Victorino de Petovio Comentario sobre el Apocalipsis de Juan El Comentario más antiguo conservado a este libro, aproximadamente en el 260 d.C.
obre el cap!tulo uno
1. “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, y mostró mostró a sus siervos las cosas que deben suceder, y su signifcado. Bienaventurados los que leen y oyen las palabras de esta proeca, y guardan las cosas que est!n escritas". #l principio del libro promete la bendición para $l que lee y escuc%a y mantiene, aquel que se esuer&a sobre la lectura puede all aprender a %acer las obras, y puede mantener los preceptos. '. “(racia a vosotros y pa& de parte de )l, que es y que era y que %a de venir. )l es, porque )l permanece continuamente* )l era, ya que con el +adre )l %i&o todas las cosas, y tiene en este momento dado un principio de la irgen* )l est! por venir, ya que seguramente vendr! a -uicio. de los siete espritus que est!n delante de su trono". Leemos Leemos de un espritu de siete veces en /saas, 0 es decir, el espritu de sabidura y de inteligencia, espritu de conse-o y de poder, de conocimiento y de piedad, y el espritu de temor del e2or. 3. “ de Jesucristo, el testigo fel, el primog$nito de los muertos. 4l tomar sobre $l la virilidad, dio un testimonio en el mundo, en el que tambi$n despu$s de %aber surido, )l nos liberó por su sangre del pecado* y con el inferno vencido", )l ue el primero que se levantó de entre los muertos, y la muerte no tendr! dominio sobre )l, 5omanos 67 8, pero por su propio reinado el reino del mundo se destruye. 6. nos %i&o reyes y sacerdotes para Dios y su +adre. #s decir, una /glesia de todos los creyentes* como tambi$n el apóstol +edro dice7 9na nación santa, un sacerdocio real. 1 +edro :7 8 ;.
?7: >?7:> > cuya cuya antig@edad es la inmortalidad, y la uente de la ma-estad.
Página 1 de 25
“estido de una ropa que llegaba %asta los tobillos". 4 la larga, es decir, la prenda sacerdotales, estas palabras muy claramente entregar la carne que no ue da2ado en la muerte, y tiene el sacerdocio a trav$s del surimiento. “ )l estaba ce2ido por el pec%o con un cinto de oro". us pec%os son los dos testamentos, y la cinta de oro es el coro de los santos, como el oro refnado en uego. De lo contrario el cinto de oro atado alrededor de su pec%o indica la concie concienci ncia a ilumi ilumina nada, da, y la apre%e apre%ens nsión ión pura y espiri espiritua tuall que se da a las iglesias. 1'. “ su cabe&a y sus cabellos eran blancos como si uera lana blanca, y como eran nieve". #n la cabe&a se muestra la blancura* pero la cabe&a de Aristo es Dios. 1 Aorintios 117 = #n las canas es la multitud de abades como a la lana, con respecto a las ove-as sencillas* a la nieve, en el respeto de la multitud innumerable de candidatos ense2ado desde el cielo. “us o-os eran como llama de uego". Los preceptos de Dios son aquellos que el ministro de la lu& para los creyentes, sino a los incr$dulos en llamas. 16. “ en su rostro rostro era el brillo como el sol". Lo que llamó brillo ue la aparición de aquel en el que %abló a los %ombres cara a cara. +ero la gloria del sol es menor que la gloria del e2or. in duda, a causa de su salida y puesta, y para levantamiento, que nació y surió y resucitó, por lo tanto, la #scritura dio esta seme-an&a, comparando su cara a la gloria del sol. 13. “us pies eran como bronce amarillo, como si se %ubiera quemado en un %orno". )l llama a los apóstoles de sus pies, que, siendo causada por el surimiento, predicó su palabra en todo el mundo* porque )l Bien llamaron su nombr nombre e aquell aquellos os por cuya cuya predi predicac cación ión sal salier ieron. on. De a% a% tambi tambi$n $n el proe proeta ta anticipó esto, y di-o7 amos a adorar en el lugar donde sus pies se %an manten mantenido ido.. +o +orq rque ue donde donde en primer primer lugar lugar se levant levantar aron on y confr confrmar maron on la /glesia, es decir, en Judea, todos los santos se reunir!n -untos, y adorar!n a su e2or. 16. “ de su boca estaba emitiendo una espada aguda de dos flos". +or eso se muestra la espada aflada de doble curso salido de su boca, que es )l mismo quien %a declarado tanto a%ora la palabra del #vangelio, y anteriormente por ois$s declaró el conocimiento de la ley a todo el mundo. +ero debido a que de la mism misma a pala palabr bra, a, adem adem!s !s del del Cuev Cuevo o como como del del 4nti 4ntigu guo o esta estame ment nto, o, )l imponerse a toda la ra&a %umana, por lo tanto, )l se %abla como de doble flo. +orque los bra&os de la espada del soldado, la espada mata al enemigo, la espada castiga al desertor. para que pudiera mostrar a los apóstoles que )l estaba anunciando el -uicio, )l dice7 Co %e venido a traer pa&, sino espada. ateo 1>7=' despu$s de %aber completado sus par!bolas, )l les dice7
dos denariosG, y lo dar!s para m y para ti. ateo 1;7:; David dice de manera similar por el #spritu7 Dios %abló una ve&, dos veces %e odo la misma. +orque Dios una ve& decretada desde el principio lo que ser! as %asta el fnal. +or Hltimo, como )l mismo es el -ue& designado por el +adre, a causa de su asunción de la %umanidad, con el deseo de mostrar que los %ombres ser!n -u&gados por la palabra que )l %aba declarado, )l dice7 IAree usted que yo le -u&gar! en el IHltimo daE Co, pero la palabra, dice )l, que os %e %ablado a vosotros, que -u&gar! en el Hltimo da. Juan 1:7'? +ablo, %ablando del 4nticristo a los esalonicenses, dice7 4 quien el e2or JesHs matar! con el aliento de su boca. : esalonicenses :7 ? /saas dice7 +or el soplo de sus labios matar! al impo. /saas 117 ' #sto, por lo tanto, es la espada de doble flo la emisión de su boca. 13. “ su vo& como si uera la vo& de muc%as aguas". Las muc%as aguas se entiende que son muc%os los pueblos, o el don del bautismo que )l envió a los apóstoles, diciendo7 /d, ense2ad a todas las naciones, bauti&!ndolos en el nombre del +adre, y del :7== +or otra parte, Juan el Bautista tambi$n %aban anticipado esta, diciendo a sus discpulos7 +orque Dios no da el #spritu por medida a )l. #l +adre, dice $l, ama al
creyentes, porque es uno de cada siete por la calidad de la e y las elecciones. a sea por escrito a los que traba-an en el mundo, y vivir de la rugalidad de sus traba-os, porque son pacientes, y cuando ven a ciertos %ombres en los actores de p$rdida de la /glesia, y perniciosa, las oyen, no sea que %aya convertido la disensión, que aHn amonesta ellos por el amor, que, en lo que respeta a su e es defciente se arrepintieran* o para los que %abitan en lugares crueles entre los perseguidores, que deben seguir feles* o para aquellos que, ba-o el preteto de la misericordia, %acen pecados ilegales en la /glesia, y %acer que se manifesta por %acer por los dem!s* o para los que est!n a gusto en la /glesia* o para aquellos que son negligentes, y los cristianos sólo de nombre* o para aquellos que est!n mansamente instruidos, para que perseveren con valenta en la e* o para los que estudian las #scrituras, y el traba-o para conocer los misterios de su anuncio, y no est!n dispuestos a %acer la obra de Dios, que es la misericordia y el amor7 que todo lo que insta a la penitencia, a todo lo que declara el -uicio.
