MANUAL PARA EL
CONTROL DEL RUIDO
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MANUAL PARA EL
CONTROL DEL RUIDO 1 Dirigido por
CYRIL M. HARRIS, Ph.D. Profesor de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Columbia (BE. UU.)
Traducido al español por
JaSE FIDEL RODRIGUEZ ACOSTA ISABEL PICASSO MARTINEZ DE UBAGO FERNANDO CANAL CANO LUIS CABRERIZO CORRAL
INSTITUTO DE ESTUDIOS DE ADMINISTRACION LOCAL MADRID, 1977
Título original: HANDBOOK OF NOISE CONTROL Publicada la l.a edición en 1957 por McGraw-HiU Book Company 1221, Ave. of the Americas New York, N. Y. 10020
Copyright © 1957 by McGraw-Hill, Inc. Todos los derechos reservados. Sin el previo consentimiento escrito del editor, ninguna parte de esta obra podrá reproducirse, almacenarse en un ordenador o cualesquiera otros medios de clasificación o información, ni transmitirse de ninguna forma o por ningún medio electrónico, mecánico, fotocopiador, de registro o cualquier otro.
© Edición en español, 1977 Instituto de Estudios de Administración Local Joaquín García Morato, 7. Madrid-lO Diagramación de la sobrecubierta: Olegarío Torralba ISBN 84-7088-097-7 (obra completa) ISBN 84-7088-202-3 (tomo 1) Depósito legal: M. 27356 - 1977 OMNIA, l. G. Mantuano, 27. Madrid
CONTENIDO
INTRODUCCION V TERMINOLOGIA, por Cyril M. Harris. PROPIEDADES FISICAS DEL RUIDO Y SU ESPECIFICACION, por Robert W. Young. PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE, por Isadore Rudnick. EL MECANISMO DE LA AUDICION, por Hallowell Davis. LA INTENSIDAD DE SENSACION SONORA, por W. A. Munson. ENSAYO AUDIOMETRICO EN LA INDUSTRIA, por Aram Glorig y J. 00nald Harris. LA PERDIDA DEL OIDO COMO CONSECUENCIA DE LA EXPOSICION AL RUIDO, por Wayne Rudmose. PROTECTORES DE OIDOS, por J. Zwislocki. EFECTOS DEL RUIDO EN LA COMUNICACION VOCAL, por Manes E. Hawley y Karl D. Kryter. LOS EFECTOS DEL RUIDO SOBRE EL COMPORTAMIENTO, por Donald E. Broadbent. EFECTOS DE LA VIBRACION SOBRE EL HOMBRE, por David E. Goldman. PRINCIPIOS DE CONTROL DE LA VIBRACION, por Charles E. Crede. AISLAMIENTO DE VIBRACIONES, por Charles E. Crede. AMORTIGUAMIENTO DE LA VIBRACION, por Richard N. Hamme. MEDIDA DE LAS VIBRACIONES, por Irwin Vigness. VII
INSTRUMENTOS DE MEDIDA DEL V. Brüel.
RUID~,
por Arnold Peterson y Per
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TECNICAS DE MEDICION DEL RUIDO, por H. H. Scott. MATERIALES ACUSTICOS, por Hale J. Sabine. CONTROL DEL RUIDO A TRAVES DE LOS SOLIDOS, por Fritz Ingerslev y Cyril M. Harris. TRANSMISION DE RUIDO POR PAREDES V SUELOS, por Richard K. Coak y Peter Chrzanowski. FILTROS ACUSTICOS V SILENCIADORES, por Don D. Davis, Jr. CONSIDERACIONES DEL SISTEMA EN PROBLEMAS DE CONTROL DE RUIDO, por Richard H. Bolt y K. Uno Ingard. RUIDO DE ENGRANAJES, por Kurt G. F. Moeller. RUIDO DE COJINETES, por Kurt G. F. Moeller. RUIDO DE VENTILADORES, por R. J. Wells y R. D. Madison. RUIDO EN SISTEMAS DE AGUA V VAPOR, por D. B. Callaway. RUIDO EN SISTEMAS DE CALEFACCION V VENTILACION, por Robert W. Leonard. RUIDO DE COMPRESORES, REFRIGERADORES DOMESTICOS V APARATOS DE AIRE ACONDICIONADO, por H. E. Webb. REDUCCION DEL RUIDO DE LOS TRANSFORMADORES V REACTANCIAS CON NUCLEO DE HIERRO, por Arthur J. King. RUIDOS EN MOTORES V GENERADORES ELECTRICOS, por R. O. Fehr y D. F. Muster. RUIDO DE AUTOMOVILES, por David C. Apps. RUIDO EN LOS TRANSPORTES POR FERROCARRIL, por William A. Jack. LA AVIACION COMO FUENTE DE RUIDO, por Henning E. von Gierke. CONTROL DE RUIDO EN AVIACION, por Henning E. von Gierke. RUIDO DE LA COMUNIDAD V PLANIFICACION DE LA CIUDAD, por K. N. Stevens y J. J. Baruch. VIII
REACCION DE LA COMUNIDAD ANTE EL RUIDO. por Horace O. Parrack. ASPECTOS LEGALES DEL PROBLEMA DE RUIDO DE AVION. por Kenneth J. Lucey. RESPONSABILIDAD LEGAL POR LA PERDIDA DEL 0100. por Harry A. Nelson. ORDENANZAS ANTI-RUIDO. por Lyle F. Yerges y Rose L. Weisler. REQUISITOS DE CONTROL DE RUIDOS EN LOS CODIGOS DE LA CONSTRUCCION. por Richard V. Waterhouse.
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PREFACIO
A la gente no le gusta el ruido. Por definición, es un sonido no deseado. Puede interferir en la comunicación hablada, en el trabajo y en las actividades del tiempo de ocio; en ciertos casos, puede afectar a la conducta; puede producir una pérdida temporal de oído y, si el nivel de ruido es suficientemente alto, puede ser responsable de un daño permanente en el mecanismo auditivo. El control del ruido es, por tanto, una cuestión de considerable importancia económica y social. Esta importancia se ha ido incrementando progresivamente en los últimos años. En consecuencia, ello ha traído consigo una amplia variedad de profesionales, que comparten un interés vital en el problema; ingenieros acústicos, físicos, ingenieros eléctricos, diseñadores de equipo militar, ingenieros aeronáuticos, ingenieros mecánicos, ingenieros de ventilación, constructores, arquitectos, urbanistas, oficiales de salud pública, higienistas industriales, otorrinos, fisiólogos, psicólogos, autoridades del transporte, diseñadores industriales, ejecutivos de empresas, abogados y expertos en compensación. Esta gama de intereses está reflejada en los colaboradores que han cooperado a escribir este libro, que proceden, por partes iguales, del Gobierno, de la Universidad y de las organizaciones industriales. Aunque han sido muchos los artículos publicados respecto a los varios aspectos del ruido y los trabajos técnicos facilitados por el Estado y las empresas, éste es el primer libro publicado en los Estados Unidos sobre la materia global de control de ruido. En estos últimos tiempos se ha publicado una gran cantidad de material sobre el ruido, algunos, más de divulgación que estrictamente técnicos. Era necesario, en consecuencia, desarrollar cada aspecto por una autoridad en la materia. Así, el trabajo se ha dividido en volúmenes separados, cada uno de un autor diferente. Pero dado que todas las facetas del control de ruido están interrelacionadas, no pueden estudiarse como trabajos singulares; además, nos llevaría a una inútil duplicación del material. La presentación del libro como manual ha permitido un tratamiento altamente unificado de áreas especializadas, cada una cubierta por un experto en su campo. Los capítulos del libro están incluidos en los siguientes grupos generales: propiedades del sonido, efectos del ruido en el hombre, control de vibraciones, XI
instrumentación y medida del ruido, técnicas de control del ruido, control del ruido en edificios, fuentes de ruido y ejemplos de control de ruido, control del ruido en maquinaria y equipo electrónico, control de ruido en los transportes, ruidos en la colectividad y aspectos legales de los problemas del ruido. En el desarrollo de este libro, muchos expertos han invertido mucho tiempo y esfuerzos preparando sus respectivos capítulos. Su labor, amable colaboración, diligencia y pericia han sido inmensas. También hay que dar gracias a sus colegas, que han leído y comentado los capítulos durante su preparación. Muchos de los autores pertenecen al Departamento de Defensa, como civiles o militares. Algunos pertenecen a otros Departamentos del Gobierno. El material que han presentado ha sido autorizado para su publicación, pero las opiniones expresadas no son oficiales y, por tanto, no reflejan necesariamente el punto de vista gubernamental. La riqueza de la información técnica contenida en este volumen ha sido reunida a través de un esfuerzo diligente por parte de los colaboradores. En este sentido, las publicaciones de la Sociedad Acústica de América han constituido una gran ayuda. Mucho de este material era aquí antes desconocido; estamos grandemente agradecidos a muchas empresas, organismos del Gobierno y expertos en ingeniería, a quienes ha sido confiado este libro. Gracias especiales deben darse al Departamento de Defensa, a la American Standards Association, al Interventor de la Oficina de Publicaciones de Su Majestad Británica y al Director de Investigaciones de Edificaciones por permitir reproducir material en este manual. CYRIL M. HARRIS.
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Capítulo 1
INTRODUCCION V TERMINOLOGIA CYRIL
M. HARRIS, PH.D.
Universidad de Columbia
INTRODUCCION Qué es el ruido
Una melodía procedente de una radio puede resultar muy agradable a una familia en su casa, pero es una molestia para sus vecinos que intentan dormir; esto es desagradable, es ruido; por definición, el ruido es un sonido no deseado. Desafortunadamente, muchas de las máquinas construidas con propósitos industriales, para el transporte a grandes velocidades, o para hacer la vida más agradable, atribuyendo un confort adicional, reduciendo las tareas de la vida diaria y acelerando nuestras rutinas cotidianas para proporcionar horas supletorias de ocio, van acompañadas de ruido. Dado que estos ruidos afectan al hombre en numerosas facetas -su oído, su capacidad de comunicación y su conducta-, el control del mismo, desde el punto de vista económico y médico-legal, ha llegado a ser enormemente importante. Además, el control del ruido ha devenido como una materia relevante, porque puede hacer del mundo un lugar agradable para vivir. Los capítulos que siguen considerarán los variados efectos del ruido en el hombre, medidas del ruido, métodos de control del ruido, aplicaciones prácticas de las técnicas de control del ruido y los problemas legales del problema del ruido. Cómo se transmite el ruido
El ruido puede llegar al receptor por muchos medios. Supongamos, por ejemplo, que se escucha un piano en el apartamento superior. Algo del sonido puede ser transmitido al receptor a través del aire que sale de la ventana del apartamento superior, actuando el aire exterior como medio. Algo del sonido transmitido por el piano golpeará en las paredes, forrándolas de una breve vibración; una fracción de esta energía vibratoria irá a través de la estructura del edificio, impeliendo otras superficies de paredes del edificio, a su vez, a vibrar y a radiar el sonido. Alternativamente, parte de esta energía vibratoria puede ser comunicada a través de la masa del piano directamente al suelo,
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enteramente a través de un medio sólido, haciendo vibrar el suelo y, por consiguiente, transmitiendo el sonido al apartamento de abajo. Por conveniencia, en los problemas de ingeniería, se puede representar la transmisión de sonido de una fuente a un receptor por el diagrama mostrado en la figura 1.1. Actualmente, la figura nominada como fuente (en el diagrama) puede representar no una, sino muchas fuentes de energía vibratoria; por ejemplo, puede incluir todos los aviones en el cielo que sobrevuelan un área específica. Como se indicó antes, los medios pueden ser numerosos. Final·
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FUENTE n
MEDIO
nRECEPTORI
FIG. 1.1.
Diagrama esquemático, en el cual las flechas continuas representan la transmisión de sonido de una fuente a un receptor. El recuadro «fuente» puede representar más de una fuente de sonido; los «medios» pueden ser numerosos, y el «receptor» puede representar una sola persona, o un grupo, o una comunidad entera, o equipo cuyas operaciones están afectadas por el ruido. Las flechas discontinuas indican la interacción entre los varios elementos del diagrama.
mente, el recuadro nominado receptor (en el diagrama) puede representar una sola persona, un grupo de gente, una comunidad entera, o una delicada pieza de un equipo, cuyas operaciones se ven afectadas por el ruido.
Aspectos estadísticos de la fuente, medio y receptor. En el campo del ruido es siempre importante tener presente los aspectos estadísticos de los elementos del diagrama de la figura 1.1. Primero, los generadores del ruido representados por el recuadro nominado fuente pueden variar en número, y sus salidas pueden variar en el tiempo, como, por ejemplo, el tráfico de vehículos en una intersección. El medio a través del cual el sonido alcanza nuestros oídos desde una fuente, es algo estadístico por naturaleza. Por ejemplo, consideremos un avión sobrevolando circularmente un receptor sobre el suelo. A consecuencia de las heterogeneidades de la atmósfera, habrá una multitud de variaciones en el medio de transmisión. Estas variaciones estadísticas en las características de la propagación de la atmósfera pueden devenir en una amplia fluctuación en el nivel de sonido que percibe el receptor. Como otro ejemplo, consideremos el nivel de ruido en una oficina separada del ruido de una fábrica, por una puerta. Cuando la puerta está abierta, el medio de transmisión se altera. Así, el nivel de ruido en la oficina varía estadísticamente, dependiendo entre otros factores de la frecuencia con que la puerta de la fábrica esté abierta. El receptor, en la figura 1.1, tiene también sus aspectos estadísticos. Supongamos que representa un gran grupo de personas. El número de personas en el grupo puede variar de tiempo, la sensibilidad al ruido de cada persona será diferente y, además, cada sensibilidad puede variar con el tiempo. Interacción entre fuente, medio y receptor. Aunque la fuente, medio y receptor se muestran como elementos separados en el diagrama de la figu-
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ra 1.1, hay una considerable interacción entre ellos, es decir, no son elementos independientes. La salida de una fuente de sonido no es siempre una constante, pero puede depender del medio y del receptor. En sentido técnico, decimos que cuando la salida de una fuente de sonido ha sido influida por estos elementos, la «impedancia de radiación» de la fuente ha sido alterada por su entorno. Otro tipo de influencia del entorno en la salida de una fuente puede tener lugar cuando la fuente es una persona hablando. Si habla a un receptor cercano en una habitación pequeña, su volumen puede ser relativamente bajo, pero en una habitación grande, o a alguna distancia, al otro lado de la puerta, su volumen automáticamente se incrementará. De hecho, el que habla está influido por el receptor tanto como por el medio. Si sabe que el receptor es duro de oído, elevará la voz. Otro ejemplo de la influencia del medio y el receptor en la fuente lo tenemos en el operador de una máquina ruidosa, el cual varía según las condiciones ambientales en las cuales la fuente generadora del ruido está colocada y la gente a quien pueda molestar por esta operación. No está comprobado que las características del medio puedan ser influidas por la fuente y el receptor. Por ejemplo, esto se muestra en el capítulo 21, en que la atenuación producida por silenciadores y filtros acústicos dependen, en una extensión considerable, de las características de la fuente y el receptor, esto es, la atenuación del medio no es una constante independiente de la fuente y el receptor. Asimismo, la reacción del receptor depende de las características del medio y la fuente. Por ejemplo, un ama de casa puede realizar sus tareas sin que le afecte el ruido de los aviones que pasan sobre su cabeza. Puede no sentirse afectada por el traqueteo de los platos en el armario si están vibrando por el ruido del refrigerador. Sin embargo, si dicho traqueteo es causado por el ruido de un avión, su reacción puede ser enteramente diferente. Así, pues, es evidente que hay una considerable interacción entre la fuente, el medio y el receptor, justamente la misma que puede haber entre los muchos componentes de los cuales, fuente, medio o receptor pueden estar constituidos.
QUE ES EL CONTROL DEL RUIDO
El control del ruido es la técnica que obtiene un aceptable ambiente de ruido, para el receptor, concordado con aspectos operacionales y económicos; el receptor puede ser una persona, un grupo de gente, una comunidad entera o un equipo cuyas operaciones se ven afectadas por el ruido. Cuando la palabra «aceptable» se emplea, se plantean cuestiones como las siguientes: ¿Aceptable para quiénes? No hay usualmente una única respuesta válida a un problema dado de ruido, por la complejidad de los aspectos económicos y operacionales implicados y porque todos los elementos pueden variar con el tiempo. El control del ruido no es lo mismo que la reducción del ruido. En un problema específico, el nivel de reducción de ruido requerido para obtener 3
resultados aceptables, puede ser obtenido simplemente aplicando las diversas técnicas de reducción de ruido reseñados en la siguiente sección. Pero este procedimiento puede ser innecesariamente costo y despilfarrador y puede provocar una injerencia innecesaria con las operaciones normales. En contraste, desde el punto de vista de la buena técnica del control del ruido, sería analizado el mismo problema sistemáticamente, para determinar cómo pueden obtenerse las condiciones «aceptables» por el método más económico. En ciertos casos, la solución para algunos problemas de control del ruido puede, incluso, dirigirse a un incremento del ruido, mejor casi que a una reducción. Consideremos, por ejemplo, la sala de espera en una consulta de un médico que está separada de la sala de consultas por un tabique, produciendo un aislamiento tan pequeño del ruido, que las conversaciones privadas pueden ser escuchadas en la sala de espera. Pueden obtenerse condiciones aceptables en la sala de espera, construyendo un tabique dotado de un potente aislamiento sonoro. Una posible solución alternativa consiste en incrementar el nivel de ruido en la sala de espera, instalando allí otras fuentes de sonido (por ejemplo, un ventilador) para «enmascarar» la conversación, que de otro modo podría ser oída. Aun cuando esta última solución presenta desventajas, es mucho más económica y, por tanto, puede ser más deseable en ciertas circunstancias. Ello ilustra de nuevo que el control y reducción de ruido no son siempre sinónimos.
IMPORTANCIA ECONOMICA DEL CONTROL DE RUIDO
Dado que el ruido puede afectar a la capacidad del hombre de comunicarse con su prójimo oralmente, dado que el ruido puede afectar a su conducta y producir daños permanentes en su aparato auditivo, y, simplemente, dado que puede constituir una molestia, el ruido es un problema de importancia económica muy grande en la sociedad moderna. Por ejemplo, se pueden obtener relaciones cuantitativas para mostrar cómo la capacidad del hombre para entender el lenguaje hablado se reduce por la influencia del ruido (capítulo 9). Así, cuando el nivel de ruido en las instituciones de negocios o educacionales es lo· suficientemente alto como para interferir la comunicación hablada, se están produciendo pérdidas económicas. Demandas reclamando muchos millones de dólares como indemnización por daños permanentes en el aparato auditivo, están viéndose ahora en los tribunales (Cap. 38). Otro aspecto de la importancia económica del ruido se muestra por sus efectos en el valor de las propiedades. Por ejemplo, el ruido de las operaciones de un aeropuerto o de una fábrica puede condicionar el valor del terreno en el área circundante (Cap. 37).· Por razones económicas, se está haciendo un esfuerzo considerable por parte de la industria para fabricar productos que no produzcan ruido *, y en el mundo de los negocios, para obtener silenciosas condiciones en sus oficinas y fábricas. Aunque no sea siempre posible explicitar
* En algunas industrias es importante que los ruidos asociados con sus productos tengan una cierta calidad. Por ejemplo, los fabricantes de automóviles consideran deseable que el ruido producido al cerrar la portezuela de un automóvil tenga una «calidad de gran coche». 4
las relaciones entre el ruido y sus efectos en el hombre, y para los laboratorios científicos, por el momento, demostrar que algunos efectos existen, es extremadamente significativo que las empresas y la industria están gestando considerables cantidades de dinero anualmente para obtener condiciones de silencio. Durante los pasados diez años, en EE. UU. la venta de material acústico se ha incrementado de 10 a 60 millones de dólares. A esto se puede replicar que el incremento es el resultado del esfuerzo de promoción de ventas; hasta cierto punto es verdad, como en la mayoría de los productos. Pero, por otro lado, tal rápido crecimiento puede ser estimado por el solo hecho de que a la gente no le gusta el ruido. A la gente le molesta, le distrae. El ruido es una molestia pública. Muchas firmas empresariales se dan cuenta de que a sus clientes les molesta el ruido. En consecuencia, sus empleados prefieren no trabajar en un ambiente ruidoso. A la gente le gusta la tranquilidad. Están dispuestos a pagar por ella. TECNICAS DE CONTROL DE RUIDO
A lo largo de este libro, se consideran con detalle varios métodos para controlar el ruido. En general, estas medidas pueden ser clasificadas en tres categorías: 1) reducción del ruido en la fuente, 2) control de ruido en el medio de transmisión y 3) el uso de medidas protectoras contra el ruido por el receptor. Qué método o qué combinación de métodos se empleen dependerá del nivel de reducción de ruido que se requiere y de consideraciones económicas y operacionales. Para resolver un problema de control de ruido específico, debe ser evaluado el beneficio relativo obtenido con la aplicación de cada técnica y comparado con su coste respectivo. Además de las técnicas descritas antes, las cuales tienen aplicación general en el campo del control del ruido, otras medidas que pueden ser empleadas en problemas especiales están descritas en los capítulos específicos donde tienen su aplicación. Por ejemplo, un método está descrito en el capítulo 29 para controlar el ruido procedente de subestaciones transformadoras, el cual está basado en el principio de la «cancelación del ruido». Aquí, la reducción de sonido en la posición receptora es obtenida generando una segunda fuente de sonido, la cual está justamente «fuera de fase», con la fuente original de ruido, cancelándola así. Aunque esta técnica tiene aplicaciones limitadas (primariamente para fuentes permanentes de tonos puros, tales como ruido de transformadores), ha sido usada con éxito sobre áreas pequeñas. Control del ruido en la fuente
Como importantes métodos de control del ruido en la fuente, incluiremos: 1) la reducción de la amplitud de las fuerzas excitantes, 2) la reducción de la respuesta de varios componentes del sistema a esas fuerzas excitantes (componentes que generan ruido cuando son excitados o que transmiten energía vibratoria a superficies que radiarán sonido) y 3) cambios en el procedimiento operacional. Puede ser impracticable para el comprador del equipo
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emplear alguna de las medidas reseñadas anteriormente, dado que suponen modificación del mismo. En este caso, puede mejor reducir el ruido en estas fuentes por la selección de la fuente más silenciosa o de los componentes silenciosos de los que la fuente está compuesta, conjuntamente con otros requerimientos.
Reducción de las fuerzas excitantes a.
REDUCCIÓN DE IMPACTOS o FUERZAS IMPULSIVAS. EQUILIBRADO DE MASAS EN MOVIMIENTO. (Véanse Caps. 12 al 30 para una discusión sobre equilibrado de ejes de maquinaria rotativa.) c. EQUILIBRADO DE FUERZAS MAGNÉTICAS. (En motores eléctricos y generadores, tanto b como c deben ser considerados. Véase Cap. 30.) d. REDUCCIÓN DE FUERZAS DE ROZAMIENTO POR ADECUADO ALINEAMIENTO Y LUBRICACIÓN. (Véase Cap. 23.) e. USO DE COMPENSACIÓN DINÁMICA. Los llamados «absorbentes dinámicos» producen una fuerza de compensación, la cual está «fuera de fase» con la fuerza excitante y, por consiguiente, reduce la energía total transmitida a la estructura. (Cap. 14.) f. AISLAMIENTO DE VIBRACIONES. El aislamiento de vibraciones de los componentes de una fuente, o de una fuente entera, puede hacerse efectivo en gran medida reduciendo las fuerzas excitantes. (Véanse capítulos 12 y 13.) b.
Reducción de la respuesta de los componentes que emiten ruido en el sistema a las fuerzas excitantes. Cuando los componentes de un sistema están sometidos a vibración, emiten sonido. A través de la aplicación de alguna de las siguientes técnicas, puede reducirse este sonido en su fuente.
a. ALTERACIÓN DE LA FRECUENCIA NATURAL DE UN ELEMENTO RESONANTE. Un panel puede quedar sujeto a una fuerte vibración cuando la frecuencia de la fuerza excitante corresponda, o esté cerca, de la frecuencia natural del panel. Bajo esas condiciones, la vibración del panel y, por consiguiente, el ruido producido por ella, puede ser reducido alterando la frecuencia natural del panel. Por ejemplo, esto puede hacerse incrementando la masa del panel (con lo cual disminuirá su frecuencia natural) o aumentando su rigidez (con lo que elevará su frecuencia natural), o bien cambiando las dimensiones del panel. b. INCREMENTANDO LA DISIPACIÓN DE LA ENEGfA. Los materiales amortiguantes de la vibración (Cap. 14) pueden ser aplicados a las superficies que radian sonido. Por este medio, pueden obtenerse sustanciales reducciones de ruido.
Cambio en el procedimiento de operar. Los cambios en el modo normal de operar pueden ser efectivos como técnica de control de ruidos. Así, algunas fábricas, adyacentes a áreas residenciales, suspenden o reducen sus operaciones ruidosas por la noche, cuando la actividad normal en la comunidad disminuye y el ruido general de fondo decrece. Sin este ruido de fondo para «enmascararlo», el ruido de la fábrica empieza a ser más perceptible. Por esto 6
y por la posible interferencia con el sueño, las fábricas, que querrían trabajar las veinticuatro horas del día, paralizan sus operaciones por la noche. Control del medio de transmisión
Otra técnica general de reducción del ruido consiste en controlar el medio de transmisión tanto como en reducir la energía que es comunicada al receptor. Este puede hacerse de muchas maneras: a. EMPLAZAMIENTO. Al aire libre, la atenuación máxima se obtendrá incrementando -lo máximo posible- la distancia entre la fuente y el receptor. Puesto que muchas fuentes de ruido no emiten uniformemente en todas direcciones, alterando la orientación relativa de la fuente y el receptor, puede ser posible una ·considerable reducción del nivel de ruido en el receptor. Por ejemplo, la orientación de la pista de despegue de un aeropuerto puede ser una importante consideración para reducir ruido en una comunidad adyacente. Donde sea posible, debe ser escogido el sitio de tal forma que, aprovechando las ventajas naturales del terreno, se proteja adicionalmente al receptor desde la fuente. b. PLANEAMIENTO DE LA CONSTRUCCIÓN. La cuidadosa planificación de la situación de las habitaciones dentro de un edificio, con respecto a la posición relativa de las fuentes de ruido, y aquellas áreas donde se desean condiciones de tranquilidad y silencio, puede resultar una considerable economía, reduciendo la extensión de las medidas de control del ruido, que de otra forma serían requeridas.
c. DEFLEXIÓN DEL MEDIO. Pueden ser efectivas barreras u obstáculos en el aire libre cuando sean de mayor tamaño que la longitud de onda del ruido que va a ser desviado (Cap. 3). Por ejemplo, superficies deflectantes con un ángulo de 45° con respecto a la horizontal han sido usadas en la construcción de aviones a reacción para reflectar las altas frecuencias hacia el cielo. El uso de barreras o tabiques parciales en habitaciones es analizado en el capítulo 22. d. CERRAMIENTOS. Se puede producir una atenuación considerable por el uso de un cerramiento, propiamente diseñado, alrededor de la fuente del ruido o alrededor del receptor (Cap. 20).
e. ABSORCIÓN. Uno de los sistemas más efectivos de atenuación del ruido en el medio de transmisión es a través de la absorción. Por ejemplo, supongamos unas cuantas máquinas operando en una gran oficina. La mayoría del ruido que llega a los trabajadores en el lado opuesto de la habitación habrá sido reflectado por el techo, paredes y suelos. En consecuencia, el uso de absorbentes de sonido en forma de materiales acústicos en el techo, o alfombras en el suelo, producirá atenuación en el medio, entre la fuente y el receptor (Cap. 18). Si el ruido es transmitido por un conducto de ventilación, la atenuación a través de este medio se puede conseguir a través de un forro absorbente de sonidos (Cap. 27). 7
f. MEZCOLANZA DE IMPEDANCIAS (filtros acústicos, silenciadores). La corriente de energía acústica a través del medio, desde la fuente al receptor, puede ser impedida por discontinuidades que reflectan la energía hacia la fuente (esto es, por una mezcolanza de impedancias). En las viviendas, esto puede producirse por una apertura verificada en la construcción del edificio (Cap. 19). La transmisión del ruido en el aire libre puede ser igualmente obstaculizada. Por ejemplo, el cañón de un extractor puede ser diseñado para producir una gran reflexión de la energía acústica producida en su salida, en orden a minimizar la radiación del ruido del ventilador, desde el cañón del extractor. Operan según este principio los filtros acústicos y los silenciadores, aunque algunos de éstos pueden también producir amortiguación en el medio de transmisión (Cap. 21). Medidas protectoras para el receptor
Las siguientes técnicas de control del ruido pueden ser empleadas donde el nivel del ruido para el receptor es considerado como excesivo *.
Uso de equipo de protección personal. Donde los niveles de ruido son excesivos, el uso de tapones de oídos, el uso de auriculares, cascos para el ruido o pequeñas cabinas pueden reducir los niveles a un punto en el que el riesgo de ruido será reducido a condiciones aceptables (Cap. 8). Educación y relaciones públicas. En algunas ciudades en que el ruido se ha planteado como un serio problema, las instituciones gubernamentales e industriales han mejorado sus relaciones con la comunidad, interesándoles en su problema del ruido o mostrándole los pasos constructivos que se han dado para minimizar las molestias. Un dramático ejemplo de esto tuvo lugar en una base de la Fuerza Aérea en Wisconsin, en donde el descontento público se tornó en orgullo general, como resultado de la aplicación de técnicas de control de ruido, educación pública con relación al problema y una política de buenas relaciones públicas. Control de exposición. Bajo algunas circunstancias es impracticable reducir los intensos niveles de ruido en áreas donde la gente debe trabajar a niveles que son considerados aceptables para un período usual de trabajo. Como se indica en el capítulo 34, un nivel de ruido que puede ser inaceptable para un período de tiempo, puede ser aceptado para un período de tiempo más corto. En consecuencia, una técnica de control del ruido es la rotación de personal, de forma que los trabajos a realizar en una zona de intenso ruido sean por un período de tiempo limitado solamente. ... Un fabricante encontró que, para una operación particularmente ruidosa en su fábrica, la combinación de todas las técnicas descritas anteriormente, incluyendo estas medidas de protección personal, no producían suficiente protección para sus trabajadores, ni resultaban econ6micas. La solución más práctica era el uso de un sistema de circuito cerrado de televisión para dirigir la operación y el uso de un proyecto apropiado del control remoto en las áreas ruidosas. Tales medidas extremas son a menudo necesarias.
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CUANTA REDUCCION DEL RUIDO SE REQUIERE
Se han de dar los siguientes pasos para determinar el nivel de reducción de ruido requerido en un problema específico:
Determinar el nivel de ruido en el entorno cuando el receptor está situado bajo condiciones esperadas o existentes. Esto se puede hacer por medidas o estimaciones basadas en datos existentes. 2. Determinar qué nivel de ruido es aceptable. Esta información se obtiene a través de un criterio apropiado. 3. Usar la diferencia entre los números 1 y 2 como la reducción de ruido que se debe conseguir para obtener un ambiente aceptable. Esta reducción de ruido usualmente se determina en función de la frecuencia. 1.
Determinación del nivel de ruido en el ambiente del receptor
Las mediciones del ruido deben proporcionar datos que sean estadísticamente significativos para la selección o evaluación de los procedimientos de control del ruido. Esto requiere el uso de un equipo apropiado para este trabajo, de calibraciones exactas, tomando datos en diversas bandas de frecuencia, bajo condiciones controladas correctamente, y la evaluación de otros factores que tienen influencia en las mediciones, por ejemplo, los efectos del entorno (Caps. 16 y 17). Bajo algunas circunstancias es impracticable o imposible hacer mediciones en las diversas fuentes. En tales casos puede conseguirse una estimación útil, a través de la información obtenida por los datos existentes, la cual especifique las condiciones de la medición. En este manual se estudian muchos análisis de ruido. A modo de ilustración en este capítulo, se muestran los datos de un tipo de medición de ruido en el apéndice 1.1. Criterio del control de ruido
Un criterio es definido como una norma de enjuiciamiento. El criterio del control del ruido supone normas para enjuiciar la aceptabilidad de los niveles de ruido bajo varias condiciones y para varios propósitos. El criterio puede plantearse partiendo desde la tolerancia del hombre a la vibración, o desde el riesgo de lesión a su aparato auditivo, como resultado de la exposición a un ruido de alta intensidad, o desde la fiabilidad de la comunicación hablada en un medio ruidoso, o partiendo de los niveles aceptables de ruido en diferentes tipos de construcciones, o de las reacciones comunitarias al ruido, etc. Tales criterios son de tipo estadístico. Por ejemplo, un nivel de ruido que puede constituir un riesgo de lesión al oído de una persona puede no tener un efecto significativo en otra. Además, las reacciones de la gente son variables con el tiempo. Su forma de reaccionar dependerá de su historia previa y de su forma de intercomunicarse. Una comunidad puede 9
reaccionar al ruido de un aeroplano, de una forma enteramente distinta, después de haber oído el estrépito del mismo repetidas veces con anterioridad. Para ilustrar el aspecto estadístico de tal criterio, consideremos una fábrica en la que hay un continuo nivel de ruido de muy alta intensidad, en un área donde los hombres trabajan ocho horas diarias. En este caso, podría establecerse un criterio de riesgo de lesión que indicaría un límite máximo de seguridad para el espectro del ruido. Si el nivel de ruido no excede de este límite, el 99 por 100 de los trabajadores de la fábrica estará protegido contra el riesgo de lesión en su aparato auditivo; pero si, por ejemplo, el límite se aumentara en x decibelios, entonces sólo el 90 por 100 podría ser protegido. Después que el ingeniero de control de ruido ha recibido información que especifica el porcentaje del grupo que va a ser protegido, la duración del tiempo de exposición por hombre y el nivel de pérdida auditiva que se considera significativo, puede usar tal criterio para determinar el nivel al cual el ruido debe reducirse. Así, la diferencia entre este nivel y el nivel existente, obtenida por mediciones apropiadas, indica la reducción del ruido en decibelios que debe ser operada. Estos resultados requeridos pueden, a continuación, ser obtenidos por aplicación de técnicas de control de ruido descritas con detalle en los capítulos siguientes.
TERMINOLOGIA A través de este manual, en varios capítulos, se dan definiciones de términos usados en los trabajos de control del ruido. (En particular, véase el capítulo 2, Propiedades físicas del ruido, y Cap. 12, Principios de control de vibración.) Ahora bien, por razones prácticas vamos a reunir aquí las definiciones de términos usados más frecuentemente en la materia general de control de ruido. Muchas de estas definiciones son citas permitidas de la American Standard Terminology (Z24.1-1951), American Standards Association *. Estas definiciones han sido señaladas con un asterisco (*). Otras han sido modificadas, a partir de esta normativa, o están propuestas las revisiones pertinentes. Absorción Sabine
La absorción Sabine en un cuarto es la absorción sonora (a) definida por la ecuación tiempo-reverberación Sabine V t6o=O,161a
donde too es el tiempo de reverberación en segundos, V es el volumen del recinto en metros cúbicos y a es la absorción Sabine total en metros cuadrados.
* Copias de estas normativas, así como otras en el campo de la acústica, vibración y golpes mecánicos, pueden conseguirse de la American Standards Association, Inc.,
Nueva York, 17, N. Y.
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Absorción sonora*
La absorción sonora es el proceso por el cual la energía del sonido disminuye en su paso a través de un medio o al golpear una superficie. Acústica
La acústica es la ciencia del sonido, incluyendo: a) su producción, transmisión y efectos, o b) las cualidades que determina el valor de una habitación u otro espacio cerrado con respecto a la audición precisa. Acústico (en inglés, aacoustic»)
El adjetivo acústico significa conteniendo, produciendo, proviniendo de, actuando por, relacionado a, o asociado con sonido. Acústico es usado cuando el término, siendo cualificado, viene a designar alguna cosa que tiene propiedades, dimensiones o características físicas asociadas con ondas sonoras. «Acoustica1», en inglés, es usado cuando el término no viene a designar explícitamente alguna cosa que tiene tales propiedades, dimensiones o características físicas. Amplitud de una cantidad periódica
La amplitud de una cantidad periódica es el máximo valor de la cantidad. Amplitud pico a pico (doble amplitud)
La amplitud pico a pico de una cantidad oscilante es la diferencia algebraica entre los extremos de la cantidad. Antinodos
Un antinodo es un punto, línea o superficie en un cuerpo vibrante, o sistema en el cual la amplitud del movimiento, relativo a eso en un nodo, es un máximo. Armónico.. .
Un armomco es una cantidad sinusoidal que tiene una frecuencia que es un múltiplo entero de la frecuencia fundamental de una cantidad periódica a la que viene referida. Armónico audible.. .
Un armónico audible es un armónico generado en el mecanismo auditivo. Articulación (porcentaje de articulación) e inteligibilidad (porcentaje de inteligibilidad)
El porcentaje de articulación o el porcentaje de inteligibilidad de un sistema de comunicación es el porcentaje de las unidades de palabras dichas por una persona o personas hablando, que son entendidas correctamente por un receptor o receptores. La palabra articulación se usa normalmente cuando las relaciones contextuales entre las unidades del material especial están proyectadas para jugar un papel no importante; la palabra inteligibilidad se emplea normalmente cuando el contexto está pensado para jugar un importante papel para determinar la percepción del receptor. El tipo de material hablado y usado es identificado por un adjetivo apropiado en frases tales como «articulación de sílabas», «articulación individual de sonido», «articulación vocal o consonante», «articulación de palabras», «inteligibilidad de palabras distintas», «inteligibilidad de frases discreta».
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Audiofrecuencia (frecuencia sónica)
Una audiofrecuencia es cualquier frecuencia correspondiente a una onda de sonido normalmente audible, aproximadamente de 15 a 20000 cps. Audiograma (audiograma del umbral)*
Un audiograma es un gráfico mostrando pérdidas de oído, porcentajes de pérdida auditiva o porcentaje de oído en función de la frecuencia. Audiograma del umbral
Véase Audiograma. Audi6metro·
Un audiómetro es un instrumento para medir la agudeza de oído. Las mediciones se pueden hacer con palabras determinadas, normalmente grabadas, o con señales de tonos determinados. Banda crítica
Véase Banda crítica audible. Banda crítica audible
La banda crítica audible es esa banda de frecuencia de sonido, siendo una porClOn de un ruido de espectro continuo, cubriendo una banda ancha, que contiene potencia sonora igual a la de un tono simple (puro) centrado en la banda crítica y justo audible en presencia de la totalidad de la banda de ruido. En orden a ser justamente audible en un ruido continuo de banda ancha, el nivel de un tono simple en decibelios debe exceder el nivel del espectro del ruido contiguo (en la misma frecuencia) en 10 veces el logaritmo en base 10 de la razón de la anchura de la banda crítica por unidad de anchura de banda. Cámara anecoica
Véase Cámara de campo libre. Cámara de campo libre (cámara anecoica)
Una cámara de campo libre es un cuarto en el cual existen esencialmente condiciones de campo libre. Cámara de reverberaci6n (cuarto de reverberaci6n)
Una cámara de reverberación es un recinto en que todas las superficies han sido hechas tan reflectantes del sonido como fue posible. Las cámaras de reverberación se usan para ciertas mediciones acústicas. Cámara sorda o muerta""
Una cámara sorda o muerta es una habitación que se caracteriza por el nivel de absorción de sonido, anormalmente grande. Cámara viva"
Una cámara viva es un cuarto caracterizado por una cantidad de absorción de sonido muy pequeña.
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Camino libre medio·
El camino libre medio para ondas sonoras en un recinto es la distancia media que recorre el sonido entre las sucesivas reflexiones en el recinto. Campo de sonido difuso (campo sonoro de incidencia aleatoria)
Un campo de sonido difuso es un campo de sonido tal que el nivel de presión sonoro es igual en todas partes, y todas direcciones del flujo de energía son igualmente probables. Campo libre
Un campo sonoro libre es un campo en un medio homogéneo isotópico libre de límites. En la práctica, es un campo en el cual los efectos de los límites son despreciables en la región en cuestión. La presión real incidiendo en un objeto (p. ej., un micrófono) colocado en otro campo sonoro libre diferirá de la presión que existirá en ese punto con el objeto eliminado, salvo que la impedancia acústica del objeto igualara a la impedancia acústica del medio. Campo sonoro*
Un campo sonoro es una región que contiene ondas sonoras. Campo sonoro de incidencia aleatoria
Véase Campo de sonido difuso. Ciclo~
Un ciclo es la ausencia completa de valores de una cantidad periódica que se produce durante un período. Ciclo por segundo (cps)
Una unidad de frecuencia. En muchos países europeos el ciclo por segundo es llamado herzio. Coeficiente de absorción (capacidad de absorción acústica) (a)
El coeficiente de absorción de sonido de una superficie que está expuesta a un campo sonoro es la relación cociente de la energía de sonido absorbida por la superficie a la energía sonora que incide sobre la superficie. El coeficiente de absorción es una función de los factores, ángulo de incidencia y frecuencia. Las tablas de coeficiente de absorción que vienen dadas en los libros, usualmente encasillan los coeficientes de absorción en varias frecuencias, siendo aquéllos valores obtenidos por promedio de todos los ángulos de incidencia. Coeficiente de absorción sonora
Véase Coeficiente de absorción. Coeficiente de reducción de ruido (NCR)
El coeficiente de reducción de ruido de un material es la media, al múltiplo más cercano a 0,05, de los coeficientes de absorción a 250, 500, 1000 y 2000 cps.
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Coeficiente de reflexión sonora (reflectividad acústica)
El coeficiente de reflexión sonora de una superficie no generadora es la fracción del sonido incidente reflejado por la superficie. El ángulo de incidencia, ángulo de reflexión y características del sonido observado deben ser especificados, por ejemplo, potencia o amplitud de la presión en la incidencia normal. Coeficiente de transmisión (transmisibilidad acústica)
El coeficiente de transmisión sonora de una separación es la fracción de sonido incidente transmitido a través de la separación. El ángulo de incidencia y la característica del sonido deben ser especificados; por ejemplo, amplitud de la presión en la incidencia normal. Coeficiente de transmisión sonora
Véase Coeficiente de transmisión. Coeficiente Sabine
El coeficiente Sabine de una superficie absorbente de sonido es la relación de la absorción Sabine atribuible a esta superficie, dividido por su área. Criterio de riesgo de lesión
Un criterio de riesgo de lesión especifica el nivel máximo de preSlOn sonora de un ruido, en función de la frecuencia a la que la gente podría ser expuesta si el riesgo de pérdida del oído quiere evitarse. Este criterio incluye una especificación del tiempo de exposición, nivel de pérdida de oído considerado significante y porcentaje de la población que debe ser protegido. Decibelio (db)
El decibelio es una unidad de nivel que denota la relación entre dos cantidades que son proporcionales a la potencia; el número de decibelios correspondientes a la ratio de dos cantidades es 10 veces el logaritmo en base 10 de esta ratio. En muchos campos sonoros, los ratios de presión de sonido no son proporcionales a la raíz cuadrada de los correspondientes ratios de potencia, así que, estrictamente hablando, el término de~ cibelio no debería ser usado en tales casos; sin embargo, es una práctica común exten~ der el uso de la unidad de estos supuestos. (Véase, por ejemplo, Nivel de presión sonora.) Densidad de la energía sonorao
La densidad de la energía sonora en un punto de un campo sonoro es la energía sonora contenida en una parte infinitesimal dada del medio, dividida por el volumen de esa parte del medio. La unidad más comúnmente usada es el ergio por centímetro cúbico. Diferenciación por palabras (señal de articulación)
La diferenciación por palabras o señal de articulación de un oído es el porcentaje de datos en forma apropiada, de test, normalmente palabras monosilábicas, que es repe~ tido correctamente, escrito o comprobado por el receptor. Esta forma de test es usual~ mente administrada en un nivel acústico muy por encima del umbral del habla. El valor normal de la diferenciación (o señal de articulación) por cada test debe ser determinado empíricamente.
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Diferencia justamente perceptible
Véase Limen diferencial. Difracción 'O
Difracción es el proceso que produce una onda difractada. Dispersión acústica
La dispersión acústica es la reflexión irregular y difusa, refracción o difracción de un sonido en muchas direcciones. Distorsión'O
La distorsión es un cambio en la forma de la onda. El ruido y ciertos cambios deseados en la forma de la onda, tal como los resultantes de una modulación o detención, no están usualmente clasificados como distorsión. Doble amplitud
Véase Amplitud pico a pico. Eco
Un eco es una onda que ha sido reflejada con magnitud y retardo suficiente para ser percibida como una onda distinta de las transmitidas directamente. Eco ondulado'O
Un eco ondulado es una rápida sucesión de pulsaciones reflectadas resultantes de una sola pulsación inicial. Efecto Doppler'"
El efecto Doppler es el fenómeno evidenciado por el cambio en la frecuencia observada de una onda en un sistema de transmisión causado por una tasa de tiempo de cambio en la longitud efectiva del medio de viaje entre la fuente y el punto de observación. Energía sonora'"
La energía sonora de una parte dada de un medio es la energía total en esta parte del medio menos la energía que existiría en la misma parte del medio si no hubiera presentes ondas sonoras. Enmascaramiento·
Enmascaramiento es la magnitud por la cual el umbral de perceptibilidad de un sonido es elevado por la presencia de otro sonido (enmascarado). La unidad usada normalmente es el decibelio. Espectro
El espectro de una función de tiempo es una descripción de su resolución en componentes que son funciones sinusoidales de tiempo, cada una de diferente frecuencia y (normalmente) diferente amplitud y fase j el espectro se usa también para significar
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un rango continuo de componentes, normalmente de amplio alcance, dentro del cual las ondas tienen alguna característica común específica, por ejemplo, espectro de audiofrecuencia. Espectro continuoO
Un espectro continuo es el espectro de una onda, cuyos componentes están continuamente distribuidos sobre una región de frecuencias. Espectro de líneas·
Un espectro de líneas es el espectro de una onda, cuyos componentes están limitados a un número de frecuencias discretas. Fase de una magnitud periódica·
La fase de una magnitud periódica, para un valor particular de la variable independiente, es la parte fraccionada de un período por el que ha avanzado la variable independiente, medido desde un origen arbitrario. En el caso de una cantidad sinusoidal simple, el origen es tomado normalmente como el último paso previo al cero, desde la dirección negativa a la positiva. El origen es generalmente escogido de manera que la fracción es menor que la unidad. Flexibilidad
Flexibilidad es el recíproco de rigidez. Flujo de energía sonora o
El flujo de energía sonora es la media del flujo de energía sonora durante un período a través de cualquier área especificada. La unidad normalmente usada es el ergio por segundo. Fonio*
El fonio es la unidad del nivel de sonoridad. Forma modal
Una forma modal es una de las formas características de un cuerpo o sistema vibrante. Corresponde a un modo normal de vibración. Frecuencia (~)
La frecuencia de una función periódica en tiempo es el recíproco del período. La unidad es el ciclo por unidad de tiempo, por ejemplo, ciclos por segundo (cps) o Kilociclos por segundo (Kc o Kcps). Frecuencia angular (cu)
La frecuencia angular de una cantidad periódica es su frecuencia en radianes por unidad de tiempo, normalmente radianes por segundo. Es decir, consiste en la frecuencia multiplicada por 27T. Frecuencia antirresonante*
Una frecuencia antirresonante es una frecuencia en la que existen antirresonancias.
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Frecuencia circular
Véase Frecuencia angular. Frecuencia fundamental
La frecuencia fundamental de una cantidad peri6dica es igual al recíproco del período más corto, durante el cual la cantidad se reproduce exactamente a sí misma. Frecuencia infrasónica (frecuencia subsónica)*
Una frecuencia infras6nica es una frecuencia situada debajo del rango de la frecuencia audible. Frecuencia natural (f,J
Frecuencia natural es la frecuencia de una oscilaci6n libre de un sistema. En un sistema amortiguado, la frecuencia natural es una cuasi-frecuencia en que el movimiento no es peri6dico, pero es generalmente tomado como la frecuencia en que la velocidad cambia de signo. Para un sistema de varios grados de libertad, las frecuencias naturales son las frecuencias de vibraci6n en los modos normales. Frecuencia resonante (fr)
Una frecuencia resonante es una frecuencia en la que existe resonancia. Frecuencia ultrasónica·
Una frecuencia ultras6nica es una frecuencia situada por encima de la escala de frecuencia auditiva. Frente de onda·
El frente de onda de una onda progresiva en el espacio es una superficie continua, la cual es el lugar de los puntos que tienen la misma fase en un instante dado. Fuente simple sonora·
Una fuente simple sonora es una fuente que radia sonidos uniformemente en todas las direcciones bajo condiciones de campo libre. Fuerza de una fuente sonora (fuerza de una fuente simple)·
La fuerza de una fuente sonora es la tasa instantánea máxima de desplazamiento volumétrico producido por la fuente cuando emite una onda con variaci6n sinusoidal del tiempo. Propiamente, el término se aplica solamente a las fuentes de pequeñas dimensiones con respecto a la longitud de onda.
La cantidad g es la aceleraci6n producida en una masa por la fuerza de gravedad: es aproximadamente igual a 981 cm/seg2• Ganancia (nivel) de potencia
La ganancia del nivel de potencia en decibelios es el exceso de nivel de potencia de salida en decibelios sobre el nivel de potencia de entrada en decibelios. Por raz6n de las propiedades de los logaritmos, es también 10 veces el logaritmo común de la rela-
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ción entre la potencia de salida a la de entrada. Ordinariamente, el nombre de esta cantidad puede ser abreviado sin ambigüedades a ganancia de potencia en decibelios. Ganancia (nivel) de voltaje
La ganancia de nivel de voltaje en decibelios es el exceso del nivel de voltaje de salida en decibelios sobre el nivel de voltaje de entrada en decibelios. Por razón de las propiedades del logaritmo, es también 20 veces el logaritmo común de la relación del voltaje de salida al voltaje de entrada. Ordinariamente, el nombre de esta cantidad puede ser abreviado sin ambigüedades a ganancia de voltaje en decibelios. Grados de libertad
El número de grados de libertad de un sistema mecánico es igual al número de desplazamientos independientes que son posibles. En general, es igual al número mInlmO de coordenadas independientes requeridas para definir completamente la posición del sistema en un instante dado. Graduación
Graduación es ese atributo de la sensación auditiva en función del cual los ~onidos pueden ser ordenados en una escala que se extiende de bajo a alto; depende primordialmente de la frecuencia del estímulo sonoro, pero también de la presión sonora y de la forma de la onda de los estímulos. Herzio (Hz)
Véase Ciclo por segundo. Impedancia
Una impedancia es la relación compleja de una magnitud de fuerza (fuerza, preSlOn, voltaje) a una magnitud de velocidad determinada (velocidad, velocidad volumétrica o intensidad). Impedancia acústica
La impedancia acústica de un sonido medio en una superficie dada, situada en un frente de onda, es la impedancia obtenida a través de la relación cociente de la presión del sonido (fuerza por unidad de área) sobre esta superficie, por el flujo (velocidad volumétrica o velocidad lineal multiplicada por el área), a través de la misma superficie. Cuando se consideran las impedancias concentradas en vez de distribuidas, la impedancia de una porción del medio está basada en la diferencia de presión efectiva, conduciendo esa porción y el flujo (velocidad volumétrica). La impedancia acústica puede ser expresada en términos de impedancia mecánica dividida por el cuadrado del área de la superficie considerada. (Las velocidades en la dirección, a lo largo de la cual se va a considerar la impedancia, son consideradas positivas.) Impedancia acústica específica (impedancia acústica en la unidad área)·
La impedancia acústica específica en un punto del medio es la relación compleja de la presión sonora a la velocidad de la partícula. Impedancia característica
La impedancia característica de un medio es la razón de la presión efectiva de sonido en un punto dado a la efectiva velocidad de la partícula en este punto en una onda
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sonora progresiva, plana y libre. La impedancia característica es igual al producto de la densidad por la velocidad del sonido en el medio, esto es (poc). Impedancia característica del aire (poc)
Véase Impedancia característica. Los valores de la impedancia característica del aire para varias temperaturas y presiones están dados en la figura 2.8. Impedancia mecánica
La impedancia mecánica es la impedancia obtenida de la relación de fuerza a la velocidad o al desplazamiento durante el movimiento armónico simple. La relación entre fuerza y velocidad es designada como impedancia de la velocidad. La relación entre fuerza y desplazamiento se la designa como impedancia del desplazamiento. Intensidad (1)
La intensidad del sonido, medida en una dirección especificada en un punto, es el valor medio en el que la energía sonora es transmitida a través de una unidad de área perpendicular a la dirección específica en el punto considerado. Solamente en ondas sonoras progresivas libres, esféricas o planas, la intensidad está relacionada con la presión media por la ecuación I=p2/ poC , donde poc representa la impedancia característica del aire. Intensidad sonora (intensidad de flujo de energía sonora)ft'
La intensidad sonora en una dirección específica en un punto dado es la media de energía sonora transmitida en la dirección específica a través de una unidad de área perpendicular a esa dirección en el punto considerado. Interferencia de ondaft'
Interferencia de onda es el fenómeno que resulta cuando ondas de la misma, o aproximadamente la misma, frecuencia se superponen, y queda caracterizado por una distribución espacial o temporal de amplitud de alguna característica especificada, difiriendo de las ondas individuales superpuestas. Jerk
El jerk es un vector que especifica la tasa de tiempo de cambio de la aceleración de una partícula. El jerk es la derivada tercera del desplazamiento de la partícula con respecto al tiempo. Limen diferencial (umbral diferencial) (diferencia justamente perceptible)ft'
Un limen diferencial es el incremento de un estímulo que es percibido justamente en una fracción especifica de los experimentos. El limen diferencial relativo es la ratio del limen diferencial a la magnitud absoluta de estímulos a los que está conexionado. Longitud de onda (X)
La longitud de onda de una onda periódica en un medio isotrópico es la distancia perpendicular entre dos frentes de onda en que los desplazamientos tienen una diferencia en fase de un período completo.
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Magnitud periódica·
Una magnitud periódica es una magnitud oscilante, cuyos valores se repiten para iguales incrementos de la variable independiente. Mel O
El mel es una unidad de graduación. Por definición, un tono simple de 1000 cps de frecuencia, 40 decibelios por encima del umbral receptor, produce 1000 mels. La graduación de un sonido estimado por el receptor n veces el del tono de un mel es n mels. Microbar. Dina por centímetro cuadrado1:
Un microbar es una unidad de presión comúnmente usada en acústica. Un microbar es igual a una dina por centímetro cuadrado. Modo fundamental de vibración*
El modo fundamental de vibración de un sistema es el modo que tiene la frecuencia más baja. Modo normal de vibración
En un sistema de varios grados de libertad, no amortiguado, experimentando vibración libre, un modo normal de vibración es la forma de movimiento asumido por el sistema en que el movimiento de cada partícula es armónico simple con el mismo período y fase. La vibración en un modo normal se desarrollará así en una frecuencia natural del sistema. En general, cualquier movimiento compuesto de un sistema es analizable dentro de una suma de modos normales. (Los términos modo natural y modo característico son sinónimos a modo normal.) Modos acoplados
Los modos acoplados son modos de vibración que no son independientes, sino que se influyen el uno al otro, a través de la transferencia mutua de energía. Modulación·
La modulación es el proceso o el resultado del proceso por el que alguna característica de una onda varía de acuerdo con alguna característica de otra onda. Movimiento armónico simple
Un movimiento armónico simple es aquel en el que las interrelaciones entre el tiempo y el desplazamiento x pueden ser expresadas de la forma x=A sen (Cót+lp), donde A es la amplitud, Có la frecuencia angular y lp el ángulo de fase. Nivel
En comunicación y acústica, el nivel de una magnitud es el logaritmo de la relación de esa magnitud a la magnitud de referencia de esa misma clase. La base del logaritmo, la magnitud de referencia y el tipo de nivel deben ser especificados. Nivel de intensidad (nivel de densidad de flujo de la energía sonora) (L1)
El nivel de intensidad, en decibelios, de un sonido es 10 veces el logaritmo en base 10 de la relación de la intensidad de este sonido a la intensidad de referencia. La intensidad
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de referencia establecida explícitamente. Sin embargo, una referencia comúnmente usada es 10- 12 vatiosfcm2 en una dirección específica. En una onda plana progresiva, existe una conocida interrelación entre la densidad del flujo de la energía sonora y la presión del sonido, así ese nivel de densidad del flujo de la energía sonora puede ser deducido a través de una medición del nivel de presión del sonido. En general, sin embargo, no hay una simple interrelación entre los dos, y una medición del nivel de presión del sonido no debería ser considerada como nivel de intensidad. Nivel del espectro de la presión sonora
Véase Nivel del espectro de presión. Nivel del espectro de potencia
El nivel del espectro de potencia de un sonido a una frecuencia específica es el nivel de potencia para la potencia acústica contenida en una banda de extensión de 1 cps, centrada en la frecuencia específica. En este manual se expresa en decibelios referidos a 1 picovatio (1 ¡..t¡..tvatio), esto es, dbp. Nivel del espectro de presión
El nivel de presión del espectro de un sonido en una frecuencia específica es el nivel de presión sonora eficaz para la energía sonora contenida en una banda de extensión de 1 cps, centrado en la frecuencia específica. Ordinariamente, esto tiene significación solamente para un sonido que tenga una distribución continua de energía dentro del rango de frecuencia en consideración. La presión de referencia usada a 10 largo de este texto es 0,0002 microbares. Nivel de pico
El nivel de pico es el nivel instantáneo maXImo que se produce durante un intervalo de tiempo determinado. En acústica, se debe sobreentender que es nivel de presión sonora de pico, a menos que se especifique otra clase de nivel. Nivel de potencia (L w )
El nivel de potencia en decibelios es 10 veces el logaritmo en base 10 de la relación entre una potencia dada a la potencia de referencia. La forma de la potencia (por ejemplo, acústica) y la potencia de referencia deben ser indicadas. La potencia de referencia usada a lo largo de este manual para el nivel de potencia sonoro es el picovatio (1 ¡..t¡..tvatio) y el símbolo dbp se emplea para indicar la unidad de nivel de potencia (el decibelio) y la potencia de referencia (el picovatio). En un registro sonoro, se utiliza a menudo, como potencia eléctrica de referencia, el milivatio, y se usa como símbolo dbm para indicar la unidad de potencia (el decibelio) y la potencia de referencia (el milivatio). Nivel de potencia acústica
Véase Nivel de potencia sonora. Nivel de potencia sonora (L w )
El nivel de potencia sonora de una fuente de un sonido, en decibelios, es 10 veces el logaritmo en base 10 de la relación de la potencia sonora emitida por la fuente a la potencia de referencia. A lo largo de este manual, la potencia de referencia es 1 picovatio. Para indicar la potencia de referencia 1 picovatio, se añade la letra p a la abreviatura usada para el decibelio, esto es, dbp.
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Nivel de presión de banda-
El nivel de presión de banda de un sonido para una banda de frecuencia específica es el nivel efectivo de presión del sonido para la energía sonora contenida dentro de la banda. La anchura de la banda y la presión de referencia deben ser especificadas. La anchura de la banda puede ser indicada por el uso de un adjetivo calificativo; por ejemplo, nivel en banda de octava (presión sonora), nivel en banda de media octava, nivel en banda de un tercio de octava, nivel en banda de SO cps. Si el nivel de presión sonora es causado por un ruido térmico, la desviación del nivel de presión de la banda no excederá de 1 db si el producto de la anchura de banda en ciclos por segundo por el tiempo de integración en segundos excede de 20. Nivel de presión de banda de octavaO
El nivel de presión de una banda de octava de un sonido es el nivel de presión de banda para una banda de frecuencia correspondiente a una octava específica. (La localización del nivel de presión de una banda de octava en una escala de frecuencia está normalmente especificada por la media geométrica de la frecuencia más alta y más baja de la octava.) Nivel de presión sonora (L p )
El nivel de presión sonora, en decibelios, de un sonido es 20 veces el logaritmo en base 10 de la relación de la presión de este sonido, a la presión de referencia. La presión de referencia empleada a lo largo de este manual es 0,0002 microbares. En muchos campos sonoros las relaciones de presión sonora no son proporcionales a la raíz cuadrada de las correspondientes relaciones de potencia y, por consiguiente, no se pueden expresar en decibelios en sentido estricto. Sin embargo, es corriente extender el uso del decibelio a esos casos. Nivel de ruido
El nivel acústico de ruido es el nivel de sonido. Nivel de sensación
Véase Nivel sobre el umbral. Nivel de sonoridad (iN)
El nivel de sonoridad, en fonios, de un sonido es numéricamente igual al nivel de presión sonora en decibelios, relativo a 0,0002 microbares, de un tono puro de frecuencia 1000 cps, consistente en una onda sonora plana y progresiva, viniendo directamente enfrente del observador, que es juzgado por observadores normales para ser equivalente en sonoridad. Nivel de velocidad*
El nivel de velocidad, en decibelios, de un sonido es 20 veces el logaritmo en base 10 de la relación entre la velocidad de la partícula del sonido y la velocidad de la partícula de referencia. La velocidad de la partícula de referencia deberá ser señalada explícitamente. En muchos campos sonoros, las relaciones de la velocidad de la partícula no son proporcionales a la raíz cuadrada de las correspondientes relaciones de potencia, y por ello no se pueden expresar en decibelios en sentido estricto. Sin embargo, es corriente extender el uso del decibelio a esos casos.
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Nivel sobrecargado
El nivel sobrecargado de un componente o sistema es el nivel en el que la operaci6n deja de ser satisfactoria como un resultado de una distorsi6n de la señal, sobrecalentamiento, etc. En un sistema acústico, se sobreentiende que es nivel de presi6n sonora, a no ser que se especifique otra cosa. Nivel sobre el umbral (nivel de sensación)
El nivel sobre el umbral de un sonido es el nivel de preSlon del sonido, en decibelios, por encima del umbral de perceptibilidad para el observador individual. Nivel sonoro
El nivel sonoro, en decibelios, es el nivel de presi6n sonora ponderado, obtenido por el uso de un sonómetro, cuyas características de ponderación están especificadas en la última revisión de las normativas sobre sonómetros de la American Standards Association. La presión de referencia es 0,0002 microbares, a menos que se especifique cualquier otra. Nodos
Los nodos son los. puntos, líneas o superficies en un sistema de onda estacionaria, donde algunas características del campo de la onda sonora tienen esencialmente amplitud cero. Nodos parciales·
Son los puntos, líneas o superficies en un sistema de onda estacionaria, donde alguna característica del campo de la onda tiene una amplitud máxima diferente de cero. Número modal
En general, un sistema vibratorio puede ser analizado en funci6n de sus modos normales. Los modos pueden ser ordenados en una secuencia discreta asociada con una serie de números enteros ordenados que se llaman números nodales. Ohmio acústico·
Una resistencia acústica, reactancia o impedancia tiene una magnitud de un ohmio acústico cuando una presi6n sonora de 1 microbar produce una velocidad volumétrica de 1 cm3/seg. Onda
Una onda es una perturbaci6n propagada en un medio, de tal manera que en algún punto del medio la cantidad, que sirve como una medida de la perturbaci6n, es función del tiempo; mientras que en algún instante la cantidad que sirve como medida de la perturbación en un punto es función de la posición del punto. Cualquier cantidad física que tenga la misma relaci6n en alguna variable independiente (normalmente tiempo) que tiene una perturbación propagada, en un instante particular, con respecto al espacio, puede ser llamada onda. Onda cilíndrica'"
Una onda cilíndrica es una onda en que los frentes de onda son cilindros coaxiales.
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Onda de compresi6n·
Una onda de compresión es una onda en un medio elástico que obliga a cambiar el volumen de un elemento del medio sin experimentar rotación. Onda difractada
Una onda difractada es aquella cuyo frente ha sido cambiado de dirección por un obstáculo u otra heterogeneidad en el medio, de modo distinto que por reflexión o refracción. Onda esférica·
Una onda esférica es una onda en la que los frentes de onda son esferas concéntricas. Onda planatl
Una onda plana es una onda en que sus frentes son, en todos lados, planos paralelos perpendiculares a la dirección de propagación. Onda progresiva libre (onda libre)
Una onda progresiva libre es una onda en un medio libre de los efectos de los límites. Una onda libre en un régimen permanente puede ser solamente aproximada en la práctica. Ondas estacionarlas·
Las ondas estacionarias son ondas permanentes en las que el flujo de energía es cero en todos los puntos. Ondas permanentes·
Las ondas permanentes son ondas periódicas que presentan una distribución fija en el espacio, lo cual es resultado de la interferencia de ondas progresivas de la misma frecuencia y tipo. Tales ondas se caracterizan por la existencia de nudos o nudos parciales y antinudos que están fijos en el espacio. Oscllacl6n·
Oscilación es la variación, normalmente con el tiempo, de la magnitud de una cantidad con respecto a una referencia específica, cuando la magnitud es alternativamente mayor y menor que la referencia. Oscilación forzada (vibración forzada)
La oscilación de un sistema es forzada si la respuesta está impuesta por la excitación. Si la excitación es periódica, la oscilación es de régimen permanente. Oscilación libre (vibración libre)
Oscilación libre de un sistema es la oscilación de algunas cantidades físicas del sistema, cuando no hay aplicadas externamente fuerzas directrices. Tal oscilación es mantenida por la transferencia de energía entre las fuerzas elásticas y las fuerzas de inercia. La oscilación puede provenir de desplazamientos iniciales, velocidades o una fuerza aplicada de repente y retirada a continuación.
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Pérdida auditiva
La pérdida auditiva de un oído en una frecuencia específica es la magnitud, en deci· belios, en la que el umbral auditivo para ese oído excede del umbral normal. Pérdida auditiva para el lenguaje·
La pérdida auditiva para el lenguaje es la diferencia en decibelios entre los niveles de lenguaje en los que el promedio normal de oído y el oído deficiente, respectivamente, alcanzan la misma inteligibilidad, a menudo situado arbitrariamente en un 50 por 100. Pérdida de discriminación
Es la diferencia entre la discriminación normal para el test y la señal obtenida por el oído, bajo el test. Pérdida de transmisión
La pérdida de transmisión es la reducción en la magnitud de alguna característica de una señal, entre dos puntos establecidos en un sistema de transmisión. La característica es a menudo algún tipo de nivel, tal como nivel de potencia o nivel de voltaje; en acústica, la característica comúnmente medida es el nivel de presión sonora. Si los niveles son expresados en decibelios, entonces la pérdida de transmisión se expresa también en decibelios. Pérdida de transmisión de una separación
La pérdida de transmisión sonora de una separación en decibelios es -10 veces el logaritmo en base 10 de la transmisibilidad de potencia de la separación. Es igual al número de decibelios en que el sonido incidente sobre la separación se reduce en la transmisión a través de ella. Así, pues, es una medida del aislamiento sonoro de la separación. A menos que se especifique otra cosa, debe entenderse que los campos de sonido en ambos lados de la separación son difusos. Perfiles de nivel de sonoridad
Los perfiles de nivel de sonoridad son curvas que muestran los valores relativos del nivel de presión sonora y frecuencia, requeridos para producir un nivel de sonoridad dado para el receptor típico. Período·
El período de una magnitud periódica es el valor más pequeño del incremento de la variable independiente, para el cual la función se repite a sí misma. Porcentaje de articulación
Véase Articulación. Porcentaje de audición·
El porcentaje de audición a una frecuencia dada es 100, menos el porcentaje de pérdida auditiva en esa frecuencia. Porcentaje de inteligibilidad
Véase Articulación.
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Porcentaje de pérdida auditiva (porcentaje de sordera)·
El porcentaje de pérdida auditiva a una frecuencia dada es 100 veces la relación de la pérdida auditiva en decibelios al número de decibelios entre los niveles umbrales normales de audibilidad y la percepción. (Una media ponderada del porcentaje de pér. didas auditivas a frecuencias específicas se usa a menudo como una medida singular de la pérdida auditiva.) Potencia acústica
Véase Potencia sonora de una fuente. Potencia sonora de una fuente (W)
La potencia sonora de una fuente es la energía sonora total emitida por la fuente por unidad de tiempo. Presión de sonido instantáneo
La presión de sonido instantáneo en un punto es la presión instantánea total en ese punto menos la presión estática en el mismo. Presión sonora de pico 6
La presión sonora de pico para algún intervalo de tiempo específico es el valor ab· soluto máximo de la presión sonora instantánea en ese intervalo. En el caso de una onda periódica, si el intervalo de tiempo considerado es un período completo, la presión sonora de pico llega a ser idéntica a la presión sonora máxima. Presión sonora eficaz (p)
La presión sonora eficaz en un punto es el valor RMS de las presiones instantáneas del sonido en un intervalo de tiempo en un punto considerado. En el caso de presión de sonido periódico, el intervalo debe ser un número integral de períodos o un inter· valo largo comparado con el período. En el caso de presiones de sonido no periódico, el intervalo sería lo bastante largo como para hacer el valor obtenido esencialmente independiente de pequeños cambios en la longitud del intervalo. El término «presión sonora eficaz» se abrevia frecuentemente a «presión sonora». Presión sonora máxima·
La presión sonora máxima para un ciclo dado de una onda periódica es el valor absoluto máximo de la presión de sonido instantáneo que se produce durante ese ciclo. En el caso de una onda sonora sinusoidal, esta presión sonora máxima se llama también amplitud de la presión. Pulsaciones
Las pulsaciones son variaciones periódicas que resultan de la superposición de dos movimientos armónicos simples de diferentes frecuencias, fI y f2' Ello comporta el cre· cimiento y decrecimiento periódico de la amplitud en la frecuencia de la pulsación (fI-f2)'
Raíz cuadrada media de la presión sonora
Véase Presión sonora eficaz.
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Reactancia acústica
La reactancia acústica es la componente imaginaria de la impedancia acústica. Reactancia acústica específica·
Reactancia acústica específica es el componente imaginario de la impedancia acústica específica. Reconocimiento diferencial
El reconocimiento diferencial para un sistema de ese exceso de nivel de señal sobre el nivel de ruido resultado un 50 por 100 de probabilidad de detectar del sistema, dentro del cual la señal y el ruido son especificada.
detección sonoro especificado es presentado al oído, que da como la señal. La anchura de la banda presentados y medidos, debe ser
Reducción sonora entre habitaciones
La reducción sonora, en decibelios, entre dos habitaciones es la cantidad en la cual el nivel de presión sonora eficaz en la habitación-fuente excede del nivel en la habitación receptora. Si una separación común divide dos habitaciones, la primera de las cuales contiene una fuente sonora, la reducción de sonido entre las dos habitaciones es igual a la pérdida de transmisión de la separación, más una función de la absorción total en la segunda habitación y el área de la separación común. Refracción acústica
La refracción acústica es el proceso por el que la dirección de propagación del sonido es cambiada por causa de una variación espacial de la velocidad de la onda en el medio. Rendimiento
El rendimiento de una máquina con respecto a una cantidad física que puede ser almacenada, transferida o transformada por la máquina, es la relación de la salida útil de la cantidad a su entrada total. Resistencia acústica·
La resistencia acústica es la componente real de la impedancia acústica. Resistencia acústica específica·
La resistencia acústica específica es la componente real de la impedancia acústica específica. Resonancia
La resonancia de un sistema bajo vibraciones forzadas existe cuando pequeños incrementos o disminuciones en la frecuencia de excitación producen una disminución en la respuesta del sistema. Reverberación
Reverberación es el sonido que persiste en un punto dado, después que la recepción directa desde la fuente ha cesado.
27
Ruido
Sonido no deseado. Ruido aleatorio
El ruido aleatorio es una cantidad fluctuante (tal como la presión sonora), cuyas amplitudes instantáneas aparecen, como una función del tiempo, de acuerdo con una distribución normal (gaussiana). Ruido ambiental
El ruido ambiental es el ruido circundante, asociado con un entorno dado, siendo usualmente una composición de sonidos de muchas fuentes, cercanos o lejanos. Ruido blanco
El ruido blanco es un ruido de naturaleza estadísticamente aleatoria, que tiene igual energía por unidad de ancho de banda de frecuencia sobre una banda de frecuencia total específica. Sabinlo (unidad de absorción por metro cuadrado)
El sabinio es una medida de la absorción sonora de una superficie; es el equivalente a un metro cuadrado de superficie perfectamente absorbente. Señal
Una señal es: 1) una perturbación usada para transmitir información; 2) la información a ser transmitida en un sistema de comunicación; 3) una onda de señal. Señal de la articulación
Véase Diferenciación por palabras. Son·
El son es una unidad de sonoridad. Un simple tono de 1000 cps de frecuencia, 40 db por encima del umbral del receptor, produce una sonoridad de un son. La sonoridad de algún sonido que es percibido n veces, el de un tono de un son es n sones. Un milisón es igual a 0,001 son. Sonido a) El sonido es la alteración en presión, tensión, desplazamiento de partículas, o cortadura, etc., en un medio elástico, o b) el sonido es una sensación auditiva producida por las alteraciones descritas antes. En caso de posible confusión, el término «onda sonoraD u «onda elásticaD puede ser usado para el concepto a), y el término «sensación sonoraD, para el concepto b). No todas las ondas sonoras producen una sensación auditiva. El medio en que se produce el sonido es indicado a menudo por un adjetivo apropiado, por ejemplo, aéreo, estructural.
Sonómetro
Un sonómetro es un aparato que se usa para medir el nivel de preSlOn sonora o el nivel de presión sonora ponderado, construido de acuerdo con las especificaciones para sonómetros de la American Standards Association. El sonómetro consta de un micrófo-
28
no, un amplificador para aumentar la salida del micrófono a niveles prácticos, un atenuador calibrado para ajustar la amplificación a valores apropiados a los niveles sonoros que se miden, y un instrumento para indicar el nivel sonoro medido; se incluyen redes de ponderación opcionales para ajustar la característica de frecuencia total de la respuesta. Se hace provisión para una conexión de salida a equipo de mediciones adicional. Subarmónico'"
Un subarmónico es una magnitud sinusoidal con una frecuencia que es un submúltiplo entero de la frecuencia fundamental de una cantidad periódica, con la cual se relaciona. Por ejemplo, una onda cuya frecuencia sea la mitad de la frecuencia fundamental de otra onda, es denominado como segundo subarmónico de esta onda. Sustitución Doppler*
La sustitución Doppler es la magnitud del cambio en la frecuencia observada de una onda debido al efecto Doppler. Tasa de decaimiento
La tasa de decaimiento es la tasa de tiempo en la que el nivel de presión sonora (o nivel de velocidad) decrece en un punto y tiempo dados. La unidad más comúnmente usada es el decibelio por segundo. Tiempo de reverberación (too)
El tiempo de reverberación para el nivel medio de presión sonora, ca 60 db, después que la fuente se superior de esta escala es medida y
una. frecuencia dada es el tiempo requerido para que originariamente en un régimen permanente, decrezpare. Normalmente, el nivel de presión para la parte el resultado extrapolado para cubrir 60 db.
Tono puro'"
Un tono puro es una onda sonora en la cual la presión instantánea sonora es una simple función sinusoidal del tiempo. Umbral de percepción (o incomodidad, cosquilleo o dolor)·
El umbral de percepción (o incomodidad, cosquilleo o dolor) para una señal específica es la presión eficaz mínima sonora de esta señal, la cual, en una fracción específica de los experimentos, estimulará el oído a un punto en que hay una sensación de percepción (o incomodidad, cosquilleo o dolor). Umbral de perceptibilidad (umbral de detectabilidad)fr
El umbral de perceptibilidad para una señal específica es la presión eficaz mínima sonora de la señal que es capaz de producir una sensación auditiva en una fracción específica del experimento. Las características de la señal, la manera en que es presentada al receptor y el punto en que se mide la presión sonora, deben ser especificados. El ruido ambiental que alcanza a los oídos se supone que es despreciado, a menos que se especifique otra cosa. Umbral normal de perceptibilidad
El umbral normal de perceptibilidad en una frecuencia dada es el valor modal del nivel mínimo de presión sonora, en la entrada del canal auditivo externo, que en esta frecuencia produce una sensación auditiva en un gran número de personas con oídos
29
normales y en un grupo de edades comprendidas entre los dieciocho a treinta años, inclusive. Unidad de volumen (VU)
La unidad de volumen (VU) es una unidad para expresar la magnitud de una onda eléctrica compleja, tal como corresponde al lenguaje o a la música. El volumen en V U es igual al número de decibelios por el que la onda se diferencia del volumen de referencia. VelocidadO
La velocidad de un punto es la tasa de tiempo de cambio de un vector posición de ese punto con respecto a una referencia inercial. Velocidad crítica
La velocidad crítica es la velocidad de rotación de un sistema que corresponde a una frecuencia resonante de dicho sistema. Velocidad de la partícula*
En una onda sonora, la velocidad de la partícula es la velocidad de una parte infinitesimal dada del medio, con referencia al medio como un todo, debido a la onda sonora. Los términos «velocidad instantánea de la partícula», «velocidad efectiva de la partícula», «velocidad máxima de la partícula» y «velocidad de pico de la partícula» tienen significados que se corresponden con aquellos términos referidos, usados para la presión sonora. Velocidad del sonido (e)
La velocidad del sonido en el aire viene dada por (1,40Ps /p)1/2, donde Ps es la presión atmosférica y p es la densidad del aire (véase Cap. 2). Velocidad relativa'"
La velocidad relativa de un punto con respecto a una señal de referencia es la tasa de tiempo de cambio de un vector posición de ese punto con respecto a la referencia. Velocidad volumétrica
La velocidad volumétrica es la tasa de flujo del medio a través de una superficie específica, debido a una onda sonora. Volumen sonoro o sonoridad (N)
Volumen sonoro es el atributo intensivo de una sensación auditiva en términos que pueden ser ordenados en una escala de flojo a fuerte. El volumen sonoro depende primordialmente de la presión sonora de los estímulos, pero también depende de la frecuencia y forma de la onda de los estímulos.
30
APENDICE 1.1 Las siguientes figuras son ilustrativas de datos del tipo descrito bajo Cuánta reducción de ruido se requiere. En esta revisión, las mediciones de las fuentes de ruido se tomaron dentro de 0,6 a 1,5 m de la máquina y en la proximidad del operador. Puede haber una considerable variación en la salida de tales máquinas, aunque se piense que son supuestamente idénticas. Las medidas de niveles de ruido en zonas donde trabajaban hombres se tomaron a alguna distancia de las principales fuentes de ruido; normalmente podían ser oídas varias. En algunos casos específicos, los niveles reales en tales zonas dependerán no sólo del número y tipo de máquinas, sino también de la cantidad y situación de las superficies absorbentes sonoras en el área. [Datos de Karplus y Bonvallet, de la American Industrial Association, 14: 4 (diciembre, 1953).] PASOS DE BANDAS 'DE OCTAVA EN CICLOS POR SEG.
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36
Capítulo 2 PROPIEDADES FISICAS DEL RUIDO V SU ESPECIFICACION ROBERT
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YOUNG,
PH.D.
Navy Electronics Laboratory
INTRODUCCION
Sonido
Cuando se acciona el claxon de un automóvil se produce en el aire un fenómeno físico llamado sonido, de forma que una persona cercana puede atestiguar que ha oído el sonido del claxon. Por tanto, hay dos formas de definir el sonido: -
como fenómeno físico (en este caso en el aire), como sensación auditiva, en el oyente.
De acuerdo con la primera definición, el sonido existe incluso cuando nadie puede percibirlo fisiológicamente. El fenómeno físico llamado sonido se propaga a través de cualquier medio elástico, como el agua y el acero. Ruido
Un sonido agradable al oído, como el de un violín, se conoce normalmente como música. Sin embargo, si el mismo fenómeno físico ocurre cuando se desea tranquilidad, el sonido se denomina ruido. Así, pues, se define al ruido como un sonido no deseado. Los sonidos musicales son, normalmente, perturbaciones regulares del aire. Las perturbaciones irregulares y aleatorias son, generalmente, desagradables y constituyen el ruido. Por tanto, y en sentido general, ruido es toda perturbación más o menos aleatoria. En todas partes hay siempre algo de ruido. Normalmente el ruido proviene de diversas fuentes, unas próximas, otras lejanas; puede venir reflejado por las paredes, e incluso una parte de él puede venir de todas las direcciones. El ruido total asociado con un determinado entorno se denomina ruido ambiente.
37
MOVIMIENTO ONDULATORIO Frecuencia
Muchos sonidos se producen por vibraciones de algún material sólido. Por ejemplo, en el caso del claxon del automóvil, se trata de un diafragma que se mueve rápidamente hacia adelante y hacia atrás, lo que hace que el aire en contacto con el diafragma siga el mismo movimiento. El número de movimientos de este tipo por unidad de tiempo es el mismo para el diafragma y para el aire circundante; este número se denomina frecuencia. Consideremos el zumbido de un pequeño aspirador doméstico. Colocando un equipo medidor de vibraciones apropiado cerca de la ventosa del aspirador, se obtiene una gráfica de su vibración mecánica, como la que se representa en la figura 2.1a. La línea horizontal representa la posición de reposo de la ventosa y la línea oscilante representa el desplazamiento hacia arriba y abajo de la ventosa mientras el motor funciona. La dirección hacia arriba aparece como positiva en la figura, y la dirección hacia abajo como negativa. La secuencia de movimientos se repite una y otra vez; es un movimiento periódico. Cada secuencia única de movimientos es un ciclo. El tiempo requerido para que un punto de la ventosa recorra un ciclo es el período del movimiento; en este caso, 1/220 seg. La frecuencia del movimiento periódico es el número de ciclos efectuados por unidad de tiempo. La unidad de tiempo es el segundo y la unidad de frecuencia es el herzio o ciclo por segundo, que se escribe abreviadamente Hz. La frecuencia es el número inverso del período T:
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f=T
(2.1)
En este ejemplo, por tanto, f = 220 Hz. Algunas veces se utiliza el concepto de velocidad angular, que está relacionada con la frecuencia por la fórmula w = 21Tf. Elongación
La curva de la figura 2.1 corresponde a la función trigonométrica seno; por tanto, se le llama onda senoidal: x = A sen 21Tft
(2.2)
La distancia x a la que está desplazada la ventosa respecto de su posición de reposo en un instante T se denomina elongación. La elongación máxima se denomina amplitud A. El espacio total recorrido es 2A y se llama doble amplitud, o amplitud pico a pico. En el caso particular de la ventosa del aspirador la amplitud es 0,00254 cm y la amplitud pico a pico es 0,00508 cm.
38
Velocidad La figura 2.1a representa el movimiento de un punto de la superficie de la ventosa del aspirador. En el instante inicial esta «partícula» tiene velocidad máxima; en el pico superior de la onda la velocidad es nula. Siguiendo el movimiento se ve que, en el momento en que la onda corta al eje de abscisas, la velocidad es negativa y máxima en valor absoluto y en el pico inferior f CICLO >t
Ir Z
lú
+
o f---!---\---t---l---+------,,-L -
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w >
~
+
~ r o ~+--I---+_\-----L--+-_ _
'>-
2.1. Vibración de un punto de la ventosa de un aspirador.
FIG.
vuelve a ser nula. La figura 2.1b representa la variación de la velocidad u de una partícula de la ventosa con respecto al tiempo. Es una onda cosenoidal dada por: u = (2TTfA) cos 2TTft
(2.3)
o u = (2TTfA) sen [ 2TT/
(t+ ~) ]
(2.4)
o u = (2TTfA) sen ( 2TTft +
~)
(2.4a)
Estas tres fórmulas son equivalentes. La onda cosenoidal tiene la misma forma que la senoidal, pero está desplazada en el tiempo un cuarto de período. Se dice por eso que las dos ondas tienen una diferencia de fase de 2TTf(T/4) = = 2TTf(l/4f) =TT/2. Aplicando la fórmula (2.3), se ve que la velocidad máxima de una partícula es 27TfA. En nuestro ejemplo es 2TT x 220 x 0,00254=3,51 cm/sega
39
Aceleración
De la observación de la figura 2.1b se deduce que la velocidad de la (epartícula» varía periódicamente en dirección y magnitud. La magnitud que expresa la variación de la velocidad con el tiempo es la aceleración: (2.5) La amplitud de la aceleración o aceleración máxima es: (2TTffA; en el caso del aspirador, la aceleración máxima es 4,85 cm/seg2• A la vista de la ecuación (2.2), la aceleración se puede expresar también como: (2.6) Movimiento armónico simple
Un movimiento que pueda describirse por medio de una onda sinusoidal se denomina movimiento armónico simple. De acuerdo con la ecuación (2.6), el movimiento armónico simple se caracteriza porque la aceleración es siempre proporcional a la elongación, pero de sentido contrario. Amplitud eficaz
Como se ha visto, una manera de caracterizar una onda es por medio de su amplitud pico a pico. En algunos casos es conveniente utilizar otras formas de descripción de la onda. Por ejemplo, mediante el llamado valor o amplitud eficaz, que es la raíz cuadrada del valor medio del cuadrado de la elongación durante un período. Para una onda senoidal, como la mostrada en la figura 2.2a, que tiene una amplitud de 3 unidades, el valor eficaz es de 2,12 unidades, es decir, 0,707 veces la amplitud. Valor medio de la onda rectificada
Es el valor medio de una onda, tomado a lo largo de un período, sin tener en cuenta si el desplazamiento es positivo o negativo. En el caso de la onda senoidal de la figura 2.2a, el valor medio de la onda rectificada es 1,91 unidades, es decir, X m = 0,637x m áx. Fase
La figura 2.2b muestra una onda senoidal que tiene una frecuencia tres veces mayor que la de la figura 2.2a, y una amplitud tres veces menor. Ambas ondas cruzan el eje de abscisas en la misma dirección y al mismo tiempo. Por tanto, se dice de ambas que están en fase.
40
xmox=3 xet=· 2.12= 0101 xmox = /./1. X m -;;;¿x m = /.9/=0.631 xmox=090 xef
I
(a)
FIG. 2.2. Combinación de las ondas 3 sen 21Tft y +sen 61Tft. Ondas en fase.
(e)
Superposición
El principio de superposici6n dice que la composición de dos movimientos se puede representar, para amplitudes no muy grandes, como la suma, punto a punto, de las elongaciones de cada movimiento. Si, de acuerdo con este principio, sumamos punto a punto las ondas de las figuras 2.2a y b, obtenemos el resultado de la figura c, donde se han calculado los valores máximo, eficaz y medio de la señal. Las relaciones de estos valores entre sí difieren de las calculadas para la onda senoidal. Nótese también que el valor máximo de la onda compuesta es ligeramente inferior al de la onda componente de mayor valor. Desfase
La figura 2.3 muestra una combinación de ondas sinusoidales que tienen una diferencia de fase de '1T radianes, es decir, de 180°. Esto significa que, en el instante inicial, un movimiento se dirige hacia arriba y el otro hacia abajo. Los valores máximo, eficaz y medio de la onda rectificada de cada onda individual, son los mismos que los de la figura 2.2. Una vez sumadas ambas ondas, los nuevos valores son los mostrados en la figura 2.3. Excepto el valor eficaz, que continúa siendo 2,24, los demás difieren de los calculados en el caso anterior. Una de las propiedades del valor eficaz de una onda compuesta es que se conserva aunque cambien las fases relativas de las diversas ondas componentes. 41
,xmax =3 ~xrms=2.12=0107'max=1." )[m
::L--xav= 1.9/ =0631 xmox=O~O xef
lo I
(al
(b)
-/xmox=4 xef='2.24=0.56 xmox=1.32
~ x m =' 1.10 =0.42 Xmax = a 16
Am
xe f
I TIEMPO -FIG. 2.3. Combinación de las ondas 3 sen 21Tft y - sen 611ft. Ondas desfasadas.
{el
Onda cuadrada
Un tipo de onda utilizado a menudo para pruebas eléctricas es la onda que se muestra en la figura 2.4a, en la que la señal tiene un valor constante y positivo durante medio período y el mismo valor, pero negativo, durante
¡ x
-xmox=3
_xmox =3
=Xef=X m '
JKef =1.5
=o.5xmox
o f--t----t--f---+---
~xm=075 = O 25xmox
Valores máximo, eficaz y medio de onda rectificada de una onda cuadrada.
FIG. 2.4a.
Valores máximo, eficaz y medio de un tren de impulsos.
FIG. 2.4b.
el otro medio. Los valores maxlmo, eficaz y medio de la onda rectificada son iguales y, para el ejemplo dado, valen 3 unidades. El valor medio de la onda sin rectificar es, por supuesto, cero. Otro ejemplo similar es el tren de impulsos que muestra la figura 3.4b. La amplitud vale 3 unidades durante un milisegundo y cero durante el resto del período (3 mseg). En este caso, el valor eficaz es la mitad del valor máximo, y el valor medio es la cuarta parte.
42
Tiempo de promedio
En todos los ejemplos citados, los diversos valores medios se han calculado para un período completo. Los resultados serían los mismos si se calculasen en un intervalo de tiempo muy largo, puesto que la onda es periódica. Pero si el cálculo se efectúa en una fracción del período, los resultados dependerán del intervalo o tiempo de promedio escogido. Por ejemplo, si los cálculos correspondientes a la onda de la figura 2.4b se efectuasen considerando una duración de 5 mseg, para incluir dos impulsos sucesivos, se obtendría que el valor máximo seguiría siendo 3 unidades, pero Xef= 1,9 =0,63xm áx y Xm = 1,20=0,40xmáx. Para obviar esta dificultad se exige que el tiempo de promedio sea razonablemente largo comparado con el período.
ONDAS SONORAS Presión sonora
La presión atmosférica varía ligeramente de un día para otro, y es menor en las montañas que al nivel del mar. Sin embargo, es relativamente constante en cualquier punto, por lo menos durante unos segundos. La presión atmosférica típica oscila alrededor de un millón de dinas por centímetro cuadrado, que equivale a la unidad de presión llamada baria o bar; por tanto, una dina por centímetro cuadrado es sinónimo de un microbar. Supongamos que se sitúa un equipo medidor de presión atmosférica a varios metros de distancia del claxon de un automóvil. Cuando suena el claxon, la presión atmosférica presenta una pequeña variación; esta variación se denomina presión sonora. La presión sonora puede ser positiva o negativa, dependiendo de que la presión total en un instante sea superior o inferior a la presión atmosférica media. A una distancia aproximada de 120 m del claxon, la máxima variación de presión puede ser de una millonésima parte de la presión atmosférica, que es lo mismo que decir que la presión sonora tiene una amplitud, a la distancia citada, de una dina por centímetro cuadrado o un microbar. Velocidad del sonido
Las perturbaciones sonoras se transmiten a través de la atmósfera. La velocidad a que se desplaza la perturbación a través del medio se denomina velocidad del sonido. En una habitación, a 20° C, la velocidad es de 344 m/seg. Esta es la velocidad de propagación de la onda, y no debe confundirse con la velocidad de una partícula, que es la velocidad con que se mueve una partícula de aire al pasar la onda. Como se indica en la ecuación (2.3), la velocidad de una partícula de una onda senoidal es proporcional a la frecuencia, pero la velocidad del sonido no depende de la frecuencia. Sin embargo, la velocidad del sonido aumenta con la temperatura, a razón de 60,7 cm/seg, por grado centígrado. 43
Longitud de onda
La distancia recorrida por una onda sonora durante un período es lo que se llama longitud de onda del sonido. Como la velocidad del sonido cambia de un medio a otro, la longitud de onda varía proporcionalmente. Se utiliza la letra griega A para representar la longitud de onda, de forma que, si c es la velocidad del sonido, T el período y f la frecuencia:
c
(2.7)
A=cT=-
f
La longitud de onda del sonido procedente de la ventosa del aspirador del ejemplo anterior, que vibraba a una frecuencia de 220 Hz, es, por tanto, A= 344/220 = 1,6 metros. En la figura 2.5 se detallan las longitudes de onda correspondientes a diversas frecuencias en el aire. LONGITUD DE ONDA
100
ji"~
50 'ji
I
10
20
20 ti
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1" 50
10 ¡ ¡
1)11
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0.5 r, '1
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5000 10.000
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FRECUENCIA EN Hz
LONGITUD DE ONDA A EN METROS
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10 5 "'1' 'I'¡'I J'. l' 50 100
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005 'i '.;1 ¡'II 5000 10,000
'Ir
FRECUENCIA EN Hz
2.5. Correspondencia entre frecuencias y longitudes de onda, en el aire y en condiciones normales.
FIG.
La longitud de onda es un parámetro acústico importante. Por ejemplo, un sonido cuya longitud de onda sea mucho mayor que la longitud de un obstáculo es apenas afectado por dicho obstáculo. La figura 2.6 muestra cómo una onda sonora que atraviesa una valla formada por listones verticales es alterada muy ligeramente, de manera que rápidamente recupera la forma de su frente inicial de propagación, como si la valla no hubiera existido. Este rodeo de los obstáculos por el sonido se denomina difracción. Si la longitud de onda del sonido es pequeña en comparación con el tamaño del obstáculo, el sonido se reflejará o se dispersará en muchas direcciones, y el obstáculo generará una zona llamada de «sombraD. En la figura 2.7, las líneas de trazos indican los frentes de onda del sonido reflejado por la pared. El dibujo está muy simplificado; realmente hay algo de sonido que se difracta y penetra en la zona de sombra, así como una cierta reflexión, producida por el suelo. A causa del fenómeno de la difracción, una pared es una protección débil contra sonidos de baja frecuencia (gran longitud de onda). Para mayor detalle véase el capítulo 3.
Divergencia
Al aire libre, donde el sonido se propaga en todas direcciones en forma de ondas esféricas, sin encontrar superficies reflectantes, la presión sonora se atenúa con la distancia a la fuente. Concretando, es un caso de divergencia esférica, en el que la presión sonora varía en relación inversa con la distancia; es decir,
P=Px (~ ) =(constante).
~
(2.8)
donde Px es la preslOn sonora a una distancia determinada, r x, del centro acústico de la fuente sonora y P y r son la presión y distancia, respectivamente, en el punto de medida. La relación expresada por la ecuación (2.8)
e FUENTE
)
)
FIG. 2.6. Onda sonora atravesando una valla formada por listones verticales. Visión en planta, mostrándose las secciones de los listones.
FIG. 2.7.
Reflexión en una pared de un sonido de pequeña longitud de onda y sombra resultante.
es una ley de relación inversa respecto a la distancia, y determina que el producto de la presión sonora por la distancia a la fuente es constante. En el ejemplo del claxon del automóvil, en el que la presión sonora era Px = 1 microbar, a una distancia de 120 m, la ecuación nos dice (si no hay reflexión) que la presión sonora, a una distancia de 30 m, debe ser:
P= 1 x (
~~o )
= 4 microbares.
También hay otra causa de atenuación de la presión sonora que puede ser significativa a grandes distancias, y es la absorción debida al medio de propagación. Campo acústico libre
En un lugar donde el sonido pueda propagarse libremente y sin reflexión, las ondas sonoras se denominan ondas progresivas libres que se propagan en campo libre. Para ciertas pruebas se necesitan estas condiciones de campo 45
libre y, con este fin, se han construido habitaciones especiales en las que las paredes, el suelo y el techo están construidos con material absorbente. En estas habitaciones, llamadas cámaras anecoicas, no hay, prácticamente, ningún sonido reflejado. Otro tipo de recintos en que una gran parte del sonido es absorbido, pero en los que no se dan las condiciones de «espacio libre», se llaman «cámaras muertas» *. Reverberación
En una habitación ordinaria, una gran parte del sonido es reflejada por las paredes. Así, el sonido, en un punto determinado de la habitación, está compuesto del sonido que se propaga directamente de la fuente sonora más el que procede de la reflexión en las paredes. En tales circunstancias, la presión sonora no disminuye en la proporción inversa a la distancia, según indica la ecuación (2.8) **. Las diferencias de absorción y la variedad de las superficies de reflexión tienden a aumentar la dispersión del sonido dentro de la habitación. Cuando ocurre que las ondas sonoras se propagan de igual manera en todas direcciones, y que la presión sonora es igual en todos los puntos dentro de la habitación, se dice que el campo acústico es perfectamente difuso. Como consecuencia de las reflexiones en las superficies límite de la habitación, el sonido permanece aun cuando la fuente sonora haya dejado de emitir; este sonido remanente se llama reverberación. El efecto es más apreciable en una cámara reverberante, cuyas paredes tienen muy poca absorción y en cuyo interior el sonido persiste durante un tiempo considerable. Intensidad
Las ondas sonoras se pueden caracterizar mediante diversas variables, como el desplazamiento de las partículas del medio, la velocidad de una partícula o la presión sonora. Esta última característica es la que se suele medir con mayor frecuencia, ya que la mayor parte de los micrófonos utilizados en medida de ruidos son sensibles a la presión sonora. Sin embargo, a veces es necesario conocer la energía o potencia asociadas con una onda sonora. No son fáciles de conseguir los equipos de medida directa de potencia sonora, pero ésta se puede calcular a partir de medidas de presión hechas en condiciones especiales. La propagación de una onda sonora va acompañada de un flujo de energía sonora. La intensidad es la potencia transmitida por unidad de área en la dirección del movimiento, y viene dada por:
l=up cos cf>
(2.9)
donde u es la velocidad eficaz de partícula de la onda; p, la presión sonora * En inglés, «dead rooms». (N. del T.)
** Para más detalles, véase el capítulo 18. 46
eficaz, y
p
(2.10)
u=--
pc
donde p es la densidad del medio de propagación, y c, la velocidad del sonido en ese medio. En un campo libre, la presión sonora y la velocidad de partícula están en fase, de modo que cos
pc
En una dirección perpendicular a la de propagación, la intensidad es nula. La intensidad es, por tanto, una magnitud vectorial, es decir, caracterizada por módulo y dirección. Las ecuaciones (2.10) y (2.11) son aplicables solamente para ondas esféricas. ""- ....... 1'-... en
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FIG. 2.S. Gráfico que muestra la dependencia del valor 10 log (pe/40,S) de la temperatura para varias presiones barométricas.
...... ~
1'-...
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~
o
10
20
30
1""'--. t-..... 40
50
TEMPERATURA'EN GRADOS CENTlGRADOS
La cantidad pc se llama impedancia característica del medio de propagación. Para el aire en condiciones normales (una atmósfera de presión y una temperatura de 20° C), pc =40,8 unidades c.g.s. Este valor es muy utilizado en ejemplos a lo largo de este libro. La impedancia característica varía con la temperatura y la presión (ver figura 2.8). Para aplicar la ecuación (2.11), se debe emplear un sistema coherente de unidades. Por ejemplo, supongamos que se desea saber la intensidad (en microvatios por centímetro cuadrado) de una onda esférica en el aire, en un punto donde la presión sonora es de 50 microbares (dinas por centímetro cuadrado). Entonces:
p2 10pc
1=--
10 x 40,8
6,1 ¡Lwjcm2
(2.11a)
47
Potencia sonora
Considérese una esfera imaginaria de radio r, en cuyo interior hay una fuente sonora que emite con una potencia W. La superficie de la esfera es 47rr2; por tanto, la potencia media radiada por unidad de superficie, es decir, la intensidad media en la dirección radial, es:
Es preciso resaltar que la ecuación es válida en valor medio y en la superficie de la esfera. A la vista de la ecuación (2.11), se puede decir que existe una potencia sonora cuadrática media P:n que corresponde a 1m , de de forma que: W= 47rr2p~
(2.12)
pe
Si la potencia sonora viene expresada en microvatios, la distancia en centímetros y la presión en microbares: (2. 12a)
Por ejemplo, cuando un hombre grita, la presión sonora media a 30 cm de su boca es, aproximadamente, 5 microbares. Esto significa que el hombre produce una potencia sonora de: W = 0,0309 x 900 x 52 = 700 JLw = 0,0007 vatios
La ecuación (2.12) es válida para los casos en que el sonido se propaga en todas direcciones. Si, por ejemplo, se restringe el volumen de propagación a un hemisferio, se necesita la mitad de potencia sonora para alcanzar una determinada presión. Una muestra del margen de variación de la potencia sonora de diferentes' Tabla 2.1.
Potencias producidas por varias fuentes Potencia
Fuente Avión reactor ... ... ... Martillo neumático .. , Automóvil, a 72 Km/h Piano , Conversación normal Pequeño reloj eléctrico Susurro
48
... ... ... . .. . .. . .. . .. . ... .,. ... .
10 1 0,1 20 20 0,02 0,001
Kilovatios vatio vatios milivatios microvatios microvatios microvatios
Nivel de potencia, dbp 160 120 110 103 73 43 30
fuentes se muestra en la tabla 2.1. Por supuesto, se trata únicamente de órdenes de magnitud, es decir, que hay automóviles más o menos ruidosos, pero que se toma un valor indicativo del orden de magnitud medio. Además son valores medidos a largo plazo. Si se quisiera hacer una medida cuantitativa de la potencia sonora, se necesitaría conocer detalladamente el método de medida. Por ejemplo, en el caso de una conversación normal se estima que los intervalos de silencio ocupan un 35 por 100 del tiempo; por tanto, mientras hay sonido, la potencia es mayor que el valor dado en la tabla 2.1. (La columna encabezada por Nivel de potencia se explica más adelante.) Factor de directividad
Es un hecho normal que las fuentes sonoras radien más sonido en una dirección que en otras. La presión sonora enfrente de la boca de un locutor, considerando sonidos de frecuencia alta, es unas diez veces mayor que la que existe detrás de él. Las frecuencias bajas de la voz se radian en todas direcciones de una manera más uniforme. En general, una fuente sonora de dimensiones pequeñas comparadas con la longitud de onda de la frecuencia que emite, tiende a ser una fuente omnidireccional; una fuente sonora de dimensiones grandes, en comparación con la longitud de onda, es una fuente direccional. A menudo se emplea el término factor de directividad para caracterizar la direccionalidad de una fuente sonora. El factor de directividad Q se define como la relación entre la presión sonora cuadrática media existente a una distancia determinada y en una dirección fija, y la presión sonora cuadrática media, en el mismo punto, pero calculada como si la onda sonora fuera esférica *. La distancia debe ser lo suficientemente grande para que la fuente pueda considerarse concentrada en un punto llamado centro acústico de la fuente. Así, si p~ es la presión cuadrática en la dirección especificada, y p~ es la presión cuadrática calculada como si la onda fuera esférica, el factor de directividad para la dirección es: 2
Q=~ 2
(2.13)
pro
Combinando esta ecuación con la (2.12), se obtiene que la preSlOn sonora en la dirección dada está relacionada con la potencia total de emisión de la fuente por:
_ (PCQW) ---
Pd-
47rr
1/2
(2.14)
Tomando Pd en microbares, W en microvatios, r en centímetros y pc = 40,8 uni-
* Es decir, como si la fuente fuera isotrópica o de igual radiación en todas direcciones. (N. del T.) 49
dades c.g.s., tenemos, en espacio libre,
Pd
5,69(QW)1/2 r
(2.14a)
El factor de directividad de un micrófono se define de una forma similar al de una fuente sonora: es el· cociente del cuadrado de la tensión, en circuito abierto, producida por la onda sonora que llega en una determinada dirección, y el cuadrado de la tensión producida por el mismo sonido, procedente de todas las direcciones. A veces se da el factor de directividad sin especificar la dirección; en tal caso, se supone que correspondle a la dirección de máxima respuesta. N!VELES y UNIDADES
Nivel de presión sonora
La presión sonora en las proximidades de un motor potente puede ser perfectamente mayor de 200 microbares, que es un millón de veces la presión mínima audible. Para facilitar el manejo de un margen tan amplio de valores de presión, se ha hecho usual la utilización de niveles de presión sonora, 120
200 100
en w 110 cr
50
~
al
O
a: 100 o
.20
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10
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o
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0.0005 0.0002
Relación entre presión sonora y nivel de presión sonora.
FIG. 2.9.
en vez de presiones sonoras. Entre ambas magnitudes existe una relación logarítmica que viene representada en la figura 2.9 y en la que se ve que a una relación de un millón a uno entre los límites del margen de presiones, corresponde un margen de 120 unidades de nivel de presión. La escala logarítmica es útil también por otra razón; los cálculos que necesitan multiplicaciones de presiones sonoras se pueden hacer con sumas de niveles. La unidad usual de nivel de presión sonora es el decibelio, escrito abreviadamente db. Dada una presión sonora, su aumento al doble equivale a un incremento de 6 db del nivel de presión sonora anterior. Por ejemplo, en la figura 2.9, a una presión de un microbar corresponde un nivel de 74 db, Y a una presión de 2 microbares corresponde un nivel de 80 db. El que una presión sonora se multiplique por 10 equivale a un aumento del nivel de presión de 20 db. El nivel de presión sonora L p , en decibelios, correspondiente a una presión sonora dada p, se define por la relación
p2
p
L p = 10 log 2'=20 log - db Po Po
(2.15)
donde Po es una presión de referencia y el logaritmo es logaritmo decimal. Una tabla útil para calcular el número de decibelios correspondientes a una relación de presiones dada se incluye en el apéndice 2.1. Presión de referencia La presión ,de referencia comúnmente utilizada para medidas de ruido es 0,0002 microbares, valor que será el empleado a lo largo de este libro. El nivel de presión sonora queda, por tanto, así:
P
L p = 20 log 0,0002 db
(2.16)
La presión de referencia de 2.10- 4 microbares representa, aproximadamente, el umbral de audición a 1 KHz. La presión de referencia sirve para fijar un origen en la escala de nivel de presión sonora; así, en la figura 2.9, el «nivel cerOD corresponde a la citada presión de 2.10- 4 microbares. Niveles típicos de presión sonora
La tabla 2.2 puede dar una idea de los niveles de presión sonora de diversas fuentes. Estos niveles de presión dados corresponden a una amplia banda de frecuencias; la distribución de los niveles de presión sonora en bandas más estrechas se estudia en una sección posterior, Representación de medidas de ruido. En la tabla se especifica la distancia, en muchos casos; si la fuente está muy localizada, se debe dar la distancia a que está para que el nivel de presión dado sea significativo. Solamente en el caso de ruido ambiente, originado por varias fuentes, se puede omitir la distancia. La mayor 51
Tabla 2.2.
Niveles de presión sonora en banda ancha paJ'a varios sonidos
Nivel de presión sonora L p , db
140 130
120 110
100 90
80 70 60 50
Fuente
Prensa hidráulica, a 90 cm Pico de sonido de bombo, a 90 cm Claxon de automóvil, a 90 cm Interior del avión DC-6 Torno automático, a 90 cm Automóvil, a 64 Km/h Ruido ambiente de oficina con máquinas de escribir Conversación, a 90 cm Ruido ambiente de una cocina doméstica
parte de los valores de la tabla 2.2 se han calculado promediando durante un largo período de tiempo. Sin embargo, en el caso del bombo, se da el valor de pico; evidentemente, un cálculo en forma de promedio durante un intervalo de tiempo daría un valor muy inferior, especialmente si se trata de música muy suave. Otros niveles
Se emplean también en Acústica otros tipos de niveles *. El nivel de potencia en decibelios correspondiente a una potencia W es: W L w =101og- db
Wo
*
(2.17)
La definición general de nivel en sentido logarítmico es: q
L=logrqo
(2.17a)
donde q es la cantidad cuyo nivel se trata de obtener; qo, la cantidad tomada como referencia, y r, la base del logaritmo. Es decir, que el nivel correspondiente a una cantidad determinada es el logaritmo del cociente de dicha cantidad y una cantidad de referencia; en esta definición se debe especificar la cantidad de referencia y la base del logaritmo. Dado que hay muchas clases de niveles, se debe especificar la magnitud de que se trata; por ejemplo, nivel de tensión. El decibelio es una unidad de nivel tomada con r= 10 1/ 10 y donde las cantidades q y qo guardan una proporción con potencias de una forma aproximada. Es decir, el decibelio se usa como unidad de nivel de cantidades tales como tensión cuadrática y la presión sonora cuadrática. De una forma estricta, el decibelio es, por tanto, una unidad de nivel de «presión cuadrática»; aunque, normalmente, se conviene en aceptarlo simplemente como unidad de presión. De acuerdo con las reglas de operación con logaritmos, tenemos que: q
L=10 10glO- db qo
(2.17b)
que es la misma ecuación que la (2.17) y la (2.18). Otras unidades de nivel, usadas a
52
donde W o es una potencia de referencia. El apéndice 2.2 es una tabla para calcular el número de decibelios correspondientes a una relación dada de potencia. A lo largo de este libro se toma como potencia de referencia W o= 1 micromicrovatios (l picovatio), con lo que W ha de venir expresada en vatios. Para indicar que la potencia de referencia es un picovatio, se añade una p a la abreviatura «db» *. La tabla 2.1 da el nivel de potencia de unas fuentes típicas del ruido. El nivel de tensión correspondiente a la tensión v es: Lv
v2
v
Vo
Va
= 10 lag "2=20 lag -
db
(2.18)
Nivel del espectro
Se puede suponer que muchos sonidos complejos están formados por un gran número de componentes de ruido, distribuidos continuamente en el espectro de frecuencias. Para ruidos de este tipo es conveniente, a veces, emplear el nivel de espectro de presión sonora L ps , que es el nivel de presión sonora en una banda de 1 Hz de ancho; es decir, es el nivel de presión sonora dentro de una banda limitada por dos frecuencias, t2 y tI! y cuyo ancho será t2 - tI. La anchura de esta banda dependerá de las características del equipo de medida; lo que se mide es el nivel de presión en la banda, Lband • En general, la conversión de un nivel de presión en una banda al correspondiente en otra se realiza restando del primer nivel diez veces el logaritmo del cociente de los respectivos anchos de banda. Por ejemplo, supóngase que un nivel de banda L zoo ha sido medido en un ancho de banda t2 - tI = 200 Hz, y que se desea saber el nivel de presión en una banda de 50 Hz de ancho, centrada geométricamente dentro de la banda de 200 Hz. El resultado es: 200 L:IJ = L zoo - 10 lag 50 = L]fJJ - 6 db De una forma similar se puede calcular el nivel de presión en banda de 1 Hz o nivel de espectro L ps , a partir de un nivel L band medido en una banda de ancho (tz - tI) : Lps=Lband -10
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lag - 1 - db
(2.19)
En la sección de este capítulo titulada Representación del nivel de espectro hay ejemplos de utilización del mismo. veces, son el neperio (para cocientes de amplitudes) y el belio. Para el neperio, r= 2718, y para el belio, r= 10, con lo que:
10 db=l belio=1,15 neperios.
* En algunos libros se emplea una potencia de referencia de 10- 13 vatios. Para pasar una cantidad en decibelios, referida a 10- 13 vatios, a su equivalente, referida a 10- 12 vatios (l picovatio), basta con restarle 10 db.
53
Indice de direccionalidad
En el caso de fuentes direccionales, se llama índice de direccionalidad a la diferencia entre el nivel de -presión sonora L d en una determinada dirección, y el nivel L m de la presión cuadrática media (a la misma distancia y calculada omnidireccionalmente) producidos por una fuente sonora. Es decir, (2.20)
Comparando con la definición del factor de directividad Q' dada por la ecuación (2.13), y de acuerdo con la definición de nivel de presión sonora, se ve que: G=101ogQ db
(2.21)
Normalmente, la dirección tomada como referencia es la dirección en que la respuesta es máxima, aunque no es una condición necesaria. El índice de direccionalidad puede ser positivo o negativo, dependiendo de si es mayor el nivel L d que el L m , o viceversa, en la dirección elegida. El índice de direccionalidad se puede utilizar para relacionar el nivel de potencia sonora de una fuente con el nivel de presión sonora en una determinada dirección y a una distancia dada. Combinando las ecuaciones (2.14), (2.16) Y (2.17), Y teniendo en cuenta que Po=2 x 10- 4 microbares y W o=l picovatio, en una dirección en la que el índice sea G, se verifica que: 7 pc Lp=Lw+G-20Iog~+10Iog40,8 +29,1 db
donde la distancia
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viene expresada en centímetros y
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con la temperatura y la presión barométrica 40,8 se representa en la figura 2.8. Si L p es el nivel de presión correspondiente a la presión sonora cuadrática media, calculada omnidireccionalmente, entonces G = 1 y, para pc = 40,8 unidades c.g.s. y r en metros, se tiene: Lp=L IV - 20 log r-10,9 db
(2.22a)
Esta ecuaClOn es válida para un sonido que se propaga en un espacio esférico. Si el espacio de propagación es un hemisferio, para una misma potencia sonora, el nivel de presión aumentaría en 3 db. Divergencia
En la ecuación (2.8) se demuestra que, en campo libre, el sonido tiene divergencia esférica y la presión sonora varía en relación inversa con la distancia. Si el nivel de presión a una distancia dada rx es: Lx = 20 log 0,6;02 db 54
(2.23)
el nivel de presión a una distancia dada r será: (2.24) Esta es la expresión logarítmica de la ley de relación inversa respecto a la distancia. La ecuación dice que, a una distancia r doble de la distancia dada r el nivel de presión sonora disminuye 6 db; a una distancia rx /2, el nivel aumenta 6 db. Esta variación de 6 db entre dos distancias, una doble de la otra, sirve para comprobar la existencia de un campo libre de propagación. Si la fuente sonora fuera una línea, en vez de un punto, las ondas sonoras tendrían una propagación cilíndrica, y la presión sonora variaría en relación inversa con la raíz cuadrada de la distancia. En este caso, en el que hay divergencia cilíndrica, el nivel de presión disminuye 3 db, entre un punto y otro situado a distancia doble. En el caso de ondas planas, todas las componentes de la onda se propagan en la misma dirección, y la divergencia es cero. Xl
REPRESENTACION DE MEDIDAS DE RUIDO Ancho de banda
Los filtros utilizados para analizar el ruido eliminan las componentes cuyas frecuencias están por debajo y por encima de unos límites o frecuencias de corte propios de cada filtro. Las componentes cuyas frecuencias están comprendidas entre ambas frecuencias de corte pasan a través del filtro; esta banda de frecuencias permitida se denomina banda de paso y la diferencia entre ambas frecuencias de cortes es el ancho de banda. Los filtros empleados para medidas de ruido disponen, generalmente, de las siguientes bandas de paso: 75 a 150 Hz, 150 a 300 Hz, 300 a 600 Hz, 600 a 12000 Hz, 1200 a 2400 Hz y 2400 a 4800 Hz. En todos los casos, la relación de frecuencias de corte es 2: 1. Esta relación de frecuencias define el intervalo que se denomina, en música, octava; así, pues, estas bandas de paso son octavas. El ancho de banda aumenta con la frecuencia. Un dispositivo de medida de ruido que neve incorporados filtros de este tipo se denomina analizador de ancho de banda proporcional (ver Cap. 16). Banda de octava
La figura 2.10 es un ejemplo de gráfico de medidas de ruido efectuadas en octavas sucesivas. Los límites concretos están en la parte superior de la gráfica. El nivel de presión sonora en cualquier octava es el nivel de presión sonora de octava, o, brevemente, nivel de octava. Nótese que, por ejemplo, si el nivel de presión sonora en la banda de 600 a 1200 Hz es 64 db, se representa en el centro de la banda, que es 600 x 1200 = 850 Hz. Una gráfica 55
que represente los diferentes niveles de banda en relación con la frecuencia, se llama espectrograma *. Los datos reales medidos están representados por los círculos pequeños; sin embargo, conviene unirlos por líneas para tener una estimación de los niveles de octava y de la forma general del espectrograma. B A N DAS DE OCTAVA EN Hz o o o g 8 g g ~-~-~-~-g-~-Z-~-~ ~
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Ejemplo de un espectrograma, obtenido con bandas de octava. La fuente sonora fue un ventilador accionado por un motor con un zumbido muy pronunciado. Estos datos son promedios de medidas realizadas en una cámara reverberante, a distancias comprendidas entre 3 y 9 m del motor.
Banda de media octava
Algunas veces se necesita más información del espectro de ruido que la obtenida con las octavas. Entonces se emplean las bandas de media octava. Las frecuencias de corte de las medias o,:;tavas utilizadas normalmente se detallan en la parte superior de la figura 2.11. Los círculos de esta figura muestran cómo aparece el espectro sonoro de la figura 2.10, cuando se mide en medias octavas **. Bandas de un tercio de octava
Se utilizan bandas de un tercio de octava *** cuando se desea una información mucho más detallada. En la figura 2.12 se muestra el espectro de ruido del caso anterior, representado en bandas de un tercio de octava. Las bandas se identifican, normalmente, por sus frecuencias centrales, que se detallan en la parte inferior de la figura: 100, 125, 160, 250 Hz, etc. Las bandas de tercios de octava presentan la ventaja de que las frecuencias centrales * 0, simplemente, espectro. Ambos términos se usan indistintamente. (N. del T.) ** En el capítulo 17 se hace otra comparación de medidas efectuadas en bandas de octava, de media octava y de tercio de octava. ** * Estas bandas se definen, normalmente, como de un ancho de un tercio de octava. Es evidente que para que 10 bandas sucesivas sean exactamente contiguas, su anchura debe ser representada por la relación de frecuencia 10 1/10= 1,2589. En la práctica, esta relación apenas se distingue de la relación correspondiente a una verdadera división de un tercio de octava, es decir, 21/ 3 = 1,2599. Además, la distribución de las bandas se basa exactamente en 101/ 10 : cada 10 bandas, la frecuencia aumenta diez veces.
56
son múltiplos por 10 de los 10 números básicos, sea cual sea la extensión del margen de frecuencias. Algunas veces es conveniente numerar cada banda, como aparece en la parte superior de la figura 2.12. Esta numeración corresponde a 10 veces el logaritmo de la frecuencia central de la banda; aSÍ, la banda centrada a 1000 Hz es la número 30. Distribución continua
Muchos ruidos tienen unas características tales que el sonido se distribuye de una forma continua en todo el margen de frecuencias, dentro de una banda de paso dada; si se reduce la banda de paso, el nivel de presión sonora medido disminuye. Es decir, que una banda de paso estrecha permite pasar menos ruido que una ancha. Nótese que, por ejemplo, el nivel medido para 1 KHz en la figura 2.11 (banda de media octava) es de 59 db, mientras que en la figura 2.10
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2.11. Espectrograma obtenido con bandas de media octava. La fuente sonora fue el mismo motor citado en la figura 2.10. FIG.
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(banda de octava) es de 62 db. Dado que muchos análisis de ruido se dan en términos de octavas, a veces es conveniente calcular (para espectros razonablemente continuos) los niveles de octava, añadiendo 3 db a los niveles de media octava observados. Análogamente se podrían calcular añadiendo 5 db a los niveles de tercio de octava. Interpretación
Considérese el nivel de presión sonora correspondiente a la frecuencia de 120 Hz, en las figuras 2.10, 2.11 y 2.12. El nivel es de 94 db, independientemente de la anchura de la banda de paso. Esto ocurre cuando el sonido predominante dentro de una banda es un tono de frecuencia única. 57
Tales tonos' se pueden identificar, a menudo, por simple escucha o a partir de cierta itiformación, como el conocimiento de los armónicos de la frecuencia de alimentación. Se ha dibujado una línea vertical a 120 Hz en las figuras 2.11 y 2.12, para indicar que ese pico parece debido a un tono simple y no a un ruido continuo y distribuido. La línea vertical representa una interpretación, en contraste con los círcu· los, que representan medidas reales Se aprecia en la figura 2.11 que la curva se ha dibujado por debajo de los puntos observados para 90 y 180 Hz, igual que para 100 y 160 Hz en la figura 2.12. Esto es igualmente otra interpreta. BANDA
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2.12. Espectrograma obtenido con bandas de un tercio de octava. La fuente sonora fue la misma de los casos anteriores. FIG.
clono Un filtro real no elimina completamente las frecuencias fuera de la banda de paso, y los ejemplos de las figuras 2.11 y 2.12 muestra cómo la intensa señal a 120 Hz puede afectar las lecturas en las bandas adyacentes. En el capítulo 16 hay una explicación detallada de las características de los filtros. Ancho de banda constante
Otro tipo de analizador de sonido, de uso común para estudio de ruidos, se caracteriza porque su ancho de banda es constante y no muy amplio (quizá del orden de los 20 Hz). Esta banda de paso puede desplazarse a lo largo del margen de frecuencias mediante el movimiento de un dial. Este tipo de analizador se denomina analizador de banda constante. Si el nivel de presión sonora medido con un analizador de esta clase es constante en un amplio margen de frecuencias, se dice que el espectro sonoro es «plano», y el ruido se denomina ruido blanco. Dicho de otra forma, en un ruido blanco, la presión sonora cuadrática media es uniforme y continua con la frecuencia. Un ruido blanco puede ser también ruido aleatorio, caracterizado
58
porque las amplitudes instantáneas de sus componentes se distribuyen en el tiempo según la curva de Gauss (también llamada distribución normal). Sin embargo, el ruido aleatorio no tiene, necesariamente, un espectro plano. La figura 2.13 muestra el ruido representado en la figura 2.10, pero medido ahora con un analizador de 20 Hz de banda de paso. Nótese la marCada
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Espectrograma obtenido con bandas de 20 Hz. El ruido es el mismo de los casos anteriores. La línea vertical a 120 Hz y la línea rayada se han añadido como una posible interpretación.
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diferencia de forma de las curvas. A continuación, se discute la escala de medidas del nivel más correcto. Pendiente del espectrograma
A menudo se describe la forma aproximada de un espectrograma, o de una parte de él, por su pendiente. Sin embargo, hay que matizar esta descripción, ya que, por ejemplo, en la figura 2.10 y en la zona de 200 a 4000 Hz, la pendiente negativa es ligeramente superior a 4 db por octava, mientras que en la figura 2.13 y en el mismo intervalo es de 7 db por octava. Estos 3 db de diferencia aparecen cuando se comparan medidas hechas en bandas de ancho constante con las hechas en bandas de ancho proporcional; la causa estriba en que las bandas proporcionales son más amplias y, según aumenta la frecuencia, dejan pasar más ruido distribuido. Representación del nave! de espectro
Una forma de comparar datos obtenidos con analizadores de diferentes anchos de banda es reducir las diversas observaciones a las que se obtendrían con una anchura de banda común de 1 Hz, utilizando el nivel de espectro. Según la ecuación (2.19), el nivel de espectro de un ruido en banda de 1 Hz, se obtiene restando de la medida efectuada en una banda más ancha la cantidad 10 log (t2 - tI), siendo t2 y tI los límites de la banda. Esto puede hacerse de una forma gráfica, a partir de la figura 2.14, mediante dos métodos diferentes. 59
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FIG. 2.14. Factor de converSlOn, en decibelios, que debe restarse del nivel de presión de banda para obtener el nivel de espectro. La curva superior se debe utilizar cuando se conoce el ancho real de la banda. Cuando se conozca la frecuencia central de la banda se deben utilizar las tres curvas inferiores. Esta conversión es válida únicamente para ruido distribuido.
El primer método depende del conocimiento del ancho real de la banda de paso. Supóngase, por ejemplo, que se hace la conversión a partir de medidas tomadas con un ancho de banda de 20 Hz. De la curva denominada ancho de banda, en la figura 2.14, se obtiene que, para 20 Hz de ancho de banda, el factor de conversión es 13 db. Esta conversión se aplica al nivel de ruido medio con 20 Hz de ancho de banda de la figura 2.13. Por ejemplo, a 1000 Hz el nivel observado es de 47 db; por tanto, el nivel de espectro a 1000 Hz será 47 -13 = 34 db. Los diversos valores del nivel de espectro se pueden leer directamente en la escala situada a la derecha de la figura 2.13. El segundo método de hacer la conversión necesita la utilización de una banda de ancho proporcional, por ejemplo, una media octava, y la frecuencia central de la banda. Supóngase que el problema es calcular el nivel de espectro a 1000 Hz, conociéndose el nivel de media octava tomado de la figura 2.11, que es 59 db. De la figura 2.14 obtenemos que el factor de conversión para una media octava es 25,4 db; por tanto, el nivel de espectro calculado será 59 - 25 = 34 db, que es el mismo resultado obtenido a partir de la banda de 20 Hz.
Red oblicua La conversión de nivel de banda a nivel de espectro se puede realizar automáticamente con la ayuda de un gráfico que tenga representada la red oblicua mostrada en la figura 2.15, donde los datos originales de la figura 2.10 se han vuelto a dibujar. Por ejemplo, nótese que el nivel de octava a 3400 Hz, 60
leído en la gráfica normal, es de 54 db, mientras que el nivel de espectro de dicha frecuencia, leído en la red oblicua, es de 20 db. La red oblicua tiene la ventaja de que el nivel de espectro se puede leer directamente; más aún, la escala de nivel de banda sirve para averiguar el nivel de presión de un tono aislado, una vez se ha identificado su frecuencia. (J)
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FIG. 2.15. Ejemplo de espectrograma obtenido con octavas, al que se ha superpuesto la red de niveles de espectro. El ruido es el mismo de la figura 2.10.
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Es evidente que este método de converSlOn da únicamente el nivel medio de espectro existente en la banda de medida, sin indicar nada sobre la distribución del sonido dentro de ella. Diagramas direccionales
La forma en que se emite un sonido en las diversas direcciones se describe, a menudo, mediante diagramas polares como el de la figura 2.16. La fuente sonora fue un perforador eléctrico funcionando en vacío a 2200 rpm. El micrófono de medida se colocó a una distancia de 75 cm y se movió siguiendo una circunferencia en el plano que contenía al eje del perforador. La figura muestra el gráfico que trazó automáticamente el equipo de medida; las líneas oscilantes indican la variabilidad del nivel de presión sonora. Las bandas de medida fueron bandas de un tercio de octava centradas en 500, 2000 Y 10000 Hz, respectivamente. Nótese que a 500 Hz el nivel de presión sonora (despreciando las fluctuaciones muy rápidas) varía solamente entre 49 y 52 db. A 2000 Hz, el nivel máximo de presión sonora es 78 db, Y el mínimo, 67 db. A 10000 Hz hay un mínimo de nivel en la dirección correspondiente a 0 y hay máximos en las direcciones fijadas por los 30° y los 320 El equipo midió también el nivel de presión. sonora cuadrática media en todas las direcciones y a una distancia de 75 cm. Estos niveles de presión sonora, medidos en bandas de un tercio de octava centradas en 500, 2000 0
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FIG. 2.16. Diagrama de comportamiento direccional del sonido emitido por un perforador eléctrico de mano, de alta velocidad y sin carga, que gira a 22 000 r.p.m. El nivel de presión fue medido en bandas de tercio de octava, centradas en las frecuencias indicadas. El micrófono se hizo girar alrededor del perforador, a una distancia de 75 cm, en un plano que contenía el eje del perforador; la punta' del mismo estaba en la dirección O°. (Cortesía del General Engineering Laboratory, General Electric Company.)
y 10000 Hz son 51,75 y 61 db, respectivamente. Estos valores equivalen a
los obtenidos en la figura 2.16, sobre todo si se considera que el diagrama direccional no es necesariamente el mismo en todos los planos que contienen el eje del perforador. A la vista de la ecuación (2.22a), y considerando una distancia de 75 cm, se deduce que los niveles de potencia sonora (referidos a 1 picovatio) producidos por el perforador son 59,5, 83,5 Y 69,5 db, respectivamente, en las bandas de tercio de octava centradas en 500, 2000 Y 10000 Hz. Las potencias sonoras correspondientes son 0,9, 224 Y 9 ¡J-w. El índice de direccionalidad se deduce fácilmente de la información obtenida. A 320°, por ejemplo, los niveles de presión sonora observados son 62
de 51,78 Y 66 db, respectivamente, a 500, 2000 Y 10000 Hz. Los índices de direccionalidad respectivos para esa dirección son: 0,3 y 5 db. El valor G =0 db significa que, a 500 Hz, el nivel de presión sonora en la dirección 320° es el mismo que el nivel de presión sonora cuadrática media, calculado omnidireccionalmente. Sin embargo, a 2000 Hz hay un índice de 3 db Y a 10000 Hz, de 5 db. 0.1
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FIG. 2.17. Escala utilizada para combinar niveles de presión sonora. La escala de la izquierda da el número de decibelios A que debe añadirse al nivel de presión sonora L 1 para obtener el nivel resultante de la combinación de L 1 y L 2•
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El índice de direccionalidad está asociado a una dirección determinada. Por ejemplo, a 0°, los niveles de presión sonora obtenidos de la figura 2.16 son 49,5, 77 Y 54,5 db a 500, 2000 Y 10 000 Hz, respectivamente. Consecuen· temente, para esta dirección, G = -1,5, 2,0 Y - 6,5 db. Al sustituir estos valores en la ecuación (2.22), los niveles de potencia obtenidos son los ya citados anteriormente. CALCULOS CON DECIBELIOS Combinación de niveles sonoros
La figura 2.17 sirve para calcular el nivel de presión sonora existente si se combinan dos o más sonidos medidos por separado. El resul tado final no es la simple adición de los niveles de presión respectivos. 63
Por ejemplo, supóngase que dos ventiladores producen un nivel de presión de 80 db cada uno, en un determinado lugar y funcionando por separado. La diferencia entre los niveles de ambos ventiladores es O db. De acuerdo con la figura 2.17, a una diferencia de O db le corresponde la cantidad de 3 db, que se debe añadir al nivel (cindividua1» para obtener el nivel de la «combinación». Por tanto, cuando los dos ventiladores están funcionando a la vez, el nivel total de presión sonora es de 83 db. Como segundo ejemplo, supóngase que el nivel de ruido del primer ventilador es L 1 = 80 db, Y el del segundo, L 2 = 76 db. Como L 1 - L 2 = 4 db, se deduce de la figura 2.17 que hay que añadir 1,5 db a L 1 para obtener el nivel de la combinación de los dos ventiladores: 80 + 1,5 = 81,5 db. Si uno de los dos niveles que se combinan es mucho menor que el otro, el nivel de combinación no será mucho mayor que el nivel más alto. En ningún caso el nivel de la combinación de dos fuentes de ruido será más de 3 db mayor que el nivel individual más alto. Nivel de banda ancha obtenido a partir de medidas en bandas de octava
A veces se desea saber un nivel de «banda ancha» después de haber tomado medidas en bandas más estrechas. Por ejemplo, en el estudio del problema de las interferencias de ruido en la conversación, supongamos que se desea saber, en la banda limitada por 300 y 4800 Hz, el nivel de presión sonora del ruido cuyo espectrograma está representado en la figura 2.10. Los niveles de banda correspondientes a las octavas comprendidas entre 300 y 4800 Hz son: Frecuencia central, en Hz ... Nivel de octava, en db ... . ..
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Dado que las octavas son adyacentes, el nivel de banda ancha deseado es, simplemente, el nivel resultante de la «(combinación» de varios niveles de 60
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FrG. 2.18. Parte del espectrograma del motor del ventilador de la figura 2.13. La aproximación por tramos aparece en línea rayada.
octava. Los niveles de octava se pueden combinar en cualquier orden. (Sin embargo, es preferible comenzar por los niveles más altos, porque así se pueden estimar con más facilidad los niveles que se pueden despreciar.) Los primeros dos niveles son 67 y 64 db. Como se diferencian en 3. db, se deben añadir 1,8 db a los 67 db para obtener el nivel de la combinación. Este nivel resultante se sigue combinando con los demás niveles en la forma siguiente, que es muy conveniente para cálculos de una cierta extensión: Lb
Lz,
(L 1 -L 2),
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db
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58
10,8
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69,1 0,1
54
15,1
0,1
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I
Cada nuevo nivel combinado se denomina L 1 y la diferencia con el siguiente nivel es (L 1 - L 2) ; la cantidad A se obtiene de la figura 2.17. Es evidente que cuando (L 1 - L z) es 15 db, se puede parar el cálculo, a menos que haya todavía un gran número de pequeños niveles cuya combinación pudiera ser comparable al valor ya calculado. Así, el nivel de presión sonora, calculado en la banda limitada por 300 y 4800 Hz, es de 69,2 db. Nivel de banda ancha calculado a partir del nivel de espectro
El mismo problema anterior se puede solventar mediante cálculos SImIlares a partir de datos expresados en niveles de espectro. Considérese, por ejemplo, el espectrograma de ruidos mostrado en la figura 2.18, que es una transcripción de la figura 2.13. Se ha realizado una aproximación arbitraria mediante una línea quebrada en escalera, cuyos tramos horizontales corresponden al nivel de espectro del ruido real en el centro del tramo (en la escala logarítmica de frecuencia). Esto es equivalente a tomar el nivel de espectro en el centro geométrico de frecuencias de banda, lo que se realiza gráficamente, sin hacer un cálculo real de la frecuencia. El nivel de espectro L ps correspondiente a cada bloque se calcula en la tabla de la página siguiente. El primer paso es convertir los niveles de espectro en niveles de banda Lb. Esto se efectúa añadiendo el factor de conversión C, tomado de la figura 2.14. Así, por ejemplo, el ancho de banda limitado por 300 y 500 Hz es de 200 Hz, para el que C=23 db. El nivel de banda para este caso será 23,0+43,0=66,0 db. Este nivel de banda se combina con el siguiente nivel de 64,8 db, y la combinación de ambos con 60,1 db. Los cálculos se organizan según la tabla mostrada, aunque parte de los mismos se debe realizar mentalmente. Es decir, 65 5
Frecuencias límite, en Hz
e, db
L ps , db
300-500 500-1000
23,0 27,0
43,0 37,8
1000-2000
30,0
2000-4800
34,5
300-4800
I
Lb, db
L comb , db
66,0 2,5
30,1
66,0 60,8 60,1
22,0
56,5
-68,5 0,5
-69,0 0,2
69,2
la diferencia L 1 - L z es 66,0 - 64,8 = 1,2 db, Y de la figura 2.17 se deduce la cantidad A = 2,5, que se debe añadir a L 1 = 66,0 db. El resultado final es de 69,2 db, en la banda comprendida entre 300 y 4800 Hz. Si el espectrograma hubiera sido más irregular, es evidente que se hubieran necesitado tramos más estrechos para hacer la aproximación. Ruido de fondo
Todo ruido puede considerarse como una «señal» cuando se va a medir. Al menos momentáneamente es un sonido deseado. Si este ruido que va a medirse es el ruido ambiente, habrá siempre otro ruido, debido al equipo de medida, que limitará la medida de esta «señal». Una prueba directa es anotar la lectura en cada banda de medida cuando no hay señal. Para que las medidas sean significativas, el nivel del ruido de fondo debe ser, al menos, 10 db inferior al nivel de la señal. La relación entre el nivel de señal y el nivel de ruido de fondo se denomina relación señalruido en decibelios. A veces se necesita medir el ruido de una máquina que está en un lugar ruidoso. El micrófono de medida registra el ruido de la máquina (señal deseada), y el ruido general de fondo. Es decir, que se mide realmente el nivel de la señal más el ruido. Normalmente, la señal puede eliminarse parando la máquina, y entonces se puede medir el ruido. Si el nivel de ruido de fondo es menor que el nivel de ruido de la máquina, se puede efectuar una corrección para eliminar la presencia del ruido perturbador. El procedimiento se explica en el capítulo 17.
66
Apéndice 2.1
La siguiente tabla da el número de decibelios correspondiente a una determinada relación de presiones. Los valores se han calculado a partir de la ecuación (2.15). Por ejemplo, a una relación de presión sonora de 2,55 le corresponden 8,13 db. Para relaciones de valor elevado, la solución se puede calcular en dos pasos. Por ejemplo, si la relación vale 146=20x7,3, el número de decibelios será 26,02+17,27=43,29. I
Relación de presiones
0,00
1,0 1,1 1,2 1,3 1,4
0,00 0,83 1,58 2,28 2,92
0,09 0,9J 1,66 2,35 2,98
0,17 0,98 1,73 2,41 3,05
0,26 1,06 1,80 2,48 3,11
0,34 1,14 1,87 2,54 3,17
0,42 1,21 1,94 2,61 3,23
0,51 1,29 2,01 2,67 3,29
0,59 1,36 2,08 2,73 3,35
67 0. 1,44 2,14 2,80 3,41
1,5 1,6 1,7 1,8 1,9
3,52 4,08 4,61 5,11 5,58
3,58 4,14 4,66 5,15 5,62
3,64 4,19 4,71 5,20 5,67
3,69 4,24 4,76 5,25 5,71
3,75 4,30 4,81 5,30 5,76
3,81 4,35 4,86 5,34 5,80
3,86 4,40 4,91 5,39 5,85
3,92 4,45 4,96 5,44 5,89
97 3. 1 4,51 5,01 ! 5,48 ' 5,93
4',03 4,56 5,06 5,53 5,98
2,0 2,1 2,2 2,3 2,4
6,02 6,44 6,85 7,24 7,60
6,06 6,49 6,89 7,27 7,64
6.11 6,53 6,93 7,31 7,68
6,15 6,57 6,97 7,35 7,71
6,19 6,61 7,01 7,38 7,75
6,24 6,65 7,04 7,42 7,78
6,28 6,69 7,08 7,46 7,82
6,32 6,73 7,12 7,50 7,85
6,36 6,77 7,16 7,53 7,89
6,40 6,81 7,20 7,57 7,92
2,5 2,6 2,7 2,8 2,9
7,96 8,30 8,63 8,94 9,25
7,99 8,33 8,66 8,97 9,28
8,03 8,37 8,69 9,01 9,31
8,06 8,40 8,72 9,04 9,34
8,10 8,43 8,76 9,07 9,37
8,13 8,47 8,79 9,10 9,40
8,17 8,50 8,82 9,13 9,43
8,20 8,53 8,85 9,16 9,46
8,23 8,56 8,88 9,19 9,48
3,0 3,1 3,2 3,3 3,4
9,54 9,83 10,10 10,37 10,63
9,57 9,86 10,13 10,40 10,66
9,60 9,88 10,16 10,42 10,68
9,63 9,91 10,18 10,45 10,71
9,66 9,94 10,21 10,48 10,73
9,69 9,97 10,24 10,50 10,76
9,71 9,99 10,26 10,53 10,78
9,74 10,02 10,29 10,55 10,81
0,77 10,05 10,32 10,58 10,83
9,80 10,08 10,34 10,60 10,86
3,5 3,6 3,7 3,8 3,9
10,88 11,13 11,36 11,60 11,82
10,91 11,15 11,39 11,62 11,84
10,93 11,17 11,41 11,64 11,87
10,96 11,20 11,43 11,66 11,89
10,98 11,22 11,46 11,69 11,91
11,01 11,25 11,48 11,71 11,93
11,03 11,27 11,50 11,73 11,95
11,05 11,29 11,53 11,75 11,98
11,08 11,32 11,55 11,78 12,00
11,10 11,34 11,57 11,80 12,02
4,0 4,1 4,2 4,3 4,4
12,04 12,26 12,47 12,67 12,87
12,06 12,28 12,49 12,69 12,89
12,09 12,30 12,51 12,71 12,91
12,11 12,32 12,53 12,73 12,93
12,13 12,34 12,55 12,75 12,95
12,15 12,36 12,57 12,77 12,97
12,17 12,38 12,59 12,79 12,99
12,19 12,40 12,61 12,81 13,01
12,21 12,42 12,63 12.83 13,03
12,23 12,44 12,65 12,85 13,05
0,01
0,02
0,03
0,04
0,05
0,06
0,07
0.081 0.09
- --------- -- - ------1
1
I
0,75 1,51 2,21 2,86 3,46
8,27 8,60 8,91 9,22 9,51
67
Apéndice 2.1.
(Continuación.)
0,01
0,02
0,03
0,04
0,05
0,06
0,07
13,08 13,27 13,46 13,64 13,82
13,10 13,29 13,48 13,66 13,84
13,12 13,31 13,50 13,68 13,86
13,14 13,33 13,52 13,70 13,88
13,16 13,35 13,53 13,72 13,89
13,18 13,37 13,55 13,73 13,91
13,20 13,39 13,57 13,75 13,93
14,01 14,19 14,35 14,52 14,68
14,03 14,20 14,37 14,54 14,70
14,05 14,22 14,39 14,55 14,71
14,07 14,24 14,40 14,57 14,73
14,08 14,25 14,42 14,58 14,74
I
Rela~i6n
de preSIones
i
0,00
!-4,5 4,6 4,7 4,8 4,9 5,0 5,1 5,2 5,3 5,4
68
13,06 13,26 I 13,44 13,63 I 13,80 I
I
I
I
I
~I~ 13,22 13,41 13,59 13,77 13,95
13,24 13,42 13,61 13,79 13,96
14,10 14,27 14,44 14,60 14,76
14,12 14,29 14,45 14,62 14,78
14,13 14,30 14,47 14,63 14,79
14,92 15,07 15,22 15,37 15,52
14,93 15,09 15,24 15,39 15,53
14,95 15,10 15,25 15,40 15,55
13,98 I I 14,15 14,32 14,49 14,65
14,00 14,17 14,34 14,50 14,66
5,5 5,6 5,7 5,8 5,9
14,81 14,96 15,12 15,27 15,42
14,82 14,98 15,13 15,28 15,43
14,84 15,00 15,15 15,30 15,45
14,86 15,01 15,16 15,31 15,46
14,87 15,03 15,18 15,33 15,48
14,89 15,04 15,19 15,34 15,49
14,90 15,06 15,21 15,36 15,51
6,0 6,1 6,2 6,3 6,4
15,56 15,71 15,85 15,99 16,12
15,58 15,72 15,86 16,00 16,14
15,59 15,74 15,88 16,01 16,15
15,61 15,75 15,89 16,03 16,16
15,62 15,76 15,90 16,04 16,18
15,64 15,78 15,92 16,06 16,19
15,65 15,79 15,93 16,07 16,21
15,66 15,81 15,95 16,08 16,22
15,68 15,82 15,96 16,10 16,23
15,69 15,83 15,97 16,11 16,25
6,5 6,6 6,7 6,8 6,9
16,26 16,39 16,52 16,65 16,78
16,27 16,40 16,53 16,66 16,79
16,29 16,42 16,55 16,68 16,80
16,30 16,43 16,56 16,69 16,82
16,31 16,44 16,57 16,70 16,83
16,33 16,46 16,59 16,71 16,84
16,34 16,47 16,60 16,73 16,85
16,35 16,48 16,61 16,74 16,87
16.37 16,50 16,63 16,75 16,88
16,38 16,51 16,64 16,76 16,89
7,0 7,1 7,2 7,3 7,4
16,90 17,03 17,15 17,27 17,39
16,91 17,04 17,16 17,28 17,40
16,93 17,05 17,17 17,29 17,41
16,94 17,06 17,18 17,30 17,42
16,95 17,07 17,20 17,31 17,43
16,96 17,09 17,21 17,33 17,44
16,98 17,10 17,22 17,34 17,46
16,99 17,11 17,23 17,35 17,47
17,00 17,12 17,24 17,36 17,48
17,01 17,14 17,26 17,37 17,49
7,5 7,6 7,7 7,8 7,9
17,50 17,62 17,73 17,84 17,95
17,51 17,63 17,74 17,85 17,96
17,52 17,64 17,75 17,86 17,98
17,54 17,65 17,76 17,88 17,99
17,55 17,66 17,78 17,89 18,00
17,56 17,67 17,79 17,90 18,01
17,57 17,69 17,80 17,91 18,02
17,58 17,70 17,81 17,92 18,03
17,59 17,71 17,82 17,93 18,04
17,61 17,72 17,83 17,94 18,05
8,0 8,1 8,2 8,3 8,4
18,06 18,17 18,28 18,38 18,49
18,07 18,18 18,29 18,39 18,50
18,08 18,19 18,30 18,40 18,51
18,09 18,20 18,31 18,41 18,52
18,11 18,21 18,32 18,42 18,53
18,12 18,22 18,33 18,43 18,54
18,13 18,23 18,34 18,44 18,55
18,14 18,24 18,35 18,46 18,56
18,15 18,26 1836 18,47 18,57
18,16 18,27 18,37 18,48 18,58
I
I
Apéndice 2.1.
(Continuación.)
0,02
0,04
I
Relación de presiones
0,00
0,01
0,03
0,05
0,06
- - - -- - - - - -- -
~I~
0,09
--
8,5 8,6 S,7 8,8 8,9
18,59 18,69 18,79 18,89 18,99
18,60 18.70 18,80 18,90 19,00
18,61 IS,71 18,81 18,91 19,01
18,62 lS,72 18,82 18,92 19,02
18,63 IS,73 18,83 18,93 19,03
18,64 IS,74 lS,84 18,94 19,04
18,65 IS,75 18,85 18,95 19,05
18,66 18,76 IS,S6 IS,96 19,06
18,67 IS,77 lS,S7 18,97 19,07
18,68 IS,78 18,88 18,98 19,08
9,0 9,1 9,2 9,3 9,4
19,09 19,18 19,28 19,37 19,46
19,09 19,19 19,29 19,38 19,47
19,10 19,20 19,30 19,39 19,4S
19,11 19,21 19,30 19,40 19,49
19,12 19,22 19,31 19,41 19,50
19,13 19,23 19,32 19,42 19,51
19,14 19,24 19,33 19,43 19,52
19,15 19,25 19,34 19,44 19,53
19,16 19,26 19,35 19,44 19,54
J9,17 19,27 19,36 19,45 19,55
9,5 9,6 9,7 9,8 9,9
19,55 19,65 19,74 19,83 19,91
19,56 19,65 19,74 19,83 19,92
19,57 19,66 19,75 19,84 19,93
19,58 19,67 19,76 19,85 19,94
19,59 19,68 19,77 19,86 19,95
19,60 19,69 19.78 19,87 19,96
19,61 19,70 19,79 19,88 19,97
19,62 19,71 19,80 19,59 19,97
19,63 19,72 19,81 19,90 19,98
19,64 19,73 19,82 19,90 19,99 I
1_
I
I
I
_81_
Relación de presiones
O
10 20 30 40
20,00 26,02 29,54 32,04
20,83 26,44 29,83 32,26
21,58 26,85 30,10 32,47
22,28 27,24 30,37 32,67
22,92 27,60 30,63 32,87
23,52 27,96 30,88 33,06
24.028,30 31,13 33,26
24,61 28,63 31,36 33,44
25,11 28,94 31,60 33,63
25,58 29,25 31,82 33,80
50 60 70 80 90
33,98 35,56 36,90 38,06 39,09
34,15 35,71 37,03 38,17 39,18
34,32 35,85 37,15 38,28 39,28
34,49 35,99 37,27 38,38 39,37
34,65 36,12 37,39 38,49 39,46
34,81 36,26 37,50 3S,59 39,55
34,96 36,39 37,62 38,69 39,65
35,12 36,52 37,73 38,79 39,74
35,27 36,65 37,S4 38,89 39,83
35,42 36,78 37,95 38,99 39,91
100
40,00
1
3 2 4 5 6 7 - - - -- - - ------
9
I
69
Apéndice 2.2
La siguiente tabla da el número de decibelios correspondiente a una determinada relación de potencias. Los valores se han calculado a partir de la ecuación (2.17). Si la relación de potencias es mayor que la unidad, la potencia dividendo excede a la potencia divisor en el número de decibelios dado por la tabla. Si la relación de potencias es menor que la unidad, la potencia dividendo es inferior a la potencia divisor en el número de decibelios dado por la tabla. Como ejemplo, supongamos que dos niveles de potencia difieren en 4 db; la tabla muestra que la relación de las dos potencias es 2,51. Si la diferencia fuera de -4 db, la relación sería de 0,398. Relación - db de +potencias
+ -')o
Relación Relación - db de de potencias potencias +-
+ -')o
1_
Relación Relación db + Relación de pode de . +-')o tencias potencias potencIas
1,000 0,977 0,955 0,933 0,912
O 0,1 0,2 0,3 0,4
1,00 1,02 1,05 1,07 1,10
0,355 0,347 0,339 0,331 0,324
4,5 4,6 4,7 4,8 4,9
2,82 2,88 2,95 3,02 3,09
0,126 0,123 0,120 0,118 0,115
9,0 9,1 9,2 9,3 9,4
7,94 8,13 8,32 8,51 8,71
0,891 0,871 0,851 0,832 0,813
0,5 0,6 0,7 0,8 0,9
1,12 1,15 1,18 1,20 1,23
0,316 0,309 0,302 0,295 0,288
5,0 5,1 5,2 5,3 5,4
3,16 3,24 3,31 3,39 3,47
0,112 0,110 0,107 0,105 0,102
9,5 9,6 9,7 9,8 9,9
8,91 9,12 9,33 9,55 9,77
0,794 0,776 0,759 0,741 0,724
1,0 1,1 1,2 1,3 1,4
1,26 1,29 1,32 1,35 1,38
0,282 0,275 0,269 0,263 0,257
5,5 5,6 5,7 5,8 5,9
3,55 3,63 3,72 3,80 3,89
0,1000 0,0977 0,0955 0,0933 0,0912
10,0 10,1 10,2 10,3 10,4
10,0 10,2 10,5 10,7 11,0
0,708 0,692 0,676 0,661 0,646
1,5 1,6 1,7 1,8 1,9
1,41 1,45 1,48 1,51 1,55
0,251 0,246 0,240 0,234 0,229
6,0 6,1 6,2 6,3 6,4
3,98 4,07 4,17 4,27 4,37
0,0891 0,0871 0,0851 0,0832 0,0813
10,5 10,6 10,7 10,8 10,9
11,2 11,5 11,8 12,0 12,3
0,631 0,617 0,603 0,589 0,575
2,0 2,1 2,2 2,3 2,4
1,59 1,62 1,66 1,70 1,74
0,224 0,219 0,214 0,209 0,204
6,5 6,6 6,7 6,8 6,9
4,47 4,57 4,68 4,79 4,90
0,0794 0,0776 0,0759 0,0741 0,0724
11,0 11,1 11,2 11,3 11,4
12,6 12,9 13,2 13,5 13,8
0,562 0,550 0,537 0,525 0,513
2,5 2,6 2,7 2,8 2,9
1,78 1,82 1,86 1,91 1,95
0,200 0,195 0,191 0,186 0,182
7,0 7,1 7,2 7,3 7,4
5,01 5,13 5,25 5,37 5,50
0,0708 0,0692 0,0676 0,0661 0,0646
11,5 11,6 11,7 11,8 11,9
14,1 14,5 14,8 15,1 15,5
0,501 0,490 0,479 0,468 0,457
3,0 3,1 3,2 3,3 3,4
2,00 2,04 2,09 2,14 2,19
0,178 0,174 0,170 0,166 0,162
7,5 7,6 7,7 7,8 7,9
5,62 5,75 5,89 6,03 6,17
0,0631 0,0617 0,0603 0,0589 0,0575
12,0 12,1 12,2 12,3 12,4
15,9 16,2 16,6 17,0 17,4
70
Apéndice 2.2.
(Continuación.)
I-
Relación db + Relación RelaciÓnl_ db + Relación Relación - db + Relación de pode de de de de. I ~ ~ ~ ~ potencias potencias ~ potencias potencias; ~ tencias potencIas: i I 17,8 12,5 0,447 I 3,5 2,24 0,159 8,0 6,31 0,0562 18,2 12,6 3,6 2,29 0,155 8,1 6,46 0,437 I 0,0550 12,7 18,6 2,34 0,151 i 0,427 ! 3,7 8,2 6,61 0,0537 19,1 0,148 8,3 12,8 0,417 i 3,8 2,40 6,76 0,0523 0,407 I 0,145 19,5 3,9 2,46 8,4 12,9 6,92 0,0513 0,398 0,389 0,380 0,372 0,363
¡ I
4,0 4,1 4,2 4,3 4,4
0,141 0,138 0,135 0,132 0,129
2,51 2,57 2,63 2,69 2,75
I I
8,5 8,6 8,7 8,8 8,9
7,08 7,24 7,41 7,59 7,76
0,0501 0,0490 0,0479 0,0468 0,0457
13,0 13,1 13,2 13,3 13,4
20,0 20,4 20,9 21,4 21,9
13,5 13,6 13,7 13,8 13,9
22,4 22,9 23,4 24,0 24,6
0,0251 0,0246 0,0240 0,0234 0,0229
16,0 16,1 16,2 16,3 16,4
39,8 40,7 41,7 42,7 43,7
0,0141 0,0138 0,0135 0,0132 0,0129
18,5 18,6 18,7 18,8 18,9
70,8 72,4 74,1 75,9 77,6
0,0398 0,0389 0,0380 0,0372 0,0363
14,0 14,1 14,2 14.3 14,4
25,1 25,7 26,3 26,9 27,5
0,0224 0,0219 0,0214 0,0209 0,0204
16,5 16,6 16,7 16,8 16,9
44,7 45,7 46,8 47,9 49,0
0,0126 0,0123 0,0120 0,0118 0,0115
19,0 19,1 19,2 19,3 19,4
79,4 81,3 83,2 85,1 87,1
0,0355 0,0347 0,0339 0,0331 0,0324
14,5 14,6 14,7 14,8 14,9
28,2 28,8 29,5 30,2 30,9
0,0200 0,0195 0,0191 0,0186 0,0182
17,0 17,1 17,2 17,3 17,4
50,1 51,3 52,5 53,7 55,0
0,0112 0,0110 0,0107 0,0105 0,0102
19,5 19,6 19,7 19,8 19,9
89,1 91,2 93,3 95,5 97,7
0,0100
20,0
100,0
0,0316 0,0309 0,0302 0,0295 0,0288
15,0 15,1 15,2 15,3 15,4
31,6 32,4 33,1 33,9 34.7
0,0178 0,0174 0,0170 0,0166 0,0162
17,5 17,6 17,7 17,8 17,9
56,2 57,5 58,9 60,3 61,7
10- 1 10-2 10-3 10-4 10-5
10 20 30 40 50
10 102 103 104 105
0,0282 0,0275 0,0269 0,0263 0,0257
15,5 15,6 15,7 15,8 15,9
35,5 36,3 37,2 38,0 38,9
0,0159 0,0155 0,0151 0,0148 0,0145
18,0 18,1 18,2 18,3 18,4
63,1 64,6 66,1 67,6 69,2
10-6 10-7 10-8 10-9 10-10
60 70 80 90 100
106 107 108 109 1010
0,0447 0437 0, 0,0427 0,0417 0,0407
I
1
I
I
71
Capítulo 3 PROPAGACION DEL SONIDO AL AIRE LIBRE ISADORE RUDNICK,
PH.D.
Universidad de California (Los Angeles)
INTRODUCCION
Los efectos de la propagación del sonido al aire libre, tema del presente capítulo, dependen principalmente de la naturaleza y distribución de las fuentes del sonido y de las diferentes condiciones atmosféricas. La propagación del sonido en la atmósfera presenta un difícil problema estadístico, por no ser un medio ni homogéneo, ni estable. No se ha encontrado todavía una solución técnica fiable a muchos de los problemas prácticos presentes en el control del ruido al aire libre, debido a que se carece de conocimiento sobre muchos datos de micrometeorología sobre los que efectuar los cálculos precisos. Por consiguiente, gran cantidad de las materias expuestas en este capítulo son de naturaleza teórica, en contraste con el contenido técnico de capítulos posteriores. En los estudios que se hacen más adelante se supone, salvo que se indique lo contrario, que la fuente sonora está concentrada en un punto. Cuando están presentes varias fuentes, su efecto combinado depende de si son: 1) fuentes de sonidos independientes, como los aviones de un aeropuerto, una multitud, etc., o 2) fuentes cuyos sonidos están en fase, como un sistema de altavoces. En el primer caso, el nivel de sonido en un punto distante se calcula determinando el nivel para cada una de las fuentes y sumando los resultados. Los cálculos son más difíciles en el segundo caso, y no siempre se pueden efectuar. Basta decir que es necesario encontrar la amplitud de la presión sonora en el punto para cada fuente y sumarlas, teniendo en cuenta la fase de cada una. Considérese ahora una fuente de sonido concentrada en un punto. ¿Qué nivel alcanza el sonido en un punto distante? Los factores a tener en cuenta para determinarlo son los siguientes: 1.
Disminución por divergencia, debido a la dispersión de la energía del sonido. 2. La atenuación del sonido en el aire. 3. La niebla. 4. La reflexión y la difracción en obstáculos sólidos, como vallas. 5. La reflexión y la formación de sombras por los gradientes de viento y temperatura. 73
6.
La dispersión del sonido por variaciones en pequeña escala del viento y de la temperatura. 7. La reflexión y la absorción en el suelo.
En este capítulo se trata separadamente cada uno de estos factores. Bajo ciertas condiciones, el efecto acumulado es la suma de los diferentes efectos, pero generalmente no es éste el caso. Se discutirán algunas circunstancias en las que un efecto puede interferir y alterar a algún otro. DISMINUCION POR DIVERGENCIA DEBIDA A LA DISPERSION DE LAS ONDAS SONORAS
Normalmente, la disminución de la intensidad del sonido cuando uno se aleja de una fuente está producida, principalmente, por la divergencia de las ondas sonoras radiadas por dicha fuente. La amplitud del nivel de presión del sonido emitido desde una fuente puntual es, en cada punto, inversamente proporcional a la distancia a la fuente. Dicho de otra forma: hay una caída de 6 db en el nivel de intensidad sonora cada vez que se duplica la distancia a la fuente. Cualquier fuente no direccional de sonido se puede considerar puntual, si el punto en el que se mide la intensidad del sonido producido por ella está situado a una distancia relativamente grande, comparada con el tamaño de la fuente. La fuente puntual equivalente puede situarse, en este caso, en el centro del objeto emisor del sonido. Por ejemplo, a grandes distancias, el edificio de una tienda que emita sonidos con la misma intensidad por cada una de sus paredes, se puede considerar como una fuente concentrada en el centro del edificio. Según los datos de que se disponga, se pueden usar dos procedimientos para obtener el nivel de presión sonora L p , en decibelios, a una distancia r de una fuente puntual. 1. Según la ecuación (2.24), si se conoce el nivel de presión sonora Lx, en decibelios, a una distancia rx , el nivel L p a la distancia r es (3.1)
2. Las ecuaciones (2.22a) y (2.22b) proporcionan el nivel de presión sonora a cualquier distancia de una fuente no direccional, situada en un espacio abierto, en función del nivel de potencia sonora de la fuente L w (referido a 10-6 microvatios). Si la fuente está en el suelo, se puede obtener una expresión similar añadiendo 3 db para tener en cuenta la reflexión en el suelo *. De forma que, expresando r en metros, L p = L w - 20 log r - 7,9 db
(3.2)
* La ecuación (3.2) se obtiene a partir de las hipótesis de que el sonido se radia en un ángulo sólido de 27T radianes y de que la fuente está sobre una superficie que refleja el sonido perfectamente. 74
Una fuente sonora no puede radiar igual en todas las direcciones. Por ejemplo, en el caso de ruido producido por un avión, no puede aplicarse la ecuación (3.2), pero se puede aplicar la ecuación (3.1) siempre que: 1) tanto r como rx estén a suficiente distancia de la fuente, de forma que la distribución direccional del sonido no cambie con la distancia (para algunos reactores, la distancia mínima que debe tomarse es de 200 m), y 2) r y r x estén medidos en la misma dirección respecto a la fuente sonora.
ATENUACION DEL SONIDO EN EL AIRE
La constante de atenuación, que puede expresarse en decibelios por metro, se compone de dos partes. Una, carente de importancia, excepto para frecuencias altas, es debida al efecto combinado de la viscosidad, la conductividad térmica del aire y la absorción de energía debida a variaciones transitorias de la energía cinética de rotación de las moléculas del aire. Esta constante de atenuación al se puede considerar independiente de la humedad del aire. La segunda parte se debe a los estados transitorios de vibración de las moléculas de oxígeno del aire. Este efecto está fuertemente influido por la presencia de moléculas de agua, por 10 que este segundo coeficiente de atenuación az depende de la humedad. El coeficiente total de atenuación a está dado por a=a¡ +az=0,142 x 10-9 f+az
(3.3)
en donde al Y az se expresan en decibelios por metro y f es la frecuencia en ciclos por segundo. La figura 3.1 es un nomograma con el que se puede obtener el valor de az. Por ejemplo, queremos hallar az a una frecuencia de 2000 ciclos por segundo, para una temperatura del aire de 20° e y una humedad del 20 por 100. 1) Buscar en la escala vertical de temperaturas el punto A. 2) Dibujar una línea horizontal hasta que corte a la curva del 20 por 100 de humedad en el punto B. 3) Dibujar una línea vertical hasta la curva titulada Delsasso, a la que corta en el punto C. 4) Dibujar una línea horizontal desde el punto e hasta el D, lugar de encuentro con la curva de 2000 cps. 5) Trazar una línea vertical desde D hasta el punto E. Volviendo a A se traza «( Supóngase que una fuente sonora puntual está situada infinitamente próxima a una pared reflectante de superficie infinita y que su velocidad de radiación se mantiene constante. Bajo estas condiciones, la resistencia de radiación de la fuente y de su imagen dobla su valor, de modo que la potencia de radiación de cada una será el doble que la de la fuente en el caso de poder radiar libremente en todas las direcciones. Sin embargo, se requiere una potencia doble para mantener constante la velocidad de radiación. Así que, en cualquier punto situado en el lado de la fuente respecto del plano reflectante, la intensidad estará multiplicada por 4 y la presión por 2. Conforme se separa la fuente de la pared, la resistencia de radiación varía según 1 + (sen x)/x veces su valor en radiación libre. Aquí x es 41T veces la distancia a la pared dividida por la longitud de onda. Para valores grandes de dicha distancia (sen x)/x se aproxima a 0, de manera que la resistencia de radiación de la fuente es la misma que en radiación libre. Así que el efecto de la pared es únicamente doblar la intensidadD.zo
75
KC
l...L.---"<:...L.c.......l<-..JI.-l.....L..l-L...I...L...---L.:........I--l..-L..L..W
2
5
\0
20
20L--
_
50.
HUMEDAD ABSOLUTA EN GR/M 3
~R
FIG. 3.1. ~omograma para la obtención de la atenuación debida al coeficiente a2 de absorción por vibración molecular. Se ilustra un ejemplo en el que la temperatura es de 20° C, la humedad relativa es del 20 por 100 y la frecuencia de 2000 Hz. La atenuación para estos valores es de 0,03 db/m. La curva titulada Kneser, Knudsen y Knotzel se basa en las medidas realizadas separadamente por los dos últimos y está recomendada por Kneser. 2 • 3 La titulada De1sasso se basa en unas medidas recientesS con resultados próximos a los de Knudsen y Obert. 4 Es difícil la elección entre estos datos, aunque se recomiendan los resultados de Delsasso.
la línea AF; después la vertical FG. 6) El punto en el que la recta EG corta a la escala indica el valor de a2' en este caso, 0,03 db por metro. A esta misma frecuencia, al es 5,7 x 10-6 db por metro. En la ecuación (3.3) se supone que la presión es la normal al nivel del mar. Se pueden admitir como despreciables, a efectos del cálculo de ah las variaciones respecto a dicha presión menores del 5 o ellO por 100. Sin embargo, si la presión es muy diferente de la normal al nivel del mar, la ate.... 100 r ; - - - - - - - - - - - . , . . . . " . . - ,
u...
TEMPERATURA
o
20 D C
Q
1.0
2:
lIJ
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Z
Q u
o Ü
§
~ ~
~
Z
I
lIJ ....
lIJ
lIJ
o
o
lIJ
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01 -
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~
en
2:
2:
o
u
O
oal lL..A...A..LJ.L.W.--U--LJ..U..ULL--L-W...J...l.l.L.I..L-J 0.2
I
10
100
FRECUENCIA EN KILOCICLOS
76
~o Z
W
u
FIG. 3.2.
Coeficiente de atenuación en decibelios por metro para el aire, a una temperatura de 20° C y para humedades relativas de 20, 40, 60 y 80 por 100. Las curvas continuas dan el coeficiente total de atenuación a; la de puntos da el parcial al'
nuación cambia de forma apreciable y los cálculos se hacen como sigue: Sea x la presión en la atmósfera; al será igual a 0,142 x 10-9f/x. Para determinar a2 se usa el nomograma de la figura 3.1, determinando la atenuación para una frecuencia f/x. Con esto se obtiene un valor que multiplicado por x da la verdadera atenuación. Como ejemplo, hallemos para una frecuencia de 1000 Hz en un punto donde la presión sea la mitad de la normal (x = 1/2). Sea la temperatura de 20° C y la humedad del 20 por 100. Por consiguiente, al =0,142 x 10- 9(1000)2 x 2=0,284 X 10- 3 db/m. Al utilizar el nomograma se debe elegir para la frecuencia 2000 Hz, mediante el que se encuentra una atenuación de 0,03 dadero valor de a2 es, por tanto, de 0,03 x -}=0,015 db/m. Las curvas de la figura 3.2 dan los valores de a a 20° C grados de humedad. La línea de puntos es la asíntota a la que las curvas; da el valor de al.
un valor de db/m. El verpara diversos tienden todas
EFECTO DE LA NIEBLA
Es normal que el nivel de presión sonora, en un punto alejado de una fuente sonora, sea superior en un día con niebla que en un día despejado. La atenuación en la niebla se puede considerar prácticamente nula. La ausencia de atenuación con niebla se puede atribuir a la ausencia de viento y a la homogeneidad de la temperatura, lo que hace que no haya sombras sonoras. REDUCCION DEL RUIDO POR MUROS V VALLAS
Los muros o vallas no son, generalmente, barreras eficientes contra el ruido, pero hay situaciones en las que constituyen el único método posible de control del ruido. Si la reducción de sonido requerida no es muy grande, puede ser útil la erección de este tipo de barreras. La figura 3.3 muestra la reducción que se puede obtener con ellas. Se observa que la disminución del al
o 30 z o w
o ¡¡; ~
,PliNTO DE OBSEfWACION
t: j ltJ
20
o 10 z o Ü
::J
Z
~
BARRERA
FIG. 3.3.
o
ANGULO Dé SOMBRA
I B 90D
A -~:
30" /OD
O ' - - - - J . . . ._ _. L . . . - - - - L _ - - - ' - -
0.2
0.5
1
2
'-----J.._-J
5
10
20
ALTURA EFECTIVA DE LA BARRERA EN MULTIPLOS DE LONGITUD DE ONDA
Protección proporcionada por las barreras. (A. /. King, según la referencia 17.)
77
nivel, en el punto de observación, es función tanto de la altura de la barrera como del ángulo o. Nótese que, cuanto mayor es la altura, mayor es la disminución en el nivel sonoro. Nótese también que, cuanto más alta sea la valla con respecto a la fuente sonora y al punto de observación, mayor se hace O, y que el máximo efecto se consigue si la valla está próxima a la fuente o al receptor, en vez de a la distancia media entre ambos. Los resultados que muestra la figura 3.3 se deben considerar como aproximados, puesto que no se tiene en cuenta la reflexión en el suelo. REDUCCION DEL SONIDO POR ARBOLES Y ARBUSTOS
Para que los árboles y arbustos sean efectivos en la contención del ruido en un área abierta de trabajo, o en la reducción del mismo en las áreas residenciales, deben formar barreras de gran profundidad y alta densidad de follaje. Si se usan árboles, el nivel de las hojas deberá extenderse casi hasta el suelo. No se han efectuado estudios sistemáticos de la atenuación debida a la vegetación. Sin embargo, pueden ser útiles como guía las medidas de pérdidas en la transmisión a través de varios tipos de selvas (ver la figura 3.4). Estos datos indican que los árboles y arbustos proporcionan una 10 :E
o
2 oc
o
el.
LO
o
Z
w
- « o o
oc W el. I
I
1-
100 1000 tO,OOO FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
FIG. 3.4. Diagrama basado en las medidas efectuadas en selvas tropicales. Zona 1, mucho follaje; campo visual aproximado de 7 m, penetración por tala. Zona 2, mucho follaje; campo visual aproximado de 17 m, avance dificultoso, pero sin tala. Zona 3, follaje; campo visual aproximado de 30 m, penetración andando con cuidado. Zona 4, follaje; campo visual aproximado de 70 m, penetración fácil. Zona 5, mucha maleza, grupos de grandes troncos; campo visual aproximado de 100 m, penetración fácil. (Según Eyring. 6)
atenuación muy ligera. Por tanto, en la práctica, el uso de plantas como una barrera para el sonido sólo puede justificarse cuando se desean otros efectos marginales, o cuando no sean rentables otros métodos. REFRACCION DE LOS RAYOS SONOROS POR LOS GRADIENTES DE VIENTO Y TEMPERATURA
La velocidad del sonido en el aire está determinada por la velocidad del viento y por la temperatura, ya que el efecto de la humedad puede considerarse prácticamente nulo. La influencia de la temperatura viene dada por
VTTo
C=Co '\ /
78
(3.4)
en donde T es la temperatura absoluta en grados Kelvin y Co es la velocidad a la temperatura T o• La velocidad resultante es la suma vectorial de c y la velocidad del viento, siendo el primer vector normal al frente de ondas. Debido a que las ondas sonoras se propagan en una atmósfera en la que la temperatura y la velocidad del viento son funciones del espacio, sufren refracción y, posiblemente, reflexión. (No se van a considerar aquí las variaciones rápidas de dichos parámetros con el tiempo, que dan lugar a fluctuaciones de la energía sonora.) Antes de discutir estos efectos, se van a estudiar los tipos de estructuras de viento y temperatura presentes en la atmósfera *. Distribución de la temperatura en la atmósfera
Una atmósfera «ideal» en completo reposo tendería a poseer una temperatura uniforme, en virtud del transporte del calor desde las regiones más cálidas a las más frías. La presión y la densidad disminuirían exponencialmente con la altura, pero la temperatura permanecería constante. En la práctica, la atmósfera está en un estado permanente de movimiento y agitación; el calor se transfiere, mediante la circulación de corrientes de aire, desde las regiones bajas a las altas. Se puede obtener una idea de cómo varía la temperatura con la altura, suponiendo que las masas de aire se mueven adiabáticamente de una altitud a otra, sin pérdidas de calor por conducción. La presión en un determinado punto viene dada por el peso de la atmósfera situada sobre él; la presión y la temperatura están relacionadas por la ley adiabática para los gases perfectos (para la precisión que aquí se requiere está justificado suponer que la atmósfera es un gas perfecto). En una atmósfera como la supuesta, la temperatura varía con la altura de acuerdo con la ley dT
g y-l
dh
R
-=----=-f
Y
0.5)
en donde g = aceleración de la gravedad, R = constante de los gases, y = razón de los calores específicos, h = altura sobre el suelo. Aplicando los valores apropiados de g, y y R, se encuentra para r un valor aproximado de l° e por cada 100 m. f se conoce como gradiente térmico adiabático. La distribución real de la temperatura en la atmósfera se desvía notablemente de la que se obtendría mediante la ecuación (3.5). Aparentemente hay una ligera aproximación al gradiente térmico adiabático por debajo de los 13.500 m, excluyendo la capa de aire más próxima al suelo. La experien•
Para más detalles, ver la referencia 7.
79
cia muestra que, en la capa más baja, se encuentran temperaturas muy variables y sujetas a variaciones cíclicas. Es de gran interés el estudio del gradiente de temperatura en función de la altura. En la proximidad del suelo, el gradiente es generalmente mucho mayor que f. La figura 3.5 mues. 200
.. '50 .
¡¡o:N PUESTA OEL
i ':k:~_:~~N:~1L:=~l ;; 100[·
8
ISO o 2
SALIDA DEL
ENERO
4 6
8 10
I~
14 16 18 20 22 24
~ 600 ~--------P().-'E-S-TA-O-E,-l.-'
~ 400 - SALlfc;4 OEL
SOL
L
~
200 -
o
í5
o
200 -
400 -
o:
FIG. 3.5.
INVERSION
600 - JUNIO GRAO. NEGATIVO 8 00 L-L-~_~.l-.L.--'---'---..l--'----'--J O 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 HORA SOLAR
Variación diurna media de las diferencias de temperatura entre 2,5 y 30 cm de altura (línea continua) y 30 cm y 1,2 m de altura (línea de trazos) sobre un terreno cubierto de hierba corta en verano (a) y en invierno (h) en un lugar del sur de Inglaterra. Las diferencias están en múltiplos del gradiente térmico adiabático, aproximadamente 1 grado cada 100 m. (Según Best.l8)
tra el gradiente medio (expresado en múltiplos de n para dos zonas bajas en el sur de Inglaterra, en un mes de invierno y otro de verano. La figura 3.6 muestra cómo varía el gradiente de temperatura con la altura, tam~
100c-T-"---T-"--------,
o
~ o
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50
20
z
w
o o
10
~
o: w
5
f-
w
fZ
w
3.6. Gradiente térmico medio a mediodía en función de la altura sobre el terreno. (Según BesOS) FIG.
2
o
o: 1.0 ."-_'--.!-.l-L...;L..LL-U-_...J-.....L.
0.1 0.2 0.5 1.0 2 ATURA SOBRE EL SUELO EN
bién en múltiplos de f. Nótese que el gradiente varía notablemente con la hora. Es negativo desde un poco después del amanecer hasta un poco antes de la puesta del sol, mientras que las horas nocturnas se caracterizan por una inversión térmica. La figura 3.7 muestra algunos perfiles de distribución de temperaturas medidas en un período de 24 h Y tomadas a unas alturas comprendidas entre 1 m y 78 m en el sur de Inglaterra, durante la primavera. Los gradientes, negativo durante el día y positivo (inversión térmica) 80
durante la noche, se pueden entender mediante las siguientes consideraciones. El aire es relativamente transparente para la mayor parte de la energía radiada por el sol. Durante el día, esta energía incide sobre la superficie terrestre, calentándola. La temperatura que alcanza la superficie depende de su naturaleza. Por ejemplo,8 se ha encontrado que, en los días más cálidos, la temperatura máxima superficial de una capa de macadam asfáltico z
W
so
1-
40
g;::!i 60 ;J
20
TEMPERATURA A 1,2 M HORA DE GREENWICH
~~~~;~~~~~~:~~~¡~~~~~~::
~~NNNNÑÑ~~~~~m~~~~~~~~~~
000000000000000000000000 000000000000000000000000
o~~gg~~~~9=~~~~~~~~~Ñ~~~
FIG. 3.7.
Perfiles de temperatura tomados en el sur de Inglaterra en primavera. (Según Johnson y Heywood,19)
era de 66° e; la de una capa de arena, 55° e; la de una superficie cubierta de césped, 44° C. La temperatura del aire en contacto con la superficie aumenta y al estar más caliente que el aire, a una cierta distancia de la superficie, se eleva. El calor que se absorbe por contacto con la superficie de la tierra se eleva a alturas superiores por convención. Por esta razón puede existir un gradiente de temperatura negativo durante las horas diurnas, siendo mayor cuanto más pequeña sea la altura. En contraste, la superficie terrestre comienza a enfriarse un poco antes de la puesta del sol; esto enfría el aire en su contacto y se establece un gradiente positivo de temperaturas en la proximidad del suelo. A alturas superiores, el gradiente continúa siendo negativo, de manera que se forma una capa de inversión. El nivel superior de esta capa de inversión se va elevando durante la noche, según se enfría el aire del nivel inferior. Esta zona de inversión térmica se caracteriza por su relativa estabilidad, ya que la densidad disminuye la altura. De lo anterior se deduce que, con el cielo cubierto, el gradiente será siempre pequeño. Distribución del viento en la atmósfera
La región en la que se desarrollan la mayor parte de los problemas de propagación del sonido relacionados con el control del ruido se sitúa por debajo de los 1000 m. En ella, la distribución de los vientos está muy influida por la hora y las condiciones locales. En las zonas del interior, el viento alcanza, en los niveles inferiores, un máximo en las horas diurnas y un mínimo durante la noche. En los niveles intermedios puede ocurrir lo contrario: que el máximo se alcance durante la noche. La altura en la que se produce esta inversión puede ser de 40 m para los vientos moderados, siendo inferior para los ligeros y superior para los vientos fuertes. En las
81 6
zonas ·costeras, las brisas terrestre y la marina tienden a anular los cambios. diurnos mencionados antes. El perfil de distribución del viento depende de la aspereza del terreno y del p.erfil de distribución de la temperatura. Existen razones teóricas para establecer la siguiente distribución del viento: _
h+zo
u = 5,8uf loglo - - -
zo
(3.6)
en donde h es la altura sobre el suelo, Ü es la velocidad media del viento, zo es la «rugosidad», determinada por la naturaleza del suelo, y uf es la velocidad de fricción, que está determinada también por la naturaleza del suelo. En la tabla 3.1 se citan algunos valores representativos de Zo y uf.s Las observaciones prácticas indican que la ecuación (3.6) se cumple mientras el gradiente de caída de la temperatura sea adiabático. Durante las inversiones térmicas, la velocidad del viento se incrementa más rápidamente con la altura y, cuando existen gradientes térmicos elevados, el aumento de velocidad es más gradual. Refracción de ra·yos sonoros en la atmósfera
A continuación, se va a tratar el tema de cómo la distribución del viento y de la temperatura afectan a la propagación del sonido. Supóngase una fuente puntual en una atmósfera estable en la que haya una inversión térmica (Fig. 3.8). Puesto que la velocidad del sonido aumenta con la temperatura LA rEMPERArURA SE INaREMENrA CON LA ALTURA
FIG. 3.8.
Rayos y frentes de onda para una atmósfera con inversión térmica.
según la ecuación (3.4), la parte superior de los frentes de onda viajará más rápidamente que la inferior y, como consecuencia, los frentes se inclinarán hacia el suelo. Además, este comportamiento es simétrico respecto a un eje vertical que atraviese la fuente. Por otra parte, si el gradiente de temperaturas es negativo, los rayos se elevan, existiendo uno, límite, que alcanza el suelo a una distancia x de la fuente y que define una región de sombra, como puede verse en la figura 3.9. Esta región no existe cuando hay inversión térmica. Este mismo razonamiento puede aplicarse respecto a la distribución del viento, como muestra la fig~ra 3.10. Con un perfil típico de distribución del yi~p.toJ. e~istirá una región de sQplbra en. el lado d
82;
y sólo en ese lado. Esta es la causa de que sea difícil oír cuando el viento sopla en dirección contraria a la de propagación' del sonido. Es importante subrayar que esto sucede porque la velocidad del viento se incrementa, normalmente, con la altura. LA TEMPERATURA OiSM/NUYECON LA AiTURA
FIG. 3.9. Rayos sonoros en una atmósfera con gradiente térmico, mostrando la formación de sombras.
Una diferencia importante entre los efectos producidos por la temperatura y el viento es que, mientras los efectos de la primera son de carácter recíproco, no sucede lo mismo con los del viento. Esto es, cuando sólo existe gradiente de temperatura pueden intercambiar sus posiciones una fuente y
-
O/RECCION DEL V/ENTO
FIG. 3.10. Rayos sonoros en una atmósfera con gradiente de viento, mostrando la formación de sombra en la dirección por la que llega el viento.
un receptor sin que exista diferencia en la recepción del sonido. Pero si hay viento, el nivel del sonido que alcanza al receptor es mucho mayor si éste se encuentra más allá de la fuente, según la dirección del viento, que en el caso contrario. Ecuaciones de los rayos sonoros
Supongamos que la temperatura y la dirección del vÍento sean funciones únicamente de la altura y que la velocidad del viento carezca de componente vertical. Esto presupone un medio estratificado, que sea consistente con el análisis anterior. Tomemos como eje vertical el Z. Si u y v son, respectivamente, las componentes de la" velod· dad del viento según los ejes x e y, será u=u(Z) y v=v(Z). Puesto que la temperatura es función de la altura, la velocidad del sonido también 10 será, es decir, c=c(Z). Consideremos un frente de onda cuya normal N forme con los tres ejes coordenados ángulos cuyos .cosenos sean l, m, n (Fig. 3.11). El flujo de la energía correspondiente a una sección infinitesimal de frente de -+
onda estará en una dirección que será la suma de e (tomada en la dirección de N) y la velocidad del viento. La trayectoria que' sig~e. esta sección es la del rayo sonoro.
83
Construcción geométrica de la dirección del rayo.
FIG. 3.11.
Es la trayectoria del flujo de energía y, en general, su direcci6n es diferente de la de la normal a la onda (s610 coinciden en ausencia de viento). Las ecuaciones paramétricas del rayo son: dx --=u+cl dt dy --=v+cm dt dz --=cn dt
(3.7)
u, v y c se suponen funciones conocidas de z; si 1, m y n fueran también funciones de las coordenadas espaciales, se podría resolver la ecuación (3.7). El modo en que varían 1, m y n se obtiene considerando el problema de la refracción. Se puede demostrar que, para un rayo determinado, c
Co
u +-=const.=uo+-=up + cp 1 lo
(3.8)
Esta ecuación es la ley de refracci6n de Snell. Significa que, para un determinado rayo, el valor (u + cll) es constante. El subíndice O se usa para señalar el valor de u, c y I en la fuente; el subíndice p marca el valor de u y c en el punto más alto de la trayectoria del rayo (lp= 1). Cálculo de la trayectoria del rayo sonoro en ausencia de viento. Las ecuaciones (3.7) y (3.8) son suficientes para determinar las trayectorias de los rayos. Como ejemplo de aplicaci6n, consideremos el caso de que no haya viento (u=v=O). Supongamos que el rayo está en el plano xz. Las ecuaciones (3.7) toman la forma: dx --=ccos (] dt dy =0 dt dz --=csen8 dt y la ecuación (3.8): c
--=K
cos 8
donde 8 es el ángulo que forma el rayo con la horizontal. Dado que ds=(dx2 +dz2)l/2, se deduce que: dc dO --+K--=O dz ds
84
y si
dc
dz
dO
es constante (por ser c función lineal de la altura),
ds
es también cons-
tante y la trayectoria es un arco de circunferencia de radio ds
K
co
dO
k
k cos 00
r=--= donde
(3.9)
e=eo+kz
Este resultado se explica como sigue: Supóngase que una seCClOn del frente de onda inicial se prolonga hasta el nivel al que le correspondería la velocidad nula; supóngase que se hace girar la sección alrededor del punto de intersección. Todos los puntos de la línea se moverán con una velocidad proporcional a la altura sobre dicho nivel. Es decir, se cumplirá c=co+kz, de forma que los rayos serían círculos cuyos centros estarían en el plano en el que la velocidad fuese O, cuya cota sería
-Co z=-k
(ver la Fig. 3.12). El valor de h, altura máxima alcanzada por el rayo, se deduce mediante una sencilla construcción geométrica. Para valores de h«2co/k, R2k h=--
(3.10)
8eo
cuando tanto el receptor como la fuente están en el suelo y existe una distancia R entre ellos. TRAYECTORIA DEL RAYO
SUELO
L=O
FIG. 3.12. Construcción geométrica de la trayectoria del rayo cuando existe un gradiente lineal de la velocidad del sonido. z= -co/k es el nivel en el que la velocidad de sonido es cero por extrapolación.
'""
' " Co/k COS 8 0
",
'"
'"
'"
CENTRO OE CURVA TURA \. DEL RAYO
z:-Co/k
Si el gradiente de temperatura es lineal,
T=To+b¡z En este caso se obtiene una aproximación suficiente usando la ecuación (3.9) con
blco
K=--
2To
Análisis de los efectos del gradiente de viento. Vamos a considerar el efecto del gradiente de viento como un ejemplo más de aplicación de las ecuaciones (3.7) y (3.8). La componente perpendicular no tiene efecto sobre la normal N del frente de onda. Sólo influye transportando las ondas paralelamente a sí mismas. El efecto resultante es mucho menos importante que el debido a la componente del viento en la dirección
85
de propagación. Por' consiguient~, en este apartado sólo se analizará esta última componente: Sea: x la dirección de propagación. Por la ecuación (3.7), dz
csenO
ds
.; u 2 + 2uc cos 8+ el
donde O es el ángulo que forma con la horizontal la normal a la onda. De la ecuación (3.8) se deduce csen 8 ds r
cos O[(du/ds) cos O+ (dc/ds)]
d8
de donde r
';u 2 +2uc cos 0+c 2
cos O[(du/dz) cos 8 + (dc/dz)]
1T'
Ahora bien, si u«c y 8«2' entonces r
uo+co/cos 00
(3.10a)
(du/dz) cos O+ (dc/dz)
Para ángulos O muy pequeños, el gradiente de viento tiene el mismo efecto que el gradiente de velocidad del sonido. Así, para la propagación en la dirección del viento, un gradiente de viento de 0,195 m/seg cada 30 m equilibraría el efecto de un gradiente térmico adiabático de loe cada 100 m para todos los rayos próximos a la horizontal. Para la dirección contraria a la del rayo se suman sus efectos. Método simplificado para hallar la trayectoria de los rayos sonoros. Se describe a continuación un método gráfico para el dibujo de los rayos sonoros, basado en el hecho de que, para un gradiente de velocidad (u + c) lineal, el rayo adquiere una trayectoria circular, con el centro a una altura en la que la velocidad extrapolada sea nula. Se establece un sistema de ejes coordenados que den la velocidad del sonido (el eje horizontal superior de la Fig. 3.13) en función de la altura (el eje vertical de dicha figura). El eje horizontal de la parte inferior de la figura 3.13 da la temperatura correspondiente a la velocidad del sonido, según la ecuación (3.4). La curva c muesVELOCIDAD DEL SONIDO M/SEG
342 VELOCIDAD RELATIVA M/SEG-(RESPECTO AL SUELO) -10
345
348
O
10
o ::e 100 :z
1LI
:::>
60
~
...J
30
o 286
288 290 292 294 296 298 TEMPERATURA EN GRADOS KELVIN.
300
FIG.' 3.13. Ilustración del método de trazado gráfico de rayos sonoros. Véase la explicación en el texto.
86
tra la relación entre la temperatura y la altura. El eje superior muestra la velocidad del sonido relativa a la que existe en el suelo. La curva u es la representación gráfica de la velocidad del viento en función de la altura con relación a la existente en el suelo. Esta velocidad se considera positiva cuando va de la fuente al receptor. En el .ejemplo, el viento va del receptor a la fuente, y su velocidad se incrementa hasta 10,9 Km/h a una altura de 120 m. La curva de trazos (u+c) es la suma de las dos .anteriores y representa la trayectoria del rayo sonoro. La curva (u+c) puede obtenerse por aproximación mediante una serie de segmentos rectilíneos. En el caso de la figura 3.13, éstos serían los segmentos OA, AB .y BD. Se puede determinar la altura en la que las rectas, prolongación de dichos 7,6 'segmentos, darían una resultante nula. Para OA, esta altura sería 345 x - - = 1300 m. 2 23 100 Para AB sería 342x--=3150 m. Para BD sería 340x--=17000 m. 2 2,5 En la figura 3.14 se dibujan a gran escala los ejes de coordenadas. Los niveles -correspondientes a los puntos A, B y D se indican mediante líneas de trazos. Las 4
3.14. Ilustración del método de trazado gráfico de rayos sonoros. Véase la explicación en el texto.
FIG.
SUELO
alturas de 1300, 3150 y 17000 m se indican mediante líneas continuas. La fuente -está localizada en el eje de ordenadas, a 23 m de altura. Se traza el arco ab con -centro en (1) a 3150 m. En b el rayo entra en la región situada por debajo de A y, por consiguiente, el centro de curvatura pasa a ser el punto (2) a 1300 m de altura. Al llegar el rayo a c se vuelve a sobrepasar el nivel de A y el centro de curvatura vuelve a estar a 3150 m en el punto (3). Al llegar a d, el centro se desplaza al punto (4) a una altura de 17000 m. .Distancia a la zona de sombra
La distancia x al límite más próximo de la zona de sombra se puede calcular -en función de la altura de la fuente h s' La existencia de una zona de sombra en
87
la posición de un observador depende de su altura. Si es iguaJI a la de la fuente~ el observador estará en zona de sombra para distancias superiores a 2x. En general~ la zona de sombra se puede calcular como sigue: Suponiendo que sean constantes los gradientes de las velocidades del sonido y del viento y que el rayo sonoro se propague en una dirección casi horizontal, los rayos. siguen trayectorias circulares, y aplicando la ecuación 3.10,
(du/dz) cos
(3.11)1
o+ (dc/dz)
Se ha calculado el valor de x para una fuente situada a 3 m de altura, en presencia de un viento de 11 Km/h, suponiendo un gradiente de velocidad correspondiente a Tabla 3.1.
Valores significativos de Zo y uf para diversos terrenos naturales
Tipo de terreno Muy deslizante (hielo, lodo) ... Césped, hasta 10 cm de altura Hierba fina, hasta 10 cm de altura Hierba gruesa, hasta 10 cm de altura Hierba fina, hasta 50 cm de altura ... Hierba gruesa, hasta 50 cm de altura
Uf, m/seg
... . .. ." ... . .. .,. . .. .,.
1 x 10- 5 1 X 10- 3 0,7 X 10- 2 2,3 X 10- 2 0,051 0,1
0,16 0,26 0,4 0,5 0,6 0,7
un suelo con hierba fina de 50 cm de altura (ver la tabla 3.1). Se usaron unos gradientes de temperatura correspondientes a una altura de 1,5 m; se dan en la figura 3.5. En la figura 3.15 se dan las curvas correspondientes a los límites de la zona de som-
(al
3.15. (a) Ejemplo de formación de sombras alrededor de una fuente situada. a 3 m de altura. La velocidad media del viento a dicha altura es de 4,4 Km/h. (b) Ejemplo de formación de sombras durante la noche con la misma fuente que en el caso anterior. En ambos casos el receptor está también a 3 m de altura. (Según Ingard.9) I FIG.
88
bra, para las condiciones ya expuestas, a medianoche y a mediodía, en invierno y en verano. (Se supone que en todos los casos existe el mismo tipo de viento.) Variación de la presión en el interior de la zona de sombra
Usando una analogía óptica, se puede decir que el borde de la sombra no es brusco y que la misma sombra no es negra, sino que se hace más y más gris conforme aumenta su distancia al borde. El contraste entre las dos zonas situadas a cada lado del borde de la sombra aumenta con la frecuencia. La disminución de la presión sonora en el interior de la zona de sombra viene afectada por tres factores: 1.
2. 3.
Las turbulencias y falta de homogeneidad térmica del aire. La magnitud de los gradientes de viento y temperatura. La naturaleza acústica del suelo.
Se sabe poco sobre el efecto cuantitativo de las turbulencias y la falta de homogeneidad térmica en la zona de sombra. Sin embargo, se ha demostrado experimentalmente que la velocidad de disminución de la presión térmica en el interior de la zona de sombra disminuye por efecto de la energía dispersada hacia la sombra por la falta de homogeneidad existente fuera de esta zona. lO Con respecto a los factores segundo y tercero, es conveniente tratarlos juntos. Se ha analizado el problema de la propagación en un medio considerando un gradiente térmico negativo constante sobre un terreno plano, que se caracterizaba por una razón de impedancia acústica normal constante Z/Poco=(O+icp). Se encontró que el camino por el que viajaba la energía desde la fuente S al observador D, situado en la sombra, es el marcado con los puntos SABD (Fig. 3.16), donde BD es paralelo al
FIG. 3.16. La trayectoria del flujo de energía hasta el punto D, en la zona de sombra, es la línea SABD.
A
F
B
G
SUELO
rayo límite AE. En esta zona de sombra, la presión sonora cae de forma semejante a como lo haría si se tratase de una onda cilíndrica amortiguada. De forma que la presión sonora en el punto D (ver Fig. 3.16) es P=PE (
CF ce
) 1/2
e-k(AB)
(3.12)
donde CF, ce y AB son las distancias indicadas. E está a la misma altura que D y PE es la presión sonora en E; k es la constante de atenuación, dada por k=101 ,
(
00 1 ) -Co h5
1/3
(}
-2h o
(3.13)
donde h o=altura a la que la temperatura absoluta es igual a O. co=velocidad del sonido en el suelo. 00= 21TI. Esta es una aproximación válida para \Z/poCo I3 «CI)h o/co· A 100 ciclos por segundo y para gradientes normales, esto significa que la aproximación es buena para IZ/poCl «50.
89
Para suelos de alta impedancia,
k=0,44
(~) 1/3 +0,98 (~) 1/31 coh~
coh~
PoCo Z
Icos (~+l/J) 3
(3.14)
donde tg l/J=cP/O. Este resultado es válido para IZ/poco/ 3 » Ctlho/co· Nótese que el coeficiente de atenuación para una superficie elástica, dado por la ecuación (3.13), es 2,3 veces mayor que el dado por la ecuación (3.14) para una superficie rígida. Los valo!:es que siguen se citan como ejemplo numérico de aplicación de estos resultados. Para un gradiente térmico de 0,5° C por metro, además de la atenuación resultante de la divergencia cilíndrica, existirá una atenuación de 2,56 db/m para un suelo con una impedancia Z=Poc; 1,9 db/m para un suelo con Z=IOpoc, y 1,15 db/m para un suelo con impedancia infinita, cuando la frecuencia sea de 500 Hz. Anomalías producidas por los gradientes térmicos
Inversión térmica cerca del suelo y gradiente térmico negativo a mayores alturas. Considérese una atmósfera sin viento y con la estructura térmica indicada en la figura 3.17. En la parte derecha están dibujadas las trayectorias de los rayos sonoros correspondientes a una fuente de 500 Hz. Podemos encontrar el ángulo correspon300
"i
ZOO
z
w
«
a::
::l
~
100
oC(
O
326
330,5
C( M/SEG)
FIG. 3.17. Formación del rayo para el caso de inversión térmica en el suelo y gradiente negativo a mayores alturas. diente al rayo límite usando la ecuación (3.8), con c p = 335 m/seg, Co= 331 m/seg y
up=uo=O, 330,5 cos 0Um=---=0,98 333 de forma que Olfm= 10°. El alcance de la sombra vendrá dado por la ecuación (3.10), donde h=91 m, k
335-330,5 91
0,05
y co=330,5, por lo que R=2195 m. En la sombra, la intensidad del sonido disminuiría como la de una onda cilíndrica amortiguada, con un coeficiente de amortiguamiento dado por la ecuación (3.13), con 0= 1, y siendo h o= 3350 m. En todo lo anterior se supone que el suelo es un buen absorbente, de forma que, por ejemplo, el rayo que sale de la fuente con una inclinación de 5° es absorbido totalmente.
90
Canales sonoros. Si, en el caso anterior, el suelo fuera un buen reflector, toda la capa atmosférica por debajo de los 91 m actuaría como un canal sonoro, ya que ningún rayo que saliese de la fuente con una inclinación inferior a los 10° podría abandonar dicha zona. Es posible la existencia de este tipo de canales en capas elevadas, aunque no se haya escrito nada importante todavía sobre este asunto. La estructura térmica de la
s
DISTANCIA
TEMPERATURA
FIG. 3.18. Ejemplo de una estructura térmica que conduce a la formación de un canal sonoro.
figura 3.18 llevaría a la formación de uno de estos canales. Los rayos sonoros de una fuente situada en esta zona de baja temperatura, que tuviesen una inclinación pequeña, quedarían atrapados en ella. PROPAGACION DEL SONIDO CERCA DEL SUELO EN UNA ATMOSFERA HOMOGENEA
Las ecuaciones (3.12) a (3.14) son apropiadas para una fuente y un receptor situados junto al suelo, en una atmósfera estable con un gradiente de temperatura. Aquí se va a considerar una atmósfera uniforme (ho=oo). Más aún, se supone que el terreno tiene una impedancia característica constante, en lugar de lo supuesto anteriormente: que la impedancia superficial normal era constante. Como regla general, los terrenos naturales son porosos, teniendo una resistividad al flujo finita, de forma que la impedancia característica del suelo será distinta del producto de su peso especifico por la velocidad de la onda de compresión pe, y puede, en muchos casos, estar dentro del orden de magnitud de la impedancia característica del aire. Por consiguiente, las ondas sonoras nacidas en el aire que incidan sobre este terreno poroso serán reflejadas sólo de una forma parcial. Una proporción apreciable de su energía será absorbida por los poros, atenuándose. Por desgracia, hay pocos datos publicados sobre la impedancia característica y las constantes de propagación para los diversos tipos de terreno, aunque están disponibles algunos valores para frecuencias por encima de los 10000 Hz. La atenuación que resulta de la propagación sobre el terreno se puede determinar mediante el siguiente análisis. Consideremos una fuente de sonido puntual, cercada RECEPTOR
AIRE TIE:RRA
FIG. 3.19.
puntual.
Imagen de una fuente IMAGEN VIRTUAL
91
al suelo. Si la impedancia acústica del terreno es infinita, condición a la que se aproximan las superficies de hormigón o de asfalto, el campo sonoro debido a la fuente se puede obtener sumando el campo originado directamente por la fuente y el debido a su imagen virtual, como puede verse en la figura 3.19. (Sin embargo, si la impe-
O~_~~~¡q
~m 2~
..JO
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iiJ: Zo z ZO
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AMPLITUD DEL FACTOR DE PERDIDAS 14 '-----'----'---'--'----'---'---'---'--------''-----'-----'---'--'---'----'--.............
0.02
0.05
0.1
O.s.
0.2
f.O
DISTANCIA NUMERICA Wo
FIG. 3.20a. Representación gráfica de F o en función de la distancia numérica Wo y b (véase el texto).
dancia acústica del terreno no es infinita, el concepto de imagen virtual deja de ser válido.) La presión acústica bajo estas condiciones viene dada por 13 (3.15) donde Z2 cos (J¡ - pe cos 82
(3.16)
Z2 cos 81 + pe cos 82 F= 1 + "i2 w l/ 2
e-wf
00
-iw l /2
e-
u2
(3.17) *
du
. . 2k l R 2 (pe)2 cos2 82 w=woe'b=z---(1- R p )2 Z~ sen281
(3.18)
cos2 82= 1- kilk~ sen2 81, k l = constante de propagación en el aire, k 2= constante de propagación en el suelo, pe= impedancia acústica característica del aire, Z2= impedancia acústica característica del suelo.
* La función F se puede desarrollar como sigue: Para los valores pequeños de w, un desarrollo adecuado de la integral lleva a F=1+i(nw)I/2 e -CIJ
(
w2 w3 Cd4 ) C d - - - + - - - - - + ...
3·11
5·21
7·31
Para valores mayores de w, es más conveniente la serie semiconvergente: 1·3 1·3·5 ] 1 F= - [ ~+ (2Cd)2 + (2Cd)3 + ...
92
5
2
10
20
50
100
DISTANCIA NUMERARIA Wo
FIG. 3.20b. Representación gráfica de F o en función de la distancia numérica Wo y b (véase el texto).
Fuente y receptor sobre el suelo
Tiene especial interés el caso en el que tanto la fuente como el receptor estén situados en el suelo. En este caso, 61 =90°, R I =R 2, Y siempre se produce un roce con el suelo. De forma que R p = -1 Y la ecuación (3.15) queda eik¡R¡
p=2F-R1
Se ve que la disminución de la presión sonora con la distancia está provocada por dos factores: la divergencia esférica (el factor 1/R I ) y la variación de F con la distancia. Para ver el significado de la disminución de la presión sonora con la distancia debida a la función F, considérese el caso de que k 2 «k h siendo k 2 real, que es lo normal cuando la superficie del terreno no es porosa. Si el receptor está a muy poca altura sobre el suelo, el coeficiente de reflexión R p será igual a 1. A estas pequeñas Puede verse que cuando Ct.I tiende a O, F tiende al; mientras que cuando Cü tiende a oc, F tiende a O. Más aún, Ct.I es proporcional a k I R 2, así que es evidente que para valores de ro o de (za + Zb) muy grandes comparados con la longitud de onda en el aire, F tenderá a O. (Puesto que Ct.I es función de la impedancia y de la constante de propagación del suelo, los valores de ro, o Za + Zb, que son necesarios para que F sea inapreciable, variarán con la naturaleza del suelo.) Cuando F tienda a O, la amplitud p tiende al valor siguiente:
Así, a grandes distancias o a grandes alturas, la solución tiende a la de una onda plana cuya dirección de propagación corresponda a la del rayo. La solución es función de la suma de las alturas del receptor y de la fuente. Así que, si las demás variables permanecen constantes, el último término de la ecuación (3.16) permanecerá constante cuando Za y Zb varíen de tal forma que su suma sea constante.
93
alturas 00 es muy grande y F muy pequeñ,o, de forma que p= 2ei k JR J/R¡. En consecuencia, la función F representa el incremento de la disminución de la presión acústica debido a no ser el suelo un reflector perfecto. A F se le puede llamar «factor de pérdidas en el suelo». 100 r--------------,-------r----r---¡-~-¡_lln FASE DE FA erOR OE PERo/DAS 90 1----,..---,--.----r---,r-r-1rl------j-
70 I---+---I----+--+-j---'H-t------r----r---t-~ lf)
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60 ~---l---+-+-t-+-+++-----__jr----¡-_::7:7t7"J 50 1----l---i---+-t-+-+++-----t-::;:;>:::~~~7t'74_7_r
40 1----+---+--+-t-++++---:::;;OO:::~~~""""=7:P~;;1"""'-"::P_{
°OL.0-2--L--L-O.l.0-5.-L--..JLLJL0.1.1------::0~.2:-----IL...-.!----::O.l;5-L.-...L..-....:.::;~ DISTANCIA NUMERICA w~
FIG. 3.20c. Representación gráfica de cP en función de la distancia númérica Wo y b (véase el texto).
=.L_ '
FASE [EL FACTOR DE PERDIDAS
180
~~-i
160
I I
L.:.-'i-+----+-~;;-t--:--r-_r_tl--r-1
I
140 (/)
g 120
:; 100
z
w
'Q
eo 60 40
o t=:==±==c:::t=t:±:r::dt==~"::iiQL~P=tJ~ 1
2
5
10
DiSTANCIA NUMERICA
FIG. 3.20d. Representación gráfica de cP en función de la distancia numérica Wo -y lJ (véase el texto). Un aspecto importante de este resultado es que, suponiendo una separación muy larga y cuando las alturas de la fuente y del receptor sean tales que el sonido sea tangente al suelo, la amplit\i.d variará segúni(R2. Los _valores de f vienen dados en función de Calo Y b [ver la eco (3.18)]. Si se escribe F=7Fo ei'P, los valores de Fo y Cp vienen dados en las figuras 3.20a, b, e y d en función de 000 y b. ..
94-
Ejemplo. Determinar, mediante el método dado anteriormente, la distancia a la que el nivel de presión sonora caerá 6 db, como resultado de la absorción del terreno, para el caso de que ambos, la fuente y el receptor, estén al nivel del suelo. Supongamos que la frecuencia es de 200 Hz, la impedancia acústica característica del terreno 3pc(1+i) y el valor de k 2 =k 1 ·3(1+i). (Nota: Supuesta una solución de la forma ei(k1x-wt), una parte imaginaria positiva, significa que la reactancia es negativa.) Según lo anterior, cu=0,028klRei°o.055 De la figura 3.20b, para b=0,055 rad=3,2° y Fo=6 db se obtiene un valor de CUQ= 15,5. Por consiguiente, k 1R = 550, o bien RIA.= 88. Suponiendo que la longitud de onda sea 1,7 m, obtenemos R=150 m. Las medidas de laboratorio muestran unos resultados que están, en gran parte, de acuerdo con la teoría. 14 Caso de que el suelo tenga una impedancia acústica normal constante
Si el suelo tiene una impedancia acústica normal constante, es más manejable la solución matemática. Se han obtenido soluciones matemáticas adecuadas.l5 • 16 Cuando la velocidad del sonido en tierra es muy pequeña, su impedancia acústica normal es casi independiente del ángulo de incidencia. En la práctica carecen de importancia los cambios introducidos por no considerar constante la impedancia normal.
REFERENCIAS Kneser, H. O.: Akust. Z., 5: 256 (1940). Knudsen, V. O.: l. Acoust. Soco Amer., 5: 112 (1933). Knotzel, H.: Akust. Z., 5: 245 (1940). Knudsen, V. O., y 1. Obert: l. Acoust. Soc. Amer., 7: 249 (1936). Delsasso, 1. P.: Summary Report of Research under Contract W-28-099-ac-228, USAF, University of California, Los Angeles, 1953. 6. Eyring, C. F.: l. Acoust. Soc. Amer., 18: 257 (1946). 7. Sutton, O. G.: a Micrometeorology", McGraw-Hill Book Company, Inc., New York, 1953. 8. Johnson, N. K., Y 1. Davies: Quart. l. Roy. Meteorol. Soc., 53: 45 (1927). 9. Ingard, K. U.: Proc. Fourth National Noise Abatement Symposium, 4: 1953. 10. Ingard, K. U., A. F. Kuckes, y I. Dyer: l. Acoust. Soc. Amer., 26: 135A (1954). 11. Pridmore-Brown, D. C., y K. U. Ingard: l. Acoust. Soco Amer., 27: 36 (1955). 12. Nyborg, W. S., I. Rudnick, y H. K. Schilling: l. Acoust. Soco Amer., 22: 422 (1950). 13. Rudnick, I.: l. Acoust. Soc. Amer., 19: 348 (1947). 14. Lawhead, R. B., Y I. Rudnick: l. Acoust. Soco Amer., 23: 541 (1951). 15. Ingard, K. U.: l. Acoust. Soco Amer., 23: 329 (1951). 16. Lawhead, R. B., Y I. Rudnick: l. Acoust. Soco Amer., 23: 546 (1951). 17. Redfearn, S. W.: Phil. Mag. (ser. 7), 30: 223 (1940). 18. Best, A. C.: Geophys. Mem., 65: 40 (1935). 19. Johnson, N. K., y G. S. P. Heywood: Geophys. Mem., 77. 20. Knudsen, V. O., y C. M. Harris: «Acoustical Designing in ArchitectureJ, pág. 58, footnote, John Wiley and Sons, Inc., New York, 1950. 1.
