SERES SOBRENATURALES DE LA CULTURA POPULAR ARGENTINA – Adolfo Colombres 1. La Pac Pacha ham mama ama Madre de la Tierra, Madre Tierra o, más exactamente exactamente Tierra Madre. Madre. Deidad Deidad femenina femenina de origen origen aymar aymaraa que alcanzó alcanzó gran difusión en el Incario. La palabra pac!a designó en un principio sólo un tiempo o edad del mundo, un cosmos o uni"erso, para pasar luego a referirse a un lugar o espacio, y a la misma tierra generadora de la "ida, ya como un s#mbolo de fecundidad. $s actualmente la deidad suprema de los ind#genas ind#genas andinos del %oroeste argentino, argentino, y tambi&n de 'oli"ia y (er). $n este )ltimo pa#s se la conoce como como Mamapac!a Mamapac!a,, denominación que ser#a para *arrizo más correcta, +l parecer, su importancia creció en los )l timos siglos, terminando por absorber a muc!as deidades locales. La (ac!amama es !oy la madre de los cerros y los !ombres. La que madura los frutos y multiplica el ganado, pudiendo con-urar !eladas y plagas y dar suerte en la caza. $s por eso frecuente in"ocarla antes de acometer cualquier empresa agropecuaria o cineg&tica. e la in"oca tambi&n tambi&n cuan cuando do sobre sobre"i "iene enenn ciert ciertas as enfer enferme medad dades es o se está está de "ia-e, para para no apunar apunarse se ni rezagarse en el camino. +yuda incluso a las te-edoras y alfareros a concluir bien sus obras artesanales. e la describe como una india de muy ba-a estatura, cabezona y de grandes pies, que lle"a sombrero alón y calza enormes o-otas. /i"e en los cerros y a menudo la acompa0a un perro negro y muy bra"o. La "#bora es su lazo, y el quirquinc!o su cerdo. *arga a "eces petacas de cuero llenas de oro y plata. $s celosa, rencorosa y "engati"a, pero si alguien le cae en gracia lo fa"orece. *uando se eno-a, manda el trueno y la tormenta. Inter"iene en todos los actos de la "ida y no !ay dios que no le obedezca. e aparece con frecuencia a los paisanos para preguntarles qu& andan !aciendo por los cerros. + otros los "isita en sus c!ozas para agradecerles lo bien que !an cuidado de su !acienda o el no !aber matado a las cr#as de los guanacos. e dice que los afuere0os que la "en quedan tan prendados de ese paisa-e andino que ya nunca podrán ir a "i"ir le-os de &l. Toda la naturaleza es su templo, pero las apac!etas configuran los centros principales de su culto. on montones de piedras que construyen arrieros arrieros y "ia-eros a orillas del camino o en las encruci-adas, casi siempre en las cumbres. +ll# se depositan las ofrendas, que consisten en coca o llicta, el acullico, c!ic!a u otra bebida fermentada. (ero puede propiciársela en cualquier parte, dándole de beber, comer o fumar. Lo más com)n es "olcar un poco de c!ic!a en la tierra antes de tomar, aclarando que es para ella, o depositar la ofrenda en un !oyo abierto en la tierra. Tal ceremonia se denomina la *orpac!ada, *orpac!ada, y se realiza especialmente el 12 de agosto, que es su d#a. 2.
a!"a!f#$ er mitológico araucano, causante del dilu"io uni"ersal. e lo describe como un animal !#brido, mitad caballo y mitad culebra, que "i"e en el fondo del mar y agita las aguas, por lo que se le atribuye toda gran inundación. 3elinc!a como un caballo. 4ay "ersiones que niegan su mitad equina, y que su grito sea un relinc!o. %. &bo! &bo!'( '(a) a)$a $a /#bora con cabeza de perro, que ulula en los ba0ados y esteros de la región guaran#.
4.
