-------------------~····-
BIBLIOTECA
ÜBRAS
DE
AUTORES CRISTIANOS Declarada
de
interés 21
nacional
DE
SAN
AGUSTÍN
EDICION BILINGüE
ESTA COLECCIÓN SE PUBLICA BAJO LOS AUSPICIOS Y ALTA DIRECCIÓN DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA LA COMISIÓN Dr, DICHA PONTIFICIA UP.'IVERSIDAD 2;-..'CARGADA DE I.A I~MEDIATA RELACIÓN CO~ LA BAC ESTÁ INTEGRADA FN EL AÑO 1982 POR J.OS SEÑORES SIGUIENTES:
1
Obras filosóficas
PRESIDENTE:
1
Em;no. y Rvdmo. Sr. Dr. VICENTE ENRIQUE y TARANCÓN, Cardenal Arzobispo de Madrid-Alcalá
y Gran Canciller de la -Universidad Pontificia
\'tu
Ilmo. Sr. Dr. JuAN Lurs LuJAN, Rector Magnífico
J'RESIDF!\ JT:
VocALES:
AcEBAL
Dr.
ALFO:-JSO ÜRTEGA CARMONA, Vicerrector Dr. RAMÓN TREVIJANO ETCHEVERRÍA, Decano
Académico; de la Facultad de Teología; Dr. JuAN SÁNCHEZ Y SÁNCHEZ, Decano de la Facultad de Derecho Canónico; Dr. MANUEL CAPELO MARTÍNEZ, Decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología; Dr. SATURNINO ALVAREZ TuRIENZO, Decano de la Facultad de Filosofía; Dr. JosÉ ÜROZ RETA, Decano de la Facultad de Filología Bíblica Trilingüe; Dr. JoRGE SANS VILA, Decano de la Facultad de Pedagogía; Dr. GERARDO PAsTOR RAMOS, Decano de la Facultad de Psicología; Dr. JosÉ SÁNCHEZ VAQUERO•, Secretario General de la Universidad Pontificia S1 CRJ''L\HJO:
I I I
Contra los académicos. El libre albedrío. La dimensión del alma. El maestro. Naturaleza y origen del alma. La naturaleza del bien INTRODUCCIONES Y NOTAS DE
V I Cf O R l N O
CAPANAG A
QUINTA EDICION NOTABLEMENTE MEJORADA
Director del Departamento de Publicaciones
LA LlllTORIAL C:Al'OLJCA, S. A. 1\IADRID •
MCMLXXXII
niDI.JOTECA DE
AUTORES CRISTIANOS
MADRID •
MCMLXXXII
70
·-
Introducción a «Contra los académicos»
También d 1 censuro la afirmación que hJ'ce , a sa ber: para .?s a os argumentos usados por Cicerón en sus los mios bran bagatelas 199, siendo así que refuté con toda ~us prue as; aunque lo dije chanceándome a ~ tromaR hubie:a sido m:jor ca~larlo. Este Jibr¿' c~n:~~~z~a~ nam~ amanzane, hommem .nbi aptum 200.
CONTRA
LIBRO 1 De la verdad y de lo bienaventuranza
defendenda est ~hristiana doctrina. illud etiam . argumentorum C¡ccronis, quibus in rb . A' qua~. m 1 .. nuv.:as es se dixi u 'b ·n ns suts cademtcts usus ioc;ndo. dictu~ ~/ e~s~a;isari~~~~n~~ cbrtissima ratione_refutaui, ~uamuis Hoc opus sic indpit· O ut. a tu~, non debUit tamen · . mam, omamane, hominem sibi aptum
J{
1 ~ 9 Ibid., e .20 n 4_'; 200 Retrae!. I c.l·:
PL
· 32,585-5B?.
LOS ACADEMICOS
CAPITULO
I
DEDICACIÓN DEL LIBRO A RoMANIANO
l. ¡Ojalá, Rorr:_miano, que la virtud pudiera arrebatar a la fuerza resistente de la fo¡-tuna al hombre de buenas disposiciones para ella, así como ésta no se deja arrebatar a ninguno! Sin duda ya te hubiera echado las manos, proclamando que eras de su derecho, y, llevándote a la posesión de los bienes más seguros, te líbraría aun de la esclavitud de éxitos de la vida. Mas porque así estaba determinado, sea por causa de nuestros méritos, sea por necesidad de la naturaleza, que al alma divina, unida a las cosas mortales, no le dé acogida el puerto de la sabiduría, donde no la agiten los vientos propicios o adversos de la fortuna, si no la guía esta misma, o con sus favores o sus reveses, no me resta ninguna otra cosa por ti que los deseos, por los cuales alcancemos de aquel Dios, que tiene providencia de estas cosas, que te vuelva a ti mismo (porque de este modo fácilmente te devolverá a nosotros), permitiendo que tu ánimo, lampante por respirar, salga, por fin, a la atmósfera de la verdadera libertad. Pues tal vez la que vulgar-
CONTRA
ACADEMICOS
LIBER 1
[CSEL 63,3] (PL 32,905) l. l. O utinam, Romaniane, hominem sibi apt~m ita uidssim uirtus fortunae repugnanti posset auferre, ut ab ea sibi auf~rri neminem patitur, iam tibi profecto iniecisset manus a suique iuris te esse proclamans et in bonorum certissimorum possessionem traducens ne prosperis quidem casibus seruire permitteret, sed qnoniam ita comparatum est sine pro meritis nostris siue pro necessitate natur::te, ut diuinum animum mortalibus inhaerentem nequaquam sapientíae portus accipiat, ubi neque aduersante fortunae flatu neque secundante moueatur, nisi eo illum ipsa uel secunda uel quasi aduersa perducat, nihil pro te nobis aliud quam nota restant, quibus ab illo cui haec curae sunt deo, si possumus, impetremos, ut te tibi reddat-ita ením facile reddet et nobis-sinatque mentem illam tuam, quae respirationem iam diu parturit, aliquando in a manum PL
72
Contra los
1,1,2
mente se llama fortuna esté sometida a un orden secreto, y el hablar de acaso en las cosas se debe a nuestra ignorancia de sus razones v causas v no ocurre prosperidad e infortunio particular que no- se ajLJs~~ y renga su congruencia con el universo 1 • Esta manera de s~ntir, proclam<1d~ por los oráculos de las más fecundas doctrinas y muy remota e inaccesible a la inteligencia de los profanos, la filosofía, a que yo te invito, promete poner en claro a sus verdaderos amigos. Por lo cual, cuando te acaecen sucesos indignos de tu ánimo, no te menosprecies a ti mismo, pues si la divina providencia se extiende hasta nosotros -v esto es indubitable-, créeme que se hace contigo lo que con~iene se te haga. Porque cuando entraste en la vida humana, plagada de codos los errores, con unas disposiciones siempre admirables para mí, aun en el comienzo de la adolescencia, cuando es tan débil y resbaladizo el paso de la razón, te viste colmado de copiosas riquezas, que comenzaron a englutir en sus halagüeños remolinos la edad y el ánimo, que parecían buscar ansiosamente la honestidad y la hermosura, a no haberte sacado de allí, cuando estabas a punto de anegarte, los vientos de la fortuna que se consideran adversos. 2. l\.Ias si, nl dar a nuestros conciudadanos festejos de osos u otra clase de espectáculos nunca vistos por ellos, hubieses sido celebrado por las más entusiastas ovaciones del teatro; si con voces concertadas v unánimes los hombres insensatos, cuya multitud es innumerable, te pusieran sobre las nubes; si nadie auras uerae libertatis cmergere, etenim fortasse quae uulgo fortuna nominatur occulto quodam ordíne regitur nihilque aliud in rebus casum uocamus, nisi cuius ratio et causa secreta est, nihilque seu commodi seu in(90ó)commodi contingit in parte, quod non conueniat et congruat uniuerso. quam sententiam uberrimarum doctrinarum oraculis edítam rcmotamquc longissíme ab intellectu profnnorum se demonstraturam ueris amatoribus suis ad quam te inuito philosophia pollicel 4J tur. quam ob rcm cum tibi tuo animo indigna multa accidunt, ne te ipsc contemnas, nam si diuina prouidentia pertenditur usque ad nos, quod mínime dubitandum est, mihi crcde, sic recum agi oportet, ut agitur. nam cum tanta quanram scmper admirar índole tua ab ineunte adulcscentia adhuc infirmo rationis atquc lapsante uestígio humanam uitam errorum omníum plenissimam ingredcrcris, cxcepit te circumflucntia diuitiarum, quae illam actatem atquc animum, quae pulchra et honesta uidebantur, auide sequcntem ink.ccbrosis coeperat absorbere gurgitibus, nisi indc te fortunae illi flatus, qui putantur aduer"i, eripuissent pacne mergcntem. 2. An uero si edcntem te muncra ursorum et numquam ibi antea uisa spcctacula ciuibus nostris theatricus plausus semper prosperrimus accepisset, si ~tl!ltorum hominum, guorum inmensa turba est, conflatis et consenticntíbus uocibus ferreris ad caelum, si nema tíbi esse auderet 1
Véase
il("'''
comp:C:m<'ntaria n.l. p.CJ22.
!,1,2
Con/re íos académtcos
73
se atreviera a cnemis tarse contigo; si las t_ablas munic~pales te rocbmasen protector, no sólo de tus concmdadanos, smo,también de los municipios vecinos: erigiéndote esta.t~as, colmandod e honores ail.adiendo a tus funciones mumctpales poderes te ' 1 d' Per iores· si para los festines de todos os tas te preparasen su , espléndidas mesas, donde cada cual con entera se,?un'd ad pud' se pedir y satisfacer. su m~nester ? su gu.sto, d~nd~~e adema.s muchas cosas, aun sm pedrrlas; si la hacienda familiar, administrada con toda diligencia y fidelidad .p~r los t,uyos, b~~t~ra para cubrir tales gasto_s; si entretanto v:v~eras t~ en edtfrcio_s de muv suntuosa arquttectura, con magnrficos banas, con refinada n;_olicie, con toda clase de juegos que la honestidad consiente, con cacerías y festines, siendo celebrado, como lo has sido, por boca de los clientes, de los ciudada:w.s, d~ los pueblos como el hombre más humano, generoso, distmgmdo y afortuna,do: dime, ¡oh Romaniano!, ¿quién se atreviera en estas condiciones a mencionarte otro género de vida dichosa, la cual es la única bienaventurada? ¿Quién sería capaz de convencerte, no sólo de que no eras feliz, sino tanto más desgraciado cuanto menos te tenias por tal? Ahora, en cambio, ¡qué graves amonestaciones te han hecho en breve espacio de tiempo tantos y tales reveses como has sufrido! Y a no tienes necesidad de ejemplos ajenos para persuadirte cuán pasajeros y frágiles y llenos de calamidades son los que consideran como bienes los mortales, porque, con tu buena experiencia, podemos persuadido a los demás.
t;-
inimicus, si municipales ta(907)bulae te non solum nun~m sed etíam uicinorurn patronurn aere signarent, conlocarcnt~r. statuae, m[luerent honores, addercntur etiam potestates, quac mumcrpalem habJtum supercrescerent conuiuiis cotidianis mensac opímnc struercntur, quod curque ~sset nece'sse, quod cuiusr..¡ue etiam deliciae ~itír~nt, indubitanter peteret, tndubita:ner haurirct multa etiam non pclentrbus fundercntur, resq~e ipsa famlliaris diliucn~cr a tuis fideliterquc admini~trata idoneam se tantr.s sumribus par:Ham~uc pracberet, tu interea uiueres in aedificiorum exqmsitissinüs molibus in nitore b
ita ex aliqua parte bcnc cxpcrtus PL
·-
74
Contra los acadénúcos
3. Aquella cualidad, pues, aquella disposición tuya, te ha hecho siempre buscar la honestidad y la hermosura; la que has querido ser más liberal que rico; por la que ferlste ser más justo que poderoso, sin ceder jamás a la sidad y a la injusticia; esa disposición, te repito, esa no qué prerrogativa divina, que estaba como sepultada bajo sueño letárgico de esta vida, se ha propuesto la oculta Providc'n cia despertar con tan diversos y Íuertes sacudimientos. Despiértate, despiértate, te ruego; créeme, será para dicha que no te hayan cautivado con sus halagos los de este mundo, que seducen a los incautos. También se ñaban en seducirme a mí, aunque reflexionaba todos los sobre estas cosas, a no haberme forzado un dolor de pecho abandonar mi charlatanería profesional y a refugiarme en seno de la filosoffa 2 • Ella es la qae ahora, en el descanso tan deseado, me menta y conforta; ella me ha libertado enteramente de superstición, en la que yo te precipité conmigo 3 , Porque ella enseña, y con razón, que no se debe dar ni estimación a lo que se ve con los ojos mortales, a todo que es objeto de la percepción sensible. Ella promete con claridad al verdaderísimo y ocultísímo Dios, y ya casi lo está mostrando como al través de espléndidas nubes. 3. Illud ergo, illud tuum, quo semper decora et honesta ti, qua te liberalem magis quam diuitcm esse maluisti, concupisü cs~e potentior quam iustior, numquam bitatibusque cessisri, illud ipsum, inquam, quod in te ljuo uitac huius somno uetcrnoque sopitum est, uariis iactationibus secreta prouidemia excitare decreuit. euigila te; multum, mihi crede, g"~'atulaberis, quod paene nullis pr'os¡,eritatib,u! quibus tenentur incauti, mundi huius tibi dona blandita ipsum capere molicbantur cotidie ista cantantem, nisi me uentosam professionem ahicerc et in philosophiae gremium coegiss~t. ipsa me _nunc i~ otio, qt::Jd uehemcnter optauimus, fouet, 1psa me pemtus ab illa supcrstitione, in quam te tem dederam, liberauit. ipsa enim docet et uere docet lendum esse totnmque contemni oportere, quidquid m
Contra los académicos
1,1,4
75
·-
ÜCASIÓN DE LA DISPUTA
4. A ella se dedica con mucho ardor conmigo nuestro Lict:ncio, que, dejando las seducciones y pasatiempos de su edad, se ha consagrado tan de lleno a la filosofía, que me atrevo sin temeridad a proponerlo como modelo a su padre. Es ln filosofía, en efecto, tal, que ninguna edad pueda quejarse de ser excluida de su seno; y para estimularte a poseerla y a abn:var en ella con más avidez, aunque ya conozco bien tu sed, he querido enviarte, digámoslo así, este sorbo; te ruego no frustres la esperanza que abrigo de que te será muy agradable y, por decirlo así, estimularte. Te he mandado redactada la discusión que tuvieron entre sí Trigecio y Licencio. Pues habiéndosenos llevado al primero la milicia por algún tiempo, como para vencer el fastidio del est:Jdío de las disciplinas, nos lo devolvió con una ardentísima pasión y voracidad de las grandes v nobles artes. Pasados, pues, muy pocos días, después de comenzar nuestra vida de campo, cuando, al exhortarlos y animarlos a los estudios, los vi tan dispuestos y sumamente ansiosos, más de lo que yo había deseado, quise probar sus fuerzas, teniendo en cuenta su edad; me animó sobre todo el ver que el Hortensio, de Cicerón, !os había ganado en gran parte para la filosofía. Sirviéndonos, pues, de un estenógrafo, para que el viento no arrebatara nuestro trabajo\ no permití que pereciera nada. 4. In hnc mecum studlosissime uiuit noster Licentius; ad eam totus a il~uenalibus inlecebris uoluptati(908)bmque conuersus est ita, ut [6] eum non temere patri audeam imitandum proponere. philosophia est enim, a cuius uberibus se nulla aetas gueretur excludi. ad quam auidius reti~endam et hauriendam qua te incitarem, quamuis tuam sitim bene nouen.m, gustum tamen mittere uolui. quod e tibi suauissimum et, ut ita d1cam, inductorium fore peto, ne frustra sperauerim. nam disputationem, quam Ínter se Try,';etius et Licentius habuerunt, relatam in litteras tibi misi. iilum enim qlloque adulescentem quasi ad dctergendum fastidíum disciplinarum aliquantum sibi usurpasset militia, ita nobis magnarum ~~nestarumque artium ardentissimum edadssimumque rcstituit, pauculis lgltur diebus transactis posteaquam in agro uiuere coepimus, cum eos ad ~tudia hortans atque animans ultra quam optaueram paratas et prorsus lnhiantes uiderem, uolui temtare pro aetate quid possent, praesertim cum B~rtensius liber Ciceronis iam eos ex magna parte conciliasse philosoPhtae uideretm. adhibito itaque notario, ne aurae laborem nostrum discerperent, nihil perite permisi. sane in hoc lihm res et sententias illorum, tn"a ucrn ct Alypii etiam uerba lecturus es. 4 '\,. C:f. VmGI!.lU.\1: Aeneid. IX 31~·13:. <<~dta patri rnandaLI d,hat prnt~mLt. -d 8~loe omn'::J JJ~r:ctpunt E't nub1bus mrrta donant». o~wn1
PI
76
-Contra los académicos
~sí, pues, en este libro verás las cuestiones y opiniones mdas por ellos y aun mis palabras y las de Alipio.
CAPITULO
JI
fELlCIDAD Y CONOCIMIENTO
5 · Habiéndonos, pues, reunido todos por invitación en un ~ugar do?de -~e pareció oportuno, les dije: -cAca~o uudms de que nos conviene conocer -De mngún modo, dijo Trigecio. Los d~más di~ron señales de aprobación. . -Y SI, ~~s d11e yo, aun sin poseer la verdad podemos ! fchces, ~~ree1s ~ue será necesario su conocimiento? AqUl rntervmo Alipio diciendo: -:-~n esta cuesti~n asumo yo con más seguridad el ~ed arbitro:, pues, temendo el viaje dispuesto para ir a la ~ , ~~nv1ene se_a rel~vad?. en el oficio de tomar parte en 11sc~s1on; ad~mas, mas facdmcnte puedo delegar en otro uncwnes... de Juez q:¡~ las de abogado de una de las No espere!s, pues, mi Intervención en favor de ninguna . Acced1_c~~n t~~os a lo que pedía, y después que vo m1 proposrcron, drJo Trigecio: " -Cierta~nente, bienaventurados queremos ser; y si mos serlo sm la verdad, podemos también dispensarnos b uscar1a.
1
-¿Y q~é os parece esto mismo?, añadí yo. ¿Creéis que demos ser dichosos aun sin hallar la verdad;:¡ -:-Sí podemos, con tal de buscarla, res~ondió entonces cenc10. II. 5. Cum ig_itur omnes hortatu meo unum in locum ad hoc gregati essemus, ubt. oportunum uisum est: Numquidnam dubitatis yuam, _ucrum nos sctre oportere? -Minime, ait Trvgetius ceteri u~ uu1tu 1pso approbasse significauerunt -Q 'd · ·. · q compr h b · · ll1 , SI, mquam Ctlam rb. e ~n.;o ucrC! eatl ~ssc pos~umus, necessariam ucri '. · l~Utltra~mr. -;-H1_c Aly~l~s:. Hums quaestionis, inquit, iudicem me 0 . ·. c_um e':l~ Jter m1h1_ In urbem sit constitutum, oportet me ahcmus .suscrprendac partts rcleuari, simul quod facilius iudicis quam cumsquam defensionis a cu_ipiam [71 delegare possum. quarc pro altcrutra parte ne a me qurdquam exspectetis -Q d · c;;ssum_ esset ab omnibus et ergo rogationem repetis~cm: Bueoati ct ryget~us, esse uolumus, et si ad hanc rem possumus abs ue pc~u~nlte_, qlJaercnda no bis u e ritas non est. -Quid hoc ipsu~;;, LTsttn;tat:snp heatos n?s e~se ~osse etiam non inuenta ueritat~? centlus. ossumus, mqun, SJ uerum quaeramus. -Hic cum ego a dcfensoris PL
1,2,6
Contra los académicos
77
·-·-
Habiendo yo aquí pedido por señas el parecer de los otros, dijo Navigio: -Me hace fuerza la opinión de Licencio. Pues tal vez pue~ de consistir la bienaventuranza en esto mismo, en vivir buscando la verdad. -Define, pues, le rogó Trigecio, la vida feliz, para colegir de ahí la respuesta conveniente. -¿Qué piensas, dije yo, que es vivir felizmente, sino vivir conforme a lo mejor que hay en el hombre? -No quiero ser ligero en mis palabras, replicó él; mas par~ceme que debes declarar qué es lo mejor que hay en el hombre . -¿Quién dudó jamás, le repuse yo, que lo más noble del hombre es aquella porción del ánimo a cuyo dominio conviene que se sometan todas las demás que hay en él? Y esa porción, para que no me pidas nuevas definiciones, puede llamarse mente o razón 5 . Si no te place esta opinión, mira tú a ver cómo clefínes la vida feliz o la porción más excelente del hombre. -Estoy conforme con ella, dijo éL 6. -Luego, les dije yo, para volver a nuestro propósito, ¿te parece que sin hallar la verdad, con sólo buscarla, puede vivir uno dichosamente? -Mantengo mi sentencia, dijo él; de ningún modo me parece. -A mí, afirmó Licencio, absolutamente me parece que sí, pues nuestros mayores, a los cuales la tradición presenta como rorum sententiam nutu flagitassem: 1\..Joaet me, inquit Nauigius, quod a Licentio dictum est. potest enim fortassc hoc ipsum esse beate uiuere, in ueritatis inquisitione uiucrc. -Dcfini ergo, ait Trygctius, quid sit beata uita, ut ex eo collip-am quid rcspondcre conueniat. -Quid censes, inquam, esse aliud beate uiuerc nisi sccundum id quod in hominc optimum cst uiuere? -Temere, inquit, uerba non fundam; nam id ipsum optimum quid sit, dcfiniendum mihi abs te puto. -Quis, inquam, dubitauerit nihil esse aliud hominis optimum quam eam partem animi, cuí dominanti optemperare conuenit cctcra quacque in ho(909)mine sunt? hace antcm, ne aliam postules definitionem, mcns aut ratio dici potcst. quod si tibi non uidetur, quaere quomodo ipsc definías u el beatam uitam uel hominis optimum. -Adsentior, inquit. 6. Quid ergo? ut ad propositum, inquam, redeamus, uideturne tibi non inucnto ucro beate posse uiui, si tantum quaeratur? -Repeto, inquit, sententiam illam me>~ m: minime uidetur. -U os, inquam, quid opinmnini? -Tum I.icentius: J'viihi prorsus, inquit, uidetur. nam maiores nostri, quos sapientes beatosque accepimus, eo solo, quod uerum quaercbant, hene beateque uixcrunt. -Ago gratias, inquam, quod cum Alypio me ' Véase nota complemcntari:J n.3, p.922.
4
78
Contra los académicos
sabios y dichosos, vivieron br"en y f e1·rzmente so'1o por investigado la verdad 6 nane1:11 -0~~ agradezco, les dije yo, que, juntamente con me hayats hec~~ vuestro árbitro, porque os confieso rtJllp.IO;• zaba ya a envrdrarle. Así, pues, como a una de las partes Parece que para la vida dichosa le basta la investigación 1a verda.~, Y a la otra, que para lograr la dicha se la poseswn de_ la ~isma, y Navigio poco ha querido r;~~~!':~: ~:.tu parte, LlC(:n~IO, con gran curiosidad espero cómo ers vu~stras opmwn~es. Se trata de una cuestión muy impor,lll tante, d_1gna de la mas escrupulosa discusión. -dSt _el te:na es grande, advjrtió Licencio, requiere gran es mgemos. -No busques, le contesté yo, sobre todo en esta casa campo, lo que es difícil hallar en todas partes· más bi plica el porqué. de tu opinión, que sin dud~ has en despues de reflexiOnar, y los fundamentos en que pues aun los pequeños se engrandecen en la discusióLntescaJoS.l, grandes problemas.
:ú
CAPITULO
!JI
UNA OBJECIÓN
7·
-Pues v~o, d_i!o él, que quieres a todo trance
d_-?vuelt~os en la ~dtscuswn, sin duda buscando nuestra utiliclacl,
1
tme .tu por que no puede ser dichoso quien busca la "eJrdtld. aun sm hallarla. •
iudicem fecistis cui, fateor inuid('te [S] · alteri uestrum ' 'd _ b ' . Iam coeperam. non nisi inuemrl etur eatam _urtam sola inuestigatione ueritatis dit in tuam L_one posse contmgere, Nauigius autem paulo ante' l ' . lCCTitl, partcm se uelle transite magno opere ;~acliJ¡;:~~e~~arum_ uestrda_ru~ patroni esse pos~itis. res enim . lscus.swne rgmssima. -Si res magna est ait magnos utros des1derat Nol' · ' 1 ~11a~ ~Uot ubiuis gentiu;- rep~ri;uadJff~~iJe ~~~a~; :~:i~:r~i~li~~ uicl~atur an;mte n,on te~ere, ut opmor, prolatum est et qua tibi ' · " e m¡¡xrmae res cum a p · solent efficere. arUJs quaeruntur, magnos III. 7. Quoniam te inq 't 'd n . o possu qul uemm quaent, etiamsi minime ¡·,om:nillt.
0
~~~eb~~~s i~~i~e: dispu~~mus_,ulq~odl :~ u~i!ft~~ ~~J~e c~~Íid~~gere, 6
t>
CrCERO, Acad. II 41,127. cxsoec.to -Pr.
i),/
Contra los académicos
·-
79
-Porque el hombre feliz, dijo Trigecio, hadeser perfecto sabio eniodas lascosas. Ahora bien: el que busca, todavía no es ·v·eo, Pues, cómo puede ser feliz. -¿Tiene para ti valor, respondió el otro, la autoridad de los antiguos? -No la de todos. -¿La de quiénes admites? -La de los que fueron sabios. -¿Te parece sabio Carnéades? -Y o no soy griego; no sé quién fue ese Carnéades 7 • -Pues entonces, insistió Licencio, ¿qué piensas de Úuestro Cicerón? :De"spués de un rato de silencio, dijo Trigecio: -Fue un sabio. -¿Luego su opinión tiene para tí alguna fuerza en esta materia? -Ciertamente. -Escucha, pues, su manera de pensar, pues creo que la has olvidado. Creyó nuestro Cicerón que es feliz el investigador de la verdad, aunque no pueda llegar a su posesión. -¿Dónde Cicerón ha dicho eso? -¿Quién ignora que afirmó con insistencia que nada puede ser percibido por el hombre y que al sabio sólo le resta la rebusca diligentísima de la verdad 8, porque, si diera asenso
·perrecto-:·N;;
-Quía beatum, inquit Trygetius, uolumus csse perfectum in omnibus sapientem. qui autem adhuc quacrit, perfectos non est. hunc igitur quamodo asseras beatum, omnino non uideo. -Et ille: Potest apud te uiuerc, inquit, auctoritas maiorum? -Non omnium, inquit Trygetius. -Quorum tandem? -Ille: Eorum scilicet, qui sapientes fuerunt. -Tum Licentius: Carneades, inquit, tibi sapiens non uidetur? -Ego, ait, Graecus non sum; nescio Carneades iste qui fuerit. -Quid, inquit Licentius, de illo nostro Cicerone quid tandem existimas? -Hic cum diu tacuisset: Sapiens fuit, inquit. -Et ille: Ergo eius de hac re sententia habet apud te aliquid ponderis? -Habet, inquit. -Accipe igitur quae sit; nam eam ·tibi excidisse arbitrar. placuit enim Ciceroni nostro beatum esse, qui ucritatcm inuestigat, etiamsi ad eius inuentionem non ualeat peruenire. -Ubi hoc, inquit, Cícero dixit? -Et Licentius: Quis ignorat eum adfirmasse uchcmenter nihil ab homine [9] percipi posse nihilque remanere ·:;::picnti nisi diligentissimam inquisitionem ueritatis, propterea quia, si ' c~rnC:adt:s de Cirene {214-129 a.C.) fue cscolarca de la Academia Nueva, :'>U,:esur clc Arquesilao y, como él, adversario de todo dogmatismo. <
80
Conlta los ucadémicos
·1,3,8
a cosas inciertas, aun siendo verdaderas por casualidad, no podría verse libre de error, siendo ésta la falta principal del sahio? Por lo cual, si se ha de creer que el sabio es necesariamente dichoso, y, por otra parte, la sola investigación de la verdad es el empleo más noble de la sabiduría, ¿a qué dudar de que la vida dichosa pLtede resultar de la simple investiga~ ción de la verdad? 8. Entonces dijo Trigecio: -¿Es lícito volvc~· a las afirmaciones hechas a la ligera? -Sólo niegan esa licencia, intervine yo agui, los que disputan movidos no ?or el deseo de hallar la verdad, sino por una pueril jactancia de ingenio. Asi, pues, aquí conmigo, sobre todo atendiendo a que estáis en la época de la formación y educación, no sólo se os concede eso, sino que os impongo como un mandato la conveniencia de volver a discutir afirma· ciones lanzadas con poca cautela. · -Tengo por un gran progreso en la filosofía, dijo Licen. cio, menospreciar el triunfo en una discusión por el hallazgo de lo justo y verdadero. Así que con mil amores me someto a tu indicación y autorizo a Trigecio-pues ésta es cosa que me toca a mí--repasar Ias aserciones que le parezca haber cmi· tido temerariamente. Entonces dijo Alipio: -Vosotros mismos convenís conmigo en que no es tiempo aún de ejercitar la jurisdicción Je mi oficio. Pero como mi partida está preparada hace tiempo, y me obliga a interrumpir inccrtis tcbus esset as:ccnsus, etiam~i fortasse uerae forent, liberari errare non possct, quac maxnna est culpa sapientis? quam ob rem si et sapicntcm necessario beatun e~se crcdendum est et ue;·itatis sola inquisitio pcrfcctum sa(910)picntiae mum1s cst, quid dubitamus existimare beatam uitam etiam pcr se ipsa inuestigationc ucritatis possc contingcre? 8. Tum ille: Licetne tandcm ad ea, quae temerc concessa sunt rursum redire? -Hic ego; J!li hoc non solcnt concederc, inquam, quo; ad disputandum non inucnicnJi ueri cupiditas sed ingenii iactantia puerilis inpellit. itaqu~ apud me, praesertim cum adhuc nutriendi educ:mdique sitis, non solum conceditur sed etiam in pracceptis habeatis uolo ad ea uos discmienda redire oporterc, quae concesscritis incautius. -Et. Liccnlius; . Non paruum in philosophia profectum puto, inquit, C\lDl 1.n c:onparm~one recti uerique inucnicndi conlcmnitur a disputante t~lCtonn. ~taque hbenrer obsequor praeceptis ct sentcntiae tuae ct TrygctnJm ad 1d, quod tcmcre se concessissc arbi tratur -res enim mei iuris est- rcdire pcrmitto. -Tum Alypius; Susccpti a me officii nondum panes esse uosmct ipsi mecnm recognoscitis. sed quoniam a iam dudum disposita profectio interrumpcre me conpellit, pro meo quoque munerc gcminatam sibi potestatcm particeps mecum iudicii non rennuet usque a quoniam id PL
1,),9
Contra los académicos
81
mis funcione-s, no dejará de ejercer por mi c~enta s~. doble potestad hasta mi regreso el que p~r cu~_?ta m1<1 p,artr~l~a l d~ este oficio, pues veo que vt~cstra d1scus10n se prosegmra ar gamente. .. . . Y después de: retirarse, dtJ~ Ltcencw: . -Puedes repeiÍr lo que ahrmast,C:: a ~a hgera. . -Concedí temerariamente que C1ceron fuera u? ~abw. . _·Ah! Pero ¿no fue sabio Cicerón, cuando el 111trodu¡o y elevÓ a su perfección la filosofía entre los .romanos? 9 • -Aun concedi~ndote que fuera un sabw, estoy le¡os de aprobar todas sus opiniones. -Pues tendrás que refutar otr8s muchas de sus ideas para , , . no parecer imprudente al rechazar ésta. _·Y si e~tov dispuesto a probar que fue este el umco flaco · yo creo, es que peses de su C pensamiento? Lo que te mteresa_, las razones que daré para demostrar rn1 aserto. -Adelante, pues. ¿Cómo osaré yo afrontarme con el que se declara adversario Je Cicerón? 9. -Quiero que adviertas, me dijo aqu~ Trigcc~o, tú_ que eres nuestro juez, cómo has definido más arnba 1~ v1da d1cho· sa; porque dijiste que es bienavent~rado _el que vive confor~e a la porción del ánimo que conviene Impere a las demas. Y tú Licencio has de concederme ahora (pues ya en nombre de la' libertad, 'que la misma filosofía nos promete dar, he sacudido el yugo de la autoridad) que el mvestigador de la ver.~ . _ dad todavía no es perfecto. Después de una larga pausa, rcspondw L1cenc10: in reditum mcum; uideo enim_ ho~ ue_strutyJ ce_rtamen lc:ngius progre~ surum. -Et cum disccssit: Qmd, mqm~ L1centms,. tcmere. concesseras. profer. -Et ille: Tcmerc dedi, inquit, C:ceron~m f~tsse saptc.ntem. -:-Ergone Cicero sapiens non fuit, a quo m I,aun~ ltngua ph.llo:ophta et incoata est et perfecta? -Etsi conccdam, mqmt, .essc ~apte1¡1'Ít~Ü]~on omnia tamen cius probo. -Atqui oportet multa elll~ ah~ re e . as! ut non inpud"nter hoc de quo agitur, inprobare mdeans. -Qmd, SI hoc solum 110 ~. recte iÚum sensisse adf.irmare. para tus sum? }cstrad_ ut opinar nihil interest, nisi cuius pondens ad 1.d qu~d u~lo ~( scrc~ um 1'8.rion~s adferam. -J?.ergc, .inquit ille_. -Qm~ enu~, mqmt, au cam contra cum qui se Ctccroms aduersarmm profltetur. _ d 9. Hic 'Trygctius: Volo attcn~a~, _ait, ty_ i~dcx noster, quem a modum superius bcatam uitam dc±lmcns; dtxtstl namque e~m beatut;I • · i u iuit : .quam cetens . conucntt esse qm· secundum cam parcem amm . imp~rare. tu autcm, Liccnti, uolo. ue~ nunc mrht co.ncedas. -Jam. emm Jibcnatc in quam maxime nos wndJCaturam se philoso~hladhpnlhce~.ur, ·IUgum illud ' · · excussl· perf ec t u.m non a duc .uentaauctontatJs . esse,' nm '"-~ . te~ requirat. -Tum ille post diuturnurr: sJlentmm: Non concc o, mqmt. ' VéJse nota complementaria nA, p.922.
·82
i
1 ¡ 1 1
1
1,3,9
-No te lo concedo. --¿Por qu~? Explícate, a ver. Soy todo oídos y anhelo por escuchar como un hombre puede ser perfecto faltándole la verdad. --El '-Íl~e no llegó al f111, reph..:::ó el otro confieso que no es pel'fecto aún. Pero aquella verdad ::;ólo Días creo que la posee, o quizá tarnbién las almas de los hombres, después de abandonar el cuerpo, es decir, esta tenebrosa drcel 10 • Pero el fin del hombre es indagar la verdad como se debe: buscamos al h-;::~mbre perfecto, pero hombre siempre . .-Luego~ el hombre no puede alcanzar b dicha, dijo Trig~cw. ¿Y cot;-o p_uede ser dichoso sin lograr lo que tan ardientemcr;tc C!~s~J? Pero no; el hombre puede ser feliz, por~u~ pueue VIvir conforme a aquella porción imperial del ammo a que todo lo demás debe subordinarse. Luego puede halla:· la v~rdad. Y si no, repliéguese sobre sí mismo y renu~cle al Ideal d~ la verdad, para que, al no poder consegmrlo, sea necesariamente desdichado. -Pues ésa es cabalmente, repuso Licencio, la bienaven~~tranz~ del_ homb:e: buscar bien la verdad; eso es llegar al dn, m~~s alla del cual no puede pasarse. Luego el que con menos ardor de, lo que cur.vienc investiga la verdad, no alcanza el fin del hom.l)r~; m2s qui~n se consagra a su búsqueda según sus fuerzas y _aeher, aun. s~~ dar con ella, es feliz, pues hace cuanto debe segun su condtcwn natural. Y si no la descubre es defecto de la naturaleza. ' -Trygetiu~: Cur quaeso? explica. istic sum enim et aueo audire, qua
pacto p~sstt e~ perte_ctus. horno esse et adhuc quacrere ueritatem. -Hic rlle: Qur ad fmcm; mqurt, non peruenit, fateor, quod perfectus non sit. ue~Itatem autem 11lam so!um deum nosse arbitrar aut forte hominis anur~m?, cum ho_c . corpus, hoc est tencbrosum carccrem, dereliquerit. homlt?JS autem fm1s est perfecte quaercre ueritatem; perfectum ením quaenmus, sed tamcn h?mmem. :--Et Trygetius: Non igitur potest beatus e(sse horno. quomodo emrn, cum td quod magno opere concupiscit adsequi 911) nequeat? potest ~ut:m. horno beate uiuere, si quidem potest secundt;trr,t eam parte!!~ am.mt muere, quam dominari in homine fas est. potest 1g1~ur ueru~ muemre. aut colligat se et non concupiscat uerum ne, cum 1d adse9~1 n~n potuerit, necessario mi~er s.;t. -At hoc ipsu~ est hc>~tum hc;mr111s, mt rile, perfccte quaerere ueritatem; hoc enim est peruemre ad fmem, ultra que_m non potest progredi. quisquis ergo minus mstant~r qu~m ?Portet uen~atem qunerit, is ad finem hominis non peruemt; qw~qms. autem tantum, quantum homu potest ac debet dat opera m lll] muemendae ueritati, etiamsi b eam non inueniat beatus' est. totum enim facit, quod ut faciat, ita natus est. inuentio autc~ si defueri;, 10
Vé2'e nCJta compleme'1taria n.5, p.92.3.
b is etiamsi PL
Contra los académicos
!,4,10
83
Finalmente, como todo hombre por necesidad es feliz o des~ graciado, ¿no raya en locura el decir que es infeliz el hombre que día y noche se dedica a la investigación de la verdad? Luego será dichoso. Adem2s, tu misma definición, según yo entiendo, me favorece grandemente, pues si es bienaventurado, como lo es, quien vive según la porción espiritual que debe reinar sobre todo lo demás, y esa porción se llama razón, te ~Jregunto: ¿No vive según ra~ón quien busca bien la verdad? Y si es absurdo negarlo, ¿por qué no llamar feliz al hombre por la sola investigación de la verdad?
CAPITULO
IV
QUÉ ES EL F.RROR
10. -Yo creo, respondió Trigecio, que el que yerra ni vive según la razón ni es dichoso totalmente. Es así que yerra el que siempre busca y nunca halla. Luego tú tienes que demostrar una de estas dos cosas: o que errando se puede ser feliz, o que el que siempre investiga la verdad, sin hallarla. no yerra. ~El hombre feliz no puede errar, n~SJ.lOndió el otro. Y después de largo silencio añadió: --!vias tampoco yerra el que busca, pues ¡wra no errar indaga con muy buen método. -Cierto que para no errar, replicó Trigecio, se dedica a L~ investigación; pero como no alcanza lo que bw,ca, no se salva del error, Así tú has querido hacer hincapié en que ese id deerit quod natura non dcdit. postremo cum hominem necesse sit aut beatum esse aut miserum, nonne dementis est eum, qui clics noctesque quantum potcst instat inuestigandae ueritati, miserum dicere? bcatus igitur crit. deindc illa definitio mihi, ut arbitrar, ubcrius suffragatur; nam si bcatus est, sicuti est, qui secundum eam partcm animi uiuit, quam regnare ceteris conuenit, et haec pars ratio dicitur, qua-:.:o, utrum non senmdum rationem uiuat qui quaerit perfecte ueritatem. quod si absurdum est, quid Jubitamus beatum hominem dicere sola ip.:;:J inqnisitione llf'l"itMis.) IV. 10. Mihi, ait ille, nec secundum raüoncm uiur.:re nec bt:atus omnino quisquis errat uidetur. errar autcm omnis, qui semner quaerit nec inuenit. unde tihi unum e duobus monstrandnm cst, aut errantem bentum c·,sc posse aut c:um, qui quod quaerit numqu:ltn inuenit, non errare. -IIic ill:c. Beatus errare non potest. et cum diu si1uisset; ]\Ton autem errat, ln<;¡uít, cum quacrit, quia ut non enet qwlcrÍl. a. ~Et Trygctíus: Ut nuf! erret quidem, ínquít, quaerit, sed errat, cum miníme inuenít. ita ~
rerfccte quaerit PL
84
1
·Contra los académicos
1,4,10
hombre no quiere engañarse, como si ninguno errase contra su voluntad, o como si errase alguien de otro modo que contra su voluntad. Entonces yo, al ver su vadbcíón en responder, les dije: -Tenéis que definir el error, pues más fácilmente veréis sus límites después de penetrar en su naturaleza. -Yo, dijo Licencio, soy inepto para las definiciones, aunque es más fácil definir el error que acabar con él. -Ya lo definiré, pues, yo, respondió el otro; me será fácil hacerlo, no por la agudeza de mi ingenio, sino por la excelencia de la causa, porque errar es andar siempre buscando ' sin atinar en lo que se busca. -Si yo pulliera, dijo Licencio, refutar Lkilmcnte tu definición, ha tiempo que no hubiera faltado a mi causa. l'vlas, o porque el tema es de suyo muy arduo, o a mí se me antoja que lo es, Y~ o~ ~ueg~ aplacéis la cuestión para mañana, pues, a pesar de m1 (hhgenCia y esfuerzo reflexivo, no atino hoy en la respuesta conveniente. Como me pareció atendible la súplica, sin oposición de nadie, nos levantamos a pasear. Y mientras no:;orros conversábamos de mil varios asuntos, Licencio siguió pensativo . .i\1as al fin, viendo que era en vano, soltó riendas a s-u <Ínimo, y vino a n:ezclarse con nosotros. Después, a la caída de la tarde, se reantmó entre ellos la discusión; pero yo les frené v les convencí que la dejasen para el siguiente día. De allí no; fuimos a los baños. ~ut~m tibi pro~utururr. putasti, guod errare non uult, quasi nemo enet aut qmsgu~m omnino erret nisi inuitus. -Tum ego, cum ille d_m cunc_taret~l~ qmd_ resp_onde:et: Defini_cndr;-m uol?is est, inquam, quid ~lt err~r, ~aCihus emm etus frnes potestts mdere, m gucm iam penitus mgress~ estls. -Ego, inguit Licentius, deflnire aliquid idnneus non sum q~amuts errore;n_ ddi?i!e sit facilius quam finire. -Ego, ait ille, dcfi~ marn, quod r;mhr facrlhmum est non ingenio, sed causa optima. nam e~rare. est :;trgue_ semper _q:;~crere, nu_mquam inuenire. -Ego, inquit Ltcentms, Sl uel tstam deímttronem fanle possem refellere, iam dudum caus~e m~a~ non defuissem. sed quoniam aut res ipsa per se ardua est aut tta _m1h1 appar_ct, _P~to a ~obis, ut usque in crastinam luce:-m quaestio p21 d1fferatur, Sl n1hll hodre quod respondcam repcrire potuero cum rd seduJe: mecum ipse uoluam. -Quod cum concedcndum putare1; 1 non rennuent1b_us ceterrs, deambulatum ire surreximus nobisquc ínter nos multa uanaque serm?cinantibus ille !n cogitatio_ne defixu-; fuit. quod cum fr~stra esse sensrsset, relaxare ammum malmt et nosrro se miscerc sefJ?-1001. postea cum aducsperasceret, in eundcm (912) conflictum redrerant; s_cd modum inposui persr1asiquc, ut in alium diem differri raterentur. lnde :~d halneas, l~Ultus
Contra los acddémicos
1,4,11
85
SEGUNDA DISPUTA
11. Al siguiente día, estando todos sentados, les dije: -Reanudemos la cuestión de ayer. -Aplazamos la discusión, dijo entonces Licencio, si no me engaño, a ruego mío, por parecerme muy dificultosa la definí· ción del error. -En eso no yertas ciertamente, le observé yo; y ojalá que esto sea un buen augurio para lo que falta. -Escucha, pues, dijo él, lo que ayer te hubiera expuesto, a no haberme interrumpido. El error, creo yo, consiste en la aprobación de lo falso por verdadero; y en este escollo no da el que juzga que ha de buscarse la verdad, pues no puede aprobar cosa falsa el que no aprueba nada; luego es imposible que yerre. Y dichoso puede serlo fácilmente, pues para no ir más lejos, si a nosouos se nos permitiera siempre vivir tal como vivimos ayer, no se me ocurre ninguna razón para no tenernos por felices. Pues vivimos con una gran tranquilidad espiritual, guardando libre nuestra alma de toda mancha de cuerpo, muy lejos del incendio de las pasiones, consagrados, según la posibilidad humana, al esfuerzo reflexivo de la razón, esto es, viviendo según la divina porción del ánimo en que convinimos por definición ayer consistía la vida dichosa; y según creo, buscamos la verdad, sin llegar a su hallazgo. Luego la sola investigación de la verdad, prescindiendo de su alcance, puede compagmarsc con la felicidad del hombre. Advierte, pues, con qué facilidad, sólo con observaciones corrientes, queda refutada 11. Postridie autem cum conscdissemus: Profette, inquam, quod herí coeperatis. -Tum Liccntius: Distuleramus, inquit, disputationem, nisi fallor, rogatu meo, cum crroris definitio difficillima mihi esset. -Hic plane, inguam, non erras, quod ut tibi o;nen sit aJ reliqua, libenter optauerim. -Audi ergo, inquit, guod herí etiam, nisi intercessisses, protulisscm. error mihi uiJetur essc fdsi pro uero approbatio. in quem nullo pacto incidit, qui ucritarcm quaerendam semper ex:stimat; falsum enim probare non potest, qui probat nihil; non igitur potest errare. bcatus autem esse facillime potest; nao ne longius abeam, si nobis ipsis, ut heri licuit, cotidie uiucre liccrct, nihil mihi occurrü, cur nos beatos appellaLc Jubltatemus. uiximu~ cnim magna mentis tranquillitate ab omni corporis labc animum uindicantcs ct a cupidiratium facibus longissime remoLÍ, dantes, quantum homini licet, operam rationi, hoc est sccundum diui11am illam partem animi uiu~nrcs, quam beatam esse uitam hesterna in ter nos definitione conuenit; atqui b, ut opinor, nihil inuenimus, sed tantummodo quaesiuimus ueritarem. potest igitur sola inquisitione ueritatis, etiamsi eam inuenire minime possit, homini beata uita contingere. [131 nam definitio tua uide quanta facilitate excludatUJ D
atque PL
·86
Conira los académicos
1,4,12
tu definición. Porgue dijiste que errar es buscar siempre, sin hallar nunca. Pues supongamos que alguien nada busca, y pre" guntándole otro si ahora es de día, ligera y atropelladamente responde que, según su parecer, es noche. ¿No te parece que se engañai .Esta ciase de errores tan notables no se comprenden en tu definición. Por otra pane, ¿puede haber Jefinición más viciosa, pues comprende a los que no yerran? Imaginémonos que alguien quiere ir a Alejandría, y va por el camino recto; no podrás decir que yerra; mas, por diversas G:msas, hace el recorrido en largas jornadas, hasta que es sorprendido por la muerte. ¿Acaso no buscó siempre sin alcanzar lo que quería, y, con todo, no erró?
notione communi. eter:im errare esse dixisti semper quaercre et numquam inuenire. quid, si guisquam nihil quae~·at et interrogatus uerbi gratia, utrumnam modo di~s sit, teme:e statimque noctem esse opinetur atque respondeat, nonne tibi uidetur errare? hoc igitur erroris genus uel immanissimum non conplexa est def;nitio tua. quid, si etiam non errantes conplexa est, potest definitio ulla esse uitiosior? nam si quis Alexandriam quaerat et ad er.m recto pergat itinere, non opinar potes eum errantcm uoc~re. quid, si eandem uiam uariis impedimcntis e causis langa agat temp<~re et in ea morte praeueniatur, nonne et semper quaesiuit ct numquam inuenit nec errauit tamen? -Non, inquit ille, &emper quaesiuit. 12. Recte dicis, ait Licentius, et bene admones. inde enim prorsus nihil ad rem pertinet deíinitio tua; non enim ego bcatum esse dixi, qui sempcr quaerat ueritatem. qnod ne fieri quidem potest, primo quía non scrnpcr horno est, deinde quia non ex quo ternpore incipit esse horno, eo iam potest aetate impediente uerum quaerere. aut si semper id patas dicendurn, si nihil temporis, quo iam quaerere potest, perite patitur, rursus t:bi Alexandriam redeundum est. fac enim quemquam, ex quo tempere iter agere ucl aetate uel negotio sinitur, pergcre occipcre illam uiam atque, ut supra dixi, cum deuiet nusquam, antequam perueniat, tamen uita excedere, multum profecto errabis, si tibi errasse e
impeditus PL, CCL
87
0 las ocupaciones le consienten viajar, em~:ende el recorrido del camino y sin desviarse nunca, como diJe antes, antes de llegar, se m'uere. Mucho te engañarás _si di::es que erró, ~unqu~, durante todo el tiempo que pudo, 111 ceso ~e b_uscar m c_onsiguió llegar a donde quería. Por lo cual, S_I mi razo1_1am1~nto vale, y, según él, no yerra el que. busca bten, aun sm ~tmar en la verdad, y es dichoso, pues v1ve conforme a la razon; Y si al contrario, tu definición ha resultado vana, y aun cuand~ lil~ lo fuese, no la tomaría en consideración, por hallarse rnl causa bien robustecida con las razones que he expuesto, ¿por qué, dime, no está resuelta ya la cuestión que nos h.::mos propuesto?
