Análisis de “Amor “Amor Líquido” de Zygmunt Bauman
Bauman explica que el consumismo ha degenerado nuestros vínculos personales al tratar al otro, ya sea amante o próimo, como una mercancía más de la que puedes pue des desprenderte, desecharla, desconectarla con cierta !acilidad" #el concu$inato %por eemplo&adquiere el atractivo del que carece el matrimonio' (us intenciones son modestas, no se hacen promesas' )asi nunca hay una congregación como testigo y tampoco ning*n plenipotenciario del cielo para consagrar la unión' +no pide menos, se con!orma con menos, y arriesga menos' -ara el autor los vínculos duraderos despiertan ahora la sospecha de que no son renta$les desde una lógica del costo.$ene/cio' )omo es natural, esto tam$i0n a!ecta a nuestra sexualidad, que una ve1 li$erada del amor se condena /nalmente a sí misma a la !rustración y la !alsa !elicidad'
2exto 2exto completo"
“3l deseo es el anhelo de consumir, de a$sor$er, devorar, ingerir y digerir, de aniquilar' aniquilar' 3l deseo no necesita otro estímulo más que la presencia de la alteridad' 3sa presencia es siempre una a!renta y una humillación”' 4uien así se expresa no es -edro Almodóvar ni 5oaquín (a$ina, ni un sexólogo mediático sino el veterano sociólogo polaco de 67 a8os y dilatada trayectoria acad0mica Zygmunt Bauman 9-olonia, :;<=> en un li$ro de reciente y esperada aparición en Buenos Aires" Amor líquido'
Amor líquido contin*a el certero análisis acerca de la sociedad en el mundo glo$ali1ado y los cam$ios radicales que impone a la condición humana, tema ya en!ocado en sus otros dos li$ros que con!orman con 0ste una trilogía" ?odernidad líquida y La sociedad sitiada' 3l h0roe trágico de esta historia son “las relaciones humanas” y está dedicado a recordarnos los riesgos y angustias de vivir untos y separados en nuestro moderno mundo líquido' 3n esta ocasión, se concentra en el amor y en el miedo a esta$lecer relaciones duraderas, más allá de las l as meras conexiones' @uestros contemporáneos, dice Bauman, desesperados al sentirse descarta$les, siempre ávidos de una “mano servicial”, sin em$argo, todo el tiempo descon!ían del “estar relacionados” so$re todo si es “para siempre”, temen convertirse en una carga y desatar expectativas que no pueden ni desean soportar' soportar' Las “relaciones virtuales” 9conexiones> esta$lecen el patrón de medida, el modelo del resto de las relaciones" cuando la calidad no da sost0n, el remedio es la cantidad y como un patinador so$re el /no hielo, la velocidad es el remedio, seguir en movimiento es un logro y un de$er
agotador' Las mismas estructuras líquidas y rápidamente cam$iantes privilegian a los que pueden viaar con poco peso'
La posesión, el poder, la !usión y el desencanto son los cuatro inetes del Apocalipsis en el terreno de 3ros, nos dice Bauman' (iempre al $orde de la derrota, los intentos de domesticar lo díscolo, dome8ar lo que no tiene !reno, encadenar lo errante y hacer previsi$le el misterio, !racasan en la lucha por contrarrestar las !uentes de su incertidum$re, pero, si lo consiguen, pronto el deseo empie1a a marchitarse y se extingue su !uer1a' 3l deseo es el impulso a despoar la alteridad de su otredad, y por lo tanto, de su poder' 3n esencia, el deseo es un impulso de destrucción' , aunque o$licuamente, tam$i0n un impulso de auto.destrucción el deseo está contaminado desde su nacimiento por el deseo de muerte' (in em$argo, 0ste es su secreto meor guardado y, so$re todo, guardado de sí mismo' )omo el deseo, el amor es una amena1a contra su o$eto' 3l deseo destruye su o$eto, destruy0ndose a sí mismo en el proceso la misma red protectora que el amor urde amorosamente alrededor de su o$eto lo esclavi1a' 3l amor hace prisionero y pone en custodia al cautivo" arresta para proteger al propio prisionero'
3l deseo desespera en el intento de encontrar la cuadratura del círculo" comerse la torta y conservarla al mismo tiempo'
