LA ORACIÓN
¿Para qué sirve la oración? Al igual que la amistad es en un principio gratuidad, la oración es una relación con alguien que queremos, y precisamente por eso no le queremos perder. Con la oración me acerco más a Jesús. Le conozco mejor, y así me será más fácil alcanzar un trato de amistad, ser como El. Ese es el fin de la oración: ser como Jesús. ¿Piensas que necesitas orar?: Quizás sientes que necesitas conocer mejor a Dios, entablar una relación con El, y descubriéndolo como ese amigo que sale a tu encuentro, que te llama y te espera desde hace tiempo, pero: No sabes orar: No sabes qué hacer con tanto tiempo, el silencio no te dice nada. Te cuesta orar: Te resulta muy difícil, casi imposible, concentrarte, mirar en lo más hondo de ti mismo por un instante. Pero esto es como estudiar, siempre cuesta empezar, sin embargo hay que empezar y perseverar porque al final llega la recompensa con creces. Tienes muchas dudas: Fe, religión, oración… palabras poco claras.
Cuando oro ¿no estaré escuchándome a mí mismo?: La oración es un diálogo desde la fe. Dios, está dentro de cada uno, pero para oírle es necesario silenciar el resto de los ruidos. También El nos habla y nos enseña desde su Palabra. Cuando notes paz y que algo cambia en ti, entonces sabrás que Dios está contigo. Señal inequívoca de presencia de Dios es la Paz que queda en ti. ¿Cómo me habla Dios?: Dios habla cuando quiere y como quiere. Por medio de los acontecimientos de cada día, de otras personas, de cosas, de instituciones, desde su Palabra y en la oración. ¿Y si no siento nada?… En la oración no es necesario sentir emociones especiales. La oración es una comunicación profunda, un darse, amar y sentirse amado. Mirarlo y sentirse mirado. Poder decir “Estás conmigo”, “Estás conmigo”, “Estás conmigo”…
¿QUÉ SON LOS TOV? Los talleres de Oración y Vida (http://www.tovpil.org) son una nueva forma de evangelización, más viva y con una visión más positiva de lo que se ha mostrado siempre. Es una presentación más vibrante y activa de Jesús, que posee una mayor adaptación a las necesidades de la sociedad actual y a lo que realmente las personas necesitan. Está basada en el amor y en lo que éste es capaz de realizar, no en el temor ni en el castigo. Por eso decimos con pleno convencimiento que los Talleres de Oración y Vida son una respuesta al mundo de hoy.
PUNTOS CLAVES 1. Basado en la Biblia: Talleres de Oración y Vida es un método de evangelización que está íntegramente basado en la Palabra. El eje de cada sesión es la lectura y meditación de la Palabra. Para todos los días de la semana, durante cuatro meses, se les señala a los participantes, textos del Antiguo y Nuevo Testamento para meditarlos y rezarlos en sus casas, con una pedagogía especial, con un maravilloso instrumento que se llama Pequeña Pedagogía para meditar y vivir la Palabra. 2. Con Cristo como centro: Jesucristo es, en los Talleres, el principio, el centro y la meta para pensar, sentir, actuar y amar como Jesús, con la eterna pregunta en el corazón: “¿Qué haría Jesús en mi lugar?”.
3. Fuente de vocaciones apostólicas: toda experiencia acaba en testimonio. El taller quiere ser no sólo escuela de formación, sino también escuela apostólica, de tal manera que los participantes, una vez constituidos en discípulos y amigos de Jesús, participen directamente de la misión sacerdotal, profética y regia de Cristo Jesús, y donde quiera que se hagan presentes, implanten el Reino de Dios con su presencia, conducta, palabra y acción. De esta manera los Talleres se convierten en instrumentos de vitalización de la Iglesia local. 4. Servicio exclusivamente laical: los Talleres, convencidos de que sólo con una autonomía completa tendrían un laicado maduro, apostaron desde el principio por los laicos, entregándoles la responsabilidad integral para organizar y gobernar el servicio de los Talleres en el mundo entero. Siendo un servicio eminentemente laical, siempre hemos insistido firmemente en el propósito de establecer y mantener unas relaciones fluidas y afectuosas con los Obispos y Párrocos. 5. Carácter totalmente práctico y experimental: el Taller no es una doctrina; tampoco una teoría o teología. El taller funciona a base de orientaciones de vida y puesta en práctica. Se trata de una pedagogía experimental, tanto durante la sesión como en la práctica semanal en casa. Orar no consiste en una reflexión intelectual, es una actividad vital, y las cosas de la vida se aprenden viviéndolas, practicándolas. Por este
carácter práctico hablamos de Taller, porque así como cualquier taller se aprende trabajando y se trabaja aprendiendo, en nuestro caso, orando se aprende a orar. 6. Actividad orante pasó a paso y adaptada a la persona: la oración, además de gracia, es arte. Y como arte, está sometida a un aprendizaje metódico y progresivo. Por eso nos hemos esforzado por colocar en la organización interna del Taller objetivos claros, una pedagogía progresiva, contenidos y mucha disciplina. 7. Taller liberador y sanador a través del conocimiento de Dios y de uno: a través de una vivencia del Abandono, el participante va llegando a una profunda paz; y por medio de mensajes y ejercicios, el participante llega paulatinamente a liberarse de tristezas y angustias, sanarse de las heridas, superar complejos y miedos, recuperando el sentido de la vida y la alegría de vivir. 8. Transformación a la luz de la Palabra: el Taller toma al participante y, a la luz de la Palabra, lo introduce en un complejo entramado de reflexión, oración, mensaje evangélico y análisis de la propia vida. En este contexto, el participante, casi sin darse cuenta, es arrastrado a una transformación vital. El bien y el mal nacen en el corazón. El taller aborda al corazón y lo transforma en un baluarte de armonía, serenidad y paz. Desde el corazón convertido estos dones se irradian a la familia, y de la familia a la sociedad. Quien transforma un corazón, transforma al mundo. 9. Compromiso con los pobres: Cristo quiso identificarse de manera preferente con los necesitados de todos los tiempos (Mateo 25, 31-46). Son los pobres el lugar privilegiado donde Dios se manifiesta. Los Talleres quieren hacer lo que Jesús hizo, sus preferidos serán nuestros preferidos, sus objetivos, nuestros objetivos. También nosotros queremos bajar de la montaña de la oración y hacernos presentes con la Palabra y la presencia, preferentemente en el pueblo de los últimos, para defender a los débiles, liberar a los cautivos y anunciar un año de gracia y salvación, como dice Isaías.
