La Secretaría de Cultura de la Provincia del Chubut —adhiriendo al derecho de libertad de expresión—, auspicia y promueve de manera irrestricta las diversas manifestaciones culturales. Los autores son legal y moralmente responsables de la veracidad y profundidad de sus investigaciones, de la autoría que ejercen sobre su obra y de las opiniones vertidas en la misma.
Williams, Fernando 150 años de Y Wladfa : ensayos ensayos sobre sobre la historia de la colonización galesa galesa en la Patagonia / Fernando Williams ; Marcelo Gavirati. - 1a ed . - Rawson Rawson : Secretaría de Cultura de la Provincia de Chubut, 2015. 400 p. ; 15 x 23 cm. ISBN 978-987-1412-87-7 1. Análisis Análisis Histórico. Histórico. I. Gavirati, Gavirati, Marcelo II. Título Título CDD 907.2 Fecha de catalogación: 17/11/2015 Tirada: 1000
Coordinador General de la Biblioteca Tegai Roberts: Pablo A. Lo Presti Co-Coordinadora de la Biblioteca Tegai Tegai Roberts: Julia Chaktoura Edición: Pablo A. Lo Presti Corrección: Julia Chaktoura
© 2015 by Secretaría de Cultura de la Provincia del Chubut Tel. (0280) 4483848 E-mail:
[email protected] [email protected] .ar Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723 Impreso en Argentina · Printed in Argentina Se permite la reproducción parcial del presente libro citando su origen.
Índice
Fernando Williams y Marcelo Gavirati ..................................... 13
Introducción Bill Jones .................................................................................. 31
La Colonia Galesa del Chubut y la Emigración desde Gales en los Siglos XIX y XX. Elvey MacDonald ..................................................................... 51
Hacia la “Tierra Prometida”: Los preparativos para el establecimiento de la Colonia Galesa a orillas del río Chubut, y la navegación del Mimosa. Fernando Coronato .................................................................. 79
El bautismo de viento. Primeros pasos de los galeses en la Patagonia. David Williams ...................................................................... 101
Asentamiento de los colonos galeses en el valle del Chubut: antecedentes y primeros treintameses de su historia. Marcelo Gavirati ..................................................................... 133 Y Wladfa en el Chupat . Una pequeña colonia
galesa en medio del territorio indígena de la Patagonia. Fabio Trevor González ............................................................ 163
Las instituciones de gobierno de la Colonia Galesa.
Glyn Williams ........................................................................ 179
Los galeses en la Patagonia. ¿Un asentamiento construido sobre principios socialistas? Fernando Williams ................................................................. 201
Transformaciones y representaciones del territorio: la Patagonia galesa desde una perspectiva paisajística. María Marta Novella y Jorge Oriola ........................................ 237 Cwm Hyfryd - Colonia 16 de Octubre:
aspectos económicos, sociales y culturales. Gerallt Nash ........................................................................... 259
Las capillas galesas en la Patagonia. Robert Owen Jones ................................................................ 291
El idioma galés en la Patagonia. Geraldine Lublin .................................................................... 317
La batalla por la enseñanza: el idioma galés en las escuelas de la Patagonia. Walter Ariel Brooks ................................................................ 337
Prensa Étnica en la Colonia Galesa de la Patagonia. Paul W. Birt ............................................................................ 359
La construcción de las identidades galesas en la Patagonia: los primeros 150 años.
Introducción Fernando Williams y Marcelo Gavirati
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os aniversarios son siempre fechas propicias para mirar hacia atrás y sacar conclusiones. Así, la celebración, en este 2015, de los ciento cincuenta años de la llegada de los primeros galeses al Chubut representa una oportunidad para examinar qué es lo que se ha escrito recientemente sobre la colonización iniciada en 1865. al es el propósito del presente volumen. Durante los últimos años, se ha producido un significativo aumento del interés por la historia de la colonización galesa, algo similar a lo ocurrido alrededor del centenario, conmemorado en 1965, momento en el que se publicaron libros y revistas que aún hoy seguimos consultando. Es posible que la creación de la provincia del Chubut en 1957 haya motorizado la construcción de una historia propia y que los primeros galeses hayan sido desenterrados para ser convertidos en los “Founding Fathers” de la nueva provincia.1 Pero fue, especialmente, durante las últimas tres décadas que la historia de la colonización galesa se consolidó como parte central del relato fundacional de la provincia. Si bien el surgimiento de este imaginario implica a la disciplina histórica, también la trasciende ampliamente, ya que reconoce una variedad de anclajes, como las prácticas conmemorativas, las políticas de patrimonialización o los discursos hegemónicos, y en cada uno de ellos los actores e instituciones participantes no se limitan a los que se identifican a sí mismos con lo galés. Es, entonces, dentro de este marco más amplio que la colonización galesa comienza a ser objeto de investigaciones y especulaciones propias de la disciplina histórica. 1 Es el frecuente referenciamiento que los cronistas galeses hicieron a la historia norteamericana para hablar de la colonización en la Patagonia, lo que autoriza a utilizar aquí “Padres Fundadores”, expresión que, en realidad, remite originalmente a los signatarios de la primera constitución estadounidense. Algunos de esos cronistas galeses hablan, por ejemplo, de “Padres Peregrinos” (originalmente “Pilgrim Fathers”) expresión también de origen norteamericano cuyo uso trae aparejado un paralelismo entre los primeros colonos galeses y sus pares puritanos de Norteamérica (W. M. Hughes 1993: 254). Otros trabajos recientes vuelven sobre esta idea de los “padres fundadores” (F. Williams 2015).
