Todo tiene tiene un precio Continuación de: Poco a poco
Hacía ya seis meses que Maca y Esther habían compartido aquella habitación por primera vez. Durante Durante todo este tiempo su su relación se había había mantenido casi casi en secreto, solo sus compaeros de traba!o sabían que al"o m#s que una amistad las unía. $us respectivas %amilias i"noraban lo que sentían la una por la otra y ambas empezaban a pensar que había había lle"ado el momento momento de dar un paso paso m#s en su relación. relación. &an &an solo solo Cris, la hi!a de Esther, sabía hasta que punto su mam# quería a Maca, pero con una discreción impropia de una nia de cinco aos, nunca había pre"untado nada.
M: '( qu) hora acabas hoy* E: Hoy no acabo, acabar) maana. maana. Empalmo dos "uardias se"uidas y hasta maana tarde no sal"o. '+or* M: +or nada. E: Maca, que nos conocemos. unca es -por nada, siempre hay un por... /mientras decía esto, Esther se había acercado a su pare!a y la miraba %i!amente a los o!os0 En ese momento entró Cris corriendo en la habitación y rompiendo el clima que se había creado entre ambas mu!eres empezó a "ritar:
Cris: Mam#, Maca, 1venid2. 3enid, 1por %avor2. 3a, 1venid2 M: 4o voy ense"uida, Cris. &en"o que contestar antes a mi móvil. Mientras Esther acompaaba a su hi!a hasta el comedor, Maca rebuscaba rebuscaba en el bolso hasta dar con su tel)%ono.
M: '$í* T: Maca, soy &eresa. 3er#s, me sabe mal molestarte pero... M: '5u) ocurre &eresa*. &eresa*. /$i al"o conse"uía desesperar desesperar a la pediatra era ver como al"uien daba mil rodeos a la hora de decir una cosa0. T: Ha habido una e6plosión y hay muchos heridos. D#vila quiere que os localice a todos y que ven"#is lo antes posible. M: o te preocupes, ahora voy para all#. T: 7ye, si puedes localizar tu a Esther y decirle que ven"a. Maca no pudo evitar sonreír. $e"uro que &eresa se ima"inaba que estaban las dos en casa de Esther.
M: 8a traer) conmi"o, 'vale*. T: 9racias. 3oy a se"uir llamando a los otros. 3aya maanita nos espera...
Mientras Maca col"aba el tel)%ono pensaba en la ltima %rase que había pronunciado la recepcionista. -3aya maanita nos espera. (l entrar en el comedor vio a Esther abrazando a su pequea y las dos con la mirada %i!a en el televisor. En la pantalla solo se veían im#"enes de "ente corriendo de %orma desesperada y se oían "ritos y sollozos. Esther levantó su mirada hacia Maca mientras pre"untaba:
E: 8lamaban del hospital 'verdad*. M: $í, nos esperan a las dos lo antes posible. '5u) ha ocurrido* E: o s), una e6plosión, un atentado,... creo que an nadie lo sabe. +ero las im#"enes son, son... M: 3amos, Cris. Hoy te voy a llevar en mi moto. '5uieres*. Cris: '+uedo, mam#*. E: $í, Cris. Maca te va a llevar a casa de la abuela. 3amos a preparar tu bolsa. Hoy te vas a quedar a dormir allí. Maca mientras tanto había apa"ado el televisor. Eran habituales las consultas de pediatría por problemas problemas de miedos, de de pesadillas, de vómitos nerviosos... nerviosos... e im#"enes como las que en estos momentos emitían todos los canales de televisión le iban a ori"inar muchas consultas en los días venideros. 8os nios absorbían toda la in%ormación que veían pero posiblemente tardarían días en di"erirla. Cuando Cris y Maca salían por la puerta, )sta se "iró para decirle una ltima cosa a Esther.
M: 8lama a tu madre y dile que me espere aba!o. Me temo que el hospital en pocos minutos se va a convertir en un hervidero y cuando antes lle"uemos, me!or. En pocos minutos la moto se detenía delante del portal de Encarna. 8a abuela de Cris siempre era muy cariosa con la pequea, pero aquella maana al ba!ar )sta de la moto se vio sometida a tal nmero de besos y achuchones que tanto la pequea como Maca se quedaron un poco sorprendidas.
En: (y, Maca. 1Cómo est# el mundo2 'Has visto las im#"enes*. M: $í, Encarna. o de!e que la pequea vea la televisión, 'de acuerdo*. Me voy que hoy va a ser un día muy movido. En: $í, hi!a, sí. 3e. 4o cuidar) muy bien de esta muchachita. Mientras Maca ponía la moto en marcha notó que el móvil de nuevo le daba seales de llamada. 8o había puesto en modo de vibrador y en los ltimos minutos no había parado. -3a -3aya maanita nos nos espera había había vaticinado &eresa &eresa y qu) razón llevaba. llevaba. Esa maana todo era di%erente. 8as calles estaban casi vacías de "ente, reinaba un silencio muy e6trao en el ambiente y el móvil no paraba, las llamadas eran continuas. (provechando (provechando un sem#%oro en ro!o, Maca sacó el móvil de su bolsillo y consultó las llamadas perdidas. ada menos que seis en menos de diez minutos. 1El mundo se había vuelto loco2. 8lamadas de mam#, Central, mam#, (na, ;uan!o, (na. (l (l central se diri"ía ahora, era absurdo llamar. Con mam# y con ;uan!o había hablado la noche antes y se ima"inaba cual era el problema, la tan cacareada boda. +ero (na. (na. Con ella hacía meses
Mientras Maca col"aba el tel)%ono pensaba en la ltima %rase que había pronunciado la recepcionista. -3aya maanita nos espera. (l entrar en el comedor vio a Esther abrazando a su pequea y las dos con la mirada %i!a en el televisor. En la pantalla solo se veían im#"enes de "ente corriendo de %orma desesperada y se oían "ritos y sollozos. Esther levantó su mirada hacia Maca mientras pre"untaba:
E: 8lamaban del hospital 'verdad*. M: $í, nos esperan a las dos lo antes posible. '5u) ha ocurrido* E: o s), una e6plosión, un atentado,... creo que an nadie lo sabe. +ero las im#"enes son, son... M: 3amos, Cris. Hoy te voy a llevar en mi moto. '5uieres*. Cris: '+uedo, mam#*. E: $í, Cris. Maca te va a llevar a casa de la abuela. 3amos a preparar tu bolsa. Hoy te vas a quedar a dormir allí. Maca mientras tanto había apa"ado el televisor. Eran habituales las consultas de pediatría por problemas problemas de miedos, de de pesadillas, de vómitos nerviosos... nerviosos... e im#"enes como las que en estos momentos emitían todos los canales de televisión le iban a ori"inar muchas consultas en los días venideros. 8os nios absorbían toda la in%ormación que veían pero posiblemente tardarían días en di"erirla. Cuando Cris y Maca salían por la puerta, )sta se "iró para decirle una ltima cosa a Esther.
M: 8lama a tu madre y dile que me espere aba!o. Me temo que el hospital en pocos minutos se va a convertir en un hervidero y cuando antes lle"uemos, me!or. En pocos minutos la moto se detenía delante del portal de Encarna. 8a abuela de Cris siempre era muy cariosa con la pequea, pero aquella maana al ba!ar )sta de la moto se vio sometida a tal nmero de besos y achuchones que tanto la pequea como Maca se quedaron un poco sorprendidas.
En: (y, Maca. 1Cómo est# el mundo2 'Has visto las im#"enes*. M: $í, Encarna. o de!e que la pequea vea la televisión, 'de acuerdo*. Me voy que hoy va a ser un día muy movido. En: $í, hi!a, sí. 3e. 4o cuidar) muy bien de esta muchachita. Mientras Maca ponía la moto en marcha notó que el móvil de nuevo le daba seales de llamada. 8o había puesto en modo de vibrador y en los ltimos minutos no había parado. -3a -3aya maanita nos nos espera había había vaticinado &eresa &eresa y qu) razón llevaba. llevaba. Esa maana todo era di%erente. 8as calles estaban casi vacías de "ente, reinaba un silencio muy e6trao en el ambiente y el móvil no paraba, las llamadas eran continuas. (provechando (provechando un sem#%oro en ro!o, Maca sacó el móvil de su bolsillo y consultó las llamadas perdidas. ada menos que seis en menos de diez minutos. 1El mundo se había vuelto loco2. 8lamadas de mam#, Central, mam#, (na, ;uan!o, (na. (l (l central se diri"ía ahora, era absurdo llamar. Con mam# y con ;uan!o había hablado la noche antes y se ima"inaba cual era el problema, la tan cacareada boda. +ero (na. (na. Con ella hacía meses
que no hablaba y esas dos llamadas en tan corto espacio de tiempo la de!aban intri"ada. Cuanto m#s absorta estaba pensando en ello un coche detr#s suyo le avisó de que el sem#%oro había cambiado a verde. $in poder de!ar de pensar en (na, Maca "uardó de nuevo su móvil en el bolsillo y se encaminó hacia casa de Esther. Eran las doce de la maana y el $(M<= no de!aba de entrar nuevas camillas con en%ermos en estado crítico. En la puerta del hospital se a"olpaban %amiliares y ami"os de al"unos de los heridos. =obert, uno de los m)dicos m#s nuevos del $(M<=, se encontraba consolando a una de sus compaeras.
Robert: 3amos, Eva. o pienses m#s en ello. /Mientras le co"ía la cara entre ambas manos, insistía0 o has podido hacer nada. adie podría haber hecho nada. 3amos, muchacha, 1reacciona2. >n"el, el conductor de la ambulancia, que se acercaba de nuevo a ellos "ritó:
Ángel: os volvemos al centro comercial. =obert, Eva, 'qu) me oís* R: Esta vez, nos vamos t y yo, >n"el. Ella, este via!e, se queda aquí. Como si al"o en su interior se hubiera activado, Eva separo las manos de =obert de sus me!illas y se encaminó hacia la ambulancia.
Ev: 3amos. 3amos. &enemos traba!o. tr aba!o. =obert, que se había quedado parado delante de la reacción de su compaera, se diri"ió a la ambulancia moviendo la cabeza. (l cruzarse con Esther y con Maca, que acababan de lle"ar, no pudo reprimir una pre"unta al aire
Robert: '&odas las mu!eres sois tan di%íciles* E: $í, =obert. (hí reside parte de nuestro encanto. El !oven m)dico, a quien la respuesta de Esther le arrancó una tímida sonrisa, subió a la ambulancia y dio la orden de arrancar. Esa maana maana habían realizado ya cuatro in"resos, a cual en peor estado, pero no podía venirse aba!o y no podía de!ar que sus compaeros lo hicieran. $u padre, un sar"ento del cuerpo de bomberos, le había enseado de muy pequeo que hay un momento momento para cada cosa, cosa, incluso un momento momento para derrumbarse, derrumbarse, pero esto nunca nunca debía ocurrir en horas horas de servicio. (llí, incluso en en las peores circunstancias, circunstancias, =obert intentaba mantener una mínima dosis de optimismo que a veces no era bien entendida por sus compaeros. $olo cruzar la puerta de la entrada Maca oyó como &eresa &eresa la reclamaba:
T: 1Maca2 Chica, que di%ícil es hablar conti"o. M: Hemos hablado hace menos de media hora, &eresa. T: $í, ya. 4a s). +ero ver#s... M: &eresa, por %avor, que hoy no es un día para acerti!os. Esther que se"uía la conversación %rotó suavemente la espalda de Maca. 8a noche antes habían salido a cenar y la pediatra había estado especialmente callada. $abía que al"o la preocupaba y cuando esta maana maana parecía que estaba dispuesta dispuesta a hablar hablar de ello había
entrado Cris corriendo, alertada por las im#"enes de la televisión. Con todo el a!etreo posterior no habían vuelto a hablar del tema, pero si al"o tenía claro Esther es que para Maca ya era un mal día antes de la e6plosión, o del atentado, o de lo que %uera que hubiera ori"inado todo este caos.
E: Maca, nos vemos lue"o 'vale*. Me voy para dentro. Maca asintió con la cabeza sin desviar la mirada de la cara de &eresa.
M: '+iensas decirme para qu) querías hablar conmi"o* T: Chica, 1de que humor me vienes hoy2. 3eras, esta maana, a primera hora se ha pasado por aquí una ami"a tuya. (ntes cuando te he llamado no me he acordado de decírtelo.
Samur: Maca, este crío est# mal. Ha inhalado mucho humo. 8a presión de o6í"eno es in%erior a ?@ y no hemos conse"uido intubarlo. Maca que se había acercado a la camilla intentaba ver las con!untivas del pequeo. Estas empezaban a tener un color li"eramente azulado. El pequeo luchaba con una en%ermera para poder quitarse la mascarilla. Hacía es%uerzos desmesurados en cada inspiración pero a pesar de ello su ritmo cardiaco cada vez era m#s r#pido y su saturación de o6í"eno m#s pobre.
M: 3amos, vamos, a cortinas. Hay que sedar a este pequeo e intubarlo ya, sino lo vamos a perder. '(l"uien sabe cómo se llama*. Samur: David. $e llama David. Cuando a las cinco de la tarde Esther entró en la ca%etería solo se encontró una cara conocida. $e acercó a la nevera de los re%rescos y despu)s de abrirse un zumo de naran!a se sentó al lado de Eva.
E: 1Estoy muerta2. o recuerdo una maana como la de hoy en los siete aos que llevo en este hospital. Eva, que sostenía una botella de a"ua a la que le iba dando pequeos sorbos, ni levantó la mirada.
E: Eva, 1ey2. 'Est#s bien*. Ev: $í. $olo un poco cansada. Esther que de pronto había recordado la escena vivida esa misma maana al lle"ar al hospital, se %i!o en la mano de Eva que sostenía la botella de a"ua. En todo el dorso de la mano se dibu!aba un araazo importante.
E: '5u) le has hecho esta maana a =obert que parecía tan en%adado con el ")nero %emenino*. Mira, es hablar de )l y aparecer por la puerta. En ese momento el m)dico del $(M<= se diri"ía a la mesa en la que se encontraban las dos chicas.
Robert: '5u), Eva, cómo est#s*. Ev: Cansada. Me voy a echar un rato. /Mientras decía esto se levantaba, de!aba la botella de a"ua y se acercaba a la silla de Esther0. Despu)s hablamos 'vale*. E: $í, claro. 4o esta noche me quedo aquí. 4a sabes. Ev: Hasta lue"o. 4, =obert, perdona lo de antes. Robert: ada, chica. o hay nada que perdonar... Mientras Eva se diri"ía a la salida, Esther la se"uía con la mirada.
E: '5u) le ha ocurrido en la mano*. +arece que se haya peleado con un "ato. Robert: 'o te ha contado nada* E: o, si acababa de lle"ar. Robert: 3er#s, en uno de los servicios de esta maana se ha encontrado a una mu!er malherida que tenía a su pequeo en brazos. Eva le ha tenido que arrancar al beb) de entre las manos. 8a mu!er estaba %uera de si y no lo soltaba. De ahí el araazo. Cuando me ha venido a buscar para ir a atender a la madre ya nos la hemos encontrado sin conocimiento. &enía la pierna amputada. E: 'Ha muerto* Robert: $í. o hemos tenido tiempo de nada. o sabes como estaba de des"arrada esa %emoral. E: ( nosotros en quiró%ano se nos han muerto dos pacientes. De veinte y veinticuatro aos. $iempre a%ecta pero cuando ves "ente tan !oven... Robert: '$e sabe ya si ha sido una e6plosión de "as o un atentado*. E: 5ue m#s da, =obert. &u crees que a la "ente que se encuentra en estos momentos en el depósito o a sus %amilias les importa demasiado el porqu) de sus muertes. En ese momento =usty entraba buscando a Esther.
R: Esther, 3ilches pre"unta por ti. +rep#rate para volver a entrar en quiró%ano. E: =usty, 'has visto a Maca*. R: $i, hace un momento subía a planta de pediatría con uno de los nios que ha atendido esta maana. Esther que ya se había levantado y se diri"ía hacia la puerta se "iró para despedirse del m)dico del $amur.
E: Hasta lue"o. $i ves a Eva recu)rdale que voy a estar toda la noche por aquí. $i necesita hablar y desaho"arse... Robert: $e lo dir), pero dudó que consi"as que hable. 1Es m#s cabezota2. E: $i al"o se me da bien son las mu!eres cabezotas /no di!o nada, pero estaba pensando en su pediatra %avorita0. +ara 3ilches aquel había sido un día ne%asto.
unidades de san"re habían lle"ado demasiado tarde. En el otro caso con desenlace %atal se había dado muerte cerebral. $e trataba de un muchacho de veinticuatro aos y ahora solo se podía pensar en no desperdiciar aquellos ór"anos tan preciados. =iones, hí"ado, corazón,... $e tenía que actuar con rapidez y conse"uir que al menos aquella muerte no %uera tan absurda. Esther era la me!or en%ermera para estos casos, tenía e6periencia sobrada y con 3ilches había tal sintonía que parecían entenderse incluso con la mirada. Cuando el ciru!ano la vio entrar al prequiró%ano no pudo reprimir su ironía.
V: $upon"o que vienes con "anas de traba!ar mucho E: $i, claro. Despu)s de la maana tan aburrida que hemos tenido necesitamos un poco de acción 'no*. Cruz, la !e%a de ur"encias, que estaba presente tambi)n di!o la suya.
C: Eso, Esther. Encima provócalo dici)ndole que necesitas acción, y no te de!ar# ni respirar. +or cierto, 'has hablado ya con Maca*. &e iba buscando hace un buen rato. E: o. i siquiera la he visto. C: +ues parecía estar un poco !odida. Esther que ya estaba preparada para entrar en quiró%ano y no tenía manera de escaparse empezó a pensar en como había ido la maana. 4a la noche antes Maca había estado como ausente. 4 esta maana, cuando &eresa parecía tener al"o que decirle, Maca se había mostrado especialmente impaciente. Había al"o que preocupaba a la pediatra y que ella i"noraba... 8o malo es que esta noche ella tenía "uardia y maana, cuando saliera, teóricamente se iban a cruzar, ya que Maca traba!aba todo el %in de semana. Dos plantas m#s arriba la doctora estaba in%ormando a la madre de uno de los nios que había atendido por la maana.
M: Maana os pasar) a ver y si todo va bien en tres o cuatro días te lo podr#s llevar para casa. ( parte de la %ractura en el brazo me preocupa el "rado de desorientación que presenta y quiero que se quede b#sicamente en observación. 8a madre asentía constantemente con la cabeza al escuchar estas palabras. $e diría que estaba tan desorientada como lo estaba su pequeo y Maca intentó transmitirle #nimos poniendo su mano sobre el hombro de la mu!er. (l salir de aquella habitación y despu)s de comprobar que eran poco menos de las seis pensó en que era un buen momento para tomarse un descanso. Este siempre se traducía en una visita a la ca%etería con la ilusión de poder tomarse un ca%) con Esther. &enía que hablarle de la conversación que había tenido con su madre la tarde antes y cuanto antes lo hiciera, mucho me!or. Des"raciadamente para ella no le era nada "rato hablar de todo ello y ni tan siquiera tenía claro qu) debía hacer. (dela, la madre de Maca, le había e6plicado que ;uan!o, el pequeo de la sa"a, se casaba a mediados del pró6imo mes y con%iaba en que era un buen momento para normalizar la relación de Maca con el resto de la %amilia. Desde su lle"ada a Madrid
solo había mantenido con sus padres contacto tele%ónico, y con ;uan!o, se habían visto porque este había hecho una escapada de %in de semana a la capital. ada m#s. +ara Maca la idea de volver a casa y ver a su %amilia le hacía una ilusión tremenda, pero que se supone que debía hacer con Esther. 'De!arla en Madrid y mantener su relación en secreto*. Esto sería traicionar a sus sentimientos. 4 si Esther la acompaaba a ;erez podía arruinar la boda de su hermano y provocar un ama"o de in%arto en su madre. &ambi)n cabía la opción de no ir a la boda pero sabía que ;uan!o, si ella no iba, se sentiría triste. 8e había pedido encarecidamente que %uera su madrina de boda y si por un hermano había sentido siempre debilidad, había sido por )l. (l lle"ar a la ca%etería y comprobar que Esther no se encontraba allí, Maca rebuscó en el bolsillo de su bata la pequea a"enda que siempre llevaba consi"o. En lu"ar de la pequea libretita lo que encontró %ue la nota que &eresa le había dado de buena maana. 8a nota de (na. 1Como se la había podido olvidar2. -Dios, Maca, 1que mal est#s2. Bueno, despu)s de cómo había ido la maana, todo era posible. -Esta tarde ten"o que subir a Barcelona pero el lunes vuelvo a Madrid. Espero poder cenar conti"o. &en"o que pedirte un %avor. &e he echado mucho de menos. (na. Maca no pudo evitar sonreír al recordarla. 1Cuantas cosas habían vivido !untas2. $i al"uien la había hecho reír y la había hecho llorar, esa era (na. Cuanto m#s absorta estaba en todos estos pensamientos una voz la hizo volver al mundo real.
Ev: Hola, Maca. &e estaba buscando. M: '5u) ocurre Eva*. Esta maana tenías muy mala cara. Ev: 3er#s, quería saber si recuerdas haber atendido a un beb) de poco menos de un ao. 3enía del centro comercial en el que ha habido la e6plosión.
M: $i, recuerdo un nio que me cuadra con esta descripción. 8o tenemos en observación en ur"encias en espera de que aparezca al"n %amiliar. $u estado es bueno, parece que solo los tímpanos podrían estar parcialmente a%ectados, pero por lo dem#s est# %uera de todo peli"ro. '5u) lo conoces*. Ev: o. +ero ha sido nuestra ambulancia la que lo ha traído hasta el central y /aquí la voz le empezaba a %allar y optó por ba!ar la mirada hacia el araazo que tenía en la mano0. M: 'Cómo te has hecho esa herida* '&e la has desin%ectado ya*. Ev: 8a madre del beb). $e lo he tenido que arrancar literalmente de entre las manos. 8os o!os de Eva empezaban a mostrar un brillo sospechoso y Maca consciente de ello alar"ó una de sus manos para consolar a su compaera.
M: 8a madre no sobrevivió a la e6plosión 'verdad*. Ev: o pudimos hacer nada. ada de nada.
M: o le des m#s vueltas Eva. 'o has acabado ya tu turno* Ev: &eóricamente no, pero voy a pedir que me de!en marchar. Creo que ten"o la cabeza a punto de estallar. $i ves a Esther le podr#s decir que me he marchado. (ntes hemos estado hablando y me ha comentado que hoy tenía "uardia y que se quedaba toda la noche. M: $í, así es. 4a le dir) que te has ido. o te preocupes. Mira te acompao hasta las escaleras. Ba!ar) a quiró%anos a ver si consi"o hablar con ella. Hace ya un rato =usty me ha dicho que 3ilches la buscaba para entrar en ciru"ía. Ev: 7ye, Maca, si hay al"una novedad con el pequeo 'me avisar#s* M: $í, no te preocupes. &e tendr) in%ormada. Eva que ya había en%ilado camino hacia la sala del $amur se "iró un momento para dar las "racias a Maca, "racias a las que esta respondió con un "uio. $olo un tramo de escaleras y dos lar"os pasillos separaban la ca%etería de la zona de quiró%anos. Espacio demasiado corto para decidir que le diría a Esther cuando la viera... 8e hablaría de la boda de ;uan!o, de la nota de (na,... (hora se daba cuenta, que despu)s de todos estos meses, nunca le había dicho nada sobre (na... En la puerta de quiró%anos se encontraba Cruz. +arecía repasar un protocolo de anestesia que tenía en las manos.
M: '(n est#n dentro 3ilches y Esther* C: o. Han acabado hace unos cinco minutos. ( Esther an la encontrar#s en la zona de personal. M: 3oy a ver si la pillo, parece que !u"uemos al ratón y al "ato. C: $i no la encontraras en vestuarios, sube a la ca%etería. (ntes le he comentado que la estabas buscando y no me e6traaría que haya ido a ver si te encuentra. M: 9racias. os vemos lue"o. C: Espero que no. $i consi"o que me %irmen estos papeles no me vuelves a ver el pelo hasta el lunes. Maca hizo el recorrido su"erido por la ciru!ana. +rimero se diri"ió a la zona de vestuarios, allí ni rastro de Esther. Despu)s anduvo todo el pasillo que llevaba hasta control de en%ermería y de ahí un nuevo pasillo que acababa en las escaleras para subir a ca%etería. 4a desde la puerta vio a la en%ermera sentada en su mesa %avorita. $iempre que podía se sentaba en el mismo rincón.
M: Hola.
M: 'o soy nada %#cil, eh* /en tono triste0. E: 3a, no me cambies de tema. '5u) ocurría ayer*. /con la mirada %i!a en los o!os de su compaera0. Maca separó su mano de la de Esther y le apartó un mechón de cabello que le caía hacia la cara. 8e quería contar todo lo re%erente a la boda pero no sabía como empezar...
M: 3er#s, me llamó mi madre y... /de pronto el busca de Maca se puso a pitar, y tras consultar el mensa!e que recibía...0 despu)s hablamos, ten"o que ba!ar a recepción. 'o puedes cambiarle a nadie la "uardia de esta noche*. ecesito estar conti"o /el tono era casi de splica0. E: 'ecesitas estar con...*. /ntentaba darle un toque de humor al momento, quitarle la seriedad que impre"naba la voz de Maca0. M: 5u) mala eres, Esther... 3a... Consi"ue que al"uien te cambie la "uardia... E: '&u crees que al"uien se va a querer quedar esta noche, despu)s del día que llevamos*. Maca que se había levantado ya, se inclinó hacia la en%ermera, y aprovechando que la sala estaba casi vacía la besó. (l separar sus labios se quedó a pocos centímetros de ella y le susurró:
M: 'ntentar#s cambiar la "uardia* +rom)teme que lo intentar#s... Mira, 1ten"o una idea, podemos celebrar que hoy hace seis meses y un día que estamos !untas2. $eis meses y un día que no cambiaría por nada. '+uedo contar con que al menos lo intentar#s*... E: 8o intentar) pero no creo que haya nin"una alma caritativa que me cambie la "uardia de hoy. +iensa que ha sido un día especialmente di%ícil. o creo que a nadie le apetezca pasarse aquí unas cuantas horas m#s. M: 3aya, que me!or es que no me ha"a muchas ilusiones... Esther ne"ó con la cabeza la posibilidad de pasar la noche !untas y ya un poco abatida la pediatra, despu)s de un ltimo beso, se "iró para diri"irse a la planta in%erior. Esther, que estaba perdidamente enamorada, se la quedó mirando con una sonrisa tonta en los labios. (l menos ya sabía por donde iban los tiros. 8a %amilia de Maca siempre había sido un tema tab entre ellas. ( Maca no le "ustaba tocar ese tema y ella había aprendido durante estos meses a no hacer pre"untas, aunque en al"unos momentos le resultara di%ícil morderse la len"ua. Cambiar la "uardia de esta noche era imposible pero pedir un %avor y que al"uien entrara a las ocho de la maana en lu"ar de hacerlo a las doce del mediodía si"uiente era al"o m#s %actible. Eso le daría cuatro horas de libertad y contando con que Cris estaría en casa de su abuela podría dis%rutar de un poco de intimidad con Maca. Era el momento de e6primir sus dotes de persuasión y convencer a una de sus compaeras. $orprender a Maca en su cama un s#bado por la maana bien valía la pena. &eresa había recibido el encar"o de dar un aviso al busca si había cualquier llamada para Maca, y así lo había hecho. o había habido nin"una petición e6presa para que se interesara sobre qui)n había al otro lado del receptor pero su car#cter le llevaba a intentar estar bien in%ormada.
T: '8a Dra. ern#ndez*. $i, ya est# avisada. o creo que tarde. '5ui)n le di"o que est# al tel)%ono*.... (h....
T: Mire aquí est# la doctora. Ense"uida se la paso. /Mientras tapaba parte del tel)%ono con la palma de la mano &eresa in%ormó a Maca0 $e trata de tu ami"a, la chica que esta maana te ha de!ado la nota. ( Maca se le iluminó la cara. En realidad pensaba que hasta el lunes no tendría m#s noticias de (na, y si de al"uien esperaba una llamada era de su madre.
M: (na, "uapísima. 'o te ibas a Barcelona este mediodía*. &eresa que se"uía atentamente y de %orma poco disimulada la conversación que Maca sostenía por tel)%ono no conse"uía oír las repuestas de (na y... 1así era di%ícil poder estar bien in%ormada2.
M: o s). 8o puedo intentar. Hoy ha sido un día especialmente movido pero lo que menos me apetece es irme a casa y encerrarme entre cuatro paredes. Cuando ten"o un día como los de hoy lo m#s di%ícil es co"er despu)s el sueo. 8a recepcionista que se"uía con la mirada las reacciones de Maca vio como esta por seas le pedía un papel y anotaba lo que parecía una dirección.
M: o te preocupes, ya sabes que conozco bien esa ciudad. Estuve viviendo allí durante cinco aos....$í ya la he anotado. +ero no te prometo nada. (hora intento solucionarlo y tan pronto como sepa al"o te llamo... 5ue sí, pesada. 5ue har) todo, todo lo posible. Esta noche se veía incapaz de ir para casa sola. $abía que en caso de hacerlo empezaría a pensar y pensar... $iempre que eso ocurría acababa con una de esas malditas mi"raas que la de!aban hecha polvo durante días. o, no podía encerrarse en casa. $i Esther no podía librar esa noche, co"ería un avión y volaría hacia Barcelona. 4 se trataba de (na, si al"uien podía ayudarla a aclarar sus dudas, era ella. (l col"ar el auricular Maca volvió a anotar la dirección y esta vez con una letra bastante m#s inteli"ible. &eresa que se"uía observando cada movimiento de la pediatra alber"aba la esperanza de que le diera pistas sobre qu) tenía que solucionar.
M: 7ye. o tendr#s por aquí el tel)%ono del Dr Marco. T: $í, espera un se"undo que te lo busco. /Mientras tecleaba en el ordenador, la cabeza de &eresa iba des"ranando posibles hipótesis. Marco era el pediatra m#s !oven de la plantilla y con Maca se llevaba muy bien. 8os dos habían estudiado en una %acultad de Barcelona y aunque le separaban al"unos aos se entendían a la per%ección0. Mira, aquí lo tienes.
Maca marcó el nmero que re%le!aba la pantalla del ordenador y esperó a que hubiera respuesta al otro lado del auricular. 3iendo que &eresa se"uía sin apartar la mirada de ella no pudo reprimirse de darle las "racias.
M: 4a est#, "racias, ya puedes volver a lo que estuvieras haciendo. Creo que para hablar con Dani no voy a necesitar m#s ayuda. /dicho todo con aire cortante0. T: (y, chica, solo esperaba para ver... Mira que eres... En ese momento al"uien contestó al tel)%ono. 8a recepcionista, un poco o%endida por el comentario de Maca se había distanciado de )sta pero sin de!ar de observar las caras que ponía. +or el tono ale"re de su voz se diría que había solucionado lo que en un principio parecía que tenía que solucionar. $in lle"ar a col"ar el auricular, Maca se despidió de Daniel Marco y marcó el nmero de (na. Esta vez la curiosidad había podido m#s que el amor propio y &eresa se acercó lo su%iciente para escuchar la ltima parte de la conversación.
M: $í, (na. $i todo va bien a las diez lle"o al aeropuerto. =eserva mesa para las once y ya sabes hoy invitas t. '&en"o que buscar hotel*... '$e"uro que no*... Bueno si hemos de dormir !untas no ser# la primera vez... ;a!a!a...4a, ya se que soy un terremoto en la cama pero que le vamos a hacer. 3a, dentro de poco m#s de tres horas me tienes ahí. De pronto el estado de #nimo de Maca había dado un subidón.... (na siempre había sido al"uien muy especial para ella, al"uien en quien con%iaba cie"amente. +odían estar semanas o meses sin verse y no importaba. $e conocían desde hacía m#s de veinte aos y eso le daba una solidez increíble a su amistad. Esther tenía "uardia toda la noche y maana necesitaría dormir. Con un poco de suerte cuando se despertara, Maca volvería a estar ya en Madrid. $ería entonces cuando le e6plicara su breve escapada a Barcelona. (n le quedaba una hora de traba!o. &iempo su%iciente para rellenar todos los historiales y de!ar las pautas de se"uimiento a Daniel. (ntes de irse quería pasar por planta y comunicarle a la madre de David que maana iría otro doctor a verlo. &ambi)n tenía que echar un ltimo vistazo al beb) por el que había pre"untado Eva y se despediría de Esther. (un podía haber suerte y que hubiera conse"uido cambiar la "uardia... =ealmente necesitaba m#s que nunca hablar con ella, estar con ella,... Era una sensación e6traa. $iempre había presumido de no depender de nadie y ahora Esther lo había cambiado todo... $entía que dependía de ella. Maca recordó a la (na que con diez aos había pasado el verano en su casa. (cababa de perder a sus padres en un accidente de circulación, pero en nin"n momento Maca vio llorar a su ami"a. El padre de esta traba!aba en los viedos de la %amilia y era uno de los hombres de con%ianza del padre de Maca. Este, despu)s del accidente, lle"ó a pensar en adoptar a la pequea (na, pero unos %amiliares que vivían en Madrid, habían reclamado la custodia de la nia. ( pesar de ello, los estudios, los cursos de in"l)s en 8ondres, y al"n que otro e6tra siempre habían sido %inanciados a trav)s de la sociedad que se encar"aba de los viedos. &eresa que había conse"uido escuchar solo el %inal de la conversación estaba alarmada por lo que había creído entender. Maca se iba a Barcelona esa misma noche con su ami"a, aquella chica tan "uapa que había venido busc#ndola por la maana. 4 todo parecía indicar que entre ellas había al"o m#s que amistad, sino eso de dormir
!untas...&erremoto en la cama... 1+obre Esther2... 1Mira que si lo lle"a a saber2. Hacía pocas semanas que la en%ermera le había e6plicado que entre ella y Maca había al"o especial. (l principio no le había "ustado nada esa con%idencia, pero tenía que reconocer que ltimamente el estado de #nimo de su ami"a había me!orado notablemente. $e la veía una chica %eliz y en el %ondo eso era lo nico importante. 8a pediatra nunca había sido santo de su devoción, pero tenía que reconocer que cada día le había ido cayendo al"o me!or. +ero lo de esta noche. Eso no se lo iba a perdonar. 1+obre Esther2. Estaba pensando en ella cuando la vio aparecer por el pasillo. -Me!or ser# que desaparezca durante unos minutos /pensó0. $i se quedaba allí %#cilmente se le iba a escapar al"n comentario. Era muy dada a meter la pata...4 si Esther se lle"aba a enterar.... (unque en estos casos nunca se sabía qu) era lo me!or, puede que incluso %uera bueno para Esther saber dónde iba a pasar la noche -su querida Maca...
T: Mira, >n"ela, me tomo un descanso de diez minutos. 5uiero ir al quiosco a buscar una revista, 'quieres que te trai"a al"o* Ángela: o, "racias. Hola, Esther... '&e puedo ayudar en al"o* Esther se había sentado delante de un ordenador y parecía buscar el nmero de un historial.
E: o, no te preocupes. T: Hasta ahora. Esther respiró hondo al ver que &eresa se iba durante unos minutos. $i e6istía al"uien incapaz de "uardar un secreto, era ella.
E: 7ye, >n"ela. '$abes si Bea ya se ha ido* Angela: o hace ni un minuto. $e"uramente an estar# en la parada del autobs. Esther se levantó de inmediato y %ue en busca de Bea. o le costó nada convencer a su compaera de que al día si"uiente le hiciera el pequeo %avor de liberarla cuatro horas antes. El ambiente de traba!o en el hospital era muy bueno y se demostraba en cada ocasión que al"uien necesitaba un %avor. +osiblemente era lo me!or de traba!ar en el central, el buen rollo que reinaba. (hora lo importante era que Maca no se enterara de la sorpresa que le iba a dar. Cuando en la ca%etería le había dicho que necesitaba estar con ella, a Esther la había inundado un sentimiento de ternura hacia su compaera. Maca di%ícilmente con%esaba necesitar a al"uien. Esther durante todos estos meses que llevaban !untas había aprendido a conocerla y sabía que cuando en la ca%etería le había insistido en que se %ueran a casa !untas es porque Maca realmente lo necesitaba. Esta noche se le haría terriblemente lar"a. ( m#s de quinientos Ailómetros de la capital y sentada en el despacho del Dr. 9alv#n, un reconocidísimo oncólo"o, se encontraba (na. $e"n muchos compaeros de pro%esión, ernando 9alv#n era el nmero uno en la materia. En contadísimas ocasiones se encontraba en Espaa. $u lu"ar habitual de traba!o eran las universidades
norteamericanas donde era %#cil encontrarlo como con%erenciante y al"unas clínicas privadas de (lemania donde podía llevar a cabo muchos tratamientos que an estaban en %ase e6perimental. En una de estas clínicas había conocido 9alv#n a la que sería una de sus alumnas m#s aventa!adas, la Dra. (na Cuesta.
Galván:
E: o sabía si te habías ido ya. M: 'Cu#ndo has visto que me vaya sin despedirme de ti* /con voz dulce0. Esther se había acercado a Maca y había empezado a hacerle un suave masa!e en los hombros. Maca con los o!os cerrados sentía el tacto de aquellas manos y notaba como todo su cuerpo se empezaba a rela!ar. o era !usto que solo pudieran dis%rutar de momentos como aquellos a escondidas.
