El PRT-ERP: Nueva Izquierda e Izquierda Tradicional
Eduardo Weisz1 El artículo que presentamos aquí se enmarca en un trabajo de mayor envergadura sobre el Partido Revolucionario de los Trabajadores. No es el objetivo de ese trabajo ni obviamente el de este artículo !acer una !istoria e"!austiva de esta orga organi niza zaci ci#n #n sino sino que que !ace !acerr un reco recort rte e para para aboc abocar arno noss a dete determ rmin inad ados os problemas políticos que nos parecen relevantes. $ace algunos a%os que comenzamos a interesarnos en el PRT y en todo momento nos !a resultado di&ícil tomar distancia de una organizaci#n en la que mile miless de perso personas nas dier dieron on sus vida vidass por por un proye proyect cto o de socie socieda dad d di&e di&eren rente te en&rentando con enorme &irmeza todo tipo de barbaries por parte del Estado burgu's. Pero a su vez al pensar la d'cada del ()* y en este caso el PRT no queremos sola solamen mente te anal analiz izar ar una una organi organiza zaci ci#n #n que que !ace !ace m+s m+s de veint veintic icin inco co a%os a%os &ue &ue desarticulada por la represi#n estatal sino que al contrario tratar de sacar de esa e"periencia ense%anzas para !oy para pensar las variables que atraviesan a la necesaria construcci#n de un proyecto emancipador. ,on este objetivo creemos que es permanentemente necesario pararse desde la crítica desde la necesidad de superar colectivamente esa e"periencia para que de este modo 'sta pueda trans&ormarse en insumo de la edi&icaci#n de nuevas !erramientas para renovadas tareas. I) Introducción
-i el ,ordobazo puede interpretarse como una e"presi#n de las trans&ormaciones econ#micas sociales y políticas que !abían atravesado el país en los a%os anteriores anteriores &ue tambi'n el comienzo de un proceso en el que las luc!as populares se intensi&icaron y radicalizaron acompa%adas por una creciente actividad de organizaciones organizaciones guerrilleras guerrilleras a las que !asta ese momento momento les !abía cabido un rol relativamente marginal. El PRT es sin duda una de las organizaciones m+s importantes en el período no solamen solamente te en rgent rgentina ina sino sino que tambi' tambi'n n en t'rminos t'rminos latino latinoame america ricanos nos.. -u relevancia puede apreciarse en la in&luencia política que alcanza en amplios sectores en su enorme capacidad militar en su alcance nacional. En cuanto a sus publicaciones otro signo de su trascendencia esta organizaci#n llega a tener dos peri#dicos clandestinos /con tiradas de decenas de miles cada uno0 aparte de un diario un semanario y una revista /todos ellos legales0 y publicaciones dirigidas a sectores especí&icos tales como gremios o sectores juveniles. arios de ellos llegaron a tirar miles de ejemplares. -in embargo en cuanto a in&luencia política 2ontoneros supera claramente al PRT y su desarrollo militar es relativamente similar. 3o que nos parece especí&ico de la orga organi niza zaci ci#n #n diri dirigi gida da por por 2ari 2ario o Robe Robert rto o -ant -antuc uc!o !o est+ est+ dado dado por por su concepci#n política por su ad!esi#n al mar"ismo leninismo es decir por !aber logr lograd ado o desd desde e esas esas posi posici cion ones es la ad!e ad!esi si#n #n de un impo import rtan ante te n4me n4mero ro de 1 Lic. en Sociología, Docente en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) e Investigador del Centro Cultural de la Cooperacin.
trabajadores en una clase obrera que era mayoritariamente peronista. En muc!as de las entrevistas realizadas en nuestra investigaci#n preguntamos especialmente por lo que di&erenciaba al PRT del resto de las organizaciones de la 'poca.5 3as respuestas !icieron invariablemente alusi#n a que 6nosotros 'ramos bolc!es7 o bien se destacaba el 'n&asis en una posici#n de clase m+s que en la antinomia liberaci#n o dependencia lo que los !abía llevado a en&rentar a Per#n en pleno auge del entusiasmo suscitado por su retorno al país y al gobierno. 8tro aspecto destacado por nuestros entrevistados &ue la &orma de organizaci#n del PRT e"presado en la separaci#n entre el partido /PRT0 y el ej'rcito /ERP0 dos organizaciones di&erenciadas cada una con sus criterios de aceptaci#n de militantes de instancias directivas y !asta incluso con su propio peri#dico. Esto ciertamente era una singularidad ine"istente en las dem+s organizaciones de alcance nacional en el período y se relaciona con la concepci#n organizativa del PRT e"plícitamente siguiendo al modelo leninista. 9 nclado en las mismas raíces varios entrevistados !icieron !incapi' en el internacionalismo distintivo del PRT en contraposici#n al nacional0populismo de las organizaciones que en mayor o menor grado estaban ligadas al peronismo. En todos estos aspectos el PRT se distingue de lo característico de lo que se conoce conoce como como Nueva Nueva :zquie :zquierda rda ;N:< ;N:< y est+ est+ a nuestr nuestro o entende entender r &uerte &uertement mente e dete determ rmin inad ado o por por su relac relaci# i#n n con con el trot trots=i s=ism smo o al que que consi consider deram amos os /com /como o veremos0 un ala de la :zquierda Tradicional ;:T<. su vez resulta destacable d estacable que tres de los trabajos de balance balanc e escritos escr itos sobre el PRT por protagonistas de su !istoria encuentran de alg4n modo en ese trots=ismo de origen la causa de sus problemas. >orriar+n >orriar+n 2erlo 0en un libro con &ormato de entrevista a cargo de -amuel ?li"en publicado en 1@A)0 Bulio -antuc!o 0en su balance aparecido en 1@AA0 y milcar -antuc!o /en la !istoria de la organizaci#n prod produc ucid ida a por por quie quiene ness se deno denomi mina naba ban n PRT en 1@@* 1@@*0 0 se%a se%ala lan n o bien bien directamente al trots=ismo o m+s indirectamente a la &alta de raíces nacionales a la !ora de encontrar la raíz de los errores cometidos por la organizaci#n. C El obje objetitivo vo de este este trab trabaj ajo o ser+ ser+ ento entonc nces es aborda abordarr desde desde di&e di&ere rent ntes es nudos nudos problem+ticos una tensi#n que recorre al PRT desde su &undaci#n en 1@D la que podemos ubicar como una tensi#n entre dos concepciones las de la :T y las de la N:. Es relativamente !abitual en la literatura sobre el período el uso de estos t'rminos N: e :T como categorías que por supuesto encierran tambi'n !eterogeneidades y complejidades pero que nos parecen analíticamente apropiadas para pensar dos tipos decisivos de concepciones revolucionarias que atraviesan el s. FF y que tienen una &uerte presencia en el período del (D*0()* en la rgentina. -in embargo ! Ante las li"itaciones de este artículo, to"a"os ac# algunas ideas e$traídas de las entrevistas reali%adas, pues las considera"os signos de concepciones enrai%adas en el &'*'&. De+a"os de lado auí, por lo tanto, el "a-or desarrollo de la vivencia su+etiva de estas concepciones en los entrevistados, así co"o los "atices ue en algunos casos pudi"os apreciar entre di/erentes testi"onios. 0 *n este aspecto, co"o vere"os, no es "enor la in/luencia ta"in de la e$periencia vietna"ita. 2 C/r. Bli$en, Sa"uel (1345), Santuc6o, 7ulio (1344) - Direccin del &artido 'evolucionario de los raa+adores (1338).
dada la complejidad de estas categorías querríamos en primer lugar e"plicitar el uso que !aremos de ellas. E"iste por un lado una concepci#n !eredera de la tradici#n de la revoluci#n rusa de octubre del (1) es decir de sus re&erentes te#ricos y de las características del proceso que desemboc# en la misma. ,onsideramos a las corrientes en las que predomina este modelo como partes de la :T. Por otro lado el proceso de descolonizaci#n de los a%os (* la revoluci#n vietnamita y sobre todo en m'rica 3atina el proceso liderado por Gidel ,astro y el ,!e >uevara en ,uba dio lugar a una concepci#n distinta. postando a di&erentes sectores sociales con otras l#gicas organizativas dando decisiva importancia a la luc!a contra el imperialismo y sobre todo con un importante 'n&asis en la luc!a armada son 'stas las corrientes que constituyen la N:. :n!erente a 'sta es la mayor in&luencia de la problem+tica particular de las culturas y de los sectores oprimidos en cada país. He a!í que especí&icamente en rgentina la compleja identidad peronista y en particular la Resistencia llevada a cabo por sectores que se reclaman de ella tuvieran un papel decisivo en la mayoría de las corrientes surgidas en estas concepciones que englobamos como N:. $ec!a esta primer apro"imaci#n debemos !acer una aclaraci#n. lgunas veces en los trabajos sobre el período se considera a los partidos -ocialista y ,omunista e"clusivamente como las e"presiones de la :T mientras que los partidos trots=istas se incluyen dentro de la N:. Nosotros en cambio los consideramos parte de una tradici#n que se remonta al mar"ismo europeo de &ines del s. F:F y que tiene en la revoluci#n rusa un modelo que sistematiza sus concepciones. -igni&icativamente uno de los primeros trabajos articulados alrededor del uso de estas categorías /el de $ilb y 3utz=y de 1@AC0 comienza de&iniendo al espacio com4n a la N: porque ... pertenecen a un mismo período de la !istoriaI nacen en su &orma m+s de&inida en la 'poca que va de la revoluci#n cubana !asta poco despu's del ,ordobazo ;la d'cada de los a%os D* de a!í que los denominaremos 6izquierda de los a%os D*7< y su momento de mayor crecimiento cuantitativo es en general desde el ,ordobazo !asta la caída de ,+mpora. ,on di&erencias entre los grupos peronistas y los no peronistas todos desarrollan el tema de la revoluci#n como un acontecer cercano y pr+ctico en particular el de la luc!a armada sea como pr+ctica inmediata o como &uturo no lejano y sobre todo como objetivo buscado. ?as+ndonos en estas características nos permitiremos estudiarlos como conjunto. D unque creemos que un poco &orzadamente estos autores incluyen a los grupos trots=istas en esta de&inici#n. -in embargo pocas paginas m+s adelante se%alan que 9 *n este aspecto, así co"o en otros decisivos para sus concepciones, natural"ente los partidos Socialistas deerían anali%arse por separado. 8 :il, Claudia - Lut%;-, Daniel (1342)< p.4.