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Historiografía de la colonización galesa en la Patagonia Sin dejar de reconocer la amplitud de ese marco, tal vez corresponda hacer, en este punto, un breve repaso de la historiografía de la colonización galesa en la Patagonia. En rigor de verdad, los primeros en “historiar” la colonización fueron algunos de los galeses que lideraron el emprendimiento a partir de la década de 1860. Existió, desde el comienzo, cierta conciencia de la trascendencia del experimento patagónico y ello se dejó traslucir en el tono épico de algunos de esos primeros textos, tono que fue funcional a la promoción de la colonia con la que esos autores se sintieron comprometidos. Pero es probable que el primer historiador que pueda considerarse como tal, haya sido R. Bryn Williams. Si bien fue criado en Chubut, Williams se formó durante la década de 1920 en el University College de Bangor, norte de Gales, e inició a partir de allí una prolífica carrera en las letras, en la que se concentró casi exclusivamente en temas vinculados con la Patagonia de su infancia. Aunque las obras de ficción superan la mitad de lo que publicara en Gales, algunos títulos, como Y Wladfa (1962), son el resultado de su interés por la historia de la colonización patagónica, y otros, como Awen Ariannin y Rhyddiaith y Wladfa , fueron producto de los primeros estudios rigurosos de lo que los galeses habían escrito en la Patagonia, en poesía y prosa respectivamente. De este lado del Atlántico, hay que mencionar como antecedentes relevantes de esta historiografía a Frances Evelyn Roberts y egai Roberts, fundadora y continuadora, respectivamente, de Camwy , primera revista de la provincia con contenidos específicamente históricos.2 Ambas tradujeron al castellano una amplia selección de documentos, artículos y libros originalmente escritos en galés. En la publicación en castellano de algunos de esos libros, desempeñó un papel fundamental la editorial El Regional fundada en 1946 por Evan Tomas y continuada luego por su hijo Donald y, actualmente 2 El surgimiento de Camwy se produjo en un período marcado por la creación de la Junta de Estudios Históricos en la que se destacaron especialmente Virgilio Zampini y Luís Feldman Josín (Lionetti, 2013). Los trabajos de ambos contribuyeron significativamente a reposicionar la experiencia galesa dentro de una historia de la provincia del Chubut con la que tanto Zampini como Feldman Josín se sintieron comprometidos.
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por su nieto Boris. 3 Pero no es el objetivo de esta introducción ahondar en la conformación de una historiografía de la colonización galesa sino señalar algunos antecedentes ineludibles que permitan abordar, en forma específica, el particular contexto de las últimas décadas, período en el que desarrollaron sus investigaciones la gran mayoría de los autores convocados para el presente volumen. Así, en este período reciente cuyo origen podría coincidir con la vuelta de la democracia, fue la mencionada editorial El Regional la que mantuvo su apuesta por la publicación en castellano de algunos de los textos galeses de fines del siglo XIX y principios del XX, reeditando algunos ya publicados e incorporando nuevos títulos a ese modesto corpus . Un punto de inflexión fundamental se produjo en 2002 con la organización del primer Foro de los Galeses en la Patagonia , que se convirtió rápidamente en un ámbito específico de encuentro y discusión para aquéllos que, tanto desde claustros académicos como fuera de estos, se interesan por la historia de la colonización galesa. El Foro ha sostenido encuentros bianuales hasta la actualidad y ha publicado con la misma periodicidad los trabajos presentados en cada una de sus ediciones. En forma casi simultánea, se produjo también en Gales una formalización comparable de los ámbitos de estudio e intercambio. 4 Con la creación en 2001 del Canolfan Uwchefrydiau Cymry America (Centro de Altos Estudios sobre los galeses en América), dentro de la Universidad de Cardiff, el creciente interés por las migraciones galesas hacia nuestro continente contó con un plafón institucional concreto. Ello facilitó el trabajo a los nuevos investigadores y, tal como sucedió con el mencionado Foro, permitió abrir nuevos espa3 Algunos historiadores locales como Matthew Henry Jones publicaron sus obras con esta editorial. 4 En realidad, del otro lado del Atlántico y siguiendo el camino abierto por R. Bryn Williams, habían sido investigadores como Glyn Williams y Robert Owen Jones, los primeros en iniciar en la década de 1970 un trabajo sistemático de relevamiento de fuentes históricas y recopilación de nuevos datos en las áreas colonizadas por los galeses. Al mismo tiempo, estos autores renovaron significativamente los enfoques a partir de los cuales podía abordarse el estudio de Y Wladfa . El presente volumen tiene el privilegio de contar a ambos entre sus autores. El alcance del aporte que ambos han realizado queda en evidencia en el resto de los artículos del presente volumen que, en distinto grado, reconocen su ineludible referencialidad.
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cios para el intercambio y el debate entre historiadores provenientes de ambas orillas del Atlántico. 5 Más allá de la posibilidad de reflexionar en esta introducción acerca del contexto historiográfico en el que el presente volumen se inserta, los señalamientos que acabamos de hacer importan en la medida en que la gran mayoría de los autores aquí convocados ha participado de las ediciones bianuales del Foro y los encuentros similares organizados desde Gales por el Canolfan, lo que ha permitido vincular a investigadores de Gales, Argentina, Canadá, Inglaterra y otros países. De algún modo, puede decirse que la agenda de temas a los que haremos referencia en breve al presentar a cada uno de los autores fue construida desde estos dos ámbitos. Como es habitual en el Foro, se ha convocado para este volumen a autores que ejercen su profesión dentro de las instituciones académicas como a otros vocacionales que desarrollan su trabajo por fuera de ellas. La convocatoria fue abierta para ambos por igual, reconociendo la importancia del aporte de historiadores que, aun cuando no cuentan con una inserción institucional estrictamente académica, desarrollan su trabajo con rigurosidad. Se ha valorado, en definitiva, la riqueza que los distintos intereses y perspectivas de los autores pueden aportar a la obra y a sus lectores. A propósito de esta diversidad, el encuentro de investigadores provenientes de distintos países que tanto el Foro como el Canolfan ha promovido, implica el reconocimiento de diferentes tradiciones historiográficas y diferentes enfoques. Las asimetrías se producen especialmente respecto de los períodos de estudio más trabajados. En general, quienes lo hacen desde Gales se interesan más por un primer período de la colonia que les permite plantear relaciones con una serie de condiciones imperantes en la madre patria. Por el contrario, en la Argentina, algunos historiadores se han interesado por las articulaciones y los conflictos que se produjeron entre las instituciones, normas y prácticas instituidas por los colonos galeses y aquellas otras que los representantes del Estado argentino buscaron poner en práctica, lo que ha desplazado su atención hacia una serie de momentos que se ubican cada vez más lejos en el tiempo respecto del acto fundacional de 1865. 5 Es necesario reconocer aquí que este intercambio forma parte de una reconexión mayor entre Gales y Chubut que durante las últimas dos décadas se viene manifestando en varias esferas y que ha permitido desarrollar proyectos colaborativos en campos como el de la enseñanza del idioma galés.