El Cach!r*
Tambi&n llamado *ac!ur). Di"inidad maligna muy temida en la región de Mail#n, antiago del $stero. e lo representa con la forma de un descomunal lec!uzón de poderosas garras y agudo pico. u pluma-e es gris oscuro y r#spido, degradando en cerdas a la altura de las piernas. us o-os, enormes y fosforescentes, brillan como !ogueras en la sombra. $sta luz y sus gritos agoreros son las )nicas se0ales que denuncian su "uelo silencioso. e dice que puede alzar a un !ombre por los aires o desgarrar su cuerpo en un santiam&n. (ero prefiere arrebatarle el alma en la !ora de su muerte, para con"ertirla en un fantasma terrible. /i"e en las más inaccesibles inaccesibles mara0as del monte, donde el !ombre no penetra. (ero como estos estos montes son cada "ez más escasos, su reinado declina y !asta parece concluido. +. El (a)$a (a)$are re,-' ,-'Ab Aba a 4ombre tigre. Leyenda muy difundida en *orrientes, Misiones y (araguay. on "ie-os indios bautizados que de noc!e se "uel"en tigres para comerse a sus compa0eros u otras personas. *uando les "iene el mal propósito se ale-an de sus seme-antes y se sumergen en la oscuridad de la noc!e, buscando el abrigo de un matorral. +ll# se empiezan a re"olcar de izquierda a derec!a sobre un cuero de -aguar, rezando un credo al re"&s mientras cambian de aspecto. alen entonces de caza, y ya de"orada la presa, retornan a su forma primiti"a, realizando la misma operación, pero a!ora en sentido in"erso 5es decir, de derec!a a izquierda6. e lo describe como un tigre muy feroz y sanguinario, de cola corta, casi rabón, o directamente sin cola, y la frente despro"ista de pelos. 7tras "ersiones lo pintan mitad !ombre y mitad animal, o con cuerpo de yaguaret& y extremidades !umanas. +mbrosetti recogió muc!os relatos sobre las andanzas del 8aguaret&+bá. 9uizá la más notable es la de un cazador de un pueblo de 8uti, (araguay, que tu"o el cora-e de acuc!illarlo y seguirle luego el rastro por la sel"a !asta dar con su guarida, una gruta llena de cala"eras y !uesos !umanos ro#dos, donde lo remató tras un nue"o y encarnizado combate. *omo no bastaban las cuc!illadas, lo decapitó. e dice que es inmune a las balas, a menos que est&n bendecidas. Tambi&n el mac!ete bendecido es eficaz. eg)n testimonios recogidos por 'erta $. /idal de 'attini en *orrientes, !ay "eces en que el 8aguaret&+bá persigue a muc!ac!as !ermosas, raptándolas y lle"ándolas a su guarida, en medio de monte.
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. El Uc$mar Tambi&n :cumari y :cumare. $s el !ombreoso al que se representa en distintos grados de !ibridación; desde un oso muy peludo y terriblemente feo, con ligeros rasgos !umanoides, !asta un !ombre bestial, enteramente cubierto de pelos, larga barba y frente angosta. +l parecer, ser#a el mismo ormosa, por 'erta $. /idal de 'attini, dice que el :cumar puede ser tambi&n !embra, y que en este caso rapta a los mozos para !acerse fecundar por ellos. Tambi&n roba ni0os. uele aparecerse de impro"iso, aterrorizando al que lo "e. i se le grita, responde de le-os con "oces de gente. i los perros lo atacan, se defiende a garrotazos. $ntre nosotros esta leyenda se extiende por todo todo el %oroeste, !asta antiago del $stero. $stero. 1/. El Ca0'Por0 >antasmón del monte. $nte fantástico del área guaran#. e lo representa como un !ombre de talla gigantesca, monstruoso y "elludo, que fuma una pipa !ec!a con un cráneo y una tibia !umanos, y de"ora a la gente c!upándola. ólo descarta los intestinos, que de-a desparramados por el sue lo. 'u 'ueno, &s &sta es es la la má más te terrible ca caracterización qu que se se le le co conoce. $n $n 3# 3#o ?rande do ul se lo concibe como una mu-er, due0a y protectora de los animales del monte. i un cazador le cae bien, puede ayudarlo a conseguir una presa. De lo contrario, ata-ará a los perros, garroteándolos in"isiblemente !asta que se re"uelquen de dolor, permitiendo as# que los animales perseguidos se pongan a sal"o. e lo pinta asimismo como un gigante "elludo y de gran cabeza, que "i "i"e en en lo los mo montes y se come crudos a los animales que el !ombre mata pero no encuentra, o !uyen !eridos para morir le-os del cazador. La leyenda que se conoce en *orrientes y Misiones lo presenta por lo regular como un !ombre "elludo qu que se se ap aparece a los cazadores montado en el )ltimo p&cari de la piara que están exterminando, para de-arlos idiotizados para siempre o traerles otras desgracias. (or eso muc!os se cuidan de incurrir en tales exterminios. $sta leyenda, como la de todos los due0os y protectores de las distintas especies animales, apunta a la preser"ación de un recurso natural, y con con ello del equilibrio equilibrio ecológico. + "eces el *aá(orá *aá(orá se con"ierte en simple simple (orá o fantasma que se aparece en el monte, con la forma forma de cerdo cerdo o perro que ec!a ec!a fuego por la boca y aterroriza as# a los animales. 