TEMA 6: MULTIPLICATE Transfiere el espíritu de liderazgo a otros
Introducción: Una de las necesidades básicas de la obra de Dios es la multiplicación de liderazgo. Ganar a los perdidos para Cristo es un sueño y una visión demasiado grande para lograrla sin la ayuda de otros. Cristo se lanzó a esta gran tarea y reprodujo a doce como líderes de apoyo de su misión. Los apóstoles tuvieron que establecer 7 diáconos. De hecho, el Espíritu Santo les había transferido a 120, dones y ministerios, el día del Pentecostés, y los resultados fueron de multiplicación de creyentes, crecimiento de la iglesia y predicación del Evangelio con poder. Desde el primer sermón tres mil se convirtieron a Cristo, muchas reuniones en las casas se tuvieron que organizar cada día, para enseñar en la doctrina de los apóstoles a los recién bautizados (Hechos 2:42). En el Antiguo Testamento, el mismo Moisés tuvo que multiplicarse como líder. Dios impartió del espíritu de liderazgo de Moisés, dándoles el Espíritu de Dios, y lo repartió en 70 ancianos (Números 11:24-26), a estos se agrega el mismo Josué y Caleb. Y lo mismo hizo el apóstol Pablo. Reprodujo su liderazgo en un Tito, Timoteo, Tíquico, Epafras, Epafrodito, Silas, etc. Sin duda alguna, la misión requiere de un líder poderoso, lleno del Espíritu, que se multiplique en otros, transfiriéndoles la misión, visión y la unción del Espíritu. La RCM demanda líderes así. Para ello se necesita que el líder haga lo siguiente.
I.
INSPIRA A TU EQUIPO DE TRABAJO
La inspiración mantiene los sueños con vida. Nos motiva a vivir con mayor fuerza, a pensar mejor, a trabajar más duro y, a arriesgar más. En suma ¡nos inspiran a continuar! Por eso, inspira a tu equipo de tr abajo celular a convertirse en líderes de éxito.
A. INSPÍRALOS CON LA VISION Una de las metas importantes de un líder es reproducir liderazgo que trabajará al lado de él, y a quienes, llegado el momento, los echará a volar con su propia célula. Para lograr esto, es necesario que el líder les muestre la visión de su liderazgo de manera contundente, contagiosa e inspiradora. Un ejemplo de esto, es un episodio del profeta Elías, quien llevó a Eliseo con él en una gira por Gilgal, Bethel y Jericó. En todos esos lugares había una terrible idolatría, el pueblo adoraba a Baal y a la diosa Astarte, que era un culto de la fertilidad, cultos de inmoralidad sexual. Lo más seguro es que Elías quería que Eliseo tuviera la visión correcta del reto que él tenía que enfrentar al tomar su lugar. Así, en cada uno de esos lugares, Elías le decía: “Eliseo quédate aquí” . A cada una de esas invitaciones, Eliseo respondía: “vive Jehová, y vive tu alma que no te dejaré” (2 Reyes 2:1-6).
Los intérpretes dicen unánimemente que la respuesta de Eliseo significaba que él no se sentía preparado para enfrentar dicho reto misionológico, por eso se niega a quedarse, pero le aclara que necesita la unción que el profeta Elías posee: él quiere una doble porción de su espíritu, la herencia que le correspondía al primogénito de la familia. Eliseo vio lo enorme de la tarea y se dio cuenta de lo que necesitaba para enfrentarla: la unción divina, la transferencia del manto de la unción profética que moraba en su mentor, el poder del Espíritu de Dios. Así, Elías no sólo le mostró la visión para despertar en él un llamamiento, sino que de esta manera lo hizo descubrir a qué tarea había sido llamado, lo que necesitaba para lograrla y la pasión que había que desarrollar en el cumplimiento de la misión. Pero, efectivamente, le hizo ver que contaba con recursos espirituales para lograrlo: el Espíritu de Dios que lo dotaba de liderazgo, autoridad y ministerio de poder.