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La selección para este volumen de un grupo de reconocidos autores que desarrollan su trabajo en la Argentina y en Gales pero también en terceros países como Canadá, pone en foco una cuestión fundamental de la historiografía actual de la colonización galesa en la Patagonia: su carácter trilingüe. En efecto, a esta altura, para cualquier investigador que quiera adentrarse en el tema, el conocimiento del galés, el castellano y el inglés constituye una herramienta clave y, de algún modo, el desconocimiento de alguno de estos idiomas implicará tarde o temprano un obstáculo para su trabajo. Para los historiadores de este lado del Atlántico, la “lingua franca” inglesa ha vuelto accesibles algunos importantes trabajos publicados en Gales. Por otro lado, puede advertirse que el castellano impide a los investigadores galeses conocer la producción historiográfica local tanto como el idioma galés encripta buena parte de las fuentes primarias para la mayoría de los historiadores argentinos. 6 El hecho de que parte de la historia de la región esté escrita en Cymraeg nos invita a reflexionar sobre la realidad de un territorio en el que aún no era hablado el “idioma nacional”. Además, al galés se sumaban las lenguas nativas de los diferentes pueblos indígenas con las que los galeses tenían un fluido intercambio, un caso sui generis desde la óptica de la “historiografía argentina” e incluso la “patagónica” (Gavirati et al . 2006). En definitiva, para los lectores de habla hispana interesados en el tema, el presente volumen procura ayudar a salvar la brecha idiomática que atraviesa este campo de estudios, sobre todo si se tiene en cuenta que, originalmente, cinco de los autores convocados escribieron sus respectivos artículos en inglés o en galés, traduciéndoselos especialmente para este volumen. Definiciones: hacia un glosario específico En parte, es en reconocimiento de este carácter multilingüe, que hemos incluido la denominación “Y Wladfa ” en el propio título de 6 Esta virtual encriptación de los documentos escritos en galés, podría llegar a explicar el llamativo hecho de que, existiendo una carrera de Historia en la Universidad de la Patagonia, no se haya conformado en Chubut un ámbito propiamente académico para el estudio de la colonización galesa, aun cuando se reconozca la gravitación que la misma ejerció sobre la exploración, administración y aprovechamiento, pero también representación y recreación del hoy territorio chubutense.
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esta publicación. Aspirando nuevamente a zanjar la brecha entre dos idiomas, se ha querido reconocer, además, la trascendencia que dicha denominación ha tenido, y aun tiene en la propia lengua galesa. Si bien “ gwladfa ” significa originalmente “colonia”, la denominación “Y Wladfa ” ha quedado tan indisolublemente asociada con el asentamiento patagónico que otras palabras como “ gwladychfa ” o “trefedigaeth” han tenido que usarse para remitir a una definición más genérica de “colonia” (Lublin 2009: 15-16). Ya en castellano, el uso de la mayúscula en “colonia” ha sido también objeto de discusión durante la preparación de este volumen. A diferencia de otros casos de la Argentina, como “Colonia Suiza” o “Colonia Alemana”, en los que la referencia a un sitio específico resulta indubitable, la denominada “colonia galesa” ofrece más de una arista, ya que el área en la que el Gobierno argentino dio las primeras concesiones de tierra a los primeros colonos se denominaba oficialmente “Colonia Chubut”.7 Otras áreas colonizadas posteriormente ostentaban nombres oficiales como “Colonia 16 de Octubre”, por lo que se ha planteado que “Colonia Galesa” puede haber constituido “una denominación puramente programática”, es decir, el resultado de una aspiración de aquellos que impulsaron el proyecto colonizador, y que produjeron una serie de textos promocionales en los que esa denominación resultó naturalizada (F. Williams 2012). Sin embargo, documentos oficiales argentinos y otras fuentes en castellano incorporaron muy pronto una denominación que inicialmente fue la de “Colonia Galense”, y en ocasiones “Colonia Galesa”, otorgándole una entidad que para los editores de este volumen vuelve legítimo el uso de mayúsculas. En la apuesta por la construcción de una agenda común, la cuestión terminológica resulta crucial. Corresponde dar cuenta aquí de una serie de términos que si bien tienen amplia circulación en galés o en inglés, pueden desconocerse en su versión castellana, tal como han sido usados en el presente volumen. El primero de ellos es “galesidad”, término que difícilmente encontremos en el diccionario y que equivale al galés “Cymreictod” o el inglés “Welshness ”. A pesar de que para el lector no habituado puede sonar como un neologismo, “galesidad” ha sido utilizado por más de una década en las publicaciones del Foro sobre los Galeses en la Patagonia . 7 Dicha área la que coincidía casi exactamente con el valle inferior del río homónimo
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Otros términos usados en el presente volumen guardan una estrecha relación con el lugar central que ocupaba la religión en la cultura galesa del siglo XIX y, por ende, en la vida de los galeses arribados a la Patagonia. El término “non conformism”, que designa el conjunto de denominaciones del protestantismo británico a las que ellos pertenecían, no ha sido demasiado usado en castellano, y cuando se lo ha hecho, se lo ha traducido frecuentemente como “inconformismo”. En este volumen, sin embargo, se ha decidido usar “no conformismo”, término que permite tomar distancia del significado más común de “inconformismo”, y guardar una relación más estrecha con el inglés “non conformism”. 8 Dentro de los límites marcados por las denominaciones que integraron el denominado “no conformismo”, existieron hasta principios del siglo XX, momentos de particular resurgimiento del fervor religioso conocidos en inglés como “revivals” y en galés como “adfywiadau”. En el presente volumen, se usará “reavivamiento”, término cuyo uso en relación con los episodios descritos tiene ya antecedentes en la lengua castellana. Desde el desembarco de los primeros colonos en 1865, muchos fueron los nombres galeses con los que se bautizaron numerosas localizaciones dentro y fuera del valle del Chubut. Aún cuando muchos fueron el resultado de transposiciones de nombres existentes en Gales, los nombres utilizados eran, por lo general, descriptivos de condiciones tanto encontradas como buscadas por los propios colonos. Dado entonces el interés que esta toponimia reviste, gran parte de los numerosos nombres en galés que los autores reunidos en este volumen usan en sus respectivos artículos han sido traducidos al castellano inmediatamente después de cada nombre consignado. Organización del volumen y contribuciones de los diferentes autores Originalmente, el propósito de este tomo fue el de recoger una serie de contribuciones de aquellos autores que en los últimos años se han especializado en algún aspecto vinculado con la colonización galesa en la Patagonia. Por lo tanto, puede decirse que el criterio que se tuvo inicialmente en cuenta para la organización del volumen 8 En galés, ha sido traducido como “anghydffurfiaeth”.
