בס"ד
Riqueza a través de la Emuna Rabí Najmán de Breslev nos dice (Likutei Moharán I, 76), “Debes Saber: Al mirar algo se crea un recipiente, es decir, dimensión y tiempo. Antes de mirar a un objeto, este no tiene limitaciones, y al mirarlo, recibe limitaciones. La Confianza corresponde al mirar, en que uno ve y mira hacia Hashem solamente con sus ojos, confiando en Él, como en (Tehilim 145:15), „Los ojos de todos están dirigidos hacia Ti con anticipación,‟ porque por medio de mirar con confianza también se crea un recipiente con limitaciones y tiempo.” Cuando una persona confía en Hashem, sabiendo que la fuente de sus ingresos proviene sólo de Él, no se preocupa. Esto no quiere decir que no sale a ganarse la vida honradamente. Alguien que piensa que puede dormir todo el día y perder el día pensando que Hashem le proveerá no tiene confianza, simplemente es vago y necio. Al igual que cualquier otro tipo de bendición espiritual, nuestro ingreso proviene de Hashem, pero nosotros estamos obligados a crear los recipientes para recibirlo. No hay sustento para los perezosos, porque todavía no han creado los recipientes necesarios para recibir la bendición. Si alguien no puede sentarse y estudiar Torá, entonces deben salir y difundir la emuná y libros de Torá, o cualquier otra acción positiva para crear los recipientes para poder recibir la bendición de Hashem. Lo más importante es hacer algo y no ser perezoso. La Torá nos dice en la Parashát HaMan que los Hijos de Israel tenían que levantarse temprano para recoger el maná, de lo contrario, se derretiría al salir el sol. Hay un famoso proverbio Marroquí: El que se levanta temprano, su mazal se levanta con él, pero el que duerme, su mazal también duerme. Confiar en Hashem significa saber que nuestra tarea en este mundo es servirle, y Su tarea es proveer por nosotros. Si alguien ve que no tiene suficiente ingreso, entonces quizás Hashem está tratando de decirle que no está haciendo su tarea con lo mejor de sus habilidades. Si uno realiza su tarea de la manera correcta – estudiar la Torá, realizar mitzvot, orar, introspección, mejorar su carácter, hacer teshuvá, etc., entonces seguro tendrá su ingreso ya que está haciendo su tarea y Hashem es fiel para cumplir Su tarea. Una forma simple de ver si uno realmente confía en Hashem es examinar cuánto se preocupa. La persona que verdaderamente confía en Hashem no tiene una onza de preocupación en él, porque sabe que Hashem le proveerá exactamente cuándo lo necesite. Hay una famosa historia del Baal Shem Tov cuando fue una vez a visitar a un hombre en una aldea cercana. Muchos se reunieron en la mesa de su anfitrión cuando de repente un oficial entra y grita: “¡Uno!” Todos estaban espantados al principio, pero siguieron con su cena. Una hora después, el oficial se acerca de nuevo y grita: “¡Dos!” La segunda vez, el Baal Shem Tov le pregunta al anfitrión cuál es el significado de todo esto. El anfitrión respondió que era de parte del propietario exigiendo su alquiler, y si no se paga antes de la medianoche, sacarían todas sus pertenencias a la calle y lo arrestarían. El Baal Shem Tov le dijo al anfitrión que su confianza mostraba que él tenía el dinero. Sin embargo, el anfitrión le dijo que no lo tenía, pero ya que no lo debía hasta la medianoche no se iba a preocupar por ello en este momento. Después de la cena, el anfitrión se levantó diciendo que tenía que pagar a su propietario el alquiler. Salió a la calle justamente cuando una carroza pasaba por allí. La carroza se detuvo y después de intercambiar unas palabras con el anfitrión, le entregó una bolsa llena de monedas de oro. Con esto, él fue capaz de pagarle al propietario. El Baal Shem Tov aprendido de aquel viaje sobre el asombroso poder de la confianza en Hashem. El confiar en Hashem debe hacerse con inteligencia, es decir, el saber que Hashem es responsable de proveer para nosotros. ¡Realmente, es así de simple! ¡Nuestra tarea es servir a Hashem, y Su tarea es proveer por nosotros! ¡La gente se rompe la cabeza tratando de averiguar la fórmula especial para tener confianza, cuando realmente es muy simple! Es difícil encontrar algo más sencillo que esto, incluso un niño pequeño lo sabe intrínsecamente. ¿Cuándo fue la última vez que vistes a un niño pequeño en un parque preocupado de donde vendrá su próxima comida? Él está ocupado haciendo su tarea (jugar), y es la responsabilidad de sus padres de proveerle. Lo mismo ocurre con nosotros. Por lo tanto, una persona debe concentrarse en su oración pidiéndole a Hashem que le de inteligencia. Rabí Najmán nos dice que una persona que recibe algo sin antes
