MODELOS MACROECONÓMICOS De los "clásicos" a la macroeconomía de las economías periféricas
MODELOS MACROECONÓMICOS De los "clásicos" a la macroeconomía de las economías periféricas
Sergio W. Sosa Barajas
ESTE ES UN VOLUMEN DE LA COLECCIÓN: OBRAS DE ECONOMÍA
Editorial Tlaxcallan SA. Of CV
México, 2001
nl/IIII
Para la doctora Maricela Alcaraz
Modelos macroeconómicos. De los "clásicos" a la macroeconomía de las economías periféricas Primera edición: 2001
D.R. ©2001 Editorial Tlaxcallan, S.A. de Aniceto Ortega 811 Col. Del Valle C.P. 03100 México, D.F. Tel. 5601 42 73
ISBN: 968-5413-00-2
Impreso en México/ Printed in Mexico
c.v.
CONTENIDO
Introducción
Capítulo 1
Cuentas nacionales para el análisis macroeconómico
A. De la contabilidad empresarial a la contabilidad económica B. Análisis sectorial C. El nivel macroeconómico D. Cuentas monetarias
Capítulo 1I
La economía prekeynesiana
A. El objetivo central de la teoría B. El modelo C. El dinero
Capítulo III
La macroeconomía
21
23 34 "clásica"
A. La oferta B. La demanda C. El dinero D. La estabilidad del capitalismo y la política económica
Capítulo IV
5 9 10 15
40 50
62 64
La revolución keynesiana vii
);fll!!ITf,
A. Crítica de Keynes al modelo "clásico" B. El modelo keynesiano
Capítulo V
A. B. C. D. E. F.
91 105 126
183 El monetarismo
A. El mercado de trabajo
B. C. D. E.
El mercado de bienes El mercado de activos financieros El mercado de dinero La mecánica del modelo
189 193 194 196 197
El modelo de Kalecki
A. Supuestos B. Los microfundamentos de la macroeconomía y el principio de la demanda efectiva C. Las ecuaciones fundamentales D. La teoría de las ganancias E. Los salarios agregados F. Los determinantes del ingreso y los multiplicadores G. La di~~ribución del ingreso H. Una extensión del modelo original: la inflación con desempleo
Capítulo VII
equilibrio "k"
Capítulo VIII
La síntesis neoclásica
A. El mercado de bienes B. El modelo ¡S-lM C. Patinkin y los saldos reales de efectivo
Capítulo VI
68 73
143
Capítulo IX
La nueva macroeconomía clásica
A. El modelo B. Política económica
203 217
145 149 152 156
Capítulo X
157 159
A. El papel de la sustitución de importaciones en el
163
La macroeconomía de las economías periféricas
crecimiento económico B. La estrategia ortodoxa de promoción de exportaciones
La teoría del desequilibrio
Crítica al teorema de estabilidad El desequilibrio La hipótesis de decisión dual Las fallas del mercado y la estabilidad La macroeconomía del desequilibrio Los regímenes de desequilibrio y el viii
169 176 179 180 181
Referencias bibliográficas Símbolos más frecuentemente utilizados
ix
226 246
INTRODUCCIÓN La macroeconomía ha observado profundas transformaciones en los últimos cuarenta años. El agotamiento del largo periodo de expansión de la posguerra y la crisis del keynesianismo neo clásico, tanto en el ámbito teórico como en el de la práctica de la política económica, condujeron a una profunda revisión de la macroeconomía convencional y a un acelerado proceso de generación de modelos teóricos alternativos. La emergencia de estos modelos ha ampliado significativamente el abanico de teorías e hipótesis que intentan explicar el funcionamiento del capitalismo desde una perspectiva agregada. Los modelos de mayor actualidad no necesariamente recogen lo mejor del pensamiento económico precedente ni explican de manera más exitosa el funcionamiento de las variables agregadas. Hoy día, la cabal comprensión de la macroeconomía hace necesario el estudio de los diversos modelos existentes. Dentro del contexto anterior, en el trabajo que se presenta se realiza un estudio sistemático de los principales modelos teóricos existentes. Con excepción del capítulo 1, que se destina al estudio de las cuentas nacionales, los capítulos 11 al X presentan los modelos macroeconómicos de mayor relevancia. En la medida de lo posible, dicha presentación sigue una secuencia cronológica. Así, en el capítulo 11 se estudia la economía prekeynesiana y en el capítulo IX la nueva macroeconomía clásica.
SERGIO SOSA
En atención a que el presente trabajo surge "de este lado del mundo", el capítulo X, que es el último, versa sobre la macroeconomía de las economías periféricas. El estudio de los diversos macromodelos permitirá observar cómo ellos difieren no sólo en la lógica de funcionamiento que atribuyen al capitalismo, sino en la importancia y rol desempeñado por los determinantes de los principales agregados económicos. Dada la diversidad de teorías y enfoques que se estudian en el trabajo, conviene precisar los objetivos de éste, así como sus alcances y limitaciones.
MODELOS MACROECONÓMICOS
limitado, del comportamiento de las unidades familiares y de las empresas. Por tal motivo, en el libro se realiza un estudio restri?g~do de. la forma como se comportan tales agentes economI.cos. DICho brevemente, el trabajo incluye únicamente el es~udlO de aquellos elementos de la microeconomía que constItuyen un fundamento indispensable para el análisis macroeconómico. Finah~1ente, la po~íti.caeconómica y el sector externo tampoco CO?~t~tuye?el objetIvo fundamental de estudio, por lo que su ana~IsIs solo se lleva a cabo en la medida que ello es estrIctamente necesario para la comprensión de los modelos teóricos básicos.
En primer lugar, es necesario indicar que, en la medida de lo posible, el libro se restringe al estudio de la estática macroeconÓmica. Por estática entendemos el análisis de sucesos que ocurren en un momento dado del tiempo. El estudio de la trayectoria que describen los agregados económicos en el transcurso del tiempo -dinámica económica- sólo se realiza en la medida que ello es absolutamente indispensable para la comprensión cabal de los temas abordados. En segundo lugar, la cuestión fundamental en torno a la cual se centra el trabajo, independientemente del modelo teórico que se examine, consiste en el estudio de la manera como se determinan los niveles de actividad económica (productof empleo globales básicamente). Aspectos tales como la inflación, las expectativas, las variables financieras, entre otros, ocupan un lugar subordinado al anterior objetivo fundamental. Por supuesto que el estudio de los determinantes del producto y el empleo agregados hace necesario un cierto análisis, si bien 2
3
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CAPÍTULO 1 CUENTAS NACIONALES PARA EL ANÁLISIS MACROECONÓMICO En este capítulo se hace un breve repaso de los conceptos más relevantes de las cuentas nacionales. Consta de cuatro apartados. En el apartado A se establecen algunos de los eslabones que conectan la contabilidad empresarial con aquella económica. Se trata, por así decirlo, de destacar algunos de los fundamentos microeconómicos de la contabilidad nacional. En los apartados B y se estudian las relaciones que guardan entre sí algunos de los agregados de mayor importancia de las cuentas nacionales. El apartado B profundiza en el análisis sectorial, en tanto que el apartado se refiere al conjunto de la economía. En el inciso i) de este último apartado se estudia una economía cerrada, en tanto que en el inciso ii) se examina el caso de una economía abierta. Finalmente, en el apartado D se abandona la esfera real y se hace una presentación introductoria de los elementos básicos que conforman las cuentas monetarias.
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A. DE LA CONTABILIDAD EMPRESARIAL CONTABILIDAD ECONÓMICA
A LA
Como se indicó supra, en este apartado se establece un enlace entre el ámbito microeconómico y el nivel sectorial desde una perspectiva financiera-económica. Dicho en otros términos, se vinculan algunos conceptos de los estados financieros de las empresas, en particular del Estado de Resultados, con la contabilidad económica. 5
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SERGIO SOSA
Tomaremos como punto de partida el Estado de Resultados de una empresa productora hipotética X, el cual se inserta en el cuadro 1.1 tal y como lo suelen presentar los contadores. Como se puede apreciar, en dicho estado financiero las ventas totales ascienden a 100 mil unidades monetarias (MUM), los costos de producción a 20 MUM Y la utilidad bruta a 80 MUM. Por su parte, los gastos de operación suman 60 MUM, razón por la cual la utilidad neta antes de impuestos es de 20 MUM. Con base en el Estado de Resultados mencionado, es posible obtener algunos datos relevantes para el análisis económico, tal como se muestra en el cuadro 1.2. En este último, la producción bruta de 100 MUM equivale a las ventas totales. Al igual que en el Estado de Resultados, la producción bruta se descompone en 70 MUM de producción final y 30 MUM de producción intermedia. El valor de la producción bruta de 100 MUM, una vez deducidos los insumos intermedios de 12 MUM -los cuales a su vez se fragmentan en materias primas e insumos auxiliares-, da como resultado el valor agregado bruto de 88 MUM. La deducción de los salarios de 6 MUM de este último concepto arroja las ganancias brutas de 82 MUM. Finalmente, las ganancias brutas de 82 MUM, menos los gastos generales de 62 MUM -que a su vez se descomponen en gastos de venta 20 MUM, de administración 20 MUM, financieros 10 MUM Y depreciación 12 MUM-, es igual a las ganancias netas de 20 MUM.
MODELOSMACROECONÓNITCOS
CUADRO
1.1
ESTADO DE RESULTADOS DE LA EMPRESA X Miles de Unidades Monetarias Ventas Totales
100
Producción Final Producción Intermedia
70 30
Menos: Costo de Producción de lo Vendido:
20
Materias Primas Mano de Obra Gastos Indirectos
10 5 5
Insumos Auxiliares Depreciación del Equipo de Producción Salarios Indirectos
2 2
1
Utilidad Bruta
80
Menos: Gastos de Operación: Gastos de Venta Gastos de Administración Depreciación del Eq. de Gastos Financieros
60
O/ y de Reparto
Utilidad Neta]
10
20 30 10 20
Ahora bien, es relativamente sencillo agregar los Estados de Resultados de todas las empresas de una industria, de un En. términos estri~os, se trata de la utilidad neta antes de impuestos. sencIllez, en este capItulo se hace abstracción de los aspectos tributarios.
6
7
En arreglo a la
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CUADRO
MODELOS MACROECONÓMICOS
1.2
sector o bien de toda la economía. Asumamos que, después de realizar este proceso de agregación para todas las empresas de un sector, las cifras son las mismas que aparecen en el cuadro 1.2, sólo que ahora ellas representan miles de millones de UM (MM de UM).3
INFORMACIÓN ECONÓMICA DE L~ EMPRESA X Miles de Unidades Monetarias ., B ru ta 2 ProducclOn
100 B. ANÁLISIS SECTORIAL
70 30
Producción Final Producción Intermedia Menos: Insumos Intermedios
Una vez llegados a este punto, conviene que definamos producción bruta del sector i, PB¡, como el valor de producción total de dicho sector. Si quisiéramos cuantificar magnitud, podríamos hacerla de dos maneras sumando valor de las salidas fisicas del sector hacia el resto de economía, o bien totalizando el valor de las entradas sector. 4
12
10
Materias Primas Insumos Auxiliares
I
2
Valor Agregado Bruto
88
Menos: Salarios Ganancias Brutas
6 82
Menos: Gastos Generales Gastos de Venta Gastos de Administración Gastos Financieros Depreciación
62
Ganancias Netas
En esta forma, desde el punto de vista de las salidas del sector i, la producción brutaPB¡ (=100 MM de UM en el cuadro 1.2) equivale a la adición de la producción intermedia PI¡ más la producción final PF¡ (30 MM de UM + 70 MM de UM, respectivamente, en el cuadro 1.2). Es decir:
20 20 10 12
(I.1) Por su parte, desde el punto de vista de las entradas al sector i, la producción bruta PB¡ resulta de la suma del valor de los insumos intermedios Sl¡ más el valor agregado bruto VA¡ (12 MM de UM + 88 MM de UM en el cuadro 1.2). Este último lo podríamos concebir como el valor de las horas-máquina y
20
FUENTE: Cuadro 1.1.
3 Para un estudio completo de la manera como es posible elaborar la contabilidad nacional a Partir de aquella empresarial, véase Powelson (1958).
En este trabajo el concepto de producción bruta equivale al conocido término de valor bruto de la producción. 2
8
la la su el la al
4
Respecto del enfoque de entradas y salidas, véase Máquez y Oyarzún (1966).
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horas-hombre que consume el proceso productivo. En tales condiciones: (1.2) De acuerdo con lo anterior, de las ecuaciones (1.1) Y (l.2) se desprende la expresión (1.3), que iguala el valor de las entradas con aquel de las salidas del sector i. (l.3) De esta última igualdad es posible inferir una primer~ noción del valor agregado del sector i, tal como se aprecia en la ecuación (lA). (lA)
C. EL NIVEL MACROECONÓMICO i). Modelo de economía cerrada Si ahora se considera la economía en su conjunto, en un modelo sencillo de economía cerrada resulta que la producción bruta PB es la suma de las producciones brutas sectoriales. Es decir: j
(1. 5)
PB=I,PB¡
MODELOS MACROECONÓMICOS
(1.6)
PB=P/
+ PF
A su vez, la producción final se desagrega en bienes de consumo C y bienes de capital o inversión 1. En tales condiciones, la ecuación (1. 6) asume la forma que se aprecia en la expresión (1. 7). (1. 7)
PB = P/ + C + /
Por su parte, desde el punto de vista de las entradas al aparato productivo, la producción bruta se determina de acuerdo con la ecuación (l.8). (1. 8)
PB=S/+
VA
De la igualación de las ecuaciones (1. 7) Y (1. 8) se infiere la expresión (l.9) que define el valor agregado para el conjunto de la economía. (1.9)
VA =P/+C+/-S/
Pero como para el conjunto de la economía el total de las ventas de bienes intermedios corresponde al total de compras del mismo tipo de bienes, es decir, puesto que P/ = SI, es posible entonces simplificar la anterior igualdad de la manera que se indica en la expresión (1.10). (1.10)
VA=C+/=PF
¡=l
Al igual que en el análisis sectorial, por el lado de las ~alidas del aparato productivo la producción bruta global eqUivale a la adición de la producción intermedia y aquella final. O sea: 10
Finalmente, conviene advertir que el valor corresponde al concepto de producto interno bruto. (1.11 )
VA =P/B=PF
11
agregado
MODELOS MACROECONÓM1COS
SERGIO SOSA
Reflexionando exclusivamente en términos de la producción final, es posible imaginar las salidas y las entradas del aparato productivo. En este caso, como ya se dijo, el flujo de salidas estará formado exclusivamente por producción final, a cambio de la cual las empresas que componen el aparato productivo reciben un contraflujo monetario que conforma el gasto de la comunidad en consumo e inversión. Por su parte el flujo de entradas al aparato productivo, es decir el valor agregado concebido como horas-hombre y horas-máquina, tiene como contrapartida el pago a los factores d~ la producción, trabajo y capital, por lo que corresponde al concepto de ingreso global, el cual se descompone en salarios y ganancias. De acuerdo con lo anterior, el producto agregado (PIE) se corresponde cuantitativamente con el gasto agregado (G1E) en consumo e inversión (GC + GI), así como con el ingreso agregado (IIE o simplemente Y) que se descompone en salarios y ganancias (W + P). Es decir: (1.12)
PIE = G1E = GC + G 1 = C + 1
(1.13)
PIE =IIE = y= W+ P
o bien, (1.14)
(1.6)
PE =PI + PF
donde la producción final se define como la adición de los bienes de consumo C, de inversión 1 y de aquellos que se exportan X, como se indica en la expresión (1.15). (1.15)
PF=C+I+X
Así, es posible reformular la igualdad (1.6) en los términos siguientes: (1. 16)
PE = PI + C + 1 + X
Por su parte, desde la perspectiva de entradas al aparato productivo, los componentes de la producción bruta se especifican en la expresión (1.8): (1.8)
PE=SI+
VA
?onde los insumos intermedios SI se descomponen en msumos de origen nacional SIN e importado Slu Es decir: (1. 17)
igualando estas dos últimas expresiones: Y= C + 1
Sustituyendo la ecuación (1.17) en la expresión (1.18). (1.18)
PB=SIN+S1M+
(1.8), se obtiene la
VA
ii). El caso de una economía abierta Consideremos ahora una economía conectada comercialmente con el exterior. Por el lado de las salidas del aparato productivo, la ecuación (1.6) desagrega la producción bruta en sus componentes: 12
De acuerdo con lo anterior, igualando las ecuaciones construidas bajo las ópticas de salidas (1.16) y entradas (1.18), se obtiene la siguiente expresión:
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MODELOS MACROECONÓMICOS
Ahora bien, puesto que para el conjunto de la economía. la producción intermedia P1 es igual a los insumos intermedIos nacionales SIN, resulta entonces la expresión (1.20). (1.20)
P1B = C + 1 + X - SIM
En esta fase del análisis conviene advertir que los bienes de consumo C y de inversión 1 considerados hasta aquí son de . ) 5 origen nacional en su totalidad (CN y IN,. respectI~~mente . En tales condiciones, si a la ecuación anterIor se adIcIonan los bienes de consumo y de inversión de origen importado CM e 1M,respectivamente, se deduce la expresión (1.21). (1. 21 )
P1B= y= C+1+X-M
donde C e 1 incluyen en ambos casos tanto los bienes de origen nacional como aquellos importados, y M recoge las 6 importaciones de bienes intermedios SIM y finales CM e 1M. Como puede apreciarse, la expreslOn (1.21) es la conocida ecuación keynesiana del producto agregado.
D. CUENTAS MONETARIAS
5 Esto, porque al hacer emerger dichos conceptos sólo se consideraron productivo interno. Véanse ecuaciones (1.6), (1:8), (I.l5) y (I.l6).
A continuación (1.21): 6
se describen
los pasos intermedios
las salidas del aparato
que separan las ecuaciones
El gobierno puede modificar la cantidad de dinero en circulación vía emisión monetaria y operaciones de comprav~~ta en el mercado de activos financieros, inmuebles y dIvIsas, entre otras formas. Por su parte, los particulares alteran la masa monetaria mediante actos como el descuento de letra~, de ca~bio; en las actividades de importación y e~~ortaclOn de bIenes y servicios que implican cambio de dIVIS~~~or .moneda nacional, y a la inversa, los particulares tambIen InCIden sobre la cantidad de dinero en circulación. Al reflexionar sobre los cambios en la masa monetaria emergen algunas interrogantes básicas: ¿cómo se definen lo~ medios monetarios? Una letra de cambio ¿es un instrumento monetario? ¿Lo es un bono gubernamental? ~ás que contestar de una manera casuística a las In~err~gantes ~nte~iores, parece conveniente sentar algunos crIterIos de apIrcacIón general que sirvan de guía para normar n~estra reflexión. En este sentido, es necesario señalar que el ~Inero es un fenómeno social y, en tal virtud, un verdadero Instrumento monetario tiene que ser aceptado al menos por dos agentes económicos.
(1.20) y
Al adicionarse los bienes de consuno e inversión importados a la ecuación (1.20) se obtiene la siguiente expresión: PIB + CM+ IM= CN + IN + X - SIM+CM+ 1M de la cual se llega a esta otra: PIB= CT+IT+X -MT donde el subíndice T, del cual se prescinde en el texto, hace alusión a magnitudes totales.
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La crea~ión (y la ca?celación) de dinero -que implica un flujo de medIOS monetarIOs l}ue va del sistema bancario hacia el público no bancario (ya la inversa)-, puede instrumentarla el gobierno o los particulares, estos últimos a través de sus actividades de negocios.
Dentro .del cont~xto anterior, parece lógico que el rol m?netano de un Instrumento cualquiera será mayor cuanto mas grande sea el radio de aceptación social del cual disfruta y a la inversa. '
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SERGIO SOSA
En adición a este criterio de aceptación, es posible estab.lecer otro de carácter keynesiano para valorar el rol monetano de un medio cualquiera. Puesto que para Keynes la tasa de interés es el premio por renunciar a la liquidez, se deduce .que el rol monetario de un instrumento depende de la magmtud del rendimiento que genera. Es decir, mientras más elevad~ sea la tasa de interés que produzca un instrumento, menor sera su rol monetario, y a la inversa. Así, en tanto q~e .un cheque tiene un significativo rol monetario, en un d~P~SltO a largo plazo se ve debilitada dicha función (Sylos-Labml, 1979).
Oferta y demanda de dinero La oferta de dinero es sumamente elástica. En r~alida?, a través de las cuentas de cheques el sistema bancano est.a en condiciones de generar una cantidad de dinero muy supenor a sus reservas. Veamos un ejemplo en extremo sencillo. Imaginemos que el sistema bancario tiene en caja un total de 100 MM de UM en forma de billetes y monedas, y que la reserva legal es del 25%. En tales condiciones, el sistema bancario está en condici~nes de crear, a través del crédito, 300 MM de UM de di~~ro glral, conservando como reserva los 100 MM de UM ongmales de billetes y monedas, los cuales representan el 25% del total de dinero existente (400 MM de UM).
MODELOS MACROECONÓMICOS
sus reservas, si bien la oferta efectiva estará determinada dentro de este límite superior, por la demanda monetaria. ' La demanda de dinero, a su vez, está determinada por la cantidad de billetes y monedas en poder del sistema bancario, y por el multiplicador bancario, que establecen su límite máximo, pero también y fundamentalmente por la preferencia por la liquidez de los agentes económicos. Por lo que se refiere al primero de los factores arriba mencionados, si bien es verdad que la reserva legal fija la proporción mínima de dinero que deben conservar los bancos en su poder (y, en consecuencia, la cantidad máxima de dinero giral que pueden crear), lo cierto es que en los hechos en muchos casos dicho porcentaje es superior debido a que la demanda de dinero se ubica por debajo de las disponibilidades de efectivo. Por lo anterior, es necesario calcular el coeficiente de liquidez bancaria Lb de acuerdo con la fórmula (1.22): (1.22)
Lb = MB/(MiM + WP)
donde LB representa la liquidez bancaria o cantidad de efectivo (billetes y monedas) que mantienen en su poder los bancos, BMla base monetaria o dinero del banco central y DP los depósitos de los particulares en cuenta de cheques. Según esta expresión, el coeficiente de liquidez bancaria es la cantidad en la cual se incrementa el dinero (billetes y monedas) en poder de los bancos, como una proporción del aumento tanto de la base monetaria como de los depósitos de los particulares en cuenta de cheques.
Lo anterior significa que el muItiplicador bancario r~sulta de deducir la unidad al recíproco de la reserva bancana, o sea (1/0.25) - 1 = 3. Esto quiere ~ecir que la cantidad máxima de dinero que el sistema bancano puede crear es de tres veces
Por lo que concierne a la preferencia por la liquidez del
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17
'!II'' I'
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MODELOS MACROECONÓMICOS
público no bancario, en la ex~resión (1.23) se define el coeficiente de liquidez de los partIculares Lp: (1.23)
Lp = Llli yM/Mf
M
en que B y M denota la can~idad de billetes y monedas ~n M poder del público no bancano y M la masa monetana, formada por billetes y monedas y dinero giral, que en nuestro caso en arreglo a la simplicidad, está representado por cuedtas de cheques. Así, este coeficiente representa el incremento en la cantidad de billetes y monedas en poder del público no bancario como proporción de un aumento en la masa monetaria. En este orden de ideas, imagínese que el banco cent~al realiza una emisión monetaria EM que incrementa el dmero del banco central o base monetaria MM. Admítase que en un primer momento ese incremento d~ dinero llega .íntegramente a las manos del público no bancano, el cual ve mcrementada así la cantidad de billetes y monedas M3 y ~ en su p~der en la misma magnitud que se eleva la cantIdad de dmer~ en circulación o masa monetaria ~. Es decir, en este pnmer momento t1.MM = M Y M = áBM. Ahora bien, una vez recibida dicha cantidad de dinero, el público no bancario retiene en su poder una. parte de B y M del incremento original de la base monetana y el resto lo deposita en el sistema bancario (como se indi~ó supra, en atención a la sencillez, se asume que la totalIdad de este depósito se efectúa en cuentas de cheques Ch). De ac~e~do con la expresión (1.23), la cantidad de dine~o que ~l publIco no bancario conserva en forma de B y M esta determmada por su coeficiente de liquidez, o sea:
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M3yM=Lp
MfM
El resto del incremento de la base monetaria, igual a dEM _ áBM Lp = M3M (1 - Lp), es depositado en el sistema bancario. Conviene remarcar que al final de este primer momento el aumento de la masa monetaria MfM -formado por la adición de M y M Y t1.Ch- es igual al incremento original de la base monetaria M3M. Es decir:
Prosiguiendo con el proceso de creación monetaria, una vez que el público no bancario efectúa su depósito y el sistema bancario recibe una parte del incremento original de la base monetaria equivalente a M3M (1 - Lp), los bancos retienen una parte de esta última suma, la cual está determinada por su coeficiente de liquidez. De acuerdo con la expresión (1.22), dicha parte es igual a M3M (1 - Lp) Lb. El resto de B y M equivalente a M3M (1 - Lp) - M3M(1 - Lp) Lb = M3M (1 _ Lp) (1 - Lb), lo presta al público no bancario. Una vez que éste lo recibe, el incremento de la masa monetaria t1.MM en esta segunda vuelta es ya superior al aumento original de la base monetaria M3M. No obstante, el proceso continúa. En seguida se presenta la fórmula que permite calcular el incremento total de la masa monetaria MfM provocado por el aumento inicial de la base monetaria M3M a través del proceso arriba descrito: ' (1.24) MfM = M3M (1 - Lp)o (1 - Lb)o + M3M (1 - Lp) (1 - Lb) + M3M (1 - Lp)2 (1 - Lb)2 + ... + MM (1 - Lp
r
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(1 - Lb)
=
OC
CAPÍTULO II
OC
M3M L (1 - LpY (1 - LbY = M3M 1/[1 - (1 - Lp) I
LA ECONOMÍA PREKEYNESIANA
o
(1 - Lb)]
=
!1 BM A * donde A* =1/[1 - (1 - Lp) dinero (Brovedani, 1984).
(1 -
Lb)] es el multiplicador
del
En virtud de que los incrementos en la base mon~taria provocan incrementos amplificados de la ~asa m?n~tana, el dinero que forma dicha base suele denommarse dmero de alto poder" (Márquez y Oyarzún, 1966). Finalmente, como puede advertirse fácilmente, la de~anda dinero se refleja en la magnitud de lo~ coeficl~ntes liquidez. Un alto coeficiente Lp y un baJo ~oeficlente implican una elevada demanda de dinero, y a la mversa.
de de
Lb
Este capítulo está dedicado a la economía dominante en el momento en que apareció la Teoría general de la ocupaciÓn, el interés y el dinero, de J M. Keynes (1936). Concretamente, se estudian algunos aspectos relevantes del modelo neoc1ásico en su versión walrasiana. La importancia ue este modelo teórico radica en que su estudio permite comprender mejor la teoría de Keynes y, en general, toda la macroeconomía. Con el propósito de exponer nítidamente la lógica fundamental del modelo de equilibrio walrasiano, la presentación que se hace aquí será muy general y lo más simplificada posible, pero sin perder de vista los aspectos relevantes de la teoría, especialmente aquellos que tienen alguna importancia para la macroeconomía.
A. EL OBJETIVO CENTRAL DE LA TEORÍA Quizá convendría iniciar la exposición de esta teoría formulando la siguiente pregunta: ¿cuál es el objetivo que persigue el pensamiento neo clásico? Dicho en otros términos: ¿cuál es la gran obsesión de la teoría neoclásica? Veamos. El capitalismo es una economía descentralizada, en el sentido de que las decisiones económicas de producción y consumo Son tomadas por agentes individuales. En estas condiciones, la 20
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"'11'11'
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MODELOSMACROECONÓNUCOS
cuestión toral consiste en saber cómo es posible que en una economía tal se logre alcanzar un alto nivel de coherencia social. Visto de otro modo, resulta sorprendente que una economía que funciona sobre la base de decisiones individuales, logre un alto grado de coherencia social y, en consecuencia, la pregunta que brota de ello es ¿cómo se logra la coordinación de los agentes económicos, de tal suerte que la oferta se equilibre con la demanda?
B. EL MODELO El modelo neo clásico comprende un número muy grande aunque no infinito, de bienes y de agentes. Para efectos de est~ presentación, en arreglo a la sencillez, en su mayor parte el análisis se limitará a dos bienes, aunque es posible sostener la presunción de un número muy grande de agentes. En su versión integral, el modelo contempla la teoría de la producción. Sin embargo, para efectos de simplificación se hará abstracción de ella y se considerará una economía de intercambio puro. Como se indicó supra, esta simplificación se hace con el propósito de destacar los elementos teóricos esenciales del modelo. En realidad, la teoría de la producción ha sido diseñada de tal manera que engrane perfectamente con la t~talidad del modelo. Se puede prescindir de ella sin perder de VIsta los aspectos cruciales de la teoría.
Quizá esto se pueda valorar mejor si consideramos la forma de funcionamiento de una economía socialista. Una economía socialista es una economía centralizada. Las decisiones de oferta y demanda corren a cargo del órgano central de planificación. Por lo tanto, la coherencia social podría lograrse fácilmente, de tal forma que no hubiese oferta no vendida ni demanda solvente insatisfecha. Pero en el capitalismo no existe un órgano central de planificación. Entonces la cuestión a la que intenta dar respuesta la teoría es la forma en que la economía descentralizada logra la coordinación de los agentes económicos (Arrow, 1978). Pero además hay que considerar que el capitalismo es una economía de mercado. En consecuencia, la interrogante fundamental a la que pretende dar respuesta este modelo podría plantearse de varias maneras: ¿cómo es posible que valiéndose del mecanismo del mercado, los agentes individuales logren un alto grado de coherencia social? O bien ¿cómo es posible que, a través de relaciones sociales de mercado, los actores individuales logren un alto grado de coordinación económica? O más sintéticamente ¿cómo, a través del mercado, se logra la igualdad entre oferta y demanda?
En ausencia de la esfera de la producción, es necesario suponer que los individuos poseen una cierta dotación inicial de bienes con la cual comenzar el intercambio.l Así pues, todos los agentes económicos disponen de dicha canasta inicial de bi~nes -la que al menos se compone de su propia fuerza de trabaJo-, la cual están dispuestos a intercambiar en el mercado.
i)La ley de Say Definamos la cantidad X del bien i, que posee el agente h de la siguiente manera: '
-~ 1
22
Al igual que Patinkin (1965), se asumirá que esta dotación inicial cae del cielo como el bíblico ,
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Visto como un conjunto de bienes y agentes, formalizar del modo que sigue:
MODELOS MACROECONÓMICOS
La suma del consumo del agente h, su demanda, es igual a la suma de su ingreso, o al valor de su oferta Esto puede considerarse como la ley de Say, según la cual la oferta crea su propia demanda.
se podría
ii) El equilibrio que denota la cantidad ~~ t~~o~ los bienes i (i = l~ 2, 3, ..., n) que conforman la dotaclOn mlclal del agente h,(h - 1, 2, .3,' ..., m). En términos de valor, esta dotación constItuye tamblen el ingreso del agente h. De ahí que el agente h oferte esa magnitud de valor y a cambio de ella demande otras mercancías de igual valor. Es por ello que su of~rta se constituye en su ingreso, pues ella determina su capacIdad de compra. Su oferta es su demanda.
Es precisamente aquí donde se hace necesario introducir la noción de equilibrio económico general y para ello, como se indicó anteriormente, se puede imaginar un mercado en donde sólo existen 2 bienes, digamos peras (P) y manzanas (A{) 2 Asúmase lo siguiente: en el mercado se encuentran varios agentes individuales, cada uno de ellos con una cierta dotación inicial. Unos tienen peras y otros manzanas. El total de peras de todos los agentes es de 20 y el total de manzanas de 10. Los agentes van a intercambiar estos bienes. En el mercado hay un subastador que anuncia un precio elegido al azar
Si ahora definimos
X*hi
Veamos lo que sucede en el mercado cuando este subastador walrasiano anuncia el precio de intercambio para estas dos mercancías. Supongamos que el precio es de 2 peras = 1 manzana (2P = lA{).
como la cantidad del bien i consumida por el agente h, entonces su consumo total será
'LX*hi esto es, la sumatoria de todos los bienes que, consume agente h. Pero como se había mencionado antenormente, consumo se encuentra determinado por su ~fert,a" por ingreso, o en última inst,an~ia p~r su dotaclOn InICIal. consecuencia, se tiene la SIgUIenteIgualdad:
el su su En
En el cuadro n.l se exploran los movimientos que se darían en el mercado después de haberse fijado el precio de intercambio, a través de un esquema simplificado. Como se aprecia en el cuadro, a este precio los propietarios de peras ofertarían 20 de éstas a cambio de 10 manzanas. Es 2
'LXhi = 'LX*hi
Con excepción de este capítulo, en que las siglas P y M denotan peras y manzanas, respectivamente, en el resto del libro estas mayúsculas representan ganancias e importaciones, agregadas ambas, en el mismo orden.
24
25
SERGIO SOSA
MODELOSMACROECONÓNfiCOS
decir, la cantidad ofertada de peras sería de 20 y la cantidad demandada de manzanas sería de 10 eqO p = 20 ~ M = 10). A su vez, los propietarios de manzanas ofertarían 10 de éstas y a cambio demandarían 20 peras qOM = 1O ~ qdP = 20).
l
e
CUADRO
11.1
. Para examinar la lógica de esta cuestión, en el cuadro 11.2 se expresan todos los valores del ejercicio que se ha venido desarrollando en términos de peras. Como puede apreciarse, el valor de la oferta total es igual al valor de la demanda total, lo cual también sería verdad si expresásemos todos los valores en términos de manzanas. Se concluye que la sumatoria de las demandas excedentes es igual a cero porque aún antes de que se realizara el intercambio, el valor de la oferta total era igual al valor de la demanda total.
Dotación Inicial: 20P y 10M Precio Anunciado: 2P = 1M CUADRO
(tp=20P)
+ (qOM= IOM=20P) 40P
(qdp= 20P)
11.2
= Oferta Total
=
+ elM = 10M = 20P) = Demanda Total 40P
En tales condiciones, en el mercado de peras no habría exceso de oferta ni exceso de demanda o, dicho de otro modo, la demanda excedente sería nula elp - tp = 20 - 20 = O). Lo mismo ocurriría en el mercado de manzanas, en donde también la demanda excedente sería nula elM - qOM = 10 - 10 = O). El mercado se vacía; se encuentra en equilibrio. No hay oferta no vendida ni tampoco demanda insatisfecha. En este caso de equilibrio se cumple entonces la "ley de Walras", según la cual la sumatoria de la demanda excedente es nula ('EDE = O). ¿Pero por qué ocurre esto último? 26
Cabe preguntarse ahora lo que ocurriría si acaso el subastador hubiese anunciado un precio distinto al anterior, supóngase de 4 peras a 1 manzana (véase el cuadro 11.3). Los poseedores de peras ofertan 20 unidades y a cambio reciben 5 manzanas. Por su parte, los poseedores de manzanas ofertan 10 unidades y demandan 40 peras. Así, en el mercado de peras la demanda excedente es de 20 unidades. Por su Parte, en el mercado de manzanas la oferta excedente (demanda excedente negativa) es de 5 unidades. Es evidente 27
SERGIO SOSA
que el mercado no se vacía o, dicho en otros términos, el precio anunciado no es de equilibrio.