2. 3. 4. 5.
95
Capítulo 4
EL MECANISMO DE LA AUDICION HALLOWELL DAVIS, M.D.
Instituto Central para la Sordera
INTRODUCCION
Para conocer mejor muchos de los problemas del control de los ruidos, serán útiles algunos conocimientos sobre el mecanismo de la audición. El oído es un detector biológico del sonido, un mecanismo físico que puede ser dañado por un sonido demasiado intenso. El capítulo 7 está dedicado a los efectos del ruido sobre la audición; el capítulo 8, a la protección del mecanismo auditivo contra el daño, y el capítulo 38, a los aspectos legales de las incapacidades que resultan cuando tales daños ocurren. En relación con esto, debemos conocer no sólo la anatomía y algo del funcionamiento normal del oído, sino también las incapacidades auditivas que surgen por otras causas, como una infección o la edad avanzada. Estos puntos se estudian en este capítulo. También la descripción del mecanismo de detección del sonido nos permite comprender mejor los problemas de la audiometría en la industria (Cap. 6) y los problemas básicos de la sonoridad del ruido. ANATOMIA DEL MECANISMO DE LA AUDICION
2,5,6,10,13
Oído externo y medio
La figura 4.1 muestra el diagrama seccionado del oído externo y del medio con su entronque con el caracol, que es la porción auditiva del oído interno. El oído interno también contiene órganos sensibles a la orientación y a la aceleración de la gravedad, situados en los conductos semicirculares y el vestíbulo. El oído externo incluye la aurícula y también el conducto auditivo externo. El conducto auditivo externo tiene una sección transversal de unos 30 a SO mm2, y mide unos 27 mm, con un volumen de 1 cm3• La sección transversal varía en su forma de unos individuos a otros desde una forma circular hasta un óvalo alargado. La variedad de tamaños y formas hace difícil el diseño de un modelo universal de tapón para los oídos. El conducto externo sirve para transportar el sonido desde la aurícula hasta el tímpano, y para proteger a éste contra los daños mecánicos producidos por cuerpos extraños y contra la desecación. El conducto está recu97
bierto por la piel, que se hace más sensible cuanto más hacia el interior esté, particularmente en la zona más profunda, donde se apoya directamente en el hueso. La cera, segregada por la piel, le sirve de protección. La flexibilidad y sensibilidad de la piel son factores limitadores importantes de la capacidad para ponerse tapones en los oídos, y de su resultado. CONDUCTOS SEMICIRCULARES CE LULAS MASTOIDEAS
FIG. 4.1. En este diagrama seccionado del oído se muestra el oído interno, junto con una sección del hueso temporal, para poner de manifiesto los conductos semicirculares, el vestíbulo y el caracol. El caracol ha sido girado levemente de su orientación normal para mostrar con más claridad su arrollamiento. Se representa la abertura para los nervios a través del hueso hasta la cavidad cerebral, en el cráneo. La trompa de Eustaquio se desarrolla tanto hacia adelante como hacia abajo y hacia adentro. Se han omitido los músculos del oído medio. (Davis. S)
La membrana del tímpano, corrientemente llamada tímpano, cierra diagonalmente el conducto externo. Es redondo en su contorno y tiene unos 7 mm de diámetro. Es un cono dirigido hacia adentro, con un ángulo interior de unos 135° y una superficie entre 50 y 90 mm2• La materia, tejido conjuntivo, y la forma de la membrana se combinan para hacer más rígido el cono. Por lo menos, a frecuencias inferiores a 2400 cps, el cono y el huesecillo que está unido a él, el martillo, se mueven como si el conjunto fuera un cuerpo rígido. La forma cónica no se extiende por completo hasta los bordes de la membrana. Los bordes son bastante flexibles y permiten el movimiento unificado de la gran masa central. A frecuencias más altas la membrana vibra por segmentos. El oído medio se compone de la membrana del tímpano, una cavidad llena de aire más allá de la membrana, y dos aberturas que van al oído interno, la ventana oval y la ventana circular. Esta última, con un área de unos 2 mm2, está cerrada por una membrana elástica plana. La ventana oval está cerrada por una lámina ósea delgada, que es la base del estribo y está sostenida por un ligamento flexible en forma de anillo. El área de la base es de unos 3,2 mm 2• El estribo es el más pequeño de una cadena de tres huesecillos situados en el oído medio; los otros dos son el yunque y el martillo, que conectan el estribo con la membrana del tímpano. El «mango)) del martillo está firmemente unido a la membrana cónica del tímpano desde el vértice del cono diagonalmente por detrás y hacia arriba, casi hasta llegar al borde. La cabeza del martillo y el cuerpo del yunque están entrelazados y firmemente sujetos por ligamentos de tal modo que, excepto para las incidencias sonoras más altas, se mueven como una sola unidad. Ambos están suspendidos por ligamentos, de modo que su movimiento más libre consiste en la rotación alre-
98
dedor de un eje que pasa casi tangente al borde superior trasero de la membrana del tímpano (Fig. 4.2). Dos pequeños músculos (no representados en la figura), el tensor del tímpano, unido a la gran protuberancia del martillo, y el estapedio, unido al cuello del estribo, limitan un poco los movimientos de los huesecillos. El movimiento de la base del estribo en la ventana oval es semejante al de un torniquete alrededor de un eje tangencial al borde posterior de la base. Aquí, el ligamento que suspende es más estrecho, mientras que el borde móvil anterior era más ancho y elástico. A presiones sonoras muy altas, el estribo LIGAMENTOS AXIALES
FIG. 4.2. Disposición de los hueseci11os, mostrando cómo la masa se distribuye alrededor del eje de rotación. El máximo desplazamiento de la membrana del tímpano se produce en su borde inferior. (Bárány.t S)
MANGO DEL MAFTrILLO
puede moverse de una forma distinta a la vibración, oscilando (o «rodando») alrededor del largo eje de su base. Este tipo de movimiento produce relativamente mucho menos desplazamiento del tipo de un pistón por parte de la base. El oído interno
El oído interno consta de una serie de canales y cámaras de forma tan complicada que se les conoce como el laberinto. El laberinto no es visible fácilmente, tal como se sugiere en la figura 4.1, ya que está enterrado en la masa del hueso temporal, en la base del cráneo. Los conductos óseos del laberinto están llenos de un líquido acuoso y claro, denominado perilinfo, y en su interior hay una serie de delicados tubos membranosos y de cavidades que contienen un líquido claro, muy semejante, conocido como endolinfo. Los tubos membranosos y las cavidades también contienen las células sensoriales del oído interno y sus correspondientes estructuras de sustentación. Nos concretaremos solamente al órgano auditivo, es decir, el caracol y la parte central del vestíbulo, que conecta con el caracol, dentro del cual se abre la ventana oval. El caracol está arrollado como su homónimo animal en una espiral plana de dos vueltas y media. El canal de su interior es de unos 35 mm de largo, y se ciega en su extremo final. El canal está parcialmente dividido en una galería (tramo) superior (vestibular) y otra inferior (del tímpano) por una escalera espiral ósea que sale desde la pared interior de la galería igual que una escala a lo largo de la pared interior de una escalera circular. La división entre las dos galerías se completa mediante una membrana fibrosa flexible,
99
la membrana basal, que se extiende a través del borde inferior de la escala ósea hasta el ligamento espiral que lo une a la pared exterior (véase Fig. 4.3). La membrana basal y la escala terminan a un milímetro o dos escasos del final de las galerías, así que las dos galerías se unen en el vértice del caracol. A la abertura por la que se unen se le llama helicotrema; su tamaño está entre 0,25 y 0,40 mm2• La membrana basal tiene unos 32 mm de longitud y disminuye en su anchura desde unos 0,5 mm cerca del vértice hasta unos 0,05 mm en la base del caracol, junto a la ventana abierta. En la superficie vestibular de la membrana basal se apoya el tubo membranoso que contiene las células sensoriales, sus estructuras de sustentación y el endolinfa. Al espacio interior de este tubo se le llama tramo medio. Las células sensoriales y sus estructuras de sustentación son conocidas como el órgano de Corti. La ventana circular se abre hacia el interior de la membrana del tímpano cerca TRAMO VESTIBULAR ( PERILlNFO)
TRAMO DEL TIMPANO (PERILlNFO)
FIG. 4.3.
Sección transversal del tabique del caracol mostrando la estructura sensorial. Este dibujo representa una sección a mitad de camino entre la ventana circular y el ápice en una cobaya. El oído humano es muy similar. Algunos detalles, concretamente la amplitud de la membrana basal, varían sistemáticamente con la posición superior o inferior de la espiral del caracol. (Davis,16)
de la base del caracol, y no lejos de la ventana oval, pero separada de ella por el «tabique del caracol», que contiene la membrana basal, las estructuras sensoriales unidas a ellas y también una pared delgada conocida como membrana de Reissner, que separa el tramo vestibular del espacio endolinfático en el interior del tramo medio. Las células sensoriales, conocidas como células capilares a causa de los manojos menudos de textura semejante a los cabellos que se extienden desde sus bordes superiores, están incrustadas en el órgano de Corti, que se apoya en la superficie superior de la membrana basal (Fig. 4.3). Justamente encima 100
del órgano de Corti y unido a él por una red fibrosa a lo largo de sus bordes se apoya otra estructura, la membrana tectaria. La membrana tectaria está unida también por un borde a una estructura de sustentación firme, el limbo. Los extremos exteriores de los pelitos de las células capilares "están incrustados en la membrana tectaria y se doblan al producirse algún movimiento cortante entre ella y el órgano de Corti. La superficie del órgano de Corti, que cubre la membrana tectaria, es una lámina bastante rígida, (la «lámina reticular» de la Fig. 4.3). Los extremos superiores de las células capilares forman parte de esta lámina. Los extremos inferiores de las células capilares sujetan por sus propias estructuras de sustentación, y los extremos de las fibras nerviosas auditivas se extienden sobre los bordes inferiores de las células capilares. Las células capilares están ordenadas sistemáticamente en varias hileras a lo largo del órgano de Corti. Una hilera se apoya precisamente en la parte interior de los bastones de Corti (véase Fig. 4.3) en dirección al limbo. Estas son conocidas como las células capilares internas. Las otras, las células capilares externas, están colocadas en tres hileras paralelas en el lado opuesto a los bastones de Corti. Cada célula capilar externa tiene unas 8 micras de diámetro; las células capilares internas son un poco más grandes. En cada oído hay unas 3500 células internas y 20000 células externas. El sentido del oído es desempeñado por la zona coclear del nervio auditivo. La masa de las células de sus fibras nerviosas descansan junto al órgano de Corti, dentro de la estructura ósea del núcleo central del caracol. Se extiende a todo lo largo del caracol de una forma que llamamos espiral ganglionar, que contiene unas 27 000 células nerviosas. La relación entre las células nerviosas y las células capilares no es sencilla. Algunas fibras sencillas tienen conexión con una o dos células capilares. Este parece ser el acoplamiento dominante en las células capilares internas. Para las células capilares externas, sin embargo, la mayoría de las fibras nerviosas están en contacto con bastantes células capilares a lo largo de su recorrido. Más aún, cada célula capilar recibe normalmente conexiones de bastantes fibras nerviosas. El significado funcional de esta complicada distribución múltiple de las fibras nerviosas no se conoce, aunque también en otros órganos sensoriales se han encontrado distribuciones igual de complicadas, en forma de malla.
COMO FUNCIONA EL MECANISMO DE LA AUDICION
2,3.4,6,7,8,9,11,12,13
El oído es uno de los órganos sensoriales externos. Está especializado en recibir y responder a una particular forma de energía, energía vibratoria acústica transmitida por el aire, en un intervalo de frecuencias de unas nueve octavas y con un intervalo dinámico de más de 120 db. Su respuesta se produce mediante un impulso nervioso en el nervio auditivo. Estos impulsos transmiten la información auditiva al cerebro. Aquí no nos interesa de qué forma se codifica la información en los impulsos nerviosos, o cómo la energía
101
acústica los estimula, o de qué manera el oído interno lleva a cabo un análisis acústico parcial de los sonidos en cuanto a su incidencia sonora, su frecuencia, y su tiempo de llegada. Todos éstos son problemas de la fisiología del oído. En lo que se refiere al control de los ruidos, es suficiente saber que el oído externo conduce la energía acústica al oído medio, y éste hace de mecanismo igualador de impedancias para ceder la energía eficazmente al oído interno. Además, debemos saber que el oído interno puede ser dañado por algunas enfermedades, y también por un ruido excesivo. Por otra parte, sabemos demasiado poco sobre las relaciones de los impulsos nerviosos con el pensamiento y la acción como para confeccionar una neuroanatomía o neurofisiología de alguna importancia práctica para el control de los ruidos. No es difícil, no obstante, medir la sensibilidad en conjunto y el poder de diferenciación del mecanismo auditivo humano, como lo hacemos mediante «pruebas de audición», en términos corrientes. Esto es competencia de la psicoacústica, y más específicamente de la audiometría. Estos aspectos de la audición, incluyendo el problema de la sonoridad, se tratarán en posteriores capítulos. El oído externo2
El efecto acústico en la aurícula es casi despreciable, mayormente porque la zona lateral de la cabeza forma un reflector acústico mayor, cercano y casi en el mismo plano. En un espacio abierto, el conducto exterior se comporta como un resonador acústico con una frecuencia natural de unos 3000 cps. Esto tiene un efecto pequeño por debajo de los 1000 cps, pero a 3000 cps, el nivel de incidencia sonora justamente delante del tímpano vale entre 10 y 12 db, superior por término medio al medido en la misma entrada del canal. La diferencia del nivel de incidencia sonora desciende de nuevo para frecuencias superiores a 3 db, a 7000 cps. La resonancia del conducto exterior es uno de los factores que determinan la sensibilidad auditiva humana. Oído medio2 • 13
Cuando el oído es excitado por un golpe agudo, el mango del martillo oscila de unos 1300 a 1500 cps. Es inevitable alguna distorsión debida a sonidos transitorios rápidos. Las oscilaciones que amortiguan lentamente, sin llegar a ser del todo críticas. A frecuencias más altas pueden aparecer otras resonancias menores. A bajas frecuencias, el oído es sensible principalmente a los cambios de presión, más que a la velocidad de la partícula de aire en vibración y el tímpano actúa como una mebrana elástica, cuyos desplazamientos son proporcionales a la presión sonora incidente. El aire aprisionado en el oído medio actúa como una almohada y es responsable, parcialmente, del comportamiento acústico del tímpano. Sin embargo, cerca de sus frecuencias naturales, el oído no actúa de una manera estrictamente análoga a la de un micrófono. 102
La fuerza resultante de las ondas sonoras actuando sobre la membrana del tímpano se transmite al fluido que llena el oído interno, a través de un sistema de dos palancas colocadas en serie. La primera es la combinación del tímpano-martillo-yunque que gira como un todo alrededor del eje de los ligamentos que sostienen el martillo y el yunque (Fig. 4.2). La segunda está formada por el estribo, balanceándose sobre su «talón». La fuerza ejercida por el estribo sobre el fluido es casi la misma que la ejercida sobre la membrana móvil del tímpano por la onda sonora del aire. La superficie de la base del estribo es, no obstante, mucho menor que la de la sección rígida móvil del tímpano. La presión transmitida por el estribo es, por tanto, considerablemente mayor que la transmitida por la onda sonora, quizás en una proporción con mucho de 22: 1. En un lenguaje más técnico, el oído medio iguala parcialmente la impedancia del aire exterior a la del fluido en el oído interno. El equilibrio de las impedancias da como resultado una transmisión más eficaz de energía del aire al oído interno con menor pérdida por reflexión del sonido que vuelve del tímpano. Existe alguna pequeña discrepancia entre el porcentaje «nor4.4. Transformación de la presión en el oído externo y medio. La presión en el estribo se incrementa con respecto a la existente en el extremo exterior del conducto auditivo (meato), y en el tímpano según las razones mostradas. El incremento en la presión en el tímpano sobre la presión en el extremo exterior del conducto se debe a la resonancia de dicho conducto. (BékésyP) FIG.
U1-
50
o~ 30
~~
20 u - 10
~~
~iii t;~
ZA.
~S
5 3
1CONDUCTO
-
I~ T/MPANO-ESTR/SO
1I
2
1
tOO
,sr 4 .
'I:l.
E~TRIBO ""-,,,'
II 200
500 FRECUENCIA
r\
~
I
I
1000 EN
2000
5000
CPS
mal» de energía transmitida a diferentes frecuencias. Parece ser bastante bajo, quizá del 10 por 100 o menos, a 300 cps y alcanza un máximo de cerca del 100 por 100 a unos 1500 cps, que es la frecuencia natural normal del tímpano en su conjunto. A frecuencias más altas, la eficacia de la transmisión disminuye algo (Fig. 4.4). Las resonancias menores de varias partes del sistema y los tipos más complicados de vibración de la membrana del tímpano muestran sus efectos a frecuencias más altas. Estas variaciones no han sido aún completamente evaluadas, ya que muchos audiogramas individuales (por ejemplo, las curvas del umbral) se desvían bastante apreciablemente de la curva continua media. Las desviaciones se explican mejor probablemente si las referimos en términos de menores diferencias anatómicas. Son pequeñas, no obstante, comparadas con las desviaciones debidas a anormalidades en el oído interno. También, como la masa y la rigidez de varias partes del sistema de transmisión son modificadas por las enfermedades, principalmente por la otitis crónica media y la otosclerosis, la eficacia de la transmisión de energía puede reducirse adicionalmente, y en mayor medida, a todas las frecuencias.
103
Conducción ósea2
La conducción de energía acústica al oído interno por cualquier otro camino que no sea a través del aire del conducto externo, la membrana del tímpano y los huesecillos, se denomina conducción ósea. Un ejemplo es la audición de un diapasón cuyo pie se apoye contra la frente. La propia voz de cada uno es una importante fuente de sonido con conducción ósea. Si bien sólo una fracción muy pequeña de energía acústica transmitida por el aire se convierte en vibración producida en la parte sólida de la cabeza, esta vibración puede detectarse por conducción ósea si el sonido transmitido por el aire es lo suficientemente intenso. Las vibraciones conducidas por los huesos no estimulan el nervio auditivo directamente pero, de un modo u otro, producen exactamente el mismo tipo de vibración de la pared coclear que el sonido conducido por el aire. Un problema de mayor envergadura relacionado con la conducción ósea consiste en la identificación y evaluación de los muchos y variados caminos que pueden seguirse, a menudo simultáneamente, por la energía acústica. Esto llega a ser importante en el estudio de los tapones, orejeras y cascos como protección contra el ruido intenso, y también en el diagnóstico de la naturaleza de la pérdida de audición. Un mecanismo de conducción ósea es la vibración de la cabeza considerada como un todo. Esta es la forma de comportamiento normal a frecuencias por debajo de 200 cps. Si no fuera por la forma de los huesecillos y el modo en que se sustentan, la energía podría transferirse con gran efectividad a los huesecillos mediante este movimiento de un lado para otro a causa de su inercia. A la frecuencia de 800 cps, la frente y la parte inferior de la cabeza se mueven en direcciones opuestas, con una línea nodal de compresión entre ellas. A frecuencias mayores aparecen en el cráneo unos tipos de vibración aún más complicados. Cualquiera que sea la frecuencia, el cráneo debe ser considerado como un todo. No es sorprendente que en la conducción ósea la energía alcance el oído derecho con casi la misma intensidad con que lo hace en el oído izquierdo, sin tener en cuenta si la energía se aplica (como en un espacio sonoro) a la frente, al mastoideo derecho o al mastoideo izquierdo. Conducción por el tejido
Un importante efecto que podría denominarse «conducción por el tejido» es la transmisión de energía acústica por un tapón moviéndose en conjunto como un pistón. La elasticidad de la piel del conducto auditivo externo hace tal transmisión no sólo posible, sino inevitable. Quizá, también, la aurícula pueda transmitir alguna energía acústica fuera del tapón a 10 largo de la pared cartilaginosa del conducto auditivo más bien que por verdadera conducción ósea, 10 que supone considerar el cráneo como un todo. 104
Mecanismos de protección 2,6,9,13
El oído medio parece proteger las delicadas estructuras sensoriales del oído interno de posibles daños por efecto de sonidos muy intensos. No obstante, no está muy claro el alcance de esta protección.
Tipo de vibración. Un mecanismo de protección consiste en el cambio del tipo de vibración del estribo. Esto se ha demostrado claramente para muy bajas frecuencias, por ejemplo, de unos 10 cps. El nivel de incidencia sonora en el que dicha protección se lleva a cabo se manifiesta por un decrecimiento de la sonoridad del tono y por el comienzo de una sensación de escozor en el oído medio. ·La amplitud del intervalo en que ocurre este cambio en el tipo de vibración es considerable. Es dudoso el que a frecuencias más altas el cambio se produzca para niveles de incidencia sonora por debajo de aquellos que causan dolores agudos en el oído. El reflejo intra-auricular. Los músculos del oído medio están pensados generalmente para proporcionar alguna protección mediante una contracción refleja en respuesta a los sonidos fuertes, de una forma parecida a como se cierra el párpado de modo reflejo cuando una luz brillante centellea delante de los ojos. Esta contracción del estapedio, oscilando sobre la base del estribo por fuera, puede observarse en los pacientes que tengan orificios grandes en sus tímpanos. El músculo tensor del tímpano tiende a impulsar el largo recorrido del martillo hacia adentro y de este modo se opone a la acción del estapedio. Con todo, puede verse cómo no se mueve la membrana timpánica completa. El resultado total parece ser simplemente un endurecimiento de la cadena de huesecillos. La frecuencia natural del oído medio es alterada un poco, presumiblemente, y los cambios en la transmisión son del orden de 5 o 10 db. En cualquier caso, el tiempo de reacción es de al menos 10 mseg, de modo que aun esta pequeña protección es inefectiva contra ondas acústicas frontales provenientes de impactos o explosiones. Distorsión no lineal. Se puede proporcionar una cierta protección al oído interno mediante una respuesta no lineal del oído medio a los sonidos intensos. Para amplitudes pequeñas, el desplazamiento del estribo parece ser proporcional a la presión aplicada en el tímpano, pero, como en todo sistema mecánico, a medida que aumenta la presión la amplitud de desplazamiento deja finalmente de ser proporcional a ella. El sistema se dice que está «sobrecargado». El oído interno es protegido de manera que los desplazamientos extremos del estribo se reducen. Una gran proporción de la energía total se disipa dentro del oído medio, o bien se refleja desde el tímpano. La situación es complicada, no obstante. Parte de la energía transmitida en un sistema sobrecargado se transforma a frecuencias más altas, que son múltiplos de la frecuencia original, y resulta lo que se llama « distorsión armónica». Igualmente, si existe más de una frecuencia, se producirán nuevas frecuencias de vibración que corresponden a la suma y a la diferencia entre esas frecuencias y/o sus armónicos. La producción de armónicos mayores y de la suma y diferencia de tonos en el oído ha sido ampliamente demostrada. El elemento del sistema responsable de esta distorsión no lineal y de los 105
consecuentes armomcos auriculares es tema de considerable debate. Aparentemente, la membrana del tímpano no es responsable, excepto si es desplazada por una presi6n estática relativamente grande. De la acci6n de la base del estribo resulta un cierto comportamiento no lineal. Otra fuente de no linealidad está dentro del oído interno. Las estructuras sensoriales pueden «sobrecargarse» por sí mismas, y de este modo quedan sujetas a posibles tensiones mecánicas peligrosas. Existe una evidencia notable de que algunos procesos en el oído interno son de hecho no lineales, incluso a niveles de incidencia sonora bastante moderados, pero hasta donde sabemos sobre la exacta 10calizaci6n y naturaleza de los procesos no lineales, no puede denunciarse automáticamente como una señal de peligro la aparici6n de no linealidad. Un sistema que está «sobrecargado» en el sentido de que su respuesta se convierta en no lineal, no está necesariamente en peligro de fractura. Una nueva prueba de no linealidad en el oído medio es la aparici6n de «subarm6nicos», que son submúltiplos de la frecuencia de excitaci6n. Estos subarm6nicos pueden producirse en los sistemas mecánicos que tienen más de un grado de libertad particularmente cuando son excitados a frecuencias superiores a la natural de una de sus formas de vibraci6n. El oído es como un sistema, y estos subarm6nicos irradiados desde el oído medio han sido puestos de manifiesto a niveles sonoros cercanos, o por encima del umbral de incomodidad o de sensaciones táctiles en el oído. Estos subarm6nicos se generan, evidentemente, en el oído medio. La no linealidad del oído y la producci6n en él de arm6nicos, subarm6nicos, y de la suma y diferencia de tonos, se mencionan aquí no solamente a causa de su acci6n protectora, sino también para ilustrar la complejidad del comportamiento acústico del oído para niveles altos de incidencia sonora. Todos estos efectos pueden demostrarse a niveles sonoros como los que podemos encontrar en algunas situaciones industriales o militares, y algunos de ellos a niveles bastante inferiores a los que causan dolor o al menos incomodidad. Esto sugiere que los límites mecánicos han sido alcanzados de alguna manera, pero su significado como señales de precauci6n o acciones protectoras no ha sido todavía fijado adecuadamente. En cualquier caso, debemos contar con la distorsi6n como causante de la deterioraci6n de señales acústicas tales como la palabra, que son recibidas a altos niveles de incidencia sonora. SENSIBILIDAD AUDITIVA
El área auditiva
La menor presi6n sonora necesaria para producir un tono audible, es decir, la presi6n «umbral», depende de la frecuencia del tono. En menor grado, depende también de si la presi6n sonora se mide a la entrada del conducto auditivo (presi6n mínima audible) o en un espacio abierto (espacio mínimo audible); de si el tono es continuo o se interrumpe, de si hay otros
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tonos, o ruidos, sonando; de la dirección de la fuente (en un espacio abierto), etc. Las prácticas en la audición pueden mejorar el registro en varios decibelios, e incluso bajo condiciones similares la sensibilidad de oídos normales difiere considerablemente. Es posible definir un estímulo auditivo de diversas formas: por ejemplo, en términos de: 1) la presión sonora medida en el tímpano por una sonda microfónica, 2) la presión sonora a la entrada del conducto auditivo, o 3) la presión medida en un espacio abierto acústico en el lugar que más tarde ocupará el centro de la cabeza del oyente. La localización escogida normalmente para la especificación del entorno del umbral en un espacio abierto está a la entrada del conducto auditivo, no en la membrana del tímpano. La medición en espacio abierto sin el oyente presente es el procedimiento empleado casi exclusivamente en otros problemas relativos al control de ruidos. El umbral de audición para los dos oídos z 1&1
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4.5. El «área auditiva». La curva inferior muestra el umbral de audición para una escucha biauricular en un espacio abierto. (Según Robinson y Dadson. 14) El umbral de incomodidad se considera frecuentemente a los 120 db, Y el umbral de dolor, a 140 db. FIG.
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
(biauricular), audible en el espacio abierto por jóvenes adultos normales en buenas condiciones, está bastante cerca del nivel normal de referencia de O db (0,0002 microbares) entre unos 800 y 5000 cps (véase Fig. 4.5). Por encima de los 5000 cps la curva del umbral asciende pronunciadamente hasta atravesar el umbral de dolor a unos 20 000 cps. La intensidad del límite superior del «área auditiva» se toma a veces como umbral de incomodidad, con un nivel de incidencia sonora de unos 120 db, independientemente de la frecuencia. Más frecuentemente, el umbral de dolor, a 140 db, se considera el límite, ya que, hasta donde llegan nuestros conocimientos, los sonidos por encima de 140 db continúan sonando más alto con el aumento de la presión sonora, hasta que la sonoridad se reduce por «fatiga auditiva» o por daño acústico. El dolor, y también las sensaciones táctiles de escozor o cosquilleo, vienen del oído medio. La «incomodidad» experimentada a 120 db parece ser una sensación auditiva. La frecuencia inferior límite de la audición es indeterminada porque la audición se convierte en una sensación de vibración. A efectos prácticos se sitúa entre 20 y 50 cps. El intervalo dinámico de audición se extiende desde un nivel de incidencia sonora de casi O db (0,0002 microbares) hasta 140 db o 2000 micro-
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bares. La amplitud de vibración de la membrana del tímpano a 2000 cps aumenta desde un increíblemente pequeño 10-9 cm (la décima parte del diámetro de un átomo de hidrógeno) a 1/10 mm a 140 db. La facultad del oído de distinguir pequeñas diferencias de presión, frecuencia y tiempo corresponde a los dominios de la psicofísica. El sistema central nervioso elabora de forma complicada la información que llega a los oídos. Los informes, como las apreciables diferencias en la frecuencia o en la presión sonora, deben ser acompañados, a fin de interpretarse completamente, por especificaciones detalladas de las condiciones y métodos de la medición. Fatiga auditiva
La sensibilidad del oído no es constante. Tanto en el umbral para un tono como su sonoridad pueden variar considerablemente como resultado de exposiciones previas a sonidos de igual o distinta frecuencia. Los cambios a corto plazo producidos por sonidos por debajo de 90 o 100 db son esencialmente un ajuste del equilibrio físico o químico en el órgano sensible, más bien que fatiga en el sentido de agotamiento. Son procesos análogos a los de adaptación a la oscuridad o a la luz por parte del ojo. Los sonidos más fuertes producen cambios más duraderos en el umbral, que aumentan con la exposición continuada. Después de estos cambios transitorios en el umbral, tiene lugar una recuperación completa, pero esto puede llevar horas e incluso días (véase Cap. 7). Los cambios transitorios de 20 a 30 db son la regla para oídos jóvenes en muchas situaciones industriales ruidosas. Esta condición puede llamarse con propiedad «fatiga auditiva», si bien es difícil delimitar la frontera entre la fatiga psicológica y la lesión patológica seguida de recuperación. Los oídos de cada individuo varían grandemente en su sensibilidad a los cambios transitorios en el umbral. No se conoce si los mismos oídos que muestran grandes cambios transitorios en el umbral son también los más susceptibles de acumular pérdidas permanentes de audición de tipo industrial o debidas a la presbiacusia. Localización auditiva
Una importante facultad auditiva consiste en la localización de la fuente del sonido. Los indicios más importantes son diferencias en la presión sonora y en el tiempo de llegada de las correspondientes ondas sonoras a los dos oídos. Es, en principio, un sentido biauricular, si bien una persona con un solo oído bueno puede localizar un sonido a cierta distancia si se le permite girar la cabeza. Ciertos rudimentos del sentido de localización del eco, que está muy desarrollado en los murciélagos, aparecen en los seres humanos como, por ejemplo, en la sensación de espacio dada por la reverberación del sonido y por su facultad de sentir por los ecos de los oídos que nosotros mismos producimos, la presencia de una superficie reflectante cercana, incluso cuando no somos conscientes de cómo lo hacemos. 108
DETERIOROS DE LA AUDICION
5
Oído externo
Cuerpos extraños y ({otztzs externa». Los accidentes o la enfermedad pueden afectar al oído externo y al medio. Una molestia en el oído externo consiste en la presencia de materias extrañas, como insectos o agua. El agua que permanece en el oído externo no sólo interfiere en la conducción del sonido, sino que también reblandece y debilita la piel que recubre el conducto, facilitando la entrada de infecciones. Estas infecciones, si bien pueden desarrollarse lentamente y nunca producen una inflamación aguda, o un absceso, pueden ser muy tenaces e irritativas. Esto es particularmente cierto en el caso de los hongos y las infecciones bacterianas de escaso grado predominantes en los climas tropicales calientes y húmedos. En estas zonas del mundo la limpieza e integridad del conducto externo debe procurarse con mucha atención, y ante la presencia de una infección de cualquier clase, el uso de tapones insertables para la protección contra los ruidos puede traer aún peores molestias y peligros. Cera aglomerada. La defensa de la Naturaleza contra los insectos y el agua es la cera, o «cerumen», que es formada por las glándulas epiteliales del conducto auditivo. Pero a veces la cera se produce en cantidades excesivas y forma una masa dura que puede adherirse o presionar contra la membrana del tímpano, o puede obturar completamente el conducto. Los intentos poco hábiles de quitar la cera por medio de cerillas, horquillas, algodón, etc., sirven probablemente sólo para introducirla más profundamente en el conducto y para favorecer la aglomeración, como se le llama a la formación de un tapón. La pérdida en la transmisión producida por un tapón de cera puede ser tan grande o incluso mayor que la obtenida con tapones artificiales muy buenos. Puede reducirse la sensibilidad de este oído al nivel del sonido en la conducción ósea recogida por el cráneo. Oído medio: pérdida de audición conductiva
Membrana del tímpano. La transmisión acústica a través del oído medio puede reducirse de muchas formas. El tímpano puede romperse y quizá el martillo y el yunque perderse también por cualquier daño mecánico, destrucción por enfermedad o extracción deliberada por un cirujano a fin de detectar los progresos de la infección. El valor de la pérdida de audición depende, primero, de la reducción o la pérdida de la transformación de presión que se registra normalmente por el tímpano o los huesecillos y, segundo, de la presencia de algunos obstáculos mecánicos en la transmisión de la presión sonora a las ventanas oval y redonda. Esta barrera puede estar formada por líquido, o pus, en el oído medio, o puede ser la reliquia de «adherencias»
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producidas por una antigua infección crónica o quizá por un injerto de piel protectora colocado por un cirujano otólogo. La pérdida de audición producida por una pequeña hendidura o un orificio en el tímpano puede ser despreciable, menor de 5 db. Un orificio mayor puede producir una pérdida de 20 db, o incluso más. La pérdida después de una «operación radical del mastoideo» puede ser tan pequeña como de 25 db o tan grande como 45 db en un oído normal. En un oído enfermo la operación mejora la audición frecuentemente, pero siempre queda una pérdida de audición residual de unos 25 db a causa de la falta de una cadena de huesecillos normal. La audición final depende de la cantidad de tejido cicatrizado sobre el único huesecillo que queda en una operación radical, o sea, el estribo~ Todas estas pérdidas de audición conductiva afectan a todas las frecuencias, pero normalmente son más graves a unas frecuencias que a otras. La presión estática simple sobre la membrana del tímpano, cualquier exceso de aire aprisionado en el oído medio, o más frecuentemente una falta de aire debido al incremento de la presión barométrica exterior sin la igualación normal a través de la trompa de Eustaquio, reducirán la transmisión. La diferencia en la presión estática pone en tensión a la membrana del tímpano y a los ligamentos de la cadena de huesecillos y de ese modo restringe la amplitud del movimiento. La rigidez del sistema de transmisión se incrementa, y su respuesta puede llegar a ser no lineal. Otitis media. El líquido, o pus, en el oído medio produce grandes reducciones en la transmisión acústica. Las pérdidas pueden ser incluso mayores si se forman «adherencias» de tejido fibroso cicatrizado. El líquido, la pus y las adherencias se producen por la infección del oído medio, u otitis media. La infección puede ser aguda o crónica, sencilla o recurrente. La fuente normal de origen de las infecciones puede ser la nariz o la garganta, en forma de constipado o de dolor de garganta. La trompa de Eustaquio y el oído medio están en comunicación directa con la faringe y ligadas de hecho al aparato respiratorio, de modo que no debe sorprendernos la estrecha relación entre la otitis media y un resfriado común.
Otosclerosis. Otra causa de sordera conductiva es la otosclerosis. Esta dolencia ataca principalmente a los adolescentes y a los adultos jóvenes. Se demuestra su factor fuertemente hereditario por la tendencia a ocurrir en ciertas familias, o a aparecer en personas blancas, pero no en negras. En la otosclerosis, un tejido anormal de forma ósea invade la cápsula huesuda del oído interno. Si el crecimiento se produce en el borde de la ventana ovalo en el estribo, esto es como ensamblar la base del cráneo con una costura ósea. La situación se ha descrito como «una especie de artritis de. la cadena de huesecillos». No es dolorosa y no produce síntomas, excepto una progresiva pérdida de audición y, a veces, ruidos en la cabeza. Es más, la pérdida de audición ocurre solamente cuando el estribo llega a estar fijado mecánicamente a la ventana oval. La pérdida de audición resultante puede ser de hasta 60 db, que es la más grande obtenida en cualquier tipo de pérdida de
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audición conductiva. Más o menos la «sordera nerviosa» o la «sordera coclear» puede estar también presente en oídos otoscleróticos y producir una pérdida total de audición aún mayor. El rasgo común de todos los tipos de sordera conductiva es que afectan a la transmisión de energía acústica. La interferencia con la audición puede ser entendida en términos anatómicos y físicos. El órgano sensorio se mantiene intacto y responde cuando recibe una energía acústica adecuada. Esto puede realizarse normalmente por conducción ósea. El carácter físico conductivo de la pérdida de audición se revela por una pérdida de sensibilidad para el sonido transmitido por el aire, mientras que la sensibilidad permanece prácticamente constante para el sonido conducido de forma ósea.
Barotrauma. La posibilidad de lesión en la membrana del tímpano a causa de diferencias en la presión estática (barotrauma) entre la atmósfera exterior y el aire dentro del oído medio se reduce grandemente por la acción de la trompa de Eustaquio, que conecta el oído medio y la faringe por debajo de la mucosa del paladar. El extremo interior de esta trompa está cerrado normalmente, pero se abre de vez en cuando al tragar o bostezar, y permite llenarse del gas absorbido por el oído medio mediante el flujo sanguíneo. Esto permite también equilibrar las diferencias que puedan producirse bruscamente a causa de los cambios de altitud, bien sea en un avión, o en un ascensor. Si la trompa no se abre y equilibra la presión estática, la membrana del tímpano y el sistema de sustentación de los huesecillos son sometidos a una cierta tensión. Esto reduce su transmisión acústica y produce también incomodidad o incluso agudos dolores. El resfriado común produce inflamaciones en la pared de la trompa de Eustaquio y las partes posteriores se abren. Oído interno
Sordera nerviosa y sordera coclear. Además de por pérdida conductiva, las pérdidas de audición pueden deberse a daños en el órgano sensorio o en el nervio auditivo. Ambos tipos han sido denominados sordera nerviosa o a veces sordera perceptiva. A diferencia de la pérdida de audición conductiva, la pérdida nerviosa indicada reduce la sensibilidad de la conducción ósea además de la transmitida por el aire. La enfermedad del caracol puede distinguirse frecuentemente del daño en el nervio auditivo, y el término «sordera coclear» está obteniendo un empleo creciente. La situación conocida como «síndrome de Ménü~reD es un tipo importante de sordera coclear. Parece consistir en un proceso irritativo que afecta normalmente a los conductos semicirculares y a otras partes del laberinto, así como al caracol, y se caracteriza por ataques agudos de vértigo y vahídos, por tintineos, por pérdida de audición y también por la imposibilidad de comprender las palabras incluso cuando los sonidos puedan oírse. Los ataques se atribuyen generalmente a cambios en el suministro sanguíneo del oído. Un defecto coclear muy corriente, aunque bastante diferente, consiste en 111
la degeneración de algunas de las células capilares, particularmente las externas situadas cerca de la base terminal del caracol. A veces, todas las células capilares más allá de una zona de transición bastante fina pueden degenerarse, y frecuentemente también las fibras nerviosas. Esta situación da un cuadro clínico de «pérdida de audición a un tono alto y brusco». El audiograma es normal hasta cierta frecuencia y entonces disminuye muy acusadamente. En otros casos, el descenso de sensibilidad en función de la frecuencia no es tan brusco. Aquí la transición de células capilares de normales a degeneradas es menos brusca, presumiblemente. La pérdida de audición no es muy diferente a la de la «sordera nerviosa», producida por la presión sobre el nervio auditivo, o por un tumor. Tintineo y diplacusia. El tintineo, o «zumbido de los oídos», parece ser un síntoma de alguna especie de irritación del órgano sensorio. Algo como un «ruido en la cabeza» es tan corriente como para ser considerado normal. El tintineo puede crecer en gran medida por el ataque mecánico en la exposición a un sonido muy fuerte. El fundamento para ello es? presumiblemente, la descarga espontánea de las células capilares irritadas o las fibras nerviosas, corno el picor o el escozor de la piel irritada. La diplacusia consiste en que ambos oídos no oyen un sonido dado con el mismo tono. Puede consistir en una simple desentonación. Son normales pequeñas diferencias en el tono audible para una frecuencia dada. Se compensan en el cerebro y pasan desapercibidas. Otra variedad de diplacusia consiste en una anormalidad en la «calidad» de un tono, lo que produce sonidos destemplados, zumbadores o múltiples en lugar de suaves, simples o musicales. Tal distorsión es otra fuente corriente de irritación local, fatiga o lesión benigna del órgano de Corti. Puede ser ocasionada por la exposición a un tono de frecuencia simple a alta presión sonora. Sordera central. Los desarreglos en la audición que aparecen en el cerebro son de naturaleza compleja. Pueden tener importancia en relación con problemas de compensación y rehabilitación. Algunos daños del cerebro trastornan en grados variables la función normal de reconocimiento de los sonidos y la interpretación de su significado. La sensibilidad auditiva puede ser normal, pero las palabras pueden dejar de tener significado. El término afasia sensorial se refiere a esta situación. A veces una persona se vuelve parcial o totalmente sorda por razones estrictamente psicológicas. Esta sordera psicogénica tiene una base emocional inconsciente y es bien reconocida por los psiquiatras. La carencia de respuesta al sonido es perfectamente real y no debe ser tomada por enfermedad fingida. Esta sordera psicogénica puede combinarse con la periférica, determinada físicamente por la pérdida de audición y aumenta grandemente la incapacidad del paciente. Presbiacusia. 1 La presbiacusia es la pérdida de sensibilidad para los tonos de alta frecuencia que puede esperarse como parte del proceso medio de envejecimiento. (Estos datos están dados en las Figs. 7.1 y 7.2.) El límite superior de la audición en la escala de frecuencias empieza a disminuir en los
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comienzos de la vida adulta. También es muy característica la llamada «caída de los 4000 CpSD en el audiograma. La «caída de los 4000 cps» puede deberse, o no, a la exposición anterior a algunos ruidos muy intensos. Estos descensos son los más corrientes y tienden a ser más profundos y más extensos en los hombres que en las mujeres, y a aumentar con la edad. Las pérdidas de audición media esperadas a los sesenta años de edad son de 32 db para los hombres y 17 db para las mujeres. Existen expectativas medias y también desviaciones individuales amplias y en gran número. El fundamento de la pérdida de audición es una degeneración, por causas no adjudicables hasta el presente a otras que no sean la edad, de algunas de las células capilares cercanas al borde inferior del caracol. Pérdida de audición industrial y trauma acústico. 1 La pérdida de audición industrial ha sido conocida largo tiempo como la «sordera de los caldereros» y «sordera de los tejedores». Una exposición repetida a un ruido muy intenso todo el día y cada día durante meses y años, causa una pérdida de audición gradual y acumulable. Es una pérdida típica de los tonos altos. Normalmente comienza a 4000 cps. A veces, el corte a alta frecuencia en el audiograma es completamente brusco, pero más frecuentemente es gradual. La pérdida se debe aparentemente a la degeneración de las células capilares externas y, como la presbiacusia, no es conductiva, sino que es una pérdida de audición (cnerviosaD o «(coclear». Ninguna prueba de audición en la actualidad puede distinguir con cierta seguridad la presbiacusia de la pérdida de audición industrial. Se cree que los efectos de ambas son aditivas, así como la exposición a los ruidos simplemente acelera el progreso natural de la presbiacusia, y no existe una evidencia absoluta de que existiendo previamente pérdidas de audición por presbiacusia o debido a la exposición a los ruidos ambas sensibilicen o inmunicen al oído con respecto a posibles daños posteriores por causa del ruido. Por su puesto, hasta el punto de que un deterioro conductivo, como la otosclerosis o la otitis media, reduce la intensidad del ruido que alcanza el caracol, actúa como un artificio protector y reduce la probabilidad de la pérdida de audición industrial. Hay grandes diferencias individuales en la cantidad de pérdida de audición permanente para una exposición dada. Las relaciones entre la pérdida de audición y la exposición al ruido dependen de la frecuencia, del nivel sonoro, de la distribución temporal, del tipo de exposición y recuperación, de la duración total, etc., y son demasiado complejas para una descripción breve (véase Cap. 7).
«Trauma acústicoD es un término aplicado a veces a la pérdida de audición permanente acumulable a casua de exposiciones repetidas a los ruidos, es decir, la «pérdida de audición industrial». Podría reducirse la confusión y la ambigüedad, no obstante, si este término se reservara para los efectos de explosiones, voladuras, golpes en la cabeza o incluso para una sencilla y breve exposición a un ruido muy intenso. En los oídos animales son bien conocidos estos daños en el órgano de Corti. El resultado final es una degeneración de las células sensoriales o incluso del órgano completo, pero con tendencia a preservar los extremos de la base y del vértice. La pérdida de audición
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puede ser muy grave poco después de sufrirse el daño, pero tiende a recuperarse considerablemente antes de la estabilización. El tímpano y los hue· secillos, así como el órgano de Corti pueden dañarse por causa de voladuras. Los traumas acústicos agudos se han estudiado experimentalmente con una extensión considerable en animales, pero no así las pérdidas de audición crónicas acumulables. Esta última situación es bien conocida, pero aún no estudiada adecuadamente en el hombre. Los traumas acústicos en el hombre son también conocidos, pero por razones obvias no han sido bien estudiados experimentalmente. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10.
n. 12. 13. 14. 15. 16. 17.
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Capítulo 5 LA INTENSIDAD DE SENSACION SONORA W. A.
MUNSON
Bell Telephone Laboratories
INTRODUCCION Intensidad de sensación *
Cuando una persona se traslada desde un ambiente tranquilo hasta otro ruidoso, está en condiciones de percibir la intensidad del ruido. Puede encontrar el ruido demasiado alto para mantener una conversación, para poder dormir, etc. En este capítulo se describen diferentes métodos de medida de la intensidad de sensación de un ruido y se muestra cómo dicha intensidad se puede deducir a partir de los valores del espectro de presión sonora de un sonido. Conviene tener en cuenta, sin embargo, que sonidos de una misma intensidad de sensación no son siempre equivalentes desde otros puntos de vista. Por ejemplo, dos ruidos de igual intensidad de sensación pueden interferir o enmascarar una conversación en diferente grado. Un ruido muy agudo, cuya energía esté contenida en su mayor parte en las frecuencias superiores a la banda de frecuencia vocal, podría ser muy alto, sin que dificultase demasiado la audición, mientras que otros, de igual intensidad, obligarían a gritar para mantener una conversación. Por tanto, el grado en que un ruido enmascara o interfiere la audición de otro sonido es diferente de su intensidad de sensación. Se puede aplicar idéntica consideración a la molestia producida por un ruido, puesto que intensidades de sensación iguales no implican necesariamente perturbaciones semejantes. En el control del ruido es importante considerar otros factores, además de la intensidad de sensación; el lector encontrará desarrollos adecuados sobre la sensación de malestar del ruido y el enmascaramiento de la señal vocal por el mismo en otros capítulos de este libro. El término «intensidad de sensación» atañe sólo a la magnitud de la sensación de audición que experimenta una persona y no debería confundirse con otras características bien distintas de un sonido. Por ejemplo, un ruido puede ser de tono alto o bajo, penetrante o sordo, molesto o suave, pero siempre se le puede asignar un valor de intensidad de sensación. Esta magnitud ~o puede medirse con un medidor ordinario de nivel sonoro, a menos •
Esta magnitud también es conocida com·ó· «intensidad subjetiva •. (N. del T.)
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que esté diseñado de acuerdo con las características del oído humano. Debido a la complejidad de este último, esto es difícil de conseguir, así que los medidores de nivel sonoro se diseñan simplemente para medir el nivel de presión sonora, aUJlque. pueden simular parcialmente el oído usando redes de ponderación de frecuencias. Se dispone de varios procedimientos para determinar la intensidad de sensación de un ruido: 1) Un método sencillo, pero de gran aproximación, consiste en obtener medidas del ruido mediante un medidor de nivel acústico ponderado, convirtiendo estas medidas en valores de intensidad de sensación; sin embargo, este método no es, generalmente, el más adecuado. 2) Otra posibilidad es formar un «jurado de sonido», constituido por un grupo de personas que comparen el ruido con un sonido de referencia patrón. 3) Un tercer método se basa en el análisis de la presión sonora mediante filtros de bandas, calculando la intensidad a partir de dichas medidas. Cada método tiene sus ventajas e inconvenientes, con los que conviene estar familiarizado para realizar la elección correctamente. La medida fundamental, en la que se basan todas las determinaciones de la intensidad de sensación sonora, está basada en una encuesta sobre la intensidad realizada por un grupo de observadores. Normalmente a esto se le llama prueba del (cjurado de sonido», habiéndose empleado mucho tiempo y trabajo en el desarrollo de métodos que incrementen la precisión de este tipo de mediciones. Como puede suponerse, la precisión de las opiniones sobre la intensidad puede mejorarse si a los observadores se les permite comparar la intensidad desconocida con el sonido de referencia. Escala de fonios
Se ha escogido un tono de 1000 Hz como referencia normalizada, dándose los resultados de las encuestas sobre la intensidad de sensación sonora por medio del nivel de presión sonora de un tono de 1000 Hz, cuya intensidad de sensación sea igual a la desconocida. Por ejemplo, si los observadores encuentran, en promedio, que un sonido con una frecuencia de 1000 Hz y un nivel de presión sonora de 60 db tiene, en apariencia, la misma intensidad que un determinado ruido, se dice que este último posee un nivel de intensidad de sensación de 60 fonios. Lo mismo que para otras medidas de presión sonora, la presión de referencia para el fonio es de 0,0002 microbares. La palabra afonio» es el nombre dado a la unidad de nivel de intensidad de sensación sonora y, siempre que se use, implica que se ha efectuado una medida mediante un jurado de sonido, bien sea directa, o indirectamente, como en el caso de medidas hechas para predecir los posibles resultados que se obtendrían con un jurado de sonido. Curvas de intensidad de sensación sonora
Se han determinado los niveles de intensidad para todo el espectro de frecuencias puras audibles, mediante la comparación con un tono de refe116
rencia. Los resultados se muestran en la figura S.l. Estas curvas, llamadas líneas isosónicas, muestran los niveles de presión sonora en espacio abierto de tonos de igual intensidad de sensación. Por ejemplo, los niveles de presión sonora de todos los tonos que tengan un nivel de intensidad de sensación
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~
100
z ~
80
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FIG. 5.1.
Curvas isosánicas. (Robinson y Dadson.I 6)
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tOO
1000
lQOOO
FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
de 20 fonios están contenidos en la curva señalada con el número 20. La curva más baja indica los niveles de presión sonora correspondientes al límite de audibilidad para un adulto joven con buen oído. Las líneas isosónicas muestran dos características muy notables. La primera es que por encima de los 1000 Hz las curvas varían rápidamente con la frecuencia, adoptando formas complicadas. Esto se cree que es debido a la distorsión del campo sonoro producida por la cabeza del observador. Si el sonido se originase en una fuente difusa, estas irregularidades probablemente cambiarían. La segunda característica de interés es la tendencia de las curvas a agruparse en la zona de frecuencias bajas, por debajo de los SOO Hz. Esto indica que los tonos de baja frecuencia aumentan rápidamente en intensidad cuando se aumenta el nivel. La explicación de este fenómeno requiere un conocimiento previo del mecanismo de la audición y de la relación entre la sensación de intensidad experimentada por un observador y el modelo de estimulación de los nervios auditivos en el oído. Se han obtenido también líneas isosónicas a partir de los resultados de las medidas, hechas con jurados de sonido, del nivel de intensidad de bandas de ruido térmico. Las bandas de frecuencia usadas eran de una anchura de 2S0 mels (véase la sección de Escala en mels) y las curvas obtenidas fueron similares, aunque no iguales, a las curvas para tonos puros. Escala de intensidad de sensación de sonios
En acústica se hace una importante distinción entre los términos <
130
500 400 300
120
250 200 t50
110 tOO
90 80 70 100
60 50 40
90
30
20
C/)
C/)
O
O
z 80
O
t5
li..
z
O C/)
10 70
5
60
4 3
60
2
40
50
0.5
FIG. 5.2. Nomograma dando la relación entre la intensidad de sensación en sonios y el nivel de intensidad de sensación en fonios, deducido de la ecuación (5.1).
de intensidad de sensación es el «ionio» que ya se ha definido. La unidad de intensidad de sensación es el «sonio»; para cada valor en fonios existe el correspondiente en sonios, dado por la figura 5.2. A esta relación se la llama «escala de intensidad de sensación en sonios» y desempeña un importante
118
papel en el cálculo de la intensidad a partir de las medidas de presión sonora. Dentro de ciertos límites, se puede definir por la ecuación l2 • I8 10gIo N =0,03LN -1,2
en donde N = intensidad de sensación en sonios. L N = nivel de intensidad de sensación en fonios.
Por definición, a una intensidad de sensación de 1 sonio se le ha hecho corresponder un nivel de intensidad de 40 fonios. Los datos de la figura 5.2 se presentan en forma de tabla en el apéndice 5.1. El uso de la escala en sonios se puede explicar considerando previamente la intensidad de un sonido muy sencillo que tenga dos componentes de frecuencias muy diferentes, como 300 y 2000 Hz. Consideremos que cada componente aislado posea una intensidad equivalente a la de un tono de 1000 Hz con un nivel de presión sonora de 70 db. Cada componente tendría entonces un nivel de intensidad de 70 fonios, o, acudiendo a la figura 5.2, una intensidad de 8 sonios. En el caso de que los dos componentes sonasen juntos, se ha encontrado que un jurado de sonido no estimaría que el nivel de intensidad de la combinación fuese (70 + 70) = 140 fonios, sino que el veredicto sería de unos 80 fonios. Un examen de la figura 5.2 mostrará que 8 + 8 = 16 sonios, corresponden a un nivel de intensidad de 80 fonios aproximadamente. Por tanto, dos componentes de un sonido de frecuencias muy diferentes son aditivos en la escala de sonios, pero no en la de fonios. Otro uso de la escala de sonias es la descripción cualitativa de las magnitudes de atenuación de ruido. Si un ruido se ha reducido de 8 a 2,6 sonios, es correcto decir que la intensidad de sensación sonora es aproximadamente un tercio de la inicial. Normalmente, esto es más significativo que decir que el ruido se ha reducido de 70 a 54 fonios, valores equivalentes a los anteriormente expresados. También se usan los sonios para estimar la reducción de intensidad en los problemas de comunicación cuando se escucha con uno o dos oídos. Cuando sólo se utiliza un oído, la magnitud de un sonido en sonios es la mitad de la que habría si se utilizasen los dos y, por tanto, se puede hallar el nivel de intensidad de sensación sonora adicional acudiendo a la figura 5.2. Ha habido una considerable especulación y experimentación por parte de los psicólogos para determinar si la escala en sonias es válida para la medida de las magnitudes de intensidad de sensación sonora, pero raramente se ha puesto en duda su utilidad como paso intermedio en el cálculo de los niveles de dicha intensidad.
119
EVALUACION DE LA INTENSIDAD DE SENSACION SONORA
Existen varios métodos para la evaluación de la intensidad de sensación de un ruido. Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes y ninguno es completamente satisfactorio para todas las aplicaciones. Los procedimientos aquí descritos deberán considerarse como una introducción a una materia cuyo desarrollo posterior deberá seguirse de cerca mediante la literatura apropiada. Estos procedimientos proporcionan medios de evaluación de la intensidad de sensación sonora, que tienen demostrada su utilidad en la ingeniería de reducción del ruido. Evaluciones mediante medidores de nivel sonoro
El estudio de este tipo de medidores se realiza en profundidad en los capítulos 16 y 17. Con estos instrumentos las medidas se hacen fácil y rápidamente y, para muchas aplicaciones, son preferibles a otros métodos más complicados. Un medidor de nivel sonoro se compone normalmente de un micrófono, un amplificador, unas redes de ponderación de frecuencias, un atenuador calibrado y un dispositivo indicador, como un cuadro de medida o un grabado (véase el Cap. 16). Este equipo está diseñado para medir algún aspecto de la presión sonora y, para ser útil como método de evaluación de la intensidad de sensación sonora, debe establecerse una correlación entre las dos magnitudes. Para muchos tipos de ruido, esta correlación se puede comprobar mediante pruebas realizadas con jurados de sonido, siendo en estos casos completamente satisfactorias las medidas hechas con medidores de nivel sonoro. Debe resaltarse que, para que los resultados sean fiables, la correlación se debe establecer para un tipo determinado de medidor aplicado a un tipo de ruido también determinado. En estas condiciones y debido a su simplicidad r se elige, generalmente, el método del medidor de presión sonora, siempre que la medida no requiera un análisis del ruido para determinar detalles del espectro de la intensidad de sensación. Mediciones mediante jurado de sonido
Todos los datos básicos de intensidad de sensación sonora derivan de las pruebas realizadas con jurados de sonido, en las que un grupo de personas escuchan primero un sonido y luego otro, decidiendo cuál de ellos tiene más intensidad. O bien, pueden tratar de ajustar la intensidad de un sonido hasta que tenga la misma intensidad que otro. Hay muchas formas de realizar la prueba, pero no se ha encontrado ningún método que ofrezca la precisión que sería de desear. La gente parece diferir enormemente en sus juicios sobre la intensidad de sensación de los sonidos, especialmente cuando éstos poseen cualidades diferentes. Para determinar la precisión de una prueba de opinión sobre la intensidad de sensación, se han empleado más de 100 observadores para formar un ju120
rado. La varianza depende en gran medida del parecido del sonido bajo prueba con el tono de referencia normalizado, pero, en general, la mayor parte de los ruidos tienen poca similitud con el tono de 1000 Hz. Puede esperarse que para la mayoría de los sonidos el error probable de una prueba realizada con un solo observador estará comprendida entre los ± 6 fonios. El error no se reduce demasiado haciendo un gran número de observaciones con el mismo observador, aunque se consigue alguna mejoría si las pruebas se realizan con intervalos de días o, mejor, de semanas. Para un jurado de diez personas, el error probable de la media será todavía de ± 2 fonios, que es la precisión con la que se realiza gran parte del trabajo básico sobre intensidad de sensación sonora. Para conseguir esta varianza tan pequeña, se deben tomar numerosas precauciones, a fin de que las opiniones sean independientes. Algunos observadores son influidos fácilmente por los resultados de pruebas previas, o por las opiniones de otros observadores. Es importante alternar el orden en el que un observador escucha el sonido desconocido y el tono de referencia y controlar la duración del período de escucha. Las pruebas deberían ser cortas para evitar la fatiga de los observadores, siendo deseable alguna forma de motivación, puesto que un trabajo de esta clase suele ser monótono. Obtención de la intensidad de sensación mediante cálculos
Se han efectuado medidas de intensidad de sensación sonora de muchos tipos de ruido mediante jurados de sonido, habiéndose encontrado que los resultados están relacionados con el espectro de presión sonora. Sobre esta base, se han desarrollado varios métodos para calcular la intensidad de sensación de un sonido cuando se conoce dicho espectro. Según el método que se emplee, habrá diferencias en el valor de intensidad de sensación de un sonido obtenido a partir del espectro de un ruido determinado. Sin embargo, si se reduce el nivel del espectro por la aplicación de técnicas de atenuación del ruido, los porcentajes de reducción de la intensidad de sensación calculados por los diferentes métodos son mucho más acordes que sus magnitudes absolutas. La elección del método que se use para calcular la intensidad de sensación depende, en gran medida, de la forma en que se presenten los datos de partida y, por consiguiente, del equipo a disposición del ingeniero; la elección dependerá también del propio espectro y de la precisión que se quiera obtener. Los ingenieros de control del ruido prefieren calcular normalmente la intensidad de sensación de un ruido a partir de medidas de presión sonora empleando filtros «pasobanda», en lugar de usar el largo y tedioso método del jurado de sonido, porque, además del ahorro de tiempo, el cálculo muestra qué parte del espectro sonoro aporta mayor contribución a la intensidad de sensación sonora. Si se tiene esta información, los pasos que se tomen para controlar el ruido pueden ir encaminados más directamente hacia la reducción de los componentes del ruido que sean más efectivos en la disminución de la intensidad de sensación. A causa de la falta de precisión en los datos básicos sobre intensidad de 121
sensaclOn, no es razonable esperar una gran precisión cuandlo se une un método de cálculo para obtener el nivel de intensidad de sensación de un ruido, siendo adecuado para muchas aplicaciones un cálculo sencillo, basado en aproximaciones prácticas. METODOS DE CALCULO DE LA INTENSIDAD DE SENSACION SONORA
Se van a describir los siguientes procedimientos para el cálculo de la intensidad de sensación. 1.
2. 3.
Método del tono equivalente. 2 ,3,4 Método del tono equivalente corregido: 19 Método del ruido equivalente. lB
El primer paso a dar en cualquier método es obtener un análisis fiable del sonido, usando los filtros pasobanda apropiados para medir el nivel de presión sonora del ruido cuya intensidad de sensación se va a evaluar, a lo largo de toda la escala de frecuencias audibles. El equipo y las técnicas que se usan para hacer estas medidas se describen en los capítulos 16 y 17. Para la mayoría de estas evaluaciones se han efectuado análisis de ruido en bandas de una octava. Frecuentemente, se pueden necesitar análisis más detallados. En este caso se pueden hacer análisis en badas de media o de un tercio de octava. Los procedimientos de cálculo aquí descritos se pueden aplicar con datos obtenidos mediante análisis en bandas de una, media, o un tercio de octava. SON/OS 130 120
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10.000
FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
122
FIG. 5.3a. Diagrama para la conversión del nivel de presión sonora de un tono puro en decibelios a su correspondiente valor de intensidad en sonios.
Método del tono equivalente
La intensidad de sensación de un ruido se puede deducir de su análisis en bandas de una octava de la siguiente manera: Primero, se tabulan los niveles de presión sonora en cada octava. A continuación, se considera que el ruido de cada banda se puede reemplazar por un tono puro equivalente, que tenga una frecuencia correspondiente a la del centro de la banda y que se produzca el mismo nivel de presión sonora. La intensidad de sensación de cada uno PASO DE LAS BANDAS DE UNA OCTAVA EN Hz
PASO DE LAS BANDAS DE MEDIA OCTAVA EN Hz
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FIG. 5.3b. Diagrama para la conversión del nivel de presión sonora de una banda de ruido de una octava en la intensidad de sensación equivalente de esa banda expresada en sonios.
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10.000
5.3c. Diagrama para la conversión del nivel de presión sonora de una banda de ruido de media octava en la intensidad de sensación equivalente de esa banda expresada en sonios. FIG.
de estos tonos puros se determina mediante los gráficos de la figura 5.3. Finalmente, la intensidad de sensación total del ruido se obtiene sumando las intensidades de cada uno de estos tonos de frecuencia única *. * El cálculo de la intensidad de sensación a partir del análisis en bandas de una octava de los niveles de presión sonora también se puede hacer con rapidez si se dis-
123
Por ejemplo, considérese el ruido cuyo espectro para bandas de una octava se representa mediante la curva (a) en la figura 5.4. Los niveles de presión en cada octava vienen dados en la tabla 5.1. Los valores correspondientes de intensidad de sensación se obtienen de la figura 5.3b. Obsérvese que el nivel de presión sonora del ruido en la primera octava (37,5 a 75 Hz) es de 96 db. Acudiendo a la figura 5.3b, se ve que el valor de intensidad de sensación correspondiente es de 21 sonios. El nivel de presión sonora para la segunda octava PASO DE LAS BANDAS DE UNA OCTAVA EN Hot
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o
o
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1000
FIG. 5.4. Espectros de ruidos cuyos valores de intensidad de sensación se han calculado por diferentes métodos en las tablas 5.1 y 5.4. Los análisis de banda de una octava que se muestran son: (a) un espectro que tiene su energía predominantemente en la zona de baja frecuencia; (b) un espectro que tiene su energía predominantemente en la zona de alta frecuencia.
10.000
FRECUENCIA EN Hz
Tabla 5.1. Cálculo de la intensidad de sensación para bandas de una octava por el método del tono equiva.lente corregido, para un espectro que tenga su energía predominantemente en la zona de baja frecuencia. Véase la curva (a) de la figura 5.4
-
1
Intensidad Nivel de la Factor de de sensación intensidad octava, sin corregir, de sensación db sonios
Banda de frecuencias, Hz
Grupo núm.
--~-
-- - - -
-
Intensidad de sensación corregida, sonios I r
37,5-75 75-150 150-300
96 87 82
300-600 600-1200
75 65
I
----- - - - - - 2
Factor de corrección
21 18 20
1
1
21
O O
O O
1 O
O O
1
3
1
3
1
1,5
---
14 7
O ---
3
1200-2400
55
4
2400-4800
45
3
1
2
1,5 -
-
5
4800-9600
40
Intensidad de sensación total, sonios
----
1 86
1,5
28,5
pone de la figura 5.3a en forma de transparencia, de manera que se pueda situar sobre los gráficos del análisis, como los de la figura 5.4.
124
(75 a 150 Hz) es de 87 db Y la intensidad de sensación correspondiente, 18 sonios. Los valores correspondientes a las bandas restantes se citan en la tabla 5.1. La intensidad de sensación total del ruido se obtiene sumando los valores correspondientes a las ocho bandas; en este ejemplo la suma es de 86 sonios. La simplicidad del método del tono equivalente de cada octava ha sido la causa de su amplia difusión. Sin embargo, tiene ciertas limitaciones, como se verá más adelante. La denominación «tono equivalente» procede del supuesto de que el nivel de presión sonora de una banda de una octava produce la misma intensidad de sensación que un tono único que tuviera una frecuencia igual a la central de la banda y el mismo nivel de presión sonora. La comparación de la figura S.3a con las líneas isosónicas de la figura 5.1 muestra que las gráficas de conversión de los niveles de presión sonora en bandas de una octava, en valores de intensidad de sensación, son realmente una representación de las líneas isosónicas. La única diferencia es la suavización de las curvas en la zona de frecuencias altas en la figura S.3a, que las hace aplicables a personas cuya edad sea de treinta a cuarenta años, oyendo en condiciones en las que los efectos de la difracción en la cabeza estén disminuidos, como pueden ser las condiciones dentro de una habitación en la que el campo sonoro sea difuso. Limitaciones del método del tono equivalente para bandas de una octava. Para cierto tipo de ruido este método está sujeto a errores, que, en algunas aplicaciones, son demasiado grandes para ser despreciados. Si el ruido tiene una componente en la primera octava, su intensidad de sensación puede variar hasta un 100 por 100 si la frecuencia de esta componente se desplaza de un lado a otro de la banda, como se puede ver en la figura 5.3a, aunque si se efectuasen cálculos no mostrarían cambio en dicha intensidad. La única manera de evitar este tipo de error es utilizar filtros de media octava de paso de banda, o incluso más estrechos, para determinar con mayor precisión la frecuencia de la componente. Hay otra fuente de error que se hace importante cuando las primeras dos o tres octavas contribuyen fuertemente a la intensidad de sensación, careciendo relativamente de importancia las restantes octavas. La intensidad de sensación total se sobreestima en estas condiciones. Por otro lado, la intensidad de sensación total se infravalora si la contribución fuerte es de las tres últimas octavas y la de las demás carece de importancia. Cualquier intento de corregir estos errores basado en consideraciones teóricas complica y alarga el método más de lo que justifican la mayoría de las aplicaciones. A continuación se proporciona un método de corrección adecuado en la mayoría de los casos y de fácil y rápida aplicación. Método del tono equivalente corregido (para bandas de una octava)
Se puede mejorar en gran medida la precisión del método del tono equivalente, descrito anteriormente, mediante el siguiente método de corrección (véanse las secciones siguientes para cálculos con bandas de media y de un tercio de octava): 1. Se miden y tabulan los niveles en cada octava del ruido cuya intensidad de sensación se quiere hallar.
125
2.
3. 4.
5.
6.
Se determinan los valores de intensidad de sensación, en sonios, correspondientes a cada octava. Esto se puede hacer encontrando la intensidad de sensación de un tono puro, cuya frecuencia sea la del centro de la banda y cuyo nivel sea igual al de la banda. Estos valores se pueden obtener mediante la figura 5.3b. A continuación, se clasifican las octavas en cinco grupos, según se indica en la tabla 5.1. Se asigna un «factor de intensidad de sensación» a cada valor de intensidad de sensación sin corregir, obtenido en el paso 2. (Mediante este factor se tienen en cuenta las diferencias en anchura de banda en «melsD de las distintas bandas de una octava.) Los factores de intensidad de sensación para las bandas del grupo 1 son O o 1; el factor 1 se asigna a la octava que tenga el mayor valor de intensidad de sensación y el O a las otras dos octavas. En el grupo 2, los factores se asignan de forma análoga. Los factores de intensidad de sensación de los grupos 3, 4 Y 5 (correspondientes a las bandas de 1200 a 2400 2400 a 4800 y 4800 a 9600 Hz) son 1, 1,5 Y 1,5, respectivamente (véase la tabla 5.1 como ejemplo). Posteriormente se asigna a cada octava un factor de corrección. (Mediante este factor se tiene en cuenta el efecto de enmascaramiento que una banda produce en otra, lo que reduce el valor total de intensidad de sensación.) Se examinan todas las bandas con un valor del factor de intensidad de sensación de 1 o 1,5 y se asigna a la banda con mayor intensidad el factor de corrección 1. Si hay dos o más bandas con el mismo valor máximo, se selecciona aquella de frecuencia más baja. Si la intensidad de sensación de esta banda es superior a 8 sonios, pero inferior a 35, se asigna un factor de corrección igual a O al grupo de frecuencias inmediatamente superior. Si la intensidad de sensación es igualo superior a los 35 sonios, se asigna un factor de corrección igual a O a los dos grupos siguientes de frecuencias superiores a las de la banda. Se examina el resto de las bandas que tengan factores de intensidad de ~~nsación 1 o 1,5 y se repite el proceso hasta que todos los grupos tengan asignado un factor de corrección, que puede ser 1 o O. En los casos en los que este proceso llevase a un cambio en los factores de corrección ya asignados, se conservaría el valor inicial. La intensidad de sensación total del ruido se obtiene sumando los valores corregidos de las intensidades correspondientes a las diferentes bandas; estos valores son, sencillamente, los valores sin corregir de cada banda, multiplicados por los respectivos factores de intensidad de sensación y de corrección.
En la tabla 5.1 se da un ejemplo de este método de cálculo de la intensidad de sensación, aplicado a un ruido cuyo espectro es el (a) de la figura 5.4. Aquí, la energía se concentra predominantemente en la región de baja frecuencia. En este ejemplo, la intensidad de sensación total total corregida es de 28,5 sonios. 126
Un cálculo similar de la intensidad de sensación del ruido cuyo espectro es el (b) de la misma figura lleva a un valor de 58 sonios. Método del tono equivalente corregido (para bandas de media octava) El cálculo de la intensidad de sensación de un ruido basado en medidas de niveles en bandas de media octava se efectúa aplicando un método similar al de la sección anterior, aunque la agrupación de los componentes sea diferente. 1. 2.
Se miden y tabulan para bandas de media octava los niveles del ruido cuya intensidad de sensación se va a calcular. Se determina el valor en sonios de la contribución a la intensidad de sensación «no corregida», correspondiente a cada banda de media octava. Esto se puede hacer averiguando la intensidad de sensación de un tono
Tabla 5.2.
Cálculo de la intensidad de sensaClOn para bandas de media octava por el
método del tono equivalente corregido, para un espectro que tenga su energía predominantemente en la zona de baja frecuencia. Véase la figura 5.5a
Grupo núm.
Banda de frecuencias, Hz
Nivel de las Intensidad bandas de sensación Factor de de media sin corregir, intensidad de sensación octava, db sonios
Factor de corrección
Intensidad de sensación corregida, sonios
37,5-53 53-75 75-106 106-150 150-212 212-300
96 91 86 83 80 77
18 15 15 16 16 15
1 O O O O O
1
18 O O O O O
300-425 425-600 600-850 850-1200
74 70 64 59
13 10 7 4
1 O O O
O
O O O O
1200-1700 1700-2400
54 50
3 2
1 O
1
4
2400-3400
44
2
1
1
2
5
3400-4800
41
2
1
1
2
6
4800-6800
38
1
1
1
1
7
'6800-9600
36
1
1
1
1
8
9600-13 600
34
O
1
1
O
1
2
3
Intensidad de sensación total, sonios
3 O
27
127
puro cuya frecuencia sea la central de la banda y cuyo nivel sea el mismo de la banda; estos valores se pueden obtener de la figura 5.3c. 3. Se clasifican las bandas de media octava en ocho grupos, como se indica en la tabla 5.2. 4.. Se asigna un factor de intensidad de sensación a cada valor de la misma sin corregir, obtenido en el paso 2. (Mediante este factor se tienen en cuenta las diferencias de anchura de banda en mels de las distintas bandas de media octava.) Los factores de intensidad para las bandas del grupo 1 son O o 1; el factor 1 se asigna a la media octava que tenga un valor mayor de intensidad de sensación, asignándose el factor O a las restantes medias octavas. En los grupos 2 y 3 los factores de intensidad de sensación se asignan de forma análoga: un 1 para la banda con más intensidad y un O para las restantes. Los factores de intensidad de sensación para el resto de los grupos valen todos la unidad. (Como ejemplo, véase la tabla 5.2.) 5. A continuación se asigna un factor de corrección a cada banda de media octava. (Mediante este factor se tiene en cuenta el efecto de enmascaramiento que una banda produce en otra, lo que reduce el valor total de intensidad de sensación.) Se examinan todas las bandas con un factor de intensidad de sensación igual a 1 y se asigna a la banda con mayor intensidad el factor de corrección 1. Si hay dos o' más bandas con el mismo valor máximo, se selecciona aquella de frecuencia más baja. Si la intensidad de sensación de esta banda es igual o superior a 8 sonios, PASO CE LAS BANDAS DE MEDIA OCTAVA EN HZ
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FIG. 5.5. Espectros de bandas de media octava para las fuentes de ruido, cuyos espectros de bandas de una octava se dan en la figura 5.4.
pero inferior a 35, se asigna un factor de corrección O al grupo de frecuencias inmediatamente superior. Si la intensidad de sensación es igual o superior a 35 sonios, se asigna un factor de corrección O a los dos grupos inmediatos de frecuencias superiores a las de la banda. Se examina el resto de las bandas que tengan factores de intensidad de sen-
128
sación 1 Y se repite el proceso hasta que todos los grupos tengan asignado un O o un 1 como factor de corrección. En los casos en los que lo anterior llevase a un cambio en los factores de corrección ya asignados, se conservaría el valor inicial. 6. La intensidad de sensación total del ruido se obtiene sumando los valores corregidos de las intensidades correspondientes a las diferentes bandas; estos valores son sencillamente los valores sin corregir de cada banda, multiplicados por los respectivos factores de intensidad de sensación y de corrección. En la tabla 5.2 se muestra un ejemplo de este método de cálculo de la intensidad de sensación, aplicado a un ruido cuyo espectro es el (a) de la figura 5.5. En este caso la intensidad de sensación total es de 27 sonios, que es aproximadamente la misma obtenida en la tabla 5.1, donde se medía el mismo ruido mediante filtros de una octava de anchura de banda. Método del tono equivalente corregido (para bandas de 1/3 de octava)
El cálculo de la intensidad de sensación de un ruido basado en las medidas de los niveles de bandas de 1/3 de octava es similar al método dado en la sección precedente, aunque el agrupamiento es diferente: Se miden y tabulan, para bandas de 1/3 de octava, los niveles del ruido cuya intensidad de sensación se va a calcular. 2. Se determina el valor en sonios de la contribución a la intensidad de sensación «no corregida», correspondiente a cada banda de 1/3 de octava. Esto se puede hacer averiguando la intensidad de sensación de un tono puro cuya frecuencia sea la central de la banda y cuyo nivel sea el mismo de la banda; estos valores se pueden obtener de la figura 5.3c. 3. Se clasifican las bandas de 1/3 de octava en 8 grupos, como se indica en la tabla 5.3. 4. Se asigna un factor de intensidad de sensación a cada valor de la misma sin corregir, obtenido en el paso 2. (Mediante este factor se tiene en cuenta las diferencias en anchura de banda en mels de las distintas bandas de 1/3 de octava.) Los factores de intensidad para las bandas del grupo 1 son O o 1; el factor 1 se asigna a la banda de 1/3 de octava que tenga un valor mayor de intensidad de sensación, asignándose el factor O a las restantes bandas del grupo. En los restantes grupos los factores de intensidad se asignan de manera semejante: un 1 para la banda con mayor intensidad y un O para las otras (como ejemplo, véase la tabla 5.3). 5. A continuación se asigna un factor de corrección a cada banda de 1/3 de octava. (Mediante este factor se tiene en cuenta el efecto de enmascaramiento que una banda produce en otra, lo que reduce el valor total de la intensidad de sensación.) Se examinan todas las bandas con un factor de intensidad de sensación igual a 1 y se asigna a la 1.
129 9
Tabla 5.3. Cálculo de la intensidad de sensación para bandas de 113 de octava por el método del tono equivalente corregido, para un espectro que tenga su energía predominantemente en la zona de baja frecuencia. Véase la figura 5.6a
Grupo núm.
Frecuencia del centro de la banda, Hz
Nivel de la Intensidad Factor de banda de sensación intensidad de 1/3 de sin corregir, de sensación sonios octava, db
40 50 63 80 . 100 125 160 200
95 92 89 86 83 81 79 78
250 315 400 500
75 73 71 68
630 800 1000
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14 14 14 14 14 14 14
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1
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54 51
3 2
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1
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48 45
2 2
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1
2 O
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3150 4000
41 39
1 1
1 O
1
1 O
7
5000 6300
37 36
1
1 O
1
1
8000 10000
34 32
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1
O
O
2
3
8
Intensidad de sensación total, sonios
13
12 II
1
O O O 28
banda con mayor intensidad el factor de corrección 1. Si hay dos o más bandas con el mismo valor máximo, se selecciona aquella de frecuencia más baja. Si la intensidad de sensación de esta banda es igualo superior a 8 sonios, peor inferior a 35, se asigna un factor de corrección O al grupo de frecuencias inmediatamente superior. Si la intensidad de sensación es igualo superior a 35 sonios, se asigna un factor de corrección O a los dos grupos inmediatos de frecuencias superiores a la de la banda. 'Se 'examina el resto de las bandas con factores de intensidad de sensación 1 y se repite el proceso hasta que todos los grupos tengan asig130
. nado un O o un 1 como factor de correCClOn. En los casos en que lo anterior llevase a un cambio en los factores de corrección ya asignados, se conservaría el valor inicial. 6. La intensidad de sensación total del ruido se obtiene sumando los valores corregidos de las intensidades correspondientes a las diferentes bandas; estos valores son sencillamente los valores sin corregir de cada banda, multiplicados por los respectivos factores de inte~sidad de sensación y de corrección. En la tabla 5.3 se muestra un ejempl() de este método de cálculo de la intensidad de sensación, aplicado a un ruido cuyo espectro es el (a) de la figura 5.6. Obsérvese que este espectro es el del mismo ruido cuyos espectros para NUMERO DE BANDA
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5.6. Espectros de bandas de un tercio de octava para las fuentes de ruido, cuyos espectros de bandas de una octava se dan en la figura 5.3. FIG.
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bandas de una y de media octava se muestran en las figuras 5.4 y 5.5. Hay una gran similitud en los valores de intensidad de sensación obtenidos en las tablas 5.1, 5.2 Y 5.3. Método del ruido equivalente
Otro método de cálculo de la intensidad de sensación se basa en las medidas de intensidad de sensación de bandas de ruido. l8 Los resultados de estas medidas se dibujan en las figuras 5.7 a 5.9, en las que figura la intensidad de sensación como una función del nivel de presión sonora en bandas de una octava, media octava y un tercio de octava, respectivamente. El procedimiento es aplicable a espectros relativamente continuos en frecuencia y sin interrupciones en el tiempo. Este método no varía esencialmente para el cálculo de la intensidad de sensación de ruidos cuyo análisis se presente en bandas de una octava, media octava o un tercio de octava. Consta de los siguientes pasos: 1. Se tabulan los niveles de presión sonora correspondientes a las diferentes bandas. '
131
2.
Se halla la intensidad de sensaClOn de cada banda mediante las figuras 5.7, 5.8 o 5.9, según los datos tabulados sean para bandas de una, media o un tercio de octava. 3. La intensidad de sensación de la banda con mayor número de sonias se deja invariable (o lo que es lo mismo, se multiplica por un factor de lOO
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NIVEL DE PRESION ACUSTlCA EN BANDAS DE UNA OCTAVA EN De. PRESION DE REFERENCIA O.OOOZ MICROBARIAS
Diagrama para usar en el cálculo de la intensidad de sensación por el método del Ruido Equivalente. Este diagrama muestra la intensidad de sensación de cada octava en función del nivel de presión sonora de la banda. Estos datos se presentan en forma de nomograma en la figura 5.7b. (Stevens,18)
FIG. 5.7a.
corrección igual a 1). Los valores de intensidad de sensación de las restantes bandas se multiplican por un factor de corrección igual a 0,3, 0,2 o 0,15, según los datos tabulados sean para bandas de una, media o un tercio de octava, respectivamente. 4. La intensidad de sensación total de ruido es la suma de los valores de las intensidades de sensación de las distintas bandas, multiplicados por los respectivos factores de corrección. En la tabla 5.4 se da un ejemplo de aplicación del método del ruido equivalente, para un ruido cuyo espectro es el (a) de la figura 5.4. Este ruido tiene su energía predominantemente en la zona de frecuencias bajas. La intensidad de sensación total calculada mediante este método es de 44 sonios. 132
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300 600
600 1200
0.5 1200 2400
2400 4800
0.6 4800
9600
BANDAS DE UNA OCTAVA EN CICLOS POR SEGUNDO
FIG. 5.7b. Nomogramas para el cálculo de la intensidad de sensación por el método del Ruido Equivalente. Mediante cada nomograma se determina la intensidad de sensación de cada octava. A continuación se multiplican todos los valores, excepto el más alto, por un factor de corrección de 0,30; el factor de corrección para el valor de la intensidad de sensación de la banda que lo tenga más alto es 1,0. La intensidad de sensación total se calcula sumando los valores de intensidad de sensación de las distintas bandas, multiplicados por sus respectivos factores de corrección. (S. S. Stevenson,18)
133
I
Tabla 5.4. Ejemplo de cálculo de intensidad de sensacwn por el método del ruido equivalente. Estos cálculos se efectúan para un ruido cuyo espectro es la curva (a) de la figura 5.4 Frecuencias de la banda,
Nivel de la banda, db
Hz
---
Intensidad de sensación sin corregir, sonios
Factor de corrección
25 18 18 12 6 4 3 2
1,0 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3 0,3
Intensidad de sensación corregida, sonios
--
37,5-75 75-150 150-300 300-600 600-1200 1200-2400 2400-4800 4800-9600
96 87 82 75 65 55 45 40
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Intensidad de sensación total, sonios
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NIVEL DE PRESION ACUSTICA EN BANDAS DE MEDIA OCTAVA EN 08, PRESION DE REFERENCIA 0.0002 MICROBARIAS
FIG. 5.8. Diagrama para usar en el cálculo de la intensidad de sensación por el método del Ruido Equivalente cuando el análisis del ruido se da en función de los niveles de presión sonora en bandas de media octava. La intensidad de sensación de estas bandas se da en función de los niveles de las bandas de media octava. (Véase el texto: S. S. Stevens,18)
134
Si se hiciesen cálculos semejantes para el ruido (b) de la misma figura, se obtendría una intensidad de sensación de 55 sonios. A continuación se detallan por separado, para mayor claridad, los pasos a seguir para el cálculo de la intensidad de sensación por el método del ruido equivalente, para datos procedentes de análisis en bandas de una, media y un tercio de octava. Cálculos para bandas de una octava: 1.
2.
Se tabulan los niveles de presión sonora para cada una de las ocho bandas de una octava. Se determina el valor de la intensidad de sensación de cada octava mediante la figura 5.7b y se introducen estos valores en la tabla.
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FIG. 5.9.
Diagrama para usar en el cálculo de la intensidad de sensación por el método del Ruido Equivalente cuando el análisis del ruido se da en función de los niveles de presión sonora en bandas de un tercio de octava. La intensidad de sensación de estas bandas se da en función de los niveles de las bandas de un tercio de octava. (Véase el texto: S. S. Stevens,18)
3.
4.
Se examinan los valores de intensidad de sensación obtenidos en (2) y se determina la banda que tiene el valor más alto. Este valor se deja invariable (es decir, se multiplica por un factor de corrección de 1). Se multiplican los valores de intensidad de sensación de las restantes bandas por un factor de corrección igual a 0,3. 135
5.
Finalmente se obtiene la suma de los valores de intensidad de sensación de las distintas bandas, multiplicados por sus respectivos factores de corrección. Esta suma es la intensidad de sensación total del ruido.
Cálculos para bandas de media octava: 1. 2. 3.
4. 5.
Se tabulan los niveles de presión sonora para cada una de las 16 bandas de media octava. Se determina el valor de la intensidad de sensación de cada media octava mediante la figura 5.8 y se introducen estos valores en la tabla. Se examinan los valores de intensidad de sensación obtenidos en (2) y se determina la banda que tiene el valor más alto. Este valor se deja invariable (es decir, se multiplica por un factor de corrección de 1). Se multiplican los valores de intensidad de sensación de las restantes bandas por un factor de corrección igual a 0,2. Finalmente se obtiene la suma de los valores de intensidad de sensación de las distintas bandas, multiplicados por sus respectivos factores de corrección. Esta suma es la intensidad de sensación total del ruido.
Cálculos para bandas de un tercio de octava: 1. 2. 3.
4. 5.
Se tabulan los niveles de presión sonora para cada una de las 20 bandas de un tercio de octava. Se determina el valor de la intensidad de sensación de cada tercio de octava mediante la figura 5.9 y se introducen estos valores en la tabla. Se examinan los valores de intensidad de sensación obtenidos en (2) y se determina la banda que tiene el valor más alto. Este valor se deja invariable (es decir, se multiplica por un factor de corrección de 1). Se multiplican los valores de intensidad de sensación de las restantes bandas por un factor de corrección igual a 0,15. Finalmente se obtiene la suma de los valores de intensidad de sensación de las distintas bandas, multiplicados por sus respectivos factores de corrección. Esta suma es la intensidad de sensación total del ruido.
SONIDOS DE CORTA DURACION
Algunos sonidos, como los golpes de un martillo, las pisadas y el ruido de ciertas máquinas, como las prensas, son de tan corta duración que los métodos ordinarios de análisis de sonido no son adecuados para la obtención de un espectro de frecuencias. Tampoco se pueden usar los métodos convencionales de cálculo de intensidad de sensación. En el capítulo 16 se ofrece una exposición de los métodos de medida de sonidos de corta duración. Las mediciones de sonidos cortos hechas con medidores de sonido tienen una gran utilidad, aunque los valores absolutos pueden discrepar, en mayor o menor grado, de las mediciones hechas con jurados de sonido. Cuando la 136
constante de tiempo del dispositivo es del orden de 50 a 100 mseg, las lecturas de los medidores se pueden tomar como una estimación de la intensidad de sensación antes y después del tratamiento de reducción del ruido, siempre que las mediciones se hagan sobre el mismo tipo de sonidos. Para sonidos con características completamente diferentes respecto al oído, debe contemplarse con recelo el uso de medidores de nivel sonoro para la evaluación de la intensidad de sensación hasta que se verifique su utilidad mediante mediciones con jurados de sonido. Mediciones de sonidos de corta duración mediante jurados de sonido
Cuando una persona compara la intensidad de sensación de una muestra de larga duración de un sonido con la de una muestra de corta duración del mismo sonido, la última aparenta ser menor, siempre que la duración de la muestra sea menor que 0,2 seg. La máxima intensidad de sensación se produce cuando la duración de la muestra es alrededor de 0,5 seg, aunque la variación entre 0,2 y 0,5 seg es muy pequeña. La intensidad de sensación de muestras mayores que 1 seg, disminuye lentamente a causa de la fatiga del oído. Las mediciones de sonidos constantes con jurados de sonido se hacen frecuentemente mediante exposiciones de 1 seg de duración al sonido de referencia y al desconocido, alternativamente. A causa de la gran diferencia entre las duraciones es difícil la comparación de los sonidos de corta duración con los de referencia de 1 seg. Puesto que la intensidad de sensación del sonido de referencia no cambia demasiado cuando se reduce su duración a 0,2 seg, es preferible utilizar este último valor. La complejidad de las pruebas con jurados de sonido en el caso de ruidos de corta duración, ha estimulado la búsqueda de métodos alternativos de evaluación de la intensidad de sensación de este tipo de sonidos. Un método, actualmente en investigación, se basa en el uso de ruidos de energía distribuida que enmascaren el sonido de corta duración 20 • Se introduce en el campo sonoro una fuente de ruido calibrada, con un nivel suficiente para que no pueda oírse dicho sonido. El nivel del ruido de enmascaramiento se considera una medida del sonido desconocido.
EFECTO DE ENMASCARAMIENTO DEL RUIDO
Se dice que el sonido es enmascarado por el ruido, cuando éste es tan alto que evita que una persona oiga cualquier otro sonido. Bajo ciertas condiciones, se puede predecir el efecto de enmascaramiento de un ruido si se conoce el nivel de su espectro de presión sonora. Enmascaramiento de tonos por el ruido
Un tono puro de baja frecuencia debe ser al menos de 14 a 18 db mayor que el nivel del espectro de presión sonora de un ruido antes de que se pueda oír por encima del mismo. A altas frecuencias la diferencia es aún mayor, 137
como puede verse en la figura 5.10. La curva a muestra el valor en el que el tono debe exceder al nivel del espectro de presión sonora para empezar a ser audible. Las curvas b, e y d muestran el valor en el que el tono debe exceder a los niveles de banda, para bandas de ruido de una octava, media octava y un tercio de octava, respectivamente, para empezar a ser audible. Para niveles muy altos y muy bajos, la diferencia es mayor que la que se muestra, pero, a:: CflW
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FIG. 5.10.
Gráfico que muestra el número de decibelios que debe alcanzar un tono puro en presencia de un ruido sobre el nivel del mismo para empezar a ser audible. La curva superior muestra el valor en el que el tono debe superar al nivel del espectro para empezar a ser audible. También se dan curvas que muestran el valor en el que el tono debe superar a los niveles de las distintas bandas antes de empezar a ser audible. (Véase el texto.)
para la mayoría de las aplicaciones, los valores indicados son suficientemente fiables. Como ejemplo del uso de la curva de enmascaramiento, considérese un tono puro de 200 Hz que esté enmascarado por un ruido. Si el nivel del espectro de presión sonora del ruido a 200 Hz es de 70 db, el tono debe tener un nivel de presión sonora de 70 + 14 = 84 db para que empiece a oírse por encima del ruido. En la figura 5.3a, se muestra que, un tono de 200 Hz a un nivel de presión sonora de 84 db, tendría, normalmente, una intensidad de sensación de 24 sonios, pero en este caso apenas es audible, a causa de su enmascaramiento por el ruido. Sin embargo, elevando sólo 15 db el nivel del tono, de 84 a 99, se produce un gran cambio en la intensidad de sensación. A 99 db, la intensidad de sensación es de 60 sonios, sin enmascaramiento, y de 60 - 24 = 36 sonios, teniendo en cuenta el mismo. Este crecimiento rápido de la intensidad de sensación es típico de los sonidos enmascarados; de aquí la observación de que el enmascaramiento de un sonido no deseado no es efectivo, a no ser que sea casi completo. Así, ocurre que, en ciertos tipos de problemas de reducción de ruido, en los que un tono puro debe ser enmascarado mediante un ruido, para que sea efectiva la reducción, es necesario que el ruido tenga un nivel suficientemente alto para enmascarar totalmente el tono; un enmascaramiento parcial no proporciona normalmente una reducción significativa de la intensidad de sensación del tono.
138
Enmascaramiento del ruido mediante otros ruidos
Un ruido de características molestas, como el golpeteo de los platos o el chirrido de los frenos, se puede enmascarar mediante sonidos más aceptables, como el ruido suave de un ventilador. Cuando no existen tonos predominantes de frecuencia única, se consigue normalmente un enmascaramiento satisfactorio cuando el nivel del espectro de presión sonora del ruido no deseado no excede al nivel del espectro del sonido superpuesto. MODELOS DE INTENSIDAD DE SENSACION
Cuando un sonido incide sobre el oído, las vibraciones del tímpano son conducidas hasta el oído interno, donde los nervios, que comunican con el cerebro, están distribuidos a lo largo de un tabique flexible, llamado membrana basilar (véase el Cap. 4). Las vibraciones estimulan estas terminaciones nerviosas e inician un gran número de pulsaciones de energía electroquímica de corta duración, que viajan, a través de los nervios, hasta el sistema
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FIG. 5.11.
Relación entre el tono en mels y la frecuencia en Hz. (Según la referencia 6.)
nervioso central. Las terminaciones nerviosas del oído se extienden a lo largo de toda la membrana basilar, siendo ésta de características tales que las frecuencias altas producen pulsaciones en los nervios situados en el extremo próximo a la entrada del oído interno, mientras que las bajas frecuencias activan las terminaciones nerviosas del extremo contrario. Un tono puro de muy bajo nivel estimula las terminaciones nerviosas de un área localizada, pero cuando el nivel del tono se incrementa, el área se extiende, de forma que son afectados nuevos nervios, a la vez que se incrementa el grado de pulsación de las fibras nerviosas estimuladas inicialmente. Existe evidencia de que el efecto de difusión es mayor para las frecuencias bajas que para las altas. Esto se estima que constituye un factor importante en el rápido incremento de la intensidad de sensación de las frecuencias bajas al aumentar el nivel de la presión sonora. 139
Puesto que los pulsos que alcanzan el cerebro cuando se oye un ruido no se originan en un nervio único, sino que proceden de múltiples terminaciones nerviosas distribuidas espacialmente a lo largo de la membrana basilar, parece razonable suponer, que la intensidad de sensación percibida es una función integral de todos los pulsos. Aunque no se ha encontrado ninguna prueba concluyente, es significativo que todos los métodos utilizados para el cálculo de la intensidad de sensación se han basado en un procedimiento de integración. Esta hipótesis se puede expresar analíticamente mediante la ecuación N=f dN dn dn
(5.2)
en donde N es la intensidad de sensación de un sonido, dN/dn es la contribución a la intensidad de sensación de un pequeño elemento de la escala de frecuencias y dn es la anchura de banda de dicho elemento, en una escala proporcional al número de terminaciones nerviosas en él incluidas. La escala mels
El tono se puede definir como el aspecto de la sensaClOn acústica en función del cual se pueden ordenar los sonidos en una escala que vaya de los «bajos» a los (caltos». Aunque sea fundamentalmente una función de la frecuencia del sonido, también depende del nivel de presión y de la composición del mismo. La escala que se emplea para ordenar los sonidos en función del tono es la «escala mel». Está relacionada con la frecuencia por la curva que se muestra en la figura 5.11. La unidad de tono se llama mel; esta escala subjetiva tiene la propiedad de ser directamente proporcional a la sensación de tono. Un tono de 2000 mel aparenta doblar la altura de otro de 1000 mel. Aparentemente, la altura en mels es aproximadamente proporcional al número de fibras nerviosas contenidas en la membrana basilar entre el punto de máxima estimulación por el tono y el apéndice final del caracol. Por consiguiente, el tono puede expresarse en función de n en la ecuación 5.2. Modelos de intensidad de sensación
Según se indica en la ecuación 5.2, dN/dn es la contribución a la intensidad de sensación de un pequeño elemento de la escala de frecuencias. Por esto, se llama modelo de intensidad de sensación a la representación gráfica de dN/dn en función de la frecuencia; puesto que la frecuencia y el tono están relacionados por la curva de la figura 5.11, un modelo de intensidad de sensación también puede representarse como la relación gráfica entre la densidad de intensidad de sensación dN/dn y el tono n. La figura 5.12a, que da el modelo de intensidad de sensación para un tono de 1000 Hz, con un nivel de intensidad de sensación de 70 fonios, es un ejemplo de esta relación. Puesto que N es la intensidad de sensación total, se puede obtener integrando el área situada por debajo de la curva. 140
FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
I
g
o o It) II
11
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
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FIG. 5.12. (a) Modelo de intensidad de sensación para un tono de 1000 Hz con un nivel de intensidad de sensación de 70 fonios. (b) Modelo de intensidad de sensación para dos tonos de 1000 Hz y 4000 Hz, respectivamente, teniendo ambos un nivel de intensidad de sensación de 70 fonios. (e) Modelo de intensidad de sensación para dos tonos de 1000 Hz y 1500 Hz, respectivamente, teniendo ambos un nivel de intensidad de sensación de 70 fonios. (Véase el texto.)
La figura 5.12b muestra los modelo~ de intensidad de sensación para dos tonos puros, uno de 1000 Hz y el otro de 4000 Hz, teniendo ambos un nivel de intensidad de sensación de 70 fonios. La intensidad de sensación total si ambos sonasen simultáneamente, vendría dada por la ecuación 5.2, y sería, simplemente, la suma de las áreas situadas bajo ambas curvas. La figura 5.12c muestra los modelos de intensidad de sensación cuando el segundo tono tiene una frecuencia de 1500 Hz. Puede observarse que las curvas se solapan. La suma de las áreas situadas bajo cada curva por separado sería, por consiguiente, algo mayor que la que habría al sonar ambos tonos simultáneamente. Por esta razón, cualquier técnica de cálculo de intensidad de sensación que se base esencialmente en un procedimiento de integración, debe emplear un factor de corrección para evitar sumar dos veces la misma área. Puesto que el «método del tono eq·uivalente» de cálculo de intensidad de sensación, descrito anteriormente, emplea, en efecto, un proceso de integración, se necesita un factor de corrección si se desea obtener una fiabilidad elevada en los cálculos. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. S. 9. 10.
11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. lS. 19. 20.
142
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Apéndice 5.1
Tabla de relación entre el nivel de intensidad de sensación en fonios y la intensidad de sensación en sonios. Está basada en la ecuación (5.1) *. Nivel de intensidad de sensación
I
I I
~I
°
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
° 1 2 3 4
0,062 0,067 0,072 0,077 0,082
0,063 0,067 0,072 0,077 0,083
0,063 0,068 0,073 0,078 0,084
0,064 0,068 0,073 0,079 0,084
0,064 0,069 0,074 0,079 0,085
0,065 0,069 0,074 0,080 0,085
0,065 0,070 0,075 0,080 0,086
0,066 0,070 0,075 0,081 0,087
5 6 7 8 9
0,088 0,095 0,102 0,109 0,117
0,089 0,095 0,102 0,110 0.117
0,090 0,096 0,103 0,110 0,118
0,090 0,097 0,104 0,111 0,119
0,091 0,097 0,104 0,112 0,120
0,092 0,098 0,105 0,113 0,121
0,092 0,099 0,106 0,113 0,122
0,093 0,099 0,107 0,114 0,122
0,093 0,094 0,100 . 0,101 0,107 0,108 0,115 0,116 0,123 0,124
10 11 12 14
0,125 0,134 0,144 0,154 0,165
0,126 0,135 0,145 0,155 0,166
0,127 0,136 0,146 0,156 0,167
0,128 0,137 0,147 0,157 0,168
0,129 0,138 0,148 0,158 0,170
0,129 0,139 0,149 0,159 0,171
0,130 0,140 0,150 0,160 0,172
0,131 0,141 0,151 0,162 0,173
0,132 0,142 0,152 0,163 0,174
0,133 0,143 0,153 0,164 0,176
15 16 17 18 19
0,177 0,189 0,203 0,218 0,233
0,178 0,191 0,204 0,219 0,235
0,179 0,192 0,206 0,221 0,237
0,180 0,193 0,207 0,222 0,238
0,182 0,195 0,209 0,224 0,240
0,183 0,196 0,210 0,225 0,241
0,184 0,198 0,212 0,227 0,243
0,186 0,199 0,213 0,228 0,245
0,187 0,200 0,215 0,230 0,247
0,188 0,202 0,216 0,232 0,248
20 21 22 23 24
0,250 0,268 0,287 0,308 0,330
0,251 0,270 0,289 0,310 0,332
0,253 0,272 0,291 0,312 0,334
0,255 0,274 0,293 0,314 0,337
0,257 0,275 0,295 0,316 0,339
0,259 0,277 0,297 0,319 0,342
0,261 0,279 0,299 0,321 0,344
0,262 0,281 0,301 0,323 0,346
0,264 0,283 0,304 0,325 0,349
0,266 0,285 0,306 0,328 0,351
25 26 27 28 29
0,354 0,379 0,406 0,435 0,467
0,356 0,382 0,409 0,438 0,470
0,358 0,384 0,412 0,441 0,473
0,361 0,387 0,415 0,444 0,476
0,363 0,390 0,418 0,448 0,480
0,366 0,392 0,420 0,451 0,483
0,369 0,395 0,423 0,454 0,486
0,371 0,398 0,426 0,457 0,490
0,374 0,401 0,429 0,460 0,493
0,376 0,403 0,432 0,463 0,497
30 31 32 33 34,
0,500 0,536 0,574 0,616 0,660
0,503 0,540 0,578 0,620 0,664
0,507 0,543 0,582 0,624 0,669
0,511 0,547 0,586 0,629 0,674
0,514 0,551 0,590 0,633 0,678
0,518 0,555 0,595 0,637 0,683
0,521 0,559 0,599 0,642 0,688
0,525 0,563 0,603 0,646 0,693
0,529 0,566 Q,607 0,651 0,697
0,532 0,570 0,611 0,655 0,702
35 36 37 38 39
0,707 0,758 0,812 0,871 0,933
0,712 0,763 0,818 0,877 0,940
0,717 0,768 0,824 0,883 0,946
0,722 0,774 0,829 0,889 0,953
0,727 0,779 0,835 0,895 0,959
0,732 0,785 0,841 0,901 0,966
0,737 0,790 0,847 0,908 0,973
0,742 0,796 0,853 0,914 0,979
0,747 0,801 0,859 0,920 0,986
0,753 0,807 0,865 0,927 0,993
13
0,066 0,071 0,076 0,081 0,087
0,9
0,067 0,071 0,076 0,082 0,088
I
* Calculada por S. S. Stevens, ref. 18.
i43
Apéndice 5.1.
I
Nivel de intensidad de sensación
0,9 0,7 0,8 0,5 0,6 I - - - -- - - -- - - -- - - -- 0,1
0,2
0,3
0,4
1,00 1,07 1,15 1,23 1,32
1,01 1,08 1,16 1,24 1,33
1,01 1,09 1,16 1,25 1,34
1,02 1,09 1,17 1,26 1,35
1,03 1,10 1,18 1,27 1,36
1,04 1,11 1,19 1,27 1,37
1,04 1,12 1,20 1,28 1,38
1,05 1,13 1,21 1,29 1,39
1,06 1,13 1,21 1,30 1,39
1,06 1,14 1,22 1,31 1,40
45 46 47 48 49
1,41 1,52 1,62 1,74 1,87
1,42 1,53 1,64 1,75 1,88
1,43 1,54 1,65 1,77 1,89
1,44 1,55 1,66 1,78 1,91
1,45 1,56 1,67 1,79 1,92
1,46 1,57 1,68 1,80 1,93
1,47 1,58 1,69 1,82 1,95
1,48 1,59 1,71 1,83 1,96
1,49 1,60 1,72 1,84 1,97
1,51 1,61 1,73 1,85 1,99
50 51 52 53 54
2,00 2,14 2,30 2,46 2,64
2,01 2,16 2,31 2,48 2,66
2,03 2,17 2,33 2,50 2,68
2,04 2.19 2,35 2,51 2,69
2,06 2,20 2,36 2,53 2,71
2,07 2,22 2,38 2,55 2,73
2,08 2,23 2,39 2,57 2,75
2,10 2,25 2,41 2,58 2,77
2,11 2,27 2,43 2,60 2,79
2,13 2,28 2,45 2,62 2,81
55 56 57 58 59
2,83 3,03 3,25 3,48 3,73
2,85 3,05 3,27 3,51 3,76
2,87 3,07 3,29 3,53 3,78
2,89 3,10 3,32 3,56 3,81
2,91 3,12 3,34 3,58 3,84
2,93 3,14 3,36 3,60 3,86
2,95 3,16 3,39 3,63 3,89
2,97 3,18 3,41 3,66 3,92
2,99 3,10 3,43 3,68 3,94
3,01 3,23 3,46 3,71 3,97
60 61 62 63 64
4,00 4,29 4,59 4,92 5,28
4,03 4,32 4,63 4,96
?,31
4,06 4,35 4,66 4,99 5,35
4,08 4,38 4,69 5,03 5,39
4,11 4,41 4,72 5,06 5,43
4,14 4,44 4,76 5,10 5,46
4,17 4,47 4,79 5,13 5,50
4,20 4,50 4,82 5,17 5,54
4,23 4,53 4,86 5,21 5,58
4,26 4,56 4,89 5,24 5,62
65 66 67 68 69
5,66 6,06 6,50 6,96 7,46
5,70 6,11 6,54 7,01 7,52
5,73 6,15 6,59 7,06 7,57
5,78 6,19 6,63 7,11 7,62
5,82 6,23 6,68 7,16 7,67
5,86 6,28 6,73 7,21 7,73
5,90 6,32 6,77 7,26 7,78
5,94 6,36 6,82 7,31 7,84
5,98 6,41 6,87 7,36 7,89
6,02 6,45 6,92 7,41 7,94
70 71 72 73 74
8,00 8,57 9,19 9,85 10,6
8,06 8,63 9,25 9,92 10,6
8,11 8,69 9,32 9,98 10,7
8,17 8,75 9,38 10,1 10,8
8,22 8,82 9,45 10,1 10,9
8,28 8,88 9,51 10,2 10,9
8,34 8,94 9,58 10,3 11,0
8,40 9,00 9,65 10,3 11,1
8,46 9,06 9,71 10,4 11,2
8,51 9,13 9,78 10,5 11,2
75 76 77 78 79
11,3 12,1 13,0 13,9 14,9
11,4 12,2 13,1 14,0 15,0
11,5 12,3 13,2 14,1 15,1
11,6 12,4 13,3 14,2 15,2
11,6 12,5 13,4 14,3 15,3
11,7 12,6 13,5 14,4 15,5
11,8 12,6 13,5 14,5 15,6
11,9 12,7 13,6 14,6 15,7
12,0 12,8 13,7 14,7 15,8
12,0 12,9 13,8 14,8 15,9
40 41 42 43 44
144
(Continuación.)
O
I
Apéndice 5.1. (Continuación.)
, Nivel de intensidad de sensación
I
I
O
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
- -- - - -- -- -- -- - - -- -
80 81 82 83 84
16,0 17,1 18,4 19,7 21,1
16,1 17,3 18,5 19,8 21,3
16,2 17,4 18,6 20,0 21,4
16,3 17,5 18,8 20,1 21,6
16,4 17,6 18,9 20,3 21,7
16,6 17,8 19,0 20,4 21,9
16,7 17,9 19,2 20,5 22,0
16,8 18,0 19,3 20,7 22,2
16,9 18,1 19,4 20,8 22,3
17,0 18,3 19,6 21,0 22,5
85 86 87 88 89
22,6 24,3 26,0 27,9 29,9
22,8 24,4 26,2 28,1 30,1
22,9 24,6 26,4 28,2 30,3
23,1 24,8 26,5 28,4 30,5
23,3 24,9 26,7 28,6 30,7
23,4 25,1 26,9 28,8 30,9
23,6 25,3 27,1 29,0 31,1
23,8 25,5 27,3 29,2 31,3
23,9 25,6 27,5 29,4 31,6
24,1 25,8 27,7 29,7 31,8
90 91 92 93 94
32,0 34,3 36,8 39,4 42,2
32,2 34,5 37,0 39,7 42,5
32,4 34,8 37,3 39,9 42,8
32,7 35,0 37,5 40,2 43,1
32,9 35,3 37,8 40,5 43,4
33,1 35,5 38,1 40,8 43,7
33,4 35,8 38,3 41,1 44,0
33,6 36,0 38,6 41,4 44,3
33,8 36,3 38,9 41,6 44,6
34,1 36,5 39,1 41,9 44,9
95 96 97 98 99
45,3 48,5 52,0 55,7 59,7
45,6 48,8 52,3 56,1 60,1
45,9 49,2 52,7 56,5 60,5
46,2 49,5 53,1 56,9 61,0
46,5 49,9 53,4 57,3 61,4
46,9 50,2 53,8 57,7 61,8
47,2 50,6 54,2 58,1 62,2
47,5 50,9 54,6 58,5 62,7
47,8 51,3 54,9 58,9 63,1
48,2 51,6 55,3 59,3 63,6
100 101 102 103 104
64,0 68,6 73,5 78,8 84,4
64,4 69,1 74,0 79,3 85,0
64,9 69,6 74,5 79,9 85,6
65,3 70,0 75,1 80,4 86,2
65,8 70,5 75,6 81,0 86,8
66,3 71,0 76,1 81,6 87,4
66,7 71,5 76,6 82,1 88,0
67,2 72,0 77,2 82,7 88,6
67,6 72,5 77,7 83,3 89,3
68,1 73,0 78,2 83,9 89,9
105 106 107 108 109
90,5 97,0 104 111 119
91,1 97,7 105 112 120
91,8 98,4 105 113 121
92,4 99,0 106 114 122
93,1 99,7 107 115 123
93,7 100 108 115 124
94,4 101 108 116 124
95,0 102 109 117 125
95,7 103 110 118 126
96,3 103 111 119 127
110 111 112 113 114
128 137 147 158 169
129 138 148 159 170
130 139 149 160 171
131 140 150 161 172
132 141 151 162 174
133 142 152 163 175
133 143 153 164 176
134 144 154 165 177
135 145 155 167 179
136 146 156 168 180
115 116 117 118 119
181 194 208 223 239
182 195 209 224 241
184 197 211 226 242
185 198 212 228 244
186 199 214 229 246
187 201 215 231 247
188 202 217 232 249
190 204 218 234 251
191 205 220 236 252
193 206 221 237 254
145 10
Apéndice 5.1.
(Continuación.)
I
Nivel de intensidad de sensación
146
O
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
- - - - - - - - - -- - - - - - - -
120 121 122 123 124
256 274 294 315 338
258 276 296 317 340
260 278 298 319 343
261 280 300 322 345
263 282 302 324 347
265 284 304 326 350
267 286 307 329 352
269 288 309 331 355
271 290 311 333 357
272 292 313 335 360
125 126 127 128 129
362 388 416 446 478
365 391 419 449 481
367 393 422 452 484
370 396 425 455 488
372 399 428 458 491
375 402 431 461 495
377 405 434 465 498
380 407 437 468 501
383 410 440 471 505
385 413 443 474 508
130 131 132 133 134
512 549 588 630 676
516 553 592 635 680
519 556 596 639 685
523 560 600 644 690
526 564 605 648 695
530 568 609 653 699
534 572 613 657 704
537 576 617 662 709
541 580 622 666 714
545 584 626 671 719
135 136 137 138 139
724 776 832 891 955
729 781 838 898 962
734 787 843 904 969
739 792 849 910 976
744 798 855 917 982
750 803 861 923 989
755 809 867 929 996
760 815 873 936
765 820 879 942
771 826 885 949
Capítulo 6 ENSAYO AUDIOMETRICO EN LA INDUSTRIA ARAM GLORIG, M.D.
Academia Americana de Oftalmología y Otorrinolaringología. Subcomité del Ruido en la Industria
J.
DONALD HARRIS, PH.D.
Laboratorio de Investigación Médica Naval de EE. UU. N ew London, Connecticut AUDIOMETRIA EN GENERAL
Una de las características primarias del oído es su capacidad para detectar sonidos débiles. El ensayo para determinar el sonido más débil al cual una persona responde, se conoce como audiometría umbral. Muchos tipos de estímulos sonoros y muchas diferentes «respuestas» han sido usadas en audiometría; pero prácticamente toda audiometría de importancia para la industria se compone de ondas sinusoidales (a menudo llamadas «tonos puros») para el estímulo, y de una respuesta por parte del sujeto, tal como pulsar un botón o levantar un dedo. La industria tiene la responsabilidad de velar para que: 1) el oído de una persona sea y permanezca adecuado para soportar su trabajo y 2) de que el ruido industrial no cause el suficiente deterioro del oído como para afectar la vida de la persona en general. Un programa de conservación de la audición industrial se diseñaría teniendo en cuenta ambas consideraciones, para mantener la eficiencia en el trabajo y proteger al trabajador. Sea lo que sea, no hay duda de que algunos ruidos industriales están produciendo la pérdida irreversible del oído; esto es, en parte, debido a la particular susceptibilidad al daño en algunos individuos, y, en parte, al nivel general del ruido en la industria. Cada vez más, las plantas industriales están encontrando que, a menos que el oído del personal sea examinado antes de su contratación, o antes de distribuir los lugares de trabajo potencialmente ruidosos, la dirección es responsable sin recurso de la pérdida auditiva demostrada; incluso aún en aquellos casos en que la pérdida ha existido sin detectar por la dirección anteriormente a la contratación o redistribución. Por consiguiente, un programa audiométrico idóneo debe dar la adecuada protección para patrones y empleados en los casos de pérdida del oído en la industria. Este capítulo esboza algunas pruebas audiométricas convenientes para su uso en la industria y considera cómo se debe decidir qué prueba o pruebas se deben seleccionar para alguna situación particular, cómo se debe calibrar el equipo, cómo deben ser administradas las pruebas y cómo deben ser interpretados los resultados. 147
AUDIOMETRIA DE TONOS PUROS
El uso de los tonos puros en las pruebas auditivas, hoy fácilmente realizadas con el desarrollo de los tubos de vacío, fue introducido hace muchas décadas con series de diapasones, variando a menudo desde 64 hasta 8000 cps, con el silbato Galton de variación continua y con una variedad del resonador y medidor acústico Helmholtz. Hoy, la sensibilidad del oído para tonos de diversas frecuencias se da en función del nivel de presión sonora necesaria para conseguir el 50 por 100 de respuesta correcta en cada frecuencia. La línea base desde la cual se calcula la pérdida auditiva se llama umbral normal de audición. Si, en orden a producir una sensación auditiva en una cierta frecuencia, un oído individual necesita 10 db más de nivel de presión sonora que el umbral normal de audición, se dice que el oído tiene una pérdida auditiva de 10 db en esa frecuencia. El umbral normal de audición, que ha sido normalizado en los Estados Unidos, se muestra en la figura 6.1. Está 60 55
15
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125
250 500 1000 20004000 8000
FRECUEM::IA EN CICLOS POR SEGUNDO
6.1. Umbral normal de audición, basado en pruebas de audición realizadas con audífono sobre una muestra aleatoria de la población. (Según refeFIG.
rencia 1; véase Apéndice 6.2.)
basado en pruebas auditivas realizadas con audífonos a una muestra aleatoria de población y no es la misma que la curva de «mínimo campo auditivo» dada en la figura 4.5, que representa el promedio umbral de audición para un grupo de jóvenes adultos enfrentándose a una fuente de sonido de tonos puros en campo libre. Las relaciones entre la pérdida auditiva y la capacidad para comprender las palabras2 varía de persona a persona de manera que tal relación no es exacta. No obstante, se da una clasificación en la tabla 6.1. 3 Para representar una particular pérdida de capacidad auditiva es conveniente un sistema como el del audiograma gráfico. Las formas impresas han sido preparadas, existiendo una línea horizontal para «la pérdida auditiva con audiometría O db», extendiéndose desde bajas frecuencias a la izquierda a las altas frecuencias a la derecha; los espacios colocados a continuación por 148
Tabla 6.1.
B
C
D E
F
G
Pérdida en conversación, db ***
Nombre
Clase A
Escala de grados de pérdida auditiva *. **
I
Observaciones
------------
No más de 15 en el peor l' Ambos oídos dentro de líoído mites normales. Sin dificultad en conversación débil Próximo a lo normal ... ... Más de 15, pero no más Tiene dificultad solamente de 30, en cualquier oído en conversación débil Suave deterioro ... ... ... Más de 30, pero no más Tiene dificultad en conversación, pero no en conde 45, en el mejor oído versación fuerte Serio deterioro ... . , . ... Más de 45, pero no más Tiene dificultad, incluso, de 60, en el mejor oído en conversación fuerte Severo deterioro ... ... . .. Más de 60, pero no más Puede oír sólo conversade 90, en el mejor oído ción amplificada Más de 90 en el me;or No puede comprender, inProfundo deterioro ... cluso, conversación amoído plificada Normal
'"
'"
Pérdida total de audición en ambos oídos
No puede oír ningún sonido.
• Preparado por el Comité de Audición del Consejo Nacional de Investigación. De la ref. 3. .. Esta escala se refiere únicamente a la audición, y no toma en consideración la aptitud del hombre con ayudas auditivas, lectura labial, etc. ••• Las clases se definen por apérdida en decibelios de audición en conversación». Hasta que las ayudas técnicas para la medida directa de la audiometría sean ade<;uadas, la pérdida de audición en conversación se calculará a partir de las medidas de conducción de aire de tonos puros, promediando las pérdidas auditivas en 500, 1000 y 2000 cps, o en 512, 1024, 2048 cps, si los audiómetros utilizados están así calibrados. Una persona debería ser clasificada una clase más baja que lo indicado por el valor promedio, si con una pérdida de 10 db o más su pérdida auditiva, para cualquiera de las tres frecuencias, es mayor en 25 db (o más) que la menor de estas tres pérdidas.
debajo de esta línea con trazos paralelos representan pérdidas auditivas en escalones de 10 db. La figura 6.2 representa una forma de uso común. Por medio de la ilustración se ha representado en este plano un audiograma normal. Un acuerdo común es que la frecuencia se represente logarítmicamente y que la distancia vertical entre los escalones de 10 db sea la misma que la distancia horizontal entre medias octavas. Sobre esta composición de coordenadas, el audiograma del oído se dibuja como una serie de líneas rectas que unen las pérdidas auditivas representadas en todas las frecuencias. El audiómetro de tonos puros es un instrumento diseñado para realizar convenientemente estas medidas de pérdida auditiva. Es básicamente un generador de «tonos puros» y un atenuador (resistencia eléctrica) calibrado en decibelios, y un audífono para producir los estímulos acústicos. En algunas frecuencias proporcionadas por el instrumento se puede presentar al sujeto un tono puro en algún ruido fácilmente audible, y reducido gradualmente hasta que se alcance el 50 por 100 del umbral. La Oficina NacionaI de Normalización ha desarrollado un acoplamiento llamado «oído artificial» (tipo 9A) para la calibración de audífonos audiomé149
tricos. Se conecta el audífono audiométrico con un micrófono de condensador.! La cavidad cilíndrica entre las dos unidades tiene un volumen aproximado de 5,7 cm3• El micrófono indica la presión de sonido generada en el volumen del acoplador por el audífono, cuando se aplican voltajes conocidos al audífono. Se puede entonces relacionar esto a los niveles de presión de sonido en el acoplador correspondiente al umbral normal (<
La diagnosis o incluso la clasificación grosera de un desorden auditivo es un problema médico especial, que incluye no sólo el oído del paciente, sino su completa persona y personalidad, y como tal debe ser admitido. Junto con el audiograma obtenido con audífono, anteriormente descrito, se emplean en exámenes audiométricos muchas otras pruebas. No obstante, sólo la audiometría de conducción de aire (llamada así por el hecho de utilizar en gran parte la ruta aérea hacia el tímpano) puede servir para identificar en un tiempo I
NORMAL o
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2000
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
FIG. 6.2.
Cartulina de audiograma típica.
corto, y con seguridad considerable, aquellos oídos que son normales en su capacidad auditiva y aquellos que no lo son. Si un oído puede captar los sonidos débiles bien, entonces no debe tenerse demasiado en cuenta. La audiometría de conducción de aire es la mejor predicción simple de que el oído puede o no puede oír, y es, en consecuencia, la base de cualquier programa de pruebas auditivas. Niveles altos de ruido pueden causar irreparables daños al oído (véase ca150
N~
TARJETA DE DATOS DE CONSERVACION AUDITIVA Apellidos
Xombre
(2) E¡;ta
Nilitar Civil (11-13) Depart. ú lugar
I
.\. lDEXTIFlU.v;rox (2-10) ,2 SORuridall Socia.l
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81
I
(14-18) Código trabajo onñao (AESC; }IOS)
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(20) (21)n Ti.empo ue l,leva. protección auditiva
Siempre o frecuentE. mente.
O
1 Alguna;;
veces o nunca.
C. Exposición al ruido previo Tiempo en cada cnteRoría.
(22) a.
Trnbnj \' previo ~r~~~j o anterior TOllas los. traba;i O" "n1>er10rOs n~K,:ccion o.udi-
I
(23) 1(24) 1(25) 1(26) bcd
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Xlínero Servicio 1(10)
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Illoras I Días
(J4)2 Duración de Nin.l Horas
O
(21) 2 PJ:otecciones' Imdi~~xa~smlÍs frecllcn 1 "0'('11-
Clase: Insertadas X O Tipo EllÍstico. :3 O I No elástica. 4 O Ajustado 5 O
Cubiertas r Ti la Orej era. (, Casco T Otros ti
O
O O
O
D. Historial médico y estndo Dolor Ahricular 1 Desecación 2 Deterioro autidivo (necesario) J Cirugío. (o'ido o mo.stoides) 4 Dnño de cabeza con inconsciencin, 3 Zumbido a.e oidos anterior o. la 1 g. exposicwn (, Zumbido do oirlos a. cantinuación de lo. exp. allll;,l) T Pérdidas auditivas en parientes próximos i:\
O
O
O O O O O O Nalformnción
O O O O O O O O O
Infeeción J:espiratoria. sUt'erio:L' o Obstruceión tubal
O
O
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(28) Armo. de fuego
Entrenaniento básico 1 Combate-armas ligems 2 Combate-armas l'eSlibs:3 Co.7.ad01· 4 Tiro al blanco 5
O
O O O O
E. EXPOSICION AL RUIDO HAS RECIENTE (33) Tiempo desde ~Iin.
I
B. cmso DE EXPOSrUrON Al, RUIDO'
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I
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(34)2 Uso protección auditiva.
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F. PERDID"\S ,6,'C'DITIVAS
(íl) 6000 I o.
PREPARADO POR EL CENTRO DE INVESTlGIICION DEL SUBCOMITE DE RUIDO EN LA INDUSTRIA
VI """"" """""
FIG. 6.3.
I
111 NO. BONNIE BRAE.
LDS ANGELES. 26. CALlF.
Formato recordatorio de seguimiento audiométrico típico.
J.
IHj;I\I\'oI
pítulo 7). Para detectar pérdidas prematuras de oído debido al ruido, es inestimable la ayuda de la audiometría exacta de la conducción de aire. Es aconsejable hacer audiogramas de conducción de aire antes de la contratación porque puede servir para evaluar los cambios en la audición que puedan desarrollarse posteriormente. Este audiograma inicial se conoce como un audiograma de preemplazamiento, puesto que se toma después de que el hombre es contratado, pero antes de que esté en el puesto de trabajo en la planta industrial. (Para prueba de precontratación son útiles los ensayos cede cribado», que más tarde se describirán.) Es importante que el audiograma de preemplazamiento sea tomado de una forma normalizada y con el equipo ajustado al normal umbral standard, y capaz de mantener estable la ejecución durante largos períodos. Si no, los datos no pueden ser certeramente comparados como una sucesión de audiogramas, ni comparados con audiogramas tomados de otras fuentes. Junto con un audiograma de preemplazamiento se debería recoger información sobre el historial médico del empleado relativo a la capacidad auditiva, los ruidos a los que ha estado 'expuesto previamente, el uso previo de protectores auditivos y una serie de datos similares. En la figura 6.3 se muestra una forma simple de audiometrías sucesivas. En las plantas industriales, donde deben ser analizados miles de audiogramas, es a menudo conveniente utilizar el audiograma codificado y cu'alquier información sobre tarjetas I.B.M. En el apéndice 6.1 se da una sugestiva lista de información deseable y un sistema de codificación para usar con una tarjeta I.B.M. Tales cartulinas son particularmente empleadas 'en audiometría industrial, donde hay que tabular los resultados de miles de cartulinas. Cuando el médico :de empresa o el ingeniero de seguridad tienen información de que los niveles de ruido en un lugar de trabajo están alcanzando límites posiblemente dañinos para la audición, se deberían realizar audiogramas de preemplazamiento al cabo de un mes, y de nuevo, cinco meses más tarde, y repetirlos con otros audiogramas tomados bajo condiciones idénticas. Los audiogramas sucesivos son especialmente útiles si se toman durante el período de empleo temporal. Si un traslado es correcto, debe ser entonces posible transferir al hombre a otro trabajo dentro de la planta sin que haya llegado a dañarse. Ocasionalmente un oído puede exhibir una pérdida auditiva, norméllmente en las frecuencias más altas, después de uno o seis meses de exposición a un ruido intenso. Si no se desarrolla pérdida auditiva después de seis meses, será suficiente después de eso comprobar la audición una vez al año. Equipo
Las especificaciones mínimas para las audimetrías de tonos puros COll objeto de un diagnóstico general recomendadas por la Asociación Americana de Normalización! están contenidas en el apéndice 6.2. Las especificaciones de los instrumentos están todas ajustadas al standard del umbral normal uniforme. Los componentes esenciales de un audiómetro tipo incluyen un oscilador elec-
152
trónico de onda senoidal, un atenuador calibrado en intervalos de 5 db, un interruptor tonal y un audífono con un acolchado y una banda de cabeza. El oscilador debe producir un «tono puro» en los intervalos de octava en el rango de 125 a 8000 cps. Algunos audímetros emplean un dial de variación de frecuencia continua muy útil para diagnosis; otros emplean intervalos fijos de frecuencia y normalmente incorporan puntos intermedios por encima de 1000 cps. La salida del oscilador se ajusta en fábrica de tal forma que, en cualquier frecuencia, cuando el dial del atenuador lee «o db», la salida acústica del audífono corresponde a las especificaciones ASA para el umbral normal de audición. El atenuador se construye de forma que, mientras que su dial cambia desde una «pérdida de O db» hasta una «pérdida de 10 db», el voltaje entregado al audífono se incrementa en 10 db. El rango de voltaje se extendería desde 10 db por debajo de la «pérdida de O db» a 75 o 95 db por encima, dependiendo de la frecuencia. El interruptor tonal debe permitir al operador del audímetro iniciar, o terminar, el tono a voluntad, sin que se oiga ningún ruido. El mayor y último componente es el audífono. Es importante verificar que cada audímetro esté normalmente emparejado en fábrica con un audífono particular, o quizá con un par de audífonos. Todos los audímetros deben ir acompañados con una nota que manifieste el número de serie del audífono o audífonos suministrados como equipo original. Si se usa un audífono diferente, la salida acústica puede no conseguir las especificaciones. El audífono es la parte del audímetro que se puede dañar con más facilidad, y no se debe tratar mal ni dejar caer. Viene colocado en un almohadillado especial, el cual encierra un cierto volumen de aire entre él y el tímpano. La variación acústica producida por este volumen se tiene en cuenta en la calibración original; no se debe cambiar la almohadilla por una de un tipo diferénte, sin información específica sobre el efecto producido. Diferentes almohadillas sobre el mismo audífono pueden cambiar la salida acústica de 6 a 8 db, o más. Generalmente se suministra una banda de cabeza con un muelle suficientemente fuerte como para retener los audífonos firmemente sobre la cabeza. Se ha encontrado que el antiguo sistema de tener al sujeto reteniendo el audífono en su oído, permite la transmisión del temblor muscular a éste, enmascarando parcialmente las frecuencias más bajas y sometiendo al oído en prueba a sonidos perturbantes. Uno de los dos audífonos debe poder ser eliminado, estando la banda de cabeza desconectada para probar el otro oído. Calibración
Se entiende por calibración el ajuste necesario para asegurar que los diales de pérdida auditiva y de frecuencia se ajustan a las especificaciones ASA (véase apéndice 6.2). Las frecuencias producidas deben estar dentro del ± 5 por 100 de la indicada en la frecuencia del dial. El establecimiento del « O» de pérdida auditiva del dial debe producir una salida acústica del acoplador tipo 9A dentro de ± 4 db del nivel de la presión del sonido de las especificaciones. 153
Además, en cada frecuencia, la diferencia en decibelios entre dos colocaciones cualesquiera del dial de pérdida auditiva debe estar de acuerdo con la diferencia en salida acústica dentro de ± 1,5 db. El audímetro es calibrado en fábrica y colocado según la rígida normativa de precisión. Sin embargo, es corriente que después de un tiempo, o con malos tratos, la salida acústica en el establecimiento «O db» del dial de pérdida auditiva cambie en una o más frecuencias. Para prevenir esta posibilidad (y para corregir posibles frecuencias desviadas, atenuadores ruidosos, cuerdas de audífonos gastadas, etc.), los audímetros se deben enviar a la fábrica para su examen y recalibración aproximadamente una vez al año. Mientras tanto, sin embargo, es posible revisar, superficialmente, la calibración de la salida acústica del audímetro sin el gasto implicado en reunir un acoplador (tipo 9A) de «oído artificial» y el equipo asociado que es necesario en las factorías audiométricas y en grandes laboratorios. Se deben revisar dos factores, el voltaje para el audífono y la eficiencia acústica del audífono. Es fácil medir el voltaje en algún nivel, por ejemplo, 60 db, sobre la pérdida auditiva O db. Se registra este voltaje en cada frecuencia audiométrica cuando se sabe que el audímetro está calibrado. Una revisión ocasional asegura que el sistema es correcto desde el punto de vista del audífono. La eficiencia del audífono puede ser revisada subjetiva u objetivamente. Los oídos artificiales son útiles en la actualidad, consistiendo básicamente en una fijación para un audífono, una pequeña cavidad de aire y un micrófono conectado a un voltímetro *. Tal equipo se puede usar para detectar cambios en el nivel de salida acústica del audímetro. Se pueden usar oídos de audición normal como medios para determinar cambios en la salida acústica de un audímetro. Cuando se sabe que el instrumento está correcto, se toman varios audiogramas en condiciones en las que el nivel de ruido sea bajo. Cada pocas semanas, o más frecuentemente si se sospecha que ha habido algún cambio, se toma otra serie de audiogramas igual que antes. Las fechas de calibración de fábrica del conjunto de datos objetivos, y/o subjetivos, deberían quardarse cuidadosamente. En muchos casos, tal información es valiosa como evidencia ante tribunales. Pruebas de medio ambiente
Un factor común que contribuye a la inexactitud de un audímetro es la aparente reducción de sensibilidad como resultado del enmascaramiento que ocurre cuando la prueba se hace en una habitación ruidosa. Se debe elegir la situación más tranquila posible y hacer una revisión para determinar si es aceptable. Si, durante cualquier día normal de trabajo, el audiograma para un oído de audición normal no se desvía del tomado durante la quietud de la noche, es claro que el espacio de trabajo audiométrico es suficientemente * Incluimos fabricantes como Laboratorios Ballantine, Boonton, N. J.; Brush Electronics Co., 3405 Perkins Ave., Cleveland 14, ühio, y Laboratorios Allison, Puente, California.
154
BANDAS DE PASO DE OCTAVA EN CICLOS POR SEG. a o o g g g g
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FIG. 6.4. Mínimos aceptables de niveles de ruido de banda de octava para habitaciones audiométricas. Las curvas muestran los niveles de presión de sonido en bandas de octava, que encubrirán los tonos de prueba del audímetro en una cierta posición del dial de pérdida auditiva. Un escucha con audición normal puede justamente oír los tonos de prueba cuando el dial del audímetro está en una pérdida auditiva cero, si el ruido de la habitación no excede los niveles de contorno de «o db de pérdida auditiva». Las pruebas de investigación en 10, 20 o 30 db pueden realizarse en habitaciones, si los niveles de ruido no exceden los contornos, correspondientemente designados. (Según Webster y Cox, revisados de Refs. 4 y 5.)
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
tranquilo. Si se dispone de un sonómetro con un analizador en bandas de octava, se pueden obtener datos para determinar la desviación del umbral, causados por el ruido de. la habitación de pruebas, usando la figura 6.4. Estas figuras contienen correcciones por el hecho de que la almohadilla del audífono, suministrada en la actualidad con la mayoría de los audímetros, intercepta una cierta cantidad de ruido ambiente. Tales niveles permitirán realizar la mayoría de las pruebas de diagnóstico. Existen, sin embargo, numerosos individuos que son 10 db, o más, mejor que el cero audiométrico; para hacer este tipo de pruebas en su umbral sería necesario que los niveles arriba listados fueran reducidos de 10 a 15 db. Muchas plantas industriales tienen una habitación aprovechable en alguna parte de sus departamentos administrativo o médico que pueden ser modificadas para este propósito. En algunos casos, sólo requerirán la aplicación de materiales acústicos aislantes. Una buena solución es encontrar el espacio útil más tranquilo y construir una cabina, insonorizada de acuerdo con los capítulos 19 y 20. Si se encuentra que esa instalación no es satisfactoria, entonces debe cambiarse la situación o consultar a un ingeniero de sonido con relación a la construcción de una doble habitación especial tratada acústicamente. Para las audiometrías industriales, la cabina sólo necesita acomodar al sujeto. La comunicación es fácil con simples señales visuales a través de una pequeña ventana. Ocasionalmente, un sujeto que padezca claustrofobia pondrá reparos en una habitación muy pequeña, pero el número de éstos es reducido. En un examen de 3000 individuos probados en cabinas de 0,9 por 1,2 m de medidas interiores, ninguno puso reparos a la pequeña dimensión, y no encontraron dificultad en que el operador estuviera fuera de la cabina.
155
Procedimiento de prueba6-9
Instrucciones al.sujeto. El sujeto se sienta de manera que no pueda ver las manipulaciones del operador sobre los diales, los cuales deben manejarse de tal forma que el sujeto no reciba señales por el auricular. Se recomienda que esté de espaldas al operador. Hay que decirle que oirá sonidos débiles y fuertes, y tonos altos y bajos, y que primero se probará un oído y después el otro. Un procedimiento de prueba es como sigue: instruir al sujeto para que levante su dedo cada vez que oiga un sonido en el audífono, y que lo mantenga levantado mientras lo esté oyendo, por muy débil que sea. Hay que decirle que baje su dedo sólo cuando no pueda apreciar el sonido. Entonces colocar los audífonos sobre sus oídos, asegurándose de que cada audífono está centrado sobre la oreja y de que las almohadillas se ajustan cómodamente. En ese momento se cierran las puertas de la cabina y se presentan uno o dos tonos de diferentes frecuencias y en niveles de sonido que sean fáciles de oír, hasta que se está seguro de que el sujeto comprende lo que se espera de él. Pruebas para umbrales. Empezando con 1000 cps, se obtiene umbral para el mejor oído, por empezar con un nivel bastante por encima del umbral (40 db es un buen nivel para un oído que se presume que no es muy diferente del normal). Reducir a niveles subsiguientes en intervalos de 10 db, con una o dos interrupciones en cada nivel, hasta que el sujeto falle al responder. En este punto, volver al último nivel claramente oído y disminuir en intervalos de 5 db, haciendo, por lo menos, cuatro interrupciones en cada nivel; continuar de esta forma hasta que el sujeto falle las respuestas. Entonces se elevan los niveles en intervalos de 5 db, hasta que se obtengan de nuevo respuestas correctas. Entonces reducir los niveles de nuevo hasta que esté claro el nivel de intensidad mínimo que le hace fallar un 50 por 100, o más, de respuestas. Lo que marque el dial se coloca en la cartulina del audiograma como umbral. (Aunque sicofísicamente los umbrales están basados generalmente en el 50 por 100 respondido, los saltos del intervalo del audímetro hacen imposible insistir sobre un 50 por 100 como criterio de respuesta para el umbral en todos los casos. Es necesario aceptar una respuesta cercana al 50 por 100 como «umbra1».) A continuación, proseguir a 2000, 3000, 4000 Y 6000 cps en ese orden. Las siguientes pruebas en 1000 cps para comprobación, continuando hasta 500 cps (y también a 250 cps si lo exigen los requerimientos legales). Se usará el mismo procedimiento en el oído opuesto. Precaución: Cuando se use la señal de interrupción, no se debe seguir un ritmo. Muchos sujetos responderán a tal ritmo con anticipación en el siguiente movimiento. Si se encuentra una frecuencia en la que el umbral es incierto, se debe volver a ella de nuevo antes de dar por terminada la prueba. Recordar que en muchos casos será la primera vez que el sujeto experimentará una prueba auditiva; dar instrucciones muy explícitas y repetirlas tantas veces como desee. Finalmente, recordar que escuchar un tono débil es cansado; no prolongar la prueba innecesariamente. Si las respuestas empiezan a ser incon156
sistentes y fuera de lo razonablemente esperado, es mejor algunas veces terminar la prueba y repetirla más tarde.
Registro de datos. La conservación de archivos legibles y fácilmente accesibles es extremadamente importante. Las pequeñas cartulinas distribuidas por los fabricantes de audímetros son muy convenientes cuando se prevé que s6lo se realizarán unos pocos audiogramas. Cuando se prevé que se realizarán muchos audiogramas sobre un mismo oído, es una pérdida de tiempo y a la vez puede inducir a error el utilizar varias cartulinas. En estos casos, es conveniente la cartulina de la figura 6.3. Una ojeada a una simple hoja de papel abarcará el estado de un oído durante un período de meses o de años. En el apéndice 6.1 se da una ampliación de este concepto. Entrenamiento técnico. Un audiólogo en un centro de diagnosis auditivo debería haber recibido instrucción y supervisión práctica durante meses. Pero los programas audiométricos típicos de la industria no son, ni deberían ser, un centro de diagnóstico auditivo. El entrenamiento que un audiometrista razonablemente inteligente y especialmente entregado a su trabajo debe tener para manejar una cabina de audiometría industrial, puede ser minimizado. Con instrucciones apropiadas, en seis u ocho horas pueden ser entrenados buenos audiometristas para este propósito. Las instrucciones incluirían unas dos horas de lectura sobre la anatomía y fisiología del oído, los fundamentos de la física acústica, el audiómetro y la importancia del programa de conservación auditiva y de su labor en él. El resto, cuatro o seis horas, podrían emplearse en la colección de audiogramas, sin y con enmascaramiento, sin otras complicaciones, y bajo la atenta supervisión personal de audiólogos experimentados. Con tal programa, han sido entrenados muchos individuos, dando exactitudes de ± 5 db en pruebas repetitivas en audiogramas simples. Individuos muy motivados con un mínimo de entrenamiento realizarán mejores audiometrías que los pobremente motivados, aunque sean audiólogos experimentados. Variaciones de audiometrías de conducción de aire
Pruebas de grupo. Obteniendo las respuestas escritas de un grupo de sujetos, se consigue un ahorro de tiempo en un sistema en el que se acopla un grupo de audífonos generales a un simple audiómetro. En una cierta frecuencia y nivel de presión de sonido (seleccionado igual que en la audiometría individual), los sujetos reciben 1, 2, 3 cortos impulsos de tono y son solicitados para escribir o tachar el número de los que han oído. Entonces el nivel de presión de sonido se reduce y se presenta otro grupo de impulsos. Este sistema es sólo una muy ligera variación del estímulo-respuesta realizado en la audiometría individual. Un sistema de audiometría de grupo para un audiograma completo de siete frecuencias lleva un tiempo de 15 a 20 min para el máximo número recomendado de sujetos, 25. Se ha demostrado que solamente con el debido cuidado es imperceptible la diferencia entre este tipo de pruebas y una buena audiometría individual sobre los mismos sujetos. Modelos de impresos de res157
puesta y otro material sobre estas pruebas han sido resumidas en la referencia 10, junto con notas sobre cómo debe montarse el equipo.
Cribado por barrido de frecuencias. Puede no desearse obtener un audiograma completo para cada oído, sino solamente asegurar que todos los oídos reúnan ciertos requerimientos mínimos. Por una técnica de cribado, los oídos que no reúnen los requerimientos mínimos pueden ser identificados en 1 1/ 2 o 2 min de tiempo de prueba. Están publicadas las especificaciones mínimas para los audiómetros de cribado. u Una muestra precisa de agudeza umbral en cada frecuencia no se consigue por un cribado, pero sí se consigue rápidamente gran cantidad de valiosa información, y las audiometrías de cribado por barrido de frecuencias pueden tener un papel definitivo en aplicaciones industriales. Si un oído puede oír 500, 1000 Y 2000 cps en 20 db sobre el dial del audiómetro, tendrá pequeña o ninguna dificultad en una conversación. Por consiguiente, un cribado en estos niveles es una prueba de preempleo para probar la capacidad de alcanzar niveles mínimos en una conversación ordinaria. Esta prueba puede usarse para inspeccionar rápidamente al personal de una planta industrial completa, para detectar aquellos con pérdida auditiva, con el propósito de orientar los estudios y emplazamientos. Con el cribado por barrido de frecuencias, las variaciones usando pruebas de grupo son ventajosas por reducirse el tiempo de prueba por hombre a cantidades despreciables. 12 Audiometría de palabra. Las palabras que se originan desde la salida de un micrófono o un fonógrafo, amplificadas y conducidas a un audífono, se pueden usar como estímulo para la llamada «audiometría de palabra». La Asociación de Normalización Americana ha promulgado las características míni-
6.5. Diagrama esquemático del equipo para una audiometría hablada. La entrada puede ser directa, alimentada a través de un micrófono o de la aguja de un fonógrafo, y la salida, por un audífono o un altavoz. (Hirsh. 8) FIG.
mas aceptables para tales sistemas 13 (véase Fig. 6.5). Cuando se usa un micrófono, el locutor vigila un medidor de volumen indicativo mientras habla, en un esfuerzo para mantener la intensidad constante. Esto en cuanto a la audiometría «dirigida a viva voz». Cuando se usa un fonógrafo, el sistema se refiere a la audiometría de «voz grabada». En muchas situaciones industriales no se puede usar la voz grabada, espe158
cialmente con sujetos que tienen dificultades con el idioma inglés o, incluso, con los dialectos regionales usados en la mayoría de las pruebas grabadas normalizadas, o con niños, o con aquellas de personalidad compleja y torpe incapaces de seguir la velocidad de la prueba. La agudeza de un oído para los sonidos hablados se valoraría incorrectamente a causa de tales irrelevancias. Estas razones son, entre otras, las que cuentan para el uso hoy en día de la audiometría de tonos puros en la industria, con preferencia sobre la audiometría hablada.
Audiometría de diagnóstico. La audiometría de conducción de aire se usa para determinar qué estímulos puede o no puede oír el oído, siendo así de gran valor práctico para la industria y para los individuos cuya audición se está considerando; pero a través de la audiometría de tonos puros se obtienen otros valores para aplicaciones médicas. Usando ciertas pruebas especiales, ventajosas actualmente con el equipo comercial, se puede aproximar mucho mejor hacia la diagnosis y, por consiguiente, al tratamiento. El otorrino encuentra que ahora es posible determinar si la terapia está ayudando significativamente al paciente. Si no, puede intentar otros medios. Así, la audiometría puede ser una ayuda en el tratamiento. El audiograma de conducción de aire solo tiene una gran significación clínica. Gran número de desórdenes tienen un modelo de audiograma bastante característico. Otro método de diagnóstico es el que se conoce como audiometría de conducción ósea. Es posible generar ondas senoidales en un vibrador de conducción ósea y crear la sensación de un tono puro cuando el vibrador se aplica con alguna presión al hueso mastoideo. El camino o los caminos de las ondas vibrantes a través de la cabeza entre el punto de aplicación de la varilla y la cóclea, envuelve los laberintos. Parte de la energía del sonido transmitido por conducción a través del hueso cortocircuita el camino del oído medio y crea un movimiento de ondas dentro de los líquidos de la cóclea. Esta senda directamente a través del cráneo proporciona un método de evaluación del umbral, que tiene un magnífico valor para el diagnóstico; en el caso de que el tímpano o los huesecillos estén también seriamente afectados, puede claramente descubrirse que la cóclea y el sistema nervioso auditivo son capaces de un funcionamiento normal. Si los datos de la conducción ósea son normales, pero los de la conducción por aire no 10 son, se puede decir con confianza que la localización del desorden se encuentra en la periferia de la cóclea. Si ambos son defectuosos, y de similar configuración, es acertado indicar un desorden de cóclea o nervioso. Asimismo son aconsejables otras técnicas y pruebas con audiometrías de diagnóstico. En algunos pacientes, por ejemplo, un oído puede ser normal o casi normal, y el otro puede tener fuerte sordera. Es necesario anular el oído normal a fin de calibrar el defecto en el otro oído. La mayoría de las audiometrías de diagnóstico están provistas en la actualidad de dos canales electrónicos independientes desde el circuito oscilador y dos audífonos, para que el paciente pueda igualar el nivel de ruido de un tono en un oído con el nivel de ruido del mismo tono (independientemente controlado en presión de sonido) en el otro oído. Un anormalmente rápido creci159
miento del nivel en un oído, como incremento de la preSlOn de sonido, se conoce como recruitment y su presencia es de considerable importancia en la diagnosis. Hay formas de utilizar el enlace del vibrador de conducción ósea en el audiómetro de tal manera que se derive la misma información clínica que la que algunos otorrinos obtienen por los exámenes con sintonizador. Tales signos, como la localización referida de sonido, umbrales de conducción de aire y conducción ósea para la misma amplitud del vibrador de conducción ósea, pruebas para fingimientos de enfermedad, fijación de estribos, distorsión, zumbido de oídos, etc., pueden todos obtenerse con la audiometría de diagnóstico en manos competentes. El uso de estas técnicas no es requerido en el programa industrial usual. La utilidad en la industria de la audiometría de diagnóstico es para aquellos escasos individuos para los que se debe decidir que algunas condiciones industriales, normalmente el ruido, han causado el defecto detectado por la audiometría de conducción por aire, o que alguna condición desconectada con el ambiente de trabajo le ha conducido al fondo del desorden. La industria debería de contar con los servicios de un competente otorrino a su disposición para estas decisiones. El sería capaz de realizar, o tener un ayudante audiólogo experimentado (instruido lejos de los audiólogos industriales usuales), e interpretaría tanto las pruebas aquÍ mencionadas para conducciones óseas como las audiometrÍas por aire con enmascaramiento, y pruebas para fingimiento de enfermedad, recruitment, recepción de palabras y localización referida de -30
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FIG. 6.6. Audiograma obtenido con un audímetro tipo Békésy, modelo E524, mostrando una pérdida de 15 db en 4000 cps. (Cortesía de Grason-Stadler Ca.)
sonido, todo con equipo y procedimientos que reúnan las especificaciones mínimas de la Asociación de Normalización Americana. En muchos casos, incluso con esta audiometría de diagnóstico completa, es imposible imponer con alto grado de confianza la contribución relativa del ambiente de trabajo a una particular pérdida auditiva. En muchos casos, la diagnosis no dependerá de una sola prueba, sino del juicio del otorrino, al tener en cuenta datos como la edad del sujeto, la naturaleza progresiva del defecto, su configuración con respecto al espectro que el ruido industrial envuelve, y quizá otros factores. 160
Audiometría automática
Los variados métodos audiométricos anteriormente descritos dependen de la operación manual de un audiómetro por un técnico. Una de las principales fuentes de error en la determinación del umbral consiste en la influencia de técnicos pobremente motivados o pobremente entrenados. Mucha variabilidad en los valores umbral medidos se debe sólo a este factor. El uso de los audi6metros descritos en esta sección evita esta dificultad, presentando al sujeto la prueba completa automáticamente. El técnico meramente instruye al sujeto y pone en funcionamiento el equipo y lo para. El coste inicial de los audi6metros automáticos es más alto que los manuales, pero se compensa con el
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6.7. Diagrama de bloques del audímetro automático, modelo ARJ-3. Cuando se pulsa el control de puesta en marcha, el motor de conducción de la tarjeta se pone en funcionamiento y el relé de supresión del control permite al interruptor manual del sujeto operar el motor del atenuador. Conforme el motor del atenuador gira, va cambiando la fuerza de la señal a los audífonos y opera la pluma grabadora a través del tornillo guía. La cartulina móvil opera el interruptor del programa, el cual, a su vez, controla el interruptor selector de frecuencias. El interruptor selector cambia la frecuencia, selecciona el audífono e introduce la compensación adecuada en el circuito del audífono. Cuando se activa el control de parada, el motor de conducción de la tarjeta se para, y el relé de supresión de control abandona el control desde el interruptor manual y obliga al motor del atenuador a reducir la señal del audífono a cero. (McMurray y Rudmose.t S) FIG.
161 11
más bajo coste de personal, puesto que los audiómetros automáticos no requieren operadores con alto grado de preparación. Se ha encontrado que, en general, los sujetos no tienen más dificultad en responder a los audiómetros automáticos que a aquellos que son operados manualmente. Además, sobre la base de considerable investigación y estudios individuales, las medidas hechas con audiómetros automáticos se han mostrado tan seguras como las hechas con instrumentos operados manualmente. El primer audiómetro automático ampliamente usado fue el tipo (cBé· késy», el cual, en principio, opera como sigue: un oscilador, cuya frecuencia se puede variar uniformemente, se pone en funcionamiento en las frecuencias más bajas para ser probado, y, lentamente, realiza un barrido sobre todo el rango de frecuencias, alcanzando la frecuencia más alta al final de la prueba. El atenuador que ajusta el nivel del tono presentado al sujeto se controla automáticamente por un interruptor manual de forma que el nivel decrece cuando el botón del interruptor manual está oprimido, y el nivel crece cuando el botón se suelta. Así, el nivel del tono es ajustado por el sujeto a los valores que se ajustan a su umbral, con lo cual se determina el umbral absoluto. La posición horizontal de la pluma de una cartulina de audiograma, tal como se muestra en la figura 6.6, está sincronizada con la frecuencia del oscilador y la posición vertical se controla con el interruptor manual que tiene el sujeto. Así, se puede obtener un audiograma como se muestra en la figura 6.6. Otro tipo de audiómetro automático, mostrado esquemáticamente en la figura 6.7, ha sido desarrollado con operaciones similares al tipo Békésy, excepto que en éste el umbral (conducción por aire) es probado en frecuencias específicas: 500, 1000, 2000, 4000 y 6000 CpS.15 El sujeto opera un atenuador que está sincronizado con la pluma y el oscilador, de tal forma que se registran los valores de umbral sobre una carta de audiograma, que se mueve de derecha a izquierda, consiguiendo un audiograma tal como se muestra en la figura 6.S. Una prueba completa se puede realizar en 6 o 7 mino El operador
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FIG. 6.8. Audiograma obtenido con un audímetro automático. (Cortesía de Rudmose Associates.)
sólo necesita instruir al sujeto y poner en marcha el lina. La experiencia muestra que dos o tres de estos operados simultáneamente por un asistente debido máticas. Un audiómetro automático hace que sea posible 162
movimiento de la cartuinstrumentos pueden ser a las operaciones autoprobar desde uno hasta
cincuenta sujetos simultáneamente para pruebas de cribado conjuntas. 16 Este instrumento presenta un número específico de pulsaciones en cada una de las cinco frecuencias en un nivel de presión de sonido fijado, variable entre O y 50 db. El instrumento se energiza presionando un botón de interrupción manual y la prueba procede hasta su terminación automáticamente. Cada sujeto graba sus respuestas sobre un modelo preparado. El asistente sienta a los sujetos, los instruye, e inicia la prueba presionando el pulsador de puesta en marcha. La prueba se termina aproximadamente en 2 mino
ESCALAS DE CLASIFICACION
Aunque la evaluación de los audiogramas de conducción por aire, en términos clínicos, es un problema para la profesión médica, los esquemas de clasificación interpretativos se pueden presentar para el uso en la industria realizando un sistema de clasificación de trabajo para empleados con pérdida auditiva. Tales métodos de clasificación son importantes desde el punto de vista de la determinación del porcentaje de pérdidas auditivas compensables. En la actualidad, no hay un procedimiento uniforme en los Estados Unidos para evaluar esta pérdida, aunque se han propuesto muchos sistemas para evaluar la pérdida auditivap-20 Véase el capítulo 7, para una discusión de pérdida media de palabra. Wisconsin
Para una discusión sobre pérdida auditiva compensable en el estado de Wisconsin, véase el capítulo siguiente. A.M.A. Método de cálculo La Asociación Médica Americana ha propuesto un método tentativo para convertir los datos audiométricos de tonos puros en una simple marca de porcentaje de pérdida auditiva. 21 Las pérdidas audiométricas en las frecuencias 500, 1000, 2000 Y 4000 cps se multiplican por 0,15, 0,30, 0,40 Y 0,15, respectivamente. El total se considera que es la «pérdida valorada en decibelios de palabra». El total se convierte entonces en una pérdida porcentual como resultado de un gráfico de conversión sigmoideo, que tiene en cuenta el hecho de que una pérdida de 10 db cercana a lo normal, o en lo normal, es de menos significación que una pérdida de 10 db desde, por ejemplo, 30 a 40 db. Se suministra una tabla para simplificar estos cálculos en la referencia 21. La referencia adelantada indica que el porcentaje de pérdida auditiva biaural puede ser calculado añadiendo a la pérdida del mejor oído siete veces la pérdida del peor oído, y dividiendo por ocho. Por ejemplo, considérese un audiograma en el cual la audición en el oído derecho es de 5, 5, 10, 20 Y 50 db en las frecuencias 250, 500, 1000, 2000 Y 4000 cps, respectivamente. Las pérdidas en el oído izquierdo a estas fre-
163
cuencias son 20, 25, 25, 65 Y 80 db, respectivamente. Consultando la tabla de la referencia 21, la pérdida en el oído derecho, de acuerdo con el sistema A.M.A., es 11 por 100, mientras que en el oído izquierdo es del 50 por 100. La pérdida combinada para ambos oídos sería calculada como [11 + (7 x 50)]/8 =45 por 100. Estado de Nueva York
Las leyes del estado no siguen generalmente el sistema A.M.A. En el estado de Nueva York, la pérdida auditiva monoaural se calcula como el promedio de pérdidas en 250, 500, 1000, 2000 Y 4000 cps, multiplicado por 0,8. Así, en el ejemplo anterior, para el oído izquierdo la pérdida sería calculada como 90/5 x 0,8 = 14,4 por 100; el oído izquierdo tendría una pérdida calculada como 215/5 x 0,8 = 34,4 por 100.
REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6.
Anon.: Standard Z24.5-1951, American Standards Association, New York, 1951. Steinberg, J. c., y M. B. Gardner: l. Acoust. Soco Amer., 11: 270 (1940). Corliss, E. L. R.: Natl. Bur. Standards (U. S.) Circo 534, 2 de marzo de 1953. Webster, J. C.: l. Acoust. SOCo Amer., 26: 782 (1954). Cox, J. R., Jr.: Noise Control, 1: 25 (1955). Fowler, E. P.: Tests for Hearing, cap. 11, en «Medicine of the Ear», 2.& ed. (E. P. Fowler, Jr., ed.), Thomas Nelson & Sons, New York, 1947. 7. Bunch, C. C.: «Clinical Audiometry», The C. C. Mosby Company, St. Louis, 1943. 8. Hirsh, 1. J.: «The Measurement of Hearing», McGraw-Hill Book Company, Inc., New York, 1952. 9. Watson, L. A., y T. Tolan: «Hearing Tests and Hearing Instruments», The Williams & Wilkins Company, Ba1timore, 1949. 10. Harris, J. D.: l. Acoust. Soco Amer., 17: 73 (1945). Este trabajo comenzó con base en «Trial Tests of Pulsing Tone Audiometer», memorándum de investigación no publicado, Case 20871-2, Bell Telephone Laboratories, 1937. 11. Anon.: Standard Z24.12-1951, American Standards Association, New York, 1951. 12. Glorig, A., y R. R. Wilke: ¡. Acoust. SOCo Amer., 24: 450 (1952). 13. Anon.: Standard Z24.13-1953, American Standards Association, New York, 1953. 14. v. Békésy, G.: Acta Oto-Laryngol., 35:411 (1947). 15. McMurray, R. F., Y W. Rudmose: Noise Control, 2: 33 (enero, 1956). 16. Glorig, A.: Proc. Intern. Course in Paedo-audiology, Groningen University, Netherlands, 1953. 17. Fletcher, H.: l. Acoust. SOCo Amer., 22: 1 (1950). 18. Fowler, E. P.: ¡. Acoust. SOCo Amer., 13: 373 (1942). 19. Fletcher, H.: «Speech and Hearing in Communication», D. Van Nostrand Coropany, Inc., Princeton, N. J., 1953. 20. Davis, H.: Laryngoscope, 58: 761 (1948). 21. Carter, H. A.: ¡. Am. Med. Assoc., 133: 396 (1947).
164
Apéndice 6.1
Cuadro de datos de conservación auditiva y código I.B.M.
*
INSTRUCCIONES PARA RELLENAR LA TARJETA DE DATOS DE CONSERVACION AUDITIVA El cuadro de datos de conservación auditiva se divide en seis categorías fundamentales: A. B. e D. E. F.
Identificación del individuo. Exposición al ruido común. Exposición al ruido previo. Historial médico y situación. Exposición al ruido más reciente. Pérdidas auditivas.
DATOS ADICIONALES. Tales datos adicionales son deseables para encontrar las necesidades locales, conservando los objetivos en hojas suplementarias anexas a la presente tarjeta de datos. El modelo representa los datos mínimos que se requieren para un estudio de investigación propuesto para toda la nación. Los convenios y códigos recomendados se deben seguir para hacer los datos más útiles para tales estudios y más fáciles de copiar o microfilmar eficientemente y sin confusión. La uniformidad en la forma y codificación de datos para estudios estadísticos es muy importante. NUMERO DE TAR]ETA. Sobre la primera tarjeta que se usa para cada individuo se sitúa el número 1 en el cuadro situado en el borde superior de la tarjeta (1os números entre paréntesis son para uso de un perforador). Como las tarjetas adicionales se usan para la misma persona, se coloca el número de la tarjeta en el cuadro en el borde superior de cada nueva tarjeta. Por ejemplo, si es el segundo audiograma de la persona, y se sitúa en una segunda tarjeta, se coloca el número 2 en este cuadro.
A.
IDENTIFICACION Nombre.
Se registra el nombre del sujeto, el apellido primero.
Estado militar. Comprobar la caja apropiada para indicar si el sujeto es un empleado civil o militar. Número de la Seguridad Social; número de servzczo. Se registra el número de la Seguridad Social, o su número de servicio, o ambos, en el espacio apropiado. Si el sujeto es un empleado militar, asegurarse de que quede registrado el número de servicio, y si es un empleado civil, asegurarse de que quede registrado el número de la Seguridad Social. Sexo.
Indicar el sexo de la persona, comprobando el cuadrado apropiado.
* El material contenido en este apéndice ha sido preparado por el Centro de Investigación del Subcomité de Ruido en la Industria, A.A.O.O., Aram Glorig, director; fue revisado en consulta con las Fuerzas Armadas, N.R.e, Comité de la Audición y Bioacústica.
165
B.
EXPOSICION NORMAL AL RUIDO
Departamento o localización. Registrar el número del departamento o el código de la localización o área donde el sujeto trabaja generalmente. Por ejemplo, departamento 103 o área 5 o sección 3 en el hangar 6, etc. Código de trabajo o ruido. Registrar la utilización AFSC, MOS, o código de trabajo o exposición al ruido (para ser desarrollado) que mejor describe el trabajo del sujeto. Cuando sea posible, el código de trabajo debería incluir información sobre el ruido y la exPosición del sujeto a él. Un ejemplo de este tipo de código se presenta en una sección siguiente de este apéndice. Tiempo en el trabajo. Determinar la duración de tiempo, en años, o meses si es menos de un año, que el sujeto ha estado trabajando en el entorno de trabajo codificado. Rodear el número en el cuadro que está inmediatamente a continuación de la columna de cabeza que contiene su duración de tiempo. Por ejemplo, si el sujeto ha estado trabajando en el entorno de trabajo codificado durante siete años, rodear el número 5. Tiempo de exposición. Registrar el número de horas que el empleado está sometido a su mayor exposición al ruido en un día normal. Si es menor de una hora, registrar el número de minutos. Si no puede determinarse el tiempo de exposición, a causa de una exposición complicada o irregular al ruido, situar una X en este recuadro. Lleva otra protección que no sea algodón durante la exposición a ruido fuerte. Preguntar al sujeto si lleva otra protección auditiva, que no sea algodón, en el trabajo. Si responde «sÍ», determinar con cuánta frecuencia la lleva cuando está expuesto a ruido fuerte (90 db o más), y rellenar el cuadro apropiado. Si contesta «nOD, colocar «nuncaD. Protecciones auditivas más frecuentemente usadas. Si el sujeto indica que lleva protecciones distintas al algodón, determinar el tipo de protección que usa más frecuentemente, interna o externa, y rellenar el cuadro apropiado.
C.
EXPOSICION PREVIA AL RUIDO
Tiempo en cada categoría. En la siguiente sección se presenta un código que contiene seis categorías para registrar exposiciones previas al ruido. Estas categorías se basan en el nivel de ruido fundamental de varias operaciones de trabajo, dividido en intervalos de 10 db. La categoría a representa a aquellos trabajos realizados fundamentalmente sobre niveles de ruido de 80 a 90 db, mientras que la categoría f representa trabajos que se realizan en niveles de ruido de 130 db o más, fundamentalmente. Registrar el número de años o meses, si es menor que un año, que el empleado ha trabajado en cada una de estas categorías en su trabajo anterior y en todos sus trabajos previos. Protección auditiva. Determinar con cuanta frecuencia el sujeto usó otra protección auditiva que no fuera algodón en todos los trabajos previos dentro de cada categoría. Si en todos los trabajos previos, dentro de una categoría dada, el sujeto «raramente» o «nunca» llevó protección auditiva, dejar en blanco el espacio para protección auditiva en esa columna. Si indica que «siempreD o «frecuentementeD llevó protección auditiva, rodear la letra debajo de la columna apropiada de acuerdo con el código usado en la columna 21 para las clases de protección auditiva de uso más frecuente. Por ejemplo,' si el sujeto trabajó por un total de tres años en la categoría e, y' frecuentemente llevó insertados tapones cuando estuvo expuesto al ruido en esa categoría, rodear la letra X en esa columna. Arma de fuego. Si el sujeto ha realizado su entrenamiento militar básico estando expuesto a arma de fuego, rellenar la caja 1. Si ha estado en combate y ha usado armas de calibre mayor que 50, colocar «armas pesadasD. Si el sujeto ha ido de caza
166
diez o más veces durante su vida (excluyendo carabinas de aire comprimido), colocar «cazaD, y si ha sido contratado en prácticas de tiro al blanco diez o más veces (excluyendo el entrenamiento básico), colocar «práctica de tiro al blanco». D.
HISTORIAL MEDICO Y ESTADO
Historial. Marcar las casillas apropiadas para indicar la presencia de los datos correspondientes a cada oído. Marcar «daño auditivo (mecánico)D si el sujeto ha recibido algún daño en el oído causado por un golpe con un objeto extraño. Marcar el primer cuadro detrás «pérdida auditiva en parientes cercanos» si un pariente (abuelos, padres, hermano, hermana, hijo o hija) tuvo una pérdida auditiva que empezó antes de la edad de los cuarenta. Si más de un pariente tuvo esa pérdida auditiva, revisar las casillas detrás de esta categoría. Marcar «obstrucción tuba!» si se observa que el tímpano no se mueve, o la presión no es percibida por el sujeto, realizando la maniobra Valsalva.
E.
EXPOSICION AL RUIDO MAS RECIENTE
Tiempo desde. Determinar la duración de tiempo que ha transcurrido desde el fin de la última exposición al ruido del sujeto. Rodear el número en la casilla que está directamente debajo de la columna de cabeza que contiene esta duración de tiempo. Por ejemplo, si han sido 45 min, rodear el número 3. Duración de. Determinar el número de minutos o de horas de duración de la más reciente exposición al ruido. Rodear el número en la casilla que está directamente debajo de la columna de cabeza que contiene esta duración de tiempo. Protector auditivo usado. Rellenar la casilla adecuada para indicar qué protección auditiva se llevó durante la más reciente exposición al ruido.
F.
PERDIDAS AUDITIVAS
Pruebas audiométricas recibidgs con anterioridad. Si es la primera prueba audiométrica que la persona ha tenido, apuntar «no». Si ha tenido un audiograma previo de tonos-puros, dado por alguna agencia, apuntar «sí». Día o semana. Registrar el día de la semana, por ejemplo, lunes, martes, etc., en que se ha hecho la prueba. Fecha. Registrar en números el mes y los últimos dos dígitos del año en que se hizo la prueba. Por ejemplo, si la prueba se hizo en junio de 1956, registrar 6156. Edad. pleaños.
Registrar la edad del sujeto tomando el número de años en su último cum-
Tono puro. Registrar la pérdida auditiva en decibelios en el espacio apropiado para cada frecuencia. Las frecuencias recomendadas son 500, 1000, 3000, 4000 y 6000 cps. Como complemento, 250 y 1500 cps son opcionales. Recepción de palabra. La determinación de los umbrales de recepción de palabra, por medio de listas de palabras grabadas, es opcional. Se recomienda que las tarjetas de datos de conservación auditiva sean archivadas con los datos médicos del sujeto, después de que los datos hayan sido transferidos a una tarjeta LB.M.
167
CODIGO EXPERIMENTAL SOBRE NIVELES DE RUIDO TOTALES EN MAQUINAS *
a (80-89 db) Torno, automático Limadora Soldadura, arco b (90-99 db)
Máquina de taladrar Taladradoras neumáticas Taladradora radial, vertical, etc. Muelas, moldeadoras, tuberías, partes metálicas, etc. Juntadora, madera Torno, motor Torno, torreta, otras que el tipo de ataque Aplanador, planchas de acero Prensa, forja, acero en bandas Prensa, acero en bandas Máquina prensadora Pulidora, tubos metálicos Moldeadora, neumática, moldes de arena Remachadora, fuselaje Rabajadora, abastecimiento de aluminio Muelas de arena Lijadora, madera Ensambladora, equipo de soldadura acetilénica Máquina atornilladora, automática Estampadora, piezas de acero pequeñas Cizalla Soldadora, a tope, eléctrica Soldadora, a gas, sobre acero Soldadora, tubo e (100-109 db)
Transportador, acero laminado Forja manual Hornos, combustible líquido, gas, eléctrico Esmeriladora, sobre herramientas pequeñas Martillos, forjas Martillos, neumáticos Máquina de hacer aros, alambre de acero Máquina prensadora vibrante, molde de arena
Torno, automático, madera Torno giratorio Laminador, banda de acero Labra Taladradora, piezas de acero Prensa neumática Prensa punzonadora, automática Embutidora, molde de arena Remachadora Remachadora automática Martillo remachador, ensamble de fuselaje Sierra, circular, corte de metal Sierra, circular, madera Sierra, fricción, acero Vibradora, fundición Sopladora Cepilladora, madera Osciladora, pequeña fundición Vibrador, neumático, moldes de arena Llave, neumática d (110-119 db)
Elevador de aire, neumático Vibrador, neumático, fundiciones. Soplador de machos, machos de arena Máquina de corrugar, acero laminado Máquinas de corte, herramientas templadas Desbobinadora, bobinas de acero Martillo, golpeando sobre metal delgado Pruebas de aparatos de combustión interna Máquina clavadora Remachadora de vaivén, ensamble de alas Chorro de arena, sobre herramienta de mano e (120-129 db) Vibrador, neumático, tanque Aeroplano, propulsado Pistola remachadora, neumática
f (130 db o más) Aparato, jet Martillo remachador, neumático, sobre tanques de acero
* Adaptado de H. B. Karplus y G. L. Bonvallet, Am. Ind. Ryg. Assoc. Quart., 14:4 (diciembre, 1953). Véase apéndice 1.1.
168
CODIGO EXPERIMENTAL SOBRE NIVELES DE RUIDO FUNDAMENTALES EN AREAS *
a (80-89 dh) Hornos, temple Muelas Sala de máquinas, tornos, prensas, etc. Mecanización, aluminio Máquinas de moler Moldeado en arena Pulverizadores, barniz Chapistería Soldadura al arco Taller de carpintería b (90-99 db)
Fundición, desengrase Matricería Fabricación, acero, manipulación, corte Operaciones de fundición, chorro de arena Manufactura de muebles, juntas, sierras Martillo, forja Fresado Sala de pesado, madera Vibrador, fundiciones Plantas de potencia, alternadores, etc.
Moldeador, neumático Remachadora Serrado Máquinas rotativas, automáticas Sala de soplado Vertidos de acero Trefilado e (100-109 db)
Vibradores, fundiciones, etc. Transportadores Hornos eléctricos Martillos, automáticos Moldeadoras, embutidoras Prensas Remachadoras, neumáticos, tanques de acero Tambores d (110-119 db)
Agitadores Vibradores, neumáticos, soldaduras en tanques de acero
* Adaptado de H. B. Karplus y G. L. Bonvallet, Am. Ind. Hyg. Assoc. Quart., 14:4 (diciembre, 1953). Véase apéndice 1.1.
CODIGO EXPERlIMENTAL DE TRABAJO * Operador de máquinas taladradoras. Operador de vibradores neumáticos en fundiciones ... Operador de vibradores neumáticos, sobre tanques Soplador de machos ... Operador de taladros Operador de muelas sobre fundiciones, tubos, partículas metálicas, etc. Operador de muelas, sobre pequeñas herramientas Operador de martillo, choque . , Operador de martillo, repetitivo Operador de martillo, forja ... '" Operador de martillo, neumático Operador de torno, automático... Operador de tomo giratorio... . .. Operador de limadora ... Operador de muela ... oo.
oo'
oo •
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01-b 02-d 02-e 03-d 04-b OS-b OS-c 06-d 07-d 07-c OS-c 10-a 10-b U-a 12-b
Operador de prensa Remachador, neumático, ensamble de fuselaje '" '" ,. '" '" .,. Remachador, neumático, ensamble ... Remachador, neumático sobre tanques de acero Rotura de remaches, fuselaje ... ... Rotura de remaches, alas ... . .. . .. Operador de transportador, aluminio. Operador de sierra, metal... ... '" ... Operador de estampadora, partículas de acero pequeñas ... Operador de agitadores, fundiciones. Operador de tambores, pequeñas fundiciones Soldadura, arco Soldadura, gas '" . Ingenio, aeroplano, propulsado Ingenio, jet oo.
.oo
oo.
oo.
.oo
oo.
oo.
oo'
.oo
oo,
...
'OO
oo,
oo.
.oo
.oo
.oo
oo •
...
• Los dos dígitos se usan para separar trabajos que tienen los mismos niveles las letras corresponden a las categorías que representa el nivel de ruido fundamental Este valor puede ser obtenido mejor con medidas de nivel de sonido, pero cuando ble, se puede obtener una buena aproximación a partir de la clasificación dada previas.
oo.
...
...
oo
oo,
oo,
oo.
.
oo
.oo
..
• ••
l3-c
l4-c l4-e l4-f 15-b 15-c 16-b 17-c
18-b 19-c 20-c 21-a 21-b 22-e 22-f
fundamentales, y de cada trabajo. esto no es posi· en las secciones
169
INSTRUCCIONES PARA CUMPLIMENTAR LA TARJETA DE DATOS DE CONSERVACION AUDITIVA L
INSTRUCCIONES GENERALES
Rellenar la información en las tarjetas de datos de conservación auditiva, en las columnas indicadas en o los paréntesis, para cada conjunto de información. Por ejemplo, marcar el número de tarjetas de datos de conservación auditiva en la columna (1) de las tarjetas LB.M. Una pequeña letra «o» detrás de un paréntesis indica que debe situarse una sobremarca en esa columna. Cuando se encuentra una de estas columnas, se conserva la tarjeta I.B.M. en esa columna, saltando espacios hasta que se rellenen ambos grupos de información en la tarjeta. Por ejemplo, retener la tarjeta I.B.M. en la columna (2)° hasta rellenar los estados militar o civil y el primer dígito de la seguridad social o número de servicio. Dentro de cada columna, rellenar el número o letra· que está marcad~, rodeada o inscrita para ese tema de información. Por ejemplo, en la columna (10)°, marcar el último dígito de la Seguridad Social o número de servicio que está inscrito y la letra enfrente de la casilla que está marcada debajo de «sexo». Cuando no hay información para un asunto particular, marcar un cero en la columna que contiene esta información.
11.
INSTRUCCIONES ESPECIFICAS
NUMERO DE TARJETA
(1) Marcar el número escrito en la casilla situada arriba de la tarjeta. Para los números 10 a 19, marcar el dígito unidad y una X; para los números 20 a 29, marcar el dígito unidad y una Y, y para los números 30 al 39, marcar el dígito unidad y una XY. A.
IDENTIFICACION
Nombre. No se señala el nombre en las tarjetas LB.M. (2)° Estado. Retener la tarjeta en la columna 2, y sobremarcar la letra apropiada. (2-10) Número de la Seguridad Social; número de servicio. Si al rellenar estado se señala «militan, poner el número de servicio en las columnas de la 2 a la 10. Si se revisa un «civil», marcar el número de la Seguridad Social en estas columnas. Si el número marcado en estas columnas contiene menos de nueve dígitos, rellenar las restantes columnas con ceros hasta la columna 10, reteniendo la tarjeta en esta posición. (10)0 Sexo. Sobremarcar la letra apropiada. B.
EXPOSICION NORMAL AL RUIDO
(11-13) Departamento o localización. Marcar los números que están escritos en la casilla. (14-18) Trabajo o código de ruido. Marcar los números que están escritos en la casilla. Si hay menos de cinco dígitos en esta casilla, rellenar las columnas restantes con ceros hasta la columna (18).
• La marca X se refiere, algunas veces, como una marca 11, y la Y se refiere, algunas veces, a una marca 12 o R.
170
(19) Tiempo de trabajo. Marcar el número que está rodeado. (20) Tiempo de exposición. Si es menor de una hora, marcar un cero. Si es una
hora o más, marcar el número de horas escrito en la casilla, salvo que este número sea mayor que ocho. Si el número es ocho, o mayor, marcar un 8. Si hay una X en esta casilla, marcar una sobremarca X. (21) Protección auditiva. Retener la tarjeta en la columna (21), marcar el número señalado bajo «Protección auditiva más frecuentemente usada». C.
EXPOSICION PREVIA AL RUIDO
(22-27) Tiempo en cada categoría. Agregar el tiempo en cada categoría, y marcar las columnas apropiadas de acuerdo con el código usado en (19) Tiempo en trabajo, excepto si el tiempo total en una categoría es menor de un año, que se marca un cero. Usar la sobremarca para marcar las letras rodeadas para las protecciones auditivas en las columnas apropiadas. Marcar ceros en cada una de las columnas en blanco. (28) Armas de fuego. Marcar el número, o números, revisados.
D.
HISTORIAL MEDICO Y ESTADO
(29-30) Historial. Marcar los números señalados para el oído derecho en la columna (29), y los números señalados por el oído izquierdo, en la columna (30). (31-32) Estado. Marcar los números señalados para el oído derecho en la columna (31), y los números señalados para el oído izquierdo, en la columna (32).
E.
EXPOSICION AL RUIDO MAS RECIENTE (33) Tiempo desde.
Marcar el número que está rodeado. Reteniendo la tarjeta en la columna (34), con la llave del espacio extendida, marcar el número que está rodeado y la letra que está señalada. (34)° Duración de y protector auditivo usado.
F.
PERDIDAS AUDITIVAS
(35) Pruebas realizadas con anterioridad y día de la semana. Reteniendo la tarjeta en la columna (35), marcar la letra que está señalada y el número correspondiente al día de la semana, que está escrito en la casilla. Usar el siguiente código para designar los días de la semana: lunes, 1; martes, 2; miércoles, 3, jueves, 4; viernes, 5, sábado, 6; domingo, 7. (36-38) Fecha. Marcar los números escritos en la casilla. (39-40) Edad. Marcar los números escritos en la casilla. (41-72). Umbrales de tonos puros. Marcar los números escritos en las casillas en las columnas apropiadas de la tarjeta LB.M. Se usan dos columnas para cada frecuencia, pero sólo se indica en el paréntesis la primera de las dos columns. Usar una marca X sobre el dígito unidad para indicar un umbral negativo, y 100 o 99 para que encaje en las dos columnas. Si una frecuencia está señalada con «NR», marcar un OYen las columnas para esa frecuencia. (73-78) Umbrales de recepción de palabra. Marcar lo mismo que en los umbrales de tono puro.
171
NUMERO DE PROYECTO
(79-80) Marcar el número de proyecto que ha sido asignado a usted. Después de rellenar las tarjetas LB.M., devolver las tarjetas de datos de conservación auditiva al departamento médico.
CODIGO LB.M. PARA LA TARJETA DE DATOS DE CONSERVACION AUDITIVA Datos NUMERO DE TARIETA
A.
IDENTIFICACION Estado
Número de la Seguridad Social o número de servicio Sexo B.
Código
(1)
Transposición directa del dígito unidad, usando una marca X para indicar 10-19, una marca Y para indicar 20-29 y una marca XY para indicar 30-39
(2)0
Militar Civil Transposición directa
-X
Varón Hembra
-X
(2)-(10)0 (10)°
-y
-y
EXPOSICION AL RUIDO NORMAL
Departamento o localización
(11)-(13)
Trabajo o código de ruido
(14)-(18)
Tiempo en el trabajo
Tiempo de exposición
Protección auditiva, frecuencia
172
Columna núm.
(19)
(20)
(21)°
Transposición directa del go suplementario Transposición directa del go suplementario 0-2 meses 3-5 meses 6-11 meses año 1 años 2 años 3 4 años 5-9 años 10-14 años 15-19 años 20+ años O-59 min hora 1 2 horas 3 horas 4 horas 5 horas horas 6 7 horas horas 8 Indeterminado Siempre o frecuentemente Algunas veces o nunca
códicódi-O
-X
-y -1 -2
-3 -4
-5 -6 -7 -8 -O -1 -2 -3 -4
-5 -6 -7 -8
-X -1
-2
CODIGO LB.M. PARA LA TARJETA DE DATOS DE CONSERVACION AUDITIVA. (Continuación.) Datos Protección auditiva usada Clase Tipo
C.
(21)° (21)°
Código
Insertado Cubierto Elástico Rígido Ajustado Orejeras Casco Otros
-x
-y -3 -4
-5 -6 -7 -8
EXPOSICION AL RUIDO PREVIA
Categoría a b c d e f
Protección auditiva Tirador de arma de fuego
D.
Columna núm.
(22)° (23)° (24)° (25)° (26)° (27)°
(22)°-(27)° (28)
0-11 meses 1 año 2 años 3 años 4 años 5-9 años 10-14 años 15-19 años 20+ años Insertado Cubierto Entrenamiento básico Combate; armas ligeras Combate; armas pesadas Cazador Tiro al blanco
-o -1
-2 -3 -4
-5 -6
-7 -8
-X
-v -1
-2 -3 -4
-5
HISTORIAL MEDICO Y ESTADO
Historia: oído derecho
oído izquierdo
Estado: oído derecho
(29)
(30)
(31)
Dolor auricular Desecación Deterioro auditivo mecánico Cirugía (oído o mastoides) Daño de cabeza con inconsciencia Zumbido de oídos anterior a la primera exposición Zumbido de oídos a continuación de la exposición Pérdidas auditivas en parientes próximos Malformación del oíd o externo o canal Obstrucción o desecación desde el canal Perforación del tímpano
-1
-2 -3 -4
-5 -6 -7
-8 -1
-2 -3
173
CODIGO LB.M. PARA LA TARJETA DE DATOS DE CONSERVACION AUDITIVA. (Continuación.) Datos
Columna núm.
oído izquierdo E.
Duración de la exposición
Uso protección auditiva
(33)
(34)0
(34)0
-4 -5
1-9 10-29 30-59 1-7 8-23 24-47 2-6 7-13 14+ 0-29 30-59 1 2 3 4 5 6 7 8+ Sí No
minutos minutos minutos horas horas horas días días días minutos minutos hora horas horas horas horas horas horas horas
-1 -2 -3 -4 -5
-6 -7 -8 -9
-O -9 -1 -2
-3 -4 -5 -6
-7 -8
-X -y
PERDIDAS AUDITIVAS
Anteriores pruebas audiométricas realizadas
(35)0
Día de la semana
(35)°
Fecha-mes
174
Infección respiratoria superior o alergia nasal Obstrucción tubal
EXPOSICION AL RUIDO MAS RECIENTE
Tiempo desde la exposición
F.
Código
(36)
Sí No Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Domingo Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre
-X -y -1 -2 -3 -4
-5 -6 -7 -1 -2
-3 -4
-5 -6
-7 -8 -9 -O
CODIGO LB.M. PARA LA TARJETA DE DATOS DE CONSERVACION AUDITIVA. (Continuación.) Columna núm.
Datos
Código
----------------- ------- -------------
Año Edad Datos audiométricos; tono puro
(37)-(38) (39)-(40) (41)-(42)
250 * cps 500 1000
(41)-(42) (43)-(44) (45)-(46)
1500 * 2000
(47)-(48) (49)-(50)
Oído derecho
3000 4000 6000 Datos audiométricos; tono puro Oído izquierdo 250· cps 500 1000 1500 2000
*
(57)-(58) (59)-(60) (61)-(62) (63)-(64) (65)-(66) (67)-(68) (69)-(70)
3000 4000 6000 Datos audiométricos; recepción hablada * Oído derecho Oído izquierdo Biauricular NUMERO DE PROYECTO •
(51)-(52) (53)-(54) (55)-(56)
(71)-(72)
Noviembre -x -y Diciembre Transposición directa Transposición directa Transposición directa cuando sea posible Menos valor de X marcar sobre el dígito unidad 100, redondeado por debajo del 99 No responde
-oy
Transposición directa cuando sea posible Menos valor de X marcar sobre el dígito unidad 100, redondeado por debajo del 99 No responde -oY
(73)-(74) (75)-(76) (77)-(78)
Lo mismo que para el tono puro
(79)-(80)
Asignado
Opcional.
Apéndice 6.2
Especificaciones de la American Standard Association de los audiómetros para diagnóstico general! 1.
Alcance y propósito
1.1. El audiómetro cubierto por esta especificación es un aparato designado para el diagn6stico general y para determinar la agudeza auditiva de los individuos. El audi6metro descrito es un generador electroacústico con receptores asociados de conducci6n
175
aérea y ósea, y suministra tonos puros de frecuencias seleccionadas e intensidades que cubren la mayor parte del rango auditivo. Está provisto de un mecanismo para la interrupción del tono. Los resultados de medida con este audiómetro determinan un umbral de audición del individuo en función de la frecuencia. 1.2. Esta especificación se prepara con el objeto de que las medidas obtenidas con cualquier audiómetro represente verdaderamente una comparación de un umbral de audición individual con el umbral normal.
2.
Definiciones
2.1. Umbral normal de audición. El umbral normal de audición para conducción aérea en una frecuencia dada es el valor modal de las mínimas presiones de sonido en la entrada del canal auditivo, que produce una sensación tonal en un gran número de oídos normales de individuos comprendidos entre las edades de dieciocho a treinta años. Los valores de umbral aceptados para el propósito de esta especificación será aquel determinado por el Servicio de Salud Nacional de 1935-1936. 2.2. Pérdida auditiva. La pérdida auditiva de un oído corresponde a la razón del umbral de audición para ese oído al umbral normal de audición, y se expresa en decibelios.
3. Requerimientos 3.1. General. Los audiómetros se diseñarán para proporcionar lecturas que den un umbral de audición del individuo en términos de pérdida auditiva en decibelios, relativo a un umbral normal de referencia. La estipulación se hará para las medidas de conducción por aire y ósea. Las frecuencias de los tonos puros generados se indicarán en ciclos por segundo, y la pérdida auditiva se indicará en decibelios. El único sonido audible será ese que es radiado por los receptores de conducción por aire y óseo; el chasis y la cabina audiométrica se construirán de manera que no se irradie desde ellos ningún sonido audible. Todos los audiómetros se diseñarán para operar en una o más de las fuentes eléctricas de potencia siguientes: 117 voltios, 60 cps, corriente alterna; 117 vo]tios, corriente continua; baterías, o aquellas fuentes que soliciten los requerimientos regionales. Vendrán provistos de una placa donde vaya el nombre del fabricante, el número de serie, y, si necesita una línea de potencia, el voltaje (o voltajes), y frecuencia (o frecuencias) de la fuente de potencia, y la potencia consumida por el audiómetro. 3.2. fuente de potencia. Las pruebas para la comprobación de los requerimientos de la sección 3.3, se harán en líneas de voltaje de 110 y 125 voltios, para los audiómetros diseñados para operaciones de 117 voltios nominales, o en los extremos del rango de uso de los voltajes de batería recomendados por el fabricante. Para audiómetros diseñados para otros voltajes de líneas, las pruebas se harán en los extremos de un rango proporcionado de voltajes. Las pruebas para la comprobación de los requerimientos de las secciones 3.4, 3.5, 3.6, 3.7 y 3.8, se harán en un voltaje de línea de 117 voltios, o en el voltaje indicado en la placa del audiómetro, o en los voltajes de batería recomendados por el fabricante como voltajes operativos. Cuando un rango de voltaje esté indicado en la placa, las pruebas se harán en el voltaje medio. 3.3. frecuencias. Los audiómetros producirán sonidos de, por lo menos, las siguientes frecuencias totalmente identificadas: 125, 250, 500, 1000, 2000 y 4000 cps, para medidas de conducción por aire y ósea, y también 8000 cps, para medidas de conducción por aire. Cada frecuencia generada por el audiómetro tendrá un valor dentro del ± 5 por 100 de la lectura de la correspondiente frecuencia.
176
3.4. Intervalos de pérdida auditiva y rango de pérdida auditiva para medida de con· ducción por aire. El rango del dial de pérdida auditiva se extenderá desde -10 db (por debajo del umbral) en intervalos de 5 db, o menos, hasta por lo menos los valores dados en la tabla 1. Cada diferencia medida (intervalo) entre lecturas de pérdida auditiva sucesivas no diferirá del intervalo nominal, en decibelios, en más de 0,3 del intervalo en cada una de las frecuencias indicadas anteriormente. Esto es, si el intervalo nominal obtenido es 5 db, el intervalo medido no será menor de 3,5 db o mayor de 6,5 db. Los intervalos se determinarán midiendo la entrada eléctrica del audífono, con el audífono acoplado al acoplador mostrado en la figura 1.
3.5. Salida de presión de sonido de los audífonos de conducción por aire. Las medidas de la salida de presión de sonido de los audífonos de conducción por aire se realizarán con un acoplador mostrado en la figura 1. La presión de sonido producida por los audífonos en cada lectura de pérdida auditiva no diferirá del valor indicado, referido al umbral normal, en más de 4 db en las frecuencias indicadas de 125, 250,
AJUSTE DESUZANTE PARA EL MICROFONO
AUDIFON SITUADO AQUI
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ruso CAPILAR
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CASQUETE DE LA TON CLAVIJA tiE CONTACTO
MICROFONO DE PRESION NORMAUZADO PROTECTOR CONECTADO A TIERRA
AL AMPLIFICADOR
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FIG. 1.
TODAS LAS DIMENSIONES EN
CENTIMET~OS
Acoplador para uso con audífonos de conducción aérea.
500, 1000, 2000, y en más de 5 db en las frecuencias de 4000 y 8000 cps. Las presiones de sonido correspondientes al umbral normal han sido determinadas por varios tipos de audífonos por la Oficina Nacional de Normalización, y están basadas en las determinaciones de umbral hechas por el Servicio de Salud Pública de EE. UU. Las determinaciones de umbral están publicadas en los Informes preliminares de las series de estudios auditivos de examen de la salud nacional, Boletín 5, pág. 10, 1935-1936. 3.5.1. Variación de voltaje de línea. El nivel de salida acústica, fijado en 60 db, no variará más de ± 1 db de su valor en el voltaje de línea de 117 voltios, cuando el voltaje de línea varíe desde 105 a 125 voltios. En audiómetros diseñados para fuentes de po-
177 12
Tabla 1 Lectura de frecuencias, cps
Lecturas de pérdidas, db Umbral anterior
125 250 500 1000 2000 4000 8000
65
80 85 95 95 90 75
tencia de otros voltajes, el nivel de salida no variará más de ± 1 db de su valor en voltaje de línea normal, cuando el voltaje varíe una proporción equivalente por encima y por debajo del voltaje normal. 3.5.2. Balance de sonoridad. Las presiones de sonido en este acoplador, que corresponde al umbral normal de algún tipo particular o configuración de audifono, están determinadas por el balance sonoro con un audifono * normalizado de laboratorio. La prueba de balance de sonoridad deberia realizarse por un jurado o por 10 menos por seis personas con audición normal. Las presiones de umbral ** de este audifono se muestran en la tabla 2. Tabla 2.
Presiones umbral del audífono normalizado de laboratorio *
Frecuencia, cps
Presión, db, por encima de 1 dinafseg cm
125 250
-19,5 -34,4
500
-49,2
1000 2000 4000 8000
-57,3 -57,0 -58,9
-53,1
• Estas presiones se aplican sólo al audifono eléctrico occidental tipo 705-A.
3.5.3. Medida de salida de la presión de sonido. La salida de presión de sonido del audiómetro se medirá directamente fijando la pérdida auditiva en 60 db. Se puede obtener la salida de presión de sonido en todas las demás posiciones del dial de pérdida auditiva combinando las presiones medidas en 60 db con los resultados de las medidas de los intervalos de pérdida auditiva, hechos bajo la sección 3.4. Se debe medir acústicamente en niveles prácticos, si el equipo es capaz, y se medirá eléctricamente en todos los otros niveles. • El audifono Western Electric 705-A ha sido encontrado adecuado como un audifono de laboratorio normalizado. ** Estas presiones de umbral han sido determinadas por comparación con los audífonos usados en la National Health Survey Hearing Study.
178
3.6. Armónicos en la salida de audífonos de conducción por aire. La presión del sonido de la señal fundamental estará, como mínimo, 25 db por encima de la presión de sonido de cualquier armónico. El armónico se medirá en las frecuencias y lecturas de pérdidas auditivas indicadas en la tabla 1, incluso aunque algunos audiómetros puedan ser diseñados con intensidades máximas más altas. Las medidas se harán con el acoplador mostrado en la figura 1. Las exigencias de la distorsión se aplicarán a todos los niveles superiores a los valores mostrados en la tabla 1, pero normalmente se medirán en los valores mostrados en la tabla l. 3.7. Ruido en audífonos de conducción por aire. La presión de sonido ponderada rms, producida por el audífono en el acoplador de la figura 1, debido a todas las frecuencias, excepto la señal de frecuencia y sus armónicos, será en cualquier caso menor que 1 X 10- 3 dinasfseg cm, o, por lo menos, estará 60 db por debajo de la presión del sonido debido a la frecuencia de la señal y sus armónicos, en todas las frecuencias específicamente señaladas y posiciones del dial de pérdida auditiva.
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FIG. 2.
Respuesta de frecuencia de presión característica del equipo para medida del ruido en audifonos de conducción por aire.
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
3.7.1. Medida de prestan sonora ponderada. La medida de presión sonora ponderada se hará con un equipo que tenga las características de respuesta de presiónfrecuencia expuestas en la figura 2. La presión de sonido ponderada, debido a cualquier distribución de frecuencia de energía de sonido, será la presión del sonido debida a un sonido a 1000 cps, que dé la misma lectura en el equipo.
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2000
3000
4000 5000
FRECUENaA EN CIa.DS POR SEGUNDO
FIG. 3.
Red ponderada de frecuencia para medidas TIF.
3.7.2. Pruebas para el cumplimiento de los requerzmzentos del ruido. Las pruebas para el cumplimiento de los requerimientos de esta sección se harán con suministro de tensión TIF (factor de infuencia telefónica) de no menos de 80 o más de 120, si la fuente de corriente continua está especificada. Si la fuente de corriente alterna está
179
especificada, el voltaje TIF no será menor de 15 o mayor de 25. Las características * ponderadas de frecuencia para las medidas TIF, se muestran en la figura 3. Todas las pruebas para el cumplimiento con los requerimientos de ruido de esta sección deben hacerse con el oscilador desconectado con el restante circuito audiométrico, operando en condiciones normales. 3.8. Receptores por conducción ósea. Los receptores de la conducción 6sea no radiarán sonido hasta que el sonido recibido por el tímpano, a través del meato auditivo, pueda influir en la validez de la medida de la conducci6n 6sea. Según juzga un observador con audici6n normal, el sonido recibido en el oído por radiaci6n aérea desde el hueso conductor tendrá un nivel sensitivo, por lo menos, de 5 db por debajo del nivel que el receptor produce por la conducci6n 6sea, cuando entra en contacto con la cabeza. Esta medida está hecha de esta forma:
El umbral de la conducci6n ósea se determina de manera usual. Entonces, con el receptor en la misma posici6n, aproximadamente, que en la medida umbral, el elemento conductor o área de contacto se cubre con el extremo del dedo del operario para crear un cierre comparable al creado cuando el receptor está sobre el mastoides. Habría que tener cuidado para que no haya contacto directo entre el dedo y el cráneo. e) El umbral en el cual cualquier sensaci6n auditiva es percibida, debe ser anotado, y estaría al menos 5 db por encima del umbral directo de la conducci6n 6sea. d) Un jurado de, por lo menos, seis personas, con audici6n normal, realizarán esta . prueba tomando la media de los resultados. La determinación de la radiaci6n aérea de receptores de conducci6n 6sea no está exigida en las frecuencias por encima de 2000 cps. a) b)
3.9. Riesgo de sobretensión. Los audi6metros estarán libres de sobretensiones eléctricas. Se considerará que existe riesgo de sobretensi6n en una parte expuesta si el potencial del circuito abierto es mayor de 25 voltios, y la corriente, con una resistencia de 1500 ohm, es mayor de 5 mA. 3.10. Audiograma en hechas con audi6metro, serán las frecuencias en nadas serán las pérdidas la escala de frecuencias auditiva.
blanco. Los resultados de las medidas de pérdida auditiva serán proyectadas sobre un papel cuadriculado. Las abscisas tiempos por segundo sobre una escala logarítmica y las ordeauditivas en decibelios sobre una escala lineal. Un octavo sobre será la misma distancia que 20 db sobre la escala de pérdida
3.11. Interruptor tonal. El interruptor tonal será diseñado y construido de modo que, durante la operaci6n, ninguna frecuencia transitoria o extraña sea audible para la audici6n normal. Es recomendable que después de la operaci6n del conmutador, el tiempo requerido para que el tono de prueba se eleve a un valor que esté dentro de ± 1 db de la presi6n de sonido requerido no sea menor de 0,1 seg ni mayor de 0,5 seg.
* Una descripci6n completa de la manera en que se hacen las medidas del factor de influencia telef6nica está contenida en un escrito de J. M. Barstow, P. W. Blye y H. E. Kent, Trans. Am. Inst. Elec. Engrs., 54: 1307 (1935). 180
Capítulo 7
LA PERDIDA DEL 0100 COMO CONSECUENCIA DE LA EXPOSICION AL RUIDO WAYNE RUDMOSE,
PH.D.
Southern Methodist University y Rudmose Associates, ¡ne.
INTRODUCCION
La medida de los efectos del ruido sobre la audición tiene una larga historia. Ya en 1880 se hizo una referencial de algunos efectos de los ruidos producidos por el ferrocarril sobre el oído. Otros2•3•4 se ocuparon del problema de la sordera entre los caldereros hacia 1890. De hecho, por ]0 menos una centena de autores había escrito uno o más trabajos a cuenta de los efectos de los ruidos sobre la audición. Una «Bibliografía sobre la audición»5 contiene prácticamente todas las referencias hasta 1952. A pesar del interés de tanta gente, nadie tuvo oportunidad de examinar la gran cantidad de datos que contenían suficiente información relevante sobre el problema para establecer relaciones entre la pérdida de la audición y la exposición a los ruidos hasta la creación del Comité Z24-X-2 de la American Standard Association en 1952. Como resultado de la cooperación de las industrias con este Comité, los datos pudieron aprovecharse para su análisis, y los resultados de los estudios de este Comité están contenidos en la publicación «Las relaciones entre la pérdida del oído y la exposición a los ruidos».6 Gran parte de la información contenida en este trabajo se reproduce en este capítulo: sin embargo, nuevas interpretaciones son presentadas del modo en que puedan ser más beneficiosas para la industria. En muchos de nuestros estados federales rigen leyes que tratan la sordera ocupacional solamente como una lesión traumática (véase Cap. 38). En algunos de estos estados el concepto de lesión traumática, normalmente asociado a un accidente repentino, del cual se deriva una pérdida parcial o total de la audición, se ha ampliado hasta incluir los casos en que se advierte una progresiva pérdida de audición en pocos días, a causa de la exposición a algunos ruidos infrecuentes. Este capítulo no considera las lesiones traumáticas, sino la pérdida de audición debida a la exposición continua a los ruidos. Como se verá más tarde, no parece que haya soluciones viables sobre la relación funcional entre la pérdida de la audición y la exposición a los ruidos, al menos con los ruidos que la industria produce actualmente. Por tanto, no existe simplemente un nivel de exposición a los ruidos más allá del cual la pérdida de audición súbitamente pase de insignificante a importante. Con 10 que el problema automáticamente queda envuelto en un cierto grado de incertidumbre. 181
A pesar de todo, la industria debe tener tantas respuestas positivas como sea posible. No obstante, estas respuestas pueden conducir a una interpretación errónea, ya que los resultados pueden separarse del contexto y usarse incorrectamente si las frases que los modifican no se colocan siempre en yuxtaposición para compensar esas acciones. Especialmente desde que el tema de la sordera ocupacional está estrechamente ligado a los procedimientos legales, una gran cantidad de términos verbales se asocian con escritos sobre esta materia. Esta exposición está hecha a fin de evitar esa verborrea. Los datos aportados son, en general, aproximaciones, y en algunos casos representan extrapolaciones o interpretaciones que no pueden ser plenamente justificadas por el momento. Se han empleado métodos estadísticos, y en tales casos la información sirve de guía a las empresas en 10 que respecta a grupos de empleados. Se han establecido algunos resultados en términos de estimaciones proporcionales, tantos por ciento, etc. Tales resultados no pueden ser aplicados individualmente: esto debe tenerse siempre presente. En materia de higiene industrial, siempre existe la cuestión: «¿cuál es el nivel de seguridad7»; 10 mismo ocurre con el problema de la sordera ocupacional en relación con la exposición al ruido. Se han publicado varios criterios o sugerencias para aplicar normas relativas al problema. 7-1o Al mismo tiempo que el Comité Z24-X-2 de la ASA comenzó su estudio, todos los criterios publicados hasta la fecha se estudiaron a fondo, como una de las primeras actividades de dicho Comité. Los resultados de esta investigación llevaron a la conclusión de que todos los criterios aplicados hasta esa fecha fueron esencialmente «buenas elucubraciones» de individualidades bien dotadas. Pero las «elucubraciones» dejaban mucho que desear.u Por desgracia, el asunto de los criterios permanece irresuelto, pero con las recientes recomendaciones de un comité consultivo médico,12 se han dado los primeros pasos a fin de permitirnos una aproximación más realista al problema si la exposición al ruido se limita a un área en la que puede aprovecharse una gran cantidad de información. Para un mejor entendimiento del contenido de este capítulo, será beneficioso algún conocimiento sobre las características físicas del sonido, los procedimientos para determinar el umbral de la audición y los métodos de medición de los ruidos. Tales materias se tratan en los capítulos 2, 6 Y 17, respectivamente. En general, los ruidos en la industria se miden en términos de niveles de presión sonora existentes dentro de ciertos límites de frecuencia. Cuando los niveles de presión sonora se representan en bandas de octavas, el gráfico resultante se denomina «espectro de octavas». La capacidad auditiva de un empleado se mide dentro de un intervalo de frecuencias mediante la determinación del nivel de presión sonora de un tono puro más débil que es capaz de oír a cada frecuencia seleccionada para la prueba. Los datos provenientes de estas mediciones, cuando se representan gráficamente, constituyen un «audiograma». Finalmente, el tercer elemento a considerar en el problema es el espacio de tiempo que el empleado soporta el ruido, 10 que se llama exposición. Las siguientes explicaciones sobre la naturaleza general de la relación entre la pérdida de audición y la exposición a los ruidos recogen el promedio de los
182
datos obtenidos de la medición de la capacidad auditiva de un grupo de personas -,no son, en general, aplicables a un individuo-. Las pérdidas de audición tienden a crecer cuanto mayor sea la exposición. Si el grupo es apartado del ruido, las pérdidas de audición tienden a disminuir. No obstante, si la exposición es repetida una y otra vez, las pérdidas de audición se convierten en permanentes, y el alejamiento del ruido no restablecerá completamente la audición hasta su valor previo a cualquier exposición. Las pérdidas de audición debidas a la exposición a los ruidos tienden a alcanzar un máximo para frecuencias en un intervalo de tres mil a seis mil ciclos por segundo, para cualquier exposición dada. Las pérdidas de audición son normalmente menores en pruebas con frecuencias superiores o inferiores al intervalo citado. Por esta razón, si el audiograma medio de un grupo muestra una pérdida máxima de audición para los 4000 cps, uno puede deducir generalmente que esta pérdida de audición se debe a una exposición de ruidos. Uno de los primeros puntos que debe fijarse es que esta pérdida de audición, medida en función de la frecuencia, no es la representación del espectro de los ruidos. Es más, los ruidos de alta frecuencia no producen pérdidas de audición para baja frecuencia. Dentro de los límites habituales, los ruidos industriales tal y como son hoy producen esencialmente el mismo tipo de pérdida de audición, independientemente del carácter del ruido. El que los ruidos sean de diferentes clases simplemente modifica la gravedad de la pérdida de la audición, no la naturaleza intrínseca de dicha pérdida. Por esta razón, un ruido que suene «fuerte» o «mezclado con la conversación» puede no estar produciendo una gran pérdida de capacidad auditiva, en contra de la reacción natural de los empleados que piensan que éste es un ruido que debe ser evitado. Por otra parte, un ruido menos fuerte puede estar causando más daño al oído. En cierto modo, uno «no puede confiar a sus ignorantes oídos» el cálculo de la potencialidad de un ruido para producir una pérdida de audición permanente. El concepto de sordera ocupacional se refiere a la capacidad de los empleados para comprender la palabra -,no, por ejemplo, a la capacidad de esos empleados para captar la música de alta fidelidad-. La naturaleza de la palabra es tal que solamente los valores de la pérdida de audición en un intervalo de frecuencias entre 500 y 2000 cps son importantes. Las pérdidas de audición por encima o por debajo de este intervalo limitado no afectan apreciablemente a la capacidad para entender la palabra. Verdaderamente, las pérdidas de audición por debajo de los 500 cps son normalmente menores, o en todo caso iguales a las producidas a los 500 cps. Sin embargo, las pérdidas de audición producidas por encima de los 2000 cps pueden ser mucho mayores que las producidas a 2000 cps. Este hecho, unido a que los ruidos a alta frecuencia no producen pérdidas de audición a baja frecuencia, nos lleva a la conclusión de que, en lo que a la percepción de la palabra se refiere, es el nivel de ruido por debajo de 1000 cps el importante. Los ruidos por encima de 1000 cps producen un pequeño efecto, en la sordera, en lo que se refiere a la percepción de la palabra, o ni siquiera lo producen. Otro rasgo destacable es que existen tremendas diferencias entre las pér-
183
didas de audición medidas en personas que han sufrido exposiciones iguales a un ruido dado. Algunos pueden no sufrir pérdidas auditivas, mientras que otros pueden sufrirlas de gravedad. Esta variación en la susceptibilidad hace más difícil el cálculo de la gravedad en una exposición a ruidos. Hasta el momento no existen otras pruebas aceptables para determinar la susceptibilidad salvo, en todo caso, repetir la audiometría. Repitiendo las pruebas de la capacidad auditiva a intervalos razonables de un año o menos, el empleado altamente sensible puede ser detectado mediante la verificación del cambio en la pérdida de audición medida a frecuencias por encima de 2000 cps, donde los cambios se producen en una mayor proporción al incrementarse la exposición.