E: '&e "usta* M: $í...., pero creo que es me!or que no si"as... a no ser que me des una ale"ría y me di"as que te vienes a casa conmi"o. Esther retiró ense"uida las manos de la espalda de su pare!a y se apoyó en la mesa sobre la que la pediatra estaba rellenando los in%ormes.
E: '&e queda mucho*.
M:
M: +ues no. En realidad he quedado con una rubia "uapísima y posiblemente me acueste con ella. 4a que t no quieres cambiar tu "uardia me he tenido que buscar un plan alternativo. /&odo esto Maca lo decía con un tono de voz burlón0. E: 'Cómo puedes decir que yo no quiero cambiar mi "uardia*. 5uerer y poder son dos cosas bastante di%erentes 'no crees*. M: +ero 'lo has intentado* '$e lo has lle"ado a pedir a al"uien*. Esther que se estaba empezando a molestar por la insistencia en el comentario se separó li"eramente de Maca y resopló:
E: Mira, si me has de poner de malhumor, me!or me voy. Maca viendo que el tono de voz de su compaera se había crispado, se levantó de su silla y estiró el brazo para poder co"erle una de las manos.
M: 3a, no te en%ades. $i no hay nin"una posibilidad de pasar la noche conti"o me tendr) que con%ormar. /De nuevo se encontraban cara a cara, y esta vez a muy poquita distancia. Maca se humedeció los labios y esperó a que Esther se acercara un poco m#s para poderla besar. Cuando se separaron unos centímetros se quedaron mirando a los o!os con cara de adolescentes las dos0. Esther, yo quiero que vivamos !untas. Había sido casi un susurro, pero las dos sabían que esa %rase %lotaba en el ambiente los ltimos días. 4a no era su%iciente verse a ratos, robarse besos de %orma %urtiva, luchar por tener pequeos momentos de intimidad. 8as dos necesitaban compartir mucho m#s, pero para ello antes tendrían que ser valientes y no esconder su relación.
E: 4o tambi)n, Maca, pero... De nuevo los labios de Maca buscaron los de Esther. unca se había sentido tan d)bil, tan dependiente de otra persona... $abía que si ese pero... daba pie a una ne"ativa, todo su mundo se hundiría. 4 de %orma inconsciente quería evitar que ese pero tuviera una continuación. Cuando se"undos m#s tarde se separaron li"eramente Esther retiró las manos de Maca, que hasta ese momento habían acariciado sus me!illas, y su!et#ndolas entre las suyas pensó en voz alta:
E: 'Cómo se lo va a tomar tu %amilia*. M: o lo s), la verdad es que ni lo s) ni me importa demasiado. 'De qu) tienes miedo, Esther*. '5u) te preocupa*. Es Cris, tu madre,... 'Dónde est# el problema*. +orque tu
tambi)n quieres compartir tu vida conmi"o 'no* o pon"as la e6cusa de mi %amilia. $i ten"o que tomar partido por al"uien te ase"uro que no tendr) nin"una duda. +ero a ti no te veo tan convencida. Esther había permanecido callada escuchando los reproches de Maca. En nin"n momento la había interrumpido porque sabía que si al"o necesitaba Maca en ese momento era desaho"arse. $í que estaba convencida de querer vivir !untas. 4 lo hablaría con su hi!a y con Encarna /las nicas personas importantes para ella0. +ero no permitiría que esta decisión, que tenía que ser un motivo de mucha ale"ría se convirtiera en un prete6to para nuevos distanciamientos. $i (dela había dado un primer paso y había llamado a Maca, no era el momento de provocar nuevos dis"ustos.
E: ( mí sí que me importa lo que piense tu %amilia... 4 a ti tambi)n te debería importar, Maca. Mira no creo que sea el momento de hablar de ello... 4a tendremos tiempo. 8a pediatra se había quitado la bata para ponerse la chaqueta. 8a manera de reaccionar de Esther había sido como un !arro de a"ua %ría. Ella estaba loca por compartir cada noche la misma cama, $abía que Cris la había aceptado desde el primer momento y lucharía contra los ilson y contra quien se opusiera a su relación. +ero Esther no parecía tan se"ura de querer avanzar...
M: $ubo un momento a planta para ver a David y me voy. +ero maana retomamos este tema. Esther, tu tambi)n quieres que vivamos !untas, 'verdad* /Maca buscaba en los o!os de Esther una respuesta a%irmativa0. E: Claro que lo quiero, Maca. +ero no me "usta para nada la disyuntiva de -tu %amilia o yo. Creo que sería un mal comienzo y... no nos lo merecemos. Ha"amos las cosas bien. De!emos que nuestras %amilias conozcan la relación que nos une... /como si hubiera leído el pensamiento de su pare!a0 5uiero avanzar, Maca, pero no quiero una huída hacia delante. Maca se acercó de nuevo a Esther y la volvió a besar. Esta vez era un beso de despedida. o re%le!aba la pasión de minutos antes sino las nuevas dudas que sur"ían entre ambas.
M: Maana nos vemos y hablamos de todo esto, yo necesito dar este paso, lo necesito /parecía decírselo a si misma mientras se diri"ía hacia la puerta0. E: Hasta maana. 5ue descanses /con voz triste0. Cuando Maca salió de esa sala se pre"untó a si misma porque no le había e6plicado nada a Esther sobre su escapada a Barcelona, porque no le había dicho nada de (na,...8e había hecho la broma de la cita con la chica rubia pero sabiendo que Esther no le daría nin"n sentido a ese comentario. -Bueno, maana, se lo e6plicar) todo. &enía el tiempo !usto para ver a David y pasarse por casa para co"er una muda antes de encaminarse al aeropuerto. $uerte que tenía la moto en la puerta. +ara Esther la noche iba a ser lar"a. o se había mostrado especialmente contenta con la proposición de vivir !untas. Maca no había dicho nada, pero sabía por su tono de voz que se había sentido li"eramente decepcionada con su reacción. Era %#cil adivinar que se avecinaban unos días di%íciles. ( las dos les hacia una ilusión enorme consolidar su relación pero la manera de hacerlo las en%rentaba en discusiones absurdas. +ara Maca,
cuando se tomaba una decisión se tenía que hacer 1ya2. Esther era di%erente. $e tenía que valorar todo, y sobretodo se tenían que encarar bien las cosas.
E: 'Mam#*, 'mam#* 'me oyes* En: Hola hi!a. 'Cómo ha ido el día*. E: 4a te puedes ima"inar, mam#. Duro, duro. 'Cómo esta Cris*... 'Durmiendo ya*...
8a cobertura en esa zona del hospital era especialmente mala y la voz de Encarna apenas se entendía. Esther viendo que mantener una conversación era pr#cticamente imposible optó por ir al "rano.
E: Mam#, escucha, maana saldr) muy pronto del hospital, en lu"ar de venir por la tarde a reco"er a Cris, vendr) a la hora de comer 'vale*. ecesito hablar conti"o. En: 'Est#s bien hi!a*. '5u) hay al"n problema* E: o, mama. o. Maana hablamos. 'Me oyes*...Hasta maana. Bueno la primera decisión ya estaba tomada. Era un s#bado que se presentaba car"ado de sorpresas. Maca tendría la suya y su madre tambi)n. +ara Maca sería una sorpresa a"radable si se presentaba a las ocho de la maana en su casa, pero para su madre... o sabía como podía reaccionar. (os atr#s, cuando la prueba de embarazo había con%irmado su "estación había sentido las mismas dudas sobre la reacción de su madre. En ese caso la vuelta atr#s era casi imposible. $i bien en al"n momento había pensado en la posibilidad de perder la criatura realmente nunca se lo había planteado de %orma seria. (hora con Maca se repetía la situación. +odían se"uir viviendo de %orma oculta su relación pero ... 'hasta cu#ndo*. &enía razón, Maca. Era necesario dar un paso adelante, aunque ello supusiera en%rentarse a situaciones poco cómodas. $olo la opinión de Cris y de su madre podían %renarla en la idea de %ormar de%initivamente una %amilia con Maca. Maca no había necesitado embarcar nin"n equipa!e, solo llevaba una pequea mochila en la que había puesto lo indispensable para las si"uientes JG horas. &an pronto ba!ó del avión se diri"ió a la puerta de salida.
M: (na, chica, qu) del"ada est#s. /Mientras le hacia este cometario las dos ami"as se habían abrazado y Maca notó que era un abrazo especialmente sentido por parte de (na0. Cuando se separaron se quedaron mir#ndose %i!amente y (na no pudo reprimir que los o!os se le pusieran llorosos. o era una persona nada dada a las emociones pero en este caso la situación la estaba superando.
M: (na. 'Eh*. '5u) ocurre*. 'Est#s bien*. Ana: 1<%%%%%2. 1&enía muchísimas "anas de verte2. 'Cu#nto hace que no...*. Diez, doce meses... M: $í, hace mucho. $i vivieras m#s cerca, pero... (lemania est# le!os. Ana: 4a, tendr) que venir yo m#s a menudo, porque si espero que tu ven"as... M: +or cierto, 'qu) haces en Barcelona*
Ana: 4a sabes como es mi traba!o. $oy un poco =obin Hood. ntento que ricos con mucho dinero se sientan aver"onzados de sus yates y sus mercedes mientras hay nios que se mueren por una puta leucemia. Maca sabía que (na dedicaba todo el tiempo que le era posible para conse"uir capital que %inanciara el via!e de nios en%ermos de países del este, a (lemania y a Espaa para ser tratados. $iempre había sido un tema prioritario para ella, pero desde la muerte de Ilaus casi se había convertido en una obsesión. Cada nio que conse"uía traer y tratar, cada crío que superaba la en%ermedad, era una pequea victoria.
M: Creía que la central la teníais en Madrid. Ana: $í, pero aquí en Barcelona tambi)n tenía cosas importantes que hacer. 3en, vamos. $i nos damos prisa an lle"aremos a buena hora para cenar. M: 'Dónde vamos a dormir* Ana:
Ana: 'Esther*... 1unca me habías dicho nada de una Esther2. M: 4a te contar). =ealmente ven"o con muchas "anas de contarte 1cosas2. Ana: '&*. 'Con muchas "anas de contarme cosas*.
: &e espero dentro. Han traído una chica con mltiples cortes y varias contusiones. &r#ete el ecó"ra%o cuando ven"as. E: '$ospechas de lesiones internas* : o, pero quiero ase"urarme. +or lo que me han contado es una muchacha bipolar y toma medicación como para dormir un caballo. o puedo valorar si sus re%le!os son normales. $i vieras las dosis de ansiolíticos que ha tomado esta misma noche... E: '5ui)n le ha hecho los cortes* : Ella misma. $e ha caído contra una puerta de cristal y por como ha quedado se diría que la ha atravesado como en los dibu!os animados. Hoy ha vuelto a nacer. Cuando pases por recepción dile a >n"ela que se pon"a en contacto con el departamento de psiquiatría y si hay al"uien que pueda ba!ar, que lo ha"a.
i cinco minutos despu)s Esther entraba en quiró%ano trayendo el ecó"ra%o port#til. Mientras ella empezaba a desin%ectar los muchos cortes que presentaba la muchacha ;avier se concentraba en poder averi"uar si había al"una laceración interna.
: +arece que ha habido suerte. Dentro todo est# bien. El día de hoy ser# su nuevo cumpleaos. /Mientras decía esto el ciru!ano apartaba el ecó"ra%o y se preparaba para empezar a suturar. ;avier no había heredado la obsesión por la est)tica de su padre pero todos sus compaeros resaltaban la habilidad que tenía para que las cicatrices se volvieran invisibles a los pocos días. 4 este caso, trat#ndose de una chica muy !oven con el rostro pr#cticamente des%i"urado era un reto para )l0. Esther no podía quitarse de la mente la ltima conversación que había tenido con Maca y la cara de des#nimo con que )sta había salido de la sala de m)dicos.
: '5u) pasa, Esther*. Est#s muy callada. E: ada, estoy cansada. +or un momento Esther recordó que al poco de empezar a traba!ar Maca en el Central, &eresa le había comentado que la pediatra y ;avier se conocían.
E: ;avi, tu conoces a la %amilia de Maca, 'verdad* : $í, mi madre y la suya eran ami"as de in%ancia. E: 13aya casualidad2 'no* : $í, pero no creas. 4o a Maca antes de que empezara a traba!ar aquí solo la había visto en un par de ocasiones. En realidad a quien conozco m#s es a ;uan!o, el hermano pequeo 'no se si lo has tratado*. E: o. /En realidad Esther no había lle"ado a conocer a nadie de la %amilia de Maca, pero pre%ería no e6tenderse en el tema0. : +#same unas pinzas. (quí aun quedan puntas de cristal. Esther si"uió las indicaciones de ;avier y con%ió en que le si"uiera e6plicando cosas de los ilson. $u curiosidad se había despertado de repente.
: +ues sí, ;uan!o es un tipo e6traordinario, de los que no tienen nunca un no para nadie. +or no tener no ha tenido un no ni para su novia. El otro día mi madre me llamó para comentarme lo de la invitación. Bueno t ya sabr#s que se casa dentro de tres semanas. Esther no pudo reprimir un -pues no, no lo sabía al que ;avier con cara de dudas contestó:
: (nda, y yo que pensaba que entre t y... +erdona, Esther, no se porque creía que Maca y tu erais... 1Bu%%%2 E: $í ;avier, Maca y yo somos.... o ibas nada desencaminado. ;avier estaba deseando salir de ese quiró%ano y no porque no le "ustara suturar, sino porque tenía la sensación de que cuanto m#s hablaba, m#s metía la pata. Delante de la ltima con%idencia de su compaera no pudo evitar levantar la mirada y con una media sonrisa soltarle un -%elicidades al que Esther respondió con otra sonrisa.
Durante todo el trayecto en coche hasta la ciudad y hasta bien empezada la cena (na le había estado e6plicando a Maca como le iba el traba!o. Estaba sumamente ilusionada porque cientí%icos con los que traba!aba hablaban de nuevos %#rmacos sobre los que había muchas esperanzas creadas. Era todo cuestión de tiempo y dinero. ncluso se estaba estudiando la posibilidad de prevenir el c#ncer a trav)s de estudios "en)ticos.
M: Est# muy bien que sientas toda esta pasión por tu traba!o, pero no me has contado nada de ti. Ana: 'De mí* M: $í, de tu vida privada.... Aa:
Ana: 3aya, si te cambia hasta la cara cuando oyes su nombre. (y, que est# vez te has enamorado de verdad... Maca hizo un movimiento a%irmativo con la cabeza. 5uería e6plicarle a (na todo lo que sentía por Esther pero nunca había sabido hablar de su vida privada.
M: 3er#s... Esther es...es... es increíble. Bueno, ya lo ver#s cuando la conozcas. /Mientras decía esto Maca había ba!ado la mirada hacia su plato0. Ana: 4 si es tan increíble porque intuyo que hay al"n problemilla. M: o si entre nosotras no hay nin"n problema. Es m#s esta misma noche le he pedido que nos vayamos a vivir !untas. Ana: '4 ha dicho que si* Maca tardó unos se"undos en contestar y despu)s como si se hablara a si misma a%irmó:
M: (n no. +ero estoy se"ura de que conse"uir) convencerla. Ana: +ues sino es Esther, qu) es lo que te preocupa. /(na conocía demasiado bien a Maca y sabía que al"o la atormentaba0. M: o se puede decir que me preocupe pero es una mierda que todo sea tan complicado /De pronto había soltado aquella %rase que durante las ltimas veinticuatro horas repiqueteaba en su cerebro0. Ana: '5u) es lo que es tan complicado* M: Mira anteayer me llamó mi madre para comentarme la boda de ;uan!o. o paró de hablarme de su %utura nuera, de lo "uapa y buena chica que es. Me di cuenta de que an me tira en cara que no me casara con ernando, un hombre apuesto y de buena %amilia. 'Cómo crees que reaccionaría mi madre si me presentara a la boda con Esther y su hi!a* Ana: '&iene una cría* M: $í, Cris.
Ana: +or lo que me dices, intuyo que (dela no sabe de la e6istencia de Esther. Maca volvió a ba!ar la mirada hacia su plato y en voz muy ba!a contestó:
M: o. +or no saber, no sabe ni que a su hi!a le "ustan las mu!eres /despu)s de unos breves se"undos, levantó de nuevo la mirada0 +iensa que hace poco m#s de seis meses estuve a punto de casarme y desde entonces no nos hemos vuelto a ver. Ana: Entiendo. =ealmente para (na ahora era %#cil entender que Maca no quisiera ir a la boda. +osiblemente (dela podría aceptar el hecho de que su hi!a %uera lesbiana, incluso era muy probable que si lle"aba a conocer a Esther, )sta le cayera bien. +ero para una mu!er como ella, proveniente de una %amilia sumamente tradicional el día de la boda de su hi!o se deberían "uardar todas las %ormas. 4 conociendo a Maca y su lealtad hacia los sentimientos, sabía que no iría a la boda sin Esther, aunque ello supusiera un dis"usto para su hermano. De pronto pensó en +edro. &oda su vida la había dedicado a su %amilia y a su traba!o y ahora... Cuando m#s iba a necesitar que esa %amilia estuviera unida, m#s se podía des"a!ar )sta. Esther que acababa de salir del quiró%ano buscó la hora en su relo!. -las doce y diez. 15u) tarde2 /pensó0. &enía la intención de llamar a Maca para desearle buenas noches pero viendo la hora que era optó por mandarle un mensa!e. $i estaba despierta le contestaría, siempre lo hacía. 4 si la pillaba durmiendo, cosa altamente probable despu)s de lo mal que había dormido la noche anterior, ya lo leería al día si"uiente. $e diri"ió al vestuario de en%ermeras y escribió en su móvil: -&E 5<E=7, <C( 87 D -+E=7$. E$&E=. Mientras lo escribía sentía que todo su cuerpo temblaba. unca nadie la había tratado tan bien ni la había querido tanto como Maca y se sentía mal al pensar como había reaccionado delante del deseo de )sta de unir m#s sus vidas. Era cierto que no le había pedido a nin"una compaera que le cambiara la "uardia pero porque sabía que era in!usto para la persona a la que se lo pidiera. $í que podría escaparse muy, muy prontito del hospital y le demostraría a Maca que no tenía nin"una duda sobre sus sentimientos. Mientras pensaba en la maana si"uiente el móvil la avisó de que había recibido un mensa!e nuevo. <C( 87 HE D
o!os pensó en lo que podía suponer la boda de un ilson. $e"uramente sería el tipo de boda al que asisten asisten las me!ores %amilias %amilias de (ndalucía. (ndalucía. Maca nunca había presumido presumido de apellido, al contrario, lo ocultaba pero delante suyo m#s de una vez &eresa &eresa le había pre"untado si conocía conocía a tal o cual cual persona!e de la alta sociedad. sociedad. En medio de "ente tan importante que podía pintar una en%ermera como ella. $i Maca no le había comentado nada sobre esa boda era para evitarle que pudiera hacer el ridículo. De pronto todo se aclaraba. Maca nunca le había hablado de su %amilia, sabía que los ilson y Esther eran dos mundos di%erentes, que no se podían mezclar. $iempre había creído que el problema era su identidad se6ual y ahora se daba cuenta de que no era todo tan sencillo. o sabía nada de la novia del tal ;uan!o pero se"uro que no era una chica de ori"en humilde y se"uro que no aportaba una nia de cinco aos al matrimonio. Dios, Esther, 1qu) tonta has sido2. 1+obre, Maca2. (hora entendía aquella %rase: -$i ten"o que tomar partido por al"uien te ase"uro que no tendr) nin"una duda. (n tenía el móvil en las manos y de %orma % orma involuntaria sus dedos marcaron el tel)%ono de casa de Maca. Estaba loca por oír su voz. ecesitaba decirle que la quería y a pesar de ello no lle"ó a descol"ar el tel)%ono. $abía que era al"o que aclararían a la maana si"uiente, mir#ndose a los o!os y entrelazando sus cuerpos. Cuando (na (na volvió a la mesa se encontró con una Maca muy sonriente.
Ana: Chica te de!o cinco minutos sola y te cambia el estado de #nimo. '$i quieres me vuelvo a ir* Maca que an sostenía el móvil en su mano no e6plicó a su ami"a el mensa!e que acababa de recibir de Esther pero no puedo evitar pensar en voz alta
M: Maana va a ser un día muy especial... (na sin entender a que se re%ería la !erezana pero viendo lo tarde que era su"irió reco"er r eco"er velas e irse a dormir. +or el camino no pudo evitar volver a hablar de la boda.
Ana: '(sí ya tienes decidido no asistir* M: Decidido por completo. Hace un par de horas an tenía al"una duda, ahora ya no. Ana: 'Cómo es que han desparecido las dudas*. He dicho o he hecho al"o que... M: o, no has sido t. Creo que por %in empiezo a ver las cosas claras. 8lamar) a mi madre y le e6plicar) porque no voy. 8e hablar) de Esther y que sea ella misma que decida si nos quiere invitar a las dos o a nin"una. (na no pudo evitar un suspiro.
Ana: Hace unos minutos no tenías las cosas tan claras... M: 1o2. Me ha ido muy bien poder hablar de todo esto en voz alta. '5u) puede suceder si mis padres creen que no es el momento oportuno para ser sinceras*. Cómo mucho me de!aran de hablar durante tres tr es o cuatro meses... $e"uro que despu)s entienden que Esther y yo nos queremos y acabar#n por aceptarlo.
$in saberlo, Maca había mencionado los mismos tres o cuatro meses que 9alv#n le daba como esperanza de vida a su padre. (na (na se sentía terriblemente impotente. +or un lado estaba su obediencia al secreto pro%esional. +edro le había dicho de %orma muy seria que se de!aría hacer las pruebas necesarias, que aceptaría cualquier tipo de tratamiento que no %uera especialmente molesto, pero que solo ponía una condición, que nadie de su %amilia lle"ara a saber nunca nada. 4 si Maca %inalmente se distanciaba de su padre esos ltimos tres o cuatro meses de vida, nunca se lo perdonaría. 4 tampoco tampoco le perdonaría a ella que eso lle"ara a suceder.
&oda la ilusión que había puesto en la sorpresa para Maca se acababa de evaporar. De pronto una nueva nueva posibilidad se le abrió ante los o!os. o!os. En m#s de una una ocasión Maca Maca había cambiado "uardias para poder pasar !untas el %in de semana. +odía ser que en estos momentos la pediatra estuviera en el hospital pasando visitas con el %in de poder dis%rutar despu)s la tarde !untas. Mientras marcaba el tel)%ono del Central una sonrisa se re%le!ó en la cara de Esther.
T:
E: Mira, &eresa, voy a ver si la veo en el parque al que acostumbra a ba!ar, pero si llama o se pasa por el hospital, ll#mame por %avor. Empiezo a estar preocupada. &eresa que hasta ese momento había pre%erido no decir nada de lo que había escuchado la tarde antes, creyó que era me!or decirle la verdad a su ami"a.
T: 3er#s Esther no creo que sea necesario que vayas al parque. Maca en estos momentos se"uro que an est# en Barcelona. E: 'En Barcelona* /con voz incr)dula0 T: $i ver#s, ayer por la tarde la llamó su ami"a, aquella chica rubia tan "uapa. 8a de la nota. 4o no quería escuchar la conversación pero ya sabes como es ese tel)%ono, se oye todo aunque no quieras... E: &eresa, por %avor, dime lo que me ten"as que decir. T: +ues eso, la llamó su ami"a y la invitó a ir a dormir a su apartamento. 4 a Maca Maca tendrías que haberla visto. $e puso de buen humor de "olpe. ncluso ncluso consi"uió que el Dr. Marco le hiciera el turno de esta tarde. Esther 'me oyes*. /De pronto la comunicación comunicación se había interrumpido0. Esther había cortado la llamada. o podía se"uir escuchando lo que &eresa le estaba e6plicando. otó que de pronto las piernas le %laqueaban y tuvo que apoyarse en la pared. Ella allí delante delante de su casa, casa, preocup#ndose preocup#ndose por si le habría pasado pasado al"o, con con la ilusión de poder pasar unas horas !untas en la intimidad... 4 mientras Maca en Barcelona, durmiendo posiblemente posiblemente con aquella chica rubia a la que había mencionado la noche antes, en su ltima conversación. Maca ni tan solo se había tomado la molestia de ocultarle su traición. El problema es que ella no había dado cr)dito a esas palabras, -en realidad he quedado con una rubia "uapísima y posiblemente me acueste con ella. 4a que tu no quieres cambiar tu "uardia me he tenido que buscar un plan alternativo. Dios, 1Como había podido ser tan hipócrita2 8e estaba pidiendo compartir su vida y a la vez ya había quedado para pasar esa noche con otra mu!er.
( Esther le estaba empezando a doler terriblemente la cabeza. Era me!or que se %uera para casa e intentara dormir un poco. 4a con este pensamiento se diri"ió a la parada de metro que tenía m#s cerca. Mientras en Barcelona, Maca empezaba a despertarse. (n con los o!os cerrados estaba escuchando el ruido de la ducha y había pensado en Esther. +ronto recordó el via!e en avión, las con%idencias con (na y el mensa!e que había recibido en su móvil. 1Dios, que "anas ten"o de que sea la tarde2. $e levantó de la cama y se acercó a la ventana. Corrió li"eramente las cortinas y vio que hacía muy buen día. Estaba %i!#ndose en el movimiento de la calle cuando oyó que la puerta del bao se abría.
Ana: Maca, has tenido un par de llamadas hace unos quince minutos. /mientras le acercaba el móvil0. M: '
M: 15ue raro2. Ana: 'Ha ocurrido al"o* M: o, sencillamente que no entiendo que Esther me haya llamado tan pronto. Ha tenido que pasar al"o con al"uno de los críos que atendí ayer. /Mientras pensaba en voz alta, Maca estaba intentando llamar a Esther0. 15ue mierda, est# %uera de servicio2. o me e6traa, en la zona de vestuarios la cobertura es %atal. Ana: '+or qu) no llamas directamente al hospital y que ellos te pon"an con Esther* M: &ienes razón, (na. (n estoy medio dormida. Esta vez si que el móvil dio seal de llamada. -Espero que se pon"a &eresa, si ha pasado al"o ella lo sabr#
T:
M: 7ye. '$abes si ha lle"ado ya el Dr. Marco*. '$abes si ha habido al"n problema con al"uno de los pequeos*. &eresa estaba pensando en su ami"a Esther y en lo preocupada que estaba hacía tan solo unos minutos.
T: +ues sí que ha lle"ado y si quieres saber al"o sobre al"uno de los críos se lo pre"untas a )l. o es mi traba!o %acilitar in%ormación m)dica. /(quí el tono de voz ya era especialmente a"rio0.
Maca no pensaba se"uir a"uantando una conversación que no parecía llevarla a buen puerto. Hoy &eresa se debía haber levantado con el pie izquierdo, sino era incomprensible que estuviera tan imb)cil con ella. $in ni tan solo despedirse decidió dar por acabada la llamada. De %orma autom#tica llamó a casa de Esther, pero aquí saltó el contestador. (na que la estaba observando paciente no tardó en pre"untar:
Ana: 'Ha ocurrido al"o*. M: o s). o consi"o localizar a Esther... $e ve que hoy se ha ido pronto del hospital. o lo entiendo, tenía "uardia hasta las doce. Espero que... Ana: '5u)* /viendo que Maca no acababa la %rase0. M: 5ue no se le haya ocurrido ir a mi casa. (yer no le coment) al %inal que me venía para ac#. Ana: 'o le e6plicaste que venías a Barcelona* /con tono de e6traeza0. M: Me temo que no. Ana: 'o vas a cambiar nunca, Maca*. Hay cosas que nunca conse"uir) entender de ti. /Mientras se acercaba a la espalda de su ami"a y le %rotaba li"eramente uno de los hombros0. M: Mira ayer poco despu)s de quedar conti"o le pedí que nos %u)ramos a vivir !untas. Ella no parecía tenerlas todas consi"o. 3eía peros en casi todo... o creí que %uera conveniente en esas circunstancias decirle que me venía para Barcelona. o quería que pareciera que lo hacía para casti"arla. +ens) que hoy...o se... $upon"o que debería hab)rselo dicho... pero... pero no lo hice /aquí la voz de Maca se estaba empezando a romper0. Ana: 3a, no te preocupes, se"uro que te llama de nuevo. Esther estaba empezando a sentir cada vez mayor dolor de cabeza, incluso el movimiento del metro parecía aumentar esos pinchazos que sentía en su interior. $e sentía celosa, pero m#s que eso se sentía en"aada. o entendía porque Maca no le había e6plicado nada de su escapada nocturna. Es verdad que eran pare!a pero ella no lo sentía como tal. $e sentía sola, muy sola. (l salir del metro repasó los mensa!es atrasados. +uede que Maca le hubiera de!ado al"uno la noche antes y que ella no lo supiera. El ltimo ya lo había leído anteriormente -<C( 87 HE D
(l salir de la ducha se diri"ió al ca!ón donde "uardaba los medicamentos. Entre las muchas ca!as de !arabes in%antiles encontró un sobre de paracetamol. o era partidaria de automedicarse pero hoy necesitaba al"o que le calmara ese dolor de cabeza. Mientras en Barcelona (na le su"ería una nueva posibilidad a Maca.
Ana: +uede que Esther haya ido a casa de su madre a reco"er a la pequea... Maca que quería a"otar todas las posibilidades marcó el nmero de Encarna.
Cris: Mam#, 'eres t*. M: Hola, Cris. $oy Maca. /Era %#cil deducir que Esther no se encontraba en esa casa0. 'Cómo est#s pequea* Cris: Muy aburrida. +orque no me llevas a patinar... /Era habitual que cuando su madre necesitaba un rato de tranquilidad Maca la llevara al parque y se pasaran horas patinando0. M: o puedo. Estoy un poquito le!os. Cris: 'o vendr#s a comer con mam#*. M: Me temo que no Cris. Hazme un %avor 'vale*. o le di"as ni a mam# ni a la abuela que he llamado. $er# un secreto entre las dos. Cris: 3ale, me "ustan los secretos. +ero recuerda, cuando puedas me has de llevar a patinar. M: +rometido. Maca no pudo evitar una sonrisa al col"ar el tel)%ono. Era curioso como chanta!eaba un nio de cinco aos. El precio de "uardar un secreto había sido esa promesa que había hecho en el ltimo momento. Estaba claro que no podría solucionar nada antes de volar para Madrid.
M: '( qu) hora has de reco"er a tu paciente en el aeropuerto*. Ana: 8le"a a las cuatro. +ero haremos una cosa ba!aremos a desayunar a un sitio que conozco y lue"o ya nos iremos para all#. Me temo que hasta que no pilles el avión no vas a de!ar de estar preocupada. 3ístete mientras ba!o a por el periódico. Maca que estaba reco"iendo de la silla la ropa del día antes observó un papel en el suelo. $e trataba de la nota de (na.
M: (l %inal anoche no me di!iste que %avor necesitabas. A: Despu)s hablamos de ello, de momento vístete. Esther estaba demasiado nerviosa para conse"uir conciliar el sueo. 8as subidas de adrenalina que había tenido durante la maana habían podido con ella. Eran ya las once y an no había conse"uido pe"ar o!o. De%initivamente era absurdo intentar dormir. Encendió el televisor e intentó buscar al"n pro"rama que la pudiera entretener. &ambi)n esto era absurdo. o había manera de rela!arse. 4a como ltimo recurso pensó en ir al "imnasio. +uede que un rato de piscina y un poco de sauna consi"uieran que su cuerpo de!ara de estar en tensión.
-+or la tarde, en casa de mam#, ya dormir) un poco. /+ensando en ello se vistió con ropa cómoda y co"ió la bolsa de deporte0. -+or la tarde, en casa de Encarna, intentar) hablar con ella. /+ensando en esto Maca se estaba intentando animar a si misma0. Estaba acabando de arre"larse cuando oyó que estaba sonando su móvil. otó que de pronto el corazón le daba un vuelco y se diri"ió de %orma precipitada a la mesita en la que lo había de!ado. (l comprobar quien la estaba llamando toda su ilusión se desvaneció:
M: '$í, mam#* Adela: Maca, querida, est#bamos aquí con tu hermano diseando las mesas y an no sabemos si vendr#s sola o si traer#s al"n acompaante. M: Mam#, te di!e que ni tan solo sabía si vendría. Adela: 3a, Maca, no di"as tonterías. o le puedes hacer esto a tu hermano. 4a sabes la ilusión que le hace teneros a todos aquí. M: Mira, mam#, no quiero hablar de ello ahora, por %avor... Adela: '5u) has hablado ya con (na* M: 'Con (na* /la pre"unta la había de!ado totalmente descolocada0. Adela: Mira, ya te llamar) maana y me con%irmas si hay o no acompaante. M: +ues, hasta maana /Mientras en ese momento se abría la puerta del apartamento y entraba (na0. Ana: 'Era Esther* M: o, era mi madre. /Maca se había sentado en la cama y se estaba retirando el cabello de la cara con ambas manos0. 'Me equivoco si pienso que el %avor que me quieres pedir tiene que ver con ella*. (na que ya se esperaba la pre"unta se a"achó delante de Maca y poniendo sus dos manos en los muslos de )sta le buscó la mirada.
Ana: Maca quiero que me escuches bien, que no me interrumpas durante unos se"undos. Mira hace un montón de aos que nos conocemos y sabes que no te pediría al"o si no lo considerara necesario. /(na dudó durante unos se"undos0. Mira lo que te voy a decir no tiene nada que ver con (dela. &e lo pido yo y solo yo. /De nuevo un silencio y m#s dudas0. M: '5u) ocurre* '5u) es eso tan necesario* Ana: Maca ve a la boda de ;uan!o y ve sola. +or %avor, h#blalo con Esther, e6plícale que tu %amilia es sumamente tradicional y... Maca no daba cr)dito a lo que (na le estaba pidiendo. $i hubiera sido cualquier otra persona, pero ella... 8a noche antes había parecido entender lo que sentía por Esther y en nin"n momento... o podía entender como ahora le pedía... Maca se levantó y no pudo reprimir un -no te entiendo, (na.
Ana: +or %avor, pi)nsatelo. Eran poco menos de las dos cuando Esther lle"aba a casa de su madre. 8a puerta de la calle estaba abierta y de %orma casi autom#tica se encaminó hacia las escaleras. Desde que estaba con Maca casi nunca co"ía el ascensor. Estaba pensando en ello mientras
lle"aba a la puerta de Encarna. o había acabado de dar la vuelta a la llave cuando se encontró con el abrazo de Cris.
Cris: Hola, mam#. E: Hola, "uapísima. /Mientras se a"achaba y la abrazaba con %uerza. Hoy necesitaba ese abrazo como nunca. (l separarse unos centímetros y mirarse de nuevo Esther observó que la cara de la cría estaba manchada de harina0. '( qu) has !u"ado hoy*. Cris: o he !u"ado. He ayudado a la abuela a hacer el pastel. E: '
Cris: Mam# esta tarde voy a ir al cine con la abuela. '3as a venir con nosotras*. 1Mam#2... 1Mam#2. E: +erdona Cris... '5u) me decías* Cris: 5ue si vas a venir al cine esta tarde. E: Me temo que no. $i vais a ir a ver una película yo aprovechar) para dormir un rato. Estoy muy, muy cansada. Encarna que hasta ese momento no había salido de la cocina se encontró a madre e hi!a sentadas en el so%#.
En: 'o ha venido Maca conti"o* E: o, hoy tenía "uardia. /En %ondo no mentía, para que recordar que había hecho un cambio en esa "uardia y que ahora se encontraba en Barcelona con una ami"a a la que ella no conocía0. En: 5ue l#stima, hoy contaba con ella. 3a Cris a lavarte las manos que ya vamos a comer. Esther se había recostado en el respaldo del so%# y había cerrado moment#neamente los o!os, mientras su madre ponía los platos en la mesa. Cuando ya estaba todo dispuesto para comer Encarna se acercó a su hi!a.
En: '&e encuentras bien* E: $í, solo que estoy muerta de cansancio. En: 'De qu) querías hablarme ayer* /con los o!os %i!os en Esther0. E: Despu)s te lo cuento, mam#. o quiero que Cris nos oi"a. En ese momento la pequea volvía a entrar en el comedor y se sentaba en la mesa. ( la misma hora Maca y (na se estaban despidiendo en el aeropuerto.
M: Bueno si el lunes vuelves a estar en Madrid, te devuelvo la invitación de ayer. &e presentar) a Esther y ver#s porque no te puedo hacer el %avor que me est#s pidiendo. Ana: El lunes nos vemos. Espero que no haya problemas por las llamadas perdidas de esta maana. M: 4o tambi)n lo espero. 3en"a dame un abrazo. 8as dos ami"as estrecharon sus cuerpos y mientras eso sucedía Maca susurró al oído de (na: Qlo siento, cualquier otro %avor que me hubieras pedido... pero )ste no puedo hac)rteloQ. (na estrechó con m#s %uerza el cuerpo de Maca y tambi)n le respondió al oído Qlo se, Maca, lo seQ. ue una comida relativamente silenciosa. Esther no abrió boca, estaba muy cansada. Encarna tan solo hablaba para insistir en que Cris tenía que comer un poco m#s y )sta se de%endía diciendo que no tenía m#s hambre. =ealmente había estado picoteando toda la maana y ni el pastel le despertaba el m#s mínimo inter)s. Despu)s de comer Cris se diri"ió a la habitación que había sido de su madre cuando era pequea y empezó a reco"er todos los muecos que tenía esparcidos por el suelo. $u abuela le había dicho de %orma muy clara que o lo reco"ía todo o no había cine. Eso les daba unos minutos a madre y abuela para poder tomarse un ca%) tranquilamente y hablar de sus cosas.
