Canon Literario
Clarice Lispector
Djuna Barnes
Clara López Cantos
ÍNDICE
1• introducción
pág. 1
2• temáticas
pág. 3
3• Contenido y forma.
pág. 5
4• Estructura del texto
pág. 7
5• figuras poéticas
pág. 9
1
introducción Clarice Lispector (1920-1977) y Djuna Barnes (1892-1982) son dos escritoras que se asemejan en su forma literaria, ya que ambas se mueven en el plano narrativo utilizando recursos poéticos. Ambas se desenvuelven en un ámbito en el que el yo poético es representado a través de las voces de los personajes y a través de metáforas en el paisaje; la fluidez del lenguaje nos proporciona imágenes dentro del desarrollo de una historia; más claro en la literatura de Clarice Lispector que de Djuna Barnes. Clarice es considerada como una de las escritoras brasileñas más importantes del siglo XX, dentro de la Generación del 45 brasileño y en la tercera fase del modernismo. El estilo de su escritura ha sido comparada a sus contemporáneas Virginia Woolf y James Joyce, por comparte ese “flujo de la conciencia” que encontramos en sus obras. También añadir el fuerte carácter de sensibilidad femenina de sus temáticas y poesía, que en ocasiones se sumerge en una reivindicación feminista. También cabe señalar que el vanguardismo brasileño se diferencia del europeo por su carácter “antropológico”, comparten rasgos en cuanto a innovación en la estructura, superación de academicismos en el mismo, pero el brasileño acoge todo ello para interiorizalo y llegar a una reconstrucción íntima, a través del pensamiento y la frustración de lo humano. Djuna Barnes en cambio, se observa que en cierta medida existen estos rasgos de feminismo y metáfora, al mismo tiempo que son construcciones vanguardistas, en concreto, la vertiente surrealista; pero en sí sus obras carecen de fluidez. La popularidad de la escritora es escasa, y en la mayoría en las que se le menciona es destacando prioritariamente el círculo de artistas en el cual se relacionó (Ezra Pound, James Joyce, Gertrude Stein, Robert McAlmon, Natalie Barney, Peggy Guggenheim, etc) que por su trabajo literario. A continuación realizaremos un análisis de las obras Aprendizaje o libro de los placeres de Clarice Lispector, y El bosque de la noche de Djuna Barnes.
2
temáticas
Aprendizaje o libro de los placeres nos envuelve en el universo de dos personas que se conocen y comienzan un viaje hacia el reconocimiento vital para acabar en una relación amorosa. Lori es la protagonista, un personaje que constantemente busca respuestas del significado de la vida, conoce a Ulises, filósofo, del cual presiente que aprenderá este sentido, le guiará hacia la fórmula correcta: el análisis a través de sí misma. Es una novela con multitud de imágenes a través de las cuales se hace una reflexión de la existencia, el propio “yo” se refleja en su personaje principal. El mismo título Aprendizaje o libro de los placeres es una metáfora , hay una persistente búsqueda hacia la vida, al vínculo de la propia naturaleza del yo. La protagonista nos presenta la necesidad de encontrar la sublimidad de la existencia como condición de ser humano, asumir el hecho de la muerte para dar paso al aprendizaje de la vida, de la observación y de las sensaciones cotidianas. Una superación del dolor, de la ausencia de realidad que mantiene a la mente alienada en su propio pensamiento. La escritora se introduce dentro del libro del mismo modo que lo hace en sus pensamientos, provocando una realidad fragmentaria. Los objetos pasan a ser descripción de un estado, de un vacío, de un silencio… Estados que llueven, suspiros de calles que son fríos como una piedra o se refugian en el mar. Es una voluntad de convertir las palabras en objetos que manipula, moldea y ensambla. Mira, se transporta hacia la imagen, piensa y busca entre ellos. Ciertamente encontramos ciertas carencias en esta forma de escritura, ya que construye esos personajes a base de miradas, que también trae desorden en sus relatos. Es una huida intimista ante el condicionamiento, el hecho de no encontrar un reconocimiento de identidad en relación a un tiempo y una sociedad. Una escritura que se convierte en prosa poética y desde dentro transfigura la realidad metafóricamente.
