III. CLASIFICACIÓN DE LOS SERMONES. Durante los dos primeros siglos del cristianismo, la predicación era libre e informal, sin ningún tipo de organización y técnica en la manera de presentarla. En el siglo primero, la predicación apostólica era una continua narración de las experiencias y enseñanzas de Jesús, a quien cada vez se le identificaba con más profundidad como el Hijo de Dios. Sus enseñanzas más elaboradas tenían un valor apologético, fundamentadas en el Antiguo Testamento y defendiéndose de los ataques intelectuales de la religión judía. Ya con el texto del Nuevo Testamento, las predicaciones se reducían a comentarios continuos de los diferentes libros de la Biblia sin mayores alternancias de presentación. Hoy día existen diferentes clasificaciones para los sermones, siendo las dos más importantes: 1. La que se hace de acuerdo a la manera de manejar el texto. 2. La que toma en cuenta el contenido del mensaje.
1. SEGÚN EL MANEJO DEL TEXTO. Teniendo en cuenta este parámetro, los sermones pueden ser:
1.1. TEMÁTICOS: cuando el texto bíblico sirve para sacar El tema, pero el manejo de la predicación es independiente de la porción bíblica introductoria. El sermón entero depende del tema que se ha escogido.
Ventajas: • 1. Se le reconoce como el tipo más oratorio de los sermones de pulpito, por la libertad que le da al predicador de arreglar los tópicos de su tema, tomar muchos textos bíblicos e incluir, a gusto, elementos emotivos especiales para dar realce al discurso.
• 2. Lo anterior lo convierte en e n el sermón más popular, preferido por la mayoría de los grandes predicadores. • 3. Le permite a la Iglesia comprender y descubrir un tema bíblico que se encuentra diseminado a lo largo de toda t oda la Escritura.
Peligros: • Le permite a la imaginación del predicador pred icador ponerse a inventar cubierto por la autoridad de la Escritura. • Puede llevar al predicador a menospreciar la Palabra de Dios y hacer de las congregaciones grupos torpes e ignorantes respecto del mensaje divino. • Por exigir tanto a quienes tan popularmente popularmente lo usan, se dice de él que puede ser la tumba del predicador perezoso.
1.2. TEXTUAL: En este caso, el sermón y su arreglo siguen de cerca el lenguaje del texto, respetando las palabras y las frases que en él estén incluidas, al extremo de que sus divisiones tienen que ver con estas palabras o frases.
Ventajas: • 1. Honra la Palabra por mantenerse tan pegado a ella • 2. Se presta para manejar en predicación aquel tipo de enseñanza bíblica en la que la fórmula hace parte de lo fundamental del pensamiento a estudiar, como sucede en las promesas bíblicas, los mandamientos y preceptos. • 3. Les permite más fácilmente a los creyentes conocer el pensamiento íntimo de la Palabra.
Peligros: • 1. Puede ser la salida del predicador perezoso que por no preparar adecuadamente su mensaje se refugia en el texto para expresar impresiones generales. • 2. Su dependencia directa del texto puede inducir a manejos conceptuales estrechos y a la superficialidad de los argumentos. Hay que entender que la
predicación textual exige un buen conocimiento doctrinal y adecuada utilización de la hermenéutica y la exégesis.
1.3. EXPOSITIVO: Es una palabra que vienen de dos expresiones latinas: "ex" que significa
exhibir.
fuera y "pono" que significa poner. Así que exponer es mostrar o
El propósito de este tipo de sermón es, en consecuencia, hacer que un pasaje de la Biblia quede claramente grabado en la mente y corazón de los creyentes, mediante una explicación clara de su contenido, su significado y aplicación. Se dice que el mensaje expositivo es semejante a un mensaje textual, solo que utiliza una porción más amplia de la Escritura.
Ventajas: • 1. Es el sermón ideal para instruir a la Iglesia en el conocimiento de la Palabra de Dios. Con justicia se afirma de él que el sermón sirve al texto y no el texto al-sermón. • 2. Permite mirar detalles de la Biblia que otro tipo de predicaciones pasaría por alto. • 3. Facilita al predicador la organización de su mensaje y al auditorio a recordarlo, porque el esquema del mismo generalmente ya viene incorporado en la Biblia.
Peligros: • 1. Exige gran habilidad hermenéutica en el predicador, so pena de convertirse en una terrible y peligrosa tergiversación de la Escritura. • 2. Puede convertirse en un sermón de comentarios simples e insuficientes por la falta de agudeza y profundidad en la visión del predicador. • 3. El arte del sermón expositivo se encuentra muchas veces en la capacidad del expositor para conducir al auditorio no a la simple observación de un paisaje en una obra de arte bien pintada, o hacer volar la imaginación para trasladar el observador al interior del cuadro, sino poder sacar fielmente la pintura de su marco y trasladarla a la vida de quien la observa. La aplicación, pues, es una tarea difícil en la que se sepultan muy buenas intenciones expositivas.