2al ve1 decir “deseo” sea demasiado, nos recuerda Bauman' )omo en los shoppings" los compradores de hoy no compran para satis!acer su deseo, como lo ha expresado Carvey Derguson, sino que compran por ganas' Lleva tiempo sem$rar, cultivar y alimentar el deseo' 3l deseo necesita tiempo para germinar, crecer y madurar' A medida que el “largo pla1o” se hace cada ve1 más corto, la velocidad con que madura el deseo, no o$stante, se resiste con terquedad a la aceleración el tiempo necesario para recoger los $ene/cios de la inversión reali1ada en el cultivo del deseo parece cada ve1 más largo, irritante e insoporta$lemente larga' 3n nuestros días, los centros de compras suelen ser dise8ados teniendo en cuenta la rápida aparición y la velo1 extinción de las ganas, y no considerando el engorroso y lento cultivo y maduración del deseo' Al igual que otros productos, la relación es para consumo inmediato 9no requiere una preparación adicional ni prolongada> y para uso *nico, “sin peruicios”' -rimordial y !undamentalmente, es descarta$le' (i resultan de!ectuosos o no son “plenamente satis!actorios”, los productos pueden cam$iarse por otros, que se suponen más satis!actorios, aun cuando no se haya o!recido un servicio de posventa y la transacción no haya incluido la garantía de devolución del dinero' -ero aun en el caso de que el producto cumpla con lo prometido, ning*n producto es de uso extendido" despu0s de todo, autos, computadoras o tel0!onos
celulares per!ectamente usa$les y que !uncionan relativamente $ien van a engrosar la pila de desechos con pocos o ning*n escr*pulo en el momento en que sus “versiones nuevas y meoradas” aparecen en el mercado y se convierten en comidilla de todo el mundo'
2ras ha$er pasado de una sociedad de productores a otra de consumidores perpetuos, esta$lecer relaciones para siempre, ha$lar de compromiso, es una cuestión !uera de sentido' Las relaciones se han convertido en inversiones, en $ienes como cualquier otro EAcaso hay una ra1ón para que las relaciones de parea sean una excepción a la reglaF G-o$re de usted si duerme una siesta o $aa la guardiaH “3star en una relación” signi/ca un montón de dolores de ca$e1a, pero so$re todo una perpetua incertidum$re' +no nunca puede estar verdadera y plenamente seguro de lo que de$e hacer, y amás tendrá la certe1a de que ha hecho lo correcto o de que lo ha hecho en el momento adecuado' 3spiamos los siete signos del cáncer o los cinco de la depresión o exorci1amos el espectro de la alta presión sanguínea o del alto nivel de colesterol' Buscamos o$etivos sustitutos en los que descargar el aumento de miedo existencial, al que se le han cerrado sus salidas ha$ituales, y los encontramos en no inhalar el cigarrillo de otro, no comer comida con grasa o $acterias perudiciales, no exponernos al sol o al sexo sin protección, o poniendo guardias armados o tomando clases de artes marciales' Ley y orden, reducido todo a seguridad personal, es la $ase de muchas o!ertas políticas
Bauman introduce en el discurso /losó/co del ('IIJ el t0rmino “modernidad líquida” para re!erirse a este particular estadio de la humanidad La característica de/nitoria de los líquidos es la imposi$ilidad de mantener su !orma y, a la ve1, su vulnera$ilidad' La “Kuide1” es la característica de los líquidos y los gases que, a di!erencia de los sólidos, no conservan !ácilmente una !orma durante mucho tiempo' Llenan el espacio “por un momento” hasta que “se derraman”, “Kuyen”, “salpican”, “se vierten”, “se /ltran”, “gotean”, “inundan”, “rocían”, “chorrean”, “manan”, “exudan”' 3sta extraordinaria movilidad de los Kuidos se asocia con la idea de “levedad” e “inconstancia”' 3stas metá!oras parecen adecuadas a Bauman para caracteri1ar esta !ase de la historia de la modernidad' -ero Ela modernidad no !ue desde el principio un proceso de licue!acción, de “derretir sólidos”F Los autores del ?ani/esto comunista acu8aron la expresión “derretir los sólidos” para mencionar la tarea de pro!anar lo sagrado, desautori1ar y negar el pasado y la tradición, especialmente atacar los residuos del pasado en el presente' 3s cierto que los tiempos modernos encontraron a los sólidos premodernos en un estado avan1ado de desintegración y los motivos para disolverlos de/nitivamente esta$an orientado a la esta$ili1ación de nuevos sólidos, más con/a$les, que permitieran un mundo predeci$le y controla$le' La di!erencia, ahora, estaría en que la tarea de construir un nuevo orden meor para reempla1ar el vieo y de!ectuoso no aparece en ninguna agenda
