Cartas a Lucilio Cartas a Lucilio (Traducción Antonius Djacnov - MMVIII) de Séneca
I
Séneca a su Lucilio saluda, saluda, Actúa así, Lucilio, reivindícate a ti mismo y también al tiempo del que hasta ahora fuiste despojado, desposeído o que te fuera escamoteado: reconquístalo y presérvalo. Convéncete que es tal como lo escribo: el tiempo nos es a veces arrebatado con violencia, otras usurpado, a veces simplemente se evanesce. !nominiosa es sin embar!o tal diluci"n cuando acontece por pura ne!li!encia. #resta atenci"n: !ran parte de nuestra e$istencia transcurre o bien mediocremente vivida, o directamente no vivida, o de tal manera vivida que ni siquiera merece llamarse vida. %&uién puedes mencionar, capa' de poner un precio al tiempo, de evaluar el día, quién que comprenda que con cada día en parte muere( )n esto justamente nos equivocamos burdamente: en la percepci"n de la muerte como un acontecimiento s"lo del futuro. *ran parte de ella se encuentra ya tras de nosotros: cualquiera de nuestras épocas pasadas, es la muerte quien ya las posee. Condúcete entonces, Lucilio, como me lo manifiestas en tus escritos: amal!+mate con cada una de tus horas, depende menos del maana para tomar en tus manos el presente. -ientras la diferimos, la vida pasa. odo odo lo dem+s, /0h Lucilio1 nos es ajeno: s"lo el tiempo, objeto tan fu!a' como esquivo, es nuestro. )s la única posesi"n con la que la naturale'a nos invisti". /2 sin embar!o toleramos a quienquiera desposeernos del mismo1 #ero tanta es la necedad de los mortales, que nos sentimos en deuda frente a aquellos de quienes obtenemos cosas insi!nificantes y fútiles, sin duda substituibles. #ero nadie a quien se le consa!ra tiempo se estima estar en deuda, cuando no obstante beneficia del único bien que ni el m+s a!radecido podr+ restituir nunca. e pre!untas qui'+s lo que conmi!o mismo acontece, yo que estos preceptos propu!no. e lo di!o sin reparos: si bien vivo entre los fastuosos, soy dili!ente y llevo debida cuenta de mis !astos. 3o puedo decir que no pierda nada, pero sea lo que sea que pierda, puedo dar cuenta de su cuantía y de la ra'"n de mi pobre'a. -e acontece empero lo que a tantos otros que, sin culpa, cayeron en la indi!encia: todos perdonan, nadie socorre. %2 entonces qué( 3o considero pobre aquel de al!una manera es aún capa' de !o'ar de lo poco que le queda. #ero en cuanto a ti, prefiero que te ocupes de ti mismo y que comiences en buena hora.
)n efecto, tal como solían decir nuestros mayores: 4extemporáneo 4extemporáneo es el ahorro cuando ya se tocó fondo4. fondo4. )l último resto no s"lo es lo mínimo sino también lo peor. Que sigas bien.
II Séneca a su Lucilio saluda, saluda, #or lo que me escribes y por lo que escucho, alber!o buenas esperan'as respecto de tí: no te dispersas ni te inquietas por cambiar de lu!ar de vida. al a!itaci"n resultaría de un +nimo enfermi'o: la primera muestra de un espíritu equilibrado es la la facultad de situarse y permanecer en sí mismo. #or otra parte presta atenci"n que tu af+n de múltiples autores y de todo tipo de lecturas no conlleve al!o de va!o e inestable. )s el talento probado lo que debes alojar y nutrir para asentar lo fidedi!no en tu espíritu. )n nin!ún lado est+ aquel que est+ en todos lados. La vida de pere!rinaje trae aperejada muchos anfitriones y nin!ún ami!o. Lo mismo acontece inevitablemente a quien, en lu!ar de aplicarse a profundi'ar un autor de talento, sobrevuela varios a!itada y precipitadamente. 3o aprovecha ni nutre el cuerpo el alimento que ni bien consumido es re!ur!itado. 3ada obsta m+s a la salud que el cambio frecuente de remedios, no cicatri'a la herida en la que se ensayan curaciones ni crece el +rbol que frecuentemente se trasplanta. 3ada es tan perdurable que pueda aprovecharse simplemente de pasaje. -antente alejado de plétora de libros: si no puedes leer todo lo que puedas poseer, p oseer, suficiente te sea poseer lo que puedas leer. A veces 5 dices 5 quiero hojear tal libro, a veces tal otro. )mpala!arse con muchas cosas es lo propio de los est"ma!os hastiados. Lo mucho y lo muy diverso, no nutre: contamina. Cíete a los !enios reconocidos y si para distraerte te complaces con lecturas diversas, retorna siempre a los primeros. )mprende cotidianamente al!o contra la pobre'a, al!o contra la muerte y no menos contra otras calamidades. Lue!o de andar camino, procúrate un e$tracto para refle$ionar en dicho día. 2o mismo ha!o tal cosa: de lo mucho que leo siempre reten!o al!ún pasaje. )l de hoy día proviene de )picuro 678 9suelo transitar en el campo adverso, pero p ero no en tanto que tr+nsfu!a sino como e$plorador: 4honorable 4 honorable 4 5 dice 5 4es 4es la pobreza feliz 4. 4. #ero en tal caso, si feli', no puede aquella denominarse pobre'a: no es pobre aquel que poco posee, sino aquel que mucho ambiciona. %&ué importa, en efecto, cu+nto se detiene en arcas, cu+nto se acumula en !raneros, el !anado que se posee o el dinero colocado a interés, si se codicia lo de otro, si no es lo que ya se tiene lo que cuenta sino aquello que se estima deber tener( -e pre!untas cu+l debería ser la medida med ida de la rique'a: primero tener lo necesario, lue!o lo suficiente. Que sigas bien.
Notas 1.
↑ Epicuro (3! - "#$ a% C%)& 'lósoo rieo *ue dio su no+,re a la corriente lla+ada Epicures+o% .ostula dejar de lado el te+or a la +uerte / a los dioses / vivir de +anera tran*uila / placentera para alcan0ar la elicidad% 1i ,ien 12neca no pertenece a esta corriente 'losó'ca sino al estoicis+o& escuela esta undada por enón de Citio (333 - "4 a%C%)& cita nu+erosas veces a Epicuro cuando esti+a *ue sus sentencias son apropiadas% Este es el sentido de la aclaración "suelo transitar en campo adverso..." *ue 12neca eect5a en este pasaje%
III Séneca a su Lucilio saluda, )ncomendaste entre!arme unas cartas, como lo escribes, por intermedio de tu ami!o. Lue!o me amonestas, respecto de todo lo pertinente a ti, de no ponerle al tanto, puesto que no sueles ni tu mismo hacerlo con él. Así, en una misma carta lo dijiste ami!o y lo ne!aste. )n efecto, si utili'aste tal locuci"n en un sentido un tanto !eneral y 4ami!o4 lo denominaste como cuando a cualquier candidato llamamos 4una buena persona4, o así como cuando saludamos llamando 4;eor4 a quienquiera cuyo nombre se nos escapa, vaya y pase. #ero si estimas ami!o a al!uien en quien no confías tanto como en ti mismo, rotundamente erras y no conoces suficientemente la fuer'a de la verdadera amistad. -edita, con el ami!o, ciertamente de todo. #ero en primer lu!ar acerca de él mismo: entablada la amistad ha' de creer en ella. Antes, ha' de ju'!arla. Aquellos, que contra los preceptos de eofrasto 678 invierten el orden de las cosas, después de haber amado ju'!an y dejan de amar cuando hubieron ju'!ado. Lar!amente co!ita dentro de ti si es di!na de ser aceptada la amistad de al!uien. Cuando así sucediese, ac"!elo totalmente en tu seno, dialo!a con él con la misma determinaci"n con que lo harías conti!o mismo. )n cuanto a ti, vive de tal modo que nada !uardes en ti que no pudieres confesar incluso a un enemi!o tuyo. #ero como acontecen eventos que la costumbre establece que permane'can secretos, comparte con el ami!o al menos toda inquietud, todo pensamiento. ;i lo piensas fiel, fiel lo haces. #ero al!unos ensearon a en!aar temiendo el en!ao y, por medio de la sospecha, la le!imaci"n de la traici"n. %Cu+l es la ra'"n por la que yo ten!a que retenerme, aún de una s"la palabra delante de mi ami!o( %&ué es lo que me llevaría en su presencia a no creerme como delante de mi mismo( Al!unos cuentan a quienquiera se les cru'a en su pasaje aquello que s"lo se podría confiar a un ami!o y en cualquier oreja descar!an lo que les quema. 0tros por el contrario no confían ni en sus seres m+s queridos y, si así lo pudieran, no confiarían ni en ellos mismos. )n su profunda intimidad todo enclaustran en secreto. 3i lo uno ni lo otro es aconsejable, ambas actitudes son nocivas: confiar en todos, no confiar en nadie.
#or ello, he aquí lo que leí de #omponio 6=8 para !rabar en el alma: 4al!unos se refu!iaron en las tinieblas a tal punto, que creen turbio todo aquello que se encuentra en plena lu'.4 Ambos estados deben me'clarse: a los pasivos es de actuar, a los inquietos de reposarse. Con las cosas de la naturale'a delibera: ella te contar+ que hi'o el día pero también la noche. Que sigas bien. Notas 1.
2.