3
El bosque de la noche también es una reflexión existencial pero dentro de un círculo amoroso, a través de la conversación de varios personajes se reflexiona sobre la condición humana. A través de la voz de distintos personajes se presenta el conflicto existencial de Robin que se mueve entre el abismo de la oscuridad de la noche, la divagación y el ensimismamiento. Su pensamiento vuela, siendo inalcanzable para las personas que le son allegadas, trasladándolas a la oscuridad, a la duda. Todos persiguen a Robin, quieren saber de su vida, de sus actos… Tras haberla conocido, aún habiéndoles abandonado ha dejado parte de sí misma en los demás. Siendo todos víctimas de la duda de la condición humana, del significado de la vida y el “estar en el mundo”. La noche es un elemento principal en la novela, como símbolo de veneno, ya que es capaz de transformar a las personas, tanto en su vida nocturna como en el sueño. Djuna Barnes también quiso revolucionar con su literatura y su carácter feminista, mantenía una actitud transgresora en un contexto en el cual se situaba en contra de la moral burguesa de la época y de las convenciones artísticas. En esta novela juega con el tiempo otorgándole un primer plano al sentido existencial, a la conversación: Voces diferentes, discursos desde diferentes puntos de vista en las que al final no consigue un texto unificado. El fragmentarismo vence al relato global. El prólogo del libro esta realizado por T.S. Eliot, una figura de gran relevancia dentro de la literatura, El crítico advierte este fragmentarismo debido a su orden creativo. También le revela al lector que el mismo tardó algún tiempo en formar una apreciación de su significado en conjunto.
“Cada día está pensado y calculado, pero la noche no está premeditada… La noche ¡cuidado con esa puerta oscura !… La noche hace algo con la identidad de la persona, aunque duerma”.
4
CONTENIDO Y FORMA “Sobre todo había aprendido ahora a aproximarse a las cosas sin vincularlas de su función. Parecía ahora poder ver cómo serían las cosas y las personas antes de que les hubiésemos dado el sentido de nuestra esperanza humana o de nuestro dolor. Si no huebiese humanos en la Tierra, sería así: llovía, las cosas se empapaban solas y se secaban y después ardían secas al sol y se quemaban hasta hacerse polvo. Sin dar al mundo nuestro sentido, ¡cómo se asustaba Lori!” (Página 34, Aprendizaje o Libro de los placeres) En este fragmento de la novela de Clarice, se situa dentro del plano narrativo acogiendo el onirismo del plano literario para llegar a la creación de metáforas que rodean al tema existencial. Observamos como desde la perspectiva del narrador se describe a la tercera persona, la propia escritora proyecta sus conflictos y divagaciones a través de la protagonista, y en la voz y primera persona del narrador. Encontramos una exposición de hechos de caracter ficcional, expositivo y poético, propias formulaciones, planteamientos... de un modo indirecto libre en su contenido. “Estaba comiendo. Su alma humana era la única forma posible de no chocar desastrosamente con su organismo físico, tan perfecto como una máquina. Su alma humana era también el único modo que dieron para aceptar sin destino el alma general del mundo. Si el engranaje fallase por media fracción de segundo, ella se desharía en nada” (Página 129, Aprendizaje o Libro de los placeres) La estructura externa se desarrolla como un proceso constante de búsqueda. El yo que situabamos proyectado en tercera persona pero a través de la voz del narrador, mantiene una actividad de reconstrucción de la realidad, a través de simbolos del paisaje y de lo cotidiano, se pone en cuestión la vida y toma protagonismo la incertidumbre. El tiempo en el que se desarrolla la historia es siempre presente, a veces se menciona el futuro en función de los deseos y la espera. En su mayoría tan sólo se dan descripciones de la ciudad creando un ambiente, pero no es una recreacción histórica, si no más bien la de un escenario propicio para las sensaciones y el pensamiento, metáforas en las que juega el “yo” íntimo. Dentro de la libertad de motivos en su contenido, encontramos la formalidad del principio y el final de una historia. “Y finalmente el cielo se ablanda.” “Era una noche muy hermosa: se parecía al mundo.” “Fue de nuevo a la ventana: vio el paisaje que le era familiar durante el día, pero desconocido durante la noche” El juego con el paisaje es una transcripción de la verdad que asusta al ser humano, de lo incomprensible del existir y de los sentimientos; la atracción de lo desconocido y la investigación del día a día. La consagración del instante.
