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Técnicas en Intervención y Psicoterapia Dra. Dorys Ortiz G. Introducción
Las técnicas que podemos utilizar en el enfoque sistémico, son muy variadas y provienen de muchas fuentes. En este texto, vamos a encontrar encontrar algunas de ellas, que que han sido de gran utilidad, utilidad, tanto en procesos terapéuticos, como de intervención sistémica, formación y s upervisión. Pero deseo recordarles que la técnica es solo eso: algo que se hace en un momento determinado, algo que se aplica con ciertos o!etivos. Las técnicas no pueden quitarnos, quitarnos, o me!or a"n, no deen quitarnos la oportunidad oportunidad de construir construir la relación. La técnica no puede sustituir sustituir esta parte, que es primordial al momento de realizar una intervención, cualquiera que sea el contexto. #écnica y $elación van de la mano y se nutren la una de la otra para facilitar un proceso con la familia, con el individuo. individuo. Pese a que en este momento nos referimos referimos a las técnicas exclusivamente, es primordial recordar que las técnicas se inscrien dentro de un contexto y aparecen en una relación relación%% no son recetas, recetas, requieren requieren sensiili sensiilidad dad para reconocer reconocer el me!or me!or momento momento de aplicarl aplicarlas, as, creativida creatividadd para realizarlas realizarlas y mucha lierta liertadd para !ugar con ellas. Por esta razón, antes antes de descriirlas, vamos a desarrollar un poco el tema del constructivismo, como marco teórico, dentro del cual podemos utilizar algunas de ellas. El Constructivismo Constructivismo
La realidad no puede plantearse como algo externo e independiente a nosotros, ya que estamos inmersos en ella y la construimos y somos construidos por ella. &e aqu' nace el famoso concepto de la auto(referencia, que se refiere al hecho de que cuando halamos sore algo, tamién estamos halando sore nosotros nosotros mismos, sore lo que somos y creemos. &e esta manera, el constructivismo empieza su crecimiento haciendo énfasis en la posición del oservador y en la forma en que que éste conoce, que no puede puede separarse del o!eto o!eto conocido. )on estas reflexiones, pasamos de la o!etividad, tal como fue planteada por el positivismo% es decir, como la posiilidad de conocer el mundo, separ*ndolo de nosotros, y llegamos a una su!etividad asumi asumida, da, en donde, donde, acepta aceptamos mos que somos somos seres seres su!et su!etivo ivos, s, que nuestr nuestras as perce percepci pcione oness y reflexiones est*n +afectadas o condicionadas tanto por lo que pensamos sore la vida, como por lo que sentimos con respecto a ella y ello influye en toda relación y m*s a"n en una relación de intervención. Partiendo de estas reflexiones teóricas, solo ha'a un paso hacia su aplicación en un proceso de intervención. Es verdad, que el constructivismo se ha aplicado en muchas *reas, lo escuchamos astante en la educación, tamién en las ciencias sociales y hemos encontrado algunas algunas reflexiones interesantes sore esta *rea, hechas por los cognitivos conductuales e incluso los psicoanalistas. Pero que implica el constructivismo en una intervención- us aportes en nuestro traa!o se dan a m"ltiples niveles: •
La idea de que tanto nosotros como la familia formamos parte de un mismo sistema y que lo que sentimos o perciimos es algo que surge en ese espacio en donde familia y terapeuta entran en relación, relación, se conectan. &icha conexión se refiere refiere tanto a la familia como como a nosotros mismos, y la conocemos como resonancia
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El constructivismo plantea una postura reflexiva frente a lo que estamos viviendo% de esta manera, de!a de ser una intervención /en el sentido cl*sico de la terapia0 para pasar a ser una conversación, en la cual, tanto nosotros, como la familia somos expertos en nuestras *reas de conocimiento. Esta postura implica un camio en la relación, la cual de!a de ser vertical, como se plantea en el modelo de atención tradicional y pasa a ser, en gran parte, horizontal, ya que no somos +el experto sino que somos personas que acompa1amos a las familias en su caminar.
in emargo, creo que el principal aporte del constructivismo, es que nos devuelve nuestra simple y llana condición de seres humanos y, la aceptación de esto, nos ayuda a que la familia pueda verse de una manera m*s humana tamién. Entonces, el constructivismo hace énfasis en la persona del terapeuta, en la persona que interviene, es decir, en nosotros y en lo que vivimos y construimos con la familia, como parte del sistema de intervención. Esto es un giro de 234 grados grados en la visión del proceso proceso terapéutico, ya que que la visión pasa, de estar centrada en la familia, a estar centrada en nosotros y en el sistema que formamos con la familia. familia. Por lo tanto, se vuelven vuelven importantes: importantes: nuestra nuestra formación, formación, nuestro nuestro propio proceso, proceso, nuestra terapia personal y nuestra forma de ver y entender las familias y la vida en general. &e esta manera, construimos la relación con nuestros consultantes y al hacerlo as', planteamos un di*logo di*logo sore sore sus vidas e histori historias. as. Pero no es un di*log di*logoo cualquier cualquiera. a. e trata de de un di*logo di*logo productivo, donde la historia que relata el consultante resuena en m' y respondo, en una espiral de intercamio de comunicaciones, que al generar un proceso interactivo, contriuye a que podamos construir una historia significativa para el consultante c onsultante y particularmente, una historia sin el prolema% que viéndolo ien, ser'a 5#$6 historia. Es, en este proceso de construcció construcción, n, que podemos podemos utilizar utilizar diversas diversas técnicas técnicas para construir construir algo nuevo con la familia y, utilizando estas herramientas, llenar ese espacio intermedio. Phillipe )aillé /2773, p. 890 utiliza el nomre de 5!etos lotantes para referirse a estas técnicas y menciona lo siguiente: Son Son objet objetos os sobre sobre los los cual cuales es,, fami famililiaa y tera terapeu peuta ta pondr pondrán án su huell huella, a, no son son instrumentos solo de éste último. Son flotantes y, en tanto que tales, son nómadas. Podemos utilizar uno o varios y en orden variable, seún las necesidades del proceso en curso. Ventajas
Estas herramientas tienen algunas venta!as en su utilización: ;ntroducen un elemento l"dico en el espacio de intervención, lo cual permite que muchas personas descuran o re(descuran re(descuran al ni1o o a la ni1a que todos llevamos dentro. Esto permite flexiilizar ciertas *reas que pueden haerse vuelto r'gidas en el transcurso del tiempo. En este mismo sentido, otenemos un gran nivel de maniora puesto que al introducir algo nuevo, algo diferente, contriuimos a que la familia tenga una nueva perspectiva de la pro prole lem* m*titica ca que que est* est* vivi vivien endo do y con con esto esto entr entram amos os de llen llenoo en el const constru ruct ctiv ivis ismo mo,, entendiéndolo entendiéndolo como la co(construcción de alternativas. )ada uno de estos o!etos puede puede considerarse considerarse como un #E$)E$5 en el proceso. proceso. #ercero ercero molesto y creativo a la vez% molesto puesto que muchas veces revela elementos de la din*mica familiar que la familia huiera preferido no ver y menos a"n mostrar% pero creativo tamién, puesto que al mismo tiempo que revela, puede dar pistas para salir de la situación que se est* viviendo.
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La caracter'stica anterior contriuye a la circularidad del proceso, en donde lo que planteamos ayuda a que la familia, al mirarse de otra forma, pueda construir alternativas diferentes a sus preguntas y relaciones.