~Ni tampoco buscó siempre, contestó Trigecio. 12. -Dices bien, replicó Licencio, y tu observación es
razonable. Mas de ahí se sigue que no vale tu definición, pues yo no he sostenido que es dichoso el que siempre busca la verdad. Eso es imposible. En prlmer lugar, porque no siempre el hombre existe; en segunJo lugar, ya desde que comienza a serlo no puede dedicat·sc a la investigación por impedírselo la edad. O si interpreus siempre en el sentido de que no debe dejar perder ningúr: instante sin consagrarlo al estudio de la verdad, entonces volveremos al citado ejemplo del y_i~j_e __ a-Aleja!J_dría. St:ponte, en efecto, que un hombre, cuando la edad
Contra /OJ académicos
1,5,13
CAPITULO V Quf
ES
LA
SABIDURÍA
13. -¿Me concedes, dijo Trigecio, que la sabiduría es el Gimino recto de la vida? 11 -Concedido, dijo Licencio; con todo, quiero que me de~ finas qué es la sabiduría, para ver si tú la concibes lo mismo que yo. , . . . -¿Y no te parece que esta b1en dehmda e~1 la pregunta que te acabo de hacer? Además, me has conced1du ya 1? q~e quería, pues, si no me engaño.- con verdad se llama la sab1duna el camino recto de la vida. -Nada me parece tan ridículo como esa definicióE, dijo entonces Licencio. iste uidebitur, quamuis omni qun pctuit temporc n~c qua~rere de~ier.it nec inuenire potuerit qua pergebat. quam cb rem s1 et m..:a. descnpt1_o ucra et secundum eam non errat ille, (913) qui pcrfectc quaent, quarnms non inueniat ueritatem, beatusque est ob eam rem,. quod secund_uf!i rationem uiuit, tua uero definí tío et frustrata est et, s1. n?~ ess~t, mhd eam curare [14] deberem, si ex eo solum, qund eg-o defmHJ.J, sa~1s ~ausa firmata est CL't auaeso nondum cst ísta ínter nos uuacstlO d;ssoülta? V. 13.' Hic 'frygctius: Dasne, inquit, sapien~i~m r~ct::~ mam_ e_sse 11ilae? -D::'. inquit, ~ine dubio; sed tamcn uolc;' mrh1 saptentr~m clefrmas, u.t _scie.m, utfUfl1 qua~ ~lihi c8d~m tibi esse urdc~tt;r. -Et ,!lle: ;¡ Pa~um t1br, ait, uidctur defmtta hoc 1pso, quod nunc mccr~ogat;--ts es. ~tlat:TI Quod uolui concessisti. si cnim non fallar, recta a Ula u1tae _saplentr_a Dominatur -Tum Lic.~ntius: Nihil mihi tam ridiculnm quam Jsta deflnitio uide~ur, inquit. -Fortasse, ai~ ~lle; pedetemtim .tamel?- qt:ae~o! ut ratto praeu~ni:lt risum tuum; mhll emm c:;t foedrus nsu mnstone 11
Crcr:Ro, Tusc. I l.
a non bh-."J recta PL
·88
Contra los académicos
1,5,14
-Tal vez, replicó el otro; pero vamos despacio, para que la reflexión se anticipe a tu risa, pues no hay cosa tan humi· Ilante como la risa digna de irrisión. -Y ¿qué?, replicó él. ¿No confiesas que la muerte es contraria a la vida? -Sí. -Pues para mí no hay otro camino de la vida que el que recorre cada uno para evitar la muerte. Dio su aprobación Trigecio. -Luego si un caminante, evitando un atajo, por haber oído que se halla infestado de ladrones, sigue el camino derecho, y así evita la muerte, ¿no siguió el camino de la vida, y por cierto el camino recto, y nadie llama a esto sabidmía? ¿Cómo, pues, la sabiduría es el camino recto de la vida? Te concedí que la sabiduría era eso, pero no ella sola. Pues la definición no debe entrañar ningún elemento ajeno a lo definido. Defíneme, pues, otra vez, si te place, qué es la sabiduría. 14. Trigecio calló un largo rato, y al cabo dijo: -Voy a darte, pues, otra definición, si tú te has propuesto no terminar con esto. La sabiduría es el camino recto que guía a la verdad. -También eso se refuta fácilmente, pues cuando, en Virgilio, la madre dijo a Eneas: Vete, pues) ahora y dirige los pasos por donde te guía el camino 12 , siguiendo el camino indicado, llegó al término, es decir, a la verdad. Empéñate en sostener, si te place, que el lugar donde él puso los pies para caminar puede dignissimo. -Quid enim, ait ille, nonne fateris uitae mortem esse contrariam? -Fateor, ait. -l'viihi igitur, inquit ille, uia uitae nulla magis uidetur quam ea, qua quisque pergit, ne iJl mortem incidnt. -Adsentiebatur Trygctius. -Ergo si uiator quispiam deuerticulum uitans, quod a lntronibus obsideri audierit, recta ire pergat arque ita euadat intcritum, nonnc et uiam uitac et rectam secutus est? et eam sapientiam nominat nemo? quomodo igitur omnis recta uitae uia sapientia est? -Concessi enim esse, sed non solam.-De{inirio autem nihil conplecti debuit, quod esset alienum. itaque rursus defini, si placct: quid tibi uiderur esse sapientia? l4. Diu illc tacuit; cleinde: En, inquit, iterum definio, si hoc tu numquam finire statuisti. sapientia est uia recta, quae ad ueritatem ducat. -Similiter et hoc, inqu.it illt>, refcllitt...r; nnm cum h apud Uetgilium Aeneac dictum est a marre: per,~e
modo ct, qua te ducit uia, dirige gresstlm,
sequens hanc uiam ad id, quod dictum erat, id cst ad uerum, peruenít. contende, si placct, ubi pedem illc incedens posuit, sapientiam [15] posse u Vmc., Acneid. I 400. b
dum PL
1,5,15
Contra los académicos
89
llamarse sabiduría; aunque inútilmente me empeño en rebatir tu definición pues nada favorece a mi causa. Porque llamaste sabiduría no 'a la misma verdad, sino al camino que guía a ella. Luego quien usa de este camino, usa de la sab}durí~ misma; v quien usa de la sabiduría, forzosamente sera sabw; luego ~erá sabio el que busca bien la verdad, aun sin lograrla. Pues, según mi opinión, la mejor definición del camin~ que lleva a la verdad es la diligente investigación de la misma. El que tome este camino, será ya ~abio; pero ning:'rn sabio es desdichado, y, por otra parte, todo hombre o es f:el1z o desgraciado; luego el hombre feliz lo será no sólo por la invención de la verdad, sino rambién por su búsqueda. 15. Sonriendo, dijo entonces Trigecio: -Justamente me sucede esto por h~ber hecho confiadam_ente concesiones temerarias al adversano en cosas acceso nas, como si yo fuera un maestro para definir o en la discusión tuviera alguna cosa por más in~til. Pc,ro ¿adónde iremo~ ~1 parar si vo quiero que otra vez defrnas tu algo, y luego, fmg1endo no . haberla entendido, vucln.l a pedirte la definición de todas las palabras, y así sucesivamente de las que se siguieren? Pues ·acaso no podré exigir que. se definan los términos más claros, ~i se me pide la definición de la sabiduría? En efecto, ¿hay cosa de que la naturaleza haya querido imprimir una noción más clara que de la sabiduría? Pero no sé cómo, cuando esa noción ha abandonado el puerto, dig~imoslo así, de nuestra mente y extiende el velamen de algunas palabras, luego al punto dici; quamquam stultc prorsus istam de~criptionem. tuam ~onc;r effringere; nam causam meam nulla plus admuat. etemm s~r;tc~Hram. no_n ipsam ueritatem, sed uiam, quae ad cam ducat, ess~ d1x:st1.. qm~9u1s ergo hac utitur uia, sapicntia profccto utitur, ct 9u1 sap1ent1a utJ_tu~·, sapiens sit necesse est; sapicns igitur erit ille, qm perfccte guac.stent ueritatem etiamsi ad eam nondum peruenerit. nam uia, qua dunt ad ueritatem', nulla, uti opinar, intcllcgitur :nelius c;¡uam d_iligen~ inquisitio ueritatis. hac igitur sola uia utens iam l~te sap1ens ent. et e nem.o. saPiens miser· omnís autem horno aut miser 8Ut bcatus: beatum JgJtur faciet non t;ntum inuentio, sed ipsa per s-2. inuestigatio ucri~atis. 15. Tum iJJe arridens: l'vlerito mihi, inquit, ista contmgunt, dum aduersario in re non necessaria fidenter asscntior; quasi uero egn sum Jnagnus definitor aut quidquam in disputando magis supc!·uaca~eu!ll Puto. quis enim modus crit, si ego rursus uelim definiri ~bs ~e alt9t11d et tursus ciusdem definitionis (9l4) uerba et consequentmm nem singillatim omnia fingens, quod nihil intellegam, ?e_finiri flagitem? n~m quid planissimum non meo iure definir~ cog~m: s1 mr~ a me ~aptent;;:¡e d_efinirio postulatur? cui~s cnim uerfJi 1_n an1m1s nos~ns ape~uor~m notlonem natura essc uolmt quam sap1entt:::e? sed nesoo quo modo, c~n; tnentis nostrae ueluti portum notio ipsa reliCJuerit ct uerhorum :-1bl at PL
·90
Contra los académicos
1,6,16
mil embarazos amenazan su naufragio. Por lo cual, o no se me exija la definición de la sabiduría o nuestro juez dígnese aquí ejercitar su obra de patrocinio. Y a la oscuridad de la noche nos impedía escribir, y viendo yo surgir de nuevo una grande cuestión, muy digna de discu-
tirse, la dejé para otro día, pues habíamos comenzado a disputar cuando el sol bajaba a su ocaso, después de haber empleado casi todo el día en la ordenación de los trabajos agrícolas y el repaso del primer volumen de Virgilio.
CAPITULO
VI
NUEVA DEFINICIÓN DE LA SABIDURÍA
16, Cuando clareó el día-y la víspera habíamos dispuesto las cosas de modo que para nuestro ocio nos quedase mucho tiempo-, luego al punto enhebramos el hilo de la discusión empeñada. Entonces comencé yo: -Pediste ayer, Trigecio, que, desempeñando mi oficio de árbitro, descendiese a la defensa de la sabiduría; como si en vuestro discurso ella tuviese algún adversario que temer, o que, defendiéndola alguien, se viese en aprieto tal como para pedir un socorro mayor. Pues la única cuestión que entre vosotros ha surgido ahora es la de la definición de la sabiduría, y en ella, ninguno la impugna, sino ambos la deseáis. Ni tú, por creer que te ha fallado la definición de la sabiduría, debes abandonar la defensa del resto de la causa, quasi ucla tetenderi:, occurrent statim calumniarum mille naufragia. quam ob rem aut dcfinitio snpientiae ne requiratur aut iudex noster :· in eius patrocinium dignetur desccndere. -Tum ego, cum iam stilum nox impediret et quasi de integro magnum quiddam disscrendum uiderem oboriri, in alium diem distuli. nam disputare coeperamus sale iam ín occasum declinante dicsque paene totus cum in rebus msticis ordinandis tum in recensione primi libri Uergilii peractus fuit. f16] VI. 16. Deinde mox ut inluxit -ita enim res erant pridie constitutae, ut largum f'Sset otium- statim peragendum negotium sus-. ceptum est. tum ego: Herí postulastis, inquam, Trygeti, ut a iudicis ~unere ad sapicntiae patrocinium descenderem, quasi uero quemquam m sermone uestro aduersarium sapientia pateretur aut ullo defrndente it~ laboraret, ut maius implorare cleberet auxilium. nam neque in ter uos. alrud quaerendum natum est quam quid sit sapientia -in quo u~strum neuter oppugnat, quía uterque desiderat- neque si tu in menda sapíentia defecisse te putas, propterea reliqua defensiico>eB~l:j~;!~~· tuae tibi deserenda est. itaque a me nihil aliud habebis quam d sapientiae, quae nec mea nec noua est, sed et priscorum ho•minum
1,6,18
Contra los académicos
91
Así, pues, yo te daré la definición de la sabiduría, que no es mía 111 nueva, sino de los antiguos hombres, y me extraño de que no la recordéis. Pues no es la primera vez que oís que sabiduría es la ciencia de las cosas divinas y humanas 13 • 17. A estas palabras, tomó al punto la suya Licencio, el cual creía yo que, oída la anterior definición, había de buscar largo tiempo la respuesta: -¿Por qué entonces no llamamos sabio a aquel perverso, a quien conocemos bien nosotros por su vida tan disoluta? lvle refiero a Albicerio, que durante muchos años, en Cartago, a los que iban a consultarle, respondió cosas maravillosas y ciertas. Incontables casos podría referir si no hablase a quienes están informados; por ahora me basta con leves indicaciones para nuestro propósito. ¿No es verdad-y me lo decía a míque, habiéndose perdido en casa una cuchara, y siendo él consultado por tu mandato, con admirable prontitud y verdad respondió no sólo lo que se buscaba 1 sino el nombre del dueño y el lugar donde se halló oculta? También estando yo presente, y dejando a un lado que en lo que se preguntaba no padeció absolutamente ningún engaño, un niño llevaba unas monedas, parte de las cuales había robado, cuando íbamos nosotros a él, y mandó que se le contasen todas, y le obligó en mi presencia a devolver las que hurtó, antes de haber visto él la suma, o de haberse informado de nosotros cuánto le fue llevado. 18. ¿No te hemos oído también a ti hablar de la acostumbrada admiración del doctísimo y nobilísimo varón Flaquam uos miror a non recordad. non enim nunc primo auditis «sapientiam esse rerum humanarum diuinarumque scientiam,>. 17. Hic Licentius, quem post istam definitíonem diu putabam quaesiturum esse quod díceret, subiecit statim: Cur ergo non quaeso sapientem uocamus flagitiosissimum illum hominem, quem ipsi bene nouimus Per innumera scorta solere dissolui, Albicerium dico ílhun, qui apud Karthaginem multas annos consulentibus mira quaedam et certa rcspondit? innumerabilia commcmorare possem, nisi et apud eos loquerer, qui e:xpeni sunt, et paucis nunc satis sit ad id quod uolo. nonne cochlearium -mihí autem dicebat- cum domi non inueniretur, tuo iussu percontatus non solum quid quacreretur uerum etiam nominatim, cuius res esset et ~1 bi lateret, citissimc uerissimeque respondit? ítem me praesente --omitto rllud, quod in eo quod rogabatur nihil omnino falsus est, sed cum Puer, qui nummos fcrebat, certam eorum partem, cum ad eum pergcremus, furatus esset 1 omnes sibí numerari imsit coegitque illum ante oculos nostros quos abstul17]1erat reddere, priusquam omnino ipse aut eosdem nummos uidisset aut quantum síbi allatum fuerit audisset e nobis. (915) 18. Quid, quod doctissimum et clarissimum uirum FlacciaCf
13
Vé~se nota con:plcmentari_a n.6, p.~23. CrcERO, Tusc. IV 57: De Offic. II 5.
· M. 1ESTARD, Samt Augustm et Ctceron II 2. a mirer PL
·Contra los académicos
1,6,18
ciano 14 , el cual, estando en tratos de compra de una finca, llevó el asunto a aquel adivino para que le dijera qué había hecho, si le era posible~ Y entonces él no sólo manifestó la naturaleza del negocio, sino también-y esto lo contaba con grandes gestos de admiración-el nombre de la finca, siendo tan enrevesado, que apenas ni el mismo Flaciano se acordaba. Ni puedo repetir sin estupor la respuesta que dio a un amigo nuestro, discípulo tuyo, cuando, por chancearse, le pre~ guntó audazmer:te qué revolvía en su interior entonces, y le contestó que estaba pensando en un verso de Virgilio. Y como él, lleno de asombro, no pudiese negarlo, le preguntó qué verso era. Y Albiccrio, que apenas había visto más que de paso alguna vez la escuela de gramática, sin ninguna hesitación, seguro y gárrulo, le can~ó el verso. ¿No eran, pues, cosas humanas las que se le preguntaban, o, sin una ciencia de cosas divinas, pudo responder con tanta verdad y certeza a los consultan tes? Pero ambas cosas son ah~ surdas. Porque cosas humanas son las de los hombres, como la planta, las monedas, las fincas y, por fin, el mismo pensa~ miento; y cosas divinas, ¿cuáles han de ser sino aquellas por las cuales le viene la adivinación al hombre? Luego fue un sabio Albicerlo si concedemos, con la citada definición, que la sabiduría es la ciencia de las cosas divinas y humanas. num mirari soliturr. essc abs te accepimus, qui cum de fundo emendo essct locutus, ad illum diuinum rem ita detulit, ut quid egisset, si pot.is esset, cdiccret? atque ille statim non modo negotii gcnus sed quo illc uehcmenter clamabat admiraos, ipsum fundi nomen pr
Contra los académicos
1,7,20
CAPITULO
93
VII
DEFlÉNDESE LA DEFINICIÓN At-;TERIOR
Trigecio, no llalmo yo 19 · -En primer lugar, -dijo aquí · 1 profesa Pues a oen~ ciencia aquella en que se en~~d~ qUlcge :al modo. comprendidas da consta de cosas compren 1 as, y . ·¡ 1 uier 11 . debe engañarse nunca 111 vacl ar por cua g que en e as 111 te j>or eso con mucha verdad sostienen b' ·' q e se prcsen , • b' ol Jecwn fil~sofos que n~ puede hallarse más que. en el sa lO, a gunos el cual tiene perfección de lo que d efle r1de y s1gue con una
adh~!~~ :~~:~~~a~~:l:i adivino mencionado aquí di!o muc~as
t me consta por referenCias . . cosas falsas con f recuenoa' y es .o 1 . .L 11 m aré d or haber sido vo tcsttgo a guna vez. e o a ' e otrosbr p habiendo com~tido muchos errores; cuando ;t~ lo pueds', sapoor, tal aunque hubiese dicho verdades' pero con amml o ¡ ' · augures a os ten na cilante~ Aplicad esto mismo a os arusptces y h' b va . O t l si podéis un om re astrólogos y oniromantes. presen ac ' d'd . '. - b r o no de esta clase que, consultado, haya respol n 1 o sm Utudebao ocu . un tru h'an. "~ .de os poetas ha a resultado a1 f m , , .no e. - 1s~ y h bl la influenCia de un csplntu parme pues a an con h extrano n. 20, Además para concederte que las cosas umanas so . d e 1os h' ombre s, e·crees tú que nos pertenece a noslas cosas · t'!a.m non appello 't in Primo, inquit, ego sc1e~ . • V.II . 19. . I--Iic ille: . ali uando fallitur. snentta emm non so u.m
qua dle, qut eam prof1tetur,h q_ b constar ut neque in ea qUls· conprehensis sed ita conlpbre endsrs re t~bsus 1·n"u): 115 nutare debcat. unde 'bus 1 et a uersan 1 J:' ,, · · • quam a errare nec qm . h. d' . r in nullo eam pcsse ms1 m . · 'busdam phrlosop IS 1Cl 1u . d . uer~ss1me. a q~il. .' do erfcctum b habere debet Jd, quo t.uetur P t nere [ 18J scimus autem 11lum. sap1ente muemn, qm non ~no ac sequitur, uerum etiam mcol.}Cussufmi" e ¿ 1·"·:·s"e qu~d non solum aliis "''lepe a ~a \J'quando "" · ·' ' ipse percepi. eumne quem commemorastl,· mu Ita ¿" . . ¡ 'b comperi se praesens a · m1h1 re erentl us f, l dixerit qucm non uocarem, Sl igitur scientem uoccm, cum saepe d sa ·. 'b ' t de auguribus ct de d' . ct;l hoc me de arusp1C! us e cunctant;:r uera . 1~1ss.. · l de conicctoribus e dixisse putatote his ommbus, qUI s1dera conhu u':t, ct ferte si potestis qui consultus aut aliquem ex: hoc genere. odmJbn~m P~to mJ~Jqnr~m pos~remo falsa red rcsponsis suts u ltnuen ' , d . 1 numquam e . . 'h'l 'hi uto esse laboran um, ljlll men e sponderit. nam de uaubus nr l mi p loquuntur aliena. cdam res hominum quidquam 0 20. Deinde res humanas edsse b~ co d~re uei eriperc ca'sus potest? tu existimas nosuum esse, quo no ts ue
J
15
Véase nota complementaria n.7 p.923.
quis unquam PL b perceptum PL . e coniectoribus somnrorum PL
a
·-
94
Contra los académicos
1,7,21 otros lo que nos puede dar o arrebatar e] acaso? O cuando se habla de ciencia de cosas humanas, ¿acaso comprende ella los conocimientos que uno tiene de] número y calidad de las tierras, de] oro y de la plata que poseernos, o el saber en qué versos ajenos pensamos? Aquélla es más bien ciencia de cosas humanas que conoce la luz de la prudencia, la hermosura de la templanza, el vigor de la fortaleza, la santidad de la justicia. Tales son las cosas que sin temor a la fortuna podemos llamar verdaderamente nuestras, las cuales, si hubiera conocido aquel AJbicerio, créeme, no hubiera vivido tan disoluta y feamente. Y al adivinar e] verso en que pensaba el otro consultante, tampoco creo deba contarse entre nuestras cosas; no es porque yo niegue que las nobles artes liberales pertenezcan en cierto modo a la posesión del espíritu, sino porque tengo para mí que aun personas muy ignorantes pueden cantar y recitar versos de otro poeta. Cuando, pues, tales cosas vienen a la memoria, no es de admirar que sean percibidas por ciertos animales abyectísimos que pueblan la atmósfera, llamados demonios, los cuales concedo que nos puedan aventajar en la agudeza y sutileza de los sentidos, pero no en la razón; y por eso se verifica este fenómeno16•de un modo muy secreto y alejadísirno de nuestro sentido
Pues si nosotros admiramos a la abejita, que después de fabricar la miel con una maravillosa industria, en que supera a los hombres, vuela de allí a otra parte, mas no por eso debemos preferirla ni compararla con nosotros. 21. Así, pues, preferiría yo que tu Albicerio hubiese enaut cnm (!J16) rerum l::umanarum scientia dicitur, ea dicitur, qua quisque nouit ue] guot uel quales fundo; habeamus, quid auri, quid argenti, quid denigue alienorum carminum cogitemusi illa est humanatum rerum scientia, quae nouit lumen prudentiae, temperantiae decus, lortitudinis robur, imtitiae sanctitatem. hace enim sunt, guae nullam lortunam metuentes uere nosrra diccte audcmus; quae si Albicerius ille didicisset, numquam, mihi crede, ram luxuriose deformiterque uixísset. quod autem dixit, quem uersum uolueret animo ille, quo consulebatur, negue hoc puto ínter res nostras esse numerandum, non qua negem honestissímas disciplinas ad possessionem quandam nostri animi pertincre, sed guia uersum alienum etiam inperitissimis canere ac pronuntiare concessum CH. ideo talia cum in memnriam nostram incurrerint, non mirum, si scnriri possunt ab huius acris animalibus guibusdam uili>Simis, quos daemonas uocant, a quibus nos superari acumine ac subtilitate sensuum posse concedo, ratione autem nego, atgue id fieri nescio quo modo secretissímo atque a nostrís sensihus remorissimo. non e11im, si miramur apiculam melle pasito nescio qua sagacitate, qua hominem [19] uincit, undeunde aduolare, ideo eam nobis Ptaeponere aut saltem comparare debemus. 16
Véase nota complementaria n.8, p.92J.
95
Contra los académicos 1,8.22
'
.
¡'i
1 consultantes deseosos de saberla,
oh biese Improvisado versos proplOs,. señado el arte metrlca o que preguntado por e os, u el mismo Flaciano, como tu E;to repetía frecuentemente n elevación de ánimo, se da que él con una gra ' dolo sueles recor r, porb ' l'naje de adivinación, atn b uyen b 1 / él) el cual le msptra a b rlaba y desprecia a este t dar y él, como hina uno sé qué vil animalillo (como le insuflaba las respuestas¡que ~· .t daba respuestas que vhado v amonesta do por aque . dores . esptn u,ntaba a los admira y aquel_ vatón la gramática, la de los prodigms si ,Alb!Qcen? ~o sabía entre los que le chon?música o la geometna., < wen oda esto? Por lo cual acta dan aue era ignoranustmo d]_ t onocedores de tales dtsctph~ hincapié en exhortar a adivinación, esforzándose nas que prefiriesen su arte afortifirar su mente y ave~ta¡ar en por instruirse en ellasa para . l~s invisibles, extendtdos por cxce1encta . )' dominar los amma
'1:b~era
las
~olía.
do~tÍs¡mo g~~;¡;uenseñar
much~
a~~ella
los aires.
VIII
CAPITULO
EL ADIVINO y EL SABIO
más podta exc;· Y viniendo a las cosas divinas , : mejores ión 1ycómo comun esttmac · . ue las humanas por ' s¡' mismo? A no ser que e d · e conoc1a a d' n él alcanzarlas, cuan o m s' contemplamos todos los . ~bl so 1 pienses que los astros qt e 1 Dios verdadero e mvtsl e, a 1 orande comparados con e d" . nto v nunca el sentido a go " lcanza el enten tm!e . . No son, que raras veces a hallan ante nuestros OJOS. corporal ., pero estas cosas se t 22
1 ntes .q
.
.
ab co qui díscere cupere ,
ús iste Albtcerms , . consultorum de ltaq~e ue11e::'a md~~uisset uel coactus. a guo;;ad eundem Flacciainterrogatu~ tps:c~~es.ita uersus ptoprios cectmsse_\iu~ odiuinationis _genu~ re sJbt statlm/· Jh commemorare, cud t idque nesClo cu1 numnasa:,;:nti:xr:lt~t~di;e detideret d~~~b~t-es;,¡::,~:ret, quo ille qbs: mag . . ·m.,T.,,~ -sic emm d solitus esset. quaere a abicctJsstmae ~m ':''j' inflotus haec respon _ere , num grammaticam ;piritu admomtus. ce b ¡· qui ta!Ja mrrarentu., . t illum ~ním uir· ille docttssrmus. ~ llps~sset Albicerins docere. q,n ts a~e~b rem •el geomctncam . . · fateretur. qua . . 21.
1.
· nium impeclt,stmum . r didicis;ent ¡] t uel mustcam u om . os hi ' qu1 ta~ta · · . '¡·m1s 1· nossct e t non 1istornm , am bis disctp _ b· 'l'l" ut ammos su 1 .. _¡o, tab'ta praeferrent darentqu_e oper"'rt'am istam inuidad. ·cxtremun: · · <;~ne dl' ' " · • ' qutbus a._ mrnauom , · d ' 0 icu]"'e suam mentem, · olare contingeret. atque transilite et. eam meliotes au: d' ' CUJ'1 or:lmcJus conced ·u dseqm slbllmm ammantm 22 1 m res m.nae _ to eas 1 e a VIII. . .1'o u>rn humanae sint .. paÍstimans sidm, quac gustroresquc mi'd 'ess:.\ ipse nesciebat. "'" ,ocre uerissimt magnum csse m nsus autem nullus poterat, qut qu 1 cotidie contemp ~~ur, aro fortasse mtellectus, se et secretissimi det, quem r ,
i~struete
"~-io'ne
~ ~'~aturcm
supet:~~ibus
qUidclan~
~uo e~¿npatatione
---
1
96
Contra los académicos
1,8,23
pues, ellas las cosas divinas 1 alcanzan; y las demás de ' que so am~~te con la sabiduría se gloria y afán de lucro' son q~~ est~s a:hvrnos abusan por vana. poseyó, pues Albicerio el un ~as. vrles que las estrellas. No h ' conocimiento de las ¿· . y umanas, y por este flan d ~b·l cosas rvmas definición. co es e 1 tu ataque a nuestra Finalmente, como cuanto ha f d y. divinas conviene que nosotros Ío dc~<;rea e las cosas humanas v1l, te preo-unro· ·En , b , chemos como cosa muy b • e que cosas usca 1 b.
-En las dh,inas di" o '1· ague. ;usa lO la verdad? hombre sin duda cos'" d! . e , pues tambien la virtud en el ' ' a 1V1lla es. -¿Luego Albicerío sabía ,,1 •• las ctwles irá siempre tu sabiol~. esas cosas dtvrnas, en pos de -Cosas divinas sabía él d · ; L. que deben ser ob¡.eto de ,la 1.1'1 rest~on . ~o Jcencio, pero no las · d esbaratamos toda for ves 1gacwn d e1 sa b.10. D e 1o contrano, la adivinación y neoándoJ ¡~a comund_d~ hablar, concediéndole · d o su nombreo p e1 as cosas IVmas ' d e 1as que se ha d cnva no me engaño, inclu-yó~~ o cua 1' aquella vu~stra definición, si 23 E .. go que no se entrana en la sabid ' . r. nto~ces d1JO Trigecio: urJa. -:-DeJendera esa definición ei que la di . quiero yo gu: tL'Í me respondas al fin a nues~r~l t quiere. Ahora -A tus ordenes estov d'' L" . ema. -;Co•Yed .. ' ~JO 1cencw. . , ¡'. es gue Alb1cerw conocía la verdad' - T e o concedo. · J,
a~ti!lgit? haec autem pnesto sunt . r ~~~lDa, c:tua!ia SC soJa ;Cite ~aDiC~~~U IS
.
Oec ista igÚUt SUllt illa ncscJo gui dilrinantes ucl. ad -~ pro I_tetur; . cetera autem, quibus a?utnntur, prae sidcribus (917) rannm -'~ctantlam uei ad quaestum nus rerum humm1·Jrum a. ...J" • pro ccto. mhora sunt. non igitur Albi. . " e ururnar·un1 snet1120] · . ce. 11.ague ab s te Jsto mo ¡ d ¡· · . tlac parttceps tu 1·r ¡rus·d · ,e o e lllltlo n t· qur qmd praeter l-es hum·m8s t o~ t_a ternptata est. postremo cum ~t omn_imo contcmnere 8;0J~t~n~ qtJe_ dmm_as es~, nos uilissimum duccre 1 ~1e saprcns ueritatem - I a· . '. qu~er~l, m qurbus rebus quacrat tu sm d b. · · n mm¡s a•t ¡JJ""· 02 · us H' : . '"• m UJrtus ctiam in homin e u Hatrone diuina cst tuus sapiens semper inq~i;et? ~T l¡:l:ltlL· ~lb_icerius. i~m sciebat, qua~ nouerat, sed non cas . um tcentLUs; DlUtnas ait et ·n euertat omnem lonue' nql~ae a saprcn_te quaercndae sunt. qu'is e~im I e (r . . ':1 L 1 consuctud 1nem .· - ¡· . . non a lJ_n~u. res drumas, e L uibus d" . . . sJ_ el L lUJnatwnem concedat ?efrnJ~JO, nisi fallor, nes¿io ouid ~l¡;n~to nnd_ mJnata _est~ quare illa uestr; mclusrt. · u ' qua ad saptent¡am non j)Cttin 23 T eret, · ·. "lH1l Trygctius: Definiti · . rllc _qut protulit. nunc mihi t _onem dstam, Jnqurt, defendet, si libcbit uenram~ls. ~Istic sum, inquit ¡;J:esp~, e, ut_ tande~ ~d id quod agitu; --Dn, mqmt. -Melior i<>itur t . _asne, aJt, Albtcenum scisse uerum:> quod genus ueri sapiens ~equiri~~ sapiente!. -lYullo n;todo, ait ille; na~ , non so um Jlle del!tus ariolus sed ne a inquirir PL 11fStt1S,
],8,24
Contra los académicos
97
-Luego él era mejor que tu sabio. -De ningún modo, contradijo él; porque la clase de verdad que el sabio busca no sólo no la alcanza aquel adivino delirante, pero ni el mismo sabio mientras vive en este cuerpo; pero tan ¡;;rande es esto, que vale mucho más ir siempre en pos de ello que alcanzarlo alguna vez. -Es necesario, dijo Trigecio, que tu definición me saque de estos apuros. La cual si te ha parecido defectuosa porque en ella se incluía al que no podemos considerar como sabio, te pregunto si la aceptarás si defino la sabiduría de este modo: la ciencia de las cosas divinas y humanas que pertenecen a la vida feliz. -Esa es cierra sabiduría, pero no la única; por donde, si la superior definición comprendía elementos extraños, ést
lStl
ipse quidem sapiens, dum in hoc corpore uiuit, adsequitur. quod tamen tantum est, ut multo sit praestabilius hoc semper quacrere quam illud aliquando inucnire. -Ncccsse est, ait Trygetius, ut mihi in angustiis definitio illa subueniat. quae si propterea tibi uitiosa uisa, guia complexa est cum, guem non possumus uocare s:tpientem, quaero, utrum cam Ptobcs, si sapientiam rerum humanarum Ciuinarumquc scientiam dicamus, sed earum, quac ad beatam uitam pertincant. -Est, inquit ilk et ista sapientia et non sola. unde superior dcfinitio inuasit alienum, haec autem proprium deseruit; quare illa auaririae, ista stultitiae coargui Potest etenim ut iam ipse explicem definitione quod sentio, sapientia ~ihi uidetur csse rerum humanarum et diuinarum. quae ad beat;:¡m ll!tam pertineant, non scientia solum sed ctiam diligcns inqui l21] sitio. qu.am descriptionem si partiri uelis, prima pars, quae scientiam tenet, de¡ cst. hace autem, quae inquisitione contenta est, hominis. illa igitur deus, hac autem homo beatus est. -Tum ille: ?v1iror, inquit, sapientem t~um quomodo asscris frustra operam cor.sumere. -Quomodo, inquit ~lcentius, frustra operam consumere, cum tanta mcrccdc cnnquirat? nam oc ipso, quo quaerit, sapicm est, et quo snpiens, eo beatus, cum ah ?tnnibus inuolucris corporis mentem quantum potest euoluit et se ipsum rn semet ipsum colligit, cum se non t=;ermittit cupiditatibus laniandum,
·¡ 98
Contra los académicos
Cvutra los académicos
39
de todos los lazos corporales se deja lacerar por 1 . y se _concentra_. en sí mismo as paswnes sm . · consagra al estudio a' , . ' o con annno tranquilo , e sJ m1smo y d D" agw del dominio de la , e lOs, para gozar . razon en que , consiste la beatJtud d ' , segun ya lA vida, se halla disp'u~s~~apnaro suenba piara é11a última hora · .. ,arecJJroguehd d con JUsticia. de la divin a b'Ienaventuranza d a "esea d ho y za do anteriOrmente de 1a h umana. ' espues e aber
perfecto el que anda todavía buscando, porque si confesabas qL1e no era perfecto, volvería a su principio, y Jemostraría, a ser posíbJe, con aquella definición, que es perfecto el hombre que gobierna su vida según la ley de la mente, y, por lo tanto, que sólo puede ser feli1: el hombre perfecto. De este lazo te escapaste con más astucia de lo que yo creía, lLummdo hombre perfecto al que busca diligentemente la verdad, arremetiendo presuntuosa y categóricamente contra nuestra definición, según la cual la vida feliz se llama la que se lleva conforme a la razón. El te respondió claramente, porque se CAPITULO IX apoderó de tu posición, y tú, arrojado de allí, lo habrías perdido CONCLUSIÓN todo, a no haber reparado tus fuerzas con una tregua. Pues ¿dónde pusieron su fortaleza los académicos, cuya sentencia 24. Tomé entonces part ' 1 1 defiendes, sino en la definición del error? Si por casualidad en actitud reflexiva par d· e{~. o_, a ver argo tiempo a -No r d" L~ ar ,l Iespuesta. no te hubiera vuelto a la memoria esa definición por la noche e eo, l]e, ICencio q , l , tn sueño, no tendrías nada qué responder, por haber recordado argumentos si le di" - : ue a este e habwn de [o mismo anteriormente al exponer la doctrina de Cicerón. pondió a todo en cueas]eqm~s ocw. para buscarlos, pues ¿_no . mer aptlet d 1 ,. Se llegó, por fin, a la definición de la sabiduría, que con pnmero que, al suscitarse 1 ?, ed a mscusión? El fue tanta astucia te empeñaste en rechazar, que tus tretas no las ~ue sólo. el bienaventurado ~sc~:stJon. e la vida. ~eliz, sos hubiera reconocido ni tu mismo ayudante Albicerio. ¡Con cuánIgnorancia, aun a juicio de los - c~sanamente sabw, porque ta vigilancia, con qué fortaleza se resistió Trigecio! ¡Cómo te el saho ha de ser _perf t , necros, es una desdicha· v ec 0 ' Y gu"'- al ~.and ar averiguando · 'qué ' envolviera casi y te derribara, a no ser que con tu nueva defi1a verda d no lo es, y, por consecuencJa t d' h nición te hubieras defendido, diciendo que la hurnana sabiduría , ' ampoco Ic oso. Al 11 egar _aquí, habiéndol es la investigación de la verdad, de la que se origina, con la autoridad, le turbó ,el tu puesto delante el peso de . ' pronto y un. poco e nombr d e· ' tranquilidad de ánimo, la vida feliz! El no responderá a este cwno ·• e e zceron · P"'ro de la libertad Y cdon cJerta generosa tenacidad saltó 'a la, c.unbJr
·b
~
perfructus PT lT'nle•
-
"''""n"''
fatereris non esse petfectum, ad caput recurreret demonstraretque, si posset, per illam Jefinitionem períectnm e~se hominem, qui secundurr. lcgem mcntis uitam guber[22]naret, ac per hoc bcatum nisi perfcctum esse non posse. quo te laqueo cum expedisses cautius, quam putabam, et p~dectum hominem esse e dicercs inquisitorem diligcntissimum ueritatis ipsaque illa definiticne, qua beat~m uilam illam demum esse dixe ramus, quae sccundum rationem ageretur, tu pracfid~ntius apertiusque pugnasses, ille tibi planc reposuit·, nam occupauit praesidium tuum, undc pu\sus omnino summam rerum amiseras, ni te indutiae reparassent. ubi enim arcem locauerunt Academici, quo:;um tueris sententiam, nisi in erroús definitione? quae tibi nisi ncKtu fortasse per somnium rediret in Jnentem, iam quid responderes non habebas, cum in exponenda Ciceronis senrentia id ipsum tu ipse ante commemormeris. deinde uentum est ad definitio'Jcm sapicntiae, quam cum tanta callidit:ote labefactare conareris, Ut tua furta nec ipse auxiliator tuus Albicerius fortasse comprehenderet, quanta tibi uigilantia, quantis uiribus restitit, quam te pacne inuoluit ahtque depressit, nisi te postremo tua definitione noua rutareris diceresque umanam esse sapientiam inquisitionem ueritatis, ex qua propter animi tranquillitatem beata uita contingeret! huic iste sententiae non respon-
exi!iit PL.
c omit. esse PL
•
r '¡
lO U
Contra lm académicos
I,9.2J ivLls para no alargarnos, ciérrese ya, s1 os place, este discurso, pues detenernos más en él me parece superfluo. La 1 cuestión ha sido tratada suficientemente según mí plan; y colll LIBRO 11 pocas paLtbras podria haberse dado por terminada, si no hubiera querido yo ejercitaros y, según es mi gran interés, probQt Examen de la doctrina d e 1os académicos vuestros nervios y csfue17os de estudio. Pues habiéndome pro. CAPITULO I puesto exhortaros vivamente a la investigación de la verdatt comencé por pregunlaros qué interés poníais en ello, y ha sid¡, ExHORTACIÓN A RoMANIANO tanto el que habéis puesto, que no puedo desear más. Pu.¡ deseando alcam~ar la felicidad, ora consista en el hallazg,o, el sabio esté adornado · como es· que en la diligente investigación de la verdad, dejando a un 1 Si tan necesano ' lo fuera tanto que 1_ ·¿ . . . de la salll una, d 1 fí todas las otras cosas, si queremos ser dichosos, es nece,;art de la disciplina y ctenCld_ b sea ciertamente to a a so sbuscarla. Por lo cual terminemos, como dije, esta discusión, se hallase la verdad cuan d_ sJ d~ lo~ académicos, o, segú~r~o después de rcd;Ktarla, enviémosla, Licencio, principalmente a rica y pertinacia Y, terque .a 1 de sentir de aquel mo.do, v~ 1 a padre, cuyo interés por la filosofía me es conocido. . o toda la razon especta . 1 das con el mtsmo ttemopJn , 1 t"tempo hubieran sido sepu tac· o"n t Mas porque, J\.1as todavía busco la ocasión favorable para dirigirle para aque ' d C ' des V tcer · ese camino. ' con los cuerpos e ar?e~ .'¿ la vida presente, como El grandemente podrá entusiasmarse con estos po ) las muchas y diversas vepc10nes . e 1 • o por cierta cobarcuando, viéndote a ti conmigo en este género de vida, mismo lo puedes ver, flojedad, pereza o de oidas, sino por la lectura, conociere el curso de día de los ingemos, que s.e e ación de descubrir la ":erdad, puel discusiones. rudeza; o bien por 1~ de:esper brilla a los ojos interiOres con ~ Y si te agrada la sentencia de los académicos, cOmo la estrella de la sabtduna lu~ material a los ojos del cye'tp[' prepara tus mejores fuerzas para su defensa, porque esplendor evidente, con que a r que cunde mucho-r:or asa citarlos como reos al tribunal. o va también-y este es erro d d los hombres m la us~an Dicho esto nos levantamos. ·.. , de haber hallado la ver ba ' f 'cilmente se enfrtan opJmon . . hav quien la usca, y a con entusiasmo, 51 -
25.