obre el cap!tulo dos
:. “o cono&co tus obras, y tu traba-o y paciencia". #n la primera epstola %abla as7 yo s$ que usted sure y el traba-o, veo que usted es paciente* Co creo que me estoy quedando muc%o de usted. “ que no puedes soportar a los que est!n mal, y que decir que son Judos, y no lo son, y los %as %allado mentirosos, y usted tiene la paciencia por causa de mi nombre". odas estas cosas tienden a la alaban&a, y que no es poca alaban&a* y que corresponde a tales %ombres, y tal clase, y tales personas elegidas por todos los medios a ser amonestados, que no pueden ser deraudados de los privilegios concedidos a los de Dios. #stas pocas cosas que )l di-o que )l tena en su contra. ', 3. “ %as de-ado tu primer amor7 recordar de dónde %as cado". #l que cae, cae desde una altura7 por eso di-o de dónde, porque, %asta el Hltimo, obras de amor deben ser practicadas* y este es el principal mandamiento. +or Hltimo, a menos que se %aga esto, )l amena&ó con quitar su candelero de su lugar, es decir, para dispersar a la congregación. 6. “#sto tiene tambi$n, que aborreces las obras de los nicolatas". +ero porque tH mismo aborreces los que sostienen la doctrina de los nicolatas, que espera alaban&a. +or otra parte, a odiar a las obras de los nicolatas, la que )l mismo tambi$n odiaba, esto tiende a alabar. +ero las obras de los nicolatas eran en ese tiempo los %ombres alsos y molestos, que, como ministros ba-o el nombre de Cicol!s, %aban %ec%o para s mismos una %ere-a, en el sentido de que lo que se %aba orecido a los dolos podra ser eorci&ado y comido, y que quien debe tener la ornicación comprometida podra recibir la pa& en el octavo da. +or lo tanto )l ealta a aquellos a quienes )l est! escribiendo* y estos %ombres, es tal y tan grande, )l prometió el !rbol de la vida, que est! en el paraso de su Dios. La siguiente epstola se desarrolla el modo de vida y costumbre de otro orden que sigue. )l procede a decir7 0
Página 4 de 25
8. “o cono&co tu tribulación y tu pobre&a, pero tH eres rico". +orque $l sabe que con tales %ombres eisten rique&as escondidas con )l, y que niegan la blasemia de los Judos, que dicen que son Judos y no lo son* pero son la sinagoga de atan!s, ya que est!n reunidos por el 4nticristo* y les dice7 0 1>. “$ fel %asta la muerte". ue deben seguir siendo feles %asta la muerte. 11. “#l que venciere, no surir! da2o de la segunda muerte". #s decir, no ser! castigado en el inferno. La tercera orden de los santos demuestra que son %ombres que son uertes en la e, y que no tienen miedo de la persecución* sino porque incluso entre ellos %ay algunos que est!n inclinados a asociaciones ilcitas, dice7 0 1'016. “ienes a% a los que retienen la doctrina de Balaam, que ense2aba en el caso de Balac que deba poner un tropie&o ante los %i-os de /srael, a comer ya cometer ornicación". 4s que tambi$n tienen que los que retienen la doctrina de los nicolatas* pero voy a luc%ar con ellos con la espada de mi boca. #s decir, voy a decir lo que mandare, y te dir$ lo que %aremos. +ara Balaam, con su doctrina, ense2ó a Balac a poner tropie&o ante los o-os de los %i-os de /srael, a comer de lo sacrifcado a los dolos, ya cometer ornicación, cosa que se sabe que %an pasado de edad. +orque $l dio este conse-o al rey de los moabitas, y causó esc!ndalo para el pueblo. +or lo tanto, dice, usted tiene entre vosotros los que sostienen esta doctrina* y ba-o el preteto de la misericordia, lo %ara con otros corruptos. 1;. “4l que ven&a le dar$ del man! escondido, y le dar$ una piedrecita blanca". #l man! escondido es la inmortalidad* la gema blanca es la adopción de ser el %i-o de Dios* el nuevo nombre escrito en la piedra es cristiana. La cuarta clase a entender la noble&a de los feles, que traba-an cada da, y %acer obras mayores. +ero incluso entre los que tambi$n )l muestra que %ay %ombres de una disposición !cil de conceder la pa& ilegal, y para escuc%ar las nuevas ormas de proeca* y )l reprende y advierte a los dem!s a los que este no es agradable, que conocen la maldad en lugar de ellos* por lo cual males fnes )l para llevar sobre la cabe&a de los feles ambas penas y peligros* y por lo tanto )l dice7 0 :'. “o no enviar$ sobre vosotros otra carga". #s decir, no te %e dado leyes, ritos y deberes, que es otra carga. :3, :6. “+ero lo que usted tiene, aerrarse %asta que yo venga* y el que ven&a, yo le dar$ autoridad sobre todos los pueblos". #s decir, le voy a nombrar como -ue& entre el resto de los santos. :?. “ le dar$ la estrella de la ma2ana". 4 saber, la primera resurrección. +rometió la estrella de la ma2ana, lo que a%uyenta la noc%e, y anuncia la lu&, es decir, el inicio del da.
obre el cap!tulo tercero Página 5 de 25
La quinta clase, empresa o asociación de santos, establece los %ombres que son descuidados, y que est!n reali&ando en el mundo otras transacciones que las que %acen cristianos sólo de nombre. por lo tanto, )l los e%orta a que de ninguna manera deben ser rec%a&ados de negligencia y se salven* y en este sentido dice7 0 :. “$ vigilante, y afrma las otras cosas que estaban a punto de morir* porque no %e %allado tus obras perectas delante de Dios". +orque no es sufciente para que un !rbol para vivir y no tener ruta, incluso, ya que no es sufciente para ser llamado un cristiano y de conesar a Aristo, pero no tener a s mismo en nuestro traba-o, es decir, no para %acer sus preceptos. La seta clase es el modo de vida de la me-or elección. #l %!bito de los santos se epone* de ellos, a saber, que son %umildes en el mundo, y no califcada en las #scrituras, y que sostienen la e inamovible, y no est!n en absoluto desglosado por casualidad, o retirada de la e por ningHn temor. +or lo tanto )l les dice7 0 ?. “. “ yo guardar$ de la %ora de la tentación". ue te cono&can a su gloria de ser de este tipo, que no se les permite de %ec%o que debe darse a la tentación. 1:. “#l que venciere se %i&o una columna en el templo de Dios". +orque as como uno de los pilares es un adorno del edifcio, por lo que el que persevera deber! benefciarse de la noble&a en la /glesia. +or otra parte, el s$ptimo asociación de la /glesia declara que son %ombres ricos colocados en posiciones de dignidad, pero creer que son ricos, entre los cuales de %ec%o las #scrituras se discuten en su dormitorio, mientras que los feles est!n uera* y se entienden por nada, a pesar de que se alaban y dicen que saben todas las cosas, dotados con la confan&a de aprendi&a-e, pero de-ar de su mano de obra. as dice7 0 13. “#l %ec%o de que ni eres ro ni caliente". #s decir, ni creyente ni creer, porque son todas las cosas a todos los %ombres. porque el que no es ni ro ni caliente, sino tibio, da n!useas, )l dice7 0 16. “o te vomitar$ de mi boca". 4unque la n!usea es odioso, todava le duele a nadie* as tambi$n es con los %ombres de este tipo cuando se %an ec%ado %acia atr!s. +ero porque no %ay tiempo de arrepentimiento, )l dice7 0 1?. “e convencer$ que de m compres oro refnado en el uego". #s decir, que, en cualquier manera que usted puede, usted debe surir por nombre tribulaciones y las pasiones del e2or. unge tus o-os con colirio. ue lo que gustosamente sabe por la #scritura, que debe esor&arse tambi$n para %acer el traba-o de la misma. porque, si de esta manera los %ombres regresan de gran destrucción a gran arrepentimiento, no sólo son Htiles para ellos mismos, sino que son capaces tambi$n de ser una venta-a para muc%os, )l les prometió no poca recompensa para sentarse, a saber, en el trono de -uicio. obre el cap!tulo cuarto
