Descripción: Feliz 53 cumpleaños, doctor. Bienvenido al primer día de su muerte. Pertenezco a algún momento de su pasado. Usted arruinó mi vida. Quizá no sepa cómo por qué o cuándo, pero lo hizo. Llenó todos mi...
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Specification for Wrought Steels for Mechanical and Allied Engineering Purposes. General Inspection and Testing Procedures and
Descripción: BS7448-1
libinidad
Descripción: Reseña de lectura (Tema, conceptos, resumen, citas y preguntas) del capitulo 1 y 2 del libro "LA imagen inconsciente del cuerpo" de Fraçoise Dolto
PSICOANALISTA DEL TRATAMIENTO DE LOS NIÑOSDescripción completa
Sexualidad FemeninaDescripción completa
la causa de los adoelscentes
Descrição: FCE PRACTICE PLUS 2015
Dejstvo na konstrukcijeFull description
auto biografÍa de• una ps•eo analista
fran~oise
dolto
unas semanas antes de su muerte Franc;oise Oo!to evoca con un entusiasmo poco común los acontecimientos més sobresalientes de su histona personal. y lo pnncopal es que se trata de un doá.logo con un psicoanalista de un mtercambio entre psicoanalistas. Encontraremos. por supuesto. a los padres de Frano;oose. a aquellos a quienes amó o rechazó en el curso de su vida: sus grandes encuentros (Laforgue, Alain Cuny, Rostand. Lacan, y sobre todo Boris Dolto). La veremos tratar cuesliones 1écnicas de su oficio, proponer una interpretación original de la psicosis y exponer algunos casos clínicos extremos. La escucharemos también relatar sus intereses extrapsicoanalfticos, especialmente la pintura y la revelación que fue para ella ta lilurgoa ortodoxa En el encuentro de sus asociaciones lo que se d1bu¡a es ta singulandad del su¡eto Franc;olse Oolto. De la autora, S¡glo XXI ha publicado El caso Dom1nique, PsicoanáliS1s y ped1atria En el JUf!(JO del deseo y Seminario de psicoaná/1s1s de niños, en tres volúmenes.
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psicología y psicoanálisis DIRIGIDA POR OCTAVTO CHAMIZO inmemoriam
ARMANOOSUÁREZ
11Woll11 1ltlll 11~ 1111'1.\ t\NA l)(>MINOUl 1l.
AUTOBIOGRAFÍA DE UNA PSICOANALISTA (1934 - 1988) por FRAN<;OISE DOLTO tato preparado por ALAIN Y COLETTE MANlER
siglo veintiuno argentina editores
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c:dkióo u ruida.do de 11r111m valcar!xl pcm.4' efe c:a1b p&llcim
pñmcm cdk:iM en cspallol, 1991 C il,g1o ni ediftm:I. U. de C:.Y. primen edid6n eu ~ 1989 e 6ditionldu KUil,pul& UluloQdpat: ~dw~ J934 . J9BB
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INTRODUCCIÓN
Ya le digo, hay que 1encr caos por den1ro para dar a lu1. una cstrella danzante.
E!I 29 de mayo de 1988, las circuns1ancias y la inOucncia de amigos psicoaoali.~as wmunes haceo que Alain Mn.oicr y Fr~isc Dollo se rc6nan para un 61timo frente a frente. Tras una supervisión de dos años, apasionante para ambo&, dejaron de \'ene mucho tiempo. Manier trabaja en la psicosis, con respecto a la cual está elaborando una teoría propia. Le intriga la manera como Fran~ise Dolto se convirtió en psicoanalista, en una familia donde el lugar que ocupaba habría podido llcva1la, justamente, directo a la psicosis. LPodcmos comprender qut pas6 alll7 lQut pcnnili6 que a final de cuentas todo le saliera bien a esa jo\'Cocita tan inquietante para su familia? A partir de CS1a historia Lpodcmos sacar conclusiones teóricas? Al pa¡cccr ella es la mejor indicada para responder estas pregun· tas. Sin embargo, la entrevista los lleva más lejos de lo que estaba previsto. La rclaci611 de confl802ll que se establece entre ellos -tan diferentes uno del otro pero, al mismo tiempo, tao cercanos en puntos esenciales cuando se !Tala de abordar el sufrimiento humano - los conduce a compartir este libro que será el último en el que ella hable de su vida de ¡>8icoanalisla (el 01ro libro póstumo será el que hicimos juntos, con la colaboración de Colettc Parchcminier, en el cual se dirige a los adolc5ccntcs: Paro/u pour adolucenu, ou /~ Complexe du homard).