1
~:~r
¡ol~~o~~~:~~n~~;
T
debit, praesertim si in proroganda diei gratiam postulabit. 25. Sed, ne longum faciamus, iam, si placet, scrmo iste in qua immmari etiam superfluum puto. tractata enim res suscepto negotio satis; quae post pauca omnino posset uerba nisi exercere uos udlem neruosque uestros et studia, quae mihi cura est, explorare. nam cum instituissem uos ad quaerendam uentfltet magno opere hortari, cocpemm ex uobis quaerere, guantum menti poncretis; omnes autcm posuistis tantum, ut plus non nam cum bcati e~se cupiamus, siue id fieri non potest nisi inuenta non nisi diligen(9Z9)ter quaesita ueritate, [23J postpositis ceteris nibus rcbus nobis, si beati essc uolumus, perquirenda est. quam ob iam istam, ut dixi, disputationem tcrminernus et relatam in litteras mus, Liccnti, potissimum patri tllü, cuius erga philosophiam iam animum tenf'o. sed adhuc c¡uac admittat quaero fortunam. in haec studia uelJemelllius poterit, cum te ípsum iam d mecum uiuere non audicndo solum uerum ctiam legcndo ii''l~';',, c;¡;~;~~e~~: autem, si, ut sentio, Academici placent, uires ad eos ci res para; nam illos ego accusare decrcui. -Quae cum essent surreximus.
de,id'er
0
d iam intentum PL e ... dicta prandium paratum esse annuntiatum est, atque surreximus PL
b
LIBER II [CSEL 63,231
(PL 32,919)
. . · ntia saptenttae disciplina atque scre . ' · d m 1 1 Si quam necesse est m nccesse esset mucmre,, u. . . osse sapientem, tam ca 1 lumnia uel pertmac~a uacuum esse no_n P f to Academicorum ue ca 'lli tcmpori ratto quaeritur., o!Dms 1 P~~ c~go interdum arbltror, ~ 0 t?"u~o~isque corporibus uel tJerutcacta ue ' et cum ipsius CarncadJ.s tcc.. e iactationibus, simul cum ipso tempo_rc iue uitae huius rnul~ls uar!lsqdam stupore uel sepulta foret. s~d ;d~am s te probas, siue in~enwrt:m qi~ueniendi -CJuia Romaniane, ut m .ec , t rpentium siue dc.sperauon·b sapientiae sidus ~ocordia uf'l t?rdaater oista lux, tam faCl!e mcntJ us t falsa opinione non qnam faClle ocu IS • omnino a populorum es , oboritur- siue etiam, qut error . · 'd 5incerum de . · · . .1 . is cort'·tutssc tempor lbtlS Ut . SI QUl ''Sl;onem pauclSSlenJm IDI.~l t:~r umhr~o~a el spinom dum~ta u~~tf¡;~s' passim pecorifomr Phlwnico flueret, rn ' . per ;!perta man::tn.~. lrr __ d I-fermogcn.: tnorw 11 hominum duceretu.r, ~Lll~ pururnquc servan>) (Eptjf. 1 a bu~ ..nullo moch pusset 1rqul un PL 3J,61).
,~Vidctllr
" nmnimn PT
1 :¡
" 102
Contra los académicos
~n su investigación, ocurre que la ciencia es rara
Conua lus académicos
j),2,3 y
e pocos, y por esto mismo las armas de 1 , d, , patriJmo,nílo se viene a mano con ellos os aca emtcos, agudos y eruditos paree' q~e no ~bf hombres mediocres, fragua de Vulcano: en mvencr es y como forjadas en Pobr lo cual, contra aquellas olas y tempestad d 1 '~r'tu¡il, se d e e resrsttr con tod 1 d es e a n todo, debe implorarse elsso~~r~eomd~s. e las virtudes, y, ·, P i+d ,___ ~''- , a f'1n d e que nuestra r . ' . 'vmo . con.' toda devocwn al es ludio de la sabidurí . lti~lstma ln~encwn de co?"•grarr¡\1 ni impida llegar al segur~i:;; cJr~s~ sm que nadie la malc>g¡;l He aquí t . y u cJsJmo puerto de la h.l<,sofíal u pnmer negocro · de ag , · ,, aquí mi deseo de liberarte . . UI mr temor por ti, digno ahora de ser escuchad ) pma est~, todos los días (si próspero. A la misma omr .o ~o c~so e pedu por ti un . 12 se elevan mis preces p p_o encta Y, suma sabiduría de Hijo de Dios los mist.eri~sed eno es as¡ como nos presentan , 2. Y grande apoyo pr e tu~stra e? . si confías en que seremos es altas a illls plegarias en tu escuc 1ados y un nuestros, no sólo con el de . l es tus es f uerzos tad y la elevación de ánimoseo, smo ~o~ os conatos de la ella me h h' · que te drstrngue y me atrae ec tza smgu1armente . d . y stempre a mzro, y se envuelta, ¡oh lástima' co dados domésticos y ,s, mol rayolen aquellas nubes de los d h ' e ocu ta a os oj tod os; mas no puede ocultar , ?s e mue os, de amigos familiarísimos que seha mi, nr al uno y otro de ' mue as veces no sólo oímos
s¿
muentae a se ueritatJs ncc dJlJ.ge h et a quaerendt uoluntate aue<( nter ,ommes quaerunt, SI qui ;~,:::~{;~~ · untur P ro uemat, eoque fit ut Ac d ' e"entt '"' , ut scJentJa raro uenitur, nec medtoLÍ4]cnb a en;.tcotum arma, quando cum eis quasi Uuicama wdeantur ~~ ums bed acutt~ et bcne erudnis que .fortunae cum obnitendu am o rem contra Illos r.fl\~u~c,t;~u¡~sr:r:~'ij pun;¡s dHlinum auxt!Jum omnT d remt~ quah umcumque ~ ut mtentw constantJssrma b euotJOne atque p!etate lmpJc""'"d'"m a. qua .eam nullus casus exc~~orum studJOrum teneat cursum hmus mcundtssimusgue portus lat, quomJnhus lllam philosophiae . me ttbt metuo, llrnc te cu 10 1 bcoprat.. aec pnma tua causa tmpetr~m, cotidianJs uot:s -;ura 1 eb_n, hmc SI modo d1gnus sum, autem tpsam summi det Uirtute s tl 1 prosoeras orare non cesso est enun altud quem m t m abtque sapJcntwm (cf l Cor 124)' )' ysenanolstraJ td'¡-· , . 2 • 1\ u! tum me autem d" b" un et J!tum? l"x:audid posse desperes nita~is~~a Js {-ro te deprecantcm, si non e:!am uoluntate atque iiJa tua na~u~o. 1scum. ct b . not~ solum uotis te quaero, qua "inr,tdariter del alr mf'ntJs altJtudme, propter - -pro nefas!-il~is r~rum dome~~-tor, qumn .sm~pcr admiror, '~1 multas ac po-~ene omnes bt t lcarum nubrbus quasi fulmen ,· >UCHU!tU< . e , me autcm et aiitJm uel tertium u et tu CCL
'
103
¡11ente tus rumores, sino vimos también algunos relámpagos más cercanos a los rayos. Pues callando lo demás y recordando un ;ola hecho, ¿de dónde vino aquel golpe de trueno tan potente v súbito, aquel esplendor que brilló tan vivo, cuando con un ~olo bramido de la razón y con cierto relámpago de templanza, en un solo día, acabaste con la pasión cruel de la liviandad? ¿Tardará, pues, en salir alguna vez esta virtud para convertir en profundo estupor la risa de tantos incrédulos, y después de manifestarse aquí en la tierra como con ciertos presagios de lo futuro, dejando otra vez el peso de todas las cosas corporales, no remonhUá el vuelo arriba? ¿Quedarán frustradas las promesas que Agustín hizo de Romaniano? No lo permita aquel a quien totalmente me he consagrado, comenzando ya a reconocerlo algún tanto.
CAPITULO
II
BENEFICIOS DE RüMANIANO A AGUSTÍN
3. EIT?_p_r~-~1d~_ú2_~-~-s_, conmigo el es_:udi~e la filo~]ͪ-.t_ pues ella es elmaravi1Ioso excitante que síentes en ti a menudo, cuando andas inquieto y dudoso. No me arredra en ti ni la indiferencia moral ni la falta de ingenio. ¿Quién más atento se mostró en nuestros discursos, cuando te era permitido respirar un poco? ¿Y quién más agudo que tú? ¿No corresponderé, pues, a tus favores? ¿O tal vez es insignificante mi deuda? Siendo adolescente pobre y emigrante por causa de mis estudios, tú me rissimos tuos latere non potest, qui saepe non solum (920) attente audiuimus murmura tua sed etiam nonnulla fulgora fulminibus propiora conspeximus. quis enim, ut cetera pro tempore taccam et unum comme. morem, quis, inquam, tam subito umquam t3ntum intonuit tantumque lumine mentis emicuít, ut sub uno fremitu rationis et quodam coruscamine remperantiae uno die illa pridie saeuissima penitus libido moreret';Ir? ergo non erumpet aliquando ista uirtus el multorum Jesperantium nsc:s in horrorem stuporcmque conuertet et locuta in tcrris quasí ~uaedam futurorum signa rursus proiecto totius corporis onere recurret l~ caelum? ergone A-ugustinus de Roman:ano frustra ista dixit? non Slnet ille, cui me totum dedi, quem nunc recognoscere aliquantum coepi. L25j II. .3. Ergo adgrederc mecum philosophiam; hic est quidquid te anxium saepc arc1ue Jubitmtem mirabiliter solet mouere. non enim ll'.etuo ant a socordia morum aut a tarditate ingenio tuo. quis te, quando aliquantnm respirare concessum est, in sermonibus nostris uigilanüor, quis acutior apparuit? ego tibi gratiam non repensaba? an fonasse paululum debeo? tu me adulescentulum paupetem ad studia a " peregrina studia PL
104
diste
Contra lo.r académicos
' · · ll,2,4 . <üüpnuenro y subvención , . . aprccu más, una acogida cordial_.p~~:~l1l ca~Te;a Y, _lo que se me consolaste con tu amr· ·-.- d . do pcrdi a nu padre tú , J . su , me animaste eon tus conseJos . ' me ayu aste con tu iortuna 1' ~ . · u en nuestro m · · · ' res, tu amistad y el ofrecimiento de tu U11ICipro_, ~on tus favo. d~ tu. h<:mra y primacía. LaL . casa,_ me hiciste partícipe de mas Ilustre profesión a! d pa.t.tu:_b_-.a_<::_i!_l_t~o, con propósito de 1 ' ' escu rute a tr solo · os mws mi plan v esper 11" . y a nmguno por el amor innato qu~ t'. a zas, aunque nrubeaste un poco renes a tu patria p con todo, al no poder dob' 1 1 ' ues ya ensefíaba allí . b cegar a vo Unt· d d 1 d 1 '
cl
pcrgentem et domo et sumt
pat~e orbatu~ amíóia consol~tu~t, esquod pl_'JS cst,. animo excepisti; tu'
tu 1n nostro lpso municipio fauore hoyat~one ammasli, o pe adiuuisti· tuae paene tecum chrum .· am1 Jatltate communication d ' . Plmwtcmc¡ue fecisti b. t K h .e omus:lustrioris prof . · . ' 1" ~ess10ms grntw rcmeanrem ·.b. , u art agmem in-' 1um. m.c·t:n; spemgLc apenlissem , ct.;_m tJ_ 1 et meorum nulli consi--lglura JbJ_Jam docebam-patriae :11 quamws ahguantum illo tibi insito· ac lJ esccnt 1s ct p'd· 'nene cunctatus es t . . . l 1 ltatem ad ea quae ·a ~b , .amen u b'1 euincere ~UHJ1Stt, ex dchortatorc in adiutorc UJ ~ antur. melwra tendentis neconuersus ~s. tu necessariis omnibu; !O mtra. ~enJUolcntiae modcratione rur.~us, qm cunabula et e . . Her admrmoJlasti mcum· t 'b'd . 1 talare audenti~ sustentastt~al~~i~~~ l~~: ~tudio.rum meorum f~ue~a~, i:~ c~;:rant~ nmugassem, nonnihil e su;cc~(;51t)m, cum te absente atque mumcassem ut soler . - scns, ouod no suspicans ma : -~· . cm, atgue alnid quidui . n tecum 1'! . d . ilS1S,1 1nconcussus in · · · S quam contumaciam. ¡ 1Ct1 cscrt¡ a maoistr amtcwa nec plus ante oc l :; _ ucrsata est. ,., o gunm nostrac llleritís penet ¡·. ' u o.s tuos l: 4 p ra Ll PUntasgue ·~ · ostremo c1uidquid d , , rum ·a· · ' e Otto meo m d ', cup1 JtatlUm uin:ulis euolaui o o ~a_uc1eo, quod a superflua· ~ run:- curarum respiro resipisco red~ quodd dcposltJs oneribus mor[26]tua· ucntatem c¡uod · · .' '- 0 a me quod · ' Inlle!11re tam ingrcdior ' d quaero mtentissimus b • ' quo Jne ad summ · me fecisti PL · um 1psum e nihil CCL
f.
1
Contra los académicos 105 11, 2 ,5 2 ,11 sumo Bien , tú me has animado, tú has sido mi estímulo, a ti debo la realización de mis anhelos. Pero la fe, más que la razón, me ha hecho conocer a aquel de quien tú has sido ins· trumento. Pues cuando, estando contigo, te manifesté todos los temores de mi ammo, asegurándote con firmeza muchas \'eces que para mí no había mejor suerte que la que me permilicse consagrarme completamente al estudio de la sabiduría, ni otra vida dichosa sino la que se vive conforme a ella, pero que yo me veía atado por la urgencia de atender con mi trabajo a los míos, y por otras muchas necesidades, como también por cierta vergüenza de mi parte, y el temor de arrastrar a mis rarientes a una miseria bochornosa, entonces te erguiste con tan grande alborozo, te inflamaste con tan santo ardor en el deseo de este género de vida, que decías que, si lograbas verte libre de algún modo de la carga de aquellos procesos molestos, luego romperías todas mis cadenas aun con la participación contigo de tu patrimonio. 5. Así, pues, cuando, después de haber arrimado el tizón, te separaste, nunca hemos cesado de suspirar por la filosofía ni abandonado el pensamiento de aquel agradable género de vida que proyectamos; el ideal subsistía siempre, si bien para realizarlo andábamos más remisos; con todo, creíamos hacer bastante. Y porque todavía no se había levantado la grande llama que después había de arrebatarnos, creímos que era la mayor aquella que nos inflamaba. modum peruenturum c.sse confiJo, tu animasti, tu inpulisti, tu fecisti. cuius autem ministcr fueris, plus aclhuc fiCe concepi c¡uam ratione conprc.hendi. nam cum praesens praesenti tibi txposuissem interiores mctus d animi mei uehemcnterque ac sacpius assc.rercm nullam mihi uidc.ri prosperam fortunam, nisi quae otium philosophandi daret, m11lam bcmam uitam, nisi gua in philosophia uiucretur, sed me tanto mcorum oncre, quorum ex oHicio meo uita pendcrct, multisc.uc necessitatibus ucl pudoris e uel ineptae meorum miseriac refrenari, tam magno es elatus gaudio, tam sancto huius uitae inflammatus ardorc, ut te dicetcs, si tu ab illarum irnportunarum litium uinculis aliquo modo eximcrcris, omnia mea uincula Ctiam patrimonii tui mecum participatione ruptun;m. 5. Itaque cum admoto nobis fomite disce~~isscs, numquam ccssauimus inhíantes in ¡)hilosophiam atque illam uitam, guae inter nos placuit atqne conucnit, prorms nihil aliud cogitarc atquc id constantcr quidetn, sed minus acriler ag:cLamus, purabamus tamc:n satis nos agerc. ct quoniam nondum aderat ea flamma, quae summa nos :1rrepttll"a erat, illmn qualem raestuabamus arbitrnbamm esse uel maximam, cum ecce tibi libri quidam 1 Por summus Modus entiende a Dbo todo. Cf. De beata áta 34: PL 32,975
<~ 1
motus PL \'ani mci pudoris PL
qua lenta PL, CCL
106
Contra los académicos '{
,
1
•
1
J~e aq_m _gue unos
CedJSin~l '
Il,2,6
'
libros, bien henchidos
.
edsparoeron sobre nosotros los perfumes decl:n~ db~e y' es ti an o unas poquísimas gotas de su . ra Ia j] • ·, b esencia sobre aquell anü~a, me a rasaron con un incendio increíble . h R .a no!' pero verdaderamente increíble y más d 1 ' ¡O " o~ama Y aun añadiré qLJe más de lo que p' d' e ohque tu ptensas, N ~ o Ia snspec ar yo mism 4 o me atraian ya los honores la o o . la vana gloria, los incentivos y halago,Pd:ka v~dna, el deseo. ~e todo entero concentrado en m" . a mortal. Vtvta y . , 1 mrsmo. . mire como de paso-así lo confieso11 1' . , siendo niüo me habí· .d f d aque a re IgiOn que . b'. . a sr o pro un amente Impresa e . , ·'. 1 1 me. sentía apóstol San Pablo s hp tsa y anf]siedad, cogí el libro del ~ · me ICe esta re extón· e·1 t " no hubieran realizado tan grand h , _ · . ~r. amente estos consta, a no hallarse sus escrit es azanas, m VIVIdo como noS con tan estimable bien y 1 1 _os argumentos en consonancia y piedad o. . o et to o entero con mucha atención
~1;, ~ 5 ~ tit ~be~~~~ns~~~te~ente, Y
arrebat~:~=~~
J
CAPITULO
J.
f
JU7
hambriento de esa desconocida, sino también a tu mismo enemigo, que es para ti más bien un estímulo que una rémora, para que, dejando sus baños, sus jardines deliciosos, sus refinados y espléndidos convites, sus bufones y, en fin, todo lo que más embelesa y fascina a los hombres, se abalanzase en su hermosura, como un amante apasionado y casto! lleno de admiración, de impaciencia y fogosidad. Porque hay que confesar que también él ostenta cierto decoro o más bien germen de decoro de ánimo, que, pujando por florecer con verdadera hermosura, lozanea tortuoso y deforme entre la aspereza de los vicios y los matorrales de las opiniones falaces; con todo, no cesa de echar sus frondas y descollar, como puede, a los ojos de los pocos que con mirada penetrante y cuidadosa acierta!l a ver en medio del follaje. De ahí su carácter hospitalario y aquella sazón de humanidad con que condimenta sus banquetes; de ahí la elegancia, el esplendor y limpieza de todas sus cosas y las buenas maneras con que en todo pone una sombra de hermosura.
, 6. En.tonces, como rociado por esta feble luz tro tan radiante el semblante d 1 fl f' , se me mos. de mostrar su hermosura no a I o~o Ia, q~e me sentí capaz ' Igo a ti, que Siempre anduviste pleni, ut ait Celsinus bon% 1'"'s Arab. . b' flammulae instiliarurt pret'i~ . :·. . Icas u. 1 exhalarunt in nos ubi illi b'l R . · SISSlffil unguentl gutta . . ' 1 e, . omanwne, incredibi!e et ultr d s paucissimas, incredi-qwd amplius dicam;¡--etiam m·h· ~ 9uam e me fortasse et tu credis 1 1 concitarunt. guis me· tune h Ipst de me. ipso incredibile incendium fa[27]mae cupiditas quod de~fo~, ~u~e homm'-:-m pompa, quae inanis retinaculum commo~ebat;¡ prorq _e Uius _morta1Js uitae fomemum atque ·' t . · sus totus m me · d'b . · a~~n g.' ~onútebor, quasi de itinere in '11 cu~sr_m re- 1 am. respexr ;: noDJ_s lnsita est et mcdullitus in r .I am rehgwnern, . quae puerís .,' • b P tcata, uerum autem 1psa h ad nesCJentern rapiebat itaqu -:. ap 1 p . e 1rtu ans prope(922)r h . _ osto m_n auJum. nequc enim uere in . . ans aesJ~ans arripio sentque Ita, ut eos uixiss·' mnnr·f "St ' gu~m, Istt tanta potmssent uixisI~lll~ · ta_nto bono aduersarentur ·" ·- 1.:: um1esr. ' s1 eo"•llt;J rltte_rae atque rationeS' trssJme '. · pcr egr totum mtenttssime atque cas-. . 6. Tune ucro quamulocu:nn · ¡ . phllosophiac facies apcruit ut ,ue :~m UI_m_ne adsperso tanta .-;e mihi~ ' . . , non e Icam trbJ, qui eius incognitae fame; Qu:_~a Corn,clius c~l~us. Vid. Sol I 12 . I P.-577-)13. Segun P. Courccllc se . · -~l..- BAC, Obras de Smt enCiclopedia de filos<,fí~ rf L' l trata de Cclsmo de Castaba_b rís 41948). · · " · es <>tires grecques en Occid!'nf ' V' ,,,_101 ' cc:ase nota comple!Jlentaria n.9 p 924 ICERO T I ...,3 ' . . . a Sobre '¡ us~. d'l ;J cf. I\L TrsTARD. ibid. JI 3. d . f C e ep¡so w u~ la lectura de San P bl 0 1 ~Jo, e· onf. VII 21. El a~pecto mila ro d la . ,Y. os efect,)s que ]e proOJOs de San Agustín como criterio de /o e Ct_JStlamsmo siempre lució a los 0 g a e mouvo de crcdibilid~d h !antum PL , . lPSa me PL ' cautissime PL
Contra los académicos
Il,3,7
III
EL AMOR DE LA HERMOSURA Y DE LA SABIDURÍA
7. Esto es lo que vulgarmente se llama filocalia. No desprecies el vocablo a causa de su uso común, porque filocalia y filosofía son casi sinónimos y quieren aparecer como de la mis~ ma familia, y lo son 7 • Pues ¿qué es la filosofía? El amor de la sabiduría. ¿Y qué ~·."m¡)er arsi~;ti, sed si ipsi aduersario tuo, guo nescio utrum plus exercearis c~uam inpediaris, eam dcmonstrarc potuissem, ne ille et Baias et amocna pomeria i et dclic
mo quidquid eum acritcr commouct in quascumque delicias abiciens et relinguens ad huius pulchritudinem blandus amator et sanctus miraos anhebns aestuans aduol:net. habet enim et illc, guod confitendum est, quoddam decus animi uel potius dccoris quasí scmcntem, quod erumpere in ucram pulchritmlinem nitcns tortuose ac ddormiter inter scabra uitiorum et ínter opinic.num fallncfum dumcta frondescit; tamen non cessat frondescere et paucis acure ac di1igenter in densa htuentibus, quantum ~initur, eminere. inde est illa hospitalitas, inde in conuiuiis multa humarüi:atis condimenta, inde ipsa elegantia nitor mundissima facies rerum omnium et undique cuneta perfundens adumbratae ucnustatis urbanitas. [281 III. 7. Philocalia ista uulgo dicitur. ne contcmnas nomen hoc ex uulgi nomine. nnm philocalin ct philosopbia propc similiter cogno~'li:l~Hae sunt et qnasi gentiles intcr se uideri lHJ]unt ct sunt. qu_id est cnim philosopllia? amor sapientiae. quid philocdia? amor pulchritudinis. 7
Véase nota complementaria n.lO. p.924.
' Pomaria PL
!
lO~
"l Contra los académicos
Il.3,7:
Contra los académitos
[!,3,9
109
es la filocalia? El amor de la hermosura. Pregúntaselo, si no, 1 osotros mismos, Romaniano, y rea los griegos. ¿Y qué es la sabiduría? ¿No es la misma ver~ 8. Pero vo vamos a .n nes Reiteraré mi agradecimiento; dadera hermosura? Son, pues, hermanas entre sí y engendra- anudemos nuestras refld_xlO fÚosofar. y o le freno, para que das de una misma madre; pero la filocalia, destronada de su tu hijo ya ha ~omenza _o ~oso robustecido por las indispenciclo por el apego al placer y encerrada en la espelunca del se yerga más fum~ Y vtgo '¡ . no debes considerarte vulgo, ha conservado una semejanza del nombre, como un sables disc~plinas bberalhe~, en l~J~ para ti una atmósfera 1 . st te conozco ten, so o r . . ,1 > aviso a sus seg1.1idores para que no la menosprecien. Su her. . pro ano, · y , ¿, ¡ tus disposlCtones natura l'bertad - que ne e e - es. mana-la filoso~Ía-, que vuela libremente, la reconoce muae mas 1 · e'. 1 h mbres como son ciertas chas veces, aunque sin alas, sórdida y sumida en la miseria; ¡Oj~Iá no fuese~ tan r~rito:n~rJ¡f~~ul~des para hallar la ver· pero raramente la liberta, pues la filocalia no conoce su ori. en tl! Quedan osd es o .d d, por ti. con todo, te_ m o no te gen, la filosofía sí. dd no me an cur a o , -, d h 11 1 a , pero ies m. des entra d a a la desesperacwn e . a ·ar a . Toda esta fábula (pues de repente me he convertido en un menosprec. , l h ll d El )Jrimer peligro, st existe, es haber a a a o. h · ¿· E sopo) te la puede comunicar en versos armoniosos Licencio, o te tmag~n . " d ... J rá Con frecuencia te as m Ignaporgue es todo 1.m poeta. con esta discusw~ ,se. tslJ a . tanta mayor acritud cuanto meSi, pues, aquél-me refiero a tu adversario-pudiera condo contra ~os aca emtco: b~~ estas cuestiones; también con nos instrmdo estabas ·do! templar un poco con los ojos sanos y pLiros la verdadera her.to más sentías el atractivo de tanta mayor espontanel ac cduan n t apü)'O entablaré discumosura, a la que ama en sus remedos falsos, ¡con qué albo. ' d d y 0 pues con tan o co u ' l rozo se arrojaría en el seno de la filosofía! Y si te viera allí, 1a ver a . , v te' persua d'tre, d e lo que deseas ' a 1o menos , Alipio d d . ¡cómo te abrazaría como a hermano! ¿Te admiras de esto y ston con "' pues no ll egaras. , a la , posesión de a ver a con probabilidad, aun tal vez te sontíes? Pues ¿qué sería si te lo explicase, como dedicas plenamente a la frlosoha. 1 . era mi deseo? ¿Y qué si pudiera, no digo verse la faz misma, sr no te - , d haber hallado a pero sí oírse a lo menos 1a voz misma de la filosofía? Te ~L segul1.~?- .-r~Iigro de la pre~u~~íto~lsi~so de saber y dulienarf;ts de admiración; créeme, de nadie hay que desesperar, \'erdad, aUnque ya te se~arrs:e d ~ r r se ha deslizado en tu y mucho ll1l'nos de sujetos de tales prendas. 1\To faltan ejemdando, con todo, por st a.gu? de: oti o cuando te remitiere , . · mente lo arroJare e , plos; pájaros de esta clase fácilmente se escapan, fácilmente ammo, cterta . ·, que tC'T•gamos so b.le materia religiosa, o cuan· 1 d toman el vuelo, con gran admiración de muchos que siguen a guna Iscuston ·· de mucll'lS cosas. presos en sus jaulas. do de viva voz pueda conversar conttgo (. . r . 9. Pues \_·'O mismo ahora no hago otra cosa smo tmprar·
.;s
'
'
1
quaere de Gra_ccís. quid ergo sapientia? nonne ipsa uera est pulchritudo? germanae igitur istue a prorsus ct eodem paren te procreatac; sed illa uisco libidínis detrac~a cado suo ct inclusa cauea populari uiciniam tamen nominis 1cnuir 2.d commonendum aucupem, ne illam b contcmnat. hanc igitur sine pinnis sordidatam ct egentem uolitans libee smur saepe agnoscit, sed raro libcrat; 11011 enim philocalia ista unde genus ducat, agnoscit ni~i philosopbia. qunm totam fabulmn-nam subito Aesopus factus sum-Licentius tibi carmine suauius indicabit; poeta cst enim paenc perfccrus. ergo ille, si ucram pulchritudinem, cuius falsac amator est, sanatis rcnudatisque pnululurn oculis possit intueri, quanta uoluptate philosophiae grf'mio se irmolucret? quomodo ibi te cognitum sicut uerum fratrem amjJlecten'tur? mir-aris hace et forsitan ddes. quid, si haec explícarem, ut lmlcbam? quid, si salrem uox, si (923) adhLic facies uiderí a te non pote~t. jpsius philosophiae posset audiri? mirareris profecto, sed l1Cl1l rideres, non dcsperares. crcde mihi, de nullo desperandum est, · de talibus autem mínimc; omnino sunt (:•xempla. facile euadit, facile fCl!Olnt hoc genus <-lllÍl~m multis inclusis multum mirantibus. " istae sunt PL h se PL
. am Romaniane, philosophcn~ur; 8. S~d. ad ~os re~l~am. n~\ ~~~~ hilosophari. ego e~m :epnmo, teddam trb1 grauam, fllms ~uus 0 P . p : entíor et firmwr msurgat. 1. . 1. . 1tus u 1 g .b. ¡·b t . 11·¡s )Jnus excu ut d scJp rms necessa . b t noui auras t1 1 1 eras an· quarum te ne metuas cxper.tem: SI ) en~inaem no~ tam rara esset L29] in tum opto. nam de indo le q~1d dJ,cam u t duo uitia et impedimenta ínuehominibus, quam cena est t.e. res anltum timeo· timeo tamen, ne te . · · ibus ttbt non mu ' · · t n1endae ucntatls, ~ qu e des eres, aut ccrte, ne muem~se e contemnas arque t_nuentur.um ess . · í ta tibi fortassc disputatlO de· credas. quorum pnmum Sl ta~el~ mes¿. s·~¡s eo quidem grauius, quo trahet. saepius enim susc:n~mstl. Aca c~d'" ueritatis amare ínlicicbaris. tninus eruditus esses, eo'"' hbcntms, qf\· am ct tibí facile persuadebo !taque iam cum Alypio te fautore c~n ~~ ucrum non uidebis, nisi in quod uolo, probabil~ter ta~cn ;. nam rrs 'llterum quod te fortasse aliPhilosophiam totus mtrauens. tllu:J au emb; ·am 'quaerens dubitansque . . . mis quamms a no lS 1 · · qutd 1nuen1sse praesu . , . . . i animum reuolutum est, etCle¿·tsccssens, · ramcn, si qmJ supersilltoniS n d 1· ione .b. r · ·nter nos ,.dísputationem e re 1g tur profecto. ucl cum t1 1 atquan1 l
Ir:
:t
f
Olis~ero uel éum prac:-.cns tecum multa contu 1e lo.
5
' 1!
1
'
':'
1
-~
\,
'1
110
Contra los académicos
Il,4,!0,
m~ de las vanas y funestas opiniones. No dudo, pues, que mr estado actual es preferible al tuyo, Sólo envidio tu suerte, e?. una cosa:, en que dtsfrutas solo de la amistad de mi Lu~ ctha.n?. ¿Estas celoso, tal vez, también de que lo llame «ffiÍ». Lucthano? Pero, al hacerlo así, ¿no lo llamo igualmente tuyo· y de cuantos estarna? enlazados por unión común? ¿Y a qué
rogarte para que satisfagas a mi deseo? O es tu deber. Pero ahora para los dos hablo: evitad la presunción de saber algo , a no ser que 1? sepáis como esta suma: 1+2+3+4=10. ' Precaveos. Igualmente de creer que en filosofía no habéis, de conocer mnguna verdad o que de ningún modo puede co-: nocerse. Pues creedme a mí, o más bien creed al que dijo· Buscad Y hallaréis (Mt 7,7); no hay que desconfiar, pues d~: hallar la verdad, y que se hará más evidente que aguelios 'nú-< meros. 1
Pero vengamos ya a nuestro propósito. Pues ahora tardíamen~e h7 comenzado a temer que este principio sobrepasa la; ~e~hda, ,.o cual es grave defecto. Porgue la moderación es cosa' 1v:na; ma~ cuando guía suavemente, ha podido dar origen a a1gun engano; pero seré más cauto cuando fuere sabio.
CAPITULO
IV
EXPÓNESE LA DOCTRINA DE LOS ACADÉMICOS
I"b. 10. Después de la última discusión, referida en el primer r to, tuvimos un descanso de casi siete días, repasando los . 9_. . ~go enim. ~un~ aliud nihil ago, quam me i se ur 0 rernJciOsJsyue opmJOmbus. itaque non dubito ¡· p Ph. g a uanis · tibi un t t d . me ms m1 1 esse L ·T um an um est, un. e .muideam fortunae tuae quod solus frc•eriis~l ucttano meo. an et tu murde~ guia dixi 'meo':> ' d "d · q~am t~o e! omnium, .quicumque' unum sumus? d~ ;~o t~~en ut 0 ~ ~: ~esbd~no :¡eo: qutd te rogerr:? aut te ipse promereor? tantum q.101. c. ~s. se ~une. a!"llb?~us dJco: cauete, ne quid uos nosse I1_l i ms quo~ Ita dtdJCentts saltem, ut nostis unum duo tria :~~~~:~ Sl~u co.1 ecta lo summa e fieri decem. sed item cauete ne uos pht~ ue~lt~tem aut non cognituros aut nullo mod . ' . o lta posse . . . arbJtremm 1 nam mil11· 1 ti~ (Mt "';!~ potws 111 1 credae, qui ait: quaerite et · 1, ' nec cog:1Hionc.:m desperandam esse et rnanif t. raf!l, quam sunt illi [30] numeri nunc ad ro . es I_orem ~~:1 scro coepi metuere, ne hoc ·principium pmo~~s~u:c~d~:=~u;~ d .;ue. nam ~odus procul dubio diuinus est, sed fcfell~rit curn' uc1 . ero cautwr, cum sapiens fuero. , IV. 10. Post pristinum sermonem quem in primum (924)
1
¡
-7¡
L
M
~
pro rne roga quantum sci:; Pf summam PL <
!1,4,10
(.u:wa los académicos
111
rres libros de Virgilio que siguen al primero y estudiándolos según la oportunidad del momento. Con todo, en este trabajo, Licencio tanto se aficionó a la poesía, que me pareció oportuno refrenarlo un poquito. No dejaba gustosamente su labor por ninguna otra ocupación. Pero, al fin, al hacer yo, como me fue posible, un cálido elogio de la luz de la filosofía, accedió con gusto a tratar de nuevo la cuestión de los académicos, que habíamos aplazado, Por suerte lució un día muy claro y propicio para serenar nuestros ánimos. Abandonamos el lecho antes que de costumbre y tratamos con los operarios de los trabajos más urgentes que había que hacer. Entonces dijo ~io: -Antes de oír vuestra disputa sobre los académicos, será bueno me leáis el discurso que acabasteis cuando yo me hallaba ausente, porque, habiendo surgido de él la presente discusión, no me será posible de orro modo, al oíros, evitar los errores y el trabajo. Accedióse a su demanda, y habiendo empleado casi toda la mañana en esta tarea, dejando el paseo del campo, nos resolvimos volver a casa. -Ruégote, dijo aquí Licencio, que antes de comer no te sea enojosg resumir en l?rev~ ..e.~posición la doctrina de los académicos,_ para que no se me escape nada de lo que pueda _favorecerme. -Así lo haré, le respondí yo, y con mucho gusto, para que, absorto en esta cuestión, seas sobrio en la comida. contulimus, septem fere diebus a disputando fuimus otiosi, cum tres tamen Uergilii libros post primum recenseremus atque, ut in tempore congruere uidebatur, tractaremus. qua tamen opere Licentius in poeticae studium sic inflammatus est, ut aliquantum mihi etiam reprimendus uidetetur. iam enim ab hac intentione ad nullam se rem dcuocari libenter ferebat. tandem tamen ad retractandam quam distuleramus de Academicis quaestionem cum a me, quantum potui, lumen philosophiae laudare· tur, non inuitus accessit. et forte dies ita serenos effulserat, ut nulli Ptorsus rei magis quam serenandis animis nostris congruere uideretur. maturius itaque solito lectos reliquimus paululumque cum rusticis egimus quod tempus urgebat. -· -Tum Alypius: Antequam uos, inquit, audiam de Academicis disputantes, uolo mihi legatur sermo ille uester, quem dicitis me absente perfectum; non enim possum aliter, cum inde huius disceptationis occasio nata sit, in audiendis uobis non aut errare aut certe laborare. ~Quod cum factum esset et in eo paene totum antemeridianum tempus consumtum uideremus, redíre ab agro, qui deambulantes nos acce· Perat, domum instituimus. -Et Licentius: Quaeso, inquit, ante prandium mihi brcuiter totam Academicorum sententiam exponendo repetere ne graueris, ne quid in ea me fugiat, quod pro partibus meis sit. -Faciam,
112
CaniJa los CIC:o1démicos
II,4,Io
hNo te forjes esa ilusión dijo él pues he ad "d mue ?s, y sobre to_ do mi padr~, tanto ~lás apetrto vert1 o que to mas p tenían cuanrcocupacwnes pesaban sobre ellos Además . h , f d · ' c:no as o b servado que cuand d 1 , . ' o mas en rasca o estoy en las cuesti ones e a rnetnca, por mi cuidado está segura la mesa? :s ~o.sa que me llama la atención en mí . . c:quc srgl11ÍH.:a que apetecemos la co ·¿ ~lsmo, pues cuando nuestro ánimo se halla m, ~1 a codn ma.s voracidad ¡ d as en o e cmdados > ·y quién masiad~s !~~o:s;aJoso d:~~:;~s ocupados, nos tiraniz~
. Y
l:s
de-
-Escucha más bien le atajé yo ¡ h sor_dbareJieosl académicos, no' sea que, robándo~ufa a:;n~i~e;~~tmadeo d os versos tenga g ¡ f no sólo e 1 ''d . ue sop.':rtar a alta de moderación n a conu a, smo tambren en el modo d 1 ' . St se me pasa algo en la exposición d ~ . e tratar as. Alipio. e mi argumento, lo suplirá -Es necesaria tu buena fe dijo Alipi . . d merque se te pase d ' I I' . o, pues SI es e teprender al que en est:s\~l~s~s ah~o s~~I, c~eo yo será difícil sorsaben, y sobre todo teniend . illl maestro, como todos de la verdad, más que el 1 o en dcu~nta _que. en la exposición la inclinación v rectitud de otgro~ .e a VIctorta, has de seguir . u ammo. ~nqu~rn.' et ea libentius, quo d h . mquu rlle, istinc securus .sis· e ac re colgrtans parum prandeas -Ne · , nam et mu tos ct rna · · ' saepe ammaduerti eo edaciorem . :rrrne patrem meum quoque de istis mctris cogitant~mq~oonrc~frtror cuns esset. dcinde tu mensa secura sit. quod [Jl] ·¿ d e e:-::pertus es, ut cura mea · ·b· qm em apu me rps um. miran · · so1ea; quid ~nun SI 1 uu1t, quod tune primum a • . . mtcndimus animurr·;:. aut qui b pert~nacrus appetrmus, cum in aliud occupatis nobis ni~is d imperis esft: iUl cAmda.nibu~ et dcntibus nostris de mrcrs · · qua ¿ rogaueras ne te~ osus 1t: u 1 potms · , mquam d e Acasine metro sed etimn 'in quae~~~~ Ista uo~ucnt~m n.on solum' in epulis Bibus fpdatwr. sr qmd autem pro mea parte occultabo prodet Alvpius · · Al yprus· · nam s1· mctuen¿' um est neJ ali • -'d ona I e tua opus est , mqmt 1 cile arbitrar eum a q~o me {~ d~d~u.1tes, a me deP_rchendi posse diffÍpraesertim cum ¡~ prodendo ~~ ~ 1 Iosse t:ull~s q~u me nouit ígnorat, eto 000 magts Utctonae quam animo tuo consulturus sis. a cíbum PL 0 quid e
quod
d
!1,5,11
Contra los académicos
113
CAPIJULO V EXPOSICIÓN
11. -Obr;1ré, dije_ yo, con buena fe, _porque tienes derecho__ a e~ig~rlo .. RYe_s-"?."IOs a·c~\Jéffilcos PTúgofes sostener que el hombre _no puede conseguir la ciencia de las cosas tocantes a !a fiTósófía (porque lo demás no preocupaba a Carnéades) v, no obstante eso, que el hombre puede ser sabio, y toda su ;nisión consiste en investigar la verdad, cumo lo has recordado ur;·Licencio, en aquella disertación. - ·De donde resulta que el sabio no da su asentimiento a ninguna cosa, porgue necesariamente yerra-y esto es impropio del sabio-asintiendo a cosas inciertas. Y no sólo afirmaban que todo era incierto, sino que apoyaban su tesis con muchísimos argumentos. Pero que no puede comprenderse la verdad lo deducían de un J. definición del estoico Zenón, según la cual sólo puede tenerse por verdadera aquella representación que es_ i_t:n_pre?}~ __en el alm':l po_r el objeto mismo de donde se origina, y__que no putde venir de aquello de donde no es 8 . O más breve v claramente: lo verdadero ha de ser reco· nacido por ciertos- signos que no puede tener lo falso. Y que estos signos no pueden hallarse en nuestras percepciones, se empeñaron en demostrarlo con mucha tenacidad los académicos. De aquí el desacuerdo de los filósofos y los engaños de los sentidos; de aquí los sueños y alucinaciones, las falacias y sorites que empleaban para defensa de su causa 9 • V. 11. Agam, inquam, bona fíde, quoniam de iure pracscribis. nam et Academici.s placuit nec homini .scientiam posse contingere earum dumtaxat rerum, quae ad philosophiam pertinent -nam cetera curare se Carneades negabat~ ct tamen hominem posse esse sapientem sapientisque totum munus, nt abs te quoque, Licenti, illo sermone dissertum est, (925) in conquisitione ueri explicari; ex qua confici, ut nulli etiam rei sapiens adsentiatur; erret enim necesse est, quod sapienti nefas est, si adscntíatur rebus incertis. et omnia incena esse non dicebant solum uerum etiam copio~issímis rationibus adfirmabant. sed uerum non posse comprehendi ex i1la Stoici Zenonis definitionc arripuisse uidebantur, qui ait id uerum pcrcipi posse, quod ita essct animo inpressum ex ea, unde esset, ut esse non posset ex eo, unde non esset. quod breuius planiusque sic dicitur, bis signis uermn posse conprehendi, quae signa non potest habere qt1od falsum est. hoc prorsus non posse inucniri uehementissime Ut conuincerent incubuerunt. inde dissensiones philosophorum, inde ~en suum fallaciae, inde somnia furoresque, inde pscudomcnoc ct l32] soritae in illius causae patrocinio uiguerunt. et cum ab eodcm Zenone acce0
Véase nota complementaria n.ll p.924, '• Véase nota complementaria n.12, p.924.