↑ Teorasto (3#"-36# a%C%) ue un 'lósoo e investiador cient'co rieo& discpulo de .latón / lueo de Aristóteles% 1e lo considera co+o el sucesor de 2ste 5lti+o% Diriió la escuela peripat2tica durante treinta a7os% ↑ Lucio .o+ponio (en latn Lucius Pomponius)& apodado Bononiensis (8el nacido en 9olonia8)& ue un autor de teatro có+ico ro+ano& c2le,re alrededor del :$ a%C% ;ue autor& entre otras o,ras& de <,ulas atelanas ( Atellanae Fabulae)%
IV Séneca a lu Lucilio saluda, #erservera como comen'aste y apresúrate cuanto puedas a fin de que disfrutes m+s lar!o tiempo de un espíritu enmendado y ordenado. >isfrutas ya pues mientras enmiendas, también mientras ordenas: todavía otro es el placer que se percibe de la contemplaci"n de una mente inmaculada y resplandeciente. Con se!uridad conservas en tu memoria cu+n !rande fue tu ale!ría cuando desataviada tu prete$ta, 678 vestiste la to!a viril 6=8 y fuiste conducido al foro. Aún m+s espera cuando hayas depuesto el espíritu infantil y la filosofía te enrole entre los hombres. &ued a empero, no la infancia, sino m+s !rave, la puerilidad. #eor aún, or cuanto tenemos la autoridad de los viejos y persisten todavía los defectos de los nios, y no s"lo de los nios sino de los infantes. Aquellos, de levedades, éstos de falsas visiones se espantan. 3osotros de ambas. Avan'a pues: comprender+s qué muchas cosas tanto menos deben temerse justamente porque que demasiado temor consi!o acarrean. #ara nada es un !ran mal el que es final. La muerte viene hacia tí. >e temer sería si pudiere permancer conti!o: necesario es, o bien que no lle!ue o bien que pase de lar!o. 4>ifícil es4 5 dices 5 4persuadir el +nimo a despreciar lo que lo anima4. %#ero es que no ves acaso cu+n frívolas son las causas por las que la vida puede ser desdeada( ?no se col!" de un la'o frente a la puerta de su amante, otro se precipit" del techo para no escuchar m+s a su colérico amo@ un fu!ado se incrust" el hierro en sus vísceras para no ser reconducido. %3o crees que la virtud pueda lo!rar lo que el e$ceso de pavor( 3adie puede llevar una vida serena si piensa e$cesivamente en prolon!arla, nadie, para quien el contar varios c"nsules 68 fi!ure entre sus mayores bienes. -edita esto cotidianamente para que puedas con +nimo i!ual abandonar la vida, a la que muchos se abra'an y se obstinan a la manera de aquellos que arrastrados por las a!uas de un torrente, se aferran a espinas y 'ar'as. Los m+s, flotan miserables entre el pavor de la muerte y los tormentos de la vida: vivir no quieren, morir no saben. Así, bríndate una vida !o'osa deponiendo toda inquietud por ella. 3in!ún bien ayuda a su poseedor a menos que su espíritu esté preparado para perderlo y nada por otra parte es m+s facil
de abandonar que aquello cuya pérdida no se puede lamentar. #or ello, contra las adversidades que incluso pueden abatirse sobre los m+s poderosos, cobra valor y fortalécete. >e un pupilo y de un eunuco recibi" #ompeyo 6B8 su sentencia capital@ Craso, 68 de un cruel e insolente parto@ Cayo César 6D8 orden" a Lépido 6E8 ofrecer su cervi' al tribuno >e$ter y él mismo hubo de tendérsela a &uerea. 6F8 A nadie la fortuna de tal modo eleva que no lo amenace tanto como cuanto le brinda. 3o quieras fiarte de la tranquilidad reinante: en un instante el mar enfurece: el mismo día, allí donde se sola'aron, los navíos son en!lutidos. #iensa que bandidos y enemi!os pueden poner la espada en tu !ar!anta y, como si no bastasen las potestades m+s !randes, nin!ún esclavo hay que de tu vida no sea +rbitro. al lo di!o: quienquiera su propia vida desprecia, es amo y ;eor de la tuya. en presente esos ejemplos de aquellos que perecieron en querellas domésticas, sea por abierta violencia, sea por insidia. Comprende que la ira de los esclavos no menos ha asesinado que la de los reyes. %&ué te importa en consecuencia cu+n poderoso sea quien temes, puesto que justamente aquello que temes cualquiera lo puede( 2 si por a'ar cayeres en las manos del ene mi!o, el vencedor ordenar+ conducirte allí precisamente donde ya est+s yendo. %#ara qué en!aarte a ti mismo y no comprender ya y aquí mismo lo que desde hace tiempo padeces( al lo di!o: desde que naciste, eres allí llevado. Con todo esto y de tal manera debe versarse el alma, si queremos esperar pl+cidamente aquella última hora, cuyo pavor a todos los otros inquieta. #ero para poner un fin a esta carta, recibe lo que hoy día 5 pese a ser cosecha de otro jardín 6G8 5 me complaci": 4-a!na rique'a es la pobre'a ordenada por la ley de la naturale'a. %Conoces empero las fronteras que esa ley de la naturale'a determin" para nosotros( 3o tener hambre, no tener sed, no tener frío. #ara alejar el hambre y la sed no es necesario rondar en las cercanías del soberbio ni soportar sus cejas fruncidas ni su humanidad d esdeosa, no es necesario provocar los mares ni se!uir a los ejércitos: a tu alcance y ya servido est+ lo que la naturale'a desea. ;udar por lo superfluo, es eso lo que des!asta la to!a, lo que nos obli!a a envejecer bajo las tiendas, lo que nos lleva a !olpearnos contra litorales ajenos. Al alcance de la mano est+ lo suficiente. Aquel que con la pobre'a bien se lleva rico es. Que sigas bien. Notas 1.
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↑ La toa ro+ana& +ta8 =asta los !4 o !# a7os apro>i+ada+ente% ↑ En curso de una verdadera cere+onia de iniciación& a lo *ue =ace alusión 12neca en este pasaje& al cu+plir los !4 o !# a7os& los jóvenes deja,an de lado la prete>ta& lo *ue s+,olica+ente sini'ca,a el a,andono de la ni7e0& para vestir la toa viril& lo *ue +arca,a el co+ien0o de su vida ciudadana% Al da siuiente& eran conducidos sole+ne+ente al oro ?o+ano% ↑ @na de las +aneras de no+inar los a7os durante la 2poca repu,licana (v% artculo calendario ro+ano ) consista en =acerlo con reerencia al inicio de un consulado deter+inado& utili0ando a tal eecto el no+,re del cónsul en cuestión% 8Contar varios cónsules8& *uiere decir tanto co+o 8vivir +uc=os a7os8% ↑ Cneo .o+pe/o Mano& en latn naeus o Cnaeus .o+peius Manus (!$4 - 6 a% C%)% Bpuesto a ulio C2sar durante la seunda uerra civil ro+ana& =u/ó a Eipto% El
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re/ .tolo+eo III& *u2 sólo conta,a con !" a7os de edad& es el 8pupilo8 +entado en este pasaje% 1u tutor& .otino el eunuco& esperando conraciarse con C2sar& =i0o asesinar a .o+pe/o durante su dese+,arco en las costas eipcias% ↑ Marco Licinio Craso (c% !! a% C% F 3 a% C%) Gotorio eneral ro+ano& or+ó parte del pri+er triunvirato junta+ente con .o+pe/o / ulio C2sar% Derrotó a los esclavos su,levados conducidos por Espartaco en #! a%C% .ereció en el a7o 3 a%C% en la ,atalla de Carr=ae& contra el i+perio parto& o,ernado por Brodes II de .artia% ↑ Ca/o C2sar ( en latnH aius Cesar)% Este no+,re ue llevado por +uc=os personajes c2le,res en la =istoria ?o+ana% A*u 12neca se re'ere a aius ulius Caesar Auustus er+anicus (!" - ! d%C%)& *ue pasó a la =istoria con su a+oso so,reno+,reH Calula% ↑ Marco E+ilio L2pido (4-3:) ue un patricio ro+ano& ue un pró>i+o de Calula / pro,a,le+ente co+pa7ero su/o de oras% 1e casó con Drusilla& la =er+ana de 2ste% Acusado de co+plotar contra Calula& ue ejecutado por orden de este% ↑ Casio uerea ( !" a%C% - ! d%C%) Centurión ro+ano& ue uno de los raros supervivientes de la ,atalla del ,os*ue de Teuto,uro% .articipó en el asesinato de Calula con la uardia pretoriana% ;ue a su ve0& por la +is+a ra0ón ajusticiado ulterior+ente por Claudio% ↑ Con esta reerencia& 12neca alude clara+ente a Epicuro% En eecto& la escuela undada por 2ste era /a desde tie+pos re+otos conocida co+o 8el jardn8%
V Séneca a su Lucilio saluda, &ue con tenacidad estudies y dejes de lado todo lo otro para dedicarte únicamente a hacerte mejor cada día, apruebo y me ale!ra@ no s"lo te e$horto a perseverar sino también te lo pido. Asimismo te amonesto contra el capricho de aquellos que desean, no ser mejores, sino ser remarcados@ nada ha!as que habida cuenta de tus h+bitos o !énero de vida sea chocante. )vita una apariencia !rotesca, una cabe'a intonsa, una barba ne!li!ente, el odio manifiesto al dinero, el lecho tirado por tierra y cualquier otro alarde ostentario perse!uido a través de vías absurdas. 2a bastante el nombre mismo de la filosofía, aun si modestamente evocado, es detestado: %&ué de nosotros si comen'amos a e$traernos de la costumbre de los humanos( &ue en nuestro interior, todo sea diferente, que nuestra apariencia con la del pueblo se conforme. &ue no resplande'ca nuestra to!a, pero que tampoco sea s"rdida, no ten!amos vajillas de plata ornadas con cinceladuras de oro masivo@ pero no por ello pensemos que prescindir del oro y de la plata sea indicio de fru!alidad. 0bremos de manera tal que llevemos una vida mejor, no contraria, a la del común de la !ente: sino conse!uiremos que aquellos a quienes quisiéremos enmendar se alejen de nosotros y nos den la espalda. Lo!raremos incluso que nadie quiera imitarnos, porque temer+n deber imitarnos en todo. )sto prometi" en primer lu!ar la filosofía: sentido común, humanidad y sociedad@ de todo ello la profesi"n de la disimilitud nos separa. Heamos que aquello con lo que queremos procurarnos admiraci"n no sea rídiculo ni odioso. Ciertamente, nuestro prop"sito es vivir conforme a la naturale'a: contra natura es martiri'ar su propio cuerpo, tener aversi"n por el m+s elemental aseo, apetecer inmundicias y nutrirse con alimentos no s"lo viles sino repu!nantes y h"rridos. ;i de al!una manera desear refinamientos peca de lujuria, fu!ar de los b ienes habituales y disponibles sin esfuer'o, peca sin duda de demencia. La filosofía e$i!e fru!alidad, no sufrimiento y, por otra parte, tampoco es necesario que la fru!alidad ambule despeinada. >e
al!un modo me place temperar la vida entre las maneras estrictas y las populares@ que nuestras vidas puedan ser objeto de admirativa reverencia, pero que también puedan ser comprendidas. %&ué entonces( %Iacer lo mismo que los otros( %3ada se interpone entre nosotros y ellos( -ucho. &ue el vul!o nos sepa disímiles s"lo si nos observa apropiadamente@ que quien entre en nuestra casa pueda sentir admiraci"n m+s bien por nosotros que por nuestros muebles. *rande es aquel que se sirve de una vajilla de arcilla como si fuera de plata, no menos !rande es aquel que utili'a una vajilla de plata como si fuera de arcilla. )s debilidad del alma no poder soportar las rique'as. #ero para también compartir conti!o la pequea !anancia de este día, en lo de nuestro Iecat"n 678 hallé que la e$tinci"n del deseo ayuda incluso a remediar el miedo. "esas de temer" 5 dice 5 "si cesas de esperar" . #re!untas: %C"mo es posible que lo que es tan opuesto pueda estar pr"$imo( al cual es, mi Lucilio: en apariencia diversos, conjuntos van. Así como la cadena enla'a a la ve' al prisionero y al soldado, estos otros, por disímililes que fueren, simult+neamente inciden: la esperan'a es se!uida por el miedo. 3in!ún asombro que esto así camine. ?na y otro son la obra de un espíritu en suspenso, una y otro se inquietan de las e$pectativas del futuro. La principal causa de ambos es por otra parte, que en lu!ar de ajustarnos al presente, enviamos nuestras co!itaciones a lo lejos. >e tal modo, la providencia, m+$imo bien de la condici"n humana, se vuelve un mal. Las fieras huyen de los peli!ros que ven. Con huir, quedan tranquilas. A nosotros el futuro nos atormenta, también el pasado. -uchos de nuestros bienes nos perjudican. Así, el tormento del miedo re!resa acarreado por la memoria@ la providencia lo anticipa. 3adie se contenta s"lo con el presente para ser des!raciado. Que sigas bien. Notas 1.
