Tratado de sastrería (fragmento) PINZAS DE LA AMERICANA.A continuación vamos a proceder a la costura de las pinzas. Para ello, en primer lugar cortaremos dos tiras estrechas (unos 4 cms.) y con una longitud algo mayor que la de las pinzas de pecho (siempre que hablemos de una pieza, si no decimos lo contrario será una pieza doble). Ahora doblaremos cada delantero por el revés (por la parte que los puntadas hilos flojos aparecen como completas), a lo largo de la línea central de la citada pinza de pecho y los hilvanaremos en esta posición por las proximidades de la línea exterior de la pinza. No conviene hilvanar por la misma línea de hilos flojos ya que si lo hacemos así, cuando pasemos el pespunte coseremoscorrespondiente el hilván y tendremos serias dificultades para quitarlos después. Una vez hecho esto colocaremo s una de las tiras a lo largo del
doblez de la pinza, hacia la parte de la pinza de costado, haciendo que sobresalga del doblez algo así como dos milímetros y para seguridad también las hilvanaremos en esta posición, cuidando que no nos falte ni por arriba ni por abajo. Seguidamente hilvanaremos la costura de la pinza de costado (la cortada) también por el revés de la pieza, juntando los cortes e igualándolos y doblando por la parte inferior de forma que sea el doblez continuación de la costura cortada, este hilván conviene pasarlo a un centímetro de los bordes de la costura por la misma razón que apuntábamos más arriba. Lo que viene a continuación es el pespunteado de las pinzas citadas, para ello enhebraremos la máquina de coser con el hilo adecuado y procederemos a coser las cuatro pinzas. Las de pecho por la línea visible de hilos flojos, teniendo especial cuidado en que los remates no sean bruscos, sino en disminución suave por ambos extremos, volviendo hacia atrás la puntada y volviendo hacia adelante otra vez para asegurar el pespunte, evitando así que se descosa con posterioridad (Fig.22). En cuanto a las pinzas de costado, se trata de una costura normal excepto en el extremo inferior, que tendremos que hacerla también en disminución a lo largo de los últimos cuatro centímetros aproximadamente, esta costura también la aseguraremos tanto por arriba como por abajo. Una norma para estas costuras y para todas en las que esto sea posible, es que la tela debe estar siempre (al coser a máquina), por el exterior de la misma, o sea, por el tablero y la costura por el interior, con lo cual controlaremos con facilidad el ancho de la misma con relación a la parte interior del "prénsatelas" de la máquina y con cuidado, conservando mientras cosemos la misma distancia conseguiremos costuras rectas y de una anchura uniforme. Cuando hayamos terminado esta tarea debemos quitar todos los hilvanes de las pinzas y también todos los hilos flojos de las mismas (y solo de ellas) de forma que no se vea ninguno por el haz.
Hechas todas estas operaciones pondremos la plancha a calentar a la temperatura adecuada al tipo de tejido utilizado, extenderem os sobre la mesa que vayamos a utilizar una manta fina doblada por la mitad y
prepararemos la "vara de planchar" o lo que la sustituya, que debe estar sumamente limpia y sin ninguna posibilidad de que rezume resinas ni otras sustancias que puedan estropear las prendas que planchemos. A continuación "abriremos" las costuras de la pinza de costado planchándola, haciendo peso sobre la plancha, no sin haberla humedecido antes con el fin de que quede perfectamente abierta. No debemos mover la plancha atrás y adelante más de lo necesario sino que una vez situada en el lugar a planchar la mantendremos quieta unos instantes, haciendo peso sobre ella, moviéndola solo para cambiarla de lugar. De la misma forma abriremos la pinza de pecho, esta pinza se abre perfectamente echando hacia un lado la tira de tela postiza y hacia el otro la pinza propiamente dicha. Todas estas operaciones se hacen por el revés de la prenda. Entonces cortaremos el sobrante de las tirillas de las pinzas, por arriba y por abajo.
