en nacional veredicto. Tampoco registra la historia en ningún país el acto de grandeza ciudadana conminatoria, enfrentándose con poderes seculares, síntesis de todos los atributos de las fuerzas organizadas, obligando en acción directa al acatamiento, no por incruento, de menos terrible e inexorable fallo. Pero así ha sido. La ciudadanía formó su justicia y señaló como término de la mayestática jornada el atormentador camino del destierro. Al hundirse en el ocaso el fulgor de la realeza, se puso término al postrer poder personal de la majestad. España rehabilitaba del derecho divino las indeclinables y soberanas prerrogativas ciudadanas. ¡Incruento desenlace! Confiamos que la hidalguía de este gran pueblo español no tenga que arrepentirse del vencido. ¡Se ventila el porvenir de esta patria nuestra! Pero como francmasones tenemos que sentirnos satisfechos. Los principales responsables de la tragedia española ganaron las fronteras salvadoras. Si tienen conciencia de su mal y comprensión para penetrar en la generosidad de los fraternos adversarios, confiamos que les dejarán vivir su democracia y seguir su destino en la historia. Como españoles y francmasones, que contemplan hecha ley la estructura liberal de un nuevo Estado engendrado de los inmortales principios que fulguran en Oriente, tenemos que sentirnos satisfechos. A las puertas del sol por Occidente llega el clamor de nuevo día... A los francmasones que integran el Gobierno Provisional, al lato personal, compuesto asimismo en su mayoría de hermanos, nuestro aliento les acompaña. Sean leales custodios de esos caudales morales, que se les confía; y que por la República, hagan la ventura de España. – La Dirección” 7. La Masonería internacional no era menos explícita. Así la revista vienesa “Wiener Freimaurer Zeitung” comentaba: “Un anhelo, acariciado tiempo ha por los Hermanos del Gran Oriente Español, se acaba de realizar. El Grande Oriente ha podido trasladar su sede de Sevilla a Madrid. Si las posibilidades de actuación del Grande Oriente se vieron algo limitadas durante los años de la Dictadura, hoy tienen un campo inmenso para desarrollarse. Quienes conocemos a los altos jefes de la Masonería Española, no dudamos en que lograrán el mejor partido de tan excepcionales coyunturas. – La francmasonería española no quiere en efecto sino servir con todas sus fuerzas el ideal de la Humanidad y el ideal de la libertad de pensamiento y de la rebelión contra la Fe. Se esforzará por realizar su misión bajo todos [261] los puntos de vista en la nueva República. – La última reunión del Grande Oriente Español tomó la decisión de trasladar la sede y eligió un nuevo Consejo de Grandes Luces. El Diputado Gran Maestre, Ministro español de Comunicaciones, Hermano Diego Martínez Barrios, ha sido votado Gran Maestre del Gran Oriente. Dos Ministros del Gobierno Provisional de la República pertenecen también al Consejo: 6 Segunda época, año 7
V, n.º 54, 10 de mayo de 1931, pág. 1. (Tipografía Minerva, Sevilla). Segunda época, n.º 8.º, 1er semestre de 1931, pág. 1.
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Marcelino Domingo, Ministro de Instrucción Pública, y Fernando de los Ríos, Ministro de Justicia. Una interesante figura entre los Grandes Oficiales, es la del H.´ H.´. Emilio Palomo, Gobernador Civil de Madrid” 8. Idénticas noticias divulgaba oficialmente el “Bulletin de l’ Association Maçonnique Internationale” bien que más explícito en cuanto a los datos de las conquistas gubernamentales apuntadas para la Francmasonería. « Cette même assemblée –la del 5-6 de Julio, del Grande Oriente Español– a élu ses Grands Dignitaires parmi lesquels on relève les noms de trois ministres, un gouverneur civile, un Conseiller d’ État, un Alcalde, quatre hauts Fonctionnaires et dix Députés aux Cortes. Nos FF. espagnols, si longtemps tenus en suspicion par la Dictature, sont aujourd’hui à l’ honneur. Nous les en félicitons »9. En efecto : En la X Asamblea Nacional Simbólica del Grande Oriente español, celebrada en Madrid en los días 5 y 6 de Julio de 1931, se acordó trasladar nuevamente la sede del Gran Oriente a Madrid, calle Príncipe, 12, 2.º. Por unanimidad se designaron entonces las siguientes Luces, Dignidades y Oficiales de la Comisión Permanente10: LL.´. LL.´. DDig. DDig .´.´.y OOf. OOf .´. Gran Maestre Vice-presidente 1.º 1.º Vice-presidente 2.º 2.º Vice-presidente 3.º 3.º Vice-presidente 4.º 4.º Gran Orador Gran Orador Adjunto Gran Secretario Gran Secretario Adj. Gran Contador Gran Tesorero Maestro de cerem. Gran Hospitalario Gran Guardatemplo LL.´. LL.´. DDig. DDig .´.´.y OOf. OOf .´. Vocal 1.º Vocal 2.º Vocal 3.º Vocal 4.º Suplentes:
NOMBRE NOM BRE Y APELLIDOS APELL IDOS Diego Martínez Barrios Marcelino Domingo Rodolfo Llopis Enrique Barea Pérez Vicente Costales Emilio Palomo Félix Gil Mariscal Anselmo Plaza Vinuesa Vinuesa Francisco de la Mata Francisco Pérez Aneva Roberto Ruiz José Gómez de la la Serna Elías Palasí Celso Jaquinet NOMBRE NOM BRE Y APELLIDOS APELL IDOS Fernando de los Ríos Juan Sarradell Pedro Rico López Ramón González Sicilia Ángel Rizo Gerardo Abad Conde Vicente Marco Miranda Miranda Fernando Valera Francisco Saval Pedro Vicente Gómez Eloy Vaquero Adolfo Chacón de la Mata Manuel Muñoz Juan Santander
CARGO CIVIL CIVI L O POLÍTICO POLÍ TICO Ministro de Comunicaciones Ministro de Instrucción Pública Director General de 1.ª Enseñanza Secretario especial del Ayuntamiento de Madrid Industrial Gobernador Civil de Madrid Abogado Industrial Director del Colegio de Huérfanos de Correos Empleado Empleado Abogado Gerente de la Sociedad General de Librerías Abogado CARGO CIVIL CIVI L O POLÍTICO POLÍ TICO Ministro de Gracia y Justicia Abogado y Periodista Periodista Alcalde de Madrid Catedrático y Diputado a Cortes Marino y Diputado a Cortes Subsecretario de Comunicaciones Periodista y Diputado a Cortes Periodista y Diputado a Cortes Farmacéutico y Diputado a Cortes Diputado a Cortes Abogado y Diputado Diputado a Cortes Comerciante y Diputado a Cortes Militar y Diputado a Cortes Diputado a Cortes
La Gran Logia Española no parecía estar satisfecha. “Entre columnas” se queja del cuerpo diplomático y sus cargos, simplemente porque la Masonería no los había acaparado aun. He aquí sus lamentos: “...No es un secreto que la Francmasonería domina poco menos que en su totalidad en el gobierno provisional como en los altos cargos. Parecía razonable que al movilizar el personal de Embajadas y Legaciones, se hubiera escogido, dentro de ciertas circunstancias, a francmasones. Esto hubiera allanado considerablemente la gestión; y no obstante no se entiende así. Hasta ahora la mayoría de los elegidos son personas más o menos liberales, algunos improvisadamente liberales, pero nada más. Algunos hasta monárquicos probados, y claro es que la función seguirá chocando con ambientes poco propicios a cuanto no sea fraternidad. Vea, pues, el ministro de Estado, que sabe que la Francmasonería domina en Europa y América, si convendría en bien de la República, tomar una resolución en este sentido y para 8 Julio de 1931, págs. 119-120. 9 Julio-septiembre, 1931, pág. 51. 10
“Boletín del Gran Oriente Español”, segunda época, año V, n.º 57, 10 de agosto de 1931, pág. 1-2.
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bien del país” 11. La arrogancia con que la Masonería se atribuía toda la gestión de la República no se reservó sólo para la documentación oficial y privada de la Orden. Cuidó de que se aireara también en la prensa nacional, mientras se emprendía una intensa campaña de captación [263] masónica y de propaganda a ultranza, muy a propósito para cazar a los ambiciosos del medro personal y de la conquista del mando: “¿Que da la casualidad de que los caudillos de la segunda República Española proceden de la Masonería y militan en ella? ¡Es claro!, decía cínicamente “El Liberal”. Porque la República la ha traído el entendimiento de los mejores, y los mejores, aquí y en todas partes, si no son masones, merecen serlo. Como masón ha hablado en Marruecos el Ministro de Instrucción Pública; como masón nos rige este Gobierno; como masón ha administrado Lerroux el Ministerio de Estado. Después de una Monarquía jesuítica, es natural que actúe en calidad de libertadora una República masónica. Gobiernan en efecto los masones. ¡Ya era hora!” 12. A tono con la mentalidad de la Orden Masónica vibraban los ánimos de los Hermanos en su postura postu ra personal. Habían logrado, al fin, sus sueños más codiciados: una forma de gobierno, hechura propia, que garantizara oficialmente todos los manejos e intrigas personales. En cada masón sonreía una república. La correspondencia privada que se ha logrado conservar es altamente significativa por lo eufórica. He aquí un modelo: “Querido Benavides: Su cariñoso telegrama es una demostración plena de que me tiene Vd. presente en los instantes de emoción. ¡Cuánto se lo agradezco! Lo llevaré hoy al Supremo, y daré cuenta de él así como del recibido del Capítulo Lucentino. Ayer y anteayer fueron días de tan enorme entusiasmo, que no hay manera de describirlo. Sólo el orden que reina es comparable con él. Hoy la normalidad plena; la gente en el trabajo; la vida civil asegurada: esto es maravilloso. ¿Representa ello una fuerza definitiva para consolidar esta victoria enorme en que nosotros hemos trabajado tanto y con tanta fe? Así sea. Pero es tan grande el esfuerzo a realizar, que todos los temores ante el mañana son pocos. Sin saber por qué, hoy pienso mucho en la intimidad y en lo recóndito de nuestros talleres, y... me asusta recordar las divisiones y los personalismos. Le ruego diga a Estruch, a Millet, a todos, absolutamente a todos, que en estos momentos los tengo muy presentes y que convivo con ellos compartiendo sus emociones y sus alegrías. Un abrazo cariñoso: Augusto Barcia (Rubricado)” 13. [264] La euforia masónico-republicana adquirió caracteres verdaderamente internacionales. En este punto existe una documentación tan fehaciente como sintomática, pues viene a demostrar la celeridad con que se movieron la Masonería Española y la Internacional para lograr el reconocimiento del nuevo régimen por parte de los gobiernos europeos y americanos. Sin esta diligente inteligencia el fenómeno no tendría fácil explicación. Pero esa explicación puede estar en el florilegio de telegramas masónicos que viene a continuación, y cuyas fechas son bastante esclarecedoras: Fechados en 15 de abril de 1931: Chile : “Gran Logia de Chile felicita entusiásticamente advenimiento
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“Boletín Oficial de la Gran Logia Española”, n.º 8, 1 er semestre de 1931, pág. 3. Para defender a la Masonería de la imputación que por aquellos días se le hac ía sobre que los revolucionarios Galán y García Hernández habían sido manejados por la Francmasonería Internacional contra su propia patria, llama al hecho lisa y llanamente “¡Coincidencias!”. Al propio tiempo hacía esta llamada, bastante significativa: “No obstante, esto no puede continuar. Y como no es tolerable lo que pasa, será bien que el mundo masónico, la Asociación Masónica Internacional en efecto, adopte una determinación no contra España, sino contra las clases directoras de España, que no tienen más patria que la Vaticana; contra el intervencionismo del Papado en los países como España, mediatizados por el fanatismo y sometidos al poder temporal de Roma”. [263] 12 Artículo recogido y divulgado posteriormente por el “Boletín Oficial del Gran Oriente Español”, segunda época, año V, n.º 61 (10-XII-1931), pág. 2. 13 Está fechada en Madrid el 16-IV-1931 (¡). Va dirigida al veterano masón Miguel de Benavides, futuro gobernador r ojo de Guadalajara. (Véase TUSQUETS, Masonería y separatismo , págs. 57-58). [264]
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República. Trataremos conseguir pronto reconocimiento. – Gran Logia de Chile”. Panamá : “...nuestro Gran Maestro Adjunto, Ven.´. H.´. Héctor Valdés, en ejercicio de la Gran Maestría por ausencia del Gran Maestre Irving Halman, se hizo cargo de gestiones verbalmente con el Gobierno de Panamá respecto al pronto reconocimiento del nuevo Gobierno Español. – Valdés Oller (Rubricado)”. Fechados en 16 de abril: República de Santo Domingo : “Con mucho placer acusamos recibo de vuestro cablegrama de ayer, con el que nos dais la buena nueva del tan ansiado establecimiento del Gobierno Republicano Español, a la vez que pedís interceder cerca de nuestro democrático Gobierno para el pronto reconocimiento oficial de él, de cuyos pormenores hemos tomado las debidas satisfactorias notas. Con esta misma fecha nos apresuramos a dirigirnos a nuestro querido H.´. General Trujillo M., Presidente Constitucional de nuestra República, en la solicitud dicha, no dudando recibir prontas noticias al efecto, que os transmitiremos en seguida. Muy fraternalmente vuestros. Dr. Heliodoro Quintero y Ortega, Gran Secretario. Sec retario. – Eugenio Álvarez, Resp.´. Resp.´. Gran Gran Maestre (Rubricado)”. Del 17 de abril: Paraguay : “Gestiones hechas ante Gobierno, reconocerá República Española al recibir comunicación oficial. Felicitámosles. – Abrazos fraternales. – Francisco Olivé Ballsells, Gran Maestre”. Kentucky : “He recibido su cable del 15 del corriente, y les envío saludos de la Gran Logia de Kentucky, esperando que bajo la forma republicana del Gobierno la Gran Logia Española prosperará y tendrá privilegios, que no ha tenido en el pasado. Agradecemos su cable; quedo fraternalmente vuestro. – Fred. W. Nardwich, Gran Secretario”. Méjico : “Recibido suyo quince, Méjico ya reconoció República Española. Felicitámosles calurosa, fraternalmente. Gran Logia Valles de Méjico”. Luxemburgo : Compartimos vuestra alegría. Hemos practicado urgente diligencia para pronto reconocimiento nuevo Gobierno. – Daubelfeld”. Austria : “Intervención pedida [265] imposible” 14. Cuba : “Esperamos aviso confirmando noticias. Realizamos gustosos interesadas gestiones. Abrazos fraternales. – Wolter y Castellanos. – Gran Logia Isla de Cuba”. Fechados en 18 de abril: Checoslovaquia . – “Compartimos vuestra alegría. Obramos según deseos. Fraternal abrazo. – Gran Logia Checoeslovaca, Tichy Schars”. París : “El Señor Briand ha enviado Señor Rolland, encargado negocios Embajada de España, reconocimiento de Francia nuevo Gobierno Español”. La Paz : “Gobierno de Bolivia ha reconocido República Española”. Panamá : “El Gobierno ha anunciado que ha reconocido al Gobierno Provisional de la República Española, presidido por el Sr. Alcalá-Zamora”. Ecuador : “Entusiasmada Masonería Ecuatoriana felicita advenimiento nueva República, formulando votos prosperidad. Gobierno Ecuador reconoció el vuestro. Fraternal abrazo. – L. W. García Moreno, Gran Secretario”. Fechados en 20 de abril: Grecia : “Vuestro telegrama ha sido inmediatamente comunicado a los cinco Hermanos Ministros, Miembros del Gabinete, y ha sido objeto de la más simpática acogida. El Ministro de Negocios Extranjeros está ya en contacto con las autoridades republicanas, lo que hace prever el rápido reconocimiento del nuevo Régimen”. (Plancha del Grande Oriente de Grecia). Francia : “El Consejo de la Orden del Gran Oriente de Francia, reunido en sesión plenaria, os envía todas sus felicitaciones y se asocia a vuestra alegría”. Guatemala : “Buen éxito gestiones. Diéronse instrucciones inmediato reconocimiento República. Fraternales felicitaciones. – Gran Logia Guatemala”. Bélgica : “...por nuestro lado no dejaremos descanso al deseo que expresáis, y pondremos todo cuanto sea necesario por nuestra parte para alcanzar el objeto deseado... Esta carta estaba escrita cuando nuestro Ilustre Gran Maestre, Víctor Charpentier, había dado ya los pasos necesarios. Os felicitamos por el reconocimiento de la República Española”. (Extracto de una plancha de felicitación extensísima). El 22 de abril: San Salvador : “Felicitámosles. Estamos gestionando reconocimiento. Fraternalmente. – Gran Logia Cuscatlán, Lacayo Téllez”. Cuba : “Logia Padilla saluda alborozada República Española, deseando estabilidad nuevo Régimen. Fraternalmente, Núlez, Gran Maestre”. Cuba : “Logia Minerva suplica felicítese en su nombre al Gobierno Español República. Votos perdure la libertad. –Augusto Feo, Venerable”.
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Posteriormente en plancha secreta esta Gran Logia explicaba, que hubo de telegrafiar así para evitar que resultara contraproducente una eventual intervención cerca del Gobierno Austriaco. ¡No quiere decir que no ac tuara!”. [266]
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Del 24 de abril: Puerto Rico : “Masonería portorriqueña, reunida Asamblea General ciudad Gauyam, saluda felicita amanecer [266] República Española. Rodolfo Ramírez Pavón, Gran Maestre Soberano de Puerto Rico” (Dirigida al mismo Presidente del Gobierno Provisional de la República Española)15. MASONERÍA EN EL PODER PODER . LOS PROHOMBRES DE LA REPÚBLICA L A MASONERÍA
Juzgamos oportuno a modo de digresión, señalar ya desde ahora la filiación masónica de la inmensa mayoría de los prohombres republicanos españoles de aquel quinquenio. Con ello podremos tener elementos de juicio certeros para juzgar actuaciones personales y oficiales de cuantos intervinieron en el devenir republicano español. En muchos casos nos bastará citar nombres bien conocidos en las logias, para enjuiciar intenciones y propósitos, y para explicarnos satisfactoriamente hechos y posturas desconcertantes. Es curioso observar la asombrosa proliferación republicana de cargos y candidaturas gubernamentales. Desde 1931 a 1936 se registraron hasta ciento sesenta cambios de personajes en las carteras de los ministerios16. Claro que los cambios se multiplicaron mucho más que las personas, y no deja de ser significativo el ver cómo los miembros de la Secta pasaban de un ministerio a otro, o de un cargo a otro, sin quedar jamás verdaderamente cesantes. Por la Presidencia del Consejo pasaron en gestiones sucesivas nada menos que seis conspicuos masones: Manuel Azaña desde octubre de 1931 a septiembre de 1933, y de febrero a mayo del 36; Ricardo Samper Ibáñez, que sustituyó a Lerroux de abril a octubre del 34; Alejandro Lerroux García en septiembre de 1933 y desde octubre de 1934 a septiembre de 1935; Diego Martínez Barrios de octubre a diciembre de 1933; Manuel Portela Valladares, que presidió desde el 14 de diciembre de 1935 al 19 de febrero de 1936, para dejar paso a Azaña y, finalmente, a Santiago Casares Quiroga a partir del 13 de mayo de 1936. De los [267] cinco años de República apenas nueve meses estuvo la Presidencia del Consejo en manos de titulares no masónicos: de abril a octubre de 1931 (Alcalá Zamora) y desde septiembre a diciembre de 1935 (Joaquín Chapaprieta). La cartera de Estado la rigieron otros seis “hermanos”; y de un séptimo se sospecha aunque no consta su filiación masónica. Nos referimos a Luis Zulueta y Escolano, ciertamente lo fueron Lerroux, Fernando de los ríos, Ricardo Samper, Juan José Rocha García, y Augusto Barcia Trelles. En total, más de tres años estuvo el Ministerio entre los señores del triángulo. También se encastillaron en el Ministerio de Justicia hasta noviembre de 1933 de un modo continuo. Fernando de los Ríos, Álvaro de Albornoz y Limiana, Casares Quiroga, Juan Botella Asensi. En mayo del 36 el Frente Popular lo confió nuevamente a manos de masones en la persona de Manuel Blasco Garzón. Aproximadamente, tres años íntegros de mandato masónico por parte del Ministerio de Justicia. Otro tanto ocurrió con el Ministerio de la Guerra. Hasta diciembre de 1933 lo regentaron sucesivamente Azaña, Vicente Iranzo Enguita y Diego Martínez Barrios; Juan José Rocha lo había regentado un mes (septiembre-octubre) de aquel año 1933. En noviembre del 34 pasa a manos de Lerroux y en mayo de 1936 lo recoge Casares Quiroga. Peor suerte corrió el Ministerio de Marina, que sólo durante unos seis meses en todo el periodo republicano estuvo en manos no masónicas. Por él pasaron masones conocidos como Casares, José Giral Pereira, Luis Companys Jover, Vicente Iranzo, Rocha y Gerardo Abad Conde. 15
Textualmente estos documentos se encuentran en la revista “Gran Logia Española”, Tipografía Cosmos, Urgel 42, Barcelona, págs. 64-72. – Fueron leídos y comentados en la Gran Asamblea ordinaria celebrada en Madrid durante los días 23-25 de mayo de 1931. Véase también FERRARI BILLOCH, Masonería al desnudo , lib. 3.º, págs. 221-225. 16 Damos la relación numérica de titulares que correspondieron a cada Departamento: Presidentes del Consejo, 18. Ministros de Estado, 11. Ministros de Justicia, 13. Ministros de la Guerra, 11. Ministros de Marina, 13. Ministros de Hacienda, 10. Ministros de la Gobernación, 12. Ministros de Fomento, 1. Ministros de Instrucción Pública y Bellas Artes, 16. Ministros de Obras Públicas, 7. Ministros de Obras Públicas y Comunicaciones, 2. Ministros de Agricultura, Industria y Comercio, 5. Ministros de Agricultura, 7. Ministros de Industria y Comercio, 9 Ministros de Trabajo y Previsión Social, 4. Ministros de Trabajo, Sanidad y Previsión, 6. Ministros de Trabajo, Justicia y Sanidad, 3 Ministros de Economía Nacional, 1. Ministros de Comunicaciones, 6. Ministros de Comunicaciones y Marina Mercante, 2. Ministros de sin cartera, 3. Total, 160. [267]
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Menos castigado aparece el Ministerio de Hacienda, con solos dos titulares masones: Manuel Rico Avello y Enrique Ramos Ramos, y aun este segundo no es seguro masón. La cartera de Gobernación fue casi ininterrumpidamente masónica. Todos los ministros, a excepción de Maura, fueron masones: Casares Quiroga, Martínez Barrios, Rico Avello, Salazar Alonso, Eloy Vaquero Cantillo, Portela Valladares, Juan Moles Ormella. El Ministerio de Fomento no tuvo más Ministro, que al masón Álvaro de Albornoz. Marcelino Domingo Sanjuan acaparó desde el comienzo el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, tan importante para la Institución Instit ución masónica. En diciembre de 1931 cediólo a Fernando de los Ríos, hasta junio del 33. Durante este año anduvieron por allí los hermanos Francisco y Domingo Barnés Salinas, de los cuales, si bien no consta la filiación masónica, hicieron siempre, a través de sus cargos docentes, buen juego a la Masonería. Francisco se encargaría nuevamente del Ministerio en mayo del 36. Además, fueron Ministros de Instrucción Pública los masones Rocha y Luis Bardají López. [268] Por Obras Públicas pasaron Rafael Guerra del Río –dos veces– y Santiago Casares. Por Agricultura, Industria y Comercio, Marcelino Domingo, Ricardo Samper y Vicente Iranzo, aparte otros varios sospechosos de masones. Ricardo Samper, Eloy Vaquero y Enrique Ramos pasaron por el Ministerio de Trabajo en sus distintas transformaciones a lo largo de la República. En el nuevo Ministerio de Economía Nacional, se asentó como único ministro, Nicolau D’Olwer, posible masón. El Ministerio de Comunicaciones fue desde su origen un “regalo” para Martínez Barrios, que lo inauguró y lo rigió hasta septiembre de 1933. Desde octubre hasta diciembre del mismo año pasó a manos del masón Emilio Palomo Aguado. Y en febrero de 1936 el Frente Popular lo entregó a Manuel Blasco Garzón. Huelga decir que cada ministro francmasón se rodeaba pronto de colaboradores y personal masónico, llegando así la Orden a controlar plenamente varios ministerios. Merece la pena conocer la semblanza masónica de algunos de estos personajes. Manuel Azaña Díaz , el “Plutarco” de las logias MATRITENSE e HISPANO-AMERICANA de Madrid. Oficialmente, se inició en Madrid en la primera de dichas logias el 5 de marzo de 1932, siendo jefe del Gobierno. Parece que a la Masonería le interesó airear el acontecimiento. “El Liberal” publicó, con aires de misterio, el día 6 el gran triunfo17. El Órgano Oficial de la GRAN LOGIA de Cuba, titulado también “La Gran Logia”, aireó no menos el suceso: [269]
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“Hermanos: Un acto solemne, imponente. Dejad que vuelva a nosotros el tono y el detalle de la referencia... En la calle del Príncipe. Una entidad de todo el mundo, que la Dictadura ofendió en su historia liberal irreprochable, reavivándola en vez de amedrentarla con el acto magnífico de sus torpezas. Diputados, periodistas, escritores: varones de brazos abiertos y de tolerancia infinita. Religión, ninguna. Religiosidad, toda la que hace falta para que los hombres, sin distinción de ideas ni de razas, se quieran y se defiendan unos a otros. ¿Y quién ahora? Los cánones de la Institución vibran con aires de fiesta extraordinaria. Allá dentro uno más; pero en la vida social, un afiliado de categoría. Alzad vosotros mismos la punta de la cortina, que en eso no hay pecado. Es el Jefe del actual Gobierno Español de la República. Y como ya estáis enterados, la seriedad del acto os manda contentaros con lo que sabéis, y acaso sea demasiado. Filosofía, Derecho, Humanidad... buen examen. Todo muy concisamente planteado, y con mucha rectitud y gracia desenvuelta. No es el gobernante el que ac túa de catecúmeno; es el hombre libre, el escudriñador del Ateneo; el artista que ha ofrecido la vida a la política sin hipotecar su independencia espiritual. Un acto sobrio y positivo, romántico y ejemplar. La unión es hoy la única esperanza de todos los pueblos de la tierra, y las organizaciones que a ella cooperan diríase que van tenazmente a conquistar el porvenir. ¡Cuánto más la que ha vivido años y años perseguida, amenazada, calumniada, constantemente maldita por la impiedad de la fe profesional! Ahora dejad paso al presidente. Tiene un título más. La Revolución, Revolución, cuyos hombres están ungidos con ese óleo de libertad y de amor, no f racasará nunca por el escollo de unas pasioncillas cruzadas. [269] ¿No es así, hermanos?” (“El Liberal”, 6 de mar zo de 1932). Asistieron en aquella memorable tenida de iniciación Martínez Bar rio, Fernando de los Ríos, Iniesta, Albornoz, Giral, Demófilo de Buen, Llopis, González Sicilia, Marcelino Domingo, Salazar Alonso, Pedro Rico, Portela Valladares y otros conspicuos de la política y de la Secta.
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“Madrid, marzo 7. – (AP). El Primer Ministro, Azaña, ingresó en la Masonería, tomando el grado de aprendiz la semana pasada, según ha sabido The Associated Press. La ceremonia se celebró en una logia local situada en la calle principal18 de Madrid, participando en ella muchos ministros, jefes políticos, escritores, profesores, artistas y otros. Según los informes, Azaña habló declarando que es hermano de todos los hombres, sin distinción racial, y que sus obligaciones políticas no interfieren con su independencia espiritual. Entre los políticos conocidos, que son masones, se cuentan Albornoz, de los Ríos, Domingo, Martínez Barrios, Lerroux, Maciá, Giral y Pedro Rico” 19. La irreligiosidad era el lema de sus actuaciones. Una autoconfesión bastante clara está concebida en estos términos: “Yo no tenía espíritu de sacrificio, ni humildad, ni el don de lágrimas... La religión me constreñía; me apretujaba contra el centro moral de mi persona... Aprendí a refinar el egoísmo... Aunque de nombre cristiano, rehice en la infancia un paganismo auténtico; y a fuerza de buscar representación sensible para las memorias evangélicas, reduje cuanto se me alcanzaba en esta tradición a un repertorio de mitos campestres. Estoy pronto a afirmar que los frailes propagan la encefalitis letárgica, como hace noventa años propagaban el cólera. Mi anticlericalismo no es odio teológico, es una actitud de la razón” 20. [270] Sus discursos en el Parlamento con ocasión del llamado problema religioso al discutirse la Constitución de la República, fueron demasiado sonados y reveladores, para volver aquí sobre ellos. Alejandro Lerroux García . Simbólico “Giordano Bruno”, grado 3.º, de la logia VETÓNICA. También perteneció a las logias ADELANTE y LA UNIÓN, de Madrid. Masón de categoría en sus mocedades, cuando se carteaba con Ferrer y maquinaba en la Semana Trágica de Barcelona, dormitó un poco cuando la Masonería apenas si contaba en la política, para despertar a fines de la Monarquía y andar vigilante a la hora del reparto republicano. En su juventud revoltosa fundó las falanges de “jóvenes bárbaros”, y publicó programas revolucionarios del más subido tono. El periódico “La Rebeldía” conservó algunos de ellos: “Jóvenes bárbaros de hoy, entrad a saco en la civilización decadente y miserable de este país sin ventura; destruid templos, acabad con sus dioses; alzad el velo de las novicias y elevadlas a la categorías de madres para civilizar la especie; penetrad en los Registros de la Propiedad y haced hogueras con sus papeles, para que el fuego purifique la infame organización social; entrad en los hogares humildes y levantad legiones de proletarios, para que el mundo tiemble ante sus jueces dispuestos. Seguid, seguid... No os detengáis ni ante los sepulcros ni ante los altares... El pueblo es esclavo de la Iglesia, vive triste, ignorante, hambriento, resignado, cobarde, embrutecido por el dogma y encadenado por el temor al infierno... Hay que destruir la Iglesia... Muchachos, haced saltar todo eso como en Francia o en Rusia. Cread ambiente de abnegación. Difundid el contagio
18 Error de redacción; reda cción; 19
quiere decir: “Calle Príncipe”. Año LII, n.º 5-6, marzo, 1932, pág. 156. – (Fotocopiada en C OMÍN COLOMER , La Masonería en España , Apéndice documental). 20 Véase ARRARÁS, Historia de la segunda República Española , tomo I, cap. I, pág. 30-31. En el periodo preelectoral del 36, publicó “Odiel”, de Huelva un editorial titulado El “Yo acuso” del delincuente , apasionado y duro, que quiere ser una semblanza de la actuación política de Azaña, durante su mandato republicano. Dice textualmente: “Un ciudadano c iudadano que distribuía modestamente sus preocupaciones entre estudiar el escalafón del Ministerio de Gracia y Justicia, para calcular la fecha de sus ascensos o las conveniencias de acogerse a las ventajas del retiro inicial y conseguir una asignación para cordilla al gato del Ateneo, se siente un día tomado en vilo por la casualidad y aupado nada menos que hasta la Presidencia del Consejo de Ministros. En la historia de su mando se pueden señalar entre otros los siguientes hitos gloriosos: Nace y adquiere brillante impulso el pistolerismo; enferma de gravedad la Hacienda Pública; se arruina el Comercio; perece la Agricultura; agoniza la Industria; se hace espasmódico el ritmo del vivir nacional; se hinchan los socialistas; el Presidente da un drama a Rivas Cherif, para que lo estrene en El Español, y una tragedia al Capitán Rojas, para que la represente en Casas Viejas; Don Fernando de [270] los Ríos pasea su barba florida por España, haciendo el erasmista y guiñándole un ojo a los judíos; Marcelino Domingo inventa una Reforma Agraria, e inventa un truco que hace compatible el predicar con el traer trigo; Prieto hace el ingeniero; Cordero hace su agosto, y el pa ís hace el indio y casi, casi con las diez de últimas... He aquí la brillante hoja de servicios de ese caballero en el Himalaya del cinismo y del impudor. ¡Y a pesar de todo el Frente Popular lo encumbra de nuevo!” (“Odiel”, año II, n.º 24, 26-I-1936, pág. 1).
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del heroísmo. Luchad, matad, morid” 21. Sin embargo, en el mitin de Barcelona, de 21 de junio de 1931, intentó representar un papel nuevo, apaciguador e irenista, aunque sin dejar de ser masón. “Si yo como viejo –decía– ya pertenezco a esa congregación de creyentes en una espiritualidad superior, no necesitados de intermediarios entre Dios y su propia conciencia, reconozco que hay muchos que los necesitan, y que al tratar de [271] interpretar la naturaleza, buscan a Dios y se lo explican por las Religiones. De éstas, la que reúne mayor número de adeptos es la Católica. En mi casa se rinde culto al derecho ajeno, y raras veces se pone en ella sobre el tapete un problema religioso. No necesitamos imágenes en las paredes que nos recuerden a Dios; nos basta recordar a nuestros padres, que vivieron creyentes y se fueron al cementerio civil. Yo pido respeto a todos; para los que no creen cr een y para los que creemos, dentro den tro de la Ley. Hoy existe un Concordato; mañana puede existir una separación entre la Iglesia y el Estado (aplausos). Pero igual hoy que mañana, como respetamos las sociedades comunistas, las de los sindicalistas y anarquistas y carlistas, respetamos también el derecho de las asociaciones del clero o de carácter religioso, mientras vivan dentro de la Ley (grandes protestas). He dicho, y no me habéis entendido, mientras vivan dentro de la Ley (gran ovación)...” 22
21 “La 22
Rebeldía”, 1 de septiembre de 1906. [271] Recogido por el P. Gafo, en “Ciencia tomista”, año XXIII, tomo XLIV (julio-agosto de 1931), págs. 94-95.
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En la mañana del domingo 21 de febrero de 1932, ante más de cuarenta mil oyentes en la plaza de toros de Madrid, el Jefe Radical, trata de redondear su programa de gobierno. Por lo que a la cuestión religiosa toca, he aquí su pensamiento inconfundiblemente masónico-irenista: “La Constitución para nosotros, mientras sea Ley, tal como está es sagrada. No nos estorba ningún artículo de la Constitución. Mantenemos la separación de la Iglesia y del Estado. Acordó la Constitución la disolución de una de las Órdenes Religiosas. Ya está disuelta. Ya está hecho. Acatarlo y cumplirlo. Pero persecución religiosa, no... Mi vida personal y mi hogar por ventura es absolutamente laica. Pero yo digo que los hombres que hemos perdido la fe religiosa, no podemos haber perdido la obligación de respetar aquello que en la conciencia de nuestros semejantes tiene un culto, ni podemos tampoco perder el respeto que merecen aquellas instituciones, que en el pasado contribuyeron a la obra del progreso espiritual” 23. Fernando de los Ríos Urruti . Era el “hermanó Jugán”, grado 3.º, de la logia ALHAMBRA de Granada; y fue siempre uno de los intelectuales más mimados por la Institución Libre de Enseñanza. [272] Con la República llegó al cenit de su gloria política. Ya hemos dicho que fue ministro de Justicia, de Instrucción y de Estado. Por su parte la Masonería encumbrólo en junio del 31 nada menos que al grado 33 y a la primera Vocalía de la Comisión Permanente del Grande Oriente Español 24. Diego Martínez Barrios . Fue, simplemente, la Masonería en el poder. Realmente no tenía otra razón de ser su presencia constante en los Gabinetes Republicanos. El Iltr.´. y Poderoso H.´. Vergniaud, con su imponente banda de grado 33 y con su sello potestativo de Gran Maestre del Grande Oriente Español, era de hecho el mejor indicado para “gran maestro de ceremonias” en la danza republicana de 1931. fue, prácticamente, el jefe efectivo del Gobierno en los gabinetes masónicos. Regularmente honró las logias ISIS Y OSIRIS de Sevilla y LUIS SIMARRO de Madrid, amén de su alta potestad en todos los demás templos y conventículos. La Masonería andaluza de los últimos tiempos se lo debía todo a Martínez Barrios. En la XI Asamblea General dimitió la Gran Maestría, para ser reelegido en la XII Asamblea, celebrada en Barcelona en 1935, precisamente para reconquistar lo poco que la Masonería había tenido que ceder ante el empuje de otras fuerzas reaccionarias durante los años 33-34. Su presencia en la República fue siempre tan necesaria que apenas faltó de los Gabinetes. Diríase que para la República, Martínez Barrios venía a ser como el remedo de la Providencia del Gran Arquitecto del Universo; y que, algo supersticiosa, no podía vivir sin él. Inauguró el Ministerio de Comunicaciones y lo rigió hasta septiembre de 1933; pasó al de Gobernación; luego a la Presidencia del Consejo y al Ministerio de la Guerra, para volver a Gobernación en enero del 34. Intentóse luego prescindir de él, coincidiendo con la disminución del influjo masónico en el Gobierno. Psicológicamente Lerroux, su formador, lo retrata como un introvertido suspicaz y amargado, el más apto para masón: “Puede suponerse –dice– sin riesgo de gran error, que en la Masonería encontró Diego el terreno más adecuado para desenvolver sus aptitudes. Aire de misterio, ambiente confiado, escenario para la imaginación, escaso público, y en éste mayoría de “refugiados", sin horizontes mentales, fracasados en otras disciplinas, carentes de sentido crítico, fácilmente subordinables a la influencia de una autoridad y a la sugestión de un hombre aureolado de prestigio en una ciudad donde no abundan. Para mejor servirse, montó en su propio domicilio [273] un templo masónico y una imprenta modesta, de cuya explotación comenzó a obtener ingresos, que ayudaron a su vivir nada holgado...” 25. Álvaro de Albornoz y Liminiana . El “Juan Probaise”, grado 3.º, de las logias DANTÓN de Madrid y ARGÜELLES de Oviedo. Reingresó en la Orden el 23 de noviembre de 1927. Ministro de Fomento de 1931 pretendía ser el “jacobino” de la inaugurada República como representante de su partido Radical-socialista. Su musa política le llevaba constantemente a buscar una prosaica comparación y paralelismo entre la Revolución Francesa y la española del 31; sobre todo en 23 ARRARÁS, 24
Historia de la segunda República Española , I, 267. [272] “Boletín Oficial del Supremo Consejo del Grado 33 para España y sus dependencias”, junio de 1931; y “Boletín del Gran Oriente Español”, segunda época, año V, n.º 57 (10-VIII-1931), págs. 1-2. [273] 25 LERROUX, La pequeña historia. España 1930-36. Buenos Aires, 1945, pág. 278.
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materia religiosa. Lerroux, a quien lo debía todo en política, lo llama “un sonámbulo, político de café, que todo lo sabe por epígrafe” 26. En diciembre de 1931 trocó el Ministerio de Fomento por el de Justicia, donde sobre todo dirigió las relaciones entre Iglesia y Estado o, mejor, las vejaciones del Estado contra la Iglesia, hasta julio de 1933. fue además Presidente del Tribunal de Garantías Constitucionales. Su mentalidad masónica a ultranza, dejó huella en la Constitución Española; especialmente en su famoso artículo 26. La ferocidad del Ministro de Fomento hizo raya en la sesión del 9 de octubre. “La Iglesia no puede ser –dijo– una Corporación Corporaci ón de Derecho Público, a no ser que el Estado le ceda una parte de su soberanía... La Iglesia española ha sido una Iglesia de dominación. No basta con someter a la Iglesia al derecho común. Vosotros conocéis la célebre frase de Cavour, que decía: “La Iglesia libre en el Estado libre”. Pues bien; esa fórmula tenemos que cambiarla por esta otra: “La Iglesia esclava en el Estado libre”. Hay que ir a la Escuela laica. Los medios económicos que hoy posee la Iglesia son más que suficientes, no ya para su sostenimiento, sino para su vida opulenta. Lo que se debe hacer es limitar la capacidad económica de la Iglesia. Las Órdenes monásticas no son asociaciones. Sus fines son antihumanos y antisociales. ¿Cómo considerar aceptable su voto de pobreza, cuando la vagancia es un fin antisocial? Los jesuitas son acaparadores de herencias, accionistas de bancos y eternos conspiradores. ¿Pueden ser compatibles con la democracia?... al influjo psicológico de la Iglesia se deben las taras de nuestro carácter, el sentido inquisitorial de la justicia, el sentimiento catastrófico de la vida que incapacita al país para una reforma moderna. Y yo digo: No más abrazos de Vergara; [274] no más pactos de El Pardo; no más transacciones con los enemigos irreconciliables de nuestros sentimientos y de nuestras ideas. Si quieren hacer la guerra, que la hagan” 27. Marcelino Domingo Sanjuán . La ironía de la historia hizo que la República entregara el primer Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes a un hombre de cuyo léxico el propio Azaña se mofa jocosamente tachándolo de “vago, general e inapropiado”, casi bárbaro, “empleando a troche y moche el verbo “señalar” y el muy horrendo de “posibilitar” 28. Pero había regido en su juventud una escuela laica en Tortosa, y, sobre todo, era el hermano “Ebro”, grado 3.º, de la logia CATONIANA. Luego anduvo en la logia DANTÓN de Madrid, que le concedía conc edía así la última credencial para llegar a ministro. Sigue la ironía: Lo mismo podía regir aquel hombre el Ministerio de Instrucción Pública que el de Agricultura. En uno y otro sirvió de maravilla a la Francmasonería y a la República. Hasta diciembre diciembr e del 31 en Instrucción; hasta septiembre del 33 en Agricultura. Y en febrero del 36 nuevamente a Instrucción Pública. Ya en 1918 se felicitaba el “Boletín del Grande Oriente Español” de que fuera uno de los seis diputados masones, que había en el Congreso. Eran los otros cinco Albert, Moreno Mendoza, Barriobero, Azzatti y Anguiano. Lo encontramos participando en el mitin masónico, celebrado en Madrid en 1919; representó a la Gran Logia Regional del Sudeste en la Asamblea General del Grande Oriente Español de 1927. Y en el “Anuario de la Asociación Masónica Internacional” figura como primer Vice-presidente, Gran Maestre Adjunto del Gran Oriente, cargo que se le confirió en la X Asamblea General Simbólica del 5-6 de Julio de 193129. Santiago Casares Quiroga . Más conocido había sido en las tenidas masónicas que en los círculos de la política. Al caer la Dictadura andaba por el grado 18, con el simbólico “Saint Justicia”; frecuentó las logias HISPANO-AMERICANA de Madrid y SUEVIA de La Coruña. Comenzó su alta carrera política por el Ministerio de Marina en abril del 31, para pasar en octubre al de Gobernación y luego a Justicia hasta septiembre del 33. El Frente Popular le entregó en febrero del 36 el Ministerio de Obras Públicas, y en mayo del mismo año llegaba a la Presidencia Presidenc ia del Consejo de Ministros. Don Niceto Alcalá-Zamora y Torres . Los personajes cuyas semblanzas hemos consignado, formaron 26 Ibíd., pág. 72. [274] 27 ARRARÁS, o. c., I, 160. 28 AZAÑA, Memorias íntimas , 29
pág. 90. Véase la anterior nota 10. [275]
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ya el primer Gabinete de la República el 15 de abril de 1931. A ellos se unían en otras carteras Indalecio [275] Prieto Tuero, Miguel Maura y Gamazo, Francisco Largo Caballero y Luis Nicolau D’Olwer. No nos consta de su filiación masónica, si bien hay motivos para poner en tela de juicio la inocencia de algunos de ellos; quizás alguno estuviera estratégicamente encuadrado en alguna logia parisina, protectora de los asuntos de España. De todas formas hicieron todos buen juego a los intereses de la Augusta Orden. Presidíalos a todos patriarcalmente Don Niceto Alcalá-Zamora. No era masón; al menos no era conocido por tal para los profanos. Pero realmente fue el hombre que necesitaba la Francmasonería para paliar de momento ciertos designios menos confesables de su traición a España. A pesar de su pregonada fe católica, “cumplió a las mil maravillas su oficio: dejar a los republicanos y socialistas concluir su obra de descristianización y desnacionalización de España, manejados por los hilos invisibles de la Masonería” 30. La profesión de fe republicana hízola Don Niceto en aquel discurso de Valencia, 13 de abril de 1930, que tanto aireó la prensa y aún algún Boletín Oficial masónico español. Recordemos algunos conceptos, allí vaciados: “La solución liberal del problema político español es la forma republicana. r epublicana. Será fácil proclamar la República... que debe tener un sedimento, una tendencia conservadora. Yo quisiera en una República poder formar parte de su Centro; una república con representación parlamentaria de la Iglesia... Un régimen que conservara el Senado, y en él la representación de la Iglesia. ¿Con el Arzobispo de Valencia? Y con el Cardenal de Toledo a la cabeza, que es más en todos los aspectos. Una República gubernamental, viable, conservadora, la sirvo...No asumo la responsabilidad de un Kerensky para implantar una República convulsiva y epiléptica... Yo puedo comprometerme y arriesgarme, pero no tengo derecho a comprometer a mi patria” 31. El “Boletín Oficial de la Gran Logia Española” honró al discurseador publicándole muy de grado, en la sección de “Pasos perdidos”, lo que titula sus “Declaraciones. “Declaraciones. Respeto a las disidencias ”. ”. “El problema religioso lo veo yo primero en el individuo; después en el Estado; luego en la Iglesia Católica Española, y después en la Iglesia Católica Romana. En el individuo, el respeto a su conciencia, la plena libertad; que jamás ni una ni otra religión puede ser inculcada en [276] el individuo por violencia, y no existe derecho alguno para negar a las individualidades el de su creencia. En el Estado, que no puede imponer religión determinada, pero que tampoco debe destruirla. Pero el Estado, entidad jurídica, vive y se nutre de la Nación, y ésta tiene que aceptar su Historia con sus glorias y sus desastres, y con sus grandezas y sus miserias; y si con la vista puesta en el futuro ha de consentir todas las elaboraciones, que son precisas cuando no se parte de la creencia de haber llegado a la perfección, sino en la idea de que siempre se vive en ansias de perfección jamás conseguida, no puede prescindir de lo que es el pasado y de lo que en el pasado fue unida a la Nación la idea religiosa. Esta es una realidad de la que no hemos de prescindir, pero que jamás ha de servirnos, ni siquiera en nombre de mayorías abrumadoras, para impedir a las conciencias individuales el respeto que se debe a las disidencias. Con dolor hemos de confesar que la Iglesia Católica Española, la oficial, que no es ciertamente una iglesia disidente, pero sí una Iglesia singular, ha hecho con error y por su culpa que su silueta sea la de la intolerancia. Pero debiendo combatir esto, reconociéndolo y lamentándolo, me encuentro ante ello en la misma postura de respeto, que ante las conciencias individuales, y digo que esa Iglesia es una realidad, que debe tener su representación en la Cámara Corporativa”. N. Alcalá-Zamora” 32. Fue Alcalá-Zamora, o al menos eso pretendió de él la Masonería, una “mentalidad confusa”, apta para el periodo de transición entre una España oficialmente católica y una España realmente laica cual 30 COMÍN COLOMER , historia secreta de la segunda República , I, 149. 31 Véase en ABC, 15-IV-1930, pág. 45; y “El Liberal” de Bilbao, 15-IV-1930, 32
pág. 3. [276]
N.º 6 del “Boletín” (2.º trimestre de 1930), pág. 18.
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intentaban los más empedernidos masones. Puede decirse que el papel lo cumplió a la perfección aquel presidente de misa y logia, del que qu e cabe dudar si era realmente cristiano cristi ano o masón. Los demás ministros masones Juan Botella Asensi, simb.´ simb.´. “Manuel” grado 3.º, de la logia HISPANO-AMERICANA de Madrid. Ministro Minist ro de Gracia y Justicia33. Luis Companys Jover, iniciado en la logia LEALTAD de Barcelona; ministro de Marina y Presidente de la Generalitat. Juan José Rocha García, simb.´. “Pi y Margall”, grado 33; de la logia FÉNIX y de la GRAN LOGIA REGIONAL DEL NORDESTE DE [277] ESPAÑA en Barcelona; ministro de la Guerra, de Marina y de Instrucción Pública. Vicente Iranzo Enguita, iniciado en la logia FEDERACIÓN VALENTINA; ministro de la Guerra, de Marina y de Industria y Comercio. Rafael Guerra del Río, simb.´. “Pi y Margall”, grado 3.º, de la logia LUIS SIMARRO, de Madrid; ministro de Obras Públicas dos veces. Emilio Palomo Aguado, simb.´. “Desmoulins”, grado 33, del Triángulo de intelectuales DANTÓN, y Miembro del Soberano Consejo del Gran Oriente Español; ministro de Comunicaciones, subsecretario del mismo Ministerio y Gobernador Civil de Madrid. Rafael Salazar Alonso, simb.´. “Pi y Margall”, grado 3.º, procedente de las logias IBÉRICA, MATUA, FÉNIX y LUIS SIMARRO, de Madrid; ministro de Gobernación, Alcalde y Presidente de la Diputación Provincial de Madrid. Gerardo Abad Conde, simb.´. “Justicia”, grado 33, de las logias HISPANO-AMERICANA, LA UNIÓN y SUEVIA de Madrid; ministro de Marina, subsecretario de Comunicaciones; vocal del Tribunal de Garantías Constitucionales y presidente del Patronato para la incautación de los bienes de los Jesuitas. Eloy Vaquero Cantillo, simb.´. “Cavour”, grado 3.º, de las logias VICUS y TURDETANIA, de Vigo y Córdoba, respectivamente; ministro de la Gobernación, de Trabajo, Sanidad y Previsión; Director General de Previsión y Acción Social. Manuel Portela Valladares, simb.´. “Voluntad”, grado 33, de las logias FÉNIX y LIBERACIÓN de Barcelona; Presidente del Consejo de Ministros desde diciembre 1935 hasta el Frente Popular, rigiendo entretanto el ministerio de la Gobernación. Había sido también gobernador General de Cataluña. José Giral Pereira, simb.´. “Nóbel”, grado 3.º, de la logia DANTÓN de Madrid; Ministro de Marina en octubre de 1931 y, posteriormente, durante el Frente Popular. Augusto Barcia Trelles, simb.´ simb.´. “Lasalle”, grado 33, en las logias IBÉRICA y CONDORCET; teósofo, rotario y miembro de la Liga de los Derechos del Hombre. Fue ministro de Estado durante el Frente Popular; antes había sido Delegado del Gobierno en e n el Consejo Superior Bancario. Manuel Blasco Garzón, simb.´. “Proudhon”, de la logia FE; rotario; ministro de Justicia, de Comunicaciones y Marina Mercante dentro del Frente Popular. Manuel Rico Avello, simb.´. “Roma”, iniciado en la logia EL PROGRESO; Ministro de Hacienda y Gobernación. [278] Luis de Bardají López, de la logia REDENCIÓN, Ministro de Instrucción Pública desde octubre a diciembre de 1935. Hay otra serie de nombres de ministros de la República, tenidos, generalmente, por masones; pero cuya filiación oficial y efectiva no hemos podido comprobar documentalmente.
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Exaltado al grado 30 en diciembre de 1922. [277]
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Ricardo Samper Ibáñez, miembro del ROTARY CLUB, Distrito 60, de Madrid y Valencia; Presidente del Consejo de Ministros; ministro de Trabajo y Previsión Social, de Industria y Comercio y de Estado. José Estadella Arnó, teósofo; Ministro de Trabajo y Previsión Social. Salvador Madariaga Rojo, que regentó interinamente el Ministerio de Justicia en abril de 1934 y fue titular del de Instrucción Pública en marzo-abril del mismo año. Luis Zulueta y Escolano, ministro de Estado desde fines del 31 hasta junio del 33. Propuesto en los comienzos de la República para Embajador ante la Santa Sede, ésta le negó el “placet” ante la situación que de hecho había creado la República a la iglesia, y por la mentalidad heterodoxa del candidato. c andidato. Enrique Ramos Ramos, ministro de Hacienda y de Trabajo; Juan Moles Ormella, ministro de Gobernación; Juan Usabiaga Lasquivar, ministro de Agricultura, Industria y Comercio; Mariano RuizFunes, de Agricultura; José Franchy Roca, de Industria y Comercio, lo mismo que Andrés Orozco Batista y Plácido Álvarez Buylla; Luis Nicolau d’Olwer, ministro de Economía Nacional. Si no fueron de verdad masones, merecieron serlo por los inapreciables servicios que prestaron a la República en sus planes contra la Iglesia. Otros masones en altos cargos de la República Rodolfo Llopis Ferrándiz, simb.´. “Antenor”, grado 3.º, de la logia IBÉRICA de Madrid. Fue Director General de Enseñanza Primaria. Prototipo de sectario, para él sólo contaban los maestros masones; blasonaba de ateo y era un cantor incansable de las excelencias del laicismo, de la escuela única y de la monopolización absoluta de la enseñanza por el Estado. Mateo Hernández Barroso, simb.´. “Newton”, grado 33, de la logia HISPANO-AMERICANA de Madrid; Director General de Telégrafos. José Salmerón García, simb.´. “D’Alembert”, grado 4.º, de la logia IBÉRICA y del triángulo de intelectuales DANTÓN de Madrid; Director General de Obras Públicas. Antonio Pérez Torreblanca, simb. sim b.´´. “Diógenes”, grado 4.º, de la logia NUMANCIA de Alicante; Director Direct or General de Agricultura. [279] Benito Artigas Arpón, simb.´. simb.´. “Juliano”, grado 2.º, de las logias IBÉRICA y LUIS SIMARRO, de Madrid; Director General de Comercio y Política Arancelaria. José Domínguez Barbero, simb.´ simb.´. “Henri”, grado 3.º, de las logias FE, GERMINAL, G ERMINAL, JOVEN ANDALUCÍA, ISIS Y OSIRIS y FE Y PERSEVERANCIA de Sevilla; Se villa; Ministro del Tribunal de Cuentas. Salvador Albert Pey, simb.´ simb.´. “Castelar”, grado 3.º, 3 .º, de las logias REDENCIÓN y GESORIA GES ORIA de Palamós y San Felíu de Guixols; embajador en Bélgica. Eduardo Ortega y Gasset, simb.´. “León”, grado 4.º, de la logia LUIS SIMARRO de Madrid; primer Gobernador Civil de Madrid. Pedro Rico López, simb.´. “Madrid”, grado 33, de las logias CATONIANA, HISPANO-AMERICANA y LA UNIÓN, de Madrid; Alcalde de la capital de España. Eduardo López Ochoa, simb.´. “Rectitud”, grado 18.º, de la logia RECTITUD de Barcelona; Capitán General de Cataluña, Inspector General del Ejército, etc. Jaime Ayguadé Miró, de la logia JUSTICIA de Barcelona; Alcalde de la Ciudad Condal. Francisco Maciá, Presidente de la Generalitat; ingresó en la Masonería en París en 1926. Casimiro Giral Bullich, simb.´. “Platón”, grado 18.º, de la logia BARCINO de Barcelona; Consejero de la Generalitat de Cataluña. José Jorge Vinaixa, simb.´ simb.´. “Vergniaud”, grado 3.º, de las logias CONDORCET e IBÉRICA de Madrid, y de las ISIS Y OSIRIS y TRABAJO de Sevilla; Consejero de Estado.
