Texto y
comentario
BACHILLERATO
LENGUA Y LITERA LITERATURA TURA
Texto y comentario Libro del profesorado
J. M. MARÍN
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Esta obra ha sido impresa sobre papel ecológico y 100 % reciclable.
Primera edición, 2009
© J. M. Marín © Editorial Teide, S. A. - Senyera, 58 - Polígono Bobalar - 46970 Alaquàs
[email protected] www.editorialteide.com ISB N: 978-84-307-5303-1 Depósito legal: BImpreso en Zero Preimpresión, S. L. - Menéndez Pelayo, 26 - 08750 Molins de Rei
ÍNDICE 1. Consejos previos sobre la lectura
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2. ¿Qué se considera un texto? . 3. Rasgos de un texto .
4. Análisis de los rasgos de coherencia
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5. Análisis de los rasgos de adecuación .
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6. Análisis de los rasgos de cohesión 7. Valoración de un texto . 48 textos para comentar
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Consejos previos sobre la lectura
La bestia
de araña y otros caen en ella». Así, a primera vista, ustedes podrán creer que esta cita está extraída de algún texto de ideología delirante, de aquella que abundaba en épocas de mal recuerdo y hoy todavía reproducen ciertos marginales extremistas. Pero no es así. Se trata de un texto publicitario que sirve para promocionar una cámara fotográfica. El anuncio, encabezado por aquellas frases, ha sido desplegado a toda página en repetidas ocasiones en los periódicos. Es muy probable que ustedes lo hayan visto. [...] No tengo ni idea si el mencionado anuncio ha merecido la atención de las instituciones que velan contra la discriminación y el racismo. Nadie, desde luego, lo ha prohibido, a juzgar por su permanencia en los medios de comunicación. Con todo, no deja de ser chocante que ninguna voz de nuestra democracia se escandalice ante el hecho de que el mundo se divida entre cazadores y presas , de modo que unos cazan y otros son cazados. Esta constatación didáctica debería despertar cierta alarma . Pero al parecer nadie se extraña si encuentra en su periódico, y a toda plana, esta declaración de principios. Una primera explicación es que se trata de un recurso publicitario, y ya se sabe, al lenguaje de la publicidad se le permiten licencias que jamás permitiríamos en otros lenguajes. Si un político proclamara que el mundo se divide entre cazadores y presas lo tacharíamos inmediatamente de fascista; si un periodista, en un editorial, opinara que estamos en esta vida para cazar o ser cazados sería probablemente expulsado de su periódico. Especialmente, claro, de utilizar el tono apologético del anuncio que nos ocupa. A la publicidad, en cambio, se le supone una dimensión de encantamiento colectivo que justifica casi todas las afirmaciones. Es algo así como un cocktail de información, camuflaje, sugestión y embuste; lo malo es que acostumbramos a ignorar los auténticos ingredientes que forman el combinado. Aparentemente, a la publicidad [...] se le otorga una cierta vía libre
«El mundo se divide entre cazadores y presas . Unos capturan y otros son capturados. Unos tienden su tela
para el manejo de la mentira, con tal de que esta mentira sea encantadora.
Para practicar (pág. 11) 1
Respuesta abierta.
Para practicar (págs. 13-14) 1
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Las ideas aportadas párrafo a párrafo son las siguientes: • Primer párrafo: un anuncio cuyo texto resulta demasiado agresivo se ha reproducido sin ninguna cortapisa. • Segundo párrafo: es raro que nadie haya dado la voz de alarma. • Tercer párrafo: sabemos que en el lenguaje publicitario no son infrecuentes las licencias expresivas. • Cuarto párrafo: parece que en la publicidad se puede mentir siempre que esa mentira nos complazca. • Ultimo párrafo: aunque somos conscientes de los embustes publicitarios, los creativos se empeñan en recurrir a cualquier engaño con tal de provocar la compra de un producto. Con la colocación de un nexo de unión entre algunas de las ideas, se puede configurar el párrafo de resumen: Un anuncio cuyo texto resulta demasiado agresivo se ha reproducido sin ninguna cortapisa, y es raro que nadie haya dado la voz de alarma. Desde luego, sabemos que en el lenguaje publicitario no son infrecuentes las licencias expresivas, pero parece que en la publicidad se puede mentir siempre que esa mentira nos complazca. Y es que, aunque somos conscientes de los embustes publicitarios, los creativos se empeñan en recurrir a cualquier engaño con tal de provocar la compra de un producto. Se destacan en negrita las líneas en las que se concentra más información:
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TEXTO Y COMENTARIO
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Al fin y al cabo, ¿alguien se toma en serio los mensajes de la publicidad? ¿Alguien cree verdaderamente que para cuidar su ego debe comprar un coche? Como a la industria publicitaria no son recursos económicos lo que le faltan, sus creativos –una denominación modesta– reproducen para los consumidores cualquier condición virtual : seremos místicos, budistas, guerreros, ingenuos, vanguardistas o lo que quieran que seamos, siempre que compremos lo sutil o groseramente anunciado . apologético: que trata de defender o de alabar in-
tensamente a alguien o a algo. En este contexto se refiere a la rotundidad con que se manifiesta en el anuncio nuestra condición de cazadores o de cazados. Se destaca de ese modo nuestro lado más salvaje, más primario o más agresivo. ego: en este contexto es sinónimo de autoestima. a) esta constatación didáctica: es un sintagma con cierto grado de ironía, pues se refiere a la afirmación inmediatamente anterior, en la que los habitantes de este mundo quedan sencillamente agrupados en cazadores y presas. Es una explicación muy sencilla de nuestro mundo, porque se entiende con facilidad, pero no resulta adecuada. b ) se le supone una dimensión de encantamiento colectivo: quiere decir que la publicidad tiene capacidad para embelesar a una parte importante de la población. c ) una denominación modesta: se refiere a la denominación creativos con la que se designan a sí mismos los diseñadores de los mensajes publicitarios, porque su intención es crear ilusiones virtuales en quienes contemplan sus anuncios. Para el autor resulta precisamente poco modesto calificar de creativos a quienes sencillamente urden falsedades. La valoración del autor sobre la publicidad es claramente negativa. En el penúltimo párrafo la define como un cocktail que incluye el camuflaje y el embuste, y en la última oración resalta el engaño a que la publicidad nos somete con tal de que compremos lo que se anuncia de un modo grosero. Da la impresión de que a la publicidad se le permite mentir, siempre que esa mentira sea capaz de cautivarnos o de seducirnos.
Son dos términos que tienen un lexema común y, por tanto, pertenecen a la misma familia. Sin embargo, su significado varía notablemente. El encantamiento colectivo se refiere al modo en que el público acepta el engaño de la publicidad, mientras que con el adjetivo encantadora se añaden matices como maravi- llosa, fascinante y simpática. Se trata, pues, de un pequeño juego de palabras que, partiendo de un mismo lexema, aportan significados distintos. 8 En ese apartado aparecen algunos ejemplos para explicar el proceso. En dicha explicación se indica que la lectura del título ofrece, por sí misma, una sugerencia del contenido del artículo, y que además parece razonable que a partir de dicha sugerencia podamos inferir alguna otra información. Esa sugerencia y esa inferencia son ideas que surgen en el lector y lo hacen antes de que se lance a leer todo el texto. Es como si se anticipase a lo que va a leer. Por eso lo compara con el escritor, ya que éste sí es conocedor de las ideas sobre las que va a escribir antes de transformarlas en palabras. 9 Se dice en el apartado «Prelectura»: Sea cual sea el resultado de esta lectura, habrá puesto en marcha nuestra enciclopedia cultural, es decir, todo nuestro bagaje de conocimientos anteriores; y aunque haya sido de una manera poco consciente, de un modo muy intuitivo, nuestra mente habrá elaborado al menos una hipótesis acerca del contenido del texto. Este párrafo se relaciona directamente con la afirmación de A. Manguel cuando dice que en el lector surge un recuerdo de algo que él ya conocía, es decir, todo nuestro bagaje de conocimientos anteriores. 10 En el capítulo se dice que en la lectura completa el lector no puede limitarse a descifrar sílabas o reconocer palabras, sino que debe interpretar párrafos completos. En el texto de Juan Manuel de Prada se añade la referencia a las posibilidades retóricas del lenguaje como un recurso que es preciso manejar con soltura para captar significados que no aparecen de un modo explícito en el texto, como las ironías, los calambures, las sinestesias o las alegorías. 7
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¿Qué se considera un texto? Para practicar (págs. 17-18) 1
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En el primer texto destacan dos aspectos: en primer lugar, la equiparación del viejo con un perro o con una planta, ya que las tres figuras tienen un tamaño similar e idéntico color, y su contexto también es el mismo; en segundo lugar, el aislamiento, ya que las tres figuras se presentan confinadas, encerradas en su propio balcón y, además, el anciano y el perro miran en sentidos opuestos. En el segundo texto se recoge también la idea de la consideración del anciano como un objeto más, pero se incide en el abandono social que padece. En el tercer texto se destaca el desvalimiento del anciano, así como la ingratitud y el desprecio que dominan en nuestro trato hacia las personas de edad avanzada. Sí. Se trata de una comparación, ya que la ilustración se compone de tres imágenes. Son tres siluetas que están situadas en un contexto casi idéntico: todas en un balcón, todas aisladas, todas en un espacio pequeño y todas tras unos barrotes. Es inevi-
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table concluir que la situación del anciano es igual que la de una planta o a la de un perro. Son dos las frases que pueden servir como leyenda tanto de la ilustración del texto A como de la del B: • «... los ancianos carecen de fuerzas para protestar y terminan muriendo tan calladitos dentro del encierro de sus casas»; • «… les ninguneamos y les aparcamos fuera de nuestra vista». Ambas frases sirven porque tanto la primera como la segunda ilustración reflejan la situación de soledad y abandono de los viejos. Tanto en la cita como en el capítulo se habla de la noción de texto. En la cita, además, se añaden dos conceptos: en primer lugar, se indica el sentido etimológico del término, y en segundo lugar, se insiste en la necesidad de que el lector o lectora participe de una manera activa en el texto, de que coopere para que lo que está leyendo pueda ser reconocido como un texto con sentido unitario.
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Rasgos de un texto Para practicar (págs. 22-23) 1
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En el primer texto, el término quizá sí actúa como anunciador de la idea fundamental, que en este caso puede formularse del siguiente modo: el uso del teléfono móvil todavía no se ha integrado dentro de las actuales formas de respeto social. En cambio, en el segundo texto la idea principal se encuentra en el segundo párrafo: nada nos protege de la contaminación acústica que provoca el uso indiscriminado del teléfono móvil. En este artículo, la palabra quizá inicia una conclusión reflexiva sobre la personalidad del personaje que se retrata a lo largo de los párrafos segundo, tercero, cuarto, quinto y sexto. Las ideas fundamentales de ambos textos se centran en las molestias que provoca la utilización indiscriminada de los móviles, pero en el primero la formulación se queda en un lamento por la pérdida de las antiguas buenas costumbres sociales, mientras que en el segundo se apela a la actuación de las autoridades públicas para que intervengan o regulen la contaminación acústica que conlleva el uso de los móviles en público. El maleducados del primer texto tiene su correspondencia en las siguientes expresiones del segundo: desaprensivo , gesto desabrido , su indignación. Las llamadas vociferantes y absolutamente superfluas se relacionan con las siguientes palabras o expresiones del segundo: gritón, a grito limpio . En el primer texto, los maleducados aparecen en plural, sin mayor descripción de su comportamiento, salvo la referencia al elevado volumen de su voz y a la banalidad de su diálogo. En el segundo artículo, la mayor parte del texto es una descripción pormenorizada del comportamiento de uno solo de esos maleducados, que se propone como retrato de todos aquellos que se comportan de modo similar. Por ello, el segundo texto es mucho más rico y más preciso en la definición del personaje maleducado.
Para practicar (págs. 26-28)
De los cuatro textos, el que tiene un carácter más subjetivo es el titulado «La chica del metro». La autora ha adoptado el punto de vista de la chica agredida y ha construido el artículo como si la chica misma fuese la propia escritora. Por eso, el yo que aparece como la primera persona de las formas verbales no es el de la autora, sino el de la joven protagonista. De este modo se muestra exclusivamente el punto de vista de la chica. El segundo lugar lo ocupa el texto titulado «Yo soy racista», y el tercero, el texto «El kéfir». El texto que tiene un carácter más objetivo es el titulado «Juicio rápido y eficaz». En ningún momento se percibe la presencia del autor. De hecho, se trata de un editorial y, por tanto, no hay una firma individual, sino que se refleja la opinión del consejo editorial del periódico. 2 El texto que presenta un lenguaje más coloquial es «El kéfir». La ausencia de cultismos y la sintaxis sencilla son dos rasgos que lo sitúan cerca de este tipo de lenguaje. El artículo que se aleja más del lenguaje coloquial es «Juicio rápido y eficaz». Contiene bastantes términos y expresiones propias del lenguaje jurídico y por tanto alejadas de los usos coloquiales. Por ejemplo: decretar , integridad física, velar , lega en leyes, o la vista no debe demorarse . 3 La idea principal que ofrece «El kéfir» se recoge en una sola frase del texto: «... nuestro sistema pedagógico y nuestro Código penal son los más benignos del mundo.» La idea principal de «Juicio rápido y eficaz» es que la justicia no puede pronunciarse según lo que demande la opinión pública, pero sí debe ser rápida en su respuesta, sobre todo cuando la pena no puede ser muy elevada, como en el caso que nos ocupa. Hay una parte coincidente entre ambas ideas, ya 1
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que en el primer texto se afirma que el Código penal es demasiado benigno y en el segundo se reconoce que como respuesta a la agresión del joven, la pena que prevé el Código penal no podrá superar los dos años de prisión. El rasgo literario que se presenta con mayor abundancia es el uso de la metáfora. Algunos ejemplos son: «el tren que discurre con rumor de marea», «su sordo eructo de patadas», «una espuma que la idiotez golpea», «un cristal a merced de un portazo violento». Es notable, también, el paralelismo sintáctico: «que aguarde, que me humille, que me esconda». A lo largo del primer párrafo se percibe, además,
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una cadencia rítmica que combina secuencias de siete y de cinco sílabas. Se cumple plenamente, ya que el apartado conclusivo está compuesto por el último párrafo, que ocupa las siete últimas líneas, y que enuncia la idea fundamental: llegar a ser una persona es un proceso en el que los impulsos más violentos quedan progresivamente anulados. El contenido de esta cita enlaza con el apartado «Adecuación» sobre todo en lo que respecta a los usos sociales del lenguaje y a la decisión que toma el emisor a la hora de optar por una de las diversas posibilidades de enunciación de un mismo mensaje, ya que puede utilizar un registro lingüístico u otro.
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Análisis de los rasgos de coherencia Para practicar (págs. 32-33) 2
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En el texto «Los niños son más listos que nunca» se reiteran las siguientes ideas: • El conocimiento se aprende en las superficies del plano audiovisual. (segundo párrafo) • Ahora se aprende por la superficialidad de la vista y el oído. Se aprende panorámicamente. (tercer párrafo) • Lo relevante ahora es el saber extensivo, múltiple, en superficie. Ahora todo el saber que de verdad importa se encuentra en las pantallas. (cuarto párrafo) Resumen: El principal modo de conocimiento de los adolescentes actuales es el que obtienen a través de las pantallas, que ofrecen informaciones diversas, múltiples, copiosas y poco cohesionadas. a) diagnóstico: reconocimiento de una enfermedad mediante sus síntomas. b ) sustantivamente: esencialmente, fundamentalmente. c ) abigarradamente: sin orden. d ) polarizadamente: concentrándose en algo concreto. e ) indolencia: insensibilidad. f ) pandémica: relativa a la pandemia, enfermedad muy extendida. Como ya hemos comentado más de una vez, no me considero una feminista al uso o, en todo caso, soy posfeminista. En otras palabras, creo que si bien en el Tercer Mundo a las mujeres aún nos queda mucho camino por andar y muchas batallas por ganar, en el Primer Mundo no veo necesario continuar teniendo una actitud beligerante que eche más leña a la ya de por sí muy inflamable hoguera de la guerra entre los sexos. Dicho esto, considero también que pervive un machismo residual muy difícil de erradicar y en el que vale la pena detenerse para ver en qué consiste. Hace más de un año escribí un artículo titulado «¿Y de no-
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vios, qué?» en el que señalaba cómo, a pesar de que las mujeres hemos alcanzado un papel importante en la sociedad, de alguna manera el ‘éxito’ de una mujer se sigue midiendo por parámetros muy arcaicos. Así, cuando una mujer triunfa en su carrera, enseguida surge alguna vocecilla estúpida que señala: «Sí, sí, guapa, eres directora general, pero ¿y de novios, qué?», como dando a entender que una mujer no puede sentirse realizada y feliz a menos que tenga una pareja. Y es que, nos guste o no, la sociedad sigue considerando que el éxito de una mujer está más en el ámbito de lo privado que en el de lo público, lo que explicaría por qué se les da tanta cancha a esas señoritas perfectamente ociosas e intrascendentes que vemos, monísimas ellas, en las revistas del corazón y cuyo único mérito es haber «pescado» un marido aristócrata o famoso. Como ya hemos comentado más de una vez, no me considero una feminista al uso o, en todo caso, soy posfeminista. En otras palabras, creo que si bien en el Tercer Mundo a las mujeres aún nos queda mucho camino por andar y muchas batallas por ganar, en el Primer Mundo no veo necesario continuar teniendo una actitud beligerante que eche más leña a la ya de por sí muy inflamable hoguera de la guerra entre los sexos. Dicho esto, considero también que pervive un machismo residual muy difícil de erradicar y en el que vale la pena detenerse para ver en qué consiste. Hace más de un año escribí un artículo titulado «¿Y de novios, qué?» en el que señalaba cómo, a pesar de que las mujeres hemos alcanzado un papel importante en la sociedad, de alguna manera el ‘éxito’ de una mujer se sigue midiendo por parámetros muy arcaicos. Así, cuando una mujer triunfa en su carrera, enseguida surge alguna vocecilla estúpida que señala: «Sí, sí, guapa, eres directora general, pero ¿y de novios, qué?», como dando a entender que una mujer no puede sentirse realizada y feliz a menos que tenga una pareja. Y es que, nos guste o no, la sociedad sigue con-
CAPÍTULO 4 siderando que el éxito de una mujer está más en el ámbito de lo privado que en el de lo público, lo que explicaría por qué se les da tanta cancha a esas señoritas perfectamente ociosas e intrascendentes que vemos, monísimas ellas, en las revistas del corazón y cuyo único mérito es haber «pescado» un marido aristócrata o famoso. 6
a las infinitas subjetividades del mundo, sobre todo a aquellas tan en permanente insatisfacción y guardia que considerarán siempre pocas las concesiones que los achantados les vayan haciendo. «No se debe intentar contentar a quienes nunca se van a dar por contentos», era un viejo adagio de mi difunto padre que me parece acertado. Y sin embargo nuestras sociedades están resueltas a desoírlo y a hacer lo contrario, a sabiendas de que hay sujetos, […] a los que nada nunca les parecerá bastante. […] Demasiada gente está hoy convencida de que, si arma suficiente estrépito y se comporta desmedidamente, acabará saliéndose con la suya, porque esas actitudes asustan a unas sociedades pusilánimes y medrosas a las que da pánico ser tildadas de cualquier cosa mal vista, aunque las acusaciones vengan de individuos sin autoridad moral y nada ecuánimes, cuando no de cabestros. Ese es uno de nuestros problemas: que ya no se tiene en cuenta quién acusa, ni su capacidad o incapacidad para hacerlo, su objetividad o sub jetividad, su imparcialidad o parcialidad posibles. Lo que nuestro mundo más teme es verse «vociferado» por quien sea, cuando todos sabemos que algunas vociferaciones, según de quienes vengan, no harían sino honrarnos y confirmarnos nuestra buena senda. Este diario, y nuestras sociedades, antes de echarse a temblar cada vez que se los tacha de algo vergonzoso o «malo», deberían echar un vistazo a los tachadores y juzgar en consecuencia. En muchas ocasiones se tranquilizarían y verían que lo único sensato sería hacer lo que casi nunca hacen: caso omiso.
En el mundo occidental, la igualdad entre el hombre y la mujer en el ámbito social es casi un hecho. No obstante, se mantienen ciertas tendencias machistas, como la de considerar que el triunfo social de una mujer no tiene valor si no ha triunfado también en el ámbito privado.
Para practicar (pág. 37) 1
En este caso, el título sí está relacionado con el tema, aunque su enunciación no es lo bastante precisa como para conocer el alcance de su significado. Por eso se precisa la lectura de al menos los dos primeros párrafos para reconocer el significado pleno del título.
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En más de una ocasión le he reprochado a este periódico su pusilanimidad en algunas cuestiones, sobre todo en la acoquinada observancia de las represoras leyes «políticamente correctas», por utilizar un término innoble pero ya consagrado. Cada vez que a El País se lo acusa de inventar o insertar un anuncio que molesta a algún colectivo, el diario se apresura a retirarlo y a darse golpes de pecho, tengan o no razón quienes protestan. Lo mismo hacen los anunciantes, los redactores, el Defensor del Lector y, en un ámbito ya más amplio, la sociedad en su conjunto. Hace ya tiempo que los individuos susceptibles y los colectivos quisquillosos descubrieron la enorme eficacia de poner el grito en el cielo, con motivo o sin él. Que haya gente así no es nuevo ni sorprendente: personas vigilantes, con mentalidad policial, a la defensiva, que rastrean diariamente la prensa a la búsqueda de «infracciones», predispuestas a saltar y a denunciar y a indignarse, a detectar actitudes o frases supuestamente machistas, sexistas, racistas, xenófobas, degradantes, inmorales, antinacionalistas, acosadoras, homófobas […]. Lo que sí es sorprendente y relativamente nuevo es que las personas razonables y no histéricas se achanten con tanta facilidad ante el viejo truco de poner el grito en el cielo. Yo echo de menos la capacidad de plantarse ante las exageraciones y los bramidos y las distorsiones. […] A cualquiera puede molestarle u ofenderle algo, pero ahí entramos en un terreno imposible, el de la subjetividad de cada uno, y no se puede estar haciendo caso –menos aún obedeciendo–
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A la vista de las zonas donde se ubican las ideas importantes del texto, se cumple aquí que los conceptos más relevantes aparecen en los inicios o en los finales de párrafo. No hay que responder a algunas acusaciones de haber vulnerado las normas de lo políticamente correcto, ni siquiera hay que inmutarse. Simplemente hay que hacer caso omiso de ellas, sobre todo cuando provienen de personas con escasa autoridad moral.
Para practicar (págs. 41-42) 1
Texto A Llega una nueva serie de televisión […]. Rizando el rizo de la venta al por mayor de la violencia, el protagonista es un psicópata encantador, un sádico la mar de simpático que busca la complicidad del espectador. Para endulzar la despampanante orgía de sangre, atrocidades perversas y refinada saña, este agradable asesino en serie sólo mata a los malos, es decir, a aquellos
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TEXTO Y COMENTARIO que a su vez son asesinos. Por cierto que no acaba con ellos por hacer justicia, sino porque disfruta haciendo sufrir. Ya digo que es un sádico. No pude terminar de ver ni siquiera un capítulo, así de repugnante es el producto. Según un informe del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, los niños españoles pasan frente al televisor 930 horas al año, por 900 que están en el colegio. Cada hora ven entre cinco y diez actos violentos, y está demostrado que cuanta más violencia televisiva han visto, más agresivos son a los dieciocho. Se me ocurre que este nuevo carnicero dejará su huella en grandes y chicos. En los años setenta, las películas que ofrecían dosis masivas de violencia bajo la tenue justificación de un justiciero solitario que mataba malos, como Harry el Sucio, eran consideradas reaccionarias. Hoy, en cambio, se diría que el sadismo está de moda, con el agravante de que ahora las carnicerías son infinitamente más perversas y realistas. Hoy Quentin Tarantino saca en primer plano cómo torturan a un tipo rebanándole la oreja lentamente y a todos los modernos les parece la bomba. Y lo mismo sucede con este nuevo héroe televisivo cruel y morboso: qué guay, un matarife psicopático. Diversión a tope. Explotar el sadismo para obtener más share se considera de lo más normal, forma parte de ese fofo «vale todo» en el que vivimos. A mí, sin embargo, me repele: debo ser una antigua.
Texto B No sólo los objetos que adquirimos tienen una vida cada vez más efímera. También las relaciones laborales, de amistad y de pareja. Una sociedad donde resulta más económico y gratificante reponer que reparar debilita la solidaridad social y provoca una creciente fragilidad en los lazos y vínculos humanos. […] El eminente sociólogo Zygmunt Bauman, uno de los máximos exponentes del debate sociológico actual, habla del amenazante debilitamiento de la solidaridad social y sostiene que éste provoca una creciente fragilidad de los lazos humanos. Acuña un término nuevo para los vínculos que sostienen las relaciones humanas: «Liquid love» (amor líquido). El amor líquido es la consecuencia de una sociedad líquida: «Lo que nos gustaría es poner en cada relación personal un cartel de que se trata de un compromiso, pero hasta nuevo aviso». Hagamos un repaso por los diferentes tipos de relaciones humanas que se establecen para demostrar hasta qué punto esto es así. […] Conexiones en lugar de relaciones. Bauman pone como ejemplo una situación cotidiana: en el tren,
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un pasajero habla sin parar por su teléfono con sus seres queridos. Esas conversaciones han dejado de ser los prolegómenos de otras que se producirán cara a cara al llegar para convertirse en sustitutas de ellas. Nos conectamos en lugar de relacionarnos. La idea de «relación» tiene hoy día negativas connotaciones, pues se trata de una unión con un cariz de atadura, de grillete de prisión. La gente prefiere conectarse que relacionarse porque multiplica el universo de relación, dando lugar a las denominadas redes. En la actualidad es más deseable pertenecer a una red que tener un buen amigo. Ralph Waldo Emerson escribió que cuando uno patina sobre hielo fino, la salvación es la velocidad. Cuando la calidad no es suficiente, tendemos a sustituirla por la cantidad. En lugar de relacionarnos con pocos, nos conectamos con muchos. Eso nos da más seguridad. Queremos amigos, pero no el compromiso de la amistad. Y conectarse en redes es una buena solución porque menor compromiso implica también menor riesgo. 2
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El modelo estructural general en el primer texto es sintetizante. Su idea principal se encuentra en el último párrafo, donde se señala que en los medios de comunicación cualquier método vale para incrementar la audiencia, aunque sea a costa de emitir numerosos programas con imágenes violentas. El segundo texto ofrece un modelo estructural general analizante, ya que es en el primer párrafo donde propone su tesis: las relaciones humanas en nuestra sociedad actual son cada vez más débiles. a) La ausencia de una sólida escala de valores en la sociedad actual ha provocado que se llegue a utilizar la abundancia de imágenes violentas como un medio más para incrementar la audiencia en los medios audiovisuales. b ) La facilidad con la que nos incluimos en las redes sociales que posibilita Internet nos mantiene conectados con muchos amigos, pero con una relación superficial que carece de la profundidad de una verdadera amistad. • rizando el rizo: exagerando aún más. • solidaridad social: la ayuda entre las personas que pertenecen a la misma sociedad. • negativas connotaciones: provoca una respuesta negativa. • un cariz de atadura: una apariencia de estar amarrado.
Para practicar (pág. 44) 1
Puede fragmentarse este artículo en tres secuencias. La primera comprende las 12 primeras líneas. En
CAPÍTULO 4
ellas se habla del enfoque de los numerosos libros que pretenden ser una ayuda para alcanzar la felicidad, se cita una frase de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en la que se menciona precisamente la felicidad, y se alude al engaño a que ha conducido la interpretación de dicha frase. La segunda parte, la más extensa, abarca desde la línea 12 hasta la 66. En ella se señala que la felicidad es algo que preocupa únicamente en las sociedades ricas, donde, además, la persecución del bien material es constante porque las personas comparan sus posesiones con las de los más pudientes, ya que éstos se muestran de forma insistente en la televisión. La última secuencia es la comprendida entre la línea 66 y el final. En ella, la autora trata de ajustar el significado de esa búsqueda de la felicidad y propone que no centremos nuestra atención exclusivamente en compararnos con aquellos que disfrutan de grandes riquezas. Es preferible valorar aquello de lo que disponemos realmente. 2
Ideas principales La mayoría de los muchos libros que, según sus autores, nos ayudan a encontrar la felicidad hace siempre una alusión admirativa y también agradecida a Thomas Jefferson. Como ustedes saben, él fue el responsable de que en la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos se incluyeran como derechos inalienables del ser humano «la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad». Magnífica frase, sin duda [...], pero su última parte –«la búsqueda de la felicidad»– ha creado un malentendido que, a mi modo de ver, resulta negativo. Primero, me gustaría decir que la búsqueda de la felicidad es un problema que preocupa sólo a sociedades que ya de por sí son bastante felices.
Como es lógico, para quienes están penando por dar de comer a sus hijos o por evitar ser víctimas de la in justicia, de la enfermedad o de la muerte su meta es sobrevivir [...]. En otras palabras, son felices porque ese día han logrado un pedazo de pan que llevarse a la boca o porque han evitado a sus hijos un gran peligro. En las sociedades ricas , en cambio, la felicidad es un fin. La mayoría de nosotros, cuando nos preguntan qué es lo que más deseamos en esta vida, respondemos que ser felices. Y ser feliz en el mundo opulento está casi siempre relacionado con lo que tenemos y, más aún, con lo que tienen los demás. Antes, [...] nos medía-
mos con nuestros pares y con las personas de nuestro entorno. Así, podíamos pensar, por ejemplo, que éramos más o menos guapos, ricos o inteligentes que el
vecino del quinto o que el farmacéutico de la esquina [...]. En cambio, ahora, en la era de la información [...] nos medimos con lo que vemos en la tele y en el cine.