BOLSILLOS DE LA AMERICANA.Cuando estemos en este punto pasaremos a la confección de los bolsillos. Es esta una tarea delicada en la que deberemos poner sumo cuidado. Existen muchas formas de confeccionar los bolsillos, nosotros aquí vamos a indicar la forma clásica en los bolsillos de americana. Hacemos aquí la salvedad de que cuando cortemos piezas de tejido que no lleven hilos flojos, debemos de hacer una marca por cada lado con la tiza para distinguir este revés de su haz. En cuanto a las que llevan hilos flojos, el haz se distingue por llevar las puntas de los hilos cortados, mientras que el revés muestra las puntadas continuas. Comenzaremos por cortar las "tapas" de los de abajo que tenemos preparadas según los patrones y que deberán tener la misma inclinación que tiene la línea del delantero con respecto al tejido, después cortaremos unos trozos de forro (del forro principal de la americana) algo mayores que las citadas tapas y unos trozos de friselina u otra clase de entretela fina que vayamos a utilizar (esta entretela se deberá haber mojado y secado con anterioridad para evitar que encoja sobre la prenda, excepto si se trata de friselina adhesiva que deberá de pegarse al revés de los forros). Hilvanaremos las tapas de la siguiente forma: Se colocan haz de las tapas contra haz del forro y se hilvanan las tres costuras por el canto (la parte de arriba de las tapas se deja libre) procurando que el forro quede ligeramente tirante en las esquinas (esto es con el fin de que al volverlas no se vea el forro por el haz Fig.23), sobre este forro hilvanaremos la entretela con un hilván ligero (es suficiente con que las sujete en su lugar sin que se muevan mientras cosemos a máquina) y seguidamente pasamos a la máquina, haciendo una costura alrededor de la tapa, de medio cm. de ancha, por los tres lados hilvanados, sujetando los pespuntes al principio y al final y conservando la forma redondeada del pico delantero. Después quitaremos los hilvanes y las volveremos de forma que la entretela quede entre el género y el forro. En esta posición procederemos a hilvanar el canto a unos tres o cuatro mms. del mismo con la precaución de que no se vea el forro por el haz. Este hilván podemos pasarlo con punto-atrás; Para obtener este punto basta con introducir la aguja aproximadamente por el lugar que salió en el punto anterior y hacerla salir un poco más adelante que el punto precedente (Fig.24).
Pasaremos también un hilván por la parte de arriba sujetando el forro al género y procurando repartir el posible flojo del forro a todo lo ancho (este flojo debe ser mínimo, en caso contrario habrá que descoser un lateral y rehacer esta parte de la costura). Pasamos de nuevo a la plancha y ponemos la tapa con el forro hacia arriba cuidando que por la parte inferior quede la tapa totalmente recta para lo cual podemos ayudarnos de una regla pequeña. Una vez colocadas en esta posición ponemos la plancha encima para conseguir su planchado perfecto para lo cuál una vez planchadas por el revés y conseguida la línea recta debemos volverlas con el haz hacia arriba y colocando la "sarga" (un pedazo de paño sobrante de cualquier otra prenda) sobre ellas humedeceremos la citada sarga sobre las tapas y procederemos a su planchado por este lado. Ahora cortaremos la tapa de arriba con las mismas indicaciones sobre inclinación descritas para las otras y procederemos a pasarle hilos flojos por las tres líneas. Como de esta tapa solo necesitamos una tendremos que comprobar la que corresponde de las dos cortadas. En realidad cualquiera que tenga práctica sabe la que es, pero como escribimos para el principiante lo mejor será que las corte, les pase los hilos flojos, y (una vez cortados) compruebe sobre el lado izquierdo del haz de la americana, el haz de la tapa según la inclinación de las líneas. Como esta tapa la hemos cortado con 1 cm. de holgura a cada lado, tanto por los laterales como por arriba y por abajo, cuando ya sepamos la que corresponde al bolsillo de pecho, le hilvanaremos un trozo de entretela (friselina) (un poco mayor que las marcas de hilos flojos) por el revés de esta tapa. Cuando esté bien hilvanada, con cuidado, recortaremos esta entretela por las líneas de hilos flojos (superior y laterales). Luego doblaremos por esta misma línea el género hacia el revés, primero por la parte superior y luego por los laterales. En uno de los picos del canto observaremos que la tela vuelta se ve por el haz, eso lo evitaremos dando un corte por el interior del doblez y forzando éste hacia adentro con el mismo hilván (Fig.25-c). En esta posición, con hilo adecuado haremos un punto de cruz sujetando el doblez a la entretela y con punto de "forrado" remataremos los dobleces laterales. El punto de forrado (Fig.26-a) se obtiene introduciendo la aguja por entre la tela de abajo y al sacarla cogemos un par de hilos de la tela doblada por arriba, volviendo a