↑ Jecato de ?odas o Jecatón de ?odas (rieoH KNOP)& (c% !$$ a% C%)& ue un 'lósoo estoico% Es recuente+ente +encionado por 12neca%
VI Séneca a su Lucilio saluda, #ercibo, Lucilo, no tanto me enmiendo como me transfi!uro. 3o pretendo ni espero que ya nada quede en mi que no haya que cambiar. %#or qué no tendría todavía mucho que sujetar, que e$tenuar, que fortificar( 2 esto es ya en sí la prueba de una mejoría del espíritu: que los vicios que hasta ahora i!noraba, ve. Al!unos enfermos son di!nos de hala!o cuando se descubren sí mismos enfermos. &uisiera por eso, compartir conti!o esta tan súbita mutaci"n mía@ entonces nuestra amistad comen'aría a tener esa confian'a m+s certera, aquella de la verdadera amistad, la que nin!una espera, nin!ún temor ni el cuidado de interés al!uno puede romper, aquella con la cual los hombres mueren, por la cual mueren. -uchos puedo mencionarte que, no de ami!o, pero de amistad carecieron. )sto no puede suceder cuando el +nimo de compartir es impulsado por la voluntad de buscar lo noble. %2 por qué no es posible( #orque saben que todo lo tienen en común y aún m+s todavía: la adversidad. 3o puedes concebir en tu espíritu cu+nto impulso me aporta consi!o cada día.
4)nvíanos entonces4 5 dices 5 4todo aquello cuya eficacia tan bien conoces4. 2o deseo ciertamente transfundir todo en ti. 2 en esto, si en al!o aprender me re!ocija, es para ensear. 3in!ún conocimiento me deleitaría, si e$imio y saludable que fuere, si yo fuese su único depositario. ;i me fuera dada sabiduría bajo tal condici"n, para enclaustrarla y no transmitirla, la recha'aría: de nin!ún bien la posesi"n es jocunda sin socio. e enviaré en consecuencia los libros mismos y, para que no dilapides esfuer'os buscando aquí y all+ las citas m+s provechosas, colocaré marcas que te lleven inmediatamente a los pasajes que apruebo y admiro. ;in embar!o, de mayor provecho te serían la palabra de viva vo' y la vida en común que la palabra escrita. )s necesario que ven!as en persona, primero, por que los hombres creen m+s ampliamente a sus ojos que a sus orejas, se!undo, porque lar!o camino es el de los preceptos, breve y efica' el del ejemplo. Cleantes 678 no habría reflejado tan bien a Jen"n 6=8 con s"lo haberlo escuchado: estuvo presente en su vida, penetr" sus secretos, observ" si vivía de conformidad con sus principios. #lat"n, 68 Arist"teles 6B8 y toda la hueste de los que por las diversas vías de la sabiduría se dispersaron, fueron conducidos m+s por las costumbres que por las palabras de ;"crates. La camaradería, no la escuela de )picuro, hi'o de -etrodoro, 68 de Iermarcho, 6D8 de #olieno 6E8 !randes hombres. 3o tanto te convoco para que pro!reses sino para que ha!as pro!resar: mucho es en efecto lo que el uno al otro aportaremos. )ntretanto, te revelo aquella pequea recompensa cotidiana que te debo, que hoy en lo de Iecat"n me deleit": "!e preguntas" 5 dice 5 "#ué he ganado$ omencé a ser mi amigo." -ucho pro!res": /nunca estar+ solo1 ;+belo, ese ami!o e$iste para todos. Que sigas bien. Notas 1.
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7.
↑ Cleantes de Aso (En r% QRSPUW) (circa 33! a%C% - "3" a%C%) 'lósoo rieo& discpulo de enón de Citio& ue el continuador de 2ste en la dirección de su escuela =asta su +uerte% Go ue un pensador +u/ oriinal& pero diundió ajustada+ente las ense7an0as de su +aestro =asta el da de su +uerte% ↑ enón de Citio& (en rieo XYPOP Z Q[N[\]W) (el Estoico) (333 a%C% - "4 a%C%)& 'lósoo rieo considerado co+o el undador de la escuela de la stoa (*ue *uiere decir pórtico en rieo)& voca,lo de donde derivó el a+oso no+,re de esta corrienteH el estoicis+o% ↑ .latón (en rieo ^RNOP) (circa "# a% C% _ "6 a% C% F 3# a% C%) 'lósoo rieo& discpulo de 1ócrates% @no de los +<>i+os e>ponentes de la 'losoa universal% ↑ Aristóteles& (en rieo `[bNZNSRW) (36 a% C% F 3"" a% C%) 'lósoo rieo& se lo considera el creador de la lóica% unta+ente con .latón& se le atri,u/e una inuencia crucial en la 2nesis de las ,ases del pensa+iento occidental% ↑ Metrodoro de L<+psaco (el joven) (33! a% C%-"## a% C%) ue un 'lósoo rieo de de la corriente epic5rea% ↑ Jer+arco de Mitilene& (r% foW) ( s%IV a%C%) ue un 'lósoo rieo seuidor de Epicuro% A la +uerte de 2ste& lo sucedió en la dirección de su escuela% 1us escritos eran de naturale0a pol2+ica / =a,ran sido diriidos en contra de .latón& de Aristóteles / de E+p2docles se5n relata Dióenes Laercio en su li,ro Vidas& opiniones / sentencias de los 'lósoos +
VII Séneca a su Lucilio saluda, %&ué piensas que debes tratar de evitar sobre todas las cosas( La turba. 3o lo lo!rar+s no obstante libre de inquietudes. 2o, es cierto, habré confesado mi debilidad: nunca me refiero a las costumbres que he llevado: al!unas de las que corre!í me perturban, otras de las que fu!ué revienen. Lo que sucede a los enfermos que continuamente afectados por una lar!a debilidad nunca se recuperan libres de todo dao, nos sucede i!ualmente a aquellos de nosotros, cuyas almas de una lar!a enfermedad reponen. #erjudicial es el tr+fico con muchos: cualquiera nos incita al vicio o nos los imprime o sin que nos demos cuenta nos impre!na. Allí donde mayor sea la masa en la que nos me'clemos, radica el peli!ro m+s !rande. 3ada sin embar!o es m+s pernicioso para las buenas costumbres que asistir a un espect+culo: allí, por la hendija de la concupiscencia, repta m+s f+cilmente el vicio. %&ué esperas que di!a( %&ué re!reso m+s avaro, m+s ambicioso, m+s lujurioso( #eor: con certe'a, m+s cruel, m+s inhumano, porque entre humanos estuve. )l a'ar hi'o que cayera al espect+culo de mediodía. )speraba encontrarme con jue!os, farsas y otras distracciones que reposen los ojos de los hombres de la san!re humana. odo lo contrario: cualquiera de los combates precedentes era piadoso en comparaci"n. Ahora, dejadas las bufonerías de lado, tenían lu!ar meros homicidios: nada tienen que los proteja, sus cuerpos est+n enteramente e$puestos a los !olpes, nunca lan'an sus manos en vano. 678 La mayoría prefiere estos mucho m+s que los combates ordinarios o entre favoritos. %C"mo no preferirlos( 3i casco ni escudos que repelan las espadas. %#ara qué protecciones, para qué técnica( ales artificios no hacen sino demorar la muerte. #or la maana, los hombres son arrojados a los leones y a los osos, al mediodía son e$puestos sus espectadores. ;e ordena arrojar aquellos que van a morir frente a sus ejecutores. )l que sale victorioso es destinado a una nueva masacre: la única salida de la pu!na es la muerte. Aquí comandan el hierro y el fue!o . )sto sucede cuando la arena descansa. 4/#ero este cometi" un latrocinio, mat" un hombre14 %2 entonces qué( #orque mat", merece i!ual destino. 2 tú, %qué has merecido, miserable, para presenciar tal cosa( 4/-ata, fusti!a, quema1 %#or qué aquel se arroja tan tímidamente contra los hierros( ...%#or qué mata aquel otro con tan poca audacia(... %#or qué muere este con tanta mala !ana( 4/&ué con lati!a'os los inciten al bao de san!re, qué los pechos desnudos se ofrenden abiertamente a la !olpi'a mutua14 Lle!a el intermedio del espect+culo: 4/qué en el ínterin sean de!ollados hombres, qué la actividad no cese1 4. %#ero es que no comprenden que los malos ejemplos recaen sobre aquellos que los perpetran( /A!radeced a los dioses inmortales que ense+is a ser cruel a aquel quien no puede aprenderlo1 >e la influencia del pueblo ha de preservarse al alma tibia, apenas afecta a lo recto: f+cilmente se transita hacia los ran!os de la mayoría. ncluso de ;"crates, 6=8 Cat"n 68 y Lelio, 6B8 la multitud que tan poco se les parecía, hubiera podido sacudir las buenas costumbres: nin!uno de nosotros, en tanto y en cuanto forjamos nuestro car+cter, puede resistir el ímpetu de vicios que con tan ma!na escolta desembarcan. ?n s"lo ejemplo de lujuria y avaricia hace ya mucho mal: un convidado delicado adormece paulatinamente el nervio y molifica, un vecino rico e$cita la codicia, una compaía inicua, cualquiera sea la candide' y simplicidad de aquel que frota, deja la marca de su corrosi"n. %&ué crees qué acontece cuando las buenas costumbres sufren el asalto de la multitud(
