SHERRY B. ONE
Antropología y teoría social Cultra, poder y agencia
UNSAM E O 1 TA
Colección: Ciencias Sociales Director: Mximo Badaró Ortner, Sherry tropología y teoría social: Cultura, poder y agencia / Sherry Ortner. edición- San Martín: Universidad Universidad Nacional Nacional de Gral. San Matín. 1• ediciónUNSA EDITA 2016 196 p.; 2x5 cm (cia Sciae/ Mimo Baó)
Tracción de SilviaJawerbaum yJulieta Barba. ISBN 978-987-4027-17-7
Baba ,Julieta, trad. l. Antropología Culral. I.Jawerbaum Silva trad. II. Baba,Julieta,
III.Tílo. III.Tílo. CDD 306
ío original: Anthropolo and Social 1eory: Culture, Power and the Acting Suject © 2006 Duke University Pres Box 90660 Durham NC 208-066 © 1991 SAR Press, Santa Fe, New Mexic "Reading America: Preliminry Notes on las and Culre, pblicado originalment P resent en Fox Richard G. (ed.): Recapturing Anthropolo: Wrking in the Present © 2005 Sage Publication Ltd. "Subjectivity and Cultural Critique publcado rignlmente en Anthropological 1eory Vol. 5 Nº 1 1• edición en epañol junio de 206 © 2016 Sherry Ortner yJuieta Bba © 2006 de la traducción SilviaJawerbaum yJuieta © 2016 USA EDITA de Universidad Nacional de General San Martín Campus Miguelete. EdifcioTornaa EdifcioTornaa Martín de rigoyen 3100 San Martín (B1650HMK), provincia de Buenos Aire
[email protected] .unsamedita.unsam.edu.ar Diseño de interior y tapa: Ángel Vega Edición digital: Maía Laura ori Corrección de esto: esto:Javier Beramendi Se imprimieron 500 ejemples de esta obra durante e mes de junio de 2016 en Albors Adrián yTrabucco Calos S. H, Calirnia 121 CABA Qea hecho el depósito que dispone la Ley 11 723 Editado e impreo en la Argentina Prohibida la reproducción total total o paci incluyndo incluyndo tocopia, sin la autorización expresa de sus editores. w
Para Tim y Ge Con el amor de sipe
AGRECIMIENTOS
s ensays de este ib contienen histoias específcas y cada un incuye su rpia nota de agadecimients. Además, dese agadece a Ken Wisske, de Duke Univesity Pess, p su cnstante inteés en mi tabajo y p su amistad, ue va más alá de ámbito aboal. También quieo expesa mi gratitud a os ctes de manuscit, de os cuales uno eveó su nombe, Gupta, y to decidió pemanece anónim. Los comentais de ambs han sido umamente úties.
INRDÓN Atualización de la oí o íaa de la pctica
ÍTULO C ÍTULO a lectura de Estados Unidos. u ute tess prelimina prelimi nare ress sobe sob e clase clase y cltura
CAPÍTUL02 La esistencia y el oblema obl ema del echazo ogrco
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1 . Primeras Primeras expansiones expansiones 2. La L a cutura cutura en a práctica 3 Concusione C oncusiones:s: poder, historia, cura cura
l. Punto de entrada: clase y cutura en Estados Unidos 2 . La case cas e y a geograía socia de género y prácticas sexuaes 3 La fcción como etnograía 4 Breve concusión
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34 41 4 9
56 57
l Resistencia y dominación
59
2. Higienización de a poítica 3 Diución de la cura 4 Disoución de sujeto 5 Resistencia texa texa 6 Concusiones
61 65 69 74
77 79
1 Agunas Agunas perspectivas perspectivas teóricas 2. E predominio de as categorías étnicas y raciaes 3 Notas terminoógicas 4 Modeos de interreación 5 Los judíos ey/como a case media 6 Concusión: Concusi ón: a a vida vida ocuta de a case
CAPÍTUL04 Geación X at a topo opolo log gía un mundo uado de mdios omunicación
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CAPÍTUL03 Intidades L vida oculta de las ases sociales
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79
82 86 88 90 94
97
l. Generación : a culra púbica 2 . La pertenencia a a Generación y a raza banca 3 Las transrmaciones de a case media 4 Otras teorías de case: c ase: reproducción reproducción y representaciones 5. E probema de haragán 6 Agunas concusiones
99 105 07 115 121 123
CATUOS Subjtividad y crí cr ítica cultural
CAPÍTUL06 Podr y prectos Rxiones sobr la agncia
BIBLOGRF
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l. Breve historia de los debates en torno al sujeto 2 Otra mirada al concepto de cultura de Geertz 3. La construcción cultural cultural de la subjetividad 4 De la interpretación de la cultura a la crítica cultural: dos lecturas de la conciencia posmoderna breves conclusiones conclusio nes 5. gunas breves
127 132 135 140
149 151
l El problema de la agencia
153
2 Defnición de agencia 3 Tres ensa ens ayos breves sobre agencia y poder 4 A modo de conclusión
156 161 174 177
Introducción
ACTUALI ACTUALIZ ZACI ÓN DE TEO RÍ DE PCTICA1
Cuando a teoría de a práctica hizo su aparición, a fnes de a década de de 1 970, 970 , e panorama teórico estaba dominado por tres grandes paradigmas: a antroogía interpretativa o "simbóica, que se inició con os escritos de Ciord Geertz; a economía poítica marxista, cuyo mayor exponente quizá e Eric Wo, y as distintas rmas de estructuraismo ancés, que comenzó con Caude LéviStrauss, pero que, para esa época, ya estaba siendo reempazad por varias varias corrientes postestruct pos testructurastas. urastas. Todos esos movimientos representaban un avance respecto de ncionaismo hegemónico previo previo Mientras Mientr as que os ncionalistas ncion alistas se preguntaban preguntaban por a coherencia de as cosas, Geertz se preguntó por su signifcado. Donde os ncionaistas veían sistemas sociaes en gran medida benignos y tendientes a a estabiidad, os marxistas señaaban e carácter expotador de capitaismo y de otras rmaciones sociaes, o que genera movimientos continuos de desestabiizaci tabiización ón y cambio Y en tanto tant o os ncionaistas ncionaist as se preguntaban preguntaban por a nción práctica de as instituciones, LéviStrauss mostró que as insticiones prácticas, como e parentesco, y otras aparentemente aparentemen te menos prácticas, como e mito, ncionaban ncio naban según una ógica o "estcra subyacente subyacente.. En un pano, se trataba de iniciativas muy distintas, y en cierta medida, puestas. Pero desde otra perspectiva, tenían ago en común: eran ndamentamente teorías sobre os "condicionamientos. La conducta humana estaba rmada, modeada, ordenada y defnida por erzas y rmaciones sociaes y curaes externas: a cutura, as estcturas psicoógicas, e capitaismo Ciertos tipos de condicionamientos estructuraes son, desde uego, reaes reaes y no sería justo negaros. De hecho, más adeante haré agunas obseaciones sobre ciertas críticas de a noción de cutura a as que es ata e importante eemento En primer lugar, luga r, des agradecer a Timothy Taylor Taylor por sus s us obseaciones a gudas y extremadamente extremadamente útiles sobre las versiones preliminares de esta introducción. Prsenté otras versiones de este texto, con el título Juos seros", en el Depaamento de Antroplogía de la Universidad de Stanford y las expuse ante el gru Culturas del Capitalismo, de la Universidad de California de Los geles En ambos casos ribí comentarios muy profundos (que también reforzaron algunas cuestiones sugeridas por uno de los ltores anónimos) que me hicieron cambiar la dirción que había tomado originariamente para este enyo Agradezco a todos 1
Antropología y teora social. Cultura, poder
agencia
dl codcoamnto n s concto Po una oía basaa exclusvaene os codcoamtos, qu no consra n la agnca huana n los o csos qu los roduc y los rroducn -las ráctcas socials-, aecía caa más rolátca. E socología (y n mor ma atroología), Eving Goman (959 y 96 7) t otos autos tencnts a la coint enominaa traccosmo, uso n tcho la sctva l concionamiento Pe ro traccosmo ra masao xtmo, us scataba casi toos los codcoamtos strucurals y s cntaba n una mcosociología las ntraccos trrsonals. Nunca tan nuyn como las oas escue as, ro ocuó l luga viglant la ooscón y mantuvo viva una vesión la atoma stuctua/agca La toía la ráctca asumó l safío e sua esa oosición En u bv laso nt nals la écaa 1970 y comienzos e la éaa d 980 salion a la luz ts nsayos clav: n 977, Outline a 7eory actice, d Prr Bouu; n 979 Central Problems in Social 7eo: Action Stuctue and Contradiction in Social Anasis, Anthony Giens (1979b); y 98 Historical Metaphors and Mythical Realities: Structure in the Ear History the Sandwich Islands Kingdom, Mash Sahlins (191) Caa uo a su maa conctalzó las atculaciones ne las ácticas e los actos socials "sob l trno y las ganes "stucas y "sistemas que concoan sas ráctcas y qu, aun así, son en entiva susceptibles e sr tansrmaos or stas D stntos oos, los tes auoes osaban una lacón ialéctca, y no una oosción, nte los conicionaientos es tcrals la socad y la cula, o un lao, y las "pácticas -el nuevo rmno s mortant- los actos socals, o l oto Tabién sostenían qu las rsctivas "objetvistas (como la conoía olítica e Wolf) y las subjtvstas (como la antoología ntetativa e Geetz) no suonían rmas oustas hacr cinca socal, sino qu esentaban "momentos (Bourdu, 977: 3) un oycto más global cuya nali ea comene a aléctca la va social. E ocas alabas, sas obas eon sumament mortats, cuano mnos orqu comnzaon a xone los mecansmos or los cuals la aat cotradcción -qu "la histoa hac a las esonas, ro las soas hacn la hstoria (Ortn, 2003: 277)- no solo no es una coradccó, so qu quá sa la vrdad más rona la va socal Debido a a antigua oposición ente estuctua" y agencia en as ciencias sociales y a los modos en que esa oposición paece funciona como una estuctua pofunda en el sentido de Lévi·Stauss haa Y sigue habiendo una tendencia a ve a teoa de la páctica en s como un tipo de esugimient im· plcito de teoas que no hacan demasiado hincapié en los condicionamientos eales y pofundamente sedimntados con os que viven los individuos. Yo me he opuesto a esa visión a menos desde mi es udio de la fundación de los monasterios sherpas, H Re (One 1 989: 1 1 - 1 8), y solo puedo ei 2
Introducción
Dico e oro moo, la eoría e la prácica proporcionaba solucions nuinas a los problemas que abían invaio el erreno, algunos se el fncionasmo y oros generaos por las nuevas scuelas teóricas las écaas 960 y 1970. La teoría e la prácica resiuyó al actor n l proceso social sin prer e visa las escras mayores que conicionan (y ambién abilitan) a acción social. ncló los procesos culurales iscursos, rprsnacions, lo que conocíamos como "sisemas simbócos en las relaciones socials los iniviuos "sobre el erreno. Esa noción las rlacions socials anclaas ra (n isinos graos) más marxisa y/o webriana que fncionalisa, con lo qu s abría un espacio para cuesiones relaivas al poer y la esigualad qu espraron mi inerés y el e mucos otros acaémicos en los años senta. A parir e enonces, la eoría e la prácica fe el marco nral dntro dl que e evao a cabo mi labor. No obstan, a pesar oas as imnsiones invalorables en las que potencialmente liminó las vijas antinomias, como no poía ser e ora manera, uvo ciertas limiacions consirabls. Así, casi ese el principio, me eiqué a aaptar ese marco, nutrino mi invstiación con los oros granes cambios que uvieron lugar ntro y fra la anropología. Ese libro es, en más e un sntio, la istoria sa aaptación. En él analizo mucos trabajos e oros autors ponino riv cómo usao en mis ensayos la eoría e la práctica y otras obras, incuios scritos atriores e mi auoría y los nsayos qu h slccionao para st libro. Había tres grans áreas n las que se esarrollaban ias nuvas relanes y en las que, en mi opinión, se ncontraban lmnos para corrgir y mejorar los fnamentos e la toría la prácica. La primra ra lo qu yo enomino "el giro l poer'', vinculao con los trabajos d Jams Scot, Micel Foucault y Raymon Williams, entr otros, y con los stuios críticos sobre colonialismo, género, raza y enicia. La sguna ra lo qu Trrnc McDonal (1996) llama "el giro histórico, un amplio movimino qu buscaba isorizar las ciencias sociales y suprar los marcos stáicos qu la toría d la prácica abía hereao el fncionalismo. Por úlimo, estaba lo que esignaré como una rintrprtación (o rintrpreaciones) e la culura. Es aquí on más m tndré los capítulos que siguen. Como en ensayos anteriors xploré las reprcusions l giro dl poer (especialmene en Orner, 1996) y el iro histórico (en particuar n Orner, 1 989 1999 y 2003) solo aré una breve rseña ambos, aunqu conservan una vial imporancia para los capílos el prsnt libro. ro quean por esuiar las críticas y las nuvas rmulacions tóricas d la y Giddns (n spial d sus primros tabajos) dian que n última instancia, los dos fundadores de a teoa d la práctica tindn a xagar los condicionamintos stuctuales, incluso cuando ven las
Antropoogía y teora social. Cutura, poder
y
agenca
cultura de las últmas décadas relaconaas con cestones de la práctca (y el poder y la hstora) l. Primer ansiones
11. El gro del poder Alrededor de la msma época en la que se esarrolló la teoría de la práctca, empezaron a publicarse una sere de trabajos en los que se repensaban cuesones relaconadas con el poer" Hubo entre ellos obras tan dversas como Marxismo y literatura, de Raymond Wams (2000) publcada orgnalmente en 1977; Historia de la sexualidad La voluntad del saber, de Mchel Foucault (1998) edcón orgnal de 1979; y Wapons the Wak, de James Scott (1 985). Todos, cada uno a su moo, concderon con el auge de los estudos crítcos de género, raza, etncad y colonalsmo Como yo había trabajado actvamente en el área de la antropología femnsta y en especal, en esos años, en temas de domnacón masculna", pronto advertí que en la teoría de la práctca ese tema estaba lejos de ocupar un lugar preponderante Natralmente, la teoría en cuestón no ejab: de lao los temas reaconados con el poder, pero estos no ocpaban el centro de la escena, como se esperaba de ese tpo de trabajo crítco sobre desgualdad y domnacón Vstos desde hoy, creo que ms propos esdos acerca de la desgualdad de género me acercaron a la teoría e la práctca esde el coenzo Por un lado, quería entener la constccón tural de las relacones de género desde una perspectva geertzana clásca De hecho, en la ntroduccón a Sexual Meanings (1981) con Harret Whtehead adaptamos la conoca ase de Geertz para descrbr esa coleccón de ensayos como un esdo el género como sstema cultural" Luego expresamos nestro nterés en algo más que la lógca y el nconamento del sstema de género, ya que queríamos comprender, por decrlo de alguna manera, de ónde provenía este En otras palabras, queríamos descubrr cómo se anclaban" esos sstemas en dstntos tpos de relacones socales y, añadría hoy, práctcas socales En el ensayo escrto por mí ncludo en ese bro, Gender and sealty n herarchcal socetes" (Ortner, 1981) creé sn saberlo una espece de enque novedoso de la teoría de a práctca Aún no me había adentrado en esa teoría,3 3 Marshall Sahlins e envió el anuscrito de Historical Metapho and Mythica/ Rlities cuando yo e encontraba escribiendo ese aículo En ese oento lo leí principalente porque e intersaba encontrar "datos, pero cuando volví a él tiepo después coencé a analizar el marco teóco y a notar las resonancias de otras obras conteporáneas de la teora de la práctca. Escrbí sore esa
Introducción
o a reer capíto me di centa de qe me etaba acercando a n mé do q m aydaría a reover agno d o enigma qe rodeaban a recon (a vc ontamnte) deiga d génro en ditinta ocdad neia. M intereaba, por jmpo, e trato q e daba a a hija de o f, a a qe por n ado embeecía y por oro e mantnía bajo tricto tro patrno. Entendí qe a jóvne ran o peon d n borado uo ctra (aí o dnominaría hoy) de prtigio macno. La da era u, na vz q gara a comprnder jgo, e decir, a congración d a práctica y jgadore, a lógica ubyacnte y el objetivo cra, o mento probmático cobrarían entido. No me dedicaré aqí a rmir ntrpretación. Lo important q mi invtigación en n ámbito cíco d a rlacione de poder l género me condcía a na pce d arco de a toría de a práctica en e qe participaba n dipoitivo anatico u má tarde denominé "jgo (erio) (Ortner, 1996a). Como h mencionado, o primero exponente de a teoría d a práctca o hacían cao omio d a cetion vincada con e podr. De hcho, aban e tema de ditinta manera. En part, o qe etá n dición e o rativo q aigna a podr como ago q e conrma n e or d cultra o inttciona (a "dominación, egún Gidden) y como na ación ocia ra de actore reale n trrno (e "poder, egún Gidden). Ls do intrprtacion on importante, po, paradójicamnt, i pon dmaiado acnto n podr trctra, a tndencia a ajare d pano d a práctica ral. Eto obrva con caridad n Outline a 1eory Practice. La racion ociae d poder y digadad, en pcial a cione patriarcae, on centrae en e anáii. Pero nnca a expora omo rmacion de podr pcíca q abarcan idoogía y práctica opia. Ante bin, Bordie dedica a mayor part de nayo a darroar ncepto de habit, na etctra prondamnte arraigada qe da rma dipoicion d o individo para actar d rma ta q caban acpdo e dominio d otro, o "d itma, aunqe nadie o oblig a hacro. hn ig na ína imiar. dcribir práctica d podr intrprona n Hawái, otorga prioridad a a rma impronae d condicionaminto tgrada n a trctra aimétrica q atravian toda a racion d a ocidad organzada jrárqicente. Giddn parec apartar d a da. Sgún obacon, n o q é denomina "a diaéctica d contro (1979b: 145 y igient), o itma d contro nnca pdn ncionar a a rcción, porqe o controado tinn agncia y raciocinio, y por o im pdn ncontrar a rma de vadir o de reitir. Lo argnto de ddn corrspondn con o de Jam cott, no d o ator q cri n obr podr cya da comntaré má adant. La difrnca radica, uzá, n qe pa Gddn odr na má d a mcha modaidad
Antpología y teora social. Cultura, poder
y
agencia
de la práctica mientras que para So y el resto de los autores es absoluta mente esencial para el maro teórico que plantean A continuación expondré las ideas que proponen esos teóricos en los de bates sobre el poder Mi eleción de Fouault Scott y iiams quizá pareza algo desconcertante El lector podrá preguntse omo mínimo por qué no he elegido ninn autor que se haya dedicado a esdiar la dominación colonial racial o de género Diré solamente que esos tres nombres proporcionan las herramientas más generales para examinar uquier rma de dominación y desigualdad tanto de género como racial o colonial En ese sentido Foucat ejerció una inuencia ndamental en una de las exponentes más relevantes del eminismo Judith Butler (por ejemplo 2001) y en la obra del más grande intelectual en el campo de los estudios (pos)coloniales: Edward Said (por ejemplo 1990) Los trabajos de Scott generaron una industria viral de es dios de "resistencia de todo tipo en especial de los movimientos de resisten cia de esclavos y campesinos Raymond iiams es el padre de una escuela académica muy prolífca la de los "estudios culturales que ha producido im portantes trabajos acerca de las relaciones de poder que contemplan ctores de género raza clase y juvend Los tres pensadores mencionados pueden ubicarse a lo largo de un espectro determinado po una de las problemáticas centrales de los estudios sobre el poder: el poder como un elemento omnipresente e invasivo En un xtremo se encuentra Foucault para quien el poder es ubicuo en la sociedad permea todos los aspectos del sistema social y es prondamente invasivo en el plano psicológico. "Fuera del poder no hay nada En el otro extremo está James Scott que sostiene que si bin en la vida social el poder tiene una par ticipación importante psicológicamente es mucho menos invasivo de lo que proponen los otros autores4 Según Scott las personas dominadas entienden lo que ocurre e incluso siguen tradiciones explícitas "discursos ocultos de crítica y resistencia (Scott 2000) Si no ejercen activamente la resistencia es solo porque se lo impide el poder político y económico del grupo dominante En cuanto a Williams (2000), adota una postura intermedia pues ve a los actores bajo el control de las "hegemonías en cierta medida pero toma la idea de Gramsci de acuerdo con la cual esas hegemonías en varios sentidos nuna son totales y absolutas Nunca son totales en el sentido histórico pues en el curso de la historia si bien se puede hablar de rmaciones hegemónicas en el presente siempre hay remanentes de hegemonías del pasado ("residuales) e inicios de hegemonías ras ("emergentes) El ecto de las hegemonías tampoco es total en lo psicológico pues siempre existe en los individuos ierto 4
Scott esgrime argumentos contra la versión exgerada de la posición de Gramsci respecto de la he-
Itroducción
d "penetración' (o pena conciencia egún Scott) en a condicione de dominación Toda ea perpectiva reutan apropiada para propóito particuare, modo que he recurrido a una u otra en ditinto contexto Pero a noción sirada en a idea de Gramci de que a hegemonía ejercen un erte oro pero nunca on totae o competa e a que me ha reutado má n mi mútipe intento por inctar una mayor doi de poder a en de a teoría de a práctica En "Gender hegemonie (Ortner 1996b), o jempo e concepto de hegemonía incompeta me permitió uperar a ocón impita de "dominación macuina univera no tanto por decu r "cao de dominación ditinta de a maculina ino por reconocer que dominación macuina iempre convve con otro modeo de reacione de ro; o importante e a combinación y a reacione entre o eemento A conjugar ea idea en a introducción a Making Gende comencé a sozar una "teoría de a práctica feminita de la minoría o ubaterno c., mediante a cua pretendía expcar en parte, apecto de a reitencia cta y má aún cómo a dominación iempre ha etado atraveada por bigüedade contradiccione y aguna Con eto quiero decir que a repro cción ocia nunca e tota iempre e imperfecta y nerabe ente a a ione y a inetabidade inherente a toda ituación de poder deigua s a vión que empeé para indagar a reación entre o sheas y o ontañita occidentae (sahibs) que practican e apinimo en e Himaaya L and Death on Mt. Everest, Ortner 1999a) En ee etudio motré un o de reitencia "rea: en e mundo exterior e poco conocido por ejempo o sheas, que aparentemente taban contento y eran umio hacían ga con ecuencia en a expedicione a a montaña Pero también edié contradicción ndamenta en a percepción que o apinita occidenta s enían de o sheas y e trato que e daban Por un ado o occidentae poderoo (en tanto banco occidentae y empeadore y también en os primero año como una uerte de ídere miitare) Por e otro mucha c admiraban y e encariñaban con o sheas que trabajaban para eo La otradicción no paaba inadvertida para eto útimo que e aprovechaban a ituación con batante éxito incorporando tranrmacione ignicati s a etructura de a reación entre sheas y sahibs y en a pedicione Himaaya en genera a o argo de igo X. En denitiva o do cuerpo teórico puden ionare con cidad E reante obervar en perpectiva a o tre padre de a teoría de a práctica ado junto a o tre autore que etudian a "prondidad psicoógica d oder Bourdieu e aemeja má a Foucaut en cuanto a que en u concepto habitus a etrucura etá prondamente internaizada e atamente con oadora y cai inacceibe para a conciencia (ver también De Crteau 1996).
Antropología y teora social. Cultura, poder y agencia
Gddens se acerca más a Scott cuando señala las dstntas rmas en que los actoes son al menos en parte "sujetos cognoscentes (ver por ejemplo 1979b: 5) capaces de reexonar hasta certo punto acerca de sus crcunstancas y en consecuenca de desarrollar certo grado de crítca y posble resstenca. Y, por últo Sahlns se parece a Wllams. Adhere a un modelo de ertes hege onías culrales pero tabén admte certas gretas por llamarlas de algún odo en la estructura; por ejemplo cuando habla de los tabúes amentaros con dstncón de género en los hawaanos en el sglo XVIII: "[el tabú] no tene la msma erza entre las mujeres hawaanas que entre los hombres (Sans 198 1: 46) una pequeña dferenca que se acentuaría con el correr del tempo. S se observa la relacón desde el punto de vsta de los estudosos del poder se apreca que su ntegracón en la teoría de la práctca ya estaba (potencalmente) a. Así el nterés de Foucault en stuar la produccón de poder no tanto en las macronsttucones como el Estado sno más ben en las cronteraccones como la relacón entre el sacerdote y el pentente tene una clara andad con el nterés de la teoría de la práctca en el terreno como ente de las rmacones mayores. La atencón que presta Scott a la resstenca no es más que una ra de preguntarse cómo las práctcas (o certos tpos de práctcas) pueden transrmar las estcturas. Y Rayond Wllams sostene que una "hegemnía no debe entenderse como una "estrucra externa a los ndvduos sno como "todo el proceso socal vvdo (W ams 2000 130) que "debe ser continuamente renovada recreada defendda y modca da'' que " [a]smsmo es contnuamente resstda lmtada alterada desaada (Wams 2000 134) que en resumen ha de ser practcada y resstda. En certa rma se podría armar qu odas las teorías nuevas sobre el poder son tambén varacones de la teoría de la práctca. He comentado anterormente que el surgmento de las dstntas teorías sobre el poder e más o menos smultáneo con el nacmento de la teoría de la práctca. Curosamente lo msmo se puede decr del "gro hstórco. Vsto desde hoy no cabe duda de lo fért que e en el campo teórco el período que abarca los últmos años de la década de 1970 y los prmeros de la década de 1 980. A contnuacón me ocuparé del gro hstórco. 1.2. El go histórico M dea de la necesdad de hstozar la teoría de la práctca surgó ndaentalmente al leer las teorías de este lado del Atlántco. La antropología albergó dstntas varedades del gro hstórco como la "economía polítca hstórca de nspracón marxsta de Europa y la gente sin historia, de Eric Wolf (2005) pubcada orginalmente en 1982 certas rmas de hstoria de la culra por ejemplo Negara. El Estado-teatro en el Bali del siglo XIX, 2000 publcado orginalmente en 1980) y los primeros trabajos sobre hstora del
Itrodución
lnalimo de Bernard Cohn (1980), qe má tarde e convertiría en na erea mortante en mcha dcilina académica. El gro htórco (o r htórco) tvo na enorme mortanca tanto metodológca, e deetablzó lo modo etátco tradiconale emleado en la invetgacón engráca, como conceal, or canto o de releve qe la "cltra l ndo tradiconal de lo objeto antroológco no eran objeto atemorale rítino, no rodct del nconamento nceante de na dnámca nena (rincialmente relacone de oder locale) y de erza externa (como el catalimo y el colonalimo) a lo largo del tempo.5 En obra onera de la teoría de la ráctca, Bordie nte en la rtancia del tiemo, no olo ara el dearroo de práctca nteractva y su rodcto, no también para otorgar gncado a ea nteraccone. Ete tor roorcona el moo ejemlo de lo igncado qe rodce el maej de la temoraldad en el ntercambo de regalo: i n regalo e da m nto como retrbcón or otro recbido anterormente, eo qere decr e e deea "aldar la deda y termnar la relación (Bordie, 1 977: 67). S se tarda mcho, e orqe hay oco nteré en la relación o no e la reeta. Per Bordie nnca tvo la intención de articlar na teoría de la ráctca tórca (o qzá ería má adecado hablar de na htora enmarcada en teoría de la ráctca) ara etdar la rma en qe la htora reale, la dacione y lo acontecmento etán moldeado or la ráctica dentro o en contra de la "etctra exitente. Dede mi nto de vta, en cambo, la teoría de la ráctca no lo etaba emoralzada intrínecamente en el entdo de la ecala relativamente eeña qe etda Bordie, no qe, en efecto, ncionaba má ecazmente en el contexto del aná hitórco total. Má aún, en High Religion armo exlícitamente qe "na teoría de la ráctca e na teoría de la htoria (Ort ner, 198 9a: 192). Eto e aí orqe la nterretacón de la conecenca de la ráctca organzada cltralmente e eencalmente na lectra de lo roceo qe mcha vece e my lenta: la contrccón de lo jeto ocale, con ecenca dede la nñez; la ráctca de vda de jóvene y adlto; la rtclación de ea ráctca con acontecimento de mayor envergadra en el mndo, qe uelen movere a rtmo my diferente. S ben e oble rular hióte - conjetra, robablement acerca de la reercone de largo lazo de la ráctca actale, conecenca en térmno de rero dccón y tranrmacón ocal mcha vece no on vible n nterretable sno hata n tiemo deé de ocrrdo el hecho. 5
Más recientemente, en su ensayo seminal Logics of Histor, William H Sewell Jr. (2005) analiza los acontimientos" que no solo iluminan la posible teoría de la historia de Sahlins (tal como él la denominó), sino que proporcionan una tría muy valiosa y mucho más amplia de la rlación entre el
Antropología y teoría social. Cultura, poder y agencia
De os tres padres de la teoría de la práctica solo Marsa Sans propone una congración istórica explícita de la teoría qe él desarrolla en el marco de n caso istórico: el del encentro entre eropeos y nativos de Hawái en e sigo XVII. A partir de ese ejemplo analiza las distintas rmas en qe as prácticas aectan el crso de la istoria. La primera es qe las acciones y os objetos tienen distintos signicados en el "esqema simbólico colectivo (Sains 1981: 69) y en los planes y las intenciones los "intereses de los setos acantes. Para Salns esa es la direncia entre los signicados convencionaes y los intencionales (69). La segnda consiste en qe si bien los individos actúan en el mndo de acerdo con ss propias concepciones clrales e mndo no está oblgado a adecarse a esas concepciones. De los dos casos se dedce qe todas las prácticas y todas las iniciativas ponen "en riesgo esas categorías y concepciones cltrales pes las elven vlnerables a la revisión y a la revalación. Por ende si bien la mayoría de las prácticas peden ser "conseadoras operar dentro de n marco de signifcado existente y reprodcir normalmente ese marco los signicados se peden modicar en la práctica (en especia por obra de los individos poderosos) y en calqier caso todas las prácticas ncionan dentro de "n mndo obstinado (Sewe 2005: 179) qe amenaza con socavar ss pretendidos signicados o eectos. Por último Sains Ve el cambio istórico como el resltado de la interacción de dinámicas de poder local y translocal. En todos mis artíclos más ecientes subrayo la importancia de este enqe de múltiples niveles. Así en High Religion (Ortner 1989) rastreo la istoria (local) de la ndación de templos y monasterios bdistas entre los sherpas, na istoria qe a veces implica relaciones violentas de coetencia entre líderes religosos y otras personalidades. Pero esa istoria está inextricablemente integrada en istorias políticas qe la trascienden: las repercsiones variables (en distintos momentos) de la dominación británica en la India el Estado de Nepal y las relaciones de los sherpas con el Tíbet. En L and Death on Mt. Everest (Ortner 1999a) examino la istoria de as relaciones cambiantes entre los sherpas y los alpinistas internacionales en e Himalaya anqe anclándola a la vez en giros históricos más ampos. Así por ejemplo analizo el impacto del momiento eminista mndial en el alpinismo de los años setenta pongo a las mjeres tanto sherpas como occidentales en el centro de la escena y desbarato en cierta edida las ideas acerca de las relaciones sociales y los spestos clales de ambos ados. Y, por último en New jersey Dreaming (Ortner 2003) examino las istorias direnciales de movidad social de los integrantes de a promoción 1958 de la Weeqaic Hig Scool de Newark Neva Jersey nscriptas en relaciones dierenciales de case raza etnicidad y género. Pero a a vez anco esa istoria en movimientos cltrales y políticos más amplos de Estados Unidos: e movimiento beat de la década de 1950 y en las de 1960 y
Itrducción
970 e movimiento en vor de o dereho ive a ontrara y e mo iento por o dereho de a mjere entre otro. En ete volmen e "giro hitório e meno viibe qe en a obra stenibemente hitória ante menionada pero etá preente de todo do anqe de n modo má ti. E qe depé de todo a "hitoria trata oamente de paado ni iempre etdia o ambio. Pede abor d a draión de o proeo o patrone qe periten drante argo íodo omo el tema qe anazo en o apítlo "Una lera de Etado ido e "Identidade ambo inlido en ete libro: a aenia reativa de u dicro de ae en a lra hegemónia de Etado Unido. La hitoia bién pede opare de biar n anáii o na ierta era en na épo determinada entendida en término hitório ta omo e itra en vario d os apío qe igen en epecia en "Generación X". Aí examino e sugimiento de a idea de na Generaión X y a aracterítica epecíca tibida a integrante (a "haraganería por ejempo) y a qe eo mis eeren (mayormente a angtia qe e genera tro económio). cpítlo ontine n apartado "hitório viibe en e qe reveo a modi cione qe han tenido gar en a repreentción púbia de Geneación tavé de tiempo. Sin embargo en e ndo e capíto e hitórico de icipio a n pe e nómeno aparee en n momento en particar y e cismente en ee moento e inicio de a poarizaión de a etrctra de se en Etado Unido qe aún no ha concido donde e enentra a ve para comprendero. Pobabemente on o anterior qede aro qe a hitoización de a teoría prátia no e my ditinta de a de "giro de poder. Lo tema "hitó s eran prinipamente interrogante aera de a eprodción o a tran ación de reaione de poder y deigadad. Lo mimo e pede armar cetione reaionada on a "ra obre a qe me expayaré a tinación. 2.
La culra en la práctca
o abore de a teoría de a prátia en particar en o enayo de Budie y Gidden no aparee n onepto de ra reonoibe. Ningno o do penadore e dedica a edriñar a organizaión ra impíita o xpícita de a práctia en eemento omo o mito qe nionan omo st to (Sahin 1981), a "etrra ctrae (Ortner 1989; Sewe 0 0 5), o gione ctrae (exander 2004), o "jego erio (Ortner 9 9 6a y "Poder y proyecto. Reexione obre a agenia píto ei de ste vomen) y otra ategoría imiare. En o do fata a perepión de
Antrpoogía
y
teora social. Cutura, poder
y
agencia
(o intrés n) cómo os "movimientos curaes (dsd moviminto beat, ncionado antriormnt, hasta a Rerma) dieron nueva rma a as prácticas y as subjtividads. Si bin agunos mntos cuturas stán prsents n sus torías ( habitus s, cirtamente, una especi de rmación cutura y Giddns escrib un capítuo sobr "Idoogía y conciencia), parc caro dsd principio, a mnos así o veo yo como antropóoga, qu a toría d a práctica rquría una concpción mucho más aborada d a cutura y su pap n procso socia. Pro ¿a qué cas d cutura m rro? Rspondr st intrrogant impica metrs d eno n os dbats rcints sobr a cura y tratar d conocr a varidad d rmas d repnsar y rrmar st concepto, tan antiguo como prsistnt. Como casi todos os antropóogos contmporános sabn, a crítica de concpto d cutura n antropoogía s ha dirigido principa aunqu no xcusivamnt a probma d snciaismo. La antropoogía cásica tndía a rtratar a os grupos humanos como posdors d "una cutura, dominados por sa cutura, y a xpcar n gran mdida as accions d sos grupos n rfrncia a su cutura. La tara d antropóogo {cutura), a mnos según a tradición dominant d a discipina dsd l inicio, ra descubrir a cutura d un puebo, dsntrañar su ógica y su cohrncia, y mostrar cómo sa cutura rtacía a mayría d as prácticas rmaizadas {por jmpo, os rituas), os patrons de sas prácticas (por jmpo, a crianza d os hijos) y comportaminto ordinario y xtraordinario d os mimbros d grupo. Aunqu as primras rmuacions d concpto antropoógico d cutura viron as mjors intncions como una aternativa a concepto d "raza, como una rma mpática d pensa as dirncias y como una manra positiva d acanzar ntndiminto ntr cuturas, no ra ci circunscribir concpto a s marco ndamntamnt ibra. La cutura, ntonces, n s sntido cásico, dntro d una incinación potica difrnt, podía fácimnte convrtirs n un strotipo (étnico, racia, d cas) qu a vces era pigroso porqu, por jmpo, s pud sñaar {y hasta "rtratar) a un grupo como intrínscamnte procv por su cutura a ta o cua patrón d comportaminto {buno o mao, minorías modo o trrorista). Por sta razón, nt otras, n as útimas décadas, muchos antropóogos han propusto abandonar dnitivamnt concpto de cutura {para tnr un panorama genra d stas custions, vr Ortnr, 1999b; vr también Fox, 1999). Irónicamnt, sin mbargo, os académicos d otras discipinas udiron atoado antropoógico y comnzaron a mpar concpto y a transrao d distintas manas, muchas d as intnsas y apasionants. S rconocn a mnos ts tndncias, difrnts aunqu suprpustas, qu sugn principamnt n mismo príodo qu todos os trabajos mncionados prant: nas d a década d 1970 y cominzos d a de 1980. La
Itroducción
a aoca con Cnto de Edo Ctal d Bmngham, na sua cyo ntgant taban ncado n e tabajo etnogáco (po plo, Wl, 1988) y n o do d o mdo d comncacón (po po, H et al. , 1980). En gndo ga, o etdo d o mdo do convitndo n na vdada tndnca n í mmo y hoy n día upan n ga n toda la áa d a cnca ocal, ncda a anto gía (po jmpo, Gnbg et a , 2002) Y po útmo, como pat d a acón tóca de concpto paa a antopología popamnt dcha, s a ndacón, n 1988, de a ta Public Culture E popóto d ta ucacón, como xpa n pm dtoa, ea obear a ca no o ago ndocab d lo grpo patca d peona a lo q dn, s como pat d "jo cae mndal y del "conjnto d cta ndo (1988: 1 y 3; v tambén Appada, 2001). to nq novdoo d a nocón d ca tenn vao apcto coún qe o dtngn, n conjnto, d a pepectva antopoógca sca E pmo tcha acón con " gro del pod En todo, a uta apac como atamnt potzada o como eemento d n poco tco D mmo modo, todo tatan d atna a acón nt ca y upo hmano pcíco S bn qzá haya "pcnto d macon utal patcla (o q n l paado vía como "cta), a ct ha tanado, a a vz y al mno pacamnt, n n objto móv N oo atavia (a ga q o mdo d comncacón) ímt oca, ulta y poítco, no q tambén, pobablement dbdo a cáct óv, dpga o apopa n a má dva d o q ponía acudo con a ppectva cáca Fa como "cta púbca o "ca a, d Jam Cod (1999), captan ea vón má móv d a ma y za ctal (v tambén Gpta y Fgon, 1 992: 4849). A o potant cambo qea añad no, q tambén taé n s capíto d t vomn Tn ogn n o pmo tabajo pb do po o ntcal d Cnto d Etdo Ctal d Bmngham, scua q, n adad, compndía do tndnca gamnt dfnt P n ado, tán o tdo d o mdo d comncacón, n o q ata la cta coo n conjnto d txto púbco q han d anaza po su ncón doógca En do de o capíto d pnte bo -"Una cta Etado Undo Apnt pmna obe cla y ca "Idntdad L vda oclta d a ca oca, cpío no y t pctvamnt-, us la tatga q tabén pa n tpo d do En o do ay, hago na xpocón d dvo "txto cua En "Una c a d Etado Undo'', tomo agna nova; n "Idntdad xamno s óo q apcan a cto grpo Ademá, anazo lo tpo d con dológca q contyn n o txto y a tavé d o; n
Antropología y teora social. Cultura, poder
y
agencia
particuar, a vira desaparición de as cases de discrso norteamericano dominante.6 En Identidades, doy n paso más y examino en sintonía con a teoría de a práctica os tipos de dinámica socia qe han contribido a producir y sostener una versión específca de ese modeo discrsivo en e qe con ecencia as categorías étnicas sstiyen a las categorías de case La segnda tendencia reejada en los primeros artíclos de área de os esdios craes consistió en empear ago sospechosamente simiar a concepto cásico de cra, modifcado a través de s incorporación en na historia y n contexto direntes. Con esto qiero decir qe en esos artícos no se reeabora el concepto en sí. Se consea a idea, que rma parte de concepto cásico, de qe a cra es, a a vez, habiitante {permite qe os individos vean, sientan, imaginen y comprendan ciertas cosas) y imitante {no permite que os individuos vean, sientan, imaginen y comprendan otras cosas). Así entendido, e concepto, qe tiene na escasa reeaboración, adqiere n matiz distinto cando se o intega en reatos qe hacen reerencia a poder y a desigadad. Esto se advierte, por ejempo, en Aprendiendo a trabajar. La idea de ctra de Wiis no es tan distinta de a del modeo cásico norteamericano: a cra provee una serie de marcos y vaores con os qe os pibes ven e mndo y actúan en é. Wis no cree qe a cra sea ideoógica en y por sí misma o, a mens, no se refere a ea en esos términos. En cambio, piensa en cómo habta ciertas prácticas placenteras de a resistencia cotidiana de os pibes en a escea mientras, a mismo tiempo, impide qe esos mismos jóvenes vean qe o qe hacen va en contra de ss propios intereses en e argo pazo. Dicho de otro modo, Wiis ogra qe e antigo y escasamente reeaborado concepto ncione de neras novedosas a incorporaro en n reato de reproducción de capiaismo: cómo os chicos de a case obrera consiguen trabajos de a case obrera {ver también Ortner, 1 999) A esto yo o amo e nevo/viejo concepto de cra. En varios de os capítos de este libro, empearé a estrategia de a incorporación de ideas en os reatos y recurriré al viejo concepto de ctra remozado. Debo decir qe me atrae la idea de na cra púbca en e sentido más móvi, y qizá más goba, a qe me reerí previamente, y retomaré este aspecto a fna de este apartado. Pero en vaios de os ensayos intentaré consear os potentes eementos de antigo concepto de cra al tiempo qe trasciendo ss mitaciones exponiéndoo en distintos tipos de reatos, qe son reatos de poder y desigadad. Empezaré con a idea de qe la cra es "mitante. Con eo retomo a vieja noción de cra, según a ca en na El gra do de atención que los med os pestan a tems vncuados con s clases socals vaa mu cho con el tempo. Recentemente, por ejemplo The New Yor mes publcó una sre de aícuos sobr las clases en la sociedad estadounidense. Pero, en el plano de la concenca popular si no se pensa 6
Itrducción
scidad n particar lo marco ctra condicionan a a prona n cuanto a o q on y lo q hacn Cando e miraba a cra a travé d nt rativita y a vía como ago báicament bnigno, la ida d cndcinamiento ctra era, en í, rativamnt bnigna Pero a ctión d cndicionaminto adopta otro matiz n rato de otro tipo Aí, n "Sb ividad y crítica cra intnto gar a a noción de condicionaminto cutra a travé de a idea de q a ctra contry a bjtividad d o individo no tanto porqe to ean intgrant d n grpo en particar (unq la prtnncia a n grpo no e totalmnt irrevante), ino porq man parte d n régimen d poder hitórico pecíco E régimn adido n capíto de capitaimo tardío Para exporar a dafortnada ma de concincia qe e prodcn cramente en ea ca d régimn, ciaré a Frdric Jamon y a chard Snntt. Va a pna rcordar n t ca qe a cra e "ta d amarradr dntro d cierto grpo no tanto por moidad gográca, ag q s eñaar en o dio d o mdio d comnicación, ni por a "cra viajera, ino por movdad tmpora Con to qiro dcir q na n e "giro hitórico como otra rma d tranrmar a clra n n fnómno móvi q no pierd a poibiidad d xporar a vc y para agn indido podroa capacidad d condicionaminto. Prmítam vovr, entonc, a a ida d a cra como "habiitant, u inhrent concpto cáico d cra E ndamnta n anáii u hace Gertz n "El darroo d a cra y a voción d a mnt (Grtz, 1988a), donde arma q in a ctra itma xterno d ím y ignicado no ería poib penar También centra n análii d a ncion d a religión, p ta, cando opera, permite a hombr nntar e iminto, inentido y cao (Grtz, 1988b) Pro aqí mbién incorporaré ctione acerca d ncionaminto habiitant d a cutra n rato obre podr y a digadad Aí, n "La ritncia y bma d rchazo tnográco tomo d Jam Scott (1990) a noción d discro octo n canto rcro cra q prmitn a rmación d a ida mima d reitncia, aí como mcha d rma pcíca Y n "Poder y proycto Rxion obr a agncia (capíto i d t mn), xamino a contrcción ctra d la agncia como n tipo d mpoderamiento y como bae para a raización d "proyect n n mndo dnd impran a dominación y a digadad. Por útimo, incí n t ibro n capíto q n ( a mno rún n marco d n mimo nayo) ction d "ctra púbica y d ctra y sbjtividad n ntid nvo/vij q h cmntad prviamnt. E capíto en ctión e número catro: "Gneración X. La antropoogía n n mndo atrado d mdio d comnicación. Por n ado, abordo
Antropología y teora social. Cutura, poder
y
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a uesiones relaivas a la lra públia, las represenaiones que hacen los edios de la "Generación X" visa oo un grpo espeío on una onienia propia que lo disinge. Rasreo las ras en qe esas represenaiones se odian on el orrer del iempo y a ravés del espaio soial uando pasan por disinas anos (novelsas, demógras, publiisas y oros profesionales del marketing, radores de opinón y aores de arílos periodsicos). Por oro lado, esdio la "clra de la Generaión X epleando enograas publiadas y algnas enrevsas a inegranes de esa generaión que reaé a prinipios de la década de 1990. En ese iso capílo, uizo el enque que oené aneriorene, oando el onepo no reelaborado de ulra oo produora de ieras subjeividades {espeíaene, de ieras angusas), pero inserándolo a su vez en otro relao del apialiso ardo, el de la esrura abiane de clase en Esados Unidos. Ese apíulo oncluye all, y la idea de na "Generación X" ya se ha diluido en el paisaje de la clra públia. En la acalidad, rara vez se hae referenia a ella. Pero, en realidad, esa generación hoy esá adqiriendo poder en ieras indsrias clrales lave, espeialene en la prodión ediátia, de partlar relevancia para lo qe e ineresa analizar. Mjeres y hobres jóvenes de enre 35 y 40 años que opan iporanes puesos reaivos en Hollood. Cabría pegnarse si, anqe ya nadie esriba aerca de esa generacón, exise na sensibilidad caraerísia suya que se aniesa en un segmeno reonocible de las prodciones de Hollood. Las enrevisas preliinares a individuos de la Generaión X en Hollywood sugieren qe algunos cieraene reen qe es así. Sea oo ere, oaré la propesa oo pno de parida para n oyeco en el qe oninaré enrelazando esiones relaconadas on la clra {en el senido nevo/vejo), el poder y la hsoria al esdiar la prodcción de esos artecos lrales con ana movilidad: los prodcos de los medios de Hoywood. 3.
Conclusiones: poder, hstoria, culra
Menioné anes qe odas las rlaciones eórias visiadas aqí eron práiaene coneporáneas y qe las publiaiones ás iporanes en ada na de las corrienes prinipales la eora de la práca, "el giro del poder, "el giro hsório y los "esdios ulrales apareieron casi odas a nes de la déada de 1970 y comienzos de la década siguiene. Todas eron iporanes, y ese libro podra oenzar por caquiera de ellas y después inorporar las resanes. La eora de la práica e ha pareido la más araiva. Es na eoría l aera de la prodción de sujeos iales por edio de práicas en
I cción
undo, y de la prodcción del mndo por medio de dica práctica. La era parte del ennciado no era nevo para mí, peto qe mi rmación, la inencia de Weber y Geertz, giró en torno a la prodcción de uje /ubjetividade en modo qe, en mi opinión, era n má rico e intereante e, por ejemplo, el habitus de Bordie (anqe el término e, in dda, útil). eo la egnda, e decir, qe la prodcción del mndo etá mediada por la ca del ombre era neva y my conndente, pe proporcionaba ntei dialéctica de la opoición entre "etctra (o el mndo ocial tido) y "agencia (o la práctica intereada de la perona reale) qe se abía alcanzado ata ee momento. á aún, la idea de qe el mn e "ace en n entido my amplio y complejo, claro etá por medio e l accione de lo individo comne también qería decir qe podía ehacere y reacere. Aí, la teoría de la práctica tenía implicancia políti nmediata qe interpelaban a mi interee feminita. Y por último, la ea de la práctica me atraía porqe era (y e) n marco teórico de na gran litd. Dejaba mco de lado, pero todo lo qe faltaba na mejor teoría e ultra, n papel má detacado para el poder, el elemento itórico (en urdie y Gidden) etaba, a vez, implícito en lo término de la teoría. Mientra tanto, toda ea zona "fltante e abordaban en otra área del orma intelectal. El "giro del poder e prodcto de la enorme politiza del mndo real iniciada en lo año eenta, qe abarcaba movimiento les y etdio académico intereado en divera rma de dominación y ealdad, en particlar en lo rerente al género y la raza. El giro itórico ién evo relacionado con lo movimiento ociale y lo acontecimien del mndo real de la década de 1960 y 1970 El vínclo má evidente e aqel entre el creciente interé académico en el colonialimo y la lca ndo meno) contemporánea en la nmeroa nacione pocoloniale en que tradicionalmente abían peto la mirada lo antropólogo. Pero en la odución a 1e Histori Turn in the Human Sciences, Terrence cDonald én aocia el giro itórico a lo momiento ociale nacionale: El age del movimiento por los derechos civiles, e "redesbrimiento de a pobreza y la ondena a a gerra de Vietnam dejaron al descbieo ( ) a inapacidad de las eorías del consenso, a consección de estats a abndancia y a modernización para expiar os acontecimientos contemporáneos. Los movimientos soiaes qe srgieron en el país en respesta a esos aontecimientos por ejempo os movimien os en favor de os derechos iviles en ontra de l guerra, por el derho a bienesar y otros movimientos paralelos en defensa de os derhos de as mjeres, entre otros vovieron a coocar la agencia y la historia en la agenda (McDonad, 1 996: 5)
í pe, pieno qe, en primera verione eropea (la de de y Gidden n la egemónca), la teoría de la práctica neceitaba
Antropología y teoría social. Cultura, poder
y
agencia
desesperadamnte de la hitoria y de un concepto má laborado dl papl del poder en la vida ocial. En u ahitoricidad y u intré rlativament bajo n las cuestion dl poder y a pear de una agnda tórica radicalment dierente, podría parcr un rtorno a lo plano tático y apolítico dl ncionalimo. Ea prcpción v rrzada por l éni puto n la rproducción ant que n la tranrmación ocia n la obra d lo do autores. 7 Aunque, una vz má, lo propóito y lo ignifcado d éni on muy dirente, parcen, in mbargo, replicar l co qu hace l ncionalimo en la tabidad, la cohrncia y la continuidad ocial. S ahlin e una notable excpción n amba dimnsion, tanto la del poder como la de la hitoria, y, de e modo, oc una hitoria d la tranrmación ocial radical n la que l podr d lo j, lo tabúe rligioo y la digualdad d génro en Hawái dhacn y e rhacn en l trancuro dl prolongado encuntro histórico ntr grupo cuyo nivl d podr on diguale. ¿Y qué pud dcir d la culra? ¿Por qué la toría d la práctica necesita la cultura, tal como ilutran d ditinta manra los capítulo que constiyn et libro? La reputa a interrogant ncuntra al dirigir la mirada al podr, la hitoria y la tranrmación ocial, con lo qu comncé ta introducción. E qu l ignifcado prondo de la tranrmación ocial tracind la mra r organización d la intitcion. También implica la tranrmación d la "cultura, en l ntido nuvo/viejo y n u ntido má modrno. Si toma la culra n l stido nuvo/viejo, como la etrucra (modulada políticamnt) a travé d la cual lo indiduo vn el mundo y acan n él, y la ubjtividad (modulada políticamnte) mediante la qu lo individuo xpran sntiminto mocional, vicral y a vece violntamnt rpcto d í mimo y del mundo, la tranrmación ocial contmpla la ruptura d a tcras y ubjtividad. Y i toma la culra n l ntido má modrno pública, móvil, viajra, la tranrmación social nciona en parte a travé de la contante producción, diputa y transrmación d la cultura púbca, lo mdio d comunicación y dmá rpresentaciones d todo tipo que ncarnan y bucan conrmar nuevas y vias ideas, entimiento idología. En ambo entido, ntonc, rrmulando un antiguo adagio, la tranrmación social rá culral o, i no, no erá nada. Qiiera hacr aquí una observación obre lo contenido y la organización del preente volumn: mi trabao má puramnte tórico sobre lo temas que he presntado en ta introducción ron ecrito durante l período en que levé a cabo un proyecto tnográfco hitórico acerca de la cla n la Más tarde, Bourdieu ( 1 999) en ciea medida altera y/o defende sus argumentos. E n este captuo, me refero principalmente a las prmeras obras en las que expone los lineamientos básicos de una tría práctica (Bouieu 977 y 2007 1 990])
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Itroducción
ra noramriana, uyos sujos nográos ron mis propios comñeros d urso d la sula sundria. La tnogra s pub lugo bajo ulo New jeey Dreaming: Capita Culture, and the Class o '58 (Orner, 2003) Como par del proyo d New jeey Dreaming publiqué asimismo seri d artíulos n los qu inrpro la onstruin ulural de clase Esados Unidos. El prsn libro onin, por ano, nsas puramene óricos y oros n los qu hago una lra d la ounra noramricana, es odos sin pra ilusrr, ada uno a su modo, los mas refridos en esa roduin. Después d nsayar varios rdnes posibls para los capíulos, e decidí por l ronolgio.