... !asta &ines del )5 y en gran medida aun despu's de esta &ec!a podemos encontrar grandes similitudes en la concepci#n con que los grupos de la N: a e"clusi#n del P8 y del P-T conciben los sucesos que se desarrollan en el país. ;He a!ora en m+s nos re&eriremos a la N: e"cluyendo implícitamente al P8 y al P-T<. ) 3a necesidad de rede&inir a la N: con la que se encuentran estos autores dejando a!ora de lado a las organizaciones trots=istas da cuenta de un problema conceptual de esta de&inici#n la que se mani&iesta incluso en que esas organizaciones no !abían tampoco nacido en los (D* /como en la primer de&inici#n de $ilb y 3utz=y0 aunque si !ayan tenido un crecimiento cualitativo en ese período. 3a simpatía !acia posiciones de luc!a armada que desarrolla Na!uel 2oreno en los (D* /o a nivel internacional la ,uarta :nternacional mandelista por ejemplo0 no cambian sus características m+s asentadas e incluso liminares y de !ec!o despu's de un breve período 'stas son las que se imponen y ambas vuelven a sus posiciones cl+sicas. El incluirlas en la N: oscurecería este aspecto especí&ico. 3a de&inici#n que al respecto da Pucciarelli en cambio creemos que no permite distinguir los aspectos m+s singulares de la N:. Para este autor Henominamos por a!ora como 6Nueva :zquierda7 a ese complejo y e"pansivo conglomerado de &uerzas sociales y políticas que a pesar de no !aber generado un actor político uni&icado encabez# un vasto proceso de protesta social con&rontaci#n ideol#gica y activaci#n política !acia &ines de la d'cada del sesenta. Jn !az de &uerzas que portadoras de programas que combinaban cuestiones tales como 6liberaci#n nacional 6socialismo7 o 6revoluci#n7 imprimieron en la sociedad argentina los impulsos de una nueva etapa de contestaci#n generalizada. Jn lenguaje compartido y un com4n estilo político que daban cierta unidad 6de !ec!o7 a grupos sociales generacionales y !erederos de diversas tradiciones políticas e ideol#gicasK peronismo izquierda tradicional nacionalismo y grupos cat#licos in&luenciados por la 6teología de la liberaci#n7. ;...< Por ello a pesar de su !eterogeneidad la multiplicidad de ne"os que &ueron estableci'ndose entre ellos contribuy# a que se percibieran y &ueran percibidos como parte de la misma trama la del 6campo del pueblo7 y generaran una poderosa 6sensaci#n de amenaza7 en el gobierno y en los sectores dominantes.A En esta categoría así de&inida entra e&ectivamente un arco demasiado amplio de las corrientes del período lo que oscurece su an+lisis al menos a los &ines de lo 5 Iíde"< p. !0. &olítica =rera (&=) - el partido Socialista de los raa+adores (&S), son los no"res en ese período de las organi%aciones trots;istas dirigidas por 7orge Alta"ira - >a6uel ?oreno respectiva"ente. Sore esta @lti"a nos re/erire"os e$tensiva"ente por su i"portancia en la constitucin del &'. 4 &ucciarelli, Al/redo (1333)< p.19.
que nos interesa destacar aquí. El PRT &undado en 1@D a partir de la con&luencia de un sector de la :T /la organizaci#n trots=ista liderada por Na!uel 2oreno0 y una corriente nacionalista con &uerte admiraci#n por el proceso cubano /la organizaci#n liderada por los !ermanos -antuc!o0 cobijar+ ambas concepciones en tensiones m+s o menos e"plícitas y es 'sta la perspectiva en la que queremos detenernos en este artículo. No pretendemos impugnar la inclusi#n 0que suele !acerse en los estudios sobre el período0 del PRT0ERP dentro de la N: sino que mostrar que la in&luencia de la :T resulta decisiva para entender la especi&icidad de esta organizaci#n y ec!a luz sobre las observaciones que recogidas en nuestras entrevistas acabamos de comentar. -e%alemos por 4ltimo que ambos tipos de concepciones /:T y N:0 mantienen cierta presencia en la izquierda argentina y mundial actual aunque naturalmente la caída de los regímenes de Europa del Este y la distinta 'poca que transitamos !an dejado sus !uellas en ellas. En un primer apartado describir' brevemente dos procesos políticos en los que la :T tiene relaci#n directa con el PRT para poder a continuaci#n centrarme en algunos nudos problem+ticos relacionados con esta doble pertenencia con la que proponemos debe entenderse esta organizaci#n. II) La presencia de la IT en el desarrollo del PRT
a< 3os orígenes del PRT El Grente Revolucionario :ndoamericanista Popular ;GR:P< se &unda el @ de julio de 1@D1 en -antiago del Estero /provincia en la que !abita la &amilia -antuc!o0 como peque%a organizaci#n regional. ,uenta con algunos miembros tambi'n en la provincia de Tucum+n en cuya universidad 2ario Roberto -antuc!o estudiaba para ,ontador P4blico. 3a organizaci#n se de&ine como un movimiento 0no como un partido0 indigenista / partes de su peri#dico est+n en quec!ua0. -e consideran nacionalistas y antiimperialistas el mar"ismo es visto como una concepci#n incapaz de comprender la realidad del sujeto !ist#rico en 3atinoam'rica y el PR peruano es visto como quien con mayor lucidez comprendía esta situaci#n. @ Hesde esa posici#n de&ienden el proceso iniciado en 1@@ en ,uba aunque negando la acusaci#n del imperialismo de que se trate de una revoluci#n comunista.1* greguemos que $ern+ndez rregui y Bauretc!e est+n entre sus re&erentes. En enero de 1@D1 Roby junto con su mujer comienza un viaje por m'rica que lo llevar+ a ,uba donde entrar+ en contacto con los líderes de la revoluci#n y en el que recibir+ instrucci#n militar. llí el 5D de abril presenciar+ el discurso en el que Gidel proclama el car+cter socialista del proceso cubano. lgunos trabajos sobre el PRT encuentran en esta e"periencia en la isla el principal &actor de radicalizaci#n de -antuc!o.11 3 C/r. Secretaría ideolgica del F'I&< Lucha de los pueblos indoamericanos. *n De Santis (1334)< p. 2095. 1 C/r. Boletín Mensual del FRIP, >1, =cture de 1381. 11 C/r. Santuc6o, 7ulio (1344)< p. 112, ?attini, Luis (1339)< p. !5, o orriar#n ?erlo, *nriue (!0)< p. 09, para uien en Cua Santuc6o ...
Pocos meses despu's de su regreso al país 0en septiembre de 1@D10 -antuc!o participar+ de los movimientos de luc!a de los ca%eros y trabajadores de los ingenios tucumanos proceso en el que entablar+ relaciones con militantes de la organizaci#n trots=ista Palabra 8brera15 y comenzar+ a conocer las posiciones de esta corriente. En esta relaci#n tambi'n puede por otro lado ubicarse la causa de la radicalizaci#n del GR:P como sostiene milcar -antuc!o. 19 2+s all+ del peso de uno u otro &actor en la adopci#n de posiciones socialistas y mar"istas /ambos nos parecen insoslayables0 dan cuenta de los dos polos que determinar+n las concepciones del PRTK el de la N: a trav's de la revoluci#n cubana y el de la :T por medio de la relaci#n con la trots=ista Palabra 8brera. Por otro lado /trazando a!ora un puente entre ambas concepciones0 Palabra 8brera atravesaba una etapa de gran a&inidad con la guerrilla y con el proceso cubano. En marzo de 1@D5 2oreno publicaba La Revolución Latinoamericana una compilaci#n de intervenciones escritas y orales cuyo tono est+ dado por la idea que 6las etapas de la revoluci#n cubana deben ser estudiadas cuidadosamente ya que en cada país del continente el proceso se cumplir+ en &orma muy parecida7.1C Esta mirada sobre la revoluci#n cubana a&ín a la de la N: lleva a 2oreno a sostener e"plícitamente la necesidad de romper con ciertos moldes de la concepci#n revolucionaria tradicional pues 6la luc!a armada es un m'todo permanente de las masas y los revolucionarios71 y 6una nueva situaci#n objetiva ;...< le obliga Lal mar"ismoM a quitarse su antiguo velo europeo. Hesde 2ar" a 3enin y Trots=y dic!o velo era correcto pues la revoluci#n era europea. Pero desde la 4ltima posguerra el velo nos di&iculta y entorpece la visi#n7. 1D greguemos tambi'n que la relaci#n con el morenismo Roby la establece a trav's de un militante de esa organizaci#n -antilli /enviado a Tucum+n por el partido a &ines de 1@D*0 quien &ormar+ parte de una &racci#n de Palabra 8brera que seguir+ consecuentemente las posiciones pro0luc!a armada de 2orenoK ya &uera de la organizaci#n 0poco tiempo despu's !abiendo cambiado 2oreno sus posiciones0 &ormar+ parte del grupo de militantes que dirigidos por ngel ?engoc!ea morir+n en un accidente manipulando e"plosivos a punto de ser enviados a Tucum+n para armar allí la guerrilla. Es decir que la apro"imaci#n de -antuc!o a la :T se da a trav's de una &racci#n de la misma que coyunturalmente se distanciaba de esas concepciones y por medio de los compa%eros que m+s consecuentemente iban a llevar adelante dic!a di&erenciaci#n. -in embargo los -antuc!o acompa%ar+n el retorno de 2oreno a sus posiciones m+s ortodo"as y se apropiar+n /al menos &ormalmente0 de parte de 'stas. En julio de 1@DC el GR:P y Palabra 8brera &irman un acuerdo de trabajo en com4n que implica el intercambio de delegados en los organismos de direcci#n de cada co"en% a creer ue el socialis"o era lo "#s +usto ue se podía 6acer en cuanto a un rgi"en social.E 1! >o"re en auel "o"ento - 6asta la uni/icacin con el F'I& de la organi%acin "orenista. 10 C/r. Direccin del &artido 'evolucionario de los raa+adores (1338)< p. 3. 12 ?oreno, >a6uel< La Revolución Latinoamericana. *diciones po, Buenos Aires, 138!< p. 24. 19 Iíd.< p. 5!. 18 Iíd.< p. 83.