CUADRO
11.3
MODELOS MACROECONÓMICOS
Así, se concluye. ~u~ aún en el caso de que el mercado no se encuentre en eqUIhbno, se cumple la "ley de Walras". E~ realidad, la "ley de Walras" se cumple invariablemente (vease el cuadro HA), porque a cualquier precio el valor de l oferta total siempre es igual al valor de la demanda total. a
Dotación Inicial: 20P y 10M Precio Anunciado: 4P = 1M
CUADRO 11.4 (tp
20P)+(qOM-lOM=40P) 60P
(qdp=40P)+
(qdM=5M=20P) 60P
Oferta Total
=
DemandaTotal
= =
Así, i.ncluso en el caso de que la demanda excedente del bien i sea diferente de cero: Pero veamos este caso más de cerca. Dado que ei precio anunciado era de 4P = 1M, el resultado de los intercambios en el mercado arrojó, por una parte, una demanda excedente de 20 peras y, por otra, una oferta excedente de 5 manzanas. Si a la oferta excedente la consideramos una demanda excedente (DE) de signo negativo, y si todos los valores los expresamos en términos de peras, tenemos entonces que la DE p = 20 P Y la DE'v! = -5 M = -20 P. En consecuencia, la suma algebraica de las demandas excedentes es nula.
I DE =
28
O
DEi ~ O; (i = 1, 2, 3, ... , n) Se cumple que la sumatoria de la demanda excedente es nula: n
L DEi = O 1
=1
~in .~m?argo, p~esto que. en este ejercicio el precio no es de qUlhbno, el mtercambIO no se realiza, y entonces el subastador anunciará un nuevo precio, por ejemplo: 1P = 2M. ~n el cuadro II.5 se examinan los intercambios que tendrían ugar en este caso. 29
SERGIO SOSA
Como se puede observar, este precio tampoco es de equilibrio. Pero veamos más de cerca el punto de sus diferencias: si 2M = lP, entonces 30M = 15P, de ahí que, valuada en términos de peras, DEp = -15 Y DEM = 15.
MODELOS MACROECONÓMICOS
Como se vio anteriormente, en este caso específico el mercado sí se encuentra en equilibrio e igualmente se cumple que
L DE = O
Puesto que la "ley de Walras" implica que
L DE =
CUADRO 11.6
O
esto significa que, nuevamente, expresado todo éste mercado en términos de peras se tiene que el valor de la demanda total es igual al valor total de la oferta total, como se muestra en el cuadro Il.6.
(tp = 20) + (qOM = 10M = 5P) 25P (qdp
=
5) + (qdM = 40M
20P) 25P
=
=
Oferta Total
Demanda Total
=
CUADRO 11.5
Dotación Inicial: 20P y 10M Precio Anunciado: lP = 2M
No obstante, a diferencia de las dos situaciones anteriores -en que la demanda excedente era diferente de cero en cada uno de los mercados- aquí cada uno de ellos se encuentra efectivamente en equilibrio (ya que no existe oferta no vendida ni tampoco demanda insatisfecha). Es decir:
No sólo la sumatoria de la demanda excedente es iguales a cero, sino que cada una de las demandas excedentes son nulas en cada uno de los mercados. Pero puesto que la situación no es de equilibrio, el subastador anuncia un nuevo precio. Asumamos que éste sea de 2P = 1M, como en el primer caso (cuadro Il.1).
~n consecuencia, se puede definir el equilibrio como aquella situación en la cual no sólo la sumatoria de la demanda excedente es igual a cero ("[,DE = O), sino que, además, la
30
31
SERGIO SOSA
demanda excedente es igual a cero en todos y cada uno de los mercados (DE; = O VI)' Con el propósito de examinar en términos más realistas el problema de la existencia del equilibrio general, considérese una economía con n mercados:
m nmn
I~
~
d n- 1 dn
= =
On - 1 ~ P n - 1 On ~ p n
MODELOS MACROECONÓMICOS
satisfactoriamente si, y sólo si, se prueba la existencia, la unicidad y fa estabilidad del equilibrio general. En este primer capítulo se reflexiona en tomo a los dos primeros problemas, en tanto que el tema de la estabilidad será examinado más adelante. Retomando el ejercicio anterior, hay que hacer notar que por el momento no se ha introducido dentro del modelo el dinero. por lo tanto, el problema se plantea en términos de precios relativos. Es decir, el precio de cada uno de los n bienes se expresa en términos de alguno de los demás bienes, supongamos que del bien n. Así, el precio del bien 1 se expresa en términos del bien n (P¡/Pn), 112
En el mercado uno, mI, el precio PI hace posible el equilibrio entre demanda y oferta, dI = 01, Y así sucesivamente hasta el mercado n. Así, en principio se tienen n ecuaciones simultáneas (d = o) y n incógnitas (p), por lo que el sistema tiene solución. Es decir que sí existe un, y sólo un, vector de precios de equilibrio p* que hace posible el equilibrio general. Es decir, el equilibrio existe y está determinado (es único). Conviene tener presente que la reflexión en tomo al equilibrio general no se agota en la demostración (matemática) de su existencia y de su unicidad. Es necesario demostrar también su estabilidad, o sea que en el mercado existen mecanismos automáticos que conducen a la economía hacia él. Así pues, la coherencia del sistema, la coordinación de los agentes económicos en el capitalismo se habrá demostrado 32
P3
--7 Ih/Pn --7 Ih/Pn
Pero puesto que todos los precios se expresan en términos del bien n, el precio de este bien n es igual a la unidad (Pn/ pn = 1). De esta manera, el sistema anterior se compone de n ecuaciones y n - 1 incógnitas, puesto que pn (= 1) es conocido. Se observa en este punto que no hay igualdad entre el número de ecuaciones y el número de incógnitas. De hecho .el número de ecuaciones es mayor que el número de Incógnitas. Por lo tanto, no hay una solución satisfactoria para el sistema ya que éste se encuentra sobredeterminado.3 3 El .sistema posee más de una solución, por lo que no está determinado; condiCión de unicidad.
33
no cumple con la
SERGIO SOSA
Ante este problema, cabe preguntarse ¿cuál es la solución que le dio Walras? A este respecto, conviene advertir que el subsistema formado por el conjunto de mercados que va del 1 al n - 1 sí tiene solución, pues dentro de ese intervalo el número de ecuaciones iguala al número de incógnitas. Por consiguiente, si está en equilibrio este subsistema, por la "ley de Walras" se infiere que necesariamente el mercado enésimo estará también en equilibrio. Es decir, si la demanda excedente es igual a cero en n - 1 mercados, y si Walras descubrió que la sumatoria de esta demanda en los n mercados siempre es igual a cero, es posible afirmar que en el enésimo mercado también será nula (Arrow, 1983). En síntesis, el sistema tiene una única solución, lo que implica que el equilibrio existe y está determinado.
c. EL DINERO
MODELOS MACROECONÓMICOS
De acuerdo con esta teoría, la cantidad producida y vendida Q se determina en la esfera real. Por su parte, la velocidad de circulación del dinero V está dada, porque es una variable institucional que depende, entre otros factores, de la periodicidad de los ingresos y gastos de los agentes económicos (Sylos-Labini, 1979). Finalmente, la masa monetaria MM es determinada exógenamente por el Estado. En tales condiciones, es evidente que, al fijar esta última, el Estado determina los precios monetarios. Si se considera que la cantidad producida y vendida Q es en realidad el producto real Yr, es posible entonces reformular la ecuación (11.1) en los siguientes términos: (11.2) donde el ingreso monetario o nominal Ym corresponde producto p Q.
Imagínese el lector que en el ejercicio de n bienes, n precios y n ecuaciones de oferta y demanda que se viene analizando, el enésimo mercado es el de dinero. Si este fuera el caso, el equilibrio en los n - 1 mercados, el cual existe y está determinado, implicaría necesariamente que el mercado de dinero está también en equilibrio. Dicho de otra manera, para los neoclásicos el equilibrio en la esfera real involucra necesariamente, en virtud de la "ley de Walras", el equilibrio en la esfera monetaria. El modelo neo clásico introduce la moneda a través de la teoría cuantitativa del dinero, según la cual:
al
Con el propósito de estudiar con más detalle las implicaciones relacionadas con la incorporación de la moneda dentro del modelo, a continuación se desarrolla un ejercicio en extremo sencillo. Para tal efecto, supondremos los siguientes datos:
M= 14 unidades monetarias (UM); V= 4, el precio relativo de equilibrio de las manzanas p* M en términos de peras p* P es de 2 a 1 (es decir, p*M = 2 p*P, o bien p*P = ~ p*M; la cantidad de equilibrio de las peras es 4 (q*P = 4); y la cantidad de equilibrio de las manzanas es 12 (q*M = 12). De acuerdo con la expresión (11.2), la información anterior permite determinar el producto monetario:
(11.1) 34
35
SERGIO SOSA
Ym=MM V = (14) (4) = 56 CM Ahora bien, una vez determinado el producto monetario, es preciso retornar a la esfera real, en la que el producto se cuantifica en términos de precios relativos:
MODELOS MACROECONÓMICOS
. la cantidad de dinero en circulación MM, digamos que de 14 a 140 UM, es decir, la multiplica por 10. ¿Cuales serán las consecuencias de tal incremento? De acuerdo con la ecuación (II.2):
Y, = p*p. q*P+ p*M' q*M Así, es posible entonces establecer el vínculo entre las órbitas monetaria y real:
Ym= p*p. q*P + p*M' q*M a efecto de terminar los precios monetarios Después de resolver esta ecuación para los valores dados arriba , se obtienen los siguientes precios de equilibrio 4 monetarios (Pm*): pm *P = 2 UM y el pm * M = 4 UM. Así , como se indicó anteriormente, en el modelo neo clásico la . incorporación del dinero sólo hace posible la determinación de los precios monetarios. Con el propósito de profundizar en la afirmación anterior, es conveniente suponer una modificación en la magnitud de la masa monetaria. Como ésta se determina exógenamente al modelo, es posible asumir que la autoridad monetaria aumenta
Ym = (140) (4) = 560 UM Sustituyendo este valor en la ecuación del ingreso monetario:
Ym=P*P'q*P+
p*M'q*M=
Ym =p*P(4)
+p*M(12)
resulta que:
Pm*P = 20 UM y Pm*M = 40 UM Como se puede advertir, al multiplicarse por 10 la masa monetaria no se alteraran las cantidades demandadas ni tampoco los precios relativos, sólo se modifican los precios monetarios, los que también se multiplican por 10. De lo anterior se infiere que en el modelo neoclásico las variables monetarias no inciden sobre las variables reales sino únicamente sobre los precios monetarios. Dicho de otra forma, el dinero es neutral con respecto a las variables reales.
4 La resolución de esta ecuación se realizó del modo siguiente: sustituyendo en la igualdad del producto monetario y•• = p Q los valores numéricos dados, se tiene: 56 = p'P·(4)+ p'M (12). Ahora bien, como se indicó en el texto, p'M = 2 popo
Reemplazando los anteriores valores en la ecuación anterior, se tiene 56 = p'P (4) + 2p'P (12) p'P (4 + 24) = p'P (28), por lo que p'P = 28/56 = 2. Es decir, el precio monetario de equilibrio de las perasp••'P es de 2 UM. Pero puesto que el precio relativo de las manzanas p'M = 2p'P, se concluye que su precio monetario de equilibrio POI 'M = 2 (2) = 4 UM. =
36 37
CAPÍTULO III LA MACROECONOMÍA "CLÁSICA" ,
\
Antes que nada, es necesario aclarar que por macroeconomía '~~lásica" se entiende aquí, siguiendo a Keynes (1936), la teoría (fe la determinación del producto y del empleo1 globales que '·1. subyace en el modelo neo clásico prekeynesiano.
En la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero Keynes señaló algunos aspectos referidos al conjunto de la economía que se derivaban del análisis de los clásicos, aunque en realidad nadie había planteado un modelo macroeconómico asociado a la teoría del equilibrio general. Después de Keynes han surgido varios intentos de presentar este modelo, seleccionando aquellos aspectos que tienen que ver con la macroeconomía. No obstante, el gran problema de estos ,rpodelos macroeconómicos es que por lo general presentan ciertas incoherencias en relación con la totalidad de la teoría neoclásica.2 Es evidente que la macroeconomía no constituye una obsesión .fundamental de la economía clásica. Pese a ello, dentro del modelo walrasiano subyace una cierta teoría de la producción y. del empleo agregados. En este capítulo se intentará la exploración de esta macroeconomía que se encuentra implícita en el modelo clásico. Para ello, conviene intentar dar
I Como
2U
es sabido, Keynes (1936) consideraba clásicos a los marginalistas.
fu
bi n es erzo más exitoso lo constituyen las aportaciones de la nueva macroeconomia clásica, si en para tal efecto ha sido necesaria la incorporación de innovaciones teóricas. Véase el capitulo IX.
39
SERGIO SOSA
MODELOSMACROECONÓNITCOS
respuesta a la siguiente pregunta: ¿cuáles son las implicacio . " ?. nes macroeconómicas del modelo neoc 1aSICO
. (IIl.l)
Una primera implicación es que el modelo clásico agregad no admite desempleo .
'Como se puede observar, el producto global ofertado yo se encuentra determinado por los factores de la producción, capital K Y trabajo L. Pero como por definición en el corto . plazo el acervo de capital es constante, los cambios en el producto están determinados exclusivamente por el empleo.
En este modelo el mercado de trabajo es uno d~ los mercados que hay en la economía y que -como se VIO ~n (j capítulo anterior- se vacía cuando el subastador anunCIa e precio de equilibrio .
. Dentro de este contexto teórico, es necesario considerar el producto marginal del empleo YmgL, el cual se inserta en la . ecuación (l1I.2).
Una segunda implicación consiste en que el modelo n admite excesos de oferta no vendida que pudIeran tener origen en insuficiencias de demanda efectiva.
(Il1. 2) i
Una tercera implicación del modelo clásico es qu~ la variables monetarias son neutrales respecto de las varzable reales.
(III.3) e
A. LA OFERTA
YmgL = aYO/aL = a[YO(K, L)]/aL
Puesto que el modelo supone rendimientos decrecientes, a tiledida que el empleo crece el producto marginal del empleo disminuye, y viceversa. En consecuencia, se puede concluir que este último es una función inversa del nivel de ocupación, Comolo muestra la expresión (III. 3).
Es decir en el modelo walrasiano agregado se cumple la ley d Say, se~ún la cual toda oferta crea su propia demanda.
A continuación se examinará detenidamente cada una de 1 anteriores implicaciones.
yo = YO(L, K)
En la gráfica
III. 1 se puede apreciar esta relación.
. hroduzcamos ahora los beneficios agregados P, los cuales IOn el resultado de la diferencia entre los ingresos globales Y y "lbs Costos agregados C, o sea: ,"",';',
~r'· ;j"
P=Y-C
Analicemos en primer lugar la no aceptación del desempleo e el modelo clásico. Para tal efecto, conviene tener present~ ,1 función de producción, la cual se presenta en la expresIo (lI!.l).
.'1!s~ vez, el ingreso global es el producto de la multiplicación 'le los precios por el producto ofertado, el que a su vez ~ende de la función producción. Formalmente:
40
41
MODELOS MACROECONÓMICOS
SERGIO SOSA
y
=p
r =p
P=p
r(L, K)
r(L, K) -w L
Maximizando esta función de las ganancias con respecto al empleo, se obtiene la expresión que sigue:
GRÁFICA 111.1
a [r(K, L)] laL = wlp y como w/p es el salario real w" resulta que el producto marginal del empleo se iguala con el salario real. Es decir:
YmgL
(111.4)
----,
I I I I I I
-----1----I
----~
I I I I I
4-----, I I I I
I I I
YmgL
Lo L
Por otro lado, los costos de producción están conformados exclusivamente por los salarios.3 Es decir:
C=w L donde w denota el salario individual. Sustituyendo est~ ú~tima expresión en la ecuación de las ganancias, tenemos la sIgUIente igualdad: Estrictamente hablando, P representa las ganancias brutas, las cuales incluyen la depreciación, el costo del capital (intereses) y los sueldos de los "cuellos blancos". 3
42
Dicho de otra manera, en el corto plazo las empresas maximizan sus ganancias P igualando el producto marginal del empleo YmgL al salario real w,. Lo anterior significa que los salarios reales son un dato para los empresarios, quienes son tomadores de precios. En tal situación, los capitalistas sólo hacen variar el número de trabajadores contratados a efecto de que el producto marginal del empleo correspondiente a ese volumen de trabajo se iguale a los salarios reales. En términos de la gráfica III.I, lo anterior significa que si los salarios reales estuviesen al nivel YmgLo, los empresarios contratarían una cantidad de empleo Lo. Pero si dichos salarios se elevasen a YmgLI, los capitalistas se verían obligados a reducir el nivel de empleo a LI con el propósito de que sus ganancias se maximicen. Finalmente, si los salarios reales cayesen al nivel YmgL2, los empresarios aumentarían el número de trabajadores contratados a L2. En tales condiciones, la curva del YmgL asume el carácter de una función de demanda de empleo que relaciona de una 43
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
manera inversa a ésta con los salarios reales (véase la gráfica 111.2).Es decir: (111.5)
L W, D L = D()
;
DL'
GRÁFICA ill.2
por lo que se refiere a la curva de oferta de empleo, ésta , emerge de la maximización de la función de utilidad U = U(W, .o), donde W son los ingresos de los trabajadores (salarios reales por día) y .Q el ocio, con la restricción presupuestal correspondiente. En la gráfica III.3 se aprecia el proceso de maximización de la utilidad del trabajador, el cual alcanza sucesivamente curvas de indiferencia superiores debido a la elevación de la tasa de
GRÁFICA 111.3
w
L
De acuerdo con esta gráfica, cuando los salarios reales aumentan, los empresarios disminuyen la cantidad de trabajadores contratados, y a la inversa, pero siempre sobre la curva del producto marginal del empleo que, como se indicó supra, ahora hace las veces de curva de demanda de empleo. 44
24 horas
45
SERGIO SOSA MODELOS MACROECONÓMICOS
salarios reales Wr, lo que ocurre a medida que la recta de presupuesto W gira hacia arriba sob~e su p~opio eje. Como se puede advertir, la cantidad de OCIO sacnficada aumenta a medida que se eleva la tasa de salario real.
/,Finalmente, el equilibrio en el mercado de trabajo se establece ("en el punto en el cual la demanda excedente es nula:
(l1I.7) Lo anterior significa que la oferta de empleo es una función directa de los salarios reales. Formalmente:
DL
- OL
=O
=>DEL
=O
,Lo anterior significa que toda la oferta de empleo se encuentra . ocupada y por consiguiente no hay desempleo.
(111.6) En la gráfica lIlA se proyecta una curva de oferta de e.mpleo OL. En ella se puede observar cómo al aumentar el salano real Wr se incrementa también la cantidad ofertada de empleo OL.
Pero examinemos más de cerca el problema de la estabilidad ,del equilibrio en el mercado de trabajo y la no aceptación del de.sempleo por parte de la teoría neocIásica. Para tal efecto se . presenta la gráfica 111.5. En esta gráfica se presentan . conjuntamente, de manera simplificada, las gráficas 111.2 y lIlA, de demanda y oferta de trabajo respectivamente, y se establecen las posibles combinaciones entre la tasa de salario real Wr y el empleo L.
GRÁFICA lIlA Corno se puede observar, el lugar donde se cruzan las curvas de oferta y de demanda de empleo es precisamente el punto de equilibrio, en el cual OL = DL y, en consecuencia, corresponde a la tasa de salario real de equilibrio Wr * y al empleo de equilibrio L *. En ese punto no existe desempleo.
L
46
Otra posibilidad que se observa en esta gráfica corresponde a una tasa de salario real Wrl superior al de equilibrio. A esta tasa de salario, la oferta de empleo es mayor que la demanda, OL > DL. Es decir, este nivel de tasa de salario real implica la existencia de desempleo. El mercado no está en equilibrio, situación que, se aduce, generaría fuerzas endógenas que presionarían hacia la baja la tasa de salario real, hasta el punto en el cual se igualara con la tasa de salario real de equilibrio wr *. Una vez ocurrido lo anterior, el equilibrio de pleno empleo quedaría restablecido. 47
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
GRÁFICA 111.5
sentido que sólo estarían desocupados los agentes que no acepten trabajar a la tasa de salario real vigente en el mercado. En realidad, de acuerdo con el modelo clásico el desempleo involuntario sólo se presenta en aquellas situaciones en las cuales existen obstáculos -como la legislación laboral o la acción de los sindicatos, en que la economía se aleja del modelo competitivo- que impiden la caída de los salarios al nivel de equilibrio.
L
En adición a lo anterior, para los clásicos existe además otro tipo de desempleo, el cual sin embargo tiene una importancia menor. Es el denominado desempleo friccional o de transición, que es aquel que puede tener su origen, entre otras cosas, en el retraso de los suministros de materias primas a las empresas, en las descomposturas temporales de la maquinaria, en el tiempo que tarda en encontrar trabajo un empleado que cambia de ocupación o un joven que ingresa por primera vez al mercado laboral.
Ah ora b'len, SI. el salan'o vigente en el mercado fuese d OWr2,<. entonces la oferta de empleo sería menor a la deman a, L DL Esto es, existiría una demanda excedente de e~ple~. Esta sit~ación, según la lógica implícita del mo?elo, obhgana a los em resarios a ofrecer una tasa de salano real mayor pa~a p consegUIr . más fuerza de trabajo , lo que poder . 1drestablecena * nuevamente el equilibrio de pleno empleo al mve e Wr .
Así pues, de acuerdo con este modelo el nivel de ocupación se determina en el mercado laboral a través de las fluctuaciones del salario real determinadas por la oferta y la demanda de trabajo (curvas OL y DL), e invariablemente se alcanza el nivel de pleno empleo.
. c.' De lo antes expuesto se pue d e Inlenr qu e sólo existiría . desempleo si los trabajadores exigieran una t~sa de salano, r~al mayor a la de equilibrio -por ejemplo Wrl· SIn e~bargo, SIloS salarios son flexibles, entonces el modelo no admIte d~semp e~ involuntario, sino únicamente desempleo voluntarIO, en e
Ahora bien, puesto que según la función de estudiada anteriormente el producto ofertado yo los factores de la producción capital K y trabajo sUpuesto de que en el corto plazo K es constante, el empleo determina el nivel del producto agregado
48
49
producción depende de L, dado el resulta que total.
SERGIO SOSA
Así, en la parte superior de la gráfica llI.6 se ilustra la manera en que el nivel de empleo de equilibrio L * es determinado en el mercado de trabajo. A su vez, en la parte inferior de dicha gráfica se aprecia la forma en que el empleo de equilibrio, dada la función producción yo = YO(K, L), determina el nivel del producto total YO*.
MODELOS MACROECONÓMICOS
se señaló anteriormente, esta implicación significa que para el modelo walrasiano se cumple la ley de Sayo Examinemos esta última en tres etapas (Hagen, 1949).
GRÁFICA I1I.6
Recapitulando lo expuesto hasta el momento, se han estudiado cuatro ecuaciones: i) la de demanda de empleo DL = DL(w,); DL' < O; ii) la de oferta de empleo OL = OL(W,); OL' > O; iii) la. de equilibrio en el mercado de trabajo DL W, = OL w,; y iv) la de la función producción yo = f'(L, K). Este sistema de cuatro ecuaciones contiene las siguientes cuatro incógnitas: i) la cantidad demandada de empleo lL*; ii) la cantidad ofertada de empleo qOL*; iii) el salario real w,*; y iv) el producto global ofertado yo*.4
L* L
Este sistema de cuatro ecuaciones es el que permite determinar . el producto global por el lado de la oferta. Falta, por lo tanto, estudiar aquellas ecuaciones que determinan el producto global demandado. Dicho en otros términos, una vez determinada la oferta, cabe preguntarse si existe demanda para ese producto. En otras palabras ¿se cumple la ley de Say, según la cual toda oferta crea su propia demanda?
B. LA DEMANDA Pasamos ahora a examinar la segunda implicación del modelo clásico, según la cual éste no admite la existencia de oferta no vendida debido a la insuficiencia de demanda efectiva. Como 4
L* L
Cf,. con Sargent (1982). 50
51
SERGIO SOSA
En un primer momento imaginaremos una economía de intercambio puro y de trueque, es decir, una economía sin producción y sin moneda. En un segundo momento introduciremos el dinero, pero continuaremos haciendo abstracción de la órbita de la producción. Finalmente, en un tercer momento imaginaremos el caso de una economía compleja en la que se incorporará tanto la esfera de la producción como la del dinero. ¿Se cumplirá la ley de Say en estos tres casos hipotéticos? En el primer caso simplificado de intercambio puro y trueque se hace evidente que la oferta (dotación inicial) representa el poder adquisitivo de un agente e implica, necesariamente, una venta de otro agente por el mismo valor. La oferta es al mismo tiempo demanda. No obstante lo anterior, en el Capítulo II se vio que en un modelo de n mercados la demanda excedente de todos y cada uno de ellos sería nula si, y sólo si, el intercambio se realiza a los precios de equilibrio. En tales condiciones, se puede estar de acuerdo con la ley de Say si se hace explícito que el intercambio se realiza a los precios de equilibrio p* . En el segundo caso (una economía sin producción pero' monetaria) se puede afirmar que la ley de Say se cumple si los agentes económicos no retienen en su poder el dinero .. En el modelo clásico el dinero es exclusivamente un medio de cambio, no es una reserva de valor como en el caso de la teoría keynesiana. Es decir, el dinero no tiene un valor intrínseco, no tiene valor de uso -de acuerdo con Marx- como las demás mercancías. O, mejor dicho, su valor de uso es servir para el cambio. Además, como el dinero produce un interés, el hecho de conservarlo en el bolsillo representa en realidad una pérdida, o bien una desutilidad. Como en la alegoría de la "papa caliente", nadie quiere conservarlo en sus 52
MODELOS MACROECONÓMICOS
manos, sino desprenderse de él lo mas pronto posible. De esta forma se compran con él bienes que sí proporcionan una utilidad. Por ello todo el dinero se concreta en una compra. y como toda compra implica una venta y, a la inversa, toda venta se concreta en una compra de modo inmediato, resulta que toda oferta crea su propia demanda y no existe ninguna posibilidad de oferta no vendida. Se cumple la ley de Sayo Finalmente, el tercer caso se refiere a una economía con producción y con dinero. En ésta, se puede afirmar que será válida la ley de Say si, en primer lugar, se cumple el requisito de que la producción yo genere un ingreso Y igual al valor de aquélla, o sea:
y en. segundo ~ugar, si se satisface la condición de que la totalIdad del Ingreso se gasta efectivamente asumiendo íntegramente el carácter de demanda yd. Es decir:' yd = Y Porque si Y < yo, no habría posibilidades de realizar toda la ofe~a; y ~i Y = yo, pero yd < y, el ingreso no sería gastado en su Integndad y, en consecuencia, no se vendería todo el producto ofertado yd < yo. ~e acuerdo con lo anterior, es necesario preguntarse primero ~I durante el proceso de producción se generan ingresos Iguales al valor total de la oferta. En el caso de los trabajadores, éstos reciben un ingreso por el valor cO,rr~spondiente a sus salarios W, con el cual pueden, como rn~Im?, demandar productos por el mismo importe. Los capItalIstas, por su parte, reciben como ingreso la otra parte 53
MODELOS MACROECONÓMICOS
SERGlO SOSA
del valor del producto, las ganancias P. Si bien es cierto que con este ingreso se completa el valor del producto, lo cierto es que las ganancias se perciben hasta el momento en que se realiza la venta del producto. Por consiguiente, durante el proceso de producción no se genera un ingreso igual al valor de la oferta total. En realidad, Y < yo. No se satisface la primera condición. La primera respuesta que se podría dar al anterior análisis que conduce a la desigualdad entre el ingreso generado durante el proceso productivo y el valor de la oferta es que la producción no se vende toda de una sola vez, sino que se produce y se vende en fases sucesivas. Por eso es que si consideramos sólo la esfera de la producción, efectivamente no' se genera un ingreso igual al valor de la oferta, pero si se toman en cuenta fases sucesivas de producción y circulación, entonces sí es posible que se genere un ingreso suficiente para realizar toda la oferta generada. De esta forma, el ingreso que perciben los trabajadores se gasta en la compra de mercancías que a su vez generan ganancias. Con éstas algunos empresarios adquieren mercancías de otros capitalistas, los cuales también perciben . ganancias, parte de las cuales se emplean para pagar nuevos salarios, y así sucesivamente, formando múltiples cadenas de intercambio que recorren el proceso de producción y circulación. De esta manera es como se genera un ingreso susceptible de realizar el producto generado. Sería tal vez más adecuado afirmar que durante el proceso de reproducción (que incluye las etapas de producción y circulación de una manera reiterada) sí se genera un ingreso equivalente al valor de la . oferta global.
en saber si todo el ingreso percibido se convierte o no en demanda. Pue~ de no gastarse todo el ingreso y conservar una parte del mIsmo en el bolsillo, no podría existir la igualdad entr~ la oferta y la demanda totales. La oferta no crearía su propia demanda. Veamos esto más de cerca. En l~ figura lII. 1 se observan los valores (en la forma de magmtudes dgeométricas) de la oferta yo, el ingreso Y y la demanda Y . La oferta total yo se desagrega en bienes de consumo y bienes de capital BK. Por su parte, la demanda global Y se descompone en demanda de consumo Cd demanda de inversión Id. Finalmente, el ingreso total Y s~ divide en C consumo y ahorro A.
lC
FIGURA
111.1
yo
y
BC
C
BK
A
Una vez superado el primer obstáculo, el problema se desplaza a la segunda condición, y entonces la pregunta toral consiste
Valor de la oferta global (lo que implica que se satisface la
54
55
La figura parte del supuesto de que existe un ingreso igual al
SERGIO SOSA
primera condición para el cumplimento de la ley d~ Say a la cual nos referimos supra), por lo que ambas magmtudes son iguales y = yo. En tales condiciones, asumam~s ahora que los agentes económicos gastan una parte de su mgreso (aquella que corresponde al consumo C) y ahorr~n la otra parte A. En tal caso, la parte del ingreso gastada eqU1val~a la dema~da de consumo Cd (es decir, el área cor~espondlente a e tiene la misma superficie que aquella de A su vez, al hacerse efectiva la demanda de consumo Cd, se agota la parte de la oferta total correspondiente a bienes de consumo Be.
e ).
Como consecuencia de lo anterior, en la columna del ingreso queda todavía en manos de los agente~ económicos la porción de éste correspondiente al ahorro A. SI este ahorro se gasta en su totalidad, entonces será igual a la inversión A = Id. Y, si esta igualdad se da, ello implica que al r~alizarse la d~manda de inversión se agota la totalidad de los bIenes de capital BK. Generalizando, es posible afirmar que cuando el ahorro es igual a la inversión:
(III. 8) entonces la demanda total será igual a la oferta total:
y se cumplirá la ley de Sayo
MODELOS MACROECONÓMICOS
entonces ésta última no agotará el total de bienes de capital y .habrá oferta no vendida, o sea:
y no se cumplirá la ley de Sayo Tampoco se cumplirá si los agentes, haciendo uso del crédito canalizan a la inversión una cantidad de recursos mayor al valor de los bienes de capital, es decir, si acaso:
pues entonces la demanda global superará a la oferta global:
Una vez que se han planteado estas tres posibles situaciones es necesario dilucidar a cuál de ellas conduce el libr~ funcionamiento del mercado. En la escuela neoc1ásica el ahorro A es concebido como una ~ferta de fondos. Su nivel depende fundamentalmente del Ingreso y (ya que el ahorro será mayor cuando el ingreso sea más elevado, ya la inversa) y de la tasa de interés i, de la cual aquél también es una función directa. Formalizando: (III. 9)
Por el contrario, si acaso sólo se canaliza a la inversión una parte del ahorro, es decir si: 56
A =A(Y, i);
(A'¡> 0;A'2> O)
Considerando al ingreso constante, en la gráfica III. 7 se observa la forma en que se relacionan el ahorro y la tasa de 57
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MODELOSMACROECONÓNaCOS
interés. Si la tasa de interés i aumenta, la magnitud del ahorro A será mayor. Inversamente, si la tasa de interés baja, también caerá la magnitud de ahorro. En esta gráfica, los cambios en el ingreso se reflejan en los desplazamientos de la curva.
GRÁFICA ID.7
(111.10) Teniendo en cuenta que en el corto plazo el capital K es constante, se deduce que el YmgK es también estable. Por lo tanto, en la gráfica In. 8 se ilustra la relación que existe entre la tasa de interés y la inversión. Como se aprecia en esta gráfica, ante un aumento de la tasa de interés la inversión responderá contrayéndose, y a la inversa.
GRÁFICA ID.S A(Y, i)
Oferta de Fondos
Demanda de Fondos
A
I
Por otra parte, la inversión 1, a la cual se concibe como demanda de fondos, depende de la tasa de interés i y de la tasa de ganancias. En la teoría neoclásica, esta última puede asimilarse al ingreso marginal del capital YmgK, el cual representa los ingresos adicionales que reciben los empresarios .1Yk cuando incrementan el capital en una unidad M. Es decir: 58
De acuerdo con la teoría neoclásica de la tasa de interés, ésta se determina en el mercado de fondos prestables, tal como se ilustra en la gráfica I1I.9 (Sánchez, 1994). En ella se presentan las curvas (flujos) del ahorro y de inversión y se especifica su 59
MODELOS MACROECONÓMICOS
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relación con la tasa de interés. En el punto E la tasa de interés de equilibrio i* se encuentra en el nivel en que se igualan la oferta y la demanda de fondos A * = 1*.
GRÁFICA 111.9
A
i*
1 A=I
A, I
contrario, en el caso de que la tasa de interés se encontrase en un nivel demasiado bajo. En resumen, se argumenta que es la flexibilidad de la tasa de interés la que asegura la igualdad entre ahorro e inversión. Dicho en otros términos, el mercado de fondos prestables, al igual que los demás mercados dentro del modelo, también se vacía, y el ahorro es siempre igual a la inversión. Y si se da esta igualdad, ello significa que se cumple la ley de Say, la cual podría expresarse diciendo que la producción financia su propia demanda. Si bien en el apartado A se examinó el proceso a través del cual se determina el producto global ofertado yo, en este apartado B se ha estudiado la manera que el capitalismo genera una demanda global yJ suficiente para realizar dicho producto. Por lo anterior, a las cuatro ecuaciones relativas aliado de la oferta expuestas más arriba, es necesario agregar otras cinco referidas aliado de la demanda: i) la de oferta de fondos OF = OF(i); OF '> O; ii) la de demanda de fondos DF = DF(i); DF' < O; iii) la de equilibrio en el mercado de fondos prestables OF (i) = DF (i); iv) la del consumo = yd - A; Y v) la de demanda global yd = e + 1.
e
El proceso que conduce a este punto de equilibrio consiste en que, si la tasa de interés es demasiado alta, la demanda de fondos estará por debajo de la oferta. En tales condiciones, los oferentes de fondos se verán obligados a disminuir dicha tasa a efecto de colocar una mayor cantidad de fondos. Este proceso continuará hasta el punto en que el ahorro se iguale con la inversión. El proceso será el mismo, si bien de sentido 60
~ste sistema de ecuaciones está conformado por las siguientes ClOC?incógnitas: i) la cantidad ofertada de fondos qO F; ii) la cantidad demandada de fondos qdF; iii) la tasa (le interés i ; iv) el Consumo y v) la demanda global yd.
e
En esta fase del análisis es conveniente retomar la lógica global del modelo clásico. Como se vio anteriormente , en el mercado 61
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MODELOS MACROECONÓMICOS
de trabajo las fuerzas de la oferta y la demanda hacen ~osible el nivel de empleo de equilibrio (pleno empleo). Este nIvel de ocupación, dada una cierta función de producción, determina la oferta global. Finalmente, en virtud la ley de Say -la que a su vez emerge del libre funcionamiento del mercado de fondos prestables y de la flexibilidad de la tasa de interés-, es posible afirmar que toda la producción así determinada encuentra una demanda suficiente para su realización.
Para responder a esta cuestión será de gran utilidad referimos a la gráfica 111.10. En primer lugar, conviene tener presente que, ante un aumento en la masa monetaria, el ahorro y la inversión permanecerán estables en términos reales, porque el nivel general de precios se incrementaría proporcionalmente a la cantidad de dinero en circulación. Como consecuencia de esto, la tasa de interés real permanecerá estable.
