UN TRÍPTICO CON CUATRO CUATRO LECTURAS César Castro.
Dos lecturas de Nuevo mundo (introducción El trabajo que se pretende desarrollar, es un análisis semiótico de la novela Tríptico Tríptico de la infamia (2014 del escritor colombiano !ablo "onto#a. $ic%o análisis
se entiende como una partida de los si&nos te'tuales a los e'trate'tuales, para ello, se tiene en cuenta la interte'tualidad, la semiótica como lectura de los si&nos culturales # las comparaciones. o que se pretende con el trabajo es mostrar la visión del pintor )rancés como alternativa a la visión del conquistador espa*ol, imperante en la narrativa de la literatura de la conquista. a )uente principal para ello es la novela de "onto#a+ también, se tomará como parate'to la trilo&a de novelas sobre la conquista de otro destacado escritor colombiano- illiam /spina, compuesta por- Ursúa (200, El país de la canela (200 # La serpiente sin ojos (2012, #a que en estas /spina %ace una una radio&ra)a del conquistador espa*ol, # nos muestra mediante la vo de un mestio la con)lictiva relación entre dos )ormas de ver el mundo. "ientras que "onto#a se centra en tres pintores, dos )ranceses # uno bel&a, de los cuales traa su )orma de ver el arte # el mundo #, por consi&uiente, una nueva )orma de relacionarse con el 3uevo mundo. El trabajo establece as una dis#untiva primordial entre- pintor )rancés # conquistador espa*ol, desde su visión de 3uevo mundo, mérica o 5ndias /ccidentales. ll prevalece la constante de ver al 3uevo mundo como un territorio e'ótico, en el cual imperan las imá&enes onricas # la sabidura es la lectura de las supersticiones # de la selva. a %ipótesis de trabajo, es que la relación de los pintores # en &eneral de los personajes europeos no %ispanos presentados es de ma#or recepción con la cosmovisión de los %abitantes de 3uevo mundo, mientras que la de los espa*oles es de %ostilidad debido al lente católico # utilitarista con que ven a mérica.
6ales oposiciones son las que se pretenden abordar este trabajo, que se aparta de los juicios morales # se centra en comparar, más que a sujetos morales, a lectores, representados por los pintores abordados por "onto#a # por los conquistadores abordados por /spina. $onde al )inal, como dice /spina al terminar Ursúa el &ran &anador es el relato.
AN!LISIS
I"
Primeras #i$ótesis so%re el li%ro
Empecemos por el ttulo el cual está compuesto de dos palabras- trptico e in)amia. a palabra trptico, nos lleva al mundo de la pintura, #a que un trptico es una pintura compuesta de tres paneles unidos con bisa&ras, ejemplo )amoso es El Jardín de las delicias de El 7osco, all coe'isten tres cuadros de los cuales el del
centro es el que más destaca # )lanqueando dos tabletas más peque*as que completan la obra+ también, podemos ver un cuarto cuadro al cerrar el trptico, en el caso de El Jardín de las delicias , La creación del mundo %ace su aparición cuando se cierra El Jardín8 El trptico de "onto#a, tiene como objeto la in)amia. Esta se&unda palabra, tiene dos acepciones se&9n la :E, la primera es $escrédito, des%onra+ # la se&unda es "aldad o vilea en cualquier lnea. /tro elemento que se nos presenta a primera vista es la ima&en que compone la portada del libro, el cuadro La masacre de San Bartolomé de ;rancois $ubois, espec)icamente el primer tercio del cuadro de iquierda a derec%a. <caso )altan otros dos tercios para completar el trptico de "onto#a= %ora bien, entrando en las >00 pá&inas que componen la novela nos encontramos con tres partes- primera parte. e "o#ne, se&unda parte. $ubois, # tercera parte. $e 7r#. Estas tres partes son tres relatos que tienen como prota&onistas a tres pintores europeos- ?acques e "o#ne de $iepa, ;ran@ois
$ubois de miens # 6%éodore de 7r# de ieja. Con las re)erencias espec)icas a los tres pintores, nos podemos ubicar %istóricamente en el si&lo AB5, marcado en sus inicios por el reciente descubrimiento de mérica en el eplo&o del si&lo antecesor. En las primeras crónicas en torno a este %ec%o, se nos presenta, principalmente, la visión del conquistador como %éroe en)rentado a un escenario %ostil # salvaje al cual debe imponer la )orma correcta de vida+ sin embar&o, !ablo "onto#a, se aleja del )recuentado relato # con la distancia temporal da otra comprensión a los %ec%os introduciendo el ima&inario del )rancés protestante de 3uevo mundo, a través de los tres pintores prota&onistas. a nos re)erimos a la palabra trptico como un re)erente pictórico espec)ico, a%ora en cuanto a la palabra in)amia, nos debe remitir a una vilea espec)ica