Página 6 de 25
1. “Despu$s de esto, mir$, y %e aqu una puerta abierta en el cielo". #l Cuevo estamento se anuncia como una puerta abierta en el cielo. la primera vo& que o era, por as decirlo, de la trompeta, %ablando conmigo, di-o7 ube ac!. Dado que se muestra la apertura de la puerta, es manifesto que anteriormente %aba sido cerrado a los %ombres. se puso sufciente y totalmente abierta cuando Aristo ascendió con u cuerpo al +adre en el cielo. +or otra parte, la primera vo& que %aba odo cuando dice que %abló con $l, sin contradicción condena a los que dicen que se %ablaba en los proetas, otro en el #vangelio* ya que es m!s bien $l mismo que viene, que es el mismo que %abló por los proetas. +ara Juan era de la circuncisión, y todo lo que las personas que %aban odo el anuncio del 4ntiguo estamento ueron edifcados con su palabra. #sa misma vo&, di-o $l, que %aba odo, eso me di-o7 ube ac!. #se es el #spritu, a quien poco antes de que $l confesa que %aba visto caminando como el . “#l primer ser viviente era seme-ante a un león* el segundo era seme-ante a un becerro* el tercero tena rostro como de %ombre* y el cuarto era seme-ante a un !guila volando* y tenan seis alas, y alrededor y por dentro Página 7 de 25
estaban llenos de o-os* y no tenan reposo, diciendo7 anto, santo, santo es el e2or Nmnipotente. los veinticuatro ancianos, cayendo ante el trono, adoraban a Dios". Los veinticuatro ancianos son los veinticuatro libros de los proetas y de la ley, que dan testimonio de la sentencia. +or otra parte, tambi$n, son los veinticuatro padres0 doce apóstoles y los doce patriarcas. en que los seres vivos son dierentes en apariencia, esta es la ra&ón7 el animal, seme-ante a un león designa arcos, en el que se escuc%a la vo& del león que ruge en el desierto. en la fgura de un %ombre, ateo se esuer&a para declarar a nosotros la genealoga de ara, de la que Aristo se %i&o carne. +or lo tanto, al enumerar desde 4bra%am %asta David, y de all a Jos$, %abló de $l como si de un %ombre* por tanto, el anuncio establece la imagen de un %ombre. Lucas, al narrar el sacerdocio de Oacaras, como $l orece un sacrifcio para el pueblo, y el !ngel que aparece a $l con respecto al sacerdocio y la vctima en la misma descripción llevaba la imagen de un becerro. Juan el evangelista, al igual que a una aceleración !guila en las alas levantadas a mayores alturas, argumenta acerca de la +alabra de Dios. arcos, por lo tanto, como un evangelista comen&ando as, el comien&o del #vangelio de Jesucristo, como est! escrito en el proeta /saas* o& del que clama en el desierto, /saas '>7 = 0 tiene la efgie de un león. ateo, #l Libro de la genealoga de Jesucristo, %i-o de David, %i-o de 4bra%am7 ateo 17 1 esta es la orma de un %ombre. +ero Lucas di-o7
predi-eron consumado. vuela, porque el animal vivo se levantó ra&onablemente de la tierra. +ero a los %ere-es que no se aco-an al testimonio pro$tico, a ellos tambi$n %ay presentes seres vivientes* pero no vuelan, porque son de la tierra. a los Judos que no reciben el anuncio del Cuevo estamento %ay presentes alas* pero ellos no vuelan, es decir, traen una proeca vano a los %ombres, no a-ustar los %ec%os a sus palabras. los libros del 4ntiguo estamento que se reciben son veinticuatro a2os, que se encuentra en los eptomes de eodoro. +ero, por otra parte Fcomo %emos dic%oG, veinticuatro ancianos, patriarcas y apóstoles, son para -u&gar a su pueblo. +ara que los apóstoles, cuando le preguntaron, diciendo7 Cosotros lo %emos de-ado todo lo que tenamos, y seguido usted7 Iqu$ tenemosE nuestro e2or respondió7 Auando el . “ ec%aban sus coronas deba-o de sus pies". #s decir, a causa de la gloria eminente de la victoria de Aristo, ec%aron todas sus victorias deba-o de sus pies. #sto es lo que en el #vangelio del #spritu anto consumado mostrando, porque cuando acerca fnalmente a surir, nuestro e2or %aba venido a Jerusal$n, y la gente %aba salido a su encuentro, algunos tendan la carretera con ramas de palmera cortados, otros arro-aron sus prendas, sin duda estos ueron estableciendo en dos pueblos0 la de los patriarcas, el otro de los proetas* es decir, de los grandes %ombres que tenan algHn tipo de palmas de sus victorias contra el pecado, y ec%ar!n ba-o los pies de Aristo, el vencedor de todos. la palma y la corona signifcan las mismas cosas, y estos no se dan salvo al vencedor. obre el cap!tulo "uinto
1. “ vi en la mano derec%a del que estaba sentado en el trono, un libro escrito por dentro y por uera, sellado con siete sellos". #ste libro representa el Página 9 de 25
4ntiguo estamento, que se %a entregado en las manos de nuestro e2or Jesucristo, que recibió de la sentencia del +adre. :, =. “ vi un !ngel lleno de uer&a que pregonaba a gran vo&7 Iui$n es digno de abrir el libro y desatar sus sellosE nadie %aba sido %allado digno, ni en la tierra ni deba-o de la tierra, abrir el libro". 4%ora abrir el libro es el de superar la muerte para el %ombre. '. “Co %aba ninguno %allado digno de %acer esto. Ci entre los !ngeles del cielo, ni entre los %ombres en la tierra, ni entre las almas de los santos en el resto, ecepto Aristo, el
Página
10 de 25
?, 8. “veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes, teniendo arpas y redomas, y cantando una nueva canción". La proclamación del 4ntiguo estamento asociado con el Cuevo, se2ala el pueblo cristiano que canta una canción nueva, es decir, teniendo su conesión pHblica. #s una cosa nueva que el