Í!I se presentó con preguntas teóricas, ella primero va a conlcs1ar con un largo rodeo y a contarle su vida. Ya lo han hecho, pero de otra manera: lo que dice es difcren1e porque es t~ porque es ella, y porque ambos saben que ella pronto morirá. Podrá decirse que elude la reílen6n teórica, que se sale por la tangcnlc; cada quien es libre de hacer su propia lectura. Para nosotros, que hemos 1rabajado mucho CD este texto, al cstu· diario a fondo en la paz que sigui6 a su muerte, DOS pareció evidente 19)
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INTRODUCCIÓN
'I' ,muy 1•J1el1U111r.uiu, rc•pondfa con toda clañdad a las preguntas
• ¡t.l.ln M.111orr. I""º a ,u manera. f n .-.111~ rcl•IO, nos encontramos coo una cllnica de cuatro año& y 111CMl1•> q11<· c¡tr<"<' un don de obscr.aci6n organizado sobre ¡u propia r1111il1.1 YM•brc &( mi.<.rna.Atrapadaen el torbellino de IO$acontecimienh" ""'' drnmiticos -duelos, guerra, neurosis familiar- salva el J1r llr¡o 11 ocr la clínica de esta saga. El psicoanálisis, incluso antes de •1uc frun~OÍiC Dollo lo llamara asI, fue para ella una cuesti6o de vida omucnesimbólica. Dado que novivraen unatpocacn laque los niños que ponían en tela de juicio'º entorno se los llevara a consultar a un p.<1icotcrapeu11, ella misma tomó el asunto en sui manos. Por eso, t"UaJJdo Ucgó al hospital tenía años de ventaja sobre los demás eo Jo que a clínica se refiere. En cambio •estaba en la luna• en todo lo concerniente a lo social y político, por haber sido educada en una caja de cri&tal casi bermtticamentc cerrada en el seno de esa familia, donde las conveniencia¡ sociales se uo(an a la neurosis familiar para ensanchar unas parcde6 cuyo papel era proteger de las influencias extcñores a una joven casadera. Esa me7.cla de scnsate1, de apertura al otro por la observación y de ingenuidad, le duraré 1oda la vida. Le movla la occcsidad profunda de hallar 1o posill\'O en toda 1ituaci6n. Andaba en busca del med.io para "aptovccbar", en el "sentido dela vida", en vc1 dcoponcrsc a una idea o a un principio. A veces eso le jugará malas pa.~das. Su fuerza residía en su capacidad de decir lo que consideraba cierto, aun a costa del ridlculo que nunca temfa, y al mWno tiempo podía recibir con 1inccro interés todas las críticas que se le hicieran. La relación poco trivial que man1enla con su narcisismo, como 1o menciona desde el comie07.0 de la entrevista, le proporcionó una increíble Ubcnaci Creo que fue una gran psicoanalista, pero no me corresponde a m~ que no lo 50y, hablar de ello. También fue un personaje que marcó de manera increíble su tpoca y la vida de sos contcmportncos. Esla jovencita que tanlo desconcertó a su familia y cuyo futuro parcela tan sombrfo a sus padres, iba a recibir millares de canas de agradecimiento provenientes de las personas más sencillas, asf como de las más instruidas. Más de treinta escuelas, guarderfas, centros de convivencia llevan $U nombre desde que muñó, asf oomo una sala de juntas del hospital TfoClsseau y una callcen una ciudad nueva de Bretaña. Además, la Casa de Moneda de Parls acuñará una medalla con su efigie en 1990. Se la apcecie o no, alll hay algo ineludible. EM> no me impide ver d6odc pudo equivocarse ni ignorar los errores que pudo cometer. Evidentemente los hubo. LEn qut vida humana no se los encuentra? Ella era la pñmera en reconocerlo.
l"ffiiODUCOÓN
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Al dcjarnog, nos confió este LCJ.a ni, sobre todo, ganas de releer. Durante esta entrevista, estaba a la \ICZ Cormidallk· mente prcseolc, pero ya en otra par le. Algunos factores en juego ya no -'ran suyos, sus preocupaciones estaban lejos de w nucsttas. Pocos dlas después de la grabación complemen1aria del 14 de julio, la llevé en silla de ruedas a su despacho, ese lugar tan marcado por su presencia y ¡u labor durante cerca de cincuenta años. "Es un bonito despacho, dijo obsem.ndolo, es alegre, muy agradable ... pero ya no es mio", lñadió divertida y sorprendida a la 'YC7 por ese descubrimiento. Henos aquf an1e una mujer aún en el brote de la juventud, aunque se prepare a abandonar un viejo cuerpo gastado, esa forma, como la llamaba, que ya no puede llevarla muy lcjo5. Morir' de isuficiencia respiratona, cerrando de manera sorprendente el ciclo de su vida: ya a la edad de ocho meses habla intentado morir de amor y nostalgia mediante una bronconcumonfa doble, cuando la separaron bruscamenle de su niñera irlandesa, sin una palabra deQ¡>[icaci6n(cf. Enfances).Alprcciodcuamucrtc, muy cerea de la cual estuvo por falta de respiración, recuperará el 1iemo susurro de la voz de su madre, que la man1uvo contra su pecho durante cuarenta y ocho hora~. Pran~oisc cs1aba di~pucsta a todo para hallar sentido a la vida. Siempre se sintió "atípica" y, en cfeao, aco que en verdad lo era. F'ue psicoanalista, fue mucho más que eso también, sin intentar nunca saber verdaderamente lo que rcpre~entaha. Ejecutaba con mucha seriedad todo lo que emprendfa pero jamás se lomó en serio, por eso era fácil vivir con eUa, y asf lo fue hasla el final Habla de sí misma; llDO de los últimos deseos de su vida fue hacer ese relato. Alain Manier que habla Uegado con algunas preguntas se encontró ante la extraña tarea de elaborar este texto póstumo. Le ag,ade7.co haber aceptado este avatar del dcstiJlo con humildad. Mediante su trabajo minuciosoeoeste texto, Coleue y Alain Manier me permitieron cumplir mi deber filial, al presentarlo hoy tal cual. Por mi parle, veo en él un 6ltimo mensaje de esperan1.a lan1.ado a los otros •atípicos" y a su enlomo, pues tenían un lugar privilegiado en su corazón.