114
i
Colltta los académicos
IJ,5,12
Y habiendo aprendido del mismo Zenón que no hay cosa más despreciable que la opinión, muy hábilmente dedujeron de ahí que, si nada puede percibirse, por una parte, y, por otra, la opinión es cosa de tenerse en muy poco, el sabio debía abste~ nerse de aprobar nada. 12. .Esto les acarreó una gran hostilidad, porque parecía consecuente que el que nada afirma, nada haga 10 • Y por esta causa, parecían pintar los académicos a su sabio-que, según ellos, nada debe afinnar-como condenado a perpetua soñolencia y abandono de todos sus deberes. Iv1as ellos, en este punto, introdujeron el uso de cierta probabilidad, que llamaban verosimilitud, sosteniendo que de ningún modo el sabio deja de cumplir sus deberes, pues tiene sus reglas de conducta para seguir; pero que la verdad, sea por la oscuridad de la naturaleza, sea por las semejanzas engañosas de las cosas, yacía escondida y confusa. Y arladían que la misma refrenación y sus· pensión del asentimiento era fruto de una gran actividad del sabio. Creo haberos expuesto todo su sistema, como has querido, sin separarme de tus indicaciones, Alipio; es dP,cir, que he obrado con buena fe. Porque, si algo o no es como lo he dicho o lo he callado, no ha dependido de mi voluntad. No falta, pues, la buena fe, según el testimonio de mi con· ciencia. El hombre que se engaña, debe parecernos digno de instrucción; y el que engaña, vitando; el primero necesita un buen maestro; el segundo, un discípulo precavido. pissent nihil esse turpíus quam opinari, confecerunt callidissime, ut, si nihil percipi posset et esset opinatio turpissima, nihil umquam sapiens adprobaret. 12. Hinc eis inuidia magna conflata est; uidebatur enim esse consequens, ut nihil ageret qui nihil adprobaret. unde dormientem semper et offíciorum omnium desertorem sapientem tuum a Academici describe· re uidebantur, quem nihil adprobare censebant. hic illi inducto quodam probabili, quod etiam ucri simile nominabant, nullo modo cessare sa· pientem ab officiis asserebant, curn haberet quid sequeretur, ueritas autem siue propter naturae tenebras quasdam siue propter similitudinem rerum uel obruta uel confusa latitaret, quamuis ct ipsam refrenationem et quasi suspensionem assensionis prorsus magnam actionem sapientis esse dicebant. uideor rnihi breuiter totum, ut uoluisti, cxposuisse nihilque reces· sisse a praescriptione, Alypi, tua, id est egisse, ut dicitur, bona fide. si enim aliquid uel non ita, ut est, dixi uel forte non dixi, nihil uoluntate a me factum est. bona ergo fides cst ex animi sententia. homini enim horno falsus docendus, fallax cauendus dcbet uideri, quorum prius magis· trum bonum, posterius discipulurn cautum desiderat.
° CICERO,
1 a
suum PL
Contra los académicos
Il,6,14
115
CAPITULO VI DIVERGENCIA ENTRE LA ANTIGU A
13.
y LA NUEVA AcADEMIA
Alipio dijo entonces:
.
-Te doy gracias, porque has satisfecho los deseos d~ ~~
, me has aliviado de la carga lmpues~a. ~,a ~~~~~~e~il~le m~ara ti que alguna om~sión, ~e~hah~bn ~~te~~~~ ' robarme (pues ¿qué otro motJvo po rw. a er. ' 1 oe p ~ 1 compromiso de completarte en algo. P.or lo cua' oara m1 ara e colmar la laguna d e una expostoon · · ' q u e para cum· . ml~nos p ¡· . , de ¡'nterroo-ante no te sea molesto exponer ptrunotctomiO b ' d · b diferencia entre la antigua y la nueva Aca emta. h -Cierto me es enojoso, lo confieso. Por lo cual me arías un favdr-pues no puede negarse que lo que . pre1ui~~:: .
~Jbi~i~:0°~~;:~Í ~~~~[~~Iro e~t~~~J~~ ~~mb~~~,/~;~iÍestar la razón de ser de la nueva Academia.
.. .. Con eso me darías motivo para creer, diJO Ahpi?, q~e - . d r sí no recüidase que LicenciO me qUJcres apartar e d nos hubiese impuesto te ha aterrado poco ha, y su eman a no . d 1 embrollo la obligación de declarar antes de la comtda to o e
com¿ '
de la cuestión. . d (pues y cuando iba a prose-guir su dtscurso, nuestra rna re l estábamos ya en casa) comenzó a. lle;Tarn?s a la mesa con ta apremio, que no dio lugar para nmgun discurso. , omado el necesario alimento para satisfacer nues· 14. T . · l1a1lC 0 , cum .et Licentio Gratum, mqu1t, . 'b'a te 13 . T um Alvpius· . 'n osito releuasti. non emm magts t1 l uesatis_factum est er rr:td onere ln~i mei causa minus a te diceretur -nam rendum erat, t:e .qu.1 exp or-;¡a ihi si in quoquam te prodere alio modo qut hen pote~at.- .flu¿m m¿ 'dcest non tam percontationi 1 15 fuisset necesse. quare. ~·13 qua ae ac uetcris Academiae ne te quam ipsi percontanu e 1. eten ~~~~r _iget. quare beneficium depig~at exponere. -Prorsus, mquam~d rem 'n~l3 3 lxime pertinere ne~are dens-nam hoc. qu:Jd commemoras :~1 te apud me distinguere 1sta non possum-s1 me paululum c_onqu '"~f:; lJolueris. -Crederem, inqui~, nomina et causam nouae Academtae a~ - et mngis l> a 1 ;e·ntio tern· ndio te auocue uo msse, 111 '~ " ~ G) · me quoque a pra , ' ostulatio- ita nohis pracscri(92 ps1sset, tum. dudum puJt~~q~~d~~~d guius im:olutionis cs~ct exrcdiretur. -~t Ut Cl :mte pran u ·trn n:-~m dnmi iam eramus-1ta cum reliqua _dicere t~nderet, '?ater n~rba' f;;i~~di locus non esset. nos trudere 1n prandmm coeplt, ut u. , · quantum VI. 14. Deinde, cum tantum ahmentornm acceplssemus,
fjx
¿.fr .
1
Acad. 2,25. t;
magis te CCL
116
Contra los académtcos
11,6,14
tra hambre, volvimos luego al prado, y Alipío comenzó di~ ciendo: -Obedeceré a tu deseo, sin atreverme a rehusar el compro. miso. Si nada omito, será gracias a tu doctrina y también a mi memoria. Pero, si en alguna cosa me equivoco, tú la reto. carás, de modo que en adelante no tema esta clase de rnmpromisos. Según mi parecer, la escisión de la nueva Academia se produjo no tanto contra la antigua doctrina como contra los estoicos. Y ni aun se ha de considerar como una escisión, porque convenia refutar y discutir una opinión nueva introducida por_~Q_Q_n.__Rues b sentencia sobre la Í!!!}?_qsibilicJad de la percepc;iQ!_l_, aunque no suscitó controversias, refugióse en la mente de los antiguos académicos, y no fue juzgada como inadmisible. Podría probarse esto fácílmente con la autoridad del mismo Sócrates, de Platón y otros filósofos antiguos, que en tanto creyeron que uno puede inmunizarse contra el error en cuanto evita la temeridad en dar su asentimiento; con todo, ellos no introdujeron en las escuelas una discusión sobre esta materia ni investigaron particularmente si era o no posible la percepción de la verdad. Este es el problema nuevo que lanzó bruscamente Zenón, porfiando en que nada puede percibirse sino aquello que de tal manera es verdadero, que se distingue de lo falso por sus notas o marcas de disimilitud, y que el sabio no debía abrazar opiniones; y Arquesilao: habiendo oído esto, negó que pudiera haber para el hombre cosa de ese género, y que la vida del sabio no debía exponerse a aquel naufragio de la opinión.
l
compescendae bmi satis esset, ad pratum rcgressis nobis Alypius: Parcam, inquit, sentcntiae tuae n~c ausim recusare. sí enim nihil me fugerit, gratabor cum doctrinae tuae tum ctimn mcmoriae mcac. at sí in quoquam fortasse aberrauero, recurabis id, ut dcinccps huius modí de!egationem non pertimescam. nouae Academiae discídium non tam contra ueterem conceptum quam contra Stoicos arbitror csse cornmotum. nec u ero discidíum putandum, si c1uidcm a Zcnonc inlatam nouam quaestionem dissolui discuriquc oportebat. nam de non percipíendo quamuis nullis conflictationibus agitata, incolcns t
117
Contra fas acadérrticos
!l,6,15
' ' u'e todo e ·'c.' to l ue que no d eb 1' a asentirse a ninguConc1uston na cosa. ' 1 . Academia se veía 15. l\-1as como sucedta que a an.t~gua ' d' ' 1 de , que que bran t ad a, surgw Anuoco, lSClpu'd o d , robustecida mas , l d chos era mas av1 o e Filón, ~l cual, ~egul n : J:jec~rpt~som~n abierta hostilidad las la glona que oe a \et , ." , d A dmras" 1b sentenctas e a~ as ¡a, e , d, · ícos nuevos habían introduPorque dee1a que _os aca cm1 · uuos aduciendo ciclo \..111'1 doctrina insóhta y extrana a os antlt:> fl / f 11 , , ' r 1 autoridad de.: los físicos y otros 1 oso os, . Ln s~c~~~t~a ~ambién a los académicos porqub co¡ve:uan lo verosímil en regla de conducta, cuando profesa an a Ignoran~ cia absoluta de la verdad, h e y de esta índole había recogido mue os ~rgumentos, qu creo deben omitirse ahora' y ponía todo su ahwco en sostener que el sabio puede llegar al c~nocimiento de l.a ve:d:dl~s nueTal es creo la controversia entre los anttguo' 1 ' ,' . 'S'1 no es ast) ,' t e ruego informes vos académicos. , , 13 mas comp era-···-~ · L' , 1 pido por el v por mt . mente a tcencw; te 0 .. , " d ,. , ntrar en la y si he acertado en la exposlclon, po ets ) a e controversia empeñada. -L
----
.
.
,
,
. . . "11" l341 opinionis naufragio sapi~ntis commíttendam mme r_cpenn nequ,e_l 1 ·1 ,·1 nulli rei csse adsenuepdu_tp.. . es se mtam. un de ettm?. con~.u: h· b at· _. ·ut uetns Academia magts ~ucta 15. Ucrum cun: tta r~s se_.~ ePhiÍonis auditor Antiochus, qm, ut quam oppugnata mdere~ur, ext.~~t r uam ueritatis in simultatem addunonnullis uisus cst, glonac cupl .10 q¿· b t enlm rem insolitam et ab . d · t · que sententtas. tce a . d · xlt Aca emtae u nus . . . A, demicos nouos conatos m ucere. 1il opinione ueterum remotts~Hnam \~ magnorum phílosophorum quam rem ucterum phys_tcorum a to~umque ug.nans quí se ueri simile inplorabat fídem ípsos ett_am Aca~~m~co~se ~~~o;are .laterentur, multaque contcnderent seqm, cum ·bpsnm u~ru pe··scd~ndum arbitrar, nihil tamen argumenta collegerat, q~t us _nunc susse ..sapícntem hanc puto inter Acamagis defendebat quam perctperc pc:am 'fuissc qt;ae si secus se habet, · ac ucteres controucrst , · . · "ta demJCos nouos . . . f utroquc postulauenm. st ucro 1 ut Liccntium plcmssJme m_ormes pro : . plJtui , susceptam disputat,onem peragtte. , est, ut dtcere
i' i1
Véast: nota complemcnt¡ria • P~f~!~ios 0 ¡m•estlgadores de la natu 1~ Los físicos an_t¡p,uos.- uc,ro;t 05, etc T~ma de su especulacJÓn era e; raleza. T,llcs, AnaXlmnndro, ;\rraxJmencs, .,"] (f'.•sid Aristóteles los llamo tlemcnto primordial dd cosmos., 0 n_an-:t,\H~~tori"a d~ la filosofía p.29-33; fysiolo,~oi, los físicos (cf. Jt.'LI.-'1.:"\ 1 . ARIAS, Ur.l:lERWI\G, o.c., Il. . 13 Véase nota complcmentana n.14, p.925. 11
11
• haberet PL 0
quam verum
PL
1
1
118
( onlrt! los académicos
CAPITULO
VII
RÉPLICA A LOS ARGUMENTOS DE LOS ADVERSARIOS
J
16. Tomé yo entonces la palabra y dije: -¿Por cuánto tiempo descansarás, Licencio, con este nuestro discurso, que se ha alargado más de lo que pensaba? _Has oído quiénes son los académicos. Y él, sonriendo, con una sonrisa vergonzosa, y un poco turbado por mi apóstrofe, dijo: -Ya me arrepiento de haber sostenido, contra Trigecio, que__ ~.. ~hlªJ~!kS:9_!lSÍste_~n la investigación de la verdad. Pues estll cuestión tanto me agita, que si no llego a ser un desgraciado, ciertamente a vosotros, si tenéis sentimientos de humanidad, os debo parecer digno de lástima. Pero ¿a qué atormentarme neciamente? ¿Por qué temblar cuando tengo a mi favor el apoyo de tan noble causa? No me rendiré si no es a la verdad. / -¿Te agrada, pues, la doctrina de los académicos?, le ! dije yo. 1 -Muchísimo, respondió él. -Luego ¿te parece que están en la verdad? Entonces él, estando ya para dar su asentimiento, y más prudente con la sonrisa de Trigecip, se mantuvo dudoso un rato. Y después continuó: -Repite la preguntita. -¿Crees que dicen verdad los académicos? Tras larga pausa de silencio, dijo: -Si existe la verdad, no lo sé; con todo, es probable. Mi vista no alcanza más para seguirlo. VII. 16. Tum ego: Quamdiu, inquam, Licenti, in isto nostro Ion~ giore quam putaham sermone coP.quicscis? audisti, gui sint Academici tui? -At ille ue(927Jrccunde adridens et aliqwmtum hac compellatione turbatior: Paenitet me, ínquit, tanto opere adfirmasse contra Trygetium beatam uitam in ueritatis inquisitione consistere. nam me ista quaestio ita perturbar, ut uix ncm miser sim, qui certe uobis, si quid humanitatís geritis, uideor mist•randus. sed quid me ipse ineptus crudo? aut quid exhorreo tanta causae bonitate subnixus? prorsus non cedam nisi ueritati. -Placentne, inquam, tibi noui Academici? -Plurimum, inquit. -Ergo uerum tibi uidentur dicere? -Tum ille cum iam esset assensurus arrisione Alypii cautior factus hnesit aliquantum et deinde: Repete, in· quit, rogatiuncubm. -Uerumne, inquam, tibi uidentur Academici dicere? [35] -Et rursus cum diu tacuisset: Utrum, aít, uerum sit, nesdo; probabile est tame11. n~que enim plus uideo quod sequar. -Probabile, inquam, scisne ab ipsis etiam ueri simile nominari? -Ita, inquit, uidetur.
~-
Contra los académicos
11,7,17
1!,7,16
J
119
'·
....recib.e .. tambi~l1_tinombre de -¿Sabes e¡ ue lo .rnrobable . ... verosímiT? -Así parece, dijo él. 1 ·, ¿ e los ·,JC'.de'micos es verosími · -Luego la opimon " -Sí respondió. . , s· 1 · · ' . p es esto con más atPnclOn. 1 a gme.n..... vlen- E xamma, u • d _quien 1].0 do a tu ht:rn1_3!!9_, ____9is~ q~.~,se P<:1re?~-_a_J:q .P.
l 1!
120
Contra los académicos
1
ll,7,18
-Ojalá, pues, yo sea vencido, para que alguna vez os oiga a vosotros disputando, y lo que es más, os vea, pues será para mí el más bello espectáculo que pueda presenciar. Pues os plugo a vosotros más bien recoger estos discursos que desparramarlos, porque cuanto se dice aquí, se escribe, sin dejar caer nada en tierra, como ::.e dice; nosotros, ciertamente, podremos leeros; pero, no sé por qué, cuando se tiene ante los ojos a los que conversan, la buena discusión, si no con más provecho, sin duda penetra en el ánimo con más agrado.
18. -Te lo agradecemos, le respondí yo; pero este tu alborozo repentino te ha obligado a decir, hiperbólicamente, que no puede darse para ti especdculo más feliz. ¿Y qué sería si vieras indagando la verdad y discutiendo con nosotros a tu mismo padre, a quien, después de tan larga sed, nadie superará en el ardor para abrevar en las fuentes de la filosofía? Si ya esto para mí sería el colmo de la dicha, ¿qué habrá que decir y pensar de ti? Aquí al muchacho se le saltaron algunas lágrimas; y cuando pudo hablar, con las manos exlendidas mirando al cielo, exclamó: -¿Cuándo, Dios mío, veré esto? Pero todo se puede es-perar de ti. En este punto, casi todos, olvidando 1a disputa, nos echamos a llorar, y yo, luchando conmigo, sin poder concentrarme, le dije: -Reanímate y recobra tus fuerzas; ya mucho antes te he prevenido para que te prepares y dispongas a la defensa de la bulabo. -Ergo utinam, inquit ille, iam uiocar, ut aliqu:mdo uos audiam 1 disserentes et, quod p us cst, 1údeam, quo mihi spcctaculo nihil potest felicius cxhibcri. nam quoniarn placuit uobis ista fundcrc potius quarn effundcre, si quidem ütc prorumpcntia stilo excipitis nec in terram, ut dicitur, cadcre sinitis, le¡:;ere ~.:tiam uo~ licebit; :-ed ncscio quo modo, cum admouemur oculis id cm ip:,i, quos Ínter sermo caeditur, bona disputatio si non utilius, at ccrte lactius perfundit animum. [ 36 J 18. Gratum habt"'mus, inquam; sed repentina ista gaudia tua temere illam sententiam euadcre coegerunt, qua dixisti nullum tibi spectacuiurn cxhibcri posse fclicius. (jlJÍd, si enim patrcm iilum tuum, quo profecto nema phi!osophiam est post tarn longam si(928)tim haustums ardentins. nobiscum ista quaerentem ac disserentem uidebis, cum ego me fortunatiorem numquam puwbo, quid te tandem semire ac dicere conucnit? -Hic uero ille aliquantum lacrimauit et, ubi Joqui potuit, porrecta manu caelum suspiciens: Et quando ego, inquit, Jeus, hoc uidebo? sed nihil est de te desperandum. -Hic cum paene omnes ab inten. tionc disputationis dinúti a in Iacrimas coepisscmus, ob!uctans mecum et 11ix me colJigeos: Age potius, inquam, ct in uires tuas redi, quas ut " rcmitti 'CCL
--
1[.7 ,19
1
121
Contra los académicos
. d e 1a Academia.' no creo, pues, que de sonar doctnna . «antes b 14 ]a trompeta, te acometa el temblor de los miem ros» ' y que, por el deseo de ver combatir a otros, te entregues tan pronto
Prisionero. ll - d" '· T igec.io al V"'rnos con sem J antes serenos, ana 10. E .:<.ntonces r , ~ h b' d desear
- . y por qué este hombre tan virtuoso no' a la e , e DÍas le otorgue este favor antes de pedlrselo? Creeme, Í~~cncio; pero me pareces hombre de p~co valor, porque no sabes qué responder y deseas ya. ser vel_"l_ctdo. Nos reímos todos. Y Licencio le diJO: -Habla tú, ¡oh hombre feliz!' no hallando la verdad, pero ciertamente no buscándola. 19. A todos nos contagió la alegría de los muchachos, y
_ 1
dije· · ' bí -Atiende a la pregunta v \ uehe al camtno con mas ro v iirmc7.a si puedes. l h · · . -Aq~í cstov en cuanto puedo. y si e que . a VIsto a m~ hermano, por la" fama sabe que es p~rectdo a mt padre, ¿sera rcniJo por insensato o loco porque nee. . . . ) l -¿Podrá llamársele a lo menos poco JUICioso.' e pregun-
ro
.
1
té vo. · do gue lo .sabe . ·-Cierto que no, a no ser que po:" f'le.d.Jcren Pues da como probable lo que la contHTL~a fama ha pregonado de él, no puede acusárs::le de temerano. Entonces continué yo: . d 1 ;\ -Consideremos mas despacio este punto, ponién o o ante congereres undeunde posses patronus Academiae futurus, longe ante rnonucram non opinor ideo, ut modn
ante tuhan 1 trcmnr occupct ar!us
lJt
~ut ut uisendac illicnac pugonc: d~si{:lcrio ~ito _rte ~p~~~e~~~~~Jsc·a~~~iJ~i --Hic Trygetius, ubi s
1 '
Vn~G .. Ae11cíd. XI 42--1-.
1
122
1
.
Contra los académicos
rr,s,2o
os Ojos. Supongamos que ese no sé ~ h hablamos está presente aquí D 1 que ombre de quien mano, y dice: · e a guna parte vrene tu her. -;-¿De quién es éste hijo? l. le responden: -De cierto Romaniano. d-d¡!Obf, cuánto se parece a su padre! dice él. ,·Con cua'nta ver a a ama pregonó esto! Aquí dirías tú o algún otro: -¿Luego conociste, buen hombre a R . ~N? lo conm:L r_esponde él· . ' omanrano? ~s _semeJante. · _,_ sm embargo, me parece que -Oyendo esto ·p d · D . ; · ' é o na uno contenerse la risa? ~mgun modo, respondió Licen¿o. ebo ya ves la consecuencia q d -Ha tiempo que la veo P ue e esto se sigue. sión quiero vo recogerl'a d t.. e~o, con todo, la misma conclu. · e I mrsmo porq comrences a alimentar l h h ' ';1~ es necesario que - .y ; a que as echo pnswnero e por que no sacar esta I .; . dencia clama que son dign d ~onc uswn? La misma evios e nsa tus ac d' · 1.a Vl·¿a quieren seguir lo ~veros~ ·¡ 1 _a emicos, que en Ignorando ésta. - tmi. o semeJante a la verdad,
L:
CAPITULO
FIIJ
ll,8,21
Con/NZ
los académicoJ
123
este necio siguió el rumor de la fama, cuya autoridad es la más despreciable. -¡Como si no fuera más necio, le argüí yo, si dijese: No conocí a su padre, ni supe por la fama que se parece a él; con rodo, me parece semejante a él! -Cierto, sería más necio hablar así; pero ¿a qué viene eso? -Pues a demostrar que tales son los que dicen: «No conocemos lo verdadero, pero lo que vemos se parece a lo no conocido». -Probable dicen ellos, le objetó Trigecio. -¿Cómo dices eso?, le repliqué yo. ¿Niegas que lo llamen verosímil? -Lo he dicho, contestó, para rebatir aquella analogía. Pues, a mi parecer, sin razón la fama irrumpió en nuestra discusión, ya que los académicos no se fían del testimonio de los ojos humanos ni de los mil ojos fantástícos de la fama, según fingen los poetas. Pero, en fin, ¿quién me mete a mí a defender a los académicos? ¿Acaso en esta cuestión envidiáis mi seguridad? Ahí tienes a Alipio, cuya venida ojalá nos traiga vacación a nosotros, pues creemos que tú desde hace tiempo con razón le temes. 21. Hecho el silencio, entonces todos volvieron los ojos a Alipio, quien dijo: -Yo quisiera ciertamente, según me lo consienten mis fuerzas, servir de apoyo a vuestra causa, si vuestra suerte no t\cademicorum cautio ab huius quem descripsistis a ineptia. illi enim rarionibus assequuntur quod dicunt esse ueri simile, iste autem ineptus famam secutus est, cuius auctoritate nihil est uilius. -Quasi uero, inquam, non esset ineptior, si diceret: patrem quidcm eius minime noui nec fama comperi, quam sit similis patri; sed b mihi tamen similis uidetur. -Ineptior certe, inquit. sed quorsum ista? (929) -Quia tales, inquam, sunt qui dicunt: uerum quidem non nouimus, sed hoc quod uidemus eius quod non nouimus simile est.- Probabile, inquit, illi dicunt. -Cui ego: Quomodo istuc dicis? an negas eos ueri simile dicere? -Et ille: Ego, inquit, ob hoc dicerc uolui, ut illam similitudinem excludcrem. uidebatur enim mihi fama inprobe inruissc in quaestionem uestram, cum Academici ne oculis t38] quidem credant humanis, nedum famae mille guidem, ut poctac fingunt, sed monstrosis tamen luminibus. nam quis ego tandem sum Academiae dt>fensor? an in quaestione ista inuidetis securitati meae? en habes Alypium, cuius aduentus nobis quaeso ferias dcderit, quem te iam dudum non frustra formidare arbitremur c. . 21. Tum facto silentío aculas ambo in Alypium contulerunt. tum tlle: Uellem quidem, inquit, ut meae uires patiuntur, auxiliad aliquatenus partibus ue.~tris, nisi mihi omen uestrum terrori esset. sed hanc formi.. de5cripsisti PL, CCL 0 patris, et CCL ~ arbitramur PL
124 ll,9,22
me amedrentase. Pero este temor lo desech~né pronto si 1 esperanza · · ' q a ' ¡ ¡ no me er· . 1g·rr-r· a. Al mismo tiempo me consuela . u]e e actua adversarw de los académicos ha so¡1ortad carga de T , · 'J h o casr a ' r_tgecw venci o, y a ora, por vuestra confesión est' eh pderspcctva SL. victoria. l\:1as temo no poder evitar el r~pr: e e . e ne~ Igente por el abandono de mi oficio, y J'-' presunción por mvadu el de otro pues no creo habt ,. . 1 'd· d •] f' , J e JUCZ. . ' ' ClS O Vl a O qLIC asumí C O lCIO Aquí dijo Trigecio: . -S e trata de ~os cosas diferentes; te rogamos pues t d CJCS a1guna vez prtY
CAPITULO
IX
GRAVEDAD DEL PROBLEMA DE LA VERDAD
22. Por lo cual, quiero que me expongas ·oh bu rdor de los académicos! ' tu deber; esto es, e~ f~vor d:n ~~~ os acometes. Pues temo que, refutando su sistema te q tres como académico. ' muesdSabes muy bien, le advertí yo, que hav dos clases de acusa ores; pues si Cicerón, muv modestat~ente d¡" · , JO que dincm ni m~ spes fefclJ
·'t
f
'1
f
.
praese~s Academicon.:m e~~fm~~~~t~r ugem. ~mul ~nirr: ~olatur me, quod
ct nunc eum uictorem ucstr·¡ conf . onus brb~Jtu UlCtl paene subierit, ne ct deserti of'' ... "¡ ' · csston~ pro a 1 e est. illud magis uereor possim non eni nut ncg ~gen tlam et. tnuasi inpudcntiarn deuitare no~ 0 -Hic Trygctius~n rtl~J ¡~~~~~ ~thj \~1 dicis mihi r_nunus fuisse delatum. ;nus, ut .te aliquando .patiarc, pti\~,~;u~JC aut~~11 a,lrud e~'t; q~are quaesumpudentlam uel neglegentiam l'it , . . ~e rcnnu~n.n, mt, .nc, cum est inmanius, ]aqueos incidam si trc cupw, .1h0 • supcr~Iac, quo uttio nihil quam permittitis teneam '' ' · mnorem 1111 1 a uobrs concessum diutius
IX. 22. Proinde ucÚm mihi expon· b , officium tuum id . : · ?S, one accusator Academ1corum , est, .n quorum Jden~wne 4 hoc ' Acadcmicos refdlens Academicum te b opp¡lfgnes. mctuo enim, mquam, ut opinar duo genera b pro ar~ ue ls. -Accusatorum, modestissimc die ' _ · esse ene . nostt, si cnim b a Cicerone defensor esset, p~~~c~~~ tta eum e_ssc, UertJS .acci:Isatorem, ut Siculorurn necesse cst cum, qUI a tquem accuset e, habere
Contra los académicos
l ],9,22
de tal modo era acusador de V erres L', que aun al mismo tiempo defendía a los sicilianos, se sigue necesariamente que todo acusador de uno es defensor de otro. -¿Tienes a lo menos, dijo él, algún fundamento en que estribe tu opinión? -Fácil me será contestar a tu prt:gullla, sobre todo porque '"'"~ no me coge de sorpresa, pues todo esto lo tengo yo tratado conmigo mismo y con mucha atención por largo tiempo lo he examinado. Por lo cual, oye, Alipio, lo que creo muy bien sabes: no quiero que esta discusión ~e lleve a cabo por el simple prurito de discutir; dejemos ya los ensayos que hemos tenido con los jóvenes, en que la filosofía se ha mostrado como chanceándose. ¡Fuera de las manos los cuentos de los niños! Se nata del destino de b vida, de las costumbres, de nuestra alma, la cual confía vencer la dificultad de todos los sofismas, y después de abrazar la verdad, volviendo, por decirlo así, al país de su origen, ha de triunfar de todas las liviandades y, desposándose con la templanza, como esposa, reinar, segura de volver al cielo. ¿Oyes lo que digo? Desechemos todo eso ya; «hay que preparar las armas para un valiente guerrero>> 16 • Nada he deseado siempre menos que dar ocasión a que surja un nuevo conflicto entre los que tanto tiempo vivieron entre sí con mutua armonía y comunicación. Mas por la memoria, que es infiel custodia de las cosas pensadas, he querido fijar con la escritura lo que tantas veces altcrum, quem defendat. -Et ille: Saltem habesne tu quidquam, in qua sentcntia tua iam fundata constiterit? -Facilc est, inquam, huic rogationi respondcre mihi praesertim, L39l cui repentina non est; iam hoc totum egi et diu multumque uersaui animo. quam ob rcm audi, Alypi, quod, Ut arbitrar, iam optime seis: non ego istam disputationem disputandi gratia susceptam uolo. satis sit quod cum istis adulcscentibus prolusimus d, ubi libcntet nobiscum philosophia quasi iocata est. quare auferantur de rnanibus nostris fabellae pueriles. de uita nostra de moribus de animo res agitur, qui se superaturum inimicitias omnium fallaciarum et ueritate conprehensa quasi in regionem suae originis rediens triumphaturum de libidi(9JO)nibus atque ita temperantia uelut coniuge accepta regnaturum ~sse praesumit sccurior rediturus in caelum. uides quid dicam. toUamus lam cuneta ista de medio arma acri facienda uiro;
:'e
a defensioncm PL non enim ~¡ PI
0
~
accusat PL
-·
CCL
125
nec quidquam minus semper optaui, quam intcr eos, qui sccum multum uixcrunt multumque sermocinati sunt, oriri aliquid, unde nouus quasi conflictus exsurgat. sed propter memoriam, quae infida custos est excogi10 1 " 0
Crc., Verr. IV 82. Cf. TESTARD, ibid., VrRG., Eneid. VIII 441. pr~elmirnm
PL
n
3.
126
Co1tlra los académicos
Íi,9,2l
hemos tratado entre los dos, para que estos adolescentes aprendan a dedicar su atención a este linaje de problemas, adiestrándme en la acometida y defensa. 23. ¿No sabes, pues, que yo no tengo ninguna cosa por cierta :7, y que de su investigación me retraen los argumentos y discusiones Je los académicos? Pues no sé de qué modo me han hecho creer como cosa probable, usando su palabra favorita. que el hombre no puede hallar la verdad; por lo cual me hice perezoso y tardo, sin atreverme a buscar lo que no estuvo al alcance de los varones más agudos y doctos. Si, pues, yo no logro convencerme de la posibilidad de descubrir lo verdader<> tan fudtemente como los académicos estaban convencidos de lo contrario, no me atrevo a indagar nada ni hallo cosa que defender. Dda_,_pLJ~S_,_ a_t_¡n l_adQ_ tupr~gunta, si t~ pJa~~_y__di~~utamos entre los dos2 _cop l_a mayor sagucidad posible, si puede hªlla.t;se - ~la- vercbl -Por lo que a mí toca, tengo a mano muchos arguffientOS-· que oponer a la doctrina de los académicos; nuestra diferencia de opiniones se reduce a lo siguiente: a ellos parecióles probable que no puede descubrirse la verdad; en cambio, a mí me parece que puede hallarse. Pues el desconocimiento de la verdad me ts particular, si ellos fingían, o seguramente es común a ellos y a mí ~. 1
tatorum, referri in litteras uolui, quod inter nos saepe pertractauimus, simul ut isti adulescentes et in hace attendere discerent et aggredi ac subire temtarent. 23. Tune ergo nescis nihil me certum adhuc habere quod sentiam, sed ab eo quacrendo Acadcmicorum argumentis atque disputationibus impedid? nescio qua enim modo fecerunt in animo quandam probabilitatem-ut ab eorum uerbo nondum recedam-quod hamo uerum inuenire non possit; unde piger et prorsus segnis effectus eram nec quaerere audebam, quod acutissimis ac doctissimis uiris inuenire non licuit. nisi ergo prius tam mihi persuasero uerum posse inucniri, quam sibi ilJi non posse persuaserunt, non audebo quacrere ncc habeo aliquid, quod defendam. itaque istam inter[40] rogationern remoue, si placet; potius discutiamus Ínter nos, quam sagaciter possumus, utrumnam possit uerum inueniri. , et pro parte mea uídeor míhi habere iam multa, quíbus contra rationem ; Academicorum niti molior; intcr quus et me modo interim nihil distat, nisi quod illis probabile uisum est non posse inueniri ueritatem, mihi autem inueniri posse probabilc est. nam ignoratio ueri aut rnihi, si illi fingebant, peculiaris est aut certe utrisque communis. 17 dlic (igura quadJm utitur Augustinus solemni dialogorum more. Natn nonnihil certum hahebat quod scntirer, qui iam dudum mente «pervenerat ad id quod esti:• uti 1.7 Coa/. c.17, legímus». Cf. etiam 1.8 c.5: PL 32,930a). 18 Véase nutJ complementaria n.15, p.925.
127
Contra los académicos
Jl,!0,24
CAPITULO No
X
ES CUESTIÓN DE PALABRAS' SINO DE COSAS
:t
Entonces dijo Alipio: ti J! L, Ahora ya avanzaré con seguridad, porque v~oden '. . d fensor y así para no It emasia o ya un acusador' si~ o un e 1 ~ntilar 'nuestra cuestión' corno lejos, te ruego no mcurra¿~s a v ti en una mera controversia ocurrió a los que ~e prece. ;er~n : t~mada de la autoridad de verbal, pues por lnsmuahcion u y o~fesado que es cosa abomiCicerón, muchas veces emos e 19 nable • _ h b. d dicho Licencio que le Pues si no me. enrano~ a~ad~~ll~OS acerca de la probabiagradaba la sentenCla ue lo i en ello--si sabía que tamlidad tll le preguntaste-y conv ~o haberlos conozco yo, por bl.e'n '¡a llamaban verosimilitud. Bten los fundamentos del sistema aprendido de ti, Y no d e 0 t ro, académico. el ánimo, no es cosa de Teniendo esto bien impreso en cuestiones verbales. . -.le; ocuparnos con 1' , ,0 mera cuestión de palabras, smo 1 -No es, e rep ¡que J r'd d 1 S académicos sabían ) de. mucha sustancia y rea 11 a ' pu~s ? h!·en me parece que b d . dos a as cosas, mas :~ poner. nom rels a ecuabl para ocultar su manera de pen::ar escogteron ta es voca os 1 1 1 " a tos a los más tardos de in]gcnio Y, rev]_ a~~~ :t~pfnió~, declaExpondré luego e porque y e e 24
J:
' ius. Iam, inquit, :;ecurus incedam; _uideo enim · d" t fore itaque ne longms abeamus, te non tam accusatorem quam ha lU orem ,., ne. m in qua successisse uideor · ne per anc quaes O• , • d · uideam~s ~~aeso pnus, . rbi controuersiam decidamus, quo te tpsc: his, qm tlbt cesserun~, m ~e Tulliana turpissimum esse saepe confe~~~ insinuante et a .aucto~lftatlle lllLicentius placuisse sibi diceret de ~robabt~l sumus; cum entm, nt a or: b' · .· quod ille haud dub1e conürcntenttam su tects.t, . . . tate Aca demtcorum s . ' · ¡ ;_militudinem nommatL et . · h e ab etsdem etlam uer ·5 .\ d mamt, scuetne an .h. t· nt non absque te esse L\_Ca e· 'dem ex te mt 1 no a su , . . ·¿ b bene nout,· s!. qUI · ¿· . nimo too inbxa smt, qw uer ,a micorum planta. quae cun:. ut_ IXL a ··,h·1 erede 11 erborun1, sed rerum . . N on es t 1sra ' tnquam. · f J u1ros . ¡ m~sc · ~ectens Ignoro. . rn _ ·¡1 . {9, arh.1, rsia. non emm eos 1 .os ' ·¿ ipsarum magna con~roue · . . , ncre sed mibi hace uocabula 111 ~n tror qui re bus nesorent nomma Jlll,pn ., 'et ad sicnificandam uigilantto' . ¿ e ltand:1m tare 1ormus modo ·mihi ·~ tur eleg¡sse et a oc u · uid~atur e-~:ponam, ·b · am · quod quarebct .qua,,mquam· cogmtlonts . . . h umanae r¡ us sententram su . ·¡¡ ¿· ussero quae a ets cum pnus 1 a l~C , • libente-r haben hnc usq11e ho¿·te inimicis dicta hommes putant. ttaque pcr
X.
1~ a
24.
Tum Al}p
ÜCERO.
ex PL
De oral. 1
7.
Cf.
TEsTARD,
ibid.,
II
3.
128
Contra los acüdémicos II d ¡ ,11,25 an o antes o que comúnmente se cree pensar, corno adversarios d 1 . . acerca de su manera de A51, d e conoctrruento humano me agra a sobremanera · llegado hoy a un punto de d dqued nuestra conversación haya es la cuestión ventilada ent s e on e yaparece claramente cuál ' re nosotros 0 creo 11 f varones muy prudente~ v graves· . que e os ueron de someter a discusión. . ; ' y srl ay algo que ahora hemos d; . , sera contra os que e ¡ aca emtcos fueron hostiles al hallaz o d reyeron que os Mas para que no me creas a b -~ d e la ve~dad. emplearé mis armas gustosamer~to ar. a o, ta.mbten contra ellos q~e se consigna en sus libros v ne, st sos_t~vieron con tesón lo n: descubrir ciertos sagrarios, de 1~ p~r itdstmuhlar sus opiniones ptdos y profanos. \ er a a omhres corro m.
[1,11,26
r
h
y esto lo haría bov si la caída del volver a casa. so] no nos obligase a
CAPITULO XI SOBRE LA PROBABILIDAD
-Pues hoy no hemos de discutir grandes problem
--
. as, qmero
nostrum procei'sisse serrnonem Ut sati . . tc9-ue co_nstaret. nam illi mihi 'uidcntu; q~¡J mter ?OS quacreretur aperfu_Jsse. ~~ quid cst autem, L41J uod 1gJaues. omnm~J ac prudentes uiri ern, qu1 Academicos inuentt'ont· q. . J une dJsputabJmus aduersus cos 1 t · ucntatJs aducrso f ' ' · ne erntum putes. ctimn contra . . s. UJ~se crediderunt. et ne nccultar:dae sententiae suac nmsaco~l~p~hs J?~n munus armabor, si non ct qu~st profanis qu>~.cdam ucritati, . e¡s temere pollutis mentihus guae m eorum lihris !cgimus dcf s ¡sacra prodcrcntur' sed ex animo illa solis . ' ene erunt quod h d' f ' occasus tam domum redirc e -·!l : o te acercm, nisi nos' tatum cst. ompc: eret. -Hactenus illo die d' XI . . Jspu~ . . · 25. PostndJe ~utem qua · . d_¡es mluxisse~, uix tamcn don~cstic~u¡~"no~ _mlO¡s ~landus tranquillusque ~rus pa.::tcm 111 ~pistolarum maximc nc~~tll~ cuo lltl sumus. nam magnam la~. du~e .hora e Ul;" reliquac forcnt ad sc;!ptwne cons~mseramus. ct. cum cac!J mmra sercmtas placu 1·1 ' p a~um processmnrs. nam rnuitabat tem · ' que. ul nc lp-.un 'd · pus pertrc patcremur. itaque cum ·¡d \, 1 qu¡ e.m quod rcstitcrat t"t mam1ssemus loco: Udün · ' ar orem solttam uentum esset uos, mquam, adulcscemuli, quoniam non ~·st
129
que me recordéis vosotros, los jóvenes, cómo respondió Alipin la cuestioncilla que os turbó. -La respuesta fue tan breve, dijo Licencio, que apenas es trabajo recordarla, Sobre su valor y peso a ti te toca juzgar. Pues, según opino, el acuerdo sobre el fondo de la cuestión Jtajó la controversia sobre las palabras. ~¿Y habéis comprendido bien, les dije yo, lo que eso significa y la fuerza que tiene? ~Paréceme a mí entender lo que eso significa; pero no obsta eso para que tú lo aclares más. Pues muchas veces te he oído decir que es vergonzoso discutir sobre cuestiones verbales cuando se conviene en las cosas. Pero esto es demasiado sutil para que se me exija a mí una explicación. J
~Qí_0 1 . _f!g_e_? 1__!~~ .. 9.Ü~.. Y_~>. g~ _.9!-:l_~ __s_~--~-r~~~. -~lmm~~ los académicqs probable o verosímil lo que, sin asentimiento forffial de nuestra parte, basta para movernos a obrar. Digo sin asentimiento, de modo que sin tomar por verdadero lo que hacemos, conscientes de nuestra ignorancia Je la verdad, no obstante, obramos.-POI: ejeffiplo, si la noche pasada, tan serena y pura,_ alguien nos hubiera preguntado si hoy había 9e s~Ii~ un sol tan alegre, _sin ..eluda hUbiéramos respqDdido: No lo sabemos, pero !)os parece que sí. Pues de esta categoría son, dice el académico, todas las cosas que yo he creído conveniente llamar prol1ables o verosímiles. Si tú les quieres poner otro nombre, no te contradiré. r..le basta con saber que has entendido mi pensamiento, esto es,
26.
Hasta aquí disputamos aquel día.
25 · El día siguiente también ¡ ·, b . u~ro emgno y sereno, V apenas nos dedicamos a las f agncolas p · J e e'] ¡o empleamos en ' la redaenas .~ d ' orque gran parte \'id b l acciOn e cartas y p a a a extraordinaria serenidad del e· 1 . . .ues nos conchar el poco tiempo qtJe n d b le o, lJUlsJmos aproveLl os que a ~1 . egamos al árbol de costurnbr d , alli todos, les dije: e, Y espues de acomodarnos
!
Contra los académicos
)
.
hodie magna res aggrc:dienda, in mcmoriam mihi rcuocetis, quomodo he~tcrno die rogatiunculae, quac uos turbauit, Alypius responderit. -Hic Lic~.:ntius: Tam brcue est, inquit, ut nihil negotii sit hoc rccordari; quam lcuc sit autem, tu uideris. nam, ut opinor, uetuit te, res cum consrarct, de ucrbis mouerc quaestionem. -Et ego: Hoc ipsum, inquam, CJ':id sit quamue h~bcat llim, ~atis animaduertistis? -Uideor, inquit, m1hi uidere quid sit; ::.cd quac,-o tu id paulispcr exponas. na m sacpe abs te >. satisnc
/
i
130 Coll!ra los académicos , . a qt~e cosas se aplica dicho nomb P
/
.
ll,l2;2)
avenguad?.r de la verdad,no artífic:ede ]u es el sabt~ deb~ ,Habets entendid ;·- .------as palabras , : o, pues, como se me han id d 1 ague JIos juegos con que trataba d . . o e as H b, d e e¡ercttaros' a ren o respondido ambo , . •· "~ tes me pedían una respuesta lessqdt~~ ~1, como con sus semb.IQ. ·Q , " , - t¡e. C' e ue pensars?, 05 repito ·C ,. de estas palabras, fue tan i d.' e reers ]que rcerón, artífice ponía nombres o d n rgcnte en a lengua latina qQe . ánimo? 21 p co a ecuados a las cosas que tenía en su
manos
_
1
1
CAPITULO
XII
SE INSISTE EN EL MISMO ARGUMENTO
27,
,L
Entoeces dijo Trigecio:
~.p_L!_~s __la_ cosa es chn 110 h d ~lón__y~_f.~~L_ Por lo ~u~f illira :~os b. e pr?mover ni!}~
rf
pondera este nuestro liberr<~do s re_n como has de va tus acometidas. .. r, contra qmen preparas de mf
1
-Un momento, dijo Licenclü f ~ en el pensamiento no sé "1 ' por avor, pues me br" dejaae arrebatar fácilmen;uet uz y por ella veo que no debí y d , d " Le an grave argumento .,. -Nesdpues e una pausa silenciosa de reflexió~ añ d' ". -~ . a a me parece más absurd . ' a ro. - s~mepnte a la verdad el ue Í - o 9ue de~u que aprueba en este punto tu corñpir;Ciófiglfra es~a; m,. me hJ:a~c~e~~~a;;~1 del estado atmosférico de h , . uesb Sl a mi me ¡: o; no se anunta alguna Íntcllexístis, quomodo mihi lud' . .11 , cxcussa sinP -HI'c, cu¡n b tcra. la, qmbus uos agitabam de · arn o se mt 11 · ' responsionem postularent ~earn· Qu~ ex1sse. re~pondisse·c:i',~;~~~~~~ haec uerba sunt inopem f , ' l . putat1s, mguam, · bat, nomina ' ll!sse atlnae Jinguae, ut rnmus quas sentte impone~ t) ' apta
. ,eTal, . XII - · ·-'7· Tum Trvgctru'•· · · s1t, de u
s:
;~
9,c..