organizaci#n y en mayo de 1@D &undar+n entre ambas organizaciones el PRT sobre la base de documentos escritos casi en su totalidad por el morenismo. 1) Hesde esta &undaci#n !asta la ruptura en enero de 1@DA !abr+ crecientes di&erencias y descon&ianzas entre ambas vertientes del partido a lo que las cambiantes posiciones de 2oreno colaborar+n &uertemente. 1A 3a di&erenciaci#n decisiva ser+ en torno a la decisi#n de comenzar a organizar la luc!a armada en particular alrededor del proceso iniciado en Tucum+n a partir de la resistencia al cierre de ingenios por el gobierno de 8nganía. 3o que 2oreno interpret# como actos desesperados por parte de los sectores despedidos -antuc!o lo leería como una radicalizaci#n de los trabajadores que avanzan !acia la luc!a armada la que se estaba ampliando /para 'l0 a todo el país y que e"igía que el Partido se ponga en concordancia y comience a desarrollar acciones armadas. El PRT0El ,ombatiente nombre con el que emerge la organizaci#n de -antuc!o despu's de la ruptura1@ tendr+ ya poco en com4n con el movimiento regional que se !abía uni&icado con el morenismo. Toma ya la &orma de una organizaci#n de tipo leninista con alcance nacional y con re&erentes en la tradici#n mar"ista. 2ario Roberto -antuc!o es ya el dirigente indiscutido /y lo ser+ !asta su muerte0 pero cuenta con cuadros de varias a%os de e"periencia en el trots=ismo /1D de los 5 miembros del ,omit' ,entral del PRT anterior a la ruptura se van con -antuc!o0 lo que lo llevar+ a nuevas escisiones entre el ,uarto ,ongreso inmediatamente despu's de la ruptura y el Ouinto en julio de 1@)*. su vez el partido que 15 Al F'I& se le asign la tarea de presentar para el Congreso /undacional un docu"ento sore la situacin en el >orte del país es decir, sore su #"ito especí/ico de "ilitancia. Francisco 'en, el "a-or de los Santuc6o, present un traa+o escrito en 138!. De las actas del Congreso se desprende ue recii críticas tan de"oledoras por parte de ?oreno - sus co"paGeros, ue dei ser reescrito, lo ue /ue posterior"ente 6ec6o por 'o-. Ba+o su /ir"a, en aril de 1388 en la revista partidaria Estrategia se pulicar# este traa+o titulado 4 Tesis sobre el orte !rgentino. SeGale"os, por e+e"plo, ue si antes se veían tres sectores dentro de la urguesía, de los cuales dos serían aliados del proletariado en su luc6a contra el i"perialis"o, en el docu"ento del H88 la urguesía en su con+unto es contrarrevolucionariaE. Santuc6o, ?ario 'oerto< 4 tesis sobre el orte !rgentino. *n De Santis, Daniel (1334)< p. 5!J *ste 6ec6o e+e"pli/ica el ca"io de posiciones ue reali%an los co"paGeros ue provienen del F'I& por in/luencia del "orenis"o. Agregue"os, al respecto, ue varias 6ec6os de ese pri"er período de relacin dan cuenta del deslu"ra"iento intelectual ue sintieron los co"paGeros del F'I& por ?oreno, lo ue es destacado por varios autores. C/r. entre otros Seoane, ?aría (1335)< p. 41 - &o%%i, &alo (!1)< p. 93. 14 SeGale"os ue #sica"ente, por lo "enos en lo ue concierne a Santuc6o, ?oreno desde el H8! 6asta el H85 pasa por di/erentes posiciones en relacin a la luc6a ar"ada. *ntre ellas, en 1385 ante la /or"acin de la =LAS por parte de la dirigencia cuana, ?oreno vuelve a escriir docu"entos del tono del -a co"entado de 138!, i.e. de reivindicacin de la luc6a ar"ada. 13 K con el cual se distinguir# de la organi%acin "orenista, lla"ada luego de la ruptura &'La erdad por 6aerse uedado con el peridico ue llevaa ese no"re.
emerge de la ruptura plantea e"plícitamente la concepci#n trots=ista de la revoluci#n permanente es secci#n o&icial de la ,uarta :nternacional en la rgentina y &undamentalmente es una organizaci#n resuelta a comenzar la luc!a armada lo que en pocos meses concretarían. b< 3a relaci#n con la ,uarta :nternacional ;,:< ,omo !erencia de la relaci#n con 2oreno el PRT;E,< queda luego de la ruptura como secci#n o&icial en rgentina de la ,: dirigida por Ernest 2andel. El GR:P en su momento !abía aceptado esa relaci#n m+s preocupado por cerrar la uni&icaci#n con Palabra 8brera que por convicci#n sobre la concepci#n trots=ista de internacionalismo. lgunos autores plantear+n la aceptaci#n de la relaci#n con la :nternacional por parte de los -antuc!o en t'rminos de una transacci#n en la que !abrían cedido en ese punto 0que no los convencía0 a cambio de e"tenderse a trav's de la uni&icaci#n con el morenismo a los sectores m+s din+micos del movimiento obrero del país. 5* He !ec!o en el congreso &undacional de 1@D se deja sin resoluci#n la ad!esi#n de la nueva organizaci#n a la ,: y reci'n al a%o siguiente 'sta ingresar+ &ormalmente a la organizaci#n dirigida por 2andel. 51 a a partir de la revoluci#n cubana y luego tomando aspectos de la política internacional de ,astro /especialmente la 83-0 la ,: !abía comenzado un camino de reivindicaci#n de la guerrilla lo que es a nuestro entender el motivo central por el cual elegir+n al PRT;E,< 0luego de la ruptura0 como secci#n o&icial en el país mientras que el morenismo queda en car+cter de secci#n simpatizante.55 Pocos meses despu's en medio de las jornadas de mayo de 1@DA -antuc!o junto con otros compa%eros viajar+n a París donde &ortalecer+n el vínculo con el mandelismo. En diciembre de 1@DA tiene lugar el :F ,ongreso 2undial de la ,:. El documento sobre m'rica 3atina /en cuya redacci#n participa el PRT;E,<0 plantea que el eje de la revoluci#n es la guerra de guerrillas centralmente a trav's del campesinado independientemente de que e"ista partido o noK una posici#n ciertamente muy poco convencional para la :T y para el trots=ismo en particular. El PRT;E,< despu's de su : ,ongreso /&ebrero de 1@DA0 se dividir+ en tres &racciones. Hos de ellas se oponen al ritmo de militarizaci#n que plantea -antuc!o y ya no estar+n en el ,ongreso /julio de 1@)* en el que se &unda el ERP0I aparentemente /seg4n surge de nuestras entrevistas0 ni siquiera !abrían sido convocadas para participar del mismo. 3a posici#n del ,ongreso es que la luc!a &raccional !abía sido la mani&estaci#n de la luc!a de clases dentro de la organizaci#nK la direcci#n sería el ala obrera y las &racciones e"presi#n de presiones de otras clases enemigas.59 ! C/r. Seoane, ?aría (1331)< p. 4!, o Santuc6o, 7ulio (1344)< p. 114. !1 *n el III Congreso ?undial de la Cuarta ue tiene lugar en Sui%a en dicie"re de 1389, el delegado argentino va e$plícita"ente co"o representante de una parte de la organi%acin. !! For"al"ente, la Cuarta Internacional 6aía to"ado esa decisin porue el &'(*C) se atriuía 6aerse uedado con la "a-oría de la organi%acin. Sin e"argo, el "orenis"o ta"in lo 6acía, por lo ue cree"os ue la decisin responde /unda"ental"ente a una orientacin política. !0 *sta caracteri%acin de claseE en la luc6a /raccional es, aparte de "uc6as veces peligrosa porue estig"ati%a al ue piensa di/erente co"o
En este proceso de rupturas la ,: aval# a la direcci#n. -in embargo durante el ,ongreso se plante# una discusi#n porque los congresales pretendían romper con la organizaci#n internacional. Roby junto con importantes cuadros que vienen del trots=ismo /Boe ?a"ter directamente enviado por la ,: ?onet y Pujals0 apelando a la tradici#n antiestalinista del trots=ismo de&endieronn quedarse y lograron que esto sea lo que se resuelva en el ,ongreso. -e encarg# a -antuc!o que escriba un documento sobre este aspecto el que se incluir+ como parte de las resoluciones del ,ongreso. En este documento / Minuta sobre Internacional !0 se reivindica la necesidad de un Partido Revolucionario :nternacional que centralice mundialmente la luc!a contra el capitalismo y el imperialismo. $asta la muerte de 3enin antes de que el estalinismo la degenere convirti'ndola en un &reno para la revoluci#n mundial la Tercera :nternacional 6es el modelo de Partido :nternacional que m+s se acerca a la concepci#n mar"ista7. 3uego de 'sta 6,omo parte de su luc!a contra el estalinismo 3e#n Trots=y mantuvo en alto la bandera mar"ista0leninista del internacionalismo revolucionario bandera que !oy !eredamos que mantiene la : :nternacional y que debemos levantar y agitar sin tapujos sin temores como cuadra a revolucionarios proletarios7. 5 su vez una :nternacional revolucionaria s#lo sería posible sobre la base de los Partidos ,omunistas c!ino cubano alban's vietnamita y coreano 6las corrientes revolucionarias que llevan adelante una línea revolucionaria7 aunque esto sería moment+neamente inviable por la oposici#n de estos partidos a la organizaci#n de una nueva :nternacional. En ese marco el movimiento trots=ista y otras corrientes revolucionarias internacionalistas estarían !aciendo un proceso de maduraci#n por el que 6comienzan a rescatar la bandera internacionalista del mar"ismo0leninismo bajo el estímulo singular del pensamiento y la acci#n del comandante >uevara7. 5D 3a ,: con 6enormes limitaciones y una tradici#n escasamente reivindicable7 tendría el papel de construir 6una nueva :nternacional Revolucionaria al modelo de la ::: :nternacional leninista en base a los partidos vietnamita c!ino cubano coreano y alban's7.5) 3a ad!esi#n del PRT a la ,: entonces sería 6con el +nimo de aportar a la proletarizaci#n de la :nternacional a su trans&ormaci#n revolucionaria y luc!ar porque ella se oriente a la &ormaci#n del nuevo partido revolucionario internacional ...7. 5A En marzo de 1@)1 la ,: seguía avalando acríticamente en sus documentos al PRT reivindicando la violencia revolucionaria las acciones para conseguir &ondos la e"propiaci#n de productos alimenticios para repartir porque estas acciones se plantea cuentan con el apoyo de las masas. -in embargo en julio de ese a%o 0condicionado a nuestro entender por el &in del proceso de luc!as de &inales de los (D* en Europa0 la ,: comienza a cuestionar un creciente militarismo que se estaría desarrollando en el PRT. -imult+neamente Roby viajaba a ,uba y se contactaba con dirigentes de Tupamaros del 2:R ene"igo de clase, 6aitual en las discusiones al interior de la I. !2 Santuc6o, ?ario 'oerto< Minuta sobre Internacional. *n De Santis, Daniel (1334)< p. 150 - ss. !9 Iíd.< p. 158. !8 Iíd.< p. 155. !5 Iíd.< p. 153. !4 Iíd.< p. 14.
