-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------TAPA Cuentan que Cuentan que les contaron Olga Drennen Editorial QUIPU Contratapa Antes de la llegada llegada de los españoles, españoles, los primeros primeros haitantes haitantes de Argentina, Argentina, quichuas, quichuas, guaran!es, mapuches, comechingones comechingones " querand!es, entre otros, de#aron en estas tierra " en gran parte de Am$rica del %ur, huellas de sus culturas, en mitos " le"endas& Cuentan que cuentan que les contaron es una 'entana aierta a esas narraciones propias de la tradici(n oral A 'eces 'eces con humor " otras, otras, con im)genes im)genes po$ticas, Olga Drennen Drennen presenta presenta relatos *ascinantes que muestran creencias, hailidades " costumres de las comunidades que 'i'!an " 'i'en en estas tierras desde hace siglos& Un mundo cu"a esencia perdura en cada una de estas historias& -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------PO+TADA Cuentan que Cuentan que les contaron Olga Drennen Editorial QUIPU -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------C+DITO% .E/A.E% 0da edici(n1 0234 5os$ 6oni*acio 0474, 6uenos Aires Tel - 8a91 :;4 <33= 4>30-7442 in*o?quipu&com&ar @@@&quipu&com&ar Directora de Arte1 iB Arrieta
Diseñadora /r)*ica1 arulina Acuno echo el dep(sito que marca la le" 33&F07 .iro de edici(n argentina Printed in Argentina .a reproducci(n total o parcial de este liro en cualquier *orma que sea, id$ntica o modi*icada por *otocopia u otros m$todos o sistemas, sin el permiso pre'io " por escrito de los editores 'iola derechos reser'ados& Drennen, Olga Cuentan que cuentan que les contaron G Olga Drennen H ilustrado por Patricio Oli'er - 3a ed& - 6uenos Aires 1 Quipu, 0237& > p& 1 il& H 04900 cm& I%6J FK-KF-;24-2K4-F - el amigo de lo s animales
00 - la 'o de lo s p)#aros 0K - .a india " el duende 74 - E. .AEJTO DE. OJTE 42 - el cerro sagrado ;2 - un lagarto insaciale ;> - .A PA.OA DO+ADA >0 - UJA .U EJ .A% %O6+A% >K -.A A.DOJADO F> - A#chum, la dueña del miedo K4 - E. T+A5E DE. PAJ/UI KK - .A E% T+E..A DO+ADA 4 - 6IO/+A8MA% --------------------------------------------------------------------------------------------------------DEDICATO+IA .as 'oces de los puelos suen, a#an, se quedan& oces que cuentan, cuentan " repiten historias que escucharon& Eternian ra!ces latinoamericanas con palaras-erBenchos con palaras-charangos con palaras-pinBullos que trae " lle'a el 'iento& Olga Drennen
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TETO .a 'o de los p)#aros 6aado en un mito @ich! <3= Cerca del mediod!a, ic! entr( a los saltos en el monte con el cuchillo a la cintura " un garrote en la mano& Para los @ich!s, " $l era uno de ellos, hac!a semanas ha!a empeado la temporada a la que los su"os llamaan .una de las 8lores& a las nues ha!an de#ado caer su primera gran llu'ia " todo el monte *lorec!a& cuando el monte *lorec!a, los homres de la aldea sal!an a caar& El #o'encito sinti( algo parecido a la *elicidad& Era la primera 'e que ia a caar& asta que empe( esa .una, los ma"ores lo ha!an considerado un chico& Pero ahora era distinto& Ahora, ten!a los años su*icientes como para ir con los caadores ma"ores " otros de su misma edad& ic! Rha!a dicho su auelo esa mañanaR cuidado con los pumas " no te apartes del grupo& Tu padre dec!a que es di*!cil encontrar la salida del monte sin a"uda de los perros& %i te 'es en peligro, ped! a"uda a los A#aBlalha" <0=& Tranquilo, auelo