política' “La disolución de los sólidos” adquiere un nuevo signi/cado y tiene como $lanco la disolución de los vínculos entre acciones individuales y acciones colectivas' Lo que di!erencia a la sociedad actual de aquella de la modernidad en su !ase sólida, que $usca$a ser duradera y resistente al cam$io, es la creciente de$ilidad de los la1os sociales' 3l poder de licue!acción se ha despla1ado del “sistema” a la “sociedad”, de la “política” a las “políticas de vida”, ha descendido del “macronivel” al “micronivel” de la coha$itación social' 3n esta !orma privati1ada de la modernidad, el peso de las responsa$ilidades y los !racasos cae primordialmente so$re los hom$ros del individuo' )omo los 1om$ies, que son una me1cla entre lo vivo y lo muerto, la estructura sist0mica se ha vuelto remota' Los sólidos se moldean de una ve1 mientras que el control de los líquidos exige mucha atención, es!uer1o permanente !rente a una posi$ilidad de 0xito menos previsi$le 9Z'Bauman, ?odernidad líquida, ?0xico, D)3, <77<>' Los individuos se ven condenados a $uscar soluciones $iográ/cas a contradicciones sist0micas' 3n este estado, exhaustos por la seguidilla de intermina$les y nunca concluyentes exámenes de aptitud, aterrori1ados hasta el tu0tano por la misteriosa e inexplica$le precariedad de su suerte y la nie$la glo$al que se cierne so$re su !uturo, $uscan a quienes culpar de sus padecimientos' @o es extra8o que los encuentren $ao la lu1 del !arol más cercano, en el sitio exacto que han iluminado para nosotros las !uer1as de la ley y el orden" los extra8os, por lo tanto, rodeando, encarcelando y deportando a los extra8os recuperaremos nuestra perdida seguridad'
3n este am$iente se advierte un especial recrudecimiento de la xeno!o$ia, de los !antasmas del tri$alismo, al calor de la creciente sensación de inseguridad emergente de la incertidum$re y desprotección de nuestra moderna existencia líquida' “)ulpar a los inmigrantes” .los extraneros, los reci0n llegados. de la parali1ante sensación de inseguridad se va trans!ormando en un há$ito político reditua$le' Coy se ha$la de “la desaparición de la sociedad” y la aparición de un mosaico de destinos individuales sin vínculos con las acciones colectivas lo que plantea un in0dito desa!ío a la sociología' Bauman no es pesimista, a pesar de lo preocupante del cuadro que nos pinta' )ree que es posi$le seguir pensando sociológicamente y que hay esperan1as para sostener la utopía de un mundo donde la gente pueda ser !eli1 pero, para ello, es prioritario desarmar los marcos conceptuales que permitieron la emergencia de la modernidad para, despu0s de ello, dise8ar los tra1os de las nuevas experiencias humanas' Amor líquido" Acerca de la !ragilidad de los vínculos humanos Bauman, Zygmunt Dondo de )ultura 3conómica, Buenos Aires, <776
3n amor líquido, el sociólogo polaco Zygmunt Bauman 9:;<=> retoma su concepto de la “modernidad líquida”, 0poca inesta$le que está !uertemente marcada por las dinámicas masivas y glo$ales de mercado, y en la cual los valores cam$iantes de las personas impactan los vínculos humanos, entre otros, las relaciones de parea, !amiliares, de vecindario y sociales' 3l desarrollo de la o$ra compromete la tesis central de que vivir en una sociedad de consumo produce relaciones $asadas en la percepción del otro como mercancía' Los derechos humanos y la democracia se encuentran, por esta ra1ón, incluidos entre las dimensiones a!ectadas por el carácter líquido de nuestra modernidad' (o$re las relaciones de amor, ante el tradicional “hasta que la muerte los separe”, Bauman a/rma que el consumismo ha esta$lecido una pedagogía perversa en que la inmediate1 en la satis!acción del deseo y la cosi/cación de las personas hace propicia la reducción de los la1os a su !orma más ende$le y de !ácil disolución' La parea se vuelve una “mercancía” que eventualmente no satis!ace más nuestras necesidades de corto pla1o' e ahí que el autor introdu1ca, en el primer capítulo, “3namorarse y desenamorarse”, la distinción entre amor y deseo' ice el autor, “Mel amor no encuentra su sentido en el ansia de cosas ya hechas, completas y terminadas, sino en el impulso a participar de su construcción' 3l amor está muy cercano a la trascendencia es tan sólo otro nom$re del impulso creativo y, por lo tanto, está cargado de riesgos, ya que toda creación ignora siempre cuál será su producto /nal” 9p' <:>' (in em$argo, a las relaciones de “lenta cocción” se anteponen las demandas de inmediate1 del deseo' ?uchos de los nuevos amantes piensan desde la lógica de los consumidores, que $uscan maximi1ar su utilidad, su placer, y para ello son más cómodas las relaciones super/ciales, ready. made, que, como las mercancías, pueden cam$iar. se por otras con la !acilidad con que se toman de un estante del supermercado' e ahí el miedo a esta$lecer relaciones duraderas, que en un análisis de costo.