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בס"ד haber orado por ella, en cierto sentido, es igual que un animal, pues un animal también recibe sin antes orar. Por lo tanto, debemos pedirle al Creador por la inteligencia para saber cuál es nuestro rol y saber cómo cumplirlo, con plena fe y confianza de que Él cumplirá Su parte del trato. De esta forma, podemos estar seguros de una vida saludable y sin preocupaciones. Rabí Najmán también nos enseña que los medios de sustento llegan a la persona a través de su conexión con el verdadero tzadík de la generación. Si es así, ¿Acaso no hay una aparente contradicción aquí? ¿De dónde viene nuestro sustento, del saber que viene de Hashem o del tzadík? La respuesta es que el estar conectado al tzadík de la generación significa estar conectado a su sabiduría, sus enseñanzas de confianza y emuná. Por lo tanto, al conectarnos con el tzadík de nuestra generación, nuestro intelecto es iluminado con la verdad de que es la responsabilidad de Hashem proveer para nosotros y es nuestra responsabilidad servirle. El tzadík nos enseña a desarrollar nuestra emuná y confianza en Hashem, y no en nuestros propios esfuerzos. No hay alguna diferencia si vendemos frutas o somos gerentes de una gran empresa. Los clientes o las cuentas no son la fuente de nuestro ingreso, sino Hashem. Por lo tanto, debemos recitar todas las bendiciones del Amidá con gran concentración, pero sobre todo la bendición de “Tú inculcas bondadosamente el conocimiento en el hombre...” con mucha concentración. Incluso, uno está permitido repetir las palabras de esta bendición varias veces (sin la bendición final) con el fin de inculcar la sabiduría en nuestra mente de cuál es nuestra tarea y cuál es la tarea de Hashem. Debemos eliminar las dudas y las confusiones de nuestra mente y confiar solamente en Hashem. Las dudas y las confusiones ocurren debido a la falta de oración u oración inapropiada, que resulta en una falta de confianza en Hashem. Y como hemos dicho, la confianza en Hashem significa que entendemos que Hashem nos da lo que necesitamos en el momento exacto en que lo necesitamos. Nuestra tarea es servirle a través de nuestro estudio de Torá, oración, haciendo teshuvá, buenas obras, trabajar, etc. lo mejor que podamos. Hacemos todo esto para poder crear los recipientes necesarios para recibir las bendiciones de Hashem en su tiempo. Ahora, cualquier cosa que no tenga que ver con nuestro servicio a Hashem, como la navegación por el internet, la televisión, merodeando por las calles o centros comerciales o cualquier otro pasatiempo, no sólo no crea los recipientes para recibir la bendición de Hashem, sino que también pueden destruir a los que ya tenemos. Por lo tanto, debemos ser conscientes de los trucos astutos del ietzer hará que nos conduce a perder nuestro tiempo en actividades innecesarias e improductivas que solo sirven para hacernos daño. Antes de hacer cualquier cosa, debemos preguntarnos: “¿Lo que voy a hacer ahora es parte de mi servicio a Hashem?” Si la respuesta es “Sí”, entonces deberíamos hacerlo, y si es “No”, entonces no. Otra cosa peligrosa que debemos mantenernos lejos lo más posible es caer en deudas. Una persona que confía en Hashem no hace compras innecesarias con una tarjeta de crédito o crédito de la tienda. Más bien, él cree que si Hashem no le ha enviado el dinero para algo determinado es porque no lo necesita en estos momentos. Los que no confían plenamente en la capacidad de Hashem de proveer por ellos pueden creer que Él lo hará dentro de dos meses, pero se endeudan hoy con una confianza falsa de que Hashem los salvará del hueco en que ellos mismos hicieron. ¿Quién dijo que Hashem quería que ellos tuvieran esa cosa en primer lugar? Rabí Najmán nos dice que una persona que cae en deuda debe hacer teshuvá por su falta de confianza en Hashem para poder salir de su deuda. Él nos advirtió de mantenernos alejados de las deudas, y de sólo servir a Hashem con verdad y sinceridad. Esta es la mejor garantía de que tendremos nuestro ingreso en abundancia. Si una persona realiza sus negocios con emuná, entonces es una garantía aún mayor para la riqueza. Porque él está sirviendo a Hashem mediante la aplicación de la Torá que ha aprendido fielmente, y Hashem no tiene otra alegría más grande que esto. Al seguir estos consejos con mucha oración y confianza en Hashem, podrás aumentar tu ingreso de forma inmediata. Te bendigo para que puedas alcanzar la sabiduría y la emuná de saber que Él es nuestro proveedor y nosotros somos Sus siervos, Amén. Rav Shalom Arush
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