1, :. “ cuando el Aordero abrió uno de los siete sellos, vi y o a uno de los cuatro seres vivientes que deca7 en y mira. %e aqu un caballo blanco, y el que lo montaba tena un arco". #l primer sello se abrió, $l dice que vio un caballo blanco, y un -inete coronado con un arco. +ara ello se %i&o en un principio por s mismo. +ara despu$s de que el e2or ascendió al cielo y abrió todas las cosas, )l envió al #spritu anto, cuyas palabras los predicadores enviados como Mec%as que llegan al cora&ón del %ombre, para que pudieran superar la incredulidad. la corona en la cabe&a se promete a los predicadores por el #spritu anto. Los otros tres caballos muy claramente signifcan las guerras, pestes, y %ambres anunciadas por nuestro e2or en el #vangelio. as, dice que uno de los cuatro seres vivientes decan Fporque los cuatro son unoG7 en y mira. en que se dice a $l que se invita a la e* ver se le di-o que no vio. +or tanto, el caballo blanco es la palabra de la predicación con el #spritu anto enviado al mundo. +orque el e2or dice7 #ste #vangelio ser! predicado por todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y entonces vendr! el fn. =, '. “ cuando $l abrió el segundo sello, o al segundo ser viviente, que deca7 en y mira. salió otro caballo, berme-o* y al que lo montaba se le dio una gran espada". #l caballo ro-o, y el que estaba sentado sobre $l, que tena una espada, signifcan las próimas guerras, como leemos en el #vangelio7 +orque se levantar! nación contra nación, y reino contra reino* y %abr! grandes terremotos en dierentes lugares. #ste es el caballo ro-i&o. 3. “ cuando $l abrió el tercer sello, o al tercer ser viviente que deca7 en y mira. %e aqu un caballo negro* y el que estaba sentado sobre ella tena una balan&a en la mano". #l caballo negro signifca %ambre, porque el e2or dice, %abr! %ambres en diversos lugares* pero la palabra es especialmente Página 11 de 25
etendida a los tiempos del 4nticristo, cuando %abr! una gran %ambre, y cuando todo se lesionó. +or otra parte, el saldo de la mano es la balan&a que eaminan, en el que )l puede maniestar los m$ritos de cada individuo. Luego dice7 0 6."Co %irió el vino y el aceite". #s decir, la %uelga no es el %ombre espiritual con sus imposiciones. #ste es el caballo negro. ;, ?. “ cuando $l abrió el cuarto sello, o al cuarto ser viviente que deca7 en y mira. %e aqu un caballo amarillo* y el que lo montaba tena por nombre uerte". +ara el caballo amarillo, y el que lo montaba llevaba el nombre de la uerte. #stas mismas cosas tambi$n el e2or %aba prometido entre el resto de las próimas grandes pestilencias y muertes destrucciones 0* ya que, por otra parte, dice7 0 “ el inferno le segua". #s decir, se estaba esperando el devorador de muc%as almas in-ustas. #ste es el caballo amarillo. 8. “ cuando $l abrió el quinto sello, vi ba-o el altar las almas de los que %aban sido muertos". )l relata que vio ba-o el altar de Dios, es decir, deba-o de la tierra, las almas de los que ueron asesinados. +or tanto el cielo y la tierra se llama el altar de Dios, como dice la ley, al mando en la orma simbólica de la verdad dos altares que se %agan0una de oro en el interior, y una de bronce, sin. +ero percibimos que el altar de oro se llama as el cielo, por el testimonio de que el e2or lleva a ella* porque )l dice, Auando traes tu orenda al altar Fseguramente nuestros regalos son las oraciones que orecemosG, y all te acuerdas de que tu %ermano tiene algo contra ti, de-a all tu orenda delante del altar. Nraciones seguramente ascienden al cielo. +or lo tanto, el cielo se entiende que es el altar de oro que estaba dentro* para los sacerdotes tambi$n estaban acostumbrados a entrar una ve& en el a2o0, ya que quien tena 0 para el altar de oro, el #spritu anto signifca que Aristo debe %acer esto una ve& por todas. 4 medida que el altar de oro es reconocido como el cielo, as tambi$n por el altar de bronce que se entiende la tierra, en las que es el
Página
12 de 25
arro-a sus %igos. La %iguera, cuando es sacudida, pierde su %igos0 prematura cuando los %ombres se separan de la /glesia por la persecución. 1'. “ el cielo se retiró como un pergamino que se enrolla. +ara el cielo para ser removida, es decir, que la /glesia ser! quitada. “ todo monte y las islas ueron movidos de sus lugares". onta2as e islas ale-adas de sus lugares ntimos que en la Hltima persecución a todos los %ombres salieron de sus lugares* es decir, que el bien ser! eliminado, buscando evitar la persecución. obre el cap!tulo siete
:. “ vi a otro !ngel que suba del oriente, tena el sello del Dios vivo. )l %abla de #las el proeta, que es el precursor de los tiempos del 4nticristo, para la restauración y el establecimiento de las iglesias de la gran e intolerable persecución". Leemos que estas cosas se predicen en la apertura del 4ntiguo y Cuevo estamento* porque )l dice por alaquas7 +or lo cual remitir! estos siete grandes arc!ngeles para %erir el reino del 4nticristo* porque $l tambi$n as di-o7 #ntonces el #l 4pocalipsis aqu muestra, por tanto, que estos segadores, y pastores y obreros, son los !ngeles. la trompeta es la palabra de poder. aunque lo mismo se repite en las redomas, todava no se di-o como s ocurrió dos veces, sino porque lo que est! decretado por el e2or a suceder, ser! una ve& por todas* +or esto se dice en dos ocasiones. Lo que, por lo tanto, )l di-o muy poco en las trompetas, se encuentran aqu en los rascos. Co debemos considerar el orden de lo que se dice, porque con recuencia el #spritu anto, cuando )l %a recorrido %asta el Página
13 de 25
fn de los Hltimos tiempos, vuelve de nuevo a la misma %ora, y se llena lo que antes no %aba podido decir. ampoco debemos buscar orden en el 4pocalipsis* pero %ay que seguir el signifcado de las cosas que proeti&aban. +or lo tanto, en las trompetas y redomas se signifca ya sea la desolación de las plagas que se envan a la tierra, o la locura del 4nticristo mismo, o el corte de los pueblos, o la diversidad de las plagas, o la esperan&a en el reino de los santos, o la ruina de los #stados, o la gran cada de Babilonia, es decir, el estado romano. 8. “Despu$s de esto mir$, y %e aqu una gran multitud, la cual nadie poda contar, de toda nación, tribu, y pueblo y lengua, vestidos de ropas blancas". Lo que la gran multitud de todas las tribus indica, es para mostrar el nHmero de los elegidos de entre todos los creyentes, que, de ser limpiados por el bautismo en la sangre del Aordero, %an %ec%o sus tHnicas blancas, manteniendo la gracia que %an recibido. obre el cap!tulo oc#o
1. “ cuando $l abrió el s$ptimo sello, se %i&o silencio en el cielo como por media %ora". +or el cual se signifca el comien&o de descanso eterno* pero se describe como parcial, porque el silencio se interrumpe, lo repite en orden. +orque si el silencio %aba continuado, aqu sera un fn de su narrativa. 1=. “ vi a un !ngel volar por en medio del cielo". +or el !ngel volar por en medio del cielo se signifca el testigo teniendo #spritu anto en dos de los proetas que una gran ira de plagas era inminente. i, por cualquier medio, incluso en los Hltimos tiempos, cualquiera debe estar dispuesto a convertir, cualquiera podra aun as ser salvado. obre el cap!tulo nueve
1=, 1'. “ o una vo& de entre los cuatro cuernos del altar de oro que est! en la presencia de Dios, diciendo al seto !ngel que tena la trompeta7 Desata a los cuatro !ngeles". #s decir, los cuatro !ngulos de la tierra que sostienen los cuatro vientos. ue est!n atados -unto al gran ro )urates. +or los rincones de la tierra, o los cuatro vientos a trav$s del ro )urates, est!n destinados cuatro naciones, debido a toda nación se enva un !ngel* como deca la ley, les determina por el nHmero de los !ngeles de Dios, %asta que el nHmero de los santos debe ser llenado. #llos no sobrepasan sus lmites, porque en el Hltimo vendr!n con el 4nticristo. obre el cap!tulo die$