Si existiera rigidez en los precios, los salarios o la tasa de interés, causados por prácticas monopólicas o bien por cualesquiera otras imperfecciones del mercado, no se alcanzaría el equilibrio de pleno empleo y tampoco se cumpliría la ley de Say, tal como plantea el modelo.
GRÁFICA 111.10
A' i*
C. EL DINERO Hasta este momento se ha estudiado exclusivamente la esfera real. Como se indicó en el capítulo 11, de acuerdo con está teoría la órbita monetaria es neutral respecto de las variables reales y sólo determina los precios absolutos. De esta suerte, un aumento en la masa monetaria provoca un incremento de los precios en dinero, y a la inversa. Dentro de este contexto, uno de los problemas que enfrenta la teoría es que los movimientos en la oferta de dinero pudieran afectar la tasa de interés, puesto que ésta última es también un precio (el precio del dinero). En realidad, para los neoclásicos la tasa de interés es un fenómeno real y no monetario. Cabe preguntarse entonces ¿cuál es la respuesta de la tasa de interés ante un aumento de la oferta monetaria? 62
l' A*=I*
A'*=1'* A, I
El problema cambia si se consideran el ahorro y la inversión en términos nominales. En este caso, como se puede apreciar en la gráfica lIt 10, el aumento de la oferta monetaria acrecentará el ahorro y la inversión en términos nominales, lo cual se refleja en un desplazamiento hacia la derecha de la curvas de ahorro de A a A' Y de inversión de J a J'. Esos movimientos, 63
MODELOSMACROECONÓNaCOS
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sin embargo, dejarán intacta la tasa de interés nominal al nivel
.*
1 .
Esta aparente contradicción se explica al considerar que la tasa de interés es el precio del dinero en dinero, por lo que no cambia su valor ante variaciones en la masa monetaria. En realidad, para los clásicos la tasa de interés no está. determinada por variables monetarias sino que depende de las fuerzas reales de la austeridad (determinante del ahorro) y la productividad del capital5 (determinante de la inversión).
D. LA ESTABILIDAD DEL CAPITALISMO POLÍTICA ECONÓMICA
En la gráfica 111.11 se muestra la forma en que se podría dar un proceso de desestabilización. En dicha gráfica se advierte que a partir de una situación de equilibrio en el punto (w, *, L *), la demanda de empleo se desploma debido a un choque externo, el cual puede asumir la forma de una guerra o un terremoto que destruye parte del equipo de capital. Como consecuencia de ello, la curva de demanda de trabajo se desplaza hacia la izquierda de DL a DL'. El resultado es la aparición del desempleo, cuya magnitud está representada por
64
No obstante lo anterior, en cuanto aparece el desempleo el capitalismo pone automáticamente en juego las fuerzas centrípetas de la oferta y la demanda que tienden a restablecer el equilibrio. Puesto que al salario vigente w, * la oferta de ocupación supera a la demanda, los trabajadores se verán obligados a aceptar una rebaja de sus salarios reales hasta w,' con el propósito de obtener algún empleo. En tales condiciones, el pleno empleo se restablece a este nivel salarial.
Y LA
Una vez alcanzado el equilibrio, en el capitalismo no existen fuerzas endógenas que tiendan a desestabilizarlo. Se concibe, en efecto, que las causas que conducen a la ruptura del equilibrio sólo pueden provenir del exterior y que el desequilibrio resultante sólo tiene un carácter temporal.
s Esto, en ausencia del concepto de ganancias de que adolece la escuela clásica.
el segmento que se ubica en el eje de las abscisas entre los puntos DL YL * (= OL) .
GRÁFICA
111.11
Wr
OL wr* wr*'
DL DL L*' L*(=OL)
Dentro del contexto anterior, es claro que la rigidez de los salarios reales es un factor que impide el logro del pleno 65
SERGIO SOSA
empleo. Por ello, la política económica que busca la ocupación total recomienda la disminución de los salarios reales. En realidad, de acuerdo con esta teoría todos aquellos factores que limitan la libre flexibilidad de los precios, los salarios y la tasa de interés impiden el logro del pleno empleo y de la eficiencia económica. Por lo que se refiere al intervencionismo estatal, se asume que éste no debe permitirse, pues la acción de las autoridades económicas desvirtúa las leyes del mercado. La única intervención del Estado en la economía que algunos neoclásicos aceptan es aquella encaminada ·a atenuar las desigualdades extremas en la distribución del ingreso. No obstante, la condición de este acotado activismo estatal es que la acción de las autoridades económicas se lleve a cabo después que el proceso económico haya concluido y se incida exclusivamente sobre sus resultados. Esto, con el propósito de evitar que la acción del Estado pudiera distorsionar la toma de decisiones marginales por parte de los agentes económicos.
CAPÍTULO IV LA REVOLUCIÓN
KEYNESIANA
Algunos autores afirman que antes de Keynes no existía la teoría macroeconómica. Si bien esta aseveración parece en extremo radical, lo cierto es que a partir de Keynes se replantean los principios fundamentales de la teoría económica.
La Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero de Keynes (1936) fue un producto típico de los años treinta. Más allá de la profunda crisis que cimbró los cimientos del capitalismo a escala planetaria, en la esfera del pensamiento eco~ómico la teoría neoclásica ocupaba una posición dommante desde el último tercio del siglo XIX. Con todo se viví~ un ambiente de inconformidad teórica e ideoló~ica creciente. En 1930 Keynes mismo había dado a luz a una importante obra -el Tratado sobre la moneda- que criticaba la teoría monetaria asociada a la escuela neoclásica. Con anterioridad, en 1926, P. Sraffa arremetió contra los fundamentos básicos de dicha teoría en su ya clásico artículo "La ~ey de los ~endimientos en régimen de competencia", trabajo que constituyó el fundamento teórico a partir del cual se desarrollarían con posterioridad los ataques de Robinson (1933) y Chamberlin (1933) a la microeconomía neoc1ásica. En el terreno ideológico, en los años treinta el socialismo atravesaba por un período de auge arrollador, despertando expectativas promisorias en un mundo en crisis (Minsky
1971).
66
'
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Dentro del contexto anterior, la Teoría general no sólo marcó el ascenso -si bien fugaz- del pensamiento heterodoxo dentro de la teoría económica, sino que representó una opción filosófico-política que fortalecía al capitalismo frente a las amenazas de un socialismo emergente y prometedor. Para Keynes el funcionamiento de la economía capitalista no conduce a un óptimo social. Para él, en una economía tal, donde la oferta y la demanda funcionan libremente, no existen fuerzas endógenas que aseguren el pleno aprovechamiento de los recursos productivos. El equilibrio macroeconómico es compatible con un bajo nivel de utilización, tanto del equipo de capital como de la fuerza de trabajo. El laissez-faire no asegura la eliminación del desempleo. El presente capítulo se divide en dos apartados. En el apartado A se estudian algunas de las críticas relevantes efectuadas por Keynes a la teoría clásica, y en el apartado B se presenta el modelo teórico alternativo que formuló este economista.
A. CRITICA DEKEYNES AL MODELO "CLÁSICO" i) La estabilidad del mercado de trabajo Una primera crítica de Keynes al modelo clásico se refiere a la estabilidad del mercado de trabajo. Como se mencionó anteriormente, de acuerdo con este modelo en el mercado de trabajo existen fuerzas endógenas que conducen necesariamente al equilibrio de pleno empleo.
MODELOSMACROECONÓNUCOS
gracias a la flexibilidad de los salarios reales. En el caso de que estos últimos fuesen superiores al salario real de equilibrio, la oferta de empleo sería superior a la demanda; y a la inversa si el salario real fuese menor que el de equilibrio. Pero en ambos casos el libre juego de las fuerzas del mercado lleva a los salarios reales a su nivel de equilibrio, al cual corresponde necesariamente una situación de ocupación plena. Es decir, el equilibrio en el mercado de trabajo implica que no existe desempleo involuntario, pues todo aquél que desea trabajar puede hacerla al salario real vigente. En relación con este supuesto mecanismo automático que elimina el desempleo, Keynes arguye que los trabajadores no negocian salarios reales en sus contratos de trabajo, sino salarios nominales. Bajo tales condiciones, resulta que en una economía competitiva una disminución de estos últimos trae como consecuencia -vía reducción de costos- una caída general del nivel de precios. En tales condiciones, pueden presentarse tres situaciones: a). Que la caída de los precios iguale la baja de los salarios nominales. En tal caso, los salarios reales permanecerán constantes y el mecanismo automático sugerido por los clásicos se anula. b). Que los precios disminuyan en una mayor magnitud que los salarios nominales. En este caso los salarios reales subirán en vez de bajar, y en consecuencia el desempleo aumentará.
Como se indicó en el capítulo anterior, según la escuela neo clásica el equilibrio en el mercado de trabajo se alcanza
c). Que los precios se reduzcan menos que los salarios. En tal caso, se cumplirá el supuesto clásico de disminución de los salarios reales. Si embargo, si tal situación se presentara, el problema se desplazaría al mercado de bienes, pues la
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MODELOSMACROECONÓNUCOS
disminución del salario real empujaría al al~~ el nivel ?e empleo, y por tanto el producto ofertado tamble~ se elevana, en tanto que la propia reducción de las percepcI.ones de l~s trabajadores tendería a disminuir la demanda de blenes-salano y consecuentemente la demanda global. S~ este fu~se ~l caso, la posible insuficiencia de la demanda de ble~~s obhgana a los empresarios a disminuir el nivel de p~~d~cclOn y de empleo, retornándose a la situación de deseqUlhbno en el mercado de trabajo. Dicho de otra manera, si acaso los salarios disminuyesen más que los precios -hecho que de suyo tendría u~. carácter puramente accidental-, el proble~a d~ la e~tablhdad del mercado de trabajo no se resolvena satlsfactonamente, pues en tal caso el debate se desplazaría al ámbito de la demanda. Lo que ahora estaría en juego sería si acaso. la ley de Say igualaría necesariamente la demanda global al mvel de la oferta global. Si así fuera, no habría insuficiencia d~. de.manda, y el servomecanismo clásico que asegura el eqUlhbno de pleno empleo estaría fuera de toda discusión. En el caso .c.ontrario, estaría en duda el teorema clásico de la establhdad del mercado de trabajo.
(III. 8)
A =A(Y, i)
donde el ingreso Y está dado, se asume que el ahorro es determinado por la tasa de interés. No obstante, para Keynes tal relación funcional es falsa, pues si bien parece lógico que la oferta de fondos dependa del nivel de la tasa de interés, no es verdad que el ahorro sea equivalente a dicha oferta. En realidad, los agentes económicos no suelen ofertar la totalidad de sus ingresos ahorrados. Ellos tienen una cierta preferencia por la liquidez que los lleva a conservar en sus bolsillos una parte del ingreso ahorrado y ofertar sólo una porción de éste. El dinero no es una "papa caliente", en el sentido que los agentes económicos deseen desprenderse de él lo más pronto posible. El error de los clásicos es concebir el dinero única y exclusivamente corno medio de cambio y unidad de medida. El dinero es también reserva de valor. Los ágentes económicos tienen necesidad de conservar dinero en su poder. En tanto que para los clásicos el ahorro es una oferta de fondos y la tasa de interés es el premio por no consumir, para Keynes el ahorro es el residuo del consumo (Y = A), y la tasa de interés es la recompensa por no atesorar la totalidad del ahorro. El premio por renunciar a la liquidez. Así, puesto ¡que el ahorro no se relaciona funcionalmente con la tasa de interés, resulta equivocado el mecanismo clásico de igualación .4 == 1 vía flexibilidad de la tasa de interés. En consecuencia, la demostración de la existencia de la ley de Say no resulta satisfactoria. En tales condiciones, ni aún en el caso de que la diSminución de los salarios nominales indujera una caída de los Salarios reales y esto permitiese la elevación del nivel de empleo, sería posible afirmar que el mercado de trabajo se
e
H). El mercado de bienes y la ley de Say Corno se vio en el capítulo 111, de acuerdo con el modelo clásico la oferta financia su propia demanda debido a la flexibilidad de la tasa de interés, mecanismo que iguala necesariamente el ahorro a la inversión. Corno se indicó supra, para los clásicos la totalidad del ahorro es oferta de fondos. Es decir, en virtud de la relación (111.8): 70
I
71
11m
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sostiene al nivel de peno empleo, lo que cuestiona seriamente la demostración neo clásica de la estabilidad automática.
iii). La coherencia del equilibrio en la esfera real Como se recordará, según los clásicos el equilibrio en el mercado de trabajo -dada la función de produccióndetermina el producto global. A su vez, en virtud de la ley de Say, este último determina una demanda agregada de igual magnitud que la oferta global. Pero co~o se ha visto, tal secuencia resulta endeble. En primer lugar, el modelo clásico no demuestra satisfactoriamente que el nivel de empleo se determina en el mercado de trabajo. En segundo lugar, no hay nada que asegure que se cumpla la ley; de Sayo Por lo tanto, tampoco es posible afirmar que la secuencia que va del equilibrio del mercado de trabajo equilibrio del mercado de bienes sea plausible. Lo anterior significa que el modelo clásico no demuestr adecuadamente el proceso que conduce al equilibrio en lo mercados de trabajo y de bienes. El modelo tien incoherencias lógicas. Su construcción no es consistente. Ni demuestra satisfactoriamente el equilibrio en la esfera real.
iv). La esfera monetaria Como se indicó anteriormente, la teoría clásica de la tasa d interés es insostenible. Dicha variable no está determinada p las fuerzas reales de la productividad del capital y 1 austeridad de los agentes económicos. Como se ver 72
MODELOS MACROECONÓMICOS
posteriormente, para Keynes las variaciones de la tasa de interés son un fenómeno determinado por factores puramente monetarios. En tales condiciones, dicha tasa tiende un puente entre esta esfera y las variables reales (la inversión, el producto y el empleo). Así, tampoco resulta acertada la tesis de la neutralidad del dinero. A diferencia del pensamiento clásico para Keynes el funcionamiento de una economía monetaria e~ estructural mente distinto al de una economía de trueque.
B. EL MODELO KEYNESIANO i). El principio de la demanda efectiva La gráfica IV.I muestra una función hipotética de oferta agregada ~ con inclinación de 45 grados. Esta recta supon~ que cualqUIera que sea la oferta, ella se realiza en su totalidad raZón por la cual coincide siempre con el ingreso y. Así: puesto que no hay obstáculos para la venta, los productores aumentan la oferta de manera indefinida a lo largo de dicha recta. En la gráfica mencionada aparece también una función de demanda efectiva (la recta yd). ~omo puede apreciarse, la demanda efectiva no siempre es Igual a la oferta global. Existe una zona donde yd > yo. y otra en l.a que yd < yo. En tales condiciones, el proc~so de maxI~iz~ción de las ganancias por parte de los empresarios, estara gUIado por la siguiente lógica:
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MODELOSMACROECONÓNITCOS
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a). En el área en que yd > yo, las compras son mayores que la oferta, por lo que los empresarios se verán estimulados a aumentar el volumen de producción.
demanda determina la oferta, y no al contrario sostenían los clásicos.
como '
ii). La determinación del nivel de empleo GRÁFICA IV.I
Si aho~a se asume que en la economía prevalecen rendimientos decrecIentes y que la función de producción está dada por la expresión (111.1): (111.1) 1
en la que K, que representa el acervo de capital, es constante, resulta entonces que el empleo L (véase la parte derecha de la gráfica, IV.~) estará determinado por el nivel de producción yo (parte IzqUIerda de la misma gráfica) el que a su vez depende de la demanda efectiva yd. y
GRÁFICA IV.2
b). En el área donde yo > yd la demanda no realizará toda la oferta, las mercancías no se venderán en su totalidad, y esto obligará a los empresarios a disminuir el volumen de producción. En realidad, los empresarios maximizan sus ganancias en el punto donde yo = yd. Lo que se afirma, entonces, es que la 74
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Por lo tanto, no es verdad que el empleo se determine en el mercado de trabajo; como decían los clásicos. Lo cierto es que . el nivel de ocupación se determina en el mercado de bienes. Más concretamente, es la demanda, la demanda efectiva, la variable crucial que lo determina. Dada la importancia de esta última, parece necesario examinarla detenidamente.
MODELOSMACROECONÓNITCOS
nivel del producto global yo, el cual se eleva a la posición de pleno empleo -del punto N al punto P en la parte izquierda de la gráfica IVA. En la nueva posición, el consumo está representado por la recta punteada. Así las cosas, si la ocupación plena tuviera que sostenerse, sería necesario que la inversión 1 igualase la brecha que separa la recta del consumo de la recta de la demanda global yd, es decir, que la inversión fuese igual al ahorro.
.e
Hi). La demanda efectiva En la gráfica IV3 nuevamente la recta de 45 grados representa el producto global yo, el cual hipotéticamente siempre se supone igual al ingreso Y. La recta del consumo C tiene una pendiente menor a la unidad. Esto se explica porque el consumo es una función del ingreso, tal que: (IV 1)
GRÁFICA IV.3
C=cY
donde O < c < 1 representa la propensión al consumo (= C/Y). En la gráfica IV3 la demanda efectiva está representada por la recta punteada yd. Puesto que la demanda efectiva resulta de adicionar a la recta de consumo un volumen cualquiera de inversión
y
se infiere que esta última deberá ser igual a la distancia vertical que separa las rectas e y yd. En esta fase del análisis, conviene imaginar una situación hipotética en la que la recta de la demanda yd se desplaza hacia arriba, de yd 1 a yd 2, de tal suerte que presiona al alza el
Para los clásicos la igualdad anterior se logra gracias a la flexibilidad de la tasa de interés, esquivo cado teorema al que ya se hizo referencia en el capítulo III. La mecánica que los clásicos planteaban era que, una vez generado el ingreso, el ahorro inducía un nivel igual de inversión vía flexibilidad de la
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SERGIO SOSA
MODELOSMACROECONÓNUCOS
tasa de interés. Es decir, se sostenía que el ahorro ex-ante, determinaba un nivel igual de inversión ex-post.
GRÁFICA IV.4
yo = YO(K, L)
y
L*
('De acuerdo con Keynes la secuencia es la inversa: la inversión 'provoca una elevación del ingreso, y esta última conlleva un aumento del ahorro. Así, la inversión ex-ante genera un ahorro ex-post de la misma magnitud. Volveremos sobre esto más adelante. En realidad, la inversión representa el único componente autónomo de la demanda agregada -el consumo es una función del ingreso y, en consecuencia, no es susceptible de explicar el incremento de éste-, por lo que ella desempeña el papel central en el proceso de expansión (o contracción) del producto y del empleo. Así, el impulso al alza que en la gráfica IV.4 observa el ingreso tiene necesariamente como motivo un aumento de la inversión. Para comprender este tema con mayor precisión, en la siguiente sección se estudian los efectos de la inversión sobre el conjunto de la economía.
L
iv). El multiplicador Ante el argumento clásico, Keynes no niega la igualdad entre el ahorro y la inversión, la cual considera necesaria por definición. Sin embargo, su respuesta a la cuestión que se ha planteado es muy diferente a la clásica. Para Keynes, a partir de la situación de pleno empleo de la gráfica IY.4, dada la propensión al consumo e, el ingreso Y determina la magnitud de la demanda de consumo e y, por tanto, el ahorro A. No obstante, no existe ningún mecanismo por el cual el ahorro exante determine un nivel igual de inversión ex-post. Por tal motivo, no hay nada que haga suponer que el nivel de pleno empleo a que hace referencia la gráfica mencionada se sostenga. 78
A partir de los determinantes del ingreso de la ecuación que sigue:
(1Y.2)
Y=cY+!
es posible derivar la siguiente expresión:
(IV. 3)
Y=[1/(1-c)]
I
en que el término:
(IV. 4)
1/(1 - e) = 1/a 79
SERGlO SOSA
donde a representa la propensión al ahorro, es el multiplicador de la inversión. De acuerdo con la expresión (IV3), un incremento inicial de la demanda de inversión se traduce en un aumento amplificado del producto. Es decir: (IV 5)
MODELOS MACROECONÓMICOS
Dado que, de acuerdo con (IV3) y (IV4) y = (l/a) 1, de ello se desprende que a . Y = 1, por lo que el incremento de la inve~si~n dI provoca un aumento de ingreso dY tal, que al multIplIcarse por la propensión al ahorro a, genera una elevación de ahorro de la misma magnitud que el alza original del la inversión dY.
dY = [1/(1 - e)] dI
El proceso de amplificación al que se ha hecho referencia se muestra en la gráfica IV.5, en la que la recta punteada tiene una pendiente igual a la unidad. En esta gráfica, la pendiente de la recta del ingreso Y está dada por la expresión 1/(1 - e), la cual es mayor a la unidad en razón de que O < e < l. En tales condiciones, un aumento de la inversión de 11 a 12 se traduce en un incremento multiplicado del ingreso, el cual pasa de Y1 a Y2. Como es sabido, el multiplicador de la inversión indica que, ante un incremento inicial de la demanda de bienes de capital, ésta desata sucesivas oleadas de consumo, de tal suerte que al d final dy > dI, porque evidentemente dyd = dI + de. Esto es, el incremento original de la inversión se traduce, en un primer momento, en un aumento del ingreso de la misma magnitud. Dada la propensión al consumo, este incremento del ingreso inducirá un aumento de aquél. Éste último aumento del consumo provocará una nueva elevación del ingreso, el cual elevará nuevamente el consumo, y así sucesivamente. Este proceso en cadena no concluirá hasta que la subida del ingreso induzca un incremento del ahorro de igual magnitud que el aumento original de la inversión. En términos algebraicos, la igualación del ahorro ex-post con la inversión ex-ante se explica del modo siguiente: 80
GRÁFICA IV.5
y
I
v). La inversión Para Keynes la inversión es una función de la eficiencia marginal del capital EmgK y de la tasa de interés i. Es decir: 81
MODELOS MACROECONÓMICOS
SERGIO SOSA
(Iv. 6)
1 = 1( Emg!(, i);
(1'
1
> O, l'
2
< O)
A su vez, la eficiencia marginal del capital es la tasa de ganancias esperada. O sea:
donde pe representa las expectativas de ganancias y K el valor del equipo de capital. Así, la variable pe introduce el futuro en el modelo. Para Keynes el futuro influye sobre el presente y lo determina. Si hay confianza, optimismo en el futuro, las ganancias esperadas serán elevadas, al igual que la eficiencia marginal del capital. Por el contrario, si las expectativas son negras, si hay pesimismo, las ganancias esperadas serán menores y la eficiencia marginal del capital reducida. Así, la eficiencia marginal del capital conecta el presente con el futuro y mide el nivel de confianza con respecto a éste.
mediante desplazamientos de dicha curva ASI', un c amlO b' .... haCia un mayor optimismo en las expectativas se refleja en un desplazamiento hacia la derecha de la curva de e fi'IClenCIa . " margl.nal del capital, de EmgK a Emg!(', y viceversa, tal corno se aprecia en la gráfica mencionada.
GRAFICA IV.6
Por su parte, el valor del equipo de capital depende del precio de los bienes de inversión. A su vez, en condiciones competitivas, estos últimos son una función de los costos unitarios de producción, los que en dicho régimen tienen un carácter creciente respecto del volumen de producción. En tales condiciones, el valor del equipo de capital se incrementa conforme se eleva la inversión, lo cual se traduce en una tendencia decreciente de la eficiencia marginal del capital en relación con aquélla, tal como se aprecia en la gráfica IV.6. Pero si bien el aumento de la inversión provoca una caída de la eficiencia marginal del capital a lo largo de su propia curva, los cambios en las expectativas con respecto al futuro se expresan 82
1
Por ~o que se refiere a la tasa de interés, corno se indicó ::f1orrnente, para Keynes ésta es la expresión de un . omeno puramente monetario. Los agentes económicos :~n~n una cierta prefe~encia por la liquidez Lz, la cual se phca por los motivos transacción precaución y es" eculaclOn. ., En tanto que la cantidad ' de dinero que los 83
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
agentes conservan en su bolsill~ como consecuen~i,a de lo~ dos primeros motivos depende del.mgreso Y, la p~~eslOn de dmero que es atribuible al tercer motIvo es una fu?ClOn de la tasa de interés i. En tales condiciones, los determmantes de la masa monetaria MM se especifican en la expresión que sigue. (IV.8)
MM
(Lz' 1 > O, Lz' 2 < O)
= Lz(Y, i);
En la gráfica IV. 7 se aprecia la relación inversa que se establece entre la tasa de interés i y la masa monetaria MM Dicha gráfica hace abstracción del ingreso, por lo que ilustra
exclusivamente los cambios en la masa monetaria asociados al motivo especulación. En la gráfica mencionada se apreCIa que, dada la masa monetaria MM, la tasa de interés i depende del nivel de incertidumbre con respecto al futuro. Mientras mayor es éste, más alta será la recompensa por desprenderse de dinero y a la inversa. En la gráfica mencionada, los niveles de incertidumbre se explican por los desplazamientos de la curva de preferencia por la liquidez Lz. De acuerdo con esta última interpretación, los factores que determinan la tasa de interés se resumen en la expresión IV.9.
(IV. 9)
GRÁFICA IV.7
i = i(Lz, MM);
(i' 1> O, i' 2 < O)
vi). El esquema completo
\ \ \ \
\
\
\ \ \
\ \ \
,
" , .•.•.•...•..•.
" ",
84
'-
'--
Lz
En la gráfica IV. 8 se muestra el proceso completo de determinación del nivel de empleo. Como se puede apreciar en la figura superior izquierda, la masa monetaria MM y la preferencia por la liquidez Lz determinan el nivel de la tasa de interés i*. Por su parte, en la figura superior derecha se aprecia la manera en que la eficiencia marginal del capital EmgK disminuye como resultado del incremento de la inversión hasta el punto en el cual aquélla se iguala con la tasa de interés. Es en este punto donde se estabiliza la inversión 1*. En conjunto, estas dos figuras muestran la forma en que las variables ~onetarias penetran en la esfera real. Posteriormente, la figura IDferiorderecha ilustra la forma en que la inversión 1 determina Un nivel de demanda efectiva Y" vía multiplícador. En esta figura, la pendiente de la recta del Y es mayor a la unidad pues 85
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
está dada por el multiplicador 1/(1 - c). Finalmente, en la figura inferior izquierda se m~,estra cómo l~ demanda, dada una cierta función de producclOn YO, determma el producto y el empleo L*.
Alternativamente, la formación de expectativas pesimistas en torno al futuro de la economía podría provocar un desplazamiento hacia la izquierda de la curva de eficiencia marginal del capital, lo que -para un nivel constante de tasa de interés-, induciría por sí mismo una caída de la inversión, de la demanda y del empleo.
GRÁFICA IV.8
i* Lz 1 1
1*:
1
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 I
/
I
: -1
yo*
)/' /
/
//
/
/
Todas estas situaciones son posibles, por lo que nada hay que garantice el pleno empleo. En realidad, como se indicó más arriba, en el capitalismo no existen fuerzas endógenas que aseguren el pleno aprovechamiento de las capacidades productivas. Lo cierto es que existen múltiples puntos de equilibrio con desempleo. Según Keynes, los clásicos sólo estudiaron la situación de equilibrio con pleno empleo. Así, su teoría es válida para el equilibrio de pleno empleo, pero no para los demás casos de equilibrio con desempleo. A decir de Keynes, la teoría clásica sólo estudia un caso particular de una gama mucho más amplia de posibilidades. Por eso Keynes le llamó a la suya teoría general.
//
\
1/ \1/(I-c) 1/ ,
/1 '// I
desplazamiento hacia la derecha de la curva de preferencia por la liquidez, lo que -dada la masa monetaria- elevaría la tasa de interés, lo cual haría caer la inversión, la demanda y el empleo.
vii). El equilibrio económico, el auge y la depresión
I
!
Si ahora se supone que, por cualquier motivo, aumenta el ~vel de incertidumbre con respecto al futuro, ello provocana un
El libre juego de las fuerzas del mercado conduce a una situación de equilibrio macroeconómico cualquiera, independientemente de que éste sea o no de pleno. empleo. En Una economía monetaria, a esa situación de equilibrio Corresponde una determinada distribución de las formas de . (iqueza o del dinero en varios usos. A saber: i) la forma de efectivo (que satisface la preferencia por la liquidez); ii) la
86
87
L*
1*
L
1
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
forma de inversión en bienes de capital; y iii) la forma de dinero a interés. En esta situación de equilibrio se igualan todos los que el dinero es susceptible de proporcionar, o satisfacción de los motivos por los cuales se atesora ii) la ganancia; y iii) el interés. El equilibrio de una monetaria consiste en la igualación de todas las beneficio que el dinero puede proporcionar (Dillard,
beneficios sea: i) la el dinero; economía clases de 1971).
Adicionalmente, conviene advertir que el equilibrio de una economía monetaria está influido por el futuro o, mejor dicho, por las expectativas respecto del mismo. Al contrario de la metodología clásica, para Keynes el análisis de la economía no puede realizarse desde una perspectiva estática, considerando sólo un momento en el tiempo. Lo cierto es que, como se ha señalado reiteradamente, el futuro incide sobre el presente.
Pero si bien es cierto que las depresiones tienden a prolongarse por el pesimismo sobre el futuro, lo cierto es que para Keynes también tienden a perpetuarse por las equivocadas prescripciones de política económica que emergen del instrumental teórico que proporciona la economía neoclásica. Así, la economía neo clásica recomienda una reducción de los salarios reales para combatir la crisis, cuando lo que la economía necesita es precisamente todo lo contrario: una mayor dosis de demanda efectiva. Esta mayor demanda efectiva debe ser proporcionada por el Estado a través de la política expansiva, ya sea ésta de carácter fiscal o de índole monetaria. En realidad, puesto que en el capitalismo no existen fuerzas endógenas que conduzcan automáticamente al pleno empleo, el intervencionismo estatal resulta indispensable.
En un mundo donde el futuro es incierto y el dinero representa una forma de acumular riqueza, el optimismo sobre el devenir, la confianza en el futuro, permite que la tasa de interés baje y suba la eficiencia marginal del capital, lo que hará que los tenedores de dinero y de títulos de crédito transfieran su riqueza a otros agentes que la utilizarán para la inversión productiva, con lo que aumentará el producto y el empleo. Por el contrario, en una economía tal, el pesimismo respecto del futuro, la incertidumbre, la falta de confianza en el porvenir, hará que la tasa de interés se eleve y la eficiencia marginal del capital caiga, por lo cual se transferirán recursos de la inversión productiva a los depósitos bancarios, con lo que se reducirá el producto y el empleo. En consecuencia, los auges tenderán a perpetuarse y las depresiones a agudizarse. 88
89
CAPITULO V LA SÍNTESIS NEOCLÁSICA
En realidad, la síntesis neoclásica-keynesiana es más neoclásica que keynesiana. En términos simplificados, es una variante modernizada del modelo neo clásico agregado que se estudió en el capítulo lII. En ella se asume que existen cuatro mercados agregados -bienes, trabajo, dinero y bonos- y que ellos funcionan de una manera walrasiana. En consecuencia, la obsesión de los teóricos de esta corriente de pensamiento se orienta a demostrar la existencia, unicidad y estabilidad del equilibrio en estos cuatro grandes mercados que conforman el aparato macroeconómico. El presente capítulo se divide en tres apartados. En el apartado A se estudia el mercado de bienes. En el apartado B se expone el modelo ¡S-1M o, dicho en otros términos, se introduce el mercado de dinero y se examina la forma en que se alcanza el equilibrio en los mercados de bienes y dinero. Finalmente, el apartado e se destina al modelo de los saldos reales de efectivo y el pleno empleo automático.
A. EL MERCADO DE BIENES El estudio del mercado de bienes comprende los modelos basados en la función consumo.1 En éstos el producto global yo _y por supuesto el empleo L- no sólo fluctúan en función 1 Tal vez sea por esto que, para algunos autores, la función consumo es la más importante contribución de Keynes a la economía (Hansen, 1947).
91
MODELOSMACROECONÓNaCOS
SERGIO SOSA
de la demanda yd, sino que, bajo condiciones de equilibrio, aquél es cuantitativamente igual a ésta y, en consecuencia, al ingreso Y. Es decir: (V.I) y en equilibrio:
En una economía cerrada y privada el ingreso o producto está determinado por la demanda de consumo C y la demanda de inversión 1, o sea: (1. 14)
y= C + 1
Pero puesto que según esta última expresión Y - C = 1, Y dado que por definición el resultado de deducir el consumo del ingreso es el ahorro (Y - C = A), entonces resulta que la igualdad entre el ahorro y la inversión: (III.8)
el caso de que la oferta y la demanda globales efectivamente realizadas correspondan a aquellas planeadas (las que optimizan la utilidad), entonces la economía se encontrará en situación de equilibrio global. En adición a lo anterior se asume que el proceso de maximización walrasiano condu~e a que los empresarios determinen un nivel de inventario s estable "deseado", de tal suerte que cuando éstos varían, se colige qu~ la oferta y la demanda realizadas no se corresponden con aquellas planeadas. Por lo que se refiere a la demanda de consumo C, ésta es una proporción c del ingreso. Es decir: C=c
(IV. 1) donde plazo.
y
(O
c, la propensión al consumo, es estable en el corto
Sustituyendo determinantes ecuación:
esta última expresión en aquella de los del ingreso (1. 14), se llega a la conocida
A =1 (Iv. 2)
Y+1
y=c
es la condición de equilibrio en el mercado de bienes. En realidad, la concepción del equilibrio por parte de los teóricos de la síntesis neo clásica es un tanto más compleja. Se aduce, en efecto, que la igualdad entre la oferta y la demanda globales se da siempre, independientemente de que se trate o no de una situación de equilibrio, pues ella no significa otra cosa que la identidad entre las compras y las ventas. Así, esta igualdad no refleja per se la optimización walrasiana por parte de los agentes económicos. De tal suerte -se arguye- sólo en 92
Como se puede observar, en esta igualdad el consumo C (= c Y) ha dejado de ser una variable independiente para asumir el carácter de inducida o dependiente del propio ingreso Y, por lo que la inversión 1 pasa a desempeñar el papel de determinante exclusiva del ingreso. De la igualdad anterior se obtienen las expresiones (IV.3) y (IVA). 93
SERGIO SOSA
(Iv. 3) (IVA)
Y
=
[1/(1 - e)] 1
1/(1 - e) = l/a
Como puede apreciarse, la ecuación (IVA) corresponde al multiplicador de la inversión. Como se explicó en el capítulo IV, gracias al multiplicador el incremento de la inversión M provoca un aumento amplificado del ingreso dY. En esta fase del análisis es posible introducir en el modelo la influencia del gobierno en la economía vía política fiscal.
i). El gasto gubernamental Asumiremos que el gasto del gobierno G consiste en compras por parte del sector público, las cuales representan una demanda adicional, que se agrega a la economía. 2 En consecuencia, los gastos de gobierno así concebidos se suman a los demás componentes de la demanda agregada como un determinante adicional del ingreso. Es decir: (V.2)
MODELOS MACROECONÓMICOS
Puesto que el consumo C depende del ingreso Y, este último está determinado por la inversión 1y por el gasto de gobierno G, de acuerdo con la expresión que a continuación se inserta: Y= [1/(1 - e)] (I + G) Donde el multiplicador del gasto público está dado por la expresión (VA). (VA)
1/(1 - e) = 1/a
Así, un incremento en el gasto público dG se traduce, al igual que en el caso de la inversión, en un aumento amplificado del ingreso dY. Como puede apreciarse en la ecuación anterior el multiplicador del gasto de gobierno de la ecuación (V.4) es igual al multiplicador de la inversión que aparece en la expresión (IV.4).
yd = Y=C+l+G ii). Los impuestos
De acuerdo con la anterior ecuación, Y - C = 1 + G, por lo que resulta entonces que la condición de equilibrio consiste en que el ahorro iguala la demanda de bienes de capital más aquella que se origina en el sector público. O sea: (V. 3)
A =l+G
En sentido estricto, sólo cuando es deficitario el gasto público representa una demanda efectiva adicional. 2
94
Si en el modelo anterior se incluyen los impuestos, resulta entonces que el ingreso disponible YD se puede expresar del modo siguiente: (V.5)
YD = y - T =
e+1+ G
donde T son los ingresos tributarios. 95
- T
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
De acuerdo con la expresión (VS), YD - C + T - G = 1, por lo que la condición de equilibrio está dada por la igualdad siguiente:
Y=e Y-e
T+I+G
de la cual, después de un sencillo arreglo algebraico, se llega a la ecuación que aparece a continuación:
(V6) donde el ahorro de los particulares Ap resulta de deducir el consumo al ingreso disponible, o sea:
Y=[1/(1-e)]
[(-e) T+I+G]
que es la que nos interesa analizar. En la ecuación anterior, el multiplieador de los impuestos corresponde al término:
y el ahorro del gobierno Ag se obtiene restando el gasto del gobierno a los ingresos tributarios:
[1/(1 - e)] (- e)
o bien, simplificando:
Ag =T-G Ahora bien, si se asume que el consumo es una función e del ingreso disponible
(V.8)
C = e YD
Este multiplicador es negativo porque los impuestos significan una reducción de la demanda efectiva. Constituyen una succión de demanda por parte del gobierno.
