Treinta Días Tenía Septiembre Robert F. Young
El letrero en el escaparate decía: Maestra de Escuela en Venta Baratísima; Y en letras más pequeñas: Puede cocinar, cocinar, coser coser y sabe desenvolverse en el hogar
Al verla, Danb pens! en pupitres, borradores "o#as de otoño; en libros, sueños risas$ El dueño de aquel pequeño almac%n de se&unda mano la "abía ataviado con un vestido de ale&res colores unas min'sculas sandalias ro#as$ (ermanecía en una ca#a, colocada en posici!n vertical en el escaparate, i&ual que una muñeca de tamaño natural, esperando que al&uien la volviese a la vida$ Danb intent! descender de la calle "acia el estacionamiento donde tenía su Baby Buick $ (robablemente, (robablemente, )aura tenía a una cena automati*ada dispuesta en la mesa se pondría +uriosa si lle&aba tarde$ in embar&o, continu! donde se "allaba, alto del&ado, con su #uventud a'n cercana, re+u&iada en sus pardos ávidos o#os, mostrándose d%bilmente en la suavidad de sus me#illas$ u inercia lo molest!$ -abía pasado mil veces #unto al almac%n en su camino desde el estacionamiento a la o+icina viceversa, pero aquella era la primera ve* que se detuvo para mirar el escaparate$ escaparate$ (ero$$$, .no era %sta la primera ve* que el escaparate e/"ibía al&o que le interesara0 Danb intent! a+rontar la pre&unta$ .)e interesaba una maestra de escuela0 1o muc"o$ in embar&o, )aura precisaba de al&uien que le audase en las +aenas dom%sticas, mientras no pudieran "acer +rente al &asto de una criada automática Bill, sin duda, sacaría provec"o de al&unas lecciones particulares, además de la televisi!n, a"ora que se apro/imaban los e/ámenes más di+íciles$$$ u cabello lo "i*o pensar en la lu* del sol de septiembre, su rostro en un día de septiembre$ 2na neblina otoñal lo envolvi! , de s'bito, su inercia lo abandon! por completo empe*! a caminar, pero no en la direcci!n que antes pens!$$$ 3.4uánto vale la maestra de escuela escuela del escaparate0 escaparate0 3pre&unt!$ Anti&5edades de toda clase se "allaban esparcidas por el interior del almac%n$ El dueño era un "ombre vie#o menudo, con espeso cabello blanco o#os de color del pan de #en&ibre$ 6ambi%n tenía aspecto de anti&5edad$ 3.)e &usta, señor0 señor0 Es mu "ermosa "ermosa 3+ul&ur! ante la pre&unta de Danb Danb$$ Danb se sonro#!$ 3.4uánto0 3repiti!$ 3repiti!$ 34uarenta nueve nueve d!lares con noventa cinco cinco centavos, más más cinco d!lares por la ca#a$ Danb apenas podía creerlo$ Ante la escase* de maestras, lo l!&ico sería que el precio aumentara no disminuera$ 2n año antes, cuando pens! comprar una maestra de tercer &rado reconstruida para que audase a Bill en su traba#o teleescolar, el precio más ba#o que pudo encontrar sobrepas! los cien d!lares$
in embar&o, la "abría comprado de no "aberle disuadido )aura$ u mu#er nunca +ue a una verdadera escuela no lo comprendía$ 7(ero cuarenta nueve d!lares con noventa cinco centavos8 7Y tambi%n podía cocinar coser8 e&uro que )aura no tendría inconveniente$$$ 1o lo "abría, desde lue&o, a menos que %l le diese oportunidad$ 3.Está$$$, está en buen estado0 El rostro del dueño se oscureci!