c!ileno y del E3N bolivianoK comenzaba aquí a con&igurarse una nueva idea de organizaci#n internacional. partir de a!í comienza un r+pido proceso de distanciamiento en el que el PRT por un lado le cuestiona a la ,: !aber abandonado las posiciones del :F ,ongreso /lo que es evidente en los documentos de 1@)1 en adelante0 pero por otro comienza ya /como decíamos0 a construir otro tipo de organizaci#n internacional. ,omo parte de este proceso en agosto de ese a%o ?a"ter quien como se%alamos !abía sido enviado por la ,: y era miembro del ,, del PRT desde el ,ongreso es separado del ,omit' Ejecutivo. -e acepta sin embargo un pedido de la ,: por el cual un militante &ranc's y oc!o de ?rasil /todos cuartainternacionalistas0 comienzan a militar en el PRT concentr+ndose en la regional -ur desde donde crear+n la Gracci#n Roja. Hespu's de la &uga de RaQson /agosto del )50 -antuc!o y otros dirigentes pasan un tiempo en ,uba. llí se concretaría lo que 2attini llamar+ la destrots=izaci#n del PRT. El deterioro en la relaci#n con la ,: /acelerado por el proceso de &raccionamiento en el partido0 la muerte de Pujals y ?onet 0dos importantes dirigentes de origen trots=ista0 el acercamiento a ,uba y por esa vía a los P,s latinoamericanos y la perspectiva de la Bunta de ,oordinaci#n Revolucionaria ;B,R< /la organizaci#n que !abía comenzado a perge%arse en ,uba con organizaciones militares del ,ono -ur0 acaban con cualquier posibilidad de discusi#n con la ,:. Esta imposibilidad se mani&iesta en un documento elaborado por -antuc!o aparecido en un ?oletín :nterno y luego publicado en &orma independiente. llí se remarcan las di&erencias se%aladas en el documento sobre :nternacional del ,ongreso se destaca que los documentos de dic!o ,ongreso no !ayan sido publicados en Europa y reconociendo errores metodol#gicos por parte del ?ur# Político /como la intervenci#n antiestatutaria de la Regional -ur0 se denuncia la actividad &raccional de los compa%eros provenientes de la ,: y de ?a"ter en particular. En un escrito en el que se cita pro&usamente a 3enin se cuestiona la tendencia de la ,: a opinar sobre procesos en los que no tienen participaci#n directa y se atribuye las posiciones de la Gracci#n Roja a su car+cter peque%o0 burgu's que lo llevaría a la dispersi#n y el des+nimo. 5@ ,omo parte del proceso de destrots=izaci#n /en t'rminos de 2attini0 en el proyecto de programa que se iba a discutir en el : ,ongreso en 1@)9 /despu's suspendido por razones de seguridad0 la liquidaci#n de la dependencia adquiere un status prioritario di&erenci+ndose ya en parte de la concepci#n permanentista del trots=ismo seg4n la cual las tareas de independencia nacional y las de avance !acia el socialismo no pueden separarse en etapas. En agosto de 1@)9 se publica en El "ombatiente el documento de ruptura con la ,: votada en el ,omit' Ejecutivo de julio. llí se critica ya a Trots=y por no atender al proceso revolucionario abierto en sia y se !abla a!ora de errores del estalinismo /mientras que antes se !ablaba de la de&enestraci#n de -talin0. Por otro lado el empantanamiento de la discusi#n con la ,: sería producto de un punto de vista 6no proletario7 lo que !abilitaría a que los cuartainternacionalistas 6sean e"pulsados sin contemplaciones del seno de la organizaci#n como se !3 &artido 'evolucionario de los raa+adores< In"orme sobre una actividad "raccional. sMd
e"tirpa un tumor para que no in&ecte a la mayoría sana del organismo7. 9* En &ebrero de 1@)C tiene lugar el F ,ongreso 2undial de la ,:. llí la direcci#n internacional se autocriticar+ por no !aber discutido ya en el :F ,ongreso concepciones del PRT 6que estaban en contradicci#n con los conceptos esenciales y an+lisis de la ,uarta :nternacional7 como por ejemplo las posiciones &rente al castrismo y al maoísmo. 91 Esto lleva a considerar que 6la actitud de la ,uarta :nternacional !acia el PRT debe ser caracterizada como oportunista ...7. 95 Tambi'n se atribuye la ruptura a la presi#n de la direcci#n cubana y a los m'todos burocr+ticos de la direcci#n del PRT. II) Nudos problem#ticos
a< Espontaneísmo El motivo de la ruptura con 2oreno es claramente la premura por comenzar la luc!a armada en la que el surgimiento de otros grupos que empiezan a !acer este tipo de actividades juega tambi'n un papel decisivo. Pero la principal crítica que se le !ace a 2oreno en el momento de la ruptura /y se seguir+ !aciendo posteriormente en el ,ongreso por ejemplo0 es la de espontaneísmo. En el Libro Ro$o 99 la trayectoria de 2oreno se caracteriza así con la e"cepci#n de los a%os de La Revolución Latinoamericana te"to al que ya !icimos re&erencia. 3uego de este período 62oreno vuelve sin ning4n rubor a la vieja idea espontaneísta de que el movimiento obrero se plantear+ en base a sus e"periencias y a las nuevas &ormas organizativas el problema del poder7. 9C Es decir el espontaneísmo es el seguidismo a la conciencia real espont+nea de los trabajadoresI es dar la prioridad a la luc!a por las reivindicaciones inmediatas suponiendo una evoluci#n lineal de la conciencia a partir de la luc!a econ#mica sindicalI es renunciar a jugar un rol en tanto que vanguardia política de la clase obrera. 3a crítica realizada por el PRT0E, sigue e"plícitamente la realizada por 3enin en su &olleto de 1@*5 %u& 'acer en el cual interpreta bajo esta clave la política de los sectores menc!eviques dentro del Partido 8brero -ocialdem#crata Ruso. 3a concepci#n de 3enin es someramente que el partido bas+ndose s#lidamente en la teoría mar"ista induce desde &uera de la clase la conciencia comunista pues 'sta no puede ser alcanzada en la actividad reivindicativa cotidiana /espont+nea0 de los trabajadores. En esto entonces el PRT es !eredero directo de la :T utilizando los argumentos que provienen de esta 0 Por #u$ nos separamos de la I% Internacional. *n De Santis, Daniel (!)< p. 19 - ss. 01 &ocuments' (orld )ongress o" the Fourth International. !rgentina* Political )risis and Revolutionar+ Perspectives. *n Intercontinental Press, %ol, -.' o, 4/. !0 de Dicie"re de 1352< p. 153! - ss. 0! Iíd.< p. 1534. 00 >o"re con el ue se conoci el docu"ento del I Congreso del &'*C, elaorado por Santuc6o, =scar &rada - :elio &rieto todos a+o seudni"os, cu-o título era El 0nico camino hasta el poder obrero + el socialismo. 02 'a"íre%, CarlosN Do"ec, Sergio - Candela, 7uan< El 0nico camino hasta el poder obrero + el socialismo. sMd< p. 02.