I • ¡;1ahaci,,. dtl lCll10 que.., lccri a coe1111uaci6n, se n:a.lttó en do. {J('&";Ít •flc... , ·
U el do1111n¡¡o '19 de mayo de 1988, de Lu 15:30 a las 22:30 en el tics pacho de Fran~isc Doho. Colcue Man1cr se encargó de la graba· ci6n, O eljucvca 14 de julio de 1988, de las 11:30 a las 13:30, desde: su cama, de la que ya no podla levantarse, para rcalO.ar pre~. punlualiz.a · ciones y anadir complemc:ol.05. Owaaie caao cncl"C\Óslas, nos dlocl apc:O.dodc tod06 io. ~jea citadOlCllUlelclllo. Dccidimolpublicarlo.C11clcasodclo&mic:mbr.dc la (amilia, lor. i-icoaNl..W y i-iquia1ru, ia. pcrsonahdadca que licncn llD Íaler& histórico. Sólo 0011oervama. las inic:ialcs Cll el ai.o Je io. dem61, salvo una excepción. El leclor de.cubrirá la rv.óa de ello en la p. SO y otra, autorimda por dicha pcnona (p. 9? y n. 23). En el anexo se encontrarán informaciones des1inadas a aclarar lo dicho por Fran~oisc Dolto gracias a las indicaciones que aportan. Como el lector podrá dMSC cuenta, a Fran~isc Dolto le interesaba mudlo que los [actores en¡ucgo, momcnt06 ycircunstancias de su ~a que fucrun no1ables, sc coaocicran con pttcisión. Al lcclor atento de este ICJCIO. y que a6n rccucrda Lll c...,e du oi/l»IU y út/011ca le sorpreodcrú alpus cootradic:cio1I sobre lodo co cuanto 1 fechas, ooa rupcc10 1 lol tcllla& anteriores.. ( . , _ war en posibilidad de afirnur que las fechas menáocla· dM ••1ur dc:li
112 J
Cuando yo hablaba, mi padre sJempre me decía: "iFran· <;oise, míra que una imaginación asf es peligrosa! Muy pcligro.'>8. lQuévasa baccroon ella?"Yyo,yo nosablaque eso era imaginaci6n. Contestaba: •¿Por qué
Ouiéro vivir como un críslal, lal vez me quiebre. PRAN<;QISB DOLTO (CornJpondnnrt, 1940)
1. EL MARCO IDE LA INFANCIA
l'RAN(;OISB OOLTO: De modo que es para hacerme preguntas sobre mi loquera por lo qoe viene a verme hoy. ALAIN MANIF.R:En realidad, quisiera interrogarlo sobre/o que se presen· ta en lugar de la "loquera» en su vida, y que me parece m6s interesante.
!Es muy gentil eso de "se presenla en lugar de" ...!
/No, m absoluto! No tiene nado que ver con la gentileza. En todo caso, siento mucho que no se tenga la historia de la vida de Lacan. Me parece que en eso faltó a su deber de pSicoanalista, pues es un deber de los psicoanalistas revelar lo que puedan de si mismos, aunque esté muy manchado de narcisismo. De un narcisismo, lcómo decir? ... tramposo.
iFonosamente lo es? No, no forzosamente. Creo que el narcisismo es una fuel7..a vital, algo asl como la fuern vital de Dios en noso1ros, que oo puede negarse.
Pero a veces, incluye tambi~n una parte de disfraz - en el caso del espejo de si-, y eso no lo puedo evitar. Forma parte de lo que los demás analizarán.
Bien. En lo que me concieme, como usted sabe, /roce mucho tiempo quena hacerle estas pre[illntas. Y la lectura dt si1 libro Enfances reavivó mi e11riosidad. E11 efecto, al leer la historia de su i11fancio tal como la describe, me dije que al/{ se encontraban reunidos casi tódos los elemen· tos que yo, como analista, he hallado tontas y tantas veces en los psicóticos -porqtte son ccnstit11tivos de esta estmcrrtra-, y sobre todo los tns principales: O un podre m6s bien ausente, en el aspecto ffsico a causa de srt lrabajo, y sobre todo en el del lenguaje, un padre que, podemos sospechar, no intetvino mucho en la vida psfq11ico de sus hijos, al menos durante lo.1 primeros meses de su existencia; ¡t5]
1•1 , MARCODl!lAl'WAMlA
U un• lflJldrr "motulnuuo1 •, que a~ de sus palabrru le pua a tukd ru prorna ntOIUllrt<>.ti.Wd panz podtrr aCllJllrla de di., a d«i MIUÍZllrlll tlr la MO'Wtu ntdr sa/\Ylj< como ~/uta. como su psicoanali#a; O f/Nzlmm~ una pu¡uttllila muy pr««. "'"' e úudrgttlle, qw quitt~ 1ut>er, que exige rapuesras y no obt1tn1t nada qut lit "'1Pniclt lo que SUlll/4 - e11 quitri, por tanlO, el lmgua¡e no deson~lla su JlálNI de sunbo/UD· rilln y rio le pomite, a su 1oa, exptUarre uponlánt11 y plorammu mtibu111t ti lengµaje.
De lo que usted habla cuando dice la "nwdre mOllSltUOSll", es de la madre que se acla fea, tonta y mala porquen padre, a quien adonba, IC lo bab!a dicho. Era muy importante la COC1vicci6n que tenla de 1u inrcnoridaJ CD la Wb. De mwra muy curioA, adcm's Por ejemplo. dcda que era bajita - mecha un metro cincuenta. Qwá sea u1>1 estatura corta, no lo sé. Sia embargo a m! DO me lo parece: Catbcrioe, mi túja, mide UD metro cincuenta y no me parece bajita, ioduso me parece muy al11. La importancia de lo lkico, es algo que me sorprcndla en mi madre. ella crcla que era bajita, crcla que era rea. Y tambito cre!a que era tonta y mala; y lo I05lcola. Porque era apasionada y agresiva. Ocda "Soy mala.~ Out chistoso, Lvcrdad? hablar asl. Ella MCt3itaba hablary analuar todo uo, y jam4s lo ltabl6, =q110 con IUUd.