Vease a
Quo
Arad. frag.lO Müller. nnta C0mplem<>"I"I'." ,., "" ~ n.lfí, r.9T).
PL
'
Contra los académicos
131
rnnilana, muy bien responderé que es verosímil, porque sostengo que puede conocerse alguna verdad. Sé que este árbol no puede hacerse de plata ahora, y otras muchas cosas digo sin presunción que las sé, a las cuales veo que son semejantes las que llamamos verosímiles. Pero tú, ¡oh Carnéades! , o no sé qué otra peste griega, 1 para callar de los nuestros-¿y por qué dudaré ya de pasarme ) ,1l bando de quien soy prisionero por derecho de victoria?-, . cuando tú dices que no conoces ninguna verdad, ¿cómo puedes abrazar lo que se asemeja a ella? Cierto no pudo dársele otro nombre. ¿Cómo, pues, podemos "JíS"c-i.iiír ·co-!1-·'U-n--IiOmbreque ni ~iquieú1 puede- hablar·? 28. -No temo yo, dijo Alipio, a los tránsfugas, ¿cuánto ¡;ltnos aquel Carnéades contra quien, movido por no sé si ligereza juvenil o pueril, has lanzado más bien maldiciones que el d::rdo de un argumento? Potque para confirmar su sentencia, que buscó siempre fundamentos de probabilidad, le bastaba alegar fácilmente contra ti que nosotros nos hallamos lejos del descubrimiento de la verdad, de modo que tú mismo puedes hallar en ti un argumento de fuerza, pues, por una cuestionGilla que te han propuesto, has cambiado de posición, sin saber dónde poner el pie. Mas esto, como también el argumento de la certeza del árbol, mencionado poco ha, dejémoslo para otra ocasión. Y pues bas cambiado de partido, conviene insistir en lo que poco antes dije. esse ueri simile, qui me non nego nosse aliquid ueri. nam scio arborem istam modo argenteam fieri non posse muftaque talia uere b non inpu. denter me scire díco, quorum uideo esse similia ea, quae ueri similia nomino. tu uero, Carneades, uel quae alia Graeca pestis, ut nostris parcam ~quid enim dubitem in hanc partem transite ad eum, cui captiuus debeor Jure uictoriae?-tu ergo, cum te nihil ueri scire dicas, unde hoc [ 43] ueri simile sequeris? at enim non ei potui aliud nomen imponere. quid ergo nohis disputandum est cum eo, qui nec loqui potest? 28. Non ego, inquit Alypius, perfugas metuam; quanto minus ille Can1e<1des, in quem nescio utrum iuuenali an puerili leuitate commotus maledicta potius quam aliquod tclum putatis esse iaciendum. nam illi quidem ad roborandam sententiam suam, quae semper tenus probabili fundata fuit, hoc intf'rim adersum te facile suffecerit, ita nos a ueri lnuentione procul esse pasitos, ut tu tihi ipse magno argumento esse J:lossis, qui ita una interrogatiuncula loco motus es, ut ubi tibi standum esset penitus ignorares. sed haec atque scientiam tuam, quam tibi impressan1 de hac arbore paulo ante confessus es, in aliud tempus differamus. quamuis enim iam alias partes delFgeris, tamen sedulo docendus es, quid ~~aula ante dixerim. nondum, ut opinor, in eam qu~estionetn, qua utrum tnueniri uerum possit puaeritur, progressi fueramus, sed illud tantum o vera PL
132
CoiJ!;·a ZuJ
acudémicos
Il,B,.¡9 Pues ~odayía no ha~~-º_l_OS Cl~_tr~ld<;l __ ~I~J~- s~"~tags:ia del arsu~ mento relativo a la posrbilidad de hallar la verdad; pero y0 creí que en d mismo umbral de mi defensa debía suscitarse la cuestión, con y u e re vi a tí abatido y sin fuerzas; conviene a saber; sí no ha de buscarse lo verosímil o lo probable----o llá. mese con algún otro nombre -, con que se dan por satisfechos los académicos. Pues si tú te tienes por un perfecto poseedor de la verdad, a mí poco me importa. Si después no eres ingrato a mi patrocinio, tal vez me enseiiar·Js estas mismas cosas a mi.
CAPITULO
X JI I
Coi\CLusróN
"
29. Ac¡uí intervine yo, :.:1 ver a Licencio ruborosamente temeroso Je la Hamtmo~l e;' de la cuestión de ~~ls palabras; y ahora nquel sol me avisa que in ipso uestibulo defensionis meae praescribcmlum putaui, in quo lnssum prostralumque prospexeram, hoc est utrum ueri similc an bile an alío si quo nomine appellari pote~t, quod sibi Ac:Klcmici sat dicant, quacrendum non esse. nam si tu optimus iam inuentor ueritatis tibi uideris, nihil ad me. postea si ingratus non fucris (933) huic patro-: cinio meo, eadcm fortasse me doccbis. · XIII. 29. Hic ::go, cum uerecunde Licentius Alypii impetum darct: Omnia potim, inqw1m, Alypi, loqui maluisti quarn modum nobis eum his, qui loqui nesciant, disputandum sir. Quoniam olím cum mihi tum omnibus notum est et nunc tua p,:C::,'·~~¡~,~~ satis indicas te loquendi peritum esse, uclim cxl44Jpliccs utilitatem huius inquisitionis suae, quae aut superflua cst, ut opinar, et ei magis respondere superfhmm est aut si commoda uisa fucrit explicari nequiuerit, precario abs te impctrcm, ut magistri "'''""m grauerc~. -1-Jeministi, inquam, heri me esse pollicitum de istis :;~~~~:~¡ post acturum. ct nunc ille sol admonct, ut quae ludiera pucris redigam in cistas, praesertim cum ca ornandi iam potius quam
-
133
Contra los académicos
, en la h chos como junuetes, lo recoJa , ·üe propuse a los mue a 1 nao ~ás como adorno que '1 b d arque o propo b cesta, so_ re to o p y ahora, antes que las tinieblas_ que pacomo objeto de vent~- icos nos impidan escribir, qutero ~~e ·rocinan a los acader:n d 1 . bl ma para cuya resolucwn ~01nste con toda clanda_ e pro e ' " , - m anana . · hemos e¡e ma ¿ rug.tt ·to· a tu parecer, ¿tuvieron Así,_pues, respo!l~~' -~~- ~uegoi ~~t~s a~erca de la verdad y no académicos una ~oc_tnna e ~ nte a los ignorantes y mal . :-·-----'festar temerarramc ' ¡ la amsteron mnnt . . . l o que se e area en sus . , , . o realmente smtleton preparao.Qs, 11,13,30
1
disputas? .. 30, Entonces dijo Ahpw: l , 1 afirmaré ) " · ·nto verdac ero, \O 110 0 -Cuál fuera su pen,,oamte l , 1 girse d~ lo que escriben, , p s seo-un puec e co e . p a la prunera. u e., S / . en su doctrma. ero , · e term1nos propon ¿ ' tu sabes meJor en qu . vicci0n personaLs!eQ_gm:: j:Q_Jly_la_ , , e preguntas por nu con sltum . ld no se ha cl~:;_cub~~r~o 1?-.-~-e~~-~t~~ Jreountabas acerca de los acaAñado tanitnen que lo q lt " d d no puede ser ballada, . lber que a ver a , démicos convtene a se .' 1 , ~ m o has podido adverttr no sólo ~s convicción arr~ugac a en. md·ld, '¿o grandes )r excelentes . 1 ·ha la auton a e siempre, Sll10 O pruc < l: 1" doblegar la cabeza tanto filósofos; ante ellos n_os 01 tgan a_ , ·dad imposible de ser ' nuestra d e·b'l'd 1 t a d pro¡Jhl como su sagacr
aventajada. , buscaba le dije yo. __:p·q_~5_.J11~__:temJ;t --Esto es lo que ~ 0 ~. ' ,,...,inión )' quedase cortada 1a misma ' f 1.1ese '- mos_____ de que ambOS -.- ·¿--.-":.....-; ·o_l:' ¿,,ersario que nos obl'tgase 1 ;" •~ o h·lbtcn o nlngun' nuestra d tspu,a. n ' . d , e cstión con el esmero que , a 1as mann~, , exam111an o,. 1n _L.1 de ' vemr haber• ocurr!·¿ o eso, te nos fucr
A
stilum nosPulll tencbrae o~cupcnt,_ q~wc 1 'ntcr nos hod¡e plcmsslrl_1e P~se uo 0 1 1" ··mdam mane surgen J um s1t · coJ•sret, aJ qunm qunc~troJ~em ;~b·; ~~Íli:;n~~'r Academici habuis~e cer_ta~ ltM1ue responde qwlcso. utl um . ·,c ,,.1 purgat1s anrm1s ' . n temcrc ¡gno 1 ,, w.. 11011 . h b t de U':ritate scnten~Jarn et. ea! . . · t corum se disputanones a en · 11 · Qro 1ra scnsennt, . • 1 \_)rodete no msse, an lk_ _• ,jcJ illis aninli fucrit, mqu~t, non .temere (93-t) 30. Tum rllc. , (() 11'Jgl.' d:ltur tu melms nostl, quae , ex.¿U 11"h ns confirmabo. nnm. quann.m ., · ~olclm· me auLcm de me 1psodec in utrba sententJsm suam promuc · ' 'ad lo etiam quod de Aca e. 1 , -~e uerum puto. t ' . consulis, inuentum nom um ~s . . -, tare 11011 solum mo 11ta quam nticis fla,-itabas. nec possc m_u~ntfl rn~a 1~-~-t etiam auctoritate magnorum , 1uertts · ·t'1 0'llt1101le m~ ,,,_u , ' b esemper f oere annnac 1_• m , 'praebere co 11 a sme '1, ]lr 1'·un• r¡uJ 1JUS no. . · · . nihil iam muen m posse ".·ccllentiommquc r lll "" 0 P . · ·· · ~:tpat ··¡lllSOflltn U 1tUl qU,liTI . - nostra stue <:1 1lttas 1 ,¡s , · .,p· ---lloc es t. mquam, quolt -. ' ll'Oc10 O)ITI]Jl-111, '1 , d'tspu crerk.·ndqm e~t. ¡;c;uo q,lo ·. . , l ,,,·,¡erctur quocj 111111, ' 1 . {] 1--,¡ '-lllll(jllC ]( e ', llO)t¡l, nmn uerc :1:H, Pe. CLh'1 _.. t, qtti e'\ altera parte rem tatir1 ll(><;tra manc:l ll'll1;1: 1 ~·rc't ll 11 1lf' C'XIq<'ll e' ,
~ratia proponalll. nunc
·natronae rAca , d-,<:fll~conm>. · s·>knt ·'
-h-' .
6
e
,
•
•
'
134
Con/r,¡ los ac,uiémicos
hubiera rogado tomaras la defensa de los acad, . . em1cos, d o que no sólo disputara imposibjjjdad de percibr"rnl, smodqude estaban persuadidos H , o ver a ero. e aqw, pues, el objeto de nuestra investi ac·, . . sus . argumentos ' es prob abl e que na da p ed :g- lon. ·b · SI, ~ ,~Jnguna c_osa se debe prestar asentimient~. foegt~~s Irse y b::; o, guslosamente me daré Por vencr"d o· pero si 1 ar que es mucho más probable 1 ' b. yo ogro verdad, y que el asentimiento n;us~c:ps: lO pduebde llegar no tendrás tú n;ng 1 , • e se e e suspmdeJI Agradó a éJ ·v·-~~~~dto_azoln-para no pasarte a mi lado. , . "' - s os presentes la pr nos env01Vlan ts ,c;;ombras de ¡, ~h ] . opuesta, y cuanctcl . a no~,_ e, vo v1mos a casa.
;i
a ccteris PL
LIBRO Ill De la sabiduría y bienaventuranza
CAPITULO
I
HAY QUE BUSCAR LA VERDAD CON AHÍNCO
l. Cuando después de aquel discurso, contenido en el se· gundo libro, nos sentamos otro día en los baños-pues el cielo estaba nublado y no era agradable bajar al ptado-, di comienzo a mi discurso de esta manera: -Ya creo que os habéis dado bastante cuenta de la cues· tión que quedó planteada entre nosotros para debatirse. Pero antes de yenir a la defensa de mi tesis os ruego prestéis gustosa atención a unas observaciones relativas a nuestro asunto sobre la esperanza de la vida y los propósitos que nos animan. Creo que nuestra ocupación, no leve y superflua, sino necesaria y suprema, es buscar con todo empeño la verdad; sobre este punto convinimos Alipio y yo. Pues los demás filósofos dijeron que su sabio la había conseguido; según los académicos, el sabio debe desplegar todo su conato en buscarla, y su acción debe ordenarse a semejante fin; mas como la verdad se halla oculta o cubierta, o es confusa e indiscernible, para ordenar su vida, el sabio debe atenerse a lo que le parezca probable o ve· rosímil. LJBER Ill [CSEL 63,451 (PL 32,933) . I. l. Cum post illum sermonem, quem secundus liber continet, a.ho die consedissemus in balneis-nam erat tristior, quam ut ad pratum h.beret descendere-sic exorsus sum: Arbitror uos iam satis animo aduer" ttsse, qua de re intcr nos discutienda quaestio constituta sit. sed antequam ad partes meas ueniam, quae ad e:J.m pertinent f'xplicandam, pauca quaeso de spe de uita de instituto nostro non ab re ahhorrentia libenter audiatis. negotium nostrum non leue aut superfluum, sed necessarium ac summum e~se arbitrar, magno opere quacrere ueritatem. hoc in ter me atque AlyDturu conuenit. nam et ceteri philosophi sapientem suum eam inuenisse DUtauerunt ct Acadernici sapienti suo summo conatu inuenicndam esse Drofes~·~ sunt idque illum agerc sedulo, sed quoniam uel lateret obruta uel confusa non emincret, ad agendarn uitam id eum sequi, quod probabile ac ucri simile occurreret. id etiam uestra pristina disceptatione confectum
136
T lf
·
Contl'u lM académicos
¡
lii
lll ,2,3
.22
ue Igua de ¡.a d". .. d b menre el result·ldo ' ISCUSlOll L' aver p y el~~r~seq:~r~o~ ;~leoebl homb¡ redse¡· hace feliz hallando ]~ v~rd~~s uscar a 1 ro-en teme t . 1 ,¡ • de toda duda que nada se h· ¡, ~ n e, uego esta uera , a e e dDteponer a esta ., Por ¡o cual os pregunto· ·Q , . ocupacron. llevamos aver? Vosotro. ,·~e. ta 1 ofs pareCJÓ la jornada que tudios. . s \1\ Jsteis en rascados en vuestros es.
el
a
5
Tú, Trigecio, te deleitaste con el d v· .. cencio se entretuvo componiendo vers!so~~~~-, e trgtlw, y Li. con tal fuerza que por e'l . , ' ' Icwn que le arrebata , ' · prmc1pa1mente he 'd h dIscurso, a fin de que en su át1I.rn 1· f'l f'queri o acer este . o ,t 1 oso Ia ocupe 1 -pues ya es tiempo-asiento nuls rin .· y rec ,a~e Y que toda otra disciplina. P clpal que el arte poettco
CAPITULO
IJ
LA SABIDUll.ÍA y LA FORTUNA
2, Mas decidme, ,;no me habéis e d 'd ' ant~ayer nos fuimos a dormir con la i omp,~, eci o a mi, puesa discutir la cuestión propuesta nt.enuon de levantarnosse interpusieron tantos quch- ' y parla ~Inguna otra cosa, pero· ,, f aceres re at1vos a nue t d · · tracwn amiliar gue abs b'd s ¡¡ra :1 mrms-·· . ' , .or 1 os tota 1mente p tuvimos al fin a la tarde d h or e os, apenas dedicarl~s a vo;otros ;J Fund' ' ods oras para respirar un poco y ¡ b' · an ome en esto sie · / e sa 10 ya no tiene necesid· d d d ' . mpre opme que tal necesita los bienes d fa e na a; mas para llegar a hacerse, · e ortuna ' a no se r que oprne · d e otrol mo do Alipio. est. nam cum alter inuenta uc(93..f)ril·Hc be t . . . alter uero tantum diligentcr quaesit· ' Il' a um flcn asseruent homincm, esse a nobis Jwic negotio ¡ora,cpo a, ld1U ¡ nostrum du[46]bium est nihil , . h . nc:n um. quam b ¡ , q~aeso estcrnum chem uir..lcmur d . , b' ? rem qua em uobts llXJSSe. UO JS quJ ·j · d" , . · utc1ere l 1CU1t. na m et tu T t'"gct' L' . .. e em m slu 11s uestns . • . ¡· . , J. r, ero-¡ 1u te ca .. b bl , L1cent1u~ rngend1~ uersibus U'' · "' ttnJnJ us o ectast1 et "cauJt, quorum am · ¡ P.ropter. cum maxime mihi istum . . ore Ha percu sus est, ut ems anrmo philosophia-nurrc s_etmonem mferendum putarcm qua in enrm tempus cst · ' . · < mo do guam poeuca sed c¡uacuis ¡· d' . . · -:---.matorem partem non 1! 2 S d · a ra lSCJp 1111a srht · · . us.urpet ac Uindicet. . · : ·e quaeso nos, nonnc miscr' . a cubJtum IS'-emus, ut ;ld dilatam . ·. atJ nos est1s, cum pridie ita surgerctur, yuod tanta de r·e t· , ·¡9ll<~estwncm. et prorsus ad nihil aliud · dldl 1arr ncccss·tno d . h rs pemtus occupatí uix duas extr. , d .. l ·' perageo a cxtitcrunt ut possemus? quare (9F) se,mp 'tn~
Contrd !os acddémicos
137
-Todavía no he averiguado hien, respondió el aludido, qué importancia das a la fortuna. Pues si para menospreciar la fortuna crees que ella es necesaria, me declaro compañero tuyo en esta opinión. Si, al contrario, no atribuyes a la fortuna más que el suministro de los bienes para subvenir a las necesidades corporales, que no pueden tenerse a mano sin su favor, no me arrimo a tu parecer. En efecto, o bien el que no es sabio, pero aspira a la sabiduría, puede, aun a contracorriente de la fortuna, adquirir lo que necesita para su vida, o bien se ha de conceder que aun en la vida de todo sabio ella domina, pues no puede éste renunciar a las cosas necesarias para su cuerpo. .3. -Dices, pues, tú, le repliqué yo, que la fonuna es necesaria al estudioso de la sabiduría, pero no al sabio. ---No será inoportuno volver a lo dicho, respondió éL Asi que ahora te pregunto: ¿Crees que la fortuna ayuda al menosprecio de la misma? Si te agrada la afirmativa, digo que el aspirante a la sabiduría tiene gran necesidad de la fortuna. -Así lo creo, dije, pues por ella será tal que pueda despreciar la fortuna. Y esto no es un absurdo, pues también nosotros, cuando somos párvulos, necesitamos el pecho maternal; gracias a él podemos después vivir y valernos sin éL -Para mí es manifiesto, notó Alipio, que nuestras opmwnes se armonizan entre sí si reflejan nuestra manera de pensar, a no ser que a alguien le parezca bien discutir que no es el pecho maternal, o la fortuna, sino otra cosa lo que nos hace despreciar a aquél y a ésta. -No es difícil echar mano de otra comparación, advertí yo. forluna ipsa opus esse arbitraris, me quogue comitem in hanc sententiam do tibi. sin fortunae nihil aliud concedis quam ea, quae corpuris necessitati non possunt nisi ipsa uolcnte suppetere, non ita sentio. aut enim licet eadem repugnante atguc inuita nondum sapicnti, cupido tamen sapientiae ~a sumere, quac uitae nccesstll'ia confitcmur, aut conccdendum ctiam b m omni sapientis uita cam dominari, cum e: ipsc sapiens his, quac corpori necessaria sunt, non indigete non possit. 3. Dicis ergo, inquam, fortunam csse necessariam studioso sapientiae, sapienti uero negas. -Non ab re est eadem repetere, inquit. itaque nunc ~tiam abs te quaero, utrum fortunam ad se ipsam contemnendam aliquid ~uuare aestimes. quod si arbitraris, dico sapientiae cupidum magnopere rnrligcre fortuna. -Arbitrar, inquam, si quidcm pcr ilhm erit talis, qnalis eam possit contemnere. nec absur[47Jdum est; nam sic etiam paruis nobis ubera nccessaria sunt, quibus cfficitur, ut sine his postea uiuere a~ ualere possimus. -Senrcntias, ait, nostras, si animi conceptio non drssonat, concordare mihi liquet, nisi forte disserendum e cuiquam uidetur, quod fortunae uel ubcrum non ipsa ubera seu fortuna, sed alia res b est etiam PL Uisccrnendum PL
e
Contra los académicos
J38
lli,2,4
Por ejemplo, así como sin nave u otro vehículo o instrumento adaptado a ello, para no temer al mismo Dédalo, o sin la ayu~ de alguna potencia oculta, nadie puede atravesar el mar Egeo¡ aunque no tenga otro deseo que llegar al término, y, una vea logrado el fin, se halla dispuesto a arrojar y a desprenderse de' los aparatos que le han servido para la travesía, de análogo moJu, quien quisiere llegar al puerto y, digámoslo así, a 1$ tierra firme y tranquilísima de la sabiduría (pues para calla.r. otras cosas, si fuere ciego o sordo, no Je es posible, lo cual depende de la fortuna), me parece necesaria la ayuda de éstq si ha de lograr lo que quiere. Una vez conseguido este fin, aun.,¡ que se vea necesitado de algunas cosas concernientes a su bienestar corporal, con todo, es evidente que ya no las necesita para ser sabio, sino para la buena convivencia social. -Antes bien, dijo Alipio, si es sordo o ciego, con razóq despreciará la consecución de la sabiduría, y aun la misma vida, para la cual se l:usca. 4. -No obstante eso, le repliqué yo, como nuestra vida, mientras estamos aquí, se halla regida por la fortuna, y nadi~ sin vivir puede hacerse sabio, ¿no se concluye de esto que nece;::_ sitamos su favor para ser guiados a la sabiduría? ~'1 -Pero, respondió él, no siendo necesaria la sabiduría sino'., a los que viven, pues sin la vida nadie la echa en falta, no temo; a la fortuna al prolongar la vida, Pues porgue vivo, deseo !~;' sabiduría, no por desear la sabiduría quiero la vida, Si, pues,¡, quaedam nos faciat contemtores. -Nihil magnum est, inquam, alio similf\ uti. nam ut sine naui uel quolibct uehiculo aut omnino, ne uel ípsumA Daedalum timeam, sine ullis ad hanc rem accommodatis instrumentís aliqua occultíore po:entia Aegeum mate nemo transmittit, quamuis aliud quam perueníre proponat, quod cum ei euenerit, illa omnia, nnih""" aduectus est, paratus sit abícere atque contcmnere. ita quisquis ad sa¡,ierl•!l tíae portum et quasi firmissimum et quictíssimum solum peruenire rit-quoniam, ut alia omittam, si cnecus .e, nihil in prop
Contrcl [os académicos
, , del motivo de buscar · 1 · 1 me pnvara / la fortuna me qmta a bl·aa, nde no tengo por que desear !a sabiduría. Para ser sa 10, po~ ~ ' es a no ser que me des d favor de la fortuna o temer ~us reves '
¡]!,3,5
otras razones. 1 líqué yo que al aspirante a la ~¿No crees, entonc:es1, e/ep mis~a llegar a ella, aun "'abiduría pueda impedir a ortuna ' privarle de 1a .:'1'd?·1 ',sin -No creo, dJ[o eL
1
d
qua
PL
139
CAPITULO EL SABIO CONOCE LA
5,
III SABIDURÍA
.· 1 diferencia que -Quiero que me digas, le d lJe yo, a
hav entre el filósofo y el sablo, 1 abiduría dijo no hallo , ~Entre el sabio y el aspm:mte a 1 a sbio pose~ co~o hábito, sino esta diferen~ia: las co~a-d~ru~e~ el aspirante las u ene en el ar , as te ref¡'eres-;. Pues para . · · ' ·a que cos · -Pero, en fm, mststl, e 1 , b'dnía el otro quiere mí la diferencia es: el uno conoce a sa 1 l '
J:seo.
1
conocerla • la ciencia con discreta conclusión, -Si defines lo que es , que d ara' 1a cosa bien declarada . d.. todos convienen en que -Defínala como qutera, 1e lJe,_ . falsas no puede haber clenoa, b ,, para de 1as coseas · . , b' h certe mi 0 servacton, -En esto me pareClO ten . ~ ' chases a galo. . . d te consentJmtento, tu no e d la cuestión principal. que, con mi Imptu en par sin freno por los campos e . de fortuna si mihi ahstulerit uit~1'1. sapientiam dcsidew, uolo Ult.amiet~t~ae nihil igitut habeo, cur u~ .ha!!' aufcret causam quaerendae sap · t , mpedimenta formidem, mst a~ta tcm fortunae au 1 · • stud10. Non l48] igitur censes s!"p1e~ltla~ '. sapiens aut f auo~em e; P fonasse protulerts. -fumdego.. ·am perueniat impedin, etlamst el non sum . osse fortuna e, ne a . ::.aptc-:'tl' . , . aufer~t uitam? -N~m arbttror·J,¡ll~~~~~lum aperias, quid tibi inter. saplell' l II. 5. Uolo, mc~uam, m.l Sa ientem ab studioso, aJt, n~ a tem et philosophum ~~~tare Ludea tur~ -;er!'ll in sapiente quidam ha~Itus re differre arbitrar, OlSI 9uod qyarf\ rantia -Quae sunt tandcm Jst~e ine;r, earum est in s.~~<-h<:~l\ Sl{i~d L~~etm interess~, nisi quodf_alte¿ scl~ res:' inquam; nam .mt 1 ~~~ 1 a --Si scienliam, inqutt, modes_to me eter sa)lientiam, alter sore de.s!derlt. . es -Quoqt1o modo, mquam, eam minas, ipsam. rem pian.m~ e o¡~~~~¡; sci~ntinm falsarum r~ru:n ess~ non determinem, dlud. <:'m.mbu.<; isa fuit obicicnda pracscrtp~to, ne J.ncon~osse. -In hoc .mill1, mqult .11 e: u '_rincipalis illins qu::'lcs.tioms campls tua ~iderata consens1one mea fan e m p
·fl·
·
\'éasc notJ contp 1cmcnl<1f1<1
fortuna PL
n.17. p.')23
140
-Ciertamente, le respondí ,0 n h . espacio para la equitación p J '1 o me as de;ado ningj.· fin que buscaba Por ·,. ues, sa vo. error, hemos llegado dicho, ninguna difere~~~a s~~ como su~tl _Y verdadera?Jente h sabiduría fuera de g , para al sahlO del estudiOso de la) d 1 b' ue este ama y aquél po 1 ¿· . 1' . e a sa iduría-v por eso no d d d see a ISclp Ina-' h<íbito- y nadie' puede p u aste en arle el nomhre de'!; 1 b 1 ) oseer en su ánimo la d' . r la er a aprendido V nada aprend 1 d Isctp rna si.n2: puede conocer io 't~lso, luego co~oe q}e a ¡onoce, y nadie has reconocido que tiene en st , . ce e, sa. ~~ ~ verdad, pues:, de la sabiduría. ' ammo la disciplma o el hábito·
nb·
-No sé hasta dónde llegaría mi au da . d.. , . Cla, . _IJO el, SI negase gue el sabio posee el hábito d 1 . de las cosas divinas y human epa mvesugaci~n de la verdad ter:e~ que no hay hábito de ~~"~ perb 8nbol'dvedo como puedes sos·, 1 1 a es que se han ro qurndo. -¿Med'f' concedes -Si 1 d' le1 dije ).0 ' que na d'le sa be cosa falsa? , n 1 tcu ta a guna. -Atrévete, pues ' a decir que e1 sa b'10 Ignora . añadi yo. la sabiduría, !vlas d¿por qt · límites dIe,· me d"IJO e'1 ' lo encierras todo dentro de prendido elam~ab~d~~~a ?o pueda parecer al sabio que él ha com· -Dame la mano, le dije vo ent0 n p . , das, esto es lo que aver t · ,ceds. orque, SI tu recuer· alegro de que venga oe prometr emostrar, y ahora ' e mo una conclusió ' · una .espontánea concesión tu 'a Pu 1 . n mw' stno como la diferencia entre la .· . ) .d les 1abtendo asegurado postciOn e os académ¡'cos y 1a m1a , es
,,-o
cqUJtaret Ptat1o -Pbne mlhl lT 1 t1 nam, 111h1 fallor, quod Jam dud~~~~~~ 1illJl ubl eqUJtarc possem relíquís~~ enJJn, ut subtJbtcr ucreque dlxtstJ 1~h~r, ad lpsum fmem peruenimus. sjpientem mtcrcst OJSl qlJod Jstc am' t 1 Ji Jnter saPJenttae studrosum et p mam-unde etJam nomen 1 ad, J e autem habet saptent1ae . psum, 1 est habJtum qucndam explcimere non cunctatus es nem mhJ! dJchcJt mh:laute o adutelm habere dJsclplmam potcst tn ' m Jc lut qm n1h1l n potest, nomt 1gaur sapJens uent~tem ouJt, et nosse In animo, Jd cst l,abJtu 1 , quem dtsclplmam sap1entlae lmpudentlae sJm, hab¡~~a~~c ~;~:~tJ confessus es -1\esCJo, mquJt, esse m sapJente confessum 1 onts dnnnarum humanarumque wuentorum probab,lmm hal1 tme negare uoluero sed qui tJb1 OJhl ¡ <~ sa nemrnem scue) 1 us non r 1 essc ' non u>d co - Conced¡s n 1 Jnquam, sap1entcm noscrre ~a acre qwdem mqutt -Die Iam 'SI 1 unlllcrsa conc JudJ~ ut~ 11 Pb ~nttam -Qmd en un) alt hoc D , u e etl s¡ J non pos t h ' tHltn- - - <1, myuam dexteram 1491 s¡ compre encllsse se hcn me rhxt effccturum qL d nam, sl rnemmJstJ hoc cst rnthr nhlltllm eo;;sc (Taudc~J m nnnc non a me conclusum. sed A te ¡ ¡., na m t 111n Jntel me t A 1 ' ( TXls~em quod 1lh~ plobab1l e cat emJcos hoc intcrerc,hct,di.
s;
Lontru los atadJmiros
]!1).6
Contra los acadf-micos
TH
que a ellos les pareció probable que no es posible la percep· ción de la verdad, y a mí, aun cuando todavía no la haya halla~ do, me parece que el sabio puede hallarla, ahora tú, apremiado por mi pregunta sobre si el sabio conoce la sabiduría, has dado un parecer afirmativo. -¿Y qué se sigue de ahP, inquirió Alipio. -Si, pues, le parece que conoce la sabiduría-le argul vo-, no opinará que el sabio no puede saber nada. O atrévete ~~ decir que no es nada la sabiduría. 6. -Creería en verdad, dijo, qL:e hemos llegado a la conclusión; pero, de improviso, al cruzar nuestras manos, veo goc estamos muy distantes uno del otro y que hemos ido muy lejos. Ayer, al parecer, entre nosotros no había otra cuestión sino que el sabio puede llegar ;:1 la comprensión de lo verdadero, según tu opinión, en contr
IJlihi a\Jlcm nondum quidem a me inucntam, inucnirí tamen posse a s~picnre uidcatur, nunc ", cum mea interrogatione urgereris, utrum sap1cns ncsciat sapientiam, 'uidetur sibi scire' dixisti. -Quid tum postea? tnquit. -Quia, si uidetur sibi, inquam, scire sapientiam, non ei uidetur nihil scirc posse sapientem; aut, si sapientia nihil est, uolo affirmes. 6. C'.rcderem uere, inquit, ad calcem nos fines(937)que uenisse, sed repente, cum dexteras interposuisti, disiunctissimos nos esse et in longum Progressos uideo, uidelicct quod hesterno die a nobis nulla alía quaestío constitula uidebatur, nisi quod sapientem ad comprehensionem ueri Peruen;:·<;> posse affirmante te ego negaueram, nunc uero nihil me opinar conc~ssísse tibi quam uideri posse sapienti probabilium rerum se consecutum es~e sapientiam; quam tamen sapíentiam in inuestigatione diuinaru~ hu1r:anarumquc rcrum me constituíssc nulli nostrum arbitror dubium. on, mquanl, ideo, quia inuoluis, cuolueris; uideris enim iam mihí :dh:c:cndi tui c~msa disputare et, quia ben~ n?~tí ist~s adulesccntulos níx . d_uc PO~)e d1sce-rnere, quae acule ac subnhtcr d1sseruntur, tamquam Ju Jcum ahuteris ignorantia, ut tibi quantum libel loqui nullo liceat rec1amante. nam p:mlo ante dixisti. cum quacrerem, ~ttnnn sciret sapicns nunc tu PL
1 A e.
1
6
142
Contra los académicos
parece_ a é_l que la conoce. Luego al que le parece ue cono la sabtduna, no puede pare~erle que no conoce nad; el sabte Esto no puede sostenerse smo a condición de afir o. nada. la sabiduría. De donde se siuuc ue b mar que es n1!Sma opinión, pues a mí me ~- gb_~, y creo que a ti ta:nbíén, porque sientes que le pareceo~e] sa lo que conoce la sab 1duría. tro Ín~~i~osyc:e~, dijo entonceJs, que queremos ejercitar nues~ ·¿ d ' . s ~ me sorpren e, pues tú no tienes nin
~arec'! qu:met:ab~~f~~~mos
ll
:~~~ebf~I:a d~eentre ~~~~;CI~~~~ he~~ ~~~:~~~~~~oe:r~:sc~~ra q~~ ,':]::~~e sa er la s·:tbiJ '¿'v d
Y
-, 1
' a
Por
. -. ur ¡' a, que consiste en la investigac¡'o'n ' · 1
.'
nosotro~, no' I~all~s I~~J~rod:es~o~ct~;~::t::mente expresada~ \'Ct
a · est t · d
Entonces, al ver que nos llamaban a comer, le di'e o~ que] me tanto, porgue] o ;in·-. s sa cmos o que decimos y hem d . semeJante torpeza o no lo sabe uno d ' os e evrtar viene dejar la cos~ así A J t· d nosotros, y tampoco congue al de creía muest ras os punas. Riéronsc con esto y nos retiramos.
gun~~o l~se ¿~:agrbda elstábar~os
contra~igas
t
cab~
~a '~u:s~~l~:e~~~~Joa~h~;aa.mYeo
CAPITULO
IV
SoBRE EL MISMO ARGUMENTO
7. i\1 volver al mismo lugar h 11 L" cuya sed no bastaba la fuente de Helic~~ost ad Icenbcibo,d para 'ooemeroen sapient!am, scire sibi uidcri. cu( er u uide , . . . _g tur saptclltem sc1re sap1entiam non utlque uidetur nihil "',.·,.1 · · · '"- e sapJentem hoc • · d" ' 11_1~; qu1sqw1m diccre audcat nihil . . · . u:Jm con ten 1 non potest, td;n, quod etiam mihi, uidcatur , csse _sap1e_nuam. ex. quo fit, ut hoc l,. nam. mJ~l me~ e tu~ saptentem non nihil scJre ct tibi opinar cui sapicntiam. ___:_Tum ill '. "' p ace_t_ U1d':n saplentt sapien[50ltem scire e. ,~on magJs me mgenJ 11 . ar l)1ttor et id mirar· non 'b" . - mn exercere u e e quam te . . , erum tl 1 u 11 a m hac re · . na_m mJ 1~1 ndhuc fortas~e caeco 'd . . . exerc:tatl_one opus est. '.ore ct mter sapientiam q ~1 _etur 1?tcr.esse mtcr Ulden sibi scire et ' ' uac m muestlgatlone 1)0 ·it ~uae a no 1)JS cum alterutra dicant r 'b'1 d s a est, et uentatcm .. 1nuenio. - ] \1m cero cul ' -. u ' Sl _quem a modum quadrcnt non mihi qnod rantu~ ~cnii~~i~ardis~f¡/;:n~hum L:ocaremur: Non, inquam, 1oguamur, et danda est opera ~1e te ' aut Cl11~ amho ncscimus. quid quod ítem rc!inquere atque 1'' 1 am rurpes sJmus, aut unus nostrum dianis horis rcdicmus ·>el 1-,,.,-,',eg cger~1 _non. minus turpe c,st, sed pomeri~ 1 . · · "'cm. llll11 cnJm e . CJ cem pcrucmsse, puvnos ctiam m'· . . '¡¡~lm Ul·J ere~u~ lam nos ad ' Jscmstt. te cum arrt~Jsscnt, discessimus. L
JV
'
[ ~t cum relj is~emus, inwcnimus
Lic"'ntc"•'nl. 'e . cui num-..juam
Contra los académico!.
1ll,4,~
143
componer versos. Pues casi a mitad de la comida-aunque en ella coincidieron el principio y el fin-se levantó disimuladamente, sin beber. Yo le dije: -Yo deseo que alguna vez poseas perfectamente el arte poética, por la que te afanas tanto; no es que me agrade demasiJdo esta perfección, pero veo que en adquirirla pones tanto entusiasmo, que sólo la saciedad podrá librarte de semejante pasión, lo cual suele ocurrir con facilidad cuando se ha logrado aquélla. Además, porque tienes una bonita voz, preferiría oírte declamar tus propios versos a verte cantar sin entender pasajes de las tragedias griegas, a estilo de papagayo. Sin embargo, te aconsejo que vayas a beber, si quieres, y vuelve a nuestra escuela si conservas alguna estimación del Hortensia y de la filosofía, a la que has consagrado tus primicias más dulces en aquel vuestro discurso, pues te inflamó de ardor para dedicarte con más ahínco al estudio de las cuestiones graves y provechosas que a la poesía. Pero, deseando aficionaros a estas disciplinas con que se adorna el espíritu, quiero volveros a su estima; pues temo meteros en un laberinto, y ya casi me arrepiento de haber frenado tus ímpetus. Sonrojóse el muchacho con esto, y se retiró a beber, porque .tenía una gran sed, evitándome la ocasión de decirle tal vez ou-as muchas cosas v más duras. 8. Cuando ret~rnó Licencio, estando todos atentos, reanudé así mi discurso: -¿Es verdad, Alipio, que disentimos los dos en cosa que a mí me parece clarísima? sitienti Helico subuenisset, excogítandis ucrsibus inhíantem. nam de medio paene prandío, quamuis nostri prandii ídem ínitium qui finís fuit, clam surrexcrat níhilque biberat. cui ego: Opto quidcm, ínquam, tibi, ut istam poeticam, quam concupisti, conplectaris aliquando, non quod me nimís dclectat ista perfectio, sed quod uidco te tantum exarsissc, ut nisi fastidio euadere ab hoc amare non possis, q_uod eucnire post perfcctioncm facilc solet. deinde cum sis benc canoros, malim auribus nostris inculces ~uos uersus quam ut in illis Graecis tragoediis more auicularum, quas Jn caucis inclusas uíJemus, uerba quae non intellegis cantes. admoneo tamen, ut pergas potum, si uoles, et ad ~cholam redeas nostram, si tamen aliquid iam de te Hortensius et philosophia meretur, cuí dulcíssimas primitias iam (938) ucstro illo sermone libasti, quite uehcmentius quam I~ta poetica incenderat ad magnarum et uere fructuosarum rerum scientiam. sed dum ad istarum disciplinarum, quibus excoluntur animi, l51J circulum a reuocare uos cupio, metuo, ne uobis labyrinthus fiat, ct propc me pacnitet ab illo te impctu repressissc. -Erubuit ille d.isces~itque-, ut biberet. nam et multum sitiebat et occasio dabatur euitandi :me plura fonasse atqne asperiora dicturum. 8. Et cum rcdisset, íntentis omnibus sic cocpi: Itane est, Alypi, a
circum PL
144
Con!ra los académícus
14J
Com <11 los <<"cadémíws
past~ril;
¡ll,4,9 . / campcslno y -No es nada extrafío, dijo él, que sea oscuro para mí Hucólicas, ¡uzgandolo propt·o del género , región del ciclo no ttcne que tú tienes por evidente; pues muchas cosas claras ptzeclet¡JJ cuando el uno pregunta a ~n·o qu,c ande el interrogado: «En serlo más para otros, y Jigamos lo mismo de las oscuras. odos a su vez e resp b d 1s si lo que dices es manifiesto para ti, créeme, no f altará ¡n·ás; trerra ~ue tres nacen e l<-~s ,, ' r·"l..vres llevando inscrito el nom re e o que para quien lo sea más; y habrá igualmente a quien mi os•cut:Iaaau reyes» 2. . Alinio no creas que nos es p~rmitido sea más oscura. Pero yo no quiero pasar por obstinado Por eso, te rue~o,_ ._ ' destos baños nos recuerdan o¡'os por más tiempo·, te ruego, pues, des más relieve 1 • po s1 ben estos mo . · te \ dad evl . ·o~~- .Ll{_esponde ' pu.es, ,dente ·t'·ll1 en e 1cam b 11 ' za de l os u11nnasJ d · · s1 rer . un poco a e e sabio aca emiCo ca-Escucha con arención, le repliqué, dejando a un lado pla~ª---~~_ cu~.:-[ión· A tu_ b pareLerJ ~·el. ------cuidado de responder. Pues si ambos nos conocemos bien, 1 b d ra,.. 1b noc~---~-~ª--·.! _t~r. . ' .. do le¡' os ensartando pa ras con leve esfuerzo se hará patente lo que digo, y pronto del ' b'o cree que aconoce -PJra no rr , la pasaal otro pasará la persuasión. labras, me parece a mt qu~ e1 sa 1
1
aemas~a
-¿No dijiste al fin, o estaba parece que conoce la sabiduría? Se mostró conforme Alipio. -Dejemos a un lado a este sabio. ¿Tú mismo o no? -De ningún modo. -Con todo, quiero que me digas qué sientes parece que conoce la sa b iduría? académico: Y ¿te t t . -¿ a 1 e parece, me d"IJO a su vez, que son o diferente cosa creer que se sabe y saber? Pues esta confusión sirva de escapatoria a uno d'e los dos.