tradici#n.9 Es 'ste un problema de crucial importancia pues est+ aquí implicado el rol del partido en el proceso de construcci#n de una subjetividad revolucionaria en el marco de una sociedad !egemonizada por la burguesía. Es por lo tanto indisociable de una teoría sobre la revoluci#n e incluso del tipo de sociedad que puede edi&icarse luego de 'sta. -i bien el problema escapa a las limitaciones de este trabajo sí queremos se%alar que a nuestro entender en la tradici#n de los partidos de la :T no solamente se releg# al respecto el pensamiento de grandes revolucionarios de principios de siglo FF 0Rosa 3u"emburgo Sarl Sorsc! o ntonio >ramsci entre otros0 sino que tambi'n muc!as de las discusiones que desde distintas vertientes !a !abido tanto sobre el %u& (acer como sobre el desarrollo de las identidades políticas en general. -e%alamos entonces que la apropiaci#n de esta tradici#n &ue !ec!a sin cuestionamientos por parte de -antuc!o. ,reemos que !ay muc!os elementos en el morenismo que desde la perspectiva planteada por el %u& (acer pueden ser considerados espontaneístas. 2uc!os de ellos de todos modos son ya anteriores a la uni&icaci#n y no !abían sido obst+culo para la misma. 3a política de entrismo en el peronismo que durante casi una d'cada sostuviera el morenismo es buen ejemplo de ello 9D a4n cuando en este caso !aya recibido objeciones por parte del GR:P. 3o que nos parece m+s importante sin embargo es que pese a la pro&usi#n de citas la posici#n del PRT0E, tiene una di&erencia importante con la crítica leninista al espontaneísmo pues en -antuc!o este cuestionamiento tiene una ambigedad decisiva. ,uestionando la desviaci#n sindicalista del morenismo el Libro Ro$o de&ine como obreros de vanguardia a aquellos trabajadores conscientes de que la misi#n !ist#rica de su clase es luc!ar políticamente para derrocar al gobierno de la burguesía. 3os activistas sindicales deben ser acompa%ados en sus luc!as pero la 09 Agregue"os ta"in ue "#s all# del contenido, ta"in el &' sigue tanto en este docu"ento co"o en la "a-oría de los "#s i"portantes a la I en cuanto a la utili%acin en la discusin del peso del prestigio de los pensadores cl#sicos. olvere"os sore esta característica en el uso de los cl#sicos en la I - en el &'. 08 *l entris"o est# ovia"ente deter"inado por el car#cter peronista de los traa+adores, - co"o parte de esta política el peridico de &alara =rera se reconocía a+o la disciplina del eneral &ernE. C/r. on%#le%, *rnesto< 1u$ "ue + #u$ es el peronismo. &lu"a, Buenos Aires, 1352. Le+os de inducir una conciencia co"unista, on%#le% reconoce ue sectores de la peri/eria de la organi%acin desconocían sus de/iniciones ideolgicas "#s generales. *sta con/usa deli"itacin del peronis"o se agravar# en el aGo 138!, en el ue se caracteri%a al peronis"o co"o revolucionario, - consecuente"ente los "ilitantes distriu-en &emocracia, el peridico del candidato electo para la goernacin de la provincia de Buenos Aires, Fra"ini. odavía a /ines de 1382, es decir "u- avan%ada -a la relacin con el F'I&, se le pide a &ern en el peridico, en no"re de nuestro "ovi"iento peronistaE, ue levante un claro progra"a revolucionarioE. C/r. Palabra 2brera > 050, !2 de novie"re de 1382. Incluso a principios de 1388, es decir, luego de la uni/icacin, el &' participa de las luc6as de la F=IA co"o Comité Obrero de la Juventud Peronista de San José.
organizaci#n revolucionaria tiene como tarea el trans&ormarlos en obreros de vanguardia es decir aportarles desde &uera del +mbito de sus luc!as los elementos que les permitan alcanzar una conciencia comunista. En el mismo sentido en el documento del ,ongreso se cuestiona a 2oreno porque 6cada con&licto sindical se trans&ormaba en eje de todo del Partido y su triun&o era una cuesti#n de !onor. En cambio la propaganda y la agitaci#n revolucionaria era propagandismo(. ;...<:ntentar llevar las concepciones mar"istas el socialismo a las masas constituía un actividad superestructural y por ende de segundo orden cuando no provocadora(.79) En ambos documentos entonces encontramos una de&inici#n muy pr#"ima a la desarrollada por 3enin. -in embargo al espontaneísmo atribuido al morenismo se le opone tambi'n y simult+neamente otra concepci#n. El Libro Ro$o comienza a&irmando que 6nada estuvo m+s alejado de las preocupaciones de los mar"istas( argentinos !asta el presente que el problema del poder y la luc!a armada.7 9A ,onsecuentemente cuando semanas m+s tarde se !ace re&erencia a la ruptura en un artículo de El "ombatiente lo esencial para que 6un grupo se convierta en partido revolucionario es la preparaci#n iniciaci#n y desarrollo de la luc!a armada.7 El motivo por el que el morenismo !abría roto es su negativa a aceptar claramente 6la necesidad de convertir al grupo de propaganda en un partido armado.7 9@ l re&erirse al morenismo el documento del ,ongreso e"plica que por suponer 6que las masas espont+neamente se orientarían !acia el programa del partido7 el morenismo 6so%aba con una revoluci#n antis'ptica( sin ese ingrediente !orrible de muertes y !eridos7 lo que sería la causa 6de la ausencia total de moral de combate de la alergia a los riesgos m+s mínimos7 y que se considere 6al menor movimiento positivo LcomoM una aventura7. Por eso el Partido debía aprender que 6un revolucionario es un !ombre de acci#n.7 C* Es decir que aquí a la conciencia espont+nea de los trabajadores m+s que la propaganda mar"ista que el comunismo lo que se le debe oponer es la acci#n la luc!a armada. Es esta segunda concepci#n la que a nuestro entender ser+ determinante en el PRT. 3a revoluci#n ser+ entendida como conquista del poder lo que llevar+ a un absoluto predominio del rol militar del partido a costa de su papel en tanto que construcci#n de una subjetividad trans&ormadora a la comprensi#n de la revoluci#n como operaci#n contra!egem#nica bajo la cual pensar a la liberaci#n de los trabajadores en tanto que su propia obra consciente. ,azes ,amarero importante dirigente del PRT0ERP sostiene en una entrevista recogida con -eoane que 6-antuc!o no leía a >ramsci porque no le preocupaba el tema del consenso. ;...< En ese sentido su pensamiento era m+s bien blanquista que mar"ista.7C1 3a ambigedad al contraponerse a lo que consideran es espontaneísmo en el morenismo puede remitirse a ambas vertientes que con&orman esta organizaci#n. 05 Resoluciones del % )ongreso. Co"pilado en De Santis, Daniel (1334)< p. 123 - ss. 04 'a"íre%, CarlosN Do"ec, Sergio - Candela, 7uan< =p. cit.< p. 5. 03 El )ombatiente. AGo 1. >!. 19 de "ar%o de 1384< p. 1!. 2 Resoluciones del % )ongreso. Co"pilado en De Santis, Daniel (1334)< p. 124 - ss. 21 Seoane, ?aría (1335)< p. 182.
l imponerse en el PRT la concepci#n de luc!a armada como aspecto esencial de la actividad política revolucionaria su perspectiva queda m+s a&ín a la de la N: para la que e&ectivamente es 'sta la estrategia decisiva. -in embargo creemos que no se puede asimilar la pr+ctica de 2oreno a la concepci#n de&endida por 3enin y que las críticas en este sentido de -antuc!o son sumamente certeras. Es decir que esta corriente de la :T tampoco lleva a cabo una política centrada en la construcci#n de una subjetividad revolucionaria lo que se mani&iesta en que la lectura de >ramsci es tambi'n ine"istente en esta tradici#n /así como en gran parte del mar"ismo político del s. FF0. El PRT pasa entonces de con&ormarse en una concepci#n en la que la luc!a sindical ocupa un lugar primordial 0muc!as veces en desmedro de la propaganda comunista/ propio de esta corriente de la :T a uno en el que la luc!a armada por el poder es lo decisivo /a&ín como se%alamos a la N:0. b< -eparaci#n entre partido y ej'rcito ,omo se%alamos una de las características m+s sobresalientes del PRT en relaci#n a otras organizaciones del período /claramente en lo que !ace a organizaciones con alcance nacional0 es la separaci#n conceptual y organizativa del partido y del ej'rcito del PRT y del ERP. Este aspecto est+ permanentemente planteado en los documentos ya desde la &undaci#n del ERP en el ,ongreso y se basa por un lado en la concepci#n leninista de partido que se toma del morenismo y por otro en los planteos de >iap el principal dirigente militar de la revoluci#n vietnamita al que se cita ampliamente en la Resolución sobre relación Partido-E$&rcito de ese ,ongreso. En este apartado se e"plicita la relaci#n entre ambas instanciasK 6Para el mar"ismo Ej'rcito y Partido son dos organizaciones di&erentes con tareas distintas y complementarias. El Ej'rcito es el brazo armado la &uerza militar de la clase obrera y el pueblo del que se sirve el pueblo revolucionario en la luc!a armada contra el ej'rcito burgu's. El partido en cambio es una organizaci#n e"clusivamente proletaria cualitativamente superior que se constituye en la direcci#n política revolucionaria de todo el pueblo en todos los terrenos de luc!a tanto en el terreno militar como en el econ#mico político etc'tera.7C5 No distinguir entre ambos sostiene este documento lleva a una posici#n sectaria y oportunista. 3o primero en cuanto cerraría la posibilidad de incorporar como combatientes a 6elementos no mar"istas7 y lo segundo en tanto implicaría incorporar al Partido 6elementos buenos para el combate pero políticamente inmaduros7. He esta di&erencia entre ambos y de la preeminencia /como se sostiene aquí0 de la política en la guerra revolucionaria se desprende que 6el Partido manda LaM el &usil7 es decir dirige al Ej'rcito. -in embargo estas de&iniciones parecen !aber tenido di&icultades en su concreci#n pr+ctica. Pocos meses despu's del ,ongreso en abril de 1@)1 una resoluci#n del ,omit' Ejecutivo reconoce que 63a de&inici#n justa del Partido y el Ej'rcito como organismos di&erentes y de la relaci#n entre ambos no se resolvi# 2! Resoluciones del % )ongreso. Co"pilado en De Santis, Daniel (1334)< p. 15.