11. El Toro S*a2 Toro Diablo. *onocido en antiago del $stero, especialmente en los feraces montes del r#o aladillo y el resto de la región saladina. 3icardo 3o-as lo describe como de estatura gigantesca, cabeza redonda, entre !umana y taurina, el cuello erguido y cola y nuca cerdosas. $c!a $c!a !umo !umo por por las las nari narice ces, s, y su boca boca pare parece ce una una trom trompa pa llen llenaa de bram bramidos idos.. 7tra 7trass descripciones recogidas por 'ra"o y >ranco destacan destacan sus cuernos de oro. (rotege a la !acienda, y le da un grado de prosperidad inalcanzable por medios naturales. (ero es preciso para esto que el due0o de la misma !aya realizado un pacto con el )pay. + la muerte del due0o, &ste no sólo cargará su alma, sino tambi&n la !acienda. +l amanecer del d#a siguiente, siguiente, mientras a)n dure el "elorio, los corrales estarán "ac#os. 1%. P!h$che3 Tambi&n (iguc!en o (#!uec!eng). er mitológico araucano al que se describe como de cuerpo alargado cual el de una serpiente y cubierto de plumas. Tiene alas, y a "eces dos cabezas of#dicas. (uede metamorfosearse en una rana alada y de o-os grandes cuya mirada aterroriza, o en una gallina enorme con pico muy largo y delgado y o-os saltones, y con el lomo surcado por cerdas fuertes y espinosas. /uela en la noc!e, silbando o emitiendo un c!illido escalofriante. $n los d#as de muc!o calor se ad!iere a la corteza de los árboles y de-a en ellas un rastro ro-o, por la san gre que c!upa a !ombres y animales !asta secarlos. u silbido es seguro anuncio de muerte, a menos que se logre "er al !orroroso animal antes de ser "isto por &ste. (ero se dice que para no escuc!arlo la gente se tapa los o#dos, y que para no mirarlo se arro-a al suelo. 1. &02$ &ama3 Tambi&n Mayu Maman. Madre del 3#o. Deidad de antiago del $stero, que "i"e principalmente en el 3#o Dulce. >&lix *oluccio extiende su !ábitat a todo el %oroeste, pero esto resulta discutible. e la representa como una !ermosa mu-er rubia que se peina con un peine de oro, con un ga-o de ul)a o una 0a-c!a de pescado. *omo su mitad inferior tiene casi siempre la forma de un pez, se puede decir que es una sirena flu"ial. e la "e por lo general cabalgando la primera ola de la creciente del 3#o Dulce o !un di&ndose y saliendo de sus turbias aguas, pero a menudo tambi&n colgándose de los árboles ribere0os, en las noc!es de luna o siestas apacibles. e cuenta que en sus grandes tina-as guarda la llu"ia, y que anuncia a los !ombres buenos la llegada de las crecientes y la formación de ba0ados. (ara otros autores, se ocupa tambi&n de cazar a las nubes y derramar sobre los campos la bendición de la llu"ia. $n este )ltimo caso se presenta ba-o la forma de
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14. Co5$e3a Deidad diaguitacalc!aqu# protectora de las "icu0as, llamas y guanacos. $s un enano de rasgos ind#genas, "estido de casaca, calzón, escarpines y sombrero de "icu0a. *alza diminutas o-otas de duende. +nda silbando por los cerros. Masca coca continuamente, y procura ocultarse de la mirada de los !ombres. /igila con celo el ganado que pace en el paisa-e andino. *uando *uando se "e mo"erse a lo le-os las las tropas de animales sin que pastor alguno las conduzca, es que *oquena las arrea !acia sitios de me-or pasto. Tambi&n se dice que durante la noc!e lle"a reba0os cargados de plata y oro extra#dos de distintas minas cordilleranas !acia el uma- 7r=o de (otos#, para que sus riquezas no se agoten. Los baga-es "an atados con "#boras a guisa de cuerdas. $s raro encontrarse con *oquena, pero si esto ocurre, se lo toma como un presagio nefasto. Tal "isión no dura más que un instante, porque de inmediato se transforma en un esp#ritu. *astiga con dureza, pero tambi&n sabe otorgar bienes. us "#ctimas son Ios cazadores que diezman a los guanacos y "icu0as con armas de fuego, y los arrieros que cargan demasiado a sus llamas. + los buenos pastores los premia con monedas de oro. (ara >ortuny, el mito de *oquena "endr#a a confundirse con el del Llastay, aunque más circunscripto a alta y