La siguiente figura, muestra esta posición privilegiada de los o!etos flotantes como terceros. Fig. 1. Objetos flotantes
amilia
#erapeuta
5!eto lotante 6s', los o!etos llenan el espacio de intervención y permanecen en él< flotando, a la espera de encontrarlos nuevamente en otros momentos, ya que algunas veces sucede que luego de alg"n tiempo, todav'a nos referimos a este o!eto. 6dem*s, cada uno de los o!etos, introduce una perspectiva temporal en su utilización% gracias a ellos podemos ir hacia el pasado, revisarlo y descriirlo. Podemos tomar contacto con lo que sucede en el aqu' y ahora y tamién proyectarnos hacia el futuro. &e esta manera, las experiencias, la vida misma es analizada, descrita, vivida y re(vivida en ese espacio intermedio, donde se aren nuevas posiilidades en las relaciones y en la experiencia de nosotros mismos, donde co(construimos con las familias una nueva historia. a técnica !e la técnica
Para utilizar cada una de estas técnicas, planteo tres momentos< no son inamoviles< son las grandes l'neas de la intervención. )ada uno est* en liertad de introducir camios y modificaciones en este proceso: a. La inducción: entendida como un momento en el cual, al pensar que la introducción de una técnica puede ayudarnos en el proceso, la planteamos a la persona o familia o grupo con el cual estamos traa!ando. Para esto, explicamos la técnica y su o!etivo y pedimos la colaoración de las personas en su e!ecución. $espondemos preguntas e inquietudes que pueden surgir con respecto a la e!ecución /particularmente cuando hay ni1os peque1os0 y tratamos de disminuir la ansiedad que surge muy a menudo cuando pedimos experimentar algo nuevo. . La realización: luego de haer otenido el acuerdo de las personas sore la e!ecución de la técnica, pasamos a realizarla. )ada técnica tiene diversos momentos y especificidades en su realización, razón por la cual, para esta parte, nos remitiremos a cada una de ellas y que revisamos m*s adelante. c. El comentario final: esta parte implica realizar una s'ntesis del proceso llevado a cao durante la aplicación de la técnica que permita la integración de lo v ivido y la reflexión sore los elementos que han surgido durante el traa!o espec'fico. 6dem*s, durante el proceso de intervención es necesario que recordemos que se da una relación recursiva entre las hipótesis y las técnicas. Entendemos que las hipótesis conducen la aplicación
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de técnicas y éstas dan nueva información que apoya las hipótesis elaoradas, con lo cual, nuevamente aparece la circularidad del proceso: Fig. ". #ec$rsivi!a! %ipótesis & Técnicas Hipótesis
#écnicas 6 continuación, entonces, mencionaré algunas de ellas, pero me gustar'a recordarles que las técnicas que vamos a descurir, no son todas las existentes, son aquellas que me han sido de mayor utilidad. 6dem*s, cada escuela de terapia familiar tiene sus particularidades, por lo que les remito a los liros espec'ficos. En este texto, vamos a revisar las siguientes: las preguntas circulares, la varita m*gica, la silla vac'a, las met*foras, los o!etos metafóricos, las esculturas, los rituales terapéuticos, el cuento sistémico, las m*scaras y las tareas. Las Preguntas Circulares
El +)uestionamiento )ircular como tamién se llama a estas preguntas, fue ideado por el grupo de =ara elvini Palazzoli y la Escuela de =il*n. Permite que nosotros como intervinientes, reunamos una gran cantidad de información en poco tiempo, pero esta información es "til, en la medida en que hala de las relaciones entre los miemros de la familia. )on respecto a las preguntas circulares imon, .>. /2778:?970 menciona: La técnica de las preguntas circulares permite lograr un r*pido acceso a una rica fuente de información y constituye un instrumento terapéutico eficaz. La modificación constante de las perspectivas y la introducción de nuevos sistemas de evaluación astan para cuestionar los aspectos patogénicos de la epistemolog'a que tiene la familia de s' misma. 6dem*s, la transmisión indirecta de información loquea la formación de una posile resistencia de la familia y la constitución de un frente unido contra el terapeuta. )ada miemro de la familia tiene la liertad para usar la información a su manera y expresar su opinión sore ella. Los camios propiciados con esta técnica son reforzados con las estrategias espec'ficas de intervención de la terapia sistémica. Es interesante destacar que las preguntas circulares, si ien son usadas como una técnica, tamién son, al mismo tiempo, una forma de intervenir, ya que al dar a la familia una nueva perspectiva de s' misma, contriuimos a que se creen nuevas formas de interacción entre sus miemros y por lo tanto, que se produzcan camios que conduce al sistema familiar hacia otras formas de relación y de comprensión de los fenómenos que viven. )uando rances Prevatt /2773, p. 2370 nos hala del Equipo de =il*n y del cuestionamiento circular comenta que: Las preguntas circulares son utilizadas por el terapeuta para aclarar y@o revelar modelos que conectan personas, eventos, conductas, pensamientos y sentimientos en circuitos recurrentes. Estas preguntas tienden a ser neutrales, sin !uicios y aceptando el funcionamiento actual.
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Prevatt, . /2773, p. 2740 menciona a este respecto que: las preuntas circulares son capaces de aclarar las diferencias, y esto permite un camio, ya que, por un lado, cada miemro de la familia explica su percepción de los eventos, es decir plantea un punto de vista diferente sore los hechos, y por otro lado, al escuchar a los dem*s miemros de la familia, tamién otiene un nuevo punto de vista que se vuelve diferente a medida que logra una me!or captación de lo que los dem*s le devuelven. Esta autora hace una clasificación de las preguntas circulares, la misma que est* retomada en el siguiente cuadro /Prevatt, . 2773, p. 2720 y que contiene la categor'a de las preguntas, su función y algunos e!emplos. En este cuadro no se retoma la categor'a lineal, que est* considerada por la autora, deido a que una pregunta lineal no puede ser circular a la vez: Cuadro A: Preguntas circulares Categoría !iferencias en relaciones !iferencias en rado
!iferencias en tiempo
)ipotético* +uturo -bservador* Perspectiva
0ormativa* omparación
)ipótesis
Función "stablece relaciones interpersonales, subsistemas y alianzas Si un problema puede ser mas o menos, entonces también tiene el potencial de terminar Si un problema tiene un inicio, entonces también puede tener un fin
"stablece un sentido de control sobre las acciones yuda a los individuos a reconocer como sus propias reacciones, conductas y sentimientos pueden servir como eslabones en las reacciones familiares Promueve un funcionamiento saludable estableciendo un marco de referencia saludable. Permite a los individuos identificados como el problema sentirse menos anormales. yudan a mover a la
Ejemplos #uién está más cerca de usted en la familia$ "n quién conf%a más usted$ #uién se preocupa más sobre su hijo$ #ué es peor& la pelea o la huida$ "n una escala de ' a ( cuán preocupado está usted$ "lla llora más ahora que ustedes están separados o lloraba más cuando estaban juntos$ #uién se dio cuenta primero$ #uién era el cooperador antes de que él se vuelva cooperador$ "stá usted más cercano de lo que sol%a estar$ Si usted se fuese, qué har%a él$ uándo su hija sale hacia el coleio, cómo reacciona su esposo$ #uién está de acuerdo con que esto es un problema$ ómo hace tu padre para e/presar amor$ !e quién obtiene tu madre apoyo más comúnmente$ ómo describir%a su hija su estilo de disciplina$
Su familia pelea más o menos que otras familias$ Su familia es más o menos tensa que otras familias$ Su hijo es más rudo que otros ni1os de su edad$ 2sted y su esposo discuten más que otras parejas que conozcan$.
Si usted se enoja para cubrir su vulnerabilidad, su
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familia hacia nuevos 3insihts4 o soluciones deslizando una hipótesis de trabajo en una preunta
familia interpreta esto como que se vuelve hostil$ 5e usted su ver6enza como una forma de no acercarse a los otros o como una forma de ser selectivo acerca de con quién desea hacer amistad$.