$ene/cio, resultan ser inversiones a largo pla1o que provocan nerviosismo e inseguridad al no poder conocerse de ellas el resultado /nal' 3l matrimonio y la !amilia, instituciones tradicionales de la sociedad, resienten directamente el impacto de la super/cialidad amorosa contemporánea, como comenta el autor en el segundo capítulo" “Duera y dentro de la caa de herramientas de la socialidad”' 3l matrimonio, indica Bauman, está “pasado de moda” la !amilia se ha vuelto la inversión más riesgosa, lo que se traduce en menos matrimonios y menos hios' 3n cam$io, se han generado otras !ormas de relaciones personales, relaciones de conexión %como las llama Bauman%, que se esta$lecen a trav0s del uso de las nuevas tecnologías de la in!ormación, como la Jnternet, las cuales no generan la1os sólidos, sino relaciones sencillas de disolver, “de $olsillo”, suscepti$les de terminar con un delete' (e trata el amor como actividad “recreativa”' Cay, asimismo, relaciones de $olsillo que se esta$lecen con la cláusula previa de $asarse exclusivamente en la satis!acción del deseo, sin
la generación de la1os emocionales' “La moderna ra1ón líquida ve opresión en los compromisos duraderos los vínculos dura$les despiertan su sospecha de una dependencia parali1ante” 9p' N7>' 3l tercer capítulo del li$ro denominado “(o$re la di/cultad de amar al próimo”, a$orda el tema de los vínculos humanos más allá de la parea' Bauman hace re!erencia a las peripecias de los derechos humanos, cuyos suetos ven di/cultado respetar los de otros, especialmente cuando se trata de extraneros, migrantes o po$res, etc0tera' 3l sociólogo recurre a la viea !rase del evangelio para proponer su re!ormulación" “MAmar al próimo como nos amamos a nosotros mismos signi/caría entonces respetar el carácter de *nico de cada uno Osu$rayado de la autoraP el valor de nuestras di!erencias que enriquecen al mundo que todos ha$itamos y que lo convierten en un lugar más !ascinante y placentero, ya que amplían a*n más su cornucopia de promesas” 9p' :7;>' La intención, aunque $uena, es di/cultada por las condiciones actuales' 3l utilitarismo a que se somete a los otros, a los di!erentes 9y hasta a los que conce$imos como parte de nuestro “grupo”>, no !avorece mucho al reconocimiento de la dignidad de la persona, vista como un “/n en sí misma”' La instrumentali1ación del otro lo reduce a un medio' “La unión desmantelada”, *ltimo capítulo del li$ro, incluye reKexiones alarmantes so$re la tendencia de las sociedades occidentales contemporáneas a ignorar o eliminar a aquellos grupos que no logran integrarse a la dinámica glo$ali1adora' 3n esta dinámica, los derechos humanos son a$stracciones que no protegen a las personas' La institucionali1ación y práctica e!ectiva de los derechos pasa por la protección de 0stos por parte de los 3stados' (in em$argo, la erosión de las so$eranías nacionales en la nueva glo$alidad, hace inocua la capacidad del 3stado para proteger los derechos 9o, en otras ocasiones, les presta argumentos para violarlos>' 3n el !ondo, el drama de los derechos humanos es el de la deshumani1ación de los que son di!erentes, y la inhumanidad 9$astante humana> de quienes los deshumani1an' EAlguna propuesta del autorF 3speran1a, valor, creatividad' 3l momento no es halagQe8o, lo admite el sociólogo de inicio a /n del li$ro, pero la humanidad %remata tímidamente% tiene la capacidad para alcan1ar nuevas !ormas de relacionarse" la “humanidad compartida”, ideal Rantiano cuya actuali1ación procura Bauman' Amor líquido" acerca de la !ragilidad de los vínculos humanos, es un li$ro pu$licado por el Dondo de )ultura 3conómica, en Buenos Aires, Argentina' )onsta de <77 páginas y die1 reimpresiones 9<776> de su primera edición en espa8ol 9<77=>' Due pu$licado originalmente en ingl0s 9<77S> con el título Liquid love" on the !ragility o! human $onds' (u estilo es desen!adado y mantiene un ritmo ligero, a la ve1 que sus argumentos están ampliamente documentados y sus reKexiones son originales y claras' . (ee more at" http"TTUUU'revista!olios'mxTarticulosT!amiliaTamor.liquido. acerca.de.la.!ragilidad.de.los.vinculos.humanosVsthash'