Nos comparamos, por tanto, no con la vecina del quinto, sino con Angelina Jolie; no con el farmacéutico de la esquina, sino con Bill Gates […]. Estos modelos inalcanzables, están ahí y esa sola circunstancia crea un nivel de exigencia personal y también de deseo que no es el que tenían nuestros abuelos. Por todo esto, a mi modo de ver, el hecho de que los librillos de autoayuda que tanto infestan nuestras vidas digan […] que la felicidad es un derecho no hace más que añadir leña a la hoguera de nuestra insatisfacción. Consciente o inconscientemente, lo que esas publicaciones intentan hacernos creer es que la felicidad nos es debida, que la merecemos y que, en una sociedad abierta, está al alcance de todos. Para empezar, el primer error reside en una falsa interpretación de la frase de Jefferson. Él nunca dijo que tuviéramos derecho a la felicidad, sino a su búsqueda, lo que implica no una actitud pasiva, sino una muy activa. [...] Después, está el asunto de las comparaciones. Otra de las falacias de la sociedad moderna es la de hacernos creer que podemos llegar a ser ‘Alguien’ , con mayúsculas. No, ni vamos a ser
Angelina Jolie, ni Bill Gates […]; de modo que no vale la pena perder ni un momento de felicidad en eso. Y por fin está el tema más peliagudo de todos: el de que la felicidad está no en contar lo que uno no tiene, como hacemos todos en esta sociedad ricachona y caprichosa en la que vivimos, sino en contar precisamente lo que sí tenemos. Porque ésa es la gran para-
doja del ser humano: cuanto más tiene, más echa en falta aquello de lo que carece; y cuantas más carencias, más aprecia lo que tiene. Pequeñas compensaciones que hacen pensar que no todo es tan injusto en esta vida...
Tema
En las sociedades económicamente pudientes la búsqueda de la felicidad debe partir de la consciencia de lo que poseemos, no de la comparación de nuestra situación con el lujo de las grandes fortunas. Resumen
Nuestra sociedad nos ha hecho asumir tres falacias: la primera es que tenemos derecho a la felicidad; la segunda es que todos podemos llegar a ser alguien socialmente importante, y la tercera es que cuantos más bienes materiales tengamos, más cerca estaremos de la felicidad. En realidad, aquello a lo que tenemos derecho no es la felicidad en sí misma, sino la búsqueda de la 15
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felicidad, lo que conlleva una actitud más activa que pasiva. Por otro lado, más que estar pendientes de lo que no tenemos –por comparación con algunos personajes que se exhiben en los medios de comunicación– conviene fijarse en lo que ya poseemos. Para practicar (págs. 55-57) 1
Texto A Mucho se habla de la sociedad de la información y del conocimiento, pero no tengo la menor duda de que nada se puede comprender acerca de nuestras actitudes y comportamientos sociales actuales sin conocer los graves niveles de desinformación y confusión en los que vivimos. […] Quizás sepamos algo de lo que conocemos, pero ignoramos casi todo de la confusión en la que vivimos. La mayor y más extendida confusión es creer que en nuestras decisiones prima una relativa buena información, gracias a la facilidad de su acceso y a su rápida circulación. Pero la existencia de una po-
tente red de medios de comunicación no sólo no es garantía de información de calidad, sino que es la que permite ocultar los altos niveles de confusión. Por una parte es así porque su presencia simula una alta circulación de información mientras disimula su escasa eficacia. Pocos investigadores se dedican a estudiar los
fracasos en la recepción de la información, quizás una de las mayores formas de creación de desigualdad social en nuestros días. La mayor parte de los análisis sobre televisión, por poner un ejemplo, se ocupan sólo de estudiar los mensajes enviados por la red, considerando que son comprendidos tal cual se emiten. En cambio, no suelen poner el acento en las formas de recepción de tales mensajes y en lo que queda de ellos en nuestra conciencia e inconsciente, si es que queda nada más allá de ideas inconexas, para bien y para mal. Por otra parte, la tupida red de comunicaciones es, en sí misma, causa de confusión. No es que existan contradicciones entre distintos medios, sino que en un solo medio de comunicación suelen circular mensajes absolutamente contradictorios , todos ellos con
todas las marcas de veracidad a las que se recurre convencionalmente para darles credibilidad. […] No descubro ni digo nada nuevo, claro. Sólo añado que quizás habría que considerar las consecuencias que se derivan de vivir en un mundo tan dramáticamente confundido, y no seguir cantando las excelencias de una sociedad de la información y el conocimiento inexistente para la mayoría. […] Una visión ingenuamente optimista supondría que la ignorancia es un no saber que se resuelve conociendo. Pero […] dada la cantidad de falsos mensajes
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que circulan, nunca como ahora conocer ha sido discernir. Y para discernir hace falta criterio. Es por esa razón por lo que es tan difícil tener esperanzas de poder salir del guirigay comunicativo actual. […] No crean que con este artículo intento escapar del comentario de actualidad. Todo lo contrario: es la actualidad la que me sugiere que es el mar de confusión en el que estamos nadando el que permite el ejercicio del poder más absoluto. […] Quizás habría que hablar menos de la sociedad red y hablar más de la sociedad laberinto. Quizás el tema que hay que investi-
gar sea la democratización de la ignorancia.
Texto B Zeus soltó dos águilas desde los dos extremos de la Tierra y éstas, volando a la misma velocidad, se cruzaron en Delfos, señalando así el centro de la Tierra. Allí situó una piedra llamada onfalos (ombligo) y consagró un templo en honor a su esposa Gea. Su hijo Apolo luchó en aquel lugar contra una monstruosa serpiente pitón. Tras derrotarla, construyó allí su oráculo. Peregrinos de toda Europa acudían al oráculo de Delfos para que se les leyera el futuro. Apolo les hablaba a través de una vidente llamada Pitonisa (en honor a la derrotada serpiente pitón). Tras recoger las preguntas de los visitantes, Pitonisa se inclinaba sobre una grieta de la que emanaba agua sagrada y, tras inhalar los vapores divinos, entraba en una especie de trance y emitía sonidos incoherentes que los sacerdotes del lugar interpretaban para el cliente. Éste, tras pagar la tarifa pertinente, recibía la respuesta en forma de verso. El éxito del oráculo de Delfos se debía en gran medida al hecho de que normalmente las predicciones eran tan suficientemente vagas que raramente se incumplían. La incapacidad de hacer predicciones serias, sin embargo, quedó demostrada cuando el templo fue destruido por un maremoto que los sacerdotes no pudieron anticipar. Explico todo esto porque durante los primeros días de cada año recibo docenas de invitaciones (televisiones, radios, periódicos, almuerzos empresariales, revistas y e-mails de algunos de ustedes) instándome a hacer pronósticos sobre la bolsa, la inflación, los tipos de interés, la burbuja inmobiliaria, el dólar o la tasa de crecimiento de la economía mundial durante el año que empieza. Y es que todavía son muchos los que creen que los economistas somos profetas. Nada más lejos de la realidad. Es cierto que para tomar algunas decisiones –por ejemplo, para hacer un presupuesto– se tienen que hacer previsiones de ingresos y de gastos futuros y que
CAPÍTULO 4 esas previsiones van a depender de las circunstancias económicas que rodean a la empresa, el Gobierno o la familia que está haciendo el presupuesto. Y sí, también es cierto que los expertos se han inventado diferentes métodos estadísticos (ellos los llaman econométricos) para hacer predicciones económicas. El problema es que sólo funcionan cuando las cosas no cambian demasiado. La razón es que todos los modelos economé-
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tricos de previsión utilizan los datos del pasado para vaticinar el futuro. Y, como ya he indicado en alguna otra ocasión, eso es como conducir un coche mirando por el retrovisor: si la carretera es recta y no giras el volante, no pasa nada y todo el mundo piensa que sabes lo que haces. Ahora bien, si giras cuando no hay curva o tiras recto cuando la hay, te vas directo a la cuneta y la gente se ríe de tu incompetencia. Eso es exactamente lo que pasa con los modelos econométricos de predicción, por más sofisticados que sean. […] Mi trabajo como economista no es el de adivinar el futuro, sino el de diagnosticar problemas económicos y encontrar e implementar soluciones.
Lo que sí sé seguro es que las predicciones que los medios de todo el mundo están haciendo estos primeros días del año o bien son de una vaguedad que las hace inútiles, o bien deben ser tomadas con extrema precaución. La misma precaución que tendríamos si, en lugar de venir de complicados modelos econométricos, provinieran de una bola de cristal, del templum mágico de un druida celta o de los vapores sagrados del oráculo de Delfos. 2
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«Hacia la sociedad de la confusión»: La abundante información y la velocidad a la que accedemos a ella no son una garantía para estar bien informados. Sólo con un buen criterio de selección podremos aprovechar la abundancia de información de los potentes medios actuales de comunicación. «El oráculo de Delfos»: Las predicciones en economía sólo funcionan cuando el sistema es muy estable. A pesar de las apariencias, vivimos bastante desinformados. Es cierto que los medios de comunicación nos proporcionan muchos datos a los que llegamos con gran facilidad, pero la recepción no es tan clara porque son muchos los mensajes contradictorios, aun en un mismo medio, y porque no todos los mensajes que se emiten son comprendidos. Así pues, la mayor parte de la información nos llega de manera muy desorganizada, por lo que es necesario disponer de un buen criterio para que todas las noticias que recibimos sean útiles. El modelo estructural general del primer texto es analizante. En el primer párrafo se afirma de manera ro-
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tunda que la abundancia de información que nos facilitan los medios de comunicación nos ha sumido, paradójicamente, en un mundo confuso y altamente desinformado. En los siguientes párrafos se justifica esta afirmación inicial. El modelo estructural general es sintetizante. Es en el sexto párrafo en donde se muestra de manera explícita la idea principal: las predicciones en economía son acertadas en muy contadas ocasiones y sólo cuando la economía es muy estable. La estructura general puede dividirse en tres secuencias. La primera la constituyen los cinco primeros párrafos, que componen una introducción. En ésta se parte de un ejemplo de la mitología griega (el oráculo de Delfos) para mostrar el paralelismo que existe entre las predicciones en el templo de Apolo y las que realizan hoy en día no pocos economistas. La segunda secuencia se sitúa en el sexto párrafo, donde se especifica el limitado marco en el que pueden ser válidas las predicciones en economía. Por último, la tercera secuencia la configura el último párrafo, donde el articulista define cuál debe ser la función de un economista e insiste en la poca utilidad de sus predicciones. El argumento principal se basa en la ejemplificación, en la referencia al oráculo de Delfos. Este argumento se usa para apoyar la idea de la escasa fiabilidad de los pronósticos en economía. En el texto, la tesis aparece formulada de manera explícita cuando se menciona que los modelos econométricos de predicción únicamente pueden ser válidos a muy corto plazo y cuando la economía es muy estable. a) en nuestras decisiones prima una buena información: disponer de buena información es el factor principal para tomar una decisión acertada... b ) marcas de veracidad: señales que indican que algo es cierto. c ) para discernir hace falta criterio: para deslindar las informaciones confusas y las acertadas es necesario disponer de una buena formación que nos permita reconocer unas y otras. d ) pagar la tarifa pertinente: realizar el pago que corresponda. e ) vaticinar el futuro: adivinar lo que va a suceder. f ) implementar soluciones: poner en funcionamiento soluciones, aplicarlas. El contenido de esta cita está relacionado con el último párrafo de la introducción del apartado «La estructura» (pág. 38). 17
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Dice esta cita que la lectura es un proceso activo entre el texto y el propio lector o lectora, ya que el primero aporta y éste interpreta, y en la introducción se menciona que la descripción de la estructura interna es algo que se genera a partir de la interpretación que el lector hace del texto. El contenido de esta cita puede relacionarse también con la introducción del apartado dedicado a la estructura porque incide en la actividad lectora como un proceso muy activo por parte del lector. Además,
puede vincularse con el subapartado titulado «El modelo estructural general» (pág. 38), en el que se habla de las secuencias que componen un texto. En el segundo párrafo de este subapartado se indica que la fragmentación de un texto es un proceso en el que el lector debe tratar de ponerse en el lugar del escritor con objeto de intentar recomponer el esquema con el que confeccionó su escrito. En la cita se indica que el lector debe fracturar, arrugar, y volver a coser el texto.
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Análisis de los rasgos de adecuación Para practicar (págs. 65-67) 1
Fragmentos narrativos: Texto A: todo el tercer párrafo. El texto B carece de fragmentos narrativos. Texto C: La mujer estaba en el mercado, frente a un puesto de pollos, esperando turno. Tendría unos treinta años, no más, y a su lado tenía un niño, seguramente su hijo, de unos seis años. Era un día laborable, así que supuse que el niño había estado enfermo y aquel día se había quedado con su madre. Un niño enfermo en un día laborable es una de las mayores complicaciones que le pueden ocurrir a una madre, sobre todo si trabaja. Supuse que aquella mujer había pedido un permiso especial en el trabajo o había hecho malabarismos con los horarios hasta conseguir que alguien la sustituyera (el padre del niño, me temo, rehuía todas estas complicaciones domésticas). El niño, aburrido por la espera en el mercado, corría de un lado a otro y se escondía entre las piernas de los compradores. Hubo un momento en que se perdió de vista, así que la mujer tuvo que salir a buscarlo. Volvió con el niño en la mano, sin decir nada y el ceño cruzado por una arruga que tal vez era de cansancio o de hartazgo o de aburrimiento (o de las tres cosas a la vez). Vi que era una mujer bastante guapa, aunque estaba claro que su belleza tenía los días contados (y ella lo sabía). Muy cerca de la frente tenía ya un mechón de pelo canoso. En cuanto lo vi, me acordé de unos versos de Jane Kenyon, una poeta norteamericana que por alguna razón me recordaba a aquella madre, ya que una gran parte de sus poemas se inspiraban en experiencias domésticas: «Soy el pelo más largo, ya canoso / antes que los demás». Puede que aquel mechón canoso tuviera un origen genético, pero me dio la impresión de que aquel mechón se debía a la vida que llevaba aquella madre. No era difícil de imaginar: un trabajo que no le gustaba,
un niño travieso y activo, una búsqueda incesante de asistentas que pudieran ocuparse de la casa y de su hijo, una pareja que procuraba escurrir el bulto a la hora de llenar la nevera o de llevar el niño al médico, un piso sin pagar que no estaba donde a ella le hubiera gustado que estuviese… En fin, no creo que aquella mujer fuera muy distinta de otras muchas madres. Cuando le llegó el turno, su hijo se apartó un poco y se fue a hablar con el panadero del puesto de al lado. La mujer compró pechugas de pollo y luego preguntó el precio de unos huevos con bechamel. Al oírlo, sacudió la cabeza con un bufido de incredulidad. Estaba claro que no podía permitirse aquel gasto, así que pagó las pechugas, fue a recoger al niño (que seguía con el panadero) y se fue. Antes de que se perdiera por el mercado, miré por última vez a aquella mujer del mechón de pelo gris. De nuevo recordé un poema de Jane Kenyon: «Que venga la noche, y no temas. / Dios no nos deja sin consuelo. / Que venga la noche cuando quiera». Y con el eco de estos versos, que eran casi una oración, le deseé buena suerte.
Fragmentos expositivos: Texto A ¿De qué manera pueden verse alterados nuestros comportamientos a partir de las creencias que tienen los demás sobre nosotros? ¿Las expectativas favorables que sobre nosotros tiene nuestro entorno de afectos y amistades pueden llevarnos a llegar más allá de lo que esperamos? O, por el contrario, ¿cuántas veces ni lo hemos intentado o nos ha salido mal, movidos por el miedo al fracaso que otros nos han transmitido, por su falta de confianza o por su invitación a la resignación y al abandono? No es descabellado afirmar que en cada día de nuestras vidas suceden actos porque, consciente o inconscientemente, estamos respondiendo a lo que las personas que nos rodean esperan de nosotros, para lo bueno
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TEXTO Y COMENTARIO y para lo malo. Lo que los demás esperan de uno puede desencadenar un conjunto de acciones que nos lleven mucho más allá de lo que podemos imaginar, en lo mejor y en lo peor. Este principio de actuación a partir de las expectativas de los demás se conoce en psicología como el efecto Pigmalión. Tan curioso nombre nace de la leyenda de Pigmalión, antiguo rey de Chipre y hábil escultor. En sus Metamorfosis, Ovidio recreó el mito y nos contó que Pigmalión era un apasionado escultor que vivió en la isla de Creta. En cierta ocasión, inspirándose en la bella Galatea, Pigmalión modeló una estatua de marfil tan bella que se enamoró perdidamente de ella, hasta el punto de rogar a los dioses para que la escultura cobrara vida y poder amarla como a una mujer real. Venus decidió complacer al escultor y dar vida a esa estatua, que se convirtió en la deseada amante y compañera de Pigmalión. Como en la leyenda, el efecto Pigmalión es el proceso mediante el cual las creencias y expectativas de una persona respecto a otro individuo afectan de tal manera a su conducta que el segundo tiende a confirmarlas. […] Uno de los experimentos más conocidos es el que llevaron a cabo en 1968 Robert Rosenthal y Lenore Jacobson, bajo el título «Pigmalión en el aula». El estudio consistió en informar a un grupo de profesores de primaria de que a sus alumnos se les había administrado un test que evaluaba sus capacidades intelectuales. Luego se les dijo a los profesores cuáles fueron, concretamente, los alumnos que obtuvieron los mejores resultados. […] Ocho meses después se confirmó que el rendimiento de estos muchachos especiales fue mucho mayor que el del resto. Hasta aquí no hay nada sorprendente. Lo interesante de este caso es que en realidad jamás se realizó tal test al inicio de curso. […] Muchos otros estudios similares han confirmado en los últimos años la existencia de este efecto que, por otro lado, es de puro sentido común. Sin duda, la predisposición a tratar a alguien de una determinada manera queda condicionada en mayor o menor grado por lo que te han contado sobre esa persona. […] En efecto, la perspectiva de un suceso tiende a facilitar su cumplimiento. […] Y es que Pigmalión tiene una explicación científica: hoy sabemos que cuando alguien confía en nosotros y nos contagia esa confianza, nuestro sistema límbico acelera la velocidad de nuestro pensamiento, incrementa nuestra lucidez y nuestra energía, y en consecuencia, nuestra atención, eficacia y eficiencia.
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Texto B La televisión empezó siendo un pasatiempo más entre otros con los que los españoles llenábamos los ratos libres. Ahora es el pasatiempo por excelencia de casi todos, y el único para muchos. En 2007 se ha batido, una vez más, el récord de consumo televisivo: 223 minutos diarios por cada español. Más cerca de las cuatro horas al día que de las tres. ¿Adónde vamos a parar si continúa la tendencia? No lo sé, pero desde 1990 el consumo diario de televisión se ha incrementado más de cuarenta minutos por persona en España. Ningún otro contenido del tiempo de ocio de los españoles se le aproxima. Ni el cine, ni el deporte, ni la lectura –¡a quién se le ocurre!– ni los viajes nos atraen tanto como ver la tele. La pequeña pantalla es la gran pantalla que domina nuestras vidas. A través de ella nos divertimos, nos informamos y nos formamos. A veces exclusivamente, lo cual, sin exageración, da cierto miedo. No hace falta señalar con el dedo algunos programas de éxito apabullante, pero la televisión, tomada en dosis masivas y sin contrapesos, produce individuos dotados de una información superficial, básicamente pasivos, ayunos de instrumental crítico frente a la realidad y ahítos de valores efímeros y frivolones. Más que ciudadanos, consumidores de todo lo que les echen. El consuelo de algunos sociólogos preocupados por el estado mental de los españoles era que el consumo de TV estaba en función de la meteorología. Con el llamado buen tiempo se veía menos la tele y, por así decirlo, el ocio de los españoles se normalizaba y diversificaba. Escribo en pasado porque en este año que recién acabó los aumentos del tiempo de exposición a la TV –la expresión es para enmarcarla: como someterse a los rayos ultravioletas– se han registrado en abril, mayo, julio, agosto y septiembre; es decir, cuando teóricamente apetece salir a la calle en lugar de apoltronarse frente al aparato. Y los que más se han expuesto han sido, cómo no, los sectores sociales de menor nivel de renta y cultura, y los inmigrantes. Los más indefensos ante un medio de comunicación avasallador y de vocación excluyente. Ni siquiera cabe el consuelo de considerar que la televisión mantiene a las familias unidas, aunque sea sin intercambiar una sola palabra, atontadas alrededor de la caja tonta. Eso pertenece a la prehistoria, cuando el televisor servía como elemento de integración vecinal y social. Ahora, con la fragmentación de la audiencia, el consumismo sin límites y la individualización del consumo, las familias no ven juntas la tele. Cada miembro tiene la suya en su cuarto y se encierra a solas con su
CAPÍTULO 5 programa favorito. Hasta las peleas por controlar el mando a distancia, tan familiares, se han acabado. 2
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El texto C carece de fragmentos expositivos. En el primer artículo predominan de forma clara los fragmentos expositivos, ya que sólo un párrafo es narrativo. Por el contrario, en el último texto, el dominio del tipo narrativo es evidente. En el segundo artículo, el titulado «Tele-atontados», se alternan los fragmentos expositivos con los argumentativos. El argumento más destacado en este texto es el de datos y cifras. Se utiliza en tres ocasiones: • «En 2007 se ha batido, una vez más, el récord de consumo televisivo: 223 minutos diarios por cada español. Más cerca de las cuatro horas al día que de las tres»; • «desde 1990 el consumo diario de televisión se ha incrementado más de cuarenta minutos por persona en España»; • «en este año que recién acabó los aumentos del tiempo de exposición a la TV […] se han registrado en abril, mayo, julio, agosto y septiembre». En los tres casos este argumento apoya la idea formulada en el primer párrafo: la televisión se ha convertido en la principal fuente de ocio de los españoles. En efecto, las últimas oraciones de cada uno de los párrafos de este texto son las que concentran el contenido fundamental del escrito. Resumen: Según los últimos datos, son casi cuatro horas al día las que pasamos frente al televisor. La pequeña pantalla se ha convertido, así, en el elemento que domina nuestras vidas. No sólo nos informa, sino que además llena nuestro tiempo de ocio. Este consumo elevado y pasivo produce consumidores superficialmente informados, sin valores sólidos y totalmente acríticos. Los que más tiempo pasan frente a la pantalla de televisión son los sectores con menores niveles de renta y de cultura. Además, la presencia de varios televisores en un mismo hogar disgrega todavía más el núcleo familiar. Tema
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El incremento de consumo televisivo indiscriminado resulta perjudicial no sólo para la formación de las personas, sino para la convivencia familiar. Deberíamos emplear nuestro tiempo de ocio en otras tareas más activas. Fragmentos de texto que son producto de las figuraciones del autor: líns. 5-8, 10-15, 29-34 y 35-45.
Tema
Deberíamos tomar conciencia de las cargas que soportan muchas mujeres en la sociedad actual cuando, además de ejercer una profesión fuera de casa, dentro de ella tienen que asumir las tareas domésticas y familiares habituales, pues éstas no se comparten . Para practicar (págs. 73-75) 1
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El rasgo léxico perteneciente al registro coloquial es la presencia de la voz extranjera niet –perteneciente a la lengua rusa– para denotar la negación no . También aparecen palabras toscas o groseras que pueden acercar más el texto al registro vulgar, como ni de coña o pichafloja. Los rasgos sintácticos pertenecientes al registro coloquial que se observan son los siguientes: se transcriben una pronunciación muy poco cuidada y una morfología también descuidada en «homesplante la hueva emporá», y se produce elipsis de sintagmas en «en plan buen rollito» y «ni de coña», donde han desaparecido los núcleos del sintagma verbal. En el último párrafo, el léxico pertenece al registro estándar, pero la sintaxis se ubica dentro del nivel culto, dada la complejidad que ofrece. Todo el párrafo se compone de una única oración en donde se combina la coordinación con la subordinación en un único periodo sintáctico muy extenso. Seguir a rajatabla los principios más sólidos puede ser perjudicial. Debemos ser más flexibles con nuestras convicciones. Se trata de un texto con una única secuencia narrativa. El relato de la lapidación ocupa todo el texto. Tan sólo puede advertirse otra secuencia mínima en la última oración, porque aporta un punto de reflexión que, a modo de conclusión, cierra el texto . Es un texto constituido por una única narración. Como narración, contiene algunos fragmentos en los que se representa el ambiente, como las cuatro primeras líneas, pero sin que eso le haga perder su carácter predominantemente narrativo. El léxico empleado es en su mayor parte estándar, aunque aparece algún ejemplo aislado de cultismos como tamizaban o lapidación. Por lo que respecta a la sintaxis, la mayoría de las oraciones presentan escasa complejidad. Son oraciones simples o con una pequeña oración subordinada. Las cinco primeras oraciones ejemplifican bien la sintaxis del texto. La función lingüística dominante es la representativa. 21
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• esbirro: quien ejecuta las órdenes de una autoridad. • lapidar: matar a pedradas. • resquicio: abertura pequeña y estrecha. • impune: no castigado. Se trata de una frase con metáforas como «cielo de diamante» o «los relámpagos eran la geometría», que provocan que este texto se encuentre más cerca del lenguaje literario que del periodístico. La frase quiere decir que bajo el limpio cielo se veían los relámpagos secos, como si éstos fuesen el modo de expresión de la divinidad. Son propias del registro culto voces como ultrate- rrena o cínicamente . La sintaxis en este texto se sitúa a medio camino entre el registro estándar y el culto, ya que se combinan las oraciones simples y breves, como la primera, con otras más extensas y complejas que contienen varias oraciones subordinadas, como es el caso de la tercera oración. La primera frase entrecomillada «Comamos y bebamos, que mañana moriremos» sí puede considerarse una cita, ya que se menciona el nombre del autor y además sirve para apoyar una idea del texto, precisamente aquella con la que se inicia el artículo: vivimos en una sociedad en la que el desánimo y la desesperanza son las notas dominantes. Sin embargo, ni «sálvese quien pueda» ni «Puesto que no existe el Paraíso, traigamos el Paraíso a la Tierra» son citas propiamente dichas, sino frases con las que se trata de reflejar la actitud de determinadas personas sin que sean expresiones atribuibles a nadie en concreto. a) nota dominante: la actitud generalizada. b ) expresarse cínicamente: defender una causa que no debiera ser defendida; en este caso, disfrutar de la vida como única meta de nuestra existencia. c ) tocar a rebato: dar la señal de alarma. d ) remedo: imitación o copia. e ) ímprobas: que exigen un esfuerzo grande y continuado. La función metalingüística se observa en las dos primeras oraciones del texto. En ellas se explica el significado del término desesperación con otras palabras que pertenecen al mismo sistema lingüístico.