introducirla inmediatamente debajo del punto por donde la hemos sacado. Por otra parte, el punto de cruz (Fig.26-b) se obtiene comenzando al contrario que los demás, es decir, de izquierda a derecha; Primero damos un punto corto por la tela de arriba y a continuación damos el siguiente en la tela de abajo, un poco desplazado hacia la derecha, seguidamente volvemos a la tela de arriba y damos otro también desplazado un poco hacia la derecha, y así sucesivamente hasta llegar al final. Cuando esto esté terminado pasaremos por la plancha de la misma forma que en las otras tapas pero en este caso aún no la hemos terminado. Hay que preparar una de las caras del forro de bolsillo sobre esta tapa. Buscaremos y cortaremos la parte del forro que corresponda tal como que se aprecia (Fig.25-b) y comenzaremos por hilvanarlo, doblando hacia adentro el doblez como se ve en la misma (Fig.25-b), después sujetaremos a unos tres mms. del canto lateral, el forro a la tapa con punto-atrás por los laterales y con punto de forrado por la parte de arriba (los laterales en una longitud de 1,5 cms. aproximadamente) y después de hecho esto volveremos a plancharla, esta vez solo por el revés para sentar el forro. Lo que sigue es la confección de los bolsillos propiamente dicha, para ello hilvanaremos a lo largo de los hilos flojos de los bolsillos inferiores y por el revés de la prenda una pequeña tira de forro de bolsillo (previamente mojada y planchada) de unos 3 cms. de ancha por una longitud que sobrepase en unos 2 cms. la longitud de los bolsillos por ambos lados. Hilvanaremos los "vivos" por el haz de la prenda, a lo largo de los hilos flojos del bolsillo (procurando que nos quede el mismo sobrante repartido a izquierda y derecha), uno a la parte de arriba y otro a la parte de abajo debiendo quedar en contacto los dos por el canto que coincide con los hilos del bolsillo (Fig.27). Ahora trazamos
una línea con la tiza sobre los vivos en el principio del bolsillo (parte delantera de la prenda), colocamos la tapa de bolsillo encima y a partir del trazo, marcando otra línea al final de donde llega la tapa. Retiramos la tapa y procedemos a hacer las costuras correspondientes a los dos vivos de cada bolsillo, colocando la prenda de forma que la unión de los vivos nos quede a la derecha y comenzando en uno de los trazos verticales (asegurando el pespunte siempre como ya dijimos más arriba). Hacemos un pespunte de unos 4 mms. de anchura hasta la otra raya, al llegar aquí levantamos el prénsatelas y giramos la prenda para hacer el del otro vivo de la misma forma teniendo especial cuidado en que comiencen y terminen a la misma altura, repitiendo la operación con el otro bolsillo (Fig.27). Los sacamos de la máquina y los miramos por el revés para comprobar que son correctas e igualadas las costuras y si no es así deberemos corregir. Si el error es de coincidencias en los finales bastará con añadir un trozo de pespunte a la parte más corta (vista por el revés), si por el contrario las costuras tienen diferencias en anchura pasaremos un nuevo pespunte corrigiendo el malo y después deberemos descoser el erróneo con cuidado de no estropear la prenda. Estas últimas operaciones se podrán hacer por el revés ya que los pespuntes por aquí se verán con más claridad. Luego procederemos a quitar los hilvanes de sujeción. La operación siguiente es el cortado de los bolsillos, este corte es delicado y para ello lo primero será introducir la punta de las tijeras a la mitad del bolsillo, entre las dos costuras (por el revés), teniendo especial cuidado de no perforar nada más que la tira de forro y la tela del delantero, para ello y mientras cortamos nos iremos ayudando con la mano izquierda para que no se nos "traviese" ninguna otra tela. A continuación iremos cortando poco a poco por el centro de las dos costuras en ambas direcciones hasta llegar a unos siete mms. del final de las mismas y desde aquí (con la punta de las tijeras para no pasamos y romper la prenda) haremos un corte en ángulo hacia el final de cada costura quedándonos a 1 mmt. del principio de la misma según la Fig.28 (a este pico de tela y forro lo denominaremos "piquete"). Solo debemos cortar la tela del delantero junto a la tira de forro que pusimos, en ningún caso los vivos que deberemos ir apartando con ayuda de la mano izquierda.