DEFINICIONES
El ruido (Noise) ha sido definido en el capítulo 1 como cualquier sonido no deseado. Otras definiciones, en relación con este capítulo, son: El ruido continuo (Steady noise) se caracteriza porque su nivel de incidencia sonora, medido en la banda de octavas, no fluctúa con rapidez a lo largo del tiempo. Este requisito se satisface igualmente si las fluctuaciones ocurren en un intervalo de pocos decibelios por segundo. Las máquinas rotativas y alternativas producen usualmente ruidos continuos. El ruido entrecortado (Impulse noise) se caracteriza de modo que su nivel de incidencia sonora, medido en la banda de octava, fluctúa dentro de un margen moderado; es decir, mayor que unos pocos decibelios por segundo. El martilleo constante, el remache, etc., tipifican tales fuentes de ruido. El ruido de impacto o súbito (Impact noise) se caracteriza porque su nivel de incidencia sonora, medido en la banda de octavas, fluctúa con el tiempo dentro de un intervalo lo suficientemente grande. El golpe en la fragua, un martillazo aislado, etc., son ejemplos de causas que producen este tipo de ruido. Un espectro de octavas (Octave spectrum) de ruidos es la tabulación de los niveles de incidencia sonora medidos en bandas consecutivas de frecuencia, cada una de ellas de una octava de amplitud. En la actualidad lo que se hace en muchos casos de ruido industrial es medir el ruido hasta los 10000 cps, más o menos, y dividir este intervalo en siete u ocho bandas de octavas. Umbral de un tono puro (Pure tone treshold) es el mínimo nivel de incidencia sonora de un tono puro que puede ser oído cuando ningún ruido que lo cubra esté presente. Un ruido «encubridor» es aquel que interfiere con la medida del umbral. Pérdidas de audición (Loss of hearing) son aquellos cambios irreversibles en el umbral que constituyen una permanente desviación de una específica «línea de bajos» (Base line). Normalmente la «línea de bajos» es el umbral «norma!», pero a veces se considera una «línea de bajos biológica». El umbral normal (Normal threshold) se define aquí como el promedio de los umbrales de un grupo de individuos entre los dieciocho y los treinta años, que no tengan disfunciones otológicas y que no hayan estado expuestos nunca 184
a ruidos excesivos. Para una más completa discusión de este concepto, véase el capítulo 6. Línea de base biológica (Biological base line). Algunos de los datos sobre pérdidas de audición en la industria usados en el informe Z24-X-2 fueron tomados en condiciones en las que no hubo oportunidad de verificar la calibración de los instrumentos empleados. Debido a estas condiciones inevitables, se aplicó una línea de base biológica para corregir la calibración. En lugar de usar el valor absoluto de los datos audiométricos se formó un grupo de control seleccionando a personas, todas ellas por debajo de los treinta años, que no hubieran estado expuestas a ruidos excesivos durante su trabajo regular, y que fueron sometidas a una prueba con el equipo en cuestión. El audiograma promedio de este grupo de control se convirtió en la «línea de base biológica», o «audición norma!», para personas examinadas con este equipo. El usar un grupo de control y establecer de este modo una «línea de base biológica» tiene muchas ventajas. 13 Cambio transitorio del umbral (Temporary treshold shift) es cualquier cambio en el umbral que no es permanente con el tiempo. Es cierto, generalmente, que cualquier persona expuesta a ruidos moderados o intensos sufrirá una pérdida temporal de audición a algunas frecuencias. Cuando la persona permanece alejada del ruido, el cambio en el umbral disminuye y, en general, llega a valer cero. Las cuestiones de qué fracción de la pérdida de audición individual es transitoria y cuánto tiempo se necesitará para que la pérdida temporal disminuya hasta cero no pueden ser resueltas por el momento. Exposición (Exposure) es el período de tiempo en que los empleados están sometidos a un ruido. La exposición continuada (Continuous exposure), expresada normalmente en años, denota el tiempo que los empleados están sometidos al ruido a lo largo de su horario regular de trabajo. Hay que tener en cuenta el hecho de que un empleado está normalmente sufriendo el ruido ocho horas de las veinticuatro diarias; que durante estas ocho horas existen el «cuarto de hora», la interrupción para la comida, etc., y que hay vacaciones, permiso por enfermedades, etc. La exposición intermitente (Intermittent exposure) se refiere a la que no puede ser clasificada como continuada. Por ejemplo, un piloto de líneas aéreas vuela bastantes horas un día y posiblemente nada en absoluto al día siguiente. Obviamente, hay muchos casos de exposición en las que el grado de intermitencia es difícil de calcular. La correlación entre los datos tomados en tales condiciones y los correspondientes a una exposición continuada, o a diferentes grados de exposición intermitente debe llevarse a cabo con mucha precaución. Octava especial (Sorting octave) es el nombre arbitrario dado a una determinada octava. En el análisis de los datos del Z24-X-2 se mostró que la pérdida de audición a una frecuencia dada producida por exposición a ruidos se corresponde mejor con el nivel de incidencia sonora en una determinada octava que en cualquiera de las otras bandas de octava. A esta octava se le llamó actava especial.
185
Curvas de tendencia (Trend curves), éste es el nombre dado a un conjunto de líneas que son útiles para estimar el valor de la pérdida de audición a consecuencia de la exposición a ruidos. Hasta que tales relaciones se establezcan adecuadamente mediante hechos empíricos, la palabra «tendencia» parece servir para indicar la naturaleza aproximada de la relación. La pérdida media de la palabra (Speech average loss) -pérdida de audición de la palabra- es el valor de la media aritmética de las pérdidas de audición medidas a 500, 1000 Y 2000 cps, tanto las pérdidas de audición para una persona como las «pérdidas medias de la palabra» se expresan en decibelios. La pérdida de audición de la palabra (Speech hearing loss) es la diferencia en decibelios entre los niveles de la palabra a los cuales el oído normal medio y el oído defectuoso, respectivamente, obtienen la misma intelegibilidad.
PRESBIACUSIA
Presbiacusia es la pérdida normal de audición a causa del incremento de la edad. A medida que una persona se va haciendo mayor, sufre unas pérdidas de audición a las más altas frecuencias, aunque no haya estado expuesta a ruidos. Las pérdidas de audición media atribuibles a presbiacusia se incrementan con el aumento de la frecuencia; no obstante, no hay «saltos» como los observados frecuentemente en los gráficos de las pérdidas auditivas medias a consecuencia de la exposición a ruidos. Mucha gente desarrolla la mayor parte de su trabajo en lugares ruidosos, y trabajando aún llegan a una edad en la que algunas pérdidas auditivas se consideran el resultado normal del proceso de envejecimiento. Sería ciertamente ilógico atribuir a los ruidos esta parte de las pérdidas de audición que, de acuerdo con lo esperado, ocurrirían en cualquier caso. La contribución de la presbiacusia a las pérdidas de audición en los grupos debe ser eliminada, a fin de obtener relaciones consistentes entre las pérdidas auditivas y la exposición a los ruidos. Las curvas de la presbiacusia para hombres y mujeres se muestran en las figuras 7.1 Y 7.2. Al efectuar la corrección para la presbiacusia, los efectos de la edad se diferencian de los del ruido por un simple proceso de sustracción. Este método implica suponer algo que podría reconocerse explícitamente, a saber, que las pérdidas de audición que resultan de la exposición a los ruidos y de la presbiacusia y las irreversibles producidas por ruidos son del mismo tipo; se les llama «sordera nerviosa» o «perceptiva». El patólogo no podría distinguir entre las dos ni con ayuda del microscopio; ambas suponen la pérdida permanente de algunas células sensoriales y sus fibras nerviosas. No existe una razón para suponer que la presbiacusia protege al oído de dolencias posteriores debidas a los ruidos, como se cree que hace la otosclerosis. Por otra parte, tampoco existe indicación de que la presbiacusia haga al oído más sensible a cualquier dolencia. Ya que las relaciones entre las pérdidas auditivas y la exposición a los ruidos, así como los datos sobre la presbiacusia se miden estadísticamente, es lógico que la corrección debida a la presbiacusia se aplique como una correc-
186
ción estadística. Así, pues, para la determinación de las pérdidas auditivas de un grupo de hombres, considerando un tiempo de exposición medio y una edad media, la corrección por presbiacusia se determina para esa edad media, y entonces se resta de la pérdida de audición media bruta. Esta diferencia representa la pérdida de audición media debida a los ruidos.
MUJERES
30
40 50 EDAD EN AÑOS
FIG. 7.1.
60
70
Curvas de la presbiacusia para los hombres: pérdidas medias de audición previsibles con la edad. Estas curvas están trazadas según los datos obtenidos de un amplio grupo de población,14.15,20 En estos estudios, la línea de referencia (la pérdida de audición cero) fue la pérdida de audición media en el grupo entre dieciocho y treinta años de edad. (Según el in-
30
40
50
EDAD EN
AÑOS
60
70
7.2. Curvas de la presbiacusia para las mujeres: pérdidas de audición medias previsibles con la edad. Estas curvas son similares a las de la figura 7.1, con la diferencia de que no existieron datos sobre las mujeres en uno de los exámenes,20 y estas curvas están basadas en los otros dos exámenes,14,l5 (Según el informe ASA Z24FIG.
X-2. 6)
forme ASA Z24-X-2. 6)
EXPOSICION CONTINUADA A RUIDOS CONTINUOS
Nuestro conocimiento es mucho mayor para el caso de exposición continuada a ruidos continuos. Las relaciones entre la pérdida de audición y la exposición continuada a ruidos industriales continuos se muestra en las figuras 7.3, 7.4 Y 7.5. Estas curvas, a las que nos hemos referido c~o «curvas de tendencia», representan la condensación de una gran cantidad de datos, lo que supone algunas limitaciones en su uso, limitaciones que deben tenerse en cuenta por quien las aplique. La figura 7.3a muestra la pérdida de audición media en decibelios a 1000 cps para un grupo de empleados que hayan estado expuestos continuamente a ruidos continuos durante un tiempo dado de exposición. Una de las limitaciones citadas anteriormente es que estas curvas sólo son aplicables a ruidos continuos en los que el resultado del análisis de su espectro de octavas cae dentro del área rayada representada en la figura 7.3b. La técnica para analizar 187
un ruido mediante el uso de filtros de bandas de octavas se describe en el capítulo 17. El problema de la identificación de qué nivel de octava de los varios posibles podría usarse, se simplifica mediante la introducción de la «octava especia!». Los niveles de incidencia sonora en la octava especial dan (f)
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FIG. 7.3. Curvas de tendencia media estimadas para la pérdida de audición neta a 1000 cps tras una exposición continuada al ruido continuo; corregidas para la presbiacusia; no corregidas para cambios transitorios en el umbral. Las líneas discontinuas son extrapolaciones. Adviértase que la escala del tiempo de exposición comienza en 1 año y es logarítmica. El área rayada de la figura 7.3b representa los límites de los espectros en que estas curvas de tendencia están basadas. El área cuadriculada representa la octava especial. (Según el informe ASA Z24-X-2. 6)
la cifra que mejor relaciona la pérdida de audición con la exposición a ruidos. La significación de la octava especial puede aclararse mediante el siguiente ejemplo. Ejemplo
Como aplicación de las figuras 7.3, 7.4 y 7.5, supongamos que un grupo de empleados trabaja durante 20 años bajo un ruido industrial dado. La edad media de estos empleados tras los 20 años de exposición puede tomarse arbitrariamente como de cincuenta
188
años. Supongamos que el análisis de octava de los ruidos muestra que el nivel de incidencia sonora en la banda de 300 a 600 cps (la {( octava especial» en este gráfico) es de 95 db. 1. Para determinar la pérdida a 1000 cps, entraremos en la figura 7.3 por la abscisa correspondiente a 20 años de exposición; seguiremos esta línea vertical de exposición hasta cortar la línea señalada con 95 db, el nivel de incidencia sonora para la octava especial; es decir, el nivel de la banda de la octava especial. La pérdida de audición que corresponde a la intersección es de 12 db, aproximadamente. Esto representa la pérdida media del grupo debida a la exposición a ruidos. Para determinar la pérdida media total del grupo debe añadírsele la corrección para la presbiacusia. De la figura 7.1 obtenemos que la pérdida de audición media a 1000 cps, para la edad media de cincuenta años, es aproximadamente 5 db. Por tanto, de nuestro hipotético grupo de empleados podría esperarse una pérdida total media de (12+5)=17 db a 1000 cps. 2. De la figura 7.4 obtenemos que, a 2000 cps, la pérdida de audición media es -5 U> C\. (,)
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FIG. 7.4.
Curvas de tendencia media estimadas para la pérdida de audición neta a 2000 cps tras una exposición continuada al ruido continuo; corregidas para la presbiacusia; no corregidas para cambios transitorios en el umbral. Las líneas discontinuas son extrapolaciones. Adviértase que la escala del tiempo de exposición comienza en 1 año y es logarítmica. El área rayada de la figura 7Ab representa los límites de los espectros en que estas curvas de tendencia están basadas. El área cuadriculada representa la octava especial. (Según el informe ASA Z24-X-2. 6)
189
de 18 db. La corrección por presbiacusia para 2000 cps y cincuenta años de edad es de 11 db. Sumando estas dos cifras obtenemos una pérdida media total de audición de unos 29 db t a 2000 cps. 3. Siguiendo un proceso semejante, la pérdida de audición a 4000 cps puede determinarse aplicando la figura 7.5. Adviértase que en este caso la octava especial es diferente; es el nivel de incidencia sonora en la banda de 1200 a 2400 cps. Supongamos que el nivel en esa banda es 85 db. Para una exposición de 20 años, la pérdida media de
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7.5. Curvas de tendencia media estimadas para la pérdida de audición neta a 4000 cps tras una exposición continuada al ruido continuo; corregidas para la presbiacusia; no corregidas para cambios transitorios en el umbral. Las líneas discontinuas son extrapolaciones. Adviértase que la escala del tiempo de exposición comienza en 1 año y es logarítmica. El área rayada de la figura 7.5b representa los límites de los espectros en que estas curvas de tendencia están basadas. El área cuadriculada representa la octava especial. (Según el informe ASA Z24-X-2. 6)
FIG.
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audición es de unos 26 db. La corrección por presbiacusia es de 20 db, lo que da un total de 46 db, a 4000 cps. Por tanto, el hipotético grupo anterior tendría unas pérdidas medias de audición de 17, 29 y 46 db a 1000, 2000 y 4000 cps, respectivamente.
Cálculos similares pueden hacerse para cualquier otra industria que cumpla las limitaciones impuestas a las curvas de tendencia. En la actualidad, el análisis completo de octavas para ruidos continuos podría tomarse para asegurar al que aplica las curvas de tendencia que el ruido está dentro de los límites dados en las partes b de las figuras 7.3 a 7.5. Una vez que esto se ha determinado, podrán entonces obtenerse los niveles de incidencia sonora en las bandas de 300 a 600 cps y de 1200 a 2400 cps, que son los empleados en la estimación de las pérdidas medias de audición. Una segunda limitación en el empleo de las curvas de tendencia consiste en que las extrapolaciones no deberían hacerse para niveles que excedan en más de 5 db los representados en los gráficos. No hay, a priori, razones suficientes para creer que la forma de las curvas de tendencia permanece constante al aumentar los niveles de incidencia sonora en la octava especial. Una tercera limitación es que la exposición al ruido debe satisfacer la definición de exposión continuada. La intermitencia en la exposición no puede interpretarse, por ahora, como el equivalente de la suma de exposiciones continuadas. Una cuarta limitación es que las curvas de tendencia solamente pueden usarse para determinar la pérdida media de audición de un grupo de personas expuestas a ruidos. Las variaciones individuales en la sensibilidad a la exposición a ruidos son tan grandes como para recubrir considerablemente las curvas mostradas para otros niveles de octavas. El hecho de que dos curvas de tendencia estén separadas por sólo 7 db, por ejemplo, no significa que la distribución total de las pérdidas de audición para el grupo de empleados se limite a 7 db. Este punto se estudiará con detalle más adelante. Una quinta limitación es que las pérdidas de audición mostradas en las curvas de tendencia tienen una componente transitoria y otra permanente. La fracción de las pérdidas de audición que es transitoria no se ha establecido aún; no obstante, datos posteriores permitirán una estimación razonable de la parte transitoria de la pérdida total. Debe advertirse que las curvas de tendencia para el cálculo de las pérdidas auditivas a 500 cps no han sido dadas, pues algunos de los datos a partir de los cuales se desarrollaron originalmente las curvas de tendencia no eran muy exactos, debido a la presencia de ruidos «encubridores» en el recinto de la prueba. De este modo, la omisión de las curvas de tendencia a 500 cps se debe a la falta de datos, y no a la idea de que tales curvas no fueran importantes. Distribución estadística de las pérdidas auditivas
Ya que las curvas de tendencia muestran las pérdidas medias de audición, la utilidad de tales datos es limitada. La experiencia ha -demostrado que algunas personas que están expuestas a los ruidos desarrollan pérdidas de audición que han de compensarse económicamente bajo condiciones en que el empleado
191
medio, expuesto al mismo ruido durante el mismo período de tiempo, tiene pérdidas de audición no compensables. Para determinar la gravedad de la exposición a ruidos, se requieren unas relaciones que, de alguna manera, hagan corresponder la distribución de las pérdidas de audición con la pérdida auditiva media. Con estas relaciones, las pérdidas de audición igualadas o excedidas por, digamos, el 20 por 100 de los empleados, pueden ser calculadas. Los datos industriales no son aún lo suficientemente válidos como para permitir el establecimiento de tales relaciones para personas expuestas a los ruidos. No obstante, existen datos aprovechables obtenidos en varias ferias universales y regionales que pueden aplicarse. Una función de distribución obtenida de estos datos no debe aplicarse en los casos que se refieren a la exposición a ruidos sin tener en cuenta que pueden producirse respuestas erróneas. Sin embargo, tales funciones de distribución pueden ser extraordinariamente útiles. Hay una evidencia grande que indica que la distribución igual, y posiblemente mayor, sobre las pérdidas auditivas superiores a la media de los datos de las personas expuestas al ruido tiene al menos una «incidencia» que aquella que se obtiene de la distribución de los datos para personas no expuestas al ruido. Este conocimiento permite actuar adecuadamente extrapolando los datos obtenidos de una distribución que se basa en personas no expuestas a ruidos. 7
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FIG. 7.6.
Relaciones entre la pérdida media de audición de un grupo y la igualada o excedida por el 20 por 100 del grupo. Las líneas continuas están basadas en los datos de una feria y las cruces representan datos de grupos expuestos a ruidos continuos. Las frecuencias asociadas a las curvas son aquellas con arreglo a las cuales se han calculado los promedios. El gráfico debería restringirse a los casos en que la exposición es continuada para ruidos continuos con niveles menores de 100 db en la octava de 300 a 600 cps. El valor medio de las pérdidas de audición deben incluir los efectos de la presbiacusia. (De la Ret. 21.)
Datos obtenidos en la Feria Mundial de 1940,14 la Feria del Condado de San Diego de 1950 15 y la Feria del Estado de Wisconsin de 195416 se han usado para obtener la información representada en la figura 7.6. Las líneas continuas están basadas en los datos de la Feria. Estas funciones muestran que, para pérdidas de audición medidas dentro del intervalo de frecuencias entre 1000 y 4000 cps, el 20 por 100 sufre aproximadamente el doble de la pérdida media de audición, al menos mientras que el valor de esta última esté por debajo
192
de los 20 db. También, la incidencia de las pérdidas de audición sobre su valor medio se incrementa con la frecuencia dentro del citado intervalo: no obstante, la diferencia en la incidencia no es muy grande. Las cruces de la figura 7.6 representan los datos obtenidos de casos aislados de personas expuestas al ruido. Para extraer algunas conclusiones cuantitativas sobre las diferencias en la distribución de la incidencia de las pérdidas de audición para los grupos expuestos y no expuestos a ruidos habría que obrar con cuidado. No obstante, puede deducirse por lo menos que la incidencia basada en los grupos expuestos al ruido es igual o mayor que la distribución basada en la población no expuesta al ruido. Usando la figura 7.6, el ejemplo de la sección anterior cobra más significado. Las pérdidas medias de audición para este grupo de cincuenta años fueron 17, 29 Y 46 db para los 1000, 2000 Y 4000 cps, respectivamente. Vemos ahora que el 20 por 100 podría esperar tener unas pérdidas auditivas iguales o mayores que 31, 49 Y 68 * db a los 1000, 2000 Y 4000 cps, respectivamente. Pérdida· de audición de un tono puro referida a la pérdida de la palabra
Las pérdidas de audición de nuestro grupo hipotético están expresadas en términos de variaciones en decibelios del umbral respecto del «norma!». Hasta que se adquiere suficiente experiencia, esta cifra de los decibelios no dicen mucho sobre la posibilidad de un individuo con esta pérdida auditiva de comprender la palabra. O sea, ¿qué handicap supone una pérdida auditiva de 31, 49 Y 68 db a 1000, 2000 Y 4000 cps7 Originalmente, la respuesta a esta cuestión se incluyó en el concepto de «porcentaje de la pérdida de audición». La experiencia demuestra que no existe, por ahora, una relación única entre las pérdidas de audición medidas usando tonos puros y el «porcentaje de la pérdida de audición». En 1946 se demostró en un gran número de observaciones clínicas que el simple significado aritmético (en decibelios) de las pérdidas de audición a 500, 1000 Y 2000 cps se corresponde mejor con la pérdida de audición de la palabraY Un poco más tarde (1950) se sugirió que el valor medio de los dos valores más pequeños de pérdidas auditivas medidas a 500, 1000 Y 2000 cps es un valor más satisfactorio para hacer corresponder la audiometría de un tono puro con la pérdida de audición de la palabra. 18 Se ha intentado introducir el concepto de índice de adecuación social para la audición; 19 no obstante, hasta ahora la tendencia es de usar el simple valor medio de las pérdidas de audición medidas a 500, 1000 Y 2000 cps, aquí llamado «pérdida media de la palabra», y que es el número que corresponde a la pérdida de audición a la palabra. El uso del término «porcentaje de la pérdida de audición» debería evitarse, independientemente del método de cálculo. Ya que las curvas de tendencia no se han desarrollado para una pérdida de ... Extrapolado. Este valor se toma conservadoramente, ya que el valor real de las funciones en la figura 7.6 debe alcanzar los 90 db (considerándose una sordera total) antes de que la abscisa alcance los 90 db.
193 13
audición a 500 cps, ha sido necesario obtener una relación entre la pérdida de audición a 1000 cps y la pérdida media de la palabra. La figura 7.7 está basada en datos de la Feria de Wisconsin 16 y en datos del Z24-X-2. 6 Por esta razón, el uso de este gráfico debe restringirse a casos de exposición continuada a ruidos continuos, y los niveles de incidencia sonora del ruido en la octava de 300 a 600 cps deben ser menores de 100 db. Las cruces en la figura 7.7 representan casos aislados tomados en grupos expuestos al ruido. La curva continua está basada en datos de grupos no expuestos al ruido, y a causa del gran tamaI DATOS DE LA FERIA DE WISCONSIN DATOS DE LOS EXPUESTOS AL RUIDO
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7.7. Relación entre el valor medio de las pérdidas medias de audición medidas a 500, 1000 Y 2000 cps y la pérdida bruta media de audición a 1000 cps. El uso de la curva se restringe a los casos de exposición continuada a ruidos continuos, con niveles de incidencia sonora menores de 100 db en la octava de 300 a 600 cps. (De la Ref. 21.) FIG.
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PERDIDA BRUTA MEDIA DE AUDICION A 1000 CICLOS POR SEGUNDO ( INCLUIDA LA PRESBIACUSIAI
ño de la muestra, podría considerarse de una alta validez. (Hay una evidencia, no obstante, que indica que el extremo superior de la curva puede ser dudoso). El hecho de que las cruces caigan dentro de un intervalo razonable de la curva continua indica que, para exposición a los ruidos como la indicada por los datos, estos datos de ruidos y los de no-ruidos están en correlación. Continuando con nuestro ejemplo, el 20 por 100 de los empleados tienen, a 1000 cps, una pérdida de audición igualo mayor de 31 db. La figura 7.7 permite la determinación de la «pérdida media de la palabra», que es igualada o excedida por el 20 por 100 del grupo. Esta «pérdida media de la palabra» es de 34t db. Por tanto, el 20 por 100 del grupo tiene una pérdida media de la palabra de 34~ db o más. Determinación del porcentaje de pérdida de audición compensable
El paso final en la evaluación de la gravedad de la exposición a ruidos experimentada por el hipotético grupo consiste en la determinación del posible coste de compensación a causa de la exposición. Naturalmente, este paso difiere de un estado federal a otro según estén reguladas las leyes de compensación en cada estado (véase Cap. 38). El estado de Wisconsin designó un Comité Médico Consultivo que hizo unas recomendaciones12 que pueden aplicarse para calcular el porcentaje de pérdida 194
de audición compensable si se conoce la «pérdida media de la palabra». La figura 7.8 es la representación de las tablas recomendadas por el Comité. Básicamente, el Comité reconoce el hecho de que existen efectos debidos al cambio transitorio en el umbral y a la presbiacusia que deben ser considerados. La figura 7.8b muestra el porcentaje de pérdida de audición compensable en función de la «pérdida media de la palabra» corregida. ~ 100
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FIG. 7.8. El Comité Médico Consultivo del Estado de Wisconsin relaciona el porcentaje de pérdida de audición compensable con la pérdida media de la palabra. Esta relación se muestra en (b). Antes de que la pérdida media de la palabra pueda aplicarse en el gráfico (b), debe ser corregida, teniendo en cuenta los efectos del cambio transitorio de umbral y de la presbiacusia. Estos factores de corrección están mostrados en (a). El factor de corrección se toma como 5 db para todas las edades por debajo de los cincuenta años. El factor de corrección debe restarse de la «pérdida media de la palabra» para obtener el valor corregido de la pérdida media de la palabra. (De la Ret. 21.)
Volviendo al ejemplo, vemos que la pérdida media de audición del grupo a 1000 eps fue de 17 db. Empleando la figura 7.7, la «pérdida media de la palabra» vale 19 db. Aplicando el factor de corrección de Wisconsin (5 db para cincuenta años) la «pérdida media de la palabra» corregida vale 19 - 5 = 14 db. Según el Comité, un individuo no recibe compensación hasta que la «pérdida media de la palabra» corregida no excede los 16 db. Por tanto, el empleado medio del grupo hipotético no sufre en veinte años de exposición una pérdida de audición suficiente que justifique ninguna compensación. Consideremos, no obstante, el 20 por 100 del grupo. La «pérdida media de la palabra» corregida, que es igualada o excedida por el 20 por 100 del grupo, vale 341 - 5 ~ = 29 db. De acuerdo con la figura 7.8b, el 20 por 100 del grupo tendrá pérdidas de audición compensables de un 20 por 100 o mayores *. Si esta pérdida ha ocurrido en un oído solamente, la compensación sería del 20 por 100 de su salario semanal durante un período de treinta y dos semanas. Si esta • Es completamente fortuito que el 20 por 100 del grupo pudiera sufrir el 20 por 100 o más de -pérdidas de audición compensables.
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pérdida ha ocurrido en ambos oídos, entonces la compensación sería del 20 por 100, o más, de su salario semanal durante un período de sesenta semanas. La cantidad máxima de compensación no puede exceder la suma de 3500 dólares. Así, pues, para el hipotético grupo, el conocimiento de: 1) la edad media del grupo, 2) la duración de la exposición y 3) el espectro d.e octavas del ruido es todo lo que se requiere para llegar a la representación de la pérdida de audición compensable. El procedimiento ha sido esbozado paso a paso. No obstante, la figura 7.9 elimina la necesidad de llevar a cabo todos los pasos mencionados. Los cuatro gráficos de la figura 7.9 se refieren a empleados de treinta y cinco, cuarenta y cinco, cincuenta y cinco y sesenta y cinco años en Wo al ~ 40 r---.----r----y----, 40 r--......-----r-----,----, ~a:
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NIVEL DE INCIDENCIA SONORA EN LA OcrAVA DE 300 - 600 CPS
FIG. 7.9. Gráficos que muestran el porcentaje de pérdida de audición compensable (según las recomendaciones del Comité Médido Consultivo del Estado de Wisconsin) que ha de ser igualado o excedido por el 20 por 100 del grupo en función de la exposición al ruido. Cada gráfico se refiere a una edad distinta en el momento en que se lleva a cabo la compensación. Los gráficos están limitados a los casos de exposición continuada a ruidos continuos con niveles de incidencia sonora menores de 100 db en la octava de 300 a 600 cps.
el momento en que se determinaron los porcentajes de pérdida de audición compensable. La abscisa representa el nivel de incidencia sonora de los ruidos continuos en la banda de octavas de 300 a 600 cps; las líneas continuas representan los años de exposición continuada, y finalmente, la ordenada es el porcentaje de pérdida de audición compensable sufrida, o excedida, por el 20 por 100 del grupo. Todos estos gráficos están basados en recomendaciones del Comité Médico de Wisconsin. Criterios en el riesgo de daños *. En lo que se refiere a las recomendaciones del Comité Médico Consultivo del Estado de Wisconsin, la figura 7.9 * Véase también la discusión de los criterios en el riesgo de daños en el cap. 34. 196
puede aplicarse para establecer criterios razonables. Recordamos que la figura 7.9 está basada en parte en la figura 7.6. En la discusión de la figura 7.6 se señaló que las relaciones para grupos expuestos al ruido pueden muy bien estar por encima de las curvas obtenidas de los grupos no expuestos al ruido. Si esto fuera aSÍ, entonces para una pérdida media de audición de 17 db, a 1000 cps, el 20 por 100 podría esperar tener una pérdida de audición en exceso de aproximadamente 38 db *. Este valor, que representa la «pérdida media de la palabra», según la figura 7.7 y corregido por la figura 7.Sa, daría una «pérdida media de la palabra» corregida de unos 33 db. De acuerdo con la figura 7.8b, esto podría corresponder al 25 por 100 de la pérdida de audición compensable. Esta pérdida corresponde más exactamente a la que podría calcularse aplicando la figura 7.9d. Se recomienda, por tanto, que la figura 7.9d se aplique para empleados por encima de los cuarenta y cinco años de edad y la figura 7.9b, para empleados de menos de treinta y cinco años. De este modo, si al aplicar la figura 7.9d se observa que el 80 por 100 de los empleados de más de cuarenta y cinco años sufren pérdidas de audición no compensables, los niveles de incidencia sonora en la octava de 300 a 600 cps deberán estar dentro del intervalo de 83 a 90 db, según el tiempo de exposición. Expresado de otra manera, un nivel de incidencia sonora en la octava de 300 a 600 cps de 95 db supone que el 20 por 100 de los empleados sufrirían un l2-} por 100 o más de pérdidas de audición compensables en cinco años de exposición continuada a un ruido continuo. Si los empleados tuvieran menos de treinta y cinco años, después de cinco años de empleo, entonces el 20 por 100 de este grupo habría sufrido solamente el 5 por 100 o más de pérdidas de audición compensables en los cinco años de exposición a los niveles de incidencia sonora de 95 db en la octava de 300 a 600 cps. Se confía en que la figura 7.9 constituirá el comienzo para que la industria establezca sus propios criterios en cuanto a la exposición a ruidos. Es obvio que ninguna cifra puede elegirse como un criterio absolutamente válido. El que se trate de proteger al 80 o 90 por 100 de los trabajadores o sólo al 50 por 100 es una decisión de política que la industria debe tomar. Ciertamente, parece razonable pensar que las industrias tratarán de proteger un porcentaje de sus empleados tan alto como sea posible.
Cambio transitorio en el umbral
El significado de las figuras 7.3 a 7.5 es limitado por el hecho de que tales curvas no están corregidas teniendo en cuenta los cambios transitorios en el umbral, ya que nos faltan datos suficientes para esas correcciones. Este cambio transitorio se muestra en la figura 7.10. Recientemente, los resultados de algunos trabajos20 publicados por el Subcomité de Ruidos en la Industria indican ... Es interesante advertir que, si la figura 7.6 se modifica de esta forma, las figuras 7.9b, e y d se unen y se convierten en el gráfico dado por la figura 7.9d.
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7.10. La media del cambio transitorio en el umbral obtenida de 120 empleados expuestos un día a ruidos cuyo espectro es relativamente «aplastado» y cuyo nivel de incidencia sonora total es de 105 db. La curva de arriba representa la media del umbral permanente del grupo. La curva de abajo representa la media de los umbrales variables. Las pruebas fueron hechas inmediatamente antes y después de la exposición al ruido. (A. Glorig et al.) FIG.
los siguientes descubrimientos generales respecto a los cambios transitorios en el umbral. 1. La exposición a ruidos continuos con unos niveles de incidencia sonora en la banda de octavas de 85 a 95 db en una jornada completa de trabajo, produce un cambio medio transitorio en el umbral de unos 10 db para frecuencias por encima de los 1000 cps. 2. La exposición a ruidos intermitentes y/o no continuos con niveles de incidencia sonora en la banda de octavas de 80 a 120 db en una jornada completa de trabajo produce un cambio medio transitorio en el umbral de unos 5 db para frecuencias por encima de los 1000 cps. 3. La magnitud del cambio en el umbral transitorio en un individuo depende de la cantidad de pérdida de audición que antes ha sufrido (umbral en reposo). Los umbrales normales pueden. variar hasta unos 35 db a frecuencias superiores a 1000 cps. Los umbrales secundarios (45 db o más) pueden variar 5 db o menos. 4. En exposiciones continuas se verifica que la mayor parte de los cambios transitorios en el umbral han ocurrido ya a mitad de la jornada. Ya que el cambio transitorio en el umbral ocurre como se ha indicado anteriormente, surge la cuestión de cuánto tiempo debería transcurrir entre el final de la exposición al ruido y el test audiométrico. La mayor parte de las indicaciones parecen apuntar el hecho de que, para una gran mayoría de exposiciones a ruidos industriales, un lapso de tiempo de 15 a 20 min es suficiente para 198
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SEGUNDO
7.11. Recuperación para siete frecuencias distintas en función del intervalo de tiempo transcurrido entre el final de la exposición y la medida de la pérdida de audición. La edad media de las 36 personas era de treinta y un años, y habían estado expuestas por término medio más de 10 años a los ruidos. El grupo se dividió en tres subgrupos, llamados Categoría 1, 11 Y 111, según el valor total de la pérdida de audición. Hubo 13 personas en la Categoría 1, 12 en la 11 y 10 en la 111. Una persona tenía pérdidas auditivas demasaido grandes para ser clasificadas en la Categoría 111. (Según el informe ASA Z24-X-2. 6) FIG.
199
minimizar el efecto de la recuperación a corto plazo. Ciertamente, donde fuera posible el test audiométrico debería hacerse al comienzo del turno de trabajo. Al medir la recuperación a «largo plazo», normalmente se hace adecuado un compás de espera tras la exposición del orden de 48 h, desde un punto de vista industrial. Normalmente, una empresa no es requerida a medir la recuperación a «largo plazo», y esta necesidad surge sólo cuando un empleado muestra un cambio anormal en su capacidad auditiva, según el resultado de varios audiogramas. Entonces, este empleado se convierte en un caso especial de estudio para el departamento médico. La cifra de las 48 h está tomada en parte de los datos presentados en las figuras 7.11 y 7.12. Estos datos muestran el valor de la recuperación medida en situaciones diferentes. La figura 7.11 muestra la capacidad auditiva de 36 personas un mes y medio después de haber cesado la exposición a un ruido cuyo espectro en la banda de octava es casi uniforme. Los niveles de incidencia sonora en las bandas de 300 a 600 cps y de 1200 a 2400 cps eran de 93 y 91 db, respectivamente. La figura 7.lla representa el grupo completo; las b, e y d representan la división del grupo en tres categorías, según sea el valor de la pérdida inicial de audición. La Categoría 1 es la de menor pérdida inicial de audición, la III la de mayor. La edad media del grupo es de treinta y un años, y para cada categoría es: veintisiete para la I, treinta y tres para la Il y treinta y seis para la IIl' La exposición media del grupo fue de más de diez años. En cada cuadro de la figura, la línea continua representa el audiograma medio efectuado 48 h después de la última exposición al ruido; la línea discontinua es de un mes y medio después de la exposición. Durante este período de un mes y medio, se llevaron a cabo reparaciones en la planta donde el grupo trabajaba normalmente, y éste fue expuesto a ruidos cuyos niveles de incidencia sonora fueron unos 20 db menores en cada banda de o~tavas. Los niveles de incidencia sonora oscilaron entre 70 y 75 db para las octavas de 75 a 4800 cps. Las figuras 7.1b, e y d muestran que la recuperaclOn mayor se verifica cuando la pérdida inicial de audición es pequeña, especialmente cuando la gente es joven. La categoría I, que tuvo la menor pérdida inicial de audición, era también la del grupo más joven. El modelo de recuperación de la categoría I no es diferente de la figura 7.12, y esta similitud presta una ayuda adicional a la conclusión de que, a medida que las pérdidas de audición irreversibles se hacen mayores, el valor de la disminución en los cambios del umbral parece convertirse en más pequeño. La figura 7.12 presenta los cambios medios del umbral medidos en diferentes intervalos de tiempo después de la exposición. El espectro de la exposición a los ruidos muestra unos niveles de incidencia sonora entre 90 y 95 db para octavas por debajo de los 4800 cps. Los niveles en las octavas especiales más baja y más alta fueron 93 y 95 db, respectivamente. La figura 7.l2a muestra el audiograma medio del grupo después de 19 meses de exposición. Los audiogramas se llevaron a cabo durante la jornada de trabajo, unos 15 min después de haber cesado la exposición al ruido. La línea discontinua muestra el audiograma del mismo grupo 43 h más tarde. 200
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SEGUNDO
7.12. Cambios en el umbral para cinco frecuencias distintas en función del tiempo transcurrido entre el final de la exposición y la medida de la pérdida de audición. Los cambios en el umbral se midieron en un grupo de control. El ruido a que la gente estuvo expuesta tenía unos niveles de incidencia sonora entre 90 y 95 db en todas las octavas por debajo de 4800 cps. Veinte hombres y mujeres fueron expuestos al ruido durante 19 meses, y 16 de ellos durante 27 meses. La edad media del grupo era de veintiocho años. Para mayor información véase la referencia 13. (Según el informe ASA Z24-X-2. 6) FIG.
La figura 7.12b muestra un par similar de audiogramas para el mismo grupo expuesto al mismo ruido tras una exposición total de 27 meses; el intervalo entre el cese de la exposición y la prueba fue de 1 semana. Estos jóvenes adultos (edad media de veintiocho años) con pérdidas de audición permanente bastante pequeñas mostraron una recuperación considerable, especialmente a las frecuencias más altas, después de una semana de descansar de los ruidos. En ambos estudios (Figs. 7.11 y 7.12), la mayor disminución en el cambio del umbral tuvo lugar a los 400 cps, y a valores superiores. Por debajo de los 4000 cps, la disminución media no fue nunca superior a 5 db. El efecto de los ruidos de frecuencka extremadamente baja
Ocasionalmente aparecen ruidos en que los niveles de incidencia sonora por debajo de 150 cps son mayores que a 100 db; aún más, el nivel de incidencia sonora en la banda de 300 a 600 cps (la octava especial más baja) puede ser de unos 80 db o menos. Los únicos datos aprovechables que cubren esta parcela no son muy extensos; no obstante, puede deducirse que para exposiciones continuadas por encima de los trece años se han encontrado pequeñas pérdidas de audición permanente. Esto indica que las curvas de tendencia son aún válidas incluso cuando los niveles de incidencia sonora a baja frecuencia puedan ser superiores a 100 db. En todo caso, si los niveles de incidencia sonora por debajo de los 150 cps alcanzan 110 db o más, debe extre201
marse la precaución al evaluar los efectos de la exposición a ruidos sobre la audición. EXPOSICION INTERMITENTE A RUIDOS CONTINUOS
No existen relaciones generales, como las dadas anteriormente, para casos en que la exposición deja de ser continuada y los ruidos dejan de ser continuos. En la actualidad, solamente unos pocos casos aislados son aprovechables para el estudio, y estos datos son totalmente inadecuados para emitir previamente ninguna hip6tesis. Estos casos se presentan aquí, ya que pueden resultar beneficiosos en situaciones industriales similares a los ejemplos mostrados. Pueden servir también como puntos de referencia en que ((suposiciones previsibles) puedan encontrar su fundamento. Un estudio sobre los pilotos de líneas aéreas muestra los efectos de la exposici6n intermitente a ruidos continuos. Las pérdidas medias de audición (corregidas para la presbiacusia) de 446 pilotos están representadas en la figura 7.13 en función de la exposici6n medida en miles de horas de vuelo. ~ -5
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7.13. Pérdida neia de audición (corregida para la presbiacusia) de 446 pilotos de líneas aéreas en función del tiempo de vuelo en miles de horas. Los datos audiométricos fueron obtenidos después de varias horas de exposición al ruido. (a) Pérdida media neta de audición. (h) Pérdida de audición neta del 10 por 100; sólo ellO por 100 de los pilotos tuvieron una pérdida de audición mayor que ese valor del 10 por 100. (e) Espectro medio de ruidos medidos en la cabina del piloto de un DC-3B. Este espectro es típico del ruido ambiental al que los pilotos estuvieron expuestos la mayor parte del tiempo de exposición. (Según el inf01'me ASA Z24-X-2. 6) FIG.
La figura 7.13a muestra las pérdidas medias netas de audición en funci6n del tiempo de exposición para 2000, 3000 Y 4000 cps. Existe mayor similitud entre las pérdidas a 3000 y 4000 cps que entre las de 2000 y 3000 cps, pero la exactitud de estos datos es cuestionable *. Es posible que estos pilotos hubieran
* Las pérdidas relativamente grandes a estas dos frecuencias para tiempos de exposición menores de mil horas, sugieren la posibilidad de que hubiera un error de calibración del audiómetro de unos 5 db a 3000 cps, y posiblemente incluso a 4000 cps. Los tests audiométricos se hicieron hace ya algunos años, y las calibraciones no pudieron ser revisadas. 202
sufrido algunas pérdidas permanentes de audición con anterioridad a su exposición a los ruidos. La figura 7.l3b muestra las pérdidas netas de audición en función del tiempo de exposición para ellO por 100 del grupo: sólo ellO por 100 de los pilotos tuvieron pérdidas de audición iguales o mayores que éstas. El contraste entre la curva del 10 por 100 y la de los valores medios es claro. Las diferencias de este orden de magnitud son consecuentes respecto al valor de la incidencia mostrada en la figura 7.6. Un espectro medio medido en la cabina del piloto del avión que usaban la mayoría de las compañías aéreas en la época en que se realizaron los audiogramas, un Douglas DC-3, se muestra en la figura 7.l3e. Este espectro no representa los únicos ruidos a los que los pilotos estaban expuestos. Todos ellos se habían entrenado en otros aviones, y algunos probablemente habían estado expuestos a ruidos de carácter muy diferente. Además, estuvieron todos expuestos a niveles más altos de ruido durante el despegue, y a los sonidos procedentes de sus equipos de comunicación. Los niveles de incidencia sonora de estos ruidos son difíciles de determinar, pero la exposición a ellos no debería ser despreciada. Cuando estos factores inciertos se suman al hecho de que la exposición fue intermitente, y no de una manera fija, está claro que la exposición de los pilotos no puede especificarse con exactitud. -5
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7.14. Distribución de las pérdidas netas de audición (corregidas para la presbiacusia) de los pilotos de líneas aéreas en función de cinco frecuencias de prueba, para ·diferentes intervalos de horas de vuelo. Los audiogramas se tomaron horas después de la exposición al ruido. (Según el informe ASA Z24-X-2. 6) FIG.
La figura 7.14 muestra la extensión de los datos audiométricos cuando los pilotos se dividen en tres grupos, según sea el período de exposición. A medida que este período crece, las curvas de pérdidas de audición divergen, y esta divergencia indica diferencias en la sensibilidad individual. Un segundo estudio de exposición intermitente afecta a 132 hombres, que hicieron en tierra la prueba final de motores a reacción antes de que los avio203
nes dejaran la factoría. Todos los aparatos estaban al aire libre y no existía protección acústica en la fuente del ruido. No obstante, sí la había para los oídos, y todas las personas cercanas a la pista de despegue fueron obligadas a llevar tapones en los oídos. En esta instalación, los audiogramas se efectuaron bimensualmente durante casi cuatro años. En caso de que los trabajadores mostraran cambios considerables en el umbral, se les trasladaba. El número de los que sufrieron estos cambios fue menor del 1 por 100 de los trabajadores empleados, y muy pocos mostraron algún cambio en el umbral. De estos dos estudios de exposición intermitente a ruidos se puede deducir que la intermitencia tiende a reducir un poco las pérdidas auditivas que se producen si las comparamos con las que se producirían si la exposición fuera continuada, si bien no existen suficientes datos sobre relaciones cuantitativas.
RUIDOS NO CONTINUOS
Una amplia variedad de situaciones ruidosas en la industria existe en aquellos casos descritos en la exposición intermitente a los ruidos no continuos. A efectos analíticos, los ruidos no continuos se diferencian de los continuos especialmente en las dificultades prácticas con que nos encontramos al intentar medirlos. Un medidor tipo de niveles sonoros no tiene medios para registrar las rápidas variaciones en la incidencia sonora propias de los ruidos no continuos (véanse Caps. 16 y 17). En particular, los valores máximos que se producen súbitamente se pierden. Un grabador de alta velocidad o un conjunto de aparatos que incluya un osciloscopio podría subsanar estas dificultades. Pero aun en el caso de que se efectuara un análisis preciso de la forma del espectro en un instante dado, subsistiría el problema de la recogida de los cambios rápidos, de un instante a otro, en el espectro. Ya que todavía no han sido normalizadas las mediciones necesarias, la operación que causa el ruido se especifica, y no se ha hecho un intento de poner en relación aspectos particulares de estos ruidos con las pérdidas de audición que resultan de la exposición a ellos. Exposición intermitente: Ruido de remache
Los datos audiométricos se obtuvieron de un grupo de empleados en la sección de ensamblaje de alas en una factoría aeronáutica, en la que el remachado era intermitente, en lo que a un individuo cualquiera se refiere. El nivel de ruido en el oído de un empleado podría subir y bajar en función de las, operaciones de remache. En el oído del remachador, los niveles de incidencia sonora en la banda de octavas oscilaron entre 91 y 97 db por encima de los 150 cps en el momento en que la persona estaba remachando. En el oído del operario, en la operación de martilleo de remaches, oscila de 96 a 107 db en este mismo intervalo de frecuencias. Si el remachado no tuviera lugar en las cercanías de una persona, los niveles de fondo varían entre 82 y 95 db en la banda de 300 a 600 cps (88 db) no bastó para producir un cambio signifi204
cativo en el umbral en un tiempo de exposición entre uno y seis años. Sin embargo, en la banda de 1200 a 2400 cps, donde el nivel de incidencia sonora era de 95 db para el ruido de fondo, debería haberse observado un cambio significativo en el umbral debido precisamente al ruido de fondo. No obstante, a esta frecuencia no se observaron cambios significativos en el umbral, porque se estaba llevando a cabo un programa de conservación de la capacidad auditiva, y se les había colocado a los trabajadores de esa parte de la planta tapones en los oídos. Parece que el uso de tapones protege los oídos de las pérdidas de audición a 4000 cps, en virtud de la reducción del sonido por encima de los 1200 cps. Afortunadamente, los niveles de fondo en la banda de 300 a 600 cps no fueron demasiado altos. Aparentemente, la combinación de ruidos no continuos con la intermitencia en la exposición se une al uso de tapones en los oídos para proteger a los individuos.
El uso de tapones en los oídos. Si en una compañía se están usando tapones para los oídos o se están preparando para iniciar un programa en el que se incluye su uso, merece la pena obtener audiogramas antes y después de la inserción de los tapones. Estas mediciones dan una indicación de su efectividad. En algunos casos, frecuentes revisiones de la capacidad auditiva han tendido a fomentar el uso de los tapones por parte de los empleados. El empleo de tapones representa un método de protección para el trabajador. En cualquier caso, los tapones pueden ser diseñados y colocados adecuadamente para asegurar una reducción en el ruido en la banda de 300 a 600 cps. Estos niveles parecen corresponderse mejor con las pérdidas de audición a 1000 y 2000 cps; por tanto, el proteger el oído de las pérdidas a 1000 y 2000 cps, implica que los niveles de incidencia sonora en la banda de 300 a 600 cps, y en las bandas contiguas, pueden ser reducidos. Un tapón que en un individuo parece reducir la sonoridad y el efecto «fastidioso» del ruido, puede no protegerle satisfactoriamente su oído. De aquí que un tapón que reduzca los niveles de incidencia sonora por encima de 1000 cps puede parecer que sirve a su propósito inicial, pero proporciona sólo una pequeña protección contra las pérdidas de audición por debajo de 2000 cps. Solamente mediciones audiométricas periódicas o algún otro procedimiento que produzca datos referentes a la atenuación proporcionada por el tapón cuando se inserta en el oído de determinada persona, proveerá datos para contrastar la efectividad de este tapón en la protección de un determinado empleado en cuanto a sus pérdidas auditivas. Véase el capítulo 8 para más información sobre tapones. Ruido entrecortado: ensayo de armas de fuego. En la sala de ensayo de armas de una factoría de armas de fuego se revisan los cañones de las armas disparando un casquillo sobrecargado a través del cañón. El ruido así producido es un ruido no continuo de una clase que denominaríamos «entrecortado). Los probadores de las armas de fuego trabajan en una sala bastante «cargada), dentro de la cual la reverberación evita un decaimiento rápido de los niveles de incidencia sonora. Un análisis de los datos audiométricos tomados de esos trabajadores se presenta en la figura 7.15. Los cambios en el umbral a 2000 y 4000 cps se 205
representan en función del tiempo de exposición (adviértase la escala extendida del tiempo de exposición). Existe un cambio en el umbral que puede medirse a los 4000 cps, pero a los 2000 cps los datos son dudosos. -5
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FIG. 7.15. Cambios en el umbral a tres frecuencias distintas después de la exposición a ruidos producidos por armas de fuego. Los datos audiométricos se tomaron aproximadamente 20 min después de la exposición al ruido. (Según el informe ASA Z24-X-2. 6 )
Ruido súbito: fragua. Muchos golpes en la fragua producen maXlmos de incidencia sonora que están por encima del nivel de los 130 db. El espectro * de los ruidos cambia tan rápidamente un instante después del impacto que debería presentarse el espectro en tres momentos diferentes para dar una descripción medianamente completa del hecho. Un detallado estudio debe llevarse a cabo lo antes posible a fin de determinar las propiedades físicas de estos ruidos que se corresponden con las pérdidas de audición. m -5
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2.0
TIEMPO DE EXPOSICION EN AÑOS
Los cambios en el umbral medidos en 35 forjadores están representados en la figura 7.16 en función del tiempo de exposición. Los cambios en el umbral parecen incrementarse considerablemente a medida que aumenta el tiempo de exposición, y en un período tan corto como son dos años tuvieron lugar cambios notables en las tres frecuencias ensayadas. •
206
Véase cap. 17.
Podría advertirse específicamente que las figuras 7.15 y 7.16 tienen «(cambios en el umbral» en sus ordenadas. Los cambios en el umbral pueden obtenerse solamente si se lleva a cabo un programa de audiometrías repetidas, ya que el término se define como la diferencia entre dos audiogramas. Si los audiogramas se realizan una vez al año, entonces los cambios en el umbral calculados con estos audiogramas representan el cambio ocurrido en el intervalo de un año. Un cambio en el umbral no nos da indicación de cuál es el valor absoluto de la pérdida de audición. Si el intervalo de tiempo no es mayor de un año, los efectos de la presbiacusia no se consideran normalmente para frecuencias inferiores a los 2000 cps. En el trabajo con los cambios de umbral, la exactitud de los datos audiométricos reviste gran significación. Los audiómetros actuales están normalmente calibrados de 5 en 5 db, Y el operador puede contar fácilmente estas unidades al evaluar los umbrales. Así, entre audiogramas repetidos puede existir una diferencia de 10 db debido a errores operacionales. A no ser que las exposiciones sean fuertes, los cambios previsibles en el umbral pueden falsearse por dificultades de medición. Los datos de los cambios en el umbral fueron primitivamente provechosos en los casos en que existía un largo intervalo entre la prueba inicial y la final, o cuando la exposición es fuerte, como en el caso de la fragua, y los cambios en el umbral son grandes.
Relación entre los cambios en el umbral y los audiogramas iniciales. La cuestión que continuamente surge es la conveniencia de asignar a una persona una operación ruidosa si antes ya tiene una cierta cantidad de pérdida auditiva. Algunos creen que una pérdida de audición indica mayor sensibilidad a la exposición al ruido, y por tanto, que el empleado con una cierta pérdida de audición perderá capacidad auditiva en una proporción mayor que la normal, mientras otros creen que una pérdida de audición inicial puede representar la pérdida de los «nervios blandos» en el oído, quedando sólo los nervios duros». Los datos del Informe Z24-X-26 indican que los cambios en el umbral son esencialmente independientes del valor absoluto del audiograma inicial, al menos en los casos de exposición a ruidos entrecortados y súbitos. ESTADO ACTUAL DE LOS CONOCIMIENTOS
El estado actual de los conocimientos en cuanto a las relaciones entre las pérdidas de audición y la exposición a ruidos dejan mucho que desear. Hay muchas cuestiones importantes que no se pueden contestar. Por otra parte, hay algunas cosas que. pueden afirmarse con cierto grado de certeza, y éstas son las informaciones resumidas aquí. En general, el audiograma medio resultante de la exposición al ruido muestra la menor pérdida de audición permanente para frecuencias por debajo de los 1000 cps. Las pérdidas de audición aumentan para frecuencias por encima de los 1000 cps, hasta alcanzar un máximo a los 4000 cps, aproximadamente. En muchos casos, las pérdidas de audición medias a 6000 u 8000 cps son menores que para 4000 cps. 207
El audiograma de los empleados expuestos al ruido no es la representación del análisis de octavas de los ruidos a los que han estado expuestos. La energía del ruido situada por debajo de los 1000 cps es la primitivamente responsable de producir pérdidas de audición como las estimadas para la pérdida de la palabra. De hecho, el nivel de incidencia sonora en la banda de octavas de 300 a 600 cps es el que parece más aprovechable para evaluar los efectos de los ruidos continuos sobre la pérdida de audición. La media aritmética de las pérdidas de audición de un tono puro a 500, 1000 Y 2000 cps, llamada «pérdida media de la palabra», es también aproximadamente la pérdida de recepción de la palabra. Por esta razón se recomienda que la pérdida media de la palabra se emplee como la cifra que representa la gravedad de la pérdida de audición. El audiograma de un tono puro puede emplearse para calcular la pérdida de recepción de la palabra por parte de los empleados. El empleo del término «(porcentaje de pérdida de audición» debería evitarse. Si el 80 por 100 de los empleados que están expuestos a ruidos continuos sufren pérdidas de audición no compensables económicamente, el nivel de incidencia sonora en la banda de 300 a 600 cps debe ser menor de 90 db, Y el tiempo de exposición ha de ser menor de tres años. Estos valores están basados en las recomendaciones del Comité Médico Consultivo de Wisconsin. Si los ruidos se mantienen continuos, el porcentaje de pérdidas de audición compensables aumenta logarítmicamente con el tiempo de exposición. Los cambios transitorios en el umbral son mayores para audición normal y pueden acercarse a 15 db para exposiciones a los ruidos cuyos niveles en la octava sean del orden de 100 db. Si existen pérdidas de audición apreciables (una ((pérdida media de la palabra» del orden de 20 db o más), los cambios transitorios en el umbral son generalmente menores de 5 db para frecuencias por debajo de 2000 cps, si el ruido tiene un nivel de incidencia menor de 100 db. La mayor parte de los cambios transitorios en el umbral ocurren en las primeras cuatro horas de la exposición diaria. La sensibilidad de los empleados a la exposición al ruido varía grandemente. Para casos de exposición continuada a ruidos continuos (niveles de octavas menores de 100 db), el 20 por 100 de los empleados tienen pérdidas de audición con un exceso del doble respecto a la pérdida media de audición del grupo. Un empleado medio sufre su pérdida de audición de una forma gradual, según pasa el tiempo. Se conoce poco respecto a la rapidez con que crecen las pérdidas de audición de los empleados más susceptibles en función del tiempo. Ya que la pérdida de recepción de la palabra es la guía principal para evaluar la gravedad de la pérdida de audición, y ya que la energía del ruido por debajo de los 1000 cps parece ser en principio la responsable de producir pérdidas de audición que afectan a la pérdida de recepción de la palabra, el método de relacionar la posibilidad de continuar hablando bajo el ruido con la potencialidad del ruido para producir pérdidas de audición de la palabra no es necesariamente válido. La energía del ruido que «encubre» la palabra tiene 208
una frecuencia mayor que la energía del ruido que produce pérdida de audición de la palabra. Hasta el momento no existen evidencias concluyentes de que los cambios transitorios en el umbra,l y la pérdida permanente de audición estén relacionados de forma biunívoca. El único camino aceptado para determinar la sensibilidad de un empleado a la exposición al ruido consiste en determinar el cambio a «corto plazo» en el umbral por medio de audiogramas repetidos. Para la mayoría de las exposiciones que tienen lugar en la industria, el cambio medio de umbral permanente de un grupo de empleados debido a la exposición al ruido es independiente del audiograma medio del grupo al comienzo de la exposición. Por tanto, un grupo de empleados con audiograma previo, mostrando pérdidas de audición fuera del intervalo normal, sufrirá igual incremento en sus pérdidas de audición (en su valor medio) que el de los empleados con audiograma previo normal. La pérdida total de audición después de años de exposición, no obstante, será mayor para el grupo que comience con una pérdida inicial de audición. Incluso, aunque las pérdidas de audición para frecuencias mayores de 2000 cps no afecten a la recepción de la palabra, deben medirse. Los cambios en el umbral debidos a la exposición al ruido son generalmente mayores para frecuencias por encima de 2000 cps que los producidos para frecuencias por debajo de 2000 cps. Por tanto, los audiogramas repetidos a 4000 cps son los más útiles para detectar la sensibilidad. Todos los informes sobre las pérdidas de audición y los cambios en el umbral deberán considerarse como aplicables a ambos oídos. Los datos de la «Feria» y los del Z24-X-2 muestran que las pérdidas medias de audición para los oídos derechos de un grupo son esencialmente las mismas que para los oídos izquierdos. Los datos de la Feria de Wisconsin16 indican estadísticamente diferencias significativas entre el oído derecho y el oído izquierdo; no obstante, estas diferencias son menores de 4 db, aproximadamente.
REFERENCIAS 1.
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Capítulo 8
PROTECTORES OE OIOOS
J.
ZWISLOCKI,
D.
TECH.
Sc!.
Laboratorio Psicoacústico. Universidad de Harvard
INTRODUCCION La necesidad de proteger el oído
En muchas situaciones industriales y militares no es práctico ni económico reducir el ruido a niveles que aún representen riesgos o molestias para la audición. En todas estas situaciones los protectores de oídos son de gran valor y deben recomendarse. Pueden llegar a reducir el nivel de ruido en el oído de 10 a 45 db, Y a veces hasta 50 db, según sea su estructura y la frecuencia sonora. Un protector de oído o una combinación de ellos permite frecuentemente reducir el ruido en el oído, si no hasta un nivel agradable, al menos hasta uno que no dañe. Los protectores de oídos pueden mejorar también la comunicación de la palabra. La opinión difundida de que estos protectores disminuyen la agudeza auditiva es cierta tan sólo para un ambiente de silencio en el que normalmente no sean necesarios. Para niveles de ruido que justifican su empleo, no sólo no disminuyen la agudeza auditiva, sino que pueden incluso mejorarla. Una posible excepción podría ser un ruido intermitente con períodos de silencio. Clases de protectores de oídos
Se dividen en cuatro categorías según su posición respecto al oído: tapones, semi-insertos, orejeras y cascos. Los tapones se insertan dentro del conducto, y normalmente se mantienen sin ningún soporte adicional. Los semi-insertos cierran la entrada al conducto auditivo sin insertarse en su interior,· y están sujetos por una banda sobre la cabeza. Generalmente no se emplean como protectores de oído, sino más bien como parte de un auricular. Normalmente llevan en su extremo un pequeño receptor auditivo. No obstante, pueden proporcionar una gran atenuación de los sonidos. Las orejeras cubren completamente el pabellón del oído, casi igual que los cascos de un auricular. Pueden sostenerse por una banda o formar parte de un casco, o de algún otro aparato que cubra la cabeza. Los cascos cubren la mayor parte de la cabeza. Normalmente no se usan sólo como protección de oídos y suelen combinar esta función con la 211
de proteger la cabeza contra el frío o los golpes. Pueden servir también de soporte para los auriculares o las orejeras. La figura 8.1 muestra los cuatro tipos básicos de protectores de oídos. Cada uno tiene ventajas e inconvenientes en comparación con los otros. Los tapones, cuando se insertan correctamente, proporcionan una gran atenuación de los sonidos, son de tamaño discreto y no estorban a todo aqueno que pudiera cubrir la cabeza, como caretas, gafas u otros aparatos. Como son pequeños, pueden llevarse en el bolsillo. Los tapones son los protectores de oído menos caros. Por contra, son incómodos frecuentemente y pueden causar dolores en el conducto auditivo, o en casos extremos, incluso inflamación, especialmente en climas tropicales. La gran variedad de forma y tamaño en los canales auditivos provoca una cierta dificultad en su ajuste, y normal-
(a)
lb)
FIG. 8.1. Las cuatro clases de protectores de oídos: (a) tapones; (b) casco; (e) semiinsertos; (el) orejeras.
mente se requieren diversos tamaños. Esto complica la producción y distribución de tapones e introduce la posibilidad de una selección incorrecta. Como consecuencia, su efectividad es probablemente muy variable. s,23,34 Los semi-insertos poseen algunas de las ventajas de las orejeras y los tapones, y también algunos de sus inconvenientes. Un solo tamaño puede proporcionar una buena atenuación sonora y un ajuste satisfactorio para casi todo el mundo. La comodidad no es una cuestión decisiva. El semi-inserto es más pequeño que la orejera y se estorba menos con otros aparatos colocados en la cabeza. Sin embargo, al igual que aquélla, necesita un soporte, y por esta razón es más pesado de nevar que un tapón.22 Las orejeras deben hacerse de un tamaño solamente, y su forma importa menos que en el caso de un tapón. Casi todas pueden ajustarse satisfactoriamente con escasa dificultad. Por esta razón, la variación de su efectividad es menor, y el problema de la comodidad tiene menos importancia. s,34 Sin embargo, presentan varios inconvenientes. Para frecuencias por debajo de los 1000 cps tienen una atenuación media del sonido normalmente menor que la de los tapones.S,8.9,27,28.40,43 Junto con sus soportes, tienen un tamaño bastante grande y se estorban con casi cualquier otra cosa que se lleve en la cabeza. Su precio es alto en comparación con los tapones. 212
Los cascos son los más grandes, y normalmente los más caros de todos los protectores de oídos. Han de hacerse de varios tamaños. Hasta el momento, su acci6n acústica no parece mejorar significativamente la de las orejeras. Por estas razones, el empleo de cascos no parece justificado con el fin de proteger los oídos solamente. Sin embargo, pueden resultar muy prácticos cuando desarrollan alguna otra funci6n al mismo tiempo, tal como se dijo anteriormente. La importancia acústica del casco puede incrementarse cuando la atenuación del sonido en el oído alcanza un nivel tal que la transmisión a través del cráneo se convierte en un factor de control. En estas condiciones, un casco que cubra la mayor parte de la cabeza puede producir pérdidas adicionales de transmisi6n. 8 •9 Requisitos básicos de los protectores de oídos
Todos ellos, independientemente del tipo que sean, deben cumplir unos requisitos de: 1) atenuación de sonido, 2) comodidad y 3) ausencia de efectos negativos para la piel. Además, existen otros tres requisitos cuya importancia depende de las condiciones de empleo: 4) conservación de la inteligibilidad de la palabra, 5) facilidad de manejo y 6) durabilidad. 1. El primer requisito, la atenuación sonora, es obvio. Es determinante de la protecci6n que recibe el oído. El grado de atenuación necesario depende de la incidencia sonora, la clase de ruido y la duraci6n de la exposici6n. La naturaleza exacta de estas interrelaciones no está clara aún, pero puede establecerse con bastante generalidad que la cantidad de atenuaci6n sonora proporcionada por un protector de oídos debería ser suficiente para mantener el nivel de ruidos por debajo del límite de seguridad, siempre que este límite se haya establecido (véase Cap. 7). No siempre el protector de oídos podrá mantener ese límite. Incluso los mejores no atenuarán más de 25 a 35 db por término medio, mientras que en determinadas circunstancias puede ser conveniente una atenuación de 40 a 50 db. 2. Si bien la comodidad puede parecer un requisito secundario a primera vista, debe tenerse en cuenta que un protector de oído incómodo se convierte en insoportable tras llevarlo un rato largo, y ha de quitarse. En consecuencia, se convierte en algo inútil, aun cuando propocionara inicialmente una atenuación alta del sonido. La molestia producida por un ruido de muy alta incidencia sonora llega a superponerse hasta cierto punto a la causada por los protectores de oídos. Por tanto, el requisito de comodidad es más importante en un ruido de incidencia sonora moderada, en cuyo caso los protectores se usan por razones psicol6gicas más que fisiológicas; por ejemplo, para eliminar la distracción causada por un ruido irregular o para facilitar el sueño. 3. Un tercer factor, que en sí mismo justifica el desechar protectores de oídos satisfactorios por otros conceptos, es el efecto t6xico sobre la piel. Un protector de oídos puede producir inflamaciones que no
213
pueden controlarse sino mediante el empleo intermitente. Afortunadamente, el de la no toxicidad es el requisito más fácil de cumplir.23 ,32 4. Siempre que el nivel de ruido sea lo suficientemente bajo, la función acústica del protector de oídos debería consistir en asegurar la inteligibilidad más alta posible de la palabra. Con un ruido continuado, la palabra es más inteligible cuando el protector de oídos tiene una frecuencia plana característica.13 ,17,23 Pero para ruidos intermitentes se emplean aparatos especiales. 5,18.37,38 5. Los protectores de oídos son efectivos sólo si se usan correctamente. Esto se conseguirá con más facilidad cuando su aplicación es sencilla. Si son difíciles de manejar, aumenta la probabilidad de un uso incorrecto y con ello la variabilidad de su efectividad. 6. La durabilidad de un protector de oídos es un factor económico que se convierte en importante si se compran grandes cantidades. En general, los aparatos que duran más tiempo son más económicos a largo plazo. Esto es particularmente cierto en cuanto a los protectores más caros, como son las orejeras y los cascos. ATENUACION SONORA EN EL OIDO Factores que determinan la atenuación sonora
Los protectores de oídos son anteriores al presente siglo, pero sólo a partir de la II Guerra mundial se han investigado sistemáticamente en el laboratorio. Esto ha redundado en una mejor comprensión de la forma en que actúan, en cómo emplearlos mejor y qué puede esperarse de ellos, y ha permitido progresos en su mejora. Los factores que determinan la atenuación sonora proporcionada por los protectores de oídos se conocen ahora bastante bien. El protector proporciona una menor incidencia de la fuente de sonido en el tímpano del oyente. Esto se verifica en primer lugar por un cambio en el campo sonoro, y segundo, por la pérdida de transmisión entre las caras externa e interna del protector de oídos. El primer factor se considera despreciable normalmente, si bien no lo es tanto para elementos grandes, como los cascos. El segundo factor, la pérdida de transmisión, puede definirse aquí como la relación entre los valores de la presión sonora en las caras interna y externa del protector de oídos, pJpo. Incluso con el mejor protector de oídos el sonido exterior no puede eliminarse por completo en el oído. Las vibraciones acústicas se transmiten no sólo a través del conducto auditivo, sino también a través del cráneo (conducción ósea). Si se usara un casco ideal, estas vibraciones podrían transmitirse a través del resto del cuerpo (Fig. 8.2). Sin embargo, estos caminos secundarios son muy poco efectivos y la exclusión de la transmisión del sonido a través del conducto auditivo debería .proporcionar una protección suficiente en la mayor parte de las situaciones. La transmisión del sonido al oído «protegidoD puede ejemplificarse me214
diante un circuito eléctrico análogo al sistema mecánico.8.9.36.37.4o Un circuito de éstos se representa en la figura 8.2b. La analogía eléctrica no representa, desde luego, la situación acústica con exactitud, y su validez se limita a frecuencias no demasiado altas, pero ayuda a comprender mejor lo que sucede.
OREJERA
CASCO
TAPON AJUSTE HERMETICO
(a) ZCASCO
Z OREJERA
Z TA PON
Z TlMPANO
ZA/RE
'U ESPACIO SONORO
(BAJO EL CASCO)
lZCUERPO
(b)
FIG. 8.2.
Protectores de oídos en la cabeza: (a) representación esquemática; (h) circuito eléctrico análogo, mostrando la transmisión del sonido al oído a través de los tres protectores de oídos, el cráneo y el cuerpo. Z=impedancia.
Cualquier protector de oídos, sea del tipo que sea, puede transmitir el sonido de tres maneras: 1) a través de las filtraciones, 2) por su propia masa y 3) a través de la vibración del aparato en su conjunto, como un cuerpo rígido. Este último camino depende fundamentalmente de las propiedades mecánicas de la capa de carne que separa el protector de oído de la estructura ósea de la cabeza. Estas propiedades, junto con la conducción del sonido a través del cuerpo y del cráneo, controlan la atenuación sonora en el oído. 8.9.40 Puede verse en la figura 8.2 que la atenuación sonora depende no solamente de la impedancia del protector de oído, sino también de la impedancia detrás de éI.8.9.36.37.40.43 Sistema del tapón8• 9• 44
La figura 8.3a muestra esquemáticamente un tapón implantado en el conducto auditivo. La atenuación proporcionada puede deducirse del circuito
215
DELANTE
t
(a)
(b)
8.3. Tapón en un oído (esquema) y circuito eléctrico análogo del sistema. FIG.
análogo de la figura 8.3b y viene dada por la ecuación: Pi Po
Zbp Zp+Zbp
(8.1)
La impedancia por detrás del tapón, Zbp, se produce por la acción de la cámara de aire formada entre el tapón y el tímpano, en paralelo con la impedancia del tímpano unido a los mecanismos del oído medio e interno (Fig. 8.4).
FIG. 8.4. Circuito eléctrico análogo al tapón en el oído (en detalle). mz y Rz=masa y resistencia de una filtración acústica, respectivamente; mp=masa del tapón; C s y R s = acomodación y resistencia de la piel que recubre el conducto auditivo; Zmaterinl = impedancia de la transmisión del sonido a través de las deformaciones del tapón; Cc=acción del volumen de aire encerrado entre el tapón y el tímpano; md, Cd, Rd=componentes de la impedancia del tímpano.
La impedancia presentada por el tímpano para frecuencias por debajo de los 2000 cps puede representarse por un resonador húmedo con una frecuencia natural de aproximadamente 1300 cps. El volumen de aire entre el tapón y el tímpano vale unos 0,5 cm3, con una sección transversal de 0,5 cm2• La impedancia propia del tapón puede representarse por tres ramas8 •9 • 44 (figura 8.4) que simbolizan: 1) el aire infiltrado entre el tapón y la pared del conducto auditivo (mIt R¡), 2) la transmisión del sonido a través de la deformación del tapón (Zmaterial) y 3) vibración del tapón como un cuerpo rígido causada por la flexibilidad de la piel que recubre el conducto auditivo (m p , es, R s)' De estos tres caminos de transmisión pueden eliminarse el aire infiltrado y la deformación. La filtración de aire disminuye la atenuación en el oído para bajas frecuencias, y si es lo suficientemente grande, puede hacerla casi completamente nula. 9 •23 •27 La figura 8.5 muestra el efecto de una filtración de aire experimental 216
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FIG. 8.5. Efecto del aire infiltrado en la atenuación proporcionada por los tapones. La línea de puntos muestra la atenuación obtenida experimentalmente con una filtración de forma cilíndrica de 1 mm de diámetro y 2 cm de largo,37. La línea continua se calculó para una filtración de 0,05 cm de diámetro y 2 cm de longitud.8 •9
producida con un tubo de aire cilíndrico de 0,15 cm de diámetro y 1 cm de 10ngitud.J7 Para comparar, también se incluye una curva calculada para una hendidura de 0,05 cm de diámetro y 2 cm de largo. 9 Cuando el tapón consiste en un cuerpo hueco hecho de material elástico O
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FIG. 8.6. Mejora en la atenuación sonora producida rellenando un tapón hueco de material elástico suave con guata compacta. 42
suave, la transmisión de sonido a su través puede ser considerable. La figura 8.6 muestra la mejora en la atenuación del sonido producida por el llenado de ese tapón con guata compacta. 42 En contraste con los otros dos canales de 217
transmisión de sonido, la vibración del tapón como un cuerpo rígido no puede eliminarse, ya que la flexibilidad de la piel es una constante anatómica. La impedancia del mejor tapón que pudiera conseguirse se muestra por la rama central del circuito de la figura 8.4 (m p , cs, R s)' Los valores numéricos establecidos para un tapón, el V-SIR (desgraciadamente sobre un sujeto tan s610),9 dan: masa del tapón, m p = 0,5 g, adaptación de la piel, C s = 2,06 X 10-7 cm por dina, resistencia de la piel, R s =4,4 x 103 dinas/seg/ cm. Con la ayuda de los valores de la impedancia detrás del tapón, y para la impedancia de un tapón moviéndose como un cuerpo rígido, la atenuación sonora en el oído puede calcularse.8.9.44 El resultado se representa por la línea continua en la figura 8.7.44 El área rayada indica el límite de la atenuación determinada por la conducción ósea; la línea discontinua indica la atenuación obtenida con algunos de los tapones más efectivos23 •3o,32 en condiciones de laboratorio. Esta atenuaci6n puede mejorarse un poco aumentando la inercia del tapón. Sin embargo, la experiencia demuestra que esto no resulta práctico porque un incremento pequeño de la masa no ayuda mucho,8.9.42 y una masa demasiado grande disminuye la comodidad. 10
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FIG. 8.7. Curva calculada del máximo de atenuación para los tapones y la mayor atenuación medida para tres tapones diferentes (promedios de un cierto número de oyentes).23,32.42
Acústicamente, los semi-insertos se comportan como los tapones, y les son aplicables los modelos eléctricos y matemáticos del sistema del tapón. Sólo deben cambiarse los valores numéricos. Desgraciadamente son escasos los datos pertinentes. Sistema de las orejeras8 • 9 ,43 En la figura 8.8 se muestran esquemáticamente un par de orejeras en su posición de uso, junto con el circuito eléctrico análogo al sistema mecánico. La atenuación en el oído se define por una ecuación similar a la que se aplica 218
al tapón. Da la relación entre las presiones sonoras en las caras interna y externa de la orejera: Pi Po
So Zbm Si Zm+Zmb
(8.2)
donde So es el «área exterior efectiva», aproximadamente igual a la poslclon de cabeza delimitada por el borde exterior del ajuste hermético; Si es el «área interior efectiva» delimitada en la cabeza por el borde interior del ajuste hermético; Zm es la impedancia de la orejera, y Zbm es la impedancia detrás de la orejera. La ecuación muestra que, a fin de obtener una gran atenuación sonora (pi/Po pequeña), SO/Si y Zm deben ser tan grandes y Zbm tan pequeña como sea posible. Un SO/Si pequeño significa un ajuste poco hermético. Un ajuste excesivo es, no obstante, incómodo, y aumenta la probabilidad de una infiltración de aire. El valor medio para SO/Si parece estar alrededor de 2. Los componentes de Zm se muestran en la figura 8.8. La rama m" R z representa la infiltración de aire; Zmateriah la impedancia presentada a las ondas acústicas a través de la orejera a causa de su deformación, y m nn Csm y R sllu la impedancia debida a la vibración de la orejera como un pistón rígido.
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FIG. 8.8. Representación esquemática de las orejeras en la cabeza y circuito eléctrico análogo del sistema. Zm=impedancia de la orejera; Zbm=impedancia detrás de la orejera; mi. RI=masa y resistencia de la filtración de aire; mm=masa de la orejera; CSItI. R sm =impedancia de los componentes de la carne y del ajuste: Zmaterial = impedancia para la transmisión de sonido a través de las deformaciones de la orejera; Cv=efecto de la cámara de aire dentro de la orejera; smlsd=razón del área delimitada en la cabeza por el ajuste y la sección transversal del conducto auditivo; md. Ca. Rd=componentes de la impedancia del tímpano.
Debe evitarse la filtración entre el ajuste y la piel, pues, como en el caso de los tapones, disminuye la atenuación sonora a bajas frecuencias. Cuando se requiere una atenuación considerable por encima de los 100 cps, una posible filtración de aire no debería exceder de 0,03 cm de diámetro para un volumen de aire encerrado detrás de la orejera de 5 cm3 y debería estar por debajo de 0,25 cm cuando el volumen asciende a 300 cm3• Estos valores están dados partiendo de la suposición de una filtración de aire de 0,5 cm de longitud. 40 • 43
219
La transmisión de sonido debida a la deformación de la orejera, es decir, a través del material de la propia orejera, es más difícil de controlar que la producida a través de un tapón. Las dificultades se deben a la superficie mucho mayor de las orejeras. Teóricamente podría eliminarse este canal de transmisión fabricando la orejera con un material rígido. Sin embargo, esto no puede hacerse aSÍ, ya que la orejera debe adaptarse al contorno de la cabeza alrededor del pabellón auditivo; al menos debe ser muy adaptable la parte diseñada para proporcionar un ajuste hermético alrededor del oído. La transmisión del sonido a través de esta superficie adaptable puede disminuir si se emplea un material con viscosidad interna muy alta. 4O Si la viscosidad no es lo suficientemente alta, la atenuación disminuye para todas las frecuencias, excepto en el intervalo en que se produce antirresonancia, causada por la interrelación entre la adaptación de la parte blanda y la inercia de la parte rígida de la orejera. Estas consideraciones se aplican tanto a los cascos de un auricular como a las orejeras. 4O ,43 La figura 8.9 muestra el efecto de reforzar un casco de un auricular macizo, pero flexible, con una lámina de metal. 40 La transmisión del sonido debida a la vibración de la orejera como un pistón rígido no puede descender por debajo de un límite fijado por la flexibilidad de la carne que recubre el cráneo y la masa máxima de la orejera compatible con la comodidad. En las circunstancias más favorables, la atenuación del sonido proporcionada por estos aparatos, orejeras, auriculares, está definida por la rama central del circuito de la figura 8.8. Cuando la impedancia mecánica del ajuste es grande, la influencia de su adaptación es 10 r -
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FIG. 8.9.
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despreciable; por tanto, C sm representa sólo la adaptación de la carne. La impedancia alta puede mejorarse rellenando una almohadilla hueca de paredes elásticas con un material muy viscoso (masilla o cera) maleable a la temperatura del cuerp041.43 (Fig. 8.10). Esta almohadilla presenta una alta impedancia debido a sus componentes resistivos y al mismo tiempo se adapta fácilmente al contorno de la cabeza. Los experimentos revelan que la adaptación mecánica de la capa de carne es, en una orejera, del orden de 3 x 10-9 cm por dina. 43 220
Este valor parece concordar con mediciones efectuadas directamente en la cabeza. 2 ,7 Cuando el ajuste es suave y tiene una viscosidad interna baja (por ejemplo, gomaespuma), su adaptabilidad se suma a la de la carne40 y la resultante puede ser la mitad, o incluso una fracción menor de C sm' La adaptabilidad de la carne controla la atenuación a bajas frecuencias y la masa de la orejera es el factor determinante por encima de la frecuencia de resonancia, que suele estar normalmente alrededor de los 200 cps. En cuanto a su comodidad, el peso de una orejera debe limitarse a unos 200 g.40 El último factor que debe examinarse en relación con la atenuación sonora proporcionada por las orejeras es la impedancia detrás suya (Zbm en la Fig. 8.8).40,43 Como muestra la ecuación (8.2), la atenuación sonora es inversamente proporcional a Zbm cuando la impedancia de la propia orejera es lo suficientemente grande. La impedancia detrás de la orejera consiste principalmente en la cámara de aire encerrado en su interior. Este volumen es normalmente lo suficientemente grande como para despreciar el efecto sobre el oído medio (tímpano). La impedancia mecánica de su contenido relleno de aire es inversamente proporcional al volumen, y directamente proporcional al cuadrado de la superficie transversal de su abertura correspondiente. Para orejeras corrientes, esta «área efectiva» se representa por Si. En consecuencia, a fin de obtener una alta ALUMINIO
8.10. Orejera experimental HZM-9-A, que consiste en un casco rígido de auricular con una almohadilla blanda, suave, rellena de cera (CZM-7). ;El auricular se ha reemplazado por un tapón de aluminio. 43 FIG.
atenuación sonora en el oído (Zbm pequeña), la orejera debería encerrar un volumen grande de aire, pero debería tener una Si pequeña. Esto nos lleva a una orejera muy cóncava. El área Si está limitada por las dimensiones del pabellón auditivo. En las orejeras comerciales, el volumen de aire encerrado varía de 25 a 300 cm3 y el área interior efectiva Si entre 25 y 40 cm2• De aquí 221
que la adaptabilidad mecánica de la cámara de aire esté entre 1 x 10- 8 y 3 X 10-7 cm pordina. Los auriculares comerciales encierran un volumen de aire de 5 a 25 cm3 y tienen una Si de 15 a 40 cm2• La adaptabilidad mecánica del aire encerrado varía entre 1 x 10-8 y 1,5 X 10- 8 cm por dina. La figura 8.10 muestra una pequeña orejera· experimental que consiste en un casco de latón y un ajuste hermético hueco con paredes elásticas, relleno de cera maleable a la temperatura del cuerpo.43 El casco duro junto con la alta viscosidad interna del ajuste hacen que la orejera vibre como un pistón rígido y que los factores determinantes de su impedancia se reduzcan a la adaptabilidad y resistencia de la piel y a la masa de la orejera. El volumen de aire encerrado asciende a unos 24 cm3 y Si =24 cm2• La masa es de 150 g. o i~ CALCULADO
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FIG. 8.11. Atenuación sonora proporcionada por la orejera de la figura 8.10. El área rayada corresponde a una atenuación indeterminada a causa de la fase desconocida de la relación entre el sonido transmitido a través de la orejera y a través del cerebro. 43
La curva y el área rayada de la figura 8.11 dan unos valores de atenuación calculados según la ecuación (8.2) y las cruces los valores medidos. La concordancia es buena por debajo de los 1000 cps, donde se mantiene la suposición de ondas largas comparadas con las dimensiones lineales de la orejera. El área rayada representa la incertidumbre debida a la fase desconocida de la relación entre el sonido transmitido a través de la orejera y el transmitido por conducción ósea.43 La atenuación sonora proporcionada por un auricular depende de la impedancia del audífono montado en él. La figura 8.12 muestra un pequeño auricular que rodea el oído, consistente en una armadura vinílica blanda, flexible, envolviendo un núcleo de material viscoso. En la figura, el casco contiene un tapón de metal en lugar del audífono. En estas condiciones la cantidad de 222
FIG. 8.12. Orejera experimental consistente en un auricular Grason-Stadler (CZW-6), con el audífono reemplazado por un tapón metálico del mismo peso.
aire encerrado es de unos 14 cm3 y el casco proporciona una atenuación sonora representada por la curva continua de la figura 8.13. Reemplazando el tapón metálico por un audifono PDR-10 del mismo peso, la atenuación sonora aumenta en unos 7 db (línea discontinua). La audición del PDR-10 parece producir aproximadamente el mismo efecto que si se añadiera un volumen de
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FIG. 8.13. Atenuación proporcionada por la orejera de la figura 8.12, con dos diferentes volúmenes de aire encerrado.
aire de 15 cm3• Mediciones estáticas confirman que el PDR contiene detrás de su diafragma una cavidad de este orden de magnitud. Las orejeras tienden a atenuar el sonido mejor a altas frecuencias que a bajas. Este efecto puede contrarrestarse añadiendo uno o más resonadores
223
Helmholtz. 43 Un ensamblaje, que se muestra en la figura 8.14 (HZM-9-B), consiste en una orejera HZM-9-A y un resonador con un volumen de aire de 50 cm3 y una abertura de 1 cm de diámetro. La línea continua de la figura 8.15 da la atenuación sonora obtenida con este aparato. La adición de un segundo
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8.14. Orejera experimental HZM-9-B consistente en el auricular CZW-7 y un resonador de 50 cm3•43 FIG.
resonador, en serie con el primero, sintonizado a una frecuencia más baja, hace variar la atenuación característica hasta coincidir con la mostrada en la línea discontinua. Finalmente, la línea de puntos reproduce la curva de atenuación obtenida con el auricular de la figura 8.14 con el audífono reemplazado por un inserto que contiene cuatro resonadores en serie. El volumen de aire encerrado por este aparato es de 109 cm3• Se desprende de la figura 8.15 o ;0 ID
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8.15. Curvas de atenuación de tres orejeras equipadas con diferente número de resonadores, conectados en serie.43
FIG.
que los resonadores pueden afectar sustancialmente a la atenuación proporcionada por las orejeras y hacer posible una mejor adaptación de la atenuación característica en las condiciones de empleo.
224
Combinación de tapón y orejera
A veces, a fin de obtener el máximo de atenuación sonora para ruidos extremadamente fuertes, se colocan orejeras superpuestas a los tapones. La acción acústica de este sistema puede deducirse del circuito eléctrico análogo de la figura 8.16. La atenuación proporcionada por la orejera viene dada por la ecuación siguiente: (8.3)
Zp
FIG. 8.16. Circuito eléctrico análogo de la combinación de tapón y orejera. Z=impedancia de la orejera; Zv=impedancia de la cámara de aire encerrada en la orejera; Zbp=impedancia detrás del tapón.
que simplificada queda: (8.4)
ya que Zp»Zbp»Z'I" De aquí que la atenuación sonora proporcionada por la orejera sea prácticamente independiente del tapón. La atenuación proporcionada por el tapón viene dada por:
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Zbp Zp+Zbp
(8.5)
y es independiente de la orejera. Por tanto, la atenuación total A deberá
valer: (8.6) Si A m Y A p están dadas en decibelios, en cuyo caso las llamaremos A~ y A~, respectivamente, la atenuación total de la combinación, expresada en decibelios, A', viene dada por la expresión equivalente: A'=A~ +A~
(8.7)
Si una orejera atenúa 20 db Y un tapón 25 db, la atenuación total que puede esperarse es de 45 db. Los experimentos demuestran, sin embargo, que no se verifica la suma simple y que la atenuación total es considerablemente menor. La figura 8.17 muestra esta discrepancia. 8 ,9 Hasta el momento esto se se acepta en general sin explicaciones. Por lo menos, tres posibilidades deben ser tomadas en consideración: 1) El sonido puede alcanzar el oído a través de la boca y de la trompa de Eustaquio (la atenuación sonora de los tapones
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FIG. 8.17. Curvas de la atenuación medida en: 1) tapones; 2) orejeras; 3) tapones y orejeras juntos; 4) suma teórica de las atenuaciones en decibelios proporcionada por tapones y por orejeras. S•9
de buena calidad parece disminuir un poco cuando la boca está abierta); , 2) el nivel de la transmisión del sonido puede alcanzarse a través del cráneo y 3) la vibración de la orejera puede transmitirse al tapón a través de la carne y de la estructura cartilaginosa del oído externo. p
Conducción ósea1•2 •4
Ya que existen ciertas divergencias en la interpretación de este término lo definiremos, en lo que se refiere a este capítulo, como el canal de transmisión acústica al oído interno que involucra la vibración de otras estructuras óseas distintas de los huesecillos del oído medio. Parecen ser tres los canales de la conducción ósea: 1) la deformación elástica del cráneo que nos lleva a deformaciones del oído medio e interno; 2) la vibración del cráneo, como un cuerpo rígido, produciéndose por inercia desplazamientos en el oído medio e interno, y 3) el movimiento relativo entre el cráneo y el maxilar p
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FIG. 8.18. Mejora de la conducción ósea a causa del cierre del conducto auditivo por medio de un tapón.4.14.31 '
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inferior. 1,2,4 Este movimiento causa la vibración del cartílago del conducto auditivo y el sonido producido en su camino a través del aire alcanza el oído interno a través del tímpano. A este canal de transmisión se le denomina a menudo el camino «oseotimpánicoD. Esto es importante cuando el oído está cubierto por un tapón o una orejera y el sonido generado por la -deformación del conducto auditivo no puede irradiarse al aire circundante. De aquí que el cierre del oído externo aumente la conducción ósea. El efecto de los tapones sobre esta conducción se muestra en la figura 8.18. 2 ,14.31 Es similar para orejeras pequeñas y un conjunto de audífonos, pero disminuye al aumentar el aire encerrado. La relación entre la conducción ósea y la transmisión de sonido por el aire dentro del oído puede estimarse como el límite superior del aislamiento sonoro en el oído que proporcionan tapones y orejeras. Se define normalmente como la relación entre los umbrales relativos de audición en un espacio acústico abierto. Desgraciadamente, aún no se ha medido esta relación con suficiente precisión; sólo son aprovechables estimaciones groseras deducidas de mediciones indirectas. La figura 8.19 muestra la incertidumbre existente. Se representan dos relaciones diferentes entre las transmisiones ósea y a través del aire en función de la frecuencia, cada una de ellas determinada por el mismo autor, pero por dos métodos diferentes. 4 Los puntos de la figura 8.10 indican los valores más altos de la atenuación que se obtuvieron en el oído en las pruebas efectuadas en el espacio acústico abierto. 44 En ellas se usaron resonadores con semi-insertos. Dieron un máximo de atenuación a su frecuencia natural, y esta atenuación máxima coincide aproximadamente con la conducción ósea medida excepto para frecuencias por debajo de 200 cps. z
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FIG. 8.19. Relación entre la conducción ósea y por el aire obtenida para oídos descubiertos mediante dos procedimientos diferentes. 4 Los puntos representan los valores más altos de la atenuación obtenidos en el oído cuando se usaron los resonadores.
Si los oídos se cierran con tapones o se cubren con orejeras que no tienen resonadores, o bien por otros aparatos que absorben el sonido, la relación entre la conducción ósea y la transmisión por el aire varía según ~as curvas de la figura 8.18. En esta situación puede suponerse que el límite .de la ate-
227
nuación sonora establecida por conducción ósea corresponde a la franja mostrada en la figura 8.20, confeccionada con datos de procedencia diversa.2.4.9.14.31.40 En esta figura, los puntos representan los valores máximos obtenidos hasta el momento con la combinación de tapones y orejeras en condiciones óptimas de laboratorio. 9.40•44
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FIG. 8.20.
Relación entre la conducción ósea y por el aire cuando los oídos están cubiertos por tapones. La amplitud de la banda indica la dispersión de los datos. Los puntos representan los valores mayores de la atenuación obtenidos con una combinación de tapón y orejera.
Límites previsibles de la atenuación sonora en el oído
La relación entre la conducción ósea y la transmisión del sonido por el aire dentro del oído constituye el límite absoluto de aislamiento acústico en el oído para tapones y orejeras. Si se excluye la transmisión directa desde el aire circundante al cráneo, un casco ideal podría mejorar la atenuación sonora de 5 a 10 db. El único conducto que queda es el que conduce el sonido a través del cuerpo.8.9 Como se indica en la figura 8.19, es posible alcanzar el límite absoluto de la conducción ósea, esto es, con los oídos descubiertos, usando protectores de oído que contengan elementos absorbentes. Sin embargo, estos protectores están aún en fase experimental. Un límite de atenuación más realista, por el momento, se muestra en la banda rayada o ~ ID
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FIG. 8.21. Límite superior de la atenuación sonora en el oído proporcionada por tapones, auriculares y orejeras. sin resonadores. 4o ,43.44
228
de la figura 8.20. La experiencia demuestra que incluso este límite es muy difícil de alcanzar, especialmente para frecuencias por debajo de 700 cps. Aquí, la atenuación sonora más alta que se puede lograr con tapones u orejeras, sin que ello afecte a la comodidad, viene determinada por la impedancia de la carne que recubre el conducto auditivo o el contorno del oído y la masa del protector. La figura 8.21 muestra los límites prácticos de atenuación previstos para tapones, audífonos y orejeras sin resonadores.8.9.40.43,44 Estos límites coinciden con los de la conducción ósea de la figura 8.20, para una frecuencia de 500 a 800 cps. Atenuación sonora y comunicación de la palabra
El problema de la comunicación de la palabra bajo ruidos se tratará extensamente en el capítulo 9; algunos de sus aspectos están ligados estrechamente a los protectores de oídos. Podemos distinguir tres situaciones diferentes: una señal puede transmitirse: 1) a través de un audífono con el sistema de atenuación fuera del camino de la señal; 2) a través de un audífono con una parte al menos del protector de oído en el recorrido de la señal, o 3) a través del aire circundante. La primera situación se presenta cuando actúa como protector de oídos un audífono montado en un casco muy ajustado. En estas condiciones, la inteligibilidad de la palabra llega a ser óptima cuando la atenuación del ruido es lo más alta posible, pues la relación entre señal y ruido mejora proporcionalmente con la atenuación. Una protección suplementaria sería la proporcionada por un casco compacto que excluya el sonido. La segunda situación surge si añadimos un tapón. El tapón disminuirá el nivel de incidencia sonora tanto del ruido como de la señal en más o menos el mismo valor. Cuando puede compensarse la atenuación de la señal aumentando su nivel en el receptor, la relación señal: ruido mejora, y con ello la inteligibilidad de la palabra. 24 No obstante, si se alcanza la capacidad máxima del receptor, se hacen imposibles mejoras posteriores en la relación señal: ruido. Los coeficientes de articulación muestran que incluso entonces la inteligibilidad de la palabra mejora siempre que su nivel no caiga por debajo de unos 75 db. En la práctica, esta reducción es poco probable, ya que puede haber una señal cuyo nivel llegue a 110 db Y los tapones no la atenúen en más de 30 o 35 db. Por tanto, llevar tapones bajo los audífonos con ruidos fuertes y continuados es siempre beneficioso. 13 Cuando se transmite la señal a través del aire circundante, tanto la señal como el ruido son afectados por el protector de oídos, y la relación entre ambos no puede mejorarse sustancialmente. Se desprende de los experimentos que la atenuación de la palabra y del ruido no afecta de modo negativo a la comunicación, siempre que la palabra permanezca por encima de los 75 db en el oído. A niveles de ruidos superiores a los 85 db la palabra puede ser más inteligible. 13 Las condiciones varían ligeramente para ruidos intermitentes cuando los 229
intervalos de silencio son lo bastante largos para permitir una recuperaclOn sustancial de la audición. 16 Especialmente cuando los períodos ruidosos son cortos, la .inteligibilidad de la palabra puede ser mucho mayor que cuando el ruido es continuo, y los protectores de oídos pueden disminuir la inteligibilidad deteriorando la audición durante los períodos de silenciO. Para soslayar esta dificultad se ha provisto a los protectores de oídos de una atenuación sonora selectiva. Algunos de ellos se han diseñado para que actúen como válvulas y reduzcan las amplitudes excesivas de presión sonora sin afectar a las ondas de la palabra, si bien no se ha comprobado su efectividad.s,18 Otros actúan como resonadores acústicos o filtros de paso bajo, atenuando las frecuencias más peligrosas y molestas por encima de los 1000 cps, pero dejando pasar las frecuencias más' bajas.Is. lO. 37, 39 Se ha demostrado que estos aparatos permiten una mejor inteligibilidad de la palabra en medio del silencio que los protectores que atenúan todas las frecuencias de la palabra en un valor igual, aproximadamente. Algunos de estos tapones selectivos se han diseñado para proporcionar una protección adecuada en la mayoría de las situaciones que conllevan ruidos. 38 Son particularmente efectivos contra los disparos de armas de fuego. lO
COMODIDAD V OTROS REQUISITOS Presión
La causa más directa de incomodidad debida a un protector de oídos es la presión ejercida sobre la piel. Si esta presión es fuerte y dura un tiempo relativamente largo, el dolor puede llegar a ser intolerable. Dos factores a considerar son la fuerza total con la que el protector presiona contra la piel y la distribución de esa presión. La fuerza total ejercida por un tapón es una consecuencia de la relación entre las dimensiones de su sección transversal y las correspondientes del conducto auditivo. Un tapón pequeño es más cómodo que uno grande. La presión ejercida por las orejeras y los semi-insertos varía proporcionalmente con la fuerza aplicada por sus soportes. Un casco crea una situación más complicada y la fuerza total depende en parte del tamaño y en parte del peso. Cuando la fuerza total se distribuye sobre un área grande, la presión resultante es menor que cuando se concentra en un lugar pequeño. Por esta razón, un tapón que encaje bien en el contorno del conducto auditivo y que esté hecho con un material blando, que permite una buena adaptación, es mucho más confortable que uno escasamente ajustado o duro. Lo mismo vale para el ajuste de una orejera o un semi-inserto. Las orejeras y los semiinsertos deben no sólo ser de un tamaño y una forma compatibles con la anatomía, sino que deberán estar hechos también de material blando; a fin de asegurar un área grande de contacto con la piel. Cuando esto se consigue, la fuerza total que actúa sobre la piel debe limitarse a un valor que permita la circulación de la sangre. Para mantener el protector en su sitio y proporcionar una atenuación del 230
sonido se necesita una cierta preSlOn sobre la piel. Si disminuye la presión, la impedancia de la piel también disminuye y la vibración del protector del oído, considerado como un cuerpo rígido, aumenta. Con una presión excesivamente pequeña pueden producirse filtraciones de aire. Es difícil determinar la presión máxima aceptable para los tapones. La experiencia demuestra que, por término medio, son suficientes de tres a cinco tamaños para encajar bien en la mayor parte de los oídos. El tamaño más grande que se pueda soportar permite la máxima atenuación sonora. Las orejeras deben apoyarse contra los lados de la cabeza con una fuerza que varía entre 500 y 1000 g.23 Siempre que sea posible debe evitarse la presión en el pabellón auditivo, pues es muy sensible. :No se han determinado aún los límites de presión para los semi-insertos, pero la necesaria para mantenerlos en su lugar parece proporcionar una atenuación sonora suficiente. Peso
El peso de un protector de oído afecta a la comodidad de modo directo, ya que la fuerza de la gravedad presiona el aparato contra la piel, e indirectamente, porque la fuerza necesaria para mantenerlo en su lugar aumenta a medida que 10 hace el peso. Se aconsejan los pesos siguientes: un tapón debería pesar entre 1 y 5 g; una orejera o un auricular, menos de 200 g, Y un semi-inserto completo, alrededor de los 15 g. Un peso demasiado pequeño no es bueno, ya que la atenuación sonora disminuye a medida que lo hace el peso. Temperatura
Tanto el registro acústico como la comodidad de un protector de oídos pueden verse afectados por la temperatura ambiental. Algunos materiales, como la cera, se vuelven muy blandos a temperaturas altas, y pueden producirse tanto filtraciones de aire como aumentos de la conducción de sonido a través del material. En otro aparatos, un reblandecimiento moderado del material a la temperatura del cuerpo puede mejorar el ajuste y la comodidad. La temperatura puede provocar serios problemas con protectores de oído grandes, como orejeras y cascos, más que con pequeños. Al proporcionar un aislamiento calorífico, tienden a elevar la temperatura de la cabeza. En un clima frío esto puede ser agradable, pero en uno cálido es muy molesto. Además de la incomodidad causada por el calor, la evaporación del sudor 'es casi imposible y se produce una condensación excesiva. Esta situación se mejora en parte con orejeras hechas con material absorbente. No obstante, tienen otros inconvenientes. No pueden lavarse, y si no se cambian con frecuencia, resultan antihigiénicas. Por tanto, las orejeras deben cubrir la menor área posible de la superficie de la cabeza; el área de contacto de los cascos y la piel deben también reducirse al mínimo, y, si es posible, debe prevenirse la ventilación.
231
Factor tiempo
Una incomodidad soportada durante mucho tiempo se convierte en la peor de las torturas. Si el período de tiempo es corto, pueden tolerarse hasta tapones duros y escasamente torneados. Por otra parte, existen protectores de oído que parecen bastante c6modos durante el primer minuto y pueden resultar intolerables a la media hora, más o menos. Durante períodos cortos de exposici6n a ruidos intensos pueden llevarse muchos tipos de tapones, pero son muy pocos lo suficientemente c6modos como para llevarlos durante un período de ocho horas, o durante un día o una noche enteros. Además de la incomodidad directa causada por la presi6n, los períodos largos de uso acentúan los efectos negativos de la temperatura y la toxicidad. Toxicidad
Algunos materiales atacan químicamente la piel y causan inflamaciones. De hecho, cualquier material puede causar irritaci6n de la piel en determinadas circunstancias. Estos efectos t6xicos no pueden eliminarse por completo, pues algunos son el resultado de una alergia. Aprovecharemos, por tanto, aquellos materiales que solamente produzcan alergia en casos excepcionales y estén libres, por otra parte, de producir efectos t6xicos sobre la piel, incluso para períodos largos de uso. Los cloroprenos polimerizados (neopreno) y los copolímeros de cloruro de polivinilo (vinilite) son generalmente no t6xicos cuando se mezclan con plastificantes que tampoco 10 sean. 23 ,3? Ya que el ensayo de nuevos materiales lleva mucho tiempo, parece aconsejable, por ahora, usar estos y otros materiales de los que se sabe por experiencia que son químicamente neutros para la piel. Lavabilidad
Un protector de oído que haya de emplearse repetidamente debe ser lavable. Deberá ser resistente no s610 al agua y al jab6n, sino también a algunos antisépticos, como el alcohol. Las superficies lisas de material impermeable son más fáciles de lavar que los materiales absorbentes, como la gamuza, o porosos, como la gomaespuma. No obstante, los requisitos de lavabilidad no deben aplicarse indiscriminadamente. Algunos tapones se diseñan para tirarse después de una aplicaci6n y no necesitan lavarse. Para algunas aplicaciones son más convenientes tapones no recuperables que los lavables. Las orejeras son demasiado caras para usarlas s610 una vez, pero pueden aislarse de la piel mediante cualquier servilleta de papel u otro material barato. Duración
La duraci6n, como la lavabilidad, no es un requisito fundamental. Es algo superfluo en muchos tapones baratos, diseñados para usarse una sola vez. Los aparatos «permanentes), no obstante, que pueden resultar menos costosos
232
a largo plazo, deben durar tanto como se pueda. En consecuencia, deben ser lo suficientemente robustos, y hechos de un material resistente al envejecimiento. El proceso de este envejecimiento puede acelerarse por muchos factores, de los que los más importantes parecen ser el cerumen, la transpiración, la humedad, la luz, el oxígeno y, a veces, algunos elementos químicos activos contenidos en el aire. Materiales del tipo del neopreno y el vinilite, cuando se combinan con otros ingredientes apropiados, resisten la mayoría de esas influencias y pueden durar, sin cambios notables, dos años o más. La mayoría de los materiales blandos y flexibles, sin embargo, muestra una tendencia bien a contraerse y endurecerse con el tiempo o a expandirse y hacerse fofos. 32 Facilidad de manejo
Este factor se menosprecia frecuentemente; no obstante, contribuye en gran medida al resultado de un protector de oídos. Un aparato complicado o uno que ha de aplicarse con precisión puede dar excelentes resultados en el laboratorio y fracasar sobre el terreno a causa de un empleo incorrecto. El modo en que un protector de oídos debe emplearse ha de ser tan obvio como práctico; su resultado no debe depender en gran parte de su colocación precisa. Tres propiedades facilitan una buena colocación: simplicidad mecánica, simetría y adaptabilidad. La simplicidad mecánica no presenta gran dificultad, ya que la mayoría de los tapones no tienen partes movibles, y el sistema de soporte de una orejera es tan simple que no se necesitan instrucciones para su uso. Si bien los protectores de oídos asimétricos son normalmente más adaptables a la anatomía, los simétricos son más aptos para aplicarse correctamente. Sin embargo, los aparatos simétricos por 10 general sólo funcionan eficazmente en una posición, y el elemento diseñado para el oído derecho debería ser diferenciable del diseñado para el izquierdo, la parte delantera diferenciable de la trasera, 10 de arriba de lo de abajo. Normalmente se llega a un compromiso y la adaptación residual a la cabeza y los oídos se confía a la adaptabilidad del material. La solución más ampliamente aceptada para los tapones elásticos consiste en exigir la simetría respecto a un plano horizontal, de modo que los elementos izquierdo y derecho sean idénticos. El usuario debe poner atención para colocarse correctamente el aparato en el oído, y la asimetría existente puede obviarse a fin de disminuir la probabilidad de errores. Las orejeras tienen grados diferentes de simetría. Con todo, a excepción de los que van incorporados en un casco, las orejeras y los auriculares deben ser simétricos respecto a un plano al menos; es decir, la parte de arriba igual a la de abajo, la derecha igual a la izquierda. La asimetría no representa un problema para protectores maleables. En el caso de tapones formarán esferas, cilindros, etc., y se adaptan por completo al contorno del conducto auditivo. En resumen, un aparato compuesto de material maleab~e, o por 10 menos muy adaptable, depende en menor grado de su situación correcta, y la estabilidad del resultado aumenta.
233
EVALUACION DE LOS PROTECTORES DE 01005
La evaluación de los protectores de oídos es importante para los que los diseñan, los compran, los usan, así como para aquellos que están interesados en los daños en la audición. Desgraciadamente, no se han llevado a cabo por completo una serie de tipos standard de pruebas para protectores de oídos, ni existen aún criterios suficientes para su aceptabilidad. No es posible, por tanto, presentar un método generalmente aceptado para probarlos, o unos requisitos mínimos. Debemos limitarnos a dar unas normas según las experiencias de laboratorio o los experimentos sobre el terreno. De acuerdo con los requisitos básicos citados anteriormente, estas pruebas se refieren fundamentalmente a la atenuación sonora, comodidad y toxicidad. En esto consisten las pruebas de laboratorio, normalmente previas, y las pruebas de campo. Pruebas de atenuación
'1:
Las pruebas de atenuación sonora en el aire son los ensayos de protectores de oídos mejor conocidos. Estas pruebas no son todavía enteramente satisfactorias, ya que no pueden reproducirse de un laboratorio a otro con una semejanza suficiente. La mayoría de los ensayos que se realizan en la actualidad emplean sujetos humanos y métodos psicofísicos, pero continúan los esfuerzos a fin de reemplazar los métodos «subjetivos» por ensayos físicos «objetivos».5.26.29 Por razones obvias, estos esfuerzos se han frustrado en gran parte. La atenuación sonora proporcionada por un protector de oídos depende normalmente, al menos en parte, de las propiedades anatómicas y mecánicas de la cabeza, y especialmente del oído. De ellas, las más importantes son la impedancia del oído medio, la impedancia mecánica de la carne que recubre el conducto auditivo, la flexibilidad de los cartílagos del oído externo, la forma del conducto auditivo, las propiedades mecánicas de la carne que recubre el cráneo (en particular alrededor del pabellón auditivo), las propiedades mecánicas del propio pabellón auditivo y, finalmente, todos los factores que determinan la conducción ósea. Es dudoso que todos estos parámetros puedan reproducirse en un modelo físico con materiales que mantengan sus propiedades mecánicas durante largos períodos de tiempo. Para probar las propiedades mecánicas del propio protector del oído pueden usarse métodos puramente físicos. Serán adecuados aparatos como los empleados para la evaluación de los audífonos. Los protectores de oídos deberán proporcionar en esta prueba una atenuación sonora mayor que en el caso de un oído real. Cuando esto no es así, es probable que la transmisión de sonido a través de la deformación del protector de oído disminuya la atenuación. Otro objetivo de las pruebas de atenuación consiste en medir la presión sonora a la entrada del conducto auditivo, colocando normalmente un tuboprobeta microfónico en el oído del sujeto. El valor de la atenuación viene * Pendiente de la aceptación de un baremo por la American Standards Association.
234
dado por comparaclOn entre la presi6n sonora medida, con este micr6fono, cuando está presente el protector de oídos y cuando lo retiramos. 5 • 29 ,36 Estas pruebas deben llevarse a cabo sin distorsiones en .el funcionamiento propio del protector. El tubo-probeta debe ser flexible, y deberá introducirse a través del cuerpo del protector de oído de modo que el ajuste sobre la superficie de la piel permanezca inalterado. La impedancia del micrófono rematado por el tubo-probeta debe ser alta, a fin de no afectar apreciablemente a la impedancia de la cavidad detrás del protector de oídos. Este método es apropiado para aparatos grandes, como orejeras y cascos. En estos casos, no obstante, sus ventajas son dudosas. La variabilidad de las «pruebas subjetivas), como las psicofísicas, se debe en gran parte más a las diferencias en el ajuste de los protectores de oídos que a la falta de exactitud de las determinaciones del umbral, o de la sonoridad, y el problema del ajuste se presenta también en el método del tubo-probeta. Por tanto, en pruebas con este último no pueden esperarse unos resultados mucho más exactos, ni reducir el número de elementos necesarios para llegar a un resultado estadístico significativo. No obstante, sí se puede economizar tiempo. Las mediciones psicofísicas de la atenuación sonora proporcionada por los protectores de oídos son las que más se usan. 5 •23 •33 ,34,41,43 Se define la atenuación sonora como la pérdida de audición ocasionada por el aparato ·en un ensayo. A este fin, se mide el umbral de audibilidad una vez con el protector del oído en su lugar y otra vez sin él. La diferencia en decibelios se toma como la medida de la atenuación. A veces la determinación del umbral se reemplaza por un balance de sonoridad, pero éste es un procedimiento más complicado. 23 •34 El orden en que se determinan los umbrales puede afectar a los valores obtenidos de la atenuación. Por esta raz6n, el ensayo deberá ser equilibrado; es decir, si un oyente sufre la prueba primero sin protector de oído y después con él, el siguiente deberá efectuar la prueba al revés, y así sucesivamente. En la siguiente sesión, los individuos que empezaron sin protector en la primera sesión lo harán ahora con protección del oído la primera vez. En la tercera sesión, el orden se invierte de nuevo.41 •43 Tanto los tonos puros como las bandas de ruido sirven como estímulos. La mayoría de los experimentadores prefieren tonos puros, ya que solamente se requiere un equipo muy simple y se mide bien la relación entre la atenuad6n y la frecuencia. Las mediciones con las bandas de ruido no dan la atenuación media de la banda, sino el mínimo de atenuación obtenida a una frecuencia concreta, que permanece desconocida. A fin de obtener atenuaciones características precisas, deben probarse tantas frecuencias como sea posible -al menos las siguientes: 125, 250, 500, 1000, 2000, 3000, 4000, 6000 .Y 8000 cps-. La mayoría de los audiómetros comerciales producen esas frecuencias. Las pruebas deberían efectuarse con un altavoz, no con audífonos, ya que éstos se desvían mucho de las condiciones en que los protectores
eco). El campo sonoro así producido es fácilmente determinable. En algunos ensayos, el sujeto escucha con un oído, y en otros con ambos. Teóricamente la audición monoaural está más cerca de la correcta, pero es difícil eliminar satisfactoriamente el oído que no está sometido al ensayo. La audición biaural da los valores de la atenuación producida en el oído en el cual ésta es menor. La comparación entre los ensayos mono y biauriculares confirma que la atenuación media obtenida biauralmente puede esperarse que esté por debajo del valor medio obtenido monoauralmente. s Para determinar el umbral de audición, puede emplearse cualquier método psicofísico en tanto que se aplique el mismo procedimiento para la medición del umbral con protector de oídos y sin él. El método no requiere maniobras complicadas por parte del oyente. Debe eliminarse de la sala de ensayos el fondo de ruidos audibles, y el oyente debe situarse tan inmóvil como sea posible. Ya que los ruidos afectan a los umbrales tomados sin protectores de oídos más que a los tomados con ellos, la atenuación medida se reduce. Por esta razón, tanto el examinador como cualquier equipo ruidoso deben mantenerse fuera de la sala de ensayo. Normalmente, la cabeza del oyente se fija por un soporte. La colocación correcta de un protector de oído desempeña un papel decisivo en la atenuación sonora, principalmente en el caso de tapones. Incluso con el mejor tapón pueden producirse filtraciones de aire si se usa un tamaño inapropiado o el aparato se coloca inadecuadamente. Las instrucciones para su empleo pueden ser más importantes que la calidad misma del aparato. En los experimentos de laboratorio puede ser necesario que el examinador inserte la primera vez los tapones en los oídos del oyente. En las pruebas de campo, no obstante, el oyente deberá realizar esta operación por sí mismo. De otro modo, las condiciones de la prueba se alejarán considerablemente de las condiciones de campo. Es una buena idea colocarse los protectores mientras se oye un ruido de sonoridad moderada. Ya que el protector puede desplazarse por los movimientos de la mandíbula inferior o de toda la cabeza, disminuyendo la atenuación sonora, estos movimientos deben incluirse en las pruebas. Estas pruebas deben llevarse a cabo con un mínimo de diez oyentes con audición normal, y evaluarse estadísticamente. Debido a la variabilidad en el ajuste, parece aconsejable repetir las mediciones al menos tres veces con cada sujeto. Los valores medidos pueden aumentar algo con la propia experiencia del sujeto. Ensayos de comodidad y toxicidad
Si bien la comodidad puede evaluarse cuantitativamente, estos tests no se recomiendan por el momento. Sí es posible medir, por ejemplo, el tiempo durante el cual el sujeto puede mantener colocado el protector de oídos. Un aparato realmente cómodo debería poderse llevar un día entero. Normalmente, sin embargo, basta con una simple investigación cualitativa para determinar que el protector de oídos no es cómodo.
236
Lo mismo puede decirse de la toxicidad. El único ensayo digno de confianza parece consistir en que un grupo de personas lleve el protector de oídos, o al menos una parte del material de que está hecho, en estrecho contacto con la piel durante varios días. 32 Si no se produce irritación de la piel en una gran mayoría de los sujetos (90 a 95 por 100), el aparato puede considerarse satisfactoriamente como no tóxico. Criterios de aceptabilidad
Estos criterios están todavía menos especificados que los métodos de ensayo. Respecto a la atenuación del sonido, esto se debe a la insuficiente información sobre los efectos perniciosos del ruido. Los límites entre las intensidades inocuas y peligrosas del ruido parecen ser vagos y dependen probablemente de la clase de ruido, de la duración de la exposición, los períodos de reposo y del individuo oyente (véase Cap. 7). La atenuación mÍnima del ruido requerida depende, por tanto, de las condiciones de empleo. En consecuencia, un baremo de aceptabilidad no es una cosa sencilla. El uso amplio de los protectores de oídos sobre el terreno puede convertirse en el mecanismo autorregulador que elimine los aparatos de inferior calidad. Con todo, puede establecerse casi con generalidad que la atenuación sonora proporcionada por un protector de oído debería ser suficiente para mantener el nivel de ruidos por debajo de un límite de seguridad, siempre que se conozca dicho límite. Esto se puede aplicar a todas las bandas de frecuencia. La experiencia demuestra que los protetcores de oídos que son incómodos son rechazados inmediatamente y que pronto se hacen evidentes las irritaciones de la piel causadas por materiales tóxicos. Ya que estos efectos se manifiestan rápidamente, parece remota la posibilidad de que una población grande pueda ser dañada. Así, pues, el único problema serio consiste en la protección de la audición. Los traumas acústicos se desarrollan lentamente y pueden no ser advertidos durante un período largo de tiempo (véanse capítulos 4 y 7). Serán de una gran ayuda los tests audiométricos cuidadosos (véase Cap. 6). Si los exámenes se efectúan en un grupo numeroso de personas jóvenes con una capacidad auditiva razonablemente normal, trabajando bajo las mismas condiciones de ruido, rápidamente puede descubrirse cualquier pérdida de audición debida al ruido, y al mismo tiempo la efectividad de los protectores de oídos. Estas pruebas requieren varios días, y deben iniciarse normalmente tras el reposo del fin de semana. Se tomarán dos audiogramas cada día, uno antes de que el ruido comience y otro inmediatamente después de que termine. 38 • 39 La pérdida transitoria de audición viene dada por la diferencia entre los dos umbrales. Los protectores de oídos pueden considerarse efectivos si eliminan este cambio en el umbral auditivo casi por completo (hasta 5 o 10 db). Si no existe una pérdida de audición transitoria apreciable, parece razonable esperar que no se producirán pérdidas permanentes. Como es obvio, estos ensayos deben realizarse en salas en silencio, pues de otro modo no pueden detectarse las pérdidas de audición pequeñas.
237
PROTECTORES DE OIDOS COMERCIALES
La variedad de protectores de oídos y la lenta mejora que en ellos se ha indicado, a pesar de que dan la impresi6n de ser unos aparatos muy sencillos, hace que la protecci6n del oído presente problemas complejos. Vamos a hablar aquí de algunos protectores típicos que han sido ampliamente empleados, junto con otros de desarrollo reciente. En su inclusi6n ha jugado un papel importante la aprovechabilidad de los datos sobre ellos, y su menci6n aquí no significa que sean necesariamente los mejores. Las curvas de atenuaci6n que se incluyen no r~presentan ningún promedio de datos tomados por un procedimiento normalizado, ya que tales datos no existen. Estas curvas se obtuvieron por distintos investigadores y por diferentes métodos. Por esta razón, los resultados obtenidos en diferentes laboratorios, e incluso en el mismo laboratorio por diferentes investigadores, no son directamente comparables unos con otros. A veces la coincidencia es buena, y a veces las diferencias son pronunciadas. Todos los datos sobre la atenuaci6n que aquí se reproducen tienen una cosa en común: fueron obtenidos como el promedio de la pérdida de audición producida en el umbral de audibilidad por el protector de oídos en un espacio acústico abierto con un cierto número de oyentes con capacidad auditiva normal. Tapones
Uno de los más antiguos y sencillos medios de proteger el oído de los ruidos intensos consiste en introducir un algodón seco dentro del conducto auditivo. El tapón formado de este modo es muy cómodo, pero proporciona una pequeña atenuación sonora (Fig. 8.23).23 Puede obtenerse una mejora sustancial empapando el algodón con aceite o cera. Existen tapones prefabricados que consisten en algodón o gomaespuma impregnados de cera. Normalmente tienen una forma cilíndrica y pueden deformarse con los dedos.
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Curvas de atenuación de la guata y de tres tapones comerciales.23
Sus ventajas principales son su comodidad y el bajo coste por pieza. No pueden lavarse, sin embargo, y por esta razón solamente se emplean una vez, ya que su pegajosa superficie tiende a acumular suciedad. Su flexibilidad es escasa y no siempre suficiente para proporcionar un buen ajuste. Como ejemplo, en la figura 8.22 se da la atenuación característica de uno de estos tapones, el Tapón Flents Anti-Noise. La figura 8.22 muestra también las atenuaciones características de dos tapones del tipo «permanente». Uno es el Tapón de Oídos Nelson. Consiste en un globo esférico duro de plástico incoloro terminado por un extremo en forma de T, lo que facilita la inserción y la extracción. Se fabrica en tres tamaños. Esta clase de tapón se considera la menos cómoda, y atenúa los sonidos a baja frecuencia peor que los tapones de algodón y cera. Sus ventajas son el bajo coste, la lavabilidad y la durabilidad. El otro tapón permanente es el Protector de Oídos V-5IR (representado en la Fig. 8.23).23 Consiste en una cápsula de neopreno blando o vinilite con una cavidad en forma de campana en un extremo, que mejora el ajuste y la
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FIG. 8.23. V-51R.23
El
Protector
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APENDICE DE EXTRACCION
retención en el oído. La cápsula tiene una forma difícilmente adaptable al contorno de un conducto auditivo normal. Un reborde en la cara exterior previene su inserción profunda. Existen tres tamaños. El Protector de Oídos V-5IR proporciona una atenuación grande de los ruidos a todas las frecuencias y es bastante cómodo. Es lavable y puede durar años. Otro ejemplo de un tapón elástico suave es el Selectone39 (Fig. 8.24), que se diferencia del V-5IR principalmente en la falta de una cabeza de ajuste y en una cobertura que cierra la cápsula en su cara externa. La cubierta crea un volumen de aire aislado en el interior del tapón. Las propiedades del Selectone son similares a las del Protector de Oídos V-5IR, excepto en un detalle adicional. Un modelo de este tapón (Selectone K) contiene dos pequeños orificios, uno de ellos que conecta la cavidad interna con el aire exterior,
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FIG. 8.24.
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Protector de oídos Selectone tipo K CA. Lindinger) actuando como un filtro de paso bajo con dos secciones, y su circuito eléctrico análogo.39
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y el otro con el volumen de aire encerrado en el conducto auditivo. El sistema actúa como un filtro de paso bajo con dos secciones, dando una atenuación grande a frecuencias altas, que son consideradas las más perjudiciales, y casi ninguna atenuación a las frecuencias más bajas. También se muestra en la figura 8.24 un circuito eléctrico análogo. El filtro característico Selectone de paso bajo está proyectado para proporcionar una mejor inteligibilidad de la palabra con ruidos intermitentes e interrumpidos que la que dan los tapones que atenúan incluso todas las frecuencias. En la figura 8.25 se muestra o ~
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FIG. 8.25. Curvas de atenuación del Selectone A, Selectone K (filtro de paso bajo) y Protector de Oídos V-SIR, determinadas en las mismas condiciones.39
240
la atenuación característica de dos modelos de Selectone, junto con una curva de atenuación obtenida para el V-SIR en las mismas condiciones experimentales. El tapón de la figura 8.26 obedece a un intento de combinar las buenas cualidades de los tapones maleables con las de los elásticos, y se le denomina tapón semiplástico. 42 Consiste en un núcleo maleable rodeado de unas paredes delgadas y muy suavemente elásticas. La forma, así como la adaptabilidad del conjunto, se ven aumentadas por una parte que penetra en la pared. La forma básica se ajusta al contorno del conducto auditivo de tipo medio. Los experimentos de laboratorio indican que es más cómodo que otros tapones elásticos permanentes y proporciona igual atenuación sonora. En la figura 8.27
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FIG. 8.26. Tapón semiplástico HZP-3 (Maico CO.).42
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FIG. 8.27. Curva de atenuación del tapón HZP-3. Las líneas verticales indican la desviación standard (10 oyentes).42
se da la atenuación característica del tapón semiplástico, determinada en condiciones semejantes a las de la figura 8.25. Un sólo tamaño se ajusta a la mayoría de los oídos. En contraste con los tapones maleables de cera, pueden lavarse. Auriculares
Dentro del gran número de auriculares existentes hemos escogido dos modelos clásicos (Figs. 8.28 y 8.29) y uno que representa un desarrollo reciente (Fig. 8.12). El audífono MX-41jAR es un pequeño casco «supra-auricular» que consiste en una concha de neopreno sólido y en una base blanda de material esponjoso que produce un gran ajuste sobre el pabellón auditivo (Fig. 8.28). Junto con un audífono ANB-H-l, montado en una banda para la cabeza HB-7, da una atenuación representada por la línea continua de la figura 8.30. La ventaja fundamental del MX-41/AR es el pequeño volumen que encierra (6 cm3), lo que asegura una buena transmisión de la señal desde el audífono. Tiene el inconveniente de la presión que ejerce sobre el sensible pabellón. Normalmente son más cómodos los casos «circumaura1es» de los que 241 16
NAF-48490-1 es un ejemplo típico. 22 Consiste en un casco grande de neopreno sólido que contiene en su centro el audífono, y un anillo de gamuza relleno de miraguano en su periferia. El anillo blando, llamado «buñuelo», asegura el ajuste alrededor del oído y mantiene el casco a una distancia de la cabeza suficiente para eliminar la presión incómoda sobre el pabellón auditivo. Una· de las ventajas de la almohadilla de gamuza es que absorbe la transpiración. Por contra, no es lavable. Otra desventaja es el gran volumen encerrado entre el audífono y el oído, lo que disminuye su eficacia. La atenuación proporcionada por el NAF-48490-1 con el audífono ANB-H-1A y la banda para la cabeza CQT-49510 se representa en la figura 8.30 (línea discontinua). El auricular semiplástico de la figura 8.12 es también del tipo circumaural. En contraste con el NAF-48490-1, consiste en una pieza hueca de vinilite blando que contiene un núcleo de material maleable y muy viscoso. Este diseño asegura una gran adaptabilidad al contorno de la parte de la cabeza que circunda el oído, y proporciona un ajuste hermético sin que la presión llegue a ser incómoda. Algunos lo encuentran demasiado pequeño. Toda la
FIG. 8.28.' Auricular de las Fuerzas Aéreas de los EE. UU. MX-41/AR, con audífono ANB-H-l y banda HB-7. 22
superficie del casco es lisa y fácil de lavar. A fin de disminuir el volumen común a audífono y oído, de unos 13 cm3, el casco se ha hecho asimétrico, y si bien los elementos para la derecha y la izquierda son id¿nticos, el frente difiere de la parte de atrás. La atenuación sonora se debe principalmente a 242
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FIG. 2.29. Casco de un auricular NAF-48490-1 de la Marina de los EE. UU,22
la viscosidad del material del núcleo, y no a la rigidez, como ocurre en otros cascos (líneas de punto y raya de la Fig. 8.30). Orejeras
Cualquier auricular, en combinación con otros del tipo de «chupón», puede usarse como una orejera. Existen, no obstante, varias orejeras diseñadas exclusivamente para la protección de los oídos. Normalmente proporcionan una atenuación sonora mayor que los auriculares. Veamos algunos ejemplos. o I-MX-41/AR}
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FIG. 8.30. Atenuación sonora proporcionada por los auriculares de las figuras 8.12, 8.28 Y 8.29.22 ,41
El protector de oídos Kindel, mostrado en la figura 8.31, es una orejera ligera que consiste en un casco de metal con doble pared y un ajuste muy flexible. Parece ser confortable, y tiene una sencilla banda para la cabeza que le hace ser menos aparatoso que otras orejeras. Desgraciadamente, no
243
FIG. 8.31. Protector de oídos Kindel.
atenúa apreciablemente sonidos para frecuencias por debajo de los 1000 cps, e incluso por encima de esta frecuencia la atenuación sonora no alcanza el valor obtenido por otros modelos (Fig. 8.34). El Noisefoe, mostrado en la figura 8.32, proporciona una mejor atenuación sonora (Fig. 8.34). Consiste en un casco plástico, recubierto en su cara
FIG. 8.32. Noisefoe (Mine Safety Appliance Co.).
8.33. Protector del Sonido Straightaway (David Clark Co.).
FIG.
interior por gomaespuma, lo que también asegura el ajuste contra la cabeza. Para asegurar los cascos se le ha provisto de una banda como las que se aplican en los auriculares. El Noisefoe puede aprovecharse igualmente montado en un casquete diseñado especialmente. En este caso se le llama «Earsaver». A causa de estos aditamentos, el Noisefoe (Earsaver) es un objeto bastante voluminoso. Debido a la gran superficie de contacto entre la gomaespuma y la piel, ésta tiende a calentarse en exceso. El protector de sonido Straightaway (Fig. 8.33) es el más grande y apara244
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FIG. 8.34. Curvas de atenuación de las orejeras mostradas en las figuras 8.31 a 8.33.33 • 43
toso de las orejeras, pero proporciona, con mucho, la mayor atenuación sonora (Fig. 8.34). Consiste en un casco plástico duro, ajustado a la cabeza por una almohadilla suave de plástico espumoso. Encierra un volumen de aire de unos 3.00 cm3 *, llenado en parte por un plástico espumoso absorbente. Semi-insertos22
Los semi-insertos se han usado principalmente en conexión con los audí· fonos. Ya que proporcionan una alta atenuación sonora, podrían usarse fácilmente como protectores de oídos --,en la Fig. 8.35 se muestra la atenuación al
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FIG. 8.35. Curvas de atenuación del semi-inserto C-6 (Fig. 8.1).22
10,000 POR SEGUNDO
FIG. 8.36. Curva de atenuación del casco Sound Absorb mostrado en la figura 8.1 (Bill rack Scientific Instruments Co.).33
característica de uno de ellos (Harvard Design C-6, véase Fig. 8.1)-. El C-6 es un semi-inserto flexible y aceptablemente suave, hecho de neopreno, que * Wadsworth, comunicación personal.
245
se ha modelado para encajar en la entrada del conducto auditivo. Junto con audífonos auxiliares se monta con unas bandas para la cabeza, diseñadas especialmente. A fin de unir estabilidad y comodidad, esta banda no debe presionar directamente sobre el inserto, sino por medio de un resorte secundario. La banda reposa sobre el hueso temporal. El sistema es adecuado, si bien parece posible hacer mejoras sustanciales. Cascos
La mayoría de los cascos no contribuyen a la atenuación sonora, pero sirven como medio de soporte de los audífonos o las orejeras. Existen cascos, no obstante, que pueden considerarse como 'protectores de oídos por sí mismos. Un ejemplo es el casco «Sound Absorb», mostrado en la figura 8.1. Consiste en un casco de fibra de vidrio recubierto en su cara interior con materiales absorbentes y tela. El ajuste alrededor de los oídos está proporcionado por almohadillas de goma espuma. El casco puede usarse con audífonos o sin ellos. Es, por supuesto, un objeto grande y pesado y no atenúa el sonido mejor que las orejeras (Fig. 8.36). Por tanto, no debería usarse cuando sólo se requiera una protección para el oído. Ya que proporciona protección contra el choque y los golpes de viento, es muy útil en las situaciones en que se necesita una protección combinada.
REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18.
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247
Capítulo 9 EFECTOS DEL RUIDO EN LA COMUNICACION VOCAL MONES
E.
HAWLEY
Radio Corporation of America KARL
D.
KRYTER,
PH.D.
Operational Applications Laboratory Air Force Cambridge Research Center INTRODUCCION
Este capítulo se ocupa de los efectos que causa el ruido en la señal vocal o señal de conversación, considerada como medio de comunicación. Ciertamente, una de las consecuencias más graves producidas por el ruido es que nos priva de comprender lo que otra persona dice, tanto si nos está hablando directamente, como si lo hace por medio del teléfono u otro sistema de comunicación vocal. La comprensión de las palabras habladas se define aquí como inteligibilidad. El término no incluye la identificación de la persona que habla ni la interpretación de su estado de ánimo a partir del tono de su voz. La inteligibilidad es un factor psicológico y para medirla se necesitan técnicas psicológicas; sin embargo, un sistema de comunicación vocal está constituido por un equipo en el que se pueden realizar muchas medidas físicas. Científicos e ingenieros han desarrollado investigaciones sobre las relaciones entre estas medidas físicas y fisiológicas, pero hay muchos problemas que todavía no se han resuelto. Sin embargo, es posible para el ingeniero resolver muchos problemas de comunicación vocal, utilizando un conjunto de aproximaciones y estimaciones que se citan en este capítulo, aunque debe efectuar una serie de ajustes en el sistema de comunicación para corregir las inexactitudes debidas a tales aproximaciones. En este capítulo se hace, en primer lugar, una descripción de las propiedades estadísticas de la señal vocal que tienen relación con la inteligibilidad, y de los métodos de medida de la inteligibilidad de la señal voca~. Después, se discute la efectividad del ruido en el enmascaramiento de la señal vocal, y se demuestra que la inteligibilidad se puede predecir a partir de ciertas medidas físicas del ruido y del equipo. Posteriormente, se describe algún equipo especialmente útil, donde se presentan problemas de inteligibilidad. Finalmente, se citan algunos ejemplos de sistemas de comunicación vocal, utilizados en diversas condiciones ruidosas.
249
PROPIEDADES ESiADISTICAS DE LA SEÑAL VOCAL
Cuando una persona habla, genera, de una forma continua, una serie de ondas de presión sonora, complejas y cambiantes. Los sonidos de una conversación presentan una variación con el tiempo muy amplia, tanto en espectros de frecuencias como en nivel total de presión. Además, la frecuencia de aparición de sonidos vocales en un discurso prolongado varía mucho. Se puede analizar una conversación microscópicamente, examinando las características de cada sonido, pero es el punto de vista macroscópico el que interesa para la finalidad de este libro; es decir, datos de un gran número de personas y promediados en un intervalo largo de tiempo. Por término medio, una per~(f)
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1000 FRECUENCIA EN Hz
FIG. 9.1. Espectrograma idealizado de voz masculina, a un metro del emisor. (De la Ret. 2.)
10,000
sona, hablando en voz alta, produce un espectrograma de presión sonora que se aproxima al mostrado en la figura 9.1. Este es un gráfico medio realizado a partir de un gran número de muestras tomadas de sujetos varones. l -S Puede haber desviaciones considerables respecto a este espectrograma típico, debidas a variaciones en el nivel de conversación o a diferencias entre individuos; además, la curva es diferente para voces femeninas. Este espectro de presión sonora se toma como ejemplo representativo de la señal vocal media.
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9.2. Diferencia, en decibelios, entre presiones de pico de conversación, medidas en intervalos cortos (1/8 de seg), y la presión eficaz media en un intervalo largo (75 seg).
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El nivel total medio de una señal vocal no se determina tan fácilmente. Lo que es un nivel «norma!» de conversación bajo un conjunto de condiciones, es anormalmente bajo o alto para otras. Las diferencias entre individuos son 250
grandes y el tiempo de reverberación, el nivel de ruido y otros muchos factores influyen en este nivel normal. Sin embargo, los niveles totales de presión sonora, tomados con un aparato de medida a una distancia de un metro del sujeto emisor, oscilan entre 65 y 75 db, para una gran cantidad de personas, hablando en un tono de voz «normal» y en diversas condiciones. 2 •4 • 5 •6 Se supone, por tanto, a partir de ahora, que el nivel total medio, para un sujeto que habla en condiciones normales de silencio ambiental, es de 66 db a un metro de distancia. Una característica muy importante de la señal vocal es que tiene una forma de onda muy irregular, con un factor de pico muy elevado. Es decir, que los picos de presión sonora son elevados, en comparación con la presión sonora eficaz, en un intervalo largo de tiempo. La figura 9.2 muestra el valor de este factor de pico en función de la frecuencia. Las variaciones de este factor de pico en función del nivel de señal vocal no han sido determinadas, pero se cree que los valores reseñados son razonablemente válidos en un amplio margen de niveles de señal. Es este factor de pico elevado, junto con la naturaleza transitoria de la señal vocal, lo que hace difícil la medida de niveles de conversación, aunque se dispone de varios equipos: 1) el indicador de volumen, frecuentemente llamado medidor VU, porque su medida viene en «unidades de volumen» (VU, del inglés «volume units»); 2) el medidor de nivel sonoro; 3) el osciloscopio, y 4) el integrador, capaz de integrar presión sonora o presión sonora elevada al cuadrado. Cada uno de estos dispositivos tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y todos dan valores diferentes para cada muestra de conversación. El medidor VU es un instrumento que fue primeramente utilizado para emisiones radiofónicas y cuyas características típicas están normalizadas.? Este dispositivo es ampliamente utilizado en control de emisiones y grabaciones, y los ingenieros expertos en sistemas de audiofrecuencia coinciden normalmente en la interpretación de las fluctuaciones del medidor. En algunos casos, el medidor VU da indicaciones erróneas, porque se ve afectado por la velocidad de conversación y el factor de pico de la persona que habla; además, las distorsiones producidas en los picos pueden dar también indicaciones erróneas. El medidor de nivel sonoro no ha sido diseñado expresamente para medidas de señal vocal, pero se puede utilizar para ello. La respuesta transitoria del medidor, tanto en las escalas lentas como en las rápidas, es diferente de la del medidor VU.8 Un osciloscopio es pluy útil para observar una señal vocal, porque el recorte de los picos y la distorsión de la forma de onda causada por sobrecarga se puede observar con facilidad en él. También es una herramienta muy valiosa para medidas de señal vocal, ya que los valores de pico pueden leerse directamente y se puede calcular la presión sonora eficaz en un amplio intervalo de tiempo. La utilización de un integrador con un detector lineal o cuadrático es un medio más sofisticado de averiguar el nivel de señal,2-S Sin embargo, este equipo es demasiado complicado para las necesidades de la mayor parte de los ingenieros de diseño. 251
PRUEBAS DE INTELIGIBILIDAD
Un procedimiento denominado «prueba de inteligibilidad de una señal vocal» se utiliza normalmente para estudiar la transmisión y recepción de una señal a través de un sistema de comunicación vocal determinado. El único instrumento de medida utilizado para averiguar la inteligibilidad de un sistema es un conjunto de personas, pero el método de medida ha de estar normalizado, de forma que los resultados obtenidos bajo ciertas circunstancias puedan compararse con los obtenidos en otras. Con el fin de facilitar la comparación de las medidas realizadas por distintos laboratorios, se dispone de una prueba normalizada. La American Standards Association ha publicado un documento sobre pruebas de inteligibilidad que contiene detalles del método a seguir, incluyendo la rutina de la prueba, el material necesario, la selección de sujetos y su entrenamiento, los niveles de las personas emisora y receptora y su medida, el diseño experimental, el uso de grabaciones, la presentación de resultados y las listas de palabras utilizadas normalmente en estas pruebas.9 Las pruebas de «articulación» y de «inteligibilidad» se han utilizado para medir las características de sistemas de comunicación. Es una práctica, aceptada generalmente, el denominar prueba de articulación aquella en la que se calibra la recepción de sonidos vocales individuales, sin tener en cuenta el significado de los mismos o el contexto general. Una prueba de inteligibilidad es aquella en la que el objeto de la medida es la valoración de la recepción de palabras, frases o párrafos. Como consecuencia de la redundancia de los sonidos en las palabras, frases o párrafos con significado, las pruebas de inteligibilidad son, normalmente, mucho más fáciles, y dan resultados más altos, para un sistema de comunicación dado, que las pruebas de articulación. La American Standard Association ha preparado una serie de monosílabos *, ordenados en listas que están equilibradas fonéticamente para simular una conversación normal, que se utilizan en pruebas de inteligibilidad. Una prueba de inteligibilidad se hace de la siguiente forma: bajo un cuidadoso control, locutores entrenados leen unas listas especiales de palabras a unos oyentes también entrenados, que anotan las palabras que escuchan. El nivel y el espectro del ruido ambiente caracterizan las condiciones bajo las que el sistema de comunicación se va a utilizar. El porcentaje de palabras recibidas correctamente indica la calidad de un sistema dado. Este índice se denomina índice de inteligibilidad de palabras. La inteligibilidad de varios sistemas diferentes se compara por medio de sus índices respectivos, utilizando varios cientos de palabras para cada sistema. Nótese que no se hacen medidas de carácter absolúto; solamente las comparaciones son significativas, porque los resultados dependen, en gran parte, de la habilidad y entrenamiento del personal. Es posible, sin embargo, hacer medidas en laboratorios diferentes y mantener el mismo grado de calidad entre los sistemas. Los resultados de las pruebas de inteligibilidad son evaluados, normalmente, con un análisis esta* También llamados logatomos. (N. del T.) 252
dístico, para determinar si las diferencias observadas entre los sistemas, los locutores y las diversas repeticiones de las pruebas son estadísticamente significativas. Una de las primeras cosas que el diseñador de sistemas de comunicación vocal debe hacer, es fijar la inteligibilidad requerida para sus condiciones de trabajo. En algún caso especial se necesitan índices de inteligibilidad de palabra mayores de un 90 por 100. Usualmente son aceptables índices de un 70 por 100 y, en muchos casos, los índices adecuados pueden ser de un 50 por 100. Los nombres propios son bastante difíciles de entender y presentan serios problemas si los niveles de ruido son altos. Se ha estimado que un sistema buscapersonas debería tener un índice de articulación de palabras de un 85 por 100 o más para que los oyentes identificaran regularmente el nombre correcto entre un gran número de posibilidades. 10 Estos índices son para palabras aisladas. Por supuesto, en el caso de un discurso hilvanado, los índices serían mucho más altos. La relación entre índices de palabras y frases en función de la relación señal-ruido se muestra en la figura 9.3. Una 100 r---..---.,.."...--r--.....-----.,---= (f)
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9.3. Relación entre índices de inteligibilidad y relaciones señalruido. Para la obtención de las tres curvas se empleó el mismo equipo de comunicación y el mismo personal de prueba. (De la Ref. 11.) FIG.
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18
RELACION SEÑAL-RUIDO EN DB
inteligibilidad alta resulta cara y el ingeniero debe hacer varios diseños hasta llegar a un compromiso satisfactorio entre inteligibilidad, coste y complejidad del equipo. Una forma de reducir el índice de inteligibilidad necesario es utilizar una serie de frases tipificadas y giros vocales prefijados, preferiblemente limitando el vocabulario a un número reducido de polisílabos. Se ha demostrado que, entre límites amplios, cuanto mayor sea la reducción del vocabulario usado, mayor es el aumento de la inteligibilidad para una relación señal-ruido dada. u ,12 El uso de estructuras fonéticas prefijadas es especialmente importante cuando la potencia, el peso, el tamaño o el coste limitan el diseño óptimo del equipo de un sistema de comunicación. 13-IB Este principio se aplica en las comunicaciones radiotelefónicas para el control del tráfico aéreo, donde se utiliza un número limitado de frases y palabras tipificadas, de acuerdo con una regulación específica. También se aplica en los casos en que el nivel de ruido es tal que el volumen de la señal vocal no se puede aumentar sobre el ruido sin correr el riesgo de dañar el oído. En situaciones donde una relación
253
señal-ruido baja no se puede evitar, el uso de frases y palabras tipificadas puede marcar la diferencia entre obtener una inteligibilidad satisfactoria o no. Además, el uso de estas frases y palabras proporciona un margen de seguridad en caso de que el sistema de comunicación esté en condiciones anormales; por ejemplo, por aumentos repentinos del nivel de ruido o por inexperiencia del locutor. Sin embargo, debe insistirse sobre la conveniencia de sobredimensionar un sistema de comunicación, para que proporcione una inteligibilidad adecuada, en cualquier emergencia, sin necesidad de un léxico especial. Hay varios problemas inherentes al posible uso de vocabularios especiales: uno es que, en situaciones anormales, se pueda olvidar el vocabulario especial, o que sea insuficiente. Otro problema, relativo al personal militar, es que, especialmente en tiempo de guerra, es frecuentemente imposible dedicar el tiempo suficiente al entrenamiento del personal que debe utilizar el sistema de comunicación, con lo que, al no estar familiarizado con este tipo de léxico, puede verse forzado a utilizar el vocabulario normal en sus comunicaciones. Corresponde al usuario del sistema de comunicación decidir la forma o formas de utilización del léxico especial. El entrenamiento de los usuarios en la utilización adecuada del equipo es una tarea muy importante del diseñador de sistemas de comunicación. Hay grandes diferencias en la inteligibilidad propia del habla de cada persona. 19-26 La habilidad de unos oyentes para comprender una conversación también varía; pero, tanto los emisores como los oyentes, pueden mejorar mucho con un entrenamiento adecuado. Si fuera posible, sólo un número limitado de locutores debería utilizar un sistema de comunicación, especialmente en sistemas buscapersonas o de información pública. Se ha demostrado que, tanto los locutores como los oyentes, mejoran cuando utilizan un sistema de comunicación durante un período largo de tiempo, pero los locutores y oyentes que eran los mejores al principio suelen seguir siendo los mejores. Realmente vale la pena emplear algún tiempo en la selección de locutores de sistemas buscapersonas y similares.
INFLUENCIA DEL RUIDO EN LA PERCEPCION DE LA SEÑAL VOCAL
Es preciso distinguir tres clases de ruido, referidas a su influencia sobre la conversación: 1) ruido aleatorio continuo de amplio espectro, tal como el producido por una gran parte de las máquinas o por los escapes de aire; 2) ruido continuo, de espectro discreto, como, por ejemplo, el ruido producido por los transformadores, y 3) ruido intermitente, tal como el causado por maquinaria de choques o por disparos. Los efectos del ruido continuo sobre la inteligibilidad han sido estudiados más profundamente que los efectos del ruido impulsivo.27-35 El ruido continuo enmascara una parte de la información contenida en la señal vocal de una forma continua, mientras que el ruido impulsivo enmascara la señal vocal s610 de forma aislada, aunque se
254
da el caso de que el umbral de audición del receptor permanece elevado entre dos impulsos de ruido, de forma que no oye todo lo bien que debería en ese intervalo. Por ejemplo, la repetición de un mensaje hablado no originará un gran aumento de su inteligibilidad en presencia de un ruido continuo, pero si el ruido es impulsivo, la repetición puede hacer que el mensaje pase de tener una inteligibilidad parcial o una inteligibilidad completa. Posteriormente se verá otra diferencia entre los ruidos continuo e impulsivo, cuando se estudie el efecto del recorte de picos. El resultado del enmascaramiento de una conversación por un ruido continuo de banda ancha se muestra en la figura 9.4. La ordenada de este gráfico representa el aumento que debe tener el nivel de presión sonora de una señal vocal para que, en presencia de ruido, la inteligibilidad sea la misma que en ausencia de ruido. Nótese que, hasta que el nivel de ruido no llega a 20 db,
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NIVEL DE SENSACION DE RUIDO EN DB 20 40 60 80 I
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FIG. 9.4. Variación del umbral de inteligibilidad de frases en una conversación establecida, en función del nivel de ruido de amplio espectro. En este caso, se define el umbral de inteligibilidad como el nivel de conversación al que el oyente comprende el significado casi de cada frase. (De la Ret. 35.)
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RUIDO NIVEL DE PRESION SONORA DEL RUIDO DB
el umbral de inteligibilidad apenas aumenta. Para un nivel de ruido de 40 db o más, el aumento en el umbral de inteligibilidad de una señal es directamente proporcional al aumento del nivel del ruido perturbador. El efecto del ruido en la señal vocal depende mucho del espectro del ruido. Si el ruido que se transmite por un sistema de comunicación vocal se concentra en una banda de frecuencias, se puede obtener un gran aumento de inteligibilidad, sobre todo si el propio sistema suprime esta banda. Si el ruido aparece en el medio de la banda vocal, el filtrado no sirve, obteniéndose mejores resultados aumentando ligeramente el nivel de la señal vocal en el receptor. PREDICCION DE LA INTELIGIBILIDAD
Las características físicas de un sistema de comunicación vocal se miden más fácilmente que las fisiológicas, tales como la variación de la inteligibilidad. Por tanto, es muy interesante encontrar la relación entre las medidas físicas y fisiológicas aplicables al sistema. Esta relación se muestra en la figu-
255
ra 9.5, en la que la inteligibilidad de palabras y frases viene dada en función del índice de articulación. El índice de articulación es una medida de la inteligibilidad potencial del sistema y se calcula a partir de mediciones físicas en el sistema. La relación exacta entre inteligibilidad e índice de articulación variará según los diferentes sujetos emisores y receptores, y según las difeo ~ :J
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9.5. Inteligibilidad de frases y palabras en función del índice de articulación. FIG.
0.2
0.4
0.6
0.8
INDICE DE ARTlCULACION
1.0
rentes condiciones de prueba. Sin embargo, la curva mostrada en la figura 9.5 puede servir de representación de todas las obtenidas por diferentes laboratorios con diferentes muestras de personal y en un margen de condiciones razonablemente amplio. 36-38 Esta curva es aplicable a la mayor parte de los problemas que probablemente encontrará el lector en sistemas de comunicación vocal. Sin embargo, debe hacerse hincapié en que todas las pruebas precisas para calcular esta función se hicieron por personal cuidadosamente entrenado, situación que puede no darse siempre. Se utilizan dos factores para calcular el índice de articulación: relación señal-ruido y ancho de banda. Diversos experimentos han demostrado que las frecuencias comprendidas entre los 200 y los 6100 Hz son las únicas que contribuyen a la inteligibilidad de una señal vocaI.30 También se han podido determinar las bandas de frecuencia que parecen contribuir en idéntico grado a la inteligibilidad si la relación señal-ruido en ellas es la misma. El eje de abscisas de la figura 9.6 muestra la zona comprendida entre los 200 y los 6100 Hz dividida en 20 bandas. Anteriormente se demostró (Fig. 9.4) que la perturbación producida por el ruido en una señal vocal (por lo menos en el umbral de inteligibilidad) es un factor lineal. Diversos experimentos han demostrado que una variación de 30 db en la relación señal-ruido hace variar el índice de inteligibilidad desde O a casi el 100 por 100.30 Con el fin de calcular el índice de articulación, se supone que incrementos iguales de la relación señal-ruido (en decibelios) originan incrementos iguales del índice de articulación en cada banda, y, además, que las bandas se suman linealmente. Así, cada una de las 20 bandas puede contribuir con un máximo de 0,05 al índice de articulación, y cada decibelio de la relación señal-ruido 256
en la banda contribuye con 1/30 parte de dicha cantidad.36 Con estas suposiciones, se puede utilizar un diagrama como el mostrado en la figura 9.6. Si se eligen las medidas de los niveles de presión de la señal vocal y del ruido, de forma que sean iguales cuando el índice de inteligibilidad sea O y que difieran en 30 db cuando el índice sea del 100 por 100, los dos niveles de espectro de presión sonora pueden dibujarse en función de las «bandas de igual contribución al índice de articulación» y la relación señal-ruido en cada banda se puede hallar directamente. Esta elección está basada en experimentos en los que se ha encontrado que una señal vocal, cuyo nivel de presión sonora eficaz sea 12 db inferior al nivel de presión sonora eficaz de ruido, es 120 110
REGION PROBABLE EN LA OUE LA CONTRIBUCIO ~ ~~ AL INOICE DE A RrtCULACION ES NULA ,//, / , / , , , " , , : 'i; ~~ '~ ~ ./:. , / '/, r / / / / ' / / ' / / ' / / ,/, //, r//, '// y/, '//-'I//. 1/'/ //-, V/-,
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FIG. 9.6. Diagrama que muestra el área de audición utilizable en comunicaciones vocales. La escala de frecuencias está dividida en 20 bandas de igual importancia para el cálculo del índice de articulación. (De la Ret. 36.)
muy difícilmente detectable. Así, la contribución mlmma al índice de articulación corresponde a una relación señal-ruido de -12 db Y la máxima contribución práctica corresponde a una relación señal-ruido de + 18 db. El que relaciones señal-ruido negativas contribuyan a la inteligibilidad de una señal vocal es debido a la naturaleza dinámica de esta señal, como se muestra en la figura 9.2. Es conveniente, cuando se utiliza el diagrama de la figura 9.6, dibujar el espectro eficaz de la señal vocal más 12 db; a este nivel se le denomina normalmente «picos de señal vocal». Una vez hecho esto, las relaciones señal-ruido comprendidas entre O y 30 db se pueden utilizar directamente para el cálculo del índice de articulación. El método para obtener el espectrograma característico de una señal vocal depende de cómo se mida el nivel de señal. Si se utiliza un medidor de nivel
257 17
a INrELJ6IBILlDAD DESEADA
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Una vez conocido el tanto por ciento de inteligibilidad deseado, se debe calcular el ín· dice de articulación neo cesario (lA). 1.
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6. La tensión de salida, en decibelios, del micrófono, correspondiente a la señal vocal, será como ésta.
INDICE DE ARTlCULACIO" ':URVA • A"
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FRECUENCIA CURVA "o"
.... 2. Este índice lA se puede obtener a partir de una gran variedad de combinaciones de relaciones señal- ruido (SIR) y anchos de ban· da; por ejemplo, por ésta.
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7. Supóngase que el ruido ambiente que rodea al emisor es así.
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FRECUENCIA CURVA u E "
FRECUENCIA
3. O por esta otra. Por ejemplo: sigamos el cálculo del índice lA de un sistema, escogiendo valores de los pará. metros variables que se p u e dan obtener fácil. mente y que sean adecuados para obtener la inteligibilidad deseada.
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8. Y supóngase que el micrófono está protegi· do por una pantalla que tiene una característica de rechazo de ruido (presión exterior I presión interior), como la de la figura.
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9. Entonces, el ruido propiamente dicho que incide en el micrófono es el siguiente:
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10. Si se utiliza un micrófono de gradiente de presión, la curva de respuesta con la frecuencia es diferente a la curva e, tomando la siguiente forma:
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FRECUENCIA CURVA" G"
FRECUENCIA CURVA "B"
5. Si la curva de res·
puesta con la frecencia del micrófono utilizado es parecida a ésta.
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SUPONGA EL SISTEMA DE LA DERECHA
MICROFONO DEGRADIENTE CUYA RESPUESTA A LA SEÑAL VOCA L Y AL RUIDO SE CONOCE
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AURICULARES DE RESPUESTA CON LA FRECLENCIA CONOCIDA EN ARMADURAS DE RECHAZO DE RUIDO CONOCIDO '
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EL EMISOR Y EL RECEPTOR ESTAN EN DIFERENTES AMBIENTES DE RUIDO
FIG. 9.7.
258
AMPLIFICADOR CON RUIDO DESPRECIABLE
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Oz
FRECUENCIA CURVA "H"
FRECUENCIA CURVA "c"
ARMADURA rE RECHAZO DE RUIDO CONOCI..... DO
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FRECUENCIA CURVA "F"
FRECUENCIA
4. El espectrograma me· dio de una conversación es: (De la Fig. 9.1.)
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Desarrollo esquemático de la predicción de la inteligibilidad
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11. Entonces. la tensión de salida del micrófono. correspondiente al ruido que le llega, será como ésta.
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16. Ahora, supóngase que el receptor está en un ambiente distinto al del emisor, y cuyo ruido es como el de la figura.
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FRECUENCIA CURVA "r"
FRECUENCIA CURVA "N" al
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17. Y supóngase que la armadura de los auriculares, y demás dispositivos aislantes, pre· sentan un rechazo combinado de ruido semejante al de la figura.
12. De las curvas D e 1 se deduce que la relación SIR de la salida del micrófono será:
o :5 a::
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ctw :J: u 101
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FRECUENCIA CURVA "o"
FRECUENCIA CURVA "J"
13. Supóngase que la curva de respuesta con la frecuencia de los auriculares es como la de la figura.
tb
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o
18. Entonces. el ruido acústico dentro de la armadura. debido al ambiente que rod~a al receptor. será parecido a éste.
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FRECUENCIA CURVA" P"
14. Entonces, y teniendo en cuenta la curva 1, la presión sonora dentro de la armadura de los auriculares, debida al ruido recogido POr el micrófono. será:
19. Combinando las curvas 1 y P, la presión total de ruido dentro de la armadura será como ésta. FRECUENCIA CURVA "R"
FRECUENCIA CURVA "L:'
15. Y. tomada de ]a curva D. la presión sonora de la sefial vocal recogida por el micrófono, que llega al interior de la armadura. será:
1¡1~
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20. A partir de las curvas M y R, la relación SIR dentro de la armadura será como ésta. A partir de este dato. se puede calcular el índice de articulación.
a:: a::
4.
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FRECUENCIA CURVA" M"
21. Una vez calculado el índice de articulación, se debe llevar su valor a la curva A para ver si se ha conseguido alcanzar el índice de inteligibilidad deseado. En este ejemplo, se ha logrado.
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FRECUENCIA CURVA "s"
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INrELIGIBILlOAO DESEAOA
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Si el ruido eléctrico del sistema es despreciable, comparado con el ruido acústico recogido por el micrófono (curva D), las curvas D, 1 Y J representarán los valores de la sefial, el ruido y la rela. ción SIR de la entrada al auricular.
de un sistema de comunicación vocal en un ambiente ruidoso.
259
sonoro, con una red de ponderación plana, se debe tomar un nivel de conversación total 3 db inferior al dado por el medidor. En el caso de un medidor VD, el nivel de conversación real, promediado en un gran intervalo de tiempo, es aproximadamente, 4 db menor que el dado por el medidor. El espectro mostrado en la figura 9.1 puede ser desplazado hacia arriba o abajo para obtener el nivel real. Sin embargo, si se utiliza un osciloscopio para determinar el nivel de presión sonora, se debe seguir el siguiente procedimiento: 1.
Determinar con el osciloscopio los picos más altos que aparezcan durante una muestra suficientemente larga (30 seg o más) de señal vocal. 2. Aplicar al osciloscopio una señal sinusoidal de 1000 Hz, tal que su amplitud sea igual a la de los picos de la señal vocal. 3. Calcular el valor eficaz de esta señal sinusoidal. 4. Restar 17 db a este valor; éste es el voltaje eficaz total de la señal vocal. 5. Calcular, utilizando un micrófono con medida calibrada de sensibilidad, el nivel de presión sonora necesario para producir este voltaje de entrada en el osciloscopio. 6. Tomar el nivel así obtenido como el nivel total de espectro, dibujando el espectro de la señal vocal en el diagrama citado, sumándole 14 db, para incluir la presión de pico que contribuye a la inteligibilidad. Nótese que hay unos límites superior e inferior para los niveles de espectro de presión sonora útiles. El límite inferior es el umbral de audición para sonidos de espectro continuo y el límite superior es una estimación del nivel al que el oído parece notar una cierta saturación, y sobrepasado el cual no hay mejora de inteligibilidad. Debe hacerse notar que solamente los primeros 30 db de la relación señalruido en cualquier banda contribuyen a la inteligibilidad, y que las relaciones señal-ruido negativas no la disminuyen, pero es obvio que un índice de articulación dado puede obtenerse a partir de cualquier combinación de relaciones señal-ruido y anchos de banda. Pero hay ciertas limitaciones, ya que variaciones bruscas del espectro de frecuencias de la señal o del ruido pueden causar inexactitudes en el método de predicción. Para espectros más o menos planos, el método da buenos resultados, pero hay que tener precaución con ruidos cuyo espectro tenga una brusca caída, predominantemente en las proximidades de los límites del margen de frecuencias audibles. Es importante recordar que la señal vocal utilizada en el cálculo de índices de articulación es la señal después de atravesar el sistema de comunicación completo; es decir, la señal que, emitida por el locutor, pasa por el micrófono, el amplificador y un altavoz o auricular y llega al oyente. Análogamente, el ruido total que llega al oído del receptor está formado por el ruido tomado por el micrófono del locutor, el ruido del canal de transmisión y el ruido ambiente en que está inmerso el oyente. Es importante estudiar cómo afectan 260
estos componentes a los espectros de la señal y del ruido y cómo seleccionarlos para obtener la mayor inteligibilidad. La figura 9.7 muestra esquemáticamente los pasos necesarios para la aplicación del método de las 20 bandas para calcular el índice de inteligibilidad esperado de un sistema de comunicación dado. Al final del capítulo hay un ejemplo detallado. NIVEL DE INTERFERENCIA VOCAL
En el procedimiento descrito anteriormente se ha partido de la división del espectro audible en 20 bandas, que no están armónicamente relacionadas. Debido a que la mayor parte de los laboratorios no disponen de filtros de paso de banda que permitan un rápido análisis de la señal y el ruido en las 20 bandas citadas, el método de las 20 bandas para calcular la inteligibilidad no es viable en muchas aplicaciones de ingeniería. Sin embargo, es posible acercarse a estos niveles realizando una conversión de medidas efectuadas en bandas de octava, media octava o tercio de octava a los valores correspondientes a las 20 bandas citadas. Por razones de simplicidad, se ha propuesto un método para estimar los máximos niveles tolerables de ruido que permitan una inteligibilidad satisfactoria, en el que las medidas de ruido se realizan con filtros de octava y un medidor de nivel sonoro. En este método se calcula la media aritmética del nivel total de ruido en cada una de las octavas 600-1200 Hz, 1200-2400 Hz y 2400-4800 Hz. Se ha determinado que, cuando la media aritmética de los niveles de octava, en decibelios, correspondientes a un ruido de amplio espectro, es inferior en 12 db al nivel total eficaz de señal vocal no distorsionada en el oído del receptor, se escucharán correctamente casi el 100 por 100 de las frases y palabras. Este nivel de ruido (12 db por debajo del nivel total medio de señal vocal no distorsionada) se denomina nivel de interferencia vocal * para comunicaciones vocales, y equivale a un índice de articulación, calculado de acuerdo con el método de las 20 bandas, igual a 0,4. En efecto, el SIL nos dice cuál debe ser la intensidad de la señal en el oído del receptor para que, bajo unas ciertas condiciones de ruido, sea escuchada correctamente. Con el fin de prevenir sensaciones desagradables y posibles daños, no se debe permitir que el nivel medio total de la conversación exceda de los 110 db en el oído del receptor, aun en el caso de que no se obtuviera un SIL satisfactorio. Los picos de señal vocal, en términos de nivel por ciclo, serán de 95 db, cuando el nivel total eficaz sea de 110 db. Como se ha dicho anteriormente, la señal que supere este nivel no contribuye a la inteligibilidad. El problema de la comunicación telefónica o megafónica en una habitación en la que haya un motor, puede servir de ejemplo de cómo se utiliza el concepto de nivel de interferencia vocal. Los niveles de ruido se muestran en la tabla 9.1. ... En inglés, Speech Interference Level empleará dicha abreviatura. (N. del T.)
0,
abreviadamente, SIL. En lo sucesivo se
261
El SIL es tan elevado en la habitación que no se puede esperar una comunicación aceptable si una persona escucha un altavoz o a otra persona directamente. Un nivel de conversación que supere en 12 db al SIL, sería el criterio para obtener una comunicación correcta, pero tendría tan gran intensidad que sería relativamente ininteligible y podría molestar al oyente. Sin embargo, con el uso de auriculares adecuadamente aislados, se puede atenuar el ruido suficientemente para que se pueda conseguir un nivel de interferencia vocal aceptable. Esto se muestra en la segunda columna de la tabla 9.1, que da el Tabla 9.1
Banda de octava, en Hz 600-1200 1200-2400 2400-4800
Nivel de presión acústica L p , en db
L p estimado dentro de auriculares o audífonos, en db
107 99 96
88 74 71
SIL=101
SIL=78
nivel de presión sonora estimado por octava, en el oído del receptor, como resultado de la atenuación del ruido. La ganancia del sistema de comunicación se puede ajustar para que proporcione un nivel total eficaz de señal vocal de 90 db en el oído del receptor. Este nivel no sería excesivamente elevado y superaría en 12 db al SIL, con 10 que se respetaría el criterio establecido. El ingeniero de comunicaciones notará que, al calcular los niveles de interferencia vocal por el método de bandas de octava, se presupone que la curva de respuesta con la frecuencia de todos los componentes de un sistema de comunicación es sustancialmente uniforme. Cuando esto no sea así, el método del nivel de interferencia vocal no debería utilizarse. Asimismo, este método puede no ser aplicable si el ruido predomina en el margen de frecuencias por debajo de los 200 Hz o por encima de los 4800 Hz. Aunque este método presenta unas evidentes ventajas sobre el método de las veinte bandas, en cuanto a simplicidad, sólo debería usarse como una primera aproximación o estimación en aquellas situaciones en las que se puede aplicar. Para conseguir una información más detallada y útil del comportamiento esperado, de un sistema de comunicación, se recomienda el método de las veinte bandas.
CONVERSACION PERSONA A PERSONA
A veces es necesario evaluar los efectos del ruido en oficinas, fábricas o recintos militares, donde no se quiere o no se estima necesario instalar un sistema de megafonía o de telefonía interior. El SIL puede utilizarse para obtener una estimación rápida y, en ciertas condiciones de ruido, bastante exacta de 262
la inteligibilidad que se puede esperar de un sistema basado en la comunicación directa persona a persona. Para utilizar el método del nivel de interferencia vocal, en esta situación, es preciso hacer lo siguiente: Obtener la media aritmética de los niveles de ruido en las octavas 600-1200 Hz, 1200-2400 Hz y 2400-4800 Hz. Este es el nivel de interferencia vocal. 2. Consultar la tabla 9.2 para determinar las distancias máximas entre las personas emisora y receptora y el nivel de voz necesario para conseguir una comunicación aceptable para un SIL dado. 1.
Si el valor del nivel de interferencia vocal es superior a los mostrados en la tabla 9.2, se debe esperar una falta de inteligibilidad en la comunicación. Se ha mencionado anteriormente que se podían tolerar niveles de interfe· rencia elevados si las personas emisoras aumentaban su esfuerzo vocal hasta Tabla 9.2. Niveles de interferencia vocal, en db, referidos a 0,0002 microbares, que marcan el límite de conversación inteligible a las distancias y niveles de voz indicados Distancia, en pies (1 pie=0,3 metros), entre fuente y receptor
Nivel de voz normal, db
Nivel de voz elevado, db
0,5 1
71 65
2
59 55 53 51 49 43
77 71 65
3 4 5 6 12
61 59 57
55 49
llegar al grito, con lo que se podría obtener un nivel de señal 12 db mayor que el obtenido con el nivel de voz «elevado», de la segunda columna de la tabla 9.2, que se ha utilizado en los cálculos de los niveles de interferencia. Sin embargo, investigaciones recientes indican que no se puede esperar una gran inteligibilidad de una conversación en voz alta o a gritos. 40 Además de que hay dudas sobre si la persona que habla sería capaz de mantener el esfuerzo vocal necesario, se ha visto que la inteligibilidad de la conversación se deteriora a estos niveles, aun cuando se mantenga una relación señal-ruido elevada. Una variable adicional, sobre la que se debe hacer alguna consideración al calcular los efectos del ruido en la comunicación persona a persona, es la lectura labial. Los niveles de interferencia mostrados en la tabla 9.2 suponen que el oyente no recibe información apreciable sobre el contenido de la comuni-
263
cación mientras observa los movimientos faciales y labiales de la persona que habla. Esto es verdad para relaciones señal-ruido elevadas, pero pruebas recientes han demostrado que, en situaciones donde hay un intenso ruido y relaciones señal-ruido bajas, incluso observadores sin práctica eran capaces de aumentar sus índices de inteligibilidad hasta un 30 por 100, observando la cara de su interlocutor. En resumen, en una situación de ruido intenso, no se gana en efectividad de comunicación, lo que se podría esperar aumentando el nivel de voz hasta llegar al grito, pero esto se compensa, en cierto grado, en el caso de la comunicación persona a persona, por la «lectura labial». Es importante considerar todos estos factores cuando se intenta predecir la inteligibilidad de una comunicación persona a persona en un ambiente ruidoso. Criterios de características aceptables
Antes de pasar a examinar los componentes de un sistema de comunicación, se van a dar unos criterios para valorar las características de estos sistemas. Es una práctica generalizada que un sistema que alcanza un 70 por 100 de inteligibilidad o más, obtenido con un grupo entrenado de personas y siguiendo las pruebas de la American Standards Association, es aceptable para fines militares, industriales y generales; esta característica del sistema se podría predecir a partir de un índice de articulación de 0,4 y de los niveles de interferencia calculados a partir de medidas acústicas del ruido y de la señal en el oído del receptor. La inteligibilidad de los mensajes y frases tipificadas empleadas normalmente en las actividades diarias será muy próxima al 100 por 100 en los sistemas que sigan este criterio. Los sistemas y métodos de comunicación, cuya característica caiga por debajo de este nivel, necesitarían una mejora, si fuera posible. Por supuesto, esta mejora se puede obtener mediante un mejor diseño o empleo del equipo, y mediante un controlo reducción del ruido interferente.
LOS COMPONENTES DE UN SISTEMA DE COMUNICACION El emisor y su entorno
El primer elemento de un sistema de comunicaClOn vocal es el emisor y su contorno. Como se anotó anteriormente, el espectro de señal vocal que se mostró en la figura 9.1 puede variar según las diferencias de nivel de conversación. 6 Hay muchas razones por las que este nivel cambia. Entre otras están: 1) las diferencias normales entre los individuos; 2,3,4,5 2) el ruido en el entorno del emisor, que le hará hablar más alto; 3) la fatiga, que disminuirá su nivel de conversación; 4) el hablar en un espacio cerrado, como una cámara de gas, una escafandra o una máscara de oxígeno, lo cual, generalmente, le dificultará la emisión de voz; 41,42 5) el hablar a una gran altura, como en el caso de los aviones, donde el enrarecimiento del aire en el tracto vocal de una
264
persona hace que su nivel de conversación descienda, a causa del mal acoplamiento de impedancias entre las cuerdas vocales; 43,46 6) la habilidad del que habla para oírse a sí mismo, ya que cuando la así llamada señal de tono local sea alta, su nivel vocal descenderá. 47 No se pueden medir con gran exactitud todos estos factores, pero el diseñador de sistemas de comunicación vocal debe tomar en consideración tantos como pueda, y cuando sea posible, debe realizar experimentos que, simulando las condiciones de comunicación, le permitan observar las variaciones en el espectro vocal del locutor. El ruido en el entorno del emisor determinará, naturalmente, la relación señal-ruido en el micrófono; consecuentemente, el espectro de presión sonora de este ruido debe medirse, si se va a calcular el índice de articulación. Otro factor importante en el entorno del emisor es la reverberación. Si el tiempo de reverberación es largo, puede afectar a la dicción del emisor y reducirá, con toda seguridad, el índice de articulación al enmascarar la señal con ecos de sonidos anteriores. Se han publicado algunos resultados indicativos y cualitativos, pero, por desgracia, no existe una información cuantitativa al respecto. 48 ,S3 Micrófonos (véase también el Cap. 16)
El siguiente elemento del sistema es el micrófono. En lo que concierne a la inteligibilidad, existe muy poca diferencia si se usa un micrófono de carbón, dinámicos, de cristal o de condensador, mientras tengan la misma curva de respuesta con la frecuencia y las mismas características de distorsión. Es importante que la característica de entrada-salida sea lo suficientemente lineal, y la curva de respuesta con la frecuencia 10 suficientemente amplia y
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9.8. Curva axial de respuesta con la frecuencia de un micrófono comercial de gradiente de presión, del tipo RCA. (Cortesía de Radio Corporation of America.) FIG.
g; -30 H-t-H-H--.--r--r..".,.-h¡+--+--+--1:--++++l+-i ~ I -40 H-t+H+--+-I-+-H-t-lfH¡-,.¡--I-t-++-H- -
_50 L.....L.J....1.UJ_....L-...............L.J...L..L..U..._.J...--L-'-J-U...l..J.J.----' 100 1000 10,000 FRECUENCIA EN Hz
exenta de rugosidades, para hacer el cálculo del índice de articulación suficientemente exacto. Generalmente, es provechoso disponer de un ancho de banda tan amplio como sea posible para conseguir una respuesta uniforme entre 200 y 6100 Hz. Un micrófono de presión que sea razonablemente lineal, es completamente satisfactorio para la mayor parte de las aplicaciones, pero 265
es conveniente evitar faltas de linealidad, como algunas veces sucede en los micrófonos de carbón, debidas a diferencias en el prensado de los gránulos de carbón. Cuando el ruido en el locutorio sea un verdadero problema (100 db es una superficial estimación del nivel en el que aparecerán dificultades reales), se debe utilizar un micrófono de gradiente de presión o supresor de ruido. Este es un micrófono que elimina el sonido o ruido procedente de una fuente lejana, comparándolo con el sonido procedente de una fuente muy próxima. 58 La curva de respuesta con la frecuencia de un micrófono comercial de este tipo, para una fuente próxima y otra lejana, se muestra en la figura 9.8. Debe notarse que la diferencia entre ambas curvas, denominada discriminación axial de ruido del micrófono, es máxima a bajas frecuencias y mínima a altas. Un micrófono de gradiente de presión es un dispositivo bipolar y su directividad adopta la forma de dos esferas tangentes. La relación entre la respuesta a lo largo del eje y la suma integral de las respuestas para sonidos de inci35
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FRECUENCIA EN Hz
FIG. 9.9. Curva de atenuación de ruido aleatorio del micrófono de la figura 9.8.
dencia aleatoria en diversos ángulos de incidencia es de 3 a 1.54 Así, si se habla a lo largo del eje del micrófono, la señal aumenta uniformemente en 5 db en todo el margen de frecuencias (factor de eficiencia direccional). El rechazo de ruido aleatorio, que es la suma deO la eficiencia direccional y del rechazo axial de ruido, se muestra en la figura 9.9 para el mismo micrófono. Una pantalla protectora para el micrófono es otro dispositivo que puede aumentar la relación señal-ruido, en los casos en que el ruido que rodea al
9.10. Micrófono militar del tipo M~34¡AIC (gradiente de presión), con una pantalla protectora del tipo MX-1334¡U. (Cortesía de
FIG.
Radio Corporation o{ America.)
266
emisor constituya un problema (aproximadamente 100 db o más). En la figura 9.10 se muestra una pantalla de este tipo, colocada a un micrófono de gradiente de presión. El rechazo de ruido de esta pantalla se muestra en la figura 9.11. Diversos experimentos han demostrado que la incorporación de una pantalla de este tipo o mayor aún no interfiere las propiedades de amortiguación de ruido de estos micrófonos; incluso la combinación de la atenuación de ruido de baja frecuencia propia del micrófono y la atenuación del ruido de alta frecuencia de la pantalla, producen un gran aumento de la relación señal-ruido en todo el margen de frecuencias. 59 La mayor parte de los micrófonos no tienen pantallas protectoras, pero no es difícil construirlas con materiales adecuados como goma, fieltro acolchado, etc. Se debe tener cuidado en seleccionar un tamaño lo suficientemente 30
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FIG. 9.11.
Atenuación de ruido de la pantalla mostrada en la figura 9.10.
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\
11 ~
I\V 1000 FRECUENCIA EN Hz
10,000
grande para impedir la formación de ondas estacionarias y resonancias, que alterarían la respuesta con la frecuencia del micrófono. Sin embargo, si la pantalla es demasiado grande, podría ser difícil de manejar. Se debe prevenir una forma de dar salida al aire cuando se habla en voz muy alta. La experiencia ha demostrado que un agujero, de 0,6 cm2 de diámetro aproximado, da un resultado satisfactorio; debe estar situado lo más lejos posible del micrófono.60 Se han fabricado algunas buenas pantallas para equipos de dictado en tribunales, con el fin de evitar la interferencia de la voz de la persona con las intervenciones de la sala. También pueden utilizarse para que una conversación desarrollada en el micrófono no introduzca ruido en una habitación. Amplificadores
Se han introducido dos modificaciones en los amplificadores convencionales de audiofrecuencia, para aumentar la inteligibilidad de los sistemas de comunicación vocal. La primera es la incorporación de un control automático de volumen (CAV) en el amplificador, para compensar las diferencias de nivel causadas por los factores ya citados. La función del CAV es mantener la salida
267
del amplificador aproximadamente constante, a pesar de las variaciones en la entrada. Normalmente, un sistema de CAV transforma variaciones de 30 a 40 db en la señal de entrada, en variaciones de 5 db a la salida. Los dos métodos más frecuentemente utilizados para obtener un CAV son: 1) emplear en el circuito del amplificador un dispositivo no lineal, con una constante de tiempo r-------, I I
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muy elevado y la característica entrada-salida deseada, y 2) tomar una muestra de la señal de salida, rectificada, para polarizar la primera etapa amplificadora (a veces otras etapas también), para controlar la salida regulando la ganancia. Un circuito típico de la última clase se muestra en la figura 9.12. En cualquier caso, hay varias características importantes. La primera consiste en los tiempos de respuesta de la ganancia a variaciones bruscas. Cuando
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FIG. 9.13. Característica de transferencia de un circuito de control automático de volumen.
268
se aplica una señal a la entrada del amplificador, la ganancia tarda un cierto tiempo en estabilizarse y, análogamente, al desaparecer la señal, la ganancia necesita otro intervalo de tiempo para alcanzar su valor normal. Si el primer tiempo citado es demasiado largo, algunas sílabas alcanzarán niveles demasiado altos; por otra parte, la complejidad del circuito y los problemas que presentan los transitorios limitan la reducción del tiempo. Es también posible disponer de una reducción inicial de la ganancia, aplicable en cuanto se accione el conmutador de transmisión-recepción. 59 Esto evita que el ruido presente antes de que el locutor comience a hablar sea transmitido por el amplificador con una gran ganancia. Cuando el locutor hable, su voz iniciará el control del CAVo En algunas circunstancias, la ganancia del amplificador puede ser controlada por el nivel de ruido de la estación receptora. Por ejemplo, en un restaurante y durante la hora de mayor actividad, la ganancia se aumentaría, ya que el nivel de ruido es alto, mientras que en los períodos más tranquilos, la ganancia se reduciría, con lo que la relación señal-ruido permanecería constante. El tiempo de normalización del circuito CAV debe ser corto, para impedir la transmisión del ruido entre palabras y frases y para compensar la variación de los niveles de entrada. En este punto, el diseñador del sistema de comunicación debe determinar las causas de las variaciones de la señal de entrada y diseñar, de acuerdo con ella, el circuito CAV. Si, por ejemplo, la entrada varía a causa de que el locutor mueve la cabeza cuando realiza su trabajo, entonces el tiempo de normalización de la ganancia debe ser corto. Pero si las variaciones se deben a las diferencias entre locutores o a la fatiga o a las diferentes condiciones de uso del micrófono, entonces el tiempo de normalización debe ser considerablemente más largo. Diversos experimentos, realizados con varios sistemas, indican que la inteligibilidad no es afectada significativamente por una gran variación de los tiempos característicos del CAV.59 Tiempos de estabilización del orden de 1/10 seg se consiguen con facilidad y bastantes buenos resultados. Respecto a los tiempos de normalización de la ganancia, es conveniente que sean de 10 seg, y hasta de 30 seg, en algunos casos. El punto en que el circuito CAV comienza a funcionar es llamado, a menudo, punto de actuación (véase Fig. 9.13). Para un amplificador de ganancia limitada, cuanto más alto sea el punto de actuación, mayor es la salida máxima y menor el margen de entradas para el que actúa el CAVo Cuanto más bajo esté el punto de actuación, mayor es el margen de funcionamiento del CAV, pero menor la señal máxima de salida. Este es un compromiso que debe fijar el diseñador. Finalmente, está la pendiente de la característica de transferencia, mostrada en la figura 9.13. Cuanto más amplio sea el margen de entradas sobre el que ha de actuar el CAV, más difícil es mantener pequeña la pendiente de la característica con CAVo Sin embargo, para una comunicación vocal, es aceptable, normalmente, una pendiente moderada. Otra modificación especial de los amplificadores convencionales de audiofrecuencia, que se utiliza para aumentar la inteligibilidad cuando se trabaja en ambientes ruidosos, consiste en el llamado recorte de piCOS. 38 • 59 ,65-76 Como se ve en la figura 9.14, los picos de la tensión de entrada son recortados; después
269
se amplifica la señal, de modo que los picos recortados alcancen el nivel que tenían los picos antes del recorte. La consecuencia de todo esto es que el nivel medio de la señal, en su intervalo largo, aumenta sin necesidad de aumentar el límite de potencia de pico que soporta el amplificador. El recorte y la amplificación posterior aumentan la inteligibilidad cuando existe alguna de estas tres condiciones: 1) la señal eléctrica que llega al altavoz o al auricular del receptor tiene un relación señal-ruido muy buena, y el ruido ambiente en el sitio de escucha es tan elevado que el oyente necesitaría niveles de pico de conversación sin recortar que superasen el umbral de la sensación desagradable, para conseguir la máxima inteligibilidad. En este caso, el recorte de picos permite elevar el nivel medio de la señal a un valor satisfactorio, sin que los picos superen el umbral de sensación desagradable del oyente; 2) la señal de entrada al circuito recortador tiene una relación señal-
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FIG.
9.14.
Representación de la forma de onda de la palabra inglesa «Toe»,
(a) sin alteración, (b) después de un recorte de picos de 6 db y (e) después de un recorte de picos de 20 db. A la derecha, las ondas (b) y (e), amplifica-
das de modo que sus amplitudes pico a pico igualen a la amplitud pico a pico de (a). (De la Ret. 73.)
ruido elevada y la capacidad de transmisión de potencia entre el circuito recortador y el altavoz o auricular del oyente es limitada. La mejora es particularmente grande si la señal vocal es débil, por tener una potencia limitada o porque el oyente está rodeado de un ruido intenso. Esta es la situación en que se encuentra una persona dentro de una habitación ruidosa o de un vehículo escuchando a otra persona que le habla desde un lugar tranquilo, y 3) el ruido presente en el sistema antes del recortador es impulsivo, con un elevado factor 270
de pico. En este caso, el recorte se aplica al ruido mucho más que a la conversación. Por otra parte, el recorte de picos y la amplificación posterior debilitan la inteligibilidad cuando la relación señal-ruido antes del recortador es baja, porque el ruido de baja frecuencia y el introducido en el sistema después del recorte es también bajo. En este caso, el ruido en el canal, antes del recortador, se intermodula con la señal vocal y da como resultado una pérdida definida de inteligibilidad. a
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Si no se da una de estas tres condiciones, no se puede asegurar si el recorte de picos aumentará la inteligibilidad de la comunicación. Medidas anteriores han demostrado que, en la mayor parte de los casos, un recorte de picos que no exceda de 12 db no disminuye la inteligibilidad. Recortes mayores de 12 db no s6lo no debilitan, sino que frecuentemente aumentan la inteligibilidad, a o
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9.16. Resultados de pruebas de inteligibilidad, realizadas con emisores y con receptores en ambiente simulado de ruido de aviones. El efecto total del ruido recogido por el micrófono se puede apreciar comparando estos resultados con los de la figura 9.15. Se observa que, cuando el micrófono recoge ruido, un recorte de 12 db es más beneficioso que uno de 24 db. Se utilizó un micrófono dinámico, sin atenuación de ruido. (De la FIG.
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menos que la relación señal-ruido a la entrada del recortador sea muy baja, pero convierten la conversación en un sonido espeso y desagradable. En las figuras 9.15 y 9.16 se muestran los resultados de pruebas de inteligibilidad para diferentes grados de recorte. Hay dos métodos usuales de recorte de picos. En uno de ellos, el recorte se obtiene saturando ligeramente el amplificador. Es decir, el punto de reposo
271
del dispositivo de salida se fija equidistante entre: 1) el punto de corte debido a la absorción por la rejilla de control, en las amplitudes positivas, de toda la corriente de rejilla, y 2) el punto de corte, debido a la polarización negativa de rejilla respecto al cátodo, causada por las amplitudes negativas. El margen de trabajo o margen dinámico se escoge, por tanto, de forma que ambos puntos de corte coincidan con los niveles de recorte deseados. El margen dinámico y el punto de trabajo se determinan seleccionando la resistencia de la carga anódica y las resistencias de polarización del cátodo. Algunas veces, una resistencia en serie con la rejilla de control de la válvula de salida ayuda a perfeccionar el recorte de la onda, cuando la rejilla se hace positiva. El otro método de recorte consiste en utilizar un par de diodos conectados en oposición, como se muestra en la figura 9.17, que limitan la señal que pasa a través del ampliO.5M
ENTRADA
SALIDA FIG. 9.17. Circuito simplificado de recorte de picos.
ficador, proporcionando una derivación para la corriente que supera la polarización de las baterías. Ambos métodos, CAV Y recorte de picos, consumen una parte de la ganancia, que no se emplea para conseguir mayores niveles de escucha. En el caso del recorte de picos, la ganancia se utiliza para obtener un nivel de recorte. En el caso del CAV, se utiliza para obtener la señal de control. Como, normalmente, la ganancia de un amplificador está limitada por factores como la realimentación, el número de válvulas, el consumo de energía y el coste, cuando se dispone de un incremento fijo de ganancia y hay que seleccionar uno de los dos métodos, la elección es difícil, ya que el relativo aumento de inteligibilidad es similar con los dos. En algunos casos, la elección es clara, pero en otros, solamente los experimentos determinarán qué procedimiento da la inteligibilidad más alta. Si se emplean ambos procedimientos de un sistema, el problema está en determinar la mejor colocación relativa de los dos. Para ello, se han de tener en cuenta las siguientes consideraciones: Es conveniente colocar el CAV después del recortador de picos, a menos que la única función de éste sea limitar los picos de ruido impulsivo. 2. Colocando el CAV delante del recortador, se reduce la ganancia empleada en el recorte, pero no la ganancia total. 3. Si se emplea un sistema de comunicación por radioen1ace, la existencia del CAVen el amplificador de audiofrecuencia hace innecesaria su presencia en los transmisores y receptores de radiofrecuencia. 1.
272
4. S.
6. 7. 8.
9.
10.
Si se utilizan altavoces, el CAV facilita el rechazo de realimentación acústica. Si se realiza una mezcla de señales vocales en una estación receptora, la existencia del CAV en cada entrada reduce la diafonía y mantiene el nivel de salida uniforme. También se obtienen resultados semejantes colocando el CAV en el amplificador de la estación antes de la mezcla. El recorte de picos de las señales mezcladas introducirá cierta distorsión debida a intermodulación. El recorte de picos no se debe aplicar a un sistema que tenga una relación señal-ruido pobre. Si la muestra para el sistema de autoescucha * (un sistema que permite al emisor oírse a sí mismo por realimentación de una muestra de la señal recogida por el micrófono) se toma antes de los circuitos de CAV, el emisor tendrá una idea insuficiente de las variaciones de su voz. Sin embargo, es más importante para la persona que habla conocer la variación del nivel de su relación señal-ruido, que la variación de su nivel de voz; el CAV no altera la relación señal-ruido. Consideraciones de tipo práctico hacen difícil la aplicación del CAV después de que la señal ha sido amplificada a un nivel suficiente para la autoescucha.
Aunque, en algunas condiciones, la inteligibilidad se puede incrementar aumentando la pendiente de la curva de respuesta con la frecuencia (mayor respuesta según aumenta la frecuencia) antes de efectuar ningún recorte, no se aconseja utilizar esta técnica, a no ser que se hagan experimentos que demuestren su validez en las condiciones específicas. Esta advertencia se hace por dos razones: en primer lugar, el aumento de pendiente que daría mejores resultados parece depender de la relación señal-ruido de la señal que entra en el circuito, que efectuaría el aumento de la pendiente, y, en segundo lugar, el énfasis de los componentes de alta frecuencia de la conversación, es desagradable para los oyentes. De hecho, los usuarios prefieren normalmente un sistema de comunicación con una curva de respuesta con la frecuencia, sin énfasis alguno; si se puede conseguir una inteligibilidad adecuada con un redondeo gradual de las frecuencias superiores a los 3000 Hz, se puede utilizar esta curva de respuesta. Altavoces
En la mayor parte de los sistemas de comunicación vocal la escucha se realiza por medio de altavoces. Estos altavoces son de dos tipos generales: el primero es el altavoz de bocina, que proporciona una gran eficiencia, y el segundo es el altavoz de radiación directa, que normalmente tiene una mejor respuesta a bajas frecuencias que el de bocina, a menos que éste sea muy grande. En orden a escoger el altavoz adecuado, el diseñador del sistema debe fijar,
* Señal de tono local. (N. del T.)
273 18
primeramente, el nivel de preSlOn sonora y el espectro necesarios que deben llegar, al oyente. Esto se efectúa midiendo o estimando el nivel de ruido y el espectro, y calculando el índice de articulación, para determinar la relación señal-ruido en función de la frecuencia. Después, se deben examinar la curva de respuesta con la frecuencia, la sensibilidad, la potencia máxima admitida y la directividad, para determinar qué tipo de altavoz es el adecuado para la instalación planeada. La potencia eléctrica que se envía al altavoz para producir la presión sonora adecuada, debe estar entre los límites marcados por el fabricante, ya que, de lo contrario, el altavoz se estropeará. Las características de salida del amplificador se determinan, usualmente, fijando primero la presión sonora deseada, para después ir hacia atrás en el sistema, calculando características. La realimentación acústica es un factor muy importante en la instalación de altavoces. Si un micrófono conectado a la entrada de un sistema de comunicación vocal está cerca del altavoz, es probable que el sistema oscile a la frecuencia a la que la ganancia del sistema sea máxima. Esta oscilación, a veces llamada «acoploD, está causada porque el micrófono toma energía acúsica del altavoz, bien directamente o bien después de reflexiones en la habitación, e introduce esta energía en el amplificador y el altavoz, por el que vuelve a salir con un nivel mayor. Este proceso se repite, incrementándose cada vez más, hasta que se alcanza el límite de sobrecarga de algún componente del sistema. Entonces, el nivel de realimentación se estabílíza. Una solución obvia es reducir la ganancia del amplificador, pero esto puede reducir la inteligibilidad a un valor inaceptable. En tales casos se necesitan otros métodos. Un sistema que tenga una curva de respuesta con la frecuencia uniforme, será menos propenso a la realimentación que uno que tenga una curva irregular. A veces, los picos pueden eliminarse con la elección adecuada de componentes y, en otras, se necesita una cierta compensación eléctrica. En las grandes cámaras reverberantes se puede eliminar frecuentemente la realimentación acústica utilizando micrófonos unidireccionales. En algunos casos, es preciso construir un filtro paso alto para reducir la ganancia del sistema a bajas frecuencias (por debajo de 100 a 200 Hz), donde la reverberación causa más problemas. En casos difíciles se puede necesitar una pantalla para el micrófono o una cabina para el locutor. Otra solución, aplicable especialmente en exteriores o en habitaciones con baja reverberación, consiste en colocar el micrófono en un punto donde, según la característica de directividad del altavoz, haya un bajo nivel de sonido. En sistemas que utilicen varios micrófonos y altavoces, es posible conectar relés en el sistema, para que cuando se actúe el conmutador de emisión de un micrófono, los altavoces próximos queden desconectados. La realimentación acústica se elimina, normalmente, a base de pruebas. Para ello, el ingeniero debe hablar por el sistema, simulando las condiciones de funcionamiento real. Frecuentemente, un sistema que se comporta normalmente bien, se realimenta cuando le llega una señalo ruido de gran volumen. Si se utílíza un micrófono de proximidad, la persona que está experimentando debe 274
poner especial cuidado en hablar tan cerca del micrófono como lo hacen los locutores en su trabajo normal, ya que estos micrófonos se realimentan a las frecuencias de resonancia de la cavidad bucal. Emitiendo vocales en voz alta y sostenida cerca del micrófono, se pueden detectar las posibles realimentaciones. Auriculares
Si existe un elevado nivel de ruido en las proximidades del oyente, se obtendrá, probablemente, la máxima inteligibilidad utilizando un auricular. Hay dos razones: la primera es que se pueden obtener, con relativa baja potencia, altos niveles de señal, porque el auricular está estrechamente acoplado al oído, y la segunda, es que la armadura en que está montado el auricular atenúa, en cierto grado, el ruido ambiente y, por tanto, da una mayor relación señal-ruido para la misma presión sonora proporcionada por la señal eléctrica. El problema de la relación señal-ruido en el oído del receptor, cuando éste dispone de auriculares, es complicado. Primeramente, debe recordarse que la señal eléctrica de entrada del auricular es la combinación de la señal vocal y el ruido introducido previamente en el auricular. Esta señal eléctrica se transforma después en presión sonora, que se mezcla con la presión sonora debida al ruido ambiente en que está inmerso el receptor. ASÍ, la relación señal-ruido en su oído es una combinación de la señal vocal original y de los ruidos introducidos a lo largo de la línea. Si, como es frecuente, tanto el emisor como el receptor están en ambientes muy ruidosos, y el ruido introducido entre el micrófono y el auricular es despreciable comparado con el resto del ruido, podemos llamar a estos dos ruidos N e Y N r • La relación señal-ruido en el receptor será la señal dividida por N e + N r • Si se utiliza un micrófono de gradiente de presión de primer orden, sin pantalla protectora, entonces el ruido N e será débil en frecuencias bajas y fuerte en altas. Si el receptor utiliza una armadura convencional, N r será pequeño en frecuencias altas y grande en bajas. La suma de los ruidos será, por tanto, razonablemente grande en toda la banda de frecuencias, y la relación señal-ruido, pequeña. La utilización de una pantalla protectora da una buena relación señal-ruido de salida del micrófono en frecuencias altas y conserva la buena relación señal-ruido obtenida en el auricular con el ruido ambiente del receptor. Análogamente, si se utiliza un dispositivo que dé relaciones señal-ruido elevadas en el receptor, reduciendo el término N r , la buena relación señal-ruido obtenida en el micrófono se conservará y la relación señal-ruido final será elevada en todo el margen de frecuencias. Desgraciadamente, la atenuación de ruido de las armaduras de los auriculares es bastante pobre en frecuencias bajas. Una armadura normal dará solamente 5 db de atenuación de ruido a frecuencias inferiores a 800 Hz, aumentando bruscamente hasta 20 db o más, a la frecuencia de 1500 a 2000 Hz y conservándose uniforme a partir de este valor. En el capítulo 8 se muestran las curvas de atenuación de ruido para diversas armaduras. La armadura es importante también porque determina el tipo de cavidad de acoplo entre el auricular y el oído. Si la cavidad es pequeña, se pueden ob-
275
tener presiones sonoras elevadas con ligeros aumentos de potencia en el auricular. Si la cavidad es grande, se necesitan mayores aumentos de potencia para obtener la misma presión sonora en el oído. Sin embargo, las cavidades pequeñas presentan una desventaja. Esta consiste en que, para hacer pequeña la cavidad, es necesario que el auricular esté pegado a la oreja, con lo que, si el receptor lo debe llevar durante mucho tiempo, le causará molestias. Si se utiliza algún tipo de acolchamiento para rodear completamente la oreja, se formará una cavidad grande. Entonces, para conseguir presiones acústicas elevadas, se necesitará una mayor potencia de salida del amplificador y la potencia que el auricular tiene que soportar aumentará, con lo que el auricular se hará más grande, más pesado y más incómodo de llevar. Es posible, por supuesto, conseguir la misma señal-ruido en el receptor mejorando la instalación acústica del auricular, en vez de aumentar su límite de potencia disipada. Sin embargo, el hacer esto implica que el auricular se haga más grande, pesado y, una vez más, incómodo de llevar. La utilización de auriculares que penetren total o parcialmente dentro del canal auditivo, puede resolver muchos de estos problemas, pero introduce unos nuevos, como se ve en el capítulo 8. Audífonos
Cuando el ruido es muy intenso, el oído del receptor puede necesitar protección. Los auriculares ordinarios dan un buen aislamiento, excepto en frecuencias bajas. Los audífonos que se introducen en el canal auditivo dan una atenuación mucho mayor (véase el Cap. 8). La figura 9.18 muestra los resultados de algunos experimentos realizados durante la II Guerra mundial. Nótese que, con niveles bajos de ruido, los índices de inteligibilidad sin audífono son iguales o ligeramente superiores a los medidos con audífono, pero, con 100..-------------------------, 90
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niveles altos, los índices obtenidos con audífono son mayores que los obtenidos sin él. La razón aparente es que el receptor no percibe las palabras a niveles altos tan bien como a niveles moderados (donde la relación señal-ruido es la misma), a causa de una «sobrecargaD y distorsión subsiguiente en el sistema auditivo a altos niveles. Los audífonos reducen los niveles totales de señal y ruido a niveles inferiores, sin modificar la relación señal-ruido. Mientras que el nivel efectivo de ruido sea menor de 75 db, el uso de audífonos reducirá la inteligibilidad a bajas relaciones señal-ruido. Cuando el nivel de ruido sea algo mayor, permaneciendo con valor moderado, la inteligibilidad no se altera apreciablemente con el uso de audífonos. A niveles altos, como ya se ha dicho, la inteligibilidad aumenta al usar audífonos.
EJEMPLO DE DiSEÑO DE UN SISTEMA COMPLETO
Como ejemplo de los métodos descritos, se muestran a continuación una serie de problemas de comunicación y su solución. Una fábrica tiene una planta de energía alimentada con diesel, constituida por una nave donde se encuentra el grupo electrógeno y una sala de control. En esta última, una gran cantidad de bombas envían a la fábrica potencia neumática e hidráulica. La comunicación entre la sala del grupo y el resto de la fábrica es necesaria de forma
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de mensajes típicos entre las salas del grupo y de control, con posibilidad de repetición. Por tanto, se considera adecuado para esta situación un índice de inteligibilidad de un 70 por 100, al que corresponde, según la figura 9.5, un índice de articulación de 0,4. En la figura 9.19 se muestra un análisis de los niveles de ruido en las salas del grupo y de control, y en el resto de la fábrica, para diferentes condiciones de trabajo. La variación del ruido en la sala de control complica el problema. En primer lugar, hay que considerar las relaciones señal-ruido en un micrófono y en cada situación. En la figura 9.20 se muestra el dibujo, en una hoja preparada para el cálculo de índices de articulación y en términos de nivel de presión sonora, de los niveles de ruido de la figura 2.19. También se ha dibujado el espectrograma de la figura 9.1, pero aumentado uniformemente en 24,8 db (factor de conversión para pasar de 1 m \00
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FIG. 9.20. Espectrogramas de señal vocal y ruido para diversas condiciones. Las curvas relacionan niveles de espectro de presión acústica con frecuencias.
a 3,5 cm, que es la distancia media a la que se habla en un micrófono de presión), y la curva de picos dé señal vocal, 12 db superior. Si la curva de picos de señal vocal estuviera uniformemente una cantidad de 12 db por encima de la curva de ruido, el índice de articulación del sistema podría llegar a valer 0,4 (12/30 =0,4), lo que equivale a decir que si el espectrograma total de ruido está al mismo nivel o inferior que el espectrograma de conversación eficaz a largo plazo, la inteligibilidad del sistema es potencialmente adecuada. Sin embargo, el ruido a este nivel es muy audible y puede molestar al receptor. Examinemos, en primer lugar, el problema de la conversación entre la sala de control y la nave del grupo electrógeno. Las tres ruidos diferentes que hay en la sala de control son debidos a: 1) escapes de aire para probar las líneas; 278
2) diversas operaciones de ventilación en los arranques y paradas de la potencia neumática, y 3) el funcionamiento normal de bombeo. Durante cada operación se han obtenido medidas máximas en bandas de octava, y en ellas se ve que los escapes de aire son de tan corta duración (3 a 5 seg), que la comunicación no es esencial en ese intervalo; por tanto, no hay que diseñar para esta condición. Una comparación de las curvas de la figura 9.20, rotuladas ccescapes de aire» y ccseñal vocal eficaz», muestra que la relación señalruido es demasiado baja para permitir que el índice de articulación del sistema completo alcance 0,4. En el caso de la ventilación y del funcionamiento normal de las bombas, el espectrograma de señal eficaz se mantiene superior al ruido, en todo el espectro de frecuencias que intervienen en la inteligibilidad; por tanto, un micrófono normal de presión dará una señal adecuada. Ocurre lo mismo con el ruido de la fábrica, pero, en el caso del grupo electrógeno, los niveles de ruido son tan altos que, prácticamente, no se transmitirá ninguna señal inteligible a través de un micrófono de presión sin pantalla protectora. Por tanto, se debe considerar la utilización de un micrófono de gradiente de presión que tenga una curva de respuesta uniforme y la curva de atenuación de ruido mostrada en la figura 9.9, junto con una pantalla 100 1-1-
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FIG. 9.21. Espectrograma del ruido de la sala del grupo, junto con la salida de ruido de: (a) un micrófono de gradiente de presión, de curva de respuesta uniforme para fuentes próximas; (b) el mismo micrófono, utilizado con una pantalla protectora, y (e) un micrófono de presión, de curva de respuesta uniforme, con la misma pantalla. La señal vocal de salida de los tres es la misma.
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protectora. En la figura 9.21 aparecen los niveles de ruido de salida de los diversos tipos de micrófonos. Nótese que la atenuación producida por el micrófono es ciertamente insuficiente para proporcionar una inteligibilidad adecuada, pero que si se utiliza una pantalla con un micrófono de presión, la relación señal-ruido aumenta lo suficiente, por encima de 700 Hz, para compensar la pobre relación señal-ruido 279
por debajo de esta frecuencia. Parece asegurada una inteligibilidad suficiente con esta pantalla, pero, con seguridad, el ruido de baja frecuencia transmitido por el sistema será elevado, especialmente cuando se escucha en la relativa calma de la fábrica. Si se coloca un filtro paso alto para eliminar la señal y el ruido a bajas frecuencias, la calidad de voz será afectada de tal modo que los usuarios no la aceptarán. Por tanto, parece lo más conveniente utilizar un micrófono de gradiente de presión y una pantalla protectora, que nos dan la relación señal-ruido, mostrada en la figura 9.21. Una vez escogido el micrófono y sus accesorios, que dan una relación señal-ruido suficientemente elevada en todas las condiciones, pasemos al problema de la recepción. Toda ella debe efectuarse por medio de altavoces. El nivel de ruido en la sala del grupo electrógeno es tan elevado (124 db en total), que todo el mundo lleva audífonos con una curva de atenuación similar a las mostradas en el capítulo 8. Tanto la señal como el ruido que llegan al altavoz se ven reducidos por dicha atenuación, de modo que la relación señal-ruido en el receptor no varía, pero es posible que el altavoz genere picos de presión sonora superiores a los 120 db, sin que el oyente lo encuentre particularmente desagradable. La figura 9.22 muestra las curvas de sensibilidad y de respuesta con la frecuencia de dos altavoces potencialmente adecuados para las salas de grupo y de control. Se supone que sólo la curva más sensible (curva B) será la adecuada para reproducir la conversación en la sala del grupo electrógeno. Al calcular el espectro acústico de salida del altavoz, se ha estimado que, para locales del tipo de esta fábrica, una distancia de 1,8 m representa, aproximadamente, la distancia a la que se alcanza un nivel uniforme (debido a la reflexión en las paredes). Por tanto, la cobertura general se estima partiendo ~
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Curvas de respuesta con la frecuencia, en espacio libre, de dos altavoces para las salas del motor y la sala del grupo, medidas a 1,8 m de distancia y con una señal sinusoidal aplicada de l vatio de potencia.
de la base del nivel de salida calculado a 1,8 m, comenzando con la respuesta axial del altavoz, medida en una cámara anecoica. Considérese, en primer lugar, la sala de control. La figura 9.23 muestra los espectrogramas del ruido de ventilación y del de funcionamiento normal, junto con la curva de respuesta A de la figura 9.22, correspondiente a un tono puro de 1 vatio de potencia, la respuesta del altavoz al espectro vocal eficaz, a 280
un nivel satisfactorio para la inteligibilidad. También aparece en la figura la curva correspondiente al ruido recogido por un micrófono de gradiente de presión, con pantalla protectora, y reproducido por el altavoz. Este ruido, junto con el ruido ambiente, se suman para dar el nivel total de ruido que afectará a la información vocal. En caso de funcionamiento normal, el ruido del micrófono está claramente limitado, pero durante las operaciones de ventilación se deben considerar ambas fuentes a bajas frecuencias. El índice de articulación es de 0,46. Nótese que la potencia de salida del amplificador se puede calcular con facilidad, ya que, a 400 Hz, la curva de conversación eficaz está situada 28 db 110
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9.23. Espectrogramas de los ruidos de la sala de control, junto a los espectrogramas de la señal vocal y el ruido recogidos por el micrófono y reproducidos por el altavoz A, de la figura 9.22, medidos a 1,8 metros. FIG.
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por debajo de la curva de respuesta, a un tono único de 1 vatio de potencia. Así, pues, si se utiliza un amplificador de audiofrecuencia que tenga una curva de respuesta con la frecuencia uniforme, la potencia eficaz a largo plazo, disipada en todo el margen de frecuencias sería justamente 1 vatio (en la Fig. 9.21 se ve que el nivel de señal vocal eficaz total a largo plazo es de 28 db mayor que el nivel de espectro a 400 Hz). Los picos instantáneos de conversación alcanzan, como mucho, los 20 db por encima del valor eficaz a largo plazo. La inclusión de estos picos implicaría la necesidad de un amplificador capaz de proporcionar 100 vatios. Es normal admitir un factor de pico de 10 o 12 db, con lo que es suficiente un amplificador de 20 vatios de salida y un 5 por 100 de distorsión armónica. En la sala del grupo electrógeno se complica el problema del altavoz. En la figura 2.24 se muestran de nuevo los espectrogramas del ruido de la sala 281
del grupo. La curva de respuesta B de la figura 9.22 está dibujada al nivel correspondiente para un tono puro de 1 vatio. También se muestra la respuesta del altavoz al espectro vocal eficaz de un nivel tal que permita una inteligibilidad adecuada, junto con la respuesta del altavoz al ruido recogido por el micrófono de presión en la sala de control, durante las operaciones de ventilación. Si se toma la suma del ruido que entra en el sistema por el micrófono y el ruido de la sala del grupo electrógeno, el espectrograma mostrado da un índice de articulación de 0,41. El cálculo de la potencia que debe suministrar el amplificador se hace del mismo modo que en el caso de la sala de control. El nivel de conversación eficaz a largo plazo está 28 db por encima del nivel de espectro a 400 Hz. (N ótese que este nivel de presión acústica es de 127 db, soportable únicamente llevando audífonos). De la figura 9.24 se deduce que el nivel de espectro que se necesita obtener del amplificador a 400 Hz es de 0,2 vatios. El nivel de señal 11 o rT:r;¡;?:::J;F~::¡::Ft:::o:::cr::r::r:::;¡::J:J
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9.24. Espectrogramas de los ruidos de la sala del grupo, junto con los espectrogramas de la señal vocal y el ruido, recogidos por el micrófono y reproducidos por el altavoz B de la figura 9.22, medidos a 1,8 metros. FIG.
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Capítulo 10 LOS EFECTOS DEL RUIDO SOBRE EL COMPORTAMIENTO DONALD
E.