Entrevistador& Cuando una novela es intimista o autorre'erencial es ms 'cil detectar cul es el $unto de $artida" )En esta novela cul 'ue el dis$arador* !ablo "onto#a- $e al&una manera mi interés en establecer puentes entre la literatura # la pintura. Ese )ue uno de mis )uertes, como se dice, ten&o libros dedicados a la pintura. En esa dirección, Tríptico de la infamia lo que %ace es se&uir un recorrido # de lle&ar a una
madure de esas inquietudes que %e tenido en los libros anteriores. demás porque me interesa muc%o la relación del artista con la sociedad represiva. "is novelas presentan una con)rontación entre el individuo, que es &eneralmente un artista, # su vnculo con
sociedades turbulentas que están atentando contra la presencia libertaria del artista. Tríptico de la infamia empeó por el rastreo de estos tres pintores menores, protestantes, e'iliados, del si&lo AB5 # porque me pareca interesante mostrar al&o que no se %a mostrado en la literatura %ispanoamericana que es la presencia de los pintores # de los artistas en los procesos de conquista de nuestro continente. 6enemos entonces, una obra en la cual se desci)ra inicialmente su estructura tripartita, sur&e la pre&unta por cuál sera el relato central, a la cual podramos responder teniendo en cuenta lo visto en la portada que no %abra relato central, sino tres relatos de i&ual ran&o de importancia, lo que se puede evidenciar en la e'tensión de los mismos, #a que cada uno ocupa alrededor de 100 pá&inas. no de los aspectos más importantes # a la ve más llamativos de la novela de "onto#a, es la presencia de tres )ormas de narrar distintas en cada relato, cuando se le pre&unto al autor sobre este ras&o de su obra respondió que la causa de esta decisión es que esto le permitia re)lejar mejor la idea de cada relato. s pues, en el primero desde la perspectiva de un conquistadorFpintor, estaba interesado en la relación del artista con los indios, en el se&undo, la re)le'ión e'istencial del pintor sobre su obra, # en el tercero el sentido de la novela %istórica en el tiempo moderno, por eso la poli)ona # por eso la presencia del mismo "onto#a como narrador de esta 9ltima parte. continuación vamos a dar una mirada al contenido de la obra de "onto#a. Bamos a se&uir el orden dado por el autor a cada parte del relato.
II"
El $intor de los indios +ue se #i,o $intura"
En la primera novela de la trilo&a de /spina ( Ursúa se nos presenta al joven !edro de rs9a como al&uien destinado a buscar su é'ito en las nuevas tierras como conquistador, no se puede concebir a rs9a en otro papel que no sea el de conquistador sus caractersticas )sicas # psicoló&icas son óptimas para los avatares que suponen la empresa conquistadora.
l&o análo&o ocurre con ?acques e "o#ne, un %ombre destinado a las artes, con manos moldeadas para el pincel- G si no )uera por la &uerra que estremeca al pas, se %abra dedicado desde temprano a las )aenas de la pintura # a la )actura de los portulanosH ("onto#a, 2014. De encuentra tardamente con su vocación, &racias a !%ilippe 6ocsin, su maestro en el arte, obsesionado con la representación del mundo en sus pinturas. Es este el primer problema con el que se encuentra e "o #ne, cómo plasmar en la pintura la realidad que lo avoca, qué materiales usar, # también en qué lieno pintar. En este 9ltimo, encontramos uno de los sellos de)initivos de su contacto con nuevo mundo. El pintor de $iepa, encuentra en el cuerpo el lieno por e'celencia de los ind&enas. El cuerpo para los indios, )ue esta su primera conclusión, era como una &ran tela que, a su ve, poda dividirse en di)erentes espacios. 3o pareca ser lo mismo pintar sobre la espalda # el pec%o, que %acerlo sobre los lóbulos de las orejas # las #emas de los dedos ("onto#a, 2014, pá&. 44 En ese entusiasmo, e "o#ne se encuentra en las 3uevas 5ndias con IututuJa, un indio que para el pintor si&ni)icó el eslabón con la pintura nativa. !ara e "o#ne su nombre si&ni)icaba Gel que pintaH. os dos, lle&an a pintarse mutuamente, lo cual es una ima&en bastante diciente del encuentro entre dos culturas i&uales- Ge "o#ne %io un compendio de su ima&inación. Estableció un puente que una, a su modo, la reluciente vi&ilia americana con los viejos sue*os europeos. En la )rente dibujó una rosa de los vientos semejante a las que le ense*ó a dilucidar su maestro 6ocsin. !intó cruces, anclas, blasones entrelaados en los carrillos en los que sobresalan el trébol, el diamante, la pica # el coraón. as orejas )ueron invadidas por banderas que, oscilantes, se con)undan en el cuello con )i&uras de velas desple&adasH ("onto#a, 2014, pá&. KL. En ese mismo encuentro, como lo resalta ?uan "anuel :oca (201, el pintor se convirtió en pintura. ?acques e "o#ne, siempre estuvo consciente del poder de la representaciónGMacemos mapas con crculos con cuadros, con lneas # puntos, pero la verdad