Ahora volvemos a la plancha, colocamos la prenda con el revés hacia arriba sobre la vara de planchar a la altura de los bolsillos y "abrimos las costuras" de los vivos, humedeciéndolas en toda su longitud, tanto la de arriba como la de abajo. La operación siguiente la tenemos que hacer "a mano", consiste en volver los vivos y se puede hacer de la siguiente forma: Volvemos (desde el haz) cada vivo hacia adentro y lo doblamos de manera que quede como un dobladillo con el ancho de su costura (4 mms.) y con el hilo adecuado (desde un extremo al otro) vamos sujetando (con punto-atrás corto) el vivo esta posición haciendo que el ancho del dobladillo sea uniforme en toda la longitud, escondiendo el nudo por dentro, estos puntos deben quedar invisibles por el haz para lo cual debemos pasarlos por la hendidura de cada costura (Fig.29-a). Esta operación la repetiremos con los cuatro vivos. Luego ayudándonos con la punta de la aguja introducimos los piquetes hacia el revés y por allí una vez bien introducidos (tirando de ellos si es necesario con la yema de los dedos) doblamos la prenda sobre si misma de forma que podamos sujetar con muchos puntos cortos el piquete a los vivos para cerrar el fin de los bolsillos (Fig.29-b), como si fuera una pequeña costura (si tenemos suficiente habilidad incluso se podría hacer con la máquina, pero si no es preferible hacerla a mano). La operación siguiente es la de ponerles los forros a los bolsillos (los cuales habremos de cortar previamente), para ello hilvanamos una costura entre vivo de abajo y el forro de forma que la misma quede en contacto (una vez cosida) con el revés de la prenda y procedemos a coserla a máquina en ambos bolsillos, planchándola a continuación. Seguidamente debemos trazar una raya sobre el haz de las tapas de bolsillo dándole una anchura de 4 cms. (o según moda) y cuidando de no confundirlas (la parte más redondeada irá hacia adelante), las hilvanaremos con seguridad
introduciéndolas por el haz de la prenda en su posición correcta haciendo coincidir la raya trazada con el filo del vivo superior. A renglón seguido doblamos el forro del bolsillo hacia arriba de forma que queden al menos cinco cms. desde el final del doblado de este forro del bolsillo hasta los hilos flojos del bajo de la prenda y lo haremos pasar hacia arriba haciendo que sobrepase la parte superior del bolsillo y cuidando que quede forro a ambas partes de los piquetes, hilvanándolo en esta posición. Luego volvemos la prenda y quedándonos el haz por arriba la metemos en la máquina y con precaución pasaremos un pespunte por la hendidura del vivo superior sujetándolo en ambos extremos con lo que quedará todo sujeto en su posición. Seguidamente y por el filo de los piquetes (por el mismo la) pasaremos un triple pespunte que lo sujetará definitivamente (Fig.30). Volvemos la pieza hacia la parte interior para que nos presente el forro del bolsillo y lo cerramos con un pespunte a cada lado que cogerá solo el forro en su posición natural y que por la parte de arriba cogerá también los vivos con lo cuál y debidamente planchados tendremos terminados los bolsillos laterales. Entonces introduciremos las tapas dentro de los bolsillos y pasaremos un hilván con punto cruzado largo uniendo los dos vivos para que no se abran durante el resto de la confección. Para el bolsillo superior hilvanaremos la carterita por el haz del delantero izquierdo, haz con haz y hacia abajo, por los hilos flojos del delantero apartando el forro para que no nos estorbe, y en la parte de arriba hilvanamos la otra hoja del forro (también haz con haz) y dejando a ambos lados el sobrante repartido por igual, a continuación pasamos un pespunte para hacer una costura de medio cmt. de anchura de un extremo a otro de la carterita sujetándolo a ambos lados. Hacemos otra costura por el forro también de medio cmt. de anchura pero en este caso mas corta que la de la carterita en medio cmt. por cada lado (Fig.31). Lo sacamos de la máquina y hacemos el cortado del bolsillo de la misma forma que los anteriores excepto en lo relativo a los piquetes que solo será necesario cortarlos hacia la carterita pero no hacia el forro con la precaución de no llegar al final excesivamente sino terminando el corte un mmt. antes del final de la costura (para que no nos quede "roto" el bolsillo) (Fig.32). Planchamos la costura de la carterita y le hacemos un corte vertical al forro de la misma junto a la sujeción lateral, que debe llegar solo hasta la altura de la costura (a ambos lados y de forma que se quede al menos 2 mms. del revés de la carterita libre de forro para que luego no se vea este forro por el haz de la prenda), y otros dos cortes al forro superior por los finales de su propia costura y que solo debe sobrepasar a esta en poco más de medio cmt.) (Fig.31). Ahora volvemos la carterita hacia arriba y los forros hacia el revés de la prenda colocándolos en su posición natural, planchamos la costura de la carterita y lo