BROADBENT
Departamento de Investigación de Sicología Aplicada Cambridge, Inglaterra
Se puede medir la modificación del comportamiento producida por el ruido de tres formas diferentes: 1) se le puede pedir a un hombre que manifieste sus propias sensaciones o sentimientos. En el caso del ruido, esto significa generalmente inquirir acerca de la molestia que el hombre experimenta por causa del ruido; 2) se pueden utilizar mediciones fisiológicas, como metabolismo, ritmo respiratorio, tensión muscular, e indicaciones semejantes del estado físico del hombre, y 3) se le puede pedir al hombre que realice una tarea, y evaluar su rendimiento en el cumplimiento de esta tarea. Este último tipo de control es el más satisfactorio desde varios puntos de vista. Se relaciona directamente con cuestiones de importancia práctica, como el rendimiento industrial, mientras los otros dos tipos de control sólo tienen una relación indirecta. Además, este tipo de control es generalmente más adecuado para los métodos estadísticos y da resultados de un valor científico mayor desde este punto de vista que las opiniones expresadas por el hombre en cuestión. Es corriente también encontrar que los tres tipos de medida no coinciden al valorar la importancia de algunas condiciones del medio ambiente. Un hombre puede que diga que no es afectado por sus largas horas de trabajo y, sin embargo, mostrar por el tiempo que emplea en realizar ciertas operaciones que su rendimiento ha descendido. Al contrario, puede que exprese un rechazo violento de una tarea y, sin embargo, sea capaz de realizarla de un modo absolutamente satisfactorio. Igualmente, puede mostrar un rendimiento constante, al tiempo que se verifican, sin lugar a dudas, cambios fisiológicos en su organismo o un rendimiento alterado sin ningún cambio fisiológico detectable. En semejantes casos de contradicción, el industrial o militar práctico preferirá por regla general el control de la eficiencia. Sin embargo, puede que ésta sea una perspectiva miope. Las quejas ocasionadas por las molestias del ruido pueden muy bien relacionarse con otras formas de conducta verbal, como procedimientos jurídicos, que tendrán una repercusión económica. Cualquier efecto fisiológico puede ser, de igual forma, un anuncio de un alto absentismo por enfermedad u otras desagradables consecuencias para el futuro, incluso, aunque no tenga relación con el rendimiento actual. Aunque la mayor parte de este capítulo versará sobre problemas de rendimiento, consideraremos también, en consecuencia, los otros dos tipos de control.
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MOLESTIA ¿Puede una molestia ser perjudicial?
Existe una opinión generalizada de que algunos ruidos son molestos para casi toda la gente y, probablemente, cualquier ruido es molesto para algunas personas. Esto ocasiona bastante confusión, ya que muchos, que encuentran al ruido molesto, opinarán que es también una amenaza para la salud o el rendimiento. Otros, conscientes de que no es alterado el rendimiento en las tareas en que se ocupan, pueden pensar que la molesita no es importante y llegar a opinar en contra de cualquier efecto del ruido sobre el comportamiento. Pero en la naturaleza no hay forzosamente una conexión entre lo placentero de un estímulo y sus efectos. Las medicinas son a menudo de sabor desagradable y algunos entretenimientos tienen malos efectos para la salud. Todo esto, sin embargo, no convierte el carácter agradable o desagradable de los estímulos en un asunto irreal que pueda ser ignorado. Supongamos que consideramos el comportamiento de animales, puesto que no están influidos por la costumbre social y pueden ser criados experimentalmente para evitar diferencias de experiencia entre animales diferentes. Si presentamos a una rata un poco de sacarina cada vez que realiza un tipo de respuesta, esta respuesta se hará más probable. Sin embargo, la sacarina, por lo que sabemos, no es biológicamente útil para la rata. Se obtiene un resultado opuesto al administrar una descarga eléctrica, aunque la descarga sea demasiado débil para causar daños fisiológicos. De forma semejante, aunque mucho más compleja, un ser humano puede vestir ropas de un cierto color o rechazar alimento de un cierto sabor. Los sonidos no difieren de otras clases de estímulos en ser atractivos o repelentes, por lo que las personas harán cosas para producir sonidos que les gusten y para evitar o reducir sonidos que no les gusten. Hay un número bastante elevado de sonidos que caen dentro de esta última categoría para la mayoría de la gente, así que surgirán problemas para la fábrica que introduzca tales tipos de sonidos en un vecindario. Otros sonidos pueden variar más ampliamente en la intensidad de su molestia. El amplio rechazo de ciertos sonidos no necesita más explicación que el gusto de la rata (y de muchos humanos) por la sacarina. Es un problema teórico de algún interés, pero para el hombre práctico puede ser sencillamente considerado como un hecho irreversible, como la humedad del agua o la necesidad de pagar impuestos. Las diferencias individuales en el tipo de sonido que puede molestar a una persona pueden merecer más atención, ya que pueden ocasionar muchos conflictos innecesarios. Una persona que no es perturbada puede muy bien sentir que la molestia expresada por otra es artificial y superflua, en particular cuando el sonido en cuestión es de baja intensidad. Pero se debe tener en cuenta que un individuo puede ser auténticamente molestado por un estímulo que es indiferente para otras personas. Consideremos de nuevo nuestros resultados con los animales, ya que no se puede sospechar de que los animales eviten un estímulo sólo porque
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le tienen manía al experimentador. A una rata normal le puede resultar indiferente el que las paredes de su caja sean a rayas o lisas. Sin embargo, si se le ha administrado una descarga en una habitación a rayas, hará tremendos esfuerzos para evitar entrar o para salir en cualquier otra habitación a rayas. Por el contrario, un animal que está acostumbrado a oír un (cc1ick» cuando se le da la comida, continuará respondiendo siempre que se le den «clicksD como recompensa. En términos cotidianos, una sensación puede adquirir asociaciones más allá de su significado natural. La misma pieza musical puede resultar muy agradable a una persona que la asocie con recuerdos agradables y violentamente desagradable a otra persona a quien le recuerde fracaso o desgracia. La importancia de tales asociaciones puede ser quizá revelada por una reciente encuesta de opinión pública sobre la molestia del ruido de los aviones. 1 El 80 por 100 de los que se quejaron del ruido de los aviones, dieron cuenta de algún miedo en relación con la aviación: o miedo de posibles aparatos estrellándose contra la casa, o resistencia a volar ellos mismos. Parece poco probable que se obtuviera tan alto porcentaje de un grupo de gente sin seleccionar. Estas asociaciones emocionales juegan sin duda un papel en la generación de quejas sobre ciertos ruidos. En todo esto, los ruidos no son diferentes de otros estímulos sensoriales. Puede haber vistas desagradables lo mismo que ruidos desagradables; a la mayoría de la gente le disgusta la vista de una casa o fábrica descuidada enfrente de sus propias ventanas. Pero por meras razones físicas, el ruido provoca más quejas, puesto que es más probable que se extienda de la persona que lo produce a alguna otra persona que nada tiene que ver con él. El señor Pérez no tiene por qué prestar atención a la afición del señor Gómez por los carteles, puesto que no puede ver la habitación del señor GÓmez. Incluso si entra puede mantener la mirada en el suelo. Pero el señor Pérez puede tentar la paciencia de su vecino de forma considerable, si su fonógrafo hace sonar a Mozart demasiado alto. Este punto, y en realidad toda la presente exposición, puede parecer a algunos tan obvio que no merezca la pena su aclaración. Pero está claro, por lo que se ha escrito, que el ruido es a menudo considerado como de efectos bastante peculiares. Ejemplos que han llegado a ser clásicos son las quejas que presentan al ruido como el responsable de un aumento de las enfermedades mentales o de una disminución de la natalidad: se cita a los periódicos que exponen tales criterios, y otros de menor importancia, en excelentes bibliografías,2·3 aunque a causa de que son excesivamente numerosos no se les incluye en las referencias a este capítulo. No hay pruebas para sostener tales teorías y es probable que gran proporción de quejas por ruido en relación con las quejas por otros estímulos se deba sencillamente a las peculiaridades físicas del sonido. Las luces deslumbrantes o los malos olores pueden ser igualmente molestos si consiguen llegar a nuestros sentidos. Debemos precavernos en consecuencia contra dos errores. Primero, la molestia producida por algunos sonidos no significa que sean malos para la salud. Segundo, del hecho de que la molestia no está relacionada con la salud, no se obtiene como consecuencia que pueda ser ignorada. Nadie estropearía deliberadamente la belleza de un paisaje. En la medida de lo posible, la mayoría de las sociedades intentan re-
289 19
ducir la molestia para todos sus miembros, aunque surjan dificultades cuando el bienestar de un grupo entra en conflicto con el de otro. La solución de tales dificultades pertenece más bien al campo de la teoría política que de la ciencia; pero en las sociedades occidentales haya menudo multas por la producción de demasiado ruido que afecte a muchos ciudadanos. Finalmente, se destaca un punto de este análisis sobre la molestia. Normalmente debería ser posible reducir la molestia, bien por el hábito, bien por ventajas compensatorias. La audición repetida de un ruido, sin las asociaciones desagradables que le han hecho molesto, debería hacer al ruido neutral emocionalmente en condiciones adecuadas; ya veremos que es un hecho cierto que la molestia y otros efectos del ruido disminuyen cuando el ruido es familiar. Incluso cuando esto no es posible, generalmente los estímulos agradables y desagradables pueden equilibrarse mutuamente. De esta forma las molestias debidas a la presencia de una fábrica pueden ser compensadas por la prosperidad que esta fábrica trae a la zona próxima a ella; o las debidas al ruido de aviones pueden ser compensadas por la seguridad contra un ataque aéreo. Estas consideraciones son válidas hasta un cierto punto, que no se debe sobrepasar. Una vez que la reacción emocional se establece, puede muy bien sustentarse por sí misma, y no desaparecer con el enfoque abierto de la situación. Igualmente, hay muchas pruebas de que un conflicto demasiado violento de intereses tiene efectos sicológicos desfavorables. Los ruidos más molestos
Hay tres fuentes de las que podemos obtener información referente a la molestia producida por un ruido. El método más sencillo es estudiar los casos en que un ruido ha provocado una acción jurídica o una agitación importante. Este método es naturalmente un poco difícil de controlar, pero tiene la ventaja de poseer una utilidad muy grande cuando se consideran problemas prácticos de reducción de ruido. Es decir, no surge ningún problema de la disposición de la gente, que dice ser molestada, para emprender una acción jurídica. Una técnica más controlable es realizar una encuesta de opinión pública en localidades de particular interés. Aquí hay una ligera duda sobre si una persona que se queja a un encuestador siente el tema profundamente, siendo probable que dé otros pasos. Pero no hay duda de que los sonidos acerca de los que se pregunta son reales. Es decir, son los ruidos que normalmente se oyen en la vida cotidiana y no difieren del medio ambiente habitual ni en familiaridad, ni en intensidad, ni en cualquier otro aspecto. El tercer método es llevar a más personas a un laboratorio, producir unos ruidos, y pedirlas que enumeren los sonidos por orden de molestia o que ajusten un sonido hasta que sea igual de molesto que otro. Naturalmente, este método es el más controlable, pero puede carecer de realismo. Afortunadamente, hay una gran coincidencia entre los distintos métodos, por lo menos en aquellas características de los sonidos que pueden resultar molestos. La intensidad de sensación. Cuanto más fuerte es un sonido, más probable es que produzca molestia. Este es un resultado habitual en los experimentos de 290
laboratorio, y parece ser confirmado por las encuestas de opinión pública. Por ejemplo, en la tabla 10.1 la incidencia de quejas de residentes por ruido de aviones se relaciona con la intensidad del ruido al que esa zona está sujeta. El nivel del ruido de aviones no era realmente continuo, sino que se toma como el nivel cuyo punto más alto fue sobrepasado en el 25 por 100 de las ocasiones en que pasaron aviones por encima. Se puede tomar otro ejemplo de una encuesta referida al ruido doméstico. 4 Si se comparaba a los residentes en casas Tabla 10.1.
La molestia del ruido de aviones para los vecinos * I
Nivel de ruido de I Grado de molestia, % aVIOnes . I de la prueba, I Ninguna Moderada Grande db
50-60 61-66 67-72 73-78 79 •
I ¡ I
63 42 33 15 12
31 40 36 37 26
6 18 31 48 62
De H. Davis y otros, Reí. 1.
individuales con los residentes en apartamentos, estos últimos eran más propensos a ser molestados por ruidos provenientes de las actividades de sus vecinos. Esto no es sólo porque los sonidos hechos por vecinos no pueden ser oídos de una casa a otra, porque se hizo una distinción en los resultados entre la gente que notaba el ruido de sus vecinos y la gente que era molestada por él. La proporción de los que son molestados es mayor en los apartamentos; esto es lógicamente debido a la mayor intensidad del ruido que les afecta. Esta relación general entre la intensidad y la molestia indica que la reducción de un ruido puede resultar un medio efectivo de combatir la molestia, a pesar de los factores emocionales que pueda haber por medio. Al mismo tiempo, nuestra exposición previa habrá aclarado que no se debe esperar ningún nivel crítico por debajo del cual nadie vaya a encontrar molesto un ruido. El número de gente que se queja, variará también con la situación en la que las quejas sean recogidas. En zonas residenciales, como muestra el cuadro 10.1, un nivel de ruido de 60 db puede producir un considerable número de quejas. En zonas industriales es probable que el nivel sea mayor. Algunos estudios parecen indicar que un grado importante de molestia puede empezar a originarse cuando el nivel sube por encima de los 90 db. s . 6 Este nivel puede muy bien relacionarse con el hecho de que la conversación empieza a hacerse difícil de entender a una intensidad normal con un ruido de este nivel. Uno de los aspectos en los que se necesita mayor investigación es la importancia de la molestia producida por ruido en situaciones en las que se está manteniendo un grado variable de conversación. Un nivel de 90 db
291
podría ser más molesto en una oficina que en una forja. También es probable que las personas que sean particularmente molestadas por el ruido evitarán trabajar en sitios en los que exista un nivel de 80 o 90 db, Y de esta forma el nivel de protestas pueda ser menor en cualquier fábrica que lo que sería respecto a una muestra sin seleccionar de personas. FRECUENCIA
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TONO
EN
MELS
FIG. 10.1.
Nivel de presión sonora de un ruido que produce la misma molestia en varias frecuencias. Obsérvese que, en general, un ruido agudo es más molesto que uno grave del mismo nivel sonoro. (Kryter. 2)
Debe observarse también que la relación con la intensidad que ha sido mencionada, se refiere principalmente a ruidos sin significado. Existen informes de que un ruido significativo pueda hacerse más molesto cuando es lo suficientemente débil para estar cerca del umbral de inteligibilidad.7 Este parece el efecto inverso del de un ruido, ya apuntado anteriormente, que se convierte en molesto cuando interfiere con la conversación. Una conversación muy baja es especialmente molesta porque el oyente no es capaz de enterarse de lo que se dice. La molestia es, pues, de una naturaleza muy diferente a la producida por ruidos esencialmente desagradables por sí mismos. El tono. Muchos estudios concuerdan en que un ruido agudo es más molesto que un ruido de igual intensidad de un tono grave. Entendemos por tonos agudos, en relación a esto, desde los 1500 Hz en adelante. Se ha encontrado este efecto tanto para sonidos puros como para bandas de ruidos. Debe observarse, sin embargo, que la diferencia entre los diferentes tonos puede disminuir después de un contacto prolongado con el ruido. Hay también considerables diferencias entre personas distintas, como de hecho las hayal comparar la intensidad de sonidos de diferente tono. A pesar de todo, parece una buena guía para tomar una acción, el que la disminución de los componentes de alta frecuencia 292
de un ruido produzca mayores dividendos que la reducción de los componentes de baja frecuencia. 8•9• 1o (Véase Fig. 10.1.) También se ha estudiado que un tono excepcionalmente bajo de un sonido, en la zona de 100 Hz, lo hace más molesto que un ruido situado hacia la mitad del espectro audible. Es decir, ambos extremos del espectro se consideran más molestos que el centro. 1O Existe la opinión, proveniente de los estudios sobre ruidos que han causado protestas, de que un ruido que contenga sonidos puros es más molesto que uno cuya energía esté repartida de modo más uniforme. u Estos puntos no son tan defendidos como el de la mayor molestia producida por altas frecuencias, pero sugieren que puede haber algo más, en el efecto de los diferentes tonos, que lo que hasta ahora se ha establecido. Hasta ahora hemos estado considerando ruidos continuos. La cuestión del tono variable pertenece al caso general de los sonidos variables o intermitentes, y será tratada más adelante. Podemos apuntar, sin embargo, un estudio en el que se presentaban diferentes muestras de tonos, determinándose los cambios producidos en la molestia por los diferentes tipos de muestra. De nuevo, cuando la frecuencia media de los sonidos era alta, la nuestra era más molesta; pero, además, se observó que un amplio campo de frecuencias era particularmente molesto. Los oyentes declararon que su percepción de la muestra alternaba entre escuchar a la muestra en conjunto y oír una muestra aguda en un fondo grave, a una muestra grave en un fondo agudo. Este sonido más bien ambiguo era de alguna manera más molesto. Este hallazgo sugiere también que sería positiva una mayor investigación en los aspectos más complejos del tono. 12
El ruido irregular e intermitente. La tercera característica de los ruidos, que se encuentra habitualmente relacionada con su molestia, es el grado de variación en el propio ruido. Un sonido modulado en intensidad o frecuencia resulta mucho más molesto. Hay también algunas pruebas de que las personas no se acostumbran a tales ruidos tan deprisa como lo hacen a ruidos continuos. 7 • 13 Se ha expresado la opinión, aunque con mucha cautela, de que los cambios en la intensidad son mucho más importantes desde este punto de vista que los cambios en la frecuencia. 12 Hay quizá dos factores en este efecto, aunque ambos actúan en la misma dirección. Por una parte, está la mayor molestia que le produce a una persona estar expuesta a un ruido sólo a largos intervalos. Un ejemplo es el caso del ruido de aviones en zonas residenciales, ya que éstos pasan sólo periódicamente. Esta relación ocasional es más molesta para algunas personas que un contacto continuo con un ruido de un mismo nivel. Hay pruebas de que las protestas por ruido de aviones son menos frecuentes en vecindarios que tienen un nivel permanentemente alto de ruido. ll La forma que toma la molestia producida por un sonido que está continuamente presente, pero cambiando en su diversas características, es lógicamente distinta y puede ser debida a causas diferentes. Un sonido complejo y oscilante que está continuamente presente no permite al oyente la oportunidad de acostumbrarse al silencio y podría, por tanto, no perturbarle en exceso. Sin embargo, tales sonidos oscilantes son declarados a veces más molestos que sonidos menos complejos.12 Las 293
ondas senoidales no son tan molestas como otras ondas de forma más abrupta. (Esto puede parecer entrar en contradicción con lo establecido anteriormente: que un ruido con la energía concentrada en una parte del espectro era más molesto que un ruido de banda más amplia. La contradicción puede quizá explicarse por el hecho de que la anterior afirmación provenía de casos de archivo. Los ruidos de la vida real, incluso si la energía se concentra relativamente en ciertas frecuencias, no son probablemente ondas senoidales. Podrá ser cierto que la onda más molesta sea una fuertemente periódica, pero no sinusoidal, tal como la de una bocina de automóvil o un grito humano. Tal sonido tendría un espectro menos uniforme que un ruido normal, pero todavía mucho menos que una onda senoidal.) El ritmo es otra característica de los ruidos relacionada con la variabilidad. En el experimento con muestras de sonido, que ya hemos mencionado, resultó que la muestra se hacía más molesta si la amplitud de algunos intervalos en la secuencia del sonido se hacía mayor que la de otros. 12 Esto es, un ruido rítmico era más molesto que otro uniformemente repetido. Sin embargo, resultó todavía peor la introducción de modificaciones arbitrarias en el tiempo de cada intervalo. Ya se ha apuntado un pequeño efecto de los sonidos rítmicos cuando se realizan tareas que requieren un ritmo diferente. 7 Pero el efecto es muy ligero y, naturalmente, depende de la naturaleza de la tarea que se realiza. Los mismos experimentos sobre muestras de sonido mostraron que, hasta un cierto punto, la molestia aumentó al introducir un intervalo de silencio entre dos audiciones de la muestra. Esto sugiere la interesante posibilidad de que el silenciar una parte de un proceso podría hacer al ruido restante, ahora intermitente, más molesto. Merece ser tomado en cuenta el hecho de que las tres características, que hacen a los sonidos particularmente molestos, son todas del tipo que, en lenguaje corriente, hacen probable que esos sonidos retengan la atención. Es decir, si se observa a un hombre en una situación en la que debe distribuir respuestas a varias fuentes de estímulo, es más probable que responda a los estímulos intensos, a estímulos que no se le han presentado recientemente y a sonidos agudos. La molestia parece seguir esta capacidad de retener la atención del sonido; aunque por supuesto la relación causal pueda seguir la dirección opuesta.
La localización. Cuando abandonamos las tres dimensiones de tono, intensidad e intermitencia, nos encontramos en un terreno mucho menos firme. La relación con la molestia de las características de los sonidos que ahora vamos a considerar, está menos establecida que las que ya se han estudiado. Pero hay sugerencias en lo que se ha escrito que pueden, por lo menos, servir de guías para una mayor investigación. La localización, por ejemplo, es un tema que figura en algunas protestas. Ciertos puntos sobre ella son más o menos obvios. A un sonido que cambia repetidamente de lugar se le puede suponer más molesto que otro que permanece estacionario, por analogía con los efectos de los cambios en las otras dimensiones. Además, una localización incierta puede provocar en la gente sentimientos de curiosidad, e incluso de inseguridad, que pueden interferir con otras ocupaciones y resultar molestos. Un sonido cuya fuente 294
no es conocida con seguridad puede ser un fastidioso problema intelectual. En el mismo sentido, el conductor de un autom6vil puede estar muy ocupado por un repentino ruido metálico, hasta que lo identifique con un avi6n. La localizaci6n fija permite a un ruido ser identificado más rápidamente y de esta forma reducir su molestia. El mismo efecto puede, por supuesto, alcanzarse por una explicaci6n de palabra, siendo a menudo más práctico explicar el origen de un ruido nuevo a los que probablemente puedan oírlo, que intentar modificar el ruido para hacerlo más fácilmente localizable. Pero hay más que esto relativo a los efectos de localizaci6n. Varios estudios han demostrado que la conversaci6n se puede entender más fácilmente en medio de un ruido cuando la localizaci6n del origen de la señal vocal y del ruido es diferente. 14 • 15 Si el ruido no está especialmente localizado, puede ser más difícil ajustar la posici6n relativa propia, a la de la persona con la que se está manteniendo una conversaci6n, a fin de asegurar el máximo de inteligibilidad. En lugares donde es necesaria la conversaci6n, por tanto, un ruido imprecisamente localizado es probable que resulte muy molesto. En ningún estudio, el efecto del ruido sobre el rendimiento, cuando no afecta a las señales auditivas, parece haber variado con la 10calizaci6n de forma sistemática. Pero los experimentos que muestran los mayores efectos parecen haber utilizado ruidos imprecisamente localizados y puede ser que la distracci6n por un ruido, incluso sobre señales visuales, sea menos fácilmente vencida por el hábito cuando el ruido no está sujeto a una direcci6n concreta. Las razones ya dadas, sin embargo, son suficientes para explicar las protestas por ruidos imprecisamente localizados. Quizá el único modo en que la localizaci6n puede ser· modificada es reduciendo la reflexi6n de las paredes en talleres y otros sitios en los que se puede esperar que haya ecos retardados. Hasta un cierto valor del retraso entre la llegada de un sonido y de su eco, la localizaci6n no se ve afectada por la presencia de ecos. Con estos cortos intervalos, el eco se fusiona con el sonido original e incrementa su intensidad aparente, pero la localizaci6n aparente es la del primer sonido que llega al oído. 16 La presencia de un material absorbente del sonido en las paredes que producen ecos disminuirá, en consecuencia, la molestia producida en pequeñas habitaciones, debido principalmente a la reducci6n del nivel de presi6n sonora. Pero en espacios muy grandes, el intervalo de tiempo entre la llegada del sonido original y de su eco se hará demasiado amplio para que se realice la fusi6n de los dos en la audici6n. La localizaci6n se hará entonces indeterminada y la molestia, en consecuencia, aumentará. La longitud del intervalo entre el sonido original y su eco, necesaria para que los dos se oigan separadamente, varía de acuerdo con el tipo de sonido, siendo al parecer tan pequeña como 5 para chasquidos agudos, pero tan grande como 40 en sonidos más complejos, como el habla.
Sonidos evitables o superfluos. La molestia que produce un ruido puede ser compensada por diferentes ventajas. Por el contrario, es probable que un ruido que no tiene por qué existir provoque fuertes protestas. Se pueden encontrar ejemplos en un estudio de los hogares británicos. 4 De todos los que se fijan en el sonido de los camiones de reparto en sus casas, s6lo al 10 por 100 les molesta
295
el ruido, pero de aquellos que oyen ruidos hechos por los animales domésticos del vecino les molesta a casi el 40 por 100. Otro ejemplo aparece en la tabla 10.2. La proporción de gente molestada por los portazos es mayor que la que es molestada por los ruidos del retrete, tomando como base de comparación Tabla 10.2.
La molestia de los ruidos domésticos para los residentes * Reparan en ellos
Les molesta
Les perturban el sueño
--En la casa propia,
En la del vecino,
En la casa propia,
En la del vecino,
En la casa propia,
%
%
%
En la del vecino,
%
%
01 ,o
39 44 15
41 27 12
13
15
8
11
9 3
6 3
6 3
5
25
27
5
7
2
4
52
58
5
10
4
6
10
14
1
3
...
1
29
31
3
7
2
4
48 82
48 83
5
25
8 30
4 18
24
--- -
Portazos ... ... ... ... ... ... W.C. ... ... ... ... . .. ... ... Bebés que lloran ... ... ." ... Niños que juegan en otras habitaciones ... ... ... ... Radios en otras habitaciones ... ... ... ... ... ... .. . Pianos u otros instrumentos musicales en otras habitaciones ... ... ... ' " ... ... Conversaciones en otras habitaciones ... ... ... ... ... Personas moviéndose en otras habitaciones ... ... ... .. , Todas las personas ... ... ... •
3
6 I
De D. Chapman, Ref. 4.
el porceritaje de los que se fijan en el ruido. Bien es verdad que en ambos ejemplos existe la explicación alternativa de que el ruido que produce más quejas es intrínsecamente más molesto. El ruido brusco de un portazo parece lógico que produzca más sobresalto que la más lenta intensificación de un ruido de W.C. La persona que se queja es menos probable que sea fácilmente satisfecha en el primer caso que en el segundo.
Inadecuación a la actividad personal. La tabla 10.2 nos muestra otro punto interesante: que en conjunto hay una ligera tendencia a objetar los ruidos del vecino más que los propios. La diferencia es pequeña, pero cuando uno piensa en la probable diferencia de nivel sonoro existente en sentido opuesto, resulta importante, según el análisis de la molestia que hicimos anteriormente, no es sorprendente que exista esta diferencia. En la mayoría de los adultos hay preferencias relativamente permanentes que son peculiares del individuo, de forma que lo que es ruido para un hombre, es música para otro. Además, para cualquier individuo, un sonido que podría ser muy agradable en una ocasión, puede ser molesto en otra. El
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caso extremo de estos cambios de preferencia en un mismo individuo se alcanza con la necesidad de ratos de descanso o sueño. La existencia de la necesidad del sueño es aceptada por todo el mundo, aunque se sepa poco de ella científicamente. Es igualmente aceptado que un estímulo lo suficientemente intenso de cualquier tipo despertará a una persona que duerme; la intensidad del estímulo que se requiere es de hecho utilizada algunas veces como medida de la profundidad del sueño. Los ruidos susceptibles de interrumpir el sueño ocasionarán, por tanto, más molestia que los que ocurren a horas en que la mayoría de la gente no duerme. Se observa a menudo, en la práctica, que las personas se acostumbran a dormir con niveles de ruido que son demasiado altos para quien no está habituado a ellos, hasta el punto de que el residente en una ciudad puede encontrar dificultad en dormir en el campo. Se dispone de poca información científica en lo que se refiere al grado hasta el cual se realiza esta adaptación. Se requiere un mayor conocimiento del propio sueño, antes de que se pueda hacer algo más que recomendar que los ruidos inevitables sean producidos en lo posible durante el día. Además de la perturbación del sueño, se pueden presentar otros ejemplos de ruidos inoportunos que causan molestia, como sonidos que, inocentes en sí mismos, perturban el ambiente devoto de un servicio religioso; o como una marcha fúnebre brotando de una radio en una fiesta. No se puede formular una regla general para este tema. Las diferencias individuales de la molestia
Hasta un cierto punto, el hecho de que un ruido pueda molestar a una persona y dejar a otra indiferente puede ser, sin duda, explicado por diferencias en la experiencia pasada o por mera idiosincrasia. Ciertamente, hay personas que objetan a un ruido más allá de toda proporción lógica con las caracterÍsticas físicas de éste. Existen pruebas evidentes de que algunas personas son propensas a protestar de muchos ruidos e incluso de muchos otros estímulos. En un estudio se descubrió que más de un 80 por 100 de los que eran muy molestados por el ruido de aviones estaban preocupados con otros problemas físicos de sus comunidades, que incluían otros ruidos, basura y cosas similares. l Esto es importante, puesto que un cuestionario, en el que se presenta al individuo una lista de posibles situaciones molestas y se le pide que indique cuántas de ellas le molestan realmente, ha sido utilizado en investigación psiquiátrica. Un gran número de cosas molestas están relacionadas con dificultades de adaptación personal. l7 Las quejas sobre el ruido no son una excepción a esta regla. En un estudio, cuatro grupos de obreros, que en total sumaban más de doscientos, fueron entrevistados por un psiquiatra, que apuntó el número de síntomas nerviosos en cada uno de ellos. lB Cuando se les preguntó a los mismos individuos si no les afectaba el ruido, si les disgustaba ligeramente, o si les producía serias molestias, se encontró una relación significativa con el número de síntomas existentes. Otra investigación, que trataba del problema de diagnosticar neuróticos, presentó varios cuestionarios de diferentes tipos a dos grupos igualmente amplios de personas. 19 Un grupo estaba compuesto por los que habían encontrado necesario consultar a un psiquiatra y el otro por 297
personas que no lo habían hecho y podrían ser descritos de alguna forma como normales. Cuatro de los cuestionarios trataban de cosas molestas, y todos ellos mostraron más sensibilidad a las molestias en el grupo neurótico. El cuestionario que trataba en concreto de las molestias del ruido, mostraba la mayor correlación y era de hecho uno de los mejores cuestionarios para diferenciar los dos grupos. Realmente, hay pruebas evidentes a favor de la opinión, encontrada a menudo en este terreno, de que las protestas por el ruido provienen, en proporción muy grande, de gente neurótica. Este hecho es, sin embargo, tan fácilmente susceptible de mala interpretación, que se deben añadir dos reservas. Por una parte, no hay pruebas de que los neuróticos sean más fácilmente encontrados entre las personas que han estado expuestas al ruido. Por otra, un individuo que expresa disgusto por un ruido al que sus compañeros son indiferentes, no tiene por qué ser un neurótico. Incluso si lo fuera, no hay justificación para ignorar los gustos y rechazos de otra persona simplemente porque ayuda a los psiquiatras a ganarse la vida. La cuestión de las diferencias individuales de rendimiento por el ruido puede relacionarse con la de las diferencias de la molestia; será tratada más adelante. Conclusiones sobre la molestia
Resumiendo, la molestia es algo distinto del daño a la salud o al rendimiento. No debe ser ignorada por eso. Las características físicas de los sonidos, tales como la intensidad, la alta frecuencia y la modulación tienden a incrementar la molestia, por regla general. Pero hay grandes diferencias entre casos distintos y cada uno necesita ser considerado en concreto.
MEDIDAS FISIOLOGICAS Medidas del sobresalto o respuesta funcional
Un sonido repentino e inesperado, como un disparo de pistola, produce un amplio cambio en la actividad corporal,2021,22 Hay una elevación de la presión sanguínea, un aumento de la presión interior de la cabeza y un inrcemento de la transpiración. El ritmo cardíaco aumenta, hay cambio en la respiración y puede haber una marcada contracción muscular en todo el cuerpo. Estos cambios se consideran a menudo como una reacción de emergencia del cuerpo para incrementar la efectividad de cualquier esfuerzo muscular violento que se pueda precisar. En condiciones primarias, un estímulo inesperado es probable que reclame tal esfuerzo. Una afirmación tan simple no hace justicia a la enorme complejidad de estos cambios en el cuerpo, pero sirve para hacerlos inteligibles. Su importancia tiene un doble aspecto: primero, se puede esperar que una respuesta tan amplia interfiera con otras actividades en el momento en que ocurre el sonido. Segundo, la repetición demasiado frecuente de tales cambios puede ser perjudicial para la salud. Por ejemplo, una de las caracte-
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rísticas de tales reacciones emocionales es que la digestión cesa. Se ha demostrado que una corta exposición al ruido produce una disminución de las contracciones que transportan el alimento a través del cuerpo, así como de la producción de saliva y de jugos gástricos. 23 Por muy deseable que sea en emergencias, este tipo de cambio no se desea, obviamente, para períodos largos. Pero afortunadamente todos los experimentos en que se tomaron repetidamente medidas indican que el efecto del ruido disminuye rápidamente cuando se presente una y otra vez. Una prueba muy completa mostró que la exposición durante 20 h fue suficiente para anular cualquier efecto en el pulso, ritmo respiratorio, presión arterial, metabolismo, agudeza de visión, ritmo cardíaco y otras pruebas más técnicas.29 Estudios recientes de las respuestas corporales a la tensión revelan medidas que pueden resultar más apropiadas. Una de las glándulas, que entran a formar parte en el esquema de respuesta a situaciones de emergencia, es la corteza suprarrenal. Su nivel de actividades puede ser determinado contando el número de células de un cierto tipo presentes en la sangre. Con esta medición se ha demostrado que los animales siguen mostrando cambios en el cuerpo cuando se les somete a un ruido, aun después de un período muy largo. 25 Un corto informe indica que esto es también cierto respecto a los trabajadores de un taller aeronáutico, incluso después de habituados al ruido. 26 Por otro lado, no parecía haber ningún cambio permanente en las glándulas suprarrenales o cualquier otro órgano en ratones de laboratorio, como habría habido con tensiones causantes con probabilidad de mala salud. 25 El cambio en las características de la sangre era menor que el producido por coger los animales y manejarlos, o por permitir que varios animales luchasen entre ellos. Aunque ulteriores investigaciones nos llevarán sin duda a un valioso conocimiento de la respuesta del cuerpo a un estímulo intenso, por el momento los datos no indican la respuesta al ruido prolongado, sea exagerada o perjudicial para la salud. Medidas del esfuerzo
Si se mide la actividad de los músculos, recogiendo los potenciales eléctricos de la piel que les cubre, o si se mide la energía producida por el hombre, observando la cantidad de oxígeno consumido, podemos establecer cuál es el esfuerzo que su tarea le está costando. Se sostiene a menudo que, cuando el rendimiento no es afectado por el ruido, es porque se está haciendo un esfuerzo compensatorio. Pero aunque los experimentos de corta duración muestran un incremento en el gasto de energía (metabolismo) cuando se trabaja con ruidos, los experimentos continuados durante algún tiempo vienen mostrando hasta ahora una reducción del metabolismo al nivel normal,24,27 Es discutible que el gasto de energía por el cuerpo, considerado en conjunto, sea un índice sensible del esfuerzo, ya que una parte del cuerpo puede incrementar su actividad mientras otra la disminuye. Hay algún indicio de esto en la actividad eléctrica de los músculos. Por regla general, los potenciales de un músculo aumentan cuando se trabaja con ruido por primera vez, pero luego disminuyen. Se ha
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señalado que la disminución en los músculos que no se usan para la tarea es mayor que en los músculos que son empleados directamente para el trabajo.2B Como ya se ha indicado, la cuestión de si la tensión finalmente vuelve a ser normal, incluso en músculos necesitados para la tarea, no queda clara por las diferencias individuales entre las personas. El aumento de la tensión cuando se oye el ruido varía con la intensidad de éste y también con la significación del sonido. 29 Esto es, si se le dice a un hombre que reaccione apretando un botón cuando oiga un sonido, la tensión muscular de su brazo es mayor cuando se produce el ruido que si se le dice que lo ignore. El efecto de la intensidad es mayor cuando se tiene que reaccionar al ruido. La conclusión lógica parece ser que en un primer momento del trabajo con ruido se requiere un esfuerzo mayor para mantener el rendimiento, pero por término medio tal esfuerzo no se presenta cuando el ruido se ha vuelto familiar. Sin embargo, es posible que se presente en algunos individuos. Un estudio, que utilizaba más análisis de los que normalmente se emplean en investigaciones fisiológicas, mostró una relación entre los cambios en la tensión muscular y el rendimiento del trabajo con luz deslumbrante y ruido. 30 Las personas que mantenían su nivel de trabajo en estas condiciones perturbadoras mostraban un mayor incremento de los potenciales en el músculo que aquellos cuyo rendimiento fue menos eficiente. Cuando las diferencias en el esfuerzo fueron reducidas al máximo, haciendo depender el ritmo del trabajo de la máquina, más que de la voluntad del trabajador, hubo muestras de un incremento más generalizado de la tensión. Esta conclusión se relaciona con el conjunto de datos sobre las diferencias individuales en el rendimiento del trabajo. Efectos fisiológicos excepcionales
Algunos otros efectos del ruido no se encuadran en los tipos presentados anteriormente, pero pueden, sin embargo, denominarse fisiológicos. Primero, están los ruidos de muy alta intensidad. Con niveles de sonido de 140 db o más, pueden producirse una serie de molestias físicas, como sensación de vibración en la cabeza, movimiento del aire en la nariz y pérdida del equilibrio. 31 .32 Estos efectos están en la frontera de los de la vibración, ya que las perturbaciones del equilibrio, por ejemplo, son probablemente debidas a la vibración de los órganos sensitivos. De forma semejante, la vibración de los ojos a causa de estas intensidades muy altas puede perturbar la visión. Estos efectos pueden interferir con el rendimiento temporalmente, pero los niveles requeridos para producirlos están por supuesto fuera de lo normal; y, si los oídos no estáp. protegidos, con tales intensidades el sonido resultará doloroso. En estas intensidades tan altas se puede producir un excesivo calor en la. piel. Animales con pelo sobre su piel, como las ratas o los cerdos de Guinea, pueden sufrir quemaduras a causa de la energía absorbida. 33 .34 Una piel sin pelo, sin embargo, parece disminuir este efecto considerablemente. De cualquier forma, es muy poco deseable que seres humanos sean expuestos a estas condiciones, a causa de los efectos sobre la audición y el rendimiento. 300
Posibles efectos permanentes sobre el rendimiento debidos a intensidades muy altas. Aunque hay muchas quejas sobre efectos permanentes o enfermedades profesionales producidas por el ruido, no existen pruebas convincentes de estos efectos. Las personas que manifiestan una incapacidad a consecuencia de haber sufrido estos ruidos intensos se encuentran, habitualmente, entre las que se quejan por cualquier otra circunstancia y, particularmente, entre los neuróticos (véase la sección sobre las «Diferencias individuales de la molestia»). Aunque es difícil probar algo negativo, la mayor parte de la opinión entendida es que no existen efectos permanentes. Un estudio investigó el rendimiento de hombres que habían estado trabajando con motores de avión, utilizando unas pruebas que previamente habían sido usadas para distinguir a personas con cerebros lesionados de otras normales. 35 Los que trabajaban con aviones hicieron peor estas pruebas. Pero, como el autor señala, estos hombres habían estado sujetos a una tensión emocional en su trabajo tanto como al ruido, ya que estaban intranquilos por el posible peligro de sus tareas. Cualquier efecto permanente en ellos podría ser debido a esta otra tensión y no al ruido. En esta investigación hay también el riesgo de que personas que por naturaleza son poco corrientes, se apresuren a realizar las pruebas. Otra tentativa de investigación semejante fue desarrollada con animales y mostró que las ratas, después de estar expuestas a un fuerte ruido, eran menos capaces de aprenderse un nuevo laberinto, aunque guardaban el conocimiento de uno que habían aprendido antes de recibir el ruido. 36 De nuevo, aquí es posible que los animales hayan transferido la reacción de rechazo, que normalmente tienen a un estímulo desagradable, a la situación en conjunto del experimento, del mismo modo que los animales mencionados en la primera sección sobre la molestia eran condicionados para escapar de una habitación con paredes a rayas. Un rechazo general como éste del experimento no es raro en un trabajo con animales que incluya estímulos desagradables. Un trabajo más extenso debería ser llevado sin duda por las líneas generales de estas investigaciones, pero es dudoso que resulte en algo positivo. Interrelación sensorial. Se ha encontrado que en ciertas condiciones una luz muy débil puede ser vista más fácilmente si se la acompaña de un sonido, mientras que en otras condiciones el efecto puede ser el contrario. La importancia práctica de estos efectos es más bien pequeña, aunque son de interés teórico. 37 ,38
RENDIMIENTO
Métodos para medir los efectos sobre el rendimiento
Una gran proporción del esfuerzo de investigación parece haber sido desperdiciada en el pasado por no haber reconocido las precauciones esenciales para la medición del rendimiento humano. Un cierto número, posiblemente la mayoría, de los estudios sobre los efectos del ruido son inaceptables científicamente. Hay dos caminos principales de investigación, estudios industriales 301
por una parte y trabajo de laboratorio por otra. Algunos de los defectos de procedimiento atañen a estos dos caminos; otros atañen sólo a la investigación industrial, aunque los estudios industriales son un complemento esencial a los de laboratorio si queremos asegurarnos de que las diferencias encontradas en el laboratorio son realmente importantes en la práctica. El punto más débil de los estudios industriales es la falta de control de otras condiciones distintas al ruido que está siendo investigado. Los cambios en el entorno auditivo de un trabajador están usualmente ligados a un cambio a un edificio nuevo, un cambio en el trabajo que se hace; un cambio en la temperatura, la iluminación y otras condiciones del trabajo; o alteraciones semejantes en las circunstancias del empleo. Cualquier cambio en el rendimiento puede ser debido a estos otros cambios y no a la reducción del ruido. Esta crítica se refiere a casi todas las investigaciones industriales que han sido realizadas. Además existen otros dos peligros a los que se exponen normalmente las investigaciones industriales. Uno de ellos es el efecto contaminador de la molestia. En una sección anterior se indicaba que un sonido podía ser molesto sin afectar necesariamente al rendimiento. Pero si alguna característica de las condiciones de trabajo es molesta, el obrero puede quedarse en casa más tiempo del debido cuando está enfermo, pasar más tiempo en la sala de descanso y, de forma similar, reducir su producción. En una forma más sutil, esta dificultad se puede presentar como sugestión. El mismo hecho de que un investigador esté ocupándose del ruido, puede inducir a los trabajadores a creer que trabajarían mejor en silencio. Esto tendrá un efecto sobre el rendimiento, aunque el efecto no sea realmente debido al ruido. Un segundo punto débil de los experimentos industriales es que cualquier cambio en las condiciones de trabajo puede producir una mejora temporal del rendimiento. Esto es particularmente cierto en los cambios que implican que la dirección está considerando el bienestar de los obreros. La actitud del hombre hacia su trabajo se hace más favorable, igual que ocurre si se quitan condiciones desagradables; pero esto no significa que el ruido esté afectando de verdad a su rendimiento. Poniendo la diferencia en términos económicos, puede ser muy caro reducir el ruido en un lugar de trabajo comparado con el coste de pintar los muros e instalar una nueva cantina. Si el efecto de reducir el ruido es solamente mejorar la actitud de los obreros, pueden ser preferibles la segundas medidas. El último punto, referente a las investigaciones industriales, puede ser que habitualmente han medido la producción, con especial énfasis hacia el absentismo. Los errores y accidentes rara vez se incluyen en las investigaciones del ruido, aunque han resultado buenos índices de otras condiciones ambientales; en la sección sobre las conclusiones prácticas a partir de los datos conocidos, se expondrá que serían especialmente útiles para estudiar el ruido. Los estudios de laboratorio, al igual que los industriales, están sujetos a ciertos puntos débiles en su técnica. En primer lugar, hay una considerable fluctuación aleatoria en el rendimiento de cualquier persona, y hay también una variación aleatoria entre diferentes individuos. Para establecer un efecto del ruido es necesario, en consecuencia, señalar datos suficientes para que se pueda formar una estimación de esta variación aleatoria. Si se lanza una mo302
neda una vez y sale cara, no podemos deducir de ello que la moneda está descompensada. Por otra parte, el rendimiento puede variar de una ocasión a otra a causa de influencias exteriores, además de la fluctuación casual. Por ejemplo, un hombre puede trabajar mejor porque ha adquirido práctica. Por otro lado, puede trabajar peor porque se ha fatigado. La mejor forma de superar esta dificultad es emplear dos grupos de personas como sujetos para los experimentos. Se puede dar a un grupo condiciones ruidosas todo el tiempo, en tanto que al otro se le mantiene en silencio; o bien se puede empezar con un grupo en silencio y luego someterle al ruido, al tiempo que se invierte el orden de presentación en el otro grupo. Una tercera técnica, que es bastante menos satisfactoria, es tener un solo grupo de sujetos, pero cambiarles del silencio al ruido y de nuevo al silencio, o viceversa. El punto débil de esta técnica es que el rendimiento de un hombre puede elevarse primero y luego descender cuando las condiciones se mantienen uniformes todo el tiempo; normalmente decimos que ha mejorado con la práctica y luego se ha fatigado. Un experimento industrial, especialmente, es probable que tenga algunas condiciones exteriores que varíen en el curso del mismo de tal forma que produzcan primero una elevación y luego un descenso en el rendimiento. Por ejemplo, si un grupo fuera a trabajar con ruido durante un año, luego en silencio por otro año y, finalmente, con ruido otra vez, sería muy posible que un cambio en la situación económica general produjera un ambiente de prosperidad durante el segundo año que faltara antes y después, y que podría reflejarse en una mayor producción. Naturalmente, si se cambia del silencio al ruido y a la inversa rápidamente, el riesgo de un factor exterior de este tipo es menor. Si un grupo trabaja en ruido y silencio en días alternos durante un año, tendría que ser realmente mala suerte que la situación económica fuera mala un día sí y otro no durante ese período. La mayoría de las buenas investigaciones sobre los efectos del ruido han utilizado un método de este tipo, en el que ruido y silencio se alternan rápidamente. La técnica de los dos grupos, aunque deseable, es a menudo impracticable, porque requiere la observación de un gran número de personas. Esto es así debido a que las diferencias entre las distintas personas eleva la influencia del azar en el experimento, debiéndose obtener muchos resultados para asegurar una conclusión positiva. Incluso así, existe el peligro en la técnica del único grupo de que, cuando dos o más condiciones de trabajo se alternan rápidamente, el rendimiento no se ajustará a cada una de ellas por separado, sino que tomará un nivel medio. La última dificultad es que la condición bajo la que una persona se encuentra por primera vez con una tarea puede influir su rendimiento en la misma en posteriores ocasiones, incluso cuando varían las condiciones. Asimismo se ha probado, en otro campo, que la tripulación de un avión, a la que se le somete a una prueba después de volver de un vuelo, 10 hace mal en esta ocasión y también después de descansar, mientras que aquellos que son sometidos a la prueba en primer lugar después de descansar, 10 hacen bien en esa ocasión y también después de volar. 39 Se han observado efectos semejantes en algunos experimentos sobre el ruido. Pero estas dificultades serían reparables por medio de una cuidadosa consideración de los resultados y con los 303
modernos métodos del análisis estadístico se pueden obtener conclusiones seguras. El control del ruido se ha realizado de diferentes formas en diferentes experimentos. En el caso industrial, se ha empleado material absorbente de sonido y tapones de oídos. Ambas alternativas tienen sus inconvenientes, ya que introducen otros cambios en la situación. Se ha sugerido recientemente que sería valioso un experimento industrial que utiliza dos clases de tapón de oídos de diferente calidad. ll En los experimentos del laboratorio, el silencio ha sido normalmente la condición habitual del mismo y el ruido ha sido producido artificialmente. En los primeros experimentos se usaban ruidos que surgen normalmente, como el de maquinarias o grabaciones del tráfico u oficinas. Ultimamente, los experimentadores han tendido a usar ruido producido electrónicamente y a especificarlo físicamente con una exactitud negada a los primeros investigadores. Los estudios que dan alguna indicación del espectro del ruido así como del nivel son, sin embargo, minoría y todavía no hay un estudio del efecto del ruido sobre el rendimiento que haya señalado la función de autocorrelación o algún índice similar de la periodicidad de la onda. Como se sabe actualmente, un sonido que repite periódicamente una frecuencia puede oírse como si tuviera un tono correspondiente a esa frecuencia, incluso, aunque la energía de su espectro no sea especialmente alta en ese punto. Esta cuestión es, sin embargo, un problema superfluo; pero los diferentes niveles de sonido y espectros empleados por los distintos investigadores pueden muy bien tener influencias en sus resultados contradictorios. Un control adicional, de alguna utilidad, es el uso en recientes experimentos de un nivel constante de ruido producido artificialmente a baja intensidad como control de silencio. Esto impide que pequeños sonidos accidentales entren en el laboratorio y perturben el rendimiento. Los trabajos utilizados en los estudios de laboratorio pueden dividirse en pruebas de funciones particulares, como pruebas de visión oscura o firmeza de pulso, y pruebas de tareas complejas, como descifrar, manejar controles de avión simulados, o pruebas de aritmética mental. Se encontrará en las secciones correspondientes que las pruebas de funciones particulares no parecían mostrar ninguna diferencia en presencia de ruido, mientras que las tareas más complejas se dividían en dos grupos, unas que mostraban diferencias y otras en las que el rendimiento era el mismo, tanto con ruido como en el silencio. Resultados de estudios industriales
En lo que se refiere al ruido, parece que sólo hay un único estudio que no pueda ser inmediatamente rechazado por fallos de técnica como los expuestos en la anterior sección. Este estudio es el del rendimiento de los tejedores en Gran Bretaña.6,40 En este caso se dispone de amplia documentación que incluye notas sobre algunos sujetos recogidas individualmente, semana a semana, durante seis meses. Hubo experimentos, en todos los cuales el ruido era el producido normalmente por los telares, que tenían un nivel sonoro de 96 db. Se consiguieron condiciones de relativo silencio con tapones para los oídos que 304
atenuaban el ruido de 10 o 15 db. En un experimento se empleó a 10 tejedores que llevaron tapones de oídos en semanas alternas durante seis meses. En cada uno de los otros experimentos se utilizaron dos grupos, uno que llevaba tapones, mientras que el otro no. Uno de estos experimentos duró seis meses y el otro un año. Los tres experimentos mostraron una mejora en el rendimiento con los tapones de oídos. La mejora no fue muy considerable en relación al total producido, siendo sólo de un 1 por 100. Pero en este trabajo, la producción depende sobre todo del telar, siendo el cambio en el rendimiento propio de los obreros de un 12 por 100. Es difícil, a partir de esta diferencia, establecer el valor de los dos últimos experimentos. El grado de igualdad entre los dos grupos no fue demostrado antes de proporcionar los tapones a uno de ellos. El sondeo data de la época en que los métodos estadísticos para conceder significación a los datos estaban sólo empezando a emplearse, lo que no se hizo en este caso. No existen datos individuales correspondientes a los obreros en los dos últimos experimentos. Sin embargo, en el primer experimento se dan los datos de cada individuo y parece que cada uno de los diez obreros trabajaba mejor cuando llevaba tapones en los oídos. Esto es sin duda significativo estadísticamente, y a la vista de la semejanza de resultados de los tres experimentos, queda debilitada la crítica estadística del segundo y tercero. Quizá más seria es la posibilidad de que los grupos que llevaban tapones se sintieran más motivados por ser utilizados como sujetos de un experimento y trabajaron más. En el tercer experimento el rendimiento de los dos grupos fue menos diferente al final del año que al principio; esto podría ser debido a la disminución de la motivación. Los autores indican que los dos grupos diferían y coincidían cíclicamente a lo largo del año y que el parecido entre los dos niveles de producción al final del año es simplemente uno de estos ciclos. Hay algún indicio de que los dos grupos comenzaban a diferir otra vez. Los resultados se reproducen en la figura 10.2. El primer grupo tiene otra vez la ventaja en lo que se refiere a 80 . - - - - - - , - - - - , - - - - r - - - - r - - - ,
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10.2. Producción de dos grupos de tejedores, ambos expuestos al ruido, pero uno de ellos, que se representa por la línea continua, utiliza tapones de oídos. (Weston y Adams,40 con permiso del administrador de Her Majesty's Stationery Office.)
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esta crítica, ya que un incremento general en la motivación debería haber afectado al rendimiento todo el tiempo, y no sólo las semanas que llevaban los tapones. Un efecto de sugestión a causa de la idea común de que el ruido perturba el trabajo no es descartable para este grupo, ni tampoco en los otros dos experimentos. Se debe observar que también se anotaron las opiniones
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de cada trabajador sobre el beneficio derivado de los tapones y que algunas de ellas fueron marcadamente desfavorables. Esto concuerda con la experiencia de la mayoría de las personas que han intentado que los obreros protejan sus oídos. Incluso los obreros que no estaban a favor mostraron una mejora en su rendimiento cuando llevaban tapones, aunque hubiera una pequeña diferencia, no significativa estadísticamente, entre subgrupos favorable y desfavorable. Finalmente, aunque el primer experimento parece menos objetable que los otros dos, los autores del sondeo mostraron más dudas sobre él. Esto fue debido a las diferencias casuales de temperatura y humedad entre las semanas que se llevaban los tapones y las semanas en que se experimentaba el ruido sin atenuación; en otros experimentos se ha demostrado que la temperatura y la humedad afectan al rendimiento. Se dan los datos sobre temperatura y humedad en el primer experimento y no parece que en este caso tengan ninguna relación con el rendimiento. Puede ser que los autores fueran excesivamente prudentes al considerar sus resultados. La concordancia entre estos tres experimentos es importante, ya que hay una respuesta para cada una de las posibles críticas que se pueden levantar contra ellos. Pero no puede decirse que las pruebas sean concluyentes. La más seria objeción es, probablemente, el peligro de sugestión o de otras influencias en la actitud de los obreros. Parece imposible regular esto en los experimentos industriales, excepto usando tapones inservibles en un grupo. Quizá debe ser añadido que estas críticas de los efectos que aparecen en la industria no significan necesariamente que los resultados sean falsos; significan sólo que no se ha demostrado que el efecto del ruido sea cierto. Considerando las teorías que planteamos bajo el título Una interpretación de la naturaleza del comportamiento en un medio ruidoso, es lógico que aparezcan efectos entre los tejedores.
La música en la industria. Aunque, según algunas definiciones, no se considera como un ruido, la música en las fábricas ha sido el tema de varias investigaciones. Es importante porque, generalmente, se entiende que la introducción de música en el trabajo favorece la producción en lugar de perjudicarla. Aunque no se proporcionan normalmente los niveles de intensidad, parece probable que la música alcance niveles comparables a los de los ruidos utilizados en algunos experimentos destinados a mostrar los efectos perjudiciales de los estímulos sonoros. La opinión general de que la música tiene un efecto contrario nos sirve para recordar que no podemos considerar los efectos del ruido sólo desde un punto de vista físico. Apenas existen dudas de que la presencia de la música se considera por los trabajadores como una característica agradable del trabajo y de que mejora su actitud hacia el mismo y hacia la dirección. En algunos estudios se ha demostrado también que la producción mejora cuando existe música. Como de costumbre, surge la duda sobre si esta mejora en la producción se debe al cambio de actitud o a un efecto directo del estímulo creado por la música. El efecto sobre la producción, según uno de los primeros experimentos, se muestra en la figura 10.3. Respecto a los resultados, merecen destacarse tres puntos: 1) Parece haber una diferencia en el rendimiento según las horas en las que se introduce la música; 2) aparentemente existe
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una cierta inercia, por 10 que la producción tarda un cierto tiempo en estabilizarse en un nuevo nivel; 3) este efecto no es más que para una producción media, aspecto que no se señala en la figura; algunas personas no se benefician de la música. Otros estudios han mostrado también mejoras en el producto medio, con las mismas salvedades: que algunos individuos pueden no ser afectados y que ciertos tipos de música pueden no lograr ningún efecto en ciertos tipos de trabajo.42.43.44 Un estudio sobre un trabajo especializado que había permanecido estable durante algún tiempo, de forma que los hábitos de trabajo eran bastante fijos, no mostró ninguna mejora en la producción media, 100 el
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FrG. 10.3. Producción en una tarea manual ligera bajo condiciones variables de ruido. (Wyatt y Langdon,41 con permiso del administrador de Her Majesty's Stationery Office.)
a pesar de que se detectó una mejora en la actitud de los obreros por medio de cuestionarios. 45 Concretamente en este estudio se comparaban los efectos de la música y el silencio en distintos días, dentro de cada una de las cinco semanas de experimentación. Esto puede querer decir que los obreros no ajustaron su producción a las condiciones cambiantes, como hicieron en el estudio de la figura 10.3. Por otra parte, la producción en las semanas anteriores al comienzo del experimento no fue menor que durante el mismo; de forma que puede que fueran las diferencias entre los dos tipos de trabajo las que produjeron las diferencias en los resultados. Sin embargo, no parece haber ningún informe de que la música cause deterioro en la producción, aunque posiblemente tenga algún pequeño efecto sobre los accidentes. Al comparar los efectos de la música con los del ruido, se debe recordar el hecho de que los niveles del ruido industrial pueden hallarse muy por encima de los de la música; es también de interés el hecho de que la música es probablemente más útil cuando se emplea en períodos cortos y no continuamente durante la jornada. La idea de que un cambio en las condiciones ambientales presentes durante un trabajo puede mejorar el rendimiento es común a una serie de estudios sobre el trabajo prolongado. En la sección anterior, se destaca que el efecto es lo suficientemente grande como para ser una causa de error al establecer los efectos de los cambios en las condiciones de trabajo sobre el rendimiento
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industrial. El uso de la mUSlca parece ser un método de producir deliberada~ mente cambios en el entorno. Como se verá en la siguiente sección, los ruidos no significativos producen a veces una mejora semejante en el rendimiento. La música tiene la ventaja de que se fomentan actitudes favorables al trabajo y a la dirección, así como un cambio en el entorno que reduce la monotonía. Ambos factores operan en la misma dirección y pueden producir un rendimiento más alto en algunos tipos de trabajo. Los efectos de ruidos no familiares
Normalmente, se coincide en que un ruido nuevo o extraño producirá un descenso en el rendimiento del trabajo cuando se oye por primera vez. Este efecto se considera separadamente del que produce el ruido prolongado, ya que este último es más confuso y controvertido. En un experimento típico se presentó a cada sujeto una serie de letras entre las que estaban entremezclados diversos números. 46 El trabajo consistía en su~ mar la serie de dígitos. Cuando se habían realizado varias sumas, se empezaba a producir el ruido, que continuaba mientras se hacía otra serie de sumas. Entonces se hacía cesar de nuevo y se volvían a efectuar más sumas. El ruido era producido por la bocina de un automóvil situado a dos pies del sujeto. El efecto consistió en una reducción del ritmo de trabajo para las primeras sumas efectuadas a partir del comienzo del ruido, pero luego se normalizaba. Un punto muy importante es que ocurría una disminución similar cuando se paraba el ruido. De nuevo, el rendimiento volvía rápidamente a ser normal; pero el interés de esto reside en que parece indicar que el efecto del ruido era principalmente el de un cambio en las condiciones de trabajo, más que un efecto cualquiera relativo a ruidos intensos. Se han encontrado resultados parecidos utilizando una tarea más compleja, en la que se le pedía al sujeto que observara una letra a través de un agujero, la refiriera a otra letra de acuerdo a una clave establecida, asignara a esta segunda letra un dígito, usando una clave de entre tres, que variaban según el color de la letra original, y, finalmente, apretara un botón adecuado. 47 En este caso se usaba un conjunto de campanillas, timbres y otros objetos para producir el ruido. Las diferencias individuales en los resultados eran evidentes, pero en conjunto, éstos parecían ser semejantes a los dados anteriormente. Una disminución inicial del rendimiento era reemplazada luego por una vuelta a la normalidad, e incluso por una mejora en el rendimiento en la mayoría de los sujetos. Hubo señales de disminución del mismo cuando se paró el ruido. Los resultados se muestran en la figura 10.4. Lógicamente, la falta de hábito puede deberse a dos causas. Por un lado, la falta de hábito a un ruido que no se ha oído antes; por otro, la falta de hábito en la ejecución de una tarea en la que no se tiene mucha práctica. Ambas son consideradas importantes por los investigadores en este campo, pero los experimentos del tipo mencionado anteriormente detectan principalmente los efectos de la habituación o la extrañeza al ruido. El rendimiento en la tarea parece haber llegado a un nivel constante de eficiencia antes de que se produzca el
30S
ruido. Queda la posibilidad de que el efecto de un ruido extraño sea mayor respecto a una tarea poco practicada que respecto a otra en la que exista mucha práctica. Nadie parece haber hecho experimentos controlados en los que los ruidos se presenten repetidamente antes de presentar el trabajo, o en los que se haya practicado el trabajo en grados diferentes antes de aparecer el ruido. Sin embargo, parece lógico aceptar las pruebas ya dadas que indican que un aumento en la familiaridad con un ruido reduce su efecto sobre una tarea con un nivel de práctica constante. Quizá la mejor prueba de que una
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tarea practicada es menos afectada que una que no lo sea, proviene de un experimento que requiera una gran destreza manual en el que había que quitar clavijas de un objeto que se acercaba y alejaba del sujeto a un ritmo marcado por una máquina. 7 Se produjo algún efecto sobre esta labor por medio de sonidos que se hacían escuchar a los sujetos a través de auriculares con un ritmo diferente del de la máquina, aunque el efecto empezó. a desaparecer con el tiempo. Cuando se proporcionó a los sujetos un tipo diferente de ruido, no apareció ningún efecto. Desgraciadamente, no se probó con otros sujetos, utilizando esta misma tarea y el segundo tipo de ruido, a fin de mostrar que este ruido habría afectado a la tarea si hubiera estado menos practicada; la cuestión era probablemente de interés menor para los investigadores, ya que sus objetivos experimentales estaban bien controlados en otros aspectos. Otros experimentos de la misma serie ilustraban la naturaleza de los efectos que se pueden obtener temporalmente cuando se presenta el ruido, y también los cambios que los sujetos dicen que tienen lugar en su rendimiento y que reducen el efecto del ruido. En un experimento se enfrentó a dos grupos de sujetos con la tarea de construir un aparato fuera de lo común a partir de un conjunto de piezas. Un grupo recibió un ruido durante su tarea, obteniéndose soluciones más rápidas del grupo que trabajaba en silencio. Sólo tres de los sujetos que trabajaban con ruido resolvieron el problema en menos de un cuarto de hora, mientras que ocho de los que operaban en silencio lo lograron en un tiempo parecido; ambos grupos contenían veinticuatro sujetos. Aplicando la estadística moderna a los resultados dados en este informe, el presente autor ha confirmado la conclusión de los investigadores de que los resultados no se debían al azar. En otro experimento se pidió a los sujetos que resolvieran, no un problema diferente, sino una serie de problemas seme-
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jantes. Los problemas consistían en construir ciertas combinaciones preestablecidas con números de una cifra en un aparato, al que se podían trasladar apretando botones. Se hicieron problemas alternando el ruido y el silencio. El ruido perjudicó al principio la tarea, pero la perturbación fue desapareciendo, hasta que en el quinto día, después de la ejecución de cincuenta o más problemas, los sujetos pudieron resolverlos igual con ruido que en silencio. De forma semejante, cuando se les dio grupos de letras y se les dijo que formaran tantas palabras como pudieran con estas letras, fueron afectados al principio por el ruido y luego dejaron de serlo. En ambos experimentos los sujetos manifestaron que según pasaba el tiempo descubrían reglas y técnicas mecánicas de resolver los problemas, y una vez logrado esto, el ruido dejaba de afectarles. Por ejemplo, en la prueba de la formación de palabras una de las técnicas era escoger una letra, tomar después una de las vocales disponibles, luego tomar una consonante y así sucesivamente. Esta solución rutinaria no requería apenas pensar y no era perturbada por el ruido. Un comentario típico, hecho por un sujeto en un experimento de destreza manual, era que una vez familiarizado con la tarea escuchaba el ruido, pero no afectaba la parte de su mente ocupada en hacer la tarea. Los niveles del ruido no se establecían en estos informes,? pero en otro sitio se situaban en los 90 db. 48 Aunque no son completamente satisfactorias las pruebas de que la práctica en la tarea disminuye la interferencia del ruido en ella, la opinión de la mayor parte de los investigadores parece apoyarlas. También se encuentran pruebas a partir de experimentos en los que una tarea tiene que combinarse con otra, después de diferentes grados de práctica con la primera. Una tarea más practicada interfiere menos con la segunda ocupación, aunque hay un límite para la medida en que este efecto de aprendizaje puede ser utilizado para combinar tareas diferentes. Si un tipo de trabajo consiste en reaccionar a una serie de estímulos y el orden de los estímulos es aleatorio, resultará poco beneficiosa la práctica previa en combinar esta tarea con otra. Sin embargo, cuando el orden de los estímulos es predecible, la práctica de la tarea significará que se puede hacer otra tarea al mismo tiempo de forma más eficiente.49 La práctica en una tarea reducirá también la interferencia con otra en los períodos que existan entre dos estímulos decisivos en la primera tarea. so En el lenguaje de la teoría de la comunicación, la interferencia entre dos tareas sucede sólo cuando se le exige a un hombre que reciba información de ambas tareas a la vez. Si una tarea presenta una serie repetitiva de estímulos, la información contenida en esta secuencia es pequeña después de practicada, y habiendo en estas condiciones poca interferencia con otra tarea. En lenguaje común, en una tarea no usual se observan muchas características del trabajo que no son esenciales a su ejecución y no se puede atender al mismo tiempo a otro trabajo. En una tarea practicada se atiende sólo a lo que es esencial y, si la tarea es repetitiva, se puede hacer otro trabajo simultáneamente. Si no lo es, será más difícil combinarla con otras ocupaciones. La mayor parte de las tareas reales se encuentran entre los dos extremos, teniendo instantes esenciales en los que proporciona información a la persona, y otros en los que no llega esta información. Con la práctica se llega a conocer esto y se puede 310
alternar la atención, refiriéndola a una segunda tarea durante los intervalos de la primera. Si damos un paso más y suponemos que hay una tendencia a dirigir la atención hacia cualquier cambio del entorno, como la aparición de un ruido, no es sorprendente que los efectos sobre el rendimiento debidos a éste disminuyan en una tarea practicada. En otras palabras, la respuesta inicial a cualquier situación es difusa y amplia. Esto es válido tanto si la situación es una tarea que presenta un investigador, como si es un ruido que interfiere. Se señala en una sección anterior que se pueden detectar potenciales musculares generalizados en un primer momento de la ejecución, pero que se concretan en partes precisas del cuerpo en fases posteriores. Cuando la tarea y el ruido están produciendo a la vez una respuesta generalizada, hay más probabilidad de interferencia entre las respuestas dadas a los dos estímulos. Cuando la respuesta a la tarea se ha concentrado en una parte del cuerpo y la respuesta a un ruido ha desaparecido, o se ha concentrado también en una parte diferente del cuerpo, no habrá interferencia entre los dos estímulos. Pero los peores efectos del ruido tendrán lugar con un sonido extraño y no familiar y una tarea extraña y no familiar, y los menores efectos se producirán con un sonido familiar en una tarea practicada. Los casos intermedios los constituyen sonidos familiares en tareas extrañas y sonidos extraños con tareas practicadas. Pero si se adopta esta descripción, es esencial recordar que la palabra «respuesta» puede significar simplemente un hecho dentro del sistema nervioso, no detectable desde el exterior. Mientras se observe esta precaución, importa poco si se habla de automatizar una tarea hasta que requiera un bajo nivel de conciencia, o de reducir la cantidad de información que se requiere atraviese el mecanismo perceptivo para lograr una realización con éxito, o de eliminar las respuestas innecesarias que interfieren y son interferidas cuando la respuesta a un ruido se halla también presente. Aunque estas diferentes formas de describir el proceso de adaptación a un ruido nuevo son probablemente equivalentes, no constituyen la única manera en que se puede considerar este proceso. Parte de los trabajadores antes citados pensaron más bien que el nivel de rendimiento era disminuido por el ruido y elevado de nuevo por un esfuerzo compensatorio, que llegaba con cierto retraso, de forma que una baja inicial en el rendimiento sólo era solucionada después que el ruido se hubiera aplicado durante un rato. La razón de considerar la situación en este sentido era el cambio detectado en varias mediciones fisiológicas a las que nos referimos en una sección anterior. Es decir, podría haber incrementos en el metabolismo, en la presión ejercida sobre reacciones clave, etc. Estos procesos adicionales parecen desvanecerse a medida que la tarea prosigue con ruido. Aunque hay parte de realidad respecto a que un esfuerzo extra esté indudablemente presente en algunos casos, esto no parece ser una explicación suficiente para la desaparición del efecto del ruido después de haber estado presente durante un tiempo. Si el ruido automáticamente disminuye el nivel de rendimiento y exige un esfuerzo para elevar el nivel otra vez al valor original, no está claro por qué el cese repentino de un ruido resulta perturbador. Más bien se esperaría una repentina alza en el rendimiento, seguida por un descenso al nivel normal a medida que se reduce el esfuerzo.
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Parece más fácil abandonar la idea de que el ruido automáticamente disminuye el nivel de rendimiento y concentrarse más bien en la importancia de los cambios en el conjunto de estímulos sensoriales. La importancia de este cambio de perspectiva se halla en que significa que el trabajo con ruido familiar, si el rendimiento se mantiene, no requiere necesariamente un esfuerzo indebido por parte del trabajador. El efecto de un ambiente no familiar parece desvanecerse y no requerir una compensación continuada por parte del obrero. Ya se han señalado ciertas lagunas en la bibliografía sobre el tema. Quizá, incluso, más sorprendente es la falta de pruebas sobre los tipos de ruidos que más claramente producen este efecto. Ya que la realidad de una perturbación inicial del rendimiento, que dura quizá unos segundos en tareas sencillas y unos minutos con tareas más complejas, es aceptada por la mayor parte de los entendidos, se podría esperar que se hubiera hecho alguna investigación con métodos modernos para comparar los resultados de, digamos, explosiones de ruido, sonidos de impacto, o tonos puros. Este trabajo requeriría, naturalmente, muchos sujetos experimentales, ya que sería necesario utilizar personas con el mismo nivel de práctica en la tarea y sin experiencia anterior del sonido que se aplique. Sin embargo, sería un tema de investigación dentro de los recursos de los modernos investigadores. Todo lo que puede decirse es que la mayoría de las investigaciones sobre el tema parecen haber adoptado ruidos que podrían ser descritos como molestos, a la vista de lo que se dice en la sección sobre ese asunto. Así, bocinas de automóvil, campanas, timbres y sonidos pulsantes parecidos figuran en primer lugar, mientras que sonidos significativos de bastante baja intensidad son también especialmente causantes del efecto. Quizá una razón de este abandono del tema es que este efecto del ruido sobre el rendimiento es probablemente de poca importancia práctica. La mayoría de las situaciones industriales y militares incluyen tareas que están hasta cierto punto practicadas y ruidos que son en gran medida familiares. Que un sujeto experimental, enfrentado con una tarea completamente nueva, pueda mostrar unos segundos de retraso cuando empieza a un ruido no usual, es de poca importancia para estas situaciones prácticas; así, los intereses de las investigaciones más recientes han estado dirigidos más bien hacia los efectos que duran, al menos, unos minutos. El efecto pasajero del ruido se comprende que pueda ser importante para alguien a quien conciernen las condiciones de trabajo de hombres que solucionen problemas nuevos y no familiares, si los ruidos a los que es posible que estén expuestos son también muy cambiantes y no familiares. Incluso entonces, el efecto parece, según los informes existentes, ser sólo cosa de unos segundos de retraso en la solución, más que un fracaso en alcanzarla; y en ese trabajo un retraso de segundos no se considera habitualmente importante. Más aún, pocos in.dividuos se hallan normalmente afectados por una situación de este tipo y, además, puede que los individuos sean resistentes a los efectos del ruido. Otro posible campo en el que el efecto puede ser observado es en la vida doméstica, ya que las diversiones incluyen frecuentemente nuevas y variadas situaciones. Los ruidos que se encuentran en tales circunstancias serán también variables, pudiendo ser la radio de un vecino en una ocasión, el sonido de un vehículo ruidoso
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un poco más tarde, un avión luego, etc. La interferencia producida en las actividades de recreo puede ser detectable y, de esta forma, contribuir indirectamente a la molestia y las quejas. Pero estas situaciones son algo especiales y su importancia práctica es muy dudosa. Si los efectos de los ruidos sobre el rendimiento consisten sólo en el breve efecto de distracción en su comienzo, hay pocos motivos para una reducción a gran escala del ruido con la esperanza de mejorar el rendimiento. Funciones sensoriales y motoras que se sabe son afectadas por el ruido
Una vez que el efecto inicial de un ruido ha desaparecido, hay numerosos procesos que no muestran ningún efecto. Estos procesos son concretamente los sensoriales y motores, pero la situación es más complicada en tareas que incluyen una coordinación sensorio-motora, una ejecución prolongada y, en general, tareas del tipo de las que se podría decir que hacen más mental el trabajo. Se simplificarán las cosas si consideramos estas tareas complejas separadamente en la siguiente sección; es importante el hecho de que exista acuerdo en que procesos más sencillos no son afectados. A continuación vamos a considerar las funciones concretas que se han examinado. Una de las primeras funciones que deben ser mencionadas es el tiempo de reacción. Si se le dice a un sujeto que apriete un botón lo antes posible cuando sea una señal visual y se le da una señal de aviso, claramente y sin error posible, un segundo o dos antes de la señal principal, el tiempo que le toma reaccionar a la señal principal no es afectado por el hecho de que haya estado expuesto al ruido durante algún tiempo. Este hecho fue uno de los primeros en descubrirse, ya que el tiempo de reacción fue una de las primeras mediciones que desarrollaron los sicólogos; aunque sea un tipo de medida interesante en otros sentidos, muestra, sin embargo, muy rara vez los efectos de las malas condiciones de trabajo, y el ruido no es una excepción a este respecto. Los primeros investigadores mostraron el efecto normal del comienzo de un ruido no familiar y también mostraron las diferenicas individuales, como el que algunas personas podían seguir siendo molestadas por más tiempo que otras. De hecho, algunas personas parecen mejorar su rendimiento con el ruido. Por regla general, con un ruido que ha estado presente durante algún tiempo, un grupo de personas dará el mismo tiempo de reacción que daría en condiciones de silencio que hubieran sido mantenidas algún tiempo.13 Estudios más recientes han confirmado el hallazgo utilizando métodos más modernos. De esta forma, en una investigación en que un ruido de avión simulado con un nivel de 115 db se comparó con otro de 90 db, no se encontró diferencia en la reacción selectiva.51 (Una reacción selectiva es aquella en la que son posibles varias señales diferentes, en este caso cuatro, y se proporcionan varias llaves de respuesta, de forma que la respuesta se determina por la señal particular.) Igualmente, con un tiempo de reacción simple utilizando una señal y una llave, un grupo de cinco sujetos, que trabajaban al lado de un motor de propulsión a chorro con un nivel de ruido aproximado de 130 db, apenas
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mostró una ligera mejora en el tiempo de reacción cuando llevaban auriculares protectores.52 Otra función que se probó en un campo de ruido de 115 db, contrastado con otro de 90 db, era la capacidad para calcular distancias. Se pidió a los sujetos que ajustaran la distancia de un alambre movible para igualarla a la de un alambre de comparación y su exactitud fue tan grande con el ruido fuerte como con el más débil. Otras dos funciones visuales que se compararon en los campos de ruido de 115 db Y 90 db fueron la visión en la oscuridad y la perspectiva reversible. En las pruebas de visión en la oscuridad el sujeto adapta sus ojos a la oscuridad durante 20 min y luego observa un campo visual de prueba, en el que se presenta una luz cada vez que pulsa un botón. La intensidad de la luz presentada es aumentada por el experimentador hasta que el sujeto pueda verla. La intensidad a la que esto ocurre da una medida de sensibilidad del ojo respecto a una iluminación muy débil. Se encontró que esta sensibilidad era menor con ruido, pero en tan pequeña proporción que no carecía de significación. Una investigación ulterior mostró una diferencia irrelevante parecida. Aunque puede que la visión en la oscuridad sea ligeramente afectada por el ruido, no parece que sea muy mermada, y los resultados pueden ser debidos a alguna causa que no se entiende. Por ejemplo, el umbral de sensación también cambia desde el principio al final de una semana, sin razón aparente. En las pruebas de perspectiva reversible el sujeto mira una figura ambigua. Un dibujo en perspectiva de un cubo, por ejemplo, puede ser visto según dos orientaciones diferentes. Si se mira la figura continuamente durante algún tiempo, cambiará espontáneamente de una orientación a otra. La rapidez del cambio se ha presentado algunas veces como una medida de la «fatiga», pero resultó ser tan variable en este experimento, que no se pudo detectar ningún efecto del ruido. Otra investigación, semejante a las que acaban de ser consideradas, es un estudio del umbral de contraste visual. 53 En este tipo de prueba, el sujeto observa un campo iluminado y tiene que detectar una mancha brillante que aparece en él. La técnica adoptada en este estudio fue presentar la luz de prueba con varias iluminaciones, teniendo el sujeto que manifestar su presencia apretando un gatillo. El contraste de brillo mínimo entre luz y sus alrededores, necesario para que el sujeto viera la luz, no fue afectado por un ruido grabado de tanques con un nivel de 90 db en contraste con 45 db.
Funciones motoras. Se han comparado pruebas de oscilación del cuerpo en campos de ruido de 115 y 90 db. 51 Este tipo de medida se obtiene pidiendo al sujeto que permanezca de pie, con un aparato adosado a él, que mide el total de lo que oscila hacia adelante y hacia atrás, o de un lado a otro, durante un período de 30 seg. Hasta donde se llevó esta investigación, no se encontró ningún efecto del ruido sobre esta función. Otra medición de tipo parecido fue la firmeza del pulso de los sujetos. Aquí, se pidió a cada individuo que sostuviera una aguja en un agujero sin hacer contacto con los lados del mismo. No se acentuó la tendencia a tocar las paredes del agujero al aumentar el nivel de ruido. Si acaso, el efecto fue en el sentido opuesto, lo que quizá 314
podría significar que los sujetos estaban siendo aislados de ruidos molestos más débiles por el intenso y continuo. Sin embargo, el efecto no fue estadísticamente relevante. También se probaron las funciones motoras relacionadas con los ojos, especialmente la velocidad con que se podían mover los ojos a un ángulo concreto y la velocidad con la que se podía cambiar el enfoque de un objeto cercano a otro distante y viceversa. La primera parecía mostrar un efecto definido en algunos sujetos, pero había diferencias individuales y el efecto era ligero y no continuo. La segunda investigación chocó con dificultades considerables a causa de los cambios ocasionales, que ocasionaban una aparente reducción en la velocidad de acomodación del enfoque con ruido. Los relés utilizados para el aparato daban pistas al sujeto con el ruido de menor nivel y tuvieron que ser trasladados a otra habitación. Aunque esto redujo el efecto aparente del ruido, no lo hizo desaparecer, pero en un sujeto todavía parecía haber un efecto cuando llevaba tapones en los oídos. El efecto podría ser debido en consecuencia a la vibración de los ojos o de alguna parte del equipo a causa del campo sonoro. El efecto sobre la visión de intensidades muy altas se ha apuntado en la sección sobre condiciones fisiológicas. Aunque algunas de estas funciones podrían, por tanto, mostrar un efecto del ruido si la investigación progresase en dicho campo, es poco probable que el efecto sea lo suficiente grande para resultar de importancia práctica. Otra prueba del tipo motor que se usó para comparar estos dos niveles de ruido puede ser incluida aquí, aunque se argüirá que se trataba de un tipo de tarea más complejo que la simplemente motora. Es ésta una prueba sobre la capaicdad de seguir un pequeño disco en un plato de fonógrafo que gira. Se le da al sujeto una aguja que tiene que mantener sobre el disco tanto tiempo como pueda. Es una tarea que se ha utilizado en muchos estudios de destreza de ejecución; la razón de incluirla en la sección de tareas motoras es que el movimiento del disco que actúa como blanco es completamente predecible. Para un sujeto con práctica, como eran éstos, cualquier dificultad en la tarea es causada por fallos en mantener una serie completamente repetitiva de movimientos con su mano. Cualquier desviación será naturalmente captada por los sentidos y requerirá un movimiento corrector de los músculos, pero esto pasa también con la firmeza del pulso o la oscilación del cuerpo. Algunos sicólogos dirán que pruebas de este tipo deben ser separadas de tareas en las que la información se transmite al hombre, presentándole una serie de señales diferentes, para cada una de las cuales hay una respuesta diferente. Mientras estas tareas se realizan, existe, sin duda, una realimentación de la información, que se transfiere desde los sentidos en la medida en que la respuesta motora está en concordancia con las intenciones del operador, pero, además, está la información sobre las señales que están presentes en base a la tarea y no en base a la acción del operador. Estas tareas parecen, por tanto, ocasionar una mayor exigencia del eslabón de unión humano en el sistema. De cualquier forma, la capacidad de ejecutar la prueba de persecución rotativa, como se la llama, fue mantenida lo mismo con el nivel alto de ruido que con el bajo. Un último ejemplo de prueba motora se puede tomar
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de la investigación que utilizaba ruido de motor de aVlOn con tapones de oídos. 52 En este caso, se emplearon dos dinamómetros manuales y se le pidió al sujeto que apretara con las dos manos todo lo que pudiera. Cuatro sujetos mostraron algún cambio con el ruido, aunque, si acaso, su ejecución mejoró en la mano derecha y empeoró en la izquierda. A partir de las pruebas expuestas se puede ver que los órganos sensoriales y los músculos de un ser humano no se desorganizan completamente por la presencia de un campo sonoro interno. Cualquiera de los efectos que han sido encontrados son muy poco fiables y pueden ser debidos a una inesperada particularidad de las condiciones experimentales. Cualquier baja en el rendimiento de tareas más complicadas debida al ruido, no se debe a fallos de los eslabones de unión más simple del sistema nervioso. Resumiendo, la mayoría de las pruebas de funciones sensoriales indicadas provocaban un estímulo en un momento en que era claramente esperado por el sujeto, o incluso estaba bajo su control. Había normalmente tiempos intermedios entre cada presentación de estímulo, de forma que la tarea no era realmente continua. En tales circunstancias no hay duda que los sentidos pueden funcionar tan eficientemente con ruido como en silencio. Igualmente, las tareas en que los movimientos requeridos son meramente repetitivos, y no se transmite información a través del hombre, no muestran deterioro. Una gran cantidad de las tareas realizadas en sitios ruidosos son de este tipo: así, puede que un hombre tenga que entrar en un taller de motores con ruido para apuntar lecturas de contadores, o para apretar algunas tuercas. No hay razón para suponer que su eficiencia será menor por el ruido. Tareas complejas y ruidos familiares
La cuestión que se va a considerar en la presente seCClOn es la más discutida de todo el tema general del rendimiento y el ruido. Si tomamos tareas complejas, en lugar de sencillas pruebas de la función sensorial o motora, las hacemos practicar a un nivel suficiente para permitir un rendimiento estable y exponemos al operario a un sonido que permanece presente durante algún tiempo, ¿obtendremos una baja del rendimiento? Numerosos estudios no han logrado mostrar ningún efecto en tales circunstancias. Sin embargo, estas condiciones son evidentemente de la mayor importancia económica, comparadas con el efecto inicial del ruido y la ausencia de efecto sobre las funciones sensoriales simples. No hay todavía un acuerdo generalizado acerca de las razones para los resultados positivos de algunas investigaciones sobre los efectos del ruido y el fracaso en ese sentido de otras. Sí existe una posible interpretación de los datos, pero no se puede decir que sea universalmente aceptada. En consecuencia, el método de presentación que adoptaremos será delinear en lo posible los resultados conocidos en esta sección y dar en la siguiente una interpretación de estos resultados. Esto significará de alguna forma que la presente sección será un catálogo de datos, pero evitará el peligro de una presentación demasiado selectiva de los resultados basada en una teoría dudosa.
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Los que prefieran asimilar los datos a la estructura de una teoría general pueden consultar la siguiente sección antes de examinar la presente. Tareas intelectuales. La clasificación de los resultados no es fácil. En general, los investigadores han tendido a usar las mismas condiciones para su «ruido» y su «silencio»» y a modificar sus tareas. Por tanto, será más fácil, para evitar repeticiones, si se considera a los investigadores en un orden más o menos histórico, antes que intentar clasificar las tareas en que se han encontrado o no efectos. Cuando sea conveniente, sin embargo, se emparejarán los resultados de tipos semejantes de tarea. Los primeros investigadores, por ejemplo, tendían a usar tipos bastante intelectuales de trabajo, en los que debía ser resuelta una serie de problemas, siendo el tiempo empleado y los errores lo que se computaba. Dos tareas de este tipo se describen en una sección anterior, ya que mostraban efectos al comienzo del ruido. 46 ,47 Era una tarea de sumar dígitos, que tenían que ser encontrados entre letras, y otra de realizar dos operaciones con clave según la letra presentada. Ninguno de los dos estudios mostró diferencias causadas por el ruido al final del período de trabajo, cuando el efecto inicial había desaparecido. Otra investigación usó problemas aritméticos, con grabaciones de ruidos reales de calle y oficina como condición acústica, en lugar de la bobina de automóvil del primer experimento y de los timbres y campanillas del segundo. Estas grabaciones se reproducían a un nivel sonoro que puede parecer ahora bastante bajo, siendo las cifras más altas de sólo 65 db para el ruido de oficina y de 75 db para el de calle. De nuevo, no apareció ningún efecto perjudicial cuando el sonido y la tarea se volvieron familiares.27 Debe observarse que estos experimentos, aunque repetidos en días sucesivos en algunos casos, se desarrollaron en períodos de trabajo de sólo 10 min, aproximadamente. Otro experimento similar empleó un ruido mecánico y música como condiciones acústicas, con pruebas de cancelación, adición y transcripción como tareas. Nuevamente hubo muy poca evidencia de que hubiese cambios en el rendimiento una vez que el ruido se hizo familiar. 54 Desviándonos ligeramente de un estricto orden cronológico, dos estudios recientes que utilizaban técnicas modernas confirman las líneas generales de estas primeras investigaciones. En un caso se pidió a los sujetos que realizaran tres pruebas propias de una oficina: una era de adiciones, requiriendo cada problema la suma de nueve números de cinco cifras. 55 La segunda prueba era de vocabulario, teniendo el sujeto que elegir de entre cuatro palabras un sinónimo para una palabra dada. La tercera era sobre comparación de números. Se daban parejas de números de cinco cifras y el sujeto debía detectar las parejas que no eran iguales. Naturalmente, cada prueba consistía en una serie de problemas semejantes y había preparados grupos equivalentes de problemas para usar en condiciones acústicas diferentes. El sonido utilizado era ruido grabado de máquinas de oficina y se presentó en los cuatro saltos de 10 db que van desde 65 db a 95 db, inclusive, siendo las otras dos condiciones empleadas la ausencia de ruido y un ruido de máquinas cuyo nivel sonoro variaba al azar de 65 db a 95 db durante el tiempo de prueba. La prueba de las adiciones llevó 5 min, la prueba de vocabulario 1-} min y la de comparación de números 3 mino En ningún caso hubo 317
diferencia significativa entre los distintos niveles de ruido y el porcentaje de errores. La velocidad y la exactitud no se apuntaron separadamente, quizá porque no mostraron nada interesante. La tarea más larga, la prueba de adiciones, mostró una tendencia uniforme según se aumentaba la intensidad del ruido. El porcentaje de respuestas correctas disminuyó con cada incremento en el nivel del ruido, correspondiendo la mayor disminución a los niveles más altos. Pero, como en otros casos, de forma no significativa. En otra investigación reciente se utilizaron ráfagas intermitentes de un generador de ruido con niveles acústicos de 10 db, durante la ejecución de una prueba de oficina y una prueba de láminas. 56 Las ráfagas de sonido variaban de 10 a 50 seg de duración y estaban presentes durante la mitad del tiempo de realización de la prueba. La prueba de oficina consistía en dos subpruebas, cada una de 7 min, una del tipo de comparación de números, mencionado últimamente, y la otra de tipo semejante, pero utilizando parejas de nombres en lugar de parejas de números. La prueba de láminas duró 14 min y requería que el sujeto identificase el resultado final de unir un grupo dado de figuras planas. Se emplearon dos grupos de sujetos; de forma que se dieron los mismos problemas con ruido y en silencio. En las tres pruebas se intentaron más problemas en presencia del ruido, pero' aumentó el número de resultados incorrectos. Sin embargo, la relevancia estadística de los resultados es dudosa, ya que de las doce diferencias examinadas sólo dos eran significativas. Una de éstas era el porcentaje de respuestas correctas en la comparación de nombres, que, naturalmente, eran menos frecuentes con ruido, mientras que la otra comparación era el número de intentos en la prueba de láminas. Este último resultado era más alto con ruido. Siempre queda alguna duda concerniente a la validez de pruebas estadísticas con uno o dos resultados elegidos de un gran número de posibilidades. La crítica que se expone es, en efecto, que si nos repartimos un número suficiente de bazas, tarde o temprano nos vendrá una con la que ganar. Sin embargo, el grado de significación en este caso es bastante alto y los resultados pueden ser correctos; pero, como dice el autor, no son importantes desde un punto de vista práctico. Estos estudios, y otros que utilizan parecido tipo de problemas,57.58.59 sugieren que el trabajo de papel y lápiz de esta clase no es probable que muestre efectos del ruido. Si acaso, parece haber una tendencia a trabajar más deprisa en líneas generales. Puede haber también un aumento poco importante en el número de errores; ambos hallazgos son muy pequeños, pero aparecen repetidamente en una serie de experimentos y pueden, por tanto, aceptarse como posibles efectos del ruido. Hallazgos semejantes aparecen también en ciertos estudios que utilizan períodos de trabajo más largos y tareas menos del tipo problema-a-problema. Por ejemplo, se pidió a dos grupos de estudiantes que leyeran un capítulo de un libro de texto, mientras que a uno de los grupos se le presentaba música grabada. 60 Este grupo leyó un poco más en media hora que el grupo en silencio, aunque no a un nivel significativo; sin embargo, sí lo hicieron significativamente peor en una prueba de comprensión. En otra investigación, seis sujetos realizaron una serie de tareas diferentes en una serie de condiciones diferentes de temperatura y ruido. 61 Las tareas
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incluían pruebas de comparaClOn de números del tipo ya mencionado varias veces, hallar lugares concretos en una red de filas y columnas, resolución visual de laberintos, trazar formas circulares por medio de dos controles como en un torno, y poner en clave, utilizando una máquina de escribir que presentaba el siguiente signo a ser cifrado tan pronto como se había operado con el anterior. El ruido era el de un ventilador eléctrico y fue administrado a un nivel de 70, 80 Y 90 db. El período de trabajo fue de 4 h, aunque no se ejecutó la misma tarea durante todo ese rato. No obstante, las tareas duraban media hora por lo menos cada una y estaban, por tanto, más próximas a muchas situaciones prácticas que el tipo de pruebas antes citado. De nuevo, no hubo descenso en la velocidad de trabajo con los niveles de ruido más altos: en las tareas de multiplicación y control de números la velocidad fue bastante mayor con un nivel de 90 db que con otro de 70 db. También aparece un incremento de los errores en las tareas de multiplicación mental y del torno, siendo significativo en ambos casos. Por otra parte, la tarea de las localizaciones mostró significativamente menos errores con el nivel mayor de ruido. Es difícil decidir por qué esa tarea, precisamente, difiere de las otras, aunque se podría argüir que la tarea de localización se acerca más al sencillo tipo de experimento de función sensorial, en que el sujeto sabe exactamente cuándo debe buscar la señal particular que se le pide distinguir.
Tareas sensorio-motoras. La tarea del torno, ya descrita, es una tarea sensorio-motora, más que intelectual. Existen algunos estudios antiguos, que incluyen la mecanografía y el golpear con un punzón pequeños agujeros que sirven de blanco sobre una cinta rodante, pero están expuestos a objeciones basadas en una téncica experimental pobre. Entre los estudios más recientes, hay un experimento sobre la exactitud en seguir trayectorias y en la medida estereoscópica de alcances con un sistema de control de tiro. En este caso, el tiempo de trabajo era muy largo, comparado con el de pruebas anteriores: 4 h para una sola tarea. Ruidos muy intensos con niveles de sonido de hasta 120 o 130 db, se introdujeron por períodos de 2 min en algunos casos y 3 min en otros. No se halló un deterioro importante en la ejecución por ninguna de las condiciones ruidosas. Cuando se introdujeron en el medio y al final del tiempo de ejecución de la tarea, hubo de hecho una mejora. 62 Esta mejora puede ser comparada con la ocasionada por períodos de música cortos en las fábricas durante la jornada de trabajo. Parece funcionar como un estímulo en el sentido corriente del término, rompiendo la monotonía y manteniendo un alto nivel de rendimiento. Otras tareas sensorio-motoras fueron estudiadas en una investigación que comparaba ruido de aviones de 115 db Y de 90 db. 51 Aparte de las pruebas sobre funciones visuales y motoras antes mencionadas, se emplearon tareas como cifrar material escrito y clasificar 12 tarjetas en 12 compartimentos. Ninguna mostró diferencia entre los dos niveles de ruidos. Otra tarea que dio resultados negativos fue la de seguimiento compensatorio utilizando controles de avión. (Seguimiento compensatorio es la tarea que consiste en mantener un indicador, en este caso el punto de incidencia de un oscilógrafo de rayos catódicos y, también, una aguja de galvanómetro, en un punto concreto, mientras per319
turbaciones exteriores tienden a moverlo.) Una tarea bastante parecida de la misma investigación fue usar controles de avión para mover un punto luminoso a lo largo de una pista determinada. En este caso, el ritmo de trabajo lo establecía el mismo operador y el tiempo que llevaba completar una serie dada de operaciones podría ser tomado en cuenta, al igual que el número de fallos en mantener la luz en la línea. Esta prueba parecía mostrar diferencia entre los dos niveles de ruido, tanto en la velocidad como en los errores. Durante todo este experimento, los cinco sujetos trabajaron jornadas de 7 h, manteniéndose constante el nivel sonoro durante todo el día. No trabajaron, sin embargo, en ninguna tarea durante mucho tiempo. Se rebajaba el tiempo de cada tarea a 15 min, para mantener constante la motivación. Cada sujeto pasaba una sesión de 15 min en cada una de las cinco tareas, descansaba un rato y realizaba de nuevo las cinco tareas. Cinco períodos como éste ocupaban todo el día. La serie de días con ruido alto y débil se equilibró, y en total se usaron 16 días. Todos los sujetos tenían práctica en las tareas antes de realizarse el experimento. La discrepancia entre las dos tareas, que consistían en el uso cooordinado de controles de avión, fue la que directamente provocó la escéptica consideración anterior para presentar los efectos sobre una tarea. Una posible explicación es que este efecto sea marginal. Una prueba sobre la velocidad de acomodación de los ojos mostró un cambio con un incremento del nivel de ruido, que resultó más tarde ser en parte debido a indicaciones proporcionadas al sujeto por relés en el aparato. 51 Había también relés en el aparato conectado a la tarea con controles de avión. Es posible, por tanto, que se pueda presentar una explicación semejante, aunque no parece haberse realizado ningún experimento similar que demostrara el efecto de los relés. A la vista de los resultados, marcadamente negativos, de la mayoría de las otras pruebas usadas en esta investigación, esta explicación (la de que los resultados son marginales debido a indicaciones auditivas) ha sido generalmente aceptada. Hay una pequeña dificultad, sin embargo, y es que la diferencia tanto en el tiempo por prueba como en los errores es mucho mayor en el último período del día que en el primero. De hecho, para el primer período los días en silencio muestran más errores que aquellos con ruido, aunque las curvas se crucen poco después. Se puede concebir que las indicaciones sonoras muy débiles del aparato podrían volverse útiles sólo después de un período de reaprendizaje todos los días, pero esta explicación parece bastante forzada. Otra explicación es que la tarea que era afectada por el ruido tenía controlado el ritmo de trabajo, ejecutándola los sujetos al límite de su capacidad en silencio, de forma que eran perturbados por el ruido. La otra tarea requería respuesta sólo cuando la máquina lo exigiera y se reconoció que era una tarea más sencilla. Cualquiera que sea la explicación, el resultado es claramente ambiguo; de cualquier forma, los cambios en la velocidad y en la exactitud son sólo del 5 por 100 y, en consecuencia, de muy poca importancia práctica. Un resultado igualmente ambiguo se obtuvo en una prueba de coordinación en la que se apartaba la mano de un botón (de esta forma se echaba a andar un reloj), se quitaba un lápiz de un agujero, se insertaba en otro y de nuevo 320
se pulsaba el botón para detener el reloj. Con dos grupos de sujetos, esta tarea mostró un retraso de un poco más del 5 por 100 con un ruido de motor de reacción, en comparación con las condiciones no ruidosas.52 Desgraciadamente, mientras que en el primer grupo de tres sujetos todos ellos mostraron un efecto, en el segundo, de cinco, dos no lo mostraron. La prueba con el segundo grupo se realizó en condiciones ligeramente diferentes y ya había estado expuesto a un ruido similar accidentalmente un poco antes de que se dieran las instrucciones y del primer período de control en silencio. En consecuencia, este resultado no es válido estadísticamente, y sólo es sugerente. De cualquier forma, como los sujetos no estaban acostumbrados al ruido, el resultado puede ser análogo a la respuesta por sobresalto expuesto en una sección anterior. La mayoría de los entendidos coinciden en que un ruido no familiar perjudica una tarea delicada, pero que esto no significa que un ruido familiar haga lo mismo.
Vigilancia visual y trabajo continuo. Aparecen conclusiones más positivas en el siguiente experimento a considerar, que comparaba los efectos de dos ruidos con niveles de sonido de 70 y 100 db.63 Se utilizaron tres tareas de una clase particularmente sensible al efecto de otros tipos de tensi6n. Dos de las tareas exigían del sujeto que vigilara un conjunto de signos visuales, controles de presi6n de vapor en un caso y lámparas indicadoras en el otro, a la espera de señales extrañas a partir de las cuales se debía emprender una acción. La tarea en cada caso dur6 1! h, Y s6lo se proporcionaron 15 señales en ese tiempo. Los controles de presi6n de vapor eran considerablemente más difíciles de leer, y un grupo de 10 sujetos mostr6 por término medio una mejor ejecuci6n en los días con silencio que en los días con ruido. La proporción de señales detectadas en menos de 10 seg baj6 más del 30 por 100 con el nivel más alto de ruido. Sin embargo, en la tarea más fácil, un grupo de 20 sujetos no mostr6 ningún efecto del ruido. Había diferencias individuales aparentes en este grupo. Había también cambios significativos en el modo de ejecuci6n con ruido, mostrando el centro del conjunto de lámparas un deterioro que no era compartido por los extremos de la fila de luces; y hubo una tendencia significativa de las señales no percibidas a agruparse más que esparcirse al azar durante el período de trabajo. Un análisis detallado de la relación del rendimiento con el tiempo mostr6 también que con ruido la realización empezaba peor que en silencio, luego mejoraba ligeramente y más tarde se deterioraba. Los niveles iniciales de este proceso se parecen a los que frecuentemente se encuentran en otros experimentos descritos en la última sección. Pero el deterioro final es menos común y sugirió al autor que algunos sujetos estaban haciendo un esfuerzo con el ruido que no podían mantener. El descenso relativo del primer día de ruido al segundo fue estadísticamente significativo, aunque la diferencia entre el segundo día con ruido y el segundo día en silencio no era significativa. La tercera tarea utilizada en esta investigación era una de reacciones en serie, en que el sujeto se hallaba enfrente de cinco luces y cinco contactos.64 Cuando una luz determinada se encendía, se debía tocar un contacto determinado; tan pronto como se obtenía una respuesta, otra luz se encendía, y así continuaba sin interrupción. Se empleó 321 21
un período de trabajo de -} h para este trabajo y se anotó el número de respuestas correctas, el de respuestas incorrectas y el número de intervalos de l-} seg (en algunos experimentos, 2 seg), durante los cuales no se dio ninguna respuesta. Se sabe desde hace mucho tiempo que, en tareas de este tipo, la media de respuestas correctas no desciende por una realización prolongada hasta que no se han desarrollado períodos de trabajo muy largos. Pero mucho más temprano, sólo después de 10 a 20 min de trabajo, el flujo de respuestas comienza a mostrar interrupciones momentáneas. En sujetos sin práctica, esto puede tomar la forma de «bloques», es decir, intervalos sin respuesta; 65 en sujetos con más práctica, en su lugar aparecen errores (un error es naturalmente no una respuesta mal coordinada, sino una respuesta incorrectamente elegida. Es decir, se golpea uno de los contactos, pero no el contacto que corresponde a la señal luminosa). Como los experimentos incluían a sujetos con práctica, los errores fueron más importantes que los bloqueos. Un ruido con un nivel de sonido de 100 db producía considerablemente más errores que. las condiciones de silencio. Los bloques aumentaban, pero no significativamente, y la producción de respuestas correctas disminuía, aunque muy ligeramente, y no significativamente; las variaciones individuales eran mucho más acusadas' en el último registro (el número de respuestas correctas) que en los otros; ya que unos sujetos trabajaban más deprisa y otros más despacio. El efecto sobre la exactitud fue sustancial, siendo del orden del 50 por 100. El resultado se obtuvo en tres experimentos con grupos distintos de sujetos; de forma que parece bien planteado. Con el primer grupo de 18 sujetos se obtuvo una simple comparación entre las dos condiciones; al segundo grupo de 14 sujetos se le informó de antemano que se esperaba que el ruido mejorara su rendimiento y al tercer grupo de 40 sujetos, al que se dividió en subgrupos, se le utilizó para comparar los efectos de diferentes tipos de ruido. Un resultado de este último grupo se mencionará de nuevo al final de la sección; en este caso, con el ruido peor se logró producir el 100 por 100 más de errores que con el mejor. Para contemplar estas cifras desde una perspectiva adecuada, debe considerarse que los sujetos estaban dando, en las peores condiciones, alrededor de 2000 respuestas correctas por cada 50 errores. Al igual que en la tarea de vigilar lámparas indicadoras, se encontró que la ventaja para las condiciones de silencio aumentaba a medida que el período de trabajo también aumentaba. Los primeros 5 min de la tarea habrían mostrado una ventaja para las condiciones de ruido. El resultado de esta investigación es claramente más positivo que el obtenido en otros experimentos. Antes de considerar las razones de esto, deberíamos señalar otros experimentos de diferentes procedencias que confirman los resultados generales. Primero, se mencionó en la sección anterior que una investigación sobre el umbral de contraste visual había mostrado que una diferencia igual de pequeña de brillo podía ser vista tanto con un nivel sonoro de 90 db como con uno de 45 db. Los investigadores habían anotado no sólo el nivel de brillo de una luz que se detectaba, sino también el tiempo de reacción entre la aparición de cada luz y la respuesta del sujeto a ella. Con ruido, este tiempo era más largo, excepto para el estímulo más débil. El cam322
bio del tiempo de reaCClOn es muy significativo. El método de presentación de la tarea en este caso fue algo diferente del de muchas pruebas de función sensorial. Se pidió al sujeto que observara el campo de visión a través de un telescopio, durante 12-~- min cada vez. La aparición de cada estímulo de prueba era señalada por una luz en su ojo izquierdo un poco antes de la muestra del estímulo. Se especifica que la luz era pequeña y roja, y podía resultar desapercibida. Cualquier retraso en observarla sería, naturalmente, reflejado en un largo tiempo de reacción al estímulo principal. Después de cada período de trabajo de 12-} min, se hacía un descanso de 2-} min y luego se empezaba otro período hasta un total de 2 h. Esta es una prueba algo prolongada que se ocupa de la detección de señales en momentos menos determinados que en una prueba como la de visión oscura, descrita en la sección anterior, en la que el sujeto presentaba él mismo el estímulo. Se relaciona muy directamente con las tareas de observar contadores y luces, y la semejanza de los resultados añade confianza a la aceptación de éstos. El único punto posible de discrepancia es sobre el efecto del tiempo en la reacción con ruidos. Los autores de la investigación del umbral de contraste dicen que no tienen pruebas de un aumento del efecto del ruido con el tiempo; aunque, como se ve en la figura 10.5, la diferencia en los tiempos de reacción fue mayor al final
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2.0
EL INICIO DE LA SESION EN HORAS
FIG. 10.5.
Tiempo de reacción a una débil señal visual ocasional con dos niveles de ruido. (A partir de los datos de Broussard y otros.s3)
del período de trabajo, el efecto no era estadísticamente significativo y podría haber sido debido al azar. Pero desde que se hizo esta investigación, han aparecido nuevas técnicas estadísticas; los datos del experimento del um6ral de contraste se han vuelto a computar por el autor y presentan una relación altamente significativa con el paso del tiempo con ruido. La concordancia con el experimento de vigilancia de manómetros y luces permanece así válida. Una última evidencia, que confirma la conclusión de que la búsqueda continua de estímulos visuales puede producir reacciones lentas con ruido, la presenta una reciente prueba visual. En ésta se pedía al sujeto que detectara ciertos dibujos entre una mezcolanza de líneas, lo que requería una 323
gran atención. Se presentaban una serie de dibujos y se tomaba como control el tiempo que tomaba realizar la tarea. Se encontró un empeoramiento estadísticamente significativo cuando esta prueba se presentaba en un entorno ruidoso, en contraste con uno tranquilo. 68 En este caso, el ruido era el que normalmente producía un generador en una fábrica, comparado con condiciones normales de silencio. Se realizó la prueba dentro de una cabina con iluminación controlada, de forma que las restantes condiciones aparte del ruido fueran constantes. Relacionando estas tres investigaciones, parece que una tarea que implique una continua búsqueda visual, en oposición a la de detectar señales en un momento determinado con intervalos de descanso entre cada señal, puede mostrar un rendimiento bajo. La magnitud del efecto no debe ser sobreestimada; en la última investigación citada, el incremento del tiempo empleado en realizar una prueba, que duraba casi 1 min, fue sólo de 3 sega En la investigación sobre el umbral de contraste, el incremento del tiempo de reacción fue sólo de una pequeña fracción de segundo; y en la vigilancia de válvulas y lámparas indicadoras, aunque había una gran variación en la proporción de las señales vistas en 10 seg, un criterio menos severo con respecto al tiempo habría mostrado una diferencia más pequeña. Probablemente el efecto es de importancia práctica sólo en los casos donde se necesite una extrema rapidez, como, por ejemplo, en la detección de señales que indiquen el desarrollo de fallos importantes y peligrosos en una máquina, o en la inspección de objetos que pasan sobre una cinta transmisora y que estarán presentes sólo por un tiempo limitado. Otro estudio es parecido, en cuanto a la tarea utilizada, al de la reacción a cinco elecciones en serie, que se mencionó anteriormente. La tarea no permitía intervalos de descanso. Además, mostraba que cuando el trabajador establecía su propio ritmo de trabajo, el ritmo se hacía más variable hacia el final de una sesión, especialmente con ruido. Esto significa que el efecto sería más importante en una tarea en la que el trabajador no pudiera fijar su propio ritmo de trabajo, sino que tuviera que ajustarse al de una máquina. Cualquier señal que requiriera una respuesta y llegase en un momento de bajo rendimiento, no podría ser atendida, mientras que en los momentos de rendimiento alto el trabajador no podría aumentar el ritmo de trabajo para compensar. Este efecto, más perjudicial sobre una tarea con un ritmo fijo de trabajo en oposición a otra en la que éste pueda variar, quedó demostrado en cuanto al efecto del trabajo prolongado, aunque no en cuanto al ruido. La tarea que va a ser descrita a continuación se parecía a la de las cinco elecciones en que requería una actividad continua, pero difería en otros aspectos, incluyendo el hecho de que su ritmo lo marcaba una máquina. Se le presentaban al sujeto tres luces, cada una de las cuales brillaba según un ritmo determinado. El ritmo de destello era diferente y formaba una secuencia complicada, de forma que el orden en que las luces se iluminaban no se repetía durante mucho tiempo. La luz más lenta se encendía nueve veces cada 2 min, mientras que la más rápida lo hacía diez veces en 1 mina Había un botón debajo de cada lámpara, que el sujeto debía pulsar cuando la lámpara correspondiente hubiera brillado un número determinado de veces. El número variaba de cuatro a
324
diez, pero era constante para cada sesión. De esta forma, el trabajador tenía que llevar la cuenta de tres series distintas de cosas al mismo tiempo, sin intervalos en los que pudiera estar seguro de que nada ocurriría. Por regla general, una luz u otra se encendían cada 3 seg, pero la naturaleza impredecible del conjunto hacía difícil confiar en que no ocurriese algo en cualquier momento. Esta tarea se prolongaba durante 2 h, siendo probados dos grupos, a uno de los cuales se les exponía durante 1 h de sesión a un ruido con nivel sonoro de 110 db, mientras que el otro grupo estaba en relativo silencio. El número de errores aumentó según pasaba el tiempo, fue mayor en el grupo con ruido y se hizo mayor en el grupo con ruido en relación al grupo en silencio a medida que transcurría el tiempo de exposición al ruido. Estos resultados son muy parecidos a los de los errores en la tarea de reacciones en serie, que no tenía marcado el ritmo.69 Bastantes situaciones de la vida real, algo diferentes de las normalmente estudiadas en el laboratorio, son claramente paralelas a esta ingeniosa tarea de contar luces. En muchos casos, varias actividades diferentes deben ser realizadas mientras se alterna entre ellas, sin perder el hilo de ninguna. Un sencillo ejemplo es el de la cocina, en la que cosas diferentes con diferentes tiempos de condimento pueden ser atendidas simultáneamente. El tipo de memoria inmediata que implica esta tarea puede exigir unas funciones diferentes de las perceptivas, más elementales, que implicaban las otras tareas mencionadas en esta sección. Se reparó en que la luz que brillaba con el ritmo más lento y el número más grande de destellos necesarios antes de pulsar el botón, parecían ser más sensibles que las modificaciones de la tarea, que sólo necesitaban un lapso más corto de memoria; y esto indicó la posible importancia de las funciones de la memoria. Sin embargo, la distinción entre percepción y memoria inmediata es difícil de hacer en muchas situaciones prácticas, aunque su realidad pueda ser de gran importancia teórica. Este resultado, junto con los de la tarea de reacciones en serie, indica que los errores pueden aumentar rápidamente su frecuencia en una tarea prolongada que no permite un relajamiento de la atención. Resumiendo, no parece haber una clara distinción entre las tareas que muestran efectos del ruido y las que no los muestran. Las pruebas cortas de papel y lápiz parecen ser del todo insensibles al ruido, así como también las pruebas cortas de realización sensorio-motora. Cuando se toma el ritmo medio del trabajo a lo largo de un período adecuado, no existe una baja importante en el rendimiento y puede haber una mejora en casos especiales. Los errores, probablemente, muestran efectos, pero sólo serán importantes en las tareas en que los efectos del trabajo prolongado son también importantes; en conjunto, éstas parecen ser tareas que exigen una alerta continua, sin descanso, ni siquiera por unos segundos. La velocidad para responder a una señal visual ocasional puede, por otra parte, aminorarse, siempre que la medición se haga en condiciones prolongadas, con poca probabilidad de intervalos libres del riesgo de aparición de la señal. Una actividad prolongada, o una exposición prolongada al ruido, no implicaban, necesariamente, reducciones del rendi-
325
miento. Una mayor clarificación de la diferencia entre las tareas que muestran efectos y las que no los muestran se encontrará en la siguiente sección. Los tipos de ruido que muestran los efectos más importantes no son fáciles de especificar, ya que muchas de las investigaciones no han logrado encontrar ningún efecto. Algunos resultados no publicados se muestran en la figura 10.6 referidos a los errores en la tarea de la reacción en serie. Se grabó ruido de maquinaria con un espectro para bandas de octava bastante liso, desde los 50 a los 5000 Hz, sin un carácter periódico acusado. Esta
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FIG. 10.6. Representación gráfica de los errores cometidos en una determinada tarea con varios niveles de ruidos agudos y graves. (Broadbent, datos no publicados.)
grabaclón se utilizó como fuente de dos tipos de ruido, filtrando por encima y por debajo de los 2000 Hz. Se compararon los errores con ruidos de tono agudo y grave para tres niveles de sonidos diferentes. El efecto del ruido sobre los errores aparece sobre los 90 db Y parece ser más importante para el ruido agudo. La diferencia en los efectos de un ruido agudo o grave para los niveles bajos de sonido no es significativa. El resto de los informes no revela ningún experimento estadísticamente satisfactorio que muestre efectos del ruido con niveles sonoros inferiores a 90 db, aunque hay algunos que sí han mostrado efectos a este nivel. Esto no significa necesariamente que los niveles inferiores no perjudiquen el rendimiento, pero no hay pruebas concluyentes de que lo hagan. Uno de los experimentos, insatisfactorio desde un punto de vista moderno, empleaba sujetos durante períodos prolongados en una tarea, en la que se les exigía insertar un punzón en unos agujeros que aparecían sobre una cinta de papel en movimiento. 7o Esta es una tarea respecto a la cual los más recientes resultados sugieren que mostraría efectos del ruido, tal y como se expuso, y el primer estudio también encontró que los tonos agudos ocasionaban más errores que los de frecuencia más baja. Esta confirmación, estadísticamente insatisfactoria, de los efectos más perjudiciales de las altas frecuencias es todo lo que se puede encontrar en los informes sobre el tema. El mismo estudio encontró que el zumbido de un audiómetro influía más que cualquier tono puro, excepto las frecuencias más altas. Pero los sonidos parecen haber sido comparados a niveles iguales de sensación, es decir, a números iguales de decibelios por encima del umbral de sensación sonora. Esto puede querer decir que 326
el ruido de banda más ancha sonaba con más intensidad que los tonos puros con que se comparaba. El experimento más reciente utilizó niveles iguales de intensidad. Una regla general es que la reducción de las altas frecuencias es más importante que la de las bajas; si es posible, el nivel global del ruido debe mantenerse por debajo de los 90 db. Una interpretación de la naturaleza del comportamiento con el ruido
Los diferentes resultados expuestos en la sección anterior son aquí interpretados para presentar una panorámica de conjunto sobre el rendimiento humano en presencia del ruido. El modo más sencillo de presentar esta perspectiva de la destreza humana es considerando el fenómeno del parpadeo. Un parpadeo dura un tiempo preciso, y mientras que el ritmo del parpadeo puede ascender o disminuir dentro de unos amplios límites, el tiempo durante el que los ojos están cerrados para cada guiño es menos variable. Durante el período en que los ojos están cerrados no penetra ninguna información visual, claro está, al sistema nervioso; sin embargo, el rendimiento es sólo ligeramente afectado, si es que llega a serlo, por esta periódica interrupción de la información. Fácilmente se hallan las razones de esta ausencia de efecto. Si un nuevo objeto se presenta, el parpadeo puede ser temporalmente aplazado mientras se examina el objeto. Cuanto más prolongada sea la tarea visual, más probabilidades hay de que aparezcan parpadeos, pero por un corto tiempo al principio de la tarea pueden ser controlados. Además, cuando una serie de hechos ha ocurrido repetidas veces, existen otros dos mecanismos que permiten que el parpadeo tenga lugar sin perjudicar el rendimiento. Por una parte, cuando se conoce que la información que llega no estará presente durante un cierto tiempo, pueden realizarse varios parpadeos y, de esta forma, reducir la necesidad de parpadear más tarde, cuando es esperada una señal esencial. Por otra parte, si la serie de hechos es completamente predecible, de forma que se conocen todas sus fases a partir de la primera cuando ésta ocurra, entonces estos últimos hechos no proporcionan ninguna información y no tienen por qué ser observados para ser tratados adecuadamente. Algunos ejemplos concretos pueden hacer más inteligibles estos mecanismos. Un conductor muestra un bajo ritmo de parpadeo con mucho tráfico, del que espera recibir señales decisivas; el mismo conductor en campo abierto, donde se sabe seguro aunque cierre sus ojos de cuando en cuando, mostrará un mayor ritmo de parpardeo. 71 De manera experimental, si se le pide a un hombre que siga una pista que aparece detrás de una mirilla, y la pista es primero recta durante un período determinado y luego oscila durante un rato, el ritmo del parpadeo es alto antes y después del período de oscilación de la pista, pero no durante él. 71 ,72 Este cambio en la distribución de los parpadeos puede permitir un rendimiento eficiente, incluso si el número de parpadeos durante un largo período de tiempo permanece constante en líneas generales. Estos ejemplos ilustran el modo en el que un conocimiento previo del instante de llegada de la información afectará a la aparición del parpadeo. 327
Un ejemplo familiar y doméstico del segundo mecanismo de comportamiento, que nos permite evitar posibles defectos funestos del parpadeo, es la capacidad de seguir una ruta familiar en la oscuridad. En una casa ajena se necesita una luz para subir las escaleras, mientras que en la propia puede que no valga la pena dar unos pasos más para alcanzar el interruptor. El rendimiento está determinado por la información almacenada y los estímulos visuales son innecesarios. Experimentalmente, se puede pedir a un hombre que siga una pista ondulante con un señalador, resultando que cuando éste no tiene práctica, comete errores, bien cuando parpadea de forma natural, bien cuando su visión de la labor es obstruida por una persiana. 72 Con una pista sencilla, como la de una función senoidal, un sujeto con práctica no muestra errores tan grandes por el hecho de parpadear o por una interrupción mecánica de su visión. Naturalmente, una pista compleja e impredecible sí le engaña en esas ocasiones. De hecho, mientras su entorno continúe haciendo lo que ha hecho en el pasado, su rendimiento no dará signos del efecto de los parpadeos; sólo cuando suceda un acontecimiento imprevisible le veremos equivocarse. Si está realizando una labor practicada, probablemente hará algo completamente incorrecto en esa ocasión, y si la tarea es menos familiar, no hará nada en absoluto. Un conductor en una carretera tranquila se equivocaría completamente si la suave curva que vio hace un momento se fuera a convertir en recta durante uno de sus frecuentes parpadeos. Los comentarios precedentes se refieren solamente al parpadeo, pero se han demostrado ciertos en ese caso, e ilustran mecanismos sicológicos que
ANALlSIS DE LA INFORMACION SENSORIAL
EL EFECTO DEL RUIDO ES UN BLOQUEO INTEB MITENTE AQUI
IN FORMACION ALMACENADA DE SECUENCIAS PREVIAS DE HECHOS SENSORIALES
FIG. 10.7. Diagrama hipotético del flujo de la información en el sistema nervioso humano, que ilustra la interpretación de los efectos del ruido presentada en el texto.
son importantes para el rendimiento con ruido. Es probable que un hombre que trabaje con ruido sufra breves interrupciones en la toma de información de una labor que se supone está realizando. Estas interrupciones tienen lugar internamente (Fig. 10.7) Y no externamente, como los parpadeos. Pueden ser controladas durante períodos breves para permitir la realización de una nueva labor y su distribución en el tiempo variará de forma que produzcan la menor perturbación posible en el trabajo. Serán importantes por sus efectos sobre 328
el rendimiento, sólo con tareas en las que no es posible una momentánea relajación; en concreto, en tareas de vigilancia, en las que los estímulos se producen en momentos impredecibles, y en tareas continuas, en las que sucesivos estímulos se suceden uno a otro demasiado deprisa para permitir esa interrupción en la toma de información. En muchos aspectos, el parpadeo proporciona una analogía útil para ilustrar el tipo de efecto en cuestión, pero hay ciertas diferencias en el «parpadeo internoD y los parpadeos externos, especialmente en la proporción del tiempo de duración del efecto *. De esta forma un hombre que trabaje con ruido mostrará, a medida que el tiempo pasa, fallos intermitentes en su rendimiento, pero entre esos fallos su trabajo no tiene por qué ser menos eficiente. Como un entorno de estímulos continuamente cambiantes parece incrementar la eficiencia del comportamiento, 74,75,76 el inicio de un ruido y su cese pueden producir un trabajo que sea, de hecho, más rápido que en condiciones normales, durante los intervalos de tiempo que haya entre los parpadeos internos. Se recordará que, en la sección sobre experimentos en la industria, se señaló que cortos períodos de música durante la jornada laboral mejoraban el ritmo de trabajo. Igualmente, una serie de experimentos de laboratorio sobre el ruido dan a entender que el rendimiento puede hacerse más rápido con ruido. Pero este efecto es independiente del incremento de «parpadeos internosD, de forma que el trabajo puede volverse más rápido y menos exacto, o posiblemente más variado en su velocidad, con ruido, o de otra forma puede mostrar un incremento en los errores sin ningún incremento en la velocidad. Finalmente, las pruebas no son del todo concluyentes en cuanto a la naturaleza del «parpadeo internoD; podría ser debido a un bloqueo completo, aunque temporal, en el análisis de la información sensorial, o podría ser debido a un análisis de la información desde un sentido no útil para la tarea. En términos corrientes, las alternativas son un vacío mental o un cambio de atención. Hay razones para creer que esto último **. Es decir, la capacidad limitada del sistema de percepción hu* Se supone que un parpadeo interno dura hasta 1 seg, pero el rendimiento de una tarea se puede mantener durante varios minutos antes de que comience este «parpadeo interno». También puede afirmarse que la interrupción de la información que llega no parece que sea absoluta, como en el parpadeo real. Un estímulo, fácilmente diferenciable en su entorno, puede lograr penetrar en el sistema nervioso, aunque se pueda esperar la existencia de fallos intermitentes en el rendimiento. Esto queda demostrado por la tarea de vigilancia de lámparas indicadoras, descrita en la sección anterior, y se ha demostrado también en una serie de situaciones diferentes respecto a los efectos del ruido prolongado. Una breve señal en una pantalla de radar no será detectada después de una vigilancia prolongada; pero una señal clara y brillante puede ser detectada tanto al final de una sesión prolongada como al principio.73 Esto no constituye una dificultad teórica para la opinión que considera que el rendimiento del sistema de percepción disminuye intermitentemente, pero significa que la sencilla analogía con el parpadeo debe ser considerada con alguna reserva. ** Las pruebas para una teoría de «traslado de atención» pueden ser resumidas como sigue: En primer lugar, no está claro en absoluto por qué un sonido intenso produciría bloqueos completos de la actividad. Por otra parte, es fácil ver que un estímulo intenso ofrecerá una gran competencia en el intento de ganar el control de un mecanismo perceptivo de capacidad limitada. Es decir, el ruido intenso interfiere más porque la atención se enfoca hacia el ruido en lugar de hacia la tarea. En segundo lugar, un ruido con un tono agudo parece tener más efectos que uno grave, como se apuntó en la sección anterior. La capacidad de captación de la atención de un sonido agudo es 329
mano hace necesario que una informaci6n sensorial sea filtrada antes de llegar a los centros analizadores del cerebro. Normalmente, se ignoran las características irrelevantes del entorno y los estímulos de la tarea controlan la respuesta, pero después de un trabajo prolongado con ruido la estimulaci6n auditiva puede interferir con la estimulaci6n de la tarea y producir el efecto que hemos llamado «parpadeo interno». Las diferencias individuales y los efectos de las actitudes personales sobre el rendimiento
Hay pocos datos sobre los tipos de personas que son más sensibles a los efectos del ruido. Un estudio especial de este tema se justifica en base al reconocimiento de la importancia de las diferencias individuales y a las sugerencias que puedan proporcionarse para una investigaci6n o una acci6n práctica en el futuro. Es característica frecuente de los experimentos con ruido el que se apunten las diferencias individuales, esto merece ser resaltado para frecuentemente resaltada en los informes basados en la apariencia cotidiana y la mayor probabilidad de una rápida respuesta a un estímulo de este tipo se ha indicado en unos experimentos no publicados. No parece haber razón para que un estímulo que produce un mayor rendimiento cuando es un estímulo de la tarea, produzca un menor rendimiento cuando se presenta durante la realización de una tarea visual, a menos que se establezca una competición para conseguir la respuesta entre los diferentes estímulos. En tercer lugar, cuando se realiza una vigilancia prolongada sobre un sistema visual que contiene más de una fuente de información, la parte más eficientemente observada del conjunto no es la misma a medida que la tarea se prolonga. Hay un traslado de una fuente de información a otra. 77 En cuarto lugar está la cuestión del tiempo que lleva cambiar la respuesta de un canal sensorial a otro. Experimentos en los que un canal de información se había llevado a un oído y otro canal diferente al otro oído del mismo sujeto, han mostrado que es imposible responder alternativamente a las sefiales que llegan a los dos oídos cuando estas sefiales están separadas por tiempos muy pequeños. En lenguaje ordinario, no se puede trasladar la atención instantáneamente de un oído a otro. El tiempo mínimo necesario para escuchar un dígito por él, y volver a cambiar a tiempo para escuchar un segundo dígito en el primer oído, es de 1! a 2 segundos,78 Estas cifras, que varían de una persona a otra, corresponden a marineros británicos. En la tarea de la reacción en serie, los fallos momentáneos de realización, que aparecen después de trabajo prolongado, son también de 11- a 2 seg. Esta semejanza concuerda muy bien con la interpretación de que el trabajador está cambiando momentáneamente la atención de su tarea a sus alrededores y luego volviendo a la tarea. En términos más exactos, una interpretación en la toma de información de un oído, para permitir la toma de información con el otro, requiere, aproximadamente, el mismo tiempo que la interrupción en la recepción de la información visual que aparece en la tarea visual. Es, por tanto, consistente con la opinión de que la interrupción de la realización visual se realiza para permitir la recepción de información de algún otro canal sensorial. Estos razonamientos no establecen un caso completamente convincente para la hipótesis del «traslado de atención», o «cambio de fuente de información», pero parecen proporcionarle una considerable probabilidad. Puede ser apuntado, también, que hay una ligera prueba fisiológica de su probabilidad. En una reciente investigación se insertaron electrodos dentro del cráneo de un gato, en un centro nervioso que se halla entre el oído y los centros superiores del cerebro y muestra actividad eléctrica cuando se presenta un ruido instantáneo al oído del animal. Pero cuando se le mostró un ratón al animal, dicho centro no mostró ninguna actividad eléctrica a consecuencia de dicho ruido. 79 Es decir, parecía haber interrupción en la toma de información auditiva, mientras se maneja información visual de primer orden. Aparte de esta observación aislada, hay pocas pruebas fisiológicas directas de un filtro de la información cuando entra en el sistema nervioso, pero las pruebas de los experimentos sicológicos parecen de bastante peso.
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el hombre práctico. No debería ser nada sorprendente el hecho de que una persona tenga un rendimiento sensiblemente más bajo en un lugar de trabajo ruidoso, y a otra no le ocurra esto. La primera y más clara explicación de las diferencias individuales es que son debidas a diferencias de actitud. Una persona que cree que el ruido va a reducir su rendimiento está ya medio derrotada. Si esto fuera así, se podrían atacar las diferencias individuales de sensibilidad por medio de propaganda especial que mostrara que el ruido no perjudica el rendimiento. Dos investigaciones han mostrado los efectos de esta propaganda. En un caso se usó música como estímulo auditivoBO y en el otro una conversación con un nivel sonoro de 70 db. 81 Se emplearon diferentes grupos de sujetos, a algunos de los cuales se les dijo que el ruido mejoraría su rendimiento, a otros que lo empeoraría y a otros que una mejora inicial sería seguida de un deterioro. Los resultados de cada grupo diferían, en un sentido acorde con la afirmación preliminar. Obviamente, por tanto, un peor rendimiento con ruido puede ser el resultado de la creencia de que el ruido perjudica el rendimiento. Esto puede causar alguna confusión sobre los efectos reales del ruido citados anteriormente, pero hay que tener en cuenta que estos experimentos sobre las actitudes utilizaban ruidos muy débiles en comparación con los que daban efectos sobre el rendimiento. Además, por lo menos en uno de los casos en los que el ruido influyó sobre el rendimiento, se realiz6 un experimento de control sobre los efectos de la sugesti6n; mostró que el resultado no podía ser eliminado por medio de la sugestión y no era, por tanto, probable que hubiera sido causado por ella. Los efectos bastante limitados sobre el rendimiento, considerados anteriormente, pueden ser todavía aceptados; pero también debemos ser conscientes de la posibilidad de que un efecto marginal del ruido pueda ser causado con intensidades inferiores por una actitud hostil por parte del sujeto. El director de una fábrica, que ridiculiza la idea de los efectos del ruido sobre el rendimiento, está probablemente adoptando una estrategia correcta, en la medida en que minimiza cualquier efecto de sugestión en sus obreros. Al mismo tiempo, si esta actitud se lleva al punto de ignorar los efectos ensordecedores del ruido y los posibles efectos menores sobre el rendimiento, puede resultar perjudicial, ya que los obreros que se dan cuenta de estos efectos cambiarán su actitud al extremo opuesto. No es del todo satisfactorio, sin embargo, adjudicar todas las diferencias individuales a diferencias de actitud. Una raz6n de esto es que no hay una correlación perfecta entre el número de quejas y la importancia del efecto sobre el rendimiento. En el estudio industrial sobre los tejedores, descrito anteriormente, se halló que los obreros más hostiles a los tapones de oídos eran los que obtenían un menor beneficio con ellos, pero la diferencia era tan pequeña que no era significativa estadísticamente. Algunos individuos eran hostiles a los tapones y, sin embargo, sacaban más ventaja de ellos que otros que eran partidarios. Una falta semejante de correspondencia entre las quejas y el rendimiento se ha encontrado en otras investigaciones. Tampoco hay pruebas de que los neuróticos muestren un mayor efecto sobre su rendimiento
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por el ruido, aunque, como ya se mencionó, es más probable que expresen su molestia verbalmente. Las pruebas sobre la personalidad u otras características de las personas que muestran efectos acusados cuando se les somete al ruido son muy escasas. Un estudio mostró que las personas que sufren el mayor efecto del ruido eran las que mostraban la mejora más importante en la segunda parte de su labor en silencio con relación a la primera parte. 63 Esta curiosa relación se hace más comprensible si nos damos cuenta de que este último control es efectivamente una medida de la propensión a la fatiga. Una persona que . muestra un gran descenso en el rendimiento cuando trabaja un período muy largo, pero se recupera rápidamente descansando, reflejará esto de forma importante en esta medición. Ya se había demostrado esto antes con la tarea de vigilancia de controles de vapor. 77 El resultado, pues, sugiere que las personas que muestran el mayor deterioro con un trabajo prolongado muestran también el mayor deterioro con ruido. A la vista del hecho de que muchos estudios que presentan claros efectos del ruido muestran también que la diferencia entre el ruido y el silencio aumenta a medida que aumenta el período de trabajo, no resulta sorprendente esta diferencia individual. Más interesante es la cuestión de si las diferencias individuales de susceptibilidad hacia el ruido, o el trabajo prolongado, pueden ser detectadas por medio de una medición independiente, aplicable posiblemente como medida selectiva. Aunque en este mismo estudio se encontró una medición independiente que correspondía bastante bien, no era del tipo adecuado para una prueba de selección. Era del tipo conocido como prueba-de-nivel-de-aspiración, en la que se pide a un sujeto repetidamente que realice una labor, se le habla de su rendimiento anterior y se le pide que estime su rendimiento en el siguiente intento. La diferencia entre su marca anterior, conocida, y su marca subsiguiente, conjeturada, es la medida del interés, pero por muy apropiada que sea para los propósitos de investigación, no es evidentemente una prueba que resistiría las simulaciones más o menos conscientes empleadas por los solicitantes de un trabajo. Es más útil considerar las otras características con las que estas pruebas se sabe que están relacionadas. Esta prueba, en concreto, del nivel-de-aspiración se relaciona con el nivel de educación, pero no con la prueba de inteligencia.82 De esta forma, de dos personas que son igualmente inteligentes, el menos perturbable por el ruido será más apto para un trabajo académico. Esto no es sorprendente, y es probable que muchos empresarios consideren el nivel de educación como un tipo de índice de conciencia. Hoy por hoy, el punto más importante de las diferencias individuales es que los experimentos sobre los efectos del ruido deberían realizarse con sujetos de una población semejante a la que se desea aplicar los resultados. Conclusiones prácticas acerca de la reducción del ruido y el comportamiento
Cuando se está considerando si reducir un ruido o no, a la vista del probable gasto de la operación, puede resultar útil tener en cuenta los distintos 332
aspectos del comportamiento con ruido. De las tres posibles mediciones del comportamiento, a saber, queja verbal, daño fisiológico y efectos sobre el rendimiento, los efectos fisiológicos pueden ser despreciados excepto para intensidades muy altas. Hay pocas pruebas de esos efectos con intensidades bajas de un ruido que se prolongue durante un rato. La molestia es una cuestión diferente; es distinta de los efectos sobre el rendimiento y puede ser acusada incluso con sonidos que no tienen ningún otro efecto sobre el comportamiento en absoluto. En general, la reducción del ruido reducirá la molestia, incluso aunque la molestia sea producida por sonidos muy débiles. Si se va a reducir el ruido con estas premisas, para evitar quejas, los sonidos agudos y los intermitentes o modulados parecen ser los que deben tomarse en cuenta en primer lugar. Sin embargo, la molestia variará en gran medida de un caso particular a otro. Cuestiones respecto a la historia, tanto del ruido como de las personas que se quejan, incidirán en esa variación, y es hasta cierto punto impredecible por métodos científicos. El inicio de un ruido producirá un efecto de sobresalto, que puede interferir en el desarrollo de alguna tarea. Puede haber, por tanto, en algunos casos, motivo para aislar a los obreros de las posibles fuentes de un ruido variable, como el de las carreteras. El efecto parece ser más acusado en tareas más complejas y nuevas, más que en las practicadas y repetitivas, de forma que la importancia práctica de este efecto sobre el rendimiento es pequeña. Una vez que el ruido se ha vuelto familiar, la mayoría de las funciones sensoriales y motoras no serán afectadas. Hay algunas muestras, sin embargo, de un efecto que se ha descrito bajo el título Una interpretación de la naturaleza del comportamiento con ruido. Este efecto producirá fallos intermitentes en el rendimiento, intercalados por una ejecución normal, o incluso más rápida de lo normal. A causa de esto, los resultados finales del trabajo que se desarrolla al ritmo propio del obrero no serán probablemente afectados. Los errores pueden aumentar, porque la esencia del efecto es que el obrero no se da cuenta de características inesperadas del entorno. Los accidentes pueden mostrar también un efecto del ruido por la misma razón; no han sido investigados como una función del ruido, aunque se sabe que son unos índices muy sensibles de los efectos de otras tensiones, como el calor. Los resultados pueden ser afectados si el trabajo tiene el ritmo controlado por una máquina, con una velocidad por debajo de la mayor con la que el obrero puede operar. En tal caso los fallos intermitentes del operador humano ocasionarán una ausencia de reacción, pero no será posible compensarlos por una respuesta más rápida entre estos fallos intermitentes. Puede haber así un descenso en el resultado final en tareas controladas. La tarea tendría que ser del tipo en que cada elemento del trabajo está presente sólo por cuestión de un segundo o dos, de forma que este efecto no es de' importancia general. Estas condiciones pueden ser casi alcanzadas en un proceso de inspección a velocidad elevada, al final de una cadena de ensamblaje, o en operaciones semejantes. Sin embargo, una buena conclusión general es que el resultado final no será afectado, pero los errores y accidentes sí pueden serlo. Es interesante apuntar que, de hecho, se ha informado de ganancias en
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la industria por reducción de ruido en tareas acordes con las consideraciones que acabamos de hacer. La mejor investigación sobre el tema, como se informaba en la sección sobre Resultados de los estudios industriales, fue la que trataba de los tejedores. Naturalmente, el trabajo de un tejedor es principalmente un asunto de vigilar maquinaria a fin de emprender una acción si se necesita la intervención humana. Es, por tanto, precisamente el tipo de trabajo del que se podría esperar mostrara algún efecto del ruido. La mecanografía también podría mostrar un aumento de errores en condiciones muy ruidosas. Otros procesos industriales podrían no haber informado de estos efectos. Es difícil decir gran cosa acerca de los tipos de ruido que producen los mayores efectos sobre el rendimiento; pero hay indicios de que los ruidos agudos son, una vez más, los que producen los peores efectos. Todavía no se ha encontrado ningún efecto sobre el rendimiento con niveles de ruido por debajo de los 90 db, aunque desgraciadamente sí puedan surgir molestias de esos ruidos, e indudablemente causarán incomodidades en la comunicación oral. En general, los efectos del ruido sobre la salud o el rendimiento parecen ser menores de lo que a menudo se piensa. Se debe tener en cuenta que la sensación de desagrado es una cualidad del medio ambiente, diferente de los efectos sobre la salud o la capacidad de trabajar. Gran parte de nuestra civilización se apoya en la idea de que vale la pena modificar el entorno para algo más que para asegurar la supervivencia. La reducción de la molestia o la búsqueda de la felicidad no es necesariamente un fin innoble.
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Capítulo 11 EFECTOS DE LA VIBRACION SOBRE EL HOMBRE DAVID
E.
GOLDMAN, PH.D.
Naval Medical Research Institute
INTRODUCCION
Este capítulo pretende ser una revisión del estado presente del conocimiento del cuerpo humano como un sistema mecánico dinámico, así como de los efectos de la vibración sobre el hombre y sus diversos órganos, exceptuando las frecuencias muy bajas que afectan a las enfermedades motoras y al sistema auditivo, que se discute en capítulos anteriores. En los últimos años, la necesidad de tal conocimiento ha empezado a ser importante. La velocidad con que el hombre se ha proyectado en la era mecánica le ha llevado al casi diario incremento de las concentraciones de grandes potencias mecánicas. Hasta ahora, el hombre ha sufrido pocos daños de la energía vibratoria, pero ciertos efectos dañinos se producen, empero, desde hace años, por el manejo de herramientas vibrantes y más recientemente por el intenso ruido de los vehículos y maquinarias potentes. Mayores efectos se pueden anticipar a causa de los rápidos avances en el desarrollo de equipos mecánicos de más alta potencia. La vibración tiene una forma de onda que puede ser simple, un movimiento armónico complejo o puede ser «ruido mecánico» aleatorio. Lo que se conoce ahora de los efectos de la vibración sobre el hombre parte primariamente de los efectos de formas de onda simple. El rango de frecuencias de vibración de inmediato interés empieza sobre los 3 cps y puede ir hasta varios millones de ciclos por segundo. Por debajo de 3 cps, el cuerpo humano responde a la fuerza alternativa como una unidad, y no existe movimiento relativo interno. A muy altas frecuencias, la absorción de la vibración empieza a ser muy grande y la energía penetra en el cuerpo solamente unos pocos milímetros como mucho, al menos con alguna razonable amplitud. Las frecuencias por debajo de 3 cps son de considerable interés en relación con las enfermedades motoras, pero este problema no se considera aquí. El cuerpo puede estar expuesto a la vibración a través del contacto con sólidos vibrantes o por interceptar ondas sonoras en el aire o en el agua. La exposición puede ser incidental en ciertos casos, como la industria, el ejército u otras actividades, o puede ser deliberada, como en el caso de la diagnosis y la terapia o en los experimentos. El cuerpo humano es el resultado de un largo proceso evolutivo durante 337 22
el cual la adaptación a muchas posibles situaciones ha sido totalmente alcanzada. El cuerpo, entre muchas otras cosas, es un sistema mecánico de gran complejidad. No es ni homogéneo ni isotrópico; su rango pasivo lineal es muy pequeño. Aún más, es un sistema con mantenimiento interno y facilidades de reparación. Las muestras individuales no son de ninguna manera idénticas. Finalmente, no se puede tomar el sistema aparte para estudiarlo o dañarlo. Las medidas de las vibraciones en el cuerpo presentan así muchos problemas especiales, algunos de los cuales se discuten más abajo. Gran parte de la información de este capítulo es relativamente nueva y queda aún mucho por aprender: así que la extensión de los siguientes párrafos está basada más en la cantidad de material existente que en su relativa importancia. Es imposible, dentro de un espacio limitado, discutir en detalle los muchos problemas complejos de veracidad e interpretación de los datos experimentales. Estos serán presentados, así, pues, con pocos comentarios, pero se debe entender claramente que la situación está siendo sobresimplificada y que los desarrollos en el futuro pueden requerir importantes cambios de puntos de vista. INSTRUMENTACION V MEDIDA
Es un principio básico de la ciencia experimental que un sistema en estudio debe ser observado de tal modo que se interfiera lo menos posible con su comportamiento. Este principio, en muchos casos, es tan simple en su aplicación como en su formulación. Sin embargo, la aplicación del principio a los sistemas biológicos es a menudo de considerable dificultad. Las medidas sobre órganos y tejidos extirpados están limitadas por el tamaño, la forma, la inestabilidad y la sensibilidad ambiental del material. Esta limitación es incluso mayor en el caso de los sistemas vivientes. Se pueden utilizar animales anestesiados en muchos casos, pero muchas de sus propiedades mecánicas y acústicas son bastante diferentes de las de los seres humanos. Estos requieren métodos de prueba no destructivos que están severamente limitados por la inaccesibilidad de los órganos internos. Cuando sea posible, y esto no es, desgraciadamente, frecuente, es preferible utilizar métodos de medida sin contacto, tales como ópticos, acústicos y rayos X, efectuados con instrumentos situados lejos del cuerpo. Ciertas medidas de vibración, como no pueden ser hechas por observaciones externas, requieren el uso de pick-ups de vibración? que son 10 bastante pequeños y ligeros como para no introducir una significante carga mecánica. Esto produce una limitación del peso del equipo de medida de unos pocos gramos. El proceso de acoplamiento no debe producir daño, y cuando se efectúan observaciones subjetivas, el procedimiento debe ser tal que produzca un mínimo de molestias en el sujeto. De los instrumentos existentes para medir vibraciones, los palpadores de reluctancia variable son con frecuencia satisfactorios. Se pueden hacer con un peso de hasta tres gramos, una dimensión de un centímetro, una impedancia eléctrica baja y considerable sensibilidad en el rango, desde cero a
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unos pocos cientos de ciclos por segundo. Los palpadores de cristal y de condensador también cumplen los requerimientos de tamaño y peso; tienen una relativamente grande impedancia eléctrica, pero son útiles en un amplio rango de frecuencias. Los palpadores magnéticos son menos satisfactorios a causa de la masa del material magnético requerido. Para más detalles, véase capítulo 15. A causa de la falta de rigidez del cuerpo humano como estructura sustentante, son preferibles las medidas de aceleración sobre las de velocidad o las de desplazamiento. Las medidas fisiológicas convencionales, tales como presión de la sangre, profundidad o velocidad de respiración, electrocardiogramas, metabolismo, que pueden ser enteramente satisfactorias en un sujeto móvil, se tornan problemáticas cuando el sujeto y el instrumento están expuestos a la vibración o a un sonido intensos. Por ejemplo, las vibraciones mecánicas de los electrodos colocados sobre la piel pueden introducir potenciales lo suficientemente grandes como para enmascarar completamente el fenómeno que se estudia. Otra situación conflictiva aparece cuando las observaciones que se hacen son subjetivas, esto es, cuando se hacen por el mismo sujeto. La mente humana excede con mucho al cuerpo -complejo en sí mismo- en complejidad y fragilidad. Es necesario, por tanto, un cuidado extremo, cuando se anoten estas respuestas, para evitar influir en el sujeto bien a través de las características de su ambiente físico o bien por sugestiones inadvertidas de una actitud o punto de vista. El mantenimiento de una situación neutral con motivación uniforme es una de las consideraciones más importantes en tales experimentos fisiológicos. La aplicación de fuerzas vibratorias a sujetos vivos, con fines experimentales, requiere gran cuidado para asegurar que la exposición es como se intenta y no incluye ningún otro estímulo que pueda afectar la respuesta. El equipo para esto debe estar especialmente preparado. Por ejemplo, las exposiciones a vibraciones mecánicas no deben estar acompañadas por ruidos intensos cuando el objeto del estudio es solamente la respuesta a la vibración. Otro problema más, de alguna forma relacionado con los ya mencionados, es el control de, y la compensación para, la no uniformidad de los sistemas vivos estudiados. Los individuos varían en tamaño, forma y respuesta. Es esencial el uso de experimentos estadísticos adecuados y casi siempre es necesario llevar a cabo un gran número de observaciones con controles muy cuidadosos.
EFECTOS DE LA VIBRACION EN EL HOMBRE Efectos físicos
Los efectos físicos de la vibración sobre el hombre son principalmente mecánicos y secundariamente térmicos. Los efectos químicos tienen lugar solamente bajo condiciones muy especiales. El efecto mecánico de la vibración sobre el cuerpo es producir un movimiento y un desplazamiento relativo. El movimiento está muy desigualmente 339
distribuido y está afectado por la forma de la excitación, las características de frecuencia y la difusión o concentración de la energía vibratoria. En casos extremos, puede tener efectos dañinos. Los órganos grandes tiran de los ligamentos que los soportan y pueden llegar a dañar a los tejidos más suaves. Se conocen o se sospechan algunos ejemplos. Los conductores de vehículos tales como tanques, barcos o tractores ocasionalmente padecen dolores de espalda, trazas de sangre en la orina y molestias en la región abdominal. Es de todos conocido que la fatiga sacro-ilíaca no es extraña entre los conductores de camiones, pero las quejas no han salido aún del terreno de la anécdota. Los daños en las manos, que se discutirán más tarde, son efectos acumulativos de los repetidos golpes o vibraciones producidos por instrumentos manuales que vibran o giran. Se pueden producir en los animales hemorragias de pulmón con vibraciones de baja frecuencia y muy alta intensidad (5 a 15 g a 5 a 20 cps), causados aparentemente por los golpes dados por el corazón en vibración a los pulmones contra la pared torácica y las vértebras. Estos golpes pueden dañar el corazón fatalmente. Son también conocidos los daños mecánicos al sistema auditivo. A frecuencias ultrasónicas, el movimiento vibratorio puede causar daños mecánicos a las células y a los tejidos por calentamiento o por cavitación, que se produce fácilmente en un medio acuoso, aunque es bastante más raro en los tejidos. Se han usado para producir daños mecánicos y térmicos a los insectos, ultrasonidos transmitidos por el aire de baja frecuencia a 19000 cps y alrededor de 160 a 165 db. Se han observado daños mecánicos en ciertas células en líquidos a frecuencias cerca de los 1000 cps y a varios cientos de miles de ciclos por segundo. 1,2 Los efectos térmicos son consecuencia directa de las pérdidas por absorción de la energía de vibración. No se ha observado nada a bajas frecuencias, pero sí a frecuencias ultrasónicas, donde los animales fueron calentados hasta un punto más allá de su capacidad de disipación, con la consecuente muerte térmica. Sin embargo, los niveles requeridos para producir tales efectos son muy superiores a los que producen las fuentes de vibración fuera del laboratorio. Puesto que la absorción en el aire se incrementa con el cuadrado de la frecuencia, parece bastante improbable que el ultrasonido transmitido por el aire pueda llegar a convertirse en un peligro. Efectos biológicos
Las respuestas biológicas a la vibración representan esencialmente un fracaso del cuerpo para permanecer como un sistema pasivo. El cuerpo humano responde a los estímulos presentados a sus órganos receptores. Existen terminaciones nerviosas, receptores sensitivos, más o menos especializados, y todos suministrando información a un nivel u otro del sistema nervioso, que a cambio controla la respuesta del cuerpo y sus partes. De acuerdo con ello, es interesante describir brevemente el sistema receptor del cuerpo y cómo se relaciona con las fuerzas vibratorias. 340
Percepción de la vibración. La estimulación mecánica se detecta por los sistemas auditivo y vestibular, por numerosos receptores mecánicos embebidos en la piel y por un cierto número de receptores internamente localizados. Los órganos vestibulares -los canales semicirculares y otolitos- responden a las aceleraciones de la cabeza y cambian su posición en el campo gravitacional. Su tiempo de respuesta parece ser más bien largo y son principalmente de importancia a muy bajas frecuencias. Parece ser que las reacciones de las enfermedades motoras están mediatizadas por el sistema vestibular, aunque los centros nerviosos más altos también juegan un papel importante. Sin embargo, a intensidades vibratorias muy altas, las respuestas vestibulares ocurren a frecuencias más altas. Niveles sonoros. Por encima de los 105 db producen pequeños movimientos reflejos de cabeza relativos a las características de tiempo y espacio del sonido.3 A niveles sonoros por encima de 140 db, se ha encontrado que existe una reacción compulsiva para orientar el cuerpo en dirección a la fuente sonora. Con un oído expuesto a una fuente de ruido intenso, existe una sensación de ser empujado por ese lado. Puede ocurrir además un desplazamiento del campo visual en la misma dirección. Si la cabeza se mueve, este movimiento se siente con exageración. A niveles superiores a 155 db se presentan algunas de estas sensaciones, incluso aunque el sujeto lleve protectores auditivos. Estos efectos parecen ser más prominentes cerca de la mitad del rango de las frecuencias audibles, esto es, cerca de los 1000 cps, pero se advierten menos a bajas y altas frecuencias. 4
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Los receptores táctiles son de diversas clases y se excitan con el roce y la presión tanto como con la vibración. Aunque no está enteramente claro qué receptores intervienen en cada tipo de estímulo, se han efectuado medidas de los umbrales de percepción de la vibración bajo ciertas condiciones. Se ha establecido bien claramente que la distorsión de la piel es el factor con341
trolante de la vibración y del daño cutáneo.s,6 La depende de la frecuencia el umbral de percepción dedo, una de las áreas más sensitivas del cuerpo a figura 11.2 muestra el umbral de sensación de un
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Umbral de percepción de un hombre de pie o sentado para la vibración vertical. (Según von Békésy.2 1)
sobre una plataforma que vibra verticalmente, y la figura 11.3 muestra datos similares para la vibración horizontal. Estos resultados se obtuvieron bajo condiciones de laboratorio controladas. En la figura 11.4 se resumen datos menos fiables. La adaptación juega un papel importante en las exposiciones a la vibración de larga duración. Este concepto indica la capacidad de los órganos sensoriales para ajustarse a estimulaciones largas a base esencialmente de reducir su sensibilidad -bien en las mismas terminaciones nerviosas, bien en los medios de transmisión, o bien en los centros más altos del sistema nervioso central-. Los proprioceptores, cuya función primaria es suministrar al cuerpo información sobre su propio movimiento, pueden estimularse también por fuerzas mecánicas de origen externo. Los perceptores de los músculos estriados que
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FIG. 11.3. Umbral de percepción de un hombre sentado para la vibración horizontal. (Según von Békésy.21)
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responden a cambios en la longitud de la fibra muscular, evidencian una respuesta a la vibración originando la respuesta refleja a un golpe repentino sobre el músculo, como, por ejemplo, al golpear la rodilla.7 Una estimulación extrema puede llegar a causar daño. Respuestas fisiológicas a la vibración. La distinción entre respuestas fisiológicas y psicológicas es vaga, pero conveniente. Una respuesta fisiológica es aquella en que no participan particularmente los niveles más altos del sistema nervioso central, aunque puede operar a través del sistema sensorial 1
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o o ii: FIG. 1104. Aceleración de pico media a diversas frecuencias, a la cual los sujetos perciben la vibración (1), la encuentran desagradable (H), o se niegan a soportarla más (HI). Las áreas sombreadas son aproximadamente una desviación estándar a cada lado de la media. Datos promediados de siete fuentes. (De la Ret. 10.)
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del cuerpo. Un tipo simple de respuesta fisiológica es el reflejo, en el cual la estimulación de un sistema sensorial produce una reacción casi automática a través de algún mecanismo efector estrechamente ligado, que puede ser muscular o secretor. Un ejemplo es la contracción del músculo tensor del tímpano del oído en respuesta protectora a un sonido intenso. Otro, son los movimientos de cabeza y las reacciones compensantes de la postura a partir de las estimulaciones vestibulares mencionadas en la sección previa. Son también comunes los reflejos anulados, debido al daño producido por el calor. Otra respuesta específica a la vibración es la inhibición del golpe de rodilla. 7 Ordinariamente, si un músculo es extendido pasivamente, ciertos receptores del mismo son estimulados y los impulsos nerviosos que se generan actúan sobre los nervios motores del mismo músculo para producir una contracción. Este reflejo es importante para el mantenimiento de la postura. Sin embargo, cuando el sistema está sometido a vibraciones mecánicas intensas, se produce una estimulación mecánica que puede interferir con el reflejo o inhibirlo. Además de estas respuestas, más o menos localizadas, existen aquellas en las cuales están implicados diversos sistemas de control y adaptación del cuerpo. La sacudida intensa es una forma de ejercicio pasivo y puede provocar
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cambios en la presión de la sangre, en el suministro de sangre, en la respiración y en el metabolismo. Con las intensidades de vibración que ordinariamente se encuentran en la práctica, estos efectos son débiles y temporales y posiblemente están relacionados con la reacción subjetiva de malestar. 7 Otro aspecto de estas respuestas sistemáticas involucra a las glándulas endocrinas, una de cuyas funciones parece que es la adaptación del cuerpo a las diversas tensiones aplicadas. Se han observado cambios notables en el ciclo de celo, desarrollo y longevidad de ratas expuestas durante días o semanas a vibraciones de 2 a 4 cm de amplitud, a 2,3 CpS.8 Tiene lugar una rápida caída en el contenido de ácido ascórbico (vitamina C) de las glándulas suprarrenales de la rata después de unos pocos minutos de exposición a vibraciones de baja frecuencia, y esta caída se hace más grande conforme se incrementa la aceleración vibratoria.9 Tales hallazgos son probablemente aplicables a los humanos, pero no existe evidencia directa de que esté sucediendo aún. La sensación de malestar, e incluso la náusea y el vértigo, en campos sonoros intensos de alrededor de 145 db es una respuesta fisiológica, en cuanto que intervienen los órganos sensoriales y el sistema nervioso autónomo. Sin embargo, como en las enfermedades motoras, parece que existe interacción con los niveles más altos del sistema nervioso central. Muchos factores subjetivos pueden jugar su papel en estas reacciones, que están lejos de ser bien conocidas más allá del nivel de la observación casual o de la anécdota. Respuestas (subjetivas) psicológicas. La vibración puede afectar la actitud del individuo, sus sentimientos y su rendimiento en el trabajo. Le puede gustar, disgustar o tenerle sin cuidado. Los efectos pueden ser respuestas más o menos directas a la vibración o pueden implicar experiencias y asociaciones emotivas. Las respuestas subjetivas son obviamente de gran importancia práctica, pero son de mayor dificultad de registrar o interpretar con algún grado de fiabilidad. La percepción de la vibración, aunque subjetiva, es al menos capaz de ser estudiadas con fiabilidad si se toman las precauciones adecuadas. Los niveles de malestar o tolerancia son, sin embargo, excesivamente difíciles de tratar. La comparación de los datos de malestar y tolerancia provenientes de fuentes diferentes, obtenidos con intenciones diferentes por observadores con diferentes formaciones, muestran, sin embargo, una coincidencia bastante sorprendente dentro de un factor de alrededor de tres (Fig. 11.4).1° Los datos son solamente para exposiciones de 5 a 20 min, y tanto la vibración vertical como la horizontal han de ser combinadas para conseguir suficiente material para la comparación. La experiencia personal del autor, así como la de otros diversos trabajos con vibraciones mecánicas, inclinan a creer, sin embargo, que para exposiciones de pocos minutos se pueden soportar sin severo malestar aceleraciones vibratorias por encima de 1 g, superiores a 20 cps, y probablemente más a frecuencias más altas, donde la transmisión a través del cuerpo es menor y las amplitudes son lo suficientemente pequeñas como para ser bien soportadas por los talones u otros tejidos suaves. Existe poca información con respecto a exposiciones largas a la vibración. Los pilotos de aviación y los conductores de camiones lo encuentran muy fatigante, pero no existen estu-
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dios adecuados en este sentido. La fatiga es un fenómeno difícil de determinar y más complicado aún de medir. El efecto de la vibración sobre el rendimiento del trabajo no se conoce aún. Obviamente, la interferencia mecánica con la agudeza visual y rendimiento de los movimientos musculares delicados puede ocurrir a amplitudes bastante pequeñas. La perturbación en la agudeza visual, que tiene un máximo en el rango de los 40 a los 80 cps, ha sido atribuido a algún tipo de resonancia del globo ocular, pero los problemas aumentan a frecuencias más bajas cuando las amplitudes son lo suficientemente grandes. 7 Hasta el presente, los problemas de rendimiento en el trabajo han de ser estudiados individualmente con poca probabilidad de poder usar los resultados de un estudio en otra situación diferente.
Respuestas patol6gicas a la vibraci6n (accidentes). No es corriente, afortunadamente, la invalidez permanente causada por la vibración. Los problemas mayores son aquellos que provienen de la pérdida auditiva a causa de niveles sonoros altos y la invalidez manual del uso continuado de herramientas vibrantes. Existe una amplia literatura clínica sobre las características de la invalidez por herramientas manuales que son conocidas como «dedos blancos», «manos muertas», «enfermedad del martillo neumático» y «fenómeno de Raynaud».ll Estas condiciones se caracterizan por dolor, entumecimiento y cianosis de los dedos expuestos al frío. A veces se evidencia algún daño en las uniones; otras veces existe enfermedad y entumecimiento de los dedos. La combinación exacta de síntomas varía con la amplitud y frecuencia de la vibración y con la forma de usar la herramienta. El espectro de la vibración muestra muchos armónicos de gran amplitud por encima de varios miles de ciclos por segundo. Muchas de estas máquinas pueden, en efecto, producir golpes agudos repetidos, más bien que vibraciones uniformes. Los martillos neumáticos o perforadoras manuales, las devastadoras y las pulidoras son todos fuentes posibles de problemas. Las máquinas eléctricas de alta velocidad parecen menos aptas para producir daño que las lentas y pesadas. Se ha hecho un intento para producir lesiones experimentales controladas. Grupos de ratas fueron expuestas durante diez a doce horas por día, con un total de unas mil horas, a vibraciones de 8 a 9 g Y 60 Y 120 CpS.12 Se observaron cambios en las respuestas de los vasos sanguíneos al frío y fueron observadas variaciones crónicas en la aparición de capilares en las garras. Estos resultados son un paso importante en la comprensión del proceso de la enfermedad. ASPECTOS DE HIGIENE INDUSTRIAL V SALUD PUBLICA DE LA VIBRACION
Aunque la vibración mecánica de todas clases es ya una parte de la vida moderna, es importante comprender sus efectos y forma de control. El control es caro; a ello se debe la ausencia de control. ¿Cuánto, entonces, debería ser tolerado? La respuesta a esto depende de un balance de costes en bienestar, tiempo, dinero, rendimiento. No existe una respuesta singular para to-
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das las situaciones. No se puede decir nunca «tengamos tan poca vibración como nos sea posible». El establecimiento de criterios claros o niveles de tolerancia es en el presente una meta más que una posibilidad inmediata. Desde el punto de vista de la salud pública, no se desean enfermedades, ni molestias, ni problemas. Desgraciadamente, estos asuntos no son ni uniformes ni bien controlables. Nadie quiere privarse de dormir a causa de ruidos excesivos o golpes en su casa, pero lo que para un hombre es soporífero, puede producir insomnio en otro. Un hombre guardará sus problemas para sí mismo; otro se quejará ruidosamente. Frente a este problema, la palabra «tolerancia) significa lo que es aceptable para un grupo social dado. En la industria, el cuadro es diferente. El tiempo de exposición se limita según las horas trabajadas. La molestia es menos importante, ya que la actitud prevaleciente es que se le paga para eso. El problema del daño o del malestar extremo permanece, sin embargo, en la medida permitida por la costumbre y por los costes de indemnización del trabajador, existiendo una fuerte tentación para pensar solamente en función del rendimiento monetario directo. La palabra ((tolerancia» se refiere así a la capacidad del trabajador y la dirección para conformarse con las exposiciones a la vibración. Para las Fuerzas Armadas el problema es bastante diferente. En tiempo de paz, las actitudes tienden a aproximarse a las de la industria. En tiempo de guerra, sin embargo, el factor de efectividad militar supera a cualquier otro. El perjuicio personal no es deseable bajo ningunas condiciones, pero la guerra es un asunto de vida o muerte y se pueden dar pasos para reducir la exposición a tales riesgos mecánicos en tanto que mejoran, o al menos no disminuyen, el rendimiento en la lucha. Otro factor que interviene es que, en la guerra, el coste es un asunto pequeño en realidad, aunque muchos desarrollos militares tienen lugar durante tiempo de paz. Además, la lucha normalmente constituye un esfuerzo tan grande que bien puede valer la pena evitar cualquier otra tensión si es ello posible. Los párrafos anteriores se refieren a exposiciones accidentales no deseadas a la vibración. Sin embargo, la vibración puede ser también deseada y útil. La profesión médica utiliza el masaje en terapia física y la vibración es un medio conveniente de producirla. El ultrasonido ha sido muy popular en Europa como cambio de la diatermia, en parte a causa de lo fácil con que puede ser espacialmente concentrado y en parte a causa de la demanda por sus efectos mecánicos. Las últimas demandas no han sido cubiertas; pero como ocurre a menudo, se requieren largas series de pruebas y experimentos controlados para la evaluación final de cualquier procedimiento. Las grandes diferencias entre estos puntos de vista y los inevitables solapamientos de sus áreas de influencia sirven sólo para complicar el asunto. Deberían, sin embargo, enfatizar la necesidad de un conocimiento más profundo de la producción, efectos y control de la vibración para la educación continuada de todas las partes relacionadas que pueden estar en posición de hacer algo sobre ello. Los métodos de reducción de la exposición a la vibración son muchos. Puede haber reducción en la fuente, o por la construcción de barreras o cons346
trucciones aislantes. Puede utilizarse la protección sobre el mismo hombre. Puede reducirse el tiempo de exposición, bien cambiando a los trabajadores o por rotación en la tarea. Finalmente, puede existir la resignación del hombre a la exposición. Puesto que la exposición puede ocurrir en las minas, las fábricas, las tiendas pequeñas, durante los viajes e incluso en casa, las técnicas para el control de la vibración deben ser adecuadas a la ocasión y a las reacciones del sujeto, y a veces cristalizadas en ley. Criterios
Las aplicaciones prácticas de los hechos que se refieren a los estímulos nocivos requieren el establecimiento de criterios, límites seguros, niveles de tolerancia o como se le quiera llamar. Es de esperar que la discusión precedente ha puesto en claro que existe todavía mucho que aprender antes de que se puedan justificar criterios numéricos para la exposición del hombre a la vibración mecánica. Parte de los problemas provienen del hecho de que a menudo es muy difícil evitar la vibración. Obviamente, cuanto mayor es la dificultad para controlar la vibración y más hay que arriesgar en tiempo, dinero y realización, más difícil es poner límites aceptables. Para evitar frustraciones completas, sin embargo, el autor está obligado a suministrar algunos valores tentativos y esperar entonces que los trabajos futuros o bien los justifiquen o suministren una razón para modificarlos. De momento, la única posibilidad parece ser el uso de algo como la figura 1104 o un equivalente. 13 Esto exige una comprensión clara de las limitaciones. Los datos se refieren a datos subjetivos producidos en hombres adultos, de pie o sentados sobre plataformas o sillas que vibran vertical u horizontalmente. Los tiempos de exposición son del orden de un cuarto de hora. Se puede esperar que los sujetos tolerarán más vibración en tiempos más cortos y menos en tiempos más largos de exposición. No existe una definición clara de tolerancia. No existen especificaciones de la motivación de los sujetos o del tipo o complejidad de las tareas que se pueden realizar mientras se está expuesto a la vibración. Los datos son aplicados a formas de ondas simples a frecuencias singulares en un rango limitado.
CARACTERI5TICA5 MECANICA5 DEL CUERPO Estructura anatómica
El cuerpo humano es requerido para realizar una multitud de funciones complejas interrelacionadas; así que no es sorprendente que sea también una estructura mecánicamente intrincada. Tiene componentes sólidos suaves y duros, con reservas de líquido y gas. Estructuralmente, consiste en un esqueleto de huesos duros, cuyas piezas están todas enlazadas y cuyos movimientos se controlan por grupos musculares. Los órganos viscerales suaves están soportados en su interior. 347
En la figura 11.5 se muestra un croquis del esqueleto. La columna vertebral ligeramente arqueada forma el elemento estructural central. Consiste en un cierto número de vértebras individuales que son elementos aproximadamnte cilíndricos que soportan el peso y que están separadas por almohadillas fibrocartilaginosas. El cráneo se sitúa en el extremo superior de esta columna y cerca del extremo inferior se fusionan diversas vértebras para formar el sacro, que se aloja estrechamente en los huesos de la pelvis para formar la cintura pelviana. En la parte inferior de cada lado de esta cintura existe un
FIG.
348
11.5.
Diagrama esquemático del esqueleto.
agujero aproximadamente hemisférico dentro del cual se acopla la cabeza del fémur. Debajo del fémur están la tibia y el peroné, que a su vez descansan sobre el tobillo y los complejos huesos del pie. Las uniones intervertebrales están separadas por almohadillas fibrocartilaginosas, los discos intervertebrales. Las uniones de la cadera, la rodilla y el tobillo tienen lechos cartilaginosos sobre sus superficies articulares. El pie tiene una almohadilla de tejido conjuntivo resistente en la parte inferior y un complejo hueso que actúa para distribuir las cargas aplicadas. En posición sentado, las nalgas suministran una almohadilla gruesa para el aislamiento. Todas estas uniones se mantienen juntas primariamente por los ligamentos, que son flexibles y correosos, pero relativamente inextensibles. Estos ligamentos forman un enlazamiento más o menos en zigzag que permite el movimiento. La junta sacroilíaca se mantiene estrechamente unida y casi inamovible. La caja torácica y la zona de los hombros están soportadas de una forma relativamente vaga, dependiendo, de una forma considerable, de los músculos tanto como de los ligamentos para su soporte. En la posición de pie ideal, una línea vertical trazada a través del centro de gravedad pasa a través de la vértebra sacra superior y lumbar inferior ligeramente por detrás del hueco de la junta de la cadera, un poco enfrente de la junta de la rodilla y de las juntas del tobillo. Hacia arriba, la línea pasa enfrente de la curva torácica de las vértebras y finalmente a través del soporte de la base del cráneo. Los golpes verticales pueden ser recibidos por compresión de la almohadilla de las juntas, siendo los cartílagos relativamente suaves. En la pelvis existe a menudo un ligero momento hacia adelante, especialmente en los adultos más viejos. La acción de los golpes sobre la columna vertebral puede ser tanto un doblamiento o estiramiento como una compresión de las almohadillas intervertebrales. Aunque el cuerpo tiene simetría lateral, no se encuentran fuerzas laterales o momentos de giro si el cuerpo permanece en postura asimétrica. La musculatura del cuerpo, soportada desde el esqueleto por los tendones y entrelazada con una red de fibras de tejido conjuntivo, forma una estructura sustentante secundaria para el esqueleto y sus uniones. La grasa y la piel también contienen cantidades de tejidos conjuntivos sustentantes. En compresión, los tejidos suaves se asemejan al agua en sus propiedades mecánicas, pero a cortadura se aproximan a un gel rígido no lineal con pérdidas internas; aSÍ, pues~ suministran un considerable amortiguamiento para el movimiento vibratorio. En el interior de la caja torácica y la cavidad abdominal están los órganos viscerales (Fig. 11.6). Son elementos de tejidos suaves, encapsulados separadamente para deslizarse separadamente los unos sobre los otros, y están soportados, individualmente, por membranas y ligamentos suspensorios, y colectivamente, por el hueso, los músculos y los tejidos conjuntivos que los rodean. Sus pesos van desde unos gramos a varios kilogramos y la mayoría de las membranas sustentantes son fácilmente extensibles. Los riñones están embebidos en tejidos grasientos encerrados en una funda de tejido conjuntivo que los mantiene en una depresión en la parte posterior de la cavidad abdominal. El estómago está soportado por el esófago y por el diafragma, que es una gran lámina de músculos que separan la cavidad torácica
349
FIG. 11.6.
Diagrama de la distribución de las vísceras.
de la cavidad abdominal. Los pulmones, rellenos con minúsculos sacos de aire, se mantienen en su sitio contra la pared torácica por una combinación de soportes que incluyen unas diferencias de presión. El diafragma suministra también un considerable soporte para las vísceras. El cerebro y el cordón espinal tienen protección especial. El primero está rodeado por un líquido contenido la mayoría en el espacio subaranoide esponjoso en el interior de una caja de huesos, el cráneo. El cordón espinal corre
350
longitudinalmente a través de agujeros en las vértebras alineadas con ligamentos pesados para formar un tubo y está también bañado en líquido. Los líquidos del cuerpo son: 1) la sangre (5 o 6 litros) que se encuentra en el corazón, las arterias y las venas y vasos capilares; 2) el fluido celuloespinal (100 a 150 cc) que rodea el cerebro y el cordón espinal y está también contenido en el interior del cerebro en las cavidades ventriculares; 3) el fluido intersticial encontrado por todo el cuerpo bañando todas las células y los tejidos, pero no en grandes cantidades, y 4) los líquidos contenidos irregularmente en el estómago, los intestinos y la vejiga. Los gases se presentan en la cavidad oronasal, la tráquea, los pulmones y, a menudo, en el estómago y los intestinos. Los últimos órganos contienen cantidades variables de materia sólida de cuando en cuando.
Propiedades mecánicas de las células y los tejidos. Las células son las unidades constituyentes de todos los organismos vivos. Las células animales (incluyendo las humanas) varían de tamaño, desde 0,0002 a 0,02 cm. Pueden ser de forma esférica, irregular, columnarias o planas, con una estructura interna compleja. Contienen 60 a 80 por 100 de agua mezclada con sales,
FIG. 11.7. Sección de un hueso (cabeza del fémur) mostrando los tipos de estructura ósea y disposición de las trabéculas para una resistencia óptima a la tensión a lo largo de la dirección de la carga.
carbohidratos y proteínas. Tienen un núcleo a base de nucleoproteínas; contienen enzimas, proteínas y sales. El resto del interior de la célula es una solución acuosa más que viscosa, pero a veces es un gel. Algunas células tienen largos y delgados filamentos que salen de ellas. Los tejidos suaves consisten en células densamente empaquetadas que se mantienen juntas por fibras entrelazantes de tejido conjuntivo y por uniones
351
intercelulares. La sangre es un líquido que contiene casi el 50 por 100 en volumen de células rojas con forma de disco de alrededor de 0,0008 cm de diámetro junto con, relativamente, pocas células blancas con formas irregulares, que son generalmente un poco mayores. Los huesos contienen muchas células, pero están embebidas en una matriz de sales de calcio que le dan su calidad de rigidez. La estructura del hueso es bastante compleja (Fig. 11.7). Existe una capa exterior de hueso compacto duro bajo la cual hay un hueso más blando, de apariencia esponjosa, colocada de tal manera que produzca un máximo de resistencia a las tensiones que se encuentran normalmente. La médula de algunos huesos contiene tejidos formados de sangre. En la tabla 11.1 se dan algunos valores representativos de las propiedades físicas, que pueden variar considerablemente. Han sido hechas pocas de estas mediciones. Los tejidos suaves exhiben una amplia variedad de estructuras. Los músculos estriados (voluntarios) consisten en haces paralelos de células largas y delgadas que pueden estar en un estado contraído o relajado. El control de las contracciones se suministra a través de las fibras nerviosas que operan sobre Tabla 11.1.
Propiedades físicas del hueso humano
Muestras separadas de un hueso duro
Fémur
Tibia
Fuente
Gravedad específica .,. ... . .. . Módulo de Young, kg/cm2 Compresibilidad a partir de los datos de velocidad del sonido ... Impedancia acústica . Fuerza a compresión, kg/cm2 •.• • .. Fuerza a tensión, kg/cm 2 ••• • •• Fuerza a torsión, kg/cm2 ... ••• •.. • •• • •.
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1,98 0,196 X 106
14
5 X 10-6 por atm 6 X lOs unidades cgs, aprox.
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1757
1546 31,6
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14
14
las fibras musculares en pequeños grupos. Así, un músculo entero puede exhibir diversos grados de contracción, incluso aunque las fibras individuales tengan solamente dos estados posibles. De aquí que la elasticidad del músculo pueda variar ampliamente sobre un rango considerable. Los músculos lisos (involuntarios) se presentan principalmente en las paredes de los órganos huecos, tales como el estómago, los intestinos, los vasos sanguíneos u otros órganos especializados. El corazón consiste en un tipo especializado de fibra muscular. Los tejidos nerviosos pueden ser primariamente células (materia grasa) o fibras (materia blanca). Las últimas tienen una cantidad apreciable de grasa contenida en sus fundas. La densidad de la mayoría de los tejidos suaves está entre 1 y 1,2, teniendo los tejidos grasos valores algo menores de 1. El tejido pulmonar es todavía más ligero a causa del contenido de aire. En la tabla 11.2 se relacionan unas pocas constantes elásticas para los tejidos suaves. La curva de la figura 11.8 es un ejemplo típico de la relación tesión-esfuerzo 352
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FIG. 11.8. Curva tensión-longitud de la aorta de un perro normal. (Según Pate y Sawyer.I 8) Las líneas horizontales son una desviación estándar a cada lado de la media.
50
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ELONGACION EN %
encontrada para los tejidos suaves. En la tabla 11.3 se dan algunos valores estimados de las propiedades mecánicas de los tejidos musculares suaves. Características dinámicas del cuerpo
Tratándose de una estructura tan complicada como el cuerpo humano, es muy útil tener modelos o analogías mecánicas que sean lo suficientemente simples para permitir una visualización sencilla de las principales propiedades. Sería agradable tener parámetros agrupados, pasivos y lineales. A causa de la complejidad del cuerpo es necesario tener casi tantos modelos como experiencias se quieran realizar o situaciones se deseen explorar. Las suposiciones de linealidad y pasividad son justificables únicamente a las amplitudes más bajas; el uso de parámetros sencillos es apropiado sólo a bajas frecuencias. La exposición de los seres humanos a las vibraciones de baja frecuencia se produce principalmente por contacto directo con sólidos vibrantes que se comTabla 11.2.
Módulos de Y oung para tejidos suaves a presiones pequeñas
Tejidos
Kg/cm2
Fuente
Músculo desnudo (rana) relajado ... ... ... ... Músculo desnudo (rana) contraído ... ... ... Fascia lata (muslo) (hombre) ... ... '" .. , ... Tabique aórtico (perro) (longitudinal) ... ...
0,07-0,14 0,35-0,49 2109 0,35-0,70
16 16 17 18
353 23
Tabla 11.3. Propiedades acústicas de los tejidos suaves Propiedad Velocidad del sonido Compresibilidad ... ... . .. Módulo cortadura . Viscosidad cortadura .
Valor
Fuente
1500-1600 m/seg 4 X 10- 5 por atm 0,028 kg/cm 2 150 poises
19 19 20 20
portan lo suficientemente fuerte como para producir movimientos forzados del cuerpo. La maquinaria pesada y los vehículos, incluyendo tractores y aviación, son fuentes corrientes de tales vibraciones. Las herramientas manuales tales como martillos neumáticos y perforadoras producen fuerzas lo bastante grandes para golpear las manos, brazos e incluso el cuerpo de los operadores. Así tienen especial importancia los efectos de las superficies sólidas que vibran sobre las manos, los brazos, los pies o sobre el cuerpo entero en las posiciones de pie, sentado, prono o supino. A muy bajas frecuencias, el cuerpo se puede considerar como un sistema que tiene una estructura interna de elementos rígidos estrechamente acoplados, llamados los huesos. El acoplamiento es a través de las almohadillas del tejido conjuntivo y los cartílagos, reforzados por los ligamentos y los músculos. Los tejidos suaves sirven como, una derivación para la transmisión de la vibración y también como un medio de amortiguamiento. Se pueden esperar resonancias bastante bien amortiguadas donde existan masas de tejidos, todas unidas, que estén sostenidas todas de una forma semejante a un resorte. Un circuito mecánico simple valedero para un hombre de pie que soporte vibraciones verticales se muestra en la figura 11.9. La impedancia mecánica de un hombre de pie sobre una plataforma que
FIG. 11.9. Analogía mecánica simplificada para un hombre de pie sobre una plataforma que vibra verticalmente. mo es la masa del esqueleto y las partes rígidamente unidas a él. k o son la rigidez y resistencia de las estructuras de la planta del pie. Los otros valores, m, k y r, representan masas unidas con muelle y amortiguador a la estructura corporal, esto es, a la cabeza y el cuello, el brazo y el hombro, las vísceras abdominales, los glúteos y los músculos del muslo, etc.
354
vibra verticalmente se ha medido en el rango que va desde 0,5 a 100 eps (figura 11.10).21 La curva frecuencia-fase muestra que el cuerpo se comporta como una masa unitaria por debajo de los 3 cps. Existe también una inversi6n de fase que corresponde a un máximo de la amplitud de la impedancia e indica una resonancia. Este punto de resonancia es fácilmente observado sobre una máquina vibratoria y se puede relacionar al fen6meno de una inversión de la fase del movimiento de la cabeza con respecto al torso. Esto sugiere que posiblemente la cabeza y el cuello (o al menos la columna vertebral superior) actúa como una combinación masa-muelle. Se ha investigado también que la respuesta transitoria del cuerpo al impacto repentino producido durante los experimentos aéreos de eyecci6n del asiento del piloto muestran una oscilaci6n libre de la columna vertebral cerca de los 14 cps. El gráfico también muestra una segunda inversi6n de fase cerca de los 40 cps, pero no corresponde un pico en la curva de amplitud. En cualquier caso las masas y muelles efectivas aparentes debe esperarse que cambien de una parte del rango de frecuencias a otra. Estos datos están basados en, relativamente, pocas mediciones; y aunque las características generales son probablemente uniformes, los valores numéricos se puede probar que son bastante variables de un sujeto a otro. Se debe enfatizar también que los cambios en el modo de excitaci6n o en las posturas del cuerpo no necesitan necesariamente ser grandes para producir resultados apreciablemente diferentes. En el caso de un hombre sentado sobre una plataforma que vibra verticalmente, las características de impedancia no parecen ser muy diferentes de las de un hombre de pie, pero el primer cambio de fase ocurre a una frecuencia ligeramente más alta. 21 Se ha estudiado el comportamiento del t6rax aplicando presiones de aire oscilantes a la boca y midiendo el movimiento de las paredes abdominales y del t6rax y aplicando presiones alternativas al exterior de un cuerpo colocado en un respirador modificado Drinker y anotando las respuestas en la
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FIG. 11.10. Impedancia mecánica de un hombre de pie para la vibración vertical. (Según von Békésy.21)
355
boca. 22 Los datos indican, de momento, que existen respuestas resonantes. Para la excitación en la boca, las paredes del tórax y del abdomen se mueven en fase a 1 a 2 cps, con un retardo que se incrementa gradualmente de las áreas bajas conforme se incrementa la frecuencia. Cerca de los 4 cps, el movimiento del cuerpo entero, medido con un balistocardiógrafo, es máximo. La presión y el flujo están casi en fase cerca de los 6 cps. De 5 a 8 cps, la pared abdominal muestra respuesta máxima. En el rango de 7 a 11 cps, la velocidad de la pared torácica anterior está en fase con la presión del aire en la boca. La impedancia mecánica del área de la pared del tórax se ha determinado a partir de su respuesta a un pistón en vibración, aplicado a la superficie anterior. 23 •24 Parece ser cero la reactancia mecánica cerca de los 600 cps. Es dudoso que esta figura tenga alguna relación con las características internas de la cavidad del tórax. Posiblemente la curvatura de las costillas y los tejidos superficiales movidos de esta forma son los principales factores contribuyentes. Los valores de la resistencia obtenidos fueron del orden de 104 dinas-segundo por centímetro. 100.
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
FIG. ll.ll. Transmisión de vibración vertical a través del cuerpo de un hombre de pie, desde la plataforma a la cabeza. Pruebas en diez sujetos. (Según Coermann.7)
Como en la transmisión de vibraciones de baja frecuencia por el cuerpo, el movimiento de la cabeza de un hombre de pie sobre una plataforma que vibra verticalmente se ha comparado con el de la misma plataforma en el rango de frecuencias de 20 a 140 cps (Fig. 11.11).7 Las medidas a frecuencias más bajas muestran una resonancia en el rango de los 8 a 12 CpS.21.25 El pico probablemente corresponde al que se obtiene de las medidas de impedancia. La efectividad del tejido del cuerpo como un medio de amortiguamiento es evidentemente considerable. Esto se indicó también en los estudios sobre el uso de herramientas manuales vibrantes.26 Con una máqulina que opera a 40 y 50 cps, se encontró que había una reducción en la amplitud de la vibración 356
de 1/3 a 2/3 entre la superficie de la herramienta en contacto con la palma, donde la amplitud fue cerca de 0,5 mm, y el reverso de la mano. Entre la mano y el codo tuvo lugar una pérdida adicional y no se detectó ninguna vibración en el hombro. Las medidas incluían observaciones sobre la transmisión de los armónicos de la velocidad de funcionamiento por encima de los 5000 cps, pero no fueron suficientemente precisas para detectar alguna tendencia especial con la variación de la frecuencia. Otro tipo de estudio sobre las propiedades mecánicas, a bajas frecuencias, del cuerpo se relacionan con el balistocardiógrafo. Esta es una máquina que registra los desplazamientos mecánicos del cuerpo como reacción a los latidos del corazón. Es de interés considerable para los médicos fisiólogos como un indicador del comportamiento mecánico del corazón y su expusión de sangre a la aorta. Con cada impulso cardíaco, el corazón se contrae, cambia de posición ligeramente y obliga a la sangre a introducirse en la aorta, que efectúa un giro de 1800 sobre el corazón para llevar la sangre arterial al dorso. Simultáneamente, la sangre es bombeada a través de la arteria pulmonar a los pulmones para la reoxigenación. El impulso mecánico cardíaco viaja por la estructura corporal hacia el exterior. Si el sujeto está tendido sobre una plataforma suspendida, su movimiento refleja el latido de su corazón. Sin embargo, existe una distorsión considerable del impulso entre el corazón y la superficie externa del cuerpo. La exposición de los individuos tumbados a vibraciones horizontales de baja frecuencia con la cabeza, brazos y piernas, sin entrar en contacto con la plataforma, ha llevado a la observación de que la masa corporal resuena a los tres cps, correspondiendo a una elasticidad a cortadura de la piel de la espalda de 25 kgjm para un hombre de 70 kg Y un «Q» mecánico alrededor de 3. 27 En suma, el diafragma, el hígado y otras vísceras abdominales juegan algún papel en la transmisión. Los registros del balistocardiógrafo son, en efecto, respuestas transitorias del sistema corporal al impulso interno. De aquí se deduce que los impulsos cardíacos no pueden ser vistos hasta que se conozcan los efectos de la red de transmisión. Usando una red equivalente, basada en una estimación del cuerpo y los órganos característicos, se puede obtener lo que sería un impulso cardfaco puro, que es casi una semionda sinusoidal. Los datos precedentes se refieren principalmente a la parte del rango de frecuencias más bajo. Conforme se incrementan las frecuencias, los modelos paramétricos aproximados se hacen menos satisfactorios y es preferible tratar el cuerpo como un medio continuo complejo para la propagación de la onda. Es evidentemente más conveniente en relación con la exposición del cuerpo al sonido aéreo. Medidas de impedancia mecánica se han hecho usando un pistón vibrante o un tubo de aire resonante aplicado a la superficie del cuerpo. Esto se ha hecho para diversas regiones, sobre un rango de frecuencias más amplio y con diversos pistones o diámetros de tubos. 20 La figura 11.12 muestra algunas resistencias y reactancias de la superficie del muslo; la figura 11.13 muestra datos similares para la superficie del estómago; la figura 11.14 da valores para la parte superior del brazo. La consistencia de los datos es bastante buena, considerando las dificultades de tales medidas. 357
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
11.12. Impedancia mecánica de la superficie del muslo. Nótese el efecto del área del pistón de arrastre. (Según von Gierke y otros.20)
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EN CICLOS POR SEGUNDO
FIG. H.B. Impedancia mecánica de la superficie del estómago para un área excitada de 2 cm2• (Según Franke. 24 )
Los coeficientes de absorción para las superficies de los tejidos suaves del cuerpo se pueden calcular fácilmente a p~rtir de las impedancias, pero tales cálculos dan solamente la fracción de energía absorbida cuando el área inducida es como se especifica. La absorción por unidad de área decrece marcadamente conforme aumenta el área inducida, y las indicaciones son que sólo un poco por ciento de la energía sonora incidente se absorbe en el cuerpo cuando
358
está expuesto entero al campo de frecuencias a bajas frecuencias, disminuyendo la absorci6n conforme se incrementa la frecuencia. Debe ser tenido en cuenta que estos valores se refieren a superficies del cuerpo descubierta. La presencia de los vestidos debe incrementar la energía absorbida. No debe olvidarse esto al evaluar los efectos de la exposici6n a sonidos muy intensos.
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FIG. 11.14. Impedancia mecánica de superficie de la parte superior del brazo para varias áreas excitadas y diversos métodos de medida. (Según von Gierke y otros,zO)
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El problema de la interpretación de estos datos de impedancia han tenido bastante éxito. Se han realizado cálculos de la impedancia mecánica de una esfera rígida oscilante embebida en un medio viscoelástico isotr6pico homogéneo. 2B Los resultados son aplicables a la excitación superficial del tipo deslOS , . - - - - ¡ - - - - , - - - - ¡ - - - - r - - - - - , I
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F~ECUENCIA EN CICLOS POR SEG.
FIG. 11.15. Impedancia ofrecida a una esfera vibrante de 1 cm de diámetro por un medio viscoelástico, con una elasticidad volumétrica de 2,6 X 1010 di· nasfcm2, una viscosidad volumétrica igual a O, una elasticidad cortadura de 2,4 X 104 dinasfcm2 y una viscosidad cortadura = 150 dinas-segfcm 2• Los valores marcados son medidas experimentales en la superficie del cuerpo. (Según Oestreicher. 28 )
crito sobre las bases de observaciones emplrlCaS en que la impedancia superficial de un pistón de área dada es la mitad de la de una esfera completamente embebida del mismo diámetro. 20 La coincidencia es bastante buena con res-
359
pecto a los valores y a las características de frecuencia sobre el rango de 20 a 20000 cps (Fig. 11.15). Los valores mejor ajustados de los parámetros de la piel coinciden bastante bien con las estimaciones basadas en otros métodos. La viscosidad y elasticidad a cortadura de los tejidos suaves dados en la tabla 11.3 se obtuvieron de esta manera. Como un recordatorio de la no linealidad y variabilidad de los tejidos vivos. se muestra en la figura 11.16 el efecto de la presión del elemento excitan-
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FIG. 11.16.
Efecto de la distorsión debido a la sobrecarga de la superficie del cuerpo sobre los valores de la impedancia medida en dos sujetos experimentales A y B. (Según Franke. 24 )
te (varilla o tubo) contra la piel, sobre las componentes de impedancia de dos sujetos diferentes. La forma general de las curvas es característica del músculo, tejido conjuntivo y muchos otros tipos de tejido. La impedancia de la cabeza en un campo sonoro es de importancia considerable en problemas de conducción ósea. De las observaciones de la vibración de la cabeza producida por un pequeño receptor se ha encontrado que las resonancias del cerebro tienen lugar entre los 500 y los 1000 cps, aunque las medidas de impedancia de sujetos intactos muestran primariamente los efectos de los tejidos suaves descansando sobre el hueso. La impedancia del mastoide humano, desde 100 a 1800 cps, se muestra en la figura 11.17. Los valores calculados para parámetros mecánicos equivalentes son de alrededor de una reactancia de 10-8 y una resistencia de alrededor de 104 unidades cgs, de acuerdo con los dibujos de otros autores.29.31.32 Sin embargo, la piel sobre el mastoide puede contribuir a la existencia de una serie de resonancias en el rango de frecuencias, desde 1200 a 4000 CpS.33 Los efectos no lineales que en este caso se refieren al uso de receptores de conducción ósea, son significativos aquí también (Fig. 11.18). Se presentan resonancias en las cavidades sinusoides y oronasales de la cabeza en el rango de los 1000 a los 1500 CpS.34 Las sanciones son inconfun360
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDOS
FIG. 11.17. Impedancia mecánica de la superficie mastoidea humana de varios sujetos. (Según Franke.3 1)
dibles y no particularmente agradables, pero parece que son significativas sólo a niveles sonoros de 150 db o más. En el rango de los ultrasonidos, casi no se han hecho estudios físicos 2XI0 4 , - - - - - - , - - - , - - - - , - - - . . i~ (,)
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sobre los tejidos vivos por debajo de varios cientos de kilociclos por segundo. Recientes desarrollos en el uso de ultrasonidos de alta frecuencia para diagnosis y terapia, han estimulado, sin embargo, a trabajar hacia la investigación de las propiedades físicas de los tejidos a frecuencias más altas. Aquí la longitud de onda del sonido es bastante pequeña, alrededor de 1,5 mm a un megaciclo. En este rango de frecuencias, la acústica geométrica es una aproxi361
mación mejor y la absorción de los tejidos es apreciable. Sin embargo, los cambios de medio, tejido suave, hueso y aire son importantes, ya que se crean ahí ondas estacionarias localizadas. Este rango de frecuencias es de poco interés en control de ruido, pero algunos de los estudios contribuyen a informar sobre las propiedades físicas generales de los tejidos. La velocidad del sonido y las medidas de impedancia acústica muestran que los tejidos suaves difieren relativamente poco del agua. Las medidas de absorción indican que en este rango de frecuencias los valores de la absorción aumentan lineal~ mente con la frecuencia. Este comportamiento es de interés teórico conside~ rabIe en relación con la estructura fundamental de los tejidos y se encuentra también en algunos polímetros altos, pero no se ha obtenido aún una expli~ cación satisfactoria. A frecuencias por encima de los 10 megaciclos por segundo, las pérdidas internas en los tejidos empiezan a ser muy altas. Las longitudes de onda se aproximan a las dimensiones celulares y la dispersión interna puede ser muy importante.
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362
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363
Capítulo 12 PRINCIPIOS DE CONTROL DE LA VIBRACION CHARLES
E.
CREDE
Barry Controls lnc.
DEFINICIONES
La siguiente lista de definiciones da el significado de los términos más frecuentemente usados, en éste y en los siguientes capítulos, en el control y medida de la vibración:
Vibración. Una partícula experimenta vibraciones mecánicas si tiene un cierto número de cambios de sentido de su velocidad con respecto a un sistema de referencia aplicable. Movimiento armónico simple. El movimiento armónico simple es la proyección sobre un diámetro de un punto P que se mueve sobre una circunferencia con velocidad angular uniforme. Frecuencia. La frecuencia de un movimiento es el número de veces que el movimiento se repite por unidad de tiempo. Período. Al tiempo requerido para que el movimiento complete un ciclo se le llama período; es el recíproco de la frecuencia. Desplazamiento. Con referencia a la anterior definición de movimiento armónico simple, el desplazamiento es el valor instantáneo de la distancia desde el centro del círculo a la posición proyectada del punto P sobre el diámetro. Velocidad. En el movimiento armónico simple, la velocidad es el valor instantáneo de la velocidad del punto P a lo largo del diámetro. Esto es, la derivada del desplazamiento con respecto al tiempo. Aceleración. En el movimiento armónico simple, la aceleración es el valor instantáneo de la aceleración del punto P a lo largo del diámetro. Esto es, la derivada de la velocidad con respecto al tiempo, o la derivada segunda del desplazamiento con respecto al tiempo. Amplitud. El valor máximo del ración en el movimiento armónico referencia a la definición anterior de de desplazamiento es el radio del
desplazamiento, la velocidad o la acelesimple se designa como amplitud. Con movimiento armónico simple, la amplitud círculo, la amplitud de velocidad es la
365
velocidad tangencial del punto P sobre el círculo y la amplitud de aceleración es la aceleración centrípeta asociada al movimiento del punto P sobre la circunferencia..
Excursión. En la definición de movimiento armónico simple se designa a veces excursión al diámetro de la circunferencia. Es dos veces la amplitud de desplazamiento y se le denomina a veces la amplitud de desplazamiento doble, o pico a pico para distinguirla de la amplitud de desplazamiento. Vibración libre. Vibración libre es el movimiento vibratorio que ocurre cuando un sistema elástico es desplazado de su posición de equilibrio y es abandonado. Vibración forzada. Cuando la vibración resulta de la aplicación de una fuerza externa periódica, se le llama vibración forzada. Vibración transitoria. Se llama vibración transitoria a cualquier vibración en un sistema vibrante que tiene lugar durante el tiempo requerido para que el sistema se adapte por sí mismo desde unas condiciones de las fuerzas a otras distintas. Vibración permanente. Después de que sobre un sistema ha actuado un definido tipo de fuerzas durante. un tiempo suficiente, éste se comportará según un ciclo definido. Se le llama vibración permanente. Frecuencia natural.
Es la frecuencia de la vibración libre.
Frecuencia forzada. Es la frecuencia asociada con un movimiento o una fuerza que varía armónicamente sobre un sistema. Resonancia. Cuando sobre un sistema actúa una fuerza externa de tipo armónico, cuya frecuencia iguala la frecuencia natural del sistema, la amplitud crece y se dice que el sistema está en un estado de resonancia. Amortiguación. Se conoce como tal a cualquier influencia que extrae energía de un sistema vibrante. Angulo de fase. Si se representa el movimiento armónico simple por la rotación de un vector que pasa por el punto P, el ángulo de fase de dos movimientos es el ángulo, menor que 180°, entre dos vectores rotando a la misma frecuencia angular. Transmisibilidad. Transmisibilidad se define como la relación entre el desplazamiento o amplitud de fuerza resultante y el desplazamiento o amplitud de fuerza aplicada. Deflexión estática. La deflexión del muelle o un sistema elástico, resultante del peso muerto de la carga soportada.
366
LISTA DE SIMBOLOS a = radio b = coeficiente de amortiguación bc = coeficiente de amortiguamiento crítico d = def1exión estática f = frecuencia, cps fn = frecuencia natural no amortiguada, cps fn = frecuencia natural no amortiguada en un modo acoplado, cps F = fuerza F f = fuerza de rozamiento de Coulomb F r = fuerza resultante g = aceleración de la gravedad G = módulo de elasticidad a cortadura h = altura 1 = momento de inercia 1 = impulso K = rigidez lineal K r = rigidez de rotación l = longitud m = masa mu = masa desequilibrada mc = masa de la biela m p = masa del pistón n = número de arrollamientos, soportes, etc. t = espesor, tiempo T = transmisibilidad w = anchura
W = peso x = desplazamiento lineal y = desplazamiento lineal y = módulo de elasticidad a tensión (módulo de Young) y = relación de amortiguación = b/b c 8 = distancia ~ = decremento logarítmico, sin dimensiones ~d = decremento, db/seg € = excentricidad 'YJ = relación de la amortiguación horizontal a la vertical A = relación de altura a anchura g = factor de corrección, como se define en el texto p = radio de giro T = tensión de cortadura cf> = desplazamiento angular w = frecuencia de la fuerza, radianes por segundo El subínce O indica amplitud; esto es, valor máximo de un parámetro variable Los subíndices x, y, z indican asociación con el eje coordenado de la misma designación Un acento simple indica la derivada primera con respecto al tiempo Un acento doble indica la derivada segunda con respecto al tiempo
VIBRACIONES PERMANENTES V TRANSITORIAS
En vibraciones permanentes, el desplazamiento es la distancia desde el centro O a la proyección del punto P sobre el diámetro aa, como se muestra en la figura 12.1a. La representación del desplazamiento en función del tiempo se obtiene llevando esta proyección a la ordenada de un gráfico, estando la coordenada tiempo en abscisas, y se define por la ecuación siguiente: x
= Xo sen wt = Xo sen 2'1Tft
(12.1)
donde Xo es la amplitud del desplazamiento. La velocidad angular w del punto P se expresa en radianes por segundo, donde w = 21Tf y f es la frecuencia en ciclos por segundo.
367
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-·_·~t I
(e)
FIG. 12.1. Ejemplos típicos de vibraciones permanentes y transitorias: (a) Vibración permanente con una frecuencia simple; (b) vibración transitoria amortiguada a una frecuencia simple, y (e) vibración transitoria no periódica irregular.
Las expresiones para la velocidad x y la aceleración x se obtienen derivando por primera y segunda vez la ecuación (12.1) con respecto al tiempo, deduciéndose las siguientes expresiones para las amplitudes de velocidad y aceleración: xo=2'1TXof
(12.2)
En la práctica, Xo está medido en centímetros, Xo en centímetros por segundo y Xo en centímetros por segundo por segundo. Este último se le divide normalmente por la aceleración de la gravedad en idénticas unidades y, por tanto, se expresa adimensionalmente. Las relaciones entre estas amplitudes y la frecuencia en el movimiento armónico permanente se muestra gráficamente en la figura 12.2. . Si la amplitud del desplazamiento no sigue un comportamiento repetitivo a lo largo de intervalos consecutivos de tiempo, el movimiento es transitorio. Se puede describir por medio de un punto que se mueve a lo largo de un contorno no circular. Por ejemplo, existen con frecuencia movimientos con un decrecimiento continuo de la amplitud del desplazamiento, que se pueden definir mediante un punto que se mueve a lo largo de una espiral convergente, como se ilustra en la figura 12.1h. La forma del decrecimiento es función del tipo de amortiguamiento y se trata en detalle en este capítulo en el apartado que habla de vibraciones libres de sistemas de un solo grado de libertad. En muchos casos, tal vibración se puede describir mediante parámetros numéricos, como la amplitud, la frecuencia y la forma del decrecimiento. En muchos problemas de ingeniería, las vibraciones transitorias im368
10 FRECUENCIA
lOO
1,000
(f >. C.P. s. FIG. 12.2. Diagrama para el movimiento armónico, mostrando la relación entre la frecuencia y las amplitudes de desplazamiento, velocidad y aceleración. (Crede.I)
plican comportamientos no regulares, como se ilustra en la figura 12.1c. Cuando esto ocurre, no es posible describir la vibración mediante parámetros numéricos, y es necesario plasmar gráficamente el desplazamiento, la velocidad o la aceleración en función del tiempo.
SISTEMA DE UN GRADO DE LIBERTAD Vibración libre
La vibración se ongma generalmente al aplicar a un sistema elástico una fuerza fluctuante o un par. En la discusión siguiente, el sistema elástico se representa esquemáticamente por el sistema amortiguado de un simple grado de libertad, ilustrado en la figura 12.3. Este sistema consiste en un cuerpo
369 24
rígido, obligado por dos guías sin rozamiento, a moverse sólo en dirección vertical, un muelle sin masa (véase el apartado sobre Ondas permanentes, en el Cap. 13, para conocer los efectos en la onda cuando se considera la masa del muelle) y un amortiguador sin masa, cuyas propiedades se discutirán en detalle más tarde. Este sistema se conoce como sistema de un solo grado de libertad, porque su situación puede ser definida en cualquier instante por una única coordenada, la altura del cuerpo con respecto a cualquier plano de
CUERPO RIGIDO
I.J;,
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GUÁDOR FIG. 12.3. Sistema de un solo grado de libertad, amortiguado viscosamente.
....-V/SCOSO
7777/7/7'}';~Y/7Zi~77//7-f s
referencia. Es conveniente para la resolución matemática suponer que el amortiguamiento es viscoso; es decir, la fuerza aplicada por el amortiguador al cuerpo es directamente proporcional a la velocidad de cuerpo con respecto a su soporte y está desfasada 1800 con ella.
Frecuencia natural. En general, un sistema tiene una frecuencia natural por cada grado de libertad; el sistema de un solo grado de libertad, representado en la figura 12.3, tiene, por tanto, una frecuencia natural. La frecuencia natural puede definirse como el número de oscilaciones verticales que el sistema realizará en la unidad de tiempo cuando se le desplaza de su equilibrio y se le permite vibrar libremente. La expresión para la frecuencia natural del sistema de la figura 12.3 expresada en ciclos por segundo, es:
donde K es la rigidez del muelle en kilogramos por centímetro, W = mg es el peso del cuerpo en kilogramos, g es la aceleración de la. gravedad en centímetros por segundo al cuadrado, b es el coeficiente de amortiguación a kilogramos por centímetro por segundo y b c =2(KW/g)1/2 es el valor de b para el cual el amortiguamiento es crítico. Un sistema con amortiguamiento crítico
30 I 0.02
25 iI
FRECUENCIA NATURAL EN CPS 15 10 9 8 7 6 5
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0.1 0.2 0.5 1.0 DESVIACION ESTATlCA EN CM
2.0
5
12.4. Relación entre la frecuencia natural y desviación estática para un sistema lineal de un solo grado de libertad.
FIG.
370
vuelve al equilibrio sin oscilación cuando se le desplaza; es decir, no tiene frecuencia natural, como puede verse sustituyendo b = be en la expresión anterior. Excepto en circunstancias especiales, el amortiguamiento es relativamente pequeño y su influencia sobre la frecuencia natural puede ser despreciada. Haciendo el coeficiente de amortiguamiento b igual a cero, el sistema se transforma en un sistema de un solo grado de libertad no amortiguado, cuya frecuencia natural viene dada por las siguientes expresiones:
tn=
¡Kg '\ ¡1 VW=4,98 Vd
1 '\
2-rr·
(12.3)
cps
donde d es la desviación estática del muelle, en centímetros, bajo el peso del cuerpo. La relación entre la frecuencia y la desviación estática dada por la ecuación (12.3), se muestra gráficamente en la figura 12.4. Esta relación es válida sólo si el muelle K es lineal y sus rigideces estáticas y dinámicas son iguales. El efecto de un muelle no lineal se discute en el apartado que trata sobre
FIG. 12.5. Típico sistema de un solo grado de libertad, que puede girar alrededor de un eje perpendicular al papel.
(a)
(b)
vibración libre de un sistema de un solo grado de libertad; las diferencias entre las rigideces estáticas y dinámicas aparecen principalmente en ciertos materiales orgánicos que se estudian en la sección Propiedades generales de los materiales, en el capítulo 3. . Un sistema de un solo grado de libertad puede tenerlo en rotación alrededor de un eje que pasa por el centro de gravedad de la masa del sistema. Por ejemplo, el disco o cilindro mostrado en la figura 12.5a puede estar obligado a girar sólo alrededor de su eje de simetría normal al papel. Si la rotación sobre este eje está contrarrestada elásticamente por un muelle torsional con un coeficiente K" la frecuencia natural no amortiguada del giro es:
1 '\ I K r
tn= 27T
VT
cps
(12.4)
donde K r está en kilogramos por centímetro por radián e 1 está en kilogramos por centímetro por segundo al cuadrado. Si el muelle torsional de la figura 12.5a se reemplaza por dos muelles 371
lineales K/2 colocados como se muestra en la figura 12.5b, la frecuencia natural no amortiguada de giro está dada por la ecuación siguiente: fn=_l_'\ I K8 =_l_~'\ I Kg cps 21T V mp2 2m' p V W 2
(12.5)
donde K está en unidades de kilogramos por centímetro y p es el radio de giro en centímetros. La comparación de las ecuaciones (12.3) y (12.5) muestra que la frecuencia natural de giro del sistema de la figura 12.5b es la frecuencia natural qe la traslación vertical multiplicada por 8/p.
Rigidez no lineal. En la expresión de la frecuencia natural, ecuación (12.3), la rigidez K es la pendiente de la curva desviación-fuerza. Cuando la curva desviación-fuerza es la línea recta a de la figura 12.6, la rigidez K es constante. La curva desviación-fuerza puede ser no lineal, como se ve en b; un peso W 1
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68,0
PESO SOPORTADO POR EL MUELLE (W), KG
K,
L
0,25 0,50 0,76 1,02 DESVIACION (X), CM
1,27
12.6. Curvas fuerza-desviación para un sistema lineal (a) y un sistema no lineal (h). FIG.
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FIG. 12.7. Curvas que muestran la relación entre la frecuencia natural y el peso soportado para las curvas frecuencia-desviación: (a) lineal y (h) no lineal, mostrados en la figura 12.6. (Crede.I)
aplicado al muelle causa entonces una desviación Xl' Si se hace vibrar ahora el sistema con una amplitud relativamente pequeña, puede considerarse que la vibración consiste en el movimiento de oscilación de un punto a lo largo de la curva fuerza-desviavión una pequeña distancia a cada lado de una línea vertical que pasa por Xl' La pendiente K I de una línea recta tangente a la curva fuerza-desviación en un punto de desviación Xl y peso Wh puede entonces sustituirse en la ecuación (12.3) para obtener la frecuencia natural. Este valor de la frecuencia natural es aplicable sólo para vibraciones de pequeña amplitud. Si se incrementa la carga aplicada al muelle lineal, se incrementa el valor 372
de W en la ecuaClOn (12.3), mientras que el valor de K permanece constante. La frecuencia natural del sistema disminuye, por tanto, con un incremento de la carga soportada, como se indica en la curva a de la figura 12.7. Para cargas relativamente pequeñas, aplicadas al sistema b de la figura 12.6, se obtiene un resultado similar. Para cargas mayores, la rigidez aumenta más deprisa que la carga y la frecuencia natural aumenta con cada adición de carga, como se indica en la curva b de la figura 12.7. La frecuencia natural corresponde al valle de la curva b, es el mínimo que se puede alcanzar en un sistema cuya curva b fuerza-desviación tiene las características mostradas en la figura 12.6. Cuando se determina la frecuencia natural de un sistema no lineal, es importante señalar si toda la carga proviene del peso muerto del cuerpo. Si la carga W 1 representa el peso del cuerpo soportado, el cálculo anterior de la frecuencia natural es válido para pequeñas amplitudes. El peso de la carga puede ser solamente W o, como se indica en la figura 12.6, y el incremento de carga entre W o y W1 puede ser el resultado de una correa motriz, por ejemplo. Puesto que existe una desviación x., el valor apropiado para la rigidez es la pendiente K 1• La carga debida sólo a la masa en el sistema, sin embargo, se representa por W o• Al usar la ecuación (12.3), el valor de W se debe sustituir por W o y el valor de K por K 1• Efecto de amortiguamiento. Si un sistema amortiguado por viscosidad con amortiguamiento inferior al crítico es desplazado de su posición de equilibrio y se le permite vibrar libremente, la amplitud de la vibración decrece conti-
r-
I
I
I
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PlG. 12.8. Curvas típicas de decrecimiento de la amplitud para: (a) sistema con amortiguamiento viscoso y (b) sistema con amortiguamiento de Coulomb.
