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Hablar como un líder Cómo liderar cada vez que hablamos Judith Humphrey
RESUMEN EJECUTIVO El papel del líder es conmover e inspirar a los demás independientemente de que esté almorzando con los colegas o pronunciando un discurso ante un gran auditorio. La entereza del líder se pone a prueba no sólo en las grandes ocasiones sino, sobre todo, en las más sencillas: conversaciones fortuitas en un ascensor, llamadas telefónicas y, en general, en todas las interacciones diarias de la vida. Este es el motivo por el cual cualquier persona que quiera desarrollar sus habilidades de liderazgo debe primero aprender a hablar como un líder.
Pensar como un líder
quienes están a nuestro mismo nivel en la jerarquía corporativa. Pero debemos tener en mente lo siguiente: - Cuando hablemos con nuestros subordinados, hacer énfasis en nuestra visión, de modo que logremos no ordenar sino persuadir. Es mejor ser un líder que un hostigador. - Al trabajar con colegas, clientes y proveedores, buscar puntos de encuentro y desarrollar una relación más productiva. - Al trabajar con nuestros superiores, lo mejor es: > Hablar con confianza y respeto. > Expresar nuestras ideas directamente. > Buscar los pasos más sabios. > Ser osados.
No sólo brindar información sino inspirar El primer paso para ser capaz de hablar como un líder es contar con una buena preparación mental. Si analizamos la manera de hablar de los líderes, encontraremos que estos cuentan con ciertas características que debemos desarrollar para poder hacer lo mismo.
Los líderes tienen una visión y una misión en mente Los líderes no hablan sólo para pasar el tiempo con sus amigos. Tienen una visión de cuál es el camino que debe tomar la organización en el futuro y aprovechan cualquier oportunidad para describir dicha visión. Por ejemplo, Sergey Brin, cofundador de Google dice que la visión de Google es "Tomar toda la información del mundo y ponerla a disposición de todos". Zuckerberg, fundador de Facebook, dice que la visión de Facebook es: "Hacer que el mundo sea más abierto y está más conectado". Al describir nuestra visión de este modo, debemos: - Mantenernos concentrados en una única misión que podamos describir en una sola oración. Enviar un único mensaje. - Inspirar a quienes nos escuchan. Nuestra visión debe ser positiva. - Asegurarnos de que estamos describiendo algo posible. De lo contrario, los empleados se desmoralizarán. - Nuestra visión debe ser incluyente.
Ir más allá de las jerarquías No se trata únicamente de liderar a nuestros subordinados. También debemos tratar de liderar a nuestros superiores y a Resumido.com selecciona,
Buena parte de los oradores no hacen más que "escupir" información, pues: - Esto es lo más seguro que se puede hacer. - Esto nos convierte en "expertos". - Hay muchas culturas corporativas que alientan el intercambio de mucha información. - A todos nos preocupa dar la impresión de que no estamos preparados. Esto es una lástima porque sólo cuando inspiramos a los demás estamos comportándonos como líderes. Después de todo, los líderes tienen una visión que va más allá de las dificultades actuales.
Ser positivo y optimista Si queremos pensar y hablar como líderes, no nos podemos dar el lujo de ser negativos. La única manera de inspirar a los demás es que seamos positivos. P ara volvernos más positivos: - Siempre verle el lado positivo a todas las situaciones. - Centrarnos en las soluciones. - Reconocer los retos sin dejar de ser positivos. - Usar un lenguaje positivo: "Este es un gran reto, pero debemos aprovecharlo para demostrar nuestras fortalezas".
Hablar con convicción La convicción proviene de nuestro interior. Para mostrar convicción, debemos:
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Hablar como un líder 2 - Ser apasionados: a nadie le gusta escuchar a alguien que carece de pasión por el tema. - Ser auténticos: debemos predicar con el ejemplo. - Ser valientes: debemos dar nuestra opinión incluso ante quienes se nos oponen. - Ser honestos: no debemos mentir.
Aprender a escuchar Si queremos comunicarnos como líderes, debemos aprender a escuchar. Este es un requisito para motivar a los demás. Debemos escuchar en tres niveles:
1. Físico: ponerle atención a lo que nos están diciendo en vez de preparar lo que vamos a decir. Esto creara empatía. 2. Mental: anticipar lo que están pensando los demás, pero sin dejar de escuchar. 3. Emocional: ser sensibles ante los sentimientos ajenos. Disposición a comunicarnos Aunque es muy tentador hablar de "líderes innatos", lo cierto es que los líderes más poderosos de toda la historia hicieron todo lo necesario para convertirse en líderes. El liderazgo es algo que se aprende. Y debemos comprometernos a mejorar constantemente como líderes. En particular, debemos dedicarnos a crear un guion y luego debemos practicarlo una y otra vez. Los grandes oradores dan la impresión de que es muy fácil; pero en realidad les toma meses y hasta años llegar a donde están. Debemos acostumbrarnos a desarrollar nuestro guion antes de pronunciar el discurso. También debemos leerlo en voz alta y tratar de darle vida. Podemos leerlos en frente de nuestro equipo y pedir sugerencias. La idea es que, al pronunciarlo, el discurso suene natural. Esta es la marca de un líder.