En: '5uieres azcar, Esther*. E: $í, un poco. En: 3a, cu)ntame lo que te tiene preocupada. E: o, no hay nada que me preocupe... En: (yer me querías hablar de al"o... Esther que tenía los codos apoyados sobre la mesa y se estaba %rotando ambas me!illas empezó a dudar sobre si era bueno e6plicar a su madre su relación con Maca, ahora que parecía estar en horas tan ba!as. Encarna que estaba poni)ndose una se"unda cucharilla de azcar en su ca%) %ue la primera en tomar la iniciativa.
En: '$e trata de tu y Maca, verdad* Esther suspiró hondo mientras miraba a su madre.
E: 'Cómo lo sabes*. 'Desde cu#ndo*... En: 3amos, Esther. $oy tu madre... y ten"o o!os en la cara... 4 adem#s ten"o una nieta muy perspicaz. E: 'Cris* '5u) sabe Cris* '5u) te ha dicho*. En: Mira hace un par de meses en el telediario hablaban de la unión entre pare!as del mismo se6o. Cris lo miraba como muy interesada. ( mi me sorprendió porque nunca me de!a escuchar las noticias, parece que es el momento en que le entran "anas de hablar. Cuando le hice la broma de querer cambiar de canal se en%adó conmi"o y pidió que volviera a poner lo que había, que quería ver si salíais t y Maca. E: '4... qu) pensaste mam#* En: $i te di"o la verdad, pens) que vivía en Babia. Mi nieta de cinco aos se había dado per%ecta cuenta de que su madre estaba enamorada y yo sin sospechar nada. Desde que
me hizo este comentario me he ido %i!ando en detalles, en miradas, en cambios de "uardia, en los muchos %ines de semana que os pas#is !untas y me parece imposible no haberme dado cuenta antes. E: '4...* '5u) te parece* En: o es mi vida, Esther. Es tu vida. 4 solo t la has de vivir. o de!es que nadie la viva por ti. $i de!aras que la opinión de los dem#s in%luyera en ti pensaría que te han cambiado, que no eres mi hi!a. E: 4a, pero... En: Mira, yo solo pondría pe"as si esta relación %uera per!udicial para Cris. +ero no se si la has visto, est# encantada de la vida con Maca. =ealmente no se quien de vosotras dos la quiere m#s. Esther pensó que era la primera cosa que salía bien ese s#bado. Despu)s de todo había al"o de lo que ale"rarse. $u madre tenía asumidísima su orientación se6ual y no ponía nin"una pe"a en que Maca entrara a %ormar parte de la %amilia. (dem#s por lo que le había e6plicado Cris tambi)n era consciente de que entre ellas dos había una relación de pare!a y era cierto, Cris y Maca se llevaban a las mil maravillas.
En: 3en"a, Cris, co"e la chaqueta que se nos hace tarde. /Encarna ya se había levantado de la mesa y estaba reco"iendo el vaso de su ca%). (l pasar por detr#s de Esther apoyó la palma de la mano en su hombro y le su"irió0. &ienes un par de horitas para echarte y dormir un poco. En ese momento Maca, que había reco"ido su moto en el aeropuerto, se diri"ía a casa de Encarna con el deseo de encontrar a Esther y poder aclarar todos los malos entendidos. Cuando lle"ó delante del portal vio a Encarna y a Cris que se ale!aban en ese momento. +aró la moto y llamó al timbre con la esperanza de que Esther estuviera arriba. Esther que acababa de entrar al bao salió pensando que su madre se había de!ado al"o. 8e dio al timbre de la puerta de la escalera y de!ó la puerta del piso entreabierta mientras aprovechaba para lavarse los dientes. Maca subió los dos pisos y se encontró delante de la puerta que estaba parcialmente abierta. 9olpeó con los nudillos esperando la respuesta de Esther, pero al ver que esta no contestaba entró. +or el ruido del a"ua sabía que estaba en el cuarto de bao. Cerró la puerta y esperó a que Esther saliera.
E: '5u) te has olvidado esta vez, mam#* /mientras habría de nuevo la puerta del bao0. M: Esther, me temo que no soy tu madre... E: 'Maca* /Esther se había quedado tan sorprendida que apenas le había salido la voz0. M: +erdona que haya entrado así pero cuando he subido me he encontrado la puerta entreabierta. He picado pero con el ruido del a"ua no me has oído. /Maca estaba quit#ndose la chaqueta y de!ando el casco de la moto encima de una silla0. 'Est#s sola*. E: $í... y a ti te hacía en Barcelona. /Esther an se encontraba en la puerta del bao. 8a sorpresa la había de!ado paralizada0. Maca se acercó a Esther, le buscaba una mirada que esta rehusaba. $e quedó a escasos centímetros de ella y con ambas manos en sus me!illas %orzó que Esther levantara la cara.
M: +or %avor, mírame. o podía. o podía mirarla. Estaba haciendo es%uerzos terribles para mantener su compostura. $u cuerpo le pedía romper con todo, en%adarse con Maca, "ritarle lo que pensaba de ella, irse de esa cara y llorar, llorar hasta acabar con el malestar que sentía en su interior... +ero había decidido mantenerse serena, disimular el dolor.
M: '5ui)n te ha dicho que estaba en Barcelona* E: 15ue mas da2. &u no, 1por supuesto2. /8a rabia que estaba intentando controlar ya estaba empezando a rebelarse0. M: 'Ha sido &eresa, verdad* /Era la nica persona presente mientras ella hablaba con (na por tel)%ono0. '5u) te ha dicho*. Esther que empezaba a notar que todo su cuerpo temblaba decidió apartarse de Maca y sentarse en el so%#. Co"ió un co!ín entre sus brazos y apret#ndolo %uerte contra su pecho intentó a"uantar el tipo.
E: o te preocupes, me ha dicho lo mismo que tu, que te ibas con... /la voz se le empezaba a romper, tra"ó un poco de saliva y cuando se vio con %uerzas continuo0. $i no recuerdo mal Qte ibas con una chica rubia con la que te ibas a acostarQ. Maca recordó la conversación en la sala de m)dicos y su tontería al de!ar esa ironía en el aire. $e acercó de nuevo a Esther y se a"achó delante suyo. Esta vez la mirada de Esther que estaba perdida en el aire si que se posó en los o!os de Maca.
M: Ha sido todo una tontería, Esther. /viendo los o!os llorosos de su pare!a0. Cr)eme, por %avor. $olo hay una mu!er en el mundo que me importe y la ten"o delante de mí en estos momentos. E: '4 la chica de Barcelona* /poco a poco había ido recuperando la voz0. M: $e trata de (na. os conocemos desde que teníamos diez aos y es como una hermana para mí. $í que es cierto que hemos dormido !untas pero de la misma %orma que a veces t duermes con Cris, con la misma inocencia. +or %avor, cr)eme... Esther creía todo lo que le estaba diciendo Maca, pero se"uía sinti)ndose mal. Esta misma maana se había sentido como una idiota delante de su casa, y no podía olvidarlo.
E: '+or qu) no me lo di!iste ayer que te ibas para Barcelona* '+or qu) no me has comentado nada de la boda de tu hermano* '+or qu)...*. '+or qu) tantos secretos*... /en ese momento ya no pudo reprimir las l#"rimas0. Maca sintió en su corazón toda la culpabilidad que derivaba de las palabras de Esther. Era cierto que no había hecho nada malo en Barcelona, pero a pesar de ello se sentía culpable del estado de des#nimo de su pare!a. &enía razón en todo lo que le estaba tirando en cara. $e"uía a"achada %rente a una Esther que ya no podía contener las l#"rimas, que ya había de!ado de lado el co!ín y se estaba tapando la cara con ambas manos. En )sta el cansancio que arrastraba de las ltimas horas, la rabia que había sentido esa misma maana cuando &eresa le había hablado de la conversación tele%ónica de Maca, los celos
que inevitablemente había pasado... &odo ello !unto había provocado un llanto que no podía reprimir.
E: D)!ame, Maca, por %avor. 3ete. ecesito estar sola. Esther necesitaba encontrarse sola para poder sacar toda la pena que tenía en su interior. $abía que Maca la quería, estaba se"ura de que estaba enamorada de ella, pero a la vez tenía el convencimiento de que nunca la podría tener. Maca se paseaba por su vida como y cuando quería, pero para ella la vida de Maca era un terreno prohibido. o conocía a nadie de su %amilia, esa misma tarde había sabido de la e6istencia de aquella (na, que era como una hermana para ella, no sabía nunca qu) la preocupaba o qu) la ale"raba... +odía tener a Maca tan cerca como quisiera, podían lle"ar a convivir ba!o un mismo techo... pero siempre habría una distancia entre ellas que en estos momentos le parecía insalvable. Maca se sentía impotente delante del llanto de Esther. En todo el tiempo que llevaban !untas era la primera vez que la veía realmente deshecha y se sabía responsable de toda esta pena.
M: Esther, por %avor, escchame. /Mientras le %rotaba los muslos para llamar su atención0. +or %avor, Esther, d)!ame e6plicarme... Esther intentaba secarse las l#"rimas, intentaba recuperarse aunque solo %uera de %orma transitoria. 5uería que Maca la de!ara sola.
E: (hora ya no, Maca. 8as e6plicaciones ayer.... Hace una semana.... Durante estos ltimos seis meses.... (hora ya no se si quiero tus e6plicaciones. /En esta ltima %rase la voz de Esther ya había recuperado toda su entereza. 8a en%ermera se levantó obli"ando a que Maca tambi)n se incorporara y se diri"ió a la silla en la que se encontraba el casco y la chaqueta de la pediatra0. Co"e tus cosas y d)!ame sola, por %avor. M: o, Esther. o me puedo ir así. &enemos que hablarlo ahora, tenemos que aclarar lo que ha pasado. (yer por la noche parecía que... '5u) ha cambiado desde ayer*. /3olvían a separarlas escasos centímetros y en esta ocasión Maca le había co"ido de ambas manos0. E: Muchas cosas, Maca... Muchas cosas. M: +ero nos queremos. &u me quieres 'verdad*. 4oR yo no me ima"ino sin... E: o es su%iciente... Creo que eso es lo que ha cambiado desde ayer. Me he dado cuenta de que no es su%iciente con quererse... +ara vivir !untas, para %ormar una %amilia no nos bastaría con querernos, haría %alta con%ianza, comunicación, deseo de compartirlo todo y no creo que tu... /&odo lo que Esther decía era un pensamiento en voz alta, un ar"umento que hería tanto a Maca como a ella misma, porque ambas sabían que había mucha verdad en ello0. Maca soltó las manos de Esther y reco"ió sus cosas. $e veía incapaz de rebatir lo que oía. $e estaba dando cuenta en esos momentos de hasta que punto había %allado en la relación de pare!a. 5uería tanto a Esther que se veía incapaz de vivir sin ella, pero todo lo que le estaba echando en cara era cierto. Cuando ya se diri"ía hacia la puerta hizo un ltimo intento de "irarse y decir al"o que las pudiera acercar, pero la ima"en de una Esther que se había vuelto a sentar en el so%#
y que ocultaba su rostro entre las manos, la hizo desistir.
Galván: Me temo que ya no nos podemos permitir el lu!o de esperar. &enemos que empezar con la quimioterapia hoy mismo. (na alar"ó la mano para poder co"er la de su ami"o mientras rea%irmaba las palabras de 9alv#n.
Ana: +edro, el tumor est# creciendo muy deprisa. 4 lo peor es que ya ha dado rami%icaciones. $i nos lo permites te in"resamos esta misma noche y empezamos con la quimio. Pedro: 'Cu#nto tiempo me queda* Era la pre"unta de siempre. 8a pre"unta que odiaban todos los oncólo"os. $iempre el paciente necesitaba saber si lle"aría a su si"uiente cumpleaos, si podría celebrar las navidades que estaban por venir o si vería nacer aquel nieto que ya estaba en camino. 8a maldita pre"unta de siempre.
Galván: Estamos hablando de meses, de pocos meses pero si no empezamos pronto la terapia puede que hablemos de semanas. Pedro: $emanas... /Mientras se pasaba de %orma repetida la mano por la barba0. 9alv#n se levantó para salir de la habitación y de!ar a solas a los dos ami"os. (ntes de cerrar la puerta insistió en la ur"encia de empezar el tratamiento ya.
Galván: H#"ale caso a (na, por %avor. El dia"nóstico es clarísimo y por des"racia no nos estamos equivocando en el pronóstico. Pedro: Me lo pensar) Dr. 9alv#n. 9racias por su tiempo.
Ana: '+or qu) no quieres empezar ya* 'Cu#l es el problema* '8a boda* Pedro: $í, en parte sí. $olo quedan tres semanas. 4 t no has visto a ;uan!o. Est# rebosante de ale"ría. 4 (dela... 1<%2. 1o puedo hacerles esto2.... '5u) pasaría si
supieran mi en%ermedad*. $e anularía todo... 8os tendría a todos pendientes de mí esperando a que lle"ara el momento... (na sabía que +edro tenía razón. Era un hombre mentalmente muy %uerte y daba la sensación de haberse planteado todas las posibilidades.
Pedro: $i cada tres días me he de desplazar a Barcelona, mi %amilia va a empezar a sospechar al"o. Ana: '+orqu) no realizamos el tratamiento en el Hospital
Ana: 3amos a luchar contra este maldito tumor 'de acuerdo*. Pedro: $í, (na. $í. Maca había salido de casa de Esther totalmente hundida. $u corazón le decía que tenía que volver a subir esas escaleras y convencer a Esther de que de ahora en adelante las cosas iban a cambiar, pero para ello tenía que convencerse antes a si misma de que eso era cierto. unca había compartido su mundo con nadie y aunque ahora quisiera hacerlo con Esther puede que no supiera hacerlo. $e sentía triste y se sentía sola, pero sobretodo se sentía culpable de todo el dolor que había causado en la persona a la que m#s quería en este mundo. +arecía que nada podía hacer empeorar ese s#bado pero cuando tres horas m#s tarde su padre le puso al corriente de su en%ermedad el estado anímico de la pediatra ya no podía ser m#s ba!o. $e habían citado en el mismo aeropuerto y en pocos minutos se había enterado de la "ravedad del c#ncer que padecía +edro. (l menos ahora entendía la petición que le había hecho (na... +obre (na... 4 encima ella, como siempre, no viendo m#s all# de sus narices.
8e había %allado a Esther, y de que manera... Había sido poco inteli"ente a la hora de ne"arle el %avor a (na... +ero ahora todo eso pasaba a un se"undo plano. &enía que ayudar a su padre, con )l no quedaría tiempo para poder arre"lar las cosas si lo hacía mal. Entre ambos habían convenido que Maca ba!ara durante unos días a ;erez. $e inventarían unos días de vacaciones y %in"irían la insistencia de (na para que ambas chicas dis%rutaran de unos días de descanso en casa de (dela. (dela. $i lo sabían hacer bien podrían esconder esconder la en%ermedad y el el tratamiento durante los escasos veinte veinte días que %altaban para la boda. Despu)s cuando ;uan!o iniciara su via!e de reci)n casados, sería el momento de que toda la %amilia supiera el estado real de +edro. Cuando Maca se despidió de su padre pensó en todo lo que tenía que solucionar antes de volar hacia $evilla el lunes. +or un lado tenía que hablar con D#vila. $abía que probablemente no le pusiera nin"n tipo de traba para tomarse esos días días de descanso descanso si le e6plicaba el motivo real, pero a la vez pensaba que cuanta menos "ente supiera la verdad, me!or que me!or. o cabía olvidar que la madre de ;avier y (dela eran "randes ami"as y viendo lo r#pido que corría la in%ormación en ese hospital, me!or... me!or... me!or no decir nada sobre la en%ermedad de su padre. &ambi)n tenía que hablar con Esther. o. &enía que verla. ecesitaba verla, disculparse, hablar con ella, pedirle que estuviera a su lado. o se sentía con %uerzas de superar todo lo que le esperaba sino podía contar con el apoyo y el cario de Esther. $abía que su escapada nocturna a Barcelona y su %alta de comunicación las habían distanciado pero conociendo a Esther, ese en%ado solo podía ser transitorio. (hora la necesitaba y se lo haría comprender. comprender. Mientras pensaba en todo ello había lle"ado a casa y había decidido llamarla.
E: '$í* M: Esther. Hola, soy yo.
M: 'Esther* 'Me oyes* E: $í, Maca, te oi"o. '5u) quieres, ahora*. /El des#nimo era evidente. (n se sentía muy dolida por como había ido todo el día y no tenía "anas de se"uir hablando sobre todo ello0. M: Esther, por %avor, necesito hablar conti"o. 8o necesito, de verdad. /Esta vez era Maca la que notaba que las %uerzas le %allaban y su voz temblaba al insistirF. &e necesito0. unca había pronunciado pronunciado estas estas palabras y oírlas salir de sus labios labios era liberador. liberador. $i era capaz de pedirle a Esther que estuviera a su lado, que la acompaara en unos momentos que no serían nada "ratos, puede que realmente al"o hubiera cambiado en su interior. Esther ya arrepentida del tono que había usado se"undos antes no pudo evitar dulci%icar sus palabras.
E: Mira, Maca, d)monos unas horas. Hoy ha sido un día muy di%ícil para las dos. Estamos especialmente cansadas. cansadas. &u maana traba!as pero el lunes podremos hablar de todo esto tranquilamente... M: o puedo esperar hasta el lunes, Esther. Me siento mal, me siento !odidamente ! odidamente mal. ecesito verte hoy, hoy, ahora... Esther sentía unos deseos inmensos de decirle que %uera a su casa. &ambi)n ella deseaba verla y se arrepentía de muchas de las cosas que le había dicho esa misma tarde. o había dicho nin"una mentida pero sabía que el tono en que le había hablado había sido tremendamente hiriente para Maca. +uede que %uera bueno olvidar toda la rabia que había sentido esa misma maana y aceptar que si por al"uien había sentido amor de verdad era por la persona que tenía al otro lado del tel)%ono.
M: Esther, 'puedo venir a tu casa* E: +re%eriría que no, Maca. Cris se acaba de dormir y yo estoy muy cansada. o creo que sea buen momento para... Me!or maana. /al decirlo se sentía traicionarse. '+orqu) no tenía que ser un buen momento*. $encillamente necesitaba casti"ar a Maca, aunque eso supusiera tambi)n casti"arse a si misma0. M: De acuerdo, Esther. Cuando t quieras. /4a había suplicado bastante, no pensaba se"uir haci)ndolo0. 4a.... ya nos veremos. E: 'Maca* 8a llamada ya se había cortado. 8a voz de Maca en el ltimo momento había sido tremendamente triste y Esther ense"uida tuvo la sensación de haberse equivocado. &uvo &uvo la tentación de volver a marcar el tel)%ono de la pediatra pero no lle"ó a hacerlo. +uede que %uera me!or esperar unas horas. o se ima"inaba un %uturo sin Maca a su lado y todo lo que le había dicho esa misma tarde y la ne"ación a verse esta noche, eran las ltimas armas que podía usar para que reaccionara y pudieran %abricar una vida en comn. Maca pasó una p)sima noche. Era imposible olvidar todo lo que había vivido en un solo día. Conocer la en%ermedad de su padre había sido un varapalo increíble. o se podía ima"inar que aquel hombre siempre tan se"uro de si mismo, siempre tan %uerte, le estuviera pidiendo que lo ayudara en sus ltimas semanas. $emanas, semana semanas... s... (quella palabra parecía rebotar rebotar como una pelotita pelotita de "oma en su cerebro. +or otro lado estaba su %uturo con Esther. En el vuelo BarcelonaFMadrid su nico pensamiento era era hablar con ella y pedirle que unieran unieran de%initivamente sus vidas. +ero todo había ido mal...i tan solo la había querido escuchar... escuchar... i cuando había insistido en que la necesitaba Esther había cambiado de parecer... +uede que %uera me!or así. Este mismo domin"o iba a hablar con D#vila y no esperaría al día si"uiente para co"er vuelo. Ba!aría en moto hasta ;erez. Eran muchos Ailómetros pero su cuerpo le pedía sentirse %uerte de nuevo y esa sensación de libertad que sentía en la carretera la podía ayudar. (l lle"ar al hospital, en la recepción no se encontraba &eresa, cosa que para Maca %ue un alivio.
M: Hola, (n"ela. '$abes si viene hoy D#vila*. Ángela: $í, ya ha lle"ado hace un rato. &iene que pasar un in%orme a la policía de todos los heridos del viernes, y eso le tendr# todo el día de hoy ocupado.
M: 3aya, pues me temo que yo le voy a dar m#s traba!o. Ángela: '+or..* M: o, por nada. Me voy para arriba. 8os dos pisos que separaban las ur"encias del despacho del director le dieron a Maca el tiempo su%iciente para decidir que no e6plicaría el motivo que la obli"aba a pedir unos días de vacaciones. 8a me!or manera de que no se di%undiera la noticia de la en%ermedad de su padre es que no lo supiera ni el mismo D#vila.
M: 'D#vila*. '$e puede*. /8a puerta del despacho estaba tan solo a!ustada0. !: $i, claro, pasa. 'Hay al"n problema*. /El director tenía toda su mesa llena de in%ormes m)dicos y cualquier cosa que le contaran podía ser me!or que resumir toda aquella in%ormación en una cuartilla para la policía0. M: $í. ecesito tres semanas de vacaciones. vacaciones. !: '4 quien no, Maca* '4 quien, no*. Mira, yo casi me con%ormaría con una. /El tono de D#vila era una mezcla de sorpresa y diversión en un principio, pero al ver que la pediatra no cambiaba cambiaba de cara, se empezó a poner poner un poquito m#s m#s serio0. $e trata de una una broma 'no*. M: o, D#vila. o es nin"una broma. !: '+ara cu#ndo las necesitas* M: +ara ya. Maana ten"o que estar en $evilla. !: '5ueeee*. 1&u te has vuelto loca2. o me lo puedes estar diciendo en serio. /D#vila ya se había quitado las "a%as y con la boca entreabierta estaba esperando una e6plicación por parte de la pediatra0. M: Mira, no te voy a decir el porqu) pero necesito irme. $i puedes encontrar una solución, per%ecto. $ino supon"o que tendr) que de!ar el hospital. D#vila no daba cr)dito a sus oídos.
!: 3ete para $evilla. 4a buscar) un sistema de sustituirte, pero si puedes volver antes de las tres semanas, hazlo, por %avor. M: 9racias, D#vila. Har) todo lo posible para estar aquí cuanto antes. /Maca ya se había levantado y se diri"ía a la puerta cuando oyó la voz del director que le decía0. !: $ea lo que sea lo que te reclama desde $evilla, que vaya lo me!or posible. M: 9racias, (ntonio. $obretodo, "racias por no pre"untar. 8a maana %ue relativamente tranquila. David había evolucionado evolucionado muy %avorablemente y los otros críos que habían in"resado el viernes se"uramente serían dados de alta este mismo lunes. 8a tranquilidad que reinaba en el hospital le permitió a Maca intentar en un par de ocasiones llamar a Esther. o se podía ir a ;erez sin hablar previamente con ella. (dem#s (dem#s quería de!arle las llaves de su piso para que se las pasara a (na. $i de%initivamente ba!aba en moto no se podía llevar parte de sus cosas y hablaría con (na para que se las las ba!ara ella. Cada vez que marcaba el nmero de Esther saltaba el contestador y el móvil parecía estar apa"ado.
Despu)s de intentar de %orma in%ructuosa ponerse en contacto con Esther decidió llamar a su madre.
M: Mam#, hola, sí mam# soy yo. 8a voz de (dela apenas se oía.
M: 7ye, mam# que he conse"uido unos días de vacaciones y (na me ha convencido para pasar unos días en ;erez. '&ienes sitio para nosotras en casa, verdad*. (l otro lado una (dela rebosante de ale"ría solo repetía:
Adela: $í, claro que sí. (y, que bien... M: +ues esta misma noche nos vemos. $upon"o que lle"ar) tarde, pero mi intención es dormir hoy mismo en casa. Adela: (y, Maca, que %eliz me haces. 3oy a decírselo a ;uan!o ahora mismo. M: Hasta lue"o, mam#. Bueno de momento todo iba saliendo m#s o menos como tenía pensado. 8a conversación con D#vila había ido incluso me!or de lo que se esperaba. 4 con (dela ya era de ima"inar que no habría nin"n problema. (hora solo le %altaba localizar a Esther y e6plicarle que se iba a casa de sus padres y el motivo que le llevaba a hacerlo. Mientras en un parque cercano al hospital una Esther que se encontraba muy %alta de #nimos veía como su hi!a subía y ba!aba repetidamente por el tobo"#n. o podía olvidar la ltima llamada de Maca y la voz de )sta antes de col"ar el tel)%ono. -Me pas), ayer me pas). ui una idiota. Cris que desde donde estaba veía la cara triste de su madre intentaba hacerla reír sac#ndole la len"ua, "ui#ndole el o!o, haciendo muecas,... pero nada daba resultado. 4a cansada de provocarla a distancia se acercó a ella y la abrazó con %uerza.
Cris: Mam# 'porqu) no vamos a buscar a Maca y le pedimos que nos acompae a patinar*. (yer me prometió... E: '(yer*. '(yer hablaste con Maca*. Cris consciente de que se le había escapado al"o que no tenía que decir, intentó dar una e6plicación.
Cris: $í, llamó ayer a casa de la abuela. Creo que como el día antes me asust) tanto, quería saber como estaba. E: (h. /De pronto una sensación muy a"radable recorrió el cuerpo de Esther. $e ima"inó a Maca en Barcelona, a quinientos Ailómetros de Madrid y preocup#ndose por cómo estaba Cris. (n se sentía m#s culpable por haberle col"ado el tel)%ono como lo había hecho la noche antes0 'y qu) te prometió*. Cris: 5ue me llevaría a patinar. '+odemos llamarla* E: Me he de!ado el móvil en casa, pero si quieres podemos acercarnos al hospital. Hoy le toca traba!ar pero puede que acabe el turno al mediodía. 4 sino al menos la podemos invitar a comer. '5u) te parece*.
Cris: Muy buena idea. 4o voy a pedir dos platos de macarrones. E: '$olo dos* /Mientras co"ía a su hi!a por las manos y le hacía dar vueltas en círculos0 Cris ense"uida se puso a reír y esa risa pronto se le conta"ió a su madre, que pasó de tener una actitud pensativa a ver el %uturo inmediato con un poquito m#s de optimismo. Eran ya las dos del mediodía y Maca se"uía insistiendo en el móvil de Esther sin encontrar nin"una respuesta. $e encontraba apoyada en el mostrador de recepción y >n"ela que la estaba observando no pudo evitar hacerle un comentario
Ángela: o hay suerte 'eh*. M: o, la verdad es que no. 7ye 'tu hablaste con Esther el viernes*. Ángela: ada, un minutillo. ba buscando a Bea. Creo que quería pedirle un cambio de "uardias, y supon"o que lo consi"uió porque volvió con una sonrisa de ore!a a ore!a. M: 15ue mierda2... 15ue idiota %ui2... Mira voy a buscar mis cosas arriba y me lar"o. o a"uanto m#s aquí encerrada. 8as palabras de Maca habían sorprendido a la recepcionista. 4 m#s que las palabras el tono empleado. 8a pediatra tenía %ama entre sus compaeros de ser una persona muy reservada, pero si al"una vez había lle"ado a discutir con al"uien se"uía midiendo muy mucho sus palabras y di%ícilmente soltaba nin"n improperio. (n estaba pensando en ello cuando vio aparecer a Esther y a su hi!a por la puerta.
E: Hola... 'Cómo va el día* Ángela: Muy, muy tranquilito hoy. Casi te diría que aburrido. +ero 'qu) hac)is por aquí*. o me dir#s que echabas de menos el traba!o... Cris que ya se había colado detr#s del mostrador y se había sentado en una de las sillas vacías que había %ue la que respondió a >n"ela.
Cris: 3enimos a buscar a Maca. &enemos que ir a patinar. Ángela:" <%%2 +ues no se si es muy buena idea Esther. (caba de subir para arriba y le verdad es que me parece que no tiene un buen día. E: '8e ha ocurrido al"o*. Cuando estaba a punto de responder se acercó D#vila con cara seria.
!: >n"ela, por %avor, hazme un listado de los pediatras que tenemos en plantilla y m#rcame todos los turnos. &enemos que sustituir a Maca y necesito saber si nos vamos a poder apaar nosotros solos o voy a tener que pedir un traslado de otro hospital. Ángela: '5ue anoto los turnos de esta semana que viene* !: Mira, de momento anótame los turnos de las pró6imas tres semanas. 5uiero estar preparado. Cuando lo ten"as, me lo haces lle"ar. /(l darse la vuelta para irse casi atropella a Esther, y al reconocerla no pudo evitar una ironía0. 'o te interesar# el car"o de directora durante unos días*... Esther %orzó una sonrisa para responder a D#vila pero entre el comentario de >n"ela y lo ltimo que había escuchado, la verdad es que de lo que menos "anas tenía era de sonreír. (l quedarse de nuevo a solas con la recepcionista no pudo evitar la pre"unta.
E: '$e va Maca del hospital* Ángela: o s). 8a verdad es que es la primera noticia que ten"o. +uede que por eso estuviera tan... E: &an... 'qu)* Ángela: &an nerviosa. o s), estaba muy rara. Esther estaba empezando a dudar entre esperar a Maca para ir a comer o irse para casa y esperar que %uera ella la que diera el primer paso. o entendía como podía pensar en abandonar el hospital y no decirle nada. $i eso lle"aba a suceder es porque entre ellas se había abierto una brecha realmente importante. Era una decisión demasiado seria para tomarla sin ni tan solo coment#rsela. Estaba pensando en todo ello cuando vio a Cris salir corriendo. Había sido la primera en ver que la puerta de in"resos se abría y por ella aparecía Maca. 8a pediatra tuvo el tiempo su%iciente para a"acharse y de!ar que la pequea se le tirara encima.
M: Hola, pequea!a. '5u) haces por aquí* Cris: Mam# nos va a invitar a comer. M: 19uau2. 5ue "ran noticia, estoy muerta de hambre. /(l levantar la mirada Maca para buscar la cara de Esther se encontró con los o!os interro"antes de )sta0. E: '3a todo bien* Maca que ya se había incorporado y se encontraba a escasos centímetros de Esther le susurró:
M: 8a verdad es que no. Est# siendo un p)simo %in de semana. $i me invitas a comer te lo a"radecer) eternamente /mientras levantaba a Cris y se intercambia con la pequea mimos y bromas0. Esther que desde que había escuchado a D#vila se había vuelto a sentir intranquila no pudo evitar reir a su hi!a de %orma un poco brusca.
E: 3a, Cris, ba!a por %avor. De!a a Maca tranquila. 4 ve a buscar tu chaqueta, que te la has de!ado en la silla de (n"ela. 8a pediatra viendo que el ambiente estaba un poco tenso de!o en el suelo a la pequea mientras le sealaba con el dedo el sitio donde se encontraba la chaqueta en cuestión. Despu)s se "iró hacia Esther.
M: 'Cómo est#s*. &e he estado llamando toda la maana pero no había manera de hablar conti"o. E: 4a, me de!) el móvil en casa y llevamos un buen rato en el parque. M: o me has dicho cómo est#s... Esther no pudo evitar un lar"o suspiro.
E: 8a verdad es que no lo s), Maca. Estoy cansada.... estoy triste.... estoy asustada. 1o se como estoy2.
Maca no pudo evitar una melancólica sonrisa. En tres palabras Esther había de%inido su estado de #nimo per%ectamente. Estaba cansada, muy cansada. 8a tensión en el traba!o el viernes, el via!e a Barcelona, las pocas horas que había dormido la ltima noche,... todo ello la había de!ado en un estado de a"otamiento que empezaba a hacerse patente en su rostro. Estaba triste, pro%undamente triste. $entía que todo lo había hecho mal durante estos ltimos días y había hecho dao a las personas que m#s quería. o había sabido captar el mensa!e de (na al pedirle un %avor, no había sabido con%iado en Esther,... +ero lo peor de todo es que se sentía tremendamente asustada. Era consciente de que las pró6imas semanas iban a ser terriblemente duras y saber que !usto ahora tenía que ba!ar a su tierra le hacía temer por su relación con Esther. Mientras pensaba en todo ello Cris ya había salido de detr#s del mostrador de recepción y había ido corriendo de nuevo hasta donde se encontraban su madre y Maca.
Cris: remos a patinar despu)s de comer 'verdad* M: <%%, Cris, me temo que yo no voy a poder venir. Cris: 3a, Maca... me lo prometiste /la pequea sabía usar muy bien sus armas y el chanta!e emocional lo empleaba a las mil maravillas0. M: +ero es que... Cris: 3a, Maca...$olo veinticinco minutos /Cris estaba aprendiendo los nmeros en el cole"io, y los usaba como quien saca una bola de un bombo0 M: De acuerdo, me rindo... Despu)s de comer iremos a mi casa a buscar los patines, pero con una condición. Cris # E: 'Cu#l* /madre e hi!a habían contestado a la vez. (mbas estaban deseando pasar la tarde con Maca aunque %uera por di%erentes motivos y ense"uida quisieron averi"uar la condición0 M: 5ue mam# tambi)n se calce sus patines. $utilmente ahora el chanta!e emocional era para Esther y esta no tuvo m#s remedio que asentir con la cabeza. De %orma normal siempre se ne"aba a patinar. Era bastante pato y acababa siempre por el suelo, pero hoy si era el precio que tenía que pa"ar para pasar la tarde con Maca y con Cris, lo pa"aría muy "ustosamente. Durante la comida y despu)s en el trayecto hacia casa de Maca la nica voz que se oía era la de Cris. Estaba muy e6citada y eso le hacía hablar mucho y muy %uerte. $u madre intentaba que se sose"ara un poco pero la perspectiva de una tarde en el parque aprendiendo a patinar era demasiado ilusionante para la pequea. Maca durante todo este tiempo no había podido olvidar que tenía pensado ba!ar a ;erez esa misma tarde. $i al %inal iban a pasar la tarde en el parque se le haría demasiado tarde. +osiblemente sería me!or avisar a su madre de que de!aba el via!e para el día si"uiente. ue lo primero que hizo al lle"ar a su casa.
M: Cris ens)ale a tu madre donde "uardamos los patines 'vale*. &en"o que hacer una llamada y ense"uida estoy con vosotras.
Esther acompaó a su hi!a pero sin perder de vista lo que hacía Maca. unca había sido una persona indiscreta pero en estos momentos necesitaba saber porque D#vila estaba buscando un sustituto para Maca. Desde la habitación en la que se encontraba podía escuchar per%ectamente lo que hablaba Maca por tel)%ono y aunque sabía que no era nada )tico escuchar a escondidas, en esta ocasión la )tica le importaba relativamente poco. -$í, mama, ba!ar) maana. Hoy se me est# haciendo demasiado tarde. -$í, ya ten"o decidido ba!ar en moto y no conse"uir#s que cambie de opinión. -+orque me apetece. o s), hace mucho que no ha"o carretera y.... -5ue sí, cuenta que al menos hasta la boda. -&e de!o, mam#. Hasta maana. $olo col"ar el tel)%ono Maca entró en la habitación en que madre e hi!a estaban limpiando los patines.
M: Cris '5uieres un vaso de leche con cacao*. 4a sabes que si no despu)s tienes a"u!etas en las piernas. Cris: 3ale, pero con mucho cacao. M: '
M: '(n est#s pensando en lo de ayer*. 7lvídalo, por %avor. Metí la pata. Debería haberte dicho que me iba a Barcelona pero %ui una verdadera idiota. E: '8o de ayer*. 8a verdad es que casi no me acordaba de ello. M: 'o*. 'Entonces porque est#s tan seria conmi"o*. Hoy cuando os he visto en el hospital pensaba que ya me habías perdonado pero... De pronto Esther soltó lo que llevaba mucho rato pensando.
E: '&e vas del Central* M: '5u)*. o te entiendo. /Maca que en ese momento estaba secando un par de cucharillas para el ca%) levantó la mirada hacia Esther0. E: '5u) si de!as el Central* '$i has pedido el traslado a $evilla*. M: 'De dónde has sacado esa tontería* Esther estaba apoyada en la mesa de la cocina y Maca de!ando lo que tenía en las manos se le había acercado hasta quedar a escasos centímetros de ella.
M: '&e ha dicho al"o D#vila* E: +or casualidad he escuchado que te tenía que buscar un sustituto. M: 4 era eso lo que te tenía preocupada... +or dios, Esther, 'de verdad me crees capaz de pedir un traslado*. '5u) haría yo en $evilla sin ti*. o se si te acuerdas pero somos... 'novias*. Esther no de!ó que Maca acabara de pronunciar la ltima palabra y le dio un suave beso en los labios. Beso al que Maca correspondió con mucha ternura. ecesitaba tanto de
ese contacto con Esther que no quería que acabara ese momento. (n se encontraban abrazadas cuando entro un torbellino corriendo.