Las preguntas circulares se aplican a lo largo del proceso de intervención, por lo que no requieren preparación particular, ni materiales especiales. La Varita Mágica
Podemos utilizar esta técnica con las familias que acuden a consulta acompa1adas de ni1os peque1os. )uando la familia llega, luego de la presentación y del encuadre, en lugar de dirigirnos a los padres, nos podemos dirigir a los ni1os presentes y entregarles una varita m*gica, con la cual pueden pedir tres deseos sore cosas que les gustar'a que camien en su familia. )omo varita m*gica podemos usar un trozo de madera, ya sea con el color mismo de la madera o pint*ndolo. #amién se puede uscar en las tiendas de art'culos para las fiestas de ni1os. Esta técnica se aplica al inicio de la consulta con los ni1os, no requiere de preparación particular y solo toma unos 2A minutos realizarla. Luego traa!amos el resto de tiempo con los elementos que han surgido durante su e!ecución. La técnica de la varita m*gica es, por un lado, una forma de comenzar el proceso incluyendo a los ni1os desde el inicio, d*ndoles un tiempo y un espacio necesario para permitir que expresen lo que est*n viviendo en la familia% y por otro lado, es una manera de ayudarlos a que se conviertan en los protagonistas positivos de la consulta, cuando a menudo, sucede que las personas acuden a pedir ayuda, porque uno o varios ni1os son las +ove!as negras de la familia. 6dem*s, esta forma de iniciar el proceso contriuye a dar una redefinición del rol del ni1o en el sistema y a redefinir el prolema, ya que la familia ve la situación, desde el punto de vista del ni1o% sus respuestas a menudo son sorprendentes tanto para m', como para los padres, puesto que los ni1os revelan la otra cara de la moneda, ya que por e!emplo pueden mencionar que desean que +terminen las peleas entre pap* y mam*. 6unque tamién sucede que algunos ni1os no revelan nada en los deseos que expresan, pero esto tamién puede ser prolematizado, ya que a veces, el padre y@o la madre viven mucha angustia por el hecho de que el ni1o guarde silencio. &e cualquier manera, sea que haya alg"n +descurimiento o no, cualquier información dada por el ni1o o la ausencia de información, es una uena retroalimentación de su relación con el resto de miemros de la familia y de su rol en la misma. Entonces, la varita m*gica permite el acceso a una información que, a menudo, no es tomada en cuenta por los adultos. En nuestras manos est* la oportunidad de hacer algo con ella, dando voz a los ni1os y acerc*ndonos a su vivencia. )reo que esto nos ayuda a mantenernos atentos, no sólo a los ni1os actuales, sino tamién a los ni1os que viven en todos nosotros, ya que estoy convencida, que los ni1os tienen las llaves de los cuartos oscuros de sus padres. Entonces, ellos ser*n nuestros me!ores coterapeutas, si aceptamos de!arnos ayudar por ellos. En todo caso, si vamos a traa!ar con ni1os, es necesario tener para ellos, ciertos elementos en nuestra consulta, como: l*pices de colores, pinturas, plastilina, ho!as de papel y !uguetes. )ualquier
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cosa que el ni1o hace o de!a de hacer en la consulta, nos da 'ndices importantes que deemos tomar en cuenta, en el momento en que traa!amos con la familia. La illa Vacía
Llega a nosotros desde el psicodrama, como muchas de las técnicas analógicas. Para esta técnica utilizamos una silla en la cual +se sienta de manera imaginaria una persona, un sentimiento, una parte de s' mismo. La silla vac'a permite externalizar lo que la persona est* viviendo en s' misma o en la relación con alguien m*s. En la pr*ctica, podemos utilizar varias variantes de esta técnica, que vienen desarrolladas a continuación, tomando en cuenta que no son las "nicas ni constituyen tampoco la "nica forma de usarlas, ya que depende mucho de la creatividad de la persona que realiza la intervención. En la relación con alguien m*s: entiendo por esto, la modalidad de usar la silla vac'a para invitar /de manera metafórica0 a una persona para poder halar con ella. La persona invitada puede ser una madre, un padre, una hermana o hermano, un esposo@a, y al traerlo a un espacio seguro, la persona hala sore aquello que no se pudo decir en su momento, ya sea por temor a las reacciones de la persona en cuestión o por angustia y temor de entrar en conflicto, o tamién por algo tan real como la muerte. La +presencia de la persona, representada a través de la silla, camia el circuito de interacciones en el espacio de intervención, puesto que el o la consultante no se dirige a nosotros, los interventores o terapeutas, sino que realiza una interacción +directa con la persona ausente. Es una manera, con la cual, el ausente, a"n permaneciendo como tal, se encuentra presente en el espacio de consulta y podemos entrar en contacto directamente con él. Esto permite una re( estructuración de la relación con dicha persona, lo cual se manifiesta en un camio en la forma de pensar sore la persona misma o sore la relación que se ten'a con ella. 6 continuación, encontramos otras posiles utilizaciones de la silla vac'a. )on un sentimiento: tamién podemos usar la silla vac'a para +sentar a alg"n sentimiento en ella o una parte de s' misma. Entonces, usando la silla vac'a, podemos halar con una parte de nosotros mismos. Esto permite una redefinición personal de ciertos aspectos que pueden estar deteniéndonos o incluso, a veces, confundiéndonos y que no permiten que avancemos. 6l poner en una silla estas partes y entalar un di*logo, podemos entrar en contacto con ellas y reconocer su existencia como parte constitutiva nuestra, ya que muchas veces han sido olvidadas, relegadas, reprimidas. El hecho de ser m*s conscientes de estas partes contriuye a disminuir la proyección de ellas sore otras personas y a estalecer un me!or contacto con nosotros mismos, con nuestro auténtico ser% lo cual ayuda a que nos reconozcamos y vivamos plenamente, con una sensación de integralidad. Bn conflicto ps'quico: finalmente, otra utilización de la silla vac'a es para escenificar este tipo de conflictos. 6lgunas personas pueden vivir una situación en la cual se sienten +tironeados entre dos partes, que en un inicio, resultan incompatiles. Estas dos partes son internas y constitutivas de la persona y el hecho de ponerlas frente a frente, permite realizar una s'ntesis entre las dos.
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6s' podemos ver, como estas dos partes, que al inicio parec'an incompatiles y que se estaan enfrentando, pudieron llegar a un acuerdo que permite un mane!o m*s adecuado, tanto de lo intelectual, como de lo afectivo. La aplicación de la silla vac'a, pasa por los tres momentos generales ya especificados anteriormente% menciono a continuación sus particularidades: •
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Bicamos la silla al frente de la persona con la cual estamos traa!ando, pidiéndole que nos diga la distancia adecuada% algunas personas prefieren que la silla esté muy cerca% mientras que otras, prefieren que esté m*s le!os. $ealizamos una peque1a introducción, solicitando que visualice la persona o la parte de s' misma que va a poner en la otra silla y que la descria. Esta parte es importante, para que as' la persona pueda introducirse en el e!ercicio. Pedimos que empiece halando con la otra parte o persona que est* +sentada frente a él@ella% mientras nos sentamos a un lado y un poco atr*s de la persona. 6lgunas veces hay que insistir para que utilice lengua!e directo, ya que algunas veces lo hacen indirectamente% es decir, que la persona diga: +usted era @es en lugar de +él era@es. Luego realizamos un intercamio de sillas, para que la persona hale alternativamente desde cada una de ellas. Este intercamio puede oviarse y mantener a la persona en una sola silla, particularmente en el traa!o de duelo.