$ 3-a sido completamente restaurada, señor$ 1uevas baterías, nuevos motores$ us cintas ma&neto+!nicas pueden +uncionar a'n otros die* años sus memori*adores, probablemente, durarán para siempre$ (ase por aquí$ )a entrar% se la mostrar%$ )a ca#a estaba montada sobre ruedas, pero resultaba di+ícil de mane#ar$ Danb aud! al vie#o a empu#arla +uera del escaparate dentro del almac%n$ (ermanecieron #unto a la puerta, donde la lu* era más clara$ El vie#o retrocedi! admirativamente$ 39ui*ás so anticuado 3di#o3, pero a'n creo que los telemaestros #amás podrán compararse con los de verdad$ 2sted +ue a una verdadera escuela, .no es cierto, señor0 Danb e+ectu! un &esto a+irmativo$ 3)o pens%$ Es curioso que nunca de#e de advertirse$ 3(!n&ala en +uncionamiento, por +avor 3ro&! Danb$ El activador era un pequeño bot!n, oculto detrás del l!bulo de la ore#a i*quierda$ El dueño busc! a tientas durante un momento antes de encontrarlo; lue&o se escuc"! un pequeño clic, se&uido de un suave casi inaudible ronroneo$ Al punto, el rubor se insinu! en sus me#illas, el pec"o comen*! a elevarse descender, los a*ules o#os se abrieron$$$ )as uñas de Danb se clavaron en las palmas de sus manos$ 3-á&ala decir al&o$ 3(uede responder casi todo, señor 3a+irm! el vie#o3$ (alabras, escenas, situaciones$$$ i decide tomarla no queda satis+ec"o, devu%lvala tendr% sumo &usto en restituirle su dinero$ 3e coloc! +rente a la ca#a3$ .4uál es su nombre0 3pre&unt! a la maestra$ 3eñorita
4ru*! la pardusca "abitaci!n, con sus pequeñas sandalias ro#as que centelleaban sobre el polvoriento suelo, con su vestido que era como un ale&re c"aparr!n de colores$ (ermaneci! en espera #unto a la puerta$ A Danb se le "i*o di+ícil "ablar$ 3(er+ectamente 3di#o por +in3$ (!n&ala de nuevo en su ca#a; me la llevo$ 3.Al&o para mí, papito0 3&rit! Bill3$ .Al&o para mí0 34laro 3con+irm! Danb mientras empu#aba la ca#a por el sendero de acceso para levantarla sobre el diminuto porc"e de entrada3$ Y tambi%n para tu madre$ 3Esperemos que val&a la pena 3cort! )aura, con los bra*os cru*ados en la puerta3$ )a cena está como una piedra$ 3(uedes calentarla 3repuso Danb3$ 7Mira, Bill8 )evant! la ca#a sobre el umbral, respirando con al&una di+icultad, la "i*o entrar por el corto vestíbulo "asta la sala de estar$ =sta se "allaba invadida por un #oven con c"aqueta de color rosa que se "abía invitado a sí mismo a trav%s de la pantalla de >?@ pul&adas, desde donde se proclamaba ruidosamente la superioridad del nuevo Lincolnette 2061 convertible$ 376en cuidado con la al+ombra8 3advirti! )aura$ 31o te preocupes, no estropear% tu al+ombra 3ase&ur! Danb3$ .9uerría al&uien, por +avor, apa&ar la televisi!n para que ten&amos un momento de tranquilidad0 3Yo la apa&ar%, papito$ 34on sus *ancadas de niño de nueve años, Bill cru*! la "abitaci!n silenci! al #oven de la c"aqueta rosa$ Danb "ur&! en la cubierta de la ca#a, notando la respiraci!n de )aura sobre la parte posterior de su cuello$ 372na maestra de escuela8 3silb! la mu#er con vo* entrecortada al descubrir el contenido3$ 74on todas las cosas que un "ombre adulto podría traer al "o&ar para su esposa apareces con esto8 31o es una maestra de escuela corriente 3di#o Danb3$ (uede cocinar, coser, puede$$$ (uede "acerlo e/actamente todo$ iempre andas lamentándote que necesitas una criada$ Bien, a"ora a la tienes$ Y Bill tiene al&uien que lo aude en sus telelecciones$ 3.4uánto0 3Danb se dio cuenta por primera ve* de lo a+ilado que era el rostro de su esposa$ 374uarenta nueve d!lares con noventa cinco centavos8 374uarenta nueve d!lares con noventa cinco centavos8 .Estás loco0 Estuve a"orrando para cambiar nuestro Baby Buick por un nuevo Cadillette t' lo mal&astas en una vie#a estropeada maestra de escuela$ .9u% sabe de teleeducaci!n0 7i está anticuada en cincuenta años8 371o quiero que me aude en mis telelecciones8 3&rit! Bill, mirando "oscamente "acia la ca#a3$ Mi telemaestro dice que esas vie#as maestras de +orma "umana no servían para nada$ 7Y les pegaban a los niños8 371o es verdad8 3repuso Danb3$ % lo que di&o porque +ui a una verdadera escuela todo el tiempo "asta el octavo &rado$ 3e volvi! "acia )aura3$ 7unciona bien, no está anticuada sabe más acerca de la auténtica educaci!n de lo que #amás sabrán tus telemaestros8 (uede coser, puede cocinar$$$ 37Entonces dile que caliente nuestra cena8 37)o "ar%8 ntrodu#o la mano en la ca#a, ba#! el pequeño interruptor del activador , cuando se abrieron los o#os a*ules, di#o:
3Ven&a conmi&o, señorita
omeo Montesco li! un ci&arrillo con "ábiles dedos, lo puso entre sus labios oscurecidos por el sombrero de ala anc"a lo encendi! con un +!s+oro de cocina$ Despu%s condu#o a su lustroso caballo "acia la ladera iluminada por la luna en direcci!n al ranc"o de los 4apuletos$ 3Me conviene mostrarme prudente 3soliloqui!3$ )os altivos 4apuletos, pastores enemi&os "ereditarios de mi +amilia, descendiente de nobles &anaderos, me abatirán de un disparo sin contemplaciones, de presentarse la oportunidad$ (ero esa muc"ac"a que encontr% esta noc"e en el calvero bien merece el ries&o$ Danb +runci! el entrece#o$ 1ada tenía en contra de las readaptaciones de los clásicos, pero a su entender, quienes las escribían, se e/tralimitaban con sus eternos con+lictos entre &anaderos ove#eros$ 4on todo,
)aura Bill no parecían "acer el menor caso$ nclinados "acia adelante en sus sillones especiales, miraban +i#a e/tasiadamente la pantalla de >?@ pul&adas$ 6al ve* los especialistas que escribían las obras tenían ra*!n$ -asta la señorita
376' tus maestras de escuela8 3le reproc"! )aura$ 374állate8 3cort! Danb$ Mir! la pantalla e intent! interesarse por la emisi!n$ 1o lo consi&ui!$ El si&uiente pro&rama present! una "istoria policíaca titulada #acbeth$ 6ampoco le a&rad!$ Ec"! una mirada subrepticia a la señorita
-i*o salir al Baby Buick +uera de la pequeña cal*ada para coc"es se diri&i! por la calle suburbana en direcci!n a la avenida, mientras se pre&untaba una otra ve* por qu% una anti&ua maestra de escuela lo "abía a+ectado de esta manera$ 1o se trataba simplemente de nostal&ia, aunque al&o tambi%n "abía en sus sentimientos: nostal&ia de septiembre, de la escuela, de la entrada a clases en las mañanas de septiembre, de ver como la maestra salía del pequeño cuarto #unto a la pi*arra al sonar la campana decía: Buenos días, niños$ .1o es un "ermoso día para estudiar0 (ero nunca le &ust! la escuela más que a los otros c"icos$ eptiembre tenía a'n importancia para %l por al&o más que los libros los sueños de otoño$ Era al&o que perdi! en al&una parte a lo lar&o de su vida, al&o inde+inible, intan&ible, al&o que a"ora necesitaba con desesperaci!n$$$ Danb "i*o &irar el Baby Buick avenida aba#o, virando entre los +u&aces autom!viles$ Al dar vuelta para entrar en la calle lateral que conducía a riendl redFs, vio un nuevo puesto en la esquina con un &ran letrero que re*aba: 7-6 DC CCA16E A )A BAA8 7(ruebe un aut%ntico "ot do& a la parrilla8 7(r!/ima apertura8 (as! de lar&o entr! en el estacionamiento cercano a riendl redFs$ ali! del coc"e "acia la noc"e estrellada de primavera se acerc! al local$ (ese a "allarse atestado, se las arre&l! para encontrar un compartimiento vacío$ ntrodu#o una moneda de ?G centavos en el distribuidor marc! una cerve*a$ )a sorbi! pensativamente en su vaso de papel para+inado$ El compartimiento estaba mal ventilado olía a su 'ltimo ocupante, un bebedor de vino, supuso Danb$ (ens! en los vie#os tiempos, cuando el aislamiento en los bares era desconocido "abía que permanecer me*clado con los restantes clientes con el desa&radable resultado que cada uno sabía lo que los demás bebían el &rado de borrac"era que alcan*aban$ u pensamiento volvi! lue&o a la señorita