MISIÓN Este servicio de los Talleres de Oración y Vida, reconocido y probado por la Santa Sede en 1997 y confirmado, según Decreto de Aprobación dado por el Concejo Pontificio para los laicos el 4 de octubre de 2002, constituyen la cumbre y coronación de toda la actividad apostólica del Padre Larrañaga, por su fuerza expansiva, por sus frutos y por el alto aprecio hacia los mismos, manifestado por la Santa Sede y los Obispos. Con más de 16.000 Guías actuando en el mundo entero, a través de los PLW, están enseñando a la gente a orar, de una manera experimental y progresiva,
introduciéndolos en la oración litúrgica y en la vida sacramental. La misión del Guía es la de implantar a Dios vivo en los corazones, y al mismo tiempo abrir un manantial de paz, de fortaleza y de alegría en estos mismos corazones. Por un lado es una tarea eminentemente evangelizadora y, por otro lado, es una tarea eminentemente humanitaria.
ESCUELA DE ORACIÓN TOV (Talleres de Oración y Vida) son un servicio para aprender y profundizar en el arte de orar. Este aprendizaje tiene un carácter eminentemente experimental, como un taller: orando se aprende a orar. Se aprende a entrar en la relación personal con el Señor, con variadas modalidades, desde los primeros pasos hasta las alturas de la contemplación. Orar, además de gracia, en cuanto actividad humana es también arte, por eso la organización del Taller contiene y ofrece una pedagogía progresiva, un carácter metódico y mucha disciplina. ¿Resultados? Amigos y discípulos del Señor.
ESCUELA DE VIDA Por medio de un complejo entramado de meditaciones sobre la palabra, oración intensiva, reflexión comunitaria y ejercicios de silenciamiento, el tallerista va superando paso a paso, el mundo interior de angustias y ansiedades, miedos y tristezas…
Como efecto de una vivencia profunda de la fe y del abandono, el tallerista va inundándose paulatinamente de una paz jamás imaginada. ¿Resultado? Superación de complejos y traumas, control de nervios, estabilidad emocional y alegría de vivir. A partir de una intensa contemplación de la figura de Jesucristo, el Taller lanza al cristiano a un proceso cristificante, para ser cada vez más parecido a Jesús: paciente y humilde como Jesús, sensible y misericordioso, despreocupado de sí y preocupado de los demás… preguntándose a cada paso, ¿Qué haría Jesús en mi lugar?, produciéndose
de esta manera una transformación vital que a muchos les hace exclamar: ¡Cómo ha cambiado nuestra madre, nuestro hermano…!
Es, pues, también, Taller de Vida.
ESCUELA APOSTÓLICA El Taller no deja constituidos grupos eclesiales o comunidades de oración. Tan solo ofrece un servicio limitado y humilde: enseñar a orar y a vivir cristianamente. En las últimas sesiones, el Taller lanza al cristiano a participar directamente de la misión sacerdotal, profética y regia de Cristo Jesús. ¡Cómo nos gustaría hacer de cada tallerista un apóstol! Soñamos en transformar a los talleristas en viveros de vocaciones apostólicas, y estamos empeñados en que los Talleres se constituyan en instrumentos de vitalización eclesial. ¿Resultado? Un eficaz instrumento de Evangelización.
