Practicando la soledad Por Cecil A. Poole, F.R.C. Revista El Rosacruz A.M.O.R.C. En una época se creyó que la soledad era esencial para el crecimiento espiritual del om!re. "ace ya al#unos si#los, se desarrollo la idea $an%tica de que las personas espiritualmente avanzadas, con #ran poder mental, de car%cter e&emplar, eran los que se aisla!an y viv'an en la soledad. (os ermita)os eran considerados como santos, y u!o un tiempo en que la vida mon%stica se considera!a ideal solamente si consist'a en una vida de soledad, ne#%ndose todas las conveniencias y placeres $'sicos. Estas ideas se llevaron a tal e*tremo que al#unos individuos se encarama!an en lo alto de una columna, evitando todo contacto $'sico con las dem%s personas+ otros se i!an a las monta)as a vivir en cuevas, o de otras maneras se aisla!an completamente del pró&imo. e desarrolló el concepto erróneo de que el aislamiento era en s' mismo la clave del desarrollo mental y espiritual. Esa idea, por supuesto, se !asa en una premisa errónea. (a -aturaleza no a tenido como propósito que el om!re se a'sle de los dem%s. El propósito no es que ios mire con $avoritismo solamente a los que se resisten a asociarse con el pró&imo. (a idea de la soledad, como medio de crecimient crecimiento, o, a ido resultando resultando menos acepta!le acepta!le cada d'a. Al individuo que oy d'a se a'sla completamente de la sociedad, se le considera m%s !ien como un e*céntrico, y no como un car%cter e&emplar. (a manera como el om!re vive oy d'a, e*ceptuando a los que est%n aislados por al#una !arr !arrer era a o cond condic ició ión n $'si $'sica, ca, a desp despla lazad zado o el conc concep epto to de la sole soledad dad.. (as (as ciud ciudade adess y su!ur!ios $omentan las a#rupaciones sociales. Aunque un individuo viva a varias millas de distancia, distancia, puede ponerse en contacto contacto con otras personas personas por medio del telé$ono, telé$ono, la radio y la televisión. Por medio de las comunicaciones modernas podemos mantenernos al d'a con las noticias, y por medio del telé$ono es posi!le conversar con una determinada persona en casi cualquier parte del mundo. (o mismo que con otras cosas, la creencia en la venta&a de la soledad se e*a#eró en una época. e a con$irmado ampliamente que an e*istido mucos om!res de un alto #rado de santidad sin vivir de una manera e*tra)a o e*céntrica. Pero el eco de que las personas que se aislaron completamente de la sociedad no an sido los /nicos en alcanzar un alto #rado de desarrollo, no quiere decir que la soledad care carezc zca a tota totalm lmen ente te de vent venta& a&as. as. El impe impera rati tivo vo,, 0Conó 0Conóce cete te a ti mism mismo,1 o,1 cont contie iene ne la recomendación de que el om!re se deten#a al#unas veces en el proceso de la vida diaria, y se dé cuenta de que al#unas potencialidades para el crecimiento y la $elicidad se encuentran en su propio interior. Para que el om!re pueda darse cuenta de estas potencialidades, es necesario que al#unas veces ten#a la oportunidad de asociarse e*clusivamente consi#o mismo.
e eco, es posi!le que oy e*ista el e*tremo opuesto al de los ermita)os del pasado. Al#unas personas tienen miedo de s' mismas. -o se atreven a estar solas. esean evitar constantemente cualquier oportunidad de soledad. espués de las la!ores del d'a, al#unas personas se es$uerzan en estar continuamente con un #rupo, en $iestas o entretenimientos que manten#an en actividad su mente o!&etiva. Por otra parte, sa!emos que la soledad nos permite usar la razón, e*aminando en nuestra consciencia los conceptos que an entrado en nuestra mente. En la soledad podemos mirar claramente en nuestra propia consciencia y sacar a luz esos aspectos que solamente nosotros podemos considerar. er'a conveniente que cada persona planeara al#unos ratos de soledad, ya sea una !reve caminata por la ma)ana o por la noce, o un rato de rela&amiento de las demandas del d'a, para contemplar las circunstancias de su vida y de su am!iente. (a soledad despertar% la a!ilidad mental para perci!ir las impresiones m%s sutiles que lle#an a nosotros, y nos permitir% relacionarlas con las circunstancias que nos rodean. -ecesitamos diariamente unos cuantos minutos en soledad completa, en un aislamiento parecido al del ermita)o+ es decir, necesitamos momentos en que podamos cerrar la puerta de nuestro cuarto, o ir a caminar por donde nadie nos vea o nos moleste. encillamente pensando, permitiendo que las memorias y las impresiones se re#istren en la consciencia, y diri#iendo la atención a esos pensamientos que nos inspiran o que parecen contener la solución de al#/n pro!lema, puede resultar la llave que necesitamos para a!rir la puerta de la maestr'a de la vida.