Simplemente no te quiere Una prosa escrita por mi corazón, corazón, mi razón y yo
Nota: Esta prosa
no
contiene información alguna acerca de la película del mismo nombre.
Corazón:
Hoy has muerto sin siquiera haber cerrado los ojos, hoy ha destruido todo lo que sentías, pero, aún cuando tus sentimientos estén expuesto cual morboso gráfico, quieres decirle que no lo has dejado de amar; conservas esperanzas, ¿vanas?, no lo sé, más sigues mirand mir ando o su fot foto, o, sig sigues ues bus buscán cándol dolo o en la pen penumb umbra ra de tus pen pensam samien ientos tos,, sig sigues ues enamorado, sigues suspirando. Siempre dijiste que era tu aire, más hoy pienso que respiras gracias a un tanque de amor.
Razón:
¿Acaso no te das cuenta?; piensas que te observa, piensas que te ama en secreto como tú lo haces, piensas que te escribe poemas, que piensa en ti a cada momento, que eres espe es peci cial al;; pe pero ro en el fo fond ndo o sa sabe bess qu quee to todo do lo qu quee pi pien ensa sass es está tá ma mal, l, sa sabe bess qu quee tu imaginación imagin ación causa que sient sientas as cada extract extracto o de la casual casualidad idad como una asevera aseveración ción de lo imposible cumpliéndose ante tus ojos, pero aún así, sigues amando, sigues dando tu vida, sigues viviendo por él.
Corazón:
Puede que sea verdad, puede que todo esté en tú imaginación, pero cabe una posibilidad que…
Razón:
¿Posibilidad?, ¿de qué?, ¿acaso piensas que sucederá algo mágico?, ¡dime! Por Dios, ¡despierta!, la magia solo existe en tu cabeza, en los cuentos de hadas, ángeles y demonios que inventas, en cada historia que armas de cómo todo podría darse, de cómo él podría acercarse a ti y hablarte, pero sabes, si él lo quisiera ya lo hubiese hecho, ya se hubiese presentado.
Yo:
Puede que tenga tanto miedo como yo.
Razón:
Tú sabes que eso no es cierto, habla con todo el mundo, quiere a todo el mundo, menos a ti; eres para él una partícula subatómica girando alrededor de Hatysa, insignificante a sus ojos, eres nada y no lo comprendes, por eso sufres por amor.
Corazón:
¿Cómo puedes decir todo eso?, ¿cómo puedes tratarlo así?, ni siquiera puedes leer mentes, no puedes saber cómo piensa una persona. Escúchame a mí, el amor es sufrir hasta el final.
Yo:
Pero le doy la razón, ¿acaso este no es el final?, acaso existirá alguna posibilidad, ¿él lo hará?, estoy empezando a creer que ya ha pasado mucho tiempo y ni siquiera sabe mi nombre.
Corazón:
Pero, ¿cómo lo hará si tú te acobardas a cada momento?, incluso si él no te quisiera, ¿cómo lo sabrás si nunca le has hablado?, lo miras a cada instante, sabes que corresponde tu mirar, aún así no haces nada para buscar una forma de acercarte.
Yo:
Empiezas a sonar como mi razón.
Corazón:
Es la verdad, nunca sabrás si te quiere si no lo intentas.
Razón:
Es caso perdido, aunque lo intentes terminarás igual que ahora, llorando, escribiendo, suspirando y volviendo a omitir todo lo que te diga, pero estoy muy seguro que tengo la razón. Simplemente no te quiere.
Corazón:
Puede que te ame.
Yo:
Simplemente no lo sé. Puede que me mientas. Más aún no me entiendo .