es que estamos describiendo relaciones de poder, divisiones jerárquicas, ambiciones sociales # sue*osH ("onto#a, 2014, pá&. 4L. nte este mismo )enómeno anota :oca (201 Gde se&uro le lle&aba el recuerdo de su maestro 6ocsin, que saba mu# bien que todo mapa es metá)ora #, sobre todo, metá)ora del poder, de reinos # jerarquasH. no de los más &randes descubrimientos de e "o#ne respecto a la cultura pictórica de los indios, aparte de los cuerpos como lienos, )ue el color. De daba cuenta del puesto central del rojo en las pinturas corporales de los indios, para ellos este color denotaba erotismo # protección, además estaba asociado con la muerte. o que entrevea e "o#ne en toda esa amal&ama de elementos era una )orma de asumir el mundo- una cosmolo&a # una moral. GDi el corte de los cabellos marcaba para la justicia europea la de&radación # la in)amia, los indios se comportaban )rente a la libertad # la esclavitud también pictóricamente.De dibujaban pétalos o semillas en el mentón # las orejas, o los braos # el pec%o, para se*alar a los %ombres libres, mientras los esclavos estaban si&nados con %uesos sobre la )rente # las mejillasH ("onto#a, 2014, pá&. 4 !ero no era sólo, el uso estético de materiales, sino el valor de utilidad que le otor&aban a las cosas lo que convenca a e "o #ne, de que la in)erioridad de los nativos respecto a los europeos era una mentira, los indios se prote&an la dentadura, mientras que los europeos no. unque su ar&umento más )uerte siempre )ue el arte. e "o#ne es la con)rontación )rente a la lectura de la estética correcta para la época, # encuentra en las maneras ind&enas una alternativa a la )orma de ver la realidad, es más, el simple %ec%o de que le dé a las e'presiones de los ind&enas aquel estatuto de e'presión es un acto beli&erante. !inta a los ind&enas como se le aparecen, abandona el canon europeo # se sumer&e en ese mundo que le dicta todo su arte. En el relato de e "o#ne, también se puede ver una denuncia respecto al espritu católico. "onto#a nos presenta a Bille&a&non, el cual es percibido por
el pintor de $iepa como ambicioso # la causa de ello la encontraba en su creencia. "ás adelante, esa denuncia a la moral católica se va a se&uir presentando- los católicos predicaban # admiraban la austeridad de los pobres, pero an%elaban ávidamente las más ostentosas riqueas. demás, con la lle&ada de "enénde de vilés, se perpet9a una masacre en contra los )ranceses # su credo, la cual no puede &enerar sino repudio.
III"
Un $intor en crisis con su de%er"
:ecién empiea el pintor con su monólo&o # nos adentra en el centro de sus cavilaciones
su labor con
su tiempo es representar la violencia de Dan 7artolomé. "onto#a muestra a lo lar&o de la obra una denuncia al credo católico, # en $ubois, esto se %ace patente desde sus principios luteranosG(8 para salvarse solo bastaba la )e # no esa práctica labernticamente burocrática de la con)esión # las indul&encias. !ara ir al cielo no %aba que pa&ar diemos, ni ir a
la misa dominical, ni tampoco asistir a las sesiones del catecismoH ("onto#a, 2014 El pintor es un luterano convencido del principio Gsolo )idesH # descon)a de la intromisión de la i&lesia # sus distintos mecanismos para ase&urar la salvación del %ombre. Con ello se denuncia toda una escala de GvaloresH por medio de los cuales se mueve el conquistador espa*ol. nte todo el conquistador espa*ol, se caracteria por su ambición. $e all se desprenden todas sus conductas, es capa de %acer lo que sea # pasar por encima de quien sea con tal de saciar su G)iebre de oroH ejemplo de ello son 7elalcáar, los %ermanos !iarro, ;edermán, ?iméne de Ouesada, en )in %asta el mismo !edro de rs9a, quien al )inal en La serpiente sin ojos, muere traicionado, cosa %abitual dentro de los %ombres
espa*oles. Bolviendo a $ubois, Poulart, con)iere al pintor una &ran responsabilidad respecto a la %istoria- Guna luc%a contra el olvidoH Gnuestro deber no es sólo con nuestro tiempo, querido pintor, es con la posteridadH ("onto#a, 2014, as se diri&e a ;ran@ois $ubois, quien debe pintar la masacre. !ero