.
-
(a)
(b)
nuamente, como se demuestra en la figura 12.8a, y se aproxima asintóticamente a cero. Si el amortiguamiento es superior al crítico, el sistema no oscila, pero retorna antes a la posición de equilibrio. El valor del amortiguamiento que separa estas dos condiciones, esto es, 373
el valor mínimo del coeficiente de amortiguamiento b que puede causar un retorno gradual sin oscilación, es el amortiguamiento crítico del sistema. Se relaciona con otra característica física del sistema mediante b c =4Trmlm donde b c se expresa en kilogramos por centímetro por segundo, m en kilogramos por segundo al cuadrado por centímetro y In en ciclos por segundo. Desde un punto de vista matemático, es conveniente definir el amortiguamiento referido al amortiguamiento crítico bc. Esto da la relación adimensional de amortiguamiento b/b c• En sentido físico, el amortiguamiento de un sistema se evalúa observando la forma de decaer la vibración libre. Utilizando las amplitudes de vibración en dos ciclos sucesivos de la vibración, el amortiguamiento del sistema se puede definir mediante el decremento logarítmico. El decremento logarítmico es el logaritmo natural de la relación entre la amplitud en cualquier ciclo dado de la vibración y la amplitud en el ciclo siguiente. El decremento logarítmico ~ se relaciona con la relación adimensional de amortiguación b/bc mediante la siguiente ecuación: (12.6) En un sistema ligeramente amortiguado, el decremento de amplitud entre dos ciclos sucesivos de vibración puede ser demasiado pequeño para medirlo convenientemente. La relación de amplitudes tomada sobre un intervalo de varios ciclos y expresada en decibelios, se puede referir a la relación adimensional de amortiguación b/b c• Aquí interviene la frecuencia natural del sistema y se expresa por la ecuación: ~d = 54,51n
b
b
db/seg
(12.7)
c
donde f n es la frecuencia natural no amortiguada en ciclos por segundo. En un sistema viscosamente amortiguado, la fuerza de amortiguación es directamente proporcional a la velocidad a través del amortiguador y actúa en sentido opuesto a esta velocidad. Esto da envolvente exponencial a la curva de decaimiento a la figura 12.8. Puesto que este envolvente se aproxima a cero asintóticamente, teóricamente la vibración nunca deja de existir. En un sistema coulombiano amortiguado por fricción, la fuerza amortiguante es una constante independiente de la velocidad y actúa en sentido opuesto a la velocidad. En vibraciones libres, la amplitud decrece con un incremento constante en cada ciclo. La envolvente de los picos del movimiento vibratorio es, por tanto, una línea recta, como se ilustra en la figura 12.8b, y encuentra el cero después de un tiempo finito.
374
VIBRACIONES FORZADAS
Excitación por una fuerza
El sistema viscosamente amortiguado de un solo grado de libertad, mostrado en la figura 12.3, puede realizar vibraciones forzadas aplicando una perturbación que varía periódicamente, bien una fuerza que actúa sobre el cuerpo rígido o bien un movimiento de soporte. Si la vibración forzada es consecuencia de una fuerza periódica F = Fo cos 2trft aplicada al cuerpo, la ecuación diferencial del movimiento se obtiene igualando 10
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FRECUENCIA FORZADA ( FRECUENCIA NATURAL NO AMORTIGUADA
10
f ) fn
FIG. 12.9. Curvas que muestran el cociente entre la amplitud de vibración y la desviación estática equivalente, en función del cociente de las frecuencias forzada y natural no amortiguada. Estas curvas se aplican al sistema viscosamente amortiguado de un solo grado de libertad, que se muestra en la figura 12.3, cuando es excitado por una fuerza F=Fo cos 2'TTft aplicada al cuerpo rígido.
375
la fuerza de inercia a la suma de las fuerzas externas aplicadas. Véase ecuación (4.43) de referencia 1. La amplitud del desplazamiento Yo del sistema viscosamente amortiguado, se expresa convenientemente en función de números adimensionales como sigue:
PolK
Yo
cm
[12.8]
donde Po está en kilogramos, K en kilogramos por centímetro y las relaciones de frecuencia de amortiguamiento tltm blbc son adimensionales. La rela10
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FRECUENCIA FORZADA FRECUENCIA NATURAL NO AMORTIGUADA
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(f 1 fn!
Curvas de transmisibilidad de desplazamiento y fuerza para un sistema de un solo grado de libertad viscosamente amortiguado. Con referencia a la figura 12.3, la transmisibilidad de la fuerza es la relación de la fuerza máxima transmitida a la fuerza máxima aplicada F o• La transmisibilidad de desplazamiento es la relación de la amplitud de desplazamiento Yo a la amplitud del desplazamiento aplicado So.
376
ci6n definida por la ecuaci6n 12.8 se muestra gráficamente en la figura 12.9. Estas curvas no son las de transmisibilidad en el sentido usual, sino curvas que muestran la amplitud de desplazamiento Yo asociada con la vibraci6n forzada de sistema. El movimiento del cuerpo rígido a menudo es menos importante que la proporci6n de la fuerza que se transmite, a partir del muelle del amortiguador, al soporte. Las dos partes de la fuerza transmitida no están en fase y, por tanto, deben sumarse vectorialmente. La transmisibilidad se define como el valor absoluto de la relaci6n de la suma vectorial de las amplitudes de la fuerza transmitida a la amplitud de la fuerza aplicada Fo: (12.9)
La figura 12.10 muestra gráficamente la transmisibilidad. Excitación por movimiento
La vibraci6n forzada del sistema mostrado en la figura 13.3 puede provocarse también por un movimiento peri6dico del soporte definido por s = s cos 27Tft. En este caso, sobre el cuerpo rígido s610 actúan las fuerzas aplicadas en el muelle y en el amortiguador. Llamando Yo a la amplitud de desplazamiento del cuerpo, la transmisibilidad del desplazamiento se define como el valor absoluto de la relaci6n Yo/so. La expresi6n matemática de la transmisibilidad del desplazamiento es idéntica a la expresi6n correspondiente a la transmisibilidad de una fuerza, de la ecuación (12.9). La familia de curvas de la figura 12.10, por tanto, expresa la transmisibilidad de desplazamiento tanto como la transmisibilidad de una fuerza. La transmisibilidad dada por la ecuaci6n (12.9) y mostrada en la figura 12.10 es funci6n s6lo de la relaci6n f/f n de la frecuencia forzada a la frecuencia natural no amortiguada y la relaci6n de amortiguamiento b/bc • La transmisibilidad alcanza un máximo para una relaci6n de frecuencia igual a la unidad X 50 el
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12.n. Transmisibilidad en función de la relación de guamiento viscoso para un viscosamente amortiguado de grado de libertad. (Crede.t) FIG.
máxima amortisistema un solo
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10.01
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1.0
RELACION DE AMORTIGUAMIENTO VISCOSO
( ~c) 377
cuando b/bc es igual a cero, y para una relación de frecuencia siempre menor que la unidad, cuando la relación de amortiguamiento es mayor que cero. El valor numérico de la transmisibilidad máxima y la relación de frecuen~ cias, a la cual tiene lugar la transmisibilidad máxima, depende sólo de la re~ lación de amortiguamiento b/bc- La transmisibilidad máxima ocurre cuando
f
-1 +
In
,,¡ 1 + 8(b/bc)2 4(b/b c)2
(12.10)
El valor maxlmo de la transmisibilidad se halla sustituyendo en la ecua~ ción (12.9) la expresión para la relación de frecuencias dada por la ecua~ ción (12.10). Esto da la siguiente expresión para la transmisibilidad máxima: 4(b/bcf
T máx =
-vi 16(b/bc)4 -
8(b/b cf
(12.11)
- 2 + 2"¡ 1 + 8(b/bc )2
La transmisibilidad máxima es así solamente función de la relación de amortiguamiento b/bc , como se ilustra en la figura 12.11. Cuando la relación de amortiguamiento es igual o menor que 0,1, la transmisibilidad máxima se define aproximadamente por la siguiente expresión: 1 T máx::::::: 2(b/bc )
(12.12)
SISTEMA DE VARIOS GRADOS DE LIBERTAD
El sistema de un solo grado de libertad, mostrado en la figura 12.3, es adecuado para ilustrar los principios fundamentales de la vibración, pero es de demasiada simplicidad para las aplicaciones prácticas. Las guías rígidas para constreñir el movimiento de una masa elástica no son consistentes con los re~ querimientos en muchas aplicaciones. Es necesario normalmente considerar la existencia de la libertad de movimiento en todas direcciones, debido a la existencia de fuerzas y movimientos y debido a la elasticidad de las restric~ ciones. Modos naturales de vibración
Considérese ahora un cuerpo simétrico soportado por los muelles idénticos en cada una de las ocho esquinas y libre de guías rígidas, como se muestra en la figura 12.2a. Este es un sistema de seis grados de libertad. Es libre de moverse horizontal y verticalmente en el plano del papel y rotacionalmente con respecto a un eje normal al papel. Además, si se ve en un plano vertical normal al plano del papel, tiene libertad similar de movimiento horizontal y rotacional. Cuando se mira desde arriba, es libre de girar con respecto a un eje vertical. El sistema tiene una frecuencia natural en cada uno de estos seis modos naturales de vibración, tres en los modos translatorios a lo largo de 378
tres ejes perpendiculares entre sí y tres en los modos rotacionales con respecto a estos tres mismos ejes. Cualquier vibración puede resolverse en componentes de estos modos. Cuando los soportes resilientes se localizan asimétricamente con respecto al eje de gravedad del cuerpo, pueden aparecer acoplados ciertos modos de vibración translatorios y rotacionales. Un modo acoplado de vibración puede estar compuesto, por ejemplo, por un componente translatorio y una componente rotacional sobre un eje que no pase por el centro de gravedad. Si los soportes se colocan en la parte inferior, como se muestra en la figura 12.21b, la vibración en el modo translatorio horizontal se acopla a la vibración en el
FIG.
12.12.
Diagrama esquemático de:
(a) sistema con varios grados de liber-
tad, que tiene modos naturales desacoplados de vibración; (b) sistema de varios grados de libertad, que tiene modos naturales acoplados de vibración.
(a)
(b)
modo rotacional, en el cual el cuerpo vibra en rotación con respecto a un eje por debajo del centro de gravedad del cuerpo. Además, la vibración rotacional de la figura 12.12a se acopla a la vibración del modo translatorio horizontal, por lo que el cuerpo vibra con respecto a un eje situado por encima del eje de gravedad. Un cuerpo sobre soportes resilientes puede vibrar en un modo natural simultáneamente con, pero independientemente de, su vibración en otros modos naturales, si los respectivos modos están desacoplados. Si los modos están acoplados, la vibración en un modo acoplado no puede tener lugar independientemente de su vibración en otros modos naturales que estén acoplados a él. El acoplamiento depende de la rigidez y situación de los soportes resilientes y de la distribución de masa del cuerpo soportado. Se pueden aplicar las siguientes pruebas a un cuerpo que esté sobre soportes flexibles: Si se desea determinar si es desacoplada la vibración translatoria en una dirección determinada, se aplica una fuerza constante que pase por el centro de gravedad y en la dirección especificada. Si el cuerpo se mueve en la dirección de la fuerza sin rotación, la vibración translatoria en la dirección de la fuerza es desacoplada de la vibración en otros modos. El significado de este test se puede ilustrar con referencia a la figura 12.12b. Cuando se le aplica al cuerpo una fuerza vertical a lo largo de una línea que pasa por el centro de gravedad, el cuerpo se mueve verticalmente sin rotación. El modo translatorio vertical es, por tanto, desacoplado. Sin embargo, una fuerza horizontal a través del centro de gravedad, no sólo desplaza el cuerpo horizontalmente, sino que lo obliga a girar sobre un eje situado por debajo del cuerpo. Los modos horizontal y rotacional son, así, acoplados y la vibración en uno de estos modos no puede existir independientemente de la vibración en el otro modo.
379
Vibración forzada; dos planos de simetría
Uno de los casos más comunes de vibración en los modos acoplados de un cuerpo rígido sobre soportes elásticos es el del sistema mostrado en la figura 12.13. Es un sistema no amortiguado compuesto por un cuboide rígido, soportado por cuatro muelles situados cerca de las cuatro esquinas inferiores. Es simétrico con respecto a dos planos verticales coordenados que pasan por el centro de gravedad, siendo uno de ellos paralelo al plano del papel. A causa de esta simetría, la vibración en el modo translatorio vertical es desacoplada de la vibración en los modos horizontales y rotacional. La frecuencia natural en el modo translatorio vertical está dada, por tanto, por la ecuación (12.3), donde la rigidez K es la suma de las rigideces K y de la figura 12.13, y se aplica el análisis de vibración forzada de un sistema de un solo grado de libertad del apartado de Vibraciones forzadas de este capítulo. La vibración del sistema está forzada por la fuerza F=Fx cos 27Tlt, aplicada en la dirección del eje X a una distancia € sobre el centro de gravedad y en uno de los planos de simetría. Las ecuaciones diferenciales del movimiento para el cuerpo en los modos acoplados translatorio horizontal son como sigue:
mx = - 4K x + 4K a ep + F cos 2'1Tft lep =4K a x - 4K 8;ep - 4K a
x y
x y
x
y
x
(12.13)
x
Haciendo la suposición de que los transitorios se pueden despreciar en problemas de vibraciones forzadas, los desplazamientos translatorio y rotacional del cuerpo soportado se supone que son armónicos con la frecuencia de la fuerza, esto es, x = Xo cos 27T'ft y ep = epo cos 2'1Tft. Las ecuaciones diferenciales del movimiento, ecuación (12.13), se resuelven entonces simultáneamente para dar las expresiones siguientes de las amplitudes de desplazamiento xo, en la translación horizontal, y epo, en la rotación: ",. _~ A 2/p 4Ky D
0/0-
(12.14)
donde
En las ecuaciones anteriores, 'Y] es la relación adimensional de la rigidez horizontal a la vertical de los aisladores, p es el radio de giro del cuerpo sobre un eje que pasa por el centro de gravedad y perpendicular al papel, fn es la frecuencia natural no amortiguada de la translación vertical, f es la frecuencia de la fuerza, ay es la distancia vertical desde el eje elástico del 380
muelle (altura media si hay simetría desde el principio al final) hasta el centro de gravedad del cuerpo m, y los parámetros restantes son como se indica en la figura 12.13. La vibración forzada del sistema de la figura 12.13 puede excitarse también mediante movimientos periódicos del soporte en dirección horizontal, y
J__ X
~
_· _ _
LI Fx
·_~'-G-.--
12.13. Alzado de un cuerpo rígido sobre soportes elásticos localizados en las cuatro esquinas y excitado por: 1) una fuerza armónica F=F x cos 27Tft aplicada al cuerpo en el plano XY cuando so=O, o 2) por un movimiento del soporte definido por S=So cos 21Tft cuando Fx=O.
FIG.
definidos por s = So cos 2'1Tft. Las ecuaciones diferenciales del movimiento para el cuerpo son:
mx=4Kx Cs-x- oy
(12.15)
Haciendo el supuesto usual de que se pueden despreciar los transitorios, el movimiento del cuerpo en la translación horizontal y en el giro se supone que son armónicos con la frecuencia de la fuerza. Así, x = Xo cos 21T'ft y
soR!
Xo=-D
so(BJp) D
(12.16)
donde
Los otros términos que aparecen en las ecuaciones (12.16) están definidos anteriormente.
381
Frecuencias naturales
Dos planos de simetría. En vibraciones forzadas, la amplitud alcanza un máximo cuando la frecuencia de la fuerza se hace igual a la frecuencia natural. En un sistema no amortiguado, la amplitud se hace infinita en la resonancia. La frecuencia natural o frecuencias de un sistema no amortiguado puede así determinarse escribiendo la expresión para la amplitud del desplazamiento del sistema en vibraciones forzadas y encontrando la frecuencia de la fuerza a la cual esta amplitud se hace infinita. Las expresiones para las amplitudes de desplazamiento del sistema, mostradas en la figura 12.13, están dadas por las ecuaciones (12.14) y (12.16). El denominador de cada una de estas ecuaciones incluye la expresión D. Las frecuencias naturales del sistema mostrado en la figura 12.13, en los modos acoplados translatorio horizontal y rotacional, puede así determinarse igualando D a cero y resolviendo para las frecuencias de la fuerza. Esto da la siguiente expresión, que define las frecuencias naturales:
donde fne designa una frecuencia natural en el modo acoplado translatorio horizontal y rotacional y f"y designa la frecuencia natural en el modo desacoplado translatorio vertical. Los otros parámetros están ya definidos. De la ecuación (12.71) se obtienen dos valores numéricamente diferentes de la relación de frecuencias adimensionales t"elt"Y' aplicables a los dos modos discretos acoplados de la vibración. En la figura 12.14 se muestran curvas calculadas a partir de la ecuación (12.17), donde pueden verse dos familias de curvas. La relación de una frecuencia natural en un modo acoplado a la frecuencia natural en el modo translatorio vertical es función de tres relaciones adimensionales, dos de las cuales incluyen el radio de giro y las distancias 8y y 8Xl mientras que la tercera es la relación entre las rigideces horizontal y vertical de los soportes elásticos. Al aplicar las relaciones de la figura 12.14, el valor de la abscisa se determina primero directamente de las constantes del sistema. Se toman entonces dos valores numéricos apropiados de la escala de ordenadas determinados por las dos curvas para valores aplicables de 8y lp Y se determinan las relaciones de las frecuencias naturales a los modos acoplado y transitorio vertical, dividiendo estos valores por la relación adimensional pl8x • Las frecuencias naturales en los modos acoplados se determinan entonces multiplicando la relación resultante por la frecuencia natural en el modo translatorio vertical desacoplado, calculada de la ecuación (12.3). El valor apropiado para la rigidez K es la curva de las rigideces de los soportes elásticos de la figura 12.13. Las dos líneas rectas de la figura 12.14, para 8y/p=0, representan frecuencias naturales en modos desacoplados de vibración. Cuando 8y = 0, los soportes elásticos están en un plano horizontal que pasa por el centro de gravedad del cuerpo. La línea horizontal para el valor unidad de la escala de ordenadas 382
4.6 4.4
Y
4.2 4.0
3.8 3.6 3.4
3.2 ....1
",3.0
x
2.8
.::.:¿ 'I~ ...J
2.6
z
o
2.4
:E
2.2
¡¡; 2 w
o
2.0
z
o
1.8
S w
1.6
<3
a::
1.4 1.2
!..!. =O l'
1.0
±Q25 ±O50 ±o.15 ±1.0
0.6 0.6
±
0.4
±2.0
1.5
0.2 0.2
0.4
0.6
0.6
1.0
1.2
RELACION AplMEN510NAL
lA
1.6
1.6
2.0
~ ji(; oxvK;
FIG. 12.14. Curvas que indican la relación de dos frecuencias naturales acopladas fnc en el plano XY a la frecuencia natural acoplada f ny en la translación a lo largo del eje Y. Las rigideces de los soportes elásticos en las direcciones X e y están indicadas por K x Y K y , respectivamente, y el radio de giro con respecto al eje Z, que pasa por el centro de gravedad, está indicado por p. (Crede,l)
representa la frecuencia natural en un modo rotacional correspondiente al ilustrado en la figura 12.5b. La línea recta inclinada, para el valor ay / p = 0, representa la frecuencia natural del sistema en la translación horizontal.
Un plano de simetría. Un cuerpo rígido sustentado por soportes elásticos con un plano vertical de simetría, tiene tres modos naturales acoplados de vibración y una frecuencia natural en cada uno de ellos. Un sistema de este tipo se ilustra en la figura 12.15, en la cual se supone que el sistema es simé-
383
trico con respecto a un plano paralelo al del papel y que pasa por el centro de gravedad del cuerpo. Los movimientos del cuerpo en los modos translatorios vertical y horizontal y en el rotacional, todos en el plano del papel, son acoplados. El movimiento en estos tres modos acoplados se determina con tres ecuaciones simultáneas del movimiento del cuerpo: Ji(> = - >(I6;nKxn + I6i nKyn) + xI6ynKxn - yI6 xn K Yn + T o sen 21Tft mx = - xIKxn + >I6ynKxn mfj = - yIKYn - >I6xnKYn
(12.18)
Se debe tener cuidado, al deducir las ecuaciones diferenciales anteriores del movimiento, de observar las convenciones indicadas de los signos, no s6lo para las fuerzas aplicadas y los pares, sino también para las distancias a los soportes elásticos desde los ejes coordenados. Estas distancias se toman positivas si van hacia arriba o hacia la derecha, y negativas, si van hacia abajo o hacia la izquierda. Para encontrar las frecuencias naturales del sistema mostrado en la figura 12.15, se resuelven simultáneamente las ecuaciones (12.18) para cualquiera de las distancias coordenadas. Una expresión típica es la ecuaci6n siguiente para la amplitud del desplazamiento rotacional: T o[m(21i{)2 - IKxnJ [m(2nrf)2 - IKynJ >0 = A(21Tf)6 + B(21Tf)4 + C(21Tf)2 + D
(12.19)
donde A= -Jm 2
B = m 2(I6i nK Yn + I6;nKxn) + Jm(IK xn + IKyn) e = - m(IKxn + IK)'n) (I6;nKYn + I6~nKxn) - JIKxnIKYn + m(I6ynK xn )2 + m(I6xnKyn )2 D = IKxn + IKyn(I6inKYn + I6~nKxn) - IKYn(I6YnKxn)2 - IKxn(I6xnKYn)2
La expresión para cada una de las amplitudes de desplazamiento xo, Yo Y >0 tiene el mismo denominador que la ecuación (12.19).
--J--i x
I FIG. 12.15. Alzado de un cuerpo rígido sobre soportes elásticos con un plano de simetría. El sistema es simétrico con respecto al plano XY que pasa a través del centro de gravedad del cuerpo. (Crede,l)
384
Este denominador, cuando se iguala a cero, da una ecuación cúbica, cuya variable es f. Así se obtienen tres valores de f, que representan las tres frecuencias naturales del cuerpo en los tres modos acoplados de vibración. En tanto que los modos son acoplados, cada modo incluye componentes del movimiento en la translación vertical y horizontal, así como en el giro.
EQUILIBRADO DE MAQUINAS GIRATORIAS
La vibración origina generalmente una fuerza o un par y se transforma en un movimiento oscilante. Si la vibración está en estado permanente, se puede reducir por uno o más de los métodos siguientes: 1. Neutralizar la fuerza o par de arrastre, contrapesando los miembros giratorios o recíprocos. 2. Aislar la fuerza o par de arrastre o el movimiento que resulte, introduciendo soportes o conexiones resilientes. 3. Contrarrestar la fuerza o el par de arrastre incrementando el amortiguamiento de los elementos de la estructura o añadir un absorbedor de vibración sintonizado. El método 1 se discute en los párrafos siguientes de este capítulo y en el capítulo 30. El método 2 se discute en el capítulo 13, mientras que el método 3, útil principalmente para prevenir los efectos de la resonancia, se considera en el capítulo 14. En una máquina que gire, aparece la vibración como consecuencia de la fuerza centrífuga que se origina cuando el eje principal de inercia de los elementos que giran no coincide con su eje de rotación. El remedio para esta situación es la adición de un contrapeso al elemento que gira. En la figura 12.16 están indicados por líneas continuas un eje y un disco excéntrico fijado a él. El centro de la masa del disco está a la derecha del eje, y cuando éste gira, aparece una fuerza centrífuga indicada por el vector F. Se añade al eje un segundo disco excéntrico, mostrado en líneas discontinuas, con una excentricidad de 1800 con respecto al primero, provocando así la fuerza centrífuga F'. Designando la excentricidad como la distancia radial desde el eje al centro de gravedad del disco, se dice que el eje está en equilibrio estático si los productos del peso y excentricidad de cada disco son iguales, ya que la suma de los momentos de las fuerzas de gravedad, con respecto al centro del eje, es cero en todas las posiciones del mismo. Durante la rotación del eje, las fuerzas centrífugas F y F' actúan en direcciones opuestas e introducen un par resultante que acciona sobre un eje transversal que pasa por el eje. Este par gira con el eje y provoca la vibración. La combinación eje y discos, como se ilustra en la figura 12.16, se dice que está en desequilibrio dinámico aunque esté en equilibrio estático. Si se quiere conseguir equilibrio dinámico, el par de fuerzas centrífugas debe tener una resultante cero. El equilibrio dinámico del eje y el disco de la figura 12.16,
385 2S
se puede conseguir s6lo aplicando directamente el contrapéso al disco, o añadiendo 'dos contrapesos al eje, uno a cada lado del disco desequilibrado. En general, un elemento que gira puede equilibrarse aplicando contrapesos apropiados' en dos planos preseleccionados. La figura 12.17 ilustra esquemáticamente un eje que tiene cargas desequilibradas F y F ' dispuestas en planos
PLANO. I
FIG. 12.16.
Vista esquemática de un eje con un disco desequilibrado, mostrado en líneas continuas. La adición del disco en líneas discontinuas puede conseguir el equilibrio estático, pero no el dinámico.
FIG. 12.17.
Diagrama del método para determinar la magnitud y dirección de los contrapesos F Rl Y F R2 para compensar las fuerzas igualmente desequilibradas F y F'.
separados a lo largo del eje del árbol. El conjunto puede equilibrarse añadiendo pesos unidos al eje y localizados en los planos 1 y n. La magnitud y situación de esos contrapesos se determinan del principio del equilibrio estático en los planos que pasan a través del eje y los pesos desequilibrados. Las ecuaciones (12.20) se obtienen sumando las fuerzas en el plano que pasa por F y súmando los pares en el mismo plano con respecto a la línea de acción de F: (12.20) Las fuerzas F i y F 2 se determin~n resolviendo estas ecuaciones simultáneamente. En el plano que pasa a través del eje del árbol y a través del peso desequilibrado F ' se realiza un análisis similar. Haciendo una suma de fuerzas y de pares en este plano, se establecen un par de ecuaciones similares a las ecuaciones (12.20), a partir de las cuales se determinan las magnitudes de las fuerzas Fí y Fí. Por cada peso desequilibrado se sigue un procedimiento similar. Se determinan ahora las resultantes F R¡ Y F R 2 de los componentes F., Fí Y F 2, Fí. Estas fuerzas resultantes, F R¡ Y F R2' indican la magnitud y posición de los contrapesos requeridos para efectuar un balance estático y dinámico del árbol. Existen comercialmente máquinas de equilibrado y son de uso corriente en establecimientos industriales, que indican automáticamente los contrapesos requeridos para los elementos que giran. Se discuten con detalle en el capítulo 30.
386
EQUILIBRADO DE MAQUINAS ALTERNATIVAS
Las 'máquinas que se consideran en este apartado son del tipo de las que efectúan la transformación de movimiento giratorio a movimiento alternativo, o viceversa. La máquina puede ser arrastrada por el movimiento alternativo o por el movimiento giratorio. Los elementos móviles esenciales de tal máquina son el pistón, la manivela y una barra de conexión o biela. La vibración de la máquina se origina por la presión del gas aplicada periódicamente al pistón y por las fuerzas de inercia asociadas con las partes móviles. Las fuerzas de inercia y los pares resultantes pueden ser sustancialmente equilibrados en cier-
I
(a)
(b)
(e)
FIG. 12.18. Sección de un cilindro de motor de combustión interna y diagrama de las fuerzas resultantes de la presión del gas en la máquina. (Crede. 1)
tos tipos de máquinas multicilindros, pero están inherentemente mal equilibradas en máquinas de uno o dos cilindros. La presión del gas que actúa sobre el pistón reacciona sobre el chasis de la máquina en forma de un par que se transmite a su soporte y no puede equilibrarse. Las fuerzas y pares que resultan de la presión del gas se ilustran con referencia a una máquina de combustión interna de un solo cilindro, mostrada en la figura 12.18a. La máquina es arrastrada por la expansión del gas confinado entre el pistón y la cabeza del cilindro, representado por F en la figura 12.18b. La reacción a la fuerza F se puede resolver en una fuerza horizontal F tg 4>2 y una fuerza F/cos 4>2 aplicada a lo largo de la línea de la biela para formar un par: Ts
Fa cos 4>1
cos 4>2
(12.21) 387
que tiende a hacer girar el eje de la manivela. La fuerza Flcos ep2 en el cojinete de este eje se resuelve en una componente vertical F y una componente horizontal F tg ep2. En la figura 12.18c se muestran las fuerzas resultantes aplicadas al chasis de la máquina. Estas fuerzas ejercen un par sobre el chasis: (12.22) De la figura 12.18b, 1=a cosepI/sen ep2. Sustituyendo este valor de 1 en la ecuación (12.22): T _ Fa cos epI f-
cos ep2
(12.23)
que resulta idéntico a T s , ecuación (12.21), demostrándose que cada fluctuación en la magnitud del par aplicado al eje de la manivela se refleja en el soporte por la máquina. No es posible eliminar el par T f por contrapesos. La técnica de equilibrado de las fuerzas de inercia se discute con refe· rencia a la figura 12.19. La manivela gira en sentido contrario a las agujas X(+f
FIG. 12.19.
Cinemática del pistón, biela y movimiento de la manivela. (Crede.t)
del reloj con velocidad angular constante 21Tt. El pistón está obligado a moverse a lo largo de una línea vertical, y su movimiento está determinado por la manivela a y la biela 1; se toma la posición superior como referencia de coordenadas y el desplazamiento del pistón YP hacia abajo, desde la referencia, se considera positivo. Este desplazamiento viene entonces dado por la expresión siguiente: Yp=a+ 1- a cos 21Ttt -1 cos epI
(12.24)
Hallando una expresión de eph en función de 21Tt, desarrollándola por el binomio de Newton y despreciando todos los términos de segundo orden de a11, 388
se obtiene el valor de Yp:
yp=a ( 1 + ~ ) - a ( cos 21T'ft+
:1
(12.25)
cos 27T f t)
Tomando el origen de coordenadas en la posición superior del pistón, las ecuaciones que definen los componentes horizontal y vertical del desplazamiento del extremo de la manivela son: Yc= 1+ a(1- cos 21T'ft)
Xc
(12.26)
= a sen 21T'ft
Se supone que la biela consta de: 1) una masa concentrada cuyo movimiento corresponde al pistón y 2) una segunda masa concentrada, unida a la primera por una varilla sin masa, cuyo movimiento corresponde al del extremo de la manivela. Designando la masa del pistón y del extremo de la manivela (incluyendo las porciones asignadas a la biela) por m p y m c , respectivamente,
!--l.,----~-l2----1
'1'1
I
I
I
I 2
f
I
I
3
FIG. 12.20. Posición de las bielas sobre el cigüeñal de un motor típico de cuatro cilindros.
la componente vertical F y de la fuerza de inercia se obtiene del producto de estas masas por sus respectivas aceleraciones determinadas, derivando dos veces las ecuaciones (12.25) y (12.26):
a
Fy = (m p + m c)a(2'Tr'{J cos 2-rrft + mpa T (27Tf)2 cos tfflft
(12.27)
La componente horizontal F x de la fuerza de inercia resulta sólo de la masa en rotación mc. Multiplicando la derivada segunda de la segunda de las ecuaciones (12.26) por mc : (12.28) La componente vertical de la fuerza de inercia consta de dos partes, que tienen sus frecuencias una y dos veces la frecuencia de giro. Los armónicos más altos, que normalmente son de magnitud despreciable, se excluyeron cuando se despreciaron las potencias de segundo orden de a/l. 389
Las condiciones necesarias para equilibrar una máquina multicilíndrica están indicadas con referencia a la figura 12.20. Las manivelas están numeradas y la posición de cada una está in~icada por el, ángulo 8m referido a la posición de la manivela O. La posici6n de cada manivela a 10 largo del cigüeñal está indicada por la distancia 1m a partir de la manivela O. Las componentes horizontal y vertical de las fuerzas de inercia para un cilindro simple se dan en las ecuaciones (12.27) y (12.28). La fuerza de inercia total para una máquina entera es la suma de estas ecuaciones sobre el número total de los cilindros. Si las masas alternativas y giratorias, m p , me, para cada cilindro son respectivamente iguales, se obtienen las siguientes condiciones para el equilibrio de las fuerzas de inercia:
I cos 8n =0
IFy=O: IFx=O:
Y
I cos 28n =0
(12.29)
I sen 8n =0
En una máquina multicilíndrica, las fuerzas de inercia definidas por las ecuaciones (12.27) y (12.28) crean pares sobre los ejes transversales horizontal y vertical. Por consecuencia, los pares se toman con respecto a ejes que pasan por la manivela O de la figura 12.20. Suponiendo de nuevo que las masas del pistón y la manivela de cada cilindro son respectivamente iguales, se obtienen las siguientes condiciones para el equilibrio de los pares de inercia: ¡ln cos 8 n = O I1 n sen 8n~O
I-lnFy=O:
I1nFx=0:
Y
Iln cos 28n = O
(12.30)
Por ejemplo, considérese una máquina de cuatro cilindos, cuyos ángulos de manivela, comenzando por un extremo, son 0°, 180°, 1800, 0°, Y cuyas maTabla 12.1. Resumen de las fuerzas de inercia y pares en un motor de cuatro cilindros Biela
9
O
O
1
180 180
2 3 Resumen
O o"
29
cos 9
O 360 360 O
1 O
•••••••••••••••
cos 29
sen 9
1 cos 8
leos 28
lsen 9
1
1
-1 -:-:1
1 1 1
O O O O
O -l -2l 3l
O 1 2l 3l
O O O O
4
O
O
6l
O
nivelas están separadas a distancias iguales 1 a lo largo del árbol. La tabla 12.1 se establece ahora de acuerdo con las ecuaciones (12.29) y (12.30). Es evidente de la tabla que las fuerzas y los pares de primer orden están equilibrados, ya que I cos 8 = I sen 8 = Il cos 8 = Il sen 8 = O. Sin embargo, I cos 28 y I1 cos 28 "::F O; las fuerzas y los pares de segundo orden, por tanto, no están equilibrados.
390
CONTROL DE FUERZAS DE IMPACTO
Los apartados precedentes de este capítulo han tratado de la forma de controlar la vibración de las estructuras elásticas, provocadas por perturbaciones periódicas. Si la fuerza o el movimiento de excitación es periódico, se desarrolla una vibración estable. Si la excitación es transitoria, la respuesta de la estructura elástica será también transitoria. Este apartado incluye una breve discusión sobre ciertos tipos de excitaciones transitorias y el control de la vibración de las estructuras elásticas resultante. Fuerza aplicada de forma impulsiva
La estructura que se considera se puede idealizar en el sistema de un solo grado de libertad no amortiguado que se ilustra en la figura 12.21, sobre este F
FIG. 12.21. Sistema no amortiguado de un grado de libertad excitado por una fuerza F aplicada repentinamente.
sistema actúa una fuerza F sólo durante un período de tiempo 1/2f, tal como se define en las ecuaciones siguientes: (O~t~ 1/2f)
F=Fo sen 21T{t F=O
(t~
1/2f)
(12.31)
La ecuación del movimiento del cuerpo m se expresa para dos intervalos de tiempo distintos, uno para el período durante el cual actúa la fuerza y otro para el período en que la fuerza F ha dejado de actuar. Los ecuaciones diferenciales del movimiento son:
my + Ky = Fosen 27T'ft mfj+Ky=O
(O~t~ 1/2f) (t~
1/2f)
(12.32)
Las condiciones que se discuten aquí crecen mucho cuando el tiempo 1/2/ es pequeño. Es conveniente entonces considerar el impulso de la fuerza F. El impulso de una fuerza que varía sinusoidalmente y que tiene la duración de un semiperíodo 1/2f, se define por la expresión siguiente: F
=21TfJ
o
2
(12.33)
391
donde la fuerza F está en kilogramos, la frecuencia 211'f en ciclos por segundos y el impulso J en kilogramos por segundo.
La solución de las ecuaciones (12.32) da dos expresiones del desplazamiento máximo Yo del cuerpo m de la figura (12.21), siendo una de las ecuaciones para el tiempo, durante el cual se aplica la fuerza F, y la otra para cuando ha dejado de actuar:
Yo
1
2
(fn)
2n1T
T- 1
1 1-(fnlf)2
sen (fnlf) + 1
11'fn cos----z¡
(O~t~ ;,)
(12.34)
(t~ ~,)
(12.35)
El término n de la ecuación (12.34) es un entero positivo elegido de manera que haga el término en seno tan grande como sea posible, mientras el argumento permanece menor que 11'. Cuando f < fm se aplica la ecuación (12.34); cuando f> fm se aplica la ecuación (12.35). Las relaciones dadas por las ecuaciones (12.34) y (12.35), se ilustran gráficamente en la figura 12.22.
1.0\
I
Yo =
I
DESPLAZAMIENTO MAX, DEL SISTEMA,CM J = IMPULSO APLICADO AL CUERPO,KG/SEG. 0.8 I---~\- fn = F RECUENC/A NATURAL DEL S/STEMA,CPS f = FRECUENCIA DEL IMPULS0'2CPS ~ 0.61----i-4\r-m,= MASA DEL CUERPO, KG SEG '/CM -
~
~" ~
,1-L
0.4
I
-l,--j---t---j--t-- - 1 -
0.2I---+--~-"i--...p....;=_+_-+---+--+----+-+___j
I
oo
1
2
3
"r--¡-r--+--+--l---l 4
5
6
7
8
RELAC ON FRECUENCIA NATURAL DEL SISTEMA I IMPULSO
9
10
(..f!L) f
12.22. Relación entre los diversos parámetros que determinan la relación máxima del sistema ilustrado en la figura 12.21.
FIG.
Suponiendo que se fija el valor numérico del impulso ], el análisis anterior y la curva resultante de la figura 12.22 sugieren varias formas para minimizar la desviación Y experimentada por el sistema:
1. Una reducción en la magnitud de la frecuencia f de la fuerza incrementa el valor de la abscisa, reduciendo así la desviación Y del sistema. En los párrafos siguientes se consideran con detalle las formas de reducir la frecuencia, haciendo referencia a ciertos tipos corrientes de maquinaria para trabajado del metal. 2. Si la frecuencia f de la fuerza es necesario que se mantenga relativamente grande, la desviación y del sistema tiende a ser grande. Puede disminuirse algo, incrementando la base my del sistema. Esto se logra normalmente en las instalaciones prácticas, montando la máquina sobre un bloque pesado de hormigón, de forma que la inercia del bloque contrarreste el impulso aplicado.
392
El análisis anterior considera sólo la desviación en el primer ciclo de la vibración libre y se refiere sólo a un sistema no amortiguado. La desviación máxima del sistema no se ve materialmente afectada por la adición de amortiguamiento, a menos que el coeficiente de amortiguamiento sea relativamente grande. La donación de la vibración libre, sin embargo, está materialmente afectada por el grado de amortiguamiento presente. La adición de amortiguamiento a una estructura que esté sujeta a una carga impulsada es así una forma importante de controlar las vibraciones. Esto se discute con detalle en el capítulo 14. Reducción de fuerzas de impacto
Los tipos de operaciones de trabajo con metal que se discuten aquí, implican el cortado o deformado del metal por estampación. En la figura 12.23 se ilustra esquemáticamente una operación típica de esta clase. Se coloca una pletina de espesor t, que va a ser troquelada, sobre una matriz fija y es empu-
~L
LL
(01
iL LL
(bl
FIG. 12.23.
Ilustración esquemática de la operación de troquelado, mostrando el efecto del ángulo de cortadura del golpe. A la derecha, se muestra el diagrama fuerza-tiempo de cada caso.
ffl
TIEMPO--
~L
¡
I
TlEMPO--
(e)
~
TlEMPO--
jada por un troquel descendente, cuya anchura W¡ es ligeramente menor que la abertura W2 de la matriz. La parte de pletina colocada sobre la apertura es así separada del cuerpo de la pletina y empujada hacia abajo. Si el troquel está diseñado como se ilustra en la figura 12.23a, toda acción de cortadura tiene lugar simultáneamente. Está así implicada una gran fuerza, como se indica por la altura del área sombreada a la derecha de la figura. Si la cara inferior del troquel está ligeramente inclinada, como se ilustra en la figura 12.23b, la acción cortante se distribuye sobre una parte mayor del golpe. La fuerza máxima se mantiene entonces durante un período más corto y se incrementa la duración de la fuerza, como se demuestra por la forma del área sombreada. Un incremento mayor en el ángulo de la cara inferior del troquel,
393
como se muestra en la figura 12.13c, provoca una pronunciada disminución en la magnitud de la fuerza y un incremento en la duración de la misma. Efectivamente, esto hace disminuir f, con los resultados consiguientes, mostrados en la figura 12.22, sobre la desviación del sistema. En una operación en que se deban troquelar varios agujeros de un solo golpe de prensa, se puede obtener una reducción similar de la fuerza total escalonando los golpes, como se ilustra en la figura 12.24. El troquelado de
FIG. 12.24.
Ilustración de taladros escalonados para troquelar varios agujeros en un golpe de prensa.
los agujeros sucesivos tiene lugar progresivamente, y los troqueles no actúan al mismo tiempo. Cuando es necesario hacer diversos huecos, las operaciones de troquelado y estampado se realizan frecuentemente en matrices multietapas. Se hacen primero las perforaciones en el material; éste se mueve a lo largo de una etapa y la pieza es troquelada alrededor de las perforaciones, mientras se están realizando las operaciones de la primera etapa sobre el incremento siguiente de material. Es deseable, cuando sea posible, igualar el trabajo entre etapas y mantener los golpes en las diversas etapas fuera de fase para mantener los impulsos individuales tan pequeños como sea posible. Las prensas crean con frecuencia ruido innecesario a causa del impacto doble. La figura 12.25 representa esquemáticamente el eje de la manivela a, la manivela b, la biela e y el volante d de una prensa típica. Se interpone un
12.25. Diagrama esquemático del mecanismo de arrastre de una prensa típica.
FIG.
777777777
embrague en el árbol de la manivela entre el volante y la manivela. El volánte gira continuamente y se ajusta el embrague en cada golpe, para comunicar movimiento a la cabeza móvil e, o permanece ajustado durante períodos grandes si la prensa está equipada con un alimentador automático. El trabajado del metal se realiza cuando la cabeza móvil, que lleva el troquel, se acerca a
394
su poslclon inferior. La masa de la cabeza que se mueve tiende a acelerar la manivela, haciéndola ir delante del volante, y de ese modo recoger cualquier momento desperdiciado del embrague. Un impacto tiene lugar cuando la prensa golpea, y un segundo ocurre en el mecanismo de embrague, un instante más tarde de que el volante tire de la manivela hacia arriba. Una prensa apropiadamente diseñada se suministra con un freno, un cilindro de aire o un contrapeso para retardar el movimiento descendente de la cabeza móvil. Evitando que la manivela se adelante al volante, es posible eliminar el segundo impacto. Cuidando el ajuste y mantenimiento, se eliminarán impactos innecesarios. El aceite se utiliza frecuentemente durante el trabajado del metal para reducir el desgaste de las herramientas, suministrando lubricación y, a veces, eliminando el calor generado. Este aceite tiende también a reducir las vibraciones transitorias que se originan en la aplicación impulsiva de las fuerzas. Una película de aceite entre la matriz y el material tiende a absorber el impacto, con lo cual decrece la magnitud de la frecuencia F de la fuerza. También añade amortiguamiento al sistema, reduciendo así la duración de la vibración libre subsiguiente. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15.
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395
Capítulo 13
AISLAMIENTO DE VIBRACIONES CHARLES
E.
CREDE
Barry Controls ¡ne.
AISLAMIENTO DE VIBRACIONES PERMANENTES El aislamiento de vibraciones significa conseguir la reducción de un efecto vibratorio. Un aislador de vibraciones puede considerarse en su forma más elemental como un soporte resiliente para la maquinaria. La función de un aislador es reducir la magnitud de la fuerza transmitida desde la maquinaria a su soporte o, alternativamente, reducir la magnitud del movimiento transmitido desde un soporte vibrador a la maquinaria. La efectividad de un aislador para conseguir tal reducción se define como la transmisibilidad del sistema aislador. En el sistema de vibraciones forzadas, la transmisibilidad es la relación entre la fuerza experimentada por el soporte y la fuerza originada por la maquinaria. En el sistema de movimiento excitado, la transmisibilidad es la relación entre la amplitud del desplazamiento de la maquinaria y la amplitud del desplazamiento del soporte. Cuando se habla de aislamiento de vibraciones, se hace comúnmente con referencia al sistema con un solo grado de libertad obligado a moverse a lo largo de una línea o sobre un eje. Con este sistema de masa única, la transmisibilidad se hace más pequeña que la unidad cuando la frecuencia pulsatoria es mayor que 1,41 veces la frecuencia natural de la maquinaria colocada sobre los aisladores, como se ilustra en la figura 12.10. Para valores más pequeños de la frecuencia pulsatoria, los aisladores incrementan tanto como decrece la vibración. El principio de aislamiento de vibración se basa en mantener una relación de frecuencias de manera que la frecuencia pulsatoria sea mayor que 1,41 veces la frecuencia natural. Aunque la teoría clásica del aislamiento de las vibraciones basada en sistemas de un solo grado de libertad indica los principios aplicables, no incluye la información técnica suficiente para formar las bases para el diseño o aplicación del aislamiento de las vibraciones. En la práctica, la maquinaria es usualmente soportada por varios aisladores y tiene libertad de movimiento a 10 largo de varios ejes coordenados. Este capítulo discute aspectos prácticos del aislamiento de las vibraciones con varios grados de libertad, basado en el tratamiento teórico del capítulo 12, e incluye una revisión de las propiedades de los materiales y características de aisladores comercialmente disponibles.
397
Propiedades de los equipos sustentados
.
En un sistema de un simple grado de libertad obligado a tener un movimiento translatorio a lo largo de una línea, solamente deben ser conocidas la masa del equipo y la rigidez de los aisladores para determinar la frecuencia natural del sistema. Cuando el equipo tiene la libertad de moverse simultáneamente a lo largo de varios ejes coordenados, empiezan a superponerse los modos naturales de vibración, como se describen en la sección Modos naturales de vibración, del capítulo 12. Las frecuencias naturales en estos modos superpuestos dependen, entonces, no sólo de la masa del equipo soportado, sino también de la distribución de la misma. Esta última propiedad se define por el momento de inercia del equipo. Si éste tiene una forma simple, se puede calcular el momento de inercia. Si es irregular, los cálculos son laboriosos y puede resultar' más práctico medirlo, en particular si el equipo es pequeño. El momento de inercia se puede, a menudo, estimar, a efectos prácticos, con fiabilidad satisfactoria. El momento de inercia de una partícula con respecto a cualquier eje se define como ~I =(~m) r2, donde ~m es la masa de la partícula y r es su distancia al eje, medida sobre la perpendicular. El momento de inercia de un cuerpo rígido compuesto de un número de partículas discretas es el sumatorio de los momentos de inercia de las partículas consideradas individualmente: i=n
. 1=
¿ (~m)ir¡
(13.1)
i=l
El momento de inercia de un cuerpo, con respecto a un eje dado, es así la suma de los momentos de inercia de sus partes con respecto al mismo eje. Es conveniente definir una longitud p, llamada radio de giro del cuerpo. Si un cuerpo de masa total m tiene un momento de inercia 1, el radio de giro se define por la siguiente ecuación: I= mp2
(13.2)
La relación entre el radio de giro, respecto al eje de referencia, y el radio de giro p', respecto a cualquier otro eje paralelo situado a una distancia 8 de referencia, es: p'=
J p2+8 2
(13.3)
Si se conoce el peso y tamaño de un cuerpo rígido, el radio de giro se puede calcular de las ecuaciones (13.1) y (13.2). Para equipos complejos con muchos componentes, éste es un procedimiento muy laborioso que, generalmente, no es práctico. Si el equipo es apropiado y lo bastante pequeño para ser manejado con facilidad, el momento de inercia puede determinarse experimentalmente. En uno de los métodos para conocer el momento de inercia del equipo, se suspende éste como un péndulo torsional con el eje, con respecto al cual se va a determinar el momento de inercia, colocado en dirección 398
vertical. El cuerpo puede ser soportado por uno, dos o tres hilos relativamente largos y se puede calcular el momento de inercia a partir del período natural de la oscilaci6n. En otro método, se suspende el cuerpo como un péndulo compuesto, con el eje en cuesti6n orientado horizontalmente. Empleando dos longitudes de soporte para el péndulo compuesto independientemente y midiendo el período natural en cada caso, se puede calcular el momento de inercia. Los detalles de estos métodos para calcular momentos de inercia se encuentran recopilados en las páginas 16-21 de la referencia 1. Si es impracticable calcular o medir el momento de inercia, se usará un método estimativo. El radio de giro, siendo una simple magnitud lineal, se puede estimar como una medida de la distribuci6n de la masa del cuerpo. Su significado se ilustra mejor en los valores para varios cuerpos típicos mostrados en la figura 13.1. Para, más detalles, véase referencia 2. En el cilindro de paredes delgadas, cuya secci6n puede verse en la figura B.1a, la masa está concentrada a una distancia a del eje de simetría. El radio de giro es, por tanto, igual al radio. En la figura B.lb, la masa está
i/2'~ ~2a:1
GS (a)
lb)
r- w-/
I--w-j
1TI
óW
1'=1.75 W
ro~1 Tr0
55W 2W_,..
,e,
1,-----, (d)
(e)
FIG. 13.1.
Bosquejos de cuerpos representativos. Las flechas indican los radios de giro p con respecto a un eje perpendicular al papel que pasa por el centro de gravedad de los cuerpos respectivos. (Crede. 1)
distribuida, sin embargo, homogéneamente en el cilindro sólido; y el radio de giro es menor que el radio, p = O,71a. Se ilustran, además, diversos prismas rectangulares con varios factores de forma. El radio de giro para cada uno se indica con referencia a la longitud del lado menor. Estos ejemplos se pueden utilizar para estimar el radio de giro, normalizando el equipo y considerando que tiene una distribuci6n de masa equivalente a un cuerpo regular, cuyo radio de giro es conocido o puede determinarse.
399
Aisladores para equipos simétricos
Cuando se considera el aislamiento de vibraciones con respecto a un sistema con un solo grado de libertad, teniendo solamente una posible forma de movimiento, como se discute en la sección Vibraciones forzadas de sistemas de un solo grado de libertad, del capítulo 12, el concepto de transmisibilidad se puede expresar en términos simplemente numéricos. En la práctica, los equipos tienen libertad en diversos modos de vibración. El desplazamiento de cada aislador puede, por tanto, diferir de unos a otros. El método de análisis tratado en el capítulo 12, Sistemas de varios grados de libertad, suministra valores numéricos para la amplitud de la vibración en cada aislador y hace posible calcular numéricamente la transmisibilidad para cada localización del mismo. Excepto en circunstancias especiales, es difícil justificar el tiempo necesario para hacer tales cálculos. En general, una aproximación aceptable es seleccionar una frecuencia natural de la figura 12.10, basada en la transmisibilidad deseada y diseñar el sistema aislador que tenga una frecuencia natural máxima en cualquier sentido que no exceda el valor seleccionado. El tipo de problema más común en aislamiento de las vibraciones es el de un equipo montado sobre cuatro aisladores. Este tipo de problemas se reduce a su forma más simple si el equipo y los aisladores pueden considerarse simétricos con respecto a dos planos verticales perpendiculares que pasen por el centro de gravedad del equipo. Suponiendo tal simetría y viendo una cara del equipo, como se demuestra en la figura 13.2, el equipo es libre de moverse y
t
x+ -----i--_._. 8y
m
X
1
--L !::--_ _
---!-_ _--:-:-......
--¡ I
8x
FIG. 13.2. Alzado del equipo soportado por aisladores localizados en las cuatro esquinas inferiores.
verticalmente, horizontalmente y en rotación sobre un eje perpendicular a la cara que se ve. El movimiento en ciertos de estos modos puede ser acoplado o desacoplado, como se explica en el capítulo 12, Modos naturales de vibración. Si la rigidez vertical de cada aislador es directamente proporcional al peso inerte que soporta, la vibración en el sentido de traslación vertical está desacoplada de la vibración en otros modos y la frecuencia natural se determina por la masa del equipo y las rigideces verticales de los aisladores. Esta frecuencia natural constituye una referencia para definir las frecuencias naturales en otros modos, usando la figura 12.14. Es necesario, cuando se usa esta figura, conocer el radio de giro del equipo, la localización de los aisladores con 400
respecto al centro de gravedad del equipo y las rigideces de los aisladores en las diversas direcciones coordenadas. Los resultados obtenidos son las frecuencias naturales en los modos de traslación horizontal y rotacional acoplados, presentada como una relación adimensional, implicando la frecuencia natural en el método de traslación vertical. Se dan ejemplos en este capítulo para ilustrar el uso de la figura 12.17, para el cálculo de las frecuencias naturales. Se puede aplicar, en general, el procedimiento anterior para determinar las frecuencias naturales en los modos acoplados, y constituye un análisis riguroso donde exista la simetría supuesta. El procedimiento es laborioso, sin embargo, porque la relación adimensional p/8x aparece en los dos parámetros, abscisa y ordenada, y porque es necesario determinar el radio de giro del equipo. La relación antes tratada en la figura 12.14, puede aproximarse de una forma más rápida: 1) si el equipo puede considerarse un cuboide con distribución uniforme de masa, 2) los cuatro aisladores están sujetos precisamente en las cuatro esquinas inferiores y 3) la altura de los aisladores es despreciable. La relación de las frecuencias naturales en los modos de traslación horizontal y rotacional acoplados a la frecuencia natural en el modo de traslación vertical· es entonces función, solamente, de las dimensiones del cuboide y las rigideces de los aisladores, según las distintas direcciones coordenadas. Los resultados que se obtienen haciendo estos supuestos y sustituyendo en la ecuación (12.17), vienen dados por la ecuación siguiente: (13.4) donde 'Yl = K x/K y es la relación entre la rigidez horizontal y la vertical de los aisladores y A= 28y /28 x indica la relación entre la altura y la anchura del equipo. La relación dada por la ecuación (13.4) se demuestra gráficamente en la figura 13.3. Las curvas incluidas en esta figura son útiles para calcular valores aproximados de las frecuencias naturales y para indicar las tendencias de las frecuencias naturales al cambiar los diversos parámetros. Los siguientes comportamientos son dignos de especial énfasis: 1.
2.
Ambas frecuencias naturales acopladas tienden a un mínimo para cualquier relación de altura o anchura del equipo, cuando la relación entre la rigidez horizontal y la vertical Kx/Ky de los aisladores es baja. En otras palabras, cuando la relación de la rigidez horizontal a la vertical es alta, ambas frecuencias naturales acopladas también tienden a ser altas. De manera que cuando los aisladores están localizados. debajo del cuerpo, se obtiene la condición generalmente favorable de bajas frecuencias naturales usando aisladores cuya rigidez en la dirección horizontal es menor que la rigidez en dirección vertical. Sin embargo, una rigidez horizontal baja puede ser indeseable en aplicaciones que requieran máxima estabilidad. La condición óptima será un compromiso entre la frecuencia natural y la estabilización. Cuanto más crece la relación entre la altura y la anchura del equipo,
401 26
más decrece la más baja de las frecuencias naturales acopladas. El comportamiento de las más altas de las frecuencias naturales acopladas depende de la relación de rigidez de los aisladores. Es evidente que una de las frecuencias naturales acopladas crece mucho cuando: 1) la rigidez horizontal de los aisladores es más grande que la rigidez vertical y 2) la altura del equipo es aproximadamente igualo más grande que la anchura. Cuando la relación de altura a anchura del equipo es mayor de 0,5, se incrementa la separación entre las frecuencias naturales acopladas conforme aumenta la relación Kx/K y entre la rigidez horizontal y la vertical. Aisladores para equipos asimétricos
En algunas aplicaciones, el centro de gravedad del equipo es tan excéntrico a la situación de los aisladores que el supuesto de dos planos verticales de simetría discutido arriba no es justificable. En algunos casos, puede ser 2.75
...
..--..., .. 2.50 ~~
./
_2.25
./
1.75
1- K. /K.
K./K. =lO
RIGIDEZ PARA AlsLADOR#!S:.r RELAcIO..!!,..E!-
-~ =2.0
-......:: ~
~ 1.25
1"'"~
Kx/Ky=lO
1.00 z
0.75 0.50
---... ----
1
.,
• -
I
Kx/Ky =a5
I
-r----r----
1--- Kx/A}- =a25
--:--~ ~ ........ r--- -.....:::: ::::::::.t - Kx/Ky=a25
_ Kx /Ky -a5
o
~.
-
V
V
2.00
~
~/AY=2.0
l----¡.--
-
I&l
a:
0.25
----
o
o
0.2
0.4
0.6
0.8
1.0
1.2
1.4.
ALTURA DEL CUERPO RELACION ANCHURA DEL CUERPO
1.6
1.8
2.0
FIG. 13.3.
Curvas que muestran la relación entre las frecuencias naturales acopladas f nc en el plano XY y la frecuencia natural desacoplada f ny en traslación a lo largo del eje Y para el cuerpo soportado, nos demuestra la figura 13.2, con distribución uniforme de masa. Se supone que el cuerpo es un cuboide con los aisladores unidos precisamente en las esquinas inferiores. (Crede.t)
necesario emplear más de cuatro aisladores bajo el equipo o emplear aisladores adicionales cerca del techo del equipo para lograr la estabilización. Suponiendo que el equipo sea simétrico con respecto a un plano vertical simple que 402
pase por el centro de gravedad, el sistema se puede analizar como un sistema de tres grados de libertad con movimiento en el plano de simetría. Las tres ecuaciones diferenciales del movimiento para tal sistema están tratadas anteriormente en el capítulo 12, Un plano de simetría. Si el sistema satisface las condiciones para desacoplamiento tratadas en la sección Modos naturales de vibración, en el capítulo 12, la ecuación diferencial del movimiento para el modo desacoplado se puede omitir, y las dos ecuaciones restantes pueden ser resueltas simultáneamente para las frecuencias naturales de los modos restantes. Si el sistema no satisface las condiciones para desacoplamiento, deben resolverse simultáneamente las tres ecuaciones del movimiento para obtener tres frecuencias naturales en los tres modos acoplados de vibración. Los cálculos implicados en la evaluación de las tres frecuencias naturales a menudo requieren el uso de muchos gráficos en el análisis, y de ese modo hacen necesario el uso de una máquina de cáIcular. Cuando el centro de gravedad del equipo, visto en planta, es asimétrico con respecto a la situación de los aisladores, la distribución de peso muerto entre ellos es desigual. Si el equipo está soportado por tres aisladores, el peso
FIG. 13.4.
Vista en planta del equipo soportado por cuatro aisladores, en donde el centro de gravedad del equipo no está localizado sobre el centro de simetría de los aisladores.
soportado por cada uno puede determinarse aplicando simplemente los principios de la estática. Si se emplean cuatro aisladores, como se ve en la vista en planta de la figura 13.4, el análisis se complica considerablemente, porque un cambio en la desviación de cualquier aislador provoca una redistribución del peso entre los otros aisladores. Las tres ecuaciones siguientes se obtienen sumando las fuerzas verticales y sumando los momentos de estas fuerzas respecto a dos ejes horizontales perpendiculares: K 1d t + Kzd2 + K 3d3 + K 4 d4 = W 8b K t d t + 8b K 2d 2 = 8a W 8b 'K2d2 + 8b'K4d 4 = 8a'W
(13.5)
donde los subíndices de K y d se refieren a las designaciones del aislador mostrado en la figura 13.4. Suponiendo que el equipo sea rígido, los aisladores tengan la misma altura libre y la superficie soporte sea plana y rígida, la siguiente ecuación define la rigidez del equipo instalado: (13.6)
403
Si los cuatro aisladores son idénticos, existe una solución única para el peso soportado por cada aislador, que se puede obtener de las ecuaciones (13.5) y (13.6), haciendo los valores de la rigidez iguales a K. Esto da el siguiente conjunto de ecuaciones que definen la carga soportada por cada aislador:
(13.7)
Las relaciones dadas por la ecuación (13.7) se muestran gráficamente en la figura 13.5, empleando el tipo de presentación públicada en la referencia 3. En esta figura, las relaciones adimensionales 8a/8 b Y 8a '/8 b ' están situadas sobre los ejes horizontal y vertical, respectivamente, mientras que la relación adimensional F/W del peso soportado por cada aislador al peso total, es el parámetro de la familia de líneas diagonales. Las localizaciones de los aisladores se designan por los números encirculados en las cuatro esquinas, de acuerdo con la designación correspondiente en la figura 13.4. El peso soportado por cada aislador se indica por la línea diagonal, donde el valor numérico apropiado se determina sobre la línea enfrentada a cada aislador particular. Valores negativos indican que la fuerza sobre el aislador es hacia arriba, mientras que valores positivos indican una fuerza hacia abajo. Ejemplo. Suponer que la situación del equipo y los aisladores es tal que ambas relaciones adimensionales 8a/8b y 8a'/8b' son numéricamente iguales a 0,8. Este punto es adyacente a la esquina superior derecha de la figura 13.5. La parte de peso soportado por el aislador 1 se determina por las diagonales que aumentan de izquierda a derecha. Los valores numéricos aplicables, estando en el mismo sentido que las líneas de 1, están a lo largo del margen derecho y más alto. Interpolando entre las líneas diagonales, se encuentra que el aislador 1 soporta el 25 por 100 del peso; es decir, F 1/W=0,25. El peso soportado por el aislador 4 se determina en las mismas líneas, usando la escala coordenada a lo largo del margen izquierdo y más bajo. Así, F 4/W es también 0,25. Los pesos soportados por los aisladores 2 y 3 se determinan por el conjunto opuesto de líneas diagonales. Para el aislador 2, el peso, como se indica por los valores extendidos a lo largo del margen derecho e inferior, se determina de la relación F2IW=0,55. El peso sobre el aislador 3 se determina del mismo conjunto de líneas diagonales, usando la escala extendida a lo largo del margen izquierdo y superior. La relación F 3/W es -0,05; es decir, la fuerza sobre el aislador 3 es una fuerza hacia arriba igual al 5 por 100 del peso del equipo.
En la vibración desacoplada en el modo traslatorio vertical se requiere que la rigidez de cada aislador sea proporcional al peso inerte que soporte. Esto tiende a ocurrir cuando las desviaciones estáticas de todos los aisladores son iguales. Las ecuaciones (13.5) definen tres condiciones necesarias para el equi404,
librio estático, y una cuárta puede suponerse a voluntad. La cuarta condición supuesta aquí es que aisladores diagonalmente dispuestos entre ellos soportan el 50 por 100 del peso del equipo. Esto elimina la posibilidad de que un par de aisladores diagonalmente opuestos sean excesivamente rígidos, con el resultado" de que el equipo tienda a pivotar sobre la línea que conecta a estos aisladores. Este supuesto da la ecuación siguiente: (13.8) Haciendo dI =d2 = ... =d en la ecuación (13.5) y resolviendo simultáneamente con la ecuación (13.8): (13.9) donde las ecuaciones restantes son similares a la ecuación (13.9). Las relaciones dadas por las ecuaciones (13.9) se muestran también gráficamente en la figura 13.5, siendo K/(W/d) el parámetro de la familia de líneas diagonales. Así, pues, la figura 13.5 puede usarse para determinar las rigideces de los aisladores respectivos requeridos para mantener el equipo a nivel. La escala apropiada que se debe usar en la determinación de la rigidez de cualquier aislador es la que aparece del mismo lado de la línea diagonal que la
0.2
0.4
0.6
RELACION ADIMENS/ONAL
FIG. 13.5.
0.8
\.0
CD
5 a /6b
Diagrama para la determinación de la desviación de los aisladores
y las cargas que soportan en el caso mostrado en la figura 13.4. Si todos los
aisladores tienen la misma rigidez, la proporción de la carga total soportada por cada aislador se indica por medio del valor numérico situado sobre las líneas diagonales apropiadas. Si todos los aisladores experimentan la misma desviación estática, las rigideces requeridas de los aisladores se obtienen de los valores numéricos de las líneas diagonales continuas apropiadas.
405
designación encirculada del mismo, de acuerdo con el ejemplo anterior. Cuando la figura 13.5 se emplea para determinar las rigideces requeridas para lograr la misma desviación estática en cada aislador, las líneas diagonales discontinuas no deben usarse. Las líneas discontinuas indican un valor de K mayor que 1j2(W/d), que es una condición incompatible con el supuesto inicial de que las parejas de aisladores diagonales llevan entre ellos el 50 por 100 del peso del equipo. En el ejemplo anterior, el equipo no se puede montar para conseguir desviaciones estáticas iguales, porque el punto coordenado 8a /8 b =0,8, 8a'/8 b' =0,8 está en una región de líneas discontinuas. Aisladores para máquinas de baja velocidad
A partir de las frecuencias conocidas de operación de una máquina, la frecuencia natural requerida de los aisladores para lograr una deseada transmisibilidad se puede determinar de la figura 12.10. Esta frecuencia natural debe considerarse un máximo; se divide por la relación fnc/fny obtenida de la figura 12.14 para obtener la máxima frecuencia natural aceptable en la traslación vertical. Esto se transforma en desviación estática por referencia a la figura 12.4. La relativamente grande desviación estática que aparece cuando se monta maquinaria de baja velocidad introduce muchos problemas. En general, es ventajoso mantener la desviación estática al mínimo aplicando uno o dos de los métodos que siguen: 1.
La distancia horizontal entre aisladores puede hacerse relativamente grande en comparación con las dimensiones del equipo, de modo que las frecuencias naturales en los modos acoplados traslatorios rotacional y horizontal se hacen, o sustancialmente iguales, o mucho más grandes que la frecuencia natural en el modo traslatorio vertical. La alta frecuencia natural cae entonces sobre la frecuencia forzada y no existe
l'y::8.5 ----~-x
2
FIG. 13.6.
Método de sustentación, en el cual los aisladores se colocan en los extremos de largas vigas extendidas en dirección de la dimensión más corta del equipo. (Crede,l)
406
aislamiento en el sentido común de la palabra. Sin embargo, existe reducción forzada en los modos rotacionales de vibración, debido a que los aisladores están colocados en el extremo de largos brazos. Esta aproximación se puede usar sólo para máquinas de velocidad constante, ya que la frecuencia forzada se intercala entre dos frecuencias naturales y una variación de la frecuencia forzada puede provocar la resonancia. 2. El equipo puede ser rígidamente montado sobre un bloque de inercia de hormigón que es soportado por aisladores. El bloque de inercia hace posible conseguir un centro de gravedad para el combinado máquinabloque, que es bajo con respecto a la máquina. Los aisladores pueden colocarse entonces en el mismo plano horizontal que este centro de gravedad sin estar sobre el nivel de la base de la máquina, y la frecuencia natural máxima puede ser sustancialmente igual a la frecuencia natural en la traslación vertical. La incorporación del bloque de inercia es ventajosa también porque incrementa la masa de la máquina y, por tanto, decrece su amplitud de vibración. Esta aproximación es satisfactoria para usar con máquinas de velocidad variable, ya que todas las frecuencias naturales están por debajo de cualquier velocidad de trabajo exigida a la máquina. El uso de un bloque de inercia de hormigón es con frecuencia la mejor solución para el aislamiento de vibraciones de baja frecuencia, aunque, sin embargo, conduce a una instalación relativamente costosa. Los dos ejemplos siguientes indican el método de análisis generalmente usado en la aplicación de aisladores e ilustra igualmente los dos procedimientos anteriores para el montaje de máquinas de baja velocidad. Ejemplo 1. La máquina a considerar, como se ilustra esquemáticamente en la figura 13.6, es relativamente larga en la dirección del eje Z y relativamente estrecha en la dirección del eje X. La fuerza que ha de ser aislada es armónica a la frecuencia constante de 8 cps. Se supone que es resultado de la rotación de un miembro desequilibrado cuyo plano de rotación se toma, en primera instancia, como un plano perpendicular al eje Z y, en segunda instancia, como un plano perpendicular al eje X. La máquina está colocada sobre vigas paralelas al eje X que descansan sobre aisladores situados en sus extremos. La distancia entre aisladores es 158 cm, medidos en la dirección del eje X, y 61 cm, medidos en la dirección del eje Z. El centro de coordenadas se toma en el centro de gravedad del cuerpo soportado, esto es, en el centro de gravedad de la máquina y las vigas juntas. El peso total de la máquina y las vigas juntas es de 45 kg y su radio de giro en centímetros, con respecto a los tres ejes coordenados que pasan por el centro de gravedad, son Px=9, py=8,5 y p,=6. Los aisladores son de rigideces iguales en las direcciones de los tres ejes coordenados
Como paso inicial, se han de establecer las siguientes relaciones adimensionales: 8y /P,= -1,333 8X /P,= ±5,0 (8 y/P,}2= 1,78 (8 x / Pl}2= 25,0 TJ(pz/8 x}2 = 0,40
8 y/Px= -0,899 8, /px= ± 1,333 (8 y/Px}2= 0,790 (8, /Px}2= 1,78 TJ(PX/8,}2 = 0,561
407
Las diversas frecuencias naturales se determinan en función de la frecuencia vertical natural fny. Con la figura 12.14, las frecuencias naturales acopladas para la vibración en en un plano perpendicular al eje Z se determinan como sigue: x Ky
-P'l.YK -=0.2';1=0,2
8x
Para 8 y/p'l.= -1,333, (fnc/fny)(Pz/8x)=0,14; 1,03. Los signos de las relaciones adimensionales 8y/Pz y 8x/Pz requieren una explicación. De acuerdo con la ecuación (12.17), las frecuencias naturales son independientes del signo de 8y / PZ' Mirando la relación 8xl PZ' el signo elegido debería ser el mismo que el signo elegido para el radical en el lado derecho de la ecuación (12.17). La relación de frecuencia fnclfny se convierte entonces en positiva. Dividiendo los valores anteriores de (fnc1fny) (Pz/8 x) por pz/8 x = 0,2; fnclfny=0,96; 5,15.
La vibración en un plano perpendicular al eje X se trata de manera similar. Se supone que las fuerzas excitantes no están aplicadas de forma concurrente en planos perpendiculares a los ejes X y Z, y la vibración, en estos dos planos, es independiente. Consecuentemente, el problema se transforma en dos problemas independientes, pero similares con similares ecuaciones:
pxyK:
---: 8z
-
-=0,75';1=0,75 Ky
Para 8yIPx=0,889, (fnclfny)(PxI8z) = 0,57 ; 1,29. Dividiendo por PxI8z=0,75; fnclfny= =0,76; 1,72. La frecuencia natural de rotación, con respecto al eje Y, se calcula de la ecuación (12.5) como sigue, teniendo en cuenta que hay dos pares de muelles y que Kx=K y :
1
fny=~
I gKy4 V W
.;~ '\ Py
.;(30)2 +(12)2
- - - - - - fny= 3, 80 fny
8,5
Se tabulan ahora las seis frecuencias naturales: 1. 2. 3. 4. 5. 6.
Translatoria a lo largo del eje Y: f ny' Acoplada en el plano perpendicular al eje Acoplada en el plano perpendicular al eje Acoplada en el plano perpendicular al eje Acoplada en el plano perpendicular al eje Rotacional con respecto al eje Y: 3,80fny'
Z: Z: X: X:
O,96fny' 5,15fny' 0,76fny. l,nfny'
Considerando la vibración en un plano perpendicular, las dos frecuencias naturales más altas están en el modo traslatorio a lo largo del eje Y y en el modo acoplado, en el cual la frecuencia natural fnc es 5,15 veces la frecuencia natural vertical fny. De forma similar, las dos frecuencias naturales más altas en el plano perpendicular al eje X son la frecuencia natural fny, en traslación a lo larg() del eje Y, y la frecuencia natural 1,72fny, en el modo acoplado. La frecuencia natural en rotación sobre el eje Y es 3,80fny' El incremento de frecuencias más amplio en que no existen frecuencias naturales está entre 1,72 y 3,80 veces la frecuencia natural vertical. Este incremento se usa para la frecuencia forzada que se toma como 2,5 veces la frecuencia natural vertical. En cuanto que la frecuencia forzada se establece en 8 cps, la frecuencia vertical es 8 dividido por 2,5 o 3,2 cps. Las rigidices verticales requeridas de los aisladores se calculan de la ecuación (12.3), y son 18,74 kg/cm para la máquina entera o 4,68 kg/cm para cada uno de los cuatro aisladores. Resulta así una deflexión estática de 2,4 cm, si las rigidices dinámicas y estáticas de los aisladores son iguales.
408
Ejemplo 2. El ejemplo siguiente ilustra el procedimiento para diseñar la instalación de un bloque de inercia. El peso requerido del bloque puede estimarse primero sabiendo que los aisladores han de estar aproximadamente en el mismo plano horizontal que el centro de gravedad de la combinación máquina-bloque y de las limitaciones de la amplitud de vibración permisible de la máquina y el bloque soportados por los aisladores. En el ejemplo que sigue, el bloque de inercia aparece en forma de T cuando se ve desde un extremo, como se muestra en la figura 13.7. Esto permite el espaciamiento entre aisladores en las dos direcciones horizontales para la elección de las condiciones óptimas y hace posible un efectivo control de la vibración. Aunque el ejemplo se basa en este tipo de construcción, el procedimiento es general y puede ser seguido en cualquier disefío de bloques de inercia.
__ + 178 cm.
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1
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FIG. 13.7.
Método de sustentación en el cual la máquina está asegurada al bloque de inercia, cuyo alzado tiene forma de T y que está soportado por aisladores. El primer paso es suponer unas dimensiones para el bloque y dividir el cuerpo en partes que pueden suponerse regulares. Esto incluye la máquina A y las partes B y e del bloque de inercia. En la tabla 13.1 se anotan los pesos de estas partes en el apartado 1, sus masas en el apartado 2 y sus momentos de inercia en el apartado 3. Los momentos de inercia de cada parte se calculan con respecto a los tres ejes coordenados que pasan por el centro de gravedad, suponiendo que son cuboides de densidad uniforme, mediante la expresión I=m(lr +lD/12, donde 11 y lz son la longitud y la anchura de la cara perpendicular al eje con respecto al cual se toman momentos. El origen de coordenadas se toma próximo al centro de gravedad de la combinación máquina-bloque. La altura del origen de coordenadas se determina con referencia al pIano de la superficie inferior del bloque, tomando el momento del centro de gravedad de cada parte con respecto a su plano de referencia, sumando estos momentos y dividiendo por la masa total del combinado. La altura resultante del origen de coordenadas se da en el apartado 4 de la tabla 13.1, mientras que la distancia desde este origen de
409
Tabla 13.1.
Método de cálculo de frecuencias naturales para máquinas aseguradas a un bloque de hormigón y soportada por aisladores Propiedades con respecto a los ejes
1
(B) (C)
(A) (e)
- - ---
(C)
Altura del centro de coordenadas sobre la base
(B) (C)
363 626 825
363 626 825
363 626 825
37 64 84
37 64 84
37 64 84
8,3 16,4 23
8,9 21,8 23
0,47
0,47
0,44 0,06 0,24
0,44 0,06 0,24
7,18 0,24 5,65
7,18 0,24 5,65
mh 2 para el componente (A)
(B) (C)
7
(3)
Altura h de cada centro de gravedad al centro de coordenadas, m (A)
6
(2)
2,97 5,6 2,9
(B)
5
(1)
Momento de inercia del componente, UTM/m 2 (A)
4
y-y
Masa m del componente, UTM
(B) 3
z-z
Peso del componente, kg (A)
2
x-x
Momento total de inercia, UTM/m2
24,5
60,9
8
Radio de giro, m
0,38
0,57
9
Relaciones adimensionales: 8y /Px [Col. (1)] o 8y /pz [Col. (2)] Px/8z [Col. (1)] o pz/8x [Col. (2)]
0,23 0,568
0,15 0,523
0,50
0,56
0,568; 0,442
0,523 ; 0,440
1,00; 0,778
1,00; 0,84
2,5; 1,94
2,5; 2,4
--
--
vKz/K vKx/K
[Col. (1)] o [Col. (2)]
1O
(Px/8z) (pz/8 x)
11
{P/8)(fc/frJ
12
fc/fn
13
Frecuencia natural en los modos acoplados, cps
14
Frecuencia natural en la rotación, cps
410
y y
53,8 0,54
2,6
coordenadas al centro de gravedad de cada una de las tres partes se incluye en el apartado 5. Si la distancia que figura en el apartado 5 se designa por h, el producto de la masa por h 2 para cada una de las partes se encuentra en el apartado 6. El momento de inercia total de la combinación máquina-bloque es la suma de las cantidades de los apartados 3 y 6, y figura en el apartado 7. El radio de giro correspondiente, apartado 8, es la raíz cuadrada del cociente del momento de inercia del apartado 7 y la suma de las masas del apartado 2 [véase Ec. (13.2)]. El parámetro 8y de la figura 12.13, la distancia vertical desde el origen de coordenadas a la altura media del muelle sustentante, es 8,6 cm para la altura de los muelles proyectados. Las dos relaciones adimensionales, 8y lp y p18, se evalúan ahora usando 8,,=8,6, 8=33 y 54 para la vibración en planos normales a los ejes X y Z, respectivamente, y los valores de los radios de giro se calculan como el apartado 8. El tipo de muelle proyectado para usar aquí, se sabe que tiene una relación de la rigidez horizontal a la vertical de 0,8. Con este valor supuesto y los valores para 81p, incluidos en el apartado 9, se calculan los valores para las relaciones adimensionales del apartado 10. Entrando en la figura 12.14 con estos valores para las abscisas, se leen en ordenadas los valores del apartado 11. Son válidos dos valores de las ordenadas para cada valor de las abscisas, ya que existen dos curvas para la relación adimensional 8y lp. Las relaciones entre las frecuencias naturales en los modos acoplados y las frecuencias naturales en el modo traslatorio vertical, que figuran en el apartado 12, se obtienen del apartado 11 dividiendo los valores respectivos por los valores apropiados de la relación adimensional p18. A partir de las condiciones establecidas de la instalación, la frecuencia forzada mínima es 5 cps. Para conseguir una transmisibilidad de 0,33 para la vibración vertical, se requiere una frecuencia natural de 2,5 cps en el modo traslatorio vertical (véase figura 12.10). Usando el peso total de 1814 kg para la combinación máquina-bloque, la rigidez vertical total de los aisladores resulta ser, de la ecuación (12.3), 463 kg/cm o un valor unitario de 116 kg/cm por cada muelle. Usando el valor anterior de 0,80 para la relación de rigideces horizontal a vertical, la rigidez horizontal de cada muelle resulta ser 99,7 kg/cm. Las frecuencias naturales de los modos acoplados, expresados en ciclos por segundo, se obtienen multiplicando la frecuencia natural vertical de 2,5 cps por las relaciones adimensionales del apartado 12. Los valores resultantes de las frecuencias naturales en los modos acoplados están indicados en el apartado 13. La frecuencia natural f ny del modo rotacional, con respecto al eje vertical Y, se calcula de la ecuación (12.5). Este cálculo utiliza el radio de giro de 53,8 cm del apartado 8 y la distancia diagonal de 63,7 cm mostrada en la figura 13.7, y tiene en cuenta los cuatro muelles activos. La frecuencia natural resultante está anotada en el apartado 14 de la tabla 13.1.
VIBRACION EN LA VELOCIDAD CRITICA
Es inherente al aislamiento de vibraciones que la frecuencia natural del sistema aislador sea más baja que la frecuencia de las vibraciones forzadas. En el arranque y parada de las máquinas, por tanto, debe existir momentáneamente una condici6n de resonancia. Las amplitudes relativamente grandes, comúnmente asociadas con la resonancia, no ocurren instantáneamente, sino que requieren un tiempo finito para crecer. Si la frecuencia forzada es variada continuamente cuando la máquina arranca o para, puede existir condici6n de resonancia durante un período de tiempo tan corto que s610 existe una moderada amplitud en la resonancia. Este problema ha sido investigado para un sistema lineal, en el cual la frecuencia forzada varía uniformemente 411
pasando por la resonancia (véase Ref. 4), y los resultados se resumen en las curvas de la figura 13.8. La ordenada de la figura 13.8 es la transmisibilidad máxima; la abscisa es una relación en la cual el numerador es la velocidad de cambio de la frecuencia forzada en ciclos por segundo por segundo y el denominador es el cuadrado de la frecuencia natural del aislador expresada en ciclos por segundo. A partir de las curvas para diversos valores de la relación de amortiguamiento b/bc , es evidente que la velocidad de cambio de la frecuencia forzada es de pequeña importancia con aisladores altamente. amortiguados, pero de importancia considerable si los aisladores son de ligera amortiguación. Por ejemplo, una máquina que opera a una frecuencia de 30 cps se monta sobre aisladores cuya frecuencia natural es de 10 cps y cuya relación de 50 40
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0.1
VELOCIDAD DE CAMBIO DE LA FRECUENCIA FORZADA, CPS /SES CUADRADO DE LA FRECUENCIA NATURAL DEL AISLADOR ,(CPSlZ
FIG. 13.8.
Transmisibilidad máxima de un sistema de un simple grado de libertad con vibración forzada, donde la frecuencia forzada varía uniformemente a través de la frecuencia natural del sistema.
amortiguamiento b/bc es de 0,025. En la arrancada de la máquina, la frecuencia de operación de la máquina varía desde O a 30 en 5 seg con velocidad de cambio de frecuencia uniforme. Esta velocidad de cambio se expresa numéricamente por el cociente de 30 dividido por 5 o 6 cps por segundo. Para una frecuencia natural de 10 cps, la abscisa es el cociente de 6 dividido por 102 o 0,06. Entrando en la figura 13.8 en 0,06 en la escala horizontal, se obtiene un valor de 9,5 de transmisibilidad máxima para la curva b/bc =0,025. La máxima transmisibilidad se compara con el valor correspondiente de 20, que ocurre con igual amortiguamiento para condiciones de operación cuasiestable en la resonancia.
412
AISLAMIENTO DE GOLPES
La aplicación de aisladores para aliviar los efectos del golpe es difícil de discutir, debido a que el término «golpe» no tiene un significado aceptado y definido. Tiene el sentido de precipitación en la aplicación de una fuerza o en la interceptación de un movimiento. Puesto que existen varias categorías de golpe, no es posible formular un procedimiento simple que se pueda usar universalmente en el diseño y aplicación de aisladores. Se encuentran dos tipos de problemas en la aplicación de aisladores para reducir el golpe. En uno de ellos, la fuerza aplicada es de naturaleza impulso, con la consecuencia de que una parte o partes de la masa adquieren momentos adicionales. El movimiento asociado con este incremento, de momento intro-
13.9. Diagrama esquemático para ilustrar la efectividad del aislador K y en proteger los cimientos m s , K s de la fuerza F impulsivarnente aplicada, actuando sobre la máquina m y • FIG.
/
duce la condición de que el aislador tenga adecuada capacidad de almacenaje de energía para parar tal movimiento. En la aplicación de una fuerza no impulsiva, la máquina sobre la cual actúa dicha fuerza adquiere un movimiento temporalmente, pero se contrarresta asimismo finalmente, después de experimentar algún desplazamiento. El aislador óptimo es aquel que permite este movimiento mientras que previene la transmisión de una fuerza excesiva. Tal aislador no necesita tener capacidad para almacenar energía, sino solamente suministrar un adecuado soporte a la máquina. Carga impulsiva
Para carga impulsiva, se analizará el sistema esquematizado en la figura 13.9. El cuerpo m y representa una máquina soportada por un aislador K y , que es a su vez soportado por el sistema m s , K s • La máquina m y adquiere repentinamente una velocidad hacia abajo cuando sobre ella actúa la fuerza F, que se aplica de forma impulsiva. Esto puede ocurrir en un martillo de forja~ por ejemplo, donde m y representa el yunque de la máquina y su velocidad hacia abajo resulta del impacto del martillo. La efectividad del aislador K y queda indicada por una reducida deformación del muelle K s • Aunque un análisis completo de este problema se toma demasiado complejo para ser considerado en detalle aquí; en las referencias 1 y 5 se discuten ciertos casos particulares. 413
Se puede efectuar un análisis simplificado haciendo los siguientes puestos:
su~
1. La velocidad de bajada de la masa my se adquiere instantáneamente. 2. El aislador K y es lineal dentro de los límites de desplazamiento man~ tenidos durante el movimiento de golpe. 3. La frecuencia natural del sistema máquina-aislador m y , K y es pequeña con respecto a la frecuencia natural del soporte m s , K s • 4. La masa m y de la máquina es despreciable frente a la masa m s del soporte. Cuando la máquina está rígidamente unida al suelo, esto es, el aislador K y de la figura 13.9 es infinitamente rígido, de la ecuación (12.35) se puede de~ rivar una expresión para la desviación máxima So de los cimientos, haciendo tender t a infinito y sustituyendo Yo=So, m=ms+my y tn=I/27TvKs/(my+m s): So
1 -=--=------::======= cm 2Tr{nsms vi + my/ms
(13.10)
donde t ns = 1/27T VKs/m s en ciclos por segundo, m s está en unidades de kilo~ gramos por segundo al cuadrado por centímetro, 1 es el impulso de la fuerza F en kilogramos por segundo [véase Ec. (12.33)] y So está expresado en centímetros. La influencia de la masa de la máquina se puede determinar haciendo m y = O en la ecuación (13.10). Esto da la siguiente expresión para la desviación máxima de los cimientos: So
1
- -1- - cm VKsm s
(13.11)
La influencia de la masa m y de la máquina en reducir la desviación máxima So de los cimientos se obtiene comparando las ecuaciones (13.10) y (13.11). El resultado de la comparación se ilustra con la línea discontinua de la figura 13.10, en donde las ordenadas son la desviación sin dimensiones obtenida de la ecuación (13.11). La efectividad de un aislador se deduce haciendo K y relativamente pequeña, de acuerdo con los supuestos anteriores 3 y 4. Esta situación crea dos sistemas independientes que son desacoplados, ya que m y se supone mucho más pequeña que ms • El desplazamiento máximo Yo de la máquina se determina entonces de la expresión siguiente: Yo
1
- -1- - cm VKymy
(13.12)
donde m y está en unidades de kilogramos por segundo al cuadrado por centÍmetro, t ny está en unidades de ciclos por segundo y 1 está en unidades de kilogramos por segundo. El movimiento permisible de la máquina bajo la in414
·RELACION
MASA DE LA MAQUINA MASA DE LOS CIMIENTOS
1.0
o
( : : ) (LINEA DISCONTINUA)
3
2
,
4
5
\
\
S'"
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0.2
W
IX:
RELACION
V
V O.t
/ 0.2
........
-- -- ~
V 0.3
0.4
FRECUENCIA NATURAL DEL AISLADOR FRECUENCIA NATURAL DE LOS CIMIENTOS (LINEA CONTINUA)
0.5
(~:)
FIG. 13.10. Curvas mostrando el efecto de las formas de reducción de la desviación So de los cimientos m s , K s en la figura 13.9. La curva discontinua se aplica a la escala del margen superior e indica la desviación del soporte con la máquina rígidamente unida a él, variando la masa m y de la máquina. La línea continua se aplica a la escala del margen inferior e indica la efectividad del aislador K y en reducir la desviación del soporte. El impulso de la fuerza F se 1 -designa por ], y la frecuencia natural de los cimientos, por fns=-- VKslm s'
21T
fiuencia del impulso I depende en gran manera de las condiciones de trabajo. Si la máquina opera automáticamente, sustancialmente es permisible mayor movimiento que si se opera manualmente. Cuando la máquina está soportada por aisladores, suponiendo m y « m s , la frecuencia natural del sistema máquina·aisladores es fny = 1/21T V Ky/m y y la máxima desviación So de los cimientos es So = KyYo, donde Yo viene dado por la ecuación (13.12): So
(13.13)
La relación dada en la ecuación (13.13) se muestra en la línea continua de la figura 13.10. Como quiera que la desviación máxima de los cimientos es directamente proporcional a la frecuencia natural del sistema aislador, el valor de So se debe disminuir incrementando m y o disminuyendo K y• Esto último no es aconsejable, porque se incrementa el movimiento de la máquina, como se indica en la ecuación (13.12). La adición de masa a la máquina soportada por los aisladores, esto es, un incremento de m y en las ecuaciones (13.12) y (13.13), disminuye a la vez la desviación del soporte y el movimiento de la máquina. Esto se consigue normalmente montando la máquina sobre un blo-
415
FIG. 13.11.
Aplicación típica de un bloque de inercia y aisladores para soportar un martillo de forja. (Cortesía de Korfund Co., ¡ne.)
AISLADOR
que de hormigón soportado por aisladores, como se ilustra en la figura 13.11, para un martillo de forja. La combinación de aisladores con un bloque de inercia adaptado a la máquina, es una solución óptima a los problemas que requieren almacenaje de energía en el interior de los aisladores cuando existe un incremento impulsivo de energía. Carga no impulsiva
Si no existe cambio en el momento total del sistema, sino que sólo hay un cambio en la distribución de momentos dentro del sistema, no es esencial que los aisladores tengan capacidad de almacenaje de energía, sino que basta con que tengan libertad para permitir el movimiento que genere la transformación de momentos. En la prensa mostrada en la figura 13.12a, por ejemplo, el momento total permanece constante. El momento angular del volante se reduce repentinamente durante el golpe, pero se incrementa correspondientemente el momento angular de la prensa entera. Recíprocamente, el momento angular del volante se incrementa conforme su velocidad es gradualmente restituida por el motor y el momento de la prensa entera decrece.
T
2T
v
3T
T1EMPO~
(e)
FIG. 13.12.
Típica prensa (a) y diagrama de su movimiento bajo la influencia de fuerzas no impulsivas implicadas en su operación. Las curvas A y B en (b) indican los pares que actúan sobre la prensa. La línea continua en (e) indica el desplazamiento que indica la prensa si estuviera libremente soportada en el espacio, donde la línea discontinua indica el desplazamiento correspondiente cuando está soportada por aisladores de vibración. (Crede,17)
416
El momento aplicado a la rueda por la operación de trabajo del metal se indica por los pulsos A de la figura 13.13b, mientras que el momento aplicado al volante por el motor se indica por los pulsos B. Un campo de momentos iguales y opuestos reaccionan sobre el cuerpo de la prensa. Suponiendo que la prensa estuviera soportada para rotar libremente sobre un eje normal al papel, su posición angular en cualquier instante estaría indicada por la línea sólida de la figura 13.12c. Como la prensa periódicamente adquiere y después pierde su velocidad, avanza un paso en cada ciclo, como se indica por los sucesivos desplazamientos angulares cP de la figura 13.12a y el diagrama de tiempos representado por la línea continua de la figura 13.12c. Si la prensa está soportada por aisladores, no puede continuar rotando indefinidamente, como se sugiere en la línea continua de la figura 13.12. El aislador actuará sobre la prensa después de cada golpe, y la restituirá a su posición inicial, como se indica por la línea discontinua de la figura 13.12c. La prensa estará en su posición normal cuando ocurra el siguiente golpe de trabajo. Si los aisladores son adecuados, interfieren, pero poco, con el movimiento de la prensa durante el golpe y le permiten girar en respuesta al momento aplicado durante el instante de trabajo. Los aisladores deberían tener una elongación permisible, al menos tan grande como el máximo desplazamiento de la línea discontinua de la figura 13.12c, y una rigidez adecuada para devolver la prensa a su posición inicial antes del comienzo del siguiente golpe. En general, se obtiene un aislamiento satisfactorio anotando la duración de la fuerza de prensado, tiempo indicado por la anchura del pulso A y aplicando unos aisladores de acuerdo con ello. Si los aisladores se seleccionan de tal manera que su período natural es sustancialmente más grande que la duración de la fuerza de prensado, el efecto es similar a mantener una gran relación de frecuencia forzada a natural en el estudio de aislamiento de vibraciones. El aislamiento del golpe se consigue entonces de una forma análoga al aislamiento de vibraciones. Diseño de aisladores de golpes
En las prensas y máquinas similares, las fuerzas aplicadas son periódicas, aunque no armónicas, y se debe poner cuidado para evitar las condiciones de resonancia. El aislamiento generalmente se asegura si el período natural del sistema aislador se hace grande con respecto a la duración de la fuerza de prensado. El período natural del sistema aislador no debe coincidir, sin embargo, con el período entre las aplicaciones de las fuerzas de prensado. La práctica corriente es diseñar el sistema aislador de tal manera que su período natural sea más grande que la duración de la fuerza de prensado, pero más pequeño que el período entre las aplicaciones de la fuerza.
417
PROBLEMAS ESPECIALES DEL AISLAMIENTO DE VIBRACIONES DE ALTA FRECUENCIA
En la teoría clásica de aislamiento de vibraciones, sobre la que se basa la discusi6n anterior, se supone que el elemento resiliente del aislador no tiene masa y que el soporte del mismo es infinitamente rígido. Si la frecuencia de las vibraciones forzadas es relativamente baja, el supuesto supone una buena aproximaci6n y los resultados son usualmente aceptables a efectos prácticos. Cuando la frecuencia de las vibraciones forzadas es relativamente alta, tienden a producirse ondas estacionarias en el aislador, y la transmisibilidad se hace relativamente grande a las frecuencias de estas ondas. Además, se pueden crear resonancias en el soporte del aislador con las subsiguientes amplitudes grandes de vibración. Ondas estacionarias
Es difícil determinar las frecuencias de las ondas estacionarias en elementos de goma con forma irregular por medios analíticos. Los principios aplicables, han sido, sin embargo, demostrados para elementos sencillos de goma. El análisis se refiere al sistema ilustrado en la figura 13.13, e incluye un cilin-
FIG. 13.13.
Diagrama esquemático de sistemas para mostrar el efecto de las ondas estacionarias en el aislador K l o la elasticidad en el soporte K 2 cuando sobre el equpio actúa una fuerza F.
dro de goma de masa mo y rigidez K¡, un soporte rígido de masa m2 Y un cuerpo rígido de masa m¡, colocado de manera que caiga el cilindro de goma a lo largo de su eje de simetría. La expresión de transmisibilidad, extraída de la referencia 6, es: 1
v[
1+
(B
2
Bl
) 2J
senh2 gbB2 + ( cos B2-
~2 sen B2) 2 + ~b ~2 senh 2g¡J32 1
1
(13.14)
donde Bl =mO/ml Y B 2 = (f/fn) VmO/ml' La frecuencia forzada en ciclos por segundo se indica por f, mientras que fn = 1/21T ,./kJml es la frecuencia natural, suponiendo que el cilindro de goma no tiene masa. El parámetro de amortiguamiento gb es funci6n de la viscosidad, y en primera aproximación, gb ~ b/bc • En la referencia 6 se da una discusión extensa de este fenómeno, incluyendo
418
un tratamiento teórico que es rigurosamente correcto para cualquier grado de amortiguamiento. Las curvas de transmisibilidad calculadas de la ecuación (13.14), se muestran en la figura 13.14 para valores del parámetro de viscosidad iguales a 0,05 y 0,030, cuando la relación entre la masa del equipo soportado a la masa del elemento resiliente es igual a 10. Las ordenadas en la figura 13.14 es la trans-
mO=o.l m .
10 - S t - - - - - j - - j - - - f - - - ! - - \ - - I - - l 10-6.'------'--'----l---L--..I...-..L-..J 0.1 0.5 I 5 lO 50 lOO RELACION ADIMENSIONAL
.L~ fn m,
FIG. 13.14.
Curvas de transmisibilidad del aislador Kh de la figura 13.13, cuando K 2 es infinitamente rígido y cuando se consideran los efectos de las ondas estacionarias en el aislador K 1• Las dos curvas continuas se calculan de la ecuación 13.14 para las relaciones de amortiguamiento indicadas y la relación de masas mOlml =0,1, mientras que las curvas discontinuas se calculan de la ecuación (12.9), en que se desprecia el efecto de la masa del aislador.
misibilidad adimensional y las abscisas es el producto de la relación de frecuencias adimensionales f/fn y la raíz cuadrada de la relación adimensional de masas mO/mI' Para poder comparar, se muestran en la línea discontinua en la figura 13.14 las curvas clásicas de transmisibilidad, como se calculaban de la ecuación (12.9), para un elemento resiliente sin masa, haciendo b/b c = 0,05 Y 0,3. Es evidente que el efecto de la masa del elemento resiliente es despreciable para valores bajos de la frecuencia forzada. Cuando la frecuencia forzada se hace mayor, la longitud del cilindro de goma incluye una o dos semilongitudes de onda de la frecuencia forzada y se desarrolla una onda estacionaria. Aparece entonces un pico en la curva de transmisibilidad. Las alturas de los picos sucesivos, conforme aumente la frecuencia forzada, tienden a disminuir, y el efecto de la resonancia de la onda estacionaria desaparece finalmente. El resultado analítico mostrado en la figura 13.14, calculado de la ecuación (13.14), ha sido sustancialmente confirmado mediante investigaciones experimentales. Las alturas de los picos resultantes de las resonancias de la onda estacionaria aumentan cuando el parámetro de amortiguación ~b disminuye y cuando la relación de masas mO/mI aumenta. Los picos tienen mayor posibilidad de ser altos cuando el elemento resiliente es un muelle metálico, ya que el amortiguamiento del metal es relativamente pequeño y la masa es relativamente grande. Para elementos resilientes de goma, la relación de masas mO/ml tiende a ser pequeña y el parámetro de amortiguamiento gb es sustancialmente más grande que el del metal. En la figura 13.14, el parámetro de amortiguamineto ~b =0,025 419
es relativamente pequeño para goma y la relación de masas mO/ml = 10 es relativamente grande. Como consecuencia, la curva continua superior de la figura 13.14 representa aproximadamente las circunstancias más desfavorables posibles que se pueden encontrar usando aisladores de goma. La mayoría de las aplicaciones serán algo más favorables que ésta, cuando se use goma. Si se usan muelles metálicos y aparece transmisibilidad alta, como consecuencia de la resonancia de ondas estacionarias, la dificultad se puede eliminar, a menudo, interponiendo un colchón de goma en serie con el muelle metálico. La experiencia demuestra que esto elimina normalmente cualquier pico apreciable en la curva de transmisibilidad. Resiliencia del soporte
La efectividad de los aisladores puede disminuir debido a la resiliencia de los cimientos. Se ilustra esto en la figura 13.13, en donde el sistema m2' K 2 es una idealización de cualquier estructura, tal como una viga de acero. El equipo se representa por el cuerpo rígido mI Y el aislador se representa por el muelle lineal sin masa K 1• El sistema se excita por la fuerza F 1 aplicada al equipo. Si la estructura K2 es infinitamente rígida, el cimiento también lo es, y es aplicable la teoría previamente desarrollada para aisladores mediante la expresión de la transmisibilidad [Ec. (12.9)]. Si la estructura K 2 no es rígida, la ecuación para el desplazamiento máximo So del soporte mo, desarrollada en la referencia 7, es:
ISol
(fn.!fn2)2 FoIK2 = [(m¡fm~, (fn.!fn2)2- (f/fn2)2+ l][(fnJfn2)2- (f/{n2)2] - (m¡fm.J (fnJf"2)4
(13.15) _5
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FIG. 13.15.
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FRECUENCIA NATURAL DE LOS CIMIENTOS
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Curva que muestra la relación de desplazamiento del sistema m2K2 a la desviación estática equivalente Fo/K2• para el sistema mostrado en la figura 13.13 en función de la relación de la frecuencia forzada f a la frecuencia natural fn2=(1/21T) (K2/m l/2. Estas curvas son para una relación de masas ml/m2= 1, y para una relación de frecuencias naturales fnl/ fn2= 1.
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420
donde f~l = 1/41i2(Kdml) y f~~ = 1/'hr2(KJm2)' y ambas ramas del sistema son no amortiguadas. La relación dada por la ecuación (13.15) se ilustra numéricamente en la figura 13.15 para una relación m¡/m2 de la unidad y una relación fnJfll~ de la unidad. La curva de la figura 13.15 muestra dos frecuencias resonantes, porque el sistema de la figura 13.13 es un sistema de dos grados de libertad con acoplamiento entre las dos ramas del sistema. La amplitud de vibración de los cimientos tiende a crecer cuando la frecuencia de la vibración forzada iguala una de las frecuencias naturales del sistema acoplado. Las frecuencias naturales del sistema se determinan igualando el denominador de la ecuación (13.15) a cero. La expresión resultante para las dos frecuencias naturales de los modos acoplados es como sigue:
donde f nc representa las frecuencias naturales de los modos acoplados, y 2 = 1/2'1T J KJm2 es la frecuencia natural del cimiento, considerado como un sistema desacoplado. La relación dada por la ecuación (13.16) para las frecuencias naturales en los modos acoplados, se muestra gráficamente en la figura 13.16 para diversos valores de la relación de masas mdm2' Puede verse en esta figura que una frecuencia natural del sistema acoplado
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FIG. '13.16.
Curvas que muestran la relación entre la frecuencia natural . acoplada f"c y la frecuencia natural de los cimientos t
'de la figura 13.13 en función de la relación entre las frecuencias naturales de las dos ramas individuales del sistema acoplado. Las curvas son para tres valores discretos de la relación de masas m¡fm2t como se indica. t
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RELACION
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FRECUENCIA NATURAL l) FRECUENCIA NATURAL DE LOS CIMIENTOS f n2
es siempre igualo mayor que la frecuencia del cimiento considerado como sistema desacoplado. Si la frecuencia de la vibración forzada se hace igual a esta frecuencia natural acoplada, es de esperar que el cimiento vibre con amplitud relativamente grande. Un cimiento estructural real tiene la masa distribuida y, consecuentemente, frecuencias naturales en muchos modos. Las relaciones 421
expresadas en la figura 13.16 se aplican a cualquiera de estas frecuencias naturales y pueden existir resonancias entre la vibración forzada y cualquiera de las frecuencias naturales del sistema acoplado. Este efecto no puede ser eliminado -completamente por aislamiento, ya que el sistema acoplado tiene valores relativamente grandes de la frecuencia natural, incluso cuando la frecuencia natural {nI del sistema 1 se aproxima a cero. Esto puede tener relación en los fallos de aisladores cuando se utilizan para aislar vibraciones de frecuencias relativamente altas bajo ciertas condiciones. El uso de materiales amortiguantes para reducir el efecto de la resiliencia del cimiento se discute con algún detalle en el capítulo 14.
CONDUCTOS FLEXIBLES
Las ventajas obtenidas con el uso de aisladores de vibración se pueden perder si la máquina se une a tuberías, conductos eléctricos o mangueras rígidas. Los conductos para suministrar potencia eléctrica o para llevar fluidos deben tener porciones flexibles para prevenir la transmisión de vibraciones. La manguera de goma a menudo es preferible, pero si la temperatura es demasiado grande o si hay que transmitir fluidos químicamente activos, se debe utilizar manguera o tubo metálico. Las propiedades de las mangueras y tubos metálicos flexibles se discuten en los párrafos siguientes. En la instalación de conductos flexibles, son de importancia los principios de diseño siguientes: 1. Los conductos deben ser unidos a la máquina cerca del punto de movimiento vibratorio mínimo. Esto hace que la entrada de vibración sea mínima y asegura una mínima transmisión de la vibración a través del conducto. Puede ser conveniente llevar por la máquina un tramo de conducto rígido para unir el flexible en el punto de movimiento mínimo. 2. El otro extremo del conducto debe unirse a la estructura más pesada. Esto tiende a reducir la influencia de la vibración transmitida y hace posible el empleo de un conducto más rígido, mientras se acaba el aislamiento de vibración deseado. 3. El conducto puede instalarse con lazos relativamente grandes, en los cuales uno de los extremos experimenta grandes desplazamientos con respecto al otro, o cuando se requiere una rigidez muy baja del conducto. En general, la amplitud de vibración es pequeña y el conducto puede instalarse, normalmente, derecho. Los fabricantes de conductos flexibles no suministran datos sobre la rigidez que hagan posible determinar si se requiere algún lazo para una aplicación determinada. 4. Si se usa un lazo, el conducto se debe colocar de forma que el movi· miento vibratorio se distribuya por toda la longitud. Si el movimiento tiene lugar sólo cerca de los extremos del conducto, el excesivo desgaste que resulta de la concentración de la tensión puede acortar la
422
vida del conducto. La figura 13.17 muestra un número de variaciones preferibles para asegurar la distribución del movimiento a lo largo de la longitud del conducto.
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FIG. 13.17. Diagrama de disposiciones preferida y no preferida de conductores flexibles para distribuir el movimiento sobre la longitud del conductor y así minimizar el desgaste. (P. H. Geiger.l 6)
El tipo más antiguo de conducto flexible es la manguera de bandas partidas que se ilustra en la figura 13.18. Esta manguera se hace de una tira continua metálica y se le da cuerpo con una construcción entrelazada con las bandas empaquetadas continuamente en los canales de los puntos entrelazados. Su flexibilidad estriba en la acción deslizante de los puntos entrelazados, sus cualidades de hermeticidad se derivan del empaquetamiento, que es normalmente asbestos. Este tipo de manguera es apropiado para transportar aire, aceite, agua y vapor, pero generalmente es inadecuado para gases a alta pre-
13.18. Vista en corte de tubería metálica flexible del tipo entrelazado.
FIG.
sión O sustancias altamente volátiles, donde la fuga más ligera puede provocar una situación peligrosa. Se suministra en diámetros desde 1,25 a 15 cm, y se puede construir de diferentes aleaciones, dependiendo de los requerimientos del servicio. Dn tipo más moderno de conducto flexible es el tubo arrugado de la figura 13.19. Se suministra con las arrugas en configuración anular (Fig. 13.19a) o configuración helicoidal (Fig. 13.19b). Está hecho sin costuras; soldado en diámetros desde 3 a 100 mm, dependiendo de los materiales y formas ofrecidas por diversos fabricantes. Tubo soldado de diámetro de hasta 50 mm se cons-
423
truye también en esta forma. Se hacen normalmente de bronce, acero y acero inoxidable, pero también pueden ser aleaciones, incluyendo Monel, Níquel Super, Everdur e Inconel. El tubo arrugado sin costuras o soldado no es susceptible de fugas y es, por tanto, satisfactorio para transportar sustancias volátiles y gases a presión. Los conductos flexibles se obtienen normalmente del fabricante con entalladuras integrales en los extremos. Las longitudes de los tubos están standarizadas o pueden conseguirse en las dimensiones impuestas por la aplicación determinada. Los tubos de este tipo utilizados en líneas a presión están normalmente encerrados en trencilla flexible para prevenir la elongación y la rotura del tubo, uniéndose a las entalladuras finales. Es aceptable utilizar la tubería sin trencilla únicamente para aire o gas a baja presión.
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13.19. Vista en corte de tubería flexibles sin juntas de los tipos (a) anular y (b) espiral.
FIG. lb)
Los fabricantes no suministran datos de la rigidez de los conductos flexibles. Se ha acumulado, sin embargo, una considerable experiencia y se pueden obtener buenas recomendaciones mirando aplicaciones específicas *. PROPIEDADES GENERALES DE LOS MATERIALES RESILlENTES
Se usan comúnmente muchos materiales diferentes como elementos resilientes de los aisladores. Pueden agruparse algo arbitrariamente, como 1) caucho natural y sintético, 2) muelles metálicos y 3) un grupo de materiales diversos tales como corcho, fieltro y goma-espuma. Cada uno de estos materiales tiene sus ventajas y desventajas peculiares. Los materiales listados en el tercer grupo se suministran sólo en forma de planchas y se usan principalmente para montar maquinaria. Los aisladores que incorporan muelles metálicos o bien partes de caucho moldeadas, se usan como elementos componentes de las máquinas tanto como para sustentar la maquinaria. Los muelles metálicos se utilizan cuando la desviación estática que se requiere es grande, cuando la temperatura y otras condiciones ambientales hacen
* Entre los fabricantes de tuberías y conductos flexibles se encuentran: the American Brass Company of Waterbury, Conn.; Flexonics Corporation of Maywood, nI.; Pennsylvania Metallic Tubing Company of Philadelphia, Pa. ; y Titeflex Corporation oí Newark, N. J.
424
inútil el uso de goma y, en algunas circunstancias, cuando se requiere un aislador de bajo costo. Las partes de goma moldeada encuentran amplia aplicación, ya que pueden ser convenientemente moldeadas a muchas formas y rigideces, posee más histéresis interna que los muelles metálicos, a menudo requieren un mínimo de espacio y peso y pueden ser fijados a adaptadores metálicos para sujetarlos convenientemente. Aunque se usa probablemente el caucho natural de una forma más amplia, las gomas sintéticas, como Neopreno, Buna-S y Buna-N, tienen un uso considerable, siendo el último identificado por los nombres comerciales Hycar, Perbunan y Chemigum. Otras gomas sintéticas, Butil y Tiokol, tienen poco uso como aisladores, excepto cuando existen condiciones ambientales excepcionales. El caucho natural posee la más favorable combinación de propiedades mecánicas, tales como mínima deriva, máxima fuerza de tensión y máxima elongación en el fallo; y tiende a ser menos cara. Su utilidad está algo restringida por la resistencia limitada a la deterioración bajo la influencia de hidrocarburos, ozono y temperaturas ambientales altas. El Neopreno y el Buna-N poseen una excelente resistencia a los hidrocarburos y al ozono, siendo el Buna-N particularmente apto para la aplicación en ambientes con temperaturas relativamente altas. El Buna-S se utiliza extensamente como aislador de vibración. Tiene pocas propiedades destacables, pero ha sido ampliamente suministrado como resultado de un programa del Gobierno USA para el caucho sintético. El caucho se puede cubrir con barniz para protegerlo contra gotas de aceite pequeñas u ocasionales *. La goma de silicona es un material sintético para aplicarlo tanto en altas como en bajas temperaturas ambientales, a las cuales ningún otro material de goma se puede utilizar. Tiene una notable estabilidad en un amplio rango de temperaturas, por encima y por debajo de las normales. Algunos compuestos de goma de silicona mantienen su flexibilidad a temperaturas próximas a - 38 oC. Aunque la compresión tiende a ser relativamente grande a temperaturas elevadas, la rigidez del material tiende a cambiar ligeramente después de estar expuesto a altas temperaturas durante un período largo. La resistencia a la rotura y a la abrasión de los materiales que se suministran es relativamente baja. La baja fuerza de tensión y la alta deriva introducen limitaciones en su utilización en aislamiento de vibraciones, excepto cuando el material se carga sólo ligeramente. Se están realizando grandes progresos en goma de silicona y existe la esperanza de que en el futuro haya más materiales disponibles. El fieltro, el corcho y la goma-espuma se cortan normalmente de grandes planchas y paneles usados, careciendo de la fácil adaptabilidad de la goma que se moldea a una forma dada y que frecuentemente poseen adaptadores metálicos para facilitar su aplicación. El corcho se usa frecuentemente para soportar grandes cimientos de hormigón. Es un material fácilmente compre-
* Entre los fabricantes de barnices se encuentran: Egyptian Lacquer, Egyptian Lacquer Company, New York, N. Y.; Nitroloid Lacquer, Forbes Varnish Company, Cleveland, Ohio; Glyptal Lacquer, General Electric Company, Schenectady, N. Y.; y Ivco Varnish, Impervious Varnish Company, Rochester, Pa.
425
sible, de módulo relativamente bajo, que es particularmente útil para soportar grandes bloques de hormigón, debido a que puede rellenar totalmente el espacio que rodea el bloque. El fieltro se utiliza a veces debajo de la maquinaria; es conveniente su aplicación, porque puede ser cementado y no le afecta el aceite ni otras sustancias extrañas. La fibra de vidrio impregnada, con un buen refuerzo * y comprimida con hilo entrelazado a una forma y densidad específicas, ha sido propuesta recientemente como elemento resiliente de los aisladores de vibraciones. Es relativamente inmune a las influencias ambientales y se ha utilizado ampliamente en aviación militar. Su aplicación para control de ruido ha sido muy limitada. Caucho La rigidez de un elemento de caucho es función del módulo del material y del tamaño y forma del mismo. El módulo se mide indirecta y sólo aproximadamente determinando la resistencia del material al mellado. El instrumento más usado es el durómetro Shore, que incluye un muelle colocado de forma que presione el final de un cono truncado contra la superficie de la goma. La lectura se obtiene de una escala que indica la profundidad de la mella, siendo más bajo el número cuanto más grande es ésta. La goma más suave que se usa en aisladores es aproximadamente 30 durómetros y la más dura aproximadamente 70. Una indicación razonablemente buena de las rigideces relativas de elementos con las mismas dimensiones se obtiene de la resistencia a la melladura, según se mide en el durómetro. La relación entre el módulo a cortadura y la lectura del durómetro se muestra en la figura 13.20 para la N
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FIG.
13.20. Módulo a cortadura del caucho natural para pequeñas desviaciones, en función del durómetro.
FIG. 13.21. Relación entre los módulos dinámico y estático del caucho, en función del durómetro del caucho.
(Crede,1)
(Crede,1)
goma natural. No es posible establecer una relación similar para el módulo de compresión, por las razones que se explican a continuación. En un sistema con el muelle de goma, la frecuencia natural calculada usando la rigidez determinada por una prueba de desviación-fuerza estática del muelle da casi invariablemente un valor más bajo que el que resulta durante
* Véase capítulo 19. 426
la vibración. En otras palabras, el módulo dinámico es mayor que el módulo estático. La relación de los módulos parece ser independiente de la velocidad del esfuerzo y tiene un valor numérico entre 1 y 2. La relación crece sustancialmente conforme crece el durómetro, como se indica por los datos presentados en la figura 13.21 de las pruebas de un número de aisladores representativos seleccionados al azar. El caucho es una sustancia visco-elástica. En forma pura, predominan las propiedades elásticas y el material tiene un amortiguamiento mínimo. Es entonces capaz de soportar esfuerzos estáticos sustanciales sin deriva excesiva. En forma compuesta, se añaden otros elementos que tienden generalmente a incrementar la viscosidad y disminuir la elasticidad. El amortiguamiento aumenta entonces, pero el límite de carga sin excesiva deriva se reduce. Así, gomas más duras tienden a tener amortiguamientos mayores. El valor aplicable de la relación de amortiguamiento de la goma depende de muchos parámetros, incluido el durómetro. En la figura 13.21 se dan valores en función del durómetro, usando datos obtenidos del grado de decaimiento en vibración libre. Los aisladores de vibración de goma pueden trabajar a compresión o a cortadura. Cuando se carga a cortadura, el elemento de goma se afianza entre dos caras metálicas paralelas y la carga se aplica paralela a estas caras. La goma tiene un relación de Poisson de aproximadamente un medio; esto es, es sustancialmente incompresible y cambia de forma, sin cambiar de volumen. La cara rectangular de un elemento de goma sometida a esfuerzo constante se transforma así en un paralelogramo. La relación entre el esfuerzo y la desviación es: F d -=G-
S
t
(13.11)
donde F es la fuerza aplicada en kilogramos; S, el área de la goma en centímetros cuadrados; G, el módulo de elasticidad a cortadura en kilogramos por centímetro cuadrado; d, la desviación en centímetros, y t, el espesor de la goma en centímetros. El módulo G es constante para esfuerzos pequeños y la ecuación (13.17) se aplica sólo para pequeñas desviaciones. Para valores mayores del esfuerzo, el módulo G decrece cuando aumenta el esfuerzo. Esto viene indicado en las curvas esfuerzo a cortadura mostradas en la figura 13.23, para goma de diversos tipos de diámetro. El máximo esfuerzo estático permisible depende en cierta medida del grado de deriva que sea tolerable. Para tener cierto grado de seguridad, el esfuerzo estático a cortadura d/t no debe exceder de 0,25 a 0,50. La incompresibilidad de la goma le permite desviarse bajo una fuerza de compresión sólo si puede expandirse lateralmente; en ausencia de espacio para esta expansión lateral, la desviación empieza a ser imposible. Cualquier condición que restrinja la expansión lateral tiende a incrementar la rigidez. Dos factores importantes al respecto son: l.
Las condiciones de la cara sobre la cual se aplica a la goma la fuerza de compresión. Si esta cara está perfectamente lubricada, no está res427
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13.22. Valores típicos de amortiguamiento resultante de la estéresis interna del caucho, en función del durómetro del caucho.
FIG.
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TENSION A CORTADURA(
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12
1.4
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FIG. 13.23. Curvas tensión-esfuerzo para el caucho a cortadura. (Crede. 1)
tringida la expansión lateral de la goma, y ocurre uniformemente desde la cara cargada a la otra. La rigidez a la compresión es entonces mínima. Si la goma se adhiere a un elemento rígido, no puede produ21
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Curvas fuerza-desviación para colchoncillos de caucho cuadrados no limitados, cargados a compresión. La fuerza está en kilogramos por centímetro cuadrado de área cargada y la desviación está en tanto por ciento del espesor del colchoncillo. La relación de áreas es la relación entre el área cargada y el área lateral apta para el pandeo. (Cortesía de United States Rubber Co.)
428
2.
cirse la expansión en la zona adyacente al elemento rígido y la rigidez a la compresión aumenta por esta restricción de expansión lateral. El área libre útil para la expansión lateral. Un elemento de goma al cual se aplica una fuerza de compresión tiene rigidez máxima por unidad de área cargada cuando la relación de área lateral libre a área cargada es mínima. El área lateral libre puede incrementarse haciendo orificios a través de la goma, paralelos a la dirección de la fuerza de compresión o seleccionando una forma cuya área periférica sea grande.
Los factores anteriores son difíciles de considerar analíticamente, y se emplean normalmente métodos empíricos para determinar las características de rigidez de los elementos de goma cargados a compresión. Definiendo la relación de área de los bloques de goma como la relación del área cargada al área de expansión lateral, se ha observado (véase Ref. 8) que los bloques cuadrados, cuyas relaciones de área son iguales, se desplazan al mismo porcentaje de sus espesores cuando soportan cargas iguales por unidad de área. Se reproducen en la figura 13.24 una serie de curvas fuerza-desplazamiento para bloques cuadrados no trabados de diversos durómetros, siendo el parámetro de cada familia la relación del área cargada al área de expansión lateral. La rigidez es el 15 por 100 más baja para la misma relación de área, cuando la
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13.25. Nomograma para determinar la relación entre la fuerza y la desviación para colchoncillos de caucho limitados, cargados a compresión. Se traza una línea recta que interseccione las escalas llw y wlt en los valores apropiados. Esto determina un valor de A, del cual se dibuja una segunda línea recta a la escala Y para determinar la desviación resultante de cualquier fuerza unitaria, se traza una línea recta desde la escala de fuerza a la escala de desviación, interseccionando la escala B en el mismo punto que lo hace la línea que va desde A hasta Y. (Cortesía de United States Rubber Co.) FIG.
429
longitud del bloque es dos veces su anchura y el 30 por 100 más baja cuando la longitud es diez veces la anchura (véase Ref. 9). Los bloques a compresión que están unidos a elementos rígidos, por los cuales se aplica la fuerza, son más rígidos que los que no lo están. Trabajos de investigación de la United States Rubber Company han dado como resultado el monograma de la figura 13.25, que se utiliza para determinar las relaciones fuerza-desplazamiento de bloques ligados. El desplazamiento se expresa en porcentaje de espesor del bloque, como resultado de una fuerza unitaria expresada en kilogramos por centímetro cuadrado. El procedimiento para usar el monograma se explica en la leyenda de la figura 13.25. Muelles metálicos
En la figura 13.26 se ilustra una aplicación típica de un muelle de compresión helicoidal como aislador de vibraciones. Se coloca entre el cimiento (a) y el equipo (h), a menudo sin sujeción directa, pero con rebajes para situar
13.26. Aplicación típica de muelles helicoidales a compresión como aisladores de vibración. El muelle está en posición no desviada en la izquierda y en posición lateralmente desviada en la derecha. (ereFIG.
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el muelle. Los muelles constituyen el único soporte vertical y lateral de la máquina. Este apartado incluye información sobre la rigidez de muelles helicoidales, según los ejes coordenados vertical y horizontal, sobre las tensiones reales y permisibles y sobre la estabilidad de los sistemas montados sobre muelles. La tensión de un muelle metálico, resultante de una carga actuando hacia abajo, es primeramente la tensión cortante debida a la tensión del hilo del muelle. La máxima tensión cortante viene dada por la siguiente ecuación:
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g-1 0,615) (44g-4 +--g-
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2
(13.18)
donde F es la fuerza vertical aplicada al muelle en kilogramos; a¡, el radio del hilo en centímetros; az, el radio medio de la espiral en centímetros, y ~ =a2/ah el índice del muelle. El término entre paréntesis de la ecuación anterior es el factor de corrección de Wahl, adquiere importancia para las tensiones más grandes en el diámetro interior de la espiral. Es despreciable para valores altos del índice del muelle, tomando valores de 1,1 para ~ = 16, 1,25 para g= 6 Y 1,4 para g =4 (véase Ref. 10). La máxima tensión permisible en un muelle helicoidal es función de la tensión mínima. Las curvas de la figura 13.27 muestran el valor de la tensión 430
que se puede esperar que soporten muelles helicoidales a compresión, de buena calidad, fabricados en distintos materiales. El rango de tensión limitante se lee verticalmente entre la línea de tensión mínima y las líneas que representan la tensión máxima. El factor de corrección de Wahl se utiliza en el cálculo de la tensión. Las curvas son bastante fiables para muelles que
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FIG. 13.27. Curvas que muestran la máxima fuerza de trabajo a cortadura, en función de la fuerza mÍnima. (A. M. WahVO)
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CM~
tengan un índice entre 5 y 10. Para índices mayores se pueden esperar valores del rango de tensión algo más bajos. La rigidez K y del muelle a lo largo del eje vertical se da en la ecuación siguiente: .
Gai K y = 100n~ kgjcm
(13.19)
donde G es el módulo a cortadura del material del muelle en kilogramos por centímetro cuadrado, n es el número de espirales activas, al es el radio del hilo en centímetros y a2 es el radio medio de la espiral en centímetros. Si el equipo soportado se desplaza lateralmente, el muelle helicoidal mostrado a la izquierda de la figura 13.26 adquiere la posición mostrada a la derecha. El desplazamiento del muelle en dirección lateral supone tensión del hilo a torsión y a flexión. Se puede simplificar el análisis de este desplazamiento suponiendo que el muelle es de hilo de acero (G=0,8-l0 6, Y=2,1.10 6 kgjcm 2) con sección circular. La rigidez K x en dirección lateral puede expresarse en431
tonces en función de la rigidez K y en la dirección vertical, como sigue:
~~ = 1,44~' [ 0,051 ( :2)2+ 0,256 ]
(13.20)
donde h es la altura de trabajo del muelle, a2 es el radio medio de la espiral y ~' es un factor de corrección para compensar la disminución de la rigidez vertical que resulta del desplazamiento lateral. El factor de corrección ~' es una función complicada de las relaciones h/a2 y d/h. Se ha evaluado numéricamente y se incluye en los resultados mostrados en el gráfico de la figura 13.28. Una de las aplicaciones predominantes de los muelles helicoidales es el aislamiento de vibraciones de baja frecuencia. El principal requerimiento, entonces, es para un gran desplazamiento estático del muelle. Si el muelle se desvía, como se muestra en la parte derecha de la figura 13.26, la rigidez lateral del muelle puede ser insuficiente para reponer el equipo soportado a su posición inicial. El equipo tiende así a caer de lado como resultado de la inestabilidad. Existe condición de equilibrio estable cuando el sistema está en estado de energía potencial mínima. Durante el desplazamiento horizontal del muelle hasta la posición ilustrada en la derecha de la figura 13.26, la rigidez vertical del muelle disminuye porque la carga se aplica excéntricamente. Si la estabilidad debe ser mantenida, la pérdida de energía potencial debida al descenso del equipo soportado debe ser al menos compensada con un incremento de la energía de tensión del muelle. El incremento de la energía de tensión es mayor que la pérdida de energía potencial y el sistema es estable cuando se dan las condiciones siguientes: (13.21) 2.5r---..,....--------r-----. ,-..
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2.0
2.5
ALTURA DE TRABAJO RELAClON OIAMETRO DE LA ESPIRA MEDIA
FIG. 13.28.
3.0
(h-' 2ái
Relación de la rigidez lateral a la axial para muelles helicoidales a compresión, en función de las relaciones de altura de trabajo a diámetro de la espira media y de la desviación estática a la altura de trabajo. (Crede,l)
432
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RESION ESTABLE
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IV
o o
REGION INESTABLE
V
0.2 RELACION
0.4
0.6
Q8
1.2
1.0
DESVIACION ESTATICA ALTURA DE TRABAJO
(..!L) h
FIG. 13.29. Curva que separa las regiones estable e inestable para un sistema cuyo único soporte son muelles helicoidales cargados a compresión, como se muestra en la figura 13.26.
(Crede,l)
donde d es el desplazamiento estático y h es la altura de trabajo; las dos variables han de estar expresadas en las mismas unidades. Esta ecuación se representa gráficamente por la línea recta mostrada en la figura 13.29, que separa las regiones de estabilidad y de inestabilidad. Otros materiales *
Fieltro. El fieltro está definido por la Asociación del Fieltro como «tejido compuesto de fibras entrelazadas con una combinación adecuada de trabajo mecánico, acción química, humedad y calor, sin hilado, tejido ni puntadas. El fieltro puede estar hecho a base de una o más clases de fibra de lana, con o sin mezcla de fibras sintéticas, animales o vegetales». Se hace así una distinción de los productos textiles en los cuales las fibras se colocan paralelas, engarzadas en hilo y entrelazadas entonces por tejido. El proceso de fabricación del fieltro, por otra parte, induce el movimiento de las fibras individuales por toda la masa y utiliza las características naturales del rizado y entrelazado de la fibra de lana. El resultado es un material fibroso bien compacto, hecho de unos espesores desde 0,8 a 80 mm. El fieltro se suele aplicar en el aislamiento de vibraciones cortando peque· ños colchoncillos del tamaño deseado y colocándolo bajo el equipo que se desea soportar. Con frecuencia se utiliza el cemento para mantener los colchoncillos en su posición correcta. La curva fuerza-desplazamiento para el fieltro trabajando a compresión es claramente lineal para desplazamientos del 25 por 100 del espesor, pero después la rigidez' crece rápidamente, y con un desplazamiento del 50 por 100 es aproximadamente diez veces mayor que con el 25 por 100. El incremento de rigidez con desplazamientos mayores del 25 por 100 demuestra la necesidad de evitar una sobrecarga del fieltro. fI)
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CARGA MAX/MA. RECOMENDADA '~
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FIG. 13.30. Frecuencia natural en función de la carga para diversos pesos de fieltro de 2,5 cm de espesor. (Crede. 1)
~ 2011-1-1-.;.,:y.:~~~~j
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u. 15 o~__:::_:;;:--_;±__...l-_..l-----I---L-...J 035 0.7 1.05 1.4 1.75 2.1 2.4; CARGA, KI1/cm.2
En la figura 13.30 se muestra la frecuencia natural en función de la carga para tres densidades de fieltro de 2,54 cm de espesor. Tiene lugar una disminución de la frecuencia natural conforme aumenta el espesor del fieltro, pero la rigidez no es, en apariencia, inversamente proporcional al espesor. Por ejemplo, un incremento de 2,5 a 10 cm en el espesor del fieltro provoca una •
Véase capítulo 19 para los datos de rigidez de paneles de fibra de vidrio.
433 28
reducción de la frecuencia natural de 0,66 veces. la frecuencia natural original. Debería esperarse una disminución de' 0,50 veces la frecuencia natural original. Las curvas de la figura 13.30 parecen ser sustancialmente horizontales en la región extrema derecha. Aparece así una condición por la cual la frecuencia natural no puede ser reducida incrementando la carga. La mínima frecuencia natural obtenible es de aproximadamente 19 a 20 cps, dependiendo de la densidad; pero la frecuencia natural mínima que corresponde a la carga má·· xima recomendada es de 25 a 28 cps. Estos valores se basan en un espesor del fieltro de 2,5 cm; para un espesor de 1,25 cm, los datos obtenidos de otras fuentes indican que la mínima frecuencia natural utilizable es de 30 cps. En cuanto que se obtiene aislamiento sólo para frecuencias mayores de 1,41 veces la frecuencia natural, los espesores de fieltro de 1,25 cm, por ejemplo, pueden considerarse útiles sólo para aislar vibraciones cuya frecuencia sea mayor que 30 x 1,41 =42,3 cps.
Corcho. El corcho que se usa para el aislamiento de vibraciones, golpes y sonidos se presenta generalmente en forma de planchas, que se hacen comprimiendo las partículas de corcho a alta presión y cociéndolo posteriormente con vapor recalentado. El corcho difiere de la goma en que contiene muchas células diminutas de aire, que se reducen de volumen cuando el corcho
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2.8
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4.2
CARGA, Kg/cm~
FIG. 13.31. Frecuencias naturales de diversas densidades de Vibracork en función de la carga. Las líneas continuas se refieren material de 5 cm de espesor, y las líneas discontinuas, a material de 10 cm de espesor: (Crede.I)
a
soporta una carga. El material es, por tanto, un sólido no incompresible, pero, por otra parte, ha sufrido desplazamientos a compresión de hasta el 24 por 100, sin que muestre expansión lateral apreciable. Se aplica como planchas cargadas a compresión, colocándolas directamente bajo la base de la máquina o bajo el bloque de inercia.. El corcho posee propiedades similares a la mayoría de los restantes materiales resilientes, cuando se carga a compresión, y sufre un gran desplazamiento. La rigidez se caracteriza porque incrementa continuamente conforme
aumenta el desplazamiento, y el límite se sitúa en la frecuenCia natural mí': nima alcanzable. Desde un punto de vista práctico, la carga máxima es aquella que el' corcho puede soportar con seguridad, sin estar someti'do a tensiones excesivas. Los datos siguientes del Vibracorcho, un' corcho manufacturado por compresión de bolas de corcho de 1,25 cm de' diámetro, fueron suminis; tradós por el fabricante, Armstrong Cork Company, y publicados primero en la referencia 1. La frecuencia natural de Vibracorcho, en función de la carga soportada, se muestra en las curvas de la figura 13.31. El corcho parece tener propiedades particulares que tienden a hacerlo menos efectivo como medio aislador,' de lo que se deduce por las frecuencias mostradas en la figura 13.31. Para calcular la transmisibilidad con vibraciones en . estado permanente de un sistema que emplea corcho como elemento resiliente, se ha determinado empíricamente que la frecuencia natural indicada: en la figura 13.31 debe multiplicarse primero por 1,5. La transmi~ibilidad a frecuencias mayores que la frecuencia· natural puede determinarse de la ecuación (12.9), usando la frecuencia natural corregida y suponiendo amortiguamiento cero. Se desea determinar, por ejemplo, la transmisibilidad del Vibracorcho de 10 cm de espesor, de 26,6 kg/m de· tablero, cuando se carga éf 2,5 kg/cm3 y sufre una vibración de 40 cps. De la figura 13.31 se determina que la· frecuencia natural del sistema es 14 cps. La frecuencia natural corregida es, entonces, 14 x 1,5 = 21 cps, y la relación de fr~cuencia forzada a fre-. cuencia natural corregida es 40/21 = 1,9. La transmü~ibilidad, a partir de la ecuación (12.9), para una relación de frecuencias de f/f~ = 1,90, es 0,38. La relación de amortiguamiento b/bc para el corcho cargado a compresión es, aproximadamente, 0,06, independientemente de hi .dénsidad. Esto: corresponde a una transmisibilidad en la resonancia de aproximadamente ocho veces, que' es equivalente a la- de la .goma en':-el rango, de 50 a 60 .duró-, metros... "
. . Gom¿t-'espuma. La goma', .en su estado convendonai vulcanizado, es' un' sólido incompresible, aunque flexible, con rigidez considerable. Para reducir la rigidez e intro.ducir ciert.as. yentaj~s q~~ se de~i'yan de la compresibilidad, Tabla 13.2. Datos de rigidez para gomaespuma
Designación
Carga de compresión para una desviación del 25 %, kg/cm2
10 11 12 13 14 15
0,25-0,15 0,49-0,14 0,77-0,14 1,05-0,14 1,44-0,25
0,07~0,07
Las designaciones numéricas anteriores das por RN para indicar caucho natural, indicar caucho sintético no resistente al se para indicar caucho sintético resistente
están prefijapor RS para aceite y por al ac:eite.
435
la goma se fabrica con gran cantidad de diminutas bolsas de aire o de gas. Al aplicar la carga, el aire o el gas se comprimen y la rigidez total del material es entonces relativamente bajo. La goma-espuma se suministra generalmente en forma de planchas, de espesor constante y superficie grande, que puede cortarse en paneles del tamaño requerido. Ocasionalmente, se moldea en formas intrincadas. La rigidez de la goma-espuma se define por un número de designaci6n ASTM (véase Ref. ll), como se plasma en la tabla 13.2.
AMORTIGUACION V AMORTIGUADORES
El interés principal en amortiguamiento es su efecto sobre la transmisibilidad en vibraciones forzadas y golpes y sobre la disminuci6n de las vibraciones libres. Si a un sistema con cualquier tipo arbitrario de amortiguamiento se le obliga a vibrar a través de un rango de frecuencias y se toma nota de la amplitud máxima de vibraci6n, se puede establecer la transmisibilidad máxima. El valor de la relaci6n de viscosidad b/bc para este valor de la transmisibilidad máxima, se toma de la figura 12.11 y se conoce como relaci6n de amortiguamiento viscoso equivalente y puede usarse en cualquier análisis donde aparezca la relaci6n b/b c• Cuando el amortiguamiento sea pequeño, los resultados obtenidos con la relaci6n equivalente son suficientemente fiables a la mayoría de las aplicaciones prácticas.
Histéresis interna El amortiguamiento se puede obtener de la histéresis interna de los elementos elásticos que soportan la carga o de amortiguadores discretos sin esta funci6n específica. Los materiales con alta histéresis poseen frecuentemente otras características indeseables, entre las cuales una de las más prominentes Tabla 13.3.
Relación de amortiguamiento viscoso equivalente para materiales típicos Relación de amortiguamiento viscoso equivalente
Material
Caucho, 30 durómetro Caucho, 60 durómetro Acero ,
... '" ... ... .
0,02 0,08 0,005
es la tendencia al deslizamiento o a la deriva excesiva bajo una aplicaci6n constante de carga. En la tabla 13.3 se dan unos pocos valores representativos de la relaci6n de amortiguamiento viscoso equivalente que representan la histéresis interna de materiales típicos, para indicar el orden de magnitud de esta propiedad. Los valores son s610 aproximados y representan la media
436
de valores algo diversos obtenidos bajo condiciones variadas de vibración libre y forzada. Tienden a ser más bien bajos y pueden incrementarse sustancialmente si existe pérdida de energía como resultado del rozamiento entre las superficies deslizantes. Amortiguadores discretos
Cuando no se pueda obtener un amortiguamiento adecuado de la histéresis interna, se puede colocar un amortiguador discreto, en paralelo con el elemento elástico que soporte la carga. El grado de amortiguamiento obtenido de esta manera es prácticamente ilimitado, dependiendo sólo del espacio, costo y la complejidad mecánica que se puede tolerar. Los párrafos siguientes describen algunos de los aparatos amortiguadores que se suelen utilizar y se apuntan las limitaciones de cada uno.
Telescópico. Uno de los amortiguadores más usados es el telescópico, que es como se muestra esquemáticamente en la figura 13.32a. Un pistón a, sujeto al cuerpo m, está obligado a moverse verticalmente en un líquido encerrado en el cilindro b, asegurado al soporte s. Si el pistón es relativamente largo, la fuerza requerida para obligar al líquido a fluir a través del espacio
• .71
(el
Idl
13.32. Vista esquemática de diversos tipos de amortiguadores. En la (a), un cilindro. En la (b), un amortiguador magnético. En la (e), un amortiguador de fricción. En la (d), un aislador incorporando un amortiguador de aire. (Crede,l)
FIG.
circular existente entre el pistón y el cilindro, es aproximadamente proporcional a la velocidad del pistón. Esto es amortiguamiento viscoso; en la referencia 12 se pueden encontrar algunos datos sobre las características de los telescópicos. Si el pistón es corto y el fluido fluye a través del espacio circular o a través de agujeros en el pistón, la fuerza' de amortiguamiento tiende a ser proporcional a una potencia de la velocidad.
Amortiguador magnético. El amortigu~iento se puede obtener como resultado de una corriente inducida en un conductor que se mueve a través de un campo magnético, usando cualquiera de las diferentes formas en que se puede conseguir, una de las cuales se muestra esquemáticamente en la figura 13.32b. Un imán c, similar a los que se usan en los altavoces dinámicos, se asegura al soporte s, y un conductor d, unido al cuerpo m, se mueve verticalmente a través del campo existente en el entrehierro anular. Se induce en el conductor un flujo de corriente, y así la energía es absorbida. La fuerza de amortiguación es proporcional a la velocidad del conductor que se mueve 437
en
'el campO' "magnétlc(), 'aunque puede existir' alguna' dificültad en' mahtener
ún coeficiente de amortiguamiento éonstante con', un desplazamiento'
tancial.
"
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sus~
La utilidad de los amortiguadores magnéticos y telescópicos' en' aislamiento de vibraciones está limitada por diversas consideraciones prácticas. Ambos ti~ pos, por construcción común, son operativos solamente a lo largo de una línea recta y su estructura es tal que restringe el movimiento en las direcciones: a menos que se :áñada un mecanismo. ' , El telescópico requiere generalmente un prensaestopa para retener el' líqui~ d El' aJ!l0rtiguador, magnético 'necesita" o una fuente de potencia que 'excite un electroimán ó' un imán permanente excesivamente grande, excepto en 'casos donde el equipo' sea'muy ligero de peso. Ambos tipos experimentan variación en sus p~opiedádes, como resultado de las fluctuaciones de temperatura';' l~s del telescópico, a causa de los cambios 'en la viscosidad del "Hquido, y los de amortiguador magnético, por los cambios en la resistencia del con~uctor.
Amortiguador de (ric'ción. Se puede obtener amortiguamieñtó' obligando 'a un elemento sustanCialmente seco' a deslizarse sobre otro, utilizando el aparato ilustradó esquemáticamente en la figura 13.32c. Una lengua n se fija al equi~ po m y se le sitúa de manera que deslice entre dos bloques o qu;e estén forjados contra la lengua por r el muelle, a tensión p. La fuerza ejercida por el amortiguador en oposición :al movimieJ;lío vertical del equipo es el producto de la fuerza normal y el coeficiente de rozamiento entre la lengua y los bloques. La fuerza de amortiguamiento es: nominalmente constante, independientemente de la posición o la velocidad del equipo. Este tipo de amortiguamiento se denomina rozamiento l:;eco ~ amortiguamiento de Coulomb, y se trata analíticamente en' las referencias 13 y 14. La fuerza, nominalmente constante, transmitida por el amortiguador de Coulomb puede introducir desventajas características. Cuando la amplitud y la frecuencia de la Vibración son' bajas, la aceleraCión del equipo es baja 'y la fuerza de inercia resultante puede ser menor que la fuerza de rozamiento del amortiguador. El amortiguador, funciona como una conexión rígida y el aislador no tiene ,resiliencia. A frecuencias mayores que la frecuencia natural, el movimiento relativo entre el· soporte y .el equipo tiende a ser pequeño. La fuerza transmitida, por el elemento elástico' se hace así correspondientemente pequeña. El amortiguador, sin embargo, transmite una fuerza cuya magnitud es independiente de la amplitud de la vibración. Puede ser relativamente grande cuando la amplitud de vibración, es pequeña y, por tanto, puede incrementarse la transmisibilidad a frecuencias más altas. Amortiguador de aire; En la figura 13.32d se ilustra un amortiguador de aire' embutido en' un aislador. Este incluye un muelle metálico e que soporta la carga y que está localizado en el interior de un fuelle de goma (. 'El fuelle de goma y la tapa metálica g se combinan' para formar un encerramiento impermeable al aire, exce'pto por un 'pequeño orificio h practicado a través de la tapa. ' El equipo 'se une al elemento central 'j y su movimiento en dirección ver~38
tical obliga a cambiar al volumen interior del fuelle. El aire fluye a través del orificio hacia adentro o hacia afuera del fuelle. El trabajo empleado en forzar el aire a través del orificio resta energía al sistema vibrante, suministrando así el amortiguamiento deseado. La viscosidad" del aire varía poco con la temperatura, y las características del amortiguador son, así, relativamente independientes de los cambios de temperatura.
CARACTERISTICAS DE LOS AISLADORES
La fabricación y venta de aisladores "para reducir las vibraciones, golpes y ruidos han llegado a ser un negocio bien establecido. Este es el resultado de diversos intereses y una línea importante de aplicación de la goma. Sería demasiado voluminoso el incluir aquí un catálpgo completo de los aisladores existentes. Se ilustran, sin embargo, en las figuras 13.33 y 13.34 algunos productos típicos y representativos de los catálogos de los distintos fabricantes y las características están definidas por los valores numéricos que se incluyen en las tablas 13.4 y 13.6 *. Para facilitar la clasificación, los aisladores se agrupan en: 1) aisladores de goma, 2) aisladores que emplean muelles helicoidales y 3) materiales semejantes a colchoncillos. En los párrafos siguientes se incluyen comentarios detallados sobre las diferentes clases. Los aisladores, en los cuales el elemento resiliente que soporta la carga es goma natural o sintética, se ilustran en la figura 13.33. En general, estos aisladores están compuestos de un conjunto integral de goma y algunas partes metálicas y se suministran con orificios u otra forma cualquiera para facilitar su montaje en la maquinaria. Algunos de estos aisladores son simétricos con respecto al eje central, mientras que otros son de dimensiones predeterminadas o indefinidas. Algunos tipos de aisladores llevan un ajuste de altura para facilitar el nivelado de la máquina. En la tabla 13.4 se indican los datos de dimensiones totales y montados, la capacidad de carga y las rigideces. Esta tabla incluye también el nombre del fabricante y el número de referencia para los aisladores ilustrados en la figura 13.33. Los aisladores que emplean muelles helicoidales como elementos resilientes que soportan la carga, se ilustran en la figura 13.34. Los muelles están embutidos como parte integrante del aislador, que además incorpora elementos metálicos con orificios para unirlo a la máquina y al suelo. Este tipo de aisladores incluye normalmente algún medio para ajustar la altura para el nivelado de la máquina, y algún tipo de amortiguamiento para compensar el pequeño amortiguamiento característico de los muelles helicoidales. El tamaño total de los aisladores aumenta conforme aumenta la capacidad de carga, ya que ello es necesario para acomodar el mayor número de muelles. Los aisladores de muelles se usan normalmente para el aislamiento de vibraciones, de frecuencias forzadas relativamente bajas, donde es necesario un gran desplazamiento • La lista de productos no es completa, ni todos ellos están necesariamente recomendados por el autor.
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13.33. Aisladores comerciales típicos y representativos que emplean caucho natural o sintético como elemento sustentante. Una línea central trazada verticalmente indica que el aislador es simétrico con respecto a esa línea central, mientras que la falta de tal línea central indica que el aislador tiene una longitud de sección recta uniforme que se extiende perpendicular al papel. Las dimensiones, capacidades de carga, rigideces y nombres de los fabricantes se incluyen en la tabla 13.4; los datos de frecuencia natural y carga se resumen en la figura 13.35.
FIG.
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<7I k'---
SERIES SM
SERIES LK
FIG. 13.34.
Aisladores comerciales que emplean muelles helicoidales para soportar la carga y, que se usan generalmente para aislar vibraciones de frecuencia relativamente baja. Las dimensiones, capacidad de carga, rigideces, cuando sea posible, y nombres de los fabricantes se incluyen en la tabla 13.5.
estático. Las dimensiones, capacidad de carga y el nombre del fabricante, junto con los datos de las rigideces, se incluyen en la tabla 13.5. Un método corriente de montaje de maqu;inaria es simplemente interponer un colchoncillo elástico entre'los pies de la máquina y el suelo. Tales colchoncillos se suministran en una amplia variedad de materiales y formas, normalmente de grandes tamaños para ser cortados al tamaño deseado. Aunque la mayoría se instalan directamente debajo de la máquina, se usan a menudo en serie con aisladores tipo muelle para conseguir el aislamiento de las vibraciones de alta frecuencia. Se usan en las aplicaciones en que no es crítico el control de las frecuencias naturales; consecuentemente, los datos que se suministran no están tan bien documentados como los de los aisladores de goma y de muelle. La tabla 13.6 contiene los colchoncillos típicos que están comercializados, junto con una descripción y el nombre del fabricante. Algunos se hacen de materiales especiales, otros de materiales corrientes; se suministran con superficies funcionales y características, o bien son planos. En el último caso, la tabla 13.6 suministra referencias de las secciones apropiadas de este capítulo, donde se pueden obtener más detalles.
442
Tabla 13.4.
Datos para aisladores que utilizan caucho natural o sintético, ilustrado , en la figura ~J.33 .
.Dibujado en la figura 13.33, fabricante h , 'y -tipo número
: Oiinensiones, ~m Carga máxima, kg '
'
A (sin carga)
B Forma
:
-.1
'
..
,
,
--
--
C-
Medida
t
w
11 18 41 57 23 45 68 91 159 113 136 227 340 113 181 227 567
19-6 a 4,5-2,3 36-14 32-14 43-9 20-4 18-
2,8 2,8 2,8 2,8 3,8 3,8 3,8 3,8 3,8 6,3 6,3 6,3 6,3 9,0 9,0 9,0 9,0
Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrad'.) Cuadrado Cuadrado Cuadrado GuadI:ado Cuadrado Cuadrado Cuaqrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado
1,9 1,3 3,2 2,5 1,9 2,5 1,9
Circular Circular Circular Circular Circular Circular Circular
6,Q 6,0 6,0 6,0 7,6 7,6 7,6 7,6 7:,~
13;3 13,3 13,3 13,3 17,5 17,5 17,5 17,5 2;5 ' 1,4 3,2 3,5 3,2 2,5 3,2
Vertical
Normal al papel
Paralelo al papel
113* 212* 398* 638* 398* 638* 886* 1134* 1541* 992* 1488* 1913* 2835* 1134* 1771* 2338* 4890*
102* 191* 357* 576* 359* 576* 797* 1019* 1382* 895* 1346* 1727* 2521* 1022* 1594* 2108* 4393·
102* 191* 357* 575* 359* 576* 797* 1019* 1382· 895* 1346* 1727· 2551* 1022* 1594* 2108· 4393*
..
. . .. ,
a (Barry): C-I0I0 C-I015 C-I035 C-I050 C-2020 C-2040 C-2060 C-2080, C-2090 C-4100 C-4135 C-4200 C-4300 C-3125 C-3175 C-3300 C-3500 b (U. S. Rubber): A-300 A-301 B-310 C-311 C-314 A-316 B-315
"
Rigidez, kg/cm
6,0 6,0 6,Q 6,0 7,6 7,6 7,6 7,6 !,6 12,7 12,7 12,7 12,7 16,5 16,5 16,5 .... 16,5 2,5 1,4 3,2 3,5 3,2 2,5 . 3,2 , -
76 26 80 89 , 66 78 106 ",
9,7 5,3 11,5 14,2', - _ 15,9 11,5
9,7 5,3 11,5 14,2 15,9 11,5
t
Tabla 13.4. Datos para aisladores que utilizan caucho natural o sintético, ilustrado en la figura 13.33. (Continuación.) Dimensiones, cm Dibujado en la figura 13.33, fabricante h , y tipo número
A-321 A-322 A-323 44 36 30 33 e (Firestone): DA-I090-30 DA-I090-40 DA-1090-50 DA-1090-60 DA-I090-70 d (Firestone): DA-1089-30 DA-I089-40 DA-I089-50 DA-I089-60 e (M-B): 171.08 171.15 171.32 171.46 171.68 172.32 172.68
Carga máxima, kg
A (sin carga)
Rigidez, kg/cm
B
C Forma
Vertical
Medida
2,3-1,4 1,8-1,4 2,3-1,4 20-4 57-14 5068-
1,3 0,8 1,4 2,5 2,5 3,8 2,5
Cuadrado Cuadrado Cuadrado Circular Circular Circular Circular
0,9 0,9 1,3 2,5 3,8 4,1 4,1
0,9 0,9 1,3 2,5 3,0 3,0 3,0
14 11 12 78 124 103 168
9 11 14 23 32
2,7 2,7 2,7 2,7 2,7
Circular Circular Circular Circular Circular
6,7 6,7 6,7 6,7 6,7
4,0 4,0 4,0 4,0 4,0
26 35 44 65 97
11 14 18 27
2,7 2,7 2,7 2,7
Circular Circular Circular Circular
6,7 6,7 6,7 6,7
4,0 4,0 4,0 4,0
39 47 59 81
0,8 0,8 0,8 0,8 0,8 1,0 1,0
Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado
3,2 3,2 3,2 3,2 3,2 4,4 4,4
2,5 2,5 2,5 2,5 2,5 3,8 3,8
1 3 6 8 12 6 12
0,2 0,4 0,9 1,3 1,9 1,4 3,1
I
Normal al papel
Paralelo al papel
2,6 2,6 2,6 11,5
2,6 2,6 2,6 11,5
1 3 6 8 12 6 12
1 3 6 8 12 6 12
Tabla 13.4. Datos para aisladores que utilizan caucho natural o sintético, ilustrado en la figura 13.33. (Continuación.) Dimensiones, cm Dibujado en la figura 13.33, fabricante h, y tipo número
~
1721.0 1721.2 1721.5 1721.8 1731.5 1732.6 1733.2 1733.8 1735.6 1736.8 1738.3 17310 f (Firestone): CA-148-40 CA-148-50 CA-148-60 g (Firestone): CA363(1)-40 CA363(1)-50 CA363(1)-60 CA363(1)-70 CA363(2)-40 CA363(2)-50 CA363(2)-60 CA363(2)-70 CA368(3)-40
Carga máxima, kg
A (sin carga)
B
C Forma
4,5 5,4 6,8 8,2 6,8 11,8 14,5 17,2 25,4 30,8 37,6 45,4
1,0 1,0 1,0 1,0 1,5 1,5 1,5 1,5 1,5 1,5 1,5 1,5
Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado
13,6 b 20,4 31,7
3,5 3,5 3,5
Rectángulo Rectángulo Rectángulo
3,0 3,0 3,0 3,0 3,0 3,0 3,0 3,0 3,0
Circular Circular Circular Circular Circular Circular Circular Circular Circular
63,5 99,8 136,1 181,4 104,3 136,1 195,0 272,2 104,3
Rigidez, kg/cm
Vertical
Medida 4,4 4,4 4,4 4,4 5,7 5,7 5,7 5,7 5,7 5,7 5,7 5,7 11,3 11,3 11,3 7,0 7,0 7,0 7,0 7,0 7,0 7,0 7,0 7,0
3,8 3,8 3,8 3,8 5,1 5,1 5,1 5,1 5,1 5,1 5,1 5,1 e e e
18 21 27 32 27 46 57 68 100 121 148 179
38 b 57 89 125 214 303 411 268 357 500 714 268
Normal al papel
18 21 27 32 27 46 57 68 100 121 148 179
Paralelo al papel
18 21 27 32 27 46 57 68 100 121 148 179
*
Tabla 13.4. Datos para aislqdores que utilizan caucho natural o sintético, ilustrado en la figura 13.33. (Continuación.)
Dibujado en la figura 13.33, fabricante h, y tipo número
CA368(3)-50 CA368(3)-60 CA368(3)-70 CA368(5)-40 CA368(5)-SO CA368(S)-60 h (Firestone): CA360(S)-30 CA360(S)-40 CA360(S)-50 CA360(5)-60 CA360(S)-70 i (Firestone): CA-244(S)30 CA-244(S)40 CA-244(5)50 CA-244(S)60 j (Barry):' 262-60 262-100 262-130 262-200 262-260 k (Firestone): CA-1290-30 CA-1290-40
Dimensiones, cm Carga máxima, kg
A (sin' carga)
136,1 172,4 249,5 56,7 83,9 113,4
3,0 3,0 3,0 3,7 3,7 3,7
27,2 45,4 63,S 86,2 113,4 68 95 13.1. 177
Rigidez, kg/cm
B C Forma
Vertical
Medida
Ci:'cular Circular Circular Circular Circular Cicular.
7,0 7,0 7,0 7,0 7,0 7,0
2,7 2,7 2,7 2,7 2,7
Ci:-cular Circular Circular Circular Circular
4,1 4,1 4,1 4,1 4,1
N.O 6-2,2 N.O 7-2,8 N.O 8-2,8
89 178 268 357 491
2,8 2,8 2,8 2,8
Rombo Rombo Rombo· Rombo
9,2 9,2 9,2 9,2
S,7 5,7 S,7 S,7
152 232 321 429
Normal al papel
Paralelo al papel
357 464 642 136 214 303
..
--
....
-
~.
-
27 4S ... 'S9" .
--
-
.
-
4,2 ...
.. 4;2
91' 118
4,2 4,2 4,2
408 S44
4,2 4,2
..
."
. -Rectárigulo Rectángulo Rectángulo Rectángulo
1--'-- -
_.
"
11,3 11,3 11,3 11,3 .. 11,3
Rectá~gu1o
Rombo Rombo . .
-
~
.
.
15,9 lS,9
-.
. -
-
--
-~
S,l S,l 5,1 10,2 10,2
-
4S· -80· 116* 143* 214* 982 1339
..
.. _o.
18· 32· 46* 57* 86*
- .. -
18· 32.· 46* 57* 86*
Tabla 13.4.
Dibujado en la figura 13.33, fabricante h , y tipo número
Datos para ais14dores que utilizan caucho natural o sintético, ilustrado . en la figura 13.33. (Continuación;) Dimensiones, cm
Carga máxima, kg
A (sin carga)
-_.Forma
Rigidez, kg/cm
B C
Vertical
Medida
Normal al papel
Paralelo al papel
---
~
CA-1290-S0 CA-1290-60 CA-1290-70 1 (Barry): LM-3-4 LM-3-6 LM-3-8 LM-3-11 LM-5-11 LM-5-20 LM-5-27 LM-S-42 LM-7-3S LM-7-S0 LM-7-65 LM-7-100 m (Barry): 990-3 990-S 990-7 990-10 990-15 990-20 990-30 n (U. S. Rubber): 201A
726 907 1270
4,2 4,2 4,2
Rombo Rombo Rombo
IS;9 lS,9 15,9
-
178S 2321 3036
181 272 363 499 499 907 953 1905 1588 2268 4948 4763
3,8-4,8 3,8-4,8 3,8-4,8 3,8-4,8 4,1-5,4 4,1-5,4 4,1-5,4 4,1-5,4 6,7-7,9 6,7-7,9 6,7-7,9 6,7-7,9
Circular Circular Circular Circular Circular Circular Circular Circular Circular Circular Circular Circular
12,1 12,1 12,1 12,1 16,0 16,0 16,0 16,0 24,1 24,1 24,1 24,1
1,3 1,3 1,3 1,3 1,9 1,9 1,9 1,9 . 2,5 2,S 2,S 2,S
893* 1196* 1643* 2S00* 2054 3572 SOOO 8929 S536 7679 1071S 16072
162* 218* 300* 4S4* 375 643 911 1625
162* 218* 300* 454* 375 643 911 1625
6,0 6,0 6,0 6,0 6,0 6,0 6,0
4,0 4,0 4,0 4,0 4,0 4,0 4,0
7* 12* lS* 18* 45* 62* 80*
4* S* 7* 9* 22* 31* 40*
4* 5* 7* 9* 22* 31* 40*
2,7 4,5 6,8 9,1 18,1 27,2 34,0
4,0 4,0 . 4,0 4,0 4,0 4,0 4,0
Cúadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado C:mdrado Cuadrado Cuadrado
97
7,0
Rectángulo
-
-
134
t
Tabla 13.4. Datos para aisladores que utilizan caucho natural o sintético, ilustrado en la figura 13.33. (Continuación.)
00
Dimensiones, cm Dibujado en la figura 13.33, fabricante h , y tipo número
201C 200B o (M-B): 516C178 516C147 516C121 516CI00 516C83 512C100 512C83 512C68 512C56 512C46 S10C68 S10C56 510C46 S10C38 SlOC32 SOSC38 508C32 S08C26 SOSC22 S08C18 507C22 507C18 507C15
Carga máxima, kg
B
A
(sin carga)
Rigidez, kgl cm
C Forma
168 408
7,0 9,4
Rectángulo Rectángulo
1211 1000 823 816 564 816 564 463 381 312 463 381 313 258 217 258 217 177 150 122 510 122 102
3,81 3,81 3,81 3,81 3,81 3,49 3,49 3,49 3,49 3,49 3,17 3,17 3,17 3,17 3,17 2,7 2,7 2,7 2,7 2,7 2,5 2,5 2,5
Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo
Vertical
Medida
Normal al papel
Paralelo al papel
3178 2625 2160 1785 1482 1785 1482 1214 1000 821 1214 1000 821 678 571 678 571 464 393 321 393 321 267
3178 2625 2160 1785 1482 1785 1482 1214 1000 821 1214 1000 821 678 571 678 571 464 393 321 393 321 267
223 536 19 19 19 19 19 15,8 15,8 15,8 15,8 15,8 13,3 13,3 13,3 13,3 13,3 12 12 12 12 12 11,4 11,4 11,4
11,4 11,4 11,4 11,4 11,4 8,9 8,9 8,9 8,9 8,9 7,0 7,0 7,0 7,0 7,0 5,0 5,0 5,0 5,0 5,0 4,8 4,8 4,8
3178 2625 2160 1785 1482 1785 1482 1214 1000 821 1214 1000 821 678 571 678 571 464 393 321 393 321 267
~
Tabla 13.4.
Datos para aisladores que utilizan caucho natural o sintético, ilustrado en la figura 13.33. (Continuación.) Dimensiones, cm
Dibujado en la figura 13.33, fabricante h , y tipo número
:t \O.
S07C12 S07ClO p (V. S. Rubber): 120A1 120A2 120A3 120A6 lOlC1 101C3 10lC5 101C7 q (Barry): 915-25 915-40 915-60 915-90 915-150 915-200 r (Lord): 106 106 106 156 156 156 206
Carga máxima, kg
A (sin carga)
Rigidez, kg/cm
B C Forma
Vertical
Medida
S2 68
2,5 2,5
Rombo Rombo
11,4 11,4
4,8 4,8
214 178
7 23 45 41 S2 141 195
1,9 1,9 1,9 1,9 4,13 4,13 4,13 4,13
Rectángulo Rectángulo Rectángulo Rectángulo Rectángulo Rectángulo Rectángulo Rectángulo
5 5 5 5 10,7 10,7 10,7 10,7
2,5 5,0 7,5 15 3,8 7,6 12,7 17,8
29 59 89 178 59 118 214 303
11 lS 27 41 68 91
4,4 4,4 4,4 4,4 4,4 4,4
Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo Rombo
12,3 12,3 12,3 12,3 12,3 12,3
4 4 4 9,6 9,6 9,6 5
Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado
14
0,9 1,3 1,8 2 4
6 9
4,2 4,2 4,2 6 6 6 7,6
50* 92* 128* 164* 236407* 0,4 0,4 0,4 0,6 0,6 0,6 1,0
1,92,S3,78,913· 194}·
Normal al papel
Paralelo al papel
214 178
214 178
58* 52* 7189* 130* 223-
5852* 71* 89* 130* 223*
1,9* 2,S3,7* S,91319· 41·
I
1,9* 2,83,78,9· 13· 1941·
~ o
Tabla 13.4.
Datos para aisladores que utilizan caucho natural o sintético, ilustrado en la figura 13.33. (Continuación.) j
Dibujado en la figura 13.33, fabricanteh, y tipo número
206 206 s (Lord): 100 100 150 150 200 200 200X 200X t (Lord): 106 cuadrado 106 cuadrado 106 cuadrado 156 cuadrado 156 cuadrado 156 cuadrado 206 cuadrado 206 cuadrado 206 cuadrado u (Lord): 20203 20210 20303 20310
¡ Carga máxima, kg
Dimensiones, cm
14 20 0,4 1,8 0,9 5,4 4,5. 20 27 41
míng máx mín máx mín máx mín máx
0,91 1,36 1,81 2,72 4,08 5,90 9,07 13,6 20,4 mín 90,7 200 81,6 1,81
máx mín máx mín
B
A
(sin carga)
Rigidez; kgl cm
Forma
C
Vertical
Medida
Normal al papel
Paralelo al papel
5 5
Cuadrado Cuadrado
7,6 7,6
1,0 1,0
68* 102*
68* 102*
68* 102*
1,8 1,8 2,7 2,7 3,8 3,8 3,3 3,3
Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado
4,2 4,2 6 6 7,6 7,6 7,6 7,6
0,4 0,4 0,6 0,6 1,0 1,0 1,0 1,0
2,8* 11* 9* 54* 45* 282* 305* 609*
10* 26* 33* 108* 93* 425* 375* 894*
10* 26* 33* 108* 93* 425* 375* 894*
2,8 2,8 2,8 1,39 1,39 1,39 1,43 1,43 1,43
Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado
3,18 3,18 3,18 .4,45 4,45 4,45 5,72 5,72 5,72
2,14 2,14 2,14 2,46 2,46 2,46 2,54 2,54 2,54
1,96* 2,86* 3,71* 9,11* 13,4* 19,3* 40,9* 67,7* 102*
1,96* 2,86* 3,71* 9,11* 13,4* 19,3* 40,9* 67,7* 102*
1,96* 2,86* 3,71* 9,11* 13,4* 19,3* 40,9* 67,7* 102*
3,81 8,26 3,81 8,26
Circular Circular Circular Circular
5,08 5,08 5,08 5,08
1,63 1,63 1,63 1,63
571 1257 343 761
Tabla 13.4.
Dibujado en la figura 13.33, fabricante h , y tipo número
20403 20410 25204 22211 25304 25311 25404 25411 30208 30216 30308 30318 30408 30418 30608 30618 v (Lord): 100 cuadrado 100 cuadrado 150 cuadrado 150 cuadrado 200 cuadrado 200 cuadrado 200X cuadrado 200X cuadrado ~ V1
.....
Datos para aisladores que utilizan caucho natural o sintético, ilustrado en la figura 13.33. (Continuación.) Dimensiones, cm
Carga máxima, kg
72,5 161 149 303 129 258 106 215 269 519 269 519 235 455 204 390
B
A
(sin carga)
máx mín máx mín máx mín máx mín máx mín máx mín máx mín máx mín
3,81 ,8,26 4,45 8,9 4,45 8,9 4,45 8,9 7 13,3 7 13,3 7 13,3 7 13,3
0,45 'lnáx 1,81 máx 0,91 mín 5,44 máx 4,53 mín 20,4 máx 27,2 mín 40,8 máx
0,75 0,75 1,03 1,03 1,51 1,51 2,93 2,93
Rigidez, kgl cm
C Forma
Vertical
Medida
Circula'r Circular Circular Circular Circular Circular Circular Circular Circular Circuiar Circular Circular Circular Circular Circular Circular
5,08 5,08 6,35 6,35 6,35 6,35 6,35 6,35 7,62 7,62 7,62 7,62 7,62 7,62 7,62 7,62
1,63 1,63 1,63 1,63 1,63 1,63 1,63 '1,63 2,55 2,55 2,55 2,55 2,55 2,55 2,55 2,55
Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado Cuadrado
3,18 3,18 4,45 4,45 5,72 5,72 5,72 5,72
1,03 1,03 1,58 1,58 2,54 2,54 3,35 3,35
Normal al papel
Paralelo al papel
10,4* 25,7* 33* 108* 93,5* 425* 375* 895*
10,4* 25,7* 33* 108* 93,5* 425* 375* 895*
229 507 943 1914 543 1086 336 679 1702 3272 1133 2179 743 ,1436 429 818 2,85* 11,43* 9,46* 53,7* 44,8* 282,5* 305,3* 609*
~
t-.J
Tabla 13.4.
Dibujado en la figura 13.33, fabricante h, y tipo número
w
(Lord): }-2170-1 }-2171-1 }-2172-1 J-2173-1
Carga máxima, ·kg
22,7 45,4 90,7 181
Datos para aisladores que utilizan caucho natural o sintético, ilustrado en la figura 13.33. (Continuación.)
I
Dimensiones, cm A (sin carga)
3,07 3,07 3,07 3,07
Rigidez, kglcm
B
C Forma
Rectángulo Rectángulo Rectángulo Rectángulo
Vertical
Normal al papel
Paralelo al papel
20,3* 39,8* 81,8* 171*
7,14* 16,8* 54* 85,7*
7,14* 16,8* 54* 85,7*
Medida
11,4 11,4 11,4 11,4
2,54 5,08 10,1 20,3
El primer valor es la carga máXima a compresión; el segundo valor es la carga máxima a cortadura. Las cargas y rigideces son por cada 2,5 cm de longitud. Las longitudes normalizadas son 2,5, S, 7,5, 10, 15, 30, 61 Y 91 cm. d La altura es ajustable, dentro de los límites indicados. • Introducir 6, 7 Y 8 de la columna C. f El asterisco indica rigidez dinámica; todas las otras rigideces son estáticas. Las rigideces dinámicas son aproximadas, pero representativas; el valor exacto de la rigidez dinámica es función de la tensión estática, tensión dinámica, temperatura y, en cierta forma, de la frecuencia. g La designación amín» indica tasa de carga mínima en este tamafio; amáx» indica tasa de carga máxima en este tamaño. Las tasas de carga intermedias se omiten para ahorrar espacio. h Direcciones de los fabricantes: Barry Controls Inc., 700 Pleasant St., Watertown, Mass.; Firestone Industrial Producís Co., Akron, Ohio; The B. F. Goodrich CO., Akron, Ohio; Lord Manufacturing CO., Erie, Pa.; The M-B Mfg. Co., Inc., 1060 State St., New Haven, Conn.; United States Rubber Co., Ft. Wayne, Ind. a b
e
Tabla 13.S.
Datos para aisladores que utilizan muelles espirales, ilustrados en la figura 13.34 Rigidez, kg/cm
Dimensiones, cm Fabricante y tipo número
Carga máx., kg
A
B
C
D
E
Número de muelles
---------Barry: SMl-2.5-AA SMl-4-AA SMl-5.5-AA SMl-7.5-AA
113 181 249 340
SM2-5-AA SM2-S-AA SM2-U-AA SM2-15-AA
227 363 499 680
18,4
2,54
10,2
12,7
SM4-10-AA SM4-16-AA SM4-22-AA SM4-30-AA
454 726 998 1360
-1
_ _1 _ - - - - 23,5
12,7
10,9
13,9
-- ------
I
15,8
29,2
12,7
10,9
18,4
680 1089 1497 2041
34,3
12,8
10,9
23,7
--, 19,6
25,4
2
1043 1633 2268 3084
34,3
17,9
10,9
23,7
I
B
143 189 232 318
98 145 187 273
89 205 312 527
178 268 350 527
134 227 339 473
---4
179 411 625 1054
245 429 1220 1477
20S 384 845 1161
-----30,5
6
268 616 938 1580
307 1107 1389 1982
268 830 1063 1580
- - --- - -
- - - - - -- - - SM9-23-AA SM9-36-AA SM9-50-AA SM9-68-AA
45 103 156 263
A
_ _ 1_ _
--- - - - -
-- -------SM6-15-AA SM6-24-AA SM6-33-AA SM6-45-AA
Paralelo a Verti- la dimensión cal
30,5
9
13,9
1
20,3
2
393 925 1407 2375
411 1370 1839 2625
375 1048 1804 2232
---- - - -- Korfund: LK/C L/KC LK/C LK/C LK/C
51
51-B 7
S 9
LK/C 9-0
34 SO 68 125 159 227
16,1
6,35
8,9
10,1
-- -- -----LK/D 52 52-B
LK/D LK/D LK/D LK/D LK/D
10
11 12 12-0
68 100 159 272 317 454
24,1
12,7
10,1
16,1
453
Tabla 13.5.
Datos para aisladores que utilizan muelles espirales, ilustrados en la figura 13.34. (Continuación.) Dimensiones, cm
Fabricante y
tipo número
Carga máx., kg -
A
_._~~--
LK/E LK/E LK/E LK/E LK/E LK/E
52 54-B 13 14 15 15-0
136 200 340 544 635 907
LK/F LK/F LK/F LK/F LK/F LK/F
56 56-B 16 17 18 18-0
204 299 522 862 1134 1361
LK/G LK/G LK/G LK/G LK/G LK/G
59 59-B 19 20 21 21-0
LK/H LK/H LK/H LK/H LK/H
22 23 24 25 26
28,7
B
C
D
Rigidez, kg/cm
E
Número Paralelo a de muelles Verti- la dimensión cal A B
I
------
12,7
10,3
23
26
4
----------
454
28,7
17,7
2,54
23
26
I - - - -I- - - - - -
306 449 2,54 29,2 31,7 771 35,6 17,7 1270 1588 2268 -- -------2268 2948 3856 4536 5443
6
35,6
17,7
16
I
29,2
31,7
9
4-9
I
Tabla 13.6. Nombre AIR-LOC Elaso-Rib Fabreeka Isomode Pad Keldur Vibraglass Corcho Fieltro Caucho Gomaespuma
Descripción de aisladores tipo colchoncillo
Descripción Centro de corcho y cáñamo con revestimiento de vinilo en lados opuestos Tablero de corcho natural con revestimiento de neopreno con nervaduras en lados opuestos Fábrica de neopreno impregnado Colchoncillo de neopreno con nervaduras en las caras opuestas Material sintético Fibras de vidrio enlazadas y entrecruzadas Véase el apartado sobre corcho de este capítulo Véase el apartado sobre fieltro de este capítulo Véase el apartado sobre caucho de este capítulo Véase el apartado sobre gomaespuma de este capítulo
Fabricantes Clark-Cutler-McDermott Ca. The Korfund Co., Inc. Fabreeka Products Company The M-B Manufacturing Co., Inc. Beltron Associates, Inc. Glass Fibers, Inc. Armstrong Cork Company; Mundet Cork Company, Inc. American Felt Co., The Felters Co., Western Felt Works Ampliamente producido por diversos fabricantes Ampliamente producido por diversos fabricantes
Direcciones de los fabricantes: Clark-Cutler-McDermott Co., Franklin, Mass.; The Korfund Co., Inc.• 48-15 32nd Place, Long Island City, N. Y.; Fabreeka Products Co., 222 Summer St., Boston, Mass.; Tbe M-B Mfg. Co., Inc., 1060 State St., New Haven, Conn.; Beltron Associates, Inc., P. O. Box 128, Brooklyn 10, N. Y.; Glass Fibers, Inc., 1810 Madison Ave., Toledo, Ohio; Armstrong Cork Company, Lancaster, Pa.; Mundet Cork Company, Ind., 1203 Tonnelle Ave., N. Bergen, N. J.; American Felt Company, Glenville, Cono.; The Felters Company, 210 South St., Boston, Mass.; Western Felt Works, Chicago, Ill.
SELECCION V APLlCACION DE AISLADORES PARA AISLAR VIBRACIONES
Este apartado sobre selección y aplicación de aisladores es, en efecto, una guía para el uso del material incluido en los capítulos 12 y 13. No debería ser explicado con instrucciones detalladas, que pueden hacerse innecesarias para comprender los principios de ingeniería aplicables. Si un problema se aproxima de una manera esquemática, sin embargo, el resultado se debería obtener con un mínimo de falsos movimientos, aunque pueden requerirse en el proceso considerables juicios de ingeniería. 1.
El primer paso en la selección de aisladores es establecer la localización de los mismos y determinar la magnitud del peso soportado por cada aislador. Si la carga está uniformemente distribuida entre ellos, se divide el peso total por el número de aisladores para obtener la carga unitaria. Si no está uniformemente distribuida, el peso soportado por cada aislador se puede determinar usando el procedimiento indi-
455
cado en este capítulo, en el apartado Aisladores para equipos asimétricos. 2. Se debe definir la naturaleza de las vibraciones forzadas determinando su frecuencia y la magnitud y dirección de las fuerzas aplicadas. Usando la frecuencia mínima de las vibraciones forzadas, se debe seleccionar un valor de la frecuencia natural máxima de los aisladores, siguiendo los principios del apartado de este capítulo, que habla de Aislamiento de vibraciones permanentes. No es ni necesario ni deseable que las frecuencias naturales sean iguales en las direcciones de todos los ejes coordenados. En una máquina recíproca, por ejemplo, las fuerzas que actúan a lo largo del eje de la manivela son relativamente pequeñas. Las frecuencias naturales del sistema aislador en esta dirección necesitan ser solamente lo bastante pequeñas para evitar resonancias más que para conseguir muy baja transmisibilidad. 3. Es necesario ahora determinar las propiedades del equipo y los aisladores. Se calcula, estima o mide el radio de giro del equipo usando los principios del apartado Propiedades del equipo. Se deja de momento el cálculo de las rigideces de los aisladores, pero se debe establecer la relación de rigideces a lo largo de los ejes principales. Cada tipo de aisladores tiene una relación característica, que se puede determinar de las tablas 13.4 y 13.5 para aisladores producidos comercialmente, o se calcula de la tabla de datos del apartado Propiedades de los materiales si el aislador debe ser ensamblado con diversos componentes. 4. Usando los datos obtenidos por el procedimiento de los párrafos anteriores, se establece la relación entre la frecuencia natural en el modo traslatorio vertical y las frecuencias naturales en otros modos. Si los aisladores están en el mismo plano horizontal que el centro de gra-
5 6 7 6 9 10 ti
FRECUENCIA
FIG. 13.35.
12 13 14 15
NATURAL. CPS
4.5
4~0
45
CARGA MAXIMA
l
4500
Kg.
Resumen de la capacidad de carga y frecuencia natural mínima de los aisladores mostrados en la figura 13.33. La línea gruesa indica rango de cargas máximas y la escala de la izquierda indica la frecuencia natural para carga máxima.
456
vedad del equipo, la vibración en los modos traslatorio vertical y horizontal puede ser desacoplada. Existe entonces una frecuencia natural característica en cada modo y las relaciones de las diversas frecuencias naturales a la frecuencia natural en la traslación vertical se puede conocer usando las propiedades de los aisladores en las ecuaciones (12.3) y (12.5). 5. Si la vibración en los diversos modos es acoplada, como se explica en el apartado Modos naturales de vibración, del capítulo 12, la relación de las frecuencias naturales en los modos acoplado y traslatorio vertical se determina como sigue: Si el sistema es simétrico, la relación de las frecuencias naturales se puede determinar a partir del apartado de este capítulo Aisladores para equipos simétricos. Si el equipo es asimétrico, entonces se utilizará el apartado Equipo asimétrico, de este capítulo también. Es necesario que la frecuencia natural mayor, determinada de esta manera, sea igual a la frecuencia natural máxima seleccionada por el procedimiento del párrafo 2 anterior. A partir de esta frecuencia natural máxima y de la relación de frecuencias naturales en los modos acoplado o desacoplado a la frecuencia natural en el modo traslatorio vertical, se determina la frecuencia natural en el modo traslatorio vertical. 6. La rigidez de los aisladores en la dirección vertical se determinan ahora de la frecuencia natural vertical requerida (véase párrafo 5), y la carga unitaria (véase párrafo 1). La rigidez se calcula de la ecuación (12.3). Se selecciona ahora el aislador apropiado de las tablas 13.4 y 13.5. Es esencial usar la rigidez dinámica. Las tablas 13.4 y 13.5 aportan los datos de rigidez dinámica donde sea posible, como se indica por el asterisco. Los otros valores de la rigidez son estáticos: se pueden convertir aproximadamente a rigidez dinámica, como se indica en el apartado Caucho de este capítulo. Es importante que el aislador seleccionado tenga la relación de rigideces horizontal vertical calculada en el párrafo 3. Si los aisladores incluyen uno que es, en general, apropiado, pero que posee' una relación de rigideces algo diferente, se debe tomar esta nueva relación y, con ella, repetir los cálculos anteriores para obtener nuevos valores de la rigidez. Si el aislador requerido no se puede encontrar entre los comercialmente suministrables, puede ser necesario diseñarlo, usando los materiales cuyas propiedades se indican en el apartado Propiedades de los materiales, de este capítulo. En la figura 13.35 se resumen los datos de la capacidad de carga y de la frecuencia natural de los aisladores comerciales. Las líneas horizontales continuas indican el rango de máxima carga para la serie de aisladores de la figura 13.33. La mínima frecuencia natural obtenible para cualquier serie particular de aisladores, correspondiente generalmente a la máxima carga, se indica por la flecha que se extiende hacia la izquierda de las líneas continuas. Si la carga es inferior a la máxima, la frecuencia natural se puede calcular de la rigidez indicada en la tabla 13.4. 457
REfERENCIAS 1.
Crede, C. E.: «Vibration and Shock IsolationD, Jonh Wiley & Sons., Inc., New York, 1951. 2. Marks, 1. S.: «Mechanical Engineers' HandbookD, 5. a ed., pág. 199, McGraw-Hill Book Company, Inc., New York, 1951. 3. Young, S. E.: Product Eng., febrero, 1954. 4. Lewis, F. M.: Trans. ASME, 54: 253 (1932). 5. Mindlin, R. D.: Bell System Tech. J., 24 (3, 4) (julio-octubre, 1945). 6. Sykes, A. O.: Navy Department, David W. Taylor Model Basin Report 845, octubre, 1953. 7. Hamme, R. N.: University of Michigan, Engineering Research Institute, 31 de julio de 1950. 8. Keys, W. c.: Mech Eng., 59 (5) (mayo, 1937). 9. Hirshfeld, C. F., y E. H. Piron: Trans. ASME, 59 (6): 471 (agosto, 1937). 10. Wahl, A. M.: ((Mechanical SpringsD, Penton Publishing Company, Cleveland, 1939. 11. Norma ASTM D798-46AT, Tentative Specification for Cellular Rubber Products, edición 1944. 12. Peterson, J. B.: NACA Tech. Note 830, 1941. 13. Jacobsen, 1. S.: Trans. ASME, 52 (APM-52-15), 1930. 14. Den Hartog, J. P.: Trans. ASME, 53 (APM-53-9), 1931. 15. Crede, C. E., y J. P. Walsh: J. Appl. Mechanics, 14 (1) (marzo, 1947). 16. Geiger, P. H.: ((Noise Reduction Manua1», Engineering Research Institute, University of Michigan, 1953. 17. Crede, C. E.: Machine Design, 26: 139 (agosto, 1954).
458
Capítulo 14
AMORTIGUAMIENTO DE LA VIBRACION RICHARD
N.
HAMME
Geiger and Hamme y
Engineering Research lnstitute Universidad de Michigan FUNCION V APLICABILIDAD DE MATERIALES PARA EL AMORTIGUAMIENTO DE VIBRACION Mecanismo de amortiguamiento
La palabra «amortiguamiento» se ha usado ampliamente durante muchos años para designar cualquier procedimiento empleado para disminuir el ruido. El uso frecuente de frases contradictorias, tales como «amortiguar el sonido en la habitación» y
Disipación de energía en sólidos. Desde el punto de vista de la reducción técnica de ruido, lo mejor es limitar el uso de la palabra «amortiguamiento» al mecanismo de conversión de la energía vibratoria mecánica de los sólidos en energía calorífica. Entonces, la capacidad de reducción de ruido de un amortiguador se deriva del hecho de que, una vez que la energía mecánica se ha disipado, no puede ser radiada en forma de ruido aéreo. Y, una vez disipada en el sólido, la energía vibratoria no precisa ser aislada elásticamente de las superficies radiantes y se reduce la necesidad de absorber y/o aislar el ruido aéreo. Desde el punto de vista de la física elemental, esta conversión de energía vibratoria de un sólido en calor se puede tomar como una desorganización del movimiento molecular. El movimiento periódico denso de un conjunto de moléculas que vibran al unísono, se transforma progresivamente en el sutil movimiento aleatorio de la agitación térmica. Esto reduce el movimiento conjunto de las moléculas de la superficie del sólido, que de otra forma comunicaría el movimiento periódico al aire circundante que se propagaría en forma de ondas sonoras. La importancia práctica de clasificar la función del amortiguamiento está demostrada por las innumerables aplicaciones prácticas erróneas de materiales absorbentes de sonido (acolchado de fibra, etc.) y materiales aislantes de la vibración (caucho, etc.) en intentos de amortiguación. Aunque todos los materiales poseen algún grado de capacidad de amortiguación inherente, la mayoría de ellos, de cualquier tipo de estructura interna
459
(especialmente los metales), necesitan tratamientos externos o superficiales para ser lo suficientemente amortiguadores con vistas a la reducción de ruido. A causa de que los movimientos superficiales de los materiales estructurales se comunican a los materiales amortiguadores de la vibración, los efectos inadecuados inherentes de la histéresis en el material activo se suplementan por la histéresis más alta y los efectos disipativos de la viscosidad, flexión de la fibra y rozamiento interno, inherentes al amortiguador, tanto como los efectos de rozamiento en la interfase bajo tratamiento. El intento principal de este capítulo es describir y comparar estos tratamientos superficiales y establecer su efectividad en las reducciones prácticas de ruido. No es de interés la cantidad de calor generado al usar materiales amortiguantes en control de ruido, ya que el valor absoluto de las energías acústicas es mínimo. Por ejemplo, lord Rayleigh calculó que para producir un caballo de potencia acústica serían necesarios diez millones de cornetes soplando fortísimo.
Distinción de las relaciones masa-rigidez. La efectividad en reducción de ruido de los materiales es, en primera aproximación, distinta de las relaciones masa-rigidez, de la cual depende el aislamiento de vibraciones y la respuesta de un sistema a una excitación dada. Esto debería ser obvio para el que está familiarizado con las distintas idealizaciones clásicas de rigidez, inercia y amortiguamiento por medio del muelle, la masa y el amortiguador, pero la complejidad de los problemas de vibración ha llevado a la gente a conclusiones extrañas, tal como «estos elementos son demasiado rígidos y pesados para el amortiguamiento como para hacer algo bueno». Dinámicamente, los muelles y las masas almacenan energía, más que la disipan. Cuando se tensa un muelle ideal de una forma cualquiera, el trabajo efectuado se almacena como energía potencial y entonces vuelve a su posición de reposo sin pérdidas. Por tanto, regulando las constantes de muelle de los componentes de un sistema vibrante sólo se consigue una redistribución de energía; de forma que en la práctica solamente cambia la composición de frecuencias del ruido. Por ejemplo, al rigidizar una hoja metálica, impidiendo nervios en ella, se aumentan sus frecuencias naturales, pero no hace que la hoja metálica responda menos a la excitación resonante de las vibraciones del panel a las nuevas frecuencias naturales. Similarmente, una masa ideal puesta en movimiento almacena energía cinética, que se devuelve sin pérdidas cuando cesa el movimiento. Se requieren impulsos mayores de fuerzas periódicas para poner en movimiento de una amplitud dada a una inercia mayor, pero cuanto mayor sea la masa movida, más fuerte será el impacto o el golpe de vuelta. Los sistemas más pesados son más difíciles de excitar, pero su movimiento persiste más tiempo a sus frecuencias naturales bajas. Es parte de la función de los materiales amortiguadores de la vibración aliviar los requerimientos en cuanto a la masa en la fabricación de calidad, para permitir el uso de hojas metálicas, donde la excitación potencial necesitaría, de otra forma, fundición pesada. Aún más, sin la ayuda del amortiguamiento, la posibilidad de reducción de ruido es muy remota, tratando de ajustar las relaciones masa-rigidez para
460
evitar las frecuencias naturales de los componentes de la maquinaria. Para trasladar la frecuencia de resonancia sobre los límites audibles, se requiere incrementar la rigidez sin un incremento compensante de la masa, y el cambio supone sólo la raíz cuadrada de la relación rigidez-masa. Y, alternativamente, el llevar una resonancia a frecuencias más bajas da como resultado un sacrificio peligroso de fuerzas, y mete, simultáneamente, en juego otros armónicos más altos. De aquí, las relaciones rigidez-masa, que son tan importantes en el aislamiento de vibraciones, son solamente de importancia secundaria en el amortiguamiento de las vibraciones, residiendo su importancia en la preferencia de obtener las resonancias naturales a las frecuencias más altas que sea compatible con una buena fabricación y economía. Esta preferencia tiene aún más sentido por el hecho de que casi todos los tratamientos de amortiguación de vibración presentan mayor rendimiento a altas frecuencias.
Absorbedores de vibración dinámica. Los materiales amortiguantes de vibración, en virtud de su histéresis mecánica, etc., resisten movimientos en cualquier dirección en cada momento del ciclo de vibración. Y, puesto que suministran pérdidas de energía definidas durante cada ciclo de vibración, su efectividad varía generalmente en proporción a la frecuencia. Por tanto, un tratamiento de amortiguación de vibraciones de una efectividad dada, limitando la amplitud de la vibración en una resonancia a una frecuencia, será igualmente efectiva en las resonancias vecinas y más efectiva en los armónicos más altos. Existen algunos llamados amortiguadores de vibración, cuya efectividad depende de la generación de una fuerza que está desfasada 180 oC con respecto a la fuerza aplicada. Este aparato consta esencialmente de una masa montada sobre un muelle que se une al sistema vibrante en un punto y se gradúa a la frecuencia de la excitación dominante. Con la máquina resiliente montada, o a la parte a la cual se une, el «amortiguador» constituye un sistema no amortiguado con dos grados de libertad, en el cual los parámetros están tan ajustados que la amplitud de vibración de una de las masas (la máquina o la parte) va a cero a una particular frecuencia elegida. Esto es más útil cuando solamente está implicada una frecuencia singular de excitación, como en el caso de máquinas de velocidad constante, pero si la velocidad varía o si existen otras frecuencias de excitación, incluso a velocidad constante, el sistema falla en la limitación de la vibración. En realidad, una resonancia singular ha sido reemplazada por dos resonancias, una a cada lado de la frecuencia fundamental. La variación de velocidad puede dar como resultado una amplificación, la forma que el «amortiguador» es una solución aún peor. Evidentemente, tales aparatos no son aparatos amortiguantes de la vibración en el mismo sentido técnico que se definió antes. A falta de mejor nomenclatura, se les llama ahora absorbedores de vibración dinámicos. Su diseño y comportamiento se discute ampliamente en la literatura técnica, encontrándose un excelente tratamiento en la referencia 1.
461
Amortiguamiento inherente a los materiales y las estructuras
Todos los materiales sólidos muestran la propiedad de histéresis mecanlca en algún grado, y el rango de variación entre materiales diferentes y sobre rangos amplios de temperatura y tensión es enorme. Pero relativamente pocos materiales homogéneos están inherentemente amortiguados hasta el grado de recomendar su uso en la industria, únicamente a causa de esta propiedad, excepto en circunstancias extraordinarias. El desarrollo en la próxima década puede cambiar este panorama, pero hasta el presente el amortiguamiento inherente de todos los materiales que se usan en las máquinas y en las construcciones de vehículos es de un orden de magnitud más bajo que el amortiguamiento que se pueda obtener por tratamientos amortiguantes de la vibración baratos~
Entre los metales, el hierro fundido tiene más histéresis que el acero laminado en frío, y el plomo mucho más que cualquiera de ellos. Pero incluso éste, el metal amortiguante típico está sobrepasado de lejos por construcciones superficiales sencillas, diseñadas para el propósito único de un amortiguamiento eficaz. El uso de relleno de plomo en las carcasas de la maquinaria y en las campanas finales de plomo de las máquinas eléctricas giratorias, parece desaconsejable a la luz de la tecnología actual del amortiguamiento. Además, han fallado todos los intentos en las reducciones medidas en ruidos de engranajes resonantes, atribuidos al amortiguamiento inherente del material de la rueda del engranaje, cuando los tratamientos de amortiguamiento externos de las nervaduras y la llanta han conseguido reducciones significativas. Incluso en el caso del canturreo claramente resonante de los álabes de las hélices marinas, un cambio de bronce-manganeso a hierro fundido fue muy poco significativo, en comparación a la mejora atribuible al amortiguamiento conseguido por uniones funcionales simples. Sin embargo, el amortiguamiento se incrementa significativamente laminando capas homogéneas, siempre que la entrecara de la laminaci6n no esté continuamente ligada. Por ejemplo, dos capas de acero laminado de 0,3 cm, soldado por puntos cara con cara a intervalos frecuentes, constituye una placa mucho más absorbente que lo sería una placa de acero sólido de 0,6 cm. Por otra parte, la laminación continua o encolado de capas delgadas de madera en contrachapado no consigue un incremento comparable de amortiguamiento, debido a que no se ha introducido ningún mecanismo de fricción superficial para complementar el amortiguamiento inherente. En la mayoría de las estructuras metálicas, casi todo el amortiguamiento observado se puede atribuir a la técnica de fabricación. Por ejemplo, se puede distinguir una buena soldadura de una mala por su efecto sobre el repiqueteo de los elementos después del impacto; cuanto más pobre sea la junta, más amortiguamiento. Las juntas remachadas proporcionan generalmente más amortiguamiento que las soldadas y las atornilladas más que las remachadas. E incluso, aunque los efectos no sean comparables en magnitud con los de los tratamientos especiales de amortiguamiento de la vibración, es claro que las reducciones de ruido se pueden atribuir al amortiguamiento inherente en la fabricaci6n. Ejemplo, un fabricante de coches encontró un rumor que no tenía 462
antecedentes cuando empezó a soldar dos elementos cruzados del chasis, en vez de atornillarlos. El amortiguamiento conseguido atornillando las cuatro superficies juntas fue apreciable, incluso aunque los elementos estaban firmemente asegurados con tornillos de 1,25 cm. Se han medido con precisión las capacidades de amortiguamiento de diversos metales por una serie de métodos experimentales (véase referencia 2 para un estudio extensivo de los resultados y las técnicas), pero no existen técnicas comparables para medir, o incluso clasificar fiablemente, las capacidades de amortiguamiento de otros diversos materiales estructurales, tales como el vidrio, la madera y el corcho. Tampoco existen métodos de comparación cuantitativos del amortiguamiento producido por diferentes tipos de fabricación. Se están desarrollando técnicas para poder evaluar el amortiguamiento de materiales nuevos (por ejemplo, tableros de fibra de vidrio de alta densidad, laminados de madera, balsa-aluminio y laminados encerados de cartón y metal), pero la falta de tal procedimiento de clasificación no ha sido detectada anteriormente porque, salvo raras excepciones, las pruebas de impacto semicuantitativas han mostrado que el amortiguamiento inherente a los materiales e intrínseco a la fabricación es inadecuado para la reducción de ruido, cuando las restricciones impuestas por la industria y el uso son adecuadamente observables. En el estado actual de la tecnología del amortiguamiento, indudablemente la mejor práctica es todavía adoptar materiales de construcción que satisfagan con los factores de fuerza, duración, peso, costo, etc., con vista a obtener el amortiguamiento necesario, incorporando en el diseño los materiales y estructuras amortiguantes de la vibración, específicamente desarrollados con este propósito. Situaciones donde el amortiguamiento es beneficioso
Las continuas investigaciones y la aplicación de otras técnicas de reducción de ruido demuestran, a pesar del desarrollo de tratamientos amortiguantes de vibración extraordinariamente eficaces, que un amortiguamiento alto no es la solución para todo. Su alta eficacia en la reducción de ruido se limita a sólo aquellas situaciones en que la disipación de energía se manifestará asimismo por una amplitud de vibración reducida a la superficie radiante. Tales situaciones, sin embargo, comunes a la práctica. Resonancia. La resonancia en un sistema mecánico es una consecuencia directa de las relaciones masa-rigidez, en que, a una cierta frecuencia de excitación, una masa y un muelle pueden intercambiar energía potencial y cinética en sincronismo, almacenando energía conforme la recibe, sin importar la rapidez del proceso. Si no se disipa de algún modo, la energía hace crecer las amplitudes de vibración desproporcionadamente con respecto a las fuerzas excitantes, y las componentes resonantes se hacen tan prominentes en el espectro del ruido de la fuente que dominan el ruido radiado. Si sólo una o unas pocas resonancias existen en una máquina, pueden evitarse diseñándolas de tal forma que no suministren fuerza de excitación en las frecuencias críticas, pero, desgraciadamente, todas las placas o barras tienen 463
un gran número de frecuencias naturales que están en tan complicada relación con respecto a la otra que es prácticamente imposible de predecir, excepto en las geometrías más sencillas. En la figura 14.1 se muestra un ejemplo práctico de la distribución e importancia relativa de las resonancias, donde el volumen de los tonos resonantes producidos excitando el panel de la puerta de un automóvil está representado frente a la frecuencia de excitación. Obviamente, el trabajo de predecir 7
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500
FRECUENCIA EN CPS
600
FIG. 14.1. Volumen relativo de las frecuencias naturales del panel de la puerta de un automóvil excitada en resonancia permanente por un electroimán. (P. H. Geiger.3)
este espectro de frecuencias naturales para evitar su excitación en estado permanente sería absurdo. Si ahora se genera una fuerza de estado permanente por el motor o la transmisión del coche, se propaga a través de la estructura del panel de ~a puerta y se radia muy eficazmente, siempre que la frecuencia de la fuerza corresponda a una de las frecuencias naturales de la puerta. Esta situación es la regla, más que la excepción, en todas las máquinas y sus carcasas, debido a que los aspectos del ruido de las máquinas son tan ricos en componentes discretas de las fuerzas y los espectros de respuesta de las estructuras comunes están tan densamente pobladas con frecuencias naturales, que es forzoso que ocurra una interacción resonante en la práctica, especialmente con máquinas de velocidad variable. Incluso, cuando las fuentes de vibración están aisladas elásticamente de las superficies radiantes, las resonancias no amortiguadas son excitadas por fuerzas atenuadas, que se escapan incluso a través del mejor soporte elástico (véanse párrafos siguientes). La gran eficacia del tratamiento amortiguante de la vibración en la reducción del ruido de la resonancia, deriva del hecho de que la amplitud de la vibración de la mayoría de los paneles resonantes está limitada, sin tratamiento, por su amortiguamiento inherente, aunque sea pequeño, y por las
464
pérdidas debidas a la radiación; esto es, cuando está sin tratamiento, la amplitud del panel alcanza un nivel, en el cual la energía es radiante casi al mismo nivel al que está siendo suministrado. Y aunque el suministro de energía pueda ser pequeño, el crecimiento dinámico a radiación eficaz dará como resultado un sonido fuerte. El tratamiento de la amortiguación se aplica para extraer la energía lo basatnte rápido para prevenir el crecimiento dinámico que favorece la relación masa-rigidez en la resonancia. La figura 14.2 muestra que se puede conseguir en la resonancia aplicando un amortiguador comercial a un panel de acero circular de calibre 18, montado en unos anillos rígidos de sujeción de 30 cm de diámetro interior. El panel fue arrastrado hasta la resonancia por un electroimán actuado por un audioscilador y se midió el nivel z
~ ro 90 t----t---t--1'-F-
(l)C 1LI
a: Z o.. 1LI 80 I---+--f-->Pt----Hl,-.,...--t----l
14.2. Reducción debida al amortiguamiento de la vibración permanente de un panel. Un panel metálico de calibre 18 fue excitado en su rango resonante de frecuencias por un electroimán, y el nivel de presión sonora se midió a 7,5 cm de distancia. (W. A. Jack.) FIG.
~: ...1 ~
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de presión sonora a 7,5 cm de distancia. Se demostró una reducción de 20 db en el nivel de sonido resonante, sin prácticamente reducción en las frecuencias lejos de la resonancia. El cambio hacia abajo de la frecuencia resonante después de la aplicación del tratamiento es debida principalmente a un incremento de la masa, compuesta del panel tratado sin un incremento compensante de la rigidez. En la práctica, se puede detectar la existencia de resonancias, haciendo una lenta variación continua de la velocidad de la máquina desde un punto considerablemente inferior al rango normal de funcionamiento hasta otro considerablemente superior. Si, conforme se incrementa la velocidad, se nota un incremento definido de volumen a ciertas velocidades críticas (suponiendo que se eliminan los efectos de las ondas estacionarias por promediación), es debido a la excitación de las resonancias diferentes, o a la excitación sucesiva de una resonancia única por diferentes componentes excitantes. Cuando las resonancias son tan prominentes que pueden ser detectadas, de esta forma, por cambios de volumen, la amplitud mayor del elemento resonante permite su fácil localización. Más frecuentemente, sin embargo, las resonancias se manifestarán ellas mismas durante el cambio de velocidad por el cambio en la calidad del ruido emitido conforme la componente resonante aparece y desaparece. En los espectros de ruido de frecuencias discretas, medidos a velocidades diferentes, se ve la existencia de resonancia por una prominencia indebida de los compo465 30
nentes de ruidos sucesivos conforme pasan a través de la frecuencia fija de resonancia. No debe pasarse por alto la posibilidad de que alguna resonancia pueda ponerse en evidencia a cada velocidad por correspondencia de alguna de las muchas componentes de la excitación con cualquiera del gran número de frecuencias naturales posibles. Esto hace al carácter continuamente cambiante del ruido el único indicio para la resonancia conforme cambia la velocidad, ya que el volumen total puede no verse comparativamente afectado hasta que se eliminan las diversas resonancias. Debe tenerse en cuenta también que las resonancias se excitan, y requieren amortiguamiento, cuando el espectro de excitación mecánica es continuo, o blanco, y cuando la excitación está causada por impactación de sonido aéreo, como en el caso de transmisión de sonido aéreo por carcasas y cerramientos. Más adelante, se presentan evidencias de la efectividad del amortiguamiento de las resonancias en ambas situaciones.
Excitación por impulso directo y excitación por golpe. Siempre que se da un golpe a un cuerpo sólido de cualquier clase, se excitan sus frecuencias naturales y suena como una campana. El amortiguamiento inherente o el tratamiento amortiguante de la vibración en este caso determina la longitud del tiempo que continúa cada tono sonando y, en menor extensión, el volumen del sonido inicial. Ya que no hay, en general, una relación integral entre las frecuencias naturales, el sonido inicial resultante del golpe será de carácter no musical, pero conforme comienza a decaer, los sobretonos desaparecen generalmente más rápido y persiste el tono sostenido del modo fundamental de vibración, especialmente en sistemas simples, tales como placas y vigas no constreñidas. En estructuras y carcasas de láminas metálicas, el sonido impulsivo del panel no amortiguado se caracteriza por el llamado «ruido de lata». En la mente del consumidor, tal ruido ha llegado a estar asociado con una construcción barata y endeble, tanto que la idea ha llegado a ser un arma peligrosa en manos de la competencia. En el entusiasmo de la venta rara vez se apunta que, bajo el «ensayo de los nudillos», una lámina metálica de mayor calibre, si no está tratada, sonará considerablemente más que una ligera, incluso con un tratamiento amortiguante relativamente pobre escondido detrás. Por esta razón, los tratamientos amortiguantes de la vibración se utilizan en muchos productos comerciales, tales como muebles y adornos metálicos, incluso aunque nunca lleguen a ser fuentes serias de ruido, bajo ningún aspecto. En el caso de paneles de coches y construcciones similares de acero prensado' el «ensayo de nudillos» está particularmente sujeto a comparaciones abusivas cuando la calidad del producto está en discusión. El tratamiento de amortiguación en los automóviles es de aplicación múltiple, necesaria para minimizar el ruido de la lluvia sobre el techo, el ruido de las puertas que se cierran y el de los baches de la carretera, excitaciones resonantes permanentes, como se discutió anteriormente, y el rumor de la carrocería. El «ensayo de nudillos» no indica con claridad la efectividad de un tratamiento acústico en todos estos aspectos, excepto para el oído de un observador experimentado. Por ejemplo, la mención de la palabra «lataD invariablemente centra la aten466
ción del observador en las componentes resonantes de alta frecuencia, directamente en contradicción con, al menos, la mitad de su experiencia con el yunque del herrero y las vías del tranvía. El sonido sostenido de un tono de 80 cps no atraerá su atención durante el «ensayo de nudillos», a menos que sea anormalmente crítico. Con todo, el contenido en bajas frecuencias del ruido es el mejor criterio para juzgar la efectividad del amortiguamiento del tratamiento cuando soporta los golpes, el ruido de la carrocería y la excitación permanente de las resonancias. Evidentemente, también el factor del peso del tratamiento influye en el ruido de la excitación impulsiva directa como el golpe de los nudillos o las gotas de la lluvia o las pequeñas piedras, mientras que en el caso de la excitación por golpe, tal como el cerrado de las puertas y el rumor de la carrocería, s6lo el amortiguamiento afecta al ruido. Esto último es verdad, ya que cuando se aplica el golpe a un panel entero, la fuerza que tiende a flexionar el panel es proporcional a su peso, y su inercia también lo es. Siempre que la excitación del golpe o el impulso directo se hace recurrente, la contribuci6n al ruido debida al sonido sostenido a las frecuencias naturales _ w~o~I~8
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AMORTIGUAMIENTO BAJO DEL IMPACTO
AMORTIGUAMIENTO ALTO DEL IMPACTO
FIG. 14.3. Ilustración esquemática de la influencia del amortiguamiento en la reducción del ruido resonante de impactos periódicos. En las dos últimas figuras se supone que hay una relación integral entre el período natural de la vibración y la periodicidad del impacto.
AMORTIGUAMIENTO ALTO DE LA SEUDO- RESONANCIA
se hace significativo; por ejemplo, en oficinas y máquinas de calcular, en vehículos sobre carreteras de gravilla. Cuando los impulsos ocurren peri6dicamente a la frecuencia correcta para aportar energía en fase con la vibraci6n ya persistente a alguna frecuencia natural, se desarrolla una condición de pseudorresonancia, que finalmente provoca niveles de ruido desproporcionados con los impulsos desarrollados existentes. En la figura 14.3 se muestra esquemáticamente la efectividad del amortiguamiento para controlar los niveles de ruido producidos por estos tipos de excitaci6n. Un tipo de excitaci6n de impulso que raramente se considera es el asocia467
do con los efectos térmicos en los sistemas de chapas metálicas, especialmente los conductos y tuberías asociados con sistemas de ventilación y calefacción. Con el control termostático actual, los conductos de agua caliente oscilan en un rango de temperaturas que es lo bastante amplio como para provocar expansiones y contracciones térmicas apreciables en el mismo. Cuando se tocan los puntos de las juntas de los conductos, los conductos se comunican al sistema completo. El ruido voluminoso generado por los débiles paneles no amortiguados se suceden con una irregularidad enloquecedora, de forma que su perturbación supera ampliamente la del ventilador del sistema.
Conducción de la vibración. Con bastante frecuencia, los ruidos potenciales no se manifiestan asimismo en la proximidad de la fuente primaria, pero se propagan como vibración estructural a un punto distante, donde encuentran componentes que son lo bastante grandes como para ser radiadores eficaces. Esta situación es especialmente común en todas las estructuras metálicas, tales como barcos y edificios prefabricados modernos. El uso de materiales amortiguantes de la vibración en forma de forros de tuberías y tratamientos sobre los rebordes de las vigas es de apreciable ayuda en reducir tales conducciones, pero las reducciones de ruido son rara vez tan drásticas como las que se obtienen amortiguando las mismas superficies radiantes. La dificultad de utilizar tratamientos superficiales proviene de la variedad de tipos diferentes de ondas de conducción, algunas de las cuales no comunican movimiento a la capa superficial en la dirección requerida para una disipación efectiva en los tratamientos amortiguantes. Valor económico de los tratamientos acústicos
El valor económico del amortiguamiento proviene principalmente del hecho de que el amortiguamiento de un tratamiento barato alcanza un valor más alto en limitar la amplitud de las resonancias permanentes y disminuir el sonido de impulso y la excitación del golpe que lo haría un incremento de la masa y la rigidez de la construcción. Y con el margen permitido en el diseño en la elección de materiales y métodos de fabricación, sin tener en cuenta el amortiguamiento inherente, la ventaja económica, al usar únicamente un tratamiento especial para el amortiguamiento, se hace sobresaliente. Así, el ahorro de coste que se puede alcanzar de cara a las restricciones de ruido y peso se hace espantoso. Un ejemplo divertido, pero no de consecuencias económicas pequeñas, es la bañera doméstica. La venta de bañeras de acero prensado estuvo limitada, al principio, debido a las quejas de los compradores, que opinaban que la construcción era endeble, no a causa de la debilidad estructural, sino por el ruido que producía el agua al correr, la ducha, los codos del ocupante y el jabón cuando se caía. Pero la aplicación de un tratamiento amortiguante superó la construcción de hierro fundido al provocar esa sensación de solidez, que ha llegado a ser, aparentemente, esencial para que el americano disfrute de su baño, independientemente de su posición económica. Más importante aún son los casos en que el ruido y la fatiga mecánica 468
deben ser mitigados sin un aumento sustancial del peso, como, por ejemplo, en aviación. Los ligeros tratamientos aislantes empleados en aviación, aunque son eficaces al complementar la pérdida de transmisión sonora según la «ley de la masa» a altas frecuencias, se hacen transparentes en aquellas frecuencias bajas cruciales donde las componentes del ruido del motor entran en resonancia con las frecuencias naturales de los paneles del fuselaje. Se están estudiando actualmente tratamientos amortiguantes eficaces, que se espera den un incremento en las atenuaciones del fuselaje de unos 8 o más decibelios de media sobre el rango de bajas frecuencias de respuesta resonante, 100 a 250 cps. Tal mejora es comparable al efecto de cuadruplicar el espesor y el peso del fuselaje, que es claramente prohibitivo cuando se compara con su costo.