3ecesariamente, o imitar+s u odiar+s. Ambas cosas empero deben evitarse: no quieras hacerte similar a los inicuos porque sean muchos ni quieras hacerte de muchos enemi!os porque sean de ti disímiles. #enetra en ti mismo lo m+s que puedas, t"rnate hacia aquellos que te puedan hacer mejor, admite aquellos que tu puedas mejorar. -utuo es este quehacer y los hombres enseando aprenden. 3ada hay que por la !loria de hacer público tu in!enio te deba empujar a producirte sobre la escena para declamar o ar!umentar. e empujaría a que lo hicieses si tuvieres para tal pueblo la mercadería id"nea: pero nadie hay que pueda comprenderte. Al!una ve' qui'+s, uno u otro apare'ca a quien ten!as que formar para que te comprenda. %#ara quién aprender todo esto, entonces( 3ada tienes que temer, no habr+s perdido tiempo si te enseaste a ti mismo. #ero para no aprender hoy s"lo para mí mismo, te contaré que me topé con tres frases remarcablemente dichas, tres frases que tienen casi el mismo sentido, de las cuales con la primera saldo mi deuda de la presente carta y te pido recibas adem+s las dos restantes como anticipo. >em"crito 68 dice: 4?no vale para mí lo que el pueblo, y el pueblo lo que uno.4 Kuena también aquella de quienquiera haya sido 9se duda en efecto sobre la identidad de su autor quien, pre!untado acerca de por qué tanta dili!encia aplicaba para un arte que a poquísimos alcan'aba, 4suficientes son4 5 respondi" 5 4para mí, unos pocos, suficiente es uno, suficiente es nin!uno.4 )$celente es asimismo esta tercera sentencia, de )picuro, quien a uno de sus camaradas de estudio...4esto4 5 decía 5 4 yo no para muchos, sino para ti escribo. )n verdad, el uno para el otro somos el i!ual de un !ran teatro.4 )stos preceptos, mi Lucilio, deben ser res!uardados en tu alma, así puedas despreciar el placer proveniente del asentimiento de la mayoría. -uchos te elo!ian: %tienes de qué complacerte a ti mismo, si eres comprendido por los m+s( &ué tu fortuna mire hacia tu interior. Qué sigas bien. Notas 1.
2.
3.
↑ 12neca descri,e en este / en los dos par<raos siuientes alunas etapas de los espectión 'losó'ca so,re los pro,le+as =u+anos& d
4.
5.
conoce por su c2le,re raseH «Ceterum censeo Carthaginem esse delendam (8.or otra parte opino *ue Cartao de,e ser destruida8)& *ue pronuncia,a en toda ocasión posi,le& incitando a la destrucción de Cartao% ↑ Lelio (latnH !aius Laelius apodado "apiens" H el sabio & !66 a%C% - !":_!"3 a%C%) ue un poltico ro+ano *ue perteneció al crculo de .u,lio Cornelio Escipión E+iliano% M
VIII Séneca a su Lucilio saluda, 4%u me exhortas" 5 dices 5 "a e&itar la turba, a aislarme y estar contento en mi conciencia$ 'ónde están a#uellos preceptos &uestros #ue comandan morir actuando$" %&ué( %;oy visto por ti aconsejando la inercia( ;i me recluí y aislé de lo e$terior es para poder ser útil a muchos. 3in!uno de mis días transcurre en ocio, reivindico partes de la noche para el estudio, al sueo no me entre!o sino sucumbo y aun cayéndose mis ojos de fati!a por la vi!ilia, los reten!o fijados en mi obra. -e separé no tanto de los hombres pero de las cosas, en primer lu!ar de mis propios asuntos: me ocupo de cuestiones para la posteridad. #ara ella, lo que en al!o pueda ser de provecho escribo@ confío a mis escritos admoniciones saludables a la manera de recetas de medicinas útiles que comprobé yo mismo eficaces para mis úlceras, las que, si bien no completamente curadas, dejaron de rampar. )l camino recto, que tarde y laso de errar he conocido, a los otros muestro. Clamo:
"vitad lo &ue sea &ue complaca al vulgo* lo &ue el aar atribu+e, &ue todo bien %ortuito os inspire sospecha + pavor- las $eras + los peces son capturados a causa de epectativas placenteras. /Crees &ue son presentes de la %ortuna0 on insidias. 1u2 cual&uiera de los vuestros &ue &uiera llevar una vida segura* evite cuanto m3s pueda esos bene$cios viscosos* en los cuales* miserables de nosotros* tambi2n sucumbimos. Creemos poseerlos4nos pegotean5 ste curso al precipicio desciende* la meta de la vida de los prominentes es caer. A la postre* cuando la %elicidad empu6a a ir de trav2s* a nadie le es permitido resistir, ni siguiera erguidos o de una sóla ve nos abate la %ortunanos revuelca + sumerge. Por ello llevad una %orma de vida sana + salubre* a&uella &ue al cuerpo sólo lo su$ciente para una buena salud dispensa. ste ha de tratarse m3s duramente para &ue no impere sobre el esp'ritu. 1ue el alimento sea para calmar el hambre* la bebida para etinguir la sed* &ue la vestimenta mantenga ale6ado al %r'o + &ue la construcción de las casas prote6a contra las inclemencias del tiempo. 1ue sean erigidas con adobe o con m3rmol proveniente de naciones le6anas* ninguna di%erencia- sabed &ue tan bien
cobi6a al ser humano la pa6a como el oro. #espreciad todos a&uellos es%ueros super7uos consagrados al ornamento + a la decoración* pensad &ue nada m3s all3 del esp'ritu es digno de admiración* para el cual* si grande* nada es grande." ;i de esto conmi!o, si de esto con todos los que vendr+n en el tiempo dialo!o, %no soy visto por ti m+s provechoso que descendiendo para comparecer a una defensa en justicia, o estampando mi sello anular 678 en tabletas testamentarias, o poniendo en el senado mi vo' y manos a la disposici"n de un candidato( Creeme, los que parecen que nada hacen, hacen cosas mayores: tratan al mismo tiempo de cuestiones humanas y divinas. #ero ya es la hora de terminar y por otra parte, como instituído, debo pa!ar por medio de esta carta. )sto, no proviene de mi obra: como hasta ahora, pillemos a )picuro, de quien estas palabras leí en el día de hoy: "(ara lograr la &erdadera libertad es necesario ser escla&o de la filosof)a." 3o hay demoras en el día en que a ella te sujetas y entre!as: inmediatamente te hace !irar sobre ti mismo. 6=8 Lo mismo es en efecto servir la filosofía que la libertad. #uede acontecer que me interro!ues por qué de )picuro tantos m+s buenos dichos refiero que de los nuestros: 68 %piensas acaso que estas m+$imas son de )picuro y no de todos( /Cu+nto los poetas dicen lo que los fil"sofos o ya dijeron o debieran decir1 /3i qué mencionar nuestras tra!edias, ni nuestras to!adas, 6B8 que por su severidad pueden situarse entre la comedia y la tra!edia1 /Cu+ntos de los m+s preclaros versos yacen entre los mimos1 /Cu+nto de #ublio 68 debería recitarse cal'ando el coturno, 6D8 no sin él1 ?n verso de aquel, que atae a la filosofía respecto de lo que hace un momento estaba entre nuestras manos, refiero@ nie!a que el a'ar ten!a cabida en lo que es nuestro: "a*eno es todo a#uello #ue surge del deseo" ecuerdo aquel pleno de sensate' por ti dicho, mejor y m+s estricto: "no es tuyo lo #ue la fortuna hizo tuyo" Ahora, a este aun mejor, no lo paso por alto: "bien #ue pudo ser dado puede ser #uitado" odo esto no imputo a mi pa!o: te doy de lo tuyo. Que sigas bien. Notas 1. 2.
3. 4.