Despu%s de un minuto otra cerve*a, Danb e+ectu! un nuevo intento$ Esta ve*, la pantalla se ilumin! el rostro de riendl red adquiri! pro&resiva nitide*$ 3-ola, Ceor&e$ .4!mo va0 31o demasiado mal, red$ 1o deasiado mal$ 3(odría ser me#or, .e"0 Danb "i*o un &esto a+irmativo con la cabe*a: 3)o adivin!, red$ )o adivin!$ 3Mir! al pequeño mostrador con su solitaria cerve*a3$ Yo$$$ compr% una maestra de escuela 3con+es!$ 3 /na aestra de escuela 3Admito que es e/traño, pero pens% que qui*ás el niño necesitaría un poco de auda en sus lecciones$$$, los e/ámenes más di+íciles lle&arán pronto a sabe como se sienten los niños cuando no envían las respuestas correctas no pueden &anar un premio$ Y lue&o creí$$$, es una maestra de escuela especial, .comprende, red0$$$, pens% que audaría a )aura en las +aenas de la casa$ 4osas como %sas$$$ u vo* se apa&! poco a poco mientras levantaba su vista "acia la pantalla$ riendl red movía su amistoso rostro con solemnidad$ us carrillos temblaron li&eramente$ 3Ceor&e, esc'c"eme$ Des"á&ase de esa maestra$ .Me oe, Ceor&e0 Des"á&ase de ella$ Esas maestras androides son tan per#udiciales como las aut%nticas$$$, las de carne "ueso, quiero decir$ .abe por qu%, Ceor&e0 1o lo creerá, pero o lo s%$ Acostumbraban pe&ar a los niños$ Es cierto, les pe&an$$$ 3e o! un *umbido la pantalla se "i*o borrosa3$ -a terminado el tiempo, Ceor&e$ .Desea el importe de otro cuarto de d!lar0 31o, &racias 3repuso Danb$ Acab! su cerve*a se marc"!$
.diaban todos realmente a las maestras de escuela0 Y si era así, .por qu% no odiaban todos tambi%n a los telemaestros0 Danb consider! esta parado#a durante todo el día si&uiente, en el traba#o$ 4incuenta años atrás pareci! que los maestros androides iban a resolver el problema educativo tan e+ica*mente como la reducci!n de tamaño precio de los autom!viles "abía resuelto el problema econ!mico$ 4on el cambio de si&lo, no obstante, aunque los androides remediaron el d%+icit de maestros, s!lo lo&raron poner en relieve el otro aspecto del problema, el d%+icit de escuelas$ .(ara qu% servía disponer de su+icientes maestros cuando no e/istía el n'mero de aulas indispensable para la enseñan*a0 .4!mo se "allaría el dinero para construir nuevas escuelas, cuando el país tenía la necesidad constante de más nuevas me#ores autopistas0 Era absurdo decretar que la construcci!n de escuelas p'blicas debería tener prioridad sobre la de carreteras a que, de descuidarse %stas, automáticamente disminuía la tendencia del ciudadano medio a comprar nuevos autom!viles, debilitando de este modo la economía precipitando una depresi!n$ Esto "acía la construcci!n de nuevas escuelas al&o más di+ícil de lo que era antes$ Aceptado esto, "abía que descubrirse ante las compañías de cereales$ Al introducir los telemaestros la teleeducaci!n, "abían salvado la situaci!n$ 2n simple maestro en una "abitaci!n, con una pi*arra a un lado una pantalla de cine al otro, era capa* de impartir clases a cincuenta millones de alumnos$ i al&uno de ellos se sentía molesto por el sistema de enseñan*a, no tenía más que cambiar de canal para sintoni*ar otro de los pro&ramas teleeducativos patrocinados por las numerosas compañías de cereales$ H(or supuesto, era