hilvanamos todo para que quede en su posición definitiva, incluso las tiritas que se forman con los cortes que deben de quedar hacia arriba. El siguiente paso hay que hacerlo con cuidado y se trata de sujetar la carterita por el revés (previamente hilvanada en su posición) por los laterales (Fig.33), esto se hace dando una serie de puntos horizontales de abajo hacia arriba (un punto de otro se separará algo así como un mmt.) y de arriba abajo ayudándonos del tacto del dedo índice de la mano izquierda con el fin de que aún haciéndolo por el canto de la misma, no se vea ningún punto por el haz y, sin embargo, queden los extremos perfectamente sujetos. Después colocamos el haz hacia nosotros y con puntitos cortos y seguros (de punto similar al de forrado) terminamos de sujetarla al delantero por ambos lados un poquito hacia el interior de la misma para evitar que los puntos sean visibles. Ni que decir tiene que antes de estas sujeciones habremos hecho pasar la costura hacia el revés para que no queden vistas ninguna de sus dos esquinas. Si el forro es algo mayor que el bolsillo que queremos obtener, deberemos marcar el contorno de la costura en los forros; Para la profundidad podemos ayudarnos de un bolígrafo corriente previamente colocado en la posición conveniente y marcando de forma que quede totalmente introducido y aún quede por lo menos un cmt. hasta el fondo del bolsillo, a continuación cerramos el bolsillo con una costura que haremos por la marca y así queda el mismo definitivamente terminado. Ya no nos queda nada mas que planchar los tres bolsillos por el revés en su posición natural, dando por terminada esta parte de la prenda.
ENTRETELAS.Vamos a continuar con la construcción de las "entretelas" que se confeccionan con un tipo de tejido llamado "sido" y que es grueso. Este sido, antes de cortarlo, debemos tenerlo en agua hasta que quede bien calado y dejarlo secar a continuación para que si ha de encoger con la humedad lo haga ahora y no cuando la prenda esté terminada con lo que esto supondría, pues quedaría inutilizada. Una vez seco el sido lo plancharemos para desarrugarlo y a continuación cortaremos las dos piezas, y del género algo más rígido que se denomina "plastrón" (que también habremos mojado y secado previamente) cortaremos las otras dos piezas y que deben quedar colocadas a unos seis o siete cms. de la parte del hombro y en ningún caso rebasarán por abajo la pinza de pecho que habremos marcado y cortado en el sido, pinzando la misma cantidad que en el delantero del género. Cuidando de hacer una de las entretelas a izquierda y la otra a derecha introduciremos por
la parte de atrás de sus pinzas un trozo de forro de bolsillos de unos dos cms. de ancho y de una longitud algo mayor que la pinza, sujetándolo a lo largo de esta con un hilván y entonces pasaremos un pespunte, primero a lo largo de la pinza por uno de los lados a unos 4 mms. del corte y cuando hayamos llegado al otro extremo daremos la vuelta a la pieza (dejando la aguja de la máquina clavada para su mejor control) y pasamos otro pespunte por el otro lado del corte aproximando los bordes del mismo de forma que queden en contacto, con lo cual quedará reflejada en esta pieza la forma de la pinza del delantero de la americana. Luego para refuerzo de esta unión pasaremos un pespunte en zig-zag entre los dos primeros y si hemos cuidado de que las tiras de forro no se nos muevan daremos por terminadas las dos pinzas recortando algo el forro sobrante (Fig.34). Para unir el plastrón a la entretela lo sujetaremos en su posición como siempre, con un hilván, esta vez debe ser un hilván largo pues lo vamos a tener que quitar antes de terminar el pespunteado. Deberemos cuidar especialmente que el plastrón quede separado 1 cm. de la línea de la solapa. Ahora comenzaremos a pespuntear donde se indica en la Fig.34) y una vez que hayamos dado el primer pespunte recto quitaremos el hilván y tratando de arquear suavemente las telas hacia arriba iremos pespunteando en espiral y en recto según las zonas, rellenando los huecos, con una separación aproximada de 1 cmt. (tal como puede verse en la citada Fig.34. Cuando las hayamos terminado las plancharemos
convenientemente por ambos lados humedeciéndolas lo necesario y procurando que queden ligeramente cóncavas hacia el lado del plastrón. El paso siguiente para la puesta de prueba es el de hilvanar en su correcta posición las entretelas con los delanteros. Esto se hará sobre el tablero desnudo de una mesa. Colocamos la entretela con el plastrón hacia abajo y encima colocamos el delantero correspondiente, con el revés hacia la entretela procurando que coincidan las líneas del quiebre de solapa dentro de lo posible y que rebase por abajo la línea de puntos del doblado de los bajos (no importa que nos sobre entretela, es mejor que sea así pues de recortarla siempre se está a tiempo); Por la parte de la solapa es necesario que sobre algo de entretela como veremos después (Fig.35). También cuidaremos que los bolsillos no se nos vuelvan hacia arriba. Conservando los dos tejidos en su lugar y perfectamente adaptados el uno al otro le pasaremos tres hilvanes por los según la Fig.18 indica y de las longitudes de puntada que se aprecian (aproximadamente). Cuando tengamos estos hilvanes terminados volveremos las piezas para dejar el sido a la vista y procuraremos sujetarlo con seguridad a la parte alta sobrante del bolsillo, de forma que los puntos solo queden por el revés y en ningún caso se podrán apreciar por el haz (Fig.36).