Cris: 3a, que se nos va a hacer tarde. Cris había vuelto a salir corriendo de la cocina y Maca aprovechó para susurrarle a Esther:
M: Creo que nos ha pillado bes#ndonos. E: o te preocupes, creo que ya hace mucho tiempo que nos pilló. /3olviendo a buscar los labios de Maca, esta vez con mucha m#s intensidad0. Maca durante un par de horas pudo olvidar todas las preocupaciones que tenía. +asar la tarde patinando había sido una estupenda %orma de rela!arse. Cris que cada vez lo hacía con m#s soltura dis%rutaba desa%iando a su madre en pequeas carreras que siempre acababa "anando.
M: 4o ya no puedo m#s, estoy muerta Cris: 3a, la ltima vuelta a la plaza. M: 4o os espero aquí. Haz la carrera con tu madre, la primera que lle"ue a donde estoy yo, "ana. Desde donde estaba, Maca se"uía con la mirada la carrera que hacían Esther y su hi!a cuando de pronto vio que la primera caía de %orma espectacular por el suelo. $in perder un minuto, la pediatra se acercó al sitio donde Esther, que ya se había quitado los patines, se estaba tocando la rodilla. Cris que tambi)n se había acercado a su madre le tendía las manos con la intención de ayudarla a levantarse.
Cris: 3a, lev#ntate. 4o te ayudo. M: Espera, Cris. 4a la ayudo yo. 3aya caída has hecho, Esther. '5u) te ha pasado*. E: o se. Ha sido la rodilla. He notado un pinchazo muy raro y me ha %allado. Mientras se levantaba con la ayuda de Maca, Esther no pudo evitar hacer una mueca de dolor.
M: '&e duele* E:
E: 3a, d)!ame, que no es nada. $olo ha sido un mal "esto. M: +uede que si o puede que no. D)!ame que te la mire. $e buena paciente. (l intentar %orzar la %le6ión de la rodilla Esther de!ó escapar un pequeo "rito de dolor.
M: +uede que no sea nada pero deberíamos acercarnos un momento al hospital para hacerte placas de esta rodilla, me da miedo que no ten"as el menisco roto.
E: &e di"o que no es nada. Mira, iremos a casa y me pondr) una pomada antiin%lamatoria y se"uro que dentro de un rato ya no me duele. Cansada de discutir y de intentar convencer a Esther para que se de!ara llevar al hospital, Maca decidió ir a buscar el coche y así evitar que la en%ermera tuviera que apoyar el pie en el suelo. 4a una vez dentro del coche Esther le pidió el móvil a Maca.
E: Mira voy a llamar a mi madre. $i no le importa de!aremos a Cris que duerma esta noche en su casa. $i despu)s veo que me duele m#s ya ir) yo misma al hospital. M: De!amos primero a Cris en casa de tu madre y despu)s te acompao a hacerte las radio"ra%ías. E: 15ue no2. Me acompaas... pero a casa. /en ese momento se le acercó al oído de Maca y le susurró0 &en"o "anas de estar conti"o, 'qu) no lo entiendes*. M: 4a, pero... E: +ero...nada. Mira podemos comprobar si es verdad aquella teoría tan rara que me e6plicaste el domin"o pasado. M: '5u) teoría* '8a de las endor%inas*. $olo de recordar lo que habían estado leyendo el anterior %in de semana a Maca se le escapó una carca!ada. $e había realizado un estudio en rancia sobre la liberación de estas hormonas durante el or"asmo en la mu!er. $e"n dicho estudio estas mol)culas pasaban a san"re en el momento de m#6imo placer, permanecían activas las si"uientes doce horas y tenían un e%ecto anal")sico superior a cualquier antiin%lamatorio sint)tico conocido. E: $í, esa. /con una sonrisa pícara en los labios0. Cris que había estado hasta ese momento callada no pudo evitar pre"untar quien eran esas seoras llamadas endor%inas.
M: Me temo Cris que eres demasiado !oven para e6plicarte este tipo de teorías. Cris: 3a, Maca. E6plícamelo. M: 3er#s Cris, son unas cositas que se"re"amos cuando somos %elices, muy %elices y van por todo nuestro cuerpo vi"ilando que nada nos ha"a dao. +or eso es tan importante ser %eliz. $i lo conse"uimos nuestro cuerpo se hace %uerte y no nos ponemos en%ermos. 8a e6plicación a pesar de ser e6tremadamente in%antil e ir destinada a Cris, hizo que Esther recapacitara sobre lo que había vivido durante las ltimas horas. El temor a perder a Maca había ido acompaado en todo momento de intensos dolores de cabeza y una tremenda apatía en todo su cuerpo. (hora, a pesar de la maltrecha rodilla se sentía bien, se sentía %uerte. 4a delante de casa de Encarna, Maca ayudó a Cris a ba!ar del coche.
M: 3amos, bicho. &e acompao hasta arriba. E: +ídele a mi madre la bolsa calorF%río que le tra!e hace unos días. 4 no le di"as nada de mi rodilla sino se va a preocupar intilmente.
M: '8a bolsa calorF%río*. Eso quiere decir que te duele m#s. Cuando ba!e nos vamos de cabeza a ur"encias. E: Bla, bla, bla, bla... M: Dios, Cris. 15ue madre m#s terca tienes2. 3amos que subo conti"o. 4a sola en el coche Esther se volvió a tocar la rodilla. Cada vez la tenía m#s hinchada y m#s caliente pero no tenía nin"una intención de acercarse al hospital. 8levar a Cris a casa de su madre solo tenía un ob!etivo, poder quedarse a solas con Maca. &enían muchos temas de los que hablar y ella necesitaba aclarar un montón de dudas. (n se"uía pre"unt#ndose porque D#vila necesitaba cubrir el turno de Maca durante tres semanas y despu)s estaba la conversación tele%ónica que había escuchado. 8a que estaba al otro lado del tel)%ono era (dela, la madre de Maca y se había despedido de ella dici)ndole hasta maana. 4 -al menos hasta la boda... había dicho. Estaba intentando recordar las palabras e6actas cuando oyó el sonido del móvil de Maca. Ella misma lo había de!ado sobre el salpicadero del coche despu)s de llamar a Encarna. De %orma re%le!a lo co"ió y descol"ó.
Ana: Maca, hola soy (na. Esther se quedó escuchando sin abrir la boca. 8a había pillado tan despistada que no sabía que decir. ncluso pensó en simular que no se oía bien y cortar la comunicación.
Ana: Maca 'me oyes* E: Hola. 3er#s, Maca no se puede poner en estos momentos. $i quieres llamarla dentro de un par de minutos... Ana: +erdona 'qu) eres Esther* E: $í /un poco sorprendida por la pre"unta0. Ana: Mira, no nos conocemos todavía, pero Maca me habló mucho de ti este viernes. -5ue suerte que a ti te e6plique las cosas, porque lo que es a mí... no hay manera pensó Esther. +ero era me!or no ser tan sincera de buenas a primeras. +ara que evidenciar la tremenda %alta de comunicación que había entre ellas dos. o era al"o de lo que %uera bueno presumir, me!or disimular.
E: $í, ya me contó su escapada a Barcelona y lo buenas ami"as que sois /realmente no había sido así la cosa, pero... tampoco era una mentira, como mucho una verdad a medias0. Ana: Me ale"ro de que al %inal no hubiera nin"n malentendido. 4a se sabe, a veces, una pequea tontería puede acarrear absurdas discusiones. 3eo que en vuestro caso hay absoluta con%ianza. E: $í, la verdad es que sí /-Menos mal que no soy pinocho sino tendría que abrir la ventanilla para poder sacar la nariz0. Ana: Me ale"ro, porque con el car#cter de Maca encuentra una chica que la entienda como la entiendes t o dura cuatro días. E: $í, con su car#cter... /-5ue bien la conoces, (na0. Ana: '&e ha dicho si al %inal ba!ar# a ;erez con moto o lo har# en coche*. Esta maana, cuando he hablado con ella, an no lo tenía decidido. E: En moto, ba!ar# en moto /De eso estaba se"ura, pero no porque Maca se lo hubiera dicho, sino porque lo había escuchado en la conversación que había tenido con (dela0.
Ana: +ues entonces, hasta maana. &e pasar) a buscar las llaves de su piso. E: +ues... hasta maana. /-8as llaves de su piso*. '( qu) se debería re%erir con ello*0. Bueno al menos parecía simp#tica la tal (na. +uede que a trav)s de ella pudiera conocer m#s cosas de la %amilia de Maca. ecesitaba saber cosas de los ilson para entender porque Maca era tan reservada a la hora de hablar de los suyos. (n estaba recordando la conversación mantenida con (na cuando Maca entró en el coche. (n estaba recordando la conversación mantenida con (na cuando Maca entró en el coche.
M: &en princesa, tu bolsa de calor y %río. /mientras le tendía una bolsa con al"o dentro0. E: &e ha pre"untado al"o mi madre. M: (l"o 'sobre qu)* E: +ues sobre la bolsa. '$obre qu) va a ser*. o le ha e6traado que se la pidieras. M: +ues no, sobre la bolsa no ha dicho nada. +ero la verdad es que ha estado un poquillo rara. '$abes que me ha dicho* /y sin esperar respuesta la misma Maca se contestó0. $e me ha quedado mirando de %orma seria y me ha dicho que con%iaba en mí, que creía que era una buena persona y que no le %allara. '&u sabes a que se re%ería*. E: $upon"o que todo es consecuencia de la conversación de ayer. /Esther calló durante unos se"undos para acabar con%irmando lo que ya Maca sospechaba0 8e e6pliqu) lo nuestro. M: 4... 'cómo se lo tomó* E: Bien... la verdad es que ya lo sabía. M: '4a lo sabía*. E: $í, se ve que Cris... M: ;oder con Cris. En ese momento Maca se dio cuenta que las personas que realmente importaban a Esther le estaban dando un apoyo incondicional. &anto la pequea Cristina como minutos antes Encarna habían dado el visto bueno a su relación. (hora quedaba lo m#s di%ícil, e6plicar a la %amilia ilson que tambi)n ella, al i"ual que ;uan!o, había encontrado ya su media naran!a. Dicho así se"uro que (dela y +edro darían saltos de ale"ría, pero des"raciadamente cuando supieran que la media naran!a era tambi)n una mu!er podía ser que su actitud no %uera tan positiva. Hasta el día antes había tenido muy clara cual sería su manera de actuar, pero ahora... (hora la en%ermedad de su padre lo había trastocado todo. Durante el camino hasta casa de Esther ambas chicas estuvieron especialmente calladas. Maca estaba pensando en lo que le contaría a Esther. 5uería ser sincera con ella de una vez por todas y posiblemente lo me!or era empezar e6plic#ndole que toda su %amilia desconocía su orientación se6ual. $iempre había presumido de ser consecuente con ella misma y no ocultar que era lesbiana. 4 así lo hacía delante de "ente que no le importaba lo m#s mínimo, sin embar"o con los suyos nunca había mostrado tal decisión. Despu)s estaba lo de la en%ermedad de su padre. $i al"o tenía claro es que Esther la debía conocer y comprender porque ella necesitaba ba!ar durante estas tres semanas a ;erez. o pensaba arries"arse de nuevo a que Esther pensara que no con%iaba en ella. $i
había una sola persona en la que con%iaba a cie"as era en ella, aunque en ocasiones hubiera cometido el error de no hablar de las cosas. Mientras pensaba en todo ello notó la mano de Esther en su muslo.
E: Mientras estabas en casa de mi madre te ha llamado (na. /En el %ondo se sentía culpable por haber contestado a una llamada que inicialmente no era para ella, pero era pre%erible que Maca supiera que esa llamada había e6istido0. M: '$i* '4 qu) quería* /De pronto nuevos nubarrones se avecinaban. $i el día antes había sido &eresa la que había in%ormado a Esther sobre su escapada a Barcelona, no era necesario tener mucha ima"inación para intuir que en este caso se"uro que (na habría hablado m#s de la cuenta sin saberlo0. E: o lo s). 8a verdad es que casi no hemos hablado /$i al"uien tenía que in%ormarla de al"o era Maca y pensaba esperar a que lo hiciera0. Maca suspiró aliviada. o se veía capaz de soportar una nueva bronca con Esther. &enía pensado esperar a lle"ar a casa para e6plic#rselo todo y solo pedía eso, el tiempo su%iciente para aparcar el coche, subir a casa de Esther, sentarse en el so%# y poder hablar de todo sin interrupciones, sin %rases a medias, sin terceras personas,... solas ellas dos.
E: 'En qu) piensas* M: En las cosas que he hecho mal estos dos días /mientras ponía su mano sobre la de Esther y la acariciaba suavemente0. E: 8as dos hemos cometido errores, Maca. En una misma tarde Esther había hecho dos cosas de las que no se sentía nada or"ullosa. Había escuchado de %orma intencionada la conversación que Maca había mantenido con su madre y ahora hacía escasos minutos había descol"ado el tel)%ono de Maca y había respondido a la llamada de (na. Eran dos actos de los que pensados %ríamente se aver"onzaba, pero que solo re%le!aban una realidad, lo enamorada que estaba de Maca y el miedo que tenía a perderla. (l ba!ar del coche Esther notó que el malestar en la rodilla había ido a m#s pero optó por no decir nada. $abía cual sería la respuesta de Maca si se demostraba el m#s mínimo si"no de dolor. (l entrar en el edi%icio la pediatra se encaminó hacia las escaleras como era habitual en ella pero Esther se vio incapaz de subir hasta su piso.
E: (unque solo sea por un día, hoy podríamos co"er el ascensor. &en"o la rodilla un poquito hinchada y no creo que sea bueno subir los m#s de sesenta escalones que hay hasta mi casa. /Mientras decía esto ya había pulsado el botón de llamada del ascensor0. M: Mira, nos encontramos arriba. ( ver 'qui)n lle"a antes* /mientras le "uiaba un o!o y se diri"ía a los primeros escalones0. +or un momento Esther se dio cuenta de que durante todos estos meses nunca había visto a Maca subir en un ascensor. +arecía tenerles verdadera %obia. $in embar"o nunca le había e6plicado el porqu). Era un detalle m#s sobre su %orma de ser. Hasta en las cosas m#s banales no se de!aba conocer.
(l lle"ar al se"undo piso y abrir la puerta se encontró a Maca apoyada de espaldas en la barandilla y sonri)ndole. 3iendo la cara de dolor que Esther ponía cada vez que intentaba dar un paso no pudo evitar comentar.
M: &e pon"as como te pon"as vamos a acabar yendo al hospital /mientras se acercaba a ella y la ayudaba a avanzar su!et#ndola por deba!o de un brazo0. Esther que tenía muy pocas "anas de hablar de su rodilla y an estaba pensando porque Maca no había querido subir con ella en el ascensor aprovechó para intentar averi"uar el motivo.
E: '+or qu) no has querido subir conmi"o* M: 4a sabes que pre%iero ir por las escaleras /mientras co"ía las llaves del piso de Esther y abría la puerta0. E: +ero... me he dado cuenta de que nunca... creo que nunca te he visto en el interior de un ascensor. M: '4...* /de!ando sus cosas encima de una de las sillas del comedor0. E: +ues que parece que te den miedo. +arece que al"una vez... M: 3a d)!ate de tonterías y ve a sentarte al so%#. /Descaradamente la conversación sobre el ascensor no le interesaba lo m#s mínimo a la pediatra. En estos momentos tenía en mente hablar de cosas mucho m#s serias0. Maca se diri"ió a la cocina y metió la bolsa que le había dado Encarna en el con"elador. &eóricamente tardaría an una hora en poder ser utilizada, pero mientras podría aprovechar para hacerle una %rie"a en la rodilla con al"una pomada anal")sica. Esther que ya se había sentado en el so%# con la pierna apoyada en la mesita, se había levantado parte del pantalón y se estaba observando con aire preocupado su rodilla.
M: &e si"ue doliendo 'verdad*. Mira que eres tozuda. $i me hubieras hecho caso ya sabríamos que le ocurre a tu pierna. E: 3a, ven. $i)ntate a mi lado y olvídate de mi pierna. Maca se sentó y co"ió una de las manos de Esther entre las suyas
M: 3aya %in de semanita 'eh* E: $í /mientras apoyaba su cabeza en el hombro de Maca0. (yer me hiciste en%adar de verdad. M: 8o s) Esther /llev#ndose la mano de )sta a sus labios y d#ndole un suave beso0. 8o s) y lo siento. ui una verdadera idiota. Debería haberte dicho que me iba a Barcelona. E: '$abes cu#l es el problema* /mientras pasaba uno de los brazos de Maca sobre sus hombros para poder acurrucarse me!or en su pecho0. M: 'Cu#l* /con su me!illa apoyada en la cabeza de Esther0. E: 5ue tu eres así, Maca. Eres independiente. 4 a mí, a veces, me cuesta aceptarlo. Me "ustaría que me contaras las cosas que te preocupan, que compartieras tu mundo conmi"o. Me "ustaría sentir que me necesitas como yo te necesito a ti... pero no puedes. Maca notó que al"o se le clavaba en su interior al oír aquellas palabras. ecesitaba a Esther como nunca había necesitado a nadie y sin embar"o no era capaz de demostr#rselo. $i Esther hubiera levantado la mirada habría visto l#"rimas en los o!os
de Maca pero lo nico que percibió %ueron los labios de )sta en su cabello.
Cris: Mama, hola soy yo. Cuando lle"ues ... E: $i, Cris, estoy aquí. o he lle"ado a tiempo de co"erlo antes de que saltara el contestador. Cris: Me pre"unta la abuela si vendr#s t a reco"erme al cole o si ha de ir ella. E: Dile que no se preocupe, que voy a ir yo. 'Has cenado ya, cario* Maca aprovechó que Esther estaba al tel)%ono para acercarse al bao y re%rescarse los o!os. 8as palabras de Esther en cualquier otra ocasión posiblemente no la habrían de!ado tan tocada, pero despu)s de cómo había ido todo el %in de semana se sentía terriblemente vulnerable. +ensaba e6plicarle la en%ermedad de su padre pero tal como estaba sabía que si sacaba el tema acabaría siendo un mar de l#"rimas y no quería que esto ocurriera. $e acercó a la cocina y se llenó un vaso de a"ua, se lo %ue tomando a pequeos sorbos, recuperando en cada uno de ellos parte de su %ortaleza. Cuando se vio con %uerzas para hablar sin que le %allara la voz, retiró la bolsa del con"elador y volvió al lado de Esther. Esta que ya había col"ado el tel)%ono, se encontraba con toda la pierna estirada sobre el so%# y palp#ndose con la yema de los dedos la re"ión de la rótula.
M: '&e si"ue doliendo i"ual* E: $í, la verdad es que ya empiezo a estar un poco asustada. $e me ha in%lamado mucho. Maca le levantó la pierna con mucho cuidado y se sentó en el so%# de!ando que la pierna recayera ahora en su re"azo. Despu)s de comprobar que lo que decía Esther era totalmente cierto le aplicó la bolsa de %río con sumo cuidado de no %orzar la %le6ión de la rodilla.
M: '( qu) hora empiezas maana*
E: ( las ocho. '+or* M: +ara acompaarte a primera hora y ver que le ocurre a esta rodilla. 3er#s, maana ten"o que ba!ar a ;erez, es por un motivo importante sino no iría... E: Eh... que no me has de dar nin"n tipo de e6plicación /viendo que Maca se estaba intentando disculpar0. M: &e equivocas Esther. &e equivocas en todo. +uede que no ten"a que darte e6plicaciones, pero te las mereces y quiero hacerlo... ecesito hacerlo... 4 te necesito, aunque a veces pueda no parec)rtelo, te necesito... /&odas estas %rases habían salido a borbotones de la boca de Maca. Habían salido directamente de su corazón, mientras tenía la mirada %i!a en la bolsa de hielo0. Había intentado mantenerse serena, había intentado no derrumbarse, pero era ya demasiado tarde. Estaba cansada de mantener una ima"en que no era la real. En estos momentos se sentía terriblemente d)bil y necesitaba decirlo, quería que Esther lo supiera. $in apenas moverse, con la mirada an clavada en la bolsa de hielo, notó que las l#"rimas empezaban a resbalar por sus me!illas.
M: &en"o miedo Esther. &en"o miedo de que te canses de mí y me de!es. &en"o miedo de que mi %orma de ser, mi manera de hacer las cosas... supon"a un obst#culo en nuestra relación, de que... Esther había presenciado de %orma callada como Maca por primera vez e6teriorizaba sus sentimientos. (l principio como si se soltara de unas ataduras que la oprimían, ahora en %orma de pro%unda tristeza. Consciente de que en este momento si que la necesitaba y sabedora de que en pocas horas Maca volvería a ser la de siempre, la mu!er %uerte y se"ura que todo el mundo conocía, se acercó a sus labios y le besó con suma ternura. Con la yema de sus pul"ares secó cada una de las l#"rimas que an luchaban por caer y acabó abraz#ndose a una Maca que por unos momentos se sintió tremendamente se"ura en los brazos de Esther. En ese abrazo ambas chicas se transmitieron los que sus corazones sentían. +osiblemente Esther tardaría mucho tiempo en volver a oír lo que aquella noche Maca le había con%esado. +ermanecieron durante unos minutos abrazadas. Maca intentando recobrar su entereza y Esther pensando en las palabras de la pediatra. unca la había visto tan triste y no era di%ícil ima"inar que al"o la preocupaba, se"uramente al"o relacionado con la boda de su hermano. o pensaba hacerle nin"una pre"unta re%erente a ello y tampoco esperaba nin"una e6plicación. $olo tenía clara una cosa. $e querían, se querían de verdad, y ella le daría todo el apoyo que Maca necesitara, aunque %uera manteni)ndose siempre a la sombra. (l separarse un poquito Esther se quedó mirando los o!os de Maca y con una leve sonrisa en los labios musitó:
E: '$abes que es la primera vez que te veo llorar*
(n estaban co"idas de las manos y Maca desvió la mirada hacia ellas como aver"onz#ndose de esas l#"rimas que minutos antes Esther había secado de sus me!illas.
M: 3aya... 4 eso 'es bueno o es malo* /se"uía sin levantar la mirada0 E: +ues no lo s). $olo se que me "usta M: '&e "usta verme hecha polvo* /levantando la mirada y haciendo una mueca divertida0. E: o, tonta /acerc#ndose a su oído y susurr#ndole0 Me "usta que si est#s triste no te escondas de mí. M: &odo lo que te he dicho esta noche es verdad, Esther. &odo. /Maca le estaba hablando a su novia pero tambi)n se lo estaba diciendo a si misma. 8as pocas relaciones sentimentales que había tenido siempre habían sido vividas entre la verdad y la mentida. Hasta ahora nadie le había o%recido tanto como Esther y a ella le daba miedo no estar a su altura0. E: &e creo, Maca... +ero 'porqu) te es tan di%ícil hablar de tus sentimientos*. M: +uede que porque nunca lo haya hecho. +uede que hasta ahora a nadie le haya importado realmente lo que yo sentía... /Era una %rase terriblemente dura de decir pero a la vez era pura sinceridad0. Esther estaba escuchando de %orma silenciosa las palabras de Maca y se daba cuenta de cuan sola se había podido sentir siempre. +osiblemente esa ima"en de persona independiente y se"ura de si misma solo había sido una m#scara, un sistema de ocultar la verdadera Maca.
E: '&u %amilia sabe... sabe...sabe que e6isto* M: o. /Maca se"uía con los o!os %i!os en las manos que tenían enlazadas0. 8a nica que conoce nuestra relación es (na. &ambi)n es la nica que sabe que mi noviaz"o con ernando %ue una verdadera %arsa. E: '8es vas a e6plicar al"o a tus padres cuando ba!es a tu casa*. M: o lo se Esther. $e que debería hacerlo, pero... es todo tan di%ícil ahora. (n permanecían con las manos !untas cuando oyeron sonar el móvil de Maca. in"una de ellas quería separarse de la otra pero Maca, recobrando su %irmeza, se levantó y se encaminó a la silla en la que tenía su bolso. 4a con el móvil en las manos volvió al so%# para sentarse de nuevo.
uan$o: Maca, me ha dicho mam# que ba!as maana... M: $í, ;uan!o he conse"uido unos días de vacaciones y así podr) dis%rutar de mi hermanito antes de que pase a ser un hombre casado. uan$o: '3as a venir sola o te vas a traer al"n noviete* M: o ten"o nin"n noviete para traer /en tono divertido0 uan$o: o me di"as que est#s sola porque no me lo voy a creer. M: o, no te he dicho que est) sola. Es m#s, ten"o la me!or compaía que se pueda tener /mientras co"ía de nuevo una de las manos de Esther y %i!aba la mirada en sus o!os0. Entre t y yo te con%esar) que nunca he estado tan bien acompaada como en estos momentos. Esther que estaba si"uiendo toda la conversación no pudo evitar empezar a buscar la boca de Maca y mordisquearle los labios provocando que a )sta se le escaparan pequeas risas.
uan$o: Maca 'qu) te ocurre al"o*. '5u) me oyes bien*. Maca que oía per%ectamente la voz de su hermano se veía completamente incapaz de e6plicarle que su chica estaba a punto de hacerle el amor sin que ella hubiera lle"ado a col"ar el tel)%ono.
M: $iiii.... ;uan!o /era realmente una situación casi de comedia. Esther había de!ado la boca de Maca libre pero ahora se entretenía en ir besando centímetro a centímetro el cuello de la pediatra0. +ero me!or... me!or hablamos maana... 'vale* uan$o: 3ale. +ero maana no te escapas de contarme quien es ese acompaante tan maravilloso... Maca ya había col"ado el tel)%ono y ;uan!o no pudo evitar mirar a sus padres que se encontraban en la misma sala que )l y bromear diciendo:
uan$o: (y, ay, ay... 5ue nuestra Maca se ha enamorado.... 8a pediatra casi siempre era la primera en iniciar los !ue"os amorosos pero esta vez había sido Esther la que había tomado la delantera. ecesitaba tanto besarla, amarla, sentirla suya... $in darle apenas tiempo para que col"ara el tel)%ono le había empezado a quitar la camiseta y con una tremenda delicadeza había ido recorriendo con sus labios los puntos m#s sensibles del cuerpo de Maca. Deseaba amarla y hacerlo lentamente, como si de un ritual se tratara. 5uería que cada momento %uera vivido al m#6imo. Despu)s de !u"uetear de %orma maliciosa con cada uno de sus pezones hasta conse"uir e6citarlos, si"uió dibu!ando un camino hacia la zona del pubis. Maca, con los o!os cerrados, notaba como los labios de Esther ba!aban lentamente por su vientre mientras con las manos se encar"aba de quitarle los pantalones. $entía que todo su cuerpo temblaba y que su se6o se humedecía. Deseaba que Esther la si"uiera saboreando, que continuara con aquella dulce tortura. 8a respiración de Maca era cada vez m#s acelerada. 5uería contenerse pero no podía. Entreabrió de nuevo los labios esperando sentir de nuevo la len"ua de Esther en ellos pero )sta tenía su atención %i!ada en otro punto. Con e6trema habilidad sus dedos habían sorteado la barrera que suponían las bra"as de Maca y ahora se dedicaban a e6plorar cada uno de los rincones que tan bien conocía. 3iendo que la e6citación empezaba a ser m#6ima ralentizó sus caricias con tal de alar"ar el momento de m#6imo placer. Maca notó como todo su cuerpo temblaba y se convulsionaba ba!o la mirada de Esther, que %eliz por haber conse"uido que Maca se olvidara de todo y de todos durante unos minutos, volvió a besarle los labios y se quedó tendida a su lado.
M: <%%... Cuanto te he echado de menos... E: 4 yo... 4o tambi)n, Maca. Esther que se sentía plenamente %eliz echada al lado de Maca y que an notaba como el corazón de esta palpitaba de %orma acelerada, pensó en que durante los ltimos días apenas habían hecho el amor. Entre las preocupaciones de Maca y los distintos turnos de "uardia no habían podido dis%rutar de un momento como el que acababan de vivir y posiblemente eso les había creado cierto "rado de inse"uridad.
E: 'En qu) piensas* M: $i te lo di"o te vas a echar a reír... E: ( ver, prueba... M: Estaba recordando la primera noche que pasamos sentadas en este so%#. &u ya no te acordar#s pero para mi %ue una noche muy especial. Esther se acordaba de esa noche y se acordaba muy bien. &ambi)n para ella %ue una noche muy especial. $e había inventado un absurdo !ue"o de cartas que consistía en sincerarse mutuamente. Era un !ue"o de pre"untas y respuestas y a trav)s de )l Esther pudo conocer al"unas cosas sobre la vida de Maca. $upo que había estado a punto de casarse con ernando pero que una tercera persona se había interpuesto en esta relación. 4 sin conocer an a esa tercera persona ya empezó a sentir celos de ella.
E: '$abes que aquella noche ya empec) a pensar que me estaba enamorando de ti* M: '$i*. +ues l#stima no haberlo sabido, porque yo estuve intentando disimular mis sentimientos toda la noche. ncluso cuando en tu ltima pre"unta te interesaste por si estaba enamorada pens) en decirte la verdad. Decirte que sí, que estaba perdiendo la cabeza por la en%ermera que me había invitado a subir a su casa. E: 4 '+or qu) no lo hiciste* M: +or que no se trataba de una película o de un %ic donde todo acaba siempre bien. Era la vida real y lo ló"ico es que me dieras calabazas y no me quisieras volver a ver en tu vida... Maca de pronto recordó que an tenía que ir a su piso y preparar las bolsas que al día si"uiente reco"ería (na. $e levantó y empezó a vestirse de nuevoF.
E: '&e vas*. M: $i, me voy a escapar una horita. &en"o que ir a mi casa para reco"er unas cosas pero si me de!as vuelvo para dormir conti"o. E: +obre de ti que no vuelves... &e pienso esperar despierta. (n hemos de hablar de una cosa importante./Mientras la sealaba con el dedo0. M: $í, ya, ya lo s). De mi escapada a ;erez 'verdad*. E: +ues no, no pensaba en eso. '&u borras los mensa!es de tu móvil*. M: o, no acostumbro. '+or*... Esther con cara divertida y levantando las ce!as como se"undos antes había hecho Maca no pudo evitar imitarla
E: '+or*... '+or*... Maca ense"uida recordó el ltimo mensa!e de Esther. -&E 5<E=7, <C( 87 D -+E=7$. E$&E=.
M: &ienes razón. Hemos de hablar de una cosa muy, muy importante. /$e acercó a ella para despedirse con un beso y murmurarle0 3uelvo ense"uida 'vale*. Maca ba!ó los escalones de dos en dos. unca en su vida se había sentido con tantas %uerzas como en ese momento. En pocas horas Esther había cambiado totalmente su
estado de #nimo. Hasta el día de hoy había amado y había sido amada pero nunca sus relaciones habían sido completas. +or (zucena había lle"ado a perder la cabeza pero no había de!ado de ser un ob!eto de entretenimiento, un ob!eto en manos de una persona que ya tenía una vida montada y que no pensaba cambiarla por ella. ( ernando lo había querido, pero i"ual que se quiere a un hermano. $e conocían desde muy !óvenes y tanto sus %amilias como los ami"os comunes se habían encar"ado de ir acerc#ndolos haciendo que con%undieran sus propios sentimientos. Mientras subía al coche recordó el día en que había decidido anular la boda. o dio e6plicaciones a nadie de los motivos. &an solo a ernando le con%esó que no estaba enamorada de )l y que creía que nunca se iba a poder enamorar de un hombre. Desde entonces no habían vuelto a hablar. Maca no había vuelto a ;erez y pensar que maana iba a hacerlo le hacía revivir lo que allí había de!ado. (l"una vez había soado en esa vuelta pero en sus sueos iba acompaada de Esther y de Cris. Daría lo que %uera por poder ir con ellas, presentarles su %amilia, montar a Cris en su caballo, recorrer !untas aquellos caminos de tierra que la habían visto crecer,... +ero todo esto era un sueo, un bonito sueo, muy distinto a la realidad que le esperaba maana. En esos momentos estaba sonando en la radio una canción de =osana y Maca no pudo menos que se"uir una letra que re%le!aba muy bien sus sentimientos. ...$) que solo s) que voy a hacer: ...soar)...soar).... Estaba aparcando el coche delante de su casa cuando vio que la pantalla de su móvil se iluminaba. Ba!o el volumen de la radio y antes de que empezara a sonar ya lo había descol"ado.
Pedro: Maca. '+uedes hablar en estos momentos* M: $i, claro... Dime. Pedro: 3er#s. Esta tarde ha estado aquí, en casa, la madre de un compaero tuyo. 4o no recordaba que ;avier $otomayor tambi)n traba!aba en el Central... M: $i, traba!a tambi)n en ur"encias. Pedro: +ues nada que he pensado... que por %avor, que no comentes nada con nadie... 4a sabes de... M: o te preocupes, pap#. 4a he hablado con D#vila y maana mismo, antes de ir a casa, voy a pasar por el
impensable que D#vila le hubiera o%recido tres semanas de vacaciones y ni que así hubiera sido, pasar esas tres semanas en ;erez era totalmente inima"inable. +or mucho que buscara una ló"ica en ese via!e no se le ocurría el porqu) Maca quería pasar todos esos días en su tierra natal. +ensando en ello decidió incorporarse y reco"er la bolsa de hielo que había acabado en el suelo. (l intentar levantarse vio que la pierna apenas le respondía, notaba como si su rodilla %uera de corcho y al intentar e6tenderla le dolía de %orma e6a"erada. Casi a pata co!a intentó lle"ar al bao. (llí en un ca!ón "uardaba todos los medicamentos que tenía en casa. Encontró una ca!a de antiin%lamatorios, en ella an quedaban un par de comprimidos. Co"ió uno y a saltitos se acercó a la cocina para poder tomarse un vaso de a"ua con el medicamento. Consciente de que la medicación le podía dar un poco de sueo y viendo que la pierna le dolía mucho menos cuando la tenía levantada decidió echarse en la cama. Miró el relo! que había en la mesita de noche. 8as JP:PG. &enía que hacer todo lo posible para no quedarse dormida... -(ntes de que sea m#s tarde voy a llamar a Elisa. Dudo de que maana pueda hacer mi turno normal con la rodilla tal como la ten"o. Mientras pensaba en ello ya había marcado el nmero de Elisa.
E: Hola, soy Esther. El: Hola. '5u) ocurre al"o* E: $í. Hoy he hecho un mal "esto y me duele un montón la rodilla. 4 solo quería avisarte porque maana se"uramente necesitar) que al"uien me sustituya. El: '5u) has ido al hospital* E: o. Hasta ahora no le he dado demasiada importancia pero aun empieza a molestarme bastante. &enlo en cuenta maana cuando lle"ues. El: 3ale, vale... Maana nos vemos. E: Hasta maana. -De!ar) el tel)%ono descol"ado y aprovechar) para darme una ducha +osiblemente ser# lo me!or para conse"uir despe!arme un poco. otaba que le estaba costando mucho mantenerse despierta. Cuando minutos despu)s se puso su pi!ama y volvió a mirar el relo! de la mesita pensó que Maca ya no podía tardar demasiado. 8as JP:G. -Debe estar a punto de lle"ar. +uso la televisión e hizo es%uerzos "randes para no cerrar los o!os, pero ni la ducha ni la aburrida pro"ramación la ayudaron a ello. +oco tardó en caer en manos de Mor%eo. Maca se despertó antes que ella y preparó el desayuno.
M: 8ev#ntate dormilona. (yer me di!iste que teníamos que hablar de al"o muy importante y que me esperarías despierta y cuando lle"o... 4o con toda la ilusión del mundo... te encuentro soando con los an"elitos. E: '8le"aste muy tarde* M: o, que va. o eran ni las diez. E: 4 'porqu) no me despertaste* M: 8a verdad es que tenías una cara tan dulce. $upuse que estarías muy cansada y que i"ualmente podíamos hablar hoy...
Esther saltó de la cama y se acercó a Maca para darle cariosamente los buenos días.
M: '4 tu rodilla* '4a no te duele* E: 'Mi rodilla* '5u) le pasa a mi rodilla* M: 'o te acuerdas de ayer*. ( ver, %le6iónala... (l %le6ionar la rodilla Esther de!ó escapar un "rito de dolor.
M: &eresa, 'has conse"uido hablar con Esther* T: +ues no, chica. En estas dos ltimas horas habr) marcado su nmero una veintena de veces y no hay manera...Debe tener el tel)%ono mal col"ado. M: $i"ue insistiendo 'vale*. &en"o que volver a subir a planta. +asadas las once de la noche y cuando ya se diri"ía a casa de Esther, Eva la había llamado para decirle que uno de los pequeos in"resados el viernes había mani%estado un cuadro de convulsiones. (quel beb) era muy especial para Eva y le había insistido a Maca que por %avor se acercara para poder echarle un vistazo. 8levaban m#s de dos horas realizando pruebas al pequeo y an no sabían el ori"en del cuadro convulsivo.
Ev: 'o podría tratarse de al"n síndrome de abstinencia*. +uede que la madre tomara al"n tipo de medicamento o dro"a que pasara por la leche al pequeo. Maca lo ne"aba repetidamente con la cabeza.