C = e (Y - 1)
Conviene tener presente que, considerada en términos de valor absoluto, la magnitud del multiplicador de los impuestos (V8) es menor que la del gasto público (VA). Es decir:
Entonces resulta que:
o bien: (V 7)
-c/(1-e)
1- c/(1 - e)]1 < 11/(1 - e)1
C=e Y-e
T
Introduciendo la igualdad (V.7) en la ecuación (V2) ingreso, se obtiene la expresión que sigue:
96
pues e < l. del
De la diferencia entre ambos multiplicadores [1/(1 - e)] [c/(1 - e)], que resulta ser igual a la unidad, los keynesianos 97
SERGIO SOSA
ortodoxos
equilibrado.3
dedujeron
la
paradoja
MODELOS MACROECONÓMICOS
del
presupuesto
De acuerdo con esta paradoja, se sostiene que un incremento en el gasto público (compras gubernamentales) financiado íntegramente con impuestos, si bien mantiene equilibrado el presupuesto nacional, tiene aún así efectos expansivos sobre la demanda y el ingreso. Veamos esto más de cerca. Imagínese el lector un incremento en el gasto público por 100 unidades monetarias en condiciones en que la propensión al consumo e es de 75%. Bajo tales circunstancias, el multiplicador del gasto público [= 1/(1 - 0.75)] tiene un valor de 4, por lo que la demanda y el ingreso se elevarán en 400 unidades monetarias. Por su parte, un incremento de los impuestos en 100 unidades monetarias, dado que el multiplicador de los impuestos tiene un valor de - 3 [= - 0.75/(1 - 0.75)], provocará una caída de 300 unidades monetarias en la demanda y el ingreso. El efecto combinado de ambas medidas será entonces el de un incremento neto de la demanda y del producto de 100 unidades monetarias -exactamente igual que el gasto público ejercido-, en condiciones de equilibrio presupuestal. Lo anterior significa que, en contra de lo que sostiene la lógica neoclásica, el presupuesto equilibrado no es neutral. Aún conservando el equilibrio presupuestal, el gobierno ejerce un efecto expansivo sobre el producto y el empleo.
3
También conocida como el teorema del multiplicador unitario.
Conviene advertir que el teorema del multiplicador unitario se explica por la menor magnitud, en valore absoluto, del multiplicador de los impuestos en relación con el del gasto público deficitario, lo que tiene su origen en que la recaudación tributaria sólo reduce la demanda en una magnitud equivalente a la proporción del consumo en el 4 ingreso, en tanto que el gasto público deficitario que se concreta directamente en compras gubernamentales constituye demanda adicional en un 100%.
iii). Las transferenriéls Las transferencias R son devoluciones de impuestos. Por tal razón, la recaudación tributara neta Tn resulta de la deducción de las transferencias a la recaudación tributaria bruta 71" o sea:
Dada su naturaleza, las transferencias se adicionan al ingreso disponible, como se muestra en la expresión (Y. 9). (Y. 9)
YD=C+I+G-lb+R
De acuerdo con esta última ecuación, la condición de equilibrio está dada por la igualdad entre la inversión y la suma del ahorro privado y gubernamental. Es decir: (V. 10)
4 Dicho en otras palabras, un peso que se recauda de impuestos no reduce el consumo en esa misma magnitud, porque los agentes económicos ahorran una parte del ingreso igual a (1 - e) Y.
98
99
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"I!rm:~:!:'·
SERGIO SOSA
MODELOS
11ACROECONÓNUCOS
donde: Hasta este momento los impuestos han sido tratados como si su magnitud fuese ftiada por las autoridades económicas de una manera independiente con respecto al ingreso. No obstante, es evidente que suelen fijarse como una proporción del ingreso. Si se asume esto, entonces la tributación bruta Tb será el resultado de aplicar al ingreso una tasa impositiva t. De tal suerte:
y
De acuerdo con la ecuación (V 9) del ingreso disponible, el consumo:
e = c(Y - n + R) y el ingreso:
Bajo las condiciones que se vienen estudiando, disponible se define del modo siguiente: (V. 12)
YD =
e+1+ G -
el mgreso
tY + R
y = cY - cTb + cR + 1 + G En este caso, la condición de equilibrio está dada por la igualdad:
De donde: Y= [1/(1 - e)] (- en + cR + 1 + G) En este contexto, el multiplicador de las transferencias está dado por el siguiente término: (V 11)
e/(I - e)
(VIO) donde:
y
que es exactamente igual al de los impuestos (V8), pero de signo contrario. Por su parte, de la ecuación desprende que:
del ingreso
disponible
se
iv). Impuestos endógenos 100
101
•......••••••••••••••••••••
iIMi···IllII' ••••
Il·•.
·'I....·•·•••••••••••••••• ..
IlIII.U1I'TI"'"I::'::'' '
SERGIO SOSA
MODELOSMACROECONÓNITCOS
Es decir: y = e(Y - tY + R) + 1 + G De donde: y
= e Y - etY + eR + 1 + G
De acuerdo con lo anterior (y haciendo abstracción de la recaudación tributaria y de las transferencias en arreglo a la sencillez), la ecuación del ingreso es la siguiente:
(1.21)
Y=C+l+G+X-M
Según esta expresión, Y - C + M - X = 1, de lo que se deduce que la condición de equilibrio es la siguiente:
y por tanto el ingreso:
Y=[1/(1-e+et)]
(eR+l+G)
(Y. 14)
en que el multiplieador asume la forma siguiente: (Y. 13)
1/(1 - e + et) = 1/ [1 - e (1 - t)]
La conclusión es que el multiplicador se reduce en comparación con aquel del gasto público (VA) y de la inversión (IVA) que se vieron anteriormente.
v). Comercio exterior Las exportaciones X representan una demanda que se capta del exterior y que se adiciona a la demanda interna. En consecuencia, éstas provocan una elevación del producto y del empleo. Por tanto, las ventas al extranjero se suman al ingreso. Por el contrario, las importaciones M representan una demanda interna que se filtra hacia el exterior y, en consecuencia, deprimen el producto y el empleo al interior de la economía. Por lo tanto es un componente que se resta de la ecuación del ingreso 102
donde A¡ (= Y - C) y Ae (= M - X) representan los ahorros interno y externo, respectivamente. Las exportaciones constituyen un componente semi-exógeno del ingreso, pues ellas dependen tanto de factores internos (como los niveles de productividad, el tipo de cambio, etc.), como de determinantes externos (la evolución de la demanda mundial y de los precios de los competidores, entre otros). Por el contrario, las importaciones son una función del ingreso. Es decir: (V.lS)
M=M(y)
=m Y
Donde m representa el coeficiente de importaciones respecto al ingreso (= MIY).
con
En consecuencia, la ecuación del mgreso asume esta otra forma: 103
SERGIO SOSA
(V 16)
Y=C+I+G+X-mY
MODELOS MACROECONÓMICOS
Pero puesto que de acuerdo con la expresión (IV 1), el consumo es una función del ingreso y, como se indicó en (V 15), las importaciones también son una función del ingreso, resulta entonces que este último se determina de la manera que lo señala la ecuación (VI7):
En efecto, el modelo es susceptible de cuantificarse con el propósito de determinar el tipo de política fiscal (gasto público deficitario, financiado con impuestos, combinado con transferencias, etc.) más recomendable, a la vista de su impacto sobre el producto global, el presupuesto gubernamental, la distribución del inweso y la balanza comercial.
(V.17)
B. EL MODELO IS-LM
Y=[l/(l-c+m)]
(ITG+X)
Como se puede apreciar en la expresión (VI8), en que aparece el multiplicador del gasto autónomo con respecto al ingreso (esto es de la inversión, el gasto de gobierno y las exportaciones), las importaciones reducen el ingreso por abajo del nivel que tenía con anterioridad a la introducción del sector externo. (VI8)
l/(I-c+m)
vi). Consideraciones finales Hemos visto los modelos macroeconómicos asociados o basados en la función consumo. Estos modelos se caracterizan t,anto por su enorme simplicidad como por su pobreza teórica. Estas se aprecian, entre otras cosas, en el hecho de que no se contempla una teoría de la inversión ni se incorporan las variables monetarias y financieras. No obstante, aún con estas grandes limitaciones, su virtud es enorme si se tiene en consideración su capacidad analítica y predictiva en términos de política fiscal (Minsky, 1971). 104
En este apartado se incorpora al modelo keynesiano ortodoxo el mercado de dinero. Para tal efecto, se presenta el modelo de Hicks (1937), en el cual se estudia el equilibrio en el mercado de bienes, el equilibrio en el mercado de dinero y el equilibrio conjunto en estos dos mercados a través de las curvas IS-lM.
i). El empleo en el modelo clásico De acuerdo con Hicks, en la Teoría general Keynes hizo una interpretación muy particular de la forma en que el modelo clásico determina el nivel de empleo. Por ese motivo, en su célebre trabajo "Keynes y los «clásicos»: una posible interpretación" da a conocer, entre otras cosas, la forma en que según el propio Hicks el modelo clásico determina la ocupación. Hicks segmenta el equipo de capital K en dos sectores: a) el sector productor de equipo de capital y b) el sector productor de bienes de consumo. Es decir:
105
SERGIOSOSA
MODELOSMACROECONÓ~COS
donde los superíndices K y C denotan los sectores productores de bienes de capital y de consumo, respectivamente. Puesto que en el corto plazo el acervo de capital permanece establ~ por definición, entonces las funciones de producción sectonales asumen las formas siguientes:
P = cmg =dCt /dr = d(wL)/dr Puesto que para los empleadores individual w está dado, entonces:
competitivos
el salario
dCt /dYo = w(dL/dr)
(v. 19)
o bien, para el caso del sector productor de bienes de capital y:
sectorizando:
(Y.21)
(Y. 20) y para el sector consumo.
(Y. 22) Por otra parte, de acuerdo con Hicks, en el modelo clásico los precios están determinados por los costos marginales. Es decir:
P = cmg Haciendo abstracción de los costos de los insumos intermedios, así como de aquellos financieros y de la depreciación del equipo de capital, para el conjunto de la economía los costos totales:
Ct = w L donde w representa el salario individual. La fi~ación de precios implica un proceso de maximización que con~lste en la igualación, por parte de los empresarios, de aquellos con los costos marginales. Es decir: 106
Por su parte, el ingreso total está dado por la suma de los ingresos sectoriales. Es decir: (Y.23) Pero puesto que el ingreso Y es el resultado de multiplicar los precios P por el producto YO, es posible replantear y sectorizar la expresión (V.23) del modo siguiente:
(Y. 24) Sustituyendo los precios de la ecuación (Y.24) por los costos marginales, tal como aparecen en (V.21) y (Y.2Z), se obtiene la siguiente igualdad:
107
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
Pero sustituyendo en esta ecuación las funciones de producción sectoriales (Y. 19) y (Y.20), es posible reformular la expresión (Y.25) en la forma siguiente: (Y.26)
y = w[dLK/dyo-K(LK)] + w[dLc/dyo-c(Lc)]
YO-K(LK) yo-c(Lc)
+
Es fácil advertir que no es posible resolver la ecuación anterior, pues si bien el salario individual w está dado y es conocido, ella plantea tres incógnitas: el empleo en el sector capital LK; el empleo en el sector consumo LC; y el ingreso global Y.
se tendrían sólo dos incógnitas: el empleo en el sector productor de bienes de consumo L C y el ingreso Y Si ahora, por algún método alternativo, se pudiese también conocer el valor de este último (Y), entonces se obtendría el empleo en el sector consumo LC en esta última ecuación y, por lo tanto, se solucionaría el problema de la determinación del nivel de empleo global. De acuerdo con Hicks, los clásicos determinaron el ingreso Y haciendo uso de la teoría cuantitativa del dinero, según la cual: (1l.1 )
Pero tomando en cuenta que la inversión es el resultado de multiplicar los precios de los bienes de capital por el producto de los mismos bienes, es posible expresar aquélla en los términos siguientes:
1 = cmgK YO-K En concordancia con la igualdades (Y. 19) y (Y.21), la anterior expresión puede expresarse de la manera siguiente:
donde p
Q = Y, y por
lo tanto:
(1l.2) Así, puesto que V es una variable institucional estable y conocida en el corto plazo, corresponde a la masa monetaria MM la determinación del ingreso. Pero aun así , falta todavía determinar la inversión. En relación con esto último, para Hicks, de acuerdo con la teoría clásica:
(Y. 27) Como puede apreciarse, esta última igualdad corresponde primer término del lado derecho de la ecuación (Y.26).
al
(Y. 28)
1 = l(i);
l' < O
De acuerdo con la expresión (Y.27), resulta claro que si fuese posible conocer la inversión 1 de alguna manera, entonces, puesto que el salario individual w es conocido, se podría determinar el empleo en el sector productor de bienes de capital LK, Una vez hecho esto último, en la ecuación (Y.26)
donde la función 1equivale a la eficiencia marginal del capital EmgK de Keynes. Por lo tanto, en condiciones en que la
108
109
eficiencia marginal del capital es estable, la relación anterior permite conocer la inversión y, en consecuencia, determinar el nivel de empleo global.
SERGIO SOSA
No obstante lo anterior, ahora se tiene un problema adicional, pues se ha introducido una nueva incógnita: la tasa de interés i. Para solucionar este problema, Hicks incluye la siguiente ecuación adicional: (V29)
I=A(i,Y);
(A'¡O)
MODELOSMACROECONÓNUCOS
para Hicks los clásicos suponían que un aumento de la masa monetaria provocaría una elevación del nivel de empleo.
SECUENCIA V.I
v ~
yt
~
Lt
Recapitulando, para determinar el nivel de empleo en la ecuación (V22), que contiene tres incógnitas (Lc, LK y Y), se introducen las siguientes cuatro ecuaciones: De acuerdo con (I1.2), el aumento de la masa monetana. MM , dada la estabilidad de la velocidad de circulación del dinero V, induciría un aumento del ingreso Y. La elevación de esta última variable, finalmente, determinaría un aumento en el empleo vía ecuación (V.26).
(V27) (I1.2 ) (V28a) (V29)
I=A(i, Y)
Estas cuatro ecuaciones añaden dos incógnitas adicionales, la inversión 1 y la tasa de interés i. De tal suerte, el sistema queda determinado satisfactoriamente, pues el total de cinco ecuaciones contiene igual número de incógnitas. Como se mencionó anteriormente, esta es la forma en que, de acuerdo con Hicks, se determina el nivel de empleo en la teoría clásica. Una vez formulado el modelo, este célebre economista intenta explicar las implicaciones que tiene dicha teoría.
Unaprimera implicación se refiere al incremento de la masa M monetaria I1M . Como se puede apreciar en la secuencia VI, 110
Una segunda implicación se refiere a los efectos que en el modelo tendría un incremento de la eficiencia marginal del capital MmgK. En virtud de la ecuación (V28a), al elevarse la eficiencia marginal del capital y permanecer constante la inversión, se induciría un aumento de la tasa de interés. En la gráfica VI se aprecia que el incremento de la eficiencia marginal del capital provoca un desplazamiento hacia la derecha de la curva EmgK con los efectos descritos. A su vez, el aumento de la tasa de interés empujaría· al alza el ahorro y reduciría en la misma magnitud el consumo. Como consecuencia de esto se incrementaría la demanda de inversión. No obstante, puesto que la caída de la demanda de consumo se compensa con el aumento de la inversión, la demanda agregada y el ingreso permanecería constante, al igual que el empleo. Este proceso se resume en la secuencia V.2. 111
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
ii). Keynes según Hicks
SECUENCIA
Una vez expuesto lo anterior, Hicks da su opinión respecto de la manera en que el modelo de Keynes respondería a estas dos implicaciones: el incremento de la masa monetaria MiM y la elevación de la eficiencia marginal del capitall1ErngK. De acuerdo con Hicks, Keynes reemplaza las ecuaciones (I1.2) y (Y.29) por las expresiones (Y.30) y (V.31) y retorna la igualdad (Y.28a). Es decir:
GRÁFICA V.I
it
~
At
~
Y
(Y. 30)
MM = Lz(i);
(Y.28a)
1 = ErngK(i);
(Y. 3 1)
I=A(Y);
V.2
C-!, L
It
-+/
Lz' < O l' < O A' > O
Pero veamos las secuencias a las que da lugar esta manera de solucionar el sistema de ecuaciones que determinan el nivel de empleo. Al igual que en el caso anterior, en un pnmer momento examinaremos los efectos de un incremento en la masa monetaria sobre el producto y el empleo; y en un segundo momento se analizará el impacto de aumento en la eficiencia marginal del capital sobre las mismas variables.
1 I \ \
\ \
\
--,\
1\
1\ I , 11
,,
,..•
..•
ErngK
I
112
En el primer caso, la elevación de la masa monetaria MM, manteniéndose constante la preferencia por la liquidez Lz, se traduce en una caída de la tasa de interés i (véase la gráfica V.2). Esto último empujaría al alza la inversión y elevaría el nivel del ingreso y del empleo (véase la secuencia Y.3). Como se recordará, los clásicos planteaban la misma respuesta del producto y del empleo (secuencia V.I). 113
SERGIO SOSA
MODELOSMACROECONÓNITCOS
Hicks piensa que esto es lo que dice Keynes. No obstante, señala que para Keynes existe una excepción a la anterior secuencia, pues en la Teoría general él mismo indica que en condiciones de una profunda recesión la economía cae en la "trampa de la liquidez". En la gráfica Y.2 esta trampa corresponde al tramo donde la curva de la preferencia. p~r la liquidez Lz se aplana. En términos conceptuales esto slgrufica que para niveles de ingresos muy bajos la incertidumbre llega a ser tal que la preferencia por la liquidez se torna infinita. En consecuencia, en tales casos las elevaciones en la masa monetaria no inciden sobre la tasa de interés. Por tanto, aunque la autoridad monetaria aumente el medio circulante, el producto y el empleo no reaccionan a tal estímulo. La política monetaria resulta estéril.
SECUENCIA
V.3
Por lo que se refiere a la segunda implicación arriba analizada, o sea a los efectos de una elevación de la eficiencia marginal del capital, ella ocasionaría un aumento de la inversión. Como se aprecia en la gráfica V.3, el incremento de la eficiencia marginal del capital provoca un desplazamiento hacia la derecha de la curva EmgK, lo que, dada la estabilidad de la tasa de interés, tiene como resultado un aumento de la inversión. Este último, a su vez, impulsa al alza el producto y el empleo, como se muestra en la secuencia VA.
GRÁFICA V.2 GRÁFICA V.3
11 12
t
I
I I
------+----I
I I
Lz
I
I I
I
114
115
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
Como se advierte en la secuencia YA, es este un planteamiento opuesto al clásico (secuencia Y.2), según el cual el aumento de la eficacia marginal del capital provoca una elevación de la tasa de interés y deja inalterable la inversión, el producto y el empleo.
Por lo anterior, es posible plantear la siguiente función:
o bien: (Y. 32)
SECUENCIA VA i
~
11 1.1
~
~
YI
MM
=
Lz(Y, i);
(Lz'¡ > O, LZ'2 < O)
Como consecuencia de esta reinterpretación, se modifica la primera de las tres ecuaciones -(Y.30), (Y.28a) y (Y.31)que, según Hicks, Keynes propuso para solucionar el sistema, quedando éste de la siguiente manera: (Y. 3 3) (Y.28a)
iii). Keynes reinterpretado
(Y. 3 1)
Pero Hicks no está de acuerdo con esta perspectiva que él mismo atribuye a Keynes. En consecuencia, realiza una reinterpretación de la Teoría general, para lo cual señala que, según el propio Keynes, la preferencia por la liquidez Lz o demanda de dinero tiene tres motivos: el motivo transacción y el motivo precaución, que explican la posesión de dinero en función del ingreso, o sea MM 1 = 1.z1(y); y el motivo ec\peculación, según el cual depende de la tasa de interés MM 2 = l,z2(i). Es decir que mientras más elevado es el producto y el ingreso, el volumen de las transacciones hace necesaria una mayor cantidad de dinero en poder del público no bancario. Lo mismo ocurre en el caso· de las expectativas de eventuales necesidades futuras, que explican la posesión de dinero por el motivo precaución. Pero MM 2, el dinero retenido para satisfacer al motivo especulación, es el único que varía exclusivamente con la tasa de interés i. 116
1= A(Y)
Este sencillo modelo de Hicks consta de dos mercados. El mercado de dinero y el mercado de bienes. El mercado de dinero está en equilibrio cuando la oferta MO y la demanda de dinero Lz(Y, i) se igualan. Por su parte, el mercado de bienes está en equilibrio cuando la oferta y la demanda globales se igualan, lo cual ocurre si y sólo si el ahorro alcanza el mismo nivel que la inversión (F = yd => A = 1). Finalmente, el equilibrio global tendrá que ser el resultado del equilibrio conjunto en ambos mercados. Reflexionemos en primer lugar en tomo al mercado de dinero. La oferta de dinero MO se determina exógenamente y se asume constante. No obstante, para un mismo nivel de oferta monetaria MO , existen diferentes niveles de ingreso, Y¡, Y2 y 117
SERGIO SOSA
MODELOSMACROECONÓNrrCOS
Y3, tal como se aprecia en la parte izquierda de la gráfica VA. A su vez, puesto que la demanda de dinero es en parte una función del ingreso, a cada nivel de este último corresponde una preferencia por la liquidez específica, Lzl' Lz2 y Lz3.
Fijemos ahora nuestra atención en el equilibrio del mercado de bienes, o sea en la situación en la cual el ahorro se iguala con la inversión A = I. El diagrama de la izquierda de la gráfica V.S muestra tres hipotéticos niveles de equilibrio de la inversión 1en los puntos en los cuales la curva de eficiencia marginal del capital EmgK se iguala con las tasas de interés i1, i2 e i3. En cada uno de estos puntos de equilibrio de la inversión, ella se iguala al ahorro. Así, a la tasa de interés ir corresponde la igualdad 11= A 1, a la tasa i21a ecuación h = A2 Ya la tasa i3, h = A3.
GRÁFICA V.4
GRÁFICA V.S y
Finalmente, en la parte de la derecha de la gráfica se ha construido un diagrama que relaciona la tasa de interés i con el nivel de ingreso Y. Como se puede apreciar, la función resultante se construye a partir de los diversos puntos de equilibrio entre la oferta y la demanda de dinero [MO = Lz( Y, i)] que aparec~n en la parte izquierda de la gráfica. Así, puesto que a lo largo de esta función la oferta se iguala con la demanda monetaria (preferencia por la liquidez), se le denomina curva 1M. Ella representa el equilibrio en el mercado monetario. 118
11
,
, ,
, I
12
13
I ,
:
-----1-I , I
------------------I ,
J __ ~----
:'
I1=A1
h=A2
:
-----------
-------:----, ----
: , I
, , I
~---L---,
:
:
,
I3=A3 y
I=A
119
SERGIO SOSA
Por su parte, la función que aparece en el diagrama de la derecha de la gráfica V. 5 se ha construido a partir de cada uno de los puntos de igualdad entre la inversión y el ahorro (de ahí que en la terminología anglosajona lleve por nombre curva 18 ) Y representa el equilibrio en el mercado de bienes. En este diagrama de la derecha, el eje de las ordenadas mide, al igual que el de la izquierda, la magnitud de la tasa de interés. A su vez, en el eje de las abscisas se cuantifica el ingreso, el cual se incrementa para niveles crecientes de inversión-ahorro. Así, los niveles crecientes de inversión-ahorro 11 = Al, h = Az e 13 = A3 en el diagrama de la izquierda, se corresponden con magnitudes de ingreso en aumento YI, Yz y Y3 en el diagrama de la derecha. En tales condiciones, el resultado es que la denominada curva 18 relaciona en forma directa el ingreso y con la tasa de interés i.
MODELOS t-.1ACROECONÓMlCOS
tasa de interés de i¡ a Iz como una elevación del ingreso de Y¡ a
Y2.
GRÁFICA V.6
LM
i*
IS
Finalmente, como se indicó supra, el equilibrio general es el resultado del equilibrio conjunto en los mercados de bienes y de dinero, y se representa gráficamente por la intersección de las curvas 18 y 1M (véase la gráfica V.6). Pero veamos cuáles son las implicaciones que tiene esta reinterpretación, en relación, primero, con un aumento de la masa monetaria y, en segundo lugar, con el incremento de la eficiencia marginal del capital.
y* y
SECUENCIA V.S
Por lo que se refiere al aumento de la masa monetaria, éste da lugar a la secuencia V. 5. El proceso descrito se aprecia en la gráfica V. 7. En ella, por efecto del aumento en la masa monetaria se desplaza hacia la derecha la curva 1M de 1MI a 1Mz, lo que -permaneciendo inalterable la curva 18-, provoca tanto una disminución de la 120
Yt
L
t
Por lo que concierne al aumento de la eficiencia marginal del capital, ésta desencadena la secuencia V.6. 121
I
SERGIO SOSA
GRÁFICA
MODELOS MACROECONÓMICOS
V.7
IS
GRÁFICA V.S
LM¡ 12
1¡
1¡
y
SECUENCIA V.6
yt
y
Pero Hicks profundiza. Indica que la forma de las curvas se puede deducir parcialmente de la teoría de Keynes. De acuerdo con éste, aduce, cuando la tasa de interés llega a un nivel demasiado bajo, la economía cae en la trampa de la liquidez. En una situación tal, como se señaló supra, la preferencia por la liquidez se toma infinita, por lo que en la gráfica V.9 la curva IM se dibuja como una recta horizontal en la parte más baja de la tasa de interés.
Tal resultado se presenta de una manera analítica en la gráfica V.8. En ella se aprecia el desplazamiento de la curva IS hacia la derecha (por efecto del aumento en la eficiencia marginal del capital), lo que -al permanecer inmóvil la curva IM- induce un aumento tanto de la tasa de interés como del ingreso.
En este caso, un aumento de la masa monetaria, dada la fijeza de la tasa de interés, no incide sobre el ingreso, el que permanece estable en el punto Y*. En tales condiciones, la respuesta de la economía se describe en la secuencia V. 7. Es
122
123
."~""",,,,'' '1Ii'' ' 1llII'' ' 1·'' ••
1III!''1Ii!:::'
SERGIO SOSA
MODELOSMACROECONÓNUCOS
decir, de acuerdo con Keynes, para niveles de ingreso demasiado bajos no es aplicable la política monetaria expanslva.
Hicks una misma cantidad de dinero tendrá finalmente un límite en el volumen del producto que puede realizar.
GRÁFICA V.IO
GRÁFICA V.9
y. y
y
SECUENCIA V.7 y
L
En tales condiciones, como se advierte en la gráfica mencionada, si la curva IS corta en la parte superior o intermedia a la curva 1M, un aumento de la masa monetaria provocará una disminución de la tasa de interés i y un incremento el producto agregado, tal como se muestra en la secuencia V.8.
Continuando con la forma de las funciones, la curva 1M es vertical en la parte superior (véase la gráfica V. 10), pues para
Ahora veamos lo que ocurre ante un aumento de la eficiencia marginal del capital (desplazamiento de la curva IS). Como se
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125
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MODELOS MACROECONÓMICOS
SECUENCIA V.S
yt
Lt
- El modelo de Patinkin (1965) da su forma más acabada al pensamiento keynesiano ortodoxo. Con las aportaciones de este autor, el pensamiento neoclásico incorpora en su interior la teoría de Keynes. Es por ello que la verdadera síntesis neoclásica sólo se completa con las ideas de este autor (Minsky, 1986).
GRÁFICA V.II
recordará, para los clásicos la elevación de la eficiencia marginal del capital incrementaba la tasa de interés, lo que impulsaba al alza el ahorro, reducía el consumo e incrementaba la inversión, dejando inalterables el ingreso y el empleo (véase la secuencia V2 y la gráfica VI). Esto es lo que ocurre cuando la función IS corta a la función 1M en su parte superior, como se aprecia en el caso de las curvas IS2 e IS2' de la gráfica VII. Es por esta razón que HicKs denomina "región clásica" a esta parte de la curva 1M.
IS/
Por lo que toca a la afirmación de Keynes de que ante un incremento en la eficiencia marginal del capital se mantiene constante la tasa de interés y se eleva el ingreso y el empleo (véase la secuencia V4 y la gráfica V3), esto se cumple sólo en la "región de la trampa de la liquidez" de la curva 1M, como lo muestran las curvas ISI e ISI' de la gráfica VII.Es por ello que para Hicks la teoría de Keynes es la teoría de la depresión. y es también por ello que para Hicks la teoría keynesiana es un caso especial de la teoría general.
y
Lo cierto, dice Hicks, es que la verdadera teoría general es mucho más ortodoxa.
¡). El modelo
C. PATINKIN Y LA SÍNTESIS NEOCLÁSICA
Patinkin formula un modelo formado por cuatro mercados agregados: i) trabajo; ii) bienes; iii) valores; y iv) dinero. A
126
127
SERGIO SOSA
MODELOSMACROECONÓNITCOS
continuación se examinan detenidamente la oferta, la demanda y el equilibrio en cada uno de estos mercados (Patinkin, 1965).
Por su parte, la inversión 1 es una función del ingreso real, de la tasa de interés y de los saldos reales de efectivo de las empresas. Es decir:
El mercado de trabajo
(Y.35)
Las funciones de oferta y demanda que conforman este mercado, así como su interacción, y en consecuencia la determinación del salario real de equilibrio, se estudiaron en el apartado A del capítulo 111.Por tal motivo, aquí sólo parece conveniente recordar que las curvas de demanda y oferta representan el lugar geométrico de maximización, ya sea de los beneficios por parte de las empresas, o bien de la utilidad por parte de los trabajadores, respectivamente.
Finalmente, el gasto de gobierno G es una variable exógena que se supone dada.
1
> O, l'
2
< O, l'
3
> O)
De acuerdo con lo anterior, resulta que la función de la demanda global se integra de la forma siguiente: (V.36)
d y = C + 1 + G = yd(Yr, i, M/p)
Las funciones (Y.34), (Y.35) y (Y.36) se ilustra en la gráfica V.12 donde, gracias a la recta de 45 grados que se ha trazado, se aprecia fácilmente que las funciones de consumo C, consumo e inversión (C + 1) y consumo, inversión y gasto público (C + 1 + G), tienen una pendiente menor a la unidad.
La demanda global se define de la siguiente forma: yd = C+I+G
en donde las siglas tienen el significado acostumbrado. A su vez, la función consumo se conforma de la manera en que lo muestra la expresión (Y.34):
Por su parte, la oferta agregada de bienes YO, dada la función de producción (I1I.l )
(Y.34)
(1'
en donde M/p incluye los saldos reales de efectivo tanto de las familias MF/p como de las empresas ME/p.
El mercado de bienes
(V.2)
I=I(Yr, i, ME/p);
C = C(Yr, i, MF/p);
(C' 1 > O, C' 2 < O, C'
3
> O)
en que Yr es el ingreso real, MF /p los saldos reales de efectivo en poder de las familias y las demás siglas tienen el significado que ya con anterioridad se ha hecho explícito. 128
yo = r(K, L)
de rendimientos decrecientes, la determina el equilibrio del mercado de trabajo, tal como se muestra en la gráfica Y. 13.
De acuerdo con lo anterior, el equilibrio entre demanda y oferta de bienes yo = C + 1+ G se ilustra en la gráfica V.14. 129
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
GRÁI<'ICA V.12
GRÁFICA V.14
/
/
/
/
/ /
/
/
/ / /
y
/
/LÍSo
GRÁFICA V.13
L
L
El mercado de valores Se asume que las familias demandan valores con propósitos de ahorro y que las empresas los ofertan para allegarse fondos. En tales condiciones, la demanda de valores es una función del ingreso real, de la tasa de interés y de los saldos reales de efectivo en poder de los agentes económicos, tal como se advierte en la expresión (Y.37).
L*
(V.37) Dv
= DvCYr,
i, MF/p);
(Dv' 1> O, Dv' 2> O, Dv' 3 > O)
donde Dv es la demanda de valores y MF/p los saldos reales de efectivo en poder de las familias. 130
131
.......,..,,,,..
SERGIO SOSA
Por otra parte, se define el precio de los valores como la capitalización de los rendimientos a la tasa de interés vigente. Simplificando al máximo, esto puede expresarse formalmente del modo siguiente: (Y.38)
MODELOSMACROECONÓNITCOS
La gráfica Y. 15 muestra la relación que se establece entre el precio de los valores por una parte, y la demanda y la oferta de éstos por otra.
pv = R/i
en que pv representa el precio de los valores y R el rendimiento de éstos (el cual en arreglo a la sencillez se supone fijo y que se obtiene por una sola vez).
GRÁFICA
V.15
pv
De acuerdo con la expresión anterior, entre la tasa de interés i y el precio de los valores pv se establece una relación inversa. Por esta razón, cuando disminuye el precio de los valores se eleva la tasa de interés y se incrementa la demanda de valores, y a la inversa. Es decir, si bien entre el precio de los valores y la tasa de interés media una relación inversa, entre esta última y la demanda de valores existe una relación directa. O sea, oDv lo i > 0, tal como se indica en la función (Y.37). Por su parte, la oferta de valores Ov es una función del ingreso real, de la tasa de interés y de los saldos reales de efectivo en poder de las empresas. Es decir: Conviene observar que en la gráfica Y. 15 los desplazamientos en las curvas se explicarían por cambios en las variables diferentes de la tasa de interés (o sea el ingreso real Yr y los saldos reales de efectivo Mlp). Llegados a este punto, resumamos los efectos sobre la oferta y la demanda de una elevación (disminución) de los precios de los valores. Ante ésta, la tasa de interés caerá (aumentará). Esto último presionará al alza (baja) la oferta de valores y a la baja (alza) la demanda de los mismos.
El mercado de dinero La oferta de dinero MO se determina exógenamente por parte de las autoridades monetarias.
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133
".""" ..."".
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MODELOS MACROECONÓMICOS
Por su parte, la demanda de dinero Md depende del ingreso real, de la tasa de interés y de los saldos reales de efectivo, tal como se aprecia en la expresión que sigue:
ii). El equilibrio macroeconómico El modelo se compone de 12 ecuaciones. En cada uno de los cuatro mercados hay 3 ecuaciones: la de demanda, la de oferta y la de equilibrio. Por su parte, existen 11 incógnitas: las cantidades demandadas y ofertadas en cada mercado (8 en total) y los precios en 4 - 1 mercados (se exceptúa el mercado de dinero pues el precio de éste con respecto a sí mismo es la unidad). Así, en principio el sistema no tiene una solución satisfactoria.
