UNIVERSIDAD DE AMERICA LATINA (UDAL)
ANALISIS DE LA OBRA (EL COLISEO) Nombre del alumno: Adolfo Ángel Peña Migoni Nombre del catedrático: Fabio Arturo Popoca Ruiz
Xalapa, Ver.
Enero/2013
UNIVERSIDAD DE AMERICA LATINA (UDAL)
Ubicado en el centro de la ciudad de Roma, el Coliseo Romano fue construido en el siglo I por la dinastía Flavia del imperio romano, de donde deriva su nombre real, Anfiteatro Flavio. Su construcción comenzó en el mandato del emperador Vespasiano, en el año 70. Fue inaugurado por su hijo Tito el año 80, pero todavía seguiría inconcluso hasta el año 82 cuando el otro hijo, Domiciano, agregó el último piso y los sótanos. Se desconoce el nombre del arquitecto, porque las construcciones romanas eran erigidas para gloria de los emperadores La necesidad de construir un edificio de tal magnitud surgió porque en una época las luchas de gladiadores y similares se celebraban en los circos o en estructuras desmontables construidas al efecto. Así que surge la idea de construir un edificio que cumpliera con todas las necesidades para llevar a cabo este tipo de eventos. De acuerdo a las necesidades el anfiteatro poseía un aforo para 50.000 espectadores, con ochenta filas de gradas y constituido por 3 pisos, cada uno de estos pisos tenían los tres órdenes (1er piso columnas dóricas, 2do piso columnas jónicas y 3er piso columnas corintias). El Coliseo tenía aproximadamente 80 entradas, para que la gente pudiera entrar y salir rápidamente. El acceso a los pasillos interiores hasta las gradas se hacía a través de 252 vomitorios, denominados así porque permitían salir grandes cantidades de personas en poco tiempo. Mide 189 metros de largo, por 156 de ancho, con 48 metros de altura. El perímetro de la elipse es de 524 metros. El terreno de juego era un óvalo de 87 por 55 metros, cuyo piso era una plataforma de madera cubierta de arena. Abajo del piso de madera, había un complejo de túneles y mazmorras, donde se encontraban los gladiadores, los prisioneros condenados y los animales. Los espectáculos que se ofrecían en el Coliseo Romano eran básicamente tres: las venerationes (peleas de animales), los noxii (ejecuciones de prisioneros por animales) y las munera (peleas de gladiadores). Se especula que también existieron las naumaquiae, que eran batallas navales que requerían llenar de agua la arena del Coliseo. El anfiteatro es de planta elíptica, con una estructur a curva que le confiere un gran sentido espacial. En su interior, bajo las gradas, quedaban enormes pasillos que permitían una rápida evacuación y facilitaban la entrada al anfiteatro. La mayoría de los palcos tenían una antesala y estaban distribuidos según su estatus social. La arena está formada por unas vigas de madera bajo las cuales hay un sótano con pasillos, jaulas, almacenes, cárceles, y demás elementos necesarios para el desarrollo de los espectáculos, el plano de la arena tenía un completo sistema de drenaje, conectado a cuatro imponentes cloacas. Se ha sugerido que obedecen a la necesidad de evacuar el agua tras los espectáculos navales. A diferencia de los primeros anfiteatros, cuya ubicación se procuraba que estuviera en colinas para ofrecer apoyo a los muros, el Coliseo es una estructura pendiente de piedra y cemento. La gran innovación romana en el campo de las cimentaciones, en el caso del Coliseo Romano, no fue la excepción. Recordemos que el Coliseo se levantó sobré un antiguo lago por lo que los romanos, al igual que en otras edificaciones, usaron plataformas de hormigón en masa, en el que el cemento puzolánico, con
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capacidades hidráulicas, permitió la colocación de las plataformas incluso bajo agua. En el caso del Coliseo, dicha plataforma fue un anillo macizo de 12 m de profanidad y 170 m de diámetro, compuesto de hormigón y de grandes bloques de piedra. Este hormigón era revestido para darle consistencia al muro de cimentación, y las piedras se emplearon selectivamente dentro de la cimentación en aquellos puntos donde se concentraban las cargas. La fachada se articula en cuatro órdenes, cuyas alturas no se corresponden con los pisos interiores. Los tres órdenes inferiores los forman 80 arcos sobre 80 pilastras, y con semicolumnas, que se conectan con los interiores por medio de bóvedas de cañón de hormigón, adosadas que soportan un entablamento puramente decorativo. El cuarto lo forma una pared ciega, con Pilastras adosadas, y ventanas en uno de cada dos vanos. Los órdenes de cada piso son sucesivamente toscanos, jónicos y corintios. El último piso tiene un estilo indefinido que fue catalogado en el siglo XVI como compuesto. Era corriente superponer estilos diferentes en pisos sucesivos, pero no era habitual hacer edificios con cuatro órdenes superpuestos. Las comunicaciones entre cada piso se realizaban a través de escaleras y galerías concéntricas. En la actualidad aunque la estructura está seriamente dañada debido a los terremotos y los picapedreros, el Coliseo siempre ha sido visto como un icono de la Roma Imperial y es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura romana. Me impresiona mucho la exactitud que tuvieron en esa época para construir algo de tal tamaño y con toda la tecnología que tuvieron al llenarlo de agua y arena para las batallas, y también la tecnología que tuvieron al poner el toldo para tapar a los espectadores del sol.
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