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plantas y secando la garganta de los animales, que mugen lastimeramente. /ela el sol y barre las nubes. +ntes se trataba de des"iar su furia con aterradores gritos, y para cambiar su dirección se !ac#an cruces de ceniza ceniza en la puerta. e dice que le gusta coquear, y su c!uspa está llena de !o-as que arrebata a los arrieros de la mano mientras preparan el acullico. +l parecer (ac!amama "enció, aunque temporariamente, los instintos destructores de 4uayrapuca, y por eso recibe a!ora las ofrendas que antes se destinaban a &sta, relegándola as# al ol"ido. +gAero /era !abla de una trilog#a del "iento, que 4uayrapuca integrar#a con 4uayraritu y 4uayrayana. $ste )ltimo es el "iento negro, s#mbolo de la noc!e y la muerte, que no se "e y casi ni se siente. 4uayraritu es el "iento blanco, el que arrastra la nie"e de las cumbres. 76.. El Lob! 76 Lob!s: s:3 3 eg)n *ámara *ascudo, esta leyenda arranca de la tradición grecolatina. (ara Teófilo 'raga, su origen ser#a escandina"o. *er"antes se refiere a ella en (ersiles y egismunda. (ara los franceses "endr#a a ser el Loup?arou. Men&ndez y (elayo nos !abla de su "igencia en an Miguel de los +zores, donde lo llaman Lobis!ómen. %o obstante estos antecedentes foráneos, Daniel ?ranada insiste en que ya era conocida en el (lata muc!o antes de la llegada de los espa0oles, lo que no de-a de resultar plausible dada la existencia de otros !ombres animales en el área guaran#, como el 8aguaret&+ba. $stá muy extendida en el Litoral, y especialmente en *orrientes y Misiones. Tambi&n se la conoce en 3#o ?rande do ul y otras regiones de +m&rica, con nombres como Lobisome, Lobisone, Lobisonte, Lub#són y Luisón. $l Lobisón es siempre el s&ptimo !i-o "arón seguido de una pare-a, as# como la s&ptima !i-a mu-er seguida será bru-a. u representación más frecuente es ba-o la forma de un perro negro y corpulento, de ore-as desmesuradas que le cubren la cara y con las que produce un fuerte c!asquido. us patas se parecen a pezu0as, y sus o-os son fulgurantes. u color suele ser bayo o negro, seg)n la piel del indi"iduo. Tambi&n es com)n representarlo como un animal en el que se combinan las naturalezas del perro y el cerdo. *on menor frecuencia se lo describe como un aguaráguaz) 5lobo de crin6, una o"e-a, un cerdo o una mu#a. La transformación no ocurre en cualquier momento, sino a las doce de la noc!e del "iernes, y a "eces tambi&n del martes. :n tiempo antes, el !ombre que padece esta enfermedad experimenta una sensación extra0a, y luego una acuciante necesidad que lo lle"a a apartarse de sus seme-antes y ganar la intimidad del monte, donde a la !ora se0alada se quitará la ropa y dará en el suelo tres "ueltas carnero, de derec!a a izquierda, mientras reza un credo al re"&s. e opera as# la metamorfosis, y sale entonces de correr#a !asta que el canto del gallo lo de"uel"a a su !umana condición. Durante esa noc!e, los perros a)llan enloquecidos, ad"irtiendo su presencia. /a a los c!iqueros, gallineros y corrales en busca de excrementos, su más preciada comida. Tambi&n suele "&rselo en los cementerios, re"ol"iendo tumbas en busca de carro0a. De tanto en tanto, para balancear su inmunda dieta, comerá un ni0o no bautizado. (arece despreciar la carne de los adultos. i alguien lo !iere con un cuc!illo, el Lobisón recobrará su forma !umana, pero el comedido redentor se expone as# a ser muerto por el monstruo. Lo me-or es matarlo con una bala bendita. $l impacto lo "ol"erá a su forma !umana, y será un !ombre muerto lo que encontrará el tirador. i sólo lo !iere !uirá por el monte tratando de alcanzar su casa. $l !ombre que se con"ierte en Lobisón suele ser alto, flaco, escuálido. e lo reconoce por el tono amarillento de su rostro y su mal olor, que a "eces llega a la pestilencia. $s descuidado en el "estir, y su carácter !ura0o, intratable. Todos los sábados cae en cama enfermo del estómago, por las porquer#as que comió en la noc!e. 44.