M: Desde el viernes hasta ahora han pasado demasiadas horas. $i se tratara de al"o así ya se habría mani%estado mucho antes. Ev: '4 al"n tipo de problema con")nito* '(l"una comunicación venosa a nivel hep#tico* M: 8as analíticas de san"re salen correctas. $olo se observa una li"era anemia y supon"o que se debe a una mala alimentación. 8a verdad es que no se me ocurre ya nada. $i %uera un poquito mayor pensaría en una epilepsia, pero es raro que se mani%ieste en bebes tan pequeos. En ese momento Eva que estaba sosteniendo al beb) en brazos no pudo evitar un soplido.
Ev: Dios, que mal huelen las cacas de los beb)s... M: Mira, creo que es lo ltimo que nos queda por analizar. +ide que las lleven al laboratorio lo antes posible. Mientras esperaban los resultados de los an#lisis ambas chicas se diri"ieron a la zona de ca%etería y aprovecharon para tomarse al"o caliente.
Ev: Creía que ya no te iba a encontrar en Madrid. Esta maana >n"ela me ha dicho que D#vila te había dado tres semanas de vacaciones. M: $i, dentro de poco se casa mi hermano y voy a ba!ar a ver a la %amilia. Ev: '&e va a acompaar Esther*. M: o. Ella tiene que traba!ar... y adem#s est# Cris... Ev: &ienes razón. $upon"o que ba!ando el día antes de la boda ser# su%iciente. M: $í... Mira, &eresa ya nos acerca los resultados. /Maca tenía muchas "anas de cambiar de tema de conversación y aprovechó el momento en que la recepcionista estaba entrando con un sobre en la mano0. T: 7ye, Maca, que ya he conse"uido hablar con Esther y tranquilizarla. 8a pobre se había asustado un poquillo al ver que no lle"abas. (quí ten)is lo que me han ba!ado del laboratorio. Me han dicho que estaríais contentas. Maca estaba leyendo detalladamente el in%orme del an#lisis y al acabarlo no pudo evitar un -menos mal, ya lo tenemos.
Ev: 'De qu) se trata* M: De unos simples $tron"ylos. Ev: 'De qu)* M: Mira, ese pequeo tiene la tripa llena de lombricillas casi microscópicas y ha tenido la suerte de venir a un hospital, porque sino podría haber muerto por una causa realmente absurda. En el %ondo puede que la e6plosión que acabó con la vida de su madre le haya salvado la suya. Ev: '&iene %#cil cura* M: $í.
M: Hola... $iento lle"ar tan tarde. 3er#s, ha habido un problemilla con... E: o te preocupes &eresa me ha puesto al día. 'Cómo ha ido todo* M: Bien, al %inal bien. +ensaba que te habrías dormido ya. E: o, no,... antes de dormirme hay dos cosas que quiero saber. M: 'Dosssss*. E: $í, síR dosssss. M: '$e supone que ten"o que adivinarlas* E: o estaría mal como !ue"o, pero son m#s de las dos de la madru"ada... ( ver prueba... M: '5uieres saber porqu) me voy a ;erez* 3iendo el "esto a%irmativo de Esther Maca le empezó a relatar el encuentro con su padre el día antes y como le había contado que padecía un c#ncer de pulmón. El tono de voz
de Maca que hasta ese momento había sido un poco burlesco se había entristecido de "olpe.
M: Esta misma maana (na me ha hecho lle"ar el resultado de todas las pruebas que le realizaron en Barcelona y me ha con%irmado que el pronóstico es %rancamente malo. $olo una buena respuesta a la quimio le puede ayudar a superarlo. Delante de toda esta e6plicación Esther se había quedado realmente sorprendida. &enía a Maca sentada a su lado y solo atinó a co"erle una de las manos entre las suyas.
E: ;oder, me has de!ado de piedra. 'Cómo es que no me di!iste nada ayer* M: &e intent) llamar pero despu)s de lo mal que había hecho las cosas... Esther recordó la llamada de Maca y recordó haberle oído decir que se sentía !odidamente mal y que la necesitaba. De pronto el sentimiento de culpabilidad se %ue haciendo especialmente intenso. +ensó en la noche que habría pasado Maca en su casa, sola, despu)s de conocer que su padre padecía una en%ermedad realmente "rave. $e"uramente su p)simo estado de #nimo la había llevado a llamarla para buscar el consuelo de la persona a la que quería y )sta se había limitado a decir que no era un buen momento.
E: 15u) idiota, Maca2. ui una verdadera idiota. +erdóname, por %avor... M: Ehhhhh... 5ue t no tienes la culpa de nada. 8a nica idiota %ui yo por ir a la mía, por irme a Barcelona sin decirte nada,... E: o, mierda... '$abes que estaba loca porque vinieras a casa* 4 en lu"ar de ser sincera y decírtelo, te intent) casti"ar... 5uise que me echaras de menos... M: Bueno... puede que me mereciera ese casti"o 'no crees*. Esther se sentía tan culpable de cómo había actuado el día antes que ni tan solo estaba escuchando las palabras que Maca le decía. (hora ya podía entenderlo todo. +orque había pedido esas tres semanas a D#vila, porque pensaba pasar todo ese tiempo en ;erez,... Maca que se había empezado a desnudar y estaba %rancamente cansada, se "iró hacia Esther.
M: Me has dicho que había dos cosas que querías saber. 'Cu#l es la se"unda* E: '8a se"unda*. o s) a que te re%ieres. M: 8a se"unda cosa que me querías pre"untar cuando he lle"ado... E: (h. o tiene importancia. 7lvídalo. M: Me lo vas a decir o voy a tener que torturarte... /Mientras se acercaba a la en%ermera y empezaba a besarle los labios con mucha dulzura0. Esther aprovechó esa pro6imidad para atraer el cuerpo de Maca hacia ella y conse"uir que se recostara a su lado. (l separarse moment#neamente unos centímetros Maca aprovechó para repetir la pre"unta.
M: '8a se"unda cosa...* E: De acuerdo... la se"unda cosa es si me quieres...
M: 5ue mal mientes, Esther. Esa no era la se"unda cosa que me querías pre"untar pero por si te queda al"una duda... /Maca volvió a besar a su novia y esta vez de!#ndose llevar de %orma apasionada por sus sentimientos0. Era cierto. Esa no era la se"unda pre"unta que pensaba hacerle. +ero como pedirle a Maca si iba a contar al"o de su relación a su %amilia. o era el momento... Habría tiempo para ello. 8a noche se le hizo terriblemente lar"a a Esther. 8as cuatro horas previas que había conse"uido dormir y la conversación que había tenido con Maca habían sido los dos motivos de que despu)s no volviera a pe"ar o!o. Eran poco m#s de las siete cuando decidió levantarse y desayunar. Haciendo el mínimo ruido para evitar despertar a su pare!a, abrió el armario y co"ió la ropa para poder vestirse. Maca estaba an pro%undamente dormida y no se despertó ni tan solo cuando minutos despu)s Esther se acercó a ella para darle un beso antes de irse hacia el hospital. 8a rodilla se"uía molest#ndole bastante y al lle"ar a la calle descartó encaminarse a la parada del autobs. &an pronto como vio pasar un ta6i, lo paró. Elisa que estaba en el mostrador de recepción preparando los turnos de las en%ermeras %ue la primera en ver entrar co!eando a Esther.
El: 3eo que no est#s me!or que ayer por la noche... E: o, la verdad es que me duele bastante. '$abes si han lle"ado ;avier o 3ilches* /eran los dos m)dicos con los que m#s con%ianza tenía0. El: $í, ;avier hace ya un rato que corre por cortinas. E: +ues voy a que me eche un vistazo. Cuando Maca abrió los o!os apenas entraba luz en la habitación. Buscó con la mano el cuerpo de Esther pero no estaba. i tan solo estaba caliente su lado de la cama. +or unos momentos intentó escuchar si se oía al"n ruido en la casa, pero nada. &odo era silencio. Co"ió el relo! que había en la mesita e intentó adivinar la hora. -Dios, las N:JS. $e"uro que Esther se ha ido al hospital. -'+or qu) no me habr# despertado*. De pronto recordó todo lo que tenía que hacer esa maana y se levantó r#pidamente. ( los pocos minutos entraba en el muelle del hospital.
M: Hola, >n"ela. '$abes por donde anda Esther* Ángela: Creía que hoy no venías a traba!ar. Me ha comentado &eresa que ayer saliste de aquí muy tarde. M: $í. $olo quiero darle una copia de unas llaves a Esther y saber como anda su rodilla. Ángela: Creo que est# en rayos con ;avier. Maca entró en la zona de in"resos y se encaminó al #rea de radiodia"nóstico. (l lle"ar a una de las salas previas se encontró a Esther sentada en una camilla y a ;avier con una radio"ra%ía en la mano intentando e6plicarle lo que en ella veía.
M: Hola. '$e ve al"o importante en la placa* /Mientras se acercaba a Esther y le daba un beso en la me!illa0. E: o, ya te di!e que no era nada. $olo %ue un mal apoyo, nada m#s.
;avier que hacía muy poquito que conocía la relación que unían a las chicas se sentía un poquillo violento y se "iró hacia el ne"atoscopio que había en la pared. $in embar"o, al oír la e6plicación que daba la en%ermera no pudo evitar "irarse hacia ella e intentar dar su dia"nóstico.
: +uede que no me haya e6plicado bien antes pero... Ense"uida se vio interrumpido de nuevo por Esther.
E: $i, ;avi. 4a te he entendido. Mira, mientras Maca sube a pediatría para ver como anda el pequeo que atendió ayer t me haces la in%iltración de la que me hablabas antes... Maca recordó al beb) que había estado visitando la noche antes y pensó que era una buena idea subir a ver como iba antes de irse.
M: &ienes razón, voy a subir un momentito. Ense"uida ba!o, Esther. o te muevas de aquí 'vale* E: o te preocupes, te espero. (l salir Maca de la sala, ;avier se quedó mirando a Esther y con las ce!as levantadas a modo de pre"unta su"irió:
: +uede que le quieras ocultar que has de pasar por quiró%ano. E: +ues puede. : Esther que no va a ser una tontería. &ienes el menisco roto y el cruzado anterior casi desinsertado. 3as a estar unos cuantos días sin poder poner el pie en el suelo y necesitar#s ayuda. E: 4a, ya me lo has e6plicado bien antes. o es que sea tonta, sencillamente no quiero que Maca se preocupe. : ;oder tía, o!al# mi mu!er %uera tan comprensiva conmi"o. &u has de pasar por ciru"ía, ella se va a ;erez de vacaciones y encima no quieres que se preocupe... /mientras "uardaba la radio"ra%ía en un sobre0 '+ido quiró%ano para esta tarde*. E: o. Hasta maana no voy a poder. &en"o que pedirle a mi madre que se ocupe de Cris y esta tarde an ten"o que encontrarme con una ami"a /pensando en (na0. : Bueno, pues si maana tienes la a"enda libre... /ya un poco en "uasa0 E: Maana a las diez de la maana me tienes aquí. : 7ye y se"uro que no quieres que Maca... E: 5ue no, ;avier. 5ue ya tiene bastante con lo suyo. : 'Bastante con lo suyo*. 7ye... que se"n me han dicho se ha tomado tres semanas libres para ir a la boda de su hermano... Cualquiera que te oyera parecería que hablas de un drama... Esther no se %iaba ni un pelo de que ;avier no se %uera de la len"ua si volvía a encontrarse a Maca y decidió subir a la planta de pediatría. Con un aparatoso venda!e y un par de muletas se %ue hacia el ascensor. Cuando estaba esperando a que se abrieran las puertas de este vio aparecer a Maca por las escaleras.
M: Eh, 1Esther2. 15ue r#pido hab)is ido2. '4a te ha hecho la in%iltración y todo*
E: $i... 7ye, me voy para casa. Me ha dicho que cuanto m#s tiempo ten"a la pierna levantada mucho me!or. M: '+or qu) no me acompaas a desayunar al"o*. He salido de casa con el estóma"o vacío y ahora me he de hacer una panzada de Ailómetros. E: 3ale, pero vamos rapidito 'eh*. M: '$i quieres te echo una carrera* Esther viendo que Maca tenía "anas de tomarle el pelo no pudo evitar la sonrisa y con una de las muletas hizo el "esto de querer atizarle en el trasero. Mientras en recepción:
: 7ye, Elisa. ecesito quiró%ano para Esther para maana por la maana. 8le"ar# a las diez, o sea que res)rvame el cuatro para la una del mediodía. El: '5uiró%ano*. '5u) es lo que tiene* : Mira me!or te di"o lo que no tiene. o cuentes con ella durante al menos un mes. $i no hay m#s sorpresas tiene menisco y cruzado anterior. El: Con razón me llamó ayer dici)ndome que le dolía tanto. : 1$i es que es tonta2. 4o quería que se operase hoy mismo. 8o tiene muy in%lamado y maana an va a estar peor. 8e ha de estar doliendo una barbaridad. El: El cuatro me has dicho 'verdad* : $i, si, el cuatro. R: (nda ;avier, como te has pasado con la pobre Esther. Cacho venda!e le has puesto. El: 'Dónde la has visto, =usty* R: Entraban ella y Maca ahora a la ca%etería. El: 3oy a ver si hablo con ella, pobre... En ca%etería, en la misma mesa que siempre se sentaban, Maca y Esther estaban desayunando en silencio.
E: '5u) ocurre*. Est#s muy callada. M: +ensaba que al menos ha habido suerte con tu rodilla. Me daba mucho miedo que %uera al"o serio. $e ve que lo mío no es la traumatolo"ía. Esther quería cambiar de tema de conversación. $e sentía mal por tener a Maca en"aada, pero no servía de nada darle una mala noticia antes de darse la paliza de Ailómetros que se iba a dar.
E: (yer cuando te llamó (na me comentó al"o de un !ue"o de llaves. Di!o que me llamaría y que me las pasaría a buscar. M: (nda sí, ya casi se me olvidaba. Dile que lo he de!ado todo en dos bolsas "randes de via!e. En principio tenía que pasarse por el hospital pero le dir) que te llame y que se pase por tu casa para reco"er las llaves de mi piso. 4o ten"o la moto aparcada aquí %uera y cuando sal"a ya tomo la autopista. E: 'Cu#ntos Ailómetros hay hasta ;erez* M: Demasiados, pero si puedo el viernes me tienes aquí y así al menos podemos pasar el %in de semana !untas.
E: <%%, el viernes. 5ueda le!os, 'verdad*. M: $í, mucho /Maca alar"ó la mano para co"er la de Esther0. Creo que en estos ltimos meses no ha pasado un día en que no nos hayamos visto... Elisa que conocía muy bien en que mesa se sentaba siempre Esther se diri"ió directamente a ella y puso la mano en el hombro de la en%ermera.
El: '5u), Esther* 'Cómo va el dolor*. 4a he hablado con ;avier... E: Maca, cario, 'por qu) no me traes un zumo de naran!a* /ntentando que Maca no escuchara lo que Elisa quisiera comentarle0. M: 'Despu)s del ca%) un zumo de naran!a*. Eso no puede ser nada bueno para el estóma"o... El: 4a te lo trai"o yo /diri"i)ndose a la nevera0. E: Mierda /en voz ba!a0. M: '5u) te ocurre* E: ada, que me olvid) de pedirle al"n anal")sico a ;avi. M: Bueno, ahora cuando nos vayamos se lo pedimos. &ómate antes tu zumo. Elisa ya había vuelto a la mesa y se había sentado con las dos chicas.
El: +or lo que s) vas a estar bastantes días de ba!a. Mira casi te ir# bien si quieres irte con Maca... M: $abes qu) Esther, te de!o con Elisa. $e me est# haciendo muy tarde. (quí tienes la copia de las llaves /sac#ndoselas del bolsillo de la cazadora y de!#ndolas encima de la mesa0. Cuando lle"ue a ;erez te llamo /d#ndole un r#pido beso0. 7ye y si lo de la pierna se complicara me lo dices y vuelvo lo antes posible. El: '(n cree que se te puede complicar m#s*. /Cuando ya Maca se había ido0 '+or qu) sonríes* /3iendo que Esther hacía una mueca divertida0 E: +or nada... /El comentario de Elisa había conse"uido lo que Esther había intentado minutos antes, que Maca se %uera sin saber la verdad0. (quella tarde Esther había recibido una llamada de (na. $e pasaría por su piso a las nueve de la noche y como si de un relo! suizo se tratase a esa hora sonó el timbre de la puerta. (l abrir, Esther que se tenía que ayudar de las muletas, notó la incomodidad de las presentaciones.
Ana: Hola, la puerta de la calle estaba abierta y me he tomado la libertad de subir... E: $i, claro... +asa, pasa... /mientras (na se le acercaba y le daba un par de besos a modo de saludo0. Ana: '5u) te ha ocurrido* /%i!#ndose en el venda!e de la pierna0. E:
Ana: $í.... 8a verdad es que me encontr) con una Maca muy cambiada, bueno puede que no sea esa la palabra, m#s bien diría que muy enamorada... /sonriendo y "ui#ndole un o!o0. Esther que notó como le subían los colores pre%irió esconderse durante unos se"undos.
E: +onte cómoda, voy un momento a ver el horno. Ense"uida vuelvo. (na, consciente de que había hecho sonro!ar a su an%itriona, de!ó que esta se re%u"iara en la intimidad de su cocina. (l quitarse la chaqueta e ir a de!arla en el so%# se %i!ó en la bolsa de ropa que Esther estaba preparando para llevarse al hospital.
Ana: Esther 'qu) te he pillado en mal momento* E: o 'por...* /desde la cocina0. Ana: '&e ibas a al"una parte* E: $i lo dices por la bolsa de via!e, es para maana /volviendo de nuevo al comedor y llevando un par de re%rescos en la nica mano que tenía libre0. Ana: '3acaciones* /Mientras ayudaba a Esther con las bebidas0 E: +ues no, precisamente. (na viendo que posiblemente sus pre"untas estaban empezando a incomodar a Esther optó por disculparse.
Ana: +erdona, nunca he sido cotilla y ltimamente sin darme cuenta... E: o te preocupes, si casi pre%iero que lo sepas, pero te pido que no le cuentes nada a Maca. Ana: '5u) es lo que se supone que no le he de contar* E: Maana me operan de esta rodilla. Maca se ha ido para ;erez pensando que era un simple es"uince pero en realidad la cosa es un poquito m#s seria. 8a verdad es que no quería que se preocupara, ya tiene bastante con lo de su padre... Ana: ( ver si lo entiendo.... &u maana entras en quiró%ano, Maca no sabe nada y t quieres que yo "uarde el secreto... /Mientras veía como Esther asentía con la cabeza0. $i se entera de que yo sabía al"o y que no se lo he dicho, me va a matar 'lo sabes, verdad*. E: Mira, tan pronto como vuelva a casa el viernes, la llamo y se lo cuento todo. Ana: &e propon"o un trato. 4o te "uardo el secreto pero a cambio t te vienes a ;erez conmi"o. E: 'Cómo* o te entiendo. Ana: Mira este viernes ten"o que volver a Madrid para dar una con%erencia sobre inmunoterapia. En principio pensaba venir en avión pero lo voy a hacer en coche y el s#bado por la maana t, tu pequea y yo nos vamos a presentar en la %inca ilson. Esther estaba escuchando el plan de (na con los o!os como platos e incapaz de articular palabra. En nin"n momento Maca le había su"erido la posibilidad de presentarle a su %amilia y no parecía correcto presentarse así, a las buenas de Dios.
E: o creo que sea buena idea, (na. +iensa que no conozco a su %amilia. o se nada de ellos. Maca nunca me ha e6plicado... Ana: Bueno eso lo vamos a remediar esta misma noche... 3oy a buscar esa pizza y mientras cenamos te voy a e6plicar como es tu %utura %amilia política... 4 sobre el trato ve pens#ndotelo... Creo que la me!or manera de que +edro y (dela acepten que Maca se
ha enamorado de ti es que antes te conozcan. $i lo que te incomoda es dormir en esa %inca no te preocupes, yo ten"o la casa que era de mis padres y en ella hay habitaciones de sobras. De pronto Esther empezó a entender lo que (na llevaba en mente. En el %ondo al"o parecido había sucedido con Encarna. +rimero había conocido a Maca como persona y m#s tarde había sabido que las unía bastante m#s que una simple amistad. 8o que al principio le había parecido una locura, ahora empezaba a tomar un cariz di%erente, aunque no de!aba de imponerle la idea de ba!ar a ;erez. 8e daba mucho m#s respeto que el quiró%ano previsto para el día si"uiente. ( esa misma hora Maca estaba su%riendo una batería de pre"untas. (dela, ;uan!o y =a%a, su hermano mayor, querían saber lo que había sido de su vida en los ltimos seis meses. +edro, a pesar de haber recibido aquella misma tarde la primera sesión de quimio y estar al"o cansado, dis%rutaba de las bromas que se hacían sus hi!os.
uan$o: 3amos, hermanita, que te conozco. (yer, cuando te llam) tu estabas acompaada y yo diría que muy bien acompaada... $i me col"aste el tel)%ono de!#ndome con la palabra en la boca... M: 1Mira que eres pesado2. 4a te lo he dicho, estaba con una ami"a. uan$o: 14a2 & crees que yo an me chupo el dedo... +iensa que si me entero de quien es el a%ortunado lo invito a la boda sin decirte nada. Adela: (yer cuando col"ó el tel)%ono, tra!o los dibu!os de las mesas y de!o una silla vacía a tu lado. Est# se"uro de que va a convencerte para que nos presentes a tu pare!a. =a%a intervino en ese momento.
Ra%a: Hoy he estado hablando con ernando y me ha pre"untado por ti. M: 'ernando*... /8a ltima vez que había hablado con )l había sido para decirle que anulaba la boda, que no se quería casar0. 'Cómo est#* Ra%a: Bien, bueno como siempre. (un recuerdo la tarde que vino a mi despacho para decirme que no os casabais. 4o al principio me lo quería comer y cuando me di!o que eras tu la que no... unca nos di!o el motivo de vuestra ruptura y como t ense"uida te %uiste para Madrid no te pude pre"untar qu) había pasado. M: +asar, pasar... no paso nada. $encillamente que no me vi como la mu!er de ernando Cuevas. uan$o: 4o ya se lo que te pasó. &e asustaste... $i no me e6traa... "lesia, %otó"ra%os, restaurante, invitaciones,... si cualquier persona que no estuviera loca se asustaría. M: +ues puede que me %altara ese punto de locura que da el estar enamorado. 8a verdad es que %ue di%ícil tomar la decisión de anularlo todo /mirando a su madre0. ( ti, mam#, te de!) el mal tra"o de avisar a todo el mundo y devolver los re"alos. (dela que había se"uido toda la conversación en silencio pensaba en el momento en que su hi!a le había dicho que no se casaba. (l principio había pensado que se trataba de una broma pero al ver que no era tal se había querido morir. M#s de quinientos invitados y a una semana para el día sealado...
Adela: (n quedan al"unas ca!as en el desv#n. Hubo re"alos que no llevaban nin"una tar!eta y que no pudieron ser devueltos.
Maca que necesitaba cambiar de conversación se interesó por el nico hermano que %altaba en la mesa.
M: '4 7scar*. '5u) es de su vida* uan$o: 3endr# maana para verte. 8orena vuelve a estar embarazada y no lo lleva nada bien. o hay día que no se maree. M: 3aya, no lo sabía. 15u) valiente 8orena2. 1&res nios en cuatro aos2. R: '4 tu, Maca*. 'o te animas*. M: 1Dios que hombres los de esta casa2.
M: '5u) ocurre mam#, has estado muy callada toda la noche*. Adela: ada. Escuchando a tus hermanos he estado pensando en todo lo que sucedió hace seis meses. 8a tarde que rompisteis, ernando me vino a ver y me pre"untó si sabía el motivo de tu decisión. o se podía creer que lo tiraras todo por la borda. Estaba se"uro de que estabas enamorada de al"uien m#s. M: '5u) le di!iste* Adela: 8a verdad es que no supe que decirle. &u decisión nos sorprendió a todos. '$abes quien %ue el que me!or se lo tomó*. M: ';uan!o* Adela: o, tu padre. Me di!o al"o que en el %ondo me consoló. 3ino a insinuar que me!or separaros ahora que no al cabo de cinco aos y con un par de nios por en medio. M: +ues tenía razón pap#. Adela: 4a pero... Mira tu lleva la ca%etera y el azcar, yo llevar) el resto. (quella noche ni Maca ni Esther durmieron demasiado bien. Esther tenía un montón de in%ormación nueva que procesar. (na le había hablado de los hermanos de Maca pero en quien m#s se había centrado había sido en describir el car#cter de (dela y de +edro. -Es un %also matriarcado le había dicho. -+arece que las riendas las lleve la madre pero en el %ondo por quien sienten todos un in%inito respeto es por el padre. 8a idea de ba!ar a ;erez era un arma de doble %ilo. -Es la me!or manera de que la %amilia de Maca acepte vuestra relación /había dicho (na0, pero el hecho de hacerlo a escondidas de la pediatra no le "ustaba. ( pesar de todo se había comprometido en estar preparada el s#bado por la maana cuando %uera a buscarla. (l salir del piso y pulsar el botón del ascensor Esther no había podido evitar una pre"unta.
E: (na 'tu sabes porque Maca nunca sube a los ascensores*. Ana: 8o que no sabía es que an no lo hubiera superado E: '$uperar el qu)* Ana: Es una historia muy anti"ua. 3io morir a una buena ami"a suya en el interior de un ascensor. +odría haber ocurrido en cualquier otro sitio porque el motivo %ue el corazón. Hubo un %allo el)ctrico y el ascensor estuvo parado cerca de diez minutos. Cuando consi"uió salir de allí y llamar a una ambulancia ya no se podía hacer nada por la chica.
E: 13aya historia2 Ana: $í y no creo Maca la cuente nunca a nadie. Despu)s de aquello Maca estuvo durante m#s de tres meses sin salir de la %inca de sus padres. $e encerró en ella misma y no había nada que la ilusionara. =ecuerdo que +edro me vino a buscar a Madrid y me invitó a pasar unos días en su casa, pero tampoco %ue nin"una solución. +or lo que s) un día ba!o a desayunar con el resto de la %amilia, co"ió sus libros y se encaminó al instituto. Esther echada en su cama se ima"inaba a Maca con quince o diecis)is aos, pasando todo su dolor por dentro y sin poderlo e6presar en palabras. Esa adolescente que había dibu!ado (na tenía mucho que ver con la pediatra de la que ella estaba enamorada. Cuando ya se estaba quedando dormida sonó el tel)%ono. En ese momento recordó que debería haber llamado a su madre para quedar para el día si"uiente. El plan era que Cris se quedara con la can"uro y que Encarna pudiera acompaarla al hospital.
E: '$í* M: Hola cario. 'Cómo est#s* E: 'Maca* M: $i... 'no me dir#s que ya te has olvidado de mí* E: o, tonta... pero pensaba que eras mi madre... M: $i esperas al"una llamada de tu madre cuel"o y te llamo m#s tarde... E: 1i se te ocurra2. Cu)ntame como ha ido todo... 'qu) tal el primer día*... M: 1Bien2. $olo hay un pequeo problema... Est#n convencidos todos de que ten"o un novio escondido en Madrid y quieren conocerlo. E: ;a,!a,!a..... 3eo que el problema es pequeito... M: 'Cómo est#s t* 'Cómo va la pierna* E: Bien... mucho me!or... 7ye esta noche he conocido a (na... M: 4 'qu) tal*. Espero que os hall#is caído bien... Es la persona m#s decidida que conozco. 4o creo que no hay cosa que se propon"a y que no consi"a... (unque la conversación se alar"ó un poco m#s, esas %ueron las palabras que Esther recordó antes de dormirse. 7!al# (na no estuviera equivocada esta vez.... 8a sensación de %río era intensa, le temblaba todo el cuerpo. 5uería despertarse pero no podía. $abía que Cruz y ;avier ya habían acabado, notaba las manos de una en%ermera aplic#ndole un venda!e en su rodilla.
El: 1Esther2 1Esther2 3amos muchacha, no me quieras dar nin"n susto. 13a2. 13uelve2 /d#ndole li"eros toques con la palma de la mano en la me!illa0. : '5u) ocurre Elisa* 'Hay al"n problema*. El: Espero que no, no s). 8e est# costando volver... +ablo, el anestesista, me ha comentado que en cinco minutos iba a empezar a despertarse y ya han pasado de lar"o. : D)!ala intubada con el o6í"eno y no le retires todavía la monitorización. 8a subiremos a la
: $i no me equivoco en estos momentos debe andar por ;erez. $e pillo unos días de vacaciones y la tonta de Esther no le di!o que hoy iba a ser operada. Elisa que se"uía intentando despertar a su ami"a comprendió la conversación del día antes en la ca%etería.
El: 3amos, Esther. 13amos2. o me "ustan las amenazas, pero como tardes en despertarte tendr) que localizar a Maca y contarle que no quieres despertarte... Me temo que cuando se entere de que la has en"aado no se va a poner nada contenta, o sea que despierta /nuevos toquecillos en la me!illa0. Mientras a la salida de quiró%ano ;avier intentaba e6plicar a Encarna como había ido la ciru"ía.
: Ense"uida la subir#n a planta. +rimero la pasar#n a
En: 1(y, mi nia2. 1(n est# dormida2. 1Como tiembla, la pobre2. : $í, pero no se preocupe... todo es debido a la misma anestesia. Ense"uida se va a ir recuperando /mientras buscaba en la cara de Elisa al"n si"no que con%irmara sus palabras0. El: =usty, sube a Esther. 3oy a acompaar a su madre a tomar al"o e intentar) que se tranquilice un poquito. (visa a
El: Hola, cuanto tiempo sin verla. (un va a tener que esperar unos minutitos para poder ver a su hi!a. '+or qu) no me acompaa a tomar una in%usión*. (sí la espera se har# m#s corta. En: 9racias, Elisa. 7ye, por casualidad, no sabr#s por dónde anda la Dra. ern#ndez. 8a pre"unta pilló tan desprevenida a la !e%a de en%ermeras que no supo qu) contestar. o sabía si Encarna conocía la relación que unía a Maca y a su hi!a pero por ló"ica, si le pre"untaba por la pediatra era por al"o.
E: +ues no, la verdad es que no la he visto en toda la maana. En: 15ue raro2. Esther me di!o que traba!aba todo el día y que por eso no la podía acompaar... Despu)s pasar) por recepción a ver si la pueden localizar.
( esa misma hora el coche de (na estaba aparcando en la %inca de los ilson. Maca y +edro que habían lle"ado minutos antes del hospital salían a recibirla y la ayudaban a descar"ar las cosas.
M: De!a pap#. i se te ocurra co"er una sola bolsa... /quit#ndole de las manos la que )ste ya se disponía a llevar a la casa0. Pedro: o seas tonta. $i me encuentro bien... M: +or eso, ven, d#mela a mí y ve a avisar a mam# de que (na ya ha lle"ado. ( +edro no le costó mucho adivinar que las dos chicas se querían quedar a solas, por eso no opuso la m#s mínima resistencia y de %orma obediente entró para poder avisar a su mu!er.
M: 'Cómo ha ido el via!e*. Ana: Bien, pero cada vez me da m#s miedo la carretera. 8a "ente se vuelve loca cuando tiene un volante en las manos. 4 no di"amos las motos... 8as odio. M: Eh... i se te ocurra criticar las motos.
Ana:
M: Mirad yo os de!o con vuestros cotilleos y voy a subir las cosas a mi habitación. 4 mam#, por %avor, no machaques demasiado a (na. +iensa que acaba de hacer un montón de Ailómetros.
Adela: Hi!a... cualquiera que te oyera... Maca decidió irse lo antes posible para la casa. otaba que todo el cuerpo le temblaba. En su interior sentía de todo, ilusión, ansiedad, dudas,... pero sobretodo miedo. o sabía que se había propuesto (na al querer traer a Esther y a Cris hasta ;erez pero conociendo un poco a su madre podía tratarse de una idea demasiado atrevida. +or un momento pensó en la pre"unta de (na. '5u) haría si supiera que le quedaban T días de vida*. 8o tenía muy claro... no esconder ni un minuto m#s a Esther. o. En realidad no era Esther la que tenía que salir de su escondite, era ella. +ero 'cómo*. 'Cómo y cu#ndo*. 8a boda de ;uan!o, la en%ermedad de su padre... todo parecía interponerse...
Ana:
Ana: &en. Espero que esta tarde me acompaes a dar una vuelta. &u madre me ha dicho que an no has ido a buscar a (za%r#n. M: 8o tiene ernando en sus cuadras y... no he tenido tiempo de acercarme. Ana: +ues esta tarde ven"o conti"o. Ese caballo es de los pocos en los que me atrevo a montar sin miedo. Maca quería con locura a su caballo pero no tenía las m#s mínimas "anas de cruzarse con su e6prometido. $abía que en un momento u otro tendrían que verse porque era un "ran ami"o de la %amilia y tambi)n había sido invitado por ;uan!o, pero en estos momentos había otras muchas cosas que la preocupaban m#s.
M: 'Es verdad que este s#bado Esther va a ba!ar conti"o* Ana: $i no quieres, no... Ella ayer tenía sus dudas. Me costó convencerla. +uede que no sea una buena idea... El sonido del móvil de Maca interrumpió las dudas de (na. Maca lo llevaba en el bolsillo de la cazadora que an no se había quitado. Miró la pantallita y se sorprendió de ver el nombre del -Central.
M: o son capaces de olvidarse de mí ni durante estos días que estoy en casa. $e"uro que es 1la pesada de &eresa2 Ana: 'o vas a contestar* /viendo que su ami"a volvía a "uardarse el móvil en el bolsillo0. M: o, paso. $e"uro que se trata de al"n in%orme que no encuentran o al"una alta que no rellen) correctamente. $iempre est#n con la mierda del papeleo. os pasamos m#s horas escribiendo que visitando en%ermos... Ana: +ero... puede que %uera Esther /recordando que aquella misma maana tenía que pasar por quiró%ano0. M: o, recuerda que est# de ba!a. 7lvídate de la llamada y v#monos para aba!o. Debes estar muerta de hambre. Ana: 3e ba!ando t, yo quiero darme una ducha r#pida antes.
&an pronto como oyó que Maca ba!aba las escaleras, (na se encerró en su habitación y buscó en la a"enda de su móvil el nmero del central. Casi me!or que Maca no hubiera contestado porque si había sur"ido al"n problema en la ciru"ía...
T:
&scar: Hola, (na... ;oder, cuanto tiempo sin verte... &ía est#s "uapísima... Ana: 9racias y %elicidades. &u madre me comentó que volv)is a estar embarazados... &scar: $i, ya ves... intentando subir el índice de natalidad de esta %amilia, que si me he de %iar de mis hermanos... Ana: 'o habr#s visto a Maca* &scar: $i, est# %uera con (dela y con las nias Ana: &e de!o y voy a verlas. 8a ltima vez que vi a tus hi!as %ue en el bautizo de la pequea. (na estaba ansiosa por hablar con Maca. ecesitaba contarle que Esther aquella maana había sido operada y que por lo que parecía al"o no había ido del todo bien. (l abrir la puerta para salir vio a una Maca muy ale"re que parecía hacer carreras con sus dos sobrinitas.
M: Mirad, una m#s que viene a !u"ar con nosotras...
Desde donde estaba (na hizo un si"no ne"ativo con la cabeza e intentó que Maca se acercara a ella. Esta viendo demasiada seriedad en la cara de su ami"a pidió a las pequeas que se quedaran con la abuela.
Ana: Entra conmi"o un momento dentro... M: '5u) ocurre* '8e ha pasado al"o a pap#* Ana: o, no... no se trata de tu padre, sino de Esther. M: '5u) pasa con Esther* /ba!ando la voz para que nadie pudiera oírlas0 Ana: 3er#s, ayer no te di!o nada, pero se ve que en las pruebas vieron que había un li"amento roto y que tenía que ser operada. M: 1<%%%2 Me habías asustado. (l verte la cara tan seria he pensado que al"o muy "rave había pasado. 4 'sabe cuando la van a operar*. Ana: $í, esta maana. 8a han operado esta maana. M: '5ueee...*. 3oy a llamarla ahora mismo. o me e6traa que te haya pedido que me lo e6pliques t... Ana: o me lo ha pedido...He llamado hace cinco minutos al hospital para interesarme por como había ido todo y....se ve que ha habido al"n problemilla con la anestesia. 8a llamada que te han hecho al móvil era de su madre. Maca de pronto se había quedado paralizada. o entendía nada. Esther operada.
Ana: 1Maca2... 1Maca2... Ey, muchacha, reacciona /co"i)ndola por los hombros e intentando que escuchara sus palabras0 M: (hora mismo me voy para Madrid /en un murmullo0. $i voy deprisa en poco m#s de tres horas estoy allí. Ana: 5uieres calmarte y escucharme. o te vas a ir a nin"una parte y menos en tu moto. 3amos a subir a tu habitación y vas a llamar por tel)%ono. $e"uro que al"uno de tus compaeros te va a poder decir como esta Esther y si es necesario yo te acompao al aeropuerto. Maca se había quedado moment#neamente %uera de !ue"o. 8as palabras de (na circulaban libremente por su cerebro sin ser entendidas. $olo una cosa la obsesionaba, la posibilidad de perder a Esther. 8os malditos secretos... '+or qu) esconderle que la habían de operar*. De hab)rselo dicho, ella habría ba!ado a ;erez un día despu)s y ahora estaría allí, al lado de su cama...
Ana: Maca... 3en, acomp#ame... /co"i)ndola de una mano y obli"#ndola a subir las escaleras0. De nuevo el móvil de Maca volvió a sonar y esto la hizo reaccionar.