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Pedro Armasa Briales, simb.´. “Dantón”, grado 3.º, de la logia PITÁGORAS de Málaga; Consejero de Estado. Dionisio Carreras Fernández, simb.´ simb.´. “Sócrates”, grado 3.º, de la logia IBÉRICA, de Madrid; Consejero de Cultura. Ramón González Sicilia, simb.´. “Ratzel”, grado 4.º, que anduvo por las logias TRABAJO, ESPAÑA, GRAN CONSEJO FEDERAL SIMBÓLICO, ISIS Y OSIRIS y OCCIDENTE de Sevilla; Director General de 1.ª Enseñanza y Subsecretario de Instrucción Pública. Había dirigido un colegio o academia laica en Sevilla. Intentó con ahínco arrojar a las Órdenes Religiosas de sus centros de enseñanza. Adláteres suyos muy fieles fueron los hermanos Barnés, Domingo y Francisco José, a quienes ya hemos aludido. Insistimos en que fueron tenidos, generalmente, [280] por masones, aunque no hemos encontrado prueba documental sobre ello34. Luis Bello trompeta, simb.`. “Mandonio”, grado 1.º en la logia de intelectuales DANTÓN, de Madrid; Director General de Enseñanza Primaria. En cada sotana veía un diablo. En la Asamblea de Acción Republicana de 1933 se declaró laico y clerófobo a ultranza, y pedía que para octubre fuera ya un hecho la supresión de la enseñanza de las Órdenes Religiosas. Su propuesta originó la ley consiguiente, y las Órdenes Religiosas hubieron de cerrar sus centros; mas el Estado no pudo substituirlas, ya que a ellos se acogían más de las dos terceras partes del censo escolar del bachillerato. Antonio Jaén Morente, Mor ente, grado 3.º de las logias TRABAJO y ESPAÑA, de Sevilla; Ministr o de España en Perú. Manuel Torres Campañá, simb.´ simb.´. “Juvenal”, grado 4.º de las logias IBÉRICA y ESPERANZA, de Madrid; Subsecretario de Gobernación y de la Presidencia del Consejo. José Moreno Galvache, simb.´. “Lucrecio”, grado 3.º en la logia MIRAVETE de Murcia; Subsecretario sucesivamente de Agricultura, Industria y Comercio y de Instrucción Pública. Nicolás Sánchez Balástegui, simb.´. “Pestalozzi”, grado 9.º, en las logias TRABAJO y ESPAÑA Y TRABAJO, de Sevilla; Delegado del Gobierno en los Servicios Hidráulicos del Guadalquivir. Ramón Carrera Pons, simb.´. “Pitágoras”, grado 3.º en la logia TURDETANIA de Córdoba; Comisario General de Cataluña. Fernando Valera Aparicio, simb.´. “Plotino”, grado 4.º, de las logias TYRIS y PATRIA NUEVA de Valencia; Director General de Agricultura y Subsecretario de Justicia. Pedro Vargas Gurendiain, simb.´ simb.´. “Pi”, grado 18.º, de la logia FEDERACIÓN VALENTINA, de Valencia; Subsecretario de Comunicaciones. Sidonio Pintado Arroyo, simb.´. “Juvenal”, grado 3.º, de la logia IBÉRICA de Madrid; Consejero de Cultura. [281] Gabriel González Taltabull, simb.´. “Schopenhauer”, grado 18.º de la logia ISIS Y OSIRIS de Sevilla; Vocal del Tribunal de Garantías. Ramón Pérez Ayala, de la logia IBÉRICA de Madrid; Embajador de la República en Inglaterra. Rafael Blasco García, simb.`. “Sigfredo”, grado 13.º, de las logias NUMANCIA y CONSTANTE ALONA, 34
La actitud irreligiosa de los hermanos Barnés puede entenderse sabiendo el ambiente familiar en que nacieron y fueron educados. Y ese ambiente lo refleja bien la lápida mortuoria que preside el sepulcro de su padre en el cementerio civil de Sevilla. Dice así: “Aquí descansan los restos de Francisco José Barnés y Tomás, doctor en Teología y Filosofía y Letras, Licenciado en Derecho, catedrático numerario de esta Universidad Literaria. Fue sacerdote católico. Mientras creyó en el dogma, practicó los actos de la religión con dignidad y escrupuloso respeto; cuando después de maduro examen y ejercicios continuados de razón, dejó de creer en el orden sobrenatural (que juzgó fantástico), su carácter sincero no le permitió continuar una vida estéril, farisaica, burlando y explotando la credulidad de la gente. Prosiguió a la Naturaleza, nuestra común madre; contrajo matrimonio con digna mujer; fue padre de familia cuyos deberes no descuidó un instante, y en el trato social con toda clase de personas se ofreció como hombre sin fuero ni privilegio religioso. No creyó en otros milagros que la instrucción y trabajo humanos. Falleció en la paz del Dios el 5 de marzo de 1892 a los 58 años de edad”. [281]
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de Alicante; Vocal Suplente del Tribunal de Garantías. Luis Doporto Machori, simb.´. “Teruel” y “Graco”, grado 3.º, en la logia IBÉRICA de Madrid; Director General del Instituto Geográfico, Gobernador Civil de Valencia y Consejero de Cultura. Ángel Rizo Bayona, simb.´. simb.´. “Bondabeff”, grado 33, de las logias AURORA y TOLSTOY de Cartagena, y LUIS SIMARRO de Madrid; Delegado del Estado en el Consorcio Nacional Almadrabero. Clara Campoamor Rodríguez, de la logia REIVINDICACIÓN de Madrid; Directora General de Beneficencia. José Juncal Verdulla, simb.´ simb.´. “Logos”, grado 3.º, de la logia PLUS ULTRA de Barcelona; Embajador en Portugal. Antonio Tuñón de Lara, simb.´ simb.´. “Rousseau”, grado 3.º, de las logias IBÉRICA de Madrid, y EVOLUCIÓN de Almería; Director General de Beneficencia. Álvaro Pascual Leone, simb.´ simb.´. “Vicente Peris”, grado 18.º, de las logias GERMANÍES, JUSTICIA Y LIBERTAD, Y BLASCO IBÁÑEZ, de Valencia; Director General de Administración Local. Antonio Montaner Castaño, simb.´ simb.´. “Moliere”, grado 33, de la logia FÉNIX de Barcelona, Barcel ona, Gobernador Civil de Sevilla y Director General de Ferrocarriles. Ángel Galarza Gago, de la logia LUIS SIMARRO de Madrid; fiscal de la República, Director Direct or General de Seguridad y Subsecretario de Comunicaciones. Eduardo Barriobero Herranz, simb.´. “Alcibíades”, grado 33, de la CATONIANA de Madrid; Diputado a Cortes y gran apologista de la Masonería. Miguel Núñez de Prado, simb.´. “Lafayette”, grado 2.º en la logia HIJOS DE LA AFRICANA de Melilla; Inspector General de la Segunda Inspección del Ejército. Emiliano Iglesias, grado 18.º, en la logia BARCINO, de Barcelona; Diputado a Cortes y Ministro de España en Méjico. Julio Álvarez del Bayo, de la logia l ogia IBÉRICA de Madrid; Embajador en Méjico. A vista de esta relación, que podríamos alargar indefinidamente, sobre todo en el plano de cada provincia española, parece huelga toda clase de comentarios. La calidad de masón fue por entonces, si no requisito político, al menos la mejor garantía y motivo de elección para [282] ejercer altos cargos públicos35. Y sobre la actuación masónica de estos individuos en el cargo “profano”, gasta recordar que por exigencias de mentalidad y por norma de actuación, el masón es ante todo y siempre un funcionario de la logia, que a lo más sólo le permitirá el oportuno disimulo en tiempos difíciles. La logia lo vigilará, pronta a “irradiarlo” siempre que no proceda al dictado de los soberanos dictado de la Francmasonería. No estará de más transcribir algún testimonio fehaciente. Abundan en los “Boletines Oficiales” y en las consignas de las “tenidas” de aquellas fechas: “Respetable es el derecho de un francmasón, pero ha de estar subordinado al interés de su taller. Respetable es la conveniencia de una logia; pero en pugna su interés con la conveniencia de la Gran Potencia, a la que está auspiciada, prevalecerá siempre la conveniencia y el interés de la última. Son dignas de consideración las prerrogativas de un Oriente o de una Gran Logia; pero si chocan con las finalidades, prerrogativas y conveniencias de la Asociación Masónica Internacional, deberá imponerse y se impondrá la A. M. I. Merecedora de todo merecimiento es la conveniencia de la Masonería Española, pero ésta habrá de someterse a la conveniencia de la Francmasonería Universal” 36. PRIMERA ACTUACIÓN MASÓNICO-REPUBLICANA 35 Cf. FRANCISCO DE LUIS, 36
La masonería contra España , pág. 61. “Boletín Oficial de la Gran Logia Española”, n.º 6 (2.º trimestre de 1930), pág. 18. [283]
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La actuación de la República al dictado de la Masonería empezó muy pronto, rompiendo el tono pacífico y casi paradisíaco, con que el 14 de abril se había posesionado de la Patria el régimen republicano. La Masonería parecía tener nerviosismo y prisas. Su descabellada actuación inicial tuvo dos manifestaciones, distintas al parecer, pero que actuaban claramente su común origen. A la masa, madura ya en las lides revolucionarias, la lanzó impunemente a la destrucción vandálica de los conventos, ante la cínica pasividad de los gobernantes. A los gobernantes los lanzó a la expulsión oficial del Cardenal Primado de España ante el regocijo de la masa revolucionaria. Vayamos por partes. part es. Quema de iglesias y conventos A modo de introducción satisfactoria, vaya esta pequeña cita documental. “La Masonería labora constantemente en el secreto de los [283] templos por la Libertad, la Igualdad, la Fraternidad. El continuo golpear de sus malletes ha producido el incendio que destruyó las vetustas preocupaciones sostenidas por el fanatismo; y rompiendo los lazos que sujetaban al hombre a la abyección y a la ignorancia, despertó la dormida conciencia de los pueblos al grito santo de Libertad, transformando las viejas sociedades en naciones cultas y progresivas, que han escrito en sus códigos políticos los derechos del hombre y del ciudadano” 37. En España a las revueltas revolucionarias, de cualquier signo que fueran, hace ya más de un siglo que indefectiblemente han ido vinculadas las llamadas “quemas de conventos”. Recuérdense algunas fechas tristemente históricas: 1835, 1909, 1931, 1936. Y hay siempre en el desarrollo de los hechos como un programa oculto, muy similar, de acción y de consignas. Por lo que a la “matanza de frailes de 1935” toca, la historia se ha encargado ya de comprobar su origen. Fueron masones los capitanes generales de las provincias y los jerifaltes políticos de aquellas capitales y pueblos donde se asesinó a los religiosos y se hicieron piras de sus moradas. En Barcelona, Zaragoza, Tarragona y Málaga fueron las mismas logias, a la sazón allí existentes, las que azuzaron a las turbas, empujándolas al asesinato y al expolio. Nominalmente en Zaragoza dirigía el plan de acción un fraile apóstata y masón, Crisóstomo de Castro. Luego, la Masonería intervino activa y provechosamente en la subasta de los bienes desamortizados38. Siguiendo esta misma línea, mucho antes de 1931, la masonería española venía ladinamente preparando el ambiente contra los conventos y las Órdenes Religiosas. Ahora a la sombra del impunismo que tenía derecho a exigir de “su” República, sólo faltaba pretexto con que paliar su cinismo a los ojos de los incautos. Por lo que se refiere a los sucesos sacrílegos de mayo de 1931, este pretexto se le sirvió como en bandeja. Las declaraciones de Alfonso XIII desde Londres al director de ABC sobre el futuro político de España movieron a muchos leales al monarca a fundar el Círculo Monárquico Independiente, con fines propagandísticos y dentro de las garantías legales que pudiera ofrecer el Gobierno Republicano. El 10 de mayo celebraban su primera asamblea en un pisito de la calle Alcalá, de Madrid. Reunión que asalariados misteriosos se encargaron de publicitar a los cuatro vientos como una conspiración contra la República. Lo demás ya estaba preparado de antemano, para el momento en que se diera la señal. Se ha dicho que en [284] tenida masónica se fraguó el plan inmediato para aquellos días. No es fácil comprobarlo documentalmente, por cuanto en las actas de sesiones no suelen ser los masones muy amigos de escribir sobre política y actuaciones innobles. Poco después los comunistas tal vez quisieran fanfarronear apuntándose para sí la gloria de aquellas jornadas39. El Gobierno impidió el asalto del Centro Monárquico Independiente. Pero no era aquello, en fin de cuentas, lo que de momento interesaba40. La turba exaltada, y bien dirigida, actuó impunemente en 37 38
Ritual del aprendiz masón , Grado I, pág. 82 (Imprenta Enrique Samarán, Madrid, 1923). Véanse las pruebas documentales aducidas por T IRADO R OJAS OJAS, La masonería en España , III, 122-129. Obsérvese la analogía de los hechos de 1835 con los de 1931. [284] 39 ENRIQUE M ATORRÁS, El comunismo en España , pág. 35. 40 Alguien ha escrito sobre la historia interna de estos sucesos: “Nada más absurdo y pueril que justificar el triste episodio, vulgarmente conocido con el nombre de “la quema de conventos”, ocurrido en mayo de 1931, por la protesta popular por la reunión verificada en el Centro Monárquico Independiente madrileño. Y quienes han afirmado que los incendios los
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otros lugares. El kiosco de “El Debate”, de la calle Alcalá, quedó convertido en una hoguera, y otro tanto se intentó con el edificio de ABC, que defendió la fuerza pública. Al anochecer el ambiente era abiertamente revolucionario, envuelto en maldiciones y gritos contra los frailes y las monjas, y principalmente contra los jesuitas. Diríase que se trataba de “orientar” a las masas inconscientes. La Puerta del Sol, hervidero de muchedumbres, m uchedumbres, fue el primer escenario de la tragedia, en las propias barbas del Gobierno, y ante un forcejeo ministerial, que hoy nos resulta grotesco. Maura “estaba enterado con antelación”; pero los “hermanos” del Gabinete tenían consignas más concretas de “posibilitar” y dejar hacer. Las Comisarías de Policía de Madrid, recibían oportunamente “una orden circular, firmada por Borrero, Jefe Superior de Policía, prohibiendo emplear contra los promotores otras armas que la persuasión”. Poco después los mismos bomberos reclamados, acudirán a la cita, pero para engrosar el número de los espectadores. Cuando Maura en su discurso del teatro de la Ópera, el 10 de enero de 1932, pretendió justificarse y defender su inocencia, no hizo sino descorrer sintomáticos velos, que para muchos seguían tapando aun los misterios del triángulo. Fue la Masonería la que se encargó de que no se reprimieran los desmanes, cuando aun era tiempo. Los telefonemas oficiales cursados por los Comisarios de la Policía, son una prueba exacta y oficial de la felonía antirreligiosa; telefonemas que, muy poco después, iban a costar el cargo a algunos de esos Comisarios41. [285] A mayor abundancia de pruebas, recuérdese que el programa abarcaba regiones tan distantes de Madrid como las capitales andaluzas de Sevilla, Málaga, Huelva y Cádiz, bastante alejadas del Centro Monárquico Independiente de la calle Alcalá. ¿No hubiera sido demasiado ridículo el origen de los hechos, si sólo lo ponemos en una simple reacción localista, con motivo de una reunión semisecreta de unos cuantos políticos en plan pacífico y poco propicio para dañar al Régimen? El balance de los vandalismos sacrílegos de aquel 11 de mayo no pudo ser más completo. Su relación detallada puede verse en otros libros. En sustancia, digamos aquí que Madrid, Sevilla, Málaga, Murcia, Valencia, Cádiz, Alicante, Córdoba, Granada, Huelva y otras muchas ciudades y pueblos de España vieron su cielo ennegrecido por el humo turbio de los incendios sacrílegos: iglesias, conventos, colegios escuelas, seminarios, asilos, reformatorios, todo fue llevado por delante con el mismo furor y ceguera. Ni hubo consideración para las obras de arte, que se quemaron por igual42. Ideológicamente la turba se movía al son auténtico de la revolución, y alentada por una amalgama de intereses y reivindicaciones bastardas. En la algazara callejera madrileña de la noche del 10 de mayo se pedía a gritos la disolución de la Guardia Civil y de las Órdenes Religiosas, la expropiación de todas las fortunas, y hasta la caída del Gobierno o al menos de algunos de sus ministros. Estorbaba sobre todo Maura. Por lo demás eran éstas las mismas consignas discutidas y postuladas continuamente desde hacía tiempo en las tenidas masónicas y entre pasos perdidos. Algo de esto acusan todavía los libros de actas, por más que no suelan ser de ordinario muy concretos y expresivos. Al fin, la República, desbordada por sus propios esbirros, hubo de apelar a medidas dictatoriales. Estado de guerra, encarcelamientos y destierros, represiones sangrientas, censura de la prensa y, ¡cómo no!, suspensión de “El Debate” y del ABC “sine die”, además del encarcelamiento de algunos ministros de la caída Monarquía. En las poltronas ministeriales había opiniones para todos los gustos. Algún ministro aclaró “que todos los conventos de España no valían la uña de un republicano, por lo que no era preciso autorizar la salida llevaron a efecto los comunistas, mienten a sabiendas, porque en aquellas fechas el Partido Comunista de España no pasaba de ser una Organización incipiente y ayuna de masas en condiciones, por tanto, de arrastrar a acciones de una incuestionable violencia. Desde luego no vacilamos en asegurar que tales elementos hicieron acto de presencia, pero sin dirección propia, sin poder revolucionario... Ni los sovietistas tenían fuerza ni el ambiente estaba suficientemente cuajado, como habría de ocurrir años más tarde”. (COMÍN COLOMER , o. c., I, 151). 41 M AURICIO K ARL, El enemigo , pág. 152. [285] 42 Véase, MONTERO, Historia de la Persecución Religiosa en España (B.A.C., (B.A.C., Madrid, 1961); A RRARÁS, Historia de la Se- gunda República Española , I, cap. 3; C ASTRO ALBARRÁN, La gran victoria. La Iglesia española, mártir de la revolución roja (Salamanca, 1940); Historia de la Cruzada Española , I, t. 3; etc. Impresiona todavía recordar el texto escueto cursado al Ministro de la Guerra por el Gobernador Militar de Málaga – donde la barbarie iconoclasta fue extrema– la misma madrugada del 11 de mayo: “Ha comenzado el incendio de las iglesias. Mañana continuará”. Huelga advertir que aquel General era un perfecto masón satisfecho de su trabajo. [286]
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de la Guardia Civil”. Para Indalecio Prieto “sería intolerable [286] que por proteger una casa de Jesuitas corriera la sangre de un solo obrero”. Y Alcalá Zamora comentaba con los corresponsales extranjeros: “La fuerza mayor que han tenido los incendiarios ha sido la sorpresa, complicada a su favor con el número extraordinario de conventos que hay en España. En Madrid hay unos doscientos, y en Valencia cerca de sesenta. De forma que todo el ejército francés, que es el más fuerte del mundo, no hubiera podido disponer de un batallón, y ni siquiera de una compañía, para cada convento, a fin de impedir lo que aquí ha sucedido”. ¡Y se quedaba tan satisfecho!43. Un cronista severo y de hondas preocupaciones sociales resumía así por aquellos días la situación y los hechos: “Seguramente que en todas las revoluciones y conmociones populares de la posguerra, incluyendo a Rusia, no se dio explosión tan rápida, tan violenta y tan específicamente antirreligiosa... como ésta que acaba de producirse y sigue latente en España y amenazadora” 44. Un expresivo “Manifiesto” del trío de intelectuales “Al Servicio de la República”, Marañón, Ortega y Pérez Ayala, apareció el día 14 en la prensa; tal vez con la desesperada pretensión de “abogar” por la República y buscar responsables a costa de eludir las propias culpas. Recordemos algunos párrafos. “Unas cuantas ciudades de la República han sido vandalizadas por pequeñas turbas de incendiarios. En Madrid, Málaga, Alicante y Granada humean los edificios, donde vivían gentes, que es cierto que han causado durante centurias daños enormes a la nación española, pero que hoy, precisamente hoy, cuando ya no tienen el poder público en la mano, son por completo inocuas. Por eso, porque la detentación y manejo del Poder Público era la única forma nociva de que gozaban, extirpados sus privilegios y mano a mano con los otros grupos sociales, las Órdenes Religiosas significan en España poco más que nada. Su influencia era grande, pero prestada; procedía del Estado. Creer otra cosa es ignorar por completo la verdadera realidad de nuestra vida colectiva. Quemar, pues, conventos e iglesias no demuestra ni verdadero celo republicano, ni espíritu de avanzada, sino más bien un fetichismo primitivo y criminal, que lleva lo mismo a adorar las cosas materiales que a destruirlas. El hecho repugnante avisa del único peligro grande y efectivo que para la República existe: que no acierte a desprenderse de las formas y las retóricas de una arcaica [287] democracia, en vez de asentarse desde luego e inexorablemente en un estilo de nueva democracia. Inspirados por ésta, no hubieran quemado los edificios, sino que más bien se habrían propuesto utilizarlos para fines sociales. La imagen de la España incendiaria, la España del fuego inquisitorial, les habría impedido, si fuesen de verdad hombres de esta hora, recaer en esos estúpidos usos crematorios. La bochornosa jornada del lunes queda en alguna parte compensada en Madrid por la admirable del domingo. La prontitud, espontaneidad y decisión con que la gente madrileña reaccionó ante la impertinencia de unos caballeritos monárquicos, fue una amonestación suficiente por el momento, que daba al Gobierno motivo holgado para podar ejecutivamente su ingénita petulancia. Nada más debió hacerse. De otro modo aprenderán un juego muy fácil, consistente en provocar con un gesto de ellos, convulsiones enormes en el pueblo republicano. No; si quieren en efecto suscitar en nosotros grandes sacudidas, que se molesten al menos en preparar provocaciones de mayor tamaño. A ver si pueden...” 45. El Padre Gafo apuntó con crudeza y, acaso, con exageración, las causas de orden económico y social que, sin duda, jugaron en las “jornadas incendiarias y profanadoras de la segunda república” 46. Pero no tanto –comentaremos nosotros– que basten ellas solas a explicar todo lo ocurrido. De un lado, queda por descubrir la raíz de aquella tremenda y desconcertante impunidad con que, de hecho, contaron los revolucionarios, y de la que hay pruebas abrumadoras. De otro, sería absurdo tratar de desconocer y borrar la terrible labor de ambientación que de tiempos atrás venía realizando la masonería anticristiana y antiespañola, y que “posibilitó” en su momento la erupción incontenible del odio contra la Iglesia.
43 ARRARÁS, o. c. I, 96-98. 44 G AFO, Crónicas científico-sociales , “Ciencia tomista”, año XXIII, tomo XLIV 45 “El Sol”, 14-V-1931. – Véase texto íntegro en ARRARÁS, o. c. I, 99-100. 46
(julio-agosto 1931), págs. 81-82. [287]
Loc. cit., págs. 91-92. [288]
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Que, mientras las turbas profanaban y destrozaban, incendiaban y robaban a mansalva, los resortes del Gobierno habían quedado paralizados, está fuera de toda duda; entre otras razones, porque quizá Maura habló demasiado el 10 de enero de 1932, y porque sin duda procedieran poco prudentemente aquellos modestos funcionarios de Teléfonos, que fueron consignando en los libros de registro los desesperados telefonemas de los Comisarios de Policía pidiendo consignas para actuar rápidamente; consignas que siempre quedaban sin respuesta o se recibían en sentido contrario al solicitado. También un desliz bastante expresivo sobre el origen de los hechos fue el que un [288] diario alemán judaizantemasónico relatara las escenas del once de mayo con toda clase de pormenores dos días antes de producirse47. En cuanto a la labor de ambientación, no podemos perdernos en citas y transcripciones de acuerdos de logias, que menudean alarmantemente durante toda la historia masónica del presente siglo en España, muy especialmente desde los días de la Dictadura. Por ahora y a modo de ejemplo sólo traeremos dos documentos fehacientes, tomados, casi al azar, del legajo “sobre la persecución religiosa” del Archivo de Servicios Documentales de Salamanca. El primero lo integran tres cuartillas mecanografiadas y encabezadas con un sello en rojo, redondo, de la “Resp.´. Log.´. FÉNIX n.º 381, de la FEDERACIÓN DEL GRAN ORIENTE ESPAÑOL. – VENERATURA”, y que contiene una especie espec ie de memoria remitida a la Gran Asamblea de 1918 48. 47 Cf. FRANCISCO DE LUIS, 48
La masonería contra España , pág. 101. Archivo NSD, legajo 69-A-1. Dice así el texto correspondiente: “Masonería Universal. Familia Española. La Resp.´. Log.´. Fénix 381, de la Federación del Gran Oriente Español. A la Gran Asamblea de 1918 (e.´. v.´.). S. F. U. Wall.´. Barcino, 10 de mayo de 1918. Las congregaciones religiosas existentes en España, no contentas en catequizar con la palabra y con la pluma, y sobre todo en averiguar lo que pasa en nuestros hogares por medio del confesionario, en lo que no se les escapa el más mínimo detalle de nuestra vida, incluso en los más íntimos actos, procura abarc ar todo cuanto puede, y a su comodidad, ya que nadie les pone trabas, t rabas, todo lo que concierne a la industria y al comercio que produce m ás rendimiento; primero vendían sus productos embozadamente; actualmente por la propaganda de los mismos ya por medio de folletos, ya por su buena prensa, ya por medio de artículos de propaganda y por conducto de agentes de propaganda, que visten sayal y que viajan con billete de favor, abarcan ya y con todo el descaro que les permiten las leyes de nuestra constitución, todas o la mayor parte de las industrias y oficios, en perjuicio del pequeño industrial, el cual sobre el costo de su mano de obra debe añadir su jornal natural, gastos de alquiler, contribución, cédulas y otros apremios de que gozamos en este bendito País, haciendo de su industria un engranaje social; del que subvienen sus necesidades un sinnúmero de familias. La avalancha clerical que nos ahoga, que nos estruja, que paraliza nuestro desenvolvimiento industrial o comercial; se le puede acusar a la vez de los más grandes delitos, que no pueden perdonar ni el mismo Dios: los de lesa Patria y los de lesa Humanidad. De lesa Patria porque no tributan nada o casi nada al Estado, dinero que en su mayor parte emigra a las Casas centrales, que tienen establecidas la mayor parte en el extranjero, y en cambio gozan la mayor parte de las Congregaciones religiosas de pingües subvenciones del Estado; son culpables del delito de lesa Patria, porque gracias al apoyo material y moral que les presta la Nación, han fomentado las discordias y guerras civiles que han arruinado a la Nación, y procuran fomentar nuevamente nuestra ruina total con sus simpatías hacia determinado factor importante y principal causante del mayor azote del mentís de la civilización, que se llama Guerra; son culpables del delito de lesa Patria, porque tienen extendidos sus tentáculos por toda la esfera de la Nación Española, y coartan de toda acción noble y progresiva, que pretenda implantar no tan solamente el Jefe Supremo del Estado, sino también todo cuanto dimana de nuestras Cámaras Populares y de nuestros Organismos sociales y colectivos. Son culpables del delito de lesa Humanidad, porque privan del sustento a un sinnúmero de madres de familias, que ayudaban al compañero de su vida en los ratos que les dejaban libres los quehaceres de su casa en la confección de ropas, en lavar, en planchar para fuera; trabajo hoy la mayor parte acaparado por las Congregaciones religiosas, las cuales bajo el pretexto de educar e instruir, acaparan en talleres y fábricas y no pocas casas particulares el trabajo que hacían las [289] mujeres en sus casas en la confección de ropas, encargando de estas labores a las infelices asiladas, cuyo trabajo rinde pingües beneficios a la Congregación a cambio de una mala comida y un vestido uniforme: comida y vestido que deben la mayor parte a la caridad; y lo que en un comerciante la parte ínfima es la utilidad, en ellas la mayor parte son las ganancias. Son culpables del delito de lesa Humanidad, H umanidad, por impedir a las jóvenes obreras se ganen la vida en fábricas y talleres, donde ganaban su sustento y ayudaban a sus padres con un pequeño sueldo que ganaban bordando, cosiendo y en otras labores propias de su sexo, hoy acaparado todo por las Congregaciones religiosas, quedando a estas infelices obreras solamente el camino de la miseria o la prostitución; sería curioso saber el aumento en las estadísticas de la prostitución y defunciones causadas por la tuberculosis proveniente de la miseria y abandono en que yacen las clases obreras de cierto número de años a esta parte, debido a las causas expuestas. Para darse una idea de lo expuesto bástenos sólo citar algunos nombres de Congregaciones religiosas, que burlando la vigilancia del Instituto de Reformas Sociales, las leyes escritas sobre el trabajo de la mujer, el horar io del mismo, higiene de los locales, lo que significa un sarcasmo manifiesto hacia el obrero e industrial que trabaja... citaremos solamente unas cuantas Congregaciones religiosas industriales de las mil y una que infestan nuestra desgraciada Patria. Frailes cartujos fabrican licores de todas clases. Benedictinos, chocolates y sus derivados. Carmelitas, licores. trapenses,
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El segundo documento corresponde al año 1930 y está tomado del “Boletín Oficial de la Gran Logia Española”, en su sección de “Entre columnas” 49. Lo extractamos sin más comentarios: “No se nos podrá tachar de apasionados... nuestro país no es otra cosa que dilatado campo de cultivo clerical... Un minuto de desmayo y la Soberanía Nacional no quedaría más que escrita en el papel...”. Alude luego a los “victoriosos hechos escolares provocados por la concesión de grados y colación de los mismos a los Colegios de Jesuitas y Agustinos de Deusto y El Escorial. Pero entre tanto el país vive la vida del siglo XVI, pero al revés, porque no son precisamente los conventos los que reparten la escudilla”. Y añade: “En el presupuesto vigente de Instrucción Pública figuran las siguientes subvenciones a Institutos de Enseñanza de carácter religioso: Subvención a maestros de Patronatos de libre nombramiento y Congregaciones religiosas, 75.000 ptas. Subvenciones a establecimientos dedicados a Primera Enseñanza, cantidad que en 1927 era de 75.000 ptas., y que por peticiones formuladas por la llamada Asamblea Nacional, inspirada inspirad a en la idea de proteger pr oteger [290] a las escuelas privadas, se elevó a 1.040.000 1.040.00 0 ptas. Para el Patronato General de Escuelas de Párvulos, 35.000 ptas. A las Escuelas Manjón de Granada, 50.000 ptas. Al Seminario sistema Manjón, 17.000 ptas. A la Escuela Siurot de Huelva, 15.000 ptas. A la Institución Teresiana, 35.000 ptas. Al Seminario sistema Siurot, 25.000 ptas.”. Sigue una relación de más de veinte centros o instituciones con las subvenciones respectivas. Al fin, termina: “Importan estas subvenciones un millón cuatrocientas cuarenta y un mil pesetas. A esto habría que agregar las subvenciones de Diputaciones y Ayuntamientos, y el renglón llegaría a cifras fantásticas. ¿Se podrá decir que no existe en España problema clerical?”. Basta repasar cualquier legajo de la documentación masónica, archivada en Salamanca, para calibrar la envergadura de las campañas laicistas en materia de educación, las consignas nerviosísimas y apremiantes emanadas de los “talleres”, y aquel unísono vibrar de los “hermanos” contra todo lo que representara confesionalidad oficial o real en la enseñanza, desde los albores del presente siglo hasta los aciagos días del 31. Así los sucesos de Mayo de ese año resultan satisfactoriamente explicados, como resultarán luego los de 1936. De momento la consigna “experimental” era la de “cometer actos vandálicos, o permitirlos por lo menos, contra los colegios y casas religiosas para asustar a los educadores religiosos o alejarlos de España” 50. Expulsión del Cardenal Segura Fue la segunda y sonada manifestación de la República sectaria, haciendo el juego a la Masonería. El hecho llegó a desorientar incluso a ciertos sectores católicos. taimadamente se involucró, una vez más, religión y política. En nuestro caso, “alta religión” –nada menos que la personalidad del Primado– y “alta política” –la seguridad de la misma República–. Como aval de este aserto vayan las siguientes palabras de Ramiro de Maeztu, certeras y meditadas: “Es difícil difíc il de creer que hubiera razón particular para considerar al Cardenal Segura como especialmente espe cialmente peligroso para el régimen. Pero es el Arzobispo Primado, el más alto dignatario de la Iglesia Española. Y la única explicación satisfactoria de que se le haya distinguido para impedir que ocupara su silla, es que el Gobierno ha querido demostrar su soberanía, en el sentido de hacer ver a los católicos que no podrían, aunque quisieran, sostener en su silla al Cardenal Primado, y que España había cambiado de
pastas para sopa y queso. Salesianos y Salesianas, son unas hormiguitas que lo acaparan todo y lo hacen todo con tal de ganarse una peseta. Adoratrices, hacen encajes y bordan mantelerías. Oblatas, trabajo de imprenta, planchan, lavan y cosen toda clase de ropa. Carmelitas, lavado, planchado de ropa, servicios domésticos en casas particulares. Trinitarias, fabrican chocolates, pasta para sopas, jabones, perfumería, corsés, iluminan postales, tienen en proyecto otras industrias. Asilo del Buen Pastor, Pastor, bordan, hacen festón, flores artificiales y... para citar más, si más quisiéramos quisiéramos citar, bástenos citar citar y recordar también cada uno de nosotros el sinnúmero de bazares, tiendas, fábricas y otras empresas que funcionan en España, con capital de congregaciones religiosas, con el nombr e de Sociedad Anónima, en comandita y otra raz ón social. En el ánimo de todos está y nadie ignora lo expuesto; ya no más encogerse de hombros y dejar las cosas tal y como están; urge un remedio radical que acabe con tanto privilegio que estruja, que nos ahoga, y que acabará con nosotros y con esta España, digna de mejor suerte”. [290] 49 N.º 5 (1.er trimestre 1930) págs. 2-3. [290] 50 COMÍN COLOMER , o. c. I, 151.
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señores. No se me alcanza interpretación más verosímil” 51. Examinemos los hechos con objetividad. [291] Al del Primado, había precedido el destierro del Dr. Múgica, Obispo de Vitoria, el 18 de mayo de aquel año, con la intervención de Maura, que en tono comedido le invitaba a que se ausentara de España, sometiendo a la reflexión del Prelado la conveniencia de hacerlo, por el “carácter eminentemente político que daba el Obispo a sus visitas a las ciudades de la diócesis”. El 14 de junio tocó el turno al Cardenal Segura. Aquel atropello cometido en el convento de las Adoratrices de Guadalajara contra la persona del prelado pr elado era la respuesta oficial del Gobierno a la Carta C arta de los Metropolitanos españoles reunidos en Roma y fechada el 3 de junio. La Carta había sido dirigida al Jefe de Gobierno. En ella se consignaban las siguientes vejaciones sufridas a la sazón por la Iglesia española: “Anuncio oficial de secularización de cementerios, separación de la Iglesia y el Estado, prohibición a las autoridades gubernativas y al Ejército de participar en actos religiosos, supresión de las cuatro Órdenes Militares, privación de derechos civiles a la Confederación Nacional Católica Agraria por el hecho de denominarse Católica, privación a la Iglesia de intervenir en los Consejos de Instrucción, supresión de honores militares al Santísimo Sacramento a su paso por las calles, supresión de la obligatoriedad de la enseñanza religiosa en las escuelas primarias y en las superiores, prohibición del Crucifijo en las escuelas, libertad de cultos, intervención del Estado en el tesoro artístico de la Iglesia, infracción de la inmunidad personal eclesiástica, y sobre todo los incendios de iglesias, conventos y palacios eclesiásticos”. Los Prelados pedían en definitiva que “en cuantas cosas se relacionasen con los derechos de la Iglesia en España se obrara de acuerdo con la Santa Sede” 52. Detenido el Cardenal el 14 de junio cuando giraba visita canónica a los conventos y parroquias de Guadalajara, fue conducido a la Comisaría, sita en el mismo Gobierno Civil. El propio gobernador, Sr. León Trejo, le impuso el destierro “de orden del Gobierno Provisional de la República”. Inmediatamente había de partir para la frontera de Irún. Sólo le concedieron diez minutos para redactar una protesta al Jefe de Gobierno, que hizo en términos comedidos y enérgicos, alegando el empleo antijurídico de la fuerza y la violencia contra él. Pernoctó incomunicado en el convento de PP. Paúles. En la tarde del 15 salía custodiado por un comisario y dos agentes de policía, más un médico de la Dirección General de Seguridad, hacia la frontera. Limitóse el Gobierno a aclarar en nota oficiosa, que “estimando peligrosa la presencia del Cardenal en España, solicitó de la Santa Sede la remoción de Don Pedro Segura de la Silla Metropolitana”... “Al adoptar el Gobierno esta resolución –añadía la nota– está seguro [292] de haber prestado un servicio a la paz pública y otro no menor a los altos intereses espirituales de la Iglesia”. A la protesta prot esta de Mons. Tedeschini contestó c ontestó el Ministro de Justicia, Fernando de los Ríos, “que no era posible complacerle por razones de orden público”. Y Alcalá Zamora en contestación a la protesta del propio Cardenal Segura, se lamentaba de la imposibilidad de mantener con él “la relación normal, que por fortuna venimos manteniendo con la casi totalidad del Episcopado Español”. Y hasta se aventuraba, en su cinismo, a pedir al Cardenal que “diera carácter voluntario” a su ausencia de España. Fernando de los Ríos, con satisfacción mal disimulada, anunciaba oficialmente el 30 de septiembre que el Papa había admitido la dimisión del Cardenal Segura, por lo que quedaba qued aba vacante la Silla Primada, y añadía: “Este hecho de considerar vacante la Silla Primada, y añadía: “Este hecho de considerar vacante el Arzobispado que coincide con la Silla Primada, acontece pro primera vez en la historia canónica moderna. Ni Felipe II consiguió co nsiguió la remoción de un Cardenal Primado” 53. Pero pasando a examinar la trama interna de los hechos, nos encontramos con que el Cardenal Segura estaba ya proscrito desde los últimos proyectos masónicos sobre la República. En este punto la documentación es contundente.
51 Prólogo a la obra El Cardenal Segura , 52 ARRARÁS, o. c. I, 102. [292] 53
de Jesús Requejo, pág. 13. [291]
Véase ARRARÁS, loc. cit. Págs. 102-107.
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La enemiga masónica contra el Cardenal databa de los tiempos en que éste atacó valientemente al Rotarismo. Cuya fraternidad con la Masonería es de sobra conocida54. Sobre estas relaciones fraternas entre Rotación y Masonería es elocuente el artículo Rotaciones y Francmasones del del “Boletín Oficial de la Gran Logia Española”, en su primer número de enero de 1929, donde se dice: “El hecho hec ho de que q ue el ingreso en e n el Rotary Internacional I nternacional depare a los católicos facilidades para combatirnos, lo vemos difícil, por que esta Institución lo mismo que la nuestra tiene proscrita toda cuestión religiosa y política, precisamente por su universalidad... y “tolerancia” 55. En el siguiente número del Boletín citado y bajo el epígrafe Cosa esperada , tras airear ladinamente los valores del Cardenal Segura, se le ataca “por su intolerancia contra el Rotarismo”. Se transcribe una carta del ex presidente de la Asociación de Estudiantes Católicos de Filosofía y Letras, Guillermo Guastavivo, del ex presidente del Círculo de Estudios de la misma organización, Augusto F. de Avilés, y del Bibliotecario General, Tomás Gómez Infantes, quienes presentan su [293] dimisión y se dan de baja ante la decisión del Primado, que prohibía desfilaran por las tribunas de la organización –pretendía celebrar un cursillo de conferencias sobre teatro contemporáneo– “los autores dramáticos y los escritores alejados de nuestro campo”. Incluidos estaban en el programa Benavente, Sassone, Marquina, Pilar Millán Astray, Arniches, Ardavín, Maura, Sánchez de Deza, Rivas Cherif, González Ruiz y Sainz Rodríguez. Aprovechando esta carta cart a de los estudiantes heridos en su amor propio arreciaba la Augusta Orden, y se escandalizaba ante la incultura e intolerancia del Cardenal, y añadía sin remilgos: “El Rotary Club, como las restantes sociedades excomulgadas, no necesitan nuestra defensa. Su buen sentido le salva... ...Y mucho nos tememos que al fin el criterio de S. E. se imponga, y tengan que optar los católicos entre el Rotary Club y la disciplina de la Iglesia. ¿Quién vencerá? Allá veremos. ¡Son tan eclécticos nuestros católicos!” 56. Sintomáticamente, a partir de estas fechas menudean los ataques al Cardenal Segura desde las columnas oficiales del “Boletín de la Gran Logia”. Difícilmente se encontrará un número desde 1929 a 1931 donde no aparezca una alusión, una mofa, un ataque a su persona, a su postura, a sus decisiones y sobre todo a sus pastorales que se comentan tendenciosamente y con regusto sectario. Menudean igualmente las amenazas más o menos men os veladas57. Ataque furibundo mereció el escrito pastoral a las Juntas de Acción Católica Cató lica “sobre la gravedad de la hora presente”, y recordando “la obligación de votar a los candidatos que ofrezcan sólidas garantías para el bien de la religión y de la patria, a fin de que salgan elegidos el mayor número posible de dignas personas”. La frase no debió sentar muy bien en los medios masónicos. Véase su reacción: “Desorganizados los partidos políticos y naufragada la Constitución, arrastrados por la Dictadura, se provocó consecuencias y sucesos que eran de esperar. La vida pública española se conmocionó, y si bien no faltaron ambiguos y epicenos o común de dos, es lo visto y cierto que va definiéndose la opinión nacional, conformándose en dos principales masas o agrupaciones, dos bandos: monarquía y república. No vamos a entrar en su discernimiento. La Francmasonería tiene, como es lógico, su ideario, su programa, su tabla de de fórmulas. En ellas podrán orientarse los hh.´. Y a ellas habremos de remitirnos todos. 54
Véase sobre el particular VII Asamblea Nacional Simbólica , celebrada en Gijón, del 18 al 24 de junio de 1928. – Folleto publicado por el Grande Oriente Español. Tip. Minerva, Roque Barcia 5, Sevilla, págs. 60-61. (Archivo NSD). 55 N.º 1 del “Boletín” (1 enero 1929), pág. 2. [293] 56 Ibíd. (1 abril 1929), págs. 3-4. 57 Así, en los números 3-4 (1 de octubre de 1929), hay nuevas alusiones y ataques en la sección “Entre columnas”, bajo el epígrafe En la viña del Señor . –También se ataca allí a otros párrocos y Obispos. Nominalmente al párroco de Gernade (Lugo) y al de Villarín de Campos (Zamora), por haber inducido al alcalde a quemar obras de Pérez Galdós; al B. O. del Obispado de Ciudad Real por la publicación de la pastoral Buena prensa y mala prensa ; al diario católico de Almería “La Independencia”, y al Cardenal Arzobispo de Sevilla, Mons. Ilundain, por su labor contra la prensa impía o peligrosa para los católicos. [294]
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Pero no se trata de esto, sino de la situación que el hecho crea crea a los católicos y que provoca la Pastoral del Primado. El Padre Segura, de fácil comprensión, no muy culto ni profundo, pero de pluma suelta y de palabra persuasiva y disciplinada cuando se ocupa de cosas someras y que domina, resulta forzado, premioso y laberíntico cuando se propone llegar a una consecuencia que no domina o que quiere alcanzar sin descubrirse demasiado. El Cardenal Segura, muy pegado a las cosas de la tierra, no es precisamente ningún “Jiménez de Rada”, “Gil de albornoz”, “Mendoza”, “Cisneros”, “Tavera”, “Silíceo”, y otros grandes primados de perdurable recuerdo... Para terminar, nos permitimos aconsejar al eminente sacerdote contención de pluma y de palabra, compatible con una respetable acción proselitista, siquiera para no evocar los dolorosos trances de Valladolid” 58. En “pasos perdidos” del mismo número y con el subtítulo de Frutos de perdición se se vuelve a la carga sobre la intransigencia del Primado, y de paso se ataca al “clericalismo español”. “Respecto a España nada diremos... Poco a poco la intromisión clerical llegaba a lo insoportable... No podía sorprender la infiltración clerical en la obra del Gobierno de la Dictadura ni el favorable medio en que actuaba. Todo le era propicio... Se llegó a las más desapoderadas audacias, que culminaron en la concesión a dos comunidades religiosas, loyolistas y agustinianos, la colación de grados universitarios, y en efecto, tan buena maña se dieron a írseles de las manos, que no consiguieron otra cosa que tirar la Dictadura (?). Porque la Dictadura cayó por los escolares (!), y los escolares fueron movidos por la defensa de una prerrogativa del Estado, de un derecho del Estado, que se aprestaba a entregarse a otro poder y soberanía, ajena a la española. La política de intransigencia iniciada por el Primado va dando sus frutos, aunque no precisamente su bendición... [295] Añadimos: que no serán los últimos ni menos irreparables”. V. Costa (Firmado)59. Otra vez sale el Cardenal “entre columnas” del número correspondiente al segundo trimestre de 1930. Ahora se pide una “Ley de protección a la infancia”, abogando por que no se haga asistir oficialmente a los niños a concentraciones religiosas, como misas, procesiones y actos similares, ya que “no han cometido pecado alguno, que sepamos, para tal castigo”. Como conclusión de todo, se culpa una vez más al Primado: “En resumen, que puede observarse que el Primado continúa su cosecha de frutos contrarios. No es la virtud de saber hacerse cargo la dominante del Padre Segura” 60. El 5 de julio de 1930 publicaba el Gobierno un Decreto, sectario también y de marcada inspiración masónica, sobre el Tesoro Artístico Nacional; intentaba la “nacionalización de los bienes de la Iglesia”, que más tarde sancionaría la República. Replicó el Primado con una oportuna “Instrucción Pastoral”, que no debió ser muy del gusto de las logias. Con este motivo el h.´. A. Fernández de Velasco mandó a “pasos perdidos” del Boletín Oficial de la Gran Logia un farragoso y extensísimo artículo, que quizá pudo servir de pauta para posteriores decisiones republicanas en esta materia. Contra el Cardenal y su escrito, después de una rebuscada argumentación para deshacer las razones jurídicas por él aducidas, dice, entre otras cosas, lo siguiente: “Es insostenible la tesis del Cardenal. En España no puede haber y no existe otro poder que el de la Nación. Como dentro del recinto de la Ciudad Vaticana no hay más poder que el de la propia Ciudad. El poder de la Iglesia es un poder difuso, impalpable, espiritual, que al descansar en los valores materiales, en sus catedrales y parroquias, lo hace en valores ajenos; si bien se ponen por la Nación española al mejor servicio del culto católico, no pudiendo la Santa Sede transformarlos en propiedad enajenable, porque no es suyo... Y si los españoles a secas no pueden disponer como les plazca de los objetos de arte... con menos razón y más discutido título puede disponer la Santa Sede, que los posee en precario y
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[295]
“Boletín Oficial de la Gran Logia Española”, n.º 5 (1. er trimestre 1930) “Entre columnas”, Horas graves , págs. 1-2.
59 Ibíd., págs. 18-19. 60
Ibíd., n.º 6 (2.º trimestre 1930) pág. 1. (Véase también pág. 3).
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para fin colectivo y determinado, tratándose como se trata de una entidad jurídica, adscrita no tan sólo a una jurisdicción, que no es la española, y que por no serlo, hasta pertenece a un poder temporal a otra “nación”, que por respetable que sea, no es la Española...” 61. [296] Perpetrado ya el hecho, en su número del primer semestre de 1931 el mismo Boletín se regodea, señalando, con su dedo oficial, como proscrito al Cardenal Segura. Llega el documento en cuestión a indicar los fundamentos legales de las declaraciones que más tarde prestarían contra él Lerroux y Fernando de los Ríos. Se le acusa nuevamente de intolerante, de crear conflictos a Roma, de sembrar discordias, “por establecer diferenciaciones entre partidos decentes e indecentes”, de “actitud frenética y descompuesta y de manifiesta hostilidad, consubstancial con el Primado al enfrentarse contra el Poder Civil”. Y añade: “Se impone hacer entrar en razón al clérigo toledano. Hacer entrar en razón de grado o por fuerza, para que la República no viva con indignidad o mediatizada a extraños poderes” 62. Termina dicho documento amenazando al Obispo de Vitoria y al Cardenal Ilundain de Sevilla. El primero fue muy pronto atropellado por la República. El segundo, de momento fue respetado. ¡Eran muchos los problemas que había creado a la República el atentado contra el Cardenal de Toledo, y tal vez esperaron ocasión más propicia que no llegó, felizmente! ORIGEN Y CARÁCTER MASÓNICO DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA Auspiciada por la Augusta Orden la implantación i mplantación de la República, urgía, naturalmente, conseguir su “situación de derecho” igualmente masónica. Una situación de derecho que garantizara el “hecho”. Y sobre todo urgía dotar al régimen de una legislación capaz de salvaguardarlo plenamente y de mantener en la impunidad toda su futura actuación, por descabellada que pudiera parecer. No queremos detenernos en la historia externa del engranaje elaborador de la Constitución que, por lo demás, es suficientemente conocida. Nos interesa mucho más su historia interna. Sobre ella existe una cantidad insospechada de documentación y a esta documentación tendrá que acudir todo el que pretenda hacer exégesis auténtica de todos y de cada uno de los artículos que integraban la Constitución Republicana. Nos limitaremos por nuestra parte, al articulado referente directa o indirectamente a la cuestión religiosa: personalidad jurídica de la Iglesia y de sus organismos, culto, enseñanza, matrimonio y familia. Cronológicamente los hechos se desarrollaron así: El día 3 de junio publicábase el Decreto de Convocatoria de elecciones generales de Diputados a Cortes Constituyentes, que habían de celebrarse el 28 de ese mismo mes. Una nueva Ley electoral introducía modificaciones [297] notables y harto sospechosas63. Parece como si estuviera hecha para que triunfaran los candidatos revolucionarios, y concretamente los socialistas de la U.G.T. ¡No es extraño que se llevaran la mejor parte con 117 diputados! La propaganda electoral se caracterizó por su demagogia y rabioso anticlericalismo. Frente a la cual los católicos y personas de orden no supieron oponer un digno programa bajo ningún punto de vista, mucho menos en el terreno social. Así, los resultados tenían que ser catastróficos como en realidad lo fueron: 117 diputados socialistas; 93 radicales; 59 radicales-socialistas; 32 de la Ezquerra Catalana; 27 de Acción Republicana; 27 progresistas; 14 del grupo “Al servicio de la República”; 16 de la O.R.G.A. (Organización Republicana Gallega Autónoma); 26 agrarios; 14 vasco-navarros independientes; 3 de la Lliga Regionalista; 14 federales o independientes de izquierdas; 10 independientes; 4 liberales demócratas; 1 monárquico. Pero más significativo es el hecho de que el mejor botín se lo llevaron las logias: Ciento cuarenta y nueve masones conocidos figuraron en las Cortes Constituyentes de la República; aparte los ministros, subsecretarios, directores generales y gobernadores civiles64. A punto de iniciarse el debate constitucional el “Boletín Oficial de la Gran Logia” manifestaba sus esperanzas y sus inquietudes frente al “problema religioso”. Su confesión es suficientemente expresiva: “La nueva Constitución Constitu ción acomete intensamente y de frente la reforma re forma jurídica y moral del país. 61 N.º 7 (3.er trimestre 1930) págs. 15-17. [296] 62 N.º 8 del “Boletín” “ Boletín” (1.er semestre 1931), pág. 2. 63 COMÍN COLOMER , o. c. I, 153-154. 64
[297]
Cf. J. BOOR , Masonería , pág.. 43. [298]
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Pero ¿se aprobará? Lo dudamos. No pocos francmasones tienen representación parlamentaria. Con que la votaran todos, sobrarían votos . Los partidos de izquierdas han tomado acuerdos afirmativos. No obstante dudamos. Y dudamos por la enorme fuerza de la reacción. Porque los titulares de los Ministerios se han dejado sorprender por los adversarios que cubrieron los puestos altos. Porque se está dispuesto a ceder en todo, incluso en la reforma social, a cuenta de que no se rocen los intereses del Vaticano. Porque se ha conseguido aterrorizar a las alturas del Poder con huelgas revolucionarias y caóticas y con Estatutos Nacionales. Porque se están corrompiendo muchas conciencias y no pocas historias políticas laicas claudican hoy a cuenta o con pretexto de robustecer el principio de autoridad, o porque nos tememos que en las votaciones se ausenten los diputados, y sería bien poco ejemplar que fueran elementos laicos los que produjeran la picaresca parlamentaria, ausentándose furtivamente del salón de sesiones o votando en contra. [298] Vigilantes asistiremos a los debates . Son horas definitivas. Queremos presenciar y sentir hasta donde llegan las convicciones y las historias ciudadanas, y tanto como éstas, lo profundo de los gestos y la seriedad de las conductas. V. Costa (firmado)” 65. Tampoco estará fuera de lugar recordar la constitución del Gran Oriente Español, que se votó por los días 5-6 de julio, entregando el Gran Mallete al Ministro de Comunicaciones, Diego Martínez Barrios, y trasladando su sede de Sevilla a Madrid, “para asistir vigilantes”; la Gran Comisión Permanente era asesorada nada menos que por tres ministros y diez diputados a Cortes66. El 6 de junio la Comisión Jurídica Asesora, nombrada al efecto y para sustituir a la vieja Comisión de Códigos, bajo la presidencia de Ossorio y Gallardo, entregaba el anteproyecto de Constitución, que por encargo del Gobierno había confeccionado. La prensa del 7 lo dio a conocer. Días antes había dado a conocer el texto de la Subcomisión, que fue corregido por el Pleno, y por cierto en sentido más sectario. La protesta fue casi unánime en todos los sectores políticos de la Nación, así de derechas como de izquierdas; en consecuencia el anteproyecto fue rechazado en su totalidad. Pero conviene conocer su espíritu y su letra en la cuestión religiosa: “No existe religión del Estado. La Iglesia Católica será considerada como corporación de Derecho Público. El mismo carácter podrán tener las demás confesiones religiosas cuando lo soliciten, y por su constitución y el número de sus miembros ofrezcan garantías de suficiencia (Art.º 3.º). La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión, quedan garantizados en el territorio español, salvo el respeto debido a la moral pública. Todas las confesiones religiosas podrán ejercer sus cultos privados y públicamente, sin más limitaciones que las impuestas por el orden público. Nadie podrá ser compelido a declarar públicamente sus creencias religiosas, a no ser por motivos estadísticos. La condición religiosa no constituirá circunstancia modificativa de la personalidad civil, excepto lo dispuesto en el art.º 54, apartado c de esta Constitución (art.º 12.º). El Estado garantiza el derecho de asociación para fines religiosos. Las asociaciones religiosas ordenarán automáticamente su régimen interno dentro de las Leyes del Estado (Art.º (Art .º 23)”. [299] En materia docente, se expresaba así el citado anteproyecto: “El servicio ser vicio de la cultura nacional es atribución esencial del Estado. La enseñanza primaria es gratuita y obligatoria. El escolar tiene derecho a la enseñanza religiosa, pero el maestro no puede ser obligado a prestarla contra su conciencia... La libertad de cátedra queda reconocida y garantizada por la Constitución” (art.º 31)67. “Al Estado corresponde exclusivamente expedir los títulos profesionales y establecer los requisitos para obtenerlos. Todo español podrá fundar y sostener establecimientos de enseñanza con arreglo a las leyes. El personal docente de estos establecimientos deberá reunir las aptitudes que las leyes determinan” (Art.º 32)68. 65 Debate Constitucional en en N.º 8 del Boletín 66 Véase supra., págs. 262-263. [299] 67
(1. er trimestre, 1931), pág. 32.