)uando hemos terminado el traa!o de la silla vac'a, comentamos lo que sucedió durante su e!ecución. Podemos resaltar lo que m*s nos sorprendió o intrigó del traa!o realizado y el@la consultante, tamién puede se1alar algunos aspectos del e!ercicio realizado. Ceneralmente, este traa!o, lo realizamos en una sola consulta y requiere aproximadamente unos 84 minutos para su e!ecución. Do es recomendale proponerla al final de la consulta, deido a que no har* el tiempo necesario para realizarla. #amién, podemos comenzar directamente con ella, si lo hemos planificado as'. Los !ituales
Entendemos por rituales, la e!ecución de actos o acciones que tienen un fin espec'fico al interior del proceso de intervención. En el liro +La amilia: El desaf'o de la diversidad su autora, 6delina Cimeno )ollado /2777, p. 2A80 retoma la definición de an der Fart /27380 sore los rituales: Bn acto simólico, o me!or, una serie de actos simólicos, que deen desarrollarse de un modo determinado y que suelen estar acompa1ados de fórmulas verales< Pero el ritual no es un mero acto formal. u relevancia estria precisamente en su significado, en cuanto que trata de ir m*s all* de la realidad cotidiana con el fin de hacerla especial, dot*ndola de un contenido que la trasciende. 6delina Cimeno /2777, p. 2AG y ss0 sostiene que los rituales facilitan el camio, ya que permiten una transición de una etapa a otra y facilitan el desarrollo personal, ayudando a cada individuo a asumir m*s f*cilmente las tareas de la siguiente etapa evolutiva. 6dem*s, permiten una conexión entre el pasado y el futuro, ya que inscrien a la persona en una l'nea, familiar y vital que da sentido a lo que est* viviendo actualmente y la proyecta hacia el futuro.
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H permiten insertar algo m*gico en nuestras vidas, que nos ale!a de lo rutinario y que nos introduce en un mundo espiritual y en contacto con otros elementos que pueden ayudarnos a trascender, a ir m*s all* de nuestras vivencias de todos los d'as. eg"n lo expresa 6delina Cimeno /2777:2I80, los ritos de curación y los terapéuticos suponen la utilización de las funciones de los rituales para crear ritos nuevos, que faciliten que las familias con problemas, crisis o patolo%as superen sus dificultades y restablezcan relaciones interpersonales más sanas.
La realización del ritual, requiere una preparación en donde pedimos a la familia los siguientes elementos: Bna carta. elas: generalmente pedimos dos: una de cualquier color para quemar el pasado simolizado por la carta y una amarilla@lanca para mirar hacia el futuro. 5tros elementos, como flores y recuerdos. ;ncluso, para hacer m*s especial el momento, podemos conseguir m"sica especial o un poema en particular. • •
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Para llevar a cao un ritual, se requiere primero la preparación, la cual se realiza al final de una consulta /ya que la persona tiene que traer los elementos solicitados0 y se la propone para la siguiente vez, en la cual se realiza. Dormalmente necesitamos una hora para la e!ecución de toda la técnica, e incluso algunos minutos m*s dependiendo de las personas presentes y de lo que se planifique en el ritual. Luego de haerlos practicado varias veces, me he dado cuenta de que los rituales aparte de su intensidad tienen algo de m*gico en su e!ecución<. Permiten nomrar aquello que era dif'cil de definir< permite cerrar procesos y etapas, permite arir puertas y ventanas< Los rituales son algo m*gico< nos conmueven profundamente y nos renuevan tamién< Las Metá"oras
Permiten representar el mundo que nos rodea, las relaciones, los sentimientos, los comportamientos utilizando im*genes. =arJ >eyeach en un art'culo, que lleva por t'tulo Bso de =et*foras en #erapia amiliar, en Davarro, K. /277A, p. A70, menciona que: Estamos usando una met*fora cuando para referirnos a un tópico determinado, utilizamos un veh'culo que no se asocia t'picamente a él /ega, 273A0< En la medida en que la met*fora se expresa en im*genes, se puede considerar como un tipo de lengua!e que se sit"a +a caallo /otra met*fora0 entre el lengua!e digital y el analógico /atzlaMicJ y cols., 27380. )on lo cual, se quiere mencionar que para halar de un tema determinado, se utiliza alg"n otro elemento que al parecer no tiene nada que ver con el tema escogido. 6ndolfi /273G, p. 2880, menciona lo siguiente con respecto al tema de halar con met*foras: Falar con met*foras es una manera eficaz de recoger informaciones, de otro modo dif'cilmente oteniles, de un grupo que se muestra particularmente r'gido o defendido. En algunos casos, comunicar con met*foras promueve un camio a través de tomas de conciencia a veces dram*ticas. Entonces, el lengua!e metafórico introduce un camio en la red de interacciones familiares y al hacer esto, permite una redefinición del prolema y de la persona, adem*s de implicar a todos en el proceso.
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Las met*foras nos ayudan a arir algunos temas, que de otra manera ser'an muy dif'ciles de tocar, gracias a su poder de representación y su poderosa capacidad de a!ar las defensas, puesto que se hala de otra cosa, sin tocar directamente el tema en cuestión. ;ncluso, algunos autores, como Faley por e!emplo, consideran que el s'ntoma puede ser una met*fora, de la cual hay que desprender el significado especial y particular que tiene para una familia determinada. Enrique Cuang /?448: ?20 menciona seis funciones de las met*foras: '. omo lenuaje del paciente& como es el caso de un sufrimiento que se expresa en un s'ntoma.
En este caso, el s'ntoma se considera metafórico con respecto a la situación que la familia est* viviendo. 7. omo instrumento del terapeuta& el terapeuta puede usar la met*fora para dar mensa!es al consultante o puede usarlo como una connotación positiva. Por e!emplo, podemos decir que vemos a alguien +creciendo como una planta al comienzo de la primera o +saliendo de un duro invierno o como +role frente a una tormenta. 8. "vita el desarrollo de defensas& a menudo las personas pueden cerrarse deido a reproches o acusaciones dadas por los miemros de la familia, pero el uso de la met*fora puede evitar esto, deido a su alto nivel de condensación y a la capacidad de integrar varios elementos en su descripción. 6s' por e!emplo, en lugar de decir a una persona que es +terca y cerrada, podemos decir que es +como una ca!a fuerte, de la cual hemos olvidado la cominación. 9. sina sinificados a las conductas y acciones de los consultantes: podemos condensar elementos que caracterizan a las personas y a las relaciones que mantienen. 6s' un paciente por e!emplo, utilizó una met*fora para referirse a su situación se1alando que: +vea doctora, mi situación es como que huieran puesto el motor de un =ercedes >enz en un escaraa!o, con lo cual podemos imaginar muy ien la carga soportada por esta persona. (. +acilita la comprensión del problema: la met*fora, por sus caracter'sticas, permite que el prolema sea visualizado de otra forma, lo cual contriuye a que los miemros de la familia se sientan implicados en lo situación que est*n viviendo. Por e!emplo, podemos decir que la persona +est* pasando por una tormenta, o +ha salido de un infierno. :. omo instrumento eficaz en situaciones especiales: la met*fora puede ser utilizada en diferentes situaciones que algunas veces pueden ser dif'ciles de mane!ar, como por e!emplo: los ni1os, los ancianos o personas con ciertas dificultades. 6l igual que para las otras técnicas, el traa!o de la met*fora implica lo siguiente: &e ser posile, recoger los elementos metafóricos compartidos por las personas que los mencionan. #raa!ar la met*fora: es decir preguntar detalles y caracter'sticas, dentro de la met*fora misma. Por e!emplo, en la met*fora del via!e en arco, preguntar por las caracter'sticas del arco, por las relaciones entre tripulantes y oficiales de marina, por las tormentas, las formas de orientarse en el mar, etc. •