biduría. , no la conoces? No te pregunto -Luego ¿te parebc_e a tl q~e _ parecer sino si te parece 1 al sa 10 segun 1~u ' parececonoce la sab1durJa. ' . , Puedes aquí afirmar o negar qué que ele sabio
1
del sabio 1o mis ' mo temo que'
9. -Eso scele llamarse, le dije, contienda toscana, cuando a una cuestión propuesta no se da una solución, sino se propone otra cuestión. Y para halagar los oídos de Licencio, diré que este artificio lo usó también nuestro poeta en sus ut inter nos de re iam, ut míhi uídctm, manifestissima non conueniat? -Non mirum cst, inguit, si guod tibí ín promptu esse asscris mihi obscurum sit, si quidem pleraque manifesta possunc aliis manifestiora et item obscura quaedam nonnuliis obscuriora esse. nam si et hoc tibi uere manifestum est, mihi crede essc alíum quemquam, cui et hoc manÍ· festum tuum manifcstius sit, et item alíum, cui meum obscurum sít obscurins. sed ne me perpugnacem diutius putes, obsecrauerim, ut hoc manifestum manifestius edisseras. -Adtende, ínquam, quaeso diligenter et quasí seposita paululum respondcndi cura. sí enim bene me atque te noui, facilc data opera darebit quod dico et alter alteri cito persuadebit. dixistine tandem an fortasse obsurdueram, uideri sapientí se scíre sapien· tiam? -Annuit. -Omittamus, inquam, paululum istum sapientem. tu Ípse sapiens es an non? -Ni11il, inquit, mi11us. -Uolo tamen, inquam, rcspondeas mihi, quid ípse scntias de sapiente Acadernico, utrumnam tibi uídeatur scire sapíentiam? -Utrum sibí, ínquit, scire uideatur an sciat, unumne an diuersum putas? metuo enim, ne haec confusio cuiquam nostrum suffugium praebeat. 9. Hoc est, inquam, Tuscum illud iurgíum, quod díci solet, cum quaestíoni intemtatae non eius solutio, sed alterius obíectio uidetur mederi. quod etíam poeta noster-ut me aliquantum Licentii auribus de·
·
·
t
simp emente. - f t n fá~il como a n, o a t1 an _¡Ojalá que eso me ';erat al. 'ortuno ni fundarías tu ., . '1 No senas an 1110. ' , ' dlf1c1l como a mL P cu·'ndo me preguntaste tu gue t:spcranza en tales cosas; _ues "'ondt' que según opino, le ' pensaba de 1 sa b'10 acadunlCo ·¿ , ' rcs-~11 no afirmar temerariamente posee la sa;t· urla, par el 1 pcucce que yo que lo sabía o sostener no m enos temerariamente que
sabio la conoce. f -Te pido, por pregunto, no a la cuesuon , ,
grar~, avqo~~
que respondas a lo que yo te te propones tú; después deja hoc rusticanum et plane
pastorici~m
dam-decenter in Bucoltco carm~nc "t ubi caeli spatium non amp.lms es;e iudicauit, cum alter ~lterum mterrog.t ' quam tres ulnas pateat, llle autem
qut.b HS
5 ·11 1
· reg um nascantur ·flores, terr 1·,- inscriptt. nomma • •
. . illa nobis licere arbttrens_, certe l521 quod quaeso, Alypt, ne . m u. . rum faciant recordatlünem; . l ¡·'" . m decons gvmnasto . Aca d emiuel istac bB.lneo ac a 1'-lua d ·. uideturne tibi se1p1ens. ad ld si placet, quod rogo, respobn e. ·b¡'s referendo ínquit, In longum ' . · · ) Nc uer a ucr ' ·b· ire) corum scJ_re saptc~uar:n . .-;--: ·re · -Uidetur ergo, inqn m, tJ 1 ?ese . ·. 0 sed uttum ttbl eamus, UJdetur wden stold sc.lb., , 1 >tur uid,.ri sapientl, · ego quae.ro , qui . tl . 1 uKe<-.ates ut ~ opinor, ¡· 'ere ¡Jllt non en 1m 11c aut at. . . uideatur saoicns sClre saplentHU~- P .h'.' fac¡']e tsset ut tibi aut Ita ttbl 1 ' · · · q ·,_ aut lta mt · res ne0'atc -0 utmam, m Hl•, e :n his oUJdquam spera ·
diffícil~
ut mihi ncc tam
mol~jus -~s_sede nAcddemi~o "sapiente
uideatur,
nam cum me intcrr?gar_es_, qlll :lJ~arur .sibi scitc sapientiam, ?e aut respondi ui(9!9)der_1 mtht, quodillum non minus tcmere scire dtcerem. temcre me sctre affmnare10 aut <
· nlil p926 VrRG., Eglog. 1I !05·10 6 ; véase nota comp 1cm~ntana - - , · ·
h
Die quibus PL
í
146
Contra los acú.Jdmú'UJ
a un lado mis esperanz~s, que, sin duda, no te inquieran ~~e las tuyas (pues, ciertamente, si yo claudico en esta ti~n, me p~saré a tu lado al punto, y queJará terminada disputa); fmalmcnte, echa de ti no sé qué inquietud que v te afecta, Y presta mayor atención para que fácilmente entie: das lo que has de responder, según mi deseo. . Porque decías que ~o quieres afirmar ni negar (según deo; b1eras_ hacerlo para satisfacer a mi pregunta), para no decir a la hgera que sabes lo qu~ sabes: como si yo te hubiese pre¡ guntad~o no lo que sabes, smo lo que te parece. : . As1 9ue vuelvo a formular con mayor claridad, si es posible, m1 pregunta: ~(fe parece a ti que conoce o no el sabio la sabiduría~ _-S1 ~uede hallarse un sabio cual lo exige la razón, puedo decir de el que conoce la sabiduría. ~L~ego la razón; le ;lije yo, te representa un tipo de sabio que no Ignora la sabtduna. Perfectamente: ni convenía opinarde otro modo. 10. Ahora, _rues~ te pregunto si puede darse un sabioJ Pues, en caso ~!1rmatrvo, podrá tnmbién conocer L! sabiduría; Y to?a la cuestwn. entre. nosotros está resuelta. Si, al contrario~ sostienes qu~ .~s 1mpos1blc el sabio, entonces la cuestión pri~ mera no sera s1 sabe algo, sino si alguien puede ser sabio. Asentado esto, habrá que retirarse de los académicos y resolver entre los dos este problema, según nuestras fuerzas con cautela y atención. Pues les agradó a ellos 0 más bi~ -Pro magno, inq~am, beneficio mihi obsecro concedas primo, ut ad id quod ego, non ad td 9t~od tute interrogas respondere digneris, deinde ut spem meam, . quam t1b1 r;on n:inu~ curae quam tuam esse scio, nunc .pau!ulum orrnttas~cene Sl J?1C 1sta mterrogationc decepero cito transibo m tuam. part~m controuersta.mque finiemus-posttemo pulsa nescio 9u\Jolltc1tud~ne, gu.a te tangt uideo, diligentius animaduertas qua facile mte ~gas, qwd m1h1 abs te re.sponderi uelim. dixisti enim ideo te noti: aut arere au~ neg_are-quod ut1que facicndum est ad id quod rogo-ne t~mere te 1r:b ~rc~ds quod _nescis; quasi uero ego quid scias quacsierim e. !"loo qur ~1 1 U1 eatur: Jtaquc nunc idem e planius-si tamen planiUS d~d1 po~est---;n;terrop~: . UJd~turnc tibi scire sapientiam sapiens an non u~d etl!r. ~SI_ l_nuenm.' m9u1t, sapicr:s, 'P~alem ratio prodit, qucat, potest U1 en ~1 11 sClre s~plentiam. -Ratio Igitur, inquam talem tibi prodit e>?e sdaptemem,. qu~ s_a.t;nentiam non ignoret; et rec¡e istuc. non enim a11ter eccbat mden ttbi 10. Quaero ergo tatn, utrum posslt sap1ens muenm 51 cnim potest etiam sctre sap¡enttam ommsque mter Dos quaestJo [53] di:,]f;::rl~~ e:!· SI autem non p;~sse diCJs, 1am non quaeretur, utrum · s ~oa~ sed ~trum sap1ens .q~1isquam cssc possit. quo constituto en um ellt ab AcadenHcls ct tccum ista quaestio, quantum e idem omit PL
u¿
.J
147
Contra los académicos
[11.5,11
les pareció que puede ser un hombre sabio, y, con todo, la cíencia no puede ser dote de los hombres. Por lo cual afirma~ ron que el sabio nada sabe. A ti, en cambio, te parece que el sabio conoce la sabiduría, y esto ya es saber algo. Pues rarnbién estamos de acuerdo ambos, siguú:ndo a todos los antiguos filótiofos, y enLre ellos a los académicos, que nadie puede rener ciencia de cosas falsas 3 • No te queda, pues, otra salida sino decir que o es nada la sabiduría o que el sabio concebido por los académicos no es conforme a razón. Y omitiendo estas cuestiones, convengamos en indagar si el hombre puede alC
CAPITULO \T ANO
F
SUBTERFUGIO DE LOS ACADÉMICOS
11. -Aun cuando te conceda, dijo Alipio, lo que tanto te empeñas, conviene a saber, que el sabio percibe la sabidu~ ría y que nosotros hemos hallado algo que el sabio puede percibir, con todo, no creo de ningún modo arruinada la con~ cepción de los académicos. Porque veo que todavía les queda una considerable línea de defensa, ni se les ha quitado la razón de suspender el asentimiento, pues no pueden ellos abandonar su causa por el argumento con que tú los das por vencidos. Pnes ellos dirán que tienen por tan segura la imposibilidad de díligentcr cauteque uer<;anda. nam illis placuit uel poüus uisum est et esse posse hominem sapientem et tamen in hominem scientiam cadete
non posse-quare illi sapicntcm nihil scirc adfirmarunt-tibi autem uidetur scire sapicmiam, quod non cst utlque nihil scire. simul e11im
placuit inter nos, quod etinm inter omnes ueteres interque ipsos Academices, scirc falsa ncminem posse; unde illud iam restat, ut aut con~ tendas nihil cssc sarlientiam >P causae suae deessc non possint, qua conuictos putas. dicent enim llsque adeo nihil conprehendi nulliquc rei assensionem praebendam, ut ' CJe.. Acarl. TI 40.
-l'
--
148
Contta los académicos
la verdadera percepción
y que a nada se debe asentir, que aun el mismo principio de la imposibj]idad del couu
argumento sigue invencible, ora por la debilidad Je rni ingeni<~ ora por la consistencia propia, y no se les podrá desalo¡ar
su posición, pues pueden seguir afirmando que aun ahora debe ascntirse a einguna cosa. Quizá alguna vez contra doctrina podrán alegar ellos u otros razones sutiles y pro[Jal>lesj y su retrato y como cierto espejo convendrá verse en Proteo, de quien se cuenta que solía ser cogido donde podía esperarse, y que sus seguidores no le hubieran nunca echar mano sino por indicación de alguna divirlidad La cual, si nos socorre y se digna mostrarnos aquella que nos origina tantos desvelos, también confesaré que 1~ académicos, aun contra su propia voluntad, lo cual no creo~: han sido superados. 12. -Está bien, le respondí yo; no he deseado otra cosa. Porque notad, os ruego, cuántas y cuán grandes concesiones se me han hecho. L3 primera es afirmar que los académicO$ han sido vencidos de tal modo que no les queda para su d~, fensa sino lo que es imposíbje. Pues ¿quién puede entcnde_f o creer de algún modo que el que ha sido vencido, por el mismo hecho de la derrota, se gloría de vencedor? En segundo etiam hoc de nihilo a percipiendo, quod tota sibi paene uita usque ad t~ probabillte~ pcrsuw;er>mt, nunc ista conclusione sihi extortum sit, ut1 s1ue tune hmus argumcnti uis tarditatc ingenii rnei siue re uera suo (940) robore inui~'ta :oit, eos loco moucre non possit cum audactq affirmore 11dhuc uale::!.nt ne nunc quidem ulli rei cons~nticndum ;fo~Te enim aliquando contra hoc QUOllUe nonnihil uel a se uel a reperiri poss.e, qucd acute prd,nf54Jbilitergue dicatur, nem et qu<:sl sp~:cultom q~!oddarn in Proteo illo animaduerti traditur eo sokre capi, quo minime caperctur, · numqua¡-¡] Cc.'nc!em :cnui<;sc nisi indice alicuius moJi et illam nobis ueritatf:m, quae tantum cwae est, dcmonstrare d;mettid ego quoque uel ipsis inuitis, qncd m\nimc reor, illos superatÜs confítebor. 12. Rene hr:bec, inquam, nr0rs11s nihil amplím optaui. nam quaeso, hona mihi c~uot et quanta prouenecínt. primum est, demid imll sic cnnl!icti c;se dícuntm, \Jt nihil eis rt·stct ad defelos;onCll ni<>i quod fj,~;:.i non potcst. quis ením hoc aut intellcgtre ullo crcderc ualcnt cum, qui uictus sit, eo ipso, CHlO llÍCtus est, uictorem VIRe. C'N-,··;:.
IV 3SR~s. Cf. De nrdi11c 1T !5.·-n
;1ihd PL éiH.od si PL, CCT
j]_l,6,13
Conlt<"! lo:, ucudém:cos
1-1':)
'.a¡· si resLt a1guna razón de combate contra ellos, no pro· 1u ",.' 1 b ·di vi~nc de lo que dicen, que nada. se pwx e sa er, smo e o que pretenden asegurar, r.1uc a nmguna cosa se debe prestar ¡¡sentimiento. ; Así, pues, ahora ya estamos ~oncordes. ~~~s . tan~o a m~ r~ce que el sal-no conoce la sab1duna. Pero como a ellos les Pa "" . . . ; 1 ,1 mone·stan·~que se mode~e todo a~enunuento. D1cen 9'!C:. as1. es f:m~~~~~.~9~~~~~~Jq·ji_aben í <;omo s1 yo p~ofc_~a~e_ SCJ1~el~!!_!e ~1en· cia. Yo también digo que me pa1>cc s~r ~s1, porque_pert_~_l?_~z;q 1 nú:rñero de los necios, como e1los, s1 no poseen la sab1dur1a. a Pero y9 _s_ostengo que debemos afirmar alguna cosa, esto es, la verdad. . y-- sO Ore esto les interrogo si ellos están por la negativa, quiero decir, si les place que no debe asentirse a la verdad. -...T nca dirán eso sino que la verdad no puede hallarse. Lue.~u ' go, en cierto aspecto, me tienen aquí por companero, pues a ninguno desagrada y, por lo tanto, a t_~Jos agrada, man.[ener el asentimiento a la verdad. Pero ¿ qmen la demostrara?, preguntan ellos. En este punto no discutiré con, ~llos: _me_ basta con ~ue_n,o es probable g_u~ __ nªd~ _sonq~e ___ .;1_ §_?_1?_!_9_) _p_~J..:~---!~<:?-. Y~~§~ -·:º!?_l~g:l~)s_ a sacar.un~-~oDclpsión absurdísit1)a, cual r;s. qug__ .o_.I1V_~~- Df!.<;,.il ia sabid-uría o- que el sabio cst{t privado de ella ..
CAPITULO
VI
NECESIDAD DE UN DIVINO SOCORRO PARA CONOCER LA VERDAD
13. Pero quién puede mostrarnos la ver~ad, lo has dicho tú, Alipio, cuyo disentimiento evitaré con ahmco. Porque has t>o,e glmiari? deinde si quid iam ren-.anet cum his confli~tior:ís, non_ ex eo est, quod dicunt nihil sciri_ possc, sed e:{ eo, quod nulh re1 ass_er:tJ<:~1~ d:_¡m esse contendunt. nunc traque coJ1corde" sumos. nam ut mthl,. 1 eü"m illis uidetur sapientem scire s:!pÍentlam. sed ta~en ab ~ssenswne illi temperandum manen t. uideri cn!m sibí. t~ntum d1cu_nt, .s~n·e au.tetr_I nullo modo; quasi ego me scire prof¡te~r. m1h1 9-uo:1uc 01den tstuc d¡co, sum enim stultus ut etiam ipsi, si nescmnt saptenuam. adprobare autem nos debere aliquíd pc:-to, id est u~rit~te~. ~e qt~o eos consola, .utru~ negent id est utrum e1s placeat uer1tat1 assent1ench:.m non ~sse. numqua hoc di~ent sed eam non inuen!ri asseucrabunt. ergo ct h1c ex nomml~a j)arte sociu'm me tenent, quod ~tri_squc non. displicct atque ad~o;; r:eces~a~~ Placet consentiendum essc uentatl. sed qUJs ea~ _dcmonstra111.t. mqum · ubi coo cum illis non curaba cenare; satis n11h1 est, quo~ 1am non est Ptobal)ile nihil scire sapientem, ne rcm absu.rdissin~am d1cere cogantur, aut nihil esse sapientiam aut sapientiam nescnc saprentem. , [55] VI. 13. Quis aut'.::rn uerum PJSsit ostendcre, abs te, Alyp1,
-
1
!50
Contra los académico~
dicho, tan breve como religiosamente, que sólo algún divinQnumen puede manifestar al hombre lo que es la verdad. Eit este discurso nuestro, ninguna otra proposición he oído ta.Q grata, tan grave, tan probable, y si nos asiste esa divinidad, ninguna tan verdadera. Pues aquel Proteo a guíen acabas de evocar-- y j con qué elevación de espíritu y fina intención en la mejor clase de filosofía!-, aquel Proteo, digo-y notad; jóvenes, que la tilosofía no desdeña absolutamente a los po~ tas-, es traído como imagen de la verdad 5 • En las ficciones poéticas, Proteo representa y sostiene el papel de la verdad~ a la que nadie apresa si, engaüado por falsas apariencias, deja· o suelta los lazos para prenderlo. Porque son esas imágenes:·;· las que por nuestra costumbre de usar de las cosas corporalet para las necesidades de nuestra vida, por ministerio de los sentidos, se csfuenan en seducirnos e ilusionarnos, <'un cuandO se tiene y en cierro modo se toca la verdad con las manos. Y ésta es la tercera concesión que se me ha hecho, y que no puedo estimar en su justo valor. Porque mi amigo famiIiarísimo no sólo está conforme conmigo en lo que atañe a", la probabilídad de la \'ida humana, mas también en lo relativo a la religión, lo cual es indicio clarísimo de la verdadera amistad. Porque ést:t fue definida muy bien y santamente como un acuerdo benévolo y caritativo sobre las cosas divinas y humanas 6 • dictum est, a quo ne dissentiam magnopere mihi laborandum est. etenim numen aliquod aisti solmn posse ostenderc homini, quid sit uerum, cum breviter tum etiam pie. nihil itnque in hoc sermone nostro Jibentius audiui, nihil grnuius, nihil probnbilius ct, si id numen, ut confido, assit, nihil ucrius. nam et Proteus ille-quanta abs te mentís altitudinc memoratus, quanta intcntione in optimum philosophiae gcnus!enim ille, ut nos adulescentes non pcnitus poetas a phi!osophia cont
n.J9. p.92él.
autnn amiotia nihil afir;d nisi omnium henel'o/entia et Ctlritate suwma co1;s~:nsio Opera IIl).
IIl ,7 ,15
!51
Contra los académicos
CAPITULO VII UNA O'PIKIÓ~ DE CICERÓN
14. No obstante lo dicho, para qu~ ni los ~rgurnentos de los académicos dificulten, como con c1ertas meblas, nue.~rd avonce, ni yo parezca resistir orgullosa~len:e a la ~ut¿n de algunos sabios-y entre ellos la de_ C1cer~n no de¡a e acernas fuerza--, si os place, antes disertare un poco contra quienes creen que aquelias discusiones van contr~ la verda~ Después expondré yo mi parecer acerca de! mouvo que tt~ vieron los académicos para ocultar su manera de pensa:. ~s1, · es Atiplo aunc¡ue veo que estás enteramente a m1 a o, pu.,"'. df 'd roma un momento b carga de s_u. e_ensa y respon eme. r ho\' respondió Ahp10 has avanzado con afor_..___.omo , ' d ~ 1 tunado pie, segÓn suele decirse, no me o~o~ re a tu cornp eto triunfo, y tomaré el partido de los acad_c~ICos,_ tanto mas seuta cuanto me Jo impones, con la condtnon, sm embargo, de guuc conviertas · · con r·muo lo c¡ue te. ¡)ropones desen (.¡·tscurso ,;rro11ar en forma de preguntas-s\ te pa_r~ce b1en eso-, p~a gue vo, como enemigo terco, hecno pns10ncro tuyo, no e \'ea ;cribillado con tus pequeños dardos, cosa que es muy contraria a tus sentimientos de humanidad. · 15. Yo al verlos en expectatiVa, com o entrando en un nuevo exordio, les dije: . . -Os daré gusto. Y aunque después de la faug~ de mt escuela Je retórica presumí tomar descanso con esta l1gera armadura, desarrollando los temas de que tratamos, en forma de
h
1
Vli. 14. Tamen ne aut Ac_adcmicoru~n argumenta 9ua~d~m nebulas uideantur offundere aut doctiss1morum mrorum auctontatt, ~nter _quos rua:x:ime Tullius non mouerc nos non potcst, sur_erbe nonn~1 ts r:ststere uiclearnur si uohis placet, prius p:mca contra cos dts~e:arn_, qmbus vrd¿ntur distmtati~ncs illae aduersa1"i ueritati, dcinde, ut nyht mdct~r, osten arn_, qu~e causa fuerit Academicis ~cculta~dac sentennae st;ae. ttaqu~, Al~f~~ quamuis te totum in meis parttbus utdea~l, r~men s:1se1pe pro hts P~ lum mihique re~ponde. [561 -Quoniam, mc¡mt, hodJc ausptcato, ~ltl an;mt, · ,. · .· "coc"c·¡'acco t1h'i te irnponnntur, tcmptabc' :;uscipere: sJ nmen hoc, qua . · ·' · . · ·•· · · rr nem pcrpctuam s1 intcrrngationihus te acturum e<;~e slp11ILC2S, m ora o. . . . :
11
tihi cnmmodum csr, malis conue.rtere, ne u~re ~lt _P~ttlnal: a~~ersar:~~ quod a tua humanitate longís-:.imum e't, mmutls 1lhs te ts a s te capti1ms excrucier. . · 15 Atque ego, cum et ille>s hoc expectare ~nunaducrterem, qua:l aliud ·in.,.rccsu~ exordium: 7\.lorem, tnqwtm. uob1s geram et, quam_hl·l Pnst iJl 11 ~ i'ah;rc~1 ~choLl(' rhc:toricae in ':lac me. ]r;>ui a!matnra non~a~ teq1.1icturum csse praesumseram, ut interrogando Jst:J potlUs agerem q
1'
1 1 1
153
III,7,r¡IJ, ,16 Contra los académicos 7 .la interrogacron más bien que d e discurso .1 , con to d o, porque s~ 1 nte que e1 hombre no ha nacido sino b para 11 tllffiU tuosamcella atrae a las almas con su propio ri o, sm d mos tan pocos, que no tengo necesidad de esforzarme en 1:\,. \'Jttu ; qu~ . xterna n'¡ halago de recompensa; na ventaJa e voz con perjuicio de .mi salud, y como precisamente a causa proponer mngu . so'lo es propio de las bestias, y que de ella he querido que el estilete sea el auriga y moderador que el place; de bEptcur o hombre l' al sabio para incorporarlo del discurso, para que no me deje arrastrar de la celeridad y, es cosa 1mpia re aJar a1 11 vehemencia más de lo que mC' consiente el estado de mi cuer. a e as. . un Baca reúne en su apoyo Al · Eptcuro como ' l Po, oíd, si queréis, en discurso continuo lo que yo siento. contran 0 , 1 b---' lt d sus discípulos vino en tos Y veamos en primer lugar lo que da a los secuaces de la". j ¡ · dines a tur amu a e . , dar un zarpazo con sus unas e e os ¡nr que buscan en su furor a qmen d el testimonio del vu1Academia motivo de envalentonarse dem:Ei:Jdo. Porque hay eó los lihros que c:;cribió Cicerón en defensa de su causa cierto. · v su dañina boca, exageran con d lugar compu~sto, a mi parecer, con maravillosa elegancia, y,. wClaS · 1 d 1 d 1 ite la suaviJad Y el reposo que pr~ uce, l!O el va or e ee ' nadir> sin él puede ser fehz. e insistiendo acremente en que d.. á a las dos partes según algunos, dot;:do de poderosa robustez. Difícilmente ha~ brá alguien a quien no impresione lo que allí se dice, conviene. Si un académico entra en esta ts~Jutad_ mr , a otros a saber, «que todas bs sectas que se creen en posesión de la., 1 · atraer a sí· pero st ce e a unos ) '' . que e qmer~n d , 1 tildarán de mentecato, ignoranaquellos a qu~enes aban,-ondaeso ués de escuchar por aquí y por sabiduría dan al sabio académico el segundo rango, porque,' naturalmente, el primero se lo reclaman para sí. De lo cuaL te y cabeza ltgera. Y as1, Pd , parece dirá que duda. 1 cnncluye, muy probablemente . que con derecho, a su juicio, allí a unos y a otros, pregunta .0 que.: m~·or· si Epicuro, es el primero, por ser el segundo a juicio de todos 1os demás» 8.' Ahora preguntad a un es rorco q~It~c:démi~o ·el cual pide 0 por e¡'emplo, que ha\,' un sabio estoico, · ¿·rc~ de él que d'rherar es un 1oco, ' 16. Ima .Q"Ínate, , qwen, acerca de un asunto tan grave. 1 toclavta tiempo para e d¿ · pues contra elJos se disparó principalmente la agudeza de los ;· . académicos; si se pregunta a Zenón o a Crisipo quién e3 sabio,· Nadie dudad; que se~'Í prefer~dor~~úa~:al;~~~~ién prefiere: si responderán que el que h:m descrito ellos. Les llevarán la con-.' Ahora vuelvete a prcuro ) P e A ·1 que dice· Tú tra Epicuro y otros adversarios, porfiando en que para ellos a Zenón,. que le t;ata de b~:ti~~· ~x:mi~~~ées ~~~· despacio .. ¿No es sabio el más refinado cazadot de placeres. De aquí nace la tal vez tlenes razon, pero ) 'd , los estoicos como locos es evidente qu7 Epicuro c,onsr ~ra.~d a, v prudentes que ellos? controversia. Clama Zenón y tQS:fa I~_. St_9¿'!_~0 el Pórtico grita y a los académrcos por mas m o era os " !52
Contra los académicos
°
1
dicendo, t:Jmen c¡uia ~t paucissimi sumus, ut clamare mihi contra ualetu· dincm mean-.. ll'.Jn si~ nccc~se, et istum stilum causa eiusdem salutis quasi aurigam moderatnremquc scrmonis mei esse uolui, ne concitatius tapiar animo, guam cvra corporis poscit, perpetU«, ut uultis, oratione audite , quid sentiam. sed pri_-no illud uicleamus qmlle si t. un de amatorcs Acade- · · · mmmm · · 1 • ¡·¡ · e· · quos ·m hUlUS · . tmcorvm g1orwn s:::J,ent. !"'.:un cst m 1 )rJS JCetoms, causae t<
8
Cf. Confes. IX 2,4. Oc., A~:-ad. frag. 20.
a
quis PL
. . Zeno ct tata illa porticus tumultuatur contendet. inde ad mr% 1? 01 · clam~t c:uam honestatem; ipsam suo splenhomir:em natu:n ad nJhd csse ahu~orlsus commodo extrinsecu~ P?sito et dore m se ammos duccre nullf P illam Epicuri sohs mter se quasi lenodnante mercede,. u e uptatemqu: t t m et hominem et sapiensone de a ehortulis in auxttum .1. pecotl'b us esse comm unem , m .quorum acata quast· tem trudere nefas esse. contra 111 e con~ t meo quem incomtis unguibus L'h b . · 1 cr turb a temu ]entorum : quaerentwm . nt uolu atatis , nomen, suauttatem, qurebacchantes asperoque ore drsc~rpa ' . p t nisi ea beatus nema esse u incurrent , . utrosque au d'te t tern teste popu ¡o ex aggerans . mstat . Aacnter, demícus 1 Posse uideatur. in quorum rtxamd. s. . e~¡¡ ut in ístos cc;ncesserit, ab eís, 1 os a .t~aqlfe cum tra h entes se ad ~uas partes . ·, se. si m temer:'lrinsque clam:1bitur. quos deseret e, ¡nsanu5. !mperJtudmoucrit interrogatus. c¡nicl el mdeatur: et hac et illac:aurem dlltgeDtersa ·cum (}ui sit melior, Epícurusnc, qtll dubitare se dtcet. roga nunc '¡.tal. · -,,- ,,ui sibi adhuc de re tanta deltrare · ·¡¡ ¡ t an Aca(_ eml[ 58 1L ' · . - ' · · 1 um e ama , . d 0 hi•;H Acadcmicum prae¡ atu m Jl'l, deliberandum esse pronuntlat'. nema ,,:.. ,aa-is amet Zcnonem, a quo 0 ' · tursus te ad 1·u um eonuerte et . quacre · qu "' - d't.· ..,'t 11 fortasse u"-'rum ¿·rcts, 10 bestia nominatm,.. an -0-r\estlan, a q~ cr~~mt ·est totam íllam porticum sed rcquiram dthgenuus : nonne P · " lik·r., PT. e J'::strit. PL
...
!54
Contra los académicos
III,8,17
Casi igualmente, Cicerón presenta a los ojos de los lecto. res un espectáculo amenísimo a todas las sectas, como maní. festa~do que todos sus secuaces, después de reclamar para sí el pn.mer puesto de honor, cosa inevitable, están de acuerdo en a.signa: el segundo lugar de preferencia, no al que les con. Lrad1ce, smo al que ven vacilante. No Jes contradiré en esto ni les quitaré ninguna gloria.
CAPITULO
VIII
REBÁTESE EL PASAJE DE CICERÓN
17. ~ien_ que c~ean algunos que en este lugar Cicerón no se ~hanceo; smo quiso mostrar y recoger algunos argumentos vaoos e hinchados, porque aborrecía la ligereza de los griegos. Pue: ¿qué me impide a mí, si quiero oponer resistencia a la_ vamdad de los académicos, probar cuánto menos mal es ser t~d?cto .que i~dó~il? De lo que resulta que, cuando aquel academJ~o jactancw.stllo se ofrece como discípulo a unos y otros, srn ~ue nadte pueda persuadirle la ciencia que creen poseer, al f~n todos hac~n coro para burlarse de él. Porque cada u~.? pensara q~e cualq.mera de los otros adversarios nada aprendJO, pero qu~ este es m capaz de aprender. Por lo cual después, a consecuencia de ello, será arrojado de 1as escuelas de todos, no con férulas, lo cual sería más vergonzoso que molesto, sino a palos Y garrotazos de los mismos que llevan el manto 9• ins~nam, _t\cademicos autem prae illis modestos cautosque homines uideri Epr~uro?» Ita pc~aeque prope de omnibus sectis copiosissime Cicero iucun~hsslmum legent:bus quasi spcctaculum praebet uelut ostendens nullum rllorum ess~, qm non, cum sibi primas partes dederit, quod necesse est, ~ecundas er d.1c~t dare, quem non repugnare sed dubitare conspexerit.
m quo ego ~rhrl ~duersabor nec eis ullam auferam gloriam. 11. Utdeatur sane quibuslibet Cicero hic non iocatus sed manra et llCntosa quaedam-quod ab ipsorum Graeculorum Ieuitate a?hor~eret <~---:-s~qui ~t colligc~e uoluisse. quid b enim me impedit, quin, s~ ~me uan1tatr reststere. uch!Jl, facile ostendam, quanto minus malum :rt md;xtum esse. qt~arl?- mdocrl~m? undc fit, ut, cum se ille Academicus ractantrculus quasr drsctp~J!um slngu~is dederit nemoque illi quod se scire putat persua?ere potuent, magna !llorum postea consensione rideatur: ram emm qm.sque alium c¡:uemlibet aduersariorum suorum nihil didicisse; hunc. ucro mh¡] .ros>e chscere iudicabit. ex quo deinceps de omnium schc:lts non fer~hs, f]uod. e.;;set dcformius quam molestius, sed ílloruJl'l pallwtorum rb111s er tustrhus proicietur. (94n non cnim magnum negO>-"
. ynr.
1
f~] m.Jnto (pa!,lir,,¡) era nn signo di
' ~bbnrret PL b itt hoc ~who quid i•rop r FIII_17 PL
"'
ill,8,17
Contra lM académicos
155
0ro será, en efecto, gran negocio contra una peste común reclamar las fuenas hercúleas de los cínicos 10 • Mas si se quiere disputar con ellos, buscando tan ínfima gloria-cosa que fácilmente se me otorgará, por ser yo amante de la sabiduría, aunque no sabio-, ¿qué podrán alegar ellos para re±utarme? Pues supongamos que yo con un académico entro en liza en una de aquellas escuelas de filósofos; todos se hallan presentes; exponga cada cual su doctrina brevemente conforme al tiempo que se les con ceJe. Preguntemos a Carnéades qué piensa. Dirá que duda. Así cada cual le preferirá a los demás. Luego todos le preferirán a todos: he aquf una grande y altísima gloria. ¿Quién no quisiera imitarlo? Y si a mí me preguntan, responderé lo mismo. Igual, pues, será la alabanza. ¿Goza, pues, el sabio de una gloria que le iguala con el necio? ¿Y qué diremos si fácilmente le supera? ¿No hará nada la vergüenza? Pues a este académico, cuando abandone su tribunal, lo detendré yo, porque la necesidad se complace con este género de victorias. Luego, habiéndole yo retenido, manifestaré a los jueces lo que ignoran, y les diré: «Yo, excelentísimos varones, tengo de común con éste la duda sobre quién de vosotros profesa la verdadera doctrina. Pero tenemos también nuestras opiniones particulares, y os pido que juzguéis. Pues para mí es cosa incierta, aunque he oído vuestras disertaciones, dónde está la verdad, mas es porque realmente ignoro dónde entre vosotros está el sabio. Porque éste asegura que tium erit contra communem pestem uelut Hcrculea quaedam postulare auxilia Cynicorum. si autem ista uilissima gloria cum his certare libeat, quod philosophanti mihi iam quidem sed nondum sapienti L59] faciliore uenia concedendum est, quid habebunt, quod possint refellere? ecce enim faciamus me atque Academicum in illas lites philosophorum inruisse; omnes prorsus assint, exponant breuiter pro tcmpore sententias suas. quaeratur de Carncade, quid censeat. dubitare se dicet. itaque illum singuli praeferent ceteris, ergo omnes omnibus, magna nimirum atque altissima gloria. quis istum nolit imitari? ~t ego itaque interrogatus idem respondcbo; par erit laus. ea igitur glo:ia gaudct sapiens, in qua illi stultus aequatur. quid, si eum etiam facile superar? nihilne agit pudor? nam istum Academicum iam de iudicio discedentcm tenebo; quippe auidior huius madi uictoriae stultitia est. ergo eo retento prodam iudicibus quod ignorant et dicam: ego, uiri optimi, hoc cum isto commune habeo, quod dubitat, quif uestrum ucrum sequatur. sed habemus etiam proprias sententias, de quibus peto iudicetis. nam mihi incertum est quidem, quamuis audierim decreta uestra, ubi sit uerum, sed ideo, quod qui sit in uobis sapiens ignoro. istc autem etiam ipsum sapientem negat aliquid scire, ne ipsam quidem unde sapiens dicitur sapientiam. quis non uideat, 10 Los cínicos eran discípulos de Antístcr.es (422-365). y se distinguían por su mt"nosprecio de la virtud y de los convencionalismos sociales. Diógenes se hi?o célebre entre ellos (véase UEBERWEG, I p.450ss).
Contra los académicos
157
!56
Jll.~,20
el sabio nada sabe , m· s1qurera · · conoce la recibe su nombre». ven quién se llevar{¡ 1¡'a1 pa ] ma . ..[D orque, si esto dice d . Todos ffil a versario, lo aventajaré en oloria. . '1 z~~o, confiesa que el sabio conoceo la 'b pero Sl e' avergon.. mon la que triunfe de él. sa iduría, será mi opi,.
pcii.o. a retraer a los amigos de saber de toda esperanza de cienCla, para que, dominados por una lamentable pereza espiritual, abandonasen toda investigación filosófica? 19. Pero ¿cómo no había de turbarle que no pueda hallarse un objeto de tal condición, si, por otra parte, no puede conocerse sino lo que es tal? De ser así, mejor sería decir que el hombre no puede alcanzar la sabiduría que sostener que el sabio no sabe por qué vive, cómo vive ni si vive, y, finalmente-y esto supera toda perversidad y delirio insensato-, que a la par es sabio y que ignora la sabiduría. Porque ¿qué es más chocante, decir que el hombre no puede ser sabio, o que el sabio no posee la sabiduría? Toda disputa queda cortada si no se plantea la cuestión en estos términos para juzgarla. Mas si tal vez se hablase tan claramente, se retraerían los hombres totalmente de filosofar; y hay que inducirlos a ello con el dulcísimo y santo nombre de la sabiduría, para que cuando, quebrantados por la edad, nada hayan aprendido, te colmen de execración a ti, a quien te han seguido, renunciando a los pla---, ceres del cuerpo y abrazando los tormentos del espíritu. 20. Pero examinemos quién los aparta más bien de la filosofía: si el que dijo: <
CAPITULO
IX
LA DEI' INICIÓ!\' DE ZENÓN
luga~8don~~ro retirémonlos de este quisquilloso tribunal a algún .
no nos m o es ten las multitudes y
. l,
la
:~:h~b:;~e]:e~~a~~a~e~' ~~ehl~l ,:~ dice que ~eci~~~ :uq~~:&re Y alh disputemos, según nuestras ¡uerzas, no de la gloria que es cosa 1eve y pueril, sino de la misma . vida y de Ja es-' Peran~a que tenemos de ser dichosos. NI~?an los académicos que pueda saberse algo ·Qué yo tenets para decir eso, j oh hombres estudiosísim~sc d a~ mos? «Nuestro apoyo es, dicen la d f .. , d Z ~ octisl. or ') D "dm . , e rmcron e enon». Mas c:P ~ue} d_CJ . e. ~ues sr es verdadera, alguna verdad admi~~r¿~ren a ~ ~n:;. SI es falsa, no debió haceros mella a vosd. zqu~ os PI,eClaiS de vuestra constancia. Pero veamos lo ue rce enon: Solo puede percibirse y com renderse n b ~ que no ofrece caracteres comunes con lo fpl u o JetO .Esto t ., 1 d a so. e: e movJO, ¡o, iscípulo de Platón!' con todo emr.alma illa cuius sit? nam si hoc aducrs . . . . si antem erubescem confessus f . , ar!us meus _dtxent, mncam gloria; sentcntia. ucnt sapJentcm sc1re sapientiam, uincalll
IX. 18 Sed 2b 1 o · r ·· locurn, ubi ~o bis nulla ~u~b~"1% llttglOS? tribunali . seced~m~s in Platonis, guae nomen ex eo di ~testa slt, ~tque utmam In rpsam sclrobuni hic iam non de lo-· d ¡ cr ur accepissc, quod a populo sit r . .g _m, quo euc ac puerilc est sed d · a Iqua sp~ an:~l h{'J.ti, quantum inter , , e lpsa scm al iquid pos'e nhos. ·b. ' · Acadcmlct h" ·· 011 d eocnots ·· ommes atque doctissimi? monuit a nos in. uiunt . bi est, ueri [ 60] 'qui Z . , .. e un. constantissirnos commoucre. sed tlid,earn~s eno. tale scrhcet msum comprehendi t .. non habcret signa communia h . e I?erchlpl posse, quale · ocme te momt, omo Platonice ut omrdb•~ u L , . a escuela de Platón recibió el nombr A d . tan o de los jardines donde Platón . ~ ca emta de Academos,
~i~ ral;::s~:o~a:r ~¡er_a
m:m~ihil
~oui¿
de di~putar. como los ~ofisras , l e~t~bleoo su magisterio filosófico, la admiración del vulgo. } os CJmcos, en las plazas y calles a movit PL
uiribus ab spe discendi studiosos retrahetes, ut totum negotium philosophandi adiuuante quodam etiam mentís ingemescendo totpore desererent? 19. Sed quomodo illum non permoueret, si et nihil tale inueniri potcst et, nisi quod tale est, percipi non potest? hoc si ita est, dicendum Potius etat non posse in hominem cadete sapientiam quam sapientem nescite, cur uiuat, nescire, quem ad rnodum uiuat, nescire, utrum uiuat, Postremo, quo peruersius magisque dclirum et insanum dici nihil potest, simul et sapientem esse et ignorare sapientiam. quid enim est durius, hornincm non posse esse sapientem an sapientem nescirc sapientiam? nihil hinc disputandum est, si res (944) ipsa ita posita satis non est ad diiudicandum. sed illud forte si diceretur, penitus homincs a philosophando auetterentur; nunc uero inducendi sunt sapientiae dulcissimo et sanctissimo nomine, ut, cum contrita aetate nihil didicerint, postea te summis execrationibus prosequantur, quem rclictis saltem uoluptatibus corporis ad animi tormenta secuti sunt. 20. Sed uideamus, per quem potius a philosophia dcterreantur, per eumne, qui dixerit: audi, amice, philosophia non ipsa sapientia, sed ht.udium sapientiae uocatur; ad quam te si contuleris, non quidem, dum le uiuis, sapiens eris-est enim apud deum sapientia nec prouenire homini potest-sed cum te tali studio satis exercueris arque mundaueris, animus tuus ea post hanc uitam, id est cum horno esse desieris, facile
• Coiltm los académicos
III,9,2¡
de la vida presente, esto es, cuando hayas dejado de ser hotn.. bre>>; o tal vez el que dijo: <~Venid, mortales, consagraos a la filosofía, porque en ella hay gran provecho. Pues ¿qué cosa más amable que la sabiduría para el hombre? Venid, pues ' para que seáis sabios y no conozcáis la sabiduría». No sería )'O quien hablase así, dice él (d académico). Eso es engaiiar, pues otra cosa no hallarán en ti. Así, pues, si hablases de ese modo, huirían de ti como de un demente; si por otros medios los contagias con tu persuasión, los volverás locos. Pero admitamos que ambas opiniones apartan igualmente a los hombres de la filosofía. Mas si la definición de Zenón obligaba a enunciar algo pernicioso para la causa de la sabiduría, ¡oh amigo!, ¿había necesidad de decir al hombre lo que era motivo de dolor o más bien lo que era para ti motivo de escarnio? 21. Pero Ciscutamos la definición de Zenón según nos permite nuestra ignorancia. Sólo puede comprenderse un objeto que de tal modo resplandece de evidencia a los ojos, que no puede aparecer como falso 1 ~. Evidente cosa es que fuera de esto nada puede percibirse. -Lo mismo pienso yo, dice Arqucsilao, y por esto, enseño que nada puede percibirse, pues nada puede hallarse que reúna tales condiciones. -Tal vez no lo halles tú y otros necios; pero el sabio, ¿por qué no ha de poder hallarlo? Aunque al mismo necio creo que nada puede responderse si te pide que con tu reconocida agudeza refutes dicha definición de Zenón, mostrándole que también puede ser falsa; y si no puedes lograr ese intento, pcrfructu~. an pcr eum, qui dixerit: uenite, mortales, ad philosophiam! magnu.s hic fr~~~~us est; quid enim homini sapientia carius? uenite igitur, ut sap1cntes sltls ct sapientiam ncsciatis! 'non', inquit, 'a me ita dicetur'.
hoc est decipere; nam nihil l61] aliud apud te inuenietur. ita ut, si hoc dixeris, fugiant tamguam insanum. si alío modo ad hoc ~~~[f:.~ facias insanos. sed credamus propter utramque sententiam aeque nollc philosophari. si aliquid philosophiac perniciosum Zenonis dicerc cogcbat. mi homo, idne homini diccndum fuit, unde se an id, undc te deriJeret? 21. .Tarr:en qu?d Zeno definiuit, quantnm stulti possumus, twmus. td u1sum a1t posse comprchendi, quod sic apparerct, ut apparere nor: po~set. ma~ifestu.m est nihil ~liud in perceptionem hoc ct ego, mqmt Arcestlas, mdeo et hoc 1pso doceo nihil · enim tale aliquid inncniri potest. fortassc abs te atque ab a sapiente cur non potcst? quamquam et ipsi stulto nihil r";pcmdleE' arbitrar, si tihi dicar, ut illu mcmorabili acumine tuo hanc · definitionem refel!as et ostendas eam etiam falsam csse posse; 12
C1c., Ac.;d_ II 3-1; n!ase not<~ complementaria n.20, p.926.
¡j1,9,21
!59
Contra los académicos
tienes en ella una proposición cierta; pero, si la refutares! 'a das libre del obstáculo de conocer la verdad. L~ego no se ¿~~10 pueda refutarse, y la juzgo muy verdadera, d1cha def:rd ·' Así pues si la conozco, aunque neno, a1guna ver a cJ0°, ' ' , s . Me no:zco Pero imagínate que el1a ce ¿ e a tus arg.ucla . ..val ~ d~é e~t~nces de un dilema segurísimo. Porque dicha_ deh~·u;~on . \'erdadera 0 falsa: si es verdadera, mantengo ml pos1c10n; ' sio esfalsa, luego puede percib irse a1go, aun cuando ofrezca caracteres comunes con lo falso. , -¿Cómo puede ser eso?, pregunta el. ... , -Luego muy acertado andtrv~o _Zenón en su ~eflmcwn, n~ se engañó alguien al darle asentlmtcnto. ¿Tal_ v~~ 'condenare mos como poco recomendable y neta una deft~lc:on, la cual, tra los que habían de formular muchas ob¡ectones contra 11 f~ percepcíón, se presenta en sí misma dotada_ de aquellas. cua; de un ob¡eto plercdept!hle, 11.dades que requería como propias , , , ' y un eJe mp o e cosas Luego ella es a la par una d ef tmcton comprensibles, , , d, d , por ' d1'ce Arquestlao • s1 ella es ver da era,. mas - Y no se, ser probable, aceptándola, demuestro q:le na a exJste semejante a lo que ella exige como cornprenslble. -Tú la utilizas para todo menos par~ epa, y ves la consecuencia según creo. Pues aun csta:1do mc1ertos de ella, no ~os desa~para por eso la ciencia, porque sabemos que Ís ver: dadcra o falsa. Luego sabernos alg_o .. ~unque nunca ograra hacerme un ingrato, juzgo dicha defm1c10n como absolutan;e~ te verdadera. Pues 0 pueden percibirse las cosas falsas, h1ponon potueris, hanc i~sa.m quam pc,rcipias habes, rnu~c~~s;c~~~er~ld~on~~ a percipiendo impedwns non hahcs. ego cam re e . . l omn-ino uerissimam indico. itaqu~ cum ea:n scio, quamms J!~Tons:us:~~~ nonnihil scio sed fac illam uersutrae tuae cedbere. utar coml? f 1 potest rissima aut ~nim uera cst aut falsa. si uera, ene terreo~ st asa, . : ¡'·· ·¿' . . tiamsi habeat communia signa cum f~lso. u~de, mqmt, a 1qu1 perc1p1, e .. · · isquts u el m hoc con· Potest? uerissime igitur Zeno ?ehmu~t nc~ e~ q:J finitionem putabimus, Ita dicturi cum sensit errauit. an paruae 1aud1s et smcenratt: e auac 'contra eos, qui erant aduersum perceptwnem mu ,, . ) 1 ?esignaret qualc. c:~ct q~od oercipi ~~;is:tr'i~e e :~sa; ~~~e;,p~~:- ~ ~~~~~u~J~, Ha cornprehendJhJhbu:-.. Jebus et. . l, bT ·¡ f62l eam sequens etiam ipsa u era sit nesCJo; sed llUHl e<;t pto. )d 1 Js, ll eo h d. tendis osrendo nihil esse tale, qua le illa exP~.essJt po~se compre en 1. ts ( ' fortassc praeter ipsam et uidcs. ut ar?ttro!, q.md s~quatur .. quo( ~1 uee~:~ eius 1· rti sumu-: nec ita nos dcsent sc1cnt1a. sctmus cnlm au · ~· · quomquam esse ancet fa](945)sam· non iaitvr n1'h'\1 scrmus. ' . . numquam . d' · ' " ·n m dcfínitionem uenssunam 111 K 0 . u f e ficict ut ingratus Slm, prorsus ego 1 a . A timent aut enim possunt percipi et falsa, quod uehementms ca .emtcl
fi
1
·¿ ..
e
comprehensibilibus PL
--
°.