↑ .ara dar valide0 a un testa+ento& los *ue servan de testio de,an esta+par sus sellos personales& *ue lleva,an ra,ados en sus anillos% ↑ En el te>to latino circumagitur & literal+ente irar so,re si +is+o (3a% pers% sin% ind%& vo0 pasiva del ver,o circumago) sini'ca asi+is+o ser liberado % La e>presión proviene de un ritual de la +anu+isión (lat%H manumissio )& o sea el otora+iento de la li,ertad a un esclavo& *ue consista en llevarlo a un luar p5,lico / =acerlo& eectiva+ente& irar so,re si +is+o a la vista de los presentes% Tal esto sini'ca,a su li,eración% ↑ 12neca se re'ere a los estoicos% ↑ La togada& (lat% togata) ta+,i2n <,ula toata es un estilo de co+edia teatral latina
5. 6.
de la ?o+a antiua& adoptado del teatro rieo% 1u no+,re proviene de *ue los actores& *ue representa,an personajes locales& vestan la tpica toa ro+ana% ↑ .u,lio 1iro (lat% .u,lilius 1/rius) (6 a%C% - 3 a%C%) esclavo li,erto& alcan0ó la cele,ridad en ?o+a en ra0ón de sus panto+inas / de sus +<>i+as +orales% ↑ "calar el coturno" & es decir e>presarse o decla+ar de una +anera dina / sole+ne (Con% #icc. de la 8eal Academia espa9ola )% La e>presión& en sentido 'urado& *ue tal co+o utili0ada por 12neca =a lleado a nuestros das& proviene de la vo0 coturno& *ue desina,a el cal0ado utili0ado por los actores *ue representa,an traedias en la ?o+a antiua& para au+entar su estatura ensal0ando de esta +anera visual+ente sus roles% 1ólo los actores de traedias lo utili0a,an& no as los de co+edias ni de panto+i+as& *ue actua,an "ecalceatis" (sin cal0ado o sin el coturno)% Este es el sentido de la alusión de 12neca en este pasaje& *uien pone de relieve la sa,idura *ue en +uc=os casos se encuentra 8/aciente8 en o,ras *ue& co+o las panto+i+as& no tienen en principio la relevancia ni la sole+nidad de la traedia%
I Séneca a su Lucilio saluda, ;i con ra'"n reprueba en aquella carta )picuro a quienes dicen que los sabios se bastan a si mismos y por ende no necesitan de ami!os, deseas saber. )n efecto, )stilp"n es objectado por )picuro, como así también lo son aquellos para quienes la visi"n del sumo bien es la de un espíribu impasible. ;e cae en la ambi!Medad, si queriendo e$presar r+pidamente NONPQRST 9apatheia con una única palabra, decimos impatientia. 678 ;e puede en efecto entender lo contrario de lo que queremos si!nificar. 3osostros queremos mentar la calidad de quien aparta de sí toda sensaci"n del mal: se podría interpretar la de aquel que no puede soportar nin!ún mal. He entonces si no bastaría con hablar de un espíritu invulnerable o de un espíritu que se coloca m+s all+ de todo sufrimiento. Lo si!uiente difiere entre nosotros 6=8 y ellos: nuestro sabio vence todo aquello que lo afecta, pero siente, el de ellos directamente no siente nada. )l punto común entre nosotros y ellos, es que el sabio se basta a si mismo. #ero sin embar!o, bien que autosuficiente, quiere tener ami!os, vecinos y camaradas. He hasta que punto se contenta de sí mismo: a veces se conforma hasta con lo que queda de él. ;i su mano le es cercenada a causa de una enfermedad o por un enemi!o, si por accidente pierde un ojo o los ojos, se contentaría con su vesti!io y aun con un cuerpo estropeado y amputado sería tan feli' como cuando estaba ínte!ro@ no obstante, bien que no lamenta lo que perdi", hubiera preferido no perderlo. Así se basta el sabio a sí mismo, no es que quiera estar sin ami!os sino que podría@ y cuando di!o podr)a, si!nifico que soporta las pérdidas con +nimo i!ual. ;in ami!os, de se!uro, no se quedar+ nunca: en su potestad est+ lo que r+pido restaura. >el mismo modo que Uidias, 68 si hubiere perdido una estatua haría inmediatamente otra, tal cual este artífice en hacer ami!os substituiría otro en el lu!ar del que perdi". %#re!untas de qué modo hacer r+pidamente ami!os( e lo di!o, si tu y yo convenimos que ya mismo salde lo que te debo y que en cuanto a esta carta quedemos parejos. Iecat"n dice "yo te mostraré como ser amado sin pociones, sin hierbas, sin ning+n tipo de fórmula mágica si #uieres ser amado, ama" . #or otra parte, no tan solo mantener viejas y probadas amistades entraa un !ran placer, sino también comen'ar y cultivar nuevas.
La diferencia entre el a!ricultor que siembra y aquel que cosecha es la misma que e$iste entre aquel que ya entabl" una amistad y el que la inicia. )l fil"sofo Atalo 6B8 solía decir que m+s a!radable es hacer ami!os que tenerlos "as) como para el artista es más placentero pintar #ue haber pintado" . Aquella tensi"n ocupada en su obra lleva consi!o u n in!ente embelesamiento que radica en la ocupaci"n en sí misma: una ve' que quit" las manos de la obra el deleite no es el mismo, a partir de ese momento disfruta del fruto de su arte@ mientras pintaba disfrutaba del arte en sí. -+s fecunda es la adolescencia de los hijos pero m+s dulce la infancia. Ahora re!resemos a nuestro prop"sito. )l sabio, si bien se basta a sí mismo quiere no obstante tener ami!os, sin nada m+s en vista que el ejercicio la amistad, para que tamaa virtud no dormite. 3o con la finalidad que decía )picuro en esa misma carta "para tener #uien se siente a nuestro lado si uno se enferma, para #ue nos socorra si arro*ados a los hierros o en la indigencia" , pero para tener a quien a cuyo lado sentarnos si él estuviere enfermo o para liberarlo de la prisi"n aun si se econtrase rodeado de enemi!os. &uien mira a si mismo y por tal ra'"n busca ami!os, piensa mal. al como comien'a, así termina: si se hi'o de un ami!o para que lo asista contra el cautiverio, ni bien crepiten las ca denas éste se batir+ en retirada. )sas son las amistadas que el pueblo llama temporarias, asumidas por ra'"n de conveniencia: placen en tanto y en cuanto fueren útiles. #or eso a los florecientes circunda una turba de ami!os@ en torno a los arruinados ronda la soledad, allí mismo donde son puestos a prueba, huyen los ami!os. >e esto, los m+s nefarios ejemplos son los que por miedo abandonan, los que por miedo traicionan. neludiblemente, entre el inicio y el final e $iste con!ruencia: el que se vuelve ami!o por conveniencia, deja de serlo por conveniencia@ cualquier precio contra de la amistad es bueno, si al!uno en ella se puso m+s all+ de ella misma. %#ara qué hacerme de un ami!o( #ara tener por quien pueda morir, para tener a quien se!uir en el e$ilio, a quien defender de la muerte incluso al precio de mi vida. Lo que tu describes es un ne!ocio que persi!ue el acomodo, que mira hacia lo que se podría obtener, no amistad. ;in duda tiene al!una similitud el afecto de la amistad con el del amor@ tu podrías hasta decir que este es la insania de la amistad. Ahora bien, %es que entonces al!uien podría amar por motivo de lucro( %por ambici"n o por !loria( #or sí mismo el amor descuida toda otra cosa, enciende los espíritus por el deseo de la belle'a, no sin la esperan'a de un amor correspondido. %&ué entonces( %>e una causa m+s honesta puede sur!ir un afecto m+s indecente( "-o se trata ahora de eso" 5 dices 5 "de saber si la amistad es de desear por ella misma" . /#ero si1 3ada hay que sea m+s necesario de probar: si la amistad es deseable por sí misma, puede acceder a ella quien se basta a sí mismo. %>e qué manera se accede entonces( Como a lo pulquérrimo: ni motivado por el lucro, ni aterrori'ado por los cambios de fortuna@ se priva a la amistad de su majestad cuando se la cultiva para obtener un buen caso. "l sabio se basta a s) mismo" . )sto, mi Lucilio, es interpretado err"neamente por la mayoría: al sabio lo rele!an de todos lados y lo confinan dentro de su piel. >ebe distin!uirse en efecto qué si!nifica esta locuci"n y cual es su alcance: el sabio se basta a sí mismo para vivir feli', no para vivir@ para esto último necesita en efecto de muchas cosas@ para lo primero, s"lo de un espíritu sano, derecho y desdeoso de la fortuna. &uiero indicarte también una distinci"n de Crísipo. 68 >ice que el sabio no carece de nada, pero que sin embar!o muchas cosas le serían necesarias: "por el contrario, para el imbécil nada es necesario /ya #ue no sabe ser&irse de nada0, pero carece de todo." Al sabio, sus manos, ojos y
muchas cosas indispensables para el uso cotidiano le son provechosas, pero no carece de nada@ carecer es en efecto necesidad@ nada es necesario al sabio. )n consecuencia, bien que se contentaría consi!o mismo, los ami!os le son provechosos y quisiera tener tantos como posibles, no para v ivir feli', vive en efecto feli' incluso sin ami!os. )l sumo bien no requiere instrumentos e$trínsecos, es cultivado en casa propia@ se e$trae ínte!ramente de si mismo: comen'aría a sujetarse a la fortuna si requiriese partes de fuera de sí. "Qué destino sin embargo el de la &ida del sabio, si #uedando sin amigos, es arro*ado en prisión o despo*ado en un pa)s le*ano o demorado en una larga tra&es)a o abandonado en un litoral desierto$" )l mismo que el de <úpiter, quien disuelto el mundo y confundidos los dioses en uno, detenida un instante la naturale'a, se reposa en sí mismo absorto en sus meditaciones. al cual hace el sabio: se reco!e en sí mismo, est+ consi!o. >e se!uro que, cuando le es permitido ordenar por su arbitrio sus cosas, el sabio se basta a sí mismo pero toma mujer, se basta a sí mismo y cría hijos@ se basta a si mismo y sin embar!o no viviría si hubiere de vivir sin los hombres. Iacia la amistad no lo lleva nin!una conveniencia propia, sino el impuso natural, porque entre las cosas que para nosotros poseen innata dul'ura, se encuentra la amistad. an !rande como el odio a la soledad es la voluntad de vida social y así como la naturale'a concilia al hombre con el hombre, ínsito llevamos el a!uijon que nos hace +vidos de amistad. 3o obstante, aun amando sin común medida a sus ami!os, aun i!ual+ndolos, frecuentemente prefieriéndolos a sí mismo, delimitar+ dentro de sí todo lo valioso y dir+ lo que )stilb"n, a quien )picuro cuestiona en su carta. Aquel, sometida su patria, habiendo perdido sus hijos, habiendo perdido su esposa, emer!ía solitario y sin embar!o feli' del incendio !eneral. Cuando interro!ado por >emetrio 9cuyo sobrenombre (oliorcetes 6D8 proviene de sus devastaciones de ciudades si había perdido al!o: "%odos mis bienes" 5 dijo 5 "están conmigo." /Ie allí un hombre fuerte y de coraje1 ncluso del vencedor venci" la victoria."-ada" 5 dijo 5 "he perdido" : a dudar los for'" si habían vencido. "%odo lo mio está conmigo" : la justicia, la virtud, la prudencia, aquello mismo de no creer un bien lo que puede ser arrebatado. Admiramos al!unos animales que pueden atravesar las llamas sin sufrir dao corporal al!uno: /cu+nto m+s admirable es un hombre que a través de hierros, ruinas y fue!o, se evade inc"lume e indemne1 %Hes cu+nto m+s f+cil es vencer todo un ejército que un solo hombre( Aquellas palabras aquel la comparte con el estoico: al i!ual que este, acarrea sus bienes intactos a través de urbes en ceni'as@ porque se contenta de sí mismo, porque él mismo delimita las fronteras de su felicidad. 3o creas que nosotros somos los únicos en lan'ar nobles palabras, el mismo censor de )stilb"n, )picuro, pronunci" voces similares a las suyas. ecíbelas como presente, si bien ya saldé mi deuda del día: "1#uel" 5 dice 5 "#ue no se siente colmado con lo suyo, fuere se2or de todo el mundo, será desgraciado". 0 bien, si de esta manera se ve para tí mejor enunciado 5 esto es útil en efecto para que no nos sujetemos tanto a las palabras como al sentido 5 "s desgraciado a#uel #ue no se *uzga a s) mismo felic)simo, aun#ue domine el mundo." #ara que sepas que esto pertenece también al sentido común, dictado sin duda por la naturale'a, en lo de un poeta c"mico encuentras: "no es feliz, el #ue no se piensa feliz" %&ué importa en efecto cu+l fuere tu situaci"n, si para ti se ve mala( "Qué entonces$" 5 pre!untas 5 "si feliz se di*ere alg+n rico infame, se2or de muchos pero toda&)a de muchos más escla&o, ser)a feliz por obra de su sentencia$" 3o es lo que di!a sino lo que sienta lo que importa, tampoco lo que sienta un s"lo día, sino asiduamente. #or otra parte no es de temer que
tal cosa aconte'ca a un indi!no: salvo al sabio, lo propio no place@ la imbecilidad sufre de su asco por sí misma. Que sigas bien. Notas 1.