(V40) d
donde M , 1> O debido a que este determinante se asocia con el motivo transacción de Keynes; Md, 2 < O en virtud de que la tasa de interés es el precio del dinero; y Md, 3 > O porque si se elevan los saldos reales de efectivo en poder de los agentes económicos, una parte de este incremento se destina al consumo y a la inversión, en tanto que con la parte restante se satisface la demanda de dinero.
No obstante, puesto que hay cuatro ecuaciones de equilibrio, es posible -de acuerdo con la "ley de W alras" - eliminar una de ellas. En efecto, de acuerdo con esta ley la sumatoria de las demandas excedentes siempre es igual a cero, razón por la cual basta con que haya equilibrio en tres mercados para que también el cuarto mercado esté en equilibrio. Así pues, una vez eliminada una de las ecuaciones de equilibrio, el número de ellas iguala el de las incógnitas, razón por la cual el equilibrio existe y está determinado.
La gráfica V16 muestra la función de demanda de dinero y la oferta (exógena) monetaria.
GRÁFICA
V.16
Por lo que se refiere a la estabilidad del equilibrio, Patinkin, siguiendo el método adoptado por Walras al elegir un prix crié par hasard, arranca el análisis a partir de imaginar una situación cualquiera de desequilibrio. En la gráfica VI? la línea punteada tiene una pendiente de 45 grados y el punto A corresponde al equilibrio de pleno empleo en el que yd 1 = yo. No obstante, admítase que ~or cualquier razón la demanda se eleva,5 por lo cual la recta yd 1 se desplaza hacia arriba hasta yd 2. En tales condiciones, la economía se El lector puede imaginar que la elevación de la demanda se produjo como consecuencia de un incremento de la inversión o del gasto público, por ejemplo. 5
134
135
•••••••••••
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IMII·· ••
IllII· •••••••••
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MODELOSMACROECONÓNUCOS
ubicará en el punto B, el cual corresponde a la situación hipotética de desequilibrio a que nos referimos anteriormente.
GRÁFICA
(V36), con lo que la recta yd 2 se desplazaría hacia abajo hasta ocupar nuevamente el lugar de yd 1.6 En el caso contrario, es decir en aquella situación en la cual la economía enfrenta condiciones de desempleo, la secuencia sería la inversa. El exceso de la oferta de bienes con respecto a la demanda provocaría una rebaja de precios. Como consecuencia de ello los saldos reales de efectivo se elevarían, con el consecuente estímulo sobre el consumo y la inversión. Así, la demanda global regresaría nuevamente al nivel de pleno empleo.
V.17
Una vez definida una situación tal, Patinkin se pregunta si acaso existe un mecanismo automático, basado en las leyes del mercado, que resuelva el sistema de ecuaciones y conduzca a la economía al equilibrio de pleno empleo. Arguye entonces que en el punto B la demanda yd 2 es superior a la oferta yo, razón por la cual los precios tenderían a elevarse. En tales condiciones, los saldos reales de efectivo M/p caerían, lo que de acuerdo con (V34) y (V35) provocaría una disminución del consumo y la inversión, respectivamente. Esto presionaría a la baja la demanda global
Como se puede apreCiar, en ambos casos el libre funcionamiento del mercado conduce al equilibrio de pleno empleo. Ahora bien, si en esta última situación el gobierno interfiere en la economía vía gasto público deficitario (por ejemplo a través de una emisión primaria), el resultado será un aumento de la demanda que colocará a la economía en el punto B de la gráfica VI? Ante ello, las fuerzas automáticas del mercado restablecerán el equilibrio vía aumento de precios y disminución de los saldos reales de efectivo y de la demanda. Por tanto, el gasto público provoca inflación en una primera etapa, y posteriormente desplaza al gasto del sector privado en consumo e inversión. 7
6 Un mecanismo alternativo por medio del cual se obtiene el mismo resultado se inicia tanlbién con una elevación de los precios que reduce los saldos reales de efectivo de las familias y las empresas. Esto último contrae la demanda de valores y aumenta su oferta, lo que hace caer el precio de éstos y presiona al alza la tasa de interés, la cual se encarga de reducir el consumo y la inversión y, consecuentemente, la demanda global.
En tales condiciones, los clásicos tendrían la razón en el sentido de que la esfera monetaria no incide sobre las variables reales y sólo tiene como efecto la elevación de los precios absolutos. 7
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SERGlO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
Hi). Keynes a la luz del modelo de los saldos reales de efectivo
otros términos, se trata de una situación de desequilibrio muy diferente a la walrasiana, pues en vez de que coexista un exceso de oferta con uno de demanda (caso en el que la sumatoria de la demanda excedente sería nula), aquí se trata de un exceso de oferta en los dos mercados. Un exceso de oferta generalizado.
Como se indicó en el capítulo IV, Keynes sostiene que hay múltiples puntos de equilibrio con desempleo. En adición a ello, argumenta que no existen fuerzas endógenas que conduzcan automáticamente a la economía al equilibrio de pleno empleo. Con el propósito de examinar la situación planteada por Keynes, imagínese el lector que a partir de una posición inicial de equilibrio, la demanda cae por abajo del pleno empleo. Este caso hipotético es ilustrado en la parte izquierda de la gráfica V. 18. Como puede apreciarse en ella, la demanda global yd ¡ cae de una situación inicial de ocupación plena (correspondiente al punto L¡ en el mercado de trabajo que se ubica en la parte derecha de la misma gráfica), a otra yd 2 caracterizada por el desempleo (que coincide con el punto L2 en el diagrama de la derecha). Como se indicó supra, una vez que la economía se ubica en el nivel de la recta yd 2, para Keynes no existe ningún servomecanismo capaz de restablecer el equilibrio del mercado de bienes al nivel del pleno empleo. Como consecuencia de esto, la economía se estabiliza en una situación caracterizada por el equilibrio en el mercado de bienes con desequilibrio en el mercado de trabajo. Vamos si desde la perspectiva de Patinkin, tal razonamiento se sostiene.
GRÁFICA V.18
L
En primer lugar, conviene advertir que en la situación planteada por Keynes coexisten dos desequilibrios. En el mercado de bienes la oferta es mayor que la demanda. En la gráfica V. 18 la oferta se ilustra por la recta yo y la demanda por ~~ recta yd 2. Por su parte, en el mercado de trabajo tamblen la oferta es mayor que la demanda (L¡ > L2). Dicho en
Por otra parte, conviene observar que la situación planteada por Keynes, precisamente por ser de desequilibrio, es una situación inestable. Los empresarios están fuera de su curva de demanda de empleo, o sea que no están maximizando su ganancia. En consecuencia, regresarán a la posición de equilibrio en cuanto estén en condiciones de hacerlo.
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Por su parte, los trabajadores tampoco están sobre su curva de oferta de trabajo. No están maximizando su utilidad. Su desempleo es involuntario. En la gráfica V.18 el diagrama de la derecha intenta mostrar que en el punto N los trabajadores están fuera de su curva de oferta de empleo y los empresarios fuera de su curva de demanda de empleo. No maximizan ni su utilidad ni su beneficio, respectivamente. Se concluye que la situación planteada por Keynes no sólo es una situación de desequilibrio sino de desequilibrio con exceso de oferta generalizado. Pero en una situación tal ¿existen fuerzas automáticas susceptibles de restablecer el equilibrio?
I
!
Como se aprecia en la parte izquierda de la gráfica V.18, en la intersección de la recta de 45 grados con la recta de la demanda yd 2, la oferta yo es mayor que aquélla. Por lo tanto, los precios tienden a bajar. A su vez, la deflación impulsa al alza los saldos reales de efectivo M/p que se hallan en las funciones de demanda y oferta de valores Dv (V37) y Ov (V39). La respuesta es una elevación de la primera y una caída de la segunda. En términos de la gráfica V15, la curva de demanda de valores se desplaza hacia la derecha y la de oferta de valores a la izquierda. El resultado es una elevación de los precios de los valores pv. Pero como la tasa de interés es una función inversa de estos últimos, ella se desploma. Como consecuencia de lo anterior, el consumo y la inversión se incrementan según (V.34) y (V35), con lo que la demanda global (V. 36) sube al nivel de yd 1 de la gráfica V. 18. Este nivel coincide con el pleno empleo en el mercado de trabajo, lo que como se indicó anteriormente, se ilustra en la parte derecha de la misma gráfica.
MODELOS MACROECONÓMICOS
En realidad, al contrario de lo que pensaba Keynes, de acuerdo con el modelo de Patinkin en el capitalismo sí existen fuerzas endógenas que lo conducen automáticamente al pleno empleo El factor clave que explica este automatismo es el efecto riqueza que opera sobre los saldos reales de efectivo cuando se produce una baja generalizada de precios8 No obstante, el término de "efecto riqueza" parece poco afortunado, porque el automatismo también opera en sentido inverso (con un aumento generalizado de precios). Por tal motivo, Patinkin prefiere llamarlo efecto liquidez, ya sea positivo (efecto riqueza) o negativo (efecto empobrecimiento).
iv). El efecto liquidez y la masa monetaria Pero ¿cuál es el medio circulante MM sobre el cual incide el efecto liquidez? Lo cierto es que, entre otras cosas, las deudas del sector privado deben ser excluidas de esta suma, pues los cambios en los precios que benefician a los deudores perjudican en la misma medida a los acreedores, y viceversa. El objetivo será el de que de la masa monetaria total MM sólo quede la deuda neta del gobierno, a la que podemos denominar MM '. En realidad, MM, es un pasivo neto del gobierno (o del Banco Central) con el sector privado. Por tanto, una disminución (aumento) de precios eleva (reduce) tanto el poder de compra de los acreedores (el público no bancario), como la deuda del gobierno. Es equivalente a un incremento 8 Este efecto riqueza es el mismo al que se refirió Pigou en su viejo debate con Keynes. El efecto riqueza de Pigou se explicaba con base en la teoría cuantitativa del dinero MM IP = (1 IV) Yr. Así, en una situación de desempleo por insuficíencia de demanda en el mercado de bienes, los precios p tenderían a bajar, lo que a juicio de Pigou debería aumentar la masa real de dinero MMlp y, vía ese efecto riqueza, se volvería a elevar la demanda y el producto real Yr al nivel de pleno empleo, ya que la velocidad de circulación del dinero es concebida como una constante institucional.
140
141
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SERGIO SOSA
(disminución) del gasto público. De ahí su efecto sobre la demanda agregada, el producto y el empleo (Patinkin, 1951) Se concluye que el efecto liquidez tiene los mismos efectos que el gasto público o las variaciones en la masa monetaria ~or tal ~?tivo, si l~s precios son flexibles no se requiere l~ mtervenclOn del gobIerno en la economía. El automatismo del mer~ado, que tiene como base la libre movilidad de los precIos, resuelve el problema del desempleo. N~ obstante lo anterior, lo cierto es que en el capitalismo eXls.te.n.muchas imperfecciones que obstaculizan la libre fle~bl~ldad de los precios. Dentro de este contexto, para Patmkm,la política de empleo recomendada por Keynes, ya sea mon~tana . o fiscal, constituye un buen sustituto del funCIOnamiento del capitalismo de libre mercado,
CAPÍTULO VI EL MODELO DE KALECKI Si bien el presente capítulo versa fundamentalmente sobre el modelo macroeconómico de Michal Kalecki (1977), en algunos aspectos específicos las ideas de este autor se complementan con las aportaciones de otros economistas. Tal es el caso de las contribuciones a la microeconomía hechas por Paolo Sylos- Labini (1966), así como de algunas aportaciones recientes a la teoría de la inflación. En contraste con el modelo neo clásico, Kalecki aporta una teoría cuyo alfa y omega es la realidad misma. En tal sentido, arranca con el establecimiento de supuestos muy cercanos a la realidad. Lo cierto es que la teoría de Kalecki se puede concebir como una caja de herramientas para intervenir en la economía. 1
A. SUPUESTOS Contrariamente al objeto de análisis de la teoría neo clásica -el capitalismo competitivo-, uno de los supuestos más fuertes e importantes del análisis kaleckiano lo constituyen las formas monopólicas de competencia, las que de acuerdo con este autor representan la esencia del capitalismo contemporáneo. Al igual que en los capítulos anteriores, este modelo se refiere, fundamentalmente, a los determinantes del producto y el 1
142
Sobre el carácter instrumental de la teoría, véase Schumpeter (1970).
143
SERGIO SOSA
empleo en el corto plazo. Al corto plazo lo denominaremos período 1. Éste será lo suficientemente pequeño como para que dentro de sus límites se cumplan dos condiciones: la primera es que el equipo de capital se mantenga inalterado y la segunda que el progreso técnico sea nulo. Pero veamos esto más de cerca. La inversión tiene dos efectos. En un primer momento es demanda de bienes de capital. En un segundo momento es creación de capacidades productivas. El primer momento se inicia con el pedido de dichos bienes, continúa con la fabricación de los mismos de acuerdo con las especificaciones hechas por el inversionista y concluye con su entrega por parte del productor. La puesta en marcha y el funcionamiento del nuevo equipo de capital son ya parte del segundo momento al que nos referimos arriba. Dentro de este contexto, el período corto incluye exclusivamente el aspecto demanda de la inversión. Durante el mismo el acervo de capital se mantiene constante porque la nueva inversión aún no ha entrado en funciones como capital productivo. En términos de magnitud, la duración del corto plazo depende, en general, del tiempo que tarda el proceso productivo del cual emanan los bienes de capital. Así, para una economía cualquiera, el periodo t será el tiempo promedio que separa el momento en que se finca el pedido de aquel en que la mercancía es entregada. En adición a lo anterior, como se indicó supra, se asumirá que el periodo t es lo suficientemente corto como para que durante el mismo el progreso técnico sea nulo. En tal caso, la 144
MODELOS MACROECONÓMICOS
productividad del trabajo 1t, definida de la manera que se indica en la expresión (VI. 1), será una constante. (VI.l )
1t
= YlL
Ante este último supuesto, resulta claro que el empleo L es una función directa del producto Y. Es decir:
(VI. 2)
L =L(Y);
L' > O
B. LOS MICROFUNDAMENTOS ECONOMÍA y EL PRINCIPIO EFECTIVA
DE LA MACRODE LA DEMANDA
En la agricultura, dada la rigidez de la oferta en el corto plazo debido a las condiciones naturales del ciclo agrícola, es la demanda la que determina los precio~. Este proceso de formación de precios se aprecia en la gráfica VI. 1, en donde en el eje de las ordenadas se presentan los precios p y en el de las abscisas las cantidades q. Como se puede apreciar en ella, ante una función de oferta O completamente vertical, la elevación de la demanda, que se ilustra con el desplazamiento de la recta DI hasta D2, se traduce en una elevación del nivel de precios depI
ap2.
Por su parte, la industria manufacturera -la cual tiene una posición dominante en el capitalismo contemporáneo- suele trabajar con márgenes más o menos grandes de capacidad ociosa, razón por la cual la producción es flexible (Steindl, 1979). En adición a lo anterior, la industria de transformación opera 145
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
GRÁFICA VI.1
A su vez, la función de los costos unitarios totales cut se ajusta a la ecuación que se indica a continuación: {VIA)
p
q
cut=a+b
=
CT/q
(l/q)
donde los costos unitarios directos cud = a son constantes y aquellos unitarios indirectos cui = b (l/q) disminuyen conforme aumenta la cantidad producida q. Las formas de las curvas de los costos unitarios se aprecian en la gráfica VI.2. Como se puede advertir, estas curvas contrastan con aquellas asociadas a la teoría neoclásica, en la que todas tienen forma de U. En la gráfica VI.2 la función de los costos unitarios totales cut tiende al infinito a medida que la cantidad producida q se reduce, y se acerca al valor de los costos unitarios directos a cuando q aumenta. Algo similar ocurre con los costos unitarios indirectos cui, con la diferencia de que éstos tienden a cero conforme la cantidad producida se eleva. Como puede inferirse de la función de los costos unitarios totales, los costos marginales Cmg coinciden con aquellos unitarios directos cud. 2
con rendimientos constantes, de tal suerte que la curva de costos unitarios directos tiene una forma horizontal. Veamos esto más de cerca. Como es sabido, los costos totales de las empresas se descomponen en costos directos (cuyo monto varía con la producción) e indirectos (que permanecen constantes independientemente del volumen de aquélla). Es decir:
Bajo las condiciones mencionadas -la existencia de capacidad productiva no utilizada y la forma horizontal de la curva de costos unitarios directos-, es claro que la demanda determina el nivel de producción, y no incide sobre los precios. En la industria estos últimos se determinan con base en los costos de producción.
C..,
Al derivar la ecuación (VI.4) con respecto a la cantidad q, resulta que el costo marginal = Conviene advertir que, dada la forma horizontal de la demanda que enfrenta una empresa en la teoría neoclásica, resulta imposible su intersección con una curva de costos marginales , también horizontal, 10 que cuestiona el proceso de maximización del beneficio asociado a dicha escuela de pensamiento. 2
(VI.3)
CT=CD+CI
146
Q.
147
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
GRÁFICA VI.2
GRÁFICA
V1.3
cu p
cu cut
a
o
cud = cmg CUl
q¡ q
Lo anterior se ilustra en la gráfica V1.3. Como se advierte en . ella, ante una curva de oferta horizontal O -que refleja precisamente la existencia de capacidad ociosa y la estabilidad. de los costos-, el aumento de la demanda se traduce en el desplazamiento de la curva D¡ hasta D2, con lo cual la producción agregada se incrementa de q¡ a Q2.
q2 q
C. LAS ECUACIONES FUNDAMENTALES Bajo una perspectiva marxista, la composición del producto global en términos de valor está conformada por el capital constante C, el capital variable V y el plusvalor o ganancias P. Es decir: (VI. 5)
y=c+V+p
De acuerdo con lo anterior, si se considera la economía contemporánea como un todo -en la que el sector industrial juega un papel dominante-, los aumentos en la demanda provocarán un incremento del producto y del empleo a la vez que una elevación moderada de precios.
. Por lo que se refiere a su realización, ésta se lleva a cabo del modo que se ilustra en figura Vl.l. En ella se muestran los diferentes componentes de la demanda agregada, o sea la inversión de reposición Ir, el consumo obrero Cw, el consumo
148
149
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MODELOSMACROECONÓNITCOS
SERGIO SOSA
capitalista Ck y la inversión neta In, así como la composición en términos de valor de la oferta (C + V + P). Así, la demanda que se concreta en la inversión de reposición Ir realiza la parte del ~alor correspondiente al capital constante C; aquella que consiste en el consumo obrero Cw realiza la parte del valor que representa los salarios V; y el consumo capitalista, junto con la inversión neta (Ck e In respectivamente) realizan la parte del valor en que se concreta la ganancia P.
que el consumo obrero Cw realiza la parte del valor correspondiente a los salarios V, en tanto que la inversión (total) Ir y el consumo capitalista Ck realizan las ganancias 3
(brutas) Pb.
FIGURA VI.2
FIGURA VI.l
Para efectos de simplificación es posible definir la inversión total Ir como la suma de la inversión de reposición Ir más la inversión neta In. Es decir:
Finalmente, admítase que cada sector de demanda tiene como contrapartida un sector de oferta. Es decir, la demanda de inversión 1 es atendida por el sector productor de bienes de capital (sector 1 en la figura VI.3); la demanda de consumo capitalista Ck se dirige al sector productor de bienes de esa clase especial (sector 2); y lo mismo ocurre con la demanda de consumo obrero Cw que se dirige hacia el sector que produce bienes-salario (sector 3) (Kalecki, 1983).
Ir = Ir + In
FIGURA VI.3
Por su parte, las ganancias brutas Pb pueden ser definidas como la adición de las ganancias netas P más la parte del producto empleadas para la reposición del capital constante. o sea:
Pb
=P
1
2
3
~
PI
P2
P3
P W y
WI
W2
W3
I
Ck
Cw
+C
Una vez hechas estas simplificaciones, el esquema de realización se presenta en la figura Vl.2. En ella se muestra
1
En arreglo a la sencillez, en adelante a la inversión total y a las ganancias brutas las
denominaremos simplemente inversión J y ganancias P.
ISO
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SERGIO SOSA
En el esquema de realización que se presenta en la figura VI. 3 se advierte que el producto de cada uno de los sectores de oferta se compone de dos partes, la ganancia P y los salarios, a los que ahora designamos con la letra W en vez de aquella V. De esta última figura se desprenden las dos siguientes igualdades: (VI. 6) (VI.7)
Y=P+
W
Y=I + Ck+ Cw
D. LA TEORÍA DE LAS GANANCIAS Si se analiza con mayor detenimiento la figura VI.3 -la cual ha sido construida bajo el supuesto de que los trabajadores no ahorran (o sea Cw = W)- se advertirá que, bajo condiciones de equilibrio entre oferta y demanda, el producto total del sector 3, o sea Cw (= P3 + W3) tiene la misma magnitud, en términos de valor, que la suma de los salarios de los 3 sectores. Es decir: (VI. 8) Al eliminar la' masa de salarios del sector 3, W3, de ambos lados de la expresión (VI.8), resulta la igualdad (VI. 9). (VI. 9) Si en esta ultima igualdad se adicionan las ganancias de los sectores 1 y 2 (PI y P2) en ambos lados, se obtiene la ecuación (VI. 1O) de las ganancias agregadas. 152
MODELOS MACROECONÓMICOS
(VI. 1O)
P = 1 + Ck 4
Si bien esta ecuación sólo indica que existe una igualdad cuantitativa entre las ganancias agregadas y el gasto de los capitalistas en inversión y consumo, es decir: (VI. 11)
P=Gk
lo cierto es que a partir de ella es posible arribar a una relación funcional. Para tal efecto, preguntémonos inicialmente si acaso ganancias podrían determinar el gasto de los capitalistas (P Gk). En tal caso, lo primero que tendría que hacerse conocer los factores que pudieran hacer variar las ganancias
las => es P
Es posible pensar que las ganancias pueden mod~~carse en respuesta a una alteración de los costos de pr~du~cI~n: ya sea por cambios en la productividad o en los salanos mdIvIduales, o bien por un movimiento de los precios. Pero lo cierto es que en un modelo de corto plazo, en virtud del supuesto de ausencia de progreso técnico, deben ser descartadas las variaciones de la productividad, las cuales sólo pueden tener un impacto importante en periodos prolongados. No obstante, es evidente que los salarios y los precios sí pueden variar. Dentro de este contexto, imaginemos qu~ ~e da una baja generalizada de los salarios nominales, en condICIOnes
Al sumar de ambos lados de la ecuación (Vl.9) las ganancias de los sectores .1 y ~, se obtiene la expresiónP¡ + P2 + p¡ = WI + W2 + p¡ + P2• Como se puede apreciar, el lado IzqUIerdo de la ecuación representa las ganancias totales P. Por lo que se refiere alIado derec?o, .Ia suma de W¡ + PI representa la inversión, y la adición de W2 + P2 eqUivale al consumo capltahsta ck.
4
153
MODELOSMACROECONÓNITCOS
SERGIO SOSA
en que los precios permanecen constantes.5 Si ello es así, es claro que la baja de salarios en el sector 1 provocará una elevación de las ganancias de la misma magnitud (-.1 W, = M,). En el sector 2 ocurrirá lo mismo (-L\W2 = M2). Pero de acuerdo con la expresión (VI. 9), la disminución de los salarios en los sectores 1 y 2 inducirá una caída de las ganancias en el sector 3 (-L\W, - L\W2 = - M3). La siguiente igualdad resume los cambios a que daría lugar la reducción de los salarios:
Como puede apreciarse, una disminución de salarios no incide sobre las ganancias agregadas, si bien provoca una redistribución de las mismas en favor de los sectores 1 y 2, en detrimento del sector 3. De acuerdo con lo anterior, en el corto plazo no existe ninguna posibilidad de que las ganancias globales aumenten de una manera autónoma. En consecuencia, la única forma en que ellas pueden elevarse es por un aumento de la demanda de consumo e inversión por parte de los capitalistas. Así, en la ecuación de las ganancias (VI.11), la variable autónoma la representa el gasto capitalista, en tanto que las ganancias constituyen la variable inducida. Es decir:
(VI. 12)
P
Demos un paso adelante. En (VI. 1O) se había indicado que el gasto capitalista se descompone en inversión y consumo capitalista. Ahora debemos agregar que el consumo capitalista Ck, a su vez, es una función de las ganancias P. O sea: .
(VI. 13) donde A es una constante y O < A < l. Pero veamos esto más de cerca. Hay una circularidad. Como se aprecia en la ecuación (VI. 12), el aumento del gasto capitalista (ya sea en inversión o consumo) en el período t (Gkt) se traduce en una elevación de las ganancias en ese mismo período t (Pt). Pero en adición a esto, tal como lo muestra la expresión (VI. 13), el incremento de las ganancias en este período t (Pt), provoca un alza del gasto capitalista (Gkt + ,), vía consumo capitalista (Ckt + ,), en el período t + l. La secuencia es entonces la siguiente:
SECUENCIA VI.1
Gkt_,t
......• Pt-,t
......• Gktt ......• Pt+
......• ptt Etc.
,t ......•
......• Gkt+
,t ......•
= P(Gk)
, Por supuesto que la variación de los salarios tiene efectos análogos -si bien en sentido opuesto- a la alteración de los precios. Así, la disminución de los salarios nominales en condiciones en que los precios pennanecen estables equivale a una elevación de precios manteniendoconstanteslos salarios.
Como puede advertirse en la secuencia VI. 1, un incremento inicial del gasto capitalista tiene efectos circulares sobre las ganancias y sobre el mismo gasto en el transcurso de un lapso 155
154
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MODELOS MACROECONÓMlCOS
SERGIO SOSA
que comprende varios períodos cortos. Como es de suponerse, este efecto tiende a agotarse conforme transcurre el tiempo.
F. LOS DETERMINANTES MUL TIPLICADORES
Si de la función del consumo capitalista (VI. 13) se eliminan los subíndices con fines de simplificación, es posible, al asociarla con la expresión (VI. 1O), obtener los determinantes de las ganancias globales. Es decir:
Sustituyendo el valor de W de la expreslOn (VI. 16) en la ecuación del ingreso (VI.6), se obtiene esta otra igualdad:
P = [l/(1 - A)] (I + A)6
De acuerdo con esta última ecuación, el ingreso global está determinado por las ganancias agregadas P y por la participación de los salarios en el ingreso w 0.
(VI. 14)
E. LOS SALARIOS AGREGADOS Una vez que han sido identificados los determinantes de las ganancias, es preciso examinar los factores que inciden sobre los salarios.
(VI. 15) entonces es posible advertir que la masa global de salarios W está determinada por el ingreso agregado Y y por la distribución del mismo w ~ tal como se aprecia en la ecuación que se presenta a continuación: (VI. 16)
El proceso para llegar a esta ecuación es por demás sencillo. De las igualdades (VI. 10) Y (VI.l3) se obtiene la expresión P = 1 + A + ').p. De esta última, se infiere que P - ').p = 1 + A, de donde P (1 - 'A) = 1 + A, ecuación de la que directamente se obtiene la igualdad (VI. 14) 6
Y LOS
p7
Y=[l/(l-w')]
(VI. 17)
Si ahora se define la participación de las ganancias en el ingreso como e = 1 - WO = P/Y, es entonces posible plantear la ecuación anterior del modo siguiente: Y=
(VI. 18) Si se define la participación de los salarios en el ingreso de la manera siguiente:
DEL INGRESO
(l/e)
P
según la cual el ingreso agregado está determinado por las ganancias y por el coeficiente e de distribución del ingreso. En realidad, son las ecuaciones (VI. 14) y (VI. 17) o (VI. 18) las que conjuntamente determinan el ingreso. La primera determina las ganancias, y éstas, junto con el coeficiente de distribución del ingreso, determina el ingreso global. En la ecuación (VI. 14) la única variable es la inversión, pues el consumo capitalista se refleja en la constante A y en el parámetro A. Puesto que el valor de este parámetro se halla
Sustituyendo (VI. 16) en (VI.6) se tiene que Y = P + w· Y, de donde Y - w· Y = P. Factorizando el lado derecho de la anterior expresión se llega a la igualdad Y (1 - w·) = P, de donde finalmente se obtienen los determinantes del producto global que aparecen en la ecuación 7
(VI.l7).
157
156
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SERGIO SOSA
MODELOSMACROECONÓNUCOS
entre O Y 1, el término [1/(1 - A)] > 1 representa multiplicador de la inversión.
el
La gráfica VI.4 ilustra la ecuación (VI. 14) haciendo abstracción de la constante A. En dicha gráfica se aprecia cómo un incremento de la inversión de 1¡ a /z, por efecto del multiplicador, se traduce en un incremento amplificado de las ganancias de p¡ a P2. La lógica de este efecto amplificado es que en un primer momento el incremento de la demanda de inversión provoca un aumento de la misma magnitud en las ganancias. Pero en un segundo momento el aumento de las ganancias incrementa el consumo capitalista, el que vuelve a acrecentar las ganancias. Proceso este último que se repite varias veces hasta el nivel que cuantitativamente determina el multiplicador de la inversión. GRÁFICA VI.4
Por su parte, la gráfica VI. 5 ilustra la ecuación (VI. 17) de los determinantes del ingreso. Como puede apreciarse en la gráfica, un incremento de las ganancias de p¡ a P2 tiene efectos amplificados sobre el ingreso, el cual se incrementa de Y¡ a Y2. En este caso, el multiplicador está dado por el término 1/e = 1/(1 - WO). La magnitud del mismo está determinada por el coeficiente de distribución del ingreso. Su lógica de funcionamiento es la siguiente. Dado un incremento en las ganancias P, en un primer momento el ingreso Y observará un aumento de igual magnitud. Pero puesto que este incremento del ingreso involucra necesariamente un aumento del empleo L, este último inducirá, en un segundo momento, una elevación de los salarios globales W y del consumo asalariado Cw. Este última, a su vez, incrementará el ingreso y el empleo y el consumo obrero. Y así sucesivamente hasta el nivel en que cuantitativamente lo determina el multiplicador de las ganancias. Al presentar en una sola ecuación las expresiones (VI.14) y (VI. 18), como se hace a continuación:
p
(VI. 19)
, I I
y
=
[(1/1 - A)] (l/e)
(1+ A)
I I
yI I I
,
, \
I I I
I I
I I
I
I
\ I \ I
l/(l-..1.)
I I
G. LA DISTRIBUCIÓN I
158
es fácil advertir que la inversión constituye la variable crucial de la dinámica económica.
DEL INGRESO
Hasta este momento no se han examinado aún los determinantes del parámetro e (o WO ) de distribución del Ingreso. 159
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
Como se dijo anteriormente, e se define como la participación de las ganancias en el ingreso: e = PIY
e=h/(1
(VI. 20)
+h)
según la cual la participación de las ganancias en el ingreso es una función directa de h. Examinemos ahora el significado de esta letra.
GRÁFICA VI.5
Ello hace necesario tener en cuenta que los empresarios fijan sus precios de acuerdo con el principio del costo pleno, o sea agregando un margen bruto de ganancia h a sus costos unitarios directos. Es decir:
y y
p = cud + cud h
(VI.21 )
Pero puesto que nosotros hemos hecho abstracción tanto de los costos unitarios indirectos como de los costos por insumos ,intermedios, resulta que la expresión anterior se reduce a esta otra:
l/e
p = w' + w' h
(VI. 22)
p
de donde w' representa los costos salariales por unidad producida y de donde resulta que el margen bruto de ganancia se define del modo siguiente: (VI. 23)
h
= (p - w')/w'
8
Después de hacer un arreglo algebraico sobre esta expresión se obtiene la ecuación (VI.20):
8 En primer lugar se lleva esta relación macroeconómica al ámbito microeconómico, dividiendo tanto el numerador como el denominador entre la cantidad producida y vendida. En tales condiciones, resulta la siguiente igualdad: e = g / p, donde g es la ganancia unitaria y p los precios.
Si, en arreglo a la simplicidad, se hace abstracción tanto de los costos indirectos unitarios cui como de la parte de los costos unitarios directos cud que se eX'Plican por los insumos intermedios, entonces los precios estarían integrados del modo siguiente: p = w' + g, donde w' son los costos-salario unitarios (costos salariales por unidad producida).
o bien: De acuerdo con la anterior expresión, la participación de las ganancias en el ingreso está dada por la siguiente igualdad: e = g/(w' + g). Dividiendo ahora la expresión anterior entre w', resulta que la participación de las ganancias en el ingreso está dada por la siguiente ecuación: e = (g / w ')/[ (w' /w ') + (g /w ') l. Finalmente, si denotamos con la letra h la relación g/w " se obtiene la expresión (VI.20).
160
161
.•••••••••••
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lIIIwlll!uH!!!":I:::~:~'' '
SERGIO SOSA
(VI. 24)
h = g/w'
donde g denota las ganancias unitarias .
MODELOS MACROECONÓMlCOS
a e2, lo que hace que la recta del ingreso gire hacia la izquierda sobre su propio eje de la recta YI a la recta Y2, lo cual empuja .' el producto global deYI a Y2 (López, 1987).
Después de este análisis, estamos ya en condiciones de examinar los determinantes de la distribución del ingreso de la ecuación (VI.20). Esta expresión nos indica que la distribución del ingreso se determina en los mercados de bienes y de trabajo, en los procesos de fijación de precios y salarios. Si, debido a condiciones monopólicas, los empresarios están en posición de elevar los precios por encima de los salarios, aumentarán las ganancias unitarias g y el margen de ganancia h de la igualdad (VI.24), lo que les permitirá apropiarse de una parte del producto mayor de acuerdo con la expresión (VI.20). Por el contrario, si los trabajadores, con base en la fuerza que les da su organización sindical, son capaces de elevar sus salarios reales y con ello se incrementan los costos salariales por unidad producida w', entonces caerá el margen bruto de ganancia h de la ecuación (VI.24) y canalizarán hacia ellos una mayor proporción del producto global [disminuirá el coeficiente e de la ecuación (VI.20)].
GRÁFICA VI.6
y
l/el
P
P Como se aprecia en las ecuaciones (VI.I4) y (VI. 18), las fluctuaciones en los parámetros de distribución del ingreso e (o WO) no inciden sobre las ganancias agregadas P, pero sí tienen efectos sobre el producto global Y. Al respecto véase la gráfica VI. 6 que ilustra la ecuación (V. 18). En esta gráfica se aprecia cómo un incremento de salarios reales, permaneciendo constantes las ganancias, provoca un aumento del producto global vía cambio en la distribución del ingreso. Así, el aumento en los salarios disminuye la participación de las ganancias en el ingreso de el 162
B. UNA EXTENSIÓN DEL MODELO ORIGINAL: LA INFLACIÓN CON DESEMPLEO De la expresión (VI.20) es posible inferir la igualdad (VI.25): (VI.25)
1t = w/p
+e 163
1t
SERGIO SOSA
donde 7t es el producto por trabajador, wlp el salario real, e la participación de las ganancias en el ingreso que, a su vez, corresponde con la tasa de ganancias sobre los precios y e 7t las ganancias por trabajador9 La ecuación (VI.25) muestra la forma en que se distribuye el producto por trabajador. Así, en el lado izquierdo aparece este último, 7t, del cual en el lado derecho una parte corresponde al trabajador en forma de salario real wlp y la otra e 7t al capital. Si imaginamos que en un momento dado 7t, e y w están dados, resulta fácil inferir que al fijar los precios, los empresarios determinan simultáneamente los salarios reales wlp. A estos salarios reales f~ados por los empresarios los designaremos con las letras w/.
MODELOS MACROECONÓMICOS
Como ha podido apreciarse, los dos salarios reales a los que se ha hecho referencia tienen determinantes distintos y, por lo tanto, no existe razón alguna para que ellos coincidan. Las demandas de los trabajadores y de los capitalistas en tomo a la distribución del ingreso pueden ser inconsistentes, porque los primeros determinan los salarios reales vía negociación y los segundos lo hacen fijando precios. Tal inconsistencia se expresa cuando sus demandas (wlp + e 7t) exceden el ingreso por trabajador disponible (> 7t). No obstante, como se puede apreciar en la gráfica, ambas demandas coinciden en un punto que en el eje de las x está marcado con la letra L * -o bien a la tasa de desempleo que corresponde a aquél.