Ce seleccionado para vuestros caletres algunos !ragmentos de este interesante texto" Amor líquido' Acerca de la !ragilidad de los vínculos humanos, de Zygmunt Bauman, Dondo de )ultura 3conómica, Buenos Aires <77=, <7S págs' 9trad' de ?irta Wosen$erg y 5aime Arram$ide>' Xste no es el primer li$ro de Bauman que he extractado aquí" tam$i0n Yida líquida ha pasado por la turmix' (o$re Amor líquido os dir0 que alterna, igual que Yida líquida, o$servaciones muy agudas con otras a mi parecer algo más romas, qui1á por alg*n preuicio muy marcado' e todos modos, esto, am0n de no ser más que una impresión personal, no desmerece en a$soluto la lectura atenta de este tra$aoM al menos en sus primeras ::7 páginas' espu0s los temas se van aleando del !oco que considero más interesante, el amor desde el punto de vista del individuo, para darle una orientación más sociológica' 3l *ltimo capítulo de los cuatro que componen el li$ro está, de hecho, dedicado íntegramente a anali1ar las consecuencias de la glo$ali1ación desde la perspectiva de los grupos humanos'
3n cuanto a la traducción, pues $ueno, más o menos correcta, aunque adolece de lo de siempre en estos casos" giros poco !amiliares y alg*n anglicismo inacepta$le, como por eemplo traducir lo que supongo que en el original será “to dispose o!” por “disponer de”, en lugar de “deshacerse de” 9pág' N<>'
3n esta primera entrega, os deo el prólogo al completo, que sinteti1a la tesis !undamental de la o$ra, a sa$er" que las relaciones entre individuos han cam$iado, se han licuado' Bauman anali1a con agude1a las am$ivalencias resultantes, la tensión entre la aplicación de un modelo opuesto a las necesidades de seguridad de la a!ectividad humana y la inevita$ilidad de dicho modelo, al vivir inmersos en un mundo que requiere constante cam$io y adaptación' E)ómo lograr la cuadratura de este círculoF
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+lrich, el h0roe de la gran novela de Wo$ert ?usil, era .tal como lo anuncia$a el título de la o$ra& er ?ann ohne 3igenschaKen" el hom$re sin atri$utos' Al carecer de atri$utos propios, ya !ueran heredados o adquiridos irreversi$lemente y de manera de/nitiva, +lrich de$ía desarrollar, por medio de su propio es!uer1o, cualquier atri$uto que pudiera ha$er deseado poseer, empleando para ello su propia inteligencia e ingenio pero sin garantías de que esos atri$utos duraran inde/nidamente en un mundo colmado de
se8ales con!usas, con tendencia a cam$iar rápidamente y de maneras im. previsi$les'
3l h0roe de este li$ro es er ?ann ohne YerUandtscha!ten, el hom$re sin vínculos, y particularmente sin vínculos tan /os y esta$lecidos como solían ser las relaciones de parentesco en la 0poca de +lrich' -or no tener vínculos inque$ranta$les y esta$lecidos para siempre, el h0roe de este li$ro .el ha$itante de nuestra moderna sociedad líquida& y sus sucesores de hoy de$en amarrar los la1os que pre/eran usar como esla$ón para ligarse con el resto del mundo humano, $asándose exclusivamente en su propio es!uer1o y con la ayuda de sus propias ha$ilidades y de su propia persistencia' (ueltos, de$en conectarseM (in em$argo, ninguna clase de conexión que pueda llenar el vacío deado por los antiguos vínculos ausentes tiene garantía de duración' e todos modos, esa conexión no de$e estar $ien anudada, para que sea posi$le desatarla rápidamente cuando las condiciones cam$ienM algo que en la modernidad líquida seguramente ocurrirá una y otra ve1'
3ste li$ro procura desentra8ar, registrar y entender esa extra8a !ragilidad de los vínculos humanos, el sentimiento de inseguridad que esa !ragilidad inspira y los deseos conKictivos que ese sentimiento despierta, provocando el impulso de estrechar los la1os, pero manteni0ndolos al mismo tiempo Koos para poder desanudarlos'