El Pombero
$l (ombero es el más popular de los duendes de la región guaran#. eg)n *arlos Mart#nez ?amba, ser#a de origen brasile0o, pues no se lo encuentra en la mitolog#a mbyá. u nombre "iene del "erbo pomberiar, que significa espiar. e lo describe como un nombre alto, delgado y "elludo, que luce un enorme sombrero de pa-a. 7tras "ersiones, que !oy parecen predominar, lo pintan como un petiso por doB negro, peludo y feo@ tambi&n como un enano fornido que camina con los pies !acia atrás, aunque con esta caracterización su figura tiende a fundirse a la del 8as#8ater&. $l (ombero es el genio protector de los pá-aros. 3ecorre el monte a la siesta con una ca0a en la mano, y si encuentra ni0os puestos en la tarea de cazarlos carga con ellos, para abandonarlos luego le-os de su casa, muertos o atontados. 7tras "ersiones, recogidas en *!aco, afirman que les c!upa la sangre !asta matarlos, y los cuelga luego de un árbol. *laro que ba-o tal amenaza los gurises procuran no ale-arse muc!o de los ranc!os en estas !oras de descanso. Tambi&n puede secuestrarlos en la noc!e, cuando andan detrás de los cocuyos. %o !ace ruido al caminar, razón por la cual en algunos sitios de *orrientes recibe el nombre de (yragA&, o sea, pies con plumas o pies "elludos. 7tras "eces se presenta como Cuara!y8ara o Due0o del ol, y se lo describe entonces como un "ie-o color ro-o con un solo o-o en medio de la frente, dientes de perro, brazos largos y manos muy grandes. u fuerza es poderosa, por lo que nadie lo puede "encer. eg)n >&lix *oluccio posición que ad!iero, el Cuara!y8ara y el (ombero ser#an dos seres distintos, y no dos modalidades de un mismo ser. 1;1 Cuara!y8an# estar#a as# directamente "inculado al mito mbyá de Cuara!y, compartido por muc!as parcialidades &tnicas de la familia lingA#stica tup#guaran#. $l (ombero p#a, silba, remeda el canto de las a"es. (uede tambi&n metamorfosearse en indio, tronco o camalote, nos dice >ari0a %)0ez, y !asta tornarse in"isible para entrar por el o-o de una cerradura. Le gustan los !ue"os frescos y la miel del monte. Masca tabaco negro y suele dormir en los !ornos. %o faltan los que celebran con &l un pacto !eroico, beneficiándose con su ayuda. (ero aunque le di"iertan las transmutaciones, su representación esencial es antropomórfica. antropomórfica. e !abla de un (ombero que sólo aparece una "ez al a0o, llamado el Due0o de 7ctubre. /iene el primero de dic!o mes con su t#pico sombrero de pa-a, munido con un rebenque con el que azota a todo aquel que no coma en su !onor !asta atragantarse. $n el *!aco se cree que el (ombero es un compa0ero in"isible con el que se puede !acer tratos de camarader#a. +compa0ará entonces al amigo en los buenos y malos momentos, ayudándolo a sortear los peligros. i se !abla de &l por las noc!es, es preciso !acerlo en "oz ba-a para no ofenderlo. *on"iene de-arle cerca del ranc!o un poco de tabaco para que masque. (ara a!uyentarlo, !ay que poner un diente de a-o en cada esquina de la casa. $l área de difusión de esta leyenda comprende el (araguay, ur del 'rasil, las pro"incias argentinas de *orrientes, Misiones y *!aco. 7+.El &!"!lo &!"!lo +ntigua deidad diaguita, al parecer no contaminada con elementos incásicos ni cristianos. u leyenda es