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$etomar, a lo largo del proceso, la met*fora. Por e!emplo, mencionar luego de alg"n tiempo: cómo va el arco)omo hemos podido ver en este recorrido, la met*fora se elaora en el lengua!e, no necesita ning"n elemento en particular, es muy sencilla en su aplicación y poderosa en su acción< Para su utilización se requiere poco tiempo, ya que si ien es cierto, podemos halar sore la met*fora, no pasamos en ella toda la consulta. Esto camia cuando se trata de la elaoración de una met*fora, como las que les he propuesto en este texto, ya que las pedimos al final de
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una !ornada de supervisión para que la presenten en la siguiente. Esto requiere m*s tiempo de dedicación. La met*fora puede concretarse, tomar cuerpo en un o!eto espec'fico, lo cual, la vuelve un o!eto metafórico, como veremos a continuación. Los #$jetos Meta"óricos
Los o!etos metafóricos son met*foras que se concretan en algo determinado. iguen siendo una co(construcción de terapeuta y de consultante y permiten introducir un nuevo código en la familia, ya que, al igual que las met*foras, las posiilidades son innumerales y quedan solo a la creatividad del consultante. eg"n lo expresan 6ndolfi y 6cJermans /2774:2290 citado por Enrique Cuang /?448, p. ?70: El o!eto metafórico es un medio que vehiculiza, en cuanto tal, innumerales mensa!es ligados a las caracter'sticas de su estructura y, lo que es m*s importante, a los significados que la familia y el terapeuta le van atriuyendo progresivamente. Por lo tanto, el o!eto, al materializar lo que sucede con una persona o los miemros de la familia o lo que sucede entre ellos, permite por un lado: externalizar la experiencia y, por otro lado, acercarse o ale!arse de ella, ya que adem*s, el o!eto metafórico puede ser arro!ado, quemado, etc., siguiendo los deseos de los consultantes. Para usar esta técnica entonces: Pedimos a las personas que usquen en el lugar donde estamos o fuera de él /si es posile0 un o!eto que represente su vivencia, en particular un sentimiento, o los aspectos positivos y negativos de una experiencia. Luego, que explique lo que significa el o!eto y sus razones para escogerlo. Preguntamos que desea hacer con el o!eto y motivamos a la persona para que lo haga. inalmente, halamos sore la experiencia. •
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Para los o!etos metafóricos, cualquier elemento puede servir. La situación se vuelve un poco m*s comple!a cuando pedimos la elaoración del o!eto, ya que se puede necesitar telas o papeles, cordeles, cintas, marcadores y otra serie de elementos. in emargo, tamién resultan de f*cil acceso, puesto que todas estas cosas podemos encontrarlas en casa o incluso acomodarnos con lo que tenemos. )uando pensemos en utilizar esta técnica en un consultorio o la oficina, es importante tener cosas que pueda utilizarse como o!etos metafóricos, y que sean cosas de las cuales, en caso necesario podamos prescindir, como ser'an por e!emplo, las ho!as de papel que la persona decide quemar, ya que si no, puede pasar lo que una vez me ocurrió en una consulta, donde la se1ora escogió un florero para representar su vergNenza y cuando le pregunté qué deseaa hacer con su vergNenza, mencionó que le gustar'a arro!arla por la ventana. La e!ecución de esto se vio dificultada por el o!eto seleccionado, con lo cual tuvimos que encontrar una solución intermedia, que era de!arlo fuera de la sala de consulta. El tiempo requerido para este traa!o puede alcanzar minutos, toda la hora de la consulta, e incluso requerir una !ornada entera, como ser'a el caso de un grupo que hala sore sus o!etos metafóricos% por lo que hay que tomar muy en cuenta este aspecto, en la planificación del traa!o.
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Las Esculturas
El término escultura fue introducido por !avid ;antor <"2= en '>:(, seg"n nos comenta )aillé, P., /2773, p. 970. 6l utilizar el cuerpo como veh'culo privilegiado de expresión, las esculturas ponen en evidencia las relaciones familiares, pero de una manera que da una visión gloal de lo que est* pasando en la familia, creando de esta forma una totalidad, lo cual considero que es muy sistémico, puesto que los miemros de la familia pueden verse a s' mismos como parte de algo que va m*s all* de cada uno de ellos. En el liro +La Escultura y otras técnicas psicodram*ticas aplicadas en psicoterapia López y Polación, 27790, los autores definen la escultura como: +Expresión pl*stica simólica de la estructura vincular de un sistema, otenida mediante la instrumentalización de los cuerpos de dicho sistema. e trata entonces de modelar utilizando vol"menes O los cuerpos O para representar un mundo, que puede ser interior o exterior, de la persona que realiza la escultura. Es esta técnica se utilizan los cuerpos de los miemros de la familia que son los instrumentos para mostrar lo que estos autores llaman la +estructura vincular que no es m*s que la red de relaciones e interacciones que mantienen los miemros de la familia y que la presentan tal como es. 5tra venta!a de la utilización de la escultura es que da al s'ntoma un contexto, es decir, permite oservar al s'ntoma como parte de la trama de relaciones de la familia y nos permite otener una nueva comprensión del mismo, como es el caso relatado por Peggy Papp, en el cual se ha'a pedido a un ni1o diagnosticado como hiperJinético que haga una escultura de su familia. El ni1o puso a su padre sentado en una silla leyendo el periódico, en una esquina de la haitación% la madre estaa en otra esquina ocupada en sus quehaceres de la cocina y las hermanas estaan !ugando a las mu1ecas en otra esquina, sentadas en el suelo. El ni1o relata que cuando se acerca al padre, éste le dice +ve donde tu madre, estoy ocupado% cuando va donde la madre, ésta le dice: +estoy ocupada, ve c on tus hermanas y finalmente cuando va con sus hermanas, éstas le dicen: +no molestes, *ndate de aqu', con lo cual, el ni1o reinicia su recorrido, moviéndose del padre a la madre y de ésta a las hermanas, haciendo un recorrido en c'rculos y yendo de un lado para otro, sin encontrar un lugar para él. Esta escultura, permitió que la familia comprendiera la situación del ni1o, me!or que lo huieran hecho, si huiesen halado sore lo que le pasaa al ni1o. Papp, P. /2798, p. 80, menciona que al hacer el traa!o de la escultura: Los sentimientos son movilizados dentro de una estructura que les da un significado, est*n conectados con las transacciones familiares. Estos sentimientos est*n usualmente desconectados, canalizados en s'ntomas, diagnosticados y tratados en forma individual no relacionada con la familia. Para m', el valor real del surgimiento de los afectos es cuando son experimentados y evaluados en el contexto de la familia, tanto pasado como presente. )on lo que coincido plenamente, puesto que la escultura es una fuente de una intensa movilización emocional, que incluso puede llegar a momentos de catarsis en los miemros de la familia. 6 este respecto Papp, P. /2798, p. 80 comenta: +Bna de las venta!as de la escultura, ligada con la econom'a, es su facilidad y hailidad para encontrar las +llaves de los temas familiares<.