No; se lo deda a todo el mundo. Noc ..vedla porque se acrcdla a d
i:nisina todo el tícmpo. Pero ali/ hay oigo que parece haberre cortrodo m4s en usted que m lo.r dem4s. Quh4 porque era una nilla, tal l'ltZ porque ttu la ugunda nilfo. S(, adcmú creo que aquello se ceotró en m! porque mi hermana murió y era yo quien me parcda a mi madre quien, scg6n ella, babrfa debido IDOl'ÍI. M1 hermana era rubia de ojol 12Ulcs, como el padre de mi
madre, y babrfa debido .;.;.. porque, para mi madre, era bija del iDceslo.1 Sin mtbafio, cuando su ltamona muri(), usted ya ttu rdiltJvammte mll)'Or. Todos loJ factores ps(quicot en JUtflO yo aistlan panz usttd m CIU!Momert/O.
l. Consullono de Frno~isc Oo110 fotografiado d~ la puerrn de cnirnda.
El dMtn y el sillón, aquí invisíblcs, cgtaban junto al muro, n la derecha.
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Livret de Dame Inftrmiere · o //., l¡'trn:-,/1f?lj1'/Í) - 1(/T!f'/lt> Appart,nanl
Nom Préft<•m·
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D•le et licu de nn1,.ancf'. { tt1-1.-l{:J't•,
Nom• de•
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3. Credcnaat de enfermera, cxpcchda et 6 de JUDÍO de t 930.
4. Fra~ Marcue con unifotme dc enfermera.
S. Fram¡oise Mareuc y su madre, en Deouvillc, semoM santa de 1932.
6. /\Cuarcla de la temu.a de la o. en casa de los D.. 26 y 27 de sepocmbrc de 1931.
7. Lacla!Cdc filoooftadcl bccoMoüm:, 1924-1925. f'ranqaisc Marc11ces1• co la llluma fi.la, la quinta de derecha a tiqulcrda.
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8. 1-fotel de la l .oba en Roquchrussaonc (Var.), Llamado por~ habítantes el "Oub de los 011ílados". Tar¡cta posrnl enviada a Frnnc¡oisc por Phillippc Marcue durante su estadía, en se¡l4icmbrc de 1936.
9. Pollcllnica del bulewr Ney, anexo de Bicbal, hacia 1952. De pie a la l:zquicrd3: Raymoodc 8arguC$. Sentaclof de ri:quicrda a dettdla: Odde u.y. Brubl, Reat Bargoc:s, F~ Oolto, Jcnny Aubry (lela de 1CMC10), Dame! Wicllocher, un MISICOIC, Anne-1.ISC Stem.
10. RC1nl10 recuc.-do de Rcné l.Jlfor. guc, compuesto y enviado por ~ l.aforguc a lol 8Illlp de $11 1J8111o, 1om.1<1 mientras ltt la fllY'hopaúlolor;u Jt l 'teMe.
12 f'ran~se Dollo y Jacquct Lacan en el congreso de P.acocolmo, princtpkls de ag
I• , llodA lle: l'ra~.c Marcne y Bor1s IJullo,cl 121lc lcbrcrodc 1942.
IS. Bustos que se cnaintrabun en el con•ull1M'10 de Frnn~l.'IC Dolto. t. I'. Dolto por Jocquc~ l.lpchit7 poco anttl de la guerra de 1940; 2. ('.111hcrinc l)olto por F l:lolto; 3. c;r~gmrc l>olto por l 11mbcn-Rutk1; 4.Jcun Chrysogtomc ()0(10, llamadO Carln•. por lamben-Kuckl
16. Fra~ Dolro y Stl3 rrcs h•JOS
l I M/\RC'O OBLAINPANCIA
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/.11tr1, por así decirlo, mi madre jamásse habla ocupado de mi. Estaba '" 111rnda con los mayores. Me la pa.5aba de lo mejor. Vivfa mi vida en 1111• fomilia numerosa, en la que me parecía que los demás perdían 11111rhotiempo peleando, mientras que yojamás lenía sulicicnlclicmpo I' 11 aenemistarme con alguien. Siempre eslaba ocupada haciendo algo. 1 1 fue la particularidad de mi cslar en esa familia numerosa: siempre utnbn ocupada haciendo algo que me impedía perder el tiempo en
1•dc11r. o ira que tenfa 1m 1uo del leng110/e y 11na relación con el Otro distinta a lo111~ /OJ demds. ~ 111 uuda, sin duda. Los consideraba personas intriganles que~ agita· I• ;n mucho. Y mientras tanto, yo hacía un bordado, una pintura, un 11111cble de muñecas, algo que era siempre más urgente que discutir ••• u con el vecino... lque mientras tanto habla lomado mis tijeras 11urnnle ese tiempo! "Bueno, Ldóode están? LDónde las pusiste'/ llucno, está bien, voy a buscarlas.• No arma uno un escándalo por eso, •l 1111 estando uno muy contento, termina peleando. Además, en mi práctica psicoanalista eso me ayudó mucho. Creo 11110es algo caracterlstico en mi como psicoanalista: la polémica no me lo11cres6 jamás. "Después de todo, quizá tenga usied ra7.6n. Yo no h ·ngo tiempo que perder, pues no veo nada interesante en lo que dice.•
l •rrde ese punto de vista, eso quiere decir q11e era plenamente miembro
,¡,, .111 familia ...
1•.,r completo, si. y al mismo tiempo, 11n poco espectadora. 1lcl todo espectadora, muy pronto.
Muypronto, entonces, de cierta manera, q11iz4 era lncaJIOl de 1tsolverlos ¡•111blt!111as que se presentaban. l'l'o1olmcn1et /'m1 bastante hlcida para verlos.
l ld todo, y divertida.