;ran@ois $ubois, a matana de Dan 7artolomé (1KNF14, "usée Cantona
I-"
El +ue denuncia%a con sus .ra%ados
$e nuevo el nombre de ?acques e "o#ne lle&a a otro pintor, esta ve en Estrasbur&o. De trata de 6%éodore de 7r#, quien se apasiona ante el acontecimiento del momento- la conquista de mérica. 6iene como primeras impresiones que es Gel lu&ar jamás visitado en donde vive el buen salvaje # en el que, intempestivamente, se %a implantado el crimen.H ("onto#a, 2014, pá&. 20N. Esta misma idea aparece a lo lar&o de su pensamiento sobre la relación con los indios- la civiliación es la que trae el mal. El si&uiente )ra&mento nos a#udará a ilustrarlo mejorG!arecera que $e 7r#, apo#ado en Dtaden, estuviera diciendo, además, que el salvajismo es parte de toda civiliación. Dea este como mero objeto de e'otismo e interpretado. Dea como espejo en el que los %ombres más decentes # evolucionados del planeta buscan desci)rar su misterio atávico. !ero, si se tiene en cuenta la evolución de los temas presentes en la colección, $e 7r# se re)iere a un salvajismo de otra ndole- el que caracterió a los conquistadores espa*oles.H ("onto#a, 2014, pá&. 2>1
a colección a la que alude el narrador, es Grandes viajes all, se re9nen relatos # &rabados de $e 7r#, los cuales e'tienden aquella denuncia a los conquistadores espa*oles, en la cual %a# una )i&ura central- ;ra# 7artolomé de las Casas. cerca de su escrito Brevísima relación de la destrucción de las ndias, $e 7r# dice lo si&uiente- G(8la brevedad acalorada, la )idelidad a la )e
cristiana, la sucesión de oposiciones en las que los indios eran ovejas mansas # los espa*oles lobos )eroces, la con)iana en una coloniación pac)ica, la se&uridad de que en al&unos asuntos )undamentales de la coe'istencia %umana los nativos americanos eran superiores a los europeos H ("onto#a, 2014, pá&. 242.
Prabado de $e 7r# basado en un relato de 7artolomé de las Casas.
-"
Cuatro 'ormas de en'rentarse a lo nuevo
Cuando iniciamos en este escrito con el propósito de mostrar lecturas alternativas de 3uevo "undo, propusimos dos- la del conquistador # la del artista, lo cierto, es que en el desarrollo del escrito, nos %emos encontrado con más. !or lo menos nos %emos encontrado con cuatro )ormas de leer a 3uevo mundo. a primera, es la del conquistador quien representa a la )orma católica en &eneral, esta se encuentra atravesada en la obra de "onto#a, #a que es, como lo dijo el mismo autor, los in)ames a los que se pretende denunciar+ además, con /spina queda caracteriada la psicolo&a propia de los conquistadores all el prota&onismo lo ocupa la ambición. a se&unda, un sumer&imiento completo dentro del mundo de los indios, donde se encuentra una nueva )orma de raonar a partir de las e'presiones de los nativos, all entrara el pintor de los indios ?acques e "o#ne. a tercera, la del artista que se reconoce en una tradición, aunque el compromiso con los acontecimientos de su tiempo lo alejan de las representaciones usuales # le e'i&en plasmar su acontecer con todo # desastres, all entrara ;ran@ois $ubois. a cuarta, quien toma con propiedad su compromiso # %ace de la muestra estética su denuncia, all entrara $e 7r# # el mismo !ablo "onto#a.
$ebido a la brevedad del escrito se quedan aspectos interesantes de tocar, como la incursión del autor como narrador del 9ltimo relato. nteriormente se*alamos que eso lo %aca !ablo "onto#a con el )in de %acer palpable el propósito de la novela %istórica de %ablarle al presente+ es decir, no limitarse a relatar unos %ec%os como parte de un pasado estático, sino a escuc%ar ese pasado porque tiene al&o que decirme en mi a%ora. o mismo ocurre con las lecturas que encontramos, no son sólo para ese acontecimiento de la conquista del 3uevo "undo, sino que son cuatro )ormas de asumir al&o nuevo- nos ponemos encima de eso nuevo, nos aventuramos desnudos a que nos cambie la )orma de ver el mundo, vamos a su encuentro pero teniendo en cuenta que somos )ormados en una tradición, o nos comprometemos con lo que aparece # lo %acemos causa de nuestros pro#ectos.
/i%lio.ra'0a "onto#a, !. (2014. Tríptico de la infamia! 7o&otá- !en&uin :andom Mouse.
/spina, . (200L. El país de la canela! 7arcelona- a otra orilla.
/spina, . (2012. La serpiente sin ojos ! "edelln- "ondadori.
/spina, . (2012. Ursúa! 7arcelona- "ondadori.
:oca, ?. ". (L de ?unio de 201. 6rptico de la in)amia una coreo&ra)a de sombras. 7o&otá, Colombia.