Título del proyecto: “Producción de d e jabones orgánicos a base de frutas de temporada para mujeres de 14 a 21 años del D.F y área metropolitana”
Antecedentes de los jabones orgánicos Hasta principios del siglo XX, la mayor del jabón que usaban nuestros antepasados era completamente natural y fabricado en casa. Entonces se aprovechaban las grasas procedentes de cocinar alimentos y del despiece de animales, que se conservaban hasta que había suficiente cantidad como para fabricar jabón. Pero todo esto cambió a partir de 1916, cuando debido a la Primera Guerra Mundial se produjo una escasez importante de grasas. Como alternativa a este ingrediente principal en la fabricación del jabón, algunas empresas comenzaron a desarrollar y fabricar los primeros jabones sintéticos, denominados detergentes. En medio del fervor por la cosmética natural, los jabones artesanales elaborados con recetas naturales resurgen de sus cenizas y su consumo crece como la espuma. Por suerte, con el auge de la cosmética natural y el ecologismo, surgió con fuerza la industria jabonera natural. Estos jabones son cien por cien naturales y, dependiendo de los ingredientes utilizados en su elaboración, cumplen funciones específicas para nuestra piel. Podemos encontrar en el mercado todo tipo de jabones naturales para satisfacer nuestras necesidades: jabones perfumados, decorados, con ingredientes exóticos, de flores, de frutas, etc. Los negocios dedicados a su comercialización se han extendido a lo largo de los últimos años. La posibilidad de mejorar el cuidado de la piel y beneficiarse de sus numerosas propiedades también ha atraído la atención de los consumidores. Sus precios son algo más elevados que los jabones comunes, pero sus propiedades y su variedad marcan la diferencia. Pero el valor económico no debería impedirnos disfrutar a un nuevo nivel de los jabones naturales, pues su elaboración está al alcance de quien lo desee. Los jabones hechos a mano además contienen más cantidad de glicerina, que es bien conocida por favorecer la suavidad de la piel de manera natural. La glicerina es otro otro de los conocidos ingredientes que poseen efectos higroscópicos, esto es, que provocan hidratación natural en la piel. Habitualmente se extrae durante el proceso de creación de un jabón comercial y se comercializa por separado como un producto realmente valorado en la cosmética actual. Hay que decir que los ingredientes naturales no están presentes en los jabones comerciales o, en caso de estarlo, es de manera testimonial acompañados de otros muchos ingredientes nada naturales.
Presentación La presentación clásica de los jabones de tocador son en barras cuadradas o circulares de diferente peso desde 80 g a 180 0 200 g. Podemos elegir diferentes presentaciones atractivas, dado que va dirigido a mujeres adolescentes, se podrían elegir presentaciones en formas de figuras (corazones, flores, frutas, etc.). Con una envoltura de papel encerado y en un empaque de cartón.
Cómo introducir los jabones orgánicos al mercado 1) Define con claridad al cliente potencial a quien va dirigido tu producto. Decide dónde planificas atraerlo, si será en Internet, en las tiendas o por correo. Cada una de estas avenidas tiene sus requisitos singulares. Por ejemplo, si planeas vender el nuevo producto en negocios minoristas, debes abordar temas como la distribución y la determinación de precios mayoristas y minoristas para asegurar que tú, el mayorista y el minorista obtengan un margen de rentabilidad razonable. Luego debes decidir quién, dentro de tu compañía, tiene el talento para hacer que la introducción sea exitosa. Puede que llegues a la conclusión de que muchos de los talentos que necesitas para garantizar que la introducción tenga éxito no existen actualmente en tu empresa. De ser así, considera buscarlos en otro lado. 2) Selecciona las herramientas de marketing que necesitarás para respaldar tu lanzamiento. Ya que debes saber mucho acerca de los productos de la competencia, como sus atributos, sus precios y los métodos que usaron para promoverlos, deberás invertir en una investigación cualitativa o cuantitativa para poder responder a esas preguntas. Luego debes decidir qué métodos promocionales y publicitarios requiere la introducción de tu producto. Por ejemplo, ¿la mayor parte del presupuesto se gastará en publicitar en el punto de compra para apoyar los esfuerzos del minorista, o realizarás un programa contundente de promoción general? 3) Sé flexible. Independientemente de cuán bien planifiques la introducción, tendrás que reemplazar algunos de tus esfuerzos por ideas nuevas. Por ejemplo, puede que estés generando más ventas del producto como resultado de promociones dentro de las tiendas que las que generas con los medios de comunicación masivos. Debes poder reducir tus costos tradicionales de promoción y reforzar tu esfuerzo promocional dentro de las tiendas en cuestión de días. 4) Las investigaciones indican que hay que exponer a un potencial cliente a un producto nuevo durante un mínimo de cuatro veces antes de que él lo recuerde, y unas diez veces antes de que piense en comprarlo. Por ejemplo, supongamos que lo publicitas una vez a la semana. En primer lugar, el público comprador, en promedio, verá 1/3 aproximadamente de lo que muestras, así que puede llevar un mínimo de siete a ocho meses antes de que compren el producto. Debes tener en cuenta el hecho de que pasen varios meses antes de saber si la introducción fue un éxito cuando se decida el presupuesto.