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derivaba de una lógica sincrónica lo que permitía ordenar bastante libremente los diferentes capítulos o por lo menos agruparlos en conjuntos temáticos relativamente independientes. Pero al estudiar la obra de los autores al momento de su convocatoria, se advirtió que algunos de ellos no sólo se habían concentrado en temas puntuales sino también en períodos específicos. Preferentemente en Gales pero también en la Argentina, muchos de ellos habían puesto especial atención en los prolegómenos y en los primeros años del asentamiento. Así, el proyecto de colonización, la preparación del contingente y las peripecias del viaje, el desembarco, el traslado y el asentamiento en el valle del Chubut habían concitado una atención tal en la obra de algunos de ellos que resultó imposible no considerar la posibilidad de seguir también una lógica diacrónica para el ordenamiento del volumen. De igual forma, resultó evidente que la línea de tiempo no podía usarse para ordenar muchas de las contribuciones cuya naturaleza era decididamente temática. La solución a este problema consistió en la superposición de ambas lógicas. Puede decirse que, en forma casi subterránea, prevalece una lógica diacrónica a partir de la cual se ubican al principio del volumen una serie de episodios significativos que arrancan con el surgimiento de la idea de asentarse en la Patagonia en 1862 y se extienden, al menos, por un lustro, hasta que los miembros del primer contingente toman la decisión definitiva en 1867 de quedarse en el Chubut. ambién es de acuerdo con esta lógica, que se ubican al final del volumen aquellas contribuciones que lidian con períodos más recientes e incluso contemporáneos. En la definición de este amplio arco temporal, subyace la pregunta acerca de la duración específica implícita en el objeto “Colonia Galesa”. Sabemos cuándo surge como idea, cuándo se establece en el territorio, pero no sabemos hasta cuándo es lícito hablar de tal colonia. En parte, es por esta razón que hemos decidido no usar el término “colonia” en el título de este volumen, y que hemos preferido el término un poco más amplio y vago de “colonización”. De todos modos, la consideración de aspectos más recientes y actuales nos obligaría a hablar más bien de presencia galesa o de identidad galesa y no ya de colonización. Finalmente, “por encima” de esta lógica diacrónica, otra sincrónica ordena las diferentes contribuciones en temas diversos. Valga agregar que estas diferencias se traducen en cierta heteroge-
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neidad en el estilo narrativo de las contribuciones vistas en su con junto. ambién es necesario considerar que dicha heterogeneidad puede deberse a otras razones. Inicialmente, se planteó a los autores el desafío de volver más accesibles al público en general las contribuciones más recientes a la historia de la colonización galesa en la Patagonia, y de hacerlo sin perder la rigurosidad propia de la investigación académica. Es probable que sea diferente el grado en que cada autor haya logrado cumplir con este difícil objetivo. Hechas estas consideraciones sobre la organización del volumen, corresponde presentar aquí brevemente los diferentes trabajos que lo integran. Ubicada al inicio de esta selección, la contribución de Bill Jones cumple con un propósito fundamental: el de presentar a la Colonia Galesa de la Patagonia en el contexto mayor de la emigración de los galeses en el mundo. Esto es especialmente importante para el lector hispanoparlante ya que la historia relatada desde la Argentina suele pasar por alto la importancia que tuvo la compleja trama que unía a Gales con todos aquellos países en los que los galeses habían comenzado a asentarse a partir de comienzos del siglo XIX. Bill Jones demuestra aquí que sin la consideración de esa trama resulta imposible comprender cabalmente, no sólo las motivaciones del emprendimiento patagónico sino también algunas de las vicisitudes surgidas luego de que la colonia se estableciera. Justamente, su trabajo abre la discusión sobre esas motivaciones, lo que pone en cuestión a las ideas nacionalistas de refundación nacional como clave explicativa de Y Wladfa . En efecto, la ponderación de la trayectoria de cada inmigrante muestra que los móviles para trasladarse a la Patagonia fueron también económicos y, en cierta medida, religiosos. Finalmente, y reconociendo el papel desempeñado por la prensa, Jones sostiene que el interés por la suerte corrida por los galeses en el extranjero era parte inextricable de una mirada pública que la prensa ayudó a construir. Y Wladfa fue un objeto privilegiado de esa mirada, por lo que Jones concluye que la colonia patagónica “alimentó la idea de una transnacionalidad galesa”. La de Elvey MacDonald abre una serie de tres contribuciones iniciales dominadas por la ya mencionada lógica diacrónica, en las que la narración juega un papel importante. En este artículo, le ha tocado a MacDonald lidiar con el que ha sido, tal vez, el episodio más transitado en la historiografía de la colonización galesa en la Patago-
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nia: la llegada del Mimosa y el desembarco del primer contingente. El autor encuentra en el detalle el modo de restarle solemnidad a este episodio que aún hoy sigue recreándose cada 28 de julio en las playas de Puerto Madryn. Así, los detalles reconstruyen, uno tras otro, una dimensión experiencial fundamental para entender el impacto que significó para los miembros de ese contingente el encuentro con un territorio como el patagónico. De manera que el relato colorido que cierta tradición oral se empeña en recrear, es aquí desmenuzado en varios relatos concurrentes que encuentran en el desembarco un punto de cruce pero que reconocen ejes distintos: el de la labor de la Asociación Colonizadora Galesa, el de las gestiones con el Gobierno argentino, el de la campaña de difusión y reclutamiento de inmigrantes, el de la logística del cruce del Atlántico, el de las preparaciones previas en el Golfo Nuevo, el de la acción de la prensa. Desde cada uno de esos ángulos pueden comprenderse mejor las vicisitudes encontradas y la mezcla de previsión e improvisación con las que se las enfrentó. En la siguiente contribución Fernando Coronato retoma el tema del viaje del Mimosa y la llegada del primer contingente a las costas patagónicas pero se concentra en dos momentos. El primero es el de la breve estadía en el sitio que poco tiempo después comenzaría a denominarse Porth Madryn. El autor da cuenta de los problemas y posibilidades que tal estadía trajo aparejadas y expone los fundamentos de lo que considera como las huellas de las primeras construcciones asociadas con la presencia galesa en la Patagonia. El segundo momento es el del traslado al valle del Chubut, en el que los miembros del primer contingente deben enfrentarse tanto con la árida geografía de las estepas patagónicas, como con los peligros del océano y la entrada al estuario del río Chubut. Coronato plantea para este trabajo un final abierto, lo que permite una articulación con el siguiente. La contribución de David Williams pone en foco el primer asentamiento de los galeses en el valle del Chubut, ubicado cerca de la desembocadura del río y conocido durante los primeros años como rerawson. El primer nombre que se dio a este asentamiento fue, en realidad, “Yr Hen Amdiffynfa ” (El Viejo Fuerte) debido a la existencia de una fortificación que había sido abandonada en ese sitio una década antes de la llegada de los galeses. El autor dedica parte