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3 Para practicar (págs. 85-87) 1
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El primer destacado ( hija, deficiente y discapaci- tada) expresa la subjetividad a través del léxico. En concreto, los adjetivos deficiente y discapacitada,
que subrayan el perfil claramente desfavorecedor de esta persona. El segundo subrayado ( simplemente al salir de casa ) muestra la subjetividad a través de la figura retórica de intensificación, al producirse la reiteración del sintagma «al salir de casa» para acentuar el carácter de cotidianeidad que tiene esa acción. El tercer subrayado ( grupúsculo de siete u ocho ado- lescentes) muestra la subjetividad a través del morfema derivativo -úsculo , que empequeñece al grupo de los adolescentes. El cuarto subrayado ( una lluvia de salivazos ) muestra la subjetividad a través de la figura retórica de la metáfora, al producirse una identificación entre la caída de los salivazos con la lluvia, y no sólo por la calidad del líquido sino también por la cantidad. El quinto subrayado ( paciente y abnegada madre ) expresa la subjetividad a través del léxico, concretamente de los adjetivos paciente y abnegada, que subrayan la bondad de la madre volcada en el cuidado de su hija. El sexto subrayado ( el acoso y la burla, la violencia y el cerco ) muestra la subjetividad a través de la figura retórica de intensificación acumulativa, al producirse la reiteración de cuatro sustantivos valorativos que describen el tono beligerante de la actuación de los agresores. El séptimo subrayado ( hijos de puta) muestra la subjetividad a través del cambio de registro. La presencia de esta expresión que pertenece claramente al registro vulgar en un texto en el que domina el registro estándar o incluso culto llama la atención y hace sobresalir todavía más su connotación peyorativa. El octavo subrayado ( asola) expresa la subjetividad a través del léxico. Se trata de un verbo con connotaciones negativas que intensifica el significado de la «crisis de autoridad» que es el sujeto de ese verbo. El noveno subrayado ( sinrazón) expresa la subjetividad a través del léxico. Se trata de un sustantivo que valora de un modo muy concentrado el problema social que ha generado la actual crisis de autoridad. Todos los principios que aparecen en el decálogo se expresan de modo irónico, pues su enunciación contiene un significado literal que es opuesto al significado que el lector entiende. Por lo que respecta al léxico, el registro que maneja en los dos párrafos es predominantemente estándar. No obstante, en el segundo párrafo aparecen desviaciones hacia el registro coloquial y vulgar con las expresiones hijos de la gran puta y escabeche de ju-
CAPÍTULO 5 bilata. Por el contrario, en el quinto párrafo se en-
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cuentran palabras que son más propias de un léxico culto, como infortunio y lúcida. En cuanto a la sintaxis, ambos párrafos se ubican en el registro estándar, ya que presentan una combinación de sintaxis sencilla (oraciones breves y simples, como la que inicia el segundo párrafo) y sintaxis más compleja, con oraciones compuestas por subordinación y de extensión mucho mayor, como es el caso de la última oración del segundo párrafo. El cuarto párrafo presenta un modelo de sintaxis compleja. Un ejemplo claro de ello es su segunda oración: una frase muy larga –prácticamente de cuatro líneas– compuesta por ocho oraciones con relación de subordinación. Por el contrario, el sexto párrafo acumula en sus cuatro líneas cinco oraciones, algunas de ellas extremadamente breves, incluso con elipsis verbal, lo que es más propio del lenguaje coloquial. Los dos términos contienen el mismo morfema derivativo, que en todos los casos es un recurso de modalización porque añade al lexema un matiz cariñoso. Se trata de una ironía, puesto que el significado literal de osado , así como el de humanidad no coincide con el sentido que efectivamente surge en la mente del lector, quien interpreta esas palabras justo al revés, ya que no percibe al viejo como una persona osada ni reconoce en los conductores ninguna actitud humanitaria. Los guiones de las líneas 11-13 ( –tampoco es cosa de salir corriendo descamisado como Clark Kent– ) no presentan rasgos de modalización. Los guiones de la línea 17 (– pocas veces excesiva en Madrid –) sí que facilitan la expresión de la subjetividad al aportar la opinión del autor sobre el comportamiento inhumano de los conductores madrileños. Los guiones de las líneas 39-40 (– parecía tener todo el tiempo del mundo, y ponerlo a disposición del an- ciano –) recogen una ligera modalización, ya que se
trata de un rasgo del comportamiento de la mujer. Su mención por parte del autor delata la valoración positiva que le merece dicho comportamiento. Los guiones de las líneas 49-50 (– me lo había pare- cido de lejos, pero no estaba seguro –) no presentan rasgos de modalización. Los guiones de las líneas 56-57 (– eso pienso viéndola alejarse –) no presentan rasgos de modalización. Los guiones de las líneas 72-73 (– la vida es dura y no hay ángeles, sino carne mortal –) acogen claramente la valoración que le merece al autor el modo
de vida habitual en los países menos favorecidos, y por tanto sí tienen un matiz modalizador. 8 El primer subrayado ( inmenso porcentaje ) muestra la subjetividad a través de la figura retórica hipérbole, al exagerar sin determinar el número al que se refiere el porcentaje de población. El segundo subrayado ( cierran incluso la creencia en un porvenir mejor ) muestra la subjetividad a través de la figura retórica metáfora, al identificar una negación (no se puede creer en un porvenir mejor) con la acción de cerrar, que de una manera gráfica dibuja la imposibilidad de ir más allá. El tercer subrayado ( su tortura como un designio de Dios, una fatalidad del destino o una penitencia que cree merecer ) muestra la subjetividad a través de la
figura retórica intensificación acumulativa, al describir de tres modos un único sentimiento que tiene el trabajador (ni es un designio divino, ni es el destino, ni es una penitencia). 9 Son varias las intensificaciones acumulativas que pueden indicarse: • «Estresados, ansiosos, agotados, deprimidos, hartos» (lín. 1) • «la producción, la productividad, la creatividad, la ética, la civilización, la satisfacción» (lín. 6) • «Semana tras semana, año tras año» (lín. 9) • «Las fiestas, las Navidades, las rebajas, el verano» (lín. 14) • «Las hipotecas, las deudas, los hijos, la pareja imperfecta, el desaliento, las multas, la injusticia, la impotencia» (lín. 19) • «La opresión del urbanismo y sus infartos, la opresión del presupuesto y su pavor, la opresión del hogar y sus tóxicos, la gran opresión del empleo y sus condiciones» (líns. 31) • «mezquinas, indignas, aniquiladoras» (lín. 35) 10 Los adjetivos modalizadores, es decir, que aportan una opinión porque el propio vocablo transmite una valoración del autor, son los subrayados: Estresados, ansiosos, agotados, deprimidos, hartos. Un inmenso porcentaje de la población suma al esfuerzo de su obligación laboral la tarea de soportar un grave malestar crónico que les acompaña día tras día. ¿Puede esperarse que la producción, la productividad, la creatividad, la ética, la civilización, la satisfacción se logren a partir de esta inicua plataforma? 11 a) crónico: largo.
b ) inicua: malvada. c ) subversión: alteración de valores éticos. d ) mezquina: innoble. 23
TEXTO Y COMENTARIO Para practicar (págs. 92-93) 1
D Hoy es un deíctico temporal compuesto por un adver-
A Algún lector es una fórmula deíctica que corresponde
bio de tiempo. Se refiere a un tiempo actual en torno a la fecha de escritura del texto. Se privilegia revela un rasgo especial de deixis con el que se pretende ocultar al emisor a través de la forma impersonal se .
al destinatario del texto. Inicié es una forma verbal que incluye a la primera persona del singular, equivalente al emisor del texto. Me es un pronombre que designa a la primera persona, equivalente al emisor del texto.
E La sociedad es un deíctico espacial compuesto por
B Aplaudimos y denostamos son formas verbales que
incluyen deixis personal: el pronombre de primera persona del plural. Equivale a una referencia tanto al emisor como a los múltiples receptores del texto. Aquí es un adverbio cuya referencia deíctica es España, ya que en la oración anterior se menciona a los españoles. El pasado inmediato es una forma de deixis temporal. Es un sintagma nominal que se refiere a un tiempo pasado. Puede inferirse que se trata de los años anteriores a la fecha en la que se escribe el artículo, a partir de los años en los que se produjo la guerra civil en España, por paralelismo con el conflicto armado de Vietnam en Estados Unidos. El presente es una forma de deixis temporal compuesta por un sintagma nominal que se refiere a un tiempo actual en torno a la fecha en que se ha escrito el texto. Asistimos es una forma verbal que incluye una deixis personal a través de un pronombre. Se trata de la primera persona del plural, lo que equivale a una referencia tanto al emisor como a los múltiples receptores del texto. Los últimos años es una forma de deixis temporal. Es un sintagma nominal que se refiere a un tiempo pasado. Puede inferirse que se trata de un periodo de unos cuantos años anteriores a la fecha en la que se escribe el artículo. Entrar y echar son infinitivos y, en sentido estricto, no tienen un pronombre personal asociado. No obstante, en la práctica comunicativa podemos inferir del contexto quién puede ser el sujeto de un infinitivo. En este caso, una primera persona del plural que incluye tanto al emisor como al receptor puede ser considerada deíctico personal en el caso de ambos infinitivos. C Nuestra época es un deíctico temporal compues-
to por un sintagma nominal. Se refiere a un tiempo actual en torno a la fecha en que se ha escrito el texto. 24
un sintagma nominal. Se refiere a la sociedad que se ubica en lo que se conoce como mundo occidental. Cualquier ciudadano es un sintagma nominal que incluye una deixis personal encubierta a través del indefinido cualquier . Tras ese sintagma se oculta el emisor del texto. La nueva sociedad es un deíctico espacial compuesto por un sintagma nominal. Se refiere a la sociedad que se ubica en lo que se conoce como mundo occidental. Las personas es un sintagma nominal que incluye una deixis personal encubierta a través del hiperónimo personas . Tras ese sintagma se ocultan tanto el emisor como el receptor del texto. F
En los dos casos, te es un pronombre personal que se refiere a la segunda persona. Se trata de una deixis personal desplazada, puesto que tras ese pronombre se encuentra el propio emisor, como lo revela la forma estaba, situada casi al final del texto. G Hace muchos años es un deíctico temporal compuesto
por una oración. Se refiere a un tiempo pasado alejado de la fecha en que se ha escrito el texto. En ambos casos, me es un pronombre personal que alude a la primera persona. Se trata de una deixis personal referida al emisor del texto. Para practicar (págs. 95-96)
Texto A 1
El léxico empleado es en su mayor parte estándar, aunque aparece algún ejemplo aislado de léxico coloquial, como ni dios (lín. 43), y de cultismos, como intemperancia (lín. 27). Por lo que respecta a la sintaxis, la mayoría de las oraciones presentan una complejidad media, que se combina con la mayor complejidad de otras. Por ejemplo, en el cuarto párrafo las oraciones primera y última no ofrecen gran complejidad, pero la segunda es una oración muy extensa que contiene varias subordinadas.
CAPÍTULO 5 2
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La función lingüística dominante es la representativa, que aparece constantemente. También encontramos una muestra notable de función conativa en el último párrafo, donde el imperativo miren se repite hasta ocho veces. En este escrito, la expresión de la subjetividad o modalización se detecta en el léxico, los signos de puntuación, las figuras retóricas y la manifestación de la certeza. El artículo presenta elementos léxicos valorativos, aunque no son muy frecuentes. En la categoría de adjetivos: horribles (lín. 32) se usa para valorar con ironía –y, por tanto, de modo positivo– los libros. En la categoría de sustantivos: dormidera (lín. 33) se utiliza para referirse a la televisión, que adormila la voluntad, a diferencia del libro, que la despierta. Por último, en la categoría verbal, desengáñense (lín. 53) se usa para forzar un cambio de opinión en quienes piensan inocentemente que la lectura es una actividad muy difundida. También se aprovechan los signos de puntuación para modalizar el texto. Por ejemplo, en «Pero ni dios cita un libro, para qué, los libros…» (líns. 43-44) se utilizan las comas para resaltar el sentido interrogativo con carácter retórico e incidir en el hecho de que los libros son los grandes ausentes de los debates. En el texto se utilizan, además, las posibilidades modalizadoras de las figuras retóricas. Destaca la intensificación por repetición del término miren a lo largo del último párrafo. La manifestación de la certeza es otro rasgo que ayuda a modalizar el escrito. Se muestra al menos en la oración «no forman parte, desengáñense, no forman parte» (líns. 53-54). En general, se trata de un texto en el que la expresión de la subjetividad es esporádica y se concentra en la parte final. Los deícticos temporales toman como punto de partida la fecha de publicación y, desde ella, apuntan hacia un tiempo pasado ( hace un año , en la lín. 1; en los años sesenta , en la lín. 16) o hacia el presente (aún, en la lín. 6; ahora, en la lín. 19). Los deícticos personales muestran la presencia del emisor a través del pronombre me (líns. 1 y 3). También manifiestan la presencia del receptor a través de los verbos imperativos que predominan en el último párrafo (desengáñense , miren, záfense ). La ocultación del emisor se aprecia en la palabra gente (líns. 11 y 18), que de un modo indefinido alude al emisor, al receptor e incluso a aquellos que son ajenos a este acto comunicativo.
Texto B 1
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El léxico empleado es en su mayor parte estándar, aunque hay algún ejemplo de léxico coloquial, como echan más de dos horas (lín. 4) y monda y lironda (lín. 19), y algunos otros de léxico culto, como subsu- men (lín. 14), convulso (lín. 18) y compulsión (lín. 22). Por lo que respecta a la sintaxis, la mayoría de las oraciones presentan una complejidad media (como la oración con la que arranca el texto), combinada con la mayor complejidad de otras (como, por ejemplo, la oración con la que se cierra el artículo). La función lingüística dominante es la función representativa. Un ejemplo de esta función es el inicio del texto, donde se dice: «El 97 % de los jóvenes españoles entre 14 y 19 años va cosido permanentemente a su teléfono móvil, y dos de cada tres echan más de dos horas diarias frente al ordenador». También hay una muestra de función metalingüística entre las líneas 18 y 22: «consumo convulso… , esto es, sin un cerebro despejado, cultivado e instruido que lo dirija hacia algún sitio». En este escrito, la expresión de la subjetividad o modalización se detecta en el léxico, los morfemas apreciativos y las figuras retóricas. El texto presenta elementos léxicos valorativos. En la categoría de adjetivos, aterrados (lín. 6) se refiere a la reacción de los padres frente a la utilización poco consciente de la tecnología por parte de sus hijos. En la categoría de sustantivos, egoísmo (lín. 10) se usa para reprobar el comportamiento paterno, y cho- rradas (lín. 29), para desautorizar la información que maneja la juventud. En la categoría verbal, fastidia (lín. 24) se utiliza para referirse al sentimiento que nace en el autor del texto. También se observan morfemas apreciativos, como el de telefonito , que se interpreta como claramente despectivo. El autor recurre a las posibilidades modalizadoras de las figuras retóricas. Destaca la metáfora de la línea 2: cosido a su teléfono ; la intensificación acumulativa que empieza en la línea 30: tan sugerente, tan dulce, tan fascinante . En general, es un texto en el que la expresión de la subjetividad es alta. En este texto destaca la escasa presencia de deícticos. Tan sólo la deixis personal está presente de un modo claro en la línea 26 ( estamos los demás ). El pronombre personal implícito en el verbo se refiere tanto al emisor como al receptor del texto, y el indefinido los demás indica una ocultación del emisor tras esa fórmula ambigua. 25
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Análisis de los rasgos de cohesión Para practicar (pág. 99) 1
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Tres sustantivos reiterados en el texto que mantienen relación directa con el tópico del texto son juguetes, que se repite en siete ocasiones, y niñas y niños, que en sus variantes de singular y plural se repiten seis veces cada uno. Existe relación de hiperonimia en los términos objeto y juguete . El primero es un hiperónimo del segundo . El verbo dictaminar puede considerarse sinónimo de sentenciar (en el segundo párrafo) y de proclamar (en el tercer párrafo). En esa oración predomina la función conativa, que persigue modificar o reforzar actitudes y comportamientos del lector. El contraste de ideas se produce en el primer y el último párrafos, y en ambos casos del mismo modo. La primera oración de cada uno de ellos expresa una idea que va a ser rebatida por el autor en el resto del párrafo.
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Para practicar (pág. 105) 1
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Para practicar (pág. 101) 1
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Entre estos términos existe relación por su pertenencia a un mismo campo semántico, a un mismo orden de realidades. Entre ellos no hay relación de sinonimia, o hiperonimia. Entre estos términos existe relación por su pertenencia a un mismo campo semántico, a un mismo orden de realidades. Entre ellos no hay relación de sinonimia, o hiperonimia. Los dos términos repiten su lexema en crueles y en hu- manidad . Estos términos están relacionados por la pertenencia al mismo campo semántico o a un mismo orden de realidades.
Para practicar (pág. 103) 1
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Los pronombres eso y aquello mantienen una relación anafórica con la frase del familiar cercano, y lo ,
con el mensaje «Gracias por no correr». El pronombre uno mantiene una relación doble: anafórica con mensajes y catafórica con el mensaje «Gracias por no correr». Los dos términos mantienen una relación de sinonimia. Son términos que pertenecen a un mismo campo semántico o a un mismo orden de realidades. Son términos que pertenecen a un mismo campo semántico o a un mismo orden de realidades.
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La elipsis verbal se produce en la última oración: un infierno rentable . En el lugar de las formas elididas, podría escribirse es o se trata de . Los términos negocio , ganancias y bonancible pertenecen a un mismo orden de realidades. Se trata de una catáfora que se refiere a 100 millo- nes de niños, con que se inicia la oración inmediatamente posterior. Ejemplos de repetición léxica son las palabras: nego- cio , niña (cuyo lexema aparece en tres ocasiones) y tráfico . Mantienen una relación de sinonimia: estupefacien- tes y droga; sometidas y explotadas; bonancible y ganancias.
Para practicar (pág. 109) 1 2
Se trata de una relación de cohesión por repetición sinonímica. La expresión la primera desempeña aquí un papel de relacionante supraoracional organizativo. Pone en conexión el párrafo inmediatamente anterior con el párrafo que encabeza. La expresión la segunda es también un relacionante supraoracional organizativo. Enlaza el párrafo inmediatamente anterior con el párrafo en el que se encuentra.
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Valoración de un texto Para practicar (págs. 115-116) 1
Respuesta orientativa: En el texto se declara que durante la juventud no se toma en consideración de manera prioritaria la bondad o amabilidad de los demás. Sólo a medida que entramos en la madurez, y sobre todo cuando entramos en la ancianidad, apreciamos el valor de la cordialidad, la cortesía o el afecto. Por lo general así sucede. Todos hemos visto las muestras de gratitud que ofrecen nuestros familiares más mayores cuando se sienten bien acogidos. Sin embargo, en mi opinión, no es en la edad donde radica esta valoración de la amabilidad, sino en cualquier situación en la que nos encontramos desvalidos. El joven accidentado que sufre o es consciente de su gravedad reconoce plenamente el valor de un abrazo, o el adulto que siente su vida bloqueada por un problema realmente grave reitera su agradecimiento cuando alguien simplemente le escucha. Por eso, no es sólo el paso del tiempo lo que nos hace valorar más los favores de los demás, sino lo indefensos o débiles que nos sintamos.
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Respuesta orientativa: El autor manifiesta que ha visitado algunos blogs, pero no les encuentra sentido, sólo se los explica por la soledad de sus redactores. También manifiesta su desagrado por el tono habitualmente grosero que domina su expresión. Por tanto, recomienda no acercarse a ellos. Es cierto que en los blogs no es raro encontrar las rabias y los enfados de los participantes, pero también hay muchos otros blogs en los que las opiniones y las experiencias se ofrecen sin ningún tono agrio. Por otra parte, creo que nada tiene que ver la soledad de las personas con la redacción de un blog. En mi opinión, un blog es como una reflexión en voz alta, y eso es algo que todos hacemos en alguna ocasión. En el caso del blog, la diferencia está en que nuestra voz puede ser escuchada por muchas otras personas y, naturalmente, podemos escuchar o responder si ése es nuestro deseo. Un blog sólo es un ejemplo más de la capacidad comunicativa de las personas de este siglo.
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48 textos para comentar sino como un exponente extremo de la violencia que poco a poco se va adueñando de parcelas enteras de la vida social ante la indiferencia de una mayoría que se considera al margen o preservada de ella hasta que le toca ser su víctima. La agresividad en las actitudes o en el lenguaje se ha convertido hoy en algo común en la calle, en la escuela, en los lugares de esparcimiento, en el trabajo o en el seno de las familias. Esa agresividad se alimenta cotidianamente a través de los comportamientos que se proponen desde las series de televisión o el cine. Predomina y se acepta con naturalidad el desprecio al otro, la continua falta de respeto hacia los mayores, las mujeres o los más débiles, incluso hacia los enfermos, como en el caso de ese Dr. House que sólo cura después de haber humillado y devastado al pobre que cae en sus manos o a sus familiares. Todos esos modelos, que hacen de la falta de educación y de los malos modos un rasgo del carácter exitoso, se trasladan a la mayoría generando relaciones egoístas, dominantes, desgarradas, desde las que es muy fácil escalar hacia el primer empujón o la trifulca. Una vez ahí, ya todo es posible, sobre todo cuando entre hombres y mujeres la vieja atracción ha sido sustituida por el odio y la malignidad. No todo el problema se reduce a lo expresado, pero el fracaso de la Ley contra la Violencia de Género quizá radique en no querer afrontar el tipo de sociedad y de relaciones que estamos promoviendo. Desprestigiadas la bondad de carácter y la simple educación, ¿quién puede poner ahora el cascabel al gato de la violencia social?
1 (pág. 119)
Sobre el maltrato y el feminicidio 1
Los párrafos que albergan las ideas más significativas son el primero y el segundo. En el primero se ofrece un dato (el número de víctimas en un período determinado) y se anuncia que se van a exponer unas consideraciones para explicar el elevado número de muertes violentas. En el segundo párrafo, el autor apunta que lo importante no es tanto sobre quién se ejerza la violencia como la violencia en sí misma, y añade que si el número de víctimas es tan alto es porque las actitudes y los comportamientos agresivos se alimentan día a día a través de medios como el cine o la televisión, en los que abundan las imágenes violentas. Esas imágenes acaban convirtiéndose en modelos de comportamiento.
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Cuando esto escribo, […] se elevan hasta 226 las víctimas mortales desde la entrada en vigor de la Ley Integral contra la Violencia de Género en diciembre de 2004. No seré yo quien caiga en la tentación de hacer demagogia fácil contra una acción del Gobierno inspirada, sin duda, por las mejores intenciones, pero aun sin mayores armas que las que proporciona la observación cotidiana de la realidad social, me atreveré a hacer algunas consideraciones. Las que se oyen a hombres y mujeres a los que avergüenza y aterroriza por igual una estadística que es como el termómetro de una degradación colectiva que posee otros muchos indicadores, aunque éste sea uno de los más escandalosos y sangrientos. Somos muchos los que creemos que al hablar de violencia de género, doméstica, machista o como la queramos llamar, cargamos la suerte en el adjetivo y se nos olvida lo sustantivo, que es la violencia. Atroz y especialmente inaceptable, el maltrato hacia las mujeres por parte de sus parejas actuales o pasadas, cada vez más frecuente y más brutal, debiera considerarse no como un rasgo específico de la relación entre hombres y mujeres,
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Se elevan hasta 226 las víctimas mortales desde la entrada en vigor de la Ley Integral contra la Violencia de Género en diciembre de 2004. Desde el momento en que se promulgó la Ley contra la Violencia de Género, 226 personas han sido asesinadas por sus parejas. Somos muchos los que creemos que al hablar de violencia de género, doméstica, machista o como la queramos llamar, cargamos la suerte en el adjetivo y se nos olvida lo sustantivo, que es la violencia. 29
TEXTO Y COMENTARIO
Cuando se habla de violencia machista se resalta el papel agresivo del varón, pero no debemos olvidar que lo esencialmente grave es el hecho violento. La agresividad en las actitudes o en el lenguaje se ha convertido hoy en algo común. En la sociedad actual nos hablamos y nos comportamos de forma agresiva en muchas facetas de la vida cotidiana. Esa agresividad se alimenta cotidianamente a través de los comportamientos que se proponen desde las series de televisión o el cine. Hay una alta dosis de agresividad en las imágenes que nos llegan de medios de comunicación como la televisión o el cine, que proporcionan unos modelos de comportamiento que tendemos a reproducir en nuestra vida diaria.
de recurrir a la autoridad, de chivarse al jefe, de implicar a otros en sus problemas. La cuestión principal es ésa: hoy casi nadie está dispuesto a enfrentarse con sus problemas ni a resolverlos por su cuenta, sino que casi todo el mundo espera que «alguien» se los quite de encima. Hace ya bastantes años que en las universidades de los Estados Unidos empezó a hablarse del «acoso sexual visual», lo cual llevó a la mayoría de profesores a impartir sus lecciones con la mirada perdida en el techo o en el infinito, no fuera a ser que, si la fijaban en alguien –quienes hemos enseñado sabemos que a veces uno la fija en un alumno o alumna de manera casual e involuntaria, sin en realidad mirarlos ni verlos, simplemente como «personificación» momentánea de la clase entera–, ese alguien los denunciara por «persistentes ojos lujuriosos» o algo por el estilo. Ahora leo que el «acoso» o «intimidación» laboral [...] puede darse en cosas tan sutiles y nimias como eso, una mirada. «Imagínese», dice el pusilánime Joel Neuman, […], «que está sentado a una mesa de reuniones. Usted hace una propuesta y alguien lo mira y niega con la cabeza todo el rato». Oh, santo cielo, qué terrible, y qué piel tan fina tienen tanto el señor Neuman como, por lo visto, buena parte de los trabajadores americanos y, por extensión, mundiales. Se trata, una vez más, de infantilizarlo todo: «Ay, Fulanito me ha mirado mal y no ha asentido mientras yo hablaba, y eso me ha intimidado un huevo». Por favor. «Puede hacer mucho daño que a uno lo desprecien constantemente delante de sus iguales», agrega el muy cursi señor Neuman. […] ¡Tormentos y humillaciones! El mundo está lleno de personas timoratas y acomplejadas, que «sufren» por cualquier cosilla, esto es, por las cosas normales de la vida. Es algo corriente que uno caiga mal a unos y bien a otros, y que ambos grupos se lo hagan notar de alguna manera. […] No caemos bien a todo el mundo, y a algunas personas les resultamos insoportables. Lo que decimos u opinamos le puede parecer idiota a cualquiera, y está en su derecho de hacérnoslo saber, o de hacérnoslo ver como mínimo. Eso no supone que nos estén «acosando» o «intimidando», por caridad. Sino que forma parte, tan sólo, de las circunstancias de la vida. Pero ya se ve que, con tanta pamema, lo que hoy tiende a formarse son individuos tan débiles y sensibles que resulten incapacitados para lo único fundamental, es decir, para andar por esta vida.
2 (pág. 120)
La formación de pusilánimes 1
Los párrafos que recogen las ideas más importantes son el primero y el último. En la última oración del primero hay una frase temática, que resume la tesis del artículo. Sucede casi exactamente igual con el último párrafo, donde justo al final se aporta otra idea importante: hoy los individuos se forman en esta sociedad de modo tan débil que no son capaces de comportarse con autonomía. Por el contrario los dos párrafos intermedios sólo aportan ejemplos en los que queda patente la incapacidad de las personas para resolver los problemas sin miedo y con decisión. A continuación se reproduce el texto. Las partes subrayadas son las que contienen las ideas más significativas. Se me escapa el porqué, pero resulta evidente que cada vez interesa más crear una sociedad de pusilánimes. Se ha hecho raro que la gente dirima sus diferencias sin recurrir a alguna instancia superior o árbitro conminatorio: policía, jueces, comités, leyes, ordenanzas. Lo cual tiene, como primera consecuencia nefasta, la obsesión por reglamentarlo todo [...]. Es más, cada vez que cualquier aspecto de la vida «sufre» una normativa, o algo que no lo era es convertido en delito, se está renunciando a una parcela de libertad. Intereses encontrados, desacuerdos, antipatías personales, individuos con afán de dominación, persuasores e intrigantes en busca de su provecho, todo eso lo ha habido siempre, y cada cual ha bregado con ello como ha podido o sabido, sin necesidad de elevar una denuncia,
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Es el segundo párrafo. En él se comenta el ejemplo de la universidad estadounidense en la que el profesor tiende a evitar mirar de forma persistente hacia
48 TEXTOS PARA COMENTAR
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el alumnado por temor a que se interprete como una intimidación. También se habla de las insólitas reacciones que pueden llegar a provocar los gestos de asentimiento o negación que realiza cualquier interlocutor con la cabeza. Ambos ejemplos muestran comportamientos pusilánimes. Resulta evidente que cada vez interesa más crear una sociedad de pusilánimes. Se ha hecho raro que la gente dirima sus diferencias sin recurrir a alguna instancia superior. Hoy en día, cuando queremos resolver nuestros problemas siempre apelamos a una autoridad superior para que nos los solucione porque carecemos de ánimo para intentarlo por nuestra cuenta. La cuestión principal es ésa: hoy casi nadie está dispuesto a enfrentarse con sus problemas ni a resolverlos por su cuenta, sino que casi todo el mundo espera que «alguien» se los quite de encima. Parece obvio que en esta sociedad las personas son cada vez menos capaces de enfrentarse a sus problemas por sí mismas. Lo que hoy tiende a formarse son individuos tan débiles y sensibles que resulten incapacitados para lo único fundamental, es decir, para andar por esta vida. Son muchas las personas que manifiestan una sensibilidad exagerada con las reacciones de sus congéneres y se sienten afectadas por cualquier nimiedad, de modo que son incapaces de comportarse con soltura.
cir a diversas interpretaciones, de modo que su emisor puede no ser consciente del efecto que causan. El autor añade que es en estos tiempos cuando tenemos mayor conciencia de las consecuencias que puede provocar una interpretación equívoca de unas palabras, por lo que a veces se rehúye la utilización en público de términos asociados a significados peligrosos. 4 (págs. 122-123)
Cumpleaños, hipermodernidad y masoquismo 1
Un compañero de trabajo me dijo un día que los medios en Internet nunca serían masivos mientras obligaran al público a leer. Quizás tenía razón. «Leer –comentaba– es un esfuerzo que mucha gente no está dispuesta a realizar, y menos sobre una pantalla.» Esfuerzo mental y físico, esfuerzo en tiempo y dedicación. Y quizás esté en lo cierto: la pantalla es un artilugio que se inventó para mirar, no para leer. Sólo una mejor adaptación –movilidad, tamaño, usabilidad, etc.– quizás consiga que nos sentemos ante una pantalla con el mismo esforzado gusto con el que lo hacemos, los lectores –esos masocas de la hipermodernidad– ante un libro.
3 (pág. 121)
Las palabras 1
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El sentido de algunas palabras puede resultarnos hiriente, pero últimamente parece que se llega hasta a tenerles miedo si consideramos el extremo cuidado con que los personajes públicos usan algunos términos. En ocasiones los evitan utilizando circunloquios que acaban por dificultar la comprensión. El primer párrafo constituye una introducción donde se afirma que tenemos miedo a pronunciar determinadas palabras. La última frase de ese primer párrafo nos anuncia el contenido del segundo párrafo, que no es otro que una sucesión de ejemplos. El último párrafo contiene la conclusión del artículo. Las ideas del autor se concentran con mayor intensidad en el tercer párrafo. En primer lugar, sugiere que las palabras o el lenguaje son armas de doble filo. Sus significados, no siempre exactos, pueden indu-
La idea principal del texto se encuentra en el primer párrafo.
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Existe, además de ésta, otra idea importante, que el autor considera la causa del estancamiento generalizado de los hábitos de lectura. Se trata del ascenso de la cultura audiovisual. Esta segunda idea queda reflejada al final del segundo párrafo. En los párrafos tercero y cuarto sólo encontramos ejemplos que refuerzan una u otra idea, y en el último párrafo se manifiesta la posición del autor, que valora mucho más la actividad lectora que la audiovisual, más reciente. El párrafo tercero es un ejemplo extraído de la experiencia personal en el que se demuestra hasta qué punto la escasa dedicación a la lectura provoca un deterioro progresivo de la expresión escrita. En el cuarto párrafo se aporta otro ejemplo que refuerza la idea de que la cultura audiovisual se va imponiendo sobre la escrita, lo que queda resumido en la frase: «el emoticón se impone al adjetivo certero». Los párrafos tercero y cuarto sirven, pues, de apoyo a las ideas que se manifiestan explícitamente en los dos primeros párrafos. El cuarto párrafo arranca con la idea de que el lector actual se aburre si no abundan los asesinatos o 31
TEXTO Y COMENTARIO
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las escenas de sexo, y en el último párrafo se pondera esta afirmación cuando el autor manifiesta que, a su juicio, todo lo que sea estridente le parece propio de una ideología totalitaria. Del mismo modo, en el cuarto párrafo se hace una referencia a la novela La montaña mágica , resaltando su lentitud argumental, ya que sólo tras varios centenares de páginas se establece el primer diálogo entre Hans Castorp y Madame Chauchat. Este dato también se determina al afirmar el autor en el último párrafo que la paciencia también puede resultar excitante. El párrafo tercero únicamente contiene ejemplos extraídos de la experiencia personal del autor. Esta afirmación tiene relación con cada uno de los párrafos anteriores. El articulista comenta que lo sobreentendido le suena a ignorancia, y en la formulación de la tesis se incide en la ausencia de esfuerzo mental y físico entre quienes se decantan por consumir la cultura audiovisual. En la cita que constituye la tesis también se critica la extrema facilidad con la que se consume lo audiovisual, y en la última oración del tercer párrafo se recuerda que los estudiantes ahora sólo tienen como fuente principal de sus redacciones lo que han escuchado o leído en Internet, o lo que han visto en la televisión. Por último, la referencia de esta cita a la paciencia conecta con la afirmación con la que se inicia el cuarto párrafo, donde se dice que los lectores actuales reclaman textos que les proporcionen altas dosis de sexo o violencia para que no les resulten aburridos.