ELMARC'O DP LA 11'1'1\NClA
11
p.,, tanto. se 1rfugfoba en una ap«ie de humor muy, muy proruo. de m·ocidod de aplriru, de lucidezy de h11mor. !Oh! .r Recuerdo un pcqucno dclalle. Era el comicnw de la guerra. El marido de la coc:inera, que no 1rabajaba en la casa, donnla en la parle de arriba; no lo vcfamos. Lo hablan movili1•do, como a todo el mundo. Y DOSOtros tentamos paws reales en el jardln:1 recuerdo el m~co es¡>Cd6eulo de su cola, cuando hacía buen liempo. Desde luego, los pavos reales declan "león-león". Pues bien, resulla que el marido de la cocinera se llamaba León. Me parcela extraordinaria· mente acertado pues. esta mujer que pensaba sin cesar en ti mictltras hacia la sopa y pelaba las verduras, podía decir: "León, ilos pavos reales te llaman!" Yo que era una niña, me dcáa: lPeroqllXn lo llama? Porque, cuando no es1aba en la guerra, siempre decfan "león" y ella oo lo nOIJlba. Ahora que csti en la guerra, ella dice que los pa'roll reales lo ll801811, pero quiú ya lo llamaban desde antes.• Y me ponla a pensar. No lcnla una respue$1a, pcl'O me pareda muy raro que la cocinera sólo bu bien desc:ubieno que los pavos reales llamaban a su marido a partir del momc:n10 en que lo hablan movilindo. Cuando por lo regular ti se iba todo el ella, y ella no lo vela mú que por la ooche, cuando subía a su cuarto..
Es como si ~ muy ni/lo hubimz estado atento o todos los osp«l0$ de la rt1Jlldad, y hubiera sido senJíble o lomen« modijicaci6n. Eso me planleaba un problema.-
Jque /0$ dem4s no toman en cuenta los modificoci011es de tal o cual aspecto de la rttJ/idtld1
•
!Eso esl • lDe dónde saca C$1a niña todo eso?" Cuando yo hablaba, mi padre sicmpt.S me dcda: "IFran~ mira que una imaginación &!I es peligrosa! Muypeligrosa. lOoévasa hacer coa ella?" Yyo,yooosabú que eso era imagjnaci6o.. Contestaba: "lPor qut dice& que es imagina· ci6n? Quizá sea verdad.• En Enfanccs, ruando ~sponde o las ¡xegimtas de Catherine, mee que el q1u much0$ se hubiuon mostrado inquktos, o írrílados o on~ados 1
Se tB.t• del J•rdfn de 11 t4fnka del doctor 8&andtc A.Nido enfrente y 8baja. dd ba" meock5n mú ampUamc.n1c un póC.'O du~.
na.al ae
ll M/1111111)1' 1.A NFANCIA
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püllá 11'1' llamobtm la locwu, lo origfnal1dad, la imaginación, ltU UhtU
qui MJlhi torio, fue algo que la morc6 dade la infanda. iEI auo, pq .¡tmplt1!
lt\hl el cura ... IEstaba muy preocupado! "LOuién le metió eso en la '.1tx:1a?" Cuando a mi se me habfa ocurrido simplemeole por hacer, rnmo los demás niños, lo que él me habla pedido: "Apréndanse de mtmoria el Evangelio de San Mateo.• Me to habla aprendido y me había hecho rcOcxionar. No babia hablado de eso a nadie. Y cuando ti preguntó: "LTlCl1cn alguna duda?" A mf sólo una cosa me inquieta· ba: !San Judas! LPor ~se guarda tanto rcacoc a Judas y por qut se dkc que ca un canalla, cuando sin él la Pasión no habría podido de.atanc, y cuando Cristo le dijo: "Lo que 1cngas que hacer, ihazlol", al tiempo que decía a Sao Juan: "Aquel que debe traicionarme pone la mano en el plato al mismo tiempo que yo.• Eta Judas. Ydice a Judas, 1endiéndolc el pedazo que le oírcce: "Lo que tengas que hacer, lbaz· lo!" Judas, que quería a Cristo y que babia sido elegido por Cristo, que lo qucrla, deseaba que lodo el mundo supiera que Cristo era hijo de Dios. El sancdrln no lo crela. Judas se dccla: "Si va con eUos y lo oyen en came y bues.o, comprenderán que es Dios quien babia.• Entonces babia que monlar todo un ardid para que Jcs6s se prcscnlara ante el sancdtfn, y al fin se descubriera la -crcbd. Se ceda muy listo por haber montado cae ardid y dijo a los romano&: "Se los vendo por neiota denarios." As!, Jcs6s iría a hablarles. Lo desesperante fue que no funcionó. Pero esa desesperación se debla a que se lo habfa jugadu todo. Y alguien que se juega todo su amor, no puede ser sino un santo. Cuando contaba todo eso, habla que ver el efeclo que produda • mi alrededor. De veras pareda un hormiguero en el que se hubiera lanzado una piedra. Todas las niñas y niños -era vísperas de la primera comunión- decfan: "ISf, es ciertol" Yo era convincente. Entonces, el abale R. - más tarde se con-crtirla en monseñor, ly era un tonto de capirote!- al ver todo el barullo que aquello provocaba dijo; "Miren, se ahorcó. Y uno no tiene derecho a ahorcarse, puesto que uno no se dio la vicia.· No dije nada y des~s, al momento de la salida: ~Fran~ise Marene, venga a verme.• Voy y me pregunta: "lOuién le metió eso eo la cabc7.a? lOuién le metió esa ideas? - Na· die." Y repeU to que babia contado, pero con más detalle. Entonces me dijo esta frase, extraordinaria para mf, que me inquietó mucho: ª Veo que no hay motivo para rccomen1,ar su confesión general." Entonces no era un pecado grave; era algo torcido, pero no un pecado graYC. Luego, añadió: "Sólo una co.u le pido: mañana, cuando reciba
..
EL MARCO DB LA INPANOA
w lr.61 ,,. mntlhlr 11;Joo f,>A foYOtcs que Jcs6s puede hacer cuando In 11111>cl rm pmn.-ra vez- le pediri que le conceda ya DO pensar 1•1r(juc, cuando wted ptensa, c11idado. Entonces, le va a pedir a Jcsils y111101 pcnur." IY rcalmentelohicel Crcla que ya oohabla qué pensar, l1• ~•1uc &icmpre que pensaba Ja regaba...! A•I u Mue nada m6s que ankdola
- áa no la ccnocla en dda/le...