El anteproyecto de la Subcomisión decía: “El Estado se obliga a proporcionar enseñanza religiosa, que será voluntaria para los alumnos”. 68 El P. Gafo, con demasiado optimismo comentaba: “Esta inhibición del Estado en punto a enseñanza religiosa, que queda íntegra a la iniciativa privada, contribuirá a que las familias se preocupen más de la instrucción religiosa y moral de
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El entusiasmo republicano pretendió dar al 14 de julio “dimensiones históricas” y de “apoteosis de soberanía popular”. Las escenas de euforia se centraron en torno al Palacio del Congreso de Diputados. Por fin, en dicha fecha se abrieron las Cortes Constituyentes. Alcalá-Zamora exprimió su vena oratoria para pronunciar un discurso atosigante de imágenes y metáforas, tanto como de vaciedades y tópicos doxológicos, para con la República “incólume e inmaculada”. Al remate de aquella sesión inaugural, por 363 votos fue designado el institucionista Julián Besteiro, presidente de la Cámara. Por lo que a la mentalidad católica de aquellas Cortes toca, aun reconociendo la presencia de algunos diputados profundamente católicos, el panorama no se prestaba mucho a las esperanzas. Apenas pasaban de tres decenas. Y había el presentimiento de que aun contando con hombres excepcionales en las tribunas, su voz y voto serían necesariamente ahogados en aquella barahúnda cínica y demagógica. 69 [300] En el episcopado había verdadera inquietud, y con razón; el anteproyecto de Constitución era motivo suficiente de alarma. El 25 de julio se hizo pública una pastoral colectiva, documento eminentemente doctrinal, en el que con toda claridad se exponían las tesis católicas tradicionales en los puntos tocados por la Constitución. Por su forma moderada fue bien acogida esta pastoral. Con todo, el Ministro de Justicia, molesto por la “inoportunidad” del documento, la tachaba de “pobreza doctrinal”, “exponente de la pobreza de los estudios eclesiásticos y de su deficiente organización, no ya sólo en nuestros seminarios, sino en Comillas y en Roma, que es donde se ha formado la mayor parte del episcopado español” 70. Como quiera que el anteproyecto de la Constitución había sido rechazado de plano “por motivos políticos y partidistas”, nombróse, para reelaborarlo, una nueva Comisión de diputados, presidida por el socialista Luis Jiménez Asúa. Entre sus componentes predominaban absolutamente los “hermanos del mandil y de la escuadra”. La iniciativa i niciativa quedaba absolutamente en manos socialistas y masónicas” 71. Constaba el proyecto de ciento veintiún artículos y fue entregado a las Constituyentes el día 27 de agosto. El propio Jiménez Asúa en la exposición doctrinal del Proyecto, al presentarlo a las Cortes, aludió a las constituciones extranjeras que habían servido de patrón: la Mejicana de 1917, la Rusa de 1918 y la de Weimar de 1919, que denominaba él “constituciones madres”. También se habían consultado la checoeslovaca, la uruguaya y la rumana, sobre todo en sus artículos más avanzados y radicales. Se calló que de todas estas constituciones no se había aprovechado sino lo que de común tenían con los principios masónicos y socialistas. En materia religiosa fue más explícito. “En esta materia –decía– vamos mucho más lejos que el anteproyecto de los juristas; separamos la Iglesia del Estado; todas las confesiones serán consideradas como asociaciones sometidas a las leyes generales del país; el Estado no podrá sostener, favorecer ni auxiliar económicamente a las iglesias, asociaciones o instituciones religiosas. Se disuelven las Congregaciones y se nacionalizan sus bienes; sólo se podrá ejercer el culto en los respectivos templos. En materia de familia, lo que declaramos bajo la salvaguardia del Estado no es el matrimonio, sino la familia; fundamos aquel en la igualdad de derechos para ambos sexos y disolvemos el casamiento por
sus hijos; y a que la iglesia en comunión más íntima con las que sean verdaderamente cristianas, despliegue con más celo, intensidad y métodos bien estudiados y religiosa; y será ocasión de restaurar y hacer revivir las grandes escuelas catedralicias, conventuales y parroquiales, de tan glorioso abolengo medieval. ¡Qué confortadoras perspectivas” (“Ciencia tomistas”, XLIV, pág. 102-104). 69 Un poco infantil nos parece el optimismo con que el P. Gafo, O. P., escribía por aquellos días en sus Crónicas científi- co-sociales para para información de la conciencia católica española. “Gracias a Dios esta vez no aparece ninguna minoría irrisoria bajo el sobrenombre de católica. Los diputados católicos, que los hay excelentes y en no tan pequeño número, han tomado el buen acuerdo de diseminarse por entre los diversos partidos, que por programa no son anticatólicos, para defender los principios esenciales desde las distintas tribunas, al propio [300] tiempo que ejercen su más amplia libertad de pensamiento y de acción en lo opinable; dando así una prueba irrefutable de que el catolicismo no encadena los espíritus, ni quiere tener una política y una economía determinada como emanada de sus dogmas, gran equivocación de otros tiempos, que ojalá no se reproduzcan como nos t ememos”. “Ciencia tomista”, XLIV, (septiembre-octubre, (septiembre-octubre, 1931), pág. 372. 70 Declaraciones hechas el 18 de agosto, cf. G AFO, nota anterior, págs. 378-379. 71 ARRARÁS, o. c. I, 148. [301]
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mutuo disenso, por libre voluntad de la mujer [301] o a solicitud del marido, con alegación en este caso de causa; los hijos nacidos fuera de matrimonio tendrán los mismos derechos que los nacidos dentro de él, y proclamamos el derecho a la investigación de la paternidad... En cuanto a la cultura se implanta la escuela única y la enseñanza laica” 72. Curioso resulta también el discurso del diputado de Acción Republicana, Luis de Zulueta, el 28 de agosto. Era un católico laico, si se nos permite la paradoja. Todo el discurso iba encaminado a esclarecer la postura católica –la “suya”, claro está– en las Cortes frente al problema religioso. Entre otras cosas pintorescas, dijo: “Yo no creo, como co mo algunos piensan, que la religión sea un mal; yo creo que la religión puede ser un bien, y el mayor de los bienes; pero creo también que en muchas de sus concreciones históricas la religión ha sido en el mundo, y ha sido especialmente en España, el peor de los males. Porque, no se engañen en esto los representantes del clero, los representantes de la Iglesia, la religión no es perseguida como muchas veces se dice; no es perseguida porque siga los ejemplos de Jesús, porque siga las doctrinas de Jesús. El Evangelio no tiene enemigos; el Evangelio no es de las derechas. La religión es perseguida justamente, cabalmente, porque se aparta de esos ejemplos y de esas doctrinas de Jesús, y entra en el terreno económico y capta las herencias, e interviene en la política, y pasa por su fuerza de dominación sobre la independencia independenci a del Estado (aplausos)” 73. Guerra del Río concretaba el Proyecto en estos términos: “Separación de la Iglesia y el Estado; libertad absoluta de cultos; disolución de las Órdenes Religiosas; Concordato, si lo pide la Santa Sede y se cree conveniente; implantación del divorcio y sistema bicameral”. La Srta. Campoamor calificaba el documento como “el mejor, el más libre, el más cálido y humano y el más avanzado del mundo”. Ortega y Gasset lo apodó “original, útil y trascendental”, “sencillamente magnífico, aunque aparecía mezclado con unos cuantos cartuchos detonantes, introducidos arbitrariamente por el espíritu de propaganda o por la incontinencia del utopismo”. En líneas generales, el Proyecto era “radicalísimo”. Para nada contaban en él los derechos de la Iglesia. Apenas se decía algo de la enseñanza religiosa y ni se la mencionaba para los centros oficiales. Se hablaba de la Iglesia y de las confesiones religiosas embrolladas e [302] indistintamente. En sus artículos 24, 25, 46 y 47 había un seguro germen de persecución religiosa74. Pero dejemos por ahora a los flamantes diputados, iniciando los debates, sobre el articulado constitucional, para hacer nosotros un poco de historia íntima del proyecto. Para ello, tendremos que retroceder cronológicamente e introducirnos en las logias más caracterizadas en estas lides legislativas republicano-masónicas. Así y sólo así se explicarán luego satisfactoriamente los artículos constitucionales, que sin este “estudio secreto” resultarían siempre paradójicos en la mentalidad española tradicional y aun de la época. No vamos a transcribir toda la documentación que conocemos al respecto. Ni hace falta; es demasiado elocuente y abundante para intentar agotarla. La actuación de la Gran Logia Española fue, sin duda, la más decidida y descarada. La Gran Asamblea celebrada en Madrid los días 23, 24 y 25 de mayo –conviene ir anotando las fechas “oportunas” de estos documentos– doc umentos– adoptó la siguiente “Declaración de principios”, que impresa en folio fue distribuida con profusión, principalmente a Ministros y Diputados, acompañada de cartas personales exigentes y decisorias75. [303] 72 Ibíd., págs. 149-150. 73 Véase G AFO, loc. cit., págs. 74
374-377. [302]
Ibíd., pág. 373. Ejemplares impresos pueden verse en el Archivo NSD, Sección especial. Fotocopia en C OMÍN COLOMER , La Masonería en España , apéndice documental. Su texto dice así: “Declaración de principios, adoptados por la Gran Logia Española (Miembro fundador de la Asociación Masónica Internacional) en la Asamblea celebrada en Madrid los días 23, 24 y 25 de 75
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La carta con que se remitía este folio masónico impreso, decía así: “Ciudadanos: La Gran Logia Española aprobó en su Gran Asamblea última, que qu e se celebró en Madrid los días 23, 24 y 25 de mayo pmo. pasado, la l a adjunta Declaración de Principios. Hemos visto con satisfacción que algunos de los puntos acordados en dicha Gran Asamblea, han sido ya recogidos en el Proyecto de la Constitución pendiente de aprobación, y celebraríamos que Vd. se interesara para que fueran incorporados a las nuevas leyes, que ha de dictar el Primer Parlamento de la República, los demás extremos de nuestra Declaración de Principios, que aun no han sido aceptados. Viva Vd. muchos años”. La epístola iba fechada el 20 de julio; a los cinco días de haberse reunido las Cortes Constituyentes y antes de haberse iniciado cualquier discusión del articulado. Sintomáticas son también las contestaciones más caracterizadas de los ministros Lerroux, Largo Caballero, Martínez Barrios, Fernando de los Ríos, Azaña. Como documentos apreciables, el “Boletín de la Gran Logia Española”, en septiembre de 1931, les concedió el honor de la publicidad para la familia masónica76. “Me es sumamente grato acusarle recibo de su atentísima carta, fecha 20 del pasado mes de julio y documento doc umento que adjunto tiene ti ene la bondad de enviarme, por po r lo l o que doy a Vd. sinceramente las gracias. Hasta la fecha no me ha sido posible contestar a la citada carta, por el abrumador trabajo que pesa sobre mí en los [304] momentos actuales; motivo por el que solamente me limito a acusarle recibo de su mencionada carta. Con este motivo, queda de Vd. affmo. ss. q. e. m. – Lerroux . “Muy señor mío: He recibido su carta con las Declaraciones Declaracio nes que acompaña, adoptadas por la Gran Logia Española, y de las cuales quedo debidamente enterado; debiendo manifestarle que mayo de 1931. Como principios generales proclama la Francmasonería la inviolabilidad del derecho humano en todas sus manifestaciones, y por consiguiente: El derecho a la vida y seguridad de la misma. El derecho a la libre emisión y difusión del pensamiento. El derecho a la libre expresión de la conciencia y al libre ejercicio de los cultos. La Escuela única, neutra y obligatorio; enseñanzas superiores con cátedra libre, y tanto ésta como la primaria completamente gratuita; enseñanza de un idioma universal hasta el segundo grado. Trabajo obligatorio, controlado por el Estado y repartido a medidas de las fuerzas y aptitudes de cada uno, garantizando las necesidades del individuo tanto en su periodo activo como en su vejez. La inviolabilidad del domicilio y la c orrespondencia. La igualdad ante la Ley. La justicia gratuita para todos los ciudadanos y en vigor el Jurado para toda clase de delitos. La libertad de reunión, asociación y manifestación pacíficas. El Gobierno, genuina representación del pueblo, expresada en todos sus grados por medio del sufragio universal. El matrimonio civil, con ley del divorcio y legitimidad de los hijos naturales. La separación de la Iglesia y del Estado; expulsión de las Órdenes Religiosas extranjeras y sometidas las nacionales a la Ley de Asociaciones. La abolición de la pena de muerte y de todas las perpetuas, estableciéndose como jurisdicción única, la civil, para todos los delitos; régimen penitenciario sobre la base de curación y reeducación del individuo. [303] Servicio militar voluntario, limitada su actuación a la defensa del país en caso de agresión, hasta que el espíritu pacifista entre las naciones lo haga innecesario. La transmisión de la propiedad, limitada, en cuanto a la tierra, a que quede en usufructo en manos de los que la cultivan, y en cuanto a la urbana, en usufructo a los que la habiten. Estado federal, que partiendo del individuo representado por el Municipio ampliado a la región natural, llegue a la Federación de las mismas, formando grupos nacionales, internacionales, e intercontinentales con plena soberanía para todos ellos en la esfera particular de cada uno. Requerimos a todos los hombres de buena voluntad para que colaboren a nuestra obra, creando núcleos masónicos en sus respectivos puntos de residencia, pudiendo dirigirse para recibir las instrucciones del caso a “Comisión de Propaganda de la Gran Logia Española”, Mendizábal, 25 pral. 2.ª Barcelona”. 76 N.º de septiembre de 1931, pág. 9. También los recogen F ERRARI BILLOCH, o. c., libro 3.º págs. 231-233, y F RANCISCO DE LUIS, o. c., II, 56-58. [304]
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por mi parte pondré cuanto pueda en favor de los deseos que me m e expresa. Con este motivo, queda de Vd. affmo. s. s., q. e. s. m. – Francisco Largo Caballero. “Señores: He leído con detenimiento d etenimiento los Principios adoptados por po r esa Entidad en su Asamblea General última, y coincidente con muchos de los principios en esos acuerdos contenidos, tendré el gusto de defenderlos cuando se discutan en el Código Constitucional. Fraternalmente suyo, Diego Martínez Barrios . Venerable Gran Maestre: Con su carta he recibido la copia de Declaración de Principios acordada por la Gran Asamblea que se celebró últimamente en Madrid, que tiene la atención de remitirme, y de acuerdo con los deseos que me expresa Vd., trataré de que en lo posible sean incorporados a las nuevas leyes orgánicas, que salgan del Parlamento, reunido actualmente en Cortes Constituyentes. Reciba un abrazo fraternal de su hermano, Fernando de los Ríos . “Ciudadano: Recibo su carta, c arta, que contesto con algún retraso dadas mis muchas muc has ocupaciones, ocu paciones, con la que me envían la Declaración de Principios aprobada en Madrid los días 23, 24 y 25 de mayo, quedando enterado de los puntos acordados en dicha Asamblea, y de la satisfacción que les ha producido el ver recogidos en el Proyecto de Constitución muchos de ellos. Me interesaré por que sean incorporados a las nuevas leyes todos los demás extremos de su Declaración. Viva Vd. muchos años. Azaña años. Azaña . El Gran Oriente Español por su parte, con Martínez Barrios a la cabeza al suceder a Demófilo de Buen, quiso ser aún más efectivo. Al objeto de “asesorar”, hizo el siguiente “Nombramiento de Grandes Comisiones”: [305] COMISIÓN Justicia: Hacienda: Asuntos Generales. Relaciones internacionales: Prensa y Propaganda: Beneficencia:
HERMANOS COMISIONADOS Rico, de los Ríos y Gil Mariscal Sarradell, González Sicilia y Gómez de la Serna. Barea, de Buen, Ruiz, Sarradell y Plaza. De Buen, Palomo, Palasí, Rizo y Joaniquet. Llopis Costales, Gil Mariscal, Mata y Palasí. Palomo, Anega, Joaniquet.
Firman: el Gran Secretario: Anselmo Plaza. V.º B.º: El Gran Maestre: Diego Martínez Barrios77. Los diputados “hermanos” estaban ya asesorados, con anterioridad, por las logias. Particularmente había estado bien “asesorada” la Comisión de Juristas encargada de redactar el anteproyecto. De aquí se explica el aparente anacronismo existente en la carta con que la Declaración de principios era remitida a los Sres. Ministros, y en la cual se aseguraba que “algunos de los puntos acordados en la Asamblea habían sido ya recogidos en el Proyecto de la Constitución”. Ciertamente la carta iba fechada el 20 de julio; pero tampoco se olvide que la Gran Asamblea As amblea se había celebrado c elebrado los días d ías 23, 24 y 25 de mayo. Ahora sólo interesaba tener t ener preparados los ministros y diputados para la discusión del articulado y para su aprobación definitiva. Más extensa y detallada resultó la cooperación de la logia de la logia RUIZ ZORRILLA de Barcelona. Fruto de sus tenidas fue un “auténtico proyecto” de Constitución, que con todo cinismo se pretendió imponer a las mismas Cortes, y que, en definitiva, fue aceptando casi en su totalidad y hasta en la materialidad de algunos de sus párrafos. Su trascripción literal es ésta: “A las cortes constituyentes. En los momentos supremos, en que la representación más 77
F. DE LUIS, págs. 72-73. [306]
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genuina de nuestra Patria se apresta a dotar al país de la Carta Fundamental, que decida de sus futuros destinos, la logia RUIZ ZORRILLA, que trabaja en esta Ciudad de Barcelona, y demás logias del Serenísimo Grande Oriente de España, inspirándose siempre en los magnos ideales sustentados por la Orden masónica, tiene el honor de proponer se consignen en la Constitución de la República las disposiciones siguientes: I. – Separación de la Iglesia I glesia y del Estado. II.– Denuncia del Concordato establecido con la Santa Sede. III. – Terminación de las relaciones diplomáticas con la Ciudad del Vaticano. [306] IV. – Declaración de la libertad religiosa absoluta, sujetándose estrictamente a la Ley de Asociaciones que se promulgue cuantas entidades se formen o ya estén constituidas con carácter confesional. V. – Incorporación al Código Civil de los ordenamientos consiguientes, consiguient es, a fin de que se tengan por nulas todas las cesiones de bienes que, por cualquier título lucrativo, de alguna manera favorezcan a personas o entidades religiosas, en perjuicio de los legítimos herederos, pudiéndose ejercer acción popular para las oportunas denuncias. VI. – Incapacitación legal de los sacerdotes, sin distinción de cultos, cult os, para la enseñanza pública y privada en todos sus grados, así como para desempeñar cargos públicos. VII. – Expulsión de todos los individuos de ambos sexos pertenecientes a comunidades religiosas extranjeras. VIII. – Exclaustración E xclaustración de todos los individuos de d e ambos sexos pertenecientes a comunidades c omunidades de origen nacional. IX. – Nacionalización de los bienes poseídos por las comunidades religiosas tanto del país como extranjeras. X. – Prohibición absoluta de que salgan del país dádivas con destino al llamado “dinero de San Pedro”, el que se recauda para la Santa Cruzada, y el que vaya a la Roma Pontifical en cualquiera otra forma creada o por crear. XI. – Inventario de bienes poseídos por el clero secular, que seguirá usufructuándolos mientras los conserve en buen uso, los siga dedicando al objeto a que están consagrados, no sea conveniente disponer de ellos por utilidad pública y se satisfagan las contribuciones y repartos que correspondan. XII. – Sustitución del Cura por el Maestro en la Armada, el Ejército y la Aviación Nacional. XIII. – Supresión en el Presupuesto de todas las partidas consignadas hasta ahora a favor del Culto y Clero. XIV. – Incautación de bienes existentes en poder de la Iglesia dedicados a la Beneficencia, pasándolos a la administración del Estado, la región o el municipio, según proceda en mérito del carácter especial respectivo. XV. – Exigir a los sacerdotes la indumentaria corriente de los ciudadanos, consintiéndosele el empleo del traje talar y ornamentos únicamente en el interior del templo. XVI. – No permitir en ningún caso manifestaciones de índole religiosa en la calle. XVII. – Secularización de los cementerios. XVIII. – Matrimonio civil. [307] XIX. – Divorcio, con indemnización que percibirá el cónyuge inocente del culpable, y facultad para ambos de contraer nuevo matrimonio, asegurándose los alimentos y la educación de los hijos. XX. – Investigación rigurosa de la paternidad, siendo declarados legítimos todos los nacidos sin
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distinción” 78.[308]
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Véanse ej. impresos en Archivo NSD, legajo 620-A-1. Al articulado recién transcrito sigue en los mismos ejemplares el siguiente comentario: Por vía de fundamento a las peticiones que preceden, sirvan las condiciones que se van a exponer: El Estado, que no profesa ni ha de profesar determinada creencia religiosa, porque no alcanza su radio de acción ni su poder más allá de la vida, no habiendo demostrado hasta ahora estar en posesión de la verdad absoluta ninguna de las religiones positivas, ha de reconocer solamente la obligación ineludible que le incumbe de consagrar toda su atención al logro del mayor bien de todos los españoles sin distinción, respetando los derechos de cada uno, mientras no perjudique el de los demás. En consecuencia, le está vedado al Poder Público distraer el dinero del contribuyente para sostener el culto y el clero de ninguna re ligión, para no perjudicar el interés de los ciudadanos que profesan creencias distintas. Tampoco ha de consentir la Ley que los ministros de un Dios que predicó la pobreza, sigan explotando conciencias timoratas, y conquistando para ellos herencias cuantiosas, legados, donaciones y limosnas excesivas. La Iglesia Romana de Simón y Saulo –que distan mucho de ser la verdadera Iglesia Española de San Yago– tiene su Constitución en pugna abierta con la de los países liberales, a los que declara heréticos, apóstatas y sectarios, y al desconocer la soberanía de cada nación, reivindicando la del Pontificado, incapacita a sus representantes para el desempeño de cargos públicos fuera de Roma; puesto que incompatible resulta a la postre cumplir honradamente promesas y juramentos tan contradictorios como Constitución de la Iglesia y cualquiera otra Constitución liberal. Mal pueden además ser considerados ciudadanos de ninguna nación, quienes lo son ya de otra: la Ciudad del Vaticano. Hay que apartar a la Iglesia de la enseñanza y de la beneficencia. Pregona el lamentable fracaso del clero en materia educacional el desconsolador analfabetismo que no supo extirpar o no trató siquiera de combatir, existente entre las clases humildes de la sociedad nuestra, como lo patentizan los c onocimientos absurdos que han impartido en oposición sistemática con las enseñanzas de las ciencias modernas, de las que abominan. El monopolio de la beneficencia, que ha venido ejerciendo, no consiguió reducir el pauperismo, en tanto que las Órdenes monásticas, que lo disfrutan, aumentan de día en día fabulosamente sus riquezas. Votos solemnes de pobreza, obediencia y castidad pronuncian los individuos que recluta el Convento. Como quiera que semejantes votos son contrarios al imperativo categórico de la moral, del derecho y de la convivencia de los pueblos, no es justo que se les reconozca la menor eficacia. Como extranjeros, indeseables, perniciosos, algunas de las naciones más civilizadas dieron el saludable ejemplo de expulsar totalmente del país la masa de individuos del clero regular, limitando tan reparadora medida a los jesuitas uno de los Monarcas menos malos que ha padecido España. ¿Por qué han de vacilar los hombres de la República en acometer tan salvadora empresa? Fuentes inagotables de ingresos para la grey eclesiástica lo fueron siempre nacimientos, matrimonios, relaciones familiares y hasta la misma muerte. Las actas de bautismo y de defunción con que se comprobaban antes los nacimientos y fallecimientos, representaron una merma nada despreciable en el haber del cura, que dejó de funcionar como depositario de la fe pública el día en que un gobierno creó el Registro civil. Aun les queda en parte el cementerio, de cuyo lugar de olvido supremo y de piedad infinita excluyen a los enemigos, llevando su odio salvaje hasta más allá de la tumba. Encastillados todavía en los reductos del matrimonio y del divorcio –que no es más que separación de cuerpos y de bienes– siguen como en sus mejores tiempos dueños de la familia, desde donde van acabando de minar sin el menor riesgo una sociedad indefensa y sujeta a sus malas artes. [308] Los Concordatos que celebró España con el Papa jamás fueron observados fielmente por éste. En virtud del último vigente, el de 1851, con la “Tercera Orden indeterminada” introdujo de contrabando unas trescientas órdenes religiosas, y no está probablemente satisfecha aún. España no tiene necesidad de nuevos Concordatos. Si Italia pactó, por la cuenta que le tiene andar a medias en la explotación de las industrias papales; si Francia se interesa por negocios misionero-coloniales, y a las demás naciones, no todas ni con mucho, les c onviene tratar con el Papa, a España nada se le ha perdido en Roma, ni ha menester tratar con poderes que no son de la tierra y que en caso hipotético de existir en otros mundos, menudo trabajo les iba a costar a los que se dicen sus representantes la comprobación de su autenticidad. La religión profesada de buena fe, única respetable, vive en la conciencia de sus adeptos. Quédense los esplendores del culto y su magnificencia para los pueblos sumidos en las tinieblas de la ignorancia y en los extravíos del fanatismo. Aquellos necesitan ídolos grotescos que adorar, ya que son incapaces de concebir un Dios en abstracto. Sólo se acercan a la Divinidad entre las nubes de incienso, perturbadoras de los sentidos, con el sacerdote por intermediario, en un marco fastuoso de misterio que les anonada. No olvidemos que los primitivos cristianos no querían templos, destruían imágenes, vivían en la pobreza y el culto se reducía entre ellos a predicar el evangelio. Desde el rey Sisenando, que tuvo que pactar con los altos dignatarios de la Iglesia, a fin de que ésta legitimara la usurpación de la corona visigótica, no cesaron monarcas, señores feudales y vasallos de acrecer con sus dones el patrimonio clerical. Para comprobar la cuantía exorbitante de lo poseído por la Iglesia, por las corporaciones religiosas, y para determinar la cifra aproximada de los conventos y facilitar una estadística que diera a conocer su patrimonio. Por algo será. No obstante, merced a pac ientes investigaciones realizadas por aficionados a semejantes estudios, se logró reunir los siguientes datos: Conventos: 4.490. Individuos: 77.815. Estas cantidades fueron tomadas en 1923. Calcúlense las del año en curso. Agréguense los 39.926 curas que oficialmente se conocen, los emboscados, y el personal que desempeña funciones complementarias, tales como acólitos, sacristanes, campaneros, organistas, etc., y no resulta aventurado elevar los guarismos hasta más de doscientas mil personas de ambos sexos, adheridos a la Iglesia. Se trata, pues, de un verdadero ejército disciplinado, extendido por todo el ámbito del país, más cuantioso que el ejérc ito nacional. Consignamos, sin temor de equivocarnos, esta opinión nuestra, ya que esos doscientos mil individuos constituyen nada más que la oficialidad de la milicia clerical, mientras forman la tropa las turbas ignorantes de fanáticos, conseguidas desde el púlpito, el confesionario, la escuela, la prensa adicta y varios medios m edios de propaganda con que cuenta esa poten-
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En realidad el llamado “problema religioso” era el caballo de batalla de la Masonería legislante. Su labor de “inspiración” sobre los hombres del gobierno republicano y sobre las Constituyentes fue [309] febril. Hasta las logias extranjeras viéronse invadidas por esta agitación. Según el testimonio de La Dictature de la francmaçonnerie sur l’Espagne , “la nueva Constitución española fue discutida previamente en la logia PLUS ULTRA de París el día 27 de julio de 1931 por el h.´. Ciutat”. La revista masónica argentina Cadena de unión anunciaba en el mismo mes de julio sin remilgos: “Pronto convocará la Asamblea Constituyente para proclamar la transformación de la forma de gobierno de España, y se implantará la separación de la Iglesia del Estado, para privar así al clericalismo católico español de las innumerables prerrogativas que goza... El Gobierno Republicano español piensa también implantar la instrucción laica en las escuelas y la completa libertad de conciencia...” 79. Las publicaciones de los “hermanos españoles” no son menos explícitas. Recomendamos, ante todo, una cuidadosa atención a las fechas, muy significativas. El “Boletín del Grande Oriente Español” en agosto de aquel año publicaba con todos los honores el “trabajo de aprendiz” del h.´. h.´. Ayax, Ayax, de los Valls.´. Valls.´. de Melilla, bajo este taimado epígrafe: Hay que evitar que la lucha entre la Masonería y la Iglesia sea sangrienta . Entre otros extremos orientadores dice80. “...No decía yo en mi anterior plancha que debía destruirse todas las religiones. Decía únicamente que era preciso combatir, con todas las armas adecuadas al género de lucha a desarrollar, a la Iglesia Católica”. Se mete luego en razonamientos, que lo llevan a un atolladero doctrinal, aunque las conclusiones que deduce le parecen totalmente legítimas: “Por el mismo procedimiento seguido hasta aquí (¡), podría demostrarse la imposibilidad de toda revelación, pues todas las dificultades surgidas en el examen de las ideas anteriores vendrían a acumularse aquí para hacer completamente c ompletamente inadmisible su veracidad. De cuanto llevo dicho resulta evidente la falsedad de todas las religiones existentes y posibles, en todo cuanto no sea la afirmación de la existencia de un misterio absolutamente impenetrable para nosotros en el origen de todo lo creado. Dogmas, ritos y reglas morales dimanados de los principios religiosos carecen, pues, de toda autoridad y deben ser destruidos en nombre de la Verdad y de la Ciencia. [310] No sólo debe combatirse a las religiones por su falsedad y carencia de utilidad, y por recargar a las conciencias con una serie de creencias que demuestra la filosofía que no pueden ser nunca verdaderas, sino que al amparo de las ideas religiosas, de los dogmas complicados, de las amenazas y promesas para la eternidad y hasta para la vida misma, se ha formado siempre una casta sacerdotal, que ha formado su imperio material y moral sobre las sociedades y los hombres. En la memoria de todos están los horrorosos crímenes cometidos por la Iglesia Católica. Atentados contra la vida; sangrientos ataques al pensamiento libre, que forma la facultad más noble y elevada del humano ser. Hasta la misma ciencia en su augusta función de formar y de investigar la verdad, ha sido perseguida cruelmente por la Iglesia, y ahogados sus brotes y cia extraña, que se empeña en formar f ormar un estado dentro del Estado Español, este adversario formidable opuesto a la soberanía de la nación, que mañana nos declarará la guerra, si no se le reduce a la impotencia. Se aproxima, Señores Diputados, el momento solemne, la hora decisiva que ha de pasar a la Historia, en que en cumplimiento del mandato recibido de los electores que os otorgaron su voto para que dierais forma legal a la República y emanciparais las conciencias, desliguéis a los españoles del yugo romano, como de cualquier dominio del pueblo no emanado. Pensad que a España, después de haber sufrido durante tantos siglos las consecuencias desastrosas de una monarquía despótica, no podéis manumitirla del rey para someterla a la Roma Papal, que nos mantendría indefinidamente sujetos al Virreinato del Nuncio Apostólico o del Cardenal Primado. Para descender a tal ignominia, ¿vale la pena consagrar en la Ley Fundamental el hecho gloriosamente consumado de la Proclamación de la República? La dignidad del país está en vuestras manos. Resolved. Barcelona, 30 de septiembre de 1931. Por la Logia “RUIZ ZORRILLA” J. Peix y Ordeix, J. Caudal, A. Rebollo. Domicilio: Ataúlfo, 7. [309] 79 Citados por COMÍN COLOMER , o. c., I, 155-156. 80 N.º 57 del “Boletín” (10 agosto, 1931), págs. 9-16. [310]
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destruidos sus frutos como algo sólo digno de la hoguera, donde tantas veces ha padecido con sus mismos descubridores. La negra y gigantesca sombra de la Iglesia Católica se proyecta sobre todas las manifestaciones vitales de los pueblos de Europa en las edades media y moderna; y hoy mismo nuestra misma España con su victorioso régimen republicano, sacudida la tiranía de los reyes, está amenazada de no ser tan feliz en lo que se refiere a la tentacular opresión eclesiástica. ¿Cuál debe ser el plan de batalla contra las religiones? Si solapados son sus ataques, si en nombre del Ser Supremo emprenden sus ofensivas y tratan de mantener lo que llaman sus derechos, solapadamente y en nombre de ese mismo Ser hay que combatirlas... El fondo mismo de todas las religiones en cuanto prácticas, está formado de irracionalidad y de pasión la irracionalidad no admite discusión, y por consiguiente el razonamiento no puede ser arma de combate contra ella. La pasión se enciende más con la lucha y lleva hasta el sacrificio, que es la mejor propaganda de las ideas... Los motivos citados excluyen el empleo del razonamiento y la violencia para combatir las ideas religiosas... La violencia, por otra parte, no puede nunca ser completamente justa, por justa que sea la causa que defienda, y aviva en los perseguidos el deseo de una equidad mártires perfecta que la humana, que los lleva a un mayor fervor religioso. La táctica a seguir para librar a la humanidad de la influencia y el dominio de las religiones, no puede ser otra, a mi juicio, que la que se encierra en los tres puntos que siguen: [311] Primero: Respeto absoluto a todas las religiones. Tan absoluto, que se confunda con la absoluta indiferencia. Segundo: Organización conveniente de la enseñanza en las escuelas, Universidades y cuarteles, de modo que indirectamente, guiándose por principios psicológicos y auxiliándose de las ciencias no relacionadas con la religión, principalmente de la Historia, se neutralice y se destruya las influencias de la Iglesia. Tercero: Formación de Profesores y Oficiales psicólogos, que sean los encargados de poner en práctica lo que se indica en el párrafo anterior. Esta será la principal misión de la Masonería en relación con el problema religioso... que es lo único que considero eficaz... ...Es preciso, pues, proceder con extremada cautela. Nada que pueda alarmar a las ideas sinceramente profesadas. Indiferencia para toda manifestación religiosa. Ni protegerla, ni atacarla en apariencia”. Tras hacer un estudio psicológico, a su modo, de los creyentes, dividiéndolos en “creyentes dirigentes”, mercantilistas, negociantes con los sentimientos religiosos de los demás, y “creyentes dirigidos”, crédulos y fanáticos explotados, y a pesar de recomendar hasta la saciedad “la prudencia” en la actuación persecutoria, termina con esta consigna descarada: “Sin embargo existen problemas, que es preciso atacar en España por una serie de consideraciones de origen legal, económico, político, etc., y solamente queda a estudiar la manera de hacerlo sin que sea perjudicial para nuestro objeto. Entre ellos está el de la separación de la Iglesia del Estado. Extinción paulatina de los haberes del clero. Ley de Asociaciones, y sometidas a ella las Órdenes Religiosas. Ley de divorcio. Supresión de la enseñanza religiosa en las escuelas. Ataques científicos al Catolicismo en la enseñanza universitaria y en los l os cuarteles. c uarteles. Control de las Cortes, del Gobierno, de la vida oficial de la Nación, para mantener, mediante la acción de los “hermanos” los principios de la Augusta Orden”. El “trabajo de aprendiz” del h.´ h.´. Ayax ostentaba la fecha f echa del 6 de julio de 1931. El patriarca masón, Augusto Barcia, también pretendió “orientar”, según él “a requerimiento de algunos hermanos”. El “Boletín del Supremo consejo del grado 33 para España y dependencias”, de [312] septiembre de 1931, recogía en sus cuatro primeras págs. un artículo extenso y lleno de autosuficiencia. Se titulaba Momentos históricos. Claridad y lealtad 81. El preámbulo es modelo de falacia: 81
N.º 397 (septiembre de 1931), págs. 1-4. [313]
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“Algunos hermanos Diputados de las Constituyentes Constit uyentes me hicieron el honor de preguntarme cual era mi criterio respecto a los problemas que plantea el proyecto constitucional en materia tan delicada como la de las relaciones del Estado con la Iglesia. La consulta que se me hacía la evacué del único modo posible en que me pareció que era dable hacerlo; diciendo cual hubiera sido la actitud por mí personalmente adoptada, de haberme visto obligado a emitir mi voto en negocios tales. Sabía que contraía una responsabilidad, tanto mayor cuanto que no eran razones de autoridad ni de competencia personal las que impelían a los consultantes a conocer mi criterio. Por eso cuidé de poner por delante como declaración previa y necesaria, que si pretendían conocer el pensamiento oficial de la Orden, el que por todos motivos debía ser interrogado por ellos era el Pod.´. e Iltr.´. Gran Maestre del C. F. S. del Gran Oriente Español, H.´. Martínez Barrios, ya que a mí me estaba vedado intervenir en el problema al menos en tanto no conociese el criterio oficial del Supremo Consejo. Como se me reiteró la instancia formulada por los que me consultaban y yo no podía rehuir la responsabilidad de la contestación, expuse mi criterio razonado y detallado, en forma tal que los interesados pudiesen examinarlo, analizarlo y discutirlo, para aceptarlo o rechazarlo según lo creyesen más oportuno. Queda por tanto bien determinado que en ningún caso mis palabras habían de tener otro valor que el de una opinión estricta y exclusivamente particular, privadamente emitida, sin que se pudiese interpretar nunca ni siquiera como un simple consejo...”. Arremete a continuación contra todos los fanatismos e intransigencias, contra las intolerancias de las derechas y de la “teocracia”. Defiende a ultranza la plena libertad de la razón, “que en ninguna esfera como en la del pensamiento religioso habría de extremar este gran culto a la tolerancia. Es decir, que en materia religiosa para nosotros ha de merecer igual, idéntico trato, que no puede ser más que respeto ilimitado, toda creencia y toda iglesia. Desde Confucio a Mahoma, desde Buda a Jesús, desde Calvino a Lutero, todas las ideas, todos los sentimientos, todos los ideales, todas las emociones en la [313] esfera delas creencias dogmáticas, han de ser tratadas por igual, con el mismo sincero respeto, porque somos ante todo y por encima de todo hombres tolerantes”. El articulista quisiera reconocer, con todo, ciertos derechos a la Iglesia por razón de su mayoría en España. Pero decididamente aboga por la separación total y absoluta de Iglesia y Estado. Aborda luego el capítulo de las Órdenes y Congregaciones Religiosas. Quisiera reconocerlas, pero “esclavizadas” por el Estado y siempre bajo la amenaza de disolución, cuando a éste le convenga. Al fin concluye, no sin ciertos recelos: “Bien sé, por saberlo he tenido singular empeño en hacer público mi criterio, que muchos no lo comparten, que algunos lo tendrán por tibio o peligroso, que no faltará también quien lo rechace con iracundia... Habrá quien diga que me equivoco”. Como único argumento de garantía en pro de su criterio termina haciendo su historia laicista y formulando la autodefensa de su historial masónico. Más violento y descarado fue siempre el “Boletín Oficial de la Gran Logia Española”. El número 8, correspondiente al primer semestre de 1931, va en gran parte dedicado a estudiar el “problema inquietante” de la legislación constitucional, cuyo debate se preparaba. Exige ante todo un mínimum de “condiciones masónicas” en los diputados que habían de discutir y votar el articulado correspondiente. Bajo el título de Las constituyentes y y en la sección “Entre columnas”, dice: “La Monarquía, de acuerdo con la Iglesia, hace la curva. Ante el invencible obstáculo republicano, lo franquea. Decimos esto porque, convencido el régimen caído de que plantear la lucha constituyente entre borbónicos y republicanos, el resultado no es dudoso, abandonan el pabellón real para alzar el pontificio, llamando al redil a todos los creyentes. He aquí el peligro: Volvemos a los tiempos de la “unidad católica”. católic a”. Mucho diputado republicano y socialista. Nutridas Nutr idas votaciones en cuanto ha de ser básico en la Constitución, deslinde de poderes, etc. Todo irá bien. La lucha se encenderá al llegar al problema religioso. Es el desfiladero peligroso y donde se producirán las sorpresas del corte del Gobernador republicano de Valencia. Y si la votación es adversa, ¿qué pasa? Mediten bien los directores republicanos, y vean si interesa que por muy republicano y socialista que se sea, no sería prudente que los candidatos
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fueran también hombres un poco laicos cuando menos. Religiosos, bien; pero probados anticlericales. Porque sería decepcionado que un poder temporal, otra nación como la [314] Vaticana, siguiera rigiendo los destinos españoles. Si resultara esto, no nos sorprendería algo grave e insospechado y hasta nueva y orientadora justicia popular”. El final no deja de tener su tono de amenaza, alusiva tal vez a la quema de conventos del mes de mayo, que para la inspiradora Masonería, fue “una manifestación espontánea de la justicia popular”. Más arriba hemos transcrito parte del manifiesto de V. Costa, publicado en este mismo número del “Boletín Oficial de la Gran Logia”. Es largo el artículo y sumariamente toca todos los problemas religiosos, dando consignas y normas de actuación. He aquí las principales: Total derogación del art.º 11 de la Constitución de 1876 y denuncia del Concordato de 1851; disolución de las Órdenes Religiosas. En materia de cultura: actuación en firme contra la enseñanza religiosa. En el orden social: Contra las Comunidades Religiosas dedicadas al trabajo. Políticamente: Contra el acatamiento oficial ante el Vicario de Cristo. En el terreno religioso: “El ciudadano, hay que decirlo, no tiene derecho a una cultura religiosa” ...ni el Estado “puede correr con ella”. “El Estado, en efecto, no tiene religión, no debe tener religión. Nada más y sin más distingos. Fuera de esto toda práctica religiosa, interna solamente, solamente, todo rito religioso privado , se considerará como actuación de derecho público, sujeta a la Ley civil del Estado, fiscalizada y afecta a la Ley general de Asociaciones civiles. Y deberán ser intervenidas y fiscalizadas, para que no se rebase en las prácticas y ritos principios universales de moral, que son irrenunciables, indeclinables y a los que rinde culto la la civilización”. Expulsión de las Órdenes Religiosas, y lucha contra el Concordato. Actuación eficaz contra la codicia de la Iglesia. Implantación de la escuela única, laica, obligatoria, gratuita, “no una fórmula más” sino plenamente eficiente. Solución legal del problema del divorcio82. Estos eran, expuestos con vaguísimos razonamientos y sin orden ni concierto, pero con incontenible fobia anticatólica, los postulados del “hermano V. Costa”. Nada nuevo, ciertamente; pero sí una manifestación mártires de la fiebre de “asesorar y dirigir” en aquellos días claves para el triunfo legislativo de la Masonería. Entretanto, en los “talleres” los cuadros lógicos más conspicuos trabajaban sin descanso. Constancia oficial nos ha dejado el “Boletín mensual de la Gran Logia Española” 83, del que citamos a modo de ejemplo: “Extracto de la Sesión de 11 de octubre de 1931: “El Gran Maestre (Francisco Esteva) plantea al Consejo la necesidad de que la Gran Logia contribuya con su acción a que la cuestión religiosa quede para siempre ventilada en España, para lo cual propone se dirija un telegrama al Presidente del Congreso en el sentido de que se incite a los Diputados Masones a que cumplan con su deber... Se aprueba la propuesta por unanimidad, acordándose que el telegrama sea enviado para su s u publicación a la Prensa diaria de toda España. Así mismo se acuerda dirigirse a las logias, comunicándoles este acuerdo y rogándoles secunden esta labor, enviando también telegramas en este sentido y promoviendo en la vida profana una fuerte actuación anticlerical”. “Extracto de la Sesión de 8 de noviembre de 1931: “Dase lectura de una plancha de los Grandes Consejeros Hermanos Larrañaga, Álvarez y Guzmán, residentes en los Walls.´. de Madrid, que dirigen al Consejo, comentado el acuerdo tomado de dirigirse al Presidente del Congreso, recabando el recurso de los Diputados Masones para una solución radical del problema religioso”. Finalmente y para no alargar demasiado esta prueba documental, nos referiremos a otras págs. del “Boletín del Supremo Consejo del grado 33”, que hablaba con todo desparpajo, allá por diciembre de 1931 a punto ya de terminarse el debate Constitucional, de “nuestros deberes ante las grandes
82 Véase 83
supra, págs. 298-299, nota 65. Octubre de 1931, pág. 1; noviembre-diciembre de 1931, pág. 1. [315]
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reformas” 84. [316] Pero dejemos por un momento la documentación masónica en torno a la labor constitucional republicana, para volver a la historia “profana” de los debates parlamentarios. Desde el comienzo de las discusiones se había aplazado el debate del art.º 3.º, según el cual “el Estado Español no tendría religión oficial”. Con todo, la expectación general y aun el abierto malestar de los sectores católicos era patente desde la presentación misma de los proyectos constitucionales en que comenzó a aparecer bien clara la fobia anticlerical, antirreligiosa y anticatólica de grandes sectores del Parlamento republicano. Pero fue el mes de octubre el que nos trajo las más tremendas realidades. Allí, cabe decir, naufragó la república frente a la Iglesia. Se declaró la guerra religiosa, sorda pero incontenible. El caballo de batalla eran los artículos 26 y 27, que se leyeron públicamente en la sesión de las Cortes el 7 de octubre. La redacción del artículo 26 presentada por la Comisión parlamentaria en el Proyecto constitucional era así: “Todas las confesiones serán consideradas como asociaciones sometidas a las leyes generales del país. El Estado no podrá en ningún caso sostener, favorecer ni auxiliar económicamente a las iglesias, asociaciones o instituciones religiosas. El [317] Estado disolverá todas las Órdenes Religiosas y nacionalizará sus bienes” 85.