M: '$i* En: +or %in, Maca. 'Dónde te habías metido*. El tono de voz de Encarna era lo su%icientemente protestón como para tranquilizar a Maca.
M: 'Cómo est# Esther* '$e ha despertado ya*
En: $i, ahora me ha comentado Elisa que les había dado un pequeo susto. +or lo que me ha dicho le ha costado un poquito de reaccionar, pero ya est# %uera de todo peli"ro. M: <%%%%%%%%%%%%... En: 'Cómo es que no has venido con ella al hospital, esta maana*. M: o sabía nada, Encarna. o sabía que la tuvieran que operar. &uve que venir a ;erez ayer y supon"o que Esther no quiso que me preocupara... &iene una hi!a muy, muy especial. En: Me daba miedo que os hubierais peleado... M: o, por Dios. De haberlo sabido por nada del mundo la de!o entrar sola en el quiró%ano... '+uedo hablar con ella*. En: $i, ahora cuando sal"an los celadores entro y le paso el tel)%ono. (na que hasta ese momento había estado si"uiendo parte de la conversación al ver que Maca se quedaba callada durante unos se"undos aprovechó para pre"untar por Esther.
Ana: 'Est# bien*. '$e ha despertado ya* M: $i, parece que ya la han subido a planta. (hora voy a poder hablar con ella. Ana: Menos mal. 13aya susto2. Me voy para aba!o, antes de que tu madre se e6trae y ven"a a buscarnos. M: 3e...ve... yo ba!o ense"uida. E: 'Maca* M: Hola cario. 'Cómo est#s* E: Bien... un poco atontada pero bien. M: Eh... que atontada ya lo estabas antes de la operación. E: Mira que eres... (cabo de salir del quiró%ano y est#s tom#ndome el pelo. (hora te tocaría mimarme un poquito... M: Despu)s del susto que me has dado no se si te lo mereces... E: 'En%adada conmi"o por no haberte dicho...* Ense"uida Esther se vio interrumpida por Maca.
M: En%adada para nada. Contenta, muy contenta de oírte, pero me "ustaría estar ahí, a tu lado. E: '&e ha comentado (na que ba!ar) a ;erez este s#bado*... Me ha invitado a ir a su casa aprovechando que estar) de ba!a. Maca no pudo evitar sonreír al escuchar lo que Esther decía.
M: Me temo que ha habido un cambio de planes. E: 'o te hace "racia que ba!e, verdad* M: río, %río... E: '3as a venir t a Madrid* M: Helado... E: Maca, estoy muy cansada, no me ha"as pensar... por %avor. M: Mi madre ha convencido a (na para que os ven"#is todas a casa. 3as a conocer a tus %uturos sue"ros y vas a dormir en su casa. E: '8es has e6plicado ya lo nuestro* M: +ues.... todavía no. E: 'Crees que es buena idea que ven"a*
M: $i, es una muy buena idea. Cuando (na lo ha insinuado, la verdad es que tenía muchas dudas. +ero ahora ya no ten"o nin"una. 8o malo es que an %alten cuatro días... se me van a hacer eternos. &e de!o descansar pero por la noche te llamo. E: '$e"uro que crees que es buena idea*... M: 5ue sí, tonta. Descansa y despu)s hablamos. E: &e quiero. M: 4 yo, Esther. (l acabar la conversación y empezar a ba!ar las escaleras Maca notó que las piernas le %laqueaban. $e sentó en uno de los escalones y se quedó mirando el móvil, -Mira que si le lle"a a pasar al"o.... Mientras estaba en ello ;uan!o que había subido a buscarla interrumpió sus pensamientos
uan$o: '
E: Hola, bicho. 3en para ac#. 8a pequea no se lo hizo repetir dos veces y a los poco se"undos ya estaba subida en la cama y haciendo mimos a su madre.
E: '&e has portado bien estos días* 'o habr#s hecho en%adar a la abuela*. En: o pobrecilla, si es un sol de nia. '$abes cu#ndo te van a de!ar marchar* E: Con un poco de suerte esta misma tarde. Cris que acababa de descubrir una palanca en uno de los laterales de la cama no estaba si"uiendo la conversación entre madre y abuela.
Cris: Mam# mientras est)s t aquí puedo quedarme en casa con Maca. En casa de la abuela casi no ten"o !u"uetes y ya he visto todas las películas que me llev)... En: 8a pobre...se aburre.
E: Me voy a acabar poniendo celosa 'eh*. 8a en%ermita soy yo y tu solo te preocupas por Maca.... Mira te voy a e6plicar una cosa que me "uardaba para el s#bado pero que se"uro te va a "ustar. Cris ya se había olvidado de la palanca de la cama y escuchaba atentamente a su madre. E: Este s#bado nos vamos a ir de vacaciones. 3amos a conocer a la %amilia de Maca y se"uro que te va a presentar aquel caballo del que siempre te habla.
Cris: '( (za%r#n* E: sí, a ese. Cris: '& crees que me lo va a de!ar montar* E: 'o te va a dar miedo un animal tan "rande*... Cris: o, no, que va... 5uiero montar como Maca. /D#ndole un %uerte abrazo a su madre ilusionada por el notición que le acababa de dar su madre0 En ese momento se abrió la puerta y entraron ;avier y Elisa.
: Hola, que bien acompaada est#s... E: Mira Cris, ;avier %ue el doctor que me curó la pierna y a quien hoy hemos de convencer para que me de!e ir para casa. : &an pronto... 'ya te quieres escapar del hospital*. 3amos a quitarte el venda!e un momentito y me vas a de!ar ver la herida. $e"n como est) de hinchada la rodilla... Cris que se había re%u"iado en los brazos de su abuela debido al respeto que le provocaban las batas blancas, se acercó de nuevo a la cama para poder ver me!or la herida de su madre. Elisa, que conocía bastante bien a la pequea y que temía que pudiera impresionarse decidió intervenir.
El: '$abes qu) vamos a hacer Esther*. Cris y yo nos vamos a ir a desayunar mientras vosotros hac)is la cura. '5u) te parece Cris* '&e vienes conmi"o a tomar un cacao*. 8a pequea que ya había visto un poquito de san"re en una de las vendas decidió que era me!or ba!ar a desayunar... $entía curiosidad pero tambi)n le daba un poquito de miedo lo que pudiera ver.
Cris: $i Uco"iendo la mano que Elisa le tendíaF. El: 3olvemos ense"uida. 8a herida tenía un aspecto %rancamente bueno. o había e6cesiva in%lamación y no había motivos para quedarse m#s días in"resada pero a pesar de ello el reposo iba a ser %undamental.
: Bueno... pues te vas para casa... pero ya sabes durante los pró6imos diez días no quiero que apoyes para nada el pie en el suelo. E: o te preocupes. &endr) mucho cuidado. 4a abriendo de nuevo la puerta para salir ;avier se "iró.
: os vemos el !ueves que viene para quitar puntos y comprobar el "rado de %le6ión, pero hasta entonces pórtate bien. $obretodo no te ha"as la valiente...
E: &ranquilo... que me voy a portar bien.
En: 'Est#s se"ura de que quieres irte a ;erez estos días*. $i te quedas en casa te voy a poder cuidar me!or. E: o me tientes mam#... Cada vez que pienso que voy a conocer a la %amilia de Maca me entran unos nervios que pa qu)... 8os ilson... $olo el nombre ya me impresiona... En: o seas tonta. +or mucho dinero que ten"an no son me!ores que tu y que yo. E: o, si eso ya lo s), pero el miedo... En ese momento Cris entraba en la habitación y al oír el comentario de su madre lo interpretó a su manera.
Cris: $i te da miedo no lo montes, mam# /en lo nico que podía pensar era en el caballo de Maca0. ( mi no tienes que demostrarme nada... E: 9racias, Cris. +ero me temo que me lo ten"o que demostrar a mi misma. Encarna que en ese momento la estaba ayudando a calzarse, levantó la cara y sonrió a su hi!a. $iempre le había demostrado ser una persona valiente pero en esta ocasión se sentía especialmente or"ullosa de ella. ( esa misma hora en el Hospital
M: '8o conocías al Dr. M#rquez* Ana: o, la verdad es que no. +osiblemente hayamos coincidido en al"n curso o en al"una con%erencia, pero no lo recuerdo. M: Es muy buena persona. Cuando el lunes le coment) lo de pap#, todo %ueron %acilidades... (ntes de que se me olvide, hay una cosa que te quería pedir... Ana: 'De qu) se trata*. Maca estuvo callada unos se"undos, parecía estar pensando en lo que iba a decir. 4a era !ueves y en su casa se"uían pensando que la chica que iba a visitarlos este s#bado era ami"a de (na y compaera suya de traba!o.
M: o, es una tontería, pero... Este s#bado tenemos que volver a venir al hospital. $i cuando lle"u)is a casa nosotros no hemos vuelto todavía, no de!es que Esther se quede a solas con (dela. Ana: o te preocupes. Conozco bien a tu madre y entiendo que te un poquillo de miedo. '+ero no crees que deberías e6plicarles al"o antes del s#bado*. M: $í, pero no encuentro el momento. Esa casa siempre est# llena de "ente y no se cómo decírselo... Con ernando en nin"n momento los sent) en una silla y les di!e que )ramos novios. 8o present) como un ami"o y al cabo de un tiempo ellos mismos dieron por sentado que había al"o m#s que amistad... o se... supon"o que me molesta que por el hecho de que Esther sea una mu!er ten"a que ser todo tan complicado.
Ana: 4a... pero es lo que hay. $upon"o que naciste demasiado pronto. $i hubieras nacido dentro de unos aos no hubieras tenido este problema, pero ahora an hay personas mayores a las que les cuesta aceptarlo. M: +ero entre esas personas mayores tambi)n debe haber "ays y lesbianas... Ana: $i, supon"o que si...nunca lo había pensado. o les envidio la vida que deben haber llevado... Dentro de unos aos cuando recordemos este momento nos vamos a reír un montón. 3a a ser al"o tan natural que ya nadie va a hacer comentarios sobre ello. M: 'De verdad lo crees* Ana: Estoy se"urísima. M: 7!al# ten"as razón... Ana: Mira, poco antes de venirme para Espaa estuve hablando con la Dr. ells. 'o se si te acordar#s de ella*. M: $í claro, %ui becaria suya durante cuatro meses. Ana: +ues me comentaba el otro día lo mucho que le había costado en su )poca poder e!ercer la ciru"ía in%antil. &iene unos treinta aos m#s que nosotras y me e6plicaba que cuando los padres de sus pacientes sabían que a sus hi!os los iba a operar una mu!er, pedían cambiar de especialista. $e la discriminaba dentro de la pro%esión solo por ser mu!er. (hora resulta casi impensable. M: $í. En el central la mandam#s de ciru"ía es una mu!er, la Dra. 9#ndara. Ana: +ues si no hubiera sido por la Dra. ells y por al"unas mu!eres m#s como ella que lucharon por romper barreras an estaríamos i"ual. Maca se quedo unos se"undos pensativa, analizando el razonamiento que le había hecho (na y recordando la %i"ura de aquella doctora alemana con la que había estado traba!ando hacia ya unos aos.
M: Me da la sensación de que me has contado una %#bula como la que yo cuento a al"uno de mis pacientes... El problema est# en que no todo es tan %#cil como a veces se ve desde %uera. Ana: o te he dicho nunca que sea %#cil. $i)ndote sincera te admiro un montón, te admiro a ti, a Esther y a cualquiera que sea capaz de luchar por la persona a la que ama... +or e6periencia se lo di%ícil que es y tambi)n lo "rati%icante que puede lle"ar a resultar. Maca notando tristeza en la voz de (na pensó en lo mucho que había luchado ella en su matrimonio.
M: '(n echas de menos a Ilaus, verdad* Ana: $iempre lo voy a echar de menos... +ero vamos a cambiar de tema./intentando sobreponerse al ba!ón que había sentido al pensar en Ilaus0 'Cu#ndo vamos a ir a buscar a tu caballo*. $e que ya llevo dos días d#ndote la paliza... pero es que ten"o "anas de hacer al"una e6cursión como las que hacíamos cuando )ramos crías. M: Esta tarde vamos a buscarlo... ( +edro esta se"unda sesión de quimioterapia lo había de!ado especialmente cansado. $entía li"eras n#useas y deseaba lle"ar a casa para poder echarse un rato.
Pedro: $i mam# pre"unta al"o decidle que he desayunado demasiado y que al"o me debe haber sentado mal. o me ima"ino delante de un plato de comida en estos momentos.
M: o te preocupes pap#. &e subes a la habitación y te echas un buen rato. (na que iba sentada al lado de Maca se "iró hacia +edro y le pasó un comprimido que se había sacado del bolsillo.
Ana: ntenta que se te disuelva en la boca. &e ayudar# a paliar la sensación de mareo. 8os peores días son los primeros. $e te est#n inyectando %#rmacos realmente tó6icos y es ló"ico que el cuerpo se rebele. Pedro: o se si me va a matar el c#ncer o la medicación... Ana: &ranquilo, intentaremos que no sea ni una cosa ni la otra. Maca que intentaba conducir lo m#s despacio posible para evitar sacudidas en el interior del coche probó de distraer a su padre habl#ndole de todas las cosas que le quedaban por vivir.
M: +iensa pap# que ahora no te puedes permitir el lu!o de morirte.
Pedro: '4 tu, Maca*. '3oy a tener tiempo de conocer al novio del que siempre habla tu hermano*. M: '4 si te di!era que no e6iste ese novio* Pedro: o te creería... &e conozco muy bien y te he visto estos días... Est#s m#s ale"re, est#s m#s comunicativa de lo que es normal en ti. (yer mismo tu madre me lo decía... En ese momento Maca oyó la musiquilla de su móvil. Miró de qui)n procedía la llamada y al ver que se trataba de Esther le pasó el tel)%ono a (na.
M: Contesta t. &an pronto como pueda me paro en la cuneta y te lo co!o. Ana: '$i*. $í, ahora se pondr#...Es que estaba conduciendo en este momento... o, no es necesario que llames m#s tarde, ahora mismo estamos saliendo a una zona de descanso... (hora te la paso. =ecuerda este s#bado a las nueve de la maana estoy delante de tu casa. Chao. Maca an pensando en la ltima %rase de su padre co"ió el tel)%ono.
E: Cario, me ha dicho (na que estabas conduciendo... M: $i pero no importa, ya he parado. 'Ha ocurrido al"o*
E: o, bueno sí, que ya me han mandado para casa y tenía muchas "anas de decírtelo. M: Me ale"ro, es una buena noticia /intentaba no re%le!ar demasiada emoción a trav)s de su voz0. E: '&e ocurre al"o Maca*. &e veo muy seria. M: no, nada. Despu)s hablamos.... yo te llamo 'vale* E: 3ale... 7ye 'que tienes a tus padres delante* /ntuyendo que Maca no estaba hablando cómodamente0 M: $i, una parte. E: Entiendo... +edirte en este caso que me di"as que me quieres y que tienes muchas "anas de verme va a ser intil... M: Eso nunca es intil... /entrando en el !ue"o que había empezado Esther0 E: (h 'no*. '&e vas a atrever...* /desa%iando descaradamente a Maca0. M: Mira que eres.... Claro que me atrevo.... &e quiero y estoy loca por ti /ba!ando la voz al decir esta ltima %rase0 Despu)s te llamo, que en cualquier momento aparecen los de tr#%ico por aquí y nos dan un dis"ustillo. Maca estaba se"ura de que +edro desconocía de quien procedía la llamada y por eso se había atrevido, aunque en voz ba!a, a decirle lo que sentía a Esther. En todas sus respuestas había sido sumamente cuidadosa para no evidenciar que estaba hablando con una mu!er. +edro se había quedado desconcertado. (ntes de pasarle el tel)%ono a Maca (na le había dicho a la persona con la que hablaba que la pasaría a reco"er el s#bado por la maana y teóricamente a ;erez solo vendría esa ami"a suya que tenía una nia... pero Maca... Maca había dicho -te quiero y estoy loca por ti...
M: '5u) decía mam# ayer* /intentando recuperar la conversación que estaba manteniendo con su padre0. Pedro: ada, nada... 8a comida en casa de los ilson discurrió de %orma silenciosa. ;uan!o que siempre era el que llevaba la voz cantante se había quedado a comer en casa de sus %uturos sue"ros.
M: '5u) ocurre mam#*. Est#s muy callada. Adela: Me tiene preocupada tu padre. Vltimamente se cansa mucho y )l se cree que no me he dado cuenta, pero al"o le pasa. 8e cuesta dormir. +or la noche se levanta dos y tres veces de la cama. M: +uede que ten"a mucho traba!o... Adela: $í, puede ser... ltimamente ha tenido que ir bastante a Barcelona... pero an así me preocupa ese cansancio. 8e he pedido que vaya al m)dico pero dice que son manías mías, que )l se encuentra bien... Bueno ya sabes lo terco que es... +ara que decírtelo... si es i"ual que tu. M: (h 'si*. '4o soy terca* Ana: Como una mula /(na hasta ese momento había estado callada, pero se lo habían de!ado muy %#cil para meter baza y decir lo que pensaba0. 8levo dos días insisti)ndole para ir a buscar su caballo y por miedo a encontrarse con ernando... Adela: (y, 1ernando2. Me había olvidado. $e ve que uno de tus hermanos le ha comentado que andabas por aquí y esta maana ha llamado pre"untando por ti. Me ha dicho que se pasaría casi toda la tarde en las cuadras, que si podías te pasaras un momentito. $e ve que tiene al"o que es tuyo y que te lo quiere dar.
M: '(l"o mío*. o se a qu) se debe re%erir... Ana: Bueno dentro de un rato lo averi"uaremos. En ese momento entró en el comedor la chica del servicio para poder llevarse los platos.
C'ica: '8es sirvo el ca%)* Adela: $í, pero nos lo sirves en la salita. (llí, a estas horas, se est# muy bien /Diri"i)ndose a las chicas que ya se habían levantado de la mesa para poder cambiar de estancia0. 4a sentadas cómodamente en unas pequeas butacas y con el ca%) reci)n servido (dela empezó a pre"untar lo que los días anteriores no había podido por %alta de intimidad.
Adela: Maca no me has contado nada de tu vida en Madrid... M: '5u) quieres que te cuente*. 8levo una vida de lo m#s normal. &raba!o un montón de horas. Adela: 4a, pero cuando sales del traba!o debes hacer cosas... $upon"o que en una ciudad como Madrid tienes de todo, cines, teatros, salas de arte,... M: $í, sí que hay todo eso, pero no he tenido an tiempo de dis%rutar de ello. Adela: +ero si ya llevas medio ao allí. 'o tienes ami"os*. (l"o debes hacer en tus horas libres... Maca pensó en lo di%ícil que era contestar a las pre"untas de su madre si no se decidía a hablar de Esther. 4a estaba pensando en hacerlo cuando notó que (na intentaba desviar la conversación.
Ana: '(dela est#s se"ura de que quieres que este s#bado nos ven"amos todas para ac#*. o quiero que seamos nin"una molestia. Adela: Molestia nin"una. '5u) vendr#n, tu ami"a y su nia* 'El marido se va a quedar en Madrid*. M: o tiene marido, mam#. Adela: +obrecilla, 'est# separada* /haciendo una pre"unta que era ya casi una a%irmación0. M: &oco est# separada y no tiene nada de pobre /levantando un poco el tono de voz0. Adela: Bueno, hi!a, tranquila. o te pon"as así. M: Es que me das miedo mam#. Este s#bado va a venir Esther y como le sueltes al"una impertinencia me voy a en%adar conti"o. Adela: 'Cómo quieres que le suelte una impertinencia a una ami"a vuestra*. Hi!a, que yo soy una persona educada y ella va a ser una invitada de esta casa. Eso no quita que ahora entre nosotras, sin estar ella delante, pueda dar mi opinión. 4 eso de tener un hi!o sin que haya un padre pues no me parece a mí bien. M: (h, 'no*. '4 porqu)*, si se puede saber. Adela: +ues porque todos los nios necesitan tener un padre y una madre. Entiendo que si un matrimonio no %unciona se pueda separar, pero al menos esa criatura se"uir# teniendo la %i"ura de los dos. M: ma"ino que habr#s se"uido por televisión las mani%estaciones a %avor de la %amilia tradicional /en tono de reproche0. Adela: (y, Maca, como est#s hoy. 'o me dir#s que a ti te parece bien que dos hombres o dos mu!eres puedan adoptar a un nio*. '5u) va a ser de ese nio*. Cuando vaya al
cole"io 'qu) le va a decir a sus compaeros* 5ue tiene dos pap#s o dos mam#s... 3ale que intentemos ser modernos, pero creo que nos estamos pasando un poquito. M: '(sí crees que es una cuestión de modas* Adela: Mira, de!)moslo. 8o que menos "anas ten"o es de discutir conti"o. 4o solo intentaba decirte lo que pienso pero si te has de poner así... '+orqu) no de!amos de hablar de tu ami"a y me cuentas al"o sobre ti*. Maca que hasta ese momento había estado !u"ando con la correa de su relo! para intentar desaho"ar sus nervios, hizo la intención de mirar la hora.
M: Me temo que se nos ha hecho un poco tarde. $i queremos ir a montar un rato ser# me!or que nos vayamos a cambiar ya. Ana: $í, yo lo estaba pensando ahora /de!ando la taza en la mesita y haciendo la intención de levantarse0. Cuando ya estaban en la puerta la voz de (dela hizo que se "iraran un momento.
Adela: &ranquilas las dos. 3oy a intentar que vuestra ami"a se lo pase lo me!or posible en esta casa y no os preocup)is, no voy a soltar nin"una impertinencia. Ana: "ualmente (dela no la vamos a de!ar demasiado a solas conti"o por lo que pueda ser /en tono divertido y medio riendo0. Adela: o se#is tontas. $abr) ser una buena an%itriona. M: Eso espero mam#. Eso espero. Cuando ya habían salido de la sala y habían cerrado la puerta Maca hizo un "esto con las manos que (na entendió per%ectamente
M: 8a hubiera escaado con mis propias manos. & crees que se puede ser tan retró"rada. He estado a punto de decirle que hablar de Esther es lo mismo que hablar de mí, que es la persona con la que voy a compartir la cama cada noche cuando vuelva a Madrid. 'o s) porque me he %renado*. Ana: '5uieres que te di"a porqu) te has %renado* M: +orque soy una cobarde, una estpida cobarde. Ana: o lo creo. +ara ti habría sido muy %#cil decir lo que pensabas. 8a Maca de hace un ao lo hubiera hecho. Habría salido de esa habitación pe"ando "ritos y dando un portazo. $e hubiera ido a Madrid y durante unos días habría estado convencida de que su madre no le había de!ado otra opción. Maca que estaba escuchando atentamente las palabras de (na se puso a reír. Era una virtud que tenía su ami"a, la hacía reír incluso en los momentos de m#s tensión.
M: $abes, pues me "usta esa Maca de hace un ao... +osiblemente m#s que la de ahora. 9ritos... +ortazo.... Moto... y para Madrid. 7ye, 'puedo volver a entrar y hacerlo*. Ana: i se te ocurra volver a entrar y montar nin"n nmero. Eso es lo que hubiera hecho la Maca de hace un ao. (hora nos vamos a poner las botas, vamos a co"er el coche y nos vamos a ir a la %inca de ernando. +or el camino pensaremos que es lo que ha de hacer la Maca de hoy. De momento ha sido muy prudente y ha sabido morderse la len"ua. M: o sabes lo que me ha costado... Ana: Me lo ima"ino. 3a, vamos, si no se nos va hacer tarde.
Cuando ya estaban en el coche (na recordó lo que (dela había comentado durante la comida.
Ana: 7ye... de verdad no tienes ni idea de qu) te quiere dar ernando. M: o. Mi madre ha dicho que tenía al"o mío y me e6traa...Me da miedo que no sea una simple e6cusa para podernos ver y recriminarme la manera en que rompí. He de reconocer que no me porte nada bien con )l. Ana: '5u) motivos le diste a la hora de reir* M: $i quieres que te sea sincera no me acuerdo... o %ue un buen día para mí... $iempre he tenido la sensación de que (zucena había !u"ado conmi"o y que yo había hecho lo mismo con ernando. (quel día lo vi claro. o podía casarme con ernando y se"uir escap#ndome a sus espaldas para encontrarme con (zucena... Ana: 'Has vuelto a saber al"o de ella*. M: $í, al poco de lle"ar a Madrid me llamó en varias ocasiones. &uve la suerte de conocer a Esther sino supon"o que me habría hecho la vida imposible. 8le"u) a estar muy enamorada de ella y sabía como manipularme. Ana: $upon"o que ya la tienes olvidada... M: '( qui)n*. Ana: ( (zucena, '( qui)n va a ser*. M: '5u) (zucena* /"ir#ndose hacia (na y %runciendo el ceo0. Ana: ;a,!a, !a,... &e entiendo. 3eo que sí que la tienes totalmente olvidada... (l ba!ar del coche Maca notó una e6citación que hacía tiempo que no sentía. El olor de las cuadras, el relinchar de al"n caballo,... le hacía revivir muchos recuerdos. De muy pequea había sentido una atracción increíble por aquel lu"ar. 8a primera vez que visitó esa %inca Maca tendría unos seis aos. Era el día de su cumpleaos y su padre la había llevado hasta allí para poderle dar su re"alo, un potro precioso de nombre -3iAin"o.
Ana: $iempre pens) que acabarías viviendo en una %inca como esta... M: o me hubiera importado. ( veces en Madrid ten"o la sensación de aho"o. (quí todo es di%erente, el ritmo del tiempo, el olor del prado... Ana: $í... un camino sembrado de boi"as... /en tono que!oso0 =ealmente el camino por el que estaban ba!ando a las cuadras parecía un verdadero campo de minas. ( pesar de ir bien equipadas se les hacía di%ícil andar sorteando los e6crementos de caballo.
M: Mira allí est# +aco /sealando a un mozo que en esos momentos se diri"ía hacia ellas0. El nos dir# donde podemos encontrar a (za%r#n. Ana: $í... y a ernando. Cuando +aco lle"ó a la altura de las dos chicas se quitó una brizna de hierba que llevaba entre los labios.
Paco: Buenas tardes. $eorita ilson, el patrón me ha dicho que la acompaara al bo6 de (za%r#n. $e lo puedo ensillar en un momento, si usted quiere. M: 9racias. ecesitar) que me prepares a otro de los caballos de mi padre. 5ueríamos dar un paseo con mi ami"a. Paco: +ues si me dan cinco minutos, se los preparo.
Maca conocía a +aco desde que era un crío. (hora apenas debía tener los veinte aos pero ya se movía entre los animales como si de un veterano se tratara.
M: 'o anda por aquí el seor* Paco: o tardar#. Ha tenido que ir a buscar al veterinario. &enemos una de las ye"uas de parto y parece que no se ha enca!ado bien el potrillo. M: 3aya... /en el %ondo se ale"raba de no tener que encontrarse ahora con su e60. $upon"o que ya lo veremos cuando volvamos. (l entrar al bo6 de su caballo Maca notó como este se ponía nervioso.
M: Hola, campeón. Cuantos meses sin vernos... 'me has echado de menos*... /mientras le %rotaba con la palma de la mano la re"ión que quedaba entre ambos o!os0. Hoy te vas a portar muy bien. +iensa que eres el nico caballo del que (na se %ía... Mientras +aco le ataba la silla de montar ambas chicas se acercaron al bo6 continuo. En )l había un potro muy !oven. Maca no pudo reprimir la tentación de entrar a hacerle unos mimos.
M: Has visto (na, es precioso. Es una %otocopia de (za%r#n cuando era !oven. Ana: Cuando ven"a Esther la has de traer aquí. $u hi!a va alucinar viendo estos animales. M: $i es una buena idea. Me "ustaría que Cris aprendiera a montar y poderle hacer el mismo re"alo que mi padre me hizo a mi a su edad. Ana: &e has encariado con esa nia 'eh* M: $í, la verdad es que sí. '8a viste el día que %uiste a reco"er las llaves de mi apartamento*. Ana: o, estaba en casa de su abuela. M: +ues ya ver#s cuando la conozcas. 3as a alucinar con ella. ( veces te suelta cada %rase... intenta imitar a los mayores cuando habla. Ana: unca me has dicho nada de su padre... M: o hay mucho que decir. Esther me comentó una vez que el embarazo no había sido buscado y que el padre ni tan solo sabía que e6istía Cris. Ana: 3aya, pobre Esther... Maca que estaba acariciando al potrillo se "iró como movida como un resorte.
M: i se te ocurra repetir esa %rase. o tiene nada de pobre. &iene una hi!a preciosa, un traba!o que adora, y una novia como yo... Bueno, puede que lo de pobre %uera por esto ltimo 'verdad* /ntentando suavizar su tono de voz0. ernando que hacía muy poquito que había entrado y que an no había sido visto por nin"una de las dos chicas no pudo evitar hacer un comentario.
(ernando: 4o pienso lo mismo... +obre Esther. (mbas chicas se habían quedado paradas al oír la voz de ernando. Maca %ue la primera en reaccionar.
M: Hola, pensaba que no estabas... (ernando: 4 pensabas bien. (cabo de lle"ar. Hemos tenido una ur"encia con una de las ye"uas. Maca había salido del bo6 y se había acercado a (na.
M: o se si te acordar#s de (na. Creo que os conocisteis en el bautizo de la pequea de 7scar. ernando hizo el "esto de acercarse a (na y darle un par de besos.
(ernando: Hola (na, siento haberos asustado... 4 dame tambi)n t un par de besos 'no* /acerc#ndose a Maca0. 3a, no te en%ades por el comentario. Es lo mínimo que se merece la mu!er que me de!ó plantado una semana antes de la boda. (na vio que el tono de voz de ernando era su%icientemente rela!ado y pre%irió de!ar a la pare!a a solas. +osiblemente tendrían cosas que decirse y era me!or salir de ahí.
Ana: Maca, te espero %uera. 8os caballos ya deben estar listos. M: $í, dame cinco minutos. Ense"uida voy. ernando de!ó pasar unos se"undos para dar tiempo a que (na saliera de la cuadra y se sentó en una bala de pa!a apoyando las manos en las rodillas.
(ernando: Cinco minutos... Casi es m#s tiempo del que me dedicaste el día que me di!iste que no nos cas#bamos. Maca de pronto recordó aquel día. Ella había salido de su casa con una nica idea en la cabeza, encontrar a su prometido y decirle que había decidido suspender la boda. o había e6istido nin"una discusión previa, ni tan solo una pequea di%erencia de pareceres. +ero aquella maana ella había comprendido que aquella boda era un "ran error y sin muchas m#s e6plicaciones había decidido anularla.
(ernando: '$abes que tard) días en entender qu) había pasado*. (l principio lle"u) a decirme a mi mismo -si que debes ser malo en la cama, que ha decidido cambiar de acera. M: o di"as tonterías ernando, t no tuviste la culpa de nada. /$ent#ndose a su lado y poniendo una de sus manos encima de una de las de ernando0 &ienes todo el derecho del mundo de estar en%adado conmi"o, hice las cosas mal, muy mal, pero de habernos casado el error hubiera sido mucho mayor. (ernando: &en"o una curiosidad... M: 'Cu#l* /al ver que no se decidía a hacer la pre"unta0. (ernando: 'Me quisiste en al"n momento* /buscando con la mirada los o!os de Maca0. M: $í, te quise mucho. Creo que an te quiero mucho. Me duele haberte hecho dao, pero nunca he estado enamorada de ti. ernando levantó uno de sus brazos y lo paso por encima de los hombros de Maca para poder atraerla hacia su pecho en un suave abrazo. +ensó en los buenos momentos que
ambos habían pasado en esas mismas cuadras teniendo lar"as charlas. $iempre había pensado que su novia era poco %o"osa pero ahora la podía comprender mucho me!or.
(ernando: $abes que envidio un poco a esa Esther de la que hablabais cuando he entrado. M: 'o sales con nadie* (ernando: o. (penas ten"o tiempo de salir y hasta ahora sinceramente no he tenido nin"una necesidad de enamorarme de nuevo. M: &e lo hice pasar mal 'eh*. ernando hizo el "esto de asentir con la cabeza mientras se separaba de Maca y se levantaba.
(ernando: 3#monos para a%uera. &u ami"a te debe estar esperando. 4a han pasado m#s de cinco minutos. M: (y, sí, (na. /levant#ndose tambi)n0. (ernando: 7ye, '(na tambi)n es...* /no sabía como pre"untarlo pero Maca lo entendió per%ectamente0 M: o, (na no es... /imitando el mismo tono de voz0. ( (na le "ustan los hombres "uapos como tu. 7ye, 'porqu) no te vienes maana a comer a casa* (sí la puedes conocer un poco m#s. (unque para serte sincera te sería muy di%ícil convencerla para venir a vivir a ;erez. (ernando: +ues si me invitas si voy a venir. (sí de paso te trai"o tu re"alo. M: '5u) re"alo* (ernando: 'o te lo había dicho +aco* /3iendo que Maca ne"aba con la cabeza0. 4o daba por sentado que ya lo sabías. Como cuando he entrado lo estabas acariciando... El potrillo es hi!o de (za%r#n. Era nuestro re"alo con!unto con motivo de la boda. (na que ya estaba montada en uno de los caballos y su!etaba las riendas del otro vio como Maca se abrazaba con %uerza a ernando. -=ealmente no estaba nada mal aquel hombre... (l lle"ar donde se encontraba (na, esta no pudo evitar interesarse por su ami"a.
Ana: 'Cómo ha ido todo* M: Bien, muy bien. Creo que hemos tenido la conversación que había quedado pendiente hace unos meses. Ana: 3a, sube y v#monos... /viendo muy pensativa a Maca0 M: $i, vamos. Montar a caballo siempre la había rela!ado. Era un buen sistema de poder poner en orden todos sus pensamientos sin que nadie la interrumpiera. 4 ahora tenía muchas cosas que ordenar. $i pensaba hablar con sus padres, esta noche sería la me!or ocasión. Ll viernes era muy probable que 7scar viniera a cenar con 8orena y las nias y al mediodía si ernando iba a comer casi era me!or que (dela ya estuviera al corriente de todo. 8o malo es que despu)s de la conversación de este mediodía todo resultaba mucho m#s di%ícil...
Mientras todo esto sucedía en ;erez, en Madrid a Esther no le pasaban las horas. &enía una necesidad imperiosa de ver a Maca, de bromear con ella, de provocarla con la mirada...
En: 'Est#s haciendo una lista* E: $í, es de todas las cosas que me quiero llevar. En: 'Cu#ntos días te vas a estar*. E: (n no lo s) /Esther ba!o la mirada al papel y anotó una nueva palabra0. Con ;avier he quedado el pró6imo !ueves, pero es muy probable que me vuelva antes. En: '5u) hace Cris tanto rato en la habitación* E: 3iendo la película de D3D que le re"aló Maca. En: '-$pirit*. $i ya la ha visto un montón de veces... E: 4a, pero desde que sabe que vamos a ba!ar a ;erez y que allí hay caballos no para de hablar de ello. Este mediodía me decía que cuando sea mayor se va a comprar uno y le va a poner el mismo nombre que al de la película. En: 3es, al menos ella no tiene preocupaciones. o le importa que los ilson sean ricos, estirados o tontos... E: o, si a mi tampoco me importa... $olo es que me "ustaría caer bien a la %amilia de Maca y a veces pienso que... Encarna estaba sentada en el mismo so%# que Esther y escuchaba atentamente lo que esta le estaba e6plicando. (l ver que no acababa la %rase no pudo evitar pre"untarle
En: '5u) piensas* E: 5ue no me va a ser nada %#cil. o se nada de la madre de Maca pero por lo que me comentó (na, su ami"a, parece que es una mu!er que se preocupa mucho por las apariencias y si es así... En: 7ye, se est# convirtiendo en un vicio esa manía tuya de de!ar las %rases a medias. +arece que ten"a que ir tir#ndote de la len"ua. E: ada, que si es así lo ten"o mal. En: 4 se puede saber porqu) lo tienes mal. (hora aparece mucha "ente por televisión que no oculta su homose6ualidad, es m#s, entre la "ente de dinero parece ser casi una cosa de la que presumir. E: o, sino es por el hecho de ser dos mu!eres. $upon"o que eso tampoco le va a hacer mucha "racia cuando se entere... pero si al menos yo %uera de su nivel, si tuviera su clase... En: Mira... me!or calla. Est#s diciendo un montón de tonterías que 1pa que2. $i la clase solo consiste en tener un montón de dinero, tener problemas para esco"er la ropa con que vas a ir a cada %iesta, o saber comer con treinta y tres cubiertos... vamos apaados. 8a clase es mucho m#s que todo eso. 14 t tienes mucha2. Esther no replicó en nin"n momento a su madre. 8as dos estaban hablando de temas di%erentes y ella entendía que Encarna la quisiera apoyar y aumentar su autoestima. o valía la pena preocuparse antes del s#bado, aunque esperaba que al menos Maca hubiera encontrado la manera de poner en antecedentes a sus padres y que no se enteraran de todo estando ella allí. En ese caso la situación podía lle"ar a ser realmente embarazosa. 4a empezaba a oscurecer cuando (na y Maca entraron en el establo que había cerca de su casa. (l ba!ar del caballo (na se apro6imo a su ami"a.