correctamente en las resoluciones del ,ongreso ...7C9 En esta resoluci#n se establecen tres tipos de c'lulas partidariasK de masas /con el &in de penetrar en el &rente de masas que cada una atienda0 militares /cuya tarea central es combatir0 y de aparato /abocadas a tareas internas como por ejemplo las publicaciones0. -i el ,omit' Ejecutivo detecta problemas a principios del ()1 creemos que 'stos se tornan m+s agudos en los meses siguientes en los que la propia direcci#n de&inir+ en retrospectiva una desviaci#n militarista. He testimonios que !emos recogido surge claramente que por períodos la gran mayoría de la organizaci#n estaba abocada a la luc!a armada con el consecuente debilitamiento político. :ncluso durante el a%o ()5 desaparecen pr+cticamente los cursos de &ormaci#n política s#lo aparecen algunos n4meros de El "ombatiente en todo el a%o e incluso el ,omit' ,entral no se reunir+ !asta diciembre. -in embargo en una sociedad en la que cerca de la mitad de la poblaci#n /seg4n estudios de opini#n p4blica de la 'poca0 justi&ica las acciones guerrilleras CC la organizaci#n tendr+ un importante crecimiento num'rico aunque sesgado por el militarismo. Recorre al PRT permanentemente entonces una tensi#n dada por la preeminencia de las actividades militares y las consecuentes di&icultades en el trabajo entre las masas. En los testimonios recogidos de militantes de di&erentes niveles de la organizaci#n encontramos coincidencias sobre este problema. -eg4n surge de una entrevista a Buan Cacho 3edesma miembro del ,, desde diciembre del ()5 y del ?ur# Político desde el () ya desde el ,ongreso en adelante se abandona la idea del militante ligado a las masas ante la premura de organizar la guerra revolucionaria. El objetivo de los militantes estudiantiles o sindicales se%ala 3edesma se centraba en captar combatientes que abandonaban así su estructura de estudio o trabajo abandonando lo que !abía sido la !erencia de la organizaci#n !asta ese momento.C Esto est+ asociado a que como nos plantearan varios militantes la gente entraba a la organizaci#n por el prestigio obtenido por las actividades militares del ERP. 3a e"istencia de de&iniciones contundentes en cuanto a la distinta &unci#n y características de ambas organizaciones nos parece un elemento central para entender este aspecto del PRT. -in embargo creemos que la di&icultad en poner en la pr+ctica estas concepciones no es un elemento que pueda soslayarse. En los t'rminos en los que estamos pensando estos problemas en este artículo podemos ver que el PRT parte de una de&inici#n de organizaci#n claramente enraizada en las concepciones de la :T. l calor del proceso en com4n con el morenismo -antuc!o /partiendo del GR:P un movimiento ajeno a toda concepci#n partidaria en el sentido leninista0 adopta las características organizativas de la :T y el PRT mantendr+ 'stas a lo largo de su e"istenciaK la organizaci#n en c'lulas la instancia m+"ima del ,ongreso y la elecci#n en 'ste de un ,omit' ,entral que vota a su vez un ,omit' Ejecutivo y un ?ur# Político 20 Resoluciones el )omit$ E3ecutivo de !bril de -5-. Co"pilado en De Santis, Daniel (1334)< p. !84. 22 Los datos provienen de una encuesta de I&SA pulicada a /ines de 1351. C/r. De 'i%, Liliana (!)< p. 1!. 29 La entrevista a 7uan Ledes"a /ue reali%ada en La &lata en enero de 1344 por Daniel De Santis, uien nos la cedi gentil"ente. *s por este "otivo ue en este traa+o es la @nica ue individuali%a"os, a di/erencia de las por nosotros reali%adas, ue auí to"a"os sin particulari%ar.
para dirigir al partido entre congresos. Esta concepci#n se mantiene !asta la desaparici#n de la organizaci#n. 3a distinci#n entre partido y ej'rcito es en parte un producto de esta !erencia de la :T. -in embargo las di&icultades para plasmarla en la pr+ctica relativizan ciertamente las di&erencias con las organizaciones de la N:. c< -eparaci#n entre teoría y pra"is -antuc!o y el PRT !eredan de su relaci#n con el morenismo y con el mandelismo una concepci#n particular del lugar de la teoría en la pr+ctica política. a desde el s. F:F los militantes inscriptos en el mar"ismo !an de&inido a la luc!a te#rica como uno de los &rentes en los que se construye la organizaci#n revolucionaria. 3a remisi#n a los te#ricos cl+sicos del mar"ismo estuvo sin duda entre los aspectos que deslumbraron del discurso de 2oreno a los -antuc!o en el comienzo de la relaci#n. -in embargo creemos que al menos desde mediados del siglo pasado la :T !a adoptado una posici#n particular &rente a la teoríaK se !an tomado los te"tos cl+sicos como escritos casi sagrados utilizados para justi&icar e ilustrar la política de turno. 3a cita de alg4n p+rra&o de estos te"tos !a servido m+s para dar autoridad a la política que se buscaba de&ender que como &orma de desarrollar la teoría y dotar a la pr+ctica de !erramientas conceptuales. nte ese lugar en el que se ubica a la teoría las políticas que se llevaron a cabo est+n muy &recuentemente desligadas de una base te#rica mínimamente rigurosa pese a la pro&usi#n de citas cl+sicas con las que se las sostuvo. sí 2oreno pudo cambiar su concepci#n de la luc!a armada o incluso el lugar que le cabe al proletariado en la revoluci#n sin que ello lo lleve a una re&le"i#n en el plano de la teoría. Hel mismo modo como vimos la ,uarta :nternacional pudo sostener posiciones divergentes y !asta antag#nicas sin preocuparse por anclarlas en una conceptualizaci#n co!erente. En ambos casos apoy+ndose en citas de cl+sicos. El PRT !ereda de esta :T el lugar que le cupo a la teoría en su elaboraci#n política. En el ,uarto ,ongreso por ejemplo en el marco de la necesidad de justi&icar la urgencia por comenzar la luc!a armada algunos p+rra&os citados de 3enin /a nuestro entender sacados de conte"to0 alcanzan para sostener que 6,omo vemos 3enin es el descubridor y propulsor de la guerrilla urbana ...7 CD El lugar dado a la teoría por la :T y por la N: es conceptualmente di&erente /y esto se puede encontrar e"plícitamente en los documentos0. -in embargo el PRT 0en el marco de presiones cada vez mayores propias de la actividad político0militar y de las duras condiciones en las que se desarrollan las que sin duda di&icultan el estudio y la &ormaci#n0 est+ lejos de dar a la luc!a te#rica la importancia que caracteriza al mar"ismo en sus orígenes. -in embargo como se%alamos la in&luencia recibida de esta :T no pudo permitir una real in&le"i#n en este aspecto. 28 'a"íre%, CarlosN Do"ec, Sergio - Candela, 7uan< El 0nico camino hasta el poder obrero + el socialismo. Co"pilado en De Santis, Daniel (1334)< p. 12. Co"o seGala &o%%i, *n su disputa con ?oreno, el &'*l Co"atiente -a 6aía deter"inado ue se volcaa 6acia la luc6a ar"adaN por ende la teoría deía +usti/icar esta decisin ex post facto.E &o%%i, &alo (!1)< p. 39.J
Por eso nos parece que las di&erencias al respecto con las corrientes m+s paradigm+ticas del período terminan parcialmente diluidas. >illespie se%ala sobre 2ontoneros que 6su pragmatismo era a menudo su &uerza ;...< &acilitando la &le"ibilidad t+ctica y la realizaci#n de alianzas políticas.7 C) Evidentemente el espectro de alianzas que realizan los 2ontoneros en su !istoria es muc!o mayor pero queremos destacar que por ejemplo las distintas posiciones en relaci#n al estalinismo la relaci#n con Tupamaros /con concepciones radicalmente distintas0 incluso el intento de con&ormaci#n de una organizaci#n com4n con 2ontoneros en los días anteriores a la caída de -antuc!oCA son a nuestro entender mani&estaciones de esta misma &le"ibilidad basada en su pragmatismo. En este sentido es signi&icativo que en cuanto a políticas !acia otras organizaciones el PRT privilegiara siempre el tipo de accionar de 'stas /es decir la opci#n por la luc!a armada0 por sobre las concepciones políticas m+s generales. olveremos sobre este punto al re&erirnos a las alianzas internacionales del PRT pero antes querríamos analizar dos ejemplos /en el marco de los procesos se%alados0 en los que se mani&iesta la relaci#n entre teoría y pra"is que observamos en esta organizaci#n. i< Goquismo y luc!a armada l momento de la uni&icaci#n con el morenismo la delimitaci#n y la crítica al &oquismo es uno de los puntos centrales en el acuerdo. El PRT se constituye sobre la base que en el proceso revolucionario es necesario la construcci#n de un partido que se desarrolle entre las masas para reci'n despu's poder encarar la luc!a armada. ,omo sostiene Bulio -antuc!o 6Oue &uera imposible superar el &oquismo sin dotarse de dic!a !erramienta estrat'gica Lel partido de la clase obreraM era el punto de partida del proyecto del PRT.7 C@ -in embargo ante la decisi#n de comenzar la luc!a armada /motivada como vimos por los sucesos en Tucum+n0 esta discusi#n que !abía sido liminar es vista como secundaria. l discutir en el 3ibro Rojo las concepciones de ,astro y >uevara la pol'mica contra la teoría del &oco se eval4a como in4til y !asta mezquina 6El partido !a perdido a%os polemizando contra las lagunas y de&iciencias de esta teoría ...7 *. En este cambio de posici#n se enmarca la posici#n de -antuc!o &rente al asco ?engoc!ea quien como vimos muere en 1@DC en un accidente preparando 25 illespie, 'ic6ard (1334)< p. 33. 24 Seg@n orriar#n, al re/erirse a la relacin con ?ontoneros, incluso 6uo un proceso "u- interesante porue en 1358 casi lleg a concretarse lo ue ia a lla"arse la =rgani%acin para la Lieracin Argentina, la =LA, ue era la unidad de ?ontoneros, el *'& - &oder =rero.E K "#s adelante< =satins;- era una persona ue, co"o 'o-, se daa cuenta de ue la posiilidad de victoria estaa en unirse, ue estaa ien la discusin política, ideolgica, todo lo ue uno uisiera, pero el punto prioritario tenía ue ser la unidad.E orriar#n ?erlo, *nriue (!0)< p. !9.J 23 Santuc6o, 7ulio (1344)< p. 13. 9 'a"íre%, CarlosN Do"ec, Sergio - Candela, 7uan< =p. cit. Co"pilado en De Santis, Daniel (1334)< p. 115.