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A LECTU DE ESTAD O S UNID OS . PUNTES P RELIMINARES SOBRE CSE Y CULTUR1
Hy n día, una cantidad cada vz mayor d antropólogo tá volcando tudio d la ocidad nortamricana modrna Cuando yo curaba l torado n la década d 1960, no ra muy común qu l Dpartamnt d Aopología d mi cultad dia l vito buno (y mno aún qu otorgara a) para razar trabajo d campo n l marco d la ocidad nortamria. En a época, la única invtigación qu obtuvo apoyo d la Univridad un tudio d la drag queens (Nwton, 1972), y probabl qu l motivo ya ido qu la drag queens ran vita como algo xótico, como un "otro. Et nayo frma part d un proycto má amplo obr la contrucción ural y la xprincia ocial d la cla n Etado Unido El punto d par la rlativa auncia d un dicuro d cla n la cultura nortamrica hgmónica Con to no quiro dcir qu nunca mncion o abord ma d la cla; dd lugo, no aí Pro í qu otra catgoría d dinciación ocial on muco má prominnt, n pcial la raza y la tnia, parcn muco má important a la ora de dnir quién cada uno y rán u poibildad n la vida. Cirtamnt, como ncaio d ué ntind por cla, rñaré má adlant una ri d prpctiva y nicion. r lo qu atañ a u inpiracin tórica, lo argumnto vrtido n t sy tán póximo al pnamint dl Cntro d Etudio Cultural d Bingam y al éni qu u intgrant ponn n la intrprtación d la ntacion, lo dicuro y l lnguaj dinario como lmnto d lo 1 c ribí este capítulo durante mi estadía como investigadora invtada en el Instituto de Estudios Avan z s de Princeton, en Nueva Jersey gracias a un subsidio que me habían otorgado la Universidad de c higan y el Fondo Nacional para las Humanidades Arjun Appadurai Nicholas B. Dirks y Elliot Shore ron una lectura del primer borrador, algo que les solicité a último momento y sus comentarios ron sumamente valiosos. Nancy Chodorow, Salvatore Cucchiari Richard Fox, Abigail Stewart y r van der Veer, que leyeron los borradores posteriores también apoaron excelentes obseacio y ugerencias Los comentarios que surgieron durante el seminario de los ueves por la noche en arco del programa de Estudios Comparados de as Transformaciones Sociales que me siió de iración intelectual durante m i paso por la Universidad de Michi gan a fines de la década de 1 980 y i cipios de la de 1 990, fueron sumamente enriquecedores
Antropología y teora social. Cutura, poder
y
agenca
procesos hegemnicos sobe os que se apoyan s dsigudads sistmáticas Comenzaé po un panoama gnea dl uga qu ocup a "cla n os esudos anopogicos en Esados Undos y mostaé qu, hasta fna de décda de 1980 ese concepo estaba páctcament (aunqu no d todo) asene de os exos. En a seccin siguene, haé una sña d un cojunto de posuas ecas sobe a case, así como de agunas de as aidads d las cases en Esados Unidos (po ejempo, a aa asa d moviidad socia) y d a deoogía noeamecan (po ejempo, e cuo a indiduo) que s combinan para senca e dscso de case como a. Más deane, desaoaé e agumeno cnta, qu consis n qu si ben cas no se haba de cases en a vida socia notamicana, n aidad esas no están discusvamente ausenes, sino qu están dsplazadas discu sos cuamente más pomnents, en specia, pa lo popsitos d ste ensayo, a os de géneo y seaidad Pocdé a dsaoa s agumnto mediante a iepetacn cítca de esos discusos, qu omo d ts s pacos: s enogaas de comunidades de cas oba, as tnoaías d s cueas secundaias y agunas novas de Phiip Roth Mostaé qu n os ts ábos as epesenaciones de géno y seaidad tnn ts (aunqu cípicas) macas de "case''. Las conscuencias van n dos dieccions Po un ado, se obseva uno e os ugaes donde a cas stá, n un sntdo, ocuta n e pano discusvo. Po e oo, se obseva qu si os discusos y as pácticas de géneo y sexuaidad evan una caga sceta d ignifcados d cs, so es confee a esas eaciones un nive de o que dnomnaé un "cdnt de agonsmo. Po úmo, en a concusi; voveé a exiona acca d os pocsos cuuaes e deogicos que enan en juego en esas nteptacions l. Punto de entrada: clase y culra en Estados Udos
Comezaé hacendo un anáiss de cmo apaece o o apaece a pobmazc de case en e dscuso de as ciencas sociaes n Estados Unidos. Me ceé, especícamene, en a peseca de case en as enogaías (no e os esudos de encuesa), poque, a enos paa mí, a etnogaía oce a ra ás "densa de imacn. Lo pmeo que ama a aencin a un anopóogo e ee a biogía eogáfca sobe Esados Unidos escia ano por socogos coo po nopogos es a centaidad de a "case en as esgcoes socoógcas y su maginadad en os esudos anopogicos os socóogos podá dsc con vehemenca os signifcado y as mpicacoes de a cse, peo o cabe duda de qe es una caegoía sgnfcativa paa eos Ddo e, hs hce poco epo, os socogos páccamente a
ílo 1 Un ectur de Esdos Un idos. Apuntes preimin ares sobre clase y cultra
dueño" de Etado Unido como dominio de investigación, ncluo en vetigacin etnáfca, la mayía de l tabaj etnáfcs eazads r cilg tenían alún tip de elación cn las clases sciale.2 E nte de l ciólg p el cncept de clae alcanzó amién la oa de un ropólg que cnduj un estudio etnráfc muy imprtante en Eado U ds antes de la Primera Guerra Mundial: W. Llyd Warner. En el proo mnumental de Yankee City (que cmenzó cn Warner y Lun, 1941) rner e inclina pr pner el acent sclógic en la clae y la tranfrma u perpectiva antrplógica emic. Sin duda, Warner merece un arículo cusiv bre u trabaj; i bien me explayaré sbre él más adelante, no erá eta página dnde haa un anásis de u ba en pndidad. Má allá del pyect de Yankee Ciy, la incuine antpolócas en esdi de la cmunidade neameicanas pevi a la década de 1 970 ern ailada; hub que epea hata e añ paa que ls antpós duiean vedade inteé en la etnafía de Etads Unidos. La dicia de enque ente ciól y antopól e asmosa. Ls anto ediaban la zna mainale de la cedad: pandila caejeas ee, 1969) cmunidade de jubilad (Jacs, 1974) y ups étnics (en may pate, judí [Myeh, 1978; Kuelmass, 1987 ene ts]) Su eé e ubicaa en l tópic cláic de la antplía, cm el paeno (Schneide, 1980; Nevlle, 1987) el iual (Eintn, 1987) la "maía de edad (Matt, 198 9) Su etudi eneale be las cmunidades acaban cuetine tale cm la "amitad el "individualism (Vaenne, 77) Td l tabaj mencinad n excelentes, y cn ell se apende ch aceca del ncinamient de ditint ectes de la sciedad edounidene. N btante, alv una pca excepcnes, antes de ls añs henta el únic tíl que ecued e Rockdale (Waace, 1972) la clae o despetaba ningún inteé.3 En una antlía de antplía de la cultu nteameicana publicada en 1975 - 1e Nacirema (Spadley y Rynewich, 75) tda la eccn be "etctua cial cnsiste en entada se em, cata, aza cial, elacine étnica, mación de denidades ciales a ecuela ecundaia y ede ubana. Ota antlía (Aen y Montaue, 76) cntiene una ección be etateia sciales y den nstitucnal n entada e tma café, amitad, cnveacines casuales, póque, 2
Ls sociólogos comenzaron a abandonar la investigación etnográfca en la década de 1 950 , proba emente debido al predominio de la investigación cuantitativa en ese campo C/ss Oifernces and Sex Roles in Amecn Kinship nd Fmily Stctu, de Schneider y Smith ( 1 973), es uno de los pocos trabajos antropológicos sobre Estados Unidos que levan en su títuo la Pb ra clase" pero no es un trabajo monográfico. También existen algunas reseñas anteriores de G sc hmidt ( 0 y 5) l aculo Anthropology and the concept of socia cass" es una reseña
Antropología y teoría social. Cutura, poder y agencia
asroogía, bomberos voluntarios y búsqueda de atención sanitaria No tengo inerés en ridicuizar ese enque; a etnograía de as minucias de la vida coidiana puede ser muy reveadora Sin embargo, hay una tendencia a evitar casi todos os análisis macrosocioógicos y a descartar a case como categoría cenra en a investigación Además de pasar por alto la case en su mayor parte, los estudios antropoógicos de Estados Unidos han tenido una tendencia crónica a a "enización de os grupos que investigan, a tratarlos como tribus aisladas y exóticas Esto es así incuso en estudios de grupos caramene defnidos en términos de case, como estibadores (Picher, 1972) u obreros de la construcción (Appebaum, 1981). La principal excepción a esa tendencia antes de los años ochenta se encuentra en etnograías de comunidades aoamericanas (por ejemplo, Hannerz, 1969; Stack, 1974). En eas se intenta resolver varias discrepancias entre, por un ado, e deseo antropoógico cásico de ver as cuturas de esas comunidades como poseedoras de cierta auenticidad (por ejemplo, a iniciativa "etnicizadora) y, por otro lado, el reconocimiento de que los aoamericanos no son simplemente oro gpo étnico de interés, sino que ncionan dentro de una es tructura mayor de desigualdad racial y de una hegemonía cutura más amplia4 Aun así, os esudios de as comunidades negras coninúan impícitamente a tradición de trabaj ar en os márgenes (de case) de a sociedad norteamericana Soo a partir de fnaes de la década de 1980 los antropóogos que, en defnitiva, son en su gran mayoría blancos de clase media tomaron el toro por las asas y se ocuparon también de a clase media banca norteamericana como ta y de a dinámica compeja que reproduce a estcura de clase norteamericana Qisiera mencionraquí soo dos de esos estudios E primero es e de Kaherine Newman acerca de la experiencia de miias de clase media en as que e integrante que aportaba e ingreso principa había perdido el empeo (Newman, 1 988 ). La autora pora a experiencia repentina y novedosa de la aa de poder vivida por as personas de clase media en aes circunsancias y a rma en a que se ven obigadas a enentarse a sí mismas y a universo social El otro estudio es a etnograía de Peneope Eckert acerca de una escuea secundaria de as aeras de Deroit (Ecker, 19 89). En ese rabajo se examinan os grupos sociaes de a escuela secundaria: os jocks y os burnouts. 5 La auora es particularmente consciene de os cores de case que subyacen a esas caegorías y grupos sociaes Su ibro recuerda e rabajo ndamena 4 Las comedias elevisivas de familias de case baja, ano negras c omo blancas (como A in the Family y Sanford and Son) siguiern la vieja costumbre de represenar a cada una como un grupo étnico simpáico viso como e "otro''.
5 El término jocks hace referenca a estudiantes con i ncinaciones depoivas y buen desempeño esco lar mienras que buouts se refere a jóvenes cuyo interés no esá puesto en la escuela, pan mucho
ílo 1 Una lectura de Estados Unidos. Apuntes preliminares sobre clase
y
cultura
Pu Ws (1988), Aprendiendo a trabaja y un cuando e ensyo de r no esá n ben escro como e de Ws tene gran venaj de que su uora percbe os jocks (prncpmene de case med) y a os burnouts cpamene de case obrer) como grupos que se constuyen mumene ro de un únco unverso soc. nonces ¿qué es case? He de decr cuando menos que no exse un respues. Los debaes socoógcos {que restan aracvos pra gunos omsas poióogos e hstordores entre otros) gran en torno vros En prmer ugr exste un dvsón enre as teorías burguess y s r marxss. En sendo mpo s prmera de una u ora maner ven las ses como un "estratfccón un conjuno de posicones derences n escaa de venajas socaes anes que como un conjuno de reco ndmenamene concvs Los mrxisas en cambo recurren un deo eórco en e que s clases no son mero conjunos de persons con o grado de éxo sno que provenen de a rma de produccón especíene expodor que es e cpasmo y son nherentemene nagóncas. A su vez en cd correne se producen rupuras. La teoría burguesa en ddrse enre os pensdores que creen que case debería defnrse dne ndcdores objevos {como os ngresos proesón y a educa) y os que pensn que a cse deberí defnrse en térmnos de cómo nvos cren escas escaas soces es decr en érmnos de eemenos e "esttus. Un buen ejempo de prmera correne es Social Mobility in Industrial Society, a obr cásca de Lpse y Bendx {1957), donde case ompetmene deermnad por proesón. Un ejempo de a segunda s ocial Standing in America, de Coemn y Ranwer {1978), que anaza có os ndduos defnen y vorn e "esaus.6 Denro de esas dos posra cpes hy más dvsones demás de guns combncones y corresdencas: os objevsas sueen pregunrse fna de sus ensayos por a respondenc enre sus ndcdores objevos y s cegorías naivas; os e ponen de reeve as cegorís nvs o "esaus enden a pregunarse úmo cpíuo cómo se anen ess con ndcadores objevos como e eso o educcón. Enre os mrxsas tambén hay subdvsones. Según Erk Oin Wrgh cdémcos que esán neresados en "escra de caes y oros que udn a "rmcón de s cases (Wrgh 1985 910) Wrgh que se erí con os prmeros invesg de qué mner e capsmo ncona o como M pensó que nconría o debería nconr sí como s 6
Ls antropólogos no se sorprenderán al enterarse de que Uoyd Warner cuyo trabajo con los aborge s australianos se centra en las relaciones de parentesco ategorías nativas de las reaciones socia
Antropología y teoría social. Cultura, poder y agencia
rrcusons de es ncionamento. Entre los temas rncals, s encuentran las conscuncas aa l catalsmo (aí como ara la teoría marxsta y la transrmacón socal) dl crecmento d la clas mda asalarada, d las dstntas rmas del Estado y de los dstntos modos d relacón ntre el Estado y la conomía. Los ntelctals qu se nclnan por la rmacón de las class", or su arte, dedcan a ndagar l roblema d cómo y or qé las class (normalmente, la clase oba) se tansman, o no, n actoes olíticos con concnca de í. A su vez, este guo paec sgui brcándose. De un lado, stán quenes adotan un enque estctal austro de la mación de las class, como s obsea en La estructura de clases en las sociedades avanzadas, d Anthony Gddns (1979a). A Gddens l mportan la vaables'', en sntdo socológco, qe clitan, o no, la toma de concenca. Del otro lado, está el grpo de la sociología hstórca, q s nsira en gran medda n Lafrmaci6n de la clase obrera en Inglaterra, d E. P. Tomson (1989). Según esta corrnte, había qe deja d drigir la mrada a lo que raa vez ha hcho la clase obera: toma concnca d sí misma como vehíclo ara un cambo socal rvoluconaro. En su luga, habría qe mar la xtaordna ria vaedad de manas n las que ha rmulado y xpsado una dentdad dernte y una relación dnte con el esto de la socdad (Katznelson y Zolbrg, 1986; Some , 1989) . Qsra abodar sa vardad de espectva teórica y mtodológicas de una manra oblcua, remlando el roblema aa los fns de ete caítulo. Es bn sabdo qe los stadoundenses cas nnca hablan de í msmos n d su socedad n térmnos de clas. Dcho de oto modo, la clae no na catgoría central n el dscuso clald Estados Undo, y los tto antopológcos qu asan or alto la cls n vor de cas todas las dmás exeiones socals etna, raza, aentesco eejan, de algún modo, esa caracteítica. Paul Fuse (1983) afrma que el discrso de clase n Estados Unidos tá cubrto o un tabú". En un studo tnográfco d una lanta ndstal químca d Elzabth, Neva Jersy, el socólogo btánco Davd Halle obervó qu los trabajado del establcmento se dfnían a sí msmos como trabajadors" y trabajadoras", ero no s consderaban at de la clase obrera'' (Hall, 1984: caítulo 10) En la raras ocasons en la qe emlan términos de clas, los trabajados s dcbían, al gual que la gan mayoría de los etadoundnss, como prsonas de clase meda". msmo tmo, es ncustonable que la clas es na estcra real" d la socdad nortamercana, se la rconozca en el dscso oular o no. Una 7 Se podría armar que clase media" no es un término de clase, pues por lo general no se la considera como pae de una estructura de cases, es dir una categoría posicioal o relacional respto de otras clases. En el discurso corriente, parece referse a una lealtad hacia la nació y cieos valores fundamentales como la libead o el individualismo.
ap ítulo 1 Un lectur de Estdos Unidos. Auntes reliminres sobre clse y cultur
arte de ea ealidad e lo qe e decibe en la clica expcación marxita de as relacione dienciale con lo medio de pocción: en Etado Unido, no on deño de la mayoía de lo pincipale itema de producción e la riqeza y oto podcen ea riqeza, peo obtienen olo na peqeña acción de valo Ota pate de la ealidad de clae et depetando cada ez mayo interé ente lo neomaxita qe edian la clae media aalariaa Se tata de la ealia el poder (adminitativo, legilativo, etc) en la vida e otra peona, ea no popietario de na pate e lo medio de prodcón o no (Polantza, 2005; Vanneman y Cannon, 1987) Y parte de la realiad, examinaa en edio obre aoameicano y ota minoría pobre, etá elacionaa con la diciminación, lo pejicio, la etigmatización y el iiento De hecho, cando e obea qé apecto de la ealidad de la clae n lo qe e deplazan a lo dicuo de etnicia, aza y géneo, se aderte e, en mayo pate, on la do última dimenione qe acabo de nomrar. Eto e, i e pede afma qe lo noteameicano tienen n dicuro e clae, ee dico e economicita, como el de lo teóico maxita y bee: el dico de lo noteameicano gia en tono al dineo Lo qe no etá mayoitaiamente epeentado en el dico popla olo de manera agmentaia en lo académico qe oientan invetigación a la cetión de a clae on el poder y el imiento de la relacione de clae Creo neceaio reite qe me inclino por la idea de qe la clae no on a única etca objetiva'' de dominación, qe no on m o meno reale e otra y qe no deberían entendere como má ndamentale 8 Má aún, a clae no e ditinge de ota etcra por er má material"; toda la estca de dominación on, a la vez, materiale y cltrale Aí y todo, la ae on eale en el entido de qe e pede hablar de exitencia y de lo ndicionamiento qe imponen pee a qe en el dico poplar no e la encione expreamente De hecho, como gieo en ete enayo, í aparecen e el dicro poplar (ninguna reidad" podría etar aente), pero no en rmino claamente reconocible como n dicro obre la clae" Ahoa bien, i lo condicionamiento on reale, entonce, aparentemente, abién lo on la alta taa de movilidad ocial en el itema noteameica Hay ciento de etdio de movidad, baado en peto dierente y eizado en ditinto momento a lo lago del iglo X, pero lo reltado esadístico paecen coincidir a grande rago Reprodciré pimero los relaos de la obra cláica de Lipset y Bendix (1957), Social Mobilit in Indusial oiet. Lo atore analizan meticoamente ditinto etdio de movildad 8 Esta es la poscón de la domnacón múltple, con la cual, en princpio, estoy de acuerdo. Una de las scrpcones más claras se encuentra en Cohen (1 982) . Otra versón figura en Laclau y Moue (1 987) La teoría feminista en general tambén está orientada a una poscón de dominación múltple; ver, por
Antropología y teoría social. Cultura, poder
y
agencia
y ea a a siuiete cocusió: e promedio para a movidad ascedete (e, ara dar ua defnició sucinta, se podría decir ue cosiste e cambiar de trabajo maua a un trabajo o maua) se ubica e rededor de u 33%, co u rao de etre e 20 y e 40 E promedio para a movidad descedente roda e 26 con u rao de etre u 15% y u 35% (Lipset y Bedix, 1957: 25 y capío 2 e eera). Las cias so bastate eevadas. E promedio, e Estados Uidos uno de cada tres hombres (soo se estudiaro hobres) experimeta u asceso socia durate su vida; en promedio, uo de cada cuatro desciende e a escaa socia. Y, auque e esdio es atiuo, e revisado a mediados de os años ocheta por Robert Erikso y Joh Godthorpe, ue aportaro uevos datos y empearo una metodooía más avanzada. Sus resutados o se apartan de os ranos estimados por Lipset y Bendix (Erikson y Godthorpe, 1985: 12). Para Lipset y Bendix, Estados Uidos o es e úico país ue tiee tasas tas de moviidad. En su ibro, e aceto está puesto e e echo de ue esas cias eevadas son características de todas as sociedades co sistema de cases, icuidos os países europeos. La particuaridad de sistema orteamericao radica e su ideooía. Mietras ue as cuturas europeas tiede a hacer hicapié e s ranos y os estatus tradicionaes, y suee retratarse a sí mismas como más rígidas en térmios de case de o ue reamete so, e Estados Unidos cana oas a as oportuidades y a moviidad, y su sociedad se describe a sí misma como más abierta a os oros idividuaes de o ue e reaidad es. Esto no es igua ovedad, pero es, seú creo, ua de as tatas tedencias ue aimeta o que probabemete sea u ómeo determinado por múltipes ctores: la ·asecia reativa de u discurso de case e a cutura orteamericana. Ls bases prodamete idividuaistas de pesamiento soci orteamericao desempeña, si duda, u pape importate e a razó de esa ausecia, dode as cases so cateorías sociaes ue o puede comprederse e térmios de motivacioes y deseos idividuaes. Qie haya impartido u curso de introducció a as ciecias sociaes a estudiates uiversitarios de Estados Uidos sabe asta ué puto eos cocibe a sociedad como a suma de idividuos empíricos y separados, y as istitucioes sociaes como e producto de motivacioes, deseos y voutades idividuaes Esos dos coceptos, a a vez, puede combiarse de modo de propoer ua razó para os patroes de despazamieto (y o soo a ausecia) obseados. Como a cutura heemóica orteamericaa toma e serio a ideooía de a moviidad y a ideooía de idividualismo, as expicacioes para a ata de moviidad o soo se caiza e e acaso de os idivids (or su araaería o por su estupidez iatas), sio ue eva e domiio discursivo a terreos ue se supoe está "iterados e os idividuos: e éero, a raza orie ético
ílo 1 Una ltura de Estados Uni dos. Apuntes prelm nares sobre clase y cltura
Sa cual fr la xplicación (y rpito, l nómeno stá detrminado por mútipls ctors), una d las conscuncias d interfrir las ondas de radio a culra en lo que atañe a la clase se aprecia en lo que Rchard Sennet y J nathan Cobb (1972) dnominan "las hridas ocultas d la clas. Los ividuos más pobrs y mnos xitosos suln culpars a sí mismos por su faaso y no rconocn qu sus probabdads de éxito staban circunscriptas antmano. Otra d las conscuncias, n mi opinión, es la que studiaré st capítulo: un dsplazaminto d la tnsión y la ficción d clase a otras as d la vida, un dsplazaminto qu no stá libr de costos para quins abitan. 2. La clase la geogra social de género práctcas ses
modo particuar d qu quiro ocuparm ahora s dspazamint d iccions d cas al discurso y as prácticas ncuadas con as racions énro y sxo. La ida básica, qu advrtí casi por accidente eyendo sin n propósito n particuar unos studios sobr a comunidad nortameana, s qu, tanto para a case mdia como para a case obrera d Estados Udos (djé d ado as its), as racions d génro arrastran una norm ara d signifcados d case bastant antagónicos. Visto dsd otro ánguo, iscurso d cas stá inmrso en discurso sea y articuado a través de él, y aquí ntindo término "sxo n rrncia tanto a génro como a o ico (Ortnr y Whithad, 1 981). Si bin a ida gnera de dspazamien canza a os discursos d a cas mdia y a case obrra, no nciona de imo modo n os dos casos. Comnzaré por dscribir nómno n e mbito d a cas obrra. 9 2 . . Discursos de la clase obrera relativos sexo la clase
Iiio sta scción asumindo qu a constición d as cases sociaes s reana, s dcir, simpre s dfnn con rrencia impícita a as dmás. Así, si in normamnt s cr qu as racions d case tinen ugar ntr cass, raidad, cada una contin a as dmás aunqu d manera distorsionada y ambivant. Esto s v con caridad n a cas obrra, qu incorpora n su tura a stctura d cass d a socidad como una ección probmática "stios d vida para os hombrs y as mujres d sa cas, una cción r dos stios de vida, uno confgurado básicamnt sgún os vaors y 9 Vle clrar que usaré el tempo presente en todo el capítulo, aunque los ejemplos provienen de épo dversas, desde comenzos de la década de 1 950 hasta los primeros años de la década de 1 980
Antropología y teora socia. Cultura, poder y agencia
las prácticas de la clase media y otro según los valores y ls práctics más distintivos de la clase obrera. L ivisión, que recibe nombres direntes e parte de distintos etnógras y otros grupos, aprece en casi todos los esdios de comunidades obrers blancs y negras Un ejemplo es el que proporciona Herbert Gans (2015) en su estudio clásico sobre un comunidd urbn de trabajadores e Boston Gans obsea dos estilos de vi principes entre los obreros, a los que asigna los rólos de "los buscores de rutina y "los busc dores de cción' {Gans, 201 5: 4 1). A esa división básica, el utor le añde os tipos más extremos: los "poco daptos, en la base de la clse obrera, y los orientados a la clase media, en lo más alto de la clse. Cualquier norteme ricano comprenderá al instante cuál es el patrón general e esos estilos. Los que buscan a rutina adhieren a un estilo de vid relativamente fjo, oriento a la milia y al trbjo Los que buscn la acció, en cmbio, viven una vid "rápid, en la que lo importante es la relación con "los muchachos, el grupo de pes; no tienen en cuent l mili y el trabjo o les asignn una mínim importancia. De ls dos versiones extrems de la división básic, l orient a la clase medi es similar la de los que persiguen la rutin, slvo porque se inclinan más, como lo indica su rótulo, por l movid scendente Los poco aptaos son parecidos a los buscadores de cción, pero por lo generl, tienen problemas con l bbid o las drogs, y eso los hace menos redimibles La caracterización e l división dentro de la cultr obrer en términos de actividad {los que "buscn l cción) y pasidad {los que "buscn l rutina) recuerda la descripción que hace Pul Wis {1988) de l culr de los estudiantes secundrios británicos. Wis se centra en los "pibes, los inconrmistas, que hcín un divisi de la escuela entre ellos y los que ll maban los "pendejos: "El propio término pendejo' tiene una connotción e pasidad y absurdo de los lumnos conrmistas para los pibes'. Prece que siempre están escuchando, nunca haciendo; no se ven animados nunc por su propia vida interna, sino por un rígida receptividad (Wis, 1988: 26; ver asimismo Sennett y Cobb, 1 972: 82). El mismo patrón de separación de estilos de vida de "clase media'' {orientda a una movidad socil ascendente o no) y de clase obrera o ba aparece en el gueto del barrio negro esdido por el antropólogo sueco Ul Hnnerz: Los habitantes de Winston Strt con fruencia se describen a s mismos y a sus vecinos de a comunidad como comprendidos en dos categoras que se diferencian por 1 O Aquí hay un probema terminolico. Los términos para e extremo inferior de a estructura de cases muestran, en ciea medida, una codición racial "Clase obrer pare referise normalmente a os blancos Para os nros, suele aparer con fuencia el téino "clase baja Yo emp ms de manera indistinta
Captuo 1 Ua lectur de Estdos Uidos Autes prelim iares sobre clse y cultura
sus estios de vida ( . . . ) Aguos mecioa u categor a que ormamente se icluyen a sí mismos "resetbe , "de bue gete o co meor frecuecia y icho co humor, de "ciudados modeo Pocs veces se refiere a esa categora como "case media ( ) Emea esos rótulos para distiguirse de o que cociben como su opuesto, e gruo de os "ideseabes, os "pedencieros, "vgos o "a basura (1 969: 34-35)
En suma existe una tendencia enera en a cura obrera o de a case aa a interar en sí misma la división entre case obrera y case media. Esa mentación aparece como una tipooía de a subcutura de "estio os persiuen a acción ente a os que buscan a rutina os pibes nte a os ndeos os respetables ente a os indeseabes. Desde e punto de vista de acante a divisin se obsea a su vez co mo un conunto d eecciones de posibiidades de vida entre as que eeirán onsciente o inconscientemente os óvenes que crecen en e seno de a case obrera. Es aquí donde a clase traducida como "estio de vida se superpone on os discursos y as prácticas de énero y de seaidad. Parece incuestio nabe que en a culra de a case obrera as mueres están alineadas simbóicamente desde punto de sta mascuino y aparentemente desde su propio unto de vista con e ado "respetabe de os opuestos: a "case media. De ste modo toda eección sexua también es simbóicamente para bien o para ma una eección de case. Ese patrón se obsa asimismo en casi todas as etnoraas de a cura obrera. Gans o obsea en e barrio de Boston: E mtrimoio es un puto de iexió crucil e vi de u chico del West Ed Es e ese mometo cudo ebe ecidir si v reucir os muchchos de esqui or u uevo gruo e igues ormo por hermnos y famili otic; ua decisió marcada por su elecció de compañera y reflejada e dicha eecció (Gas, 201 5: 87)
En e caso extremo es decir en e de una (pretendida) moviidad a parea e muda a una casa en as aeras. Seún "os muchachos la decisión es cupa de as ambiciones de a esposa (Gans 2015: 68), y probabemente sea así Gans 201 5: 87) añade que así se enera mucha tensión dentro de matrimonio. En su etnoraía de os trabaadores de una panta química de Eizabeth Nueva Jersey David Hae (1984) describe muchos patrones simiares y hace de elos un anisis muy úcido. En su detaado trabajo muestra que a percepción de as mueres como más "de case media que os hombres y como más próximas a os vaores y as prácticas de a case media se extiende a uar d trabao (o surge de é) y al contexto doméstico. En a panta industria donde se reaizó e esdio os hombres traajaban normamente en e área prodctiva; y as mujeres en a ofcina. Los pestos mascinos eran sucios y
Antropología y teoría socia. Cultura, poder y agencia
sicos, y os de as mujeres no soo es permitía sino que es exigían vestirse mejor y estar acicaadas durante toda a jornada Además, en a ofcina as mujeres trabajaban cerca de os gerentes Por todas esas razones, eas aparece vincuadas simbóicamente con a gerencia (Hae, 19 84: 6 1) idagar cuá es a categoría cutura de "trabajador entre os mismos obreros, Hae descubre que e término icuye varios signifcados: iteramente, e de trabajar, en contraposición a no trabajar (concepto asociado a dos tipos de personas que no trabajan: os muy ricos y os "vagos que viven de a seguridad socia); quiere decir tambié trabajo sico, duro, en oposición a trabajo áci y iviano; y signifca trabajo productivo en contraposición con trabajo burocrático sin sentido Para os obreros, ni as mujeres empeadas, ni as administrativas que trabajaban en su propia planta industria eran trabajadoras (Hae, 1984: 206): Investigador: ¿Y las secretarias? [es decir, ¿son "trabajadoras?] Obrero: ¡No! Se la pasan leyendo revistas Las veo a través de a ventana
En otra entrevista (Hae, 1984: 207): Investigador: ¿Y la secretarias? Obrero: No las secretarias trabajan en la oficina. Contestan el teéfono y escriben cartas
Retomaré a continuación e tema de a mujer no soo como quien pone en práctica modeos de a case ia (por ejempo, a secretaria que va a trabajar bien vestida), sino como a que trata de imponer a hombre esos mismos patrones Si bien "os muchachos tienen a percepción de que es a mujer, a esposa, a que presiona a marido para adquirir costumbres de case media, es probabe que esa percepción tenga cierto ndamento e as prácticas reaes de as mujeres Aunque a inrmación de Hae proviene en su mayor parte de inrmantes masculinos, as afrmaciones son tan específcas que es imposibe que contradigan a reaidad Así, muchos hombres cuentan que sus esposas se quejan de que su estatus socia es demasiado bajo y que os presionan para que eos cambien de trabajo o, a menos, sus maneras para parecerse más a a "case media (Hae, 1984: 59) A os maridos eso os irrita, por no decir otra cosa. Las maneras que eas intentan modifcar rmas de habar o de comer está vicuadas con a ata de educación (o es o que se cree) y so "particuarmente exposivas, porque a mayoría de os trabajadores son muy susceptibes en todo o que tiee que ver con su ata de educació rma (Hae, 1984: 60) Ese patró es básicamente e mismo e e barrio negro que estudió U Hanerz, quien no soo habó con hombres, sino tambié con mujeres
C pítulo 1 Una lectura de Estados Un idos. Apuntes preli mi nares sobre clase y cultura
an nez obsea que si bien las mujees econocían la divesidad de estilos e vida masculinos tendían a agupa a todos los hombes en la categoía e los "no espetables y se colocaban implícitamente en el gupo espetable annez 1969 97 y 99). Esos alneamientos simbólicos tampoco son sim emente una cuestión de "discuso abstaído de la expeiencia. Tanto Halle mo Hannez analizan con bastante exhaustividad las pecepciones que los mbes tienen de las mujees y vicevesa y cómo se manifestan esas pecepnes mediante un modelo de elaciones de géneo que muchas veces expesa nicto y descontento. Aunque algunos de los inmantes masculinos de alle (ceo que Gans los había ncluido dento de los que "buscan la utia) sintiean que las peeencias de clase media (eales o imaginadas) de sus eposas "los escataban del estilo de vida salvaje de la cultua masculina un etilo de vida que ceían que había sido su pedición (He 1984: 64), esa ensación ea menos común que la contaia es deci que la identifcación e o supuesta de las mujees con los ideales de clase media implicaba una gan resión para los maidos. Aquí la clase ya no apaece como la elección de un estilo de vida sino co una pesión y un condicionamiento impuests. Aun así la imposición no aece poveni de "enemigos de clase los icos los políticos los hijos malrados de la clase media sino de las popias novias y esposas. Vlveé a este unto más adelante. 2. Discusos de clase y sadad en la clase media
Debido a las tas tasas de movilidad social en Estados Unidos y al énsis ultual que se pone en su posibilidad y conveniencia cada clase adopta na postua caacteística ante sus ectos. Además cada clase ve a las otas solo y ni siquiea pincipalmente como gupos antagónicos sino como ágenes de sus deseos y temoes en elación con su vida y su tuo. Paa la ase obea blanca su contapate nega (que es más pobe e insegua) es la que epesenta sus peoes temoes; en esto sumado a la supuesta amenaza de mpetencia económica se sostiene gan pate del acismo de la clase bea blanca cuando se manifesta. La clase media p el contaio es una ente e enome ambivalencia desde la pespectiva de la clase obea. El estatus de case media es sumamente deseable poque implica una mayo prospeidad y eguidad peo es inconveniente poque sus modelos son cultualmente del o y poque la movilidad social ascendente aleja al que la expeimenta de s miiaes amigs y vecinos. Paa la clase media son otos los temoes y los deseos. Hay mucha menos bivalencia ente a la mvilidad social ascendente pue en general ea n raeía consig gandes modifcacines en cuant a la "cultua. El "miedo e cae (om pestada la ase del excelente esdio de la cultua de la clase
Antropología y teora social. Cultura, poder y agenia
dia q vó a cabo Babaa Ehich [ 198 9] ), si mbago, es podo. to así paticat paa xtmo ifio d a cas y, especia, ara os cié gados, po podía se sstato geea my didido saito d a cas dia. Si ga pat d a cuta oba s ti d coo cojto d discsos y pácticas q caa a ambivecia scto d a moviidad ascdt, ga pat de a ctua de a case m edia d psa coo cojto d discsos y pácticas qe eca e to a a moviidad dscdet . E os dos casos, as actitds copjas ete a as cases cotiguas spod a hcho d q as cass cioa como spjos d esas posibi idads. Aq a cas dia y a cas oba pud se iheentemt atagóicas como cosccia d s posicioamieto deto de ode po dctivo capitaista, a fomeoogía d as cas de cas, as iccioes pac povi ga mdida d sa popiedad especa Y paa cada cas, as iccios s icopoa po itoycción y s epodce si cesa a tavés d as acios socias itas d a misma cas. Piso q, a cas mdia, as acios pateoaes sopotan ga at d a caga d a "cha d cass y hasta de a "guea de cases icopoada po itoycció, compaab a a caga qe sopota e géneo en a ca oba. No ca dda d q esta caga tambié va paa e géeo en a cas dia, tma d q ocpaé más adat. Peo ceo más po i xpicia coo ativa q po ada q haya visto e togafías q a cas dia as acios patoas peseta a cas de icció cóica y potcia xposivo q s v as lacioes de géeo de a clase oba (v, spcia, Ehi, 19 89 : capío 2) . E iv páctico, simp sg itogate de si os hijos de clase mdia podá cosa e ive d clas que ecibieo de os pades. Como cosccia d sta cstió páctica, qe gia e too a a dcación, la ocpació y (aqí s cta a itscció co e géeo) a eección de paja, os pads hac om szo po cotoa compotamieto d os hijos dat mcho más timpo y hasta ua edad mucho más avazada q a cas oba. Po si os pads d case mdia ve e ss hijos a aaza d to d cas oba (paa os hijos como paa eos mismos) y tata d cotoaos cosccia, os adoscts eaccioa pagádos co a isma moda. Citica os vaos d os pads, os vaoes de ca, y sist a s coto pcisamt po medio de epesetacioes aociadas co a cas baja guaj, cot d po, a opa, a música y, a vc, as aistads o as acios sxas co pesoas de sa case. No 2 Tto Willis ( 988: 34-35) como Gs (2015 71 -7) señal que los padres de clase obrera no tra-
a tulo 1 Un ltur de Estdos Unido s. Auntes preliminares sobre clase y cultura
aa nevo qe gan pate e la cta aolescente e clase mea está maa e la clta "eal e la clase obea (esto se coceta po ejemplo el ogen e clase obea e varas baas e rock) y e tasías ceadas r el marketing sobe cómo es la cula e la clase obea o la clase baja. E aqea e los os casos está clao qe el scso e las elacoes pateles en la clase mea (específcamente el coct ente paes e hjos) s como el scso e gneo e la clase tabajaora es a la vez u scuso clase e nte e los temoes y e las agustas que a su vez ameta lo e tene ento s se asme que las clases se ve la ua a la ota como ss sao y s posbles os An s s las elacones ente pares e hjos lleva buena pate e la caga el antagonsmo e clae o los temoes en la clase mea los scsos e gér y ea no están exentos e a caga cseable e sgfcaos e clase En ese aspecto s embago el patón es bastate stnto el que s bsea en la clae obea etas qe en esta el scso está e eecto gao a la sbclta y confgao en las elacones ntenas e géeo y saa en la clase mea el gneo y la sexala se poyecta exteaete al mno e las elacones e clases3 Específcamete la clase obea aece como potaoa e na sexala exageaa e eacó co la cual s defne la espetabilia e la clase mea Uno e los mejoes lgaes paa obseva esos patoes so as escuelas scunaas en las qe la mayoía e los estantes so e clase mea Cas sempe ay en ellas algos jóvenes e mas beas y e esos casos la osocología e la escela tene a geea stcoes aleder e esas eenca qe epocen la sepaacó ete lo espetable y l o respetae qe es tan mpotante e la cla e la clase obea En los sttos stablecmentos la visón se mafesta a tavés e una fta catda e tmnos E m escela e los añs cceta la temología o era easao consstete: los espetables se supepoa e ga medda co la ategoa tnca omante (los jís) metas que ls o respetables era malente los hoods, un tmo que apaetemete e esa épca se usaba too el país E la escela qe esa Gary Schwatz y Do Mert 1975) a pncpos e la caa e 1970, os témos ea socies y hoods. E escela analzaa po Peelope Eckert (989) e s prmeos añs d a décaa e 980, ean jock y burnouts14 Sea cales ee las etquetas ls esdantes cas nca ecoocen la vsó e categorías socales repducda 1 3 Pa hab habido mayo intoyión en el siglo XIX, uando la división ete la las media y la case oba s va dento de las laions de géneo de la ase medi a (ve Smith-Rosebeg, 1 986). 1 4 Lo téminos jcks y socia/its o socis haen efeenia a estudiantes on ininaioes deporivas bun dsmpño sola mintas qu hoods y bumouts s fien a jóvenes uyo inteés no está
Atopoogía y teoía ocia C utu a, pode y agecia
n snfcado d sos témnos, y estos cas nunca s efen a la clase n a las drncas d ecusos económcos, lo qu eeja el tabú pesente en el dscurso d clase n Estados Undos. Con todo, la dsón tende a dnea con bastante pecsón las dncas qu los adultos, los pades de los esdants o los cntstas socals, conocrían como dencas d clase. Las dstncones nte los dos upos son vdntes n una an vaedad de caactístcas, ncludos la opa, l lnuaj, los cotes d pelo y las acttudes ent a los posoes y l studo o la patcpacón n la comundad scola. Po paa los adolescnts d clas meda una d las dmensones clav de la drenca s una supusta dnca n las acttudes y las páctcas sxuals. Los chcos y las chcas d clas mda consdean que los jóvnes de clase oba son pomscuos, no tnen complejos y son muy expementados n el sexo. Ilustaé sta dea con un jmplo etnoáfco; l patrón s tan conocdo que no sá necesao que me explaye demasado. Schwatz y Meten (1975) estudaron los tos d ncacón n las hmandades de sdantes mnnas de una escula d clas mda de Estados Undos. Las chcas de la hermandad (que se stuaban n lo más alto dl sstma socal) hacían dstncones nte socialites o socies y hoods o greasers. (Los autoes tambén dentfcaron una cateoía ntemda a la que no s nombaba y qu no ea exactamnt hoody n s ntrants tan gnales paa contas ent las socies, peo qu po lo enel apobaba los valos d las socies). 15 Mntas qu, en su ayo part, en l capítulo de Schwatz y Meten s nteptan las novatadas de las atndads de studantes como tos d ncacón qu cltan tansmacones de dentidad de dstnto tpo (lectua que, sn duda, es acetada), al fn el atículo los autos tambén xploan las dimensons d clase de las catoías obsevadas. En sa últma pate s apeca cómo las dencas d clase apaecen en gan mdda epesentadas como dncas sexuals: Paa a chica sacie, a qu e ucibe a veión adoecete de etio d e vida de a cae media o aceptabe dede e puto de vita moa pe la que adhiee a la vaiate adoecete de etilo de vida de la clae obea o oalente depeciabes Toda ueta ifomates sacie ceían que a hoodies ean prmicua de cuidada tota y atipática (Schwa y Meen 1 975 : 207).
Las drncas en la opa y el maquaj s toman como ndcados d las dscancas n la moal sal ntr las chcas d ambas class:
15 Los utores tmbién ronocen una imponte ctego etnráca: •ndie, como en "¿Ella?
A,
C pítulo 1 Ua ltura de Estados Uidos Aputes prelim iares sobre clase y cultura
La costumbre [de las socies de la frateridad] de pitarrear a las chics co lápiz de labios la he de iiciació es ua referecia velada a lo que cree que es el rasgo más sobresaliete del estilo cosmético de las hoodies, es dir maquillarse como las prostit utas ( . ). Las socies iterpretan los peiados de las hoodies -pelo rogido e la pae superior de la cabeza y grades catidades de spray- como símbolo de la falta de represió sexual (Schwaz y Mee, 1 975: 2 1 0) . 6
Es una tste onía que las msmas ch C as que son vistas como "posttutas r sus compañeas e clase mea sean conseaas como agentes e los vares e la clase mea po los hombes e su clase, a quenes esa caacteístca s rta. Esa es una auténtca "hea oculta e clase .1 7 gual que en la clase obea, este tpo e stncones seales e las class se esplega, al menos pa algunos actoes e clase mea, como un abanco opcones o posblaes pa su popa a. Exste una semejanza y una smltu con los patones e la clase obea. Paa los os gupos, hay una snsacón e que stntas mujees empujaán a los hombes en eccones vesas en témnos e clase. Paa la clase obea, el patón, o al menos la amenza, tene a genealzase a toas las mujees, y los hombes no se epesentan a sí msmos como poseeoes e un gao sgnfcatvo e agenc en ese sendo Paa los hombes e clase mea, en cambo, paece habe una ea e que ste la oportuna e elegi. Las mujees e stntas posicones apaecen coo una espece e abanco e posblaes saes y e clase, e las cuales la ayoía tene una baja pobablia e concetase, peo apaentemente toas een "contemplase.1 8 Qzás exstan tabajos etnogáfcos al especto que no conozca; e toos moos, el patón se ve claamente en cetas novelas staounenses. A ellas ecaé la últma seccón e este análss. 3.
La fcción como etnogaa
¿Etnogaa y fccón son lo msmo? S una espuesta afmatva mplca que etnogaía es sempe algo pacal, que no es aecuaa paa abaca la 16
n e estudo de W s de dsurso de os hos más nonformstas de a ase obrera (es dr, os ás hoodies), eos se adjudan esa mayor experiena y onmento sexua y Ws pensa que pro bemente sea eo que tengan una vda sexua más atva que a de os pendejos".
1 7 stoy en deuda on A�un Appadura porque fue é quen desubró a reaón Agunos de ms studantes sostenen que ya no exste esa vsón de as ases en térmnos sexuaes puesto que hoy día hasta os jóvenes de ase meda tenen u na vda sexua atva e a esuea seundara Aunque consdero que ms estudantes son nformantes autorizados, es nero nvestgar este tema on mayor profunddad Sospeho que a stuaón es smar a a presentada por Eke en su estudo de l esuea seundara on respto a as dras: tanto os hos de ase ma omo os de ase orera onsumen dras, per su uso tene un pape muy dstnto en sus resptvas eonomías smóas (ke 1 989)
Antrpología y tría social Cultura, poder y agencia
totadad de su objeto y que está teñida de los interees del autor en el sentido más amplio entonces on lo mismo. Pero si eso quiere decir que en la mayora de las etnograas toda semejanza con personas vivas o ecidas e mera concidencia la respuesta con la que asta James Cliod (1986: 7) estara de acuerdo e desde luego "no y la pregunta solo reeja cierta malicia. Es nteresante observr que mentras los antropólogos reexionan cada vez más sobre el carácter fccional de la etnograa muco novelitas norteamericanos mportantes (y algunos no tan importantes) quieren tranrmar sus novelas en etnograas. Saul Beow spica sus novelas con rerencias a la antropologa culral y sca. En el párrao sobre él mismo al inicio de E egado de Humbodt (Beow 1 984) de entre todos los detaes personales y proeionale que podra aber mencionado el autor revela que en su carrera univeritia optó por la orientación en antropologa. Y en La contravida, Pilip ot esencimente se acusa a s mismo de ser un etnógrao. En La contravida, Natan Zucerman el peronae que repesenta a ot en mucas de sus obras aba muerto (digo "aba muerto poque la trama es más compleja pero no voy a evelarla aqu) y su editor pronuncia una palabras en el neral. Zuckerman aba escrito una novela Caovsky, una alusión bastante clara a la célebre (o tristemente célebre) novela de ot El mal de Portnoy. El edor dice de Zucerman: A juzgar por Carovsk, Nathan haba sido un bue antropólogo; uiz fuera eso lo ue era. Permite ue la experiencia de la peueña tibu, de [los judíos de la sción Weequahic de Newark] de esos salvajes obeto de su estudio, primitivos pero de buen corón, ue sufren y están aislados, ue su experiencia emera en a descripción de sus rituales sus obeto y sus conversaciones, apandoselas, a mismo tiempo, para poner en contraste su propia "civiización, su propio sesgo personal de repoero y el de sus lectores (Roth, 201 2 : 272)
De heco, Zuckermaot tene precsamente el problema contrario al de los etnógras acales (representados en Cliord y Marcus 1991) pretende escribir fcción y es acusado de decir la verdad. El edtor contnúa diciendo en el neral: "¿A qué se debe que los lectores de Caovsky se pregunten con tanta ecuencia si es novela'?. Eso quiere decir que ot simplemente escribe una autobiograa apenas dismulada. En su autobiogaa cuyo magnfco título es Los hechos (2008) ot se siente obligado a neglo. Pilip Rot nació en el seno de una milia de "clase media baja según sus propas palabras en mi mismo barrio de Newar en Nueva Jersey. Esdó en m msma escuela, Weequaic Hig Scool de donde se graduó en 19 U ejemplo po coocido pero muy interesante es Nat lntelligece, una novela de Raymod
Capíulo 1 Un lectur de Esdos Unidos . Apuntes prelminres sobre clse y cultura
51 En muchos sentdos es, claramente, una fgura de gran nterés paa m yecto de Nueva Jersey Penso que es un etnógra brante (de hech, creo e una buena parte de la gran etnograa de Estados Undos se encuentra en ss novelas), pero también es, para el propósto de este ensayo, un gran nr ante Para conclur m análss de cómo se habla de las clases por medo de ágenes de género y sexualdad, recurrré a dos mportantes novelas de Roth bentadas en Newark Goodbye Columbus y El mal de Portn. El prmer lbro de Roth, Goode Columbus, ganó el Natonal Book Award 1960 En el relato que da título al bro, el narrador, Nel Klugman, es un en judío que trabaja en la bbloteca públca de Newark, cudad en la que ve con sus tíos Los tíos pertenecen, sn duda, a la clase obrera Entre otros dcos que lo confrman, están las reunones del Círculo de Trabajadores, a as que assten Nel se enamora de Brenda Patmkn, que, s ben tambén es judía, tene más dnero y un estas más elevado dentro de la clase meda El dnero y el estatus están señalados por el hecho de que su mla vve en Short Hs (una zona cara adonde los judíos de Newark quseran mudarse s veran dnero) Los padres de Brenda no apeban a Ne, algo que queda claro en la rma despectva en la que se referen a Newark A medda que avanza la stora, Brenda se pregunta s Nel podrá convertrse en el tpo de ombre que sus padres aprobarían para ella, en tanto que Nel no tene claro s puede o quere cambar A pesar de todo, Nel y Brenda se acuestan, y él sste en que la cca tene que procurarse un daagma Cuando, en el otoño, renda regresa a adcle, deja el daragma en un cajón y la madre lo en cuentra Los padres se endan mucho y Brenda pensa que ya no podrá evar ás a Nel a la casa El novazgo no prospera Además de la stora prncpal, se narra la hstora de un nño negro que a a la biblioteca donde trabaja Nel a admrar las pnturas de Gaugun repro dcdas en un lbro Para el chco, las pnras son paradsíacas y las mra con añoranza "Esta gente, je, qué genales Allá nade grta, eso salta a la sta ( ) esto sí que es vda, carajo (Roth, 201 3: 525 3) Nel se da cuenta de que e mporta el nterés del chco por las pnras, de modo que, cuando otra persona quere retrar el libro, Ne mente para que no se lo eve y esté dspone para cuando el chco elva Pero después Ne se toma lcenca y pasa una semana en la casa de los Patmkn antes de que Brenda elva a la unversdad. Cando se rencorpora en la bbloteca, el lbro no está, y el chco ya no elve Supone que el muchaco se deslusonó al no encontrar el lbro, pero trata e convencerse de que eso es lo más convenente "Mejor así pensé ¿<é Esto también sugiere que eran socialistas, pero Roth no se explaya sobre los contrastes políticos en l relato. 20
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sntdo tn anda soñando con Tahtí s no te pds paga el vaj?" (Roth, 2013 150). Es vdnt q la oba s n lato xplícto acca d los sños y los tmos q ntaña la movldad socal. Sn mbago, algo pcla n la novla s q, my avanzada la hstoa, Nl dscb algo q solo pd calfcas como na vlacón q lo mpacta enomment: podía hab ascnddo n la scala socal. Mntas spa n Nva Yok q Bnda lva d tomas la mdda dl dagma, N nta n la catdal d San Patco, dond l habla a Dos sob lo q ha hcho (Roth 20 3 12627) ¿Q ué e el amor Señor? ¿ Por qu é he hecho mi elción? ¿Quién e Brenda? La pria on para lo má rápido. ¿Tendría que haberme parado a penar? o me llegaba ninguna repueta pero guí preguntando ( .) ¿Dónde coincidimo [Dios]? ¿De qué ere tú el premio? . . Me levanté y alí a la calle y el ruido de la Quinta Avenida me recibió con una repueta: ¿Qué premio tiene en mente, schmuck? Cubeera de oro árbole de lo depoe nectarina trituradore de baura narice in bulto, Lavabo Patimkin Bonwit Teller . . .
L a vlacón s ncsaa, pnso, poq Roth hac lo msmo q nsto dscso cltal: dspla los sgnfcados d clas d s hstoa, po cons cnts q san en n plano, a los domnos dl géno, la aza y l sxo. La ota novla mpoant d Roth ambntada n Nwak, El mal de Portnoy, s pblcó po pma vz n 967. S bn n gan éxto d vntas y l hzo gana mcho dno a s ato, no ganó nngún pmo Más aún, n algunas bbotcas d Ests Undos estvo pohbda po obscna (y apantmnt, sg pohbda n algnos lgas). El naado, Axand Potnoy, comnta con s psqata ss poblmas pscológcos y sals. No lata na hstoa típca. Potnoy s comsao adjnto n la Comsón d Pomocón d la Psona la Mncpaldad d la Cda Nva Yok y, como sñala n todo l lbo, s na spc d bal sponsabl d vaos pogamas d asstnca a los pobs y otas nciatvas smlaes. Cando habla con l psqata, Potnoy dvaga sob toda s vida y la lacón con ss pads y las mjs. En l nco d la novla s apla a n maco de clas a tavés d n ln gaj vnclado con la etna. El pae d Potnoy tabaja n na gan compañía d sgos a la q spta y, a la vz, chaza po s antsmtsmo. Esos sntmentos s ncntan n la magn dl psdnt d la fma, n hom b con na poscón pvlgada llamado N. Evtt Lndabry: 22
Ídem anterior.
Culo 1 Una lecura de Esados Unidos Aunes relim inares sobre clase y cultura
"l señor Lindabu las "oficinas cenrales mi adre log raba que me sonasen igual que Roosevelt y la asa Blanca de Washingon Y mienras ano cómo los borrecía a odos ellos -ero más que a ningún oro a Lindabury con su sedoso pelo color maíz y su recoado aceno de Nueva Inglaerra con sus hijos en Haard y sus hijas en colegios para señoritas, y, sí todos ellos juntitos, allá en Massachuses (Roh 2008: 1 4). .