Al carecer de la visión aguda, la rique1a de la paleta y la sutile1a de la pincelada de ?usil &de hecho, cualquiera de esos exquisitos talentos que convirtieron a er ?ann ohne 3igenscha!ten en el retrato de/nitivo del hom$re moderno& tengo que limitarme a es$o1ar una carpeta llena de $urdos $ocetos !ragmentarios en ve1 de pretender un retrato completo, y menos a*n de/nitivo' ?i máxima aspiración es lograr un identiRit, un !otomontae que puede contener tanto espacios vacíos como espacios llenos' 3 incluso esa composición /nal será una tarea inconclusa, que los lectores de$erán completar'
3l h0roe principal de este li$ro son las relaciones humanas' Los protagonistas de este volumen son hom$res y mueres, nuestros contemporáneos, desesperados al sentirse !ácilmente descarta$les y a$andonados a sus propios recursos, siempre ávidos de la seguridad de la unión y de una mano servicial con la que puedan contar en los malos momentos, es decir, desesperados por “relacionarse”' (in em$argo, descon!ían todo el tiempo del “estar relacionados”, y particularmente de estar relacionados “para siempre”, por no ha$lar de “eternamente”, porque
temen que ese estado pueda convertirse en una carga y ocasionar tensiones que no se sienten capaces ni deseosos de soportar, y que pueden limitar severamente la li$ertad que necesitan .sí, usted lo ha adivinado& para relacionarseM
3n nuestro mundo de rampante “individuali1ación”, las relaciones son una $endición a medias' scilan entre un dulce sue8o y una pesadilla, y no hay manera de decir en qu0 momento uno se convierte en la otra' )asi todo el tiempo am$os avatares coha$itan, aunque en niveles di!erentes de conciencia' 3n un entorno de vida moderno, las relaciones suelen ser, qui1á, las encarnaciones más comunes, intensas y pro!undas de la am$ivalencia' por eso, podríamos argumentar, ocupan por decreto el centro de atención de los individuos líquidos modernos, que las colocan en el primer lugar de sus proyectos de vida'
Las “relaciones” son ahora el tema del momento y, ostensi$lemente, el *nico uego que vale la pena ugar, a pesar de sus notorios riesgos' Algunos sociólogos, acostum$rados a ela$orar teorías a partir de las estadísticas de las encuestas y de convicciones de sentido com*n, como las que registran esas estadísticas, se apresuran a concluir que sus contemporáneos están dispuestos a la amistad, a esta$lecer vínculos, a la unión, a la comunidad' e hecho, sin em$argo 9como si se cumpliera la ley de ?artin Ceidegger, que a/rma que las cosas se revelan a la conciencia solamente por medio de la !rustración que causan, arruinándose, desapareciendo, comportándose de manera inesperada o traicionando su propia naturale1a>, la atención humana tiende a concentrarse actualmente en la satis!acción que se espera de las relaciones, precisamente porque no han resultado plena y verdaderamente satis!actorias y si son satis!actorias, el precio de la satis!acción que producen suele considerarse excesivo e inacepta$le' 3n su !amoso experimento, ?iller y ollard o$servaron que sus ratas de la$oratorio alcan1a$an un pico de conmoción y agitación cuando “la adiance iguala$a la a$iance”, es decir, cuando la amena1a de una descarga el0ctrica y la promesa de una comida apetitosa esta$an per!ectamente equili$radasM
@o es raro que las “relaciones” sean uno de los motores principales del actual “$oom del counselling[“' (u grado de compleidad es tan denso, impenetra$le y enigmático que un individuo rara ve1 logra desci!rarlo y desentra8arlo por sí solo' La agitación de las ratas de ?iller y ollard casi siempre se diluía en la inacción' La incapacidad de elegir entre atracción y repulsión, entre esperan1a y temor, desem$oca$a en la imposi$ilidad de actuar' A di!erencia de las ratas, los seres humanos que se encuentran en circunstancias semeantes pueden recurrir al auxilio de expertos consultores
que o!recen sus servicios a cam$io de honorarios' Lo que esperan escuchar de $oca de ellos es cómo lograr la cuadratura del círculo" cómo comerse la torta y conservarla al mismo tiempo, cómo degustar las dulces delicias de las relaciones evitando los $ocados más amargos y menos tiernos cómo lograr que la relación les con/era poder sin que la dependencia los de$ilite, que los ha$ilite sin condicionarlos, que los haga sentir plenos sin so$recargarlosM