e"plosivos para establecer un &oco en Tucum+n. -i -antuc!o establece la relaci#n con 2oreno en el mismo momento en el que esos compa%eros eran separados de la organizaci#n y sin objetar las posiciones del morenismo en 1@DA el asco ser+ !omenajeado como 6... el dirigente de nuestro partido que m+s abnegadamente intentara preparar e iniciar la luc!a armada contra el capitalismo en nuestro país.71 8tro aspecto alrededor del mismo problema en el período que estamos analizando es la ubicaci#n de -antuc!o &rente a las posiciones de 2oreno sobre el ,!e. En septiembre de 1@DC en pleno proceso de con&luencia entre ambas organizaciones 2oreno publica un &olleto para demarcarse de las posiciones de >uevaraK os m&todos *rente a la Revolución Latinoamericana en el que se polemiza duramente con trabajos el ,!e. llí se atribuye a >uevara las derrotas de los intentos guerrilleros en el continente pues in&luenciados por 'l la guerrilla se !abría trans&ormado en una 6moda tr+gica7 que aísla a la vanguardia del movimiento de masas. 5 Pese al tono sumamente crítico del artículo y a4n cuando el ,!e ya era para el GR:P una &igura emblem+tica no !emos encontrado ning4n comentario en las publicaciones de esta corriente sobre este trabajo ni parece !aber generado obst+culos en el proceso de uni&icaci#n que se concretaría pocos meses despu's. Podemos ver como &rente a posiciones sustanciales el &oquismo o la &igura del ,!e la &le"ibilidad pragm+tica ocluye di&erencias o directamente modi&ica posiciones sin que los aspectos te#ricos involucrados !ayan ameritado su pro&undizaci#n. ii<,uarta :nternacional 8tro t#pico en el cual podemos ver que la pro&undizaci#n de los problemas te#ricos no est+ en el !orizonte del PRT siempre ateni'ndonos a los procesos sobre los que nos estamos basando es en relaci#n al lugar &rente a la ,uarta :nternacional. ,omo se%alamos pocos meses despu's de la uni&icaci#n en un ,omit' ,entral de &ebrero de 1@DD se resuelve que el partido de conjunto pase a ser secci#n de la ,: pues 6... no e"iste ning4n otro organismo a escala internacional que se d' un programa igual ni plantee la necesidad del partido de la revoluci#n mundial y que los !ec!os !an corroborado la correcci#n del Programa de Transici#n y las Tesis de la Revoluci#n Permanente.7 9 Esto &ue rati&icado en el :: ,ongreso del PRT pocos meses despu's. -in embargo en el ,ongreso como !emos visto la posici#n es otra y la política est+ orientada !acia otras organizaciones /P,s c!ino cubano alban's etc.0 que est+n lejos de reivindicar el programa y las tesis trots=istas. 3a suscripci#n en 1@DD a esas posiciones no parece !aber sido en base a una conceptualizaci#n te#rica sino m+s bien en aras de avanzar en el proceso en com4n con el morenismo. -in embargo lo que se estaba sosteniendo no era una cuesti#n t+ctica sino que !acía a los pilares conceptuales del modelo de revoluci#n. Por 91 El )ombatiente. AGo 1, >1. 8 de "ar%o de 1384< p. 1. 9! C/r. ?oreno, >a6uel< Dos "todos /rente a la 'evolucin Latinoa"eicanaE. *n Estrategia >!, 0O *poca. Septie"re de 1382< p. 51. 90 'esolucin del Co"it Central del &'E, reunido los días !8 - !5 de /erero de 1388. *n on%#le%, *rnesto (coord.) (1333)< p. 11!.
eso creemos ver aquí otra muestra del escaso lugar asignado a la teoría en el proceso revolucionario. nuestro entender entonces el PRT se mueve b+sicamente con criterios pragm+ticos lo que lo acerca &uertemente a la N:. !ora bien la relaci#n con el trots=ismo tampoco parece !aber podido dejar una impronta en el PRT que le !ubiera permitido anclar m+s s#lidamente sus concepciones en un marco te#rico.C d<:nternacionalismo Es 'ste sin duda un aspecto &uertemente distintivo del PRT &rente al nacionalismo que caracteriza a la N: y en particular a 2ontoneros y a las corrientes peronistasI por eso autodenominadas tambi'n de la :zquierda Nacional. ,omo !emos visto durante ) a%os el PRT &ue &ormalmente secci#n o&icial en la rgentina de la ,:. Pese a la oposici#n de gran parte de los delegados en el ,ongreso -antuc!o de&iende permanecer dentro de la organizaci#n en el marco de la luc!a por la construcci#n de un Partido Revolucionario :nternacional. Este sostiene es crecientemente necesario remitiendo e"plícitamente al modelo de la ::: :nternacional leninista. -in embargo en este documento tambi'n se pretende construir una organizaci#n internacional en base a la uni#n de los partidos vietnamita c!ino cubano coreano y alban's. El trots=ismo sería una corriente dentro de esta organizaci#n. 3a re&erencia a la :nternacional leninista es sumamente contradictoria. El proyecto de 3enin de una organizaci#n centralizada que interviene directamente en los asuntos que competen a cada secci#n nacional en su política cotidiana cuyos programas deben ser a la vez aprobados por la direcci#n internacional implica obviamente un alto grado de unidad te#rica y política di&ícil de esperar entre los partidos a los que -antuc!o apuesta para con&ormar esta organizaci#n. 2+s a4n si los trots=istas deberían ser parte de ella. D Es decir que la apelaci#n a la tradici#n leninista parece ser m+s bien una re&erencia a los cl+sicos /en el sentido ya planteado supra0 pero sin ser un modelo conceptual de organizaci#n internacional. 92 Aunue escapa a lo ue esta"os desarrollando, uerría"os seGalar ue la ausencia de slidas de/iniciones tericas le da necesaria"ente a la actividad revolucionaria un /uerte sesgo "oral, tal co"o 6a sido seGalado por algunos autores en relacin al &' - a otras organi%aciones. *sto se "ani/iesta ta"in en "uc6as entrevistas, tanto propias co"o las pulicadas en otros traa+os sore el período. 99 *n sus ?e"orias, orriar#n seGala ue *n realidad nosotros nunca tuvi"os a/inidad con el trots;is"o. Lo ue reivindic#a"os en un "o"ento era la intencin de traa+ar en la constitucin de una organi%acin internacional co"o 6aía sido la ercera Internacional en tie"pos de Lenin. &ero en la pr#ctica vi"os ue, por lo "enos, desde a6í no ia a ser posile.E orriar#n ?erlo, *nriue (!0)< p. 135J 98 Cae seGalar ue la Cuarta Internacional, en ese "o"ento apo-ando a la direccin del &', no tradu+o del castellano por varios aGos el docu"ento escrito por 'o-, el ue segura"ente 6uiera generado /uertes resistencias por parte de la organi%acin europea, dadas la "irada su"a"ente crítica sostenida por esta corriente sore los partidos reivindicados en ese docu"ento.