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7 a las de una liebre de piernas emplumadas. $n los "alles del >amatina y del /elasco sus pisadas son como las de un ni0o reci&n nacido. ean como fueren, quien las "e !uye, sabiendo que el Mutilo lo esp#a con sus o-os redondos desde una roca o la copa de alg)n árbol. Más preciso, y en base a los relatos de algunos arrieros, %eptal# T. 'aigorr# lo describe como un animal demon#aco, que tiene la mitad del cuerpo como de gente, y la otra mitad como de perro. us manos son de criatura y sus pies de gallo. u cola, larga y cubierta de plumas. +taca a los !ombres. $n *!ilecito dicen que es un pá-aro gris, maligno y bru-o, que en "ez de "olar corre a ras de tierra, de-ando rastros como de liebre. +susta a la gente y mata a los animales, despe0ándolos. Llora su soledad en la noc!e, con gritos que parecen ser el alma de la le-an#a. 7tras "ersiones lo muestran como un ni0o peque0ito que corre con incre#ble rapidez, apoyándose en pies y manos. u cuerpo está cubierto de pelos, y sus manos armadas de u0as como garfios. Tambi&n como un !ombrecito magro, de o-os grandes, redondos y fosforescentes, cabeza abultada y deforme y manos de gigante. Duerme la siesta a la sombra de las !igueras, y sus "#ctimas preferidas son los ni0os, a los que roba. $sta )ltima semblanza corresponde a los llanos de La 3io-a. $n Trancas, Tucumán, se !abla de un Mi=ilo anfibio del tama0o del gato montes, de color pardo negruzco y pelo áspero y duro, similar al cerdo, que llena el silencio de la noc!e con su c!illido caracter#stico, algo as# como un gAigAi. 46.
El S*a2
Dos tradiciones se -untan para conformar el )pay o E)pay. :na de ellas arranca del Incario, donde fue reconocido como principio o genio del mal que reinaba en el upai!uasin, inframundo situado en el centro #gneo de la Tierra. $ra la encarnación de los misterios sel"áticos y causante de los maleficios, pestes, inundaciones, sequ#as y todo cuanto !iere la imaginación y !orroriza. La otra "ertiente fue la leyenda de origen oriental que en la $dad Media el *atolicismo con"irtió en "erdad militante y centro de innumerables especulaciones teológicas, y los !eresiarcas en puntal de comple-as ceremonias y esot&ricos cultos. Me refiero al Diablo, Demonio, Lucifer, Luzbel o el Ma ligno, llamado entre nosotros Malo o Malu. e0or de las Tinieblas que corporiza el mito de de la la te tentación, qu que a su su "e "ez ca causa la la ca ca#da. Multiforme en su personificación, quizá por su mismo origen mestizo. $ntre nosotros parece preferir la forma !umana, y especialmente la de un gauc!o rico y apuesto que "iste ro ropa fina y negra, con c!iripá del mismo color, lle"a pu0al, espuelas y rebenque de plata y oro, y monta un caballo retinto de de la largas cr crines y mu muy en en-aezado. 7tras "eces "iste cueros de o"e-a, sombrero Filudo y una especie de t)nica granadina, como el )pay de *o *opacabana, a antiago de del $stero. e e !a pr pre sentado tambi&n co como un un "i "irtuoso pa payador qu que desaf#a a los má más af afamados pr practicantes de del g& g&nero 5aunque en más de una ocasión salió derrotado de la contienda6, como un "ie-o filósofo de campo o un negro rotoso y !erc)leo. uele presentarse asimismo con la forma de un animal conocido, o más com)nmente como un !#brido de mac!o cabr#o y !ombre, con cuernos de de c! c!i"atón, ro rostro de de sá sátiro de de la larga pe pera y bigotes re requemados, cu cuerpo mu muy "elludo y piernas de c!i"o con impresionantes pezu0as, y con una capa negra. *on frecuencia se presenta tambi&n como un remolino, y !asta como un árbol. us ap apariciones "i "ienen pr precedidas po por un ruido como de tiro o trueno, y se dan en medio de una llamarada que impregna el aire con un penetrante olor a azufre. Desaparece Desaparece tambi&n entre una nube !edionda y amarillenta, tras cerrar