5 (págs. 124-125)
La preocupación de la jefa de ventas 1
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En las familias en las que la mujer trabaja es ésta quien soporta mayor tensión, pues al agobio del trabajo se añade la tensión de los problemas familiares. Desde luego que esta afirmación es parte de la idea general del texto, porque relaciona de manera clara la situación laboral con la familiar. Es un modo de marcar la tensión en la protagonista. Se trata de un recurso habitual. Lo hemos visto muy a menudo en el cine, y la experiencia nos recuerda que cuando esperamos una resolución difícil que nos afecta gravemente solemos estar pendientes del reloj.
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Puede que el lector o lectora se acerque al sentido pleno del texto a partir del segundo diálogo marcado. Es el momento en el que la jefa de ventas habla por teléfono con su hijo. Se trata de un añadido breve para terminar una vez ha quedado resuelto el conflicto. Se centra en la sensación de relajación de la protagonista. Además, puesto que pone de manifiesto la incomprensión de los varones que la acompañan, actúa como un refuerzo de la tesis, ya que pone en evidencia la incapacidad de los dos hombres de entender la situación de la mujer.
6 (págs. 126-127)
El reino de los efectos secundarios 1
En el texto aparecen subrayados los fragmentos que contienen ejemplos: Primero llega el placer y después la oscura penitencia. En esta ecuación se sintetiza el nuevo sentido de la cultura contemporánea. Obrar apropiadamente, actuar con eficacia y moralidad […] implicaba sacrificarse primero y disfrutar más tarde, ahorrar ahora y acceder a la propiedad ulteriormente, reprimirse en el presente para complacerse en el porvenir. La victoria de la cultura de consumo sobre la cultura del ahorro ha colocado, sin embargo, cabeza abajo esta regla del esfuerzo y la espera. Que la droga haya pasado en medio siglo de ser un fenómeno marginal a un consumo popularizado –adulto o juvenil, interclasista, internacional, múltiple, global– prueba hasta qué punto se concentra en ella el significado de la época. La droga proporciona satisfacción al instante, y el sacrificio, en forma de efectos secundarios, llegará acaso e indefinidamente después. […] Los sacrificios, los dolores en general, cuentan ahora menos socialmente y, cuando aparecen, se toman a menudo como efectos secundarios, ya sean figuradamente en la incompetencia profesional o en cualquiera de las deficiencias sin fecha. Lo importante es el nuevo orden que sitúa al placer en primer lugar y al quehacer después: primero el deleite, después el pago. Lo decisivo no es tanto el sudor previo con vistas a una anhelada redención como la capacidad de resistencia posterior. Los pisos, los electrodomésticos, los automóviles se poseen de inmediato. El precio se entregará después. La cultura del consumo ha introducido así en cincuenta años el absoluto reverso de la figura tradicional del intercambio […].
48 TEXTOS PARA COMENTAR Todo gran medicamento proporciona la curación incondicional para generar después, como las hipotecas, un secreto e indefinido periodo de extraños efectos secundarios. El bien se confunde con el bien neto y patente, mientras que el incómodo se toma acaso por un residuo. El valor no hunde sus raíces en el mérito del escrúpulo laboral, en la acumulación de la espera y de las renuncias. El consumo ha puesto delante el placer del gasto y el gusto del gasto mientras ha empu jado el sacrificio hacia atrás, como una escoria, efecto de segunda fila y efecto secundario. El denuedo que antes brillaba como patrimonio cierto para ganar el cielo, el silencioso fulgor que desprendían los sangrantes padecimientos de los mártires, el tesoro sexual reunido gracias a la hermética represión de las vírgenes han dejado de imperar con su indiscutible rango. El dolor ha perdido su potencia en cuanto valor de cambio y ahora se resiente de su baja categoría moral. Valen los resultados absolutos, la ganancia en sí, el logro sin la ponderación de su historia penosa. Cuenta, en suma, el éxito exento y sin la detenida enumeración del coste. La cultura de consumo se distingue por su carácter desnudo y veloz, incompatible con la morosidad del ahorro y las vestiduras de cualquier elaboración espesa. La cultura de consumo aplicada a la educación, a la política, a la sexualidad, al amor, se manifiesta afín a la compulsión y al universo de la orgía. ¿Orgía perpetua? Claro que no, pero todo cuanto sobrevenga después en el inevitable desarrollo de los días se vivirá como consecuencias oscuras, impertinentes efectos secundarios. 2
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La victoria de la cultura de consumo sobre la cultura del ahorro ha colocado, sin embargo, cabeza abajo esta regla del esfuerzo y la espera. (primer párrafo) Primero el deleite. (tercer párrafo) El consumo ha puesto delante el placer del gasto y el gusto del gasto. (quinto párrafo) La cultura de consumo aplicada a la educación, a la política, a la sexualidad, al amor, se manifiesta afín a la compulsión y al universo de la orgía. (octavo párrafo) La victoria de la cultura de consumo sobre la cultura del ahorro ha colocado, sin embargo, cabeza abajo esta regla del esfuerzo y la espera. (primer párrafo) El sacrificio, en forma de efectos secundarios, llegará acaso e indefinidamente después. (segundo párrafo) El quehacer después..., después el pago. (tercer párrafo)
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El precio se entregará después. (cuarto párrafo) Generar después, como las hipotecas, un secreto e indefinido periodo de extraños efectos secundarios. (quinto párrafo) Ha empujado el sacrificio hacia atrás, como una escoria, efecto de segunda fila y efecto secundario. (quinto párrafo) Todo cuanto sobrevenga después en el inevitable desarrollo de los días se vivirá como consecuencias oscuras, impertinentes efectos secundarios. (octavo párrafo) La idea principal se expone en el primer párrafo, en las dos primeras oraciones: «Primero llega el placer y después la oscura penitencia. En esta ecuación se sintetiza el nuevo sentido de la cultura contemporánea» . Paráfrasis: En la escala de valores de nuestra sociedad, el goce prevalece sobre el sacrificio y el esfuerzo. La escala de valores de nuestra sociedad ha cambiado. Hace cincuenta años, el esfuerzo y el sacrificio personal precedían al goce y al disfrute. Hoy, nuestra sociedad de consumo ha invertido los términos porque nos induce a consumir de inmediato y a pagar aplazadamente. Así pues, el valor del ahorro, del trabajo y de la renuncia se ha desvanecido frente al consumo y disfrute inmediato. Esta dinámica rige en todos los campos, como la educación, la política o el amor.
7 (pág. 128)
El hambre 1
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La tesis del texto aparece reflejada de manera explícita en el cuarto párrafo. En él se afirma que el problema de la alimentación en el mundo es extremadamente grave, y no sólo es necesario poner en marcha un fondo de ayuda internacional, sino que también es preciso llegar a un pacto de actuación para que los precios de los alimentos puedan bajar en los países más pobres. Hay al menos dos fragmentos claros en los que aparecen ejemplos: el fragmento del primer párrafo que va desde «Los motines del hambre…» hasta el final del párrafo, y el inicio del segundo párrafo, donde se menciona el número de países afectados por la crisis alimenticia en cada continente. Cada uno de los párrafos contiene una idea, que además aparece formulada siempre al principio: • Primera idea: La ONU alerta sobre la grave situación de la alimentación en el planeta. 33
TEXTO Y COMENTARIO
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• Segunda idea: La FAO ha publicado una lista de los países víctimas de la crisis. • Tercera idea: La causa del problema no es la pobreza natural de esos países, sino el sistema económico internacional, ya que la competencia entre los países productores y los países ricos compradores ha propiciado un incremento considerable de los precios de productos de primera necesidad. • Cuarta idea: La crisis alimenticia es profunda y hay que establecer un fondo de ayuda y, además, movilizar a la comunidad internacional para que acuerde un descenso de precios en los países más pobres. • Quinta idea: Dada la trayectoria de nuestro sistema económico, no podemos albergar muchas esperanzas para que su actuación vaya en este sentido. La exposición de esas ideas en un párrafo podría quedar así: Tanto la ONU como la FAO han informado sobre los numerosos países en los que la crisis alimenticia está alcanzando una especial gravedad. No es ésta una crisis provocada por causas naturales: la causa real del incremento abusivo de los alimentos de primera necesidad es la competencia que rige nuestro sistema económico. Sólo si media un acuerdo internacional para proporcionar ayuda directa y para mantener precios reducidos en los países más pobres será posible atajar esta crisis de alimentación. La ONU y la FAO han detallado la gravedad de la crisis de los productos de alimentación en el mundo. Ya se han producido motines y movimientos migratorios provocados por el hambre, y en los próximos años se prevé que sean más de mil millones las personas afectadas por este problema. Lo que ha generado esta grave situación no es sino la competencia económica entre los grandes productores y los países ricos compradores, que han provocado un alza descomunal de los precios. Por ello es preciso establecer acuerdos internacionales que propicien una ayuda directa e inmediata a los países más desfavorecidos, así como una reducción de los precios de los alimentos básicos para hacerlos asequibles a los países con menos recursos, aunque la experiencia nos indica que es poco probable que se produzcan esas soluciones.
8 (pág. 129)
Salud sin píldoras 1
Uno de cada diez españoles es consumidor habitual o periódico de suplementos vitamínicos y minerales. Gran negocio, pues, para las compañías que los fabrican. Menos negocio para los consumidores, según investigaciones más completas que las difundidas por una publicidad machacona que los ha convertido en bálsamo milagroso contra el envejecimiento y la aparición de enfermedades varias. Pero el éxito de los fármacos que proporcionan al organismo humano vitaminas diversas, betacaroteno y otros antioxidantes (para entendernos: contrarrestan los efectos de los radicales libres, que dañan nuestras células) no procede sólo de una propaganda devastadora que inunda casas y conciencias. También es fruto de la comodidad y papanatismo del hombre contemporáneo. No queremos las molestias ni el esfuerzo que conllevan una vida saludable, sino la píldora milagrosa que nos la asegure sin incordios. No aceptamos privarnos de ningún exceso. Compramos la pastillita de colores y le exigimos que nos limpie y nos mantenga como martillo en manteca. La actitud general es como la de esas damas obsesionadas con la báscula que se atiborran de pasteles pero, eso sí, el café se lo toman con sacarina. Lo malo es que esas píldoras milagrosas no existen más que en el deseo de quien las ingiere como sucedáneo de una salud traba jada a base de dedicación y renuncias. Y lo peor, que los complejos vitamínicos más consumidos no es que sean inútiles, es que pueden ser dañinos. Los estudios que se han venido haciendo durante años han arrojado resultados contradictorios. Nada hay seguro en este campo de la investigación. Naturalmente, la mercadotecnia imperante ha seleccionado aquellos trabajos que avalan el uso de estos fármacos y silenciado los otros. Ahora se ha conocido un estudio más ambicioso, con sesenta ensayos clínicos y doscientos mil participantes, según el cual el abuso en el consumo de vitaminas A y E y betacaroteno puede aumentar el riesgo de muerte. ¿Y ahora qué hacemos? Pues volver a la normalidad. Todo está ya inventado: vida sana, alimentación equilibrada («no mucho de un alimento, sino poco de muchos», como recomendaba Grande Cobián), ejercicio, nada de tabaco... No hay mejor receta ni medicina más eficaz. Desconfiar de las fórmulas químicas como solución a los desarreglos que nos causamos nosotros mismos y confiar en nuestra voluntad y nuestro sacrificio. Por lo demás, conviene ser conscientes de que lo que realmente mata es vivir. Ninguna medicina cura eso.
48 TEXTOS PARA COMENTAR
Son muchos los españoles que consumen habitualmente complejos vitamínicos. La causa de este consumo desproporcionadamente alto no es la necesidad, sino una actitud inconsciente y el desconocimiento de la realidad. Los productos vitamínicos en dosis elevadas pueden llegar a ser perjudiciales para la salud, por lo que para llevar una vida sana más vale desconfiar de estos suplementos químicos y tratar de regular nuestro organismo con un poco de voluntad y de sacrificio. 3 El consumo incontrolado de vitaminas es una moda y una tendencia poco sana. Lo mejor para mantener nuestra salud son unos hábitos saludables de vida. 2
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5 9 (págs. 130-131)
«¿Y el hombre dónde estaba?» 1
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Se trata del cuarto párrafo. El autor propone en él su tesis: las personas estamos compuestas de una gran variedad de costumbres, creencias, intereses y preferencias que nos acercan a diversos congéneres según la faceta que pongamos en juego en cada momento de nuestra vida. No es razonable hacer prevalecer una sola de esas facetas frente al resto, porque eso es reducir nuestra múltiple identidad a un solo rasgo. Los tres párrafos precedentes constituyen una amplia introducción para la formulación de esa idea, y el párrafo que sigue muestra esa idea aplicada a la propia persona del autor. La primera oración del cuarto párrafo se relaciona directamente con la primera oración del quinto. Aquélla responde a una formulación genérica, mientras que ésta justifica la veracidad del aserto del autor con su propia experiencia personal. En la última oración del cuarto párrafo se hace hincapié en el peligro de hacer prevalecer una sola de las múltiples identidades que nos componen porque de ese modo se alienta el fanatismo. Tal afirmación enlaza directamente con el contenido del primer párrafo, donde se habla de la injustificable violencia motivada por el fanatismo religioso. Estamos constituidos por una variedad de identidades que configuran nuestra personalidad. De esas identidades, reforzamos y subrayamos solamente una y la convertimos en bandera de nuestro comportamiento. El peligro de este comportamiento reside en que es fácil caer en una clasificación maniquea de las personas y distinguir entre aquellos que son como nosotros y todos los que no lo son, sobre todo
si la oposición con estos últimos es lo único que acaba orientando el propio comportamiento. Amartya Sen, que vivió una infancia marcada por el fanatismo religioso, ha publicado un libro donde relaciona la violencia social con los rasgos que identifican a las personas. Apoyándose en este libro, Vargas Llosa expone que la personalidad de cada uno de nosotros se configura en torno a numerosos rasgos de identidad y que ninguno de ellos debe prevalecer abusivamente sobre el resto, ya que el fanatismo social se basa precisamente en aglutinar a las personas en torno a un único rasgo y marcar de manera exacerbada ese rasgo frente al resto. Lo que delimita y define nuestra personalidad es una multiplicidad de rasgos. La diversidad de intereses configura nuestra propia esencia, y no debemos fundar nuestras relaciones sociales sólo en una de nuestras facetas.
10 (págs. 132-133)
Aprender a razonar 1
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Los conocimientos que se adquieren en los centros educativos caducan más pronto que tarde. Por eso es necesario, más que acumular conocimientos memorísticos, aprender a razonar. Además, a lo largo de nuestras vidas será preciso aprender y renovar saberes constantemente, y ese aprendizaje lo haremos cada vez más a través de la Red. La verdadera inteligencia no radica ya en acumular saberes, puesto que están al alcance de todos en Internet, sino en ser capaz de relacionar esos conocimientos, contextualizarlos y analizarlos razonadamente. Es necesario iniciar a los alumnos tempranamente en la capacidad de razonar y que esta actividad forme parte de la metodología de cualquier área de un centro educativo. De entre las ideas señaladas, se puede destacar como la idea principal que la verdadera inteligencia no radica ya en acumular saberes, puesto que están al alcance de todos en Internet, sino en ser capaz de relacionar esos conocimientos, contextualizarlos y analizarlos razonadamente. Los conocimientos y saberes que se enseñan en los centros docentes son cada vez más cambiantes, por lo que es preciso que se aprenda a razonar, más que a memorizar. Internet pone a nuestra disposición los conocimientos más actualizados, y por ello no precisamos tanto de 35
TEXTO Y COMENTARIO
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la memoria. Además, en nuestra sociedad cada vez es más necesario poner al día los conocimientos, es decir, aprender constantemente, y la Red nos proporciona fácilmente esa actualización de saberes. Dentro de pocos años una persona bien preparada destacará por su capacidad para razonar, no por su acumulación de nociones. Por eso es preciso fomentar esta dimensión en todos los centros educativos. Aprender a razonar es mucho más importante que acumular conocimientos memorísticos. Se debe fomentar esta habilidad para el razonamiento en todos los centros docentes.
11 (pág. 134)
Milagro 1
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La secuencia de apertura corresponde al primer párrafo. Se trata del relato de una anécdota personal. En este párrafo no hay ninguna valoración ni conclusión sobre el resultado de tal experiencia. Este cambio ya se produce al inicio del segundo párrafo, donde también se inicia otra secuencia. El modelo estructural general es sintetizante. La tesis, en la que se afirma la necesidad de que el entorno familiar cultive los valores esenciales que rigen el buen comportamiento social, se encuentra en el último párrafo, a modo de conclusión. Los comportamientos agresivos e insolidarios forman parte de la naturaleza humana. Todo aquello que nos beneficie de un modo inmediato tiende a ser satisfecho en ese mismo momento. Por eso los engaños y las falsedades suelen regir la actividad humana.
12 (pág. 135)
Cuatro [ale]gatos a favor de la lectura 1
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El primer párrafo puede considerarse una secuencia de inicio o apertura. Contiene una pequeña anécdota (el periplo del autor por varios centros docentes, la pregunta que le formula un periodista) y una breve reflexión (las lecturas obligatorias en las asignaturas de literatura no deben cuestionarse). La secuencia de inicio se corresponde con el primer párrafo. Los párrafos segundo y tercero constituyen otra secuencia. Esta segunda parte se centra en la comparación entre las disciplinas más cercanas al mundo de las ciencias y aquellas que se aproximan al mundo literario. Los dos últimos párrafos conforman la tercera secuen-
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cia, en la que el autor muestra su satisfactoria experiencia personal como alumno cuando recibió una formación matemática. Esta segunda secuencia comprende los párrafos segundo y tercero. En esta oración, el autor aprovecha la similitud de los términos exacta y exactitud para reforzar su tesis. En realidad, lo que quiere decir es que debería haber más exactitud, o sea, más equidad en el tratamiento de las áreas científicas y en las dedicadas a la literatura.
13 (págs. 136-137)
Dígame: ¿no le cabe la menor duda? 1
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Los medios de comunicación están favoreciendo la propagación de falsedades. Deberíamos ser mucho más críticos con las informaciones escasamente contrastadas. Son demasiadas las personas que expresan sus opiniones de modo contundente, como si se tratase de verdades irrefutables. Los medios de comunicación favorecen la propagación de esas aparentes verdades al difundir opiniones o interpretaciones que sólo son intuiciones. Nos conviene dudar de muchas de esas afirmaciones y deberíamos enseñar a los más pequeños a ser críticos con este tipo de informaciones. Este artículo pude dividirse en tres apartados. El primero lo constituyen las primeras líneas, hasta «asignatura opcional en los colegios». La autora recoge a modo de cita dos afirmaciones de conocidos que convierte en suyas y en el motivo central de este texto: debemos aprender a ser muy críticos con las opiniones vertidas de modo irrefutable. El segundo apartado es mucho más amplio. Comienza en «¿Ambas ideas les suenan raras?» y termina en «... este artículo que usted lee ahora». Es un apartado construido con numerosos ejemplos de las ideas secundarias que en él se proponen. Esas ideas son, en primer lugar, que escuchamos constantemente en los medios de comunicación certezas que parecen ser irrebatibles, y en segundo lugar, que parece que nadie tenga dudas, y sin embargo es precisamente la duda la que ha hecho progresar a la humanidad, mientras que las certezas han acabado por convertirse en actitudes intransigentes y autoritarias. El último apartado comienza en «Pienso que tal vez sería buena idea...». En esta última secuencia, Carmen Posadas retoma la idea plasmada al principio
48 TEXTOS PARA COMENTAR
e insiste en la necesidad de aprender a ser críticos con las informaciones que vierten los medios de comunicación. En conjunto, se trata de un texto que presenta un modelo estructural general encuadrado, ya que, como se ha indicado, la idea principal queda expresada de un modo explícito tanto al principio como al final del texto.
el hombre que agrede a la mujer que es su pareja lo hace porque la considera parte del entorno de las cosas que posee. 15 (pág. 139)
Tecnopesimismo 1
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La maté porque era mía 1
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El primer párrafo constituye una secuencia independiente del resto del texto. Es un apartado de introducción, de planteamiento del problema, que en este caso es la determinación de las causas que provocan que el número de agresiones hacia las mujeres por parte de sus parejas no descienda. Los párrafos segundo y tercero forman una secuencia junto con el cuarto y el quinto. Todos ellos contienen las ideas de la autora acerca de las causas que han provocado que no cese la violencia hacia las mujeres por parte de sus parejas. En cada uno de esos párrafos se aporta al menos una idea, por lo que no cabe separar el párrafo segundo y tercero de los otros. El quinto párrafo está ligado a los tres anteriores: el segundo, el tercero y el cuarto. En ellos se apuntan las tres causas por las que no ha descendido significativamente el número de agresiones hacia las mujeres: a) nuestro único objetivo en esta sociedad es acumular posesiones; b ) todas las cosas que nos rodean tienen como finalidad satisfacer nuestros deseos, y c ) esto rige incluso en el terreno de las relaciones personales. El último párrafo no es más que un corolario de las tres razones apuntadas antes, por eso se inicia diciendo que el hombre que agrede a la mujer que es su pareja lo hace bajo la idea de que ella es un objeto de su posesión. El texto se compone de dos secuencias. La primera comprende el primer párrafo. En él se plantea el problema que preocupa a la autora: ¿por qué no se nota una disminución de la violencia hacia las mujeres, a pesar de las leyes y normas? La segunda secuencia la constituye el resto del artículo. Es una secuencia de enumeración de ideas, que son las respuestas al planteamiento del primer párrafo. Esas ideas son: nuestra única meta es acumular posesiones materiales; las cosas no tienen sentido si no es para satisfacer un deseo; esta relación con las cosas se ha trasladado también a las personas;
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El artículo presenta un modelo estructural general sintetizante. La idea principal aparece de forma explícita en el último párrafo, cuando se manifiesta que el uso masivo que hacemos de Internet debe valorarse con una amplia perspectiva, sin señalar únicamente los rasgos negativos que conlleva un uso perverso de las tecnologías de la información. Destacan tres argumentos, argumentos de ejemplos que aparecen en la primera mitad del cuarto párrafo. Son ejemplos que apoyan la idea antes señalada de que son excesivos los inconvenientes que se achacan a Internet. Aparece también un argumento de cita en el último párrafo, con la reproducción de las palabras de Igor Sádaba. En este párrafo también se utiliza la aseveración de amplia aceptación con el refrán «no hay peor ciego que el que no quiere ver». Estos dos últimos argumentos apoyan la misma idea que el primero. El texto arranca con la afirmación de que nuestra sociedad, pese a su ya larga historia, sigue resistiéndose a los cambios. Esta idea se completa señalando que Internet, que ha sido el más reciente motor de cambio social, es objeto constante de las más duras críticas. Reconoce el autor que la red Internet no está exenta de problemas y que su implantación conlleva aspectos positivos y negativos. Sin embargo, concluye, que si analizamos lo que supone la presencia de Internet en nuestra vida actual y lo consideramos desde un punto de vista amplio, comprobaremos que en términos generales el balance siempre es positivo. No hemos aprendido a evolucionar, y nuestra sociedad, como siempre, se resiste al cambio, y puesto que uno de los cambios sociales más importantes en los últimos tiempos ha sido la implantación de las nuevas tecnologías, es en ellas en donde se centran las críticas más adversas. A las nuevas tecnologías se les atribuyen muchos de los males actuales, males que, a poco que reflexionemos, comprobaremos que ya existían mucho antes. Por supuesto que todo avance conlleva pros y contras, pero no es correcto considerar Internet el origen de nuestros problemas actuales. 37
TEXTO Y COMENTARIO
afirma que, para el espectador, el deporte es un espectáculo de esparcimiento, pero para el deportista es un esfuerzo permanente, porque la mayoría de los deportistas que vemos en televisión son profesionales que trabajan en una competición constante. La tercera secuencia engloba los párrafos cuarto y quinto, y en ella se expresa de manera explícita la tesis apo yada por un argumento de contraste de ideas. Se afirma que, pese a que en la sociedad actual impera la idea de una vida demasiado fácil, sin obstáculos o con escasas dificultades, el mundo del deporte ofrece una imagen de esfuerzo y de superación permanentes, aun cuando las dificultades se prevean enormes. Finalmente, la última secuencia se apoya en un ejemplo de actitud de un deportista anónimo que muestra su espíritu de superación para justificar el mismo título del texto, es decir, la enseñanza moral que puede extraerse del mundo deportivo.
16 (págs. 140-141)
El deporte como reserva moral 1
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En los párrafos cuarto y quinto se argumenta a través del contraste de ideas. En este caso, la idea ajena al autor y que se formula de una manera escueta en el cuarto párrafo es: «se ha propagado, en los últimos tiempos, la idea de que la vida ha de ser fácil». Es en el párrafo siguiente donde el autor insiste en la necesidad de practicar justo lo contrario, como se hace en el deporte: «casi el único ámbito donde se enaltecen determinados valores de toda la vida y se muestran con convencimiento y con orgullo es en el deportivo. ¿Dónde se puede hallar, cada mañana, la exaltación del espíritu de sacrificio, el elogio del trabajo continuado, el aplauso a la entrega sin reservas en la consecución de un triunfo? En las páginas de información deportiva de cualquier diario, no en ninguna otra sección. ¿Dónde, sino, encontrar la consideración necesaria para el sufrimiento soportado en aras de alcanzar un logro, de superar un nivel, de conseguir una victoria?». Se trata de un ejemplo de la actitud de permanente esfuerzo. Para ello ha recogido una de las respuestas más habituales que suelen ofrecer los deportistas: «A seguir trabajando». En este caso, sirve para apoyar la enseñanza moral que puede extraerse de la actividad deportiva (el esfuerzo de superación debe ser constante). El tercer párrafo ofrece las ideas fundamentales del texto: la competencia es un aspecto muy presente en el mundo deportivo, y eso no es más que un ejemplo de lo que ocurre en otros ámbitos de la vida. La competencia rige muchas de nuestras actividades. Por eso es preciso prepararse con constancia y con afán de superación. El esfuerzo personal por superarse a sí mismo debe ser, como en el deporte, una actitud que presida nuestra vida. La estructura general del texto se aproxima más al modelo sintetizante. Desde luego, la idea fundamental aparece en el tercer párrafo, hacia la mitad del texto, pero se repite de manera muy breve en el último párrafo. Por eso se puede considerar que la estructura general se acerca al modelo sintetizante. El texto se organiza en torno a cuatro secuencias. La primera corresponde al primer párrafo y no es más que una acumulación de preguntas retóricas sobre diversos aspectos del deporte con las que se trata de llamar la atención del lector. La segunda comprende los párrafos segundo y tercero, en los que se
17 (pág. 142)
Gente de campo, gente de ciudad 1
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Vistas la última oración del primer párrafo y la última oración del texto, se puede asegurar que el artículo ofrece una estructura de encuadre. Las dos oraciones contienen la misma afirmación, aunque en la segunda se incluye, además, la intención que ha guiado a la autora al escribir el texto. Mostrar el resultado de la encuesta del GESOP es utilizar un argumento de datos, aunque en este caso no se trata de datos numéricos. La autora lo utiliza para apoyar la idea que ofrece en el último párrafo: las gentes de la ciudad siguen inmersas en los tópicos que rodean al mundo del campo. El primer argumento es una aseveración de amplia aceptación: «... la mayoría de los seres urbanos vemos el entorno verde como un decorado que acompaña otras emociones». El segundo es un ejemplo imaginario de las formas de pensar tan distintas de una persona de ciudad y otra dedicada a la agricultura. Ambos argumentos sirven para sustentar la idea de que la gente de ciudad mantiene vigentes los tópicos más clásicos sobre el mundo rural. Cuando menciona el reciente conflicto entre ecologistas y agricultores por la reintroducción del oso para evitar su extinción, la autora está utilizando un ejemplo como argumento. Lo hace para apoyar la idea expresada al principio de ese mismo párrafo: los habitantes de las ciudades tienen una visión ecologista de la naturaleza.
48 TEXTOS PARA COMENTAR 18 (pág. 143)
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Vidas guerreras 1
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El modelo estructural general del texto es analizante. El artículo arranca con la exposición de la idea principal, que coincide con la primera oración. El resto no es más que una explicación detallada de la idea expuesta inicialmente. Este artículo puede fraccionarse en dos partes. La primera corresponde a la primera oración del texto, que enuncia la idea principal: el auténtico horror de la guerra es como un secreto histórico bien guardado que jamás se muestra. La segunda parte comprende el resto del texto. En ella el autor explica cómo los diversos medios por los que se cuenta la guerra silencian su cruda realidad. Dentro de esta segunda parte, se pueden distinguir tres secuencias. La primera está dedicada al arte (desde «Desde los bajorrelieves» hasta el final del primer párrafo) e indica que el arte ha destacado los aspectos más heroicos. La segunda (segundo párrafo) está centrada en los testimonios periodísticos, que no llegan a descubrir el horror de los cuerpos destrozados. La tercera parte (último párrafo) enlaza con la parte dedicada al arte porque indica que cuando se habla de la muerte bélica se hace con lentitud y grandiosidad, como lo hacen, por ejemplo, las películas. El argumento más empleado en este texto es el ejemplo. El autor lo usa sobre todo en el segundo párrafo, cuando enumera los ejemplos de realidades duras en los campos de batalla (heridos agonizantes, piernas cortadas, vientres abiertos...) que son generalmente silenciadas. Como es lógico, tales ejemplos apoyan directamente el contenido de la tesis inicial, ya que son esas realidades silenciadas los secretos mejor guardados de la historia humana.
