UNIVERSIDAD UNIVE RSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO P OR OR
V T I R I P S
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L A A R
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ANTROPOLÓGICAS
A NTROPOLOGÍA DE LA ANTROPOLOGÍA L A VIOLENCIA EN LA CIUDAD DE MÉXICO: FAMILIA, PODER, GÉNERO Y EMOCIONES
TESIS QUE PARA OPTAR AL GRADO DE
DOCTOR EN ANTROPOLOGÍA
P R E S E N T A:
FLORENCIA ROSEMBERG SEIFER
TUTOR DE TESIS Dr. RAFAEL PÉREZ-TAYLOR
CIUDAD DE MÉXICO MAYO 2011
Como siempre a mi familia quienes son parte de mi caos… A los que ya no están, es tán, pero que siempre estarán… estarán … A los que hoy en el mundo sufren suf ren violencia…
Agradecimientos Decir gracias nunca será suficiente para expresar mi sentir. Habrá que empezar por Rafael Pérez-Taylor quien siempre confió en mí, me guió e invitó a entrar en el mundo maravilloso de la complejidad. A Margarita Zárate, quien siempre estuvo a mi lado y me apoyó con su amistad y su enorme saber para concluir esta tesis, a Raymundo Mier maestro erudito quien siempre me invitó a pensar. A Fernando Martín por su enorme solidaridad y apoyo, a Alfredo Guerrero por sus riquísimos comentarios. Hay que darle gracias también a mi hermana Marisol Simón quien siempre estuvo a mi lado, a Amelia Rivaud quien revisó puntualmente la tesis, a Estela Troya por su humor, amistad y crítica, a Xabier Lizarraga siempre con su inteligencia, apoyo y generosidad a flor de piel, a Juana Martínez quien me acompañó al viaje a la Peralvillo y también a quienes me regalaron su valioso tiempo en las entrevistas. A mis pacientes o consultantes quienes me enseñaron muchas de las cosas aquí planteadas. A Sylvia London por haberme presentado la terapia familiar sin la cual no hubiera podido ser escrita esta tesis. A Alison Barba con quien compartí y aprendí en el trabajo de muchos años con familias que viven violencia. A Paloma Escalante porque me ha permitido disfrutar otro tipo de docencia y amistad y a quien agradezco el haber sido el pivote para haberme impulsado a escribir esta tesis. A mis alumnos de todos estos esto s años con los que compartí, compart í, reí y también sufrí la conciencia del mundo violento que nos rodea...A todos mis amigos que también han sido cómplices… A la Escuela Nacional de Antropología Antr opología e Historia, en particular pa rticular la licenciatura de de Etnología, por haberme cobijado todos estos años, al Instituto Latinoamericano de Estudios de la Familia (ILEF) espacio de cimentación, cariño y aprendizaje y, finalmente, al Instituto de Investigaciones Antropológicas-UNAM por
Como siempre a mi familia quienes son parte de mi caos… A los que ya no están, es tán, pero que siempre estarán… estarán … A los que hoy en el mundo sufren suf ren violencia…
Agradecimientos Decir gracias nunca será suficiente para expresar mi sentir. Habrá que empezar por Rafael Pérez-Taylor quien siempre confió en mí, me guió e invitó a entrar en el mundo maravilloso de la complejidad. A Margarita Zárate, quien siempre estuvo a mi lado y me apoyó con su amistad y su enorme saber para concluir esta tesis, a Raymundo Mier maestro erudito quien siempre me invitó a pensar. A Fernando Martín por su enorme solidaridad y apoyo, a Alfredo Guerrero por sus riquísimos comentarios. Hay que darle gracias también a mi hermana Marisol Simón quien siempre estuvo a mi lado, a Amelia Rivaud quien revisó puntualmente la tesis, a Estela Troya por su humor, amistad y crítica, a Xabier Lizarraga siempre con su inteligencia, apoyo y generosidad a flor de piel, a Juana Martínez quien me acompañó al viaje a la Peralvillo y también a quienes me regalaron su valioso tiempo en las entrevistas. A mis pacientes o consultantes quienes me enseñaron muchas de las cosas aquí planteadas. A Sylvia London por haberme presentado la terapia familiar sin la cual no hubiera podido ser escrita esta tesis. A Alison Barba con quien compartí y aprendí en el trabajo de muchos años con familias que viven violencia. A Paloma Escalante porque me ha permitido disfrutar otro tipo de docencia y amistad y a quien agradezco el haber sido el pivote para haberme impulsado a escribir esta tesis. A mis alumnos de todos estos esto s años con los que compartí, compart í, reí y también sufrí la conciencia del mundo violento que nos rodea...A todos mis amigos que también han sido cómplices… A la Escuela Nacional de Antropología Antr opología e Historia, en particular pa rticular la licenciatura de de Etnología, por haberme cobijado todos estos años, al Instituto Latinoamericano de Estudios de la Familia (ILEF) espacio de cimentación, cariño y aprendizaje y, finalmente, al Instituto de Investigaciones Antropológicas-UNAM por