Los empeños de una casa – Sor Juana Inés de la Cruz - Análisis – Introducción
“Los empeños de una casa” es una comedia escrita por Sor Juan Inés de la Cruz representada por primera vez en octubre de 1683. En esta fecha sor Juana Inés contaba treinta y cinco años y ya era monja profesa. La obra se le clasifica como una comedia “de capa y espada”, uno de los subgéneros dramáticos del teatro clásico español del Siglo de Oro, el cual corresponde a aquella pieza teatral de tema galante en tres jornadas cuya acción ocurre entre personas que no exceden el nivel social de nobles y caballeros. Esta comedia Esta comedia de enredos es una de las obras más destacadas de la literatura hispanoamericana tardobarroca. También es considerada como la cumbre de la obra en verso de Sor Juana e incluso de toda la literatura la literatura novohispana.
Contexto
Sor Juana compuso Los empeños de una casa para celebrar el nacimiento de José, hijo de Tomás de la Cerda y Aragón y su esposa Luisa Manrique, marqueses de la Laguna y virreyes de Nueva España, España, quienes también fueron grandes mecenas de la poetisa y, al mismo tiempo, la fecha coincide con la entrada en México del nuevo Arzobispo Aguiar y Seijas.
Argumento
La historia gira en torno a dos parejas que se aman pero que sufran múltiples enredos y obstáculos para unir su amor.
Doña Ana de Arellano y su hermano don Pedro residen en Toledo por razones de negocios. Ana es amada por Juan de Vargas y están comprometidos, pero ella, al mismo tiempo, está enamorada de Carlos de Olmedo. Carlos no puede corresponder al amor de Ana, pues posee un romance con Leonor, al cual el padre de ella, Rodrigo, se opone. Leonor es, además, la enamorada del hermano de Ana, Pedro Arellano. Todo este enredo amoroso, cargado de intriga y comedia, se desarrolla en la casa de los Arellano, en la cual los 5 personajes principales entretejen confusiones, trampas y pasiones.
Personajes
- Leonor: En la obra Leonor representa el más puro amor, sencillez y belleza, es algo inocente pero cuando se necesita es dura como una piedra, Leonor siempre se muestra segura de sí misma y jamás es alguien que cambia constantemente de parecer como su contraparte Ana. Es el personaje femenino de mayor interés, pues muestra importantes rasgos autobiográficos de la misma autora. Estas características se expresen, sobretodo, cuando Leonor hace su presentación a Ana, diciendo: “Inclinéme a los estudios/ desde mis primeros años/ con tan ardientes desvelos/ con tan ansiosos cuidados/ que reduje a breve tiempo/ fatigas de mucho espacio”; también se revela en versos como: “Era de mi patria toda/ el objeto venerado/ de aquellas adoraciones/ que forman el común aplauso”, y, por último: “no acertaba a amar al gentío/ viéndome amada de tantos”. Podemos notar, entonces, un personaje desechado de belleza y paradigma de fidelidad a los impulsos del corazón y, al mismo tiempo, una mujer de cultura desusada para su clase y tiempo, cualidades fijas de la figura de Sor Juana. -Doña Ana:
Es una mujer noble que vive sola con su hermano y, a pesar de guardar el honor, se permite ciertos devaneos dando pie a don Juan para cortejarla, primero en Madrid, y luego en Toledo. La obra nos muestra una mujer voluble, cambiante de carácter en cualquier parte de la historia, por ejemplo, su amor por don Juan que, cuando se convierte en algo seguro, disminuye el deseo, cambiándolo por un querer más imposible. - Don Rodrigo: Padre de Leonor quien desea proteger el honor de su familia afectado por la fuga de los enamorados. Lo acompaña Hernando, vivo modelo de servidor criterioso. Representa la figura de la honra en la historia. - Don Juan: Nos representa el extremo del amor, llegando, incluso, a la obsesión, pues deseaba tener a Ana a toda costa, sin importar los obstáculos (muda de Madrid a Toledo, amor de Ana por Carlos) - Celia: Criada de Ana y Pedro, junto con Castaño son el hilo conductor del público hacia los enredos de la casa de los Arellano. -Castaño: Criado de Carlos, ejemplo satírico. Castaño nos representa una característica barroca, la figura del gracioso, el antihéroe, el sólo ve por sus intereses más que por los demás, busca divertirse y expresar lo que siente, es impulsivo, no piensa las cosas que dice y hace. - Carlos: Personaje muy sentimental, que lleva sus pasiones al extremo; esto se ve, primero, cuando decide fugarse con Leonor para poder estar juntos y cuando, es tanto su sufrimiento de amor, que desea suicidarse. Es uno de los personajes más honrados y sinceros de todos que es víctima de calumnias, pero él jamás realiza alguna.