responsabilidad de los padres del alumno que %ste no se saltase las clases o sintoni*ara el &rado si&uiente antes de aprobar los e/ámenes correspondientes$I (ero la me#or característica de tan in&enioso sistema era el +eli* "ec"o que las compañías de cereales su+ra&aban todos los &astos, dispensando de este modo al contribuente de una de sus más onerosas obli&aciones de#ando sus bolsillos más preparado para a+rontar los impuestos sobre las ventas, impuestos de &asolina, pea#es pa&os de autom!vil$ Y todo lo que las compañías de cereales pedían, a cambio de este admirable servicio p'blico, era que los alumnos 3, pre+eriblemente, tambi%n los padres3 consumiesen sus productos$ (or lo tanto, no e/istía tal parado#a despu%s de todo$ 2na maestra de escuela era un anatema, porque simboli*aba &asto; una telemaestra era una respetable servidora p'blica, porque simboli*aba una &ran concentraci!n econ!mica$ Aunque la di+erencia, Danb la sabía, iba muc"o más allá$ El odio "acia las maestras de escuela era en parte atávico a consecuencia de las campañas de propa&anda que las compañías de cereales lan*aron al poner su idea en práctica$ Eran responsables del mito, ampliamente di+undido, que las maestras androides pe&aban a sus alumnos con +recuencia reactuali*ado en precisi!n por si al&uien lo dudase a'n$ )a cuesti!n radicaba en que la maor parte de los ciudadanos eran teleeducados , por lo tanto, no conocían la verdad$ Danb era una e/cepci!n$ 1aci! en una pequeña ciudad cua locali*aci!n montañosa "i*o imposible la recepci!n de la televisi!n; antes que su +amilia emi&rase asisti! a una verdadera escuela$ (or eso saba que las maestras de escuela no pe&aban a sus alumnos$ A menos que Androides nc$ "ubiera distribuido por error uno o dos modelos de+icientes$ Y eso no era probable$ Androides nc$ era una sociedad mu e+iciente$ 4rearon e/celentes mo*os de estaci!n de servicio, sin contar la reconocida calidad de sus taquí&ra+as, camareras criadas$ 1aturalmente, no estaban al alcance del ne&ociante medio ni del padre de +amilia tipo$$$ (ero, .no constituía todo eso una ra*!n de más por la que )aura debería sentirse satis+ec"a con una sirvienta e+iciente0 (ero no se sentía satis+ec"a$ 4uando Danb lle&! a casa aquella noc"e la mir! al rostro supo, sin asomo de dudas, que no se sentía satis+ec"a$
"abitaci!n, los pro&ramas matutinos vespertinos que )aura contemplaba en el &ran televisor de la sala de estar, "asta el diseño del papel para las paredes del vestíbulo Hpequeños cadilletes ro#os, reto*ando a lo lar&o de entrela*adas cintas de carreteraI, la ventana en +orma de parabrisas de la cocina la escase* de libros$ 3.6e das cuenta0 3di#o )aura3$ 74ree que a'n se editan libros8 36odo lo que deseo saber 3mani+est! Danb3, es si le pe&!$ 36e lo esto e/plicando$$$ Alrededor de las tres, la señorita
Danb se sinti! mal toda la noc"e$ Apenas prob! la cena lan&uideci! durante )a -ora del este, ec"ando vista*os +u&aces, cuando )aura no lo miraba, "acia la ca#a que permanecía silenciosa #unto a la puerta$ )a "eroína de )a -ora del este era una bailarina, una rubia que medía JKL@LJG, llamada Antí&ona$ (or lo visto, sus dos "ermanos se "abían matado el uno al otro en un tiroteo el sheri44 del lu&ar, un persona#e llamado 4re!n, s!lo permiti! a uno de ellos un entierro decente en Boot -ill, insistiendo de modo il!