B. INSPÍRALOS CON LA PASION La pasión de un líder por la visión y la misión es una poderosa herramienta de influencia e inspiración de los seguidores y líderes que le rodean. Sólo un líder apasionado multiplica líderes apasionados por la visión y misión de Dios. Esa es la razón por la que la pasión de Jesús por los perdidos inspiró a sus seguidores a dar su vida también por la causa del Reino de Dios, de Salvar a la humanidad de la condenación eterna. Pablo forjó un grupo lleno de pasión, entrega y amor a la misión de predicar el Evangelio, por todo el mundo conocido. Pero, estos hombres forjaron su pasión viendo a su mentor entregarse de lleno a la misión, llegando al grado de dar la vida, con tal de hacer llegar el Evangelio a Roma misma.
C. INSPÍRALOS CON EL FUEGO DEL ESPÍRITU Hay que recordar que cuando hablamos de pasión por los perdidos, no hablamos de una mera manifestación de la emocionalidad humana por un objetivo o idea, sino del fuego del Espíritu Santo. De esa fuerza, motivación y energía incansable que viene de la llenura del Espíritu Santo, acompañada de unción, autoridad y poder para ejercer los dones y ministerios que el Espíritu mismo quiso dar al creyente, para el desarrollo de su liderazgo y misión. Sin lugar a dudas, un pastor o líder que inspira constantemente a sus líderes o miembros de su célula con el fuego del Espíritu, la pasión por la misión y la transmisión de una visión clara, logrará hacer de varios miembros de su célula, líderes apasionados, llenos de fuego del Espíritu y enamorados de la visión de alcanzar a los perdidos para Cristo. Lo anterior te traerá la bendición de armar un equipo de trabajo celular unido, poderoso y multiplicador en todas las áreas: multiplicación de nuevos creyentes, líderes y células ¿Estás desarrollando tu liderazgo de manera ejemplar con esta visión de multiplicación?
II.
CAPACITA A TUS FUTUROS LIDERES
A. DALES A CONOCER LA ESTRATEGIA Indudablemente, es importantísimo que el líder domine la estrategia misiológica, y que por ello pueda transmitirla a su grupo celular y capacitarlos para llevarla a cabo. El sistema Celular de la RCM, es un sistema bien elaborado que ha demostrado excelentes resultados. Si un líder lo conoce y lo ejecuta celosamente bien, por sí sólo, la mera ejecución es una capacitación del grupo celular, para desarrollar la estrategia como debe ser. Sin embargo, con todo, es necesario que el líder envíe a la Escuela de Ministerio de Liderazgo Celular, a los miembros celulares que están experimentando el llamado y desafío de ejercerlo, a fin de que sean capacitados al máximo. Pues, estos serán los que tomarán las riendas de las células que se habrán de multiplicar posteriormente. No olvidemos que ellos ejecutarán la estrategia con la misma responsabilidad, pasión y entrega con que nosotros, como sus líderes lo hayamos hecho. Por eso, seamos ejemplo en esta área también.
B. DELÉGALES RESPONSABILIDADES No sólo hablamos en esta parte de la repartición de privilegios con los cuales participan en la Reunión de Alcance, y con ello se entrenan y descubren sus dones y ministerios, e incluso, a nivel práctico, los empiezan a ejercer. Sino también nos referimos a la necesidad de delegarles responsabilidades, de liderazgo celular, ocasionalmente, tales como dirigir la ministración, Evaluación, o proyección del MEP de Planeación de la célula. O también, por qué no, todo el MEP de Planeación; y no sólo una parte. Esto permitirá que el futuro líder se vaya entrenando, adquiriendo confianza en sí mismo, confirmando su vocación y desarrollando su ministerio celular. Es necesario que el líder aprenda a motivar al futuro líder en todo aquello que haya hecho bien, pero, debe saber orientar con amabilidad y sabiduría lo que se debe mejorar. Recuerde que el futuro líder necesita entrenamiento, motivación y acompañamiento inspirador.
III.
DALES AUTORIDAD ESPIRITUAL
A. ENTRENALOS EN LA GUERRA ESPIRITUAL El equipo celular es un grupo de creyentes que le ha declarado la guerra al diablo. Está en una lucha constante para liberar a los que se encuentran en ataduras de pecado, oprimidos por el diablo y esclavos de diversas enfermedades y adicciones. Esto implica que la célula enfrentará constantemente a poderes demoníacos que han tomado dominio de la mente, corazón y deseos de las personas, y los han llevado a situaciones y actitudes destructivas matrimoniales, familiares, sociales y personales.