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En Internet hay una cantidad de información abrumadora. Desde luego, una gran parte de ella constituye un grupo de datos repetidos, y muchos otros datos son fruto de aportaciones difíciles de contrastar. De ahí que sea necesario encararse a Internet no con curiosidad superficial, sino con un talante reflexivo. Es preciso, por tanto, que los planes de estudio incorporen esta actividad reflexiva para poder seleccionar los datos que se pueden obtener en esa avalancha informativa. El artículo presenta un modelo estructural general sintetizante. La idea fundamental está explícita en el último párrafo, cuando se dice que los jóvenes deben entrenarse en la reflexión para poder manejarse correctamente en Internet. Se pueden distinguir tres partes. En la primera se narra una anécdota que constituye un argumento de experiencia personal para apoyar la idea de que es fácil que Internet sea nocivo para quienes no han sido educados en la reflexión. Esta secuencia comprende los nueve primeros párrafos. La segunda parte abarca los párrafos décimo y undécimo. Se centra en la determinación de los problemas que plantea la abundancia de información en Internet: la elevada repetición de datos, la imposibilidad de contrastar mucha información, la dificultad de manejar un volumen muy elevado de datos y la facilidad con que todo ello puede incidir negativamente en aquellos que no se acercan a Internet con una actitud alerta y reflexiva. La tercera parte corresponde al último párrafo. La autora formula ahí la tesis: es necesario que los planes de estudio hagan hincapié en fomentar las actitudes reflexivas para poder manejar adecuadamente la hiperabundancia de información que ofrece la Red.
20 (págs. 146-147)
El olor de la pobreza 19 (págs. 144-145)
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Encuentro hasta la tercera fase 1
Quiere decir que muchas de las informaciones que vemos en Internet no son verificables y, además, se desconoce la fuente de la que proceden. Todos pueden aportar información y, por tanto, personas con escasa o ninguna información pueden ofrecer informaciones o ideas incorrectas. Incluso pueden hacerlo quienes, con pleno conocimiento de causa, publican claras falsedades.
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El artículo muestra un modelo estructural general sintetizante. Es al final del texto, en los dos últimos párrafos, cuando se muestra la conclusión y se dice que, aunque parezca una circunstancia marginal, el hecho de no disponer de canalización de aguas fecales acarrea una vida con escasas posibilidades de desarrollo. La estructura interna del texto puede articularse en tres secuencias. La primera abarca los dos primeros párrafos, y en ella el autor narra una anécdota personal. Sirve como introducción al asunto principal. 39
TEXTO Y COMENTARIO
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La segunda parte comprende los párrafos tercero, cuarto y quinto, donde, tras señalar la impresión que le ha causado un informe de Naciones Unidas, el autor apunta dos ideas: el elemento que inclina la balanza entre el mundo desarrollado y el que se mantiene en la miseria es la presencia en la vida cotidiana de una fuente de agua cercana y la canalización de aguas residuales, porque el tiempo que comporta acarrear agua y los problemas sanitarios que provocan las aguas fecales imposibilitan a la población salir del subdesarrollo. La última secuencia está conformada por los dos últimos párrafos. Recoge y aglutina con un tono más literario las dos ideas aportadas en la secuencia anterior, y mueve a la reflexión cuando añade, con un lenguaje plenamente literario, que cuando menos deberíamos sentir un estremecimiento ante esos datos. El primer argumento que aparece es el de experiencia personal (la anécdota del excusado en una aldea). Apoya la idea de que la ausencia de una red de saneamiento es causa de numerosas enfermedades. El segundo es un argumento de autoridad, ya que consiste en la cita del informe publicado por una fuente de prestigio como es Naciones Unidas. Vargas Llosa, en realidad, recoge y reelabora los datos que le ha suministrado ese informe. Por eso, este argumento de autoridad es el que sustenta todas las ideas del texto.
21 (págs. 148-149)
¿La prostitución es un modo de vida deseable? 1
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Hay quien piensa que en una sociedad ideal donde no existiera coacción para ejercer cualquier trabajo cabría que pudiera ejercer la prostitución por propia voluntad quien quisiera hacerlo, en ejercicio de su libertad. Sin embargo, las firmantes de este texto creen que estamos alejados de esa situación social ideal y que, además, el hecho de que una actividad sea conscientemente consentida no la convierte en legalmente aceptable. Aunque alguien aceptase ser esclavo de otro, la esclavitud seguiría siendo una situación no permitida por la ley. Por otro lado, la prostitución no es una actividad que se corresponda con lo que en esta sociedad se considera un trabajo. Pensemos, por ejemplo, que si lo fuera debería ofertarse como una posibilidad de empleo para las personas en paro y tendrían que programarse los correspondientes cursos de formación y de reciclaje, como se hace habitualmente para otros empleos.
La prostitución no se debe considerar una actividad laboral equiparable a las que están legalizadas en nuestra sociedad. 3 En estos momentos las únicas personas a quienes interesa que se legalice la prostitución son los empresarios del sexo, ya que buscan que su fuente de ingresos no esté fuera de la ley. Sin embargo, es necesario recordar que la prostitución está íntimamente relacionada con el tráfico de mujeres, pues la mayoría de las prostitutas en España proceden de países sin recursos y vienen engañadas por el traficante. Si lo que se pretende es reducir la clandestinidad, se ha comprobado que en los países en donde se ha legalizado esta actividad no ha disminuido la prostitución clandestina. Sólo los programas de inserción pueden ayudar a que disminuya el número de personas dedicadas a la prostitución. En cualquier caso, nunca se debería considerar esta actividad un trabajo legal, ni siquiera aunque se ejerciera de modo voluntario y sin coacción, puesto que la prostitución no entra dentro de los cánones de lo que nuestra sociedad considera un trabajo. 4 El texto presenta un modelo estructural general sintetizante. Es en el último párrafo donde se explicita la tesis: no debemos permitir que la prostitución entre dentro de lo que se considera un trabajo legal. El artículo puede organizarse en tres partes. En la primera, que abarca el primer párrafo, se plantea el problema (¿cabe legalizar la prostitución?) a modo de introducción. La segunda parte comprende los párrafos segundo, tercero y cuarto. En ellos se ponen de manifiesto las razones con las que las autoras sostienen su tesis. La primera de esas razones es que no se puede olvidar la relación entre la prostitución y el tráfico de mujeres (un argumento de datos apoya esta idea). Tampoco hay que soslayar el hecho de que las prostitutas que proceden de países sin recursos son forzadas a prostituirse por mafias. Sólo los programas de reinserción –no la simple legalización– pueden ayudar a que disminuya el número de personas que se dedican a esta actividad (un argumento de ejemplo apoya esta idea). Por último, ni aun en el caso en el que la prostitución se ejerciera de modo totalmente libre cabría equiparar esta actividad a los trabajos actualmente legales. 2
22 (págs. 150-151)
Más despensa que escuela 1
En los últimos treinta años, la sociedad de consumo se ha impuesto sobre cualquier otro ideal más altruista.
48 TEXTOS PARA COMENTAR 2
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El cambio que se ha producido en la sociedad española a lo largo de los últimos treinta años ha sido enorme. A principios de los años ochenta, la educación se contemplaba como el motor de cambio de la sociedad, pero ahora sabemos que el único motor que ha funcionado es el económico en su vertiente más consumista, mientras que la formación y educación de las personas han quedado relegadas a un plano muy marginal. El modelo estructural general del texto es sintetizante. La idea principal queda formulada de modo explícito en las últimas líneas, cuando se dice que, más que ciudadanos formados y libres, lo que la sociedad ha producido son consumidores dependientes. La estructura del texto se organiza en torno a tres secuencias. La primera de ellas abarca los dos primeros párrafos. Se trata de una breve narración de la experiencia personal de la autora que concluye con una frase que únicamente anuncia el asunto que se tratará: todo ha cambiado mucho en la sociedad española a lo largo de los últimos treinta años. La segunda parte comprende los párrafos tercero, cuarto y quinto. En ellos se utiliza el argumento de experiencia personal («la educación, quizá porque éramos profesores, nos parecía a todos tan fundamental como la sanidad o más») para apoyar la idea de que la educación se consideraba un factor decisivo para el progreso social. Se añade a dicha idea otra que sanciona que la economía ha resultado ser lo que ha hecho progresar a nuestra sociedad, aunque solamente ha primado el beneficio económico en detrimento del beneficio formativo, de la formación integral de las personas. En consecuencia, en estos momentos nuestro nivel educativo es muy inferior al europeo porque aquí únicamente se han creado consumidores dependientes.
23 (pág. 152)
Docta ignorancia 1
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Se refiere al propio autor del artículo, ya que se trata de un escritor y, naturalmente, pretende vivir de los beneficios que obtenga de vender sus libros. No es necesario conceder una importancia trascendental a las que cosas que suceden en nuestro entorno más inmediato, ya que la mayoría de ellas no tienen por qué afectarnos de un modo profundo. Desde el punto de vista sintáctico, todo el párrafo es una única oración compuesta. No es un párrafo excesivamente largo, pero contiene siete oraciones combi-
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nadas de modo subordinado, coordinado o yuxtapuesto. Desde el punto de vista de la sintaxis, este párrafo es un ejemplo de registro lingüístico culto. En los dos últimos párrafos encontramos voces que pueden considerarse cultismos, como azacaneado , venerando , eclipsados, juanramoniana y pertinente . No hay un alto número de cultismos, ni tampoco se trata de términos excesivamente alejados del lenguaje estándar; por lo tanto, desde el punto de vista del léxico, puede decirse que el lenguaje de estos párrafos es fundamentalmente estándar. En esta oración aparece un claro ejemplo de función poética porque el juego de palabras que supone poner uno junto a otro los vocablos sociedades y sa- ciedades provoca que el lector se fije, aunque sea sólo por unos instantes, en los rasgos sonoros de las palabras más que en su significado. El texto presenta un modelo estructural general sintetizante, ya que la tesis aparece de un modo explícito en las últimas líneas, cuando el autor manifiesta que es preferible la lectura de pocos textos, si éstos son de una calidad seleccionada, a la acumulación de lecturas sin criterio alguno.
24 (pág. 153)
Con ojos de colegial
En el primer párrafo aparece de manera destacada la función metalingüística, concretamente, cuando se dice: «... un bully , un bully-boy o un school-bully serían la mera traducción correcta de “matón” o “matón de colegio”». En el resto del texto domina la función referencial, claramente destacada en la relación de arquetipos que se reúnen en un aula cualquiera de cualquier centro docente: «¿Quién no ha tenido en su clase al acusica o chivato, y al matón, al cobarde, al caradura, al embaucador, al presumido, al ligón, al tímido, al rebelde, al héroe, al gordo acomplejado, al empollón, al tan sólo aplicado, al plasta, al redicho, al “nena”, al excéntrico, al sabio, al calamitoso, al encizañador, al generoso, al compasivo, al ingenuo o pardillo, al amigable, al resentido, al pelota o cobista, y al traidor desde luego?» 2 El tipo de texto que más se ajusta al presente artículo es el expositivo. En el primer párrafo domina la reseña del estudio realizado por algunos pedagogos y periodistas, y en el segundo párrafo, la recapitulación de los modelos de comportamiento en la infancia temprana. 1
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TEXTO Y COMENTARIO 3
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El léxico empleado se mantiene en su mayor parte dentro del registro estándar, aunque se detecta la presencia de algún término que podría formar parte del registro culto, como prolijamente o discernir . La sintaxis se decanta más hacia la complejidad que hacia la sencillez. Son frecuentes las oraciones de gran longitud y con abundancia de subordinadas, como, por ejemplo: «Y gracias a haberme educado en un colegio mixto a diferencia de la mayoría de mis coetáneos, lo sé muy poco menos con las mujeres que con los varones, porque algo milagroso de los colegios es que en ellos, y aun en cada curso o clase, se reproducen con escasas variaciones y ausencias los mismos tipos, tal vez debido a que en las edades tempranas no hay en los caracteres la complejidad suficiente para poder ser más que eso, un arquetipo o un estilo». En conjunto, pues, el lenguaje empleado se sitúa en un punto intermedio entre el registro estándar y el registro culto. Tema
El tema que trata el texto es el del matonismo escolar, fenómeno que no es ni reciente ni aislado y que puede identificarse desde tempranas edades.
recen todos los tipos que luego conforman nuestras sociedades», idea reforzada por un argumento basado en la experiencia personal. 25 (págs. 154-155)
Los calamares del niño 1
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Resumen
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Las actitudes propias del matonismo escolar ( bullying en inglés) parece que cobran hoy importancia por los estudios y escritos que se publican sobre ellas. No obstante, todos podemos recordar que en las aulas donde nos educamos en nuestra infancia ya podíamos reconocer a este tipo de persona, junto con otros tipos (cobarde, embaucador, ligón, rebelde,…). Parece que los niños desarrollan durante su infancia comportamientos y actitudes básicos que, a medida que crecen, se entremezclan y se hacen más complejos. Por eso es más fácil reconocer esos arquetipos en edades tempranas. El modelo estructural general se acerca más al analizante. La tesis del texto no aparece en el primer párrafo, que constituye la primera secuencia introductoria, ya que en él se hace referencia al matonismo a raíz de un estudio recientemente publicado. Sin embargo, sí aparece la tesis al principio del segundo párrafo, que, por otra parte, es el más extenso y el que ocupa gran parte del texto. Allí se formula de forma explícita la idea principal: «casi todo lo que encontramos en la vida adulta lo conocemos ya desde la infancia». El segundo párrafo constituye la segunda y última secuencia, donde, además de la tesis ya señalada en su inicio, se ofrece otra idea: «en el colegio ya apa-
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Se trata de un texto en su mayor parte narrativo en el que se relata el comportamiento especialmente desconsiderado de un chaval en un restaurante. En este texto aparecen tres rasgos propios del registro vulgar. El primero es la presencia de voces toscas o groseras como: pequeño cabrón , puto vástago , careto del progenitor , parece importarle un huevo , ese pequeño hijo de puta , me va a joder vivo . El segundo es la trascripción de una pronunciación mutilada: peazo por pedazo . El tercer rasgo propio del registro vulgar es la presencia de frases lexicalizadas de escaso contenido, como qué quieren que diga. Léxico culto: expresión cenutria, con suma hilaridad . Respecto a la sintaxis, en el texto se manejan dos registros: el coloquial y el estándar. El coloquial se observa en la presencia de oraciones simples y breves, como «Sólo es cuestión de plazos» y «La madre pertenece al mismo registro», y otras de complejidad media, como «Y, tras deleitar al respetable con el uso del tenedor, el indeseable enano exhibe ahora su virtuosismo en el manejo de la cuchara agarrada con toda la mano exactamente junto a la cazoleta, alternando la cosa con tragos sonoros del vaso de Coca-Cola sujeto con ambas manos y vuelto a dejar sobre la mesa con los correspondientes granos de arroz adheridos al vidrio». En este artículo no hay un registro lingüístico dominante. Se mezclan rasgos propios del registro coloquial, o incluso del vulgar, con otros más propios del registro estándar. Los coloquialismos o vulgarismos se observan en vocablos toscos o groseros ( puto , ca- brón, joder... ); en la presencia de oraciones lexicalizadas de escaso contenido ( qué quieren que diga), y en la trascripción de pronunciaciones vulgares (peazo malaje ). El registro estándar se observa en el léxico utilizado, que a excepción de lo anterior, es el propio del lenguaje de los medios de comunicación e incluye algún cultismo ( cenutria, hilaridad ), y en la presencia de oraciones con cierta complejidad sintáctica, como «Y, tras deleitar al respetable con el uso del tenedor, el indeseable enano exhibe ahora su virtuosismo en el manejo de la cuchara agarrada con toda la mano exactamente junto a la
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cazoleta, alternando la cosa con tragos sonoros del vaso de Coca-Cola sujeto con ambas manos y vuelto a dejar sobre la mesa con los correspondientes granos de arroz adheridos al vidrio». 26 (págs. 156-157)
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La sutileza de la otra orilla 1
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Este artículo presenta un modelo general estructural del tipo analizante. Las ideas principales que presiden las dos partes del texto se formulan al inicio de cada una de ellas. La primera es: «En América pervive la cortesía en el idioma». Esta idea se formula en el primer párrafo y constituye el inicio de la secuencia que comprende desde el principio del texto hasta el inicio del sexto párrafo, donde dice: «La instrucción no está, lamentablemente, extendida como en Europa y, sin embargo, la educación forma parte intrínseca de su carácter». La segunda secuencia también se inicia con otra de las ideas principales: «El manejo del idioma, por otra parte, es excepcional» (sexto párrafo), y continúa hasta el final del texto. Estas dos secuencias constituyen la estructura interna que organiza el texto. Además de las ideas anteriores, el escrito ofrece otras también importantes: en América se conservan vocablos que se van perdiendo en España; la cortesía se expresa a través de las palabras; en América la gentileza es religión; el hispanoamericano es educado aunque no esté instruido. Uno de los argumentos más destacados que se utilizan son los ejemplos. Lo son las contestaciones que aparecen entrecomilladas en el párrafo quinto («¡Cómo no, señor!» o «Para servirle» o «Con mucho gusto, señora»), que apoyan la idea de que el hispanoamericano es educado aunque no esté instruido. Otro argumento que se utiliza es el de experiencia personal, que podemos ver en la anécdota que se narra entre los párrafos séptimo, octavo y noveno, que sustenta la idea de que el manejo del idioma en Hispanoamérica es excepcional. En el primer párrafo, destaca de manera especial la función poética en el fragmento: «el primer vocablo que resulta masticado en español en las riberas del río Grande hasta el último decir que se cae al mar cuando acaban todas las Patagonias». En el quinto párrafo, el lenguaje se ajusta a la función referencial con modalidad enunciativa, pues se centra en informar acerca de la cortesía del hispanohablante.
Es un texto fundamentalmente expositivo. Muestra a través de ejemplos y de experiencias personales los dos rasgos que destacan en el habla de Hispanoamérica: la cortesía y el buen manejo del idioma. El léxico que se utiliza en el texto es el habitual en la prensa escrita y se sitúa entre los márgenes del registro estándar. Únicamente un término en el último párrafo se sale de esta norma y se ubica dentro del registro coloquial: tropotocientos. Del mismo modo, respecto a la sintaxis, las oraciones simples se combinan con algunas de cierta complejidad, con una o dos subordinaciones a lo sumo. La sintaxis del breve tercer párrafo es un buen ejemplo de ello. En definitiva, el registro lingüístico se sitúa dentro de los límites del lenguaje estándar.
27 (págs. 158-159)
Hablemos del amor 1
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El tipo de texto es plenamente expositivo. La autora confecciona una relación de sensaciones que se asocian a estados anímicos propios del entorno de los enamorados, sin que se concluya nada en conjunto. En lo que respecta al apartado enumerativo, es un texto que se adecua plenamente a lo que es propio de los escritos de opinión. La ausencia de una idea concluyente lo distancia de este tipo de textos, ya que éstos sí suelen aportar una idea principal expresada a modo de conclusión. Estas expresiones entrecomilladas y otras que también aparecen, como «desangramiento-del-mundo», están directamente relacionadas con la función poética. Su especial disposición gráfica (las palabras están enlazadas con guiones de modo que aparezcan como una sola palabra compuesta) predispone al lector a fijar su atención en aspectos formales del lenguaje. El rasgo destacado del registro en esta expresión es el coloquialismo, que se observa en la onomatopeya puf . Es un rasgo muy propio del lenguaje oral. El segundo párrafo presenta un registro lingüístico en el que se mezcla lo coloquial con lo culto. Como ejemplo de lo primero, pueden apuntarse las expresiones «el amor nos desatornilla la cabeza» o «es un verdadero chute de droga». Junto a estas expresiones, también aparecen ejemplos de léxico más cercano al registro culto, como es el caso de «un delirio que no está socialmente castigado» o «viaje que emprenden a los extremos del ser». 43
TEXTO Y COMENTARIO 5
Son al menos dos los ejemplos donde puede apreciarse la función expresiva, en la que predomina la expresión del sentimiento que se ha apoderado de la autora. Al final del tercer párrafo, dice: «tu corazón es una ballena arponeada» y casi al final del cuarto párrafo dice: «una mina revienta en tus entrañas y te sientes muerto». En ambos casos, Rosa Montero utiliza expresiones metafóricas.
consumismo atroz lo empequeñece, y nos sentimos satisfechos con esa complacencia inmediata y compulsiva que nos procura la compra. 29 (pág. 161)
Héroes solitarios 1
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La nueva tiranía 1 2
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Nuestra sociedad se ha entregado a un consumismo exagerado. Los morfemas - ón y -orrón son aumentativos que añaden un valor despectivo a los términos antaño y tonto . Por lo que respecta al léxico, este texto está muy modalizado. Podemos encontrar expresiones como «una verdad tenebrosa y amedrentadora» para referirse a la afirmación: «los centros comerciales son “las catedrales de nuestro tiempo”». En esa expresión los adjetivos tenebrosa y amedrentadora añaden al sustantivo verdad una valoración subjetiva. Lo mismo sucede en la expresión «gurruños de aburrida carne» y «su condición porcina». Las dos tienen como referente a las personas que integramos la actual sociedad materialista. Los adjetivos aburrida y porcina dejan patente la opinión del autor acerca del tipo de persona que ha generado esta sociedad. En el mismo tono manifiesta su visión social cuando se refiere a las personas como «cerdos» y a la sociedad como «pocilga» en la expresión: «cerdos satisfechos hozando en la pocilga del consumismo». También los verbos refuerzan la fuerte modalización del texto. Un ejemplo es el gerundio hozando , que encontramos en la última expresión citada. La figura retórica que aparece con más insistencia es la metáfora. La presencia de metáforas es notable, y además todas ellas aportan un fuerte matiz de subjetividad. Ejemplos de esas metáforas modalizadoras son las siguientes: «una metadona incesante» (para referirse al dinero); «la pura bulimia de poseer» (para referirse al interés por la compra); «gurruños de aburrida carne» y «cerdos satisfechos» (para referirse a las personas). Los valores espirituales de épocas anteriores han desaparecido y han sido sustituidos por intereses puramente materialistas. De este modo, si los antiguos valores engrandecían el espíritu humano, ahora el
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La figura literaria que se utiliza en esta expresión es la comparación. Ante los demás, algunas personas parecen dioses o estrellas. Es un recurso modalizador. En este caso, la figura literaria que destaca es la intensificación acumulativa. Es una relación modalizada de los personajes que protagonizan los programas de telebasura. Esta relación sustenta la idea que encontramos en la primera frase del texto: nuestra sociedad ha acabado por confundir a los personajes que han adquirido fama por aparecer con frecuencia en las pantallas con modelos cuya conducta es imitada. La presencia e importancia de los medios es tan abrumadora que sólo nos parece que es importante aquello que ha sido visto en las pantallas. Por eso, aquello que carece de ese soporte pasa totalmente inadvertido. El texto presenta una combinación de exposición y argumentación. Por ejemplo, el segundo párrafo es plenamente expositivo. Describe al héroe clásico con los caracteres que lo adornaban. Sin embargo el cuarto párrafo se acerca más a lo argumentativo, ya que señala la causa por la que esta sociedad ha pasado a considerar a algunos de sus integrantes héroes.
30 (págs. 162-163)
Esos nativos digitales 1
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El primer párrafo queda modalizado por los signos de puntuación a través de dos expresiones. La primera es (maldita sea) , donde el autor usa los paréntesis para mostrar desde el inicio un anticipo de valoración personal sobre la anécdota que va a relatar. La segunda es el guión que une los términos in- vitación-chantaje , que provoca una identificación entre ambos términos, una superposición de ambos significados con la que queda patente para quien lee que el autor consideró la invitación un chantaje. El cambio de registro que supone la introducción de una frase latina obliga a pasar de un registro estándar a otro culto, pero no aporta de manera clara ninguna opinión.
48 TEXTOS PARA COMENTAR 3
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En este párrafo aparecen cuatro elementos modalizadores: tres signos de puntuación (comillas y paréntesis) y la tipografía en cursiva. Las comillas de la palabra demostrara esconden una ironía, ya que el autor se siente incapaz de demostrar nada ante el joven auditorio y muestra de ese modo su postura frente a la utilidad de las nuevas tecnologías. Los paréntesis «el hombre (el Hombre)» y «la Red (ahora llamada Realidad )» no aportan un valor modalizador. Sin embargo, sí que implica una valoración personal la utilización de la cursiva para identificar la Red con la Realidad . Esa cursiva parece reflejar un tono especial con el que debería leerse la palabra y que aportaría un matiz negativo, ya que dejaría traslucir que, en el sentir del autor, lo que sucede en la Red, en muchas ocasiones, nada tiene que ver con la realidad. La palabra pureta se refiere al profesor que prefiere mantenerse dentro de la antigua tradición donde no se hacía uso de medios informáticos. La voz proble- món se refiere a la circunstancia adversa en la que se encuentra el profesor anterior al verse incapaz de utilizar las nuevas tecnologías. La palabra cuarentón es una referencia al profesor adulto que ya se encuentra lejos de la juventud de sus alumnos, y tras la palabra sesentones se esconde el propio autor del artículo. Los cuatro vocablos aportan un valor modalizador por incorporar todos ellos valoraciones claramente negativas sobre los profesores protagonistas de la anécdota que se narra. La deixis personal en el último párrafo es idéntica a la del resto del texto. Aparece en varias ocasiones el yo que identifica al emisor y también el pronombre nos, que se refiere tanto al emisor como al receptor. Las expresiones «los chips trasplantados» y «el iPod injertado» son metáforas. Es una metáfora con la que el autor indica que, en lo que respecta a su conocimiento del mundo de la última tecnología de la información, se siente como si fuese inmigrante, ya que es desconocedor en gran parte de esa nueva forma de ver y entender el mundo que nos rodea.
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Jóvenes 1
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La herencia reprimida 1
La idea fundamental del texto es que mayo de 1968 fue un momento de profundo cambio positivo por lo que supuso de renovación de las ideas que sostienen las reglas sociales. Hoy no podemos menospreciar
tales ideas. Por eso, la cita del primer párrafo no es una cita de autoridad, puesto que no se usa para apoyar la idea principal del texto. Sí que utiliza como cita de referencia que sirve de introducción al desarrollo del texto, precisamente para poner en evidencia a quien ha expresado esas palabras. La cita es más bien el inicio de un argumento de contraste de ideas. Se refiere a trabajos de segundo orden, los que no se sitúan en los cargos que tienen poder de decisión. Las ideas que aportan el tercer y el cuarto párrafos se encuentran precisamente en sus primeras oraciones. Por eso, ambos párrafos presentan la misma estrategia discursiva: en la primera oración se presenta la idea y en el resto del párrafo se ejemplifica y explica tal idea. Este esquema de desarrollo sólo se utiliza en estos dos párrafos. En el segundo párrafo aparecen las siguientes figuras retóricas: las metáforas «se derrumbaron jerarquías rígidas» y «florecieron los movimientos feministas», y la intensificación acumulativa «se derrumbaron jerarquías... entre hombres y mujeres, viejos y jóvenes, notables y plebeyos». El último párrafo está constituido por una única interrogación retórica «¿Quién querría hoy liquidar esta herencia?». Tanto las metáforas y la intensificación como la interrogación retórica sustentan de una manera clara la opinión positiva que mantiene el autor respecto a las ideas que surgieron en la Francia de mayo de 1968. Son, pues, figuras modalizadoras del artículo.
Una expresión de este artículo puede considerarse como deixis temporal. Se encuentra en la primera línea: este año . Se trata de un deíctico cuyo punto de anclaje es la fecha de publicación del texto. A partir de ese dato tiene sentido la referencia a «este año». Los deícticos personales se muestran en este artículo a través de los términos que aparecen subrayados a continuación. Se trata de los pronombres asociados a las formas verbales o de posesivos o pronombres personales. ... ya tienes muy poco que ver con los nuevos jóvenes. Si sabes quién era Angela Channing, si has llegado a ver la tele en blanco y negro, si estás todavía
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TEXTO Y COMENTARIO con la marihuana o la cocaína y no con las drogas de diseño, si conociste a John Travolta sin tripa, si aún piensas en pesetas al hacer las cuentas, si tu sobrino sabe más que tú de ordenadores, si te cabreas porque tu hija deja el bote de champú abierto, si cuelgas la toalla en su sitio después de ducharte, si te acuerdas de Michael Jackson de cuando era negro, cualquiera de estas señales indican que comienzas a hacerte viejo. 3
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El pronombre personal asociado a la forma verbal tienes tiene un valor deíctico especial porque esa segunda persona del singular apunta tanto hacia el emisor como hacia el receptor. En su sentido estricto, se refiere al lector del artículo, pero también en sentido desplazado ese tú alude al propio autor. Se muestran en este artículo deícticos temporales y personales. Como deixis temporal aparece en la primera línea este año . Se trata de un deíctico cuyo punto de anclaje es la fecha de publicación del texto. A partir de ese dato tiene sentido la referencia a «este año». La deixis que más destaca en este texto es la que se refiere a los participantes en la comunicación. Se trata de los pronombres asociados a las formas verbales (...tienes, sabes , has llegado a ver , estás...) o de posesivos ( tu sobrino ) o pronombres personales (más que tú ) que aparecen en las dos últimas oraciones del texto. Todos ellos tienen un valor deíctico especial porque esa segunda persona del singular apunta tanto hacia el emisor como hacia el receptor. En su sentido estricto, se refiere al lector del artículo, pero también en sentido desplazado ese tú alude al propio autor.
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Escritos 1
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El pronombre él se refiere al propio autor. A lo largo del texto, el emisor pretende mantenerse oculto tras fórmulas de impersonalidad. En unas ocasiones utiliza el pronombre personal indefinido ( al tiempo que uno –lín. 1–); en otras usa la impersonalidad verbal (se ha escrito –lín. 8–; suele decirse –lín. 54–), y aun en otras se oculta tras una fórmula de plural del verbo ( escribimos demasiado y leemos menos –lín. 57–), con la que se pierde entre un «nosotros» formado por un grupo de escritores también como él. De acuerdo con todo ello, no es raro que emplee una tercera persona para referirse a sí mismo, como un mecanismo más de ocultación del emisor.