MEDIDA DE LA EFECTIVIDAD DE LOS TRATAMIENTOS AMORTIGUANTES
Para desarrollar y comparar los tratamientos prácticos amortiguantes de la vibración, había que idear un método que clasificara fiablemente una amplia variedad de materiales y estructuras en cuanto a su efectividad en la reducción de ruido. El método de ensayo desarrollado y descrito a continuación, así como los resultados sobre los que se'basa la mayoría de este capítulo, se deben a veinte años de investigación personal, durante los cuales se exploró el campo práctico de la amortiguación de las vibraciones, junto con la investigación descrita. 3 El «Geiger» continúa siendo el medidor práctico de la efectividad del amortiguamiento de los tratamientos superficiales de todas clases, especialmente en las especificaciones de la automoción. Amortiguamiento de los tratamientos y materiales especiales
El amortiguamiento inherente a los materiales homogéneos, especialmente los metales y las aleaciones, ha sido el objeto de estudios extensivos y medidas de precisión por diversos métodos, entre ellos, hilos, varillas y vigas compuestos del material en estudio.2 El problema es una de las medidas de una de las propiedades inherentes del material bajo tensiones y condiciones ambientales diversas. Con los tratamientos amortiguantes de la vibración, por otra parte, el problema es el de medir su efecto potencial sobre otro sistema, teniendo en cuenta el amortiguamiento inherente de los componentes del tratamiento, su interacción mutua y los efectos que ocurren en los puntos o superficies de unión al sistema vibrante. De aquí, el método de medida debe tener en cuenta los factores de aplicación práctica, tanto como las restricciones técnicas de otras medidas del amortiguamiento. Sólo una fracción de los tratamientos de amortiguación existentes constituyen capas adhesivas homogéneas, siendo la mayoría tratamientos amortiguantes por paneles de estructura compuesta, con requerimientos de aplicación especiales que alteran profundamente su efectividad. Por tanto, los errores de muestreo introducidos y la complejidad de 469
interpretar los resultados hacen a la mayoría de los métodos de varilla y viga inaplicables para los tratamientos prácticos. Las razones de esto serán claras de la consideración de los requerimientos técnicos de las medidas. Requerimientos de un ensayo para una clasificación válida
Ciertos requerimientos se imponen en las medidas, por consideraciones teóricas discutidas en otra parte (véase Cap. 12). Interpretado a la luz del presente ensayo, éstos incluyen las siguientes restricciones. Sistema de referencia no amortiguado reproducible. Un sistema mecanlCO debe ser ingeniado de modo que sea capaz de acomodar físicamente la amplia variedad de tratamientos amortiguantes por paneles prácticos, y que sea capaz también de clasificar la eficacia relativa de los diversos tratamientos por su efecto sobre las vibraciones del sistema de referencia. Solamente la respuesta resonante permanente, o bien la vibración libre del sistema de referencia, será significativa, porque es solamente bajo estas condiciones que la amortiguación se manifiesta marcadamente. Por tanto, el sistema de referencia debe poseer una frecuencia natural aislada de la vibración, en la cual comunicará energía al tratamiento de amortiguación; es decir, la dirección del movimiento resonante tiene que ser esencialmente perpendicular al plano del tratamiento amortiguante. Cuando la vibración está en su modo resonante, el sistema de referencia tendrá que ser esencialmente no amortiguado, de manera que el más amplio rango de amortiguación posible tendrá un efecto demostrable. La frecuencia natural y el amortiguamiento inherente del sistema de referencia tendrá que ser tan insensitivo a los cambios exteriores e incontrolados como sea posible, de modo que se puedan evitar las necesidades frecuentes de recalibraciones y correcciones, que podrán ser solamente determinadas empíricamente; por ejemplo, corrigiendo un amplio cambio en la frecuencia natural, supone un preconocimiento preciso de la característica de frecuencia del tratamiento de amortiguación.
Masa dinámica. La selección de una frecuencia natural experimental establece esencialmente la relación entre la rigidez equivalente y la masa equivalente del sistema de referencia en el modo preferido, pero otra restricción determina el mínimo producto de los dos. Hay que tomar precauciones para que el sistema de referencia tenga suficiente capacidad para almacenar energía, para evitar el que sea sobreamortiguado, o situado cerca del amortiguamiento crítico por el más efectivo de los tratamientos que va a ser clasificado. Si no, la posibilidad de distinguir entre los tratamientos de alta amortiguación disminuye a medida que el sistema se satura. Ya que la rigidez equivalente es la menos controlable de las dos, este requerimiento necesita una masa dinámica. La masa incrementada es también conveniente desde otro punto de vista; ya que los tratamientos prácticos son aptos a ser más pesados que rígidos, resultará menos cambio en la frecuencia natural de su aplicación al sistema de referencia, si el mismo sistema de referencia es pesado por comparación. 470
Similaridad dinámica. Para clasificar diferentes tratamientos con precisión, todos deben realizarse igual; es decir, el movimiento debe ser comunicado por el sistema de referencia de la misma manera a cada tratamiento aplicado. Si cada tratamiento disipa una cantidad definida de energía durante cada ciclo de vibración, la misma cantidad de ciclos por segundo tiene que estar involucrada en cada medida, si la proporción de energía disipada en el sistema de referencia constituye el criterio de comparación. Por tanto, en cada caso, la frecuencia natural del ensayo tiene que ser estable o su cambio tiene que ser tomado en cuenta. y sin mirar el criterio de comparación, o la amplitud resonante permanente, o la proporción de caída de las vibraciones libres, el modo de vibración del sistema de referencia tiene que ser estable; por ejemplo, en el caso de vibraciones de flexión comunicadas al panel de tratamiento, puede que no haya un 'cambio apreciable en la forma de vibración (es decir, no hay cambio en número o migración de las líneas nodales), a menos que fortuitamente las dos distribuciones de amplitudes transfieran la misma energía vibracional del sistema de referencia al tratamiento. Con un sistema de referencia que satisfaga los requerimientos vistos anteriormente, la efectividad de amortiguación de los diferentes tratamientos puede ser clasificada por alguno de los diversos métodos basados en la excitación de vibraciones permanentes; en o cerca de la resonancia o en la proporción del decaimiento de las vibraciones libres inducidas en la resonancia. Los distintos métodos son equivalentes, y los resultados pueden ser correlacionados por una simple transformación algebraica, como es demostrado en otra parte. Esencialmente, ambos métodos se proponen una determinación de la amortiguación conseguida por cada tratamiento, como una fracción de la requerida para amortiguar críticamente el sistema de referencia. Con un constante, incluso aunque sea arbitrario, sistema de referencia, estas fracciones clasifican el tratamiento en cuanto a su efectividad de amortiguación. La elección del método dependerá de factores de conveniencia, pero el método de la proporción del decamiento, explicado más adelante, tiene la gran ventaja de la insensibilidad a las diferencias de excitación. Proporción de decaimiento de la vibración: Ensayo de la chapa gruesa
Descripción del panel de prueba. Los requerimientos para un sistema de referencia, adecuado para clasificar los tratamientos de amortiguación, por su efecto sobre las vibraciones libres, pueden ser todos satisfechos por una chapa plana de acero laminado en frío, que tiene 129 cm 2 y 0,60 cm de espesor, siempre que se tenga cuidado en la selección de la chapa, su preparación y suspensión. Las ventajas prácticas de seleccionar una chapa de este tamaño son numerosas. Su área superficial es bastante grande para mitigar los efectos de los errores de muestreo, que tienden a ser grandes, con varios materiales amorti471
guantes de vibración. Es lo bastante duro como para resistir el mal trato en el envío hasta el fabricante, cuyo producto puede requerir especial tratamiento después de su aplicación. La frecuencia natural de su modo fundamental de vibración es de 160 cps, esta cifra está seleccionada como el más representativo de los requerimientos en la industria automotriz, en la cual el uso precoz de los tratamientos de amortiguación de paneles creó la necesidad de un método preciso de clasificación. El peso de la placa, de cerca de 136 kg, evita el peligro de sobreamortiguación y minimiza el cambio de la frecuencia natural debido a la aplicación del tratamiento. (Los mejores tratamientos causan sólo alrededor del 5 por 100 de amortiguamiento crítico, y los tratamientos más pesados que se usan, cambian el peso total en alrededor del 3 por 100.) La amortiguación inherente de la placa, cuando está suspendida apropiadamente, es muy pequeña y casi independiente del cambio de temperatura. Existen comercializados con homogeneidad adecuada y tolerancia de espesor, de tal modo que, con un mínimo de preparación, varios paneles equivalentes dinámicamente pueden ser adecuados para las aplicaciones del fabricante, y el envejecimiento de varios tratamientos de una vez, para estudiar pequeñas diferencias controladas. En la selección de paneles de ensayo, algunos deben usualmente ser rechazados, porque no tienen homogeneidad; de otra manera, no es posible ajustar el tipo nodal de cada placa para obtener la similitud dinámica requerida. Por un pulido cuidadoso de los bordes de la placa, es posible ajustar algo las líneas nodales del modo fundamental de vibración y, simultáneamente, aislar de este modo la vibración, cambiando todos los sobretonos, hacia frecuencias considerablemente por encima de la fundamental. Esto es importante porque si dos frecuencias están muy próximas, el decaimiento de las vibraciones libres no será logarítmicamente uniforme, y la proporción del decamiento será muy difícil de determinar con precisión. La suspensión del panel de prueba está diseñada para cumplir dos objetivos. Los puntos de soporte están seleccionados para encontrarse sobre las líneas nodales del modo fundamental, y, si es posible, cercano a posiciones antinodales en los modos armónicos adyacentes. Así, los soportes (por ejemplo, suaves muelles cónicos, guarnecidos con hemisferios de nylon), no interfieren con la vibración del modo fundamental de vibración, y ayudan a amortiguar los armónicos tan rápidamente como sea posible. Cuandlo está suspendida correctamente, la proporción de decaimiento de un panel de prueba desnudo es menor que 1,0 db/seg a todas las temperaturas, y la envolvente de decaimiento se transforma en logarítmica, en una fracción de segundo, después de la excitación de impacto. Considerando que el ajuste nodal y el aislamiento de la frecuencia natural fundamental provoca una suficiente restricción en la operación de pulimentado de los bordes, no se intenta ajustar la frecuencia natural de cada panel precisamente a 160 cps. Alguna corrección se hace directamente proporcional a la frecuencia natural real, de acuerdo con la ecuación (12.7), y como se verificó experimentalmente, con tratamientos idénticos sobre diferentes paneles que van desde 131 a 166 cps. En la práctica, se usan tres supensiones diferentes: 1) panel vertical; 2) pa472
nel horizontal con la muestra hacia arriba, y 3) panel horizontal con la muestra hacia abajo. Los resultados en las tres suspensiones resultan idénticos para la mayoría de los materiales y las construcciones, excepto en los casos en que las capas fibrosas están cargadas con tabiques por gravedad, y están comprimidas de diferente manera contra el panel en las dos orientaciones posibles. A menos que se tomen precauciones, se pueden obtener resultados erróneos al trazar el comportamiento de las muestras de bajo amortiguamiento en función de la temperatura. Las dificultades que surgen son causadas por diferentes motivos: fallo en el control de humedad del aire en el encerramiento refrigerado, resultando depósitos de hielo que probablemente afectan el área de contacto de los puntos de suspensión; insuficiente humectación para obtener el equilibrio térmico de todo el panel, y de la estructura de las muestras; y posiblemente un cambio de la frecuencia natural y la migración de las líneas nodales con el cambio de temperatura. CAMARA F/LMADORA
OSC/LOSCOPtODE RAYOS CAT.
CUBIERTA AISLANTE
APARATO DE CONTROL DE TEMPERATU' RA
FIG. 14.4. Diagrama esquemático del aparato de ensayo de placas gruesas amortiguantes de la vibración. (Según P. H. Geiger.3)
Instrumentación y medida. En principio, el experimento requiere nada más que la medida precisa del tiempo en segundos necesario para que el nivel de vibración del panel tratado disminuya un número específico de decibelios. La instrumentación requerida para llevarlo a cabo está mostrada esquemáticamente en la figura 14.4. El panel se excita ordinariamente por un electroimán polarizado, actuado por un audioscilador que es sintonizado a la frecuencia natural del panel. Bajo estas circunstancias, sólo un modo de vibración es excitado, y el decaimiento es inmediatamente logarítmico, una vez que el excitador es desconectado. Por supuesto, el panel puede ser excitado por impacto, con los mismos buenos resultados obtenidos, siempre que la medida del decaimiento no comience hasta que los sobretonos hayan sido eliminados. El nivel de vibración del panel es detectado como sonido por un micrófono 473
sensible a la preSlOn, suspendido a pocos centímetros por encima del centro del panel vibrante. La señal de decaimiento se amplifica y se distribuye como una línea horizontal sobre un tubo de rayos catódicos, siendo el método oscilográfico una de las muchas técnicas empleadas para la medida y muestra del decaimiento en los tiempos cortos implicados con los buenos tratamientos de amortiguación. Una cámara filmadora se utiliza para registrar los trozos de decaimiento en función del tiempo. La figura 14.S muestra un tipo de estas grabaciones. Las parejas de líneas blancas horizontales que se ven a cada lado del centro son el resultado de líneas opacas de calibración, marcadas sobre la ¡¡:~ ~I'I'¡: I~I'~ ~
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TIEMPO
14.5. Curva de decaimiento de la vibración tomada directamente de una cámara de filmación. Las líneas horizontales blancas son los niveles de referencia de amplitud y las líneas verticales blancas son las marcas de tiempo, como se explica en el texto. La proporción de decaimiento representada es 38 db/seg.
FIG.
pantalla del osciloscopio. Estas marcas están localizadas cuidadosamente, de manera que la presión del sonido sobre el micrófono correspondiente al par exterior es precisamente e (la base de logaritmos naturales) veces la presión sonora correspondiente al par interno. Se puede demostrar que esta relación garantiza una precisión óptima en la lectura del tiempo de decaimiento de la envolvente logarítmica de decaimiento. Las márcas verticales blancas son el resultado de una señal de tiempo impresa sobre las placas verticales del osciloscopio. La distancia entre las marcas de tiempo adyacentes representa O,OS seg. El hecho de registrarlas elimina las posibilidades de error debidas a la variación de velocidad del tambor de la cámara y al encogimiento diferencial de la película. Calculado a partir de la grabación mostrada en la figura 14.5, la proporción de decaimiento de vibración del amortiguador bajo prueba es de 38 db/seg, a 160 cps. Esto representa una contribución del O,S por 100 del amortiguamiento crítico del panel de prueba. Comparando otros tratamientos de amortiguamiento de vibración, con respecto al mismo sistema de referencia arbitrario, da como resultado las proporciones de decaimiento que van de O,S a 400 db/seg. Para la especificación de la contribución de amortiguaciones de tratamientos que van tan bajos como 10,0 db/seg, y más abajo, el efecto de la amortiguación inherente a los paneles desnudos y su suspensión, tiene que ser tomado en consideración. Expresando estos efectos en decibelios por segundo, la diferencia aritmética entre la proporción de decaimiento, medida con el 474
tratamiento y la proporclOn de decaimiento con el panel desnudo, es la contribución real del tratamiento. Esto se verifica experimentalmente alterando el amortiguamiento de la suspensión, con el mismo tratamiento, y anotando la constancia de esta diferencia. Se puede reseñar que los oscilogramas de los paneles desnudos, tomados a la misma velocidad de la película, que se usó para la figura 14.5, serían de casi 5,2 m de largo, indicando el desdeñable amortiguamiento del panel y de la suspensión, en comparación con la mayoría de los amortiguadores, cuando se aplican en espesores normalizados. Como sería de esperar, de la presencia de algún amortiguamiento de fricción en un tratamiento (más bien que sean todos de viscosidad equivalente, véase Cap. 12), hay evidencias ocasionales de decaimiento que no son precisamente logarítmicas. Variando el nivel de referencia, por encima del cual el incremento de decaimiento se lee, se puede detectar diferencias en la proporción del decaimiento, debidas a decaimientos no logarítmicos, pero, sorprendentemente, no se ha encontrado aún que el error sea significativo, comparado con la proporción total de decaimiento medido, exceptuando un caso de sobrefatiga, un amortiguador selectivo de frecuencia, alguna de cuyas propiedades serán discutidas en la siguiente sección. Correlación de resultados con otros criterios de efectividad de amortiguamiento
Tan obvia como parece ahora la medida de la proporclOn de decaimiento de la placa gruesa, ha habido expresas dudas sobre su aplicabilidad general, desde su desarrollo en 1933, siendo el razonamiento que la acción del tratamiento amortiguante de una placa de acero de 0,6 cm de espesor podría ser diferente de la acción sobre hojas de metales. Y, por supuesto, el efecto total en los dos casos es bastante diferente, a causa de las diferencias en la frecuencia natural y en la masa dinámica, siendo la proporción de decaimiento de cualquier sistema dependiente de estos factores, a pesar de la constancia del amortiguamiento. Por ejemplo, a pesar de la igualdad de la frecuencia natural, un tratamiento amortiguante dado provocará un más rápido decaimiento de vibraciones en un sistema ligero que en un sistema pesado; no a causa de la diferente acción amortiguante, sino porque la cantidad dada de amortiguación constituye un porcentaje mayor del amortiguamiento crítico en el sistema más ligero. Esto procede directamente de los resultados idealizados discutidos en el capítulo 12 (véase Efecto de amortiguamiento en un sistema de un solo grado de libertad). Sin embargo, en el sistema de prueba de placa gruesa, donde la frecuencia natural y la masa son sensiblemente constantes, los tratamientos de amortiguamiento están clasificados de acuerdo a su verdadera capacidad de amortiguamiento, es decir, de acuerdo a su aptitud para contribuir hacia un aumento del porcentaje de amortiguamiento crítico. Y partiendo de que el amortiguamiento crítico es un factor en función de la rigidez y la masa solamente, e = 2 J mk; dos tratamientos clasificados cuantitativamente sobre la placa de acero de 0,6 cm serán cuantitativamente clasificados de la misma manera so475
bre otro panel de dimensiones y espesor distintos, estando determinado el factor de conversión constante por la rigidez y la masa solamente. Este razonamiento es preciso para la aproximación de que el tratamiento no contribuye a la rigidez o la masa del panel, variando grados en la comparación, y esta masa y rigidez son interpretadas como la masa dinámica y la rigidez ordinariamente utilizada, al idealizar un modo fundamental de la placa, en un sistema simple masa-muelle de la frecuencia natural requerida. Sin embargo, un razonamiento de este tipo no es tan convincente como las correlaciones experimentales entre el método de ensayo y las reducciones de ruido reales, conseguidas con tratamientos de diversa eficacia. Unos pocos argumentos claves se subrayan más abajo, como demostraciones de la validez del método de ensayo, y como aplicación práctica evidente de los tratamientos de amortiguamiento. Medidas del ruido de vehículos y excitación de choque. El gran consumo de materiales con amortiguantes de vibración por la industria automotriz, requirió una demostración práctica de la aplicabilidad del método de ensayo para clasificar los amortiguadores de los automóviles, en su relativa aptitud para limitar las resonancias del chasis y de la estructura excitadas por el motor y por los golpes. Para este propósito, las mediciones del ruido fueron hechas dentro de un automóvil que circulaba sobre varios tipos de carreteras, a velocidades que variaban desde 32 a 112 km/h, a velocidad constante y con la mariposa abierta a varias velocidades. Todas las mediciones verificaron la aplicabilidad del método de ensayo, en que las mediciones en carretera clasificaron los diversos tratamientos de amortiguantes utilizados en el mismo orden de eficacia que lo hicieron los ensayos de laboratorio. 3 El fallo para distinguir en los ensayos de carretera, entre los tratamientos de amortiguamiento más efectivos, es claramente atribuible a un punto, más allá del cual no podía manifestarse un incremento de amortiguamiento como reducción de ruido, porque los ruidos del chasis ya estaban enmascarados por otros ruidos, tal como el de viento.. Incidentalmente, se encontró que este punto variaba considerablemente con la ubicación del tratamiento dentro de un mismo coche, y entre un auto y otro. Sobre los paneles de la puerta de una marca de automóvil más depurada, la proporción del decaimiento del tratamiento por encima de 12 db/seg no produjo más reducción en los ruidos producidos al rodar el automóvil, mientras que en otra marca, el punto crítico fue alcanzado a 5 db/seg. Incluso, en el tratamiento del piso de uno de los coches experimentados, no se alcanzó ningún punto crítico, a pesar de que los tratamientos fueron aplicados con una proporción de decaimiento tan alta com 400 db/seg *. La efectividad de la reducción del ruido de los tratamientos de amortiguamiento de vibración se
* Algunas de estas referencias, casuales, a las determinaciones cuantitativas del ensayo en carretera, de la efectividad de los tratamientos de amortiguamiento, no implican que tales medidas sean fáciles o económicamente factibles. La no repetición inherente de las medidas del ruido en los automóviles, exige un amplio muestreo un tratamiento estadístico. Verdaderamente, la complejidad de estas medidas es una parte importante de la justificación para el desarrollo de técnicas de laboratorio para clasificar los tratamientos amortiguantes de la vibración. 476
sabe que ha sido desafiada por «evidencias» experimentales, en frecuentes oca~ siones en su corta historia. Pero, sin excepción, la evidencia surgió de las malas aplicaciones del tratamiento o de las malas interpretaciones de los resultados. Un buen ejemplo de lo último culminó en la conclusión equivocada de que el utilizar un piso amortiguado para un automóvil realmente aumentaba el ruido de la carrocería. Un automóvil, con una capa de amortiguamiento bajo la alfombra del suelo, es comparado con un automóvil «no tratado». El aparentemente contradictorio descubrimiento fue debido al hecho verificable de que la alfombra, dejada directamente sobre el metal del piso, producía mayor amortiguamiento que la misma alfombra aislada del suelo por el tratamiento de amortiguamiento citado. Por tanto, el «tratamiento» redujo la amortiguación total, y, naturalmente, aumentó el estruendo.
Reducción de niveles permanentes de excitación. Que el método de las placas gruesas es válido, puede demostrarse además por la existencia de una correlación entre las medidas de las proporciones de decaimiento y los niveles que aparecieron durante la excitación permanente de las resonancias. Tal correlación llamativa en su precisión cuantitativa, puede ser suplida por medidas de transmisión de sonidos a través de diafragmas circulares de acero de variados espesores *. Con diafragmas ligeramente amortiguados, las dispersiones resonantes de varios decibelios fueron notados en las curvas de atenuación de la frecuencia natural fundamental, y en los segundos y terceros sobretonos del panel. La aplicación de tratamientos amortiguantes dieron como resultado un aumento de la atenuación en la resonancia de la calidad predicha de los valores de las proporciones de decaimiento de las placas gruesas, cuando eran ajustadas por diferencias en la frecuencia natural y la masa dinámica, de acuerdo con las ecuaciones (12.7) y (12.8). Tal correlación demuestra claramente algo más que la validez de la clasificación de la efectividad de los tratamientos amortiguantes por el método de las proporciones de decaimiento de la placa gruesa. Buenas correlaciones también se encuentran entre la calculada y experimental supresión de los picos de resonancia permanente en la respuesta de sistemas con dos grados de libertad, mecánicamente excitados con varios grados de amortiguamiento, donde los resultados calculados se basan en las relaciones de amortiguamiento deducidas de las determinaciones de la proporción de decaimiento de chapas gruesas.4 Excitación de impulso: ruido a lata. En tanto que la amortiguación controla el sonido (véase más abajo), las caracterizaciones de la proporción de decaimiento de chapas gruesas de tratamiento de amortiguamientos de paneles, se relacionan bien con estudios de ruidos de impacto. Cuando siete paneles de puertas idénticas de automóviles fueron tratados, cada uno con amortiguadores de diferente efectividad, un jurado de observadores calificó, por el «test de los nudillos», el «ruido a lata» de las puertas, en exactamente el orden preestablecido por la efectividad medida de la proporción de decaimiento de * Resultados no publicados de las medidas de N. E. Barnett, Engineering Research Institute, University of Michigan. 477
los tratamientos. Más extenso y detallado acuerdo en la clasificación se obtuvo cuando el jurado de observadores fue utilizado en la fabricación y el calibrado de un medidor del «ruido a lata», mediante el cual se pudieron realizar discriminaciones más agudas. El medidor de «ruido a lata» es un sonómetro transformado. El voltaje de placa del paso de salida de potencia se rebaja a un valor, donde el tubo será sobrecargado, con el ruido del impacto inicial de un golpe medido del panel, y un medidor de salida que actúa lentamente, se utiliza (aproximadamente 1 seg de período, críticamente amortiguado). Se encuentra una coincidencia muy satisfactoria entre la lectura del instrumento y las opiniones subjetivas del jurado respecto al «ruido a lata», y se consigue una escala continua de correlación entre la efectividad del amortiguamiento y el «ruido a lata». Como se sugirió anteriormente, sin embargo, la capacidad de amortiguamiento inherente al tratamiento no es el único factor que influye en las opiniones sobre el «ruido a lata», bajo el impacto de los nudillos en los paneles de las puertas de automóviles. La figura 14.6 se incluye aquí para demostrar
FIG. 14.6.
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1.:.'_---iL...-_..1-_---L_ _~ _......
o
I
2
3
4
DENSIDAD SUPERFICIAL(a) EN Kv/m 2
5
Calificación subjetiva de la calidad del sonido del impacto de puertas de automóviles frente a la densidad superficial del amortiguador. Los puntos indican la calificación de placas gruesas de varios tratamientos en decibelios por segundo. (D. C. Apps.)
la gran importancia que tiene a veces la densidad superficial del tratamiento. Estos datos fueron obtenidos por una excitación a base de impactos, de varios paneles exteriores de las puertas, con diversos tratamientos de amortiguación en toda el área, teniendo varias densidades superficiales y capacidad de amortiguamiento. Otro grupo de observadores, independientemente, golpeó con los nudillos, y clasificó los paneles, primero sobre la base de juicios incrementales, y luego, sobre la base de juicios relacionados. Los valores individuales de los observadores fueron entonces promediados y llevados al gráfico, como se muestra, en relación con la mejor puerta, a la cual se le había asignado, arbitrariamente, un valor de 100. Las expresiones analíticas fueron obtenidas por el método de los números cuadrados para las dos curvas, consiguiendo las relaciones empíricas que se muestran en la figura. El hecho de que los valores de amortiguamiento de las placas gruesas no participen en la efectividad resultante por este criterio, se muestra por el inconsistente experimento de los valores la proporción de decaimiento de la vibración de ]as placas gruesas, 478
especificado en la figura 14.6 para cada uno de los puntos de la curva experimental. La correlación entre los valores de las proporciones de decaimiento y el «ruido a lataD, como se discutió previamente, fue obtenido utilizando varios tratamientos, con una densidad superficial comparable.
MATERIALES V ESTRUCTURAS AMORTIGUANTES DE LA VIBRACION
Esta sección será dedicada a la descripción de algunos de los diversos materiales y construcciones que se fabrican hoy, para el propósito específico del amortiguamiento de la vibración, mencionando también algunos otros materiales que pueden ser utilizados para esta función si se los aplica adecuadamente. Se incluye una tabla de la efectividad relativa de los diversos tipos de materiales, y otras de fabricantes que conoce el autor, los cuales suministran los materiales de alguno de los tipos descritos. La capacidad de amortiguamiento de todos los materiales se expresará en función del ensayo de la proporción de decaimiento de las placas gruesas, descrito anteriormente; es decir, en decibelios por segundo a 160 cps, para un panel normalizado de ensayo de 50 x 50 x 0,6 cm; a menos que se especifique otra temperatura, se realizará a temperatura ambiente. Amortiguadores de masilla
Los amortiguadores de masilla, los más utilizados de todos los materiales hechos solamente con el propósito de amortiguar vibraciones, se suministran en forma semifluida, para la aplicación con pistola o con espátula. Algunos son suficientemente blandos, una vez secos, como para hacerles una muesca con la uña del pulgar; pero la mayoría de los compuestos altamente efectivos son duros, y parecen frágiles a temperatura ambiente. Casi todos los amortiguadores de masilla, vendidos extensivamente, son de base asfáltica, con contenido sólido que varía del 65 al 85 por 100. Varios rellenos y fibras son utilizadas por diferentes constructores. Ya que los materiales granulares de alta densidad en las mezclas aumentan su efectividad, algunos amortiguadores de masilla están cargados con partículas de tamaño controlado. Por causa del abastecimiento limitado de partículas de metal de bajo precio, se utiliza ordinariamente arena cribada para esto, sacrificando algo la efectividad. El tamaño de granulación óptimo parece que depende del tipo de asfalto y relleno utilizado, así como también del método empleado para mezclar el producto final.
Limitaciones. En tanto que los amortiguadores de masilla han sido desarrollados primariamente para la industria del automóvil, su efectividad de amortiguamiento ha sido sacrificada un poco para cumplir con los otros requerimientos de esta industria; a saber: bajo costo, la adherencia bajo un golpe severo (cerrado de puerta, etc.), sobre un amplio rango de temperatura y la capacidad para mantenerse cociendo a ISO oC, apenas después de la aplicación con pistola, sin que se corra ni se deslice, ni siquiera en un panel vertical. Especificaciones más aproximadas tienen que ser observadas, refirién479
dose a las proporciones de la pistola, resistencia a la abrasión, y qUlmlca y consistencia. Algunas especificaciones típicas de la efectividad del amortiguamiento de los amortiguadores de masilla, como son exigidas por varios constructores, se muestran en la tabla 14.1. Tabla 14.1.
Especificaciones típicas del automóvil para la proporClOn de decaimiento de los amortiguadores de masilla *
Proporción de decaimiento mínimo, a 21°C (db/seg)
15 9 15 11 6
**
Proporción de decaimiento mínimo en el rango de temperatura mostrado Proporción Rango de decaimiento de temperatura (OC) (db/seg) 4 4 4 5 4
0-38 0-38 0-43 0-43 0-43
I Aire seco (horas)
Cocido (horas)
Temperatura (OC)
12 12
0,5 0,5 3 7
162 162 134 107 71
-
24
-
3
• Todos los valores aplicados en un caso en que se utilicen 2,4 kg/m 2 de peso en seco. .. El tratamiento de abajo, del cuerpo del automóvil, típicamente diseñado para la alta corrosión, y la resistencia a la abrasión, más que para alto amortiguamiento.
La amplia variabilidad en el tiempo de cocido, especificada por diferentes constructores, refleja el hecho de que el cocido está determinado por los requerimientos de la pintura, a la cual debe conformar la realización del amortiguador. Ya que diferentes pinturas se usan por distintos constructores, un amortiguador dado puede que no cumpla con los requerimientos de más de un constructor. Sujetos a tantas restricciones, es obvio que los amortiguadores de masilla comerciales sufrirán serias limitaciones, fuera del uso en el automóvil, a menos que se reformulen específicamente para las otras aplicaciones. Como la efectividad de amortiguamiento de los amortiguadores de masilla es muy sensible a su historia de cocido, su uso indiscriminado, a temperaturas ambientales, puede resultar con una efectividad altamente reducida. La mayoría de los amortiguadores de masilla alcanzarán su efectividad final solamente por secado al aire, pero sólo después de largos períodos de tiempo, especialmente en el caso de similares (cut-back), donde la alta efectividad depende de la eliminación de toda materia volátil. En un caso ensayado, un amortiguador de masilla alcanzó el 90 por 100 de su efectividad final sólo después de cinco meses de secado al aire, a alrededor de 21°C, pero otro alcanzó solamente el 50 por 100 del valor final después de un año. Aunque la apariencia de todos los amortiguadores de masilla con base asfáltica es muy similar, sus capacidades de amortiguación varían en un rango bastante amplio. Para las aplicaciones de 2,4 kg/m 2 de peso en seco, se han medido muestras con una proporción de decaimiento tan baja como 2 db/seg, y tan alta como 32 db/seg. Incluso los 480
diferentes materiales vendidos por un constructor, bajo la misma marca registrada, pueden tener propiedades mecánicas y capacidades de amortiguación ampliamente diferentes. Es muy importante distinguir las masillas que han sido manufacturadas en primer término, por su resistencia a la corrosión y a la abrasión, tales como los tratamientos de las alfombrillas de los automóviles. Estos son característicamente de baja amortiguación. Por tanto, en la nueva aplicación de los amortiguadores de masilla, bien en producción o en experimentación, es imperativo obtener una clasificación de la eficiencia de los amortiguadores de masilla utilizados, especialmente si no se llegó a ninguna conclusión sobre la eficacia de amortiguación en una aplicación de reducción de ruido. Demasiado a menudo la posibilidad de amortiguamiento se descarta, sobre la base de un experimento en el cual el «material de amortiguación» utilizado tenía poca o ninguna capacidad de amortiguación. Coeficiente de temperatura. La efectividad de amortiguamiento de todos los amortiguadores de masilla de base asfáltica, muestra una dependencia definida con la temperatura. Las variaciones de temperatura de la proporción de decaimiento de dos amortiguadores típicos de base asfáltica se muestran en la figura 14.7. El fabricante puede, hasta cierto punto, variar la composición para cambiar la temperatura de efectividad máxima; sin embargo, no se ha desarrollado un material de masilla efectivo con su punto de rendimiento óptimo por encima de 27 oC. Ocasionalmente se ha desarrollado un amortiguador de masilla, que muestra dos máximos de efectividad a dos temperaturas distintas, pero las curvas de la figura 14.7 son típicas de la mayoría de los materiales de masilla comerciales. 20....--.-----.---.----r---.------,
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14.7. Dependencias típicas con la temperatura de la efectividad de amortiguamiento de los amortiguadores de masilla con base asfáltica, cuyo peso de aplicación es de 2,4 kg/m2• Existen materiales que proporcionan rendimientos óptimos, a cualquier temperatura deseada, entre -18 y 27 oC. (P. H. Geiger.3) FIG.
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26
TEMPERATURA EN
87
98
Oc
Efecto del peso de la aplicación. En la aplicación de amortiguadores de masilla, existe una ventaja considerable en determinar regiones de vibración del panel de gran amplitud, con vistas a concentrar el material en ese lugar con mayor espesor, mejor que usar el mismo peso de material para cubrir todo (el panel). La razón de esto se ve claramente en la figura 14.8, donde la efectividad de un amortiguador de masilla de base asfáltica típico se muestra en función de su peso de aplicación. La característica creciente de levantamiento de la curva es tal que, más o menos, se puede cuadruplicar la efectividad 481 31
25
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V
o
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/ 14.8. Efectividad de amortiguamiento de un amortiguador de base asfáltica tipo, en función de su peso de aplicación. (P. H. Geiger.3)
FIG. I
234 2
PESO EN SECO E'" Kg/m
al duplicar el espesor de la capa de masilla. La economía obtenida concentrada del tratamiento en las áreas de vibraci6n antinodales es obvia, como fue discutido en la última sección.
Amortiguadores de masilla solubles en agua. Existe al menos un amortiguador de masilla de base no asfáltica, que se fabrica también en forma semilíquida para la aplicación con pistola o espátula. Se adhiere a cualquier superficie metálica limpia y se seca en pocos minutos, a pesar que se necesitan varios días de secado al aire para obtener su efectividad óptima. Soporta altas temperaturas y es fácil de ser ininflamable. Es fácil de eliminar, en compara40
/
/
Dependencia con la temperatura de la efectividad de amortiguamiento de un amortiguador de masilla soluble en agua. (De P. H. Geiger.3)
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FIG. 14.9.
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TEMPERATURA EN
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87
98
Oc
ción con otras masillas, porque una aplicación sólo necesita ser empapada algunas horas en agua caliente, incluso cuando está completamente «lista», en vez de las requeridas raspaduras y aplicaciones de solvente para eliminar los amortiguadores de base asfáltica. Las características de la masilla soluble en agua pueden ser ajustadas sobre un rango considerable por el fabricante, obteniendo proporciones de decaimientos típicos de 6 a 20 db/seg, a temperatura ambiente, y de 6 a 10 db/seg, a 65 oC. El efecto de la temperatura sobre la efectividad de tal tipo de amortiguadores de masilla soluble en agua, se muestra en la figura 14.9. 482
Fieltro asfáltico
Descripción. Los fieltros asfálticos están manufacturados por la impregnación de fieltros de papel, trapos o amianto de varios espesores, con asfalto en varios grados de saturación. La forma más simple es similar al papel común alquitranado, utilizado en las construcciones de vivienda, pero la mayoría son fabricados con espesores mayores, de manera que el rango común de peso es de 0,83 a 1,4 kgjm2• En la mayoría de las aplicaciones, el material se adhiere a la superficie vibrante con una base alfáltica, o con un cemento a base de caucho, siendo las propiedades de amortiguamiento ampliamente independientes del cemento utilizado, cuando se aplica en una capa fina y continua. Las propiedades de amortiguamiento de los fieltros asfálticos están menos influidas por los cambios de temperatura que los amortiguadores de masilla. A fin de obtener una mayor flexibilidad, los fieltros asfálticos son frecuentemente «punzados», haciendo pasar el material entre rodillos que tienen numerosos punzones. También se los suministra en formas «dentadas» o de «barquilloD; estas muescas varían ampliamente en forma, tamaño y también en profundidad, de un material a otro. El rango común de la forma de la hendidura es de 0,6 a 1,2 cm de «diámetro». Paralelamente al incremento de flexibilidad, las hendiduras de pliegue único no ofrecen aumento de la efectividad, exceptuando cuando se usan en estructuras compuestas que se describen más abajo. Tabla 14.2. Proporción de decaimiento de tratamientos de fieltro asfáltico típicos
Descripción
1 pliegue común ... '" .. , ... ... ... ... '" .. . 1 pliegue punzado .,. ... ... ... ... ... ...... .. . 1 pliegue muescado ..................... '" ... 1 pliegue muescado· ... ... ... ... ... ... ... .... Lo mismo, cubierto con alfombra * ... ... ... 2 pliegues, muesca + común ... ... ... ... ... ... 4 pliegues, alternando muesca y común ... ... 1 pI. muescado, cubierto con hoja de metal ... •
Proporción de decaimiento, en db/seg (21 oC)
Area adherida
1-12 1-6 1-11 21 85 6-20 20-40 400
100 100 100 No No 100 100 100
(%)
Peso (kg/m2)
1-2 1-2 1-2 1,5 3,5 1-2 3,5-5 5
Para los ensayos hechos sin adhesivo, se pinta el panel con la pintura del suelo del automóvil.
Se dispone de una efectividad de amortiguación incrementada en forma de múltiples pliegues, en la construcción manufacturada, que casi invariablemente consisten en hojas alternadas de fieltro asfáltico plano y muesqueadas, unidas. Se obtiene considerablemente más amortiguamiento con el uso de construcciones en multipliegues si el lado muescado, antes que el lado liso, se encuentra adherido a la superficie vibrante. Esta diferencia representa aquí la primera mención de una de las muchas maneras, a través de las cuales diferentes mecanismos de amortiguamiento pueden ser introducidos, a fin de 483
suplementar el que es inherente a una capa amortiguante unida simplemente, por lo que, en contraste con las masillas, los fieltros puedan ser aplicados en cualquiera de las muchas maneras. Cuando se adhieren uniformemente la capacidad de amortiguamiento de los diferentes fieltros asfálticos existentes, varía ampliamente de un producto a otro, a causa de las diferencias de la fibra, la cantidad y el tipo de asfalto utilizado, y diferencias en el proceso de fabricación (véase tabla 14.2, donde la efectividad de varios fieltros asfálticos típi-
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FIG. 14.10.
Esquemas que ilustran algunos de los mecanismos que entran en juego con las aplicaciones variadas del fieltro asfáltico. Las secciones esgrafiadas representan el panel vibrante o el tabique de carga, las secciones negras representan el adhesivo y las regiones rayadas representan fieltro asfáltico. Para cada sección de tratamiento, a la izquierda, se indica el mecanismo de amortiguamiento a la derecha, que es lo que probablemente más contribuye a la efectividad del tratamiento. Compárese con la figura 14.20.
cos está comparada con el 100 por 100 de su área adherida al panel de pruebas). Pero estas diferencias son pequeñas con aquellas observadas entre las diferentes maneras de aplicar un material dado. Como se subraya en la figura 14.10, y más abajo, se pueden poner en uso diferentes mecanismos de amortiguación, cuyos efectos dominan completamente las diferencias de producción entre los materiales.
Aplicación. Con fieltros asfálticos de una sola capa, muescado y punzado o liso, el adhesivo es muy importante, no solamente por las propiedades de amortiguamiento del mismo, sino también por los efectos de fricción superficial entre el fieltro asfáltico y la superficie vibrante. Cuanto más débil sea el adhesivo, desde el punto de vista mecánico, más grande será el amortiguamiento. En realidad, en el tratamiento de una superficie horizontal que sea suficientemente lisa como para asegurar el contacto de gravedad entre la 484
superficie y el fieltro, y sustancialmente sobre toda la zona, los mejores resultados serán obtenidos sin la utilización de ningún adhesivo. En otros casos, esta posibilidad puede ser explotada por puntos de adherencia de modo tal que dejen el máximo de superficie libre para la disipación de la fricción. En los casos en que un fieltro muescado es cargado en su superficie, por ejemplo, cubierto con una alfombra o bien con una hoja plana en una cons· trucción de dos pliegues, se obtienen dos ventajas al limitar su adherencia. La primera es que la carga aumenta la intimidad de contacto y acentúa los efectos de fricción (véase tabla 14.2), y la segunda es que los huecos bajo las muescas permiten a la inercia de la capa superficial producir una flexión a la fibra que acentúa adicionalmente el amortiguamiento (mecanismo e en la Fig. 14.10). Es doblemente importante, entonces, en el caso de tratamientos con fieltros asfálticos muescados compuestos, usar poco adhesivo para evitar el cubrimiento de las muescas.
Utilización de los tabiques de carga. La explotación esencial de los efectos de cargas superficiales involucran la utilización de un fieltro asfáltico dentado, de pliegue simple cubierto con una hoja de metal. El fieltro está adherido a la superficie vibrante y la hoja de metal está adherida al fieltro en cada caso con una aplicación mínima de adhesivo para evitar el cubrimiento de las muescas. Durante la vibración, la inercia de la superficie de la hoja de metal tiende a que se quede fija, de tal manera que el fieltro asfáltico se encuentre sucesivamente aplastado y expandido, entre la lámina metálica y la superficie vibrante, siempre que el adhesivo no haya llenado los huecos que permiten el movimiento. La flexión de la fibra que resulta, produce un muy alto amortiguamiento; verdaderamente las proporciones de decaimiento de 400 db/seg se obtuvieron con una hoja de acero de calibre 26 y un fieltro bien muescado (3,66 kg/m2). Los mejores resultados se obtienen con un fieltro que tiene muescas algo más grandes, es decir, aproximadamente 50 muescas por metro. El peso por metro cuadrado del tabique de carga no es crítico, siendo la efectividad del tratamiento un poco menor que la que resulta proporcional al peso del tabique. Sin embargo, es importante que el tabique no se comunique con la superficie de vibración, excepto a través de la capa de fieltro asfáltico; si no el tabique vibraría en fase con el panel y el retraso de la inercia que aplasta al fieltro se desperdiciaría. Se señala que la inercia del tabique y no la carga gravitacional produce el efecto deseado: el tratamiento responde de igual manera en todas las direcciones. Capas fibrosas
Las capas fibrosas suaves no son propiamente efectivas en los tratamientos de vibración amortiguada, especialmente si se los adhiere en el lugar. Las capas se montan en la superficie vibrante con un movimiento relativo pequeño entre sus dos superficies, y, por tanto, con pequeña flexión de la fibra y disipación de energía. Sin embargo, cuando se utiliza un tabique de carga, y la capa es adherida en un punto en el lugar, la combinación resulta el mejor tratamiento de vibración. Evidentemente, el efecto del tabique es similar al
485
descrito antes con el fieltro asfáltico muescado; por tanto, de nuevo en este caso el aislamiento mecánico del tabique, de la superficie vibrante, es importante. El aumento de efectividad atribuida a la utilización de un tabique se indica por los ejemplos siguientes: una capa de fibra de vidrio, que pesa 0,137 kgfm2, produjo una proporción de decaimiento de 6 db/seg cuando se la usó independientemente y sin adherir, pero cuando se cubrió con un tabique que pesaba 1,538 kg/m2, la proporción de decaimiento aumentó a 95 db/seg. Con muchas capas ligeras, la proporción de decaimiento puede ser aproximadamente estimada como proporcional al peso total de la combinación del tabique y capa. Aunque el tipo de fibra y el método de conexión tienen algún efecto sobre la capacidad de amortiguamiento de la capa, las diferencias no son pronunciadas; por tanto, la capa particular puede ser elegida sobre la base de otras consideraciones. Por ejemplo, la combinación del tabique y capa es válida por sus propiedades de aislamiento térmico, así como por su amortiguamiento de la vibración, de tal modo que la conductividad térmica de la capa puede influir su elección. Además, con una pérdida de solamente 10 por 100 de su inercia total, el tabique puede ser perforado y convertido en acústicamente transparente, de manera tal que las propiedades de absorción del ruido que tiene la capa puede ser aprovechada. En este caso, los coeficientes de absorción de la capa influirán su elección. Desde el punto de vista del amortiguamiento de la vibración, existen capas adecuadas compuestas de fibra de vidrio, algodón, lino, yute, madera, lana mineral, lana regenerada, asclepias, etc. La mayoría de estas capas existen en varias densidades y espesores, y algunas con tamaño de fibra controlado.
FIG. 14.11.
Pasadores de goma utilizados para sujetar los tratamientos tabique-capa a las superficies metálicas. Estos pasadores sellan los huecos de unión y sostienen firmemente el tratamiento en su lugar, sin conexiones rígidas entre el tabique y el panel vibrante.
En vista de que el tabique sirve sólo como inercia, cualquier material conveniente para los otros requerimientos de la aplicación será suficiente. Por ejemplo, la hoja de metal tiene la ventaja obvia de ser anti-inflamable y fácil para limpiar, pero las hojas de goma de mucho peso tienen a veces la gran ventaja de adaptarse fácilmente a las superficies curvas e irregulares. Los tratamientos de amortiguamiento del tabique-capa son muy ventajosos en los casos donde las características de transmisión de ruidos de los paneles tratados no debe ser disminuida. Su utilización como una protección al golpe contra el cortafuego del automóvil es un buen ejemplo. La capa suave ayuda a sellar el calor y el ruido de las aberturas alrededor de los controles del automóvil que pasan a través de los sistemas de amortiguación del golpe y de
486
cortafuegos. El tratamiento puede ser removido fácilmente para una reparación o servicio si se utilizan pasadores de goma del tipo mostrado en la figu14.11. Tienen la ventaja de cerrar adecuadamente la abertura en la cual están insertados. Las medidas de las proporciones de decaimiento de las placas gruesas en las construcciones de protección al golpe en los automóviles, proporcionan una base aproximada para predecir la capacidad de amortiguamiento de las capas, en función del espesor cuando se las usa con un tabique pesado. La relación mostrada en la figura 14.21 fue deducida de medidas efectuadas sobre capas ~i5 ~ü
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14.12. Efectividad de amortiguamiento de la capa de yute de un tabique cargado con un tablero de 1,5 kilogramos/m2• La curva representa sólo una grosera aproximación, con otros factores, además del espesor de la capa, que afecta el amortiguamiento de alguna manera. (P. H. Geiger.3) FIG.
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de yute, con un tabique del tablero que pesaba 1,5 kgjm2• La aproximación es grosera por las diferencias entre el contenido de las fibras y el carácter de las superficies de las capas, pero es más útil que la comparación del peso de la capa con su amortiguamiento, porque en el caso de un tabique pesado, el espesor de una capa tiene más influencia que su peso. Amortiguador de frecuencia selectiva
Está desarrollándose en este momento un nuevo tipo de tratamiento amortiguante de la vibración· que es capaz de ser sintonizado ampliamente para dar una efectividad máxima, en cualquier rango de frecuencias deseado. Su aspecto único y su valor potencial en el amortiguamiento de resonancias de muy baja frecuencia, 10 hacen digno de consideración especial. Descripción. El conjunto amortiguante consiste esencialmente en una hoja de material que tiene alta histéresis mecánica (el diafragma), y una masa concentrada (masa sujeta), la cual es soportada por el diafragma de manera tal que le permite vibrar libremente. La figura 14.13 muestra una de las muchas posibles configuraciones. Una hoja de material amortiguante, tal como fieltro asfáltico, es realzada de tal manera que porciones circulares se encontrarán fuera de la superficie vibrante a la cual la hoja está adherida. La porción libre constituye un diafragma de material amortiguante, al cual el movimiento de la superficie vibrante es comunicado alrededor de toda su periferia. Si no se hace otra cosa, el material es menos efectivo en amortiguamiento, en esta configuración, que 10 que podría ser cuando fuera aplicado en forma plana contra •
Patente U.S. núm. 2541159.
487
la superficie vibrante, pero si una masa es fijada al centro del diafragma (un bulto de asfalto cargado, por ejemplo), la efectividad es notoriamente aumentada. Con la inercia concentrada en su centro, los bordes periféricos del diafragma siguen la vibración del panel, y el centro del diafragma tiende a quedarse fijo de tal manera que la flexión considerable está inducida en un material con alta histéresis mecánica y con un resultado de alto amortiguamiento.
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MATERIAL DEALTAHIS' ' TERES/S
FIG. 14.13. Amortiguador selectivo de frecuencia. Una de las posibles configuraciones en la cual una masa localizada está soportada por un material de alta histéresis, el cual está separado del panel vibrante.
Siguiendo este razonamiento, la flexión del diafragma será más pronunciada a medida que la masa adherida sea más grande y la capacidad de amortiguación del conjunto será casi proporcional al peso de la masa concentrada. Sin embargo, si se investiga la efectividad de un tipo dado de material de diafragma, conforme se va variando la masa sujeta, se obtienen los resultados típicos de la figura 14.14. En una placa de pruebas de una frecuencia natural dada 300 TABLERO DE FIBRA DE VIDRIO
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30 35 40 45
MASA SUJETA EN GRA'MOS
(180 cps, en este caso), la efectividad del amortiguamiento o la proporClOn de decaimiento en decibelios por segundo muestra un máximo pronunciado para un peso particular de la masa sujeta, un máximo agudo en el caso de un tablero de fibra de vidrio como diafragma, y un máximo ancho en el caso de un diafragma dé fieltro asfáltico. 488
En el laboratorio, la unidad de amortiguación sintonizada toma la forma conveniente, mostrada en la figura 14.15, donde un anillo separador de un material conveniente comunica la vibración del panel a la periferia del diafragma, y la masa sujeta está hecha de grupos intercambiables de pesas de bronce. Esto permite cambios experimentales fáciles en los materiales del diafragma y de la masa sujetas. MASA SUJETA( INCLUYENDO LOS SISTEMAS DE SUJd/:EO!. CION) DIAFRAGMA (MATERIAL DE ALTA HISTERESIS
FIG. 14.15.
Amortiguador experimental de frecuencia selectiva. Esta configuración de laboratorio es conveniente para experimentación con diferentes materiales de diafragma y variando las masas sujetas. El elemento separador, que sirve solamente para comunicar la vibración del panel a la periferia del diafragma, puede ser de cualquier material adecuadamente rÍgido.
Cuando la efectividad de amortiguamiento de dos diafragmas idénticos de diferentes diámetros es comparada en función de la masa sujeta, son típicos los resultados mostrados en la figura 14.16 para los diafragmas de fieltro asfáltico de 5 y 6,2 cm de diámetro libre, respectivamente. 7.5 cm.
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FIG. 14.16.
Comparación de las características de amortiguación, a 180 ciclos por segundo, de dos unidades de amortiguación de frecuencia selectiva de fieltro asfáltico de diferentes dimensiones. La proporción de decaimiento de la vibración de un panel de ensayo, a 180 cfseg, trazada frente a la masa sujeta sobre cada amortiguador, respectivamente.
Se deduce de estos datos que la efectividad de amortiguación es función de la histéresis mecánica del material del diafragma y de las relaciones masarigidez, de la masa que cubre el diafragma. Sin embargo, una idealización de 489
la unidad de amortiguación en la combinación simple amortiguador-masa-mueHe del absorbente de la vibración amortiguada no es posible, porque no hay evidencia de las amplificaciones permanentes que son características de los absorbentes sintonizados a frecuencias un poco desplazadas de su frecuencia sintonizada. Una caracterización compleja de la capacidad de amortiguamiento de un amortiguador sintonizado dado, requiere la investigación de la proporción de 100 ~:::::¡==::::¡:==::::¡::==::¡:::==¡::::::::::J
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FIG. 14.17. Capacidad de amortiguamiento de una unidad de amortiguador selectivo de frecuencia simple, fabricado con fieltro asfáltico. La capacidad de amortiguamiento se indica por la proporción de decaimiento del modo de vibración fundamental de varios paneles de prueba. Las proporciones de decaimiento están corregidas por las diferencias entre los pesos de los paneles de prueba. Las proporciones de decaimiento de los paneles varios son trazados en función de la masa sujeta sobre el amortiguador. Compárese con las figuras 14.18 y 14.19.
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FIG. 14.18. Capacidad de amortiguamiento de una unidad de amortiguador selectivo de frecuencia simple, fabricada con fieltro asfáltico. Las proporciones de decaimiento de vibraciones debidas al amortiguador, cada uno corregido por las diferencias en las masas de los paneles de prueba, son trazados frente a la frecuencia natural del panel para varios valores de la masa sujeta en el amortiguador. Compárese con las figuras 14.17 y 14.19.
decaimiento de la vibración de los paneles de prueba de frecuencia natural diferente, si el método de prueba descrito más arriba se utiliza de tal manera que las comparaciones con otros amortiguadores puedan ser realizadas directamente. En la práctica, se utilizan paneles de prueba cuadrados de diferentes dimensiones y espesores, y las proporciones de decaimiento obtenidas son
490
corregidas a fin de compensar sus diferentes masas dinámicas.s Los resultados de la caracterización completa se muestran en la figura 14.17 y 14.18, para una unidad con un diafragma de 6,2 cm de diámetro libre de un fieltro asfáltico muescado con pliegue único. En la figura 14.17, las efectividades de amorti· guación se muestran en función del peso de la masa sujeta a varias frecuencias naturales, que van de 51 a 180 cps, y en la figura 14.18 se llevan los mismos datos, en función de la frecuencia, para varios valores seleccionados de masa sujeta. La masa sujeta particular que se requiere para obtener el amortiguamiento de una efectividad dada con esta misma unidad de amortiguación, es trazada frente a la frecuencia en la figura 14.19. Las características de sintonía son tales que no pueden ser predichas de las medidas de rigidez estática del diafragma, siendo la rigidez dinámica aparentemente una función de la frecuencia y la amplitud, para por lo menos algunos materiales del diafragma.
Aplicaci6n. El gran valor del amortiguador de selectivo de frecuencia surge de su capacidad para suministrar amortiguamiento a muy bajas frecuen· cias, donde solamente las aplicaciones pesadas de otros tratamientos amorti· guantes de vibración pueden dar el mismo resultado. En vista de que su característica de sintonía es amplia, el amortiguamiento adecuado está provisto también a todas las otras frecuencias, siempre que la cobertura del panel sea 10 bastante amplia como para asegurar que todas las frecuencias son comunicadas al diafragma de amortiguamiento. Pero si sólo se utiliza un amortiguador en el antinodo del modo de frecuencia más bajo del panel vibrante (véase próxima sección), algunos de los modos de alta frecuencia están propensos a permanecer sin amortiguación, no porque el amortiguador sea incapaz de 50
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14.19. Características de sintonía de un amortiguador selectivo de frecuencia simple, fabricado con fieltro asfáltico. La masa sujeta requerida para obtener una eficacia de amortiguamiento dada, está trazada frente a la frecuencia. Compárese con las figuras 14.17 y 14.18.' FIG.
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tratarlos, sino porque su movimiento no es comunicado al diafragma amortiguador, si el amortiguador resulta encontrarse localizado cerca de una de las líneas nodales de los modos de alta frecuencia. Cuando la economía del peso exige el uso de sólo un amortiguador puntual, esta dificultad es fácilmente superada usando un tratamiento continuo y liviano (masilla o fieltro) que amortigüe los modos de alta frecuencia, en combinación con un amortiguador sintonizado y localizado para amortiguar las vibraciones de baja frecuencia. 491
De esta manera, un tratamiento consistente en una aplicación de fieltro de 0,73 kg/in2, sumándolo a un amortiguador de un peso aproximado de 39,6 a 56,7 g, es capaz de amortiguar un panel de pruebas standard de 50 por 50 por 0,6 cm, hasta un extremo que llega a sonar bajo los golpes de los nudillos, tan muerto como madera de pino. Amortiguadores diversos
Además de las cuatro clases importantes de tratamientos y estructuras amortiguantes de la vibración, discutidas antes, se han ensayado otros materiales para el amortiguamiento de la vibración, algunos con éxito y otros no. Unos se encuentran descritos más abajo, a fin de complementar y como precaución, siendo necesariamente omitidos los más recientes avances técnicos hasta que los productos comerciales sean puestos en venta.
Papel crepe impermeable al agua. Cuando varias hojas de papel crepe impermeable son cosidas o pegadas juntas por un punto, la capa resultante tiene dos propiedades, la de absorber el sonido y la de amortiguar las vibraciones. Para estructuras que consisten en papel crepe, de espesor desde 5 a 25, las proporciones de decaimiento de vibraciones han sido medidas desde 5 a 60 db/seg. Siendo esto último para un peso total del tratamiento de 2,9 kgjm 2• Papel impermeable plegado. Hojas planas de papel impermeabilizado pueden ser dobladas en cualquier número de maneras, a fin de inducir la acción de fricción de los pliegues unos a otros durante la vibraciól1l. Obviamente, la capacidad de amortiguamiento de tal tratamiento depende considerablemente de los detalles de manufactura y su aplicación. Mica laminada. Cuando pequeños y finos trozos de mica son pegados entre ellos para llegar con un espesor de casi 0,07 cm, con un pegamento de secado lento, el material es efectivo para el amortiguamiento de la vibración, cuando está fresco, pero a medida que se seca pierde su efectividad. Tal material, pesando 1,07 kgjm2, produjo una proporción de decaimiento de 43 db/seg, cuando fue probado por primera vez, pero después de cuatro meses de secado a temperatura ambiente, la proporción de decaimiento del mismo material bajó a 3 db/seg. A pesar de este fallo progresivo, las construcciones de mica de este tipo han sido utilizadas por la industria aeronáutica. Papel laminado de amianto. La industria de la aeronáutica también utilizó tratamientos hechos por el encolado de finas hojas de papel duro de base amiántica. Con tales estructuras, las proporciones de decaimñento se obtienen en un rango de 1,2 a 6 db/seg; es decir, comparable con las masillas y los fieltros asfálticos de pliegue simple, pero con la ventaja de ser resistentes al fuego. Fibras sueltas de fieltro. Capas de fibra muy flexibles son hechas por fibras regeneradas de fieltro sueltas, generalmente de lana o de algodón, y cosiéndolas entre hojas de crepe o de papel plegable. Las capas se adaptan fácilmente a las superficies curvas, pero su efectividad de amortiguamiento depende prin492
cipalmente de la carga de los tabiques, así como ocurre con la mayoría de las capas fibrosas y los materiales a base de fieltro. Hoja de asfalto. Las hojas pesadas de asfalto pueden ser fabricadas aplicando una composición de capa de asfalto a un papel grueso y luego aplicándoles bastante talco, como para prevenir el pegado de las hojas entre sí durante el transporte. Cuando son aplicadas a una superficie metálica caliente, los asfaltos se ablandarán y se pegarán con dureza, firmemente, en el lugar de aplicación. Con respecto al amortiguamiento de la vibración, el material representa un poco menos que la variación del manejo en la utilización de los amortiguadores de masilla con base asfáltica, aunque menos desarrollado, ha sido destinado a optimizar sus propiedades amortiguantes. Difieren en sólo un importante aspecto, y es que nunca se endurecen de la manera que lo hace la mayoría de las masillas, de tal manera que se despegarán cuando sean expuestas a altas temperaturas. Tableros de fibras estructurales. Se han hecho intentos para utilizar varios tableros de fibras para el amortiguamiento de las vibraciones, del tipo usado en los entramados, y el enyesado en la industria de la construcción y también las losas del techo, hechas a base de fibras, utilizadas comúnmente para la absorción del sonido. Entre aquellos ensayados para probar sus capacidades de amortiguación, ninguno es tan efectivo como aquellos materiales que son más baratos y más fáciles de aplicar. Gomaespuma. La mayoría de los intentos para utilizar la gomaespuma ordinaria como tratamiento de amortiguamiento han fracasado. Debido a las propiedades resilientes, que lo hacen tan valioso en el aislamiento de la vibración, no contribuyen a su capacidad de amortiguamiento. Cauchos especiales de alta histéresis han sido compuestos, sin embargo, pero sus propiedades y capacidades resilientes, lo mismo que su «sensibilidad» son bastante diferentes de la gomaespuma ordinaria. Y la efectividad del amortiguamiento de algunas gomas especiales de alta histéresis es extraordinariamente sensible a los cambios de temperatura. Resumen de los materiales y estructuras de amortiguantes de la vibración
En el diagrama de la figura 14.20 se ha realizado un intento para juntar toda la información presentada anteriormente, en lo que se refiere a la efectividad relativa de los materiales y estructuras más comúnmente utilizados. La calificación es basada en una proporción de decaimiento a temperatura ambiente a 160 cps. Es obvio que la elección del tratamiento particular para una aplicación dada será gobernada por otras consideraciones numerosas, por ejemplo, limitaciones de peso y de costo, dependencia de la temperatura resistencia al fuego, y su facilidad de quitarlo, y particularmente las frecuencias a ser amortiguadas, el peso de los paneles que se van a amortiguar y el área permitida de cubrimiento, que son objeto de discusión en otro tramo de este capítulo. Existen varios fabricantes, que conoce el autor, que suministran los diversos
493
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10 100 PROPORCION DE DECAIMIENTO DE VIBRACIONES A 160 C.p.ll. PLACA GRUESA DE PRUEBA EN DECIBELIOS POR SEGUNDO
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FIG. 14.20. Efectividad relativa de los materiales y estructuras amortiguantes de vibración. Peso del tratamiento superficial en kilogramos por metro cuadrado, mostrado entre paréntesis. Véase el texto para el criterio de clasificación.
tipos de material amortiguante, discutido anteriormente. El lector no debe esperar una correlación demasiado estrecha entre los productos particulares suministrados por estos fabricantes y la efectividad relativa de los materiales, según se resume en la figura 14.20, debido a que los datos de todos sus productos no han sido incluidos necesariamente en el resumen, y algunos de los datos se aplican a productos de fabricantes distintos a los listados. LISTA PARCIAL DE FABRICANTES *
1. Amortiguadores de masilla, base asfáltica: a.
Benjamin Foster Company 4635 West Girard Ave. Philadelphia 31, Pa. b. Daubert Chemical Company 4700 South Central Ave. Chicago 38, 111. c. Davison Chemical Corporation Baltimore 3, Md. d. Intercoastal Paint Corporation 13th Sto and Southern Railway East Sto Louis, 111.
* Aquí están listados algunos fabricantes de materiales amortiguantes de la vibración. La lista no es completa y no constituye una recomendación de un producto particular. 494
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Minnesota Mining and Manufacturing Company Adhesive and Coatings Division 411 Piquette Ave. Detroit 2, Mich. W. & M. Products Corporation 13650 Ten MUe Road East Detroit, Mich.
2. Amortiguadores de masilla, solubles en agua: a.
3.
Fieltro asfáltico: a.
b.
4.
Mute-Ize Corporation 3802 Board of Trade Building Chicago 4, 111.
Flintkote Company Automotive Division 14201 Schafer Ave. Detroit, Mich. The Ruberoid Company 307 N. Michigan Ave. Chicago 1, 111.
Materiales de capa fibrosa: a.
Central Felt, Inc. 2614 John R. Sto Detroit 1, Mich. b. Detroit Gasket and Manufacturing Company 12640 Burt Road Detroit 23, Mich. C. Gustin-Bacon Manufacturing Company 210 West Tenth Sto Kansas City 7, Mo. d. LOF-Glass Fibers Company 1810 Madison Toledo 2, Ohio e. Owens-Coming Fiberglas Corporation Newark, Ohio
DISEAO DE LOS TRATAMIENTOS DE AMORTIGUAMIENTO DE LA VIBRACION
Con la relativa efectividad y disponibilidad de los materiales y estructuras establecidos de amortiguantes de la vibración, aparecen ahora los problemas de cómo utilizarlos mejor y en qué cantidades. Area de cobertura requerida
El problema típico de amortiguamiento de la vibración es un complicado panel que tiene un número infinito de frecuencias naturales, y cualquiera de éstas pueden ser excitadas con fuerzas permanentes de impulso o de choque. La vibración del panel se caracteriza a cualquiera de sus frecuencias naturales
495
por un modelo complejo de movimiento, en el cual áreas de formas irregulares vibran en direcciones opuestas a cada lado de las así llamadas líneas nodales, las cuales constituyen el lugar de localización de los puntos de movimiento cero. Los puntos máximos de vibración son llamados antinodos. Cuando se excitan simultáneamente varias frecuencias naturales, sus tipos de vibración característicos se encuentran superpuestos, de tal manera que las líneas nodales de un tipo de vibración pueden ser puestas en movimiento por la vibración en otro modo. Por tanto, solamente es durante la vibración en un modo simple y puro, que el cambio de la fase encontrado al pasar una línea nodal se produce exactamente a 180 grados.
Cobertura completa. La cobertura completa de todo el panel vibrante asegurará que cada posible movimiento del modo de vibración del panel se comunique al material amortiguante y que su energía sea disipada. Si el material es aplicado a una pieza sin conocimiento o consideración de los tipos de vibración de los modos de alta frecuencia, algunos de los tonos de alta frecuencia seguramente quedarán sin su amortiguación correspondiente. Por ejemplo, si una pieza cuadrada de 25 cm de material amortiguante o un amortiguador puntual de frecuencia selectiva simple es aplicado al centro del panel de pruebas normalizado, de 50 x 50 x 0,6 cm, los llamados «tonos de borde» de la placa siguen sonando después de que se dé un golpe, incluso aunque la frecuencia natural fundamental de 160 cps se encuentre bien amortiguada por el tratamiento en su antinodo. Por otra parte, los tonos de borde del panel de prueba son de mayor frecuencia que el modo fundamental, de manera que son mucho más fáciles de amortiguar a causa del aumento de eficiencia de la mayoría de los amortiguadores con la frecuencia. Por tanto, sería antieconómico cubrir el panel entero con un tratamiento que fue diseñado para ser efectivo a la frecuencia fundamental más baja. El compromiso económico y completamente satisfactorio es el uso de un tratamiento total ligero y que proporcione amortiguación adecuada de los modos de alta frecuencia, en conjunción con un tratamiento suplementario pesado, y preferiblemente sintonizado, en el antinodo o antinodos de las vibraciones de baja frecuencia. Unión puntual del amortiguador. Se sugiere frecuentemente la posibilidad de unir un amortiguador mecánico de alta capacidad de amortiguación viscosa directamente en el antinodo del modo de baja frecuencia problemático. La única objeción supeditada a esta idea es el hecho que el contacto del amortiguador alterará el tipo de vibración del panel y que el punto de fijación se transformará en un nodo de tal forma que no se comunicará ningún movimiento al amortiguador y que, por tanto, no se realizará ninguna amortiguación. El amortiguador puntual descrito más arriba como amortiguador de frecuencia selectiva, no está sujeto a esta objeción, porque se monta sobre el panel vibrante sin trabajar en contacto con los contornos estacionarios. Fue demostrado repetidamente que un amortiguador puntual del tipo citado últimamente no distorsiona el modelo de vibración, pero reduce algo su amplitud, participando en su movimiento y disipando la energía interiormente. Por tanto, los amortiguadores puntuales selectivos de frecuencia y los trata496
mientos altamente selectivos, como el fieltro aSfáltico muescado cargado' con una hoja de metal, se prestan muy bien a la posibilidad de la aplicación antinodal .para servir como un suplemento de baja frecuencia a los tratamientos totales diseñados para el amortiguamiento de alta frecuencia más baratos, pero menos efectivos.
Tratamiento antinodal. Las ventajas del tratamiento antinodal en el control de las vibraciones de las frecuencias más bajas son apreciables, aunque no se utilice un amortiguador de frecuencia selectiva. Con amortiguadores de masilla, por ejemplo, la masa del material puede concentrarse en las áreas antinodales, resultando dos economías distintas: 1) el material que fue gastado en y cerca de las líneas nodales, donde no recibía excitación, y el material que fue gastado en sobreamortiguar los modos de más alta frecuencia, está ahora concentrado donde se necesita; 2) el espesor incrementado en las posiciones antinodales se desempeña más eficientemente, por kilogramo de material involucrado, por la característica creciente mostrada en la figura 14.8. La desventaja del tratamiento antinodal es la necesidad de un estudio de la vibración más elaborado para determinar la localización de los antinodos. Por tanto, una economía total se realiza solamente en los casos donde un gran número de elementos iguales tienen que se tratados. Y el adjetivo «igualesD es importante, porque las estrechas tolerancias de producción deben usualmente mantenerse para que los modelos de vibración de los paneles de un producto terminado sean suficientemente similares, a fin de adaptarse al mismo tratamiento. Los paneles de automóviles corresponden muy bien, pero la industria paga· un considerable precio en acero, debido a las estrechas tolerancias específicas en la composición y el espesor. Afortunadamente, sin embargo, los tipos de modos de más baja frecuencia, donde el tratamiento antinodal es más ventajoso, son los modelos menos afectados por las düerencias de producción. Por tanto, donde hay razones y necesidades de fijar la atención en los antinodos de baja frecuencia, con las frecuencias más altas amortiguadas por un tratamiento ligero, un tratamiento antinodal amortiguante de la vibración es práctico para casi todas las unidades de producción. Diseño de tratamientos puntuales antinodales
El éxito en la aplicación de un tratamiento antinodal, incluso en asociación con un tratamiento total para altas frecuencais, requiere un estudio extensivo de cada panel a amortiguar. Las frecuencias naturales predominantes deben ser identificadas y sus antinodos independientes deben ser localizados con verdadera precisión. Pero el acercamiento sistemático a este problema no es tan desconcertante como parece.
Localización de antinodos. El nodagrafo. El panel en cuestión es excitado por un pequeño electroimán no polarizado, dirigido por un audioscilador y un amplificador de potencia. No se utiliza polarización de corriente continua porque se desea obtener una fuerza vibromotriz ejercida a la doble frecuencia 497 32
de la corriente excitante, a fin de permitir la posibilidad de eliminación de algún acoplamiento magnético errático entre el excitador y el micrófono de prueba, usando un analizado en el circuito del micrófono sintonizado para doblar la frecuencia del oscilador. A medida que el oscilador es corrido muy lentamente a través del rango de frecuencias, la presencia de frecuencias naturales puede ser fácilmente detectada por el oído como un sonido resonante radiado, o detectadas y medidas por un micrófono colocado delante del panel. Si las amplitudes relativas de la resonancia han de ser medidas con alguna precisión, tal como en el caso del espectro del panel de la puerta del automóvil mostrado en la figura 14.1, tiene que tomarse la precaución de evaluar las variaciones debidas a ondas estacionarias en el lugar de medición, pero tales medidas son raramente necesarias porque solamente las frecuencias de los tonos muy prominentes son realmente necesarias en el diseño de tratamiento antinodal. Y solamente el espectro de baja frecuencia necesita ser estudiado con alguna precisión, siendo los modelos de más altas frecuencias demasiado complicados para un tratamiento antinodal eficaz. Cuando el espectro de baja frecuencia se ha establecido, la tarea de estudiar el tipo de vibración es comenzada al modo más bajo de frecuencia, y no necesariamente al modo de resonancia más voluminoso. La razón de esta elección es que la aplicación del amortiguador puntual en el antin.odo del modo de más baja frecuencia reducirá invariablemente el volumen de los modos de más alta frecuencia, pero no necesariamente lo contrario. El tipo de vibración es más convenientemente estudiado a través de un sistema denominado «el nodagrafo»; el diagrama en bloques está mostrado esquemáticamente en la figura 14.21. Un micrófono de velocidad en miniatura MICROFONO DE PRUEBA
I FIG. 14.21.
OSCILOSCOPIO DE R. CATODICOS
Diagrama de bloques del nodagrafo. El circuito de barrido horizontal está sincronizado con el voltaje, de modo tal que las líneas nodales en resonancia pueden ser detectadas por la inversión de fase en el micrófono de prueba. (De P. H. Geiger. 3)
está conectado a través de amplificadores convenientes, y un analizador de onda, a las placas verticales de un osciloscopio de rayos catódicos. Las placas horizontales están conectadas al circuito de barrido, que está sincronizado con el voltaje de salida del oscilador excitante. La imagen en la pantalla del osciloscopio tiene que ser un ciclo de la onda senoidal; pero como el circuito de barrido está sincronizado con el voltaje excitante, la posición de la onda sobre la pantalla se determinará por la fase relativa del sonido radiado en el micrófono. En la práctica, el micrófono se mueve a lo largo de la superficie vibrante,
498
a una distancia aproximada de 0,6 cm, pero esta distancia no es crítica; de manera tal que el micrófono puede ser sostenido con la mano. Cuando el mi· crófono no pasa una línea nodal, la fase de la onda del sonido cambia en 1800 y la imagen de la pantalla se invierte repentinamente de un lado del eje ho· rizontal al otro. Con un trozo de tiza en una mano, y moviendo el micrófono de adelante para atrás con la otra, las posiciones de los cambios de fase pueden ser notadas de tal manera que las líneas nodales pueden ser trazadas directamente en el panel, en un tiempo comparativamente corto. Con respecto a la ubicación de las líneas nodales y los antinodos, la posición del excitador no es crítica, considerando que cualquier distorsión de los modelos resonantes nodales se encuentra localizada en su vecindad inmediata. Los tipos de vibración de dos de las frecuencias naturales de un panel de puerta de automóvil se muestra en la figura 14.22, que fueron trazadas a partir de fotografías de las puertas marcadas con tiza. Las líneas nodales son indicadas por las curvas irregulares dibujadas con líneas continuas, y las cruces delimitan las áreas dentro de las cuales la amplitud de vibración excede la mitad del máximo. Los antinodos también se localizan con bastante precisión con el nodagrafo, porque los niveles de sonido registrados son sorpresivamente insensibles a variaciones pequeñas de la distancia entre el micrófono y el panel,
14.22. Modelo de vibración del panel de la puerta de un automóvil, trazado a partir de fotografías de puertas nodagrafiadas con tiza. Las líneas continuas son las líneas nodales. Las X envuelven las áreas antinodales. La posición del excitador se marca con un punto; las frecuencias de excitación, como están indicadas. (De P. H. Geiger.3)
FIG.
EXCITACION: 146 CPS CONDlC: CON AJUSTE
EXCITACION: 221 CPS CONDIC: CON AJUSTE
siempre que la distancia mencionada sea de aproximadamente 0,6 cm, juzgándola en forma visual. Por tanto, los puntos de amplitud máxima pueden ser localizados en que será óptima la efectividad del tratamiento amortiguante en cuanto a la reducción de la amplitud de este modo de vibración.
Efectividad de los tratamientos de amortiguación antinodales. Estudios repetidos con el nodagrafo, a cada frecuencia natural sucesivamente más alta, revelará, con la mayoría de los paneles, un agrupamiento afortunado de los antinodos de los diferentes modos de vibración. A medida que la frecuencia aumenta, las áreas antinodales se vuelven más pequeñas, pero más numerosas, de tal manera que la probabilidad de, al menos, un antinodo de alta frecuencia, cayendo en o cerca de la posición de un antinodo de baja frecuencia, aumenta progresivamente con la frecuencia. Esta circunstancia permite algunas veces la amortiguación adecuada de un panel en forma completa a todas las frecuencias por la aplicación de dos o tres tratamientos puntuales, con el resultado asombroso de que el sonido producido por la excitación del ensayo de los
499
nudillos se torna mucho más uniforme sobre la superficie que el sonido que se emitiría en el caso de· una amortiguación extendida a toda su superficie, pues se amortiguan bajas frecuencias menos eficientemente que las altas. Las economías en un tratamiento total de peso, que pueden ser efectuadas por un tratamiento puntual diseñado cuidadosamente, son indicadas por los resultados de un estudio de una serie de tratamientos de paneles de puertas de distintos automóviles. Se descubrió que un tratamiento puntual podría ser conseguido con amortiguadores de masilla, que fue tan efectivo como un tratamiento a toda la superficie, con la economía de 2/3 en peso. Un tratamiento puntual de amortiguamiento, satisfactorio para los paneles de puerta de los automóviles, puede también ser diseñado y requiere solamente tres amortiguadores puntuales selectivos de frecuencia, de modo tal, que el peso total del tratamiento será menor a 170 g para un panel de puerta moderno. En la mayoría de las aplicaciones prácticas, sin embargo, es mejor considerar los tratamientos antinodales como localizaciones pesadas de amortiguamiento para el control de resonancia de baja frecuencia, utilizando un tratamiento de toda la superficie, ligero, para el control de las frecuencias más altas. Cantidad de material amortiguante requerido
El problema de cuánto material amortiguante se necesita, o de cuán efectivodeberá ser el tratamiento de amortiguación, que serán requeridos para una aplicación específica, será mejor siempre determinarlo experimentalmente utilizando algunas pocas reglas generales y haciendo cálculos simples para hacer una determinación del tipo «ensayo-error». La efectividad de los tratamientos de amortiguación requerida para el problema de una reducción de ruido dada, es manejada por dos consideraciones generales. Primeramente, ¿qué cantidad de reducción adicional del ruido puede ser realizada por aumentar la capacidad de amortiguamiento del tratamiento; dónde está el punto límite para una aplicación dada? Secundariamente, ¿qué cantidad de material dado, o cuán pesado tiene que ser el tabique de carga del tratamiento, etc., a fin de proveer la capacidad de amortiguamiento requerida? La primera consideración depende de otros factores ajenos a la capacidad de amortiguamiento; se llega a una valoración de la importancia relativa de las vibraciones resonantes, frente a las forzadas, en la producción del ruido en cuestión. Si la respuesta no es obvia del análisis del espectro, la cuestión de cuánto se puede realizar con el amortiguamiento puede contestarse mejor dándole a la amortiguación una oportunidad real; es decir, aplicando un tratamiento de amortiguación de una efectividad conocida ampliamente, sin mirar la posterior aplicación práctica del tratamiento, con el único propósito de determinar la disminución máxima del ruido, que puede conseguir el mecanismo de amortiguamiento. Si la reducción del sonido es 10 bastante significativa como para aprovecharla, el problema de la practicabilidad y economía del tratamiento se puede atacar entonces sistemáticamente con el incentivo de la 500
reducción de sonido, garantizada sin el gasto de la reducción del sonido en «la fuente». Con solamente unas pocas pruebas, utilizando tratamientos sucesivos de efectividades progresivamente más pequeñas, es fácil de localizar el punto donde el efecto de una amortiguación adicional de los componentes de ruidos resonantes está enmascarado por ruidos de otras fuentes. A través de este procedimiento, se establece el mínimo de la capacidad de amortiguamiento de un tratamiento requerido, el cual proveerá la reducción de sonido máxima practicable, que es obtenible por cualquier cantidad de amortiguación en la aplicación' dada. Una vez que esto se ha establecido, el diseño de un tratamiento práctico puede ser iniciado tomando en cuenta los requisitos térmicos, factores de peso y espacio, y cualquier otra restricción que pueda ser impuesta al tratamiento para una aplicación específica. Es, a esta altura del diseño del tratamiento, que la efectividad relativa de varIos materiales y estructuras amortiguantes se vuelve importante, pero no antes de este momento. Consultando la figura 14.20, en lo que se refiere a la efectividad relativa de varios materiales, sólo después que la magnitud del requerimiento de la amortiguación es establecida mediante pruebas de ensayo y error, como se subrayó anteriormente. El hecho de que la figura 14.20 constituya nada más que una clasificación relativa de algunos materiales y estructuras con respecto a un sistema de ensayo arbitrario, por supuesto, resalta este punto. Qué peso del amortiguador de masilla es requerido para duplicar la respuesta del material en capas que haya podido ser utilizado por conveniencia en las pruebas «ensayo-error», es una pregunta que puede ser respondida por datos del tipo encontrados en la figura 14.20; pero estos datos aislados no pueden especificar cuánto tratamiento se requiere para un trabajo dado de reducción de ruido. Dependiendo, por supuesto, de la importancia de la economía del tratamiento, las etapas siguientes pueden llegar a constituir un procedimiento para un mejor diseño. El panel o los paneles que están sujetos a una excitación resonante, sea excitación permanente o de impulsos, son localizados en primer término. Si sus frecuencias resonantes son altas, el amortiguamiento será fácil y la mera aplicación de un tratamiento total ligero constituirá el diseño del tratamiento completo. Pero si hay excitación de resonancia de bajas frecuencias, o si los elementos vibrantes son pesados, el tratamiento de amortiguación requiere una ingeniería cuidadosa. Para una máxima economía en una producción amplia, la localización óptima del tratamiento es la primera etapa; es decir, en el diseño de un tratamiento puntual antinodal, como se subraya más arriba, pero en donde la economía es de menor importancia, un cubrimiento total constituye el punto de partida, aun a bajas frecuencias. Pero en cada caso, la determinación de la cantidad de material requerido, o la estructura a ser utilizada en los antinodos o en el total, requiere la aplicación inicial de un tratamiento de efectividad máxima, como se describe más arriba. Un tratamiento de efectividad equivalente a una proporción de decaimiento de alrededor de 150 db/seg se muestra en la figura 14.20; es decir, equivalente a aproximadamente el 2 por 100 del amortiguamiento crítico para la placa gruesa, es un buen punto de partida en el proceso de «ensayo-error». Para
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resonancias a frecuencias más bajas que 160 cps, la cual es la frecuencia de referencia en la figura 14.20, el tratamiento de prueba deberá ser proporcionalmente más efectivo; por ejemplo, amortiguar una resonancia de 80 cps puede requerir un tratamiento de prueba de 300 db/seg en el ensayo de proporción de decaimiento, a 160 cps. Contrariamente, sin embargo, para paneles de menor masa que la placa de ensayo, el tratamiento de prueba puede tener unas proporciones de decaimiento proporcionalmente más bajas que en la figura 14.20; por ejemplo, un panel de hoja de metal de 4,5 kg que resuena a 160 cps, puede ser amortiguado al 2 por 100 del amortiguamiento crítico por un tratamiento con una proporción de decaimiento de solamente 50 db/seg, a 160 cps, como se puede ver en la figura 14.20. Por tanto, la proporcionalidad inversa, aproximada, entre la efectividad de amortiguamiento y el peso efectivo del panel, y la proporcionalidad directa a la frecuencia, permite la utilización de la figura 14.20 para seleccionar los tratamientos de prueba, a fin de localizar el punto de máximo rendimiento. Y una vez que este punto es establecido, la proporción de decaimiento de 160 cps del tratamiento de prueba óptimo permite la utilización de la figura 14.20 en la selección de los materiales o estructuras de amortiguamiento equivalentes que pueden ser más convenientes a la aplicación particular. El lector reconocerá inmediatamente que los procedimientos señalados en los párrafos precedentes, involucrando las medidas de ruido y las caracterÍsticas de la proporción de decaimiento, representan un diseño de tratamiento llevado a un extremo que sólo se justifica en una producción en gran escala; por tanto, el trabajador de laboratorio y el especialista en la reducción de ruido no tendrán dificultad en abstraer las características sobresalientes y las aproximaciones que rigen a los tratamientos de amortiguación efectivos sin mediciones excesivas.
ALGUNAS APLICACIONES PRACTICAS DE LOS MATERIALES DE AMORTIGUAMIENTO DE LA VIBRACION
No todas las aplicaciones prácticas de los materiales amortiguantes de la vibración son tan inmediatamente obvias como aquellas empleadas en los ejemplos anteriores, y la magnitud de la reducción del ruido que se puede conseguir no puede ser apreciada en un simple golpe de vista en algunas aplicaciones. Unos pocos ejemplos sobresalientes, frecuentemente pasados por alto, se citan brevemente a continuación. Cimientos correctos de maquinaria
La maquinaria soportada elásticamente no es siempre fijada sobre un cimiento idealmente rígido, o infinitamente pesado, lo cual se supone normalmente que existe en el simple desarrollo de la teoría de los soportes elásticos (véase Cap. 12). Las respuestas de resonancias algunas veces existen en los cimientos y estructuras asociados (sobre los barcos, por ejemplo), que son capaces de alma502
cenar la energía que se «escapaD a través de un soporte elástico, aun en el rango de frecuencias nominalmente aislado. En ausencia de amortiguamiento, aparecen amplificaciones en las curvas de transmisibilidad del sistema soporte, a medida que el cimiento resuena con las fuerzas de la maquinaria acoplada a través de los soportes (véase Cap. 13, Problemas especiales de aislación, elasticidad del soporte). La evidencia experimental de la capacidad de los tratamientos prácticos amortiguantes de la vibración, a fin de mitigar los efectos de la elasticidad del cimiento, se muestra en las figuras 14.23 y 14.24. En la primera figura, el nivel de presión del sonido medido cerca de la chapa de acero, de 0,6 cm, de la carcasa de un motor está trazado en función de la frecuencia de rotación del motor. El motor fue preparado sobre montajes elásticos, y su eje estaba desequilibrado para generar fuerzas periódicas a lo largo del eje de los soportes. Con la carcasa sin amortiguar (curva continua), el nivel del sonido alcanzó un pico agudo en dos frecuencias en el rango investigado: prime120,---,----,----,---:-r----,
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14.23. Comparación de niveles de sonido adyacentes a un panel de la carcasa de un motor, amortiguado y sin amortiguar; un motor fuera de equilibrio «aisladoD de la carcasa, en 48 c/seg, por un montaje elástico; la resonancia de flexión fundamental del panel, a 150 c/seg.
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PORCENTAJE DEL AMORTIGUAMIENTO CRITICO DE LA CARCASA O 1.0 2.0 3.0 35
10 L L - _ - I -_ _- ' - _ - - - - ' -_ _- L - _ - - ' O 50 100 150 200 250 PROPORCION DE DECAIMIENTO DE LA VIBRACION DEL TRATAMIENTO DE LA CARCASA EN DB/SEG.
FIG. 14.24. Reducción real del sonido de resonancia radiado desde la carcasa de un motor, en función de la capacidad de amortiguamiento del tratamiento de la carcasa. El motor está «aislado D de la carcasa por un montaje elástico, como está indicado.
reducciones medidas son enteramente consistentes con la efectividad de amortiguación calculada para limitar la amplitud de la «fundación» en el sistema equivalente de dos grados de libertad. El efecto de amortiguación calculado en el sistema de respuesta, ilustrado en la figura 13.15, es mostrado en la figura 14.25, para los casos de amortiguación extrema de cimientos. Transmisión del sonido del fuselaje de los aviones
La efectividad de los tratamientos de amortiguamiento de la vibración para realizar la pérdida de transmisión a baja frecuencia, a través de cerramientos metálicos, es demostrada por medidas tomadas en una sección del fuselaje de un avión simulado. El modelo, de 0,5 m 2, constaba de 21 paneles de 0,1 cm de duraluminio, remachado a una estructura de listones y de travesaños simulados, se eligieron las medidas del panel de manera que sus frecuencias nao ~
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FIG. 14.25. Efectos calculados de amortiguamiento del cimiento que han sido idealizados a partir de un sistema de dos grados de libertad de parámetros agrupados. Compárese con las figuras 13.13 y 13.15.
504
turales fundamentales quedasen espaciadas igualmente en el rango de frecuencias de 100 a 250 cps. Las medidas de transmisión del ruido fueron hechas por el método de las «dos habitaciones», determinando la atenuación de una señal difusa de ruido-blanco como una función continua de la frecuencia, en el rango de 60 a 2000 cps. Cuando los amortiguadores selectivos de frecuencia, del tipo descrito anteriormente, eran fijados a cada panel y sintonizados a sus respectivas frecuencias naturales, se medían incrementos de la atenuación a ciertas frecuencias en el rango de resonancia tan alto como 16 a 18 db; el incremento en la atenuación media, en el rango de frecuencias de 100 a 250 cps, se encontró cercano a 8 db; Y el incremento en la atenuación media, en el rango total de frecuencias de 60 a 200 cps, era de 4,4 db. En los aviones, donde el peso es apremiante, y donde los tratamientos de capas aislantes del sonido deben proporcionar una aislación satisfactoria en las bajas frecuencias, donde prevalecen las componentes del ruido del motor, estas mejoras en la atenuación del fuselaje, solamente debidas a la amortiguación, son muy grandes. Sistemas amortiguantes sumergidos
La impresión errónea está generalizada, porque los paneles metálicos que están en contacto con líquidos son necesariamente amortiguados enormemente por el líquido mismo. Es verdad que si una placa vibrante se sumerge, aunque sea parcialmente, su vibraciones son mucho más rápidamente amortiguadas que lo que serían en el aire. Pero los experimentos han mostrado que el amortiguamiento es casi siempre atribuible a la disipación de energía en el flujo de fluido de alta velocidad, recíproco, que corre sobre los bordes agudos vibrantes de la porción sumergida de la placa. Si no hay bordes expuestos al líquido, como en el caso de un barco con casco flotante, o un tanque lleno de líquido, la placa vibrante se encuentra casi sin amortiguamiento, como si estuviera vibrando en el aire. Las experiencias han mostrado que la capacidad de un tratamiento amortiguante de vibración dado, para suprimir la amplitud de la vibración resonante permanente, es casi independiente del medio de comunicación, siempre que no hayan bordes vibrantes sumergidos, de manera tal que los efectos de la viscosidad del fluido a cortadura no entren en juego. REFERENCIAS 1.
2. 3. 4. 5.
Den Hartog, J. P.: «Mechanical Vibrationsll, 3.a ed., pág. 112, McGraw-Hill Book Company, Inc., 1947. Porter, E. V.: Damping Capacity of Metals, U.S. Bur. Mines Rept. Investigations, 4194, marzo, 1948. Geiger, P. H.: «Noise-reduction Manualll, Engineering Research Institute, University of Michigan, 1953, ONRC N6onr-23219. Hamme, R. N.: «A Preliminary Study of the Effect of Damping in Non-rigid Machinery FoundationsD, Engineering Research Institute, University of Michigan, 29 de febrero de 1952, ONRC N6onr-23219. Hamme, R. N.: Engineering Research Institute, University of Michigan, 18 de octubre de 1952, Air Force Contract AF18(600)-56, Wrigth Air Development Center Tech. Rept. No. 52-328.
505
Capítulo 15
MEDIDA DE LAS VIBRACIONES IRWIN VIGNESS, PH.D.
United States Naval Research Laboratory
INTRODUCCION
El movimiento de los sólidos puede dar lugar a la generación y transmisión de ruido. Para determinar el origen de un ruido y los métodos para su eliminación es, con frecuencia, necesario medir este movimiento. Este capítulo trata de tales medidas. Se consideran aquí los movimientos vibracionales y transitorios y se incluye una descripción de los tipos principales de medidores de golpes y vibraciones, o transductores electromecánicos, sus métodos de calibración y el análisis de las medidas. Vibraciones permanentes
En el capítulo 12 se ha definido la vibración permanente como un movimiento continuo de un sistema vibrante sobre el cual ha actuado una fuerza definida durante el tiempo suficiente como para establecer movimiento periódico. Existen vibraciones cuasi-estables, en las cuales se emplean las mismas técnicas y equipos para su medida que en los estables que se definieron anteriormente. Las vibraciones cuasi-estables consisten en movimientos vibratorios que poseen poca periodicidad, pero su amplitud media permanece constante un considerable período de tiempo. Esta condición de cuasi-estable es característica de un ruido aleatorio. Su espectro de amplitud media frente a frecuencias es continuo, aunque no necesariamente constante. Las vibraciones periódicas se caracterizan por sus espectros de líneas. Pueden existir mezclas de estos dos tipos de vibración. El título general «vibración estable» se aplica frecuentemente a cualquiera de estos tipos de vibración. Los rangos de frecuencia de mayor importancia para las estructuras son los provocados por la maquinaria. Se extienden normalmente desde unos pocos ciclos por segundo a varios miles, pero existen casos en que son de interés vibraciones fuera de este rango. Movimientos transitorios
Un movimiento transitorio es una perturbación de duración relativamente corta que no ha llegado a ser permanente. Por cuestiones de instrumentación, 507
al menos, se puede considerar como descomponible en componentes de Fourier. Componentes armónicas, sinusoidales o de Fourier son expresiones sinónimas. Los movimientos transitorios mecánicos más importantes se pueden descubrir normalmente de una forma adecuada mediante las componentes de Fourier extendidas desde unos pocos a varios miles de ciclos por segundo. En este capítulo se discute la instrumentación para la medida de movimientos transitorios que tengan las frecuencias de las componentes desde O a 10000 cps. Medida de las vibraciones
Cuando se quiere medir el movimiento de un punto, se debe utilizar un aparato con un elemento sensible que indique las posiciones, las velocidades y aceleraciones del punto. Este aparato debe ser algún sistema mecánico que marque el movimiento resultante por medio de una aguja, o un transductor, que es un aparato capaz de absorber energía de un sistema y cederla a otro sistema, normalmente en forma diferente. Un transductor electromecánico convierte la energía del movimiento mecánico en energía eléctrica, o viceversa. Los acústicos llaman generalmente a los aparatos de este tipo transductores, mientras que muchos ingenieros relacionados con las vibraciones los llaman pickup. Así, un pickup es un aparato que convierte el movimiento mecánico que se quiere medir en una energía eléctrica, óptica, hidráulica, mecánica o cualquier otro tipo. Junto con otros aparatos, puede utilizarse para medir la amplitud, la velocidad o la aceleración de la vibración por cualquiera de los métodos descritos en el apartado siguiente. Se incluyen diversos tipos de medidores asociados a equipos electrónicos, métodos mecánicos, técnicas ópticas y varias combinaciones de. ellos. Las técnicas ópticas directas que emplean fotografía de alta velocidad suministran un método simple y excelente para observar el movimiento. Los métodos estroboscópicos, en los cuales los impulsos de luz de corta duración se emiten periódicamente y se utilizan para eliminar un objeto, se pueden aplicar con éxito a los movimientos permanentes y transitorios. Otros técnicos, que van desde los métodos interferométricos a las aplicaciones de los destellos lumínicos, hacen a las técnicas ópticas de gran valor para el estudio de los movimientos permanentes y transitorios de los sólidos. INSTRUMENTOS PARA LA MEDIDA DE LAS VIBRACIONES Vibrómetros eléctricos (medidores de vibración)
Un vibrómetro está considerado como un aparato que indica la amplitud de la vibración, mientras que un vibrógrafo da una grabación oscilográfica de la misma. Se pueden obtener medidas de vibración eléctricas en las cuales la amplitud de la vibración se indica directamente sobre un medidor. Un modelo típico consiste en un pickup, un atenuador ajustable, un amplificador y un medidor de lectura directa. Tales aparatos son bastante populares, ya que son sencillos de manejo, portátiles, compactos y cubren un amplio rango de fre508
cuencias (véase Fig. 15.1); se suministran conexiones para acoplar a un osciloscopio, para un par de auriculares, para poder escuchar la vibraci6n que se está midiendo, o para conectar a un analizador. Se incorporan redes integradoras, de forma que se puede leer directamtente la aceleración, la velocidad o el desplazamiento eficaces.
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Algunos fabricantes de son6metros (véase Cap. 16) producen «cajas de control», que hacen posible usar los pickups conectados a sus son6metros. Por medio de una red de integración en la caja de control, se pueden enviar voltajes al sonómetro que sean proporcionales a la aceleración, velocidad o desplazamiento, siendo seleccionada la respuesta adecuada por medio de un interruptor. En el apartado siguiente se estudian con detalle los siguientes tipos de pickups que se usan con estos instrumentos. Vibrómetros y vibrógrafos mecánicos
Los vibr6metros y vibr6grafos mecánicos y mecánicos-6pticos emplean trenes de engranajes o brazos de palanca, ópticos o mecánicos, para amplificar los movimientos vibratorios antes de ser indicados o grabados. Estos aparatos se sujetan con la mano, contactando la sonda con la superficie que vibra. Las manos y los brazos constituyen un muelle suave, de forma que, para frecuencias suficientemente altas, la medida permanece esencialmente estacionaria
509
mientras la sonda arrastra un tren de engranajes o brazo de palanca. Un débil muelle mantiene la sonda en contacto con la superficie vibrante; se obtiene un límite superior de amplitud de la aceleración cuando la sonda pierde el contacto con la superficie. La figura 15.2 ilustra cómo el movimiento transmitido a una sonda por una superficie vibrante balancea un espejo y actúa sobre una palanca óptica. Un rayo de luz reflejado desde el espejo y enfocado sobre una escala suministra una indicación de la amplitud de la vibración. Se puede conectar un aparato similar, como el de la figura 15.3, que amplifique mecánicamente el
FIG. 15.2.
Vibr6metro. (Cortesía de General Electric Ca.)
FIG. 15.3.
Vibr6metro con esfera in-
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movimiento de la sonda en una esfera indicadora. Las carcasas de estos aparatos deben ser claramente pesados si se han de manejar a mano. Sus rangos de frecuencia y amplitud se muestran en la figura 15.4. El aparato basado en LUZ DESTELLANTE
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el rayo de luz es capaz de operar en rangos de frecuencia más altos a causa de la menor masa de sus partes móviles. La presentación del rango amplitudfrecuencia de un instrumento se da frecuentemente! según el método ilustrado. El campo de operación de un aparato está dentro del área encerrada por las línas que indican los límites del rango. Así, los vibrómetros ilustrados tienen un límite de baja frecuencia, a causa de la incapacidad del operario para mantenerlo fijo, un límite de desplazamiento máximo impuesto por el límite de la escala, un límite de aceleración máxima a causa de la pérdida de contacto entre la sonda y la superficie vibrante y diversas consideraciones sobre las fuerzas actuantes, una limitación de alta frecuencia a causa de las resonancias de los componentes del instrumento y un límite de desplazamiento mínimo provocado por fallos de sensibilidad. Los vibrógrafos mecánicos se ilustran esquemáticamente en la figura 15.5. Estos instrumentos constan de un papel móvil o película sobre el cual una plumilla graba el movimiento que se está midiendo. En la figura 15.5a la carcasa sigue la vibración que se mide, y una masa sostenida por un muelle suave
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15.5. Vibrógrafos. El brazo marcador gira sobre el punto P, adicto a la masa M. La aguja unida, o encajada, al punto Q a la derecha del marcador. En el diagrama (e), los ganchos e y e' protegen la masa y la aguja de la caja.
FIG.
es la referencia estética si las frecuencias de la vibración son suficientemente altas. En la figura 15.5b se puede sujetar rígidamente con la sonda mantenida contra la superficie vibrante. Sin embargo, normalmente la masa se sujeta con la mano, que constituye un muelle suave, con la sonda contra la superficie. Un tercer método, mostrado en la figura 15.5c, es una combinación de los sistemas mostrados en las figuras 15.5a, 15.5b. Fijando la masa a la carcasa, se obtiene el sistema de la figura 15.5b. Si se deja libre la masa y se une la sonda a la carcasa, el sistema equivale al de la figura 15.5a. Los vibrógrafos de este tipo más general, se fabrican * de forma que la grabación se hace con una pluma de alambre que presiona ligeramente contra una película de celuloide. Una palanca mecánica amplifica, en un factor de 8, el movimiento vibratorio, de forma que se pueden medir vibraciones por debajo de 0,0002 cm. El surco impresionado sobre este film es difícil de ver, a menos que se utilice una luz y un equipo ópticos apropiados. Los límites de amplitud-frecuencia de estos grabadores se ilustran en la figura 15.6. Estas unidades se suministran a menudo con una lengüeta, que es pulsada periódi•
Westinghouse,2 Cambridge Vibrograph (ref. 34, pág. 336).
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FIG. 15.6.
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camente y que inscribe un tren de ondas en ei extremo de la grabación para tener una escala de tiempos. Aunque el vibrógrafo Askania3 y el vibrómetro grabador de General Electric son algo menos precisos que otros instrumentos, son preferibles frecuentemente, ya que sus grabaciones, que están impresas sobre papel encerado, son más fácilmente visibles. Medidas de frecuencia mecánicas (sistema de lengüeta)
Las medidas de la frecuencia de los sistemas mecánicos en vibración se hacen normalmente usando sistemas mecánicos resonantes. Los elementos sensibles suelen ser lengüetas calibradas en. su extremo libre, cuyas frecuencias se seleccionan para cubrir un espectro de frecuencias de interés. El vibrómetro de la figura 15.7 tiene una lengüeta que es de longitud ajustable. El extremo de la misma, que está sujeto en el interior de la carcasa
FIG. 15.7. Vibr6metro de lengüeta. (Westinghouse Electric Corp.)
del aparato, tiene una alargadera que se lleva por una rendija y que indica sobre una escala la frecuencia natural de la lengüeta. La carcasa del instrumento se mantiene contra la superficie vibrante y se ajusta la longitud libre de la lengüeta hasta que su amplitud sea máxima para un modo fundamental de 512
vibración, marcando en la escala la frecuencia. Este instrumento, junto con el mostrado en la figura 15.2, hacen una pareja excelente para medidas rápidas de la vibración cuando no sea de interés la forma de la onda. El medidor de frecuencia «Frahm»s consiste en una serie de lengüetas en voladizo, que son afinadas exactamente a frecuencias separadas por pequeños incrementos, generalmente a intervalos de un ciclo o medio ciclo. Estos instrumentos tienen generalmente un rango de frecuencias pequeño y se usan principalmente para determinar velocidades de giro de las máquinas. En general, el uso de este tipo de medidores está en el rango de alrededor de 20 a 500 cps. Películas y fotografía rápida
Se han desarrollado las técnicas de las películas de alta velocidad de forma que se pueden obtener rápidamente resultados aceptables para quienes están familiarizados con los principios generales de la fotografía. Es lo más útil para estudiar a cámara lenta el comportamiento del equipo en vibración cuando está en funcionamiento. En las cámaras que se utilizan en estos estudios, la imagen fotográfica es obligada a trasladarse con la película por medio de la difracción en un prisma de vidrio plano que gira. 6•7 Se pueden obtener velocidades superiores a 15 000 cuadros por segundo. Las cámaras sin obturador pueden sincronizarse con fuentes de luz estroboscópicas para producir varios miles de cuadros por segundo. Cuando se fotografía un objeto con una cámara sin obturador con iluminación ordinaria, se producen rayas que indican la posición de las áreas de más contraste de la imagen. Mediante algunos refinamientos,8 es posible obtener curvas de desplazamiento-tiempo de este tipo, que pueden incluir amplitudes por encima de varios centímetros, con una precisión de unas pocas milésimas de centímetro y unas pocas cienmilésimas de segundo. Estroboscopios
Si un cuerpo que gira o vibra periódicamente se ilumina con cortos destellos de luz, a intervalos de tiempos aproximadamente iguales al período de vibración o a algún múltiplo de este período, el cuerpo aparecerá inmóvil o con un movimiento lento. La velocidad de vibración aparente será igual a la diferencia entre la frecuencia de la vibración y la del flash. Como la velocidad del flash es conocida, se puede usar este método para determinar la frecuencia', así como para observar los detalles de funcionamiento de las partes móviles. La medida de la amplitud de la vibración por métodos estroboscópicos supone una mayor exactitud y comodidad de medida. * Para determinar con precisión las frecuencias de vibración o rotación, se utiliza un aparato basado en los principios estroboscópicos. Un elemento sensible provoca una señal eléctrica obtenida de la fuente de vibración. Esta señal enciende un grupo de tubos de descarga de neón de manera que ilumi* La General Radio Company publica un panfleto, «Eyes Ford Industry», en el cual se discuten con detalle los usos del estroboscopio. 513 33
nan un conjunto de discos registro. La velocidad de rotación de los discos está controlada (al 0,05 por 100) por un diapasón cuya frecuencia puede variarse. Ajustando el diapasón hasta que ciertos sectores del disco aparezcan inmóviles, se puede determinar la frecuencia de la vibración. Se ha desarrollado un aparato que provoca luz estroboscópica a una frecuencia de alrededor de 1 cps menos que la frecuencia de rotación o vibración. lo Esto sucederá, incluso, aunque la frecuencia de vibración varíe rápida~~2P107.5.5 2.50 I
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Indicador vibración-am-
mente. Esto permite observar a cámara. lenta, bajo condiciones variables, cuándo sería imposible un control manual. Interferómetros
Se han desarrollado interferómetros lumínicos para la medida de las vibraciones en investigación de laboratorio, pero son de uso incómodo. En la referencia 11 se da un método interferométrico para calibración de pickups de vibración en el rango de frecuencias de 250 a 7000 cps. Ha sido desarrollado otro interferómetro l2 para la medida de la amplitud de la vibración acústica, que requiere unir a la superficie vibrante un plano óptico de alrededor de 1 cm de diámetro. Se pueden determinar amplitudes desde 10-7 a 10- 2 cm, con una exactitud de alrededor de 10-7 cm. Técnicas diversas para la medida de la vibración
Un indicador de desplazamiento, mostrado en la figura 15.8a o b, consiste en un pedazo de papel con una figura en un lado y un adherente en el otro. El indicador se une a la estructura vibrante, de forma que la vibración, en el plano del indicador, tenga una dirección que sea perpendicular al eje longitudinal de la figura. Para frecuencias por encima de 15 cps, las figuras aparecerán como se ilustra en las figuras lS.8a' y b'. La amplitud de vibración se puede hallar observando la situación del vértice de la parte sombreada con respecto a la escala impresa en la figura o por los puntos de intersección, como se muestra en la figura lS.8a' y b', respectivamente. Para frecuencias por debajo de 514
15 cps, las medidas se hacen difíciles, a causa de que el ojo observa el movimiento de la lengüeta y no la envolvente del movimiento. Otro método de estimar la amplitud de la vibraci6n de una forma grosera es mantener firmemente un lápiz con la mano y dibujar ligeramente una línea recta a lo largo de una secci6n lisa de la parte vibrante. La línea deberá ser perpendicular a la direcci6n de la vibraci6n que se supone estará en el plano de la superficie vibrante. Es útil unir un papel a esta superficie. Se puede determinar la amplitud de vibraci6n a un nivel de 19 por el método «chirriante» de Bragg, que consiste en colocar un objeto duro, no afianzado, contra una superficie que vibra verticalmente *.13.14 Cuando la aceleraci6n excede de 19 en direcci6n descendente, el objeto pierde contacto con la superficie y se produce un chirrido. Esto se puede observar visualmente, auditivamente o por medio de un pickup unido a la superficie. El punto 19 se puede determinar dentro del 1 por 100, si se utiliza una pequeña esfera metálica y se toman precauciones para asegurar que las superficies en contacto están limpias. El límite superior de frecuencias es de varios cientos de ciclos por segundo dentro de estos márgenes de exactitud.
MEDIDORES DE LA VIBRACION·· Acelerómetros
Un aceler6metro consiste esencialmente en una masa soportada sísmicamente con respecto a una caja y guiada para prevenir el movimiento en direcciones que no sean sísmicas. (Un sistema sísmico consiste en una masa suspendida de una caja por un resorte. El movimiento relativo a la caja puede
FIG. 15.9. Un medidor sísmico. El movimiento de la caja está dado por x. El desplazamiento relativo de la masa sísmica con respecto a la caja está dado por y. La unidad es un sistema lineal amortiguado y de un simple-grado de libertad, que tiene una constante de resorte K y un factor de amortiguación c.
ser amortiguado.) En el rango de frecuencia de operaciones del acelerómetro, el cual se encuentra por debajo de su frecuencia resonante, la masa experimenta prácticamente la misma aceleración que el cuerpo del aceler6metro. La masa ejerce sobre el resorte sísmico una fuerza que es directamente propor* g es la unidad de la aceleración debido a la gravedad; su valor se toma como
980 cm/seg 2• La aceleración se expresa frecuentemente como un múltiplo de g.
•• En la referencia 15 se ofrece una recopilación de los diversos tipos de medidas de la vibración.
515
cional a la amplitud de la componente de la aceleración, y la salida es una función conocida de la fuerza. Los problemas de instrumentación en las mediciones de vibración son generalmente reducidos si las medidas a altas frecuencias y amplitud de desplazamiento bajo son hechas por medidores sensibles a la velocidad o la aceleración, ya que, para un desplazamiento dado, la aceleración varía como el cuadrado de la frecuencia, y la velocidad se incrementa linealmente con la frecuencia. Rango de frecuencia. Los medidores deberán ser solamente utilizados en un rango de frecuencias específicas, dentro del cual existe una relación simple entre el movimiento que se mide y la salida del transductor. Un estudio de las siguientes ecuaciones de la respuesta de la masa del medidor a las vibraciones es útil para definir el rango de frecuencia conveniente de un medidor de tipo sísmico. Se le pueden imponer limitaciones adicionales por los circuitos eléctricos empleados en asociación con éste. Si un medidor de tipo sísmico, mostrado esquemáticamente en la figura 15.9, está sujeto a un desplazamiento
x = X sen 27rft a lo largo de su eje sensible, entonces, bajo condiciones permanentes, el desplazamiento relativo de la masa con respecto a la caja viene dado por y = y sen (21Tft -
Las señales de salida de los medidores de este tipo son proporcionales a y, o a su derivada con respecto al tiempo; por tanto, un conocimiento de las relaciones entre y y x proporciona información, así como el rango de frecuencia para el cual existe un comportamiento mecánico aceptable.
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RANGO DE LOS MEDIDORES DE VELOCIDAD Y DESPLAZAMIENTTJ
FIG. 15.10.
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10
Respuesta de la masa sísmica a un desplazamiento semisoidal permanente. f n es la frecuencia natural sin amortiguar y Ce (igual a 2vmk) es la resistencia de amortiguamiento crítico.
Las curvas que muestran la relación Y/X, para un rango de frecuencias, se dan en la figura 15.10. La frecuencia natural sin amortiguar del marcador está dada como f n y la frecuencia forzada como f. La solución a este problema está dada en detalle en la referencia 16. Se da más información en las referencias 17 516
y 18. (El medidor indica desplazamiento o velocidad, si la frecuencia forzada es mucho más alta que la frecuencia natural.) La desviación de las curvas del valor unidad de la ordenada representa la desviación del factor de calibrado del medidor. Puede verse en la figura 15.10 que una cantidad de amortiguación aproximadamente igual a 0,65 el valor crítico, permite utilizar el medidor con buena precisión como un medidor de desplazamiento o de velocidad a una frecuencia menor de 1,5 la de la resonancia. Cuando el marcador tiene que ser utilizado para determinar movimientos transitorios, la amortiguación complica la interpretación de los registros. Por lo cual, los medidores sin amortiguar están recomendados para la mayoría de los trabajos de golpes. Las curvas que muestran la relación de Y al valor máximo de la vibración forzada, expresada en términos de aceleración, están en la figura 15.11. El máximo de aceleración de x es igual a iffl2fX. El medidor indica aceleración cuando estas curvas no se desvían sensiblemente del valor unidad de la ordenada. La cantidad de desviación representa el cambio en el factor de sen-
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RELACION DE FRECUENCIA
FIG. 15.11.
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1.5
2
3
Respuesta de la masa sísmica a una aceleración sinoidal permanente.
sibilidad del medidor. Para acelerómetros sin amortiguar, este error se torna importante para frecuencias mayores a un tercio de la frecuencia natural. Cuando se utilizan filtros de paso-bajo, en unión con acelerómetros sin amortiguar, la atenuación que introducen puede ser utilizada para neutralizar la amplificación de la resonancia. Se podrá entonces acercarse a una frecuencia de casi el 50 por 100 del valor de la resonancia. Si se utiliza un valor de 0,6 en la amortiguación crítica, el rango del instrumento puede ser extendido hasta cerca de la frecuencia natural. Estos resultados se aplican a las vibraciones permanentes y desdeñan los efectos de distorsión de fase y de respuesta transitoria. Los medidores sin amortiguación son más fácilmente dañados al operar 517
cerca de su frecuencia natural, y sus salidas no filtradas pueden sobrecargar su sistema de amplüicación. Los rangos de frecuencia presentados aquí y en la próxima sección para medidores de velocidad, tienen que ser considerados sólo como valores representativos; hay muchos modelos de cada tipo disponible, los cuales tienen diferentes características. Otros factores, como el tamaño, impedancia interna y requerimientos de potencia, influyen la conformidad de un medidor. Los límites de" amplitud mínima dependen de la ganancia y nivel de sonido de los amplificadores asociados. En algunos casos, los límites pueden ser ampliados si se tolera más error o si se tiene más cuidado que lo común con el equipo asociado. Los medidores seleccionados para la ilustración incluyen sólo algunas de las unidades normalmente disponibles, las cuales cubren rangos típicos de los de sus características. La figura 15.12 ilustra los rangos extremos posibles con acelerómetros de bario-titanio, extendiéndose el rango de amplitud cerca de cinco décadas. Aumentando la carga de la masa del bario-titanio, la sensibilidad puede ser aumentada a costa del valor máximo de aceleración y de frecuencia. Los rangos de amplitud de frecuencia de los tres modelos de acelerómetros no limitados,
FIG. 15.12.
Límites del rango de frecuencia-amplitud para el acelerómetro de bario-titanio del National BuY f2 reau oí Standards OBI-14; son límites de baja frecuencia, con impedimentos de 2,2 y 200 megaohmios, respectivamente, para un seguidor catódico de tipo preamplificador.
'1
1
10 FRECUENCIA
de tipo hilo y escala expandida, se muestran en la figura 15.13. Las flechas indican que la respuesta a baja frecuencia se extiende a O cps. Los modelos que poseen un límite superior de frecuencia de menos que algunos cientos de ciclos por segundos, son capaces de dirigir directamente los galvanómetros de osciloscopios sensibles. Los rangos de los acelerómetros de tipo tubo de vacío se dan en la figura 15.14. Todas las unidades de este tipo son capaces de operar a muy baja frecuencia y pueden dirigir galvanómetros oscilográficos 518
1
10
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
FIG. 15.13. Límites del rango de amplitud-frecuencia para tres modelos de acelerómetros Statham con escala expandida.
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I
10
100
1000
FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
FIG. 15.14. Rangos de amplitud de frecuencia de aceleración de tipo tubo de vacío. R I y R 2 son tipos «Ramberg» del National Bureau of Standards. tI y t2 son para modelos hechos por Calidyne.
sensibles. La figura 15.15 muestra el rango de un tipo inductivo que sólo pesa cuatro gramos. Distorsión de fase. A muy bajas frecuencias, la masa y la caja del marcador sísmico (Fig. 15.19) vibran en fase. A medida que la frecuencia aumenta, el desplazamiento de la masa se retrasa detrás del de la caja, hasta que en la
FIG. 15.15. Rango de amplitud-frecuencia de un acelerómetro tipo inductivo, hecho por Glenn L. Martin.
519
resonancia el ángulo de retraso es de 90° y a muy altas frecuencias es de 180°. La manera en que la variación de la fase cambia para diferentes cantidades de amortiguamiento se muestra en la figura 15.16. Si el movimiento que ha sido medido contiene varias frecuencias diferentes, el movimiento indicado por el medidor puede ser, entonces, distorsionado por el cambio de sus relaciones de fase relativa. Sin embargo, si existe una relación lineal entre la variación de fase y la frecuencia, entonces habrá una constante de tiempo de retardo para la transmisión de todas las frecuencias y no habrá ninguna distorsión. La figura 15.16 ilustra que existirá muy poca distorsión de fase para acelerómetros (los acelerómetros operan a frecuencias más bajas que la resonancia) si la amortiguación es cero o si es cercano a 0,6 o 0,7 el valor crítico. El análisis de la respuesta del simple instrumento mostrado en la figura 15.9 fue basado en una ecuación lineal diferencial con coeficientes constantes. Pero esto es sólo una aproximación.19 En un instrumento práctico, la amortiguación no es de tipo puramente viscoso, los efectos de la temperatura no deben ser despreciados, la sensibilidad puede variar con la amplitud y los marcadores pueden responder a movimientos transversales. Es importante, entonces, que las curvas de sensibilidad, obtenidas bajo condiciones similares a las del uso, sean aprovechables.
Montaje. El montaje del acelerómetro debe ser lo suficientemente rígido como para prevenir un movimiento relativo apreciable entre el acelerómetro y la estructura. Para indicar una aceleración de 10° dentro de un 1 por 100, a una frecuencia de"{ ciclos por segundo, el movimiento relativo entre el acelerómetro y la estructura debe tener una amplitud de menos de 1/f, es decir, menos de 0,0002 cm a 100 cps y menos de 0,00002 cm a 1000 cps. Peso. El peso del aurelómetro, junto con su montaje, debe ser lo bastante pequeño como para que la inercia del acelerómetro no altere apreciablemente el movimiento que se mide. ~
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15.16.
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2
3
RELACION DE FRECUENCIA = f/fn
4
entre las vibraciones de la masa sísmica y la vibración sinusoidal excitante.
Respuesta a movimientos transitorios. Las limitaciones impuestas bajo la consideración de las condiciones de estado permanente, se aplican también a condiciones transitorias. Además, especificaciones más severas se requieren para el caso transitorio. Se han hecho estudios de la respuesta del sistema simple de la figura 15.9 a varios tipos de excitaciones transitorias. Los trabajos 520
más extensos consideran que la excitación es una fuerza directamente aplicada a la masa, un desplazamiento de la caja o una aceleración de la caja. 20 Las formas de excitación han incluido pulsaciones simoidales, combinaciones de formas exponenciales y muchas otras. No se supone amortiguación. El caso de amortiguación, pero con menos formas pulsantes, está explicado en la referencia 21. Una respuesta típica de un acelerómetro a una pulsación de aceleración triangular, tomada del trabajo anterior, se muestra en la figura 15.17. Se concluyó que, para medir la aceleración máxima de una pulsación 1.5.------.....-----r-----,
1.01------1:7-cl-----+-----1
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FIG. 15.17.
Respuesta a un impulso triangular de aceleración, línea discontinua, de un acelerómetro, cuyo período natural es casi igual a un tercio de la duración del impulso. Curva (1), coeficiente cero de amortiguación; curva (2), coeficiente de amortiguación 0,4 del crítico; curva (3), coeficiente de amortiguación 0,7 del crítico; curva (4), coeficiente de amortiguación igual al crítico. (Dados por Levy y Kroll. 21 )
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RELACION DE TIEMPO. r
sinusoidal o triangular, con una precisión de un 5 por 100, un acelerómetro debe tener un período natural menor que un tercio de la duración de la pulsación de aceleración, y una constante de amortiguación entre 0,4 y 0,7 del valor crítico. Medidores de velocidad
Un medidor de velocidad es aquel que genera un voltaje proporcional a la velocidad relativa de dos elementos principales del medidor, siendo frecuentemente estos dos elementos una bobina de cable y una fuente de campo magnético. Existen dos tipos generales de medidores de velocidad: 1) el de tipo sísmico (Fig. 15.9), en el cual un elemento es soportado sísmicamente desde la caja, a fin de formar un sistema de baja frecuencia y con un simple grado de libertad, mientras que el otro elemento es solidario a la caja. Los medidores de velocidad de tipo sísmico operan a frecuencias por encima de la frecuencia natural del sistema sísmico. El elemento soportado flexible es esencialmente estacionario *, mientras que la caja sobre el cual está montado * Pueden haber desviaciones considerables, a partir de este supuesto, para los medidores de velocidad rellenos de líquido.
521
sigue el movimiento de la estructura sobre la cual la caja está montada. El elemento transductor proporciona una señal que es proporcional a la velocidad relativa de las dos partes. Desde que el voltaje desarrollado en la bobina es proporcional a la tasa de cambio del flujo magnético, el voltaje será proporcional a la relativa velocidad de las dos partes. Se muestran en la figura 15.18 las instalaciones típicas de las dos partes, que han sido utilizadas en medidores de velocidad. 2) El de tipo sonda, en el cual el movimiento relativo entre un elemento y otro es deducido de una sonda que se prolonga a través de la caja. Una punta de la sonda está asida al elemento móvil del
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(D) ANILLO MOVIL DE ACERO
(e) LA BOBINA ESTA ENROLLADA EN DIRECCIONES OPUESTAS DE CADA LADO DE S~ CENTRO~
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BARRA DE ~CERO '"'OVIL
ENROLLADA EN DIRECCIONES
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FIG. 15.18.
Principios de funcionamiento de los medidores de velocidad: (a) bobina corta en un campo magnético radial largo, (b) bobina larga en campo magnético radial corto, (e) campo magnético diferencial en una bobina larga, (d) bobina enrollada diferenciaImente atravesada por un campo magnético, (e) imán de barra en una bobina enrollada diferencialmente.
medidor y la otra punta está en contacto con la estructura cuya vibración ha de ser medida. Cuando se la sostiene a mano, la caja del medidor de tipo sonda permanece esencialmente fija en el espacio, de tal manera que el voltaje de salida depende del movimiento de la estructura vibrante. El principio ilustrado por la figura 15.18c y e permite un desplazamiento relativo amplio para dimensiones externas dadas. Una unidad de este tipo Qlamada medidor Hartz) pesa casi 5 kg Y permite un desplazamiento relativo de 15 cm. La cantidad de amortiguación para medidores de velocidad del tipo de amplio desplazamiento, los cuales se utilizan en primer lugar para 522
medidas de golpes, es normalmente del valor más pequeño posible. Una evaluación de la mayoría de los medidores utilizados en mediciones de choque, incluyendo los modelos arriba citados, está dada en la referencia 23. Aunque el tipo de medidor de velocidad es bastante amplio, se le utiliza frecuentemente en lugar de los acelerómetros. La relativamente baja impedancia y alto voltaje de salida de estas unidades son fundamentos para su popularidad. La energía disponible de estas unidades es suficiente, a menudo, para mover los galvanómetros de los osciloscopios directamente. Rango de frecuencia. Los medidores de velocidad están limitados en su escala superior por resonancias locales, que se producen en sus partes o en sus instalaciones de montaje. Estos y otros factores relativos a la respuesta de frecuencia acentúan la importancia de las curvas de calibración fiables para el medidor. Tendrían que cubrir la frecuencia y la escala de amplitud que se encuentran durante el funcionamiento. El medidor de tipo sísmico opera en la
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15.19. Escalas de amplitud-frecuencia de los medidores de vibración de tipo velocidad, fabricados por Consolidated y MB.
FIG.
1000 FRECUENCIA
EN CICLOS POR SEGUNDO
escala de frecuencias por encima de la frecuencia natural no amortiguada, considerando que la escala de operación del marcador de tipo sonda está limitada a valores que permitan que la sonda mantenga el contacto con la parte vibrante. Las escalas de amplitud de frecuencia para medidores típicos de velocidad se muestran en la figura 15.19. Las mediciones de movimientos de choque, cuando se trata de un desplazamiento de varios centímetros, requieren medidores más grandes. Estos medidores han sido utilizados principalmente para medir el movimiento de choque sobre estructuras pesadas, y el medidor puede corresponder en peso. El primer medidor de éstos que ha sido utilizado ampliamente se llamó medidor de velocidad de tipo inglés.22 El conjunto imantado es guiado sobre rodillos de tal manera que se pueda mover 523
sólo en dirección axial, y es soportado por resortes que dan al sistema móvil una frecuencia natural de alrededor de 7 cps en esa dirección. Los desplazamientos superiores a 7,6 cm pueden ser medidos con una unidad de este tipo, que pesa casi 18 kg. Un medidor de velocidad se muestra en la figura 15.20, que es esencialmente un modelo de medidor de vibración a gran escala. La unidad tiene una bobina de 7,6 cm y pesa 8 kg. La bobina se enrosca en la punta de un brazo que está soportado por cojinetes en la otra
VISTA DE FRENTE
VISTA PARCIAL DE LADO
FIG. 15.20. Medidor de velocidad. (Fábrica MB.)
punta. La frecuencia natural del brazo de bobina está determinada por la rigidez del resorte director y se ajusta usualmente a unos 3 cps. El voltaje de salida es de 3,5 mv por centímetro por segundo cuando se encuentra conectado a una carga de 10 ohmios. Se pueden encontrar marcadores de vibración de velocidad de pequeño tamaño, que pesan casi 280 g, pero que tienen casi la misma construcción que la unidad más grande mostrada en la figura 15.20. Algunos modelos están amortiguados eléctricamente a 0,65 del crítico, por tener el elemento bobina enroscado sobre una forma de aluminio cortocircuitada. También se encuentran modelos sin amortiguación. Estos medidores se ven poco afectados por temperaturas entre - 45 Y 120 oC. La frecuencia natural para muchos modelos es de alrededor de 5 cps y tienen una sensibilidad de 40 mv por centímetro por segundo. La bobina tiene un juego total de 15 cm. Un medidor de velocidad diseñado para medir vibraciones permanentes ':.~S,lf!l¡1>s DOBLES
~H~Ult1,~LES
CAJA'
MASA s/SM/CA BOBINA :RESORTES --...wl+'. HEL/CO/D.ALES
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DE LA CAJA
FIG.
15.21.
Medidor de vibración de velocidad modelo 4-102 A. (Consolidated En-
gineering Corp.34)
524
~~/N~~J.~~
puede ser fabricado de tamaño relativamente pequeño. Este medidor está mostrado en la figura 15.21 (su principio de funcionamiento se muestra en la Fig. 15.I8d). La unidad pesa 280 g, provee 43 mv por centímetro por segundo de velocidad, y está amortiguada por líquido alrededor de 0,65 del crítico.24 Es utilizable en un rango de temperatura entre -17 y 65 oC. Aunque el juego total para un desplazamiento relativo del imán sea un poco más grande que 2,5 cm, esta unidad se dice que es capaz de medir amplitudes de vibración que tienen desplazamientos por encima de 5 cm para movimientos horizontales. Se da un valor máximo de sólo 3,5 cm para la vibración vertical por las desviaciones estáticas del imán desde una posición central. Está disponible por el fabricante un amplificador lineal integrador para utilizar con este medidor, el cual incluye una escala indicadora para leer la velocidad media y el desplazamiento pico a pico.
Distorsión de fase. Existe normalmente una distorsión de fase considerable para medidores de desplazamiento o de velocidad que operan a frecuencias más altas que la resonancia. La distorsión de la fase es menor para pequeñas cantidades de amortiguación. El ángulo de la fase no es importante para condiciones permanentes, pero ha de ser considerado en trabajos transitorios. Medidores de desplazamiento
Un medidor de desplazamiento es un aparato que genera una salida que es una función conocida del desplazamiento relativo entre dos de sus elementos. Estos medidores son similares en su construcción y comportamiento a los medidores de velocidad de la sección anterior. Especificaciones
Las especificaciones concernientes a los puntos siguientes de información son generalmente interesantes para el usuario de medidores de vibración. (para más detalles, véase la American Standard Association, Método para especificar las características de los marcadores de medida de sonido y de choque Z24.21, del cual han sido extraídos estos puntos.)
Propósito del instrumento TIPO DE MOVIMIENTO. La naturaleza del movimiento al cual responderá el marcado, tales como: 1) angular; 2) uniaxial, incluyendo elementos sensitivos múltiples a lo largo de ejes ortogonales; 3) omnidireccionales en un plano, y 4) combinaciones de las tres posibilidades anteriores.
525
Características físicas PESO. DIMENSIONES TOTALES. POSICIÓN DEL ELEMENTO MÓVIL. La ubicación del centro de gravedad del elemento móvil tendrá que ser dada a medida que se necesite en el calibrado de los acelerómetros en una centrifugadora y en otras aplicaciones en las cuales haya gradiente espacial o una combinación de movimientos rotativos y lineales en la cantidad que se esté midiendo. MONTAJE. Método de montaje, localización y tamaño de los agujeros de montaje o de los parantes. CONEXIONES. Longitud permitida, peso, apantallado, susceptibilidad a la presión y al choque mecánico, y tipo de conectores entre el medidor y el equipo auxiliar requerido para utilizar con el medidor.
Características ambientales TEMPERATURA. La escala operacional de temperatura, en la cual la sensibilidad y la amortiguación del medidor no varía más que en un porcentaje dado de sus valores establecidos. Máximo y mínimo de temperatura de almacenado. HUMEDAD. Efecto de la humedad en la operacionalidad del medidor (cuando sea aplicable). RESPUESTA ACÚSTICA APARENTE. Salida máxima del marcador para exponer al sonido aéreo a un nivel de presión de sonido de 100 db o más. CORROSIÓN. PRESIÓN ATMOSFÉRICA. El efecto del cambio de la presión atmosférica sobre la operacionalidad del marcador. ORIENTACIÓN. FLEXIBILIDAD DE LA CAJA.
Principios del elemento sensible. (Véase tratamiento detallado en una siguiente sección.) Fuente de energía Naturaleza de la salida (es decir, tanto que sea lineal, logarítmica, etc., y si es un voltaje, una señal de amplitud modulada, como si fuese una señal de frecuencia modulada). Equipo auxiliar requerido Limitaciones máximas de movimiento. Estas incluyen movimientos dentro de una precisión específica, movimientos que exceden los puntos de tope, movimientos que dañarán al medidor y movimientos que exceden la capacidad de la sonda para seguirlos certeramente. 526
Limitaciones 'lnznzmas de movzmzento. Estas incluyen el poder resolutivo de un elemento sensible del tipo potenciómetro, el adherido y el ruido de fondo. Respuesta y sensibilidad. La relaci6n de entrada a salida, en unidades consistentes, para el rango operacional. Rango de frecuencia. Cambio de fase. Porcentaje de amortiguación crítica. Respuesta de choque de los acelerómetros. Dirección del eje sensible. Sensibilidad transversal. Impedancia generadora equivalente. Efectos de campos electromagnéticos.
ELEMENTOS SENSIBLES
Piezoeléctrico. Se utilizan comúnmente cuatro elementos piezoeléctricos como elementos sensibles: cuarzo, sal Rochelle, ADF (fosfato diácido de amonio) y titanato de bario. Dado que los cristales piezoeléctricos producen potenciales eléctricos sobre ciertas superficies, siempre que sus dimensiones sean cambiadas a medida que se .aplica el esfuerzo, estos materiales son corrientemente utilizados como elementos sensibles en los aceler6metros. El efecto de capacitancia de cable sobre la sensibilidad es significativo con estos elementos (véase Cap. 16), de tal manera que es generalmente deseable utilizar un pre-amplificador conectado al medidor por un cable corto. Para una completa descripción de estos materiales, véase las referencias 25 y 26. El cuarzo es un material mecánicamente excelente, pero su coeficiente piezoeléctrico es relativamente bajo. Los acelerómetros de cristal de cuarzo se han utilizado con éxito, pero los ingenieros que trabajan en la materia encuentran que este tipo no es satisfactorio por su alta impedancia y su baja energía de salida. La sal Rochelle es mecánicamente débil, higroscópica y sensible a la temperatura, pero posee la más alta sensibilidad piezoeléctrica que cualquier material conocido. Temperaturas superiores a 54 OC dañarán al cristal permanentemente. (Una unidad de este modelo está mostrada en la Fig. 15.1.) Las aceleraciones a lo largo de un eje perpendicular a las caras del cristal causan una curvatura de los cristales, la cual pone un cristal bajo compresión y el otro bajo tensión, y provoca que se desarrolle una carga eléctrica sobre las caras grandes del cristal. Este modelo de medidor no tiene que ser sometido a aceleraciones mayores de 10g, aunque otros modelos de elementos de sal Rochelle pueden ser utilizados por encima de 5000g. 527
Los cristales ADF son más bastos y menos sensibles a la temperatura que la sal Rochelle. No son higroscópicos y no le dañan temperaturas menores que 93 oc. Una serie de medidores de tipo acelerómetro, conveniente para condiciones permanentes y transitorias y empleando cristales ADF, que ha sido desarrollada, medirá aceleraciones por encima de casi 2000g y sobre una escala de frecuencias de 10 a más de 10000 cps, extendiéndose sus sensibilidades a 125 mv por g con capacidad normal a través del cristal. Z7 El titanato de bario no es corriente entre los materiales piezoeléctricos por el hecho de que su eje sensible piezoeléctrico no está determinado por la orientación del cristal, pero puede ser realizado en cualquier dirección arbitraria por la aplicación, bajo buenas condiciones de temperatura, de un voltaje polarizado. Esto permite que el titanato de bario sea moldeado como una cerámica poli-cristalina. La cerámica puede ser polarizada como se desea después de su fabricación. La sal Rochelle, el ADF y el titanato de bario son clasificados todos como materiales «ferroeléctricosD, por su similitud entre su reacción a un campo eléctrico y la del acero a un campo magnético. La analogía es más clara, sin embargo, para el titanato de bario, que puede ser utilizado como una estructura policristalina, y a la cual se han sumado impurezas para mejorar sus propiedades piezoeléctricas. A bajas frecuencias, los efectos de relajación pueden causar efectos no lineales si las presiones o voltajes se aplican durante más de unas pocas décimas de segundo. No es recomendable, sin calibraciones, medir amplitudes de frecuencia que sean menores a algunos ciclos por segundo. Algunos acelerómetros muy pequeños y simples, del tipo de compresión de titanato de bario, han sido desarrollados por el National Bureau of Standards. Uno de estos modelos sólo pesa tres gramos y poseen una sensibilidad de alrededor de 2,5 mv por g (capacidad de 0,001 microfaradios); su salida es esencialmente plana, desde unos pocos hasta 15000 cps. Otros modelos capaces de medir hasta 30000g a frecuencias por encima de 30000 cps, han sido descritos28-31 (uno de los cuales se muestra en la Fig. 15.12). Uno de estos modelos utiliza un elemento de titanato de bario para medir el esfuerzo sobre la superficie de una estructura, que está obligada a flexionar a causa de la aceleración. El titanato de bario puede ser moldeado entre dos hojas de metal, con el espesor de la cerámica tan pequeño como 0,02 cm. Este elemento puede ser encolado sobre la superficie y desarrollará una carga de salida proporcional al esfuerzo de la superficie.
Hilo de resistencia sensible al esfuerzo. La resistencia eléctrica de un hilo cambia cuando se le somete a un esfuerzo. Este cambio es en parte debido al cambio de dimensiones y en parte debido al cambio de resistencia específica. 32 Este principio ha sido aplicado a una gran cantidad de transductores, incluyendo a los acelerómetros. 33 El elemento transductor básico está mostrado en la figura 15.22a y b. La masa está forzada por un par de resortes de hoja en voladizo de tal manera que se pueda mover en la dirección de los hilos de medida de la tensión. Los cuatro grupos de cables están enrollados bajo tensión. Cuando la masa se mueve en una dirección con respecto a la caja, 528
dos grupos de hilos están sometidos a una tensión mayor y los otros dos tienen la tensión relajada. Los topes previenen un excesivo esfuerzo. Los cuatro grupos de cable están conectados formando un puente de Wheatstone, como se puede ver en la figura l5.22c. Se necesita una fuente externa de tensión para activar el puente, generalmente del orden de 10 voltios. De esta manera, se llega a un máximo de sensibilidad, y la unidad no se ve influida por los cambios de temperatura, los cuales afectan a todos los brazos de la misma manera. Los acelerómetros de hilos tensados dan un nivel de señal de salida relativamente bajo. Su máximo nivel de salida, a fin de escala, es generalmente del orden de 50 mv, con circuito abierto. Su impedancia interna es baja, sin embargo, para que sean utilizadas para dirigir directamente elementos sen-
H
(b)
REOSTATO DE ENTRADA
RESISTENCIA DE CALI8RACION
POTENCIOMETRO DE AJUSTE DEL ~..JV\J'V\r-~ CERO
----o AL INDICADOR O REGISTRADOR SUMINISTRO DE POTF:NCIA
(e)
15.22. Acelerómetro de hilo tensado (Statham): (a) elementos de cable A, B, e y D fijos, por una parte, a la armazón móvil F y, por la otra punta, al cuerpo del medidor E; (b) vista de la parte inferior de (a) mostrando la armazón de resortes G; tope de límite de movimiento 1; resistencia K. Se fija la sonda H a la armazón cuando se aplica movimiento externo a ésta. (e) Una construcción de puente para utilizar el transductor. FIG.
sibles de un galvanómetro-oscilográfico. Otros factores que se suman a su popularidad son la buena aproximación a la linealidad, con variaciones continuas de salida con respecto a la entrada, su constancia del calibrado y el hecho de que gran cantidad de la instrumentación auxiliar que ha sido construida para que la resistencia del hilo sensible a la tensión pueda ser utilizado para amplificar y registrar la salida de estos acelerómetros. 529 34
Las frecuencias naturales de estos acelerómetros se extienden a casi 5000 cps. Se utiliza generalmente un líquido de amortiguación, el cual es eficaz para unidades que· tienen frecuencias naturales más bajas que algunos cientos de ciclos por· segundo, pero que no son fácilmente mantenidas en el valor requerido para unidades de alta frecuencia. (La Fig. 15.13 muestra los rangos de amplitud de frecuencia de unidades tipo.) Se podrán unir hilos tensados, disponibles en el comercio, a una superficie que está bajo esfuerzo por una aceleración. Con un acelerómetro bien diseñado de este tipo, el esfuerzo indicado es proporcional a la aceleración. Sus frecuencias natUrales se extienden a casi 10000 cps; generalmente no están amártigua:dos. La mayoría de los instrumentos de este tipo no se encuentran en el comercio. Un medidor de desplazamiento sensible, resistente y conveniente, que se construye fácilmente y tiene una continuidad de acción, consiste en una viga flexible sobre la cual están unidos un par de hilos con respuesta a la tensión, como .se ve en la figura 15.23a. Se conectarán y utilizarán dos o cuatro hilos,
(o)
RESISTENCIA DE EQUILIBRADO
(b)
FIG. 15.23. (a) Viga en voladizo con hilos tensados para determinación de desplazamientos. (b) Circuito puente.
como se ve en la figura 15.23b, para eliminar los efectos no deseados, provocando el mismo cambio de resistencia en todos ellos, tales como variaciones de temperatura y esfuerzos uniformes longitudinales, de tal manera que el aparato sólo responde a efectos causados por la flexión. Los hilos de los lados opuestos de la viga tendrán que ser brazos adyacentes del puente. Si sólo se utilizan dos hilos, tendrán que estar en los lados opuestos de la viga, y unas resistencias externas tendrán que servir para equilibrar el puente. Este aparato no puede ser utilizado para medir movimiento que pueda excitar los modos superiores de vibración de la viga.
Potenciómetro de resistencia variable. Los elementos sensibles de un potenciómetro de resistencia variable consisten en un elemento resistivo, tal como 530
la resistencia bobinada de una banda de carbón o de una peÍícula conductora depositada. Es posible producir elementos cuyas salidas sean función lineal (o sigan otras funciones) del desplazamiento, seleccionando adecuadamente el mandril o la forma sobre la cual se bobina el elemento. Estos elementos sensibles son adecuados para medir movimientos entre casi 0,2 cm y varios centímetros con una precisión del orden del 1 por 100 del final de escala. Los aspectos deseables son gran poder de salida, amplio rango, insensibilidad a los cambios de humedad y temperatura y baja impedancia interna. Una de las dificultades que se experimentan en algunas aplicaciones es el hecho de mantener un buen contacto del cursor. Además, se requiere una fuente externa de voltaje para activar el elemento, el cual usualmente tiene una relativamente baja frecuencia de resonancia. La resolución de los elementos bobinados es limitada, dependiendo principalmente del número de vueltas y su espaciamiento, siendo mejor generalmente que el 1 por 100 del final de escala. Existen para las medidas de desplazamiento y aceleración una gran cantidad de instalaciones de potenciómetros. Los cursores deslizantes hacen que la mayoría de estas técnicas sean incómodas para los medidores que tienen condicione's permanentes, donde el desgaste es un factor determinante. Tales aparatos son utilizados para medir los desplazamientos asociados con los movimientos de choque. Tal unidad fabricada, teniendo una distancia de desplazamiento de 12 cm, está diseñada para operar mientras que se encuentra sosometida a aceleraciones axiales por encima de 1500g y a aceleraciones transversales superiores a 500g.3S Transformador diferencial. El principio del transformador diferencial variable ha sido aplicado a la construcción de un cierto número de tipos de medidores.36 El diagrama esquemático de un acelerómetro de este tipo está dado en la figura 15.24a. Se fabrican las unidades con frecuencias naturales desde alrededor de 50 hasta 5000 cps. Pueden ser excitados por frecuencias superiores a 20 000 cps y pueden obtenerse con rango de desplazamiento lineal de salida desde 0,02 cm, para el aparato más pequeño, hasta 5 cm, para el más grande. Una amortiguación de 0,6 del valor crítico se obtiene usando un líquido de silicona. Se consiguen acelerómetros que tienen una desviación, a fin de escala, desde 10 a 200g. Sus salidas varían desde 12,5 a 0,13 mv por g por voltio de entrada primaria, siendo más sensibles las unidades de baja frecuencia. Para hacer funcionar una unidad, se aplica al primario una fuente de potencia eléctrica a cualquier frecuencia, entre 20 y 20000 cps, y de voltaje adecuado. Cuando el núcleo magnético está en una posición central, el voltaje generado por el secundario conectado diferencialmente es de cero. La fase del voltaje de salida cambia en 1800 a medida que el núcleo de acero pasa de un lado del centro al otro. La frecuencia del voltaje de entrada tendrá que ser diez veces mayor que la componente más alta de la frecuencia involucrada en las mediciones. La figura 15.24b ilustra un circuito para utilizar con transformadores diferenciales.
531
Generación electromagnética. Si se mueve una bobina con respecto a un campo magnético, se generará un voltaje. Se emplea este principio en los elementos sensibles que se utilizan con frecuencia en los instrumentos para medir la velocidad. Generalmente, la amortiguación electrodinámica puede ser obtenida con una considerable estabilidad, utilizando el campo magnético existente que puede ser creado por uno o varios imanes. Para el elemento sensible corriente, la salida de voltaje de la bobina puede ser del orden 0,1 voltio
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NUCLEO MOVIL DE ACERO
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DIRECCION DEL MOVIMIENTO
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(b)
FIG. 15.24.
Tipo de acelerómetro de transformador diferencial y representación del circuito. (Por Schaevitz. 36 )
para una velocidad de 2 cmjseg. Se indican diversas con~trucciones en la figura 15.18. Se pueden aplicar los principios ilustrados en la figura 15.16b y d a la medición del desplazamiento, si el imán utilizado es un electroimán y éste se encuentra excitado por una corriente eléctrica alterna. La frecuencia de excitación debe ser alta (en un factor de 10), comparada con los componentes de frecuencia de los desplazamientos medidos; además, el voltaje inducido por la velocidad relativa de las partes tendrá que ser pequeño, en comparación con el voltaje inducido por la acción del transformador. . Se incluyen los aspectos deseables de estos elementos sensibles un. gran poder de salida, baja impedancia, buena estabilidad y el hecho que no se requiere una fuente de fuerza externa si se utilizan imanes permanentes. Sin embargo, podrán ser relativamente voluminosos y pesados y tendrán un rango de desplazamiento limitado. Se tendrán también que considerar aquí los efectos de campos magnéticos externos, discutidos en el capítulo 16, Micrófonos dinámicos.
Electrónico (tubo de vacío). Los tubos electrónicos de vacío pueden tener una variación en su salida cambiando la relativa posición de sus elementos. De este modo se puede utilizar la variación de la separación entre la placa y el cátodo de un tubo de vacío, con un circuito auxiliar conveniente, para producir una señal eléctrica. Se requiere para ello un voltaje que suministre energía, así como una corriente que caliente el tubo al vacío. Tales tubos, de doble o simple placa, se encuentran conectados comúnmente a un circuito de puente de tal manera que la variación de la resistencia de placa a cátodo produce una salida. Se incluyen en los aspectos deseables de estos elementos sensibles, alta corriente y voltaje de. salida, baja impedancia interna, un rango de frecuencia 532
desde O a 1000 cps y niveles de aceleración desde 1 a 500g. Sin embargo, es necesaria una fuente de corriente externa, la amortiguación es difícil de proporcionar y el calor del tubo puede ser perjudicial en algunas aplicaciones. Por ejemplo, se construyó un tubo de vacío de tipo diodo, en el cual las placas estaban soportadas por resortes de forma que daban a la estructura de la placa una frecuencia natural por encima de varios cientos de ciclos por segundo. 37 •38 Se construyó la estructura catódica comparativamente rígida. Cuando se aceleraba el tubo en la dirección perpendicular a la estructura de la consola y de la superficie de la placa, la distancia entre la placa y el cátodo variaba, produciendo un cambio en la salida. Para pequeñas deflexiones, esta deflexión y el cambio de salida es linealmente proporcional a la aceleración. El medidor está bien adaptado a mediciones de vibración de baja frecuencia (a 30 cps). Modelos anteriores son menos sensibles y tienen un rango de frecuencia más alto, como se indica en la figura 15.14. Ha sido desarrollada una variedad de modelos de transductores mecanoelectrónicos para ser utilizados primeramente como cabezas de fonógrafo. Estas consisten en pequeños tubos de metal de casi 2 cm de largo y 0,6 cm de diámetro. Una varilla, soportada por un diafragma al final del tubo, lleva uno de los elementos del tubo. El movimiento de la punta externa del tubo, perpendicular a su eje, provoca un cambio en la posición relativa de los elementos del tubo. Estos transductores han sido aplicados como elementos sensibles de un acelerómetro.40
Inductancia variable. Aquí, el elemento sensible consiste en una o más bobinas, cuya inductancia, o mutua inductancia, varía como consecuencia del movimiento de un armazón. Puede ser utilizado en un puente, en un transformador diferencial y en otras instalaciones para dar una salida proporcional a un voltaje que suministre la energía, o a formar parte del circuito tanque de un oscilador cuya variación de frecuencia representa la salida. Tales elementos sensibles son generalmente utilizados para medir desplazamientos desde una centésima de centímetro hasta varios centímetro, o para medir aceleraciones. Los aspectos deseables incluyen alta salida, baja impedancia, insensibilidad a condiciones externas, disponibilidad en una variedad de escalas, empleo en un transformador diferencial, puente y otras construcciones de circuito. Sin embargo, se necesita una fuente externa proveedora de potencia. Se han utilizado acelerómetros del modelo de inductancia variable cuando el peso pequeño, la buena respuesta a bajas frecuencias y la alta sensibilidad han sido las consideraciones más importantes. Un acelerómetro miniaturizado pesa sólo 4 g Y opera con una alimentación de 3000 cps en un circuito puente *. Posee una respuesta de frecuencia plana entre O y 200 cps y mide aceleraciones por encima de 20g. Descripciones de varios modelos de medidores, que emplean principios de inducción magnética, están dados en la referencia 41. Capacitancia variable. Aquí, el elemento sensible es la capacitancia, cuya magnitud varía con separación relativa entre dos o más placas. Una de las * Desarrollado por Glenn L. Martin, Co.
533
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
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FIG. 15.25. (a) Calibrado de una célula electrolítica como un aceler6metro. El movimiento está aplicado a lo largo del eje de simetría cilíndrica. (b) Respuesta de frecuencia de una célula electrolítica como un. aceler6metro. El movimiento se aplica a 10 largo del eje de simetría cilíndrica.
placas del condensador puede ser la superficie que se va a medir. Así ninguna carga mecánica está involucrada en la superficie vibrante, aspecto que es altamente deseable en ciertas aplicaciones. Se puede utilizar un par de placas en una construcción en puente para formar un condensador único que se sitúa en serie con una inductancia fijada en uno de los brazos del puente. Se utiliza un voltaje para excitar el puente, cuya frecuencia dará resonancia en serie de este brazo. La salida suprimida del puente, cuando ésta está combinada con el voltaje de excitación en la relación de fase apropiada y modulada, produce una señal eléctrica proporcional al desplazamiento relativo de las placas. Los medidores del tipo condensador para las mediciones de vibraciones no son utilizados con frecuencia, salvo en laboratorio, por la dificultad en eliminar las señales falsas causadas por el medido electrostático y por los cambios de capacitancia de los elementos en el circuito transductor. Se pueden construir mecanismos de una sensibilidad muy grande, los cuales pueden detectar desplazamientos de 10-9 cm. En un tipo de construcción se conecta la capacitancia a un oscilador de frecuencia modulada de tal manera que éste controlará parcialmente la frecuencia del oscilador. Las desviaciones de frecuencia están detectadas por un discriminador e interpretadas en función del desplazamientO. 42 Un equipo tal es capaz de detectar un desplazamiento de 2 p,cm a frecuencias por encima de 500 kilociclos por segundo, utilizando una sonda de 1/8 de centímetro de diámetro.43 Varios tipos de medidores sísmicos han sido empleados, en los cuales se detectan los desplazamientos de los elementos por medio de cambios de capacidad en el sistema de puente resonante. Cuando se produce un desequilibrio, se imprime el voltaje de salida amplificado sobre un circuito discriminador especial, en el 'cual se determinarán la amplitud y el desequilibrio. Se pueden detectar cambios de capacidad tan pequeños como 0,0001 p,p,f. Se pueden calibrar los micrófonos del tipo condensador en función de la presión, teniendo acoplados el micrófono y un pistón a la misma cavidad, de 534
tal manera que se puede calcular el cambio de presión causado por el hecho de impartir al pistón un movimiento sinusoidal. Este esquema puede ser invertido para permitir medidas de desplazamiento. Si se dispone de un micrófono calibrado y acoplado a una cavidad que contiene un pistón vibrante, entonces la amplitud de la vibración podrá ser determinada. Este método ha sido utilizado para determinar la amplitud de las máquinas de vibración utilizadas como calibradores.45 Acelerómetro de célula electrolítica *. Se ha desarrollado un acelerómetro que utiliza el control de los electrones moviéndose en una solución. Este aparato mide la aceleración del fluido electrolítico a través de un electrodo de orificio. Se ha conseguido un período de tres décadas en un instrumento simple, que consiste en un detector electroquímico, una batería y un microamperímetro. La figura 15.25a muestra la salida corriente de la unidad frente a la aceleración; la figura 15.25b muestra la frecuencia de respuesta del acelerómetro.
EQUIPO ELECTRICO AUXILIAR
Los medidores eléctricos requieren equipo auxiliar de tal manera que sus salidas eléctricas puedan ser amplificadas e indicadas. Este equipo puede incluir oscilógrafos, filtros, cables y amplificadores. Se utiliza frecuentemente otro equipo auxiliar para proporcionar las escalas de tiempo y voltaje, aplicando impulsos a intervalos conocidos en una etapa del circuito amplificador y voltajes conocidos a la entrada de la etapa. Los últimos están considerados en una sección posterior de este capítulo que concierne al calibrado. C"J
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15.26. Diagramas-bloque de sistemas típicos de registro: (a) Medidor de baja impedancia conectado directamente a galvanómetros oscilógrafos sensitivos; (b) medidores con amplificadores; (c) marcadores con preamplificador y filtro; (el) marcador activado por voltaje. FIG.
* Lane, R. N.: l. Acoustical
SOCo
Amer., 29: 177 (1957).
535
Oscilógrafos
Los medidores de baja impedancia pueden, a menudo, suministrar suficiente potencia como para mover los galvanómetros oscilográficos magnéticos sensibles sin amplificación. Los galvanómetros suficientemente sensibles son resonantes generalmente por debajo de varios cientos de ciclos por segundo; por tanto, sólo es posible el acoplamiento del medidor al oscilógrafo cuando el límite de frecuencia superior es inferior a varios cientos de ciclos por segundo. Se pueden utilizar de esta manera los medidores de hilo tensado, de velocidad y de tubos de vacío. Esta simple combinación está mostrada en el diagrama de la figura 15.26a. Los oscilógrafos de escritura directa consisten en un amplificador y un sistema de escritura (Fig. 15.26b), los cuales pueden ofrecer un registro visible e inmediato de la salida de un medidor. La escala de frecuencia de una unidad tipo fabricada por Brush Electronics, se extiende desde O a casi 100 cps. Los oscilógrafos magnéticos son capaces de dar casi 5000 cps como límite práctico de alta frecuencia. Los oscilógrafos de rayos catódicos son capaces de dar cualquier escala de frecuencia deseada. Filtros
Se utilizan filtros de paso bajo para mediciones de choque a fin de eliminar las señales falsas causadas por las resonancias del acelerómetro y señales fuera de un rango de frecuencias deseados (véase Fig. 15.26c). Cuando los sistemas de grabado tienen una respuesta relativamente baja de alta frecuencia actúan como si fueran filtros de paso bajo y tornan innecesarios los filtros especiales. Se pueden efectuar medidas comparables de aceleraciones causadas por choques sólo cuando se utilizan sistemas que tienen la misma respuesta de frecuencia total. Cables
El cable que lleva la salida eléctrica de un medidor puede estar sujeto a choques mecánicos considerables causados por movimientos del mismo o cambios de presión. Se pueden desarrollar potenciales eléctricos entre varios conductores de cable como resultado de los choques. Estos se suman a la salida del marcador y producen resultados falsos que son particularmente molestos cuando el marcador es una fuente de alta impedancia. Los cables proveerán más salida que el marcador, a menos que sean cuidadosamente seleccionados. Es una buena costumbre determinar la señal de salida en las mediciones de aceleración que tiene choques severos cuando un modelo falso es sustituido por el acelerómetro. Un estudio de las causas de los efectos del cable indicó que los potenciales están provocados principalmente por cargas eléctricas desarrolladas por fricción sobre la superficie del cable dieléctrico.46 El cambio del potencial está 536
causado por la separación del conductor y el dieléctrico bajo un choque mecánico. El efecto del cable puede ser ampliamente eliminado poniendo un revestimiento conductor sobre las superficies del dieléctrico, lo que permitirá que la carga acumulada sea eliminadaY Amplificadores
Se pueden obtener amplificadores electrónicos que no afecten la respuesta total de frecuencias del sistema de medición. Entre los principales factores que conciernen a los amplificadores están: 1) el rango de frecuencia sobre el cual su factor de amplificación es aceptable constantemente; 2) su linealidad con la amplitud; 3) la cantidad de distorsión de fase, y 4) su sensibilidad. Un amplificador de tipo Re pierde sensibilidad a altas frecuencias, principalmente por la baja impedancia de las capacidades de dispersión a esas frecuencias. A baja frecuencia, su sensibilidad decae a medida que las cargas eléctricas desarrolladas a través de los condensadores acoplados en rejilla pierden a través de las resistencias, lo que provoca una caída de voltaje apreciable. Este decaimiento es apreciable a través de un tiempo que se acerca a la «constante de tiempo» del circuito. El mismo efecto se produce cuando se conectan medidores piezoeléctricos o de tipo capacidad a una entrada del amplificador. La carga desarrollada por el medidor se dispersa a una tasa inversamente proporcional a la impedancia de entrada del amplificador y a la resistencia paralela del medidor. El período más grande que puede ser aceptablemente amplificado, generalmente es menor en una quinta parte de la constante de tiempo más corta del circuito. La constante de tiempo de la entrada del amplificador, en este caso, es el producto de la capacidad del medidor, más cualquier capacidad paralela adicional, y el valor efectivo de todas las resistencias paralelas. El rango de respuesta de frecuencia de los amplificadores puede ser determinado poniendo sus factores de amplificación frente a la frecuencia. Se puede obtener una rápida estimación de lo adecuado de sus respuestas anotando cómo una onda cuadrada de entrada es amplificada. La figura 15.27b y e ilustra cómo la carencia de respuestas de alta y baja frecuencia afecta una onda cuadrada de entrada mostrada en la figura 15.27a. La distorsión de fase y el «zumbido» eléctrico en los filtros o en circuitos inductivos modifican una onda cuadrada, como se puede ver en la figura 15.27d. Los sistemas de transporte se utilizan frecuentemente con medidores de inductancia o de tipo resistencia. La mayoría de estos sistemas permiten que el rango de baja frecuencia se extienda a cero ciclos por segundo. El rango superior de frecuencia tendrá que estar limitado a casi 15 por 100 de la frecuencia de transporte. Cuando la salida de un medidor es una frecuencia de transporte modulada, es necesario rectificar la onda de transporte con un rectificador sensible a la fase para presentar la salida en función de un registro oscilográfico del movimiento. Una construcción general de esto está mostrada en la figura 15.26d. 537
Los medidores de alta impedancia, como los piezoeléctricos y de capacidad, podrán requerir amplificadores en su vecindad. Los cables largos entre el medidor y el amplificador podrán dar una distorsión de señal debida a voltajes inducidos en el cable, reflexiones eléctricas entre puntos terminales y otras
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FIG. 15.27. (a) Onda cuadrada aplicada al amplificador; (b) modificación causada por un corte de alta frecuencia; (e) decaimiento causado por la falta de respuesta de baja frecuencia; (d) oscilaciones falsas introducidas por el zumbido de los circuitos eléctricos; (e) on.da amortiguada aplicada a un amplificador; (f) variación del cero provocada por una amplificación desigual de las señales negativas y positivas.
pérdidas asociadas con la capacidad del cable. Los preamplificadores son del tipo de seguidor de cátodo y están diseñados para presentar una baja impedancia de salida al circuito seguidor. En las aceleraciones debidas a explosiones e impactos, las componentes de Fourier generalmente aumentan su amplitud con la frecuencia. Este hecho impone un severo requisito de linealidad de la sección del amplificador que es sujeta a la señal sin filtrar. La falta de linealidad se torna a veces obvia por «variación del acero» (véase Fig. 15.27e y f), la cual puede ser causada por la rectificación debida a la amplificación no uniforme de señales de polaridad opuesta.
CALlBRACION
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Un medidor eléctrico se calibra normalmente sometiéndole a un movimiento ** conocido y determinando su salida eléctrica por unidad de movimiento. Esta relación se define como factor de sensibilidad. El factor de calibración se toma, a menudo, como la media de los factores de sensibilidad, sobre un rango dado de frecuencias de movimientos sinusoidales. La salida se expresa en unidades tales como voltios, amperios o culombios; la unidad de movi-
* Véase American Standards Association, «Manual and Specifications for the Calibration of Shock and Vibration», Z24.16. ** Los métodos recíprocos no requieren que la amplitud del movimiento sea determinada. 538
miento puede ser desplazamiento, velocidad o aceleración. Cuando se trata de vibraciones sinusoidales, se utiliza, a veces, la amplitud eficaz y de pico. La salida de los terminales del medidor debe ser sobrecargada durante la calibración por las impedancias típicas específicas de uso normal. Un vibrómetro, vibrógrafo o un sistema medidor-indicador total pueden calibrarse como una- unidad, sometiendo al elemento apropiado al movimiento conocido y observando la desviación del aparato registrador o indicador. Sin embargo, ya que los medidores son más estables que sus amplificadores asociados, las calibraciones de ambos son usualmente representadas separadamente. Se controla frecuentemente la sensibilidad del sistema indicador-amplificador aplicando un potencial conocido a su entrada, siendo ajustada la ganancia a algún valor normalizado, o cualquier otro valor deseado. Los medidores en sí se calibran con menos frecuencia. Cuando se les calibra, se utilizan gene·ralmente los mismos o similares amplificadores y equipo de registro que se usa normalmente con ellos. Los problemas principales involucrados en la técnica de calibrado son la obtención de movimiento adecuado y determinan independientemente su descripción cuantitativa. Las técnicas generales se describen a continuación: 1) vibraciones sinusoidales de frecuencias y amplitudes conocidas; 2) vibraciones sinusoidales de frecuencias conocidas, pero las técnicas de reciprocidad reemplazan las medidas directas de amplitud; 3) un movimiento complejo de características conocidas; 4) un cambio de velocidad conocida en un intervalo de tiempo conveniente, y 5) un campo de aceleración permanente de valor conocido. Generador de vibraciones sinusoidales
Los generadores de vibración de movimientos sinusoidales convenientes para calibración son principalmente electrodinámicos, piezoeléctricos o mecánicos. Los generadores mecánicos incluyen impulsos directos por sistemas de enganches, tipos de reacción activados por la rotación de pesos desequilibrados y sistemas que implican la amplificación. Los principios de estos métodos se ilustran en la figura 15.28. Se han desarrollado los generadores de vibración electrodinámica con un muy alto grado de refinamiento. Entre el rango de frecuencias donde no se ve afectada apreciablemente la amplitud por las resonancias, la amplitud de vibración de la aceleración es directamente proporcional a la corriente del inducido. Se pueden localizar las frecuencias naturales a fin de que éstas no sean molestas en la región entre 30 y 2000 cps. Las unidades son útiles más allá de estos límites, pero la amplitud ha de ser medida directamente antes de ser deducid~ de la corriente del inducido. La mayoría de los generadores de vibración del comercio,48.49 poseen una bobina construida interiormente, la cual genera un voltaje proporcional a la amplitud de la vibración, encontrándose esta bobina fijada rígidamente a la plataforma de vibración. Un calibrador de vibración con una respuesta de frecuencia de aceleración plana para una excitación dada, entre 100 y 10000 cps, está descrito en la referencia 50. La 539
unidad es capaz de hacer vibrar medidores que pesen algunos gramos a una amplitud de 20g en ese rango. Para varios calibradores de ese tipo es típica una amplitud máxima de casi 20g. Se ha construido un vibrador de calibración que utiliza cristales de ADpSl (fosfato diácido de amonio). Este aparato proporciona un desplazamiento esencialmente constante en función de la frecuencia para voltajes de excitación RUEDA EXCENTRICA EN SOPORTE MUESCADO
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LOS PUNTOS NO LES
FIG. 15.28. Tipos de generadores de vibración adaptados para calibración.
constantes. Desarrolla una amplitud máxima de alrededor de 0,0013 cm a frecuencias por encima de los 5000 cps. Los vibradores mecánicos de tipo directo o de reaCClOn, si están fabricados cuidadosamente, son aptos en el rango de baja frecuencia por encima de 100 cps. Los cojinetes de bola o de rodillos utilizados en tales equipos se suman al «ruido» de fondo de alta frecuencia y pueden dar como resultado una mala calibración de las aceleraciones. Este ruido interfiere menos con la calibración de las unidades de tipo desplazamiento o velocidad. La amplitud de la vibración tendrá que ser determinada por una medición independiente a cada frecuencia. Ambos de estos modelos de máquina mantienen un desplazamiento constante con la frecuencia, siempre que los efectos de resonancia sean despreciables y no se efectúen ajustes en la máquina. Los generadores de vibración52 de tipo resonante dan muy grandes amplitudes de vibración (sobre 1000g a 100 cps), pero tienen la desventaja de ser sistemas de frecuencia fija. Aunque se hayan proyectado técnicas para variar las frecuencias, han sido incómodas y de corta escala. Una técnica de calibrado de varilla resonante libre-libre es ilustrada en la figura l5.28e. Se fijan unos calibradores tensados sobre la viga y se les calibra
540
de tal manera que proveen una medida conveniente de alta fiabilidad a través de todo el rango de amplitud. El calibrado de los medidores a amplitudes de aceleración menores que algunos g, a frecuencias por encima de 1000 cps, podrán involucrar medidas de desplazamiento del orden de los microcentímetros. Se ha realizado esto utilizando métodos interferométricos. ll Otros métodos descritos en las referencias 42, 43, 44 Y 53, los cuales tienen la misma sensibilidad, pueden ser similarmente aplicados. La referencia 53 describe un método que implica el cambio de inductancia mutua en un medidor por el cambio en la proximidad de una superficie metálica. Método de reciprocidad
No se requieren medidas de amplitud para las técnicas de reciprocidad de calibrado de medidores, sino sólo las medidas de la masa, frecuencia, corriente eléctrica y voltaje. S4-s7 Consecuentemente, la precisión limitada por la dificultad de medición de pequeñas amplitudes de desplazamientos a altas frecuencias. Se necesitan para la técnica de reciprocidad tres instalaciones experimentales y conjuntos de medidas, dos medidores y un generador de vibraciones;
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15.29.
Mediciones involucradas en calibrados recíprocos.
estas' instalaciones se muestran en la figura 15.29. Por lo menos uno de los dos medidores tiene que ser capaz de actuar como un generador de vibraciones si se aplica a sus extremos una excitación adecuada. Esto no es un gran impedimento, porque esta unidad está considerada como una de las partes del equipo' de calibrado. Se calibró con este método un acelerómetro de tipo piezoeléctrico desde 250 a 10000 cpsY Se da en la referencia 58 una comparación de los métodos de calibrado interferométricos y de reciprocidad. Los métodos de calibración descritos de baja amplitud y de alta frecuencia son en primer lugar útiles para la calibración de medidores que tienen que ser utilizados como patrones para calibrar otros medidores por comparación.
541
Método de impacto de calibración de acelerómetros
Los métodos de calibrado, que imponen condiciones similares a las. que se encuentran durante el uso, revelan a menudo factores de funcion~iento no indicados por métodos de estado permanente. Se han desarrollado técnicas de impactoS9 que permiten obtener calibraciones en un rango de amplitud desde unos pocos a más de 30 OOOg. El acelerómetro deberá estar montado en un bloque de metal que tenga varias veces el peso del acelerómetro. Se podrá entonces dejar caer o golpear la unidad de tal manera que el choque se produzca a lo largo del eje sensible del medidor. El tiempo de la pulsación de la aceleración tiene que encontrarse dentro del rango de frecuencias del acelerómetro, el filtro y el equipo de registro. La duración del impulso puede ser alargada colocando materiales plásticos o elásticos sobre la 'superficie a golpear. La superposición de las vibraciones locales de alta frecu~ncia, que no afecten el movimiento del centro de la masa, es indiferente. Se siguen los pasos que se citan a continuación en este método de calibrado: 1) registrar oscilográficamente la salida del acelerómetto, junto con una escala de tiempo. fiable; 2) situar una escala de calibrado de voltaje sobre el registro, de tal manera que la escala de voltaje de la salida del acelerómetro pueda ser determinada; 3) medir el área bajo la curva de aceleración en cualquier unidad conveniente; 4) determinar el cambio de velocidad de la unidad por cualquier método independiente.
a,e,y
FIG. 15.30.
Pulsación de aceleración.
Sea la vibración de la aceleración similar a la mostrada en la figura 15.30. El área bajo la pulsación corresponde al cambio de velocidad, y es igual a:
V=!idt donde x y t son aceleración y tiempo, respectivamente, y V es el cambio de velocidad. Defínase el factor de sensibilidad, el cual tiene que ser determinado, o donde e es el voltaje desarrollado por el acelerómetro, q es la carga desarrollada por un acelerómetro de tipo piezoeléctrico y xlg es la magnitud de aceleración en unidades de gravedad. (Se recomienda que la sensibilidad de los
542
aceler6metros piezoeléctricos sea expresada como la carga eléctrica desarrollada por unidad de aceleraci6n, ya que esta unidad es independiente del circuito eléctrico.) Los factores de escala de la ordenada y la abscisa son conocidos y definidos como K 1 =ejy y K 2 =tjx, respectivamente. Sea Jy dx=A, donde x e y son unidades convenientes de longitud y A es el área, expresada en estas unidades, bajo la curva. PLATAFORMA DE MONTAJE DEL ACELEROMETRO
RESORTES
CERROJO
FIG. 15.31.
(a) Calibrador de acelerómetro portable; (b) forma de la . onda en la plataforma de montaje.
lb)
La sustituci6n en las ecuaciones anteriores da como resultado: y
donde C B es la capacidad eléctrica (en faradios) del aceler6metro, más todas las capacidades efectivas paralelas. Se asumi6 en la derivaci6n precedente una respuesta lineal. Si este supuesto no es válido, los valores de sensibilidad obtenidos variarán con la magnitud del impulso utilizado en la calibración. Técnicas de arranque
Si una masa está soportada por un resorte y es lentamente forzada a partir de su posici6n de equilibrio por una fuerza conocida y soltada de repente, la aceleraci6n de la masa puede ser calculada. Para resortes pesados, o vigas, la masa distribuida da un realce a la armonía, lo que complica los cálculos. Un calibrador de tipo «pulsaci6n» portátil,60 mostrado en la figura 15.31, dará amplitudes de aceleración por encima de alrededor de 15g. A medida que se acelera gradualmente la masa que contiene el aceler6metro, éste no se encuen543
tra excitado por el choque y se hallan presentes pocos modos superiores. El sistema ilustrado tiene dos modos de vibración principales a 12 y 30 cps. Campos centrífugos o gravitacionales
Los acelerómetros, cuya respuesta se extiende a O cps, pueden ser calibrados sometiéndolos a un campo de aceleración constante. El método más simple de calibrado para este tipo de medidores es cambiar tan sólo la orientación del medidor en el campo gravitacional de la tierra. Se puede obtener, por supuesto, cualquier cambio por encima de 2g. Se pueden obtener fácilmente, por centrifugadoras, aceleraciones permanentes por encima de varios cientos de g.
ANALl515 El análisis de un movimiento mecánico implica la definición del movimiento en función de sus componentes más elementales. Una vibración permanente analiza convenientemente en función de sus componentes de Fourier, pero no existe un acuerdo general sobre lo que constituye un análisis aceptable de un movimiento transitorio. Los análisis por métodos integrales o por series de Fourier probablemente darán resultados satisfactorios desde el punto de vista del control del ruido. Se podrá analizar a grosso modo la señal que representa el movimiento por frecuencias, transmitiéndola a través de diversos tipos de filtros: de paso bajo, paso alto o de paso de banda. Se efectúan frecuentemente análisis toscos anotando las amplitudes y las frecuencias asociadas de las representaciones gráficas. Se pueden medir convenientemente las vibraciones aleatorias cuasi-estables grabando su valor rms o su valor eficaz. Pueden ser analizadas y expresadas en un espectro de frecuencia, en el cual la amplitud eficaz por ciclo se anota en función de la frecuencia. Se puede obtener esto dividiendo la salida de un analizador de sonido, transformado para representar el valor eficaz de la vibración, por el ancho efectivo de la banda de paso del analizador. Como el valor eficaz puede registrarse mejor, se representa frecuentemente al espectro como la amplitud eficaz por la raíz cuadrada del ancho de la banda de paso frente a la frecuencia. Cuando la amplitud de la vibración tiene una distribución «normal» o gaussiana, o si la distribución es conocida de otra manera, este tipo de análisis permite determinar la probabilidad de ocurrencia de amplitudes dentro de cualquier rango dado de magnitudes.61 ,62 La mayoría de los instrumentos para la medición del ruido y las técnicas de medición, descritas en detalle en los capítulos 16 y 17, se aplican a la me· dida de la vibración. Aunque las vibraciones mecánicas son observadas y ge· neradas a frecuencia, que se extienden dentro de la región del megaciclo, el rango de mayor interés en el control del ruido se extiende a través del audio por debajo de varios ciclos por segundo. Los analizadores de vibración y de
544
sonido tienen frecuentemente el mismo diseño, excepto que se puede pedir que el primero opere algo más por las frecuencias más bajas *. Los analizadores de vibración pueden ser fabricados para representar el espectro de la vibración automáticamente. 64 La figura 15.32 ilustra un espectro de vibración obtenido por medio de un analizador.65 •66 Se ha desarrollado un
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15.32. Análisis armónico del registro de la vibración ilustrado en la sección inferior de la figura. Se utilizó un analizador de frecuencia tipo Western Electric 3A, con un rango de banda de paso de 2 cps para (a) y de 20 cps para (b). La vibración está sobre un proyectil y es ampliamente «ruidosa». (Por C. B. Cunningham, Naval Research Laboratory.) FIG.
• El analizador de frecuencias desde lizarse también para 7500 cps (véase Cap.
de vibración de General Radio Co., tipo 762-B, cubre un rango 2,5 a 750 cps. El GR tipo 760-B, analizador de sonido, puede utiel análisis de vibraciones, en el rango de frecuencias de 25 a 16).
545 35
analizador de onda automático de dos canales, el cual puede ser empleado para tales análisis. 67 Los instrumentos correspondientes utilizados para análisis de vibración y de sonido son el Vibralizador y el Sonograph. Son similares, excepto en el rango de frecuencia, de 5 a 4400 cps en el primer caso, y de 80 a 8000 cps en el segundo, y en algunos anchos de filtros, que son algo distintos. Estos instrumentos proveen un análisis Fourier tridimensional de las señales transitorias o estables. Se han presentado registros gráficos separados, de frecuencia frente a tiempo y de frecuencia frente a amplitud. Se encuentran libros que describen un cierto número de métodos para el análisis armónico de las curvas. 16 Una alteración transitoria consiste en movimientos de duración relativamente corta. Los movimientos transitorios de un sistema de un simple grado de libertad, si están excitados por un impulso corto, c~:msisten en un simple tren amortiguado de vibraciones. Cuando se excitan por cortos impulsos las estructuras complicadas, éstas exhiben generalmente un modelo de ruido no periódico de amplitud decayente. Tal vez, la gran variedad de movimientos observables en las alteraciones pasajeras sean su característica más sorprendente. Cuando se excita una estructura por un impacto, el valor máximo de las aceleraciones indicadas por un instrumento aumenta con el límite más alto de frecuencia de su respuesta. El aumento es más o menos lineal con el rango de respuesta de frecuencia. Esta relación implica que los coeficientes de los componentes armónicos de la función de aceleración, en términos medios, aumenta linealmente con la frecuencia. Como consecuencia, la función de velocidad del mismo movimiento tendrá coeficientes casi constantes, y que, para una función de desplazamiento, los coeficientes disminuirán con la frecuencia. Estas observaciones son de un gran interés para la medición y para el análisis. Cuando se efectúan medidas de aceleración, se ajusta la sensibilidad de tal manera que el valor máximo del registro esté cercano a fin de escala. Con este ajuste, las componentes de gran amplitud y de alta frecuencia son rápidamente determinados a partir del registro, pero las componentes de pequeña amplitud y de baja frecuencia pasan desapercibidas. Sin embargo, las componentes de baja frecuencia pueden ser tan interesantes como las de alta frecuencia. Se utilizan con dos propósitos los filtros de paso bajo: 68-69 primero, para eliminar las componentes de alta frecuencia, de tal manera que las de baja frecuencia puedan ser registradas a mayores amplitudes 1 y segundo, para proporcionar un análisis que indique amplitudes en rangos de frecuencias conocidos. Si se tienen que obtener medidas comparables de aceleración en laboratorios distintos, el rango de respuesta de frecuencia ha de ser normalizado en valores definidos. Es también aparente que no tiene sentido expresar la intensidad de choque en función de una aceleración de pico, a menos que se proporcione información suplementaria, como el rango de frecuencia considerado u otros datos que definirán el impulso o se da la forma de la onda. Los datos obtenidos con instrumentos de lectura de pico o los valores de pico obtenidos de los análisis de las curvas son generalmente satisfactorios 546
para comparar las intensidades de choques similares y para observar las características de amplitud de choques de forma de onda conocida. Los aparatos que tabulan el número de veces que aceleraciones de niveles dados han sido excedidos, pueden proveer información correcta en estos casos. El análisis de registros oscilográficos, por métodos no automáticos, es un trabajo lento y tedioso. Es más eficiente realizar registros que puedan ser reproducidos eléctricamente, cuando haya que efectuar trabajos a gran escala. La señal eléctrica, correspondiente al choque o a la vibración del movimiento, puede ser entonces analizada eléctricamente para proveer las respuestas requeridas con rapidez.
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547
30. 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. 52. 53. 54. 55. 56. 57. 58. 59. 60. 61. 62. 63. 64. 65. 66. 67. 68. 69.
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Capítulo 16 INSTRUMENTOS DE MEDIDA DEL RUIDO ARNOLD PETERSON,
Se.D.
General Radio Company PER
V. BRÜEL, D.Se.
Brüel & Kjaer
INTRODUCCION
Una vez que se ha determinado el tipo de medición de ruido que se va a efectuar, es necesario elegir los instrumentos con los que hacerla. Este capítulo puede ayudar en dicha elección, ya que describe las aplicaciones y características de diversos aparatos de medida del ruido. Existe un gran número de aparatos para la medida del ruido, debido tanto a la diversidad de la información que se necesita, como a la variedad de condiciones bajo las que hay que medir. Casi todos los aparatos necesitan un micrófono, que transforma el ruido en una señal eléctrica, cuyas características se pueden medir «in situ» mediante dispositivos electrónicos, o se pueden almacenar con vistas a mediciones posteriores. En la figura 16.1 se muestra,
----\( . . . -:...Jr _..- /'
W.. . . . . /
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MEDIDOR DE NIVEL ServORO
NICROF';:;';-"'1 MAGNETOFONO
FIG.
16.1.
Configuración ge-
neral de la instrumentación.
D!RtnCft.
/
/).,-/ r ,
..... -.,.1. /
REGISrRADOR
OSCILOGRAFD .
/-, .... "
----~
ANALIZADOR DE ESPEcrRO
en forma de diagrama de bloques, el montaje de los instrumentos necesarios, en general, para la medida. Estos pueden clasificarse en los cinco grupos siguientes: «medidores de nivel sonoro», «magnetófonos», «registradores gráficos de nive1», «oscilógrafos» y «analizadores de espectro». En el diagrama, el micrófono está conectado al medidor de nivel sonoro o al magnetófono. Si el nivel de presión sonora del ruido se va a medir directamente, se emplea el medidor de nivel sonoro, mientras que el magnetófono se utiliza para almacenar la señal del ruido, bien para medirla posteriormente, o bien para tenerla como referencia en el futuro. Los restantes instrumentos mostrados en el diagrama completan la función del medidor del nivel sonoro. Mediante el registrador gráfico del nivel se obtiene un gráfico del nivel de 549
presión sonora en función del tiempo; el oscilógrafo muestra la forma de onda de la señal del ruido y el analizador de espectros se usa para medir el nivel de presión sonora en diferentes bandas de frecuencias. En este mismo capítulo se hace, más adelante, una descripción más detallada de las características y funciones a realizar por estos instrumentos, mientras que en el siguiente, se explica su uso en las técnicas de medida. Aunque se hace referencia a estos componentes de un sistema de medida como unidades separadas, se pueden combinar varias funciones en un solo aparato. Por ejemplo, el medidor de nivel sonoro suele llevar incorporado un micrófono, y se han fabricado instrumentos que contienen un micrófono, un medidor de nivel sonoro y un analizador de espectros. Sin embargo, incluso en estos instrumentos complejos, está previsto el uso de varios tipos de micrófono y, normalmente, contienen circuitos de salida, que permiten la conexión de otros aparatos para obtener información suplementaria sobre el ruido. A veces no se usa el medido de nivel sonoro, conectándose el micrófono a un analizador, bien directamente, bien a través de un amplificador electrónico. Una misma medida se puede hacer utilizando varios montajes; la elección depende, principalmente, del equipo disponible, pero, puesto que el medidor de presión sonora está diseñado específicamente para efectuar medidas acústicas, suele ser el instrumento básico más adecuado para la medida del ruido. En primer lugar, se van a estudiar detalladamente los micrófonos, ya que es necesario, en la mayoría de las ocasiones, elegir el tipo más adecuado a la medida que se va a hacer. A continuación, se describen las características y funciones que realizan los restantes instrumentos, empezando por los medidores de presión sonora y los medidores subjetivos de ruido. Los instrumentos auxiliares, como los registradores de nivel, oscilógrafos, analizadores de espectros, medidores de impactos y magnetófonos se describen después. La fiabilidad de las medidas depende, en gran parte, del uso adecuado de los instrumentos. Por ejemplo, se deben fijar unos niveles de trabajo que eviten la sobrecarga de los aparatos, pero, al mismo tiempo, cuando se va a analizar un espectro, el nivel de trabajo debe ser suficientemente alto para evitar que el ruido propio del aparato pueda falsear los resultados en alguna zona del espectro. En otras palabras, se debe estar familiarizado con el instrumento para poder aprovechar todas sus posibilidades, de manera que, por ejemplo, se pueda conocer qué resultados son característicos del ruido que se está midiendo y cuáles no son fiables por estar influidos por el instrumento de medida. El contenido de este capítulo ayudará al lector a familiarizarse con las posibilidades de varios instrumentos, pero también es necesario un estudio detenido de la información proporcionada por cada fabricante. Además, es necesaria la práctica en el uso de cada montaje de instrumentos, sobre todo en lo referente a los efectos de las variaciones en las posiciones de los mandos en los resultados de la medida.
550
MICROfONOS
Los micrófonos transforman el sonido en ondas eléctricas. l Idealmente, la onda eléctrica debería ser una réplica exacta de la onda sonora, multiplicada por un factor de escala, llamado respuesta o sensibilidad; por ejemplo, si a una presión sonora instantánea de 1 microbar le correspondiese una tensión eléctrica de 1 mV, a una presión sonora instantánea de -} microbaria le debería corresponder una tensión de 1- mV. Además, el sistema de medida no debería alterar el campo sonoro y la respuesta no debería variar con el tiempo o con las condiciones ambientales. En la práctica, los micrófonos sólo cumplen las condiciones anteriores de una forma aproximada, aunque, para muchas aplicaciones, la aproximación es suficientemente buena. Además, en ocasiones, se pueden hacer correcciones en el caso de que el comportamiento se desvíe del ideal. Características
Las características de un micrófono sirven para indicar su grado de proximidad al comportamiento ideal. Las más importantes son las siguientes: respuesta o sensibilidad (factor de escala), variación de la respuesta con la frecuencia y con las condiciones ambientales, directividad, distorsión no lineal, impedancia, respuesta transitoria, efecto de perturbación, tamaño, robustez y nivel de ruido inherente. La importancia relativa de cada característica depende de las necesidades del sistema de medida. Respuesta. La respuesta de un micrófono es la relación entre su nivel eléctrico de salida y el nivel sonoro a la entrada. La magnitud eléctrica de salida se expresa, normalmente, en voltios, o en decibelios referidos a 1 V, en los terminales de salida cargados con impedancia infinita. La magnitud acústica a la entrada se da, casi siempre, en función de la presión sonora en el micrófono referida a 1 microbaria (74 db, tomando 0,0002 microbarias como presión de referencia), ó 10 microbarias (94 db). (La referencia de 10 microbarias se usa principalmente en el caso de micrófonos de sistemas situados en lugares públicos o de megafonía.) La presión sonora es la que habría en condiciones de espacio abierto en el emplazamiento del micrófono en ausencia de éste. La respuesta resultante se llamaría estrictamente, en este caso, respuesta de tensión en campo libre * del micrófono. La respuesta del micrófono para una variaciÓn sinusoidal de la presión que tenga una frecuencia de 1000 Hz o 400 Hz, se llama normalmente sensibilidad o nivel de salida. Los medidores de nivel sonoro se calibran para su uso con un micrófono de una determinada sensibilidad, de forma que, cuando se use un micrófono de diferente sensibilidad, se debe corregir el nivel de presión sonora obtenido. * En este capítulo se van a emplear indistintamente las denominaciones ((campo libre» y «espacio abierto» para hacer referencia a un campo sonoro desprovisto de superficies reflectantes. (N. del T.)
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Aunque una elevada sensibilidad sea una característica deseable en un micrófono, no es, generalmente, un factor dominante en la determinación de la utilidad de un micrófono para medir ruidos, debido a la gran versatilidad de los amplificadores electrónicos. Normalmente, al diseñar un micrófono, se acepta una baja sensibilidad con tal de mejorar otras características, como la estabilidad, la variación de la respuesta con la frecuencia y la capacidad para funcionar con niveles sonoros elevados. Sin embargo, los micrófonos de baja sensibilidad son más difíciles de usar, a causa de la influencia que ejercen sobre ellos ciertos efectos externos, como, por ejemplo, las vibraciones de la armadura y el ruido y el zumbido de los circuitos electrónicos, que pueden llegar a perturbar sensiblemente la medición. Variación de la respuesta con la frecuencia. La respuesta de un micrófono está limitada por múltiples razones. Una de las más importantes es que la señal eléctrica de salida no sigue fielmente a la señal acústica de entrada si la presión sonora instantánea varía muy rápidamente. Más aún, algunos micrófonos no son capaces de seguir variaciones lentas de la presión sonora instantánea. La curva indica el modo en el que el micrófono responde a tales ondas sonoras. Esta curva muestra la respuesta relativa del micrófono a una variación senoidal de la presión sonora, cuando varía la frecuencia de la onda senoidal. En la figura 16.2 se muestran algunas características típicas de micrófonos comerciales. Directividad. La respuesta de un micrófono también varía según la dirección de llegada de la onda sonora. Algunos micrófonos se hacen intencionadamente para que tengan una respuesta muy pequeña a los sonidos que les llegan según ciertas direcciones. Se llaman micrófonos direccionales y se usan con cierta frecuencia en la medida del ruido. Pero la mayoría de los micrófonos son omnidireccionales. Su respuesta es prácticamente la misma para cualquier dirección de incidencia del sonido, siempre que la frecuencia esté comprendida entre 1000 y 2000 Hz; pero a mayores frecuencias, al ser comparable el tamaño del micrófono con la longitud de onda del sonido, aparece algún efecto de directividad, incluso en los micrófonos diseñados expresamente para ser omnidireccionales. Las características de varios tipos de micrófonos comerciales, dadas en la figura 16.2, sirven para ilustrar el anterior efecto. La curva que muestra la variación de la respuesta con el ángulo de incidencia de una onda sonora se llama diagrama direccional y normalmente se da en forma de diagrama polar. El diagrama direccional es, en general, simétrico respecto a un eje perpendicular al diafragma del micrófono, pero varía con la frecuencia. Como puede verse en la figura 16.2, es necesario proporcionar diagramas para diferentes frecuencias si se quiere obtener una buena descripción del comportamiento del micrófono. Es importante tener en cuenta el factor de directividad cuando se hace una medida en campo libre, o en condiciones parecidas a las del campo libre, cerca de una fuente de ruido. Cuando las medidas se hacen a cierta distancia de la fuente en un recinto reverberante, el campo tiende a ser difuso. En estas condiciones, se supone que la característica a aplicar es la correspondiente a una incidencia aleatoria, que es la respuesta media obtenida si se supone que 552
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FIG. 16.2. Curvas típicas de variación de la respuesta con la frecuencia y características direccionales sobre diagramas polares de algunos micrófonos de uso corriente en mediciones de ruido. Los gráficos (a) y (d) son para un micrófono dinámico, Altec-Lansing, tipo 633-A (originalmente el tipo 633-A de la Western Electric). Los gráficos (b) y (e) son para un micrófono de sal de Rochelle, Shure, del tipo 98- 98. El gráfico (e) corresponde a un micrófono de condensador, Brüel & Kjaer, tipo 4111 (incluyendo el preamplificador). El gráfico (f) es el correspondiente a un micrófono de condensador, Western Electric, tipo 640-AA (en la Fig. 16.3 se puede ver su curva de respuesta con la frecuencia). Las características direccionales son esencialmente simétricas respecto al eje del micrófono, indicado mediante la línea 0°-180°, de modo que no sólo se dibuja un lado de dichas curvas para las frecuencias indicadas. Estas características direccionales están tomadas de la tesis doctoral de J. R. Cox: ¡¡Physical Limitations on Free-Field Microphone CalibrationD, Massachusetts Institute of Technology, Cambridge, Mass., 1954.
la probabilidad de llegada de sonido es idéntica en todas las direcciones. En la práctica, para los micrófonos omnidirecciona1es, la respuesta correspondiente a la incidencia aleatoria es similar a la respuesta para un ángulo de incidencia de alrededor de 70°, medidos desde el eje perpendicular al diafragma del micrófono *. Cuando se sitúa un micrófono en una cámara pequeña, la distribución de presión sonora en su diafragma es diferente de la distribución que existiría en un espacio abierto. Esto tiene gran importancia en ciertas técnicas de calibración, donde la cámara se hace tan pequeña que, hasta para las frecuencias altas, la presión se hace casi uniforme en toda la cámara. La respuesta aplicable en este caso se llama respuesta de presión de un micrófono. No se suele usar directamente en la medida de un ruido, pero las curvas de respuesta en espacio abierto para varios ángulos de incidencia se obtienen a 11I11I I MICROFONO
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FIG. 16.3. Curva de variación de la respuesta con la frecuencia de un micrófono de condensador, Western Electric, tipo 644-AA, que muestra su comportamiento respecto a sonidos que lleguen a lo largo de su eje y perpendicularmente a él, así como la respuesta de presión.
veces de la respuesta de presión, mediante la aplicación de factores de corrección, que se han determinado previamente para cada tipo de micrófono. En la figura 16.3 se puede comparar una curva de respuesta de presión con otra de respuesta en espacio abierto, ambas correspondientes a un mismo micrófono.
Distorsión no lineal. Cuando se incrementa la amplitud de la onda de presión sonora, se incrementa de forma proporcional la tensión de salida del micrófono. Sin embargo, al alcanzarse un nivel sonoro suficientemente alto, la salida del micrófono deja de aumentar proporcionalmente, con lo que la relación deja de ser lineal. Este efecto se produce, normalmente, de forma gradual, y se puede despreciar hasta que se alcance un cierto nivel. La medida más común de la no linealidad es la distorsión armónica en la salida cuando se aplica una señal senoidal. El nivel tolerable para medidas de ruido es de un 4 o 5 por 100; pero para algunas aplicaciones debe ser inferior al 1 por 100, mientras que, por otro lado, para medidas de niveles sonoros altos, son aceptables valores de hasta ellO o el 20 por 100. Afortunadamente, casi todos los micrófonos usados normalmente para la medida del ruido tienen ... Se recomienda tomar un ángulo de 65° cuando se usen micrófonos de gran tamaño.
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una distorsión inferior al 1 por 100 para todos los niveles de presión sonora de hasta 120 db. Un aspecto limitativo de la falta de linealidad es el daño que sufre el micrófono al sometérsele a altos niveles de sonido. Cuando pueda encontrarse un ruido de intensidad muy elevada, es importante saber a qué nivel empieza a producirse este deterioro.
Impedancia. La impedanica eléctrica, que es la relación entre la tensión y la corriente en bornas del micrófono, varía mucho según el tipo de micrófono. Es importante para determinar cómo se debe conectar el micrófono a otro instrumento y qué efecto tendría dicha conexión en la respuesta del conjunto de los dos aparatos. Un micrófono de alta impedancia no debería nunca conectarse directamente a un instrumento con baja impedancia de entrada, ya que se produciría una gran pérdida de sensibilidad. Más aún, la impedancia de un micrófono depende de las frecuencias de trabajo, de modo que se debe tener cuidado para que la conexión no introduzca un cambio indeseado en la variación de la respuesta con la frecuencia. Por ejemplo, muchos micrófonos pueden considerarse, desde el punto de vista eléctrico, condensadores, que presentan una impedancia mucho más baja a las altas frecuencias que a las bajas. Estos micrófonos se conectan, normalmente, a instrumentos que tienen impedancias de entrada muy altas, de manera que las variaciones de impedancia no originan pérdidas grandes en la respuesta a bajas frecuencias. Aun así, la respuesta del conjunto suele estar'limitada a bajas frecuencias por la relación de impedancias entre el micrófono y el instrumento. Normalmente, el fabricante del micrófono proporciona información sobre su impedancia; 10 mismo ocurre con el fabricante del equipo de medida, que, además, especifica los micrófonos que se deben usar con el equipo. Ruido propio o inherente. La combinación de un micrófono y un amplificador electrónico genera una señal de ruido eléctrico, producida por agitación térmica en el micrófono y en el circuito de entrada del amplificador y por el ruido normal de cada etapa de amplificación. Este ruido marca un límite inferior al nivel de ruido acústico que es capaz de medir el conjunto. Efectos de las condiciones ambientales. La respuesta de un micrófono varía con la temperatura, la humedad y la presión atmosférica. La variación más importante es la que se produce con la temperatura. Es, por tanto, conveniente conocer el coeficiente de variación de la respuesta con la temperatura, en especial si el micrófono se va a usar a temperaturas diferentes de las usuales en el interior de una habitación. El coeficiente de variación de la respuesta con la temperatura puede ser distinto para frecuencias diferentes, de forma que, cuando se quiera alcanzar una gran precisión, la curva característica de variación de la respuesta con la frecuencia debe obtenerse a la temperatura de trabajo. Ciertos tipos de micrófonos de cristal presentan una variación de la impedancia al variar la temperatura, que puede afectar a la respuesta del con-
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junto micrófono-amplificador. Este comportamiento se estudia más a fondo en la sección Micrófonos de cristal. La humedad produce, en ocasiones, efectos importantes en los micrófonos de medida, que se describen en las secciones Micrófonos de condensador y Micrófonos de cristal. Las variaciones normales de la presión atmosférica no afectan de forma significativa a la respuesta de un micrófono. Sin embargo, las variaciones grandes, como las que se producen en el interior de los aviones militares, pueden producir cambios importantes en dicha respuesta. Clases de micrófonos
Básicamente los micrófonos * se pueden clasificar en tres grupos: 1) micrófonos de presión, que responden a la presión sonora en el micrófono; 2) micrófonos de velocidad, o de gradiente de presión, cuya respuesta es proporcional a la diferencia de presión entre dos puntos muy próximos; esta diferencia, normalmente, es proporcional a la velocidad de las partículas, y 3) micrófonos que son combinación de las dos primeras clases, es decir, su respuesta es función tanto de la presión sonora, como de la velocidad de las partículas. Los dos últimos tipos son direccionales y se usan muy raramente en la medida de ruidos; se describirán brevemente después de la descripción de varios tipos de micrófonos de presión. Micrófonos de condensador. Un micrófono de condensador2 es un condensador eléctrico formado por un fino diafragma, expuesto a las ondas sonoras, y una placa posterior o electrodo perforado (véase la Fig. 16.4). El diafragma puede ser de acero inoxidable, de aleación de aluminio, de vidrio o cuarzo revestido de oro, o de níquel. La presión sonora mueve el diafragma respecto a la placa posterior, lo que produce un cambio de la capacidad. Este cambio produce una señal eléctrica proporcional a la presión sonora, cuando se aplica una tensión de polarización al condensador a través de una resistencia muy alta. El micrófono de condensador se ha desarrollado hasta alcanzar un nivel
* La siguiente lista de compañías fabricantes de micrófonos utilizados en la medición del sonido no es completa y los micrófonos no están necesariamente recomendados por los autores (las compañías citadas en la sección de medidores de nivel sonoro también proporcionan habitualmente micrófonos de diferentes tipos, calibrados para medidas de sonidos): En los Estados Unidos, Altec Lansing Corp., BeverIy Hills, Calif. (condensadores, dinámicos); AtIantic Research Corp., Alexandria, Va. (titanato de bario); Brush Electronics Co., Cleveland, Ohio (sal de Rochelle, titanato de bario, condensador); Chesapeake Instrument Corp., Shadyside, Md. (titanato de bario); ElectroVoice, Inc., Buchanan, Mich. (dinámicos, sal de Rochelle); Gulton Manufacturing Corp., Metuchen, N. J. (titanato de bario); Kellogg Switchboard & Supply Co., Chicago Ill. (condensador); Massa Laboratories, Inc., Hingham, Mass. (ADP); Radio Corporation of America, Camden, N. J. (cinta); Shure Brothers, Inc., Chicago, lII. (sal de Rochelle, titanato de bario); Tibbets Industries, Inc., Camden, Maine (sal de Rochelle); Western Electric Company, New York, N. Y. (condensador). En Europa, Brüel & Kjaer, Naezum, Dinamarca (condensador); Rhode & Schwarz, Munich, Alemania (condensadores); Ronette Piezoelectric Industry, N. V., Amsterdam-W, Holanda; Siemans & Halske, Munich, Alemania (condensador); Standard Telephone & Cables, Londres, Inglaterra (dinámicos); Telefunken, Berlín, Alemania (condensador). 556
técnico muy alto. Algunos modelos de diseño especial pueden utilizarse como patrones de laboratorio *.3 Naturalmente, es conveniente una calibración periódica de estos patrones para poder asegurar que no les haya ocurrido nada anormal. Frecuentemente, se observa una ligera deriva de la respuesta con REGILLA - - ' DIAFRAGMA
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el transcurso del tiempo, ya que los micrófonos de condensador se hacen más sensibles con el paso de los años. En la figura 16.5 se muestra la curva de respuesta de un micrófono de condensador, de tamaño muy pequeño, con el que se consigue una buena
FIG. 16.5.
Variación de la respuesta con la frecuencia de un micrófono de condensador Altee, tipo 21BR-180. La curva superior es para un sonido que incide a lo largo del eje del micrófono y la inferior es la respuesta media, suponiendo que todos los ángulos de incidencia son igualmente probables.
respuesta a frecuencias altas, sin que cause apenas perturbación en el campo sonoro. Se han fabricado pequeños micrófonos de condensador de diafragma rígi* En particular, el modelo 640-AA de la Westem Eletcric está diseñado para que la variación de su respuesta con la frecuencia sea escasa y, lo que es más importante, que la respuesta sea estable durante grandes períodos de tiempo. Debido a que se prueba cuidadosamente cada unidad y a la gran experiencia adquirida a lo largo de muchos años por el fabricante, resultan, en general, suficientemente estables para ser usados como patrones, aplicables a la calibración por comparación. Otros modelos de micrófonos usados como patrones ofrecen un alto grado de desarrollo, pero la experiencia adquirida con ellos es inferior a la adquirida con el W.E. 640-AA. 557
do para la medida de altos niveles de presión sonora. No sólo tienen una distorsión comparativamente baja a altos niveles de presión sonora, sino que la curva característica de variación de la respuesta con la frecuencia es muy uniforme. Su principal inconveniente es la baja sensibilidad. Un micrófono de condensador es reversible, es decir, puede funcionar como altavoz electrostático. Esta propiedad y la escasa variación de la respuesta con la frecuencia hacen que un micrófono de condensador estable sea especialmente aconsejable para la calibración absoluta de la respuesta por el método recíproco, que se describe más adelante. . Un micrófono de condensador posee una impedancia muy alta, en especial para las frecuencias bajas. Por ejemplo, un valor normal de la capacidad de un micrófono de condensador es de 50 pF, equivalentes a una reactancia capacitiva de 160000000 de ohmios a 20 Hz. Normalmente se usan con un amplificador de una sola etapa, conectado al micrófono mediante un cable tan corto como sea posible, a fin de conservar una impedancia de entrada al amplificador elevada. A este amplificador montado cerca del micrófono se le denomina preamplificador. Este montaje permite situar la mayor parte del equipo de medida a cierta distancia del micrófono, mediante un cable que lo una al preamplificador, en lugar de conectar directamente el micrófono al amplificador. Debido a la alta impedancia del micrófono de condensador, el preamplificador debe ser de muy buena calidad para mantener en un valor aceptable el nivel de ruido inherente. Hay otras características que dependen también del funcionamiento del preamplificador; así, para obtener una buena respuesta, la impedancia de entrada del mismo debe ser muy alta para todas las frecuencias. La alta impedancia del micrófono de condensador también le hace especialmente sensible a la falta de aislamiento eléctrico, debido a la humedad. Si la falta de aislamiento es ligera, el único síntoma podría ser un aumento del ruido eléctrico, pero unas condiciones más adversas podrían impedir la utilización del sistema. Sin embargo, estos problemas se pueden evitar manteniendo el micrófono a una temperatura superior a la ambiente, con lo que se evita la condensación. Este incremento de la temperatura se obtiene de forma natural cuando el preamplificador se alimenta mediante corriente alterna, debido a la elevada potencia consumida por las válvulas cuando trabajan con corriente alterna. Esta circunstancia no se da en el caso de preamplificadores alimentados mediante baterías, por lo que resulta aconsejable utilizar un método independiente de caldeo del micrófono. Micrófonos de cristal (o piezoeléctricos). Los micrófonos de cristal4 usan materiales piezoeléctricos, como, por ejemplo, la sal de RochelIe *, el fosfato amónico primario ** y el titanato de bario polarizado previamente, en cuya superficie aparecen cargas eléctricas al someterles a un esfuerzo mecánico. En la figura 16.6 está representado el tipo de micrófono piezoeléctrico de más amplio uso. Está constituido por un diafragma, conectado mecánicamente a * Tartato sodo-potásico. (N. del T.) ** En inglés, «ammonium dihydrogen phosphatel (ADP).
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(N. del T.)
elementos cristalinos de sal de Rochelle. Cuando la presión sonora mueve el diafragma, los cristales son sometidos a esfuerzos y se genera una tensión por efecto piezoeléctrico. Las características de un micrófono de cristal dependen, en gran medida, de las propiedades de los materiales piezoeléctricos que se utilicen. El cristal más usado es la sal de Rochel1e, debido a su intenso efecto piezoeléctrico, PLETINA DE METAL SINTERIZADO
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FIG. 16.6. Diagrama simplificado que muestra los elementos básicos de un micrófono de sal de Rochelle.
gran capacidad eléctrica y bajo costo. Su mayor inconveniente es que sufre un cambio estructural irreversible a la temperatura de 55,6 oC, siendo la temperatura máxima de seguridad de 45 oC. El coeficiente de variación de la respuesta con la temperatura, para un micrófono de este tipo, no es, generalmente, muy elevado; puede ser del orden de 0,054 db/OC. Sin embargo, la capacidad de un cristal de sal de Rochelle varía apreciablemente con la temperatura. En el caso de que se use un cable de gran longitud entre el micrófono y el amplificador, la variación de la respuesta del micrófono con la temperatura será elevada, como puede verse en la figura 16.7. A pesar de esto, la curva cao /"
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TEMPERATURA DEL MICROFONO EN GRADOS CENTIGRADOS
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racterística de variación de la respuesta con la frecuencia no es afectada por estos cambios, por lo que sólo es necesario efectuar una corrección global. La exposición de un cristal de sal de Rochelle a una humedad relativa superior al 84 por 100 o inferior al 30 por 100, produce una destrucción
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gradual del mismo. No obstante, los elementos de sal de Rochelle usados en los modernos micrófonos de medida están encerrados herméticamente, lo que les hace insensibles a las condiciones extremas de humedad. Sin embargo, deberá evitarse una exposición prolongada a dichas condiciones. La experiencia obtenida de la prueba de muchos micrófonos de sal de Rochelle durante largos períodos de tiempo, ha demostrado que, generalmente, su respuesta es estable, siempre que se les maneje con cuidado y, sobre todo, se evite someterlos a temperaturas elevadas. Lo mismo que para cualquier otro tipo de micrófono de medida, se debe comprobar periódicamente su respuesta para tener garantía de que el micrófono no ha sufrido ningún daño. Los micrófonos de cristal que emplean titanato de bario se han desarrollado más recientemente. Se puede obtener titanato de bario de diversas características mediante la adición de diferentes sustancias. Esta versatilidad es útil, pero impide disponer de un catálogo definitivo de nas características. Aunque el titanato de bario posee un elevado efecto piezoeléctrico, un micrófono que lo utilice posee, en general, una sensibilidad inferior en 10 o 20 db a la de otro micrófono de características acústicas y eléctricas semejantes, hecho con sal de Rochelle. Un micrófono de titanato de bario no se daña tan rápidamente como los de sal de Rochelle por exposición a temperaturas elevadas; generalmente su límite superior de temperatura puede ser de unos 100 C. No obstante, algunas variedades tienen un elevado coeficiente de variación de la capacidad con la temperatura y, asimismo, cierta variación de la respuesta con la temperatura. También puede producirse un efecto de envejecimiento en la sensibilidad piezoeléctrica del titanato de bario. Normalmente, la sensibilidad decrece con el tiempo, produciéndose la mayor variación durante el primer mes después de hacerse piezoeléctrico el titanato de bario. El titanato de bario se usa especialmente en los hidrófonos (micrófonos para el sonido originado en el agua), que, en general, también pueden usarse para medidas de ruido. Son de construcción muy sólida y tienen una sensibilidad baja para los sonidos aéreos, por lo que se usan, principalmente, en las medidas de niveles sonoros elevados. El fosfato amónico primario (al que, en lo sucesivo, se hará referencia mediante sus siglas inglesas: ADP) es una sustancia cristalina, piezoeléctrica y estable, que se utiliza en algunos micrófonos de medida. No es tan activo como la sal de Rochelle y su capacidad eléctrica es muy inferior, pero puede soportar temperaturas de hasta 125 0 C. Por todo ello, sólo se utiliza cuando la temperatura de funcionamiento hace imposible el uso de la sal de RocheIle. Un micrófono que use ADP, puede estar constituido por una pila de cristales alojados en el interior de un pequeño recipiente cilíndrico de acero inoxidable. La tapa frontal de este recipiente está separada de los cristales por una lámina de material termoaislante. Cuando incide sobre esta tapa una onda sonora, se produce una serie de compresiones y expansiones, que dan origen a una tensión eléctrica. La solidez del micrófono hace posible su uso en el caso de niveles sonoros extremadamente altos, que alcancen hasta los 200 db; pero como su sensibilidad es muy baja, debe tenerse cuidado 0
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para evitar la generación de señales eléctricas como consecuencia de vibraciones mecánicas del propio micrófono. Puesto que la capacidad del micrófono de ADP es estable, se pueden usar cables largos para conectarlo a un medidor de nivel sonoro, a condición de corregir la sensibilidad para tener en cuenta el efecto de la capacidad del cable. En el caso de que se midan sonidos intensos, el uso de cables largos permite situar los instrumentos fuera del campo sonoro. Esta precaución es importante para evitar problemas de microfonía en las válvulas del amplificador.