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N.º 398, págs. 1-2. He aquí su texto: “Hay en perspectiva grandes reformas legales, que habrán de recoger los principios y el espíritu de las normas constitucionales, que consagraron plenamente la libertad de conciencia. Y nuestra Orden en estos problemas tiene que ayudar y apoyar decididamente a la obra del Gobierno de la República. ...La Institución está hoy, y debe estar siempre por encima de toda bandería política. En ningún caso debe ni puede mezclarse en las contiendas de doctrinas, de principios, de programas o de tácticas, que son propias de las agrupaciones que en la vida profana se disputan los favores de la opinión y aspiran a escalar el poder. Nuestra República no está en esos mundos. Pero en la hora en que se ponen a debate, para incorporarlos a preceptos positivos de Derecho patrio, los grandes principios universalmente aceptados, que inspiran la vida jurídica de todos los pueblos civilizados, especialmente en la esfera de los más altos intereses espirituales y morales, respecto al sentimiento religioso, sometimiento a la libertad de conciencia, consagración plena de la del pensamiento, ahí tendrá que comparecer en la vanguardia, apretada y unida con amor y entusiasmo, nuestra Orden. Cuantos en ella formen y sepan cumplir con sus altas obligaciones históricas y comparezcan en este trance de solemnidad jurídica a luchar por nuestros altos principios, sepan que los de la libertad de conciencia y de pensamiento constituyen nuestro patrimonio, el caudal más estimable de nuestra riqueza espiritual. [316] Concepto pleno de la índole civil del Estado, su absoluta independencia y neutralidad en materia religiosa, consagrada en la libertad de cultos, debemos considerarlo como lo que es, como esencia de nuestras doctrinas. Seguramente que las primeras leyes que habrán de ser objeto de debates en el Parlamento, serán la de la secularización de cementerios y de divorcio. Todos los que a la Orden pertenezcan y en ella hayan sido educados, faltarán al primordial de sus deberes, si no prestan calor y apoyo a estos proyectos. La secularización de los cementerios es una medida que el pudor de la civilización exige que entre en vigor de una manera definitiva en España. Es una profanación de los sentimientos de paz y fraternidad humana mantener más allá de la muerte diferencias y separaciones, que sólo el fanatismo puede fomentar. De la tierra procedemos y a ella debemos volver sin que la intransigencia señale divisiones, que la naturaleza niega. Los que en vida vivieron unidos, no pueden ser separados por manos impías que profanan los vínculos de amor y fra ternidad. Lo mismo decimos en materia de divorcio. Son tiránicas y despóticas las leyes que imponen la unión entre las almas que no pueden convivir. La coyunda violenta de las leyes, que se empeñen en atar lo que está separado, es intolerable y antisocial. No hay hogar digno, si no está santificado por el amor entre quienes lo forman. Obligar a vivir en compenetrac ión y contacto a lo que se repele y distancia, es una coacción engendradora de males, que afectan al gran núcleo social, germen de toda la organización humana de nuestra civilización: la familia. Los hijos del amor llevan en su espíritu la fuerza creadora de la armonía y del cariño. Los seres engendrados en la discordia y educados en el aborrecimiento mutuo de sus padres, nacen y crecen sin recoger aquella delicada esencia del afecto y del respeto, que hacen del grupo familiar el símbolo de la fraternidad perfecta. Estas magnas cuestiones de índole social y moral son las que ahora tendrán que ser planteadas, debatidas y resueltas. Por su significación y trascendencia, constituyen una preocupación de todos los espíritus, que sinceramente desean ver entrar España por caminos normales y de una legalidad constituida sobre firmes cimientos, con el gran concierto jurídico de los países civilizados”. X. X. X. (Firma). [317] 85 El propio Alcalá-Zamora en su libro Régimen político de convivencia en España. – Lo que no debe ser y lo que debe ser . (Buenos Aires, 1945, pág. 62) consigna las discrepancias irremediables entre los propios republicanos en torno a este punto constitucional. En el mes de agosto, en un Consejo de Ministros en el Ministerio de Hacienda “se acordó la fórmula de paz religiosa, que en materias tales es Concordato, y que iniciada llevó en las primeras negociaciones a un éxito sin prece-
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Aquel artículo significaba claramente el propósito de arrancar de raíz el sentimiento religioso del alma española. Fernando de los ríos había echado su cuarto a espadas en el debate sobre la totalidad del Proyecto “en nombre de los profundamente preocupados por el mito religioso, de los disidentes de la Iglesia Católica”. De paso anteponía “un tributo de respeto y de homenaje a los judíos en esta primera hora consagrada a hablar del problema religioso”. Gil Robles declaraba que “desde el momento en que se aprobara un texto de esta naturaleza, por nuestra parte declararíamos abierto un nuevo periodo constituyente”. El 10 de octubre el propio Presidente de la República, Alcalá-Zamora, quiso abogar por los derechos ultrajados de los católicos. Según él, la República había de contar con ellos; si son mayoría, porque no hay potestad en nombre de un criterio democrático para legislar contra ellos; si son minorías, porque se les debe protección y tiene que ser más eficaz el derecho. En cuanto al problema de la separación de Iglesia y Estado “que nadie discute”, interpela al Congreso: “¿Cómo se ha de acordar la separación? ¿Luchando o concordando? ¿En guerra o en paz?”. La respuesta daríasela Azaña en la sesión del día 13, abogando abiertamente por la guerra si fuera preciso, en virtud del “principio de la salud del Estado”. Tonos un tanto agresivos tomó Don Niceto en aquella ocasión. Amenazó con el “revisionismo” de la Constitución, caso de prosperar la votación favorable al artículo antirreligioso. Él mismo se ofrecía a capitanear aquel movimiento. El gesto desconcertó a los partidos [318] sectarios, sobre todo a los socialistas. Y se llegó a presentir una crisis ministerial, cuya ocasión no era, por cierto, la más propicia. Pero enseguida se rehicieron las huestes socialistas, presentando, el día 13, un voto particular para establecer, con carácter permanente, la prohibición del establecimiento de ninguna Orden Religiosa en territorio español. Abogaban, además, por la disolución de las ya existentes y la nacionalización de sus bienes. Jiménez Asúa fue el defensor del voto socialista, y quien volcó al defenderlo, una vez más, toda su manía antirreligiosa. Según él, con este voto “se llenaba la Constitución de ansias populares... la gente no quería seguir pensando en católico...”. Con la prohibición de la enseñanza religiosa “se evita una gran perturbación en la intimidad de los hogares”. “El Estado con religión es de origen pagano... al separarse la iglesia del Estado y dejar de ser un servicio público, son los fieles los que deben proveer a las necesidades de la Iglesia. Los católicos que se recluyan en Órdenes monásticas de tipo contemplativo, se sustraen al precepto constitucional, según el cual la República Española es una República de trabajadores”. “...la mayor parte de las Órdenes llevan la perturbación a la conciencia de los enfermos, y tienen una finalidad política de caciquismo, una captación del alma del agonizante. Las religiosas y los religiosos que asisten a los enfermos, tratan de muy distinto modo a aquellos enfermos que profesan la religión católica y hacen ostentación hipócrita de ella, que a aquellos otros que mantienen su laicismo”. “Al declarar que el Estado y la Iglesia son dos entidades distintas, se desafectan los bienes de aquella, que al ejercer el clero un servicio público, eran del dominio público. Al desafectarse esos bienes, son mostrencos, y por tanto, propiedad del Estado; por eso al nacionalizar los bienes, no se realiza robo alguno ni despojo de ninguna clase, sino que se practica una teoría netamente jurídica...” 86 . Azaña quiso poner punto punt o final al debate con la ya célebre frase: “España ha dejado de ser católica”. dentes para el gobierno de la República por la amplitud y lealtad de miras de la Santa Sede”. Pareció entonces que la idea estatal prevalecía, “pues así se afirmó dentro del Gobierno por once votos contra uno solo, partidario del “combismo”, que acabaría triunfando”. El discrepante era Indalecio Prieto “por su resuelta convicción anticatólica”. El mismo Alcalá-Zamora señala ya allí la maniobra masónica, que al fin se apuntaría el triunfo. “Al funesto y envejecido figurín de Combes –dice– se acogieron los ministros, y no por criterios de partidos, y menos de Gobierno, pues como gobernantes supieron votar con cordura los más exaltados, midiendo su responsabilidad y el bien de España y de la República, mientras estaban en el mundo con sus nombres, apellidos y vestimentas habituales. Pero cuando cambiaron algunos de indumentaria y de nombres, variaron también de criterios por impulsos de otro orden o de otra Orden. Cambios tales ejercen a veces mucho influjo, sin que pueda decirse en señal de indiferencia aquello de “llámale H”, porque esta letra no siempre es muda, y hay quienes la aspiran con fuerza y con daño” (alusión a la “H” de “hermanos masones”). [318] 86 ARRARÁS, o. c., págs. 159, 161-162. [319]
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Hasta el hablar de “problema religioso” le molestaba. Sin rebozo proclamaba la solución aun a costa de la guerra. “Nosotros –decía– tenemos de una parte la obligación de respetar la libertad de conciencia; pero tenemos también de otra parte el deber de poner a salvo la República y el Estado. Hay que tomar un principio superior a los dos principios en contienda, y éste no puede ser más que el principio de la salud del Estado. Criterio para resolver esta cuestión: tratar desigualmente a los desiguales; frente a las Órdenes Religiosas no podemos oponer un principio eterno de justicia, sino un principio de utilidad social y de defensa de la República. Pensad que vamos a realizar una operación quirúrgica sobre un enfermo que no está anestesiado y que en los embates propios de [319] su dolor puede complicar la operación y hacerla mortal; no sé para quien, pero mortal para alguien”. “Las Órdenes Religiosas tenemos que proscribirlas en razón de su temerosidad para la República... creo que la disolución debe quedar decretada en la Constitución, no sólo porque es leal decirlo, puesto que lo pensamos hacer, sino porque si no lo hacemos, es posible que no lo podamos hacer mañana”. “En ningún momento, bajo ningún concepto ni mi partido ni yo subscribiremos una cláusula legislativa en virtud de la cual siga entregado a las Órdenes Religiosas el servicio de la enseñanza. Eso, jamás. Yo lo siento mucho; pero ésta es la verdadera defensa de la República. A mi que no me vengan a decir que esto es contrario a la libertad, porque esto es una cuestión de salud pública” 87. Rehechos los socialistas se volcaron unánimemente sobre el artículo, redactado ya con toda crudeza y detalles: 178 votos contra 59. los radical-socialistas se abstuvieron, por ser partidarios de la primitiva redacción del artículo; Maura y Alcalá-Zamora votaron en contra. Otra porción inmensa de diputados, más de la mitad del Congreso, estaba ausente. En la mañana del 15 Alcalá-Zamora, simulando inquietudes de conciencia, había presentado la dimisión. Otro tanto hizo Maura. Besteiro recibió un voto de confianza para resolver la crisis. Azaña, poseedor de la cartera dela Guerra, ocupó la Jefatura del Gobierno. En el reajuste, Casares Quiroga entraba en el Ministerio de la Gobernación, y al de Marina llegaba otro masón el H.´. “Nóbel” del triángulo DANTÓN de intelectuales, José Giral. Dos observaciones conviene hacer aquí: Que la primera crisis gubernamental fue provocada de hecho por el problema religioso y la fobia anticristiana. Y que de ahora en adelante, casi siempre cada nueva crisis ministerial llevará nuevos “hermanos” a los escaños gubernamentales, viniendo a ser, en realidad, “un reajuste masónico”. Treinta y seis escaños parlamentarios quedaron también desiertos desde aquella fecha malhadada. Correspondían a los diputados católicos de distintas minorías. Otros nueve, sin renunciar a sus candidaturas, se solidarizaron públicamente con los disidentes; unos y otros proclamaron desde aquel momento la campaña “del revisionismo constitucional”. El texto definitivo del famoso artículo “de la apostasía oficial de España” era el siguiente: Artículo 26 : Todas las Confesiones religiosas serán consideradas como Asociaciones sometidas a una ley especial. [320] El Estado, las regiones, las provincias y los municipios no mantendrán ni favorecerán ni auxiliarán económicamente a las iglesias, asociaciones o instituciones religiosas. Una ley especial regulará la total extinción, en un plazo máximo de dos años, del presupuesto del clero. Quedan disueltas aquellas Órdenes Religiosas, que estatutariamente impongan además de los tres votos conocidos otro especial de obediencia a autoridad distinta de la legítima del Estado. Sus bienes serán nacionalizados y afectados a fines benéficos y docentes. Las demás Órdenes Religiosas se someterán a una Ley especial votada por estas Cortes Constituyentes y ajustadas a las siguientes bases: 1.ª – Disolución de las que por sus actividades constituyan un peligro para la seguridad del Estado. 87
Ibíd., págs. 162-164. [320]
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2.ª – Inscripción de las que deban subsistir en un Registro especial, dependiente del Ministerio de Justicia. 3.ª – Incapacidad de adquirir y conservar, por sí o por persona interpuesta, más bienes que los que previa justificación se destinen a su vivienda o al cumplimiento directo de sus fines privativos. 4.ª – Prohibición de ejercer la industria, el comercio o la enseñanza. 5.ª – Sumisión a todas las leyes tributarias del país. 6.ª – Obligación de rendir anualmente cuentas al Estado de la inversión de sus bienes en relación con los fines de la Asociación. Los bienes de las Órdenes Religiosas podrán ser nacionalizados”. Complemento jurídico antirreligioso venía a ser el artículo 27, cuyo texto decía así: “ Artículo Artículo 27 : La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión quedan garantizados en todo el territorio español, salvo el respeto debido a las exigencias de la moral pública. Los cementerios serán sometidos exclusivamente a la jurisdicción civil. No podrá haber en ellos separación de recintos por motivos religiosos. Todas las confesiones podrán ejercer sus cultos privadamente. Las manifestaciones públicas del culto habrán de ser, en cada caso, autorizadas por el Gobierno. [321] Nadie podrá ser compelido a declarar oficialmente sus creencias religiosas. La condición religiosa no constituirá circunstancia modificativa de la personalidad civil ni política, salvo lo dispuesto en esta Constitución para el nombramiento de Presidente dela República y para ser Presidente del Consejo de Ministros” 88. [322]
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S ÁINZ DE V ARANDA, Colección de Leyes fundamentales , págs. 656-678. Estimamos oportuno transcribir ya desde ahora en este lugar aquellos otros artículos constitucionales –los principales nada más– que acusan sectarismo anticatólico, y que pudieran servir también de base, como de hecho ocurrió, para actuaciones anticatólicas del Gobierno, o que rozaban principios básicos de las doctrinas católicas. Entre ellos, los siguientes: “Artículo 1.º: España es una República Democrática de trabajadores de todas clases, que se organiza en régimen de Libertad y Justicia... Artículo 2.º: Todos los españoles son iguales ante la Ley. Artículo 3.º: El Estado Español no tiene religión oficial. Artículo 14.º: Son de exclusiva competencia del Estado la legislación y la ejecución directa de las materias siguientes: ...2.ª: Relaciones entre las iglesias y el Estado, y r égimen de cultos. Artículo 25.º: No No podrán ser fundamento de privilegio jurídico: jurídico: la naturaleza, la filiación, el sexo, la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas. Artículo 36.º: Los Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de 23 años, tendrán los mismos derechos electorales, conforme lo determinen las leyes. Artículo 43.º: La La familia está bajo la salvaguardia especial del Estado. El matrimonio se funda en la igualdad de derechos para ambos sexos, y podrá disolverse por mutuo disenso o a petición de cualquiera de los cónyuges, con alegación en este caso de justa causa. Los padres están obligados a alimentar, asistir, educar e instruir a sus hijos. El Estado velará por el cumplimiento de estos deberes, y se obliga subsidiariamente a su ejecución. Los padres tienen para con los hijos habidos fuera de matrimonio los mismos deberes, que respecto a los nacidos en él. Las leyes civiles regularán la investigación de la paternidad. No podrá consignarse declaración alguna sobre la legitimidad o ilegitimidad de los nacidos ni sobre el estado civil de los padres en las actas de inscripción ni de filiación alguna. El Estado prestará asistencia a los enfermos y ancianos, y protección a la maternidad y a la infancia, haciendo suya la “Declaración de Ginebra” o “Tabla “Tabla de los Derechos del Niño”. Niño”. Artículo 45.º: Toda Toda la riqueza artística e histórica del país, sea quien fuere su dueño, c onstituye tesoro cultural de la Nación y estará bajo la salvaguardia del Estado, que podrá prohibir su exportación y enajenación, y dec retar las expropiaciones legales que estime oportunas para su defensa. El Estado organizará un registro de la riqueza artística nacional e histórica, asegurará su celosa custodia y atenderá a su perfecta conservación. Artículo 48.º: El servicio de la cultura es atribución esencial del Estado, y lo prestará mediante instituciones educativas enlazadas por el sistema de la escuela unificada.
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Volviendo al artículo 26, y a su virus antirreligioso, cuánto habría que decir de su sectarismo ciego, su perversa intención y hasta de sus absurdos e incongruencias. Ni al propio Ortega y Gasset agradó tanto anticlericalismo. En el discurso de 6 de diciembre de 1931, sin dejar de iterar sus rancias fobias contra la Iglesia, atacaba de paso a los “viejos mascarones del anticlericalismo” a ultranza: “Colocada la Iglesia (durante la Monarquía) por el Estado en situación de superlativo favor, gozando de extemporáneos privilegios, aparecía poseyendo un enorme poder social sobre nuestro pueblo; pero ese poder no era en verdad suyo, suscitado y mantenido exclusivamente por sus fuerzas, que entonces sería absolutamente respetable, sino que le venía del Estado como un regalo que el Poder público le hacía, puesto a su servicio. Con lo cual se falsificaba la efectiva actuación de las fuerzas sociales en España, y de paso la Iglesia, viviendo en falso, y esto es lo triste, viviendo en falso, se desmoralizaba ella misma gravemente (grandes aplausos). ...El Estado tiene que ser perfectamente y rigurosamente laico; tal vez ha debido detenerse en esto y no hacer ningún gesto de agresión . Yo no soy católico, y desde mi mocedad he procurado que hasta los humildes detalles oficiales de mi vida privada queden formalizados acatólicamente; pero no estoy dispuesto a dejarme imponer por los mascarones de un arcaico anticlericalismo ” (aplausos)89. Y como Ortega, otros: Madariaga, Unamuno, hasta Alcalá Zamora y Lerroux. Entre tanto, el Episcopado Español estudiaba prudentemente la situación creada a la Iglesia en la Patria. Al fin hubo de romper su silencio. Fue con la publicación de la Declaración colectiva , el 1 de enero de 1932. Alguien ha llamado a aquel documento “la página más densa que escribiera la Iglesia Española en el transcurso de XX siglos” 90. Dos partes contenía el documento episcopal. Una de crítica, refutación y respetuosa protesta contra las injusticias y errores cometidos por las leyes y los gobernantes contra la Iglesia y contra los [323] católicos. era la otra parte, esencialmente constructiva y contenía instrucciones concretas para los fieles a tono con la hora presente. La Declaración causó una impresión honda en la mentalidad española. De los adversarios, unos prefirieron silenciarla, otros la comentaban con respeto. El propio Unamuno se permitió hacer una exégesis honrada en medio de sus errores. “El documento –dice– que han dirigido a los fieles católicos españoles los Obispos de España, lo es muy detenidamente pensado y redactado con singular ecuanimidad. Y tienen sin duda justicia los Obispos españoles, cuando protestan contra las limitaciones que se ponen a las Asociaciones religiosas y al derecho de manifestarse los fieles en procesiones religiosas, a la libertad de enseñanza, a que se pueda subvencionar a toda asociación excepto a las religiosas, y otras protestas así. Como la de que con el hipócrita pretexto del cuarto voto de los jesuitas –“en lo que tenga de realidad”, dice muy bien el Episcopado– se pretenda disolver la Compañía de Jesús, la creación española más universal, y sea cual fuere el juicio que ella nos merezca, y sin reunir siquiera los argumentos jurídicos que para disolverla reunieron los consejeros del piadosísimo rey Carlos III, consejeros que eran todo menos sectarios. El manifiesto episcopal es algo sereno, respetuoso y
La enseñanza primaria será gratuita y obligatoria. Los maestros, profesores y catedráticos de la enseñanza oficial, son funcionarios públicos. La libertad de cátedra queda reconocida y ga rantizada... La enseñanza será laica; hará del trabajo el eje de su actividad metodológica y se inspirará en los ideales de la solidaridad humana. Se reconoce a la Iglesia el derecho, sujeto a inspección del Estado, de enseñar sus respectivas doctrinas en sus propios establecimientos”. [322] 89 Véase G AFO, o. c., “Ciencia Tomista” XLV marzo-abril, 1932), pág. 257. Otros progenitores de la Constitución y la República se consideraron también decepcionados, pronunciándose contra aquélla, en tono irónico de ordinario. Pueden verse las manifestaciones de S. Madariaga en su libro España , p. 466, de LERROUX en La Pequeña Historia , p. 544, y de AlcaláZamora en Los defectos de la Constitución , p. 51. 90 Ibíd., tomo XLV (enero-febrero, 1932), pág. 91. [323]
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grave...” 91. A los documentos antes ante s transcritos, transcr itos, añadiríamos ahora los escalofriantes Protocolos de los sabios de Sión y la coincidencia de muchos de sus párrafos con los de aquéllos y la de ambos con las cláusulas antirreligiosas y anticatólicas de la Constitución recién comentada92. Pero preferimos, en cuestión de pruebas y documentos, proceder en lo posible sobre material desconocido y de primera mano. Y desgraciadamente es éste demasiado abundante para que nos resistamos. [324] a seguir trayéndolo aquí, siquiera en algunas muestras, tan concretas como elocuentes: Interminables son, por ejemplo, los testimonios masónicos que prueban cómo ante la discusión parlamentaria de cada artículo de la Constitución la Masonería vigilaba e inspiraba a través de escritos y planchas, con “tenidas” y conventículos previos. Mucho sabía de esto el “taller” de la calle del Príncipe, de Madrid. Veamos esa inspiración reflejada en la siguiente “plancha” del 21 de noviembre de 193193: MASONERÍA UNIVERSAL FAMILIA ESPAÑOLA A L.´ L.´. G.´ G.´. D.´ D.´. G.´ G.´. A.´ A.´. D.´ D.´. U.´ U.´. (Sello redondo impreso: “GRANDE ORIENTE ESPAÑOL”) GRAN LOGIA REGIONAL DEL CENTRO DE ESPAÑA. Wall.´. de Madrid, 21 de noviembre de 1931. A la Gr.´ Gr.´. Log. Log.´´. UNIDA DEL NORDESTE. Iltr.´. G.´. M.´. y VV.´. HH.´. CC.´. Esta G.´. L.´. R.´. en su última Ten.´. acordó trasladaros la siguiente propuesta de la Resp.´. Log.´. HISPANO AMERICANA, y solicitar de vosotros la opinión que de la misma forméis. La propuesta dice así: “Sería conveniente sugerir a los Diputados mas.´. mas.´. la conveniencia de incluir un artículo adicional al Proyecto de Constitución, en el cual se suspendan los derechos de personalidad jurídica de todas las asociaciones religiosas r eligiosas y de sus miembros , cualquiera que sean sus fines o fe religiosa”. Esperamos que a la mayor brevedad nos comuniquéis vuestro criterio en esta cuestión y aprovechamos este momento para saludaros fraternalmente en nombre de los VV.´. H.´. de esta Gr.´. Log.´. Reg.´. Recibid, Iltr.´. Gr.´. Maest.´. y VV.´. HH.´. CC.´. el testimonio de fraternidad de vuestros HH.´. El Gr.´. Maest.´. Acct.´. El Gr.´ Gr.´. Secretario: Secretar io: (firma ilegible. Sello redondo) F. González de la Serna (sello) Otra gran cosecha de documentos forman los que revelan el interés y preocupación de la Masonería Internacional ante el problema religioso español sometido al dictamen de las Cortes Constituyentes. Muchas son las planchas de felicitación y de efusivo optimismo cursadas a las logias españolas a raíz de la votación final de la Constitución. El motivo capital de todas estas efusivas felicitaciones “fraternales” [325] lo constituyen siempre aquellos artículos en que se roza la dignidad de la Iglesia: Órdenes Religiosas, enseñanza laica, divorcio, despersonalización civil del clero, ley de asociaciones religiosas. Véase un ejemplo de la siguiente “plancha” de la logia FÉNIX n.º 18, del Oriente de Mérida (Méjico): “Por medio de la presente queremos significar a los queridos hermanos de esa Respetable Logia y a todos los masones de vuestra Patria, la felicitación sincera y cariñosa de este Resp.´. Tall.´ Tall.´. con motivo de las vigorosas leyes, que ha decretado el Gobierno Republicano de Don Niceto Alcalá Zamora.
91 Publicado en “El Sol”, 10-I-1932. 92 Véase MONS. E. JUOIN, Los protocolos 93
de los Sabios de Sión , Edic. FAX, Madrid, 1936. [...]
Archivo NSD, legajo 238-A-3. [325]
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Celebramos con vosotros el triunfo de la verdad, y os saludamos cariñosa y frat.´. con los ss.´. oo.´. (Firmas del Ven.´. Maest.´. y del Secr.´.)” 94. Estas felicitaciones y testimonios de agradecimiento de las logias se concretaban a veces, personalmente a aquellos Diputados que habían votado los principios masónicos. Vergonzosa es, por ejemplo, la dirigida por la logia AÑAZA, n.º 270, de Santa Cruz de Tenerife, al sacerdote apóstata y diputado por León, D. Luis López-Doriga Meseguer, por su actuación en las Constituyentes. Dos veces dejaron los “hermanos” tinerfeños consignada su gratitud en el “Libro de actas” de sus sesiones. Textualmente leemos: “Planc.´ “Planc.´. solicitando que el Tall.´ Tall.´. signifique al Diputado de las Cortes Constituyentes, Sr. LópezDoriga, su agrado por su posición francamente liberal al estar con el Gobierno de la República, votando la Ley de Congregaciones y anteriormente el artículo 26 de la Constitución. Fue tomada en consideración y acordada su urgencia; se acordó, después de intervenir varios hh.´., en todas sus partes, por ser altamente significativo que el Sr. López-Doriga, siendo sacerdote, haya aprobado dichas leyes” 95. Unos meses después, se acuerda remitirle un pergamino de agradecimiento: “El h.´ h.´. Joaquín Rubio... hace manifestaciones de diversos asuntos, ofreciendo al Tall.´ Tall.´. un pergamino, en el cual las logias de sus Wall.´. desean testimoniar al sacerdote y Diputado de las Cortes Constituyentes su admiración por su actitud de hombre francamente de izquierdas, al votar la Constitución [326] y la Ley de Congregaciones Religiosas; varios hh.´. apoyan las últimas manifestaciones del h.´. Rubio y se acuerda firmar todos dicho pergamino como homenaje al Sacerdote Sr. López-Doriga” 96. Así, parece quedar suficientemente demostrada la “paternidad” masónica de los dictados de la Constitución. Lo único que faltó en aquellas sectarias maniobras fue originalidad. Porque realmente no se intentaba otra cosa sino continuar la vieja táctica de la Orden, que provoca primero las conmociones políticas, para pescar luego, a río revuelto, dictando leyes a su antojo. También la Constitución de 1812 se discutió primero y se redactó casi definitivamente en una de las innumerables logias gaditanas de su época. Luego “la aprobaron las Cortes” 97. PRIMERAS CONSECUENCIAS DE LA CONSTITUCIÓN Era tal la prisa nerviosa del sectarismo republicano que, cuatro días antes de votarse definitivamente la Constitución, el Ministro de Justicia leyó en la Cámara un proyecto de Ley sobre secularización de cementerios y otro sobre el divorcio. El uno para acabar con la “situación vejatoria” a que sometía la ley civil hispánica a los disidentes del Catolicismo, “sancionándoles a la hora de la muerte”. El otro terminaría radicalmente “con el sistema de prejuicios sociales e imposiciones confesionales que pesaban sobre el matrimonio, a fin de hacer más clara y más limpia la moral familiar”. Pero quien pretenda indagar más sobre las bases jurídicas y morales de ambas felonías anticristianas, puede limitarse a hojear un poco el documental masónico de la época; la argumentación allí contenida y divulgada es exuberante. Secularización de cementerios y Divorcio La ley de secularización de cementerios fue sometida a debate de la Cámara el 13 de enero de 1932 y aprobada el día 19. Fueron duros los debates. Guerra del Río, vocero de los radicales, estuvo furibundo e intransigente. Todos coincidían, entre otros extremos, en la necesidad absoluta de exigir al moribundo que “solicitara pública y documentalmente” la condición de su entierro católico. A falta de este requisito, se imponía con toda injusticia el civil. Con profunda ironía, Romanones patentizaba al margen del debate el sectarismo [327] de aquella Ley: “He tenido el humor –decía– de dirigirme al Ayuntamiento de Madrid 94 Veáse 95
el texto en F ERRARI BILLOCH, o. c., lib. 3.º, pág. 244. Acta n.º 270. – Cámara de Aprendiz. – Tenida de 6 de marzo de 1933, fols. 16 vto. Y 17 (Libro de Actas, Archivo NSD). [326] 96 Ibíd., Tenida de 3 de julio de 1933, fol. 40 vto. 97 DR . B ARCINA, Orígenes de la tradición y del régimen liberal , cap. XVII, pág. 196. [327]
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en solicitud de unas cifras; desde el 1.º de Julio al 31 de Diciembre de 1931, es decir, cuando el régimen en pleno triunfo podía garantizar las mayores libertades de conciencia, han recibido cristiana sepultura en los cementerios de Madrid 7.859 cadáveres. En el cementerio civil fueron sepultados 134. Con esto basta. ¿Para qué vamos a entretenernos con discursos, desplantes, gestos y demás garambainas...?” 98. La ley llevaba fecha de 30 de enero de 1932, y fue publicada el 6 de febrero. Autorizaba la incautación de los cementerios parroquiales en los Municipios que no los tuvieran ya civiles en propiedad. Imponía el ritual derribo de las tapias de separación. Y hasta se atrevía a exigir responsabilidad del cumplimiento de estas consignas a todos los ciudadanos sin distinción, provocando así a la denuncia y a la discordia. Esta ley fue caballo de batalla durante todo el periodo republicano. Todavía el 8 de abril de 1933 hubo de promulgarse el Decreto y Reglamento necesario para normalizar las cuestiones funerarias 99. Se llegó a aconsejar en el texto legal la violencia, si era preciso, para la incautación y expropiación de los cementerios parroquiales (Capítulo II, art.º 9.º). El 23 de febrero de 1934 el propio Martínez Barrios firmaba una Orden que dejaba a capricho de los alcaldes autorizar o no cualquier enterramiento católico, por cuanto se les autorizaba a suprimirlo por cualquier pretexto o presunción de desorden o alteración “de orden público” 100. Más de un sacerdote hubo de padecer prisión por ejercer sus ministerios parroquiales en torno a sus feligreses difuntos. Pero el atentado más directo y más masónico a la familia española fue la Ley de Divorcio. El 3 de febrero de 1932 se inició su discusión en las Cortes y el debate fue, a veces, tan soez como una riña de verduleras. Quedó aprobada en la sesión del día 24. Al mismo Alcalá-Zamora le molestaba la inclusión de esta Ley en el Código Político Fundamental, en el que era “un postizo... sin razón de ser ni utilidad alguna, y que tenía su lugar más bien en los Códigos Civiles” 101. Pero en las intenciones de la Masonería, era un primer paso para el “amor libre”, [328] y había que sacarlo adelante a toda costa. Ya hemos anotado anteriormente el celo con que ciertos masones de Huelva velaron por estos asuntos, allanando el terreno a un sacerdote residente en la Capital, para que pudiera contraer impunemente matrimonio civil102. Disolución de la Compañía de Jesús Las primeras víctimas personales del antijurídico artículo 26 de la Constitución fueron los Jesuitas. Para el día 16 de enero ya estaba sobre la mesa del despacho del Presidente de la República el decreto de disolución de la Compañía, dispuesto para la firma. Sancionaba este documento el sueño dorado de todos los masones españoles y extranjeros. Había precedido “tácticamente” la supresión sine die de “El Debate”, evitándose así los gubernamentales conjurados los seguros ataques del gran diario católico. “Es un periódico –decía Azaña– que hace mucho daño a la República por su intención, por su organización y por el catequismo que le rodea” 103. El 24 de enero publicó “La Gaceta” el Decreto contra la Compañía. Todo su fundamento jurídico y constitucional era el tan manoseado “cuarto voto”. Es curioso observar la prontitud con que la República respondía a la consigna tajante del “Boletín Oficial del Supremo Consejo del grado 33 para España y dependencias”, en su número de diciembre de 1931104, en un virulento artículo titulado Iñigo de Loyola . Al fin de dicho artículo se decía sin rebozo alguno:
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A RRARÁS, o. c., I, pág. 274. La aplicación de esta ley de cementerios provocó escenas muy pintorescas como el caso del alcalde de Trigueros (Huelva), que al presidir un entierro civil, en aquellos puntos en que tradicionalmente entonaba algún responso deteniendo el cortejo, él hacía rezar a los concurrentes “un Padrenuestro” con toda seriedad, “para que no se enterrara al pobre como un perro”. (Informe (Informe Oficial del Párroco , Arch. Dioc. sin catalogar). 99 “Gaceta de Madrid”, 12-IV-33. 100 Ibíd., 24-II-34. 101 Los defectos de la constitución de 1931 , pág. 107. [328] 102 Véase [...] 2.ª parte, cap. 1.º. 103 ARRARÁS, o. c., I, pág. 274. 104 Año XXXVIII, n.º 398, pág. 7. [329]
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“Como el Decreto de Carlos III no ha sido aun revocado por nadie, es de esperar que las Cortes Constituyentes españolas acuerden inmediatamente la expulsión de los jesuitas por ser contrarios a las leyes y perjudiciales para el Estado, según afirmó el Obispo Du Bellay. Las Cortes Constituyentes Españolas han dado una prueba de visión clara del porvenir al acordar la disolución de la llamada Compañía de Jesús (artículo 26 de la Constitución), por ser contraria a las leyes y perjudiciales para el Estado, según afirmó el Obispo Du Bellay”. A requerimiento de un Diputado masón, el 12 de enero el Gobierno manifestó su propósito de llevar a la práctica el artículo 26, párrafo 4.º. De nada sirvió el escrito vindicatorio dirigido a las Cortes por los cuatro provinciales de la Compañía, ni la carta al [329] Gobierno acompañando un macizo informe de los más ilustres abogados del Colegio de Madrid, demostrando la antijuridicidad de la medida proyectada. La única contestación a estos recursos fue el fulminante decreto del 23 de Enero. La medida afectaba directamente a 2.987 jesuitas residentes entonces en España y destrozaba un número inmenso de obras de apostolado y de centros culturales de los más diversos tipos, muchos de larga historia y merecida fama. Surgieron las protestas de casi todas las poblaciones españolas y de entidades y personalidades extranjeras. El Papa proclamaba a los Jesuitas mártires del Vicario de Cristo y ponía su causa en el “orden del día” de toda la Iglesia. El Nuncio, Mons. Tedeschini, entregó al Gobierno una Nota de enérgica protesta105. Pero todo sirvió de nada. Álvaro de Albornoz daba cuenta al Gobierno de la Nota del Sr. Nuncio con un desprecio rayano en la inverecundia: “Se compone de ligeras observaciones al Decreto de disolución y propone atenuaciones a algunos preceptos. En conjunto, nada trascendental”. Las escenas que se desarrollaron en las Cortes los días 29 de enero y 2 y 4 de febrero, fueron vergonzosas. El Ministro de Justicia no se recató de proferir blasfemias de este tipo: “El Cristo exangüe y doloroso de la redención universal queréis –decía a los Diputados que atacaban el Decreto– hacerlo guarda jurado, llevando la cruz al hombro como una carabina...”. Mientras, los Jesuitas comenzaban a salir de España. Otros quedaron como secularizados, al servicio de las Diócesis con la anuencia de sus Superiores y continuando sus ministerios. El Gobierno se dio prisa al latrocinio. El asunto –obsérvese bien– estaba encomendado a un Patronato liquidador de los bienes de la Compañía, presidido por el “hermano” Demófilo de Buen, bien asesorado por otros miembros masónicos integrados en el Patronato. Por su parte la Masonería extranjera velaba celosamente para evitar que los exilados fueran recibidos en otros países. Así, el Gran Maestre Argentino, Fabián Osari, firmaba el 3 de febrero un Decreto que puede verse publicado en la revista masónica m asónica “Cadena de unión” 106. [330]
105 ARRARÁS, 106
o. c., I, 277-280. Buenos Aires, 15 de marzo de 1932. He aquí su contenido: “Decreto “Decreto n.º 330 . Considerando: Que la expulsión de la Compañía de Jesús de la República Española hace posible que muchos de dichos sacerdotes traten de ubicarse en nuestro país; Que éste se halla saturado de Órdenes, Comunidades y Asociaciones religiosas ingresadas en abierta violencia a las disposiciones constitucionales; Que el problema de las comunidades religiosas, acaparando una serie de actividades, que competen de un modo especial al Estado, como la educación pública, pone en peligro el laicismo del mismo y los principios democráticos que rigen nuestra República; [330] Que el Papa Pío XI en una de sus últimas Encíclicas ha afirmado este peligro, al reivindicar para la Iglesia el derecho de educar a la juventud conforme a sus creencias, en contra de lo dispuesto por nuestras instituciones, que reservan para el Estado laico esa enseñanza; Que esta Encíclica motivó la protesta enérgica del Supremo Consejo grado 33 de la Masonería de Rito Escocés Antiguo y Aceptado por la Jurisdicción Jurisdicción Sur de los Estados Unidos, Unidos, a la que no vacilamos vacilamos en adherirnos; Que los Jesuitas precisamente ejercitan como principal actividad la enseñanza superior, por lo que su venida a este país traería como lógica consecuencia un recrudecimiento de esas actividades; Que es deber de la Masonería Argentina la defensa de las Instituciones Liberales y Laicas, que son violadas por la introducción de religiosos, contra lo dispuesto por el ar tículo 67, inc. 20 de la Constitución Nacional; Que precisamente de la discusión que originó este artículo en la Convención Constituyente se desprende evidentemente
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Los Jesuitas que, secularizados y rota la vida de comunidad, continuaron dentro de la nación española, eran estrechamente vigilados por la masonería, convertida en instrumento policial. Las denuncias menudearon sobre el Gobierno. Vayan algunas citas documentales en testimonio. La logia AÑAZA n.º 270 de Santa Cruz de Tenerife acusa en sus actas con harta frecuencia esta preocupación sectaria. Por ejemplo, en la tenida del 30 de octubre de 1933: “Circuló el tr.´ tr.´. de prop.´ prop.´. que produjo dos principales.´ principales.´. que pasan al h.´ h.´. orad.´ orad.´.: Plan.´. de la Resp.´. Log.´. PITÁGORAS n.º 25, de los Walls.´. de Málaga, proponiendo: 1.º, que se recabe de los hh.´. Diputados presenten en el Parlamento una prop.´. para que se expulsen de España a los Jesuitas; y 2.º, que se prohíba la colocación en los balcones y lugares públicos de enseñas y colgaduras de religiones, dado el laicismo del Estado. Es tomada en consideración y declarada de urgencia; es puesta a discusión, interviniendo varios hh.´. y después de oír las [331] conclusiones del h.´. ordd.´. (“Tacoronte”) se acuerda por unanimidad apoyar la totalidad de dicha plan.´. ante el G.´. E.´. F.´. S.´. para que en las próximas Cortes le recomiende a los HH.´. Diputados” 107. Hemos logrado encontrar el original de la citada plancha de la logia PITÁGORAS n.º 25, de Málaga 108. Fue repartida con profusión al objeto de hacer campaña en todos los medios masónicos españoles. Textualmente dice: MASONERÍA UNIVERSAL
GRANDE ORIENTE ESPAÑOL A L.´ L.´. G.´ G.´. D.´ D.´. G.´ G.´. A.´ A.´. D.´ D.´. U.´ U.´. Resp.´. Log.´.: PITÁGORAS n.º 25, Auspiciada por la l a Gran Logia Regional del Mediodía de España. Wall.´. de Málaga, 27 de septiembre de 1933 (e.´. v.´.) A la Resp.´ Resp.´. Log. Log.´´. AÑAZA, n.º 270 Wall.´. de Santa Cruz de Tenerife. Ven.´ Ven.´. Maest.´ Maest.´. y QQ.´ QQ.´. HH.´ HH.´.
que lo que se trató de evitar en él fue la entrada al país de los jesuitas, que luego lo hicieron subrepticiamente y con evidente violación de la letra y del espíritu de la Constitución; Que es conveniente entonces no agravar el problema existente, y por el contrario encarar resueltamente la permanencia y control de las actividades de las comunidades religiosas en nuestro país; Por lo que el Gran Maestre, de acuerdo con los Consejeros, Decreta: Artículo 1.º.: Solicitar del Gobierno Federal prohíba el ingreso de nuevos religiosos y nuevas comunidades, y en especial expulsados de la República Española. Artículo 2.º.: Solicitar en oportunidad del Honorable Congreso Nacional la sanción de una Ley, que r eglamente la entrada en el país de Órdenes y Comunidades religiosas, y controle sus actividades, en especial en la educación e instrucción que imparten. Artículo 3.º.: Afirmar categóricamente categór icamente el derecho argentino a una Instrucción laica y obligatoria, instando a todos los masones a propagarla. Dado y firmado en el despacho del Gran Maestre a los tres días del mes de febrero de mil novecientos treinta y dos (e.´. v.´.). Firmado: Fabián Osari, Gran Maestre. Ricardo Carrasco, Cons.´ Cons.´. del Interior. Tomás Bravo, consejero de Hacienda. Jorge Coen, Cons.´. de Relaciones exteriores. Francisco Venturino, Cons.´. de Beneficencia”. [331] 107 “Libro de actas”, Cámara del aprendiz, fol. 57 vto. y 58 (Libro de Actas, Archivo NSD). Este libro contiene las actas de las tenidas comprendidas entre el 18-XII-1932 y 18-III-1935. En la misma sesión que citamos “se acuerda felicitar a los hh.´. que hayan sido designados para candidatos en las elecciones próximas de Diputados a Cortes. También se acuerda felicitar al h.´. Guerra del río y visitarle con motivo de su estancia en estos VValls.´. invitándole a ser posible a un vino de honor, celebrándose tenida extraordinaria, ext raordinaria, y que se invite igualmente a los hh.´ hh.´. designados como candidatos a Diputados a Cortes”. 108 Archivo NSD, legajo 746-A-3. [332]
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Los pasados acontecimientos ocurridos en la Capital de la República con motivo de la celebración de la Fiesta católica del Corazón de Jesús, han demostrado de forma inequívoca, que la disuelta Compañía de Jesús ejerce una oculta labor de resultados altamente perjudiciales para el desarrollo de nuestros sublimes postulados de Libertad, Igualdad y Fraternidad . Los miembros de la referida Orden, ocultos en las mansiones más aristocráticas, continúan con su presencia envenenando el ambiente; no desperdician ocasión para activar el fuego de la discordia entre los españoles, poniendo en juego cuantos medios, por ruines que sean, les aconseja su vieja experiencia en estas lides. [332] Emplean en su provecho las pasiones humanas, costeando enconadas campañas de Prensa, en las que la difamación y la calumnia son armas que esgrimen contra un régimen como el que nos gobierna, libre y democrático, humano y espontáneamente otorgado a sí mismo por el pueblo de nuestra Patria. Procuran, en una palabra, reine por doquier el descrédito, el temor y el general descontento, provocando un estado de cosas en el que no es posible continuar. Para evitar los males apuntados, esta Resp.´. Log.´. PITÁGORAS, n.º 25, de la Gran Logia Regional del Mediodía de España, en su tenida ordinaria y grado de aprendiz, del 26 de junio de 1933 (e.´. v.´.) acordó invitar a todos los talleres, previa la autorización reglamentaria, que le ha sido concedida por la Gr.´.´. Log.´., para que se pongan a discusión y acuerden las siguientes propuestas: 1.º: Recabar de los respectivos HH.´. Diputados en las actuales Cortes que, unidos como un solo hombre, presenten al Parlamento una proposición de Ley decretando la expulsión de nuestro suelo patrio de los sectarios de Loyola residentes en el mismo, como reparación al error cometido de no aprovechar el momento político en que debió establecerse este precepto constitucionalmente. 2.º: Estos mismos hermanos deberán interesar del Gobierno la prohibición absoluta de exhibir en balcones o lugares públicos toda clase de colgaduras, enseñas, efigies, etc., de carácter religioso, que constituyendo una provocación a ideas contrarias, suponen al propio tiempo una reacción contra el espíritu laico que fundamenta nuestra República. Fraternalmente os saludamos: V.º B.º El Ven.´ Ven.´. Maest.´ Maest.´. (Ilegible. – Sello redondo grana) El Secretario G.´. S.´. (Ilegible – Sello triangular grana) Por su parte el “Boletín Oficial del Supremo Consejo del Grado 33 para España y dependencias” secundaba con toda su alta autoridad esta nueva campaña antijesuítica. En el mes de septiembre de 1934 se lamentaba así de los “yerros” de los legisladores republicanos109: “En 1932 se publicó en Barcelona un libro muy m uy interesante: Jesuitas y judíos ante la República . Si los hombres de ésta hubieran hecho caso al autor, no habría sido posible la emboscada electoral de noviembre de 1933. No se daría el caso de que, disuelta la Compañía de Jesús por el artículo 26 de la Constitución, se halle la República a punto de caer en manos de la Ceda, instrumento político y económico de los jesuitas. Porque ni en la Constitución de la Ceda ni en la táctica de sus directores existe la menor novedad. Todo lo que ha hecho aquí la Compañía de Jesús desde que fue disuelta y sus miembros se desparramaron por miles de casas particulares, es lo que han hecho otras Cedas en ocasiones idénticas a las de aquí. Ya en 1826 el acta de acusación del Conde de Montlosier en Francia señalaba la existencia de diversas corporaciones, que bajo caprichosos disfraces, pero “unidas por unos mismos lazos y conducidas por un mismo espíritu, así como también dirigidas desde un mismo punto central” sólo aspiran “a lograr una influencia en el Estado, un medio por el que se
109
Maniobras tradicionales del jesuitismo para desconcertar, desunir y vencer a los adversarios , en el n.º 409 del “Boletín”, año XLII, p. 7. [333]
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prometen apoderarse de la administración, de los ministerios y de todo el Gobierno”. Curiosa es también en este sentido la amarga plancha de la GRAN LOGIA SIMBÓLICA REGIONAL DE LEVANTE, redactada en los siguientes términos: MASONERÍA UNIVERSAL FAMILIA ESPAÑOLA G.´. O.´. ESPAÑOL Gr.´.´. LOG.´. SIMB.´. REGIONAL DE LEVANTE, Constituida bajo los auspicios del Supr.´. Consejo del Grado 33 para España y sus dependencias. Or.´. de Alicante a 12 de abril de 1934 (e.´. v.´.) Al Gran C.´ C.´. F.´ F.´. S.´ S.´.: Wall.´ Wall.´. de Madrid. Iltr.´. Gr.´.´. Maest.´. y VVen.´. HH.´. Consejeros: La Resp.´. Log.´. NUMANCIA nos envía la copia de una plan.´. que recibe de sus afiliados de los Wall.´. de Orihuela, que copiada a la letra dice así: “Ven.´ “Ven.´. Maest.´ Maest.´. y QQ.´ QQ.´. HH.´ HH.´.: Repetidas veces he informado a esa Resp.´ Resp.´. Tall.´ Tall.´. del incumplimiento de las leyes laicas de la República en Orihuela, con grave daño a la libertad de conciencia y de pensamiento, así como del ambiente hostil creado [334] por la intolerancia medianamente liberal, haciéndoles la vida imposible en su patria chica hasta el punto de verse obligados algunos hermanos a ausentarse en busca de más hospitalarias latitudes. Si la Constitución se hubiese cumplido y quedado la Iglesia reducida a su justa misión evangelizadora, esta ciudad, refugio amurallado del clericalismo cerril e intolerante de toda la provincia, hubiérase por fin libertado de toda esta lepra que la corroe el alma, retardando el avance triunfal y victorioso de la coraza del progreso. No se hurtará a la perspicacia de ese Resp.´. Resp.´. Tall.´. que quienes más interés tienen en mantener tan anormal estado de cosas es la llamada Compañía de Jesús, disuelta en la letra de la Constitución, pero actuante a la sazón con todo vigor y empuje como en sus buenos tiempos. En prueba de cuanto os digo, os diré que con carácter de “Domicilio particular” tienen establecida una residencia en la Plaza de Caturla, n.º 1, piso 2.º, casa propiedad del no menos jesuita Don José Penalba Duarte, donde residen en comunidad más de tres discípulos del de Loyola. La Iglesia donde celebran todos sus oficios religiosos y donde incluso han vuelto a organizar sus famosas congregaciones de hijas de María es en la de las Monjas de Santa Lucía. En confirmación de que los Jesuitas no se limitan a actuar de un modo ladino e hipócrita, sino que dan el rostro descaradamente con aire de reto, remito una hojita de los cultos conmemorativos que van a celebrar en la S. I. Catedral de Orihuela el Jueves Santo, día 29 a las 8 de la mañana”. Os acompañamos la hojita a que hace referencia para que se de perfecta cuenta ese Alto Organismo de cuanto acontece en la ciudad de Orihuela de esta provincia. Recibid, Iltr.´. Gr.´.´. Maest.´. y VVen.´. HH.´. Consejeros el abr.´. fr.´. y osc.´. de paz. El Gran Maest.´. El Gran Secretario: (Ilegible. – Sello redondo violeta) Francisco Bellido (rubricado) (Sello redondo violeta) La contestación a esta plancha es la siguiente, del 26 de abril, n.º 999: “Lamentamos en esta medida como vosotros la situación que nos exponéis, que es simple reflejo de lo que ocurre en toda España, pero como tenemos la seguridad de que en las [325] actuales circunstancias políticas, toda intervención nuestra sería ineficaz cuando no contraproducente, opinamos que lo más conveniente es abstenerse de toda gestión, en tanto aquellas no cambien” 110. Más leyes contra la Iglesia Entretanto, los “hermanos” entronizados en los ministerios y en las Cortes proseguían su labor demoledora contra todo lo eclesiástico. El Ministro de Justicia se ufanaba de haber reducido el
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Archivo NSD, Legajo 776-A.
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presupuesto de culto y clero 66.980.000 ptas. en que se cifraban en 1931, a 22.093.070 para los nueve últimos meses de 1932. A la mitad fueron reducidas las dotaciones del clero catedralicio y colegial, y el de los párrocos en un treinta por ciento. El Consejo de Ministros el 14 de junio suspendía totalmente las temporalidades del Sr. Pérez Platero, Obispo de Segovia en una discusión llena de improperios y groserías, y todo ello debido a su pastoral contra el matrimonio civil. A raíz de la “nota” enérgica de Mons. Tedeschini con motivo de la disolución de la Compañía de Jesús, había sido suprimida la consignación del Nuncio Apostólico como Presidente del Tribunal de la Rota en España. En esta cuestión de “poda financiera” contra la Iglesia anduvo también de por medio la Augusta Orden con sus conocidas “campañas de ambientación” previa. He aquí una muestra111: GRANDE ORIENTE ESPAÑOL (Sello impreso). A L.´ L.´. G.´ G.´. D.´ D.´. G.´ G.´. A.´ A.´. D.´ D.´. U.´ U.´. GRAN LOGIA REGIONAL DEL CENTRO DE ESPAÑA VVal.´ VVal.´. de Madrid, 20 de marzo de 1932 (e.´ (e.´. v.´ v.´.). Al Gran Consejo Federal Simbólico del Grande Oriente Español. S.´. F.´. U.´. Muy Respetable Gran Maestre y VVen.´. HH.´. CCons.´.: La Gran Logia Regional del Centro de España en su tenida de ayer ha tomado unánimemente el siguiente acuerdo: “La Gran Logia Regional del Centro de España suplica a todos los Talleres de su jurisdicción y al Gran Consejo Federal Simbólico, que se dirijan con toda urgencia a los HH.´. [336] que ejercen cargo legislativo, para que masónicamente vean el modo de suprimir o aminorar el Presupuesto del Culto y Clero, en beneficio de la Instrucción Pública”. Lo que tenemos el honor de comunicaros, seguros de vuestra colaboración al propósito que ha guiado el precedente acuerdo. Recibid, muy Respetable Gran Maestre y VVen.´. HH.´. CCon.´. el abrazo fraternal, que os envía en nombre de esta Gran Logia Regional. V.º B.º El Diputado Gran Maestre J. M. Iniesta.´. 33.´. (sello redondo) El Gran Secretario Adj.´. Virgilio Belindes, (Rubricado) (Sello redondo) Álvaro de Albornoz leyó en las Cortes el 11 de mayo otros dos proyectos pro yectos sectarios. Por uno de ellos sólo se reconocía como válido el matrimonio civil. El otro negaba toda acción judicial contra la inscripción como legítimos de los hijos habidos fuera del matrimonio (incluso adulterinos y sacrílegos) y contra los documentos públicos falsos en este sentido. Arreció la fobia f obia contra el Crucifijo que era retirado no sólo de las escuelas, sino de los hospitales ho spitales y centros benéficos, oficinas y establecimientos oficiales. El 11 de marzo, a propuesta del masón Ministro de Instrucción Pública, se había suprimido la asignatura de Religión en todos los centros dependientes del Ministerio. Por Ley del Ministerio de la Guerra quedó disuelto el Cuerpo Eclesiástico Castrense. Azaña había firmado el 9 de marzo un decreto, prohibiendo en los cuarteles los actos públicos del culto, si bien los militares “podrían en adelante practicar cualquier religión libremente sin perjuicio del servicio militar”. No estará de más recordar que el día 5 de aquel mes habíase iniciado solemnemente en la Logia MATRITENSE, el h.´. “Plutarco”, Don Manuel Azaña Díaz. Su mentalidad no hubo por ello de cambiar mucho. Aquella iniciación tan aireada por la Prensa nacional, seguramente no era más que un requisito “oficial”, para no desdecir en la Presidencia del Gobierno de la República. 111
Archivo NSD, legajo 726-A. [336]
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Otra plaga de menudencias legislativas venían de continuo a engrosar el acervo de disposiciones sectarias y anticlericales, haciendo cada vez el ambiente más irrespirable en medio de una República que cínica y oficialmente seguía proclamando tolerancia y libertad de conciencia. [337] Ley de Congregaciones y Confesiones Religiosas Data del mes de junio de 1933. Este nuevo engendro de la legislación laicista era el término esperado del proceso anticatólico iniciado por la República. Poco nuevo añadía, en efecto, a no ser el típico artículo 31, por el que se ofrecía garantías y apoyo oficial a los religiosos “apóstatas”; si no se les invitaba oficialmente a apostatar. El fundamento jurídico de esta Ley que coincidía con el sustrato de las prédicas anticlericales de más de un siglo, pudiera condensarse en estos tres puntos: La pregonada riqueza de ambos cleros, secular y regular; la intromisión clerical en funciones estatales; y la supuesta tendencia de la Iglesia a servirse de la coacción de las leyes civiles en beneficio exclusivo de las creencias y prácticas católicas, no sin dar una vez más el consabido toque a la cuestión “Inquisición” y a toda la leyenda negra. Por si esto fuera poco, para aquietar conciencias, campea por todo el cuerpo de la Ley un amañado distingo entre lo puramente religioso, que se pretende alabar y respetar cínicamente, y lo eclesiástico, que se persigue sin tapujos en pro del bien de la nación. El Título III de la Ley es el más fecundo. Se ocupa de los bienes de las Confesiones Religiosas, los cuales quedan todos “bajo la salvaguarda del Estado, como personificación jurídica de la Nación, a quien pertenecen”. “Continuarían en poder de la Iglesia Católica para su conservación, administración y utilización, pero ésta no podrá disponer de ellos; se limitará a emplearlos para el fin a que están adscritos”. Sólo el Estado, por motivos “justificados” de necesidad pública y mediante Ley especial, podría disponer de ellos para otro fin. Los mismos edificios quedaban sujetos a tributación. Lógicamente también se imponía la obligación de confeccionar para el Estado los más escrupulosos inventarios (artículo 18). El Título IV aborda el tan manido capítulo de la enseñanza religiosa. Con un solo artículo, denso de inicuas restricciones estatales, se despacha todo el asunto. “Las Iglesias podrán fundar y dirigir establecimientos destinados a la enseñanza de sus respectivas doctrinas y a la formación de sus ministros. La inspección del Estado garantizará que dentro de los mismos no se enseñen doctrinas atentatorias a la seguridad de la República”. Con ello quedaba al capricho de cualquier gobernante la clausura de cualquier centro de la Iglesia. Las Órdenes y Congregaciones Religiosas son vejadas hasta lo inconcebible en el Título VI (artículos del 23 al 31). “No podrán ejercer actividad política bajo pena de disolución”. Es el artículo más caprichoso y el fundamento jurídico de las más inicuas tropelías futuras, por la misma vaguedad del concepto de “política” que no se especifica [338] ni concreta en nada. Sometidas además a la legislación común sobre asociaciones, habían de ser registradas públicamente ante el Ministerio de Justicia. Se les exigía libro de personal, libro de contabilidad con rendición anual de cuentas. Se les prohibía totalmente el comercio, la industria, la explotación agrícola y la enseñanza, ejercida directamente o por personas interpuestas. El artículo 31 concedía amparo oficial a los miembros apóstatas de cada Orden o Instituto Religioso112. Fue sin duda esta Ley la que más alborozo causó en los medios masónicos, que apenas podían disimular su satisfacción. Incluso de logias extranjeras menudearon las planchas de felicitación, bien a las logias corporativamente, bien a los “hermanos”, y aun a los “profanos” españoles, que habían tenido alguna parte en ella. Las logias hispano-americanas se señalaron de modo especial en este quehacer. La “Augusta y Respetable Logia Simbólica RENACIMIENTO, n.º 1” de Méjico envió la siguiente plancha, fechada en el mismo mes de junio, en que la ley fue f ue aprobada. A L.´ L.´. G.´ G.´. D.´ D.´. G.´ G.´. A.´ A.´. D.´ D.´. U.´ U.´. 112
Conf. “B. O. de la Prov. de Huelva” (año 1933), n.º 111 y 112. [339]
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AUGUSTA Y RESP.´ RESP.´. LOG.´ LOG.´. SIMB.´ SIMB.´. “RENACIMIENTO n.º 1” Jurisdiccionada a la Muy Resp.´. Gran Log.´. Unida “LA ORIENTAL PENINSULAR” de RR.´. LL.´. y AA.´ AA.´. Mas.´ Mas.´. del Or.´ Or.´. de Yucatán. Miembro de la Confederación de Grandes Logias Mejicanas y de la Asociación Masónica Internacional con sede en Ginebra-Suiza. Resp.´. Log.´. RENACIMIENTO Or.´. de Mérida Yuc. México. (sello) Número 4042. Calle 63-566. – Apartado 61. Telf. 20.83. Or.´. de Mérida. Yuc. México, junio de 1933. A la Respetable Logia “LA UNIÓN, n.º 88” Or. De Madrid – España – Latomía. Apdo. 459. Ven.´ Ven.´. Maestro y QQ.´ QQ.´. HH.´ HH.´.: Esta Logia “RENACIMIENTO n.º UNO” os envía, por medio de la presente la felicitación mártires sincera y cariñosa por el paso transcendental que acaba de dar el Gobierno de la República, al lanzar y poner en vigor la ley sobre [339] CONGREGACIONES RELIGIOSAS, Ley que llena las aspiraciones de la Augusta Institución Masónica, pues viene a echar por tierra las maquinaciones del clero católico romano. Debemos sentirnos orgullosos todos los masones del mundo y muy especialmente los de la República hermana, a los que abrazamos cariñosa y frat. con los SS.´. OO.´. El Ven.´. Ven.´. Maestre, El Secretario Manuel García (Rubricado) Carlos Martínez (Rubricado) (Sello de la Secretaría)113 A las Logias Marroquíes llegaron igualmente efusivas felicitaciones felicit aciones de allende el mar. Recomendamos especial atención a las fechas; revelan una pronta y mutua inteligencia. Un ejemplo114. “Or.´ “Or.´. de Mérida Yuc., México., Junio 16 de 1933. A la Resp.´ Resp.´. Log. Log.´´. PERSEVERANCIA. Or.´ Or.´. de Larache. Larache . España. Esp aña. Ven.´ Ven.´. Maest.´ Maest.´. y QQ.´ QQ.´. HH.´ HH.´.: Nos es grato poner en vuestro conocimiento que en la Ten.´. que este Resp.´. Tall.´. celebró anoche, se tomó el acuerdo siguiente: “Hágase constar en acta y comuníquese comun íquese a quien corresponda, c orresponda, que hoy se acordó girar atentas atent as planchas a las RResp.´. LLogs.´. del Gran Oriente Español, en el sentido de felicitarlas efusivamente con motivo de la Ley expedida por el Gobierno de la República Española acerca de las Congregaciones Religiosas y la Instrucción Laica”. Cuando se ha tratado en este pedazo de tierra de abogar por los sublimes postulados de la Libertad y la Conciencia; cuando por acaso hemos visto aquí cristalizar en una u otra forma las ventajas inigualables que resultan de la Instrucción laica, es cuando como ahora nos sentimos los masones satisfechos de nuestra misión. No se ocultará a los hermanos de ese Gran Oriente las grandes ventajas que adquiere la familia masónica con la erección de las leyes citadas aprobadas por el Gobierno Republicano en esa nuestra Madre Patria. En este momento histórico, en que gracias a los trazados liberales entra la Gran República Española a la separación [340] del Estado del Clero, trayendo como corolario grandes ventajas para el pueblo en general, los Masones de México no podemos menos de hacer a ese Resp.´. Tall.´. como a todos los de ese Gran Oriente una cordial felicitación. Va ésta al Gobierno de la República Española, al Pueblo en general y a todos los QQ.´. HH.´. en lo particular, por la feliz idea; deseando que todos los actos de aquel Alto Cuerpo se trasluzcan como en este caso, en bien de la Humanidad. Os saludamos con los honores debidos Secret Sec retari arioo Ven.´. Ven.´. Maest.´ Maes t.´.. 113 La 114
fotocopia de este documento puede verse en COMÍN COLOMER , o. c., Apéndice Documental. Archivo NSD, legajo 234-A-11. [340]
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C. Cámar Cám araa m.´., m.´., m.´. m.´.