&ico en que el otro +uese abandonado en el desierto como pasto para buitres$ Antí&ona mantenía otro punto de vista ante su "ermana smenia; si un "ermano merecía una tumba respetable, el otro tambi%n$ Antí&ona iba a remediar esta situaci!n$ .9uerría smenia audarla0 (ero smenia era cobarde, por lo que Antí&ona decidi! solucionar el problema por sí misma$ )ue&o, un vie#o e/plorador llamado 6iresias se diri&ía "acia el pueblo $$$ Danb se levant! sin ruido, se desli*! al interior de la cocina, sali! por la puerta de la cocina$ ubi! al autom!vil condu#o "acia la avenida, con todas las ventanillas abiertas el aire cálido &olpeando su rostro$ El puesto de "ot do&s de la esquina estaba casi concluido$ )e ec"! una pere*osa o#eada mientras &iraba por la calle lateral$ -abía cierto n'mero de compartimientos vacíos en riendl redFs esco&i! uno al a*ar$ 6om! varias cerve*as, de pie en el pequeño mostrador solitario, pens! durante lar&o rato$ e&uro que su esposa e "i#o se "abían ido a dormir, volvi! a su "o&ar, abri! la ca#a de la señorita
3Me temo que su &arantía caduc! "ace al&'n tiempo, señorita
3Al&unos de ellos$ 3Dí&alos, por +avor$ 3í, señor$ Al terminar la escena del balc!n, cuando los dos enamorados están despidi%ndose, dice
3D%#eme terminar 3Danb se concentr!3$ 8l sueo ore sobre tus o9os, la pa:777 3 777 en tu pecho777 3 ;uisiera yo 4uesen el sueo y la pa:, tan777 3 777 dulces777 3 /777 tan dulces para descansar Bruscamente la señorita
6ranscurrieron varias semanas antes que Danb se sintiese lo su+icientemente bien para volver a riendl redFs en busca de una cerve*a$ (ara entonces, )aura "abía empe*ado a "ablarle otra ve* el mundo, aun cuando no +uera el mismo de antes, recuper! al&unos de sus aspectos anteriores$ -i*o salir al Baby Buick de la pequeña cal*ada se introdu#o calle aba#o en el multicolor trá+ico de la avenida$ Era una clara noc"e de #unio las estrellas aparecían como puntas de al+ileres de cristal sobre el +ue&o +luorescente de la ciudad$ El puesto de "ot do&s de la esquina estaba terminado abierto al p'blico$ Varios clientes #unto al resplandeciente mostrador cromado miraban como una camarera estaba dando vueltas unos panecillos de Viena sobre una tambi%n cromada parrilla$ -abía al&o +amiliar en el ale&re centelleo de su vestido, el modo en que se movía, la +orma en que el suave nacimiento de su cabello enmarcaba su dulce rostro$$$ El nuevo propietario se apoaba sobre el mostrador a cierta distancia, c"arlando con un cliente$ -abía una tensi!n en el pec"o de Danb mientras estacionaba el Baby Buick , salía se encaminaba a trav%s del batiente de "ormi&!n "acia el mostrador$$$; una tensi!n en su pec"o un constante latido en sus sienes$
-abía lle&ado a la parte del mostrador donde se "allaba el propietario , cuando iba a inclinarse para abo+etear su presumido &rueso rostro, vio un pequeño letrero de cart!n apoado contra un tarro de mosta*a, letrero que decía: e necesita mo*o$$$ 2n puesto de "ot do&s estaba mu le#os de ser un aula de septiembre, una maestra distribuendo "ot do&s #amás se podría comparar con una maestra dispensadora de sueños$ (ero cuando se necesitaba al&o con ur&encia "abía que tomarlo sea como +uese dar, además, las &racias$$$ 3(odría traba#ar por las noc"es 3di#o Danb al propietario3$ Es decir, desde las seis "asta las doce$$$ 3ería estupendo 3mani+est! el propietario3$ Aunque me temo que no podr% pa&arle muc"o al principio$ 4omprenda, acabo de empe*ar $$$ 31o importa 3replic! Danb3$ .4uando empie*o0 34uanto antes me#or$ Danb se acerc! "asta donde una parte del mostrador se levantaba sobre ocultos &o*nes, entr! en el interior se quit! la c"aqueta$ i a )aura no le &ustaba la idea, podía irse al in+ierno, pero sabía que no le importaría, porque el dinero adicional que &anase "aría realidad el sueño de su mu#er, el 4adillete$ e puso el delantal que le entre&! el propietario se uni! a la señorita