'"mi mañdo le llivcrúa mudúsimol
Puo durante la suptMsi6n que hice con usted, hlego m sus libros, u O'¡hido/a, conocí Ol1'0S, lo que me sorprrnde es que sOfl historias muy
SI, muchos, en efecto.
... vividos sin mudta distandJJ. En ruumldas cuentas, /oque me sorprrnde u su mane111 de tomar lo que el orro le dice al pie de la ktra... !Absolutamente!
•.•y /uq¡o. con una Inmenso strúdad, y con ayudQ de una,.,,. llCtividlld inlekctua4 sacar rodas las conclusiones posibles, desplegar toda una ló¡¡ica a parrir de lo que tíene. SI, porque ser marginada me hi7.o muy infeliz. Puo, quiz4 la marginal>atl justo a causa de ese prc>cUO. Una va me dijo quepotO usred su principal cualidad trr1 no ser pial como dice mucha goite, sino dlbil...
Es cieno.
.•.u decir de anular la palab111 del Ol10 y hacerla {undotuu con IWI tsp«ie de ingfnUidad /ó¡¡ica. Ea efecto, yo escucho de otra manera.
S4 como si no logrwa ser - •c&no decir?- ladina en e/lenguaje, como si qui.uf, paro decirlo en ttnninos psicoonallticosy m6s lacanlanos, cierro dimensi6n de la meJ4foro no funcionara p/entlnWlle, como si se tomaro lo palab111 un poco como dinoo cOfltantt y sonante.
1 1 ~tARCO DI! LA INPANOA
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SI, AL ~AIOllUS,
en efecto, como usted dice hay marginaci6n. Es decir que no
tt ntt:aitarla mut:Jto mlh pmo pasar del lado de un pensamielllo tan
.11ngular que perdioo del todo contacto con el otro; podrfamos decir loca
si se quiere, pero poco impcna..• Pero yo sf creía que los adultos tenían razón. Y eso es importante. Fue eso
wque la sal1'6: asf habfa un Otro.
Mire, recuerdo esto, por ejemplo. Con frecuencia fbamos a Dcauville, pues aDI pasábamos todas las vacacione.;. Y había una frase que decían las personas mayores y que yo oía desde m1 más tierna infancia: •t.os camarones necesitan ser cocidos vivos.• Coclan camarones sin cesar. Yo me decla: "LCómo lograron comprender los mayores que los camarones tienen esa necesidad?" Y, cuando bacía la pregunta: "iPero vaya que es tonta!• pero no me respondían. No me dcdan que es UJta manera de hablar. De pronto concluí que los adultos eran muy listos por haber comprendido lo que dicen los camarones. Desde ese punto de ''ÍSto, de niila se encontraba 11n poco en la situación de uno de esos personajes, m general dd campo. de unosfablidlos de la Edad Medio, a quien alguien dice por ejemplo: "Si quieresganare/ jWcio, deba untar la mano alj11a", y que iba alpalacio de justicio con manteca de cerdo••. Cieno fimci6n de la met6fora, se enc11tntra bloqueada allí.
Totalmente, eso es sin duda. Y también estaba el problema de la comprensión a destiempo. Por ejemplo, pienso en ese cuento en el cual se pick a un tipo que Lrllllsportc no~ cuinlas guadúas. Cuando llega está.muy cansado pues, aunque tenla su carreta, las llevó a las espaldas. Le dijeron; "iPcro si no tenías más que ponerlas sobre la paja!• Y él: "iQut tonto soy, no lo pensé!• Y, la siguiente VC7~ su amo lo manda a Uevar algunas agujas a su Dulcinea para que hag¡t un bordado. Entonces pone las agujas en la carreta de paja y cuando llcgil, le dicen: "iPero qué tonto eres! iAhora que están en la paja ya no podemos encontrarlas!~
Una explicación que vale para un caso, utilizada tal cual en Olro... Recuerdo muy bien que yo era asl: inocentona, a callS8 de una lógica que consistía en confiar en lo que me hablan dicho. "Me doy por enterada. Será para la próxima vez.n Y la próxima vez, ibabla que
u
EL MARCO DB U\ IN'l'ANClA
l&lMAI' dlllullul 1 or oo rnuyprODlotvYeque bu5car c:ómodefender· rnc. \' out r.d1fl d Jt• en que comprendí que los mayores decían n1alquict mu, que no sabfan lo que dcáan. E.o e1e ,_,ento mi comp.·u1óo ro< ello& fue tanta, que de~ de creerles. Me di cueota de 11uc eta IAn tonta como los mayores, pues al cabo de tres diM aauabe como ellos y lograba vivir igual de bien ..n saber adóodc iba. Me dije: "Ellru no son más toolos, todos somos tontos." lFue asf c:omo sali6 del 11pUro1
SI, siD duda.
Al nlismo tiempo, 111 pa"""'1 •composiái• es unportante..1/llfJca que 11 partir de
errorC$. Uno es como e¡, De m411enl qui'. desde muy niña, IUl'O 111 apottnda de la locura dtl lt!nJilJD}t. de la locura m d ltng,¡aje.