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)omo ya ha'amos mencionado anteriormente, la escultura permite uicar un s'ntoma en un contexto y darle un significado, otro, nuevo y diferente al que la familia le atriuye com"nmente. 6dem*s, ya que existe la posiilidad de explorar el pasado y el futuro, la escultura permite darse cuenta r*pidamente de lo que sucedió en generaciones anteriores e introducir la idea de que es posile camiar tanto en el momento actual, como para las generaciones futuras. En este sentido Peggy Papp /2798, p. G0 menciona: +Lo m*s valioso al experimentar relaciones a través de las generaciones, es el 'mpetu que se da a las personas para que no repitan los modelos de generaciones anteriores. Fe utilizado la escultura, no solo en el *rea cl'nica, sino tamién en procesos de formación y de supervisión y siempre me he quedado asomrada del inmenso poder de condensación de esta técnica. &e un solo vistazo podemos entender lo que est* sucediendo con una familia, con una institución, con un grupo humano y adem*s, al realizar los camios deseados, tamién podemos ver los pasos necesarios para pasar de la situación actual a lo que la familia o el grupo con el cual estamos traa!ando quisieran. Ceneralmente, planteamos la escultura en una tercera o cuarta sesión, ya que requiere que la familia haya desarrollado la suficiente confianza en su terapeuta, como para arriesgarse a experimentar una nueva situación. &e igual manera, generalmente, pido al paciente identificado que haga la escultura y si se trata de un/a0 ni1o/a0, acostumro a preguntarle si ha !ugado a las estatuas, que es un !uego muy com"n entre los ni1os en nuestro contexto y luego le pido que haga como que estamos !ugando a las estatuas y que ponga a su familia como él o ella la ve. 6 menudo, los padres se quedan sorprendidos de la profundidad de comprensión de la situación familiar que revela la escultura del ni1o. =uchas veces he o'do a padres y madres que exclaman: +yo no sa'a que él se ha'a dado cuenta, +no me ha'a dado cuenta de lo que le estaa pasando y esto ya constituye en s' una redefinición de la situación prolem*tica. 6costumro a traa!ar con la escultura en dos tiempos: La escultura propiamente dicha, para lo cual pido a un miemro de la familia, como he dicho, generalmente el P;, que haga una escultura de su familia. )uando todos los miemros de la familia est*n en posición, planteo tres preguntas: qué piensan en esa situación-, qué sienten y qué les gustar'a camiar•
El traa!o susiguiente puede tener algunas variantes. En primer lugar, puedo pedir que las personas respondan desde sus posiciones las preguntas planteadas, con lo cual cada miemro de la familia puede escuchar a partir de su posición lo que el otro dice y siente, esta es la modalidad cl*sica, por decirlo de alguna manera. La segunda versión es que cada uno responda las preguntas en su caeza y luego se hace el an*lisis de las respuestas cuando todos han vuelto a sus puestos. Esto tiene la venta!a de la posterior discusión e intercamio de ideas entre los miemros de la familia, sore la información, a menudo nueva, que ha surgido en el traa!o de la escultura. •
La escultura de los camios: Esta segunda parte tamién puede hacerse de dos maneras: e puede pedir a la misma persona que haga la escultura de los camios que desear'a ver en la familia y cuando ya est*n todos uicados, se les vuelve a plantear las mismas preguntas y luego se procesa la información.
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La otra opción es pedir a los miemros de la familia que vuelvan a la escultura inicial y que se muevan hasta estar cómodos, que encuentren el lugar donde se sientan me!or% de igual forma se les pide que se fi!en en la nueva posición, se les plantea las tres preguntas y se procesa la información. 6 esta segunda parte tamién se le conoce como la escultura en movimiento ya que la escultura original va moviéndose hasta encontrar un nuevo equilirio. En cualquiera de los dos casos, el procesamiento de la información, incluye el traa!o con!unto con la familia para encontrar los pasos o el camino que los llevar* de la primera escultura a la segunda% es decir, lo que requieren camiar en su familia, en sus relaciones, en su forma de comunicarse para pasar de la una a la otra. )omo di!e anteriormente he aplicado esta técnica con familias, con ni1os peque1os y otros m*s grandes, los cuales demuestran mucha imaginación al momento de hacer el traa!o. #amién con adolescentes, que generalmente se muestran m*s escépticos a lo que la escultura muestra. En pare!as, la escultura ha sido una fuente de sorpresas y no solo para los miemros de la pare!a, sino incluso para m', deido a la cantidad de información que surge en el traa!o y a las posiilidades que se presentan, ya que a los miemros de la pare!a les he pedido que hagan esculturas de s' mismos, en el rol propio y con intercamio de roles% es decir, pedir que cada miemro de la pare!a haga una escultura poniendo al otro en el propio rol. Fe utilizado esta técnica en procesos de formación para escenificar una situación determinada, por e!emplo, la visión que el grupo de formación tiene de su proceso y en supervisión para ayudar a comprender me!or lo que est* sucediendo con una futura terapeuta y donde est* enganchada en la situación que est* traa!ando. 6dem*s, existen m"ltiples aplicaciones de esta técnica, ya que se puede hacer una escultura del pasado, por e!emplo: pidiendo a un padre que tiene una mala relación con su hi!o, que haga una escultura de cómo fue la relación con su propio padre. #amién puede ir hacia el futuro, para esto recuerdo un video de un traa!o de la escultura hecho por Luigi 5nnis, que ha traa!ado esta técnica con familias psicosom*ticas, donde él ped'a al paciente identificado que hiciera una escultura de su familia actual. El chico, de 7 a 24 a1os, sentó a pap* en una silla, a mam* en otra, él se puso en una silla en el medio de los dos y a su hermana peque1a en un rincón de la haitación, cerca de la puerta de salida, !ugando con sus !uguetes. Luego de procesar esta escultura, Luigi 5nnis pidió al ni1o que hiciera una escultura de 24 a1os después y el ni1o colocó a su padre en la misma silla, a su madre en la otra, con él /de ?4 a1os ya0 en medio de los dos y con su hermana con un pie hacia la puerta de salida y con la mirada en esa dirección. Esta situación dio mucho que pensar a los padres del ni1o, puesto que lo "nico que ha'a camiado en diez a1os era la eventual salida de la hermana menor de la familia, pero el tr'o permanecer'a igual en 24 a1os. )on respecto a la elección del tiempo Luigi 5nnis /277A:80 dice lo siguiente: &iez a1os, dan un tiempo suficientemente grande para realizar camios importantes. recuentemente, en la familia psicosom*tica, las esculturas son casi las mismas a pesar de haer pedido que haya 24 a1os de diferente entre la primera y la segunda, lo cual significa un tiempo suspendido que no avanza.
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)on respecto a la utilización de la escultura con las familias psicosom*ticas, Luigi 5nnis /277A, p. ?,80 sostiene que: La escultura permite traer a la sala de consulta a la familia de origen de los padres para realizar una encuesta trigeneracional. Es all' donde, a menudo aparecen los eventos traum*ticos, las enfermedades graves, las separaciones traum*ticas, los secretos, que dan significado a la siguiente ecuación: Evento traum*tico Q pérdida R angustia de separación Q =;#5 de la BD;&6&, como protección contra el miedo a perder. H explica as' sus razones para utilizar la escultura con las familias psicosom*ticas: o
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o
La escultura permite explorar los niveles m'ticos m*s escondidos, menos racionalizados y veralizados o las cosas que no se han dicho en la familia y que sin emargo est*n presentes. El s'ntoma psicosom*tico utiliza el lengua!e metafórico, analógico y la utilización de la escultura significa por lo tanto usar el mismo lengua!e de la familia. En las familias psicosom*ticas existe una dificultad para veralizar las emociones y la familia se organiza para esconder las tensiones emocionales. El paciente dee conformarse a este estilo de comunicación, pero dee transmitir de alguna manera su sufrimiento, su dolor. i evaluamos las comunicaciones no verales, es posile ver la transmisión de las emociones m*s profundas e intensas.
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Permite redefinir los prolemas del ni1o en relación con la situación de la familia.
o
Dos da la oportunidad de intentar arir otras posiilidades.
