Suriano – Introducción: Una Argentina diferente
La grave y profunda crisis económica, social, institucional y de representatividad política desatada, fue el resultado de la acumulación de las políticas desarrolladas desde un cuarto de siglo antes, y aún hoy hace sentir sus efectos. En el año 197 se inició de la dictadura y el proceso de reconversión económica y social !efectos difíciles de revertir" #ue eran un eco de la crisis mundial del $7% como consecuencia de la al&a de los los prec precio ioss del del petr petról óleo eo.. Este Este proc proceso eso avan avan&ó &ó recor recorri rien endo do la dicta dictadu dura ra y la demo democr craci acia, a, transfo transforman rmando do la socied sociedad, ad, alcan&ando alcan&ando su e'presi e'presión ón m('ima m('ima con )enem. Las orientaciones neoliberales #ue se impondrían ya asoma*an en las políticas implementadas por +odrigo !7"
)ini )inist stro ro de econo economí míaa de -sa* -sa*el, el, pero pero dura durant ntee la dict dictad adur uraa !)art !)artín íne& e& de o&" o&" fue fue cuan cuando do comen&aron a enunciarse y aplicarse efectivamente las políticas de desmantelamiento del Estado. El argumento central apunta*a a la disminución del d/ficit del sector pu*lico y el redimensionamiento de la industria a partir de la reducción de la protección arancelaria #ue achico el sector. 0 partir del proceso a*ierto en el año 197 se fueron a*andonando las políticas de pleno empleo, de demanda del mercado interno como factor de crecimiento so*re la *ase de la protección de la industria industria sustitutiva sustitutiva y del Estado como regulador regulador del salario y como garante del *ienestar *ienestar de las personas. La #uie*ra de este modelo no meoro la calidad de vida de la sociedad argentina sino #ue genero un proceso de exclusión social nunca visto #ue persiste en la actualidad. El último r/gimen militar no fue uno m(s, e'cedió la agenda represivo2autoritaria de las dictaduras, ya #ue se impuso como norma el terrorismo de estado y las libertades publicas e individuales fueron violadas brutal y sistemáticamente. En la d/cada de 1973 la intolerancia y
violencia política se intensifico unto con la represión ilegal y paraestatal y eran toleradas por el go*ierno usticialista. 4ero con la irrupción !oportuna para muchos" del 4roceso de +eorgani&ación 5acional en el poder estos m/todos se oficiali&ar on y generali&aron, se profundi&o la desintegración social al imponer un verdadero r/gimen de terror. u*o cola*oración de sectores de la sociedad #ue mediante acciones de denuncia o silencios cómplices ayudaron a consensuar el nuevo r/gimen. !0dem(s hu*o apoyo desde cargos ministeriales y municipales, sectores empresariales, desde la -glesia y los medios de comunicación, comunicación, desde diversos partidos políticos nacionales nacionales y provinciale provinciales, s, otorgando al go*ierno de facto un car(cter cívico2militar". 0sí tam*i/n, el 6ampeonato )undial !197" y la guerra de )alvinas !198" sumaron al respaldo popular. La colaboración y el apoyo de una parte de la sociedad argentina al regimen militar no eran nuevos y reconocen una tradición iniciada en el golpe del 19%3 por la cual se puede sostener #ue no hu*o golpes sin apoyo civil !uiroga llama a esto : pretorianismo; 2*(sicamente es la apro*ación de la participación militar en política2". La dictadura tuvo como principal o*etivo la instauración de un nuevo orden con o*eto de
reestructurar la sociedad transformando la estructura de partidos políticos y en el #ue los militares pensa*an para si una larga hegemonía en alian&a con los sectores mas concentrados de la economía.