5
“Gustará especialmente a los amantes de la poesía” afirmaba T.S. Eliot en el prólogo de El bosque de la noche. Esta obra literaria del mism modo que la obra de Clarice, se situa en el marco del plano literario con rasgos del plano lírico. Pero se diferencia en su estructura exterior, ya que carece de una unicidad completa y cae en el fragmentarismo. “A medida que se cerraba la noche, la ausencia de Robin se convertía en una separación física insoportable e irreparable. Así como no se puede repudiar a una mano amputada, porque está experimentando una vida futura de la que la víctima es su antepasado, Robin era una amputación a la que Nora no podría renunciar.” Los personajes son los únicos nexos que nos acompañan durante toda la lectura, pero sin conexión entre los diferentes a contecimientos, únicamente hay un nexo a través de la constante reflexión de la condición de ser humano y del pensamiento a través de la figura de una mujer. La voz del narrador nos presenta a los personajes y reflexiona sobre la tercera persona (Robin). La historia se desenvuelve a través de conversaciones que tratan de pensamientos en primera persona y referencias a la segunda persona, el “tu” con el que conversan, tratando de la tercera persona, en la que está personifica la relflexión y el cuestionamiento. “ - (...) La vida no será peculiarmente nuestra propia vida hasta que nos la hayamos inventado.” (Pàgina 160, El bosque de la noche) “ - (...) Ella quería tener su espíritu libre y su mente a oscuras, para que aquello que no podía alterar, porque no tenía fuerza suficiente, quedara envuelto entre sombras: su vida disoluta, su vida nocturna; y yo, yo... (...)” (Página 204, El bosque de la noche) La obra se sitúa en un contexto intemporal, el narrador explica al lector ambientes, contextos de la alta burguesía y espacios interiores de casas privadas, las situaciones personales en torno a Robin se mezclan. Es un libro de frangmentos con la conexión de un grupo de personajes en torno a Nora, una historia sin principio y sin final. Es un espacio de tiempo suspendido, un paréntesis de angustia del existir. Al mismo tiempo, la reivindicación de la situación femenina y la denuncia del constante cuestionamiento de su libertad. Un estilo indirecto libre en su contenido y en su forma.
6
ESTRUCTURA DEL TEXTO
En el caso de Aprendizaje o libro de los placeres, la obra de divide en dos partes: 1. El origen de la primavera o la muerte necesaria en pleno día. Esta primera parte de menores dimensiones que la segunda, y es la presentación de Lori y la relación con Ulises. Esta introducción nos sitúa en la situación de la protagonista y su estado existencial, es el inicio a la búsqueda. 2. Luminiscencia. En esta segunda parte se desarrolla la historia, entre conversaciones y situaciones en las que Loria reflexiona hasta llegar al “climax”, el final de la historia que nos deleita con instantes de vida: Lori comienza a vivir y se describen momentos, comprendiendo la vida y hallando su significado representándola. En ambas partes encontramos la subjetividad de la presencia del “yo” de la escritora, no es una narración que se desenvuelva esplícitamente en causa-acontemientos, esto ocurre pero en menor grado, ya que la voluntad formal de la autora es darle el protagonismo a las figuras retóricas que ha creado dentro de la narrativa, el plano lírico toma la rienda de la estructura. Aquí esta el hecho de que las obras de Clarice Lispector formen parte del canon y no las de Djuna Barnes (que es más conocida como personaje popular que por su trabajo). Clarice Lispector llega al grado de conexión entre el plano narrativo y el lírico: mantiene la libertad de la poesía, de pensamiento e introducción de la retórica, pero sustituye la estructura formal de la lírica y utiliza la de la narración, llegando a una conexión perfecta que introduce al lector en su propio imaginario, consigue un ritmo que mueve al lector: una narrativa con ritmo y contenido lírico. Djuna Barnes en cambio, pretendió utilizar la estructura de la novela para crear poesía, introduciendo una propia creacción narrativa sin conseguir un ritmo, y por lo tanto el lector se pierde al no encontrar referentes formales en los que esa poesía se mueve. El ritmo se pierde convirtiéndose en un desorden, el contenido lírico que se mueve entre sus personajes y la historia, no tiene sustento, situando al lector en un espacio intemporal sin referencias. La escritura aspiró a un juego vanguardista, a una creacción innovadora, las palabras son ricas en onirismo, belleza e ingenio, pero quedan dispersas y divangantes en un libro sin ningún tipo de lógica entre los acontecimientos, reflexiones de la condición humana independientes.