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del artículo a discutir la ubicación original de esa fortificación para luego pasar revista a los desafíos que debieron enfrentar los colonos durante los dos primeros años, lo que incluía el contacto con las tribus locales, los vínculos de la colonia con el exterior y la construcción de un sistema de riego que permitiera cultivar la tierra. El trabajo concluye con el conflictivo escenario en el que los galeses deciden abandonar la Patagonia en 1867 y con la posterior reconsideración de esa decisión, lo que abre para el proyecto colonizador un nuevo comienzo. Al abordar el tema de las relaciones entre “galeses y tehuelches”, Marcelo Gavirati procura percibir la visión que ambos grupos tenían a priori de ese otro desconocido, historizar las circunstancias en que se produjo el encuentro, analizar y explicar cuáles fueron las bases sobre las que pudieron configurar un singular modelo de convivencia e intercambio pacífico, así como sus principales características de funcionamiento. Simultáneamente, procura identificar y dar carnadura a los actores individuales y colectivos, generalmente escondidos bajo los rótulos de “tehuelches” —cazadores y recolectores— y “colonos galeses” —chacareros y predicadores—, que dieron forma a ese modelo y lo hicieron perdurar en el tiempo. Finalmente, el autor intenta mostrar cómo varió en el devenir de esta singular interacción social la visión de ese otro diferente, de uno y otro lado. Ponderando la sociedad comercial establecida ente ambos grupos, Gavirati demuestra que la suerte y también la prosperidad inicial de la Colonia Galesa dependió, en gran medida, de quienes por siglos habían habitado el territorio que rodeaba al valle del Chubut. Que la Colonia Galesa haya sido creada como una especie de “Nueva Gales” es una idea que, de alguna manera, es discutida por varios de los autores de este volumen. Los historiadores pueden detectar esa idea en las formulaciones de sus primeros ideólogos o rastrearla en imaginarios que reconocen como fuente a la poesía o la literatura. Pero posiblemente no exista indicio más concreto de la adhesión a esa idea que la vigencia de una legislación y unas instituciones de gobierno que los galeses implementaron durante los primeros años en la Patagonia. Fabio González realiza un cuidadoso análisis histórico de la redacción y posterior modificación de lo que se conoció como una Cyfansodiad y Wladfa (Constitución de la Colonia) y basándose en ese análisis, reseña las diferentes instituciones
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de gobierno que funcionaron en Chubut durante casi dos décadas. Justamente es en 1884, con la sanción de la Ley de erritorios Nacionales, que las ambiciones autonómicas galesas son encuadradas dentro de la legislación argentina, lo que conduce a la creación del Municipio del Chubut y pone fin a, al menos, una década de tensiones y conflictos entre los líderes galeses y los representantes del Gobierno nacional. En cierto sentido, la contribución de Glyn Williams puede entenderse como una genealogía de las ideas que informaron el surgimiento del proyecto de la Colonia Galesa en la Patagonia. El ob jetivo que se plantea el autor es evaluar si dicha colonia puede ser entendida como un establecimiento basado en principios socialistas. Esta indagación lo lleva a reconstruir un verdadero mosaico de las concepciones filosófico-políticas que no sólo en las Islas Británicas sino también en Europa y Estados Unidos constituyeron un marco significativo en el que figuras clave como Michael D. Jones definieron su postura frente a los desafíos de la época y formularon los lineamientos del proyecto patagónico. La misma pregunta lleva al autor a examinar la estructura económica de la Colonia. Su análisis de la Compañía Mercantil del Chubut (conocida como Coop) y la Compañía Unida de Riego permite entender esa mezcla de cooperativismo y defensa de la propiedad privada que caracterizó muchos de los emprendimientos iniciados por los galeses. El final del trabajo nos acerca a la respuesta de la pregunta planteada originalmente y propone una sugestiva hipótesis para el estudio de la filiación político-ideológica de los descendientes de galeses durante el siglo XX. Desde 1865 en adelante, lo que podría llamarse “Patagonia galesa” ha variado significativamente, no sólo en su extensión geográfica sino también en su significado. Partiendo del reconocimiento de un conjunto de transformaciones derivadas de la colonización agrícola, la contribución de Fernando Williams aspira a vincular la dimensión física del territorio con la propiamente simbólica. Basada en un enfoque que problematiza el paisaje, el autor cubre un amplio arco temporal en el que rastrea el modo en que, a partir de la presencia galesa, diferentes áreas de la Patagonia central fueron exploradas, irrigadas, cultivadas, urbanizadas, pero también representadas desde plataformas tan diversas como la cartografía, la poesía o la fotografía. En tanto mapeo de ciertas aspiraciones territoriales, este trabajo
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prepara el terreno para los siguientes dos artículos: el primero pone en foco un área específica de esa “Patagonia galesa” y el segundo analiza las huellas materiales más emblemáticas de la presencia galesa en el territorio patagónico. En efecto, María Marta Novella y Jorge Oriola historizan en forma particular el movimiento que llevó a los galeses hacia el oeste patagónico y se concentran en un área cordillerana que los colonos llamaron Cwm Hyfryd (Valle Hermoso) donde se fundó la Colonia 16 de Octubre, segunda en importancia después de la Colonia Chubut. Los autores problematizan, en primer lugar, la particular confluencia de intereses por parte de colonos galeses y militares argentinos que quedó evidenciada en la organización de la llamada Expedición de los Rifleros, considerada como el inicio de la apertura de la zona cordillerana a la colonización. Históricamente, la singularidad de la colonia andina ha justificado la realización de estudios que la particularizan. Novella y Oriola nos presentan una versión actualizada de los mismos, que reconoce la gravitación de una serie de condiciones geográficas y económicas en virtud de las cuales los colonos andinos se diferencian de sus “primos” del asentamiento ubicado en el valle del Chubut. El papel que la religión desempeñó en la vida de los colonos explica que las capillas se hayan convertido en símbolos de la presencia galesa en la Patagonia. Y es tal vez por esa función simbólica que ha tendido a pasarse por alto su especificidad material. Gerallt Nash ahonda precisamente en este aspecto, relevando de manera exhaustiva las numerosas capillas erigidas en el Chubut. Su análisis repara en las diferencias tipológicas, constructivas y lingüísticas de las capillas patagónicas entre sí y las de estas últimas respecto de sus pares en Gales. Justamente, los primeros apartados presentan el tema desde la perspectiva de la arquitectura de las capillas en Gales, enfoque sobre el que no hay precedentes y que constituye una contribución específica del trabajo de Nash. Por último, puede decirse que, en cierto sentido, el modo en que los proyectos de las capillas eran gestionados y construidos representa una oportunidad para echar una mirada a la vida de la que puede considerarse como la célula básica de la sociabilidad de la colonia: la congregación protestante. La centralidad del idioma galés en el programa de la colonización patagónica justifica la existencia de un capítulo dedicado exclusiva-