GRÁFICA VI.7
Por su parte, los salarios reales fijados por los trabajadores en las negociaciones con los empresarios serán designados con la expresión w/. Estos salarios son una función creciente del nivel de empleo L, por lo que en la gráfica VI. 7 la recta w/ se eleva a medida que aumenta la ocupación.
Wr
w*r
t
_
Por el contrario, el margen de ganancia e determinado por los empresarios es constante, razón por la cual los salarios fijados por los capitalistas están representados por una recta horizontal en la gráfica VI.7. 9
La ecuación (VI.25) se obtuvo del modo siguiente:
En primer lugar, 1+ h ~ 1/[1/(1 + h)] ~ 1/[1 - h/ (1 + h»). Pero como de acuerdo con la ecuación (Vl.20) e ~ h/(I + h), entonces resulta que l + h ~ 1/(1 - e). Por lo tanto, sustituyendo en la eéuación (Vl.22), se obtiene la expresión p ~ w' 1/(1 - e). De aquí se llega a la ecuación p ~ w' + p e, por lo que dividiendo esta igualdad entre p, se obtiene la expresión l ~ w'/p + e. Como se sabe, w' ~ W/q ~ (W/hh)/(q/hh) ~ W/lI, donde hh denota noras hombre y w el salario nominal por hora. En consecuencia, 1 ~ w/ (11 p) + e. Finalmente, al multiplicar por 11 esta última expresión se obtiene la ecuación indicada.
164
L* L
165
SERGIO SOSA
Imaginemos que al final de un período cualquiera los trabajadores negocian la tasa de incremento de los salarios nominales Wn nt.lO que elevará sus remuneraciones al nivel requerido para compensar la tasa de aumento esperada de los precios pe. del próximo período. En tales condiciones, la tasa de crecimiento del salario negociado por los trabajadores será igual a la tasa de inflación esperada. Es decir: nt Wn
e
• =
p•
Imagínese ahora que la economía se encuentra en el punto de la gráfica VI. 7 en el que se cruzan las dos rectas salariales. En ese punto la tasa de crecimiento de los precios es constante e igual a la tasa de incremento de los salarios nominales. Supóngase que al final del período los trabajadores esperan que para el periodo siguiente la inflación no varíe. En tal caso, intentarán negociar un incremento del salario nominal wnnt• que mantenga estable el salario real W/. Admítase que logran su objetivo y que, como consecuencia de ello, los empresarios aumentan los precios en una proporción equivalente al incremento de los salarios pe., de tal suerte que el w/ sea igual a aquel fijado por los trabajadores w/. Como consecuencia de lo anterior, la economía continuará ubicada en el punto de intersección de las rectas que aparecen en la gráfica VI.4 y la tasa de inflación se mantiene estable. En atención a esto , a la tasa de desempleo correspondiente al nivel de empleo L * se le denomina tasa de desempleo de equilibrio o tasa de desempleo no aceleradora de la inflación (NAIRU, por sus siglas en inglés).
MODELOS MACROECONÓMICOS
No obstante, si por cualquier razón el empleo se eleva, los trabajadores estarán en condiciones de empujar al alza sus salarios reales, de tal suerte que w/ > w/. Como consecuencia de ello, la tasa de crecimiento de los precios se iría al alza. Lo contrario ocurriría en el caso de que disminuyera el nivel de empleo por abajo del punto L *. La única manera de estabilizar la tasa de inflación es llevando el empleo a aquel punto en el cual coinciden los intereses de los trabajadores y de los capitalistas en torno a la distribución del ingreso. Yeso sólo ocurre en el punto L * (Layard, Nickell y Jackman, 1996).
10 En todos los casos a 10largo de este trabajo, el punto negro a la derecha de las siglas indica que se trata de tasas de crecimiento.
166
167
CAPÍTULO VII LA TEORÍA DEL DESEQUILIBRIO De acuerdo con esta teoría, la síntesis neo clásica, "iniciada por Hicks en 1937 Y continuada con tanta fuerza por Patinkin y otros teóricos del equilibrio general" (Clower, 1965), representa una verdadera contrarrevolución al pensamiento original de Keynes Esta corriente de pensamiento arranca con una crítica al teorema de estabilidad postulado por la teoría del equilibrio general y retornado por la síntesis neoclásica. Como se sabe, de acuerdo con la teoría walrasiana el libre funcionamiento de la oferta y la demanda conduce automáticamente al equilibrio general. Para la teoría del desequilibrio esto es falso, pues se aduce que no existe un automatismo tal. Dentro de este contexto, se argumenta que el desempleo es la expresión de un desequilibrio (Malinvaud, 1985). Que tal desequilibrio, debido a las fallas del mercado, no tiene mecanismos automáticos de autocorrecÍón. Dicho de otra manera, en el capitalismo el desempleo tiene un carácter permanente, pues debido a las imperfecciones en el funcionamiento. del mercado, no existe un mecanismo automático que restablezca el equilibrio general.
A. CRÍTICA AL TEOREMA
DE ESTABILIDAD 169
SERGIO SOSA
Antes que nada, conviene recordar la manera en que Walras demostró -o intentó demostrar- la estabilidad del equilibrio en el capitalismo, tema éste que se estudió en el capítulo 11. Walras asumió que en el mercado existe un subastador. En un primer momento, éste anunciaba un precio elegido al azar. Ante tal situación, los agentes económicos realizaban sus cálculos respecto de las cantidades que estaban dispuestos a intercambiar a dicho precio. Si el precio anunciado no era el de equilibrio (;t p*), entonces la demanda excedente no era igual a cero en todos y cada uno de los mercados. O sea, el mercado no se vaciaba. Había oferta no vendida y demanda insatisfecha. En tales condiciones, el intercambio no se realizaba. En respuesta a lo anterior, en un segundo momento el subastador -ante la evidencia de que el precio era alto (bajo)anunciaba un precio menor (mayor). Si este segundo precio tampoco era de equilibrio, el intercambio no se realizaba. En un tercer momento el subastador anunciaba otro precio. Y así sucesivamente hasta que -a través de este método de ensayo y error (tdtonnement)se llegaba al precio de equilibrio, p*. A este precio sí se realizaba el intercambio, y puesto que al precio de equilibrio p* DE¡ = O Vi, el mercado o más bien dicho todos los mercados- se vaciaban. A continuación se presenta un ejercicio del método de aproximaciones sucesivas, muy similar a los que se presentaron en el capítulo 11. En arreglo a la simplicidad, el ejercicio se limita a dos bienes que, siguiendo a Clower (1965), serán empleo L y champán Ch.
170
MODELOS MACROECONÓMICOS
Se asumirá que la dotación inicial es de 20 unidades de empleo y 10 botellas de champán. Es decir: 20 L y 10 Ch. Imagínese el lector que en un primer momento el subastador anuncia un precio al azar, de acuerdo con el cual una unidad de empleo equivale a una botella de champán. O sea: p: 1 L = 1 Ch. Ante esta situación, los agentes formulan sus cálculos (véase el cuadro VII. 1). De acuerdo con éstos, los poseedores de empleo ofertarían 20 unidades de ese bien (qOL = 20) y, al precio de 1 al, deberían demandar a cambio 20 unidades de champán (lCh = 20). Por su parte, los poseedores de champán ofertarían 10 unidades (qOCh = 10) y estarían en condiciones de demandar a cambio 10 unidades de empleo (qdL = 10). Como se aprecia en la parte inferior del cuadro VII. 1, el precio de 1 a 1 no es de equilibrio, pues la demanda excedente es diferente de cero en cada uno de los mercados. Pero aún así, se cumple la ley de Walras, pues la suma de la demanda excedente es nula. Es decir:
"iDE¡ = - 10 L + 10 Ch = O Pero puesto que el precio anunciado no es un precio de equilibrio, no se realiza el intercambio. Por lo tanto, el subastador anuncia otro precio, digamos 2 unidades de empleo por 1 unidad de champán. O sea: 2 L = 1 Ch. Si en estas condiciones el intercambio tuviese lugar, en el cuadro VII.2 se examina cuál sería el resultado. Como se advierte en el cuadro mencionado, en este caso sí hay equilibrio, y también se cumple la ley de Walras ("iDE¡= O'v'¡). 171
MODELOSMACROECONÓNUCOS
SERGIO SOSA
puesto que este precio es el de equilibrio, entonces ahora sí se llevan a cabo las transacciones. La consecuencia de ello es que el mercado se vacía.
CUADRO VII.l
Dotación Inicial: 20 L Y 10 Ch Precio Anunciado: IL = I CH
qO L = 20
DE
=
DE = 10
-10
CUADRO VII.2
Dotación Inicial: 20 L y 10 Ch Precio Anunciado: 2L = I CH
l = 10 Ch
DE=O
DE=O
172
La teoría del desequilibrio formula una crítica a este método de tátonnement, debido a su carácter altamente restrictivo. Lo cierto, se argumenta, es que en la realidad en muy pocos mercados existe un subastador, acaso solamente en los mercados de remates y en la bolsa de valores. En adición a lo anterior, se aduce, al emplearse este método el subastador reemplaza las funciones que debería realizar el mercado, pues lo cierto es que el mecanismo que conduce al equilibrio es un proceso social. Este proceso social es el que se omite y en su lugar se coloca a un superagente ficticio que conduce a los agentes al equilibrio a través de un proceso irreal. La verdad es que si se hace caso omiso del subastador, entonces la mecánica del proceso de estabilidad tendría que ser distinta. Uno de los cambios sería que los agentes tendrían que realizar sus intercambios a cualquier precio. No sólo se llevarían a cabo intercambios al precio de equilibrio. También se realizarían intercambios a precios falsos, porque no habría alguien que comunicara a los agentes cuándo se trataría de precios de equilibrio y cuándo de precios erróneos. Se argumenta, en consecuencia, que lo que debe hacerse es permitir que haya intercambio a precios de no-equilibrio. Pues al hacer tal cosa, se coloca a la economía en una situación de auténtico desequilibrio y sólo así sería posible analizar el proceso real que conduce al equilibrio. 173
MODELOS MACROECONÓM1COS
SERGIO SOSA
A continuación se retorna el ejercicio numérico que se presentó anteriormente, pero a la luz de este nuevo enfoque. La dotación inicial era de 20 unidades de empleo y 10 de champán. Se asumirá que el precio de mercado es de 1 a l. Los resultados del intercambio se presentan en el cuadro VII.3. De inmediato conviene advertir que el precio de mercado no es de equilibrio. Pero como se indicó anteriormente, pese a ello se realiza el intercambio. Comenzaremos el análisis por el inciso b) del cuadro VI!.3. Los oferentes de champán logran, efectivamente, colocar en el mercado la totalidad de sus productos (10 unidades). Con ello tienen la capacidad para comprar 10 unidades de empleo -inciso c)-. Por lo que toca a este último bien, como se observa en el inciso a), los agentes ofertan 20 unidades de empleo. Pero no se venden esas 20 unidades, sino sólo 10, como se indicó ya. Por tanto, las 20 unidades de empleo constituyen una oferta virtual o "nocional". Es decir, es una capacidad de compra que no puede ejercerse en su totalidad. Es una demanda virtual, pero no una demanda "efectiva". Ésta última es de sólo 1O unidades -inciso c)-, lo que al precio de 1 a 1 hace posible la adquisición de igual número de unidades de champán -inciso d)-.
CUADRO VII.3 Dotación Inicial: 20 L Y 10 Ch Precio Anunciado: 1L = 1Ch
= 20
a)
qOL
c)
l~=10
d)
l
Ch
= 10
DE = O => "iDE¡ 1= O
DE = - 10
Entre los aspectos que conviene tener en cuenta, destacan los siguientes: a). De este breve análisis del intercambio a precios falsos emerge la noción keynesiana de demanda efectiva. b). Hay un "spillover efect", es decir, la demanda efectiva en el mercado de champán está determinada por lo que ocurre en el mercado de empleo. O más generalmente: la demanda efectiva en un mercado está determinada por lo que ocurre en otro mercado.
Como se puede apreciar, en este caso no se cumple la ley de Walras ('EDE 1= O), ni la ley de Say (la oferta no puede crear una demanda de su misma magnitud). En cambio, se da una paradójica situación en la cual sí se cumple lo que dice Keynes: hay equilibrio en el mercado de bienes (champán) con desempleo (desequilibrio en el mercado de trabajo).
c). Si bien el intercambio a los precios de equilibrio conduce al pleno empleo y se cumple la ley de Walras -que es lo que considera la teoría clásica-, Keynes parece haber pensado en situaciones de desequilibrio (es decir, equilibrio en el mercado de bienes -champán- con desempleo. Dentro de este cont~xto, ya lo decía Keynes, la teoría clásica -puesto que estudia el comercio a precios de equilibrio- constituye un caso especial;
174
175
SERGlO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
el caso general incluye el intercambio que se realiza tanto a precios de equilibrio como a precios erróneos.
donde
l
representa la cantidad demandada de champán y pCh/n el precio del champán en términos de ocio. Ch
d). En el modelo de Walras la demanda de champán es una función de los precios. Aquí, empero, además de ser una función de los precios, lo es de la cantidad de empleo que pudo venderse.
GRÁFICA
Ch
B. EL DESEQUILIBRIO . Con el propósito de profundizar en el análisis de este modelo teórico, a continuación se examina el desequilibrio desde otra perspectiva. La gráfica VII.l muestra un mapa En el eje de las abscisas aparece ordenadas el champán Ch. La recta el precio es de 1 hora de ocio por ~
de curvas de indiferencia. el ocio o. y en el de las de presupuesto indica que botella de champán.
Al maximizar su utilidad, los agentes económicos arriban al punto A.
A 12
B Demand virtual o nocional Demand efectiva
¡
Exceso de oferta de Ch
i -- - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -:- - ----- - - - -:~!
Para los agentes económicos el problema, pues, se plantea en los términos siguientes: Demanda virtual o nocional
Maximizar U (O., Ch) Sujeto a:
lCh
= 24
(horas de)
o.
VII. 1
pCh/n = 24 ~ 176
=
Exceso de oferta de empleo
12 (botellas de) Ch 177
t
íl (~24 horas)
\ L¡: Demanda efectiva
MODELOS MACROECONÓM1COS
SERGlO SOSA
El anterior proceso de maximización es el que postula la teoría . del equilibrio general. Significa que -habida cuenta de la dotación inicial (24 horas de ocio)- la restricción está dada exclusivamente por el precio, que es la única variable de la recta de presupuesto. Pero veamos ahora cómo plantea el problema la teoría del ' desequilibrio. De acuerdo con ésta, es verdad que la ' maximización convencional de la utilidad se ubica en el punto ' A. No obstante, este proceso de optimización, que se inicia en el punto O = 24 horas, se detiene en el punto B (no llega al punto A) que corresponde a una situación de desequilibrio en el mercado de trabajo. En este punto B se maximiza la utilidad cuando, además de la restricción impuesta por el precio, existe otra restricción cuantitativa consistente en que los agentes económicos no pueden vender toda la oferta de trabajo que desean. Esta situación se caracteriza por un exceso de oferta de empleo y un exceso de oferta de champán. Es un desequilibrio keynesiano con exceso de oferta generalizado. No se cumple la ley de Walras. Pero ¿por qué los agentes económicos no pueden vender toda la oferta de empleo? Porque se trata de una situación de desequilibrio, en la que el precio es un precio erróneo, no el p*. Por tanto, en un caso así el proceso de maximización tiene un carácter doble o dual. Es decir, el problema se plantea en los siguientes términos:
, 8 2
.. , RestncclOn:
vete
1
=
r\ ete
:lo l.
pCh/r>••
en que y te y O ete representan magnitudes constantes. El ocio (que corresponde al ingreso) que se puede sacrificar , o el empleo que se puede realizar- no consta ya de las 24 horas del día que corresponden a la dotación inicial, sino sólo las efectivamente vendidas (L¡ en la gráfica VII. 1).
C. LA HIPÓTESIS DE DECISIÓN DUAL De acuerdo con lo anterior, la decisión de demanda de champán se toma con base en una restricción walrasiana y otra keynesiana. Esta segunda restricción es de naturaleza " cuantitativa, y se refiere al hecho de que los trabajadores no pueden vender todo el trabajo que desean. Es decir, la decisión de maximizacion de la utilidad toma en cuenta tanto los precios como el empleo que efectivamente se pudo realizar. pe lo anterior se desprende que, en Walras, dada la dotación inicial, la demanda de champán es una función de su precio. Es decir:
" O bien, generalizando, el consumo es una función de los precios, o sea:
Maximizar U = U(O, Ch)
C= C(P);
C' < O
S. a: 1 Restricción: 8
qdch = 24 (horas de) O pCh/O 178
En contraste con esto, para Keynes el consumo es una función del ingreso. Es decir: 179
MODELOS MACROECONÓMICOS
SERGIO SOSA
C = C(Y);
C' > O
desempleo. No obstante, se afirma, la de Keynes fue, en realidad, una teoría del desequilibrio.
Finalmente, como se ha pod;do apreciar, de acuerdo con esta teoría el consumo
E. LA MACROECONOMIA DEL DESEQUILIBRIO C = C(p, Y);
(C'¡
C'2>0)
es una función dual tanto de los precios como del ingreso
D. LAS FALLAS DEL MERCADO Y LA ESTABILIDAD Es claro que en la gráfica VII.l los trabajadores desean consumir la cantidad de champán correspondiente a la demanda virtual. Pero ¿cómo pueden éstos hacer saber a los empresarios que desean consumir precisamente esa cantidad? La suya es una demanda virtual o "nocional", no efectiva. Esa demanda no se expresa a través de ningún mecanismo o señal. Si hubiese alguna manera de hacerles saber a los empresarios cuáles son los verdaderos deseos de consumo de champán por parte de los trabajadores, entonces tal vez fuese posible que el precio del champán disminuyera y aumentase su cantidad ofertada. Se infiere, por lo tanto, que no hay un automatismo que permita elevar la producción de champán y el nivel de empleo. Así, de acuerdo con esta teoría sí es posible el desempleo permanente, tal y como lo dijo Keynes.
En este apartado se presenta un modelo macroeconómico de precios y salarios erróneos y fijos con dos mercados agregados -empleo y bienes-, y dos clases de agentes económicos capitalistas y trabajadores. En este modelo IR demanda de empleo por parte de los empresarios es una función del producto ofertado en el mercado de bienes (Carlin y Soskice, 1990). Es decir:
(VII. 1) Si se acepta la ley de rendimiento decrecientes, es la función de producción neo clásica (III. 1) la que establece los términos de la relación entre el capital y el trabajo. En tales condiciones, la gráfica VII.2 ilustra la ecuación (VII. 1). Co~o se puede apreciar, en la gráfica VII.2 aparece la curva C. Esta es una curva de reacción, pues indica que si los . capitalistas ofertasen yo 1, entonces estarían dispuestos a demandar una cantidad de trabajadores equivalente a DL1; y si su oferta de bienes fuese yo 2, ello implicaría que se demandaría una cantidad de trabajadores DL2; y así sucesivamente. Es decir, esta curva indica cómo reacciona la demanda de empleo ante cambios en la oferta. 1
En este contexto, se argumenta que la síntesis neoclásica representó una refundación de la teoría del equilibrio general walrasiana que asimiló a Keynes y rechazó el equilibrio con 1 En
arreglo a la simplicidad, se hace abstracción de los inventarios.
181
180
•••••••• '" .••••• ~ ••¡¡¡j¡ •• r~•••••••••••••••••
nlllll!~:':'.!III.. "","",,,n""'"
MODELOSMACROECONÓNUCOS
SERGIO SOSA
GRÁFICA VII.2
oferta de empleo se elevase a 0L2, entonces la demanda de 2 bienes también se incrementaría a yd 2.
GRÁFICA
VII.3
Curva C Curva T
DLl
DL2
OL!
OL2
Por otra parte, en este modelo la demanda en el mercado de bienes -demanda efectiva- es una función de la oferta (colocada) de empleo. O sea: F. LOS REGÍMENES
(VII.2)
DE DESEQUILIBRIO
Y EL
EQUILIBRIO "K"
La gráfica VII.3 ilustra esta relación. Como se puede apreciar, la curva T que aparece en esta gráfica también es una curva de reacción, pues nos dice cómo reaccionaría la demanda efectiva ante cambios en la oferta de empleo. Así, a la oferta de empleo OL! corresponde una demanda de bienes yd l. Pero si acaso la
La gráfica VIIA -que presenta las curvas T y C (esta última en forma lineal en arreglo a la sencillez)- muestra el equilibrio K. Asimismo, ilustra una situación de desequilibrio según la 2
Respecto de la introducción en el modelo de los demás componentes de la demanda agregada,
véase Benassy (1986).
182
183
SERGIO SOSA
GRÁFICA VII.2
MODELOS MACROECONÓMICOS
oferta de empleo se elevase a OL2, entonces la demanda de ,. se mcremen t'ana a yd 2. 2 bienes tam b·len
GRÁFICA VII.3
Curva T
y\ Ou
OL!
Por otra parte, en este modelo la demanda en el mercado de bienes -demanda efectiva- es una función de la oferta (colocada) de empleo. O sea:
(VII. 2)
F. LOS REGÍMENES EQUILIBRIO "K"
La gráfica VII.3 ilustra esta relación. Como se puede apreciar, la curva T que aparece en esta gráfica también es una curva de reacción, pues nos dice cómo reaccionaría la demanda efectiva ante cambios en la oferta de empleo. Así, a la oferta de empleo OL! corresponde una demanda de bienes ydl. Pero si acaso la
DE DESEQUILIBRIO
Y EL
La gráfica VII.4 -que presenta las curvas T y e (esta ~l.ti~a en forma lineal en arreglo a la sencillez)- muestra el eqUIlIbno K. Asimismo, ilustra una situación de desequilibrio según la 2 Respecto de la introducción en el modelo de los demás componentes de la demanda agregada, véase Benassy (1986).
182
183
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
cual los empresarios esperan vender Y¡ y contratar L¡. cambio, los trabajadores esperan vender Lz y demandar Como se puede apreciar, esta situación define un exceso oferta generalizado, pues OL > DL Y yo > yd. Se trata, otras palabras, del desempleo keynesiano.
En
Yz.
de en
el mercado de bienes y, en consecuencia se cumple la ley de Walras. Es decir:
"[JJE=O
GRÁFICA VII.5
GRÁFICA VII.4 y
y
e
C
Y¡ Yz
T
T
Yz
Y¡
L L
Por su parte, la gráfica VlI.5 muestra el desempleo clásico. Los trabajadores esperan vender Lz y, en consecuencia, demandar Yz bienes. Por su parte los capitalistas esperan vender Y¡ y, por tanto, contratar L¡. Se trata de un desequilibrio walrasiano en el cual coexisten el exceso de oferta en el mercado de trabajo con el exceso de demanda en 184
En fin, el cuadro VII.4 presenta posibles situaciones de desequilibrio.
un
resumen
de
las
Como se puede advertir, el régimen IV resulta poco coherente, pues si las empresas requieren más mano de obra ello debería obedecer a que enfrentan una elevada demanda. Pero en esta situación de desequilibrio, como se aprecia en el cuadro 185
SERGIO SOSA
MODELOSMACROECONÓNUCOS
mencionado, las firmas encaran un exceso de oferta en el mercado de bienes (Benassy, 1986).
CUADRO Vll.4
empleados disminuirán su demanda a Y3, y así sucesivamente hasta llegar al equilibrio K, en donde el modelo permanece estable. En resumen, se trata de un proceso automático de convergencia al equilibrio.
REGÍMENES DE DESEQUILIRIO
I
n ID IV
MERCADO DE TRABAJO
MERCADO DE BIENES
CASOS
Exceso de Oferta Exceso de Oferta Exceso de Demanda Exceso de Demanda
Exceso de Oferta Exceso de Demanda Exceso de Demanda Exceso de Oferta
Desempleo Ke nesiano Desempleo Clásico
GRÁFICA Vll.6
Y
Inflación Latente
C T YI Y2 Y3
L3
L2
LI L
Ahora bien, en principio aún este modelo es estable. Es decir, las funciones y T permiten un automatismo que conduce al equilibrio. Aunque en este caso se trata de un equilibrio K nowalrasiano. Este proceso de convergencia se aprecia en la gráfica VII. 6.
e
En relación con esta gráfica, asumamos que en un primer momento el nivel de empleo se encuentra en LI. A ese nivel de empleo los trabajadores demandarán YI bienes. Pero a su vez, a este nivel de ventas, los empresarios se verán obligados a reducir el empleo a L2. Como consecuencia de ello, los 186
No obstante, como se indicó anteriormente, existen fallas que impiden el equilibrio. Así, por ejemplo, en el caso del desempleo clásico, aunque las empresas deberían contratar más trabajadores para aumentar su producción" -solucionado de esta manera la desocupación-, no lo hacen debido tal vez a un problema de rentabilidad. En efecto, es posible pensar que las firmas no elevan sus niveles de producción y contratación debido a que operan con márgenes de ganancia tan bajos que 187
SERGIO SOSA
desestimulan las actividades empresariales. Es por este motivo que en tal caso se ha sugerido la disminución de los salarios, la cual sin embargo no suele darse automáticamente en las economías contemporáneas en donde los sindicatos mantienen rígidas las remuneraciones reales de los trabajadores. Así, en este caso de desempleo la política económica debería orientarse a la reducción de los salarios reales, tal como recomendaban los clásicos. Por su parte, en el caso del desempleo keynesiano la política aplicable debería consistir en una elevación de la demanda. En realidad, la aplicación de una u otra política hace necesaria la realización de un diagnóstico previo, pues en el caso de que se aplique una política clásica para el desempleo keynesiano, se agudizaría el desempleo, al igual que en el caso inverso. Convendría terminar estas líneas destacando el valor operativo de la macroeconomía del desequilibrio que permite introducir los desempleos clásico y keynesiano en un solo y sencillo modelo.
CAPÍTULO VIII EL MONETARISMO El monetarismo retorna, desarrolla y profundiza algunos de los . planteamientos fundamentales de la economía prekeynesiana como la neutralidad de la moneda y la no pertinencia del intervencionismo estatal. En este capítulo, el estudio de dicha corriente de pensamiento se divide en cinco apartados. En los apartados del A al D se estudian los mercados de trabajo, bienes, activos financieros y dinero, respectivamente. Por su parte, en el apartado E se examina la dinámica del modelo, su forma de operación.
A. EL MERCADO DE TRABAJO La curva de Phillips -que representa el resultado de una investigación relativa al Reino Unido para el periodo que va de 1861 a 1957 (Phillips, 1958)- constituye un hallazgo empírico con grandes repercusiones teóricas para la macroeconomía. La curva expresa la relación de intercambio que existe entre el desempleo y la inflación salarial. Más concretamente, muestra la relación inversa que se establece entre la tasa de desempleo u y la tasa de crecimiento de los salarios nominales, Wn·, tal como se aprecia en la gráfica VIII. l. Los macroeconomistas han hecho algunas adiciones a la curva original de Phillips. Una primera consiste en que a la tasa de crecimiento de los salarios nominales. se asocia la tasa de
188
189
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMlCOS
crecimiento de los precios. De esta forma, en la gráfica VIII. 1 aparece esta última variable en el eje de las ordenadas con la notación p•.
Se aduce que en el mercado de trabajo existe una tendencia que empuja a la tasa de desempleo a su nivel natural. La economía no puede alejarse permanentemente de esta tasa natural.
Una segunda adición a la curva original de Phillips, realizada' por los monetaristas, consiste en que, se afirma, existe una tendencia a la estabilidad al nivel que corresponde a la denominada tasa natural de desempleo, la que en la gráfica VIII.l se señala con la notación Un.
Con el propósito de dar una noción del significado de dicha tasa, a continuación se realiza un ejemplo numérico extremadamente simplificado en arreglo a la sencillez (Barro, 1988).
La tasa natural de desempleo
Sea la fuerza de trabajo Ft, la cual se compone de empleados L y desempleados U Es decir: Ft = L + U Definamos la tasa de desempleo u del modo siguiente: u = UlFt Hay un flujo incesante en ambas direcciones: los empleados abandonan su trabajo y los desocupados obtienen alguna colocación. Sobre esta base, admítanse los siguientes datos: Ft = 100', L = 90', U= 101 Tasa de separación del empleo s = 1% Tasa de obtención de empleo o = 15%
u
De acuerdo con lo anterior, el cuadro VIII. 1 muestra los cambios en el nivel de empleo. Así, como puede apreciarse, en el período 1 el empleo total es de 90 y el desempleo de 10. El número de trabajadores que obtienen empleo es de 1.5 Y el de aquellos que se separan de 0.9. En consecuencia, el empleo I
190
Las cifras pueden representar millones de personas.
191
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
total se incrementa en 0.6 unidades. Este proceso se repite una y otra vez hasta que, finalmente, se agota cuando el número de trabajadores que se separan del empleo (0.9) se iguala con aquél de los que lo obtienen (0.9). Así, la tasa natural de desempleo (un = 6.2/1 00) se ubica en 6.2% . Es decir, si las tasas de separación y de obtención son constantes, llegará un momento en el que los cambios en el nivel de empleo sean cero. Y por tanto se llegará a una tasa de desempleo natural (a la que "naturalmente" tiende el mercado). Dicho de otra forma, si aquellas tasas son constantes, hay una tendencia natural al equilibrio, concebido éste como aquél donde ya no hay movimientos en el nivel de ocupación. 2
93.8
r:1IJ
0.9
0.9
o
2 En realidad, la tasa natural de desempleo puede obtenerse a partir de las tasas de separación y obtención de empleo mediante la siguiente ecuación:
u.
De acuerdo con este modelo, en principio agregada determina la oferta global. Es decir:
la demanda
. (V.I) Los componentes de la demanda son el consumo, la inversión y el gasto de gobierno, o sea: (V.2) Por su parte, si bien el consumo se desagrega en consumo de bienes durables y no-durables, como se indica a continuación:
A su vez, los activos líquidos se desagregan en dinero ~ en activos financieros AF. Es decir:
.
oc
B. EL MERCADO DE BIENES
= s/(o + s) = 0.01/(0.01 + 0.15) = 6.2% 192
(VIII.2 )
AL=~
y
+AF
Por su parte, la inversión 1 depende de la tasa de interés, como se indica a continuación: (V.28)
I=I(i);
1'<0 193
EN LA PÁG[NA
[1)6,
D[CE:
(VlII.4) donde L el ingreso. representa [a riqueza existcnte rf cs la tasa nominal esperada de rendimiento de los valores de renta lij,L incluyendo las variacíones esperadas de sus precios; n' denota la tasa nominal espcrada dc rendimiento de los valores de renta variable. incluyendo [as variacioncs esperadas de sus precios; p". correspondc a la tasa dc crceimiento csperada de los precíos. que refleja la tasa nominal esperada de rcndimiento de los activos reales, que representa y u que recoge todas [as demás variables. entrc las que liguran las preferencia de los agentes económicos. y DEBE DECIR:
(VllI.4)
Af.d/ P
'ld(
i\
J' ,r
l',
rl',
p "., Ir ",
u *)
donde Y, el ingreso, representa la riqucza no humana: rf es la (asa nominal esperada de rendimiento de los valorcs de renta lija. incluycndo las variaciones esperadas de sus precios; n' denota la tasa nominal espcrada de rendimiento dc los valores de renta variable. incluyendo las variacioncs espcradas de sus precios; p". corresponde a la tasa de crecimiento esperada de los precios. que refleja la tasa nominal esperada dc rendimicnto de los activos reales. 11''' (= W/Y) simboliza la riqueza humana y u* recoge todas las demás variables, entre las que figuran las prefercncias de los agentes económicos. EN LA PÁGINA 197 APARECE LA SIGUIENTE ECUAC[ÓN (VIlI.6)
At/p=Af/p(rf
rl',
p"'.
\1".
u)
LA CUAL, UNA VEZ CORREGIDA, CONTINUACIÓN SE INDICA: (VllI.6)
Af/p=Af/p(r/:
rl',
p"',
11'''.
r
SE LEE DEL MODO QUE A
u*)
r
SERGIO SOSA
Finalmente, el gasto de gobierno es una variable exógena.
C. EL MERCADO DE ACTIVOS FINANCIEROS El precio de los activos financieros PAF está determinado por la . oferta OAF y la demanda DAF de los mismos, como se indica en seguida:
MODELOS MACROECONÓMICOS
La secuencia VIII.2, por su parte, ilustra el caso de un aumento en la demanda de activos financieros. En la gráfica VIII.2 se aprecia cómo, en virtud de la elevación de la demanda de activos financieros, la recta DAF se desplaza hacia la derecha de DAFl a DAn, con lo que el precio se incrementa de PAFl a PAn Lo anterior empuja hacia abajo la tasa de interés y estimula al alza la inversión, tal como se indica en la secuencia VIII.2.
GRÁFICA VIII.2
o bien,
en forma más directa, dado el rendimiento R de los activos financieros, su precio es una función inversa de la tasa de interés i. 3 Es decir: (Y.38a)
PAF
= R/i
La relación entre la oferta-demanda de los activos financieros, el precio de los mismos, la tasa de interés y la inversión se aclara en las secuencias VIII.l y VIII. 2. ASÍ, en la primera de ellas se aprecia que una elevación de la oferta de activos financieros OAF provoca una disminución de su precio PAF. Esta alza de la oferta de activos financieros, en la gráfica VIII.2 se ilustra con un desplazamiento hacia la derecha de la ' recta OAFl a OAn Como consecuencia de lo anterior, el precio de los activos financieros cae de PAFl a PAn Esta reducción de precios, dada la estabilidad de los rendimientos R de estos activos de la ecuación (Y. 38a), impulsa al alza la tasa de interés, tal como se aprecia en la secuencia VIII. l. Finalmente, la subida de ésta induce una contracción de la inversión.
3
PAF
PAF3 PAFl PAF2
DAF2
OAF,
SECUENCIA
VID.!
it
Véase el capítulo V, apartado C.
194
195
D AF
I-l-
MODELOS MACROECONÓMICOS
SERGIO SOSA
D. EL MERCADO DE DINERO La oferta de dinero MO es fijada exógenamente autoridades monetarias.
Finalmente, de la expresión anterior es posible derivar esta otra: por las (VIII. 6)
Por su parte, en términos generales la demanda real de dinero es una función de la riqueza existente, de los rendimientos de otros activos que compiten con el dinero como formas alternativas de mantener riqueza, y de las preferencias de los agentes económicos. O sea: (VIII.4 ) donde Y, el ingreso, representa la riqueza existente; rf es la tasa nominal esperada de rendimiento de los valores de renta fija, incluyendo las variaciones esperadas de sus precios; rv denota la tasa nominal esperada de rendimiento de los valores de renta variable, incluyendo las variaciones esperadas de sus precios; pe. corresponde a la tasa de crecimiento esperada de los precios, que refleja la tasa nominal esperada de rendimiento de los activos reales, que representa y u que recoge todas las demás variables, entre las que figuran las preferencia de los . agentes económicos. 4
SECUENCIA VllI.2
It
De acuerdo con M. Friedman (1971), en tanto que la riqueza humana es la "capacidad personal de ganar" de los agentes económicos, la riqueza no humana está conformada por los bienes terrenales poseídos por aquellos. 4
196
M/p =M/p(rj,
rv, pe., w, u) Y
E. LA MECÁNICA DEL MODELO Supóngase primero un incremento del gasto de gobierno G. No obstante, con el propósito de separar la política fiscal de la monetaria, admítase que este incremento del gasto público deja intacta la cantidad de dinero en circulación. Imaginemos, por ejemplo, que el gasto de gobierno se financia mediante la venta al público de bonos gubernamentales. Veamos cuál sería la respuesta del producto global y del nivel de ocupación ante una medida tal. En primer lugar, el incremento del gasto público empujaría al alza la demanda agregada. Como consecuencia de ello, el producto y el empleo globales se irían hacia arriba. No obstante este primer efecto keynesiano, de acuerdo con (VlII.3), el incremento de la oferta de bonos gubernamentales disminuiría su precio. Esto último, según la ecuación (Y.38a), empujaría al alza la tasa de interés. Con ello la inversión caería, como lo muestra la igualdad (V.28). Este proceso es el que se ilustra en la secuencia VIII. l. El producto global y el empleo, finalmente, declinarían. Por tanto, se anula el impacto expansivo del gasto público debido a este efecto desplazamiento -"crowding out"- sobre la inversión. Lo anterior implica que la política fiscal es neutral. 197
SERGIO SOSA
Examinemos ahora los efectos de la política monetaria. Para ello, imaginemos un aumento de la oferta de dinero MO y hagamos abstracción de la política fiscal que pudiera llevar aparejada. Llegados a este punto, parece conveniente preguntarse ¿cómo es posible que, al igual que los neoclásicos de antaño, el monetarismo de la segunda mitad de Siglo XX infiere que un incremento de la masa monetaria se traduce en una aceleración inflacionaria y deja inalteradas las variables reales?5 Veamos esto.