2.
3. 4.
5.
6.
↑ En eecto& la vo0 latina impatientia& puede sini'car en latn clpresiones an
Séneca a su Lucilio saluda, Así es, no modificio mi sentencia: huye de la multitud, huye de pocos, huye incluso de uno. 3o encuentro con quien quisiera que manten!as trato.2 ve que juicio tienes de mi: me atrevo a librarte a ti mismo. Crates, 678 discípulo del mismo )stilb"n que mencioné en mi carta precedente, viendo un adolescente que ambulaba retirado, se!ún cuentan, le pre!unt" que hacía solo. "onmigo" 5 dijo 5 "hablo" . A lo que Crates "ten cuidado" 5 dijo 5 "te pido #ue escuches con atención estás hablando con un hombre malo." ;olemos custodiar a los an!ustiados, a los despavoridos, qu e no ha!an mal uso de la soledad. 3adie e$iste entre los imprudentes a quien deba dejarse librado a sí mismo@ es entonces que a!itan los malos prop"sitos, que tejen las tramas de futuros peli!ros para otros o para sí mismos, que ímprobos ardores se alistan@ que todo lo que el +nimo por miedo o por pudor encubría, ahora e$pone, a!u'ando la temeridad, e$citando la concupiscencia, insti!ando la iracundia. Al final, lo único que la soledad tiene de c"modo, no confiar nada a nadie, no temer a un eventual traidor, se esfuma para el insensato: él mismo se traiciona. -ira en con secuencia lo que espero de ti, mejor dicho, lo que !aranti'o 9la esperan'a es pues el nombre de un bien incierto: no encuentro con quien estuvieres mejor que conti!o mismo. -e vuelve a la memoria la !rande'a de espíritu con que habías pronunciado otrora ciertas palabras, /cu+n plenas de vi!or eran1 -e había felicitado de ello en el acto y me dije: "no son de labios para afuera, estas palabras tienen fundamento3 este hombre no pro&iene del com+n d e las gentes3 mira hacia la salud." al como hablas, así vive, ve que nin!una cosa te rebaje. #or tus rue!os de antao puedes dar !racias a los dioses, elabora otros ínte!ramente nuevos: pide una
buena mente, una buena salud para el alma, recién lue!o para el cuerpo. %#or qué no harías tales rue!os frecuentemente( #ide a >ios con audacia: nada ha' de pedirle de otros. #ero si!uiendo mi costumbre esta carta va con al!ún pequeo presente. Cierto es lo que en lo de Atenodoro encontré: "Sabrás #ue te habrás desligado de todos tus deseos cuando logres no pedir a 'ios nada #ue no puedas pedir a la &ista de todos." /Cu+nta es empero la demencia del hombre1 ;usurran a los dioses imploraciones infames, si cualquiera a!u'ase sus orejas se callarían y, lo que no quieren q ue los hombres sepan, lo cuentan a >ios. He entonces si lo si!uiente no podría servir como precepto saludable: "&i&e con los hombres como si 'ios te estu&iera &iendo, habla con 'ios como si los hombres te estu&ieran escuchando." Que sigas bien. Notas 1.
↑ Crates de Te,as (346 a%C% F "66 a% C%) ue un 'lósoo rieo de la escuela cnica% ;ue +aestro de enón de Citio& el undador del estoicis+o%
I Séneca a su Lucilio saluda, Iabl" conmi!o un ami!o tuyo de buena índole, cuya !rande'a de espíritu, in!enio y lo!ros, ya nuestra primera conversaci"n puso en evidencia. 3os dio el sabor de lo que se puede esperar de él. ;e e$pres" sin haber preparado nada de antemano, pues tomado de sorpresa. Al reaccionar, apenas podía ocultar su timide', buen si!no en un joven, tan desde lo profundo irradiaba su rubor. Kien sospecho, que incluso cuando se afirme y libere de todos sus defectos, aun sabio, su rubor lo se!uir+. #orque nin!una sabiduría puede eliminar las debilidades naturales del alma o del cuerpo@ lo que es inherente y con!énito puede ser suavi'ado por el arte, no vencido. Aun los m+s s"lidos, una ve' frente al público, son invadidos por el sudor de manera similar como suele suceder a los fati!ados y acalorados. A al!unos les tiemblan la rodillas ni bien se disponen a hablar, a otros se les entrechocan los dientes, la len!ua les titubea, o se les pe!an los labios: todo esto ni la disciplina ni el h+bito e $tirpa, por el contrario, la naturale'a ejerce su potestad e incluso a los robustísimos sus debilidades les recuerda. )ntre otras cosas est+ 5 y sé del mismo 5 aquel rubor que invade súbitamente incluso a los m+s !raves personajes. ;i bien aparece mayormente en los j"venes, m+s ardientes y de frente m+s delicada, también toca a los veteranos y a los viejos. Al!unos nunca son m+s de temer que cuando rubori'an, como si entonces se vaciaren de toda ver!Men'a. ;ila 678 era en efecto violentísimo cuando la san!re invadía su fa'. 3adie era m+s impresionable que #ompeyo: nunca podía evitar rubori'arse en presencia de muchos o en asambleas. Uabiano, 6=8 recuerdo, habiendo sido llevado como testi!o al senado, se sonroj", y tal pudor le convenía maravillosamente. 3o sucede esto por flaque'a de la mente sino por la novedad del evento, que si no desmorona a los ine$pertos, turba aquellos de naturale'a sensible o físicamente predispuestos. Así como al!unos tienen buena san!re, en otros es vehemente y m"vil, pronta a repandirse en el rostro.
)sto, como dije, nin!una sabiduría suprime: tendría la naturale'a bajo control si pudiere erradicar todo defecto. Aquellos atribuídos por los albures del nacimiento y la constituci"n física, aunque sean intensa y lar!amente combatidos por el espíritu, si!uen adheridos: no podemos ni vetarlos ni convocarlos . Los artistas en escena, que imitan afectos, que e$presan temores y trepidaciones, que representan la triste'a, imitan el pudor con !estos: bajan la cabe'a, hablan en vo' baja, fijan y mantienen la vista en el suelo. 3o pueden controlar por sí mismos el rubor: ni impedirlo ni provocarlo. )n esto, ;apiencia, no promete ni pro!resa@ el rubor s"lo se obedece a sí mismo: sin mandato viene, sin mandato se aleja. 2a esta carta reclama su conclusi"n. ecibe ésta, util y saludable, que quiero fijes en tu espíritu: " debemos escoger alg+n hombre de bien y tenerlo siempre delante de nuestros o*os, como si &i&iésemos con él obser&ándonos y en todo obrar como si nos estu&iera &iendo" )sto, mi Lucilio, lo prescribi" )picuro, nos di" un custodio y peda!o!o, no sin ra'"n: !ran parte de nuestras faltas se evitarían si cuando nos disponemos a cometerlas asistiere un testi!o. /en!a el espíritu al!uien a quien venerar, al!uien cuya autoridad incluso sus secretos purifique1 /0h feli' aquel quién no s"lo presente sino que recordado enmienda1 /Ueli' aquel que de tal manera puede a al!uien venerar, que hasta con su memoria se reconforta y se ordena1 &uien pudiere así venerar a al!uien ser+ r+pidamente él mismo di!no de veneraci"n. )li!e por ello a Cat"n o si es visto por ti muy rí!ido, eli!e al!uien de espíritu m+s indul!ente como Lelio. )lije aquel de quien te pla'can su vida, sus sentencias e incluso hasta el rostro que refleja su espíritu. enlo siempre presente como !uardi+n o como ejemplo. )s necesario, lo di!o, un patr"n a la ima!en de quien nuestras costumbres se ajusten por sí mismas. ;in re!la lo torcido no corrijes. Qué sigas bien. Notas 1.
2.