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mente a ese tema. Dada dicha centralidad, una historia del idioma galés en la Patagonia puede llegar incluso a confundirse con una historia general del asentamiento, hecho que explica el carácter panorámico y la exhaustividad de la información provista por la contribución de Robert Owen Jones. Por esa razón, este artículo se enlaza y complementa con los dos siguientes, dedicados respectivamente a la enseñanza y a la prensa, ambas en idioma galés. El autor destaca las innovaciones en el uso del idioma que el experimento patagónico trajo aparejado y problematiza una serie de medidas instrumentadas por el Estado argentino para erradicar el uso del galés, en particular la educación obligatoria en idioma castellano que afectaría a la generación más joven. Valga destacar que Robert Owen Jones, tal vez el mayor especialista en el idioma galés en la Patagonia, aceptó amablemente que un trabajo suyo ya publicado fuera traducido al castellano para ser incluido en el presente volumen. 9 Geraldine Lublin retoma el tema de la enseñanza para ahondar en su especificidad y resaltar lo novedoso que resultó la organización de un sistema basado en el uso del galés que, aunque modesto, no contaba con antecedentes de peso en la propia Gales. Así, además de realizar un seguimiento detallado de las escuelas y maestros que integraron ese sistema, Lublin destaca algunas contribuciones especificas como la conformación de comisiones escolares o la publicación de libros de texto en idioma galés con contenidos específicos sobre la Argentina y la Patagonia. La autora muestra también a la enseñanza como uno de los instrumentos más efectivos por medio de los cuales el Estado nacional buscó uniformar una población que en la Argentina de fines del siglo XIX estaba compuesta por inmigrantes de muy diverso origen. En este sentido, el de la colonia galesa constituye un caso de sumo interés ya que el fuerte arraigo del idioma galés y la existencia de un sistema de escuelas voluntarias creado y sostenido por los colonos, motivó que la enseñanza en castellano fuera entendida e implementada por autoridades y maestros como una verdadera cruzada de argentinización de la niñez. Es posible que en el siglo XIX la prensa escrita haya sido el gran motor de la emigración galesa. En ese marco Walter Ariel Brooks 9 Corresponde agradecer aquí el gesto de Wales University Press, editorial que accedió a que se tradujera y se publicara con algunas modificaciones el artículo de Robert Owen Jones publicado originalmente en: Geraint Jenkins, Iaith Carreg Fy Aelwyd: Iaith a Chymuned yn y Bedwaredd Ganrif ar Bymtheg, University of Wales Press, Cardiff, 1998.
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pondera la centralidad que dicha prensa tuvo para la difusión de la idea de colonizar la Patagonia y para la organización y consolidación de la propia colonia. Por otro lado, el seguimiento de los diferentes periódicos en galés fundados en el Chubut permite a Brooks tematizar un contexto cultural, social y político al que esas publicaciones estaban indisolublemente ligadas. Especial interés reviste la centenaria historia de Y Drafod , periódico que el autor usa como índice de una serie de transformaciones culturales y lingüísticas que llegan hasta el día de hoy. El fin del trabajo discute, justamente, el contexto actual y el papel que desempeñan nuevas publicaciones periódicas en la revitalización del idioma galés y en su enseñanza. El de Paul Birt puede entenderse casi como una conclusión del volumen. Su ubicación al final del mismo responde, en primer lugar, al hecho de que es uno de los pocos que extiende su período de estudio hasta el presente. En segundo lugar y más importante aún, el tema específico de las identidades culturales le permite a Birt realizar un barrido panorámico de la historia de la presencia galesa en la Patagonia, y articular una serie de temas y problemas cuyo tratamiento fue objeto de estudio en forma separada por parte del resto de los autores. Especial atención recibe la religión como plataforma sobre la que se estructuran las identidades de los primeros grupos de colonos. De alguna manera, el peso específico de la religión vuelve a abrir la discusión sobre hasta qué punto las ideas nacionalistas son la clave explicativa del proyecto patagónico. Al tratar el cambiante contexto del siglo XX, se suman a la noción de galesidad , la de britaneidad y la de argentinidad , para dar cuenta de situaciones de hibridación cultural, sin las cuales resulta imposible hablar de lo que la identidad galesa significa hoy, a 150 años de la llegada de los primeros colonos.
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Conclusión El estudio del período más reciente exige dejar definitivamente atrás cierta tendencia a estudiar a los galeses de la Patagonia como un grupo cerrado sobre sí mismo. Una nueva historiografía debe desplegar, necesariamente, un enfoque relacional, interesado por el tipo de interacción que los galeses desarrollaron con pobladores de otros grupos, en principio los pertenecientes a los diferentes pueblos indígenas, luego con inmigrantes de otros orígenes, así como con un conjunto de nuevos actores que entran en escena —modificándola drásticamente— a partir de la presencia concreta del Estado nacional y con la creciente modernización y burocratización que el siglo XX trajo aparejadas. Para el armado de este volumen, hemos tratado de incluir aquellos trabajos capaces de sintonizar mejor con este enfoque, pero somos concientes de que, en cierta medida, esta actualización teórico metodológica figura aún en la agenda de los puntos pendientes. En relación con lo pendiente, digamos que la compilación de este trabajo ha servido para detectar, a contraluz, temas enteros y enfoques específicos que la historiografía reciente ha pasado por alto. En el contexto de la renovación de que han sido objeto en la Argentina los estudios sobre inmigración, a partir del nuevo interés por las redes familiares, resulta llamativa la ausencia de trabajos que exploren este enfoque. Por otro lado, temas que pueden considerarse medulares en relación con la presencia galesa en la Patagonia como el Eisteddfod , la música coral o la irrigación no cuentan aún con estudios específicos lo suficientemente abarcativos y sistemáticos como para presentar un panorama completo del tema en cuestión, por lo que no se encuentran representados en el presente volumen. En definitiva el tipo de contribución que hemos procurado incluir en este libro, puede ser entendida casi como un pequeño estado de la cuestión de los temas sobre los que se ha explorado y avanzado más durante los últimos años. En él hemos tratado de reunir diferentes puntos de vista y preocupaciones, diversos abordajes historiográficos que abrevan en distintas fuentes y corrientes. Creemos que uno de los posibles valores de este libro es el de exponer esas diferencias y de alguna manera servir de puente entre ambas, cruce que dejamos en mano de los lectores.