Micr6fonos dinámicos (o de bobina m6vil). Un micrófono dinámicos está constituido por un fino diafragma de aluminio o plástico, al que se sujeta una bobina que se introduce en una ranura anular de una estructura magnética, como puede verse en la figura 16.8. Al moverse el diafragma, se induce una tensión en la bobina. Los micrófonos dinámicos han ido evolucionando hasta que se ha conseguido dotarles de suficiente solidez y estabilidad. La variación de la resDIAGRAMA YBOBINA PANTALLA IMAN
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FIG. 16.8. Dibujo en sección simplificado de un micrófono dinámico.
puesta con la temperatura es, en general, pequeña, pero, en cambio, varía con la frecuencia. La impedancia eléctrica es suficientemente baja para que el micrófono se pueda conectar al amplificador a través de un cable largo, sin que la respuesta se vea afectada de una forma apreciable. Normalmente se utiliza un transformador a la entrada del amplificador o del medidor de nivel sonoro para elevar la tensión procedente del micrófono dinámico. Esto es posible a causa de la baja impedancia del micrófono y de la alta impedancia de entrada del amplificador. La sensibilidad del conjunto es comparable, en este caso, a la de los mejores micrófonos de cristal. Debido a la bobina, el micrófono es especialmente sensible a la presencia de campos magnéticos alternos exteriores, tales como los que se producen en la proximidad de transformadores de potencia, motores y otros dispositivos eléctricos. También puede ser afectado el transformador utilizado para adaptar la impedancia del micrófono a la del amplificador, a menos que esté bien protegido. 561 36
La respuesta típica de un micrófono dinámico cae en la zona de frecuencias bajas, como puede verse en la figura 5.2. De este tipo de micrófonos, sólo los de gran tamaño están construidos para responder a frecuencias de hasta 25 Hz, con una caída moderada de la respuesta. También, en el caso de niveles sonoros elevados, la máxima distorsión se registra, en este tipo de micrófonos, en la zona de bajas frecuencias.
Micrófonos direccionales. Hay una gran variedad de micrófonos direccionales.6 Ciertos micrófonos direccionales se basan en una estructura guía o reflectora, como un reflector parabólico, que concentre las ondas sonoras en un punto, donde se sitúa el micrófono. Para lograr una fuerte directividad con dicha estructura, su tamaño debe ser varias veces superior a la longitud de onda del sonido de más baja frecuencia que se desee analizar. Debido a esto, el uso de reflectores parabólicos está limitado en la práctica a aquellos casos en los que sólo son de interés los sonidos de frecuencias altas. Análogamente, otro tipo de micrófonos direccionales se basa en la velocidad de fase del sonido guiado por uno o varios tubos. Los tubos deben ser largos comparados con la longitud de onda del sonido para obtener una directividad apeciable. Este requisito es un modo de decir que la directividad varía con la frecuencia del sonido. En contraste con lo anterior, se puede construir un micrófono de cinta6 que posea un diagrama direccional en forma de 8 y que sea notablemente independiente de la frecuencia, dentro del margen audible. Este tipo de micrófonos no es altamente direccional, pero sí lo suficiente para servir de ayuda en algunos problemas de medida de ruido. Un micrófono de cinta es muy parecido al dinámico, ya que se basa en la acción de un campo magnético sobre un conductor en forma de cinta. La cinta actúa como diafragma a la vez que como conductor, incidiendo el campo sonoro en sus dos caras, lo que hace que su diagrama direccional tenga forma de 8. Se pueden obtener ciertas características direccionales usando redes de retardo o bien combinando vados micrófonos. Esto se utiliza en algunas aplicaciones especiales, como. en el caso de los micrófonos de proximidad utilizados en ambientes ruidosos, pero no se ha desarrollado para su empleo en técnicas de medida de ruido. Estos micrófonos direccionales presentan muchas ventajas en la medida del ruido producido por máquinas localizables en ambientes en los que el ruido de fondo es importante. Una medida de la capacidad de supresión de ruido de fondo con estos micrófonos es la relación entre la respuesta máxima y aquella producida por sonidos de incidencia aleatoria. Para el diagrama en forma de 8 de un micrófono de cinta, esta relación es de 3: 1, o de alrededor de 5 db. Calibración de los micrófonos
Hay muchos métodos para calibrar un micrófono. El método de calibración absoluta más usado es el de calibración recíproca,7 que se usa generalmente para calibrar micrófonos patrón. Pero la mayoría de los micrófonos se 562
calibran mediante un métódo de sustitución,8 en el que se usa tomo patrón un micrófono previamente calibrado. A continuación se describen estos dos métodos con cierto detalle. Otros dispositivos usados para la calibración son, por ejemplo, un fonopistón,9 una rejilla electrostática,t° un disco de Rayleighll o un termófono12• Calibración recíproca. La calibración recíproca se basa en el uso de, al menos, dos micrófonos, uno de los cuales es reversible, es decir, que puede funcionar como altavoz. La calibración se obtiene en función de las características del medio en el que se hace la medida. El primer paso es obtener la respuesta relativa de los dos micrófonos a y b. Este paso se lleva a cabo fácilmente situando, en primer lugar, un micrófono en el campo sonoro y midiendo su tensión de salida. A continuación, se reemplaza por el segundo micrófono, del que se mide también la tensión de salida. La respuesta relativa Ma/M b viene dada por la relación entre las dos tensiones de salida. (M a Y M b son las respuestas de los dos micrófonos, dadas por el cociente entre las tensiones a circuito abierto producidas por los micrófonos y las presiones sonoras aplicadas a los diafragmas.) A continuación, se hace funcionar al micrófono reversible como altavoz, activado por una corriente eléctrica la. Si se mantiene el segundo micrófono en el campo sonoro del anterior, se obtendrá en sus terminales de salida una tensión eb' En estas condiciones, el producto de las sensibilidades de los dos micrófonos será proporcional a eb/la, con un factor de proporcionalidad que dependerá de las características del medio en el que se hace la medida. Una vez conocidas las relaciones Ma/M b Y MaM b , se pueden hallar las respuestas absolutas de los dos micrófonos. Se deben tomar ciertas precauciones al hacer la calibración. Por ejemplo, todas las medidas se deben hacer en las mismas condiciones; es decir, si la primera medición se hace en espacio abierto con un cierto ángulo de incidencia, se debe utilizar siempre este mismo ángulo, incluso cuando se utiliza el micrófono como altavoz. Las tensiones obtenidas se deben corregir para convertirlas en tensiones en circuito abierto. A no ser que fuera muy pequeña, debería tenerse en cuenta la influencia de los micrófonos en el cambio sonoro y entre sí. Para simplificar alguna de estas precauciones, es costumbre hacer la calibración recíproca en el interior de una pequeña cámara, llamada acoplador, usando tres micrófonos idénticos. La cámara es suficientemente pequeña para obtener una curva característica de respuesta a la presión a diversas frecuencias. En este caso, el producto de las respuestas viene dado por:
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en donde: -y = calor específico relativo del gas del interior del acoplador; Po=presión ambiente, en newton/m2 ; f = frecuencia, en Hz;' V = volumen del acoplador, en m3• 563
Es posible hacer medidas a diferentes frecuencias para obtener la curva de variación de la respuesta con la frecuencia. En la figura 16.9 se muestra, mediante un diagrama de bloques, la disposición del equipo con la que se pueden efectuar estas medidas.
Método de sustitución. La calibración de los micrófonos patrón puede hacerse de una forma fiable en diversos laboratorios, provistos del material preciso, como el National Bureau oí Standards en Washington, D. C., o, en Inglaterra, el National Physical Laboratory, de Teddington. La medida de la respuesta relativa del micrófono patrón y del que se quiere calibrar da un coeficiente que, aplicado a la respuesta del patrón, proporciona la del segundo.
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FIG. 16.9. Diagrama y curvas típicas de respuesta de una configuración para efectuar la calibración recíproca de tres micrófonos en función de la frecuencia. Se toman cuatro curvas diferentes de variación de la respuesta con la frecuencia de acuerdo con la disposición mostrada en el cuadro.
La respuesta relativa se obtiene en una cámara anecoica (condiciones de espacio abierto) de la siguiente manera: Se genera un tono puro mediante un altavoz. Se mide la salida de uno de los micrófonos, situado a cierta distancia de la fuente. A continuación, se reemplaza por el segundo micrófono, teniendo cuidado de situarlo en la misma posición, y se mide su salida. El cociente entre las dos medidas, corregidas para obtener la condición de circuito abierto, es la respuesta relativa de los dos micrófonos. También en este tipo de medición se deben tomar muchas precauciones para que los resultados sean fiables a frecuencias elevadas. En la cámara debe haber un mínimo de elementos perturbadores, como pueden ser los soportes o pies de micrófonos. En ocasiones, es necesario tratar acústicamente estos elementos, para disminuir su efecto en el campo sonoro. Se debe emplear un buen altavoz para evitar distorsiones del campo sonoro.
Técnica de inserción de tensión. En cualquier método de calibración de un micrófono conviene hallar la tensión en circuito abierto equivalente a la 564
medida del micrófono. Para ello se utiliza un método de sustitución, conocido como técnica de (cinserción de tensiónD. 13 Esta técnica se utiliza también para obtener la respuesta eléctrica de un sistema conectado a un micrófono, empleando éste como impedancia. En la figura 16.10 se puede ver un montaje típico. El método consiste en la adición de una caída de tensión conocida, en serie con la del micrófono. Ordinariamente, esta caída de tensión es pequeña y se obtiene mediante una resistencia de precisión, relativamente pequeña en comparación con las restantes impedancias del circuito. En el circuito de la figura, la resistencia es de 10 ohms. La tensión se obtiene mediante un sistema compuesto de oscilador, voltímetro y atenuador calibrado. El procedimiento es el siguiente; Con el DISPOSITIVO INOICAOOR
FIG. 16.10.
Disposición esquemática de un circuito típico empleado en la técnica de inserción de tensión para averiguar la respuesta eléctrica de un sistema, utilizando el micrófono como impedancia interna de la fuente. La impedancia del micrófono en este circuito es grande comparada con los 10 ohmios de la resistencia.
oscilador desconectado, se aplica una onda sonora al micrófono, anotándose la indicación del medidor. Se suprime la onda sonora y se conecta el oscilador, ajustándolo a la misma frecuencia y forma de onda (normalmente senoidal) de la onda sonora. Se ajusta el atenuador que alimenta a la resistencia intercalada, hasta que en el medidor se alcance el valor ya anotado. El valor de la caída de tensión en la resistencia es, en estas condiciones, la tensión equivalente a circuito abierto. Se debe tener cuidado de que el sistema del micrófono no esté puesto a tierra para evitar la aparición de un circuito de baja impedancia en paralelo con la resistencia. MEDIDOR DEL NIVEL SONORO
El medidor de nivel sonoro14 es un voltímetro electrónico de elevada sensibilidad, empleado para medir la señal eléctrica procedente de un micrófono. Está provisto de una escala de nivel de presión sonora, calibrada para un determinado micrófono, que, normalmente, va incluido en el instrumento. Está constituido por los elementos mostrados en el diagrama de bloques simplificado de la figura 16.11. La señal eléctrica procedente de un micrófono se amplifica lo suficiente para que, después de rectificada, pueda desviar la aguja del medidor. Corrientemente, hay una conexión de salida para llevar la señal, ya amplificada, hacia otro instrumento de análisis. Un atenuador
565
FIG. 16.11.
Diagrama de bloques simplificado de un medidor de nivel sonoro, que muestra los elementos principales. La disposici6n es s610 orientativa, puesto que es costumbre distribuir el atenuador en, al menos, dos secciones situadas en diferentes puntos del instrumento y, también, las redes de ponderaci6n se pueden situar directamente después del micr6fono.
controla la amplificación total del aparato, mientras que la variaclOn de la respuesta con la frecuencia se puede controlar mediante unas redes de ponderación. A continuación, se describen cada uno de estos elementos. Amplificador
En un medidor de nivel sonoro, el amplificador debe satisfacer múltiples requisitos. Debe disponer de una gran ganancia para poder medir la señal del micrófono cuando se sitúa en un lugar tranquilo. Debe trabajar en una amplia banda de frecuencias: normalmente, se construyen para frecuencias comprendidas entre 20 y 10000 o 20000 Hz, aunque el ancho de banda más interesante en la medición de ruidos vaya desde los 50 a los 6000 Hz. El ruido de fondo y el zumbido deben ser bajos y la ganancia estable. Es muy importante que la ganancia se mantenga estabilizada en el valor adecuado, ya que, naturalmente, la indicación del medidor depende de la ganancia del amplificador. Una deriva en la ganancia producirá un error en la indicación del nivel sonoro. Por este motivo, la mayor parte de los instrumentos van provistos de dispositivos para comprobar el valor de la ganancia y ajustarla al valor inicial, aunque la deriva en los modernos amplificadores estabilizados sea pequeña. El amplificador de la mayoría de los medidores de presión sonora se suele alimentar mediante una batería. Puesto que estas baterías se desgastan con el uso y con el tiempo, se acostumbra a incluir en el aparato unos circuitos de comprobación de las mismas. Atenuadores
Los medidores de nivel sonoro se emplean para medir ruidos de muy diferentes niveles. La aguja del medidor cubre un cierto campo de variación del nivel. El resto se cubre mediante un atenuador ajustable, que es una red de resistencias añadida al amplificador electrónico para producir una disminu566
ción del nivel de la señal. Para simplificar el cálculo del nivel, el atenuador suele ser ajustable en intervalos de 10 db, aunque, a fin de reducir la variación de nivel abarcada por la aguja del medidor, se han construido instrumentos con intervalos menores de 10 db. Redes de ponderación
La curva de variación de la respuesta con la frecuencia de un medidor de nivel sonoro puede controlarse mediante redes de ponderación. Las curvas de respuesta de algunos tipos de redes están normalizadas, tanto en los Estados Unidos como en Europa (véanse las normas ASA Z24.3, BS 661 y DIN 5045). Una de estas redes, llamada ponderación C, está pensada para que proporcione una respuesta uniforme para las frecuencias comprendidas entre 25 y 8000 Hz. A veces, se montan estas redes para compensar la respuesta de algunos micrófonos, de forma que la respuesta del conjunto sea uniforme dentro de las tolerancias permitidas por las normas. La ponderación C se usa para medir el nivel de presión sonora y también se emplea, generalmente, cuando se va a analizar la señal proporcionada por el medidor en otro instrumento auxiliar. Otras redes, llamadas de ponderación A y B, tienen una respuesta decreciente al disminuir la frecuencia, como puede verse en la figura 16.12. Sus «
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FIG. 16.12. Variación de la respuesta con la frecuencia de las redes de ponderación especificadas en las normas ASA Z24.3-1944 y DIN 5045-1942.
curvas de respuesta coinciden, aproximadamente, con dos de las curvas de igual intensidad de sensación para tonos puros; la ponderación A corresponde a la curva de 40 db Y la B a la de 70 db. Los resultados que se obtienen usando estas respuestas son niveles sonoros ponderados, expresados en decibelios, no niveles de presión sonora. 567
Puesto que las respuestas de las redes corresponden a curvas de intensidad de sensación para tonos puros, no dan el nivel de intensidad de sensación de tonos complejos. Por consiguiente, en Estados Unidos, los niveles ponderados se expresan en decibelios, no en fonios, que es la unidad de nivel de sensación sonora. Sistemas de medida
Después de que la señal procedente del micrófono se amplifica y pasa a través de los atenuadores y redes de ponderación que se hayan colocado, se emplea para activar un circuito de medida. Este último indica un valor, que es una característica de la onda a él aplicada. Las normas de los medidores de nivel sonoro especifican que se debe indicar el valor eficaz (véase el Cap. 2) de la onda. Esto equivale a dar una magnitud proporcional a la suma de las energías de los diferentes componentes de la onda. Cuando se no se desea obtener el valor eficaz se emplean otros instrumentos, como el oscilógrafo, que muestra la forma completa de la onda, o el medidor de pico, que indica el valor máximo instantáneo. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, el valor eficaz es una indicación útil de la amplitud del ruido, por lo que las normas especifican un método de comprobación de que los instrumentos operan como medidores de valor eficaz. En este método se comparan las indicaciones obtenidas, primero, con una onda senoidal, y después, con una combinación de ondas senoidales de igual amplitud y de frecuencias no relacionadas armónicamente. Si el medidor funciona en base a la energía, es decir, mide el valor eficaz, la indicación en el segundo caso será 3 db superior a la correspondiente a una onda senoidal sencilla, siempre que la amplitud de ésta sea la misma que la de cada componente de la combinación. Si, en cambio, es un medidor de pico, la diferencia será de 6 db. Si mide el valor medio de la onda rectificada, la diferencia será de 2 db. Más adelante, en este mismo capítulo, se dan más características de diferentes tipos de sistemas de medidas. La mayoría de los medidores de nivel sonoro son portátiles, evitándose el volumen, fragilidad y alto costo de los verdaderos medidores de valor eficaz mediante un sistema de medida que dé un valor aproximado al eficaz, dentro de las tolerancias permitidas por las normas. Estos sistemas utilizan frecuentemente rectificadores funcionando con densidades de corriente bajas, de forma que la señal de salida del rectificador es, aproximadamente, proporcional al cuadrado de la señal de entrada. El valor medio de la señal de salida, que es el que indicaría un medidor de corriente continua, será, por tanto, el valor eficaz de la señal de entrada. El dispositivo indicador del medidor de nivel sonoro no puede seguir las variaciones instantáneas de la presión sonora: las indicaciones corresponden al promedio, variable en el tiempo, de la señal de salida rectificada del circuito de medida. El tiempo de promedio está determinado por las características electromecánicas del medidor (que a veces pueden variarse, modifi-
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cando los circuitos eléctricos). En las normas ASA, la velocidad de respuesta se especifica por las siguientes condiciones: La desviación del dispositivo indicador, para una señal de entrada al medidor de nivel sonoro que sea constante, senoidal y de 1000 Hz, será igual a la máxima desviación del dispositivo indicador, para una señal de entrada al medidor consistente en un pulso de 1000 Hz, de la misma magnitud que la señal constante y de una duración comprendida entre 0,2 y 0,25 seg. La desviación del dispositivo indicador, para una señal de entrada al medidor de nivel sonoro que sea constante, senoidal y de 1000 Hz, no deberá ser superada en más de 1 db por la desviación máxima del dispositivo indicador, que se obtenga al aplicar, repentinamente, dicha señal.
Además de esta velocidad de respuesta normalizada, muchos medidores de nivel sonoro disponen de una velocidad de respuesta más lenta, aproximadamente una cuarta parte de la velocidad normal. Mediante esta respuesta más lenta, se puede obtener el valor medio de un ruido, cuyo nivel tenga una fluctuación igual o superior a los 4 db. El campo de medidas del dispositivo indicador se hace mayor que 10 db para que pueda cubrir la totalidad de los niveles comprendidos entre dos intervalos de atenuación. Normalmente, se marca el valor final de la escala como + 10 db; de forma que, para obtener el nivel sonoro, se opere de O a + 10 db, se suma directamente el nivel indicado al correspondiente al atenuador empleado. Normalmente la escala del instrumento está marcada para niveles de, al menos, 6 db por debajo del punto o. Conexión de salida
La mayoría de los medidores de nivel sonoro están dotados de una conexión de salida, que proporciona una señal eléctrica, correspondiente a la señal de salida del micrófono amplificada. Esta salida se utiliza para llevar la señal a otros instrumentos, como registradores gráficos, oscilógrafos, o analizadores de espectro. Está universalmente reconocido que, para que esta señal sea utilizable, deberá ser una reproducción exacta de la señal de salida del micrófono, con un mínimo de distorsión no lineal y de ruido inherente. Sin embargo, algunos medidores de nivel sonoro antiguos proporcionaban una onda eléctrica de salida que estaba fuertemente distorsionada por el sistema rectificador del circuito de medida. Actualmente, si la salida se toma del circuito de medida, se desconectan los rectificadores, o bien, la salida y el circuito de medida se aíslan suficientemente como para que su influencia mutua sea muy pequeña. Normalmente, el nivel de la salida es de 1 V, cuando la lectura del medidor es la correspondiente al máximo valor de la escala. Esta señal de salida es la adecuada para hacer funcionar a la mayor parte de los analizadores y de los registradores gráficos de nivel. La máxima señal de salida anterior a la aparición de una distorsión no lineal significativa es de, aproximadamente, 10 db por encima de este nivel. Se dispone de esta capacidad de sobrecarga para tener en cuenta la posible existencia de señales con un gran valor de
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pico, aunque tengan valores eficaces moderados, pero también se puede usar, en ocasiones, para incrementar la señal de salida. La capacidlad de sobrecarga se ve fuertemente afectada por las condiciones en que se encuentren las baterías y las válvulas o transistores. Cuando se va analizar la señal, tiene mucha importancia el nivel de ruido inherente en la salida. En la mayor parte del campo de medidas de los medidores de nivel sonoro, el nivel de ruido inherente está, casi siempre, alrededor de 30 db por debajo del nivel de salida correspondiente al final de la escala. Esta diferencia de niveles es adecuada en la mayoría de las ocasiones, pero;· para algunos tipos de ruido, conviene aumentarla, pudiendo obtenerse información sobre este tema del propio fabricante de cada instrumento. La relación señal-ruido se puede comprobar bastante bien mediante el mismo análisis de la señal. Brevemente explicado, el procedimiento es como sigue: El micrófono se desconecta, reemplazándolo por una impedancia equivalente (a veces no es necesario reemplazarlo, pero es fundamental blindar el conector del micrófono). Hecho esto, se analiza la salida para hallar el nivel de ruido eléctrico inherente. El ruido depende del atenuador que se coloque; de modo que la comprobación se debería hacer usando el mismo atenuador que se vaya a utilizar en la medida del ruido. Un buen conocimiento de estos dos límites, sobrecarga y nivel de ruido inherente, permitirá colocar el atenuador preciso para controlar el amplificador de manera que se obtenga el mayor campo de medidas útil para el análisis o la grabación del ruido. Medidores de nivel sonoro disponibles comercialmente
Hay muchas compañías de fabricantes de medidores de nivel sonoro *. Muchas de las características eléctricas de la mayoría de los instrumentos son similares, como ya se ha descrito, puesto que se construyen, en general, de acuerdo con las normas existentes. El aparato portátil, alimentado con batería, va provisto frecuentemente de un micrófono de diafragma de sal de Rochelle que, generalmente, puede reemplazarse por otro tipo de micrófono en aquellas aplicaciones donde no convenga utilizarlo. Algunos instrumentos, alimentados con tensión alterna de red, se suministran con micrófonos de condensador. Normalmente, el campo de niveles sonoros, cubiertos directamente por los medidores, abarca desde los 40 a los 130 db, o, frecuentemente, más. El * La lista de compañías fabricantes de medidores de nivel sonoro que viene a continuación, ni es completa, ni sus instrumentos son recomendados necesariamente por los autores: En los Estados Unidos, General Radio Co., Cambridge, Mass.; Hermon Hosmer Scott, Inc., Cambridge, Mass.; Mine Safety Appliances Co., Pittbourgh, Pa.; Techno Instrument Co., Los Angeles, Calif. En Inglaterra, Dawe Instruments, Ltd., London; Standard Telephones & Cables, London. En Alemania, Rohde & Schwarz, Munich; Siemens & Halske, Munich. Las siguientes compañías fabrican equ.ipos aptos para la medida de los niveles de presión sonora, aunque no sean específicamente medidores de nivel sonoro fabricados de acuerdo con las normas usuales, Brüel & Kjaer, Naerum, Dinamarca (Brush Electronics Co., Cleveland, Ohio); Western Electro-Acustic Laboratory, Los Angeles, Calif. 570
límite superior se puede ampliar, generalmente, mediante el uso de micr6fonos especiales. Lo normal es que el límite inferior venga impuesto por el ruido inherente del sistema y s610 sea posible ampliarlo para bandas de frecuencia limitadas. Medidores de reconocimiento previo del ruido
Se han desarrollado instrumentos sencillos15 para hacer estudios preliminares de la naturaleza del ruido. Aunque estos dispositivos se han hecho pequeños y de poco peso, presentan la mayor parte de las características del medidor de nivel sonoro básico. Para obtener una buena manejabilidad, se ha sacrificado la amplitud del campo de medidas, que suele ser menor que en el caso de instrumentos mayores, no van provistos de conexión de salida y su precisión y estabilidad son menores que las de un medidor de nivel sonoro grande. Medidores de ruido subjetivo
El estudio del ruido está motivado, fundamentalmente, por sus efectos en el mecanismo de la audición. Uno de los primeros tipos de medición del ruido fue el método de sustitución, basado en estos efectos. 16 Se genera un sonido de referencia, ajustándose su nivel hasta que se juzga que produce el mismo efecto que el ruido que se mide. Esta técnica tiene una validez obvia, pudiendo emplearse con éxito en ciertas aplicaciones, siempre que esté en manos de un experto. Pero las limitaciones para su uso sobre el terreno son tantas, que, en la actualidad, se utiliza muy poco. He aquí algunos de los problemas que se encuentran al hacer una medici6n subjetiva: Se presentan todas las dificultades propias de una valoraci6n psicoacústica, por lo que para dar validez a la medición debería hacerse con un gran número de personas. Normalmente, sólo se trata de un juicio sobre intensidad de sensación, que no suele ser el efecto del ruido que motiva la medici6n. Sin embargo, puesto que la molestia va unida en general a la intensidad de sensaci6n, puede ser una medida útil para comparar tipos de ruidos parecidos. Evidentemente no se puede usar para comprobar los efectos dañinos del ruido (es preferible un tipo de prueba no destructivo). La medición por métodos subjetivos precisa de un tiempo relativamente largo; por consiguiente, no se puede aplicar a ruidos transitorios, o a ruidos cuyo nivel varíe mucho con el tiempo. En general, la medición subjetiva no es útil para decidir sobre la eficacia de las medidas de control de ruido.
OSCILOGRAFOS
El dispositivo indicador de un medidor de nivel sonoro sólo muestra una característica de la señal de ruido: el nivel sonoro, que, para muchos ruidos, es aproximadamente el valor eficaz. Pero no proporciona información sobre 571
la forma de la onda. Por ejemplo, es imposible deducir de la indicaci6n del instrumento si la onda sonora es sinusoidal, aplanada, con muchos picos, o si su amplitud se distribuye aleatoriamente (ruido aleatorio). Más aún, hay impactos sonoros de tan corta duraci6n, que el dispositivo indicador no puede responder con suficiente rapidez para ofrecer una buena medida de la magnitud del impacto. Cuando se desea un mayor conocimiento sobre la forma de la onda, se puede usar un oscil6grafo u osciloscopio de rayos cat6dicos.l' El dispositivo indicador de este instrumento en un tubo de rayos cat6dicos, similar a un tubo de televisi6n. El haz de electrones se desvía dentro del tubo mediante una señal de barrido, de manera que la traza sobre la pantalla se mueva a una velocidad uniforme en la direcci6n horizontal (eje x). Esto origina una línea recta o eje horizontal. Cuando la traza alcanza el final de la pantalla, la señal de barrido la hace regresar rápidamente a la posici6n de comienzo, repitiéndose el dibujo. Cuando se quiere observar una señal, se conecta de forma que produzca una desviaci6n de la traza en la direcci6n vertical (eje y). El movimiento combinado produce una indicaci6n de la amplitud instantánea de la onda en funci6n del tiempo. Esta indicaci6n se puede fotografiar para obtener una grabaci6n permanente. Hay multitud de variedades de oscil6grafos de rayos catódicos. Para mediciones acústicas, es conveniente elegir uno cuya respuesta no varíe con la frecuencia aplicable. Esto debe tenerse en cuenta, sobre todo para las frecuencias bajas, ya que la respuesta a las frecuencias altas en casi todos los oscil6grafos se extiende muy por encima del límite superior de las frecuencias audibles. La capa fluorescente de la pantalla deberá ser del tipo de larga persistencia, ya que, frecuentemente, conviene utilizar una velocidad de barrido horizontal baja (por ejemplo, un barrido cada 2 seg). Es conveniente disponer de un oscil6grafo relativamente pequeño para mediciones sobre el terreno, aunque cuando se van a fotografiar los resultados se suelen emplear osciloscopios con pantallas de 5 pulg. En estudios de vibraciones (véase Cap. 15) se utilizan otros tipos de osci16grafos18 con características distintas de las arriba mencionadas. En la sección sobre registradores de este mismo capítulo, se describe brevemente alguno, cuya curva de variaci6n de la respuesta con la frecuencia no es suficientemente buena para usarlo como oscilógrafo en problemas de ruido acústico. Aquí el término «oscil6grafo» se aplica a un instrumento empleado para indicar el valor instantáneo de una onda senoidal en función del tiempo o de alguna otra variable. El término «registrador» se aplica a un instrumento que se utiliza para hacer una grabación permanente de alguna característica de una onda, como, por ejemplo, el valor eficaz, en funci6n del tiempo o de alguna otra variable. Estas distinciones no son siempre patentes, por lo que la clasificación de un instrumento es, en ocasiones, arbitraria.
572
SISTEMAS DE MEDICION Introducción
La información que nos proporciona un oscilógrafo sobre una onda no sirve para clasificar un ruido, ya que no es fácil codificar una imagen en números. Es posible calibrar el sistema de desviación para que pueda determinarse el valor de pico, pero este valor se obtiene más fácilmente por medio de un medidor de picos, como se verá en breve. También se puede obtener alguna información sobre la distribución del ruido en el tiempo, lo que también se estudiará más adelante. Aunque el valor de pico sea una medida útil del ruido, no es lo que se desea obtener en la mayoría de las ocasiones; lo que origina, naturalmente, la pregunta de cuál será la magnitud más significativa. La respuesta obvia es Tabla 16.1. Características de diversas formas de onda. Valor medio de la onda rectificada y valor de pico de media onda en función del valor eficaz VALOR MEDIO DE LA ONDA RECTIFICADA,
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I
573
que no hay una magnitud más significativa que las demás y, aun cuando la pregunta se haga más concreta, indicando, por ejemplo, que se desea una medida objetiva de la intensidad de sensación, no se puede dar una respuesta definitiva.19 Está generalmente aceptado que la amplitud o nivel de un ruido es muy importante, pero no se ha alcanzado un acuerdo general sobre la medida concreta de la amplitud que debe emplearse. La principal razón para la falta de un acuerdo estriba en la gran variedad de puntos de vista desde los que se pueden contemplar los efectos del ruido en el mecanismo de la audición, con lo que el problema, actualmente, sólo se conoce de forma parcial. Un factor que contribuye a ello es que, aunque desde muchos puntos de vista el valor eficaz sería una buena medida de compromiso, la medición basada en el valor medio de la onda rectificada o en el valor de pico tiene muchas aplicaciones importantes. Más aún, hay indicios de que un valor, comprendido entre el eficaz y el de pico, es la mejor medida objetiva de algunos efectos psicoacústicos. Afortunadamente, para algunos tipos de ondas las diferencias entre los diversos valores característicos no son grandes (véase el Cap. 2). ASÍ, los valores eficaz y medio de la onda rectificada de una onda senoidal son sólo 3 db y 3,9 db inferiores al valor de pico. Se puede decir, de forma general para cualquier tipo de onda, que el mayor valor de pico de cada semionda es siempre mayor y el valor medio de la onda rectificada es siempre menor que el valor eficaz. En la tabla 16.1 se ofrecen, en función del valor eficaz, los valores de pico y medio de la onda rectificada de algunas formas de onda representativas. El término «onda cuadrada» se usa para hacer referencia a una onda, que tenga un valor positivo y constante durante medio ciclo y, a continuación, cambie bruscamente a un valor negativo igual al anterior y lo mantenga durante el otro medio. pe forma similar, una «onda rectangular» tiene para cada ciclo un valor positivo constante durante un corto tiempo y, a continuación, un valor negativo constante durante un tiempo mayor, de manera que el producto del valor positivo por su duración tenga el mismo valor absoluto que el producto del valor negativo por su duración respectiva. Este requisito equivale a afirmar que la onda carece de componente continua. El cociente que se da para cada onda es la duración de la parte positiva de la onda en relación con la duración total del ciclo. Para reducir las diferencias a valores aún inferiores en el caso de formas de onda comunes, se suele calibrar un medidor para que indique el valor eficaz de una onda senoidal, aunque no sea un medidor de valor eficaz. En la tabla 16.2 se muestra la indicación del medidor cuando se usa esta calibración para diferentes formas de onda. Se supone que los sistemas de medida sean de valor eficaz, de valor de pico, o de valor medio de la onda rectificada, son siempre de precisión, excepto en el caso del med.idor de pico de ruido aleatorio. Un ruido verdaderamente aleatorio tiene una probabilidad finita de exceder a cualquier valor, por lo que se precisaría un medidor que pudiera indicar un valor infinito. En la práctica, por numerosas razones, los medidores de pico indican un valor que es, ordinariamente, de 1 a 9 db superior al eficaz, como puede verse en dicha tabla.
574
Tabla 16.2. Indicaciones relativas (en decibelios) de diferentes tipos de medidores para varias formas de onda (todos los medidores están calibrados para indicar el valor eficaz de la onda senoidal) Tipo de medidor Forma de onda
Valor Valor medio Valor eficaz de la onda de pico de rectificada media onda
Onda sinusoidal
O
O
O
Ruido aleatorio
O
-1,05
+1 a +9
Onda cuadrada
O
+0,91
-
I:i.T: T=1:5
O
-1,1
- 9
I:i.T: T=l: 10
O
-3,5
+ 6,5 -12,5
I:i.T: T=l :20
O
-6,3
+ 9,8 -15,8
3,0
Onda rectangular + 3
Los sistemas de medición son frecuentemente complejos. Como ya se ha dicho, los sistemas más utilizados en los medidores de nivel sonoro miden, fundamentalmente, el valor medio de la onda rectificada, pero operan en una región de la curva característica del rectificador en la que, para ondas sencillas, tienden a dar el valor eficaz. Afortunadamente, el error que se introduce al suponer que la indicación es del valor eficaz, es muy pequeño para la mayor parte de los ruidos continuos. Es aconsejable conocer el tipo de sistema de medición que utiliza cada instrumento, debido a las posibles variaciones en la indicación de distintas formas de onda cuando se utilizan medidores diferentes. Esta información, normalmente, la proporciona el fabricante. El usuario también puede hacer pruebas con ondas senoidales, ruido aleatorio y ondas rectangulares (pulsos) para determinar el comportamiento del sistema de medición. En la siguiente sección se describen algunos de los métodos más corrientes de producir, mediante una señal corriente alterna, una desviación del dispositivo de lectura. Medición mediante conversión a corriente continua La mayoría de los sistemas que indican una característica de una onda alterna se basan en una rectificación previa de la señal. La corriente continua 575
así obtenida, se utiliza para hacer funcionar un instrumento indicador (medidor), sensible a dicha corriente. Las dos razones básicas para la adopción general de este proceso son: que existen métodos muy sencillos de rectificación de una onda alterna, y que el instrumento de bobina móvil e imán permanente (D'Arsonval) para corriente continua se puede hacer preciso, estable, sólido, sensible, de ligero peso, pequeño, barato y de actuación relativamente rápida. Ningún instrumento que funcione directamente mediante corriente alterna posee juntas tantas cualidades. Como indica su nombre, un instrumento de bobina móvil e imán permanente 20 está compuesto (véase la Fig. 16.13) por una bobina móvil, a la que se
FIG. 16.13. Dibujo simplificado del mecanismo de un instrumento de imán permanente y bobina móvil.
fija una aguja indicadora, encontrándose el conjunto dentro de un campo magnético producido por un imán permanente. La causa de la desviación es la fuerza magnética que se ejerce sobre la bobina al pasar una corriente por ella. Este mecanismo básico se usa también en varios tipos de registradores y, a veces, se llama «motor» por el parecido de su funcionamiento con el de un motor de corriente continua. La onda alterna se transforma normalmente en corriente continua mediante una termopar, un puente bolométrico o un rectificador, que se describen brevemente a continuación. Termopares. El funcionamiento de un termopar21 se basa en el calor generado en una resistencia. El calor se transmite a un termopar, cuya salida eléctrica se conecta al medidor de corriente continua. Este sistema tiene como principal ventaja que la respuesta es proporcional al valor eficaz de la corriente que atraviesa la resistencia. Tiene los siguientes inconvenientes: baja sensibilidad, se quema fácilmente, presenta cierta deriva en función de la temperatura ambiente, el campo de medida es limitado, fragilidad y lentitud de respuesta. Alguno de estos inconvenientes se puede soslayar con diferentes métodos, pero, normalmente, a expensas de añadir complejidad, tamaño y peso. Algunos métodos sencillos de protección contra el quemado de la resistencia tienen la desventaja de limitar el campo de medidas del valor eficaz a ondas en las que el valor de pico no sea muy superior al eficaz. Bolómetro. El puente bolométrico22 también se basa en el calor generado en un elemento resistivo, cuya resistencia varía marcadamente con la temperatura. Ordinariamente, esta resistencia se sitúa en uno de los brazos de un 576
puente de resistencias de corriente continua (puente de Wheatstone, por ejemplo). La corriente continua no compensada, causada por la variación del valor de la resistencia cuando ésta se caliente al ser atravesada por una corriente alterna, es proporcional a esta última, por lo que puede usarse para medirla. Mediante este sistema también se mide el valor eficaz *, evitándose con más facilidad algunos de los inconvenientes del termopar. Sin embargo, cuando se quiere obtener un dispositivo fiable y preciso, el sistema se suele hacer tan voluminoso y complejo que se utiliza muy raramente en mediciones acústicas. Rectificadores. Una corriente alterna se convierte en continua muy fácilmente por medio de rectificadores,23 que pueden ser de válvulas o semiconductores. Su efecto rectificador se basa en la diferente resistencia que presentan al paso de la corriente según sea el sentido de ésta. Hay muchos circuitos rectificadores, siendo los más usuales los puentes rectificadores de onda completa y los circuitos de pico. Las características de estos rectificadores dependen del circuito y de los niveles de funcionamiento, que se estudian en las siguientes secciones. RECTIFICADORES DE VALOR EFICAZ DE BAJO NIVEL. Cuando un circuito rectificador funciona a un nivel de tensión muy bajo, su eficiencia es muy pequeña. En otras palabras, la salida de continua, comparada con la entrada de alterna, es inferior que cuando funciona a niveles más altos. Este efecto es consecuencia de que, a niveles muy bajos, la resistencia del diodo es casi igual para los dos sentidos de circulación de corriente. La rectificación, entonces, proviene de un efecto secundario, que consiste en que la salida de continua se hace proporcional al cuadrado de la tensión de entrada, por lo que el rectificador actúa como un dispositivo de medida del valor eficaz. 24 El máximo nivel para el que persiste esta ley de variación cuadrática es de sólo unas décimas de voltio para cada rectificador. Es posible ampliar este campo mediante una selección cuidadosa de los rectificadores, o mediante el uso de dispositivos electrónicos complicados. El límite inferior viene impuesto, generalmente, por el ruido, la deriva y la variación de la conductividad con la temperatura. Así que el campo que se puede cubrir, efectuando la medición en base al valor eficaz, es muy limitado. RECTIFICADORES DE VALOR MEDIO. Si la tensión que se aplica en los extremos del rectificador es s,uficientemente alta, la intensidad que fluye en un sentido es muchas veces superior a la que lo hace en el contrario. Por ejemplo, en un rectificador de germanio, del tipo 1N34A, la corriente es de 8 mA cuando se aplica 1 V en un sentido y de sólo 4 ¡LA cuando se aplica en sentido contrario. (Los sentidos de aplicación se llaman directo e inverso, respectivamente.) Esta elevada razón de conductividad, superior a 1000: 1 no es infrecuente. Para algunos tipos de rectificadores, como los diodos de silicio, o los de válvulas, el cociente es, incluso, mayor. Así, pues, en muchos circuitos, a estas tensiones los diodos se pueden considerar como conmutadores,
* Excepto para ondas de frecuencias tan bajas que la resistencia del bolómetro cambie apreciablemente de valor cuando la onda pase por el valor cero. 577 37
que' se "Cierran cuando sé les aplica una tensión en sentido' directo y se abren cuando se les aplica en sentido inverso25• Cuando se conecta un rectificador, bajo las condiciones antes dichas, a una resistencia y a un medidor de corriente continua, el resultado es un instrumento indicador del valor medio de media onda. Se llama de «media onda»' porque sólo se mide la parte de la onda cuya polaridad es la correspondiente al sentido direCto del rectificador. El resto es bloqueado, debido a la alta impedáncia del rectificador en sentido inverso. Si la resistencia en serie es suficientemente elevada, en comparación con la resistencia del rectificador en sentido directo, la corriente que atraviese el medidor será directamente proporcional a la tensión de la onda aplicada en sentido directo. El valor medio de la intensidad que indique el instrumento será, por tanto, una medida del valor medio de la onda aplicada rectificada. 26 Si se desea obtener el valor medio de la onda rectificada, tomando como base ambas mitadas de la onda, puede utilizarse un puente rectificador de onda completa, como el que se muestra en la figura 16.14.
MEDIDOR
FIG. 16.14. Esquema del circuito de un puente rectificador de onda completa usado en un medidor de valor medio de la onda rectificada.
Los ~ircuitps de medición del valor medio de la ond,a rectificada se pueden fabricar fácilmente para que cubran un amplio campo de niveles. de señal; se pueden hacer estables, relativamente insensibles a los cambios de temperatura, suficientemente precisos, sensibles y de bajo costo. Estas características han hecho que este tipo de circuitos se use profusamente en los inst~umentos de medida de ruidos. . RECTIFICADOR
R
MEDIDOR
16.15. Esquema de un circuito de medición de valores de pico.
FIG.
RECTIFICADORES .DE PICO. Si un rectificador se conecta en serie con un condensador, según el esquema de la figura 16.15, la diferencia de potencial entre las bornas del condensador tenderá a aproximarse al valor de pico de la onda de tensión que se aplique. 27 No se alcanzará el valor de pico, porque ningún rectificador es perfecto y porque parte de la carga del condensador se pierde al medir su tensión. No obstante, estos rectificadores de pico se pueden hacer de tal manera que, para muchas formas de onda, la medida
578
obtenida sea muy pr6xima al valor de pico, con un error inferior, por ejemplo, a 1 db. Sin embargo~ esta característica no es aplicable al ruido aleatorio, como ya se explic6 previamente. Los rectificadores de pico se usan mucho en mediciones eléctricas, ya que es fácil conseguir que sus características sean prácticamente independientes de la frecuencia de la onda de tensi6n aplicada para un campo de frecuencias extraordinariamente amplio. Con todo, esta característica no es tan importante en el caso del limitado campo de frecuencias de interés en las medidas de ruido acústico. Otras características importantes son la uniformidad y la estabilidad, ya que poseen una considerable independencia respecto a los cambios de la temperatura ambiente. Medidores de impactos sonoros
Se han desarrollado algunos instrumentos especializados en la medida de impactos sonoros28• Se basan en los circuitos de medida de pico * y con ellos se pretende simplificar las medidas que se deberían hacer normalmente con un osciloscopio de rayos catódicos. Utilizan un amplificador con una impedancia de salida muy baja para alimentar un rectificador, mediante el que se carga un condensador en una fracción de milisegundo hasta el valor de pico del impacto. Este nivel máximo se almacena durante algunos segundos en el condensador, pudiendo leerse su valor mediante un voltímetro electrostático. A la vez que se carga el condensador de pico, se obtiene una especie de valor promediado en el tiempo mediante un segundo sistema rectificador-condensador, que se carga mediante el mismo amplificador, pero en un período de tiempo superior. La diferencia de nivel entre el valor de pico y el valor promediado en el tiempo es una medida de la duraci6n del impacto.
REGISTRADORES
El sistema de lectura de un medidor de nivel sonoro es, generalmente, un instrumento indicador, como una aguja, que señala un valor sobre una escala. Si se desea obtener un registro permanente o una supervisi6n continua del nivel, se suele sustituir (o complementar) el instrumento indicador por un registrador. Hay registradores de muy diversos tipos,29 pero el utilizado con más frecuencia en mediciones de ruido es el registrador gráfico de nivel, que se describirá en primer lugar. Se han desarrollado muchos otros registradores, especialmente para su uso en los campos de control de procesos industriales, medidas de vibraciones, exploración geofísica y medidas eléctricas. Uno de ellos es el registrador de bobina móvil, que también se describirá por ser adecuado para hacer medidas de ruido. • La lista de fabricantes de medidores de impactos que se ofrece a continuación no es necesariamente completa, ni los instrumentos están forzosamente recomendados por los autores: General Radio Co., Cambridge, Mass.; Hermon Hosmer Scott, Inc., Cambridge, Mass.
579
SOS/NA POTENCIOMETRO LOGARITM/CO
~
MOTOR
~
~~
~~ ~"""-'--+-----------' ~-
ABe
~~
~8
FIG. 16.16.
Esquema simplificado de un registrador gráfico de nivel basado en el desplazamiento de una bobina en un campo magnético.
Registrador gráfico de nivel
Un registrador gráfico de nivel es un voltímetro registrador con escala .logarítmica *. Normalmente es un servomecanismo, y uno de los modelos30 funciona según el diagrama de bloques de la figura 16.16. La señal se conecta a un divisor de tensión de tipo resistivo, denominado potenciómetro; la tensión que sale de éste se amplifica y se convierte en una tensión continua, proporcional a alguna característica de la señal de entrada, como el valor eficaz, el valor medio de la onda rectificada o el valor de pico. La tensión continua se amplifica y se utiliza para alimentar una bobina móvil, situada en un fuerte campo magnético. La bobina está acoplada mecánicamente al brazo móvil del potenciómetro y también a una plumilla, que traza el gráfico en un papel. La tensión aplicada a la bobina móvil está contrapesada por una tensión fija de referencia. Si la tensión continua producida por la señal es menor que la tensión de referencia, la corriente neta que atraviesa la bobina producirá una fuerza, que tenderá a mover el brazo del potenciómetro. El sistema se conecta de forma que la dirección de la fuerza sea tal, que el movimiento del brazo incremente la tensión de la señal hasta que se akance el equilibrio. Si sucede lo contrario, es decir, que la tensión continua producida por la señal sea demasiado grande, el sistema se moverá en la dirección opuesta hasta que se alcance el equilibrio. La posición del brazo del potenciómetro y, en consecuencia, la de la plumilla, es una medida de la señal aplicada. Si el potenciómetro está hecho para
* La lista de fabricantes de registradores gráficos de nivel, que se ofrece a continuación, no es necesariamente completa, y los registradores no están recomendados forzosamente por los ~utores: Brüel & Kjaer, Naerum, Dinamarca (Brush Electronics Co., Cleveland, Ohio); Radioneter, Copenhague, Dinamarca; Rohde & Schwarz, Munich, Alemania; Siemens & Halske, Munich, Alemania; Sound Apparatus Co., Sterling, N. J. 580
que la división de tensión esté relacionada logarítmicamente con la posición, la escala en el papel de registro se puede dividir de forma uniforme para que señale el nivel en decibelios. El papel registrador se mueve con velocidad uniforme en dirección perpendicular al movimiento de la plumilla. La combinación del movimiento uniforme del papel en una dirección y la traza del nivel de tensión en la dirección perpendicular produce una grabación del nivel de tensión en función del tiempo en coordenadas rectangulares. Las escalas de las coordenadas vienen determinadas por la velocidad del papel y el campo abarcado por el potenciómetro. La velocidad del papel se puede seleccionar mediante un tren de engranajes, situado entre el motor y el tambor de arrastre del papel. Se dispone de varios potenciómetros intercambiables, así que puede elegirse un campo de variación de los niveles de tensión de 10, 25, 50 75 db, por ejemplo. El servomecanismo hace posible, incluso, una grabación en la que la curva de variación de la respuesta con la frecuencia cambie con el nivel. Por ejemplo, se han fabricado potenciómetros en los que la variación de la respuesta se produce de acuerdo con los niveles de las curvas isosónicas. Cuando el registrador gráfico de niveles se conecta a la salida de un medidor de nivel sonoro, ajustando adecuadamente su sensibilidad, graba el nivel de presión sonora en funció~ nel tiempo. También se puede usar para grabar otras variables. Por ejemplo, si se conecta a la salida de un analizador de espectro y el analizador se va ajustando a las diferentes frecuencias de su campo en función del tiempo, la grabación será un análisis de la señal de entrada al analizador. En una versión de este tipo de registrador gráfico de nivel, el control de la velocidad y las características dinámicas de la aguja indicadora se obtienen utilizando una pequeña bobina auxiliar, montada al lado de la de tracción. La tensión que se induce en esta bobina al moverse se realimenta al bucle del servo para efectuar dicho control. Los elementos móviles se hacen muy ligeros y se usa un fuerte campo magnético y una bobina tractora con alta ganancia, lo que posibilita una alta velocidad de grabación. Por ejemplo, en una versión, se puede recorrer toda la escala del potenciómetro en menos de 1/20 seg. Cuando se usa un potenciómetro de amplio margen, el registrador es suficientemente rápido para grabar la variación de nivel de muchos sonidos transitorios. Se han desarrollado otros tipos de registradores gráficos de nivel. Uno de los primeros, cuyos fundamentos se muestran en la figura 16.17, utiliza un embrague especial electromagnético para controlar la conversión del movimiento de rotación del motor de arrastre en movimiento lineal del deslizador sobre el potenciómetro.3I Estos embragues forman parte de un servomecanismo en el que están incluidos el potenciómetro, un amplificador y los rectificadores. Con el fin exclusivo de simplificar alguno de los circuitos, varios registradores gráficos de nivel usan rectificadores de valor de pico. Cuando se hace esto, conviene saber en cuánto excede dicho valor al eficaz para un ruido aleatorio, comparándolo con una onda senoidal. Así será más fácil interpretar
°
581
DISCOS DE HIERRO,
AMPLIFICADOR C.A
"RECTIFICADORES
AMPLIFICADOR C.C. BALANCEADO
ENTRADA e.ALTERNA
16.17. Esquema simplificado de un registrador gráfico de nivel basado en un embrague magnético. FIG.
las medidas registradas y compararlas con las obtenidas mediante otros instrumentos. Registrador de bobina móvil
Un tipo importante de instrumento de grabación es el registrador de bobina móvil (véase la Fig". 16.8). Es un instrumento, relativamente potente, a"e Imán permanente y bobina móvil, que lleva, en lugar de una aguja indicadora, una plumilla, "que escribe sobre un papel. Estos registradores se dise-
FIG. 16.18.
Dibujo simplificado de un registrador de bobina móvil.
ñan n:or~almente .para que su desviación sea directamente proporcional a la corriente, de forma que no indican el nivel en decibelios en una escala uniforme. En la calibración final del papel registrador deberá tenerse en cuenta el sistema de rectificación empleado. Normalmente, los registradores de, bobina móvil de alta velocidad van provistos de amplificadores de potencia, ya que requieren una gran corriente para que tengan una desviación apreciable que les haga suficientemente sensibles para una utilización general. Una versión del registrador de bobina móvil es el registrador «sin tintaD, cuyo sistema electromotor es básicamente el de un instrumento de imán permanente y bobina móvil. Sin embargo, puede ser un instrumento de gran sensibilidad, puesto que el mecanismo no requiere que la bobina mueva una
582
plumilla trazadora. En su lugar, la grabación se obtiene mediante un dispositivo que, periódicamente, hace que la punta indicadora presione sobre el papel de grabación a través de un papel carbón o una cinta entintada (véase la Fig. 16.19). Se obtendrá un registro formado por una serie de puntos, que representan muestras periódicas de la desviación del indicador. Aunque la frecuencia de muestreo no sea muy rápida (dos muestras por segundo como máximo), normalmente es adecuada cuando las grabaciones se efectúan en períodos largos de tiempo. Este tipo de registrador presenta las ventajas de su elevada sensibilidad, bajo coste relativo y, en comparación con otros, poco
16.19. Dibujo simplificado de un registrador sin tinta. La muestra de registro de la parte inferior derecha es un ejemplQ del modo de registro discontinuo. FIG.
o o
PAPEL DE GRA8ACION
1{" REGISTRO-
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o o o o o o o o o o
peso. Debido a estas cualidades, se le ha utilizado frecuentemente para efectuar medidas de ruido en largos períodos de tiempo, conectado a un medidor de nivel sonoro a través de un sistema sencillo de amplificador y rectificador. Para obtener registros con escala uniforme de niveles empleando estos registradores lineales, no hay más que utilizar amplificadores con una relación logarítmica entre la señal de entrada y la de salida. 32 Corrientemente, la relación logarítmica se obtiene mediante una amplificación efectuada antes de rectificar la onda, puesto que el amplificador se diseña para el uSQ exclusivo con' señales senoidales. Cuando el amplificador se use con señales cuya forma de onda no sea senoidal, la relación entre la entrada y la salida puede que no sea exactamente logarítmica, lo que hace que la precisión del sistema esté seriamente limitada en el caso de grabación de ruidos, ya que las señales más frecuentes en este caso no suelen ser senoidales.
MAGNETOFONOS
Descripción
Un magnetófon033 es un dispositivo para almacenar una señal eléctrica *. La señal se graba mediante variaciones del estado magnético de partículas de óxido de hierro finamente divididas que recubren una de las caras de una
* Existen ientos de modelos diferentes de magnetófonos. La mayoría están diseñados. para un uso en aplicaciones no críticas, como la grabación de la voz o de la música en casa. Los magnetófonos de esta clase de mayor calidad se han empleado con éxito 583
cinta de plástico. Como puede verse en la figura 16.20, consta de las siguientes unidades básicas: un mecanismo de arrastre de la cinta, una cabeza de grabación magnética, una cabeza de reproducción, otra de borrado, un oscilador de polarización, amplificadores y redes ecualizadoras. Los carretes se usan para facilitar el almacenamiento y manejo de la cinta, que puede tener una longitud de cientos e, incluso, miles de metros, aunque, normalmente, la anchura es sólo de 1/4 de pulg (6,35 mm) y el espesor del orden de 0,025 mm.
CARRErEOE ALIMEN7ACION
CARRErE DEREC06lDA
CINrA MASNE,-,-r.-='I(:-=A_~a.~ _ _ _ _-.:..:.R;:::ODILLO
SiJlA OELA CIN ...:...;r.;..:;;:4'--_ _~ CAMINO SESiJRO· ¡}OR LA CINrA CABEZA DE BORRADO
~~CONJiJNrO
DE CABEZAS
_ _ _...JRa..!ODlLLO MOTOR CABEZA DE REPRODiJCCION CABEZA oc 6RABACION
SISTEMA DE MOVIMIENTO DE LA CINTA
SISTEMA AMPLIFICADOR DE REPRODUCCION
FIG. 16.20.
Elementos básicos de un magnetófono.
La cinta se sitúa en el magnetófono de manera que el recubrimiento de óxido esté en el lado de las cabezas magnéticas. La cinta, al ser movida de uno a otro carrete por la acción de un rodillo de tracción * del mecanismo de arrastre, pasa por delante de unos pequeños entrehierros de las cabezas magnéticas. La velocidad de la cinta, normalmente, es de 30, 15, 7 1/2 o 3 3/4 pulg/seg (76,2; 38,1; 19,05, o 9,52 cm/seg) **. La señal eléctrica se amplifica antes de ser grabada y pasa por una red de ecualización para acentuar su energía de alta frecuencia. La señal, ya amplificada, se aplica a la cabeza de grabación, junto con la señal procedente del oscilador de polarización, que, frecuentemente, funciona a una frecuencia de 100 KHz, o aún mayor, en el caso de magnetófonos de gran calidad. La señal del oscilador de polarización se utiliza para mejorar la linealidad para el control de ruido, pero para el trabajo sobre ruidos en general es preferible usarlos del tipo profesional o de estudio, como se explica en el apartado Características. • Es frecuente utilizar en textos españoles el término inglés «capstan», que carece de traducción precisa, para hacer referencia a este tipo de rodillos. (N. del r.) .. La velocidad de desplazamiento de la cinta se suele expresar, tanto técnica, como comercialmente, en unidades anglosajonas. (N. del r.)
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de este sistema de grabación, ya que se emplean en la grabación materiales magnéticos no lineales. La utilidad de esta técnica es tal que, en un magnetófono de gran calidad, adecuadamente ajustado, el campo de funcionamiento lineal puede sobrepasar los 50 db. La cinta, antes de grabarse, pasa por la cabeza de borrado, que está excitada por una corriente de alta frecuencia, procedente del oscilador de polarización. Esta operación desmagnetiza las partículas magnéticas de la cinta, de forma que queda borrada cualquier señal que hubiera sido grabada anteriormente. Cuando se va a reproducir la señal grabada, se desconecta el oscilador de polarización para que no se produzca un borrado de la cinta cuando ésta pasa por delante de las cabezas. Cuando la cinta pasa por delante del entrehierro de la cabeza reproductora, se induce una tensión en el arrollamiento de dicha cabeza debido a que las partículas de la cinta están magnetizadas. Esta tensión inducida se amplifica, modificándose la ganancia relativa, que es función de la frecuencia, mediante redes eléctricas para conseguir una curva de variación de la respuesta global con la frecuencia que sea lo suficientemente uniforme en el campo de las frecuencias audibles. Esta respuesta global es el cociente entre la tensión de entrada al amplificador de grabación y la tensión de salida del amplificador de reproducción. Características
Aunque los magnetófonos de gran calidad son aptos para muchas aplicaciones de control de ruido, sus características no son las ideales. Aquí se considerarán algunas de estas limitaciones bajo los siguientes encabezamientos: variación de la respuesta con la frecuencia, fluctuación, ruido y zumbido inherentes, distorsión y efecto de calco.
Variaci6n de la respuesta con la frecuencia. La uniformidad de la respuesta al variar la frecuencia depende de la velocidad de la cinta, anchura del entrehierro magnético, alineación del entrehierro, naturaleza del contacto entre la cabeza y la cinta, tipo de cinta, redes de ecualización y respuesta del amplificador. Los magnetófonos con velocidad de la cinta de 15 pulg/seg se ajustan normalmente para que la fluctuación de la respuesta, desde los 50 a los 15 000 Hz, sea inferior a los 3 db; también logran esta respuesta algunos con velocidad de 7,5 pulg/seg. Se suele preferir que la velocidad de la cinta sea elevada, ya que de esta forma es más fácil mantener una buena respuesta a las altas frecuencias. Fluctuaci6n de la frecuencia. La cinta no se desliza delante de las cabezas magnéticas a una velocidad suficientemente uniforme, lo que produce una modificación en la señal reproducida. Si se graba un tono puro, estas fluctuaciones producen una variación en la frecuencia de salida, a la que se suele hacer referencia con la palabra inglesa «flutterD. A menos que estas fluctuaciones sean muy pequeñas, se hacen audibles al reproducir ciertos tipos de sonidos. Asimismo, pueden hacer difícil, e incluso imposible, el uso de anali585
zadores de banda estrecha para buscar las componentes discretas del sonido registrado, como se verá más adelante en este mismo capítulo. Por consiguiente, para una aplicación de tipo general de grabación de ruidos, sólo deberían usarse magnetófonos de la mejor calidad. De esta manera, sería posible obtener valores de fluctuación inferiores al 0,25 por 100 y mantenerlos durante períodos de tiempo largos; siendo este valor generalmente satisfactorio. Cuando los magnetófonos se utilizan fuera del laboratorio, es necesario, en ocasiones, el uso de una batería y un convertidor para proporcionarles energía. Este sistema sirve, además, para reducir al mínimo las fluctuaciones en la velocidad de la cinta. Ruido y zumbido inherente. El ruido inherente o propio de un magnetófono depende de muchos factores, como el diseño y ajuste de un amplificador, la distorsión del oscilador de polarización, la existencia de campos magnéticos externos y el tipo de cinta que se use. También puede contribuir como ruido inherente una señal espúrea procedente de la alimentación, que produce un «zumbido» característico, a menos que el diseño del magnetófono se haga cuidadosamente, en particular, en cuanto a la protección magnética de la cabeza reproductora. Parte del ruido de un magnetófono puede aparecer sólo cuando está presente una señal. En general, para la mayor parte de las aplicaciones de grabación de ruidos, es perfectamente tolerable el nivel de ruido de un magnetófono de calidad. Distorsión. El máximo nivel para el que el funcionamiento del magnetófono es esencialmente lineal viene impuesto por diversos factores, como el tipo de cinta que se emplee, la señal del oscilador de polarización, el funcionamiento del amplificador, las redes de ecualización y la distribución, en función de la frecuencia, de la energía de la señal que vaya a grabarse. Mientras que este nivel de distorsión fija un límite superior al campo de los niveles de señal que pueden tratarse satisfactoriamente, el nivel de ruido inherente marca el límite inferior. Este campo se suele llamar dinámico, siendo en los magnetófonos de calidad de 50 db como mínimo, lo que por otra parte es adecuado para la mayoría de las finalidades de la grabación de ruidos. El límite de distorsión puede variar apreciablemente con la frecuencia, a causa de los sistemas de ecualización. Cuando un magnetófono está ecualizado para dar una buena respuesta a 15 KHz, si la velocidad de la cinta es' d~ 19 cm/seg, el campo dinámico para las frecuencias más altas puede ser apre-' ciablemente menor que el de un magnetófono con una velocidad de la cinta de 38 cm/seg. Efecto de calco"'. Las vueltas adyacentes de un carrete de cinta magnética pueden afectarse mutuamente a causa de la magnetización de sus partículas. En consecuencia, se puede transferir parte de la información, dando lugar a la aparición de «ecos». Obviamente, éstos pueden ir adelantados o retrasados, y el proceso por el que se producen se suele llamar efecto de
* En inglés, «Print Through». 586
(N. del T.)
calco. Generalmente, el nivel de estos ecos se puede mantener inferior al del ruido inherente, siempre que el nivel de grabación se mantenga por debajo del punto de distorsión, que se evite la exposición de la cinta magnética a campos magnéticos y que no se la someta a temperaturas altas. Estas precauciones son particularmente importantes si se usan cintas finas. Grabación estereofónica
Algunos magnetófonos pueden grabar simultáneamente dos señales diferentes en la misma cinta. Es posible simular las condiciones de escucha normal de una persona con dos oídos, grabando por separado las señales de salida de dos micrófonos separados de 15 a 20 cm. Estas señales se pueden reproducir separadamente en un casco con dos auriculares, consiguiendo un efecto de realismo superior al que se puede lograr mediante una sola señal. Este tipo de grabación puede ser útil si se van a realizar pruebas subjetivas sobre el ruido. Bucles de cinta
La cinta grabada se puede cortar en muestras que contengan el ruido a estudiar. Los extremos de estas muestras se pueden unir para formar bucles de modo que el ruido se pueda reproducir repetidamente para facilitar las medidas de la señal grabada.
ANALIZADORES DE ESPECTRO
Como se explicó en el capítulo 2, una característica importante del ruido es la distribución de la energía en el espectro de frecuencias. El proceso para determinar esta distribución se llama análisis o análisis espectral, .para el que se emplean unos instrumentos llamados analizadores,34 analizadores de espectro o analizadores de frecuencias. Un analizador * está compuesto básicamente por un' juego o sistema de filtros eléctricos y un voltímetro electrónico de elevada sensibilidad, que indica la energía relativa que pasa por el filtro. Estos elementos pueden estar separados o combinados en un único instrumento. Un analizador recibe diver- . • La siguiente lista de compañías fabricantes de analizadores usados en mediciones de sonidos, no es necesariamente completa, ni los analizadores están nece~ariamente recomendados por los autores: En los Estados Unidos, Allison Laboratories, Puente, California; Brush Electronics Company, Cleveland, ahio; General Radio CQmpany, Cambridge, Mass.; Gertsch Products, Inc., Los Angeles, Calit.; Kay Electric Ca., Pine Brook, N. J.; Herman Horsmer Scott, Inc., Cambridge, Mass.; Hewlett-Packard Company, Palo Alto, Calif.; Panoramic Radio Products, Inc., Mount Vernon, .N. Y.; Tecno Instrument Co., Los Angeles, Calif.; Western Electro-Acoustic Laboratory, Los Angeles, California. En Europa, Brüel & Kjaer, Naerum, Dinamarca; Dawe Instruments, Ud., Londres, Inglaterra; Muizhead & Co., Ud., Bechenhan, Kent, Inglaterra; Radiometer, Copenhague, Dinamarca; Rohde & Schwarz, Munich, Alemania; Siemens & Halske, Munich, Alemania.
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sos nombres según el tipo de filtro que utilice. ASÍ, si un analizador posee un juego de filtros de paso de bandas de una octava, se le llama analizador de bandas de una octava. El filtro se diseña para reducir el nivel de los componentes del ruido que tengan frecuencias situadas fuera de las del paso de banda deseado, respecto al nivel de los componentes con frecuencias dentro de dicho paso de banda. Esta acción selectiva del filtro se basa en las variaciones de la impedancia o de las respuestas eléctricas al variar la frecuencia, conseguidas por medio de combinaciones de inductancias (bobinas), condensadores y resistencias, que son los componentes usados en el filtro. Se pueden construir filtros altamente selectivos mediante una combinación adecuada de un número suficiente de estos componentes. Los diversos pasos de banda de un único analizador se consiguen por medio de diferentes combinaciones de los valores de los componentes, obtenidas al actuar un conmutador o al ajustar uno o más elementos variables del filtro. También se pueden construir filtros selectivos usando solamente dos clases de componentes eléctricos; por ejemplo, resistencias y condensadores; en este caso, es frecuente el uso de amplificadores electrónicos formando parte del filtro, de manera que la respuesta del mismo depende de la ganancia del amplificador. Este tipo de filtros se denominan activos, en contraposición de los formados por resistencias, bobinas y condensadores, que se denominan pasivos. Aunque los analizadores contienen, normalmente, amplificadores, el sistema de filtro del analizador no es activo, a menos que el amplificador forme parte del filtro, como se ha establecido previamente. Otro tipo de filtro activo empleado en el análisis de sonidos lleva incorporado un circuito detector de cero en el bucle de realimentación negativa de un amplificador,35 como puede verse esquemáticamente en la figura 16.21. SEÑAL DE ENrRADA
16.21. Diagrama de bloques de un analizador que utiliza como realimentación negativa un circuito detector de cero.
FIG.
El amplificador posee una ganancia uniforme en un amplio campo de frecuencias, mientras que los elementos del circuito detector de cero se ajustan para que haya una gran atenuación de las componentes de determinada frecuencia. El resto de las componentes de la señal que carezcan de frecuencias próximas a la del circuito resonante pasan a través de él sin que varíen apreciablemente. Como resultado de esta curva de respuesta, la ganancia del amplificador permanece invariable a la frecuencia de resonancia, mientras que se reduce la ganancia para las restantes frecuencias. La respuesta neta es la de 588
un filtro de paso de banda cuya anchura de banda está determinada por la respuesta de la red de resonancia y la ganancia del amplificador. De esta manera se consiguen anchuras de banda de s610 un 2 por 100 en los instrumentos comerciales, incluso cuando s610 se usan resistencias y condensadores. Además se han construido instrumentos que son ajustables hasta una frecuencia de 2,5 Hz, 10 que es inalcanzable con un filtro pasivo de tamaño razonable. Analizadores de bandas de una octava
Los analizadores de bandas de una octava disponen generalmente de la siguiente serie de pasos de banda: de 75 a 150 Hz, de 150 a 300 Hz, de 300 a 600 Hz, de 600 a 1200 Hz, de 1200 a 2400 Hz y de 2400 a 4800 Hz. Los extremos superior e inferior del espectro audible se completan con un filtro de paso-bajo *, que alcanza los 75 Hz, y con un filtro de paso-alto *, con frecuencia de corte de 4800 Hz. Esta serie ha sido normalizada en los Estados Unidos (normas ASA Z24.10-1953). En la figura 16.22 se muestra un 10
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FIG. 16.22. Variación de la respuesta con la frecuencia de los ocho filtros de un analizador de bandas de octava.
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conjunto de curvas de respuesta típicas para el citado juego de filtros. Estas curvas muestran gráficamente la divisi6n del campo audible en ocho bandas. Otra serie de bandas de una octava usada frecuentemente es la siguiente: de 50 a 100 Hz, de 100 a 200 Hz, de 200 a 400 Hz, de 400 a 800 Hz, de 800 a 1600 Hz, de 1600 a 3200 Hz y de 3200 a 6400 Hz. Algunos realizadores sirven para efectuar medidas con ambas series de bandas, mientras que otros pueden ser ajustados de forma continua para cubrir todo el campo audible.
* El término «paso-bajoD se utiliza para designar un filtro que deja pasar las señales de frecuencia inferior a la de corte; análogamente, un filtro de «paso-alto" deja pasar las señales de frecuencia superior a la de corte. 589
Analizadores de media ~ctava y de un tercio de octava
Cuando el análisis con bandas de una octava no es lo suficientemente detallado, se suele intentar hacerlo con bandas más estrechas. Estas bandas pueden tener una anchura de media octava, de un tercio de octava, o, incluso, pueden ser más estrechas. Las bandas de los analizadores de un tercio de octava están ordinariamente centradas en una serie numérica, normalizada en muchos países y compuesta por 1; 1,25; 1,6; 2; 2,5; 3,15 (3,2); 4; 5; 6,3; 8, Y el producto de estos mismos números por cualquier potencia entera de 10. Analizadores de anchura de banda proporcional y de banda estrecha
También. se utilizan analizadores con pasos de banda más estrechos que un tercio de octava, especialmente si se desean hacer mediciones de componentes discretos. Cuanto más estrecho sea el paso de banda, más claramente definidos aparecerán los componentes discretos del ruido en el análisis (véase el Cap. 2). Cuando sólo se pretende conocer el nivel de ciertos componentes, puede suponer una ventaja considerable emplear un analizador con pasos de banda muy estrechos, en especial si deben distinguirse componentes con frecuencias muy parecidas. Además, el uso de analizadores de banda estrecha hace posible, a menudo, la determinación de la frecuencia de un componente, lo que puede tener una utilidad excepcional para el descubrimiento de la causa del ruido. Por ejemplo, esta frecuencia puede estar relacionada con la velocidad de rotación de un eje, la frecuencia de engranaje de un diente de una rueda dentada, o la frecuencia de una hélice (véanse los Caps. 23, 25, 27 Y 30).'
Los analizadores de bandas más estrechas que un tercio de octava poseen, normalmente, un ajuste de frecuencia continuo. En otras palabras, disponen de controles para poder ajustar la frecuencia central del paso de banda a cualquier valor dentro del campo del instrumento. Analizadores de anchura de banda constante
Otro tipo de analizadores tiene una anchura de banda constante, expresada en ciclos por segundo, y ajustable, dentro del campo de las frecuencias audibles, por el principio de la heterodinación. Los elementos de un analizador heterodino típico se muestran en la figura 16.23. Son un mezclador, un oscilador, un filtro y un voltímetro electrónico. La señal del ruido es transformada en la etapa mezcladora, de forma que las frecuencias de todos los SEÑAL DE ENTRADA DISPOSITIVO INDICADOR
FIG. 16.23.
590
Elementos básicos de un analizador heterodino.
componentes del ruido se incrementan en una cantidad igual a la frecuencia que el oscilador proporciona al mezclador. La señal transformada se pasa a través de un filtro de alta selectividad, por ejemplo, un filtro con una frecuencia central de 50000 Hz y una anchura de banda de 10 Hz. La señal de salida del filtro se mide mediante un voltímetro electrónico de elevada sensibilidad. Si, por ejemplo, la frecuencia del oscilador es de 49 000 Hz, pasarán a través del filtro los componentes de la señal del ruido comprendidos entre 995 y 1005 Hz, cuyo nivel será indicado por el voltímetro. El mando de ajuste del oscilador se calibra en función de la frecuencia de la señal de entrada que ha de pasar por el filtro. La selectividad del analizador heterodino viene determinada por las características del filtro fijo. En algunos instrumentos este filtro es de elevada selectividad y emplea elementos filtrantes de cristal de cuarzo;' en otros está constituido por una serie de filtros inductivo-capacitivos. Estos filtros inductivos-capacitivos se hacen más selectivos en algunos instrumentos mediante una realimentación electrónica. Para el análisis de ruidos es aconsejable, en general, disponer de un paso de banda de una anchura comprendida entre 25 y 50 Hz, aunque puede ser más útil que la anchura de banda sea ajustable según las circunstancias de cada caso en particular. Atenuación limitada. Anchura de banda efectiva
Generalmente, se supone que el filtro o analizador ideal tiene una curva característica de transmisión o respuesta uniforme para señales con frecuencias comprendidas dentro del paso de banda y que carece de respuesta fuera de dicho paso de banda. A efectos prácticos, la respuesta es suficientemente uniforme dentro del paso de banda, pero fuera del mismo no es igual a cero. En otras palabras, todas las señales componentes aportan una contribución a la señal de salida del filtro. El filtro se diseña para reducir las contribuciones no necesarias tanto como sea preciso. El grado en que un determinado filtro cumple lo anterior se puede deducir dibujando un gráfico de la curva característica de respuesta del filtro. La curva de respuesta se utiliza para ayudar a interpretar los resultados del análisis. Muestra, por ejemplo, si una componente intensa influye en los niveles del campo de frecuencias próximas a la suya. En el ejemplo de la figura 2.12, la componente de 120 Hz perturba el análisis desde los 100 a los 150 Hz, siendo los valores que se observan, para las frecuencias comprendidas entre las dos anteriores, una curva típica de respuesta del analizador. En los analizadores de bandas discretas se obtiene un resultado similar. Sólo es posible evitar la influencia que una componente intensa en una banda ejerce en las bandas adyacentes, mediante una atenuación de la propia componente. La atenuación pone un límite al campo de variación de los niveles que pueden medirse mediante el analizador. Por ejemplo, si un analizador tiene una atenuación máxima de 30 db, el margen total de variación de los 591
niveles de las señales componentes que pueden medirse es de 30 db, que no es suficiente para la mayor parte de los análisis de ruido. Si la energía del sonido está distribuida a lo largo del campo de frecuencias de forma fundamentalmente continua, se emplea a veces el concepto de anchura de banda efectiva36 para tener en cuenta la contribución a la señal de salida del filtro de las componentes externas a la anchura de banda nominal. La anchura de banda efectiva se calcula, generalmente, mediante un gráfico, hecho en papel milimetrado, de la curva de variación de la respuesta del filtro con la frecuencia. La respuesta se dibuja en función del cuadrado del cociente, de la tensión de salida a una determinada frecuencia respecto a la tensión máxima de salida (véase la Fig. 2.24). El área situada por debajo de esta curva es la anchura de banda efectiva del filtro. ~ 1.0r----r__7""""--..;z=---:::o~r__-____,
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FIG. 16.24.
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1100 HERTZIOS
Curvas características de dos filtros que representan el cuadrado de la respuesta relativa en función de la frecuencia. El área situada debajo de cada curva es proporcional a la anchura de banda del filtro correspondiente. La medida de las áreas de la figura muestra que el filtro de banda más ancha tiene una anchura de banda de 224 Hz y el de banda más estrecha, de 70 Hz.
En los analizadores más modernos, la anchura de banda efectiva sólo es ligeramente superior a la nominal. Esta anchura de banda nominal es, generalmente, la diferencia entre las dos frecuencias en las que la respuesta es 3 db menor que la máxima respuesta del paso de banda. Separación de componentes
Las limitaciones de un analizador para distinguir las diversas componentes de un ruido se pueden ver mediante los siguientes ejemplos. Para un analizador de banda de una octava, las componentes fundamental y del segundo armónico se pueden distinguir si están situadas en el centro de dos bandas consecutivas. Pero pueden estar en los dos extremos de una banda, y en ese caso el nivel de las dos componentes no estaría definido con claridad. Sin embargo, la medida de las bandas adyacentes podría ayudar a encontrar ambos niveles. Las componentes del segundo y tercer armónico estarían situadas, por lo general, en la misma banda, por lo que se podrían distinguir. Basándonos en lo anterior, podríamos clasificar el analizador de bandas de una octava como apto para distinguir los armónicos fundamental y segundo. Asimismo, un analizador de media octava puede separar los armónicos segundo y tercero y uno de un tercio de octava puede separar los armónicos tercero y cuarto. Continuando con el ejemplo, si se desea separar las componentes de los armónicos noveno y décimo, sería preciso usar un analizador con un paso de banda inferior al 10 por 100 de la anchura total. La capacidad de un analizador de anchura de banda constante para dis592
tinguir dos componentes de la señal, depende de la diferencia de las frecuen· cias de las componentes y no del cociente de las mismas. Si un analizador fuera capaz de separar una componente de 30 Hz y su segundo armónico de 60 Hz, también sería capaz de separar los armónicos 75 y 76 de 2250 Hz y 2280 Hz, respectivamente. Naturalmente, se supone que el nivel de estas componentes es suficientemente alto para ser observable. Frecuencia fluctuante
El ruido de muchos dispositivos, como, por ejemplo, las máquinas rotativas, tiene componentes cuyas frecuencias varían apreciablemente a lo largo del tiempo. Esta inestabilidad de la frecuencia es un factor que puede fijar un límite inferior a la anchura de banda que puede utilizarse para obtener un nivel preciso de la componente. Es decir, si la frecuencia varía tanto que durante parte del tiempo que dura la medición se encuentra fuera del paso de banda, el nivel medio indicado será menor que el nivel real. Esta variación de la frecuencia es frecuentemente la misma para todas las componentes de un ruido. Es decir, si la componente de 30 Hz tiene una fluctuación de 0,1 Hz, 10 más probable es que la componente de 300 Hz posea una fluctuación de 1 Hz. En estas condiciones, un amplificador de anchura de banda proporcional tendría el mismo límite de anchura de banda para cada componente. Si el paso de banda fuera suficientemente ancho para la señal de 30 Hz, también lo sería para la de 300. Cuando se analiza una señal grabada en cinta, la fluctuación de la velocidad del magnetófono producirá una variación de la frecuencia de las componentes del ruido. Esta fluctuación deberá ser, normalmente, inferior a 0,1 o 0,2 por 100, en el caso de magnetófonos de calidad, 10 que, para la mayoría de los analizadores, es una fluctuación perfectamente tolerable. El porcentaje de fluctuación tolerable en un analizador de anchura de banda constante varía con la frecuencia de la señal componente. Así, una fluctuación del 0,2 por 100 a 5000 Hz será demasiado grande para una anchura de banda de 4 Hz, pero será aceptable para la misma anchura de banda a 500 Hz. Zumbido inducido
Los analizadores que usen bobinas de inducción en el filtro son susceptibles de recoger señales externas que producen un zumbido. Este zumbido puede ser inducido en las bobinas por campos magnéticos procedentes de equipos eléctricos, como motores o transformadores. La inducción de zumbido puede reducirse mediante la protección magnética de las bobinas o mediante diseños especiales de las mismas. También puede reducirse mediante una nueva orientación del equipo.
593 38
Grabación e indicación de la señal de salida de un analizador
Como se estudió en la sección Registradores, la señal de salida de un analizador se graba frecuentemente en un registrador gráfico de nivel. La posición del papel de grabación se sincroniza con la puesta en marcha del analizador, de manera que obtenga un registro gráfico de la señal analizada. Cuando se hace el barrido del campo de frecuencias del analizador a demasiada velocidad, se pueden obtener resultados erróneos. Esto es debido a que un filtro selectivo no puede cambiar su señal de salida de forma instantánea cuando varía la señal de entrada. Es decir, cuando se aplica una señal a la entrada de un filtro repentinamente, la salida tarda un cierto tiempo en alcanzar un valor estable; de forma similar, cuando se ajusta el filtro a una frecuencia diferente, la señal de salida tarda algún tiempo en volver a estabilizarse. No obstante, estos tiempos de respuesta son muy cortos, a no ser que el filtro sea altamente selectivo. Este problema del tiempo de respuesta se evita completamente en alg~nos analizadores registradores de la siguiente manera: Se utilizan filtros diferentes para cada paso de banda, por ejemplo, para cada tercio de octava desde los 40 a los 16000 Hz.38 La señal del ruido está introducida simultáneamente en todos estos filtros. Son las salidas de los filtros las que se conectan sucesivamente al registrador para obtener el registro gráfico del análisis. Puesto que la señal del ruido está siempre presente en el filtro, la conmutación. no produce ningún retraso que limite la velocidad de muestreo. Sin embargo, esta técnica no se puede aplicar a un analizador de ajuste continuo. Si se quieren obtener resultados precisos, es necesario que la velocidad de ajuste del analizador sea inferior a un cierto valor crítico.39 Este valor crítico es, aproximadamente, el cuadrado de la anchura de banda expresada en ciclos por segundo. Por ejemplo, la velocidad de ajuste de un analizador con una anchura de banda de 4 Hz deberá ser menor que 16 Hz/seg. En algunos analizadores se visualiza la señal de salida del filtro mediante una desviación vertical del haz electrónico de un tubo de rayos catódicos. 40 La desviación horizontal se hace proporcional a la frecuencia a la que se ajusta el analizador, de forma tal que el análisis aparezca en la pantalla del tubo. La velocidad de cambio de la frecuencia es muy elevada, así que no se consigue una gran resolución de los detalles. Se han desarrollado sistemas de indicación aún más elaborados. En un instrumento, por ejemplo, la frecuencia y el tiempo se reflejan en dos ejes rectangulares de la pantalla y el brillo del punto se hace proporcional a la amplitud de la señal de salida analizada. 41 INSTRUMENTOS COMPLEMENTARIOS
Los instrumentos anteriormente descritos en este capítulo son los que se utilizan con más frecuencia en las mediciones de ruidos. Pero también se utilizan, en ocasiones, otros instrumentos, algunos de los cuales se enumeran en esta sección. Aunque los instrumentos de medición del ruido descritos
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anteriormente se utilizan con más asiduidad, algunos de estos instrumentos complementarios se pueden convertir en herramientas importantes para el control del ruido. Un autocorrelador puede emplearse para determinar la energía del sonido en varias bandas de frecuencia. 42 Este equipo es tan complicado que todavía es, básicamente, un instrumento de laboratorio de investigación. Se ha desarrollado un instrumento que genera un ruido que sirve para enmascarar otro; por ejemplo, un sonido de impacto, y así poder clasificarlo desde el punto de vista psicoacústico. 43 Este aparato no presenta alguno de los problemas de los medidores subjetivos anteriores, así que se utiliza fácilmente como instrumento de medida. Se han fabricado instrumentos para medir el flujo de potencia acústica. 44 Estos instrumentos tienen un campo dinámico limitado y todavía son aparatos de laboratorio, más que instrumentos de campo. Se han utilizado medidores de frecuencia para medir la frecuencia dominante en un sonido, o en un sonido filtrado. 45 Hay en el mercado muchos de estos instrumentos, pero no se ha hecho un uso significativo de ellos en el control de ruidos, debido a que los analizadores dan resultados suficientemente satisfactorios en el análisis de frecuencias. Se han desarrollado métodos para determinar la distribución en el tiempo de la energía de un sonido.46 Se pueden aplicar a la medida de la distribución de los niveles de amplitud del ruido global, o el análisis del ruido.
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Capítulo 17
TECNICAS DE MEDICION DEL RUIDO H. H. Seon
Hermon Hosmer Seott, [ne.
INTRODUCCION
En este capítulo se explican las técnicas empleadas generalmente en la medición y análisis de los sonidos originados en el aire mediante equipos comerciales de medida de ruido. La descripción detallada de técnicas especiales para aplicaciones concretas se da en otros capítulos. En cualquier caso, se deben consultar los libros de instrucciones proporcionados por los fabricantes de los equipos de medida para obtener información tanto sobre el manejo correcto de cada instrumento, como sobre la comprobación de las tensiones de la batería, la calibración y cualquier otra peculiaridad del funcionamiento de cada modelo. Las mediciones de ruido más sencillas son las del nivel sonoro total, que sólo requieren el uso del medidor de nivel sonoro. Si el campo sonoro fuera relativamente difuso *, estas medidas no dependerían de forma significativa de la dirección del eje del micrófono. Sin embargo, cuando se mide un sonido que incide sobre el micrófono desde una determinada dirección, las lecturas dependerán del ángulo de incidencia, especialmente si los componentes de alta frecuencia constituyen una parte importante del espectro. En consecuencia, se deben tener en cuenta las características direccionales del micrófono y las condiciones ambientales. Frecuentemente, la información proporcionada por la medida del nivel de presión sonora es insuficiente. En estos casos, el ruido debe analizarse para determinar su distribución espectral o la frecuencia de los componentes más importantes. Los analizadores se pueden agrupar en dos clases. La primera incluye los filtros, o conjuntos de filtros, eléctricos ajustables que dividen el espectro sonoro en bandas de octava, media octava o un tercio de octava. El segundo, empleado en aplicaciones más especializadas, comprende los analizadores de banda estrecha ajustables de forma continua, que permiten medir más exactamente la frecuencia y el nivel de componentes individuales del sonido. Los analizadores se conectan, normalmente, a los medidores de
* Se dice que un campo sonoro es completamente difuso cuando la presión es igual en todo el campo y las ondas se propagan con la misma probabilidad en todas las direcciones. 59~
nivel sonoro y su funcionamiento puede ser manual o automático. El funcionamiento automático de un analizador, mediante el que se consigue una grabación permanente de los resultados, se logra usando un registrador de nivel, que puede formar parte del propio analizador o ser un accesorio aparte. (Los registradores de nivel también se usan para medir los niveles de ruido en función del tiempo.) Cuando no sea práctico o conveniente hacer los análisis completos de un ruido sobre el terreno, se puede grabar el ruido en cinta magnetofónica, para analizarlo posteriormente con cualquiera de los diversos tipos de analizadores. La cinta magnetofónica también proporciona una grabación permanente del ruido, que puede ser evaluada posteriormente mediante audición u otros tipos de análisis. Para medir la potencia sonora total emitida por una fuente es necesario hacer mediciones de la potencia acústica total. La medida de ruidos de impacto o intermitentes, que tengan niveles de pico elevados de tan corta duración que los medidores usuales de nivel sonoro no proporcionen una indicación suficientemente exacta, precisa del uso de instrumentos y técnicas especiales. Para este propósito se emplean osciloscopios, junto a medidores de nivel sonoro y medidores especiales de ruido con lectura del valor de pico. La gran variedad de equipos disponibles para la medida del ruido hace posible la elección del aparato más conveniente para un amplio campo de aplicaciones. Las necesidades de portabilidad, precisión, márgenes de nivel y frecuencia y el grado de resolución necesario para el análisis, son los factores que determinan, generalmente, la elección final de los instrumentos para cada aplicación concreta. MEDICION DEL NIVEL DE PRESION SONORA
Nivel de presión sonora y nivel sonoro
Según la ecuación (2.16), el nivel de presión sonora está relacionado con la presión sonora por L p = 20 10glO (pipo) = 20 10giO (pI0,0002) db
en donde p es el valor eficaz de la presión sonora en microbarias (dinas por centímetro cuadrado) y Po es el valor eficaz de la presión de referencia, que es 0,0002 microbarias. Normalmente, las medidas del nivel de presión sonora se obtienen mediante un medidor de nivel sonoro, aunque, en ocasiones, se emplean otras combinaciones de micrófonos, amplificadores e instrumentos indicadores. Las características del rectificador del instrumento indicador son importantes desde el punto de vista de la determinación del nivel. Por ejemplo, si el indicador del medidor de nivel sonoro efectuase lecturas del verdadero valor eficaz, se estaría midiendo la presión sonora eficaz. Como se indicó en el capítulo 16, los medidores de nivel sonoro van equipados con redes de ponderación con las que se puede alterar la respuesta 600
de las diferentes frecuencias, principalmente atenuando las Las mediciones hechas con estas redes de ponderación no siguiente, los verdaderos niveles de presión sonora, sino los sonora ponderados, a los que se denomina sencillamente
frecuencias bajas. indican, por conniveles de presión «niveles sonoros»,
Elección de micrófonos
El micrófono suministrado junto con el medidor de nivel sonoro, que normalmente es de sal de Rochelle, sirve para realizar la mayor parte de las mediciones de nivel sonoro. Sin embargo, para aplicaciones especiales, como las que se enumeran a continuación, puede ser conveniente utilizar otros tipos de micrófonos.
Mediciones a altas temperaturas. La máxima temperatura a la que se puede exponer un micrófono de sal de Rochelle sin que sufra un daño permanente es de 55° C. Por tanto, cuando las mediciones de nivel sonoro se deban hacer a altas temperaturas, es preciso emplear micrófonos de condensador, dinámicos, o cerámicos, que pueden trabajar a temperaturas de hasta 75° C. Las temperaturas elevadas (o las extremadamente bajas) también acortan la duración de las baterías de los medidores. Mediciones a temperaturas variables. Las calibraciones del micrófono suministrado junto con el medidor de nivel sonoro se efectúan generalmente a temperaturas normales en el interior de una habitación. De hecho, la sensibilidad del micrófono varía con la temperatura, aunque bajo circunstancias normales esta variación puede considerarse despreciable. Por ejemplo, en la figura 17.1 se muestra la variación de la respuesta de un micrófono de sal de Rochelle en función de la temperatura. Obsérvese que cuando el micrófono se conecta directamente al medidor de nivel sonoro, la variación es relativamente pequeña. Sin embargo, cuando el micrófono se conecta a través de un cable largo, la variación de la respuesta es importante. Esta variación proviene del cambio de la capacidad del cristal cuando varía la temperatura. El coeficiente de variación de la sensibilidad con la temperatura de un sistema con micrófono de condensador es de alrededor de - 0,072 db¡OC. Para micrófonos dinámicos, la variación depende de la frecuencia; para una gran parte del margen de frecuencias, la variación es del orden de 1 db por cada 28° C que cambie la temperatura. Efectos de la humedad. Como se indicó en el capítulo 16, la sal de Rochelle puede sufrir un cambio irreversible si se la expone a humedades excesivamente altas, de más del 85 por 100. Por esta razón, los cristales de sal de Rochelle de este tipo de micrófonos están protegidos por una envoltura. Por la misma razón, cuando el micrófono se vaya a exponer de forma continua a humedades excesivamente altas, conviene utilizar un micrófono de otro tipo. Los micrófonos dinámicos son los menos afectados por las condiciones de humedad elevada. Aunque un grado alto de humedad no dañe irreversiblemente a los micró· fonos de condensador, su funcionamiento puede verse afectado como conse601
cuencia de la disminución del aislamiento entre las dos caras del condensador. Por ello, suele aprovecharse el calor desprendido en los circuitos del preamplificador del micrófono para mantener su temperatura por encima de la del ambiente. Cables extensores. Como ya se ha observado al hacer mención a la figura 17.1, cuando se emplea un cable de gran longitud con un micrófono de sal 1
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TEM PERATURA DEL MICROFONO (OC)
FIG. 17.1. Variación de la respuesta de un micrófono de sal de Rochelle en función de la temperatura para varias longitudes del cable que conecta el micrófono al medidor de nivel sonoro.
de Rochelle se debe hacer una corrección de la sensibilidad distinta para cada temperatura. Esto se estudia más adelante bajo el epígrafe Correcciones del nivel sonoro. Si se conecta un micrófono dinámico al transformador de entrada de un medidor de nivel sonoro mediante un cable largo de, por ejemplo, 30 m, no es necesario efectuar ninguna corrección (el cable debería ser blindado y trenzado). Por este motivo, los micrófonos dinámicos se emplean frecuentemente cuando el micrófono debe colocarse a gran distancia del instrumento de medida. Niveles sonoros elevados. l La mayoría de los micrófonos, incluyendo los de sal de Rochelle, no están diseñados para funcionar con medidores de nivel sonoro a niveles superiores a 140 db. Por encima de este nivel, se deben emplear micrófonos de diseño especial, que pueden ser de cristal, de magnetostricción, de condensador, o cerámicos *. En los campos sonoros de nivel elevado es necesario aislar acústicamente los instrumentos a los que se co* Por ejemplo, el micrófono patrón modelo Massa M-141 B, que es del tipo de cristal de ADP (fosfato amónico primario), puede funcionar correctamente a 200 db. El micrófono de condensador de Altee, tipo 21-BR-180, se puede usar para niveles de hasta 160 db, con una distorsión menor del 1 por 100, y a niveles de hasta 170 db. con una distorsión inferior al 10 por 100. Las siguientes compañías fabrican micrófonos de titanato de bario para uso con muy altos niveles de presión sonora: AtIantic Research Corp., Brush Electronics Ca., Chesapeake Instrument Corp. y Gulton Mfg. Co. La Harris Transducer Co. fabrica un micrófono de magnetostricción.
602
necta el micrófono para evitar microfonías o sensibilidad al efecto Larsen. Para reducir los efectos de las microfonías en la relación señal-ruido, puede ser conveniente introducir un atenuador adicional (pad) en el circuito de un medidor de nivel sonoro. El pad añadido también permite ampliar el uso del medidor a niveles elevados, utilizando el propio micrófono de sal de Rochelle con que se suministra. En la figura 17.2 se muestra gráficamente la forma recomendada de instalar un micrófono de cristal de ADP en la pared de una habitación. Obsérvese que está aislado cuidadosamente de la pared, para evitar sus vibraciones, por medio de un soporte de material poroso. PARED DE LA CAMARA SUJECCION
17.2. Diagrama mostrando la forma recomendada de instalar un micrófono patrón Massa, modelo M-141 B, en la pared de una cámara. Este micrófono se puede emplear con temperaturas de hasta 75° C. (Por cortesía de Massa Laboratories, [nc.) FIG.
AISLAMIENTO DE FELPA O CORCHO DE 0,8 MM APROXIMADAMENTE ENTRE EL MICROFOND y LAS PARTES MECANICAS
Curvas características de respuesta. El micrófono de sal de Rochel1e, suministrado normalmente junto al medidor de nivel sonoro, tiene una excelente sensibilidad, siendo capaz de medir niveles sonoros de hasta 24 db. Su respuesta a las bajas frecuencias es excelente, como puede verse en la figura 16.2b. Por el contrario, se observará en esta figura que sus características a altas frecuencias no son tan buenas como las de algunos micrófonos del tipo dinámico o de condensador (las de estos últimos son las mejores). Sin embargo, el micrófono de condensador (provisto de preamplificador) no es tan conveniente para hacer medidas de ruido de bajo nivel como el de sal de Rochelle o el dinámico, a causa del nivel relativamente alto de ruido interno que genera, que equivale a un nivel de presión sonora de alrededor de 35 db. Aunque la sensibilidad del micrófono dinámico es buena y su nivel de ruido es pequeño en ausencia de campos magnéticos dispersos, es susceptible de producir zumbido inducido por máquinas electromagnéticas, según se verá en otra sección más adelante. Dirección de llegada del sonido al micrófono
Sonido de incidencia aleatoria. Puesto que el medidor de nivel sonoro típico se ajusta de forma que la curva de variación de la respuesta con la frecuencia se aproxime 10 más posible a la ideal cuando los sonidos sean de incidencia aleatoria, es lógico que no haya necesidad de efectuar correcciones debido a las características direccionales del micrófono cuando el ruido que incida sobre el micrófono tenga una distribución aleatoria respecto al ángulo de incidencia. Una sencilla comprobación, consistente en girar el micrófono sobre un plano alrededor de su eje vertical, indicará si se cumple
603
o no dicha condición: en el caso de que se cumpla, la lectura no variará. Esta condición se obtiene frecuentemente cuando las mediciones se hacen en un recinto reverberante de gran tamaño y a suficiente distancia de la fuente para que el campo sonoro sea difuso. A menos que se especifique lo contrario, los medidores de nivel sonoro se ajustan de forma que la curva de respuesta se adapte lo más posible a la precisa para sonidos de incidencia aleatoria. Normalmente, la respuesta del micrófono para un sonido de incidencia aleatoria se aproxima mucho a la respuesta para un ángulo de incidencia del sonido de 70°. Sonido que se recibe directamente de una fuente. En las medidas de ruidos que se hagan en una habitación con paredes muy absorbentes, o en una habitación en la que, aunque sea reverberante, el micrófono está muy próximo a la fuente, o las que se hagan en el exterior, puede considerarse, en principio, que el sonido se recibe directamente desde la fuente. La mayoría de los micrófonos, incluyendo los tipos más corrientes de sal de Rochelle, los piezoeléctricos, los dinámicos (de bobina móvil) y los de condensador, tienen diafragmas esencialmente planos (aunque en algunos casos posean una pequeña conicidad o sean ligeramente curvados) y son simétricos alrededor de un eje principal, perpendicular al plano medio de dicho diafragma. A este eje se le conoce como eje de 0° y se emplea como referencia para la medida del ángulo de acimut al definir las características direccionales. Las curvas características direccionales de estos micrófonos se dibujan generalmente en función del ángulo de incidencia del sonido, que es el que forma la dirección de propagación de la onda sonora con el eje de O°. Cuando la dirección de propagación del sonido es paralela al plano medio del diafragma, el ángulo de incidencia es de 90°, también conocido como de incidencia paralela. Puesto que el diafragma vibra debido a la presión sonora, la respuesta en la zona de frecuencias altas será función del ángulo de incidencia (véanse las Figs. 17.2 y 17.3). Por consiguiente, es deseable hacer medidas del sonido con un ángulo de incidencia para el que se conozca la calibración al aire libre, como, por ejemplo, el ángulo para el cual la respuesta coincide aproximadamente con la respuesta a un sonido de incidencia aleatoria. También se emplea frecuentemente un ángulo de 90°. Cuando el nivel de ruido de fondo sea relativamente alto, se puede mejorar la relación señal-ruido utilizando un ángulo de incidencia de 0°, para el que la sensibilidad es más alta. Si el ángulo de incidencia del sonido fuera, por ejemplo, de 70°, se haría girar el micrófono alrededor de un eje, cuya dirección fuese la de propagación del sonido, para detectar cualquier variación causada por otros sonidos de frecuencias elevadas, que alcancen al micrófono con un ángulo de incidencia próximo a los O°. Esta variación puede producirse por la reflexión de sonidos de frecuencias elevadas en objetos cercanos, con 10 que pueden llegar al micrófono con un ángulo de incidencia próximo a los 0°, que es el ángulo para el que el micrófono posee mayor sensibilidad a las frecuencias altas. Si al girar el micrófono hubiera una variación sensible en la lectura del nivel sonoro, se 604
debería considerar como correcto el valor más bajo, puesto que en estas condiciones sería el que tendría el mínimo error debido a la reflexión. Esta operación sólo es útil cuando se usa un micrófono situado en el extremo de un cable de extensión, o cuando el propio medidor de nivel sonoro esté situado completamente detrás del diafragma del micrófono y de forma que se minimicen las interferencias. Cuando se gire el micrófono en la forma descrita anteriormente, se debería guardar la siguiente precaución: Si existiesen fuertes ondas estacionarias, lo In
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FIG. 17.3. Características direccionales de un micrófono de medidor de nivel sonoro típico. (En la Fig. 16.2 se pueden ver otras curvas características similares.) La respuesta aleatoria coincide básicamente con la respuesta a un ángulo de incidencia de 70°. Este ángulo no es crítico en la mayoría de las ocasiones y se puede obtener una respuesta relativamente plana para cualquier ángulo comprendido entre 60° y 75°.
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que es más probable que suceda para las frecuencias bajas, podrían producirse nodos, que podrían confundirse con la lectura mínima obtenida al girar el micrófono si la posición del micrófono varía apreciablemente o si cambia cualquier otra condición que modifique la configuración de las ondas estacionarias. Esto se puede determinar acercando o alejando el micrófono de la fuente para determinar si hay máximos y mínimos de nivel espaciados de forma regular. Empleo de redes de ponderación
Los medidores de nivel sonoro van provistos generalmente de redes de ponderación que permiten variar la curva de respuesta con la frecuencia, principalmente atenuando las frecuencias bajas, como se indicó en el capítulo 16. Red del tipo C. La red del tipo e del medidor de nivel sonoro proporciona la mayor aproximación a la curva total de respuesta plana; esto es, iguala la respuesta del medidor para todos los sonidos con frecuencias comprendidas dentro de su campo de medición. Si el medidor de nivel sonoro está construido de acuerdo con las normas de la American Standards Association, la curva de respuesta a la frecuencia estará comprendida entre límites bien definidos. 2 Además, aunque el oído humano no responde igual a todas las frecuencias cuando la intensidad es baja, se aproxima a este tipo de respuesta cuando los niveles sonoros son elevados. Así, pues, la red de tipo e se utiliza para todo tipo de medidas a niveles sonoros elevados (superiores a 85 db). Puesto que una lectura con ponderación del tipo e representa una medida del nivel 605
de preSlOn sonora real, se emplea en todos los casos en los que el sonido se vaya a analizar. Debido a su significado físico, estas lecturas se consideran habitualmente como un buen método desde el punto de vista de la ingeniería, aun cuando se hagan medidas con otras redes.
Redes de los tipos A y B. Mientras que el medidor de nivel sonoro da una respuesta proporcional a la presión, las redes de ponderación sirven para modificar la curva de respuesta con la frecuencia, principalmente atenuando las frecuencias bajas, para que se aproxime a las curvas de igual intensidad de sensación del oído humano. No obstante, como el oído no funciona como un simple indicador de presión sonora con ponderación de frecuencias, sino que tiene una respuesta mucho más compleja, la estimación que una persona hace de un sonido y el nivel de presión sonora ponderado (es decir, el nivel sonoro) no siempre coinciden. Esto sucede especialmente en el caso de ruidos intermitentes y de impacto y de otros sonidos con picos de niveles elevados y de corta duración. Mediante la red del tipo A se consigue la máxima atenuación para las frecuencias bajas, mientras que la red del tipo B proporciona un grado intermedio de atenuación. Estas redes se han denominado, respectivamente, « redes de 40 y de 70 dbD, debido al parecido de sus curvas de respuesta con las líneas isosónicas para dichos niveles. Cuando se mida el nñvel sonoro, debe anotarse siempre, junto con los decibelios medidos, el tipo de curva de ponderación empleada. Se recomienda usar cada tipo de red de ponderación en los siguientes márgenes de nivel sonoro: Margen de nivel sonoro, db Menos de 55 55-85 Más de 85
Red de ponderación A
B
e
(curva de respuesta plana en todo el campo del instrumento)
No siempre es posible el uso estricto de esta tabla. Por ejemplo, debido a la existencia de fuertes componentes de frecuencias bajas, la lectura correspondiente a un sonido puede ser de 84 db cuando se emplea la red del tipo B y 86 db cuando se emplea la del tipo C. En estos casos, lo mejor es hacer la medida con ambas redes y utilizar la media aritmética de las dos lecturas. Normalmente, las redes de los tipos A y B no se emplean para efectuar medidas de señales con niveles superiores a los indicados en la tabla anterior. Pero hay una excepción. Pueden utilizarse dichas redes cuando, por cualquier razón, se mide el ruido a un nivel alto en un lugar muy próximo a la fuente, siempre que los datos que se precise obtener sean los correspondientes a los niveles existentes a cierta distancia de la misma. Por ejemplo, una fuente sonora de gran intensidad puede causar molestias en un punto distante, donde el nivel resultante sea inferior a 55 db. Las medidas hechas junto a la fuente para determinar la eficiencia de cualquier cambio efectuado con vistas a la reducción del ruido, se pueden hacer con la red del tipo A, puesto que estas medidas serán más indicativas de la evaluación sensorial del sonido en el punto 606
distante. Análogamente, si el nivel sonoro resultante en dicho punto estuviera comprendido entre 55 y 85 db, se usaría la red del tipo B. Sin embargo, este procedimiento deberá emplearse con precaución, puesto que la ley de proporcionalidad inversa entre la amplitud de la onda sonora y la distancia no se cumple siempre en los puntos muy próximos a la fuente, debido a su diagrama de radiación y a otros factores. Velocidad del dispositivo indicador
En general, para el movimiento del dispositivo indicador se utilizan piezas polares con la forma adecuada para obtener una escala lineal en decibelios. Por tanto, las características balísticas del indicador no son constantes a lo largo de su campo de actuación. Esto produce a veces diferencias entre las lecturas efectuadas con atenuadores diferentes, o sea, cuando una lectura se hace con el extremo superior de la escala y la otra en el inferior. Cuando se observe esta diferencia es conveniente utilizar el atenuador de menor valor, mediante el que se obtiene la indicación en el extremo superior de la escala, ya que las características balísticas están más definidas en esa zona de la escala.
Dispositivos indicadores rápidos. Las características dinámicas normales de los dispositivos indicadores de los medidores de nivel sonoro son similares a las adoptadas para las medidas del nivel de volumen en la grabación de discos y en las emisoras de radio y han demostrado su utilidad cuando se aplican a sonidos de naturaleza esencialmente continua. Son dispositivos rápidos, cuya velocidad es tal que alcanzan el valor final de la lectura en menos de 0,2 seg, por lo que no son convenientes para medir pulsos sonoros de duración inferior a esos 0,2 seg. Los ruidos de impacto no se indican satisfactoriamente mediante este medidor y los resultados de las medidas de sonidos intermitentes también pueden ser erróneos si la duración de los pulsos sonoros es corta comparada con su frecuencia de repetición. Dispositivos indicadores lentos. Cuando el nivel sonoro tiene una gran fluctuación, es frecuentemente necesario hallar su valor medio. Por ello, la mayoría de los medidores de nivel sonoro tienen también una velocidad lenta, mediante la que se consigue que la lectura sea un valor promediado en el tiempo, siempre que los sonidos sean de carácter continuo, aunque de amplitud variable. La lectura para un pulso sonoro de 0,5 seg de duración será de 2 a 6 db inferior al valor real. Esta velocidad no es aplicable a la medida de sonidos intermitentes. Indicación del medidor de nivel sonoro. La indicación del medidor de nivel sonoro es la suma de la lectura del dispositivo indicador y del nivel correspondiente al atenuador empleado. En algunos medidores existen varios atenuadores puestos en serie, por lo que se deben sumar los niveles correspondientes a cada uno. Para obtener una indicación global correcta, se deberán seguir atentamente las instrucciones del fabricante. Si las indicaciones del medidor fluctuasen ampliamente de forma regular,
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las lecturas pueden anotarse dando los valores maxlmo y mmlmo; por ejemplo, 72-76 db. En cambio, si las lecturas permaneciesen relativamente estables, con alguna variación ocasional, es preferible anotar la media aritmética más o menos las desviaciones ocasionales; por ejemplo, 74 ± 2 db. Correcciones del nivel sonoro
Corrección debida al ruido ambiente. El medidor indica el nivel sonoro total que incide sobre el diafragma del micrófono, es decir, que además del ruido que se quiere medir procedente de una fuente determinada, mide el ruido ambiente, junto con otros ruidos de fondo. Los efectos del ruido ambiente son a menudo mucho mayores que lo que podría suponerse como resultado de una simple audición. En general, siempre es posible desconectar o parar la fuente del sonido que se desea medir, o interrumpir las operaciones que lo causan. En estas condiciones se puede hacer una medida del ruido ambiente, incluyendo algún otro ruido interno, como se verá más adelante. Este procedimiento puede utilizarse para corregir la lectura global del n.ivel sonoro, que incluye, además del nivel del ruido que se va a medir, el nivel correspondiente al ruido de fondo total (tanto eléctrico, como ambiental). En la figura 17.4a
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FIG. 17.4. Ca) Corrección del ruido de fondo en función de la diferencia entre el ruido total (incluyendo el que se está midiendo) y el ruido ambiente. La línea continua indica el valor de la corrección para el caso, frecuente en la práctica, de que ambos ruidos sean de carácter fundamental aleatorio y el rectificador sea de valor eficaz. Es la curva de corrección recomendada para el tipo normal de mediciones de ruido. (b) Corrección para el caso especial de que el ruido a medir sea de carácter esencialmente sinusoidal y el rectificador sea linea1. 3 • 4
se muestra el valor que debe restarse de la lectura del medidor para corregir el ruido de fondo. Debe remarcarse que, si el nivel del ruido de fondo fuera inferior en más de 10 db al del sonido que se esté midiendo, prácticamente no habría necesidad de efectuar ninguna corrección. Si la diferencia fuera inferior a J db, el ruido cuyo nivel quiere obtenerse tendría un nivel inferior al 608
luido de fondo, por lo que la precisión de la medida, aun después de corregir el ruido de fondo, sería muy pequeña. La línea continua de la figura 17.4a se basa en el supuesto de que ambos ruidos, el de fondo y el adicional que se está midiendo, tienen una distribución aleatoria de la amplitud. Los resultados obtenidos en la práctica con ella son satisfactorios en la resolución de la mayor parte de los problemas de ruido. En el caso especial de que el ruido a medir sea aproximadamente una onda sinusoidal y el medidor indique el valor medio de la onda rectificada,4,s la corrección a efectuar se aproxima a la indicada por la línea de trazos de la figura 17.4b. En la práctica, las condiciones son las correspondientes a algún punto comprendido entre las dos curvas, aunque generalmente muy próximo a la línea continua. Por ello, se recomienda emplear la figura l7.4a, salvo que las características del sonido indiquen claramente lo contrario. La información sobre el conjunto de características del medidor se puede obtener del fabricante. Cuando se utiliza un medidor de valor medio de la onda rectificada, debe emplearse la curva de trazos para medir tonos puros. Esta condición se va a encontrar, principalmente, cuando se calibra el medidor mediante una fuente de frecuencia única, o bien, si está midiendo un sonido de determinada frecuencia a través de un altavoz. Los ruidos más usuales no suelen ser tonos puros. Ruido interno del circuito. Los circuitos del medidor de nivel sonoro tienen elementos, tales como válvulas electrónicas o resistencias, generadores de cierto nivel de ruido, que marca el límite inferior de utilización de medidor. Empleando el tipo de micrófono piezoeléctrico normal, este ruido apenas será importante cuando los niveles de medida estén por encima de los 35 o 40 db, pero a niveles inferiores pueden introducir un error importante en las medidas. El ruido se puede comprobar fácilmente en un local en el que el nivel sonoro ambiental y los campos magnéticos sean suficientemente pequeños para no producir resultados apreciables al sustituir el micrófono por una impedancia equivalente, según se describe en la sección Zumbido inducido. En estas condiciones, cualquier lectura residual del medidor provendrá del ruido de sus circuitos, que se puede corregir de forma análoga al ruido ambiente, según se vio anteriormente. Ruido microfónico. Aunque la mayoría de los fabricantes de medidores de nivel sonoro seleccionan y envejecen las válvulas electrónicas para reducir los ruidos microfónicos a magnitudes despreciables, debe recordarse que cualquier válvula puede producir ruidos microfónicos con el transcurso del tiempo o al ser sometida a esfuerzos para los que no está diseñada. Se puede detectar la presencia de ruido microfónico escuchando con auriculares mientras se dan golpecitos en la caja del medidor. Sin embargo, esta prueba es demasiado sensible, por lo que pocos medidores dejarán de producir ruido en estas condiciones. Pero si las desviaciones producidas en el medidor al hacerla son muy inferiores a los niveles que van a medirse, la respuesta al ruido microfónico podrá considerarse despreciable.
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Cuando haya constancia de que la respuesta del medidor al ruido microfónico puede producir errores, se debe situar el medidor en el campo sonoro que se vaya a medir desprovisto del micrófono, que, a ser posible, debe sustituirse por una impedancia equivalente, como se describe en el apartado Zumbido inducido. En estas condiciones, cualquier desviación del dispositivo indicador que, como ya se ha dicho, no esté causada por el zumbido, será producto de la existencia de válvulas microfónicas o de otros ruidos internos de los ch·cuitos. A menos que la desviación sea por lo menos 10 db inferior al nivel que vaya a medirse, deberá corregirse de forma semejante a como se hacía en el caso del ruido ambiente.
Zumbido inducido. La presencia de fuertes campos magnéticos alternos en las proximidades de medidor puede inducir en éste un zumbido característico. Los micrófonos dinámicos de bobina móvil y sus transformadores asociados .son los elementos más afectados por este tipo de interferencia, aunque el propio medidor puede captar zumbido. Por esta razón, se suele preferir utilizar micrófonos piezoeléctric:os o de condensador para efectuar mediciones en las cercanías de maquinaria eléctrica. .Para averiguar el zumbido inducido en el medidor sin micrófono, se deberá desconectar el mismo y anotar la lectura del medidor. Si la lectura es el resultado del zumbido inducido, variará considerablemente al variar la posición u orientación del medidor. Para esta prueba debe apantallarse el conector al que normalmente va enchufado el micrófono. Si el conector fuese para una clavija relativamente pequeña, bastaría colocar sobre él una moneda que hiciese contacto con el metal de la caja del medidor. Si el conector fuese mayor, se emplearía un disco metálico. En aplicaciones más críticas, en las que el zumbido inducido puede ser importante, suele preferirse reemplazar el micrófono por una impedancia equivalente apantallada. Esta impedancia debe ser una capacitancia de un valor semejante al de la impedancia interna del micrófono (0,0025 JLF en el caso de los micrófonos piezoeléctricos de uso más frecuente), salvo que. el micrófono sea dinámico, en cuyo caso se pondría una resistencia con el valor de la impedancia nominal del micrófono. Esta impedancia equivalente debe apantallarse y se debe equipar con una clavija para enchufarla al conector del micrófono del medidor. Se puede dejar de tener en cuenta el zumbido inducido en el medidor siempre que sea posible encontrar una posición del mismo en la que el zumbido sea inferior en más de 10 db al nivel del ruido que vaya a medirse y que esta posición no suponga impedimento para lo colocación correcta del micrófono. El anterior procedimiento sólo sirve para comprobar la existencia de zumbido inducido en los circuitos situados dentro de la caja del medidor. Un micrófono dinámico también puede recoger zumbido cuando está sometido a un campo magnético variable. Esto puede comprobarse fácilmente si no está asociado al ruido que se pretende medir, es decir, si el campo magnético y el ruido no son emitidos por la misma fuente. En este caso, normalmente se podrá desconectar la fuente del ruido, con lo que, manteniendo conectado el micrófono, la lectura del medidor será la suma del zumbido inducido más el ruido de fondo. El carácter de la interferencia se podrá determinar aproxi610
madamente escuchando con unos auriculares. Asimismo, el zumbido se podrá contrarrestar mediante una orientación adecuada del micrófono respecto· al campo magnético. El micrófono se podrá situar en esta posición de mínimo zumbido inducido, siempre que la misma sea satisfactoria desde el punto de vista acústico. El problema es más complicado cuando resulta imposible desconectar el ruido que se desea medir sin modificar a la vez el campo magnético. La escucha con auriculares proporcionará bastante información; si un cambio en la orientación del micrófono produce una disminución significativa en la lectura del medidor, a la vez que una reducción del zumbido percibido mediante los auriculares, se deberá emplear una orientación del micrófono con la que la interferencia sea mínima o despreciable, siempre que tal orientación sea satisfactoria desde el punto de vista acústico. Cuando el zumbido magnético sea un problema serio, es preferible no usar un micrófono de bobina móvil, ni cualquier otro tipo que precise el uso de un transformador de entrada. El micrófono piezoeléctrico de sal de Rochelle tiene, en general, unas características de funcionamiento totalmente adecuadas para estas aplicaciones. Cuando se emplea un analizador ajustable de forma continua, se pueden corregir los efectos del zumbido inducido en el análisis resultante, siempre que el ruido que se vaya a analizar y el zumbido no tengan componentes importantes de la misma frecuencia. En el caso de que se utilice un analizador de bandas fijas, también puede hacerse la corrección, con la condición de que el ruido a analizar y el zumbido no posean componentes importantes en la misma banda de frecuencias.
Correcciones debidas al cable de conexión del micrófono. Cuando se emplean micrófonos dinámicos no es necesario efectuar ninguna corrección para contrarrestar los efectos del cable, a no ser que éste sea extremadamente largo. Lo mismo ocurre cuando se utilizan micrófonos de condensador, puesto que el preamplificador asociado con el micrófono tiene una impedancia de salida lo suficientemente baja para que le permita conectarse a un cable relativamente largo. Sin embargo, los micrófonos piezoeléctricos normales tienen una impedancia capacitiva interna que forma un divisor de tensión con la capacitancia del cable, lo que produce una atenuación, tanto mayor cuanto más grande sea esta última. Además, la capacitancia interna del micrófono es función de la temperatura; de aquí que la corrección deba variar con la misma. Está dada por la siguiente fórmula: Corrección debida al cable = 20 log (1 + ~:) db en donde C1 es la capacitancia del cable y e2 la del micrófono a la temperatura a que se efectúe la medida. En la figura 17.5 se muestran las curvas características típicas de los micrófonos piezoeléctricos de tipo común y la corrección para capacitancias normales del cable en función de la temperatura. Otra manera de obtener la corrección adecuada, que contrarreste los efec611
tos del cable bajo cualquier tipo de condiciones, consiste simplemente en medir un sonido de nivel estable con y sin cable. Sólo debe tenerse cuidado de que la caja del medidor no influya en la medida cuando ésta se haga sin cable.
Ondas estacionarias. Al reflejarse una onda sonora en una superficie suficientemente grande, como la pared de una habitación, puede ocurrir que las amplitudes de las ondas incidente y reflejada se sumen o resten, según se encuentren en fase u oposición, en puntos fijos, produciendo de esta manera 20 18
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FIG. 17.5.
Corrección típica a aplicar para compensar los efectos del cable conectado a un micrófono piezoeléctrico en función de la temperatura. Los porcentajes se refieren a la relación entre la capacitancia del cable y la del micrófono, a 25° C.
una serie de máximos y mínimos en el nivel sonoro medido, conforme el micrófono se mueva entre la fuente y la superficie reflectante. Cuando esto ocurre, se dice que se forman ondas estacionarias. Este fenómeno es más pronunciado cuando las ondas son de naturaleza sinusoidal; cuando las ondas son más complejas puede pasar completamente desapercibido, al promediarse el efecto resultante para las diversas ondas componentes. Para comprobar la existencia de ondas estacionarias se debe mover el micrófono a lo largo de una recta que pase por la fuente sonora. Si se observa la aparición de una serie de máximos y mínimos, siendo la diferencia entre ellos inferior a 3 db, se debe utilizar la media aritmética de ambos valores como nivel sonoro apropiado. Si la diferencia fuera mayor de 3 db, se tomaría como nivel más adecuado el máximo reducido en 3 db.
Corrección debida a las características del rectificador. Para obtener la máxima precisión, también es necesario tener en cuenta las características del rectificador que proporciona la corriente de alimentación del dispositivo indicador del medidor, puesto que influye en la forma en que se combinan los diferentes componentes del ruido para proporcionar una lectura única. Las normas ASA especifican que el medidor de nivel sonoro se deberá calibrar para que lea correctamente el valor eficaz de una onda compleja. No obstante, 612
la mayoría de los medidores utilizan, para alimentar al dispositivo indicador, un rectificador más bien lineal que cuadrático y, de aquí, que la suma de los distintos componentes rectificados tienda a aproximarse al valor medio aritmético más que al valor eficaz. Para una forma de onda aleatoria, la diferencia entre las lecturas de un rectificador de valor eficaz y otro de valor medio es de 1 db, aproximadamente. Sin embargo, puesto que los rectificadores utilizados normalmente no proporcionan exactamente el valor medio, la diferencia real es del orden de 0,8 db. Por tanto, podría ser necesario hacer una corrección de 0,8 db en las medidas de nivel sonoro, dependiendo de la calibración original del medidor. Esta información puede obtenerse del fabricante o de los manuales técnicos del instrumento. Si el medidor estuviera calibrado originalmente para medir de forma correcta un ruido aleatorio, no sería necesario tener en cuenta las características del rectificador, salvo que se vayan a medir tonos puros, en cuyo caso deberían restar 0,8 db a las lecturas. Si la calibración original del medidor fuera para medir correctamente tonos puros, se deberían sumar 0,8 db a las lecturas, siempre que el sonido que se estuviera midiendo no fuera un tono puro. Influencias de la caja del medidor de nivel sonoro y de los objetos cercanos en las lecturas
Normalmente no es conveniente montar el micrófono en una superficie lisa relativamente grande, como puede ser una cara de la caja del medidor, puesto que por efecto de la difracción pueden aparecer errores de difícil corrección. En la mayor parte de los medidores de nivel sonoro se ha intentado reducir los efectos de la caja situando encima el micrófono o haciendo la caja con unas dimensiones que posibiliten su completa localización tras el diafragma del micrófono. Mediante la última disposición se consiguen unos resultados más acordes con los obtenidos cuando el micrófono está completamente separado. La mayoría de los fabricantes de medidores de nivel sonoro ubicados en el interior de cajas rectangulares de cierto tamaño proporcionan información sobre los efectos de las reflexiones en la caja. En general, es conveniente situar el medidor de manera tal que no presente ninguna superficie plana perpendicular a la dirección de propagación del sonido o paralela a cualquier superficie plana reflectante próxima. El cuerpo del operador también puede afectar a las lecturas cuando se trabaja a frecuencias bajas. Para minimizar este efecto, es conveniente que el operador no coloque el medidor en línea recta entre él y la fuente, o que se sitúe demasiado próximo al medidor. Lo mejor es que haya más de un metro entre el operador y el medidor y que éste se sitúe a un lado de la recta que une la fuente sonora y el micrófono. En la figura 17.6 se muestran los efectos típicos producidos por la proximidad de un observador y por las superficies de una caja rectangular de un medidor de nivel sonoro. 6 613
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FIG. 17.6. Efecto de la presencia de un observador sobre la curva de variación de la respuesta con la frecuencia de un micrófono montado directamente sobre un medidor de nivel sonoro de caja rectangular en un campo sonoro libre. 6
Se recomienda el uso de micrófonos con cable extensor cuando surja algún problema difracción la caja del medidor. El uso del cable extensor también posibilita la toma de lecturas en sitios en los que, a veces, es imposible o incómodo emplear directamente ei medidor, en especial si éste es de gran tamaño.
de
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Influencias del entorno en las medidas
Mediciones en una habitación. Cuando se mide el ruido producido por fuente situada en un· lugar cerrado, el micrófono recibe energía acústica, no sólo directamente de la fuente, sino también reflejada, quizá múltiples veces, en las paredes. Cuanto más próximo esté el micrófono a la fuente, mayor será la relaci6n entre el sonido directo y el reflejado. En el siguiente capítulo se proporcionan gráficas que mUestran la variaci6n de esta relaci6n. Una vez que se ha alejado el micr6fono a una distancia de la fuente equivalente a varias veces la máxima dimensi6n de ésta, el nivel sonoro cae bruscamente, a un ritmo de 6 db cada vez que se dobla la distancia, hasta que el sonido reflejado· se hace dominante. A partir de este momento se hace casi constante. Las correcciones a efectuar, en el caso de que existan ondas estacionarias, se citan en u,n apartado anterior. Se recomienda que las medidas se hagan a una distancia de la fuente tal que los niveles sean al menos 8 db superiores a los niveles de los· puntos más distantes en los que sea predominante la presión sonora reflejada. La distancia real de prueba variará según la fuente ·que se vaya a· medir, ya que es conveniente que sea grande, comparada con las dimensiones de la fuente. Este es el motivo de que diferentes c6digos de medidas especifiquen distancias diferentes. Un valor típico para esta distancia puede ser 1 m. ~na
Mediciones al aire libre~ Este caso se estudia detalladamente bajo el epígrafe Medición· de la potencia 'sonora. Es importante que se tengan en cuenta las condiciones meteorol6gicas~ La absorci6n del sonido por el aire, el viento 614
y la falta de homogeneidad en la atmósfera influyen en el nivel sonoro existente a cierta distancia de la fuente. Además, el viento produce una fuente adicional de sonido en el propio micrófono. RUIDO PRODUCIDO POR EL VIENTO. Cuando se utilizan micrófonos e~ el exterior o, en general, cuando el aire tenga 'un movimiento apreciable, se pueden generar en el micrófono señales extrañas, producidas por este movimiento. En algunos tipos de micrófonos, el paso del aire por la rejilla produce un ruido silbante. Para minimizar este ruido, en algunos micrófonos se recubre la rejilla con un tejido muy fino. El movimiento del aire también puede causar un ruido de baja frecuencia, parecido al trueno, como consecuencia de los cambios de presión subsónicos en el diafragma del micrófono. Cuando no es posible preservar el micrófono de las corrientes de aire, se le puede colocar una pantalla contra el viento, fabricada con tejido muy fino montado sobre una estructura de alambre o de madera. El tejido debe tener poca porosidad (para que atenúe las corrientes de aire) y baja densidad (para que no sea grande la atenuación de los ruidos de frecuencias elevadas). Existen varios tejidos de seda o de fibras sintéticas que cumplen estos requisitos (véase Pantallas contra el viento, Cap. 27). Cuando la interferencia no sea muy grande, bastará" por lo general, colocar un pañuelo de seda sobre el micrófono. El efecto de apantallamiento es mayor cuanto mayor sea el tamaño de la pantalla comparado con el ·del micrófono. Es frecuente el uso de pantallas esféricas de más de 30 cm de diámetro. En los casos extremos se pueden utilizar dos capas de tejido con un espacio entre ellas, aumentando la atenuación al incrementarse dicho espacio. La eficiencia de las pantallas se puede comprobar fácilmente escuchando con auriculares la señal de salida del medidor de nivel sonoro para detectar la ausencia de las típicas perturbaciones causadas por el viento. El efecto de la pantalla en la transmisión de las diversas frecuencias del ruido se puede comprobar por medio de medidas (y análisis) normales del ruido, con y sin la pantalla, en ausencia de viento. La atenuación del sonido producida por la pantalla será despreciable, siempre que se hayan utilizado tejidos ligeros para fabricarla.
Cal.ibración de los medidores de nivel sonoro
Los medidores de nivel sonoro son calibrados por el fabricante para conseguir el máximo grado de precisión. Puesto que la mayoría de los mierófonos tienen la zona más uniforme de la curva de respuesta en el margen de frecuencias comprendido entre los 200 y los 1000 Hz, la respuesta global del medidor se ajusta más a sus objetivos de diseño' ·en dicho campo. La calibración original hecha por el fabricante se basa en la respuesta del instrumento, en condiciones de espacio abierto, a un ruido de incidencia aleatoria; se puede hacer, bien con un ruido que tenga una amplia banda de frecuencias, o bien con una serie de tonos sinusoidales, aunque también puede utilizarse cualquier otro método que tenga la precisión adecuada. Si se siguen las instrucciones del fabricante en cuanto al ajuste de las 615
tensiones de batería y de los controles internos de calibración, los medidores de nivel sonoro normales son fiables durante aproximadamente un año, a no ser que sufran un mal trato. Sin embargo, a menos que se disponga de medios para comprobar la calibración periódicamente, el medidor se debería devolver al fabricante para su recalibrado al menos una vez al año, o siempre que la unidad haya sido sometida a algún esfuerzo anormal, como una caída, por ejemplo.
Calibraci6n eléctrica. La calibración eléctrica de un medidor de nivel sonoro consiste simplemente en la comprobación de la ganancia total del amplificador. Los calibradores de este tipo suelen suministrarse como accesorios de los medidores, o bien pueden formar parte del propio instrumento. Es posible que la calibración del sistema en conjunto sea incorrecta, aunque se haya realizado la calibración eléctrica del amplificador, ya que con ella no se comprueba el funcionamiento del micrófono. Sin embargo, la mayor parte de los micrófonos proporcionados junto a los medidores de nivel sonoro son de gran estabilidad y no necesitan ser calibrados con frecuencia, a menos que se utilicen de forma incorrecta. No obstante, es conveniente realizar algún tipo de calibración acústica como medida de precaución. Calibraci6n acústica. UTILIZANDO OTRO MICRÓFONO. El método más sencillo de comprobar la sensibilidad de un micrófono de un medidor de nivel sonoro es mediante su sustitución por otro micrófono de características similares a las del primero. Si este segundo micrófono se emplea sólo para comprobaciones y no está sometido a un funcionamiento dañoso o abusivo, su mera sustitución por el micrófono del medidor indicará si la sensibilidad de este último ha sufrido algún cambio. Así, pues, el empleo combinado de un micrófono de reserva y de un calibrador eléctrico proporciona una calibración global suficiente en la mayoría de los casos. CALIBRADORES ACÚSTICOS. Cuando sea preciso hacer comprobaciones frecuentes de la sensibilidad global de un sistema electroacústico, se deberá emplear un calibrador acústico. Este es un dispositivo que produce una presión sonora fija en el interior de un recinto diseñado para que pueda alojar el micrófono de un medidor. Normalmente, la presión sonora se genera mediante un pequeño altavoz estabilizado de diseño robusto; en unos pocos calibradores se han utilizado unas fuentes puramente mecánicas de sonido. El calibrador acústico ofrece la ventaja de su comodidad, aparte del hecho de que las comprobaciones de la calibración siempre estarán hechas con el mismo tipo de señal, eliminando de este modo pequeñas diferencias debidas a la forma de onda de la señal o a la variación de la respuesta con la frecuencia. Los calibradores más sencillos funcionan a frecuencia única y pueden ser actuados mediante cualquier oscilador senoidal. En otros tipos de calibradores la curva de respuesta con la frecuencia es plana en un margen relativamente grande, por lo que puede utilizarse una señal de ruido de banda ancha; hay un generador especial de ruido para estos calibradores.
616
Circuito de salida del medidor de nivel sonoro
Algunos medidores disponen de dos etapas de salida diferentes: una conectada al dispositivo indicador del propio instrumento y la otra para conectar equipos auxiliares, como un registrador, unos auriculares, o un osciloscopio. En otros, se consiguen ambas funciones mediante una sola etapa, siendo necesario tomar algunas precauciones para eliminar los efectos del dispositivo indicador. en las lecturas del equipo auxiliar. En lo concerniente a este punto, se deberán s'eguir con todo cuidado las instrucciones del fabricante.
Uso de auriculares. La mayoría de los medidores tienen un conector de salida al que se puede enchufar un par de auriculares. El oído humano puede, en condiciones de escucha biaural, localizar los sonidos en el espacio, lo que permite al oyente enfocar su atención hacia aquellos sonidos que desea oír. Sin embargo, cuando se usan auriculares, se pierde la escucha biaural y se oye todo el sonido indicado por el medidor de nivel sonoro. Una persona con experiencia en el uso de auriculares puede obtener información adicional sobre el sonido, determinando los componentes más fuertes y averiguando aproximadamente la importancia relativa del ruido de fondo. Una escucha cuidadosa con auriculares también permitirá frecuentemente determinar si es o no necesario efectuar un análisis posterior. Resumen de los datos referentes a mediciones de nivel sonoro que deben ser anotados 1.
2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11.
Fuente del ruido que se vaya a medir, incluyendo la información estadística que sea pertinente. Una descripción del entorno en el que esté localizada la fuente, en especial la posición de la misma. Condiciones de funcionamiento en que se efectúan las medidas. En el caso de que sean importantes, los datos de las condiciones meteorológicas. Situación del micrófono, incluyendo su orientación con respecto a la fuente. Equipo empleado para hacer las medidas: nombre, fabricante, tipo y número de serie. Descripción de los ruidos de fondo y de sus fuentes. Correcciones aplicadas. Red de ponderación. Datos obtenidos, junto a su margen de variación, desviación típica o una descripción estadística más completa. Velocidad del dispositivo indicador: rápido o lento.
617
TECNICAS PARA EL USO DEL ANALIZADOR DE SONIDO
Por sí mismo, el medidor de nivel sonoro sólo indica el nivel global de preSlOn sonora, ponderado o sin ponderar, dentro del margen de frecuencias a las que responde el instrumento. Para el estudio del ruido desde el punto de vista de las causas que lo producen y de los posibles métodos de reducirlo, para la evaluación de sus efectos en la señal vocal y para el cálculo de la intensidad de sensación, se necesita más información. En especial, .es conveniente algún tipo de análisis que ofrezca información sobre el nivel relativo que alcanza el ruido en las diferentes bandas de frecuencias, o el nivel de las componentes del sonido más intensas. La elección del equipo analizador se basa en la naturaleza del sonido y en la forma en la que se vayan a usar los datos obtenidos.
Filtros de octava y de fracción de octava El tipo más común de analizador de sonido es el filtro pasobanda, del que existen numerosas versiones. Las características generales de funcionamiento; como el número mínimo de frecuencias de corte y bandas de paso, están normalizadas (véase Cap. 16). . Bandas de octava. El análisis en bandas de una octava es el más sencillo y el más empleado corrientemente, ya que es el que se efectúa más rápidamente. Este análisis se puede hacer con ·un sencillo analizador de bandas de una octava o con otros tipos de analizadores aptos para efectuar análisis más elaborados y que pueden también adaptarse para hacer medidas en bandas de una actava. El analizador de sonido más sencillo abarca una serie de bandas de una octava, comprendidas entre los 75 y los 4800 Hz, una banda que comprenda las frecuencias inferiores a 75 Hz y otra para las superiores a 4800 Hz.7 En general, un analizador de este tipo va equipado con un dispositivo indicador similar al de un medidor de nivel sonoro y su cable de entrada va enchufado directamente al conector de salida del medidor. Es necesario ajustar la sensibilidad del analizador, de modo que, cuando los filtros no estén conectados, la lectura sea la misma que la del medidor de nivel sonoro. A continuación, se pueden obtener las lecturas individuales para cada octava girando el selector de bandas. Cuando el nivel de cualquier octava sea muy bajo, se puede aumentar la sensibilidad mediante un control de ganancia o atenuador auxiliar que suele llevar el propio analizador. Atención: no debe aumentarse la sensibilidad del medidor sonoro para obtener lecturas de bajo nivel en el analizador. Esto sobrecargaría la etapa de salida del medidor, causando un error de consideración. La única excepción a 10 dicho es cuando se utilizan combinaciones de medidores de nivel sonoro y analizadores especiales, en cuyo caso se deberán seguir al pie de la letra las instrucciones del fabricante.
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El nivel sonoro en cualquier banda es la suma de -las indicaciones de los atenuadores del medidor de nivel sonoro, el atenuador auxiliar del analizador y del dispositivo indicador del mismo. La lectura del analizador se realiza exactamente igual que la lectura del medidor de nivel sonoro, excepto que, naturalmente, se utilizan las lecturas del dispositivo indicador del analizador. El control de paso de banda del analizador se ajusta secuencialmente a cada una de las bandas de octava, notándose la lectura correspondiente. El atenuador del analizador, que incrementa la sensibilidad global, se ajusta para obtener una escala de lecturas conveniente en cada octava, pero, durante el análisis, no se debe cambiar el atenuador del medidor de nivel sonoro. En general, la sensibilidad adicional disponible en e~ análisis no incrementa el campo global de medición sonora, salvo en bandas individuales. El ruido interno de los circuitos del medidor de nivel sonoro limitará el empleo de esta sensibilidad adicional para mediciones de banda amplia y también limitará la precisión de las medidas correspondientes a las bandas con niveles bajos. Cuando existe un verdadero ruido «blanco», la lectura de cada banda se incrementa en 3 db respecto a la banda adyacente de frecuencia inferior. Esto proporcionará frecuentemente alguna indicación sobre el tipo de ruido que se esté midiendo en un conjunto de bandas adyacentes; es decir, si su distribución es más o menos aleatoria o está compuesto por sonidos de freBANDAS DE PASO DE UNA OCTAVA EN HZ o
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cuencias discretas. La correCClOn de las medidas correspondientes a niveles muy bajos puede hacerse de la misma manera ya descrita para las mediciones de ruido global. La figura 17.7 muestra un análisis típico hecho con un analizador de bandas de una octava *. Con él se puede obtener una idea general de las características del sonido. Debe observarse que para este sonido el nivel más alto se produce en la octava comprendida entre los -1200 Hz y los 2400 Hz.
Bandas de media octava. Las lecturas correspondientes a bandas de una octava son suficientes para el examen de muchos tipos de ruido, pero hay * Se puede adquirir papel especial para análisis de sonidos en bandas de una, media y un tercio de octava en la Codex Book Co., Inc., Norwood, Mass.
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muchas ocasiones en las que es necesario un análisis con mayor grado de resolución. Por ejemplo, puede saberse que un armónico de la velocidad de rotación de una máquina cae cerca de determinada frecuencia, próxima al extremo de una de las bandas de una octava. En estas condiciones, la gran amplitud de este armónico incrementaría la lectura de la banda más próxima, lo que dejaría indeterminado si realmente este armónico es la causa de la lectura. Con bandas más estrechas es más fácil identificar cada armónico, puesto que, en lugar de uno, habrá dos o más pasos de banda en cada octava. Por esta razón, se fabrican analizadores de filtro con bandas de media octava, que doblan la resolución de un analizador de bandas de una octava. Si la energía contenida en una octava se distribuye en las dos medias octavas que la forman, los niveles sonoros de las medias octavas inferior y superior serán, respectivamente, 3,8 db Y 2,3 db inferiores al de la octava. (Estos valores están calculados dividiendo la octava en dos medias octavas, una con el 41,4 por 100 y la otra con el 58,6 por 100 de la energía total de la octava). El análisis de un ruido blanco en bandas de media octava dará, generalmente, unos resultados que, en promedio, serán 3,1 db inferiores a los obtenidos con un análisis en bandas de una octava. Lo anterior es para un paso de banda teórico de características perfectas, es decir, con una curva de respuesta plana en el interior de la banda y con bordes verticales. Naturalmente, esto no se encuentra nunca en un instrumento real, lo que hace que la diferencia sea inferior en 0,2 a 0,3 db. Forzosamente, un incremento del número de bandas incrementa la complejidad del equipo. La elección del mismo dependerá principalmente de la resolución que se necesite y del máximo grado aceptable de complejidad del quipo. En la figura 17.8 se muestra un análisis en bandas de media octava correspondiente al mismo ruido de la figura 17.7. Se observará que está mucho más detallada la zona de frecuencias bajas, notándose la presencia de fuertes componentes discretas, en este caso la fundamental y armónicos. de 60 Hz. Cuando se analiza un ruido «blanco» en bandas de media octava, la lectura se incrementa en 1,5 db al pasar de una banda a la inmediatamente superior. Se puede aumentar la utilidad de un analizador de filtro con otros refinamientos, especialmente para bandas de fracción de octava. En algunos modelos, el campo se extiende por encima y debajo de los límites impuestos por las normas, permitiendo así el análisis de las frecuencias superiores e inferiores. Esto es muy importante, en especial para algunas aplicaciones de medida del ruido producido por máquinas. En la figura 17.8 también puede observarse esto, ya que se aprecia la existencia de energía por debajo de los 37,5 Hz.
Bandas de un tercio de octava. Un analizador para bandas de un tercio de octava aumenta en un 50 por 100 la resolución del de bandas de media octava. De nuevo, la elección de la unidad dependerá de la comparación entre la resolución deseada y el grado de complejidad aceptable del equipo. En la figura 17.9 se muestra el análisis en bandas de un tercio de octava del mismo ruido de las figuras 17.7 y 17.8. 620
En aquellas zonas en las que el ruido sea fundamentalmente «blanco», el nivel de cada banda de un tercio de octava será en promedio (para un paso de banda de características ideales) 4,9 db inferior al nivel de la banda de una octava equivalente. Para este mismo tipo de ruido, el nivel se incrementará en 1 db al pasar de cada banda a la inmediatamente superior. Si cualquier octava, en cuyo interior el ruido pueda considerarse «blanco», se divide en tres bandas de un tercio de octava, los niveles de estas bandas, ordenadas BANDAS DE PASO DE MEDIA OCTAVA EN HZ OOOC)ooo~~
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17.8. Análisis típico en bandas de media octava para el mismo ruido de la figura 17.7.
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FIG. 17.9.
Análisis típico en bandas de un tercio de octava del mismo ruido analizado en las figuras 17.7 y 17.8.
según su frecuencia, serán, respectivamente, 5,9, 4,9 Y 3,9 db inferiores al de la banda de una octava. En la práctica, y dado que las características de las bandas de paso nunca alcanzan el valor ideal, estas diferencias son algo inferiores a las teóricas. El funcionamiento de un analizador de un tercio de octava es idéntico al de otro de media octava y, por tanto, tiene las mismas ventajas. Mientras que el aumento de la resolución al emplear un analizador de media octava es del 100 por 100 con respecto al de una octava, si se utiliza un analizador de un tercio de octava, la resolución aumenta en un 50 por 100 respecto a la obtenida con el de media octava. Cuando se considere la posibilidad de utilizar un analizador de un tercio de octava, conviene investigar también la posibilidad de emplear uno de ajuste continuo, como se describe más adelante. Anchura de banda ajustable. Las frecuencias de corte inferior y superior del filtro de algunos analizadores se pueden ajustar de forma independiente, de manera que se pueden emplear anchuras de banda de una fracción de octava, de una octava o de cualquier otro valor. Esto permite elegir la anchura de banda que más convenga para cada ocasión. Por ejemplo, se puede utilizar una banda amplia en aplicaciones donde no se necesite un elevado grado de resolución, como, por ejemplo, en ruidos de habitaciones. Las bandas más estrechas se pueden emplear para analizar el ruido producido por maquinaria, obteniéndose una mejor separación de los diversos armónicos de las
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frecuencias de rotación de las máquinas que la que se puede conseguir con anchuras de banda de una octava. Los analizadores de anchura de banda ajustable ofrecen otra ventaja. Cuando se mide un ruido blanco (es decir, un ruido cuyo espectro tenga un nivel constante, lo que equivale a decir que la cantidad de energía en cada banda de un ciclo por segundo de anchura sea constante) con un analizador de una octava o fracción de octava de paso de banda (o que éste sea de algún modo proporcional a la frecuencia central de la banda), las lecturas que se obtienen se incrementan con la frecuencia, a razón de 3 db por octava, dependiendo la lectura en cada banda de su anchura. Las lecturas en bandas de media octava adyacentes diferirán en 1,5 db cuando el espectro sea realmente el de un ((ruido blanco», correspondiendo el mayor nivel a la banda de frecuencias más altas. Por consiguiente, si, cuando se mide el nivel de un ruido blanco en una banda de media octava, se incrementa en media octava la frecuencia de corte superior, el nivel se incrementará, tóricamente, en 3,8 db. Si se decrementa la frecuencia de corte inferior en media octava, la lectura se incrementará, también en teoría, en 2,3 db. Los supuestos anteriores se basan en bandas de paso teóricamente perfectos, que nunca se encuentran en los instrumentos reales. En los instrumentos comerciales típicos el incremento en las lecturas de ruidos blancos, cuando se amplía en otra media octava la anchura primitiva de media octava, es inferior en 0,2 o 0,3 db a las cifras dadas anteriormente. Generalmente, un cálculo aproximado indicará si el cambio de la lectura del medidor al cambiar el paso de banda se debe a un ruido distribuido aleatoria o uniformemente, o es el resultado de una (o quizá más) fuerte componente individual en el interior de una banda. (La escucha con auriculares también puede proporcionar información de este tipo a un observador experimentado.) Por ejemplo, refiriéndonos a la figura 17.8, se observará que las bandas de media octava comprendidas entre 53 y 75 Hz, 106 Y 150 Hz Y 1700 Y 2400 Hz tienen una lectura sólo ligeramente inferior (mucho menos que 3,1 db) que las bandas de una octava que van desde 37,5 a 75 Hz, 75 a 150 Hz y 1200 a 2400 Hz, respectivamente, según puede verse en la figura 17.7. Este cambio insignificante en las lecturas al aumentar la anchura de banda indica que la mayor parte del ruido en las citadas bandas de media octava se compone de fuertes componentes discretos o de pequeñas bandas de componentes completamente comprendidas dentro de las bandas de media octava. En este caso, los picos de frecuencias bajas encontrados en esas bandas corresponden a la frecuencia de 60 Hz y a su primer armónico, lo que proporciona un indicio sobre su origen *. De forma análoga, la localización de un componente de frecuencia elevada se puede deducir de otras características mecánicas de la máquina cuyo ruido se esté investigando. Todo esto sirve para dar una idea de la utilización típica de los analizadores de anchura de banda ajustable. Características generales de los analizadores de bandas de o::tava y de fracción de octava. Los analizadores del tipo pasobanda de una octava o L
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En EE. UU. la frecuencia de la red de distribución eléctrica es de 60 Hz.
(N. del T.)
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de 'fracción de octava tienen una ventaja importante. Cuando se suma la potencia de todas las bandas, la potencia total abarca todos los sonidos componentes del sonido, incluyendo el ruido uniforme y los componentes aleatorios. Con un análisis de este tipo, el usuario puede, por tanto, hallar fácilmente tanto el ruido total correspondiente a todo el espectro, como el nivel correspondiente a cualquier banda de frecuencias. Esto tiene una importancia especial cuando el ruido contiene una proporción relativamente grande de componentes uniformes. La suma se realiza rápidamente utilizando la figura 2.17, o convirtiendo el nivel en decibelios de cada banda en el nivel relativo de potencias (véase la Tabla de decibelios, Apéndice 2.2), sumando los niveles de potencia y reconvirtiéndolos en decibelios con ayuda de la misma tabla. Puesto que ningún analizador de filtro pasobanda tiene la curva característica ideal, es decir, plana y de bordes verticales, se introducen errores más o menos grandes según las condiciones de medida. Por ejemplo, cuando los bordes del espectro que se está analizando tienen mucha pendiente, el error se incrementa con la anchura de la banda, así que los pasos de banda de más de una octava de anchura no son recomendables, a no ser que el espectro que se esté midiendo tenga una pendiente muy gradual. Sin embargo, el ligero redondeo de las esquinas de la banda de transmisión compensa en parte la falta de un corte perfecto fuera de la banda. No parece que haya necesidad de preocuparse por este error cuando se emplean bandas de media octava o más estrechas.8 La falta de un corte en los límites de la banda redunda en una ligera ampliación de la anchura de banda del filtro y, en consecuencia, en una lectura del analizador mayor que la teórica. Esto es más evidente en las bandas de porcentajes más bajos, donde la lectura del analizador puede ser hasta 1 db superior a la prevista. No obstante, esto se compensa normalmente con una pérdida ligeramente mayor, debida a la introducción del filtro pasobanda, especialmente cuando se utilizan filtros pasoalto y pasobajo independientes funcionando como un filtro pasobanda. Lo anterior es aplicable cuando se analizan ruidos aleatorios. Si hay picos de frecuencia intensos, el nivel de corte fuera del paso de banda determina la influencia de estos picos en la lectura del analizador cuando se analiza la zona de frecuencias exterior a la de estos picos. El manejo de todos los analizadores del tipo pasobanda es similar. Para lograr la máxima precisión se debe tener cuidado en seguir las instrucciones del fabricante en lo referente al manejo de los atenuadores y la comprobación de la tensión de batería. Analizadores de banda estrecha de ajuste continuo
Los analizadores de ajuste continuo se emplean para medir la frecuencia de los componentes discretos del ruido. Mientras que el analizador normal de octava o de fracción de octava no acepta una banda inferior al tercio de octava, los analizadores de banda estrecha de ajuste continuo pueden aceptar
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una banda de 1/30 de octava o, en el caso de que sean de anchura de banda constante, de unos pocos ciclos por segundo. Con estos analizadores se pueden seleccionar individualmente los diversos componentes discretos del sonido, lo que permite medir su frecuencia y amplitud con un alto grado de precisión. Estos analizadores dan mayor resolución en el análisis que cualquier analizador de banda amplia, pero con el correspondiente aumento del tiempo de medición, sobre todo si el sonido que se está analizando es de gran complejidad. Cuando se dispone de un dispositivo registrador de nivel, bien como accesorio, bien formando parte del analizador, se reduce cualquier inconveniente derivado del análisis de un sonido complicado. También puede grabarse la forma de onda del ruido en una cinta magnética para analizarla en un momento más adecuado. Debido a la estrechez del paso de banda, el analizador continuo no suele utilizarse para mediciones de ruido más o menos uniforme, aunque puede hacerse perfectamente, especialmente si está dotado de un registrador de nivel. El analizador de ajuste continuo es útil cuando se necesita una identificación o medida exacta de los componentes de frecuencia discreta. En general, si la frecuencia fundamental de los componentes es constante, o si la medida exacta de su amplitud tiene una importancia secundaria comparada con la necesidad de tener una determinación precisa de su frecuencia, darán resultados satisfactorios, tanto un analizador de porcentaje constante como uno de anchura de banda constante. Sin embargo, si la frecuencia de los componentes fluctúa de forma significativa, será más fiable el uso de un analizador de porcentaje constante. La resolución del analizador de porcentaje constante es mejor a frecuencias bajas, mientras que la del de anchura de banda constante es mejor a frecuencias altas. Al analizador de variación continua se le considera generalmente como complemento de los de octava o fracción de octava, más que como un sustituto.
Anchura de banda de porcentaje constante *. En este tipo de analizador la anchura de banda (expresada en herzios) varía automáticamente cuando se sintoniza el analizador de modo que sea siempre un porcentaje constante de la frecuencia central de sintonía. Bajo este punto de vista, el analizador de porcentaje constante es similar al de fracción de octava, radicando la diferencia en que la fracción de octava a la que equivale su paso de banda es muy pequeña; un valor típico de su anchura de banda es del orden de 1/30 de octava. 9 La conexión de un analizador continuo a un medidor de nivel sonoro es similar a la de un analizador de paso de banda. El analizador se suele conectar directamente a los circuitos de salida del medidor. Se puede ajustar la sensibilidad para que las lecturas coincidan con las del medidor. Esto se realiza generalmente mediante un tono puro de calibración, que se puede obtener de un sistema eléctrico o acústico de calibración asociado o unidlo al medidor. Por ello, las lecturas de este analizador podrán expresarse directamente en decibelios. * 624
O anchura de banda proporcional. (N. del T.)
Algunos analizadores de este tipo también van equipados con una escala porcentual. Cuando se utiliza ésta, se suele ajustar la sensibilidad del analizador para que la lectura correspondiente al componente más fuerte del ruido sea del 100 por 100, midiéndose los restantes componentes en términos del porcentaje respecto a este valor máximo. Esto coincide con el procedimiento generalmente establecido para el análisis de una forma de onda eléctrica. En la figura 17.10 se muestra un análisis típico de un ruido compuesto princi
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palmente por componentes de frecuencia discreta. El analizador de anchura de banda porcentual constante es conveniente para analizar ruidos de este tipo producidos por máquinas, pero que pueden tener una pequeña modulación de frecuencia debido a las ligeras variaciones de la velocidad de las máquinas. Con un analizador de anchura de banda porcentual constante, la modulación de frecuencia de todo el ruido producirá una reducción constante en la lectura para todos los componentes (no afectando, por tanto, a las amplitudes relativas). En la figura 17.11 se muestra este efecto.
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'Con -el analizador' de' porcentaje constante, lo mismo que con los anali,iadores de paso de banda -de octava o fraccióri de octava (que en realidad son analizádores de anchura de banda porcentual constante), la lectura correspondiente a un ruido «blancoD se incrementará en 3 db por octava conforme aumenta la frecuencia.
Anchura de banda constante. Otro tipo de analizador de ajuste continuo 'se basa en el principio de la heterodinación y proporciona un paso de banda cuya curva característica conserva un ancho constante (expresado en herzios) al variar la frecuencia de sintonización del analizador desde un extremo al otro del espectro. En algunos casos se puede variar la anchura del paso de banda, bien continua o escalonadamente, sin que el paso de banda mantenga una relación porcentual constante con el centro de la banda, como ocurría en el caso de los analizadores de anchura de banda porcentual constante. Cuando se emplea un analizador de anchura de banda constante, cualquier modulación de frecuencia de los componentes puede producir un error en las medidas de la amplitud relativa de los mismos. En la figura 17.11 se muestra el efecto que produce en un análisis de anchura de banda fija una señal mondulada en frecuencia, tal como la que aparece frecuentemente al medir el ruido producido por máquinas.9 Cuando se cumplen ciertas condiciones, este error puede ser importan~e. . Por otro lado, para ruidos que tengan componentes cuya frecuencia fundamental posea una gran estabilidad, el analizador continuo normal proporciona mayor discriminación fuera de la banda de paso que el analizador normal de anchura porcentual constante. Asimismo, el analizador de anchura de banda constante cubre la totalidad del espec~ro, de audiofrecuencia mediante una sola vuelta ,del dial, cosa. que no suele suceder en la mayoría de los analizadores de anchura de banda porcentual constante. Por estas razones, el analizador de anchura de banda constante tiene muchas aplicaciones importantes, especialmente cuando se utilizan registradores de nivel, debido a la facilidad con que puede acoplarse a estos dispositivos para hacer un análisis automático. Cuando se emplea un analizador de anchura de banda constante, la lectura correspondiente a un ruido «blanco» permanece constante, cualquiera que sea la frecuencia a la que se haya ajustado el analizador. Comparación de diferentes tipos de analizadores
En la figura 17.12 se pueden comparar las curvas típicas de respuesta de los analizadores de anchura de banda constante, de anchura de banda porcentual constante, de octava y de fracción de octava. lO Se observará que el tipo de analizador a emplear debe ser elegido perfectamente en base al tipo de ruido que se vaya a analizar con más frecuencia. Si el ruido contiene, como sucede frecuentemente, frecuencias discretas, que destacan sobre un fondo de ruido aleatorio, y se necesita obtener información principalmente de la distribución aproximada en el espectro de audio de la mayor parte del ruido, conviene utilizar un analizador de octava o de fracción de octava. Como regla práctica, se indica que lo normal es que se hagan más análisis
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en bandas de octava que de cualquier otro tipo. Para aumentar la resolución y la versatilidad se aconseja emplear analizadores de media 'y de un .tercio de octava, siendo estos tipos especialmente útiles si también pueden usarse como analizadores de octava en aquellas aplicaciones que no precisen una gran resolución. También debe tenerse en cuenta el campo de variación de· la frecuencia del analizador. Precauciones. Siempre que un analizador u otro dispositivo se conecte a la salida de un medidor de nivel sonoro, el operador deberá anotar si su conexión cambia o no la lectura del medidor. Si afecta, a la lectura, la sensibilidad de analizador se deberá ajustar en base a la indicación del medidor CIl
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para un sonido determinado o señal de prueba, observada o leída antes de conectar el analizador. Aún más importante es lo siguiente: si el rectificador del medidor de nivel sonoro está conectado directamente al circuito de salida hacia el analizador, la distorsión producida por el rectificador puede afectar a las lecturas del analizador. Para evitar esto, algunos medidores de nivel sonoro van provistos de una etapa de salida auxiliar para conectar de forma independiente el dispositivo indicador del nivel sonoro y el analizador. Otros modelos tienen un sistema de desconexión del dispositivo indicador interno mientras se esté utilizando un analizador o cualquier otro instrumento. No obstante, en todos los casos, el estrecho paso de banda del analizador de ajuste continuo hace tedioso el análisis manual de los ruidos relativamente uniformes, puesto que el instrumento se debe ir sintonizando lentamente para obtener las lecturas medias del dispositivo indicador, ya que en cualquier banda de paso estrecha la fluctuación instantánea del ruido aleatorio es considerable. Por este motivo, los analizadores de ajuste continuo se emplean generalmente para medir la frecuencia de los componentes individuales de un ruido, como complemento a las medidas globales hechas con analizadores de octava o de fracción de octava, medidas que abarcan a todos los componentes. Sin embargo, cuando el analizador de ajuste continuo se usa en conjunción con un registrador de nivel, éste hace generalmente que la sintonía del analizador se desplace a lo largo de todo el espectro a una velocidad dada constante, proporcionando una medida más fidedigna del ruido aleatorio que la que se puede obtener mediante un funcionamiento manual.
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Empleo de redes de ponderación para mejorar la precisión del analizador
Aunque, como regla general, se debería emplear la red de ponderación del tipo e en todos los análisis de ruido, en ocasiones es ventajoso el empleo de las otras redes. Si el nivel de espectro del ruido se va incrementando rápidamente al disminuir la frecuencia por debajo de los 1000 Hz, el uso de las redes de los tipos A y B tenderá a aplanar el espectro, reduciendo el error resultante de dicho incremento. También es posible que, para alguna frecuencia, el nivel del sonido supere a la atenuación máxima de los filtros pasobanda, de modo que, por ejemplo, un sonido de baja frecuencia con un nivel elevado producirá lecturas apreciables en las bandas de frecuencias más altas. Aquí será de nuevo conveniente el uso de las redes de ponderación A y B para reducir el nivel global a medir en el analizador y de esa forma mejorar la precisión de los resultados al aplanarse el espectro. Si se emplea una red de ponderación durante el análisis, los resultados deberán corregirse en el valor correspondiente a la diferencia de respuesta entre la red utilizada y la red de tipo e, diferencia que puede deducirse de la figura 16.12. En el caso de analizadores de octava o de fracción de octava, la corrección del nivel de cada banda con el valor correspondiente a la diferencia entre las dos curvas de respuesta a la frecuencia central de la banda da generalmente resultados satisfactorios. Mediante esto se incrementa el nivel del análisis de los componentes de baja frecuencia en relación con los componentes de frecuencias altas. Funcionamiento con incidencia de 0°
Si se va a usar un analizador para poder corregir en los resultados globales el efecto de una respuesta anormal a frecuencias altas, se pueden aprovechar las características direccionales del micrófono trabajando con un ángulo de incidencia de 0°, para el que el micrófono es más selectivo a las frecuencias altas, y, a continuación, corrigiendo mediante el análisis el exceso de respuesta a las frecuencias altas. No obstante, esto no suele ser necesario, salvo cuando se encuentran condiciones de excesiva reflexión. Empleo conjunto de registradores de nivel y analizadores
Los registradores de nivel se asocian frecuentemente con analizadores de sonido para obtener registros gráficos de los análisis de ruido o de los niveles en función del tiempo. Cuando el registrador de nivel se conecta de forma adecuada a un analizador de ajuste continuo, se puede obtener un análisis automático, aparte de otras ventajas, cuando se mide ruido de espectro plano. La sensibilidad del registrador de nivel se debe ajustar antes de su empleo ,en la medida de sonidos, para que las lecturas sean equivalentes a las del medidor de nivel sonoro o a las del analizador a los que se conecte. La forma más fácil de conseguir esto es aplicando un tono o una señal eléctrica de 628
calibración al micrófono o al circuito de entrada del medidor de nivel sonoro, respectivamente, y ajustando la sensibilidad del registrador para que la lectura máxima se obtenga cuando el dispositivo indicador del medidor de nivel sonoro o del analizador alcance el valor final de la escala. Como se ha mencionado previamente, estas mismas precauciones deben observarse cuando se conecta un analizador a un medidor de nivel sonoro. Si el registrador se conectase directamente en paralelo con el rectificador de un dispositivo REGISTRADOR DE ESPECTROS DE AUDIOFRECUENCIA TIPO 2311
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17.13. Espectrogramas del ruido de un tomo tomados a tres velocidades diferentes del registrador de nivel: (a) 50 db/seg; (b) 200 db/seg; (c) 70 db/seg. (Por cortesía de Brüel y Kjaer.)
FIG.
indicador, la falta de linealidad del rectificador podría afectar a las lecturas del registrador de nivel. En la mayoría de los medidores de nivel sonoro o de los analizadores se resuelve este problema mediante la incorporación de un circuito independiente de salida para la conexión del equipo auxiliar, o des-
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éonedando' el rectificador de medida cuando esté' conectado uno de estos equlpo~ aúxiliares, como puede ser un. registrador de nivel. Los registradores
tiénen,' generalmente, varias escalas 'dinámicas. La más conveniente para una a'plicaCión normal es la de 40 o 50 db, aunque puede ser necesario utilizar escalas inferiores' () superiores cuando así lo requieran las características· del ruido.: " . En la' figura 17.13 se puede observar el efecto producido por la velocidad de escritura del registrador en el análisis de un ruido procedente de un torno. La fuente de ruido es idéntica en los tres espectrogramas, pero la velocidad de escritura del registrador en (a) era de 50 db/seg, en (b) era de 200 db/seg y en Cc) era de 700 db/seg. La velocidad lenta de escritura produce una amortiguación de la curva obtenida. Por lo general, es suficiente hacer una sencilla comprobación de la tensión de batería o una calibración acústica antes y después del funcionamiento. Si sólo se comprueba la tensión' de batería, posteriormente hay que efectuar una comprobación acústica en el laboratorio para determinar la magnitud de una posible deriva en la sensibilidad. En el caso de que el medidor de nivel sonoro disponga de mecanismos de ajuste de la tensión de batería, se mantendrá, generalmente, un nivel normal de precisión durante la prueba' reajustando dicha tensión a intervalos regulares. Si la medición tarda un cierto número de horas en realizarse, se deberán comprobar periódicamente las baterías y, si fuera posible, se calibrará acústicamente el medidor de nivel sonoro. Analizadores de octava o de fracción de octava. En general, mediante un registrador de nivel en conjunción con un analizador de bandas se pueden obtener dos tipos de registros: 1) El nivel correspondiente a una banda determinada, o a una serie de bandas, en función del tiempo. En la figura 31.47 puede observarse un análisis de este tipo de un ruido producido por una motocicleta. En general, si es necesario obtener registros del nivel sonoro en función del tiempo para un conjunto de bandas, suele utilizarse una grabación del ruido en cinta magnetofónica que puede reproducirse repetidamente para su análisis en cada una de las bandas. Esta clase de análisis se lleva a cabo normalmente cuando el espectro del ruido varía en función del tiempo. 2) Cuando el espectro del ruido a analizar tiene un lTlivel más o menos constante, se puede obtener el nivel de cada banda sin más .que conmutar secuencialmente el analizador de una banda a otra. El registrador se conecta al circuito de salida del analizador y su sensibilidad se ajusta en la forma descrita anteriormente. El analizador se maneja manteniéndolo un tiempo fijo en cada banda. Lo normal es que se empiece con la banda de frecuencia más baja, incrementándola cada 2 o 5 seg, por ejemplo. El cambio de banda puede hacerse manual o automáticamente. Así se consigue un registro como el de la figura 17.14, que muestra el análisis espectral de un ruido producido por la circulación de aire por un sistema de tubos. Los datos se obtuvieron mediante un analizador de un tercio de octava. Los cambios normales de la conmutación producen una definición suficiente de las bandas. Un gráfico de .este tipo no sólo proporciona un registro indeleble del análisis, sino que 630
también permite obtener un promedio del nivel en cada banda mejor. que, el obtenido normalmente con una· simple observaci6n del. movimiento de la aguja del dispositivo indicador. REGISTRADOR DE ESPECTROS DE AUDlOFRECUENCIA TIPO 2311
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FRECUENCIA EN HZ
FIG. 17.14. Espectrograma del ruido producido por una corriente de aire en un sistema de tubos. Estos datos se. obtuvieron con un analizador de un tercio de octava. (Por cortesía de Brüel y Kjaer.)
Analizador de ajuste continuo. A veces, el analizador de
ajust~
continuo
y el registrador de nivel están contenidos en un único instrumento. En otras
ocasiones, el fabricante suministra el equipo de acoplamiento y el formato de papel para gráficos apropiado. En cualquier caso, la sensibilidad del registrador se ajustará de la forma ya citada, pero, además, se deberán sincronizar ~1 motor de avance del papel y el dial de sintonía del analizador; A causa d:el posible juego en las, piezas de acoplamiento, generalmente es mejor dejar que el propio mecanismo deartastre lleve 'tanto el papel' como el dia.1 de sintonía al punto de comienzo del análisis (normalmente la frecuencia más baja de las calibradas) y hacer los ajustes necesarios para que estos puntos coincidan exactamente sobre el dial y el papel calibrado. Cuando el conjunto se ponga en marcha, el registrador dibujará un gráfico con el análisis completo del sonido. Cuando el registrador de nivel y el analizador vayan barriendo el espectro· de audiofrecuencias, el ruido blanco o 'aleatorio se dibujará de forma aleatoria e irregular, dependiendo el número de variaciones de la lentitud con que se haga el barrido. Si al estudiar el análisis final hubiera alguna duda sobre si un pico determinado es debido a un componente de frecuencia única o a una variaci6n aleatoria, se debería repetir el análisis, haciendo una com-' paraci6n de los dos gráficos obtenidos. En un analizador de porcentáJe constante, la anchura de banda, expresada en herzios, aumenta proporcionalmente a la frecuencia central de la banda conforme el dial de sintonía se desplaza a 10 largo del espectro de audiofrecuencia. Un ruido blanco, cuyo espectro tenga un nivel constante, aumentará con la frecuencia a raz6n ,de 3 db por octava. Con este tipo de analizador, cualquier modulaci6n de frecuencia de las componentes discretas. producirá una disminuci6n, generalmente pequeña, de las lecturas, que será constante 631
en todo el campo del análisis. En la figura 17.15 puede observarse un análisis típico hecho con un analizador de anchura de banda proporcional constante. El funcionamiento de un analizador de anchura de banda constante, cuando se usa junto a un registrador de nivel, es exactamente el mismo que el de un analizador de anchura de banda proporcional, salvo que el mecanismo motriz del analizador puede ser más sencillo, ya que se abarca todo el campo de análisis del instrumento con una sola vuelta del dial. En la figura 17.16 se muestra un análisis hecho de esta manera. Puesto que, sea cual sea la frecuencia a la que se sintonice, la anchura de banda del analizador permanece constante, un ruido blanco o aleatorio tendrá un nivel de espectro constante,
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FIG. 17.15. Registro de un espectrograma de un ruido obtenido mediante un analizador de anchura de banda porcentual constante.
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FRECUENCIA EN HZ
FIG. 17.16.
Espectrograma de un ruido analizado con un analizador de anchura de banda constante. Se trata del mismo ruido cuyo espectrograma se muestra en la figura 17.15.
salvo algunas varIaCIOnes aleatorias debidas a cambios esporádicos del ruido. Una comparación de las figuras 17.15 y 17.16 muestran las diferencias típicas entre los analizadores de porcentaje constante y los de anchura de banda constante. Empleo de registradores de cinta magnetofónica en el análisis del ruido
En ocasiones hay dificultad para analizar los diversos tipos de ruidos en el lugar e instante en que se originan. Mediante un registrador de cinta magnética se puede «almacenar» el ruido para analizarlo posteriormente. Cualquier magnetófono de los utilizados en las emisoras de radio, o de una calidad equivalente, sirve para el análisis de ruidos. Algunos magnetófonos pueden funcionar a diversas velocidades, cada una con su propia curva característica de variación de la respuesta con la frecuencia. La respuesta del magnetófono a las diferentes frecuencias afectará al nivel global registrado. Por consiguiente, es necesario que el campo de frecuencias del magnetófono sea al menos igual que el del medidor de nivel sonoro utilizado para medir el ruido. Esto exige que la velocidad de la cinta sea de 7,5 o 15 pulgjseg (19 o 38 cmfseg, respectivamente). También es importante que la relación señal-ruido del magnetófono sea
632
relativamente alta (45 db o más), puesto que el ruido interno de fondo del magnetófono, ya sea el grabado o el originado en el amplüicador de reproducción, será semejante a una señal sonora cuando pase a través del amplificador. Para la grabación de ruidos y sonidos, el magnetófono deberá estar conectado al circuito de salida del medidor de nivel sonoro. Se recomienda usar la entrada
junto a una anotación de la fuente del. ruido, situación del micrófono, orientación del mismo, etc. Por ejemplo, si se está grabando un nivel total de presión sonora de 86 db, cuando se analice el ruido posteriormente, el control de ganancia de. reproducción del magnetófono se deberá ajustar de modo que el analizador lea 86 db en la posición de lectura global (que, por ejemplo, se extienda desde los 20 a los 20000 Hz). Si el análisis se· realizase, por ejemplo, en bandas de una octava, el nivel total de presión sonora de cada banda podría leerse directamente del. medidor del analizador, siempre· que el control del atenuador del mismo se manejase de acuerdo con las instrucciones' del fabricante. , Un segundo método de anotar el nivel total, de presión sonora y los res-' tantes datos pertinentes es grabarlos en la propia cinta magnética a través del micrófono. De esta forma no hay peligro de que, por circunstancias imprevistas, se· pierdan dichos datos o se traspapelen con los de otra grabación. Una grabación en cinta se puede analizar de forma análoga a la utilizada para analizar ruidos sobre el terreno, analizando el sonido resultante de su reproducción. Las fluctuaciones de nivel serán del mismo tipo que las observadas sobre el terreno, con la posible adición ± 1/2 db, debida a irregularidades en la sensibilidad de la cinta. Estas variaciones del nivel total se pueden reducir cortando una sección de la cinta con una duración variable en-' tre 1/2 seg y 10 o 20 seg y empalmando los extremos de manera que se forme un bucle. Este bucle se puede reproducir tantas veces como se quiera hasta que se termine el análisis. El bucle se puede reproducir en un magnetófono de calidad varios miles de veces sin que se produzca ninguna degradación apreciable en la cinta. El mejor método para determinar la distribución de frecuencias de .un ruido intermitente es el análisis del sonido grabado en 'un bucle de cinta, especialmente si sólo se han grabado unos pocos pulsos discretos del ruido. Al analizar un bucle de cinta, se observarán unos impuXsos (<
En estas condiciones, la diferencia de nivel entre el ruido analizado directamente y el analizado tras su reproducción es la corrección en decibelios para el magnetófono. Si el magnetófono es apropiado para efectuar análisis de ruido, la diferencia deberá ser menor que ± 3 db dentro del campo de frecuencias de interés. Cuando se utilice un analizador de banda estrecha para medir las diversas frecuencias componentes, es importante que la velocidad de la cinta se mantenga constante durante los procesos de grabación y análisis. Para estas aplicaciones se deberá emplear un magnetófono con muy poca fluctuación de velocidad. En caso contrario, la señal grabada estaría sujeta a una modulación de frecuencia suficientemente intensa como para introducir errores importantes en las lecturas. del analizador, especialmente cuando se analiza un ruido continuo procedente de una máquina rotativa o de un t.ransformador. , DatQs· que se deben anotar al hacer un análisis de sonido
Además de los datos que deben anotar al hacer mediciones de nivel sonoro y que se han enumerado anteriormente, cuando se hagan análisis de ruido
hay que anotar los siguientes datos: 1. ·Corrección aplicada (en decibelios) para cada banda de frecuencias,
o a cada frecuencia. Descripción y características del equipo utilizado en el análisis, incluyendo el registrador de nivel y el magnetófono. 3. Un gráfico corregido de los resultados. 2.
MEDICION DE TRANSITORIOS Clasificación de los ruidos transitorios
Los medidores de nivel sonoro convencionales están diseñados, fundamentalmente, para la medida de ruidos continuos, pero, puesto que se emplean también para medir ruidos fluctuantes, se han seleccionado las características mecánicas del dispositivo indicador con vistas a obtener únas lecturas satisfactorias cuando se midan estos sonidos. Sin embargo, en la práctica se ha demostrado que las diferencias entre la evaluación fisiológica de un sonido y la medida de su nivel, obtenida con un medidor convencional, aumentan conforme el sonido se va diferenciando del de tipo continuo, o a medida que la razón entre los valores de pico y eficaz de la forma de onda se incrementa (véase en el Cap. 2 un análisis de la Relación entre los valores de pico y eficaz). Esta condición se cumple principalmente con el caso de los ruidos intermitentes o del tipo de impacto, formados por pulsos transitorios de ruido, repetidos o diferentes. El ruido intermitente puede ser un ruido continuo interrumpido o modulado, o puede estar formado por una serie de ruidos de impacto u otro tipo de transitorios repetidos a intervalos regulares o irregulares. Si el valor eficaz
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es constante, pero se incrementa la razón del valor de pico al eficaz, el ruido se hace apreciablemente más alto para el oído, aunque la lectura del medidor de nivel sonoro no cambie. Parece, pues, que el oído es más afectado por la potencia de pico instantánea que por la potencia media, así que cuanto mayor sea el valor de la razón entre el valor de pico y el eficaz, más alto y más molesto se hará el sonido, incluso aunque no varíe el valor eficaz leído en un medidor convencional de nivel sonoro. Normalmente, conviene tomar lecturas del valor de pico cuando la razón entre el valor de pico y el eficaz es elevada, pero no siempre es fácil determinar cuándo se está en este caso. La relación de los valores de pico y eficaz para un ruido blanco puede ser de 6 a 10 db. Cuando la relación es mayor de 10 db, el ruido es, generalmente, de naturaleza transitoria o transitoria cíclica. Los zumbidos y los ruidos sordos y silbantes, que van asociados normalmente a una máquina rotativa bien diseñada, es muy raro que tengan razones altas entre los valores de pico y eficaz. En contraste, se producen ruidos con altas razones entre dichos valores cuando un objeto golpea contra otro, como en una prensa, cuando hay explosiones y cuando se producen repiqueteos y tintineos. Un criterio vulgar, pero útil, es el siguiente: cuanto menos «musical» sea un sonido, es más probable que su razón entre el valor de pico y el eficaz sea elevada. Cuando esta razón sea muy elevada, como es el caso de un disparo aislado, la lectura del medidor sonoro no será significativa, puesto que el pico tendrá una duración demasiado corta para producir una desviación significativa del dispositivo indicador. Cuando haya varias fuentes de sonidos intermitentes en un recinto grande, el ruido total tenderá a tener una razón entre los valores de pico y eficaz más o menos normal (excepto al lado de las fuentes), ya que las fuentes funcionan aleatoriamente, es decir, sin estar sincronizadas. El operario de cualquier gran máquina aislada que sea una fuente de ruido de impacto está normalmente tan próximo a su máquina que el ruido que en ella se origine producirá un pico en sus oídos que estará muy por encima del nivel sonoro medio del recinto. Por ello, cuando se desea medir las características del ruido al que está expuesto un operario, es muy importante que el micrófono se sitúe en su puesto habitual de trabajo. En la figura 17.17 se muestra un registro, obtenido con un osciloscopio, de dos clases de sonidos de impacto típicos. Para obtener el gráfico (a), el micrófono se situó a 120 cm de una prensa estampadora que efectuaba una operación sencilla de estampado. 5 mseg después del impacto se alcanza un pico instantáneo de 120 db. Obsérvese que el incremento inicial es muy rápido, alcanzándose un nivel de 119 db en el primer milisegundo, después del impacto. La envolvente de la curva de amortiguamiento es, aproximadamente, de naturaleza exponencial. La naturaleza aleatoria de las amplitudes de los picos y la asimetría de la onda son evidentes. En la figura li7.17b el oscilograma está producido por un ruido procedente de un martinete de 850 kg trabajando al aire libre. El micrófono estaba situado a 8 m del martinete. De nuevo la subida inicial del nivel es muy rápida, siendo 119 db el máximo nivel alcanzado. En este caso se produce una variación periódica de baja fre636
cuencia de 25 m de período (40 martinete. Cuando el micrófono oscilograma tendía a parecerse al a la atenuación en el aire de los apreciable en comparación con la
Hz), que está causada por la vibración del se situaba más próximo al martinete, el de la figura 17. 17a, debiéndose la diferencia componentes de alta frecuencia, que resulta correspondiente a las frecuencias bajas.
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FIG. 17.17. Grabaciones de ruidos de impacto efectuadas con un oscilógrafo. (a) Ruido proveniente de un único golpe de una prensa de estam-
pación efectuando una operación sencilla de estampado. El nivel de pico registrado es de 120 db. (b) Ruido de impacto de un martinete. (A. P. G. Peterson,12)
Las constantes de tiempo de amortiguación de los sonidos de impacto están comprendidas normalmente entre los 10 y los 250 m *. En general, la energía relativa de las diversas bandas cae a velocidades diferentes. Por ejemplo, en la figura 17.18 se muestra la constante de tiempo de un ruido producido por una prensa de estampar taladros para varias bandas de una octava. 1000 oz
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En la práctica se encuentran algunas irregularidades en la forma de onda, producidas tanto por la reflexión en el entorno de la fuente, como por las propias características de la máquina. Estas irregularidades son generalmente muy inferiores al pico inicial del impacto. * La constante de tiempo es el tiempo necesario para que el nivel de la onda disminuya 8,7 db a partir del valor inicial. 637
Empleo del osciloscopio para lecturas del valor de pico
El osciloscopio de rayos catódicos es útil para la observación de ruidos transitorios o intermitentes, en especial si se utiliza una pantalla de gran persistencia.
Calibración del osciloscopio. Un osciloscopio conectado al conector de salida de un medidor de nivel sonoro, se puede calibrar mediante una fuente sinusoidal de potencia audible. Esta fuente puede transmitir su energía al medidor de nivel sonoro, bien acústicamente a través de un altavoz o de un calibrador acústico, o bien eléctricamente mediante un calibrador eléctrico o cualquier otro acomplamiento a los circuitos de entrada del medidor. No es necesario que haya una gran exactitud en el nivel, pero conviene que la forma de onda observada en el osciloscopio sea con gran aproximación una verdadera sinusoide. Primero se ajustan los controles del medidor de nivel sonoro y la amplitud de la señal de calibración para obtener una desviación del dispositivo indicador del medidor hasta el final de la escala (normalmente + 10 db). A continuaci6n se comprueba si el dispositivo indicador del medidor de nivel sonoro afecta a la forma de onda que aparece en el osciloscopio; esto se puede hacer desconectando el dispositivo indicador (generalmente conmutándolo a una posici6n A de comprobación de la tensión de batería). Si la forma de onda fuese afectada, se debería desconectar el dispositivo indicador durante la observación de la misma. Algunos medidores de nivel sonoro tienen una etapa de salida, diferente a la de acceso al dispositivo indicador, para la conexi6n de instrumentos auxiliares, en cuyo caso, al no ser afectada la forma de onda por dicho dispositivo, no es necesario efectuar esta comprobación. Finalmente se calibran los mandos de la consola del osciloscopio de la siguiente manera: Se ajustan los controles del osciloscopio para que la desviaci6n correspondiente a la lectura del final de escala del dispositivo indicador sea la más conveniente. Las divisiones de la pantalla del osciloscopio son lineales, en contraste con las de la escala del dispositivo indicador del medidor de nivel sonoro, que son logarítmicas, puesto que los decibelios son proporcionales al logaritmo de la diferencia de potencial eléctrico o de la presión sonora. Es conveniente que, por comodidad, la consola de osciloscopio esté calibrada directamente en decibelios. Esta escala se determina fácilmente utilizando la Tabla de decibelios dada en el Apéndice 2.1. Por ejemplo, si una determinada desviación del osciloscopio equivale a una lectura de + 10 db del medidor o a un nivel sonoro de 90 db, una desviaci6n mitad de la anterior será 6 db inferior, es decir, equivaldrá a un nivel sonoro de 84 db; una desviación que sea 0,316 veces el valor de la primera será 10 db inferior, siendo equivalente a 80 db. El nivel total es la suma de las lecturas del atenuador más la lectura de la desviación calibrada en la pantalla del osciloscopio. Mediante este procedimiento, que se emplea mucho por su gran simplicidad, se calibra el osciloscopio para una onda sinusoidal. En otras palabras, los valores de pico leídos en eK osciloscopio se 638
dan en función del valor eficaz de una onda senoidal que tenga el mismo valor de pico. Realmente estas lecturas son 3 db inferiores al verdadero valor de pico de la onda, así que para obtener el verdadero valor de pico instantáneo se deben sumar 3 db. Una vez calibrado el osciloscopio para su uso con un medidor de nivel sonoro, es conveniente marcar sus controles o fijarlos con una cinta adhesiva para evitar que se puedan mover accidentalmente durante las mediciones.
Lectura del osciloscopio. Cuando se use el osciloscopio asociado a un medidor de nivel sonoro, se deberá tener cuidado de no hacer funcionar ninguno de los dos instrumentos en una zona de funcionamiento no lineal. En el caso de que en la traza aparezcan desviaciones bruscas al alcanzarse una cierta amplitud, es que el osciloscopio o el medidor están sobrecargados. Si fuera el osciloscopio, se deberá reajustar el control. Si el que estuviese sobrecargado fuera el medidor de nivel, se debería aumentar el valor del atenuador, con lo que se asegura la ausencia de distorsión causada por la sobrecarga del circuito de salida. (Las normas ASA especifican que el medidor de nivel sonoro tenga su punto de sobrecarga al menos 10 db por encima del valor superior de la escala, lo que equivale a una tensión eléctrica tres veces mayor que la correspondiente a dicho valor.) Fotografía de la pantalla. Hay varios tipos de cámaras para fotografiar la traza de la pantalla del osciloscopio. Algunas cámaras son de revelado instantáneo, que es muy conveniente para esta aplicación. Cuando se necesite un registro continuo pueden utilizarse cámaras de película continua. Indicadores de pico (analizadores de ruido de impacto) (Véase también el Cap. 16)
Aunque el osciloscopio sirva para observar la forma de onda, no es cómodo su uso como instrumento para la medida de picos, ya que es algo pesado; normalmente precisa alimentación en alterna y el procedimiento de calibración que necesita requiere mucho tiempo. Para simplificar el proceso de medida de los picos de presión sonora se han desarrollado unos instrumentos denominados «indicadores de picaD o «analizadores de ruido de impactoD. ll • 12 Estos dispositivos se conectan al circuito de salida del medidor de nivel sonoro y se emplean en lugar de, o junto con, el dispositivo indicador normal que mide valores eficaces. Estos instrumentos funcionan con batería, son relativamente pequeños y su utilización no requiere apenas entrenamiento previo.
Funcionamiento. Los indicadores de pico (analizadores de ruido de impacto) se conectan generalmente a un medidor de nivel sonoro del mismo modo que otros accesorios, pero también pueden utilizarse conectados a algunos tipos de analizadores de bandas de una octava o fracción de octava. Por ejemplo, en la figura 17.19 aparecen los resultados de un análisis en bandas de una octava, del ruido producido por un único impacto de una prensa de estampación, que se obtuvo con un analizador de ruido de impacto 639
conectado a la salida de un analizador de bandas de octava. La curva superior representa los niveles de picos medidos en las diversas bandas; la de en medio es la del nivel promediado en el tiempo, con una constante de tiempo de 0,01 seg; la curva inferior muestra la energía relativa medida en las diversas bandas. ...J
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Resultados de un análisis en bandas de una octava del ruido producido por un único impacto de una prensa de estampación medido mediante un analizador de ruido de impacto conectado a un analizador de bandas de octava. (A. P. G. Peterson,12)
Generalmente, la inercia del almacenamiento en los circuitos eléctricos es suficientemente larga para que las lecturas de pico puedan tomarse directamente por una simple observación de la desviación máxima del medidor, que indica la máxima presión sonora alcanzada por el ruido. Otra característica ~ZILI 100
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DIFERENCIA EN 08 ENTRE EL NIVEL DE PICO Y EL PROMEDIADO
que se puede medir es el «nivel promediado en el tiempo», que es una medida del nivel mantenido en un período de tiempo. Como se indica en -la figura 17.20, la diferencia entre el nivel de pico y el nivel medio representa una medida de la duración de la onda. Suponiendo que el ruido de impacto sea
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un ruido aleatorio que se amortigua de forma aproximadamente exponencial, esta relación da el tiempo de amortiguación del impacto en la forma de cociente entre el tiempo de amortiguación y el tiempo utilizado para obtener el nivel promediado. En general, para que las lecturas sean conformes con las obtenidas en el osciloscopio, los indicadores de pico se calibran en función del valor eficaz o de un valor de pico equivalente. Si se necesitase el verdadero valor de pico, la lectura se debería incrementar en 3 db. Análisis de sonidos transitorios e intermitentes
Hay muchos métodos mecánicos de analizar una forma de onda de un osciloscopio. Sin embargo, los métodos eléctricos, en los que se emplean varios tipos de analizadores de onda, son normalmente mucho más rápidos y cómodos. Para el análisis eléctrico directo se necesita disponer generalmente de formas de onda repetitivas. Aunque se pueden utilizar varios métodos de grabación para obtener una señal repetitiva de la forma de onda' a analizar, la cinta magnética es, con mucho, el más conveniente, ya que se puede cortar y empalmar para formar un bucle, que repita la onda en intervalos regulares. La señal eléctrica se puede analizar en estas circunstancias por cualquiera de los métodos ya descritos. Cuando se empleen magnetófonos para grabar formas de onda con valores elevados de la razón del valor de pico al eficaz, se debe observar la forma de onda en un osciloscopio antes y después de la grabación para verificar que no ha sufrido alteración por sobrecarga del magnetófono. Si en los niveles altos hay un elevado recorte de picos o cualquier otro tipo de distorsión, se debe hacer funcionar el magnetófono a un nivel inferior. En el caso de que no se disponga de un osciloscopio, se puede hacer la misma prueba con un medidor de nivel de pico. En estas circunstancias, como, no puede observarse la pantalla, se debe hacer la comprobación, tanto con una onda sinusoidal, como con un ruido impulsivo. La diferencia entre las lecturas de las dos señales debe ser la misma cuando se reproduzca la graba,ciqn que al hacer la grabación original. Si esto no es aSÍ, la causa es una sobrecarga del magnetófono. Los «medidores VD D, que van incorporados en muchos magnetófonos, tienen unas características dinámicas muy parecidas - a las de' los dispositivos indicadores de los medidores normales de nivel sonoro; no tienen fiabilidad suficiente para indicar niveles de pico elevados.
Interpretación del análisis. Para la interpretación del análisis de un sonido grabado en un bucle de cinta, debe recordarse que ciertos componentes del resultado se producen por la repetición del propio bucle y carecen de contrapartida física en el sonido original. Para una determinada velocidad de la cinta, la frecuencia de repetición depende de la longitud del bucle. En general, esta frecuencia de repetición estará por debajo del campo de utilización del analizador. Cuando se analicen sonidos transitorios se deberá alargar el bucle lo suficiente para permitir el amortiguamiento del ruido hasta un valor casi 641 41
nulo.. De esta forma, el análisis mostrará con precisión la distribución de la energía del ruido en función de la frecuencia.
MEDICION DE LA POTENCIA SONORA
Para la medida de la potencia sonora emitida por una fuente se utilizan los siguientes métodos: 1. Método del campo libre. Las mediciones de la presión sonora se hacen en condiciones de campo libre a una distancia fija de la fuente en varias direcciones. A partir de estos datos se puede determinar la potencia emitida en estas direcciones. La potencia total se obtiene mediante una integración sobre una superficie esférica.
2. Método del campo reverberante. Las mediciones de la presión sonora se hacen en una habitación con elevada reverberación, en la que el sonido es casi totalmente difuso. En estas circunstancias, el nivel de presión sonora será aproximadamente igual en cualquier punto de la habitación (excepto en la proximidad de la fuente). Puesto que, bajo estas condiciones existe una relación entre el nivel de presión sonora y la potencia total emitida por la fuente, puede obtenerse fácilmente esta última. 3. Método del campo semirreverberante. Frecuentemente se debe medir la potencia sonora de una· fuente bajo condiciones que no son ni las de un campo libre ni las de un campo reverberante. En estas circunstancias, la potencia .sonora se puede calcular con gran aproximación a partir de relaciones matemáticas en función de las medidas de la presión sonora generada por la f~ente en el recinto. Si la habitación se ha «calibrado» previamente P9r medio de otra fuente de potencia sonora conocida, se puede hacer una determinación más precisa. Este método no alcanza tanta precisión como los anteriores, que se 'describen detalladamente a continuación y que son lós recomendados. , .En todos los procedimientos anteriores, la potencia sonora se puede medir en bandas de una octava, de media o de un tercio de octava. La potencia total se puede calcular sumando las potencias de cada una de las bandas, según se i~dica en la figura 2.17. También se puede calcular directamente la potencia total por medio de mediciones de los niveles globales de presión sonora. Pero el primer método, que emplea filtros, proporciona datos adicionales de utilidad para la ingeniería acústica. Método del campo libre
El nivel de la potencia sonora en decibelios (referido a 1 picovatio) de una fuente sencilla (es decir, que irradie de modo uniforme en todas las direcciones) 'está dado, según las ecuaciones (2.22a) y (2.22b), por: Lw = L p + 20 10gIo r + 0,6 dbp
642
(17.1)
en donde L p es el nivel de presión sonora a una distancia de r metros de la fuente, L w = L p + 20 10gIo r + 10,9 dbp
(17.2)
Esta fórmula se puede utilizar para hallar la potencia sonora W de la fuente, ya que está relacionada con el nivel de potencia sonora por la ecuación L w = 10 log Wj10- I2 = 120 + 10 10gIO
dbp W dbp
(17.3)
en donde L w es el nivel de potencia sonora expresado en decibelios (tomando como referencia 10- 12 vatios = 1 pw) y W es la potencia de la fuente en vatios. Para determinar el nivel de presión sonora, se deberá calibrar el micrófono para una onda de incidencia plana en campo libre. Es conveniente emplear el micrófono con incidencia normal (0°) para obtener. la mejor relación señal-ruido posible, ya que así se aumenta la sensibilidad. Si se procede así, se deberá emplear la curva de calibración para dicho ángulo. Para hacer mÍnimos los efectos de la difracción, el micrófono se debe conectar al medidor de nivel sonoro mediante un cable, o bien, en el caso de que el medidor de nivel sonoro se encuentre en el campo sonoro, se deberá hacer una corrección de dichos efectos. Para determinar la potencia de una fuente sonora mediante este método, se deben hacer las medidas en condiciones en las que la reverberación sea despreciable. En las ecuaciones anteriores se supuso que la fuente de sonido era única. Si la fuente no irradia uniformemente en todas las direcciones, la potencia que fluye por una esfera o hemisferio imaginario que envuelva a la fuente se puede determinar dividiendo la superficie esférica en varias porciones y midiendo la potencia que atraviesa cada una. Esta potencia se determina por medio de mediciones del nivel de presión sonora en un conjunto de puntos elegidos de forma conveniente. Cuando la fuente esté situada en el centro de una cámara anecoica (con condiciones de campo sonoro libre), el conjunto de puntos se elegirá de forma que estén situados sobre una esfera que rodee a la fuente. Por otra parte, frecuentemente se necesita medir la potencia de salida de una fuente situada sobre una superficie de hormigón o sobre el terreno al aire libre, lejos de cualquier otra superficie reflectante. Cuando esto sucede, los puntos en los que se hacen las medidas deberán estar situados sobre un hemisferio y las fórmulas para calcular la potencia sonora de la fuente diferirán ligeramente de las citadas.
Mediciones en un recinto en condiciones de campo libre. Cuando las medidas de potencia sonora se hacen en un espacio cerrado, los coeficientes de absorción de las superficies que lo limitan deberán ser elevados y no deberá haber más superficies refectantes que las de la máquina bajo prueba para que se den las condiciones de campo libre. El volumen del recinto deberá ser suficientemente grande para que el micrófono se pueda situar alejado de la máquina bajo prueba. 643
POSICIONES DEL MICRÓFONO. El micrófono se debe situar como mínimo a una distancia doble de la mayor dimensión de la máquina bajo prueba, aunque es preferible situarlo por lo menos a cinco veces dicha dimensión; en cualquier caso, la distancia a la fuente no debe ser inferior a 1 m. Además, para que se pueda asegurar que el micrófono está situado en una zona en la que realmente se cumplen las condiciones de campo libre, nunca debe estar más próximo que 'A/4 de las paredes del recinto, siendo 'A la mayor longitud de onda que vaya a medirse. Cuando la fuente sonora cuya potencia se va a medir irradia de forma perfectamente esférica, sólo se precisa medir el nivel de presión sonora en un punto situado a cierta distancia de la fuente para determinar la potencia. No obstante, como muchas fuentes tienen un diagrama de radiación no uniforme, se debe determinar la potencia en una serie de puntos, con lo que se obtiene información de la potencia emitida por unidad de superficie en las diversas direcciones. Cuanto menos uniforme sea el campo de radiación, mayor será el número de puntos en los que hay que hacer medidas. Se recomienda utilizar 20 puntos de medida para lograr un buen grado de precisión cuando la fuente tiene una directividad elevada. En la tabla 17.1 se fija la posición de estos 20 puntos. Si la fuente es más uniforme, o si no se necesita tanta precisión, se pueden emplear series de 12 o de 8 puntos, cuyas posiciones se dan en las tablas 17.2 y 17.3.
Tabla 17.1. Posiciones coordenadas sobre la superficie de una esfera unitaria en función de las coordenadas cartesianas (x, y, z) con el origen en la fuente, para un conjunto de 20 puntos. La constante de promediación N = 13 db
x
?J
O
0,93 0,93· 0,58 0,58 0,36
0,36 -0,36 0,58 -0,58
°°
0,93 -0,93
°°
0,93 -0,93
°
0,58 0,58 0,93 0,36 0,36 0,93 0,58 0,58
°°
-0,58 -0,58 -0,93 -0,36 -0,36 -0,93 -0,58 -0,58
644
-0,36 -0,58 -0,58 -0,93 -0,93 -0,58 -0,58 -0,56 0,36 0,58 0,58
z
° °
0,58 -0,58 0,36 -0,36 0,58 -0,58
° °
0,58 -0,58
CÁLCULO DE LA POTENCIA SONORA. En la ecuación (17.1) se da el nivel de la potencia sonora en función del nivel de presión sonora medido a una distancia r de la fuente. Cuando la fuente es direccional, se puede calcular fácilmente su potencia de salida midiendo el nivel de presión sonora en un conjunto de puntos situados en una esfera imaginaria que rodee a la fuente. De estas medidas se puede deducir el nivel medio de presión sonora que habría si se sustituyese la fuente por otra puntual con la misma potencia de salida. La potencia radiada se puede calcular mediante una ecuación similar a la (17.1): (17.4) LlV = L p + 20 loglo r + 0,6 dbp en donde L p es el nivel medio de presión sonora a una distancia de r metros de la fuente. Tabla 17.2. Posiciones coordenadas sobre la superficie de una esfera unitaria en función de las coordenadas cartesianas (x, y, z) con el origen en la fuente, para un conjunto de 12 puntos. La constante de promediación N= 10,8 db y
z
-0,53 -0,85 -0,85 -0,53
0,89 0,72 0,28 . -0,28 -0,72 -0,89 -0,72 -0,28 0,28 0,72
°°
°°
0,45 -0,45 0,45 -0,45 0,45 -0,45 0,45 -0,45 0,45 -0,45 1 -1
x
°0,53 0,85 0,85 0,53
°
Tabla 17.3. Posiciones coordenadas sobre la superficie de una esfera unitaria en función de las coordenadas cartesianas (x, y, z) con el origen en la fuente, para un conjunto de 8 puntos. La constante de promediación N=9 db x
y
°°0,82 0,82 °°
0,82 0,82
-0,82 -0,82
°
O
-0,82 -0,82
°°
z 0,58 -0,58 0,58 -0,58 0,58 -0,58 0,58 -0,58
645
El nivel medio de presión sonora L p se puede calcular a partir de los valores obtenidos en un conjunto de puntos del siguiente modo: Cada medida de nivel de presión. sonora corresponde a un valor de la potencia por unidad de superficie que atraviesa una esfera imaginaria. Por consiguiente, para obtener la potencia media por unidad de superficie y, por tanto, el nivel medio de presión sonora sobre la superficie de la esfera, hay que hacer lo siguiente: Calcular el nivel resultante de la combinación de los diversos niveles por medio de la figura 2.17. Esto se puede hacer combinando las lecturas de los dos primeros puntos (por ejemplo, si la lectura de cada uno fuera de 80 db, el nivel combinado según la figura 2.17 sería de 83 db); a continuación, se combinaría este nuevo valor con la lectura tomada en el tercer punto, etc. 2. Sustraer del valor final obtenido en (1) una «constante de promedioD N, cuyo valor depende del número de puntos en los que se efectúa la medida. Los valores de N para mediciones en un recinto cerrado se proporcionan en las tablas 17.1 a 17.3. 1.
EJEMPLO DE CÁLCULO. Supóngase que las mediciones se hacen en un conjunto de 12 puntos situados sobre una esfera, cuyas coordenadas relativas se dan en la tabla 17.2. Las mediciones se hacen a 7 m de la fuente. En la banda comprendida entre 150 y 300 Hz se obtienen los siguientes valores: 87, 85, 82, 81, 81, 80, 80, 80, 81, 82, 82 Y 85 db. Si estas lecturas se combinan empleando la figura 2.17, el nivel obtenido es de 93,6 db. El valor de la constante de promedio N, que se ha obtenido de la tabla 17.2 y que se debe sustraer del nivel combinado, es de 10,8 db; por tanto, el nivel medio de presión sonora L p será de 82,8 db, referidos a 0,0002 microbarias. Sustituyendo el valor medio L p en la ecuación (17.4), se obtiene un nivel para la potencia sonora en la banda de 150 a 300 Hz de 109,4 dbp, es decir, de 109,4 db, referidos a 1 picovatio. Cuando se desea saber la potencia total emitida por la fuente, se deben hacer mediciones similares para cada banda; el nivel total de potencia se puede obtener combinando los niveles mediante la figura 2.17. Mediciones· al enre libre. Cuando las mediciones se hacen en el exterior, lejos de cualquier superficie reflectante que no sea el propio suelo sobre el que está montada la fuente, o si se hacen en un recinto cerrado cuyas paredes tengan un poder de absorción elevado, salvo el suelo de hormigón, la potencia sonora emitida por la fuente se puede calcular a partir de las medidas del nivel de presión sonora en la superficie de un hemisferio imaginario que rodee a la fuente. En ocasiones puede ser necesario tomar las medidas por encima de un plano reflectante, aun cuando se disponga de una habitación con condiciones de campo libre, ya que la máquina cuyo ruido se va a medir puede ser demasiado pesada para ser suspendida o las características del ruido emitido se pueden alterar cuando no descanse sobre una cimentación sólida como en su funcionamiento normal. 646
POSICIONES DE LOS MICRÓFONOS. Las mediciones se deberán hacer en pun· tos alejados de la máquina bajo prueba; Por ello, el micrófono se deberá situar a una distancia no menor que dos veces (mejor si son cinco veces) la
Tabla 17.4. Posiciones coordenadas sobre la superficie de una esfera unitaria en función de las coordenadas cartesianas (x, y, z) con el origen en la fuente, para un conjunto de 12 puntos. La constane de promediación N = 10,8 db
x 0,.
0,58 0,93 • 0,36 0,93 • 0,58
°
-0,58 -0,93 * -0,36 -0,93 • -0,58
y
,0,93 ,0,58 0,36
z 0,36 0,58
°
:0,93
°
-O '
°0,36 0,58
0,93 O 0,58 ,
,-0,36 -{};58 -0,93 -0,58 -0,36
0,58 0,36 0,58
°
* Sustraer 3 db de los niveles medios a. ,estos puntos para proporcionar un factor de potencia ponderado de 1/2 a los mismos.
dimensión mayor de la máquina bajo. prueba y, en cualquier caso, a 1 m de la fuente como mínimo. Además, si la altura e~ectiva de la fuente sobre el suelo fuera apreciable, las posiciones ,de los micrófonos cerca del suelo deberán estar, al menos, a una distancia' 4h 2/A de lá fuente, en donde h es la altura efectiva de la fuente y A la longitud de onda del sonido de mayor frecuencia que se va a medir. (Esto se hace para colocar el micrófono fuera de la zona, cercana al suelo, de sucesiv~s máximos y mínimos de presión, : debidos a la interferencia entre el sonido directo y el reflejado.) P~ra evitar errores debidos a la duplicación de la presión, el micrófono se deberá situar a más de 5 cm del suelo. ' Como en el caso de la medición de la potencia sonora en un recinto co~ condiciones de campo libre, cuanto mayores sean la directividad de la fuente y la precisión requerida, mayor ha de ser el número de puntos de medición situados sobre el hemisferio que rodea a la fuente. 'En las tablas 17.14, 17.15 y 17.16 se proporcionan las posiciones Í'ecomendadaspara- 'conjuntos de 12, 6 y 4 puntos. La constante de promedio N, qué debe restarse del nivel total; combinado para obtener el nivel medio de presión sonora en la superficie del hemisferio imaginario, se da en cada una de las tablas. Cuando se hagan mediciones en exteriores a distancias mayores de 30 m,' generalmente es necesario hacer -las correcciones debidas· a' las condiciones atmosféricas (véase el Cap. 3). _Si la máquina cuya potencia se está midiendo tiene un diagrama de radia-o cióñ con simetría circular alrededor de un eje paraleié> al pléinó -del sue¡o~j 647;
dentro del campo de frecuencias de interés, se pueden omitir, para calcular el nivel medio de presión sonora, las mediciones en posiciones distintas de las cercanas al suelo. Tabla 17.S. Posiciones coordenadas sobre la superficie de una esfera unitaria en función de las coordenadas cartesianas (x, y, z) con el origen en la fuente, para un conjuno de 6 puntos. La constante de promediación N = 7,8 db x
y
z
O 0,85 0,53 -0,53 -0,85 O
0,89 0,28 -0,72 -0,72 0,28 O
0,45 0,45 0,45 0,45 0,45 1
Tabla 17.6. Posiciones coordenadas sobre la superficie de una esfera unitaria en función de las coordenadas cartesianas (x, y, z) con el origen en la fuente, para un conjunto de 4 puntos. La constante de promediación N=6 db x
y
z
O
0,82 O -0,82
0,58 0,58 0,58 0,58
0,82 O -0,82
°
CÁLCULO DE POTENCIA SONORA. Cuando se hacen mediciones sobre una superficie semiesférica imaginaria situada sobre un plano semirreflectante, se puede calcular la potencia emitida por la fuente, a partir del nivel medio de presión sonora L p sobre la superficie de este hemisferio, mediante la siguiente fórmula· : L w = L p + 20 logio r + 7,9 dbp
(17.7)
en donde L w es el nivel de potencia de la fuente en decibelios relativo a 1 picovatio (10- 12 vatios); r es la distancia en metros de la superficie semiesférica al centro aparente de la fuente. Método del campo reverberante
Se dice que existe un campo sonoro perfectamente difuso en un recinto cuando el nivel de presión sonora es el mismo en cualquier parte de la habi• Véase la nota de pie de página correspondiente a la ecuación (3.3), con referencia a las limitaciones a las que está sometida esta fórmula.
648
tación y cuando las ondas sonoras se propagan con igual probabilidad en cualquier dirección. Estas condiciones se alcanzan aproximadamente en las grandes habitaciones reverberantes, como se cita más adelante. De acuerdo con la ecuación (18.3), el nivel de potencia sonora de la fuente en decibelios (referido a 10- 12 vatios) L w está relacionado con el nivel medio de presión sonora L p por la ecuación (17.8)
en donde a es la absorción total de la habitación en «sabinios» (es decir, unidades por metros cuadrados), que se obtiene multiplicando el área total de cada superficie de la habitación por su respectivo coeficiente de absorción [véase la Ec. (18.2)]. En la ecuación anterior se supone que la absorción de sonido por el aire contenido en la habitación es despreciable. A frecuencias elevadas, en especial para ciertos valores de la humedad relativa, esta aproximación carece de exactitud. Si se incluyen los efectos de la absorción del aire, la ecuación (17.8) se convierte en: (17.9) en la que a es la absorción total de la habitación en sabinios, m es el coeficiente de atenuación para el aire dado en la figura 17.21 y V es el volumen de la habitación en metros cúbicos.
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0.060
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0,054
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0,048
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0,042
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11
0,036
w o w
0,030
z o
~
z
FIG. 17.21. Valores del coeficiente de atenuación m para diferentes frecuencias en función de la humedad relativa. Véase la ecuación (17.9). Se recomienda emplear un sicómetro patrón para medir humedades inferiores al 35 por 100. En cualquier caso se recomienda utilizar instrumentos de lectura directa de precisión superior al 5 por 100. (V. O. Knudsen y C. M. Harris. 13)
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6000
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2048
10 20 30 40 50 60 70 HUMEDAD RELATIVA EN
eo
90
%
Se debe hacer hincapié en que las ecuaciones anteriores sólo son aplicables cuando se dan las condiciones de campo sonoro difuso en la habitación; si es aSÍ, el campo sonoro será casi uniforme en toda la habitación. El grado de difusión es función de las dimensiones, forma y absorción de la habitación y de las características del propio ruido. ASÍ, el grado de difusión depende de N, que es el número de modos normales de vibración que están 649
excitados, dado aproximadamente por la siguiente fórmula: N = [(47rFVjc3) + (1TtAj2c 2)] Jit
(17.10)
en donde A es la superficie total de la habitación y Jit es el ancho de banda del ruido expresado en herzios, salvo que se trate de un ruido de banda muy ancha, en cuyo caso sería el ancho de banda del analizador de sonido utilizado. La frecuencia mínima para la que hay un estado razonable de difusión se puede calcular mediante la ecuación (17.10), suponiendo que para un ancho de banda igual a Jit, N deberá ser al menos igual a 20. Como se puede deducir de la ecuación 17.10, un ruido de banda amplia tiende a ser más uniformemente difuso que los tonos puros. Por ello, cuando hay tonos puros intensos, puede ser necesario emplear muchos puntos de medición para obtener una buena medida espacial. Esto se puede lograr moviendo el micrófono por la habitación a lo largo de un arco de circunferencia y usando un equipo diseñado especialmente para obtener un nivel medio integrado. En resumen, para obtener condiciones de difusión en el recinto de pruebas se deben considerar tres factores: 1. Volumen del recinto de pruebas. El volumen mínimo que debe tener el recinto depende de la frecuencia más baja a la que se hagan medidas; cuanto más baja sea la frecuencia de medición, mayor deberá ser el volumen del recinto.