El guion de un líder Cuando hablamos, la idea no es que el auditorio se sienta tranquilo y aguante nuestro discurso. Debemos tratar de ganar aceptación. Y la mejor manera de lograrlo es seguir el guion del líder en cualquier discurso, que consiste e n:
1.- Introducción Una buena introducción debe tratar de que el auditorio deje de ser pasivo y se convierta en un participante activo de este viaje de descubrimiento. La introducción tiene cuatro partes:
1. Llamar la atención: puede ser una historia o anécdota que allane el camino para lo que viene luego. 2. El tema: es una presentación concisa de lo que vamos a decir: "Hoy les hablaré de...". 3. El mensaje: encapsula en una oración aquello que queremos que el auditorio recuerde: > "Mi mensaje es que tenemos problemas financieros". > "Si hay algo que quiero que recuerden...".
4. Un afirmación estructural: en la que explicamos el orden que seguiremos en nuestra exposición: "Comenzaré detallando el reto y luego hablaré de cómo responderemos". 2.- Cuerpo Una vez que hayamos llamado la atención del auditorio, debemos presentar la información de manera coherente y organizada. Hay 5 patrones o enfoques para expresar nuestras ideas:
1. Razones: explicar clara y concisamente las razones que nos llevan a creer en algo. 2. El camino a seguir: detallar cómo implementaremos las soluciones. 3. Causa y respuesta: argumentar en favor del cambio. Debemos describir el reto que se nos está presentando y detallar las acciones que estamos tomando para resolverlas. 4. Presente y futuro: presentar la información como un boletín de última hora. Presentar lo que se ha logrado hasta el momento y luego explicar lo que queremos que suceda en adelante. 5. Cronológico: hacer énfasis y explicar cómo se ha desarrollado una situación a lo largo del tiempo. Para escoger qué patrón debemos utilizar para organizar el cuerpo de nuestra presentación, debemos tomar en cuenta el mensaje, el auditorio y lo s recursos de que disponemos.
3.- Conclusión Para concluir nuestra presentación, debemos: - Repetir el mensaje o la idea central del discurso. La idea es que el auditorio sienta que dicho mensaje le pertenece: "Por tanto, como han visto, estamos a punto de...". - Hacer un llamado a la acción. Esto le dirá al auditorio lo que se debe hacer para hacer realidad el mensaje. Los llamados a la acción son:
1. Claros: "Este presupuesto nos permitirá cumplir con nuestros objetivos financieros, así que les pido que lo aprueben". 2. Prácticos: "Les pido que acepten que contar con un agente autorizado en la región será ventajoso y que esto se debe volver una política de la firma". 3. Inspiradores: "NewCorp está a punto de convertirse en una compañía global. A medida que avancemos, debemos trabajar como un equipo gerencial. Les pido que nos tomemos el tiempo de crear un equipo de clase mundial, que pueda llevar esta empresa hacia adelante".
El lenguaje del liderazgo Hablar con claridad La mejor manera de que el auditorio nos entienda es pensar antes de hablar y asegurarnos de que seguimos expresando el mismo mensaje. Los demás apreciarán el hecho de que seamos capaces de simplificar algo que en realidad es complejo.
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Hablar como un líder 3 Pero hablar con claridad también supone que usemos un lenguaje apropiado para el auditorio. Por tanto, debemos conocer al auditorio, buscar señales de que nos está entendiendo y escoger nuestras palabras con cuidado. Es necesario hablar con precisión.
Por tanto, debemos ser decisivos. Para tal fin: - Evitar los calificadores: "Es sólo mi opinión". - Eliminar modificadores: "Con un poco de suerte, lo lograremos".
Dejar de lado la jerga
- No usar palabras de relleno: "probablemente", "um", "ah", "para ser honesto", "sabes".
Entre las jergas que se pueden colar en las conversaciones comerciales están:
- Eliminar los verbos débiles: "creo", "diría".
- Palabras o expresiones abstractas que ocupan espacio pero no significan nada: es mejor hablar de "techo" que de "arcos parabólicos que forman la protección principal del área”.