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Bibliografía Gavirati, Marcelo; Jones, Nelcis y Fernando Coronato 2006. “Los galeses en la Patagonia: una singular experiencia de colonización”. En Susana Bandieri, Graciela Blanco y Gladys Varela (Directoras) 2006. Hecho en Patagonia. La historia en perspectiva regional . CEHIR, UNCO, Neuquén. Lionetti, Lucía 2013. “Luis Feldman Josín, ‘el maestro de la modernización’”, Prismas vol.17 no.2 (diciembre 2013) http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1852-04992013000200010 Lublin, Geraldine 2009. “Y Wladfa: Gwladychu heb drefedigaethu?”, Gwerddon, rhif 4 (Gorffenaf 2009). Williams, Fernando 2012. “’Colonia Galesa’: dónde y cuándo. Un ejercicio de desnaturalización”, Sexto Foro Internacional sobre los galeses en la Patagonia, 13-14 de septiembre de 2012. Williams, Fernando 2015. “Yr Hen Wlad a’r hen Wladfa: nodiadau ar gyfer llunio persbectif o safbwynt Patagonia, 150 mlynedd ers y glaniad cyntaf”, Y Traethodydd , Gorffenaf 2015: 141158 Williams, R. Bryn 1949. Rhyddiaith y Wladfa , Wasg Gee, Dinbych. Williams, R. Bryn 1960. Awen Ariannin, Llyfrau’r Dryw Llandybie.
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Sobre los autores Paul W. Birt se graduó en Lengua y Literatura galesa en el St. David’s College University of Wales (Lampeter) y en la misma institución finalizó una maestría con una tesis sobre el poeta galés Guto’r Glyn. Se doctoró en la Universidad de Bangor con una tesis que comparaba temas de la literatura del siglo XX en idiomas de menor uso. Dirige la cátedra de Estudios Célticos en la Universidad de Ottawa, Canada. Ha investigado sobre literatura e identidad galesas en la Patagonia durante el período 1880-1930, y sobre la relación entre identidad y proyectos de revitalización lingüística. Ha publicado numerosos artículos y libros, entre estos últimos, Cerddi Alltudiaeth: Tema yn Llenyddiaethau Québec, Catalunya a Chymru y Bywyd a Gwaith John Daniel Evans El Baqueano . Walter Ariel Brooks se graduó como traductor en el Instituto Lenguas Vivas (Buenos Aires). Comenzó su carrera académica integrando un proyecto de investigación sobre el idioma galés en la Patagonia, bajo la dirección del Profesor Robert Owen Jones en la Universidad de Cardiff. Se doctoró en esa universidad con una tesis sobre el papel de la prensa en idioma galés en la comunidad galesa del Chubut. Actualmente trabaja para el British Council en Cardiff donde, entre otras funciones, se ha desempeñado como coordinador de los festejos del sesquicentenario de la colonización galesa en la Patagonia. Fernando Coronato es Doctor en Geografía (AgroParisech). En investigación, se inició en el CENPA-CONICE con el estudio del entorno biofísico patagónico, tema que lo llevó a interesarse en la ocupación de dicho territorio y en la colonización galesa. En Puerto Madryn propició la creación del Museo del Desembarco, en Punta Cuevas, sitio en el que se realizaron hallazgos arqueológicos vinculados con la etapa fundacional de la Colonia. Ha realizado traducciones al castellano de documentos y textos en galés, de los que se han publicado: Historia de los comienzos de la Colonia en la Patagonia de Tomas Jones; Del Imperio al desamparo de Richard Jones y Patagonia, 1865, que reúne un conjunto de cartas de los primeros colonos.
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Marcelo Gavirati, graduado como Profesor de Historia (UBA), obtuvo su Doctorado en Historia (UNCPBA) con una tesis sobre el modelo de convivencia pacífica entre Galeses, Pampas y ehuelches. Ha participado en proyectos de investigación en el CENPA-CONICE, la UNPSJB y el CEHIR-UNCO, sobre historia de la Patagonia y de la colonización galesa, temas sobre los que es autor de varios artículos, ponencias en congresos y capítulos de libros. Entre los libros que ha compilado se cuentan: Diarios del Explorador Llwyd ap Iwan (junto con egai Roberts), y diversas ediciones de los Galeses en la Patagonia , selección de trabajos presentados en el Foro del mismo nombre, del cual es además miembro de sus Comités Organizador y Editor. Fabio Trevor González es abogado graduado en la Universidad de Buenos Aires. Desde 1996 se desempeña como auxiliar y guía de visitantes en el Museo Histórico Regional de Gaiman, institución que se especializa en la historia de la Colonia Galesa del Chubut. Su conocimiento del idioma galés y del valioso material conservado en el archivo del Museo lo han convertido en un referente en lo que respecta a fuentes históricas de diversa índole vinculadas con la colonización galesa. Ha traducido documentos relevantes conservados en dicho archivo y presentado trabajos en el Foro Internacional sobre los Galeses en la Patagonia. Bill Jones se graduó en la Universidad de Cardiff, primero con un BA con honores en Historia y luego con un PhD. Actualmente, es profesor de Historia Galesa y co-director del Canolfan Uwchefrydiau Cymry America (Centro de Altos Estudios sobre los galeses en América) de la Universidad de Cardiff. Se especializa en la historia de Gales durante el siglo XIX y comienzos del XX, y en la emigración y asentamiento de los galeses en el exterior. Ha publicado los siguientes libros: Wales in America: Scranton and the Welsh 18601920 ; Welsh Reflections: Y Drych and America 1851-2001 (en coautoría con Aled Jones) y Michael D. Jones a’i Wladfa (en co-autoría con E. Wyn James). Robert Owen Jones inició su carrera académica en el Dto. de Lingüística de la Universidad de Bangor. En su tesis de grado exploró