PICADO DE SOLAPAS.La siguiente operación el "picado" de solapas, siendo esta una operación que requiere cierta habilidad y cuidado, si bien es una de las primeras prácticas del principiante. Este punto se obtiene colocando las piernas cruzadas y sobre la rodilla la prenda quedará con el haz hacia arriba y la solapa hacia la derecha, entonces cogemos dicha solapa con la mano izquierda, arqueándola de forma que nos presente el sido, hasta la línea del quiebre y en esta posición, comenzando de arriba hacia abajo o viceversa iremos dando puntos separados 1 cmt. aproximadamente y con la precaución de coger (al tacto) del género de la americana, lo menos posible (en géneros finos solo uno o dos hilos), cuando llegamos al extremo contrario, continuamos en la dirección conveniente con una línea de puntos paralela a la anterior, y así sucesivamente hasta cubrir la solapa por completo (Fig.37-a y 37-b). El resultado final será en todo caso una forma arqueada hacia el género intencionadamente forzada para que jamás la solapa de la prenda terminada se vuelva hacia afuera, con el mal efecto que esto causaría y que indicaría una descuidada confección. Esta forma la habremos obtenido sujetando las telas de la forma forzada que en el mencionado apartado se describe. Luego que estén terminadas ambas solapas las plancharemos en plano, primero por la parte de la entretela, con la humedad necesaria y después por el haz, acordándonos de interponer un trozo de tejido (a ser posible de paño fino -el llamado "sarga"-) entre la tela y la plancha, con lo cual esta fase queda concluida. Y ahora si que debemos recortar sobre la mesa la entretela que sobre por el canto exterior, la sisa y el hombro.
PUESTA DE PRIMERA PRUEBA.Así hemos llegado a la puesta de primera prueba que consiste en hilvanar las costuras tanto de los costados como de los hombros. Para esta primera prueba, la espalda va a hilvanarse con la costura hacia afuera, por comodidad y para facilitar las operaciones que sean necesarias durante la misma. Para ello
colocamos el revés de la espalda contra el haz del delantero del lado correspondiente y situando las costuras del costado juntas (con la espalda de nuestro lado), colocaremos ésta de forma que el cortado de la espalda coincida con la línea de puntos flojos del costado del delantero y daremos unos puntos de hilván sujetando por cada aplomo (el ancho de costura es siempre de unos 8 mms.), así como por la línea de puntos flojos del bajo, haciéndoles coincidir en ambas piezas y si fuimos cuidadosos desde el principio, las telas quedarán perfectamente acopladas. En todo caso el aplomo más importante es el que queda justo a unos cms. de la sisa. Luego con estas piezas sujetas en los tres o cuatro puntos reseñados nos será muy fácil pasar el hilván correspondiente a la costura con puntos más bien cortos que largos y haciendo coincidir el filo de la espalda con la línea de puntos del delantero. En la terminación de la sisa daremos dos o tres puntos de sujeción para evitar que se nos desarme durante la prueba. Tanto los puntos de sujeción como el hilván se darán a siete u ocho mms. del canto que es lo que se considera una costura normal y repetiremos la operación con el otro costado. Siguiendo las mismas normas iremos a las costuras del hombro, en ellas los puntos de sujeción se darán al principio y al final, haciendo coincidir los puntos flojos de la espalda con los del delantero en escote y sisa. Observaremos que la espalda es más larga que el delantero, lo cual es estrictamente necesario, de forma que iremos hilvanando tratando de distribuir el sobrante poco a poco y por igual a lo largo de esta pequeña costura; Cuando estén hilvanadas las cuatro costuras, la prenda estará lista para probar. Cuando vayamos a probarla haremos que la persona procure llevar la ropa que le sea normal y con cuidado para que no se nos descosa, le iremos ayudando a ponérsela colocándonos por detrás y sujetándola por los hombros, guiándole los brazos hacia los "agujeros" de las mangas. Al cortar las prendas no deben de dejarse más ensanchas que las indicadas en los diagramas de corte. Las hombreras deben de estar convenientemente hilvanadas en su sitio y las entretelas deben llevar un corte en el hombro y otro en la cintura de unos 3 o 4 cms. de profundidad como se indica en la Fig.17 y además deberemos colocar las hombreras con un ligero hilván.