2. Absorción del recinto de pruebas. Para que prevalezcan las condiciones de difusión, la absorción del recinto debe ser lo suficientemente pequeña para que las ondas sonoras sufran varias reflexiones antes de desvanecerse. Esta condición se obtendrá cuando el coeficiente medio de absorción no sea mayor del 5 o el 6 por 100, es decir, el número total de unidades de absorción de la cámara (incluyendo la absorción del aire) no deberá ser mayor que un 5 o 6 por 100 de la superficie total de s';1s paredes. 3. Forma del recinto de pruebas. La distribución de frecuencias de los modos normales de vibración del recinto de pruebas depende de sus proporciones relativas.I4 En algunos' recintos se evita el paralelismo de sus paredes, que además tienen superficies irregulares para mejorar las condiciones de difusión. En otros, de forma rectangular, se introducen columnas de difusión o grandes paletas giratorias para mejorar la difusión~ En una cámara de pruebas rectangulares es importante que las relaciones entre la longitud y la anchura, entre la longitud y la altura y entre la anchura y la altura sean diferentes entre sí. Frecuentemente se emplean las proporciones 1: 1,25: 1,6 o 2:3 :5. Los valores de L w se pueden calcular para todas las bandas de frecuencia de interés de' la siguiente forma: 1) se mide el nivel medio de presión sonora L p en el recinto de pruebas; 2) se determina la absorción total en el mismo, incluyendo el efecto de absorción del aire cuando sea significativo. Medición de nivel medio de presión sonora. Puesto que las mediciones se deben hacer en un campo difuso, se debe emplear la curva de respuesta a 650
la incidencia aleatoria del micrófono. Debido a que los niveles de presión sonora en la cámara de pruebas son mayores cerca de las, paredes y esquinas que en el resto de la habitación, el micrófono se deberá situar para evitar errores apreciables, a una distancia de, al menos, 3,A/4 de las esquinas de la habitación y como mínimo a 'A/4 de las paredes, siendo 'A la longitud de onda' de la frecuencia más baja que se vaya a medir. 1s Además, se recomienda que el micrófono no se sitúe a una distancia de la fuente sonora menor que su mayor dimensión; en cualquier caso, nunca debe estar a menos de 1 m de la superficie más próxima de la fuente. El nivel medio de presión sonora se debe obtener como se indicó en las fórmulas anteriores. Este valor medio se debe obtener sobre un espacio de al menos una longitud de onda y puede obtenerse haciendo oscilar al micrófono suspendido de una cuerda o empleando cualquier otro· medio para mover el micrófono. (Es importante que el dispositivo empleado no produzca ninguna señal acústica.) Se deben llevar a cabo. mediciones similares en otras tres o cuatro posiciones del micrófono, promediando los resultados. El número de posiciones necesarias para obtener unos resultados precisos depende de la anchura del espectro de la fuente sonora. Por ejemplo, si la fuente sonora tiene fuertes frecuencias discretas, será necesario hacer medidas en un mayor número de posiciones. Así, si las variaciones de nivel son mayores de 12 db, el campo no es suficientemente uniforme para obtener resultados precisos; si las variaciones están comprendidas entre 6 y 10 db, se deberá tomar un valor inferior en 3 db al mayor obtenido; si las variaciones de nivel son inferiores a los 16 db, se tomará sencillamente el valor medio. La fuente sonora bajo prueba es, normalmente, algún tipo de máquina y se debe montar en posición y condiciones de funcionamiento normales. Si no se dan estas condiciones, la máquina se deberá situar por lo menos a 3'A/4 de las esquinas y a 'A/4 de las paredes del recinto (sin que haya ninguna superficie importante de la máquina paralela a una pared próxima), siendo 'A la longitud de onda correspondiente a la frecuencia más baja que vaya a medirse. Puede ocurrir que el recinto no sea suficientemente grande para permitir el emplazamiento del micrófono dentro de los límites indicados anteriormente. Si el recinto es suficientemente grande para que ninguna de sus superficies esté a una distancia de la superficie principal de la máquina más próxima inferior a una de las dimensiones principales de la misma, el nivel medio de presión sonora se' puede obtener midiendo el nivel de presión sonora en cada uno de los cuatro rincones junto al suelo, promediando dichos valores y restando 9' db al valor medio obtenido; este valor es equivalente al nivel medio de presión sonora en el centro del recinto.
Determinación de la absorción total en el recinto de pruebas. La absorción total de la cámara de' pruebas se puede determinar de tres formas diferentes: 1. A partir de mediciones del tiempo de reverberación. Se produce un sonido de frecuencia variable o un ruido térmico durante un tiempo suficiente para que se alcance el estado estacionario y se determina el intervalo de tiempo
651
necesario para que el nivel baje 60 db por medio de un registrador gráfico de nivel de alta velocidad. Este tiempo se denomina tiempo de reverberación y está relacionado con la absorción· total del recinto por las ecuaciones (18.6) y (18.7).
2. A partir de cálculos basados en coeficientes de absorción. La absorción total se puede calcular directamente mediante la ecuación (18.2), multiplicando sencillamente cada superficie de la cámara de pruebas por su respectivo coeficiente de absorción y sumando los resultados. Debe observarse, sin embargo, que no siempre se conocen con exactitud los coeficientes de absorción. 3. Mediante una fuente de sonido calibrada. Si se dispone de una fuente de sonido cuya potencia ha sido medida con precisión, se puede medir el nivel medio de presión sonora que produce en la cámara de pruebas y, mediante la ecuación (17.9), calcular el término 10 10gIO (a + 4mV). Puesto que, en igualdad de condiciones esta cantidad es constante, se puede situar en la cámara una fuente desconocida, determinando el nivel de potencia sonora mediante la ecuación (17.9), una vez que se haya medido el nivel medio de presión sonora L p .16 Si la fuente que se usa para la calibración está calibrada en condiciones de campo libre, deberá situarse en la habitación de pruebas de manera que emita en ella sustancialmente la misma potencia que en un campo libre. Anotaciones que se deben hacer al medir la potencia sonora. Cuando se realicen estas mediciones, se recomienda incluir la siguiente información: 1. Máquina bajo pruebas. Una descripción de la misma, sus condiciones de funcionamiento y de montaje y su situación en la cámara durante las pruebas.
2. Descripción de la cámara de pruebas. Incluyendo su volumen, superficies límites, absorción total y temperatura y humedad relativa al realizarse las mediciones. 3. Equipo. Una descripción del equipo utilizado en las pruebas, incluyendo el nombre, fabricante, tipo y número de serie, junto a cualquier información concerniente a la calibración de este equipo. 4. Mediciones. Una descripción de las posiciones del micrófono, niveles de presión sonora obtenidos en cada una de ellas para cada una de las frecuencias o bandas de frecuencias usadas, además de los márgenes de variación de los promedios en el espacio o en el tiempo que se hayan realizado. 5. Presentación de los datos. Calcular tanto la potencia sonora en vatios, como el nivel de potencia sonora en decibelios y dibujar estos datos en el papel gráfico adecuado; incluir información sobre la desviación típica de las mediciones.
652
REFERENCIAS 1. 2. 3. 4.
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653
Capítulo 18
MATERIALES ACUSTICOS HALE
J.
SABINE
The Celotex Corporation
ABSORCION DE SONIDO Introducción
Los materiales y estructuras acústicas se pueden describir, en cuanto se refieren a reducción de ruido, como aquellos que tienen la propiedad de absorber una parte sustancial de la energía de las ondas sonoras que chocan contra su superficie. Pueden usarse de cuatro maneras: 1) como recubrimientos para paredes y techos; 2) como unidades suspendidas individuales; 3) como Uf
FIG. 18.1. Reflexión de las ondas sonoras en una superficie plana.
revestimiento para barreras y cerramientos usados para confinar el ruido de fuentes específicas, y 4) como revestimiento para reducir la transmisión de ruido a lo largo de conductos y pequeños pasajes. La última aplicación se discute en el capítulo 27. Los datos para materiales acústicos que hayan de usarse a altas temperaturas y en corrientes de aire de alta velocidad se dan en la tabla 34.3 y en la figura 34.26, respectivamente. En general, la función primaria de los materiales acústicos en control de ruido es contrarrestar los efectos indeseables de reflexión de sonido que se producen en las superficies interiores duras y rígidas. 655
Como se explicará más ampliamente en capítulos posteriores, las reflexiones excesivas en una habitación pueden incrementar la sensación de desagrado en los ocupantes, a causa del ruido, de diversas maneras, a saber: incrementando el nivel de presión sonora, prolongando el ruido a través de la reverberación y difundiendo el ruido, con muy pequeña atenuación, a través de la habitación. Así, pues, los materiales acústicos se usan como superficies de acabado en muchos tipos de construcciones, tales como oficinas, escuelas, hospitales, restaurantes, plantas industriales, o cualquier área encerrada, en la cual los ocupantes estén expuestos al ruido y puedan satisfacer en diversos grados un buen número de requisitos arquitecturales y estructurales. Algunas de las propiedades que merecen consideración, además de la alta absorción de sonido, son la apariencia, efecto decorativo, reflectividad lumínica, mantenimiento, duración y resistencia al fuego. Reflexión y absorción de ondas sonoras
Cuando una fuente sonora está en funcionamiento, las ondas sonoras se expanden radialmente en todas direcciones a partir de ella. Cuando encuentran un obstáculo o una superficie, tal como una pared, cambian su dirección, es decir, se reflejan. La figura 18.1 ilustra la reflexión de las ondas originadas en la fuente sonora S en una pared plana W. Las líneas continuas curvas representan un tren de ondas difundiéndose en las direcciones indicadas por las flechas continuas. Las líneas curvas y las flechas discontinuas indican el comportamiento de las ondas una vez que han sido reflejadas por la pared. Como se ve en la figura, la reflexión del sonido en una pared grande en comparación con la longitud de onda, sigue las mismas leyes de la reflexión de la luz en un espejo plano. Dos hechos son evidentes: 1) la dirección de propagación de la onda reflejada forma el mismo ángulo con la pared que la de la onda incidente; 2) las ondas sonoras reflejadas se propagan de la misma forma en que lo harían si hubieran sido originadas en la «imagen» S' de la fuente sonora. Esta fuente imagen está localizada a la misma distancia de la pared que la fuente real, al igual que en el caso de una imagen luminosa en un espejo ordinario. Si la superficie reflectante es completamente impermeable al aire y perfectamente rígida, no habrá pérdida de energía en la reflexión y la onda reflejada producirá la misma presión en un punto dado que la que se produciría si la fuente imagen S' tuviese la misma potencia de salida que la fuente real S. Sin embargo, ninguna superficie física es un reflector perfecto, sino que, o bien se pondrá en movimiento por efecto de la onda incidente, o bien si tiene estructura porosa, permitirá la propagación de las ondas en el interior del cuerpo del material. Si ocurre cualquiera de estos procesos (la creación de fuerzas de fricción o la transmisión de ondas sonoras al espacio en el lado opuesto de la pared), las ondas reflejadas tendrán menos energía que las ondas incidentes, y se dice que parte de la energía incidente es absorbida por la superficie. p
656
Clasificación de la absorción de los materiales
Coeficiente de absorción sonora. La fracción de la energía absorbida cuando una onda sonora es reflejada se llama coeficiente de absorción del material (también llamado absortividad acústica), y puede variar desde 1 o 2 por 100 a cerca del 100 por 100 para diversos materiales. El coeficiente de absorción de un material depende de la naturaleza del mismo, de la frecuencia del sonido y del ángulo con que la onda sonora incide sobre la superficie. Coeficiente de reducción de ruido. Ya que el coeficiente de cada material varía con la frecuencia, generalmente se listan los coeficientes de un material a las frecuencias 125, 250, 500, 1000, 2000 Y 4000 cps *. Algunos laboratorios miden y publican coeficientes para frecuencias inferiores y superiores a este rango. Para comparar la efectividad de los materiales en cuanto a reducción de ruido, se utiliza normalmente el coeficiente de reducción de ruido (NRC). Este valor es la media de los coeficientes en las frecuencias 250, 500, 1000 Y 2000 cps, redondeada al múltiplo más cercano de 0,05. Coeficientes de materiales generales de construcci6n. Los materiales de acabado de interiores, tales como hormigón, yeso endurecido, vidrio, mampostería, madera y materiales de solado duros, son lo suficientemente rígidos y no porosos como para ser reflectores casi perfectos, con coeficientes de absorción sonora inferiores a 0,05. Los materiales ligeros porosos pueden tener coeficientes de 0,50 a 1,00. Las alfombras, cortinas y muebles tapizados suministran un buen grado de absorción sonora en virtud de su porosidad. La absortividad de las alfombras depende de un cierto número de factores, que incluyen altura de pelo, peso, tipo de apoyo, y el espesor y material del forro. En la mayoría de las alfombras, la absortividad crece con la frecuencia, y generalmente alcanza altos valores en la región de altas frecuencias. Una alfombra típica, con un forro de 1134 g, tiene un coeficiente de reducción de ruido de alrededor de 0,50 a 0,55. La absortividad de las cortinas varía ampliamente, dependiendo de su peso y de la cantidad de pliegues. La absortividad se incrementa, especialmente a bajas frecuencias, separando las cortinas unos pocos centímetros de la pared. Los muebles tapizados como la ropa de las personas pueden añadir un apreciable incremento de la absortividad a una habitación. En la tabla 18.1 se listan valores representativos de la absorción para los materiales antes citados. Variaci6n de la absorción con el ángulo de incidencia. El coeficiente .de absorción de cualquier material varía considerablemente con el ángulo de incidencia de las ondas sonoras. Cuando los materiales se usan para recubrir las superficies de una habitación, que es el uso más común, están normalmente expuestos a ondas sonoras que inciden bajo diferentes ángulos más o menos aleatoriamente distribuidos. Por esta razón, los coeficientes publicados de los materiales comerciales se determinan generalmente por el método de la cá-
* Algunos laboratorios listan coeficientes de absorción para materiales a frecuencias de 128, 256, 512, 1024, 2048 Y 4096 cps. Estos valores, a efectos prácticos, se identifican con los valores correspondientes a 125, 250, 500, 1000, 2000 Y 4000 cps. 657 42
Tabla 18.1.
Coeficientes de absorción del sonido de materiales de construcción
I
Coeficientes Material 125 cps
I
500 cps
2000 cps
----
Pared de ladrillo pintada ... . .. . ,. ... ... ... ... ... . .. ... Pared de ladrillo no pintada ... . ,. ... ... ... ... ... '" ... Alfombra no forrada ... ... ... .. , ... ... ... ... ... ... ... Lo mismo, lecho de fieltro de 1 kg ... ... ... ... ... ...
0,01 0,02 0,05 0,10
0,02 0,03 0,25 0,60
0,02 0,05 0,60 O,EO
Fábricas: Ligera, 0,3 kg/m2, empapelada ... ... ... ... ... ... ... Media, 0,5 kg/m 2, entelada ... ... ... ... ... ... '" .. . Pesada, 0,6 kg/m 2, entelada, .. , ... ... ... .. . ... '" ...
0,04 0,07 0,14
0,11 0,49 0,55
0,30 0,66 0,70
0,01 0,05
0,02 0,03
0,02 0,03
0,03 0,01
0,03-0,08 0,03 0,01
0,02 0,01
0,01 0,02 0,04 0,08
0,02 0,03 0,06 0,06
0,04 0,04 0,05 0,06
Suelos: Hormigón o terrazo ... ... ... ... ... ... ... .. . '" ... Made.ra '" ... ... ... '" ... .. , ... '" .,. ... ... .. . ... Linóleum, asfalto, goma o loseta de corcho sobre hormigón ... ... ... '" ... ... ... ... ... ... ... '" ... Vidrio ... '" .. . ... ... '" ... .. , ... '" ... ... ... '" .. . Losa de mármol o pulida ... ... ... ' " ... ... .. . ... ... Cemento, yeso o cal, acabado igualado, sobre loseta o ladrillo '" ... ... ... ' " ... ... ... '" ... ... ... .. . ... Lo mismo, sobre listones ... ... .. , .. . ... ... ... .. . ... Cemento, yeso o cal, acabado basto sobre listones '" ... Paneles de madera ... ... ... ... .. . ... ... . .. ... ... ...
Absorción de amueblado y ocupantes. Los valores están dados en sabinios (metros cuadrados unidad de absorción) por personas o por objetos del amueblado Ocupantes sentados, dependiendo de las características de los asientos, etc. '" '" '" Sillas, metal o madera . Pupitres ..
0,09-0,18 0,01 0,08 *
0,28-0,40 0,01 0,09 *
0,32-0,56 0,02 0,10 *
En la referencia 23 se dan tablas completas de coeficientes de diversos materiales que constituyen normalmente el acabado interior de las habitaciones. Esta lista, adaptada por permiso de la Acoustical Material Association, Boletin 17, 1957, es útil para hacer cálculos sencillos de reducción de ruido en habitaciones. • Estimación del autor.
mara reverberante. Esto es básicamente un método de integración, en el cual las ondas sonoras chocan con la muestra ensayo desde muchas direcciones, simultáneamente. El coeficiente se calcula a partir del efecto medido de la muestra en el campo de sonido en la cámara, y el resultado así obtenido se considera que es un valor medio para todos los ángulos de incidencña. Este coeficiente se denomina coeficiente ex de «incidencia aleatoria» o de «cámara» para distinguirlo del coeficiente de «incidencia norma!», que se aplica al caso de ondas sonoras que chocan perpendicularmente a la superficie y que se mide por un método diferente. Los coeficientes referidos en las páginas siguientes 658
y en otra literatura publicada se pueden tomar como valores de incidencia aleatoria, a menos que se establezca específicamente otra cosa. Desgraciadamente, no existe una relación fija o exacta entre el coeficiente de incidencia normal y aleatoria para los diversos materiales. En otras palabras, dos materiales que tengan el mismo coeficiente de incidencia normal no tendrán necesariamente los mismos valores de incidencia aleatoria. La relación variará dependiendo de las propiedades físicas, dureza y condiciones de montaje. Sin embargo, se puede establecer con una aproximación bastante exacta que los valores de incidencia aleatoria son dos veces los valores de incidencia normal en los rangos bajos, más alta en 0,25 a 0,35 en el rango medio y aproximadamente igual en el rango alto. Reducción debida a una reflexión
Ocasionalmente, se desea determinar la disminución de nivel de presión sonora debida a una reflexión simple en la superficie de un material acústico. Para llegar a esto exactamente, es necesario conocer el ángulo de incidencia que se considere y el coeficiente de absorción para ese ángulo a(). La disminución de presión sonora viene expresada por 1010g10 -1-1- db por reflexión -a()
Si no se conoce el valor de a(), se puede emplear como aproximación el coeficiente de incidencia aleatoria a. Propiedades generales de los materiales absorbentes de sonid02-8
Para que la superficie de un material absorba energía sonora es necesario: 1) que la superficie sea relativamente transparente al sonido, y 2) que el medio sea capaz de transformar más o menos completamente la energía vibratoria de las ondas de energía calorífica de fricción. (No se considera aquí el caso en que el sonido es absorbido al pasar directamente al aire libre a través de una superficie acústica transparente.) La transparencia acústica· puede ser la superficie expuesta de un material altamente poroso, una lámina perforada usada como revestimiento de un material poroso, una membrana ligera flexible impermeable al aire o perforaciones o grietas mecánicas en el cuerpo de un material poroso, pudiendo ser la superficie externa impermeable. Todos éstos, excepto la superficie porosa, actúan como una reactancia acústica positiva y, por tanto, provocan disminución de las transparencias con el aumento de frecuencia. Si se toman 4000 cps como la frecuencia más alta, para la cual se desea una absorción efectiva de sonido, se puede establecer muy aproximadamente que una superficie perforada no debería tener menos de un 10 por 100 de área abierta, y una membrana impermeable, una masa no superior a 0,01 gjcm2• • «Transparencia acústica» es un término descriptivo tentativo para señalar el paso relativamente libre de sonido a través de la superficie expuesta del material.
659
El elemento de rozamiento que se emplea con mayor frecuencia para la disipación de energía sonora es un lecho de material altamente poroso de, al menos, 1,25 cm de espesor, en el cual los poros deben estar intercomunicados. Los poros pueden ser fibra mineral o vegetal afieltrada, o intersticios entre pequeños gránulos o una composición espumosa en la cual las burbujas solidificadas comunican unas con otras por toda la estructura. Cuando una onda sonora entre en un material poroso, la amplitud de vibración de las moléculas de aire se amortigua progresivamente por rozamiento contra las superficies de las fibras o partículas que forman la estructura porosa. Este rozamiento actúa como una resistencia acústica, cuyo valor depende de la resistencia del material a dirigir el flujo de aire, o resistencia al flujo y sólo ligeramente de la frecuencia. La resistencia al flujo se define como la relación de la caída de presión a través de una muestra de material a la velocidad del aire que pasa a través de ella; se expresa en rayls (dina-seg por cm3). En general, la resistencia al flujo debe mantenerse dentro de ciertos límites para desarrollar la máxima absorción. Si es demasiado alta, las ondas sonoras no pueden entrar bien en el material, y si es demasiado baja, no existe suficiente rozamiento para disipar una proporción alta de energía. El valor óptimo de la resistencia acústica varía con la frecuencia y con el espesor y forma de montar el material. En la figura 18.29 se muestran las resistencias al flujo de un mínimo de materiales porosos comercializados en forma de tableros y capas de fibra mi197 157
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Resistencia al flujo de diversos materiales acústicos. (S. Labate.9)
nera!. El valor de la resistencia al flujo es función del espesor y de la densidad del material, del diámetro de la fibra, del porcentaje de uniones y de la orientación media de las fibras con respecto a la dirección del flujo de aire. lO El efecto de una compresión moderada sobre la resistencia al flujo puede estimarse en el gráfico superpuesto. Algunos materiales porosos que se emplean como tratamiento para la absorción de sonido, se usan en combinación con una cubierta de metal perforado, o un enrejado de protección. Si la resistencia
660
al flujo de este ambiente no es demasiado alta, esto es, menor de 10 rayls, no se verá afectado el rendimiento absorbente de la estructura. Un tercer elemento que interviene en la absorción sonora, principalmente en el campo de las bajas frecuencias, es el espesor del volumen de aire existente entre la cara del material y la superficie rígida que lo soporta. Este volumen incluye el aire de los poros del material y cualquier espacio de aire entre el material y el soporte. Este último puede variar en la práctica desde cero, cuando el material se asegura directamente sobre el soporte rígido, a algunos metros, en el caso de techos acústicos suspendidos. Cuando el espesor del volumen de aire es menor de un cuarto de longitud de onda actúa como una reactancia acústica rígida, cuyo valor aumenta conforme disminuye la frecuencia y disminuye el espesor del volumen de aire. El coeficiente de absorción a baja frecuencia de cualquier material, consecuentemente, comenzará a caer al disminuir la frecuencia a una frecuencia determinada por el espesor total del volumen de aire. Aunque esta frecuencia de corte no está en absoluto claramente definida y varía considerablemente con los distintos materiales, puede determinarse muy aproximadamente por la relación e
f=2d donde f es la frecuencia de corte en ciclos por segundo y d es la anchura total del volumen de aire. Se ve que es necesaria una anchura de, al menos, 10 cm para mantener una alta absorción a bajas frecuencias. Esta relación explica también la típicamente baja absorción a 125 y 250 cps de los materiales de 1 y 2 cm de espesor cuando se montan directamente sobre un soporte rígido. Así, pues, los materiales acústicos, en general, exhiben una curva absorciónfrecuencia picuda, estando determinada su forma por la anchura del volumen de aire, en la región del pico por la resistencia al flujo y a altas frecuencias por la cantidad de aberturas de la superficie. Si el volumen de aire es muy ancho y la superficie muy abierta, la curva será plana en un rango de frecuencias amplio y el coeficiente de absorción se puede ajustar eligiendo la resistencia al flujo del material. En el capítulo 22 se da una descripción más amplia de las propiedades absorbentes sonoras convencionales en construcción *. En el capítulo 21 se da información técnica sobre el uso de resonadores en paredes; en general, este tipo de absorbentes se usa para conseguir absorción en un rango de frecuencias seleccionado.
* Otros tipos de absorbentes sonoros emplean el pnnCIpIO de cancelación de onda (para aplicar este principio en reducción de ruido, véase Cancelación del sonido, del capítulo 29). Se ha desarrollado un absorbente sonoro electrónico que consta de un micrófono, un amplificador y un altavoz conectado de forma que, para un sonido incidente, la presión sonora en el micrófono se reduce de 10 a 25 db en un rango de frecuencias de tres octavas en la parte de baja frecuencia del espectro. u Sin embargo, por razones prácticas, este tipo de absorbente tiene aplicaciones limitadas.
661
MATERIALES ACUSTICOS COMERCIALES 12 Tipos de materiales acústicos
Los materiales acústicos comerciales utilizados para recubrir superficies de paredes y techos se pueden clasificar de formas diversas, dependiendo de las propiedades físicas y estructurales que se consideran. La gran mayoría de materiales que se encuentran en la práctica están incluidos en cuatro grupos principales. Estos se pueden describen como: 1) losas y tableros, 2) materiales para aplicaciones plásticas, 3) conjuntos acústicos especiales y 4) revestido de techos. Losas y tableros
Una losa o tablero acústico se puede describir como un material integral rígido autosustentante, presentado en unidades prefabricadas de un tamaño y espesor definidos. La distinción entre losas y tablero es sólo de tamaño. Los tamaños varían normalmente desde 30 x 30 cm a 30 x 60 cm, con tamaños más grandes o más pequeños hay algunos productos. Los espesores varían en general desde 1 a 3 cm. Los diferentes productos existentes en forma de losa o tablero difieren ampliamente en la composición y características superficiales, con las correspondientes diferencias de propiedades, distintas de las de absorción sonora, tales como apariencia, estilo arquitectónico, facilidad de limpieza, capacidad de ser pintado, reflectancia lumínica, resistencia a la llama
VIGUErAS DE 14 cm. 2.lm. DE SEPARACION
GRAPAS EN TABLERO DE '(~SO
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LOSA ACl/STICA
FIG.
18.3.
Aplicación de una losa acústica por adhesivo.
y forma de aplicarse. La Acoustical Material Association ha clasificado las losas y los tableros fabricados por sus miembros de acuerdo a la apariencia y a la composición en ocho tipos, como sigue (véase apéndice 18.1):
Tipo l. Losa de fibra de celulosa perforada regularmente. Tablero de madera o caña con perforaciones superficiales integrales regularmente espaciadas.
662
Tipo 11. Losa de fibra de celulosa perforada aleatoriamente. Tablero de madera o caña con perforaciones que son de diámetros diferentes y con espaciamiento aleatorio para efecto decorativo. Tipo III. Losa de fibra de celulosa agrietada. Lo mismo, excepto que la superficie está agrietada en vez de perforada. Tipo IV. Losa de fibra de celulosa entretejida o fisurada. Lo mismo, excepto que las aberturas de las superficies tienen un entretejido fisurado irregular en vez de perforaciones mecánicas, para efecto decorativo. Tipo V. Losa de fibra mineral perforada. Tablero de lana, de roca o de vidrio con perforaciones superficiales integrales. Tipo VI. Losa de fibra mineral fisurada. Lo mismo, excepto que las aberturas de la superficie son fisuras irregulares para efecto decorativo. Tipo VII. Losa o tablero de fibra mineral pulido o entretejido. Lo mismo excepto que no aparecen grandes aberturas sobre la superficie. El acceso del sonido al interior de la losa es por la porosidad de la superficie. Tipo VIII. Losa o tablero de fibra mineral guarnecido con membrana. Lo mismo, excepto que la superficie está cubierta con una membrana relativamente transparente al sonido, impermeable al aire, flexible, ligera,' para mejorar su apariencia y facilidad de limpieza. Las descripciones anteriores se refieren a materiales que son normalmente fabricados por miembros de la Acoustical Materials Association. Se debería añadir alguna clasificación adicional para cubrir otras combinaciones del aspecto y composición de la superficie, así como de los materiales, ahora en el mercado, que tienen estructura y textura de la superficie granular o esponjosa. SUJECION MECANICA
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18.4.
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A CONSTRUCCION LIGERA DE ACERO
Aplicación de una losa acústica a un forrado de madera.
663
Aplicación de losas y tableros acústicos. Una de las principales ventajas de las losas y tableros acústicos es su fácil adaptación a los diversos métodos de construcción e instalación en los edificios nuevos y en los ya existentes. Todas las losas acústicas pueden aplicarse por medio de adhesivos acústicos aprobados a superficies de cemento, hormig6n y tableros die yeso que estén en condiciones apropiadas. La losa de 30 x 60 cm es generalmente la mayor que se recomienda para utilizar con adhesivos. Todas las losas y tableros de fibra de celulosa y algunos de fibra mineral, de cualquier tamaño, pueden ser davados o atornillados a un forro de madera con el espaciado apropiado o a un techo de madera o guarnecido del techo, y pueden ser también atornillados a tableros de yeso suspendidos. VIGUU~
METAL/CA CLAVADA·
TABLERO DE YESO VISTO
FIG. 18.5. Clavado de una losa acústica a un tablero de yeso doble.
La mayoría de las losas y tableros pueden instalarse como un techo completo suspendido por medio de elementos metálicos, bien con rendijas de engarce en los extremos de la losa o bien expuestos. El vacío máximo no soportado que se permite depende de la flexi6n característica del material particular usado, especialmente con humedades altas. Existe un cierto número de sistemas de suspensión mecánica que permiten la combinación de superficies de techo absorbentes sonoros con la iluminación, el aire acondicionado y elementos de calor radiante en cualquier disposición deseada. Los sistemas que tienen los elementos de suspensión expuestos favorecen más, generalmente, la eliminaci6n de las losas acústicas; hecho que debe tenerse en cuenta cuando se desee tener acceso al espacio superior. Estos diversos métodos de instalación se ilustran desde la figura 18.3 a la 18.7.
Características de absorción sonora. En las figuras 18.8 hasta la 18.12 se muestran los efectos del espesor y sistemas soportes sobre las características de frecuencia-absorci6n y los coeficientes de reducción de ruido de dos tipos de losas acústicas. Los materiales utilizados son: tipo I, losa de fibra de celulosa regularmente perforada, y tipo VI, losa de fibra mineral fisurada, que son dos de los tipos más ampliamente usados. Cada gráfico indica la media de los coeficientes desde tres a nueve materiales del mismo tipo, espesor y método de soporte, pero de fabricante distinto. Las curvas muestran las características picudas, comunes a los materiales que tienen aberturas perforadas 664
o fisuradas en una superficie que sería de otra manera impermeable. Los métodos de montaje son los usados por la Acoustical Materials Association y se muestran en el apéndice 18.1; por ejemplo: Montaje núm. 1. Cemento rápido a superficie rígida, con espacio de aire de 0,03 cm. Montaje núm. 2. Clavado a listones de 7,5 X 2,5 cm, espacio de aire de 2 cm. Montaje núm. 7. Soportado sobre sistema de suspensión metálica.
FIG. 18.6. Construcción de losas acústicas por sistema de suspensión metálico oculto.
FIG. 18.7. Construcción de losas acústicas por sistema de suspensión metálico visto.
El efecto del aumento de espesor dentro del rango comparativamente estrecho mostrado, incrementa la absorción principalmente en las frecuencias de 250, 500 Y 1000 cps, con efecto despreciable fuera de este rango. Montando los materiales sobre un espacio de aire, aumenta notablemente la ab1.00
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Absorción sonora media de una losa acústica del tipo I (fibra de celulosa perforada regularmente), de 1,27 cm, sobre soportes cementado y forrado. (AMA Bulletin,16).
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125
FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
FIG. 18.8.
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500 1000 2000 4000 NRC
FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
18.9. Absorción sonora media de una losa acústica de 1,90 cm, del tipo 1, sobre soportes cementado, forrado y sistema de suspensión. (AMA Bulletin,16)
FIG.
sorción a 250 cps y algo a 125 cps, para los espacios de aire más profundos suministrados por el montaje número 7. Existe también una disminución característica de absorción a 500 cps en todos los montajes con espacio de aire, pero no existe, o es muy pequeño, el cambio a frecuencias más altas. Datos más completos sobre el efecto de los espacios de aire han indicado que los materiales que tienen una estructura interna tal, que permite al sonido
665
penetrar fácnmente a través de la superficie posterior en el espacio libre, exhiben cambios mayores en la absorción cuando se aumenta la anchura del espacio de aire, particularmente a bajas frecuencias, que aquellos materiales que tienen una superficie posterior relativamente impermeable. Sin embargo, la mayoría de los materiales muestran cambios insignificantes en la absorción conforme el espacio de aire se incrementa desde 20 a 40 cm. z 1.00.-----.---,---,----,--...,.--,----,
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
FIG. 18.10. Absorción sonora media de una losa acústica del tipo 1, de 2,54 cm, sobre soportes cementado, forrado y sistema de suspensión. (AMA Bulletin,16)
FIG. 18.11. Absorción sonora media de una losa acústica, del tipo VI (fibra mineral fisurada), sobre soporte de cemento. (AMA Bulletin,16)
Mantenimiento. Prácticamente, todas las losas acústicas utilizadas para la reducción de ruido son acopladas a superficies que tienen alta reflectancia lumínica, del orden de 0,7 a 0,8. En la mayoría de las instalaciones se desea mantener la reflectancia lumínica próxima a su valor inicial, preferiblemente %'1.00 §0.90
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FRECUENCIA EN aOLO~ POR .~EGUNDO
FIG. 18.12. Absorción media de una losa acústica, del tipo VI, de 2,06 y 2,22 cm, sobre soportes cementado y sistema de suspensión. (AMA Bul· letin,16)
por lavado normalizado o por repintado, llevado a cabo tan a menudo como pueda ser necesario sin dañar la superficie o perder la absortividad sonora del material. Algunas losas se suministran con acabados de pintura, aplicados en fábrica, lavables. Los materiales de tipo VIII, con una membrana decorativa superficial, son más fáciles de mantener por lavado. Con la mayoría de los materiales, sin embargo, el procedimiento de mantenimiento común empleado en la práctica es el repintado. La capacidad de «repintado» de un material acústico, que en la práctica
666
significa el grado al cual puede ser restituida su reflectancia lumínica original por pintado con relación a una pérdida acompañante de absorción sonora, depende esencialmente de los medios utilizados originalmente por las ondas sonoras para penetrar en la superficie del material, y el efecto de las sucesivas capas de pintura, en restringir este medio de paso al interior. Los tipos de losas acústicas que tienen virtualmente capacidad total de ser repintados, son aquellos que tienen perforaciones o rendijas mecánicas integrales, repersentadas en la clasificación por los tipos J, 11, 111 Y V. Estos materiales están inicialmente terminados en fábrica con una capa de pintura impermeable, que permite al sonido entrar sólo a través de las perforaciones. Las capas de pintura adicionales no tienen efecto sobre la absorción sonora, a menos que estén realmente cubiertas un considerable número de perforaciones. Estas, en todos los productos existentes ahora en el mercado, se hacen expresamente lo bastante grandes como para que sea muy improbable en los procedimientos normales de pintado, o incluso con un gran número de sucesivas capas de pintura. Se puede establecer, por tanto, que los materiales perforados íntegramente puedan ser repintados un indefinido número de veces por cualquier método de brocha, pistola o rodillo, sin perder su absorción sonora. Los materiales fisurados, incluidos en los tipos IV y VI, tienen, potencialmente, alta capacidad de repintado, pero se deben tomar algunas precauciones. Como los materiales íntegramente perforados, estos tipos tienen también una capa de pintura, aplicada en fábrica, impermeable, que cubre la superficie existente entre las aberturas fisuradas. Sin embargo, las fisuras exhiben una amplia variación tamaño-profundidad, incluso dentro de la misma losa, y las capas de pintura adicionales tenderán a cerrar las aberturas más pequeñas y menos profundas. Si el material contiene la proporción normal de fisuras profundas y grandes, el cerrado de las más pequeñas tendrá un efecto despreciable sobre la absorción sonora. Si se tiene cuidado en las sucesivas aplicaciones de pintura para evitar rellenar las fisuras más grandes y para confinar la pintura a las superficies planas entre ellas, la capacidad para repintar estos tipos se aproximará a la de los materiales perforados integralmente. Los materiales similares a los del tipo VII, que no tienen grandes aberturas superficiales, pero que dependen de la porosidad de la superficie del mismo material en cuanto absorción sonora, tienen capacidad de repintado limitada. Están normalmente terminados en fábrica con una capa de pintura que se aplica lo bastante pesada como para producir reflectancia lumínica inicial satisfactoria, pero de tal modo que forman una superficie porosa pintada. Deben tomarse, sin embargo, precauciones especiales en cuanto al tipo y método de aplicación de capas de pintura adicionales para evitar el sellado de la superficie, con la consecuente pérdida de absorción sonora. Debe ser consultado el fabricante del material particular del tipo que se considera, con respecto a las pinturas recomendadas y las técnicas de aplicación. Resistencia al fuego. Las propiedades de resistencia al fuego de materiales acústicos son un aspecto importante en muchos casos. Puesto que los materiales acústicos, en general, están clasificados como acabado de materiales más que como componentes o elementos estructurales, su comportamiento
667
desde el punto de vista de difusión de la llama a lo largo de su superficie es normalmente de la mayor importancia. Están aceptados dos métodos de prueba diseñados para clasificar los materiales comparativamente con respecto a la dispersión de la llama en la superficie. En ambos casos, se aplica una llama controlada a la muestra de ensayo en un punto fijo y se miden los resultados de la difusión de la llama. En uno de los métodos,13 los materiales se clasifican según una lista A, B, e y D definida arbitrariamente en el método de ensayo, y en el otro,14 se dan las relaciones numéricas con las características de la madera tomadas como norma de comparación. Materiales para argamasa
Esta designación se refiere a materiales acústicos que se aplican en estado húmedo con paleta o pistola para formar superficies continuas de cualquier espesor deseado. Los materiales fratasados, conocidos como morteros acústicos, están compuestos de una mezcla de ingredientes secos, a los cuales se añade agua. La mayoría de los morteros están compuestos de un agregado de perlita o vermiculita y un aglutinante que es normalmente yeso. Los huesos entre las partículas del agregado suministran la porosidad requerida para la
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
F1G. 18.13. Absorción media de los morteros acústicos, de 1,25 cm. (Resumido de los datos publicados por los fabricantes.)
absorción sonora. En otros tipos se utiliza un agente espumante para crear una estructura porosa. Los morteros acústicos se aplican normalmente a una capa de cemento regular como base en las construcciones nuevas, pero se pueden también aplicar a las superficies sólidas, ya existentes, de hormigón, etc., bien directamente o bien después de aplicar una capa adhesiva de emulsión asfáltica. La aplicación es generalmente en dos o más capas de 1,25 cm, usando esencialmente métodos normalizados de fratasado, aunque se está utilizando cada vez más el método a pistola. Algunos enlucidos requieren un graneado con una brocha de paja de arroz para desarrollar la requerida porosidad superficial. Se recomienda también la perforación de la superficie húmeda con un bloque de clavos para la mayoría de los materiales, principalmente como medio de incrementar la capacidad de repintado, más que la absorción inicial. Ya que los morteros acústicos dependen, en general, de la técnica de aplicación tanto como de su formulación con respecto a sus propiedades de absor-
668
bentes sonoros, es esencial que se sigan explícitamente las instrucciones de los fabricantes en el mezclado y la aplicación, para conseguir los resultados esperados. Los morteros que no son perforados en el momento de la aplicación dependen enteramente de la porosidad de la superficie, en cuanto a absorción sonora, y, por tanto, tienen capacidad de repintado limitada. Los morteros perforados pueden ser pintados más espesamente sin pérdida de absorción. En cualquier caso, se deben seguir las recomendaciones específicas del fabricante. Se aconseja la limpieza con limpiadores de recubrimiento de paredes o un cepillo aspirador. El promedio de coeficientes de absorción para diez morteros acústicos publicados por los fabricantes 1S se muestran en la figura 18.13. Estas pruebas incluyen más de un tipo de mortero o acabado para un mismo fabricante, pero son de 1,25 cm de espesor total. Los altos valores de absorción a 125 cps se deben probablemente al hecho de que los paneles de prueba se construyen normalmente para permitir un considerable espacio de aire detrás del material o de su soporte. Los morteros acústicos se utilizan para reducción de ruido cuando no se requiere una absorción sonora extremadamente alta y cuando las caracterÍsticas estructurales y arquitectónicas indican la sustitución de un cemento duro por un mortero absorbente sonoro. Los materiales sobre los que se pulveriza, excepto los morteros acústicos, son de fibra mineral o una mezcla de fibra mineral y asbestos, como ingrediente seco, que se mezcla con un aglutinador rápido y un adhesivo durante el proceso de pulverizado por medio de una pistola especial. Difieren de los morteros acústicos, principalmente en que son considerablemente más suaves, pueden hacerse de espesores mayores, usualmente 3,8 cm como máximo, y pueden aplicarse directamente a listones metálicos, así como a una gran variedad de superficies sólidas. Su estructura fibrosa ligeramente compactada permite absorciones sonoras extremadamente altas. Particularmente, cuando se aplican a listones metálicos sobre un espacio de aire. Se han publicado valores de coeficiente de reducción de ruido de 0,8, y mayores para espesores de 1,25 y 1,9 cm, aplicados de esta manera. Estos materiales son particularmente útiles cuando son necesarias las funciones combinadas de alta absorción sonora y aislamiento térmico. La última propiedad hace a estos materiales efectivos para la protección del fuego de vigas de acero, viguetas, tejados y otros elementos estructurales. Conjuntos acústicos especiales, materiales porosos, capas absorbentes
Este grupo incluye los materiales y sistemas que no pueden ser convenientemente clasificados como tableros, losas o materiales para argamasa. El tipo de producto singular más ampliamente usado de este grupo es el designado como tipo IX por la Acoustical Materials Association, paneles metálicos perforados con rreleno de fibra mineral. Como se ilustra en la figura 18.14, este conjunto consiste en un panel de 60 x 30 cm de acero o aluminio perfo669
rado, con pestañas vueltas hacia arriba que enganchan en barras en T de acero elásticos. El elemento absorbente de sonido es un relleno de lana mineral, usualmente de 3,2 cm de espesor y envuelto en papel ligero ignífugo para prevenir el desprendimiento de partículas pequeñas. El relleno se coloca en el panel durante la instalación y se mantiene separado del mismo con una
VIGUETA DE 3.8 cm. SEPARACION MAX 1.2 m.
VIGUETA 3.8 cm.
GRAPA DE LA VIGUETA
FIG. 8.14. Conjunto de panel de metal perforado y relleno de fibra mineral. (AMA tipo IX.)
rejilla, cuyo propósito principal es facilitar las operaciones de lavado y repintado y conseguir máxima absorción sonora. Se le da al panel un acabado con esmaltes de alta calidad, que lo hace particularmente adecuado en las instalaciones donde es necesario un lavado frecuente. Los paneles que suministran los diferentes fabricantes están perforados en una variedad de formas para su· 1.00 0.90 Ü 0.80 Ir g 0.70 ~ 0.60 I&J 0.50 o w 0.40 0.:30
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
FIG. 18.15. Absorción media de un conjunto de panel de metal perforado y relleno de fibra mineral. (AMA Bulletin,16)
ministrar diversos efectos arquitectónicos y decorativos. Este sistema encuentra su más amplia aplicación como un techo acústico suspendido completo de alta eficacia de absorción sonora, que es fácilmente desmontable y que puede ser fácilmente coordinado con la iluminación y el aire acondicionado. Su uso principal es en zonas de oficinas, particularmente en edificios nuevos. En la figura 18.15 se muestra la media de los coeficientes de absorción de siete productos de este tipo. Los espacios de aire utilizados en los ensayos fueron de aproximadamente 2,5 cm. Pruebas adicionales han mostrado que espacios de aire mayores producen un gran incremento en el coeficiente, a 125 cps, con comparativamente pequeños cambios en los valores a frecuencias mayores.
670
Existen otras variedades de techos acústicos suspendidos en superficie metálica. Uno de ellos consiste en grandes láminas de acero o aluminio perforado y corrugado, que son autosustentantes en una dirección y soportados por elementos metálicos vistos en la otra dirección. Se extiende una capa ligera de lana de vidrio sobre el metal corrugado para suministrar la absorción. Otro tipo es una lámina metálica con nervaduras que tienen perforaciones en forma de pequeñas rendijas, y que es soportado por un sistema de suspensión metálica visto con una separación de 0,6 m en ambas direcciones, y tiene una capa de lana de vidrio adherida al lado posterior durante la obra. Una tercera variación utiliza paneles cuadrados perforados de 30 cm, con las pestañas laterales moderadas para ajustar a elementos de suspensión especiales. Todos estos tipos tienen un alto rendimiento como absorbentes sonoros, pero los valores exactos variarán, dependiendo de la forma de la perforación; la densidad y espesor del elemento absorbente y el espacio de aire existente detrás de él. Otro subgrupo de conjuntos acústicos especiales está clasificado por la Acoustical Materials Association como tipo X, paneles de amianto perforado con relleno de fibra mineral. Esta clasificación se describe mejor como un método de construcción acústica más que como un material o conjunto acústico. La construcción consiste normalmente en el montaje de vigas de madera o viguetas de 5 x 5 cm o 10 x 5 cm, entre las cuales se coloca una capa de lana mineral o lana de vidrio. Las vigas están cruzadas con listones de madera secundarios, a los cuales se aseguran las láminas de cemento de asbestos perforado. Alternativamente, se puede utilizar un sistema con todos los elementos metálicos. Las láminas vistas son normalmente de 0,5 cm de espesor, con perforaciones de 0,5 cm y centros a 1,25 cm. El elemento absorbente puede ser capas de lana de vidrio o mineral de diversos espesores y densidades, dependiendo de las características frecuencia-absorción deseadas. La función principal del tablero de cemento de amianto es suministrar una superficie acústicamente transparente, rígida, duradera, de buena apariencia, que sea también incombustible e inafectada por condiciones extremas de humedad. Cuando alguno de estos requerimientos no sea tan importante, se pueden utilizar otros revestimientos, tales como tableros rígidos perforados, rejilla metálica. El último revestimiento tiene el efecto, en comparación con los revestimientos perforados, de aumentar la absorción por encima de 2000 cps y disminuir los valores a 500 y 1000 cps. Los coeficientes de absorción de un conjunto típico que usa una capa de 5 cm de espesor sobre un soporte sólido, con y sin revestimiento de asbestos cementado perforado 15 , se muestran en la figura 18.16. Como se señaló previamente, la absorción a bajas frecuencias está gobernada principalmente por el espesor de la capa y la profundidad de la capa de aire detrás de ella. La absorción a baja frecuencia aumenta también por encima de un cierto punto con el aumento de la resistividad al flujo de aire de la capa de material. Esta propiedad, a cambio, incrementa con la compactación de la estructura de la fibra y con el aumento finura de la fibra. Para un valor dado de ésta, la compactación vendrá indicada por la densidad de la capa. Sin embargo, 671
puesto que capas de fabricantes diferentes pueden tener una amplia diferencia de finura de la fibra, su densidad sola no suministra una base de comparación de sus propiedades de absorbente sonoro. Incrementando la resistividad al flujo de aire de una capa, se tiende a reducir la absorción a altas frecuencias :z 1.00
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
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FIG. 18.16. Absorción de una capa de fibra mineral típica, de 5 cm, sobre un soporte sólido con y sin revestimiento perforado. (AMA Bulletin,16)
antes que la absorción a bajas frecuencias alcance su valor máximo. El resultado neto es obtener una característica de frecuencia-absorción más uniforme con una disminución de absorción en las altas frecuencias. Tejados acústicos
Los materiales acústicos se pueden usar como parte integral de una estructura de un techo de un edificio, tal como una planta industrial, una escuela y ciertos tipos de edificios residenciales, donde el lado inferior del tejado forma la superficie de techo vista de la habitación que está debajo. Los tres tipos más comunes de tejados acústicos son: 1) tablero para un revestimiento de yeso vertido; 2) panel de revestimiento de tejado de acero perforado, con elemento absorbente, y 3) planchas de tejado aislante estructurales. Los tableros con forma acústica para revestimientos de yeso vertido son esencialmente losas acústicas de espesores y tamaños especiales que están soportadas por subcorreas de acero espaciadas, desde 60 a 80 cm, en lugar de los tableros de forma no acústica usuales. El revestimiento del tejado de yeso es vertido sobre la forma acústica con un espesor de 5 a 7,5 cm. La absorción sonora de los productos normalmente existentes de este tipo varían desde 0,55 a 0,70 en su valor de coeficiente de reducción de ruido. El segundo tipo de revestimiento de tejado acústico consiste en un panel de acero hueco o con nervaduras normalizado, que está modificado por tener la superficie inferior perforada y un elemento de lana mineral absorbente descansando sobre esta superficie, con una rejilla separadora de alambre. Un modelo de esta estructura se ilustra en la figura 18.17. El aislamiento del tejado y el tejado compuesto se instalan sobre el revestimiento de acero en la forma normalizada. Los coeficientes de la absorción sonora varían desde 0,65 a 0,85 el valor del coeficiente de reducción de ruido, dependiendo de la profundidad del espacio de aire existente en la estructura particular que se considera y del tipo del elemento absorbente. 672
Las planchas de tejado aislantes estructurales, como su nombre indica, son láminas grandes de material aislante del calor, lo suficientemente espesas y rígidas como para que puedan usarse solas como un revestimiento del tejado completo, con el techado usual aplicado directamente al lado superior. Algu-
FIG.
18.17.
Conjunto de revestimiento de tejado de acero absorbente sonoro.
(Cortesía de Detroit Steel Products, Co.)
nos de estos materiales están formados de viruta de madera prensada, con un aglutinante en forma de planchas rígidas, y son lo suficientemente porosas como para suministrar una absorción sonora eficaz cuando su superficie superior está expuesta. Los coeficientes de absorción sonora para espesores por encima de 7,5 cm, como normalmente se utilizan para planchas de tejado, varían desde 0,7 a 0,85 en el coeficiente de reducción de ruido. Absorbentes suspendidos17
Este es el nombre general dado a un tipo de materiales y estructuras acústicas que están suspendidas como unidades individuales del techo de una habitación, en vez de estar construidas como una pared o techo continuos. Normalmente toman la forma de láminas planas o pantallas de material absorbente colgados verticalmente en hileras continuas, o bien de unidades con forma de cajas vacías suspendidas singularmente. Estos tipos tienen su principal aplicación en zonas donde un tratamiento del techo de tipo convencional es impracticable por una razón u otra, tal como la obstrucción de tuberías, conductos, etc. La absortividad sonora de los absorbentes suspendidos se establece normalmente como el número de sabines de absorción suministrados por cada uno. Este valor aumenta con el espaciado de los absorbentes y se aproxima a un valor constante, con espaciados amplios. Conforme aumenta el espaciado, sin embargo, el número total de absorbentes que se pueden instalar en una zona dada disminuye correspondientemente y el efecto total de los absorbentes en esa zona disminuye también. La efectividad de los absorbentes suspendidos en una zona del techo dada, en comparación con un tratamiento total en la misma zona, se puede determinar dividiendo el número de sabinios 673 43
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
Pantallas. Un absorbente suspendido típico de tipo pantalla, ahora existente en el mercado, consiste en un tablero de fibra mineral de 1,2 x 0,6 m, con un espesor de 3,8 cm, cubierto con una membrana plástica lavable, delgada e impermeable, que es 10 bastante ligera como para transmitir las ondas sonoras con facilidad sobre la mayor parte del rango de frecuencias. Las pantallas están suspendidas en hileras continuas de hilos de acero o cables tendidos entre paredes o vigas del techo. El espaciado varía desde 0,6 a 1,8 m y las hileras pueden correr en una o dos direcciones. Las características de absorción sonora en función del espaciado se muestran en la figura 18.18, donde los 674
sabinios por pantalla y el coeficiente de absorción de techo equivalente están representados frente al espaciado de las hileras continuas de pantalla, de 1,2 x 0,6 m, colgadas en una dirección, estando la dimensión mayor en posición horizontal. La absorción son los valores del coeficiente de reducción de ruido. En la figura 18.19 se muestran las características de absorción frente a frecuencia de las pantallas para dos espaciamientos distintos.
Absorbentes unitarios. La figura 18.20 muestra datos de un tipo de absorbente unitario suspendido que existe comercialmente. Consiste en cajas vacías de metal perforado, con un forrado de material absorbente, que están suspendidas singularmente con un espaciamiento cualquiera. Las características de absorción frente a frecuencia de estas unidades, en función de sabinios por absorbentes, y coeficientes de absorción de techo equivalentes, se muestran en función de la frecuencia. Estos datos se determinaron con los absorbentes suspendidos con un espaciado de 1,2 m en ambas direcciones. Su eficacia, en sabinios por absorbente, permanece constante para espaciados más
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
amplios, pero el coeficiente de absorción de techo equivalente cae conforme el área de techo por absorbente aumenta. Con espaciados más pequeños, la eficacia, en sabinios por absorbente, disminuye algo, y el coeficiente de absorción de techo equivalente aumenta, pero no en proporción al número de absorbente. Otro tipo de absorbente se fabrica en forma de cono doble vacío, de 35 cm de diámetro, formado de pulpa de madera moldeada de baja densidad. 18 Sus características de absorción en función de la frecuencia y el espaciamiento se muestran en las figuras 18.21 y 18.22. Ya que estos absorbentes son de tamaño considerablemente inferior que los tipos anteriores, la absorción suministrada por cada uno de ellos es proporcionalmente menor.
675
Barreras forradas absorbentes y encerramientos
En muchos casos, particularmente en grandes zonas industriales, la transmisión de ruido en una dirección dada o desde una fuente específica de ruido es bloqueada eficazmente construyendo una barrera o tabique parcial en el medio donde el sonido se transmite directamente. Cualquier persona que se encuentre en el mismo lado de la barrera que la fuente de ruido, tal como el operador de la máquina ruidosa en cuestión, recibirá más, en vez de menos, .278r---r---..,----.----r--~·
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
FIG. 18.22. Característica de absorción frente a frecuencia de un absorbente unitario suspendido, mostrado en la figura 18.20. El espaciado es de 50,8 cm, formando cuadrados. (Cortesía de lohns-Manville Research Center.)
ruido como resultado de la construcción de la barrera, a causa de las reflexiones desde ella. Esto se muestra en la figura 18.23. El lado de la barrera que mira la fuente debería ser obviamente cubierta con una superficie absorbente sonora tan eficaz como sea posible. Las pantallas o barreras se utilizan a veces erróneamente en la situación mostrada en la figura 18.23, en un esfuerzo para reducir el ruido oído por una persona situada en el mismo lado de la barrera de la máquina. Se debe recordar que cuando se construye una superficie nueva en un espacio comparativamente abierto, producirá reflexión de las ondas sonoras, que de otra forma habrían continuado viajando hacia superficies más distantes. Si esta reflexión alcanza el oído, se añadirá al nivel de ruido que llega al mismo directamente desde la fuente. Lo mejor que se puede hacer es mantener las componentes reflectantes al mínimo utilizando materiales altamente absorbentes sobre las superficies nuevas. El mismo principio se aplica en la construcción de encerramientos parciales, tales como cabinas con lados abiertos alrededor de máquinas. Esto elimina eficazmente el ruido para las personas que están fuera del encerramiento, pero el nivel en el interior nunca es menor que antes.
676
Las carcasas herméticas construidas alrededor de las fuentes de ruido, sin operador dentro, deben ser forradas con material absorbente, pero por una razón algo diferente. En este caso, el confinamiento del sonido por una super· ficie interior reflectante incrementará mucho el nivel de presión sonora en el interior del encerramiento y requiere, por tanto, una estructura má5' pesada para reducir el ruido en el exterior al nivel deseado.
MAL
18.23. Utilización de tratamiento absorbente en el lado de la fuente de una barrera de ruido. FIG.
BIEN
Los paneles especiales estructurales que tienen un revestimiento metálico perforado con elementos absorbentes de lana mineral en uno o en los dos lados, son fabricados por diversas firmas en tamaños solitarios modulares, que pueden usarse en la construcción de tabiques 'forrados absorbentes,' pantallas, cabinas, etc. Las losas, tableros o capas acústicas de diversos tipos descritas anteriormente pueden ser usadas como relleno contra superficies soporte de tableros de yeso, madera contrachapada o láminas metálicas en la cons· trucción de pantallas y encerramientos, en las dimensiones especificadas.
CALCULO DE LA REDUCCION DE RUIDO Reflexiones múltiples en una habitación cerrada19
El progreso de una onda sonora en una habitación cerrada puede ilustrarse esquemáticamente por los diagramas de la figura 18.24. Estas figuras representan una sección horizontal de una habitación de 12 x 7,2 m, con paredes planas reflectantes del sonido; se localiza una fuente sonora en S. El círculo continuo representa el frente de una onda sonora simple y las flechas discon677
tinuas indican las direcciones en que están viajando. La figura 18.24a muestra el frente de onda 1/200 de segundo después de que ha dejado la fuente S, y muestra que no ha tenido aún lugar ninguna reflexión desde las paredes. La figura 18.24b muestra el frente de onda 1/100 de segundo después del comienzo de la onda. El frente de onda ha recorrido ahora dos veces lo que en la primera figura, y parte de ella está siendo reflejada desde la pared más cercana. En la figura 18.24c ha transcurrido un intervalo total de tiempo de 1/50 de segundo desde que el sonido ha dejado la fuente. Han tenido ya lugar reflexiones desde las paredes laterales y también reflexiones dobles des-
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(d) 1/17 SEG. ~
·Progresión de una onda sonora simple en una habitación cerrada.
de las paredes laterales y final, como se muestra por las flechas. :En la figura 18.24, alrededor de 1/17 de segundo después del comienzo de la onda, la forma de las reflexiones es bastante complicada. El frente de onda original, que empezó como un círculo, está ahora dividido en un gran número de segmentos, viajando todos en direcciones diferentes a través de la vibración. Añadiéndose a los segmentos ilustrados en esta figura, existirían también segmentos del frente de onda original que habrían sido reflejados por el suelo y el techo, pero que no aparecen en una sección horizontal. Se ve que casi inmediatamente todas las partes de la habitación se llenan con ondas sonoras reflejadas viajando en muchas direcciones diferentes. Existen dos efectos de estas reflexiones múltiples que tienen una influencia directa sobre el control de ruido. El primer efecto es el incremento en presión sonora provocado por las reflexiones. Si se hace un sonido continuo, una escucha, en cualquier parte de la habitación, no sólo recibirá las ondas sonoras que llegan directamente a su oído desde la fuente sonora, sino que también oirá todas las ondas reflejadas. Así, la presión combinada del sonido directo y el reflejado en su oído será más grande que la del sonido directo solo. Si el coeficiente de absorción de las superficies interiores es baja, como en una habitación terminada totalmente con cemento duro, hormigón y vidrio, que tienen coeficientes menores del 5 por 100, las ondas sonoras reflejadas perderán muy poca energía en cada reflexión y llevarán a la presión sonora total a un valor muy por encima de la del sonido directo solo. El segundo efecto de las reflexiones múltiples es la reverberación. De la figura 18.24 se ve que, mientras la fuente de sonido está funcionando, la habitación se llena con ondas sonoras reflejadas. Si se para la fuente en un momento dado, estas ondas reflejadas no dejarán de existir en ese momento, sino que continuarán viajando de un lado a otro entre las superficies de la habitación. En cada reflexión sucesiva, cada onda perderá una fracción de 678
energía por absorción y la presión sonora en la habitación disminuirá gradualmente. Si hay una escucha en la habitación, las ondas reflejadas golpearán su oído en una sucesión tan rápida, que normalmente no las oirá como repeticiones distintas del sonido original; en cambio, oirá que el sonido original se mantiene o se prolonga después de que la fuente ha parado, extinguiéndose constantemente hasta que se hace inaudible. Esta prolongación del sonido se llama reverberación. Si todas las superficies interiores de una habitación son de materiales con coeficientes de absorción bajos, tales como cemento, hormigón o vidrio, la presión sonora de la habitación disminuirá lentamente. Estos dos efectos de la reflexión múltiple están ilustrados por el ejemplo hipotético mostrado en la figura 18.25, que representa el volumen del sonido reflejado oído por el observador de la habitación de la figura 18.24 cuando una fuente única empieza y para. Se supone que la habitación, sin la fuente, es muy silenciosa y que la potencia acústica de la fuente es constante y se 5
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TIEMPO EN SEGUNDOS
FIG. 18.25.
Volumen del sonido reverberante y compuesto antes y después del tratamiento acústico en una habitación altamente reflectante.
elige arbitrariamente para producir el volumen indicado. La línea continua, dibujada para el caso de superficies interiores altamente reflectantes, con un coeficiente de absorción medio de 0,03, muestra el volumen elevado a un valor de 5 sones inmediatamente después de que la fuente ha empezado a funcionar, y disminuyendo lentamente, como reverberación, después de que la fuente ha parado. La línea discontinua muestra el efecto de introducir tratamiento acústico suficiente en la habitación para elevar el coeficiente de absorción media de las superficies a 0,3. El sonido compuesto alcanza un volumen de sólo 2,3 sones y desaparece casi inmediatamente después de que la fuente ha parado. Así, en general, la reducción de presión sonora de las ondas reflejadas por absorción tienen los dos efectos básicos siguientes: 1) disminución del volumen que alcanza el sonido mientras la fuente está produ-
679
ciendo energía acústica, y 2) aumentar la velocidad de desaparición del sonido reverberante después de que la fuente ha parado. Nivel del sonido directo Cuando se crea un campo sonoro en una habitación cerrada por una fuente única, omnidireccional permanente, el nivel de presión sonora total en cualquier punto dado de la habitación puede considerarse que es la suma logarítmica del nivel de presión del sonido que viaja directamente desde la fuente y el nivel de presión del sonido reverberante debido a todas las ondas sonoras que llegan al mismo punto después de una o más reflexiones desde las superficies de la habitación. El nivel de presión del sonido directo depende sólo de la potencia de la fuente y su distancia al punto de observación. No está afectado por ninguna característica de la habitación, suponiendo que no existen grandes obstrucciones en o cerca del camino del sonido directo y, por tanto, tiene el mismo valor a una distancia dada que el que tendría en el aire libre con los límites de la habitación totalmente eliminados. De acuerdo con la ecuación 2.22, el nivel de presión sonora del sonido directo L d para una fuente no direccional es * Ld=L w - 20 10g10 r-10,9 db
(18.1)
donde L w es el nivel de potencia de la fuente en decibelios re 10-12 vatios y r es la distancia a la fuente en metros. De la ecuación anterior se puede demostrar que el nivel de presión sonora disminuye 6 db cada vez que se dobla la distancia a la fuente, o 20 db con un incremento de diez veces la distancia (véase Cap. 2). Para una fuente de ruido direccional, el nivel a una distancia r debe obtenerse de la ecuación 2.22. Nivel del sonido reflejado El nivel de presión sonora del sonido reflejado, debido a la acumulación de reflexiones múltiples de una fuente de potencia acústica mantenida permanentemente, será casi uniforme en toda la habitación, si es de proporciones claramente regulares (esto es, donde la dimensión mayor del suelo no es más de cinco veces la altura del techo) y si la fuente no contiene componente de frecuencia discreta fuerte. En este caso, la presión sonora permanente del sonido reflejado estará determinada por el punto en el cual la pérdida de energía por absorción en las superficies de la habitación iguala la energía sonora suministrada por la fuente. Así, el nivel variará inversamente con la absorción sonora total de la habitación. Esta absorción total está representada por el símbolo a y se obtiene multiplicando el área de cada superficie de la habitación por su coeficiente de absorción, haciendo la suma de estos produc* Se supone una impedancia característica de 40,8 rayls en las fórmulas dadas en este capítulo.
680
tos y añadiendo la absorción suministrada por los muebles, equipo y personas existentes. Así: (18.2)
La unidad de absorción es el sabinio. Un sabinio se define como el equivalente de un metro cuadrado de superficie perfectamente absorbente. Por ejemplo, una superficie de 100 m 2 con un coeficiente de 0,65 tiene una absorción de 65 sabinios. Por tanto, la unidad correspondiente en el sistema métrico decimal es el metro cuadrado de absorción. A partir de la absorción total de la habitación, el «coeficiente de absorción medio» a se calcula dividiendo la absorción total a por la superficie total del interior de la habitación S. Para una fuente de potencia acústica W, el nivel de presión sonora medio del sonido reflejado L r de una habitación de proporciones regulares depende sólo de la absorción total a y no de la distancia a la fuente. Si a se expresa en sabinios,
Lr = 10 10glO W -10 10gIO a + 126,1 db = LIV - 10 10gIo a + 6,1 db
(18.3)
Se debe remarcar que la ecuación (18.3) se deriva del supuesto de la distribución difusa del sonido en la habitación, condición que sólo se obtiene cuando el coeficiente de absorción medio a es pequeño, cuando existen irregularidades en los límites, en la absorción, en la configuración geométrica y están presentes muchas frecuencias. La relación del nivel de presión sonora reflejado L r a la potencia acústica de la fuente W y la absorción a de la habitación, se muestra gráficamente en la figura 18.26.
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FIG. 18.26.
Relación del nivel de presión de un sonido reflejado en una habitación reverberante a la potencia acústica de la fuente y a la absorción de la habitación. (Según R. W. Young.)
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10
100
POTENCIA SONORA DE UNA FUENTE EN MILIWATlOS
681
Nivel de sonido directo más el reflejado
El nivel de presión sonora total L d + L" que es la suma logarítmica· de los niveles del sonido directo y del reflejado, será sólo ligeramente superior al nivel del componente mayor, en una cantidad que nunca excede los 3 db. En las curvas de la figura 18.27 se muestra un ejemplo de la relación del nivel de presión sonora total a la fuente y a la absorción de la habitación, para el caso de una fuente única con una potencia de 0,0115 vatios, esto es, un nivel de potencia de 100,6 dbp. Este valor, que se ha elegido simplemente por conveniencia, produce un nivel de presión sonora del sonido directo de 100 db a una distancia de 0,3 m, como puede comprobarse sustituyendo en la ecua~ Z IIJ
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FIG. 18.27. Relación del nivel de presión sonora de un campo difuso en una habitación regularmente proporcionada, debido a una fuente única omnidireccional de 0,0115 vatios de potencia acústica y la distancia a la fuente, en una habitación que tiene absorción total a.
ción 18.1. Para una fuente de cualquier otra potencia acústica W, los valores del nivel de presión sonora leídos de las curvas están simplemente aumentados en 10 log (W/O,0115) db. Estas curvas indican que en un punto muy cercano a la fuente el sonido directo aportará la componente mayor al nivel total, y alejándose de la fuente, el nivel disminuirá. Si el nivel en la habitación es esencialmente difuso, a una cierta distancia existirá un punto donde el sonido directo sea mucho menor que el sonido reflejado, y a distancias más allá de este punto en nivel total será igual al nivel reflejado sólo, y, por tanto, permanecerá esencialmente constante. La distancia en metros a la fuente, a la cual ocurre esto, depende únicamente de la absorción de la habitación, de Conforme aumenta la abacuerdo con la relación aproximada D=0,15 sorción de la habitación, la disminución del nivel total se aproxima a la del sonido directo solo, como se indica por la línea discontinua.
va.
* La suma logarítmica L en decibelios de dos cantidades L 1 y L 2, también en decibelios, es: L= 10 log
(
Ll L2 ) log-l_+log-l10 10
db
La suma puede obtenerse también gráficamente, usando la figura 2.17.
682
Relaci6n del nivel de presi6n sonora reflejado con la absorci6n de la habitaci6n
De acuerdo con la ecuación 18.3, el nivel de sonido reflejado, debido a una fuente de potencia acústica dada, disminuirá conforme crece el logaritmo de la absorción de la habitación. Si dos habitaciones tienen absorciones de al y a2, Y si el sonido en la habitación es difuso, entonces la diferencia en los niveles reflejados conseguidos en las dos habitaciones por la misma fuente será aproximadamente: reducción = 10 10g10 a2 db al
(18.4)
Esta relación se muestra gráficamente en la figura 18.28. Ya que, de la ecuación 18.2, la absorción depende directamente del área superficial total S, la ecuación anterior indica que, si dos habitaciones están cubiertas con materiales que tienen el mismo coeficiente de absorción medio a, una fuente dada conseguirá un nivel mayor de sonido reflejado en la habitación más pequeña. Si una habitación tiene cuatro veces el área superficial de otra, por ejemplo, el nivel reflejado será 6 db más bajo. La consecuencia práctica es que el nivel de ruido de una máquina puede ser reducido, en cierta medida, trasladándola a una habitación más grande, que tenga el mismo coeficiente de absorción medio. La ecuación 18.4 se aplica también al caso más típico en que se incrementa la absorción de la habitación añadiendo material absorbente a las superficies. En este caso, el área superficial S permanece constante, pero se incrementa el coeficiente de absorción sonora medio a. Así, la ecuación 18.4 indica la reducción del nivel del sonido reflejado que se puede esperar cuando se incrementa la absorción total de la habitación desde al a a2' La ecuación 18.4 se puede escribir también, para este caso, como reducción = 10 logIa a2 db al
(18.5)
La cantidad de reducción depende bastante críticamente de la absorción total antes del tratamiento ah especialmente cuando este total es muy bajo. Esto significa que cuanto más reflectante sea una habitación antes del tratamiento, mayor será la reducción obtenida con un tratamiento dado. Grandes reducciones se pueden obtener en una habitación relativamente desnuda cubriendo todas sus superficies, incluyendo el suelo, con material que tenga un coeficiente de alrededor de 0,90 *. Sin embargo, la reducción del sonido reflejado hasta estos extremos se requiere solamente en habitaciones especiales de ensayos acústicos. Para la mayoría de los casos de reducción de ruido, el cubrir todas las paredes y el techo es el tratamiento máximo practicable, en • Nótese que en la deducción de la ecuación 18.4 (o en una expresión alternativa similar), se suponen condiciones difusas. No será éste el caso con valores muy altos de a, y la fórmula no se puede entonces aplicar.
683
cuyo caso un coeficiente medio a2 de 0,8 es el más alto obtenible; y cubriendo solamente el techo, el valor máximo de a2 es de alrededor de 0,40. Como ejemplo, considérese una oficina de 15,3 x 6,1 m por 3 de alto con las superficies interiores convencionales y la cantidad normal de muebles, mesas y ocupantes. Se calculará el efecto del tratamiento acústico del techo sobre el nivel sonoro reflejado. El primer paso es determinar la absorción al de la habitación antes del tratameinto, como sigue, usando los datos de la tabla 18.1: Suelo, linóleum, Techo, cemento, Paredes, cemento y vidrio,
93 m 2 a 0,03 = 2,79 sabinios 93 m 2 a 0,03 = 2,79 sabinios 130 m 2 a 0,03 = 3,90 sabinios
Superficie total S= 316 m 2 Masas, 15 a 0,093 sabinios cada una Ocupantes sentados, 15 a 0,37 sabinios cada uno Varios
=
1,39 sabinios 5,57 sabinios 0,46 sabinios
= 16,90
Absorción total antes del tratamiento al
sabinios
Si se trata la superficie entera del techo con un material que tenga un coeficiente de absorción de 0,7, cubriendo una superficie de cemento con un coeficiente de 0,03, el coeficiente neto añadido en el tratamiento será: 0,70 - 0,03 = 0,67. La absorción añadida a la habitación, por tanto, será 93 m 2 a 0,67 = 62,2 sabinios. Entonces: absorción total después del tratamiento, a2 = 16,9 + 62,2 =79,1 sabinios De la ecuación 18.4, la reducción en el nivel de presión sonora reflejada conseguida con el tratamiento del techo es aproximadamente: reducción = 10 log :: = 10 log
~~:~ =6,7
db
Relación del nivel sonoro total con la absorción de la habitación
Ya que el nivel del sonido directo y reflejado combinados depende de la absorción de la habitación y de la distancia a la fuente, la reducción en el nivel total, debida a la adición de absorción, dependerá también del incremento de absorción y de la distancia a la fuente. Como se muestra en la figura 18.27, la reducción en el nivel total, en puntos lejanos a la fuente, será la misma que la reducción en los niveles reflejados, según viene dado en la ecuación (18.4) o (18.5). A distancias más próximas a la fuente, predominará el sonido directo y se hará más pequeña la reducción en el nivel total. Por ejemplo, si se incrementa la absorción a de una habitación desde 4,64 hasta 46,4, como resultaría de un tratamiento acústico del techo de una habitación de, aproxi684
madamente, 6,1 por 4,6 m Z y por 4 m de alto, el nivel total se reducirá 10 db en todos los puntos que estén a una distancia de la fuente de más de 3 m. A distancias más pequeñas, la reducción disminuirá a 7 db a 0,9 m y a 3 db a 0,3 m. En una habitación más grande, en que a se incrementa desde 46,4 a 464, la reducción en el nivel total será, de nuevo, 10 db, pero sólo a distancias mayores de 9 m de la fuente, disminuyendo a 3 db a 0,9 m. Como regla general, por tanto, cuanto mayor sea la absorción de una habitación, mayor es la distancia desde la fuente a la cual un incremento dado de absorción será REDUCCION
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18.28. Reducción en el nivel de presión sonora del sonido reflejado en una habitación regularmente proporcionada, en que prevalecen condiciones difusas, debido al incremento de la absorción total desde al a a2. FIG.
plenamente efectivo en la reducción del nivel sonoro total. Esta distancia viene dada aproximadamente por: D=0,15 Jaz donde
Q2
es la absorción total de la habitación después del incremento.
Fuentes múltiples de ruido
Si están presentes un número de fuentes en una habitación, en lugar de la fuente única considerada anteriormente, cambian en cierta manera las relaciones entre niveles de presión sonora total, directo y reflejado. Si se supone, como antes, que la habitación es de proporciones claramente regulares y que prevalecen condiciones esencialmente difusas, el nivel de presión del sonido reflejado será todavía uniforme en toda la habitación y tendrá el valor dado por la ecuación (18.3), excepto que W es la suma de las salidas de potencia de todas las fuentes sonoras. Así, por ejemplo, el nivel de presión sonora reflejado, debido a cuatro máquinas de escribir, en una habitación, es 6 db más alto que el nivel reflejado debido a una sola. La reducción en el nivel de presión sonora reflejado, debido a incrementar la absorción de la habitación, será la misma para cualquier número de fuentes iguales o desiguales que para una fuente única, según se da por las ecuaciones 18.4 o 18.5. El nivel del sonido directo combinado y reflejado de fuentes desiguales en posiciones donde el sonido directo de una o más fuentes no es despreciable, no puede calcularse, a menos que se conozcan la potencia y la distancia de cada fuente. El sonido directo de todas las fuentes combinadas, en un punto dado de observación, se determina más convenientemente, si se conocen sus potencias por separado, calculando el nivel de presión sonora de cada una a partir de la ecuación 18.1 y combinando los niveles de acuerdo con la
685
figura 2.17. Este nivel se combina entonces con el nivel reflejado debido a todas las fuentes, según se obtiene de la ecuación 18.3, para dar el nivel total del sonido directo más el reflejado. Es, sin embargo, más normal que las fuentes múltiples tengan sus salidas de potencia esencialmente iguales, en cuyo caso se puede determinar más simplemente las relaciones entre el nivel sonoro total, directo y reflejado con la distancia y la absorción de la habitación y sin necesidad de conocer la potencia de cada fuente. Esto se ilustra con el ejemplo siguiente: Supóngase que existen seis fuentes de ruido que tienen cada una una potencia de 0,0115 vatios, que están, respectivamente, a una distancia del punto de observación de 1,5, 2,1, 2,4, 3,0, 3,7 Y 4,6 m. Calcúlese el nivel de presión del sonido directo y combinado: 1) en una habitación con 9,3 sabinios, y 2) con una absorción aumentada hasta 92,9 sabinios. De la ecuación 18.1 (o de la figura 18.27, que está hecha para una fuente única que tiene esta misma potencia), el nivel de sonido directo de cada fuente es: Distancia, m ...
... ... ... .. .
Nivel directo, db
... ... ...
1,5 86
2,1 83
2,4 82
3,0 80
3,7 78
4,6 76
El nivel directo total es la suma logarítmica de los niveles directos individuales y es 89,8 db. De acuerdo con la ecuación 18.3, el nivel reflejado para cualquier absorción de la habitación dada con seis fuentes iguales en vez de una aumentará en 10 10g10 6 = 7,8 db. Para una absorción de 9,3, por tanto, el nivel reflejado debido a las seis fuentes de 0,0115 vatios cada una es igual a 104,8 db. El nivel directo y reflejado combinado en el punto específico de observación será 89,8 db añadidos logarítmicamente a 104,8 db, que es 104,9 db, de acuerdo con la figura 2.17. Incrementando la absorción desde 9,3 a 93 sabinios, el nivel reflejado, de acuerdo con la ecuación 18.4, se reduce 10 db, esto es, 94,8 db. Debe tenerse en cuenta que la potencia de 0,0115 vatios (esto es, un nivel de potencia de 100,6 dbp) de cada fuente se ha elegido arbitrariamente. Para otros niveles de potencia cualquiera, todos los niveles de presión sonora deben aumentarse o disminuirse correspondientemente, y la reducción de 9,8 db en los niveles combinados debido al tratamiento acústico permanecerán idénticos. Debe también recordarse que la reducción de 9,8 db tiene lugar sólo en la posición particular elegida. En un punto más próximo a cualquiera de las fuentes, la reducción será menor, y en puntos más distantes~ de 1,5 m, de la fuente más cercana, la reducción será mayor y se aproximará a 10 db, la reducción en el nivel reflejado, como límite. Generalmente hablando, las fuentes más cercanas al punto de observación, antes que las más distantes, influyen principalmente en el nivel de sonido directo, en relación al sonido reflejado, y determinan cuánto se acerca la reducción en el nivel combinado en ese punto a la reducción en el nivel reflejado. 686
Suelo y techo extensos. Fuente única20
En todas las discusiones anteriores se ha supuesto que el nivel de presión del sonido reflejado es esencialmente uniforme en toda la habitación, antes y después del tratamiento. Se ha encontrado experimentalmente que es aproximadamente cierto, cuando el ruido en la habitación es de carácter esencialmente aleatorio y cuando ninguna de las dimensiones del suelo es superior a cinco veces la altura del techo. Se ha observado que, en habitaciones que tienen las dimensiones del suelo muy grandes en comparación con la altura del techo, el nivel reflejado no permanece uniforme, sino que disminuye continuamente cuando se aumenta la distancia a la fuente lejos de los límites de la habitación. Las lecturas de nivel de ruido hechas en tales habitaciones, antes y después del tratamiento del techo, corresponden totalmente a los valores que se esperarían si no existieran las paredes y las reflexiones múltiples sólo sucedieran entre el suelo y el techo. El problema no ha sido aún suficientemente estudiado como para determinar cuán grandes deben ser las dimensiones del suelo, en relación a la altura del techo, para que las reflexiones en las paredes sean despreciables, pero las experiencias indican que la relación es del orden de 5 a 10 veces. Se han hecho una serie de cálculos basados en análisis geométricos de reflexiones múltiples entre superficies de suelo y techo infinitamente extendidas, sin reflexiones en las paredes, para indicar aproximadamente el comportamiento del ruido y el efecto de tratamientos acústicos en habitaciones muy grandes con techos comparativamente bajos. Se han hecho además una serie de supuestos simplificantes, que no deberían introducir errores apreciables, como pueden ser: El coeficiente de absorción del suelo se supone que tiene un valor constante de 0,02, que es un valor típico para materiales de solado duro. 2. La fuente de ruido y el oído del observador están ambos a mitad de camino entre el suelo y el techo. Esto es aproximadamente cierto en la práctica para alturas del techo por encima de alrededor de 4,5 m. 3. Los coeficientes de absorción del suelo y del techo son independientes del ángulo de incidencia del sonido. Esto no es cierto, pero los cálculos implican una suma sobre muchos ángulos que minimizan los errores inherentes de este supuesto. 1.
Como en el ejemplo previo, se supone una fuente de ruido única que emite ruido continuo y permanente, con una potencia acústica de 0,0115 vatios, que produce un nivel de presión sonora de 100 db a 0,3 ro de la fuente puntual. La figura 18.29 muestra los niveles calculados del ruido directo y reflejado, bajo las condiciones supuestas antes para una altura de techo de 3 m y para coeficientes de absorción de techo de 0,02, 0,50 y 1,00. Estos tres valores representarían, respectivamente, un techo no tratado de material duro, un tratamiento acústico de baja eficacia y un tratamiento eficaz 100 por 100. En el último caso, no habrá, en efecto, reflexiones en el techo y, por tanto, tampoco existirán reflexiones múltiples. El ruido reflejado en este caso es debido siro-
687
plemente a la reflexión única desde el suelo, que a distancias considerables de la fuente se hace esencialmente igual al ruido transmitido directamente. Las curvas de nivel de presión reflejadas difieren de las de la figura 18.27, para el caso de una habitación regularmente proporcionada, en los siguientes puntos: primero, el nivel de presión sonora del sonido reflejado no permanece constante a pesar de la distancia a la fuente, sino que empieza a caer a una distancia de alrededor de la mitad de la altura del techo. Para un techo alta· mente reflectante, la pendiente final de la curva con respecto a la distancia es esencialmente la de un frente de ondas cilíndrico, o sea, 10 db con incre· mento de 10 veces la distancia. Segundo, el ruido reflejado con el techo alta· mente reflectante está siempre por debajo del ruido directo a todas las dis· tancias a la fuente menores de seis décimos de la altura del techo, que para un techo de 3 m es 1,8 m. En las habitaciones regularmente proporcionadas, con todas las superficies reflectantes, sin embargo, es bastante posible que el sonido reflejado excede al sonido directo a sólo 0,3 m de la fuente, como se muestra por la curva superior de la figura 18.27. Tercero, el tratamiento acús· tico no disminuye el nivel reflejado en una cantidad fija, que depende sólo del cambio de absorción, como se da en la ecuación 18.4, sino que la reducción aumenta continuamente con la distancia de la fuente. Para la altura de techo de 3 m, mostrada en la figura 18.29, la reducción en el nivel reflejado, debido a un aumento del coeficiente de absorción desde 0,02 a 1,00, varía desde al· rededor de 5 db a 0,3 m de la fuente hasta 14 db a 30 m, con reducciones más grandes a distancias mayores. Para los coeficientes de techo intermedios, las reducciones parecen que son estrechamente proporcionales al coeficiente a todas las distancias. La figura 18.29 se puede usar para cualquier otra altura de techo simplemente trasladando diagonalmente el grupo de curvas de nivel reflejado, pa-
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30
DISTANCIA A LA FUENTE EN METROS
18.29. Relación entre los niveles de presión sonora del sonido directo y refle:ado, la distancia a la fuente y el coeficiente de absorción a, para un techo de 3 m de altura, suponiendo una reflexión despreciable en las paredes, producido por una fuente de 0,0115 vatios de potencia acústica. El coeficiente del suelo se toma como 0,02. FIG.
688
ra1e1amente a la línea que representa el nivel directo, de manera que lacomponente horizontal del cambio iguale la variación de la altura del techo. Si se aumenta la altura, el desplazamiento debe hacerse hacia la derecha. Para una fuente de diferente salida, la escala vertical debe cambiarse correspondientemente como antes. Ya que los niveles totales son de más interés práctico que los niveles directo o reflejado solos, se muestran en la figura 18.30 para una altura de techo de 3 m. En el caso de niveles totales, la variación en el efecto del tratamiento acústico del techo con la distancia a la fuente es incluso más marcada. A 0,9 m, la reducción debida al tratamiento con una eficacia del 100 por 100 en un techo de 3 m, es sólo de 1 db, pero aumenta hasta unos 12 db a 3 m. Nótese que el nivel total para una absorción del techo del 100 por 100 permanece 3 db más alto que el nivel directo a distancias considerables de la fuente. Esto es debido a la reflexión del suelo única, mencionada previamente. Las curvas del nivel total pueden ser cambiadas para diferentes alturas de techo, de la misma manera que las de la figura 18.29. Suelo y techo extensos. Fuentes múltiples
En el caso de fuentes de ruido múltiples en una habitación grande con el techo, bajo los niveles de ruido total, reflejado y directo en un punto dado dependen de la salida de cada fuente, la distancia del punto de observación a cada fuente, la altura del techo y el coeficiente de absorción de éste. Los niveles para cualquier conjunto de condiciones en que existan fuentes múltiples, se puede calcular combinando los niveles para una fuente única dados en las figuras 18.29 y 18.30, después de cambiar estas curvas conforme sea necesario, para las diferentes alturas de techo y salidas de las fuentes.
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60 0.3
0.6
1,2 1,8 2,4 3
6
12
18
" 30
DISTANCIA A LA FUENTE EN METROS
18.30. Relación entre los niveles de presión del sonido directo y total, el coeficiente de absorción a para una altura de techo de 3 ID Y la distancia a la fuente, suponiéndose las mismas condiciones que para la figura 18.29.
FIG.
689 44
Una situación típica en que existen múltiples fuentes es la de una gran serie de máquinas espaciadas uniformemente y con las características de salida de ruido esencialmente similares, tales como sales de hilado o departamentos de máquinas de roscado. En la figura 18.31 se muestran algunos cálculos que han sido hechos para un caso ideal de este tipo. Se supone que el punto de observación está en el centro exacto de una serie de 100 máquinas igualmente espaciadas en ambas direcciones y con un nivel de potencia de 100,6 dbp cada una, esto es, produciendo una salida de ruido permanente de 100 db a 0,3 m, como en los ejemplos previos. El punto de observación es equidistante de las cuatro máquinas centrales de la serie, de manera que su distancia a cada una de ellas es 0,707 veces el eS1?aciado entre máquinas. Los niveles mostrados son el sonido directo y reflejado combinados de la serie entera de máquinas para un techo reflectante y totalmente absorbente. ~
TECHO A 3
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TECHO A 6' m.
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88L.---------'-----~ 1.5
3 6 ESPACIADO
EN
1.5 3 6 METROS
FIG. 18.31.
Nivel de presión del sonido directo y reflejado combinados, en el centro de una serie de 100 fuentes, relacionado con el espaciado de las fuentes, altura del techo y coeficiente de absorción de este a. Cada fuente tiene una potencia acústica de 0,0115 vatios. El coeficiente del suelo se ha tomado como 0,02. La reflexión de la pared se supone despreciable.
La figura 18.31 muestra que, como obviamente es de esperar, los niveles debidos a las fuentes múltiples son más altos que para una fuente única para la misma distancia de la fuente más cercana, pero también muestra que la reducción debida al tratamiento es considerablemente mayor. Por ejemplo, la reducción en el centro de la serie de máquinas para un espaciado de 3 m y una altura de techo de 3 m es de 5,6 db frente a solamente 2 db, en el caso de una máquina única a la misma distancia. La figura 18.31 ilustra también muy claramente las ventajas que se pueden obtener espaciando las máquinas tanto como sea posible, con o sin tratamiento del techo,· e incrementando la eficacia del tratamiento del techo. Relación de la reducción del ruido con la frecuencia
La frecuencia tiene un efecto en la determinación de la reducción de ruido con un tratamiento acústico. Los ruidos de oficina, industria y domésticos cubren, en general, un amplio rango de frecuencias, y los ruidos específicos 690
pueden diferir enormemente en la distribución de su energía con respecto a la frecuencia. Se ha señalado también que los materiales acústicos varían en su eficacia absorbente con la frecuencia. Se deduce, por tanto, que la reducción total que un ruido típico de banda ancha mediante tratamiento acústico dependerá del espectro de frecuencias y de las características de absorción con la frecuencia del material acústico, y que ambos deben ser conocidos para calcular la reducción total. Se ha medido la distribución de energía del ruido en los edificios en un estudio extensivo. 21 Los resultados muestran que, en general, los espectros de sonido reflejado son muy similares si están presentes un cierto número de fuentes de ruido, como sería el caso de una oficina típica de negocios: máquinas de escribir y otros equipos de oficina, voces, pisadas, ruidos transmitidos desde el exterior, etc. La forma de este espectro se muestra en la figura 18.32. La lectura total, que corresponde al espectro mostrado sobre un sonómetro usando la escala de ponderación A, es 50 db. En general, se obtendrá
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FIG. 18.32.
Espectro de ruido de una habitación media. (Hoth. 21 )
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.....
.............¡.......
1000
IQOOO
FRECUENCIA EN CI CLOS pOR SEGUNDO
un nivel de ruido más alto con la posición de la curva, trasladando la posición de la curva hacia arriba o hacia abajo, pero la forma de la distribución espectral se mantendrá aproximadamente igual. Los datos de la figura 18.32, que están dados en función del nivel del espectro de presión sonora, pueden convertirse en los espectros' correspondientes en valores de octava, media octava o tercio de octava, usando la figura 2.14. En todas las fórmulas y ejemplos anteriores para el cálculo de la reducción de ruido, se ha supuesto tácitamente que se consideraba sólo una frecuencia singular o una banda estrecha de frecuencias dentro de la cual la distribución de energías del ruido y el coeficiente de absorción eran esencialmente uniformes. En la práctica, estos requerimientos se satisfacen con suficiente exactitud, considerando bandas de anchura de una octava, junto con los coeficientes de absorción publicados a intervalos de octavas. El procedimiento para calcular la reducción total del nivel de presión del sonido reflejado es como sigue: Determinar mediante medidas (o con la estimación mejor posible) el nivel de presión sonora, en cada banda de octava, del ruido reflejado antes del tratamiento. 2. Determinar el nivel de presión total reflejada antes del tratamiento, 1.
691
midiendo o añadiendo logarítmicamente los niveles de cada banda de octava. 3. Calcular de la ecuación 18.4 la reducción de nivel del sonido reflejado para cada banda de octava, usando el valor del coeficiente de absorción publicado para la frecuencia singular que esté dentro de la banda. Para las divisiones de escala normalmente usadas en los analizadores de frecuencias en bandas de octava comerciales, los coeficientes correspondientes por frecuencias son como sigue:
Para frecuencias en bandas de octava
Usar coeficientes a la frecuencia
Por debajo de 150 cps 150-300 300-600 600-1200 1200-2400 2400-4800 Por encima de 4800
125 cps 250 500 1000 2000 4000 4000
4.
Sumar logarítmicamente los valores reducidos del nivel de sonido reflejado en cada banda de octava para obtener el nivel reflejado total después del tratamiento. 5. La reducción en nivel reflejado total es la diferencia entre los niveles de sonido reflejado total antes y después del tratamiento, según se calcularon en 2 y 4, respectivamente.
Para ilustrar estos pasos, supóngase que el nivel reflejado de ruido en una habitación no tratada es 80 db en todas las bandas de octava, una distribución de frecuencias que es típica en muchos tipos de ruido. Supóngase que la habitación se trata con material acústico de 2,5 cm de espesor, aplicado directamente a las superficies existentes. Los coeficientes representativos de tal material y soporte son los siguientes: ~f?t'
Frecuencia, cps ... ... ... ... 125 Coeficiente de absorción ...
0,20
250 0,40
500 0,85
1000 0,90
2000 0,80
4000 0,70
NRC 0,75
Se supone, además, que el coeficiente medio de la superficie de la habitación antes del tratamiento es 0,05 a todas las frecuencias y que se trata el 40 por 100 de la superficie total de la habitación; la reducción calculada en el nivel de presión sonora reflejada a cada frecuencia y el cálculo de la reducción total se muestran en la siguiente tabla:
692
Banda de octava (cps)
0-150 150-300 300-600 600-1200 1200-2400 2400-4800 Por encima de 4800 Total
Nivel de banda de octava L p , antes del tratamiento (db)
Reducción L p calculada (db)
Nivel de banda de octava L p , después del tratamiento (db)
3,9 6,7 8,2 11,1 10,3 9,5 9,5
76,1 73,3 71,8 68,9 69,7 70,5 70,5
80 80 80 80 80 80 80 88,4
80,6
La reducción total es 88,4 - 80,4 = 8,0 db. Coeficiente de reducción de ruido
El término coeficiente de reducción de ruido (abreviadamente NRC) se definió anteriormente como la media simple de los coeficientes de un material acústico a las frecuencias 250, 500, 1000 Y 2000 cps, expresados en el múltiplo más cercano de 0,05. Se entiende sólo como una forma simple de obtener una aproximación de la efectividad relativa de los diferentes materiales para reducir el ruido. El coeficiente de reducción de ruido se ha usado también para hacer cálculos aproximados de la reducción del nivel de presión total del sonido reflejado. Tales cálculos son más o menos erróneos, primero, porque las cuatro frecuencias incluidas en el coeficiente no cubren el rango entero de frecuencias del ruido, y segundo, porque el uso de una media de coeficientes de absorción para estos cálculos no es válida. Sin embargo, el error se hace pequeño conforme el coeficiente de absorción se hace casi constante con respecto a la frecuencia. Con referencia de ejemplo del apartado anterior, la reducción calculada en el nivel de presión de sonido reflejado total, basado en el valor NRC de 0,75, debería ser aproximadamente 10 db, en comparación con el valor de 8 db calculado del análisis en bandas de octava. Reverberación
La reverberación contribuye a la cantidad de ruido existente en una habitación a lo largo de un período de tiempo, ya que produce una prolongación audible del ruido durante aquellos intervalos en que no se está emitiendo realmente ningún ruido por la fuente. Su efecto se mide normalmente en función del tiempo de reverberación, que se define como el número de segundos requerido para que el nivel de presión sonora del sonido reflejado disminuya en un valor de 60 db después de que la fuente ha cesado. Por ejemplo, el tiempo de reverberación para la curva de decadencia mostrada en la figu-
693
ra 18.33 es 1,8 seg. El tiempo de reverberación tro depende sólo del volumen de la habitación V y de la absorción total de la habitación a, de acuerdo con la fórmula V t ro =0,161- seg a
(18.6)
donde V está expresado en metros cúbicos y a es la absorción en metros cuadrados. La ecuación 18.6 es una aproximación de la fórmula general 0,161V
---2-,3-0-5-lo-g-(1---a-) seg
(18.7)
donde a es el coeficiente medio de absorción del área absorbente total S [véase ecuación (18.2)]. Para valores de a menores de 0,30, las ecuaciones (18.6) y (18.7) coinciden dentro de un 20 por 100 *. En algunos casos, es útil determinar la velocidad a la que desaparece el campo reverberante. Esto viene dado por la relación velocidad de decadencia = ~ db/seg too Por ejemplo, la velocidad de decadencia de la curva mostrada en la figura 18.33 es 33 db/seg. Las ecuaciones (18.6) y (18.7) indican que el sonido reverberante en una habitación de tamaño dado puede hacerse desaparecer más rápidamente, incre<3:
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FIG. 18.33.
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0.6
0.8
1.0
EN SEGUNDOS
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Grabación de nivel de alta velocidad, que muestra cómo decae con el tiempo el nivel de presión sonora en una habitación. Puesto que el sonido disminuye 40 db en 1,2 seg, el tiempo de reverberación (esto es, el tiempo para disminuir 60 db) es 1,8 seg.
mentando el coeficiente de absorción medio a con la adición de material acústico. Se puede también demostrar que, si dos habitaciones de tamaño diferente tienen el mismo coeficiente medio de absorción, esto es, están acabados con los mismos materiales, el nivel del sonido reflejado debido a una fuente permanente dada alcanzará un valor inferior en la habitación más grande, pero decaerá más lentamente. * Si es importante la absorción del aire en la habitación, como ocurrirá a frecuencias altas o en habitaciones grandes, entonces se debe añadir el término 0,4mV a la absorción total a, donde V es el volumen en metros cúbicos y m es el coeficiente de atenuación por metro, dado en la figura 17.21. 694
CONSIDERACIONES PRACTICAS 22 Efectos subjetivos del tratamiento acústico *
Los beneficios de un mejor confort, resultante del tratamiento acústico de una oficina, un restaurante, un corredor de hospital, una zona industrial, o cualquier otro espacio que tenga superficies interiores altamente reflectantes y amueblado no absorbente, son casi invariablemente mayores que las que se podrían esperar por la reducción del ruido solo. La razón de esto es probablemente que la reducción de las reflexiones excesivas no sólo reduce el nivel del sonido reverberante, con menores estimulaciones del oído, sino que, por alterar enormemente la distribución temporal y espacial del sonido en la habitación, produce cambios notables en la calidad o carácter del ruido, que se interpretan por el oído y el cerebro como reducciones sustanciales de la molestia. Basados principalmente en el estudio de las reacciones y comentarios de los ocupantes de habitaciones, antes y después de ser tratadas, los diversos factores psíquicos y psicológicos implicados se pueden analizar como sigue: Cuando se produce un sonido o ruido en una habitación reflectante, su presión sonora es inmediatamente magnificada muchas veces, a un nivel que se interpreta por el oído como desnaturalizado e innecesariamente alto y, por tanto, molesto. . 2. Ya que la presión sonora debida a una fuente de ruido dada se mantiene por reflexiones múltiples a un nivel uniformemente alto por toda la habitación, el ruido de fuentes distantes, tales como máquinas de escribir o máquinas en el otro extremo de la habitación, es casi tan voluminoso como el de las máquinas cercanas. Esto puede denominarse como efecto de diseminación del ruido y constituye un segundo elemento de molestia, en que las fuentes lejanas a la escucha se oyen a un volumen que es innecesariamente alto en relación a su distancia. La transmisión de ruido en corredores no tratados es un excelente ejemplo de esta situación. 3. El hecho de que, generalmente, el sonido reflejado llega al oído desde muy diferentes ángulos a la vez, hace imposible juzgar la dirección y distancia de la fuente original con precisión normal. Esto, junto con el efecto percibido de estar inmerso en el ruido, contribuye muy probablemente a la sensación de malestar y distracción, tan a menudo experimentada. 4. Cuando las fuentes de ruido son de naturaleza intermitente o de impacto, como es típico en muchas operaciones y actividades de las máquinas, la presencia de excesiva reverberación es responsable en un grado considerable de la molestia debida a la prolongación innecesaria 1.
* Ya que los ensayos controlados para evaluar los efectos subjetivos, tales como los que se discuten aquí, son difíciles de conseguir, no se han obtenido datos cuantitativos experimentales; las observaciones que se anotan, con relación a estos efectos, se basan en experiencias prácticas.
695
de un ruido originalmente desagradable después de que el sonido original ha cesado. En el caso de cortos impulsos sonoros, además, la sensación de volumen depende considerablemente de la duración del sonido, así como de su presión sonora, de forma que un impacto sonoro tal como el chasquido de una máquina de escribir o el golpe de una prensa parecerá mucho más voluminoso al oído cuando se mantiene por la reverberación que cuando el sonido se corta inmediatamente en ausencia de ella. Se nota en la práctica que en habitaciones grandes no tratadas los tiempos de reverberación característicamente largos son frecuentemente el hecho más obvio de la impresión general de estrépito. Todos los factores anteriores contribuyen a la sensación total de confusión observada en una habitación no absorbente, y descritos por la persona media, todos los sonidos con calidad de zumbido o resonancia desagradable. En muchos casos, algunos de estos efectos pueden realmente interferir directamente con el trabajo. Las actividades que dependen de la comunicación verbal o telefónica están especialmente sujetas a interferencia por los efectos de la reverberación y diseminación sobre los sonidos de la conversación y los ruidos de fondo que puedan presentarse. A veces, la capacidad para oír y localizar las fuentes de sonidos particulares con precisión, es un factor importante en la operación de las máquinas, y la interferencia por excesivas reflexiones sonoras es un gran problema. Después de que se ha instalado un tratamiento acústico adecuado, se disminuye sustancialmente el volumen de todos los sonidos reflejados en la habitación. La reducción en el nivel de presión sonora total, efectuado por tratamiento acústico, no es necesariamente un índice de la reducción de volumen. En la mayoría de los espectros usuales de ruido, la reducción de volumen total estará gobernada principalmente por la reducción de nivel de los componentes por encima de los 200 cps. Consecuentemente, la eficacia de alta absorción es más importante en el rango de frecuencias por encima de 200 cps que en las frecuencias más bajas, y una caída en la absorción de las frecuencias bajas no provoca pérdidas serias en la efectividad total del tratamiento, según se juzga por el oído. Con la reducción adicional del efecto de diseminación del ruido, las fuentes distantes son mucho menos apreciadas por el oído en relación con las cercanas. Considerando el efecto de diseminación desde un aspecto diferente, la presión sonora observada al alejarse de una fuente continúa cayendo a lo largo de una distancia superior, antes de que se alcance un nivel constante. La impresión es de que se es capaz de escapar al ruido de una fuente dada alejándose de ella, en vez de tener al ruido ((persiguiéndole) a uno a lo largo de la habitación, en condiciones reflectantes. Es mucho más fácil de juzgar la localización de fuentes individuales de ruido con una absorción incrementada, a causa de la reducción de la presión del sonido que llega al oído por reflexiones. Como resultado de la reducción del tiempo de reverberación, todos los 696
sonidos son cortados rápidamente después de que se han producido y la cantidad de ruido audible como prolongación se hace despreciable. Probablemente, la ventaja más frecuentemente citada del tratamiento acústico, además de un confort generalmente incrementado, es la notable mejora en la inteligibilidad de la conversación en presencia de fuentes de ruido de impacto. Los resultados son aparentemente mucho mayores de los que se pueden esperar de reducciones similares con ruido de fondo permanente, particularmente a niveles muy altos, y se explica por el hecho de que la reducción de reverberación hace posible hablar «entre» los picos de ruido en vez de «por encima» de ellos. Véase capítulo 9 para una discusión detallada. Consideraciones de todos los efectos anteriores del tratamiento acústico han llevado al uso general del término «acondicionamiento de sonido)). La analogía con el acondicionamiento de aire es clara, cuando se recuerda que, en el último caso, el confort depende no sólo del enfriamiento del aire, sino también del control apropiado de la humedad y la circulación. El grado de molestia, debido al sonido reflejado, y el correspondiente alivio conseguido por tratamiento acústico, están gobernados en cierta forma por el tipo y distribución de las fuente de ruido en la habitación y la localización de los ocupantes con respecto a ellas. El contraste más notable conseguido por tratamiento se obtiene en condiciones en que los efectos del sonido reflejado son más obvios al oído. Así, por ejemplo, la reverberación excesiva destaca más con fuentes de impacto intermitentes que con fuentes permanentes, y el efecto de diseminación es más claro cuando las fuentes están más ampliamnte espaciadas o cuando unas pocas fuentes tienen salidas de potencia alta, o características de frecuencias fácilmente distinguibles tienden a contrarrestar ruido de otras fuentes de la zona. Por otra parte, la condición menos favorable para una corrección efectiva por tratamiento es la presencia de una multiplicidad de fuentes de ruido muy poco espaciadas, idénticas, continuas y permanentes, con el escucha muy cerca de una o más de ellas. En este caso, es difícil o imposible al oído diferenciar los sonidos reflejados de los que se transmiten directamente de las fuentes más cercanas, y la eliminación del sonido reflejado por absorción no es ya apreciable. Afortunadamente, la mayoría de las situaciones encontradas en la práctica tienden a una combinación más favorable de los factores. Cantidades requeridas de tratamiento
El tratamiento requerido para un control satisfactorio del ruido, en una habitación dada, debe ser proporcional al tamaño y forma de la misma, de tal modo, que los efectos de la reflexión del sonido (esto es, nivel de presión sonora aumentado, reverberación y diseminación) no sean objecionales, pero la cantidad de tratamiento debe mantenerse dentro de límites prácticos y económicos. Esto se puede conseguir, satisfactoriamente, en la gran mayoría de los casos prácticos, usando las siguientes reglas, que están basadas en extensas experiencias.
697
Regla 1. La absorción total en sabinios, en cualquier habitaci6n, debería estar entre el 20 y el 30 por 100 de la superficie interior total. En otras palabras, el coeficiente de absorción medio a debe estar entre 0,20 y 0,50. El límite del 20 por 100 generalmente requiere tratamiento de, al menos, el techo entero, o su área equivalente, y el límite del 50 por 100 se puede alcanzar tratando todo el techo y, al menos, la mitad de la superficie de las paredes con material altamente eficiente. La elección de la cantidad de absorción dentro de los rangos del 20 al SO por 100 no está sujeta a reglas rígidas. En general, sin embargo, la parte inferior del rango es adecuada para habitaciones que tienen dimensiones del suelo grandes en comparación con la altura del techo y para fuentes de ruido de potencia sonora moderada y espaciamiento amplio, mientras que la parte superior del rango se debe utilizar cuando la altura del techo es relativamente grande. Si el tipo y distribución de las fuentes de ruido en un espacio nuevo no se conoce aún o está sujeto a cambio, es aconsejable hacer previsiones para una cantidad de tratamiento cerca de la parte superior del rango para anticipar todas las condiciones posibles. Cuando se está utilizando el tratamiento para corregir una situación ruidosa existente en un espacio ocupado, es importante no sólo llegar a una cantidad de absorción dentro de la regla 1, sino también asegurar que la absorción añadida es suficiente para producir una mejora satisfactoria sobre las condiciones previas, según se juzga por el oído. Una medida de este cambio está indicada por la relación de absorción a-zfab donde al es el número total de sabinios en una habitación dada antes del tratamiento y a2 es el número de sabinios después del tratamiento. La relación de absorción es simplemente el número de veces que se incrementa la absorción de una habitación por tratamiento. Una segunda regla, también basada en la experiencia, se puede establecer como sigue: Regla 2. Para producir una mejora satisfactoria en una habitaci6n, la absorción total después del tratamiento debe estar entre 3 y 10 veces la absor-
ción antes del tratamiento. Una relación de 3 es el mínimo que es reconocido por el oído como un cambio apreciable del efecto total del sonido reflejado en condiciones medias, mientras que un incremento de 10: 1 en la absorción media, en una habitación, corresponde al punto en que la reflexión del sonido se ha reducido tanto que más adición de absorción comienza a no ser apreciada por el oído y, por tanto, tiende a ser costosa. La regla 1 debería usarse como comprobación de la regla 2, cuando se considere el tratamiento de una habitación. Por ejemplo, una habitación antes del tratamiento puede contener superficies reflectantes, tales como hormigón duro y baldosines y muy pocos muebles, de forma que la absorción llegaría sólo al 2 por 100 del área superficial total. Si se incrementara la absorción 10 veces, de acuerdo con el límite superior de la regla 2, la absorción total sería todavía de sólo el 20 por 100 del área de la habitación, que es el límite inferior de la absorción requerida dado por la regla 1. En tan caso, sería probablemente aconsejable incrementar la absorción en más de 10 veces, que, en vista de la muy pequeña cantidad de absorción original, no debería implicar
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una cantidad excesiva de tratamiento. Esto llevaría a la absorción total dentro del rango del 20 al 30 por 100 del área de la habitación, con una reducción correspondientemente más satisfactoria de la reflexión del sonido. El contraste entre las condiciones, antes y después, debería ser mayor de lo usual, pero sólo a causa de la condición original fue peor que lo usual, debido a la anormalmente baja absorción original. Aplicando las reglas anteriores, es suficientemente exacto el uso de valores de coeficiente de reducción de ruido (NRS) para estimar la cantidad requerida de tratamiento. Niveles de ruido aceptables. En los diversos tipos de habitación existe un límite superior que es el nivel de ruido que será normalmente aceptable. En tales casos, se deben considerar muchos aspectos del control de ruido, siendo uno de ellos la cantidad de material absorbente sonoro dentro de la habitación. En la tabla 27.1 se da una lista de los niveles de ruido aceptables. Medidas de reducción del nivel de ruido total
A menudo se desea hacer lecturas del nivel de ruido, antes y después, con un sonómetro para medir el efecto del tratamiento acústico de una habitación dada o para comparar los resultados reales con los predichos por los cálculos. La forma de llevar los ensayos, para evaluar esto último con algún grado de precisión científica, está lejos de ser un procedimiento sencillo, y requiere atención cuidadosa a todos los factores que intervienen. Esto incluye: 1. La habitación debe ser de proporciones lo bastante regulares y de absorción media lo bastante baja, después del tratamiento, para que los supuestos de buena difusión sonora, sobre los cuales se basan los cálculos, sean válidos. Una prueba para esta condición es encontrar alguna distancia desde una fuente única más allá de la cual las medidas de nivel sonoro permanezcan constantes, de media, lejos de los límites de la habitación. 2.' Puesto que los cálculos se refieren sólo al sonido reflejado, aunque las medidas del nivel sonoro sean del sonido directo y reflejado combinados, la lectura debe tomarse a distancias lo suficientemente lejanas a la fuente como para que la fuente transmitida directamente sea despreciable, en comparación con el nivel reflejado. La distancia requerida puede comprobarse anotando si el nivel de ruido a una fuente singular permanece constante al aumentar la distancia. El uso de una fuente única cerca de un extremo de la habitación más que fuentes múltiples distribuidas, obviamente marcará esto, y la condición anterior cumplirá esto más fácilmente. 3. La fuente de ruido debe tener la misma salida acústica después del tratamiento que antes. Esto se puede comprobar tomando lecturas lo bastante cerca de la fuente, por ejemplo, 0,3 o 0,6 m, como para que el sonido reflejado sea despreciable en comparación con el directo. Las fuentes de ensayo consistentes en generadores de ruido blanco que ali-
699
mentan un altavoz, un generador de ruido de banda ancha mecánica· mente activado o un magnetófono de ruido de banda ancha, son satisfactorios desde el punto de vista de facilidad de lectura y reproductibilidad. 4. Los cálculos y las medidas deben hacerse a frecuencias únicas o bandas estrechas de frecuencias. Como se indicó anteriormente, la reducción calculada a partir del coeficiente de reducción de ruido del material acústico es sólo aproximado y puede inducir a errores considerables si las características absorción-frecuencia del material difiere ampliamente de la distribución espectral de una fuente de ruido particular. Las bandas estrechas de frecuencia son preferibles a frecuencias singulares fijas para la uniformidad de las lecturas, debido a la tendencia a promediar las fluctuaciones punto a punto causadas por la interferencia del medio. Las bandas de octava o de media octava obtenidas, usando filtros con la fuente de señalo con el sonómetro, son satisfactorias en la práctica. Si las medidas, antes y después, se hacen simplemente para comparar los niveles de ruido medio debidos a las fuentes de ruido reales normalmente presentes en la habitación, se encontrará en general que la coincidencia con las predicciones teóricas es sólo aproximada y que las reducciones medidas serán menores que los valores caiculados en el grado en que no se cumplido estrictamente con las condiciones de ensayo listadas anteriormente. Se ha observado que en las posiciones de ensayo cercanas a una fuente única o en el centro de fuentes poco espaciadas, donde el sonido transmitido directamente es grande, en comparación con el reflejado, el efecto medido del tratamiento en reducir el nivel total es mucho menor en sitios que están lejos de cualquier fuente, de manera que el sonido reflejado es el componente principal de la energía total. Si el ruido se debe a un cierto número de fuentes variadas o aleatoriamente intermitentes, como en una nave de máquinas, las fluctuaciones irregulares resultantes del nivel de ruido pueden diferir tanto de la reducción esperada con el tratamiento, que puede ser imposible obtener incluso una com· paración medida aproximada de las condiciones antes y después. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8.
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Nichols, R. H., Jr.: ¡. Acoust. Soco Amer., 18: 866 (1947). Olson, H. F., Y E. G. May: ¡. Acoust. Soco Amer., 25: 1130 (1953). Los datos técnicos completos sobre productos fabricados por empresas asociadas se listan en Bulletin o( the Acoustical Materials Association, 335 E. 45th St., New York 17, N. Y. Precio, 50 centavos. Datos adicionales sobre estos y otros productos se pueden encontrar en Architectural File publicados por Sweet's Catalog Service, Division of F. W. Dodge Corporation, New York. 13. Federal Specification SS-A-118-b, for sale by the Superintendent of Documents, Washington, D. C., precio: 10 centavos. 14. ASTM Tentative Method E-84-50-T, Fire Hazard Classification of Building Materials. De la American Society for Testing Materials, 1916 Race St., Philadelphia, Pa. 15. Datos obtenidos por la Architectural File, Sweet's Catalog Service, 1954. 16. Acoustical Materials Association, Bull. 16, 1956. 17. Cook, R. K., Y P. Chrzanowski: ¡. Acoust. Soco Amer., 17:315 (1946). 18. Olson, H. F.: RCA Rev., 7: 503 (1946). 19. Extraído de «Less Noise, Better HearingD, publicado por The Celotex Corporation, Chicago, 1950. 20. Los dos siguientes párrafos están extraídos de Sabine, H. J.: The Use of Acoustical Materials in the Control of Industrial Noise, Proc. Third Annual National Noise Abatement Symposium, vol. 3, 10 de octubre de 1952. 21. Holt, D. F.: ¡. Acoust. Soco Amer., 12 :499 (1941). 22. Extraído de uLess Noise, Better Hearing», publicado por The Celotex Corporation, Chicago, 1950. 10. 11. 12.
Los siguientes libros están relacionados primordialmente con materiales acústicos y acústica arquitect6nica: 23. Knudsen, V. O., Y C. M. Harris: uAcoustical Designing in ArchitectureD, Jonh Wiley & Sons, Inc., New York, 1950. 24. Brüel, P. V.: «Sound Insulation and Room AcousticsD, Chapman & Hall, Ltd., London, 1951. 25. Ingerslev, F.: uAcoustics in Modern Building PracticeD, The Architectural Press, London, 1952. 26. (cLess Noise, Better HearingD, The Celotex Corporation, Chicago, 1950. 27. Zwikker, c., y C. W. Kosten: «Sound Absorbing MaterialsD, Elsevier Press, Inc., New York, 1949. 28.
El libro siguiente es de interés hist6rico en el campo de la acústica: Sabine, W. c.: «Collected Papers on Acousticsll, Harvard University Press, Cambridge, Mass., 1927. Apéndice 18.1
Tablas resumen Por conveniencia, los materiales de estas tablas, que están adaptados del Boletín 17, Acoustical Materials Association, están agrupados independientemente del nombre del fabricante. Conociendo el aspecto general, composici6n, método de instalaci6n y eficacia acústica deseada, los diversos materiales que cumplen estas especificaciones pueden ser fácilmente localizados. Debido a que el aspecto y la composici6n son a menudo de primera importancia, cada tabla (excepto los materiales del tipo XII) contiene materiales que son esencialmente similares: Espesor
En cada tabla, excepto para el tipo XII, los materiales están clasificados por el espesor. A menos que se indique otra cosa por las notas a pie de página, el espesor dado
701
es el espesor nominal del material, según se designa por el fabricante. El espesor real puede variar ligeramente del nominal de acuerdo con las especificaciones de fabricación del propio fabricante.
Reflexión de la luz (Ref. luz) Todos los valores de reflexión de la luz listados se han obtenido de las pruebas llevadas a cabo en el laboratorio oficial de la AMA con un tipo de reflectómetro conocido como la «Baumgartner Sphere», y descrito en la Transactians al the Illuminating Engineering Saciety, 33: 379 (1938). Las muestras se seleccionaron por personal del laboratorio del material pintado de fábrica, enviado para las pruebas de absorción de sonido. Cada valor listado es la media de cinco ensayos sobre tres muestras diferentes. El valor de la reflexión lumínica dado es para un acabado designado como «blanco». Las tablas resumen contienen letras que indican los valores de reflexión de los materiales fabricados recientemente, en los rangos que siguen: a.--o,75 b.--o,70 c.--o,65 d.-O,60
o a a a
más 0,74 inclusive 0,69 inclusive 0,64 inclusive
Los ingenieros de iluminación indican que no son necesarios valores más definidos de los dados en los rangos anteriores, ya que el envejecimiento de las superficies pintadas o la acumulación de polvo o suciedad reducirá la reflexión lumínica en 0,10 o 0,20.
Resistencia al fuego (véase texto) Muchos de los materiales listados han sido ensayados en cuanto a su resistencia al fuego por el laboratorio oficial de la AMA, usando un método esencialmente igual al descrito en las Federal Specification SS-A-1l8b. Las Federal Specification establecen criterios específicos, por los cuales los materiales se pueden clasificar desde «A» hasta «D», dependiendo de su comportamiento en la prueba. No se dan términos específicos para describir estas clases, pero los materiales clasificados como «A» se consideran normalmente como «incombustibles» y los clasificados como «D», como «(combustibles». Las clases (lB» y «C» representan materiales de resistencia intermedia. Ningún material de la clase (lB» está fabricado normalmente por miembros de la AMA. Para las pruebas de resistencia al fuego, los materiales se montaron atomillándolos directamente a un panel de asbestos cementado. El uso indiscriminado de los términos, tales como «aislante del fuego», «resistente al fuego», «aislante de la llama», etc., en las especificaciones, ha provocado confusión entre los arquitectos, consumidores y público en general. Adoptando la designación de letras para los diversos grados de resistencia al fuego, determinado por un método de ensayo normalizado, la AMA espera ayudar al arquitecto a especificar el tipo de material requerido.
702
Tipo de soporte usado en los ensayos de absorción sonora
1. ASEGURADO A TABLERO DE CEMENTO CON UN ESPACIO DE AIRE DE 0.3 m. CONSIDERADO EQUIVALENTE AL UNIDO A UN TECHO DE CEMENTO O DE HORMIGON.
2. CLAVADO A LISTONES DE MADERA DE 2.5 lt 7.5 cm. SEPARADOS 30 cm:', A MENOS QUE SE INDIQUE OTRA COSA.
4. COLOCADO DIRECTAMENTE SOBRE EL SUELO DEL LABORATORIO. 3. UNIDO A SOPORTES METALICOS APLICADOS A USTONES DE MADERA DE 2.5lt 7.5 cm.
5. FORRADO 2.5 Cm. I LISTONES 60.cm. DE SEPARACION MAXI MA, LANA MINERAL DE 2.5 ENTRE LISTONES.
6. UNIDO A LAMINAS DE HIERRO DE CALIBRE 24, SOPORTADO POR ANGULARES METALlCAS.
8. FORRADO 5 cm., LlSTONES SEPARADOS 30 cm., LANA MI NERAL DE 5 cm. ENTRE LISTONES 7. MONTADO MECANICAMENTE SOBRE SOPORTES METAUCOS ESPECIALE,S
703
Materiales tipo l. Losa de fibra de celulosa regularmente perforada Todas las losas, de 30 x 30 cm, a menos que se indique otra cosa
Espe-I sor, ~I
1,27 I
1,58
NRC rango específico
Montaje, núm.
i
Material
Fabricante
1
0,45-0,55 Fir-Tex perforado
1
0,55-0,65 Acousti-Celotex tipo C-l Celotex Corp. Acoustifibre National Gypsum Co. Auditone perforado United States Gypsum Co. Cushiontone Armstrong Cork Co. Fibretone Johns-Manville Sales Corp. Losa acústica Flintkote Pioneer Div., The tipo RS Flintkote Co. Losa acústica Simpson Simpson Logging Co. tipo S-1
Dant & Russell, Inc.
Dant & Russell, Inc.
2
0,50-0,60 Fir-Tex perforado
2
0,60-0,70 Acousti-Celotex tipo C-l Celotex Corp. Acoustifibre National Gypsum Co. Auditone perforado United States GypSUI;'l Co. Cushiontone Armstrong Cork Co. Fibretone Johns-Manville Sales Corp. Losa acústica Flintkote Pioneer Div., The tipo RS Flintkote Co. Losa acústica Simpson Simpson Logging Co. tipo S-1
a
C, D
a a a
e, D C, D e, D
a a
C, D C, D
a
C, D
a
C, D
a a a a a a a a a
7
0,50-0,60 Acoustifibre
National Gypsum Co.
a
1
0,60-0,70 Acousti-Celotex tipo C-2 Acoustifibre Cushiontone Losa acústica Flintkote tipo RS Losa acústica Simpson tipo S-2
Celotex Corp. National Gypsum Co. Armstrong Cork Co. Pioneer Div., The Flintkote Co. Simpson Logging Co.
a a a a
C, C, C, C,
a
C, D
0,65-0,75 Acousti-Celotex tipo C-2 Acoustifibre Cushiontone Losa acústica Flintkote tipo RS Losa acústica Simpson tipo S-2
Celotex Corp. National Gypsum Co. Armstrong Cork Co. Pioneer Div., The Flintkote Co. Simpson Logging Co.
--2
7
0,65-0,75 Acousti-Celotex tipo C-2 Celotex Corp. Armstrong Cork Co. Cushiontone Dant & Russell, Inc. Fir-Tex perforado
I 704
.
Refl. ResIst. luz fuego (Nota 3)
1
a a a a a a a a
D D D D
Materiales tipo l. Losa de fibra de celulosa regularmente perforada. Espesor, cm
1,90
Montaje, núm.
Material
Fabricante
Refl. Resist. fuego luz (Nota 3)
7
0,60-0,70 Acousti-Celotex tipo C-2 Celotex Corp. (Nota 4)
a
1
0,65-0,75 Acousti-Celotex tipo C-9 Celotex Corp. National Gypsum Co. Acoustifibre United States Gypsum Auditone perforado Co. Armstrong Cork Co. Cushiontone Johns-Manville Sales Fibretone Corp. Dant & Russell, Inc. Fir-Tex perforado Pioneer Div., The Losa acústica Flintkote Flintkote Co. tipo RS Simpson Logging Co. Losa acústica Simpson tipo S-3
a a a
C, D C, D C, D
a a
e, D
a a
C, D C, D
a
C, D
0,70-0,80 Acousti-Celotex tipo C-9 Celotex Corp. National Gypsum Co. Acoustifibre United States Gypsum Auditone perforado Co. (Nota 2) Armstrong Cork Co. Cushiontone Johns-Manville Sales Fibretone Corp. Dant & Russell, Inc. Fir-Tex perforado Pioneer Div., The Losa acústica Flintkote Flintkote Co. tipo RS Simpson Logging Co. Losa acústica Simpson tipo S-3
a a a
2
2,54
NRC rango específico
(Continuación.)
Celotex Corp. National Gypsum Co. Armstrong Cork Co. Dant & Russell, Inc. Simpson Logging Co.
C, D
a a a a a a a a a a
7
0,65-0,75 Acousti-Celotex tipo C-9 Acoustifibre Cushiontone Fir-Tex perforado Losa acústica Simpson tipo S-3
7
0,65-0,75 Acousti-Celotex tipo C-9 Celotex Corp. (Nota 4)
a
1
0,70-0,80 Acousti-Celotex tipo C-S Celotex Corp. National Gypsum Co. Acoustifibre Armstrong Cork Co. Cushiontone Johns-Manville Sales Fibretone Corp. Pioneer Div., The Losa acústica Flintkote Flintkote Co. tipo RS Simpson Logging Co. Losa acústica Simpson tipo S-S
a a a a
C, C, C, C,
a
C, D
a
C, D
D D D D
705 45
Materiales ,tipo l. Losa de fibra ·de celulosa regularmente' perforada. Espesor,' cm
MonNRC taje, rango: núm.' específico 2
..
Material
0,75-0,S5 Acousti-Celotex tipo C-S Acoustifibre Cushiontone' Cushiontone (Nota 1) .Fibretone . Losa acústica Flintkote tipo RS Losa' acústica Simpson tipo' S~5
'.
(Continuación.)
Fabricante
Resist. Refl. fuego luz (Nota 3)
Celotex Corp. National Gypsum Co. Armstrong Cork Co. Armstrong Cork Co. JolÍns-Manville Sales Corp. Pioneer Div., The Flintkote Co. Simpson Logging Co. \
a a a a a
National Gypsum Co.
a
a a ;
7
0,60-0,70 Acoustifibre
7
0,70-0,SO Acousti-Celotex tipo C-7 Celotex Corp. Cushiontone Armstrong Cork Co.
a a
7
0,70-0,SO Acousti-Celotex tipo C-7 Celotex Corp. (Nota 4)
a
Nota l. Tamafio de losa, 60x60 cm. Nota 2. Tamafto de losa, 120 x 60 cm. Nota 3. Los materiales clasificados. como C, D se suministran con un acabado de pintura aplicado en fábrica, que les da la clasificación C, y también con un acabado de pintura normalizado•. que les da la clasificación D. Nota 4. Elementos de· suspensión no perforados. ~istos, de 15 cm de ancho, separados 76 o 131 cm. Tamafto de losa, 120x60 cm para el C-1 solamente~
706
Materiales tipo D. Losa de fibra de celulosa aleatoriamente perforada Las perforaciones varían en diámetro y espaciamiento. Todas las losas, de 30 X 30 cm, a menos que se indique otra cosa Espesor, cm
Montaje, núm.
1,27
1
2
7
1,58
NRC rango específico
Material
0,50-0,60 Acousti-Celotex tipo CR-I Acoustifibre de tipo aleatorio Auditone perforado aleatoriamente Cushiontone totalmente aleatorio Fibretone taladrado diversamente Losa acústica Flintkote tipo MS Losa acústica Simpson tipo S-1-S 0,55-0,65 Auditone perforado aleatoriamente Cushiontone totalmente aleatorio Fibretone taladrado diversamente Losa acústica Flintkote tipo MS Losa acústica Simpson tipo S-I-S
7
0,50-0,60 Acoustifibre de tipo aleatorio
1
0,55-0,65
2
7
Acousti-Celotex tipo CR-2 Acoustifibre de tipo aleatorio Losa acústica Flintkote tipo MS Losa acústica Simpson tipo S-2-S
Fabricante
Refl. Resist. fuego luz (Nota 2)
Celotex Corp.
a
'C, D
National. Gypsum Co.
a
C,D
United States Gypsum Co. Armstrong Cork Co.
C, D a
C, D
Johns-Manville Sales Corp. Pioneer Div., The Flintkote Co. Simpson Logging Co.
a
United States Gypsum Co. Armstrong Cork Co.
a
Johns-Manville Sales Corp. Pioneer Div., The Flintkote Ca. Simpson Logging Co.
a
National Gypsum Co.
a
Celotex Corp.
a
C, D
National Gypsum Co.
a
C, D
C, D C, D
C, D
Pioneer Div., The Flintkote Co. Simpson Logging Co.
a
0,60-0,70 Losa acústica Flintkote tipo MS Losa acústica Simpson tipo S-2-S
Pioneer Div., The Flintkote Co. Simpson Logging Ca.
a
0,60-0,70 Acousti-Celotex tipo CR-2
Celotex Corp.
a
C, D
707
Materiales tipo ll.
Losa de fibra de celulosa aleatoriamente perforada.
Espesor, cm
Montaje, núm.
NRC rango específico
1,90
1
0,60-0,70
2
7
2,54
1
708
0,65-0,75
0,60-0,70
(Continuación.) I
Material
Fabricante
IRefl. luz
Resist. fuego (Nota 2)
Acousti-Celotex tipo CR-9 Acoustifibre de tipo aleatorio Auditone perforado aleatoriamente Cushiontone totalmente aleatorio Fibretone taladrado diversamente Losa acústica Flintkote tipo MS Losa acústica Simpson tipo S-3-S
Celotex Corp.
a
C, D
National Gypsum Co.
a
C, D
Johns-Manville Sales Corp. Pioneer Div., The Flintkote Co. Simpson Logging Co.
a
Acousti-Celotex tipo CR-9 Acoustifibre de tipo aleatorio Auditone perforado aleatoriamente (Nota 3) Cushiontone totalmente aleatorio Fibretone taladrado diversamente Losa acústica Flintkote tipo MS Losa acústica Simpson tipo S-3-S
Celotex Corp.
a
National Gypsum Co.
a
United States Gypsum Co. Armstrong Cork Co.
a
Johns-Manville Sales Corp. Pioneer Div., The Flintkote Co. Simpson Logging Co.
a
Acousti-Celotex tipo CR-9 Acoustifibre de tipo aleatorio Cushiontone totalmente aleatorio Losa acústica Simpson tipo S-3-S
Celotex Corp.
a
National Gypsum Co.
a
Armstrong Cork Co.
a
Simpson Logging Co.
a
United States Gypsum Co. Armstrong Cork Co.
C, D a
C, D
C, D C, D
7
0,60-0,70 Acousti-Celotex tipo CR-9 (Nota 1)
Celotex Corp.
a
1
0,60-0,70 Acoustifibre de tipo aleatorio
National Gypsum Co.
a
C, D
1
0,60-0,70 Acousti-Celotex tipo CR-S Cushiontone totalmente aleatorio Losa acústica Flintkote tipo MS
Celotex Corp.
a
C, D
Armstrong Cork Co.
a
C, D
Pioneer Div., The Flintkote Co.
C, D
Materiales tipo Espesor, cm
n.
Losa de fibra de celulosa aleatoriamente perforada. (Continuación.)
NRC Montaje, rango núm. específico
Material
0,65-0,75 Acousti-Celotex tipo CR-S Acoustifibre de tipo aleatorio Cushiontone totalmente aleatorio Losa acústica Flintkote tipo MS
2
7
7
Fabricante
Refl. Resist. fuego luz (Nota 2)
Celotex Corp.
a
National Gypsum Co.
a
Armstrong Cork Co.
a
Pioneer Div., The Flintkote Co.
0,65-0,75 Acousti-Celotex tipo CR-S Cushiontone totalmente aleatorio
Celotex Corp.
a
Armstrong Cork Co.
a
0,55-0,65 Acoustifibre de tipo aleatorio
National Gypsum Ca.
a
Nota l. Elementos de suspensión no perforados, vistos, de 15 cm de ancho separados 76 o 137 cm. Nota 2. Los materiales clasificados como e, D se suministran con un acabado de pintura aplicado en fábrica, que les da la clasificación e, y también con un acabado de pintura normalizado, que les da la clasificación D. Nota 3. Tamafio de losa, 30 X 60 cm.
Materiales tipo ID. Losa de fibra de celulosa con rendijas Todas las losas, de 30 X 30 cm, a menos que se indique otra cosa Espesor, cm
Montaje, núm.
1,90
1
0,60-0,70 Auditone con rendijas
United States Gypsum Ca.
a
2
0,65-0,75 Auditone con rendijas (Nota 1)
United States Gypsum Co.
a
NRC rango específico
Material
Fabricante
Refl. Resist. fuego luz (Nota 2) C, D
Nota l. Losa de 30 x 60 cm'. Nota 2. Los materiales clasificados como e, D se suministran con un acabado de pintura aplicado en fábrica, que les da la clasificación e, y también con un acabado de pintura normalizado, que les da la clasificación D.
709
Materiales tipo IV. Losa o tablero de celulosa fisurado o tejido Todas las losas, de 30 x 30 cm, a menos que se indique otra cosa Espesor, cm
Montaje, núm.
1,27
1
1,43
1,90
3,14
NRC rango específico
Fabricante
RefI. Resist. luz fuego
1
0,50-0,60 Econacoustic 0,55-0,65 Simpson Forestone
Simpson Logging Co.
2
0,60-0,70 Simpson
F~restone
Simpson Logging Co.
1
0,60-0,70 Simpson Forestone
Simpson Logging Co.
2
0,65-0,75 Simpson Forestone
Simpson Logging Co.
7
0,55-0,65 Simpson Forestone Tablero de techo Simpson Forestone (Nota 2)
Simpson Logging Co. Simpson Logging Co.
1
0,35-0,45 Corkoustic (Nota 1)
Armstrong Cork Co.
a
'7
0,35-0,45 Corkoustic (Nota 1)
Armstrong Cork Co.
a
Nota 1. Losa de 26x26 cm. Nota 2. Tablero de 60 X 121 cm.
710
Material
National Gypsum Co.
a C
C
C
Materiales tipo, V. Losa de fibra mineral perforada Todas las losas, de 30 X 30 cm, a menos que se indique otra cosa Espesor, cm
Montaje, núm.
1,27
1
NRC rango específico
Material
Refl. Resist.
Fabricante
luz
fuego
a a
A A
a
A
a
A
0,55-0,65 Acousti-Celotex tipo M-8 Celotex Corp. Owens-Coming Losa acústica de fibra Fiberglas Corp. de vidrio tipo PRW Owens-Coming Losa acústica de fibra Fiberglas Corp. de vidrio tipo PRWR Armstrong Cork Ca. Minatone
--
---1,58
1,90
2
0,60-0,70 Minatone
"
1
0.'69- 0,?0 Acousti-Celotex tipo M-1 Celotex Corp. .,:, .. , Acousti-Celotex tipo M-1 Celotex Corp. (Nota 5) Owens-Corning Losa acústica de fibra Fiberglas Corp. de vidrio tipo PRW Owens-Coming Losa acústica de fibra Fiberglas CorP. de vidrio tipo PRWR Minatone Armstrong Cork Ca.
11 a
','.~".
'
a
A
a
A
7
0,75-0,85 Acousti-Celotex tipo M-1 ,Celotex Corp. (Nota 2) Owens-Coming Losa acústica de fibra de vidrio tipo PRW Fiberglas Corp. Minatone Arm.strong Cork CO. Minatone (Notas 1 y 2) . Armstrong Cork Co.
a
a a
0,75-0,85 Losa acústica de fibra de vidrio tipo PRWR
Owens-Corning Fiberglas Corp.
a
7
0,65-0,75 Acousti-Celotex tipo M-1 (Notas 2 y 4)
Celotex Corp.
a
i
0,60~0,70
Losa de Losa de'
acústica de fibra vidrio tipo PRW acústica de fibra vidrio tipo PRWR
Owens-Coming Fiberglas Corp. Owens-Coming Fiberglas Corp.
a
A
a
A
0,70-0,80 Losa de Losa , de
acústica de'fibra vidrio tipo PRW acústica de fibra vidrio tipo PRWR
Owens-Corning Fiberglas Corp. Owens-Corning Fiberglas Corp.
a
0,70-0,80 Minatone
a
Armstrong Cork' Co. . Armstfong Cork' Co; .
a-
'
0;80-0,90 Minatone
1
a
7
'.
1
r'Á'· A
a
7
.,1
A.
a
Armstrong Cork Ca.
1
..
'
0,65-0,75 Minatone
7
.,
.
2
:
2,22
Armsi:rong <:6rk 'Ca:
.
A: " "
a
711'
Materiales tipo V. Espesor,
Losa de fibra mineral perforada.
(Continuación.)
cm
Montaje, núm.
1,54
1
0,70-0,80 Acousti-Celotex tipo M-2 Celotex Corp.
a
7
0,70-0,80 Acousti-Celotex tipo M-2 Celotex Corp. (Nota 2) Acousti-Celotex tipo M-2 Celotex Corp. (Notas 2 y 4)
a
NRC rango específico
Material
Fabricante
Reí!. Resist. luz fuego A
a
Nota l. Tamafio de losa, 60 X 60 cm. Nota 2. Tamafio de losa, 30 X 60 cm. Nota 3. Tamafio de losa, 60 X 120 cm. Nota 4. Elementos Acousti-Line de 15 cm de ancho, con sistemas de suspensión metálicos expuestos, separados 76 o 137 cm, o elementos Acoustl-Line de 7,5 cm de ancho, separados 68 o 130 cm. Nota 5. Perforado con 2192 agujeros por metro cuadrado, de 0,48, 0,56 Y 0,63 cm de diámetro; distribución aleatoria.
Materiales tipo VI. Losa de fibra mineral fisurada Todas las losas, de 30 X 30 cm, a menos que se indique otra cosa Espesor, cm
Montaje, núm.
1,90
1
NRC rango específico
Material
0,65-0,75 Acoustone F Celotone Permacoustic Losa mineral fisurada Símpson Travacoustic Travertone
7
0,75-0,85 Acoustone F CeIotone Celotone (Notas 1 y 2) Permacoustic Losa mineral fisurada Simpson Travacoustic Travertone
Fabricante
Refl. Resist. luz fuego
United States Gypsum Celotex Corp. Johns-Manville Sales Corp. Símpson Logging Co.
a a a
A A A
a
A
NationaI Gypsum Ca. Armstrong Cork Ca.
a a
A A
United States Gypsum CeIotex Corp. Celotex Corp. Johns-Manville Sales Corp. Simpson Logging Co.
a a a a
National Gypsum Co. Armstrong Cork Co.
a a
a
Nota l. Tamafio de losa, 30x60 cm. Nota 2. Elementos Acousti-Line de 15 cm de ancho, con sistemas de suspensión metálicos expuestos, separados 76 o 137 cm, o elementos Acoustl-Line de 7,5 cm de ancho, separados 68 o 130 cm.
712
Materiales tipo vn. Losa o tablero de fibra mineral alisada o tejida Todas las losas o tableros, de 30 x 30 cm, a menos que se indique otra cosa Espesor, cm
Montaje, núm.
1,27
1
0,50-0,60 Losa acústica de fibra de vidrio tipo TMW
Owens-Coming Fiberglas Corp.
a
A
1,58
1
0,60-0,70 Crestone (estriado) Losa acústica de fibra de vidrio tipo TMW
Armstrong Cork Ca. Owens-Corning Fiberglas Corp.
a a
A A
7
0,60-0,70 Crestone (estriado) Crestone (nota 1)
Armstrong Cork Ca. Armstrong Cork Ca.
a a
7
0,80-0,90 Losa acústica de fibra de vidrio tipo TMW
Owens-Coming Fiberglas Corp.
a
1
0,65-0,75 Losa acústica de fibra de vidrio, estriada Losa acústica de fibra de vidrio tipo TMW Losa acústica al fresco de fibra de vidrio Motif'd Acoustone (estriado) Pattem núm. 19 Striatone
Owens-Corning Fiberglas Corp. Owens-Coming Fiberglas Corp. Owens-Corning Fiberglas Corp. United States Gypsum Ca.
a
A
a
A
a
A
c
A
2
0,70-0,80 Losa acústica de fibra de vidrio tipo TXE (nota 1)
Owens-Coming Fiberglas Corp.
a
7
0,70-0,80 Motif'd Acoustone (estriado) Pattem núm. 19
United States Gypsum Ca.
c
7
0,80-0,90 Losa acústica de fibra de vidrio, estriada Losa acústica de fibra de vidrio tipo TMW Losa acústica de fibra de vidrio tipo TXE (nota 1) Tablero de techo de fibra de vidrio (nota 2) Tablero de techo estriado de fibra de vidrio (nota 2) Losa acústica al fresco de fibra de vidrio
Owens-Coming Fiberglas Corp. Owens-Coming Fiberglas Corp. Owens-Coming Fiberglas Corp.
a
1,90
NRC rango específico
Material
Fabricante
Ref!. Resist. luz fuego
----
Celotex Corp.
Owens-Coming Fiberglas Corp. Owens-Coming Fiberglas Corp. Owens-Corning Fiberglas Corp.
A A
a a a
A
a
A
a
713
Materiales tipo VD. Espesor, cm
Montaje, núm.
2,54
3,14
7
Losa o tablero de fibra mineral alisada o tejida.
NRC rango específico
Material
Fabricante
0,70-0,80
Tablero formado acústicamente de fibra de vidrio (nota 3)
0,85-0,95
Tablero de techo de Owens-Coming fibra de vidrio (nota 4) Fiberglasi Corp. Tablero de techo estriado Owens-Coming Fiberglas Corp. de fibra de vidrio (nota 4)
0,80-0,90
Tablero formado acústicamente de fibra de vidrio (nota 3)
Owens-Coming Fiberglas Corp.
5,08
0,85-0,95 Tablero formado acústicamente de fibra de vidrio (nota 3)
Owens-Coming Fiberglas Corp.
714
Refl. Resist. luz fuego
Owens-Coming Fiberglas Corp.
3,81
Nota l. Nota 2. Nota 3. de S cm de de 3,75 y S Nota 4.
(Continuación.)
a
A
a
A
Tamafio de losa, 60X60 cm. Tamafio del tablero, 60 X 120 cm. . Tamafio del tablero 91 X 81 cm. El tablero se montó en la prueba colocándolo en un espesor yeso para un tablero de 2,5 cm de espesor. y un espesor de 1,25 cm de yeso para tableros cm. Tamafio del tablero. 120X 120 cm.
Materiales tipo VID. Losa o tablero de fibra mineral con recubrimiento de membrana Tamaño unitario, 30 x 30 cm, a menos que se indique otra cosa Espesor, cm
Montaje, núm.
1,90
1
0,60-0,70 Unidades centrales de losa acústica de fibra de vidrio sano-recubiertas
Owens-Coming Fiberglas Corp.
c
A
1
0,30-0,40 Unidades laterales de losa acústica de fibra de vidrio sano-recubiertas
Owens-Coming Fiberglas Corp.
d
A
7
0,70-0,80 Unidades centrales de losa acústica de fibra de vidrio sano-recubiertas
Owens-Coming Fiberglas Corp.
c
7
0,20-0,30 Unidades laterales de losa acústica de fibra de vidrio sano-recubiertas
Owens-Coming Fiberglas Corp.
d
7
0,70-0,80 Unidades centrales de tablero de techo de fibra de vidrio sonorecubiertas (nota 1)
Owens-Coming Fiberglas Corp.
d
A
7
0,30-0,40 Unidades laterales de tablero de techo de fibra de vidrio sonorecubiertas (nota 1)
Owens-Coming Fiberglas Corp.
d
A
:
Nota l.
NRC rango específico
Material
Fabricante
Refl. Resist. luz fuego
Tamafio de las unidades, 60 x 120 cm.
715
Materiales tipo IX. Paneles de metal perforado con colchoncillos de fibra mineral Todas los unidades, incluidos el panel y el colchoncillo, son de 30 X 30 cm de tamaño, a menos que se indique otra cosa Espesor, cm
Montaje, núm.
3,14
7
0,60-0,70 Steelacoustic (nota 1)
Celotex Corp.
b
A
3,49
7
0,50-0,60 Panelcoustic (nota 2)
National Gypsum Co.
b
A
b
A
NRC rango específico
Material
Fabricante
Refl. Resist. luz fuego
....
4,12
7
0,60-0,70 Panelcoustic (nota 2)
5,08
7
0,85-0,95
6,35
3
0,80-0,90 Acousteel Acoustimetal Arrestone Panel de metal acústico D&R Losa acústica de· metal perforado Flintkote Perfatone
Corrutone (nota 3)
Acoustimetal aleatorio Sanacoustic, tipo KK Sanacoustic, bloque Spincoustic Unidades acústicas metálicas Sympson 3
6,67
7
National Gypsum Co. United States Gypsum Co. Celotex Corp. National Gypsum Co. Armstrong Cork Co. Dant & Russell, Inc. Pioneer Div., The Flintkote Co. United States Gypsum Co. National Gypsum Co. Johns-Manville Sales Corp. Johns-Manville Sales Corp. Simpson Logging Co.
A b b a b
A A A A A
a
A
b a
A A
a
A A
0,55-0,65 Acoustimetal, tipo 50-50 (nota 4) Sanacoustic, tipo KK, tipo 50-50 (nota 4)
National Gypsum Co.
b
A
Johns-Manville Sales
a
A
0,75-0,85 Panelcoustic (nota 2)
National Gypsum Co.
b
A
Corp.
Los valores de absorción sonora de estos materiales dependen de) la combinación específica de panel metálico y colchoncillo ensayada. Nota l. Tamafio de las unidades, 60 X 60 cm. Bloque laminado con revestimiento metálico. Nota 2. Tamafio de las unidades, 60 X 120 cm. Nota 3. Panel metálico corrugado. Tamafio unitario, 60 X 60 cm. Nota 4. La mitad de los paneles perforados y la mitad no perforados.
716
Paneles de tablero de asbestos perforado con colchoncillos de fibra mineral Espesores, incluidos bloque y revestimiento perforado. Tamaño unitario, 60 X 60 cm Materiales tipo X.
Espe~
sor, cm
Montaje, núm.
NRC rango específico
3,02
5
0,65-0,75
3,65
Material
Paneles acústicos Transite
Nota 1 0,70-0,80 Tablero de asbestos perforado Paneles de asbestos perforados Gold Bond
5,56
8
0,75~0,85
5,56
8
0,80-0,90 Paneles acústicos Transite
Fabricante
Refl. Resist. luz fuego b
Johns-Manville Sales Corp. United States Gypsum Co. National Gypsum Co.
A A
Panel tablero de asbestos Armstrong Cork Co.
A
Johns-Manville Sales Corp.
b
Nota 1 0,70-0,80 Panel tablero de asbestos Armstrong Cork Co. Panel tablero de asbestos Celotex Corp. perforado
8,10
A
A
A A
Nota 1. Véase catálogo de fabricantes para la descripción de montajes especiales.
Materiales tipo XI.
Espesor, cm 1,27
MonNRC taje, rango núm. específico 6
0,55~0,65
Forro de conductos absorbentes de sonido·
Material
Airacoustic
Q- T Ductliner 2,54
6
0,65-0,75 Airacoustic
Q-T Ductliner
Fabricante
Johns-Manville Sales Corp. Celotex Corp. Johns-Manville Sales Corp. Celotex Corp.
Refl. Resist. luz fuego A A A A
Absorbedores Aircoustat Industrial Sound Control, Inc. •
Los valores del coeficiente de absorción en función de la frecuencia se dan en el capítulo 27.
717
Materiales tipo XD. Paneles y materiales acústicos especiales
Fabricante
Material
Fenestra incorporated . Paneles acústicos Fenestra
Tipo AD Tipo C Tipo D Tipo Holorib . Tipo AD y Std. AD Tipo C y Std. C Tipo D y Std. D Tipo TAC-AC y TAC-T Tipo TAC-T y tres TAC-AC E. F. Hauserman Co.
Techo acústico
Pared acústica Industrial Sound Control, Inc.
Paneles acústicos de metal sonoro Tipo A-3PP Tipo F-4PS Tipo A-6PS
Johns-Manville Sales
Spincoustic
Corp. Spincoustic
Descripción
NRC Resist. rango 1 fu específico a ego
Paneles de tejados y techo de acero estructural con bloques absorbentes de fibra de vidrio V éanse listas de fabricantes, para más detalles Pluma planchada plana
0,80-0,90 0,80-0,90 0,75-0,85 0,70-0,80 0,60-0,70
A A A A A
Pluma planchada plana
0,60-0,70 0,50-0,60 0,55-0,65
A A A
0,60-0,70
A
Paneles de 7,5 cm de es- 0,80-0,90 pesor, revestidos con acero perforado, y el reverso, con acero no perforado, relleno con fibra mineral y tablero de cemento 7 cm de espesor. Similar 0,75-0,85 al anterior
A
Paneles de acero hueco, rellenos con bloques de fibra mineral 8,7 cm de espesor. Ambas caras perforadas 10 cm de espesor. Una cara perforada 15 cm de espesor. Una cara perforada Capa de lana mineral. 0,70-0,80 2,5 cm de espesor Como el anterior. 5 cm 0,85-0,95 de espesor
Owens-Corning Fiberglas Corp.
Bloques absorbentes para 0,80-0,90 Rellenadores de paneles metálicos perfopaneles metálicos rados de fibra de vidrio Sonocor
Simpson Logging Co.
Losa estructural de 20 x 5 0,50-0,60 Losa de techo centímetros, juntas t y acústica Simpson g a lo largo de los bordes, superficie expuesta perforada
Deben consultarse los catálogos de los fabricantes para más información.
A
A A A
A A
C
Capítulo 19 CONTROL DEL RUIDO A TRAVES DE LOS SOLIDOS FRITZ INGERSLEV, PH.D.
Royal Technical University, Copenhagen, Denmark CYRIL
M.
HARRIS, PH.D.
Columbia University, New York
INTRODUCCION
Uno de los problemas de acústica arquitectónica cuya gravedad ha aumentado en los últimos años es el del control de la transmisión de energía en los sólidos que llega a las estructuras de lús edificios por impactos o vibraciones continuas. Esta energía puede transmitirse por todo un edificio hasta superficies que se ponen en movimiento e irradian ruido. El problema del control de la transmisión· de ruidos en estructuras ha aumentado en numerosas viviendas, edificios de oficinas y plantas industriales por dos razones: 1) Debido al gran incremento de mecanismos que ahorran trabajo y máquinas para hacer más agradables nuestras áreas de vida y trabajo; por ejemplo, acondicionadores de aire, lavadoras y secadoras, máquinas para operaciones comerciales, etc. Este aumento de mecanización, con sus concomitantes fuentes potenciales de ruido, ha sobrepasado frecuentemente los avances en la tecnología del control de ruidos. 2) Muchos de los tipos de edificaciones más recientes son en realidad más pobres al proporcionar aislamiento contra el ruido de lo que lo fueron los anteriores. Cómo se transmite el ruido en edificios
El ruido en los edificios puede proceder de fuentes en el aire, de impactos o vibración, que se transmitirá directamente a la estructura del edificio, o de una combinación de ambos. Luego puede transmitirse por todo el edificio, por cualquier mecanismo o una combinación de varios, algunos de los cuales se representan en la figura 19.1. Se muestran varios caminos por los que puede transmitirse el sonido de una habitación a otra. A lo largo de algunos de ellos la transmisión puede ser enteramente por el aire, como, por ejemplo, a lo largo de un conducto de ventilación en una habitación adyacente; a lo largo de otros, el sonido que se origina en el aire puede forzar a una pared entera a entrar en vibración, o al techo; transmitirse a la estructura como energía transmitida en los sólidos y luego irradiarse como sonido desde una superficie forzada a entrar en. vibración (estos mecanismos se describen en el siguiente capítulo). 719
La energía mecamca puede comunicarse directamente a la estructura de un edificio y luego transmitirse a través suya a alguna otra parte del edificio, en donde una superficie será forzada a entrar en vibración -de este modo se irradia el sonido----,. En general, los métodos descritos aquí están proyectados para el control de la transmisión de ruidos en sólidos, aunque algunas de las técnicas que se emplean para proporcionar un buen aislamiento al impacto sonoro también lo proporcionan a la transmisión de sonido por el aire.
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POR LA PAREO
FIG. 19.1. Diagrama de la de un edificio que muestra de los mecanismos por los puede transmitir el sonido habitación a otra.
sección algunos que se de una
La figura 19.1 representa el mecanismo básico por el cual se propaga el ruido en los sólidos. En este caso se arroja un objeto al suelo, produciendo la vibración de éste. Así, el mismo suelo entra en vibración y se convierte en un irradiador de sonido transmitido por el aire, produciendo ruido en la habitación inferior. La fuerza que se aplica en el suelo es de corta duración -como si fuese un impacto que se convierte en una vibración transitoria del suelo-. La transmisión de sonidos en sólidos puede proceder también de la aplicación constante de una fuerza oscilante, tal como un motor que está desequilibrado. Adviértase que parte de la energía se propaga a lo largo del mismo suelo a las paredes laterales de la habitación inferior, induciéndoles a irradiar sonido. Este ruido transmitido por los sólidos puede propagarse por muchos caminos. Tabla 19.1.
Atenuación de ondas longitudinales dh/30 m
Hierro , Construcción de ladrillo Hormigón Madera .. , , oo
•••
oo.
720
. .
oo • • • •
0,1 -0,3 0,16-1,3 0,3 -2 0,5 -3,3
La transmisión de ruidos en los sólidos proviene frecuentemente de pisadas, arrastre de sillas u otros muebles por suelos sin alfombrar, portazos, ruidos de agua en tuberías, o el arranque y parada de bombas y motores. Las magnitudes de pico de la potencia vibratoria de tales fuentes que se transmiten a las estructuras son normalmente bastante grande. Más aún, corno se indica en las tablas 19.1 y 19.2, la atenuación de la transmisión de ruido en 3
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19.2. Atenuación del sonido ,transmitido a través de sólidos medida en diferentes construcciones y que difieren en planta y sección: (a) bloques de ladrillo huecos, (b) baldosas de hormigón con ,trocitos de ladrillos, (c) piedras pómez huecas, (d) y (e) hormigón relleno con trozos de ladrillo. La atenuación en (a) y (d) se midió en dirección horizontal, (e) se midió en dirección vertical. (Kuhl y Kaiser)
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1000 to,ooo FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
los sólidos para los materiales de construcción es generalmente bastante pequeña. Por tanto, las fuentes de ruidos deberían aislarse de las estructuras de los edilicios siempre que fuera posible. Los métodos descritos en el capítulo 13 son aplicables para el aislamiento de muchas fuentes mecánicas. En este capítulo se describen varios acabados de suelo y construcciones de pisos flotantes que proporcionan mejoras considerables en el aislamiento de impactos sonoros y fuerzas oscilantes estacionarias.
ESTIMACION DE CONSTRUCCIONES DE PISOS
Pueden emplearse varios métodos para comparar los méritos de los tabiques con respecto al aislamiento de la transmisión de sonido en los sólidos. El método que se ha adoptado ampliamente en todo el mundo hace uso de un mecanismo que puede producir una serie estacionaria de impactos en un suelo (esto es, la superficie a la que se imparte la energía de transmisión en sólidos). Entonces, los niveles de presión sonora estacionaria en bandas de octava (o fracciones de octavas) se miden en la habitación inferior, o en alguna otra del edificio. Estas máquinas son normalmente conocidas como máquinas de golpeteo. Supongamos que una de ellas se sitúa en el suelo de una habitación, tal como muestra la figura 19.3. Esta habitación se define como la habitación fuente, y aquella en que se hacen las mediciones se denomina habitación receptora, 721
FIG. 19.3.
Sección transversal de un edificio mostrando el conjunto de pruebas para medir el impacto sanara.
Nivel de impacto sonoro
Si se pone en funcionamiento una máquina de golpeteo en el suelo de un edificio, puede medirse en varios lugares el nivel de la presión sonora en bandas de octavas (o fracciones de octavas); este nivel, definido como nivel de impacto sonoro, puede utilizarse para caracterizar la calidad del suelo a fin de reducir el impacto del ruido. De este modo, cuanto más bajo sea el nivel de impacto sonoro en una habitación sobre la que está funcionando una máquina de golpeteo tanto mejor es el suelo. En la figura 19.14 se muestran O::w
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FIG. 19.4.
Nivel de impacto sonoro medido en una habitación justo debajo de un suelo de hormigón, empleando una máquina de golpeteo construida de acuerdo con las especificaciones internacionales. El espectro del ruido se muestra para la máquina golpeando el hormigón desnudo, y el suelo de hormigón cubierto por una alfombra.
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datos típicos de esta clase, dándonos medidas de laboratorio del nivel de impacto sonoro por banda de octava en una habitación bajo un suelo de hormigón, antes y después de colocar una alfombra en dicho suelo. Adviértanse las mejoras considerables a frecuencias altas. Esto es típico del aislamiento que puede obtenerse en el acabado de suelos elásticos,
Nivel de impacto sonoro en habitaciones distantes. La energía de transmisión en sólidos que proviene de impactos produce ruidos no sólo en la habitación receptora, directamente debajo del suelo que entra en vibración por los impactos, sino también en habitaciones más alejadas. Esta transmisión se ha estudiado con la ayuda de una máquina de golpeteo en edificios 722
de hormigón armado y suelos con vigas de madera. Los niveles de impacto sonoro medios medidos en dos tipos de edificios fueron aproximadamente iguales en la habitación justamente debajo de la máquina de golpeteo, pero muy diferentes en habitaciones situadas a una distancia considerable de la máquina. El nivel de ruido en el edificio con suelos con vigas de madera fue inferior en más de 20 db al del edificio con suelo de hormigón. Esta pronunciada diferencia se debe al hecho de que los suelos de hormigón sólido son homogéneos y continuos de una habitación a otra, mientras que los suelos con vigas de madera no son homogéneos y están interrumpidos entre una habitación y otra. En el caso de suelo de este último tipo, hay también una diferencia importante entre los materiales usados para el suelo y para las paredes. Aislamiento al impacto sonoro
Los niveles de impacto sonoro no tienen significado físico en sí mismos; son útiles para comparar datos tomados por diferentes laboratorios, únicamente cuando se emplea por parte de ellos una máquina de golpeteo que tenga las mismas características. (Por esta razón se emplea una máquina de golpeteo standard; véase el apartado siguiente.) Por tanto, se emplea otro método para evaluar la calidad de un suelo respecto a su capacidad para aislar los impactos sonoros: es el aislamiento al impacto sonoro, que representa la mejora en decibelios frente a la frecuencia que la construcción de un suelo proporciona sobre otro standard de referencia elegido arbitrariamente. El aislamiento al impacto sonoro se obtiene considerando dos conjuntos de medidas: 1) el nivel de impacto sonoro en la habitación receptora cuando la máquina golpea el suelo de prueba, 2) el nivel de impacto sonoro en la habitación receptora cuando la máquina golpea el «suelo de referencia». En todos los casos debe especificarse el suelo que se ha seleccionado como referencia para la comparación cuando se presenten los datos. Estos valores comparativos se evalúan de esta manera para construcciones de pisos flotantes y los acabados de pisos mencionados en este capítulo. Se debe tener en cuenta que un valor positivo de aislamiento al impacto sonoro representa una mejora sobre el suelo de referencia. MEDIDAS DEL IMPACTO SONORO
Como se indicó en el apartado anterior, el nivel del impacto sonoro en una habitación depende de las características de la máquina de golpeteo que se emplee. Una consideración de tales mecanismos indicará que el carácter del impacto que se produce depende de factores tales como la masa y la altura del peso que cae, el tipo de material de que esté fabricada la cabeza del martillo, el intervalo de tiempo que ésta permanezca en contacto con el suelo cuando lo golpea y su radio de curvatura. Para que sean comparables las medidas del impacto sonoro por distintos laboratorios, las máquinas de golpeteo
723
que se usan deben tener las mismas características y debería emplearse el mismo procedimiento para calcular los niveles del impacto sonoro obtenidos empleando dichas máquinas. Por esta razón se está considerando la posibili ~ dad de adoptar un código internacional para medidas del aislamiento al impacto sonoro de campo y de laboratorio; esto forma la base para el método que hoy en día se usa más ampliamente, y que se describe más adelante. Máquinas de golpeteo
El código internacional establece que las máquinas de golpeteo se cons~ truirán de acuerdo con las siguientes especificaciones: Tendrán cinco martillos situados en línea, y la distancia entre los dos martillos extremos debe ser alrededor de 40 cm. Dará diez golpes por segundo. La masa de cada martillo debe ser de 500 g. La caída libre de un martillo debe ser de 40 mm. La cabeza del martillo que golpea el suelo debe ser de bronce, con un diámetro de 30 mm, aproximadamente. La superficie de la cabeza del martillo debe ser esférica, con un radio de alrededor de 50 cm. El mecanismo conductor debe estar diseñado de tal forma que los martillos pierdan contacto con el suelo aproximadamente 0,05 seg después de haber caído los 40 mm. Estas especificaciones son tales que cuando se opera en un suelo de prueba, esta máquina de golpeteo debe producir un nivel de sonido en la habitación justamente debajo de un suelo suficientemente alto y continuo para hacer exactas las posibles medidas *. Medida del nivel del impacto sonoro
En la medida del nivel del impacto sonoro, la máquina de golpeteo se coloca en el suelo que se va a probar y se pone en marcha. Entonces se determina el nivel de la presión sonora en la habitación receptora y de ahí el nivel del impacto sonoro. Hay varios factores, además de la propia construcción del suelo, que pueden afectar al valor medido del nivel del impacto sonoro, y que son: 1) La posición de la máquina de golpeteo en el suelo que se está probando. 2) El método para determinar el nivel de la presión sonora media en la habitación receptora (el nivel medio dependerá del número de las posiciones del micrófono y su localización dentro de la habitación), y 3) la absorción en la habitación en la que se mide el nivel de sonido.
• Existe una diferencia considerable entre el carácter de los impactos producidos por pisadas y los producidos por las cabezas de los martillos de la máquina de golpeteo. Se hicieron algunas medidas para estudiar la correlación entre el aislamiento al impacto sonoro medido utiHzando estas dos fuentes de impactos. La mejora proporcionada por un suelo flotante que descansa en una cubierta elástica de lana mineral vino a ser aproximadamente la misma. Sin embargo, la correlación fue bastante pobre cuando se midió la mejora proporcionada por un suelo de hormigón cubierto con una alfombra de fibra de coco. Esta diferencia puede deberse al hecho de que la compresión en la alfombra de coco producida por la cabeza del martillo es mucho mayor que la producida por un zapato.
724
Posición de la máquina de golpeteo. El nivel de impacto sonoro en una habitación no es independiente de la posición de la máquina de golpeteo en el suelo de la habitación superior. En la mayoría de los suelos de prueba en edificios, tres posiciones de la máquina de golpeteo en el suelo darán un resultado bien representativo si se mide el nivel de la presión sonora con distintas posicions del micrófono en la habitación receptora, y se calcula el promedio a partir de estos datos. Como puede haber alguna variación en el nivel de impacto con las posiciones debido a heterogeneidades en la construcción del suelo, debe tenerse en consideración este factor para las posiciones de la máquina de golpeteo en el suelo. Determinación del nivel de impacto sonoro de las medidas. Para medir el nivel de impacto sonoro en una habitación se hacen primero medidas de la presión sonora en varias posiciones. Estos datos se obtienen en bandas de octavas (o fracciones de octavas). El nivel medio de presión sonora L p en cualquier banda se obtiene de la siguiente relación: - - 10 1
Lp-
Og10
[
pi + p~ + p~ 2+ ... + p~] db npo
en donde Ph P21 P3, ..., Pn son las presiones sonoras en microbares medidas en n posiciones diferentes en la habitación (en general se toman medidas de tres a seis posiciones del micrófono); Po es la presión sonora de referencia de 0,0002 microbares. A fin de comparar los datos de varias fuentes, es conveniente que todos ellos se expresen en términos de nivel de impacto sonoro en las bandas de octavas de frecuencias. De este modo, si las medidas se han hecho en bandas de menos de una octava de amplitud pueden convertirse a la correspondiente octava como sigue: Si las medidas se han hecho en bandas de un tercio de octava, hay que añadir 4,9 db; si se han hecho en bandas de media octava, hay que añadir 3,1 db. Por ejemplo, los datos de la figura 19.4 se midieron en bandas de un tercio de octava, por tanto, se le añadieron 5 db (es decir, 4,9 db redondeados) a cada uno de los puntos representados, a fin de expresar esos datos como niveles de impacto sonoro en las bandas de octavas.
Efectos de la absorción de la habitación sobre las mediciones de impactos sonoros. El nivel de impacto sonoro medido en la habitación receptora depende de la absorción en la habitación, y varía inversamente con la absorción total. Desde que las mediciones de campo se efectúan tanto en habitaciones de edificios acondicionados como sin acondicionar, es deseable, a efectos de comparación, ajustar los resultados de modo que correspondan a los niveles que podrían haberse obtenido si la habitación considerada hubiera contenido una cantidad standard de absorción. El nivel de impacto sonoro ajustado, L i , se define por la relación:
725
en donde a es la absorción total de la habitación y Cl'o la absorción standard de referencia de 10 m2, que es aproximadamente la absorción total en una habitación de esta media. Por ejemplo, si la habitación receptora tiene una absorción total de 5 m2 en lugar de 10, deberían restarse entonces 3 db del nivel sonoro medio medido en la habitación receptora para obtener el nivel de impacto sonoro ajustado. El ajuste a una absorción de referencia proporciona una base para la comparación de los niveles de impacto sonoro medidos bajo diferentes condiciones de absorción en la habitación receptora. No obstante, adviértase que no es posible una comparación directa entre los resultados de campo y de laboratorio, a causa de la transmisión lateral. A menos que se indique lo contrario, todos los datos sobre niveles de impacto sonoro, presentados en este capítulo, se refieren a valores ajustados.
Valores medios. Adviértase que el nivel de impacto sonoro por banda de octava varía con la frecuencia. Frecuentemente es conveniente emplear un valor medio, obtenido promediando los niveles en las diversas bandas de frecuencia -normalmente las centradas entre 125 y 1600 cps, aproximadamente-. Este es el promedio usado en este capítulo, salvo indicación contraria, si bien no se ha establecido un tipo standard que especifique sobre qué intervalo debe tomarse la media. Debe advertirse que si los niveles en banda de octava varían considerablemente con la frecuencia, la representación de un promedio puede no ser especialmente significativa, ya que este valor medio dependerá del intervalo en' que se haya tomado. Mediciones en laboratorio y campo. Las mediciones del impacto sonoro son de dos tipos: 1) las de laboratorio, que se llevan a cabo bajo condiciones ideales, y 2) mediciones de campo, que se efectúan en la edificación. Supongamos una máquina de g91peteo colocada sobre el suelo de una vivienda, como muest~a la figura 193., Cuando se pone en funcionamiento, inducirá al suelo y de aquí al techo del piso inferior a vibrar y, por tanto, irradiará sonido desde el techo a la habitación inferior. En suma, parte de la energía se transmitirá· a lo largo de la estructura del pavimento a los tabiques adyacentes. De este modo, puede pasar por las paredes de la habitación inferior, poniéndolas en vibración, e irradia sonido a esta habitación. La transmisión de sonido de' una habitación a otra por algún camino que no sea el panel de prueba se llama transmisión lateral. Ya que ésta puede ser frecuentemente el factor limitador que cont,role la propagación del impacto de ruido de una habitación a otra, debe reducirse a un valor insignificante si queremos evaluar la calidad de una construcción de pisos. De este modo, en las medidas de laboratorio de aislamiento al impacto' sonoro, se aisló de tal manera que el impacto del ruido se transmitiera sólo a través del propio panel. Solamente bajo estas condiciones podemos evaluar una serie de diferentes construcciones de pisos de modo que esta estimación sólo dependa de la calidad de la construcción en sí. Estas mediciones se denominan medidas de laboratorios. Según el código internacional 'para las medidas de laboratorio, se recomienda que el tamaño del tabique de prueba, sea, aproximadamente, de unos 10 m2• 726
El volumen mínimo de la habitación receptora debe ser por lo menos de 50 m 3, si bien es deseable un volumen mínimo de 100 m3• El sonido transmitido por cualquier camino indirecto será pequeño en comparación con el transmitido a través del suelo de prueba. Las condiciones del borde de este suelo deben ser tan similares como sea posible a las condiciones prácticas. El campo sonoro en la habitación receptora debe ser lo más difuso que se pueda. La determinación del nivel de impacto sonoro en bandas de octavas es bastante difícil a bajas frecuencias, ya que en estas condiciones el campo sonoro está muy lejos de ser difuso. A causa de esto, las mediciones muy por debajo de 100 o 125 cps son inexactas en techos de habitaciones de tamaño normal. Tomaremos un límite superior de 1600 o 3200 cps por la dificultad de medir niveles muy bajos de impacto sonoro en la banda de frecuencias de octava en la habitación receptora a frecuencias superiores al ensayar un suelo «bueno». Para mediciones de campo, la habitación receptora puede ser cualquiera del edificio ----.no necesariamente la que esté justo debajo del suelo ensayado-. No obstante, en la mayoría de los casos es del mayor interés conocer el nivel de impacto sonoro en la habitación justamente debajo del suelo ensayado, así como la habitación que tiene normalmente el valor más alto del nivel de impacto sonoro. Los niveles de impacto sonoro dados en este capítulo, salvo indicación en contrario, son los de las habitaciones que están precisamente debajo de los suelos ensayados. CONSTRUCCIONES DE EDIFICIOS PARA EL CONTROL DEL IMPACTO DE RUIDOS
Este apartado estudia los edificios especialmente diseñados para el control de los impactos de ruidos y da los resultados de mediciones experimentales efectuadas en ellos y en edificaciones normales. En el siguiente capítulo se dan datos adicionales sobre el aislamiento, junto con los correspondientes al aislamiento del sonido transmitido por el aire *. En el capítulo 40 se da una discusión sobre el aislamiento «aceptable» al impacto sonoro. Suelos de hormigón desnudo, bloques huecos y vigas de madera.
Medidas comparativas .hechas en suelos de hormigón armado, bloques huecos o del tipo de vigas de relleno muestran que estos suelos difieren escasamente en su capacidad para proporcionar aislamiento contra los impactos sonoros. Su efectividad depende en parte del grosor del suelo y en parte de la densidad. Esta dependencia no es simple, ya que tanto la velocidad como la longitud de onda para las ondas inclinadas dependen de esas cantidades. (Véase Consideraciones teóricas, más adelante.) No obstante, un incremento en el grosor y la densidad mejora normalmente el aislamiento. Los
* Amplios estudios de campo se han llevado a cabo en Inglaterra por el Building Research Institute for Public Health Engineering TNO, La Haya, Holanda.
727
datos indican también que un suelo de bloques huecos puede ser peor que uno de hormigón armado. Las medidas en los edificios muestran que el nivel medio de impacto sonoro bajo un suelo de hormigón desnudo con una superficie de 135 a 225 m2 y una presión de 1,2 a 2,4 kgjcm2 dan 70 a 75 db. La curva 1, en la figura 19.5, es típica del nivel de impacto sonoro medido en bandas de octavas en la habitación directamente debajo del suelo de bloques huecos de arcilla sin revestir. Debe advertirse que existe una variación pequeña con la frecuencia. Un aislamiento pobre contra el impacto de ruido a altas frecuencias es característico de estos suelos. En contraste, la curva 2
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Nivel de impacto sonoro en función de la frecuencia medido en las habitaciones, justamente debajo de dos suelos: 1) de bloques huecos de arcilla sin acabado, y 2) viga de madera.
muestra el nivel de impacto sonoro bajo un suelo con vigas de madera, con un descenso pronunciado al aumentar la frecuencia por encima de unos 500 cps; esta disminución en el nivel de impacto sonoro equivale a un.a mejora en el aislamiento al impacto sonoro con respecto a los bloques huecos de arcilla. Suelo elástico sobre hormigón
La efectividad de un suelo de hormigón respecto al aislamiento al impacto sonoro en los edificios puede incrementarse aplicando un pavimento elástico sobre el suelo. Materiales como el linóleum, caucho, baldosas corcho, asfalto y moqueta son beneficiosos. Desde el punto de vista del aislamiento sonoro, un suelo muy elástico y grueso da buen resultado. Cuando se elige un acabado de suelo apropiado, muchos factores no acústicos deben considerarse, lo que a veces nos inclinará por un tipo de suelo que no es aconsejable desde el punto de vista del control de ruidos. A veces es posible reunir ambos tipos de requisitos empleando un acabado de suelo compuesto por una capa superior firme y una inferior elástica; por ejemplo, linóleum y tablero, respectivamente. Normalmente, un acabado de suelo reduce la vibración transmitida por los sólidos a la estructura del edificio a causa del impacto; por otra parte, p
728
puede hacer que aumente el nivel de ruido en la misma habitación en la que se ha producido el impacto, como se indica en el siguiente apartado. La figura 19.6 muestra el aislamiento al impacto sonoro proporcionado por 3 mm de linóleum (curva 1) y 9 mm de moqueta Wilton (curva 2) aplicados a un suelo de hormigón. Las mejorías «medias» fueron de 3 y 24 db, respectivamente. Otros resultados se muestran en las figuras 19.7 y 19.8, donde se pueden ver las mejoras obtenidas con varios suelos cubriendo un bloque de hormigón y un suelo de madera, respectivamente. Si se aplican los mismos ID
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
materiales sobre un suelo diferente, tal como uno de vigas de madera, se obtendrían resultados bastante distintos. A causa de los efectos de la compresión del material elástico en el área inmediata del impacto, las mejoras relativas que se obtienen pueden no ser las mismas, necesariamente, para diferentes fuentes de impacto. Con todo, Tabla 19.1. Valores medios del aislamiento al impacto sonoro proporcionado por varios acabados de suelo aplicados sobre hormigón desnudo
Acabado
Aislamiento al impacto sonoro, db
Linóleum, 3,2' mm ... .., .. , ... .., '" '" '" . '" Baldosa de caucho, 3,2 mm '" ... ... Asfalto ... '" '" '" ... ... Suelo de parquet sobre listones Plancha de corcho, 8 mm Moqueta Wilton, 9,5 mm 4 mm de linóleum sobre 6,4 mm de plancha de corcho duro 4 mm de linóleum sobre 6,4 mm de plancha de corcho blando 4 mm de linóleum sobre 12,8 mm de corcho blando 4 mm de linóleum sobre 12,8 mm de tablero blando ... ... ... ...
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729
esta información es útil para la obtención de una estimación relativa de los diversos materiales. En la tabla 19.2 se dan datos adicionales que tabulan el aislamiento medio al impacto sonoro para varios acabados de suelo aplicados sobre hormigón desnudo. Construcciones de suelos flotantes
Un suelo flotante es aquel que se apoya sobre la estructura, pero está separado de ella por un soporte elástico, tal como un «asiento» elástico o una cubierta de lana mineral, por ejemplo; véase la figura 19.9 (también la 19.7). Este es uno de los medios más prácticos de obtener gran aislamiento al impacto sonoro en las edificaciones. En toda construcción con suelo flotante es ID
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FRECUENCIA EN CICLOS POR SEGUNDO
Aislamiento al impaoto sonoro proporcionado por dos tipos diferentes de acabados de suelo sobre hormigón: (b) linóleum sobre papel de fieltro, (e) linóleum de corcho de 6 mm de grosor, (h) moqueta «sin fin», (z) moqueta de fibra de coco. (Kasteleyn y Van den Eijk. 3) FIG. 19.7.
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Aislamiento al impacto sonoro proporcionado por diferentes tipos de acabados de suelo sobre madera: (b) linóleum de 2,3 mm de grosor, (h) moqueta «sin fin», (z) moqueta de fibra de coco. (Kasteleyn y Van den Eijk.3) FIG. 19.8.
importante que el elemento elástico no sea interceptado por ninguna conexión mecánica rígida. (Por ejemplo, la Fig. 19.14c muestra una construcción con resultado pobre a causa de que el suelo flotante ha sido cortocircuitado por clavos a través del pavimento hasta las vigas.) Una particular atención debe prestarse a las conducciones eléctricas, tuberías de servicio y zócalos, a fin de evitar una conexión' sólida entre" la estructura y el suelo flotante. Las tuberías de servicio deben cubrirse con algún material como el fieltro bituminoso cuando tienen que atravesar el suelo flotante. Los zócalos corrientes cortocircuitarán la capa elástica, y deben tomarse precauciones para prevenir esto. Si el acabado del suelo es de un material como corcho, caucho o linóleum, 730
PARED ADHERIDA SOBRE L.lSrON DE METAL O DURO
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PAPEL IMPERMEABLE FIELTRO
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ASIENTO ELASTICO TRANSVERSAL
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SECCION EN LA PUERTA
FIG. 19.9. Representación de un suelo flotante. Baldosas de hormigón armado que «flota) sobre asiento elástico hecho de acero. (Por cortesía de United States Gypsum Ca.)
puede emplearse un zócalo de madera con un borde biselado. Si se emplea un acabado duro como hormigón sin juntas deberá colocarse una tira de fieltro o papel especial entre las partes flotantes y el zócalo. En general, la inserción de una capa elástica entre dos elementos cualesquiera de una edificación proporcionará una mejora en el aislamiento a los ruidos transmitidos a través de los sólidos. Las cubiertas de fibra de vidrio se emplean a veces como elemento elástico en las construcciones con suelo flotante, a causa de su neutralidad química, resistencia a la humedad y propiedades amortiguadoras de la vibración. La figura 19.10a muestra cuánto reflexionará una cubierta de fibra de vidrio 731
recubierta con resina si se aplica una carga vertical a la cubierta horizontal. La flexión depende de la densidad de la cubierta; se dan datos para varias densidades desde 33 kgpm hasta 330 kg/m3• Estos datos se representan de otra manera en la figura 19.10b, que muestra la flexión de la cubierta en fun'(\1
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FIG. 19.10. (a) Flexión de una cubierta de vidrio impregnada en resina en función de la carga aplicada. Estos datos se dan para varias densidades de la cubierta. (b) Flexión de una cubierta de vidrio impregnada en resina, en función de la densidad de la cubierta para líneas de carga constantes. La flexión no debe exceder la línea A-A. (S. Musikant. 4)
ción de la densidad para una carga constante. La flexión no debe sobrepasar la línea A-A, o las propiedades elásticas iniciales se alterarán. En las construcciones con suelo flotante, el módulo de la velocidad del elemento estructural es aproximadamente constante a bajas frecuencias, y disminuye de manera inversa al cuadrado de la frecuencia a altas frecuencias. Cuanto menor sea la rigidez de la capa elástica, menor será la frecuencia natural del sistema y también la amplitud de vibración a altas frecuencias. Esta reducción en la energía de vibración a altas frecuencias se compensa por el riesgo de un incremento en la transmisión de ruidos a bajas frecuencias. La variación de la frecuencia de la energía transmitida del illltervalo de alta al de baja frecuencia tiene una importancia práctica, ya que la eficiencia de la radiación en el intervalo de baja frecuencia es menor que en el de alta; también el oído es menos sensible a bajas frecuencias. 732
Franjas de hormigón flotante sobre suelos de hormig6n. Los suelos flotantes con franja de hormigón pueden ser muy efectivos en el aislamiento de los impactos de ruidos. Por ejemplo, la figura 19.11 muestra una construcción de un suelo flotante sobre una estructura de hormigón. Consiste en una capa de material elástico de 25 mm de grosor aplicada sobre la estructura de hormigón desnudo, cuidando de evitar los huecos entre las franjas contiguas del material elástico, de modo que el hormigón no se derrame por estos huecos y cortocircuite el material elástico. Con este fin, bastará con un recubrimiento de papel especial impermeable de 75 mm para evitar que se salga el hormigón. Se vierte entonces una franja de 37 mm de grueso de hormigón sobre el alambre, que servirá de refuerzo. La capa elástica debe extenderse hasta las paredes para evitar el contacto de éstas con las franjas. La tabla 19.3 muestra algunos resultados de las medidas con suelo flotante, empleando hormigón o franjas de asfalto. El aislamiento al impacto sonoro que puede obtenerse cuando hay una carga pesada sobre la franja de asfalto puede ser menor que los valores dados anteriormente, en especial cuando se usa cubierta elástica. Puede obtenerse una mejora considerable con franjas de hormigón sobre tablero blando reduciendo la rigidez de la capa elástica. Recubriendo la capa interior del tablero blando con gránulos de corcho antes de aplicarse sobre la estructura,S se obtiene una mejora en el aislamiento de 16 db. Tabla 19.3.
Aislamiento medio al impacto sonoro proporcionado por franjas de hormigón o asfalto sobre un suelo de hormigón desnudo Aislamiento al impacto sonoro, db
Construcción
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Suelos flotantes de madera sobre estructura de hormig6n. La efectividad del aislamiento de un suelo de hormigón puede mejorarse aplicándole encima un piso de madera; pero la mejora puede ser mucho mayor si el suelo de madera se apoya (aflota») sobre una cubierta, franja o almohadilla de material elástico, como lana mineral de 25 a 37 mm de grueso, aplicada sobre la estructura de hormigón desnudo tal como muestra la figura 19.12. La figura 19.13 muestra el nivel de impacto sonoro en función de la frecuencia debajo del suelo de hormigón. La curva 1 se obtuvo de debajo de un suelo de hormigón desnudo armado de 87 mm de grosor; la curva 2 se midió al aplicar un entablamiento sobre listones, apoyándose sobre un tablero extremadamente blando sobre el suelo de hormigón. El nivel de impacto sonoro 733
disminuye rápidamente a altas frecuencias, lo que es característico de un buen suelo. Un procedimiento para incrementar más ampliamente el aislamiento es la colocación de arena sobre la estructura de hormigón, entre los listones que
ESTRUCTURA
FIG. 19.11. Sección esquemática, mostrando una franja de hormigón flotante sobre una estructura de hormigón.
MATERIAL ELAST/CO
FIG. 19.12.
Sección que muestra un suelo de madera flotante sobre una estructura de hormigón. El suelo de madera descansa sobre listones de SO x SO mm, que descansan sobre una cubierta de lana mineral.
soportan el suelo flotante. El espesor de la arena debe ser menor que la altura de los listones. La tabla 19.4 da los resultados de las medidas de laboratorio del aislamiento medio a los impactos sonoros para varios tipos de suelo de madera sobre estructura de hormigón. Tabla 19.4.
Aislamiento medio al imp(lcto sonoro proporcionado por varios tipos de suelos de madera sobre hormigón desnudo
Material
Suelo de parquet sobre listones ... ... ... ... Suelo de parquet sobre listones descansando . sobre bandas de corcho de 37 mm Suelo de parquet sobre listones descansando sobre bandas de lana mineral de 25 mm ... Suelo de parquet (sin listones) sobre 50 mm de arena seca ... ... ... ... ... ... ... ... ... Suelo de parquet (sin listones) sobre 50 mm de serrín seco ... ... ... ... ... ... ... ... ... Suelo de parquet (sin listones) sobre cubierta de lana de vidrio de 18 mm .. Suelo de parquet (sin listones) sobre cubierta de lana de vidrio de 18 mm . Suelo de parquet (sin listones) sobre cubierta de lana de vidrio de 25 mm ... ... ... ...
734
Carga adicional, kgfcm2
Aislamiento al impacto sonoro, db
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De estos datos pueden deducirse las siguientes conclusiones: 1. El aislamiento al impacto sonoro depende del material elástico que separa los listones de la estructura. Por ejemplo, los valores relativos medios para ningún material, bandas de corcho y franjas de lana mineral son 7, 10 Y 15 db, respectivamente. El aislamiento crece con la elasticidad. Los resultados de otras mediciones muestran que las cubiertas de estos materiales, como lana mineral, proporcionan el mismo aislamiento, aproximadamente. No es posible una información exacta a causa de que algunos materiales pierden elasticidad con el tiempo, pero éste es un factor que debe considerarse y darse por parte del fabricante. 2. Una cubierta elástica de 18 o 25 mm proporciona el mismo aislamiento, más o menos, si bien la de 25 mm es menos apta para comprimirse y cortocircuitar la estructura flotante. 3. Un suelo sin listones proporciona un aislamiento considerablemente mayor que uno con listones. Esto se debe a las cargas más altas que soporta el material elástico cuando se usan los listones. Para un suelo de parquet con listones sobre 25 mm de lana mineral se midieron unos valores de 15 db, Y de 21 db para el mismo suelo sin listones, sobre 25 mm de fibra de vidrio. 4. Las mediciones muestran el efecto de una carga sobre un suelo ligero que se apoya sobre material elástico. Por ejemplo, el aislamiento medio al impacto sonoro debajo de un suelo de parquet (sin listones), con una cubierta de 37 mm de fibra de vidrio, es de 27 db sin carga, y de 22 db con una carga adicional de 0,01 kgjcm2• Normalmente, los 90 TABLERO VIGA DE 20x20cm.
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19.13. Nivel de impacto sonoro en función de la frecuencia en las habitaciones, justamente debajo: 1) un suelo de hormigón desnudo de 87 mm de grosor, 2) un suelo de madera unido a listones que descansan en láminas de tablero blando; eSl1:a estructura flota sobre un suelo de hormigón. FIG.
(b)
(e)
FIG. 19.14. Tres tipos de suelo con vigas de madera: (a) construcción ordinaria, (b) construcción con suelo flotante, (e) construcción con suelo flotante mal hecha; los clavos perforan el material elástico y 10 cortocircuitan.
735
valores obtenidos en un edificio no son tan altos como los que se obtienen en el laboratorio a causa del cortocircuito de la capa intermedia elástica que se produce con frecuencia en la práctica. Además, el zócalo y las conducciones que sustentan las tuberías de servicios reducirán la efectividad de la construcción.
Suelos flotantes revestidos de madera en vigas. La figura 19.14 muestra tres tipos de suelos con vigas de madera. El primero (a) es uno corriente; (b) de buena calidad, y (e) de mala calidad. En los dos últimos casos los suelos de madera están clavados a los listones, que están separados de las vigas por una capa elástica. Los clavos no deben atravesar el material elástico como se muestra en (e). El aislamiento medio al impacto sonoro debajo de un suelo con vigas de madera, con una superficie de unos 13,5 a 22,5 m2, relleno de arcilla empleada como «amasijo» * es normalmente de unos 65 a 70 db. La curva 2 de la figura 19.5 es una curva característica del nivel de impacto sonoro en función de la frecuencia en la habitación inferior a un suelo con vigas de madera. La diferencia característica entre un sonido transmitido por un sólido bajo un suelo con vigas de madera y otro de hormigón aparecen en el intervalo de alta frecuencia, en donde el nivel de impacto sonoro es considerablemente rABLERO l.ISrONESOE 5x5cm.
LANA MINERAL
FIG. 19.15. Suelo con vigas de madera, con listones que descansan sobre franjas de lana mineral.
FIG. 19.16. Falso 'techo, apoyado en vigas independientes.
más alto bajo el suelo de hormigón que debajo de las vigas de madera. La figura 19.5 muestra un suelo de estos últimos, con las tablas clavadas a unos listones especiales que descansan sobre bandas de lana mineral distribuidas sobre placas. Efecto del acabado de suelo sobre el nivel de ruido en la habitación fuente
Hasta aquí, la discusión en este capítulo se ha referido a la producción de ruidos en una habitación distinta de aquella en la que se produce el sonido transmitido a través de los sólidos. No siempre se verifica que un suelo que asegure un bajo nivel de ruidos en las demás habitaciones del edificio • «Amasijo» (terminología inglesa): materiales usados para hacer compacto el espacio bajo el acabado de suelo, a fin de mejorar el aislamiento al impacto sonoro, proporcionando una masa adicional a bajo coste y una amortiguación adicional.
736
lo asegure también en la misma habitación en la que se produce la vibración transmitida a través de los sólidos. Por ejemplo, consideremos un suelo flotante de madera aplicado sobre una estructura de hormigón desnudo; el ruido en la habitación donde se producen los impactos puede ser mayor para el suelo de madera que para el de hormigón; no obstante, el ruido producido en habitaciones distantes puede ser menor para el suelo de madera que para el de hormigón, a causa de la energía mucho menor que se ha transmitido a la estructura del edificio. La influencia del acabado del suelo sobre el sonido producido en la propia habitación se mide del siguiente modo: Se coloca una máquina de golpeteo sobre un suelo con diversos acabados. El nivel efectivo de presión sonora se mide en bandas de octava. La tabla 19.5 muestra los resultados de algunas medidas; el ruido se produce golpeando el suelo de hormigón con la máquina: 1) cuando el suelo está desnudo, y 2) cuando se colocan varios acabados de suelo sobre la estructura. Un valor positivo indica que la percusión sobre el acabado del suelo produce un nivel sonoro mayor que sobre el hormigón desnudo; un valor negativo indica una mejora del hormigón desnudo en una cuantía igual al número de decibelios indicado. Estos datos muestran que una capa elástica entre la fuente de impacto y la estructura puede producir una disminución en el nivel de ruido en la habitación fuente. Tabla 19.5.
Nivel de presión sonora producido en la misma habitación por la máquina de golpeteo ...
(Los valores se dan en decibelios referidos al nivel producido por la máquina de golpeteo sobre hormigón desnudo) 500 11000 1 2000 4000 Media cps cps cps db cps - - ---- - - - - - - - Suelo de madera de 37 mm sobre 2 por 3 listones ... ... ... '" ... ... ... ... Lo mismo, relleno con lana dura ... ... Hormigón desnudo '" '" ... ... ... ... Tablero duro de 4,8 mm sobre 6,4 mm ... ... . .. .. de Celotex .. , ... ... Baldosa de asfalto de 4 mm ... ... . .. ... Baldosa de caucho de 4,8 mm ... ...... Moqueta pesada (no laminar) ... ... ... Baldosa de corcho de 12 mm ... ... ... Fieltro sa'turado de asfalto de 3 mm ... Celotex saturado de asfalto de 12 mm ... 2,4 mm de Hnóleum sobre fieltro ... ... '"
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Según LindahI y Sabine. 6
Construcciones de techos
Se discutirán más adelante dos tipos de techos, que deben reducir la radiación de las ondas sonoras de los suelos puestos en vibración por impactos: 737 47
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HORNIGON
FIG. 19.17. Construcción frecuentemente empleada en estudios radiofónicos, en los que se requiere aislamiento a la 'transmisión de sonido a través de los sólidos y del aire. Esto se obtiene mediante un suelo flotante o techo suspendido y una pared cuya superficie interior esté conectada a la estructura de una manera no rígida. En esta construcción, la superficie interior consiste en un panel perforado forrado con una cubierta de lana mineral absorbente del sonido, que proporciona una gran absorción en la habitación. El aislamiento sonoro de los ruidos que proceden del exterior se obtienen principalmente empleando construcciones elásticas. (Por cortesía de lohns-Manville Sales Corp.)
el falso techo y el techo suspendido. Estos techos reducen el nivel de ruido solamente en la habitación donde se emplean, disminuyendo la radiación; en otras habitaciones con un techo normal no se obtiene ninguna reducción. Además, tampoco reducen la transmisión de sonido de las paredes laterales que resu1ta de la transmisión lateral (véase el apartado siguiente). Por otra parte mejoran el aislamiento no sólo a los impactos sonoros, sino también a los sonidos transmitidos a través de los sólidos.
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Falso techo. Estos son los techos que son independientes de las estructuras de suelo y techo. Por ejemplo, la figura 19.16 muestra un falso techo sostenido sobre vigas independientes. Techo suspendido. Estos son los techos que están «colgados» de la es-' tructura mediante cables o soportes elásticos. La figura 19.17 muestra un tipo de construcción empleada a veces en emisoras de radio y estudios de grabación. La figura 19.18 muestra un ejemplo de enlucido sobre listones de madera suspendido sobre un suelo de hormigón mediante grapas elásticas. La reducción de ruido obtenida usando esta construcción no es tan alta normalmente como la que se obtiene con un techo completamente suspendido. Cuantos menos sean los puntos de contacto con la estructura se obtendrán mejores resultados. ~
¡ECHO --;¡"CLL.I.~;¿¿¿''4; FIG. 19.18. Techo semisuspendido, adherido a listones de madera sobre la cara inferior de un suelo de hormigón.
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Techos con altas frecuencias críticas. La efectividad de un techo falso o suspendido, o de una pared aisladora, puede incrementarse aplicando un panel de acabado interior con una frecuencia crítica * alta. Esto redundará en una radiación eficaz baja para la estructura. La energía irradiada desde un panel pesado flexible será mínima. Esto puede obtenerse, por ejemplo, acondicionando el techo (y las paredes) con una cobertura que consiste en paneles ligeros, clavados a listones, que están adheridos al paramento de la habitación; esta cobertura tiene una resistencia a la flexión baja comparada con su masa, y, por tanto, una frecuencia crítica alta (véase Cap. 20). La frecuencia crítica de los paneles con alta resistencia a la flexión, por ejemplo, contrachapado, puede incrementarse haciéndoles ranuras. Estas incisiones disminuyen la resistencia a la flexión sin alterar la masa por unidad de superficie significativamente. También es posible emplear un panel delgado de soporte y aumentar el peso fijando al panel franjas pesadas. Aislamiento de paredes
Los principios generales del aislamiento al impacto sonoro esbozados con anterioridad para suelos y techos pueden aplicarse a las paredes. En la figura 19.17 se da un ejemplo de un aislamiento efectivo de las paredes. Para más detalles, véase el capítulo 20.
* Para una discusión de la frecuencia crítica, véanse los capítulos 20
y 22.
739
CONSIDERACIONES TEORICAS
Excitación de vibración en los elementos de las estructuras de los edificios mediante impactos
La vibración de los elementos de las estructuras puede propagarse mediante ondas longitudinales, transversales o inclinadas. Estas últimas tienen una importancia considerable en la transmisión del ruido a través de los sólidos. La velocidad de estas ondas, producidas por el impacto contra un elemento de la estructura, especialmente el suelo, a bajas frecuencias, es aproximadamente independiente de la frecuencia e inversamente proporcional a la impedancia mecánica de los elementos de la estructura en el punto de excitación; a altas frecuencias (normalmente por encima de las frecuencias de interés en el control de los ruidos en los sólidos) es inversamente proporcional a la frecuencia. Cuanto más ligera sea la masa que golpea y mayor la impedancia mecánica de los elementos de la estructura, más alta será la frecuencia a la que esta disminución ocurre. Recientes mediciones de laboratorio muestran que los valores de la atenuación para ondas longitudinales e inclinadas son los mismos, aproximadamente.! (En la tabla 19.1 se dan algunas medidas de la atenuación para ondas longitudinles en muestras de algunos materiales de construcción.) La atenuación que se mide en las estructuras reales de los edificios es considerablemente más alta que la que se obtiene en los laboratorios, y depende de la frecuencia. Esto se debe en parte a las pérdidas en las conexiones no rígidas entre las diferentes partes de la estructura, y en parte a la dispersión y reflexión de la energía cuando hay un cambio en la superficie transversal, materiales y otras discontinuidades en la estructura de la edificación. Suelos flotantes
De acuerdo con la teoría, el aislamiento al impacto sonoro que puede obtenerse del empleo de un suelo flotante a frecuencias mucho mayores que la de resonancia tn es: 9 IiLp ::::=40 log
tnt
db
(19.1)
en donde IiLp es el aislamiento en decibelios y tn la frecuencia natural del suelo flotante sobre una capa elástica, dada por (lj21T') (k/m)!/2; k es la rigidez dinámica de la capa elástica por unidad de superficie del suelo flotante, y m es la masa superficial por unidad de área. La rigidez dinámica se determina en principio a partir de las propiedades de la capa elástica y la rigidez del aire encerrado entre el suelo flotante y la estructura. Ni la masa del impacto ni las propiedades de la estructura, ni la resistencia a la flexión del suelo flotante forman parte de esta expresión simplificada para la reducción. 740
Capa elástica entre elementos de la estructura
Otro posible método de obtener un incremento considerable en la atenuación de la vibración transmitida de un elemento de la estructura de un edificio a otro consiste en la inserción de una capa elástica entre dos elementos. Cuando el grosor de la capa intermedia (de amortiguación despreciable) es pequeño comparado con la longitud de la onda y ambas partes de los elementos de la estructura del edificio se prolongan infinitamente, la atenuación para ondas longitudinales viene dada por: 201
Y 1Tt2 l
og AI Y 2
db
(19.2)
en donde Y 1 e Y2 son los módulos de Young de los elementos de la estructura y la capa elástica, respectivamente; t 2, el grosor de la capa elástica, y Ah la
longitud de la onda longitudinal en el elemento interrumpido. 9 La atenuación aumenta con el incremento de la capa elástica y de la frecuencia. Las suposiciones de la expresión no se cumplen en los edificios reales. Sin embargo, la expresión permite estimar si podrá obtenerse un aislamiento significativo. Por ejemplo, una lámina de corcho de 30 mm de grueso (Y2 = 3. lOs g. cm-7 seg- 2), insertada en un pilar de hormigón o de pared, proporciona una atenuación, según la expresión anterior, de 7 db a 100 cps y de 27 db a 1000 cps. La atenuación para ondas inclinadas cuando interrumpimos un elemento de la estructura por una capa elástica, calculada bajo condiciones similares, se caracterizan en parte por una frecuencia tt de la transmisión total (despreciando la amortiguación), que se produce en el intervalo de baja frecuencia y, en parte, por una atenuación que, para las frecuencias de 2ft a 4ftJ se determina por: 3010g
-¡;f
db
(19.3)
Para una capa elástica en un ángulo; por ejemplo, entre el techo y las paredes que lo sustentan, la teoría indica que la atenuación para las ondas inclinadas se caracteriza por dos frecuencias de aislamiento total, despreciando la amortiguación. Estas frecuencias se producen en el intervalo de baja frecuencia. REFERENCIAS 1. 2.
3. 4. 5.
Kuhl, w., y H. Kaiser: Acustica, 2: 179 (1952). International Standards Organization, Technical Committee 43, «Field and Labora· tory Measurements of Airbome and Impact Sound Transmission in BuildingSD, 1957 draft. Kastelyn, M. L., Y J. van den Eijk: Informe núm. 22, Publicación núm. 56, Technical Physics Service, T.N.O., The Hague, diciembre, 1954. Musikant, S.: Prod. Eng., 25: 166 (febrero, 1954). Gosele, K.: Gesundheits lngenieur, 75: 20 (1954).
741
6. Lindahl, R., y H. J. Sabine: ¡. Acoust. Soco Amer., 11: 401 (1939). 7. Ingerslev, F.: llAcoustic in Modem Building Praetice», Architectural Press, London, 1950. 8. Gosele, K.: Veroffentl. Forschungsgemeinschaft Bauen und Wohnen, 11 (1951). 9. Cremer, L.: Department of Scientüic and Industrial Research, London, England. Sponsored Research in Germany, Informe núm. 1, Serie B. 10. Gosele, K.: Gesundheits lngenieur, 70: 66 (1949).
742
INDICE DEL TOMO I
INDICE DEL TOMO I
Pdgs.
Caps.
VII
Contenido ... Prefacio '"
1.
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XI
.
Introducción y terminología, por Cyril M. Harris, Ph.D., Universidad de Columbia ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
1
Introducci6n, l.-Qué es el control del ruido, 3.-Importancia econ6mica del control de ruido, 4.-Técnicas de control de ruido, S.-Cuánta reducci6n del ruido se requiere, 9.-Terminología, 10.-Apéndice 1.1, 31.
2.
Propiedades físicas del ruido y su especificación, por Robert W. Young, Ph.D., U. S. Navy Electronics Laboratory ... ... ... ...
37
Introducci6n, 37.-Movimiento ondulatorio, 3B.-Ondas sonoras, 43.-Niveles y unidades, 50.-Representaci6n de medidas de ruido, 55.-Cálculos con decibelios, 63.-Apéndice 2.1, 67.-Apéndice 2.2, 70.
3.
Propagación del sonido al aire libre, por Isadore Rudnick, Ph.D., Universidad de California (Los Angeles) 'oo
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...
...
•••
73
Introducci6n, 73.-Disminuci6n por divergencia debida a la dispersi6n de las ondas sonoras, 74.-Atenuaci6n del sonido en el aire, 75.-Efecto de la niebla, 77.-Reducci6n del ruido por muros y vallas, 77.-Reducci6n del sonido por árboles y arbustos, 7B.-Refracci6n de los rayos sonoros por los gradientes de viento y temperatura, 7B.-Propagaci6n del sonido cerca del suelo en una atm6sfera homogénea, 91.-Referencias, 95.
4.
El mecanismo de la audición, por Hallowell Davis, M.D., Instituto Central para la Sordera ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
97
Introducci6n, 97.-Anatomía del mecanismo de la audici6n, 97.-C6mo funciona el mecanismo de la audici6n, 101.-Sensibilidad auditiva, 106.- Deterioros de la audici6n, 109.-Referencias, 114.
5.
La intensidad de sensación sonora, por W. A. Munson, Bell Telephone Laboratories oo
oo
.. ,
oo.
oo.
115
Introducci6n, US.-Evaluaci6n de la intensidad de sensaci6n sonora, 120.Métodos de cálculo de la intensidad de sensaci6n sonora, 122.-Sonidos de corta duraci6n, 136.-Efecto de enmascaramiento del ruido, 137.-Modelos de intensidad de sensaci6n, 139.-Referencias, 142.-Apéndice 5.1, 143.
745
Pdgs.
Caps.
6. Ensayo audiométrico en la industria, por Aram Glorig, M.O., y J. Donald Harris, Ph.D. ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
147
Audiometría en general, 147.-Audiometría en tonos puros, 148.-Escalas de clasificaci6n, 163.-Referencias, 164.-Apéndice 6.1, 165.-Apéndice 6.2, 175.
, 7.
La pérdida del oído como consecuencia de la exposición al rui· do, por Wayne Rudmose, Ph.D.', Southern Methodist University y Rudmose Assoeiates, Ine. ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
181
Introducci6n, 181.-Definiciones, 184.-Presbiacusia, 186.-Exposici6n continuada a ruidos continuos, 187.-Exposici6n intermitente a ruidos continuos, 202.-Ruidos no continuos, 204.-Estado actual de los conocimientos, 207.-Referencias, 209.
8. Protectores de oídos, por J. Zwislocki, D. Tech. ScL,
Laborato~
rio Psieoaeústieo. Universidad de Harvard ... ... ... ... ... ... ...
211
Introducci6n, 211.-Atenuaci6n sonora en el oído, 214.-Comodidad y otros requisitos, 230.-Evaluaci6n de los protectores de oídos, 234.-Protectores de oídos comerciales, 238.-Referencias, 246.
9.
Efectos del ruido en la comunicación vocal, por Mones E. Hawley y Karl D. Kryter, Ph.D. ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
249
Introducci6n, 249.-Propiedades estadísticas de la señal vocal, 250.-Pruebas de inteligibilidad, 252.-Influencia del ruido en la percepci6n de la señal vocal, 254.-Predicci6n de la inteligibilidad, 255.-Nivel de interferencia vocal, 261.-Conversaci6n persona a persona, 262.-Los componentes de un sistema de comunicaci6n, 264.-Ejemplo de diseño de un sistema completo, 277.-Referencías. 283.
10. Los efectos del ruido sobre el comportamiento, por Donald E. Broadbent, Departamento de Investigación de Sicología Apli~ cada. Cambridge, Inglaterra ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
287
Molestia, 288.-Medidas fisiol6gicas, 298.-Rendimiento, 301.-Referencias, 334.
11. Efectos de la vibración sobre el hombre, por David E. Goldman, Ph.D., Naval Medical Researeh Institute ... ... ... ... ... ... ...
337
Introducci6n. 337.-Instrumentaci6n y medida, 338.-Efectos de la vibraci6n en el hombre, 339.-Aspectos de higiene industrial y salud pública de la vibraci6n. 345.-Características mecánicas del cuerpo, 347.-Referencias, 362.
12. Principios de control de la vibración, por Charles E. Crede, Barry Controls Ine. ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
365
Definiciones, 365.-Lista de símbolos, 367.-Vibraciones permanentes y transitorias, 367.-Sistema de un grado de libertad, 369.-Vibraciones forzadas. 375.-Sistema de varios grados de libertad, 378.-Equilibrado de máquinas giratorias, 385.-Equilibrado de fuerzas de impacto, 391.-Referencias. 395.
13. Aislamiento de vibraciones, por Charles E. Crede, Barry
Con~
trols Ine. ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... Aislamiento de vibraciones permanentes, 397.-Vibraci6n en la velocidad crítica, 411.-Aislamiento de golpes, 413.-Problemas especiales del aisla-
746
397
Págs.
Cpps.
miento de vibraciones de alta frecuencia, 418.-Conductos flexibles, 422.Propiedades generales de los materiales resilientes, 424.-Amortiguaci6n y amortiguadores, 436.-Características de los aisladores, 439.-Selecci6n y aplicaci6n de aisladores para aislar vibraciones, 455.-Referencias, 458.
14.
Amortiguamiento de la vibración, por Richard N. Hamme, Geiger and Hamme y Engineering Researeh /nstitute. Universidad de Michigan oo.
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•••
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459
Funci6n y aplicabilidad de materiales para el amortiguamiento de vibraci6n, 459.-Medida de la efectividad de los tratamientos amortiguantes, 469.Materiales y estructuras amortiguantes de la vibraci6n, 479.-Lista parcial de fabricantes, 494.-Diseño de los tratamientos de amortiguamiento de la vibraci6n, 495.-Algunas aplicaciones prácticas de los materiales de amortiguamiento de la vibración, 502.-Referencias, 505.
15.
Medida de las vibraciones, por Irwin Vigness, Ph.O., United States Naval Researeh Laboratory oo'
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oo.
.oo
507
Introducci6n, 507.-Instrumentos para la medida de las vibraciones, 508.Medidores de la vibraci6n, 515.-Elementos sensibles, 527.-Equipo eléctrico auxiliar, 535.-Calibraci6n, 538.-Análisis, 544.-Referencias, 547.
16.
Instrumentos de medida del ruido, por Arnold Peterson, Se.O., General Radio Company, y Per V. Brüel, O.Se. Brüel & Kjaer.
549
Introducci6n, 549.-Micr6fonos, 551.-Medidor del nivel sonoro, 565.-0sci16grafos, 571.-Sistemas de medici6n, 573.-Registradores, 579.-Magnet6fonos, 583.-Analizadores de espectro, 587.-Instrumentos complementarios, 594.-Referencias, 595.
17.
Técnicas de medición del ruido, por H. H. Seott, Hermon Hosmer Seott, /ne. oo.
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...
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599
Introducci6n, 599.-Medici6n del nivel de presi6n sonora, 600.-Técnicas para el uso del analizador de sonido, 618.-Medici6n de transitorios, 635.-Medici6n de la potencia sonora, 642.-Referencias, 653.
18.
Materiales acústicos, por Hale J. Sabine, The Celotex Corporation , , '"
655
Absorci6n de sonido, 655.-Materiales acústicos comerciales, 662.-Cálculo de la reducci6n de ruido, 677.-Consideraciones prácticas, 695.-Referencias, 700.Apéndice 18.1, 701.
19.
Control del ruido a través de los sólidos, por Fritz Ingerslev, Ph.O., Royal Teehnical University, Copenhagen, y Cyril M. Harris, Ph.O., Columbia University, New York oo'
oo.
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oo • • oo
oo.
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719
Introducción, 719.-Estimación de construcciones de pisos, 721.-Medidas del impacto sonoro, 723.-Construcciones de edificios para el control del impacto de ruidos, 727.-Consideraciones teóricas, 740.-Referencias, 741.
747