al comercio internacional en donde se e#uipararían los precios internos a los del mercado mundial, multiplicados por el tipo de cam*io !mas impuestos, menos aranceles". Esa política conduo progresivo endeudamiento como consecuencia de la so*revaluación cam*iaria, la su*a de salarios,
los precios internos y la eliminación de los controles de los movimientos internacionales de capitales. =i *ien generó cierta e'pansión de la economía, evitando en un comien&o el aumento del desempleo, pronto de evidencio la vulnera*ilidad de los sectores productivos locales ante la competencia e'tranera. El fuerte proceso especulativo conduo en 193 a una crisis financiera #ue provoco la #uie*ra de varias instituciones *ancarias, fuga de capitales privados y el aumento del endeudamiento pu*lico. El mar&o del 191 se a*andono la paridad cam*iaria, se ingresó en una fase de descontrol de la economía #ue desem*ocó en un proceso de devaluación e inflación, de lugar a la creciente desnacionali&ación de la ri#ue&a. La política represiva so*re el movimiento o*rero no era solo el disciplinamiento, los militares desestructuraron el poder político y el control de instancias estatales #ue la dirigencia sindical tradicional mediante la intervención de sindicatos y o*ras sociales. 4ero la propia din(mica del proceso permitió la negociación salarial encu*ierta entre tra*aadores y empresarios en tanto el mercado de tra*ao funciona*a a pleno, sumada a la necesidad del go*ierno de legitimarse hacia el e'terior, condueron a los militares a esta*lecer una linea de dialogo con un sector del sindicalismo. 0 fines del 79 se sanciono una ley cuyo o*eto era eliminar las organi&aciones gremiales de tercer grado, particularmente la 6>?, apareció un sector sindical mas proclive a la protesta en defensa de la su*sistencia de la 6>? y de las o*ras sociales. El deterioro y desgaste de la dictadura permitió la recomposición de las estructuras gremiales. acia 198, el régimen militar era débil. @racasó en el proyecto económico y no logro imponer el disciplinamiento social y político #ue pretendía, pero derrotó a la guerrilla ur*ana y rural, los militares esta*an sumidos en sus propios enfrentamientos internos #ue se agudi&a*an a medida #ue la economía se i*a m(s a la mierda, el detonante fue la derrota de )alvinas. a restitución de la democracia se dio en un contexto comple!o , los cam*ios en el rum*o
de la economía en los países centrales afectarían de manera concreta al nuestro. La presión de las políticas neoli*erales #ue pregona*an la reforma del Estado, la reducción del d/ficit fiscal, las privati&aciones, la reconversión industrial y una e'cesiva li*ertad de mercado, marcaría los límites
dentro de los cuales se reali&aría la transición democr(tica y condicionaría la consolidación de las instituciones. El sistema democr(tico se ha asentado y una muestra de ese sentido es #ue pudo capear violentos temporales, como los levantamientos militares de fines de los $3 o la crisis de go*erna*ilidad del 8331. La sociedad civil supo recha&ar los ata#ues autoritarios a la democracia y tam*i/n evito la tentación de dearse arrastrar hacia e'periencias #ue podrían ha*er desem*ocado en proyectos autoritarios. 4arece ha*er desaparecido el pretorianismo en la sociedad argentina. @ueron desapareciendo regimenes militares y se han impuesto sistemas democr(ticos en *uena parte de 0merica Latina, aun#ue la mayoría de estas democracias funcionan con enormes dificultades a#ueadas por los efectos depredadores de las políticas neoli*erales y por importantes niveles de corrupción #ue llevan al desinter/s y a la apatía política a *uena parte de los ciudadanos. La participación de la ciudadanía en el espacio pu*lico durante la d/cada #ue duro la transición democr(tica tuvo dos momentos diferenciados. El primero entre el % y el 7, intensa participación ciudadana en la discusión pu*lica