1, :. “vi a otro !ngel poderoso que descenda del cielo, envuelto en una nube* y un arco iris sobre su cabe&a, y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de uego* y tena en la mano un libro abierto7 y puso su pie derec%o sobre el mar, y su pie i&quierdo sobre la tierra". )l signifca que ese poderoso !ngel que, segHn $l, descendió del cielo, envuelto en una nube, es nuestro Página
14 de 25
e2or, como antes %emos narrado. “u rostro era como si uera el sol". #s decir, con respecto a la resurrección. “obre su cabe&a era un arco iris". e2ala la sentencia que se e-ecuta por )l, o ser!. “9n libro abierto". 9na revelación de las obras en el -uicio uturo, o el 4pocalipsis que Juan recibió. us pies, como %emos dic%o anteriormente, son los apóstoles. +ara que ambas cosas en la mar y la tierra son pisoteados por )l, signifca que todas las cosas se colocan deba-o de sus pies. +or otra parte, $l lo llama un !ngel, es decir, un mensa-ero, a saber, del +adre* porque )l es llamado el ensa-ero de gran conse-o. Dice tambi$n que )l clamó a gran vo&. La gran vo& es decirles a las palabras del Dios omnipotente de los cielos a los %ombres, y para dar testimonio de que despu$s de la penitencia est! cerrado no %abr! esperan&a posteriormente. =. “iete truenos emitieron sus voces". Los siete truenos pronunciando sus voces signifcan el #spritu anto de poder s$ptuple, que a trav$s de los proetas anunciaron todas las cosas por venir, y por su vo& Jo%n dieron su testimonio en el mundo* sino porque $l dice que $l estaba a punto de escribir las cosas que los truenos %ubieron emitido, es decir, todo lo que %aban estado oscuro en los anuncios del 4ntiguo estamento* est! pro%ibido escribir, pero ue acusado de-arlos cerrados, porque $l es un apóstol, ni tampoco era apropiado que la gracia de la etapa posterior se debe dar en la primera. #l tiempo, dice, est! a la mano. +ara los apóstoles, por poderes, con se2ales, con presagios, y por obras poderosas, %an superado la incredulidad. Despu$s de ellos en la actualidad se le da a las mismas /glesias completado la comodidad de tener las #scrituras pro$ticas posteriormente interpretado, porque yo di-e que despu$s de los apóstoles no %abra proetas de interpretación. +ara el apóstol dice7 puso en la /glesia de %ec%o, en primer lugar, apóstoles* en segundo lugar, proetas* en tercer lugar, maestros, 1 Aorintios 1:7:? y el resto. en otro lugar dice7 los proetas %ablen dos o tres, y los dem!s -u&guen. 1 Aorintios 1'7:8 $l dice7 oda mu-er que ora o proeti&a con la cabe&a descubierta, des%onra su cabe&a. 1 Aorintios 117 3 cuando dice7 ue los proetas %ablen dos o tres, y los dem!s -u&guen, $l no est! %ablando con respecto a la proeca Aatólica de cosas inauditas y desconocidos, pero de las cosas tanto anunciado y conocido. +ero #llos -u&gar!n si la interpretación es co%erente con el testimonio de la palabra pro$tica. #s evidente, por tanto, que a Juan, armado como estaba con la virtud superior, esto no era necesario, aunque el cuerpo de Aristo, que es la /glesia, adornada con sus miembros, debe responder a su posición. 1>. “e tomó el libro de la mano del !ngel, y se la comieron". +ara tomar el libro y se lo comen %acia arriba, es decir, cuando se %ace la eposición de una cosa a uno, a comprometerse a la memoria. “ ue en mi boca dulce como la miel". +ara ser dulce en la boca es la recompensa de la predicación del altavo&, y es el m!s agradable a los oyentes* pero es m!s amarga, tanto a los que lo anuncian, y para los que perseveran en sus mandamientos a trav$s del surimiento. 11. “ )l dice a m, #s necesario que proetices otra ve& a los pueblos ya las lenguas, ya las naciones, y para muc%os reyes". )l dice que esto, porque cuando Juan di-o estas cosas que $l estaba en la isla de +atmos, condenado a Página
15 de 25
la labor de las minas por A$sar Domiciano. 4%, por lo tanto, vio el 4pocalipsis* y cuando enve-ecido, pensó que deba largamente recibir su fniquito por el surimiento, Domiciano ser asesinado, todos sus -uicios ueron dados de alta. Juan se despidió de las minas, por lo que posteriormente entregó el mismo 4pocalipsis que %aba recibido de Dios. #sto, por lo tanto, es lo que dice7 #s necesario que proetices otra ve& a todas las naciones, porque ves las multitudes de 4nticristo se levantan* y contra ellos otras multitudes ser!n frmes, y caer!n por la espada, por un lado y por el otro. obre el cap!tulo once
1. “ no se mostró a m una ca2a seme-ante a una vara, y el !ngel se puso, diciendo7 Lev!ntate, y mide el templo de Dios, y el altar, ya los que adoran en $l. La ca2a se mostró como a una varilla". #ste s es el 4pocalipsis que posteriormente epuso a las iglesias* por el #vangelio de la e completa que posteriormente escribió para el bien de nuestra salvación. +orque cuando alentino, y Aerinto y #bion, y otros de la escuela de atan!s, estaban esparcidos por el mundo, no se -untaron a $l desde las provincias vecinas a todos los obispos, y le obligó a s mismo tambi$n para elaborar su testimonio. +or otra parte, se dice que la medida del templo de Dios es el mandato de Dios para conesar el +adre odopoderoso, y que u
16 de 25
+ero $l no era un proeta a las naciones* y por lo tanto la palabra verdadera de Dios %ace que sea necesario, que se %a comprometido a eponer, que debera ser un proeta a las naciones. '. “#stos son los dos candeleros que est!n delante del Dios de la tierra". #stos dos candelabros y dos olivos )l tiene para ello se %abla, y advirtió que si, cuando %aya ledo de ellos en otros lugares, no %as entendido, es posible entender aqu. +orque en Oacaras, uno de los doce proetas, est! escrito as7 #stos son los dos olivos y los dos candeleros que se interponen en la presencia del e2or de la tierra* Oacaras '71', es decir, que est!n en el paraso. ambi$n, en otro sentido, de pie en presencia del se2or de la tierra, es decir, en presencia del 4nticristo. +or lo tanto, deben ser asesinados por el 4nticristo. ;. “ la bestia que sube del abismo". Despu$s de muc%as plagas completan en el mundo, al fnal, dice que una bestia subió del abismo. +ero que $l subir! del abismo est! probado por muc%os testimonios* porque dice en el trig$simo primer captulo de #&equiel7 0 es decir, el da2o que se est! a punto de %acer que se esuer&a por %acer en secreto* pero no se levantó por su propio poder, ni por la de su padre, sino por mandato de Dios, de la cual cosa que +ablo dice en el mismo pasa-e7 +or esta causa, ya que no %an recibido el amor de Dios, )l lo %ar! enviar sobre ellos un espritu de error, que todos ellos pueden ser persuadidos de una mentira, que no %an sido persuadidos de la verdad. : esalonicenses :711 # /saas dice7 ientras esperaban la lu&, la oscuridad surgió sobre ellos. /saas 387 8 +or lo tanto el 4pocalipsis establece que estos proetas son asesinados por el mismo, y en el cuarto da se levantan de nuevo, que ninguno podra encontrarse igual a Dios. ?. “ sus cuerpos ser!n ec%ados en las calles de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama odoma y #gipto". +ero )l llama a Jerusal$n odoma y #gipto, ya que se %aba convertido en el %acinamiento de las personas persiguiendo. +or lo tanto nos corresponde con diligencia, y con el mayor cuidado, para seguir el anuncio pro$tico, y para entender lo que el #spritu del +adre tanto anuncia y anticipa, y cómo, cuando $l %a ido adelante a los Hltimos tiempos, )l nuevamente repite la antigua queridos. a%ora, lo que %ar! una ve& por todas, a veces se establece como si se %iciera* y si no se entiende esto, ya que a veces %acer, ya veces como punto de ser %ec%o, caer!s en una gran conusión. +or lo tanto, la interpretación de las siguientes rases se muestra en
