por temor a romperla, alguien que pudiera entregarse como ella merecía. Con aquel dolor en el cuerpo y el alma la bese. Mi lengua acarició sus labios, lamiéndolos delicadamente, pero atrayendo firmemente su cuerpo contra el mio.La ropas de cama como las que llevábamos puestas, no eran suficientes para separar su calor de mi cuerpo. Aun así podía sentirlo. s entirlo. Era una sensación tan agradable y familiar. Por un momento imaginé su cuerpo desnudo contra el mio ¿ Como se sentiría? Seguramente exquisito, calentando cada parte de mi ser. La pasión con la que me besaba Bella no hacia las cosas mas fáciles para mi, se apretaba mas y mas contra mi cuerpo. Por un momento sentí que el aire me faltaba, como si lo necesitara realmente.Pero no podía parar, deseaba recordarla. Quizás, solo quizás, si tenía un pequeño recuerdo de ella, solo quizás podría soportar mejor la eternidad.Mis manos anhelaban recorrer su cuerpo, mi boca quería recorrer su cuello y mis dientes q uerían perforar su carne.De golpe me separé de ella, ell a, haciéndola hacia atras en un seco pero delicado movimiento.Que estúpido había sido, Bella nunca había sido mía, ella nunca lo sería. Apreté los dientes, me faltaba el aliento. Pude sentir como rápidamente se enfriaba mi cuerpo sin su contacto. ³Lo« siento ³ Logre decir entre jadeos. j adeos. ³Esto« es pasarse de la raya³ ³A mí no me importa en absoluto ³ Dijo en las l as mismas condiciones. Bien sabía, que ella también me deseaba des eaba y eso no hacia mas llevaderas las cosas. Sugerí que sería mejor que intentara dormir, pero Bella quería que la d esara nuevamente, subestimaba mi autocontrol. ³¿Qué te tienta más, mi sangre o mi cuerpo? ³ Dijo desafiante. Pero eso era muy fácil, simplemente había un empate, ambas cosas eran tan deseables para mi y a la vez inalcanzables.Tanto que dolía. Dolía tenerla y sería s ería aun mas doloroso no hacerlo. No tardó demasiado en caer c aer dormida. Seguramente por motivo del fármaco.Estaba acurrucada contra mi cuerpo.Acaricié su cabello, inclinando mi cabeza para oler su cabello. Trataba por todos los medios de encontrar alguna salida que no me obligara a dejarla.Pero no encontraba nada, nada que me indicara que hacer.Sabía perfectamente p erfectamente que era lo correcto, lo que debía d ebía hacer. ¿Pero que haría Bella?Seguramente no me dejaría, ella sabía perfectamente lo que sentía por ella. Sabía que era el sol de d e mis días y de mis noches.