7
El bosque de la noche se divide en siete capítulos: 1. Reverencia. 2. La somnambule. 3. Ronda de noche. 4. La “okupa” 5. Vigilante, ¿qué hay de la noche? 6. Donde cae el árbol 7. Desciende, Matthew. Estos capítulos no marcan una transición de acontecimientos, cuentan acontecimientos dispersos. Se nutren de descriciones (del narrador) y conversaciones que parece que como si trataran de desvelar el sentido de Robin. El primer capítulo sitúa al lector en medio de un acontecimiento social, donde aparecen todas los personajes que apareceran en el resto de la lectura. Pero este acto que el lector busca relacionar con el resto de la historia, después quedará aislado. En el resto de capítulos se cuentan las diferentes relaciones que mantuvo con diferentes personajes, a través de la voz de éstos y del narrador. Es claramente una reivindicación de libertad feminista ante el condicionamiento social y la reflexión ante esta situación, pero en sí la historia no es una novela que pertezca a los referentes del canon literario. La obra de Clarice mediante su ingenio creativo llego a confeccionar su punto creativo y lírico a la novela, y por ello se le da el mérito de innovación modernista y un gran relato universal. En cambio Djuna, tratando temas de este ámbio, el universal, no llego a tejer su ambición creativa y lírica hacia el campo de la novela, se quedó en el fragmentarismo, un híbrido que no funciona en ninguno de los planos archigenéricos. Al mismo tiempo si comparamos ambos libros en el de Clarice la voluntad formal de proyección es más evidente que en la de Djuna, ya que la de la primera posee la capacidad del silencio como sugerencia, su poesía no es una constante reflexión y descripción poética, si no que con la característica del ritmo (antes mencionada) logra la fórmula del lenguaje y las palabras, conectándoles, y finalmente siendo muchas veces más importante lo que tan solo se sugiere que la amplia descripción. Djuna en ocasiones se pierde en el exceso de palabras y el intento de lírica.
8
Las figuras poéticas En ambas escritoras las figuras o tropos adquieren un alto grado de poeticidad en sus novelas, el impulso poético se transcribe en la narración, en Clarice con una sintaxis y ritmo más fluido que en Djuna. “ Creo que el mundo es algo terrible... esa situación extrema, ese salto a la oscuridad ejecutado con tanta torpeza que llamamos vida. De modo que me encontré pensando dónde se habrían metido todos los pájaros y todas las flores....” (Página 55, El bosque de la noche) “ Lori: una de las cosas que aprendí es que se debe vivir a pesar de. A pesar de, se debe comer. A pesar de, se debe amar. A pesar de, se debe morir. Incluso muchas veces es el propio a pesar de el que nos empuja hacia delante. ” (Página 24, Aprendizaje o el libro de los placeres) También algo descriptible en ambas autoras son las metáforas con el espacio, siendo el paisaje el que sufre la metamorfosis, nos sugiere el estado de ánimo del protagonista o el color de la situación en la que nos encontramos. Son en sí dos poetas, Clarice con ingenio consigue desenvolverse en la novela convirtiéndola en poesía y a la misma vez siguiendo parámetros formales. Djuna no deja la condición de poeta y crea una no-novela y que al mismo tipo tampoco es poesía, un híbrido que queda suspendido en el tiempo y deja desconcertado al lector, que no consigue hallar el significado de este significante. Aún así cabe destacar la labor de ambas dentro del ámbito de la creacción feminista que la historia había anulado, fueron de las primeras emprendoras de reflejar la conciencia poética y la sensibilidad feminina que las conforman, mostrando nuevos géneros y perspectvias al lector.
9