Los expertos están dispuestos a asesorar, seguros de que la demanda de asesoramiento amás se agotará, ya que no hay conseo posi$le que pueda hacer que un círculo se vuelva cuadradoM (us conseos a$undan, aunque con !recuencia apenas logran que las prácticas comunes asciendan al nivel del conocimiento generali1ado, y 0ste a su ve1 a la categoría de teoría erudita y autori1ada' Los agradecidos destinatarios del conseo revisan las columnas so$re “relaciones” de los suplementos semanales o mensuales de los periódicos serios y menos serios $uscando escuchar de las personas “que sa$en” lo que siempre han querido escuchar, ya que son demasiado tímidos o pudorosos como para decirlo por sí mismos de ese modo se enteran de las idas y venidas de “otros como ellos” y se consuelan como pueden con la idea, respaldada por expertos, de que no están solos en sus solitarios es!uer1os por en!rentar esa encruciada'
A trav0s de la experiencia de otros lectores, reciclada por los counsellors, los lectores se enteran de que pueden intentar esta$lecer “relaciones de $olsillo”, que “se pueden sacar en caso de necesidad”, pero que tam$i0n pueden volver a sepultarse en las pro!undidades del $olsillo cuando ya no son necesarias' de que las relaciones son como la Wi$ena[[" si se la $e$e sin diluir, resulta nausea$unda y puede ser nociva para la saludM .al igual que la Wi$ena, las relaciones de$en diluirse para ser consumidas.' de que las “pareas a$iertas” son loa$les por ser “relaciones revolucionarias que han logrado hacer estallar la as/xiante $ur$ua de la parea”' de que las relaciones, como los autos, de$en ser sometidas regularmente a una revisión para determinar si pueden continuar !uncionando' 3n suma, se enteran de que el compromiso, y en particular el compromiso a largo pla1o, es una trampa que el empe8o de “relacionarse” de$e evitar a toda costa' +n conseero experto in!orma a los lectores que “al comprometerse, por más que sea a medias, usted de$e recordar que tal ve1 est0 cerrándole la puerta a otras posi$ilidades amorosas que podrían ser más satis!actorias y grati/cantes”' tro experto es a*n más directo" “Las promesas de compromiso a largo pla1o no tienen sentidoM Al igual que otras inversiones, primero rinden y luego declinan”' entonces, si usted quiere “relacionarse”, será meor que se mantenga a distancia si quiere que su relación sea plena, no se comprometa ni exia compromiso' ?antenga todas sus puertas a$iertas permanentemente'
(i uno les preguntara, los ha$itantes de Leonia, una de las “ciudades invisi$les” de ítalo )alvino, dirían que su pasión es “dis!rutar de cosas nuevas y di!erentes”' e hecho, cada ma8ana “estrenan ropa nueva, extraen de su re!rigerador *ltimo modelo latas sin a$rir, escuchando los *ltimos ingles que suenan desde una radio de *ltima generación”' -ero cada ma8ana “los restos de la Leonia de ayer esperan el camión del $asurero”, y uno tiene derecho a preguntarse si la verdadera pasión de los leonianos no será, en cam$io, “el placer de expulsar, descartar, limpiarse de una impure1a recurrente”' (i no es así, por qu0 será que los $arrenderos son “$ienvenidos como ángeles”, aun cuando su misión está “rodeada de un respetuoso silencio”' 3s comprensi$le" “una ve1 que las cosas han sido descartadas, nadie quiere volver a pensar en ellas”'
-ensemosM
ELos ha$itantes de nuestro moderno mundo líquido no son co mo los ha$itantes de Leonia, preocupados por una cosa mientras ha$lan de otraF icen que su deseo, su pasión, su propósito o su sue8o es “relacionarse”' -ero, en realidad, Eno están más $ien preocupados por impedir que sus relaciones se cristalicen y se cuaenF EBuscan realmente relaciones sostenidas, tal como dicen, o desean más que nada que esas relaciones sean ligeras y laxas, siguiendo el patrón de Wichard Baxter, seg*n el cual se supone que las rique1as de$en “descansar so$re los hom$ros como un a$rigo liviano” para poder “deshacerse de ellas en cualquier momento”F 3n de/nitiva, Equ0 clase de conseo están $uscando verdaderamenteF E)ómo anudar la relación o cómo .por si acaso. deshacerla sin peruicio y sin cargos de concienciaF @o hay respuestas !áciles a esa pregunta, aunque es necesario !ormularla, y seguirá siendo !ormulada mientras los ha$itantes del moderno mundo líquido sigan de$ati0ndose $ao el peso a$rumador de la tarea más am$ivalente de las muchas que de$en en!rentar cada día'