↑ Lucio Cornelio 1ila (Go+,re co+pleto en latnH Lucius Cornelius ulla Feli ) (!36 a% C% - #6 a% C%)& poltico / +ilitar ro+ano& para +uc=os representa el ar*uetipo del poder despótico / sanuinario% ↑ ;a,iano .apiro (lat% Fabianus Papirius )& (entre silo I a%C / silo I d%C%)% Decla+ador ro+ano& lueo 'lósoo& u2 discpulo de 1e>tius% .erteneció pri+ero a la escuela pitaórica& lueo a,ra0ó el estoicis+o% 12neca le consara ntera+ente su 8carta a Lucilio Gro% !$$8%
II Séneca a su Lucilio saluda, #or doquiera que me torne, veo las pruebas de mi senectud. Iabía venido a mi villa suburbana y me quejaba de las e$pensas provocadas por la persistente de!radaci"n del edificio. )l administrador me manifest" que los defectos no provenían d e ne!li!encia suya al!una: todo lo necesario se hacía, pero la villa estaría ya vetusta. )sa villa había crecido entre mis manos: %qué depara para mi el futuro si en tan ruinoso estado est+n aquellas piedras que mi edad comparten( rritado, aproveché la primera ocasi"n para increparlo: 4)s evidente que aquellos pl+tanos han sido descuidados4 5 le dije 5 43o tienen follaje al!uno /Cu+n nudosas, cu+n retorcidas sus ramas, cu+n tristes y escu+lidos sus troncos est+n1 /al cosa no hubiera sucedido si los hubieres
circundado de canteros, si los hubieres re!ado1 Aquel jur" por mi !enio 678 que todo hacía, que en nada omitía sus cuidados, pero que estaban ya avejentados. )ntre nosotros: soy yo mismo quien los había plantado, soy yo mismo, quien por la primera ve' hube contemplado su follaje. -e torné hacia el p"rtico: 4%quién es ese decrépito...4 5 pre!unté 5 4...con ra'"n llevado a la entrada. 2a mira para el otro lado. %>e d"nde lo sacaron( %e delectas acaso acaso en rejuntar los muertos de los otros(4 )ste respondi": %Acaso no me reconoces( ;oy yo, Uelicio, tu pequeuelo, tu favorito, a quien solías re!alar estatuillas,6=8 soy el hijo de tu mayordomo Uilostio.4 4>elira totalmente4 5 me dije 5 4/Ielo allí hecho un chicuelo y por aadidura mi preferido1 #uede que así sea: /por lo pronto ya se le caen los dientes1 >ebo eso a mi villa suburbana: que hacia cualquier lado que me tornase, se me apareciera mi senectud. Abracémosla, amémosla, plena es de !oces si sabes utili'arla. )$quisitos son los frutos cuando ya se escapan@ la nie' alcan'a su m+$imo esplendor cuando concluye@ la última copa es para los amantes del vino aquella que en e$tremo delecta, la que sumer!e, la que con su última estocada la ebriedad corona. Aquello que todo placer tiene de sublime, se difiere hacia el final.
Al día si!uiente, si >ios a!re!a un día, recib+moslo con ale!ría. Uelicísimo y se!uro dueo de si mismo es aquel que el día si!uiente sin inquietudes espera. &uienquiera dice 4he vivído4, cotidianamente ya con una !anancia se levanta. #ero ya debo esta carta terminar. 4%C"mo(4 5 pre!untas 5 4%Lle!ar+ sin nin!ún presente para mí(4 3o temas: al!o con ella trae. %#or qué "algo" dije( /-ucho1 %&ué en efecto m+s preclaro que las palabras que le confío para que a ti lleve( "!alo es en la necesidad &i&ir, pero no es necesario" %#or qué necesidad al!una habría( Accesibles desde todos lados est+n los caminos hacia la libertad, muchos, cortos, f+ciles. >emos a >ios !racias que nadie puede ser encadenado a la vida. 3os es lícito despreciar la necesidad misma. 4)picuro4 5 sealas 5 4dijo tal cosa %qué haces apropi+ndote de frases de otros(4 /odo lo que es verdadero es mio1 #ersevero en prodi!arte )picuro, para que aquellos que por la palabra juran, no en consideraci"n de lo que est+ dicho sin" por quien lo dice, sepan que lo sublime es un bien común. Que sigas bien. Notas 1.
2.
3.
4. 5.
↑ Los ro+anos crean *ue a cada persona le era asinada un enio o espritu protector en el +o+ento de su naci+iento / *ue lo aco+pa7a,a en el curso de su vida ↑ 1e trata,a de pe*ue7as estatuillas de terracota o de cer<+ica deno+inadas en latn 8siillaria8 *ue se acostu+,ra,a orecer en tanto *ue presentes durante las cele,raciones de las saturnales& *ue tenan luar en eneral a partir del !# de dicie+,re% ↑ Jerpresa,a de +anera aorstica / eni+
III Séneca a su Lucilio saluda, -ucho espíritu tienes, lo sé: ya incluso antes de armarte de preceptos saludables y aptos a vencer las dure'as de la vida, estabas bastante conforme de ti frente a la fortuna. -ucho m+s todavía lue!o de que vinieses a las manos con aquella y ensayases tus propias fuer'as. )n estas nunca podemos tener una fe cierta a menos que de aquí y de all+ hayan aparecido dificultades y sin que al!una ve' estas nos hayan al!una ve' real y peli!rosamente abordado. Así 5 no sometida al juicio de terceros 5, nuestra virtud es verdaderamente comprobada, esa es su prueba +urea. 3o puede un atleta llevar a la lucha un !ran espíritu si nunca fue maltratado: el que ya vio su propia san!re, aquel cuyos dientes crepitaron bajo los pueta'os, el que 'ancadilleado por su adversario hubo de soportar encima de sí todo el cuerpo de aquel, el que abatido no abati" su +nimo, el que cada ve' que cay" resur!i" obstinado, desciende a la pu!na con !ran esperan'a.
)r!o, para continuar con esta analo!ía, frecuen temente ya la fortuna estuvo encima tuyo, sin embar!o no te entre!aste sino que de un salto arremetiste y m+s fero' hiciste frente. -ucho se aade a sí mismo en efecto el coraje provocado. 3o obstante, si te parece, recibe de mi estas ayudas que pueden acora'arte. -uchas m+s son, Lucilio, las cosas que nos aterran que las que realmente nos aprietan, frecuentemente sufrimos m+s las opiniones que la realidad. 3o e stoy hablando conti!o la len!ua de los estoicos, sino de manera mucho m+s llana: nosotros decimos que todo aquello que nos arranca !emidos y mu!idos son li!ere'as di!nas d e desprecio. >ejemos de lado tan ma!nas palabras 5 pero por los dioses, /cu+n ciertas1 5, lo que simplemente te aconsejo es que no seas des!raciado antes de tiempo como cuando aquellas eventualidades que tenidas por inminentes te provocaron p+nico: qui'+s no lle!uen nunca, en todo caso, no lle!aron. Al!unas cosas en efecto nos atormentan mucho m+s de lo que deben, otras antes de que deban, todavía otras nos atormentan bien que de nin!una manera deban hacerlo@ o bien a!randamos el dolor, o bien lo adelantamos o bien lo fra!uamos. )n cuanto al primer punto, puesto que el tema est+ sujeto a controversia y tenemos al respecto una litis abierta, la dejemos de lado por el momento. Lo que yo di!o li!ero, tu pretendes !ravísimo@ cono'co al!unos que ríen entre los lati!a'os, otros que !imen con pueta'os. Heamos por ello, una de dos, o esto acontece en virtud del evento en sí mismo o por causa de nuestras debilidades. Concédeme que cada ve' que los que te rodean quieran persuadirte de que eres des!raciado, de no refle$ionar sobre lo que escuches sino sobre lo que sientes, que deliberes con tu paciencia y tu mismo te interro!ues, tu, que mejor que nadie te conoces, "de #ué es lo #ue se apiadan estos$ Qué es lo #ue los hace trepidar3 como si temiesen #ue los contamine, como si acaso se pudiera contagiar la calamidad$ s lo #ue me acontece realmente tan malo o tiene esto más mal renombre #ue noci&idad$ nterr"!ate tu mismo "no me estaré torturando, afligiendo sin causa y lo #ue no es malo, haciéndolo$" "'e #ué manera" 5 pre!untas 5 "puedo darme cuenta, si son f+tiles o reales los moti&os por los #ue me angustio$" ecibe la re!la de estas cosas: o bien nos atormentamos con el presente, o con el futuro o con ambos. >el presente es f+cil ju'!ar: si tu cuerpo est+ libre, sano y no eres víctima de las injurias de nadie, e$aminemos la cuesti"n del futuro: hoy por hoy no tiene nada que hacer. "5(ero sin embargo el futuro existe6" )n primer lu!ar, e$amina si realmente hay o no pruebas ciertas de una des!racia futura, la mayor parte del tiempo en efecto sufrimos a causa de sospechas y ju!uetea con nosotros aquello de que "en la guerra el rumor desgasta" : mucho m+s des!asta todavía el rumor a un individuo aislado. Así es Lucilio: r+pido aceptamos las opiniones, no verificamos aquellas que nos inducen miedo ni las decorticamos, en lu!ar de esto nos ponemos a temblar y así ofrecemos la espalda a la manera que aquellos que desertan las casernas a causa del polvo levantado por !anado que huye, o como otros que son espantados por rumores dispersados por autor incierto. 3o lo!ro e$plicarme de qué manera, mucho m+s perturba lo vano, la verdad en efecto tiene su cierta moderaci"n: lo que proviene de lo incierto acarrea consi!o las conjeturas y fantasías de un +nimo despavorido. 3ada por ello tan pernicioso, tan irrevocable como los temores p+nicos, otros miedos ciertamente te privan de la ra'"n, éstos hasta del pensamiento. nvesti!uemos entonces la cuesti"n dili!entemente. ?n mal futuro pued e ser verosímil: no quiere decir que sea certero. /Cu+nto no esperado lle!"1 /Cu+nto muy esperado no compareci" nunca1 ncluso, si un