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diferentes variantes dialectales del galés, en tanto que para su tesis doctoral abordó la sociología del galés en la Colonia galesa de la Patagonia. ras su paso por la Universidad de Swansea, pasó a ser director del Centro de Enseñanza de Galés para Adultos en la Universidad de Cardiff. Fue inspector del Proyecto de Enseñanza de Galés en la Patagonia auspiciado por el Gobierno de Gales y el British Council. Por sus servicios en pos de la preservación del galés en la Patagonia fue condecorado con la Orden del Imperio Británico (OBE). Ha publicado numerosos artículos y varios libros entre los que se cuentan Hir oes i’r Iaith: Agweddau ar Gymdeithaseg yr Iaith Gymraeg y Yr Efengyl yn y Wladfa . Geraldine Lublin se graduó con honores como traductora en el Instituto Lenguas Vivas de Buenos Aires. Se doctoró en el Coleg Cymraeg Cenedlaethol (Colegio Nacional Galés) de la Universidad de Swansea con una tesis sobre la identidad cultural galesa en la Patagonia, basada en materiales autobiográficos escritos por descendientes de galeses en Chubut. Actualmente trabaja en la Facultad de Lenguas Modernas de la Universidad de Swansea y es miembro del Coleg Cymraeg Cenedlaethol , institución que promueve la enseñanza de diversas disciplinas a nivel universitario en lengua galesa. Dentro de su área de interés que incluye la Patagonia así como el contexto latinoamericano en general, ha publicado numerosos artículos y presentado trabajos en encuentros internacionales. Elvey MacDonald poco después de recibirse de maestro, se trasladó a Gales, donde formó parte durante cinco años del equipo organizador del Eisteddfod Nacional de Gales , para hacerse cargo luego de la organización del Eisteddfod yr Urdd, durante casi un cuarto de siglo. En Gales, ha representado a la Patagonia en varios foros, desempeñándose actualmente como uno de los Presidentes Honorarios de la Cymdeithas Cymru Ariannin (Asociación Gales-Argentina). Ha llevado adelante una intensa labor como historiador de los galeses en la Patagonia, poniendo en valor documentos como los diarios del colono Joseph Seth Jones, que fuera publicado bajo su edición con el título de Dyddiadur Mimosa . ambién ha publicado libros de su autoría como Yr Hirdaith.
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Gerallt Nash es arquitecto, graduado con honores en la Welsh School of Architecture de la Universidad de Cardiff. En 1975 recibió la beca de viajes . Alwyn Lloyd para estudiar la arquitectura galesa en la Patagonia. Se desempeñó como Senior Curator of Historic Buildings (curador principal de edificios históricos) en el National Museum of Wales , cargo que lo hizo responsable por la colección de edificios reconstruidos por el museo y en el que desarrolló actividades de investigación sobre arquitectura vernácula y técnicas constructivas. Actualmente, se dedica al estudio de los molinos de viento en Gales. Es miembro de la Society of Antiquaries of London y en 2012 fue designado como consejero de Te Welsh Religious Buildings rust . Ha publicado: imber-framed Buildings in Wales , Saving St eilo’s: Bringing a medieval church to life . María Marta Novella es profesora de historia graduada en la Universidad de Buenos Aires. Se desempeñó como docente e investigadora en la sede Esquel de la UNPSJB y en instituciones terciarias de la misma localidad. Participó en equipos de investigación de esa universidad y de la Universidad Nacional del Comahue en temas vinculados con la historia regional. Es autora y compiladora de varias publicaciones y de numerosas ponencias en congresos de la especialidad. En relación con la historia de la colonización galesa en Chubut es co-autora, junto a Jorge Oriola, de Historias de la Capilla Seion. Jorge Oriola es profesor de Historia graduado en la Universidad de Buenos Aires y docente de la UNPSJB (sede Esquel). Entre los temas que ha investigado figuran los ferrocarriles en Patagonia y las historias de los ferroviarios, la historia de Esquel, y la construcción del Complejo Hidroeléctrico Futaleufú. Sobre estos y otros temas ha realizado numerosas presentaciones en congresos nacionales e internacionales de Historia y de Historia Económica. Ha publicado cinco libros editados (algunos en co-autoría con otras historiadoras locales) sobre temas diversos (historia de Esquel, su Escuela Normal, historias de vida, ferroviarios, periodismo, etc.) David Williams se graduó como médico en la Universidad de Buenos Aires. Además de su profesión se ha dedicado a la investigación
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histórica durante largos años, concentrándose en temas vinculados con la colonización galesa como las historias familiares, las relaciones entre galeses e indígenas patagónicos y más recientemente la lingüística y mitología de estos últimos. Ha participado en numerosos congresos nacionales e internacionales y ha publicado los libros Entretelones y tolderías (2007 y 2011); El Valle Prometido (2008 y 2015) y Y Brut, el primer periódico de la Patagonia (2015). Fernando Williams es arquitecto y doctor en historia por la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña como docente de las asignaturas Historia de la arquitectura y eoría de la arquitectura en las Universidades de La Plata, San Martín y Washington (St Louis). Como investigador se ha dedicado a la historia del territorio y el paisaje, temas sobre los que ha brindado seminarios de posgrado en la UNLP y UD. Ha realizado relevamientos de arquitectura vinculada con la presencia galesa en la Patagonia. Su tesis doctoral tematiza la construcción del territorio del valle del Chubut a partir de la colonización agrícola, poniendo en foco la relación entre paisaje y espacio público. Ha publicado numerosos artículos y el libro Entre el desierto y el jardín. Viaje, literatura y paisaje en la colonia galesa de la Patagonia . Glyn Williams es sociólogo graduado en University of Wales y University of California (Berkeley). Fue docente de las universidades de San Francisco, Dublin, Bangor, Cardiff y Ramon Llull (Barcelona) y Foreign Fellow de la Fundación Ford. Permaneció diez años en Chubut donde relevó buena parte del material utilizado en sus numerosos trabajos sobre la colonización galesa en la Patagonia. ambién se dedicó al estudio de temas sociales en México, desarrollo económico regional y formas filosóficas, lingüísticas y sociológicas del discurso en la Francia de la década de 1970. Ha publicado 14 libros y presentado más de 100 trabajos en encuentros académicos.
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