Rha!a contestado $l con orgulloR& a so" grande& .os @ich!s aseguran que el auelo sonri( " mo'i( la caea al escucharlo& Tami$n aseguran que el muchacho *ue el primero en internarse en el monte, que se adelant( a sus compañeros " a los perros& Aseguran que corri( entre los altos )roles " que despu$s, lo perdieron de 'ista& Jadie pudo detenerlo& .e#os del grupo, casi hundido entre una maraña de arustos espinosos, el muchacho trat( de escuchar el ladrido de los perros que los guiaan& Jo lo consigui(& .o que s! lleg( a sus o!dos *ue el cru#ido de las ho#as " la 'o de los p)#aros que alorotaan la espesura& Tu'o la sensaci(n de que lo segu!an& un miedo oscuro le cerr( la garganta& 8& 8& +econoci( de inmediato el sonido& Era un gruñido& SUn puma Rdi#o& 8& 8& 8& 8& ic! quiso correr, pero sus piernas se ha!an inmo'iliado, quiso tomar su cuchillo " sus manos parec!an de piedra& Entonces, se qued( ah! quieto& %e qued( ah! quieto como un )rol m)s& %i te 'es en peligro, ped! a"uda a los A#aBlalha"&&& Rha!a dicho su auelo&
De inmediato, se acord( de la historia que le ha!a contado su padre alguna 'e& ace much!simo tiempo, los A#aBlalha" eran guerreros como nosotros, pero se con'irtieron en p)#aros " de ellos, nacieron todas las a'es& %on los encargados de controlar el ra"o " las tormentas& )s de una 'e, a"udan a los 'ia#eros perdidos& De pronto, un espantoso ramido lo soresalt(& A#aBlalha", A#aBlalha", a"Ldenme, por *a'or Rrog( con un hilo de 'o& Jada ni nadie le contest(& %olo el canto de los p)#aros, el parloteo interminale de los loros " el griter!o de los monos lleg( hasta donde estaa& %in tener idea de hacia d(nde ian, sus pies consiguieron mo'erse& Durante un rato, se ari( paso entre la malea " al rato de#( de o!r el gruñido que lo ha!a inquietado& Todo parec!a normal& a!a sido un susto& %!, un susto, nada m)s& AlgLn loro Rpens(& Pero su calma dur( poco& %u calma se rompi( en mil pedaos al le'antar la caea " descurir el puma que lo acechaa desde la copa de uno los )roles& .a mirada de sus o#os celestes era *r!a, cruel& ic! se dio cuenta de que el animal calculaa el momento #usto para saltar sore $l& Entonces, corri( como una *lecha mientras suplicaa a los A#aBlalha" con toda su alma& El puma no se mo'i(& %egu!a en la rama sin camiar de posici(n& Parec!a urlarse del caador aterroriado& De#( que la carrera terminara con la resistencia de ic! ", al darse cuenta de que "a no ten!a *ueras, salt(& El olor nauseaundo del animal hio toser al chico en el momento en que la *iera ca!a sore $l& %inti( que estaa a punto de morir entre sus garras& Todo era mentiraV, alcan( a pensar " cerr( los o#os para no 'er lo que le ia a pasar& Cuando 'ol'i( a arirlos, estaa en el cielo& Jo ha!a ni una nue& El sol, que parec!a un gloo de *uego, le quem( la cara& Alguien lo sosten!a con *uera en el aire& %e sinti( algo mareado " mu" con*undido& Tal 'e por eso, al principio cre"( que el sol quer!a de'orarlo " ha!a ordenado que lo lle'aran ante $l& Pero, enseguida se dio cuenta de que no era as!& Un p)#aro con pies " manos de homre lo cargaa entre sus