De hecho, s ben el pae era bueno veneno seguos, está clao qe ca lo ban a ascene en la empesa poque ea juío. Peo tanto el ogen otestante e N. Eveett Lnabuy como el ogen juío el pare e Poty (y el suyo popo) tenen, en este contexto, sgnfcaos evientes e clase. S Goode Columbus, los ncaores e clase se confguan, en pate, ente s juíos, por el luga one viven y cuánto neo tenen, en El mal de Portnoy, la estuca e clase está poyectaa enteamente en otos gupos y entemente en térmnos e etnca. La clase alta está epesentaa po blancos testantes, la clase mea po juíos y la clase baja po otas etnas: talanos, lacos, laneses y aoamercanos. Paa Potnoy, las stntas clases/etnas están personfcaas más ectate po las mujees con las que tene elacones seales. Lo scnan las mjees no juías, que al pncpo son chcas e clase obea que viven ceca su casa y e las que, como es e espea, se supone que están spuestas tene sexo (y a veces es así). Luego, cuano se va e Newak para estui a unvesa, y más tae, cuano tabaja en Washngton en eensa e vesas causas socales, se relacona con mujees potestantes e clase alta, que sgue ecuentano mujees e clase baja no juías. En el momento l relato, está temnano un omance con una muje cuyo pade ea, según s escbe e la pesentacón el pesonaje, un mineo analabeto que había abajao en Vgna Occental. Ponoy nunca se acuesta con judías o según el código de la novela, con mujeres de su ropia clase social L clase aarece como una cuesión de discriminación, de arri ba hacia abajo, o de ascenso de abajo hacia arriba, er nunca como una cuesión de estar donde uno está, y como para Roh el sexo es el idioma de esas formas de orientaciones de clase el ersonaje no uede tener relaciones sexuales con jud ías, es decir con mujeres de clase media Esa cuesión ude har luz en lo que es quizás el aseco más saliene de la sexualidad de Ponoy: sus lujuriosas masurbaciones L masurbación, que es el hilo conductor de la historia y que más que ninguna ora cosa fue la causa de las acusaciones por obscenidad que se hicieron en cuano se publicó el libro parece ocuar el espacio generado or la falta de sexo con mujeres de la misma clase que el roagonisa
En cuanto a las mujeres, se obsea que man una espece e pasaje e sblaes sexuaes e clase/étncas. Pero o se trata solo e eso. No solo s clases está desplazaas a otas etnas, sno que las clases/etnas, a su vez,
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stán royctaas a través una gograía prácticas seales: las chicas cas obrra stán isustas a tnr too tipo rácticas sales; las blancas rotstants clas alta n aarincia tienn roblemas con toas las rmas sxo qu no sean las más traicionales En la secunaria, Portnoy tní una comañra, Bubbls Girari, cuyo hrmano ra boxaor y su pare manjaba un ti urant l ía y ra chor un mafoso urant la noch Bubbles montaba númros sxo ara Portnoy y ss amigos cuano ninguna otra chica que conocían quría tenr rlaciones siquira Y también estaba la Mona, hija l minero analbto Virginia Occintal La Mona, según s afrma varias vcs n la novla, hac too; en una oornia, hasta ama a una rostituta ara hacr un trío3 La Mona, que espués se convierte n una moelo muy cotizaa, es casi anabeta, es ecir, orta las cicatics sus orígns clas Al se a cunta e que se está enamorano e ella, ero no se imagina que uea casarse con una pesona e una clas inior a la suya Ese es uno e los motivos qe lo eva a consulta a un siquiata La clase/tnicia las mujres blancas e clase alta, en cambio, está reprsentaa or meio e una sexualia rerimia y convencional Potnoy s pone e novio rimra vez con una chica e sta clase, Kay ("Calabaza) Campbell, en la clta Al rincipio, no tienen elaciones seales: ella s "la chica qe me ha pemitio esabrochale el sjetaor y restregarme contra s cuerpo ant la urta e su resiencia (Roth, 2008 242). Más aelante, evientemente se acuestan y tmen que la chica qee embaazaa, per con el tiempo la relación se termina porque Kay no qiere convertise al jusmo Con la otra muchacha potestante, Sarah Abbot Malsby, "la Peregina, el sexo también es absoltamente vencional: "¿En la cama? Naa el otro mno: ni acrobacias ni ganes gestas e osaa y pericia (Roth, 2008 258). En especial, Sarah Abbot Maulsby no puee o no qiere practicle sexo oral a Alex, una negativa qu l molesta mucho más que el simple rechazo sal, como s veá más abajo (Roth, 2008 147) Así, la clas s articula por meio n lengaje rácticas sales, d génro y d tnicia Al igual qu n Goodbye Columbus, n l libro e Ponoy hay na concincia clase inicia qu s una imotant ent e simiento ara l rotagonista y q sistmáticamnt s eslaza y s isrsa en cintos áginas llnas rsonajs y actias qu rersntan las clases, a las qu no s nombra Y aquí también, como n Goode Columbus, hay una sci srtar al fnal, una surt rvlación acrca la oltica qu 23 Otra terrible ironía reacionada con las herids ocutas de clas s qu aunque a case media signa a a case obrera na sexualidad libre e imaginativa, los sociólogos asegurn que e sexo en es clase es justamente lo contrario: reprimido, poco imaginativo y, de acuerdo con os informantes poco satisactorio (ver Reiche 1 972) .
Ca ítulo 1 Un lectur de Estdos Unidos Auntes relimi nares sobre clase y cultur
yace a la sexualdad Comenza mentas Potnoy ala de Saa Aott aulsby con el psquata "Estoy dcéndole, docto, que con estas ccas no es to que me las cojo a eas más en me cojo a sus antecedentes mlaes Rot, 2008: 259) Y la stoa conclu con la opesón étncde clase de su ade "Podía abe sdo una Lndabuy, ¿se da usted cuenta? ¡Hja del jefe e m pade! (ot, 2008: 261) Además, Potnoy decde que la negatva de la hca a pactcale so oal ea poducto de un pejuco de clase "M pade ascendía en el escalafón de Boston & Noteasten po la msma azón que lly Maulsby se negaba a aceme una mamada ¡No había justca en este ndo! (ot, 2008: 262) Y, po últmo, al explca po qué la abía dejado No: Slly Mulsby fue, sencillmente, un de ess coss que todo buen hijo debe hcer por su dre Un pequeñ vengnz contr el señor Lindbury por tods aquells noches y quellos domingos que Jck Ponoy se só recudndo cuots de pólizs en el brrio negr. Un equeñ g extr de Boston & Nohestern, or todos los ños de seicio y de dejrse explotr (Roth, 2008 265)
Los pesonajes femennos de ot desde la made exageadamente con troladoa de Potnoy asta todo el abanco de objetos seales sn pesona ad dejan bastante que desea Aun así, ceo que s cea un análss supe cal de las obas de ot como textos que gan en tono al sexsmo más bajo e ceto tpo de ombes, eludía la dea que me nteesa subaya Es ceto, e la novla el sexsmo está pesente, peo se elacona con las expeencas de iscmnacón (de clase) del naado (o el sumento po las expeencas el pade), así como con sus popos esezos (algo débles) po ace el ben e este mundo No se tata de educ el sxsmo a una espece de classmo erotzado En cambo, e de dec que s Feud y Foucaut nos an enseñado e exste un sustato sal en las dfeencas socales, debemos econoce e, al menos potencalmente, en toda dfeenca seal ay un sustato de ode socal Lejos de nega las posbldades de una cítca femnsta sstemá ca de la oba de ot y de los patones genees de mascundad que puede reesenta, eso es lo que queía destaca Asmsmo, cmo he comentado, los desplazamentos tenen un costo. S la ase está desplazada a otos campos de la vda socal, entonces estos, en la msa medda, deben aasta una caga de lo que podía denomnase "excedente e antagonsmo po encma de los oces stócos y estctuales qe encanan en sus ppos témnos Señalé esto paa las elacones de género, tanto etre s lancos como ente los negos, en la clase oea Las tensones entre omres y mujees tenen que ve tanto con las aneacones smólcas (y quzás 25
Versión de la cita en
ol modifcad por las trad
ras (N de las T).
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dtds sujetvamete) de clase com c todo l elacd co los paees de gée. Las mujees está cosdeads agentes e la clase meda deto de cse e, u ercecó que suge suefclmete e mas, e e su cstad más pd, se eej e ua esece e amagu ecd e s cmetaos de muchs mates cec e su exeec mtmal. l msm to de excedete de tagsm se pdía ecta, ce, e ls teses de aza y eta, eo ese es u tem que se odí trta e t esay. 4. Breve conclusión
ste esy es u ejecc de teetacó cítca de las macoes cultuales. He exuest aquí que l clse, cm u e las ms más tas de esgala e Estas Uds, sstemátcmete se elve eccble e ls cess de tduccó, deslazmet e tyeccó scusvos. l leguje eud e e u c accdetal, ues me c u léxco que esulta útl a hal de cess smólcs. Pe flmete, me paecó que ea más oad de l que y esaa, pues señal el hecho e que ls deslazametos o acta sl los pocesos cogtvs, y que me el eccmet y la cceca e clase. Tamé tee u mact emocal, al evca el sumeto y las tesoes e el dvdu y e sus elacones. Po el mometo, l guea ete clases puee hae ccluo o, como mínmo, uede encotase e ua tregua. Peo paece esta actva e el legaje cuel y en los actos tamé celes ete los actes co un géeo y ua clase efos e los que m e ecao en estas ágnas. Los homes e clase oea se sete smuos oqe sus espsas uas esposas que mpücta exlíctamente ve a sus mads cmo ees e témnos de clase, ls espetan. Las estuates de elite e la atea so cueles en sus omas humllates e ls que se olga a eeseta actos e ls que se reaja en témos e géeo y e clase. (Las epesetacones e ls omas, que cluye cactuas e la moa e las jóvees de clase oea, tmé seí hetes a ests últmas, peo ellas o tee cceso a ls escs de elte e l atead. N state, pecbe señles secuas de deseco e el ía a ía e la vda e la escuela). Y p últm, Alexade Poty cuce su vda sexual a tavés e ua pataa de macaoes de clase: da a las mujees que s de clase más alta más baja que la suy y su últma mate, hja de u me alet, le asga el mote e "l M''. l deslazameto de ls sgfcas e clase l leguaje del gée y l sexualdd uede tee luga e el la scusv, pe el dscuso, cm rma Fucult, uca está dvrcd de ls áctcs y ls emcoes eales.
a
RESISTENC Y EL PROBLEM DEL RECHO ETNOG RÁFICO
En este capítulo, rastrearé los eectos de lo que denomno el rechazo etnográ en un conjunto de estudos sobre el sujeto de resstenca. Creo que mu s de los estudos más nuyentes acera de la resstenca adolecen de seras tacones debdo a la ausenca de una perspectva etnográfca. msmo epo, esos estudos están destnados a susttur el trabajo nterdscplinaro e actualmente rma parte de las cencas socales, la hstora, la teratura y s estudos culturales. Sn duda, la etnograía abarca muchas cosas. Como mínmo, sempre ha do un ntento por comprender a un otro usando la propa experenca n la edda de lo posble como nstrumento. Como es sabdo, la etnograía ha objeto de numerosas crítcas dentro de la antropología (ver, en especal, Gpta y Ferguson, 1992 y 1997), pero esa defncón mínma no ha sdo marmente cuestonada. Tradconalmente, el saber etnográfco ha estado asocado con el trabajo e ampo, en el que en el aspecto ísco y en todos los demás, la totaldad del ngresa en el espaco del mundo que el nvestgador pretende comprender. n todo, en gran parte de los debates recentes sobre la etnograía, hay algo plícto que haré explícto en este ensayo: que la posra etnográfca (como dríamos llamarla) es, a la vez, una posconalidad ntelectual (y moral) un do de constccón e nterpretacón y un proceso corporal en el tempo y e espaco. Así, en un lumnador debate recente sobre "etnograía e magnan hstórca, John y Jean Comaro (1992) no se explayan sobre la etnogra fía en lo relatvo trabajo de campo, sno sobre los dstntos modos de leer 1 xiste una versión anteror muy diferente de este ensayo, que escribí para la conferencia The Historie Turn" organizada por Terrence McDonald para e programa de Estudos Comparativos de las
nsformaciones Sociales (ECS) de la Universidad de Michigan Los inteligntes comentarios críticos tdos por mis colegas del ECS tienen un nivel de excelencia que se ha conveido en algo habitual y es expresar mi gratitud a todos ellos Asimismo agradezco a Frederick Cooper Fernando Coronil holas Dirks Val Daniel Geo Eley Ray Grew Roger Rouse William H Sewell Jr Julie Skurski Ann oler y a los buenos lectores que rvisaron el aículo tras su publicación en Comprtiva Studies in cie nd Histo ([1 995], Volumen 37, Nº 1 pp. 1 73 1 93) por su dedicada y rigurosa abor He ncorporado muchas de sus sugerencias y a m cuenta y riesgo he dejado algunas de lado Por útimo, agradezco especialmente a Terrence McDonald por su hroica tarea en a organzación de la nferencia
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las etes hstóicas ese a pespectiva etogáfca, es ec, como si se hubese pocio e pate po el tabajo e capo ¿Q es, etoces, la posta etogáfca, basaa e el tabajo e campo o o? Ate too, es el compomso co lo qe Geetz ama "esa, co oc coocmeto po meo e la qeza, la texa y el etae e lga de la pasmoa, el efamieto y la elegaca (en el seto e qe sa este tmo los matemáticos). Dese lego, las mas qe ha aoptao la esad etogáfca se eo mofcao co el tanscso el tiemo E ceto mometo, la esa ea qzá sómo e exhaustva, qe se tacía e la poccó e a etogaía escptva co nvel e etae cas m osble e lee, segia mchas veces e la pbcacón e n atíclo qe bie poía ttlase "Ota vasja e la Atga Oabi Desps, la esa e sómo e holsmo, la iea e qe el objeto e eso ea "a cla peectamete tegaa y qe ea posble hace a escpció e too el sste ma o, al meos, se poía capta los pcpios sbyacetes e s totalia Eteio e ese seto, el hosmo tamb e objeto e cíticas a te n tempo, y hoy e ía la mayoía e los atopólogos ecooce tato la hubris e la visió holístca como los meables hecos y fsas pesetes e toas las soceaes, clso e las pemoeas qe se ceía qe estaía más tegaas y co pletas qe las agmetaas soceaes moeas Peo se poía ec qe la esa (co tazas e exhastva y holismo) pe aece e el úcleo e la posta etogáfca E la aca, la esa se ceta pcpmete e la cotextzacón (elativamete exhastva) Geoge Macus (1991), po ejemlo, aza las aeas e qe la etogaa, e el setio local y salmete opoal, ebe cotexzase eto e los pocesos el sstema el mno Po s pate, Joh y Jea Comao estaca la ecesa e cotextalza sempe los atos ecogos e el tabajo e camo y la vestgacó e achvo eto e las mas e las páctcas e las qe se jao: "S los textos ha e se más qe topoi lteaos, agme tos spesos e lo qe soemos qe so mnos, ebe aclase e los ocesos e s occó, e las óbtas e coexó e eca qe les a vda y eza (J y J Comao, 1992: 34) Matha Kapla y Joh Kelly ( 1994) tamb hace hca e ua esece e esa e cotextalizacó, e este caso, eate la atclacó e las caacteístcas el espaco alógco e el qe ebe vese el esaoo e a hstoa polítca S la esectva etogáfca se a mayomete e compomso co la desa (ete otas cosas, po suesto) y si la esa ha aotao y se adotao mchas mas, lo qe yo eomo echazo etogáfco sue ua etacó e la esa, acaso del holsmo o la esa, qe tamé uede adota dvesas mas Así, este esayo vesa sobe algas de las rmas del rechazo eogáfco, alguas de ss cosecuecas y algas
Cítulo
2 L
resistencia y el prblema del recho etnográfico
ss razones organizaas en torno al tema e la resistencia. Antes e contiar me etenré brevemente en este concepto. 1.
Resistencia dominación
Hbo un tiempo en que la resistencia era una categoría rlativamente ineqía una mita el binomio simple en aparienci ominaciónresistenia La ominación era una rma e poer relativamente fja e institcionlizaa; la sstencia era esencialmente la oposición orgaizaa al poer insticionaaa e este moo El binomio comenzó a pse pero no a abolrse con estionamiento e los os términos Por un lao Focalt (por ejemplo 8) irige la atención a las rmas e poer ás cotiianas menos insticionalizaas y más omnipresentes Por el otro James Scott ( 1985) irige la nción a las rmas cotiianas e la resistencia menos organizaas y más netrantes Con la escripción que hace Sott (1985) e la iea e las "ras cotiianas e resistencia eciir qué es y qué no es resistencia se volvió ho más complejo. Qe un pobre le robe a n rico: ¿es n acto e resisia o simplemente na estrtegia e spervivencia? El interrogante apare en una colección competa e ensayos eicaos a las rmas cotiianas e sistencia (Scott y Kerkliet 1 986), en la qe varos ators han ao s ressta Michael Aas ( 1986), por ejemplo elabora una tipología e rmas e sstencia cotiiana útil para siar lo que obseamos Brian Fegan (1986) s caliza en la intención: si no hay una intención relativamente consciente ara resistir no hay resistencia en el acto. Otros atores (por ejemplo Stoler 86; Cooper 1992) proponen incluso qe la categoría en sí no es my útil y qe lo importante es obsear una serie e procesos transrmaores en los las cosas en ecto se moifcan inepenientemente e l intención e s actores o e la presencia e intenciones muy iversas Más aelante qizá concuere con Stoler y Cooper pero por el momento nso que la resistencia hasta n s versión más ambiga es una categoría azonablemente útil anque solo sea porqe pone e relieve la presencia y el ncionamiento el poer en la mayoría e las rmas e relación y activia. demás no se trata e que haya qe eciir e una vez y para siempre si n o eterminao se ajsta a una categoría cerraa enominaa resistencia. omo bien sabía Marx las intencionaliaes e los actores evolcionan por eio e la pris y los signifcaos e los actos cambian tanto para el acor como para el obseaor. De hecho la ambigüea e la resistencia y la mbivalencia sbjetiva e los actos para los participantes son algnas e las 2
Desde luego, Scott abreva aquí e ua gra cantdad de trabajos previos.
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csins sbr las qe qisiera pnr la lpa en se capíl. En una rla ción pr, la par dinane chas vces iene alg y, oras veces, ien ch q cr (aunq sipr, pr sps, l prci que pi s sgir n l por). El sbrinad, nncs, ine muchas raznes para qu s r sisncia a la rlación sa abivaln. Asiiso, nunca hay n sbrdina únic y uniari, ps q, c íni, ls gps sbalerns sán i is inernaene por edad, géner, sas y ras ras de iernciación, y prque las perspcivas de ls ocpans d las divrsas psicines d sje sn diens incls pusas, pr an así, legíias. (Más alane analizaré si inclus un únic individ pd sr "uniari). La abivalncia psiclógica y la cpljidad scial d la resisncia han sid advrias pr varis bservars, anque n ls sfcines. Brian Fgan afra que l jan "sipr prplej las anras cnradicrias en q ls capesins s refren al sisa de arrenamien n gneral a la rlación q ienen cn ls prpiearis n paicular (Fegan, 1986 92). Más aún, ls campesins Luzón Cenral esuiads pr Fegan n s senían cós n l plan psiclógic ni cn ls acs de rsisncia ni cn los colaboración: "Mchs d ls hbres qu nevisé en priva, can ls prgunaba pr las sraagas que eplaban para sbrevivi, e prn dcían q no les gaba rbarle al ueñ la irra, rabajar para él c gardias amaos, c. , per, añadían, ¿qé ra csa pía hacr algin q ena que arls e cer a ls hijs? (Fegan, 1986 93). Chrisin Plzr Whi, n cabi, asgura qu "bs añadir n invenari e 'ras ciianas clabración capsina para qbrar la lisa ras ciianas rsisnci psina, pus las s xsen y abas sn ipranes (Whi, 1986 56). La aura prpcina jpls l Vina psrevlucinari, cn ss alianzas ucans enr secres cn inrss divrss, c "l Esa y ls capsins cnra la elie lcal, ( . . .) ls ca psins y la li lcal cnra l Esa [y] ( . . .) l Esa y ls ciaans [ayren jres] cnra ls jes ilia [hbrs] (Whi, 19 86 60) Una cusión íniamn rlacinaa cn la cpljida psiclógica y sciplica de la resisncia y la n rsisncia (y cn la ncesiad la nsia en engraía) es la aniciad. 'nicida s r érin basane prbláic n an parece spnr na crncia ingnua n la pureza cltral, n las culras vírgens cuyas hisrias no esán cnainadas ni pr las ss vcins ni pr las Occin. Si bin n ahier a ess supss, be haber na rma de rerirse a l q Jhn y Jan Car ninan 3 L noción de ambivalencia ha pasado a ocupar un lugar preponderante en os estudios coloniaes y poscoloniaes en genera y merece que se le dedique un aículo apae. Ver, por ejemplo Hanks (1 986) Bhabha (1 985)
C ítul 2 L resistencia y el problema del rho etnográfico
stocdad ndógna d los mundos locals" (1992: 27), n la qu las dsnas pats d la aldad aunqu san péstamos o mposcons d otos n nttjdas con l hilo d la lógca d un tabajo atsanal d un gupo ha voluconado históicamnt n l ámbito local Así ntndo la auncdad cuando apac en los agumntos sob los qu m xplayaé n l d st capítulo dond cmntaé algunas d las últmas publcacons l tma d la sstenca Dbo aclaa qu las obas cogas n st capítul consttuyn n slcn pacal y acotada pus no ptndo abaca toda la bblgaía xsnt n na época n la qu pa l tabaj acadéco ntdscplna l xausvad s cas nalcanzabl p l qu pota s qu las bras qu lgdo ran pat d sa slccón bn poqu han sdo uy nuynts bn rqu lustan un pobla bastant coún po los dos tvs D tds s nncón s xamna varos poblmas qu apacn n sas publcns ncads n la sistnca y qu sugn dl chazo tnogáfco M nss sta oganzado sgún ts as d chazo las qu m co gnzacón d la polítca dlucón de la cula y dsolucón e los actos 2.
Higenización de la polítca
Qzá sult xtaño qu sta sccón comnc con una cítca a los ss d la sistncia poqu cacn d una cuota sufcnt d polítca S s analza n sos studos s la polítca qu apac n una poscón d rvlgo Aun así nomalmnt solo s indaga la polítca d la sstnca es c la lacón nt l domnado y l subodinado (v asmsmo Coop 92: 4). S hmos d conoc qu quns s sstn tascndn la mea scón a la domnacón y la smpl gnacón d una accón cas mcáca ntoncs s pcso adopta una visón global Los qu sstn tnn su rpa polítca qu acta no solo la lacón nt los sños y los plbyos o n los duños d la tia y los campsnos sno tambén todas las catgos d ccón y tnsón qu s dan n l ámbto local: la lacón nt homrs y mujs pads hjos y mayos y jóvns; los conctos d hnca r hmanos; las luchas po la sucsón y las guas d conqusta nt os; las luchas po la pmacía nt sctas ligosas y así sucsvamnt Es l ausnca d anlss d sas mas d concto ntno l qu ls nf a mucos studos d la sstnca un a d omantcsmo qu tadamnt advt Lla AbuLughod (1990). Tomaé un jmplo d un rcoso lb d Inga Clndnnn Ambivalent Conquests: Maya and Spaniard in Yucatan, 5 7-570 (1987), qu m scna po vaos motvos Clndnnn conoc qu había js mayas qu gozaban d noms vntajas n témnos
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de recrss materales, per plítc y peceenca scal. Tambén ecce qe, en esa sete e sstema e gben, ls jees tenían numesas blgacnes cn ls súbts, ente ellas, la restbucón e (una accón de) la rqeza en rma e estejs y cmas, y e ganzacón e rales para el benestar clectv. Cn t, el énss que pne en la ecpca y en la smetría e la relacón clta sstemátcamente a los js el lect la vsón e na parte e la pna expltacón y la volenca e la ecnmía plítca maya. Ls jes enaba "exprpacnes casales y extavagantes (143), "se aprpaban e las teras más aptas paa pepaa la mila" (144) y "recbían anmales e la caza cmna cm tbut qe mpnía a ls caza des pesnales (144); sus teras eran cultvaas p cautvs e gerra y su sstema méstco estaba a cag e "esclavas y cncbnas (144) N bstante, Clennnen cmpensa caa mencón e nstancas e expltacón sstemátca cn tra sbre cánt evlvían ls jes p t l qe ecbía y cncluye cn la escpcón e n rtal mnta paa prtege e las p sbles catásts a ls habtantes e las aleas: "En esas expeencas, cuan la va e la ttala e la alea qeaba absba en el prces al, ls hmbres apenían qe las eencas entre el sacete, el nble y el pebl eran mens mprtantes qe la epenenca e ls ses y la aglia el ren hman cnes a ts (147) La atra sstene qe "el cst e t est (anqe n se sabe s ls ma yas la veía cm n cst) ea la guera (1 987: 47) entre ls jees y ss va les vecns. En la gera, "se mataba a ls nbles capas paa entregals cm ena a ls ses; el rest, ls hmbres, las mjees y ls nñs, eran esclavzas, y ls hmbes, s en el extanje (148) ¿Qé alla en esta escpcón? En pme lga, se supne que algns mayas ls catvs qe serían ejecutas y los hmbres, mjees y nños cnvets en esclavs, pr n mencnar a ls emás membrs e la scea qe ebían vvr cn la pemanente psblia e paecer esa vlenca "veían [la gea] cm n cst. En segn lga, Clennnen nnca eúne las pezas e s relat para explca qe la sensacón e "epenenca cmpata e ls jees y el pebl, en la mea en que se hbera establec, era, prncpalmente, p ct el esplazament e la expltacón y la vlenca esde ls súbts el jee haca ls e sus vecns. Parece qe hbera na espece e tabú en el ama el rmpecabezas, cm s pne el panama cmplet, cn l ben y l mal, el régmen plítc maya mplcaa entegales las armas paa qe efena ss agume ts a qenes creen qe ls mayas se merecían l qe les hcern ls españles. S embarg, esa precpacón carece e nament. Nada en la plítca maya, a pesa e la expltacón y el carácter sangrent qe la caracterza an, servría ara cn el saqe, ls asesnats y la destccón clral
Capítulo 2
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esistenci y el pblem del ho etnográfico
epetdos po los espñoles Peo con n descpcón más mpl y cítca e l potc my del peíodo pecolonl posblemente se esbozí n p am dente de l hsto colonl de la egón ncldos los modelos de resstenc y no esstenc posteoes Como mínmo se espetí l mbv ete complejdd del mndo mya tnto de ese momento como del pesente.4 L seccón más mnest de l complejdd polítc nten qe l m rí de los ensyos ps po lto es l polítc de géneo 5 L cestón es atclmente desconcetnte A los membos de los gps sbdndos ue nssten en destc l desgaldd de géneo en s popo ámbto se los s de deblta s clse o mna l soliddd sblten de n apoya sus hombes y de se nconles a qenes ejecen l domncón Ls cdé cs femnsts del "pme mndo qe sgen es líne son blnco de cít as oces de pte de ss pes del "tece mndo po el msmo motvo {ve C Mohnty 1988). Sen eltst pone de eleve l opesón de ls mjees e l pop clse socl gpo cl o cl cndo es clse gpo cl o u se l opesón ejecd po oto gpo Ess cestones ocpon n espco pepondente en los debtes cec el sati, n páctc de l Ind colonl qe consste en l nmolacón de ls uds (Spvk 198 8; Jn Ms y Svstv 1987; Mn 1987) P jst a s domncón de l Ind los btáncos ente ots coss señlbn ls ctcs qe consdebn bábs como el sati, y segbn qe estban ebacdos en n msón cvlzdo qe slví ls mjees ndas de es páctcs Gyt Chkvoty Spvk onz l espect: "Ls hmbes lancos slvn ls mjees scs de los hombes oscos {Spvak 1988: 96) Qenes podín est nteesds en nvestg l ceemona del sati co o pte de n congcón de domncón msclna en la socedad nda el sglo X no peden esdl sn qe pezc qe adheen dscs e las toddes colonles Los ntents po pondz en ests contadcnes ptcles hn contbd mltplcls Po lo genel la flt de na vsón decad de la polítc com cto rt qe ctúa contnamente entre los sbaltenos debe contrbu evtblemente n álss ndecdo de la esstenca Mchas pesas se compmeten con movmentos de esstenca peo no smplemete p edo {cm sele am Jmes Sctt [1985 y 2000]), scnacón ngena r los sacedtes {com sstne Fedch [1981] cand anlza la fta de 4 Una dscpcón paralla al rtrato monolítco d los qu jrc la rsistnca s l rtrato monolítco
e los domadors. Esta práctca s stá dbltando, como s obsa, por jmplo, n Stolr (1 989)
5 ausnca d consdracos d gén n los studos d rsstnca gércos y algunas conecuncas d sa ausnca han sdo abordadas por ' Hanlon (1 59¡ Vr també Wht (1 986) Dos eudos tográfcos valosos sobr la rsstnca d génro n sí so los d AbuLughod (1 986) y Ong (1 987)
Antpología y tría social. Cultura, poder y agencia
ressteca e muchos campesos mexcanos) o dvduasmo. Tampoco es posbe afrmar que todos os que o partcpan en esos momentos coabora co e grupo domate. Por útmo, tanto os actos de resstenca ndvduaes como os movmentos de ressteca a ga escala suee ser conctvos, adoecer de cotradccones ternas y ser emocoamente ambvaetes, e gra medda, debdo a sus compejdades poíticas nteras. E mpuso de hgezar a poítca tera de os domados debe entederse como u hecho dametamete romántco. Como un atídoto parca cotra esa tedeca tan ddda, sería conveete vover a exponer e trabajo de os atropóogos de a correte de marxsmo estcturasta y sus herederos. E marxsmo estructurasta (a atoogía de Boch de 1977 es ua buea ntroduccó; ver asmsmo Measso, 1981; Terray, 1971) emergó como respuesta a esa tendenca romátca en e campo de a antropoogía, co e popósto de estudar as rmas o occdetales y precaptalstas de a desgualdad, por aalogía co e análss masta de as cases en e captasmo. Tomado socedades que podría categorzarse como gualtaras, precsamente debdo a a alta de cases o castas, os marstas estrucrastas ogaron compreder cómo a supuesta autordad benevoente de os mayores o e atsmo y a soldardad aparetes de os mares co ecuenca se basa en modeos ss"emátcos de expotacón y poder. E proyecto de marxsmo estructuralsta se costtyó más o meos s mutáeamete co a atropoogía msta.6 Las dos escueas e cojuto hcero que a muchos atropóogos, etre os que me ncuyo, nos resutara díc aproxmarnos a as socedades, por smpes que era, sn ver ua poítca o meos compeja y, a vcs, o meos opresva que a de captasmo y a de cooasmo. Cuado os atropóogos de marxsmo estructurasta comenzaro a adoptar e gro hstórco, parecía que era mposbe conocer as hstoras de esas socedades, cudas (pero s imtarse a) as que compredía períodos cooastas o de peetracón captasta s eteder a teraccó etre esas erzas exteras y a poítca tera. La descrpcó que hace Sahis (1981) de os modeos de adaptacó y ressteca actvos etre os hawaaos y os europeos e os sgos XVIII y ; aguas de as deas de Wo (2005) que aparece e Europa y la gente sin historia; m reato de as trasrmacoes religosas de os sherpas (Orter, 1989), e e que cuo a 7
6 Los comienzos del marxismo estructuralista (francobritánico) en antropología fueron contemporáneos con los incios de los estudios culturales británicos (marxistas). Las repercusiones del marxismo estructuraista en antropología, así como el hho de que la disciplina aún estaba inmersa en la esci sión entre materialismo e dealismo en e épa probablemente expliquen en gran pate que los estudos culturales británicos no hayan tenido un impacto más inmediato Ver Oner (1 984), donde hago una reseña de la teoría antropológca entre las décadas de 1 960 y 1 980. 7 Algunos de los prmeros trabajos de antropología feminista abrevan directamente en el maismo estructualista Ver en especial Collier y Rosaldo ( 1 9 8 1 ) .
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ica y a cura idígea c ua diámica regia má ampia (e Ea de Nepa y a Idia britáica); e etudi de Richard Fx (1985) acerca de eució de a idetidad ikh durae e coniaim muera que e recimiet de a auteticidad pítica e decir de md de deiguadad y simetría prpi de cada pue e icmpaibe c e cci e de a reiecia io que e de hech idipeabe para ccera 3 . Dilución de la cult
s cm e debe reccer que uater pee ua plítica autética y impemee reactiva tambié e debe eteder que pee ua cutura ética y reactiva A igua que a etogra a ció de cuura e atrpgía ha id bac de dura crítica durate útim añ; e e pr upuet de atempralidad hmogeeidad carácter cmparti icuetiad y tr de mim ter que hióricamete ha etad iead e e ccep prpiamete dich y e a prácica atrpógica e eera. Au aí e upuet e md algu iheree a a de cutura que puede (re)mviizare c gra diamim au si e e hech a mediad de a década de 1980 e pu e marcha e e ámbit e a atrpgía ua recceptuaizació radica de a cutura que hy igue ee y que upu a hitrizació y a piizació de ccept y a crías a u frma tradicial hy e día impemee exceiva (er Dirk ey y Orter 1994). E td ca y e et cicid c Jame Cird 995: 25), u de mayre críico de a ció de cuura é i e ede precidir de ea. La úica aerativa a reccer que ubater ee ciera auteicidad cutural aerir y permaee e ver a reaccioe atera ete a a domiació cm repueta icheree y ad hoc que urge de ua percepció prpia de rde a juticia y e eid i de cjut de idea creada pr a mima iuació de dmiació La diució de a cutura e prpia de agu de má iuyee eu de a reiecia igee e a actuaidad gu de pbema de es edecia adquiere iibiidad cuad e erva cóm e abrda ( ) egió e ari de e etudi N y a ugerir que a reigió e equiete a a aidad de a cuura. Aí y d a reigió iempre ciuye ai repiri de creecia y aore cuturae y mucha eces exhibe 8 Los estudios cuturales britáicos serían una gran excepción en este sentido. Si contara con e tiem-
o suficiente sin emargo estudiaría cómo en gran parte de os ensayos publicados por los autores enecientes a esta corriente también hay una di ución de la cultura y a etnografía (illi s 1 988, es na notable excepión). De todos mos, en esta sección mi mirada se enfoca en los trabajos más uyentes que son bastante más problemáticos en o que respeca a a densidad de la cultura
Antropología y teoría social. Cultura, poder y agencia
tmé u gra afna co lo movmeto e etencia Ante e cetrarme en cuetón e la cra e rma má geneal, me eten e cómo ora el tema e l religó certo etuio e la eitenca E uo e lo texto emale e Gupo e Eio ubalteno, po ejempo, Rajt Guha (1988) hce hcapé en la mpotanca e ecoocer s ae egoa e la eeloe trbale y campena en lga e ea retrla De hecho, a raca uo e lo lieameto pcpale e lo eyo ecrto por lo ntegate e e ecuel y ua ga pte e eerzo por recoocer el uvero cutur utétco e lo ubalteo a patr el cul prosperro su cto e retec emgo, e eo eo, el grao e lo que se recooce como cutural e la religón, e ec, la mei e qe et lm cofguracoe coceptuale y emoconale en la que e mueve lo cmpeo e, por o geerl, míimo E camo, e aigna a o campeo algo enomnao "relgo, una epece e concenca que uc e explor como u cojuto e ea, páctca y entimento tegro e el uvero regoo hato por ello Guh y otro tegrte el Grupo e Eo ubalterno etán e pug co lguo htorore mrxit o que compaten con lo teórco e moerzaó urgue l e e que la relgón e un cto e tro Lo utore ertenecete l círculo e Guha, po el conto, epet y v la relgo e lo campeo en tato menón autntca e la cultr ultea, prtr e l que poí conture na atntca poltc e opocó que, e hecho, e cotruyó Peo la oción e eligo cmpe propuet por Guh conea rato e la hotlia e Ma hc l regó e la efncó e "coceca relgoa ( ) como un emotrcó mv e le có (Guh, 2002: 83) Aemá, en luga e exporar e terpretr e regos e lo reele e moo utatvo, el utor recurre u estrateg textu par elu l tare y relega a u apénce extrctos e reto e o propo cmpeo acerca e la ocoe religoss e ls que se prba l reeó U estuo que tmé h e l regó pero o hce e maera tivial e Ie Wapons th Wak, e Jame Scott (1985). La ea e apreca o olo e o que e y e o que o ce e autor, o tamé e l rma el texto, que o cotee u cometro geer cerc el porama religoo e lo leos, y e e que dgcó de os mometo regoo e la zo, mucho e o cule vero u detca meó potca, etá confd us os págs de f e ro (1985: 332335). Metr el utor L scua dl Grupo d Estudios Subatrnos s compleja y e ella aparece ua variedad de tendncias Gadhi as Mahatma' de Shahid Amin (1 88) tiee u carácter más cultural qe otros aículos; o mismo pud dcirse d "Pasant rvolt ad dian ati oaism, de Gyaedra Padey ( 988).
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ncontaba ezano e tabajo e cmpo p st obr, n g ccn umoes sobe vaas poecías e caácte egoso y poítco, sí como n "voante qe anncba agos smaes. D n modo smjnt q mpea Gha paa cta os testmonos d os ees, Scott rprodc xto e voante en n apénce pero no o naza. E hcho de q "rnte pae n mes sn qe gún ao pbq na nota sob jco n esto e egón acsao e propagar asas doctnas . . . tmén qd gao a na nota a pe (33 5) Sn embago, a lcón cta, como ya he comntado, no ncsr nte e mta a a magnacón de ctores egosos n ezn oo os toes ajenos a a ntopoogí {como Gha y Scott). En s obr ndmn, Europa y la gente sin historia, Wo dec nd más qe cnco págns n a a cestón cta, y en bn pte pa esestmr. Y n s xceente eso e as geas skh cont os btáncos, chad Fox { 1985) mbén a agmentos {en s caso, mcho más oros) cont da d a cta moea, a m y pntaa sstnc como mínmo n smo gao en qe emege sconamente sta. En ea nea e pensmento, hy vas cstons pa naz. En pte, o y ox (y pobabemente agnos os otos atos) scribn dsd a spectv mateasta caacteístca d os años ssnt, n mtsmo {en antopoogí, a menos) s negb otog cr n pp tvo en e poceso hstóco y soc d mstcacón d s css es {es ec, mateaes) e as mcons y os contcmntos. A mso tempo, sn embago, as posts d Wo y Fox convrgn con s cítcas osteoes, no necesaamente mteastas, e nocón de ct (po mpo, Co y Macs, 1991) como ctor d homognzcón, dshs ozacón y efcacón e os ímts de os gpos o comndads spcíc. Tanstano po otro camno, Rymond Wms {2000) y otos cé cos e Cento e Esos Cs d Brmnghm {po jmpo, Ha Jeson, 2014), de hcho, tenín ntencón d vitizr concpto de ta. Wms se poponía, en prtcr, sper scsón ntr mtrismo e easmo y centase en s stcs d xpotcón y donción e son, a a vez, matees y ctras. Pr o, tom d Gmsi id hegemonía, qe Wms dnó como cn concto ntrooógco ásco e ctua nqe más potzad y sd d s rcons d odr, omncón y desgadad n as qe s prodc. Esto sad pr oncepto de cta y pa n ntropoogí q hbí sprdo mpmnt s oposcones e décaa d 1960, po vvó ntgo ctro d stfccón y a "as concenc. S domncón opr, n pat c mente, a tavés e eas y, según Wims, "stctrs d sntiminto, ntonces os nvos peden acptar y cp n s prop omincón,
Antropología y tría social. Cultura, poder y agencia
osiiidd de resisteci pede verse mia Más ú, como sostiee Jes Scott, es role qe los tores qe hace hicpié e l hegemoí ese setido reltivamete rodo y cltralmete iterlizado o se es de descrir los "discrsos ocltos de a resisteci i los actos y mo etos ivisies de resisteci q, e eecto, ocrre (Scott, 2000) . De hecho, e calqier situació de poder hay, por cierto, a m ezcla de diámicas cltrales En cierta medid, y por una serie de eas y malas rzoes, mchas veces las persos cpt represetacioes qe avaa s ropia domiació. Simultáeamete, tmbié coserva tradiciones alter tivas "atéticas de creecias y valores qe les permite ver más allá de esas represetacioes Aprendiendo a tbajar, el libro de Pal Willis (1988) q e se ha covertido en clásico, es particlarmete vlioso po r tratar esa mezcl de hegemoía y ateticidad iherete a las relacioes de poder El álisis qe hace Wiis de lo s modos e qe la sucltra e los chicos de la clase orera e ncara a la vez ls "peetracioes de l cltra dominate y las limitacioes a esas peetracioes limitacioes qe proviene e las ropias perspectivas scltrales de géero de esos chicos es smamete revelador Del mismo moo, M rtha Kapla y oh D Kelly ( 1994) poe de relieve la complejidad cltral del poder y la resistecia Basádose e Mijail Bjtí y, mos explícitamete e Marsha Sahlis, Kapla y Kelly emrca s esayo sobre l Fiyi coloial como estdio de los discrsos e pgn detro de espacio dialógico Dejan lao mayormete la categoría de la resistecia e isiste e la desia del proceso cltural qe tiee lgar e las "zoas de trascrso coloniales (Kapla y Kelly, 1994: 129), dode "opera múltiple_s rmáticas a travs de persos categorizadas de modo contiete (1994: 127) El resltao es paorama complejo la vez revelador de las lealtades, ls liazas y, sobre todo, las c ategorías camites drate las cotieds or el poder, los recrsos y la legitimidd etre ritáicos, tivos e idios fyiaos (ver asimismo Kaplan, 1990; Kpl y Kelly, 1 994; O rlove, 1991; Trer, 1991 y s ) U sólid trdiió terativ de estdios e rsisteci mestr co cridd qe riqeza cltr o cerce l posiilidd de ver y compreder resistei; por el cotrrio, erite compredr mejor tto l resistecia como ss límites. Mhos de los grdes clásicos de l historia social, or ejemo, Lafrmación de la clase obrera en Inglaterra, de E . ompso (1989), Ro ]ordan Ro, d Egee Geovese (1976), so osos recisamete orqe so cltrmete ricos ermite comreder e rodidd e hecho de resisteci, s como s rms, tieos secis. Otros ejemos destcdos de géero so Ambivalent Conquests: Maya and Spaniard in Yucatan 1517-1570, de Cledie ( esr de ls defciecis e e álisis de otic m, qe he cometdo), Trabajo y revolución en Francia,
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L resistencia y e probema del recho etnográfico
Wla H. Sewe (1991), y Body Powe Spirit Resistance, de Jean aro (1 985). 4. Disolución del sujeto
ea de a reacón de a persna o e sujeo ndvdual con la donacón rsada a proeáca de a ressenca a nvel de a concenca, a sujedad, a nencnadad y a dendad. En os deaes sore e Grupo de udos Suaernos, ha adopado una ra parcular. Deera decr que no deasado crca con los hsradres de esa escuela porque sean, en paras de Guha, erres". Por e cnraro, reeo sus ensayos porque uchos reveadores, provocadores y aén porque se súan en la nerseccón re a anropooga, a hsra y s esudos eraros en a que anos anróogos (enre oros acadécs) coneporáneos se ucan, uchas veces cera ncooddad. º Vrdes y decos a argen, Spvak (1988a y 1988b) acusa a a escuea Grupo de Estudos Suaernos de esaecer una caegora onoca suaerno que supuesaene posee una dendad y una concenca unras. Vsos os arguenos acerca de a copejdad nerna de a poca y cuura suaerna que expuse arra, ceraene concuerdo con ela en puno. Pero Spvak y oros esudsos que despiegan una ínea de anás posesrucurasa (prncpaene derrdeano) se van a oro exreo y sueven por copeo a sujeo, a que ven coo un conjuno de eecos sujeo" que práccaene carece de cherenca. Como en agn sendo se can a a suaerndad, esos auores convergen en poscones coherenes rpeco de a ressenca. �sera reerar que, en cera ra, epazo con o que se proponen, es r, ncorporar a cpejdad, a agüedad y a conradccón en nuesra són del sujeo coo se ha de hacer, segn o he expueso, con a poca y a ura (y pr cero, con la ressenca) . Aun as, paradójcaene, la ncava sesrucurasa parcular que asuen pa ograr ese ojevo desruye e eo (e sujeo), a que deera enrquecer y no epobrecer edane a n rporacón de a cpejdad. Esa a ra de rechazo enográfco se puede usrar edane e ss de un arcu uad Shahano", en e que se exana un conocdo udca de a Inda (Pahak y Rajan, 1989). Las auoras, que recnocen 1O
Eto también uede en ota htoriografía pooloniale (lo etudios afriano, po ejemplo) no onozo u bibliografía en profundidad L antropología y la hisoria india tienen punto de tato on mi polongada investigaión en Nepal.
Antropología y teora social. Cultura, poder y agencia
su deuda con Spivak tatan e caso de Shahbano una muje india de oigen musumán que tas divociase de su maido se pesentó ante un juzgado civi paa iniciae un juicio po amentos Aunque el tibuna e concedió o que recamaba e fao desató una contovesia naciona de popociones poque a decisión de juez {e incuso a decisión de Shahbano de pesenta e caso ante a justicia civi ante todo) ea contraia a a ley de divocio isámica oca Debido a a contovesia suscitada Shahbano envió una cata abieta a tibu na en a que echazaba o que este e había concedido a a vez que expesaba su soidaidad con sus coeigionaios musumanes Las autoas oecen os siguientes agumentos a especto: a compensa ción otogada po e tibuna así como e égimen juídico en e que a enma có la justicia e aticuada a tavés de un discuso que suee empease paa potege a una pesona a a que se considea débi Peo "ma pate de cie to discuso impica se objetivado como e oto' se epesentado sin os as gos caacteísticos de sujeto': sensibiidad y voición {Pathak y Rajan 1989: 563). En e contexto de a subjetivación discusiva a noción adecuada de esistencia es simpemente e "echazo a a subjetivación' (571) e echazo a ocupa a categoía que se e impone a un individuo E cambio de posa de Shahbano especto de su popio caso pimeo a demanda y uego e echazo de a concesión eesenta su echazo a a subjetivación a única disponibe paa ea dada su siación " convivi con o que no puede contoa e sujeto femenino subteno esponde con una subjetividad discontinua y apa entemente contadictoia'' (572) Peo "su apaene inconstancia o voubdad debe intepetase como un echazo a ocupa a posición de sujeto [de ecibir potección] que se e oece (5). Básicamente estoy de acuedo con as autoas cuando sostienen que cada instancia en e desaoo de a siación ponía en pime pano un aspecto diente de a identidad mútipe de Shahbano como muje como pobe como musumana De hecho no se equiee eabora una teoía compeja paa econoce que todos os seres sociaes tienen una vida dotada de mutipicidad y que en todos os contextos sociaes se cea una atenancia entre un pime y un segundo pano También coincido {aunque Pathak y Rajan no o expesan exactamente así) en que paa cietos tipos de caencia de poder mútipe {mu je y pobre y de condición minoitaia) "e rechazo a a subjetivación' puede ser a única estategia disponibe paa e sujeto Aun así hay vaios pobemas en a intepetación que es peciso caica En pime uga voviendo a una idea pevia expuesta en este mismo capí o, e anáisis de a poítica intena de gupo suaterno {en este caso, de a poítica étnica y de género de a comunidad musumana de a que Shahbano rma pate) es inadecuado Las autoas dejan en cao que o desestiman porque aineaía a quien esgimiea ta agumento con e discuso genea de
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rteccin y con la polítca específca del tbunal hindú en elacn con la noía musulmana: en una vesn evsada del aoismo de Spvak ctado teomente en el caso esudado "los hombes hndúes savan a las mujees usulmanas de los hombes musulmanes (Pathak y ajan 1989: 566); todos s académicos que esdan polítcas de géneo ente los musulmanes toman se msmo umbo Así y todo es mposble no sospecha de la polítca counal que odea cata de Shahbano en la que echaza la decisn del tibunal en nombe e a soldadad musulmana ¿El "echazo a ocupa la poscn de sujeto que e oece (Pathak y ajan 1989: 572) es una ntepetacin apopada de que ocu o podíamos magna que Shahbano vvi una expeienca mediata en la que sees socales mpotantes paa ella paentes amgos nos hombes y mujees ejeceon etes pesones en nombe de sus rpos nteeses paa que la muje enuncaa a la compensacn monetaa ue necestaba desespeadamente y que había eclamado duante diez años? N seía posble dec que "su echazo a ocupa la posicn de sujeto que se ece la únca clase de agenca o ma de esstenca asgnada a la muje r las autoas es el eecto eal evidente es dec el subpoducto (analítco) y n la ma de su agenca? Según m hptess, Shahbano estaba tatando e se agente de segu un plan coheente y bastante ceatvo po ceto. La uldad cambante en su caso no adca en que su dentdad (vsta como ncenca subaltena esencal o como estatega) haya cambado sno en el eho de que se encuenta en el extemo neo de cada una de las mas de de dento del sstema y en que otos agentes más podeosos ejecen etes resones sobe ella. Esta ntepetacón nos aceca al segundo poblema del debate. Paa dalo se equee una vez más hace análss texal del ensayo de Pathak y Rajan El popsto ndamental de la ncatva postestuctualsta es sesencalza al sujeto, apatase de constucto deolgco de "ese ndvu unfcado que elge lbemente que es el sujeto masculno nomatvo del ealsmo bugués de Occdente (Pathak y ajan 1989: 572). Y clao está ndvduo que ege lemente es un constucto deolgco en muchos sens pque la pesona está constuda cultualmente (así como socalmente stcamente polítcamente) poque pocas pesonas tenen pode paa eler muchas cosas con lbetad y así sucesvamente E tema aquí sn emago s cómo elud este constructo degco etenendo a la vez ceta sensacón agenca humana es dec a capacdad de los sees socaes paa ntepeta y evaua mamente su suac así como paa elaoa poyects y tatar concetaos. Las autoas de "Shahbano adveten que ese es un poema: "En todos ss desplazamentos dscusvos, ¿dónde está Shahbano la mue? (Pathak
Antropología y teoría socal. Cultura, poder y agencia
y Rajan, 1989: 565) Sn embargo, se rehúsan específcamente a aproxmarse a ea como persona, sujeto, agente u otra rma de ser con ntencón, esperanzas, temores, deseos y proyectos. Soo tenen dos modeos para hacero perspectvas pscoógcas que buscan egar a su "ser' nteror o una perspec tva que supone ndvduos herocos d resstenca "ndvduazados e ndvduaistas y rechazan ambos ( 570) . Por contraro, su estratega consste en apuntar a a nteraccón mecánca de una varedad de rzas ncorpóreas: "múltples nterseccones de poder, despazamentos dscursvos, dentdads dscontnuas que rechazan a subjetvacón, el sujeto jurídcamente escnddo (577) Así pues, a pesar de algunos descargos de las autoras a fna de artícuo, Shahbano iteramente desaparece como sujeto (¿o como agente?, ¿o como persona?). La rreevanca de sus motvacons e ntencones (por no menconar su unverso soca y su hstora) para el análss queda totamente clara en a estratega tetua por a que se evta reproducr e nterpretar dos entrevstas ue Shahbano concedó a un daro y a un cana nacona de teevsón. En paabras de las autoras, "No hemos dado prordad a as entrevstas como entes de su subjetvdad (570) De hecho, n squra as ncuyen. La de(con)struccón de sujeto hecha de ese modo no pude ser la únca respuesta al sujeto r�fcado e deazado en muchos estudos d a resstenca. Por e contraro, a respuesta a ese sujeto deb ser un actor que se entende como constdo de un modo más competo soca y cuturament empezando desde arrba. Las pturas, as escsones y as ncohrencas de a concenca, así como las ntegracones y as coherencas, son asmsmo producto d a rmacón hstórca y cura. De hecho, cabría prguntars s as escsones y otras cuestones smares deberían cdrars ncoherencas o smpemnte rmas aternatvas de coherenca, pues pensar o contraro mpca qu son una espec de ala. Por supuesto que a opresón causa daño, pro a capacdad de los seres socaes para tejer, a veces con una creatvdad brante, rmas aternatvas de coherenca qu atravesen os daños es uno de os aspectos aentadores de a subjetvdad humana (ver tambén a crítca de Fanon que hac Cooper, 1992). De a agenca puede decrse ago smar. No es una entdad que xste desvncuada de la construccón cutura (tampoco es una cuadad que soo se posee cuando se es un todo o cuando se es un ndvduo). Todas as cuturas, todas las subcuturas, todos os momentos hstórcos construyen sus rmas partculares de agenca, sus propos modos de representar e proceso d reexón sobre e yo y e mundo, y de actuar smutánamente dntro de o que aí se encuentra y sobre eo. Para comprnder de dónde ven Shahbano, o cuaquer otra persona que protagonza un drama de resstenca, es necesaro exporar as partcuardades de todas esas construccones en cuanto productos cuturaes e hstórcos y en cuanto creacones personaes que s construyn sobr esos precptados cuturaes e hstórcos
ítulo 2 L resistencia y e problema del recho etnográfico
n exceene ejempo de esa perspecva aernava se encuenra en Te I ma/e Enemy: Loss and Recovery the Se Under Colonialism, de Ashs dy (1983) comenzo de bro, e auor descrbe a homooga enre as nacones sexua y poca en e conexo de coonasmo bránco en a Ia Más adeane, ndaga os nenos de reaccón conra e coonasmo de scrores ndos que, de hecho, esaban muy hegemonzados y cuyos extos ban basados en exos sagrados renerpreados pero que, en readad, dedan de vaores cenraes [en partcuar, de hpermascundad] omados de són coonasa y uego gmados en vrud de concepos exsenes de radad" (andy, 1983: 22) Pero en e bro prncpamene se anazan pernadades eraras, regosas y pocas ndvduaes que buscaban crear una a concenca poca que combnara una concienca crca de hndusmo y oonasmo con una auendad cura e ndvdua" (27). E auor se n rsa prncpamene por cómo Gandh y oras mporanes voces ancoonas movzaron (y en pare, reordenaron) as caegoras ndas de a mascudd, a mnedad y a androgna a rmuar una ressenca a coonaismo y, muláneamen, una vsón aernava de a socedad. Una y ora vez, e aur observa que esas fguras de oposcón, ncuso cuando esán prondamene mzadas en su vda persona (ver especamene os comenos sobre Sr robndo), se nuren de recursos cuuraes pa ransrmar su condcón de mas y cuar nuevos modeos para e ndvduo y a socedad. 1 1 Poserormene, andy reoma a a persona común que no escrbe noveas, esabece nuevos ssemas reigosos, n encabeza movmenos naconaes ressenca. En ese conexo, parece acercarse a a posura de as auoras de hbano'', a afrmar (en un enguaje más pscoógco) que a supervvenca uura y pscoógca puede requerr a case de yo agmenado y cambane ue parece despegar Shahbano (andy, 1983: 107). o obsane, as deas de andy esán expresadas en oro ono. En pare, eso se debe a su exporacón rea de os modeos curaes generaes, en a que muesra que os ímes nre cuesones aes como e yo y e oro, o mascuno y o emenno, y e o y a hsora esán confgurados y vaorados de manera derene en drsas correnes de pensameno ndo. E sujeo cambane se nure de esos rcos cuuraes aernavos y, a a vez, os proege, en ugar de brndar una rpuesa aparenemene ad hoc a una suacón nmedaa de domnacón. Los ujeos de Nandy ambén conservan, paradójcamene, una espece de agenca oherene en su nconsanca: esas alas de personadad' de os ndos poran ser ora rma de vganca generada o de insno agudzado o de reacón aceerada a sumeno causado por e hombre. Provenen ( . . .) de cero eno para vvr y de a en a vda" (110). As, os sujeos de andy, sean 1 Otra obra contundente sobre el genio cultural de Gandhi es la de Fox (1 989).