CARACTERÍSTICAS El Taller compromete a los asistentes en tres dimensiones: con Dios, consigo mismos, con los demás. En cada sesión hay dos líneas fundamentales: una descendente, Dios habla al hombre; y otra, ascendente, el hombre habla (responde a Dios). El Taller es un servicio eminentemente laical: la mayoría de los Guías son laicos; todos los componentes del equipo directivo son laicos, en estrecha unión con sus pastores. El Taller se distingue por una rigurosa puntualidad, un orden estricto y mucha disciplina. El Taller es un servicio: a) Limitado. Una vez completadas las quince sesiones damos por cumplido nuestro objetivo y nos retiramos. b) Abierto. Al Taller asisten simples cristianos, catequistas, agentes pastorales, militantes de grupos eclesiales, los alejados de la Iglesia, los excluidos de los Sacramentos, evangélicos de diversas denominaciones…
El Taller colabora no solo a hacer Iglesia, sino también a hacer una mejor sociedad, porque contribuye a la unidad y fortalecimiento del individuo y de la familia. Tiene, pues, una dimensión evangélica y una dimensión humanitaria.
ORGANIZACIÓN Nuestro ideal es: mínima estructura, máxima eficacia. El Taller consta de quince sesiones. Cada sesión dura dos horas. Hay una sesión por semana. El número ideal de participantes es entre quince y veinte personas.
Los Talleres pueden aplicarse en domicilios particulares, en una sala de una parroquia, colegios o cualquier lugar que cumpla con ciertos requisitos. Los Talleres son dirigidos por un Guía cuya misión consiste en poner en práctica el espíritu y los contenidos del Manual. Al frente de los Guías hay una Coordinación Local, cuya función es autorizar, organizar y velar por la marcha de los Talleres. Al frente de las Coordinaciones Locales están las Coordinaciones Nacionales, Zonales (varios países) e Internacional. Orientaciones prácticas para orar 1.- Cuando al orar, sientas sueño, ponte de pié, cuerpo recto y los talones rectos. 2.- Cuando sientas sequedad o aridez, piensa que puede tratarse de pruebas divinas o emergencias de la naturaleza. No hagas violencia para “sentir” Hazte acompañar po r los tres ángeles guardianes: Paciencia: acepta con paz lo que tú no puedas solucionar. Perseverancia: sigue orando aunque no sientas nada. Esperanza: todo pasará; mañana será mejor. 3.- Nunca olvides que la vida con Dios es vida de fe. Y la fe no es sentir sino saber. No es emoción sino convicción. No es evidencia sino certeza. 4.- Para orar necesitas método, orden, disciplina, pero también flexibilidad, porque el Espíritu Santo puede soplar en el momento menos pensado. La gente se estanca en la oración por falta de método. El que ora de cualquier manera llega a ser cualquier cosa. 5.- Ilusión, no; esperanza, sí. La ilusión se desvanece; la esperanza permanece. Esfuerzo devoción sensible produce fatiga mental y desaliento 6.- Piensa que Dios es gratuidad. Por eso su pedagogía par con nosotros es desconcertante; debido a eso, en la oración no lógica humana: a tales esfuerzos, tales resultados; a tanta acción, tanta reacción; a tal causa, tal efecto. Al contrario, normalmente no habrá proporción entre tus esfuerzos en la oración y los “resultados”.
Sabe que la cosa es así, y acéptala con paz. 7.- La oración es relación con Dios. Relación es movimiento de las energías mentales, un movimiento de adhesión a Dios. Es, pues, normal que se produzca en el alma emoción o entusiasmo. Pero ¡cuidado!, es imprescindible que ese estado emotivo quede controlado por el sosiego y la serenidad. 8.- La visitación divina, durante la actividad orante puede producirse en cualquier momento: al comienzo, en medio, al fin; en todo tiempo o en ningún momento. En este último caso, ten cuidado de no dejarte llevar por el desaliento y la impaciencia. Al contrario, relaja los nervios, abandónate, y continúa orando. 9.- Te quejas: rezo pero no se nota en mi vida. Para derivar la fuerza de la oración en la vida, primero: sintetiza la oración de la mañana en un frase simple (por ejemplo: “¿Qué haría Jesús en mi lugar?”), y recuérdatela en cada nueva circunstancia del día. Y
segundo: cuando llegue una contrariedad o prueba fuerte, despierta y toma conciencia de que tienes que sentir, reaccionar y actuar como Jesús.
10.- No pretendas cambiar tu vida; te basta con mejorar. No busques ser humilde; basta con hacer actos de humildad. No pretendas ser virtuoso; te basta con hacer actos de virtud. Ser virtuoso significa actuar como Jesús. Con las recaídas no te asustes. Recaída significa actuar según tus rasgos negativos. Cuando estés descuidado o desprevenido, vas a reaccionar según tus impulsos negativos. Es normal. Ten paciencia. Cuando llegue la ocasión, procura no estar desprevenido, sino despierto, y trata de actuar según los impulsos de Jesús. 11.- Toma conciencia de que puedes muy poco. Te lo digo para animarte, para que no te desanimes cuando lleguen las recaídas. Piensa que el crecimiento en Dios es sumamente lento y lleno de contramarchas. Acepta con paz estos hechos. Después de cada recaída, levántate y anda. 12.- La santidad consiste en estar con el Señor, y de tanto estar, su figura se graba en el alma; y luego en caminar a la luz de esa figura. En eso consiste la santidad. Padre Ignacio Larrañaga ofm.