Como USlcd dice, seguramente al no comprender la metMora. ¿Es una meú.fora decir. "Si $00 guadañas, hay que poocrlas en la paja?•
AllI no, no creo que sta """mes4/ora. "Untar la numo• sf lo es, o "los Clllnil10lla nteesitan SU ctXidos mm•. Eso es. Allí era mis biea tener C5p{ritu prictico a la manera de los mayores. Pero yo necesitaba mi manera propia, porque cuando segula los cooscjoo de los mayores, Callaba una de cadJI dos veces. Por lo dem'5, hay algo que me sorprendi6 mudio, much!simo, cuando niña. Era dume cuenta por la noche de que algHnas veces el dfa hab(a sido muy desagradable, cuando por la mañana me babfa despertado dici6idome: "Es muy SCD(:illo: no hay más que obcde<:et a los mayores para que todo salga bien " Sin embargo, por más que tVllitta ese prop&ito en mente "obedecer a los mayores", siempre habla un momento en el que alguna idea mía me apartaba de la obediencia, una idea del tipo: "Len qut piensas?• iY yo pensaba alguna
imbecilidad! Me regañaban por mi imbecilidad o por mi impertincn-
11 Ml\R('O DP LA INFANCIA
11. "ll..ascfiora Fulana es una idiolal -tY porqut? - Porque viene 1 buscar a su hijo aquf con el prctexlO de quedesapan:ció, pero ooe¡¡' 1on nOM>IJOS. • Pues al principio de la guerra, icómo comprender Ja. p•l.•l,,.asde personas que anunciaban que un hijo había desaparecido, 11ur lo daban por desaparecido? Me deda; •¿Quién lo da si e¡¡' dollAparecido?" No comprendía las palabras. /1.01 rlrminos e111n CQfltradictoriosl IPor complelol As! corno lossollo1.os de c.~ mujer a quien yo quena, que se habla encerrado con mamá en su despacho, y que a tra,'ts de la puerta lpareda reir a carcajadas! Movfa el cuerpo como alguien que rfe 1 carcajadas, al hablar de 1u dolor, de su hijo, y de las no1 icias que babia recibido, y seg6n las cuales lo daban por desaparecido. Es un contraunlido que mt recuerda un poco ti de /OJ pet¡11tlltll t¡ltt oyen a .rus padrts cuando lsros rienen TClociones sexJtales. ITotalmenlcl En ese caso era la de.'IC~pcración de esa mujer, que se traducía en un hipo de dolor parecido a la risa. Y, como solla ser una persona alegre, a la que querfamos mucho porque con1aba a los niftOI historias muy chistosas con los jugucles de pelucl>e; inventaba un montón de cosas... iuna mujer adorable!, entonces me dcda "8 desapareció y ella viene a buscarlo aquf. Se rfe a carcajadas mientras que. cuando Uegó, la .i llorar". No cnlcndla nada. Entonce$, por la noche, yo dcda; "Lolotafé es lonta." Y era dramático haber dicho que "Lolo
Usted pe11soba eso de los dem6s porque estaba obligada o tilo.
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IDcadc luego! Pero =do dedan que era yo quieo se equivocaba,
ese momento esiaba COln'CDcida de que teafa:n razón; que era yo q._ oo la tcllla. isa u una difemitia que ruult6satvadora, porque la empujó al l10btljo.
IMucbísimol Por eso, cuando en la Sociedad de Psicoanálisis todos MI burlaban de mi, me decía que era yo quien me había explicado mal: pues &i lo que hacía en mi práctica era operante, también lo serla 111 otra gente lo hacla. Una acútud asf lino a fa reflajf>n, af trobajo y a la comunicación con d
otro. En efecto, es muy importante.
En wque dice, hay <>tra cosa~ me S"'f"t!nde mucho: esos fact()fU.,.
juqo, esos lógicas diferentes que se abordan tanto en E11fances - con rcspcao a lo que dice ahora - oomo en otras palabras que le he ofdo, los &it6a usted principalmente en su relación con los mayores, oon lc9 adultos. Pero con rcspcao a los demú niños, con sus hermanos J hermanas o con los dem4s niiios, ca la escuela, ¿tambi~n ge sentla diferente? 1En absoluto! En realidad tenía poca rclaci6o coo los demú aiioa porque )'O iba a lo que se llamaba una "academia para señoritas•. Teníamos un programa, estudiábamos en casa e lbamos a "hacer en la mesa", como se dcáa, un ejercicio que probaba que hablamos aprendido, o no, el programa que habíamos visto en la semana. Por eso tenía poco contacto con los demás; excepto durante los reaeos. De lo '1nico que me acuerdo y que me molestaba porque crela que tampoco estaba bien, es que me dijeran: "Fran~ lbajaelvolumcn, bajaelvolument• Me imagino que a los dernú pcque!ios debla sorpreoderJcs Lodo lo que yo dcda durante d corto recreo que tenía lQgat eo un paticcito iosi¡níficantc. Reaierdo muy bien a la encargada de la clase. Por cieno hace poco vi a su sobrina, que trabajaba allf, y que me dijo: "iQut rva era usted deniíial l~raral" Yo: "S~ pero no me daba cuentL - No, no se daba cuenta, eso era lo raro. Y no me e.Ktraña que se haya vuelto famosa en su trabajo, lera usted tan raral"
JY. con sus hermanos y humanas, .rus parientes?
N HI 11 •I l.A IM'ANOJI
1
1 1lil H•uclu1.