Página
17 de 25
la misma, que no es el fn de la lectura, pero el orden del discurso, debe ser entendido. 18. “ el templo de Dios ue abierto, que est! en los cielos". #l templo abierto es una maniestación de nuestro e2or. +orque el templo de Dios es el
1. “ ue vista una gran se2al en el cielo. 9na mu-er vestida del sol, con la luna ba-o sus pies, y sobre su cabe&a una corona de doce estrellas. estando encinta, gritaba con dolores, y teniendo tormentos que ella podra dar a lu&". La mu-er vestida del sol, y con la luna ba-o sus pies, y con una corona de doce estrellas sobre su cabe&a, y dolores de sus dolores, es la antigua iglesia de los padres, y los proetas, y los santos y apóstoles, que tena los gemidos y los tormentos de su an%elo %asta que vio que Aristo, el ruto de su pueblo segHn la carne siempre prometió a $l, %aban tomado carne de mi pueblo mismsimas. 4dem!s, al estar vestida del sol da a entender la esperan&a de la resurrección y la gloria de la promesa. la luna insinHa la cada de los cuerpos de los santos en la obligación de la muerte, que nunca puede allar. +orque as como la vida se reduce, por lo que tambi$n se incrementa. ampoco es la esperan&a de los que duermen etinguido del todo, como algunos piensan, pero tienen en su oscuridad una lu& como la luna. la corona de doce estrellas signifca el coro de padres, de acuerdo con el nacimiento carnal, de los cuales Aristo ue a tomar carne. =. “ambi$n apareció otra se2al en el cielo* y %e aqu un dragón escarlata, que tena siete cabe&as". 4%ora, que $l dice que este dragón era de un color ro-o0, es decir, de un colorim$trica pHrpura el resultado de su traba-o le dio un color tan. +orque desde el principio Fcomo dice el e2orG $l era un asesino* y %a oprimido la totalidad de la ra&a %umana, no tanto por la obligación de la muerte, como, por otra parte, por las diversas ormas de destrucción y males atales. us siete cabe&as son los siete reyes de los romanos, de los cuales tambi$n es el 4nticristo, como %emos dic%o anteriormente. los die& cuernos. )l dice que los die& reyes en los Hltimos tiempos son los mismos que $stos, como veremos m!s plenamente establecido all. '. “ su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arro-ó sobre la tierra". 4%ora, que dice que la cola del dragón arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, esto se puede tomar de dos maneras. +ara muc%os piensan que puede ser capa& de seducir a la tercera parte de los %ombres que creen. +ero debe entenderse m!s verdad, la de los !ngeles que estaban su-etos a $l, ya que $l segua siendo un prncipe cuando descenda de su fnca, sedu-o a la tercera parte* por lo tanto, lo que %emos dic%o m!s arriba, dice el 4pocalipsis.
Página
18 de 25
“ el dragón se paró rente a la mu-er que estaba empe&ando a dar a lu&, que, al que dio a lu&, para devorar a su %i-o". #l pie dragón ro-o y deseosos de devorar a su %i-o cuando ella le dio a lu&, es el diablo, a saber, el !ngel traidor, que pensaba que los que perecen de todos los %ombres sera igual con la muerte* pero )l, que no %a nacido de la semilla, deba nada a la muerte* por lo cual no poda devorar el
19 de 25
como el 4nticristo, deben ser despertados del inferno. #l apóstol +ablo dice7 alvo que antes venga la apostasa, y se manifeste el %ombre de pecado, el %i-o de perdición* y el adversario quien ealtó a s mismo por encima de todo que se llama Dios o que se adora. : esalonicenses :7 =0' obre el cap!tulo trece
1. “ vi una bestia que sube desde el mar, como un leopardo". #sto signifca el reino de ese tiempo del 4nticristo, y la gente se me&claba con la variedad de naciones. :. “us pies eran como los pies de un oso". 9na bestia uerte y m!s sucia, los pies son de entenderse como sus lderes. su boca como boca de león. #s decir, la boca armada de sangre es su voluntad, y una lengua que se proceder! a otra cosa que al derramamiento de sangre. PPPPPPPP 1?. “u nHmero es el nombre de un %ombre, y su nHmero es seiscientos sesenta y seis". Aomo tienen que calcular a partir de los caracteres griegos, que por lo tanto encontrar entre muc%os para ser QRSQTU, por QRSQTU tiene este nHmero, que los gentiles llaman ol y Kebo* y se calcula en griego as7 Q trescientos, R cinco, S die&, Q trescientos, T uno, U cincuenta y que en su con-unto se convierta seiscientos sesenta y seis. +ara la medida de lo pertenece a las letras griegas, que se llenan de este nHmero y nombre* cuyo nombre si desea convertir se entiende por la antrasis D/AL9V, que las cartas se cuentan de este modo7 desde D ciras quinientos, me uno, A cien, L cincuenta, cinco, V die& que por el cómputo de las letras %ace que de manera similar seiscientos sesenta y seis, es decir, lo que en griego da QRSQTU, a saber, lo que en se llama D/AL9V* por el cual nombre, epresada por antrasis, entendemos 4nticristo, quien, a pesar de que se borre de la lu& celestial, y privado de ella, sin embargo, se disra&a como !ngel de lu&, atreverse a llamarse a s mismo la lu&. +or otra parte, nos encontramos en un determinado TUQRWXY códice griego, que las cartas se calcula para arriba, usted encontrar! a dar el nHmero que el anterior7 alp%a uno, U cincuenta, Q trescientos, R cinco, mu cuarenta, X setenta a2os, Y de dos de cien que en con-unto %ace seiscientos sesenta y seis, segHn los griegos. +or otra parte, %ay otro nombre en (ótico de $l, lo que se %ar! evidente por s misma, es decir, ZRU[\]S^XY, que de la misma manera que usted contar en letras griegas7 Z tres, R cinco, U cincuenta, [ doscientos, _ y oc%o , ] cien, S die&, ^ veinte, X setenta a2os, Y tambi$n doscientas, que, como se %a dic%o m!s arriba, %acer seiscientos sesenta y seis. 11. “ vi otra bestia que suba de la tierra". )l est! %ablando del gran y also proeta que es %acer se2ales y portentos, y alsedades ante $l en presencia de los %ombres. “ tena dos cuernos como un cordero"0, es decir, la aparición dentro de un %ombre, y %ablaba como un dragón. +ero el diablo %abla llena de malicia* porque $l %acer estas cosas en presencia de los %ombres, de modo que incluso los muertos aparece a subir de nuevo.