A. Mena Me na C. m.´. m.´. m.´. m.´.
Las logias españolas activaron lo indecible sus respectivas Secretarías para cursarse mutuas felicitaciones. Nos limitamos a transcribir como modelo escogido al azar, la siguiente plancha de la GRAN LOGIA REGIONAL UNIDA DEL NORDESTE DE España, de la F.´. del Gr.´.´. Or.´. Español, recomendando, a efectos propagandísticos, el discurso de un Diputado masón115. VVall.´ VVall.´. de Barcino, 30 de mayo de 1933 (e.´ (e.´. v.´ v.´.) R.º n.º 2491 A la Resp.´ Resp.´. Log. Log.´´. FRATERNIDAD VVall.´ VVall.´. de Barcino. Ven.´ Ven.´. Maest.´ Maest.´. y QQ.´ QQ.´. HH.´ HH.´.: Por acuerdo de esta Gr.´.´. Log.´. en unión de la Gr.´.´. Log.´. Reg.´. del Mediodía, hemos editado el hermoso discurso de nuestro q.´. h.´. Valera, que pronunció en las Cortes Constituyentes en la discusión de la totalidad de la Ley de Congregaciones religiosas . Como interpreta fielmente a nuestro modo de ver el sentimiento de la Masonería en tan importante problema y es una hermosa pieza oratoria, digna de ser cuidadosamente guardada, os adjuntamos tantos ejemplares como HH.´. activos y cotizantes tenéis en vuestro Resp.´. Cuadro en la inteligencia de que si a algún hermano no le interesa dicho discurso, puede devolverlo a la Gr.´. Secretaría, al objeto de verificar el descargo conveniente. Cada ejemplar cuesta 0,50 ptas., precio resultante de los gastos de impresión y envío. Recibid, Ven.´. Maest.´. y QQ.´. HH.´. el tr.´. abr.´. frat.´. y osc.´. de paz. V.º B.º El Gr.´ Gr.´. Maest.´ Maest.´. El Gr.´ Gr.´. Secretario Secreta rio José Caballero (sello redondo) (Ilegible – Sello triangular) [341] Como éste, hubo una verdadera proliferación de escritos masónicos de los talleres españoles, una vez conocida la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas, en sentido de mutua felicitación y conteniendo advertencias para la colaboración necesaria, fiscalización y denuncias al objeto de hacerla realmente efectiva. L A ENSEÑANZA LAICA EN LA REPÚBLICA REPÚBLICA Bien conocido es el celo desplegado por la República en favor de la laización más absoluta de la enseñanza. Ya el 9 de mayo de 1931 publicaba la “Gaceta” el Decreto Ministerial por el que eximía a todos los centros docentes, dependientes en alguna manera del Estado, de la obligación de la Enseñanza Religiosa, y se amparaba al maestro que “por motivos de conciencia” se negara a darla aun a requerimiento de los padres. El Decreto llevaba fecha de 6 de mayo y la “valiosa firma” del hermano Marcelino Domingo como ministro de Instrucción Pública116. Al “hermano” Rodolfo Llopis, Director General de Primera Enseñanza, le faltó tiempo para p ara hacer una exégesis “autorizada” del mencionado Decreto, no sin añadir por su cuenta cuanto convenía por entonces a la Augusta Orden117. Era de tal transcendencia para los masones el problema de la educación laicista, que de aquí partía en su mentalidad el mayor porcentaje de razones para cohonestar su implacable odio contra las Órdenes e Institutos Religiosos y contra la Iglesia en general. Aduciremos algunos documentos acreditativos de la honda preocupación de la Orden.´. en este punto. Seleccionados sin otra intención que la de ofrecer simples pruebas para curiosidad aun de los más escépticos, servirán al propio tiempo para hacer la exégesis de la mayoría de las disposiciones de la República en materia docente y escolar. Desde 1930 había arreciado la campaña en este sentido. Por aquellas fechas el “Boletín Oficial de la Gran Logia Española” en un chusco artículo, en la sección “Entre columnas”, pedía con urgencia una Ley de protección a la infancia 118. Ataca con mofas los actos externos del catolicismo español con motivo de un Congreso de Acción Católica, celebrado por entonces, y añade: “Procesiones, giras, congresos, 115 Archivo NSD, legajo 283-A-3. [341] 116 Véase el texto en el Apéndice n.º 6. 117 El texto lo transcribimos en el Apéndice 118
n.º 6. N.º 6 (segundo trimestre 1930), pág. 1. [342]
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conferencias, mítines, asambleas, romerías, peregrinaciones, novenarios y actos religiosos de todas clases, empalmándose unos tras otros, y así hasta que Dios o el Primado quieran, fuera de la perturbación ciudadana que producen, no tienen mayor importancia... todo gira [342] alrededor de unos centenares de convencidos profesionales del ultramontanismo, que intentando dar el pego, pasando y repasando siempre los mismos ante los sonrientes espectadores, evocan el escenográfico desfile de los mismos comparsas... La Dictadura pasó y con ella sinecuras, emolumentos, congruas y... lo que cayera. El Poder civil va recobrando sus fueros; y es un día la libertad de la enseñanza primaria; y es otro la asistencia de las autoridades a las procesiones; definen un estado de conciencia moderna, que será inútil refrenar. El poder clerical habrá de ir a la retirada”. El mismo número del “Boletín”, a la vuelta de la página siguiente (pág. 3), dedica un extenso artículo al tema Reforma de la enseñanza , donde dice entre otras cosas: “El problema de España no está en rehabilitaciones ciudadanas, ni mucho menos en Cortes ordinarias ni Constituyentes, ni siquiera en transformaciones del Régimen. Se trata simplemente del “caso” clerical. ...En el momento de entrar el Boletín en máquina se hacen públicos los dictámenes del Consejo de Instrucción Pública en relación con la reforma de la Enseñanza. No escarmientan. Se produjo el conflicto estudiantil por la cesión en la colación de grados a dos Órdenes Religiosas de aquella prerrogativa del Estado. Y los tales grados dieron al traste con la Dictadura. Por lo visto no es bastante. Nuevamente se insiste con la reforma en romper la unidad docente del Estado, facultando a la Enseñanza Colegiada, sin intervención del Estado para la prueba de curso, y se declara obligatoria la enseñanza de la Religión para todos los grupos de la Enseñanza Secundaria... Es de justicia declarar que los Catedráticos de Instituto, a la llamada de su Presidente y colega, que ha sabido sentir la emoción del momento y el espíritu de Cuerpo, han sabido responder unánimemente constituyéndose en asamblea y aprobando conclusiones dignas, civiles y españolas, rechazando como se merecía el engendro antiespañol y fanático de los modernos siervos de la reacción. Como españoles más que como laicos, nos congratulamos... ...Es cierto que esto último que comentamos, no se hubiera producido si a la caída de la Dictadura se hubiera destituido a tan servil e intolerante Cuerpo Consultivo, formado en su mayoría por servidores incondicionales de las Órdenes Religiosas, para las que no hay más voluntad que su conveniencia temporal, ni otra ley que los ukases de Roma, ni más escudo que el Pontificio, ni otro interés que el de la nación [343] Vaticana; y así se producen estos choques con la Soberanía de un Estado independiente. En España desgraciadamente todos los Cuerpos Consultivos, el Alto Consejo, están sometidos a los delegados de las Órdenes Monásticas, que a cuenta de salvar sus conciencias particulares e individuales de creyentes, no titubean en liquidar a cualquier precio y sin miramiento alguno la conciencia colectiva del país”. Por esta medida a que alude el artículo citado, consistente en imponer como obligatoria la asignatura de la Religión en la Segunda Enseñanza, andaban en rabietas las logias de toda España, comunicándose mutuamente sus pesares. La logia AÑAZA n.º 1, de Santa Cruz de Tenerife, cursó la siguiente plancha119: MASONERÍA UNIVERSAL FAMILIA ESPAÑOLA Resp.´. y Ben.´. Log.´. Cap.´. AÑAZA, n.º 1 Federación de la Granada.´. Log.´. A L.´ L.´. G.´ G.´. D.´ D.´. G.´ G.´. A.´ A.´. D.´ D.´. U.´ U.´. de Canarias, LIBERTAD, IGUALDAD, bajo los auspicios FRATERNIDAD de la Gr.´. Log.´. Española A la Gr.´ Gr.´. Log. Log.´´. de CANARIAS de Barcelona Or.´. de Santa Cruz de Tenerife Envía S.´. F.´. U.´. Wall.´. de Santa Cruz de Tenerife, 2 de julio de 1930. Iltr.´. Gr.´. Maest.´. y VVbbles.´. HH.´. Consejeros 119
Archivo NSD, legajo 691-A-3. [344]
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el frat.´. saludo de los OOb.´. de este Resp.´. Tall.´. V.º B.º El Ven.´ Ven.´. Maest.´ Maest.´. (Ilegible – Sello redondo violeta) El Secretario G.´. S.´. (Ilegible – Sello triangular violeta) Este Resp.´. Tall.´. en su ten.´. ordin.´. de Aprend.´. celebrada el día 23 del pasado mes de junio, tomó el acuerdo de rogaros comuniquéis a la Gran Logia Española de Barcelona, el disgusto con que ha visto el mismo las disposiciones del Ministerio de Instrucción Pública español, por las que se dispone sea obligatoria la enseñanza en los Institutos de dos cursos de religión. Recibid Iltr.´. Gr.´. Maest.´. y VVbbles.´. HH.´. Consejeros el frat.´. saludo de los OOb.´. de este Resp.´. Tall.´. V.º B.º El Ven.´ Ven.´. Maest.´ Maest.´. (Ilegible – Sello redondo violeta) El Secretario G.´. S.´. (Ilegible. – Sello triangular violeta) La campaña laicista en la enseñanza arreció a fines del segundo decenio del siglo y se incubó de un modo incontenible durante la [344] Dictadura. La siguiente plancha, fechada en los valles de Barcino el 25 de marzo de 1920, acusa toda una honda preocupación de la Masonería por el problema de la enseñanza laica, y por iniciar una campaña a fondo en la que, al dictado de consignas de la Gran Asamblea de Representantes, se interesaran de hecho todas las logias y todos to dos los hermanos. El texto es de gran valor para la íntima historia de muchas cosas ocurridas en España por entonces120. “Vall.´ “Vall.´. de Barcino, 25 de marzo de 1920 (e.´ (e.´. v.´ v.´.) A LA GRAN ASAMBLEA DE REPRESENTANTES DE 1920 (e.´. v.´.) VVall.´ VVall.´. de Madrid. Iltr.´. Gr.´. Presidente y VVen.´. HH.´. Representantes: Cumpliendo lo prevenido en el Decreto fecha 31 de agosto de 1919, publicado en el Boletín Oficial n.º 328, esta Logia ha estudiado el tema titulado Iniciación de una campaña en favor de la enseñanza laica , y tiene el honor de someter a vuestra consideración el siguiente dictamen: Es cuestión debatida en casi todas las Asambleas anteriores la conveniencia de iniciar una campaña no anticlerical en el sentido de la palabra, sino de razón y lógica para que venga como a la mano la consecución de la secularización de los cementerios, la libertad de cultos y la separación de la Iglesia del Estado. Esta misma logia se honró en presentar en la Asamblea de 1918 una proposición en este sentido. Nosotros creemos que para este fin no se precisa iniciar una campaña obrando de acuerdo todos los Talleres, pues que sobre que tales extremos deben figurar “per se” en nuestros programas, cada Tall.´. podrá o no ponerlo en práctica según su propia fuerza moral y material, y en consonancia con el ambiente de la localidad en donde esté establecido. Todos debemos estar dispuestos a dar siempre un paso más hacia la realización del ideal, aprovechando el momento oportuno para movilizar nuestras fuerzas y conseguirlo. Lo práctico en este caso sería que cada Tall.´. organizara en su propio local o en otro adecuado, un cuadro de profesores laicos, pero competente, donde se empezara por enviar a sus propios hijos, generalizándolo después a sus parientes y relaciones llegando a constituir verdaderos centros de enseñanza elemental y superior, donde la inteligencia del niño se cultivará libre de prejuicios, que lo acompañan toda su vida, que torturan su razón y coartan su libre albedrío. [345] Al propio tiempo, cumpliendo nuestro fin primordial, los masones procurarán proc urarán obtener obten er puestos en las Directivas de Centros, Sociedades, Ateneos Culturales, para llevar allí sus principios laicos, y las Logias por su parte trabajarán con denuedo por atraerse a sus columnas maestros, profesores, 120
Archivo NSD, legajo 283-A-6. [345]
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catedráticos y titulares de profesiones liberales que, convencidos de la bondad de nuestras doctrinas sean los paladines esforzados, heraldos de nuestro credo, que consigan eficacia para nuestros propósitos. Recibid la expresión e xpresión de fraternal afecto de todos los Obreros de este Tall.´ Tall.´. Por acuerdo ac uerdo de la Logia: El Secretar Se cretario io G.´. G.´. S.´ S.´. (Ilegible, gr.´. 24. – Sello triangular rojo) El Orador: Tolstoy, gr.´. 24. El Ven.´. Maest.´. Wilfredo, gr. g r.´´. 30 (Sello rojo de Veneratura, redondo) Forzoso es reconocer que donde realmente lograron más éxito los “hermanos” promotores de esta campaña, fue en el último de los puntos señalados: la conquista de los medios intelectuales y de los puestos claves, ya en los días de la Dictadura121. Más fecunda en proyectos es esta otra plancha de la Logia alicantina REDENCIÓN n.º 18, de la Federación de la Gran Logia Española, casi todos los cuales con el tiempo fueron ampliamente logrados en nuestra Patria122. MASONERÍA UNIVERSAL FAMILIA ESPAÑOLA A .´ .´. G.´ G.´. D.´ D.´. G.´ G.´. A.´ A.´. D.´ D.´. U.´ U.´. LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD La Resp.´. Log.´. REDENCIÓN número 18, de la Federación de la GRAN LOGIA ESPAÑOLA Salud. Fuerza. Unión Al Soberano Consejo de Gobierno de la GRAN LOGIA ESPAÑOLA. Or.´. de Barcino. Iltr.´. Gr.´. Maest.´. y VVen.´. HH.´. Consejeros: En relación con lo acordado en la Gran Asamblea en materia de enseñanza, esta Resp.´. Log.´. hace constar su absoluta conformidad con cuanto se acordó, y expone en consecuencia con [346] lo consignado en el número tercero del “Boletín de la Gran Logia”, y deseando aportar su modesto concurso a la obra iniciada y emprendida, se complace en exponer cuanto sigue: Considerando el problema de la enseñanza en nuestro país, dado el lamentable abandono en que por parte de los poderes públicos se la tiene, como asimismo por el carácter sectario y de privilegio en favor de una determinada religión positiva con que se ejerce, limitando con ello la posible capacidad mental y la potencia creadora de las futuras generaciones, a las que por razón de la continuidad histórica corresponde el advenimiento de un más venturoso porvenir de esplendorosa libertad, al que no podrá llegar en modo alguno con las funestas restricciones del sagrado arcano de las conciencias, cuya dirección moral monopoliza en el país la Iglesia Católica Apostólica Romana, y estándonos reservada la responsabilidad de preparar el advenimiento de ese venturoso estado de libertad esplendorosa, fundamento básico de la prosperidad del pueblo español, hemos de trazar las normas de nuestras actuaciones en dos direcciones en que se presenta deslindado este complejo problema. Una, la del fomento, desarrollo y sostenimiento de las escuelas laicas o racionalistas, como instituciones privada, que se deben a la acción personal o colectiva al margen de la enseñanza oficial o del Estado. Otra, el lograr por los medios hábiles la incorporación de la enseñanza oficial o del Estado a la corriente del progreso pedagógico, que en otros países ofrecen el ejemplo de una saludable realidad. 121 Véase 122
anteriormente págs. 244-250. Fue publicada esta plancha en el “Boletín de la Gran Logia Española”, n.º 3 y transcrita por T USQUETS en Orígenes de la Revolución Española , págs. 160-164. [346]
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En cuanto al primer aspecto que ofrece la cuestión (escuelas laicas o racionalistas de carácter privado), es indudable que ellas por su labor docente se adelantan a la preparación de nuevas generaciones de conciencia emancipada, entretanto se logra que llegue a ser laica la enseñanza oficial o del Estado, y que sola su existencia contribuye a ir creando un estado de conciencia popular favorable, venciéndose con ello no solamente la resistencia del poder clerical, sino la que por rutina, por hábito tradicional, por influencia ambiente ofrecen inconscientemente los padres, tutores, familiares o sencillamente ciudadanos, a la Escuela no católica, no confesional o laica. A este respecto nos complacemos en ofrecer las orientaciones pedagógicas de las Escuelas que aquí sostenemos, como también dispuestos estamos a cooperar en todo aquello que nos sea posible, facilitando los ejemplos de aquellas [347] instituciones privadas en que hemos venido colaborando; y no sería infecunda la celebración de un Congreso o Asamblea de Sociedades que sostienen escuelas laicas o racionalistas en todo el país, ya que de la superación de los métodos, formas y procedimientos de enseñanza empleados en nuestras escuelas, dependerá en parte el estado de opinión favorable, al ofrecer realidades pedagógicas preferibles para el pueblo a la enseñanza oficial o del Estado. Otra cosa no es dable a nosotros señalar, ya que en cada localidad los medios de sostenimiento de estas escuelas laicas son peculiares a determinadas circunstancias y posibilidades; a no ser que lleguemos a la creación de un bien consolidado Centro (como la escuela Moderna del malogrado Ferrer), que sostuviese sucursales en y por todo el país, lo cual como es fácil comprender, requeriría una considerable potencia económica o financiera, de improbable obtención por ahora. Por lo que se refiere al segundo aspecto de la cuestión (lograr la transformación de la Escuela Nacional o del Estado), este Resp.´. Tall.´. después de consultar y oír a los profesionales de la enseñanza que cuenta en su seno, propone las siguientes actuaciones: Una pertinaz campaña de prensa, mediante una serie de artículos, en los que se ofrezcan al examen público el ejemplo de la enseñanza de otros países, y a la que contribuirá desde este momento el h.´. Sirio, que ya la inicia en periódicos de Madrid. Actuar por los l os medios posibles en el seno de las Asociaciones de Maestros constituidas constit uidas en casi todas las provincias. Influir cerca de los Colegios de Médicos, Sociedades o Corporaciones de Licenciados en Medicina, como también interesar a los Médicos en particular por su propia conveniencia profesional, para que actúen en el sentido de que sea una realidad en el país la Inspección Médico-escolar, lo cual contribuirá a que llegue a darse a la educación el verdadero carácter integral, que iría limitando y alejando las influencias rutinarias de la escuela clásica o tradicional española, y sobre todo hacer que en la Escuela entre el médico porque será la manera que salga de ella el cura. También será eficiente una serie de conferencias, con preferencia en el Ateneo de Madrid y en las principales poblaciones, organizadas a base de un cuerpo de conferenciantes documentados en esta materia. Nuestro h.´. Sirio tiene el propósito de dar algunas conferencias en cuanto termine un determinado acopio de datos, cuya adquisición ha [348] emprendido, sin perjuicio de acudir a donde se estime oportuna su cooperación. De otros trabajos conducentes al indicado fin, se os dará oportuno conocimiento, cuando los posibles resultados se nos ofrezcan favorables. Aceptad, Iltr.´ Iltr.´. Gr.´ Gr.´. Maest.´ Maest.´. y VVen.´. VVen.´. HH.´ HH.´. Consejeros, la modesta m odesta colaboración que significa este pequeño informe, con la expresión de nuestro deseo de ayudar a la gran obra. Recibid la fraternal salutación que por nuestro conducto y con esta ocasión os envían todos los miembros de este Resp.´. Tall.´. Trazado en logia a los treinta días del mes de julio del año mil novecientos novecient os veintitrés, en la e.´. e.´. v.´. al Or.´. de Almería. El Secr.´ Sec r.´.. Adj.´. Adj.´.: Enriqu Enr iquee Rull El Ven. Ven .´.: Maest.´ Maes t.´.. F. Moisés Moi sés
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El Ven.´. Ven.´. Maest.´ Mae st.´..: M. Moisés Moi sés C. Call El Or.´.: Manuel García del Pino 123. Todos estos proyectos e intrigas iban a convertirse, para los masones, en plena y hermosa realidad con la llegada de la República. El h.´. José López López, que junto con Mateo Barroso, Gran Canciller [349] del Supremo Consejo del Grande Oriente Español, asistió en 1931 al Gran Convento del supremo Consejo de Francia, comunicaba con alegría a los “hermanos” franceses, entre otros extremos, los siguientes: “La República Española va a tomar ejemplo de los otros países de Europa y aprovecharse de su experiencia. Vosotros habéis luchado aquí muchos años para establecer la Escuela Única; el primer paso que va a dar la República Española en su Constitución, será establecer la Escuela Única” 124. De hecho, van a ser las logias las que orientarán siempre eficazmente y con especial predilección el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Marcelino Domingo, Fernando de los Ríos, Rodolfo Llopis, los hermanos Barnés, Bello Trompeta y otros, andarán casi siempre de “imaginaria” en el edificio de la calle de Alcalá. En el “Acta de los Trabajos” realizados por el Gran Oriente Español, del 24 de agosto de 1931, se lee: “El H.´. H.´. Marcelino domingo, en súplica de que se lleve a vías de hecho hec ho en el más breve plazo pl azo posible el proyecto de la “Escuela Única” cumpliendo así el acuerdo recaído en la sesión anterior celebrada por el Gran Consejo Federal Simbólico”... Y en la de 28 de septiembre: “Se lee una plan.´. del h.´. Fernando de los Ríos, recibida con retraso considerable, aceptando el cargo de vocal primero, para el que fue designado...” 125. A este tenor podríamos multiplicar las citas interminablemente. He aquí un hecho significativo: “La Resp.´ Resp.´. Log. Log.´´. LA SAGESSE presenta presen ta con carácter car ácter urgente una propuesta al Consejo, en el sentido sent ido de que se hagan las debidas gestiones para que los libros de texto de las escuelas estén redactados en forma adecuada a la declaración de laicismo, que ha formulado la República. Pasa a la Comisión ejecutiva” 126. Pero parece que la Comisión Ejecutiva estaba de hecho en el propio Ministerio. Pues a esta “orden” respondía fielmente la “Gaceta” el 8 de junio de 1932, con un decreto Ministerial, que entre otros extremos disponía: “1.º Con el fin de que las obras de estudio y lectura que se utilizan en las escuelas públicas reúnan las condiciones pedagógicas, científicas y literarias necesarias, se realizará una selección entre las ya existentes y entre las que pretenden ser introducidas en lo sucesivo en las escuelas. 123
La alusión a Ferrer Guardia nos da pie para recordar que este apóstol de la revolución y de la escuela laica se inició en la logia LA VERDAD, de Barcelona, adherida al Grande Oriente Español, en febrero de 1883. A la sazón era un hombre “despreocupado en religión, casado, que poseía una tienda de confección para señoras y era empleado del ferrocarril de Francia. Contaba por entonces 24 años”. En diciembre de 1884 pide plan.´ plan.´. de de quite “con honda pena” por haber sido trasladado por la Compañía a Granollers. En 1902 ingresó en el Gran Oriente Francés (cf. “Bulletin hebdomadaire du G.´. O.´.”, 1902; y la “Revue internationale des sociétés secrète s”, año 1931, n.º 42, pág. 1086). A la Masonería debía sus ideas revolucionarias, según propia confesión. Pero su obra cumbre, que le mereció la canonización masónica, fue la “Escuela Moderna”, que propalaba lisa y llanamente los principios masónicos. Estuvo complicado en el atentado de Morral, y huido al extranjero, inicia su campaña panegirista y difusora de sus escuelas. La Semana Trágica de Barcelona (1909) le debe a él casi toda la sangre derramada. Sectarios y masones fueron casi todos sus compañeros de conjura. Cuando Don Antonio Maura inició el proceso, la Masonería Internacional trabajó cuanto pudo para salvar a su hijo predilecto; al menos en apariencias, porque la realidad es que le interesaba también formar “el símbolo”; por ello su intervención no fue tan eficaz como en otras ocasiones análogas. Otro tanto oc urriría más tarde con los capitanes Galán y García Hernández. Pero una vez ejecutada la sentencia contra Ferrer, la Masonería, mediante su adlátere la Liga de los Derechos del Hombre, consiguió hundir a Maura. Tal fue a grandes rasgos el h.´. h.´. “Cero” de la Logia LA VERDAD de Barcelona. También se le conoció por simbólico de “Enoch”, en la logia HUMANIDAD barcelonesa. Y al morir consta que al menos ostentaba ya el gr.´. 31. En Bruselas y por la intervención masónica internacional se le llegó a erigir un monumento a este prohombre masónico. También y como póstumo homenaje, el Grande Oriente Español colocó en el templo de la calle del Pretil de los Consejos, n.º 5 (Madrid) una hermosa inscripción en mármol, enalteciendo su memoria y enmarcada entre las lápidas dedicadas a Morayta, Rizal e Isabelo de los Reyes. Finalmente la República se decidió a llevar a cabo que se le dedicara una calle en cada municipio español; y en gran parte lo con siguió. [349] 124 FRANCISCO DE LUIS, o. c., pág. 113. 125 Ibíd., p. 114. 126 Cf. “Boletín Oficial de la Gran Logia Española”, mayo, 1932. [350]
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Para esta finalidad se empezará la selección por los libros de lectura. 2.º La selección corresponde hacerla al Consejo de Instrucción Pública, al que enviarán los autores y editores, con solicitud de que sean estudiados, media docena de ejemplares de cada obra para su aprobación, tanto de las ya existentes estén [350] o no aprobadas, como de las que se publiquen con tal fin en lo sucesivo. En este sentido se considerarán caducas a partir de esta fecha todas las autorizaciones y aprobaciones concedidas hasta ahora de libros de texto para las escuelas públicas. 3.º Para realizar la selección el Consejo de Instrucción Pública podrá solicitar dictamen previo de las entidades científicas, literarias y artísticas, o personas competentes, que estime oportuno. También podrá aprobarlas directamente sin este dictamen. Así mismo el Consejo podrá nombrar ponencias o comisiones especiales en su seno, cuyos dictámenes serán aprobados por el Consejo. f.º Con las obras así confeccionadas se formarán listas que se publicarán anualmente en el Boletín Oficial del Ministerio. En ningún presupuesto escolar podrán figurar más obras que las que aparezcan en estas listas. 5.º De las obras presentadas a la aprobación serán depositados dos ejemplares en la Inspección Central de Primea Enseñanza. Así mismo de cada obra seleccionada se enviarán a los Consejos Provinciales dos ejemplares, con objeto de que pueda consultarlos y seleccionar las obras el Magisterio de la Provincia. 6.º Para la selección de las obras se tendrá en cuenta, a más de sus condiciones pedagógicas, científicas y literarias, las económicas. No podrán ser seleccionadas obras cuyas ideas estén en pugna con el espíritu de las leyes vigentes ”. ”. El mejor aval para que un libro de esta índole fuera aprobado, era el de las logias. Y por no citar otros, vaya el siguiente ejemplo de la logia AÑAZA n.º, de Santa Cruz de Tenerife, en cuya acta de 2 de abril de 1934127, hemos podido leer: “Trab.´. masónico del h.´. Confucio, que trata de un libro del h.´. Palasí, que se da en nuestro colegio, por considerarlo como uno de los mejores libros entre los de su clase para la educación del niño. Se acuerda además hacer constar en acta la satisfacción del Tall.´. por la labor que está realizando al f rente de nuestro colegio el h.´. h.´. Confucio”. En Marruecos también mostraron especial celo las logias por controlar la enseñanza. Además de crear escuelas propias, atacaron duramente la enseñanza de los Religiosos y fiscalizaron constantemente su labor, denunciándolos al Gobierno siempre que lo creyeron oportuno. Constancia de ello ha quedado en los libros de actas de la GRAN LOGIA REGIONAL DE MARRUECOS. Transcribimos sólo dos págs. 128: [351] “...se pasa a circular el saco de las proposiciones, que produce una plancha firmada por el Ven.´ Ven.´. H.´ H.´. Juan Rivaud, en la que dice: “A L.´ L.´. G.´ G.´. D.´ D.´. G.´ G.´. A.´ A.´. D.´ D.´. U.´ U.´. – L.´ L.´. I.´ I.´. F.´ F.´. – A la Gran Logia de Marruecos. – Ilustre Gran Maestre y VVen.´. HH.´. – Creyendo que una de las manifestaciones más importantes de la actividad masónica es la enseñanza, y considerando que el máximo beneficio que se puede hacer a la Humanidad es arrancar el fanatismo (que lleva aparejada la ignorancia) al hombre, enseñando al que no sabe y proporcionando medios al que no puede y quiere instruirse; propone a esta Gran Logia, si le parece digna de tomarse en consideración, la creación de escuelas laicas para niños y niñas de todas las razas que conviven en Marruecos, sufragándose los gastos que originen del fondo de beneficencia y por suscripción de los que voluntariamente quieran contribuir a esta obra. – Valles de Larache, 30 de julio de 1932. (e.´ (e.´. v.´.). – Galeno, Galeno , rubric r ubricado”. ado”. Concedida Conced ida la l a palabra palab ra por po r el e l M.´. M.´. R.´ R.´. M.´ M.´., se puso a discusión discu sión pronunciándo pronun ciándose se todos t odos los HH. H H.´´. en favor de dicha proposición, haciéndolo en primer lugar el firmante de la misma, por considerar, dice, que la enseñanza es la principal obra masónica. El Gran Maestre Accidental apoya la proposición, y dice que es un enamorado de la enseñanza, que tiene establecida gratuitamente y por su cuenta, una escuela en la que da clase particular. Le parece desde luego viable el asunto, pero dice que se necesita una enorme fuerza de voluntad.
127 “Libro de Actas” fol. 97. 128
Archivo NSD. “Libro de Actas”, 30 de julio de 1932, fols. 11-12. Archivo NSD. [351]
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Asegura que si Fernando de los Ríos tomase tom ase en consideración esta idea para llevarla a efecto en la Zona, se adelantaría y se podría conseguir muchísimo... Él –dice– hace cuanto puede por la enseñanza laica, y ruega a todos to dos que le ayuden. El h.´. Acladís pide que se nombre una Comisión para estudiar y dar forma real a lo propuesto por el V.´. V.´. H.´. Rivaud, Rivaud, de cuya c uya comisión co misión debe formar parte dicho h.´ h.´. Concedida la palabra al Ven.´. Rivaud, dice que en principios se refiere a escuelas de primeras letras, en las que podrían admitirse niños desde los seis años. Está seguro de que en todas las logias, en cuyos cuadros lógicos hay maestros, médicos, abogados, etc. se prestarían gustosísimos a la enseñanza del niño, apoyándolo con entusiasmo para que ésta fuera lo más de acuerdo posible con la naturaleza y sin salirse en absoluto del más puro laicismo; pudiendo después, cuando sea un hombre, pensar lo que quiera, pero no cabe duda que con la [352] enseñanza laica se arrebata al niño las primeras sugestiones de la infancia. A continuación desarrolla plan para los mayores con gran alteza de miras. El Gran Maestre Accidental dice que hace años le remitieron una proposición de escuela Laica en Almería, y que le parece tener en su archivo masónico. Que la buscará y si la encuentra, la pondrá a disposición de la Comisión que se nombre, para que le sirva de ayuda en sus estudios de la redacción del proyecto. El V.´. H.´. Martín Muñoz dice que en Tenerife hay Escuelas Laicas que son modelo, a las que se puede pedir plan de estudio... El Gran Maestre Accidental, V.´. H.´. Matamala dice que lo pedirá a Fernando de los Ríos, encargando al H.´ H.´. Pedrosa Pedrosa presente modelo. A continuación pasa a estudio...”. En el acta del 20 de octubre de aquel mismo año hay acuerdos más concretos y eficientes en orden a presionar sobre las autoridades en esta materia: “Se acordó recabar de la Asamblea Nacional, para que a su vez lo haga a los Poderes Públicos, el cumplimiento en lo que a Marruecos se refiere, del artículo 48 de la ya citada Constitución de la República Española, prohibiendo a los Religiosos de ambos sexos la enseñanza. Retirando de los establecimientos de tal índole y a ella dedicados toda clase de subvención, y en particular del Colegio de Franciscanos de Tánger y del de las monjas del mismo punto, un maestro y una maestra respectivamente. Es necesidad primordial y unánimemente sentida, para libertar a la juventud de Marruecos de toda lacra confesional, la creación en las principales poblaciones de la Zona de escuelas o clases en las ya establecidas, dedicadas exclusivamente a la preparación de los muchachos para la segunda enseñanza. En tal sentido se tomó el acuerdo de hacerlo presente en la Gran Asamblea para su consecución de los Poderes” 129. El adiestramiento y preparación de maestros de confianza para sus intereses constituyó una de las grandes preocupaciones de la Masonería. A tal fin y sin el menor recato llegáronse a celebrar “tenidas [353] peculiares”, como la del mes de abril de 1933 en la sede misma del Gran Oriente Español. Tenida magna; con un llamamiento especial a catedráticos, profesores y maestros y aun alumnos masones. Se propugnaba la Escuela Única, y tenía como fin aquel conventículo asesorar al hermano Rodolfo Llopis, masón y marxista furibundo, Director General entonces de Primera Enseñanza. El Ministro, Fernando de los Ríos, no había podido asistir. La tenida comenzó con la lectura del trabajo del aprendiz Manuel Herrero Palasí, de la logia CONSTANCIA n.º 16, de Zaragoza. Tan del gusto de los reunidos fueron sus ideas, que el “Boletín Oficial del Gran Oriente Español” lo juzgó digno de ser publicado en sus columnas. El título de la ponencia pone ncia era todo un programa de conducta: El masón en la enseñanza 130 . [354] 129
Ibíd., fol. 28. En el folio 38 aparece la siguiente nota: “Se aprobó retirar las subvenciones a religiosos, así como los maestros y maestras que dan clase en dichos cent ros confesionales”. [353] 130 Véase en el n.º 71, abril 1933, de dicho Boletín el texto de la ponencia, reproducido también por F ERRARI BILLOCH, o. c., págs. 254-255. Lo repetimos aquí: “Considero la escuela como el yunque donde se forjan los caracteres de los individuos, que mañana regirán los destinos del mundo, dirigiendo al pueblo; por eso creo que el maestro masón tiene deberes sagrados que cumplir. Para poder llevar a la práctica nuestro programa e impulsar la enseñanza laica, necesitamos ante todo formar maestros
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La reacción de los católicos contra el proyecto de escuela única, tan acariciado por Rodolfo Llopis, acudiendo a la creación de escuelas parroquiales privadas, al margen de toda ingerencia estatal, provocó a su vez otra reacción violenta y elocuentísima de la Masonería que se manifiesta en documentos como el que sigue131: A.´ A.´. P.´ P.´. D.´ D.´. I.´ I.´. H.´ H.´. A la Resp.´ Resp.´. Log. Log.´´. DEMOCRACIA Ven.´ Ven.´. Maest.´ Maest.´. y QQ.´ QQ.´. HH.´ HH.´.: La conquista más estimable de la Revolución es la Escuela, arrancada a vivas fuerzas de las garras del fanatismo por las leyes de la República. Contra este progreso, sin el cual todos los demás serían inútiles, el clericalismo ha tocado a rebato y movilizado todas sus fuerzas. Una de éstas consiste en emboscar sus agentes en las filas del magisterio laico que se está formando, y el sobornar a los maestros laicos para que sirvan de testaferros a las escuelas clericales, que se están organizando con una actividad pasmosa.
que piensen como Kant, cinceladores del progreso y de la civilización, tal como nosotros comprendemos el significado de esta palabra, y capaces de sembrar en el huerto de la unidad nacional la planta del bien para que los niños y los hombres sean más felices y más buenos. Es necesario que orientemos todos nuestros esfuerzos hacia la expansión de la cultura y de la moral, y no hay forma más productiva e inmediatamente eficaz de hacerlo, que la enseñanza. Para mí el perfecto maestro es el perfecto masón , el que ha desbastado la piedra bruta con entusiasmo, y piensa y obra como masón. Mas creo no basta que contemos con maestros y profesores; a mi modo de ver es de capital importancia que las direcciones de las escuelas y centros docentes, como también el organismo legislador y directriz de la enseñanza sean desempeñados por masones, para ejercer así el verdadero control e incrementar de este modo el circuito de la vida e influencia masónica. Sólo nuestros directores impondrán eficazmente en los centros de enseñanza nuestras doctrinas y, esa labor de cultura, fundamentalmente laica, fundamentalmente moral, fundamentalmente masónica. La enseñanza no tiene que ser teóricamente laica, sino prácticamente; y hay que hacerlo todo para llegar a esa finalidad, sin olvidar que la moral y la cultura deben unirse y c ompenetrarse, pues de esa forma se producen los grandes valores de la raza. Entiendo que la escuela no debe en modo alguno defender ni enseñar ninguna religión dogmática , por cuanto ha de ser la preparación para la vida, para servir mejor al género humano. El educador ha de enseñar únicamente la verdadera religión universal: hacer bien por el mismo y cultivar la fraternidad universal. Soy de los que creen que la enseñanza no será profundamente laica hasta que no desaparezcan las Órdenes Religiosas , o se las prohíba en absoluto la enseñanza... ...En la primera etapa escolar el educador tiene que respetar la conciencia del educando, y averiguar si en él germinan las nefastas y funestas semillas de las f alsas creencias, supersticiones y fanatismos que corroen y corrompen la sociedad. Si tropieza con niños que creen desgraciadamente esos errores, les hará comprender que no son más que fábulas, y que las religiones son una especie de supersticiones engendradas por el temor. Hay que decirles que no existen milagros, y que los hechos así llamados son naturales, de causas excepcionales; les infiltrará amor a la naturaleza, a la tierra, a la vida. Por todos los medios a su alcance les impondrá e impulsará a que sigan el imperativo categórico de Kant, de la teor ía racionalista sobre la moralidad. Así, pues, el maestro ha de formar jóvenes fuertes, después laicos, racionalistas y finalmente morales... ...A los adolescentes el profesor les infundirá también profundo amor a t odos los elementos básicos de la vida, y les enseñará a amar la cultura. No olvidará un [354] momento que en esta crítica edad tiene que desvanecer y combatir los erro- res religiosos, que los jóvenes hayan aprendido de su familia. La labor más importante y acaso la más difícil es la de modelar el carácter definitivo del hombre en f ormación. En cuanto a la moralidad, él procurará que las teorías de Kant y Deshumbert echen raíces para siempre en el espíritu y en la conciencia del joven. Hará comprender a los adolescentes que la Iglesia Romana falsifica la moral y que los dogmas son falsos y absurdos . Ha de enseñar a esta Iglesia, y especialmente al jesuitismo como enemigos del hombre, del progreso y de la libertad, haciéndoles saber que estas dos instituciones, principalmente la última, engendraron a través de los siglos la tiranía, la esclavitud, el despotismo y el inicuo poder que tanto tiempo pisoteó los derechos naturales del hombre, y que ha retardado el progreso de la Humanidad, defendiendo los dogmas, esclavizando las conciencias y limitando el conocimiento humano para no dejar investigar la verdad. En esta etapa el educador habrá tenido muy presente que es necesario respetar y favorecer el libre albedrío a lbedrío del discípulo, y educar sus facultades y carácter para conseguir el poder y dominio de la voluntad; le inducirá a ser tolerante con las opiniones ajenas, sin que por eso tenga que c eder a imposiciones de los demás, y vivir conforme a los dictados de su propia conciencia y de la vida... ...De la conducta del educado, el educando comprenderá y deducirá sin duda que la ética es independiente de toda reli- gión , y que sin creencias r eligiosas se puede ser perfectamente moral... Alguien dijo: “El progreso de los pueblos se rige por el desarrollo de sus instituciones masónicas”. Yo agrego: “Los pueblos progresivos son los que la Masonería dirige, y la labor del jesuita es prácticamente anulada”: Es de esperar, lo que todos anhelamos, que en fecha no lejana nuestras logias se multipliquen; a fuerza de golpes de mallete contribuiremos a la prosperidad de nuestra Patria y acabaremos para siempre con ese monstruoso y tenebroso poder jesuítico, opresor de la sociedad. – Manuel Herrero Palasí, Log.´. CONSTANCIA, n.º 16. Zaragoza, 1 de Nisán de 1933 (e.´. v.´.). 131 Archivo NSD, legajo 283-A-5. [355]
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Ante tal avance, la Aug.´ Aug.´. Ord.´ Ord.´., que ocupa la vanguardia del progreso contra el fanatismo, está obligada a desenmascarar tales hipócritas e impedir que el nuevo magisterio se [355] contamine con el virus clerical, a cuyo objeto someto al cuadr.´. cuadr.´. la siguiente proposición siguiente proposición : A fin de atajar las maniobras m aniobras del clericalismo en el soborno de maestros maestr os inducidos a alquilarles sus títulos, para encubrir con ellos la enseñanza sectaria de sus establecimientos, y el emboscamiento de sus sectarios en las filas del nuevo magisterio laico, procede PRIMERO: Requerir adecuadamente a todos los funcionarios de la República, encargados de la selección de los maestros, a examinar a este respecto los antecedentes de los aspirantes. SEGUNDO: Recabar de los funcionarios respectivos la severa fiscalización del funcionamiento de los nuevos centros de enseñanza, acerca de la neutralidad exigida por las leyes, sancionando con la invalidación de sus títulos a aquellos maestros que los cedieron, por fraude de Ley; y TERCERO: Para tal objeto solicitar de los Altos Poderes de la Or.´. y encarecer a los HH.´. de actuación política y social su más enérgico concurso en la esfera de sus actividades. VVall.´ VVall.´. de Barcino, 7 de octubre de 1933 (e.´. (e.´. v.´ v.´.) A. Ruiz (Rubricado) (E. Laica) (De la Resp.´. Log.´. ADELANTE). Como era de rigor en estas campañas antirreligiosas, a cada nuevo triunfo de las ideas masónicas, correspondía una lluvia de felicitaciones mutuas entre las logias y los “hermanos”; sobre todo las potencias masónicas hispano-americanas se volcaban efusivas hacia los correligionarios españoles, llegando en su descaro a dirigir planchas de felicitación a los mismos Ministros. Claro que casi siempre, como el caso que citamos, el Ministro y el “Hermano” eran una misma persona. A L.´ L.´. G.´ G.´. D.´ D.´. G.´ G.´. A.´ A.´. D.´ D.´. U.´ U.´. Logia MINERVA Habana, Cuba, Agosto, 2, de 1933. (81.º del N. de Martí) Sr. Don Marcelino Domingo Hon. Ministro de Agricultura. Madrid. España. Excelentísimo Señor: Esta logia a la que no se oculta la labor constructiva que el Gobierno de España viene realizando para llevar a su pueblo por senderos de libertad y progreso, tomó el acuerdo siguiente: “Felicitar a todos y cada uno de los distinguidos [356] miembros componentes del Poder Ejecutivo de la República Española, por haber sancionado la Ley, aprobada por el Poder Legislativo, que prohíbe la enseñanza religiosa en las escuelas, por estimar que con ella se suprime uno de los mayores obstáculos para la liberación total de los pueblos”. Recibid, pues, Excmo. Sr., nuestra calurosa felicitación por tan acertada medida de Gobierno, acreedora del aplauso unánime de todos los hombres libres. Con nuestros sinceros votos por la prosperidad del pueblo español y la ventura personal de la persona de V. E., aceptad el testimonio de la consideración más distinguida de vuestros atentos y ss. ss. Augusto Feo López Arq. Alberto Andreu Valdés Maestro Secretario (Sello estampado en seco)132 Con el triunfo de la Ceda perdió la Masonería algunas de las posiciones en el terreno de la enseñanza, pero pocas y por poco tiempo133. Si algo se consiguió por los católicos aprovechando la 132 Archivo 133
NSD, legajo 136-A-26. Cierto que en 1934-1935 se respiró un poco más de libertad para la enseñanza religiosa. Incluso fue posible llegar
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relativa bonanza del llamado bienio blanco, pronto sería todo sofocado por la violencia del Frente Popular que, a partir de febrero de 1936, acabó con la enseñanza católica, la única imperante tradicionalmente en España134. [357] EPÚBLICA EL PROBLEMA JUDÍO EN LA R EPÚBLICA
Notorio aunque aparentemente extraño, es el interés que la República mostró desde su nacimiento por la reintegración a España de los israelitas. Tan a pecho tomaron los hombres de la República el asunto que, incluso, se le dio carácter de “reparación de una injusticia secular”. Tal vez la clave nos la ofrezca el siguiente testimonio que, entre otros muchos, hemos encontrado, al azar, en el “Boletín Oficial de la Gran Logia Española” en su número correspondiente al 1 de abril de 1929 (n.º 2, págs. 16-18). Se trata de un altisonante artículo, firmado por el “hermano” Ph. Hillel, Granada.´. 4.º, de París. Es muy interesante la siguiente confesión: “Los judíos son francmasones f rancmasones innatos; innato s; han dado prueba de su aptitud para el ideal iniciativo. i niciativo. La filosofía hermética, el maneheismo y el gnosticismo, son de origen judío. Los judíos también han guardado en secreto lo dogmático de la Cábala y la moral de su Talmud, y no lo han divulgado más que a aquellos, cuya discreción estaba fuera de duda... De todos los pueblos antiguos, únicamente los judíos han conservado la noción de la Libertad, de la Igualdad y de la Fraternidad de los hombres... Los judíos y los francmasones han tenido siempre y en todas partes los mismos enemigos, que para suprimirlos han empleado idénticos medios y los más eficaces de que dispone el hombre... El cristianismo que había salido del seno de los judíos, los colma de males... En todos los países donde los judíos han adquirido la libertad, la francmasonería también se ha desarrollado y fortificado...”. Estas afirmaciones pueden explicar muchas cosas de las ocurridas en España a partir del 14 de abril de 1931. Según la “Memoria” del Secretario de la Asamblea de la Gran Logia Española de 1927, la tan ansiada libertad de cultos, serviría a la Masonería para trabajar “por atraer al país a muchos de los descendientes de aquellos que, en días lejanos, fueron víctimas de la [358] intolerancia religiosa y que, expulsados de la tierra que les había visto nacer, conservan, aun amorosamente el recuerdo del país de origen; dándose el caso verdaderamente extraordinario que, después de haber transcurrido cuatro siglos desde que fue promulgado el desacertado decreto decret o de expulsión (1492), conservan aun el habla ha bla española...” 135.
hasta los altos organismos docentes republicanos. Así, por ejemplo, en los primeros días del año 35, una Comisión del Consejo directivo de la Confederación de padres de familia pudo visitar al Ministro de Instrucción Pública –de las pocas fechas en que faltó el consabido “hermano” de la poltrona ministerial– leyendo y entregándole además una nota, en la que tras agradecer la supresión del examen de ingreso universitario para los alumnos libres, y por haber reintegrado a sus cátedras a los profesores de Escuelas Normales injustamente separados de las m ismas, reclamaban además la depuración y adopción de medidas contra los que empleaban la escuela como instrumento de propaganda revolucionaria; señalaban concretamente la Inspección Central de Primera Enseñanza, que a la sazón servía de reducto para la propaganda marxista entre el Magisterio y la misma Escuela Nacional. Pedían además la desaparición del sistema de coeducación –tan republicano como masónico– en los Institutos y Escuelas Normales; haciendo alusión a las innumerables denuncias que contra este sistema educacional recibían de continuo en el Consejo directivo de padres de familia. Terminaban solicitando la reforma o renovación del mismo Consejo Nacional de Cultura, entregado en su mayor parte al servicio de una política antinacional y anticristiana. Véase en “Ciencia Tomista”, Crónicas científico-sociales , de V. L. Gomara, tomo LI (enero-abril, 1935), págs. 207-208. 134 Las últimas disposiciones de la República, ya en pleno año 36, contra la enseñanza tradicional en España fueron de una virulencia y un sectarismo insuperables. Se renovaron, e incluso se intensificaron, las campañas y consignas del bienio azañista. Hasta se violentaron manifiestamente artículos constitucionales sobre la enseñanza privada. Así, entre otros casos, el 28 de marzo de 1936 se publicaba una orden denegando la autorización solicitada para la constitución de [357] la Asociación de Maestros Católicos de Vizcaya, pese a estar toda la documentación en regla, “sólo porque el art.º 1.º, apartado d) de los Estatutos indicaban que esta Asociación se ajustaría a las normas de la Iglesia Católica, y seguiría sus orientaciones en materia pedagógica. Todo ello –dice la orden– con evidente infracción del Precepto Constitucional (Art.º 41 de la Constitución de la República) yen pugna con el carácter neutro y aconfesional de la enseñanza del Estado, “no siendo admisible otra interpretación ni otras normas, que las que éste dicte”. (“Odiel”, año II, n.º 72, 28 de marzo, 1936, pág. 2). [258] 135 Véase TUSQUETS, o. c., págs. 117.