A: (l %inal no me has dicho que tenía ernando para ti. M: '$abes el potrillo que he estado acariciando*. Ese era su re"alo de bodas. Maana lo va traer )l hasta aquí y de paso se va a quedar a comer. A: '8o has invitado a comer* +ues yo de ti me espabilaría y hablaría con (dela. +iensa que ernando ha oído hoy que tienes una novia que se llama Esther y un simple comentario, incluso dicho sin mala %e, podría ser letal. Maca ya había estado meditando sobre esta posibilidad y había decidido sincerarse esta misma noche.
M: 3oy a necesitar tu ayuda. 5uiero hablar con mis padres pero no quiero que ;uan!o est) presente. $e que para )l no va a ser nin"n problema enterarse de que a su hermana le "ustan las mu!eres, pero me da miedo la reacción de (dela y mucho m#s la de mi padre. 5uiero poder hablar con ellos a solas. Ana: '4 cómo puedo yo distraer a ;uan!o*. M: Mira si hay al"o que le ha"a perder la noción del tiempo es traba!ar con el ordenador. +uedes pedirle que te ayude a buscar in%ormación sobre cualquier tema m)dico que se te ocurra. Co"es el port#til que ten"o en mi habitación y con la e6cusa de que no te "usta la in%orm#tica me lo tienes entretenido un rato. Ana: 3eo que lo tienes todo pensado... M: o, todo no. Esa es la parte %#cil. 8o di%ícil viene despu)s. Decirle a mi madre lo que debería haberle dicho hace diez aos o m#s. Me siento como una nia pequea que ha de con%esar una travesura. Es absurdo. Durante toda la cena ;uan!o e6plicó al resto de la %amilia todas las cosas que an le quedaban por concretar. El resto de la %amilia escuchaba de %orma silenciosa, solo (dela, de vez en cuando, hacia al"n comentario.
M: +ap# 'te encuentras bien* /en voz ba!a y aprovechando que (dela se había levantado de la mesa para atender una llamada tele%ónica0 Pedro: $i, solo estoy cansado. (hora cuando acabemos de cenar me ir) a la cama. M: &e puedes esperar un ratito. Me "ustaría contarte una cosa... /(na estaba e6plic#ndole a ;uan!o la con%erencia a la que tenía que asistir el viernes por la noche0. Pedro: 'o puede esperar hasta maana esa cosa*. M: o, pap#. +re%eriría que %uera hoy. En ese momento volvía a la mesa (dela y con un "rado de e6citación importante.
Adela: 3aya %inal de semana m#s movidito vamos a tener... '( que no sab)is quien viene a dormir este s#bado por la noche*. M: '5ui)n* Adela: &u cuada y las dos nias. 7scar tiene que salir de %orma ur"ente para talia y como el embarazo de 8orena no est# siendo nada %#cil me ha pedido que prepare la que %ue su habitación de soltero para ella y las nias. M: 'Es la que tenías destinada para Esther y su hi!a 'no*. Adela: $í, pero no hay nin"n problema. os podemos apaar bien. En tu habitación an queda una cama libre y se"uro que para un par de noches a Esther no le importar# compartir la habitación conti"o y la nia puede dormir en la litera con las de 7scar.
(na que estaba si"uiendo la conversación no pudo evitar una sonrisa. +arecía hecho aposta. '$e iba a atrever ahora Maca a decirle la verdad a (dela*. 1;oder2 1$i es que se necesitaba valor2. 8evantando lentamente la mirada hacia su ami"a vio que esta se había quedado descolocada.
Ana: ;uan!o me puedes acompaar un momento arriba. ecesito hacer unos "r#%icos con el port#til de Maca y yo con ese ordenador no me aclaro. : $í, claro, vamos... (unque Maca es la que me!or entiende los pro"ramas que tiene allí metidos. M: $í, (na, ya te ayudo yo. Pedro: +ero... M: o te preocupes, pap#. +uede esperar. Me lo he pensado me!or, y puede esperar. De%initivamente Maca no se había atrevido. (dela se había levantado con mucha vitalidad aquel viernes. 8a sensación de que tenía que or"anizar muchas cosas la hacía sentir bien. Hoy ernando vendría a comer y ;uan!o traería a su novia. Estaban Maca y (na..., y al día si"uiente tenían que lle"ar Esther y su nia. Mira por donde la hi!a de Esther podría !u"ar con las nias de 7scar. ( la una del mediodía, puntual como un relo!, entraba en la %inca de los ilson un camión especialmente diseado para el transporte de caballos. ernando iba al volante y tan pronto como vio a (na y a Maca detuvo el vehículo. Despu)s de abrir el portón trasero hizo ba!ar al potro que llevaba.
M: 'Cómo se llama* (ernando: (n est# sin bautizar. 4a puedes ir pens#ndole un nombre... Maca co"ió las riendas para llevarlo ella misma al establo.
M: (na, 'puedes acompaar tu a ernando hasta la casa*. /unca había sido partidaria de hacer de celestina pero no le importaría lo m#s mínimo que hubiera buen %eelin" entre su e6 y su me!or ami"a0. (l lle"ar a la puerta de entrada (dela salió a recibir al invitado.
Adela: (y, ernando. Como me ale"ra volverte a ver por aquí. (ernando: 9racias, (dela. 4a sabes que para mi hab)is sido siempre como de la %amilia, pero ltimamente el traba!o no me ha de!ado tiempo para casi nada. Adela: +asad, pasad. &omaremos al"o mientras Charito acaba de hacer la comida. $i"uiendo la indicación que (dela les hacía con la mano (na y ernando entraron en el salón. (llí se encontraban ;uan!o y su novia, que en este momento estaban conversando con +edro sobre el via!e de bodas que tenían planeado.
(ernando: Hola a todos. uan$o: Hola, andete /era el apodo por el que siempre lo había llamado. De ernando, ando. 4 de ando, andete0. +ensaba que no te de!arías ver antes de la boda. Con eso de que siempre est#s desbordado por el traba!o...
(ernando: Bueno, un día es un día. (parte si me hubieras invitado t posiblemente me lo hubiera pensado dos veces, pero si la invitación procede de dos chicas "uapas como tu hermana y (na /"ui#ndole el o!o a esta ltima0 la cosa cambia mucho. uan$o: '7s preparo un aperitivo* /mientras co"ía la botella del Martín0. Ana: ( mi no, ;uan!o que por la tarde ten"o que conducir y si bebo al"o de alcohol, despu)s me entra sueo. (ernando: 'Dónde vas esta tarde* Ana: ( las nueve y media ten"o una con%erencia en el Cole"io de M)dicos de Madrid. &an pronto como hayamos comido me voy para la capital. (ernando: '4 porque no te vas en avión o en tren*. En coche es una verdadera paliza. (dem#s si vas sola resulta muy aburrido. uan$o: r, si que ir#s sola, pero me han dicho que a la vuelta te acompaar# una ami"a. $e la puedes presentar a ernando, ahora que parece que tiene un poco m#s de tiempo libre... (ernando: &u qu)... como pronto vas a ser un hombre casado ya quieres vernos a todos sentando la cabeza. (dela que había entrado en el salón hacía escasos se"undos avisó a todos de que la comida ya estaba servida y que era hora de pasar al comedor.
Adela: 'Con qui)n quiere ;uan!o que sientes la cabeza* /diri"i)ndose a ernando0. (ernando: o s), me hablaba de una ami"a de (na que viene este %in de semana a ;erez. Adela: 'De Esther* (na que estaba si"uiendo la conversación a apenas un metro de distancia comprobó que el pulso se le aceleraba. -'Dónde coo debe estar Maca*. Como tarde mucho en venir.... Como por e%ecto de la telepatía que e6iste a veces entre los ami"os, al momento aparecía Maca por la puerta.
M: Charo me acaba de decir que la comida de hoy %ría no vale nada, o nos damos prisa en sentarnos a la mesa o va a en%adarse con nosotros. Adela: 3a, todos a la mesa -Bu%%, salvados por la campana, pensó (na. El tema de conversación a partir de ese momento %ue b#sicamente la pronta boda de ;uan!o. 8a novia de )ste no podía evitar burlarse un poquillo de )l.
)ovia: 5uieres de!ar de intentar casar a todo el mundo... Hace pocos días te dio por Maca y su novio, hoy que si ernando con la ami"a de (na,... lo tuyo empieza a ser patoló"ico. : o dicen que de una boda sale otra boda, 'pues* ernando que había captado desde el primer momento la i"norancia en que vivía la %amilia de Maca intentaba no hablar por miedo a meter la pata. +or suerte la comida transcurrió de %orma r#pida y al acabar ense"uida (na se despidió de todos.
Ana: Bueno, yo os de!o. (unque maana me ten)is de nuevo por aquí. M: &e acompao hasta el coche y así te ayudo a llevar esas carpetas. ernando ante la posibilidad de quedarse sentado al lado de (dela pre%irió inventarse un buen prete6to para poder acompaar a las chicas hasta el coche.
(ernando: Mira sal"o con vosotras y así Maca, aprovecho para darte la cartilla sanitaria del potro. Bueno (dela, muchas "racias por la invitación y a ver si nos volvemos a ver antes de la boda. Adela: Cuando tu quieras... 4a sabes que para nosotros siempre ser#s como de la %amilia. $e despidió del resto de la %amilia levantando la mano y se encaminó hacia la puerta donde lo estaban esperando Maca y (na.
M: 9racias por "uardarme el secreto. (hora (na me estaba contando lo que ha sucedido antes en el salón. (ernando: o tiene importancia pero... M: +ero qu) /viendo que ernando no sabía como acabar la %rase0. (ernando: ada, que no entiendo como an no se lo has dicho. Cuanto m#s tardes peor va a ser. Despu)s se van a sentir terriblemente en"aados. M: 4a... se que tienes razón pero... En ese momento sonó el móvil de Maca y (na aprovechó para despedirse de ernando con un par de besos.
M: $í, claro que ten"o "anas... o, me vas a matar pero an no les he dicho nada y no se como hacerlo. Mi madre se ha emperrado en que durmamos en la misma habitación y ahora cualquiera le e6plica...$abes una cosa cuando est)s aquí ya me ayudar#s a ponerla al día sobre la vida sentimental de su hi!a.... Claro que te quiero... 5ue sí... Mucho... $i ten"o las horas contadas...
(ernando: Me de!as despedirme del potrillo antes de irme. M: $i, vamos que te acompao al establo.
M: Est#s muy callado. 'o te lo has pasado bien* (ernando: $í, claro que sí. 4a sabes que siempre me lo paso bien teni)ndote a ti cerca /viendo que la %rase no había sido demasiado apropiada para el momento intentó arre"larlo0. Bueno a ti y a toda tu %amilia. M: '5u) tal con (na* 'o te has atrevido a pedirle una cita* /aparentando que no se había dado cuenta del comentario0 3a a estar por aquí hasta el día de la boda.
(ernando: Creo que no sería !usto con ella... (n me pon"o celoso cuando... 'Era ella, verdad*... '8a del tel)%ono*. M: $í... /d#ndole una patada a una piedrecita para intentar parecer rela!ada0 (ernando: ;oder, creo que nunca me hablaste de esa manera a mi. Mira, ser# me!or que me vaya. 7tro día ya vendr) a ver al potro. (cu)rdate de buscarle un buen nombre. (quella noche cuando 7scar de!ó a su mu!er y a sus hi!as en casa de sus padres se acercó a Maca para pedirle un %avor.
&scar: 3i"ila a 8orena. Ha tenido pequeas p)rdidas y est# realmente asustada. El "inecólo"o nos ha aconse!ado que ha"a mucho reposo pero ya sabes, con las nias es di%ícil. M: o te preocupes hermanito. 8a tendr) controlada y si pasara cualquiera cosa te localizo en el móvil. &scar: (h y no le comentes nada a mam#. 4a sabes como es... le da demasiada importancia a todo y despu)s consi"ue que tu tambi)n empieces a darle. M: &ranquilo, de verdad /acerc#ndose a su hermano para darle un abrazo de despedida0. (l poco de irse 7scar, 8orena hizo una mueca de dolor que no pasó desapercibida ni para Maca ni para su madre.
M: '&e ocurre al"o* 'Est#s bien* *orena: $í, solo son pequeas contracciones. Adela: 1+ero si est#s de muy poco2 *orena: 4a, ya lo s). El "inecólo"o me ha dicho que cuando me las note me eche en la cama e intente rela!arme. M: +ues ya sabes. Mam# acompaa a 8orena a su habitación, yo ya me quedo vi"ilando a las pequeas. ( Maca siempre le habían "ustado los nios. M#s de una vez había dicho que no se ima"inaba en nin"una especialidad m)dica que no %uera la pediatría. 4 si tenía la suerte de poder estar con críos sin que hubiera nin"n adulto presente la %elicidad ya era total porque se permitía hacer la tonta sin nin"n tipo de reservas.
M: Ey, at, 1aydame un poco2 4o sola no puedo con tu hermana2. atalia era la mayor y (ndrea la pequea. $us caracteres eran totalmente di%erentes. at era %ormal, tranquila, una cría dócil. (ndrea era todo lo contrario. +uro nervio y con unos arranques de rebeldía di%íciles de controlar. Maca estaba necesitando ayuda para poderla calzar pero "racias a su habilidad a la hora de tratar con los críos había convertido su ob!etivo en un !ue"o de cosquillas al que (ndrea no se podía resistir. Cuando (dela ba!o del piso superior se encontró a su hi!a sentada en el suelo y con las dos nias riendo a su lado.
Adela: o entiendo que "ust#ndote los nios como te "ustan no te hayas casado ya y ten"as a los tuyos propios. M: +ara que quiero yo nios míos teniendo sobrinitas como estas dos bichas... /de%endi)ndose de las travesuras que intentaban hacerle las dos nias0.
Adela: o, en serio. +iensa que tienes una edad en la que la mayoría de las mu!eres ya han tenido su primero o incluso su se"undo hi!o... M: 'Me est#s llamando vie!a... mam#*. Mira si me ha"o demasiado mayor para tenerlos, siempre puedo adoptar... Adela: o di"as tonterías, si tu no pudieras, vale. +ero pudiendo tener tus propios hi!os 'cómo puedes plantearte una adopción*. M: '+or qu) no*. Adela: +ues porque no se les puede querer i"ual que cuando los has parido t. M: '(h, no*. 4 se puede saber 'qui)n te ha dicho esa tontería*. Adela: o es nin"una tontería. Es una cuestión de san"res. M: '7 sea que tu crees que lo importante es que sea de tu misma san"re sino... no lo puedes querer*. +ues te voy a decir mam# que est#s muy equivocada y se de lo que te estoy hablando. Adela: (y, hi!aR no se puede hablar conti"o de nada serio. Ense"uida te lo tomas como al"o personal... M: &ienes razón. Me!or hablemos de otra cosa... '5u) te parece del tiempo*. +uede que así no discutamos... Maca subió a ver a 8orena antes de que se sirviera la cena.
M: Hola /abriendo solo a medias la puerta0 'Cómo te encuentras*. *orena: Me!or... pero pasa. o te quedes ahí en la puerta. Maca entró y se sentó en la cama de 8orena.
M: Me ha comentado 7scar que estabas preocupada por esas contracciones. *orena: $í, el "inecólo"o me di!o que si no se conse"uían %renar con la medicación era posible que acabara perdiendo la criatura. M: 3a... no pienses en ello. o es bueno que est)s preocupada. El beb) que llevas dentro lo puede lle"ar a notar. *orena: 4a... ya lo s)... pero es di%ícil controlar los miedos. +ueden con nosotros. 4o no soy como t, Maca. Mi vida es 7scar, las nias, mi casa... y cuando al"o de esto puede ir mal aparecen todos mis miedos. M: (sí que t no eres como yo... ( ver e6plícame eso. *orena: +ues... eso. & eres una persona valiente, que toma decisiones di%íciles y que da la cara delante de los problemas. Muy pocas mu!eres habrían suspendido una boda a una semana de su celebración y t en cambio... 7scar sostiene la teoría de que pillaste a ernando con otra mu!er 'es cierto, eso*. M: o, 1qu) va2 Dile a 7scar que est# muy equivocado. +or unos se"undos las dos mu!eres permanecieron calladas. Maca estaba sopesando la idea de sincerarse con 8orena. Era su cuada pero ya mucho antes de ello había sido una buena ami"a.
*orena: '5u) te ocurrió*. unca nos has contado el motivo de la ruptura. /(lar"ó el brazo para poder poner su mano encima de la de Maca0. Cuando tu madre me llamó para contarme que se había suspendido todo intent) hablar conti"o pero me %ue imposible. Ense"uida saliste para Madrid y no hubo manera de encontrarte. M: 8o siento, debería hab)rtelo e6plicado al menos, pero %ueron días realmente malos para mí.
*orena: Bueno, olvídalo todo, no vale la pena vivir en el pasado... Cu)ntame como te van las cosas ahora... M: '(hora*, pues bien. &en"o un traba!o en el que dis%ruto mucho, unos compaeros que son buenos ami"os, un apartamento que ya he conse"uido acabar de amueblar... 8a verdad es que no me puedo que!ar. *orena: El traba!o, los ami"os, el piso... o s), pero me parece que echo de menos al"o en este repaso. M: '5u) echas de menos* 'Ese novio que se han %abricado entre mi madre y ;uan!o* *orena: o me di"as que no hay nadie en Madrid que te ten"a loquita porque no me lo voy a creer. & est#s di%erente. $e te ve m#s %eliz. M: Bueno, la verdad es que si que hay al"uien pero no es nin"n novio... *orena: (h, 'no* '4 cómo se come eso* M: Es una mu!er. *orena: '
M: $orprendida 'verdad*. (hora ya sabes porqu) se suspendió la boda. *orena: 3aya... o tenía ni idea de que t... de que a ti... 1Bu%%2 o s) qu) decir. M: &ranquila... Eres la primera de la %amilia en saberlo. (mbas mu!eres se quedaron calladas. Maca sabía por e6periencia que muchas veces estos silencios se debían a que la otra persona estaba pensando en lo que ella acababa de decir.
M: Me voy para aba!o. $i consi"o que tus diablillas cenen te las mando lo antes posible para la cama. *orena: 9racias... y oye, "racias tambi)n por contarme... &e ase"uro que voy a saber tener la boca bien cerrada. M: o te preocupes. De este %in de semana no pasa que lo sepa toda la %amilia. Dicho esto se encaminó hacia la puerta. De pronto notó que se sentía me!or. Era como el que ha de deslizarse por una pendiente y ya ha empezado a ba!ar. (n le quedaba la zona m#s empinada. En realidad el trocito recorrido era el m#s %#cil, pero sabía que ya no había vuelta atr#s. o había m#s huevos que se"uir ba!ando. (l entrar en el comedor (dela se interesó por el estado de 8orena.
Adela: 'Cómo se encuentra* M: Me!or, pero no va a ba!ar a cenar. Adela: 'o quiere que le subamos nada* M: o, d)!ala descansar. 8e ir# bien dormirse pronto. (quella noche a Maca se le hizo especialmente lar"a. 8e costaba co"er el sueo. +ensar en que al día si"uiente podría dormir abrazada a Esther le provocaba un "rado de e6citación nada recomendable a la hora de intentar conciliar el sueo. Eran poco m#s de las seis cuando ya cansada de dar vueltas en la cama decidió levantarse.
(l ba!ar a la cocina para prepararse un ca%) se encontró a Charo que como siempre estaba tra!inando con los utensilios de cocina.
M: Charo, 'tan pronto y ya levantada*. C'aro: En mi es normal, lo que no es tan normal es que todos ustedes tambi)n se levanten tan temprano... M: 'Hay al"uien m#s levantado* C'aro: $i el seor est# en la salita tom#ndose una in%usión. M: 3aya. +ues me sirvo un ca%) y voy a tom#rmelo con )l. (l entrar en la salita Maca se encontró a su padre ho!eando un periódico.
M: 'o podías dormir* Pedro: o, y he pensado que si me levantaba al menos podría aprovechar el tiempo. Es al"o que estos ltimos meses se ha convertido en una obsesión para mí, aprovechar los minutos. 4 t, '&oco podías dormir*. M: o. (yer me %ui demasiado pronto a la cama. Pedro: 7ye que he estado pensando que esta maana es me!or que sea ;uan el que me acompae al hospital. M: '+or qu)*, si yo no he de hacer nada esta maana. Pedro: 4a, pero así podr#s esperar la lle"ada de tu ami"a. M: (unque te acompae, se"uro que lle"aremos antes de que lo ha"a (na, y si no, no va a pasar nada. 3an a estar mam# y 8orena para darles la bienvenida a Cris y a Esther. Pedro: 'Cris se llama la nia*. M: $í, Cristina, pero su madre siempre la llama Cris. &e va a "ustar, ya ver#s. Pedro: Creía que era ami"a de (na pero por lo que veo conoces muy bien a Esther... Maca notó que su padre tenía "anas de hablar y posiblemente se hubiera e6tendido en el tema si en aquel momento no hubiera entrado (dela protestando por lo %ría que estaba la casa.
Adela: +edro, has de hacer revisar el sistema de cale%acción. Estos días me da la sensación de que no calienta lo su%iciente y teniendo a las nias no me "ustaría que se res%riaran. Pedro: Es muy temprano y a estas horas siempre est# un poco m#s %ría la casa. Adela: 4a, pero haz que la miren 'vale*. (y, Maca, 'ya te has levantado* /mirando a su hi!a0 M: $í, est#bamos comentando con pap# que yo lo voy a acompaar a $evilla a reco"er unos papeles y que si (na lle"a con Esther antes que nosotros, t te encar"ar#s de todo. Adela: $í, claro. &en"o "anas de conocer a esa ami"a vuestra. (yer pensaba en ella. Conozco a muchas madres separadas, pero una madre soltera es mucho m#s raro. 'unca hubo padre o es que...*. M: (y, mam#. 15u) m#s da eso2. Mira que te "usta cotillear sobre la vida de los dem#s, como si no tuvi)ramos todos bastantes problemillas en la nuestra... Adela: $i tu me e6plicaras m#s cosas sobre ti... Mira (na vendr# con su ami"a y t no eres capaz de invitar a tu novio a pasar un par de días aquí para que lo conozcamos. M: o te preocupes mam# que lo vas a conocer muy pronto, antes de lo que te ima"inas. Adela: 'De verdad*... Hay hi!a, que %eliz me haces...
+edro que estaba si"uiendo toda la conversación en silencio no pudo reprimir una sonrisa. 4a el !ueves había intuido al"o sobre la vida sentimental de Maca, pero la noche antes al pasar por delante de la habitación de 8orena oyó una %rase que le acabó de con%irmar sus sospechas, -
M: +ap# me voy un rato aba!o, quiero ver a -(za%r#n y al potrillo nuevo. Dentro de un par de horas salimos para $evilla. Pedro: $í, si, ya estar) preparado. o recordaba que Esther lle"a m#s tarde. (quella maana el Hospital
Pedro: 3es, tendría que haber venido con ;uan. o paras de mirar el relo!. M: o te preocupes... Es verdad que pensaba que a esta hora ya estaríamos en casa, pero no pasa nada /intentando tranquilizar a su padre0. Mientras en casa de los ilson, (na estaba aparcando su coche. Esther había hablado muy poco durante todo el camino pero Cris había compensado el silencio de su madre con creces. (na le había estado e6plicando que el caballo de Maca, del que ella tenía una %oto en su habitación, había tenido un potrillo y solo ba!ar del coche ya le estaba pidiendo a (na que le enseara a ese caballito. 8a zona donde se de!aban los coches estaba a unos cincuenta metros de la casa. Como el camino era li"eramente desi"ual y Esther se tenía que ayudar de las muletas, se veía obli"ada a vi"ilar muy bien donde las apoyaba para no su%rir nin"n traspi)s. Cuando ya estaban muy cerca de la casa vio que se abría la puerta.
Adela: '5u) tal el via!e (na*. Hola, tu debes ser Esther... /acerc#ndose a ella para darle un par de besos0. 4 t... t... 'puede que seas Cris* /toc#ndole la cabeza en plan carioso0. Cris ba!o ense"uida la cabeza en seal de ver"Wenza. 4 (dela notando que la pequea se encontraba incómoda ante la situación llamó a sus nietas.
Adela: 1atalia2 1(ndrea2. 3enid. Enseadle a Cris los columpios. ( los pocos minutos las tres nias ya !u"aban como si se conocieran de hacia tiempo. Mientras los adultos hacían las presentaciones de ri"or las pequeas r#pidamente se desa%iaban en carreras, saltos...
Ana: '4 Maca, dónde se ha metido*
Esther llevaba unos minutos pensando en ello pero no se había atrevido a pre"untarlo. +or el camino (na la había avisado de que la %amilia se"uía i"norando que ella %uera la novia de Maca, y en tales circunstancias me!or mantener la boca cerrada el m#6imo de tiempo posible.
Adela: Ha querido acompaar a +edro a buscar unos papeles que tenía que reco"er en $evilla. (l oír esto el nerviosismo de Esther se disparó. ecesitaba ver a Maca, tenerla cerca. &emía que pudiera sur"ir al"una pre"unta incómoda, al"n comentario di%ícil de contestar...
Adela: +ero pasad y sentaros. 8a pobre Esther con las muletas debe estar a"otada. 'Cómo va la rodilla*. 'Duele mucho*. E: o, no. Adela: Ense"uida iremos a comer. Esperaremos unos minutos a ver si lle"an mi hi!a y mi marido. '5uer)is tomar al"o* E: o, "racias. Adela: Me comentó Maca que traba!abais !untas... E: $í. Esther se sentía como una idiota. $olo se atrevía a contestar con monosílabos. 8orena intuyendo el mal rato que estaba pasando decidió ayudarla un poco.
*orena: '+orqu) no llamas al móvil de +edro para ver si van a tardar mucho*. $i a las nias se les pasa la hora de la comida despu)s se ponen insoportables. Adela: $í, tienes razón. 3oy a llamar desde el despacho. (hora ven"o... *orena: &ienes una hi!a preciosa. Maca me e6plicaba ayer lo lista que es y que la tiene conquistada /+or e6periencia sabía que hablarle a una mu!er de sus hi!os ayudaba a rela!arla0. E: $í, pobre. 8a verdad es que tiene mucha paciencia con ella. ( veces m#s que yo. '5u) tal el embarazo* os ha comentado (na que ya estabas de cuatro mesesF *orena: Casi. E: '4a sabes si es nio o nia*. *orena: o, todavía no. +ero como est# siendo un embarazo al"o complicado, me importa muy poco el se6o. E: 'Has tenido p)rdidas* *orena: $i al"una perdida y al"una contracción. E: 4o las tuve hasta los cinco meses. Me tuve que pasar el cuarto mes de reposo total. 4 ya ves a Cris. 4o creo que nació tan descansada que ahora no hay quien la pare. (l momento entró (dela.
Adela: 3amos a sentarnos a comer. (n van a tardar una hora al menos. $e ve que ha habido cortes en la carretera y se van a retrasar un buen rato. (na, subir#s t la bolsa de Esther.
( (na no le hacía nin"una "racias de!ar a solas a Esther pero tampoco pensaba ne"arse a subir las bolsas. r al coche y traerlas podía ser cosa de diez minutos, en ese tiempo era de esperar que (dela no hubiera hecho nin"una tropelía. o tardaron en pasar al comedor. 8orena salió al !ardín que quedaba en la parte posterior de la casa para avisar a las nias y (dela vio el cielo abierto para poder in%ormarse sobre la vida que llevaba Maca en Madrid.
Adela: 'Hace mucho que conoces a mi hi!a*. E: $i... bueno... creo que la conocí al poco de lle"ar ella a Madrid. En su primer día en el central yo no pude ir a traba!ar porque Cris se levantó con mucha %iebre y dolor de cabeza. Maca %ue la pediatra que la visitó y "racias a su dia"nóstico tan r#pido mi hi!a pudo recuperarse del todo Adela: '5u) tenía* E:
*orena: '5u) tienes calor Esther* /8orena acababa de entrar, acompaada de las tres nias0. '5uieres re%rescarte un poco la cara antes de sentarnos a la mesa*. 3en que te acompaar) a uno de los baos. E: $í, "racias. o se si ha sido la cale%acción del coche o que realmente no hemos abri"ado demasiado pero si me iría bien re%rescarme /-y sobretodo salir de aquí unos minutitos pensó0. 'Cómo podía haberle hecho esto Maca*. $abía lo di%ícil que iba a ser para ella dar el paso que estaba dando. 8o habían hablado la noche antes. 4 Maca le había dicho que no la iba a de!ar ni un momento sola, que no se preocupara de nada. Esther se encerró durante unos se"undos en el bao. (brió el "ri%o y de!ó que el a"ua corriera un poco. $e remo!ó la cara con las manos intentando so%ocar ese calor que de pronto le había entrado y cuando notó que ya tenía un color m#s normal se decidió a salir. (l abrir la puerta del bao se encontró a Cris delante suyo. +or la mueca que hacía con la cara se veía que la pequea tenía "anas de llorar y que se estaba haciendo la %uerte.
E: '5u) ocurre Cris*. '&e has caído*. 8a nia ne"ó con la cabeza esta posibilidad.
E: '&e has peleado con las nias* 7tro movimiento ne"ativo. Esther en otras circunstancias se habría a"achado y habría abrazado a su hi!a para que esta pudiera desaho"arse, pero el venda!e de su rodilla y aquellas muletas se lo hacían pr#cticamente imposible.
E: 3a... Cris. '+orqu) no me cuentas que te ha pasado*... Cris: Me quiero ir para casa. E: +ero... '+orqu) no me cuentas lo que te ha pasado y lo intentamos solucionar*. Cris se abrazó a las piernas de su madre con cuidado de no hacerle dao y descar"ó las l#"rimas que por ver"Wenza había intentado retener. Esther acarició la cabeza de su hi!a mientras le proponía un trato en voz ba!a.
E: Cris, si maana por la maana si"ues pensando lo mismo, le pediremos a Maca que nos lleve para casa. '5u) te parece la idea* Cris: 'Me lo prometes* /levantando la cara hacia su madre0. Esther sonrió mientras levantaba la muleta intentando no caerse.
E: +alabra de mam#. Maca no paraba de mirar el relo! mientras conducía. $e les había hecho mucho m#s tarde de lo que ella se esperaba y la llamada de su madre solo había servido para ponerla m#s nerviosa.
Pedro: Maca, por %avor, no corras tanto. Me estoy mareando un poco. M: +erdona, pap#. Como no hay nadie delante, sin querer le doy al "as. Pedro: Eso... y las "anas de lle"ar. -$í, sobretodo esto se"undo pensó Maca, mientras atravesaban la puerta de la %inca. Despu)s de esa puerta unos cuatro Ailómetros por camino de tierra y ya estarían en casa. 8orena al ver a Esther consolando a Cris se acercó para interesarse por ella.
*orena: '5u) le ha pasado* E: o s). $upon"o que la timidez y el no tenerme a mí cerca le ha hecho que se sintiera incómoda. *orena: Es raro. Estaba tan a "usto !u"ando con las mías y de pronto ha salido corriendo para ac#. E: o te preocupes, ya est#, ya le ha pasado. 'Eh que sí, Cris*. 'Eh que nos vamos a sentar a la mesa con la %amilia de Maca y nos lo vamos a comer todo*. Cris: $í... pero maana nos vamos. Me lo has prometido. Esther miró a 8orena y las dos se hicieron una sonrisa de complicidad. $e"uro que Cris ni se acordaría al día si"uiente de lo que le había provocado aquel pequeo dis"usto.
En el comedor ya se encontraban (dela hablando con (na, ;uan!o y su novia que acababan de lle"ar y las dos pequeas de 8orena. (l entrar Esther, (dela se encar"ó de la presentación de su hi!o y de su %utura nuera.
uan$o: Hola, 'cómo va la rodilla* E: Bien, me!or ya. 8os primeros días siempre duele un poquito pero ahora ya ha pasado lo peor. uan$o: '3as a estar muchos días de ba!a*. 8o di"o porque dentro de dos semanas nos casamos y una buena ami"a de (na siempre ser# bien recibida en nuestra boda. E: Me temo que el ciru!ano me va a reclamar que re"rese antes a Madrid. Adela: 3a, sent)monos ya a la mesa. +edro y Maca deben estar a punto de lle"ar pero se"uro que no les importara que hayamos empezado. En ese momento se oyó la puerta de la casa.
Pedro: Hola a todos. 'Esther verdad* /acerc#ndose a la invitada con la mano e6tendida0 E: $í /devolvi)ndole el saludo al padre de Maca0. Detr#s de +edro no tardó en aparecer Maca y al verla Cris se soltó de la muleta de su madre y %ue corriendo a abrazarla. 8a pediatra se a"achó un poco para poder co"erla en brazos.
M: 1Ey2. 15ue es esa cara, Cris2. & has llorado... Cris se abrazó muy %uerte al cuello de Maca e intentó esconder la cara. (dela que lo estaba mirando no pudo evitar sorprenderse de la actitud de la nia. +or lo que parecía Cris quería mucho a su hi!a.
Adela: 3a todos a la mesa. &, Esther si)ntate al lado de Maca y Cris entre su madre y atalia 'qu) te parece* /mirando a la pequea que an estaba en brazos de Maca0. Cris hizo un "esto a%irmativo con la cabeza. Era la me!or distribución posible, ella a un lado de su madre y al otro lado Maca. +ocos minutos antes aquel chico %ortachón le había pre"untado a la seora aquella si la invitada era "uapa y si haría buena pare!a con ernando. 8o había dicho entre risas pero a ella no le hacia nin"una "racia aquel comentario. $u mam# era muy "uapa pero ya tenía novia. 'Cómo podía ser que aquel chico no lo supiera*. (l ba!ar a la nia al suelo, Maca y Esther se encontraron con la mirada. Maca %ue la primera en acercarse para darle un beso en cada me!illa mientras le susurraba -est#s "uapísima, comentario al que Esther respondió con una sonrisa. Cuando ya estaban todos sentados en la mesa y Maca pudo comprobar que nadie les prestaba demasiada atención se interesó por lo que le había provocado el llanto a Cris.
M: 3a, no me lo quieres contar... Cris: o /mientras con la cabeza rea%irmaba su decisión de no decir nada0. M: 4... 'y si te soborno un poco* Cris: '5u) quiere decir -soborno mam#*.
Esther no pudo evitar reírse delante de esta conversación.
E: Maca, no se acuerda de que solo tienes cinco aos... $obornar Cris quiere decir darte al"o a cambio de que t le cuentes tu secreto. Cris: '4 qu) me vas a dar* /parecía %#cil que accediera al soborno0. M: '5u) te parece una vuelta en un caballo "uapísimo* Cris: 'En (za%r#n* M: o, me!or todavía. En su hi!o. Cris: '&iene un hi!o*... 'Cómo se llama*... M: +ues... an no tiene nombre. '+or qu) no me ayudas a buscarle nombre* Cris: $pirit. 8l#male $pirit. M: MmmmR me parece un "ran nombre. +ero si quieres que te de una vuelta subida en $pirit tendr#s que decirme porque has llorado y porqu) te quieres volver a casa. Cris se levantó de su silla y se acercó a Maca haci)ndole el "esto de que se inclinara un poco para contarle su secreto al oído. (l escuchar lo que había provocado el dis"usto de la pequea, Maca no pudo evitar sentirse un poco culpable. Cris era demasiado pequea para entender los secretos y las %alsedades del mundo de los adultos. o sabía lo que si"ni%icaba la palabra soborno y posiblemente tampoco conocía la palabra pre!uicio. Maca apartó un momento su silla de la mesa y le pidió a Cris que la acompaara a la salita para poder hablar con ella sin que nadie las escuchara.
M: 'os perdonas un momento Esther*. &en"o que pedirle un %avor a Cris. Esther y (dela que no perdía o!o a lo que ocurría en la mesa vieron sorprendidas como Maca y la pequea desaparecían durante unos se"undos.
M: '$abes "uardar un secreto, Cris* Cris: $í M: 'se"uro, se"uro, se"uro* Cris lo a%irmó con la cabeza.
M: Mira mam# y yo somos novias 'verdad*... Cris: $í. M: +ues ese es el secreto que hemos de "uardar. o se lo vamos a decir a nadie. '3ale*. Cris se quedó sorprendida al oír el secreto. Creía que iba a ser al"o m#s divertido, al"n re"alo, al"una sorpresa... al"o bueno. +ero lo que le pedía Maca era... era raro.
Cris: 3ale /en voz muy ba!a y con tristeza0. 'Es malo Maca...* M: 'El qu), cario* Cris: 'Es malo... ser novias* ( Maca aquella pre"unta se le clavó en su interior. Cris en m#s de una ocasión le había demostrado lo noble que era. Cuando en el parque al"n nio de su edad se acercaba a !u"ar con ella y le pre"untaba por sus pap#s, no dudaba nunca en decir que ella no tenía pap#. unca había tenido pap# y ella no se aver"onzaba de ello. Esther le había
enseado a darle valor a la sinceridad, a no crear %antasmas. 4 ahora ella le estaba "enerando unas dudas que.... que eran la semilla del pre!uicio.
M: o, Cris /abraz#ndola con %uerza0 no es malo. unca pienses que eso es malo. 'Me oyes*. '&u crees que mam# haría al"o malo*. Cris ne"ó con la cabeza pero no tardó en volver a buscar una e6plicación a un secreto tan raro.