Antropología y tría socal. Cultura, poder y agencia
uras púbicas prominentes o mujeres y hombres comunes, consean voces potentes a lo argo de todo el texto; mientras que a cualidad representacionl e Shahbano desaparece. Por último, se debe poner de relieve, sin embgo, que la cuestión de la representación adecuad de los sujetos en el intento de comprender l resisten cia no equiale simplemente a roporcionar ejores retratos de los sujetos en sí mismos y de sí mismos. La importancia de los sujetos (como actores indivi duales o entidades sociles) no rdica mayormente en quiénes son y cómo se ensambln en los proyectos que constyen y reresentan. Es en la rmulación y la representación de esos proyectos que se convierten y se transrman en lo que son y que sostiene o transrman su universo social y cull. 5. Resistencia tal
pesr de l direncias entre todos esos textos en alguno casos, rondas, en todos eos se obse una especie de extraño rechazo a saber y hablr y escribir acerc de los mundos habitado po quienes resisten (o no, sen el cso). De los trabajos esdidos en prondidad en este ensyo, el de Clendinnen se playa más y de manera más onda y compleja que los demás en el retrato del mundo maya precolonil, pero al fn l autor decide contenerse y suaviz el materil que h recogido. En cuanto a Scott, Guha y Pathk y Rajn, todos se rehúsan literalmente a exminar el material que les permitiría adentrrse en los mundos políticos y clles de las personas que esdian. Los "volntes de los �ampesinos de cott, los testimonios de los campesinos de Guha o ls entevistas a Shhbano son textos que pueden leerse en su sentido más rico para comprender los sgnifcados y las mistifcaciones en las que se desenelven as persons. Lo que podría surgir es lgo simil a lo que se apreci en Night Battles, de Calo Ginzburg (1985) un mundo compicdo y de extrordinaria riqueza que incorpora creencias y práctics, y un oítica menor cuy osr respecto del sedio de la Cristiandd y a Inquisición en la Edd Medi es consa y antihroica, aunque de una terquedad conmovedor y "auténtica'', una historia al esto de Nandy. Sin duda, existen muchas razones para ese rechzo analítico. Una de ellas se encuentr en lo que se conoce como crisis de representación en las ciencias huanas. Cuando Edward Said (1990) dice, en ecto, que e discurso del orientalismo trnsrma en una tea casi imposile eg conocer a ago real cerca de Oriente; cuando Gayatri Spivak (1988a) arma que "los sualternos no pueden hblr; cuando James Cliord asegura que todas las etograías pertenecen a la categoría de "fcción (Cliord, 1986: 7); y cuando, por supuesto, en cierto sentido, todo eso es cieto, la consecuenci es una ete
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bición de la práctica de la etnograía en sentdo amplio: el eserzo por ta de entender, a pesar de todo, a otras personas de otros tiempos y lugares, es pecial a las que no se encuentran en posiciones dominantes. Desde una perspectiva etnográfca, la etnograía nunca es imposible. Esto así porque las personas no solo se esisten a la dominación política, sno e tamién se resisten a la dominación textual o, para el caso, la evaden eo que la noción de que los textos colonialistas o académicos pueden dis osonar o excluir por completo las voces y los puntos de vista de aquellos so los que se escribe otorga a esos textos más poder del que poseen Mucas osas son las que dan rma a esos textos, incluso ¿abría que decirlo? el nto de vista de las personas sobre las que se escribe. No es necesaro recurrr ningún tipo de experimentación texal para que eso ocurra: sucede todo el empo Evdentemente, existen vaiaciones en el grado en que los distintos tores y las distntas rmas de escrra permiten que se manifeste ese proso y, por cierto, vale la pena rexionar, como lo an eco Cord y otros, obre las rmas en las que se puede amplifcar el proceso Pero me parece ículo que se siga pensando que el txto se construye con todo menos la reaad vida por las personas que dce representar. Esto puede ilustrarse con el caso del suicidio menino que comenta pvak en su moso ensayo, aquel que fnaliza con la ase "el sualterno no abla (1988a: 308). Qizá sea más dicil para cualquier voz irrumpr en la mulacón teórica de Spivak si no es a través de la etnograa más tipifcante; ro asta la mujer ecida, que no reveló a naie sus intenciones y no dejó ninguna nota antes de morir, oliga a Spivak a tratar de articul, de una ma nera stante "realista y "ojetvsta, la verdad del suicidio desde el punto de vista de la mujer: El su icidio era u n rompecaezas puesto que, com o Bh uvaneswari estaba menstruando en ese momento, claramente el suyo no era un caso de embaro iegtimo Varios años después se descubrió que la mujer peeneca a uno d e os tantos grupos involucrados en la lucha armada por la independencia de la Ind ia En u n determinado momento se le confió un asesinato poltico Incap de afrontar a tarea pero consciente de la necesidad práctica de o que se le hab a encomendado, la joven se mató Bhuvaneswari saba que su muee sera casificada como e resultado de una pasión prohibida; por eso esperó a a siguiente menstruación ( ) El suicidio de Bhuvaneswari Bhaduri es una reescritura subaterna no enfática, ad hoc, del texo socia del suicidio sati (1 988a: 307308).
Con estas ideas, creo que Spivak socava su popia postura (ver tambén oonil, 1994) . Combinando un poco de interpretación no muy sofsticada del exto del cuepo de la mujer (el hecho de que esviea menstando) con otro oco de histora objetva (la participación de la mujer en un grupo político
Antpología y teoría social . Cultura, poder y agencia
radca), Spvak arrba a algo que todo buen etnógra debe proporconar: e conocmento de sgnfcado y de a potca de sgnfcado de un suceso. Para descubrr otro ánguo de probema de rechazo etnográfco habra que pensar en as mpcacones de a metára de a fccón. Cuando resuena en e enguaje común, a metára de a fccón mpica (s ben no es exacta mente o que sostene Cord) que as etnograas son asas, nventadas y, en un pano más genera, son e producto de una magnacón terara que no tene a obgacón de comprometerse con a realdad. Pero creo que esa ob gacón ndca, precsamente, a derenca entre a tarea de novesta y a de etnógra (o e hstorador). E antropóogo y e hstorador tenen a respon sablidad de representar as vdas de as personas que vven hoy o que vveron en e pasado y mentras tratan de acomodar a esas personas en e mode de os textos, os ndduos en cuestón empujan en sentdo contraro. E texto fna es un producto de as erzas en uno y otro sentdo, y en nngún texto, por do· mnante que sea, están ausentes os rastros de esas erzas. De hecho, s a nea que separa a fccón de a etnograa se está vovendo borrosa, esa ata de ntdez ha tendo e msmo mpacto en una y en a otra. E cásco descargo de noveista toda semejanza con personas vvas o aecdas es mera concdenca" se nvoca, o se acepta, cada vez menos.12 La reaccón a Los versos Mfánicos, de Saman Rushdie (2000), muestra de rma partcuarmente dramátca que, a derenca de etnógrao o e hstorador, e novesta ya no puede hcer de cuenta que no hay nade de otro ado de texto o que a fccón puede eudr a resstenca.13 Por útmo, a fcconalzacón absouta y e sencamento absouto son mposbes no soo porque as pernas sobre as que se escrbe se ntroducen en e reato de autor, sno tambén porque sempre exste una mutpcdad de reatos. La dea parece smpe, pero puede perderse en os textos anazados. En una época como a nuestra en que se ha panteado a muerte de autor", no es o más ecuente encontrar teórcos como Spvak o Cord que actúan como s os textos esen autónomos, como s todos os textos que se escrben tuveran que encarnar (o tuveran a posbldad de encarnar) todas as voces exstentes o como s todos os txtos que se een tuveran ímtes más aá de os cuales no esvese permtdo mrar. Por e contraro, con a ectura y a escrtura se accede a un corpus de textos en os que, en reaidad, una únca representacón, representacón errónea u omsón sempre es objeto de cuestonamento. Nuestra tarea como ectores y como autores consste precsamente en rechazar as mtacones que mpone un únco texto o una defncón 12 Ver, por ejemplo, un descrgo muy diferente en l ficcionlizción del sesinto de Kennedy que hce Don Deillo en Libr (1989). 1 3 Estoy en deud co N ick Dirks por hberme entdo vnzar en est ide
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ria de qué debería incuirse en e corpus y en coocar os exos (que pun incuir as noas de campo pero no deben imitarse a eas) uno en a ro, en un procso inerminabe d exracción de imágenes de o ra. 6. Conclusiones
dea cenra de ese capío puede enunciarse de una manra muy simpe: esudios de a resisencia son superfciaes porque son enográfcamene uidos en o que aañe a a poíica interna de os grupos dominados a ruza cuura de esos grupos o a subjeividad as inenciones, os deseos emores os proyecos de os actores que paricipan en esos dramas. La erfcialidad enográfca a su vez, proviene de diversas enes (no meraene de a maa enograía, por supueso que siempre es una posibiidad). La rmera es e desánimo que rodea a a probemática de a poíica inerna de grupos dominados y de su auenicidad cuura que he mencionado en rias oporunidades a o argo de ese ensayo. La segunda es e couno de as reatvos a a crisis de represenación a posibiidad de reraar femen a oros (u Oros) y a capacidad de os subaernos de ser escuchados a a me reerí en a sección anerior. En su conjuno os dos grupos de emas nvergen para producir una especie de agujero negro enográfco. Sin duda, reenar e agujero negro prondizaría y enriquecería os esios de a resistencia, pero eso no es odo: revearía o debería revear as bivaencias y as ambigüedades de a resisencia. Esas ambivaencias y mbigüedades a su vez surgen de as inricadas redes de aricuaciones y esarticuaciones que siempre hay enre dominadores y dominados. Es que poíica de a dominación exerna y a poítica inerna de un grupo subornado pueden araerse o repeerse; as cuuras de os grupos dominanes y baernos pueden diaogar incuso cuando uno haba en conra de oro; y, como afrma Nandy con ana eocuencia os subordinados pueden reener na auenicidad y una agencia oposiciona omando aspecos de a cutura ominane para cricar su propio mundo y a siuación de dominacón. En ma soo es posibe apreciar as rmas en que a resistencia puede exender más alá de a oposición y ser verdaderamene creaiva y ransrmadora si vaora a muipicidad de proyecos en os que siempre participan os seres ciaes y as múipes maneras en que esos proyecos se nuren muuamne y chocan enre sí. 14
1 4 Nan dy (1 983) y Comao (1 985) ponen de lieve las altenativas entre las categoas oposconales as dlogas latentes de la cultua occidental po las que efectivamente pueden opta y de las que
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DENTI DADES: VDA O CULTA DE S CSES S OC ALES1
mediados de a década de 1990, Kwame Anthony Aiah y Henry Louis ates (1995) ubicaon una antooga aiosa e imactante tituada simemen, Ientities E ibo coniene unos einte artcuos sobre identidades de odo o: acia y étnica de géneo y de eencia sexu y naciona y eigiosa entre ras E témino "case fgura en a rimera ágina de a introducción donde se rma que a década de 1980 e un "eodo en e que a aza a ase y e géner se coniieon en a santsima inidad de a ctica iteaia Más adeante os tores obsean que "[e ]n a década de 1990, sin embgo aza' case' y género' magaban con coneirse en os cisés eonderantes de nuestro discurso crti. En ese ibo os autoes se oonen "desbarat e discurso dominado or sés Sin embago mientas que os atcuos se centran en os concetos de raza y géneo a condición de cisé de conceto de case y a deconstcción de scuso coesondiente no son tan cies de descubrir E término no ee a arecer En e ndice fgua una soa ez: "Case como cisé ágina l".2 La aooga de Aiah y Gaes exone una padoja: a noción de idendad basada en caracesicas "natuaes es a a vez a más conseadoa y a más adil de a escena poica contemoánea Es conseadora poque a dea de que as idenidades son en gan medida e esutado de caacesticas naaes se inega ácimene en os suuestos de a cuua noreameicana (e e especial Seg 1998). Y es adica poque a idea de adoa un estigma y coeilo en e ndameno de a agencia poítica ha sido en eecto un oncepo de "upa en as úimas dos décadas
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1. Agnas perspecvs teóricas
Desde fes de sigo X como mnimo a aza y a etnicidad rman arte de os discusos dominanes de as dieencias sociaes en Estados Unidos. Por 1 Agrdzco Lous Lmpher por sus mnucosos y ensos comntaros Tmbén deseo expresr grttud Dn Sgl, Lwrnc G. Strus y Tmothy D Tylor por sus vloss opniones Este trabajo fu pulcdo orgnlmnt n Joumal of Anthpological Resrch ( 998) Volu men 54 Nº , 1 7. 2 Grgo y Snk ( 99) doptn un postura contrari
Anropología y teora social. Culura, poder y agencia
otvos sobre os que me expayo en e capío , ha habdo una tendenca a caar, en certa edda, e dscurso de case s bien es certo que de tanto en tnto, en contextos hstórcos partcures, se torna ás audbe. E probea e que e ocupo en e presente capítuo, y en a obra de a que ra parte, no es nuevo: ¿Cuá es a racón entre raza y etncdad, por un ado, y case, por e otro? Las respuestas que se han proporconado a este nterrogante tradcona ente se engoban en dos grandes categorías. La estratega de a prera con sste en pasar por ato a case. Una gran parte de os textos sobre raza y etncdad, muchos de eos pubcados hace muchos años pero muchos otros más recentes, epean esa estratega. Las categorías racaes y étncas son abordadas como categorías socaes praras, que otorgan o negan a as personas e acceso a os recursos, pero los recursos en sí msmos no están ordenados con crteros estrucuramente condconantes. A pesar del tono sumamente conteporáneo en muchos sentdos, e trabajo de Appah y Gates reproduce prncpaente ese enque. La segunda propuesta tradcona para abordar a reacón entre case y raza/etna provene de una perspectva economicsta en a que os ctores de case tenen preponderanca en a determnacón de as oportundades en a vda de os ndduos. La raza y a etncdad son mportantes por cuanto generan prejucos y dscrmnacón en otras personas, pero no consttuyen en sí sas racoes culturaes que acten la manera en a que sus membros se deseneven en e mundo. Así, por ejempo, Stephen Stenberg (989: capío 3) sostene que no hay nada en a "cura judía que haya otorgado a os judíos ventajas en e pano e a movdad soca; por e contraro, e ctor mportante es que, en comparacón con otros grupos de nmgrantes, os judíos egaron a Estados Undos con certos tpos de competencas urbanas e ndustraes (ver tambén Sacks, 994). De msmo odo, con respecto a os aoamercanos, Wam Julus Wson (1978 y 987) hace hncapé en un conjunto de ctores materaes que nuyen en as tasas de pobreza de este grupo tasas de gracón a norte, estctura etara de a pobacón, cabos en a econoía nacona, en contraposcón con e prejuco conteporáneo en contra de grupo y os patrones socaes nternos. En cuanto al aspecto etnográfco, Mcaea d Leonardo (1984) se opone a as nterretacones cu rales de la experenca ítaonorteamercana en Estados Undos. La autora propone, en cambo, que esa experenca ha sdo muy dversa y que, adeás, sus atrones se expcan, en térnos generaes por ctores econócos e hstórcos y no or cuestones "típcaente talanas o reaconadas con a cutur taana (ver tabén Gans, 205). Antes segur adeante, es portante acarar qué se quere decr con cse. Sún Mrx 1975 [1867), e térno "case hace reerenca a as
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vida oculta de las clases sociaes
scones creadas por e modo de prduccón del captaismo; de acuerdo cn teoría marxsta cásca, hay báscamente dos clases: os dueños de os me s de produccón y os obreros. Gran parte de as dscusones posmarxistas ran aededor de dónde ubcar a a case meda, cuyos ntegrantes no son, en rmnos generaes, n dueños n obreros. Sn embargo, a case meda ha s a parte más dnámca de a estctura de captaismo: en e transcurso de · s últmos cen años, se voó más numerosa, ncrementó su rqueza y gan ó n mportanca poítca (para obtener un panrama genera, ver Scase, 1992). ea como ere, dentro de este marco teórco, a case es un conjunto de bcacones defndo en térmnos objetvos y/o estrucraes, ndependente ente de cómo ven y entenden os ndviduos su poscón soca. La cuestón ítca (más específcamente, revouconara) para a teoría marxista cásca es, recsamente, ograr que os agentes de a case obrera tomen concenca de su sconadad objetva" y actúen para modfcara. Las dos propuestas anterores aquea en a que tenen preemnenca s cases defndas en térmnos estrucraes y a que otorga prordad a as dentdades racaes/étncas deben entenderse dentro de marxsmo básco n agunos aspectos. S ben parecen contrapuestas, ambas admten un mundo n e que a case, en cuanto categoría generada económcamente, se dstngue y se opone a as categorías socaes defndas según crteros no económcos tanto s se as toma como cuturaes como s se as ve como naturaes). on el tempo han do surgendo otras teorías de a nocón de case que se ejan en certa rma de este conjunto de opcones en parte permdas. A prncpos de a década de 1980, muchos hstoradores con orentacón arsta adoptaron e gro dscursvo". Comenzando por a obra ponera de Gareth Stedman Jones (1989), Lenguajes de clase. Estudios sobre la historia de la clase obrera inglesa, 32-92, y sguendo con a visón más radca de Joan Scott (2008a) en Sobre enguaje, género e hstora de a case obrera, agunos hstoradores empezaron a desarroar a dea de que a case no era un objeto de mundo defndo objetvamente, sno una dentdad construda cutura e hstórcamente. Stedman Jones, que anaza a retórca poítca de cartsmo nés de comenzos de sglo XIX, sostene que a retórca en sí era consttut y no meramente representatva de coectvo poítco en cuestón, que se defní sí msmo en térmnos de case. Este enque se ha resumdo de a sguente anera: Desde e punto de vista ingüístco, e térmno clase' defnía un cectvo para e cartsmo y anmaba a sus membros a verse dentro de un proyecto cmún cnstdo medante una rma de denomnacón poítca de case y no por e reejo secundaro de una undad de ntereses ya dada en a econoía y en e cnjunt de reacnes scaes" Drks, Eey y Ortner, 1 994 30) . Joan Sctt, a su vez, ampía y crtca a pstura de Stedman Jnes. un cuand concuerda con este útmo en o que respecta a a naturaeza
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constitiva del lenguaje en la sociedad y la política, y tmbién acerca de la naturaleza construida de l clse en tanto ctegoría, la autor obse que Stedman Jnes nunc deconstyó realmente la categoría de clase en sí. Scott seala que es preciso examinar no solo lo que constiye una ctegorí como la de clse, sino también lo que se excluye en el proceso constitivo. También propone que una categoría como la de clase debe anlizrse dentro del cmpo discursivo de términos relcionados como l identidad social y l dierencia socil. Además, obse cómo la noción particular de clse trbajadora que tomó rma en el contexto del movmiento crtista y otros similares e, de heco, una noción vinculada con el género, pues en la defnición de clase tra bajdor básicmente se incluí los ombres, mientrs que se sib las mujeres en terrenos excluidos y/o devluados repecto de l entidd socil y potica sí constiida. En esos debates ocurren dos coss. Por un ldo, se d un tendenci que resulta milr los ntropólogos culturales: un rgumento en vor de la importancia de entender ciertos enómenos sociles supuestamente duros y objetivos como construcciones culrles. No obstnte, unque los ntropólogos culturles han seguido esta tendenci en muchs áreas de l vida social y cultural, no lo icieron en generl en lo que respect a l noción de clse. Por otro lado, está l versióespecífcmente crític (postestrucrlist y eminis ta) de esa tenenci: l ide de que ls constcciones culrles son siempre ideológicas, de que siemre se ubicn en relación con ls rmas y modos de poder que opern en un tiempo y un lugr determinados. L posr postestrucrlist sobre el concepto de clase oece l posibilidad de trascender las lterntivs erca del preominio reltivo "re de l clase o l rzetniciad mencionado nteriormente, y en este ensyo doptré principlmente ese punto de vista. Como ls categorís socies dominntes en el discurso nortemericano son l raz y l etnicidad, intentré quí deconstirlas pra mostrr cómo encrnn un reerente de clse y doptan prondas cracterístics de clase, del mismo modo que Scott mostró cómo la noción de clse entrñ prondas considerciones de género. 3 2. El predomio de las categorías étncas y racies
La raza y la etnicidad tienen un notable predomnio culrl en los discursos sobre las direncis sociales en Estados Unidos. Entre otras cosas, eso implica que, cuando se las menciona en los debtes, tienden a devorarse todo lo demás. 3 En el captulo 1 , expongo las formas en que las catorías de género y sexualidad de la cultura nor-
ap ítulo 3 Identiddes: L vid ocult de ls clses socies
parentemente, poseen una cuaidad natur u obvia que hace diíci trascen eras. Por ejemplo, en mis entrevistas a individuos para e proyecto de New jrsey Dreaming (sobre e que prondizaré más adeante), cuando mencionaba término case", os sujetos entrevistados inmediatamente preguntaban qué ería decir con eso, mientras que cuando hacía mención de a raza o a etnia, odos sabían" qué querían decir esos términos o a qué hacían rerencia en el undo re". Esas categorías que no necesitan pcación, además, parecen star acompañadas de toda una teoría soci saer que aguien es, por caso, dío o aoamericano impica imaginr que se tiene una picación para su omportamiento o para a historia y e estatus de su grupo en a sociedad nor eamericana. Dicho de otro modo, esas categorías siempre rman parte de una tnoantropoogía y, cuando se as menciona en el trabajo de campo, se torna ici dirigir a atención a otras dimensiones de a dierencia socia. Un ejempo notable de poder dominante de as categorías étnicas en e iscurso norteamericano se encuentra en Yankee City", e esdio cásico de oyd Warner (1961) Una prte de proyecto consistía en esdiar a celebraión de tricentenario en a comunidad de Yankee City. En a ceebración, hubo un dese muy elaorado, con crrozas que eron asignadas por e comié organizador a distintos grupos civies y religiosos oces. El tema de una de as carrozas era una importante bata de la guerra de la Independencia de Estados Unidos conducida por e coronel Benedict nod, en cuyo regimiento haban servido varios nativos de a ciudad. E hecho de que nod con e tiempo se huiese convertido en un tridor a a causa no era importante pa a case ta loc, gunas de cuyas mias enían azos evidentes con a milia de Arnod. Por gún motivo que no est caro, a a comunidad judía de Yankee City e asignron, o ela misma eligió, esa croza en particur pra hacer su aporte a os estejos. En ese punto, todo hizo eclosión, pues a superposición de as dos categorías judíos y Benedict Arnold dejó descuierto os signifcados más negativos de ambas. Los organizadores, deseosos de poner paños íos a a siación, decrron que había haido n error. Asignron entonces a a comunidad judía a carroza que representaba a capitán John Smith y así se superó a crisis (Warner, 1961 : 1155) 4 Dado que en a cura popu existe una tendencia a que as categorías tnicas y raciaes dominen y reencuadren a discusión, e antropóogo se encuentra con un diema. Se puede contradecir a premisa de que a cutura étnica es de verdad" importante, como hacen gunos de os autores menionados. O, simpemente, si se piensa que as categorías son irreevantes, se puede decidir dejaras de ado. No imagino ninguna etnograía escrita en 4
No está del todo clar si la caroza dedicada a la batalla en la que pacipó Benedict Arnold se llegó
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Estados Undos en a que os sujetos etnogáfcos estén caracterzados según crteros de raza y en a que e autor no o manfeste expctamente. Sn duda esto se debe a que a raza eva una carga cutura adcona que va más aá y está por encma de sus aspectos étncos". Hay, sn embargo, varos ejempos en a bbograa en os que os sujetos etnográfcos presentan una dentdad étnca n especa, en os casos más reevantes p ara m proyecto, a dentdad juda pero e autor no o expcta. Una de esas obras es a etnograa de Hortense Powdermaker (1950 Holwood e Dream Factory: An Anthropologist Loo at the Movie-makers.
Se sabe por otras entes (por ejempo, Gaber, 1988 que una enorme proporcón de as personas que ntegraban a ndustra de cne y cas toda su estructura de poder (productores y propetaros de estudos cnematográfcos) en a época en que Powdermaker escrbó su ibro eran judas. De hecho, gran parte de a descrpcón de a cutura de Hoood está aberta a una nterpretacón juda. Por ejempo, a autora anaza e constante medo a acaso y a necesdad de obtener benefcos excesvos con cada peícua" de os productores de Howood en térmnos de a muy eevada nsegurdad persona de a mayora de os ejecutvos y productores" (Powdermaker, 1950: 95). Como Powdermaker no mencona que hay un subte:xto judo en su argumentacón, todo queda aberto a últpes nterpretacones, aunque esta y muchas otras seccones de texto cobran sentdo cuando se as ee como reeones sobre a cutura de Hoywood en cuanto cuura de nmgrantes judos nseguros que podan amasar una rtuna pero sentan que jamás gozaran de respeto soca. De msmo modo, en agunos de sus artcuos más antguos sobre os monaros de Texas, George Marcus o·evea que una de as dos dnastas prncpaes de esudo que reazó era de orgen judo. En e ensayo pubcado posterormente, Lives in Trust (Marcus y Ha, 1992, e tratamento que os autores dan a carácter judo de a dnasta Kempner atravesa una sere de nteresantes transrmacones. Prmero, se descrbe a ndador, Harrs Kempner, como un nmgrante poaco" (23; después, como un nmgante judo". Inmedatamente, o judo queda en segundo pano, pues carece de reevanca para e estudo (99). Por útmo, se proporcona una descrpcón bastante competa de a ma Kempner en a que su judasmo adquere promnenca, pero esto rma parte de una dscusón metodoógca de a etnogaa y no de os gumentos meduares de bro acerca de a rqueza y a ma (150-160. En os casos de Powdermaker y Marcus, penso que as razones para as omsones y/o ambgüedades de a representacón son as msmas y se entenden perectamente a a uz de m anáss. Decre a ector que esos grupos son judos, o poner su judasmo en prer pano en e texto, supone e resgo de que e debate se desve de su cauce en dreccones que e etnógrao desea etar. ado e predomno de as categoras étncas, e carácter judo de
p íulo 3 Identidades:
L
vida oculta de las clases sociaes
pasa a ser e da dminane y e rincipio expicai de estudi, sea a unad de aur n. Mi inerés en ess emas priene de hech de que e pryec de New jersy Dreaming (Orner, 2003) giraba en rno de a cnsrucción cuura de cep de case en Esads Unids. La pobación engráfca de pryec aba inegrada pr mis cmpañers de prmoción de cegi Weequahic Hh Sch de Newark, Nuea Jersey (prmoción 1958). E 83% de s mbrs de grup eran judís; e barri había sid diseñad, en ciera medi cm una cmunidad judía, ag de que me eneré cn pseriridad. E de a prmción incuía un 1 1% de bancs no judíos y cerca de un 6% aamericans. Pues que e pryeco esaba anead jusamene en érmins de case i inención e raar de poner a nción de clase, cn mayor erza y cn vs medis, en e cenro de aención de os esdis engráfcs y anr ógicos, dejé en caro desde e rincipi que a cmpsición énica y racia grup era, en gran pae, ieevane. De hecho, a ser cnsciene de pred ni cuura de as caegorías énicas y raciaes, me propuse empear una vern de a esraegia de n decir" uiizada pr Pwdermaker y Marcus, para e a inepreación de maeria eudiera e c énic y racia. Mi pan cnía en enizar a cmposición de case de gp: a mezca de esudianes case media" y case media baja", a imprane, aunque casi inisibe, ínea ivisria denr de a supuesamene indivisa case media y s mods en que caegías énicas e incus raciaes esaban, de hech, araesadas pr a ea diisria de case. Cuan más me insisían, ag asmbrads, mis cegas ámbi de as ciencias sciaes paa que n ignrara e cmpnene judí a pomción de 1958, más me cnvencía de que debía hacer. Finalmene, e e abaj de campo que me hiz cambiar a rma de r as csas. Enreisé arximadamene a 150 persnas,5 de as cuaes arededr de 120 eran judías. Nunca es preguné acerca de su cndición judía que raé de cenrarme en cuesines de case. Sin embargo, e judaísm ra cenra en a vida y en e discurs de esas personas; es queda car en as ranscripcines: me bjeaban que n hiciera pregunas incuadas a ese ema, mod que era impsibe ignorar.6 Si iba a pasar por ao ese discurs naiv, esa pasión naia, mejor era abandnar e rabajo de camp. 5 Alrededor de cien habían sido compañeros de curso míos y aproximadamente cincuenta eran hijos
e ellos, de alrededor de veinte años. Para lr más sobre el trabajo de campo del proyecto, ver Otner (1 997) 6 Hay una mayor tendencia a abrar el judaísmo en comparación con los años en los que mis com-
añeros de curso y yo éramos estudiantes, una época que ahoa lo comprndo era paicularmente ecula. Muchos de mis compañeros afan que son más religiosos ahora que cuando eran jóvenes y
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3. 1otas tenológcas
Ante de continuar, preentaré alguna nota obre la terminología que empeo y lo upueto ubyacente acerca de la idea de clae. Parto del upueto de que lo que denominamo "capitalimo tiene una realidad contundente que e manifeta en rma de dicuro, práctica e inticione en el mudo. A la vez, el capitalimo e, ciertamente, un ctor central (aunque no el único) en la génei de la poicione ociale de riqueza y poder, por un lado, y de pobreza y agidad ocial, por el otro. Cuando e habla de clae en un entido objetivita, reulta útil agrupar la poicione ocile generada por la organización y a lógica del capitaimo y preentarlas bajo la etiqueta de "ce. Aí, egún eta perpectiva, e poible, y tiene sentido, hablar de "la etcra cambiante de la clae en Etado Unido, o en el mundo, en el "capitlimo tardío. Para mi proyecto, por ejemplo, tenía enome relevacia la afrmción de vario teórico de a ciencia ociale y economía de que en década de 1970 "la clae media comenzó a dividire e do: lo rico empezaron a volvere má rico y o pobre, má pobre, y e inició una cierta "catifcción en la clae media alta (Lind, 1995) Lejo de toda ea cuetione, etá el tema de la clae como identidad. Volvemo aquí a terren del dicuro, e decir, de cómo la perona hbln de í mima o de lo demá y de la confguración má ampa del campo dicurivo del que toman u ctegoría. E ete, princimente, el plano e el que me muevo en ete enayo: el plao de la cultura, la ideología, el dicuro, el habitus. En ete contto, utilzo y decontruyo l categoría nativa en lugar de la que dimanan de dicuro ojtivita (de l ciencia ocial tnto mita como "burguea). De hecho, hay un depazamiento coniderable entre la ctegoría populare y la objetivita, un probem intereante y comejo en í mimo que debo dejar de lado por cuetione de epacio. Comenzaré por el etrato inerior de la esca ocial. La elección de término etá teñida de matice emocionale. Rara vez e emplea la ae "clae obrera y, de hecho, normaente, la perona de a que e podría penar que pertenecen "objetivamente a eta clae uelen rechazarla. Lo trabjadore de a indutria química de Elizabeth, Nueva Jerey, ujeto del brinte edio realizado por David Halle (1984), por ejemplo, pienan y hablan de í mimo como "hombre de trabajo, pero no empean la ae "clae obrera. En realidad, dentro del dicuro de clae e perciben como miembro de "la clae media, a direncia de lo que etán por debajo de ello en a ecala ocial, a quiene conideran de "cae baja. La etrucra del dicuro, ademá, 7 Me abaré al análss del desplamiento entre las categorías popuares
y
académcas en e captulo
apíulo 3 Identiddes: L vid ult de ls clses socies
aquiee etes macas de aza: la "clase obea (en el discuso maista y e a ciencias sociales) qe se considea "clase media (en téminos de la cultua rt eameicana) está codifcada como de aza blanca; la "clase baa (en el scuso de la cula noteameicana, qe a gandes asgos coincide con el de rtos usos objetistas) está codifcada como de minoías aciales y étnicas. De acuedo con la teminología que empleaé en este ensayo, la clase ta aadoa cuyos integantes son en s mayoía blancos que se peciben como iembos de la clase media se denomina "clase media baa, po motivos qe mentaé en el capío sigiente. Usaé "clase baa en una vesión ampliada e uso popula del témino paa eeime al segmento de la clase tabaadoa ue suele se de aza distinta de la blanca y más pobe que la "clase media aa. Ceo qe no hae alta aclaa, anqe lo haé de todos modos, que to no qiee deci que no haya pesonas blancas de "clase baja; en ealidad, o hace mucho que han adqiido centalidad en los discsos popula y aadémico (ve, po ejemplo, Talbot, 1997; Way y Newitz, 1997). Tampoco nifca qe no haya indduos de colo con una posición más elevada en la cala social. Mi popósito es establece un ango cltal de eeencia paa sas categoías, po n lado, y detemina su elación con los sos académicos ambiantes), po el oto. En cuanto a la "clase media, sabemos que la gan mayoía de los noteaeicanos se considean integantes de esa clase. Existe un vocabulaio po ua paa las subdivisiones "clase media alta, "clase media baa y, simple ente, "clase media qe los noteameicanos emplean solo ocasionalmente, ues, en geneal, no les agadan las sbdivisiones de la categoía. 8 Además, el término "clase media aja no es elegido po quienes podían incluise en ella, apaentemente debido a la pesencia de la palaba "baa en la ase. Se pede afma qe "clase media baa es a "clase media (alta) lo qe "clase aja es a ase tabaadoa. La categoía "clase media, a secas, es la más escidiza. La clase media ta la emplea como n rólo de modestia que ponto se tansma en un econocimiento de qe, después de todo, la eencia es a la clase media "alta. a clase media baa la usa como ótlo paa disimla s estas, tal como se a comentado anteiomente. En ambos casos la posiión es bastante impe sa, pues se clase media es casi siempe se "en ealidad ota cosa o i umbo a oto lga. A mismo tiempo, "clase media es la categoía más inclusiva; de echo, es pácticamente una categoía nacional. En mchos de los usos, el término hace eeencia simplemente a todos los estadounidenses que se han 8 Warner y Lunt ( 1 9 4 1 ) emplean las sutiles distiniones populares de lase (alta alta, media alta, et) utlizadas en e Yank City de los años treinta omo tegoras de anáisis. De heho, traduen "lase como estatus sia (omo suelen hae los no espalistas). Muhos onsidean que el trabajo de
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und l sueñ mercn, que creen en una espece de vd dgn en l l brl y l mlr, en el vlr del ndvdu" y la mrnc de l lberd", y que se eserzn r lgrr un mderd éxt merl. L clse med, pues, brc a ds salv ls muy rcs y ls muy pbres N me exlyré quí sbre l clse lt, pues esba reresenda en l eequahc Hgh Schl y n teí nngun ncón en m pryec S surge el em, usré l se clse l" cm se l emple nrmlmene, es decr, pr reerrme myrmene ersns blncs, nglsjns y resntes ( wasps, r su sgl en nglés), y de m de dner (aunque l hyn erdd) Pr últm, está el érmn clse" En línes generles, sg Burdeu (198) en ese sec En un nvel, clse" se refere certs pscnes ecnómcculurles defnds desde un ersecv bjetvs Las clases n sn bes que esán hí" Per l que sí esá hí es lg que ene que ver cn l desguldd, ls prvlegs y ls drencs scales que l de de clse" debe car específcmente en su dmesón ecnómc Asmsm, clse es, cm he cmentad en ese msm cpíl, u térmn de dendd y, de hech, es el únc érmn de defncón de dentdd que en Esds Uds se rganz rncalmente en trn a un eje ecnómc L usaré quí en ls ds sentds (bjevst y de dendd) y en cd cs el send quedrá clr pr el cnex 4 Modlos d intrelación En el caíul 1, trduje la dea de que en Esads Unds l clse exse per n se l mbra: esá cl" y hay u leguje r ar e, s que esá desplzd" reerda a trvés" de tros lenguajes de la dereca scal: raz, ecdad y géer Mstré, r ejempl, que l ensclgía de l myrí de ls clegs secundrs de Esds Unds, en l que ls jóvenes se clsfcn en hoods,jocks, scies, burnouts, 9 etcéer, es esenclmene u ensclgía de clase, aunque l clse y el der cs unc se mencnan Pr ls chcs, el lenguje que descrbe las derecas de clse es el de la vrtud sexul Ls esudanes ls que se clasfca cm rstuas" us sn cs sempre de clse rabjdr; el lenguaje de l selidd es ambén u lenguje de clse Pr úlm, e ese cíl mencné lguns de ls prmers nvels de Phl Rh, rbblemene el esudne más cncd de l Weequhc Hgh Schl, y enseñé el mdo en que ráccmene l ldd de su gegr sexul quén le hcí qué quén en el cleg y era 9 Lo término jocks y sacies hacen referencia a etudiante con inclinacione deportiva y buen deempe ño ecolar, mientra que hoods y burouts e refieren a jóvenes cuyo interé no etá pueto en a
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era, en esencia, una geograa de case; como e dice Aexander Portnoy siquiatra en El mal de Portnoy: Estoy diciéndole, doctor, que a estas chi no es tanto que me as cojo a eas: más bien me cojo a sus antecdentes iiares"10 (Roth, 2008: 259). En aque momento, concebí la idea de que, una vez que se reconocían os dos en que se ocultaba" a case en otros discursos, se podían correr esos tros discursos ara egar a a cse en sí" Todavía hoy ienso que ese es e rcedimiento correcto en un sentido abstracto: se puede constir un mode n e que a case existe en su rma ura, separada de as otras categorías n las que interaca"; para ciertos fnes, sería una rma úti de obsear la stión Así se odría pensar en as identidades étnicas y raciaes como en tradas para os distintos juegos de case en Estados Unidos y sería posibe traer as consecuencias de a idea, que es, en reaidad, como empecé a esrbir este capítuo También se odría pensar en as cuturas" étnicas como tid�des indeendientes de a case, que, sin embargo, aportan mejores o ores habidades para e juego Esta es, de hecho, a rma que más se acerca visión popuar de cómo ncionan as cuturas étnicas en Estados Unidos, a sido cuestionada, como he comentado anteriormente, por autores como tnberg, Di Leonardo y Sacks, entre otros. Si se avanza en a cuestión de a separación y a dierencia entre case or ado y raza/etnia por e otro, arece caro que as dos ncionan, a menos arte, con ógicas dierentes (ver, or ejemo, Ringer y Lawess, 1989). En tras paabras, y exagerando a simifcación de os opuestos, las dierencias case provienen de a ógica de l racionalidad económica capitaista, una ica de pérdidas y ganancias, en tant que as direncias raciaes y étnicas rovienen de una ógica de identidad que se comparte hacia dentro y que pro cta la contaminación y a estigmatización hacia era Más aún, muchos dan tro aso y proponen una distinción entre a ógica de a identidad/rejuicio ria y a de la identidad/prejuicio tnico (ver, or ejempo, Sanjek, 1994; ogin, 1996). En este ensayo, sin embargo, no recurriré a esa distinción ni me cuaré de ea, dado que sus ramifcaciones son muy amplias (y han sido ob to de numerosos cuestionamientos) Todas esas dstinciones reativamente comejas entre razetnia y case ueden resutar úties ara ciertos roósitos de anáisis y ara agunas di ensiones de ráctica comunitaria y/o oítica Aquí, sin embargo, me inte rsa destacr que en el ano discursivo, a case, la raza y a etnia son conce ts tan imbricados dentro de a cutura norteamericana que no tndría mucho ntido seararos Si bien reconozco as ventajas de ensar en clase", etnia" y rza" como dimensiones searadas ero interconectadas de a geogría socia
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norteamericana, en e plano culra a ide de "interacción' o "intersección no arroja luz sobre a realidad. A extender el tma de capítulo 1 n direcciones igeramente direntes, y considerando asimismo la casi irresistible tendencia de mis entrevistados a traducir clase como etnia, propongo subir la apuesta en el abordaje de la relción entre clas y razetni en el plano de pensamiento culral norteamericno: no hay clase en Estdos Unidos que no esté siempre ya racializada y etnicizada o, en el sntido inverso, as catgorís raciales y étnicas simpre son categorías de case. Voviendo a discusión teórica anterior, st es un argumento sobre la rma del discurso norteamericano, sobre la organización semántica e ideo lógica de un campo de categorías culturales acera de a dierencia social. El discurso, sin embgo, no es soamente "enguje; es la base y el objeto de la práctic socia real, y n los párras siguientes alternaré entre estos dos nivees. Mi principal ejemplo será el discurso sobre la etnicidad judía, tal como lo construyn los judíos y los no judíos; también tomaré casos reridos a os oamericanos cuando resulten pertinentes. El anáisis se apica mayormente a período posterior a la Segunda Guerra Mundia, aunque en cierta rma se puede extender a años anteriores, como se verá más adelante. 5. Los juos en/y/como la clase meda
A modo de experimento mental, comenzaré crando que o judío no es soo una categoría étnica y/o religiosa, sino que, en ralidad, es también básicamente una categorí de clae� lo judío puede interpretarse como "case media. No se trata de una afrmación acerca de si la mayoría de los judíos son de clase media o no, sino sobre o judío como objto discursivo, que es concepalmnte inseparabe de percepción de pertenncia a la clase media. ¿Cuáes son as impcaciones de abordar estas cuestiones de este modo? La primera es que capta ago centra sobre la identidad judía sobre todo a partir de l Segunda Guerra Mundia), sobre cómo os judíos se representn a sí mismos ante elos y ante os demás. Según esdios pubicados y según datos propios, os judíos se conciben como miembros de a case media independientemente de su posición "objetiva de clase. En Ie American Perception C/ass, Vannemn y Cannon (1987: 218) explican que "os obreros judíos que no competaron a educación secundaria se perciben como de case media en mayor proporción ue sus compañeros no judíos. A decir verdad, a maoría de os estadounienses piensan ue pertenecen a a case media, pero o ue destacan os autores es ue os judíos tienen una probabidad mayor ue a moría de os estadounienses de pasar por ato os indicadores objetivos y biarse en un escaón bastante alto de a escaa socia
a píuo 3 Identddes: L vid ocu de ls cses sociles
La egunda implicación de pena lo judío como inepaable concep amente de la pecepción de petenencia a a clae media e que ive ra aoja luz sobe ceta páctica culale judía. La cula judía e nocida por el ete echazo, que a vece llega hata la pohibición, del samiento mixto. El diguto que povoca, incluo en la acalidad, en lo es judío el caamiento de u hijo con peona no judía, apecto que mento en mi etudio de la pomoción 1958, e aomboo. Má aomso aún me eultó el gado en que ea pohibición igue gente hata n o hijo adulto. Lo motivo, y la conecuencia, de ea pohibición n múltiple, y mencionalo excede el alcance de ete enayo. Peo una de s conecuencia e la de mantener un gupo elativamente homogéneo en rmino de clae. En mi expeiencia peonal, duante mi juvend, como la ayoía de lo no judío de ditito de Weequahic ean, a meno en lo que fcio e efee, de clae tabajadoa (aunque con tendencia a la movildad al acendente), la pohibición egía pincipalmente conta la elacione n perona de clae ineio. No obtante, cada vez hay má matimonio mixto en Etado Unido, 'que a la comunidad judía le peocupa mucho (paa obtene un pano a general, ver Hoowtz, 1997) En mi opinión aunque no tengo dato ciente paa pndiza en el tema, la mayoía de lo matimonio de s tipo e ceeban en ambo etemo de la ecala ocial, tanto ente lo in ante de la cae media con nivel educativo má alto y de mayoe ingeo mo ente o de nivel educativo má bajo y de menoe ingeo También r que, cuando los judíos de clae media alta e caan con perona no jus, conean lo lazo con a comunidad y una ete identidad judía, y con cuencia integan al cónyuge no judío y a o hijo en u gupo. En cambio, ndo un judío de clae baja e casa con alguien que no petenece a la comuad judía, tiende a alejae del gupo y de a categoía. Si eto e confma nque, epito, o dato on en gan medida anecdóticos, esa combe vreceían el isomofmo de "lo judío y a "pecepción de petenencia a la se media tanto en la ealidad como en el plano conceptual. Y po útimo, etá a cuestión de a "cultua. Se ha dicutido mucho acerca i la cultua judía tiene una paticula afnidad con lo valoe de a clae mdia noteameicana y si ea caacteítica e lo que explica el innegable ito de lo judíos en témino de movilidad ocial. Vaio entitas ociae pveniente del maximo proporcionan una explcación que no contempa e cto cual. Stephen Steinbeg (1989: capítulo 3) afma que a adopción 1 En su resumen de varos estudos académcos Wess (1 996) presenta un panorama nteresante del xito judío de fnes del sglo X. Según Mchael Lnd (1 995), los wasps y los judíos son los grupos que
Antpología y teoría social . C ultura, poder y agencia
de os udíos de os vaores de case media, en especia en o que respecta a educación, es posterior a éxito económico temprano de os inmigrantes y que este e producto de ctores materiaes e históricos específcos y no cuturaes. En un vaioso artícuo en e que resume y ampía a crítica, Karen Sacks ( 1994) señaa que os udíos que tuvieron acceso a a educación superior a principios de sigo X pertenecían a miias que ya habían acanzado cierto éxito económico; asimismo, destaca cuánto se benefciaron os udíos en su conunto durante a posguerra con eyes como a GI B de ayuda fnanciera para os sodados estadounidenses y con otros programas nacionaes de apoyo a a case media". En ninguno de os casos, a cultura" e un ctor decisivo. Esto supone, sin embargo, que ha habido una única cutura inaterada de case media" a a que os grupos se adecuaban o no y por a que distintos grupos tenían más o menos méritos para ser admitidos. No obstante, a cutura de case media" o a cutura norteamericana dominante" es ago construido y reconstuido por agentes históricos reaes . Deberíamos dejar de ado e debate de huevo o a gaina (¿ctores cuturaes o materiaes?) y e modeo de boeto cutura" para comprender e desarroo de a cutura de a case media. Se puede empezar por invertir a pregunta: si o udío equivae a una criptocase media, ¿a case media es criptoudía? A primera vis, a respuesta es, caramente, no. La mayoría de os estadounidenses se ven como pertenecientes a a case media" de hecho, o norteamericano en í puede ser inseparabe de carácter de case media, pero esa es otra ínea de a argumentación, pero a mayoría de eos no son udíos, no piensan en sí mismos como udíos y se asombrarían ante a idea de que a posición de su case podría etñar una especie de carácter udío ocuto. En este punto, me encuentro en una posición arriesgada, porque o que voy a decir es precisamente a case de concepto que aimenta ciertos este reotipos antisemitas, incuso en esta época, en a que podría afrmarse que e antisemitismo está desapareciendo (ver Weiss, 1996).2 Aun así, creo que es probabe que en Estados Unidos a cutura de case media no sea totamente independiente de a cutura udía. En particuar, me refero a pape de os medios principamente e cine y a teevisión, pero también e periodismo en a constucción de o que percibimos como cutura norteamericana y, en especia, en e desarroo de a case media en cuanto entidad cutura a partir de a Segunda Guerra Mundia (ver, en particuar, Lipsitz, 1990. También destacaría e importantísimo pape de os judíos en a industria de cine y a teevisión (ver, una vez más, Gaber, 1988; Rogin, 1996).3 Los judíos no soo No ha desaparecido totalmente. Durante a redacción de este ensayo, recibí algunos mensajes antisemitas.
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pí lo 3 Identidades : L vda oculta de las clases sociaes
ducen películas: eos son los que inventaron y dominaron la industria matográfca. Hasta hace poco tiempo, sin embargo el cambio podría erse producido con Woody Allen, no hacían películas "judías, sino culas "norteamericanas que se apoyaban en la centralidad de los valores ércos de "la clase media .14 Una versión de esta msma idea aparece en el ensayo de Marx La cuestión jdía (Marx, 2004 [1843]). Yo lo leí hace muchos años, pero no lo tenía muy sente, quizá porque no me habían agradado el tono n el lenguaje. Ma ene que los valores predominantes de la culra occdental (que él idenca con el "cristiansmo) en realdad están teñidos de un cierto elemento ural judío. rma que no tiene sentdo discriminar a los judíos, pues los res y las prácticas que "todos desprecan la ambición, la obsesón por el ero, lo que Marx denomina "usura no son sino los valores de una cultura s ampa: "El espíri práctico de los judíos se ha convertido en el espíritu cco de los pueblos cristianos. Los judíos se han emancipado en la medida ue los cristanos se han hecho judíos (Ma, 2004: 45). La idea de que, desde el nacimiento del capitalsmo la culra occidental mnante ha estado empapada de valores y estilos judíos suiere que os dís "vienen haciendo la culra desde mucho antes que en las películas Hollood. De hecho las ideas de Marx propiciaron un debate acerca de uén tení la culpa (o desde otra perspectiva, quién se llevaba los laureles) surgimiento del capitalsmo. Posteriormente, M Weber aseguró que ían sido los protestantes, a lo que Werner Sombart respondó que des és de todo, habían sido los judíos (para obtener un panorama general, ver vs, 1997). No pretendo entrar en ese debate. Mi idea es, simplemente, las "siones culturales (en este caso, la de o judío y la clase media) se aerialzan por medio de un proceso dialéctico en el que la culra domiante y las categorías subordnadas se conrman por mutua nuenca con correr del tempo. a clas mdia" s la ducación, dond los judíos también stán dsproporconadamnt psntdos
4 Woody Alln n l cin y Philip oth n la litratua son más o mnos contmporános Los dos psntn l giro d los aistas udos, qu pasan d producir obras rprsntativas d lo noamano" (al mnos, los qu dsan llgar a un público notamricano numroso) a crar obras étnca nt udas" qu son xitosas y atran a un público mpli o (unqu n bsoluto univrsal).
1 5 Rcintmnt, s ha sgrimido un argumnto similar rspcto d la dsaparición" dl judaísmo tamricano contmporáno. S stima qu la población judía ha di sminu ido proporcionalmnt n a cdad nortamricana d un 4% n 1 950 a un 2% n la actualidad Una d las rons qu s an propusto s qu la cultura judí stá sindo absorbid por la cultura dominant: Muchos d los dints clav n la alqu imi étnica qu confoman l prsonj judo furn absorbidos por la cul ua gnrl. En consecuncia, l mundo scular udío stá prdindo sus mas distintivas. E humor udío l prspctiva judí a o la snsibilidd judí stán intgrándos sutilmnt n l corrint noam-
Antpología y teora social. Cultura, poder y agencia
Resumiendo bevemente lo expuesto, dr que el discuso norteameicano de lase está, en cietos aspectos impotantes, sionado con la etnicdad y la aza Sin duda, la naaleza de esa sión ha ido cambiando, pero apaentemente siempe hubo cieta tendencia a amalgama las categoías de azetnia y de clase en el pensamiento culral noteamecano A su vez, la sión ha benefciado a cietos gpos (los judíos y quizá, más ecentemente, algunos gupos oientales) Con todo, el mismo hecho que en Estados Unidos la clase viene en un mismo paquete con componentes de aza y etnicidad, y que estas son, en ealidad, posiciones de criptclase es, evidentemente, bastante penicioso en el xtemo ineio de la estuca S se judío sgnifca se, en esencia, de clase meda (sea este un dato de "la ealidad o no), se aoameicano (paa da el ejemplo más obvio) signifca se pecibido o pecibse, en esencia, como de clase baja (sea este un dato de la ealidad o no) Lo aoameicano va de la mano, más o menos automátcamente, de la identidad de clase baja desde la mirada del oto; eso lo sabemos todos. Pero tambin, apaentemente, se asocia con una identidad de clase baja en trminos de autopecepcón: el mismo esdio que muesta que los judíos se ven a sí mismos como de clase media aunque sean obeos también evela que los aoameicanos tienden a pensa en sí msmos como de clase baja, aunque po su poesión estn en posiciones áquicas: "Los geentes negos con tílo univesitario se identifcan, con mayo ecuenca que los geentes blancos, con la clase tabajadoa (Vanneman y Cannon, 1987 21 8) 6 6. Conclusión: la vda oculta de l clase
¿Cuál es la importanca de pensa que existe una "són ente clase y raz etna en el pensamiento cultual noteamericano? Retoma la idea de que, aunque exsta una sión, la raza y la etnicdad son, de hecho, las categoías dominantes y las más visibles Eso signifca que se puede pensa en la sión como una "estuca tal como la entiende LéviStauss, es deci, como una deteminada relación ente categoías Así, arma que las categoías están sionadas equvale a decr que nunca se encontraá a ninguna en su rma pua y que una está siempe oculta dento de la ota Pero la pevalencia de la aza y a etnicidad dento de la sión indica que la clase está aún más "oculta y requiee a menos en este punto un mayo esezo de aqueología intelecal 1 6 L frase puede interpretarse de otra manera Los afroamericanos puede "reivindicar la idetidad de clase trabajadora como una forma de declaración política, de solidaridad con la mayora del grupo Entendo que el tema de las categoras nternas de clase de los aframericanos aún no se ha estudado en profunddad No obstante en Bel! (1 983) se analiza algunos de tos temas desde una perspectiva etnográfica.
ap íulo 3 Ideniddes: L vid ocult de ls clses socies
a nralea relatimente ocult de la cle en el penmiento culral teamericno trae prejad diera conecuencia L primera e que la cla tende er el último ctor al que e recurre pra eplicr lo priilegio y el er, por un lado, y l pobre y la impotencia oci, por el otro Se proporcio eplicacione en término de raa y etnicidad (como ente tanto de culpa mo de mérto) o de iniciatia perona, e decir, la capacidad de alir adelante aud de ndie (o acar en el intento), o de una combinación de amba17 Un ez má, me itúo aquí cerc de Bourdieu (2002) l coniderr la clae u dimenión tanto objeti como ubjeti Objetimente, l "clae on scione en el epcio ocil determinad por el cpitl económico y cul. a perona ncen en eo epacio, y nacer en ello tiene conecuenci a ide que lo nortemeicno, probblemente, le digute má que nin a otr propuet acerca de l opornidde ocie en Etado Unido Asmimo, l poiciondade de clae engendrn ciert repreentcione de s priilegio y lo mite de e poicione, un hbts tnto de l práctic xtern como de l percepción intern de lo límite y/o la poibilidade L noción de hbts tiene lguna imilide con el concepto de "culra s una percepcn internlizad del mundo, que e renue contantemen por medio de l práctic en ee mimo mundo, pero Bourdieu no hace capié en l rma en l que lo dierente hbts producen ditinto junto de "aptide pr el éito, ino en el modo en que, dentro de un bcción determind y u hbt, hy un proceo contnte de "fjación culral en el que la condicione objeti de la id parecen como naturle e mutable, y í reponden l entencia de que "aí on l coa. a idea de hbts de clae entañ un riego potencil Tratad como una abr má pra "culr, recre de inmediato guno de lo problema que e ntentado etar en ete cpílo Sin embargo, entendida como el conjunto ternliado (y renoado continuamente) de representacione de la ubicacón l determinad por l cle, y como lo proceo continuo que la nara an, e una idea muy potente o que yo añadiría, y que Bourdieu no analza ecuadmente, on lo contante proceo de desnaturlacón: l peque s greta y aberr que parecen de rma contnua como conecenca e ompleja y cambiante dinámica de la práctca A u vez, la noció de habitus conduce a la dplicidad de la repreeta e de clase: parte de la cutura púbca, por un ado, y de la ubjetva, 1 7 Un prente excepcón est de ser l de l cultur de l pobrez" con l que se itent
xplicr que los pobres etrn en u círculo vicoso de pobrez objetv y práctics sociales dsfunco ales SI bien est postur no era necesrimente rcist" y prenteente utb desnaturalizar s cico y brirlo un inteecón benteciond era práctcmente impsible pr quienes geraron l ide, sí como pra quees l recbieon, no triburle un subtexto rcial. En consecuenc se transformó en otr mnera de vinculr l culp rcil y étic con l teor popur de la capacidad sr dente si
Antropología y teoría socl. Cul t ra, poder y agencia
o as entaes, e os actores, por e otro. E carácter "uto e a case ncona e istnta manera en esos os nvees. En e nve e a cutura o e scurso púbcos, e carácter ocuto e a case supone que se acaa e iscurso, ue con ecuenca este no está sponbe y se suborina a c toos os otros tpos e armacones sobre e éxto y e acaso soca. En e nve e as en taes e os actores, sgnca que a aéctca de a constccón y decons tcción e habitus, e a nternazacón y a externazacó e os ímtes y e su naturazacón, no está aberta a a reexón n a a aurreexón Aun así, es precsamente en a nternazacón y a naurazación e os iscursos púbcos acerca e as "entaes one tene ugar a si ón e a case con a raza y a etnca en a práctca cura norteamercna En consecuenca, as mpcacones metooógicas son oles. Es necesaro econstrur e scurso púbco, y esa econstruccón ebe auar sempre en os reccones: buscano as racizacones ocultas y otras naturazacones mplíctas en categorías socaes aparentemente neutras (por jempo, "a case mea) y, a msmo tempo, reveano os namentos e cae ocutos en as ientades ue se basan en característica naturaes (sean caes eren), ta como he ntentao hacer en este capítuo De mismo mo, s ebe persegur a econstccón e scurso púbco y anazar etnográcaente os moos en ue os scursoenetran en a va e os ndvuos, tanto nvaénoa en un sento bourieunano, o ncuso fucautano, como iénose cuestonaos mpícta o expíctamente por ea en el esarroo e as prácticas ue sempre trascenden os conconamentos scursvos.