el trato con el !ombre dispuesto a darle su alma a cambio de riquezas, amores o !abilidades, (refiere las noc!es de los martes y los "iernes, que es cuando las almas y otros seres infernales salen a cometer fec!or#as. u templo es la alamanca, gran cue"a en la entra0a de los cerros o subterránea en la que se dan cita las bru-as y acuden otros iniciados en la práctica del maleficio. $s que funciona all# la uni"ersidad de las tinieblas, donde se ense0a toda suerte de ma0a, destreza o !abilidad, y sobre todo el arte de da0ar al pró-imo y arrastrar su alma a la perdición. pe rdición. Los animales del )pay son los escuerzos, las "#boras, los perros negros, los cerdos, los mac!os cabr#os y las mu#as. us cortesanas, las bru-as, tanto "ie-as como -ó"enes. 78.El ;am!l!ar ;am!l!ar e conoce al perro como el fiel amigo del !ombre, pero tambi&n puede ser un eficiente emba-ador del Diablo, el terrible guardián de los pactos que se celebran con &l. 9ui&n no oyó !ablar del m#tico *ancerbero, el de tres fauces, o-os ro-os, pelos negros y cerdosos y grandes u0as, que guardaba la casa de 4ades. i bien este mito se remonta a los más antiguos estadios de la ci"ilización grecolatina, nuestro >amiliar tiene rasgos propios que le dan plena ciudadan#a en nuestra cultura, $ntre nosotros, en su imagen más difundida, es tambi&n un perro negro 5el color de la muerte y el pecado6, de refulgente mirada 5!ay quien dice que ec!a fuego por la boca y los o-os6 y largas u0as, capaces de desgarrar a la "#ctima en un santiam&n, pero nunca de tres cabezas. +unque con menor frecuencia, toma asimismo la forma de otros animales, como cerdo, "iborón 5como el que !ab#a en una bodega de *afayate6, tigre, puma, o"e-a, burro, caballo y !asta de una mu-er. u aspecto es siempre terrible, pero no se distancia muc!o de la naturaleza, si exceptuamos el caso de una serpiente de dos cabezas que merodeaba el campo santiague0o. *ualquiera sea la forma que asuma, el >amiliar se alimenta de carne !umana. $l patrón de estancia o due0o de ingenio 5al parecer los )nicos que pro!#-an a este animal6 tendrá que suministrarle un peón al a0o, que es su ración m#nima, aunque !ay pactos que establecen una dieta más nutrida. La leyenda está muy difundida en Tucumán, alta y %oroeste de *atamarca, con irradiaciones a eroces y fugiti"as formas que de-aban al pasar un fuerte olor a azufre. 8 peones golondrinas que desaparec#an de pronto, sin despedirse de nadie. *orr#a entonces el rumor de que en los sótanos o en la c!imenea del ingenio !ab#a un perro negro. + "eces el patrón lo soltaba para que eligiera la "#ctima de su gusto, en correr#as que enloquec#an a los demás perros, y que sólo el canto del gallo pod#a interrumpir. $n otros casos, el sol#cito industrial le lle"aba con enga0os al peón, y se lo entregaba. i el patrón faltaba al pacto, &l mismo iba a parar a las fauces del diabólico animal. 8 fue tal la difusión de esta leyenda, que el
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7<.Las Br$=as Br$=as %o es el e-ercicio mara"illoso del mal, en "irtud de poderes recibidos del Demonio, lo que transforma a los !ec!iceros en seres sobrenaturales. (ero s# merecen este carácter las mu-eres, por lo com)n "ie-as y feas, que parten a la medianoc!e del sábado !acia las salamancas, con"ertidas en b)!os, pá-aros u otros seres alados, o "olando en una escoba. Las bru-as !an ca"ado !ondo en la mentalidad de nuestro pueblo, que supo amalgamar el aporte europeo con seres y fenómenos seme-antes de estas tierras, tan llenas de !ec!iceros terribles, capaces de modificar su apariencia para salir a !acer un mal. $n la noc!e del "iernes, dos o tres !oras antes de que termine el d#a, estas diligentes y sumisas ser"idoras del )pay empiezan a frotarse de pies a cabeza con un asqueroso ungAento fabricado con las cenizas de "arias sabandi-as ponzo0osas, y a in"ocar al Diablo mediante fórmulas mágicas. 