PRIMERA PRUEBA (Para la prueba deberemos consultar los gráficos que siguen a continuación) (Fig.38).
Puesta la prenda sobre el sujeto, se colocarán bien los delanteros, para lo cuál la persona deberá levantar el brazo correspondiente ligeramente, cuando estén bien colocados los aplomos de los ojales coincidirán exactamente. En este momento colocaremos alfileres en los delanteros tal como se indica en el gráfico correspondiente. El primero se coloca algo más abajo del bolsillo de pecho, el segundo en la cintura a la altura del ojal y otro a la altura del segundo ojal. Hecho esto pasamos a la espalda, doblando las ensanchas de sisa por debajo de la axila, lo cual facilita la buena colocación de la espalda; Pasamos de nuevo al delantero por si la prenda ha sufrido alguna modificación en su colocación y sea necesario rectificar algún
alfiler. Colocamos ahora el cuarto alfiler a unos 6 u 8 cms. por debajo de la línea del escote. Colocamos ahora un alfiler en el centro del escote de la espalda para sujetar la chaqueta a la camisa o chaleco y que no se mueva en la operación siguiente. Si observamos algún defecto aunque sea pequeño descosemos el hombro izquierdo desde la sisa hacia el escote con cuidado (se pueden cortar los puntos con unas tijeras), y vamos a colocarlo de nuevo con la ayuda de unos alfileres. El hombro lo colocaremos de nuevo colocando la parte de la espalda sobre la del delantero, sin apretar ni el uno ni la otra, dejando que vaya a su asiento natural, sin forzamientos. El primer alfiler se coloca a unos 3 cms. del escote (procurando no coger nada mas que la chaqueta y no las prendas de la persona), y los demás en dirección a la sisa, repartiendo al mismo tiempo en la espalda el flojo que sea necesario, como vimos a la hora de hilvanar la costura del hombro. El último alfiler será el que queda a medio cm. de la línea del escote. Y ahora deberemos marcar con la tiza la línea de cruce, la del escote si ha sufrido variación y la de la sisa si también la ha sufrido. Marcamos también una línea justo por donde la espalda monta en el delantero (en la parte del hombro) que después veremos como se opera con ella. Si la persona probada tuviera un hombro más bajo que el otro (lo cual por otra parte es bastante frecuente), repetiremos la operación con el hombro derecho. Comprobamos el largo de la americana doblando por la línea correspondiente y sujetando con unos alfileres y alejándonos un poco comprobamos que está "redonda" y que el largo es el deseado, si no fuera así rectificaremos cambiando el doblado con los alfileres. Por último y cuando la persona esté relajada observaremos el brazo izquierdo y con la tiza marcaremos una cruz a la altura de la mitad del metatarso del dedo pulgar, tal como se indica en el gráfico, y que es la que nos servirá para determinar el largo definitivo de la manga y su posición final. Tomaremos buena nota de las arrugas observadas y otros defectos anotándolos si es preciso para no olvidarnos de ellos. Terminamos quitando primero el alfiler del escote y a continuación los de la parte de delante y ayudamos a quitarse la prenda al sujeto, el cual puede retirarse, y deshilvanamos las hombreras.