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La implantación de la República fue recibida por los judíos de todas las latitudes con extraordinario alborozo. “L’Univers Israelite” se congratulaba así 136: “El Gobierno Provisional ha publicado un Estatuto, que se propone someter a la aprobación de las próximas Cortes. En él se afirma que va a respetarse plenamente la conciencia individual y la libertad de cultos, y renuncia el Estado a exigir a los ciudadanos que declaren sus convicciones religiosas. La decisión del Gobierno de declarar la separación de la Iglesia del Estado atestigua la intención de poner a todas las religiones en el mismo plano. Y por fin, el pleno laicismo de las funciones públicas: la escuela laica, obligatoria, gratuita, única –reforma que figura en el Programa del Partido Radical Socialista de Madrid– constituirá la última etapa de la adaptación de España, con un retraso de más de un siglo, a las concepciones del Estado Moderno”. Por las mismas fechas la “Kipa”, órgano oficial judaico, en su nota del 16 de mayo de aquel año, se felicitaba de que “en el Gobierno Español, según el corresponsal en Toledo del “Hamburger Familienblatt”, hubiera ya tres miembros de origen “chueta”: Alcalá Zamora, Jefe del Gobierno; el Ministro de la Gobernación, Don Miguel Maura, y el de Justicia, Fernando de los Ríos”. Y añadía: “Sabemos de Maura, gracias a Blasco Ibáñez, que es chueta; consta asimismo que la familia “de los Ríos” tiene origen netamente judaico, y Zamora desciende paternal y maternalmente de ramas hebreas” 137. Los hechos vinieron pronto a confirmar aquellas simpatías raciales o masónicas. El propio Don Niceto recibió con todos los honores al Dr. Kibrik y al Gran Rabino Sabetay de Buenos Aires, Dr. J. Jaén, a los que prometió “que el Gobierno promulgaría solemnemente una Ley a favor de los judíos y les obsequiaría con la misma ciudadanía española. Dicha Ley tendría carácter de reparación por “la injusticia histórica”. Los cónsules españoles en el extranjero recibirían instrucciones concretas para facilitar a los judíos su regreso a España”. Llegó el Presidente a dar esperanzas al Sabetay J. Jaén, cuando éste le pidió nada menos que la entrega de Santa María de Toledo para convertirla nuevamente en sinagoga judaica, y le proponía iniciar la repatriación con un Congreso Mundial de Sefarditas138. [359] El 8 de mayo se abría la primera sinagoga en Madrid. Y gracias a las gestiones del masón Pedro Rico, Alcalde de la Capital, a los pocos días se les cedía terreno para la instalación de un cementerio judío, cuando ya se tramaba la secularización y expropiación de los cementerios católicos. Por su parte la comunidad israelita de Bayona, saludaba a la “Nueva República”, “felicitando al Gobierno por haber instaurado la libertad de cultos, y les deseaba vida larga y prosperidades” 139. Prestando un poco de atención a las fechas, nótese que los “proyectos” ya se dan como realizados. Aprovechando la ocasión, Diego Ruiz secundaba la campaña con la publicación de la obra El crim dels Reis Catolics , por julio de 1931. El epílogo de la obra era tan cursi como antiespañol y anticristiano: “Hay que abrir las puertas al dinero judaico. Queremos los templos cristianos para borrar las injusticias que cometieron los Reyes Católicos. Cambiemos el nombre de España, y llamémosla Toledot, Iberión, Shephardad o Tesbhah. Más aún: Sobre el Sepulcro de Fernando III el Santo hay diversas inscripciones, correspondientes a las lenguas que hablaba entonces España; el tiempo sólo ha respetado una: la judía. He aquí la sanción: en la lengua del castigo ha de pensar, escribir y cantar la vil Castilla. Es el verbo de Gabirol. Él fundará la unidad de la Patria. No temamos emplear por última vez la fuerza. Esculpamos un Inri definitivo sobre la Cruz de Castilla”. En la revista filojudaica “Ágora” 140, órgano de la propaganda pacifista universal, escribía el mismo autor bajo título de Anarquismo de Anarquismo y Judaísmo las las siguientes vaciedades: “Lo de España ha de resolverse sangrientamente. La única solución es la solución judía. Hay que revisar el crimen de la Iberia Romana, íntimamente unida a la obscena sedición de Jesucristo”.
136 22-V-1931, pág. 200. 137 Citado por TUSQUETS, o. c., VIII, págs. 138 Ibíd., p. 138. [359] 139 “L’Univers Israelite”, 1-V-31, p. 148. 140
137-138.
N.º 4, pág. 4.
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Uno de los paladines más esforzados de la causa judaica fue la GRAN LOGIA ESPAÑOLA. Los talleres de su obediencia vibraron al unísono con las consignas de ella emanadas. Y como pasado el tiempo, todo parecía ir quedando en simples campañas verbales y ofertas publicitarias, por los años de 1934 nuestra logia onubense FRANCISCO ESTEVA, algo impaciente, acuciaba al Alto Organismo con planchas filojudaicas de este tenor: “2. – De la misma Logia piden se abran las puertas de España a los judíos. Dice el dictamen, que se aprueba, que nada se opone a ello legalmente y lo único que cabe hacer es gestionar ventajas para su vuelta o nacionalización” 141. [360] La misma Logia, metida ya en faenas de esta tesitura, enviaba por entonces una plancha sobre “actos a celebrar para conmemorar la supresión de la Inquisición española” 142. L A TÁCTICA DE “LAS CAMPAÑAS PREVIAS ” Estas “campañas previas” de laicismo y anticlericalismo no tenían, por parte de la Masonería, otra misión que la de preparar el ambiente en los medios profanos en que se movían sus miembros empleando cuantos recursos estaban a su alcance: prensa, hojas sueltas, panfletos clandestinos, a más del contacto diario, la discusión, la captación personal, la recomendación o la influencia. Preparado así el ambiente, una actuación posterior encontraría terreno abonado y dispuesto a secundar los intereses de la Orden. No podemos tratar de hacer aquí historia de tales “campañas”. Pero sí será oportuno dar a conocer algunos documentos que puedan servir de prueba complementaria y de aclaración definitiva a cuanto hasta ahora llevamos dicho, y que empiezan a ser interesantes durante el gran periodo masónico anterior a 1931. Consiguientemente nos limitaremos a su transcripción literal, casi sin comentarios; fácil será hacerlos el propio lector. Para nadie es un secreto el resurgir de la Masonería española durante la segunda mitad de la Dictadura del General Primo de Rivera. “Le Figaro” en su número del 2 de marzo de 1931 publicaba un interesante estudio acerca de la equivocación frente a la Masonería, menospreciándola primero y atacándola eficazmente después, cuando ya prácticamente poco o nada podía hacer y pisaba sobre terreno completamente minado. La firma es de François Coty143. A pesar de algunas inexactitudes estadísticas, no deja de ser fehaciente el testimonio ofrecido por “Les Cahiers de L’Ordre” en septiembre de 1930144: “El Grande Oriente Español antes de la Dictadura no tenía en toda la Península más que treinta y tres logias; la Gran Logia Española sólo diez, de las cuales nueve eran catalanas. En total cuarenta y tres logias, con reducidos cuadros lógicos y sus personajes de poco relieve político, económico o intelectual. Pero esto no tardó en cambiar... Se advirtió que la organización de 1922 daba demasiada autonomía a las Grandes Logias Regionales, por lo que era preciso actuar, atenuando la [361] antigua lucha del simbolismo contra el filosofismo. En Sevilla se estableció el Gran Consejo Federal Simbólico bajo la dirección de Demófilo de Buen. Entretanto la Gran Logia Española desarrolló una propaganda tan eficaz y activa, que penetró en las Islas Canarias y en los territorios norteños de África. Esto dio en plena Dictadura un aumento insospechado de logias y triángulos a finales de 1927 el Grande Oriente Español tenía ya ochenta y cinco logias –cincuenta y dos más que en 1922– y la Gran Logia Española treinta y nueve, más tres en la Zona del Protectorado: Melilla, Alcazarquivir y Larache, es decir, cuarenta y dos más que las que controlaba cinco años antes”. Con gesto ufano comentaba a principios de 1930 el “Boletín Oficial de la Gran Logia Española” la caída de la Dictadura en estos términos145:
141 “Boletín Secreto de la Gran Logia Española”, 142 Ibíd. 143 Véase F. DE LUIS, o. c., págs. 46-49. 144 Pág. 62. [361] 145 er
n.º 4 (septiembre, 1934), p. 9. [360]
N.º 5 (1. trimestre, 1930) págs. 10-11. [362]
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“Los “Los Imponderables .– .– ...Sucumbió (la Dictadura) ante los imponderables desconocidos, ante los doctrinarismos befados. La Dictadura cayó porque la trabazón espiritual del mundo la señaló como incompatible con los tiempos, con las nuevas concepciones humanas de solidaridad internacional. En suma, vino al suelo por la condenación de la conciencia pública, que siente universalmente. ¿Y esto qué es más que la vibración de la moral francmasónica? ...El error capital de la Dictadura por lo que a nosotros afecta y con lo que se desacreditó en el extranjero, fue la súbita e injustificada supresión del Congreso Masónico Ibero americano de Barcelona, integrado por la representación de una Masonería que cuenta entre sus miembros Jefes de Estado, legisladores, hombres de ciencia, literatos, artistas... ...La Dictadura impidió en Barcelona publicar este “Boletín”... Se acordó editarlo en Madrid... Se concedió, sin más solicitarlo, el permiso y la censura... que no nos tachó jamás ni una línea... y dijimos cuanto teníamos que decir. En resumen: Que se habrá podido ver que hoy por hoy no se puede gobernar de espaldas a la conciencia universal... Y menos hostigando a Instituciones que como la nuestra, amante de la paz, respetuosa con el Poder Público, ideal en sus aspiraciones, fraternal en sus prácticas de solidaridad humana y por tratarse de una secular e inconmovible institución, representativa del progreso indefinido, contra el que no puede prevalecer la violencia, el despotismo ni la intolerancia”. [362] No faltaron traidores dentro del mismo Directorio, que extremaron la tolerancia con los masones y hasta flirtearon con ellos en las logias. El mismo General Barrera permitió en Madrid lo que se había prohibido en Barcelona: el célebre Congreso Masónico Internacional con motivo de la Exposición Ibero Americana. Además, en la Masonería hallaban refugio y consuelo los vagabundos de la política, los descontentos y los traficantes fiscalizados por el rigor del Régimen. Ello motivó el reingreso, por los años 1927-1928, de muchos “hermanos durmientes”. Así pudo decirse en la Asamblea de 1927 de la Gran Logia Española: “Los masones hemos conquistado ya posiciones, que harán posible la Revolución”. Lema que rubricaba “Wiener Freimaurer Zeitung” en su número de junio de 1931: “Las posibilidades de acción de la Masonería Hispana, ligeramente mediatizadas por los Dictadores, hoy tienen un campo inmenso”. Fue ésta, precisamente, la época clave para las grandes campañas de laicismo y anticlericalismo, que desarrollaron en todas las latitudes de España los “talleres” corporativamente y los “hermanos” con su actuación personal, clandestina o pública. Los “Boletines Oficiales” conservan aún los principales hitos de estas campañas; basta hojearlos someramente por los años de 1925 a 1931. Contra la Iglesia menudean los entrefilets de este tipo: “No; no es Roma sombra protectora y vivificante para los Estados adecuadamente constituidos y constitucionalmente regentados. Es más bien proyección hospitalaria o asilo de caridad para la invalidez de pueblos inconscientes de su misión histórica”. O este otro: “La Iglesia oficial es un monopolio, que nada tiene que envidiar a los otros monopolios. – Woodrow Wilson” 146. En artículo doctrinal, firmado por E. Tyrrell, número de abril de 1929, se hace historia de la Masonería, vertiéndose conceptos de este tenor: “Salomón, auténtico rey masón; el Templo jerosolimitano, templo típicamente masónico. Jesús es un esenio y místico de la Masonería; entre los esenios se preparó para su ministerio; de allí tomó el rito de la eucaristía mizraica. Sus enseñanzas fueron llevadas hasta Roma por los ejércitos repatriados de Tito y Vespasiano. A medida que los cristianos iban adquiriendo poder, se hacían más ambiciosos e intolerantes, haciendo blanco preferente de sus iras a los que preferían practicar libremente los misterios a verlos desfigurados en los dogmas de la Iglesia”. [363] Hace a ésta responsable de la destrucción de la cultura greco-romana y de sus templos mediante la persecución. Ensalza luego a los Templarios contra la actuación de Clemente V y Felipe el Hermoso; ensalza al “virtuoso y noble Jacques de Molay, Gr.´. Maestre del Temple”, mientras sigue atacando
146
“Boletín de la Gran Logia Española”, 2.ª época, n.º 1, 1 enero de 1929, pág. 2 y pág. 11. A continuación viene el artículo Tolerancia , glorificando al “hermano” Calles, de Méjico. [363]
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implacablemente a la Iglesia Romana147. En octubre de ese año 1929 y bajo el epígrafe Temas Constitucionales –labor –labor de inspiración previa para la futura Constitución– la emprende ferozmente contra el Concordato español de 1851, vigente a la sazón. Esta vez está la pluma en manos del “hermano” A. Fernández de Velasco, quien se desahoga así en “Pasos perdidos”: “Todo ser humano por el hecho de serlo, tiene derecho a profesar una religión. Todas las religiones tienen derecho a idéntico trato jurídico del Estado, y sus creyentes el derecho de ostentar públicamente la religión que profesan. Nace este derecho, porque nadie es libre de dejar de pensar, sentir y practicar lo que piensa, siente y practica donde los demás sienten y practican; y ante tal imposibilidad de no poder ser de otro modo, por tener que ser necesariamente así, se impone ante la conducta no tan solo el respeto a las manifestaciones públicas o el acto religioso, sino el deber de hacerlo, y al cuerpo social, a los demás, d emás, el deber de respetarlo. No se entendió así. En ningún país del mundo civilizado se hizo, como en España, la religiosidad o la adscripción a la religión católica con intolerancia religiosa. Práctica y teóricamente ésta es una hijuela de aquélla. Un católico en nuestro país no puede defender la libertad de cultos... la defensa y la libertad de conciencia en España es sinónimo de irreligiosidad, de “ateísmo”. El anatema social le persigue por estar incurso en el nefando pecado de herejía... A tal dislate, a tal incomprensión, a tal intolerancia religiosa se ha llegado, merced a la predicación tradicional de una Iglesia secular con atributos de universalista, cuando de una actuación localista se trata, y que rectifica para proclamar la libertad religiosa al rebasar o influenciar las zonas posteriores de la Península y enfrentarse con el mundo religioso del Universo”...148. Arrecia luego la dureza de los ataques, cuando c uando se refiere a los tres primeros primero s artículos del Concordato, subrayando tendenciosamente palabras y conceptos del mismo, para concluir en plena contradicción con ellos: [364] ...”En la gran guerra se hermanaron las religiones... las trincheras fueron aras santas, confundiéndose la sangre de los patriotas. Cristo, Buda, Lutero, Mahoma, Calvino... se ayudaron mutuamente a amortajar a los héroes; y preces y salmos y rezos bendijeron confundidos a los mártires...”. “Porque la libertad de cultos es una consecuencia inexcusable... de alternar internacionalmente, de pertenecer a la Sociedad de Naciones... de acuerdo con la paz de Versalles... que fue ratificada en Sèvres, Saint-Germain, Trianón, Neuilly. La vida de relación internacional impone una severa etiqueta de cultura y su comedimiento urbano...”. La última conclusión en este tema del Concordato es ésta: “Ahora bien: A lo que debería aspirarse es a la denuncia del Concordato de 1851 y a la revisión de cuentas con la Iglesia con arreglo a justicia, o a suscribir un nuevo Concordato, calcado en el que acaba de firmar el Vaticano con el Quirinal, con Roma, Capital del Orbe Católico” 149. El tema de “la denuncia del Concordato” no era nuevo. Poníalo ya sobre el tapete el Secretario de la Gran Asamblea de la Gran Logia Española de 1927, cuya “Memoria” se expresaba así al respecto: “Pretendemos crear una fuerza de opinión para obtener la reforma del artículo 11 de la Constitución, proclamando la libertad absoluta de cultos, para llegar más tarde a la separación de la Iglesia del Estado” 150. Curioso es igualmente el programa presentado en la Asamblea de la Gran Logia celebrada en Sevilla por noviembre de 1925. La “Memoria” publicada con este motivo recoge entre los Medios para despertar el espíritu liberal las las siguientes consignas, cursadas a todos sus talleres: “1.º. – Recordamos a todo t odo el pueblo masónico, tanto colectiva como c omo individualmente, in dividualmente, que se esfuercen hasta el sacrificio por cumplir (en la vida del templo como en la profana) con las 147 Ibíd., 148 Ibíd., 149 Ibíd., 150
n.º 2 (1 abril, 1929), págs. 8-9. n.º 3-4 (1 octubre 1929), págs. 14-16. [364] pág. 16. Véase TUSQUETS, o. c., págs. 115-117. [365]
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sagradas promesas y juramentos hechos al ingresar en nuestra Augusta Orden. Recordarles, Venerables Maestros, en cada taller la obligación sagrada que tienen contraída de luchar contra el fanatismo, la ignorancia y la hipocresía... Que sean consecuentes; que no olvidemos que el Poder Civil es quien debe dirigir los actos públicos de nuestra vida, desde que nacemos hasta que morimos. [365] Que luchemos denodadamente porque haya un Registro Civil (sin trabas ni restricciones) como único medio legal para los casamientos, etc. Secularización de cementerios; el cementerio civil para todos los ciudadanos. Supresión de leyes como de las Jurisdicciones. Una sola justicia, que sea verdadera justicia. Laicidad de la enseñanza pública en todos to dos sus grados. Libertad en la emisión del pensamiento y en el vivir libremente, sin más limitaciones que los principios de la moral universal. Separación de la Iglesia y el Estado. Venerables Maestros: Que todos los masones tengamos presente que éstos son los únicos eslabones y medios del advenimiento de la libertad. Que todos laboremos por ellos en todos sus detalles, y despertemos a los profanos para conseguirlos pronto y dar la batalla al clericalismo y a la persecución negra” 151. En la de 1927 se vuelve sobre estos temas: “Otra de las conclusiones de la anterior Asamblea fue la relativa a la cultura general de nuestro pueblo. No pretendemos la creación de escuelas funcionando aparte de las oficiales, sino que pretendemos que el Estado introduzca en las misma los procedimientos más modernos, sin que se involucre en los estudios la parte religiosa, que debe ser confiada a los padres o dejarla para cuando ya formado el cerebro del educando, pueda dirigir sus pasos hacia aquella que estime más adecuada a sus sentimientos” 152. El principal órgano de la Prensa Católica Española, “El Debate”, también sufrió asaltos, e invectivas en las columnas de los Boletines masónicos; como más tarde, llegada la República, se vería asaltado e incendiado en sus quioscos o suspendida su publicación por órdenes gubernativas. Contra él arremete el “Boletín Oficial de la Gran Logia”, por acatar y defender la Jerarquía católica. Lo tacha de “soez aldeanismo intolerable”, del que “prelados, sacerdotes y católicos vienen dando muestras por todas partes”. “No hay día que no armen una –dice– teniéndonos a los vecinos hasta la coronilla. Cada semana una asamblea, cada día una procesión o una función religiosa. Y todo esto nada nos importaría, pues allá cada cual con su gusto. Pero no es eso. Es que desbordan la vía pública, perturbando la vida ciudadana, que tiene derecho a moverse. El Gobierno suspendió la manifestación obrera del 1.º de Mayo para no perturbar la vía pública, y no nos explicamos [366] como se tolera constantemente que por unos u otros santos, por unas u otras corporaciones religiosas más o menos curiosas y extrañas, se dificulte en la plaza pública la vida pacífica, trabajadora y útil de los vecinos...” 153 También el “Boletín Oficial del Grande Oriente Español” 154 se siente molesto ante aquel valiente editorial, en que tan claramente y en plenas Constituyentes inculpaba a la Masonería del “problema religioso” planteado a España en torno al Proyecto de Constitución. Tras atacar burdamente al periódico, trata de echar la culpa de toda la postura anticlerical y persecutoria a la “actuación de los Prelados, de las Órdenes Religiosas, y particularmente de la Compañía de Jesús, agudizada en los últimos tiempos de la Monarquía... Nosotros contestamos con una rotunda afirmación y añadimos que no hay persecución religiosa, sino deseo de establecer est ablecer un equilibrio indispensable para el progreso y la libertad del país”.
151 Véase COMÍN COLOMER , o. c., Apéndice 152 Véase TUSQUETS, o. c., págs. 115-117. 153 Ibíd., pág. 2. 154
Documental (fotocopia). [366]
2.ª época, año V, n.º 59 (10 octubre de 1931), págs. 1-2.
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De estas “campañas previas” las hubo muy pintorescas, en favor de la prostitución, del nudismo, de la blasfemia. Véase, por ejemplo esta Planch.´ Planch.´. de la Resp.´ Resp.´. Log. Log.´´. de los VValls.´ VValls.´. de Barcino, “solicitando la colaboración de este taller en favor de la campaña emprendida en defensa de los nacidos fuera del matrimonio legal. Acompaña a dicha plan.´. copia de los escritos dirigidos a los ministros y autoridades por la Liga Catalana de los Derechos del Hombre; se acuerda en atención al laudable propósito de dicha campaña pasar la aludida plancha a conocimiento del Gr.´. C.´. F.´. S.´., para que resuelva, por ser la Log.´. Log.´. remitente de un Or.´ Or.´. desconocido” desconocid o” 155. Por otro lado, la “moral universal” de muchos “hermanos” bien sabido es cuánto dejaba que desear, tanto en su vida privada como pública. La tan cacareada honradez natural exigida por la Augusta Orden las más de las veces no era sino un mito o un protocolo publicitario156. [367] Con fruición recogían aquellas págs. oficiales noticias y aun escritos de sacerdotes menos dignos, que hacían el juego a sus intereses masónicos. En su segunda época el “Boletín Oficial de la Gran Logia” se inauguraba aireando a todo tren editorial la “ilustre figura” del Padre Díaz, sacerdote masón gr.´. 19.º o “rosacruz”, según la Revista, que rigió una iglesia de Santa Cruz de Tenerife en el siglo pasado. El “Boletín del Grande Oriente” 157 hacía otro tanto en junio de 1933, publicando el trabajo titulado Desde mi retiro. Masonería y Catolicismo , del h.´. Matías Usero, “ex-sacerdote católico”; artículo que reproducía de “Mundo Masónico” de la Habana, y en el que se insultaba a la Iglesia, exaltando además la incompatibilidad absoluta entre Masonería y Catolicismo. Y el “Boletín “Bole tín Oficial del de l Supremo Consejo del Grado 33 para España y dependencias” d ependencias” 158 aireaba unos párrafos del presbítero Juan García Morales, en su artículo Hagamos historia. El catolicismo español rezagado ante el avance social ..., ..., que terminaba así: “Los católicos españoles están rezagados. No han visto los enormes castigos que la Providencia, ha fulminado contra ellos... La quema de los conventos e iglesias lo han achacado a la impiedad, a la Masonería, al judaísmo; pero todavía no han confesado su enorme culpa. Los católicos españoles no han hecho caso de la voz de los Pontífices. Aquí hemos sido siempre más papistas que el Papa. Lo más que han hecho los católicos españoles en estos últimos tiempos es abrir las bolsas a los gritos de Gil Robles, no por amor a Cristo, sino para seguir ellos con las riendas en las manos, dictando leyes como en los tiempos de la Monarquía cancerosa, que ha dejado impregnado el aire de la Patria de olor pútrido. ¿No es verdad, señores, que de Gil Robles y de sus huestes, que son las de antes, no hay nada que esperar ante el avance social del mundo?”. Bajo la pica masónica los dogmas más sacrosantos de la Iglesia son tocados con una ligereza blasfema. Así, el “trabajo” del h.´. Simón García Surzo, simb.´. “Rosso de Luna”, que en noviembre de 1932 merecía verse en el “Boletín Oficial del Grande Oriente Español”, bajo el título de Balbuceo sobre el
155 “Libro de Actas” de la 156
logia AÑAZA, n.º 1, tenida del 16 de octubr e, 1933, fol. 54 vto. (Archivo NSD). He aquí algunos datos, espigados en el “Libro de Actas” de la GRAN LOGIA REGIONAL DE MARRUECOS, Larache (Archivo NSD): “El h.´ h.´. Alberola, Gr.´ Gr.´. Maest.´ Maest.´., es acusado de grandes orgías con mujeres a altas horas de la noche, estando todos totalmente desnudos y visibles por las ventanas de los vecinos” (Acta del 29 de agosto, 1933, fols 137-138). El h.´ h.´. Benmuza vendió una esclava, que nació en su s u casa; y ante el peligro de que se publicara el hecho criminal en los periódicos de Madrid, se acuerda en acta act a “sea irradiado”. “El h.´ h.´. Kaid Hosain se dedica dedica a la venta de estupefacientes...” estupefacientes...” “Dice también el Iltr.´ Iltr.´. Gr.´ Gr.´. Maest.´ Maest.´. que el alto Comisario, h.´ h.´. López Ferrer no ha procedido contra el h.´ h.´. Benmuza por el asunto de la esclava, por creerle cre erle masón...” (Acta del 5 de septiembre de 1933, fol. 141). “Que el h.´ h.´. Cos Cos no paga las deudas contraídas en Madrid con especialistas, a pesar del dinero que para ello se le envía de estos VValls.´.” (acta del 7 de agosto de 1933, fol. 122). [367] 157 2.ª época, año VII, n.º 73 (junio 1933), págs. 2-4. 158 Año XLII, n.º 409 (septiembre 1934), págs. 4-5.
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simbolismo 159. “Usemos –dice– del simbolismo, pero no abusemos de él deteniéndonos d eteniéndonos en la contemplación c ontemplación de sus notas materiales; [368] por abusar de él, todas las religiones positivas ridiculizaron los principios sagrados de su contenido espiritual, se enfangaron como reptiles en el lodo de las cosas materiales y no supieron elevarse con las alas del espíritu hasta las regiones de un ideal más puro. Los sacerdotes de todas las religiones positivas, y en particular los de la religión católica, siguiendo el lema jesuítico de que la ignorancia del pueblo es la mejor salvaguardia de la fe, no se cuidaron de iniciar a sus neófitos en este sentido moral del simbolismo; han empezado siempre la casa por el tejado, como vulgarmente ese dice, y se han pasado el tiempo sermoneando sobre los inexplicables misterios de la fe, en vez de dedicarse a experimentar y saborear los acertados principios de las ciencias. Se dedicaron luengos siglos a investigar si un ente de razón puede caber en el estómago de un mosquito, o en averiguar si éste podría volar por los espacios imaginarios, en vez de escudriñar los postulados de la filosofía experimental y científica; perdiendo el tiempo, fomentando las repugnantes banderías entre los partidarios de la premoción física y del concurso simultáneo de la providencia divina, en el que abusando del principio de la analogía, destruyen a su propio Dios, al limitarlo y darle forma; del simbolismo del fuego purificador dedujeron la invención monstruosa del infierno; y de la idea de la quietud beatífica del hombre, que tiene tranquila la conciencia, inventaron ese cielo ridículo y extático, en el que los bienaventurados se pasan las horas cantando el “sanctus, sanctus”: crímenes horrendos ambos, que matan el alma y que debieran estar sancionados con c on arreglo a la más inexorable de las leyes. Esta conducta sacerdotal trajo por consecuencias esas repugnantes escenas de fanatismo ignorante, que hacen a los hombres luchar y deshacerse como fieras, por si la virgen de un pueblo es más guapa y poderosa que la de los del pueblo vecino. Esa conducta jesuítica trae como consecuencia ese engendro, aborto de libro antipedagógico y repulsivo, que se llama Catecismo, que enseña entre otras cosas el canturreo de oraciones que nada dicen a los pobres niños, y que en fin de cuentas sólo consiguen dejarlos con la garganta ronca y el corazón frío. Este abuso, en fin, del simbolismo hace que nuestros cavernícolas de última hornada usen, como medio de provocación, lo que fue símbolo de paz y de fraternidad, colgándose la cruz al cuello en vez de colgarse ellos de la cruz, como lo hizo su maestro y con los brazos muy abiertos sobre [369] ella para abrazar a todos los hombres en el abrazo fraternal de hermanos. (7-V-32)”. Objeto especial de predilección para sus campañas más virulentas fueron siempre los jesuitas. En este punto la literatura masónica “de ambientación” es fecundísima hasta lo insospechable, llegándose a folios impresos, verdaderos carteles murales que se divulgaban “desinteresadamente” por el mundo profano. De uno de estos, transcribimos los siguientes conceptos160: España y la Compañía de Jesús . – “El Grupo de Ciudadanos que constituyen la entidad firmante de la presente hoja, estiman beneficiosa la disolución del jesuitismo en España por el Gobierno de la República; entendiendo que esta medida ha de ser altamente conveniente para la prosperidad de la nación, para su engrandecimiento, y para el mejoramiento de la enseñanza; por todo lo cual hacen expresión de su felicitación y reconocimiento ante los representantes del país, que han sabido en este hecho concreto interpretar cumplidamente los anhelos del mismo. No nos dirigimos a los avanzados, porque saben y sienten más que nosotros sobre este particular. Tampoco nos dirigimos a los retrógrados, porque sabemos igualmente que no los hemos de convencer, dada su obstinación e intransigencia. Es nuestro objeto orientar hacia la Razón y la Justicia, que en definitiva es la defensa de la República, a esas masas abundantes y copiosas de indiferentes y neutrales, que creyendo obrar bien, pecan por omisión, y causan desorientación y desvío a la opinión general del país... Nuestra posición es clara. Respetuosos y tolerantes con todos, no hacemos guerra a los creyentes; combatimos el dogma porque divide los hombres y esquiva su sumisión al orden 159 N.º 160
66 (10 noviembre 1932), págs. 4-8. [368] Archivo NSD, legajo 52-A-14. [370]
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jurídico y atenta a la integridad inviolable de la personalidad humana. Se está haciendo banderín de protesta y de disturbio (si no hay algo peor) el acto de buen gobierno de la disolución de la Compañía de Jesús, y podemos confesar que si un defecto tiene, es el de haberse aplazado quizás excesivamente su publicación. En cuanto a justificación, basta la lectura del preámbulo del Decreto, el cual se refiere al correspondiente artículo de la Constitución. La ilegalidad y efectos nefastos del Jesuitismo en España es de todos conocida, pero no estará de sobra que sin el calor [370] de la pasión ni extensión excesiva digamos algo para que las masas, a que hemos aludido, amorfas e inexpresivas, se decidan a abandonar toda vacilación y obren enérgicamente contra ese cáncer, guiadas, cuando menos por el patriotismo, que es a la vez la más elemental y la más selecta y elevada ley de vida colectiva... colect iva... Y considerando que se ha hecho ya suficiente y sobrada luz lu z sobre este tenebroso asunto, y que no quedará persona alguna que dude de la incompatibilidad del jesuitismo con una República consciente y sin necesidad de tutela extraña, hacemos punto de momento; no abandonando sin embargo la recopilación de datos ni de plumas, por si llega el caso de tenerla que emplear nuevamente en defensa del Derecho Público, sin privilegios, que es la base de la libertad social y de la consolidación de la República, que todos anhelamos con el fervor del máximo patriotismo. Barcelona, febrero de 1933. La Sección “COSMOS”, del Ateneo “Fénix”. Estas campañas laicistas vinieron pronto a cristalizar en organizaciones bien definidas y controladas directamente por las logias, no sin la cooperación de cuantos inconscientes, descreídos y amargados pululaban por el suelo patrio. Las tierras catalanas fueron lugar predilecto para su incubación. Destaca de modo eminente la fundación y las l as actividades de la llamada “Liga Laica”. Sirva por toda información en este punto el escrito de la Logia FÉNIX, a tenor de una ponencia encomendada al “triángulo” “Adelante” “Bartholet” y “Silencio”, el día 3 de julio de 1930, y remitido de Barcino, para su estudio. El escrito lleva por título: Memoria sobre la creación necesaria de la liga laica de Cataluña 161 . [371] 161
Fue presentada en la logia FÉNIX de Barcelona, en tenida de 10 de julio de 1930, por la ponencia designada a tal efecto el día 3 de julio de 1930. Sello redondo: “Resp.´. Log.´. FÉNIX, n.º 381 de la Federación del Grande Oriente Español. Veneratura. Se conserva copia en el Archivo NSD, legajo 283-A-13. Parece Parece interesante dar aquí algo de su su texto mismo: “Son tan hondas las raíces del clericalismo y de la reacción en nuestra Patria, y es de una importancia tan transcendental en el desenvolvimiento futuro de España el problema clerical, que esta ponencia, dándose exacta cuenta de ello, pone en manos del taller, para que las luces del mismo acuerden las normas a seguir al objeto de hacer una labor profundamente laica, las conclusiones aceptadas. Para estudiar el problema laico en España, su importancia, su influencia en el movimiento y progreso del país, tanto en el campo político intelectual como en el cultural, financiero y social, es necesario que antes dediquemos aunque no sean más que unas líneas al gran problema clerical, que es lastre que impide a nuestro país se ponga a tono con las corrientes modernas de civilización y de progreso, que animan hoy a todos los países civilizados del planeta. No quiere esta ponencia, Venerable Maestro y queridos hermanos, que la más pequeña partícula de intransigencia sectaria se deslice a través de éstas mal hilvanadas cuartillas, ni por lo tanto soslayar premeditadamente le benéfica influencia que la Religión de Cristo ha ejercido en España durante algunos siglos. No [371] queremos regatear a la Religión cristiana de los tiempos primitivos de su existencia los méritos adquiridos por ella ante la Historia y ante la Humanidad, en la lucha heroica sostenida con el mundo antiguo en defensa de la libertad y de la justicia. Desde las catacumbas hasta la celebración de los primeros concilios, la democracia cristiana fue el refugio de los oprimidos y faro luminoso que alumbró la senda que todos los hombres rebeldes de la época siguieron para alcanzar la conquista de un santo ideal de redención. Transcurrieron los siglos y la pureza de la Religión de Jesús fue transformada en idolatría grosera y estúpida que, tomando giros insospechados de crueldad, convierte la dulce doctrina del Rabí de Galilea en la más abominable de las tiranías. En España, a pesar de habernos reservado la suerte el descubrimiento de América, es donde la tiranía desenfrenada del Catolicismo comete sus mayores desafueros. Los amplios horizontes que este acontecimiento abre a las ciencias geográficas, echan por tierra pulverizados por la fuerz a incontrovertible de los hechos las antiguas concepciones bíblicas de la creación, y abren nuevos cauces por los que la filosofía se lanza a la conquista de nuevas conclusiones científicas; son el acicate que por un espíritu insano de conservación espolea a la Iglesia a la consumación de los mayores desafueros. Es el reino de Torquemada el que impera la expulsión de los judíos, con el cortejo horripilante del ensañamiento del populacho, azuzado por el clericalismo contra un pueblo desgraciado, primero; y más tarde la expulsión de los moriscos y entronización del Santo Oficio, como único árbitro de los destinos de España en el mundo material y en el inviolable y santo de la conciencia del pensamiento. No andaban a la zaga de España en aquella época los demás países, en los que se profesaba la Religión Cristiana. Pero estos países todos hicieron una revolución religiosa y su vida política se desenvolvió normalmente, sin que sus gobernantes encontraran las trabas, que siempre han encontrado en nuestro desgraciado país, a causa de la intromisión religiosa, siem-
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El documento acusa ya la existencia de la Liga Laica Española en Madrid, y sobre todo hace fe documental de la vinculación esencial –por origen y por control directo– de esta Liga Laica con la [372] Masonería. Finalmente comprueba “la consanguinidad” existente entre tantas organizaciones culturales, rotarias y políticas, en punto a convivencia con la Masonería, que venía a ser una “madre” protectora de
pre de acuerdo con Austrias y Borbones, para los efectos de la e xpoliación material y moral de este sufrido pueblo español. Hoy España desgraciadamente sigue en el mismo estado que hace 500 años, y ante el lamentable espectáculo que ofrece nuestra Patria con la división y antagonismo de los partidos políticos avanzados por apetitos inconfesables, y que no quieren o no saben darse cuenta de la importancia que tiene en el desenvolvimiento futuro de España la actuación sin trabas y desenfrenada de un clericalismo absorbente y tiránico, esta ponencia juzga necesario emprender una Cruzada Laica en España y en Cataluña, valiéndose de todos los medios para interesar a la opinión liberal en asunto tan transcendental. Juzga también esta ponencia que la cuestión política no será resuelta en España, entre tanto no sea abordado clara y abiertamente el problema clerical. Creemos asimismo, Venerable Maestro y queridos hermanos, que si nuestra Augusta Orden toma las riendas directa o indirectamente del plan de campaña a seguir para intentar dar la batalla al clericalismo, es necesario formar una organización, que no desmerezca de la importancia y grandiosidad de la Masonería, y que científicamente vayamos a la solución del problema, para dejar desbrozado el camino a la juventud liberal que actualmente se está formando en nuestras Universidades, y que dentro de m uy poco será la llamada a gobernar. Desechada la posibilidad de una guerra civil, provocada por el elemento clerical, y que caso de producirse, será el triunfo absoluto del laicismo en España, no queda otro remedio al elemento laico y liberal, que la creación de una organización laica de gran envergadura, para procurar por todos los medios dar vida legal a todos nuestros principios e incorporarlos a la legislación del Estado Español. Todos los postulados, que referentes a la cuestión religiosa están incorporados a los programas de los partidos políticos liberales, republicanos y socialistas, así como a las sociedades obreras de la Unión General de Trabajadores, agrupaciones librepensadoras, agrupaciones femeninas laicas, etc., serían el programa que esta Organización se propone desarrollar, que es el siguiente: [372] Separación de la Iglesia y el Estado. Libertad de conciencia. Secularización de cementerios. Absoluta libertad de cultos: libertad circunscrita a los lugares destinados a los mismos, sin que por ningún motivo sean permitidas manifestaciones religiosas de ningún género, tales como procesiones, acompañamiento del clero en los entierros católicos, y ostentación en la vía pública al paso del Viático. Establecimiento inmediato del divorcio. Implantación inmediata de la Ley del Candado. Igualdad ante la Ley de las Órdenes Religiosas, para los efectos de tributación a la Hacienda Pública. Fiscalización directa del Estado en los capitales de la Iglesia –que son patrimonio del Estado– en empresas extranjeras. Aplicar a la Iglesia y a las Asociaciones Religiosas, para los efectos de tributación al Estado, las mismas leyes que se aplican a las Sociedades Anónimas. Para los efectos de la enseñanza esta ponencia considera necesario, una vez constituida en Cataluña la Liga Laica Española, ponerse en comunicación inmediata con la Entidad Cultural Pedagium y con todas las escuelas de primera y segunda enseñanza creadas o por crear, que sustentan un credo genuinamente laico, par a los efectos de ayuda mutua. Para llevar a la práctica la constitución inmediatamente en Barcelona de la susodicha entidad laicista, esta ponencia considera necesario: 1.º Ponerse en comunicación directa con la Liga Laica Española, residente en Madrid, par a los efectos de su organización en Cataluña. Solicitar de dicho organismo central una memoria con detalles, de la forma en que funciona el mismo por lo que respecta a propaganda, ingresos y medios de que dispone para su buen funcionamiento. Una vez en posesión de dichos datos e informes, poner los mismos a disposición de una entidad profana –ATENEO “HUMANIDAD”, por ejemplo– para que lance a la opinión un manifiesto, comunicándole la cre ación en Barcelona de la Liga Laica Española. 2.º La entidad encargada de la organización de la Liga Laica Española en Barcelona, nombrará una ponencia al objeto de hacer gestiones necesarias para convocar una reunión magna, a la que procurará acudan representantes del Partido Republicano Radical, Alianza Republicana, Partido Republicano Federal, Acción Catalana, Partido Republicano Radical Socialista, Partido Socialista, Juventud de Alianza Republicana, Unión General de Trabajadores, Agrupación Librepensadora, Agrupaciones femeninas laicas, Círculo Republicano de Barcelona. También se procurará asistan a dicha reunión representantes de la prensa republicana y obrera. 3.º Se procurará la asistencia de las entidades políticas y sociales que simpatizan con nuestro programa laico, de Gerona, Lérida y Tarragona, como asimismo de todos los pueblos importantes de Cataluña. Con respecto a este particular es necesario recibir, aunque no sea más m ás que la adhesión escrita. 4.º De esta reunión magna debe salir el organismo directivo que ha de regir los destinos de la Liga Laica Española en Cataluña. 5.º Según el criterio de esta ponencia, la Directiva de la Liga Laica en Cataluña debe c omponerse de Presidente, un Vicepresidente, un Secretario general, tres secretarios, un Contador, un Tesorero, un Vocal por cada uno de los Partidos políticos o agrupaciones adheridas. Cree esta ponencia, que una vez la Organización trasladada al campo profano, en la que se ha de desenvolver, es cuestión de vida o muerte para ella, por la calidad de los enemigos que tenemos enfrente, el que la Masonería no se desentienda ni un solo momento de vigilar constantemente los derroteros que sigue la organización, y controlar a toda hora y en todo momento la actividad y celo desplegados por los dirigentes, a los que se encomiende el desenvolvimiento y la dirección de un organismo, al cual está ligado y del que depende en gran parte el porvenir de nuestra Patria...”