2al ve1 la idea misma de “relación” aumente la con!usión' -or más arduamente que se es!uercen los desdichados $uscadores de relaciones y sus conseeros, esa idea se resiste a ser despoada de sus connotaciones pertur$adoras y aciagas' (igue cargada de vagas amena1as y premoniciones som$rías" transmite simultáneamente los placeres de la unión y los horrores del encierro' 4ui1ás por eso, más que transmitir su experiencia y expectativas en t0rminos de “relacionarse” y “relaciones”, la gente ha$la cada ve1 más 9ayudada e inducida por conseeros expertos> de conexiones, de “conectarse” y “estar conectado”' 3n ve1 de ha$lar de pareas, pre/eren ha$lar de “redes”' E4u0 ventaa conlleva ha$lar de “conexiones” en ve1 de “relaciones”F
A di!erencia de las “relaciones”, el “parentesco”, la “parea” e ideas semeantes que resaltan el compromiso mutuo y excluyen o soslayan a su opuesto, el descompromiso, la “red” representa una matri1 que conecta y desconecta a la ve1" la redes sólo son imagina$les si am$as actividades no están ha$ilitadas al mismo tiempo' 3n una red, conectarse y desconectarse son elecciones igualmente legítimas, go1an del mismo estatus y de igual importancia' G@o tiene sentido preguntarse cuál de las dos actividades complementarias constituye “la esencia” de una redH “Wed” sugiere momentos de “estar en contacto” intercalados con períodos de li$re merodeo' 3n una red, las conexiones se esta$lecen a demanda, y pueden cortarse a voluntad' +na relación “indesea$le pero indisolu$le” es precisamente lo que hace que una “relación” sea tan riesgosa como parece' (in em$argo, una “conexión indesea$le” es un oxímoron" las conexiones pueden ser y son disueltas mucho antes de que empiecen a ser detesta$les'
Las conexiones son “relaciones virtuales”' A di!erencia de las relaciones a la antigua 9por no ha$lar de las relaciones “comprometidas”, y menos a*n de los compromisos a largo pla1o>, parecen estar hechas a la medida del entorno de la moderna vida líquida, en la que se supone y espera que las “posi$ilidades románticas” 9y no sólo las “románticas”> Kuct*en cada ve1 con mayor velocidad entre multitudes que no decrecen, desaloándose entre sí con la promesa “de ser más grati/cante y satis!actoria” que las anteriores' A di!erencia de las “verdaderas relaciones”, las “relaciones virtuales” son de !ácil acceso y salida' -arecen sensatas e higi0nicas, !áciles de usar y amistosas con el usuario, cuando se las compara con la “cosa real”, pesada, lenta, inerte y complicada' +n hom$re de Bath, de <6 a8os, entrevistado en relación con la creciente popularidad de las citas por Jnternet en desmedro de los $ares de solas y solos y las columnas de cora1ones solitarios, se8aló una ventaa decisiva de la relación electrónica" “uno siempre puede oprimir la tecla \delete]”')omo si o$edecieran a la ley de ^resham, las relaciones virtuales 9re$auti1adas “conexiones”> esta$lecen el modelo que rige a todas las otras relaciones' 3so no hace !elices a los hom$res y las mueres que sucum$en a esa presión al menos no los hace más !elices de lo que eran con las relaciones previrtuales' Algo se gana, algo se pierde'
2al como se8aló Walph _aldo 3merson, cuando uno patina so$re hielo /no, la salvación es la velocidad' )uando la calidad no nos da sost0n, tendemos a $uscar remedio en la cantidad' (i el “compromiso no tiene sentido” y las relaciones ya no son con/a$les y di!ícilmente duren, nos inclinamos a cam$iar la parea por las redes' (in em$argo, una ve1 que alguien lo ha hecho, sentar ca$e1a se vuelve a*n más di!ícil 9y desalentador> que antes & ya que ahora carece de las ha$ilidades que podrían hacer que la cosa !un.
cionara.' (eguir en movimiento, antes un privilegio y un logro, se convierte ahora en o$ligación' ?antener la velocidad, antes una aventura go1osa, se convierte en un de$er agotador' so$re todo, la !ea incertidum$re y la insoporta$le con!usión que supuestamente la velocidad ahuyentaría, a*n siguen allí' La !acilidad que o!recen el descompromiso y la ruptura a voluntad no reducen los riesgos, sino que tan sólo los distri$uyen, unto con las angustias que generan, de manera di!erente'
3ste li$ro está dedicado a los riesgos y angustias de vivir untos, y separados, en nuestro moderno mundo líquido' 9-ágs' N.:`>