- No pedir disculpas: "Siento molestarlos...". - No corregirnos: "Desde mi punto de vista, me parece...". - Terminar con vigor: evitar "etcétera" y "ese tipo de cosas".
- Palabras raras: como "metrópolis" en vez d e "ciudad".
Ser astuto con los números
- Palabras de moda: como "estrategizar", " paradigma", etc.
Hay seis técnicas para lograr que los números utilizados en una presentación sean más vibrantes y dinámicos:
- Clichés: ej: "alternativa viable" o "parámetros operativos". - Acrónimos: ej: HP (Hewlett-Packard).
Conversar Los demás consideran que somos más auténticos cuando adoptamos un tono conversacional. La mejor manera de ver cualquier discurso es considerar que se trata de una oportunidad para conversar. Debemos tener en mente: - Usar oraciones cortas y sencillas en vez oraciones largas y palabras raras.
1. Redondearlos: en vez de decir "Cada día, 12.135.231 usuarios visitan nuestra página Web", es mejor decir "70% de los usuarios regresan cada día". 2. Usar menos números: esto puede hacer mella en la atención del auditorio. 3. Usar analogías: relacionar los números a cosas cotidianas. 4. Crear un contexto: que explique por qué los números son importantes.
- Usar palabras familiares.
5. Darle un rostro humano a los números: "Los refugiados no son números...".
- Incluir expresiones conocidas.
6. Definir los términos: clarificar las unidades de medida.
Hablar de tú a tú
No contar chistes
Esto permitirá que nuestro discurso sea aún más persuasivo. Algunas sugerencias:
Los líderes no cuentan chistes, pues puede herir la sensibilidad de individuos o grupos. La tarea del líder no es entretener sino persuadir. Los chistes no transmitirán bien nuestro mensaje.
- Presentar nuestras convicciones personales: "Esto convencido de..." o "Creo que...". - Comprometer al auditorio: al referimos en primera persona al auditorio (tú), lograremos hagan lo que le sugerimos. - Crear una conexión con nuestro auditorio: " Estamos comprometidos con...".
Ser elocuente La elocuencia se logra si usamos cinco figuras literarias:
1. Metáfora: unir cosas diferentes. La "cortina de hierro" de la Guerra Fría es un buen ejemplo. 2. Antítesis: unir dos opuestos. "Los empresarios crearán mañana lo que no podemos imaginar hoy".
Proyectar la presencia de un líder Cada vez que hablamos como líderes, nuestro objetivo debería ser energizar al auditorio. Esto es lo que hacen los líderes. Siempre debemos actuar como si el micrófono o la cámara estuvieran encendidos. Para darle vida el guion, debemos: - Concentrarnos en el auditorio: debemos saber qué retos está encarando. Debemos ser capaces de explicar qué recibirá el auditorio si actúa de cierta manera. - Hallar la energía que hay en nuestro guion: estructurar la presentación de una forma profesional:
3. Aliteración: repetir un sonido. "Mi mamá me mima".
> Llamar la atención del auditorio con una introducción interesante.
4. Repetición: repetir varias veces una palabra o frase.
> Presentar el mensaje central con pasión y convicció n.
5. Preguntas retóricas: preguntas que hacemos sin esperar una respuesta.
> Desarrollar los argumentos fundamentales.
Ser decisivos El impacto del liderazgo se diluye si usamos palabras débiles.
> Presentar una frase que sea pegajosa. > Terminar con un llamado a la acción. - Pronunciar el mensaje de manera expresiva: debemos hacer
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Hablar como un líder 4 pausas con frecuencia y alzar la voz cuando queramos hacer énfasis en algún punto. Para tal fin, debemos practicar antes de pronunciar nuestro discurso. Los grandes oradores casi nunca se valen de recursos visuales. Estos pueden distraer al auditorio. Lo mejor es que nosotros mismos nos convirtamos en el punto focal de la atención. Para convertirnos en el recurso visual más efectivo: - Liderar con los ojos: debemos hacer contacto con aquellas personas que queremos persuadir. Esto establece una buena relación con los demás.
- Usar el lenguaje corporal: si estamos parados, debemos evitar bambolearnos de un lado a otro. Debemos pararnos derecho y gesticular con el fin de hacer énfasis en lo que estamos diciendo. Si estamos sentados, debemos adoptar una posición firme. Debemos ver directamente a los demás en vez de pasar rápidamente de un lado a otro. - Contar con una voz auténtica: los líderes hablan expresivamente. Evitemos hablar en un solo tono. Pero, sobre todo, debemos hablar claramente.
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Título original: Speaking as a Leader Editorial: Jossey-Bass Publicado en: Enero de 2012
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