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todas ellas162. [373] A medida que se precipitaban los acontecimientos políticos, el descaro de la Liga fue cobrando vigor. El 2 de noviembre de 1930, en el Teatro de la Comedia de Madrid celebróse un gran mitin, en el que Araquistain y Llopis, como oradores, o radores, vaciaron toda su bilis contra la Iglesia y rompieron rompier on sus lanzas por el más feroz laicismo, que garantizaría plenamente la “próxima República”. Araquistain se permitió hacer afirmaciones como la siguiente: “La próxima República nos concederá este programa mínimo laico. Pero, ¿basta esto? De ningún modo; no basta separar la Iglesia del Estado, porque significa el reconocimiento de la Iglesia como estado independiente, que no reconoce más soberanía que la de la Roma Papal. En España como en todos los demás países, al separar la Iglesia del Estado, hay que “vigilarla” e impedir que se intrometa en cuestiones de la incumbencia del Estado como es la enseñanza...”. Rodolfo Llopis, iba aún más lejos: “Recordad –decía– que en la Revolución de Septiembre escribía un filósofo ginebrino: Habéis hecho una República; la seguimos atentamente; pero mientras no nos enteréis de que habéis extirpado la influencia del Catolicismo, vuestro país no habrá hecho la verdadera Revolución. Estos problemas no son del siglo XIX, ni una prueba de inteligencia espiritual. Ayer podíamos decir: ¡a defendernos!; hoy hay que gritar: ¡A atacar!” 163. Por lo que toca a la Liga Laica en Cataluña, la GRAN LOGIA UNIDA secundó fervorosamente el proyecto y la ponencia de la Logia FÉNIX, “recomendando su necesidad a todas las logias de la unión”. En noviembre cursaba planchas en este sentido a todos sus talleres. He aquí un modelo164: GRAN LOGIA UNIDA A .´ .´. G.´ G.´. D.´ D.´. G.´ G.´. A.´ A.´. D.´ D.´. U.´ U.´. VValls.´ VValls.´. de Barcino, 16 de noviembre de 1930. S.´. F.´. V.´. A la Resp.´ Resp.´. Log. Log.´´. HELIOS VValls.´ VValls.´. de Barcino. Ven.´ Ven.´. Maest.´ Maest.´. y QQ.´ QQ.´. HH.´ HH.´.: Siendo de gran interés para la Or.´ Or.´. la propagación de la Liga Nacional Laica, por indicación del Ben.´. y Resp.´. Log.´. [374] FÉNIX, os encarecemos la necesidad de que recomendéis de una manera eficaz a los componentes de ese Resp.´. Tall.´., se sumen a la filial Catalana, a los fines de mayor éxito. Aprovechamos la ocasión para enviaros un fr.´ fr.´. abr.´ abr.´. El Gr. Gr .´. Secretario: Secretar io: (Sello redondo: J. Olivar (rubricado) GRAN LOGIA UNIDA GRAN SECRETARÍA) También se constituyó, bajo los auspicios de la Logia FRATERNIDAD n.º 7, de la GRAN LOGIA REGIONAL DEL NORDESTE DE España, y a tono con las directrices precedentes, el llamado “Comité Ejecutivo de Principios Laicos”. Hemos podido conseguir el “Reglamento interior” del mismo, que transcrito dice así 165: Prefacio : Este Comité queda constituido con el solo fin de velar por los principios laicos en todas sus fases, y funcionará bajo los auspicios de la Resp.´. Log.´. FRATERNIDAD, número 7, de la Gran Logia del Nordeste de España. Reglamento interior . 1.º El “Comité Ejecutivo de Principios Laicos” tiene como base la exteriorización en esencia de los ideales mas.´. y hacer cumplir con la más estricta justicia posible cuantos asuntos, que no indignifiquen o rebajen a la Aug.´. Or.´. Mas.´.; y sí por el contrario la honren en la vida y actuación profana. 162
El sagaz Padre Gafo denunciaba en 1931 (“Ciencia Tomista”, t. XLIII, pág. 109-110) la existencia y peligrosidad de tal “liga laica”, la cual significa, son [373] palabras de su propio Reglamento, “la protesta y la defensa contra las infinitas vejaciones de que el dominio y la intervención fanática de la iglesia en la vida civil hacen víctimas a todos aquellos ciudadanos desamparados que aspiran a seguir su conducta mediante el sagrado principio de la libertad de conciencia”. 163 Ibíd., pág. 110. 164 Archivo NSD, legajo 164-A-10. [374] 165 Carece de fecha, Archivo NSD, leg. 283-A-7. [375]
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2.º Este Comité tendrá una completa autonomía para su mejor desarrollo; excepto en aquellos casos de índole puramente oficial, en los cuales sólo podrá intervenir mediante la acepción previa de la Resp.´. Resp.´. Log.´ Log.´. Madre, FRATERNIDAD, FRATERNID AD, número n úmero 7. 3.º El comité comienza sus trabajos con tres miembros –y acaso por conveniencia social no deberían ser nunca más–, los cuales se denominarán Presidente, Secretario y Tesorero. 4.º Los gastos que este Comité se vea precisado a efectuar para llevar a debido trámite los trabajos que realice, deberán ser sufragados por la Resp.´. Log.´. FRATERNIDAD. Todo gasto que ascienda a más de cincuenta pesetas, habrá de ser solicitado del Tall.´. al principio de la gestión a emprender; los gastos inferiores a dicha cantidad bastará que el Comité los solicite directamente a la Veneratura, para que ésta los sufrague y los justifique en el momento oportuno. [375] Esta protección material del Tall.´. al Comité, es cuando el Comité no tenga en realidad fondo alguno de su propiedad. 5.º El propósito de este Comité es emprender campañas periodísticas y orales y de actuación directa (siendo como base fundamental la Escuela Racional), para conseguir que prevalezcan, como es equitativo y justo, los verdaderos principios laicos comprendidos en la práctica de nuestro eterno credo. Para lograr esto todos los medios que se adopten serán buenos, con tal de que nuestra Aug.´. Or.´. no quede nunca en ridículo. Un espíritu de igual firmeza como tolerancia ante el enemigo es indispensable para tener ganada la batalla. El Comité no debe dar nunca sensación alguna de oficialidad por escrito, al fin de que siempre quede al margen del tentáculo oficial (caracterizado por la Ley de Asociaciones); la oficialidad ha de reservarse únicamente ante el Cuadro y entre los prof.´ prof.´. verbalmente. 6.º Una falta de principios, cometida por cualquiera de los miembros del Comité, será considerada como grave, y el que la cometa inmediatamente destituido del puesto que ocupe, y desautorizado por el Taller para ejercer en lo sucesivo el citado cargo. Los miembros del Comité quedan autorizados en común para vigilar el buen comportamiento moral y social de cada uno; y el Tall.´. procederá siempre en consecuencia de las quejas que sobre el particular exponga cualquiera de los miembros del Comité. Epílogo : Este Comité tiene la pretensión de poner la primera piedra del edificio de la evolución laica y moralidad social, que emprende; edificio que simbólicamente será como un sanatorio en donde se extirpará la terrible enfermedad de la ignorancia. Para ello cree contar con el apoyo moral y material de todos los HH.´. del Cuadro, y de todos los Mas.´. esparcidos por la superficie de la Tierra. “Átomo” (firmado y rubricado). Se emprendieron, pues, auténticas campañas organizadas y decididas, “bajo los auspicios de la Augusta Orden”. En este sentido son bien conocidas las organizaciones Liga de los Derechos del hombre, Liga de la Enseñanza, que, según el proyecto ofrecido por el “Boletín Oficial del supremo Consejo del Grado 33 para España y Dependencias”, en marzo de 1933 (n.º 403, págs. 10-11), habría de tener una sección especial en la Liga Laica de los Derechos del niño, y por lo demás abarcaría hasta el problema laico de los soldados en cuarteles, [376] intercambios de escolares y estudiantes, y sobre todo, la selección adecuada del profesorado laico, etc., amén de otras campañas más ocasionales dependientes de la oportunidad del momento. Así, los actos en favor del nudismo, y de determinadas concentraciones y conferencias en centros ateneístas y rotarios. A modo de ejemplo, allá va el que acusa la siguiente circular, cir cular, hoja tirada a multicopista, sin fecha, f echa, y repartida con profusión por tierras catalanas, preparando una gira de carácter anticlerical y laicista. Copiamos precisamente la hoja, que fue remitida con este motivo al Sr. Lerroux, cuyo nombre aparece superpuesto con tinta en su lugar correspondiente166. Dice así:
166
Archivo NSD, legajo 28 3-A-3. Lleva sello violeta, redondo: GRUPO NAKENS. Sarriá, 10 pral. HOSTAFRANCHS. – BARCELONA. [377]
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Sr. Don Alejandro Lerroux. Ciudad. Querido correligionario: Nos dirigimos a Vd., confiando en que sentirá como nosotros la imperiosa necesidad de realizar una cruzada anticlerical, para que las voces de todos los librepensadores de Barcelona y de Cataluña sean oídas por aquellos hombres, que en breve han de escribir en la Constitución de la República las leyes que han de regir nuestro país. Todos los anticlericales tenemos el deber de pedir sea pronto un hecho la separación de la Iglesia y el Estado; la expulsión de las Órdenes Religiosas, secularización de cementerios, y demás leyes que amparen y defiendan la libertad libert ad de conciencia de los españoles. Como habrá leído, se han realizado varios actos de carácter anticlerical y culturales, defendiendo el laicismo y la escuela única gratuita. Estos actos han tenido lugar en varios centros del Distrito IX, en Santa Coloma de Gramanet y en el Centro Autonomista Radical del Distrito II. En el gran mitin celebrado en este último Centro, el querido Concejal Radical, Don Julián Griso, lanzó la idea –que hacemos nuestra– de celebrar una gira campestre anticlerical, de carácter eminentemente familiar, que fue acogida con gran entusiasmo. Nosotros creemos que es necesario celebrar muchos actos anticlericales y crear ambiente para que la gira campestre sea una potente manifestación de anticlericalismo, digna de nuestro partido y de Barcelona. En consecuencia las entidades y grupos librepensadores, que más abajo se citan, han creído a bien señalar el domingo día 20 de septiembre para la realización de la gira a la vecina [377] montaña de Montjuich; como final de fiesta se celebrará un grandioso mitin al aire libre, o bien en uno de los palacios de la Exposición. Asistirán a la gira significadas personalidades del Partido Radical y del Librepensamiento, que también tomará parte en el mitin. Esperamos, pues, nos ayuden en esta empresa, y al mismo tiempo le rogamos mande su adhesión a EL PROGRESO y al Grupo NAKENS, Calle Sarriá, 10, Hostafranchs, Barcelona. En representación de la juventud “Galán-Hernández”, Grupo “Ángeles López de Ayala”, Agrupación Librepensadora de Puebloseco, Juventud Republicana del Distrito II, Centro Espiritista “Caridad y Libertad”, Liga Laica, Unión Radical Graciense y Centro Autonomista Radical del Distrito II. Por el Grupo Nakens, Ginés Bernardas.´. (Rubricado). Nota: No descuiden en el Centro de poner en la pizarra el aviso para este acto. Por nuestra parte juzgamos que estas campañas “entre profanos”, auspiciadas, dirigidas y controladas por la Masonería, fueron las más eficaces, para formar ambiente de laicismo y de apostasía así como para ir preparando las masas que, llegado el tiempo oportuno, lanzarían contra las iglesias, los sacerdotes, los conventos y cuantas personas hubieran dado muestras de auténtica conciencia y conducta cristiana. Así se podrá explicar luego por qué el pueblo, oficialmente católico y con gran tradición religiosas en medio de una nación profundamente católica, se lanzó vandálicamente a destruir cuanto de sagrado le indicaba el dedo oculto de la Masonería. Estas campañas fueron creando una mentalidad nueva en las masas, en contraposición con la mentalidad tradicionalmente católica de nuestro pueblo, y lo llevaron a aquella situación social española que hacía escribir en la Pastoral de Cuaresma de 1936 al Cardenal Primado: “Ya no somos dueños del pensamiento de nuestro pueblo, que nos mira no sólo con prevención recelosa, sino como enemigos de su bien. Una generación más y la indiferencia actual de nuestro pueblo, se tornará en irreligión” 167. CEDE LA PERSECUCIÓN . L A MASONERÍA MASONERÍA NO CEDE CEDE Así como com o en los medios masónicos se llamó a 1930 año de gracia, el 1933 fue f ue para los “hermanos” 167
Véase en “Ciencia Tomista”, Crónicas científico-sociales , LIV (mayo-junio, 1936), págs. 381. [378]
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verdadero año de desgracia. [378] Cundió el pesimismo por las logias y dio origen a una serie curiosa y exuberante de documentos elegíacos, algunos de los cuales transcribiremos más adelante. En 1933 era ya una consoladora realidad la reacción interna de la Iglesia española. Enumeraremos brevemente sus principales manifestaciones, cuyo punto de arranque sin duda hay que poner en la Pastoral Colectiva de nuestro Episcopado. La Acción Católica se fortaleció y se proyectó poderosamente en el terreno intelectual y de las minoráis selectas con los Cursos de Verano de Santander, organizados por D. Ángel Herrera. Se reanudaron las Semanas Sociales Católicas, desdichadamente interrumpidas desde 1912, celebrándose en Madrid la séptima de ellas con gran entusiasmo y prometedores frutos en el campo social. Empezó a reorganizarse más en serio todo el apostolado diocesano y parroquial y a formarse una verdadera conciencia católica luchadora y responsable de sus obligaciones y derechos. La primera y gran consecuencia de esta reacción fueron sin duda las célebres elecciones de noviembre del 33, con un sorprendente triunfo de los candidatos católicos. Y consecuencia de ese triunfo iban a ser una serie de sucesos y de medidas políticas, encaminadas a reparar en parte las ofensas y daños inferidos a la Iglesia española por los primeros dos años y medio de República. Así, se trató de reanudar las rotas relaciones con la Santa Sede, se planteó en las Cortes con signo positivo el problema de los haberes del clero. No se piense sin embargo, y pese a las lamentaciones de la Masonería, que ésta fue desbancada de todas sus privilegiadas posiciones oficiales ni mucho menos. Baste la lista escueta de masones que siguieron ocupando la jefatura de algún ministerio desde diciembre de 1933 hasta febrero del 36: En la Presidencia del Gobierno, Lerroux y Portela Valladares. En el Ministerio de Estado el propio Lerroux y Juan José Rocha. En el de la Guerra, Martínez Barrios y otra vez Lerroux. En el de Marina, Rocha y Abad Conde. En Hacienda Rico Avello. En Gobernación, además de Rico Avello, Martínez Barrios, Salazar Alonso, Eloy Vaquero y Portela. En Instrucción Pública, de nuevo Juan José Rocha y Luis Bardají. En Obras Públicas, Guerra del Río. En Fomento, Vicente Iranzo. En Trabajo, Eloy Vaquero. Sin contar otros sospechosos como Salvador Madariaga, Ricardo Samper, José Estadella, etc. A pesar de todo lo cual, las Logias so pretexto de “una “ una derrota” derrot a” y al socaire de “los intereses de la Orden” en peligro, reavivaron las inquietudes de los “hermanos”, poniéndolos en tensión, preparándolos para la revancha y el desquite, al paso que enardecían los instintos más revolucionarios. La XIII Gran Asamblea Simbólica Simbólic a Nacional, de 13 de junio de 1934, según la “Circular” “Circ ular” n.º 41, hacía reos r eos de delitos de litos masónicos los siguientes actos y personas: [379] a) El El concierto, pacto o alianzas con partidos políticos, que sean enemigos o detractores de nuestra Orden, y que sostengan un ideario en contraposición con nuestros principios. b) Los Los que hayan prestado o presten manifiesta protección o auxilio moral o material a una confesión religiosa. c) Los Los que presten o hayan prestado apoyo al proyecto de Ley restableciendo la pena de muerte” 168. De la Cámara de interlogias de los Campos de Gibraltar conocemos la siguiente “ponencia”, conservada en una copia mecanografiada: “Cámara, “Cámara , M.´. M.´. Log.´ Log.´. Unidas. Campo Cam po de Gibraltar. Gibralt ar. A L.´ L.´. G.´ G.´. D.´ D.´. G.´ G.´. A.´ A.´. D.´ D.´. U.´ U.´. S.´. F.´. U.´. A la Comisión Permanente del Gran Consejo Federal Simbólico del G.´ G.´. O.´ O.´. E.´ E.´. Oriente Or iente de Madrid. Poderoso Ilustre Gran Maestre y Poderosos e Ilustres HH. Consejeros: La Resp.´. Cámara de MM.´. MM.´. de las Logias Unidas del Campo de Gibraltar, compuesta por las RResp.´. LLogs.´. FLORIDABLANCA, VILLACAMPA, RESURRECCIÓN, FIAT, LUX, AUTONOMÍA, TRAFALGAR, GONZÁLEZ-RONCERO y CONTINENTAL, tienen el honor de dirigirse a ese alto Cuerpo, para exponer con la respetuosidad debida, lo que estimamos sentir masónico, y que por imperativo de nuestras conciencias entendemos estamos obligados a hacer presente en estos 168
Véase COMÍN COLOMER , o. c., pág. 221. [380]
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momentos, que consignaremos transcendentales por lo difíciles para nuestra amada República, y por ende para la Masonería. En Octubre de 1931 dirigimos a ese Alto Cuerpo y a la Logia Parlamentaria un escrito, que decía: “Sobre tres sillares se elevaba el régimen bochornoso que desapareció el 14 de abril de nuestra España. Estos eran el TRONO, el MILITARISMO y el CLERO. Todo nuestro atraso en más de un siglo con respecto a los pueblos europeos y gran parte de los americanos, tuvo y tiene por causa ese predominio nefasto, en los que diciendo practicar la Religión de Cristo, son sólo mercaderes, creadores de una valla de hierro, que tiene su apoyo desde el Gobierno de la Nación hasta el sagrado de los hogares españoles. – Se hundió el trono. – El militarismo, aunque todavía no ha muerto del todo, sufrió un golpe de importancia gracias a la energía de Don Manuel Azaña (para él nuestro aplauso sincero); y queda aún patente, soberbio, el clericalismo español, cerril e incompetente, pervertido u orgulloso, salvo honradas excepciones. – Creen estas logias [380] como lo creen la casi totalidad de los españoles, que sin un ataque a fondo a las organizaciones oscuras, no podremos jamás levantar la cabeza. Fundadas esperanzas teníamos en que el Gobierno y las Cortes nombradas por todos los españoles, iban a enfrentarse radicalmente con este problema. En el Parlamento cuenta nuestra Orden Augus.´. con unos 180 Diputados, lo que nos hace presumir que nuestros ideales tendrán en todo momento su firme defensa. – Queremos con lo que sigue, hacer constar cual es el mínimo, que aspiramos ha de defenderse y conseguirse por nuestros hermanos capacitados para ello por su valía y lugar que ocupan, puesto que ellos como nosotros desean una España Grande y Libre; lo que no podrá ser nunca sin quitarnos de encima esa lacra clerical e intransigente, mucho más peligrosa cuanto procaz y combativa. – Por todo lo expuesto tenemos el honor de enumerar las bases sobre las que se puede sentar la resolución única y eficaz del problema religioso. 1.º Separación de la Iglesia y del Estado. – Este no puede tener religión. – Libertad absoluta de cultos, pero recluidos en sus templos respectivos. – 2.º: Supresión radical del presupuesto pre supuesto de culto y clero, y que sean pagados los sacerdotes por aquellos que precisen sus auxilios espirituales. – 3.º: Disolución de todas las Órdenes Religiosas, como contrarias a la finalidad de la Humanidad y productoras de perturbaciones de índole social. – Confiscación de sus bienes indemnizando a sus propietarios de acuerdo con la valoración que ellos mismos hicieron en los registros de la propiedad, y previa investigación del origen de adquisición de esas propiedades. – 4.º Expulsión inmediata de los Jesuitas, por ilegal su estancia en España, perturbadora su actitud, no cristiana sino política e indeseable en todos los aspectos, como lo demuestra la historia de nuestra Patria y el existir en todos los países civilizados la prohibición de sus establecimientos. – 5.º Prohibidas las enseñanzas confesionales en las Escuelas. – Sustitución de la religión por aquellos principios morales, que son independientes y absolutos, sin distinción de credos, y que impidan que el fanatismo religioso sea sustituido por cualquier otra clase de fanatismo, no menos perjudicial y desastroso. – Enseñanza racional con abstención absoluta de toda asignatura tendente a mantener los prejuicios contrarios al moderno concepto de Patria, Propiedad y Familia. – Obligación de establecer la asignatura de Historia de las Religiones, con objeto de dar a conocer la identidad del fin a que todas ellas se dirigen y la calidad de medios que en el transcurso de los [381] siglos emplearon para hacerse prevalecer. – 6.º Prohibición de que en adelante puedan crearse o establecerse en España Órdenes Religiosas, por ser la mayoría una negación de las leyes sociales del trabajo obligatorio y todas las naturales de la especie humana. En los VVals.´. de La Línea...”. Éstas eran nuestras aspiraciones del año 1931, que afortunadamente vimos satisfechas más tarde al plasmarse casi íntegras en la Constitución de la República. Y hoy en estos momentos difíciles para España y la Masonería, en que parece desviarse el contenido laicista, que las Cortes Constituyentes, en consecuencias con nuestros principios masónicos, supieron darla, no podemos contener nuestros deseos de hacer llegar a nuestras autoridades superiores la justificadísima alarma y unánime descontento ante la solución, que (aparte de esos que podíamos llamar “mandos militares” como el del Coronel de Algeciras, fascismo, amnistía, sustitución de la enseñanza) parece se proyecta dar a asunto de tanta importancia como la extinción de los haberes del clero, quizás ante el olvido de que el clericalismo es la manifestación más peligrosa que tiene en su contra el progreso de la República y el mayor enemigo de la Masonería, que por eso supo luchar constantemente por su extirpación. En su consecuencia entendemos que deben realizarse masónicamente las oportunas gestiones, para que llegado el caso de que en el Parlamento o en el seno del Gobierno se trate de que continúe percibiendo aún el clero sus haberes, los Diputados que son HH.´. se opongan a ello, y
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obren de acuerdo con lo dispuesto en la Constitución a este respecto, aún sacrificando conveniencias políticas del momento, que en muchas ocasiones han de estar en desacuerdo incluso con los programas que rigen las respectivas agrupaciones políticas a que pertenecen dichos hermanos e igualmente para con la Ord.´. Esto es, Poderoso e Ilustre Gran Maestre e Ilustres VVen.´. HH.´. CC.´., lo que esta Resp.´. Cam.´. de Med.´. de MM.´. MM.´. de Logias Unidas del Campo de Gibraltar, tienen a bien someter a vuestra consideración. En los VVals.´. de La Línea (Cádiz) a los cuatro días de enero de 1934, (e.´. v.´.). Por acuerdo de esta Resp.´. Cámara de Inter-Logias: El Muy Resp.´. M. F. de Cotar. – El Ven.´. H.´. Or.´. Evaristo Ramos. – El Ven.´. H.´. Secretario, Francisco Peralta. – Todos republicanos” 169. [382] La logia AÑAZA de Santa Cruz de Tenerife era más ambiciosa, y más extensas sus preocupaciones sobre los “problemas” creados por el cambio de mentalidad del Gobierno. En su tenida de 18 de febrero de 1935 se debatieron algunos de estos puntos: “Un h.´ h.´. hace atinadas observaciones en relación re lación con la anormalidad política en España y sobre el incremento que ha experimentado en nuestra patria el reaccionarismo, comparándolo con la detestable época fernandina. El h.´. Or.´. formula sus conclusiones, que fueron aprobadas por unanimidad. Primera: Protestar ante el Gr.´. Const.´. de la Or.´. de la última Ley votada por el Parlamento, que declara la incompatibilidad de los militares con nuestra Augusta Institución. Segunda: Que se manifieste al mismo Alto Cuerpo Masónico que las autoridades provinciales autorizan a los católicos para celebrar actos en la vía pública, donde se dan vivas a Cristo Rey, y en cambio se prohíbe a todo t odo hombre de ideas liberales, que las exponga de cualquier c ualquier forma. Tercera: Que se indique al repetido Gr.´. Const.´. para que vea la forma de iniciar una campaña en favor de nuestra Or.´., y para contrarrestar la persecución de que es objeto por parte de nuestros enemigos; dicha campaña debe ser en conjunto, que sería la forma de que obtuviera eficaces resultados. Un h.´. propone que visite al Sr. Gobernador Civil, que es h.´. m.´. una Comisión de Taller, para ponerle en antecedente de los actos que celebran los católicos, y del mal trato que dan a nuestra Orden los propagandistas del Catolicismo” 170. Con fecha 22 de marzo de 1934 la GRAN LOGIA ESPAÑOLA envió a los “talleres” una interesantísima circular “confidencial”, exponente de la gran preocupación masónica por entonces y uno de los documentos más diáfanos en lo que a “política y masonería” se refiere171. [383]
169 Archivo 170
NSD, leg. 776-A. [382] “Libro de Actas”, de la Logia Añaza n.º n. º 1, tenida de 18-II-35, fols. 142 y 142 vto. (Archivo NSD).
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Fue publicada por F ERRARI BILLOCH, o. c., págs. 333-335. Sin duda, es interesante repetirla aquí: “Ven.´. Maest.´.: Las circunstancias críticas por que atraviesa el mundo y especialmente nuestro país, ha sido causa de que en algunos de nuestros Talleres se manifieste cierta intranquilidad, que ha motivado consultas a este Alto Cuerpo, en cuanto se refiere a los sucesos políticos y a su influencia presumible sobre la Masonería. Por este motivo este Sob.´. Cons.´. de Gob.´. ha pensado en la utilidad para la Ord.´. de dar una pauta clara e inequívoca, que fije de una vez para siempre nuestra posición frente a todas las cuestiones de índole política. Nuestra Orden no puede ser política en un sentido partidista de esa palabra. Puede ver con simpatía y apoyar profanamente sus miembros una determinada [383] orientación, o apreciar con desagrado una actuación política. Pero como tal entidad, la Masonería tiene que permanecer aparte. Utilizar el nombre de la Institución en el orden profano es en el fondo una deslealtad, una falta de valor y un olvido de los puros principios masónicos, pues al escudarse detrás de ella, la hacemos partícipe de nuestros fracasos y de nuestras responsabilidades. A una Orden que ha renunciado a todos los oropeles, halagos, honores, y preeminencias de la vida profana, es injusto hacerla responsable de nuestras posibles equivocaciones y desvaríos. Un francmasón puede equivocarse, fracasar y desaparecer; la Institución I nstitución como tal, con sus principios inmutables, es inmortal. Por todo lo cual este Sob.´. Cons.´. de Gob.´., y como orientación a sus talleres, aprobó las bases siguientes: Todas las instituciones y estatutos de las potencias masónicas del mundo, coinciden en asignar a la francmasonería ca-
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Por su parte el “Boletín Oficial del Grande Oriente Español”, en el mes de septiembre de 1934 también, hacía vibrar a los suyos frente [384] al “problema” 172. En sus primeras páginas, y en extensísimo artículo, estudió la situación, consignando extremos como los que siguen: “–¿Qué queda de la República? Sí; es lo primero que debe preguntarse todo español, y principalmente todo masón. Pues de la República, proclamada el 14 de abril, no queda nada... Sostener que la República del 14 de abril no es hoy sino un mito, y que aquella ha ido esfumándose a lo largo de tres años de existencia, no es decir casi nada, si inmediatamente no se intenta analizar las causas que han conducido a este estado actual... ...Cuando se discutía la Constitución hubo dos ministros (Alcalá-Zamora y Maura), que no quisieron traicionar a los “suyos”, y dimitieron antes de aceptar el artículo 26, relativo a la cuestión religiosa. si los demás ministros sin excepción, desde los primeros momentos, hubiesen defendido con el mismo coraje y decisión, no los principios socializadores o colectivistas, –no se les pedía tanto–, sino simplemente el programa mínimo que sirvió de bandera para las elecciones del 12 de abril, ¡ah!, entonces no nos habrían conducido a la situación presente, ni permitido que les echaran de sus puestos de la manera más anticonstitucional, como fueron arrojados... –La reconquista de la República. Ya está est á lanzada la nueva frase, a cuyo conjuro se espera que España confíe nuevamente su gobernación a quienes abogan simplemente por la reconquista de la República. Como frase no está mal; pero le falta aún el contenido. ¿Cuál? No es fácil dárselo si previamente no se hace examen de conciencia, se confiesan los errores, las complicidades, las negligencias, e inmediatamente no se formula un programa que sea diametralmente opuesto al seguido en la primera etapa...
rácter apolítico en sentido concreto y partidista de la palabra. Cualquier acto en este sentido, sería vulnerar el sentido y las letras de nuestras costumbres y tradiciones. El apolicitismo de la Institución no puede interpretarse en el sentido de desinterés y desdén hacia los grandes problemas de la política; por el contrario, nuestra Orden, amante del progreso integral del hombre y de la Humanidad, mantiene los grandes ideales políticos, contenidos en una amplia interpretación de nuestra Sagrada Trilogía: Libertad, Igualdad, Fraternidad. Existe por tanto entre todos los francmasones una coincidencia absoluta de los más altos ideales políticos, y una discrepancia en cuanto se refiere al cambio o procedimiento que cada uno debe seguir para lograrlos. Por todo ello todo miembro de nuestra Institución es libre para seguir y servir a nuestros ideales, en la forma que estime más conveniente, formando parte de las entidades profanas y partidos políticos que mejor se acomoden a su posición, circunstancias de lugar y tiempo, etc., con las limitaciones que establecen los principios masónicos. Los masones, huelga decirlo, pueden acordar y concretar desde fuera de los Talleres, y con tal que no aparezcan mezcladas para nada ni la c alidad de tal, ni la Masonería, cuantas actuaciones profanas estimen convenientes. La convivencia fraterna de todos los masones, la solidez de nuestra cadena, igual en todos sus eslabones, exigen que los talleres no tomen acuerdos que puedan dividirnos en banderías políticas. Tenemos como comunidad de aspiraciones los amplísimos e inmutables principios de la Orden, y no es posible que ningún taller adopte acuerdos que vengan a establecer divisiones y subdivisiones en lo que debe ser comunidad indivisible. La Francmasonería es una Institución dirigente, jamás dirigida. En consecuencia el someterla directa o indirectamente, permanente o circunstancialmente, a cualquier entidad profana, equivale a mermar su soberanía e independencia, disminuir el rango superior que le corresponde, y en definitiva, a destruirla al hacerla perder su calidad de dirigente, que le es históricamente inalienable. La plenitud de derechos y deberes masónicos se adquiere en el tercer grado; sólo el maestro tiene madurez masónica necesaria para ejercitar estos derechos, y la amplia libertad de discusión conferida a su Cámara. Por lo tanto debe cuidarse que sea la Cámara del Medio la que lleve la dirección y orientación de los talleres, estableciendo la debida ordenación y separación entre los trabajos de las distintas Cámaras, ya que el aprendiz aprende y no discute. Las logias pueden examinar la conducta profana de sus componentes en el orden político, como en todos los órdenes, inspirándose en el espíritu fraternal que nos une, y sancionarla cuando estuviere en contradicción con las promesas y juramentos prestados ante el ara. Los Estatutos y el Código Penal en último término dan las orientaciones y normas suficientes para resolver los casos de mayor gravedad, en el supuesto improbable de resultar ineficaces los recursos conciliatorios que nos inspira nuestra fraternidad. Recibid, Ven.´. Maest.´. el tr.´. abr.´. frat.´. que os envía el Gran Maestre, Mariano Larrañaga; el Gran Secretario: Álvaro Guzmán”. [384] 172 Tercera época, año VII, n.º 1, págs. 1-2. [385]
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–Los cambalaches con el Vaticano. Seguimos girando en derredor del famoso artículo 26 de la Constitución. Uno de los problemas más importantes de España para vergüenza de los hombres, que tuvieron el honor de ser ministros a raíz del 14 de abril, sigue siendo el religioso. El Vaticano, como en los ominosos tiempos del P. Claret, sigue imponiendo su voluntad en España. Contra los sentimientos del pueblo, traicionándole, el primer gobierno de la República decidió nombrar un representante diplomático [385] cerca del Papa. Pero el Vaticano no quiso aceptarlo, pretextando no sabemos qué argumentos de heterodoxia en materia de la Iglesia, atribuido al Sr. Zulueta. ¡El colmo! ¡El Jesuítico Señor Zulueta, rechazado por heterodoxo! Si aquel Gobierno hubiera cumplido entonces con su deber, sin más contemplaciones debió entregar su pasaporte al Sr. Tedeschini y decirle que abandonara cuanto antes el territorio español. Lejos de eso, aquel siguió estando acreditado en España, conspirando contra la República, y era recibido siempre con los máximos honores y la más íntima satisfacción por los sucesivos Ministros de Estado. Si algún día Mons. Tedeschini publica sus memorias, será curioso conocer las ironías con que retrate en ellas a los gobernantes “laicos”, con quienes hubo de discutir y a los que le plugo humillar más de una vez. ...¿Quiénes, entre los que han gobernado, tienen derecho sinceramente para extrañarse ahora de que el Gobierno actual haya enviado al Sr. Pita Romero al Vaticano, con el encargo de poner la República Española bajo la sandalia de Su Santidad? De entre los que han gobernado, ninguno puede tirar la primera piedra... –El daño inferido a nuestra Ord.´ Ord.´. Lo más lamentable es que en la prensa nacional y extranjera, profana y masónica, masónic a, reaccionaria y progresiva, se divulgó a los cuatro vientos en Abril y Mayo de 1931, que en el primer Gobierno de la República y en otros muchos cargos de importancia y responsabilidad había masones auténticos. Es decir: ¡Qué sentimiento de noble orgullo se apoderó de nosotros en los primeros días! ¡Con qué entusiasmo veíamos llegada la hora de comenzar la salvación de España, su separación “efectiva” de la Iglesia, el predominio del poder civil sobre el religioso, de la soberanía de la conciencia sobre la tiranía del fanatismo, de la libertad en materia escolar sobre la pedagogía del escolapio y del jesuita... Todo ha sido una pesadilla triste y muchas veces vergonzante, y la conciencia se rebela y pugna por estampar en el papel los nombres de los falsos hermanos, de los que nuevamente han contribuido a la muerte de Hirán; unos por omisión, por candidez, por debilidad con el enemigo, por olvido de sus deberes masónicos, en suma; y otros ¡ay! Porque no hay duda que se vinieron a nuestros TTemp.´. con el designio preconcebido de traicionarnos, de ser desleales, de pasarse al enemigo común, de suprimir la libertad, de fomentar y amparar los vicios y de hacerse indignos del trato de las personas honradas. [386] Pero no hemos perdido la fe en los postulados de la Masonería, porque esperamos que la Justicia triunfe algún día frente a la traición; seguimos en nuestros puestos de combate y de lucha, convencidos de que pese a todas las defecciones, por una fatalidad histórica, más poderosa que la voluntad de unos cuantos pigmeos despreciables, llegará el momento en que nuestra Ord.´. cumpla en la historia de España la alta misión educadora y encauzadora del torrente popular, cuando éste se desborde en los prolegómenos de la nueva sociedad que ya alumbra en el horizonte...” Para completar el tema, recordaremos el control y presiones ejercidas por la Orden sobre todos sus miembros, especialmente sobre aquellos que aún detentaban poderes públicos y podían secundar oficialmente sus intereses. Gestiones que han quedado consignadas documentalmente en larga serie de testimonios. Por ejemplo, ya fue tema de urgencia en los acuerdos adoptados por la Asamblea General extraordinaria del Grande Oriente Español, celebrada en los VVals.´. de Madrid los días 20, 21 y 22 de febrero de 1932. De ello nos queda constancia en el folleto de 16 páginas, que publicara en Sevilla la imprenta Minerva, de la calle Roque Barcia, 5, conocido antro del masonismo andaluz. En el “punto primero de la orden del día”, tras acordar la publicación de nuevo del “Boletín Oficial no secreto”, con la relación de todos los masones irradiados o dados de baja, haciéndose constar los motivos de la baja y aún con la amenaza de publicar trimestralmente listas de los futuros irradiados, se lee lo siguiente:
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“2.º: Los HH.´ HH.´. todos del Grande Oriente Español ratificarán la promesa del grado que ost enten dentro del Simbolismo; los ausentes o durmientes, en la forma que deseen, y los presentes en la primera tenida que su logia celebre. El Ven.´. Maest.´. hará saber de antemano a los HH.´. que vayan a renovar la promesa verbal o escrita, que la fidelidad a ella les obliga a estar siempre dispuestos a comparecer ante quien corresponda, para explicar y justificar la rectitud de su conciencia masónica en todos los actos masónicos y profanos. 4.º_ Los HH.´. que se nieguen a renovarla, o no contesten en el plazo que se les exige, serán dados de baja, previo expediente justificativo en el Centro a que pertenezcan, sin plancha de quite. Esta baja así explicada y justificada, se comunicará a la Gran Logia respectiva y ésta a la Com.´. Per.´. del G.´. C.´. F.´. S.´. para su publicación en el Boletín Oficial no secreto. [387] 7.º: A efectos estadísticos, las logias y triángulos harán una relación de todos los HH.´ HH.´., en que se exprese su ocupación actual, cargos que ejerzan o hayan ejercido en departamentos oficiales o empresas particulares, y motivos de sus ceses, y su hoja de servicios con los méritos y trabajos masónicos. Esta relación se ampliará y detallará muy especialmente para los HH.´. que ejerzan cualquier cargo político de elección popular, o por designación del Gobierno, Ayuntamientos, Diputaciones, etc. Dichas relaciones se elevarán a la Gran Logia Regional de quien dependan, para que ésta las eleve a la Com.´. Per.´. del G.´. C.´. F.´. S.´.”. Más explícita fue “la noticia” de estos acuerdos, tal como la publicó el mismo “Boletín Oficial del Grande Oriente Español”, en su número de septiembre de aquel año 173. Es una serie advertencia y una dura amenaza, para aguijonear a los “hermanos” en sus actuaciones políticas. “Punto segundo de la orden del día: 11.º: a) Las Autoridades masónicas están obligadas a hacer cumplir con la frecuencia necesaria, a los HH.´. que ejercen cargos públicos el deber impuesto por la renovación del juramento, de explicar y justificar masónicamente la conducta pública ante quien corresponda. Y como en el ejercicio del cargo público pueden incumplir los deberes masónicos, tanto por acción como por omisión, quiere esto decir que el masón que lo ejerza no sólo estará obligado a justificar toda actuación, que parezca reprobable o dudosa, sino también a oír y tomar en cuenta las iniciativas masónicas. A este fin, y en los casos de que se trate de cargos públicos de carácter local, se organizarán Ten.´. especializadas en Cam.´. del Medio, que permitan prestar su mayor asistencia y colaboración a los HH.´. que los ejerzan. c) todo todo este control asistencial y colaboración corresponderá a la Cám.´ Cám.´. del Medio, y ha de llevarse a cabo de modo que suponga un absoluto respeto a las ideas políticas de los HH.´. sin la más mínima tendencia y mira partidista, sino únicamente en defensa de los elevados principios de nuestra Augusta Orden”. Otras veces era una preocupación especial por los “suyos”, que los llevaba a presionar sobre los poderes públicos, como en el caso que refleja la siguiente plancha, en pro de los maestros laicos174: [388] A L.´ L.´. G.´ G.´. D.´ D.´. G.´ G.´. A.´ A.´. D.´ D.´. U.´ U.´. L.´. J.´. F.´. Resp.´. Triángulo ADELANTE, n.º 7 envía A la Gr.´ Gr.´. Log. Log.´´. Reg.´ Reg.´. del Nordeste de España. VVals.´ VVals.´. de Gijón. S.´. F.´. U.´. VVals.´ VVals.´. de Orense, 14 de octubre de 1932 (e.´ (e.´. v.´ v.´.). Muy Ven.´. Gr.´. Maest.´. y muy VVen.´. HH.´. En ten.´. celebrada por este Tall.´. el día de ayer, acordó elevar a ese Alto Organismo las siguientes consideraciones, y proponerle si las estima oportunas, realizar por esa Gr.´. Log.´. los trabajos necesarios para que nuestras aspiraciones, que consideramos de justicia, se conviertan en realidad cuanto antes. 173 Año 174
VI, n.º 64 (10 septiembre de 1932), págs. 13-15. Archivo NSD, leg. 283-A-4. [388]
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En el Congreso, y por la minoría socialista, se presentó un proyecto de Ley que tenía por objeto equiparar a los maestros laicos con los nacionales, por su escalafón a extinguir, denominados “Escalafón Laico”. La intención de los Diputados, que presentaron el mencionado proyecto de Ley, era: atender, reconocer y recompensar los trabajos llevados a cabo en la juventud por los diferentes años de actuación de cada maestro laico para la implantación de la República Española. No cabe la menor duda de que todos los niños, o en su inmensa mayoría, que pasaron por las Escuelas Laicas, son hoy hombres que están al servicio de la Libertad y profesan ideas avanzadas en las diferentes ideologías. Merecedores son por su labor fecunda, de que la República premie a tan beneméritos obreros intelectuales, tanto más cuanto que algunos de ellos han sido perseguidos y hasta han sufrido arrestos, motivados por el ejercicio de su profesión contrarias a las exigencias de la clerigalla dominante. Pero según datos que tenemos a la vista, el Diputado ponente del informe, Sr. Sainz, de la Comisión de Instrucción Pública, no sólo no reconoce mérito alguno al trabajo de la menosprecia- da clase laica, sino que los coloca en un plano muy inferir a los últimos nacionales. A nuestro nuestr o entender no debe prevalecer el informe de quien demuestra no tener sentido de la justicia, ni númen núm en suficiente suf iciente para apreciar las resultantes result antes de aquella enseñanza a la niñez en las escuelas laicas para la actualidad. Nosotros creemos que las semillas sembradas en las jóvenes inteligencias desde hace cerca de medio siglo por los [389] maestros laicos, han dado su fruto, regenerando la política en general, y que el día 12 de abril del 31 se recogió ya maduro. Es por ello que nosotros nos dirigimos a esa Resp.´. Gr.´. Log.´. por si cree legal y oportuno, que obren en su favor los organismos superiores, y remitiendo a ellos esta nueva súplica, se la hagan suya y laboren con los que ostenten el cargo de Diputados, para que siendo reconocidos los trabajos de los maestros laicos en bien de la Humanidad y de la libertad, se les considere y cuente a cada uno de por sí los años de servicio, con más merecimiento si cabe que los mismos maestros nacionales, ya que en un respetable tanto por ciento de éstos no han atendido como debían en sus respectivas escuelas, como es bien notorio en casi todas las aldeas de la República; y que sean suficientes las certificaciones de los años de servicios para concederles el número correspondiente en el escalafón laico, de creación especial para ellos. Recibid, muy Ven.´. Gr.´. Maest.´. y VV.´. HH.´. el ósculo de paz y el 3x3 abrazo. El Presidente: Abdón Vides. El Secretario: Hipólito S. Linares Más implacable se mostraba la GRAN LOGIA ESPAÑOLA, cuando en su “Boletín” de marzo-abril de 1933175, publicaba un acuerdo de la Gran Comisión de Asuntos Generales, concebido en estos términos: “Reunida esta Gran Comisión y visto lo propuesto por la Logia FE Y DEMOCRACIA, en el sentido de que la Gran Logia Española recabe de todos los organismos de la Federación una relación de los hermanos que sean Ministros, Diputados, Gobernadores y altos funcionarios de la República, y de que esta lista se dé a conocer a todas las Logias y Triángulos de la Obediencia, para que en caso de que no se comporten como masones en sus cargos, sean irradiados de la Orden, esta Gran Comisión opina: Primero: Que puede admitirse la parte que se refiere a la consulta que ha de hacer el Soberano Consejo de gobierno para que todos los Organismos le envíen una lista de los hermanos comprendidos en el aspecto que se plantea. Segundo: Que no hay tampoco ningún inconveniente en que esta relación sea enviada por el Soberano Consejo de Gobierno a todos los Organismos para conocimiento general de todos los masones de la Gran Logia Española, y [390]
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Tercero: Que en el caso de que algún hermano olvide sus deberes de masón en el ejercicio de sus actividades políticas o cargos públicos, compete a la logia de su jurisdicción, o sea, a la de que es miembro activo, el instruir expediente de responsabilidad, para hacerlas efectivas, si el proceso incoado así resultare; o si compete a su jurisdicción, al Soberano Consejo de Gobierno por medio de una Gran Comisión de Justicia y previo el trámite del expediente o proceso, si a ello hubiere lugar, conforme previenen la Constitución y Reglamentos Generales de la Gran Logia Española”. Con ocasión del triunfo derechista, hasta las logias extranjeras se ocupaban de hacer presión en este sentido. Un ejemplo hemos podido comprobar en el Libro de actas de la GRAN LOGIA REGIONAL DE MARRUECOS176, en la que expresamente se consigna: “Se da lectura a una plancha de la GRAN LOGIA UNIDA MEJICANA de los VVals.´. de Veracruz, en la que con frases de profundo sentido masónico nos alienta a trabajar activamente para evitar que la reacción desvíe a nuestra República por otros cauces que no sean los de libertad y progreso, que se marcó al nacer. Se acuerda contestar, agradeciendo sus buenos deseos”. Otro modo de ejercer estas presiones eran las felicitaciones adulatorias dirigidas a los “hermanos” cuando eran exaltados a algún alto cargo177. [391] En las jornadas preparatorias de las elecciones del 33, el Consejo de Gobierno de la GRAN LOGIA ESPAÑOLA había lanzado el grito de alarma en estos términos: “...teniendo en cuenta la influencia moral, que en los destinos de nuestro país puede ejercer el resultado de las próximas elecciones, se impone el apoyo moral a los candidatos, tanto a los que son QQ.´. HH.´. (=queridos hermanos) como a las personas afines a nuestro credo. Hemos de estar junto a ellos no sólo en espíritu sino aportándoles nuestro material esfuerzo. Se ventila en esta lucha la vida de Nuestra Orden. Son nuestros ideales amenazados los que hemos de defender. En nombre de ellos proponemos a todas nuestras logias hermanas, que se unan a las organizaciones locales y pacten con ellas alianzas, para luchar donde sea preciso, contra la reacción que nos amenaza” 178. El triunfo cedista del 33, fue atacado hondamente por el GRAN ORIENTE ESPAÑOL, tachándolo de “fascismo”. Decía así en su circular de 22 de marzo de 1934: “En virtud de los principios básicos de nuestra nuestr a Institución Instituci ón –decía– nos es obligada nuestra repulsa contra todo lo que signifique dictadura, y siendo en estos momentos el más grave e inminente peligro en esta Orden el del Fascismo, todos los francmasones, individual y colectivamente, debemos cuidar de impedir el desarrollo de esta fuerza, que con su nombre moderno cubre en
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de Actas”, tenida del 15 de febrero de 1934, fol. 187. (Archivo NSD). Recogemos algunos de estos “plácemes y felicitaciones” emanadas de las logias. Una vez más, atención a las fechas. –Felicitación –Felicitación a Azaña : “El h.´. or.´. (Besteiro) propone que visto que el h.´. Azaña ha merecido nuevamente la confianza del Presidente de la República, encargándole de formar nuevo Gobierno, se acuerde pasarle plan.´. de felicitación; varios hh.´. intervienen en este asunto, acordándose por unanimidad pasar plan.´. de felicitación al h.´. Azaña por conducto del Gr.´. Or.´. significándole la satisfacción de esta Log.´. hacia su gobierno por la labor desarrollada y leyes dictadas, parte de las cuales han permitido sean una realidad muchas de las aspiraciones por las que propugnó siempre la Masonería, y que esta Log.´. espera que con su nueva designación para continuar presidiendo el Gobierno, pueda seguir dictando leyes que plasmen el sentir de nuestra Institución “ (“Libro de actas” de la Logia AÑAZA, n.º 1, tenida de 12 de junio de 1933, fol. 37. – Archivo NSD). –Felicitaciones –Felicitaciones a Lerroux : “En “Asuntos de familia” el h.´. or.´. propone que se felicite por mediación del Gr.´. Or.´. al h.´. Lerroux por su intervención última en el Parlamento, dando prueba de gran transigencia y fortaleciendo al Gobierno de la República con su declaración de desistir de seguir la obstrucción” (Ibíd., tenida de 19 de junio de 1933, fol. 38). “En bien general de la Orden se acuerda telegrafiar al h.´ h.´. Lerroux por haber sido exaltado al cargo de Jefe de Gobierno, y al h.´. h.´. Martínez Barrios para el ministerio de la Gobernación; se acuerda que estos telegramas de felicitación los redacte el h.´. or.´.” (Ibíd., tenida del 11 de septiembre de 1933, fol. 51 vto.). Nótese que estas designaciones aludidas tuvieron efectividad al día siguiente, 12 de septiembre. ¡Tan enterados estaban con antelación en las Logias, pese a la distancia que media entre Madrid y Santa Cruz de Tenerife! [391] –Felicitación –Felicitación a Martínez Barrios : “Veneratura hac e también presente que debe felicitarse a los hh.´ hh.´. que formen parte del nuevo Gobierno; se acuerda felicitar al h.´. Diego Martínez Barrios, Gr.´. Maest.´. de nuestro Or.´. y a la vez Presidente del Gobierno, para que felicite en nombre de esta Log.´. los hh.´. que formen parte del Gobierno”. (Ibíd., tenida del 9 de octubre de 1933, fol. 53 vto.). 178 COMÍN COLOMER , o. c., I, 218-219.
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España a nuestros tradicionales enemigos” 179. Por su parte la Logia AÑAZA, de Santa Cruz de Tenerife, clamaba escandalizada por la reacción católica y sus consecuencias, mientras continuaba su fiscalización sobre los “hermanos”, llegando a ponerlos “entre columnas” para el momento mome nto del desquite. Citemos el siguiente ejemplo, consignado en su “Libro “ Libro 180 de actas”, correspondiente a la tenida del 2 de abril de 1934 . “Creo –dijo el h.´ h.´. Leónidas– que los masones estamos obligados a llevar a todos los sitios donde prestamos nuestras actividades, lo mismo al Gobierno de la Nación que a las Corporaciones Públicas, que a las oficinas y talleres donde [392] prestamos nuestros servicios, el influjo de nuestras doctrinas y los postulados de Nuestra Orden. (Se discutía sobre la pena de muerte, que el Parlamento intentaba restablecer). Además considero incomprensible el hecho de que en una de las procesiones de semana santa se hayan abrazado públicamente un hermano de la Orden masónica con otro de las órdenes religiosas. Creo también que la influencia que ejercen los reaccionarios en la vida política española, por la fuerza conseguida en las últimas elecciones, siendo por lo tanto los que dirigen políticamente el Gobierno de España; llega el proceder de estos reaccionarios a utilizar como instrumento de sus propagandas a una inocente criatura, para que cantara a la virgen una saeta en esa procesión, de lo que resulta que en España la que manda es la Virgen de la Macarena. Siendo esto así pronto nos vamos a ver formando parte los masones de los campos de concentración, que ahora nos ofrecen...” Según el “Boletín secreto de la Gran Logia Española”, correspondiente a junio de 1933, la Logia FRANCISCO ESTEVA, de Huelva, echaba también su cuarto a espada en el asunto, pidiendo en plancha “que la Gr.´ Gr.´. Log. Log.´´. se dirigiera al Gobierno, abogando por la separación de los func ionarios que boicotean a la República” 181. En el mismo número del “Boletín” 182 consigna los acuerdos de la Sesión del Sob.´. Consejo de Gob.´. de 4 de noviembre de 1933, y termina: “El Gr.´ Gr.´. Maest.´ Maest.´. hace presente que en las circunstancias actuales, y siendo s iendo conveniente y aun urgente una inteligencia con el Gr.´. Oriente Español para formar un frente único , ha dirigido una plan.´. plan.´. al Gr.´ Gr.´. Secr.´ Secr.´. del del Gr. Gr .´. Oriente Orient e Español, Esp añol, invitándole invitá ndole a una entrevist entr evista, a, en que podrán p odrán poners p onersee los jalones para inteligencias sucesivas...”. Nuestro subrayado del “frente único”, se refiere al Frente Popular, que ya entonces se tramaba por las logias. Más adelante volveremos sobre el tema183. [393]
179 Ibíd. 180 Libro de Actas de la Logia AÑAZA n.º 181 N.º 2 del “Boletín Secreto”, pág. 7. 182 Ibíd., págs. 11-12. 183
1, tenida del 2 de abril abr il de 1934, fols. 97 vto. y 98 (Archivo NSD). [392]
Todavía, en este terreno documental, merece la pena dar a conocer el texto de una copia mecanografiada en papel fino, calcada de un original que n o hemos podido encontrar, llena de alusiones interesantes a los puntos que venimos discutiendo. Se conserva en el Archivo NSD, legajo 69-A-1. Sobre el valor crítico de este documento hemos de advertir que no aparece firma ni sello alguno de logia que lo acredite; debido sin duda a que se trata de una copia-resguardo de un [393] original mecanografiado, que fue remitido a la GRAN LOGIA ESPAÑOLA. Con todo, la c rítica interna del documento, amén de su conservación en el “Archivo de Salamanca” y el mismo formato del documento, son bastante garantía de su autenticidad. Su texto dice así: 11 enero (193)4. (A)l Sob.´. Cons.´. de Gob.´. de la Gr.´. Log.´. Española. Or.´. de MADRID. Iltsmo. Gr.´. Maest.´. y VVen.´. GGr.´. CCon.´.: De nuevo esta Resp.´. Log.´., celosa de los sublimes principios que informan nuestra Aug.´. Inst.´. masónica, ha de elevar su voz hasta este Alto Cuerpo, como lo hiciera en Diciembre del año 1932 de esta e.´. v.´. en defensa de los referidos principios. otra vez la incomprensión quizás de nuestros deberes masónicos por parte de algunos hombres representativos de la República Española, cediendo a la presión de una reacción obstinada y soberbia, pone en peligro una de las conquistas más salientes de nuestra Constitución y se dejan llevar, sin que acertemos a explicarnos por qué fuerza misteriosa, a la más vergonzosa de las apostasías. Apostasía censurable es, sin duda, incumplir deberes sagrados, que un día prometieron mantener y defender, traicionando de ese modo la propia conciencia. Pero mayor traición, deslealtad incalificable, traición nefanda es engañar a un pueblo, amante de su libertad, que por ella lucha y labora, que consigue conquistas que deposita en manos de los hombres
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que cree afines, que en esa integridad de pensamiento confía, y que luego advierte cómo poco a poco, lentamente, como malhechores que ocultan su acción, esos mismos hombres van cercenando esas conquistas liberales, más de apreciar y estimar cuando ellas pertenecen a la libertad de la conciencia individual, tan en directa relación con la conciencia colectiva del pueblo. Nuestra Inst.´. ajena a todo partidismo político, no puede sin embargo desentenderse de cuanto tienda a liberar la conciencia popular de fanatismos y supersticiones, mantenida por la clerecía y las Asociaciones y Congregaciones religiosas, cuyo poder, que han sabido mantener de una manera terrenal, apartándose de su misión espiritual, ha sido causa de los mayores males de nuestra Patria y aún de los que aquejan a la Humanidad. De ahí que su obra más destacada haya sido en todos los tiempos, luchar contra el poder teocrático, cualquiera que haya sido su manifestación, en defensa de esa libertad de conciencia que coloca al hombre en condiciones de investigar la verdad, valiéndose de la razón y en posesión de su libre albedrío. De ahí también, y como consecuencia, la tenaz persecución de que la masonería ha sido y sigue siendo víctima de la reacción, que anima a los defensores de una Iglesia que pretende en su soberbia tener la única representación del Creador del Universo, y que para ello, para ostentar esa hegemonía de soberbia, persiguió y quemó a los hombres por infieles, sin reconocer que eran sus hermanos, y que siempre procuró dominar y absorber, único modo de que no fuera discutida su falsa representación. Y esta obra de absorción, efectuada siempre viviendo a costa del trabajo ajeno, imponiendo imponiendo a los pueblos diezmos odiosos o haciendo que los Estados, hechos a su hechura, c ontribuyeran del fondo común al sostenimiento de sus fastuosidades, creando en su propio seno una casta de privilegio no de los más sabios ni de los mejores, sino de los más osados y protegidos. Cuando los pueblos, libres de prejuicios y preocupaciones, atentos a la realidad de la vida y llevando en su propia conciencia el ideal del deber y sanos principios de moral, que las religiones fueron falseando, se dispusieron a separar de sí a los parásitos embaucadores que les dominaron durante tanto tiempo, entablóse lucha ruda y despiadada, y los que al ampaam paro de la clerecía vivieron, en su s u acción dispusieron combatir al pueblo liberal. Por eso cuando a raíz de la proclamación de la República en España las Cortes Constituyentes elaboraron el Código Fundamental de la República, al establecer las [394] “garantías individuales y políticas” del ciudadano y tratar de aprobar el artículo 26 de nuestra Constitución, se dejó oír la voz de obstaculizar la aprobación de aquel artículo, aún en su parte transaccional, lo que entonces no pudieron realizar; pero sí se prometieron a sí mismos laborar de una manera solapada hasta conseguir apoderarse de uno de los principales reductos de la fortaleza, para desde él dirigir con más certeza e impunidad sus ataques a la obra liberal conquistada por el pueblo después de ruda lucha. Y fue entonces, cuando se discutía en el Parlamento Español el artíc ulo 26 de la Constitución, c uando esta Resp.´ Resp.´. Log. Log.´´. cumpliendo su deber de velar por la libertad popular y de conciencia, vislumbrando algo de decaimiento y flaqueza en algunos hombres de nuestra Orden, no creyendo entonces en apostasías y traiciones, fue entonces –repetimos– cuando nos dirigimos a ese Sob.´. C.´. con el ruego de que él hiciera a las Logias y Triángulos de nuestra Federación, para recabar que los que ante el ara y ciñendo el mandil simbólico prometieron defender los principios masónicos, apoyaran con sus votos en el Parlamento, los investidos con la representación popular, la aprobación del artículo 26 de nuestra Constitución, cumpliendo de ese modo su deber. Pero no circunscribimos, Iltr.´. Gr.´. Maest.´. y VVen.´. GG.´. CCon.´. aquel nuestro llamamiento a la sola aprobación del tan repetido artículo constitucional. Entendíamos entonces, y seguimos entendiendo ahora, que tanto a la vida económica del país como a su liberación espiritual, irroga prejuicios el sostener una parte del presupuesto del Ministerio de Estado en cuanto se refiere a sostener fuera de nuestras fronteras el dominio del clericalismo, representado por el mantenimiento de la Obra Pía y las subvenciones a las Asociaciones y Congregaciones Religiosas en nuestras posesiones africanas y en nuestra Zona del Protectorado marroquí, donde ese auxilio económico que el Estado Español da, sirve en su mayor parte para combatir el régimen que les sostiene indebidamente. Y por si fuera poco ese sostenimiento de perjudiciales organismos fuera de nuestras fronteras, el Gobierno actual se dispone de enviar al Vaticano una misión o embajada diplomática, que negociando con el representante de la Iglesia Católica Apostólica Romana unos tratados, vuelvan a entregar a nuestra Patria en manos de los que al recuperar su dominio habrán de imponer de nuevo soberbia. Finalmente como si el propósito fuera falsear la propia conciencia, traicionar al pueblo, un gobierno que se dice laico y liberal, en el que existen hombres que ciñen a sus cinturas el mandil y cruzan sus pechos con la banda, ostentando grados superiores en nuestra Orden, se disponen, soslayando el Código Fundamental del Estado, faltando abiertamente al artículo 26 de la Constitución de la República Española en su párrafo segundo, y tratan de hacer una ley, que cuentan ha de ser aprobada por una mayoría reaccionaria que forma el Parlamento, por la que se prorrogue por tiempo indefinido, el sostenimiento de los haberes del clero, conculcando así lo establecido y disponiendo indebidamente del dinero del pueblo, para un fin que este pueblo rechazó por medio de sus representantes legítimos, que fueron los que eligió libre de coacciones y del soborno. Ante esto, nuestra Resp.´ Resp.´. Log. Log.´´., cumpliendo sus deberes aun en la creencia de que poco o nada alcanzará, creyendo interpretar asimismo el sentir de ese Sob.´. CCon.´. que en su alta sabiduría habrá estimado en todo su valor la importancia del acuerdo gubernamental, no hemos titubeado en elevar este escrito hasta ese Alto Cuerpo, para que a su vez y c on la autoridad que le da nuestra adhesión, y no creemos equivocarnos si añadimos la de los demás organismos de nuestra Federación, se dirija a los Poderes Públicos, haciendo constar la más enérgica protesta de la Gr.´. Log.´. Española por la conculcación de los preceptos constitucionales, al dejar incumplido el párrafo segundo del artículo 26 de la Constitución de la República Española. E independientemente dirigirse a aquellos gobernantes, que siendo masones tienen el deber de apoyar esta idea, que no es nuestra, sino que pertenece por entero a la intangibilidad de los principios masónicos, y con ellos a aquellos Diputados, que siendo hermanos también, han de llevar al Parlamento el espíritu de nuestra Sublime Instit.´ Instit.´. [395] [395] Como creemos, Iltr.´. Gr.´. Maest.´. y VVen.´. GG.´. CCon.´. interpretar con fidelidad esos principios masónicos que nos enaltece profesar, es por lo que elevamos este escrito, al que esperamos la acogida que merecen cuantas ideas nacen de la
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M ASONERÍA Y R EVOLUCIÓN EVOLUCIÓN : ASTURIAS 1934. F RENTE POPULAR No hay duda que estos dos sucesos son el exponente más alto del espíritu revolucionario de la España Republicana, y la más grave manifestación de esa apostasía y esa persecución que tratamos de [394] esclarecer en esta tesis. Por eso, y dejando a un lado toda exposición de los hechos mismos, por lo demás sobradamente conocidos y [395] narrados, vamos a tratar de demostrar las graves responsabilidades que de ambas tragedias derivan para la Masonería M asonería y sus hombres184. Por lo que toca a la participación de la Masonería en Asturias nos limitamos a hacer algunas observaciones. Por ejemplo, que los venerables Maestres de las logias FERRER y COSTA, de Nava y Turón, respectivamente, fueron también destacados revolucionarios y participaron en las jornadas de octubre del 34. Se llamaban Gustavo Acevedo y Leoncio Villanueva. Otro ejemplo: El general López Ochoa, que mandaba las fuerzas antirrevolucionarias, enviadas por el Gobierno, hubo luego de dar [396] cuenta de su actuación, como masón que era, ante el Consejo de los Siete, de la Asociación Masónica Internacional de Bruselas185. Y un tercero: El jefe socialista González Peña, confinado en el Penal de Burgos, fue encomendado por las logias a los fraternales cuidados del Director de la Prisión, el masón Julián Peñalver, formándosele en el mismo penal un “triángulo” protector, denominado, no sin intención, “Libertador”. Todo ello mucho más significativo si se tiene en cuenta que González Peña, probablemente, no era masón186. Nada tiene todo esto de extraño, si consideramos el espíritu y manifestaciones de las Logias, a lo largo del año 34, sobre el delicado tema de su ayuda a la revolución. Veamos alguna de esas manifestaciones: La logia CONSTANCIA, de Ceuta, en plancha de 8 de febrero de 1934, decía sin remilgos: “...hora es ya de que se ponga freno a todos los desmanes cometidos por falta de criterio en sentido izquierdista... Pero si la hora no llega, debemos ser los masones los primeros que demos la mano al proletariado español, y hagamos la revolución controlada por nosotros”. Otro testimonio nos ofrece el acta de 8 de febreconciencia y se encaminan a la defensa de su liberación. Recibid, Iltr.´. Gr.´. Maest.´. y VVen.´. GG.´. CCon.´. el saludo cordial afectuoso de los OObr.´. de este Tall.´. y con él nuestro abrazo fraternal y nuestra incondicional adhesión. V.º B.º El Ven.´. Maest.´. Por mandato del Tall.´. El Secr.´. G.´. Sell.´. 184 No estará de más recordar algo de lo que fue la revolución de Asturias, y nada mejor para ello que repetir las declaraciones de testigo tan calificado y nada sospechoso como el diputado radical por Madrid, Ángel Velarde, que fue gobernador general de Asturias a raíz de los tristes sucesos. Esas declaraciones fueron hechas en Madrid el 113 de febrero de 1936 en un banquete que le ofreció su partido. Según el señor Velarde “en Asturias se cometieron hechos inconcebibles de barbarie durante los seis días en que fueron dueños absolutos de Oviedo las masas engañadas pro los mercaderes de la Revolución; y el movimiento pudo triunfar en Asturias, porque en toda la región predominaba el espíritu de rebeldía, fomentado por la claudicación constante del Gobierno, que permitió que todos los m andos estuvieran en manos de los revolucionarios... A los partidos marxistas se unieron los partidos burgueses separatistas. Por ejemplo, el “burgués extraordinario” Indalecio Prieto, que siempre vivió a la sombra de la plutocracia bilbaína, lanzaba entonces al movimiento las masas ofuscadas, y huía cobardemente cuatro días antes de estallar la revolución, acompa ñado de los cabecillas más destacados de su partido... La Revolución, que estuvo respaldada y costeada por los funcionarios y los fondos de la Diputación de Oviedo, fue dirigida en los primeros momentos por González Peña; pero tan pronto como éste tuvo oportunidad para ello, abandonó la dirección del movimiento, para dirigir el asalto a las Cajas de los Bancos. Por cierto que de los 14.000.000 de pesetas de que se apoderó, tan sólo entregó cinco a los Comités Revolucionarios, e intentó huir con el resto, hasta que fue detenido por los mismos revoltosos, quienes se apoderaron juntamente con él del dinero que llevaba. Se completa el hecho con el detalle de que casi todo el dinero recuperado por la fuerza pública, fue ocupado a la familia de los líderes –Graciano Antuña, Amador Fernández, etc.–. Más sucia fue aún la actuación de otro líder, Largo Caballero, cuya cobardía le llevó a negar toda participación en el movimiento”. “En cuanto a las huellas de crueldad –testimoniaba el declarante– yo he visto las huellas del guardia de asalto quemado vivo por los revoltosos en el Campo de San F rancisco, después de rociarle de gasolina. Yo he visto los cadáveres de noventa y seis civiles rematados y mutilados bárbaramente en Sama, cuando todos o casi todos habían sido heridos. El teniente coronel de carabineros, el ingeniero Riego, los ocho Hermanos de la Doctrina Cristiana y otras tantas víctimas inocentes, hablaban bien claro de humanitarismo de los marxistas españoles... Las víctimas padecieron horrorosos tormentos antes de morir; se vieron obligadas a cavar sus tumbas, mientras los revolucionarios les disparaban a las piernas “para hacerles bailar” mientras realizaban tan trágica labor”. (Pueden verse recogidas en el periódico “Odiel”, de Huelva, del 14-II-36, año II, n.º 40, pág. 1). [396] 185 Véase COMÍN COLOMER , o. c., I, 242. 186 Véase más adelante pág. 479 y ss.