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Los deícticos personales que muestran a los participantes en la comunicación son fundamentalmente dos. El primero es el que se refiere al emisor y a cómo se manifiesta y se oculta a través de mecanismos de impersonalidad, que ya se ha comentado en la actividad anterior. El segundo se refiere al receptor, que aparece en el uso verbal vean (lín. 36) que lleva implícito el pronombre ustedes. A pesar de los augurios de que acerca del fin de la escritura, lo cierto es que nunca se ha escrito tanto como ahora. De hecho, hasta los más reacios a la escritura hoy se pasan el día escribiendo –gracias a la tecnología–. Sin embargo, también es cierto que el contenido de los escritos es banal y vacío (SMS, correos electrónicos, bitácoras...). Eso es lo que hace que se incremente exponencialmente el nivel de ruido en la comunicación. Para evitar ese cúmulo de naderías, sería conveniente leer más y escribir menos.
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«Oye tú, profe...»
Las catorce primeras líneas constituyen un texto narrativo en el que se relata la anécdota entre el profesor y el alumno que no ha acudido a clase. Entre las líneas 15 y 54, el texto se acerca más a lo expositivo. Expone las fórmulas con las que se relacionan los alumnos actuales con sus profesores y los formulismos sociales que han regido la vida desde principios del siglo XX. Por último, el párrafo final es el que alberga un ma yor cúmulo de ideas. La combinación de los fragmentos narrativos, expositivos y argumentativos se ajusta al tipo de texto habitual en los escritos de opinión. 2 El léxico empleado es en su mayor parte del tipo estándar, aunque aparecen algunos ejemplos aislados de coloquialismos, como las palabras truncadas compa (lín. 16), diver (lín. 54); de vulgarismos, como cabrones (lín. 47), o de hiperónimos, como cosa (lín. 51), y también algún cultismo, como pro- vecta (lín. 34). Por lo que respecta a la sintaxis, la mayoría de las oraciones son simples o de escasa complejidad. Un ejemplo de ello es el párrafo que ocupa las líneas comprendidas entre la 25 y la 48. El antepenúltimo párrafo es también un buen ejemplo de la función lingüística dominante: la representativa. También se aprecia la función conativa en el último 1
48 TEXTOS PARA COMENTAR
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párrafo, donde leemos: «lo primero que debiera hacer un centro...» y «hay que saber siempre...». En definitiva, el léxico, la sintaxis y las funciones lingüísticas dominantes ubican el texto dentro del registro estándar, con alguna desviación hacia lo culto o lo coloquial. La expresión de la subjetividad o modalización se detecta en este escrito a través del léxico; de los morfemas derivativos y apreciativos; del uso de figuras retóricas, y de la manifestación de la certeza. El texto presenta elementos léxicos valorativos. En la categoría de adjetivos: malandrines, descorteses (lín. 9) se utilizan para referirse al comportamiento del alumno. En la categoría de sustantivos: insolen- cia (lín. 7) y descaro (lín. 11) se usan para referirse a la actitud del chaval. También se observa la presencia de morfemas derivativos/apreciativos, como cincuentón (lín. 6), que adquiere un valor de conmiseración, y tonillo (lín. 17), con valor despectivo. El autor también utiliza las posibilidades modalizadoras de las figuras retóricas. Destacan las interrogaciones retóricas (líns. 7 a 10) y la metáfora la frontera de la edad provecta (lín. 33). En general, es un texto en el que la expresión de la subjetividad es constante. Los deícticos espaciales, como este país (lín. 49), hacen referencia a España. Los deícticos temporales apuntan a un tiempo pasado a partir de la fecha de publicación en hace un siglo (lín. 28), y hacia un tiempo presente amplio en hoy (lín. 46). Ambos tipos de deícticos temporales toman como punto de referencia la fecha de publicación del artículo. Por lo que respecta a los deícticos personales, destaca la ocultación del emisor tras fórmulas de impersonalidad como hay que saber (lín. 60).
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De las ambulancias como metáfora 1
Los dos primeros párrafos constituyen un texto narrativo que sirve como argumento de experiencia personal. Este argumento sustenta la idea que aparece al final del segundo párrafo: «se necesita un gran estruendo para sacarnos del encierro en nuestra individualidad». El tercer párrafo es plenamente expositivo y explica cómo las ambulancias resumen el modo –aséptico y a distancia– en que asumimos los sufri-
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mientos y las penalidades ajenas en nuestra sociedad. El cuarto y último párrafo es básicamente argumentativo. En él se presenta la idea principal: en la escala de valores de nuestra sociedad hemos perdido precisamente lo que más importa, que es relacionarnos humanamente con nuestros congéneres. En conjunto, la combinación de tipos de texto que se emplea se adecua a la norma habitual en la situación comunicativa de los escritos periodísticos de opinión. El léxico empleado en este texto se encuentra dentro de los límites del vocabulario estándar. No hallamos ni coloquialismos ni vulgarismos, salvo una pequeña muestra de lenguaje oral al inicio del segundo párrafo (pero a lo que iba ), y solamente encontramos algún término más culto, como autismo (lín. 57) o ululando (lín. 69). Por lo que respecta a la sintaxis, el artículo ofrece una combinación de oraciones simples y de oraciones compuestas pero sin excesiva subordinación. Un ejemplo de esta sintaxis puede encontrarse al inicio del cuarto párrafo, que empieza con una oración simple y continúa con otra compuesta con un grado de complejidad medio: «Alguna lección valdría la pena extraer de todo esto. Porque es la tabla de valores con la que funcionamos, la trama de prioridades en la sombra (¿incluso para nosotros mismos?) sobre la que descansa el grano menudo de nuestras decisiones cotidianas lo que parece necesario poner en cuestión. Un último ejemplo para intentar dejar algo más claro lo que he pretendido decir». Además, la función lingüística que domina en el texto es la representativa. Los dos primeros párrafos en los que se relata la experiencia personal son un claro ejemplo del predominio de esta función. No obstante, también se observa una breve muestra de función emotiva, cuando, al final de este mismo párrafo, el autor emisor declara: «–cosa que me sorprendió–», momento en el que muestra la emoción que se ha adueñado de él. En suma, éste es un escrito perfectamente adecuado al registro estándar. Es éste un texto que no se prodiga ni en figuras retóricas ni en un léxico especialmente valorativo. Tan sólo cabe destacar en este sentido una perífrasis verbal con un claro sentido de obligación para el lector en la línea 52: debería ocupar un lugar preemi- nente la atención hacia lo que les pasa a los demás . El autor no oculta en absoluto su punto de vista, de hecho lo hace explícito a través de frases como dejar algo más claro lo que he pretendido decir (lín. 83) o 47
TEXTO Y COMENTARIO
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el creo yo con el que finaliza el escrito. Incluso incluye algún adverbio con el que manifiesta su certeza: resulta chocante , ciertamente (lín. 35), valores... unánimemente compartidos (lín. 98). Estas manifestaciones de la subjetividad se combinan con expresiones de carácter más objetivo, como «cuando la vida va tocando a su fin» (lín. 97). En definitiva, aunque se trata de un texto de opinión, no es un artículo que presente una fuerte modalización. No aparecen marcas temporales, salvo las que puedan derivarse de los tiempos verbales. Se combina la abundancia de los tiempos de pasado a lo largo de los dos primeros párrafos, en los que domina el texto narrativo, con el presente que predomina en el resto del texto. En cualquier caso, se trata de un presente continuo que sitúa lo que se dice un tiempo antes y un tiempo después de la fecha de publicación del artículo. Las marcas de deixis espacial aparecen en el tercer párrafo «nuestra sociedad... nuestras grandes ciudades». La referencia no es concreta y apunta a las grandes urbes producto del desarrollo en el mundo occidental. Por último, la deixis personal muestra, por un lado, la presencia del emisor a través del pronombre personal yo con el que finaliza y comienza (detrás de la forma verbal necesité ) el texto. Los receptores del texto quedan agrupados bajo la primera persona del plural (nosotros), en la que se congregan tanto los lectores como el emisor. Tanto una como otra deixis quedan perfectamente representadas en la última oración del texto, en la que se condensa la tesis del artículo: «Pensamos poco en lo que más importa, creo yo».
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Plana como encefalograma 1
El texto reproduce un fragmento de conversación entre dos personas que no se resultan del todo desconocidas. La conversación se ubica entre las líneas 16 y 28. Allí se puede observar el fenómeno de la elipsis propio de un lenguaje oral coloquial en el que muchos de los signos se dan por sobreentendidos. En el fragmento que se reproduce a continuación se añaden, en mayúsculas, los segmentos elididos: –Voy a cambiar de vida –me confesó la última vez que le vi. –¿Y QUÉ QUIERE DECIR eso DE QUE VOY A CAMBIAR DE VIDA? –distraída, pasé un dedo por encima de una especie de nicho azulado que re-
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sultó ser un reproductor de compactos que se podía colgar del techo. –He estado en África por las vacaciones. La he recorrido en coche de arriba abajo, con unos amigos. –¿HAS ESTADO EN ÁFRICA en el ParísDakar? –continué, completamente mema. –No. HE ESTADO EN ÁFRICA de vacaciones. Y después de ver África no puedo seguir aquí. 2
La última frase del texto es «chaval, espero que estés viviendo tu vida. En relieve». Es una oración que no está marcada con el guión inicial propio del diálogo. De hecho el diálogo reproducido ya terminó con anterioridad. No obstante, en el discurso, la autora acaba de hacer una reflexión en la que expresa el deseo de que el dependiente haya podido iniciar esa otra vida que le fascina. Como colofón de ésta, la autora imagina estar en presencia de su interlocutor para manifestarle tal deseo. Es precisamente eso lo que verbaliza y escribe. Así, a pesar de que no es un diálogo real, puede considerarse algo muy similar. Por eso se manifiesta también aquí la elipsis (el segmento elidido aparece en mayúsculas): Chaval, espero que estés viviendo tu vida. ESPERO QUE LA ESTÉS VIVIENDO en relieve.
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El texto presenta dos registros lingüísticos: el estándar y el coloquial. El coloquial está presente precisamente en las líneas comprendidas entre la 16 y la 28, donde se reproduce un diálogo entre la autora y el dependiente de un comercio cercano a su domicilio. En el fragmento dialogado, la elipsis se manifiesta con frecuencia, como ya se ha indicado en la actividad anterior. El léxico muestra ejemplos de términos toscos, más propios de un registro vulgar: un puto te- levisor de plasma (lín. 35), gilipolleces de siempre (lín. 36). En el resto del texto, el léxico es estándar, sin que aparezca ningún rasgo del registro culto. Tan sólo encontramos una expresión más propia del lenguaje coloquial en la línea 43: no he podido volver a poner los pies ni el resto de mi cuerpo serrano . En cuanto a la sintaxis del diálogo, las oraciones simples son muy abundantes, y también las oraciones coordinadas: –He estado en África por las vacaciones. La he recorrido en coche de arriba abajo, con unos amigos. [...] Y después de ver África no puedo seguir aquí. –¿Qué pasa? ¿Vas a hacerte de una ONG? [...] Ignoro [...], pero sé [...], y no voy a perder el tiempo.
48 TEXTOS PARA COMENTAR
En la parte no dialogada, la sintaxis es más compleja, incluso con una longitud oracional muy grande en algunos casos, como en el segundo párrafo, formado por una única oración: En una tienda de diseño de este tipo de aparatos cercana a mi casa, que visito para comprar cositas pequeñas y mágicas –una grabadora para mi trabajo, un reproductor de música– o prácticas y bellas –una mesa para el televisor que adquirí en Madrid hace más de diez años y que todavía funciona–, conocí a un dependiente con el que llegué a tener cierto grado de confianza, porque no vio en mí a la clienta prepotente que se sienta en un cuarto aparte y espera que le pongan lo último en estéreo.
No obstante, a pesar de la longitud, la presencia de un vocabulario sencillo y de uso habitual que remite a referentes concretos y cotidianos anula la dificultad de compresión que podría ofrecer una oración compleja como ésta. Por último, en cuanto a las funciones del lenguaje, en este texto domina claramente la función representativa, como puede observarse también en el segundo párrafo que se ha reproducido. En conjunto, en el artículo se observan rasgos propios de registro coloquial, en el fragmento dialogado, y del estándar, en el resto del texto. 37 (pág. 171)
Vidas hacinadas 1
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Únicamente aparece una expresión (se señala con subrayado) en este fragmento con la que se manifiesta con seguridad la verdad de lo que se afirma: Los problemas son masivos en las megalópolis de Latinoamérica, África y Asia y serán mayores porque éstas seguirán creciendo. Está claro que si en algún terreno la autorregulación es una quimera es en éste. El informe subraya cómo una serie de urbes con capacidad y estructura administrativa, en países con gobiernos centralizados –o dictaduras–, véase Suráfrica, Túnez o China, afrontan el problema con mayor éxito que otros. El hacinamiento, ya sea en la miseria o en el terror permanente a quienes la sufren, no puede ser fatídico destino del 80% de la humanidad. Son por ello imprescindibles criterios y fondos para salir del fracaso endémico a la hora de combatir las peores plagas de un fenómeno que hoy parece imparable. El término así con el que comienza el segundo pá-
rrafo es un marcador textual. Señala una relación semántica entre el primer párrafo, en el que se afirma
que la concentración humana en megaurbes es un fenómeno que crece, y lo que se declara inmediatamente después: que en ese entorno de megaurbes las condiciones de vida se degradan para los individuos con menores ingresos. En el segundo párrafo se concretan datos numéricos de población urbana y ejemplos de sus condiciones de vida. Por eso, puede considerarse que la palabra así anuncia una secuencia argumentativa del tipo de ejemplo. 3 Se señalan a continuación algunos de los términos que pueden mantener entre sí una relación de sinonimia o hiperonimia: Son sinónimos grandes urbes (lín. 4), megaurbes (lín. 8), grandes ciudades (lín. 16) y megalópolis (lín. 37). La hiperonimia puede apreciarse también entre las siguientes palabras: condiciones de vida (lín. 15) es una expresión hiperónima de «servicios e infraestructuras»; la palabra concentraciones (lín. 20) es un hiperónimo de «urbes, megaurbes, ciudades y megalópolis», y problemas (lín. 35) es hiperónimo de «tensiones, impermeabilidad social, criminalidad, drogas, contaminación, enfermedades, falta de servicios, hacinamiento, miseria, y terror». Las expresiones sinónimas y las hiperónimas están repartidas a lo largo del texto. El resultado es que, con ligeras variaciones de sentido, se insiste en los mismos referentes, por lo que se produce una sensación de homogeneidad semántica, y con ello se hace patente la cohesión de significado. 38 (págs. 172-173)
La argucia de la escasez 1
Subrayamos a continuación las repeticiones léxicas: Hay un rasgo fundamental del ser humano como animal social: su tendencia al intercambio. En lo material, el intercambio se denomina comercio, faceta casi tan antigua como nosotros mismos. Y tan remotas como el comercio son las arguciasde los vendedores: los trucos para que el cliente muerda el anzuelo y diga: “¡Me lo quedo!”. Afirmar que el precio está rebajado o que se ha aplicado un descuento es el recurso comercial por excelencia, pues en casi todos los productos y servicios el precio es el primer factor de decisión del cliente. Pero otra antigua argucia que está siendo cada vez más y más utilizada es la creación, verídica o no, de escasez. Creaciones de escasez. Crear escasez consiste en hacer creer al cliente que el producto por el cual se ha interesado está ya presto a terminarse. Toda persona
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TEXTO Y COMENTARIO potencialmente interesada en adquirir algo se sentirá presionada para inclinarse a la compra que está dudando acometer: “Si ahora me lo pienso, tal vez me quede sin él para siempre”. Un producto escaso es siempre más atractivo, pues uno interpreta que está altamente demandado y, por ende, que no puede dejarse pasar.
presionada para inclinarse a la compra que está dudando acometer: “Si ahora me lo pienso, tal vez me quede sin él para siempre”. Un producto escaso es siempre más atractivo, pues uno interpreta que está altamente demandado y, por ende, que no puede dejarse pasar.
A continuación, se subrayan las repeticiones mediante sinónimos: Hay un rasgo fundamental del ser humano como animal social: su tendencia al intercambio. En lo material, el intercambio se denomina comercio, faceta casi tan antigua como nosotros mismos. Y tan remotas como el comercio son las argucias de los vendedores: los trucos para que el cliente muerda el anzuelo y diga: “¡Me lo quedo!”. Afirmar que el precio está rebajado o que se ha aplicado un descuento es el recurso comercial por excelencia, pues en casi todos los productos y servicios el precio es el primer factor de decisión del cliente. Pero otra antigua argucia que está siendo cada vez más y más utilizada es la creación, verídica o no, de escasez. Creaciones de escasez. Crear escasez consiste en hacer creer al cliente que el producto por el cual se ha interesado está ya presto a terminarse. Toda persona potencialmente interesada en adquirir algo se sentirá presionada para inclinarse a la compra que está dudando acometer: “Si ahora me lo pienso, tal vez me quede sin él para siempre”. Un producto escaso es siempre más atractivo, pues uno interpreta que está altamente demandado y, por ende, que no puede dejarse pasar.
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Y a continuación, se subrayan las repeticiones mediante paráfrasis: Hay un rasgo fundamental del ser humano como animal social: su tendencia al intercambio. En lo material, el intercambio se denomina comercio, faceta casi tan antigua como nosotros mismos. Y tan remotas como el comercio son las argucias de los vendedores: los trucos para que el cliente muerda el anzuelo y diga: “¡Me lo quedo!”. Afirmar que el precio está rebajado o que se ha aplicado un descuento es el recurso comercial por excelencia, pues en casi todos los productos y servicios el precio es el primer factor de decisión del cliente. Pero otra antigua argucia que está siendo cada vez más y más utilizada es la creación, verídica o no, de escasez. Creaciones de escasez. Crear escasez consiste en hacer creer al cliente que el producto por el cual se ha interesado está ya presto a terminarse. Toda persona potencialmente interesada en adquirir algo se sentirá
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Como se aprecia, las repeticiones señaladas destacan términos semánticamente plenos y pertenecientes a la red léxica del comercio, que es el tópico sobre el que versa el texto. Las reiteraciones más abundantes y constantes son de tipo léxico. El texto presenta un modelo estructural analizante. Las ideas principales se ofrecen al principio del texto. De modo resumido, se pueden enunciar como sigue: crear sensación de escasez es un recurso comercial que se utiliza cada vez más; un producto escaso siempre es más atractivo; la sensación de escasez es un recurso tan importante como el precio. Estas ideas aparecen a lo largo de los tres primeros párrafos. En los cuatro restantes, el autor expone cuatro ejemplos que las refuerzan, pero no aportan más contenido al escrito. Los argumentos empleados son de dos tipos: de experiencia personal y de ejemplo. El argumento de experiencia personal se ubica en el tercer párrafo, que se inicia con la declaración manifiesta de que se trata de una vivencia: «El siguiente truco me fue explicado por un vendedor de enciclopedias». Los tres párrafos siguientes (quinto, sexto y séptimo) no son sino ejemplos: de Zara, de yogures, y de una extensa lista de otros productos. Todos ellos apoyan la idea de que la sensación de escasez es un recurso comercial muy efectivo.
39 (págs. 174-175)
Defensa de lo inmaterial 1
Las ideas que proporciona el texto, en el orden en que aparecen, son las siguientes: En el párrafo primero: «Nadie alberga dudas acerca de la importancia que tienen monumentos históricos o artísticos catalogados como Patrimonio de la Humanidad». En el párrafo segundo: «Muchos, en cambio, subestiman aquellas obras colectivas, formas de cultura tradicional y popular, que se legan a través del hilo inmaterial de tradiciones orales, o técnicas ancestrales». En el párrafo tercero: «En efecto, desde el punto de vista histórico, los fundamentos culturales de la mayo-
48 TEXTOS PARA COMENTAR
ría de los pueblos han sido construidos gracias a tradiciones orales milenarias. En el párrafo quinto: «Si toda forma de patrimonio cultural es frágil, su expresión inmaterial, aquella que habita el espíritu y el corazón del hombre, lo es de modo muy particular». En este párrafo aparece, además la tesis: «Hay que revisar estas concepciones y elaborar mejores métodos de identificación y de interpretación de nuestro patrimonio». En el párrafo sexto: «No se trata tan sólo de la lengua, sino de música, bailes, rituales, artesanía, medicina tradicional, farmacopea, artes culinarias, métodos y sistemas agrícolas, técnicas de construcción de viviendas y recintos públicos, etcétera». En el párrafo séptimo: «El patrimonio cultural inmaterial, no por intangible resulta inerte. Todo lo contrario: es tal vez lo más vivaz, dinámico y estimulante de nuestro legado». La tesis, que se ha destacado más arriba, se presenta, después de varios razonamientos enlazados, en el quinto párrafo. No se trata, pues, de una tesis de formulación inicial. Además, las ideas posteriores a la tesis son aclaraciones de ideas ya presentadas. Por ejemplo, en el párrafo sexto se expone una descripción detallada de lo que configura el patrimonio inmaterial del que se ha hablado en el segundo párrafo, y la idea del séptimo párrafo no es más que una aclaración de uno de los adjetivos con el que se califica al patrimonio: inmaterial , porque el autor quiere destacar que la cualidad de inmaterial no significa ‘inerte’. Así pues, se puede decir que con la aparición de la tesis en el quinto párrafo se culmina la aportación de ideas. Es por ello por lo que se trata de un texto con un modelo estructural general sintetizante. Por otra parte, el texto puede dividirse en tres apartados. En el primero (los dos primeros párrafos) se muestran los dos tipos de patrimonio: el visible en los monumentos históricos y el inmaterial. En el segundo apartado (párrafos segundo a octavo) se justifica la necesidad de equiparar ambos patrimonios porque los fundamentos culturales se transmiten por tradición oral. Algunos destacados son los ritos, la artesanía, la farmacopea, los métodos agrícolas y las técnicas de construcción. Todos ellos constituyen lo más interesante del patrimonio cultural. El tercer apartado lo configura el último párrafo, que es como una digresión en la que el autor se felicita porque la UNESCO ya ha iniciado el reconocimiento de los patrimonios inmateriales.
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El artículo ofrece algún fragmento expositivo, como el que aparece en el segundo párrafo: Nos referimos a aquellas obras colectivas, manifestaciones artísticas, formas de cultura tradicional y popular, que de ordinario no requieren cobijarse en la solidez de la roca o la perdurable plasticidad del mármol como soportes materiales, sino que se legan y perennizan a través del hilo inmaterial de tradiciones orales, hábitos comunitarios, herencias artísticas o técnicas ancestrales, que como las aguas de un río subterráneo discurren de padres a hijos, de abuelos a nietos, de una generación a otra, en cualquier confín del planeta.
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A pesar de ello, una gran parte del texto –el resto– está construida con razones que conducen o justifican una tesis. Por ello se puede decir que es un texto expositivo-argumentativo en el que predomina la argumentación. La manifestación de la certeza se produce en dos momentos a lo largo del primer párrafo: Nadie de buen juicio en el mundo de hoy alberga dudas acerca de la importancia que tienen y de la salvaguardia que merecen aquellos monumentos históricos o artísticos catalogados como Patrimonio de la Humanidad. Nadie ignora tampoco el rango de España o del Perú en el mapa universal de estos vestigios tangibles y cimeros del talento creativo o del tesón.
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En los dos casos subrayados se afirma con rotundidad que todas las personas con buen juicio (pocos querrán autocalificarse de no juiciosos) y que además estén vivas (no cuenta la humanidad anterior, los que ya han fallecido), absolutamente todas, están de acuerdo en la necesidad de salvaguardar el patrimonio, sin dejar la más mínima posibilidad para la vacilación. Una afirmación tan rotunda supone una manifestación absoluta de estar en lo cierto. Los participantes en este acto de comunicación se encuentran señalados en el siguiente fragmento mediante los cinco deícticos personales subrayados: Nadie de buen juicio en el mundo de hoy alberga dudas acerca de la importancia que tienen y de la salvaguardia que merecen aquellos monumentos históricos o artísticos catalogados como Patrimonio de la Humanidad. Nadie ignora tampoco el rango de España o del Perú en el mapa universal de estos vestigios tangibles y cimeros del talento creativo o del tesón. Muchos, en cambio, subestiman, por impalpables o en apariencia efímeros, otros rastros, otras huellas magníficas de la creatividad y el talento del hombre. Nos referimos a aquellas obras colectivas, manifestaciones artísticas, formas de cultura tradicional y popular, que de ordinario no requieren cobijarse en la solidez de la
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TEXTO Y COMENTARIO roca o la perdurable plasticidad del mármol como soportes materiales, sino que se legan y perennizan a través del hilo inmaterial de tradiciones orales, hábitos comunitarios, herencias artísticas o técnicas ancestrales, que como las aguas de un río subterráneo discurren de padres a hijos, de abuelos a nietos, de una generación a otra, en cualquier confín del planeta. [...] Recordemos, a título de ejemplo, la existencia en el Perú de ciertas técnicas ancestrales en la construcción de viviendas que permiten enfrentar con particular solvencia los frecuentes movimientos sísmicos. Las viviendas así construidas son más resistentes a los terremotos y menos costosas. Estas técnicas han sido probadas con buen éxito en América Central, que sufre a menudo el mismo tipo de desastres naturales. Nada impide que en el futuro este bagaje ancestral pueda ser útil a poblaciones que en otras latitudes sufren los efectos de catástrofes sísmicas semejantes. Por ello, nos complace que la UNESCO haya logrado en los últimos años, y a través de un conjunto de iniciativas, que la perspectiva cultural cobre importancia en las agendas políticas nacionales e internacionales, sobre todo en cuanto al desarrollo.
Las dos primeras marcas corresponden a dos pronombres indefinidos, que se refieren tanto al hablante emisor como a los lectores receptores. Precisamente por su indeterminación, esta referencia resulta muy vaga. De hecho, puede aludir también a terceras personas que no participan en el acto comunicativo. Los tres deícticos personales restantes tienen en común el señalamiento hacia la primera persona del plural. Todos remiten hacia un nosotros que en realidad equivale a una primera persona del singular: yo . Es lo que se conoce como plural de modestia. Así pues, en este fragmento la deixis personal marca de una manera clara únicamente al emisor, bajo la forma del plural de modestia. La presencia de los interlocutores queda muy difuminada tras el indefinido nadie. 5
Se destacan a continuación, subrayados, los relacionantes supraoracionales: Nadie de buen juicio en el mundo de hoy alberga dudas acerca de la importancia que tienen y de la salvaguardia que merecen aquellos monumentos históricos o artísticos catalogados como Patrimonio de la Humanidad. Nadie ignora tampoco el rango de España o del Perú en el mapa universal de estos vestigios tangibles y cimeros del talento creativo o del tesón. Muchos, en cambio, subestiman, por impalpables
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o en apariencia efímeros, otros rastros, otras huellas magníficas de la creatividad y el talento del hombre. Nos referimos a aquellas obras colectivas, manifestaciones artísticas, formas de cultura tradicional y popular, que de ordinario no requieren cobijarse en la solidez de la roca o la perdurable plasticidad del mármol como soportes materiales, sino que se legan y perennizan a través del hilo inmaterial de tradiciones orales, hábitos comunitarios, herencias artísticas o técnicas ancestrales, que como las aguas de un río subterráneo discurren de padres a hijos, de abuelos a nietos, de una generación a otra, en cualquier confín del planeta. En efecto, desde un punto de vista histórico, los fundamentos culturales de la mayoría de los pueblos han sido construidos gracias a tradiciones orales milenarias. La Ilíada y la Odisea constituían un repertorio de relatos que eran recitados por los aedas, cantores épicos de la Grecia antigua, y que devinieron inmortales a través de la escritura gracias a las narraciones de Homero. [...] Pero, ¿qué decir de las tradiciones orales perdidas para siempre o que sobreviven apenas en tantos lugares del mundo? Si toda forma de patrimonio cultural es frágil, su expresión inmaterial, aquella que habita el espíritu y el corazón del hombre, lo es de modo muy particular. La idea de patrimonio responde a un modelo único, dominado por determinados criterios estéticos e históricos, lo cual hace que nuestras definiciones resulten demasiado estrechas. Ellas privilegian la élite, lo monumental, lo escrito, lo ceremonial. Hay que revisar estas concepciones y elaborar mejores métodos de identificación y de interpretación de nuestro patrimonio. [...] Pero no se trata tan sólo de la lengua, sino de música, bailes, rituales, artesanía, medicina tradicional, farmacopea, artes culinarias, métodos y sistemas agrícolas, técnicas de construcción de viviendas y recintos públicos, etcétera. Es decir, de aquellas formas de creación colectiva o individual que emanan de una cultura compartida y se basan en la tradición. Se trata entonces, conviene reiterarlo, de un patrimonio cultural en extremo vulnerable que es preciso preservar con celo. Tanto más cuanto en el contexto de la mundialización nos debatimos entre la tentación de un modelo cultural único y la posibilidad de reforzar y desarrollar el tesoro inmenso de nuestra diversidad. En este sentido, el patrimonio cultural inmaterial, no por intangible resulta inerte. Todo lo contrario: es tal vez lo más vivaz, dinámico y estimulante de nuestro legado. [...]
48 TEXTOS PARA COMENTAR Recordemos, a título de ejemplo, la existencia en el Perú de ciertas técnicas ancestrales en la construcción de viviendas que permiten enfrentar con particular solvencia los frecuentes movimientos sísmicos. Las viviendas así construidas son más resistentes a los terremotos y menos costosas. Estas técnicas han sido probadas con buen éxito en América Central, que sufre a menudo el mismo tipo de desastres naturales. Nada impide que en el futuro este bagaje ancestral pueda ser útil a poblaciones que en otras latitudes sufren los efectos de catástrofes sísmicas semejantes. Por ello, nos complace que la UNESCO haya logrado en los últimos años, y a través de un conjunto de iniciativas, que la perspectiva cultural cobre importancia en las agendas políticas nacionales e internacionales, sobre todo en cuanto al desarrollo.