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ENERCIÓN X. ANTROPOLOGÍ EN MUNDO SATUDO DE MEDIOS DE C OMICACIÓN1 ribir sobre la ubicuidad cultural de la lase media prsionalpuedeparecer una tarea sencia. N es necesario trasladarse a lugares extraños ni realir largas entrevtas para descubrir qué ensan sus integrantes o es necesario cnsular epecialistas -sciólogos antropólogos-para saber o organiza su vida diaria la lase media Sus eilos de vida, costumb gust y actiude esn en dos lads; es impsible no verls ( ) ¿ Quién puede presumir de colocarse al margen? Estamos nmersos en esas ideas; sus princios estn tods lads, en especia en nuesa mente Babara Ehrenreich, Fear of Faing: Te lnner Li of the Midde Cass .
roblea que abodaé en este capílo está vincado con la relación entre cultua pública y los estuios etnogáfcos en los Estados Unidos de hoy iendo po "cultua pública todos los cuepos de iágenes, enunciados y reresentaciones creados para hablales a las pesonas eales que viven en ados Unidos así coo para hablar de ellas: todos los poductos del arte y el reteniiento (cine, televisión, libos, etc) y todos los textos inativos y ticos (todas las as de poducción peiodística y acadéica) La "culr pública engloba todos los poductos de lo que se denoina coúnente medios, pero no se liita únicaente a ellos n este sentido, la culta pública antiene una relación uy copleja la "etnograa. En pier luga, para el etnóga, la culra ública es o sujeto coo objeto Aa, y el etnógra debe concedéselo, que s e eri coo sujeto que copite, coo autoridad que copite: muchos peiodistas y uchos académicos de diversas disciplinas se disputan con los etnórs la posesión de "la verdad sobre la culra norteamericana. Cuando me 1 ubido para e proyecto má amplio del que forma pae ete proyecto fue otorgado por la Un-
rdad de Michigan, la Fundación WennerGren para la Investigacón en Antrpología la Unverdad alfornia en Berkeley y la Fundacón John D. y Catherine T MacAhur. Agradezco profundamente a oda e inttucone. ambén a Lynn Fher por u excelente labor de búqueda bblográca y a m Taylor por su efciente trabo de consulta en Internet Deeo exprear mi gratitud también a ame Faubion Marc Flack udith Rothbard, Roger Rue, Dan Segal, Judth Stacey, Tim Taylor lo mbro del emnario organizado por George Marcu en la Ecuea Noeamercana de Invetgacn ore ambio de poder/aber en el cambo de glo en Etado Undo" y a lo ectore anónmo Cultural Anthpology por su vaiosos comentario a versone anterore de ete enayo Por úl o agradezco en epecal a Rck Perlten un repreentante de la Generacón X, por u generoa o eacione y u vehemente crítica; mi decrpción igue sindo inexacta la reponabidad e o o mía. Este enayo e publicó por primera vez en Cultul Anthropology (1 998), Volumen 3 , Nº 3, P P 44-440.
Antropología y teora social . Cultura, poder y agencia
expaye, más adeane, sobre as represenaciones públicas de a Generación X, se verá que periodisas y académicos raan consanemene de someerse os unos a os oros, de ocupar e ugar de sujeo y ransrmar a os oros en objeo, en daos. Los periodisas cian a inrmanes y académicos para urdir a rama de una hisoria sobre e aquí y ahora; os académicos hacen o propio con os periodisas, algo que yo ambién haré en ese ensayo. Los "daos de os enógras rman pare del relao periodísico; os exos de los periodis as rman pare de a culura pública; por ende, son daos enográfcos. A anaizar esa reación, es preciso resisirse a varias enaciones. La prime ra es la inmuable enación de os "esudios culrales o os "esudios de os medios de comunicación, o a nasía de que se puede comprender e ncio namieno de as representaciones de a culura púbica solo mediane su iner preación o su deconsrucción. La segunda es a conrapare de a anerior. Se raa de a nasía enográfca de que soo con e rabajo de campo se pueden obener as cases de "daos necesarios para corregir la iusión de os esudios culturales Como mencioné aneriormene, a enograía y a cura pública, a menos en Esados Unidos, esán esrechamene enreazadas y, por o ano, es imposible ubicaras una ene a a ora de rma defnida. En ese puno es conveniente recurrir, una vez más, a a disinción enre anropología y enogía. La enograía, o en odo caso, una variedad de a prácica de la "invesigación cualiaiva esabecida bajo ese róuo, se empea en la acaidad en mchas discipinas y en muchas áreas inerdiscipinarias (incluso, en agunas áreas de los esudios cuurales y de los esudios de os medios). Sin embargo, a anropoogía siempre ha abarcado más que la enograa. Por un ado, os anropóls se ocupan principamene de la "cuura pública; de eso se raó, a menos en pare, a revoución geerziana de a década de 1960, que aún no ha concuido (Orner, 1984). Por oro ado, a area de a inerpreación cuura y e rabajo de campo enográfco (y no soo eso) siempre se evaron a cabo denro de marcos eóricos más ampios que es dan rma y a mismo iempo son inerpeados por elos. En os úimos años ha habido una endencia a deimiar esos elemenos: se considera que quienes se dedican a os esudios cuturaes son os experos en cuura pública, que os críicos ierarios y os fósos guardan para sí a "eoría y que a anropoogía esá cada vez más idenifcada con a "enograía a secas. Eso esá vincuado con poíicas académicas e ineecuaes compejas , un asuno del que no me ocuparé aquí. Qizás el érmino más conroverid o sea "eoría: ¿qué cuena como "eoría? ¿Qé discipinas producen eoría y qué discipinas a consumen? En mi opinión, o que cuena como eoría es muy ampio; desarrolaré ese ema más adeane. En cuaquier caso, me opongo a a idea de que el apore de a anropoogía a a división de raaj o ecua sea simpemene enográfco. En se esayo, ienaré reasgna
ítuo 4 Generación X. La antropología en un mundo saturado de medios de comunicación
ntropología una esera myor, donde l etnogría, l teorí y l cultur ica se mantengan en un estado de tensión productiva. Durnte l décad de 1990, me boqué un proyecto que girb en torno clse y la cultur en Estdos Unidos en l segund mitad del siglo La ción etnográfca que elegí pra el estudio eron mis propios compañe r de promoción del colegio secundario (l promoción 1958 de la Weequahic Hgh School, de Newark, Nuev Jersey) y sus hijos adultos,2 nacidos en la dé d de 1960 o principios de la de 1970, lo cual, l menos demográfcamente, defne como auténticos integrantes de lo que se conoce como l Generan X Est generación tuvo mplia cobertur mediátic y e el tem centrl películas, novelas y series de televisión. En un primer momento, no pensé os hijos de los estudiantes que hbín termindo el secundrio en 1958 mo integrantes de la Generción X, unque técnicmente lo ern. Los diduos que entrevisté ern, en su myoría, muy trabajadores y les importa el éxito proesional, mientras que los de l Generación X mi aprecición tb guida por estereotipos eran harganes" y llorones". Sin embrgo, pués me di cuenta de que me habí equivocado en l ctegorizción, un rror que me hizo preguntrme sobre l práctic de la antropologí en ls soddes contemporánes sradas de medios de comunicación, y sí surgió ide par este ensayo. 1. Generación : la cultra pública
Cmenzaré con el esbozo de un retrto de la Generación X como un tipo dl. Vale la pena clarar desde un principio que casi todos los enunciados de descripción han sido objetados por algún autor o por uno o vrios grupos. ás ún, l crcterizción de l Ge erción X e cambiando con el tiempo, medid que distintos grupos se propiabn de la imagen. Si bien sería intente trtr de interpretr el conjunto de imágenes cambintes en relación ls trnsrmciones que se hn dado en los distintos tipos en el mundo l, lmentblemente, l tre excede e lcnce de este ensayo. Me limitré, 2 a etnografía de Nueva Jersey está adoptando una configuración interesante El estudio sobre a
¡ntud de Donna Gaines ( 1 990) se hizo en Bergenfed cerca del P leasanton" de Katherine Newan (1 993) y también de epic entro (aunque no el único sitio) de mi estudio Aqu también merece la na mencionar Coming of Age in New Jeey, de Michael Moffatt (1 989). El estudio de David Hae 984) sobre los trabajadores de la industri a qumica se levó a cabo en Elizabeth ; el estudi o d Cass ot '66 está basado en una ciudad al sur de la costa de Jersey (Lyons, 1 99; Lyons es resado de la Weequahic High School, promoció n 1 960); la investigació n para Ritua Healing in Suburban Ameca evó a cabo en el condado de Essex (M cGui re, 1 988) El trabao de Varenne et a. (1 998) se refiere a Nueva Jersey y contiene una nota sim ilar a esta, en a que se enu meran otros estudios etnográficos bre ese estado.
Antropología y tra social. Cultura, poder y agencia
entonces, a proporcionar un panorama geneal simplifcado de la Geneación X tal como se la ha visto desde mediados de la década de los ochenta. La idea del nacimiento de una generación con caacterísticas popias a mediados de esa década surgió de la mano de demógras o po inteeses de marketing, y los primeos atículos apaecieron en publicaciones especia lizadas en temas demogáfcos y económicos como American Demographics (American Demographics, 1987; Edmondson, 1987) y Fortune (po ejemplo, Deutschman, 1990 y 1992). En una segunda etapa, esa idea se tasladó a revistas de interés general (Newsweek; Business Wek 1991 y 1992; e New Republic y e Atlantic Month), diigidas a un público geneal que abacaba todo el espectro político. Ahora, probablemente seía justo afmar que son los miembros de la Geneación X quienes contolan u popia representación (ve, po ejemplo, Holtz, 1995; Nelson y Cowan, 1994; Rushko, 1994), si bien esta e rjada por todas las manos por las que ha pasado. Es evidente la intevención de varias posicions, intereses, eivindicaciones polticas y objetivos de marketing en las repesentaciones en pugna. También es evidente que la Generación X se concibió casi litealmente con la inte vención de esas repesentaciones. Por último, dado que las imágenes nunca se estabilizan, se puede pensar que hay en marcha una especie de proceso bau drillardiano, un lie juego de signifcantes sin ningún tipo de reeente. En cierto modo, con las ideas que expongo a continuación trato de apartame de esa posición vertigsa para articular un punto de vista alternativo. Pato, precisamente, de un interrogante aceca del reerente: ¿quién o qué de lo que está en el mundo real recibe el nombre de "Geneación X" y se carga de (distintos) signifcados y _aibutos? El pimr reerente e defnido de manera estricta por la demogaía: esta generacin nació entre 1965 y 1976 (American Demographics, 1987) El año 1965 e el primero en que la tasa de natalidad comenzó a disminuir después del ba boom (que se inició en 1946, una vez concluida la Segunda Guerra Mundial); en 1977 la tasa de natdad volvió a aumentar (American Demographics, 1993) El primer nombre asignado al grupo surgió del par de opuestos que en economía se conoce como boo bus la nueva generación etaba constituida por los baby busters que sucedie ron a los baby boomes. Los parámetros demográfcos acotados para esa cohorte han sido eemplazados, sin embago, po otros más vastos. Hoy en día, generalmente se acepta, or razones que o quedan del todo claras, que la generación ue nos ocupa se inicia con los nacidos alrededor de 1961 y fnaliza con los que nacieron hacia 1981 (Howe y Strass, 1993: 12-13) La dierencia marca la dierencia. Cando la cohorte se defnió demográfcamente (es decir, 1965-1976), su
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antropología en un mundo saturado de medios de comunicación
o más prominene consia en que era mucho menos numerosa que la eración anerior, la de los ba boomers. Su amaño reducido pareca indicar e las cosas seran má cile para lo busters en casi odos lo ámbios: no bra ana compeencia para conseuir empleo y proresar proeionalmen Wiams, 1985: 122); las universidade se dispuaran la incripción de es dianes Edmondson, 1987) y, cuando eara el momeno de comprar una ropiedad, habra una oerta excesiva para quienes buscaban acceder a la prira vivienda y lo precios esaran deprimidos, pue la población de boomers, á numeroa, haba realizado ranacciones en un mercado inmobiliario cia (American Demographics, 1992: 27). Lo demóra y los economisas unciaban excelene oporunidade para ea clase [promoción 1985] y para que la sucedieran . . . (Wiiam, 1985: 122). Cuando se revisaron los parámero y se incluyó a odo lo nacido enre 61 y 1981, el rerao de esa eneración se vio modifcado. Se llea a a las puestas caracersicas del rupo. Las más prominene son la económi : no hay sufciene rabajo, ni empleos con buena remuneracione, ni, en pecial, empleos de calidad en ora para el nivel educaivo y la rmación lcanzados por muchos ineranes de la eneración. Los individuos ienen lifcacione o un nivel educaivo uperiores a los requeridos4 y empleo que o les exien la puesa en prácica de oda su capacidad.5 Por ora pare, en Estados Unidos lo sarios de los hombres haban ado decreciendo durane un iempo. Según un arculo publicado en usiness Uek en 1991, "el inreso medio de los ogare cuyo je de milia menor de 30 es, en la acuadad, un 13% menor que en 1973" (Business ek, 1991: 80). La conclusión es que los individuos de un rupo socialmente indierenciado al que denominan "jóvenes noreamericanos "madurarán en un mundo menos próspero. Y eso aerá problemas a odos los orteamericanos, ano jóvenes como mayores (Business Uek, 1991: 85). na lecra aena del artículo revela que esas prediccione no se aplican a odos por igual. Las milias de ese rupo eario con jees que complearon eudios universiarios ienen inresos un 16% superiores en luar de un 13% menores, pero ese dao se deseima porque la razón es que las espo a rabajan. El verdadero impaco se obsea en las milias cuyo jee solo iene esudio ecundario inesos un 16% ineriores) o no ha fnalizado Ver Bourdieu (202), en paicuar, en lo referente a a infación y la devalución de os uos de educación superor. 5 No queda claro si aún está vigente la idea de la Generación X. Aunque creo que ha ido desapare ciendo de la prensa, mi sensación es que muchos integrantes de esa generación todavía sienten que os temas vincuados con ella siguen siendo relevantes en su vida. Además, no hay otra imagen ni otra idea que la haya sustituido en la cultura pública Por ese motivo usaré el tiempo prsente para referir4
Antropología y toía social. Cultura, podr y agenci
sus esdios ingresos un 33% menores). Asimismo, se oservan grandes direncias en términos raciales. Más adelane, quedará clara la importancia de esas direncias; por ahora, basta con decir que, según esos datos, "la clase media se ha visto seriamente aecada por la disminución de los salarios de los homres, lo que obliga al marido y a la mujer a rabajar para consear el nivel de ingresos. Aun así, las parejas se opa con difcultades para mantener su nivel económico. En espe cial, la difculad mayor la tendrán para adquirir el bien distintivo del estas de clase media, una casa, y desde luego, una que no se compara con la de su inncia. Todo eso dio origen a un pronóico ominoso, que pasó a ser una seña de ideidad de la Ge neración : "Los ba busters nunca llegarán a tener el mismo ivel de vida que sus padres. Y así . . . ) se convertirán en la primera geeración de esadounidenses a la que le ocurra eso (Business Tek, 199 : 80 ver ambién Newman, 1993). No esá del odo claro qué de todo esto es ojetivamente cierto si es que algo lo es. Veamos, por ejemplo, si la Generación puede adquirir una vivienda. En 1992 y 1993, American Demographics aseguró que no había ninguna difculad e ese puo. No solo había "orta sufciete de propiedades aptas para primera vivienda (992: 27), sino que las tasas hipotecarias estaban decliando hasa "ls iveles más bajos de los últimos 20 años (1993: 35) y desde etoces han permanecido as. Pero no es, precisamente, la realidad objeiva lo que esá en dscusión. demás de pintar un uro sombrío para los baby busters, la economía deprimida eera puesos de rabajo aburridos que pagan bos sueldos y no coribuye a lorar los objeti proesionales de los individuos en el aquí y ahora. ste es u aspeco importane de Generación X, la novela de Douglas Coupland (1993) que aporó el nombre con el que, de ahí en más, se conoció a la cohore. Los personajes de Coupland tienen empleos "McJobs, un término que llegó para quedarse. U empleo McJob es un "trabajo mal pagado, sin prestigio, si digidad, sin uro, en el sector de servicios (993: 20), tedioso y mal pao, según las expecaivas de muchos, y especialmete mortifcante para los jóvees de la Generació que ha invertido iempo, eserzo y dinero e ua educació que supuestamee serí más provechosa e todo sentido. n las caracerizacioes que se hacen de la Generación se la suele prsenar aoado o solo codiciones económicas diíciles, sino ambién codicioes sociales exremadamee problemáticas, enre ellas, una tasa de diorcio e ameo, ua ala proporción de madres que trabajan y de niños que pasa mucho iempo solos en la casa, un gran número de desastres ecoló icos y la epidemia de sida, enre oros. De esto, e particular, trata 13th Gen: bo Rer Inore Fail, de Neil Howe y B Srauss, publicado en 993 ver abi ne ek, 2 Hol, 5 Howe y Srauss, 1992) Howe
ílo 4 Generación X. L anropología en n no sarao e eios e onicación
rass se proponen eximir de la clp de todos esos problems la enera anterior, l de los ba boomers, a la qe se l sele atribir y l qe perecen los tores (s dirección de correo electrónico contiene el nombre de ario "2boomers) Pr ello, en ran parte de su ensyo se ocpan de cpar a as enerciones precedentes: Cundo a cioercea generción [téino que empean os aores pra la Gene ración X esvo lis pra incorporarse la ferza lboral alta, los políios accionaron oas s palancas posibles para inclinar el cmpo e jego e la econoía e odo e pe�dica lo óvenes en favor e los ayores (Howe Srass, 1 993: 78).
También clpn especilmente a los pdres de los miembros de la Geneaión (qe son de l generción anterior l ba boom), a os qe ven como rsons tocomplcientes las qe no les interesabn los hijos, cyo bienesar psicolóico scrifcron pra poder stiscer ss propis necesidades y ss eos egoístas L myor de los otros atores no bican a clpa en la eeracón arentl sino, nte todo, en l adyacente, la de los ba boomers, cyas desrpciones son bstnte contrdictoris No obstnte, no me ocparé de elo este rtíclo; solo diré qe l cateora inclye tanto a l eeracn qe rtaonizó el movimiento contrcltra! y antibéco como a a ambicosa eerción Reash; en otrs palbras, tanto os hpies como los yuppies. ara lgien qe convivió con ls dos y qe pensba qe los yuppies rmaban a cohorte históricmente distinta y qe ss vores eran la anttesis de los a generción vicld con la contrcltra y l oposición a l erra, la mbinción es llamativa Sin embaro, lo qe ls ne, seún esa postras, a noción de atocomplcencia Y al menos en alnas de las caracteriz ones, los hpies y los ctivistas poticos de la década de 1960 eran peores e los yuppies, pes presman de na mayor preza mora Fe esa atomplcencia colectiva, a s vez, lo qe eneró as dictades ecnómicas, ales, sexles y psicolóicas desde e décit económico hasta la catidad e divorcios y el sid heredadas por la Generación Howe y Strass deoin a esta eeración "eqipo de limpieza 1993: 12).7 Las descripcioes 6 Algunos hippies y ctivists políticos que prticipbn en movimientos antibélicos ás trde se ontiern en yuppies, por supuesto Pero l convergencia es secundari. Los distintos utores manifiestn iferentes grdos de reconocimiento de los cmbios positivos a hber proucido l generción de la contracltura antibélia. L mayoría reonoce n irta edid, que es generción produjo lgún tipo e progreso social y cltural en érminos e avan ocil p ls mujers, los homosexules y ls minors l movimieno ecologisa; la lgitimación el ok y de otrs mnifestciones de l cultur popular ontemporánea. Peo según la orientación polí de los utoes (que es bstnte vible) esos no son ejemplos de prgreso o, si lo son esultn levntes r el mndo ontemporáne y los integr nts e l Ge erción X tán cnsados de oír 7
Anopoogía y eoa socia. Cuura, pode y agencia
se desplazan de las caracterizaciones de las patologías del mundo a las de las patologías de la conciencia de la generación vivir en un mundo malogrado, los integrantes de la Generación manifestan (así se suele asegurar) un con junto de actiudes problemáticas gunas de ellas giran en torno a la indigna ción y la ustración ente a la propia suerte, y de allí hay un desplazamiento gradual hacia la queja y, según otros, hacia el "lamento (por ejemplo, Business Wek, 1992; Martn, 1 993; Newman, 1993). Otro conjunto de actitudes eva a adoptar un distanciamiento irónico de la siuación, con la renuncia a las ambi ciones y los ideales, la transrmación de los individuos en "haraganes y el re gio en el ciberespacio y el mundo televisivo de las telenovelas, los programas de preguntas y respuestas y MTV. Así es el retrato que se esboza en algunos de los sitios más visibles de la expresión culural de la Generación , incluida la novela de Coupland; Te Gen X Reader, de Rushko 1994); y Slacker, una película de Richard Linklater 1991). Un último grupo de actitudes se organiza en torno a la idea de que los están realmente arruinados por el mundo en el que les toca vivir: se sienten acasados, carentes de valor (un himno de la generación es una canción de Beck cuyo estribio reza: "Soy un acasado, nena; entonces, por qué no me matás; la banda de Slacker se lama Te Ultimae Losers) y padecen una pronda depresión El suicidio del músico de rock Kurt Cobain (Nirvana}y las reacciones empáticas que generó son la personifcación de este conjunto de imágenes (Freedland, 1 994; O'Connell, 1994). Como comenté ante en este capítulo, todas esas imágenes han sido cuestionadas Incluso entre los periodistas, hubo disenso respecto de si la Generación tiene tal o cual característica Por ejemplo, en junio de 1994, Newsweek publicó una nota de tapa titulad eneralization '', en la que el autor sostiene que, si bien el mundo no estaba en su mejor rma, la Generación no poseía todas las actides negativas que se habían proyectado en ea (Gies, 1994; ver también American Demographics, 1993) Por el contrario, en la nota se cita una encuesta que muestra que casi no había direncia de actitud entre los y los boomers: De acuerdo con nueso exenso esudio no hay diferencias signicativas a nivel nacional o personal por lo que atañe a la actitud que permitan distinguir a jóvenes de mayores. El 25% de los enrevisaos d enr veine y rina años afimaron no sar contenos con su siuación; l 26% de os baby boomers ofreció a misma respuesa. El 63% de los individuos de ene veine y reina años decaó "no esar saisfecho con la realdad de Esados Unidos; el 71 % de los baby boome respondió de mismo modo (Gils 1 994 : 65).
esas opniones (ver Rushko 1 994] para una opini ón favorable
y
Howe y Strauss 1 993] para una pos-
a pít ulo 4 Generación . L antropología en un muno saturao e meios e comunicación
Otros cuestionaron también el encuadre generacional. En un artículo blicado en 7e New Yorker dedicado a Kurt Cobain tras su suicidio, Aex ss defne el "interminable simposio nacional obre la identidad generacio como un "proyecto til que combina principios sociológicos y astroló c s (Ross, 1 994: 102; ver también Ratan, 1 993 ) La crítica más aguda al cuade generacional es la de Alexander Star, cuyas obsevaciones vale la na citar in extenso: Este tipo e empaquetamiento generacional continúa aunque las bases reales de la cohesión generacional esaparezcan El cambio en las funciones familiares y las erar quías profesionales, el acceso universal de suetos e toas las eaes a los medios e comunicación masiva, la exposición temprana al trabajo y al sexo, los ispositivos tecnológicos y el elito han hecho e la eda un indicaor menos, no más fiable de los gustos, los valores y los compoamientos. L propia iea d e cu ltura generacional es, en gran meia, un subproducto e la buena osis e prosperiad y oci que isfrutaron los jóvenes e las écaas e 1 950 y 1 960, unto con la existencia e granes causas como la guerra e Vietnam Hoy se ha ensamblao una cultura general e la uventu ese arriba, precisamente porque abao no existe ( .). A meia que los jóvenes aquieren responsabiliaes aultas (y vicios adultos) a una ea más temprana, se iluye su carácter istintivo como grupo. No imprimen una sensibilida paicular en la socieda sino que reflejan su esoren (1 993: 25)
Aun así, esas ideas revelan una negación desmesurada de la existencia de conciencia en la Generación Tanto los datos de l cuura pública co mis propios datos etnográfcos sgieren que ea conciencia se encuentra una o varias partes de espacio social y que solo se trata de ubicala corrctamente en lugar de negar su existencia. También es exagerada la noción que esa conciencia se impone desde arriba; el pensamiento popular y la ltura pública están íntimamente enazados y ambos se rjan mutuamente n proceso continuo. Coincido, sin embargo, en que la idea de una única nciencia generacional es sumamente improbable, en especial, en una época n tanta conciencia de la direncia social como esta. Creo que es momento de decir lo que pienso al repecto: la idea de la eneración " es un intento por comprender los prondos cambios que se rodujeron en la clase media estadounidense a fnes del siglo Ante de sar a la cuestión de la clase, sin embargo, he de reerirme brevemente a la eneración y sus identidades raciales. 2. La peenencia a la Generación X y la raza blca
Y en los primeros texto sobre los ba buters, publicados en 1991 aparece idea de que la crisis económica que e tan problemática paa el ro
Antrpoogía y toría socia. Cutura podr y agncia
de la Generación X aectó ucho ás en readad a las inoras raciales ue a los blancos. El artculo de Business Tek de 1991 citado prevaente deja bien en claro que si la clase edia blanca se vio obgada a ajustarse el cinturón por la iportante disinución en los salarios de los hobres para uchas inoras los ectos eron de acuerdo con el autor "devastadores (Business Tek, 199 1 80 y 85). Sin ebargo esta cuestión no se ha elto a encionar dentro del arco de la cultura pública de la Generación X La raza está prácticaente ausente en los debates posteriores sobre las caractersticas atribuidas a esta generación salvo por algunas rerencias disas a la "diversidad. La priera rerencia es de 1992, cuando Business Tek señaló ue la generación de los ba bters era "étnicaente ás diversa y estaba ás a guso con la diversidad que ninguna otra generación anterior (Business Tek, 1992: 75). Dos años después Newsweek pubcó algo parecido: L Gnración X por cieo no o es [blanca. E streotipo de chico d sta gn
ración tal como se lo prsenta n as peículas y n os mdios es blanco no sufre carnias materiales y viv en un barrio vecino a nuestro.ª Pero os adultos d veinti tantos son, n reaidad, más divrsos desde el punto de vista racial que ualquir otra generación hasta ahora [soo] un 70% son bancos ( . . ). Asimismo, a Gnració n X quizá sa la mn s raista. "Somos la primra gnraión nacida en una socidad integrada, obsa Eric Uu, redactor de discursos sobre política exterior del prsidene Clinton (Giles, 1 994: 6566).
No ueda del todo claro adónde auntan esas obseaciones pues no r an parte de discursos ás eerales sobre la Generación X. El tono eplea do es en cierto odo eogioso coo si ser deográfcaente ás diverso ese una especie de logro (blanco) o una garanta de ayor tolerancia algo ue puede ser cierto o no; no se proporciona evidencia ue lo corrobore. Sea coo ere a pesar de las rerencias a una ayor diversidad la culra públi ca real de la Generación X la prensa las novelas las pelculas es blanca casi en su totalidad Y a pesar de la gran inuencia y la a de los úsicos aroa mericanos en el capo de la úsica popular casi todos los cantantes y las bandas de úsica ue aparecen coo la ersonifcación de la Generación X Nirvana Beck Hole y Ospring) son blancos 9 Aarenteente durante mucho tiepo nadie les habló a los aoaerica os y a otras inoras acerca de su relación con esta categoría hasta ue en A pesa del uso de un sustantivo masculino la Geneación X no paece esta demasiado teñida de cuestones de géneo
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Agadezco a mis asesoes musicales Gwen Kelly y Tim Taylo En ocasiones, el género ecibe el nom-
p íuo 4 Generación . L anropoogía en un undo saurado de edos de councacón
9 94, en un artículo de Newsweek en el que se intenta clasifcar las represencones de la Generacón X según eran "mito o "realidad se señala que la
cegoría tiene una importancia ínfma para las minorías: E érno "Generación X no signifc uco paa o adutos de color de ene veinte y rein a años ( . ) Aen Huge, uno de los decoes de Mee 1 e, un eato de inicición ambienado en una zon defavorecid de l cudd [coena]: "O se, los medios no se fjn en nosors En nuestr peícula eaamos el smo po demográfco que ee X [un clásco de es generacón], pero sí y todo nunc se a ha viso coo un peícul sobre la Generacón X sino como un iora de gángses Se por acsmo o po lo que fuere, peo no e nos ncuye en e mundo de la Generacón X (Gies, 1 994: 66)
O, como lo expresa el músico de rp Dr. Dre: "Nunca oí que nadie en barro hablara de ea [la Generacón X]. ( . . . ) El único X que conozco es lcolm X" (citado en Giles 1994: 64). No quiero decir que en las representacones de la Generacón X se "excluy a los negros como si la categoría ese una especie de club del que los roercanos y oras minorías desearan ser miembros. En realdad m de es e l rcializcón de la representacón blancos sin marcas de rz ocult visiones de clase más signifcativas. Según ms datos etnográfcos los jóvees oamercanos de entre veinte y rnta ños que se encuentran en posicones de privilego de la Generacón X (me ocuparé de este tem más adente) son casi ndistinguibles de los blancos de la misma edad en la misma uación; son ls posiciones las que aparecen eclipsadas por la racizción de s categorías. Así llegamos fnalmente a la cuestión de clase. 3. Las tansfrmaciones de la clase media
L Generación X puede aprecer asociada a muchs coss distntas probles sociales desstres ecológicos sd pero sobre todo siempre ha estado gda a la dentidd construda a través del trabajo: empleo dinero y carrer roesional. Desde un primer momento el tema principal e el económco: cda de los sueldos de los hombres menores ingresos miliares más trabjo or menos dinero contracción de los mercados lborales costosas crreras nversitarias sin turo McJobs. Si ben estas cuestiones económicas ecn a odos en l socedad parece evidente que tanto la ente como el destno el conjuno de mágenes de la Generacón X sea la clase med. En otras alabrs aunque los pobres en su myor parte pertenecentes a las mnors uieron más que la clase med el carácter blnco de las mágenes de l Geeracón X presends quí indc que ellos no están en el co de l culr
Antropología y teora social. Cult ura, poder y agencia
púbica. El hecho de que la propiedad de la vivieda sea u tema central pare ce confrmarlo. Así y todo, dado que "la clase media no es un objeto empírico con el que uno pueda toparse en el mundo real, es necesario recurrir a a teoría. Por "teoría me refero a ua serie de tipos de marcos de pensamieto relatos, mapas, categorías, perspectivas, posiciones que ncionan como condiciones que permiten percibir y hablar de ómenos sociales y culturales. La mayor parte de la teoría de fales del siglo X es bastante ecléctica; se nutre de una diversidad de relatos teóricos modelo, pero rara vez adhiere por completo a alguno de ellos. Aun así, esos relatos modelo, que dicen describir, explicar y representar la rma en que se construye el mudo social y cultural, y el mo tivo de que las cosas sean como son y no de otro modo, son la codición (a veces oculta) del cotiuo bricolaje de la teorización contemporánea. Para las cuestioes cetrales de este ensayo, me baso en las teorías sobre el "capitalismo tardío y sus implicaciones, sobre a reproducción de clase, principalmente desde perspectivas ministas y, e geeral, sobre el modo e que cionan las represetaciones de la cultura pública e y a través de las prácticas y las preocupacioes sociales. Comenzaré por las trasrmacioes de clase en el capitalismo tardío. Las teorías más rcientes sobre a condició posmoderna, y sobre el giro hacia lo global o lo ransnacional, en cierta rma han eclipsado otra área importate de la activ dad teórica, a saber, la reteorización del capitalismo tardío e térmios de estructura social o, dicho de otro modo, la reteorizació del cocepto de "clase. Gra parte de esta tarea proene de la construcció de u nuevo relato de la trasación capitalista, que se basa e la teoría marxista pero, además, toma en cuenta los cambios históricos, institucioaes y culrales que tuviero lugar en los 150 años posteriores a Marx. El nuevo relato constye, a su vez, un nuevo mapa de lo que Bourdieu (2002) denomia "espacio social, un campo de posiciones y trayectorias, de posibilidades de momieto, defido por el capital ecoómico y cutural. La siguiete es una versió abreviada de la cuestión. Como resultado de las distintas erzas liberadas por el capitaismo, así como de ciertos aspectos históricos específcos del capitalismo orteamericano (por ejemplo, la gra proporción de trabajadores inmigrantes analbetos), el concepto de "gestión y el surgimiento de una clase ejecutiva se covirtieron en aspectos cetrales del proceso capitalista iniciado en la primera parte del sigo X. A medida que esa clase se expandió y adquirió mayor poder con el correr de siglo, las teorías de proceso capitalista se vieron obligadas a tomar 1 0 El debate se inicia con Mandel (1978). Ver también Haey (1 998), Lash y Ur (1 987) y Rouse (1 995)
Cp ítulo 4 Generación X.
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antropología en un mundo saturado de medios de comunicación
cuent, cd vez más, l dinámic de es clse: l clse medi. Grn prte l teorí de clses más reciente tiene por fnlidd entender qué le ocurrió clse medi lo lrgo del último siglo y cómo los cmbios en es clse ectron, su vez, l estructur del cpitlismo en su totlidd. El enómeno ocido como "cpitlismo trdío'', que implic cmbios en ls relciones en r el cpitl y el trbjo y en ls crcterístics sociles de l clse cpitlist y a clse trbjdor, se concibe, e muchos sentidos, como un producto de l xnsión y l trsrmción de l clse medi. Uno de los spectos más importntes de es expnsió y trnsrmción generó, en cierto momento, por l prosperidd de un mplio sector de l ase trbjdor. Trs l Segud Guerr Mundil, l ley GI B de d ncier los solddos estdounidenses permitió miles de veternos de uerr completr estudios superiores un costo ínfmo y obtener hipotecs tss de interés csi nuls. El nivel generl de prosperidd durnte l posuerr e extrordinrio.2 Ese conjunto de ctores tuvo distints consecuencis, cuy descripción rece en un vriedd de entes. Pr los propósitos de este ensyo, lo imrtnte es notr que el progrm de dquisición de viviends, junto con los mbios en l estructur ocupcionl de l economí (l reducción grdul de a cntidd de obreros y el incremento continuo del número de proesions), creó o expndió notblemente un zon de l estrucr de clses que se onoce populrmente como clse medi bj. Se podrí frmr que est clse s, en redd, clse trbjdor vestid de clse medi (en lo que respect iviend y otros spectos de l culr mteril); tmbién se l podrí defnir cmo clse medi con ingresos de clse trbjdor.3 Culquier se su def ición, el lugr que ocup es, ndmentlmente, inseguro e intersticil, y muy lnerble ente los cmbios económicos. En l prósper époc de l posguerr, en prticulr en l décd de 1960, ls persons que ocupbn es zon se sentín bien fnzds en l clse medi. Gnbn dinero; podín dquirir css y bienes de consumo, y 1 1 El otro motor que impusó el surgimiento del capitalismo tardo" es la globaización que otoga a la conomía su carácter cada vez más descentrado y transnacional. No exploraré aquí este ascto de cuestión 1 2 Varios autores (por ejemplo Sacks 1 994) han señalado que la clase media" de hoy no sabe no
stá dispuesta a reconocer, hasta qué punto sus orgenes se deben a lo que hoy percibimos como ádivas del gobierno" Las becas y las facilidades para las minoras y otras fomas de acción armativa establecidas en las décadas de 1 970 y 1 980 son, claramente análogas a esos programas anteriores y tienen eftos positivos similars En la actualidad (lamentabemente en mi opinión) ya no exsten debio a que han sido desmanteladas 1 3 En los estuios sobre la clase trabajaora se suele hacer una iferencia orrta en m pinión entre la clase trabajadora que es ppietaria de una vivienda y la que no es propietaria (por ejemplo Chinoy 1 955; Halle 1 984) Sobre esta distinción dentro de la clase trabajadora ver el captulo 1 de
Antropooga y teora socia. Cultura, poder y agencia
demás, horrr pr el turo Epezron ndr sus hos la uni versidd y postron erte "l sueño mericno Se veín reejds en el nuevo género de mss, el de ls comedis de teleisión, ls que percibín como l esenci del ser nortemericno (Lipsitz, 1990) Podra decirse que l cultur de "los cincuent, con su política conservdor y sus relciones represivs en lo reerente l género y l sexo, er su cultur, hegeonizd en prte por el uge de l televisión L imgen populr de "l clse medi como un todo vsto y prácticmente indiviso que constií el núcleo de l sociedd nortemericn se rmó en es époc y precí que ib sostenerse eternmente Sin embrgo, en l décd de 1970, y con myor ímpetu debido ls polítcs de Regn y Bush pdre en l décd de 1980, l clse medi comenzó resquebrjrse en el centro L economí suió un serie de reveses y el nivel de prosperidd generl coenzó decer Pero ls polítics de Regn y Bush vorecieron y protegieron l cim de l estructur Los extremos superor e inerior de l clse medi comenzron prtrse el uno del otro Desde es époc, l clse medi at le h ido cd vez mejor, mientrs ue l clse med bj l cosron cd vez más los puros económicos Nd describe mejor este período que el ntiguo dgio "los ricos se voleron cd vez más icos y los pobres, cd vez ás pbres (Duncn et al., 1992: 38). Es ese bismo que se prondiz en el seno de l clse medi donde unt, en m opinión, l conjunto de imágenes de l Generción X El s pecto que más se repite en ls representciones tiene ue ver con destcr y construir ls crcterístics del bismo socil y económico Como, en muchos spectos, el bismo es rel, no h que hcer mgi pr logrr que ls repre sentciones resulten convincentes No obstnte, lo ue ued excluido de l ide de "generción es que ls persons se relcionn de modos muy distintos con ese bismo de l clse medi Según l prte del bismo en ue se está prdo, vrín considerblemente ls confgurciones de l ir, el temor, l n gusti y el resentimiento Aun sí, tod l Generción X estrá de cuerdo con ue el bismo existe n un rimer rte del debte, entonces, será necesro exminr ls estructurs de ls emociones que se genern ente bismo Comenzré por el pnorm que se observ desde bjo 3..
La generación X como ha de la clase media baja Declining Fortunes, de Ktherine Newan (1993), es uno de los primeros trbjos en los que prece l ide de que l generción posterior l ba boom reció un trto injusto4 Newmn no emple el térino "Generción 14 Si bien queda clao po el contexto que Newman se efere al grupo de los y como se
íl o 4 Generación X.
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antroología en n ndo sarado de edos de conicación
ero su descrción e "Pleasanton, Nueva Jersey encaja casi erca e nte en una de las diensiones de los trabajos que se han escrto sobre Generación X. En la priera arte del libro (y luego en todo el texto), la ora transcribe resuestas de sujetos que son la ersonifcación de la ira y ustración generadas or el "declive, que es la marca distintiva de la Ge eración X. Por ejelo:
X
En a vida de Cathy, las limitaciones financieras crean lo qe ella describe coo "ago qe se consme a fuego ento, n sbtexto de condicionaienos, la sensación de no ser libre. Después e todo, de eso se rata el movimieno intergeneracional: la libead para consmi se ve recorada la capacidad de planificar a largo plo se restinge y el gsto amago qe deja la invesió total de las reglas hace que as personas sientan, según o expresa Cathy qe "todo fe na gran mentira (Newman, 1993 20)
En la misma lnea, Newman cta a "Lauren: "Vivo eor que cuando era chica Es derimente ( ) Aunque trabajes mucho y hagas todo como se dee, aunque resees todas las reglas y cumplas con todo lo que se suone que hay que hacer, todo sigue siendo horrible. Me mintieron (Newman, 1 993: 3) l "Pleasanton de Newan aarece como la personifcación de la totalidad de la clase media, pero varios inicaores disersos (laborales y étnicos, entre otros) revelan que la mayor parte de la ciudad, o quizá la mayora de los inr mantes, pertenecía a la clase meia baja Otro indicador en ese sentido es que en la ciudad los católicos rmaban un amlio sector de la oblación y que los "judos eran una clara minora (Newman, 1993: 10); en la confguración étnica y regiosa de Nueva Jersey, sin embargo, es sabido que los judos están ertemente representaos en la clase meia alta, mientras que los catócos son el loc classicus de la clase media baja Con respecto a la ocupación, la ciudad está reresentada como de "clase media con un abanico que se extiende desde los "proesionales [hasta los] obreros califcados (Newman, 1993: x) Sin embargo, la mayoría e los indi viduos citados or Newman que manifestan sentir esecialente las reercu sones del "languidecer del sueño americano (ase que Newman incluye en el ítulo de su libro) pecen pertenecer al estrato suerior de la clase trabajadora o a la clase media baja El padre de Lauren era un "hombre caado rovenen te de una milia humilde de clase trabajaora (Newman, 1993: 2); Smon Rittenberg era vendedor de disositivos de segurida (Newman, 1 993: 12); "el are de Martn era un obrero hecho y derecho (Newman, 1 993: 14) considera una generación escndida As genera ciea confusión en el ector (ver, por ejemplo Callinan 1 993) pue s su clasición no coincide con las categoras vigees en la actualidad De todos modos,
Antrpología y teora social. Cultura, poder y agencia
ás aún, los mismos inrmantes eran conscientes de ue la chada de clase media" de la ciudad presentaba una fsura incipiente: [ hijo] siempre ba a jug a lo de ichael Tenía esa clase de amigos Pero cuando ingresó a la universidad ) sus amgos eran más [como nosotros] Algunos estudiaban, pero uno se dedicaba a la jardinería, otro era tapicero Algunos tenían el mismo ofcio ue sus padres" Newman, 1993: 78). Otra inrmante proporcionó una variante de la contradiccón ue suele estar agazapada en el seno de la clase me dia baja, a la ue me he rerido como clase trabajadora vestda de clase media a ujer describó a su mla como una milia típica de Sears Roebuck ue vve en una comunidad típica de Bloomngdale's" Newman, 1993: 77). Merece la pena señalar ue la comunidad de Newman no solo es de clase media baja'', sino ue también es blanca He mencionado previamente el grado en ue la Generación X" no parece representar a un reerente negro Coker, 1994; James, 1994; y entrevstados ctados en Giles, 1994). a impronta blanca de Pleasanton" se para explicar, en particular, la traición a la ue aluden los inrmantes de Newman os aoamericanos están, por cierto, tan enojados como los blancos con la situación, o incluso más, pero nunca sintieron ue se les había prometido otra cosa, ue les habían mentido" Es lógico ue las personas ue piensan ue su situación económica empeora a pesar de que cen todo lo ue está a su alcance para evitarlo sientan ustración y enojo5 En cambio, los ruidos de la Generación X ue llegan desde del otro lado del bismo son más desconcertantes De ellos me ocuparé a continuación 3.2 La generación X como hija de l clase media alta Una parte de mi proyecto mencionado anteriormente consistió en entrevistar a jóvenes de la Generación X a comienzos de la década de 1990, es decir, durante el período en el ue la representación de esa generación estaba rmándose y aduiriendo visibidad en los medios De hecho, conocí la novela Generación (Coupland, 199 3) gracas a uno de los sujetos ue entrevisté, uien me la recomendó porue en ea se reejaban importantes aspectos de su propia experiencia Entrevisté a alrededor de cincuenta personas de entre veinte y treinta años, todos hijos de mis compañeros de colegio secundaro os entrevistados vivían en distintas regiones del país, pero la mayoría de las entrevistas se reazaron en la ciudad de Nueva York, en barrios de Nueva Jersey, Ann bor y os Ángeles La mayoría de los padres y de los hijos eran judíos, aunue el
1 5 Reder ( 1 985) ofrece un excelente retrato de la ira de la clase media ba de esta época desde otra rspectiva.
ulo 4 Generación . L anropología en un ndo saurado de edios d counicación
o es irrelevane para este anásis.6 Para los fnes de i esdio, o ipor e son los ctores de clase: los padres, la prooción 1958 de la Weequahic gh Schoo, de Newark, Nueva Jersey, habían rado parte de la clase e baja y de la clase edia edia en la década de 1950; a uchos les había o uy bien econóicaene y para el oento de la entrevisa habían rogresado has inegrarse en la clase edia alta. Por ende, uchos de sus os, los jóvenes de la Generación X que enreisé para i esudio, habían rcido con una buena porción de capita econóico y cultural. No odos eran díos ni habían pasado su inncia n condiciones de privilegio, y el conjuno jóvenes entresados presentaba, coo ínio, ciero grado de diversidad érinos de enia, raza y clase. Mi inerés, sin ebargo, eran los hijos de la e que es, en la actualidad, clase edi ala. abía algo so jóven q m mó la enció, qu incuso preció rrendene: pr de odo cai dnro, buenos cogios, conza en misos), s iució econóica oesba tao coo lo nra Newan. En lugr de endrse con el sisea, sin ebargo, xprba coodidad como gr eor y ua cosderable insegridd rco d odr alcanzr el nive de éxio de u pdres o aener lo que í. Si bi sas enrviss precn muchos aspeco vinculados con l Geració X, lecciono qí o pocos coentrio que expresa ese alo grdo d ia insgridd conómic. vd, por ejmo, l hio d comrci cdalado, tenía 24 años e e oeno de a entrevisa (1 993), vivía en Nv York y quería lanzar u carrera de arsta.7 Hbía esudido n n uiversidd rigiosa y odví lo aeían os padre. Sabí qu era privilegido. Es b protegido por todas las redes de seridad posibles: la educación, el diero d los padres y un conuno de aleraivs un íulo de abogado, un doctordo) or i acasaba coo arista. Aun así, a avid le preocupaba u uro: Bueno yo stoy dispueso a rabr mucho ; siempre fui muy persevrane ( ) Un conocido mío, Edward que iene 29 años creo, se recibió unos años aes que yo y está [raando de riunfar coo aisa] Organiza pequeñas exposicions; a veces, va ucho público y oras veces, no ( . ) Lo veo y me digo: "Yo no quiero llegar a los 29 30 o 31 y no ener dinero, esar en el ismo puno en el qe e enconraba a los 24 . . . Pienso en eso y me asusa. Y cr que no es odo culpa de is padres; es mi responsabilidad ambién
David creía que sus teores eran típicos del posicionaino de l Generación X. Fue él quien e recoendó a novela de Coupland. 16
En el capítulo 3 trato la relevancia y la irrlevancia del factor judío para el proyecto
17
Un número considerable de paicipantes del proyecto que tenían entre veinte y treinta años lucha-
b
Antropología y teora social. Cultura, poder y agencia
Oro cso es e de Kre, de 27 ños, hij de u médico muy exitoso. Ella ié hí estudido e u uiversidd de elite, pero e e mometo de erevis (994) o sí qué hcer co su vid. Hbí eto a vivir con os pdres ermir sus esudios y probó distinos trbjos e Nueva York y Nuev Jersey. Pero e u momeo ddo, pensó que ecesib hcer lgo olmee distito y se e vivir Cliri. Sus padres, que la apoya, se hcí crgo de csi odos os gsos de l hija mietrs ea decidía qué se i dedicr. Kre mifestó eer el mismo ipo de gustias que Dvid e o coceriee a ieesr, e rajo y e éxito. E especial, se setía cul pe por ud ecoómic que cotiumee recibía de sus padres, pero a mismo tiempo o veí igu said pr su turo prosioal. Empezó hdo de u migo co el que comprtía la vivieda y al que también mteía los pdres: [Sobre] mi compañero e Nueva York, me pregunto: ¿cómo es que o trabajó durante un año? ¿Cuáto diner le madaron los padres todo ese tiempo? Vivir a es caro el alquil er costaba entre 9000 y 1 2 000 al año, en efectvo. Nos sentimos muy cul pables ( . ) [por eso, ella quiere pagar pae del alquiler] y mi padre me dice: "¿Estás segura? ¿Podés acee cargo del alquiler? Yo le digo que sí porque tengo tres trabajos. Podra aceptar su diero y salir a diveirme, pasear y escribr, per siempr pieso que tego la obligación d acer el esfuerzo y ganarme el susteto . .
Si embargo, Kre tampoco parecía muy convencida de que le iría bien. Aunque era u escritor muy talenos, no se dedicaba a escribir prosionmete. En e resume de la entrevist, escribí: "La mayor pate de su historia er básicamete ua triste sucein de trabajos aburridos que no evaban a igua parte. Karen [contó que ella] y sus amigos hablan contiuaente de a Geerció X; piensa que los retrata a la perfección. U último ejemplo es el de Chrles, de 26 años, hijo de un comerciante de dinero. Charles tambié esdió e ua buena universidad y obvo una maestrí antes de icorporarse a la empresa de su padre, u egocio consoli ddo y sumamente retable. E el mometo de la entrevista (1994), hacía u año que había empezado trabajar co e padre y le iba muy bie, tanto e lo coceriete la mejora l gestió iterna como en la captació de nuevos ciees. Además, o solo sus pdres era ricos, sio que también los padres de su ovia tenía diero. No obsate, Chares maifestó esta "aterrorizado , remete terrorizdo por la posibilidad de pederlo todo. A continuación , rscribo u de sus extess rerecias a tema: Mi padre acaba de darme su antiguo Jaguar, que debe costar unos 50000 dólares es el auto que estoy usando ahora. ( .) Le dije: "Papá, este es demasiado coce para m Si querés, te lo devuelvo; no tengo nin gú problema en devolvértelo. ( . . ) .