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ro del mismo año, en la logia ALFA, n.º 80 de Tetuán: “Consultados personalmente todos los miembros del Cuadro, se acordó por unanimidad incorporarse al frente único de izquierdas, ofreciéndole, como entidad masónica, nuestros concursos y el apoyo moral y material hasta conseguir la desintegración del Frente de derechas” 187. Esto nos da pie para entrar en el tema de la “creación del Frente Popular por las logias masónicas”. Una vez más insistiremos en que el tan decantado apoliticismo de la Masonería es pura filfa. A los hechos en contrario, pueden unirse muchas declaraciones explícitas sobre sus planes y manejos auténticamente políticos, que debemos tener muy en cuenta para explicarnos su participación en la formación del Frente y de su triunfo en 1936. Ya el “Boletín del Gran Oriente Español” de 10 de noviembre del 32188 hacía suyo un trabajo leído por el h.´. Oviedo, en la logia JOVELLANOS, n.º 337, de los VVals.´. de Gijón, el día 22 de julio de aquel mismo año: “Tenemos, pues, –decía el “hermano”– que propagar constantemente nuestros ideales, para vencer el fanatismo y la intolerancia religiosa. Para estos fines nuestro mejor auxiliar es la política. Por eso creo que debemos apoyar siempre aquella política que comprenda en su programa la mayor sima de libertades, y que más en armonía esté con las máximas de nuestro Código”. [397] Y la GRAN LOGIA ESPAÑOLA había hecho llegar, en marzo m arzo de ese mismo m ismo año, la siguiente elocuentísima plancha a todas las Logias de su obediencia: “GRAN LOGIA ESPAÑOLA” N. 6471 A la Resp.´ Resp.´. Logia 13 VVals.´ VVals.´. de Ven.´ Ven.´. Maest.´ Maest.´. y qq..´ qq..´. hh.´ hh.´.: Este Soberano.´. Cons.´. de Gob.´. en su sesión plenaria del día 12 del actual y a propuesta de la Resp.´. Log.´. ADELANTE, tomó el acuerdo de felicitar a la Segunda Internacional por mediación de la entidad española adherida a la misma (Partido Socialista Obrero Español), y adherirse a la campaña que para formar un frente único contra contra la guerra ha iniciado, con el manifiesto que ha lanzado a la opinión pública, y especialmente a las agrupaciones de carácter liberal y progresivo de todo el mundo. Al comunicaros c omunicaros este acuerdo, este Soberano.´ Soberano.´. Cons.´ Cons.´. de Gob.´. Gob.´. os encarece encarec e la necesidad (ya manifestada en otras ocasiones) de intensificar en las localidades donde residen nuestros organismos y en todas aquellas donde tengan influencia los hermanos, la campaña pro-paz y la agitación de la opinión pública en este sentido, para lograr que la labor de la Segunda Internacional cuente en nuestro país con el calor necesario al objetivo mencionado. Recibid, Ven.´. Maest.´. y qq.´. hh.´. nuestro más afectuoso abrazo. El Gran Maestre: F. Esteva (Sello del Gran Maestre) Or.´. de Barcelona, 13 de marzo de 1932. El Gran Secretario: Álvaro Solvet (Sello redondo de la Gran Secretaría) Con semejantes premisas, nada más lógico que, llegado el momento de unión y triunfo en las derechas, se revolviera la Masonería y se lanzara frenética a lograr esa misma unión y triunfo en las izquierdas, sin excluir las más extremas y revolucionarias. Que eso y no otra cosa fue el malhadado Frente Popular. Los testimonios documentales siguen viniendo, ricos de datos, en pro de nuestro discurso y argumentación. Véase uno que vale por muchos, vinculado al acta [398] de la tenida de la Gran Logia de Marruecos el 15 de febrero de 1934 donde se lee189: “Por último se da lectura a la plancha de la Resp.´ Resp.´. Log. Log.´´. ALFA de estos VVals.´ VVals.´., en la que nos comunican su acuerdo respecto del punto a tratar en la Gran Asamblea extraordinaria, señalada 187
Recogidos y transcritos estos documentos en el “Apéndice I” del Dictámen de la Comisión sobre sobre ilegitimidad de poderes actuantes en 18 de julio de 1936, Documento n.º 2, pág. 6. 188 Año VI, n.º 66, pág. 16. [397] 189 “Libro de Actas” de la GRAN LOGIA REGIONAL DE MARRUECOS, MARRUECOS, fol. 187. (Archivo NSD).
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para el próximo día 17, sobre la posición a adoptar y medios de actuación a seguir por la Masone- ría de Marruecos en relación con los momentos actuales de España , en el sentido de que se incorporen como entidad masónica al frente único de izquierdas moral moral y materialmente, para marchar de acuerdo. Se aprueba agradecérselo”. En circunstancias ordinarias nos habríamos quedado sin saber más del asunto. Pero he aquí que contra toda la habitual cautela masónica, el secretario dejó imprudentemente al final del libro de actas, unos folios manuscritos por el propio Gran Secretario, en los que aparecen apuntes relacionados con dicha Gran Asamblea del día 17, a modo de borrador, sobre los demás en ella debatidos, que pueden reducirse todos al de la formación f ormación del Frente Popular. Asistían a aquella gran Ten.´. Ten.´. representantes de las l as logias CABO QUILATES, ATLÁNTIDA, LUX, LIXUS, FIAT, LUZ, LOMBROSO, CABO ESPARTEL, CASABLANCA, FEZ LUMIÈRE Y ORIENTE. Entre otros nombres de estos representantes, consignamos los de Cristóbal de Lora, Eliseo del Car Moche, José Carbonell Medrano, José Barceló Rodríguez, que ostentaba el cargo de Or.´. Or.´. Supuesto lo cual, veamos qué dicen esos apuntes de los olvidados folios: “Reyes, por LIXUS190, dice que su Log.´. provocó esta Asamblea, y que se suma a la planc.´. de VICUS, que en esencia ha sido leída por “Cabo Espartel” 191, y que el punto punt o del día se divide en dos extremos: “Posición a adoptar” y “medios de actuación”; que de nadie es desconocida la lucha social, y que el mundo se ha subdividido en dos partes, los que luchan por la libertad y los que se oponen a ella, fascismo y antifascismo; que no hay términos medios, y que si nosotros actuamos en el centro, podríamos inclinar la victoria a cualquiera de los dos, y que el que más nos conviene es el lado contra el fascismo. Se refiere al partido radical en el que figuran personalidades masónicas, que menospreciando a sus talleres y a sus indicaciones, han hecho una política, que hoy [399] se dice que los Talleres estamos en connivencia con las derechas 192. Que debemos preguntarle a esas personalidades, que de seguir actuando así, nos declararemos en rebeldía. Que es hora ya de exigir responsabilidad a aquellos, que siendo de la Orden, participan en ese contubernio193 de las derechas, de atropellos e injusticias. Propone solicitar de ellos aclaraciones que justifiquen su postura. 2.º, que si continúan, se les expulse, y 3.º, adherirse a las bases de VICUS. Montoya (Tesor.´ (Tesor.´.) por ALFA: que ha preocupado siempre sie mpre a su logia la l a situación política polític a actual, y que al recibir convocatoria, se estudió y discutió y acordó por el primer punto, incorporarse al frente revolucionario , y que la situación es tan delicada para la Orden, que es de vida o muerte y que su posición no puede ser media, sino de francamente izquierda , es decir, al frente único obre- ro revolucionario ; que no debe quedar la Masonería quieta, para que no nos digan las derechas que estamos al servicio de la monarquía y las izquierdas que al lado de los burgueses, y que ya tenemos bastantes ejemplos: Alemania, Rusia, Austria, Italia, etc., y que la opinión obrera es que como nuestros políticos194, personalidades masónicas, pactan con las derechas creen que la Orden Masónica está a su lado. Sobre VICUS dice que no nos conviene empezar por exigir responsabilidades ahora (esto para después), y en su lugar exigir una rectificación a nuestras personalidades, y de lo contrario darles de baja; pero de todas formas lo mejor es no tocarlo de momento para evitar divisiones. Pregunta qué será de la Masonería si ésta no interviene, y cuál sería entonces nuestra posición –tanto si el triunfo triunf o es de las derechas como de las izquierdas–, y que la Masonería debe trabajar activamente en política descaradamente, y siempre al lado del frente obrero; y y en cuanto al segundo punto lo que acuerde la Asamblea. Carbonell (Expert.´ (Expert.´.), que representa represent a a LUZ, aduce que éste ést e taller acordó ac ordó sumarse a la proposición de la ATLÁNTIDA. 190 Manuel Reyes González, 2.º Vigil.´., representante de la Logia LIXUS. 191 Eduardo Barroso Fernández. [399] 192 Alusión clara a la actuación de Lerroux y los hh.´. Ministros del Gobierno 193 Sobre esta palabra existen tachaduras, par a convertirla en “convenio”. 194
de Gil Robles.
La palabra “políticos” está tachada con un rasgo superpuesto. [400]
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Del Car dice que por lo que flota en el ambiente, va a concretar sobre las proposiciones anteriores, que serán paliativos entorpecedores... (dice un discurso que quita el hipo). [400] Proposición: que se vote a la derecha o a la izquierda. Que a la derecha tenemos la horca y la disolución, y a la izquierda el progreso de la Humanidad y días de brillo para la Orden. Veneratura (Cristóbal de Lora) dice que antes de entrar en la votación, deja unos momentos de receso, haciendo él un resumen sobre los trabajos y discursos oídos; que los motivos del receso es para que nos serenemos un poco de las emociones y se haga todo bien... Recobran fuerza y vigor... Orador lee proposición “Arcune” (=Limosn.´. (=Limosn.´.) y otros Maestros, que hizo suya la Gran Logia. Orador lee la plancha de la Gran Logia Unida Un ida Americana; es aplaudida. Orador da sus conclusiones, y dice que nunca tan fácil darlas, por la claridad del asunto y la unanimidad del ambiente; pide a los representantes que rectifiquen. Reyes (=2.º Vigil.´ Vigil.´.) dice que se adhiere a Vicus y al frente fre nte único obrero. obrer o. José María Gómez dice que planteada la cuestión tan completa, se adhiere a las manifestaciones de Del Car (=de la Logia ORIENTE). Cabo Espartel igual. Orador dice que todos los Talleres, incluido ALFA, se pronuncian por la unión al frente único obrero y revolucionario , y que siendo compatibles las otras proposiciones (la adhesión a Vicus y la proposición de Arcune) también se voten. Se aprueban todas por unanimidad. Orador dice que esto es lo que se refiere al primer punto: “posición a adoptar”, y que ahora debe salir votado el segundo punto: “normas de actuación a seguir”. En la proposición: 1.ª – Gestión Del Car, de ofrecimiento por escrito, unanimidad. 2.ª – Comité Central integrado por tres masones y tres obreros (se votan los tres masones). Orador dice que los tres masones deben llevar la representación de la Masonería, y por esto debe ser uno de cada Logia de Tetuán. Del Car dice que puesto que se trata de una cosa de gran transcendencia, debe ser secreta, y que se de un voto de confianza a la Gran Logia para el nombramiento de este Comité secreto. Así le parece a Veneratura, y [401] Orador dice que retira su proposición, y se adhiere a la proposición de Del Car. Se aprueba este voto de confianza confi anza amplia a la Gran Logia para todo por unanimidad. Lora exhorta al pueblo masónico a que trabaje activamente en frases tan patéticas y emocionantes, que levanta grandes aplausos de la Asamblea. Arlandiz y Del Car (=Maest.´ (=Maest.´. Cer.´ Cer.´. y 1.º Vigil.´. Vigil.´. respectivamente) proponen la promesa individual. Veneratura dice que de nada serviría esto, ya que los Representantes Repr esentantes tienen la obligación de dar cuenta a sus Taller.´. en Cámara de Aprendiz, y que tiene la seguridad de que todo el mundo guardará el más absoluto silencio...” 195. Huelga decir que esta solidaridad de la Masonería con los grupos más extremos y revolucionarios en materia social, venía a hacer oportunísimamente el juego a las consignas y planes comunistas adoptados 195
Copia literal de ocho folios manuscritos, borrador bor rador de la Ten.´. Ten.´. de la Gran Asamblea del 17 de febrero de 1934. 193 4. Se encuentran estos folios sueltos al final del “Libro de Actas” de la GRAN LOGIA REGIONAL DE MARRUECOS. (Archivo NSD).
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por los jefes de la Tercera Internacional en noviembre de 1935, con vistas a la unión de izquierdas, formación del Frente Popular y asalto del Poder196. [402] Una vez logrado éste, todos sabemos que fue el Comunismo quien se dio más prisa en tomar las medidas eficaces y precipitar los acontecimientos para llegar a la verdadera revolución y a la eversión total del orden de cosas existentes en España. Mr. Churchill en discurso pronunciado el 5 de noviembre de 1936 declaró públicamente que ya el 27 de febrero anterior el Komintern decidió en firme la revolución española y la financió con extraordinarias cantidades. Fue enviado a España el famoso judío revolucionario Bela-Kun, con todo el aval de sus intervenciones revolucionarias en Hungría y con instrucciones muy concretas. Después del 5 de abril llegaron de Rusia setenta y nueve especialistas agitadores, que se lanzaron a una campaña demagógica. So pretexto de las Jornadas Antifascistas y Juegos Olímpicos de Barcelona, se infiltraron en España muchísimos elementos indeseables, bregados [403] en las lides revolucionarias, que iban a actuar a sus anchas desde el 18 de julio197.
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Recuérdese el interesante reportaje publicado por ABC en su número del 17 de Enero de 1936 con las “órdenes dadas en 16 de noviembre de 1935 por los jefes de la Tercera Internacional Comunista”: “Vamos a cotejar los hechos de la política izquierdista y marxista, para que se vea como se cumplen escrupulosamente las órdenes de Moscú. Es la mejor demostración de que Moscú es el que está dirigiendo estos partidos. “Orden primera : llegar a la unión sindical con las organizaciones socialistas, ya que la práctica ha demostrado que éstas, una vez obtenido el triunfo, son fácilmente desbordables”. Desde Largo Caballero hasta Pestaña, todos han propugnado la unión sindical. Sus periódicos sin excepción –“Mundo obrero”, “Claridad”, “El socialista”– han emprendido una campaña a fondo para vencer la resistencia de los remisos. La Unión Sindical se ha hecho. El manifiesto electoral de izquierdas, firmado por socialistas, comunistas, troskistas y sindicalistas, es el remate de la campaña pro unión, ordenada en el punto primero por el Komintern de Rusia. “Orden segunda: Vencer Vencer todos los escrúpulos de los afiliados para lograr una inteligencia electoral con los republicanos de izquierdas”. Un mes han durado las negociaciones de los representantes de los partidos proletarios con los jefes izquierdistas republicanos, porque era imposible conciliar los antagónicos criterios: el de Azaña, Sánchez Román, Martínez Barrios, con los de los comunistas y sus secuaces. Al principio “Claridad” y Largo Caballero se oponían al contubernio con los republicanos; el partido socialista estaba escindido en tres grupos y se polemizaba entre ellos. Todo se ha aplazado al conjuro del segundo punto de las órdenes de Moscú. Los comunistas y sus secuaces, aunque a regañadientes, abandonando la parte máxima de su programa, han cedido en parte. par te. Ellos tienen los votos; las izquierdas republicanas no tienen ni uno. Sin embargo, aunque no necesitan a esas izquierdas, han llegado a la inteligencia electoral mandada por el Komintern. [402] “Orden tercera: Imponer Imponer condiciones postelectorales, para facilitar un rápido triunfo de la causa comunista, mediante el dominio total del poder al que se debe llegar por todos los medios”. El manifiesto de izquierdas está bien claro. Recoge algunas de las aspiraciones de los marxistas. Las demás quedan fijadas en las actas secretas de las entrevistas. Los marxistas hacen constar, que aunque no les acepten los republicanos, su programa queda en pie. Largo Caballero ha dicho claramente que esta alianza electoral es un trámite pasajero, pero que el objetivo es la revolución. Convencidos de que la revolución no pueden hacerla en la calle, aspiran a apoderarse de los mandos, utilizando a los izquierdistas republicanos como cómplices. La estrategia es el cataclismo revolucionario; la táctica, cumplir la etapa de entregar la Gobernación del Estado a los republicanos de izquierdas, previamente atados a compromisos escritos. También este mandato de Rusia se ha cumplido. “Orden cuarta: Cesar durante el periodo electoral en los ataques y cam pañas violentas contra la pequeña burguesía, para evitar recelos en los republicanos; y extremar las violencias contra la Iglesia Católica, los partidos y los hombres de derechas, valiéndose siempre que sea posible de los periódicos republicanos de la propia burguesía, que accede fácilmente a este género de campañas en todos los países en que se les propone”. A la vista están las adulaciones a la clase media de Largo Caballero y de todos los marxistas. Tratan de engañarla y la piropean para atraérsela. A la vista están las violencias, los insultos y las calumnias contra la Iglesia, el Ejército, Acción Popular, los monárquicos y los fascistas. A la vista está la colaboración de “El Liberal”, “Heraldo de Madrid”, “La Libertad” y todos los periódicos republicanos de provincias en la campaña marxista. En este punto las instrucciones del Komintern se han cumplido, como en todos, escrupulosamente. “Orden quinta: Vigilar Vigilar las combinaciones electorales, para evitar infiltraciones, que pudieran ser peligrosas para la causa, manteniendo en los Comités la necesidad de que los afiliados comunistas aparezcan con su significación”. Por mantener su significación los comunistas y troskistas en el Manifiesto se han separado del contubernio del Sr. Sánchez Román. Las candidaturas que se están fabricando, demostrarán que el Comunismo no se mezcla ni confunde con sus colaboradores, aunque dirige. “Orden sexta y y última: Mantener en constante agitación las zonas fabriles y las organizaciones c ampesinas”. El recrudecimiento del pistolerismo, la apertura de las Casas del Pueblo, las campañas de su prensa, el comienzo de las huelgas, indica que estamos en los preliminares del movimiento de agitación preparado”. [403] 197 Véase B ARÓN DE S ANTA CLARA, El judaísmo , págs. 77-78.
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Que la Masonería no fue ajena a esta invasión comunista y que colaboró directa o indirectamente en sus actuaciones lo evidencian una serie de hechos. Por ejemplo la persecución y trasiego de que fueron objeto los generales y militares distinguidos, a partir de febrero de 1936, salvándose siempre los que eran masones y pasando a ocupar cargos más importantes y de más responsabilidad. r esponsabilidad. Esta enemiga de la Masonería y de las otras fuerzas subversivas contra los elementos sanos del Ejército no era nueva y se venía arrastrando a lo largo de toda la República. Se percibe en muchos acuerdos de las logias198 y fue valientemente denunciada más de una vez en pleno parlamento. Así, en la Sesión del 15 de febrero de 1913 el diputado por Huelva, Cano López, hizo públicos varios nombres de militares masones, concretamente éstos: Generales de División : López Ochoa, Cabanellas (Miguel), Gómez Morato, Riquelme, Núñez de Prado, Gómez Caminero, Villa-Abrille y Molero. Generales de Brigada : Urbano, Llano, Miaja, Cruz Boullosa, Pozas, Martínez Cabreras, Jiménez, López Gómez, Martínez Monje, Castelló, Romerales, y Fernández Ampón. Coronel : Garrido del Oro. Teniente Coronel : Sacanell, etc., etc. José Antonio Primo de Rivera acusó igualmente a la Masonería el 6 de noviembre de 1934 con ocasión del indulto concedido al coronel Pérez Farrás. Y Calvo Sotelo, muy cerca ya de la tragedia, se atrevió a puntualizar: “Y lo digo sin ningún género de veladuras, porque [404] uno de los problemas fundamentales que tenemos planteados en España, es este de la infiltración tentacular de la Masonería en todos los órganos del Estado, incluso en el de los militares” 199. En consecuencia, no debe sorprendernos que, poco antes del Frente Popular y mirando, seguramente, al triunfo del mismo, el masón Portela hiciera los siguientes nombramientos masónicos: General Molero, Ministro de Guerra. General Martínez Cabrera, Subsecretario. General López Ochoa, Inspección General del Ejército. General Cabanellas, Mando de la 5.ª División. General Pozas, Mando de la Guardia Civil. Núñez del Prado, Dirección de Aeronáutica200. Otro indicio de las gravísimas responsabilidades contraídas por la Masonería con toda la actuación criminal del Frente Popular parece ser la figura siniestra de Portela Valladares, cuya desatentada actuación en los momentos más críticos respondió a imperativos de las Logias, de las cuales era hermano destacado hasta el grado 33. muy significativa es, a este respecto, la visita que le hizo su jerarca masónico y Gran Oriente, Martínez Barrios, el día 18 de febrero, aireada por la prensa en estos términos: “El Sr. Martínez Barrios visita al Jefe de Gobierno en el Ministerio de la Gobernación, con quien celebró una conferencia. A la salida dijo a los periodistas, que era muy natural que visitase al Sr. Portela para tratar de cuestiones electorales. A otras preguntas de los periodistas agregó que había acudido ante el Jefe de Gobierno para hacer reclamaciones electorales, porque en algunas provincias estaban verificándose todavía escrutinios, lo cual suponía una lentitud excesiva, que había producido extrañeza a sus correli198
En el “Boletín Secreto de la Gran Logia Española”, n.º 5 (septiembre de 1934) pueden verse varios de estos acuerdos: “La misma logia consulta sobre si la reciente rec iente circular de Guerra sobre los militares y las Asociaciones Políticas, puede afectar a los “hermanos” militares, acordándose contestar, que como nuestra Institución no tiene carácter político, dicha circular en nada puede referirse a nosotros... Se leen unas planchas de las RResp.´. LLogs.´. GERMINAL n.º 96 (en Lubrín, Almería), FRANCISCO ESTEVA (Huelva) y RENOVACIÓN (La Línea de la Concepción). Se refieren al caso ocurrido con un sargento que ha defendido a la Orden, atacada en público por un Capitán. Como el sargento no ha resultado perjudicado, se acordó darse por enterados y estar atentos para intervenir en su caso”. Los “hermanos” colocados en los Ministerios velaban también por los intereses de la Orden entre los militares, bien sancionando a cuantos no les eran er an sumisos y afectos, bien colocando en los puestos claves a los que iban avalados por la banda masónica sobre la militar. Por ejemplo, la prensa se ocupaba en los últimos días de enero de 1936 del arresto de un mes impuesto en el Castillo de Montjuich al coronel Don Robustiano Garrido, Jefe del Centro de Movilización n.º 7, por haber dirigido a los periódicos (“El Correo Catalán”) una carta abierta haciendo constar que él no era masón. El castigo lo imponía el “hermano” General López Ochoa. Véase la noticia en el periódico “Odiel”, año II, n.º 19 (21 de enero de 1936), pág. 4. [404] 199 Cf. “Libro de Actas de las sesiones del Congreso”, Legislatura de 1933-1935, tomo VII, n.º 116, página 4566 y “Diario de sesiones”, tomo VII, n.º 146, página 5763. 200 Pueden verse recogidos en la prensa de aquellos días, p. e. “El Siglo Futuro”, 16 de enero de 1936 y “Odiel”, 18 de enero de 1936.
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gionarios... “201. Quizá todo eso fuera cierto; pero sin duda lo fue la dimisión presentada al día siguiente por el Presidente masón, llevando consigo una serie de consecuencias de las más terribles que se cuentan en la historia de España. La más inmediata de esas consecuencias fue otra entrevista de M. Barrios el día 19, esta vez con el presidente de la República, Alcalá Zamora. Muy breve, pero lo bastante para lograr que se encargara a Azaña de formar nuevo Gobierno. ¡Y qué gobierno! De sus trece t rece titulares, t itulares, cinco eran er an masones bien coco nocidos, además del Presidente, y algunos otros probables masones: Augusto Barcia, José Giral, Marcelino Domingo, Santiago Casares, Mariano Ruiz-Funes, Plácido Álvarez-Buylla, Enrique Ramos y Manuel Blasco Garzón. La cosecha masónica en escaños del Parlamento había sido espléndida. Más de ciento treinta, en un recuento aproximado, [405] distribuidos entre el Partido Socialista, Izquierda Republicana, Unión Republicana, Ezquerra, Partido Comunista y algún independiente202. [406] 201 Véase 202
en “Odiel” año II, n.º 44 (19 de febrero de 1936), página 1. [405] He aquí su relación, tomada de COMÍN COLOMER , o. c., II, 294-298: a). – Del Partido socialista Obrero . Antonio Acuña Caballar, por Granada. Aurelio almagro García, por Granada. Tomás Álvarez Angulo, por Jaén. Julio Álvarez del Vayo, por Madrid. Luis Araquistain Quevedo, por Madrid. Ramón Beade Méndez, por La Coruña. Manuel Barrio Jiménez. Crescenciano Bilbao Castellano, por Huelva. Rafael Calvo Cuadrado, por Zaragoza. Eduardo Castillo Blanco, por Zara goza. Luis Cordero Bel, por Huelva. Emiliano Díaz Castro, por Santa Cruz de Tenerife. Ernesto Fernández Jiménez, por Madrid. Ángel Galarza Gago, por Zamora. Luis García Cubertoret, por Cuenca. Ramón González Peña, por Huelva. Juan Gutiérrez Prieto, por Huelva. Luis Jiménez de Asúa, por Madrid. Ramón Lamoneda Fernández, por Granada. Francisco Largo Caballero, por Madrid. Rodolfo Llopis Ferrándiz, por Alicante. Manuel Martínez Pedroso. Mariano Moreno Mateo, por Oviedo. Amancio Muñoz de Zafra. Juan Negrín López, por Las Palmas de Gran Canaria. Margarita Nelken Amusbergen de Paúl, por Badajoz. Amancio Pasagali Lobo, por Jaén. José Prat García, por Albacete. Fernando de los Ríos Urruti, por Madrid. Carlos Rubiera Rodríguez, por Madrid. Juan Simeón Vidarte Franco-Romero, por Badajoz. Miguel Villarta Gisbert, por Alicante. Los únicos dudosos en esta relación son Largo Caballero y González Peña. b). – Del Partido de Izquierda Republicana . Francisco Aguado de Miguel. Manuel Álvarez-Ubena y Sánchez-Tembleque, por Toledo. Manuel Azaña Díaz, por Madrid. Emilio Baeza Medina, por Málaga. Ildefonso Beltrán Pueyo, por Huesca. José Calviño Domínguez. Santiago Casares Quiroga, francisco Casas Salas, por Castellón. Honorato de Castro Bonel, por Zaragoza. Fidelio Castro Prieto. Juan Capmany Jiménez. Eliseo Cuadrado García. José Díaz Fernández, por Murcia. Marcelino domingo Sanjuan, por Tarragona. Antonio Escribano Iglesia, por Madrid. Carlos Esplá Rizo, por Alicante. Luis Fernández Clérigo. José García Ramos, por La Coruña. José Giral Pereira, por Cáceres. Eliseo Gómez Serrano. Emilio González López, por La Coruña. Antonio Jaén Morente, por Córdoba. Mariano Jover González por Zaragoza. Julio Justicia Jimeno, por Valencia. Victoria Kent Siano, por Jaén. Luis Laredo Vega, por Oviedo. Aurelio López-Malo Andrés, por Cuenca. José Maldonado González, por Oviedo. Vicente Marco Miranda, por Valencia. Darío Marcos Cano, por Valencia. Ángel Méndez, por Albacete. Albacete. Antonio Moreno Jover. Miguel Muñoz Martínez. José Polanco Romero. Emilio Palomo Aguado, por Toledo. Leandro Pérez Urría, por Madrid. Enrique Ramos Ramos, por Madrid. Luis Rodríguez Figueroa. Miguel Rodríguez Molina. Mariano Ruiz Funes. Ramón Ruiz Rebollo. Claudio Sánchez-Albornoz Meduiña, por Ávila. Vicente sol Sánchez. Alfredo Somosa Gutiérrez. Ramón Suárez Picallo, por Coruña. Félix Templado Martínez, por Murcia. Pedro Vargas Guerendiain, por Valencia. Antonio Velao Oñate, por Madrid. Luis Velasco Damas, por Málaga. Isidoro Vergara Castrillón, por Valladolid. Elpidio Villaverde Rey. c). – Del Partido de Unión Republicana . Elvidio Alfonso Rodríguez, por Tenerife. Federico Alva Valera, por Málaga. Benito Artigas Arpón, por Soria. Manuel Blasco Garzón, por Sevilla. Fulgencio Díez Pastor, por Cáceres. José García Berlanga. Bernardo Giner de los Ríos, por Jaén. Jerónimo Gomariz Latorre, por Alicante. Francisco Gómez-Hidalgo y Álvarez, por Castellón. José González y Fernández de Labandera, por Sevilla. Ramón González Sicilia, por Sevilla. Gabriel González Taltabull. Antonio Lara Zárate, por Sevilla. Francisco López de Goicoechea Inchaurrandieta, por Murcia. Santiago López Rodríguez, por Huelva. Joaquín Mayo Castán, por Huesca. Arturo Martín de Nicolás. Diego Martínez Barrios, por Madrid. Juan Antonio Méndez Martínez, por Murcia. José Miñonez Bernárdez. José Moreno Galvache, por Murcia. Álvaro Pascual Leone, por Almería. Pedro Rico López, por Córdoba. Juan Manuel Sánchez Caballero, por Cádiz. Manuel Torres Campañá, por Madrid. Fernando Valera Aparicio, por Badajoz. Alejandro Viana Asaperón, por Pontevedra. [406] d). – De – De la Esquerra Catalana. Pedro Aznar Seserra, por Barcelona. Jaime Ayguadé Miró, por Barcelona. Martín Barrera, por Barcelona. Luis Companys Jover, por Barcelona. Pedro Corominas y Montaña, por Barcelona. Pedro Ferrer y Batlló, por Barcelona. Ventura Gasol y Rovira, por Tarragona. José María Massip Izábal, por Barcelona. Luis Nicolau d’Olwer, por Barcelona. Domingo Palet Barba, por Barcelona. José Puig Pujadas, por Gerona. Miguel Santaló Parvorell, por Gerona. Juan Sentís Nogués, por la provincia de Barcelona. José Tomás y Piera, por la pro vincia de Barcelona. José Antonio Traball Sans, por la provincia de Barcelona. e). – Del – Del Partido Comunista . Antonio Petrel Fernández, por Granada. Granada. Eduardo Suárez Morales, por Canarias. Canarias. Cayetano Bolívar Escribano, Escribano, por Málaga. Entre los Independientes de izquierda figuran figuran Álvaro de Albornoz y Limiñana, por Oviedo, y José a. Mendizábal. Y por el
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Del ambiente general que se respiraba en las Logias a raíz del 16 de febrero, y de la euforia connatural a todo masón que provocó el triunfo del Frente Popular es buen exponente la siguiente carta íntima y familiar de uno de los hermanos al parecer más inferiores dentro de la Secta203. Dice así: “Madrid, 6 de marzo de 1936. Mi querido amigo y h.´. González: Hoy por fin me dispongo a escribir a Vd. contestando a su cariñosa carta del 12 de enero, si bien es verdad que durante este tiempo le he enviado dos esquelas: una con mi hermana y otra no recuerdo con quien, aparte de mandarle razón en cartas enviadas a nuestro querido amigo Castro y Alarcón. Y ya hoy lo hago a Vd. directamente, tanto por la satisfacción que con ello experimento, como para darle cuenta de cosas. Ante todo mi deseo de que Vd. y los suyos estén buenos, y participarle que por esta casa todos seguimos bien. Y luego enviarle a Vd. mi felicitación más cordial y entusiasta por el triunfo del ppdo. Día 16, que yo considero como una nueva hora de justicia, por la que marchamos ya a pasos agigantados hacia la meta de los ideales de redención y emancipación humanas. hu manas. Me eximo en esta carta de darle a Vd. detalles de la lucha y estado de la opinión popular, ya que supongo conocerá Vd. la larga, ¡larguísima! Carta que envié a nuestro querido amigo Castro sobre estos asuntos, y habrán Vds. Apreciado por ella toda la importancia de este movimiento emancipador del proletariado. En cuanto a mí, aparte del entusiasmo que esto me produce y que ya hago constar en la carta citada, y el tener el convencimiento de que se acerca precipitadamente la hora [407] de la justicia, con Azaña, sin Azaña, de todos modos; y por eso mismo quizás, sin que ello sea abdicar de mis antiguos y arraigados ideales, creo es llegad la hora de una acción práctica, para que el poder público vaya a manos de los trabajadores y a ello tiendan mis esfuerzos, que no por modestos e insignificantes, son menos sinceros y entusiastas. La masa sigue lo mismo de entusiasmada y decidida. Mañana, domingo, se celebrará en la Plaza de Toros el acto en honor de la mujer de izquierdas, y que promete ser cosa extremadamente lucida. Pese a las medidas coercitivas que el Gobierno pone de manera más o menos velada, se respira un ambiente de libertad impuesto por el pueblo, que esta vez no quiere repetir la candidez del 14 de abril. En fin, para que voy a repetirle lo que Vd. conocerá por la prensa y lo que ya digo en mi carta a Castro. No tendré que decirle a Vd. la dolorosa, la penosísima impresión, que me produjo el conocer el fallecimiento de nuestro querido Bartolo, pues aunque era cosa que todos esperábamos, la realidad es siempre algo desagradable. Por cierto que me ha desagradado no recibir de Vd. noticias directas de ese fallecimiento, que conocí, primero por su telegrama a la Gr.´. Log.´. y la mañana siguiente por la visita de Ángel a su paso por ésta. He sentido tanto más este fallecimiento porque ahora abrigaba la esperanza de ir a ésa y poder abrazarle por última vez; pero la fatalidad me ha privado de ese placer. A Tall.´ Tall.´. envío mi pésame y una esquela para Pepa, significándole la parte sincera sincer a que tomo en su duelo. En la noche del Jueves, inmediata al fallecimiento de nuestro querido Bartolo, hice yo en la Mantua un recuerdo de él, y se acordó constara en el acta el sentimiento del Tall.´., tributar en su memoria una trp.´. bat.´. de duelo, y enviar a PERSEVERANCIA una plan.´. de pésame, que yo redacté, pero que anoche supe que no había sido enviada todavía por el Secretario, que me ofreció enviarla seguidamente. El Sob.´. Cons.´. en su última ten.´. acordó celebrar una ten.´. fúnebre en memoria de Bartolo, a la que como es consiguiente pienso y quiero asistir. En este momento llega a ésta de regreso Ángel, que me trae los recuerdos y las noticias vuestras. Me alegra saber que este Tall.´. marcha muy bien y felicito a Vd. por ello. En cuanto a lo que me pregunta Vd. de la Gr.´. Log.´., en realidad en el seno de este Sob.´. Con.´. no existe nada que denote divergencia alguna. Hay sí, disparidad de criterios sobre el Gr.´. Secr.´. Gastell, y el Conser-
Partido Sindicalista , con toda seguridad, Ángel Pestaña Núñez. 203 Archivo NSD, doc. n.º 15; reproducido en el “Apéndice” I (páginas 26-28) del Dictamen de la Comisión sobre ilegiti- midad de poderes . [407]
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je, Lizarregue, que da lugar por ello a la [408] anormalidad de d e la correspondencia. c orrespondencia. Por lo demás, aun con falta de constancia de alguno, las cosas marchan bien. Además las relaciones con el Gr.´. Or.´. cada día son más cordiales. Ahora ha sido elegido Director de la Marina M arina Civil, Gr.´ Gr.´. Maest.´ Maest.´. del Consejo Federal Simbólico del Gr.´. Or.´. hermano Rizo, persona muy cariñosa y cordial, y ello ha producido entre todos los HH.´. HH.´. gran alegría. alegrí a. Respecto a mi posible ida a ésa para ser repuesto e indemnizado de los perjuicios sufridos, que no llegarán a indemnizarse del todo por mucho que me dieran, estoy pendiente para ello de que sea designado el Director de Marruecos y Colonias, cargo aun vacante, lo mismo que el del Alto Comisario. He visto a Martínez Barrios, al que he entregado una nota pedida por él, con expresión de los cuatro represaliados que tenemos de esa Junta, a saber: Aurelio Moreno, mi hijo y yo aquí, y Juanito Montecatine ahí. Tan pronto esto se resuelva, emprenderé la marcha a ésa, pero con el propósito de regresar otra vez a Madrid, donde espero colocarme en algo que me permita vegetar; pero más que ello me preocupa el porvenir de mis hijos, que ahí nada pueden esperar, y que en el limitado horizonte de Marruecos no permite pensar en nada. Aparte esto, se es más útil a la causa en estos est os medios, en que se desenvuelve con más libertad y eficacia. Hice entrega oportuna del pliego al Presidente de la Liga de la Defensa de los Derechos del Hombre, que la acogió con toda simpatía, diciendo tenía pendiente la entrega de un millón de firmas. Hablamos de la posibilidad de organizar las Secciones de la Liga, y de este asunto cuando yo vaya hablar-e con Vd. detenidamente, así como de otros no menos importantes, entre ellos de la organización “Amigos de la Unión Soviética. – Guillermo Vázquez. – Rubricado”. Si seguimos en la detección de fenómenos denunciadores de la trabazón íntima existente entre la Masonería y Frente Popular, nos sale al paso el repugnante crimen del asesinato de Calvo Sotelo. Tan repugnante y execrable que, en principio, cualquiera se mostraría reacio a creer que la Secta, mirando a su prestigio, hubiera tenido que ver en él. Sin embargo, hay autores a quienes no amedrentó el compromiso que suponía asegurarlo y abonarlo con datos muy concretos. Escuchemos sus palabras: [409] “En la sesión o tenida de la Gran Logia de París, establecida en la Rue Cadet, n.º 16, celebrada el 8 de junio último, se examinó detenidamente la posibilidad de un Frente Nacional en España, que constituyese un inmediato peligro a destrucción del Frente Popular, ya muy resquebrajado por las luchas interiores de sus componentes. En dicha tenida, a la que asistieron cinco delegados españoles, se examinó el fichero relacionado con las personalidades que pudieran constituir el Frente Nacional, y se apuntaron las observaciones que a cada uno correspondían... El interesante contenido de la ficha de Calvo Sotelo es literalmente el siguiente: “Calvo Sotelo. Monárquico. Ex-Ministro Ex-Ministr o de la Dictadura. Hombre de gran preparación técnica financiera. Peligrosísimo por su poder de captación de las masas. Cuenta con el apoyo de grandes núcleos capitalistas. Fracasado Gil Robles en el Gobierno, constituye la única garantía de las Derechas nacionales. Es la única figura que puede aglutinar a su alrededor a todos los elementos contrarios al Frente Popular. Se halla relacionado perfectamente con personalidades influyentes extranjeras. Es urgente su eliminación total , para impedir la formación del Frente Nacional cuya Jefatura ostentaría de modo indiscutible. Tra- mítase esta nota con urgencia a nuestros “hermanos” de Madrid para su rigurosa observancia . Aprémiese a los HH.´ HH.´. Casares Quiroga y Barcia Barc ia para su inmediata ejecución” 204. Más normal resulta la vinculación de la Masonería a cuanto fue persecución religiosa, oficial o callejera, a partir del 16 de febrero del 36, lo mismo que a cuanto supuso defensa cerrada del Frente Popular contra el Movimiento Nacional del 18 de julio. Esto es como un axioma incontrastable a la luz de cuanto sabemos sobre actuación masónica en España desde el siglo pasado. Nadie lo pone en duda. Pero, fieles 204
Cf. J. A. N AVARRO, Historia de la Masonería Española , cap. VII, páginas 67-68. [410]
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a nuestro criterio de aportar en cada momento la documentación pertinente cerraremos este largo y negro capítulo con tres testimonios masónicos escalofriantes por la crudeza y pasión con que nos hablan a favor del Frente Popular y, por consiguiente, de todo lo que trajo consigo. Corresponde el primero a las declaraciones publicadas en la “Vanguardia”, de Barcelona, el 15 de octubre de 1936, por un anónimo masón: “Los masones españoles, que no son simplemente masones, sino que están todos sujetos a una u otra disciplina política de izquierda, piden a sus compañeros de lucha en esta Cruzada por la Libertad de España, que no perdure en ellos ni un momento más la menor sombra de duda sobre su [410] actuación, y precisan que eran masones los que en su día, allá por el mes de marzo de este año, denunciaron al Gobierno de entonces, que con motivo de una fiesta militar en Marruecos se hizo allí por Jefes y Oficiales reunidos la apología del fascismo, y se brindó con todo descaro por el fascio; que eran masones también los que con todo detalle pusieron al tanto a Casares Quiroga, Presidente del Gobierno y Ministro de la Guerra a la sazón, del vasto complot militar que tramaban los Generales Sanjurjo, Goded, Franco, Mola, Queipo de Llano y otros en confabulación con Portugal y a base de la sublevación de las Tropas de Marruecos y Marina de Guerra en los meses antes de estallar el Movimiento, lo que igualmente fue comunicado a otros Ministros y al Sr. Alfonso Mallol, Director General de Seguridad. Gracias a la previsión de los masones, una gran parte de los mandos de la Guardia Civil y de Asalto estaba en mano de los verdaderos republicanos al estallar la Sublevación. Masones eran los que consiguieron que la mayor parte de nuestra Marina de Guerra se pusiera de parte del pueblo, desarmando a los jefes facciosos; masones los aviadores, que en lugar tan heroico han dejado nuestra aviación; masones gran parte de los jefes y oficiales de Asalto fusilados por los facciosos en los sitios ocupados por ellos. Ved las estadísticas de los jefes muertos m uertos en los frentes fr entes y en los puestos de mando, o ya simplemente soldados en filas, y veréis cómo en su mayor parte eran masones, como lo son los que mandan un gran número de columnas; masones son también la mayoría de los que en la prensa, en la tribuna o arte del micrófono, mantienen el fuego sagrado de la causa; masones los que dirigen la victoria desde la retaguardia; masones los que en el extranjero luchan por hacer rectificar el desastroso acuerdo de neutralidad, y los que contrarrestan el espionaje y la acción internacional fascista que se desarrolla en nuestro país. ¿Es posible, pues, poner por nadie en entredicho a los buenos masones? ¿Quién ha dado más sin pedir nada? ¿Es mucho pedir que por los demás hermanos de la lucha se considere a los buenos masones tan dignos como el que más en esta magna empresa de liberación del pueblo español?” 205. El segundo documento procede de la GRAN LOGIA REGIONAL DEL NORDESTE DE ESPAÑA, y fue publicado en “El Diluvio”, el 1 [411] de febrero de 1937, con el siguiente epígrafe: La Masonería al pueblo catalán . Dice, entre otras cosas: “En los dolorosos momentos que atraviesa nuestra Patria, la Masonería ha dejado oír su voz más de una vez. Sus más altos organismos han hecho patente la adhesión a la causa del pueblo, y esta adhesión no se ha limitado al platonismo de un manifiesto, sino que ha sido firmada en sangre de valiosísimos elementos de la misma. La Gran Logia Regional del Nordeste de España ratifica solemnemente una vez más su posición de fe en los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad, que son los lemas, que como principios básicos de una Humanidad mejor sostenemos los masones a través de todas las edades... Lo mejor de nuestros cuadros masónicos está luchando en los frentes de combate por la libertad del pueblo en armas. Esparcidos por todos los organismos antifascistas, numerosos como las espigas, dan nuestros hh.´. ejemplo de heroicidad, honestidad y sacrificio, cumpliendo la promesa sagrada formulada ante el ara y ante los símbolos que veneramos los masones.
205
Puede verse transcrito en FERRARI BILLOCH, Masones : – Así – Así es la secta secta , páginas 12-14. [411]
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En todos los tiempos y en todas las épocas la Masonería ha figurado en la vanguardia de todos los movimientos liberatorios, y así en la época primitiva fueron masones los que fijaron las primeras formas ascendentes del hombre, como lo fueron los que posteriormente alumbraron con su pensamiento filosófico a la Humanidad, balbuciente entonces de espiritualidad. Masones fueron los que en la nefasta Edad Media se opusieron al Poder Eclesiástico, que intentaba impedir el avance del pensamiento y sentir humano, y masones fueron los que en la época moderna trajeron las nuevas ideas, semilla fecunda de una mejor justicia social. Y que a nadie extrañen estas afirmaciones. El mínimo conocimiento de una lengua extraña muy extendida, permite saber que masón significa albañil, es decir: el que edifica, el que construye, el que levanta. Y eso somos los masones: constructores de una Humanidad mejor. Por ello, en las luchas, que por desgracia ha de sostener la Humanidad entre los que pretenden retrasarla para oprimirla y los que buscan el avance para liberarla, nosotros estamos en el último campo. Ajenos a toda disciplina política, a todo dogma religioso, a toda teoría económica, nuestro lema es uno sólo: Humanidad. Y siguiendo esta norma, esta fe y estos postulados de nuestra Orden en la hora trágica en que vivimos, la [412] masonería catalana, como la del resto de España y del mundo, da fe de vida, de entusiasmos y de sacrificios, poniendo la vida de todos sus hermanos como muralla al lado de los hijos del pueblo, para defenderlo de los traidores sin honra. ¡Pueblo de Cataluña! ¡Pueblo de España! Los masones vivimos estrechamente unidos con lazos indisolubles para luchar por la libertad y la justicia. Tenemos la asistencia de todos los masones de la tierra. Pensábamos subrayar estas palabras con una lista de masones caídos en la contienda que ensangrienta las tierras de Iberia: desde Fermín Galán, Francisco Casas Salas, Juan Rafols Marot... Por la Gran Logia Regional del Nordeste de España. – El Gran Maestre. – El Gran Secretario” 206. Finalmente, no podemos dejar de acudir al interesantísimo folleto La Francmasonería Universal ante la gran tragedia española , editado en la imprenta Lucifer de Bruselas en mayo de 1937, del que es autor el h.´. Ceferino González Castroverde, Gran Maestre Adjunto a la sazón del Gran Oriente Español, y que recoge la propaganda de las Logias europeas en favor de la causa marxista en la Guerra de 1936. Presenta la tesis masónica sobre los acontecimientos de España, así como la actuación del h.´. González Castroverde en la Asamblea General del Gran Oriente Francés en París, septiembre de 1936. En aquella Asamblea el Presidente del Consejo de la Orden, Arturo Julio Groussier, hacía h acía la presentación presentaci ón de González Castroverde en los siguientes términos: “El h.´. González no representa solamente al Gran Oriente Español, ni sólo a la Masonería española, sino a toda la democracia de su país... Yo puedo decir a mi amigo el h.´. González, y él lo sabe, que todos los masones, todos los demócratas de Francia, todos los que esperan algo del futuro, tienen los ojos puestos en su desgraciado país... No olvidemos que existe un lazo entre todas las democracias”. Allí el h.´ h.´. Castroverde no tuvo reparo, a efectos propagandísticos, en calumniar villanamente a la Iglesia Española en estos términos: “La gran tragedia que se desarrolla en España, puede proporcionar lecciones interesantísimas, lo mismo a la Institución Francmasónica que a sus hombres. Esa tragedia hace correr a torrente la sangre del pueblo liberal español; pero esa sangre será, sin duda, fecunda para la Humanidad e incluso para la Masonería, si se saben aprovechar las lecciones que se deducen de este grave problema. [413] Esta dura experiencia podrá enseñarnos a nosotros, francmasones, a conocer de una vez para siempre a nuestro enemigo más encarnizado y formidable, que es a su vez el de todas las libertades humanas, o sea: el de todas las conquistas de la civilización. Es la Iglesia, la intolerancia rabiosa de todos los hombres formados por la Iglesia de Roma... El mundo entero sabe ya que toda la banda de generales traidores y felones, lo mismo que 206
Véase reproducido en J. A. N AVARRO, o. c., páginas 69-71. [413]
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sus turiferarios y sus tropas de requetés y falangistas, eran los cabos furrieles, los hijos predilectos de esta Iglesia Romana, que los había formado a su imagen y semejanza. Todo el mundo sabe también que el levantamiento militar fue preparado, no en los cuarteles, sino en los despachos de los altos dignatarios de la Iglesia por cardenales, arzobispos y otros eclesiásticos; ellos han financiado la revuelta, han dirigido las Juntas Militares revolucionarias y han mandado los pelotones de ejecución, encargados de asesinar cobardemente a la “élite” de la población civil española, y sobre todo a los francmasones... Por consiguiente estas dos frases de un gran escritor están siempre de actualidad. “La Iglesia, he ahí el enemigo”. “La Iglesia no se desarma”. Estas hordas, formadas por la Iglesia en un ambiente de odio y de prejuicios, en el territorio que dominan someten a la población civil c ivil bajo el peso del calvario más espantoso... Esto deberá hacernos pensar a nosotros, los francmasones, hasta qué límites debemos llevar nuestra tolerancia, pues es a causa de esto: de que la República Española y los francmasones hayan sido excesivamente tolerantes para con los hombres reaccionarios de la Iglesia, por lo que hemos de sufrir este duro calvario... * * * Los Francmasones del universo “no podrán desolidarizarse ni moral ni materialmente, de sus Hermanos de España, porque con ellos están sólida e indisolublemente enlazados por sus principios, por sus juramento solemnemente prestados, y por sus compromisos voluntariamente contraídos... ...la intervención de nuestros Hermanos ha sido tan sobresaliente, que los hechos heroicos y generosos, cuando han sido conocidos de todos, les han valido la estimación general, a tal punto que hoy el carnet masónico es el documento mejor cualificado para poder circular libremente a través de todo el territorio controlado por las fuerzas gubernamentales... Evidentemente hemos recibido las más emocionantes pruebas de adhesión y de solidaridad masónica. Desde luego el Grande Oriente de Francia, es el que nos ha dado, incluso antes de haberlo pedido, sus primeras palabras de alivio, al mismo tiempo que su preciosa ayuda material, después de haber acordado manifestarnos la expresión unánime de todos sus delegados con adhesión de su Congreso de septiembre de 1936” 207. Hace a continuación en el folleto aludido un recuento de la “protección moral y material” que han recibido los españoles de todas las logias extranjeras. Al fin, termina con una confesión tan explícita como ésta: “En las circunstancias críticas en que la Humanidad se encuentra, la Masonería debe adoptar a través de sus hombres más relevantes una participación más directa y más transcendente en la solución de todos los problemas ligados íntimamente a la vida, a la seguridad y al bienestar de los pueblos. Pues si bien la Francmasonería no tiene específicamente la misión de gobernar a los pueblos, es sin embargo la Institución más cualificada para formar a los hombres, que tienen que dirigir sus pueblos, y le corresponde la misión de guiar y asistir a estos hombres”. Alaba y ofrece por ejemplo “el de la brava y heroica resistencia del Ejército Popular español, que al presente es casi enteramente mandado por masones”. Y concluye formulando las siguientes peticiones “a los hermanos mejor situados en los medios democráticos” de la Francmasonería Universal: a) Poner fin en la guerra española a todos los hechos de vandalismo, que representan una afrenta para la actual civilización. b) Devolver Devolver sus derechos al Gobierno legal de España, para que pueda aprovisionarse libremente y defenderse de los facciosos y de los invasores. c) Obligar Obligar a la Sociedad de Naciones a cumplir sus deberes vis a vis con el Gobierno Español, víctima de una agresión y de una invasión en su territorio. d) Disolver Disolver el Comité de No-Intervención. e) Retirar Retirar a todos los Jefes, Oficiales y soldados extranjeros, los marroquíes incluso, que luchan en España”. [415] 207
Recogido, citado y traducido por C OMÍN COLOMER , o. c., II, 302-308. [415]
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