La mayoría de los relacionantes supraoracionales organizan secuencias argumentativas. Cuatro de ellos expresan cierto desacuerdo o manifiestan alguna salvedad respecto a lo dicho previamente, es decir, son del tipo contraargumentativo: en cambio , pero , pero , todo lo contrario . Otro es de tipo ejemplificador: a tí- tulo de ejemplo . El resto son modificadores del discurso que reformulan fragmentos anteriores. Tres de ellos son de tipo explicativo (en efecto , es decir , conviene reiterarlo ) y el último es aglutinante ( por ello ).
Repeticiones léxicas: Muchas y mucho ; vistazo y visto ; lo que la gente dice y cómo lo dice . Sinónimos: A menudo y muchas; noticias y algo de especial interés; oír y escuchado ; distraídamente y sin fijarme . 2
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4 40 (págs. 176-177)
Decir feamente nada 1
Los elementos a través de los cuales se detecta la cohesión textual en el siguiente fragmento son los que aparecen subrayados a continuación: No sé si han hecho la prueba, yo la hago a menudo. No a mala idea, sino porque son muchas las veces en que estoy ocupado o fuera a la hora de las noticias en la televisión. Si ha ocurrido algo de especial interés, las grabo en vídeo y les echo luego un vistazo. Eso me permite volver a oír lo que, de haberlas visto en su momento, habría escuchado como una salmodia, distraídamente, sin fijarme mucho en lo que la gente dice ni en cómo lo dice, igual que la mayoría de los espectadores.
Elipsis: «No a mala idea», donde se ha eliminado
«No [hago la prueba] a mala idea». Anáfora: «Las grabo en video y les echo luego un vistazo». Los dos pronombres se refieren a las noticias, mencionadas en la oración anterior. También es una anáfora «eso me permite volver a oír», donde el pronombre eso tiene su referente en la oración previa.
Eso es un pronombre cuyo referente anafórico se en-
cuentra en el párrafo inmediatamente anterior. Concretamente se refiere a los discursos vacíos, carentes de un mínimo significado. El pronombre eso , que se encuentra al principio del segundo párrafo, establece una relación cohesiva con el final del primer párrafo. También aparecen aquí dos elipsis. En ambas, el fragmento elidido es el mismo (se reproduce entre corchetes): «A pocos parece preocuparles eso, pero a mí sí [me preocupa], y en el caso de los políticos todavía [me preocupa] más». En el texto precedente encontramos los sintagmas verbales que se han elidido. En ambos casos el verbo es preocupar , lo que constituye también otro factor de cohesión. El signo (!) es plenamente un elemento modalizador, puesto que aporta sentido valorativo. Con él, el autor muestra su perplejidad ante la utilización por parte de un catedrático de un vocablo al que el propio autor se refiere como palabro , que en este caso adquiere el significado de ‘término estrambótico’. Los relacionantes supraoracionales de este fragmento son los tres que se subrayan a continuación: ¿Qué nos ocurre con la lengua? Por una parte, ante el éxito de las ediciones de la Real Academia y otras, y en particular del Diccionario panhispánico de dudas (que en modo alguno ha arrumbado, sin embargo, el más antiguo y magnífico de Manuel Seco), uno diría que hay una preocupación creciente por hablar y escribir bien y saber qué puede y conviene decirse. Por otra, en cambio, resulta evidente que la lengua se va pareciendo cada vez más a un magma informe del cual se puede extraer cualquier combinación, que la mayoría encontrará aceptable –o indiferente– por disparatada, vacía o carente de sentido que sea. Hace unos días, en un artículo de este diario debido a un catedrático universitario (!), me topé con el tremendo palabro “multidisciplinariedad”. No se molesten en contarlas, que ya lo he hecho yo: son veintiuna letras, nada menos, exactamente para decir nada, y además de manera fea.
Los dos primeros ( por una parte y por otra) organizan la secuencia de la información de un modo espacial. El último ( en cambio ) anuncia una secuencia contraargumentiva. 53
EXTO TO Y CO COME MENT NTAR ARIO IO TEX
41 (págs. 178-179)
42 (págs. 180-181)
La generación del pulgar
La plaga más extendida
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Se aprecian reiteraciones de términos que mantienen relación directa con el tópico del texto, como las repeticiones léxicas pulgar (en siete ocasiones), tecnológicas (en seis ocasiones), mensaje (en cinco ocasiones) y SMS (en cinco ocasiones). También se observan repeticiones mediante sinonimia, como la que se produce entre los términos có- digo (aparece en tres ocasiones) y lenguaje (aparece en cuatro ocasiones), o entre alfabeto y y letras. Se aprecia repetición por hiperonimia entre los térmitér minos pulgar (lín. 4), dedo (lín. 6) y órgano (lín. 9), donde órgano es hiperónimo de dedo y, y, a su vez, vez, dedo lo es de pulgar . Incluso encontramos perífrasis como tecnologías que caben en la palma de la mano (lín. 25) y medio de comunicación (lín. 100). El segundo párrafo se inicia con la expresión sin duda, y en el séptimo párrafo aparecen es innega- ble (lín. 99) y parece fuera de discusión (lín. 105). Todas ellas son muestras de expresiones de certeza. Esta frase que se encuentra al inicio del sexto párrafo puede considerarse una expresión explícita del tema del texto. A lo largo del escrito, la autora da cuenta de la novedad comunicativa que ha supuesto la implantación de los SMS, pero insiste en su adecuación a contextos reducidos en los que el interés principal sea asegurar una comunicación ágil e inmediata, donde los graves conceptos tienen un peso escaso. Por eso subraya y declara de manera explícita la exclusión de esta variante comunicativa de la norma lingüística. En este texto destacan los siguientes relacionantes supraoracionales: En la línea 45, desde luego enlaza la última oración del tercer párrafo con la afirmación «hoy más que nunca el medio es el mensaje». Es un relacionante que reformula fragmentos anteriores. En la línea 46, es cierto que está enlazado con el conector pero de la línea 51. El primero tiene un carácter explicativo, mientras que el segundo inicia una contraargumentación. Lo mismo sucede con la pareja desde luego (lín. 68) y ahora bien (lín. 82). En la línea 99, aun así posee un sentido contraargumentativo respecto al contenido del sexto párrafo. En la línea 102, la conjunción y ofrece un sentido de adición respecto a lo expuesto en la primera oración del séptimo párrafo.
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Tema
La facilidad para difundir cualquier idea en nuestro mundo y el mimetismo desenfrenado es una combinación brutal que convendría frenar fr enar,, al menos, no facilitando la propagación de ideas no convenientes. Resumen
Hasta hace poco tiempo, la gente, en general, sabía que dar ideas perniciosas podía ser peligroso y ponía obstáculos a su difusión. Sin embargo, hoy todo se difunde rápidamente rápidamen te y, lo que es peor, peor, el papanatismo generalizado promueve su imitación. Antes, los periodistas actuaban como filtro frente a las majaderías, pero hoy se los tacharía de censores si así lo hicieran. Hoy es más difícil poner tal filtro, sobre todo porque en Internet no existe, y cualquier idea se lanza con la seguridad de que será reproducida. Estructura
El modelo estructural general que presenta el texto es de tipo analítico. La idea principal puede formularse así: el papanatismo reinante y la ausencia de filtros para la difusión de ideas perniciosas aseguran la reproducción de cualquier pensamiento por inconveniente que sea. Esta tesis aparece formulada de forma explícita al inicio del texto, hacia el final del primer párrafo. Allí es donde cobra sentido el título del texto: la plaga más extendida es el papanatismo reinante. Desde el punto de vista de la estructura interna, el texto se puede dividir en cuatro apartados. El primero comprende las dos primeras oraciones: Todavía no hace demasiado demasia do tiempo, la gente medía, med ía, sopesaba un poco lo que decía y contaba, así como delante de quién lo hacía. No es sólo que se abstuviera de hablar de ciertas cuestiones en presencia de los menores [...] al considerarlas inadecuadas, perniciosas, truculentas o terroríficas, sino que tenía conciencia del peligro de dar ideas.
Estas oraciones configuran una descripción expositiva sobre la restricción que se producía hace tiempo acerca de la difusión de ideas inadecuadas. Es el inicio de un argumento del tipo contraste de ideas. El resto del texto no es más que la descripción de la situación actual, en contraste con la anterior. El segundo apartado abarca desde la cuarta línea hasta la décima. Allí se formula la tesis del artículo: el papanatismo y la ausencia filtros facilitan la expansión de cualquier idea.
TEXTOS TOS PARA COM COMENT ENTAR AR 48 TEX
El tercer apartado recoge los párrafos segundo y tercero. Cada uno de ellos corresponde a un argumento de ejemplo. El segundo párrafo describe la l a actividad que era habitual en un periódico: el redactor actuaba como filtro antes de difundir una idea. El tercer párrafo señala como ejemplo de transmisores de ideas inadecuadas a los terroristas, a los snobs cretinos y a los analfabetos gramaticales. Se trata, pues, de argumentos que apoyan directamente la idea principal. La última parte del texto corresponde al cuarto párrafo. Se trata de una recapitulación final donde se reformula la tesis y donde el autor se lamenta de la situación en la que nos encontramos. 2
Tipo de texto
Éste es un escrito expositivo-argumentativo. expositivo-argumentativo. La parte expositiva corresponde al primer apartado de la estructura interna. El resto está construido con argumenargum entos de ejemplos y presentación de ideas. Así pues, el fragmento argumentativo es mucho más extenso que el expositivo. Registro lingüístico
El léxico empleado es en su mayor parte estándar, aunque aparece algún ejemplo aislado de léxico coc oloquial, como: grillada (lín. 51), jetas (lín. 51) y cho- rrada (lín. 59). Por lo que respecta a la sintaxis, la mayoría de las oraciones presentan una complejidad media, aunque se combinan con otras de mayor complejidad. Por ejemplo, entre las líneas 28 y 47: «No sé si ahora hay más, pero lo parece, y en todo caso disfrutan siempre de una legión de imitadores. Tal vez lo que antes pasaba es que a las ideas imbéciles o criminacr iminales se les daba poca o ninguna cancha. Debió de haber una época en la que no bastaba con que existieran los hechos, o las iniciativas, o las ocurrencias, o las reclamaciones, para que los responsables de un periódico, una televisión o una radio se hicieran de inmediato y sumiso eco de ellos. Imagino, en el pasado, a una figura que ahora me cuesta creer que exista: la de un jefe de sección, o un redactor, o un director de diario que, ante tal o cual noticia o propuesta estúpida, se plantara tranquilamente y dijera: “Esto es una sandez...”». El último párrafo del texto también es una mezcla de sintaxis poco compleja con construcciones de mayor complejidad. Expresión de la subjetividad
En general la expresión de la subjetividad en este texto es constante. El texto presenta numerosos elementos léxicos valorativos. En la categoría de adjetivos,
imbéciles , criminales (lín. 26), criminal , monstruosa y no convenientes (líns. 86-88) se utilizan para refe-
rirse a las ideas que no debieran ser publicadas, e idiota, gregario , frívolo e indiscriminado (líns. 2224) califican a los que imitan las ideas no convenientes. En la categoría de sustantivos, sandez (lín. 47), majadería (lín. 53), parida, chorrada, apro- vechamiento y y chantaje (líns. 59-60) se refieren a las ideas que no deben publicarse, y analfabetos (lín. 76) designa a quienes producen ideas no convenientes. En la categoría verbal, se aprecia la perífrasis me cuesta creer que exista (lín. 42), que se refiere a un redactor capaz de filtrar las majaderías. El autor también aprovecha los signos de puntuación para modalizar el texto. En dos ocasiones emplea guiones para introducir digresiones en las que formula su opinión: «unos tiempos cuya mayor plaga –contra la que nadie lucha, quizá por ser guerra g uerra perdida– es el mimetismo» (líns. 19-22) y «–no hay idiotez que sea inocua del todo y que no traiga consecuencias–» (líns. 84-86). Otro recurso con posibilidades modalizadoras que encontramos en el texto son las figuras retóricas. retóric as. Destaca la intensificación por repetición de adjetivos: inadecuadas, perniciosas, truculentas o terroríficas (líns. 7-8). También se observa la repetición de estructuras sintácticas, en las líneas 47-52: «Esto es una sandez. Esto no tiene interés. Esto no se justifica. Esto es gato por liebre. Esto no aporta nada. Esta gente no lleva razón. Esa otra está grillada. Estos son unos jetas» y en las líneas 65-77: «Si a un grupo terrorista se le ocurre [...]. Si a unas decenas de snobs cretinos se les ocurre [...]. Si unos analfabetos gramaticales proponen...». Por último, encontramos algunas hipérboles: legión de imitadores (lín. 31), millares de imitamon@s (lín. 80). La manifestación de la certeza es otro de los rasgos que ayudan a modalizar el escrito. Se muestra al menos en cuatro ocasiones: no cabe duda (lín. 13); en verdad cuesta creer (lín. 54); encontrará todas las espitas abiertas y por supuesto centenares de imi- tadores (lín. 63); no hay duda de que (lín. 68). Deixis
El texto presenta elementos que ayudan a centrar el discurso. Los deícticos espaciales son los menos abundantes. Sólo aparece uno: el mundo (lín. 93) para hacer referencia a la sociedad contemporánea. Los deícticos temporales nos sitúan en un presente actual (entendiendo como actual la fecha de publicación del artículo) ya escaso uso (lín. 11), ahora hay más (lín. 29), ahora (lín. 42), en esta era (lín. 89), y 55
EXTO TO Y CO COME MENT NTAR ARIO IO TEX
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también apuntan al pasado reciente: no hace dema- siado tiempo (lín. 1), en el pasado (lín. 41). Los deícticos personales son los más abundantes. La presencia del emisor se manifiesta bien tras los pronombres personales de primera persona del singular: no sé si ahora (lín. 28), imagino (lín. 41), me cuesta (lín. 42), bien tratando de ocultarse detrás de un pronombre indefinido: uno se pregunta (lín. 93). La presencia de los receptores se manifiesta en el pronombre elíptico de la forma verbal vivimos en el reino (lín. 24), que se refiere tanto al emisor como a los múltiples receptores del artículo. En conjunto, se trata de un texto que se adecua perfectamente a la situación comunicativa en la que se producen los discursos periodísticos de opinión, tanto en lo que respecta al tipo de texto, como en lo referente al registro lingüístico empleado, así como en los deícticos que aparecen, con los se muestra el entorno espacial, el entorno temporal y los participantes en la comunicación. Únicamente el grado de modalización es más alto de lo que es habitual en este tipo de escritos. La cohesión de este artículo puede detectarse a través del léxico porque presenta repeticiones de palabras que mantienen relación directa con el tópico del texto. Esto ocurre con las repeticiones léxicas: desuso (líns. 13 y 14), mimetismo (líns. 22 y 90), idiota (líns. 22 y 83) e ideas (líns. 10 y 88), y con las repeticiones mediante sinonimia, como cuestio- nes (lín. 5), ideas (lín. 10) y ocurrencias (lín. 37). La cohesión también se aprecia en anáforas como: es ésta una expresi expresión ón (lín. 10), donde el pronombre se refiere a la expresión «dar ideas», que se encuendesu suso so , donde su tra en la oración anterior, y su de alude a la misma expresión, que se encuentra dos oraciones antes. Por último, también los relacionantes supraoracionales establecen relaciones de cohesión. Son relaciovivimos mos en el el nantes supraoracionales: de hecho vivi reino del papanatismo (lín. 24), que reformula un fragmento anterior explicándolo, y por el contrario (lín. 62), que anuncia una secuencia contraargumentativa.
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¿Por qué la juventud es violenta? 1
Tema
Las imágenes violentas en los medios de comunicación repercuten de manera distinta en cada uno de 56
nosotros. Los primeros entornos sociales, como la familia y los amigos, marcan el modo en que reaccionaremos frente a imágenes violentas. Resumen
Nos preocupa mucho el efecto de imitación que pueden causar las abundantes escenas de violencia que aparecen en los medios de comunicación. Hoy sabemos que la emisión de esas imágenes provoca reacciones diversas en cada persona. Un entorno familiar violento en la primera infancia genera conductas agresivas en la juventud, y unos amigos que no condenan la violencia fomentan la tolerancia a las conductas agresivas. Por eso es necesario cuidar el entorno familiar y los grupos con los que empieza a relacionarse el joven, e introducir en el sistema educativo competencias sociales y emocionales. Estructura
El modelo estructural general que presenta el texto es sintetizante. La idea principal puede formularse así: los comportamientos y emociones que aprendemos y asumimos en nuestra infancia determinan el modo en que reaccionaremos frente a la violencia durante la juventud. Esta idea está formulada de forma explícita en el último párrafo del texto. La estructura interna del texto se puede dividir en tres apartados. El primero comprende los cuatro primeros párrafos, y en él se habla de la preocupación que manifestamos por el exceso de violencia que presenciamos en los medios de comunicación. El segundo apartado abarca los párrafos que van del quinto al octavo. En este apartado se insiste en la relación causal comprobada entre los jóvenes violentos y los primeros entornos familiares y grupales donde la agresividad ha sido tolerada o provocada. El último párrafo configura un tercer apartado en el que se pone de manifiesto la tesis del artículo: es necesario cuidar el primer entorno familiar y el primer entorno grupal, y también introducir en el sistema educativo estrategias para que los alumnos aprendan competencias sociales y emocionales. Los argumentos que utiliza el autor son ejemplos y datos. Encontramos el argumento de ejemplo en la frase «Un niño del que se ha abusado, que ha sido privado de amor o azotado tendrá más probabilidades de ser agresivo». Sirve para apoyar la idea de que el entorno familiar determinará nuestra reacción frente a las imágenes violentas. El argumento de datos aparece en «Al acabar el instituto, cada chico habrá pasado unas 20.000 horas
48 TEXTOS PARA COMENTAR
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viendo la televisión» y sirve para apoyar la idea de que resulta preocupante la abundancia de imágenes violentas que presencia hoy la juventud. Es posible percibir la adecuación de este texto a la situación comunicativa que se produce en torno a los escritos periodísticos de opinión a través del tipo de texto, del registro lingüístico, de la expresión de la subjetividad y de la deixis. Tipo de texto
Es un texto en el que alternan fragmentos expositivos con fragmentos argumentativos. Todos los párrafos que configuran la segunda parte del texto son expositivos, y en ellos explican los factores que condicionan conductas agresivas. El último párrafo es plenamente argumentativo porque en él prevalece la aportación de ideas sobre lo que se debe hacer para reducir el impacto que puede provocar la visión de la violencia. Registro lingüístico
El léxico empleado es en su mayor parte estándar, aunque encontramos algún ejemplo aislado de cultismos, como psicopatologías (lín. 89), despóticos (lín. 98), abyecto (lín. 99) y sectarias (lín. 100). Por lo que respecta a la sintaxis, la mayoría de las oraciones presentan una complejidad media, aunque se combinan con otras breves y simples. El quinto párrafo es un claro ejemplo de esta combinación. La función lingüística dominante es la representativa, que aparece constantemente. El cuarto párrafo es un buen ejemplo de ello. También hay una muestra de función conativa en el último párrafo, concretamente donde se dice «los medios no son el factor principal que debiera preocuparnos». En definitiva, el léxico, la sintaxis y las funciones lingüísticas dominantes ubican el texto dentro del registro estándar, con alguna desviación hacia el registro culto. Expresión de la subjetividad
La expresión de la subjetividad o modalización se detecta en este escrito a través de la manifestación de la certeza. Se muestra en ahora se sabe (lín. 44), otro factor cierto (lín. 72) y parece claro (lín. 94). En general, en este texto la expresión de la subjetividad es escasa. Deixis
La deixis ayuda a adecuar el texto a la situación comunicativa. Los deícticos temporales apuntan a un tiempo actual a partir de la fecha de publicación del artículo. Al-
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gunos ejemplos son: ahora (líns. 16, 39, 44), las úl- timas (lín. 26) y hoy (lín. 57). Los deícticos personales muestran la presencia de un emisor y un receptor a través de las formas verbales en primera persona del plural, como descendemos (lín. 1), y de los pronombres nos (lín. 9) y todos (96). La ocultación del emisor también se aprecia en las formas verbales impersonales, como se ha creído (lín. 41). La deixis, en resumen, presenta los elementos propios de un texto con amplios fragmentos expositivos dirigido a un público compuesto por múltiples receptores. En conjunto, el tipo de texto, el registro lingüístico dominante, el grado de modalización y los deícticos que sitúan el entorno temporal y los participantes en la comunicación adecuan este escrito a la situación comunicativa en la que se desarrollan habitualmente los textos periodísticos e informativos de opinión. Los aspectos más destacados a través de los cuales se detecta la cohesión textual en este documento son las repeticiones de términos, el uso de palabras de los mismos campos semánticos, las anáforas y los relacionantes supraoracionales. Repeticiones
Se aprecian reiteraciones de términos que mantienen relación directa con el tópico del texto, como las repeticiones léxicas ( agresivos, en las líns. 3, 48, 60, 67, 75, 81, 96, y medios de comunicación , en las líns. 11, 14, 27), las repeticiones mediante sinonimia (agresivos - ejercer el poder sin miramien- tos - violentas, ha abusado , en las líns. 3, 6, 10, 64, y trastornos de conducta - psicopatología, en el penúltimo párrafo) y las repeticiones por hiperonimia (periódico , radio , televisión - medio de comunica- ción, en el párrafo tercero). Campos semánticos
Entre los campos semánticos conectados con el asunto del artículo se encuentra el de la violencia, al que pertenecen las palabras golpe (lín. 79), despó- tico (lín. 98) y poder (lín. 99). Anáforas
También se aprecia la cohesión por la presencia de anáforas como esta (lín. 35), referida a la preocupación de la que se habla en la oración inmediatamente anterior. Relacionantes supraoracionales o modificadores textuales
Por último, también los relacionantes supraoracionales establecen relaciones de cohesión. 57
TEXTO Y COMENTARIO
Entre ellos destacan primero… luego… ahora (párrafo tercero), que marcan una secuencia temporal, y parece claro (párrafo último), que es un relacionante aglutinante que anuncia una reformulación de un fragmento anterior. 44 (pág. 184)
Hablemos de mujeres 1
Tema
Durante las dos últimas décadas, las mujeres han accedido a labores remuneradas en un porcentaje muy alto. La mayoría de los puestos de trabajo creados han sido ocupados por mujeres. Pese a ello, todavía es muy grande la distancia con la situación social de los hombres. Los altos cargos siguen ocupados en su mayoría por varones, y en los países más pobres el acceso a derechos básicos como la educación o la salud está casi vedado a la mujer. Estructura
Expresión de la subjetividad
Resumen
El fragmento de texto que se analiza muestra una estructura sintetizante. Es en el último párrafo donde se hace explícita la idea fundamental: aunque ha mejorado mucho la situación de la mujer todavía hay muchos aspectos en los que se detectan deficiencias. El artículo puede dividirse en dos apartados. El primero de ellos comprende los dos primeros párrafos. En ellos se enumeran los avances sociales que ha podido conseguir la mujer en los últimos años. El segundo lo componen los dos últimos párrafos. En ellos se ponen de manifiesto las carencias más acusadas que perviven en muchos países, sobre todo en aquellos que no han tenido un desarrollo económico. El principal tipo de argumento que aparece es el de estadísticas y datos. El primer párrafo es un buen ejemplo de ello. Es posible percibir la adecuación de este texto a la situación comunicativa que se produce en torno a los escritos periodísticos de opinión a través del tipo de texto, del registro lingüístico, de la expresión de la subjetividad y de la deixis. Tipo de texto
El texto presenta una combinación de párrafos mayoritariamente expositivos que alternan con otros más 58
Registro lingüístico
El léxico empleado es en su mayor parte estándar, aunque encontramos algún ejemplo aislado de cultismos, como precedentes (lín. 29) y documentan (lín. 33). Por lo que respecta a la sintaxis, la mayoría de las oraciones presentan una escasa complejidad. Un ejemplo de ello es el primer párrafo, donde prácticamente todas las oraciones son simples. La función lingüística dominante es la representativa, que aparece constantemente. Los dos primeros párrafos son buen ejemplo de ello. En el texto predomina la modalidad oracional enunciativa, propia de la función representativa. En definitiva, el léxico, la sintaxis y las funciones lingüísticas dominantes ubican el texto dentro del registro estándar.
Aunque durante los últimos años la situación de la mujer en la sociedad occidental ha mejorado mucho, todavía hay diferencias considerables respecto al hombre que deben ser salvadas.
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argumentativos. Predominan los del primer tipo. Por ejemplo, el primer y el segundo párrafos son fundamentalmente expositivos: en ellos se acumulan los datos que sustentan la idea de la posición social cada vez más importante que ocupan las mujeres. Por otro lado, las dos primeras oraciones del último párrafo se acercan más a lo argumentativo, ya que aportan ideas que destaca el autor.
La expresión de la subjetividad o modalización es escasa en este texto. Presenta muy pocos elementos léxicos valorativos. Sólo cabe destacar los adjetivos bueno y malo del tercer párrafo, que se utilizan para referirse a las diversas situaciones en las que se encuentra la mujer, y también inaceptable (lín. 33), que remite a aquello que más la discrimina. En ese mismo párrafo, los sustantivos injusticia y discriminación son probablemente los únicos ejemplos de nombres modalizadores. En general, es un texto en el que la expresión de la subjetividad es escasa. Deixis
La deixis ayuda a adecuar el texto a la situación comunicativa. Los deícticos temporales que se observan son hoy (lín. 2), antes (lín. 3), últimas dos décadas (lín. 4), hace diez años (lín. 6), década pasada (lín. 21). Apuntan a un tiempo (actual, pasado o futuro) a partir de la fecha de publicación del artículo. Los deícticos personales muestran una tendencia a la ocultación del emisor, como se aprecia en el verbo impersonal enterarse (lín. 40).
48 TEXTOS PARA COMENTAR
La deixis, en resumen, presenta los elementos propios de un texto de opinión con un dominio del tipo de texto expositivo. Los aspectos más destacados a través de los que se detecta la cohesión textual en este documento son las repeticiones de términos, los campos semánticos, las anáforas y catáforas, la elipsis verbal y los relacionantes supraoracionales.
que junto a aquéllos hay otros estudios que nos muestran resultados diametralmente opuestos. Resumen
Las afirmaciones sobre los efectos beneficiosos de los incendios forestales sobre el cambio climático, y sobre los efectos perjudiciales del aceite de oliva y de la leche entera de vaca son ejemplos de cómo la ciencia puede demostrar algo y lo contrario, basándose siempre en estudios científicos. Hay que observar estas afirmaciones contradictorias de la ciencia bajo el prisma del sentido común.
Repeticiones
Se aprecian reiteraciones de términos que mantienen relación directa con el tópico del texto, como las repeticiones léxicas ( progreso , en las líns. 16, 34; fuerza laboral , en las líns. 20, 26, y empresas, empre- sariales , en las líns. 10, 44; las repeticiones mediante sinonimia (acelerado - muy rápido , en las líns. 34, 40), y las repeticiones mediante hiperonimia, como mujeres, hijas... familias, maridos, (líns. 39, 51, 74).
Estructura
El modelo estructural general que presenta el texto es sintetizante. La idea principal puede formularse así: el sentido común debe hacernos considerar con prevención algunas afirmaciones científicas claramente contradictorias. Esta idea aparece formulada de forma explícita hacia el final del texto. La estructura interna del texto se puede dividir en dos apartados. El primero comprende desde el principio hasta la línea 46. En él se mencionan varios ejemplos de aseveraciones científicas opuestas. El segundo apartado abarca desde la línea 46 hasta el final. Este apartado contiene la conclusión a la que nos lleva la observación de las contradicciones mostradas en el apartado anterior, que demuestran de manera explícita de qué modo algunos estudios parecen no tener sentido. Los argumentos que se utilizan mayoritariamente son ejemplos. Todos aparecen en la primera parte del artículo y sirven para corroborar el desacuerdo entre estudios sobre el mismo objeto. También aparece el argumento de cita en la línea 7, donde se reproduce un texto atribuido a un grupo de científicos americanos. Se utiliza para apoyar la idea expresada en el tercer párrafo, donde dice que la ciencia parece acercarse a la locura.
Campos semánticos
Entre los campos semánticos conectados con el asunto del artículo se encuentra el del mundo del trabajo y de la empresa, al que pertenecen las palabras: consejo de administración, empresas, trabajo , salarios, fuerza laboral (líns. 11, 12, 56), y el de las relaciones familiares: mujeres, hombres, padres, maridos (líns. 39, 55, 70, 74). Relacionantes supraoracionales o modificadores textuales
Por último, también los relacionantes supraoracionales establecen relaciones de cohesión. De ellos destaca pero , que se ha utilizado en dos ocasiones (líns. 16 y 28). En ambos casos es relacionante contraargumentativo. 3
En el texto se presenta el panorama mundial de la participación social de la mujer y se insiste mucho en su situación de discriminación con respecto a la del varón. En los tres primeros párrafos, el autor se centra más en cuestiones laborales y es en el último donde habla de las diferencias más graves entre hombres y mujeres, que son las que afectan a cuestiones de alimentación y de salud. En este sentido, creo que las ayudas directas de los países ricos como el nuestro a países poco desarrollados deberían ser mayores de lo que son ahora.