Página
20 de 25
1=. “ $l %ar! descender uego del cielo a la vista de los %ombres". i Fcomo tambi$n %e dic%oG, a la vista de los %ombres. Los magos %aciendo estas cosas, con la ayuda de los !ngeles apóstatas, incluso %asta nuestros das. e %ar! tambi$n que una imagen de oro del 4nticristo se colocar! en el templo de Jerusal$n, y que el !ngel apóstata debe entrar, y de all las voces pronuncian y or!culos. +or otra parte, $l mismo deber! ingeni!rselas que sus sirvientes y los ni2os deben recibir como una marca en la rente o en la mano derec%a, el nHmero de su nombre, no sea que alguno debe comprar o vender. Daniel %aba predic%o con anterioridad su desprecio y provocación de Dios. se pondr!, dice $l, su templo en amaria, en la ilustre y santo monte que est! en Jerusal$n, una imagen como Cabucodonosor %aba %ec%o. Daniel 117'3 De all que aqu se pone, y poco a poco aqu se renueva, la de que el e2or, amonestando a us iglesias en relación con los Hltimos tiempos y sus peligros, dice7 +ero cuando ve!is el desprecio que se %abla por Daniel proeta de pie en el lugar santo, lo de-ó que lee entienda. ateo :'713* Daniel >87:; e llama un desprecio cuando Dios es provocado, porque los dolos son adorados en lugar de Dios, o cuando el dogma de %ere-es se introduce en las iglesias. +ero es un ale-amiento porque los %ombres frmes, seducidos por alsas se2ales y portentos, se apartaron de su salvación. obre el cap!tulo catorce
6. “ vi a un !ngel volar por en medio del cielo". #l !ngel volar por en medio del cielo, a quien dice que vio, ya %emos tratado de arriba, como el mismo #las que anticipa el reino del 4nticristo en su proeca. ?. “ otro !ngel le segua". #l otro siguiente !ngel, $l %abla de cómo el mismo proeta que es el socio de su proeca. +ero eso 0dice0 13. “ete tu %o& aguda, y vendimia de las uvas de la vid, que signifca que de las naciones que se pierda en el advenimiento del e2or". de %ec%o en muc%as ormas que muestra esta misma cosa, como para la cosec%a seca, y la semilla para la venida del e2or, y la consumación del mundo, y el reino de Aristo, y el aspecto uturo del reino de la bendita. 18, :>. “ el !ngel arro-ó la %o&, y cosec%ó la vi2a de la tierra, y lo ec%ar!s en el lagar de la ira de Dios". el lagar de su uror ue %ollado uera de la ciudad. #n lo que $l dice que ue lan&ado en el lagar de la ira de Dios, y %ollado por uera de la ciudad, al %ollar el lagar es el castigo de los pecadores. “ la sangre salió de la prensa de vino, %asta los renos de los caballos". La vengan&a de la sangre derramada como se predi-o antes, #n la sangre %as pecado, y la sangre se seguir!. “Durante mil seiscientos estadios". #s decir, a trav$s de todas las cuatro partes del mundo7 porque %ay un cuadrado elaborado por cuatro patas, como en cuatro caras y cuatro apariciones, y ruedas de cuatro patas* de cuarenta veces cuatro es un mil seiscientos. La repetición de la misma persecución, el 4pocalipsis dice7 obre el cap!tulo "uince
Página
21 de 25
1. “ vi otro gran y maravilloso signo, siete !ngeles que tenan las siete plagas postreras* porque en ellas se %a completado la indignación de Dios". +orque la ira de Dios siempre golpea a las personas obstinadas con siete plagas, es decir, a la perección, como se dice en el Levtico* y $stas deber!n estar en el Hltimo momento, cuando la /glesia se %a salido de en medio. :. “De pie sobre el mar de vidrio, teniendo las arpas". #s decir, que se pararon frmes en la e en el bautismo, y que tengan su conesión en la boca, que se alegrar! en el reino ante Dios. +ero volvamos a lo que tenemos por delante.
obre el cap!tulo diecisiete
16. “Llegó uno de los siete !ngeles que tienen las siete copas, y %abló conmigo, diciendo7 en ac!, yo te mostrar$ la sentencia contra la gran ramera que est! sentada sobre muc%as aguas. vi a la mu-er ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los m!rtires". Los decretos del enado que siempre se llevan a cabo en contra de todo, en contra de la predicación de la e verdadera* y a%ora ya merced de ser ec%ado a un lado, s aqu son dados por el decreto entre todas las naciones. =. “ vi a la mu-er sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasemia". +ero se siente sobre la bestia escarlata, el autor de los asesinatos, es la imagen del diablo. Donde tambi$n se trata de su cautiverio, por la cual %emos considerado plenamente. 5ecuerdo que, en eecto, que esto se llama Babilonia tambi$n en el 4pocalipsis, a causa de la conusión* y en /saas tambi$n* y #&equiel llamó odoma. #n fn, si se compara lo que se dice en contra de odoma, y lo que dice /saas contra Babilonia, y lo que dice el 4pocalipsis, se dar! cuenta de que son todos uno. 8. “Las siete cabe&as son las siete colinas, en la que se sienta la mu-er". #s decir, la ciudad de 5oma. 1>. “ son siete reyes7 cinco %an cado, uno es, y el otro aHn no %a venido* y cuando %a llegado, ser! por poco tiempo". #l tiempo debe ser entendido en el que el 4pocalipsis escrita se publicó, desde entonces reinó A$sar Domiciano* pero antes lo %aba sido su %ermano ito y espasiano, Ntón, itelio, y (alba. #stos son los cinco que %an cado. 9no permanece, ba-o el cual el 4pocalipsis ue escrito7 Domiciano, a saber. #l otro aHn no %a venido, %abla de Cerva* y cuando %a llegado, ser! por poco tiempo, porque no se %a completado el perodo de dos a2os. 11. “ la bestia que %as visto es de los siete". 4ntes de estos reyes reinó Ceron. “ es tambi$n el octavo". )l dice que sólo cuando esta bestia vendr!, recono&co que el octavo lugar, ya que en esa es la conclusión. agregó7 0 “ saldr! a la perdición". +ara que los die& reyes recibieron poder real cuando se mueva desde el este, dice. )l ser! enviado desde la ciudad de 5oma con sus e-$rcitos. Daniel establece los die& cuernos y las die& diademas. que $stos son erradicados de las anteriores, es decir, que tres de los principales lderes son asesinados por el 4nticristo7 que los otros siete darle %onor y la sabidura y el poder, de quien dice7 Página
22 de 25
16. “#stos aborrecer!n a la ramera, a saber, la ciudad, y la quemar!n con uego su carne". 4%ora que una de las cabe&as era, por as decirlo, %erida de muerte, y que el golpe de su muerte ue dirigida, %abla de Ceron. +orque es evidente que cuando la caballera enviado por el enado le persegua, $l mismo se cortó la garganta. )l, por lo tanto, cuando resucitó, Dios enviar! como un rey digno, pero digna de tal manera que los -udos merecan. ya que $l es tener otro nombre, )l nombrar! tambi$n otro nombre, por lo que los -udos reciban segHn $l como si uera el Aristo. Dice Daniel7 Co se conocen los deseos de las mu-eres, aunque antes de que $l era el m!s impuro, y $l sabr! ningHn Dios de sus padres, porque $l no ser! capa& de seducir a la gente de la circuncisión, a menos que sea un -ue& de la ley. Daniel 117=; +or Hltimo, tambi$n, que recordar! a los santos, no a la adoración de dolos, pero para llevar a cabo la circuncisión, y, si es capa&, para seducir a cualquier* porque $l lo llevar! a cabo a s mismo como para ser llamado Aristo por ellos. +ero que $l se levanta de nuevo desde el inferno, %emos dic%o m!s arriba en la palabra de /saas7 #l agua le cre, y el inferno le %a aumentado* quien, sin embargo, debe venir con el nombre cambiado, y obras sin cambios, como dice el #spritu. obre el cap!tulo diecinueve
