Las 7 caídas del justo, parte I Primer servicio Apóstol Sergio Enríquez Enríquez O. México, 14 de enero del Año de la Misericordia
En este estudio estaremos hablando acerca de las siete caídas del Justo y de cómo el Señor, en Su misericordia, los vuelve a levantar. En lo natural, sabemos que existe la medicina curativa y la medicina preventiva, siendo la la primera de ellas utilizada para para combatir y sanar alguna enfermedad enfermedad que ya se ha manifestado en el cuerpo de una persona; y la segunda, pasa a ser la que se toma antes de que la enfermedad se manifieste en el cuerpo, esto con el propósito de crear una barrera de protección y evitar que algún tipo de enfermedad pueda surgir y atacar las células del cuerpo. En lo espiritual también sucede de esta manera, pues una persona puede experimentar una situación que afecte su vida espiritual y relación con Dios, pero luego ser alcanzado por la misericordia del Señor y ser restaurado; o una persona puede estar viendo lo que a otros les ha sucedido y aprender de ellos para no cometer el mismo error. A este respecto, el Apóstol Juan en una de sus epístolas escribe: Hijitos míos, os escribo estas “
cosas para que no pequéis. Y si alguno peca, Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo (1 Juan 2:1). Debemos guardarnos para no pecar, pero si ya le hemos fallado a Dios, ”
entonces recordemos que si nos arrepentimos, confesamos nuestro pecado y nos apartamos de él; bueno es el Señor para perdonarnos y levantarnos una vez más, aunque esto no debe ser tomado como una excusa para pecar. Por otra parte, tenemos que hacernos a la idea de que muchos siervos del Señor pueden encontrarse caídos y no saberlo, por ejemplo, la Biblia dice recuérdate por tanto de dónde has caído y arrepiéntete (Apocalipsis 2:5); y al profundizar en este versículo vemos que esta Iglesia había dejado de amar al Señor como en un principio lo hacía, pero no se habían dado cuenta de ello. El Señor Jesús le pregunta a Pedro tres veces que si le amaba, sin embargo, él le respondía que lo quería (Juan 21:15-18); aplicando esto a la línea de pensamientos que estamos transmitiendo, podemos decir entonces que Pedro se encontraba caído y no se había dado cuenta, ¿por qué razón?, porque el amor que sentía por el Señor no se encontraba en un cien por ciento. Nuestro amor y prioridades deben estar centrados en Dios. Como ministros del Señor, puede sucedernos que nos encontremos caídos y aun así el Señor nos permite continuar en el ministerio, sin embargo, esto no quiere decir que podemos continuar en esa condición, sino que Dios espera que reconozcamos nuestra condición y nos levantemos. Nosotros debemos orar y velar para no entrar en tentaciones. “
”
Proverbios 24:16 LBLA porque el justo justo cae siete veces; veces; y vuelve a levantarse, pero los impíos caerán en la desgracia . Al analizar este versículo podemos apreciar que a pesar de que el justo cae siete veces, aun así el Señor continua llamándole justo. Salomón, con la extraordinaria sabiduría que Dios le dio, es quien escribe el libro de proverbios, lo que nos conduce a preguntarnos ¿a quién vio Salomón caer y volver a levantarse?, puesto que existen varios métodos para aprender, por ejemplo, se puede aprender observando, estudiando, por revelación o porque recibimos la enseñanza a través de la boca de un maestro. Otro punto que debemos resaltar es el hecho de que la Biblia dice que el justo
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cae y se vuelve a levantar, pero al referirse a los impíos, nos deja ver que caen en la desgracia, pero lo deja hasta ahí, es decir que, ellos caen y ya no se levantan.