ítulo 4 Generación X. L antropología en un undo saturado de edios de councacón
No e impoa el coche; uno tiene que producir algo. ¿Tengo concenca del estatus? S ¿Me gusta anejar ese auto? Sí ¿Me hace setir bien, e gusta tener objetos buenos y usar un Rolex? Claro, e encanta. Lo tengo desde os 1 5 años Mi vida es genia, per ¿e a gané? ¿a erezco? Soy consciente del hecho de que no erezco nada de todo esto Estoy muy agradecido Sé que [i padre] podía tener un accidente y morirse, y entonces yo e quedaría solo y nadie vendría a ocupar su lugar Se acabara todo
Debo consa que, duane mucho empo, no me d cuena de que esos tos ean ejemplos de la angusa ípca de la Generacón X. A presenar rones aneores de ese ensayo como pare de coneencas en dversas esdades, yo solía dec que esos chcos pvileados que ozaban de serdad maeal no ean los "vedaderos neanes de la Generacón X, sno habían adopado repesenacone que venían de oos secores y que no defnían, que lo que se oía en esos texos no ean sno los eco de a anus tpca de la éca poesane recclada que ello no tardarían en ublmar mucho abajo y más loos maerales, que s acaso se traaba de memr de la Geneacón X ea solo porque las quejas povenentes de peronas ano capal debían leere como un lameno. No obsane, cada vez que daba una conrenca en la que afrmaba que los rdadeos epesenados en la Generacón X eran los chcos de clase meda a, y que los de clase meda ala habían sdo, en ealdad, atemorzados por medos de comuncacón, los numerosos membro de la Generacón X ( dec, aduado unvesaos) que se enconraban entre los asstentes uaban de dolo. Con el empo, ecodé una de las relas de oro de la eaía: el nmane sempe ene azón. Incluso cuando objevamene os jóvenes no enían nada de que preocuparse, había alo real e el orden de expeenca paa ellos en las pedccones ídcas de la leraura obe la eneracón X, y eso debía esa conemplado en m análss.18 4
Oas teorías de clase: reproducción y representaciones
troducé ahoa en ee maco de nerpreacón oro cuerpo teórco aco repoduccón de clase a avés de las relacones mlares y de énero, alo ue ha adqudo una mayo cenraldad en la eoría de las class socales ue a que soa ener y que puede conderarse un eeco d los 25 años de nsameno socal y culual emnsa. Enre otras cosa, se ha renoado 1 8 Agradezco la paicipación y la amabilidad del público de Princeton; la Universidd de Cliforni en Berkeley (Sociología) y la Universidad de California en Sant Cz. Agradezco simismo los sistenes al seminario sobr teora de la práctica que dicté en la Universidad de Clifornia n Bkly en la rmavera de 1 996.
Antrpología y teoría socal. Cultura, poder y agencia
el nterés por la "cultura de la juventud (Brake, 1985; Ganes, 1990; Ha y Jeerson, 2014; Ortner, 1 992; Wlls, 1988 ). Tabén se reconoce la pronda centralidad de la polítca lar que ncluye las polítcas de género y gene raconal; esta últa, ás pertnente para los fnes del presente artículo para coprender la reproduccón de clase. S ben la dnáca y la poltca liar están presentes en varos de los últos trabajos teórcos acerca de las clases socales, coo La distinción: criterios y bases sociales del gusto (Bourdeu, 2002), estas eron analzadas ucho ás exhaustvaente en trabajos de nspra cón ensta, coo Fear Faing, de Barbara Ehrenrech (1989), Brave New Families, de Judth Stacey (1990), y Dreaming Ientities, de Elzabeth Traube (1992a). En esta oportundad, coenzaré por la clase eda alta. Sus caracterís tcas han sdo uy ben descrptas, porque, en certa ra, el crecento de esta clase que Barbara y John Ehrenrech denonan "clase proesonal ejecutva ha sdo consderado el pulsor de uchas de las transracones del captalso tardío (Bourdeu, 2002; Ehrenrech, 1989; Ehrenrech y Ehrenrech, 1979; Mandel, 979; Pl, 1990; Walker, 1979). S ben toda la clase eda está construda, en certa ra, sobre la base de ncones "ejecutvas (y, por lo tanto, es "proesonal), un sector portante de la clase eda alta ocupa escífcaente cargos que exigen nveles altos de educacón especalzada; son los proesonales de la socedad édcos, abogados, jueces, arqutectos así coo os gerentes de los negocos y las fnanzas. Coo observan Ehrenrech y otros autores, la clase eda en general y la clase eda alta en partcular no pueden transerr el estatus a sus hjos. Eso es lo dstntvo de la poscond de la clase eda; la clase baja transfere áclente su (bajo) estatus y la clase ta posee elaborados edos nst tuconales para preservar el dnero y el estatus del grupo (ver, por ejeplo, Marcus y Ha , 1992). Los padres de clase edia solo traspasan a sus hjos los edos econócos, educatvos y pscológcos con los que (ntentar) reproducr su estatus. Pero, en defntva, son los hjos quenes deben hacer el eserzo para consegurlo. El éxto del proceso nunca está asegurado. Sepre hay chcos que corren pelgro de descarrlar, coo suele decrse. No todos son buenos alunos n todos nternalizan la étca del trabajo y el aán de "tener éxto. S ben la clase eda alta descende a un estrato neror en una proporcón algo enor a la anteror a 1980, la ca aún ronda el 25% (Duncan et al, 1992), porcentaje que está dentro del rango docuentado para gran parte del sglo X (ver Erkson y Goldthorpe, 985; Lpset y Bendx, 1963). En el extreo neror de la clase meda, el descenso a un estrato aún ás bo es enos probable en térnos generales (aededor de un 0%), aunque lgeraente ás probable e 8 (Duncan et al. 92). Sea cual ere el caso, está claro que
Cp ítulo 4 Generción X.
L
antropología en un mundo saturado e meos de comuncación
dos los padres de clase media tienen motivos para preocuparse por el de rrotero de sus hijos. Pero esas angustias no se aontan del mismo mdo en la case media alta que en la clase media baja. Dentro de la clase media alta, según mis dats etnográfcos, ls padres rndan apy casi ilimitado y permanente a sus hijos, que cuentan con la yuda paterna hasta bien entrada la edad adulta. Es importante recrdar ue el período de posguerra, en el que ls padres de hijos de veintitantos se convirtieron en adultos, e una épca de gran prosperidad, aparentemente ara todos. Según Howe y Strauss, ls padres de la Generación X integran a generación más rica de la histora de Estads Unidos, y quizá del mund we y Strauss, 1993: 39) Evidentemente, entre ellos está la prmoción 958 de la Weequahic High Schol, mi población etnográfca riginal, y los adres de los jóvenes X de la clase media alta que estudio en este ensayo. A s padres les e muy bien, por cierto. Los padres también me hablaron del apoyo ilimitado que brndaban a los hijos. Esa ayuda adoptaba rmas diversas, pero los benefcis materiales cupaban, sin lugar a dudas, un lugar preponderante: un estil de vida cnrtable desde el punto de vista material en la inncia, educación superir, sgrado, valiosos regalos de casamiento, el adelanto del pago de una caa y uizás un ndo fduciari para costear la educación de los niet .0 Por lo general, los padres identifcaban etas cuestiones con el amor que entían por sus hijos y con su deseo de que eran lices, y no dudo de la cherencia entre lo que decían, sus entimientos y sus acciones. No obstane, en otro plano había una especie de lógica adaptativa detrás de todo eso: muchos padres me dijeron que malcriaban a sus hijos a conciencia porque querían que e apegaran a la buena vida y desarrollaran la contracción al rabajo necesaria para conseguirla. También supe, por relatos tanto de los adres como de los hijos adultos, de la existencia de un asombroso despliegue de algo que identifqué como "mecanismos de rescate (Ortner, 1992) destinados a los hijos que aparentemente tenían problemas: apoyo psico ógico, terapia, programas de rehabilitación, tutorías, cursos de motivación, abortos para las hijas embarazadas, asitencia jurídica costosa para hijos con roblemas legales, etcétera. 19 Yo también disfruté de este tipo de beneficios y aprovho para agradecer a mis padres por todo o que han hecho por mí. 20 Se podría pensar que, dado el factor judío presente en mis datos etnográficos y la creenca popuar respecto, que el grado mimo de apoyo (económico) a los hijos adultos corresponde a un modelo particularmente judío" y no es característico de la clase media alta en su conjunto. Si ben pienso que en stados Unidos existen algunas diferencias subculturales entre etnias, incluida la judía, me opongo a la idea de que la práctica sea exclusiva de los judíos. Respecto de esta cuestión, ver el captulo 3 de este libro.
Anropología y tra socia. Culura, poder y agenca
La sma de odos esos cores da como resulado qe, al ratar de hacer lo mejor ara sus hijos, moivados or el aor y el cariño qe senían or eos, los adres de clase media ala ambién maniesaban s rechazo a la idea de qe ss hijos erdieran s esats de clase si ellos odían hacer algo ara earlo Casi odos los jóvenes de mi royeco, como la Generación X en la clura úbca, haban comleado esudios erciarios o universiarios, e incl so algnos enían osgrados (normalmene, en derecho) Pero los que tenían difculades ara consegir los emleos qe querían o eseraban, o enían roblemas ara niciarse en algna carrera qe les ineresaba o ara alcanzar n ueso a la alra de s nivel edcaivo y de la imagen qe enían de sí mismos recibían ayda de ss adres Unos ocos segían viviendo en la casa aerna; rmaban are de na gran ola de "hijos búmeran', qe se súan en ora zona del rerao de la Generación X. Pero la mayoría de los jóvenes de mi esdio vivían (al menos ísicamene) solos, anque los adres se hacían cargo de gran are del alqiler y oros gasos mienras los hijos se dedicaban a raar de enconrar el rabajo ideal (no solamene n rabajo aceable) o se resenaban a odas las rebas y las adiciones que les eriieran inicarse en na carrera arísica o del mndo del esecáclo, o simlemene hacían iemo hasa decidir qé erían hacer de s vida. El colchón fnanciero aorado or os adres, y la volnad d los hijos de acearlo, imlicaba qe esos jóvenes se daban el lujo de disruar de n eríodo my enso de inceridmbre y aerura a las disinas oiilidades ara s ro y así no se veían obligados a aarse a emleos McJobs. Sin dda, eso es capital clral, resaldado or el oro io de caial, el más convencional Sin ebargo, esa sitación, qe drªne mucho iemo ercibí únicamene como n enorme rilegio qe ssamene roegía y deenda a los jóve nes de la angsia, era recisamene la clave de esa angstia. Cuando se ac uró la case meda, esos hijos sineron qe se asomaban a un abismo y qe s única roección era la red de segridad qe les roorcionaban ss adres22 Por na are, esaban agradecidos, algo qe se arecia en ss dichos; or ora are, senían qe esaban al borde de n abismo, de ahí el error Según n nrmane de la Generación X, "Me encana rabajar en [ciera ediorial de renombre], ero no hay n solo día en qe no iense que me eden arrancar la elicidad de n irón ¡Y eso qe engo resaldo fnanciero! Pasaré ahora a la clase media baja Como heos sto, la clase media ala one en rácica n modelo de generoso resaldo que se rolonga hasa la 22 L ocó de a red de segridad es cetral e la ovea Generción X. Copland (1 993) recrre a ea paa resaltar dversas cestoes: qe ser n tegrante de la Generacón X pede ser na pose cuado uno realmete centa co recursos y a ayda de los padres pero també qe todos os hjos de clase meda alta covve con a dea de as redes de segrdad, que qzá ya o estén dspobles
lo 4 Generación X. La anropologa en n no sarao e eios e onicación
ad adulta de los hijos. La intención es, en ciero sentido, rerzar el otena de los jóvenes ara alcanzar el éxito, hacer todo lo osible ara aoyarlos el coienzo de sus carreras y darles un eujón inicial. En la clase edia a es notoria, recisaente, la ausencia de ese odelo de reroducción de ase. Aquí recurriré nuevaente al valioso estudio etnográfco de una coudad de clase edia baja realizado or Katherine Newan. La autora hace incaié en el hecho de que sus inrantes se criaron en casas bonias con do tio de coodidades. Ellos eseraban que es era igual o mejor que a s adres. Y ahora se dan cuenta de (o teen) que eso no sucederá, y or eso sán enojados con el sistea. Newan se regunta or qué los adres no audan a sus hijos. Según ella, otivo es que no ueden, ndaentalente, orque no les sobra el dinero y necesitan reservar todos los recursos osibles ara cuando se jubilen. Asimiso, obsea que la auda asiva a la generación siguiente no ra arte e la culra de esta clase y que sus integrantes se aerran a un tio de indiviuaso econóico ás clásico: Incluo en Pleanton hy quiene podn preguntre por qué los pares el perodo de poguer no yudn u hijo. Hbindoe beneficido tanto e los año de bonanz ¿cso no tienen los recuso neceaios? Aunque /os padres de Pleasanton fueran más proclives a /as misiones de escate y desoyern el anato cultul e que cada geneación ebe batse a sí misa no disponn e los edio p epldr u hijo dulto (Newmn, 1 993: 2 1 la itálic e m).
Con esto no quiero decir que los adres de clase edia baja no aoyen adecuadaente a sus ijos. Tapoco, que todos ienen la isa actid; exis e, ciertaente, un ctor iortante de variación racial y étnica del que no e ocuaré aquí porque cede el arco de este ensayo. Proongo, en cabio, que se siguen otros odelos. Coo he coentado, se hace ucho hincaié en la idea de que los hijos deben bastarse a sí isos y que cuanto antes, ejor. En ese sentido (y or suuesto, en un contexto de recursos econói cos enos abundantes), es ás robable que la ayuda oecida consista en coartir los bienes y los servicios, y no que se aterialice en transrencias de grandes suas de dinero.23 Tabién se otorga ayor iortancia al aoyo a los hijos cuando acasan que a la iniciativa de dotarlos reviaente de un abultado caital y de recursos culrales. Esos odelos odrían haber servido ara alcanzar el "éxito de dos aneras, coo ínio, en éocas de roseridad y de relativa estabilidad so cial, ero en la siación social y econóica ierante en la década de 1 990 eron robleáticos. En rier lugar, en éocas de ayor bonanza el sector
Antropología y tra social. Cultura, poder y agencia
pblico asume una porción mayor de los costos con una mejor situación eco nómica general y con benefcios específcos pra la clase media; por ejemplo, los préstamos otorgados a los estudiantes universitarios. Pero la segunda rma en que las prácticas económicas de las milias de clase media baja resularon problemáticas se relaciona con los patrones espe cífcos de respaldo a los hijos que acabo de describir. El modelo propio de la clase media baja depende, en gran medida, de la estabilidad de las relaciones miliares, la disponibilidad de miliares para cuidar a los niños pequeños, la vivienda y los contactos laborales. Sin embargo, la época del distanciamiento económico entre las clases media alta y media baja coincidió con un notable crecimiento del nmero de milias con doble ingreso, un enorme incremen to en la tasa de divorcios y un panorama más sombrío para las madres divorciadas, entre otras cuestiones del mismo tenor En otras palabras, lo que se debilitó en este período e no solo una estctura amplia de oportunidades y recursos económicos, sino también la rma específca de la red de seguridad de a que dependía la clase media baja. Sin duda, aquí se haa la causa de la stración y la ira. En los peores casos, se obsean patologías sociales que normalmente no se asocian con el enómeno de la Generacin X pero que pueden con templarse de un mdo uctíero desde esa perspectiva. Joan Didion, por ejemplo, escribió un artículo scinante sobre los "Spur Posse, una pandi lla de jóvenes del disrito blanco, de "clase media (baja) de Lakewood, en Calirnia, que cometían violaciones sistemáticas y se dedicaban a generar el terror de distintas maneras en su propia comunidad (Didion, 1993) La autora encuadra el enmeno entro del desempleo masivo causado por el colapso de la industria aeronáutica, que generó asimismo una alta asa de desempleo entre proesionales y administrativos. Donna Gaines (1990) proporciona otro ejemplo en el que estudia en prondidad la desesperanza de los jóvenes de clase media baja de Bergenfeld, Nueva Jersey, para tratar comprender qué llevó a cuatro adolescentes a cometer un suicidio colectivo en esa localidad en 1 98 7 La ira y la depresión de la clase media baja, y el terror y el lamento de la clase media alta, son dos rmas de observar el mismo abismo, un abismo retratado en la cultura pública y analizado en esdios eóricos acerca de la ransrmación y la reproducción de clase. Desde abajo, el abismo parece imposible de sortear; desde arriba, czarlo parece demasiado cil. Aquí es necesario introducir una variación en la estrategia de análisis. Hasa ahora, he estudiado la problemática con tres componentes práctica mente independientes: las representaciones de la culra pblica, las descripciones enográfcas de la vida y el discurso de los inrmantes y un marco eórico o secciones de ese marco) que permiten ver cómo ncionan y cómo
íulo 4 Generación X. L antropologa en un mundo saturado de medios de comunicación
cabiado las clases Esta estrategia revela chas cosas útiles; por eje, e la cltura pública oclta las dierencias sociales ane deje al desierto (un retrato de) la realidad social e el carácter aor del proceso resentacional (los jóvenes de la Generación X están enojados, depriidos, llorones y haraganes, o todo a la vez) oclta la anera en ue se aplican distintas partes de la cobinación de iágenes a espacios sociales dites e inclso atagónicos y e arco de teorización perite coenr a bicar las piezas en s lgar Si ebargo, esta estrategia eclipsa otras cestiones E particlar, hasta ra no e he cestionado de aera sisteática la prodcción de esas re setacioes Adeás ás allá de a reerencia al pasar a la "interpelació' thsser, 1970) o la constitción de la Generación X ayorete coo n jetivo de marketing, no e he pregtado é clases de trabajo prodctivo drían a s vez estar haciendo esas representaciones en el proceso social Es cesario entoces, recordar qe la clase edia en general y la clase edia al en particlar no solo son los rerentes y objetos del conjnto de iágenes la Generación X, ino e tabién prodcen esas iágees Despés de do ¿ién escribe los guiones las novelas las lneas de los avisos plicitas, los artíclos periodísticos y las encestas deográfcas? Si en n nvel, la ltura pública se bica por encia y en cotra de lo e scede e el terreno otro nivel, es na de las cosas e se prodcen en ese iso terreno Esto s eva a la últia sección del ensayo 5.
El problema del hag
Adeás de los jóvenes enojados de clase edia baja con títulos terciarios e tienen epleos McJobs y de los hijos de posición acoodada pero rribleente angstiados de padres de clase edia alta percibidos coo llorones hay otra fgra clásica de la Generación X a la e es necesario restar atención: el "haragán'' La iagen del haragán proviene de la pecla de Rchard Linklater (199 1) , Slacker, qe despés se pblicó en ra de bro (Linater 1992), en la ue n grpo de jóvenes de entre veite y reinta años aparenteente brillantes ue habían caído en la escala social se chocan entre sí de odo irónico absurdo y extraño drante na hora y eda Los protagonistas o no trabajan o tienen epleos qe están por debajo e s capacidad, s ración o la posición socil de los padres En palabras e Linater drante a entrevista: "No es e todos los persoaes esté esepleados sino e s trabajo esclavo y sin iportancia no es lo e los motiva en el ndo (citado en Petrek y Hines 1 993). Son temas típicos de a Generació , otra versión de los McJobs Pero coo el iso Liklater
Anropología y teora social. Culura, poder y agencia
cometa, la mayoría de las persoas piesa que u haragá es, simplemente, u "vago que ada por ahí sin hacer ada (citado e Petrek y Hines, 1993).24 Todos los itegrantes de la Geeració X con los que hablé idepedie temete de la clase social de la que provinieran dijeron odiar el róulo de haragá que suele adosarse a su geeración. Todos pensaba de sí mismos que era muy trabajadores y que los problemas que preveía para su turo o era resposabilidad suya. Muchos, sin embargo, conocían a un par de haragaes, como el compañero de Karen que vivía e un departameto caro en Nueva York y que no había trabajado durante un año entero. Mi idea es que el rerete de la imagen del haragá es el chico de clase media alta que ha caído e la escala social, pero la erza de la imagen o radica solo en su rerente. Merece la pena recordar las cias de movilidad social descendete para la clase media alta: uno de cada cuatro jóvenes y en épocas realmente malas, uno de cada tres no canzará el éxito. Si, como he mencioado ateriormente, los chicos tienen terror a acasar, los padres tienen el mismo {o más) miedo por sus hijos. Un indicador de lo prondos que son esos temores es cuán diícil resulta que los padres reconozcan que sus hijos tieen problemas graves; más dicil aún es que quieran hablar del tema. Junto co la criminadad, esa e, sin duda, el área más sesible de mi trabajo de campo. Los jenes con problemas graves no eran los que respondían el cuestionario. Y lo que decían los padres sobre los hijos era de un optimismo exagerado: a todos ·les iba increíblemente bien, hicieran lo que hicieran. Era algo parecido al Lake Wobegon de Garrison Keior, donde todos los chicos son genios. Creo que no hubo una sola entrevista en la que un padre se refriera a un hijo que viera prolemas. Así y todo, pude rescatar agmentos de relatos de esos padres de clase media acerca de hijos e hijas que consuían rogas, que acasaan en la escuela, que quedaan embarazadas siendo my jóvenes, que tenían conictos con la justicia o que no concluían sus esdios y terminaan siendo peluqueros o secretarias o mecánicos (ocupaciones muy respetables pero que, desde la perspectiva de la clase media alta, indican que no se han canzado los objetivos de "éxito). Esos hijos generan mucho dolor en los padres, que los quieren y desean lo mejor para ellos. Tamién constiyen una ente de conicto, pues los padres se eserzan por cabiarles la vida a pesar de la resistencia que oponen. Y además, les generan una vergüenza rayana en la humillación, porque son la personifcación de la angustia de los propios padres acerca del éxito personal. 24 La versió en inglés de este artculo está publicada e Intrnet, de donde se ha descargado y eitado con autorización de los autores y los responsables de la revista. Las dos citas aparcen en la
ítulo 4 Geeració X.
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atropologa en u mudo saturado de medios de comunicació
El grado de sensibilidad de los padres de clase media alta respecto de los rblemas de (y con) los hos y los tipos de emociones prondas que se geran en torno a un hijo problemático dan una idea de las angustias que suce a la producción y la recepción de una representación como la del haragán haragán es la imagen de esos chicos que descienden (o que tienen la posi dad de descender) en la escala social sin que eso les importe siquiera Más marcadores de un tipo social, los haraganes son modelos de la angustia de padres, retratos de los temores más prondos de los padres de clase media a Más aún, para esos padres, los haraganes son contradicciones que todavía se han materializado: ¿Cuándo (si alguna vez ocurre) se acaba el respaldo os padres? ¿Cuándo se debe dejar de ayudar económicamente a los hijos? pués de todo, el propósito d la ayda era dar impulso a los hos para ar su movilidad ascendente y cncederles el tiempo necesari para el gran lo Cuando ese período se prlonga demasiado, los padres se dan cuenta de e, en realidad, han fnanciado la movilidad descendnte d ls hijos Desde el punt de vista de los aigidos jóvnes de la Generación X, araads en empleos McJobs o en la red de seguridad miliar, el haragán a fgura más compleja, que genera repulsión y resentimieno, pero también dia La vida del haragán puede estar vacía, pero al menos él ya no siete r ¿O sigue sintiéndol? Si bien ls persnajes de la pelícua Slacker aparntemente están en esa situación, los de Generación X pasan toda la novela raando dsesperadamente de ahuyentar la sensación d que nada tiene sntio Como dice uno de los personajes: "Sabemos que por eso dejams uestras das y vinimos al desierto; a contar historias y a hacer que nuetras propias das sean historias dignas de contarse (Coupland, 1 993: 24). 6. Algunas conclusiones
a antropolgía se desarrlla, cada vez más, en el centro del mundo que le es ontemporáne Mientras que, alguna vez, el rago distntivo de los antropógos e alearse del mundo para tratar de encontrar lo rgen, lo premoderno, hy en día es mucho más ecuente que los antropólogos trabajen en sus proas sociedades o en lugares donde sucede lo "modern Incluso cuando n se alejaban del mundo, incluso cuando trabaaban en sus propias sociedade en nómenos "modernos, muchas veces su estrategia consistía en trat la cmunidad que esdiaban como si ese distante y xótica Una consecuencia del giro hacia el aquí y ahora (o al recnocimient dl aqu y ahora en tdo) es que la antropología se convierte en na vz, n na ntrada dentr del universo extremadamente cmplejo y polióc de la "culra pública En ese contexo, ¿cuál es su aporte distintv, si es qu lo hay?
Antropologa y teoría social. Cultura, poder y agenca
Ua rspusta obvia provi d la riquza d los datos tográfcos, producto dl trabajo d campo prolongado, xhaustivo y (casi) complto. El sabr tno gráfco s costy mdiat la acumulación, la "dsidad d las obsacio s durat u timpo prologado. Probablmnt, l xtrmo opusto d s t tipo d sabr s ncuntr n cirtas rmas d priodismo tlvisivo, qu s apoya los corts visuals gacs y l sonido agmntado. Pes a los ata qus a los prtciosos unciados d "autoridad tnográfca (on algunos de los cuals coincido), aún dndría la ida d que l trabajo d campo clásico, prologado y xhaustivo produc cirtos tipos de vrdads qu l priodismo, ncsariamnt más vloz y suprfcial, s incapaz d producir.25 Sin mbargo, n dfitiva, con la etnograía sola o basta, pues no s la totalidad d la atropología, y s important qu la disciplia s resista a que la ncirrn n sa caja. La tnograía simpre intractúa xplícita o implí citamet co la teoría, s dcir, co panoramas más amplios n pugna qu pita cómo so "ralmnt las cosas (indpendintmnt d lo qu digan los sujtos nativos) y por qué. La toría s lo qu nos prmit trazar l mapa dl mundo d modo d ntndr la rlación ntre los diversos unciados priodísticos y tnográfcos en vez d embarcarnos n una bataa para dcidir quién tin la razón. A mnos, así s como rocdí n st capílo. He mencioado que una parte del pesaminto tórico rcint prmit ubicar las distintas rprsentaciones de los jóvns d nt veinte y treinta años, incluidas las (diversas) rpresentacions d la "Gnración X" y mis propios datos tnográfcos, dntro d un scnario mayor, l d las cambiantes rlacions ntr las class en Estados Unidos n l marco dl "capitalio tardío. Entindo la "toría n un sntido amplio sgún l cual comprnd ua variedad d modlos, mtáras, idas y dscripcions qu trata d prmanecr ra d los "datos y ocer cirtos marcos d intrprtació crítica sin car "objtivismos ingnuos. En coscucia, distintos momtos rvisité alguos rlatos d la volución dl capitalismo a fnals dl siglo X, cirtas idas ministas sobr la importacia mdular d las rlacions dl ámbito más ítimo para la rproducción de todas las rlacions d iquidad, incluidas las d clas, y (d un modo más implícito) torías sobr la rprsntació, dsd Cliord Grtz y Louis Athussr hasta l prsnt. Las torías d la rprestación, a su vz, os obligan a psar no solo en la rlació ntr u signifcant y su rrnt, sino también las rprsntacios qu s producn y s consumn u campo d dsigualdad y podr, cofguradas tanto por sas rlacios d producción y cosumo como 25 Sn u hy granes perosts etnográficos Francs FtzGerl encabeza m lsta de preferos,
íulo 4 Generación X.
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anropología en un mundo saturado de medios de comunicación
r la naturaleza del supuesto referente Así, esbocé el concepto de que la de la Generación X habla tanto de las preocupaciones de los padres de media alta como de un grupo particular de jóvenes reales. Se puede ar en la cultura pública en torno a la Generación X en parte como el rducto de una expedición culral en nombre de esas personas, un vie l que p ara ellos es e l margen del espacio social y un conjunto de postales vistas desde ese margen
Cap 5
SUBJETIVIDAD Y CRÍTICA CULTURL1
este capítulo e centaé en la iportancia de la noción de subjetividad ra una antopología cítica.2 Si bien no hay un vínculo necesaio ente las estiones de la subjeividad y las de pode y suordinación, y auque se ha crito ucho dento y ea de la antropología sobre la subjetividad coo un ámbito de investigación elativaente neutal i inteés se dirige sobre todo plia las líneas de tabajo que, en ecto, advieten una íntia nculación tre la subjetividad y el poder. De ahí la ipotancia de estudia la subjevidad en cuanto pate de "la antopología coo cítica cultural (Marcus y Fische, 2000). Entiendo po subjetividad el conjunto de odos de percepción, acto, esaiento deseo y teo que anian a los sujetos acantes. Pero tabién me efeo a las aciones cultuales y sociales que dan ra, organiza y eean esos odos de acto, pensaiento, etcéea. En este ensayo, oscilaré reetidaente entre el ansis de tales raciones culrales y los estados tenos de los sujetos acantes. l . Breve hstoria de los debates en
torno sujeto
ado que la idea de sujeto es, en sí, un tea de discodia, vale la pea conside rr, en prier luga, la historia del debate que esa idea ha suscitado. Se podría dirigir la atención al desarollo de la teoría social y culal que vo luga a lo 1 Quisiea expesa mi agadecimiento a Lila AbuLughod Roy D'Andade, Cliffod Geez, Steven ego, Paul Rabinow, Steven Sangen y Timothy D Taylo po sus valiosas cticas y sus agudos comentaios sobe las vesiones peiminaes de este ensayo He ecibido asimismo invaloables coentaos duante la pesentación de este tabajo en el Cento paa as Humanidades Gasscock de Univesidad A&M de Texas; e encuento anual de la Sociedad de Antopologa Psicológica de 2003 e Depaamento de Antopoogía de a Univesidad de Caifonia de Los Ángeles; el Depaamento de Antopologa y el seminaio de Sociooga Cultual Jeey Alexande de Yale; el congeso Lmites boosos: Repensa a cultua en el contexto de las pácticas intedsciplinaias" celebado en e nsttuto e Etnología de la Academia Snica de Taiwán (con comentarios fomales a cago de DingTzann i); y, po último en a Escuea de Altos Estudios en Ciencias Sociaes de Pas. Asimismo agadezco a ames Rosenheim, de a Univesidad A&M, Allen Chun y Tassadit Yacine, po su inmensa hospitalidad duante mis visitas a Texas, Taiwán y Pars espectivamente. 2 Este ensayo fue publicado oiginamente en Anthropological Theory (2005) Voumen 5 pp 31 52
Nº
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Antropología y teoría social . Cultura, poder y agenca
arg de sg y en s añs sguenes cm una ucha pr e pape de ser sca a persna, e sujet, e acr e agene en a scedad y en a hsra. S ben s rígenes de a ucha pr a mpranca de sujet pueden ubcarse much más arás en a sfía, a ersón de sg parece un debae prnc pamene enre as cencas scaes de recente eucón, pr un ad, y ceras íneas de pensamen sóc, pr e r. En a prmera mad de sg X, e debate adpó a rma de una reaccón sóca ane a emergenca de as erías de s "cndcnamens scaes Durem) y e "deermnsm Marx), menras que Sarre, en parcuar, se apara de as ds y prpne en El ser y la nada S arre, 1993 [ 1943]) a prmacía de a "berad humana. A su ez, en una respuesa dreca a Sarre, LéSrauss encauzó a Durkem en dreccnes nueas y más exremas, y asmsm, en cera medda, aejó s érmns de debae de as caegrías de a berad y e deermnsm. S Durem sugería a exsenca de un ne de " sc que pdía anzarse cn escasa referenca a s sujes, de ds mds e suje a que é sía denmnar "nddu) reenía una presenca mprane en e edc teórc cm eemen sbre y a raés de cua a "scedad hace su rab, y que ncus casnamene presenta aguna ucha Durem, 1986: 39). LéviSrauss remó de Durem a ncón de hech sca que exse pr encma y pr baj de ndvdu y que cas ene ida prpa, y se prpus purcar pr cmpe de a presenca y de a necesdad de sujes. Así, en a "Oberura de Mtológicas I Lo crudo y lo cocido, escrbe: "Así que n preendems msrar cóm pensan s hmbres en s ms, sn cóm s ms se pensan en s hmbres, sn que els nen. Y acas . . .) cnenga egar aún más ejs, prescnded de do suje para cnsderar que, de cera manera, s ms se pensan enre els (1968: 21). Aquí ya n se raa exacamene de una cuesón de berad y cndcnamens. N s se panea a dea de que a berad de suje es usra, sn ambén de que e pensamen human en sí es smpemene un ec de pur jueg esrucura un med para ear a cab. Cm señaa LéSrauss en El pensamiento salvaje, e n úm de as cencas humanas "n es cnstur a hmbre sn dser (1964: 357). Y según resume Nk Farre Fx en su recene bgrafía de Sarre: " . . . e esrucurasm se embarcó en una críca cncerada de humansm y e anrpcenrism, e nró as premsas humanas a dar prrdad a a esrucra sbre e suje, ncnscene sbre cnscene y s análss bjes sbre as epsemgías basadas en e y Fx, 2003: 24). E panrama acua de a ería sca y cuura debe bserarse a a u de esta hsra. Hay tres íneas de debae. La prmera es a de r Bourdieu
C p ítulo 5 Subjetividad y crtica cultural
testructuralimo, que enticamente toma distancia del poitivismo reimiano todavía presente en LéviStraus ("el análiis objetivo de la ye científcas) y e centra má activamente aún en "la disolución del homre. Los término de la crítica dan otro leve giro con la crítica del concepto "hombre haciendo hincapié en u cualidade iluoria no olo dede un nto de vita floófco (el yo como locu originario de coherencia, intencioidad y creatividad), ino en su epecifcidad ideológica. En mano de las tetcturalitas eministas (por ejemplo, Joan Scott, 2008), la cuestión es naraleza enmacarada de género: lo que parece er hombre en un sentido iversal es, literalmente, el hombre en el sentido de género: lo hombre. En an de lo potetructuralitas pcoloniales (pr ejemplo, Spivak, 1988 ), la etión e la lcalización de la idea de un preunto hombre universal en lo e es, en realidad, un proyecto epecífcamente occidental de dominación: hombre (colonialistas) blanco. Si e adpta e a perpectiva, se comprende el continuo atractivo que ejerce potetcturalim en mucho círculos académico, incluido importante ctores de la antropología. Aun aí, u antihumanismo plantea problema rales a una antropología que busca entender no solo el ncionamiento de der, ino lo intento de los subalternos (en un entido gramciano) de al anzar, en primer lugar, el privilegio de convertire en ujeto. E neceari vlver a una importante egunda línea de penamiento poterir a LéviStrau (aunque no potetcralita) que, de algún modo, trata de lver a poner un ujeto en el centro de la teoría social, pero al mimo tiempo rcura rermularlo teóricamente de mod de no rehabitar el iluorio uniralimo del "hombre. En eta corriente e ubicían la ditinta verione e la teoría de la práctica, como e obea en la obra de Pierre Bourdieu (por jemplo, 1977, 1999, 2007), Anthony Gidden (en epecial, 1979b), Mha Sahlin (en epecial, 1981), William H. Sewell Jr. (1992) y en vario trabaj e mi autoría (por ejemplo, Ortner 1984, 1996a, 1999a). Dejando a un lado mi bra, cuya idea, de tod modo, dearrollaré en ete enayo, e bea que Según Abdul JanMohamed y David Uoyd en un aícuo sobre e discurso de las minorías" Mientras ue el punto de paida del postestructuralismo se encuentra en la tradición occidental y su objetivo es a donstrucción de las formacones de la identidad desde dentro' la diferencia crtica es que las inorías en viud de su ser social deben comenzar desde una posición de detidad objetiva que está anclada en su marginación económica y cultural respecto de Occidente' Esa no identidad que e intelectual ctico occidental pretende (re)producir dscursivamente es para las minorías un elemento ado de su existencia social Pero como ta ese elemento no es de ninguna manera un indcador de iberación. ( . . ) Por e contrario a no identidad de las minorías sigue siendo el signo del daño materia para el que la única respuesta coherente es a lucha y no el distanciamiento irónico (JanMohamed y Uoyd, 1987:16) He usado esta ci ta de JanMohamed y Uoyd co n anteroridad (Ortner 1 996a 8) pero como la propuesta postestructuraista anthumanista sigue vgente en algunos círculos c que vale la pena seguir
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Antropologa y teoía social. Cultura, poder y agencia
o dersos pensadores nobrados anteriorente han planteado una variedad de teoría obre el sujeto Para Bourdieu, el sujeto internaliza las estrucras del mundo exterior, tanto el defnido desde el punto de sta cultural coo el obje taente real Esas estcturas internalizadas constiyen un habitus, un siste a de disposiciones por las que los actores se inclinan a actuar, pensar y sentir de un odo coherente con los líites de la estrucra Si bien algunos aspectos del concepto de habitus pueden ubicarse en conceptos de subjetidad, en es pecial las "dsposiciones, en los arguentos de Bourdeu acerca del habitus, el ayor énsis está puesto en las ra en las que establece una gaa de opco nes y líites para el actor social Sahlins, tabién inuenciado por las ideas del estructuraliso ancés, y al o tiepo resistiéndoe a su antihuanso, construye un sujeto uy siilar al de Bourdieu odo por las estructuras Pe ro, coo Sahlin analza actores históricos reales (por ejeplo, el capitán Cook), en la narración de us accione a ece los presenta coo subjetivaente ás coplejos de lo que uestra en la explicación teórca Gddens y Sewel, en cabio, entienden que los sujetos son un prodcto plenaente cultural y estcra, por lo que ponen el acento en la iportancia de un eleento de "agencia en todos los sujetos sociales En contraste con la insistencia de Bourdieu en la naraleza, prondaente internalizada y en gran edda nconsciente, el conociento socal en los sujetos acantes, Giddens hace hncapié en que los ujetos son siepre "cognoscentes, a enos parcalente, y por eo pu�n operar en las estrucras que os producen y, a eces, actar contra estas Y ente al erte deterniso estructural de Bourdieu, Sewell, desde u perspectia htórca, sostiene que "en el undo de las luchas y las estratageas huanas, muchos pensaentos, percepcones y accones acor des con la reproducción de odeos sociales extente no suceden, en tanto qe los no coherentes con ella aparecen todo el tepo (Sewel, 1992: 15). Todos estos pensadores, que, de una u otra anera reintrodujeron al u jeto actuante en la teoría social, han sdo una gran ente de nspración para í, y he escrto sobre la iportancia de su trabajo en uchos otros contextos Dicho eto, perítaee ugerir que en el trabajo de todos ello hay un vacío especal o una zona superfcal poco explorada que abre el espaco para ete enayo: una tendencia a nizar la portanca de la ubjetidad, e decir, la concepción del sujeto coo un ser existencalente coplejo que siente, pena y reexiona, que da y busca sentido. ¿Por qué e iportante la cuetón de la sjetiidad? ¿Por qué es necearo rencorporarla en la teoría soca? En parte, su iportanca radica en que e trata de una denón ndaental de la extenca huana, e gnorarla en el _
5 E u excelete esayo, Throop y Murphy (2002) propoe algunas de estas cuestiones Ver ta mbé Meeey 1999).
C píul 5 Subjetividad y crtica cultural
ano teórico implica empobrecer el sentido de lo huano en las denominadas cencias humanas Pero tambin es importante desde el punto de vsta político, cmo he propuesto al comienzo de este ensayo En especial, creo que la subjeidad es la base de la "agencia, un elemento necesario para entender cómo las ersonas obran (o tratan de obrar) en el mundo hasta cuando son el objeto de e obrar La agencia no es una voluntad originaria o naral, sino que adopta la rma de deseos e intenciones específcos dentro de una matriz de subjetividad, de sentimientos, pensamientos y signifcados (cuturalmente constiidos) Qisiera proporcionar una defnición preliinar En todos los casos, enendo por "subjetivdad una conciencia específcamente culral e histórica emplear el trino "conciencia n pretendo excluir distintas dinámicas conscientes, tal como se las ve en el inconsciente eudiano o el habitu de urdieu Qiero decir, en cambio, que a subjetividad siepre excede esas cestiones en dos sentidos En el pano indivdual, coincido con Giddens en e los actores siempre son, al menos en parte, "sujetos cognoscentes, tienen agún grado de reexividad sobre sí misos y sus deseos, y son capaces de enetrar de alguna manera los modos en que son rados por las circuns ancias Son, en síntesis, conscientes en el sentido psicológico tradiciona, go que se debe destacar como un compleento y no como un sustito de a sistencia de Bourdieu acerca de la inaccesibilidad para os actores a la lógica byacente de sus prácticas En el plano colectivo, empleo e trmino "con cencia'' ta como lo emplean Marx y Durkheim, es decir, co a sensibilidad cectiva de un conjunto de actores socialmente interrelacionados En este entido, la conciencia es una parte abigua de las subjetivdades personales y de la culra pública, y esa ambigüedad se aprecia en gran parte de o que gue Por momentos, trato la subjetidad en un sentido ás psicológico, en érminos de sentiientos internos, deseos, angustias e intenciones de os indi duos, pero otras veces aludo a las rmacines culturales de gran escala El tea de las subjetividades compejas en el sentido más psicológico (e no equivae a acultura) aparece, con gran ecuencia, en los estdios bre grupos dominados En ese tipo de trabajos, han sido centraes no soo a cuestiones de la "agencia (y la "resistencia), sin tabin del suiment, e temor o la consión, así como los diversos modos de superar esos estados bjetivos. Agunos ejemplos son los ensayos de Lia AbuLughod (1986 y 993) sobre las estructuras de sentiiento de las mujeres beduinas ta como James Scott (2000: en especial el capítulo 4) analiza el tema de la capacida de conocer de los omnados y recha tanto la dea de la fuee condicón hegemóca a la que estaran sometidos en el sentdo gramsciano como la sumsón que propone Foucault Estoy de acuerdo con Scott, pero creo ue va demasiado lejos. n esto concido más con Giddens que sostene que en ninguna circunstanca las condiciones de la acción puden volverse totalmente opacas a los oos de los agentes" ( 1 979b la itálca es ma). 6
Antropología y teoría socia . Cutura, poder y agencia
e moden y epren en l poeí y nrrtiv, el trbjo de Joé Limón (1994) cerc de l sención de gmentción entre lo pobre de origen mexicno en Etdo Unido, obr de Ahi Nndy (1983) obre l deoriención y reorientción del "yo indio bjo el coloniaimo, e estdio de Prnim Mnkekr (1999) de complej reccione de s mjeres de Indi nte ls epopeys televisiv y e tíco de Tssdi Ycine (1992) sobre ntrlez de género de miedo entre o cbieño. 7 Todos eos naizn tnto de qé mner condición de sujeción e contrye y se experiment de modo sbjetivo como rm cretivs en qe e trt de perrl, nqe olo se eporádicmente. Ademá de es cle de indgción sobre o core individes o os gpo de ctore, tmbién exite n trdición de investigcione e interpretcione en n pno cr (y poítico) más gener qe se interes por el ppe de ls rmciones ctrle prticares en confgurción y l generción de sbjetividdes Psré hor nzr ee pno. Primero voveré lgnos de lo trbjos clásicos de Cliord Geertz. Si bien ss ecritos dtn de mism époc qe os de LéviStr, Bordie, Shlin y otros tore menciondo nteriormente, Geertz e el único de os grnde inteecae de cmpo de l teorí socia y clra qe bordó e tem de bjetividd en e entido qe me intere xporr en este enyo. .
Otra mada conce pto de cura de Gee
En nos pocos, nqe notble, enyo pblicdo en ls décd de 1960 y 1970, Geertz pel l ooí y l teorí terri pr exprer n enqe exclivmente ctr de l sbjetividd y, podrí decire, n teorí de l cltr encd excivmente en l bjetividd. 8 Amb grdn n reción n etrech qe e diíc nlizrl por eprdo. Comenzré por cr. En teorí de l ctr de Geertz, peden identifcre do dimeniones. Por n do, etá el concepo nortemericno cáico de ctr, qe e oci, entre oro, Bos, Med y Benedic, y qe e defne principmente como iión de mndo y de ethos de n grpo pricr de peron. Por otro do, etá teorí foófc y iterri de proceo ctrl, inspird pricrmene en Wittgenein, qe hce hincpié en conrcción de entido, y de beidde, medinte proceo imbóico inmeros en e mndo ocia. Ycie fue discípul de Bourdieu Me prece itereste que ell mism sitúe su ivestigció etográfic e est á de subjetvidd, que o prece e l teor de Bourdieu 7
E este cptulo, nlizo csi exclusivmente los esyos fundacioles de Geez Si se dese teer u porm geeral de toda su obr, ver lnglis (2). Pnourgá (202) contiene un etrevist muy 8
Cpítulo 5 Subjetvidad y crítca cultural
Como bien sbe quien h leído los rbjos nroológicos de ls úlims décds el conceo de "culur h sido durmene cuesiondo Si bien he scrio sobre el debe cerc de l culur en oros rículos (Orner 1999b y l inroducción ese volumen) r vnzr en el nálisis de l obr de eerz es necesrio reomrlo cd vez. Sin embrgo dré quí un orienión direne l násis Si bien el conceo de culur de Geerz coniene dos verienes se adviere clrmene que el roblem rdic en el rimer senido l ide noremericn es decir l de que los gruos riculres "poseen'' culurs articulres cd uno l suy y que es culur es "comrid or odos los miembros del gruo Ls críics l culr en ese senido don diverss rms En rimer lugr el conceo de culur es demsido indiferencido excesivmene homogéneo: dds ls diverss rms de diferenci y desiguldd socil ¿cómo odrín odos los inegrnes de un sociedd determind comrtir l mism visión del mundo y l mism oriención rseco de ese mundo? L segund críic l más conundene es que l homogeneidd y l fl de diferencición en el concepo de cultur lo lign muy eremene l "esencismo l ide de que "los nuers o "los blineses ienen un únic esenci que los hce ser como son y que demás expc grn re de lo que hce y cómo lo hcen Los eligros de dor st ostur son evidenes cundo se obsen los ios de reresenciones de l "culur árbe o l "culr musulmn tn comunes en el mundo desués del 11 de sepiembre de 2001 Desde luego Geerz nunc doó es rm de ensr Su inerés por comrender l diferenci culrl er recismene el oueso er un rm de inicir "diálogos rvés de línes culurles Pero el conceto en sí se voló más escurridizo olíicmene de lo que recí nes L dens que hce eerz en Tras los hechos. Dos países, cuatro décadas y un antropólogo (1996) de lo que yo denomino el conceo noremericno de cur se ndmen rincilmene en l ide de que l culur es rel y que los críicos esconden l cbez como el vestz r no verla Coincido con ellos ero l críic necesi un dens mejor exresd en érminos de l olíic imlíci en el uso del conceo Así si bien se dvieren los verd deros eligros de l "culur en su oencil r esencilizr y demonizr gruos eneros de ersons mbién se debe reconocer el vlor olíico críico, r comrender no el ncionmieno del oder como los recursos de los que no lo inen. 9 Mi trabajo empírico ha sido principalmente, una respuesta a esa versión de la crítica Y durante mucho tiempo a través de él he destacado la articulación de las foas culturales con la desigualdad y la
Antropoogía y tra socia. Cultura, poder y agencia
Viso desde el lado del pode, se econoce, en pie luga, una ación culual coo un conjuno elativaente coheente de síbolos y signif cdos, ethos y cosovisión, y, al iso iepo, se eniende que esos signif cados son ideológicos y/o que an pate de las ezas y los pocesos de dominación Qizá la fgua ás epesenaiva de la eulación del con cepo de cultur en ese sentido es Rayond Wiias, con su adaptación de la noción gamsciana de hegeonía Las ideas de Wilias iniciaon una viual revolución acadéica coo consecuencia de la ceación de ese capo enore, éril e ingobenable denoinado "esdios cultuales En ano que l eró oremeicana de los esudios cultuales estuvo doinada po la r erria (mayoene ancesa), en Gan Beaña oaron un caino ás anopológico que abacaba abajo de capo enogáfco (en especial, en la oba clásica de Paul Wills, 1988, Aprendiendo a trabajar) y un desplie gue poducivo de la concepción de Wilias de la cua coo hegeonía, eso es, una cobinación del concepo noeaeicano de cula y el con cepo maxisa de ideología (Wilias, 2000: 129130) Los esudios de la culua posmoderna como pae de la hegeonía ás amplia del capitaliso adío, sobre los que me explayé más adelante, iustan ese ipo de abajo Vis desde la posición de los menos podeosos, la culua, en el senido anopolóico noeamecano, si bien con un ono ás cítico, pesise en los esudios de la "cul opular. Se aa de esudios acerca de los undos locles de sujeos y grupos· que, por uy dominados o aginados que esén, raan de da eido a su vid: culturas aciales y énicas (po ejemplo, Limón, 1994), culras de clase rbajadoa (po ejeplo, Lipsiz, 1994), culuas juveniles (o ejeplo, iTalai y W 1 995; Taylo, 2001; onon, 1995). A igl que en la nropología clásica noeaeicana, en la oba de esos auoes se cosidea que la culua es copatida po un gupo, que a pae de su modo de vida colecio y encana su hisoria y su idenidad, su cosmoisión y su ethos comunes. Los esudios de la cuua popula enendida en ese senido ambién ienden a incorpoa, iplícia o explíciaene, una perspeciv bjiniana según la cual l culu es la encarnación de una especie de esisencia, una especie de avesua, o bien de una acividad lúdica y placenera, que rma pae de la vida vivida en los mágenes de las esucuas de dominación. Yo' Mama Dynktional!, de Robin D G. Kelley (1997), un esdio de l culura oular aoameicna, es un excelene ejeplo de ese o de rbjo. 1 O Se podrí pensr que Willims h conseguido acercar la ntropología y l litertur desde la literatu r, como lo ha hecho Gz desde l ntropologí. Crehn (2004) critic l dptción que hce Williams de la noción gramsciana de egemonía y el uso extenddo de l versión de Willims del concepto en ntropologa Est autora propone temas inte-
C pítulo 5 Subjetividad y crítica cultu ral
En sma, la cltra", inclso en el viejo sentido norteamericano o en na erpretación del mismo estilo, no es inherentemente n concepto conservador o eligroso; al verlo de ese modo, se comete na especie de error de categoría. concepto es exible y vigoroso, y pede emplease de my distintas maneras; la más importante de ellas es s so como parte de na crítica potica. El concepto de clra al estilo norteamericao es, sin embargo, solo na e las dimensiones de la teoría geertziana. La segnda consiste en n connto de ideas acerca de cómo ncionan y qé hacen los procesos cltrales. eertz sostiene qe la cltra debe entenderse como n conjnto de rmas mbólicas públicas qe expresa y confgran el signifcado para los actores e participan en el ujo constante de la vida social. Y, anqe la idea de ignifcado" también se pede disparar en mchas direcciones dierentes, el erés particlar de Geertz se sitúa en las rmas de sbjetividad qe los iscrsos y las prácticas cultrales reejan y organizan. Esto me elve a evar, tonces, a la subjetividad y la conciencia. 3.
La consucción cul de la subjetvdad
En dos de ss artíclos más célebres, Persona, tempo y codcta e Bali" (Geertz, 1988c) y Jego prondo: notas sobre la riña de gallos en Bali" 1988d), Geertz oece na eplicación convincente de su método de trabajo cando interpreta las rmas clturales balinesas términos de designación de as personas, sistemas de calendarios, normas de etiqeta, riñas de galos se gún los modos de conciencia qe representan. Es importante no separar el método de iterpretació del interés en la sbjetividad (conciencia histórica y cltral). Ciertas rmas actales de análisis cltural, inspiradas principalmente en Focalt o en otras corrienes roveientes del postestrcturalismo, ponen el énsis en os modos en qe os discrsos constryen sjetos y posiciones sbjetivas, y iene, por lo tanto, na semejanza sperfcial con la interretación geertziana. Pero los sjeos en cestión en ese ipo de análisis se defnen mayormene en términos de gares políticos (posiciones de sjeto") e dentidades políicas (ambos or malmente sbordiados): sbalternos (e el setido colonialista), mer, oro racializado, ecétera. El ejercicio no carece en modo lo de imortc, ero difere de la cestin de la rmación de sbetividades, estrcr compleas de pensamieto, senimiento y reexión, qe ora a os res sociales en algo más qe ocates de determinadas osiciones pariclars y e determiadas identidades.2
Antrpología y teoría social. Cultura, poder y agenca
Geertz deja en claro que su modo de pensar la subjetvdad se remonta M Weber; por ello, no hay mejor lugar para comenzar que las deas de Weber sobre cómo el protestantsmo repercutó en la confguracón de la concenca de los prmeros sujetos modernos. A partr de la doctrna protestante de la predestinacón y el supuesto del carácter lejano e naccesble de Dos, Weber sostene que el calvinsmo inculcó a los creyentes una estructura partcular de sentmentos: "Con su inhumandad patétca, esta doctrna habla de tener como resultado, en el ánmo de una generacón que la vvió en toda su grandosa consecuenca, el sentmento de una inaudta soledad nteror del hombre (1979: 123). Weber crea una magen de la capacdad del protestantsmo para ntensfcar a cada momento la angusta relgosa. Por ejemplo, el calvnsmo emnó la práctca de la "conesión prvada del pecado, y así "se elmnó el medo de que la concenca aectva de la culpa pudese reacconar' peródcamente (Weber, 1 979: 127). Desde luego, la ente prncpal de angusta relgiosa era la sacón pscológcamente ntolerable de que el destno ya está escrto y que no hay rma de conocerlo. Toda la estratega de Weber para construir los vínculos entre el protestantsmo y el "espírtu del captalsmo se basa en mostrar cómo las doctrnas y las práctcas protestans nducían esas angustas y, a la vez, proporconaban modos de resolverlas. Las solucones "trabajo proesonal ncesante (Weber, 1979: 138), "aquella coducta [en el trabajo proesonal] que srva para aumentar la gloria de Dios (143), "sstemátco control de sí msmo (145) , entre otras producían no solo un tpo determnado de sujeto relgoso, sno tambén, según la mosa hpótess d·Weber, un primer sujeto captalista. No prondzaré en las obseacones de Weber sobre esa relcón. Me nteresa, en cambo, señalar que ese sujeto de produccón cultural y relgosa no se def ne solo por una poscón partcular en una matrz social, económca y relgosa, sno tambén por una subjetdad compleja, un conjunto complejo de sentimentos y temores que son medulares en toda la argumentacón. gual que para Weber, para Geertz las culturas son sstemas públcos de símbolos y sgnfcados, textos y práctcas que representan un mundo y conf guran sujetos de modos que se ajustn a la representación del mundo. Geertz (1988b) expone los ndamentos teórcos en "La relgón como sstema culral, dnde tambén proporcona algunos breves ejemplos. Pero el panorama completo de su planteo y su método fgura en dos extensos estudos de las rms culturales balnesas. En el prmero de los artículos, "Persona, tempo y conducta en Bal (eertz, 88c), nterpreta numerosos órdenes smbólcos balneses quzá se ls orí denomnar "dscursos con el fn de comprender el tpo de set que reejan y constyen. Entre ellos, se encuentran los "órdenes
C ítulo 5 Subjetividad y crtica cultural
defnición de la persona (nombres persones, nombres de orden de namiento, términos de parentesco, tílos de estatus, etcétera), los discursos re el iempo y las reglas y modelos de protocolo social. Geertz hace un álisis detallado de todas esas rmas, primero individualmente y luego en rminos de reerzo recíproco, todo ello para tratar de comprender el tipo de onciencia que se produce en la convergencia. Sostiene (paso aquí directamente a la conclusión de un anásis sumamen complejo) que los discursos sobr la naturaleza de la persona producen un po de "anonimización de las personas y que los sistemas de cálculo temporal roducen una "inmovilización dl tempo (Geertz, 1988c: 330). Los dos iscursos, según Geertz, debería verse como intentos culturales por "hacer saparecer de la vista los aspecos más propios de la condición humana: la ndividualidad, la espontaneidad, el carácter perecedero, la emoción, la lerabilidad (330). Convergen, pues, con una pasión cultural por la "ceremoalización del trato social que, al menos idealmente, tiene un ecto parelo: antener varias relaciones a "distancia sociológicamente mediana (329). En un nivel, todo eso representa e induce cierto estilo culral, algo que Geertz denomina "teatralidad traviesa (1988c: 330). Pero Geertz prondiza n la rma subyacente de la subjetividad en cuestión examinando la categoría o estado emocional de subjetividad balinesa de lek, que él traduce por "desazón, intimidación ante el público (. . ), un diso nerviosismo, generalmente ve, aunque en ciras siaciones virtualmente paralizante, ante la perspecva y el hecho d la intracción social, se traa d un temor permanente, las más de las veces leve, de que uno no sea capaz de comportarse con la requerida fneza (33 1332). La elaborada arquitectura cultural, los discursos y las prácticas que se entrelazan, los términos de designación de las personas, los calendaros y las reglas de protocolo agudizan y a la vez mitigan ese conjunto d angustias: Lo que se teme levemente en la mayor ae de los casos e intensamente e unos ocos es que la actuación ública que constituye la etiqueta resulte torpe y chapucera, que la distancia social que la etiqueta antiene desaparezca en consuencia y que la ersonalidad del individuo irrua a través de la ala actuación ara disolver su identidad ública estandarizada ( ) k es la conciencia siempre presente de la osibilidad de semejante destre interpersonal y al mismo tiempo es la fuea que tiende a evitarlo (Geez, 1 988c: 332) . .