El mecanismo de transmisión Cuando se incrementa la masa monetaria los empresarios experimentan una elevación de la demanda agregada. Esta expansión de la demanda ocurre por dos VÍas. Una de ellas, de acuerdo con las expresiones (VIII. 1) y (VIII.2), se asocia con el incremento del consumo. Éste se acrecienta como consecuencia de la elevación de los activos líquidos provocada por el aumento de la oferta monetaria. La otra vía de expansión de la demanda tiene un carácter indirecto. Siguiendo la ecuación (VIII. 6), el aumento de la oferta monetaria induce en un primer momento una expansión de la masa monetaria en poder del público no bancario. No obstante, puesto que el dinero no produce ningún rendimiento, el público preferirá invertir su dinero en activos financieros. Tal hecho, según la secuencia VIII.2, inducirá una subida de sus cotizaciones. A su vez, de acuerdo con la ecuación (VIII. 4), el aumento de los
, Véase el apartadoD del capítulo
MODELOS MACROECONÓMICOS
precios de los activos fi~an~ieros empujará ~ la ba~~la tasa de interés. El resultado sera el Incremento de la InVerSlOn. Para hacer frente a la onda expansiva provocada por el aumento de la oferta monetaria, los empresarios necesitan , contratar más trabajadores. Para estimular la oferta de éstos, otorgan un incremento salarial, digamos del 2%. Como los trabajadores, por su parte, consideran que la inflación será del 1%, estiman que el incremento salarial del 2% aumentará su salario real. Por lo tanto, se eleva el nivel de empleo y producción. En la gráfica VIII.3 se advierte que, como consecuencia del alza salarial, la tasa de desempleo cae de su nivel natural Un hasta U¡. Lo anterior presiona al alza la tasa de inflación de precios y salarios, los que pasan del nivel correspondiente al número 1 al nivel en que se ubica el número 2. No obstante esto, imaginemos que después de algún tiempo más o menos corto, los trabajadores se dan cuenta de que la tasa de inflación no fue del 1%, sino del 3%. Se percatan entonces de que su salario real no sólo no subió, sino que se contrajo, pues ellos recibieron un aumento del 2% a sus salarios nominales. Exigen, por tanto, un aumento adicional del 1% a sus salarios nominales, con lo que la inflación se eleva otro punto porcentual. Como consecuencia de ello, el salario real regresa a su nivel original y el nivel de empleo se contrae hasta la tasa natural Un, con lo que el producto también retorna a dicho nivel. La tasa de inflación de precios y salarios se eleva del nivel 2 al nivel 3 de la gráfica VIII.3. El resultado final, pues, ha sido que el empleo permanece estable y la tasa de inflación se eleva. Esto último, en la gráfica mencionada, se ilustra mediante el desplazamiento de la curva de Phillips de p¡ a P2.
n. 198
199
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
GRÁFICA VIII.3
p.
pues en el caso de que las expectativas de inflación se no cumplan (p. "j; p e.), la tasa de desempleo efectiva será diferente de aquella natural (u "j; un), ya la inversa. De acuerdo con lo anterior, la política monetaria, además de tener efectos inflacionario s, provoca fluctuaciones de corto plazo en el producto y en el empleo, los que finalmente en el largo plazo no podrán rebasar el nivel correspondiente a la tasa natural de desempleo. En tales condiciones, se aduce que si bien la curva de Phillips tiene forma dentada en el corto plazo, en el largo plazo adopta la apariencia de una recta vertical, como se ilustra en la gráfica VIllA (Cuthbertson, 1986).
5 4 3 2
-------i-I
I I I I
I I I I
I
u¡
GRÁFICA VIllA
Un
u
Wn •
El proceso
descrito
arriba
se repite
una y otra
vez,
desplazándose la curva de Phllips otras tantas, de tal suerte que, de acuerdo con los monetaristas, en las últimas décadas dicha curva tiene una forma dentada, tal y como lo ilustra la línea continua que corresponde a los niveles de inflación marcados con los números 1, 2, 3, 4 Y 5, en el eje de las ordenadas de la gráfica VIII. 3.
u La ecuación (VIII.7) recoge adecuadamente la forma dentada de la curva de Phillips
Curva de P. de corto plazo Curva de P. de largo plazo
(VIII. 7) 200
201
SERGIO SOSA
En el ámbito de las recomendaciones de política económica, se indica que el gobierno no ha incurrir en déficits presupuestales y que las autoridades monetarias deben evitar que la expansión del medio circulante provoque inestabilidad en la esfera real (producto y empleo globales), para lo cual se sugiere mantener constante el ritmo de crecimiento de la oferta de dinero a efecto e de que los agentes económicos estén en condiciones de anticipar correctamente la tasa de inflación futura (Mántey, 1997).
CAPÍTULO IX LA NUEVA MACROECONOMÍA CLÁSICA La nueva macroeconomía clásica se caracteriza por el desarrollo y profundización de dos líneas fundamentales de análisis: una de ellas -que se estudia en el apartado A de este capítuloradica en la construcción de un modelo macroeconómico inspirado en la teoría del equilibrio general. Se trata, en efecto, del intento de creación de una macroeconomía neoclásica que sea la continuación lógica de la microeconomía ortodoxa. Otra línea de análisis -a la cual se destina el apartado Bconsiste en el desarrollo de la hipótesis de las expectativas racionales, la cual da pie a las proposiciones de política económica asociadas a esta escuela de pensamiento.
A. EL MODELO i). Fundamentos
microeconómicos
Iniciamos el estudio de esta corriente teórica con lo que Marx, en El capital, calificó de "robinsonada". Es decir, con el caso de una economía extraordinariamente simplificada en que no hay intercambio de bienes (ausencia de mercado), y por tanto no hay dinero. Una economía (isla) en la que habitan muchos Robinson Crusoe desconectados económicamente entre sí y en la que por tanto tampoco hay mercado de fuerza de trabajo. Cada familia utiliza su propio esfuerzo laboral para producir lo que ella misma consume. 202
203
SERGIO SOSA
MODELOSMACROECONÓNUCOS
En esta primera fase del análisis se hará abstracción del capital y de la inversión.
(IX2)
La función producción Sea y y 1 el producto y el empleo de cada familia, respectivamente. En tales condiciones, la función de producción puede expresarse del modo siguiente: y = y(l);
(IX 1)
por su parte, la función del producto marginal del empleo se recoge en la ecuación (IX2).
Esta función asume la forma que se muestra en la gráfica IX2.
GRÁFICA IX.2
y ,>O Yrngl
Puesto que suponemos rendimientos decrecientes, la función producción se aplana a medida que se incrementa el empleo, como se ilustra en la gráfica IX l.
GRÁFICA IX.!
y
y
1
En el caso simplificado que se estudia, en el que se hace abstracción de la inversión, el producto familiar está compuesto exclusivamente por bienes de consumo. Es decir: (IX 3)
204
y = c ;= c(l); 205
c' >O
SERGIO SOSA
Lo anterior implica que un aumento del empleo 1 provoca un incremento del producto y y del consumo c, y a la inversa,' como se muestra en la secuencia IX l.
SECUENCIA IX.!
MODELOS MACROECONÓMlCOS
S. a: e == c(E) El resultado se aprecia en la gráfica IX3, donde a través de este proceso de optimización se hallaron los punto de equilibrio del empleo 1* y del consumo c* a nivel de ~~a unidad familiar cualquiera. Como se puede ver, dada la funclOn producción y¡ (o en su caso Y2), los agentes maximizan su utilidad en la curva U2 (o bien U3).
La función de utilidad Sea la función de utilidad:
GRÁFICA IX.3
U= U(c, n)
o bien, utilizando
el empleo en vez del ocio:
U= U(c, E)
e Y2 YI
Los agentes optan por niveles de empleo 1 y consumo c que sean congruentes con la maximización de su utilidad. En la gráfica IX 3 se muestra un mapa de curvas de indiferencia U entre consumo c y trabajo l. Como es bien sabido, cada curva proporciona el mismo nivel de utilidad. Si quisiéramos obtener la maximización de la utilidad por parte de un agente, tendríamos que especificar la restricción presupuestal, que en nuestro caso está dada por la función de producción y. Es decir:
l¡*
1*
Max. U= U(c, E) 206
207
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
Efectos riqueza y sustitución
futuro (número 2). En tales condiciones, la función de utilidad de ambos períodos será la siguiente:
Una vez determinados los niveles de equilibrio del empleo, del consumo y del producto de cada familia, haremos un breve paréntesis para recordar los efectos riqueza y sustitución (Hicks, 1939).
GRÁFICA IX.4
El efecto riqueza o efecto ingreso se ilustra en la gráfica IX3. En este caso, dicho efecto es atribuible a un cambio tecnológico que desplaza la función de producción hacia arriba de Yl a Y2. Como consecuencia de esto, el empleo se desplaza de 1* a I1* Y el consumo lo hace de c* a CI *. Como se puede apreciar, este efecto permite consumir más y trabajar menos. El efecto sustitución involucra un cambio en la pendiente de la recta de presupuesto, lo que implica el encarecimiento relativo de un bien y el abaratamiento, también relativo, del otro. Esto se aprecia en la gráfica IX 4 en el hecho de que la recta de presupuesto gira hacia arriba sobre su propio eje. Como se observa en dicha gráfica, la consecuencia es una disminución del ocio, que se reduce de .0* a .01* Y un aumento del consumo, que se eleva de c* a CI* (se sustituye el primero por el segundo). En términos de la gráfica anterior (IX3) esto equivale a decir que se trabaja más y se consume más.
Las curvas de indiferencia intertemporales
n
o
bien, continuando con el consumo
y el empleo:
En esta fase del análisis es necesario levantar los supuestos de ausencia de los mercados de bienes y dinero. Con fines de simplificación consideremos únicamente dos períodos: el presente (al que asignaremos el número 1) y el 208
Pero como la utilidad del futuro U2 se tiene que traer a valor presente, entonces la expresión correcta será la siguiente: 209
SERGIO SOSA
MODELOSMACROECONÓNUCOS
Donde " es la tasa de descuento que mide la preferencia de la utilidad en el tiempo.
o bien, la expresión puede ser aún más explícita, como se muestra a continuación:
En adición a ello, se presenta la recta de presupuesto, que se extiende de x, que denota una cantidad dada de dinero en el presente 1, hasta x(x + i) en el futuro 2, donde adquiere una dimensión determinada por la tasa de interés. , En la gráfica mencionada se aprecia el punto de equilibrio donde se maximiza la utilidad intertemporal, el cual tiene las coordenadas (c¡*, C2*).
Abstracción hecha del empleo 1, la gráfica IX.5 presenta un mapa de curvas de indiferencia intertemporales. Como se sabe, sobre cada una de ellas al consumidor le es indiferente cualesquiera combinación de consumo presente c¡ y futuro C2.
Por su parte, la gráfica IX. 6 muestra cómo la recta de presupuesto gira hacia arriba sobre su mismo eje como consecuencia de un:-televación en la tasa de interés de i a i'. Ante esto, el punto de equilibrio pasa de (c¡*, C2*) a (c¡'*, C2'*).
GRÁFICA IX. 5
GRÁFICA IX.6
x(1 +i)
x CI
c¡'* c¡*
x CI
210
211
SERGIO SOSA
En la gráfica IX 6 se advierte que, como consecuencia de la elevación de la tasa de interés en el futuro h, se experimenta un efecto sustitución del consumo presente c 1 por el futuro C2. La elevación de la tasa futura de interés estimula a los consumidores a incrementar su ahorro a efecto de beneficiarse con aquélla, lo que reduce el consumo presente CI. En adición a lo anterior, dicho aumento de la tasa de interés disminuye el valor actual del producto generado en el futuro, lo que estimula al alza el trabajo presente II y la producción actual YI, a costa del trabajo y de la producción futuros (/2 y Y2, respectivamente) . Lo anterior plantea el encadenamiento que se presenta en la secuencia IX2.
SECUENCIA IX.2 CI J..
De acuerdo con lo anterior, el consumo familiar del presente depende de una manera inversa de la tasa de interés del futuro, en tanto que el empleo actual es una función directa de aquélla, y el producto del presente se asocia en forma directa al empleo actual. Eliminando, con fines de simplificación, los subíndices relativos a los períodos 1 y 2, se tiene la siguiente formalización: (Ix. 4)
c = c(i); 212
MODELOSMACROECONÓNrrCOS
(IX 5) l
(IX6)
y
1 = l(i);
1' > O
= y(1);
y ,>O
ii). El ámbito macroeconómico En esta fase del análisis procederemos a agregar las variables econ,ómicas. A. p~rtir de aquí utilizaremos las siglas mayusculas para mdlcar que se trata de categorías globales. Por lo que se rdiere al mercado de bienes, el consumo agregado depende de una manera inversa de las variaciones en la tasa de interés, al igual que ocurre en el nivel microeconómico según la expresión (IX4). De una manera análoga, el producto agregado varía en forma directa con aquella tasa, como se desprende de las ecuaciones (IX 5) Y (IX 6). Formalmente, las expresiones serían las siguientes: (IX 7)
C
(IX 8)
y = Y(i);
= C(i);
C ' O
Por lo que se refiere al mercado de dinero, la oferta monetaria por su parte, depende mversamente de la tasa de interés y de una manera directa del ingreso y de los precios. En consecuencia, la demanda real de dinero Md / p es una función de la tasa de interés y del ingreso, como lo muestra la ecuación (IX9).
MO es e~ógena. La demanda de dinero Md,
c' < O
213
SERGIO SOSA
MODELOS MACROECONÓMICOS
Para fines operativos se presenta la gráfica IX 7. En ella, el producto Y es una función creciente de la tasa de interés i y el consumo es una función decreciente de aquélla, como se especificó en las igualdades (IX 7) y (IX8). En estas condiciones, la flexibilidad de la tasa de interés conduce al equilibrio en el mercado de bienes.
e
GRÁFICA IX.7
mercado de dinero (que necesariamente se da por la ley de Walras), hace posible la determinación del nivel de precios.l Finalmente, levantaremos el supuesto de ausencia de inversión. Ésta depende positivamente de la tasa marginal de ganancia gmg, la que es equivalente al producto marginal del capital YmgK.2 Pero la inversión también depende de la tasa de interés, de tal suerte que aquélla crecerá en tanto que el ingreso marginal del capital sea superior a la tasa de interés, YmgK > i, estabilizándose en el nivel en el cual estas dos últimas se igualan. O sea:
(IX 1O) y i*
C Y*, C*
Y,C
Una vez determinadas la tasa de interés de equilibrio i*, la producción global de equilibrio y* (las cuales se aprecian en la gráfica IX 7) Y la oferta monetaria por parte de las autoridades económicas, la igualdad entre la oferta y la demanda en el 214
1 = l(gmg, i) = I(YmgK, i)
= I(MI
=
(1' 1 > O, l' 2 < O)
11K,i);
Bajo condiciones de rendimientos decrecientes, el ingreso marginal del capital YmgK asume la forma que se muestra en la gráfica IX 8, pues a medida que aumenta la producción de bienes de capital se incrementan los costos de producción y disminuye aquél. Dada la estabilidad de la curva del producto marginal del capital YmgK en el corto plazo, la ecuación (V.28), según la cual 1 = l(i), simplifica adecuadamente los determinantes de la inversión.
1 Dicho de otra manera, sobre la base del necesario equilibrio en el mercado de dinero -que iguala la oferta y la demanda de dinero, o seaMO = (Md/p) (Y, i)-, una vez determinados los valores de equilibrio de la tasa de interés i· Y del ingreso Y·, el Estado, a través de la oferta monetaria MO, fija el nivel de precios. 2 Si bien hecha con fmes de simplificación, esta pretendida equivalencia no deja de ser una suposición grotesca. En realidad, la ausencia de ganancias en la teoría neoclásica es una de sus características relevantes.
215
SERGIO SOSA MODELOS MACROECONÓMICOS
GRÁFICA IX.8
La operación del modelo macroeconómico es la análoga a la que se examinó en la gráfica IX 7, con la advertencia de que el consumo debe reemplazarse por la demanda agregada yd (Barro, 1988).
B. POLÍTICA ECONÓMICA Por lo que se refiere a la política fiscal, al igual que en el caso del monetarismo se argumenta que el gasto público es neutral debido al efecto desplazamiento. Más adelante, en el inciso ii) de este apartado, se estudia la política monetaria.
i). La hipótesis de las expectativas racionales
1* I
Con el propósito de completar el modelo, conviene introducir como una variable exógena el gasto de gobierno G. Con lo anterior, el sistema fundamental de ecuaciones queda del modo siguiente: (Y. 2)
yd=C+l+
(IX 7)
C = C(i);
(Y.28)
1 = l(i);
(IX 11)
G C'
yo = Y0(i);
yo, >0
Keynes (1936) fue quien por vez primera destacó la importancia de las decisiones intertemporales para la macroeconomía. Como se indicó en el capítulo IV, para él la inversión y la preferencia por la liquidez dependían parcialmente de las expectativas sobre el futuro. No obstante, los racionales (HER) expectativas como variables actuales) cual ellas se forman
teóricos de la hipótesis de expectativas opinan que Keynes consideró las variables exógenas (independientes de las y que no estudio el proceso a través del (Begg, 1989).
Los teóricos de la nueva macroeconomía clásica sostienen que las expectativas pueden ser estacionarias, adaptativas y racionales. En el caso de las expectativas estacionarias, los agentes consideran que las variables económicas tienen un valor
216 217
SERGIO SOSA
MODELOSMACROECONÓNITCOS
"normal". Las diferencias de ese valor con el valor real se interpretan como desviaciones momentáneas. Veamos un . 1o. 3 eJemp Imagínese que se considera que el valor normal de la variable es de 2 (véase el cuadro IX. I). Esa es la expectativa y se confirma en los período 1, n y nI. No obstante, para el período IV la situación cambia y el valor observado de la variable es 4. Pese a ello, los agentes consideran que ese valor es una desviación temporal y esperan que el valor de la variable sea de 2 para los períodos V y VI Y subsiguientes.
CUADRO VALOR DE LA VARlABE Observado Es erado
IX.!
CUADRO IX.2
PERÍODOS I 2 2
n 2 2
In 2 2
IV 4 2
V 4 2
VI 4 2
Las expectativas adaptativas, por su parte, se modifican con base en la experiencia. Imagínese que el valor esperado de la variable para el período nI es de 2. Si bien no se considera "normal" este valor, es el que indica la "historia precedente". No obstante, como se aprecia en el cuadro IX.2, en el período IV ocurre que el valor observado sube a 4. Los agentes se dan cuenta que se equivocaron y piensan que deben registrar ese hecho y modificar sus expectativas con base en el mismo. En Estos ejemplos, si bien con algunas modificaciones menores, se tomaron de De Pablo, Leone y Martínez (1991). 3
tales condiciones, pueden formar su expectativa de varias maneras: Supongamos, sólo a título de ejemplo, que ahora piensan que el valor esperado es un promedio simple de los valores observados en los últimos dos períodos, o sea 2 y 4. En ese caso, la expectativa para el período V será de 3. Pero si en ese período el valor de la variable observada fuera de 4, su expectativa volvería a modificarse. Si se continúa con el ejemplo que se viene aplicando, el valor de la variable esperada sería de 4, que es el promedio simple de los dos periodos antenores.
VALOR DE LA VARIABLE Observado Es erado
PERÍODOS I
n
In
IV
V
VI
2 2
2 2
2 2
4 2
4 3
4 4
En el caso de las expectativas racionales se considera que el valor esperado de la variable es el resultado de un modelo económico. Un ejemplo sencillo podría aclarar este punto. Considérese el modelo keynesiano. Como se recordará, en este último el consumo es una función del ingreso. Es decir: (Iv. 1)
C= e Y
Los agentes económicos saben que e es una constante en el corto plazo. Así, si ellos se enteran que el ingreso Y subirá,
218 219
SERGIO SOSA
podrán predecir con toda certeza que el consumo C se ;ncrementara en una proporción de aquél. Siguiendo con el modelo keynesiano de la demanda agregada:
MODELOSMACROECONÓNITCOS
Otra posibilidad de error de predicción tiene su origen en la existencia de variables estocásticas o aleatorias. Como se sabe, el modelo eco nométrico del consumo citado anteriormente se completa del modo siguiente:
Y=C+I+G si se anuncia que va a subir el gasto público G , entonces con base en dicho modelo los agentes podrían predecir el monto en el cual se incrementará el ingreso Y. A su vez, con este último dato estarán en condiciones de predecir con exactitud la cantidad en la cual se elevará el consumo. En tales condiciones los agentes no se equivocan en sus pronósticos. Su previsión necesariamente será acertada. Se predice con exactitud el futuro. No obstante, como se verá a continuación, su previsión podría no ser perfecta. Uno de los factores que impiden el que la previsión sea perfecta es la insuficiencia o falta de veracidad de la información. Así, por ejemplo, si los agentes saben que el gasto público se elevará, pero ignoran que los impuestos también se incrementarán, formularán una predicción errónea sobre el consumo.
y es que, en realidad, la expectativa e que se tiene en el período t, referida al valor de la variable X en el período t + k (formalmente IX'I + k), se define como la esperanza matemática en ese período t (El), de que la variable X en el período t + k (XI + k) tenga el valor previsto, dada la información existente en el presente (ZI)' Es decir:
C = cY + JL donde Jl es una variable estocástica que representa todas aquellas fuerzas que afectan el consumo pero que no se toman en cuenta de manera explícita en la ecuación. En consecuencia, la diferencia entre el valor esperado y el observado -el error de predicción- puede ser el resultado de la influencia de dichas variables.
ii). La política monetaria Retornaremos ahora el ejemplo que se empleó en el capítulo VIII, apartado E, en donde se estudió la curva de Phillips. Como se recordará, ante un incremento de la masa monetaria los empresarios, a efecto de atraer más fuerza de trabajo, ofrecían un incremento salarial del 2%. Puesto que los trabajadores esperaban una inflación del 1%, pensaban que dicho aumento significaba una mejoría de sus salarios reales, lo que inducía una elevación de la oferta de empleo. No obstante, después de un tiempo más o menos corto los trabajadores observaban que la inflación era del 3%, lo que provocaba una caída de los salarios reales. En respuesta a ello, los trabajadores exigían un aumento salarial del 1% Y la oferta de trabajo regresaba al nivel de la tasa natural de desempleo. El anterior proceso daba a la curva de Phillips una forma dentada en el corto plazo, como se ilustró en la gráfica VIllA.
220
221
MODELOS MACROECONÓMICOS
SERGIO SOSA
Pues bien: la HER permite afirmar que los trabajadores no serán movidos a engaño con el ofrecimiento de un incremento salarial de 2%, pues ellos están en condiciones de predecir con toda certeza que el aumento de precios será del 3%. Así, el ofrecimiento del 2% en sus salarios nominales no aumenta el empleo ni el producto. En realidad, los trabajadores exigirán un aumento del 3% como condición para mantener la misma oferta de trabajo (es decir, al nivel de la tasa natural de desempleo). En tales condiciones, la curva de Phillips se toma completamente vertical, como se ilustra en la gráfica IX. 9, incluso en el corto plazo.
Sin embargo, deja de ser neutral cuando los agentes económicos no están informados de algún evento, cuando los toma por sorpresa y por tanto no pueden hacer previsiones acertadas. De acuerdo con lo anterior, en los casos en que las políticas monetarias se aplican en forma sorpresiva, sí inciden sobre las variables reales.4 Pcro al contrario de esta parte errática, la parte sistemática de la política económica es neutral. No obstante que las medidas de política monetaria aplicadas en forma sorpresiva pueden abatir temporalmente la tasa de desempleo, se aduce que ellas no son recomendables, pues con el tiempo provocan que las variaciones de los precios dejen de ser señales adecuadas de asignación de recursos. Es decir, el engaño descubierto una y otra vez termina por erosionar el sistema de asignación de recursos y la eficiencia del capitalismo.
GRÁFICA IX.9
Wn
Así, al igual que la política fiscal, la política monetaria también es neutral. No incide sobre las variables reales y sólo provoca inflación.
.
p
En realidad, para los teóricos de esta corriente de pensamiento la política en tomo a la oferta monetaria debe estar sujetar a una regla fija de incremento que no mueva a engaño a los agentes económicos.
un
u
4
222
Pese a ello, aún en este caso subsiste el que la curva de Phillips es vertical en el largo plazo.
223
CAPÍTULO X LA MACROECONOMÍA DE LAS ECONOMÍAS PERIFÉRICAS Antes que nada, es necesario precisar de este capítulo lo constituyen industrializadas de América Latina, aquellas de mayor desarrollo relativo Argentina.
que el objeto de estudio las economías semientre las que destacan como Brasil, México y
Por otra parte, es necesario advertir que el análisis de corto plazo, que tiene como eje central los determinantes del nivel de empleo, resulta poco relevante en el caso de las economías periféricas. En éstas el equipo de capital existente es insuficiente para absorber la totalidad de la fuerza de trabajo, aun en el caso de que la economía trabajase a plena capacidad. En tales condiciones, en estas economías se requiere de un largo proceso de formación de capital, no ya para alcanzar la meta del pleno empleo, sino apenas para reducir la tasa de desempleo a niveles menos críticos. El problema, sin embargo, es que las economías periféricas evidencian una ostensible dificultad para autosostener en el tiempo un ritmo de acumulación susceptible de abatir aquélla tasa (Kalecki, 1983). Entre los obstáculos que impiden el logro y mantenimiento de una tasa razonable de crecimiento global destaca el desequilibrio externo. En realidad, estas economías no sólo se caracterizan por un permanente desequilibrio en el mercado de trabajo, sino también por un recurrente desequilibrio en las cuentas externas. 225
SERGIO SOSA
Por lo anterior, la macroeconomía relevante para estas. economías es aquella que pone énfasis en los aspectos del crecimiento económico y en el estudio de los problemas relacionados con el sector externo. El funcionamiento de la economía cerrada en el corto plazo, si bien importante desde el punto de vista teórico, tiene una relevancia menor a la luz del desempleo y el desequilibrio externo crónicos. En concordancia con lo anterior, este capítulo se divide en dos apartados. En el apartado A se estudian los problemas relacionados con la evolución de largo plazo. Por su parte, el apartado B, si bien no se aleja del todo de los problemas del crecimiento, también aborda el análisis macroeconómico de corto plazo, es decir, el problema del equilibrio en los mercados agregados. Con el propósito de que este capítulo tenga alguna pertinencia en relación con estas economías, en los dos apartados se realiza un análisis muy cercano a la realidad. Así, el apartado A versa sobre el modelo de sustitución de importaciones que hizo posible la expansión en la inmediata posguerra. A su vez, el apartado B se refiere a la estrategia neocIásica de crecimiento que se ha aplicado en América Latina en reemplazo de aquella sustitutiva.
A. EL PAPEL DE LA SUSTITUCIÓN DE IMPORTACIONES EN EL CRECIMIENTO ECONÓMICO En este apartado se estudian las bases teóricas de la sustitución de importaciones. En el inciso i) el análisis se desenvuelve en el ámbito de la microeconomía. Los aspectos macroeconómicos se examinan en el inciso ii).
MODELOSMACROECONÓNUCOS
i). Justificación de la sustitución de importaciones desde una perspectiva microeconómica En la etapa de despegue, los costos de producción unitarios de las industrias nacientes sustitutivas de importaciones suelen ser superiores a los de las empresas maduras internacionalmente competitivas. Este diferencial se explica, entre otras cosas, por el costo de aprendizaje de las industrias nacientes, el cual debería reducirse con el transcurso del tiempo. Como consecuencia de tal disminución, al mayor costo de las etapas tempranas de desarrollo debería corresponder, como contrapartida, una situación inversa en la fase de madurez de la industria. La existencia, en las etapas avanzadas de desarrollo de la industria, de un costo unitario menor al internacionalmente competitivo, que sea compensatorio del costo inicial de aprendizaje, es la condición económica que justifica la sustitución de importaciones. En la gráfica X.l el eje de las ordenadas mide los costos por unidad de producción y el de las abscisas el tiempo. La línea continua muestra el curso que deberían seguir los costos unitarios de los bienes de las industrias nacientes, y la línea punteada la trayectoria descrita por aquellos de las empresas competitivas a nivel internacional. El momento que separa la infancia de la madurez de la industria naciente está marcado con la letra H que aparece en el eje de las abscisas. El área entre las rectas que se encuentra a la izquierda de este punto representa, entre otras cosas, el costo de aprendizaje, y el área de la derecha el beneficio resultante de la creación de la industria naciente. La pendiente de las rectas representa la tasa de disminución de los costos de producción unitarios con respecto al tiempo. Por tanto , abstracción hecha de los costos fijos, bajo los supuestos
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SEROJa
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MODELOS MACROECONÓMICOS
de no variación en los salarios individuales y en los precios de los insumos intermedios, la caída de los costos unitarios refleja necesariamente el incremento de la productividad. 1 En consecuencia, mientras más inclinadas hacia la derecha sean las curvas, mayor será el aumento de la productividad que ellas reflejan.
Dentro del contexto anterior, la justificación microeconómica de la creación de una industria sustitutiva de importaciones debe satisfacer dos condiciones. La primera de ellas necesaria, pero no suficiente- es que la tasa de crecimiento de la productividad del trabajo sea más alta en la industria naciente que en las empresas maduras (en términos de la gráfica Xl, la inclinación de la línea continua debe ser mayor que la de la línea punteada). La otra condición consiste en la existencia de una relación beneficio/costo positiva. Es decir, que el valor presente del flujo de beneficios (área a la derecha del punto H) sea mayor que el valor actual del flujo de costos (área a la izquierda del punto H) (Bell, Ross-Larson y Westphal, 1984).
GRÁFICA X.l
cu
H t
1 Sean los costos primos (directos) unitarios cud = w' + si, donde w' representa los costos salario por unidad producida y si los insumos intermedios unitarios. O sea cud = Wlq + SIlq, en que W denota el total de salarios, SI el total de insumos intermedios y q la cantidad producida. De esta última formulación se desprende que cud = (Wlhh)/(qlhh) + (SIlhh)/(qlhh), donde hh es el total de horas hombre trabajadas. Simplificando esta última expresión, se obtiene esta otra: cud =
whhl7t + 7t'/7t ,en que whh es el salario por hora hombre, 7t el producto generado por hora hombre y 7t'los insumos procesados por hora hombre. Por lo tanto, en el caso de no variación en los salarios individuales y en el precio de los insumos intermedios, la reducción de los costos unitarios estará determinada exclusivamente por el incremento de la productividad del trabajo 11.
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De acuerdo con la gráfica Xl, parecería que las situaciones que quedan comprendidas sobre la línea continua a la izquierda del punto H son ineficientes, en tanto que lo contrario ocurriría en el caso de aquellas que caen a la derecha del punto mencionado. No obstante lo anterior, ello ocurre porque hasta este momento se ha hecho caso omiso de las distorsiones internas que caracterizan a las economías periféricas y que explican los diferenciales existentes entre los precios de mercado vigentes y aquellos que deberían registrarse bajo condiciones competitivas (precios sociales o sombra). Con el propósito de orientar el análisis en la dirección mencionada, conviene reinterpretar la gráfica X 1 teniendo en consideración que la sustitución de importaciones consiste en el reemplazo de valor agregado de origen externo por valor agregado de origen interno. En tales ~ondiciones, ambas rectas podrían ilustrar el valor unitario agregado, si bien cuantificado 2 de manera distinta. La línea continua podría representar el 2
Como se indicó en el capítulo 1, el valor agregado puede definirse del modo siguiente:
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MODELOSMACROECONÓNITCOS
costo unitario de los factores internos de la producción (trabajo y capital) en moneda nacional. Es decir (P + W)/q, donde P y W son las ganancias y los salarios totales, respectivamente, y q la cantidad producida. Por su parte, la línea punteada representaría la diferencia existente entre el precio del producto final y el costo de los insumos intermedios, ambos valorados (en divisas) de acuerdo con las cotizaciones prevalecientes en el mercado mundial. O sea (pcF - pCSI) E, donde p F representa el precIO competItIvo del bien final, pC SI el precio competitivo de los insumos intermedios necesarios para su producción y E el tipo de cambio (también valuado a su precio social). C
'
••
En tales condiciones, para situaciones de eficiencia de la industria sustitutiva, el valor de la relación (X 1) debería ser de entre O y 1; Y para casos de ineficiencia sería mayor a la unidad. Entre los efectos que sobre las economías periféricas tienen las distorsiones internas -economías de escala y rigideces en los precios de los factores de la producción, v. g.- figuran las "elevadas" remuneraciones al trabajo y al capital, las cuales se ubican por encima de su nivel competitivo, así como la magnitud relativamente reducida del tipo de cambio en comparación con el precio sombra de la divisa. En estas economías, los precios del trabajo y del capital, así como el tipo de cambio, no reflejan adecuadamente la verdadera (1.13)
VA =P+ W
(l.20a)
VA =PF-SIM
escasez de los factores productivos y del poder de compra internacional, respectivamente. El efecto de las distorsiones internas, las cuales comprenden, entre otras, aquellas provocadas por el intervencionismo estatal, o por las externalidades, consiste en la elevación de los costos de producción de las economías periféricas, por lo que en términos de la gráfica X 1 ellas empujarían hacia arriba la línea continua, ampliando el área de ineficiencia (Bell, RossLarson y Westphal, 1984; Schydlowsky, 1990; y López). Algunos estudios empíricos en los cuales se han comparado los precios sociales versus los precios de mercado para diversas industrias de México y América Latina, muestran que la corrección de las distorsiones internas eleva notablemente su nivel de eficiencia (Huerta, 1994; Schydlowsky, 1990; véase también Levi, Parot y Rodríguez, 1986). Siguiendo la gráfica X 1 tal corrección provocaría un desplazamiento hacia abajo de l~ línea continua y un movimiento hacia arriba de la línea punteada. La anterior constatación evidencia que la protección a la industria en las economías periféricas se justifica por las fallas del mercado. Éstas, al impedir la igualación de los precios de mercado con los precios sociales o sombra, disminuyen el nivel de eficiencia revelada y, consecuentemente, erosionan la competitividad externa. Por tal motivo, de no ser por la presencia de una política de protección, las economías periféricas no hubiesen estado en condiciones de crear nuevas capacidades productivas, o bien de ampliar las existentes en el sector industrial. En una línea similar de análisis, ahora es posible evaluar la pertinencia de aplicar una política sustitutiva en el caso de que
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la economía atraviese por una crisis de divisas. Bajo condiciones competitivas, una situación como la descrita, caracterizada por un altísimo nivel de desempleo de los factores de la producción y por una severa escasez de divisas, conduciría a una disminución de las ganancias y de los salarios (P + W), y a una elevación del tipo de cambio E (véase la relación X. 1) tales, que cualquier punto de la línea continua se tornaría eficiente, siempre y cuando se cumpliera la condición de que el precio internacional del producto final pC F fuese mayor que el precio de sus insumos pC s/ (López). La presencia de distorsiones internas impide que en una crisis de divisas la sustitución de importaciones (o bien la promoción de exportaciones, ya que de cualquier forma lo que está en juego es la eficiencia de la industria) asuma un carácter espontáneo. Pero en tales condiciones, la búsqueda del second-best justifica el intervencionismo estatal -ya sea vía devaluación o subsidios, entre otros instrumentos- a efecto de elevar el nivel de competitividad de la industria local.