'"" ''º
C.:omo con mi hermano que lenfa dos aiios más que yo: no ll11Híll ''"' nurnos sin hablamos. Y el que dejaba de responder era I ¡ "" 1u qu• ~e donnfa. Por ejemplo, yo le decla: "iBucnas noches, t ••• 11 '"r dcru: "!Buenas noches, Fran~ise!" "1Qu6 a guslol, 1 ln.t 1 11 < 11uiero mucho!" "iTe quiero mucho, Fran~isc!" "IYo •l l~I! Ir 11uicro, Jean!" Siempre dormí en una habitación donde """" e11•trn, huta el momento en que nos cambiamos. Allá hubo 1111111• ••hs y cuarto de niños. Pero hasta mis cuatto años y medio, l.n 11!1mu• cuatto en la misma habitación. Siempre babia uno que se hml• -' '""mo tiempo que yo: era el que 1enía dos años más que yo t ti l¡'lt •1ucría muchísimo. Nos acoplábamos tanto. Nosotros, 106 t j!l "''" no comíamos en la mesa por la noche. Comeoúbamos a ""' ~nt. mcudclosmayorcsaparurdelosochoaños.Lospequcños • 11hen •e<»tadosa la hora en que los grandes cenaban. Recuerdo que I •11 1 yo nos queríamos simplcmeotc. Vivfamos ese cariño, y nunca "'" ¡Klc.ih~mos. IJean y yo jamás nos hemos peleado en nuestra vida! \r hu/./úl>an? ¿Se contaban historiasT ¡t.¡ conoda su historia del 6.ngcl ¡/,1 /1 C'•urilarl
tlo 1 Ir lo ~ordal>a pa10 usted? (J111'' t. conoció, no~. Él dccla: "lPero por q~ haces lo que haces?•
1•,. • ,.-mplo: "lPorqutbiciste un radío de galena? Escst6pido. lPara 1¡111 ,¡l'\'C? Oye$! ti, ti, ti; lpara qué sirve?" Yo le explicaba: "Mira, es 1111 .lf.1bcto. -LCómo que un alfabeto? -IOaro que sil Hay diarios tn ¡,,.que puede aprenderse a leer los t~ti,ti. MirL• Entonces dccfa a 1111 hermanos palabras en morse. El momento a partir del cual comcn,.,.. n a escucharme, fue cuando les di noticias antes de que las loulilrran oído, o se hubieran enterado por el periódico. En los peque1\n d1.rios de telcp6$1as &in hilos que compraba - un diario por lf 111nna explicaban c(>mo montar el apa.rato; daban tamb~n el alfal~h~ y decían las horas en que la torre Eill'cl difundla ejercicios para
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C'f Enfon
l'J MARCO De LA INP""'
principiantca, OCrol de DÍYCl medio, Olros íanalmcnte de nM:I m'5 avanmdo. Yo caf'laba los cjcrciciOCl'an subtr al eoccnano pwa ..:rilicar: DO eta circo, DO babia lulo. Oc rqi:eso, h.ablt de ello a lllÍ padre, que sin duda me dio explíadonc:s muy e1'Klilal, y aqodlo me iaterco6. Pa&~·Maf<:OC\J, las ondas hcrt11anu, todo eao entraba ca la rcla · ción que ll\lntcnla con mi padre, u! oomo la idea de que lol humall05 podlan c.\lablccer rclacioOC$ entre '' ,;n que aquello pasara por la maierialíJad del hilo. Me habla parecido muy interesante. P0< uo caaado vi Ltl ttkflTY'f111 s111 hilos' (CM> de "•in hilo" me intert$8ba) en
un escaparate, 'ujcto por wi pnchíllo para rolgar, coa el pooo dinero que habla pudo por mis buen» cabficadoncs en clase, y que h.lbúi ahorrado. lo com¡rt y me c:acont rt con: •Usted mismo puede fabricar su radio de plena; tcndri la hora cUdL• RQulta que la hora cuela era lo que dobe el rcio;tro, quien e>laba ce waa casucb>ta, muy peque"-. Componla lol reloje. y, en el mumcoto de ~r el reloj compuesto, deda; "Espere, YO)' a darle la hora exact.a." Y yo: "l()ut es Ja hora e1111cta•• "iEs la hora de la 11>rrc Eiffe~ scnorital Y la tengo gacias • c:.te aparato; lve usted? ca un rnd10 de galena que me va a dar la h0<1 de la torre EiffeL• En esa ~poca. la radio daba la hora de la torre WJcl cada quién sabe CIW>Jo. Por tanto todos esperaban cu hora: •¡AJ inllaotcl Prefiero ponerlo darcctameotc a la hora que con mi reloj, que pUK a tiempo e.ola manana • Entonces se colocaba su casco. acariciiba su radío y esperaba· "Toe ne uwcd la hora de la torre EilTel• iEra ~ iPor C$O yo tambitn qucrla tener la hora de la torre Eiffcl! /Ali/ no hizy m6J qitt osp«toJ ttcmcosl • 1,. S4"1Ftl,1tm1n1no ilmcttdo que (()Mltn1.a 11pt1rctcr en 191~ en el bu~r lil ejemplar C"V
f•l~rt. n4m XI
¡e J.110 que nol Alll estaba mi padre; es1aba la corre Eiffcl que era fálica ) ~u<. ca aquella tpoca, se comenzaba a alquilar para publicidad, de e 1lruen, por ejemplo. En fin, no sf si fue en ese momcnco osi me estoy ••ll'laocando uo poco; creo que fue un poco después cuando la electri· \'Crdadc:ramente, y cuando la gcnlc: comcn76 a inccrc:sarse de • rdad en ella.' Anees, si se era una familia inlcligente, era de buen 111no decir que habla sido genial hacer una torre Ei!Tel, pero que era Jan fea que no deberían haberla conscrwado desputs de la Exposici6n. 1lllbcrla bcdlo para la Exposici6n ba!.caba para mostrar el genio del ingeniero, pero haberla dejado desfiguraba París. Nosotros estábamos lrence a la torre Eiífel: la velamos desde nuestras ventanas. Volviendo a lo que decía, aill estaba la Jorre Eilfcl, estaba la hora exacta, estaba papá, waba esa conferencia de Branly que parcda un "ubio Cosinus•, del Jodo sorprendente en aquella tpoca. Mál> bien era el sabio Cito Peraloca; Branly era el Cito Peraloca del Pato Da11ald.
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Tambiin hay~d~mmtos iEs16 loposib11idod dl'C'optaTloqo•l'otrol dicen! /Y lo comunicoci6n sin lrílol