raos& Otros iguales a $l lo segu!an " halaan entre s!& De tanto en t anto, ic! o!a parte de sus disparatadas con'ersaciones& WAd(ndeX Rdec!a el que lo lle'aa& WAd(ndeX WAd(ndeX WAd(ndeX Rrepet!an los dem)s como un eco& %on los A#aBlalha"V Rpens( el chico con un nudo en la gargantaR& i padre ten!a ra(n& Ellos me sal'aron del puma, Wqu$ har)n conmigo ahoraXV& Como si huiera le!do sus pensamientos, el homre p)#aro que lo cargaa grit(1 SAa#o SAa#o SAa#o SAa#o Rrepiti( el e9traño grupo& ic! mir( hacia la tierra& Una larga cinta ro#ia atra'esaa la sel'a& Era el r!o& Al costado, algo parecido a una hilera de hormigas, que igagueaa en una de las orillas& .a andada perdi( altura mientras el cora(n del muchacho lat!a con *uera& Ah! est)n Rdi#eron los A#aBlalha" a coro& Entonces, las *ormas se agigantaron " ic! se dio cuenta de que lo que ha!a 'isto no era una hilera de hormigas, sino una *ila de homres& %us compañeros, los @ich!& Cuando los homres p)#aros lo depositaron *rente a los su"os, un grito de ali'io sali( de todas las gargantas& asta los perros saltaron " le lamieron las piernas para demostrar su alegr!a& El chico ari( la oca, quer!a agradecer a sus protectores que lo huieran sal'ado de las garras del puma, pero el A#aBlalha" que lo ha!a lle'ado entre sus raos se lo impidi( con un gesto& Adi(s Rdi#o& Adi(s& Adi(s& Adi(s Rcorearon los dem)s& Despu$s, tendieron sus alas ", en menos de un instante, desaparecieron en el cielo& WQu$ te pareci( el monteX Rpregunt( el auelo d!as despu$s& mmm Rcontest( el muchacho& Pero qu$ callado te 'ol'iste desde que *uiste a caar, hi#o& amos, quiero que me cuentes& De todo lo que 'iste, Wte gust( algoX Rinsisti( el 'ie#o& ic! se qued( un rato pensati'o& Despu$s, le'ant( la caea& .a 'o de los p)#aros, auelo Rdi#o& suspir(&
YZ Jotas
.a india " el duende 6asado en una le"enda san#uanina " un mito diaguita .e dec!an la india arianaV " aseguran que naci( en %an 5uan<3= hace m)s de doscientos años& En .a +io#a <0=, ha" otra historia que hala de un duende, el iBilo& a" quienes piensan que alguna 'e se encontraron& De ariana, los san#uaninos cuentan que era delgada, de pelo negro, lacio " que ten!a un par de o#os oscuros que rillaan con una lu especial hasta en medio de la noche m)s cerrada& uchos aseguran que siempre usaa ropa lanca " que halaa con una dulura especial& Todos coinciden al asegurar que siempre andaa descala& Tal 'e, por eso, nadie la escuchaa ir o 'enir, " ninguno supo nunca d(nde estaa cuando no la 'e!an& Por lo que se sae, con'ersaa poco con los ma"ores " pre*er!a halar con los chicos o cantar mu" a#ito para los animales& %e comenta que sol!a a#ar de las sierras con pepitas de oro en el olsillo, oro que usaa para comprar su pan o para a"udar a todo aquel que no ten!a qu$ comer& SEh, ariana Rsol!an preguntar los chicos-, Wde d(nde sacaste ese oroX De un pocito Rcontestaa ella " se re!a sin le'antar la caea& Dicen que alguna 'e 'ia#( a .a +io#a " que all!, despu$s de hacer sus compras,
dorm!a dea#o de un gran )rol con el pelo tap)ndole la cara& Entonces, los chicos se ale#aan para de#arla descansar& Pero pas( que no solo los chicos quer!an saer de d(nde sacaa el oroH tami$n los grandes ten!an gran inter$s& uchos trataron de a'eriguar d(nde ten!a su tesoro ", m)s de una 'e, intentaron seguirla cuando su!a las sierras, porque pensaan que ha!a encontrado uno de los tantos tapaos<7= que ha!a en la regi(n, pero nunca pudieron llegar al lugar porque un inmenso perro negro de o#os colorados la cuidaa " no permit!a que nadie se acercara demasiado& %in emargo, algunos, mu" pocos, di#eron que se ha!an enterado de d(nde consegu!a las pepitas& Al parecer mucho antes, la india ariana era mu", pero mu" pore, tan pore que no ten!a casa, ni guardaa una sola moneda& Para comer un troo de pan " conseguir