Las membranas fetales incluyen: Amnios Corión
El Síndrome de aspiración de meconio, (SAM) también conocido como "aspiración neonatal de meconio" sucede cuando los bebés inhalan meconio en sus pulmones durante o después del parto. El meconio son las primeras heces del bebé, compuestas por materiales ingeridos durante el tiempo en el que el bebé pasa en el útero: células epiteliales intestinales, lanugo, moco, líquido amniótico, bilis y agua. El meconio es estéril, a diferencia de
las siguientes heces y son inodoras.
El meconio se almacena habitualmente en los intestinos del bebé hasta después del nacimiento, pero en ocasiones (a veces en respuesta al sufrimiento fetal) es expulsado al líquido amniótico antes del nacimiento o durante el parto. Si el niño inhala entonces el fluido contaminado se pueden producir problemas respiratorios clásicos del síndrome de aspiración de meconio.
El sufrimiento fetal durante el parto provoca contracciones intestinales , así como la relajación del esfínter anal, lo cual facilita que el meconio pueda
contaminar el líquido amniótico. Éste último normalmente es claro, pero se vuelve verduzco en presencia de meconio. Si el bebé inhala esta mezcla antes, durante o después del nacimiento, puede ser llevado a las vías aéreas del interior de los pulmones. Los principales problemas que se pueden encontrar en esta situación serían los siguientes: El material podría bloquear las vías aéreas. Se bajaría la
eficiencia del intercambio de gas en los pulmones. El fluido contaminado de meconio es irritante, con lo que se inflamarían las vías aéreas y posiblemente conduciría a una neumonía química.
COMPLICACIONES Neumonía por aspiración Daño cerebral debido a falta de
oxígeno Dificultad respiratoria que dura varios días Atelectasia pulmonar Hipertensión pulmonar persistente del recién nacido
Es una infección de las membranas placentarias y del líquido amniótico. Es mucho más común en los partos prematuros. La corioamnionitis puede causar bacteremia (infección en la sangre) en la madre y provocar un parto prematuro y una grave infección en el neonato. La corioamnionitis también se denomina infección intraamniótica y amnionitis.
Los organismos generalmente responsables de la corioamnionitis son los que normalmente se encuentran en la vagina, incluyendo la Escherichia coli (E. coli). Los estreptococos grupo B también pueden producir la infección. La corioamnionitis se puede desarrollar cuando se produce una ruptura de las membranas (bolsa de líquido amniótico) durante un largo período. Esto permite el ingreso de microorganismos vaginales al útero.
Los síntomas pueden incluir: Fiebre Aumento de la frecuencia cardíaca en la madre y el feto Dolor o sensibilidad en el útero Olor desagradable del líquido amniótico
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Tan pronto como se diagnostica la infección se administran antibióticos para tratar la corioamnionitis. Normalmente los antibióticos no se interrumpen después del parto. A menudo es necesario inducir el parto para prevenir complicaciones en la madre o si el feto está en peligro. Además de los antecedentes médicos y el examen físico completos, la corioamnionitis se diagnostica por los síntomas y mediante análisis de laboratorio para detectar la infección. A veces es necesario controlar el líquido amniótico mediante una amniocentesis (extracción de líquido con una aguja).
En condiciones normales el volumen del liquido amniótico aumenta hasta alrededor de 1 L o un poco mas hacia las 36 semanas pero, a partir de ese momento comienza a disminuir. Luego del termino, pueden existir solo 100 o 200 ml, o menos. La disminución del volumen del líquido se denomina oligohidramnios. La presencia de mas de 2 L se considera excesiva y se denomina hidramnios y, a veces, polihidramnios.
El polihidramnios es el exceso en cantidad del líquido amniótico. Puede traer complicaciones tanto en la madre como en el bebé, o bien ser el síntoma que revela la existencia de otra enfermedad.
La cantidad de líquido amniótico se determina a través de una ecografía, llamada "Índice de Líquido Amniótico” (ILA), que se efectúa midiendo la profundidad del fluido en cuatro cuadrantes del útero y sumando los resultados obtenidos. Si posee una profundidad superior a 24 cm. la mujer embarazada presenta polihidramnios. Generalmente, el polihidramnios leve presenta escasos síntomas, mientras que en los casos más severos se asocia a malestar abdominal y dificultades para respirar debido a que el útero oprime tanto los órganos abdominales como los pulmones. Esta patología también aumenta el riesgo de complicaciones durante el embarazo, como el parto prematuro, rotura prematura de bolsa, desprendimiento de placenta (cuando la misma se desprende de manera parcial o total de la pared uterina antes del nacimiento), hemorragias postparto por atonía uterina, mala posición fetal y procidencia de cordón umbilical.
Es poco líquido amniótico. Es más común que se desarrolle en el último trimestre, pero también puede aparecer en cualquier nivel del embarazo. Las causas son aún desconocidas, pudiendo ocurrir en mujeres sin ningún factor de riesgo durante su embarazo. Es un trastorno que se diagnostica durante un ultrasonido revelando un índice de líquido amniótico menor de 5 mm y debe ser tratado por un profesional de la salud especializado.
Por lo general, un oligohidramnios es causado por anormalidades del tracto urinario fetal, tales como la agenesia renal bilateral, riñones poliquísticos u obstrucción genitourinario fetal. Una insuficiencia uteroplacentaria es otra causa común, así como la arteria umbilical única. La mayoría de estas anomalías pueden ser detectadas por la ecografía obstétrica.
La tasa bruta de mortalidad es alta en el oligohidramnios. La falta de líquido amniótico permite la compresión del abdomen del feto, lo que limita el movimiento de su diafragma. Además de la fijación de la pared torácica, la falta de líquido amniótico que fluye dentro y fuera del pulmón fetal lleva a hipoplasia pulmonar. Oligohidramnios también se asocia con manchas de meconio sobre el líquido amniótico, anomalías de la conducción eléctrica del corazón fetal, la compresión del cordón umbilical, la mala tolerancia durante el trabajo de parto, la reducción de las puntuaciones del Test de Apgar, y acidosis fetal. En los casos de restricción del crecimiento intrauterino, el grado de oligohidramnios es a menudo proporcional a la restricción del crecimiento fetal, con frecuencia refleja la magnitud de la disfunción placentaria, y se asocia con un aumento correspondiente en la ruptura prematura de membranas.