16
.
Contra los académicos
III lO
·~
tesis a que tienen pavor los académicos, y realmente es absurd ~ ta~poco pueden per~i?i~~e las cosas más semejantes a falso: luego aquella defimcwn es verdadera. Mas pasemo l
jtt
G
¡[],10,22
Contra los académicos
161
Tú avanzas en verdad, ¡oh astucia griega!, elegantemente ceñida y bien dispuesta; pero no reparas en que aquella definición e invención de un filósofo, fijada y apoyada en el mismo \Tsríbulo de la filosofía; si quieres quitarle esa hacha de doble filo, rasgará tus piernas; porque, destruida ella, no sólo puede p~.:rcibirse algo, sino también puede perciLin.e lu que es parecidísimo a lo falso, si no te atreves a deshacerte de ella entermncnte. Es tu escondrijo, de donde sales e irrumpes con fuerza sobre los incautos que quieren pasar; mas no faltará un Hércules que te sofocará en tu caverna como al semihombre Caco 15 , aplastándole con sus piedras, enseñando que hay algo en filosofía que no puedes reducir a incertidumbre, por ser semejante a lo falso. Verdad es que yo apresuraba el paso para llegar a otras cosas; mas el que viene aquí con urgencias, Carnéades, te injuria. tomándote por un muerto, que dondequiera y de cualquier wanera puede ser yencido por mí. Y si no lo considera tal, no tiene compasión, pues me obliga a mí de improviso a abandonar mis fortalezas y 8 luchar contigo en campo raso. Y apenas comencé a descender allí, víctima del terror de tu nombre, eché atri~ el pie, y desde la altura te arrojé no sé qué dardo; vean lo~ 4ue presencian nuestro combate si llegó hasta ti y los efectos que produjo. Mas ¿a qué semejantes temores e inepcias? lem ,:;;pe.>erint, caccis ptodere nequeanr praesertim arrogantibus et quos doc<::~i alíqujd pudent. laute quidem, o Graeca industria, succincta et P
'
Caco es el ladrón mitolcí;;ico de quíen hahla Virgilio ( A•rtr-id. VIII
19(hJ.
U ir spelu11ra fmt. uastn summot,J. r('Cf'J'U, 'ir-'t'lihomhlis Caci f,Jctes quam dira tCiu:T;al, So!i\· f~t,rcr:ewm radiis.
En esta borrenda cueva perpetró los crimenes, de que le vengó Hércules.
'!
162
Contra los académicos
III,!0,23 ?ien recuerdo, muerto estás, ni Alipio tiene derecho a corn atlr P,or tu cadáver. Dios me socorrerá seguramente contr·· tu sombra. a
~i
23. Aseguras que nadc1 puede saberse de cierto en filos f y rara propagar tu razonamiento a lo largo y a lo an h o {a; a as r_eyertas y disensiones de las escuelas, crevcnd~ o apeas las lneJ_?tes armas contra los filósofos. . que son ¿Como vamos a juzgar de la disidencia entre D , . los antiguos físicos sobre la unidad o 1 l'd d ~mocnto y del m d d P ura 1 a Incontable un o, cuan o en~re él y su heredero E icuro no manltÍnerse la concor?ta? Pues aquél, partid!io de la Pv~~o mue e, cuando a los atamos que son como sus ese] a es a los corpúsc 1 -¡' avas, estu l ) r u os que e tan satisfactoriamente abra?.a en d~:eJ'cf~~ues Jecé_nditos de la;" cosas, les permite camb~i<~r de d' Y_ esvtarse espontaneamente de aquí para allá otraMs rreccdwndes, disipó todo el patrimonio con esta ;scisi'ón ~~ as DJ a e esto n · , · , l b le mteresa a mL Pues si corresponde a la Sob;d ' " ' . ur1a e sa er algo de et , d d' h . . , y . as cosas, nn pue e faltat al sabio YI~:n~~epnr~~ia tasl¡ otbra cosla es la sabiduría, el sabio la co~oce, ' es agate as. · aun , d e la proximidad del , [ .Con todo ' .vo , que e s t O), ¡e¡os ~j~~~~ f~i::taps cosas Pde la natt:raleza, alguna ciencia d; cuesM s oseo. ues por crcrta cosa tengo que el mundo , d es uno o no es uno, \' que si hav mucho 5 mero finito · ¡· · · \T' · . mun os, son de núM O 111 lTII to enga 't decirm ( ' J opinión tiene todo 1 . . d' f 1 e arneac es que esta S OS VISOS e asa. L
,:..
examine. dimicamus . .sed quid metuo inen ;:¡ • b , . es nec tam pro sepulchro t . ' tus. SI ene nwmmr, mortuus. umbram tuam del;s adiuuabüuo JUre pugnat Alypius; facile me contra 23. Nihil ais in philosopl;ia posse ere· . . lateque diffundas arripís rix . d". · .P 1P1 et, ~t oratJonem tuam largecontra íllos arrna'm 1·n·15 ¡ ·1 , , "·h_lsse~~lüncsque phdosophorum et eas tibi. . ' e m 1trans quo d · · . et supenores physícos de uno d · . mo o e'?-r.m mt_er Dcmocntum mus, cum inter (946) ipsum h mur o et m_numerabdtbus htcrn diiudicabi~ nequiuerit? na~ íste luxtlrl·o. erec erngue ctus Epicurum concordia manere , sus cum '!tomos qua'i ·11 ¡ ~orpuscula, quae in tencbrís laet . '] . s anu u as suas, id est In_ alienas limites pa,sim s-p~' t a~ 1.P ecntur_. n~=m. tenerc uiam suam sed CtJam per iurgia dissipauit J~,,ec ec:mar~hp1ermdltttt, totym patrimoniutn , · • • SapJCntJam peninct horum " ' 'dueto. n1 . 1 a me atti net. Sl· emm ad · · sr· :-llltem almd <:Juiddam cst 's qm _. . SCJre. · rd non. p o tes 1 1atete saprentem. , ,1 111enrwm r11am b sclt sap 1· n. · . 1641 tamen ego, qui Jongc ,<1dhuc ,¡ l .. ·. e s, rsta contemOit._ ·_ physicis nonnihíl scio. cCrtum cn~shnl ue a utcmnatc sapientis, in istis non unum: et si non unum aut finiti a )ea. aut ~ml!-~ .e~se mundum aut Carneades falsae es~e similern e{ : 11 ~lmen a~Jt Jnf¡nttl. Jstam sententiatn , oceat Item scin mundum istum nostrum .,, Ve"ase nota CCJ•nrlemcntariJ n.22, r.926.
ud
,¡,·
l
b
est sJpiemia; illam PL
]11,11,24
Contra los acudé!!Úco::
163
Igualmente sé que este nuestro mundo está dispuesto así por la naturaleza de los cuerpos o por alguna providencia, v que o siempre existió y ha de existir o que habiendo comen~ado, no acabará nunca; o que no tuvo principio temporal, pero que tendrá fin; o que comenzó a subsistir y su permanencia no será perpetua. Yo poseo una suma innumerable de esta clase de conocimientos relativos al mundo. Porque son verdaderas estas proposiciones disyuntivas y nadie las puede confundir con lo falso, so pretexto dt alguna semejanza con él. -Pero toma aisladamente una de ellas, dice el académico. -No me place; porque eso es decir: Jeja lo que sabes y afirma lo que ignoras. -Luego tu opinión se halla en suspenso. -Más vale que esté suspensa que derribada en tierra; porque ella es completa y puede llamarse o verdadera o falsa. Y ésta digo que sé. Tú, que no niegas que ellas pertenezcan a la filosofía, pruébame que no las sé: di que estas proposiciones disyuntivas, o que son falsas o que tienen algo común con la Lllsedad, que bs hace enteramente indisccrnibles.
u
CAPITULO
XI
LA CERTEZA DEL MUNDO Y DE LAS VERDADES MATEMÁTICAS
24. -¿Cómo sabes, objeta el académico, que existe este mundo, si los sentidos engallan? -Nunca vuestros razonamientos han podido debilitar el testimonio de los sentidos, hasta convencernos que nada nos nparece a nosotros, ni vosotros os ha':Jéis atrevido a tanto; pero aut natura corporum aut aliqua prouidentia sic esse dispositum eumque aut sempcr fuissc et forc aut coepi~sc esse minime desirurum aut ortum ex tempate non habere, sed habiturum csse finem aut et manere coepisse et non perpetuo essc mansurum et innumcrabilia pbysica hoc modo noui. uera cnim sunt ista disiuncta ntc similitudine aliqua falsi ea quisquam Potest confunderc. sed adsume aliquid, ait Academicus. nolo; nam hoc esr Jicere: relinque quod seis, die quod nescis. sed pendet sententia. lll~lius certc pendct quam cadit; nempe plena e est; nempe iam potest aut falsa aut uera nominari. hanc ego me scire dico. tu, qui nec ad philosophiam pcrtinerc ista ncgas et eorum sciri nihil posse asseris, ostende me ista nescirc; die istas disiunctiones aut faha~ csse aut aliquid commune habere cum falso. per quod discerní omnino non possint. XI. 24. Cnde, inquit, seis essc istum mundum, si scnsus falluntur? numquam rationcs uestrae ita uim sensuum refellerc potucrunt, Ut conuinccretis nobis nihil uideri, nec omnino ausi estis aliquando !sta temtarc, sed posse a!iud esse ac uidetur uehementer persuadere lncubuistis. ego itaque hoc totum, qualecumquc est, quod nos cone
plana PL
l6-!
habéis puesto grande ahinco en persuadirnos de la diferencia entre ser y parecer. Yo, pues, llamo mundo a todo esto, sea lo que fuere, que nos contiene y sustenta; a roJo eso, digo, que aparece a mis ojos y es advertido por mí con su tierra y su cielo, o lo que part:ce tierra y cielo. Si tú dices que nada se me aparece, ento.r}. ces nunca podré errar, pues yerra c1 que a la ligera aprueba lo aparente. Porque decís que lo falso puede parecer verdadero a los sentidos, pero no negáis el hecho mismo del aparecer~ Y absolutamente desaparece todo motivo de discusión donde a vosotros os gusta triunfar, si no sólo nada sabemos, sino que también se suprime toda apariencia. Pero si tú niegas lo que a mí me parece sea el mundo, es una cuestión de nombres, pues ya te he dicho que a eso que se me parece a mí doy el nombre de mundo. 25. Pero dirás: Luego, cuando duermes, ¿también existe ese mundo que ves? Ya lo he dicho: llamo mundo a lo que se me ofrece al espíritu, sea lo que fuere. Pues si os place llamar mundo sólo a lo que ven los despiertos y los sanos, afirma, si te atreves, que los que duermen v los alucinados no se alucinan ni duermen en el mundo. Así, p~es, insisto en decir que toda esa masa de cuerpos, toda esta máquina donde esta~ mas, lo mismo en el sueño y en la alucinación que en la vigilia y b salud, o es una o no es una. Explica cómo puede ser falsa esta proposición. Pues si duermo, puede ser que no haya dicho nada; o si al estar dormido se me han escapado de la boca algunas palabras, según suele acontecer, posible que no las hay~ dicho aquí, sentado como estoy, ni delante de estos oyentest tinet atque alit, hoc, inquam, quod oculis meis apparct a meque s~ titur habere terram et caelum aut quasi tert·am et quasi caelum, mund~ uoco. si dicis nihil mihi uideri, numquam er:abo. is enim errat, qql quid sibi uidetur temere probat. possc enim falsum uideri a sentientibUS. dicitis, nihil uideti non dicitis. prorsus cnim [65J omnis disputationlt. causa tolletur, ubi regnare lJOS libet, si non sol u m nihil scimus, sef:J etiam nil nobis uide!ur. si autem hoc. quod mibi uidetur, negas mund~ esse, . de nomine controuersiam facis, cum id a me dixerim mund~ uocan. 25. Etiamne, inquies, si dormis, munJus est iste quem uides? dictum cst, quidquid tale mihi uidetur, mundum appdlo. sed si solum placet mundum uocare, qui uidctur a uigilantibus uel a sanis, illud comende, si potes, eos, qui dormiunt ac (947) non in mundo furere atque dormirc. quam ob rem boc dico, corporum rnolem atque rnachinam, in qua sumus siue dormientes furentes siue uigilantes siuc sani, aut unam esse aut edissere, quomodo ista possit falsa esse sentcntia. si enirn porest, ut nihil dixerirn; aut si etiam ore Jormientis euaserunt, potest fieri, ut non hic, non ita sedens, non istis audientiblll
]65
Contra los académicos
lll,ll,2l !il,ll,26
f 1, lo que digo, es imposible. Pues no digo pero que ::.ea a so . estar despierto, ya que r:m que ;enga. estas perce~h~é~eses~~~~do durmiendo me pud~ pa~e~ podrtas ~bjetar que ta Llede tener grandes apanenetas cer lo mismo y, po~htanto, que Pl, más seis mundos es evidente ' . , . 1 f 1 0 P""ro st ay un m une o · con o a s . . . que hay siete mundos, sea cua l , [uere 1a afección de mi ammo, v afirmo con razón que eso lo se. .' las disvuntivas • p es que esta co:1exton o < · ·Demuestrame, u ·' ~ l , - 1 locura 0 la ilusión d d er faL::J.s en e sueno, a ¡;reclc ente~-~~= e)rn esnton~~~; si al despertar las conservare en oe 1 , , "do Cosa evidente rr.e parece l os sen ria me dare por vcncr . 1 a memo , 1 d . . de los sentidos corporales as perq~·c pertenecen a. ommJJ la demencia; pero que tr(~S cepciones productda: en ~r;d:lJ~ ~úmeros inteligibles' es necenor tres son nueve J' cua ' ¿ 1 énero huma~ariamente verdaderb'· ~~1 11~l~~:~dfa~~~~~el~~ s~n~iJos- se pueden no. Aunque veo tam tc d . los mismos académicos. decir muchas cosas, no cenbura as por 1 ntidos ni de las Teng? p~lra míf q\u"es nq~edpe ade~~~si~!ed:m~~t!~ ni d~ las ficcio-
.
!;naPJnaCJones a
Sn,
nes ~que se fcrjan en s~eños. 1 · f bien de las Pues si a los desptertos v sanos es lD ormjn [ . l cos;ls, ll0. se les puede poner- en cuenta a ellos o que or¡c e 2nimo en el sueño o la l~cura. . .. . 1, es verQueda por avertguar sl el testJtnomo que can . 2L o. · , y ten(ro ntnauna d;1d(:ro. Suponte que dic.e un eprcureo: o nr0 bl::-- exi i; de cwcrella contra los sentrdosh pues no es razona e g ellos m:ís de lo que pueden , h ·r ·n otcst nec cp-n n:·:: illud p··rcniss~ c.bcerim; nt antem .• oc falsum. SI 'd:lü ph. ;nihi ctimn dormknti uidcr1 . d , 'l potes emm tccre ce ' lllLO, , . . . f nl so ~-imillimum. ~i· . autem . unus et· , quo , ¡ Ulgt . em. ,... hoc ¡~otest csse tY~tt'ls~c, K e,)q 0 '· · d , qnoquo modu ;tftectus s1m, manl· ,.,., munrli sunt. septefTl.. mtm ns. cssed, ,t, r offirmo auare uel hnnc co. ·¿ me sctre non tmpu en e ,, · · tcnn:n est et¡ 1·n . sn¡wnus . . . - · doce somno aut furore. aut . d•smnctwnes · · nexw1J::·m uc L as · ~- · ·: s¡' expergefactns ista memmero. 1 , po~se esse faLsas et me, · . , · lJ''f1J1atc sensuum ·'· ~ d .·, , tl's liquere ouae per sommum . lam ~re o "'111m wm sa · · ~;¡,~lum ess.e conc:c·( ·; ,'- · ~ ~ . scilir~r quae ad corporis scnsus perct demenuam fals<>. Ul>.1eanl_ur. ea ·. · .Lt~aJratum intelkgibilium nemerotiPer.t· n1r:1 ter ternn noue,n esse et. q · gu"rncuam etiam ·· · ' . . h m no stertcnte slt uemm. '" ' :ur:1 r.r.·(·es<;e est ue 1 p-enerc.. u a d· . ab Academlcis reprehensa jl;·o .insis sensihm multa Uldeo posse ICI, quae · ·1 anod imaginationes . . . d ·nim sensus non accusar1. Ut , . r"'11 tnttemmus. o_e o e • 'f 1, · ·omnis uidnml'i. si en1m uera '·,k15 fu rePte<; n;¡tluntor nel qurd_ asa In eos qPiJ sihi nnimus ,,;~~ibntif66]bus sanisque rcm_mtlarunt. m 11 a ' . d(ll"micfltis insanienti~.qne confmgat IP rel'untwnt 11 , ru'l1 tfnun 1 76. Restflt. ut o_u~eutt•T utr_un:' ct:m, babeo quod de senstbus ::,.,.~t a>!e. si dicat T:pKureus qwsr~am. n1 1 -
·h- d ·¡,''\
'·'' Lo"•'
. io.I>OÍan el criterio de k ep;'c''I"OS. "'''""· ;en~ls.tas, ; 1,diri!lm Prntaz.nrrrf' nt.
~ ~ ""- ., t1l'lt(l i'lWr,,iPnrs rlc u~In<; st·n;itln~:
\ei·chd et: la_~ 1 1 c,,,,,,
' 7· 1 /J(
1" " '
1
166
Contra los académicos
y lo que pueden ver los ojos cuando ven e 1
III,ll,<6 ¡!l,ll,26
Co;¡tru I!H acudémtcos
167
¿Y si una misma cosa, unas veces por una causa, otras -¿Luego testifican la verdad' cuando , '1 s o verdabdero. en el agua? 18 ,.en e remo que rado n:ces por otra, ora me sabe dulce, ora amarga? -Ciertamente; pues habiendo u ,, , Yo esto es lo que digo: que un hombre, cuando saborea apareLca tal corno se ve all' ,. na :
i
cor.lquerar; iniustum est enim ab eis exi e qltud autcf!l possunt uidcre oculi, ue~um ~·~e P}us quam possunt; quid1 ent, ergone uerum est quod ~ e remo 1n a qua uident) pr Jta · · unorsus ucrum · nam eausa accecl ente quare Ul·d eret11t st. d"tncrsus l m eos f a Jsae 'renuntration·,, ': · "roe a . rcmus rectus' 'ap pareret, mag¡s . ' oculos · 'h us causis uidcndum " "' fuit rUetem .. dnon e~¡·m u te . !erent, quod . talibus Cxlstentl ¡no tu, hoc de pinnuli~ auium ho~ :lll~ltl.s o pus est?. hoc de turrium ego tamen fallar si ad'enrr·a'r• . e e~ e:rs lnnumerabdibus dici potest. 1 qmsp1am t . 'b' ' " ' ' 81 1 adscntiri, quatD u lta ti 1 apparerc pcrsuadcas et d · n? r1 Pus 11 qc;omodo rcfellat Academicus C~lln ;~1 .ecehtlO e~t.. non enim uideo;' sc!o: hoc auditum rneum del~ctari sci~ }, 1nt: . c;c. m1h1 candidum uiderf 0 m1h1 sapere dulciter scio h . . ' ~ .mlhl rucnnde olere scio hoC . . , oc m¡ 111 esse frundum · d. . ' Pe r se. amarae stnt ole11.stri fro ¡ " scw. Jc potws, utrurn o hor:nrn.cm inpmLum) nonnc ~~s~s,caq~as .capct tam J:?ertinaciter >lJ1petit. recon smt, mihi tamen an r cr r~se modcstror? nescio lJuales fo. r t asse a¡·lqms · etiam hominurn ' lntae su11t "'-juaerts , · amr ¡·ms? ·sed esf . . C)tlld . tlam? nurnquidnam er>o an, ... cm non SJ_nt amarae. tendisne in molesnon (948) sernper acÚinno~m·~~·cÍss~. o,m.nJbus. dixi~ a mihi dixi et hoC LJ _r , sr tntm ahn~ aha causa lllmc dulce
dlll
J·
l
,'7 1!' OJ!;'fle tudicium sensi!ms
Cu,•r.Rol\·. ·1c·",/. j¡ -··5.7'). " • " -' · (re. Acad. TT ¡q
et
. 111
l'l:'rli!Jl
1/(J/ÚÍÍs. rl ,·,,
1)()
/ 11 pta!e
•
UJIISÚI!IIr
quippiam, nunc amarum in ore sentiatur? illud dico, posse hominem, cum aliquid gustat, OOna fide iurare se scirc patato suo illud suaue essc uel contra nec ulla calumnia Graeca ab i~ta scientia posse deduci. quis enim tam inpudens sit, qui mihi cum delectatione aliquid ligurrienti dicat: fortasse non gustas, sed hoc somnium cst? numquidnam resisto? l671 sed me tamen illud in scmnis etiam de1ectaret. quarc illud, quod me scire dixi, nulla confundit similitudo Ealsorum et Epicureus uel Cy, renaici et alia multa fortasse pro scnsibus dicant, contra quae nihil clictum esse ab Academicis accepi. sed quid ad me? si uolunt ista et si possunt, etiam me fauente rescindant. quidquid enim contra sensus ab ~is disputatur, non contra omnes philosophos ualet. sunt enim qui omnia lsta, quae corporis scnsu accipit anirnus, opinionem possc gignere confi, tentur, scientiam uero negant, quam tamcn uolunt intellegentia contineri remotamque a semibus in mente uiuere. et forte in eorum numero est sapiens ille, qucm quaerimu~. sed de hoc slins. nunc ad reliqua perganms, quae propter ista, quae iam dicta snnt, paucis, nisi fallar, explicabimus . 1 ~ Los cirenaicos fueron disdrmlos de Aristipo de Circne, el cual sostenía que el soberano bien del hombre reside en el placer actual e inmediato y que bs p~acn·es dd cuerpo a\'Cntajan a los del espíritu. Conforme a esta doctrina, ~u critcriología era sensista: Praeter permctiones intimas nihil putant esse ludn·ii (CiCERÓN, Jlcad. II 45,75).
a
omnibus hominibus diui CCL
1 •
16~
CAPITULO LA
Xll
CERTEZA MORAL y LOS SENTIDOS
27. Al filósofo moral . · 1 J sentí dos:- p · 1 , . ' <:que e ayu an o le estorban 1 · ues sr a os mismos qu h OS Jel hombre en el placer ni 1 ell a~ plesto el bien supremo I~Kierta, o el peso grav~ pa:a ~leh o ~- as, l~allo~as, o ~a voz ligero para los camellos y t re ) a mismo tiempO · ·a , o ras mroml cosas p 1 ·1 ,lmpr en profesar la certidumbre del d 1 . lor e estJ o, ¡~ o la de la molestia en lo que 1 d e eJteden o que les agrada n es esagra a-y en t · o creo que puedan ser refutados- ·1 . . _es e pu_nto tes argumentos al que abr c. e ImpresiOnaran semeJan· ¿A quién escoges tú entre a:Do~~nstn~ren~de el sob;rano bien_? creo que en la rneJ1te 1' 'd 1 e pr es a tn1 el parecer h est e e sumo bi d 1h b ' a ora nuestra indagación versa sob . en . e om re. Pero al sabio que no pue l d re la crencra. Pregunta pues ' _ le esconocer I· -, b ·d , ' ~ tanto, a mi, torpe e ignorante de in a. sa r una; . pero, entre. el soberano bien del h b gema, me es hcrto saber qué o m re en gL e · 1 · • o no existe, o se halla en 1 '1 I consJste a vtda dichosa: ~ e a ma, o en el cucrp b ' onvenceme, si te es posible d , o, o en am OSt nes vulgares se estrellan , ·~. ye gt_Le no se esto; vuestras razn.l:.. Sl no puedes 1 vl aqm. no h aber cosas semejantes falsas ·d d ~ ograr esto, po~: nable que el filósofo conozc ' e u hare yo que es muy raz~.· .l ¡· · a cuanto ay de verd ad ero en • f I oso ra, cuando yo mism o conozco tantas verdades;.:¡ . 28. Pero tal vez a él le asalte el d . " teml.or e ~scoger el sumó,:bren estando dormido Mas n 0 h . ay pe rgro nmguno: al ·
i
e
i:l
l .
Contra los académicos
J 11,12,28 [!,13,29
~II. 27. Quid enim de morib . . . pedtt corporis sensus? nisi uer ·u .us mgu_trentem uel iuuat uel bonum in uoluptate posuerun~ 1 C?b .JP~os, q~1 summum hominjs ueruna!IR uox incerta aut graue pond . ,hm : _rmpedrt aut columbae collum ¡· ¡ us ommt guod sescent~, quominus dicant eo uo d ' carne ts eue est, aut quo otfenduntur offendi ciuqd 11J]·tantur, delectari se scire uel 0 mouebunt qui fi~em bo ~ re e 1 posse non uideo eum si quid rr{ihi uideatur q m ~er:te complectitur? quid horu~ tu bonum. sed nunc de sck~t~~· m m::-nte arbitro~ esse summum ~on potes~ ignorare sapientiam ~u~~~:nus. ergo mte~r
169
)ertarse, rechazará lo que le displace, abrazará lo que le agrade. :ues ¿quién vituperará con razón al que vio en sueños una :osa falsa? ¿O temerá tal vez perder la sabiduría, durante el ;ueño, tomando lo falso por verdadero? Pero eso ni un dur:niente podrá soñar, dándole el nombre de sabio cuando está Jespierto y negándoselo cuando está dormido. T.o mismo puede epetirse de la locura; pero nos urge pasar a otras consideracio1 nes. Con todo, formulo aquí una conclusión ciertísima: Pues se pierde la sabiduría con la demencia, y entonces no será 0 iabio el que decís que ignora la verdad, o su ciencia permanece en el entendimiento, aun cuando otra porción del alma resuelva en su imaginación durante el sueño figuras que le entraron por los sentidos.
CAPITULO
XIII
LAS CERTEZAS DE LA DIALÉCTICA
29. Falta la dialéctica, que ciertamente conoce bien el saSio, y nadie puede saber lo falso. Y si no la conoce, su conocimiento no pertenece a la sabiduría, pues sin ella llegó a ser sabio, y es inútil preguntar si es verdadera y puede ser objeto de una percepción cierta. Tal vez aquí me dirá alguien: Tienes tú costumbre, ¡oh ignorante!, de mostrar lo que sabes; de la dialéctica, ¿no has podido saber nada? Pues yo sé de ella muchas más cosas que de las otras partes de la filosofía. En primer lugar, la dialéctica me enseñó que eran verdades las proposiciones arriba mencioPeticli est»; cum euigilauerit, repudiabit, si displicet, [68J tenebit, si Dlacet. quis enim eum recte uituperabit, quod falsum uidit in somnis? aut fortasse illud formidabis b, ne dormiens amittat sapientiam, si pro ueris falsa probauerit? hoc iam ne dormiens quidem audet somniare, ut sapientem uigilantem uocet, neget, si dormiat. haec etiam de furore dici ~ssunt; sed in alia festinat oratio. haec tamen sine conclusione securisstma non relinquo. aut enim amittitur furore sapientia et iam non erit ~apiens, quem uerum ignorare clamatis, aut scientia (949) eius manet ~ intellectu, etiamsi pars animi cetera id, quod accepit a sensibus, uelut In somnis imaginetur. XIII. 29. Restat dialectica, quam ~..:erte sapicns benc nouit, nec f~lsum scire quisquam potest. si uero eam nescit, non pertinet ad sapient;arn eius cognitio, sine qua esse sapiens pomit, et superfluo utrum uera ~lt Possitue percipi quaerimus. hic fortassis mihi aliquis dicat: 'soles proere tu stulte, quid noueris, an de dialectica nihil scire potuisti?' ego \!ero plura quam de quauis parte philosophiae. nam primo illas omnes J:lropositiones, quibus supra usus sum, ueras esse ista me docuit. deinde b
formidabit PL
r
l/U
Contra luJ académicos
l i ' '.
171
d comprender· déjese lo que no puede nadas. Además, ella me ha enseñado otras muchas verda
'
Contra los audémicos
Jli,Uf29 ¡]1,14,30
de uerbis non dcbere contendi, et quisquis id faciat, si ~·~~'~¡~:~~:~ docendum esse, si malitia, deserendum, si doceri ut aliquid aliud potius agat, quam tempus inr :;~~;~:;;u~~ sumat, si non optcrnpcrat, neglegcndum. de e; cibus ratiunculis breue pracceptum est: si concedendo inl'enmO ad ea quae concessa sunt esse redeundum; si uerum falsumque conclusione confligunt, accipiendum inde quod intellegitur, quod
cari non potest relinqucndum; si antem modus in aliquibus tcbus }dtet nenirus hominem, scicntiam eius non cssc quaerendam. hace qu1 eJ~ habco a dialectica et alia multa, quae commemorare non est necessc., negnc enim debco ingratus exsistere. uenlm !lle. sapiens. all.t haec ne¡;:leg-tt aut si perfecta a dialectica ipsa scienria u en tatls est, SIC 111am ll,O't~· ut ist¿rurn ~endicissimam b calumniam·. si. uerum e:<>t, falsum eht, sl d~ sue: esr. ucrum cst, contemnendo ct non m1semndo t?mc necet. .:>.ec ~ e ceptione satis esse propterea put~, quia de assennendo cum d1ccrc co P to tota ibi rursum causa uersabttur. 1 h aa;e · XIV 30 J::tm crP.-o ad eam nartem ueniamus .. i~ qua (_u adhuc uidetu~ 1\]vpius ct primo id ipsum (950 >. pest~Jcl.~llnus qt~ale.hslt, · · · ' · · t n m si tot tanttsquc ratrom us auod te acutrssnnc atquc caut1ss11ne mn~Ie · a · . . ] 't tohn~at
mendari~o;im~m PL.
C:(:T
172
Conlra los acaddmicos I! 1,14,3¡ \11,14,.31 · ¡ J' · ¡-; , Con!rc1 os aca em:cos 1 fuertes o mas fuertes de la , t . . en ella De dond ¡ par e contrana, Sl no falta ingenio Id ahora y buscadmc a mí, para que pelee contra los aca. e resu tay que es ven . . •. • d b 1 b" 1 sale entonces venced .. ' cuando . CI·¿ o un aca d'emico demtcos; tene1s un nuevo genero e com ate; e sa 10 y a , ', 10 3 1 . artificios del ingenioor. . a se~ venctdo! Pe!o ni todos lo~ ,,.1biduría guerrean entre sí. El sabio no quiere asentir a la vez vencido v venced g~e~~ ograran q~e se retire de mí a la sabiduría. Yo espero con vosotros tranquilamente el resultado, alegarse codtra es or · Ier!amente, .51 no hay cosa que pueda, pues ¿quién no cree en la fuerza invicta de la sabiduría? vencido. Mas no p~:trajonamrent~s, libremente _me daré por Sin embargo, defendámonos nosotros con algún dilema. En _J-ª_verdad. Para ~í b- e~__ _c~_rn_os i15lt~{-º-!J-SC~ªr_l_a . gilltiflJiDQ_b_~ar este certamen, o el académico vencerá a la sabiduría, y será que- S-e opone a los q as a superar e a!gun ~nodo este obstáculo vencido por mí, porque no ~erá sabio, o podrá con él la sabino sé qué antros te ub entran en la ftlosofta y, anublándola de duda, y afirmaremos que el sabio posee la sabiduría. Luego sofocando la espera:a r~:oh~ Jme}aza oscurecer todo el saber, o el _ac~démico no es sabio o necesariament~ debe rendir s~ in_~~fl_to ~-~tá ya logrado si es ar a luz de la ver~ad. Per~ asenun:rento a algu_na. cosa, a no ~er 9ue quren se a:ergonzo alguna cosa- PUes I · ~- :_ _ __pr?~able ~ue el sabw ya conoee de decir que el sabw rgnora la sab1duna, no se averguence de ---slrspender t~do ase:titm~ca razon verosfmtl para decir qu:e--cteOía sostener que el sabio no asiente a la sabiduría. !v1as si es procomprenderse. Arrumbr~nto era cff·e probablemente nada puede ' bable que al sabio pertenece la percepción de la sabiduría y se concede conoce a 1 a a estj 1 _rcultad, pues el sabio, según ninguna razón hay para que niegue el asentimiento a lo que ninguna ra~ón para n men~s al misma sabiduría, ya no subsiste puede percibirse, concluyo que es probable lo que quería dees, sin duda más abso dentrr ,a } mb~os a la sabiduría. Porque mostrar, conviene a saber, que el sabio ha de prestar su asenti0 que el desc~nocerla ur para e sa 10 no aprobar la sabiduría miento a la sabiduría. 31 , · Si me halla el sabio la sabiduría, te res. F"I uremonos · , preguntas , dónde . . . . . , . en espect• g pues, ante los OJOS un poco si podemos pondere que en s1 mrsmo. Sr msrstes en decrr que el mrsmo . ' 1o cterta con ti d · acu 1 · ' · 1 b d 1 · ,~Qué dir' 1 'b"d , .· en a entre e sab10 y la sabiduría. Ignora o que posee, vuelves al a surdo e antes: que e sabio a-l contrar",· a ds~ !. uNr~a smo que elia :s la sabiduría? El sabio ignora la sabiduría. Si pones en duda la existencia del sabio, · ¿·Ice a 1a sabiduría:' entonces tend re' que ¿·rscutlr · en otra ¿·rsertacwn, .. no ya contra No creo o, 1 tra ·b.d o ,. 1o creo ·. "(·Q ~len en a sa 1 una' ·Qut' 1 1 d" · · · · · · pudo habl d" , d G. en stno aque con quien ella os aca em1cos, smo contra tl, qUlenqUlera que srentas esto. ar, rgnan ose a ltar en él, esto es, el sabio? Pues ellos, cuando se enredan en estas cuestiones, tienen la mira puesta en el sabio. Clama Cicerón que él es un gran proir_lgenium, non minus acriter u 1 f . . . . Slt uictus Acadernicus uicert"te ortas.sc acrm_s rcsJstatur. eo fit ut cum babilista, pero que su investigación versa sobre el sabio 21 . Si no 0
i
1
°
1
1
h
e¡ Wluls · arte p elnsga ut·' sim 1
· utmam ' • . •umcatu r.! numquam' effiCJet nihil aliud inueniUt~n quodu da me mc~us u~c~orque discedat. certe [70] esse profitcor non en't·m d '¡ u_ersum lSta dJcl possit, et ultra me uictum · e g ona campar d . . tractamus. mihi satis est q J an a, se d de mucn1enda ueritate intrantibus ad phílosophiamuoquo mo 0 ~olem istam transcendere qu&e sesc opnontt ct nesc"10 qm·b us recepta~.:UUJO • -·"· tene b ras tegeos talem esse h'l h'. ¡ · · .. P I osop 1am totam mi "h"l · UCJs muentum m S!Jerare permittít "d n~tur m 1 que m ea habeo, si iam probabile est nonnihii qu_J aut~m amplms desiderem, nihil ueri simile uidebatur eum , . sc¡re sa~¡entem. non enim alía causa ueri. símile nihil pos se conp~~h~~d~nc~ sustmere debc~e,_ ni si quia erat uel 1psam, ut iam conceditur .. . · _q 0 suhlat?--pernplt enim sapieJJS non assentiatur sapiens uel' ¡"par;IentJ~m---.-nulla tam causa rcmanebit, ettr mo ·t . . SI sap!Cnttae est eni . d b" . ~s r?s1us sap1entem non approbm ~ . ·. m str;e u ttatt~ S
, \'JR!; ,1i'l.'I?Íd. [J :J'(''TI('ntnri:¡ n.?). ¡1.CJ27
J -2
l : Dn!:'s i:IJfrl!du> d
N!'"
Pdus:;a.
quo illa loqui potuit et in quo habir:ue dignata est, scilicet sapiens? ite nunc et me qnaeritc, qlti cum Acadc'mic:s pugnem; habetis iam nouum certamen: sapiens et sapientia secum pugnant. sapiens non uult censentire sapientíae. ego uobiscum securus cxspecto. quis cnim non credat inuictam csse sapicntiam? tamcn nos aliqua complexionc muniamus. aut enim in hoc certamine Academicus uincet sapientiam et a me uincetur, quía non erit sapiens, aut ah ea superabitur et sapientem sapientiae consentire doccbimus. aut igitur sapiens Academicus non est aut nonnulli reí sapiens assentietur, Jlisi fortc, quem dicere puduit sapícntem nescire sapicnriam, sapientem non cnmcntire S
Cf. CrcERÓ'<, Anrd. II 66,
'l.ll.t:
7
174
Contra los académicos
III,l5,33
lo sabéis aún vosotros, ¡oh jóvenes! , lo habéis leído segura. mente en el H ortensio: <~Si nada hay de cierto ni es propi0 del sabio el opinar, nada aprobará nunca el sabi~ n. Es, p~es, cosa manifiesta que del sabio tratan los académicos en sus drsputas, contra las cuales dirigimos nosotros nuestros esfuerzos. _32. ~ Luego tengo para mí que para el sabio es cierta la sabrduna, c~to es, que ':1 sabio tiene l?ercepción de la sabiduría, Y por lo m1smo no opma cuando asiente a ella; pues asiente a una cosa que.' si no conociera ciertamente, no merecería el nc:rn hre de sabw. Y ellos niegan que deba rehusar el asentimlent?, a ,no ser a cosas que no puedan percibirse. Es así que la sabrdurra ~o .es nada. Luego cuando se conoce la sabiduría y se da asentimiento a ella, no puede decirse que no se conoce n~da o que se presta su asenso a nada. ¿Qué más queréis? ¿O d1remos algo de aquel error que se evita completamente, según ellos, cuando et ámmo suspende la inclinación del asentimientd a todo~ Yerra, .~icen ellos, no sólo el que aprueba una cosa· falsa, smo tamb1en una dudosa, aunque después resulte verdader?. l'vlas no hay cosa que no sea dudosa. Pero el sabio, como dectmos nosotros, ha hallado la sabiduría.
CAPITULO
XV
PELIGROS DEL PROBABTLISMO O EL APÓLOGO DEL BIVIO
33. 1v1as tal, \:cz estaréjs deseando que abandone ya este; terreno. No es facll renunciar a puntos de vista tan seguros,· ~ier;_t~ se C!L~aer~-rc. q_uo.d si ~~h_uc uos, adulescentes, ignotum habetís;:
cer~~ Lr:- Hor~e1;s~0 legrstls:
<. unde manifestum est eoi de sap1cnte rllls s.ms disputationibus, contra guas nitimur quaerere. :i,r 32. Er-B'o atb1t~or ~go sapienti certam esse sapientiam', id est te~ pe_rceprsse saprentwm et ob hoc eum non opinari cum assenl:itU~ sap1ent1ac;. a~sentltur enim ei rei, quam si non percepi;set, sapiens csset. nec. l~tt qu_emquam lll'll debcre assentiri ni si rebus, guae non ~u.nt pe.rClp.l, affnmant; . non au.tem snpientia nihil est: cum igitur SCiti saptenttan: et a·'s.entltur .saptC'nti?e, nequc nihil scit lleyue nulli sap.ens assent~tur. qmd. amphus uultrs? an de ilio errare aliquid mus, ~Jt.ccm d'tun.t p:mtu_s euitari, si in nullam rem animum asse~s10? errar ~mm, tnq~mmt, quisquis non solum rem falsam sed ?ubw~, c¡rc~mm<;. uera. sa, approhat. nihil autem quod duhium non mucn1;. at tnuf:mt S~ipJe~<; ipsam, ut dicebamus, sapientiam. X\· 33. Sed hmc wm uultis me fortasse discedere. non ~nnt
rl
L
22
C1c .. Ilortens. frag.lOO Miiller
Contra los académzcos
Jll,15,34
175
pues tratamos con hombres en extremo astutos; con todo, o.s daré gusto. Pero aquí, ¿qué os diré? ¿De qué argumentos echaré yo mano? ¿Qué puedo aportar de nuevo? Necesario es volver al antiguo argumento, contra el cual también ellos ponen sus objeciones. ¿Qué haré con quien echáis fuera de mi campamento? ¿Pediré el socorro de los doctos, con los cuales, si no logro la victoria, me afectará menos la afrenta de la derrota? Yo lanzaré, pues, con todas mis fuerzas el dardo, negro de humo y de moho, pero eficacísimo, si no me engaño: el que nada aprueba, nada hace 23 • ;Oh hombre cándido' ¿Y dónde está lo probable, dónde lo inverosímil? Esto es lo que vosotros queríais. ¿No oís cómo resuenan los escudos griegos? Se h:..t recibido el golpe más vigoroso sin duda; pero ¿con qué manu hemos arrojado el dardo? Los hombres que viven conmigo, nada me aconsejan más eficaz; pero veo que ninguna herida hemos causado. Me volveré, pues, a los argumentos que me suministra el campo y la hacienda; pretender cosas mayores es mJs bien una carga que una ayuda para mí. 34. En el ocio del campo, he indagado largo tiempo cómo lo probable o lo verosímil puede garantizar nuestras acciones del error, y al principio me pareció, como cuando acostumbraba a vender estas cosas 2\ un refugio admirablemente cubierto y defendido. Pero después, al som~terlo todo a más riguroso examen, me pareció haber visto una entrada o acceso al error para los que se hallaban seguros. Pues no sólo creo que Y~X~ª~l_gue sigue u~ fa}s?_~~~ino, m~-~.t_a_mbién qui.en no sigue el verdadero. securissima relinquenda; cum uersutissirr.is hominibus agimus; morcm tam::n uobis geram. sed quid hic dicam? quid? quidnam? illud nimirum uetus dicendum est, ubi et ipsi habent quod dicant. quid enim faciam, quem de castris meis foras truditis? num [72] imploraba auxilia doctoruma, cum guibus si superare nequeo, minus pudcbít fortasse superari? iaciam igitur quibus uiribus possum fumosum quidcm iam et scabrum sed, nisi fallor, ualidissimum telum: qui nihil approbat, nihil agit. o ho· tnínem rusticum! et ubi est probabile? ubi est ueri similc? hoc uokbatis. auditisne, ut sonent scuta Graecanica? exceptum cst quod robustissimum quidem, sed qua manu iaculati sumus! et nihil mihi potentius isti mei suggerunt nec aliquid, ut uideo, uulneris facimus. conuertam me ad ea, quae uilla et ager mínistrat; onerant me potius maiora quam praeparant. 34. Nam cum otiosus diu cogitassem in isto rure, quonam modo Possit istuc probabile aut ueri símile actus nostros ab errore defendere, primo uisum est mihi, ut solet uiderí, cum ista uendebam, bclle tectum et munitum, deinde ubi totum cautíus circumspcxi, uísus sum '~Véase notn
compL:mentaria n.24, p.927.
'{ Confes. IX 2,2; véase nota complcmentari,t n.25, p.927.