45 (pág. 185)
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La adecuación textual
Es posible percibir la adecuación de este texto a la situación comunicativa que se produce en torno a los escritos periodísticos de opinión a través del tipo de texto, del registro lingüístico, de la expresión de la subjetividad y de la deixis. Tipo de texto
Ciencia demente 1
Tema
Hay afirmaciones basadas en estudios científicos que conviene tomar con cautela y sentido común por-
En los dos primeros párrafos, el texto es fundamentalmente expositivo, porque prevalece la enumeración de ejemplos de estudios discordantes. Los párrafos tercero y cuarto son más argumentati59
TEXTO Y COMENTARIO
vos, ya que en ellos aparecen algunas razones que tratan de explicar este comportamiento anómalo de la ciencia. Se trata de un texto en el que alternan fragmentos expositivos con fragmentos argumentativos. Registro lingüístico
El léxico empleado es en su mayor parte estándar, aunque encontramos bastantes ejemplos de cultismos, como paliar (lín. 4), hilaridad (lín. 12), predi- carse (lín. 27) y cejar (lín. 66). Por lo que respecta a la sintaxis, la mayoría de las oraciones presentan una complejidad alta, como es el caso de la segunda oración del último párrafo. El resto del texto está compuesto por oraciones de complejidad media. No hay oraciones simples. En cuanto a las funciones lingüísticas, la dominante es la función representativa, que aparece constantemente. En definitiva, el léxico, la sintaxis y las funciones lingüísticas dominantes ubican el texto dentro del registro estándar, con alguna desviación hacia el registro culto. Expresión de la subjetividad
La expresión de la subjetividad o modalización se detecta en este escrito a través del léxico, de morfemas derivativos y apreciativos, de figuras retóricas, y de expresiones de manifestación de la certeza. El texto presenta elementos léxicos valorativos. En la categoría de los adjetivos, se puede señalar orgu- llosa (lín. 69), que se usa para referirse a la demencia de la ciencia. En la categoría de sustantivos destacan sucursal de la locura (lín. 58), que se refiere a la ciencia, y fracaso (lín. 68), que se emplea para describir la actividad de la ciencia. En la categoría verbal, urden (lín. 31) alude al trabajo de los laboratorios. En el texto se utilizan las posibilidades modalizadoras de las figuras retóricas. Destacan las ironías, como estos buenos señores (lín. 5) y concienzudo informe, elaborado tras años de minuciosísima inves- tigación (lín. 17), y también la metáfora tirabuzón enloquecido (líns. 50-51).
La manifestación de la certeza es otro rasgo que ayuda a modalizar el escrito, y se muestra al menos en dos ocasiones: estoy seguro de que (lín. 15) y por supuesto (lín. 69). En general es un texto en que el grado de expresión de la subjetividad es alto. 60
Deixis
La deixis ayuda a adecuar el texto a la situación comunicativa. Los deícticos temporales apuntan a un tiempo presente, como en nuestros días (lín. 28); al pasado, como anteriores a la actual (lín. 35), y al futuro, como dentro de unos años (lín. 42) y mañana (lín. 48). Todos esos deícticos toman como punto de partida la fecha de publicación del artículo. Los deícticos personales muestran la presencia de un emisor a través de las primeras personas verbales y el pronombre me (lín. 11). También manifiestan la presencia tanto del emisor como del receptor en nos (lín. 46) y nuestro (lín. 71). La ocultación del emisor y del receptor puede apreciarse en el pronombre indefinido alguien (lín. 53), que alude tanto al autor como a cualquiera de sus lectores. La deixis, en resumen, presenta los elementos propios de un texto de opinión dirigido a un público compuesto por múltiples receptores. En conjunto, el tipo de texto, el registro lingüístico dominante, el grado de modalización y los deícticos que señalan a los participantes en la comunicación, adecuan este escrito a la situación comunicativa en la que se desarrollan habitualmente los textos periodísticos de opinión. La cohesión textual
Los aspectos más destacados a través de los cuales se detecta la cohesión textual en este documento son las repeticiones de términos, el uso de palabras de los mismos campos semánticos, las anáforas y catáforas, y los relacionantes supraoracionales. Repeticiones
Se aprecian reiteraciones de términos que mantienen relación directa con el tópico del texto, como las repeticiones léxicas: estudio (líns. 2, 23, 43); contra, contrario , contradictorias (líns. 3, 27, 54), y científicos, ciencia (líns. 1, 26). Campos semánticos
Entre los campos semánticos conectados con el asunto del artículo se encuentra el de la ciencia, al que pertenecen las palabras informe , investigación, datos, conclusiones, ciencia (líns. 17, 18, 19, 19, 26). Anáforas y catáforas
También se aprecia la cohesión en la presencia de catáforas como lo mismo (lín. 27), que se refiere a «la ciencia nos dice hoy exactamente lo contrario» (en la oración anterior); todo ello (lín. 52), referida a la última frase del párrafo anterior, y que (lín. 69), referida a la cordura, que se menciona a continuación.
48 TEXTOS PARA COMENTAR Relacionantes supraoracionales o modificadores textuales
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Por último, también los relacionantes supraoracionales establecen relaciones de cohesión. Entre ellos destaca pero (lín. 15), que es un relacionante contraargumentativo. En el artículo se señalan algunos estudios que resultan contradictorios a ojos del lector, como los relativos a las ventajas o inconvenientes del aceite de girasol o de la leche de vaca, o el estudio sobre los incendios forestales, más reciente. A partir de esos ejemplos se concluye que la ciencia se aproxima peligrosamente a la locura. Parece que ha extraído una conclusión sobre pocos datos. El campo de investigación de la ciencia es muchísimo más amplio y no siempre se obtienen resultados contradictorios. Seguramente serán muchos más los estudios que no contradigan lo dicho en otros anteriores, y aun en ese caso, las más de las veces se producen contradicciones sólo en apariencia, ya que lo que suele suceder es que hoy se consideran nuevos datos que no se habían tenido en cuenta en investigaciones anteriores.
46 (págs. 186-187)
Cocaína para todos 1
Tema
Con nuestras actitudes y comportamientos relajados hemos convertido a España en el país en el que reinan el ocio y los negocios ilegales. Resumen
Entre todos los ciudadanos hemos conseguido hacer un país donde el ocio es la principal actividad. Durante el último decenio parece que nos hemos dedicado fundamentalmente a crear locales de recreo, sobre todo en la costa mediterránea. También allí los negocios demasiado fáciles y poco legales se han implantado con demasiada facilidad. Muchos extranjeros optan por venir a España atraídos por la inmensa oferta de ocio, sea ésta legal o no. De las oscuras épocas anteriores hemos pasado de golpe a permitir en nuestro país cualquier actividad que en el resto de Europa no se admite. Estructura
El modelo estructural general que presenta el texto es analizante. La idea principal puede formularse así: a lo largo de los últimos años nos hemos convertido en el máximo
referente de ocio y disfrute. Esta idea aparece formulada de forma explícita en la primera oración. La estructura interna del texto se puede dividir en dos apartados. El primero comprende las dos primeras oraciones del texto. En él se habla del ocio que hemos desarrollado en España en el último decenio y de cómo los ciudadanos hemos contribuido a provocar esa situación. El segundo apartado abarca el resto del texto. En este apartado se acumulan los ejemplos que justifican la idea principal expresada en el primero. Los argumentos que se utilizan son ejemplos y todos ellos sirven para apoyar la idea principal o la secundaria, expresada también de forma explícita al final del tercer párrafo, cuando se dice que prácticamente todo el país está salpicado de negocios donde se roza la ilegalidad o se cae totalmente en ella. 2 Es posible percibir la adecuación de este texto a la situación comunicativa que se produce en torno a los escritos periodísticos de opinión a través del tipo de texto, del registro lingüístico, de la expresión de la subjetividad y de la deixis. Tipo de texto
En el texto se alternan fragmentos expositivos con fragmentos argumentativos. Por lo general, cada párrafo contiene una idea situada al principio o al final, y el resto lo constituye la exposición de ejemplos que soportan dicha idea. Registro lingüístico
El léxico empleado es en su mayor parte de tipo estándar, aunque aparece algún ejemplo aislado de léxico coloquial, como porro (lín. 86) y botellón (lín. 86), y de cultismos como hedonismo (lín. 8), remedo (lín. 38), espurias (lín. 56) y conculcan (lín. 101). Por lo que respecta a la sintaxis, la mayoría de las oraciones presentan una complejidad media, pero se combinan con otras más elaboradas. Ejemplo de esto último es la tercera oración del segundo párrafo. La función lingüística dominante es la función representativa, que aparece constantemente. Un ejemplo de ello es todo el primer párrafo. En definitiva, el léxico, la sintaxis y las funciones lingüísticas dominantes ubican el texto dentro del registro estándar, con alguna desviación hacia el culto y hacia el coloquial. Expresión de la subjetividad
La expresión de la subjetividad o modalización se detecta en este escrito a través del léxico y del uso de figuras retóricas. 61
TEXTO Y COMENTARIO
El texto presenta elementos léxicos valorativos. En la categoría de adjetivos: fulminante (lín. 103) se refiere al desarrollo del placer e inverosímil (lín. 67) alude al territorio español. En la categoría de sustantivos: la enumeración dro- gas, sexo, especulación (lín. 40) se refiere a la realidad española, y excrementos (lín. 74) alude a la misma realidad. En la categoría verbal, conculcan (lín. 101) es un término con el que el autor se refiere a la respuesta que el ciudadano da a las leyes. El autor utiliza abundantemente las posibilidades modalizadoras de las figuras retóricas. Encontramos metáforas, como «el país entero ha derivado en un supermercado de la ilegalidad» (lín. 57) y «el delito se ha apegado al territorio» (lín. 77), y comparaciones, como «billetes de 500 euros como heraldos del dinero negro» (lín. 42). Por otro lado, en el texto se emplean las intensificaciones acumulativas, como «el hedonismo, la tolerancia y el placer surtidos» (lín. 8); «la multiplicación de campos de golf y locales de esparcimiento, desde el spa al burdel, desde el restaurante al bar, de los parques de atracciones a las discotecas, de los wellness a los casinos» (líns. 28-33), una intensificación más llamativa, y «el clima es amable, las gentes amistosas, la comida apetitosa, el porro abundante y, encima, el botellón» (líns. 84-87). Por último, las hipérboles también están presentes: «millones de rayas de cocaína cruzan de parte a parte la nación» (lín. 102); «incalculable metralla de corruptelas» (lín. 49). En general, es un texto en el que el grado de expresión de la subjetividad es muy alto. Deixis
La deixis ayuda a adecuar el texto a la situación comunicativa. Los deícticos espaciales, como en esos entornos (lín. 25) y el país entero (lín. 57), hacen referencia a España o a algunas zonas más restringidas, como el litoral mediterráneo. Los deícticos temporales apuntan siempre a un tiempo pasado a partir de la fecha de publicación. Se expresan así: los últimos 10 o 15 años (lín. 15), en unas décadas (lín. 96). Los deícticos personales se caracterizan precisamente por el empeño en que el emisor quede oculto tras la impersonalidad, de modo que no aparecen las primeras personas en las formas verbales, sino que éstas se formulan mediante formas no persona62
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les, como no es extraño (lín. 79), o con la pasiva refleja, muy abundante: se ha deteriorado mucho la calidad de vida (líns. 71-72). La presencia del receptor también queda oculta tras fórmulas como la misma ciudadanía (lín. 5). En conjunto, el tipo de texto, el registro lingüístico dominante, el grado de modalización y los deícticos –que sitúan el entorno espacial, temporal y los participantes en la comunicación– adecuan este escrito a la situación comunicativa en la que se desarrollan normalmente los textos periodísticos de opinión. Los aspectos más destacados a través de los cuales se detecta la cohesión textual en este documento son las repeticiones de términos, el uso de palabras que pertenecen a los mismos campos semánticos, las anáforas y catáforas, la elipsis verbal y los relacionantes supraoracionales. Repeticiones
Se aprecian reiteraciones de palabras que mantienen una relación directa con el tópico del texto, como las repeticiones léxicas: España, español , española (líns. 1, 18, 21, 37, 81, 88, 96, 107); Europa, eu- ropea (líns. 69, 82, 41). También encontramos repeticiones mediante sinonimia ( hedonismo , placer , en la lín. 8) e hiperonimia ( spa, restaurante , discoteca, wellness - locales de esparcimiento , en las líns. 3033, 29-30, y tráfico de mujeres, drogas, copias fal- sas - delito , en las líns. 75-76, 77). Campos semánticos
Entre los campos semánticos que se refieren al asunto del artículo se encuentra el de los términos relacionados con el ocio, al que pertenecen las palabras ocio , hedonismo , parque de atracciones , pa- raíso (líns. 3, 8, 31-32, 38). Anáforas y catáforas
También se aprecia la cohesión por la presencia de anáforas, como algunos de esos casos (lín. 46), que se refiere a los ejemplos enumerados en la oración anterior. Elipsis
También contribuyen a cohesionar el texto varias elipsis en oraciones que carecen de verbo: drogas, sexo, especulación (lín. 40); ¿matrimonios homose- xuales? (lín. 93). Relacionantes supraoracionales o modificadores textuales
Por último, también los relacionantes supraoracionales establecen relaciones de cohesión. De ellos destacan dos: más aún (lín. 90), que posee un valor
48 TEXTOS PARA COMENTAR
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acumulativo respecto a la oración anterior, y en fin (lín. 79), con valor conclusivo. El artículo refleja parte de lo sucedido en los primeros años de la España del siglo XXI. Es cierto que en aquellos momentos el ocio y la corrupción eran dos elementos que se asentaron en el modo de vida de una parte de la población. No obstante, en mi opinión, el autor sólo se fija en una parte de la realidad. Es cierto que a lo largo del texto centra la atención en la costa mediterránea, pero alude en muchas ocasiones a España, con lo que la generalización queda demasiado extendida. No toda la población practicaba las normas de conducta que se mencionan en el artículo, ni desde luego había una mayoría de actividades ilegales. Cuando las noticias se centran solamente en los datos más negativos la impresión que nos queda es que toda la sociedad está deteriorada.
47 (págs. 188-189)
El mar y sus tesoros, un patrimonio común 1
Tema
La comunidad internacional no debe olvidar el patrimonio cultural que se encuentra bajo las aguas. Debemos ser conscientes de lo que pueden aportar los restos que todavía permanecen dentro del mar a la historia de las civilizaciones. Resumen
Son muchos los pecios que se descubren y se expolian sin que podamos aprovechar su valor como objeto de estudio cultural, y precisamente el patrimonio bajo las aguas resulta tan valioso como el resto, o incluso más, ya que su estado de conservación es a veces mejor. Por eso hay que hacer un esfuerzo para proteger estos bienes culturales del pillaje y del saqueo, y así evitar su dispersión. No es fácil solucionar el problema de la pertenencia de los hallazgos marinos o distinguir entre una actividad científica arqueológica y el interés del buscador privado, pero en cualquier caso hay que evitar que los hallazgos sean objeto de explotación comercial o de lucro particular. Estructura
El modelo estructural general que presenta el texto es del tipo encuadrado. La idea principal puede formularse así: la comunidad internacional debe implicarse en la preservación del patrimonio cultural subacuático. Esta idea aparece formulada de forma explícita al principio del tercer párrafo y hacia el final del texto, al comienzo del último.
La estructura interna del texto se puede dividir en cuatro apartados. El primer apartado comprende el primer párrafo y en él se hace una relación de los descubrimientos más recientes que se han producido y pueden producirse bajo el mar. El segundo apartado abarca los párrafos segundo y tercero. En él se equipara el patrimonio cultural subacuático al externo y se subraya la necesidad de su protección. El tercer apartado queda configurado por los párrafos cuarto y quinto. En este apartado se define el concepto de patrimonio cultural y se refieren las acciones que la UNESCO pretende llevar a cabo para proteger el patrimonio cultural. El último párrafo constituye el último apartado, y en él se insta otra vez a la comunidad internacional a proteger el patrimonio subacuático. Los argumentos que se utilizan son ejemplos. Los párrafos primero y segundo son buena prueba de ello, pues contienen ejemplos que se utilizan para apo yar la idea de que el patrimonio subacuático es tan valioso como el externo. 2 La adecuación de este texto a la situación comunicativa que se produce en torno a los escritos periodísticos de opinión se percibe a través del tipo de texto, del registro lingüístico, de la expresión de la subjetividad y de la deixis. Tipo de texto
Es un texto fundamentalmente expositivo, que sigue el modelo de la aportación de ideas y la relación de ejemplos que las apoyan. Ejemplo claro de ello es el segundo párrafo. Registro lingüístico
El léxico empleado es en su mayor parte del tipo estándar, aunque encontramos ejemplos de cultismos como pecios (lín. 13), neolíticos (lín. 30), accesibili- dad (línea 45), exacerbado (lín. 63), in situ (lín. 79) y dirimir (lín. 85). Por lo que respecta a la sintaxis, la mayoría de las oraciones presentan una complejidad media, pero se combinan con otras más complejas. Un ejemplo de estas últimas es el penúltimo párrafo, que está constituido por una única oración. La función lingüística dominante es la función representativa, que aparece constantemente. Los ejemplos que encontramos en los párrafos primero y segundo son muestras de esta función. También hay una muestra de la función metalingüística en el cuarto párrafo, concretamente en el fragmento en que se explica el significado de patrimonio cultural subacuático . Por último, en la línea 104 en63
TEXTO Y COMENTARIO
contramos un ejemplo de función conativa, cuando se dice debemos también sancionar . En definitiva, el léxico, la sintaxis y las funciones lingüísticas dominantes ubican el texto dentro del registro estándar, con alguna desviación hacia el nivel culto.
ral subacuático (líns. 9, 51, 71, 94, 111) y las repeticiones de términos aislados, como arqueología
Expresión de la subjetividad
Entre los campos semánticos referentes al asunto del artículo se encuentran el de los términos relacionados con los restos de culturas antiguas, al que pertenecen las palabras sitios arqueológicos - ruinas, civilizaciones, rescate y descubridores (líns. 23, 24, 48, 90, 91).
(líns. 23, 23, 58, 65, 75, 89, 102, 107). También se dan repeticiones mediante sinonimia, como barco hundido y pecio (lín. 2-5). Campos semánticos
La expresión de la subjetividad o modalización se detecta en este escrito únicamente a través del léxico. El texto presenta elementos léxicos valorativos. Destacan sobre todo los adjetivos: valioso (lín. 21), mara- villosos (lín. 27), extraordinaria (lín. 59), en todos los casos para referirse a los hallazgos subacuáticos. En general, se trata de un texto en el que la expresión de la subjetividad es escasa, como corresponde a un texto donde predominan los aspectos expositivos.
Anáfora
También se aprecia la cohesión por la presencia de anáforas como ello (lín. 108), que se refiere a la acción de sancionar el pillaje submarino, que se encuentra en la oración anterior.
Deixis
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La deixis ayuda a adecuar el texto a la situación comunicativa. Todos los deícticos temporales apuntan a un tiempo pasado a partir de la fecha de publicación. Algunos ejemplos son: en mayo pasado (lín. 8), hace pocos meses (lín. 12), en los últimos años (lín. 52), lleva años (lín. 70). Los deícticos personales muestran la presencia de un emisor oculto tras una entidad: la UNESCO (lín. 70). También manifiestan la presencia del receptor genérico mediante el término la humanidad (lín. 68), y la referencia común tanto al emisor como al receptor en las personas asociadas a las formas verbales con- denamos (lín. 100) y debemos (lín. 104). La deixis, en resumen, presenta los elementos propios de un texto de opinión fundamentalmente expositivo dirigido a un público compuesto por múltiples receptores. En conjunto, el tipo de texto, el registro lingüístico dominante, el grado de modalización y los deícticos que sitúan el entorno espacial, temporal y los participantes en la comunicación, adecuan este escrito a la situación comunicativa en la que se desarrollan habitualmente los textos periodísticos de opinión. Los aspectos más destacados a través de los cuales se detecta la cohesión textual en este documento son las repeticiones de términos, el uso de voces de los mismos campos semánticos, la anáfora y los relacionantes supraoracionales. Repeticiones
Se aprecian reiteraciones de palabras que mantienen relación directa con el tópico del texto, como las repeticiones de una expresión: patrimonio cultu- 64
Relacionantes supraoracionales o modificadores textuales
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Por último, también los relacionantes supraoracionales establecen relaciones de cohesión. Entre ellos destacan pero (lín. 10), que en su contexto actúa con un sentido aditivo, y asimismo (lín. 85), que enlaza con un sentido de adición con el párrafo inmediatamente anterior. Por esta razón y por este motivo (líns. 45 y 49) son relacionantes consecutivos. Ambos enlazan con el significado de la oración inmediatamente anterior, para el que proponen una consecuencia. Otros relacionantes que encontramos son en efecto (lín. 53), con una función explicativa, y para ello (lín. 108), que posee un sentido consecutivo respecto al significado de la oración inmediatamente anterior. El artículo se centra en la necesidad de preservar los restos de barcos hundidos que se encuentran bajo las aguas del mar y que cada vez con más frecuencia son descubiertos gracias a los avances tecnológicos. La llamada de atención que realiza el director general de la UNESCO a la comunidad internacional puede surtir efecto en algunos países con suficientes recursos económicos para poner en marcha algún sistema de control de las actividades particulares de búsqueda de tesoros perdidos, pero en la mayoría de los casos la respuesta será nula por ahora. Por un lado, son muchos los países que no pueden o no quieren controlar a esos descubridores particulares, y por otro, no pocos de esos descubrimientos tienen lugar en aguas internacionales o que comparten varios países, con lo que la vigilancia en esas zonas es muy poco probable.
48 TEXTOS PARA COMENTAR 48 (págs. 190-191)
Recordaremos a los que hemos amado 1
Tema
A lo largo de nuestra vida podemos encontrarnos con múltiples dificultades, y los tiempos actuales no son precisamente nada fáciles. Por eso, una actitud vital que nos puede asegurar la satisfacción final es la de mantener unas relaciones personales gratificantes. Resumen
Es una opinión muy generalizada que en nuestra vida no elegimos lo que somos, sino que son la herencia genética y las circunstancias lo que nos va obligando a actuar de determinado modo sin que tengamos grandes opciones para poder cambiar nuestro destino. Además, vivimos en un momento histórico en el que las transformaciones sociales son considerables y constantes. Por eso nos resulta más difícil todavía prever cuál será nuestro destino final, ya que las circunstancias cambiantes en las que vivimos nos obligan a constantes cambios de rumbo. Por ello, si pensamos en nuestro futuro más lejano y queremos que entonces la valoración de nuestra vida sea satisfactoria no debemos tomar como norte aspectos materiales como el trabajo o el dinero para medir el éxito de nuestra vida, sino que es preferible cultivar y potenciar las relaciones emotivas que podemos consolidar con las personas de nuestro entorno. Ese bagaje de relaciones personales satisfactorias será lo que más valoraremos al final de nuestra vida. Estructura
El modelo estructural general que presenta el texto es sintetizante. La idea principal puede formularse así: en un futuro lejano, cuando al final se valora el éxito o el fracaso vital, siempre tienen más peso las relaciones personales que las adquisiciones materiales. Esta idea aparece formulada de forma explícita hacia el final del texto, en el último párrafo. La estructura interna del texto se puede dividir en tres apartados. El primero comprende los tres primeros párrafos, y en él se habla del modo en el que las circunstancias que rodean a cada persona determinan en gran medida el rumbo que tomará su vida. El segundo abarca los párrafos cuarto y quinto. En este apartado se indica que el entorno social actual es especialmente cambiante y no permite adivinar hacia dónde puede dirigirse nuestro destino.
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El tercer apartado corresponde al último párrafo y se centra en la exposición de la idea principal: unas buenas relaciones personales tienen más valor al final de nuestra vida que la acumulación de bienes materiales. Los argumentos que utiliza el autor están extraídos de la experiencia personal y aparecen en los dos últimos párrafos. Se trata del argumento del viaje de Medem (en el penúltimo párrafo) y el del mensaje de la película (en el último párrafo). Ambos apoyan la idea principal del texto. Se percibe la adecuación de este texto a la situación comunicativa que se produce en torno a los escritos periodísticos de opinión a través del tipo de texto, del registro lingüístico, de la expresión de la subjetividad y de la deixis. Tipo de texto
Se trata de un artículo plenamente argumentativo donde lo que predomina es la aportación de ideas. A partir del segundo párrafo todos contienen al menos una idea que domina. En el segundo párrafo, la idea predominante es: «la vida es sólo la puesta en escena de un guión preestablecido». La idea fundamental del tercer párrafo es: «nuestra existencia se plantea como una encrucijada de profundas transformaciones en todos los ámbitos». En el cuarto párrafo, la idea central es: «al margen de lo que ocurra en el futuro, lo que sí es cierto es que para los que estamos aquí y ahora, tanto el “aquí” como el “ahora” se han complicado bastante»; en el quinto párrafo: «Es el peaje que hay que pagar por vivir en un entorno mercantilista y gobernado por el consumo», y en el último párrafo: «al final de la vida no pensaremos en el dinero o el trabajo, sino en las personas a las que hemos amado». Registro lingüístico
El léxico empleado es en su mayor parte del tipo estándar, aunque aparecen ejemplos aislados de léxico coloquial, como las expresiones ahí es nada (lín. 30) y echar el bofe (lín. 31), y también cultismos, como finitud (lín. 9), atisbo (lín. 28), progenito- res (lín. 30), estriba (lín. 81). Por lo que respecta a la sintaxis, son frecuentes las oraciones que presentan un alto grado de complejidad. Por ejemplo, el segundo párrafo se inicia con una oración compuesta con numerosas subordinadas, que es la que ocupa las líneas comprendidas entre la 14 y la 30. La función lingüística dominante es la función representativa, aunque también hay una muestra de función poética en la línea 30, donde la palabra 65
TEXTO Y COMENTARIO pro-gen-itores aparece dividida por guiones para resaltar la importancia del lexema gen.
En definitiva, el léxico, la sintaxis y las funciones lingüísticas dominantes ubican el texto dentro del registro estándar con alguna desviación hacia el culto.
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Expresión de la subjetividad
Aunque no es un texto excesivamente modalizado, en este escrito la expresión de la subjetividad se detecta sobre todo en el uso de figuras retóricas y de expresiones de manifestación de la certeza. Por lo que respecta a las figuras retóricas, destaca la metáfora: la vida es sólo la puesta en escena de un guión preestablecido (lín. 15); transitar por un suelo de arenas movedizas (lín. 62); te quedes convertido en chatarra humana (lín. 79). En cuanto a la manifestación de la certeza, podemos detectarla en las siguientes expresiones: si alguna certeza nos acom- paña (lín. 7); lo cierto es que... (lín. 42); lo que sí es cierto... (lín. 69). En general, se trata de un texto en el que la expresión de la subjetividad es esporádica.
Repeticiones
Se aprecian reiteraciones de términos que mantienen relación directa con el tópico del texto, como las repeticiones léxicas. Sobre todas las demás, destaca vida (líns. 11, 15, 33, 54, 107, 110), aunque también hay repeticiones mediante sinonimia, como transformaciones, cambio (líns. 45 y 60). Campos semánticos
Entre los campos semánticos conectados con el asunto del artículo se encuentra el de los términos relacionados con la vida, al que pertenecen las palabras nacemos, existencia, generaciones, humana, personas (líns. 8, 9, 48, 80, 109).
Deixis
La deixis ayuda a adecuar el texto a la situación comunicativa. El deíctico espacial aquí (lín. 71) hace referencia al mundo occidental. Los deícticos temporales ahora (lín. 71) y al presente (lín. 84) apuntan a un tiempo actual a partir de la fecha de publicación. Los deícticos personales muestran la presencia del emisor a través del pronombre me (lín. 84) y también manifiestan la presencia del receptor a través de la fórmula de respeto ustedes, que es la que se asocia a la forma verbal se quedan (lín. 13). Aparecen reflejados tanto el emisor como el receptor a través del posesivo nuestra (lín. 24) y del pronombre nosotros, asociado a la forma verbal admitimos (lín. 35). La ocultación del emisor y del receptor se aprecia en la perífrasis hay que pagar (lín. 73) y en el pronombre indefinido las punzadas que a muchos da la vida (lín. 52). Se debe destacar un uso desplazado en deixis personal: se trata del pronombre te (lín. 79) que se ha usado para referirse, no a la segunda persona, sino tanto al emisor como al receptor, es decir, a la primera persona. La deixis, en resumen, presenta los elementos propios de un texto de opinión dirigido a un público compuesto por múltiples receptores. En conjunto, el tipo de texto, el registro lingüístico dominante; el grado de modalización, y los deícticos que sitúan el entorno espacial, temporal y los 66
participantes en la comunicación, adecuan este artículo a la situación comunicativa en la que se desenvuelven normalmente los textos periodísticos de opinión. Los aspectos más destacados a través de los cuales se detecta la cohesión textual en este documento son las repeticiones de palabras, el uso de voces de los mismos campos semánticos, las anáforas y catáforas, la elipsis verbal y los relacionantes supraoracionales.
Anáforas y catáforas
También se aprecia la cohesión por la presencia de anáforas como a partir de ahí (lín. 10). El término subrayado tiene un valor anafórico y no de deíctico espacial, porque ahí se refiere a la frase inmediatamente anterior, la que dice que nacemos sabiendo de la finitud de nuestra existencia. Se trata, pues, de un término anafórico. También se observa la anáfora ¿Con cuál se que- dan? (lín. 13), donde el pronombre interrogativo cuál se refiere a la expresión «un vaso medio lleno o medio vacío» de la oración inmediatamente anterior. Elipsis
También ayuda a cohesionar el texto la elipsis. Aparece un ejemplo en la oración con la que arranca el texto ¿Regalo o esclavitud? , en la que falta el verbo, que es el mismo que se encuentra en la oración inmediatamente posterior: es. Relacionantes supraoracionales
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Por último, también los relacionantes supraoracionales establecen relaciones de cohesión. De ellos destaca pero (líns. 35 y 68), que se comportan como relacionantes contraargumentativos. El artículo se centra en poner de relieve el momento histórico en el que vivimos, que desde el punto de vista social se presenta como algo cambiante y so-
48 TEXTOS PARA COMENTAR
metido a una transformación demasiado rápida como para que las generaciones más mayores puedan sobreponerse y adaptarse a tantos cambios. Por eso se incide al final del texto en la idea de cultivar y fomentar una red de buenas relaciones en nuestro entorno vital, ya que eso va a ser lo único que de verdad tendrá valor para nosotros en un futuro que ni siquiera podemos prever cómo será. En mi opinión, ésta es una buena máxima vital. Sin embargo, entre otras consideraciones, el autor afirma que poco podemos decidir acerca del rumbo que
toma nuestra vida, puesto que en realidad somos una parte de herencia genética y otra parte resultante de nuestras condiciones sociales. Ambas configuran nuestra personalidad y conducen nuestro destino. Por mi parte, creo que ésta es una afirmación demasiado extrema. Es cierto que llevamos los genes de nuestros progenitores y que nadie escoge ni su familia, ni su lugar de nacimiento, ni el entorno social en el que crece, pero una vez pasada la infancia, cada cual toma decisiones que son responsabilidad suya y que resultan determinantes para su futuro.
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