Cris: Entonces es porque mam# es pobre y no tiene... /Había escuchado una conversación en casa de su abuela pero ahora no recordaba las palabras e6actas0 no tiene clase. 18a abuela di!o que tenía mucha2 M: 4 tiene mucha, Cris. Mucha, mucha. (l volver a la mesa Cris ya sabía que había una cosa de la que no tenía que hablar con nadie, y Maca sabía que había otra cosa de la que tenía que hablar con Esther.
M: Cuando acabemos de comer pide poder echarte un rato, ten"o muchas "anas de... Esther consciente de que tenía los o!os de (dela %i!os en ella intentó disimular.
E: Cris... 'eso le has dicho a Maca* Cris que cada vez entendía menos a los adultos decidió se"uir con su plato de comida y pensar en que esa misma tarde iba a montar al hi!o de (za%r#n. 8a comida discurrió de %orma muy tranquila y tan pronto lle"aron a la hora del ca%) Esther pidió que la disculparan pero que subiría a echarse un rato. 8levaba mucho rato sentada y la rodilla empezaba a molestarle bastante. 8orena ense"uida se preocupó de que Cris de!ara descansar a su madre.
*orena: 3e, tranquila. (hora les pondr) una película de Disney a las tres. '&e "usta -8a bella y la bestia, Cris*. Cris había movido la cabeza de %orma tímida pero sin abrir la boca.
E: 8e "ustan todas las de Disney 'verdad* /diri"i)ndose a su hi!a0. *orena: +ues vamos a la sala que os la pondr) allí /mientras animaba a la pequea (ndrea a levantarse de la silla0. (l poco de irse las pequeas del comedor Esther hizo el "esto de incorporarse.
Adela: Esther espero que no te importe compartir habitación con Maca, solo va a ser esta noche. E:
Maca que no sabía como disimular las "anas que tenía de reír se levantó al momento.
M: 3amos -patapalo /diri"i)ndose a su novia0. &e acompao arriba y te enseo cual va a ser nuestra habitación. Adela: '+atapalo*. Mira que eres bruta hablando... &antos cole"ios de pa"o para que ahora... '5u) va a pensar Esther*. E: o se preocupe (dela. Es una e6presión que usamos a menudo en el hospital cuando al"uien lleva la rodilla vendada. /o era cierto pero deseaba salir cuanto antes de aquel comedor0. 4a en las escaleras Maca se ocupo de co"er una de las muletas a Esther para %acilitar que esta se pudiera ayudar de la barandilla.
M: Me acabas de ahorrar una ria de mi madre en pblico. Creo que te debo una... E: '4 si me la cobro cuando lle"uemos a la habitación* M: uy, uy, uy... Creo que est#s teniendo malos pensamientos. E: 4o no diría que son malos. +ensando que hace cuatro días que no estamos !untas, diría que son buenos, muy buenos /levantando la mirada hacia Maca y dedic#ndole una de sus me!ores sonrisas0. Maca no supo qu) contestar. $encillamente pensó que estaba locamente enamorada de aquella mu!er que tenía delante.
M: 'me!or así* E: $í, mucho me!or. (hora solo %alta que te eches un ratito a mi lado. M: 'o te dolía mucho la pierna* /mientras se acercaba mucho al oído de Esther y le empezaba a dar pequeos mordiscos en el lóbulo de la ore!a0. E: <%%%... Creo que si si"ues un poquito m#s... no me va a doler nada... /ech#ndose hacia atr#s y atrayendo la cara de Maca hacia ella0. (mbas de!aron que sus labios !u"uetearan un buen rato. $e habían echado de menos y lo nico que necesitaban era sentirse pró6imas, sentirse cerca la una de la otra. Maca separó por unos momentos sus labios de los de Esther y se la quedó mirando %i!amente.
M: 9racias por venir... /en casi un susurro0 E: ue idea de (na. M: 4a... pero... se"uro que no te ha sido nada %#cil... E: o... pero si te ale"ras de que est) aquí... (quella ltima %rase en los oídos de Maca había sido casi una provocación. Como si intentara demostrar hasta que punto se ale"raba de tener cerca a Esther empezó a desabrocharle la blusa que llevaba y a besarla de %orma apasionada.
E: Maca... M: $hhh... D)!ame hacer a mí... E: Maca...
En aquel momento se oyó como la puerta se cerraba del todo.
M: 'has oído eso* E: $í. Eso intentaba decirte. Me ha parecido que había al"uien en la puerta. M: '5ui)n* E: o lo s). $olo me ha parecido ver al"o que se movía. Creía que habías cerrado la puerta con llave. M: o pens) que nadie %uera a subir /sent#ndose en la cama y de!ando que Esther tambi)n se pudiera incorporar y abrocharse de nuevo0. E: 3a, no te preocupes... &arde o temprano toda tu %amilia va a saber que somos al"o m#s que compaeras de traba!o. M: 4a... pero me siento i"ual que cuando tenía diecisiete aos y mi madre me pilló en la cama con mi primer li"ue. E: 1o me has contado nunca eso2 /intentando despreocupar a Maca0 '5u) %ue con un chico o con una chica*. M: Con un chico. ( esa edad an intentaba que me "ustaran los chicos. En ese momento Maca notó hasta que punto podía marcar la educación recibida. Ella desde muy cría había intentado estar con chicos y cuando %ormalizó su relación con ernando es como si hubiera cumplido una etapa m#s de su vida. En el %ondo conocer a (zucena le había servido para abrir los o!os y aceptarse como era.
M: Me voy para aba!o. o te molesta 'verdad* E: o, claro que no. '$i"ues pensando que ha sido buena idea que haya venido*. M: 5ue si, tonta /apro6im#ndose m#s a ella para poderla besar0. Estos días me he dado cuenta de lo mucho que te necesito... E: 'ah... si...* /le "ustaba tanto escuchar aquellas palabras de los labios de Maca que intentaba que esta se viera obli"ada a repetirlas0. M: $í y lo sabes... /manteni)ndose a escasos centímetros de Esther0. E: '4 si tu %amilia...* /ense"uida se vio interrumpida0 M: Mi %amilia sois t y Cris. En esta casa viven mis padres y mis hermanos y todos ellos esco"ieron antes o despu)s con quien compartir su vida... ( Esther todo lo que estaba diciendo Maca le sonaba a msica celestial. 8a veía se"ura, convencida de sus palabras, pero esa se"uridad no de!aba de contrastar con lo di%ícil que le resultaba hablar con sus padres de este tema.
E: 3a, ve aba!o... a ver si descubres qui)n estaba en la puerta hace unos minutos... Maca se levantó de la cama en la que había permanecido sentada y se peinó un poco el cabello con las manos.
M: 3oy a cumplir mi parte del trato y voy a llevar a Cris a montar un rato. Despu)s ven"o a buscarte e iremos a dar una vuelta en coche por la %inca. &e "ustar#, ya ver#s. (l ba!ar las escaleras y entrar en la sala donde se había reunido toda la %amilia despu)s de la comida, (dela se interesó por Esther
Adela: 'cómo se encuentra*. os estaba comentando (na que tuvo problemillas con la anestesia. M: $í, se ve que le costó reaccionar. Adela: Mira que si le lle"a a ocurrir al"o, la pobre nia... $i es lo que habl#bamos el otro día, no es !usto traer al mundo a un crío sin la %i"ura del padre... es antinatural. M: +or Dios, mam#. Cada vez que te oi"o decir esas cosas me resulta m#s di%ícil creer que soy hi!a tuya. '$e"uro que no se equivocaron en el hospital*... Pedro: ;a, !a, !a... esta si que es buena... 8a nica chica y resultara que todo %ue un error administrativo /intentando quitar tensión a la conversación que estaban teniendo su mu!er y su hi!a0 Adela: ( mi no me hace nin"una "racia... '$e puede saber porque te lo tomas todo como al"o personal*. Est#bamos hablando de Esther, de una compaera tuya de traba!o... M: $i no es por lo que dices, ni por de quien hablas... sencillamente es que me molesta que ten"as siempre tan claro lo que es bueno y lo que es malo, lo que es natural y lo que no,... Adela: 3a, de!)moslo, porque vamos a acabar discutiendo como siempre. '&e ha dicho ya tu hermano que te ha llamado antes ernando* M: o. 'Dónde est# ;uan!o*. Adela: Ha subido a buscarte y lue"o ha dicho que se iba un momento a ensillar los caballos para llevar las crías a dar una vuelta. M: 3oy a ayudarlo. Maca ense"uida tuvo claro quien las había pillado en actitud cariosa y si ahora ;uan!o estaba solo en las cuadras, era un buen momento para hablar con )l. $e lo encontró sentado en un pequeo banco que había en la puerta de las caballerizas con un ci"arrillo entre los dedos. M: Hola hermanito... o sabía que habías vuelto a %umar... uan$o: o... pero ya ves entre los nervios de la boda, una cosa y otra... me apetecía encender un ci"arrillo... y aquí no molesto a nadie... M: '5uieres que hablemos* uan$o: 'De qu) quieres hablar* M: 3a no me lo pon"as m#s di%ícil ;uan!o. $e que nos has visto y... uan$o: Mira es tu vida y puedes hacer con ella lo que quieras /por el tono de voz parecía molesto0. M: $i no me dices otra cosa, esa ya la s). 5ue puedo hacer con mi vida lo que quiera est# claro, pero me "ustaría saber porque pareces en%adado conmi"o. uan$o: 'De verdad lo quieres saber* M: $í, por eso te lo estoy pre"untando. uan$o: +ues me he sentido en"aado. 5ue te "usten las mu!eres es lo de menos y Esther... Esther parece una buena chica. +ero que la trai"as a casa haci)ndola pasar por una ami"a de (na y que te inventes un novio en Madrid... todo eso parece una criaturada y te tenía por al"uien m#s serio. ( Maca las palabras de ;uan!o le estaban haciendo dao. $i de al"uien esperaba comprensión en este tema era de )l, y ver esta reacción por su parte no de!aba de sorprenderla.
M: '$e"uro que solo est#s en%adado por mi %alta de sinceridad*.
uan$o: ;oder, Maca, soy tu hermano pequeo. $iempre que he tenido al"n problema con pap#, con el traba!o, con... con cualquier cosa, siempre has sido mi pao de la"rimas y tu... tu no eres capaz de ser sincera en un tema como este... $e"uro que tus compaeros de traba!o saben que sois pare!a, se"uro que ;avier $otomayor sabe que tu y Esther... M: &ienes razón, ;uan!o, debería hab)roslo dicho hace un montón de tiempo, pero no era nada %#cil. 4 que yo recuerde, nunca he hablado de nin"n novio en Madrid. uan$o: Cu#ndo me di!iste que tenías la me!or compaía que se podía tener 'hablabas de Esther* M: $i, nunca había estado tan enamorada. /intentando que ;uan!o la pudiera comprender0. uan$o: $upon"o que pap# y mam# todavía no saben nada. Maca hizo un movimiento ne"ativo con la cabeza.
uan$o: +ues díselo cuanto antes, no me "ustaría que mam# se enterara el día antes de la boda. M: o te preocupes, de hoy no pasa que hable con ellos. Maca re"resó a la casa de!ando a ;uan!o sentado en ese banco. Hablar con )l no había sido tan %#cil como con 8orena pero... se ale"raba de ese paso m#s que había dado. Cuando dos horas despu)s Esther ba!ó de la habitación se encontró con la casa vacía. &an solo en la cocina se oía movimiento. (l acercarse para pedirle un vaso de a"ua a Charo se encontró de %rente con (dela.
Adela: 'Dónde vas, Esther*. 3amos... ven a la sala a sentarte un ratito conmi"o. E: Es que tenía un poco de sed... ba a buscar un poquito de a"ua. Adela: 3a, ve a sentarte. 3oy a buscar una !arra de limonada y podemos charlar un poco. El plan no era de lo m#s su"erente para Esther pero parecía no tener nin"una escapatoria posible. -'Maca dónde te has metido*. (parece, por %avor, aparece.
Adela: o s) si estar# demasiado %resca. (quí tienen la costumbre de beberlo todo muy %río /Mientras de!aba la !arra y un par de vasos encima de la mesita0. E: 4a estoy habituada. En casa Maca tambi)n... /ense"uida se dio cuenta de que había hablado m#s de la cuenta y para disimularlo un poco aprovechó para tomarse un sorbo de limonada0. <%%%... sí que est# %ría... Adela: '4 qu) decías de Maca* E: 5ue cuando viene a casa tambi)n pide la bebida muy, muy %resca. Adela: '$ois buenas ami"as, eh*. Esther volvió a co"er el vaso para beber un poco. Cada vez tenía m#s claro que la que las había pillado haciendo el amor era (dela y no sabía ni qu) decir, ni qu) hacer.
E: $í, muy buenas ami"as, bueno supon"o que ya se habr# dado cuenta. Adela: $í, claro que me he dado cuenta. E: '4 no le molesta*. /e6traada por lo a"radable que estaba resultando la charla con (dela0.
Adela: +orque me iba a molestar, no seas tonta. +areces una chica muy ma!a y hace aos puede que estuviera mal visto ser madre soltera pero ahora... ahora es una cosa que no tiene nin"n tipo de importancia. Mientras estaba intentando entender esta ltima %rase Esther oyó como se abría la puerta de la casa y vio como se le acercaba corriendo Cris.
Cris: Mam#, mam#... he montado a caballo. Es... es increíble mam#. Es... E: Me parece que te ha "ustado. Cris: $í, mucho. Maca me ha dicho que cuando volvamos a Madrid tambi)n me va a llevar a montar. E: (h... 'sí* Cris: $í. Me va a apuntar a un curso para que aprenda a montar como ella y me va a comprar unas botas como las de atalia. E: '&odo eso*. Cris: $í... y maana por la maana nos va a llevar a ver el mar. E: +ero no va a poder ser. o le has e6plicado que te quieres ir para casa. Cris: o, no me quiero ir. 4a no. 'Eh que nos de!a quedarnos un poquito m#s seora* /diri"i)ndose a (dela, la cual no pudo evitar sonreír delante de la petición de la pequea0. E: +ero si eras t la que querías que re"res#ramos a Madrid. Cris: Eso era antes de que viniera Maca, ahora ya no. Adela: '5uieres mucho a Maca, verdad Cris*. Cris: Claro. Es... /no sabía como debía llamarla. Había un secreto que "uardar, un secreto muy raro porque se tenía que ser tonto de capirote para no ver que mam# y Maca se querían mucho0 es muy buena conmi"o. M: $oy su can"uro pre%erida 'eh, Cris* /Maca acababa de entrar en la sala0. Me acaba de pre"untar ;uan!o si quieres ir al pueblo a montar en el tío vivo. $e ve que han montado una %eria muy chula y atalia y (ndrea han conse"uido convencerlo para que las lleve. '&e apuntas a ir con ellos*. Cris: '+uedo mam#* E: $í, pero pórtate bien. ada de hacer tonterías... Ana: '5u), te vienes Cris*. /(na estaba esperando la decisión de la pequea0 Cris: $í Ana: +ues v#monos /co"i)ndola de la mano y saliendo en busca de ;uan!o y del resto de la %amilia0. Durante unos se"undos tanto Maca como Esther se quedaron calladas. (dela parecía esperar que cualquiera de las dos sacara un tema de conversación pero al ver que no era así hizo una su"erencia a Maca.
Adela: +orqu) no llevas a Esther a dar una vuelta por la %inca. Co"e el ;eep de pap#. Estos ltimos días ha llovido bastante y hay caminos que est#n casi intransitables. M: Es una buena idea. &e animas Esther. E: $i pero tendremos que ir con cuidado. o estoy como para cruzar un barrizal si el coche se queda encallado. Adela: o te preocupes. $i al"uno de mis hi!os se conoce al dedillo estos caminos es Maca. &e puedes %iar de ella. M: 3a, vamos, antes de que se ha"a m#s tarde.
-5ue bien, un ratito a solas con Maca y le!os de la casa y de (dela Con esa idea en la cabeza Esther se levantó del so%# y apoyada en las dos muletas si"uió los pasos de su pare!a. Habían recorrido apenas tres Ailómetros por un estrecho camino de tierra cuando Maca detuvo el coche.
E: Est#s muy callada... 'Est#s bien*. M: $i... demasiado bien. Esther le había puesto una mano encima de los muslos e intentaba llamar la atención de una Maca que permanecía co"ida al volante y con la vista %i!a en el horizonte.
M: =ecordaba la ltima vez que estuve aquí. (cababa de hablar con ernando para decir que no podíamos se"uir con lo de la boda y... Esther la escuchaba de %orma silenciosa. Era poco habitual que Maca necesitara hablar de sus sentimientos y en las pocas ocasiones que eso sucedía sabía que era como un "ri%o que en cualquier momento se volvería a cerrar hasta Dios sabe cuando.
M: ... cuando lle"u) delante de este olivo /tenían delante suyo un #rbol que podía ser %#cilmente centenario0 se me vino el mundo encima y me hice un hartón de llorar. 4o creo que es la vez que m#s sola me he sentido en esta vida. &uve la horrible sensación de que nadie me conocía. E: 'ue cuando decidiste ir a Madrid* M: $í, aquí no podía hacer borrón y cuenta nueva. En esos momentos no me encontraba lo su%icientemente %uerte como para decirle a nadie los motivos por los que suspendía la boda. E: 4o creo que %uiste muy valiente... /retirando la mano de las piernas de Maca y acarici#ndole con la yema de los dedos la me!illa0. Maca ante el contacto de los dedos de Esther reaccionó "ir#ndose hacia ella y busc#ndole los labios para besarla. En esos momentos se estaba dando cuenta de la inmensa suerte que había tenido al conocerla. Habían pasado solo meses desde la ltima tarde que había estado en ese lu"ar pero su vida había cambiado radicalmente. Había desaparecido aquella dolorosa sensación de soledad. &enía delante de si a una persona a la que quería con locura y sabía que ese sentimiento era correspondido. Encontrarse allí, sentada en el !eep de su padre, delante de aquel #rbol al que había subido centenares de veces siendo una nia y besar los labios de Esther habría sido un sueo semanas antes. (hora quería empaparse de la sensación de bienestar de la que dis%rutaba, sabía que si aquella noche hablaba con sus padres tenía que estar preparada para lo peor. Cabía la posibilidad de que no aceptaran que Esther ya era de%initivamente parte de su vida y aquella relación era al"o a lo que ella no pondría nin"n precio. Estaba por encima de cualquier otra cosa. Despu)s de recibir aquel tierno beso de Maca, Esther se separó unos centímetros de ella para mirarla a los o!os.
E: 'Eres %eliz*
M: $í... mucho... /casi en un susurro0 'y tu* Había momentos en los que las palabras no lle"aban a plasmar el "rado de %elicidad que se podía vivir y consciente de ello Esther de!ó que %ueran de nuevo sus labios, sus manos y todo su cuerpo el que respondiera la pre"unta de Maca. Cuando minutos despu)s Maca arrancó el coche comprendió que aquella primera parada en ese punto no había sido casual. El antes y el despu)s, como si de un cuento de DicAens se tratara, se habían hecho patentes en su mente. Durante casi dos horas recorrieron todos los rincones que deseaba ensearle a Esther. En m#s de una ocasión la convencía para que se ba!ara del coche para poderle mostrar al"n punto en concreto. Esther aunque incómoda por lo di%ícil que resultaba moverse con las muletas era %eliz de ver el entusiasmo en la mirada y en la voz de Maca. unca en Madrid la había visto de aquella manera. Cuando le insinuó que tenían que re"resar a casa, que ya empezaba a ser tarde y podía ser que las crías hubieran ya vuelto de la %eria, Maca no pudo evitar una mueca de desilusión.
M: '4a*... $i an es... /al mirar el relo! de su mueca vio que era mucho m#s tarde de lo que pensaba0. &ienes razón... vamos, me ha pasado la tarde volando. (l lle"ar de nuevo al lu"ar donde aparcaban los coches Maca tardó unos se"undos en quitar la llave del contacto. ecesitaba dis%rutar un poco m#s de aquella sensación de compartir su mundo con Esther. $abía que cuando ba!aran del coche y entraran de nuevo en la casa tendrían que volver a vi"ilar cada una de sus palabras. (quella misma tarde le había prometido a ;uan!o que hablaría con sus padres y en ese momento se sentía ya con las %uerzas necesarias para poder hacerlo. Durante la cena Esther estuvo especialmente callada. o podía quitarse de la cabeza la Maca que había visto aquella tarde, una persona mucho m#s e6trovertida y ale"re de lo normal. Mira que si despu)s de que normalizase toda la situación con su %amilia le daba por querer volver a vivir en su tierra... <%%%... me!or ni pensarlo. +ara Cris sería un cambio de vida brutal pero se"uramente se adaptaría pronto, pero para ella la cosa no sería tan %#cil. En Madrid tenía su traba!o, sus ami"os... y sobretodo tenía a Encarna. o se veía viviendo tan le!os de su madre. ;uan!o y su novia habían quedado para cenar con unos ami"os en ;erez y poco antes de irse el hermano pequeo de Maca había intentado ser amable con Esther. o se sentía demasiado contento de cómo había actuado aquella tarde. 8o que había visto cuando había entrado en la habitación de la pediatra le había sorprendido mucho. $i lo mismo hubiera ocurrido con =a%a o con 7scar posiblemente no se hubiera sentido tan molesto, pero Maca era... era al"o m#s que una hermana, había sido siempre su me!or ami"a.
uan$o: 8e has de pedir a Maca que te lleve a cenar una noche a ;erez. Es una ciudad con un encanto muy especial y no te puedes volver a Madrid sin haber visitado su cartu!a. E: o s) si tendremos tiempo esta vez. El !ueves ten"o que estar en Madrid por mi rodilla, pero si vuelvo en otra ocasión me "ustaría mucho conocer ;erez y C#diz. Me han dicho que cenar pescaíto %rito oliendo la brisa del mar es...
uan$o: Es verdad. o recordaba que vienes de Madrid, y allí como que el mar os pilla un poco le!os. Con lo que le "usta la playa a Maca... a ver si la convenzo para que os ven"#is a vivir aquí... /en ese momento había entrado (dela en la sala en que se encontraban y se había callado de "olpe0. Esther ya sabía que la sombra en la puerta de la habitación aquella tarde era el cuerpo de ;uan!o. Maca se lo había e6plicado durante su e6cursión en coche. 4 por lo que parecía ya contaba con ella como si esta %uera al"uien m#s de la %amilia. Despu)s de la cena (na se retiró muy pronto a su habitación. El día antes, despu)s de la con%erencia en el cole"io de m)dicos de Madrid apenas había podido dormir y el día de hoy había sido durillo en cuanto a Ailómetros y movimiento. 8orena tambi)n estaba muy cansada y aprovechando que la pequea (ndrea se había quedado dormida en uno de los so%#s y que (na se había o%recido para subirla en brazos, se llevó a las tres pequeas a la cama. (ntes de que Cris subiera a dormir con atalia, su madre la acompaó al bao para que se lavara los dientes. Maca aprovechó aquella circunstancia para poder hablar unos se"undos a solas con Esther.
M: 3oy a quedarme unos minutitos m#s aquí aba!o. 5uiero hablar con mis padres. E: '5uieres que me quede conti"o* M: o... no s) como van a reaccionar nin"uno de los dos y pre%iero estar a solas con ellos /co"i)ndole la mano mientras le hablaba0. E: Dame un beso de buenas noches y me voy a arriba a ayudar a 8orena a acostar a las nias. Cuando despu)s de aquel beso entró en la sala se encontró una ima"en que le era sumamente %amiliar. $u padre sentado en la butaca en la que siempre se sentaba con un pequeo vaso de XhisAy delante suyo y el periódico. 4 su madre, a poca distancia, en un pequeo balancín que era casi una anti"Wedad y con el mando a distancia de la televisión en una de las manos.
Adela: 3en Maca a sentarte un rato. '4 Esther, que se ha ido a dormir* M: $i, estaba cansada. Cuando anda un poquito la rodilla se le car"a bastante y esta tarde sin darme cuenta le he dado un tute importante. Adela: En broma, en broma, hacia m#s de medio ao que no venías por casa... Maca que no sabía como empezar a decir de lo que quería decir asintió con la cabeza.
Adela: Has hablado ya con ernando. Esta tarde mientras estabais %uera ha vuelto a llamar. ;uan!o esta maana hacía la broma de querer presentarle a Esther pero yo creo que ese muchacho si"ue estando coladito por ti... Deberías de!arle claro que ya tienes novio en Madrid. M: Mam# no ten"o nin"n novio Adela: (h, no... o s)... como ;uan!o di!o el otro día que creía que te había pillado en mal momento y que parecía que estabas muy bien acompaada... no se pens) que quiz#s ya habías encontrado a al"uien que...
+edro disimuladamente había ba!ado el periódico y estaba mirando por encima de las "a%as la cara de su mu!er. ntuía que Maca había puesto la directa y que aquella noche se iba a sincerar con ellos.
M: 4 pensaste bien mam#... Estoy enamorada, muy enamorada... /(dela miraba atentamente a su hi!a como si no entendiera nada0 pero es de una mu!er... es de Esther, mam#. Adela: '5u) me est#s intentando decir* '5u) tu...* /tenía problemas para encontrar la palabra adecuada0. M: $í, mam#... 5ue soy lesbiana... +uedes decir la palabra que no es nada malo. (dela parecía haber recibido un batacazo importante. $e quedó callada y desvió la mirada que hasta ese momento tenía %i!a en su hi!a, hacia la televisión. Maca esperaba una reacción, una respuesta por parte de su madre que le indicara como pensaba, pero (dela permanecía con la mirada %i!a en la pantalla como si no hubiera escuchado nada.
M: Mam# 'me has oído*. 8a actitud de su madre aparte de desconcertarla le estaba quitando parte de la decisión con la que había entrado minutos antes a esa sala.
Adela: $í, Maca... te he oído, pero no quiero hablar de ello. $e"uro que es un acto m#s de rebeldía tuyo... siempre has hecho lo que has querido... nunca has pensado en los dem#s. M: Mam#... por %avor... escchame... Adela: o. '5uieres hablar*... 'De verdad quieres que te di"a lo que me parece* ... Mira hace unos meses tenías previsto casarte.
M: Mam#, por %avor, intenta entenderme... +ara mi no est# siendo nada %#cil hablar de esto... '+orqu) crees que he estado tantos meses sin volver a casa*. Adela: +ara esto, no hacía %alta que vinieras, la verdad. Casi hubiera pre%erido que te quedaras en Madrid, al menos no habría sabido que mi hi!a... /otra vez (dela se sentía incapaz de pronunciar determinadas palabras0. Maca notaba que a cada %rase de su madre los #nimos la abandonaban un poco m#s. $abía porque había vuelto a ;erez, la en%ermedad de su padre la había casi obli"ado a re"resar, pero en su %uero interno había "uardado la esperanza de que su %amilia lle"ara a conocer a Esther y la aceptaran como lo que ya era, su pare!a.
(dela incapaz de ver como sus palabras estaban daando a Maca si"uió hablando.
Adela: '5u) te esperabas Maca* '5u) te di)ramos nuestra aprobación y di!)ramos que bien, que chica m#s ma!a has encontrado*. 'Era eso lo que te esperabas de nosotros* Maca por primera vez aquella noche diri"ió la mirada hacia su padre y lue"o ba!ó la cabeza.
M: =ealmente no se lo que esperaba. $upon"o que nada. Adela: 4o, Maca, nunca te dir) con quien te has de acostar y con quien no pero te pido un %avor, no trai"as nunca m#s a nin"una novia tuya a mi casa. o te pre"untar) por lo que haces %uera de aquí, pero ba!o nuestro techo te pido que sepas "uardar las %ormas. M: o te preocupes..., poco m#s me vas a ver. ( Maca ya se le había acabado la paciencia. $i su madre era incapaz de aceptarla tal como era, ella no podía hacer mucho m#s de lo que ya había hecho. ba a levantarse cuando vio que era (dela la que, herida por su ltimo comentario se acercaba a +edro para decirle que se retiraba a dormir. Cuando ya estaban a solas Maca se quedó mirando a su padre.
M: o has abierto boca, pap#. Pedro: o era el momento de hablar. &u madre en estos momentos tampoco me hubiera escuchado a mí. D)!ala que piense en todo lo que le has dicho, que se serene,... y se"uro que se arrepiente de sus palabras. M: '( ti no te parece mal que...* Pedro: '5u) te hayas enamorado*... '( quien le puede parecer mal que al"uien se enamore*. $i quieres que te sea sincero ya sabía que entre t y Esther... bueno el otro día cuando íbamos en coche y hablasteis por tel)%ono vi que no erais simplemente ami"as. M: 4 'porqu) no hiciste nin"n comentario* Pedro: o era yo el que tenía que sacar el tema, eras t. Es m#s, al principio incluso me sentí casi o%endido porque nos lo ocultaras. Esta noche he entendido tus razones para hacerlo. Maca a"radeció aquellas palabras de su padre. +uede que tuviera razón y que (dela poco a poco %uera aceptando la realidad, pero al menos era un consuelo tener el visto bueno de su padre. $e acercó a )l y a"ach#ndose a su lado le dio un beso. Cuando subió a la habitación Esther la estaba esperando despierta.
E: '5u) tal todo* M: Bien... Maca no tenía nin"unas "anas de e6plicar su conversación con (dela
E: '$e"uro* /ese bien le parecía poco real0. M: 'Cabemos las dos en tu cama* E: Claro que sí
Esther levantó la colcha y de!o que Maca, una vez cambiada, se acostara !unto a ella. ntuía que la conversación había sido dura y que Maca no le hablaría de ella. $olo se podía limitar a acurrucarla entre sus brazos y decirle en voz muy ba!ita las palabras que Maca necesitaba oír
E: &e quiero. Durante la noche Maca repasó una y otra vez la conversación que había tenido con su madre. -+ara esto no hacía %alta que vinieras, -+ara esto no hacía %alta que vinieras... que %rase m#s absurda y m#s hiriente a la vez. $e había tenido que morder la len"ua para no decir el verdadero motivo por el que había ba!ado a ;erez. (hora se encontraba en una encruci!ada. o podía permanecer ni un día m#s en esa casa pero no ayudar a su padre a a%rontar la dureza de la quimioterapia era al"o que no se perdonaría en la vida. &an pronto como vio un poco de claridad a trav)s de la ventana decidió levantarse. $abía que a Esther tambi)n le había costado mucho dormirse y ahora parecía encontrarse muy rela!ada. Durante unos se"undos se quedó mirando la cara de aquella mu!er que la había estado consolando de %orma silenciosa durante "ran parte de la noche... +odría pasarse horas y días mirando aquel rostro... Era consciente de que cuando se despertara decidiría re"resar a Madrid y casi lo pre%ería así. Ella le pediría el coche a (na y despu)s de ensearle a Cris el mar y poder !u"ar un rato en la playa, se encaminarían de nuevo a la capital. En parte lo que quería hacer en ;erez, ya estaba hecho, y solo necesitaba poder hablar unos minutos con su padre para que comprendiera que no se podía quedar m#s días en esa casa. Haciendo el mínimo ruido posible se calzó unos te!anos, un "rueso !ersey de lana y ba!ó a la cocina. 9uardaba la esperanza de que su padre tambi)n hoy se hubiera levantado temprano y m#s al comentarle Charo que cada vez en esa casa la "ente dormía menos. (l entrar en el comedor con un vaso de ca%) en la mano se encontró a su madre sentada en la mesa. $u primera intención %ue darse la vuelta y volver a salir pero sabía que no era una buena idea. $u madre ya la había visto y no tenía porque ir esquiv#ndola, no tenía nada de que aver"onzarse.
Adela: 3amos, entra. o te quedes en la puerta. M: o sabía que te hubieras levantado ya. Cuando Charo ha dicho... creía que era pap# el que había madru"ado. Adela: $í, )l tambi)n se ha levantado temprano. Ha dicho que se iba a revisar unos in!ertos que est# haciendo de %orma e6perimental. $e pasa horas en ese invernadero que se hizo montar. M: $i le sirve de entretenimiento ya est# bien... '4a le ha pasado la obsesión por las orquídeas*... Adela: $í /de!ando escapar una risa0. Mira que lle"ó a comprar libros y a hablar con "ente... pero hasta que no comprobó por si mismo que esta tierra y las orquídeas eran dos cosas incompatibles... 8as dos mu!eres levantaron los o!os de sus respectivos vasos y se quedaron mirando.
Adela: '+orqu) no me di!iste nada ayer*...
M: o te entiendo... Adela: '+orqu) no me hablaste del verdadero motivo porque el que volviste* Maca no era muy consciente de hasta que punto su madre conocía la verdad sobre aquella cuestión y temía decir al"n inconveniente.
M: '5u) m#s da mam#*, '5u) importa porqu) re"res)*. /ba!ando de nuevo su mirada hacia el vaso que tenía entre las manos0. Adela: $í que importa, al menos a mí sí. (yer por la noche estuve hablando con tu padre. Estaba tan en%adada conti"o... En m#s de una ocasión le di!e que o!al# no hubiera insistido en que vinieras a la boda, que qu) iban a pensar nuestros ami"os si... M: o te preocupes mam#, no voy a venir. 4a lo ten"o decidido. Hablar) con ;uan!o y le desear) lo me!or. $) que sabr# perdonarme que yo ese día est) en Madrid con Esther. Adela: '8o sabe )l ya* M: Claro mam#... $i la nica que me dabas miedo eras t. Hasta me duele oírme hablar. &ener miedo de e6plicarle mis cosas a mi madre... /Como si lo estuviera pensando en voz alta0. 'unca nos hemos entendido, verdad*. $omos madre e hi!a pero nunca hemos e!ercido como tales... Maca se levantó de su silla. (quella conversación siendo mucho m#s educada que la de la noche anterior para ella estaba siendo mucho m#s dura.
Adela: o te vayas... Espera un momento... Maca que ya se había acercado a la puerta dio media vuelta y se a"achó al lado de su madre.
M: Mam# siento que no aceptes como soy pero... no voy a cambiar. 4 soy muy %eliz... te deberías ale"rar por ello. Adela: Dame un poco de tiempo... &e lo pido por %avor... (yer cuando tu padre me di!o que había sido )l el que te había convencido para que vinieras y me e6plicó que est# en manos de m)dicos vi lo in!usta que había sido... De!a que me ha"a a la idea... Maca se medio incorporó y pasó un brazo por los hombros de su madre. En el %ondo aquella mu!er solo era un re%le!o de la educación que había recibido. Era el re%le!o de una )poca que "racias a dios pronto desaparecería. Dos horas despu)s de aquella charla que había tenido con su madre Maca ya había podido hablar con (na y de!arla al car"o del tratamiento de su padre. ( mediados de semana ba!aría y le devolvería el coche que hoy le tomaba prestado para re"resar a Madrid. Con ;uan!o no era necesario hablar demasiado. Ll la entendía me!or que nadie, no en vano se sentía en uno de esos momentos en que el amor est# por delante de cualquier otro sentimiento.
Cris: 'os vamos para casa mam#* E: $i, pero antes Maca te quiere ensear una cosa... Cris: 'remos a la playa* /"ir#ndose a la pediatra que estaba car"ando parte de su equipa!e0 M: $i, Cris. 3a a ver que bravo est# el mar en esta )poca del ao.
+edro se acercó al coche y se despidió con un par de besos de Esther.
Pedro: Cuida mucho de mi hi!a. Es una cabezota pero... /a +edro se le rompió un poco la voz en aquel momento0. E: o se preocupe, se"uro que a mediados de esta semana la vuelve a ver por aquí. Pedro: '3ais a venir a la boda, Maca* M: o creo, pap#. /acerc#ndose tambi)n a )l para despedirse0. atalia llamó un momento a Cris para que la acompaara a la casa y esta obedeció.
)atalia: 3en, la abuela quiere darte una cosa. Cris: 'a mí* )atalia: $i, me ha dicho que te llame. 4a delante de (dela Cris no sabía que decir y miraba insistentemente a atalia mientras (dela metía un papel en un sobre.
Adela: 5uiero que me ha"as un %avor. $e que eres una nia muy, muy lista. 5uiero que le des esto a mam# cuando est)is muy le!os de aquí /alar"#ndole la mano para darle el sobre0. Cris co"ió el papel y dobl#ndolo se lo puso en el bolsillo. Cuando ya estaban arrancando el coche Cris pre"unto por -$pirit
Cris: o nos hemos despedido de )l, Maca M: $abes que voy a hacer... voy a intentar que me lo lleven a Madrid. 8e buscaremos al"una hípica donde puedan cuidar de )l y ser# tu caballo. Cris: 'Mi caballo*... Cuando se lo cuente a la abuela... Esther sonrió delante de la ale"ría de su hi!a. $e sentía bien. (l %inal la ba!ada a ;erez no había ido todo lo bien que hubiera sido de desear pero tampoco había ido tan mal. $e había dado el paso necesario para salir de todos los armarios posibles y ahora el tiempo era el que tenía que normalizar la situación.
E: '$abes que pensaba ayer Maca* M: '5u)* Esther se quedó unos se"undos en silencio.
E: '$i eres realmente %eliz en Madrid*. (yer paseando por la %inca te vi con una ale"ría... no se... estabas di%erente. M: (hora mi vida est# en Madrid, pero me hizo ilusión ensearte donde me había criado. 5uien sabe, al"n día, cuando nos !ubilemos, dentro de treinta aos, si quieres podríamos instalarnos de nuevo aquí... Esther alar"ó la mano y la puso encima de la de Maca, que estaba apoyada en el cambio de marchas. unca la había oído hablar con tanta se"uridad sobre el %uturo.