,, doctiorum PL
1¡
Contra los académicos
176
'1
Ill,l5,34
Supongamos a dos viajeros que van a un lugar, el uno de los cuales se ha propuesto no creer a nadie, y el otro es dema. siado crédulo. Llegan a un cruce. Y el hombre crédulo pregunta a un pastor que halló o a un campesino cualquiera: «Te saludo buen hombre; dime, por favor: ¿cuál es el camino qu~ llev~ a tal lugar?» <~Si vas por aquí, no errarás», le responde el
preguntado. Nuestro hombre anima al compañero: «Dice la verdad, vamos por aquí». Mas el otro, muy precavido, se ríe, y con chanzas se burla de él por haber dado tan pronto asentimiento; y mientras el crédulo emprende Ja marcha, él se queda plantado en el cruce. Pero al fin le pareció una torpeza estar detenido, cuando he aquí que de otro lado del camino llegó, descollando en su caballo, un apuesto v distinguido señor, que se acercó a él. Se congratula de su llegada y, después de saludarlo, le indica su deseo, y le pregunta cuál es el camino; le descubre igualmente la causa de su detenimiento, para ganar su benevo-lencia, prefiriéndolo a un p:1stor. Pero resulta que este hombre era uno de esos embaucadores que vulgarmente llaman «samardacos». Y sin ningún interés aquel hombre perverso hizo lo que de costumbre: «Vete por aguf; yo vengo precisamente de allÍ». Con estas palabras lo engañó y se marchó. ¿Cuándo se engañaría este hombre? Porque esta indicación no la tomó corno verdadera, dice él, sino porque es probable. Y pues no es ni decoroso ni útil estar aquí ocioso, tomaré el camino indicado. mihi uidisse unum adítum, qua in sen1ros error inrueret. non solum enim puto eum errare, qui falsam uiam seguitur. sed etiam eum, qui uetam non sequitur. faciamus enim duos uíatorcs ad unum locum tenden· tes, quorum alter instituerít nulli creciere, alter nimis crcdulus sit. uentum est ad aliquod biuium. híc (952) ílle credulus pastori, quí aderat, uel cuipiam rusticano: salue, frugi horno! die quacso, qua bene in illuro locum pcrgatur. respondctur: si hac ibis, nihil errabis. et ílle ad comitem: uerum dícit, hac eamus. ridct uir cautissimus et tam cito assensum facetissime inludit atqce ínterea i\lo díscedcnte in bíuio figitur. et iam indpít uideri turpe cessare, curn ecce ex alio uíac cornu lautus quidam et urba· nus equo ínsidens eminet et propinquare occipít. gratulatur iste, tutn adn('nienti et sah1tato indicat propositum, quae1it uiam, didt etíam reman· sionis su<1e causam, quo heniuolentiorem reddat pastori eum praeferens. iile ~~1tcm casu planllS crat de his, quos s1mardocos b iam uulgus uocat. tenmt suum morcrn horno pessimus ctiam gratis. hac perge, ait; nartl' ego 1731 inde ucnio. decenit atquc abiit. sed quando iste deciperetur? non enim monstrationcm istam tamquam ueram, inquit, approbo, quía cst ucri similis. et hic otiosum es~e nec honestum nec utile b
Samardacos
! 11 ,! 635 '
Contra los académicos
177
Mientras tanto, el que erró por dar fácilmente su asentimiento, tomando por verdaderas las palabras, del pastor, ya estaba descansando en el lugar de su desuno; este, en cambto, que no yerra, porque sigue sólo lo que es probable, anda vagando por no sé qué bosques, sin tcpar persona que conozca el lugar adonde se había propucs~o ir. Cuando pensaba esto, os dtre con franqueza, no pude connerme la risa al ver que no sé cómo por las palabras de te . Jos académicos ' yerra el que sigue e1 camm<;> ver.dd a ~ro aun casualmente; en cambio, no parece crr~r qme~, srgu.tendo la probabilidad, se extravió por montes sm cammos, su~ ~aliar el lunar que buscaba. Si se debe condenar todo asent1m1:_nto teme;ario, digamos más Hcilmente qu; ~os dos se engarran, antes de sostener que no se engaña el ulnmo. Después, estudiando más atentamente la doctrina de los académicos, comencé a considerar los hechos y las costumbre.s de los hombres. Y me vinieron contra ellos tant~s Y t~n cap~l· tales argumentos, que ya no me provocaban a nsa, ~~~o mas bien a disgusto y llanto, al ver qu~ ~1ombres do~tl~rmos Y agudísimos se veían arrastrados a opmwnes tan crrmmales Y malvadas.
CAPITULO
XVI
CONSECUE:'\ICIAS INMORALES DEL PROBABILISMO
35. Seguramente, no todo el que yerra peca; mas todo el que peca se dice que yerra o algo peor. Supongamos que un adolescente oye a los académicos decir: <~Es cosa vergonzosa hac cam. intcrea ille, qui assenticndo errauit tam_ cito cxist_ir;::tans u.cra esse uerba pastoris, in loco illo, quo_ tendeb.ant, t~m se .. rcf~ctebat, 1s~e autcm non crrans, si quidcm probab1le seqmtur, ctrcumnt stluas. nesc!o quas nec iam cuí locus ille notus sit, ad quem uenire proposuer~t, ~n~cmt. uere uobis dicam, cum ista cogitarem, risum te~ere no.J?- potut, f~en per Academícorum uerba ncscio qua modo, ut erret tlle, .q,m ueram mam uel casu tenet, ille autem, qui per a~lÍos montes probabt~lter ductu~. est nec Petitam rcgionem inuenit, non ~J?eatur errare. ut emm t~merauam consen~ioncm iure condemnem, facllms ambo errant, quam _Jste non crrat. hinc iam aduersum ista ucrba uigilantior ipsa {acta homu~un; e~ m_ores Considerare coepi. tum uero tam multa mihi et .tam capltnha m Js~os Uenerunt in mcntcm ut iam non ridercm s::d partlm stomacharer P.arttm dolerem homincs do~tissimos et acutíssimos in tanta scelera sententtarum et flagitia dcuolutos. . . · XVI. 35. Ccrtc cnim non forwss¡;- onnls, q~t err.at, pec~at, ?mOls lamen, qui peccat, aut errare conceditur aut aliqutd pcms. qurd, st ergo
178
Contra los académicos
Contra los académicos
179
errar, Y por eso a ninguna cosa debemos prestar asent;~~b~~ los académicos y lo castigarán como verdaderísimo crimen, pero, con todo, cuando uno obra según el dicramen . l~icn, obedeciendo a ellos, con toda probabilidad y verosimide su conciencia, no falta ni yerra; procure sólo condenarán al hombre, de modo que el abogado no sepa qué atenerse. No tendrá sobre quién descargar su invectiva, como verdadero lo que se le ofrece al ánimo u a Oyendo esto un adolescente, preparará las todos dicen que no han errado en nada, y, sin ningún pudicicia de la mujer ajena. Contigo contigo va esw han obrado conforme a la probabilidad. Dejará, su papel de abogado y desempeñará el de filósofo canso· Tulio; tratamos de la vida y costumb~es de los jóvenes' a formación Y educación se enderezaron todos tus libro~. y así persuadirá fácilmente al joven que ha hecho tantos responderás a lo dicho, sino que a ti te parece en la doctrina académica, que se considere como el joven haga esto? Mas para él sí es probable. Pues sí en sueño. h~mos de vivir de probabilidad ajena, tú no debías haber Vosotros creeréis que estoy chanceándome: os puedo jurar mstrado la república, porque a Epicuro le pareció que no todo lo divino 25 que no sé absolutamente cómo pecó éste, d::bia h~cer tal cosa. Seducirá, pues, aquel joven a la . todo el que obra según la probabilidad no peca A no ser ajena;. SI fuere sorpre~dido, ~dónde te hallará a ti para digan que una cosa es pecar y otra errar, y que ellos con le deflendas? Y aun SI te hallare, ¿qué le dirás? Lo . s preceptos se esforzaron por evitar nuestros errores, ya que seguramente. ¿Y si el hecho fuere tan patente que no ha pecado, según ellos, no es cosa grave. 36. No digo nada de los homicidios, parricidios, sacrilegios a duda? Te empeüarás en persuadir, corno en el girnn~lsio Cumas Y de Nápoles, que es inocente, que no se engañó · ,. de cuantos c;ímenes puedan cometerse o pensarse, y que con Porque no se convenció como de cosa cierta del palabras suelen justificarse-y esto es lo más gravecom.et~r el adulterio; se le antojó cosa probable, la siguió, jueces sapientísimos: No he conser:.tido, luego no he errado. real~zo, o tal vez n? la realizó, pero le pareció que sí a él. y cómo no iba a hacer lo que me pareció probable? Quienes mando, hombre stmple, todo lo alborota y perturba con que tales cosas no pueden persuadirse probablemente, proceso Y sus reclamaciones sobre la castidad de su mujer el discurso de Catilina, con que persuadió el parricidio de la que tal vez ahora yace, sin saberlo. ' patria, crim~n que resume todos 26 • Si aquellos jueces ven claramente el delito, 0 ¿Quién, pues, no se burlará de semejante sistema? Ellos dicen que para obrar siguen lo probable, y buscan con ahínco llNit hoc illi índices si intdlcxcrint, aut neg:legcnt Academicos et tam· :¡u~m crimen l1Cri%immn punient aut eisdcm obtemperantes uerisimiliter homincm probabiliterque damnabunt. ut iam quid agat iste patronus Ororsus jnnoret. cui enim suscenseat non habebit, cum omnes se nihil trra~se dicant, quando non assentientes id quod uisum est probabile fecerint. ponet igitur personam patroni et philosophi consolatoris susciPiet; ita facile adulesccnti, qui iam tantum in Academia profecerit, persuadehit, ut se tamquam in somnis putet esse damnatum. sed uos me tocari arbitramini. liquet deierarc pcr omne diuinum nescire me prorsus, quomodo iste peccauerit, si quisqnis id egerJt quod proba~ile uidetur nnn peccat nisi forte in totum aliud csse drcunt errare, ahud peccare >eque iilis 'praeceptis egisse, ne erremus, peccare autem nihil magnum esse duxissc.
%. Tac~o df: homicidiis parricidiis sacrilcgiis omnibusque omnino quae fic-ri nut cogitari possnnt flagitiis ac f<:cinoribus, quae paucis uerb~s tt, c,,_wd est grauius. apud sapientissimos iudices Jefcnduntur: nihrl r.~ns(nsi et ideo non crraui; quorTiodo a:_l~em non facerem quod probabile \li'>um cst? qui_ autem non putant ista prob:1biliter posse persuaderi, legant IJtati
180
Contra lm- académicos
III,I7,3¡
Ida verdad, gue probablemente no puede hallarse. ·Ab d Igno de admiración! 1 sur o Pero dejemos ya este punto, pues nos toca men . . teresa menos para el orden de nuestra vida os' .nos 111~ nuestra suerte. Lo que es capit 1 1 y el peligro de lo que asusta a todos los hombr~s ohdt~:ad~: parece te~ribl~, argumentación es válida con tal qu , es gue st esta b ' e se apoye en una razón probable p ara o rar, con tal de no prestar asentimiento a ni :b~~j~~s~ co:no_ verdadera, se podrá perpetrar toda clase ·Q ' d'Clones, sm ser acusado de crimen, y ni siquiera de err e ue tremo' pues;; ·Y ·t ¡ . or. S' ~, : e es o no o v1eron aquellos filósof ? ln, dyr .codn u~ a ~agaciddad y penetración extraordinarias. ni oyso te ., d • M e Te rmnoun '"' rno 0 la l)tetensron e ponerme al lado d ~o~r~~do~ ~~a~JJr~d:z~:/ghuaebiehl.dhad, ebn ingednio Y doctrina~ · ¡ om re na a pued be Sl se e replicase sólo esto. «Yo sé qt e ~ e sa r, no hallaría medo de refu~arlo. 1 ast me parece esto a mí»,
:k
CAPITULO VERDADERA
XVII
OPINIÓN DE LOS ACADÉMICOS .-Los
DE PLATÓN
DOS MUNDOS
3 7.
1
!
·i.
Pues ¿qué pretendieron aquellos grandes varones con J~s l~te:~raJa~e!~~a~~ddishpu tas p~ra excluir de todos la ciencia . l · a ora mas atentamente n 1 ~ smod o que opino: he aplazado para el fina¡' et do 1que se: pue o, mi parecer acerca del . d ec arar, 51 Platón J h b '~ ~ensamtento e los académicos. , e om te mas sabro y erudito de su tiempo, qu~ omnia sce\cra, pcrsuasit. iam illud .. . . . . agenda seguí ni si :1robabile et quts non ttdet? tpsr. drcunt Dihil se itl; pr_obabile non po;sc inueniri quae_runt magnopere uerttatem, cum eis sit mtt~u.~ id ad nos, minus ad u ita~ :~~~:n m_ons_trum! s~d hoc omittamus; ~e:rculum pertinet. illud est capitale a~lld~c~tmer:, mmus a~ fortuna~UJD cmque metuendmr quod nef ' . uh otrn~dolosum, rllud optunD probabilc cuíquam 'uisum fue a_st ornnef, s~ aec ratto proba bilis erit--cuiD . ' n cssc aciCndum tant assentwtur-non solum sine ¡.. d . '. urn nu n·1 quas1. uerO . scc ens se et1arn stn · · . commJttat. quid ergo? hace ill'1 0 .l . e errons mtupcrattone:_ prudenti::.simequc uidcrunt 0 C:b.1UJÍ{runt? 1mmo soliertissimc (9.54} 1Vfarcum Tullium alíqua ~ ce illl u 0 pa~to tantum adrogauerim
' : doctrina; cuí tamen asscre~t' pa:~~¡ sc9uar mdustria uigilantia diceretur: «scio ita uideri mih. O! 1 dsc¡~de pofssc hominem si hoc XVII · 37 · Q UJ·d tgJtur · · ])>, ~ 11 .e 1 re elleret non haberct plac t t · · · · ' contcntionibus ~ · Ul antJscad mns perpetuis . . agere, ne m quernquam . . et. p~i~~~:~~:~~ au d 1te tam paulo atrcntius non 'd . ere UC'rt scrent1a · _·. ' " qu1 sc1am · -t'1mcm; · !ld u 1ttrnum rcseruaham ut expl' . . sed qui l!-1 e xrs ' _- ICarcm. Sl possem, quale mihi esse
i 11.17,37
Contra tos acudétnicos
181
de tal modo disertaba que todo, al pasar por su boca, cobraba grandeza y elevación, y tales cosas habló, que, de cualquier 01odo que las dijese, nunca se empequeñecían en sus labios, después de la muerte de Sócrates, su maestro, a quien distinguió con singular predilección, segtÍn dicen, tomó muchas doctrinas de la escuela de Pitágoras. Y éste, insatisfecho de la filosofía griega, que entonces o no existía o estaba muy oculta después que por los razonamientos de Ferécides de Siria n se persuadió de la inmortalidad del alma, emprendió largas y lejanas peregrinaciones para escuchar a gran número de sabios. Platón, pues, añadiendo a la gracia y sutileza socrática en las cuestiones tnorales la ciencia de las cosas divinas y humanas, que diligentemente había indagado en la mencionada escuela, v coronando después estos elementos con una disciplina capaz de organizarlos y juzgarlos, esto es, la dialéctica-la cual o es la misma sabiduría o un medio indispensable para llegar a ella-, se dice que sistematizó la filosofía, como ciencia perfecta, de la que no es ahora tiempo de discurrir. Para mi propósito, básteos saber que sintió Platón que había dos mundos: uno inteligible, donde habitaba la misma verdad, y este otro sensible, que se nos descubre por los órganos de la vista y del tacto. Aquél es el verdadero, éste el semejante al verdadero y hecho a su imagen; allí reside el principio de la Verdad, con que se totum Acadcmicorum consilium. Plato, uir sapientissímus et eruditissimus temporum suorum, qui et ita locutus est, ut quaecumque diceret magna iierent, et ea locutus e~t, ut quomodocumque diceret, parua non fierent, dicitur post mortem Socratis magistri sui, qucm singulariter dilexerat, a Pythagoreis etiam multa didícisse. Pythagoras autem Graeca philosophia non contentus, quac tune aut paene nulla erat aut certe occultissíma, postquam comrnotus Pherccydac cuiusdam Syri disputationibus immorta· lem csse animum credidit, multas sapientes etiam longc lateque peregti· natus audierat. ígitur Plato [761 adicicns lepori subtilítatique Socraticae, quam in moralibus habuít, naturalium diuínarumquc rerum peritiam, quam ab eis quos memoraui diligenter acccperat, subiungcnsque quasi formatri. cem illarum partium iudicernque dialecticam. quae aut ipsa essct aut sine qua omnino sapientia esse non posset, perfectam dicitur composuisse philosophiae discíplinam, de qua nunc disserere tcmporis a non est. sat est enim ad id, quod uolo, Platoncm sensisse duos esse mundos, unum ictdlegibiletll, in quo ipsa ucritas habitaret, istum autcm sensibilem, qucm manifestum est nos uisu tactuque senrire; itaque illum uerum, hunc ueri similem et ad illius imaginero factum, ct ideo de illo in ea quae 27 Ferécides Sit·io, del siglo VT antes de Cristo: Pherecides Syrius Primum dixit animas hominum esse sempiternos. Ilanc opinirmem diJcipulus eius Pytha1.0ras confirmavit (CrcE.Rór-:, Tuscul. I 16). Cf. Ur:BI:.R'X'RG, I 32.36.62.629.692. ~ompuso un tratado sobre la naturaleza de los dioses, muy enigmático, según c,~mente de Alejandría. ~
tempus PL
r
1~2
Contra los académicos
, ll ,.3 9 Ili 17,3¡' '17
183
Contra los académicos
·¿
b
en e~l es obra del cuerpo 29 (pues al mismo Dios con_sl er~ a hermosea y purifica el alma que se conoce a sí misma; de ést . A ·¡ mucha prudenCia y uno no puede engendrarse en el ánimo Je los insensatos la cienciae ,·omo fuego), enltonces rquesidalo, acqounel mal oculto' completa' ' . parecer a ver que cun a sino la opinión. Con todo, 1o que se hace en este mundo pot a mr l d ' . de 1'a Acad"'"mia y la cubrió como oro, para · d JI d · · 1 · 1 d d · mente a octrma ..... 1 como 1as v1rtu es ama as C1Vl es, semeJantes a as ver a eras vntu. l de~cubriesen alguna vez los venideros. p or. ¡o cua, des, y sólo conocidas de un reducido número de sabios, no ~1uemualrit~d es muy pwpensa a caer en falsas opmwnes yd, ~or merece sino d nombrt: de verosímil. 1:1 • ·¡me nt e, pero con ano ' \ hábito de vivir entre los cuerpos, f acl 38. Estas y otras verdades de la misma clase fueron con. ~ree ue todo es corporal, aquel hombre tan penetrante Y ge~ servadas entre los discípulos de Platón, según era posible, y " q d d' ~ más a limpiar de sus errores a los mal en~ guardadas en forma de enseñanza secreta. Pues ellas no pueden ncroso se e lC~ t' 1·, a Jos que aún no juzgaba dispuestos oeñados que a ms ru . 1 . . ser fácilmente percibidas sino por los que, purificándose de !l .b. doctrina. De aquí procedieron as opm~ones h d , . ·¿ ~ para reC1 Ir su A d . d que no tuvieron . . to do VICIO, se an consagra o a un genero de VI a mas que c¡ue se atribuyero_n a 1a nueva ca em1a, e 30 humano; ni peca gravemente el que, conociéndolas, las quisiere d¡ necesida os anttguo~ · . . d d·"' error alguna enseñar a cualquiera. Y así, cuando Zenón, príncipe de los esPero si Zenon hubiese despcrta o ... su f 39 toicos, después de haber escuchado y creído ciertas doctrinas, \·ez V· visto que nada puede percibirse sino lo. que se con or~ vino a la escuela fundada por Platón, que dirigía entonces Poleb' · def¡'n¡'ción y que una cosa semejante no puede ·wl ·-1 con su , d ~ d ya món, yo creo que lo tomaron por sospechoso, juzgándole indig- h.; 1 l~rse entre las realidades corpóreas, a qucdre ucta ~? o, no de manifestarle y confiarle las por decirlo así sacrosantas h.," . p e hubiera extinguido el m·dor e estas msputas, .::.ce ttem o s . ·¿ doctrinas de Platón, si antes no olvida ba 1as teorías con que '\le una gran necesidad había encendt.' o. ·, , allí se presentó, aprendidas en otras escuelas. q p ro él enr~añado con una falsa tdca de const.:mcw: segun Muere Polemón 28 y le sucede Arquesilao, condiscípulo G.e ; 1' mismos académicos-y en esto yo veo r.azon par~ Zenón, mas ba¡'o el magisterio de aquél. Por lo cual, lison¡'eáb- paree1a a os ¡¡ se mantuvo terco v sn doctrma perm~ oponerme a e os-, , . d h dose Zenón de una opinión suya acerca del mundo y, sobte , )bre los cuerpos sobrevivió como pu o asta nsrpo, todo, sobre el alma-a cuyo conocimiento aspira la verdadefa ~lo~~al\on su enorme influencia, le dio u~a grandfucrd expa~~ filosofía-, y diciendo de ella que es mortal, y que no hay siva a' no ser que Carnéades, que era .m~s agu o Y espiet 0 más mundo que éste al alcance de los sentidos, y que todo que ' sus p redecesores , no le hubiera reststtdo de tal modo, que '
e
'
e .
se cognosceret anima uelut expoliri et quasi serenari ue1.itatcm, de hoc autem in stultorurn animis non scientiarn sed opinioncm posse generari¡ quidquid tamcn ageretur in hoc mundo per eas uirtutes, quas ciuiles uocabat, aliarum uerarurn uirtutum similes, quae nisi paucis sapientibus ignotae essent, non possc nisi ueri sirnile :nominari. 38. Haec et alía huius modi mihi uidentur inter succcssores eius, quantum poterant, esse senwta et pro mystcriis custodita. non ením facile ista percipiuntur nisi ab eis, qui se ab omnibus uitiis mundan~ in aliam quandam plus quam humanam consuetudinem uindicarint, aüt non grauiter peccat, quisquis ea sciens quoslibet homines docere uoluerit itaque Zenonem principem Stoicorum, cum iam quibusdam auditis creditis in scholan relictam a Platone uenisset, quam tune Polemo nebat, suspectum habitum suspicor nec talem uisum, cui · uelut sacroscmcta decret;~ bcile prodi committiquc dcberent, p~:~~~~;. dedidicissct ea, quae in illam sd)()lam ab aliis acccpta (955 1 moritur Po lema, succedit ei A!'cesibs, Zenonis quidcm cotc0i>cip,ulm,, ~2: sub Polemonis magisterio. quam ob rem cum Zeno su a quadam et maxirne [77 J de anima, proptcr quam uera philosophia uigilat, serltelllf
aut
l
28 Polemón, filósofo platónico discípulo de Xenúcmtcs, maestro y Arquesilao: Iam Polem(mem avdil)erant assidue 7.ennn et Arcesilas Acad. I 9). Se mantuvo fiel en lo esencial a la doctrina platónica (c. WEG, o.c., 24.27·28).
. 1em nec quicquam e:,se practer hunc delectaretur dtcens ea:n. esse .marta. . i i corpore-nam et deum i¡Jsum sensibilem mundum mhtl.qu.e 10 e~ agt nt~-iss;me mihi uidetur Arcesilas, ignem putabat-prudenttss~m~ ~~~,lta~"C: ¡);,nitus Academiae seJl.tentiam cum ill';ld late s~rpere.t 1~t 0 ' and;qu~ po;teris obruisse. quare cum ip et quast aurum mucmen uro _qu . t ··onsuetudine corporum omma Í 1 • • er= turba slt promor e - · asas opmton? ~Jr d noxie crcdatu:·. ínstimit uir acutissimus atque h's;: co,r~?rea J~d~~~e s~otius. (IUOS patiebatur doctos quam docere umantssr.mus arhitrabatur inde illa omnia nata sunt, quae nouae qnns doctles .non · . · nccessitatc'n. uetcres non habcb
._
malc
J
'' ()e \'·::_ 1
-~
T,:,:·!_,¡_ T 79. . 110 u rumpkmcntana n.26, p.928.
184
Contra los académicos
III,I8,40
m: sorprend~ que aquella opinión gozase después de algú¡, c~edrto: Carnead~s fue el primero en abandonar aquella es ere de rmprudenna en calumniar con que h 11' pe. f· d A . ' a o gravemente di ama o ,a. rgue~rlao, para no parecer que contradecía a tod. co? esprntu ?~ Jactancia, sino para batir y destruir a los 0 torcos y a Crrsrpo 31. es.
CAPITULO
XVIII
DIVISIONES EN LA NUEVA ACADEMIA
. 40. Después vi ose acometido por todos los flancos por u 1 SI a nada Se debe prestar asentimiento el sabio debe ab e narse a una total inercia 32. ' a o..
na
Yd Car?éades, hombre admirable y menos admirable porque envo su doctnna de las fuentes de Platón ' obser ; ' b b ' sagazmente , vo que o ras aprue an los hombres y hallánd 1 ¡antes a las verdaderas, dio el nombre d~ verosímilo :\~e:: en ~~t~l mundo puede seguirse como regla en la práctica ¡--._ nocro e por su d ' · '-'0b d agu eza a que cosa eran semejantes, y lo ocul~~ a pru .cntemente, y a esto llamaba probable. Pues reconoce Ien una Im~gen el que conoce el modelo. Pero ¿cómo el sabio' jpru~ba o co~o puede seguir la verosimilitud cuando ignora a mrsma ver ad? Luego ellos conocían y a'probaban cosasfalsas, en que notaban laudable semejanza con las verdaderas 11 ;•
ut muer 1llam optntonem altqUJd . prrrno lllam uelut calumruandt 1l enaT postea ua 1Ulsse narnque Carneadell medtocrnet infamatum, deposm;p~ cnnam, qua t;tdebat Ar~esrlam no~ ostentatiom~ causa mderet d ' e contra omnra uclie dtcere quaSI pum conuellendos cuertend¿s~~e ~~;cfs~I~fne srbt Storcos atque Chrysip;f XVIII 40 Dcmdc cum undtq e p . . ,' sus, mhrl acturum es se saprenr u h remeretur, .s1 nulh ret esset assen-
!~}~~ ~~~~~'il~~~~ ~~}%~:;:,~~~dJ~~ t:~~~~~:;~~~E;}~;t~~~L::'d'o'_o',:.=';,~~· ·
0
·'
a
agenc un, sequcretur ueri
~ti~~· ~~~b:bW:: :~~~ 1J~bai¡~. p~~b~l~ri~~i~orbt
prud.c~ter
et cxet:nplum Sluomodo eni 1n approba;~:p~~~:g~:etmt,,~~;;;;~d:~i~ seqmtur ucn cum lpsum uer m d , . q approbabant 'fal ·'b u. .qu~1 srt Jgnoret? ergo illi sa, 10 qut us JmltatJonem laudabilem rcrum 31 «El sentido pm;ce ser f'l si u; . 1
~ntu~tur
calumnia, que le prC'Sentaba e · gd.,cnte. fa .J punftcar a Arquesllao de Carnéadcs se aplicó ra<Í,icalon:.o t a Jeto da cnon v .su mateual1smo lo que le gran·.' f , d -- _ m~r; e a to a5 las 0 Pln10ncs de sus "'''d''ce;or~ ".so.bre ,/,cod a;n~ cdptletencmso Y arrogante>> IR. ToLIVET o/' ' ~a octrma e secreto d h bl - , ' · ., So:ptrctsme C't dogMat;,me da a a ~qm, véase a . 1; e que se ,e_mtémme d'ét_udes latines _56 (1978-) _ ~s ~rAr:a¡ef!!le_ d'Arcésilas: 0 3 ·' Retract. I 1,4. · · a ·m!te ta, :>ecrcro.
335 34
f
Jll,l8,41
Contra los académicos
185
~las como no era lícito ni fácil revelar a los profanos, dejaron ellos a la posteridad y a los que pudieron en su tiempo cierta señal de su doctrina. Y a los buenos dialécticos les prohibían con insultos y bromas promover cuestiones gramaticales. Por eso pasa Carnéades por el jefe y autor de la tercera Academia 34 • 41. Después este conflicto duró hasta nuestro Tulio, pero va muy debilitado, para hinchar con su último soplo la litefatura latina. Pues para mí no hay mayor inflación que, sin estar convencido, decir tantas cosas con tan copiosa abundancia y derroche de ingenio. Pero con este soplo, creo yo, quedó abatido y disperso aquel espantajo de heno, el platónico Antíoco, porque los rebaños de los epicé.reos instalaron sus establos soleados enrre los pueblos muelles 3". Pues Antíoco, discípulo de Filón, el cual fue, a mi parecer, hombre sumameme circunspecto, que había comenzado a abrir las puertas a los enemigos vencidos y a restaurar la autoridad de Platón en la Academia y sus leves-si bien lv1etrodoro había intentado antes hacer -lo mism~, siendo el primero en confesar que no fue opinión expres.1 de los académicos que nada puede percibirse con certeza, sino que ellos esgrimieron necesariamente tales armas contra los estoicos-, Antíoco, pues,
aduertebant ". sed quia hoc tamquam profanis nec fas ncc facile erat o,tendcre, reliqucrunt posteris ct quibus illo tempore potuerunt signum quoddam sententiae suae, illos autem bene dialecticos de uerbis (956) mouere quacstioncm insultantes inridentesque prohibebant. ob haec dicitur Carneades ctiam tertiae Academiae princcps atque auctor {uissc. 41. Dei'lde in nostrum Tullium conflictio ista durauit iam plane saucia ct ultimo spiritu Latinas litteras inflatura. nam nihil mihi uidetur inflatius quam tam multas copiosissime atque ornatissimc dicere non ita senlientem. quibus tamen ucntis facneus illc Platonicus Antiochus satis, Ut mihi uidetur, dissipatus arque dispcrsus est. nam Epicureorum greges in animis dcliciosorum populorum aprica stabula posuerunt. guippe Antia· ~hus, Philonis auditor, hominis, quantum arbitrar, circumspectissimí, qui lam ueluti aperirc cedentibus hostibus portas coeperat ct 8_d Platonis aucto:·itatcm Academiam legesquc reuucare-quamquam et Metrodorus id antea facere temptauerat, qui primus dicit,_u esse confessus non directo b Placuisse Acadcmicis nihil posse conprehendi, sed necessario contra Stoicos huius madi eos arma sumpsisse-igitur Antiochus, ut institueram dicere, :., Véase nota complcmenr,uia n.27, p.928. 3 ' El calificatiYo /CJ:r:us, de heno, aplic:adJ deopeniyamente a Antíoco, parece indicar a los homines /l?!lci o figuras de heno que, para irritar a los toros, se usaban en los espectáculo<:. Sohrc Filón de Lat i~a y Antioco Ascalónica, véas~ ~a nota 14. Mnesatco fue filósofo estoico, y vi\':ó a finales del siglo 11 y prin· ~1 Plo<; del si¡d0 1 :Jntes de Cristo. Fue discípulo de Panecio de Rodas, y, seglÍn l.e]}'r, c:omemó a inclinarse al sincretismo (d. l.'EBI:R\n:G, ibid., 689). b
animaduertebant PL decreto PL
186
Contra los académicos
III,l9,42
como he comenzado a decir, después de frecuentar 1 L del a , d, . F'l , d 1 a escue,. ca ermco ~ on y e estoico 1\.fnesarco, se introdujo cau. te1osamc:nte., a tltulo de aux1líar y de miembro en la antigu Academi.a, entonces. ~asi vacía de defensores y s~gura por fal~ ~e enem1?os, ~ meno en ella n.o sé qué funesta doctrina, toma~ da las c_:mzas de los estmcos, para profanar el santuario e as ~nsenanzas de. ~l~tón. Pero Filón, tomando de nuevo a~~uellas armas, le res1st1o ha~ta morir, y nuestro Tulio destru~ lo que quedaba, no pudrendo soportar que en vida suya uese man~hado o arruina.do lo que él amó. y por eso, 110 mu:o cho despues de aquellos tiempos, amortiguada toda obstinación Y terquedad, la doc~rina de Platón, que es la más pura y lubultsa de la frlosofra, deshechas las nubes del error volvió . n ar, sobre to~o en Plotino, filósofo platónico, quien fu: J~Z
te
¡o
lll,20,43
Contra los académicos
187
ojos de los distraídos e ignorantes parecen disentir entre sí; así, después de muchos siglos y prolijas discusiones, se ha elaborado una filosofía perfectamente verdadera. No es ésta la filosofía de este mundo, que nuestras sagradas Letras justamente detestan, sino la del mundo inteligible, al que la sutileza de la razón no habría podido guiar a las almas, cegadas con las multiformes tinieblas del error y olvidadas bajo la costra de las sordideces materiales, si el sumo Dios, descendiendo con su misericordia al seno del pueblo, no hubiese abatido y humillado hasta tomar cuerpo humano al Verbo divino, para que, estimuladas las almas con sus preceptos y, sobre todo, con sus ejemplos, sin luchas de disputas, pudiesen entrar en sí mismas y volver los ojos a la patria 36 •
CAPITULO
XX
CoNCLUSIÓN DE LA OBRA.-PLATÓN coNDUCE A CRISTO
CAPITULO ESCUELAS
¡:'·
XIX
FILOSÓFICAS
42 .. As~ ?hora apenas tenemos más filósofos que los Cilll• c?s,_ P~:¡,Patettcos .Y pl~tónicos; y los cínicos, porque les place cterJa , ~ ert1 Y lrcenoa de la vida, Mas en lo que atañe a la: eru Icwn y octnna, como también a la moral que mira a la' salud del alma, no han faltado hombres, de su~a agudeza dihgencra, que co~ sus discursos han mostrado la concordi: vi~: gente entre las Ideas de Aristóteles y Plato'n , que so'1o a 1os ,
audi~is Philone Academice et :vlncsarcho Stoico in Academiam uetter<:tl!, qua~l . u~cuam defenso~ibus . et quasi nullo hoste securam 1 C't,cml~ ln:e?ser~t nesno guld !nferens mali de Stoicorum ci~:r¡gus Pia~o~1ls adyta molaret. sed hmc arreptis iterum [79] ·¡r . , restl~lt, ~onec _moreretur, et omnes eius reliquias Tulli~sl~~~~~s et 01 se "'-:? lmpaticns labefactari uel contaminari quidquid · post ¡J1a tcm_pora non longo interual!o · · · · det;Jo_n~a os dlud .Platonis. quod ¡11 luccdJs~lmum, dimatis nubibus crroris · · Platonicus phi1~)5op(ms ita eius simi.lis iudicatus est ut . tanrx.ITaut~~; mrrcst ten:rr.)ris,_ ut in hoc ille reui;isse putand~:. cos aut .P .~. ~,lque nu,1r; plnl_osophos non fere uidemus nisi aut < enpatetJCDS aut Pwtomcos et r • "d . guae~am delectar lihnrns. atque li~entia )n~cod qur em, qma eos doctnnamgue attinet et more" "b . q ? aut~m aCI tucrunt acutissimi et sollenis~~Í~1{~:iris qc~¡nJ~~~~J ','ndt.l~ae,l q~ia .bnon ' • ~ pu auon1 us
e
4 3. He aquí las convicciones probables que entretanto me he formado, según pude, de los académicos. Si no son acertadas, poco me importa, porque por ahora me basta con creer que el hombre puede hallar la verdad, Pues quien opina que los académicos mismos han pensado así, lea a Cicerón. Porque dice él que solían ocultar su doctrina, sin descubrírsela a nadie más que a quienes llegaban con ellos a la ancianidad, Aristotelem ac Platonem ita sibi concinere, ut imperitis minusgue attentis dissentire uideantur, multis quidem sacculis multisque contenticnibus, sed tamcn eliquata est, ut opinar, una ucrissimae philosophiae disciplina. non enim cst ista huius mundi philosophia, quam sacra nostra meritissime derestantur sed altcrius intellegibilis, cui animas multiformibus erroris tenebris ca~catas et altissimis a corpore sordibus oblitas numquam ista ratio subtilissima reuocaret, nisi summus deus populari quadam clementia diuini intellectus auctoritatem usque ad ipsum corpus humanum declinaret atque summitteret, cuius non solum praeceptis sed etiam factis cxcitatae animae redire in semet ipsas ct (957) resipiscere patriam etiam sine disputationum concertatione potnissent. XX. 43. Hoc mihi de Academicis interim probabíliter, ut potui, persuasi. quod si fa1sum est, nihil ad me, cui satis est iam non arbitrari non posse ab homine inueniri ueritatem. quisguis autem putat hoc sensisse Academicos, ipsum Cicero:ccm audiat. ait enim illis morem fuisse occultandi sententiam suam nec eam cuiquam, nisi [80] qui sccum ad senectutem usque uixissent a, aperire consuesse. quae sit amem ista, deos 01
;
Véase nota complementaria n.28, p.92S.
• uixisset CCL
r. r~~ 1
188
e ua'1
III 2 , o,44 tiJ.20,45
Contra los académicos
f
uese sn doctrina Dios lo sabe· Pl ' M ' • yo creo que fue 1 e 1 f aton.l ~ as para que conozcáis brevemente mí plan a cua uere a humana sabiduría veo que aún no la 1 1 ' ~ea ~o. 1Co~ todo, aun hall::índom~ va en los treinta 1e ~ canz: o e a vida, creo que no debo d~sconfiar de 1 y res anos vez, pues, ..d~sprcciando los bienes que estimaa~a~~:r: alguna d
~:~~oe;;~)~b~~ ~1: c:sa~í~r mi vi~a a su investigación ~r~~:¿
astan te fuerza los argumen~ f 1 ·¿ presente discusión. Pues a nadie es dud~s e arta ec¡ o con la za.. nos impu.lsa al aprendizaje: la ~utorid~d qyu~. una ~oblye fuermi es cosa ya 1. d b a razon. para Cristo, pues n~ h:~Io q~~an~áse p~j~.'~~t:r~e la autoridad d.e g.en arduos razonamientos-pues tal e .. n oJ. r:;nas qu~ ex¡. oentemente esto l d d s 1111 con Icwn que Impa. f . Y <. esean o e conocer la verdad 'l e, smo por comprensión de la i ~1" . ', no so o por hallar entre los platónico 1 J n~.t Igcn~Ia-confw entretanto tra revelación. s a octnna mas conforme con nues. tos de los a d,. .
pe an con
ca CD1Kos, contra ellos m" h
re
que:~~ y~J~Í,n~lch:r ,qh~~~
~e:minad~
había mi discurso, aunbit con t d l ., ) que utlhzar la lmterna para escri. si Aiipio ~r~:Ue~:a J~~s~~~dcon mucha ftención ansiaban saber Entonces di;o él er, aunque uese en otro día. -Nada est~y disp t d mejor alguna vez a m~resro ? :on~e er que haya respondido fesar que me retiro venJl.d~piao;n{trn¡. ins:~ncia como el conque esta alegría no dcb p, . a Iscusion de hoy. Y creo e ser umcamente mía. Os la comuni· uiderit; eam tamen arbitror Platonis f . . omne propositum meum ouo · uJsse. sed ut bremter accipiatis me uideo nondum perc~piss quo :podo se l_1abe~t humana sapicntia, eam annum agam, non me arbitr~t~.d~~p .cumd t~JCcnsmnun ct tertium aetatís turum. contemptis tamen cet ,· .etar~b eberc eam me quandoque aden· · · ' e lS mnn¡ us q ¡ r hme mucst1gandae inscruirc prop , . ' uae Jo~a mortales putant, Academicorum non leuitcr detcro,hur. a qur~ me negotJo quoniam rationes ¡¡. · . · t sputatJone mumtus sum . re ant ' sans.' ut ar'01't ror, contra eas 1sta · 11· · nu 11 1 autem dubtu. m est ,<;emrno · pondere nos tmpe 1 ad discendum auctoritatis t n_usqumn ptorsus a Christi auctorit·l~ qj~ .r~tonis. mihi. ergo certum est trorem. quod autcm subtilissilna ra;i~n e rsce ere; non cnJm r~perio ualen· e persequcndum est-tta enim iam su m affectus ut quid sir , ucJ UlH non crcdend 1 d · . ' o so um s~ etram mtellegen d o apprchendere impatientcr d ·¿ . quod sacris nostris non rcpunn 't esr etem-apud Platomcos me interün, (958) 44 H". "' t:' reperturum essc confido . · le postquam sermonis fin f · · quamq uam Jam erat nox et al" "d .· em m~ ecrsse aspexerunt, t~men illi adulescentcs intentiss\;;:~ ~tlam ~ucerna mlata scriptum erat, .d1e .se rcsponsurum cssc pro~itt~r~~sp~~a -~lfr_, 1~~u~ A~yJ?ius. uel alio 1 tnqUJt, tam ex sentcntia prouenisse ff e. rhll m¡hr ahquando, hodierna disputationc disced a Jrmarc .parattJs sum, quam quod o supcratus. ncc rstam meam tantum
Contra los académicos
189
caré, pues, a vosotros, compañeros de lucha y jueces míos. Porque ser vencidos en esta forma por la posteridad, tal vez hasta los académicos lo desearon. Y a la verdad, ¿qué pudo 0 frecérsenos a nosotros más agradable que esta discusión, más sólido con la gravedad de las sentencias, más abierto a la be· nevolencia y más henchido de erudición y doctrina? Me es imposible mostrar bastante admiración por la amenidad con que se han tratado las cuestiones más espinosas, venciendo con fuerza las dificultades mayores, exponiendo con mesura las convicciones y vertiendo claridad sobre los puntos más oscuros, Así, pues, compañeros míos, convertid vuestra ansiedad expectante, con que me provocabais a responderle, en una más segura esperanza de instruiros juntamente conmigo. Tenemos un guía que es capaz de llevarnos, con la ayuda del Señor, hasta los mismos arcanos de la verdad. 45. Al notar yo por los gestos de la cara que los muchachos se mostraban un poco decepcionados, porque Alipio, al parecer, no iba a responder, les dije sonriendo: -¿Tenéis acaso envidia de las alabanzas que me ha tributado? Mas por ser tan segura la firmeza de Alipio, no le temo, y para que vosotros me mostréis también vuestro agradecimien· to, quiero prepararos contra él, por haber defraudado vuestra esperanza. Leed los libros de los Académicos 3\ y cuando veáis allí a Cicerón vencedor de estas bagatelas-¿y qué cosa más fácil que lograr esto?-, obligad a Alipio a sostener mi causa dcbcre esse laetitiam. communicabo ergo ea:n uobiscum, concertatores mei uel iudices nostri, quando quidem isto se pacto a suis postcris uinci ipsi etiam fortassc Academici optarunt. quid enim nobis hoc sermonis lepare iucundius, quid sententiarum grauitate perpensius, quid beniuolentia promptius, quid doctrina peritius uideri aut exhiberi posset? prorsus ncquaquam digne ammirari possum, quod tam facete aspera, tam fortiter de~petata, tam moderare [81] conuicta, tam dilucide obscura tractata sunt. quare iam, socii mei, exspectationern uestram, qua me ad respon· dendum prouocabatis, certiore spe mecum ad discendum conuertite. habernus ducem; qui nos in ipsa ueritatis arcana deo iam monstrante perducat. 45 Hic ego, cum illi pueril i quodam studio, quod Alypius respon~urus non uidebatur, quasi fraudatos se uultu ostcnderent: Inuidetis, Jnquam arridcns, laudibus meis? sed quoniam de Alypii constantia iam securus nihil eum timeo, ut uos quoque mihi gratias agatis, instruo uos aduersus ilium, qui tantam intentionem uestrae exspectationis offendit. legite Academicos et, cum ibi uictorem-quid enim facilius?-istarum nugarum Ciceronem inueneritis, cogatur iste a uobis hunc nostrum ser· 37 Se refiere a la obra de Cicerón, Academicae quaestiones. Cf. Opera omnia l V 86 (Londini 1819).
190
Contra los académicos
y razonamiento contra aquellos argumentos invencibles ··de
Tli" u o .
.J.•'" Esta es, Alipio, la onerosa recompensa que te doy en J?!!go de tus falsas alabanzas. j. Se rieron ellos con esto, y terminamos el gran debate ¿p. 7 sé si con la debida solidez, pero sí más moderada y proqta.0 mente de lo que yo esperaba. ,
EL LIBRE ALBEDRIO (En tres libros) VERSIÓN CASTELLANA DE
EvARISTO SEIJAS, O. S. A.
1
monem contra illa inuicta defendere. hanc tibi, Alypi, duram m<>rc~l!'n pro mea falsa laude restituo. -Hic cum arrisissent, finem tionis-utrum firmissimum nescio--modestius tamen et citius, qu;am·4to raueram, fecimus. 38
Retract. I 1 ,4.
REVISADO y CORREGIDO POR
SANTOS SANTAMARTA DEL Río, O. S. A. INTRODUCCIÓN y NOTAS DE
VrcToRINO CAPÁNAGA, O. A. R. 1
1
:¡ ~ DE
LIBERO
ARBITRIO
( Libri tres)
CSEL 74 _
Vindobonae 1956
RECENSVI'f
GVILELMVS M. GREEN