El sector externo puede ejercer una influencia dinámica o depresora sobre el crecimiento económico. En las economías capitalistas y, a fortiori, en aquellas periféricas, sus efectos sobre el ritmo de expansión del producto global actúan tanto por el lado de la demanda como por el de la oferta. Bajo la primera perspectiva es susceptible de adicionar o succionar El caso analizado corresponde a una situación límite en la tiende a cero (debido a la disminución de las ganancias y infinito (en respuesta a la elevación del tipo de cambio), término (pcF -p' SI) del denominador sea positivo, para que O y l.
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En las economías periféricas, la sustitución de importaciones aprovecha las potencialidades propulsoras del sector externo para acelerar el crecimiento vía factores de oferta y demanda.
Demanda efectiva y crecimiento económico Comenzaremos por examinar el tópico desde un ángulo de demanda en una economía periférica de laissez-faire. Tomaremos como punto de partida la conocida relación (1.21) que evoca los determinantes keynesianos del nivel de actividad económica. (1.21)
Y=I+C+X-M
Una sencilla manipulación algebraica permite transformar la ecuación anterior en esta otra:
ii). Aspectos macroeconómicos
3
demanda efectiva. Desde una óptica de oferta posibilita el acceso a los medios de producción, en los cuales se sustenta el proceso de acumulación, y a los insumos intermedios que requiere la expansión.
cual el numerador de la relación XI de los salarios) y el denominador al de tal suerte que basta con que el el cociente de la razón se halle entre
(X. 2)
Y=(I+C+X)(I-m)
donde m representa el coeficiente de importaciones a producto . b ruto. 4 mterno • La expresión mencionada se obtuvo de la forma siguiente: al sectorizar las importaciones, de la expresión (1.21) resulta que Y=f -MI
+C-Mc+X-Mx
donde MI, M e y M x representan las importaciones de bienes de inversión, de consumo y de bienes que se exportan, respectivamente, incluidos los insumos intermedios de origen externo que requiere la fabricación nacional de estas tres clases de bienes. De la anterior expresión se deriva esta otra:
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La igualdad (X2) refleja la relación inversa que -ceteris paribus- vía demanda se establece entre el coeficiente m de importaciones y el producto interno bruto. Dicho en otros términos, dados X, 1 Y e, la disminución del coeficiente de importaciones involucra una elevación de la demanda agregada debido a la relativa reducción de las compras al exterior. Supuesta la existencia de capacidades productivas no utilizadas, esto generará un aumento del producto ofertado. Con el propósito de profundizar en el análisis de las implicaciones relacionadas con la caída del coeficiente m de importaciones, conviene observar que la misma conlleva la necesaria disminución de la proporción de las importaciones con respecto a la oferta total (X 3)
m'
= M/(M + Y)
pues ambos indicadores se hallan en relación directa (X 4)
m'
= m/(m + 1)
De acuerdo con la expresión (X3), la ausencia de producción interna de un bien i procedente de una cierta industria específica implica que m'i = 100%, pues Mi > OY Yi = O. Con base en lo anterior, se infiere que la reducción del coeficiente de importaciones a oferta total m' de ese bien i por abajo del 100%, involucra la creación de una nueva industria
y=! -mJl
+
c- mcC
+X - mxX
donde mI =M¡/!,mc=McICymx=MxlX.
MODELOS MACROECONÓMICOS
en la economía. Como puede apreciarse con este variaciones a la baja en el cociente m demanda en que se inspira la ecuación cambios en el aparato productivo que desde una óptica de oferta.
sencillo ejemplo, las rebasan el enfoque de (X2), pues involucran deben ser examinados
El crecimiento bajo una perspectiva de oferta Nuestro análisis se inicia con la siguiente derivación de la ecuación (1.21): (V. 14) en que Ai y A e representan el ahorro interno y el saldo neto del comercio exterior. El hecho de que A e = M - X sea positivo tal como fue el caso de la mayoría de las economías latinoamericanas en el período de expansión de la posguerraevidencia la captación de ahorro externo. Por otra parte, la relación (X 5) muestra los determinantes del crecimiento del PIB en una economía limitada por la oferta (Kalecki, 1976):
(X5)
ó y = k 1 + v Y - a* Y
donde k es la relación producto-capital marginal, v un parámetro de mejoras en el aprovechamiento del aparato productivo y a* un parámetro de "depreciación" por desecho 5 de instalaciones y equipo productivo.
Finalmente, el supuesto de igualdad entre los coeficientes de importaciones sectoriales mI = m e = m x = m, permite llegar a la ecuación (X.2).
s En realidad, el producto k ! es el efecto productivo de la inversión, pues k = /1YI/'K e ! = /'K. 234
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MODELOS MACROECONÓMICOS
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Sustituyendo en esta última ecuación la inversión por la suma de A i YA e de la expresión (V.14) se obtiene la relación (X6): (X6)
~ y = k (A i + A e) + V y - a* Y
De acuerdo con esta última formulación, la elevación del excedente de importaciones Ae permite que la economía incremente su producto por encima de lo que sería posible con la sola dilatación de su ahorro interno. Retomando la reflexión en torno a la disminución del coeficiente m de importaciones, puesto que ésta se asocia con la expansión del aparato productivo, resulta evidente que la caída de este coeficiente es una función de la inversión. Si se considera que el patrón de industrialización de las economías latinoamericanas se inició en el sector de bienes de consumo para posteriormente desplazarse hacia la producción de bienes de inversión, se infiere que la caída de m se realizó sobre la base de las importaciones de equipo de capital. Dado el exiguo volumen y lento ritmo de expansión de las exportaciones, la inversión en capital fijo hizo necesaria la captación de ahorro externo, el que de acuerdo con (X 6) asumió un rol propulsor sobre el crecimiento económico global. Al igual que el ahorro externo formado por bienes de capital, el que se materializa en insumos intermedios también hace posible que el producto global se expanda más de lo que podría hacerlo sin recurrir al déficit comercial. No obstante, la manera en que induce el crecimiento es diferente, pues mientras los bienes de capital provenientes del exterior amplían la capacidad productiva instalada, los insumos intermedios importados permiten que una economía poco 236
integrada produzca una amplia gama de bienes finales a pesar de la insuficiencia del acervo de capital en las etapas anteriores de la cadena productiva. Si se define msy como la proporción de los insumos intermedios importados SIM en el valor agregado Y, se desprende entonces que (X 7)
Y = SIM Imsy
La anterior expresión permite generalizar la manera en que las compras externas de bienes intermedios inciden sobre el ingreso global. De acuerdo con ella, para un coeficiente msy dado, el crecimiento del ingreso Y depende de la elevación de los insumos intermedios importados SIM. Si bien la anterior interpretación del crecimiento del ingreso 6 comandado por factores de oferta parece plausible, es claro que resulta endeble al tratar de explicar el proceso de expansión de las economías de mercado de América Latina. En estas economías la evolución del producto depende tanto de la formación de capital como de la existencia de un nivel de demanda efectiva que asegure su aprovechamiento.
El crecimiento económico a través de la sustitución importaciones
de
El esquema sustitutivo de importaciones combina los factores de demanda y oferta que se han examinado. Bajo este enfoque mixto las filtraciones de demanda hacia el exterior de la econdmía que ocurren como consecuencia de la falta de 6 Una aplicación del anterior marco teórico para analizar el crecimiento de la economía cubana fue realizada por Sosa (1990).
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capacidades productivas internas deben interpretarse como captación de ahorro externo, el cual se traduce en equipo de capital adicional e insumos intermedios que posibilitan la ampliación del ingreso; tal posibilidad se concreta cuando se rescata la demanda que se fugaba al exterior, asegurando de este modo un nivel de aprovechamiento adecuado a la capacidad productiva ampliada. Paralelamente, esta recu-peración de la demanda que se filtraba al exterior provoca un ahorro de divisas que tiende a contrarrestar el desequilibrio externo. De esta manera, el crecimiento del producto agregado se concibe como una función del ahorro externo Ae que aparece en la ecuación (X 6) Y de la subsecuente recuperación de la demanda que se fugaba al exterior, la cual se expresa en la caída del coeficiente m de importaciones de la igualdad (X2). En realidad, el ahorro de divisas generado por el modelo de sustitución de importaciones es relativo. Lo cierto es que, en términos absolutos, el crecimiento económico impulsado por este modelo consume divisas, pero no las genera. Es por tal motivo que dicha estrategia puede considerarse "incompleta". La aportación de divisas en que se sustenta la sustitución de importaciones tiene un carácter exógeno. En el caso de México, durante muchos años el sector agrario aportó las divisas que requería el crecimiento económico. Posteriormente, una vez que este sector agotó sus posibilidades de financiar el desarrollo, tocó al sector de hidrocarburos ocupar su lugar, si bien por un tiempo limitado.
El proteccionismo y el crecimiento económico Hasta aquí se ha reflexionado acerca de los factores que determinan el crecimiento de una economía periférica vía 238
MODELOS MACROECONÓMICOS
sustitución de importaciones. Dentro de este contexto general, se ha destacado la importancia que sobre el crecimiento ejerce la disminución del coeficiente de importaciones. Sin embargo, aún no han sido examinadas las causas que lo impulsan a la baja. En principio, es posible que dicha disminución sea estimulada por la incidencia de factores exógenos o no planeados, como fue el caso de la Segunda Guerra Mundial. Pero aparte de este tipo de factores, tanto su eventual no variación en el tiempo como su posible tendencia decreciente dependen de la política proteccionista, uno de cuyos instrumentos consiste en el establecimiento de barreras arancelarias. En el caso simplificado de que el proteccionismo operase exclusivamente por la vía tributaria -y bajo el supuesto de que la protección efectivamente aprovechada por los empresarios fuese aproximadamente igual a la concedida por las autoridades- los precios prevalecientes al interior de la economía serían superiores a los precios que rigen en el mercado mundial en una cantidad ligeramente inferior a la magnitud de los impuestos a la importación. Por tal motivo, una forma de medir el grado de protección de que disfiuta una economía consiste en el cálculo de la tasa arancelaria promedio, la cual cuantifica el exceso de los preciosinte~os respecto de los precios externos con base en las tanfas impositivas vigentes. Un coeficiente alternativo y más exacto para cuantificar la protección de una economía en la que coexisten barreras arancelarias y no arancelarias y que toma en cuenta la posibilidad de que la protección aprovechada sea diferente de la otorgada, es la tasa de protección nominal implícita (TPNI), que tiene como base la comparación de los precios internos 239
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MODELOS MACROECONÓMICOS
con los externos. Es decir: La sustitución de importaciones bajo la crisis (X.8)
TPNI = (p¡ - pe)/pe
donde p¡ representa los precios prevalecientes al interior de la economía y pe los precios que rigen en el exterior. De acuerdo con lo anterior, la política proteccionista opera a través de la elevación de la TPNI. A su vez, el aumento de ésta induce la caída del coeficiente m de importaciones (véase el lado izquierdo de la gráfica X.2). Finalmente, como se indicó anteriormente, esta última tiene efectos propulsores sobre el crecimiento económico (lado derecho de la misma gráfica).
GRÁFICA X.2
Hasta este momento se ha examinado la sustitución de importaciones en un contexto de crecimiento económico en el que ella asume un carácter que podría tal vez califica;se de "ofensivo", en el sentido de que su objetivo consiste en la creación de nuevas capacidades productivas Por el contrario, en una situación de crisis la sustitución de importaciones asume un carácter "defensivo". En una situación tal, a la sustitución de importaciones corresponde el papel de buscar un mayor aprovechamiento de las capacidades productivas ya existentes. Esta sustitución "defensiva", en caso de llevarse a cabo, es capaz de amortiguar el desequilibrio externo y la desaceleración económica.
La mecánica del crecimiento
m
m m¡
,
_
I I J
I I
J I I I
I
m2
I I
-----,----- ------------ ------1"'---I
I
I
I
J
TPNI¡
I I I
I
TPNh TPNI
Los países de América Latina se caracterizan por tener una estructura económica desequilibrada en la cual coexisten sectores de diferente productividad. En la etapa sustitutiva, el sector manufacturero, debido a su relativamente reciente desarrollo, poseía un nivel de productividad menor que el del sector primario exportador, el cual disfrutaba de amplias ventajas comparativas a escala internacional. Dentro de este contexto, si bien el tipo de cambio garantizaba la competitividad internacional de los productos primarios, resultaba sobrevaluado para los bienes industriales. Ello explica tanto la necesidad de establecer altas tasas de protección para las manufacturas locales, como la escasa capacidad exportadora de éstas (Diamand, 1973; Schydlowsky,1979).
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Dentro de este contexto general, la industrialización por sustitución de importaciones, a través del mecanismo expuesto supra, ejerció un impacto estimulante sobre el producto manufacturero y, vía el rol líder de este sector en el crecimiento económico global (Kaldor, 1966; Brailovsky, 1980), tuvo un efecto propulsor sobre el conjunto de la economía.
GRÁFICA X.3
rnr mn
El proceso mencionado se aprecia en la parte superior de la gráfica X.3, donde se muestra la función inversa que relaciona el coeficiente m¡ de importaciones manufactureras y el producto sectorial y total (Y¡ y Y, respectivamente). Como se puede apreciar en la gráfica, la caída del coeficiente de importaciones manufactureras de m fl a mp eleva el ingreso del mismo sector de Yfl a Yp. En arreglo a la simplicidad, se supone que los niveles de ingreso global Y¡ y Y2 se corresponden exactamente con los del ingreso manufacturero.
I I I
I I
mn
I I I I
-----,------------I
Yn;Y¡ 1
I I I I
----~------------I I I
I
I
A su vez, como se aprecia en la parte inferior de la gráfica mencionada, la elevación del producto sectorial y total de (Yfl; Y¡) a (Yp; Y2) empuja al alza las importaciones respectivas, las cuales pasan de Mfl a Mp y de M¡ a M2. En atención a la sencillez, aquí se asume que las rectas de las importaciones manufactureras y totales son paralelas. Por su parte, puesto que el tipo de cambio conspira contra las exportaciones industriales X¡, éstas siguen una tendencia estacionaria. En cambio, las exportaciones totales X sí muestran una tendencia ligeramente creciente en virtud de las ventas al exterior de productos primarios. Pero puesto que este último sector crece a un menor ritmo que el manufacturero, tanto sus exportaciones como aquellas totales, se expanden menos rápidamente que las importaciones industriales y totales. 242
I I
M' X
Mn
Mr'
Xr Mn
X'
Yn;Y¡ Yr; y
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Llegados a este punto se puede constatar que, en principio, la elevación del ingreso provocada por la sustitución de importaciones es incompatible con el equilibrio de la balanza externa. En la gráfica X 3, el desequilibrio de la balanza comercial se corresponde con los segmentos resaltados en negro que se localizan arriba del punto (Yj2; Y2). Dicho en otros términos, si la sustitución de importaciones manufactureras llevara el coeficiente respectivo de mfl a mj2, sobrevendría una crisis de balanza de pagos (pues Mj2 > X¡ y M2 > X), que obligaría a reducir el ingreso al nivel donde se cruzan las rectas de importaciones y exportaciones totales y C manufactureras, o sea y . No obstante, es evidente que la reducción del coeficiente de importaciones haría que las rectas de importaciones girasen a la derecha sobre su propio eje, razón por la cual el proceso sustitutivo podría hacer posible -aunque no hay nada que lo asegure- que el nivel de ingreso correspondiente a (Yj2; Y2), fuera sostenible. En la gráfica X3, el efecto sustitutivo se ilustra con el giro hacia la derecha de la recta Mf y M hasta transformarse en aquellas Mf' Y M '. Como consecuencia de esto, y dada la estabilidad de las rectas X¡ y X, se hace posible el equilibrio externo manufacturero y total para los niveles de ingreso Yj2 y
Y2. El agotamiento del modelo sustitutivo Con anterioridad se indicó que la sustitución de importaciones es un modelo "incompleto", debido a la dependencia de éste con respecto a las fuentes exógenas de divisas. En virtud de tal incompletez, el modelo sustitutivo pudo llevarse a cabo 244
MODELOS MACROECONÓMICOS
mientras existieron sectores de alta competitividad internacional, capaces de proveer las divisas requeridas por el crecimiento. Dentro de este contexto, el agotamiento de la estrategia de sustitución de importaciones, por lo menos en México, estuvo determinado por la imposibilidad del sector agrario para financiar el crecimiento económico liderado por aquélla. No obstante lo anterior, bajo una óptica estrictamente restringida al sector manufacturero, el modelo sustitutivo se limita al reemplazo de las importaciones de bienes industriales por producción nacional y, por lo tanto, se concreta en la caída del coeficiente m de importaciones industriales a PIB del mismo sector. Si bien bajo este enfoque es posible aceptar que el deterioro de los sectores proveedores de divisas (en forma predominante el sector agrario) jugaron un papel de suma importancia en la extenuación del modelo sustitutivo , se considera que ello, per se, no determinó su agotamiento. Bajo esta perspectiva, puesto que la sustitución de importaciones se expresa en la disminución del coeficiente de importaciones, el agotamiento de este modelo se manifiesta en su no disminución (Sosa, 1992). 7 En la parte superior de la gráfica X3, tal situación se ilustra con el aplanamiento de la curva que representa al coeficiente de importaciones a la derecha del punto (Yj2; Y2). El aplanamiento de dicha curva, además de marcar la detención del proceso de industrialización en una etapa intermedia de desarrollo en la cual América Latina aún no arribaba a la fabricación local de bienes de capital, tiene efectos adversos sobre el crecimiento económico. A partir de 7 En algunos casos la situación ha sido más enfática, pues se ha presentado una verdadera reversión del proceso sustitutivo o desustitución de importaciones, la cual consiste en la elevación de dicho coeficiente.
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ese momento, el incremento del producto desemboca en el desequilibrio externo, el cual acaba por frenar el propio proceso de expansión. Como se indicó arriba, en la parte superior de la gráfica X.3 se aprecia cómo, después del punto marcado con los símbolos (Yj2; Y2), se aplana la curva del coeficiente de importaciones. La contrapartida de esto, en la parte inferior de la gráfica, consiste en que la expansión del producto de (Yj2; Y2) a (YJ3; Y3) provoca un desequilibrio externo equivalente a los segmentos en negrilla que aparecen arriba del punto (YJ3; Y3).
MODELOS MACROECONÓMICOS
La pendiente de la recta (M + A) está dada por la suma de los coeficientes de importación y ahorro a producto (M/Y + A/Y). En consecuencia, la deducción del ahorro de la recta (M + A) provoca que ésta gire a la derecha sobre su propio eje hasta convertirse en la función M. Por su parte, la sustracción de la inversión y del déficit público de la recta (X + 1 + B) provoca un desplazamiento de ésta hacia abajo hasta la recta X. El punto en el cual se cruzan las rectas M y X determina el nivel de producto compatible con el equilibrio externo, Y c ..
B. LA ESTRATEGIA ORTODOXA DE PROMOCIÓN DE EXPORTACIONES El agotamiento del modelo de sustitución de importaciones en América Latina dio lugar a la aplicación de la estrategia neo clásica recomendada por el Fondo Monetario Internacional para elevar la capacidad exportadora de la economía. En este apartado se estudian algunas de sus implicaciones y resultados.
i). La crisis provocada por el agotamiento del modelo de sustitución de importaciones
GRÁFICA X.4
M+A X+I+B M+A
Con el propósito de establecer un marco conceptual a través del cual pueda analizarse tanto la crisis derivada del agotamiento del modelo sustitutivo como los efectos de la estrategia económica instrumentada para hacerle frente, considérese la gráfica X.4 (Diamand, 1973). En ella se muestra el nivel de equilibrio factual del producto agregado, Y ~ en el punto en el cual la recta de importaciones-ahorro (M + A) se intersecta con la de exportaciones-inversión-déficit gubernamental (X + 1 + B). 246
y
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La gráfica X.4 ilustra una situación como la que estudió Keynes en la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero. Pero a diferencia de Keynes, quien se refiere a una situación de equilibrio en el mercado de bienes con desequilibrio en el mercado de trabajo, la gráfica ilustra el caso de una economía en la que el equilibrio en el mercado de bienes -garantizado por la relación (M + A = X + 1 + B)- 8 coexiste con una situación de desequilibrio en el mercado de cambios (M> X).9 Para los teóricos de la ortodoxia una situación tal, en la que no existen mecanismos endógenos automáticos que aseguren el equilibrio simultáneo de todos los mercados, sólo púede ser explicada por factores que impiden el libre funcionamiento de la oferta y la demanda. Así, como se vio en el capítulo V, apartado C, Patinkin argumentó que el desempleo keynesiano se explica por factores que obstruyen la libre flexibilidad de los precIos. Por lo que se refiere al desequilibrio externo al que hace referencia la gráfica X.4, los economistas neoclásicos lo atribuyen a la rigidez del tipo de cambio asociada al intervencionismo estatal. Porque -se suele aducir- en una economía capitalista de laissez-faire el desequilibrio en el frente externo equivale a un exceso de demanda de divisas en En realidad, esta igualdad es una forma diferente de expresar la bien conocida "condición de equilibrio" en el mercado de bienes. Como fácilmente se puede constatar, a través de un sencillo arreglo algebraico se llega a la ecuación keynesiana de la oferta y la demanda agregadas Y = e 8
+ Y+X-M+B. 9 En arreglo a la simplicidad, en este trabajo se hace abstracción tanto del crédito externo como de los demás flujos internacionales de divisas diferentes a aquellos registrados en la balanza comercial. Bajo tal supuesto, el (des)equilibrio comercial implica necesariamente un (des )equilibrio en el mercado de cambios. Por otra parte, conviene advertir que el hecho de que al nivel del producto faduaI simultáneamente se cumplan las relacionesM +A = X + 1 +B (equilibrio en el mercado de bienes) y M > X (desequilibrio externo), implica necesariamente que el ahorro interno es insuficientepara financiar el gasto de inversiónmás el déficit gubernamental, o seaA < 1 + B.
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MODELOSMACROECONÓNUCOS
el mercado de cambios, el cual ejercería un impacto devaluatorio sobre la moneda nacional. Como resultado de ello, las exportaciones se incrementarían y las importaciones declinarían. De esta forma, tal proceso empujaría al producto compatible y hacia el producto factual Y ~ C
En el contexto de esta lógica teórica, en el caso de la crisis provocada por el agotamiento de la estrategia sustitutiva, la inexistencia de un mecanismo automático que condujera al equilibrio simultáneo de los mercados obligó a los economistas neo clásicos a intervenir para "estabilizar" la economía.
ii). Las políticas de ajuste y la reforma económica La estrategia para enfrentar la crisis del modelo sustitutivo ha tenido un carácter dual, pues además del ajuste de corto plazo cuyo objetivo consiste en restablecer lo más pronto posible los equilibrios macroeconómicos, en el mediano y largo plazos debería sentar las bases para un crecimiento sostenido. En efecto, la política de corto plazo se ha orientado a reducir el producto factual al nivel del producto compatible vía contracción de la demanda agregada. Por su parte, la estrategia de mediano y largo plazos ha tenido como base una profunda reforma económica encaminada fundamentalmente a restablecer el mecanismo automático al que se ha hecho referencia supra. Dicho de otra manera, mientras en el corto plazo el objetivo ha sido la reducción de las importaciones vía contracción del producto (llevar Y f hacia Y C), la estrategia de mediano y largo plazos -aquella encaminada a "sentar las bases del crecimiento"- ha buscado que el producto compatible se iguale automáticamente a un producto factual en expansión (llevar yc hacia yf). 249
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En realidad, ante la imposibilidad de sostener la tasa de crecimiento económico en niveles razonables por un período prolongado, los hacedores de la política económica se han visto obligados a emplear en más de una ocasión la política de corto plazo, la cual se ha utilizado en las diversas crisis que se han presentado desde que comenzó a aplicarse la estrategia ortodoxa. En adición a lo anterior, ella se ha instrumentado en múltiples ocasiones, no ya para hacer frente a una crisis de jacto, sino para prevenirla. Como se indicó anteriormente, la política de ajuste ha tenido como base la reducción de la demanda agregada. Para tal efecto, las autoridades económicas han aplicado una y otra vez medidas tales como la disminución (el aumento) del déficit (superávit) fiscal, la restricción de los saldos reales de efectivo y la contracción de la demanda de consumo vía caída de los salarios reales, entre otras. Por lo que se refiere a los objetivos de mediano y largo plazos, entre las reformas económicas encaminadas a fortalecer los mecanismos estabilizadores automáticos asociados al laissezjaire, figuran la liberalización del comercio exterior y la fijación de un tipo de cambio competitivo. Para los neo clásicos, el papel apropiado del Estado es el de crear un ambiente adecuado con el fin de que la oferta y la demanda funcionen libremente. De acuerdo con los postulados teóricos de la ortodoxia, la óptima asignación de los recursos se logra a través de una política neutral que asegure la no existencia de sesgo s pro y contra sectoriales y ramales. En el ámbito del comercio exterior, la prescripción de este enfoque teórico consiste en que la política económica debe garantizar la igualdad de los precios internos con aquellos que prevalecen en el exterior. Es 250
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decir, que la tasa de protección efectiva sea nula (= O) no sólo a nivel agregado, sino también para cada industria específica. No obstante, aún los neoclásicos aceptan un cierto grado de protección, si bien modesto y temporal, en el caso de las industrias nacientes, así como debido a las fallas del mercado. Para efectos prácticos, algunos neoclásicos están de acuerdo en que es permisible un grado moderado, uniforme y temporal de protección efectiva (Pack y Westphal, 1986; véase también Peí'íaloza y Voljc, 1989).
iii). Las incoherencias de la estrategia Los resultados de la estrategia han sido desalentadores. La economía ha observado una trayectoria de lento e intermitente crecimiento debido al desequilibrio externo. De acuerdo con lo que se señaló supra, lo anterior significa que, una vez reducido el producto factual al nivel del producto compatible como resultado de las políticas de ajuste, las reformas económicas realizadas encaminadas a liberalizar la economía han sido incapaces de lograr la expansión conjunta y sostenida de ambas variables (el crecimiento con equilibrio externo). Tal situación, además de hacer necesaria la aplicación del ajuste una y otra vez, sugiere que el automatismo que asegura la estabilidad del equilibrio simultáneo de los mercados de bienes y de cambios, al cual se hizo referencia más arriba, no opera exitosamente en las economías periféricas. En adición a lo anterior, el lento ritmo de crecimiento y la tendencia al desequilibrio externo pueden explicarse también por cambios estructurales no deseados derivados de la 251
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instrumentación de la política comercial neutral a la que se hizo referencia arriba.
La estabilidad de las economías periféricas En principio, conviene advertir que la existencia del servomecanismo que hace posible la igualdad entre el producto factual y el producto compatible, que caracteriz'a a las economías industrializadas, no se asegura únicamente a través del libre funcionamiento de los mercados. En las economías desarrolladas, bajo condiciones de libre comercio, una devaluación moderada del tipo de cambio, en respuesta al desequilibrio externo, impulsa a la baja las importaciones y al alza las exportaciones. Ello es así en virtud de que, por una parte, tales economías han alcanzado un alto grado de diversificación y, por otra parte, a que las diferentes actividades económicas que conforman su aparato productivo operan con niveles de productividad (y costos) relativamente similares a los de sus principales competidores extranjeros. En tales circunstancias, una devaluación relativamente pequeña de la moneda es suficiente para fortalecer su posición competitiva, lo que da lugar a la sustitución de importaciones y al aumento de las ventas al exterior. Por lo tanto, la elevación del producto compatible al nivel del producto factual tiene como precondición no sólo el libre funcionamiento de los mercados, sino también el alto grado de diversificación de la economía y la relativa homogeneidad de sus niveles de productividad con sus competidores del exterior. Por el contrario, los países periférico s no sólo carecen de muchas industrias al interior de sus economías, sino que además gran parte de las existentes operan con niveles de 252
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productividad muy inferiores a los internacionales debido a la etapa temprana de industrialización por la que transitan. En consecuencia, una devaluación moderada del tipo de cambio tiene efectos poco perceptibles sobre su déficit comercial. El problema, sin embargo, consiste en que una devaluación pronunciada, pese a que de manera inmediata sí induce una elevación de las exportaciones y una contracción de las importaciones, tiene efectos inflacionario s vía encarecimiento de los bienes procedentes del exterior. En tales condiciones, la inflación termina, más temprano o más tarde, por erosionar la devaluación del tipo de cambio, con lo que necesariamente las importaciones se elevan y las exportaciones declinan. De esta manera la economía regresa, nuevamente, a una situación de equilibrio en el mercado de bienes con desequilibrio en el mercado de cambios. De lo anterior se infiere que en las economías periféricas el laissez-faire no garantiza el crecimiento del producto en condiciones de equilibrio externo. En realidad, en estas economías las fuerzas de la estabilidad operan en sentido inverso, arrastrando Y f hacia Y c. 10
La supuesta neutralidad de la política económica Una de las características del aparato productivo de las economías periféricas es el amplio abanico de niveles de
10 En realidad, las medidas encaminadas a liberalizar el fimcionamiento de los mercados de las econonúas periféricas no sólo han sido estériles, sino que han tenido efectos perversos. Ello se debe a que
la inflación cambiaria, provocada por la devaluación de la moneda nacional, en un con~xto.~ noelevación de los salarios nominales, restringe la demanda agregada y el producto vía disnunuclOn del consumo obrero (KaIecki, 1977; Sylos-Labini, 1979). El libre fimcionamiento de los mercados, por tanto, en vez de elevar el producto compatible al nivel del producto factual, hace las veces de una política de ajuste. Desde esta perspectiva, la estrategia de estabilización ortodoxa, debido a la naturaleza de las econonúas periféricas, aswne un carácter contraccionista.
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productividad que coexisten en su interior. Bajo la estrategia sustitutiva, a cada industria con un nivel de productividad específico correspondía, de una manera inversa en términos cuantitativos, una particular tasa de protección comercial. La diversidad de tasas de protección comercial aplicadas hizo posible que industrias con mayores o menores niveles de productividad fuesen capaces de competir con las importaciones de bienes similares. No obstante, esta multiplicidad de tasas de protección -que involucra implícitamente un sistema de tipos de cambio múltiple aplicado al importarno se hizo extensiva a las exportaciones, las cuales tuvieron que competir en el exterior al tipo de cambio oficial. La estrategia ortodoxa, como se indicó anteriormente reemplazó la protección comercial por la protección cambiaria: Con ello, la ventaja competitiva otorgada por la protección en relación con las importaciones se hizo extensiva a las exportaciones. Es decir, el abandono de la vieja política de protección, al otorgar un tratamiento simétrico tanto a las importaciones como a las exportaciones, tuvo efectos exitosos sobre las ventas al exterior. Pese a lo anterior, la neutralidad de la nueva política de protección otorgó un trato igual (principio de uniformidad) a industrias disímiles (con diferentes niveles de productividad). Esto significa que introdujo sesgo s en contra de las industrias nacientes y en favor de aquellas maduras. Su supuesta neutralidad es sólo teórica. O, dicho en otros términos, tal neutralidad se cumpliría únicamente en las economías desarrolladas, donde las diversas industrias que componen el aparato productivo poseen niveles similares de productividad.
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Dada la heterogeneidad del aparato productivo de las economías periféricas, una política verdaderamente neutral, carente de sesgos, es aquella que otorga un trato diferencial a industrias disímiles, igualando de esta manera las condiciones de competitividad de los agentes económicos. En tales condiciones, la neutralidad de la política económica exigía, no la disminución y homogeneización de las tasas de protección, sino la preservación de las desigualdades en función de los diferentes niveles de productividad alcanzados por cada industria. Todo parece indicar que la desprotección de las industrias con menores niveles de productividad ha tendido a profundizar el proceso de desustitución de importaciones (elevación de los coeficientes de importación de productos manufacturados). Como se sabe, el valor de los coeficientes de importación se halla en relación inversa con la magnitud de los multiplicadores de los componentes de la demanda autónoma. Esto significa que la elevación del coeficiente disminuye el efecto-ingreso de X, 1 y B, y aumenta su efecto-divisas (impacto negativo sobre la balanza de pagos). Retomando la gráfica presentada al inicio de este apartado, la elevación del coeficiente de importaciones implica un giro hacia arriba sobre su propio eje de las rectas (M + A) y M. Para unas rectas dadas (X + 1 + B) y X, tales desplazamientos reducen simultáneamente el ingreso factual Y f Y el ingreso compatible ye.
iv). Resumen Como se ha indicado arriba, en las economías periféricas las
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"fuerzas de la estabilidad" inherentes allaissez-faire juegan un papel estancacionista. Es por tal motivo que las reformas neoclásicas instrumentadas, y en particular aquellas referidas a la liberalización del comercio exterior, han tenido como resultado un pobre desempeño en términos de crecimiento económico.
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una tasa de crecimiento razonable con equilibrio externo.
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Lo anterior se explica por dos razones fundamentales. En primer lugar, la devaluación drástica del tipo de cambio, si bien en una primera etapa impulsa al alza las exportaciones y a la baja las importaciones -con sus efectos benéficos sobre la balanza de pagos y el crecimiento-, en una segunda fase desata presiones intlacionarias que contrarrestan tales tendencias favorables. En segundo lugar, el proceso de liberalización del comercio exterior ha desprotegido industrias con niveles de productividad inferiores a los internacionales. En tales condiciones, ha inducido una elevación de los coeficientes de importación, lo que ha provocado la disminución de los multiplicadores de la demanda agregada. El círculo VICIOSO devaluación-expansión-inflacióndesequilibrio externo-contracción, además de tornar lento el ritmo de crecimiento, ha contribuido a que el producto global describa una trayectoria intermitente. Lo mismo ocurre con el debilitamiento del efecto-ingreso y con el robustecimiento del efecto-divisas de la demanda agregada. Pero lo que se debe resaltar es que, después de un largo período de haber sido aplicada la estrategia ortodoxa, en la actualidad el esfuerzo exportador tendría que ser mucho mayor al que originalmente se requería para lograr y sostener 256
11 Con fines de simplificación, el esquema conceptual presentado al inicio de este apartado hace caso omiso de las variables financieras relacionadas con la entrada de capitales del exterior y con el servicio de la deuda externa Pero ello no altera los términos fUndamentales del problema, los cuales remiten, invariablemente, al desequilibrio de lo balanza comercial. Para efectos prácticos, la inclusión en el esquema de las variables financieras puede realizarse a través de las rectJIs M YX de la gráfica X.4J
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MM: Masa monetaria
X: Exportaciones
p: Precio
Y: Producto o Ingreso global
p"': Precio de equilibrio
yo: Producto global ofertado
p-: Tasa de crecimiento de los precios
yd: Demanda global
Q: Cantidad
Ym: Ingreso o producto monetario
q: Cantidad
Yr: Ingreso o producto real
q*: Cantidad de equilibrio
A*: Multiplicador del dinero
qO: Cantidad ofertada
l: Cantidad
demandada
u: Tasa de desempleo Un:
Tasa natural de desempleo
V: Velocidad de circulación del dinero W: Salarios agregados w: Tasa de salarios w': Costos salariales unitarios
wr: Salarios reales por trabajador Wn-:
Tasa de crecimiento de los salarios nominales
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