- Don Pedro: Representa el engaño y la calumnia en la historia. Es él quien lidera la mayor parte de los enredos y trucos con el egoísta fin de quedarse junto a Leonor, quién sabe que no le corresponde pues ama a Carlos. Estructura externa
Los empeños de una casa consta de tres actos (jornadas) llamados jornadas. La primera jornada está dividida en cinco escenas; la segunda, en siete, y la tercera jornada, en nueve. La versificación presenta, principalmente, redondillas, las cuales se componen de cuatro versos de arte menor y una rima consonante (abba), y romances, simples poemas narrativos. Los recursos retóricos del lenguaje que construyen la obra son, principalmente, la hipérbole, el epíteto y la ironía, esta última se puede ver, sobretodo, en el personaje de Castaño. También podemos destacar la paradoja, que es la cual guía esta historia de enredos, amores y desamores, dándole el toque de confusión a la comedia.
Análisis
La obra de Sor Juana no es más que la manifestación de alguno de los diversos tipos de amor que pueden presentarse en la sociedad y las relaciones humanadas. Amores ideales, siniestros, confusos, correspondidos, cambiantes, etc. Ana representa el amor en la fase de la búsqueda, de la inestabilidad, las tentaciones e indecisiones. Esto queda plasmado en el inconformismo que siente por su compromiso con Juan, sólo por el hecho de que él la ama y
Don Juan representa el amor obsesivo, pues busca a toda costa quedarse con Ana, al grado de viajar de Madrid a Toledo o incluso a obligarla o chantajearla. El amor entonces convierte en un capricho que no se desea dejar por ningún motivo. Pedro nos representa el amor como forma de engaño y egoísmo. Pedro sólo piensa en su propio bienestar, haciendo caso omiso a los enamorados que sufren a costa de sus trampas. También es un amor cegado, pues tiene la ilusión de poder concretar su amor por Leonor, sin hace caso a la realidad que le demostraba que Leonor amaba a otro, Carlos. Carlos, por su lado, representa dos cosas: la satisfacción del amor correspondido y el amor “imposible” Por una parte nos muestra un Carlos dispuesto a defender su amor por Leonor a toda costa, pues se aman mutuamente con gran afán y pasión; por otro lado se ve el amor obstaculizado por el padre de Leonor, lo que hace que deban superar más de algún desafío, poniendo a prueba su amor y saliendo triunfantes. Don Rodrigo, padre de Leonor, representa el amor a la honra y a la familia a través de su sobreprotección y cuidados hacia Leonor, llegando incluso al punto de prohibirle la unión de ella con Carlos. Al mismo tiempo, representa el amor de padre, pues al fin y al cabo concede a los enamorados casarse. Por último nos encontramos a nuestro personaje principal y a la que tal vez representa el amor puro, el amor en su forma más básica, este personaje es Leonor. Leonor es tan bella como el amor mismo, pero tanta belleza la hace ser tan inalcanzable sólo para aquellos que sepan cuidar a una criatura tan delicada y magnánima. Leonor también representa el amor decidido, pues enfrenta a su padre e incluso es capaz de huir de su hogar para poder realiza su amor con Carlos.
Conclusión
En conclusión, ´Los empeños de una casaµ nos muestran un plano social y una conjunción de sentimientos que Sor Juana expresaba por medio de sus obras, a través de
situaciones como las ocurridas en la historia, añadiendo símbolos en los personajes que ejemplifican dichas características de su entorno. Es una obra que ejemplifica la grandeza literaria de Sor Juana Inés, qué la hace innovadora, qué elementos utiliza de una forma original y cómo los combina con los elementos considerados necesarios para crear una comedia original, incluso siguiendo ciertos parámetros que, no lo olvidemos, estaban ya muy definidos. Todo ello desde la inevitable fascinación que produce el personaje de una mujer, la autora, a un mismo tiempo incardinada en el tiempo que le tocó vivir y ajena a él. Este trabajo ha pretendido demostrar que, también en la comedia, la autora es capaz de respetar los códigos del teatro de su tiempo, pero sin poder evitar a veces distanciarse y a veces incluso ridiculizar los esquemas previos, en cierto modo siguiendo el mismo comportamiento que mantiene en su vida personal. La comedia refleja estas peculiaridades de la autora en las que seguramente radica la grandeza de todo autor: la personalísima dosis de asunción de los preceptos, con la peculiar medida de transgresión de los mismos. También en esta obra tras de la autora, se esconde una mujer que mira despiadadamente alrededor y es capaz de sacar críticas conclusiones y expresarlas de forma elegante e inteligente.