algo de ropa, se 'e!a oligada a traa#ar de la mañana a la noche ", muchas 'eces, la maltrataan& Pero ella no dec!a nada& Andaa triste de un lado a otro cuierta con un ponchito 'ie#o que alguien le ha!a regalado& 5ustamente eso, un poncho 'ie#o, era todo lo que ten!a& asta que una tarde, su 'ida cami(& Era in'ierno& ariana 'ol'!a de su traa#o con los pies morados de tanto andar& Caminaa sin saer ad(nde ir cuando, de pronto, escuch( un llanto& Un llanto tan chiquito que apenas se o!a& Enseguida 'io una somra& .a somra era de un muchachito tan chico que parec!a un duende& ariana se acerc( para mirarlo me#or& cuando lo hio, 'io que ten!a una mano de lana " la otra, de hierro& W.a mano de lana o la mano de hierroX Rpregunt( el muchachito& ariana encogi( los homros " sonri(& .a mano de hierro Rcontest( con una sonrisa& El chico solt( la carca#ada " la empu#(& Jo es hora de #ugar, amigo, tenemos que descansar Rdi#o ariana " lo lle'( hasta el patio techado de la iglesia& Al d!a siguiente, *ue con $l al campo en el que traa#aa& El dueño la recii( de mala gana& WQu$ hac$s, arianaX STra#iste al iBilo<4= Es un duende tramposo, te 'a a arruinar& Jo me digas que hasta 'as a darle de comer&
Jo se me eno#e, señor& o me ocupo de $l Rcontest( la chica sin creer en lo que le dec!a& Jo me eno#o Rdi#o el homreR, pero si quer$s alimentarlo tendr)s que traa#ar m)s& Como toda respuesta, ariana empe( su tarea& Cuando se *ue, el dueño del campo le dio pan " leche para los dos& Despu$s, la chica traa#( el dole durante una semana& durante una semana, ella " iBilo durmieron en el patio de la iglesia& asta que un amanecer, al despertarse, ariana no encontr( a su amigo& %e ha!a ido& Entonces, sali( a uscarlo, no quer!a perderlo& Andu'o por todas partes, pero el duende ha!a desaparecido& 8ue cuando pens( en las sierras " como no ten!a miedo a nada, sui( a uscarlo& %us pies oscuros treparon " se lastimaron con las piedras " espinas del camino& .os o#os negros de ariana miraron cada rinc(n& Por *in, lleg( arria& Desde all!, 'io un poo pro*undo aierto en la tierra& Tam tam, lati( su cora(n& Tam tam le golpe( el pecho& "a no le importaron las piedras ni las espinas& Corri( hacia el arranco& Corri( m)s r)pido que el 'iento& asta que al *in lleg(& .a oca del poo no era mu" grande, pero, su cuerpo se desli( como si a#ara por un toog)n& Aa#o ha!a una gruta& %entado #unto a un perro negro de o#os colorados, estaa su amigo& .o rodeaan muchas olsas llenas de oro& Al encontrarse, sonrieron los dos& %on tu"as Rdi#o iBiloR& /racias por lo que hiciste por m!& Tami$n te do" el perro para que te cuide& antes de que ariana pudiera contestarle, se *ue del poo m)s r)pido que un gato& .a india se guard( un puñado de oro en el olsillo " despu$s, tami$n ella se *ue de all! seguida por su perro& A partir de ese d!a, de#( de traa#ar " pag( cada una de sus compras con oro& As! *ue como los chicos del lugar empearon a seguirla& 70 77 SEh, ariana Rle preguntaanR, Wde d(nde sacaste ese oroX De un pocito Rcontestaa ella " se re!a sin le'antar la caea& asta que un d!a no se la 'io m)s& uchos se preguntaron qu$ *ue de ariana& Algunos aseguran que el duende " la india nunca se conocieron&
Pero otros est)n seguros de que la india ariana 'ol'i( a %an 5uan donde se cuenta una historia mu" parecida a esta " que despu$s, se encontr( con iBilo " que los dos se *ueron a otro lugar para 'i'ir #untos& 5untos, para no separarse nunca m)
YZ Jotas