Pese a la remisi#n a 3enin y pese a la decisi#n de mantenerse en la ,uarta :nternacional creemos entonces que en el PRT la idea de organizaci#n internacional responde a otros modelos. Jn aspecto en el que se mani&iesta esto es que en el PRT jam+s se discute la línea de la organizaci#n mandelista ni su política en los países en los que 'sta tiene cierta inserci#n sobre todo en Grancia. 4n cuando en el documento del ,ongreso se plantea la necesidad de trans&ormar esa organizaci#n para darle un supuesto rumbo proletario no !emos encontrado ninguna re&erencia de que el PRT se ocupe consecuentemente de discutir las políticas de la :nternacional compromiso ineludible si se tratara de apoyar la construcci#n de una organizaci#n leninista. Para entender c#mo concibe una organizaci#n internacional -antuc!o es importante analizar tambi'n la organizaci#n que se comienza a &orjar a &ines de 1@)5 despu's de RaQsonK la B,R. Estar+ &ormada por aparte del PRT0ERP el 2:R c!ileno Tupamaros del Jruguay y el E3N de ?olivia y sacar+n tres n4meros de un peri#dico llamado "(e +uevara. Esta va ser despu's de la ,uarta la 4nica organizaci#n internacional de la que el PRT va a &ormar parte. En un reportaje en -antuc!o 6resaltaba la importancia estrat'gica del El Tupamaro internacionalismo y de su e"presi#n concreta la reci'n creada Bunta de ,oordinaci#n Revolucionaria.7) El programa de la B,R parte de la comprensi#n com4n de que 6no !ay otra estrategia viable en m'rica 3atina que la estrategia de guerra revolucionaria7 la que implica di&erentes &ormas de luc!a que 6se desarrollan arm#nicamente convergiendo en torno al eje de la luc!a armada.7 A -u objetivo es 6unir a la vanguardia revolucionaria que !a emprendido con decisi#n el camino de la luc!a armada contra la dominaci#n imperialista ...7 @ En un artículo de la revista se !abla de 6... la límpida luz mar"ista leninista portada principalmente por los te"tos de 3enin y de los revolucionarios vietnamitas7 e incluso seg4n se se%ala en ese artículo cuando en 1@)5 se !abía comenzado a discutir la &ormaci#n de la B,R se !abía !ec!o re&erencia a UimmerQald.D* Tambi'n se !ace re&erencia en la 6Heclaraci#n constitutiva ...7 a que 6... la direcci#n proletaria de la guerra se ejercita por un partido de combate mar"ista0 leninista de car+cter proletario ...7. D1 -in embargo la declaraci#n constitutiva est+ &irmada por el ERP y no por el PRT. D5 95 ranscripta en Lessa, Al/onso (!0)< p. 100. 94 Declaracin constitutiva de la 7C'E. *n )he 6uevara. >1. >ovie"re de 1352. Co"p. en De Santis, Daniel (!)< p. 085 - ss. 93 7unta de Coordinacin 'evolucionaria. =rígenes - perspectivasE. *n )he 6uevara. >!. Ferero de 1359. Co"p. en De Santis, Daniel (!)< p. 082. 8 Iíd.< p. 080 - ss. Pi""erQald es el antecedente in"ediato de la ercera Internacional, con la participacin de Lenin - sectores de la Segunda Internacional opuestos a la política de la "a-oría de esta organi%acin de apo-ar a sus goiernos en la 1O uerra ?undial. 81 Declaracin constitutiva de la 7C'E. *n )he 6uevara. >1. >ovie"re de 1352. Co"p. en De Santis, Daniel (!)< p. 050. 8! *l 6ec6o de ue 6a-a sido /ir"ado por el *'& aona por un lado ue esta organi%acin es central"ente entre organi%aciones ar"adas, a lo ue nos re/erire"os a continuacin. &ero por otro lado ta"in per"ite
3as principales actividades de la B,R estuvieron ligadas a la luc!a armada como ser la instalaci#n de una &+brica de armas en rgentina operaciones en com4n y el apoyo &inanciero mutuo sobre todo del PRT a Tupamaros y al 2:R dado que 'stos estaban parcialmente desarticulados por los golpes militares en sus países. 3a solidaridad sobre todo del PRT0ERP para con los compa%eros uruguayos y c!ilenos e"iliados en rgentina &ue sumamente importante /!ay m4ltiples ejemplos al respecto que !emos recogido en entrevistas0. 3a ayuda &inanciera por parte de la organizaci#n argentina a las otras tambi'n. -in embargo no es obviamente eso lo que constituye una organizaci#n seg4n el modelo leninistaK la B,R m+s que actuar como una organizaci#n centralizada en la que secciones nacionales se subordinan a una política internacional &ue a nuestro entender una coordinaci#n entre organizaciones guerrilleras. En una entrevista 2attini recordaba que 6Tomamos la idea del ,!e de que !abía que !acer juntas s#lo de coordinaci#n me re&iero a eliminar la idea de que !abía una política com4n para toda m'rica 3atina. ,ada país tenía su independencia.7 D9 Es decir que pese a la re&erencia a 3enin y a UimmerQald no vemos en la B,R ninguna relaci#n con la concepci#n de organizaci#n internacional de la :T sino que centralmente una coordinaci#n entre organizaciones guerrilleras a los &ines de colaborar mutuamente en este tipo de actividades. -e%alemos que tambi'n en este aspecto podemos ver la separaci#n entre teoría y pr+ctica a la que nos re&erimos en el apartado anteriorK lo que vincula a las organizaciones son sus m'todos de luc!a sus pr+cticas m+s all+ de sus concepciones políticas.DC He ser parte de una organizaci#n internacional propia de la :T /en la que no parece !aber desarrollado sin embargo una pr+ctica acorde a sus propias de&iniciones0 el PRT pasa a considerar como e"presi#n del internacionalismo a una organizaci#n que tiene poco en com4n con la concepci#n leninista en la que priman la identidad en sus pr+cticas que no pretende tener posiciones políticas comunes que responde m+s a las posiciones de la N: D y en la que parecen !aberse sentido muc!o m+s integrados. Es decir que en este aspecto la concepci#n internacionalista del PRT se va claramente distanciando de la del trots=ismo de la de su origen /en esto in&luye tambi'n la muerte de los principales re/or%ar la idea -a desarrollada ue la separacin entre partido e+rcito era astante relativa. De 6ec6o, por la propia distincin estalecida en docu"entos, la constitucin de una organi%acin internacional con un progra"a en el ue se reivindica el "ar$is"o leninis"o 6uiera sido "#s co6erente ue sea /ir"ada por el &' - no por el *'& ue supuesta"ente pretendía tener un progra"a "#s a"plio general. 80 Cit. en Lessa, Al/onso (!0)< p. 1!3. 82 Un docu"ento del Co"it de Asuntos Internacionales del ?L> urugua-o sostenía 6aer seguido en las relaciones con los grupos argentinos un criterio e"inente"ente tupa< poca c6arla, lo su/iciente para conocernos "antenernos in/or"ados - "uc6as cosas concretas ...E *l docu"ento consideraa necesario, signi/icativa"ente, ue se de/inan cuatro cosas prioritarias< ar"as, dinero, "ovili%acin de co"atientes - red de inteligencia. Cit. en Sessa, Al/onso (!0)< p. 102.J 89 SeGale"os, al respecto, ue el ?L>, por e+e"plo, desarrolla ta"in relaciones "u- estrec6as con los ?ontoneros.
dirigentes que provienen de esa vertiente Pujals y ?onnet0 para terminar en una organizaci#n radicalmente di&erente. Por 4ltimo resulta tambi'n signi&icativo al respecto que la propia marc!a del PRT !abla de 6esta grandiosa naci#n7 o que la consigna recurrentemente utilizada por el ERP seaK 6 vencer o morir por rgentina7. mbas e"presiones muc!o m+s propias de la N: que de la :T. Palabras *inales
$emos tratado de puntualizar ciertos aspectos en los que creemos se evidencia la complejidad de las in&luencias que condicionan el desarrollo del PRT0ERP. Para ello !emos acotado nuestro trabajo a los primeros a%os de la organizaci#n dejando sin mencionar sus posiciones &rente al auge del 63uc!e y vuelve7 y a los gobiernos peronistas que se suceden desde marzo de 1@)9. En ese proceso la in&luencia del mar"ismo de la :T en el PRT ser+ decisiva para que a di&erencia de todas las otras organizaciones armadas m+s importantes no se deposite ninguna con&ianza en la llegada de Per#n y en los gobiernos de ese signo. He !ec!o el an+lisis del PRT se centrar+ &uertemente para ello en los realizados por el morenismo y particularmente por 2ilcíades Pe%a. Es 'sta sin duda una instancia en la que es de sumo inter's analizar la tensi#n entre :T y N: y la &ormaci#n de una &racci#n en el PRT el ERP/55 de gosto que rompiendo con la organizaci#n llamar+ a votar a las rmulas peronistas en ambas elecciones ese a%o no ser+ obviamente ajeno a dic!a tensi#n. -in embargo por la complejidad de este procesoK las caracterizaciones preelectorales del PRT el an+lisis del peronismo los problemas derivados del auge del militarismo entre otros problemas !emos optado por no incluirlo en este artículo. 3os procesos a los que sí nos abocamos presentan en contraste la ventaja de mostrar con mayor precisi#n ambas vertientes al menos en la medida en que 'stos involucran inmediatamente a e"presiones de la :T. Poco antes de su caída -antuc!o !abía e"plicado los problemas del PRT por su insu&iciencia de mar"ismo. Pablo Pozzi !ar+ suya esa crítica agregando que para 'l esta insu&iciencia !abría sido &omentada por la direcci#n partidaria. DD nosotros la idea de que pueda !ablarse de un mar"ismo m+s o menos su&iciente no nos parece pertinente. 3o que !emos tratado de desarrollar aquí es que el mar"ismo del PRT proviene centralmente de las corrientes de la :T a las que nos re&erimos y que si el PRT presenta problemas en sus de&iniciones conceptuales y en su pr+ctica las corrientes de la :T que in&luyeron sobre 'l no permitieron tampoco que esta organizaci#n se eleve sobre una base te#rica m+s &irme. En una etapa en la que las presiones sociales y políticas dejaban a trav's del nacional0populismo &uertemente su impronta en las organizaciones que con&ormaban la N: esa in&luencia y esas bases te#ricas no permitieron que el PRT0ERP sostenga una mayor ligaz#n entre sus de&iniciones conceptuales e"plícitas y su pr+ctica. Entonces si como se%ala Pozzi 6... así va a ser toda la !istoria del PRT. 3a teoría por un lado escrita y di&undida por otro la pr+ctica reducida al empirismo m+s crudo.7D) queremos terminar se%alando que si el lugar de la teoría es resaltado en el PRT /siguiendo en esto claramente a la :T0 su desvinculaci#n en muc!os 88 C/r. &o%%i, &alo (!1)< p. 14. 85 Iíde"< p. 1!9.
aspectos de la pr+ctica reconoce tanto in&luencias de 'poca /plasmadas típicamente en la N:0 como de las propias limitaciones de las corrientes tradicionales con las que se vinculara.
?:?3:8>RGV (Las fuentes utilizadas fueron referenciadas en forma completa en el texto)
0?li"en -amuel ;1@A)
illespie Ric!ard ;1@@Arijalbo ?uenos ires. 0>onz+lez Ernesto ;coord.<;1@@@orriar+n 2erlo Enrique ;5**9=
Plata. 0Pozzi Pablo ;5**1