4ac#a medianoc!e se !abrá ya operado la transformación, y parten entonces a la misa negra que tendrá lugar en la salamanca u otro sitio tenebroso. $n estos ritos, la org#a sexual se da la mano con el sacrilegio, que el Diabl ablo exige como prueba de fidelidad 5por e-emplo, escupir al crucifi-o puesto cabeza aba-o en la entrada de la gruta6. (ara satisfacer la lubricidad de desaforada del e e0or de la las o ombras ssuuelen to tornarse en en -ó"enes y bellas muc!ac!as, ca capaces de las mayores cr crueldades. Ta Tambi&n pueden co con"ertirse en en asquerosos an animales. *u *uando canta el gallo y el el d#a se insin)a en el !orizonte emprenden el regreso, para reincorporarse al orden natural. Todo !abrá sido entonces como una pesadilla, una incursión al mundo de los sue0os terribles fa"orecida por el ungAento, que posee tambi&n un efecto afrodis#aco. e dice en el %oreste que la s&ptima !i-a seguida de una pare-a será bru-a, as# como resultará Lobisón el s&ptimo !i-o "arón seguido. $n la noc!e de los "iernes saldrá con"ertida en un a"e misteriosa a recorrer el "ecindario, pro"ocando as# reyertas y rupturas. Durante sus andanzas puede penetrar por cualquier rendi-a en la intimidad de las !abitaciones me-or cerradas. 74. El Bas!l!sco +ntigua leyenda de origen probablemente oriental, introducida en $uropa por los romanos. (linio !abla ya del !ue"o del 'asilisco, y "arios artistas se ocuparon de su iconograf#a. $s un !#brido nacido de la fecundación de un !ue"o de culebra por un sapo, al que se describe all# como un animal "erdaderamente fabuloso, algo seme-ante al dragón, con patas de gallina y cola de serpiente, una cresta en la cabeza y por lo com)n pro"isto de alas. u aliento pudre el aire, en"enena las aguas y marc!ita todo "erdor. +unque la leyenda de este aborto de la naturaleza es entre nosotros menos terrible, tiene toda"#a una gran "igencia, especialmente en el %oroeste. e dice que nace de un !ue"o diminuto y est&ril 5sin yema o !uero6, que de "ez en cuando ponen las gallinas, sobre todo las "ie-as y con espolones. *uando en su nido se encuentra un !ue"o "ac#o, nace la sospec!a de que !a nacido de &l este maligno animal. e dice tambi&n que nace de un !ue"o que pone el gallo cuando está muy "ie-o o !a cumplido siete a0os. Hngel L. López lo describe como un escuerzo con patas muy cortas y color pardo, de gran cabeza y o-os tambi&n grandes y luminosos. $n antiago del $stero se lo representa con la forma de un c!el=o o lagarto negro, o de un enorme gusano con un solo o-o en la frente. 4uye de la luz del d#a, guareci&ndose en los tec!os de las casas o en las sombr#as ranuras de las paredes, para fulminar desde all# con su diabólica mirada a los desdic!ados que se de-an sorprender. (ero si se logra "erlo antes, se lo mata. $s tan !orrible que ni &l mismo puede aguantar su propia imagen refle-ada en el espe-o. De a!# que la me-or manera de protegerse sea cubrirse la cara con uno de estos ob-etos, o colocarlos frente a la puerta o "entana por la que se supone que !a de entrar. e le atribuyen las muertes s)bitas, pro"ocadas por causas desconocidas, y tambi&n una forma de !isteria femenina llamada da0o, que suele complicarse con epilepsia.