)omo lo hemos revisado a lo largo del texto, usamos nuestro propio cuerpo para hacer las esculturas, as' que esta técnica es f*cil de llevar a cao, ya que no exige elementos en su preparación. Para llevarla a cao, requerimos de toda la hora de consulta en el caso de aplicarla en un contexto terapéutico, pero tamién puede requerir m*s tiempo si se trata de supervisión, formación o traa!o de equipo. El lector interesado puede remitirse al texto de López, E., Polación, P., /27790 que desarrolla ampliamente la técnica de la escultura, desde sus diferentes aplicaciones. El Cuento ist%mico
El cuento sistémico tiene algunas seme!anzas con el cuento tradicional como las detalla lorence )alicis /2777, p. 840: o o o o
Las fórmulas ritualizadas: +Fa'a una vez<< o +Erase una vez<.. orma de transmisión oral. Snfasis en la comunicación analógica: tono de voz, inflexiones de voz, m'mica. Estructura del cuento: un ritmo particular, un contexto extran!ero, una secuencia que implica un inicio, un desarrollo y un final.
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Est* en el mundo de lo imaginario, no de la realidad. Est* en el mundo de la interpretación, de lo intersu!etivo.
Pero existen m*s diferencias con los cuentos tradicionales, ya que como lo dice Philipe )aillé /2774, p. 270: +El cuento sistémico va de lo particular a lo universal, se refiere a una familia en particular, es creado para esta familia y no servir* para ninguna otra, pero utiliza elementos universales en su desarrollo, que se refieren a valores, creencias, mitos, etc. El cuento sistémico es un comentario sore una relación familiar< Pone en escena la permanencia de ciertos roles y el aspecto redundante de esquemas relacionales espec'ficos en la familia y plantea indirectamente la cuestión del por qué. H al hacer esto, permite uicar el tema central de las preocupaciones familiares, cualquiera que éste sea: conflictos de lealtad, re(estructuración familiar, etc. El cuento introduce un código com"n entre el terapeuta y la familia. H al hacerlo as' permanece en el espacio terapéutico, cuyos participantes: terapeuta y familia pueden referirse al cuento en su totalidad o a elementos particulares del mismo, en otros momentos del proceso terapéutico, lo cual favorece un clima de colaoración entre los dos, puesto que los confronta a amos a una nueva situación. El cuento sistémico estalece una s'ntesis entre lo relacional y lo intraps'quico. Ha que, para crear el cuento para una familia en particular, utilizamos la información que otenemos de la misma familia% por esta razón, el cuento es v*lido solo para esta familia e incluye en el mismo, tanto la información sore las caracter'sticas personales de cada uno de sus miemros, as' como las formas de transacción entre ellos, sus formas de comunicación, sus valores, etc. 6 estos elementos, lorence )alicis /2777, p. 840 a1ade el hecho de que el cuento sistémico: #rata de devolver a la familia una leyenda de la historia familiar. Es una manera de ver alternativa que propone el terapeuta a la familia, una comprensión diferente de los factores que le llevaron a producir el s'ntoma por el cual consulta< La introducción de una manera diferente de ver, puede llevarle a reconsiderar su versión, a ponerse en movimiento, para desarrollar interacciones diferentes, para representarse diferentemente tanto a s' mismo como a la familia. Para armar un cuento sistémico utilizamos los hechos que la familia nos presenta, sus redundancias, sus circuitos de interacción y tamién sus creencias, lo que ellas piensan de s' mismos y de sus relaciones. )omo lo dice Philipe )aillé /2774, p. ?20: 6s', a partir de una actividad general de oservación, el terapeuta selecciona en su visión gloal de la familia, cierto n"mero de redundancias que concretiza en un cuento. Estas redundancias se refieren al drama familiar que incluye acontecimientos, comportamientos, interacciones de la vida compartida actual, que a menudo tiene sus ra'ces en la historia en los engramas de los diferentes actores, en las reacciones emocionales frente a ciertos +accidentes, transmitidas por las familias de origen.
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La información contenida en el cuento tiene un efecto: perturar el esquema cognitivo de la familia. Esta perturación pone al sistema familiar en estado de crear nuevas diferencias en relación a la información anteriormente suministrada al terapeuta. 6 su vez estas nuevas diferencias van a actuar nuevamente como perturaciones del equilirio cognitivo alcanzado con el terapeuta y crear*n nuevas diferencias y as' sucesivamente. )uando el proceso evolutivo ha permitido a la familia redefinir un modelo fundador compatile con una cantidad de modelos relacionales, la oposición entre finalidad de pertenencia y de inserción desaparece. El cuento sistémico es muy aplicale en la terapia de pare!a y de familia. Es un poco dif'cil hacerlo en terapia individual, puesto que no est*n presentes los dem*s actores del +drama y por lo tanto no se pueden oservar f*cilmente las interacciones, a"n cuando tengamos referencias sore las mismas. 6l igual que la técnica de la silla vac'a y de la escultura, requiere que la familia haya pasado algunas citas con el terapeuta y haya adquirido confianza en él. #amién puede servir como final de un proceso terapéutico, para relatar los camios logrados por la familia. En general, su utilización depende de la creatividad del terapeuta y de la liertad que se dé para utilizar este tipo de herramientas. Para su utilización hacemos lo siguiente: 5servamos las interacciones de la familia y encontramos una trama que conecte las modalidades de intercamios que vemos. $eunimos la información y elaoramos el cuento entre dos sesiones, y lo presentamos a la familia. Para hacer esto, realizamos la inducción, relatamos el cuento y luego entregamos una ho!a de papel con un l*piz a cada uno de los miemros para que terminen el cuento. En caso de ni1os peque1os que todav'a no puedan escriir, se les puede pedir un diu!o. #raa!ar el final de la historia en la misma consulta es preferile a enviarlo de tarea, ya que podemos llegar a terminar la historia% si no existe el riesgo de no saer en que termina. •
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)uando cada uno ha escrito o diu!ado el final del cuento, pedimos que lean o expliquen lo que han realizado. inalmente, comentamos lo que hemos encontrado en los finales elegidos y lo que esto indica a la familia.
)omo hemos visto en esta descripción, solo se requiere una hora de papel y un l*piz o esfero para escriir la historia, razón por la cual, esta técnica es de f*cil acceso y uso. Bna gran parte del tiempo de dedicación para esta técnica se reparte entre nuestro traa!o, y el de la familia% puesto que elaoramos el cuento para la familia, la cual dee terminarlo. 6s' que si lo planificamos, necesitamos al menos un momento entre dos consultas para escriirlo y la consulta siguiente para analizarlo con la familia. Las Máscaras
Este nomre viene de una ra'z latina que quiere decir +una cara de m*s, por lo que tienen una dole forma de ser utilizadas: para enmascarar, como en un aile de disfraces, donde se utilizan m*scaras para ocultar, no solo la cara, sino incluso se puede utilizar una m*scara de otro persona!e, lo cual puede revelar mucho de cada uno de nosotros. Pero tamién se utiliza en el sentido de
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desenmascarar, incluso, utilizamos la expresión coloquial de +quitarse la m*scara, cuando vemos a alguien que hace algo o dice algo que demuestra directamente lo que siente o piensa. Las m*scaras permiten introducir un nuevo di*logo, puesto que lo que se dice, la persona lo dice a una m*scara y no directamente a la persona y adem*s aumenta la intensidad dram*tica, puesto que una m*scara puede representar todo lo que vemos o perciimos en una persona, lo que m*s nos llega o impacta de la misma. El traa!o con las m*scaras tiene dos etapas: La confección: para lo cual, pedimos a los miemros de la familia que traigan elementos que pueden servir para confeccionar las m*scaras: papeles de diferentes colores, adornos, lente!uelas, plumas, ti!eras, goma y masJing y pedimos que confeccionen una m*scara que represente a su padre y otra a su madre. i los padres est*n presentes, entonces tienen que representar a sus propios padres. Esta primera fase puede tomar entre 84 a GA minutos, con la gente muy concentrada en la elaoración de sus m*scaras y que al final, he podido ver, existen resultados, muy creativos y que revelan mucho sore lo que la persona es y sore lo que ella piensa de s' misma. El di*logo: luego de la elaoración, pedimos que cada miemro de la familia coloque cada una de las m*scaras en dos sillas, una para el padre y otra para la madre y se les invita a halar con dichas m*scaras. Para realizar esta técnica requerimos una cierta preparación, ya que deemos proveernos de: papel de colores rillantes o papel crepé, ti!eras, goma, cordeles, lana o hilo, elementos variados: lente!uelas, plumas, para adornar las m*scaras. #amién podemos utilizar pinturas, crayones si deseamos hacer diu!os sore las m*scaras. Las &areas
on una técnica que llega a nosotros desde el modelo estructural con =inuchin. ;mplican el hecho de enviar a la persona con la que estamos traa!ando +tareas para realizar en casa, durante el tiempo que dura el intervalo entre consulta y consulta. 6lgunas veces los ni1os disfrutan mucho de esta actividad, ya que por e!emplo recuerdo a uno que luego de escuchar la propuesta de la tarea mencionó a los padres: +ahora les toca a ustedes hacer la tarea. =inuchin hala de dos clases de tareas: 2. #areas durante las consultas: son e!ercicios que el terapeuta plantea a la familia durante la consulta misma, por e!emplo: pedir a un ni1o que diu!e su familia. ?. #areas para la casa: generalmente las planteamos al final de la consulta y solicitamos a la familia que realice dicha tarea antes de la próxima reunión, en la cual nos comentaran lo que ha sucedido con la e!ecución de la misma. Este tipo de tareas van de acuerdo con los temas tratados durante la consulta. Existen algunas tareas que enviamos continuamente y otras dependen de la creatividad del terapeuta, entre las m*s comunes est*n: •
ctividades: las damos para fomentar un sentido de unidad y de pertenencia en los miemros
de la familia% as' por e!emplo: podemos enviar de tarea, que la familia haga un paseo o una tarea doméstica con!unta, como cocinar el domingo. 6 algunas pare!as que est*n en un proceso de re(encuentro acostumro a enviar una +salida por recomendación terapéutica, lo cual implica una salida !untos, sin los ni1os, pero asegur*ndose de que éstos queden ien, para que no tengan sorpresas durante su cita.