en torno a varios acontecimientos, como el uicio a las untas militares, la la*or de la 6A50BE4, el 6ongreso 4edagógico 5acional, el tratado de pa& con 6hile, la aplicación del 4lan 0ustralC hu*o manifestaciones en defensa de la democracia durante el levantamiento militar de =emana =anta de 197. =e generali&o un consenso de los ciudadanos hacia la democracia. El go*ierno de Alfonsin sufr"a el acoso de las corporaciones !sindicalismo, -glesia, E/rcito, empresarios" sin sa*er como salir de la encruciada. Las leyes de A*ediencia Be*ida y 4unto @inal vinieron a sumarse al panorama y terminaron por hundir la credi*ilidad presidencial. La participación ciudadana se fue retrotrayendo y comen&ó a afectarse la confian&a en el sistema político. El uicio a las untas militares fue iniciado por la 6(mara @ederal en a*ril de 19 y constituyo el punto culminante de la lucha por los Berechos umanos en 0rgentina. 0un#ue los organismos de Berechos umanos se mostraron en desacuerdo con el fallo impuesto por los ueces, este da*a lugar a la posi*ilidad de nuevos procesamientos. 0 partir de ese momento, el go*ierno comen&ó a soportar fuertes planteos y presiones desde diversos sectores de las @uer&as 0rmadas. Los constantes planteos y levantamientos militares lo desesta*ili&aron a la ve& #ue desdi*uaron sus políticas. Esta forma de resolver el conflicto con los militares significo un golpe a la declinante credi*ilidad de 0lfonsín, se inauguro una crisis de go*erna*ilidad cuyo rasgo saliente seria una acelerada perdida de legitimidad gu*ernamental, en medio del descontrol de las varia*les económicas y una ola de sa#ueos, #ue llevaría a una nueva derrota electoral del partido y a la entrega anticipada de su poder a #enem. El nuevo presidente inauguro un proceso #ue duraría una d/cada y en el cual #uedarían solucionados los dos aspectos centrales #ue no ha*ía podido llevar adelante su antecesorD la cuestión militar y la transformación estructural de la economía. =e suma el conte'to
hiperinflacionario y la secuela temida de sa#ueos, le permitieron al presidente )enem encarar el pro*lema de los constantes levantamientos del Eercito apelando a medidas impopulares y recha&adas por los movimientos de Berechos umanos, como la li*eración de los militares detenidos imputados por eercer el terrorismo de Estado y por participar de los levantamientos del 7, y por el indulto a los comandantes en efe en diciem*re de1993. El conte'to hiperinflacionario implica*a tanto la continuidad y la profundi&ación de las convulsiones sociales como la posi*ilidad de #ue la moneda perdiera legitimidad. Llevan adelante un proceso de concentración de poder en torno a la figura de )enem cuando recurrió a los poderes e'cepcionales para resolver la aguda crisis económica #ue vivía la nación. El hecho de ha*er conseguido la esta*ilidad monetaria y el e#uili*rio de las varia*les macroeconómicas hi&o #ue )enem pudiera go&ar de prestigio y se instalo un discurso único #ue no cuestiona*a las políticas implementadas !privati&aciones y reforma del Estado, paridad cam*iaria como garantía de esta*ilidad". Esto le permitio a*usar del uso de decretos de necesidad y urgencia, como de los vetos presidenciales y avan&ar en sus am*iciones políticas hegemónicas. 0sí fue el control de la 6orte =uprema de usticia y la reforma constitucional del 199F, con am*iciones reeleccionarias. as pol"ticas implementadas por $on %arlos profundi&aron las transformaciones económicas del '()'*. +ara ello abandono su discurso populista de campa,a- para imponer la econom"a popular de mercado/. 0sto significaba abra&ar las reformas impulsadas por los economistas neoliberales con ob!eto de abandonar el capitalismo protegido y llevar adelante la apertura y la desregulación de la econom"a- poniendo fin al intervencionismo estatalprivati&ando las empresas publicas y encarando un severo a!uste fiscal.