Lo intersant respcto de la estructura de las emociones enunciada aquí s su complejidad reexiva. Las rmas culturales discursos, prácticas producn cierto tipo de mentalidad cultural que apunta a mantener la distanca ntre las personas y a la ceremonialización del trato soci mientras crea una serie de angustias vinculadas con la capacidad de salir airoso. La subjetividad
Antropología y teora socia Cultura, poder y agencia
en cuestión tiene una a culal deteinada, peo tabién una anea de habita esa a que es eexiva y se anguia ente a la poibdad de acaso pesonal. El segundo de los ensayos ás ipotante de Geetz obe cultua y subjetividad es "Juego pondo: notas sobe la iña de gallos en B ali {198 8d) . En téinos geneales, su enque es siila al que adopta en "Pesona, tie po y conducta en Bali. Pieo, el auto explica en detalle la centalidad de las iñas de gao en la vida social, el pensaiento culal y las pasione individuales de lo baneses. Luego oece una vituosa intepetación de las iñas de gao coo texto público. Se detiene en la oganización social de la paticipación y las apuesas, y establece que las iñas de gallo, en especial las "pondas o socialente ipotante son "ndaentalente una daati zación de inteeses de status" {1988d: 359). Peo luego se pegunta qué signifca paa los actoes balineses que la daatización púbca de la ivalidad de estas toe la a de "un gallo [que] hace pedazos a oto insenataente (369). La aguentación sigue la distinción ente "odelo de y "odelo paa'' sin encionala explícitaente. En pie luga, en el "odelo de, la iña de gaos e intepeta coo un texto, un conjunto de epesentaciones y odena ientos de teas cultuales que les otogan signifcados paticulaes: Lo que hace [a riña de galos] es lo que hacen, en el caso de otros pueblos con otros temperamentos y ora convenciones, E Re y Lear y Crimen y castigo; recoge esos temas muee, mascul inidad, furor, orgull o, pérdidas, ganancias, ar y a ordenarlos en una estructura general os presenta de una manera tal que pone de relieve una paicular visión de a naturaleza esencia de dic hos temas Hace una interpretación de elos, los hace (para quienes está istóricamente situados en a posición de apreciar la interpretació n) significativ os, visibes, tangibes, aprehensible s , "reales en el senti do de la ideación (Geez, 1 988d: 364)
iso tiepo, es ás que un texto, o ejor dicho, los textos tascien den la ea enunciación y exposición de ignifcados. Así, y este es el aspecto del "modelo paa, "[p]aa los balineses asisti a las iñas de gallos y paticipa en ellas es una epecie de educación sentiental {Geetz, 1988d: 369). Es en ese contexto que Geetz pesenta su elaboación teóica ás explícita de la ación de la subjetividad. Pieo analiza las as en las que paticipa en las ias de gaos "le aben [al espectado] su popia subjetividad (370). Peo lueo adopta una posición constuctivista ás potente: Pero como ( . ) esa subjetividad no existe prpiamnte hasta estar así organizada, las formas de ae generan y regeneran esa misma subjetiidad que ellas pre tne solamente desplegar Cuaetos, naturalezs mueas y riñas de gao no son meros refleos de una sensibilidad preexistent analógicamente representaa,
Captuo 5 Subjetiidd y crtic cutura
io que o agete poitio e creci y mteimieto de t eibiidad (Ger, 1 d 31 )
En el núcleo de esa sensibilidad hay tabién un conjunto de angustias, direntes de las que expone Geertz en "Persona, tiepo y conducta en Bali, aunque no desvinculadas de ellas En este caso, las angustias giran en torno a la irrupción de la anialidad en la vida huana Geertz ropone que los balineses se sienten asqueados y/o amenazados, pero tabién scinados, por las aniestaciones de la aniadad en el undo huano, incluidos la ayoría de los aniales reales, las conducas aniales del hobre y los deonios aléfcos que adoptan todos ras aniales (1 988d: 345) Si hago hincapié en l a cntralidad de las angustias en l análisis que hace Geerz de la subjetividad es, en arte, porque está uy próma a las ideas wberianas de la ética protestant, que abién se centran en la angustia. Pero en su arco teórico, Geertz asigna un papel aún ayor a la angustia; es uno de los ejes centrales no solo de deterinadas subjetividades culrales, sino de la condición huana en su conjuno, s decir, la condición de ser una criatura culral. Para obsearlo, es necesario volver al ensayo que dio inicio a su proyecto teórico, "La religión coo sistea culral (Geertz, 1988b). Gertz lo utiliza para prondizar en lo que advierte coo el temor ás ndamental de los seres huanos el iedo al caos conceptual. Comienza citando a Susanne Langer: [El hombre] puede adaptarse a cualquier coa qe s imagiaci sea cap de afrontar pero no puede hacer frete a caos. Como a fuci carcteríitica de hom bre y s supreo bie es la cocepció , s ayor espato es el de efrentrse co lo qe no puede explic arse con e "isterio ( . . ). Por eso, estro bien más ipoante so siempre los símboos de estra orietacin genera en la atraleza, e a sociedad y e todo cato haceo (Lager, citada e Geez 1 988b: 96) .
Geertz continúa con la disinción de los disintos ipos de teores encarnados en ese iedo al caos: Hay por lo eos tres ptos en los que e caos u tumuto de hechos a los qe le s flta no solo iterpretació sino tabié la posibilidad de iterpretación aenaza irrmpir en el hobre en los líites de s capacidad aaítica, e los líites de s fea de resistencia y en los líites de s visión ora. El descocieo, el sfriiento y la sensación de na paradoa ética insouble constituyen, i so lo bastante intensos y dran lo suficiete, radicaes desafos a la proposición de que a vida es coprens ble y de que podeos orientarnos refle xiv aete en ela . . (1 988b: 97).
Esas angusias de la interpreación y la orientación son visas como art de la condición huana n gnral basada la dpndecia dl hombr
Antrpología y tría social. Cultura, poder agencia
de os órdenes simbóicos para actuar en e mundo. En un artícuo anterior (Geertz, 1988a), e autor sostiene que os sistemas simbóicos no se agregan a a existencia humana, sino que a constiuyen. Como os seres humanos son criaturas reativamente abiertas y están mucho menos programados que a mayoría de os animaes, iteramente dependen de sistemas simbóicos ex ternos para sobrevivir, incuido en especia e enguaje, pero, en términos más generaes, también a "cura Este panteo ndaciona más extenso sobre as angustias meduares de hombre por a agilidad de orden y e signifcado ha dado un nuevo giro en una ampia área de os esdios curales, os esudios de a "condición posmoderna, que se presenta (como veremos a continuación) como una nueva y poderosa confguración de a cultura dominante. De la interpretación de la cultura a la críca cultural: dos lecras de la conciencia posmodea
.
En esta última sección, presentaré interpretaciones de dos trabajos acerca de as rmaciones curaes y subjetivas de capitaismo tardío, considerando un conjunto de objetivosEn primer ugar, quiero exponer a noción de interés por as compejas estructuras de a subjetividad que ha persistido más alá de os ensayos seminae de Geertz pubicados en a década de 1960 y ha continuado en ciertos tipos de trabajos hasta a actuaidad. En otras palabras, quiero comparar esos tipos de trabajos con e pensamiento antihumanista (estructuraista y postestructuraista) e critiqué a comienzo de este artícuo y con e trabajo mucho más satisctorio de os representantes de a teoría de a práctica que, de todos modos, ignoran as cuestiones de a subjetividad. En segundo ugar, mostraré a continuidad con e método de interpretación geertziano y sus transrmaciones. Aún es posibe apreciar este método de interpretación de as rmas de a cutura púbica para legar a a conciencia coectiva, pero en manos de os autores que exporaré aquí ha adoptado o que podría denominarse e giro de Raymond Wiliams: de a interpretación de a cutura a a crítica cutura De hecho, hay ago irónico en esto. Si bien cada vez más se ve e "culuraismo geertziano como conservador, en reaidad, sirvió de base a un enque radica de os estudios cuturales. Raymond Wiiams ecundó una versión rconocibemente geertziana de concepto norteamericano de cutura con a s mia de a concepción maista de a ideoogía para tratar de entender cómo a cutura rma y derma subjetividades o que é denominó "estructuras de sentimiento, en contextos históricos específcos de poder, desiguadad y mercantiización. En e siguiente anáisis de os dos ensayos, ambos inscriptos
Capítulo 5 Subjetividad y crítica cultural
en esta tradición de los esdios culrales, quiero mostrar no olo la deuda con los métodos de interpretación geertzianos, sino también algunos ecos or prendentes de elementos más específcos de la cosmovisión de Geertz, en pticular, la centralidad de las cuestiones de la angutia por el orden y el sentido La primera de las obras en cuestión es el clásico ensayo de Fredric Jameson "Postmodernism, or the cultural logic o late capitalism, publicado el año no podría haber sido más adecuado en 1 984 El artículo e la platarma de lanzamiento de una línea de pensamiento acerca de la cultura contemporánea, y la segunda obra que analizaré aquí, La corrosión del carácter: las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo, de Richard Sennett (2001), representa un desarroo adicional, y más reciente, de algunas de las mismas cuestiones.3 Antes de continuar, debo decir que si bien, en mi opinión, las dos obras son interesantes, no necesariamente coincido con todo lo que en eas se plantea Así pues, no pretendo embarcarme en una exploración sustantiva de la condición posmoderna ni mostrar una conrmidad absoluta con los do trabajos. Los expongo aquí principalmente para ilustrar una rma específca de análisis cultural contemporáneo encado, como lo hace Geertz, en las cuestiones de la subjetidad (angustiada) y que transrma la interpretación de la culra al estilo geertziano en crítica cultural Jameson, en primer lugar, ve la posmoderndad como un conjunto de estilos emergentes en el campo de la arquitecra, la pintura, la literara, el cine y la teoría académica y, al mismo tiempo, como una rma emergente de conciencia con características particulares Los estilos y la conciencia están explícitamente igados al "capitalismo tardío en diversos sentidos mediante la mercantiización de la "producción estética (Jameson, 1984: 4), como "la expresión interna y superestrucra! de toda una nueva oleada de dominación militar y económica de Estados Unidos en todo el mundo (5) y como un análogo de "la gran red comunicacional global multinacional y descentrada en la que estamos atrapados (). Jameson interpreta la culrconciencia posmoderna (como en Geertz, o para el caso, en Durkheim o M, el límite entre las dos es dio) en una diversidad de rmas y textos de la culra pública. Comienza con una comparación entre una pinra de zapatos campesinos de Van Gogh y Los zapatos de 1 3 No es mi intención pvilia a los autoes que pvienen de discipinas distintas de a antologa Elegí los tabajos de Jameson y Sennett porque ilustan los astos del enfoque de Ger de la subjetividad que deseo esalta Los anopólogos e han ocupado de vaias cuesiones vinculadas con el capitalismo adío, en especial de la globalización (Appaduai, 2001 ; Hannez 1 998; Ong, 1 999). Ente los trabajos más afines sobe cuestiones especícas de a conciencia posmodena se encuentan Taube (1 992b), Main (1 994) y Comao y Comao (2001 a). 1 4 U n ejemplo de o ápido que cambia el discuso de la ta a polica es que el témino globai zación" aún no ea moneda coien te cuando Jameon escibió su eny o en el que emplea la palaba mulinacional
Antrpologa y teoría soca. Cultura, poder y agencia
polvo de diamante, de Andy Warhol Según Jameson, la pintra de Van Gogh
pede y quizá deba interpretarse como una respesta a na condición real del mndo, "todo el mndo objetivo del simiento ral (Jameson, 1984: 7), mientras que la pinra de Warhol no se presta a este tipo de interpretación: "En Warhol ( ) no hay manera de completar el gesto hermenéutico y devolver a esos retazos todo ese contexto vivido más ampo (8) De acuerdo con Jameson, el cuadro de Warhol encarna "acaso el rasgo rmal spremo de todas ( . ) las posmodernidades: la chara o alta de prondidad (9, el orden de las palabras está alterado) Esa alta de prondidad es, para Jameson, el primero de los grandes "rasgos constitutivos de lo posmoderno, entre los qe también se centan "n consecente debilitamiento de la historicidad en nestra relación con la historia pública y en las nuevas rmas de nuestra tempordad privada ( ) [y] n tipo completamente nevo de tono básico emocional, qe él denomina "intensidades (6) Jameson compara luego la obra de Warhol con E git, de Edvard Munch, "una expresión canónica de las grandes temáticas modernistas de la alienación, la anomia, la soledad, la agmentación social y el aislamiento (Jameson, 1 984: 1 1) Esas temáticas, sin embargo, se ndan en lo que Jameson denomina "modelos de prondidad del sujeto que suponen diversos tipos de sbjetividades complejas, incida la distinción entre un yo interior y un mundo exterior En la posmodernidad, sin embargo, "la prondidad se ve reemplazada por la superfcie (12) y "la alienación del sujeto se ve desplazada por su agmentación (14)5 Esta interpretación queda luego grabada a ego con na to del Wells Fargo Court, un edifcio que parece "una sperfcie que no está sostenida por volumen algno (1 3 En síntesis, el sujeto posmodern ha sido pivado de subjetividad en el sentido modernista Las rmas cultrales posmodernas, incluso las corrientes de la teoría cultural que postulan la irrelevancia o la "muerte del sujeto, reejan esta subjetividad achatada y, a la vez, aumenan la sensación de desorientación del sujeto Aquí,Jameson desarolla su mosa interpretación del Hotel Westin Bonaventre de Los Ángeles Mientras lleva a los lectores a través 1 5 Sobre a base de unas pocas entrevistas reaizadas en Estados Unidos, Caudia Strauss (1 997)
cuestiona os argumentos de Jameson y mis propios apoes a esos argumentos acera de a frag· mentación de sujeto (Oner 1 99 1 ) No queda caro si ese tipo de entrevistas a indviduos pueden empearse para cuestionar as prpuestas de Jameson y mías que se sitúan en un pano cutura, pero no quier expayarme aqu spondiendo esas cuestiones 1 6 Siendo una persona de Nueva Yo que se ha mudado a Los Ángees debo decir que a os neoyor· quinos e diseño de muchos edicos de Los Ángees nos resuta ago etraño Me reer a os edicios de depaamentos. En muchos de eos no hay una puea ni un hal de entrada dendos En mi edi· cio y en otros de mi barrio hay que entrar por a cochera o por una puea atera que da directamente a un pasio donde se encuentran as pueas de entrada de as viviendas Digo esto para señaar que e Westin Bonaventure puede ser "posmoderno per también puede representar una versión exagerada de ciet cultura arquitectónica oca.
Captulo 5 Subjtividad y crítica cultural
de esacios increíblemente consos, J ameson dice que "en defnitiva, el hotel ha logrado trascender las caacidades del cuero humano individual ( . . .) ara situar cognitivamente su osición en un mundo exterior cuyo maa se uede trazar (Jameson, 1984: 44). Más adelante, ubica la angustia central confgurada or este tio de entorno: Es posil proponer aquí que es alarmant punto de disyunción ntr el cuerpo y su ntorno construido ( ) pud plantars como símbolo y análogo d s dilema más agudo que s la incapacidad d nustra ment, al menos n la actualidad, d caografar la gran rd comunicacional global multinacional y dscntrada n la que stamos atrapados como sujtos ndividuals (44). .
Jameson traza así un esbozo de lo que él ve como una nueva rmación de la culra/conciencia y la critica como "la lógica cultural del caitalismo tardío. No se trata de una ideología en el sentido clásico del término, un conjunto de ideas y untos de vista imuestos por las clases dominantes, sino de una culra vista como ideología, como la "exresión suerestructura! de nuevas rmas de oder en el mundo. Además, sus características rinciales constituyen una esadilla geertziana que desordena y desorienta, y carece de sentido y acto. Los sujetos osmodernos están desorientados en el tiemo (el "debilitamiento de la historicidad) y en el esacio (vagan metaóricamente en los asios laberínticos de lugares como el Westin Bonaventure). Como carecen de un vocabulario ara nombrar la rondidad y la comlejidad sub jetivas (el fn de los "modelos de la rondidad), su vida emocional se reduce a estaidos emocionales dimentarios ("intensidades) y estados de ánimo sin rasgos característicos ("euria). En esta interpretación basada en las anstias de la orientación y el sentido, Jameson enseña su coherencia en términos de la olítica que invoca al fnal. Si bien aunta a la olítica radical tradicional, en defnitiva, termina invocando no a las barricadas, sino a las rácticas de ordenamiento conceal del mundo, esecífcamente la ráctica de la "cartograía cognitiva: "La rma olítica de la osmodernidad, de haberla, tendrá una vocación or la invención y la royección de una cartograía cognitiva mundial (Jameson, 1984: 54) En el curso de esa cartograía, "tal vez comencemos a entender nuestro osicionamiento como sujetos individuales y colectivos, y a recuerar una caacidad de actuar y luchar que en la acalidad está neutralizada or nuestra consión esacial y social (54) . El ensayo de Jameson uede criticarse desde diversos ángulos. En esecial, or su notable alta de ndamento social. La osmodernidad tal como él la describe no está vinculada con ningún gruo, clase o ráctica en articular (or ejemlo, el trabao) . Parece otar sin estar amarrada a ninguna ubicación
Antropología y tría social. Cutura, poder y agenca
en el mndo real y existir en el éter del modo de prodcción del capitalismo tardío en su conjunto Fred Peil (1990) hace na crítica brillante en esos términos, y en el libro de Sennett que comentaré a continación, el ator elde muchos de esos problemas El argmento de Sennett se ntre más de material etnográfco qe de textos y esa es na de las direncias entre los dos trabajos7 Pero mi intención aqí no es hacer hincapié en las defciencias del artículo de Jameson, sino mostrar cómo se pede sacar provecho de na lectra de Jameson y Sennet en términos de los planteos eertzinos) acerca de la cltur y la subjetividad, acalizados a través de Raymond Williams, qe son esenciales en este capítulo La corrosión del carácter: las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo, de Sennett (2001), es, al igal qe el ensayo de Jameson, na ex-
ploración de las nuevas rmas de conciencia que emergen en las condiciones imperantes en el capitalismo tardío Los textos qe emplea en s análisis no son pinras ni edifcios sino escenas laborales, estrctras de atoridad y responsabilidad en los lugares de trabajo y conversaciones sobre el trabajo. Mientras que para Jameson el "capitalismo tardío adopta, en gran medida, la rma del multinacionasmo, se bica "allí era y es dicil de comprender, para Sennett se encuentra en las empresas y en los lgares de trbajo, "en casa y es igualmente dic de ptar8 Sennett sostiene que las condiciones laborales han cambiado radicalmente en el capitalismo tardo e y qe ese cambio ha tenido repercsiones my prondas en la conciencia, a la que él se refere en términos de "carácter'' Resume esas nuevas condiciones en la ase "nada a largo plazo, lo qe signifca, antes que nada, que los emple no son segros, en parte debido a la creciente opacidad de las compañías, de modo que las personas nnca saben exactamente qué se espera de ellas y en parte debido a las prácticas de "recores y "reconversión, por las qe las empresas despiden personal constanteente aunque no esté demostrado que esas prácticas amenten realmente la productidad o la rentabilidad "Nada a largo plazo qiere decir también que el trabajo en sí no está inserto en el "empleo'', na relación prolongada en el tiempo con una empresa que podía convertirse en parte de la identidad del individuo, sino que se agmenta en "proyectos que se peden tercerizar para que los lleven a cabo contratistas que tampoco tienen na relación dradera con la empresa También se traduce en n perjuicio para los trabajadores 1 7 E poble dtinguir cieos tipo de etudios cuturales basado en la producción textua que restan más eftivos en e tatamiento de probema de la sitación socia, incluso sin recuri a la inetigación o lo dato etnogáfcos. Ver, po ejemplo, Traube (1 992b) y Bordo (1 993), también obre la conciencia pomoderna 1 8 El tercer gran lugar para tar un mapa de la cultura y la concencia pomodena es la famiia anaizada po Judth Stacey
Capítulo 5 Subjetividad y crítica cutural
mayores (de más de 50 años; o de más de 40 en lgunos lugares; y de más de 30 en el ámbio de la publicidad); las personas que han rabajado durane mu cho iempo en la empresa son visas como demasiado enelas en hisorias pasadas, demasiado acosumbradas a maneras antiguas de hacer las cosas, de masiado proclives a conesarles mal a los jes más jóvenes, ecéera. La ase nada a largo plazo ambién puede rerirse a las máquinas de producción, que se deben reprogramar sin previo aviso, el moso principio de producción a iempo (Harvey, 1 998). En suma, el principio de "nada largo plazo se ramifca a ravés de la culura empresaria del capialismo ardío. Denro de ese cuerpo discursivo, e eecto posiivo de "nada a largo plazo lo apora la palabra "exible''. Las personas deben ser ebles, las máquinas deben ser exibles, las empresas deben ser exibles. El libro de Senne raa en su otaldad de los ipos de subjeividades que se producen en el marco de la exibiización. Más cauo que Jameson en su locaización de los sujeos en cuesión, Sennet muesra que la exibilzación acúa en disinos lugares de clase. Luego de acudir en varias ocasiones al simposio de muy alo nivel que se celebra anualmene en Davos, Suiza, que convoca a ejecuivos jerárquicos de empresas muy imporanes, llega a la conclusión de que personas como B Gaes y oros individuos de la especie "Hombre de Davos se sienen a guso e incluso prosperan con la menaldad de la ebización: "La capacidad de desprenderse del pasado, la seguridad necesaria para acepar la agmenación: esos son dos rasgos de carácer que se manifestan en Davos enre las personas que de verdad se sienen cómodas en el nuevo capialsmo (Sennet, 2001: 65). Pero luego afrma: "Estos mismos rasgos de carácer ( . .. ) s e ornan más auodesrucivos para los que rabajan en escalones más bajos del régimen exible. (. . .) corroen el carácer de los empleados más corrienes que raan de jugar de acuerdo con esas reglas (Senne, 2001: 65). Si bien desde el puno de visa de los propiearios y los ejecuivos d e las empresas, un lugar de rabajo exible es más producivo, desde la perspeciva de los empleados que rabajan "en escalones más bajos, la empresa y/o la pro pia carrera laboral parecen deerminadas por la "incoherencia (Senne, 2001: 49), son "amors 58) e "iegibles 89) . Senne proporciona varios ejemplos dierenes y bien individuaizados de cómo se ven esas cuesiones en disinos ipos de entornos laborales y niveles denro de las empresas. En uno de los ejemplos, a los empleados de una brica de pan, que había sido inrmaizada por compleo y enía muchos empleados con horarios exibles en disinos rnos, su rabajo les resulaba "indierene (y nadie salvo el capaaz, era panadero de ofcio). En oro ejemplo, el auor presena a Rose, una mujer mayor que había empezado a rabajar en una agencia de publicidad. Prono aprendió que el desempeño "conaba para los empleadores menos que los conacos y la capacidad para rabajar en red 82). Se senía lnerable y en riesgo
Antropologa y teora social Cutura, poer y agenca
rmannt, n part porqu no tenía esas aptitudes y en parte porque no veía una rma clara de sabr si staba progresando (87). En un tercer ejeplo, Snntt dscribe la siación en una brica que había establecido la organización dl "trabajo n equipo, cada vez ás dindida. En sa ábrica, donde los js s representaban como un iebro más del equipo, los trabajadores notaban l oscuro accionar del "poder sin autoridad (121), ientras que los grentes ponían en práctica sus habilidades para la "interpretación pronda y las "máscaras de la cooperatividad (118). Aun cuando no hubiera recortes, nadie consrvaba su empleo durante ucho tiepo. Sennett resue de la siguiente anera los ectos corrosivos de las diversas manistaciones del capitalismo exible: La cul tura el uev oren trastona fudame t a autogizació n ( . ) Puede searar e trabajo sncillo y suecial d l a cmnsión y e l cmmiso como les ocura a os paaderos e Boston. Pud hace del riesgo constante u ejercicio de la depresión, como le ocurrió a Rose. El cambio mútipe e iversible y a actividad fagmetada uede ser cómos pr os nuevos ams d nuevo égimen cmo a coe e Davos, p pude desrinta a ls siits del régimen (Sennett 2001 : 1 23).9 .
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De este odo, partndo desde puntos dieentes, Sennett llega a conclusiones uy siilares a las de Jaeson. La "carencia de aecto de Jaeson aparece en los trabajad�s de la panadería coo "indierencia; la "alta de prondidad de Jaeson se aprecia en las "áscaas de la cooperatividad que representan las habilidades principales del gerente conteporáneo; su hincapié en la desorientación espacial se cw·responde con el que hace Senne en la desorientación teporal: ·
La fecha e tiempo se rompe o tiene una trayectoi en una economía oítica costatemente ronveida que oia la utia y grma a coo po L gente siente la falta e relaciones humanas sostnias y ropósitos uaeros ( ) registrano el maestar y la ansie ad por el presente (2001 1 03) .
La crisis de la conciencia posmoderna es, una vez más, una crisis de orintación en un undo iposible de interpretar o, según Sennett, ilegible.0 En el últio capítulo del libro, Sennett escribe acerca de la necesidad de la sodaridad y la counidad para enentar ese undo de anera efcaz en el lano oltico. Pero, como en el caso de Jaeson, en cierto sentido, hay una 19 Versión española modificada por las traductoras (N. de las T). 20 Sennett rha el término "posmoderno pero claramente se refiere a os mismos fenómenos que Jameson agrupa bajo ese término
Captulo 5 Subjetividad y crítica cultural
ecesidad más ndamenal de herramieas simbólicas, cocepuales y coiivas que sirva para reorienar y reconsiuir el yo dero· del uevo orde. Así, mienras Jameson se refere a la caroraía coniiva, Sene alude a la mporancia del relao, la capacidad de las personas para narrar su vida de u modo coherene y signifcaivo. En el capialismo ardío, la capacidad para arrar coherenemene la propia vida se ecuenra bajo ameaza cosae, por lo que debe ser preseada o resablecida. En el peúlimo capíulo, Senet describe los inenos de algunos aiuos ejecuivos de IBM que había sido despedidos a causa de los recores de narrar lo que les había ocurrido y por qué, de una manera que los ayudara a acepar las uevas codicioes que reían su da 21 Jameson y Senne pracica lo ue Raymond Wiiams denomia análisis rascendenal", en el que u proceso culural es cosiderado un sisema culural que deermina rasgos domianes: la culura udal o la culra burguesa" (Williams 2000: 143) o, e ese caso, la culra posmoderna Pero si bie eso puede ser y es muy efcaz, uca alcanza, y por lo ao ambié deben buscase, de acuerdo con Williams, las conracorrienes de oda rmación culral Anes de erminar ese capío, quisiera examinar brevemee esas conracorrienes Lo que Wiiams señala como conracorrienes so las rmacioes cul rales alernaivas que coexisen con la hegemónica, a las que él deomina residuales" y emergenes" (2000: 143 149) Paa los fnes del presene plaeo, sin embargo, no consideraré esas rmaciones culrales alernaivas (auque con seguridad es posible enconrarlas); en cambio, volveré a la cuesión de las subjeividades complejas. Como ya he comenado, eiendo que las persoas son conscienes" en el senido de que son, al menos en pare, sujeos cognoscenes" reexivos y con conciencia de sí. Las subjeividades son complejas porque lo son culral y emocionalmene pero tambié por el rabajo cosane de la reexividad que conrola la relación del yo co el mundo Sin duda, hay sujeos culurales que encarnan plenamente, en la modalidad del poder la culura dominane (Hombre de Davos") y, sin duda ambié hay sujeos culturales someidos por compleo por la culra domiane, e la modadad de la impoencia E geeral si embaro, supono e el ivel más básico, que para la mayoa de los sujeos la mayor pare del iempo, eso uca ncioa del odo y exise conracorriees de subjeividad así como de culura. Así, en las dos obras aalizadas, los auores oece principalmee descripciones de la rmación domiae, pero ambién e ellos hay evidecias 21 En realidad, no estoy de acuerdo con la interpretación que hace Sennett de esos rlatos. No obstante coincido plenamente con su visión general de la ptura y la ronstitución de la narratividad; de hecho escbí un aculo en esa misma línea que por divesas rones nunca publ iqué (Otner 1 991 ) Ver también el hermoso libro para niños Harún y el Mar de las Histoas, de Salman Rushdie (1 991
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Antropología y teora social. Cultura, poder y agencia
de esos ipos de contracorrientes subjetivas Es el caso de Rose, la ujer ayor que se incorpora a una agencia de publicidad encionada po r Richard Sennet. Según este, Rose no es en prier luga una cia del achataieno posoderno, sino una inrante Él usa la experiencia de la ujer para hablar de los acores anipuladores en la epresa y de la cultura que los recopensa; introduce sus reacciones principalente en térinos de las ras en que ella inra lo que le sucede Y la realidad es que Rose deja su puesto En cierta ra, la experiencia la "derba y, de odos odos, retoa su vda anerior (es dueña de un bar ecuenado por Sennet y lo alquila ientras trabaja en la agencia) ahora con una ayor conciencia críica de los "chicos cheos de la zona alta22 y del undo nauseabundo de las empresas coo esa (Sennet, 1998: 81) Se podría analizar ese episodio en érminos de la "agencia de Rose y no sería incorreco Pero la idea de agencia presupone una sub jetividad copleja en la que el sujeo internaliza en parte y reexiona en pare sobre una serie de circunsancias en las que se encuentra y conra las que, en este caso, fnalente reacciona23 En el arículo de Jaeson no hay individuos, de odo que no tengo anera de reproducir una hisoria coo la de Rose. Pero en el exto hay un pase en el que se aprecian los eecos de la acción de una subjetividad críica. Así, después de describirívdaente la disposición espacial desorienadora del Hotel Westin Bonaventure, Jaeson dice que "se añadieron códigos de colores y letreros indicadors, evidenteene en respuesta a las quejas de las personas que se perdían en el edifcio Jaeson se burla de esas herraientas de orientación cognitivas, a las que considera una edencia de "un intento lastioso y revelador, bastante dese�rado, por restablecer las coordenadas de un espacio antiguo (1984: 44) Tal vez sea así, pero a í e gusa pensar que son careles políicos (en i iaginación, alguien hace rondas nocturnas durane las cuales los cuelga) que proporcionan una salida del laberinto y a la vez transiten el ensaje de que los arquiectos arrogantes y el gran capital nunca podrán soeternos por compleo Aquí abién se podría pensar en érinos de la agencia de los que solicitaron la colocación de códigos de color y lereros indicadores en el Bonavenre y eron escuchados Pero la agencia, laenableente, se asocia con el sujeto probleático del huaniso, y es por ello que se la desesia con tanta cilidad. Yo prefero hacer hincapié en las coplejidades de la conciencia incluso ente a las raciones culturales ás doinanes. Con eso no quiero decir que los actores puedan quedar "era de la culura, puesto que, 22 Vesión española modicada po las traductoas (N de las T) 23 En ealidad en el contexto de esta histoia, la pimera acción de agencia de Rose fue acepta el
Capítulo 5 Subjetividad y crítica cultural
evidentemente, eso no es posible, sino que una conciencia plenamente cultural es al mismo tiempo siempre multidimensional y reexiva, y que su compleji dad y su reexividad constituyen los fndamentos para cuestionar y criticar el mundo en el que nos encontrams. 5. Al gunas breves conclusiones
Se esté de acuerdo o no con las ideas de Jameson y Sennett sobre la concien cia posmoderna, estos autores uestran que una lectura crítica del mundo contemporáneo implica entender no solo sus nuevas rmaciones políticas, económicas y sociales, sino tam ién su nueva cultura, una cultura que, a la vez, es interpretada por los dos autores en términos de los tipos de subjetividades que tiende a producir, lo que n s conduce a la tesis principal de este capítulo, que resumiré brevemente a continuación. He subrayado aquí la imporancia de una antropología sóda de la subje tividad, como estados mentales de actores reales inmersos en el mundo social y como rmaciones culrales ue (al menos en pte) expresan, conguran y constituyen esos estados me ales. Extendiendo el trabajo fndamental de M Weber, Cliord Geertz ha sido calve en este sentido debido a lo que de nominé anteriormente su teoría de la cultura encada en la subjetividad. Más aá de Geertz, sin embargo, m interesó en particular entender la subjetividad en sus relaciones con las rm de poder (cambiantes), y en especial -como lo muestran los ejemplos e Ja eson y Sennett- las rmas sutiles de poder que saran la vida cotidiana ediante experiencias temporales, espaciales y laborales. En suma, he querid explorar las rmas en las que una antropolo gía de la subjetividad puede costiir la base de la crítica culral y permitir nos rmular interrogantes inc ios acerca de la conguración cultural de las subjetividades en un mundo d relaciones de poder salvajemente desiguales así como sobre las compleji daes de las subjetividades personales dentro de ese mismo mundo.
Capíto 6
PODER Y PROYECTOS. REFLEXIONES SOBRE AGENCIA1
Las reexiones que expongo aquí acerca de la "agencia rman parte de un proyecto más amplio sobre un concepto que en otros textos he denominado "juegos serios (Ortner, 1996a y 1999a). La noción de juego serio es un intento por retomar, y a la vez trascender, las importantes propuestas de la "teoría de la práctica. El supuesto ndamental de la teoría de la práctica es que la cul tura (en un sentido muy amplio) construye a las personas como clases particulares de actores sociales pero los actores sociales, mediante sus prácticas de da concretas y variables reproducen o transrman y normalmente hacen las dos cosas la cultura que los ha producido. En estos términos tan esquemáticos, la idea parece simple; sin embargo, no lo es. La elaboración teórica y la aplicación empírica de los conceptos de la teoía de la práctica han demostrado su ectidad y sus lagunas. Como respuesta, la noción de juegos serios inició un movimiento de las propuestas de la teoría de la práctica en diversas direcciones. igual que en la teoría de la práctica, la vida social desde la perspectiva de los juegos serios se ve como algo que se juega activamente se orienta a objetivos y proyectos constiidos culturalmente e integra prácticas de rutina y acciones intencionalizadas. Pero la perspectiva de los juegos serios que ampliaré parcialmente en este capítulo, permite subrayar rmas más complejas de relaciones sociales en especial relaciones de poder y dimensiones más complejas de la subjetividad de los actores sociales, en particular para los fnes de este ensay, las relacionadas con la "intencionalidad y la "agencia. Antes de continuar con mi análisis, estimo necesario hacer algunas aclaraciones. En primer lugar, los juegos serios no tienen nada que ver con la teoría de juegos del rmalismo tan ca a las ciencias sociales más duras.2 Las interpretaciones de la vida social por medio de los juegos serios no impcan ni la Agradezco a Osar Salemnk y a sus colegas y estudiantes de la Unversidad Vrije de sterdam por su calidez y hosptalidad y sus provechosos comentarios acerca de las primeras versones de este aculo También quisiera expresar mi gratitud a Laura Ahearn, Andrew Aptr, Alessandro Duranti, Antonius C G Robben y Timothy Taylor por sus constctivas y valiosas opiniones
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2 Un ejemplo recente dentro de la antropología se encuentra en Acheson y Gardner (204).
Antropología Antropología y teoría teoría social. social . Cultura, Cult ura, poder y agenca
crecón de odelos de la teoría de juegos ni el supuesto de que en casi todos s cportentos socales prevalece un tipo de raconaldad universal. Por el cntraro, los "juegos seros son racones culturales epátcas y no o dels de nálsis. náls is. Adeás, desde la perspectva perspectva de los juegos seros, los actores son culturalente varbles (y no nversales) y subjetvente coplejos (y no mayorente rconales e interesados). Tbén es pornte señalar que l de de los juegos (serios) no es, de nngn ner, un sstitto de un teorí rld en torn procesos culturales y socles de grn escla. A pesar de que parenteente se centr en la icropolítca, su propósto fndaental sepre plica coprender las grandes ferzas, racones y transracones de la vida socal. En el curso noral de los tipos de anáss socales y culrales que e interesan, se avnza, en realdd, en la dreccón opuesta, coenzando por las racones ayores ayores para luego retroceder retroceder y egar a los juegos serios subyacentes. subyacentes. Con todo, este capítulo abarca una acción particular de la nocón de juegos seros: la de la agencia y la ntenconalidad de los actores señalads prevaente. Los juegos seros siepre coprenden la fnción de los actores vistos coo "agentes. Aun así, hay algo acerca de la palabra "agencia que re cuerda l ctor occidental utónoo e indivdualsta. Las ctegorías que tradcionalente acopañan teoría de la práctca, la oposción entre "estructur y "agenci, "agenci, parecen parecen sgerr sgerr un ndviduo ndviduo heroco l Agent Agent contrapues contrapuesto to a un entidad de tipo huaode aada "Estructura. Pero nada podría estar ás alejado de i odo de entender los agentes socales, que están siepre nvolucrados, y nunca pueden p ueden actuar por fera del entraado de las últples últples relacones sociales en las que están i_ersos. Así, ientras se supone que todos los ctores socales "tenen agencia, la idea de los actores que pticpan con otros en los juegos seros supone que es cas posible aginar que el agente agente es lbre o que es un ndivduo sin restricciones. restricciones . No obstante, la inersón social de los agentes, que es central para l dea de los juegos seros, puede adoptar adoptar al enos enos dos ras. Por un lado, el agente sepre está nerso en relciones de sodardad (ftura): iliares, aigos, personas anes, parejas, hijos, padres, aestros y alados, entre otrs. Es portante señalar esto, porque algunos de los que se oponen al concepto de genca, que la consderan cons deran un concepto burgués e individualista, se centran prncpalente en los odos en que el concepto parece desestar la "buena nmersón de los gentes, los contextos de solidardd ue mtgn l genca en s s ras ndvidualists y egoísts. Por tro lado, el agente sepre ra pare de un entrado de relacones de poder, desgudad y copetenca. Sin dejr de ldo ls relacones de drdd, onpresenca del poder y la desaldd en la vida social es ndmental ara la dencón de los juegos serios. S ben las versones ás
Captuo 6 Poder y proyectos proyectos.. Refexiones sobre sobre a agenc a
antiguas de la teoría de la ráctica no soslayaban or comleto las cuestiones de oder, se odría decir ue esas cuestiones no rmaban el núcleo de la teoría; ver la introducción al resente libro) libro) . Este Es te caílo se centra esecíca mente en la relación entre agencia y oder. oder. l.
El problema de la agencia
La idea de "agencia comarte muchos de los roblemas roios de la noción de "sujeto (ver el catulo 5). Hay na clase de ensador o autor antihumanista ue siente una antiatía viscera or toda alusión a calquiera de esos dos enóme enómenos nos sosechoso sosecho sos.s. Pero ara oecer una reresentación más sutil de los tios de angustia intelectual ue generan esas categoras, recurriré a la ex Ethnography and an d the Historic Historical al Imagin Imaginat atio ionn (en adelante, celente introducción a Ethnogra EHi de John y Jean Comaro ( 1 992) Los autores autores no reresent reresentan an lo ue ue tradicionalmente se conoce como "antihumanismo. No se roponen desterrar al sujeto social de sus modelos teóricos ni a los individuos de sus historias etno grácas. Tamoco Tamoco defenden defend en la causación causa ción estructral estructral o discursiva ni se s e oonen o onen a los eectos de las acciones de sujetos y actores históricos denidos en la teo ría. Sin embargo, emb argo, se uede caacterizar caacterizar la introducción a EH! como un interés extendido or "el giro humanista'' (1992: 36) y la "obsesión conceptual actual or la agencia agencia (37) (37 ) En la introducción a EH!, John Jo hn y Jean Je an Comar Com aro o plantean el desarro desarroll lloo de un marco teórico general ara una historia antoológica. Maniestan dos rearos ndamentales resecto del énsis desesurado en la agencia, en el análisis antroológico e histórico. El rimero es ue, a menos ue se la trate con mucho cuidado, cuidado, la agencia agencia remite a rondos etnocentrismos etnocentris mos:: Muchos antropóogos están atentos a as ontoogías que dan preponderanca a os ndividuos antes que a los contextos Es que elas se basan e supuestos caramente caramente occidentales; por ejempo, que los seres humanos pueden domnar el contexto por medo de a vountad, [y] que la economía, a cultura y la sociedad son e producto agregado agregado de a acción y la ntención n tención ind ividuaes ividuaes (J (J y J Comaro, 1 992: 1 0)
El segundo rearo, ue en cierta rma es más medular en su royecto, se relaciona relaciona con co n ue el exceso de imortancia imortancia otorgada otorgada a l a agencia de los indi viduos y/o y/o gos lleva a una burda burd a simlicación simlicació n de los rocesos imlicados en la historia. Esa simlicación adota al menos dos rmas. La primera es, simlemente, ue las erzas sociales y culturales en juego en cualuier ro ceso de articipación histórica son innitamente más comlejas ue lo ue se adviert adviertee al obsear las intenciones intencio nes de los actores:
Antopología Antopología y teora teora social Cultura, Cultu ra, pode pode y agenca
La 'ot ' otva vación ción de a páctica páctica socal socal ) sepre se da en dos niveles distintos aun que elaconados En pre lugar as necesidades y los deseos configurados cultu alente) de los sees huanos, y en segundo luga el pulso de las fueas colectvas que potencadas de odos coplejos, operan a través de ellos (J y J Coaro, 1 992: 36) 36)
Es el examen el análisis exhaustivo del "pulso de las ferzas colectivas lo que, en la opinión de los autores, comienza a desestimarse cuando el peso de la tarea de análisis se elca a la "agencia, eso lleva a una explicación suma mente inadecuada inadecuad a de lo lo que realmente realment e sucede [E problea] se torna paicularmente vsibe cuando exainamos movimientos relevantes coo el colonialiso europeo en e que as accones "heroicas intencionales eran una otvacón centra, y hasta una fuerza mpulsora Aun así desde nuestra perspectva, ese puso no basta paa justifcar la deterinación de os procesos n squera sq uera dice deasiado sobre sobre la historia (J (J . y J Comaro Comaro 1 99 99 36).
La segunda dimensión de la pérdida de coplejidad es, de alguna rma, una extensión extensión de la primera Según John Joh n Jean Comaro, si un análisis centrado sustancialnte en las intencionalidades de los actores pierde de vista las ferzas sociales y culturales de gran esca en juego, también deja de ver la compleja, altaente impredecible, relación entre las intenciones los resultados En especial, los autores autores señalan señala n la importancia, la preponderancia, de las consecuencias no intencionadas que se observan en todos los procesos Revelation on and an d Revolution Revolut ion (Jean J históricos A rerirse a su proyeto Of Revelati L Como Como, 19 91 ; } L Jean Comaro 1 997), 997) , entiz entizan an en qué medida los procesos de transrmación culral fncionan continuaente de un odo imprevisible: "Los signos dispersos recogidos en [la investigación] apuntaban a la transrmación social accidental más amplia realizada por los isioneros En muchos muchos aspectos, aspectos, esta, est a, en realidad, realidad, era contraria contraria a sus s us deseos dese os otivacio nes (J J Comaro, 1992: 36). Lo que se quiere decir aquí es que "los de seos las motivaciones'', la materia de la intencionalidad la agencia, a veces son, en realidad, irrelevantes para los resultados, pero como mínimo, tienen con estos una relación compleja altamente ediada Esa complej complejidad idad tiende, según J J Comaro C omaro,, a perderse en la "obsesión por p or la agencia En mi opinión, aunque pienso que otros teóricos interesados en el tea de la agencia estarían de acuerdo conmigo, no puedo sino coincidir en que esos peligros siempre son potencialmente reales Y no cabe duda de que ciertos tipos de esdios caen en las diversas trampas que describen J J Comaro Pero n importante número de trabajos teóricos se ha desarroado justamente ara eorizar sobre los "deseos motivaciones las prácticas de las personas
Capítuo 6 Poder y proyectos. Refexiones sobre la agenca
reales en el proceso social (1) sin dar "preponderancia a los individuos anes ue a los conexos; (2) sin imporar supuesos occidenales como la idea de ue "los seres humanos pueden dominar el conexo por medio de la volunad, [o] ue la economía, la culura y la sociedad son el produco agregado de la acción y la inención individuales; (3) sin desesimar "el pulso de las ferzas colecivas; y (4) admiiendo siempre la posibdad permanene de consecuencias no inencionadas. El lecor reconocerá auí el marco eórico al ue aludí al inicio de ese ensayo (y de ese libro), el de la eoría de la prácica, en la ue ni los "individuos ni las "ferzas sociales ienen "preponderancia'', sino ue hay una relación dinámica, poene, y a veces ransrmadora, enre las prácicas de las personas reales y las esrucuras de la sociedad, la culura y la hisoria Es ineresane observar ue la noción de agencia no esá muy desarrollada en dos de los res extos clave de los inicios de la eoría de la prácica: Outline a 1eory Practice, de Pierre Bourdieu (1977), e Historical Metaphors and Mythical Realites, de Marshall Sahlins (1981) Aunue en el exto de Bourdieu aparecen acores ue despliegan algo ue podría pensarse como "agencia'', el érmino no rma parte del léxico eórico ni en ese libro ni en elaboraciones poseriores de la eoría (Bourdieu, 2007) La omisión puede ser inencional, pero las especulaciones sobre ese puno (es decir, sobre el anihumanismo persisene en la obra de Bourdieu) exceden el alcance de ese ensayo Sin embargo, podría ser relevane el hecho de ue no habría un érmino ancés para lo ue los eóricos de la ciencia social esadounidense y briánica denominan agency, algo de lo ue me eneré recienemene, cuando se radujo al ancés un arículo mío El érmino ampoco aparece en el bro de Marsha Sans, en pare, según creo, debido a la inuencia ancesa en la obra de ese auor y ambién porque su inerés en la ransrmación hisórica lo llevó a eorizar sobre los "aconecimienos y su dinámica en lugar de sobre los agenes y la agencia La agencia aduiere imporancia, en cambio, en el ercero de los exos fndacionales, Central Problems n Social 1eory, de Anhony Giddens (1979b) Y ha sido imporane para la obra de eóricos esadounidenses ue coninuaron desarrollando la eoría de la prácica, como W am H Sewe Jr y yo misma El sesgo angloamericano a vor de la agencia en los exos de eoría de la prácica da ciero crédio a la idea de ue la agencia es una rma de individualismo occidenal Aun así, creo ue sería un grave error pensar ue la agencia no es más ue un elemeno de la enopsicología noreamericana ue no puede 4
3 Por este motvo, la aparición ocasioal del térmno en traduccones al nglés de la obra de Bourdeu puede deber a las preferncias léxcas del traductor. Penso que la mejor aproxmacón para agencia en francés sería action , término con connotacones algo diferentes Bourdeu, sin embargo s emplea agente y actor" ndstintamente elcón que en aparencia, no representa una postura teórca pacular 4 El tema de la agencia despiea cada vez más interés entre los arqueólogos estadounidenses; se podría aar que es un tema que está en boga Ver, entre ots, Dobres y Robb (2) y Doan (202).
Antropoogía y tra socia. Cultura, poder y agencia
trnsrirse trnsrirse a otros otros contextos culrales, culrales, o incluso a la "humanidad "human idad en general. hor exminaré en prondidad estos ndamentos teóricos y osófcos. agencia 2 Defnición de agencia
Ls dos cuestiones que han de tenerse en cuenta para defnir la agencia quizá se aborde abordenn mejor mejor aclrando un un serie serie de elementos elemento s : ( 1 ) el interrogante interrogante de de si l agencia implic, inherentemente, "intenciones; (2) la simultaneidad del carácter universal y de constcción culral de la agencia; y (3) l relación entre gencia y "poder. Describiré aquí cómo eron explicados estos elementos por otros autores autores y daré mi opinión opinió n sobre cada uno de ello ellos.s.55 Antes de seguir adelante, creo necesario repetir que la "gencia nunca es un objeto en sí, sino que siempre rma parte de un proceso de lo que Giddens den d enomi omina na estucración, es decir, la confguración confguración y reconfguració reconfguraciónn de rmaciones sociales y culturales más amplias. Como pretendo dar aquí una defnición de agencia, en esta sección puede parecer un especie de objeto psicológico aisldo, pero corregiré esa (mala) impresión en la última parte de este ensayo. .. ntencionalidad
Comienzo con el tema d la intencionalidad porque, en cierto modo, este concepto llega al núcleo del signifcado de agencia. Aquí, el signifcado de "intencionalidad "intenciona lidad incluye incluye un mplio mpl io rango de estados estado s cognitivos cognitivos y emocionales, en varios niveles de la conciencia, qe se dirigen a un fn determinado. Así, la intencionalidad en la agencia uede contener planes y tramas y programas ltamente conscientes; objetivos, fnes e ideales lgo más nebulosos y, fnl mente, deseos, exigencias y necesidades que pueden estar enterrados en la prondida prondidadd o percibir percibirse se en un plano bastante consciente. En E n pocas palabras, la intencionalidad como concepto comprende todas las rmas en que la acción está dirigida, cogni cognitiva tiva y emocionalmente, emocional mente, hacia un propósito. analizar esta cuestión, los teóricos tienden a rmar un continuo. En un extremo se ubican las que yo denomino defniciones "blandas de la agencia, en las cuales la intención no es un componente centrl. Entre los ejemplos se encuentran: "la sensación de que el individuo es un ser social autorizdo (Ortner, 1996: 10); "la cpcidd de actur medid por ctores socioculturles Ahearn, 2001b: 112); "la propiedad de ls entiddes (i) que ejercen cierto nivel de control sobre su propio comportamiento, (ii) cuys acciones en 5 No me h sdo posible brcar todos os utores que estudiaon uno u otro spto de l cuestión
Capítuo 6 Poder y pyectos. pyectos. Reflexion Ref lexiones es sobre a agenci agen cia a
el mundo mundo aecta aectann a otras entidades entidades . . . ) y iii) cuyas accion es son el obj obj eto de una evalu evaluac ació iónn . . Duranti, 2004: 453); 453) ; y "la coriente de int in tee ncio nes cau sales reales o posibles de seres corpóreos en el proceso conti nuo de eventos en el mun mundo do Giddens, 19 79b: 55) 5 5) . En algunos algunos casos, los autore autoress que dan e se tipo de d e defniciones "blandas no se explayan sobre la cuestión de la intencionalidad. Sin embargo, Giddens sí explca la relación entre intencionalidad y agencia, pero lo hace en un senti do de relación "blanda. Reconoce "el carácter intencion al o deliberado del comportamiento humano'', pero al mismo tiempo señala la "inte ncio nalidad' como un proceso. Tal intencionalidad es una característic a de rutin a de la conducta humana y no signifca qe los actores tengan obj etivos defnidos conscientes durante el curso de sus actividades (Giddens, 1 9 79 b : 56). Dicho de otro modo, reconocer la intencionalida intencionalidadd como una dispos ició n general de los seres humanos en cuanto agentes es una postura ace pta pt able ; verla como defni dos conscientes consci entes es más problemático Esto es así por varias "objetivos defnidos razones. En primer lugar, porque lo que presentan discursiv discur sivamente los actores como intenciones son, muchas veces, racionalizacion es a posteriori 57); en segundo lugar, porque y aquí el término problemátic o es "cons cientes Giddens quiere hacer espacio para el inconsciente eudi ano ano e un a teoría de la acción (58); y, por útimo, porque tal como propo ne n también J. y J. Comaro Comaro prestar prestar demasiada atención atención a las intenciones ex exlícias eclipsa el hecho de que la mayoría de los resultados sociales son, en realid ad, co secuen cias ci as no intencionadas intencionadas de la acción acción 59) 59 ) . No estoy en desacuerdo con estas punalizaciones. punalizaciones . Se ha de ener cuidado con la intencionalidad por todas las razones que señala Gid Giddens den s y también J. y J. Comaro) Aun Aun así, si se encara e ncara la intencionaldad intenc ionaldad co un e que blando, se pierde la distinción, que, en mi opinión, se debe mante ner, etre las prácti cas de rutina, por un lado, y la "agencia vista como una acción ás intencio nalizada, por el otro. En el otro extremo del continuo, se encuentran los pen s adors que ubican la intención en varios sentidos) en una posición mucho ás cntral para el concepto de la agencia. Por ejemplo, Charles Taylor, no en s arículo sobre la agencia Tay Taylo lor, r, 198 1 985a 5a)) sino en e n "e concept co ncept o a person Taylr, l 985b: 99), afrma: "Decir que los objetos importan a los agentes es de cir e se pueden atribuir atribuir propósitos, propósitos, deseos, deseos, aversiones aversiones a ellos ellos . Pero la versió versió más elabora da de esta postura se encuentra e el ensayo, que ya es u clásic, de Willam H Sewell Jr "A teory o structure: Duality, agency, ad trsrmation Sewell, 1992). Las defniciones de agencia que proporcioa Swell siempre Duranti (204) sigue mayorm ente a Giddens en este aspecto, pero en un ícul posterior (2) adopta una postur a dentro del extremo extremo más duro del esptro 6
Antropología y teoría social. Cultura, poder y agencia
esán plenas de intenciones en el sentido más amplio; es decir, siempre pare cen proyectarse hacia delante, as como hacia "objetivos defnidos'', menos de modos más activamente motivados que en las prácticas de rutina Así, defne primero agencia como "los intenos y las ransacciones motivadas que constiuyen constiuyen la superfcie experimenad experimenadaa de la vida social (2) . Luego defne "la capacidad de agencia como la capacidad "de desear, de rmar intenciones y de acar de rma creativa (20). Por último, cuando describe las rmas en las que la agencia puede ser tanto coleciva como individual, afrma que la "agenci "agenciaa supone una capacidad para coordinar las acciones accio nes propias con las la s de los demás y contra las de los demás, demás , para llevar llevar a cabo proyecos proyecos colecivos, para persuadir, para coaccionar... coaccionar... (21 ). Comparo la concepción "dura que planea Sewell de la agencia por la razón que ya ya he mencionado, es decir, decir, porque porque es el papel erte de la intencio i ntencio nalidad activa (si bien no necesariamene del odo "consciente) en la agencia lo que, desde mi puno de vista, la distingue de las prácicas de rutina No hay, por supuesto, una lnea divisoria precisa enre ambas, sino una espece de continuo entre las prácicas de ruina que se llevan a cabo con poca reexión y planifcación, y los acos agenivos que que inervenen inervenen en e n el mundo con c on algo en mente (o en el corazón) Pero me parece que merece la pena raar de manener la disinción disinc ión que quedefne def ne los dos extremos extremos del espectro 2.2.