Así, pues, cada persona que se convierte y bautiza, cada hogar que se restaura, cada persona que es liberado de las drogas, etc., son victorias que la célula ha logrado en su lucha contra el enemigo. Y en todo esto, el líder celular es el capitán que dirige a la célula como un ejército poderoso contra satanás y sus huestes espirituales de maldad. Él va al frente de esta guerra sin cuartel contra el enemigo. Y de esta manera enseña, motiva y entrena a su equipo celular en la autoridad espiritual que necesita desarrollar. Por lo anterior, se necesita que el líder posea la convicción de que él ha recibido la autoridad espiritual, para liberar a las personas y familias oprimidas por el diablo y lo desarrolle eficazmente, y sea ejemplo inspirador, de esta manera, para su grupo celular. Esta convicción sólo se consigue en una relación constante e íntima con Dios, en un estilo de vida de oración y ayuno permanente. Sólo así podrá también discipular a otros y transferirles la autoridad del Espíritu Santo contra toda fuerza del enemigo. Así, los nuevos líderes descubrirán que están dotados de poder para romper cadenas del enemigo, para liberar a los cautivos en el pecado y hacer libres de las ataduras de maldad a familias destruidas por la inmoralidad, las adicciones y el pecado en todas sus formas.
B. NUTRE SUS CAPACIDADES DE PODER ESPIRITUAL Es necesario que nosotros como pastores o líderes celulares nutramos las capacidades de poder espiritual de los prospectos a ser los nuevos líderes, y por qué no, de todo el grupo celular, de manera sabia. La escuela de ministerios tiene enseñanza en el área de intercesión, pero, sobre todo, es necesario que liberemos a los nuevos líderes del miedo, la incredulidad y el temor a enfrentar la fuerza del enemigo. Si tenemos poder para romper las cadenas que aprisionan a las personas para que no sean salvos, podemos romper cualquier otra, porque Cristo está con nosotros. Sin embargo, es necesario nutrir a los nuevos líderes de enseñanza, de entrenamiento, de convicción de la autoridad espiritual, de fe en el Nombre de Jesucristo y de la valentía. Y esto requiere del ejemplo y el discipulado del líder que quiere reproducirse en nuevos líderes. Pues, tarde que temprano habremos de enfrentar las fuerzas espirituales de maldad. Es muy importante, en todo esto, la unción con que nosotros los empoderemos y le demos la certeza de que Dios está con él, y que nosotros mismos hemos delegado en él liderazgo, unción y autoridad. Así lo hizo Moisés con Josué, le entregó la unción del Espíritu, liderazgo y autoridad cuando oró por él frente al pueblo de Israel: “Y J os uéhij o de Nun fu e llen o del esp íritu de sab id ur ía, po rq ue Mo isé s hab ía p ues to su s m ano s so br e é l; y lo s hij os de Israel l e ob edec iero n, e h ici ero n c om o J eho vá m and ó a Mois é s (Dt. 34:9). Este ”
espíritu de sabiduría espiritual para la conquista y el ejercicio de su liderazgo para poseer la tierra prometida, es el que necesitamos transferir a los nuevos líderes que estamos discipulando. Sin duda, Dios es el que lo da, pero, lo hace a través de los líderes ungidos por Él.
Conclusión. Una de las cosas más maravillosas de todo esto es la dignificación de la vida del creyente por obra del Espíritu Santo. ¿Quién y qué era David antes de ser llamado por Dios si no pastor de ovejas? ¿Qué era Saúl, si no siervo de su padre Cis? Piense en el caso de Pedro, era un simple pescador cuando Jesús lo llamó. Muchos de nosotros éramos unos “Don nadie” y no valíamos nada
para el mundo, otros simplemente vivíamos en el anonimato antes que Jesús nos diera de su Espíritu, y le diera sentido y valor a nuestra vida, y luego, llevarnos a un liderazgo exitoso en la iglesia y el mundo. Sin embargo, este gran significado, valor y poder que Dios le ha dado a nuestras vidas, es necesario que ahora la reproduzcamos en nuevos líderes. ¡Multipliquemos líderes llenos de visión, pasión, estrategia, autoridad y poder espiritual para la gloria de Dios, multiplicación de nuevos creyentes y expansión del Reino de Dios!