11. “ vi el cielo abierto, y %e aqu un caballo blanco* y el que lo montaba se llamaba Kiel y erdadero". #l caballo, y el que est! sentado en $l, muestra nuestras venida del e2or a su reino con el e-$rcito celestial. +orque desde el mar del norte, que es el ar de 4rabia, %asta el mar de Kenicia, y %asta los confnes de la tierra, van a ordenar estas pie&as mayores en la venida del e2or JesHs, y todas las almas de las naciones se reunieron para -uicio. obre el cap!tulo veinte
>=.>1. “ vi a un !ngel que descenda del cielo, con la llave del abismo, y una cadena en la mano. $l llevó a cabo el dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y atan!s, y lo ató por mil a2os* y lo arro-ó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre $l, para que no enga2ase el naciones no m!s, %asta que mil a2os sean cumplidos7 despu$s de esto debe ser desatado por un poco de tiempo". #sos a2os en donde atan!s es atado est!n en la primera venida de Aristo, %asta el fn del mundo* y se llaman a mil, de acuerdo a ese modo de %ablar, en la que una parte est! representado por el todo, al igual que es ese pasa-e, la palabra que $l mandó para mil generaciones, aunque no son de mil. 4dem!s de que, dice, y lo arro-ó al abismo, $l dice esto, porque el diablo, ecluidos de los cora&ones de los creyentes, comen&ó a tomar posesión de los impos, en cuyos cora&ones, da cegado por da, que se %a cerrado como si en un proundo abismo. $l le detuvo, dice $l, y puso su sello sobre $l, para que no enga2ase a las naciones %asta que los mil a2os sean cumplidos. Aerró la puerta tras $l, se dice, es decir, $l pro%ibió y contuvo su seducir a aquellos que pertenecen a Aristo. +or otra parte, puso su sello sobre $l, ya que se oculta que pertenecen al lado del diablo, y que a la de Aristo. +orque nosotros no sabemos de aquellos que parecen estar de pie si no caer!n, y de los que est!n aba-o no se sabe si se pueden subir. +or otra parte, que $l dice que $l es atado y cerrado, para que $l no puede seducir a las naciones, las naciones signifcan la Página
23 de 25
/glesia, ya que de ellos $l mismo se orma y que siendo seducidos, ocupó anteriormente %asta que, dice, el mil a2os sean completados, es decir, lo que queda del seto da, a saber, de la seta edad, que subsiste por mil a2os* despu$s de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. #l corto tiempo signifca tres a2os y seis meses, en los que con todo su poder el diablo vengar a s mismo ba-o el 4nticristo en contra de la /glesia. +or Hltimo, dice, despu$s de que el diablo ser! desatado, y seducir a las naciones en todo el mundo, y atraer! a la guerra contra la /glesia, cuyo nHmero de enemigos ser! como la arena del mar. ', 3. “ vi tronos, ya los que se sentaron sobre ellos, y el -uicio ue dado a ellos* y vi las almas de los que %aban sido muertos por causa del testimonio de JesHs y por la palabra de Dios, y que no %aban adorado a la bestia ni a su imagen, ni %e recibido sus escritos en la rente o en la mano* y reinaron con Aristo mil a2os7 el resto de ellos no volvieron a vivir %asta que se cumplieron mil a2os". #sta es la primera resurrección. . “ subieron sobre la anc%ura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada* y el uego de Dios descendió del cielo, y los devoró". el diablo que los sedu-o ue lan&ado al lago de uego y a&ure, donde tanto la bestia y el also proeta ser!n atormentados da y noc%e por los siglos de los siglos. #ste pertenece a la Hltima sentencia. despu$s de un poco de tiempo la tierra se %i&o santo, como ser, al menos, que el que Hltimamente se %aban depositado los cuerpos de las vrgenes, cuando pasen por un reino eterno con un rey inmortal, como los que no son sólo las vrgenes en el cuerpo, pero 4dem!s, con la misma inviolabilidad %an protegido a s mismos, tanto en la lengua y del pensamiento, de la maldad* y $stas, muestra, %abitar!n en regoci-o para siempre con el Aordero.
Página
24 de 25
obre los cap!tulos veinte % uno % veinte % dos
16. “ la ciudad se sitHa en un cuadrado". La ciudad que $l dice es cuadrado, dice que tambi$n es resplandeciente con oro y piedras preciosas, y tiene una calle sagrado, y un ro por en medio de $l, y el !rbol de la vida a ambos lados, que lleva doce rutos durante todo el doce meses* y que la lu& del sol no est! a%, porque el Aordero es la lu& de ella* y que sus puertas eran de perlas individuales* y que %ubo tres puertas en cada uno de los cuatro lados, y que no podan ser cerradas. Digo, en relación con la pla&a de la ciudad, que muestra sucesivamente la multitud unida de los santos, en los que la e poda de ninguna manera Maquear. Aomo Co$ se le ordena %acer el arca de vigas cuadrados, que podra resistir la uer&a del diluvio, por las piedras preciosas que establece los %ombres santos que no pueden vacilar en la persecución, que no podan ser trasladados, ya sea por la tempestad de perseguidores, o disolverse de la verdadera e por la uer&a de la lluvia, porque se asocian de oro puro, de los cuales la ciudad del gran 5ey est! adornado. +or otra parte, las calles eponen sus cora&ones purifcados de toda inmundicia y transparentes con la lu& que brilla intensamente, para que el e2or -ustamente subir y ba-ar en ellos. #l ro de la vida establece que la gracia de la doctrina espiritual Muyó a trav$s de la mente de los feles, y que el colector Moreciente ormas de olores germinó en $l. #l !rbol de la vida a cada banco establece el advenimiento de Aristo, segHn la carne, que cumpla los pueblos perdidos de %ambre, que recibió la vida de 9no a la madera de la Aru&, con el anuncio de la +alabra de Dios. en lo que $l dice que el sol no es necesario en la ciudad, muestra, evidentemente, que el Areador como la lu& inmaculada brilla en medio de ella, cuyo brillo ni %an sido capaces de concebir, ni lengua para contar. #n que $l dice que %ay tres puertas colocadas en cada uno de los cuatro lados, de perlas individuales, creo que estas son las cuatro virtudes, a saber, la prudencia, la ortale&a, la -usticia, la templan&a, que se asocian entre s. , siendo involucrados en con-unto, %acen que el nHmero doce. +ero las doce puertas que creen que es el nHmero de los apóstoles, que, brillando en las cuatro virtudes como piedras preciosas, que se manifesta a la lu& de su doctrina entre los santos, porque es para entrar en la ciudad celestial, que por las relaciones con ellos el coro de los !ngeles pueden ser alegrado. que las puertas no pueden ser cerradas, se demuestra, evidentemente, que la doctrina de los apóstoles se puede separar de la rectitud de ninguna tempestad de contradicción. 4 pesar de que las inundaciones de las naciones y las supersticiones vanas de %ere-es deben rebelarse en contra de su verdadera e, que se superan y se disolver!n en la espuma, porque Aristo es la roca por la cual, y sobre el cual, la /glesia est! undada. as es superada por ningHn rastro de %ombres enloquecidos. +or lo tanto, no deben ser escuc%adas que aseguran a s mismos de que %ay que ser un reinado terrenal de mil a2os* que piensan, es decir, con el %ere-e Aerinto. +orque el reino de Aristo que %oy es eterna, en los santos, aunque la gloria de los santos se manifesta despu$s de la resurrección.
Página
25 de 25