La const con stcci cción ón cwtur cwtural al de la agencia
Todos los eóricos esán de acuerdo en que la agencia es, en cierto sentido, universal y que rma pare del carácer humano ndamenal Wliam Sewell explcitamente dice qu� ' capaci capacidad dad de agencia agencia ( ) es inherene a odos los humanos (Sewell, 1992: 20). Duranti señala que "todas las lenguas tienen esrucuras gramaticales que parecen diseñadas para represenar la agenci agencia a (Duranti, (Duranti, 2004: 467) . Charles Ta Taylor ylor (1 ( 1 9 85a) 85 a) simplemene simplemen e oscila en re "agene y persona, perso na, individuo individuo y ser humano 7 A o cano entre los enfoqes ás landos y los ás dos del papel de la ntenconaldad en la agenca, se encentra la cestón de la provsacón, provsacón, qe desde n n prncpo prnc po ha sdo na categora categora fdaetal en la teora de la práctca. En Borde, representa la dea de qe el hbitus, el sstea teralzado de las dsposcones cltrales a la accón no es n cojnto de reglas inexles, sno un cojunto de lítes dentro de los cuales n actor pede provsar A as, la povsacón tene lo que pede pensarse coo extremo lado y n extreo dro. En el lando es parecda a la provsacón en el a espece espec e de jego con las poslda pos ldades des nherntes a las foas foas scales s cales por pro placer estétco y eoconal Pero en el etreo dro, se asoca feeente a la ntencona lda El actor tene cea ntencó en ente; hay qzás odo cultral estándar de concretar esa ntecó pero por alguna rón está loqeado; el actor, entoncs provs a solcón alternatva para concretar esa ntencón. provsacón se aseeja al rcolaje de Lév-Strass: el so creatvo e l pobldades dspobles para alcanzar un ojetvo o n propósto Merece la pena osea qe la myora de lo ejemplos e mprovsacón de Bourdeu son de este últmo tpo. Ver taén la ta coetda hstora de la jer qe trepó por na casa en Holland e al. (1 998). 998). 8 Ve tab Mohaty (1 989)
Capulo 6 Poder y proyectos. Refexiones sobre la agencia
Existe, adeás, un acuerdo general acerca de que la agencia se construye siepre culral e históricaente. Sewell recurre a la analogía con la capacidad de lenguaje. Así coo todos los huanos tienen capacidad de lenguaje pero deen aprender a hablar una lengua en particular, taién tienen capacidad de agencia, pero las ras especfcas que adopta diferen según la época y el lugar. Los distintos autores varían en la iportancia que otorgan a los distintos doinios de la vida social en cuanto eleentos que dan ra a la agencia. Charles Taylor, de un odo bastante general, y Laura Ahearn y Alessandro Duranti, de un odo ás específco, hacen hincapié en las relaciones entre lenguaje y agencia. Para Giddens, el nivel ás relevante es el de las prácticas y las interacciones sociales. Sewe invoca priordialente "los esqueas que ran parte de todos los repertorios culturales, ipuestos y procurados en la ración de deseos, cursos de acción, etcétera (Sewell, 1992: 8). La noción de esqueas crales en ese sentido ha sido central en algunos de is traajos taién, desde is prieras aproxiaciones a los "escenarios clave (Ortner, 1973) hasta el esdio de los esqueas culturales (sherpas) de High Religion (Ortner, 1989a) . Y por últio, la agencia se ra, y tabién se nutre o enagrece, de un odo direncial ajo dierentes regíenes de oder, lo que nos acerca a la últia diensión de la defnición del térino. 2.3. La relación entre agencia y poder
Muchos pensadores que se han ocupado de cuestiones relativas a la agencia dejan de lado los teas que tienen que ver con el poder ás allá de una suerte de noción general de que la agencia es la capacidad de alterar las cosas. Desde i punto de vista, sin eargo, agencia y poder social están íntiaente ligados, en un sentido relativaente erte. Por ello, a continuación haré una breve reseña de los autores que prestan a este tea una atención sisteática. Laura Ahearn (2001b), priero, inicia su ensayo "Language and agency con el interrogante "¿or qué la agencia ahora? y responde, en arte, relacionándola con el surgiiento de oviientos sociales y políticos en la década de 1970. Esto quiere decir ue la eergencia de una probleática en torno a la "agencia tuvo sus raíces en cuestiones de poder desde un rinciio. En parte coo resultado de esa historia, la "agencia asó, en el pensaiento de uchas ersonas, a ser un equivalente de "resistencia. Ahearn afra correctaente, sin ebargo, que "la agencia oposicional es solo una de las muchas ras de agencia 0b: 15). Aun as, queda claro ue las 9 No intentaré proporionar una dencón sstemática de poder porque hacerlo mpicaría proongar ndefnidamente este ensayo. El contexto será para aclar los distntos usos que hago del térmno.
Anropología y eora soca. Culura, poder y agecia
cesiones de poder concebidas más globalmene son cenrales en la idea de agencia de Ahearn No es qe la dominación y la resisencia sean irrelevantes, sino qe las emociones hmanas, y por ende las cesiones de agencia, enmar cadas denro de relaciones de poder y desigualdad, siempre son complejas y conradicorias (Aearn, 2001b: 116; ver también el capítlo 1 de ese libro) Si Ahearn aborda la complejidad de moivaciones e inencionalidades generadas en las relaciones de poder, Giddens (1979b) traslada la discusión acerca de la agencia y el poder a s eoría más ampa de la escración Por n lado, sostiene qe "el concepto de acción [n término qe a veces sustiuye por agencia] está lógicamene vinclado con el de poder, entendido ese como capacidad de transrmación (1979b: 88). Por oro lado, esa capacidad de ransrmación de los agenes es solo una de las dimensiones del ncionamieno del poder en los sisemas sociales También nciona como lo qe Giddens disinge como "dominación, es decir, la inegración del poder en estcras objetivadas como insiciones y discursos A su vez, los dos concepos esán enrelazados a través de su idea de la "dualidad de la escura (9192) mediada por "recrsos Pero aqí el análisis se torna algo oscro Cando examina la noción de recrsos de Giddens, Sewell asegura qe la consión no reside únicamente en la mente del lector: "Concerdo con Giddens en que oda noón de escura qe pase por alo las asimerías de poder es decididamene incomplea No obstane ello, [el so de] na noción sbeorizada de recrsos ) solo logra crear consión (Sewell, 1992: 9) Más adelane, aclara qué signifcan recursos, cómo se ven actados esos por el poder y cómo odo ello se inegra en el signifcado de agencia: Por desigua que sea a dsribucó de recursos, e n cea medda los recursos huma os y no humaos son conroados por odos los miembros de la sociedad, dependenemene de cuán desposeídos u oprmidos sean esos De hecho concebr a los seres humanos como agenes en pae sgnfca concebrlos como empoderados por e acceso a los recursos de uno u oro po (Sewell 1 992: 9 0)
Sewell reoma el ema del poder en la sección del aríclo ilada "Agen cy Sosiene que (y aquí concerda con Giddens) la "agencia no se opone sino qe ( ) es n elemento consiivo de la esrcura (Sewe, 1992: 20) Es aqí donde desaca la universalidad de la agencia hmana a la qe aldí aneriormene Pero más adelane se refere a los dierenciales de poder y a los modos en los que aecan la capacidad de agencia de las personas y las rmas qe esa adopa: Es ( mpoane ( ) nssr en que la agenca ejercida por dsinas personas disa de ser uniorme, que la agenca dere eormemente ano en su po como en su
Captuo 6 Podr y pryctos Rxios sobr a agcia
acac Los tipos d dsos qu pud tr as prsoas as itcios qu pud formar y as cass d trasposicios crativas qu pud raizar varía sustaciamt tr un mundo socia l y ot ( . ) Las structuras ( . .) mpodran a os agents d modo difrncia, lo qu implica qu cara los dsos as itecios y coocimito d os agts tambié d modo difrcia. Las structuras, y las agcias humaas qu otorga, stá cargadas d difrcias de podr (Swl, 1 992: 2021 )
Ahearn, por un lado, y Giddens y Sewell, po otro, abordan e nexo entre agencia y poder de modos bastante dierentes. Pero lo que quiero hacer aquí no es tanto marcar el contraste (aunque podría ser un eercicio interesante), sino simplemente concordar con todos ellos en que una teoría erte de agencia (y más globalmente, una teoría de la práctica transrmada) debe estar estrechamente vinculada a cuestiones de poder y desigualdad. El resto del capítulo estará dedicado a la naturaleza de ese vínculo. N. B.: Muchos de los pincipales eemplos de las secciones que siuen están tomados de estudios de género. Esto no ha sido totalmente intencional; en principio, no me interesaba escribir sobre la agencia como un tema de género. No obstante, no cabe duda de que, en una gran cantidad de casos, los eemplos más gráfcos de las relaciones entre agencia y pode se encuentran en el ámbito de las relaciones de género. Pero, por supuesto, las cuestiones que tienen que ver con la agencia trascienden ese tipo de relaciones. Así, aquí el género está presente por sí mismo peo también en representación de una serie de otras rmas de pode y desigualdad, como quedará claro en el transcurso de mi argumentación. 3. Tres ensayos brevs sobre agencia y poder
En términos generales, se puede decir que la noción de agencia tiene dos campos de signifcado, ambos señalados en la discusión precedente. En un campo, la "agencia se vincula con la intencionadad y la prosecución de pryectos (defnidos culralmente).10 En otro campo, el signifcado de aencia tiene que ver con el poder, con actuar en un marco de relaciones de desigualdad social, de asimetría y erza. De hecho, la "agencia nunca es simplemente una cosa o la otra. Sus dos "caras (la que persigue) "proyectos o (la que eerce o se resiste al) "poer se combinan o se yxtaponen o consean su carácter distintivo pero se entrelazan en una relación que se asemeja a una cinta 1 O Empleo la palabra "pryecto e el etido areao, e epecial como apae en Srch fr a Method (Sare 1 968). En ete mpoate texto Sae e aleja defiivamente de u insistencia e la libead de la agecia
Antropología y teoría socia. Cultura, poder y agencia
de Moebius. Adeás, el poder en sí tiene un doble flo: opera desde arriba dominando y desde abajo resistiendo Así, la hélice de Moebius se torna ás copleja. La idea paece bastante densa, y con los ejeplos que siguen preendo mostrar cóo se presentan los conceptos en la práctica. 3.1. La constrcción texal de la agencia Iniciaré esa sección con el análisis de algunos cuentos de los heranos Grim.11 Coo ya he observado, si bien en cierto sentido la agencia es una capacidad que poseen todos los seres huanos, su ra y, de alguna anera, su distribución se constuyen y se sostienen culralente. Así pues, en esencia, este ejercicio peritirá ver en detalle lo que podría denoinarse la poütica de la agencia, el trabajo culral que se requiere para construir y distribuir agencia coo pate del proceso de constucción apopiada de individuos con género, y, en consecuencia, epoderados de odo dierencial.12 Los hermanos Gri reelaboraron y redactaron sus cuentos en un lugar y un omento en particular: la Alemania de principios del siglo X. Desde luego, se podría exain la relación entre sus actos de inscripción y su contexto histórico, pero el ejercicio tendría otro cariz uy distinto del que e interesa Tabién se podrían investiga las rmas variables en las que se escuchaban, interpretaban y eplean esos cuentos en la práctica social ordinaia, pero ese tabién sería otro tipo de ejercicio. Mi propósito aquí es ás modesto: siplemente, deseo acercare a lo que podría denoinarse la política narrativa que participa en la constucción de la agencia en un conjunto particular de historias, algo que, al menos en mi opinión, sala a la vista en los textos. Como se verá más adelane, la o la ausencia de agencia se expresa en los cuentos principalmente ediante el lenguaje de la acividad y la pasividad. La actividad se relaciona con la prosecución de proyectos"; la pasividad tiene que ver no solo con abstenerse de perseguirlos sino, en cierta rma, con abstenerse, incluso, del deseo de perseguirlos. En primer lugar, debo señalar qe, por lo general, los únicos personajes eeninos con acividad constante so malvados: las adrastras y las brujas malas que persiguen proyectos maligos y buscan realizarlos por edios nestos. Volveré a ocuparme de esos personajes más adelante. Ahora quiero centrarme en las heroínas, las niñas y las jóvenes princesas que son las protagonistas de los cuentos.13 La mayoría de las heroínas caen en la categoría de héroeíctima'', según el 1 Ua vesió abeviada del desaollo de esta idea fgua en una seccó de Oe (1 96a) L peene vó má deallada tiee su oige e u aículo iédo (Orte 1 991 . 2 o cuenos a sdo epeados e epetidas ocaioe (ve e especa Betehe m 1 994 Baea 1 990; Zes 993; Oesei, 2003). 3 Es eesante ota que la cantidad de cueos con poagonistas femeas es pácicamee la mma que a de elaos co poagonisas macunos
Cpítulo 6 Poder y proyectos. Reflexiones sobre l gencia
experto en cuentos populares Vladimir l. Propp (1987). Si bien la heroína es la protagonista, el relato avanza impulsado por las cosas malas que le suceden y no porque ea inicie acciones, como en el caso de la mayoría de los héroes mascunos. Así, la pasividad es, en cierta medida, parte integrante de la mayoría de esas niñas desde el inicio. Sin embargo, un análisis más prondo de los cuentos indica que muchas de las heroínasctima asumen papeles de agencia activa en la primera parte de los cuentos. Si bien las desgracias iniciales les suelen ocurrir por causa de una agencia externa, a veces las protagonstas toman las riendas y conducen la acción, y así se convierten transitoriamente en heroínas embarcadas en una búsqueda activa reservada normalmete a los héroes masculinos. Pero y esto es decisivo en la política (de género) de la agencia invariablemente reciben un castigo por eso. Sistemáticamente, y muchas veces sin la menor compasión, la acción las obliga a renunciar a su actid activa y a la posibilidad de expresar y llevar a cabo proyectos, incluso cuando estos son altruistas. En el nivel más sencillo, considero que esos cuentos son relatos de "iniciació', de pasaje de la niñez a la adultez. En el caso de los héroes niños, esa iniciación está representada por una maniestación cocreta de la agencia en la resolución de un problema, el hallazgo de un objeto perddo, la muerte del dragón, el rescate de la doncella que sue. En las heroínas, sin embargo, la iniciación implica cas siempre el abandono de la agencia. Las nias agentivas, las que se involucran demasiado en la acción, reciben algú tipo de castigo. La rma menos ecuente de castigo, primero, es la negación del pasaje a la adultez. Cinco d e los cuentos estudiados tienen heroínas que son totalmente activas y exitosas en la realización de sus proyectos. En una versión de "Caperucita Roja'', por ejemplo, la niña y su abuela suben al techo de la casa, matan al lobo y hacen salchichas con él. En "Hansel y Gretel, la que mata a la bruja es la niña. En esos y en otros casos de heroísmo menino activo y particularmente exitoso, la niña no llegan a alcazar lo ue consigue la mayoría de las heroínas de Grimm, es decir, la marca de la adultez meina: el matrimonio. 4 En cambio, regresa a su casa al fnal del cuento y el pasaje a la adultez no se produce. En los cuentos más comunes, la heroína se casa al fnal. Pero si ha sido una protagonista activa desde el principio (y, a veces, aunque o lo sea), ivariablemente es sometida a varias pruebas antes de merecer la boda con el príncpe, o con cualuier ove, para el caso. En las pruebas siempre hay símbolos y prácticas de total asividad y/o de total inactividad, así como de 14 En Los siete cueos" la nia sale en busca de os hermanos, a quienes encuentra y rescata gracias a su ingenio y casi sin ayuda de nadie. En novia del bandoero" a muchacha recibe a ayuda de una anciana y entre las dos enregan a los bandidos que son ejecutados Y en Piñoncito la nia se las arregla para evitar que su hermano caiga en manos de una bruja malvada.
Antropología y tra social. Cultura, poder y agencia
humdad y subodinacin En "El amadísimo Rolando,15 la niña salva su vda con astucia l pincipio y luego la suya y l de su amado, peo su amado l paga po ese sacfcio compometiéndose con ota Como espuesta, a heoína se conviete en pieda (totlmente inete), después en o (la muchacha esea qu as aguen la pse y la aplste) y, po último, se dedica a limpia la casa de un pasto duante un tiempo antes de casase con su amado al fnal En "Los doce emanos y "Lo seis cisnes, 16 la heoína se embaca activamente en l búsqueda y escate de sus emanos A pesa de sus buenas ntencones, sin embgo, a nñ los pejudica como consecuencia de su esezos paa salvalos y pasa siete años odeada de silencio y austeidad (en el pime cuento, la potagonista es cose cmisas a los emanos y en el oto, simplemente pasa siete aos ilando) antes e que la istoa temne e n boda S todos los tipos de agenca han de se castgados, inclso os de las niñas "buenas, e castigo es peo paa los pesonajes meninos "malos: las bujas y las madastas mavadas Esas mujees son sumamente agentvas: tienen poyectos, planes, tamas Obviamente, todas teminan muy ma Dspués de tata de asesna, sn éxto, a Blancanieves, po ejemplo, la madastbja está ente os nvitados de la boda de su ijasta con el píncpe, peo en la festa a oblgan a poese unos zapatos de eo ncandescente y a baila con elos hasta que muee Como ella y otos pesonajes paecidos acen cosas tebes, los castigos paecen justifcados e n el pano moal; sin embago dento del modelo geneal de castgo a toda ma de agenca menina, paece atnado afma que lo que e castga es tanto la tansgesin moal como el exceso de agencia En suma, es posb toma los cuentos como macones cutuales que construyn y dstbuyen agenca de maneas específcs como pate de la olítica culua de ceacón aoada d ndvduos con géneo en ese tiempo y ugar partcua Desde a espectva de acto, el "poyecto del cuento es poyecto de madua, de hace lo que ha de haces paa convetse n home o muj adultos. En a oítca cultual de a deenca y a desigualdad d género e a que se nuten los cuentos, sn eago, madua sgnifca que as dos pates de a elacón qu en dfnitva es esigua no ueden "tene agnca a a vz. Esto se expsa con e enguaje d (la comlmentaedad d) a actvdad y la asdad. El pínce no puede se un héoe s a incesa se rscata soa 7 o, o qu s or, s o scata a é1 8 1 5 Un vrinte de "Piñoncito . 6 Vintes del mis mo cuento y de "Los siete cueos 7 Ve tmbién l descripción del cso de Shahbano, que parce en el cpítulo 2 de este libro
Capítulo 6 Poder y proyectos proyectos.. Reflexiones sobre la agenci a
Pero un anáss de textos como os cuentos de los hermanos Grmm nos hace acotar a mrada a a construccón cutura cutura de suje sujetos tos socales soca les como agen tes (o ( o no) n o),, es decr, a a pscoogía pscoogía consttu consttuda da culturalment culturalmentee de os partcpan tes en juegos seros En o que queda de este capío, no obstante, pasaré al nvel más ampo en e que a reacón {o as relacones) entre agenca y poder se organzan antes en os juegos seros de a cultura y a hstora Proy Proyectos ecto s en los márgenes már genes del poder pod er Desde hace mucho tempo me nteresa la cuestón de cómo as personas v ven una vida sgnfcatva desde el punto de vista cultur en stuacones de domnacón a gran escala ejercda por un otro poderoso Entre esas stuacones se s e destacan la esca esc ad, d, e colonal colonalsm smoo y el racsmo racsmo Este Est e es el tema prncpal, por ejemplo, de Li and Death on Mt. Everest {Ortner, 1999a), donde descrbo descrbo las rmas e n que os sherpas, a pesar pe sar de a carga carga que soportan tras un sglo como guías de montaña en el Hmalaya, consean zonas cultural culturalment mentee "auténtcas "auténtcas en su vda vda No me refero a que esas es as zonas estén exentas de la presenca presen ca mas mas va de alpn alpnsmo, smo, sno sn o smplemente smplem ente a que tenen menos nuenca de esa actvidad que de las relacones socales y poítcas de los sherpas y de sus propas ntencones, deseos y proyectos consttudos curmente Se podría resumr a dea como la vida cutura "en los márgenes del poder En este tempo proongado en e que se están exporando as hstoras de a antropología y el coonasmo, muchas veces vncuadas entre s, y en el que se están reconsderando as práctcas msmas de a antropoogía a la uz de esas hstoras, parece relevante drgr a mrada a a cuestón de la "autentcdad cutura a la sombra de rmas de poder masvas masvas y culturamente culturamente {así como scamente) hostes Ante esto, muchos antropólogos han entzado e grado en que e coonasmo rma y derma as socedade en cuestón, de modo tal que o que han obseado en e trabajo de campo práctcamente no posee autentcdad cutura sno que es, en gran medda, un producto occdenta y/ y/o colona Caramente, esta postura en su versón extrema tendería tendería a repcar, en e pano nteectua, los pecados del coonasmo hstórco. 3.2.
pode y agencia". L agencia esá diecamente igualada con el pode en el caso de las madasas malvadas, pe en los niños y las niñas, los píncipes y las pincesas, la elación ene agencia y pode es más oblicua e indieca. El poder" que otoga agencia a los chicos y se las quita a las muchachas no está en manos de ningún agene en paicula sino que foma pae de un oden culual mayor al como está codificado, enre oas cosas en los cuenos Eso ilusta claamente la distinción que hace Giddens ente el pode, que es inepersonal, y la dominación que es esucual Es evidene que los dos niveles o modalidades se nuen uno del oo: las pácicas de pode epducen la dominación esuctual mientas que esa habili a, y se poía deci, empodea las pácticas de pode pode 1 9 Said (1 ( 1 990) 990) obsea obsea que gan pae de los académicos académicos cidentales epoducen epoducen supueso supuesoss colonialisas Peo pobablemene él no vio la ionía de que a ves, e clase de supuesos colonialisas son ados ados po esudiosos bieninenci onados qu ecisamente, aan de supealos.
Antropología ogía y teoría teoría socia. Cutu ra, poder poder y agencia
Contra esta postura, sería importante encontrar distintas rmas de pensar estas cestiones.20 El ejemplo de "poder sería aqí el colonialismo en el sr de Árica, n tea del qe se ocpan Jean y John Comaro Co maro en los dos volúmenes volúmenes de d e O/Revelation and Revolut Revoluton on.2.211 Los atores hacen na brillante interpretación de "lar a conversación conversación entre los misioneros misioner os metodista m etodistass y los tswana, tsw ana, y de los distintos d istintos modos en qe la conciencia tswana se ha ido transrmando con el tiempo por nencia de las ideas y las prácticas ntrodcidas ntrodcidas por los misioneros mis ioneros Pero Pero ahora tomaré otros elementos de la obra de J. y J. omaro oma ro A eses diar ss datos, pensé qe sería útil hacer na distinción somera entre las dos odalidades de aencia mencionadas al principio de esta sección. En na modalidad, la aencia se relaciona con ideas de poder, inclidas la dominación domi nación y la resstencia; en la otra, se vincla con la ntención, los proyectos (cltralmente constituidos) de los individos en el mndo y s capacidad de sostenerlos y representarlos. Una vez más, he de señar qe no son dos "objetos distintos, aunqe he perdido las esperanzas de encontrar na terminología fel qe los estre como son. En n plano epistemolóico, el contraste se aprecia entre los dos campos de sinifcado a los qe aldí anteriormente. anteriormente. En el plano etnoráfco, sin embo, lo qe está en jeo es un contraste entre el ncionamiento de la aencia en las relaciones de poder masivo, como el colonialismo o el racismo, y el ncionamiento de la aencia en contextos en los qe esas relaciones pden estar contenidas, anqe sea momentánea o parcialmente. Se trata de na cestión no tanto de obje objetos tos como de contextos contextos.. Volveré por n momento a las cateorías para ocparme de la agencia como poder. En el so probableme más común, "aencia pede ser práctcamente n sinónimo de las rmas de poder qe las personas tienen a s disposición, de s capacidad de actar por sí mismas, mismas , tener inencia inencia en otras personas y en los acontecimientos, y ejercer cierto control de ss vidas. En este sentido, la aencia es relevante tanto para la dominación como para la re sistencia. Qienes están en posiciones de poder "tienen'' "tienen'' leít leítimament imamentee o no lo qe podría calfcarse de "mcha aencia; aencia; an así, as í, a los dominados siempre consean alnas capacdades, a veces, my sinifcativas, para ejercer cierta 20 Probableente, los ejores trabajos dentro de esa lnea alternativa sean los de Robin D G. Kelley sobre la cultura popular poltica y usical de los afroaeica afroaeicanos nos (ver (ver,, por ejepo ejepo Kelley, 997) 2 Esta eccin está inspirada en un aículo titulado Specifying agency: The Coaros and their cri tics" prsentado en un congreso de la Asociacin Aericana de Antropologa en una esa redonda dedicada al voluen 2 de O Revelation and Revolution. Los Coaro escribieron una respuesta a os aículos y tanto estos coo a respuesta se publicaron en un nero especial que reúne as ponen cias (2001) En a versin de i aículo para el congreso y en a pubicada después, expreso is comnarios coo una crtica d algunos de los anáisis que aparecen en el libro No quiero avanzar por ese caino, en pate porque e convencieron agunas de las defensas de texto presentadas por os auores en su rplica y en pa porque, con el tiepo, e doy cuenta de que esaos del iso ado
Capítulo 6 Poder y proyectos proyectos.. Reflexiones sobre la agencia
inuencia en los modos en ue se desarroan los acontecimientos. La resis tencia, tenci a, entonces, enton ces, tambié es una rma de "poderagencia, "poderagencia, y en la actualid actualidd d contamos con un elaborado repertori teórico para analizaa. La resistenci contiene desde la rebelió total en un extremo, pasndo por varias rmas de lo que James Scott (1985) tan acetadamente denomin "arrastrar os pies, hasta has ta -en el otro extrem extrem una especie de aceptació complej complej a y ambiva ambivalente lente de las categoras y las prácticas dominantes que siempre se modica en el momento mismo en ue se las adopta. Instancias de todo el espectro de a "esistencia "esistencia (si bien J. y J. Comaro evitan evitan empear ese término) término) se encuentran en O Revel Revelation and Revolution, Revolution, pero es el último tipo e ue ocupa un lugar central y aparece más desarrollad en el texto: a aceptción ambivaete de muchos tswana de las categoras y las prácticas de os misioneros, junto co una constante rermulación y reencuadre de estas segú sus popias rmas de ver ver el mundo y de actuar en él. él . La agencia del poder (desigual), tato de la dominción como de resis tencia, tenc ia, se puede comparar con la seguda gran modalidad de agencia, de as intenciones, popósitos y deseos rmuados en términos de "poyectos est becidos cultualmente. La agencia de los proyectos es, desde ciertos puts de vista, la dimensión más fndametal de la idea de geci. Es est cse de agencia la ue se interrumpe y se niega a los suordidos, coo curre en los ejemplos de las niñas activas y con objetivos propos de os cuetos de os hermanos Grimm. También es la ue prospera en ra de pder par os podeosos, cuya dominación de otros no suele ser u e s ismo sio una herramienta al servicio de a reazación de los propos proyectos. Y, por últi mo, es esta agencia de os proyectos a ue los menos poderosos desean cobijar y proteger con la creación o a protección de sitios ue están, liter o met ricamente, "en los márgenes del poder. ¿Cómo se veran, entonces esos pryectos culturaes? Muchos son simpes "objetivos "objetivos individuales, como en el caso de l hero ue dese cre crecer, cer, casrse con el prncipe y vivir liz para siempre. Au ueda cr a ocó de age cia como "intención y "deseo individuales, aunque uc se dee perder de vista el hecho de ue ue os ojetivos ojetivos están está n construidos cuuramete cuuramete en su tot lidad. Pero muhos proyectos so vedaderos "juegos "juegos serios e los ue sujetos sujetos con múltiples psicioes juegn intesamente mietras persigue jetivs culturales en una matriz de desiguaddes ocaes y direciaes de poder. Com ejemplo de ese tip de proyectos, vover os eticuosos i sis de a política, e paretesc y e trimoio de los tsw e e erd precoo precooia ia (ve, (ve, en especi, especi, . ar ar y ea Coar Coar, 1 9 8 1 ; . L. maro, 1987; ean y . L. or, 1991 capo 4). Se preci e ellos e ferte valor cultura otrgd s crreras ptics scus, e s ue os hores tswana usc err su osicó e cprció c s
Antropología y teora social . Cultura, poder y agencia
mas ras os rvas ocas tcétra. Aprendmos qu sos hombrs buscaban "comrs a sus rvas y consodarse como patrons n un régmn cntsta. Vmos qu as racons d parntesco y os matrmonos arrgados s organzaban para promovr sas carrra. En prmr ugar t s un jmpo d a agnca orntada a prsgur proyctos (cuuras). No s trata de actors hrocos o d ndvduo úncos n d stratgas burgusas; tampoco d práctca d tna qu xgen poca rxón. En cambo tn qu vr con a vda (ratvamnt ordnara) organzada socamnt n térmnos d proyctos consttudos cuturamnt que otorgan sgncado y propósto. Los ndvduos buscan ograr objtvo vaosos n un marco propo y con sus propas catgorías d vaor. Aun así st tpo d agnca tampoco s bre. Las rvadads potcas son gnradas por dvrsos órdn d asmtría socas y poítcas y/o rvadade ntr jfs y gnt común hombrs brs y srvos padrs hjos mujrs y hombrs ma patrna y ma poítca tcétra Dcho d otro modo os do o ntncons cuturas mrgn d drncas ocaes y dfrncas d podr dndos strucramnt. Por o como comnté ants os proyctos cuturaes d st tpo son n sí jugos sros o a ntraccón soca d objtvos cuturas organzados dntro d racons d podr ocas y n tono a las. Así punto no s qu a proscucón d proyctos cuturaes sa ago totamnt ndpndnt d a rlacon � d podr sno todo o contrro como quda n vidnca n a poítca d os hombrs tswana. Pro propóto d hacr a dstncón ntr agnca n sntdo d podr y agenca n sntdo d (proscucón d) proyctos s qu a prmra s organza n tor· a un j d domnacón y rsstnca y por o tanto s dn n gran mdda n os térmnos d a part domnant n tanto qu a sgunda dn por a ógca oca d o buno y o dsab y a rma d consguros. Un sgundo jmpo ago más compjo s d as mujrs tswana. En us prmros nsayos Comaro s xpaya sobr as dsvntajas consdrabs d as mujrs n a socdad tswana. En a dvsón tradcona d trabajo as murs s ddcaban a as taras agrícoas qu ran bastant arduas. Ea carga d trabajo staba compusta por crtos tpos d podrs y xgncas d mando vncuados con a agrcutura. Admás as mujr ran vstas cut ramn y rntrprtadas rtuamnt como nfrors y subordnadas (Jan Comaro 1985) Una caractrístca spcíca d os rtos d ncacón con stía n q a as nñas s as nstruía n a "obdnca pasva y a "rsstnca dóc 1985: 115, 116). En sos datos s adr una gran mtud con os cuntos uropos anazados más arrba. Los ro d os pbos tswana rmaban a as nñas prcsamnt como sujos d os qu damnt s xraa odo so d agnca
Capítulo 6 Poder y proyectos. Reflexiones sobre la agenca
En esas crcunstancas, ran arte de la aenca" de las mujeres que aparece ncluso en los rmers trabajos de Comaro reaccona ente al oder; es una aenca de der como resstenca" Por ejemplo, durante los rtos de ncacón, cuad se rmaba a las mujeres como cuerpos dócles prearados ara el sexo, el matrmono y las duras tareas arícolas, ellas exresaban una resstenca a las relacones de énero establecdas medante cantos y danzas rovocatvas, rudos nvasvos y acusacones explíctas" (Jean Comaro 1985: 117) Y s ben en el contexto tradconal esos estos arecen haber tendo un maco relatvamente menor, la autora suere que reresentan un descontento emenno subyacente rermdo ero contnuo en el sstema recolonal" que desemeñó un pael snfcatvo en la respuesta entusasta de las mujeres [tswana] a las msones metodstas" (118) En este caso, ues, la aenca del oder como resstenca se traslada a la condcón de alo más actvo, alo que se asemea a un royecto" A adoptar el metods mo, arecera que muchas mueres swana comenzaron a adoptar una vsón de un mund alternatvo que trascenda la ooscón reactva a la domnacón de los hombres y/o de los jees. No obstante, tambén se odra dentfcar aqu una aenca de royec tos, una mresón de que las mueres reresentan sus ras ntencnes (cuturalmente constudas) ncluso en el contexto recolonal. Esto es alo más dc de arecar, en arte, orque, como ya he mencnado, se suna recsamente que las mujeres no tenan aenca en ese sentdo. Pero hay ndcos en los textos de que se odra ver, or ejemlo, desde esta erspectva las relacones de las mujeres con su labor en el camo. Las mujeres no solo hacan todo el trabajo arcola, sno que tambén tenan camos or derecho proo como hjas o esosas" (Jean Comaro 1985: 64) Parecen haber puesto mucho oruo e nvertdo mucho eserzo en la lanfcacón de sus actvdades arcolas; ocasonalmente ntentaban evadr resstrse a la reulacón de los jes de esas tareas (J. L. Comaro y Jean Comaro, 1 997: 128) ; y, or últmo, cuand los msoneros se rouseron que el trabajo arcola asara a manos de los hombres, las mujeres se ressteron frmemente al cambo (136137) No me nteresa tanto subrayar la resstenca en s, sno la osblidad de que la resstenca ndcara una mortante zona de royectos de orullo e dentdad ara las mujeres, royects en ls que ls msoneros ntereran. Qzá semre esté en la naturaleza de la resstenca roteer royects o, en realdad, el derecho a tener royecs. Reer que la dstncón entre la aenca del der y la aenca de los ryecs es mayrmente heurstca. En la práctca, suelen ser nsearables. Los dos ejemlos las rctcas oltcas de ls hombres y las ráctcas de ertldad de las mueres (hay na asocacón cultural entre la agrcul tu la ertldad emenna ea Com ro 19 85 65 ) tran lo que
Antrpología y tra social. Cultura, poder y agencia
denomino agencia como (la posecución de) poyectos. La agencia de po yectos no tiene que ve necesaiamente con la dominación y la esistencia, si bien es posible que esta cuestión no esté del todo ausente. En cambio, tiene que ve con pesonas que tienen deseos que sugen de sus popias estuctu as de vida, incluidas, y en un luga cental, las estuctuas de desigualdad; en defnitiva, tiene que ve con pesonas que juega, o tatan de juga, sus po pios juegos seios mientas otas pates más poeosas tatan de devualas o incluso de destuilas. eviamente comenté que, en cieta ma, la noción de poyectos es, quizá, la dimensión más ndamental de la idea de agencia. En el análisis de los cuentos de los hemanos Gimm, el "pode consiste en destui la agencia de las niñas pecisamente en lo que atañe a su capacidad de lleva adelante poyectos activamente. En esta sección, llevaé la discusión a oto plano, compaando las mas de agencia vistas dento de la dialéctica de la dominación y la esistencia con las mas de agencia vistas cuando los acto es paticipan en poyectos culales, juegos seios cuyos téminos no están establecidos pincipamente po la diaéctica del pode. Una vez más, está en juego la impotancia de cuestiona el ecto totalizado de maciones como el colonialismo o el acismo y de tata de observa la manea en la que los actoes dominados cnsevan a "agencia en cualquiea de sus dos moda lidades: esistiendo la dominación e n una vaiedad de mas, peo también tatando de sustenta su popios poyectos constituidos cultualmente, de poduci o sostene cieto tipo de autenticidad cultual (o, incluso, pesonal) en los mágenes del pode. 3 3 La estrca elemental de la agencia En la sección anteio, anaiza la agencia como pode y la agencia como poyecto casi como si ocupaan dos espacios dientes. Lo hice intencional mente, tatando de pensa la dinámica de la agencia en el ámbito local ante la dominación de pesonas de aea y de un oto con pode. En cambio, a con tinuación me ocupaé de la oganización de os poyectos y pondizaé en algo que adelanté al eeime a la política de los hombes tswana: las mas en que la agencia de los poyectos, que inteviene cuando se pesien fnes cutuaes signifcativos, casi siempe, y cas necesaiamente, compende ela cones ntenas de pode. M pecibió esta cuestión con caridad: expicado muy someamente, para que los capitalistas jueguen e jueo seio de capita ismo, paa que obtengan ganancias y tiunen sobe a competencia, deben somete y explota a os tabajadoes. a agencia de os oyectos depende intnsecamente de a agencia de pode Esta pequeña estca que enaza poyectos y oe está ampliamente inda Po eso a amo, no sin cieta ionía, a estruca elementa de a
Capítulo 6 Poder y poyectos. Reflexiones sobre la agenia
agecia E eta última parte del capítulo ilutraré prmero cómo repercute eta etrucra e divero cao etográfco e hitórico. Depué de mostrar alguo ejemplo añadiré algo de complejidad al paorama coniderando la ietabilidad de la relacione de poder y co ello la rma e que la "reiteca etá al acecho detro de eta etctura elemetal auque o siempre e maifete U ejemplo que probablemete conozca la mayoría de lo atropólogo e aprecia e lo juego de honor masculio que tee lugar e mucha cultura El hoor del hombre comparado co el de su opoete se egrandece o dimiuye egú u capacidad para mateer la autordad y el control obre "u mujeres y e meor medida sobre "u hombres más jóvee El éxito del hoor e el ámbito públco depende del poder aocado co el géero, la ma y la relacioe e paretesco en el ámbito prvado. Pero o todo lo juego culturale o jego de hombres (auque dado el extedido sego masculino que e manifeta e tata cultura mucho lo on) y o todos lo juego cltrale depende del cotrol ejercido obre la mujere (aunque iguiedo el mimo razoamieto mucho lo hace)3 U ejemplo que depede de otro eje de poder y, que també podría ecotrare co variacioes de mucha cultura, e el ómeo de lo matrimonio cocertado Uaré en ete eayo un caso que he tomado de Laura hear (2001a) que ha etudiado varios pueblos magar de la localidad de Juigau e la regió occidetal de Nepal4 Tradicionalmete, lo pueblo que etdió hear e la zoa recooce tres tipo de uioe: el matrimoio cocertado (el de mayor pretgio) el matrmoio con ga de la pareja ( que impca cierto depretgio para la milia) y el caamieto por captura u modo oleto y poco vlorado al borde de la egitimidad e el que lo milare del hombre ecuetra a la ra "ovia y la eva a la caa del ovio que la ola y consuma aí el matrimoio. Ua milia adquiere prestigio y repeto e la comundad i arregla un buen m atrimonio para el hijo; ete e "el juego (ideal) . A partir de aquí podría prondizar e la itricada polítca de la egociacioe entre lo miliares de la ovia 22 Las referencias cásicas son de la región del Mediterrán tal como se la estudió e nterpretó en la década de 1 50 (ver, en especa Perstiany 59¡ Conozco as crítcas a los trabajos sobre el honor y la vergüena, al uso que e ha hecho de honor y la vergüena para homogeneiar y estereotipar a toda una región ver, en especia Appadurai, 21 ). Nada de lo que expongo aquí está destinado a es tereotipar la región, sino más ben a ustrar los odos en que una de as partes de un juego cultura a competencia entre hombresepende de a subordinación de otros para cumplir su objetivo 23 Ver Ortner (1 981 ) para conocer otro ejempo del mismo patrón y para acercarse a mis primeros intentos por elaborar una teoría obre a nocón de un "juego subyacente Ahora me lama a atencón la coincidenca de a época de pubcación de ese trabao y la aparción de as primeras obras de a teoría de la práctca 24 Ahearn estudia el caso principalmente en términos de cuestiones de agenca femenina; ver tambén Krat 2000 Recurro aquí al material de Ahearn para desarrollar una idea ligeramente diferente
Antropología y tía social. Cultura, poder y agencia
y el novio, es deci, en el jego que se despliega ente las miias Cietame nte, el juego es extenso, complejo y delicado, peo si me explayaa sobe est me alejaía de las elaciones e pode sbyacentes qe lo acen posible: los pades deben tene sufciente contol y autodad sobe sus ijos paa avanza en las negociaciones, y los ijos tienen que esta dispestos a acepta la eleccin e cnyuge de los pades Cabe señala que los dienciales de pode dento de lo que supuestamente s on upos o entidades sociaes (en e pesente ejemplo, mias) con objetivos comunes también constiyen a base de a inestabiidad ndamenta de toos los juegos Y es aquí donde e de ntoduci e tece componente de la "estuctua elemental: la posibidad sempe pesente de a "esistencia La posibilidad de esistencia es una pate algo impecisa que no siepe se conceta, peo que de todos modos ma pate de la estuctua Esto es así poqe los actoes subodinados nunca están totalmente despovistos de agenca, salvo quizás en os cuentos populaes Sin duda, el juego tende a epoduci tanto las estucas públicas de las eglas y los supuestos como la subjetvidaconciencihabitu pivado de os jugadoes y, en consecuencia, juga el juego ta como obsea Boudieu desde una pespectiva cítica y algo pesiista5 casi siempe tiene coo esultado la epoduccin socia[ No obstante, en última nstancia, os juegos, e ecto, camban, a veces debido al ingeso de un eemento exteno que es imposibe de igei, peo a veces ambién po la inestabdad de as elaciones de pode intenas de las qe depende el éxto del juego Po cieto, los eleentos exte nos pueden se imposibles de digei pecsaente poque empodean a os sujetos que nomalmente están sdinados y aben a pueta a las ebeioes, tanto gandes como pequeñas El ejemplo de os pueblos maga ilusta muy bien este punto E pode y a autoidad de los pades sobe os ijos son caamente iestabes, puesto que asta en el sistema tadicional los jvenes pueden gase y, de eco, lo hacen, con lo que desbaatan el plan pateno; una ija testauda puede ecaza un aeglo mationial y con ello queda expuesta a a captua. Peo Aea astea la intoduccin en e sistema de una heamenta nueva que otoa más pode a os jvenes y debiita la capacdad de los pades paa contola e matimonio de los hijos: a abetizacin Cuando os jvenes y las jvenes maga epiezan a ecib instuccn y apenden a ee y escbi, suge un enmeno sin pecedentes: a escitua de catas de amo Aunque su co potaiento sco es supevisado de ceca, os ombres y as mujees jóvenes pueden ntecamba catas y, cada vez más, se les pemte (y, en cieto sentdo, 25 Ve, po empo, el desarolo de la noción de habitus en las clases popuas en La distincón. Cri(Budieu, 202). bas sias del
Capítulo 6 Poder y prytos. Refexiones sobe la agencia
se los incitada a) "concertar sus propios matimonios. Es evidente que el jue go está cambiando.26 Un último ejemplo proporciona otros dierenciales de pode: los de clase y etnicidad. He elegido presentar el caso del estudio de Nicole Constable sobre trabajadoras domésticas flipinas en Hong Kong (1997) El juego que predomina es el del éxito capitalista, y sus participantes son pajas jóvenes y ambiciosas de Hong Kong que tabajan, ganan bastante dineo y tienen el deseo de vivir una vida de lujo. Dado que estas paejas man pte de la alta burguesía de la modernidad tardía, los dos integantes tabajan mucas oras era de casa, por lo que para alcanzar el éxito prosionl deben contrata personal doméstico que se encargue de acer la limpieza, prepaar la comida y, en especial, cuidar a los niños. Las empleadas domésticas ipinas, que, po cierto, tienen sus propios proyectos, buscan gana más dineo en Hong Kong para ada a sus milas. El éxito económico de la paeja podeosa depende, sin duda, de su esezo, sus contactos, etcétea, pero también, aunque de modo muco menos visible, de su capacidad de contola a las empleadas domésticas. En este ejemplo, como en mucos otos, el direncial de poder se exacerba por la precaria siación legal de mcas empleadas, que ingresan al país de manera ilegal, o se les a vencido la visa o por algún oto motivo son lnerables ente al poder estatal. mismo tiempo, el control de los em pleadoes puede se bastante lteral, pues a veces golpean a las empleadas o las encierran en una abitación o las maltatan de alguna otra manera. El pode de los empleadores parece casi absoluto. Pero también en este contexto el poder es inestable, como ocure, en última instancia, en todas las relaciones de poe. Si bien los empleadores pueden se muy controladores, también se perciben a sí mismos como sujetos modenos y progresistas, y no como propietaios de esclavos. Así, las ipinas y otras empleadas domésticas extranjeras tienen un día de anco por semana, normalmente los domingos, y an adquiido la costumbe de reunirse ese día en una plaza. Esas reuniones tienen todas las caacterísticas del canaval bajtiniano. A se dista la sociabidad y se celebra la cura compartida. Asimismo, las empleadas intercambian anécdotas sobre sus tristes condiciones laborales y se brinda apoyo mutuo, peo pincipalmente intercambian inrmación sobre los "derecos y las oganizaciones que les proporcionan asistencia. Muchas de esas mujeres participan en organizaciones como el Sindicato Asiático de mpeadas Domésticas o Fiipinos Unidos en Hong Kong. Constable 1997: 164) cita varios tículos periodísticos en los que se 26 Aunque desde una perspectiva histórica o de segumi ento del proceso se puede dir que el jueg o está cambiando" desde un punto de vista etnográo jado en un punto en el tepo, se veá como conflicto de jueos cultural es o históricos entre padres e ijos (Aea n comunaón personal).
Antropología y teoa social. Cutura, poder y agencia
rcg qujas sb el aumet de pder de estas empladas Si bie las quejas s exagradas, cab duda d qu muchas de las mpladas extajeas Hg Kng ya stá dispustas a tlear el maltat y ha apredid a dede sus derechs, idividal y clctivamete Ua vez más, el juego ya es el mism Di ls ejempls ateies paa ilusta divesas cesties La pimea, que sñalé al picipi del capítl, se elacioa co los mods e que los juegs trasciend la mera paticipació de milias, gpos o clases atagóicos ess juegs, e cambio, se desalla a pati de las elacines de pode e el ivel mic Muchas veces, estas queda ivisibilizadas e los esdios antoplógics que se ceta e las maces plíticas a gan escala el colialismo, l Estado, etc y, en cieta ma, o ega a las bases La segunda es cosecucia de la ateio: las elacies de pde iteas están sumamete cotoladas, pecisamete pque tiene el potencial de peba el desall de cietos movimientos dl jueg en la esea individual y la ppia cotiuidad del jego e cuato rmació social y clal e el lago plazo. P últim, es pecis volve a la distició, que tambié es ua aticlación, ete la agecia de ls pyectos y la agecia del pode Hems visto que el ejecici del pode sobe ls sbdiads está, nmalmet, al seicio de la ealizació de un poecto El pode o suele se u fn e sí mismo. Peo, iexablement, los subodiados tiene poyectos popios, que peden se declaads, com e ls csos de las culas subodinadas en el coloialismo d tabajadres cm las mpleadas dmésticas flipias e el capitalismo glbal Tambié puede se encubiets, cm en el cas del "discuso ocult de los esclavs exceletemete anado p James Scott (2000) o en las mas más incipietes de la isatiscció de las mujees y las esposas que co ececia cue e sistemas de géne apaentemente estables (ve una vez más Ahean, 2000 Jea Cmao 1985; ver también Otne, 2003 capíto 11) Así, si el pde y la subordiació del ot está siempe al sevicio de algún poyecto, la esistecia también l está tda la dialéctica domiació/ resistecia tien setid si se la etiende cm el choque nte los poyectos de las pesas, sus bjetivs, deseos e itecines cnstiidos cultualmete . A modo de conclusión
Hms vist que, e u pla, la agecia es ua rma d popiedad de ls sujts socals. Se ma cultralmt po mdi d las caacteísticas rsatadas cm "agtivas pr jmpl, actividad vsus pasividad e los cuts d ls hrmas Grimm ebeldía vesus docilidad en las clasifcacns scias de la scula scudaria e Estads Udos (Oter, 2003)
Capítulo 6 Poder y proyectos. Refexiones sobre la agencia
Además, la agenca está cas semre dstrbuda en rma desgual: algunos la "tenen y otros no; algunos tenen más y otros, menos. En la rmera nstanca, aarece etonces mayormente como una cualdad de la que están nvestdos los ndvduos.27 Sn embargo, los ndvduos, ersonas o sujeos sempre están ntegrados en redes de relacones, ben de aecto y soldardad, ben de oder y rvaldad, o, con ecuenca, una mezcla de ambas. Sea cual ere la "agenca que parezcan "tener como ndvduos, en realdad esa semre se negoca de manera nteractva. En ese sentdo, las ersonas nunca son agentes lbres, no solo orque no tenen la lbertad ara rmular y logar sus objetvos en un vacío socal, sno tambén porque carecen de la caacdad para controlar or comleto las relaciones ara alcanzarlos. Como seres verdadera e nexorablemente socales, solo nconan dentro de muchas redes de relacones que conrman sus mundos socales. Además, s ben la agenca en sentdo absracto aarece como una proedad de los sujetos (emoderados de modo direncal), es mejor verla (una vez más) no tanto como una cultad o capadad pscológca en sí msma, sno más ben como una dsoscón a la reazaón de "proyectos. Desde la persectva del sujeto, esa dsoscón se ercbe como una creacón del roo deseo: "Qero..., pero desde el unto de vista de quen esda la cultura son los proyectos los que defne los deseos. Así, la antroología de la "agenca no solo esda los modos en que los sujetos sociales en cuanto actores con oder o sn él partcan en los juegos de su cultura, sno que tambén revela cuáles son esos juegos curales, cuáles son sus bases deológcas y cómo la artcpacón en el juego reroduce o transrma esas bases. Por útmo, está la relación entre agenca y poder, el tema central de este capítulo. En un determnado nvel, la agenca uede defnrse como una r ma de oder; los "agentes equvalen a "sujetos emoderados. Esta dea o dría acarse en el análss relatvamente smle de los cuentos de los hermanos Grmm, en los que los nños están construidos como sujetos con oder o "agentes ero las nñas se ven sstemátcamente desrovstas de oder a través de la deconstccón de su agenca. Pero en las seccones sguentes del caílo, analcé relacones más comlejas entre los dos enómenos. resentar el análss de J. y J. Comaro de los hombres y las mujeres tswana, ntenté hacer una dstncón entre la agenca tal como se manfesta en la relacón de las msones en el eríodo colonal y la agenca tal como ncona "en los márgenes de esa relacón. A la prmera la denomno "agenca del oder, orque tende a estar defnda cas 27 O los grupos. El tma de la agncia grupal es menos problmáico d lo qu aparnta Si bin los grupos no posn agncia n l sentido pscológico (como los indivi duos), s tinn proytos" y podr"
Antpología y teoa social. Cultua, poder y agencia
or comleto or la dialéctica dominación/resistencia y, or ende, casi enteramente en los términos de la arte dominante. Me refero a la senda como aencia de los royectos (cltrales), orqe me interesa oner el acento en os modos en qe los hombres y las mjeres tswana odrían, o deberían, ser vistos aciando o tratando de articiar en ss roos jeos serios, más defnidos or ss roios valores e ideales, a esar del contexto coonia. Pienso qe es útil distinir, y no solo en siaciones de dominación colonal, entre la aencia como na rma de oder (qe abarca cestones de emoderamiento del sjeto, dominación del otro, resistenca a la domnación, etc.) y la aencia como na rma de la intención y el deseo, como la rosección de objetivos y la realización de royectos. La distinción se orqe, en el nivel más simle, creo qe los sos de térmno son bastante direntes, con distintos "campos de sinfcado. Pero también porqe, habiéndolos searado, es osble examinar las artclaciones entre no y oto. Es eso lo qe me rose expone en la última ae de este ensayo, donde sosteno qe, en el contexto de lo qe denomino jeos serios, erseuir royectos necesariamente implica, para algnos, la sbordinación de otros. No obstante, esos otos nnca están comletamente desrovistos de aencia: tienen oderes y royectos oios, y la resistencia (desde la más st hasta la más manifesta) sieme es osible. Tanto la donación como la resstencia están, entonces, en mi oinión, al sevico de los oyectos, de tener la osibilidad o el oder de ersei, aa bien o aa ml, objetivos y roósitos cltralmente sinifcativos.
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