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)on esta actividad, la pare!a puede disfrutar de este espacio solo para ellos% acostumro a mencionar que puede ser algo que les guste como una cena, o a ailar, etc., pero lo que suceda después de esto, ya es responsailidad de la pare!a. &ar una connotación de picard'a e intimidad a esta salida, favorece el encuentro de elementos de la relación de pare!a, como la complicidad, la intimidad, incluso f'sica, que a veces se pierden en los duros momentos del conflicto. •
artas: enviamos esta tarea cuando durante la consulta hemos halado mucho sore la relación
de uno o varios de los consultantes con una persona significativa, puede ser padre o madre, hermano@a o esposo@a, con la finalidad de que la persona pueda expresar lo que est* sintiendo. Ceneralmente, la carta es le'da en la consulta siguiente, con lo cual, la persona cuenta con un p"lico que puede reciir la información contenida en la carta y expresar su reconocimiento por lo que ha vivido. Luego de lo cual, pedimos que la persona mencione lo que le gustar'a hacer con la carta, lo cual es muy simólico de lo que le gustar'a hacer con lo que contiene. 6lgunas personas eligen guardar la carta, otras la arro!an a la asura, otras finalmente la queman. #odas estas opciones son v*lidas, no existe una sola respuesta frente al requerimiento. •
?istas& enviamos listas cuando deseamos precisar elementos durante la consulta, por e!emplo,
cuando hemos halado de muchas cosas y no queda muy claro sore lo que vamos a traa!ar, enviamos una lista para que se priorice los temas que desea enfocar. #amién podemos enviar listas, cuando la persona est* enfrentada a una decisión y le pedimos que escria las venta!as y las desventa!as de una opción y de la otra. #amién sirven para afianzar aspectos personales, enviamos listas de +autoestima: aspectos o caracter'sticas positivas. •
"laboración de objetos metafóricos& algunas veces enviamos como tarea que las personas
construyan una representación de lo que les est* pasando, generalmente un sentimiento. $ecuerdo para esto a =ar'a que le ped' que representara su miedo y ella tra!o a la siguiente consulta su representación que consist'a en G ho!as de papel periódico llenas de diu!os de fantasmas, manos con u1as inmensas, ocas con dientes afilados, solo ver esta representación ya daa miedo. El traa!o siguiente se lo realiza como o!eto metafórico. El tiempo de dedicación a estas tareas es muy variale, pueden ser minutos al escriir cartas u horas cuando se trata de una actividad. El hecho m*s importante es que la persona se dé el tiempo necesario para realizar la tarea enviada. En mi experiencia, las personas aceptan gustosas las tareas que se les env'a /es un poco como la receta que da el médico0. El traa!o de conocer técnicas y de aplicarlas nunca termina. iempre hay algo nuevo que aparece en alg"n texto, en alg"n taller. Lo importante es tomar eso y practicarlo para encontrar sus m"ltiples posiilidades y variantes. &e esta manera, podemos llegar a ese momento, tan ien descrito por =inuchin, como +de!ar a un lado la técnica y vivir el proceso. Luego de haer revisado estas técnicas, me permito enviarles de tarea que las practiquen una y otra vez, que las analicen hasta conocerlas a profundidad, que inventen otras para ustedes, que mezclen éstas técnicas y otras que conozcan m*s adelante o que ya hayan conocido% pero por sore todas las cosas que tengan la liertad para plantearlas con las personas con las cuales est*n traa!ando. )reo que el paso m*s dif'cil est* en esta parte: en darse el permiso necesario para arriesgarse a !ugar en la consulta. i nosotros podemos hacerlo, entonces, nuestros consultantes tamién
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otendr*n permisos para ensayar, arriesgar, perder y ganar en sus vidas% porque al final de todo esto, nos damos cuenta de que no hay nada m*s serio que !ugar y adem*s, que la vida es un !uego que podemos disfrutar. Entonces, mis me!ores deseos en la aplicación de las técnicas. Espero que les sea de utilidad. 'I'IOG#(FI(
6ndolfo, =. /273G0. #erapia amiliar: un enfoque interaccional. >arcelona: Paidós. >otella, L. /s@r0. El er Fumano )omo )onstructor de )onocimiento: El &esarrollo de las #eor'as )ient'ficas y las #eor'as Personales. acultat de Psicologia i )iTncies de lUEducació >lanquerna, en: http :@@MMM.infomed.es@constructivism@ documsMe@science. html >ravo, ). /?44?0. Facia una compresión del )onstruccionismo ocial de Venneth Cergen. =aterial Btilizado en el eminario de Psicolog'a ocial de la Escuela de Psicolog'a de la Bniversidad >olivariana. antiago de )hile: B>). )aillé, P., $ey, E. /27740. Fa'a una vez< del drama familiar al cuento sistémico. 6rgentina: Dueva isión. )aillé, P., $ey, E. /277G0. Les 5!ets flottants: W la redécouverte de la relation dXaide. Par's : E. )alicis, . /27770. La utilización de herramientas analógicas en la terapia. #aller, Yuito: BP. Cimeno, 6 /27770. La amilia: el desaf'o de la diversidad. >arcelona: 6riel. Cuang, E. /?4480. 6vances en la pr*ctica del proceso psicoterapéutico de la familia. Ecuador: );. López, E., Polación, P. /27790. La Escultura y otras técnicas psicodram*ticas aplicadas en psicoterapia. >arcelona: Paidós. $amos, $. /?4420. Darrativas contadas, narraciones vividas: Bn enfoque sistémico de la terapia narrativa. >arcelona: Paidós. hite, =., Epston, &. /27780. =edios narrativos para fines terapéuticos. >arcelona: Paidós.