=e consolida en 1991 con la llegada del 6avallo al )inisterio de Economía. =u estrategia tuvo como *ase la sanción de la ey de %onvertibilidad con o*eto de esta*ili&ar los precios y evitar una nueva oleada hiperinflacionaria. La política de dolari&ación y de converti*ilidad elimino de raí& la posi*ilidad de hiperinflación y, mientras duro, tuvo una considera*le eficacia antiinflacionaria. 4ero esta estrategia afecto la industria y a los niveles de ocupación. Las tasas de desempleo aumentaron a principios de los $93 cuando el sector manufacturero local empe&ó a sentir los efectos de la competencia de la industria e'tranera y favorecida por la apertura comercial #ue incentiva*a el :dólar *arato;. )uchas empresas cerraron y echaron mano de o*ra, otras invirtieron en tecnología para *aar el costo la*oral. 0dem(s del desempleo masivo despu/s de la crisis mexicana del 123 y de la rusa del 124 , impactaron so*re el movimiento internacional de
capitales, perudicando la inversión en los países emergentes, dando inicio en 0rgentina a una depresión económica de punto culminante en el 8331.
Atro motor del aumento de la desocupación fue la ey de 5eforma del 0stado 6+rivati&aciones7 con o*eto de desmontar el capitalismo asistido. =e achicaron los planteles de
empleados #ue #uedaron sin tra*ao ni red protectora estatal y pasaron a las filas de desocupación y su*contratación. 0leandro +ofman dice #ue el modelo económico aplicado en los 93 se convirtió en una verdadera trituradora de empleo. 5i el go*ierno genera*a empleo al reducir sensi*lemente la inversión pu*lica ni sirvió la conversión de los e' asalariados cuentapropistas en tanto el numero de estos llego a un nivel de saturación #ue supero ampliamente la demanda. La política económica y la reforma la*oral provocaron grandes cam*iosD la #uie*ra del sindicalismo tradicional y el despla&amiento de las formas de protesta social centradas en el mundo del tra*ao. 6on la irrupción de )enem en el poder, los gremios se encontraron con un go*ierno peronista #ue implementa*a una política macroeconómica #ue los e'cluía de las esferas de decisión y una reforma la*oral #ue implica*a precari&ación del empleo, regulación y prohi*ición de huelgas en los servicios pú*licos, topes en las indemni&aciones por accidentes de tra*ao y la reforma del sistema u*ilatorio. =e reduo la conflictividad la*oral y colocaron al sindicalismo a la defensiva y a negociar con los t/rminos #ue imponía el go*ierno. La protesta social y la composición de los actores involucrados tam*i/n se trasformaron pues se produo el despla&amiento de una sociedad centrada en el tra*ao, en donde las demandas principales eran el aumento salarial o las meoras en las condiciones de tra*ao, a otra vinculada con el desempleo y el tra*ao ocasional, asociada a la reivindicación de tra*ao y su*sidios de desempleo. Los tra*aadores ya no eran los actores principales de la protestaD ese lugar ha*ía sido ocupado por los e'cluidos del modelo !desocupados, tra*aadores eventuales, *eneficiarios de los planes sociales estatales", #uienes dieron forma a un nuevo cuadro de protestas, organi&aciones y reclamos en donde los repertorios de confrontación privilegiados eran los pi8uetes- cortes de ruta- pero también la recuperación de empresas así como las tomas y los ata#ues a edificios pú*licos y propiedades de miem*ros prominentes del poder político. La nueva fisionomia de la sociedad argentina en donde la po*re&a se ha convertido en un fenómeno permanente, =ilvestri y >oreliG dicen #ue hay una reconfiguración del paisae ur*ano en donde la aparición de la e'clusión se convirtió en un signo permanente de la vida cotidiana. La gran paradoa de las dos últimas d/cadas es #ue mientras la legitimidad democr(tica con sus defectos y limitaciones se consolido, tuvo lugar paralelamente la emergencia de una fractura social #ue es una de las principales amena&as de la democracia. La aparición de una frana de po*re&a se vio acompañada por la retirada del Estado y la consecuente destrucción de la capacidad de este para intervenir de una manera e#uitativa. Las políticas neoli*erales de los $93 ya no solo durante la gestión menemista sino tam*i/n en la desastrosa e'periencia de la 0lian&a, significaron una cat(strofe social e hirieron la idea vigente durante un siglo de un país inclusivo para dar lugar a uno fragmentado, partido socialmente.