Romanos 4:6 DHH 2002 David mismo habló de la dicha de aquel a quien Dios acepta como justo sin tomarle en cuenta sus hechos . David no podía hablar de una dicha sin antes haberla experimentado; entonces lo que él está realmente diciendo es que a pesar de haber caído varias veces, Dios lo había perdonado y levantado, pero no solo eso, sino que lo llamaba un hombre justo. Es necesario tomar en consideración que David era un rey, un gobernante y se colocó el efod de sacerdote. Nosotros, como ministros primarios del Señor, también somos reyes, gobernantes y sacerdotes para Su gloria y nos encontramos liderando a Su pueblo, conduciéndolos hacia el encuentro con el Amado. Partiendo de este punto, entonces debemos ver las caídas que tuvo David y lo que ellas significan para nosotros, pues solo así podremos discernir si hemos estado cayendo en estas mismas situaciones que cayó David y, de así ser, podamos pedirle perdón al Señor y rogarle que nos restaure. LAS SIETE CAIDAS DEL JUSTO DAVID -Adorar a Dios a la manera humana :
1 Crónicas 15:13 LBLA Puesto que no la llevasteis la primera vez, el SEÑOR nuestro Dios estalló e n i r a contra nosotros, ya que no le buscamos conforme a la ordenanza. La versión de la Biblia Las Américas, coloca en letra cursiva todas aquellas palabras que en el original hebreo no aparecen. Conociendo esto, entonces cuando leemos el versículo anterior eliminando las palabras marcadas en cursivo, diría de la siguiente manera: Puesto que no la “
primera vez, el Señor nuestro Dios estalló contra nosotros, ya que no le buscamos conforme a la ordenanza. Si leemos el versículo agregando las palabras en cursivo, parecería que David le echa ”
la culpa a los sacerdotes de que Dios hubiera estallado en ira contra todos ellos, sin embargo, cuando eliminamos esas palabras en cursivo se ve claramente que el único responsable de esa situación era el propio David. Ellos estaban llevando el arca del pacto con alegría, sin embargo, no habían seguido las ordenanzas divinas dadas por Dios a este respecto, por tanto, Dios no se agradó de ello. El primer pecado de David es haber adorado a Dios a la manera humana. Debemos ser cuidados de las cosas que permitimos sucedan en el templo de Dios durante el servicio, pues por ninguna razón se debe permitir que la alabanza y la adoración sean contaminadas con la música del mundo. La alabanza y adoración deben ser sagradas e inspiradas por el Espíritu Santo para que suban como olor fragante ante el trono de Dios. Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite l a fuente de donde se obtuvo.
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-Querer confiar en la fuerza humana :
2 Samuel 24:10 LBLA Después que David contó el pueblo le pesó en su corazón. Dijo, pues, David al SEÑOR: He pecado en gran manera por lo que he hecho. Pero ahora, oh SEÑOR, te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he obrado muy neciamente. En el contexto de esta historia vemos que David censó al pueblo. El pecado no consistía en haber censado al pueblo sino más bien en la motivación que David tenía cuando lo hizo. En el libro de Números vemos que Dios mandó a censar al pueblo, pero ahora venía David y lo censaba por una motivación muy personal y sin la orden de Dios.
2 Samuel 24:2-3 LBLA Y el rey dijo a Joab, comandante del ejército, que e s t a b a con él: Recorre todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beerseba, y haz un censo del pueblo para que yo sepa el número de la gente. Pero Joab respondió al rey: Que el SEÑOR tu Dios añada al pueblo cien veces más de lo que son, mientras t o d av ía vean los ojos de mi señor el rey; pero, ¿por qué se complace mi señor el rey en esto? La motivación de David al censar al pueblo era hacer alarde de lo que poseía. Como ministros del Señor, nosotros también podríamos caer en este error y vanagloriarnos a causa de la cantidad de gente que se congrega en la iglesia que pastoreamos e incluso entrar en competencias contra otras iglesias buscando el mayor número de gente, olvidando así que la multiplicación la da el Señor y que las ovejas le pertenecen a Él. Nada hemos logrado por nuestras propias fuerzas, sino que todo ha sido por la misericordia de Dios, quien se place en bendecirnos y usarnos como vasos de honra aun cuando no lo merecemos. Examinemos nuestro corazón y veamos en su interior cual es la verdadera motivación que nos mueve a hacer las cosas que hacemos, no sea que estemos buscando nuestra propia grandeza y no el honrar y glorificar el nombre del Señor. -No ocupar su lugar :
2 Samuel 11:1 LBLA Aconteció que en la primavera, en el tiempo cuando los reyes salen a la batalla, David envió a Joab y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los hijos de Amón y sitiaron a Rabá. Pero David permaneció en Jerusalén. Era momento de batallar y vemos que el rey David permanece en Jerusalén mientras el pueblo había salido a la batalla. La Biblia dice que hay tiempo para todo y nosotros debemos hacer las cosas en el tiempo en que corresponde hacerlas. No es propio que abandonemos nuestra posición Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite l a fuente de donde se obtuvo.
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y descuidemos al rebaño cuando sabemos que son tiempos peligrosos y necesitamos velar por ellas. Ahora bien, también debemos tener un equilibrio en cuanto a esto y saber ministrar el tiempo que tenemos para poder cubrir todas las áreas que debemos cubrir sin que descuidemos alguna de ellas por ir a realizar la otra. Roguemos al Señor por Su ayuda y que sea siempre el Espíritu Santo quien nos dirija y muestre las cosas que debemos hacer, las que cosas que agradan a Dios y el tiempo correcto para hacer cada una de ellas, siempre cuidando de que la motivación que tengamos para realizar algo sea el de agradar y honrar a Dios y no por vanagloria nuestra. Cuidemos nuestra vida para no caer en tentación ni pecar contra Dios, pero si ya hemos fallado, entonces pidámosle perdón y apartemos nuestros pasos del mal, para que hallemos misericordia y perdón del Señor y por consecuente, seamos levantados y restaurados. Que Dios nos ayude a hacer Su obra con temor y excelencia, siembre buscando ser gratos a Su presencia.
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