mal futuro debe necesariamente acontecer, %quién te obli!a a sufrir su dolor ahora( ;uficientemente vas a sufrir cuando lle!ue, en el ínterin pres+!iate al!o mejor. %&ué es lo que !anas(: tiempo. -uchas veces sucede que un peli!ro cercano o incluso inminente detiene su curso, desaparece o pasa a otra cabe'a: el incendio abre un camino para la fu!a@ a veces un derrumbe te deposita suavemente, o la espada se frena justo antes de tu cervi': muchos sobreviven a sus verdu!os. Iasta la mala fortuna tiene sus caprichos: puede que lle!ue, puede que no lle!a, en el ínterin no es@ ima!ínate al!o mejor. 3o pocas veces, sin la mínima seal aparente que ha!a presa!iar un mal, se forman en el +nimo falsas representaciones: o bien ter!iversamos para peor palabras de si!nificaci"n dudosa o nos ima!inamos que ofensas que proferimos tienen mayor entidad que las que realmente poseen y cavilamos, no sobre cu+nto enojo pudieron haber provocado, sino sobre todo aquello que podría hacer el ofendido. Así, nin!una ra'"n para vivir habría ni sistema para enumerar las miserias, si se teme todo lo que pudiere temerse. )n esto, la prudencia ayuda, aquí la robuste' del +nimo recha'a incluso el miedo que ostensiblemente tiene ra'"n de ser. )n caso contrario, neutrali'a por lo menos la debilidad con la debilidad y tempera al miedo con la esperan'a. >e todo esto, nada es tan certero como que no nada de eso que tememos es certero ni que nuestros temores cesen y que nuestras e$pectativas nos decepcionen. )r!o, esperan'a y temor contrapone y cada ve' que al!o te pare'ca totalmente incierto, favorécete: cree lo mejor. ;i el miedo tiene m+s ar!umentos, inclina en esto la balan' a m+s bien del otro lado. >eja de perturbarte y ha' dar vuelta continuamente en tu cabe'a la idea si!uiente: la mayor parte de los mortales, sin que nin!ún mal presente ni futuro los afecte para nada, se afiebran y se desbandan. 3adie en efecto se controla cuando comien'a a acelerarse ni limita sus temores a lo real, nadie se dice: "el instigador de tal cosa es fantasioso, esto carece de substancia, o bien esto es fraguado o producto de la credulidad" nos dejamos llevar por la m+s insi!nificante brisa@ nos espanta la duda como si fuera una evidencia@ no tenemos en cuenta la justa medida de las cosas, inmediatamente en la inquietud se instala la ansiedad. -e aver!Men'a hablar así conti!o y proveerte de tan li!eros remedios. &ue al!uien di!a "#uizás no llege" : tu dir+s "y #ué entonces, si llega$ 4abremos de &er #uien gana3 #uizás &enga por mi propio bien y la muerte cubre esta &ida de honores." La cicuta en!randeci" a ;"crates. 678 &uita a Cat"n 6=8 la espada que lo liber": le arrancar+s !ran parte de su !loria. 2a demasiado tiempo te estoy e$hortando, cuando para ti admoniciones m+s que e$hortaciones serían oportunas. 3o te estamos !uiando manera contraria a tu naturale'a: nacido eras para esto de lo que estamos hablamos@ aumenta éste tu bien y embellécelo. #ero ya pondría a esta carta su fin si su sello imprimiese, es decir, estas ma!níficas voces que te envío: "ntre otros males, la estupidez tiene toda&)a este siempre comenzar a &i&ir" . Considera lo que estas palabras si!nifican, /0h Lucilio, var"n "ptimo1, comprende cuan insensato sería que el hombre coloque fútilmente todos los días el cimiento de una nueva vida, fundando nuevas e$pectativas ya al final. 0bserva a tu alrededor cuidadosamente: apercibir+s ancianos que febriles tejen intri!as, preparan viajes y empresas. %&ué hay m+s torpe que un senil que comien'a a vivir( 3o adjuntaría el nombre del autor de estas palabras@ si no fi!urasen entre las m+s secretas ni al mar!en de las cosas corrientes dichas por )picuro, palabras estas que me permito loar y adoptar.
Que sigas bien. Notas 1.
2.
↑ Cuando 12neca escri,a las 8Cartas a Lucilio8& (circa% 4$ d%C%) =a,an transcurrido /a +
IV Séneca a su Lucilio saluda, econo'co que insito llevamos en nosotros el amor por nuestro cuerpo, recono'co que de él nos corresponde la tutela. 3o me nie!o a ser indul!ente con él, me nie!o a ser su esclavo, pues de muchos es sirviente el que de su cuerpo es esclavo, el que por él demasiado se inquieta, el que a él todo refiere. >ebemos comportarnos de manera tal de no vivir que por y para el cuerpo, pero con la idea de que sin él no podemos vivir. 3uestro e$cesivo amor por él nos abruma de miedos, nos sobrecar!a de desasosie!o, nos circunda de inquietudes Lo honesto es vil para quien el cuerpo es demasiado caro. Krindémosle el m+s dili!ente de los cuidados, reserv+ndonos, si así lo e$ija la ra'"n, la di!nidad, la fe, el derecho de entre!arlo a las llamas. 3o obstante, ha!amos todo lo necesario para evitarle, no s"lo peli!ros, sino toda incomodidad. 3os refu!iemos en lu!ar se!uro, refle$ionando sobre todo lo que permita mantenerlo alejado las cosas que fuesen de temer. )stas, si no me equivoco, son de tres !éneros: nos aterra la penuria, la enfermedad, lo que acontece por la violencia de los m+s poderosos. >e todo ello nada nos perturba m+s que lo que de la violencia ajena depende, esta se anuncia en efecto con !ran estrépito y tumulto. Los males naturales a los que me referí antes, la penuria, incluso la enfermedad, se desli'an en silencio, no inducen a los ojos ni al oído terror al!uno. >esmesurada es la pompa de estos otros: el hierro lle!a escoltado de fue!o y cadenas y de una turba de fieras prontas a despeda'ar nuestras vísceras. ma!ínate en este punto las c+rceles, las cruces y los caballetes de tortura, los !arfios, el hombre empalado con la pica emer!iendo de su boca, los miembros humanos descuarti'ados po r carros tirando en distintas direcciones, las túnicas impre!nadas y tejidas para nutrir las llamas y todas las otras cosas ideadas para tamaas crueldades. 3o sorprender+ entonces que m+$imo sea el terror de todo esto, cuya variedad y aparato es terrible. #ues de al!una manera tanto m+s efica' es el verdu!o cuanto m+s instrumentos de
suplicio e$hibe@ el aparato en efecto vence lo que la capacidad de sufrir soporta. Así, de todo aquello que somete y doma nuestros espíritus, lo m+s efica' es lo que m+s posee para ostentar. Las otras pestes, lo di!o, no son menos !raves: el hambre, la sed, las supuraciones qu e carcomen nuestras entraas, la fiebre que incendia nuestras vísceras. #ero se mueven en las sombras@ nada tienen que puedan mostrar, nada con que alardear. Las primeras se asemejan a esos !randes que !anan !uerras ya con su s"lo aspecto y preparativos. -anos entonces a la obra, absten!+monos de ofender. A veces es el pueblo a quien habremos de temer, a veces, si la disciplina de aquel quiere que lo m+s sea transi!ido por el senado, ser+n a estos seores, otras veces, a ese al!uien único a quien el pueblo haya dado el poder sobre el pueblo. ener a toda esta !ente como ami!os es bastante trabajoso: baste no tenerlos como enemi!os. #or eso el sabio nunca provoca la ira de los poderosos, m+s bien los esquiva de manera no muy diferente como el nave!ante a las tormentas. Cuando lle!aste a ;icilia, atravesaste el estrecho. u temerario nave!ante despreci" la amena'a del Austro, este es pues quien e$aspera al mar del ;iculum, obli!+ndolo a levantarse en torbellinos. Kusc" apro$imarse al litoral, pero no hacia la mar!en i'quierda, sino cerca de donde Caribdis enrolla los mares. )n lo que a éste respecta, otros peritos m+s cautos pre!untan a los lu!areos qué si!nifica un tal hervidero, qué si!nos dan las nubes y mantienen su curso lejos de esas re!iones de infames turbulencias. Lo mismo hace el sabio: evita a los poderes nocivos, pero de una cosa tiene particular cuidado: de no mostrar que los evita. #arte en efecto de la búsqueda de la se!uridad radica en esto: no hacerlo de manera muy ostensible por aquello de que quien fu!a se condena. >ebemos entonces e$aminar como podemos estar prote!idos del vul!o. )n primer lu!ar, nada habremos de desear similar a lo que este: la ria tiene lu!ar s"lo entre competidores. Lue!o, nada poseamos que los intri!antes puedan para su !ran provecho arrancarnos@ procura llevar en tu cuerpo lo mínimo que se pueda e$poliar. 3adie viene especialmente a derramar la san!re por ella misma, o por lo menos muy pocos, la mayoría hace las cuentas sobre lo que olfatea. A aquel que va desnudo, el ladr"n deja pasar@ incluso en el camino m+s mal frecuentado hay pa' para el pobre. #ara terminar, tres cosas, se!ún viejos preceptos, debemos evitar: el odio, la envidia, el desprecio. C"mo esto se lo!ra, s"lo la ;apiencia lo muestra. >ifícil es en efecto mantener el equilibrio, debemos precavernos que el temor de caer en la envidia no nos lleve a caer en el desprecio y que tampoco, por el hecho de no querer pisotear a nadie, seamos vistos como pudiendo ser pisoteados. A muchos, ser temidos, les trae ra'ones para temer. >e lo uno y lo otro nos preservemos: no menos daa ser envidiado que despreciado. 3os refu!iemos er!o en la filosofía: sus ensean'as son, lo di!o, no s"lo para los buenos sino aún para aquellos de maldad mediocre, un hito de referencia. #orque la elocuencia forense y todas las otras cosas que mueven al pueblo, tienen adversarios: la filosofía, apacible y limitada a su quehacer no puede ser objeto de desprecio puesto que para todo arte y aún para los malvados es honorable. 3unca tanto crecer+ en ella la disipaci"n, nunca de tal modo se conjurar+ en contra de la virtud, que se despoje el nombre de la filosofía de su car+cter venerable y sacro. #or otra parte, la filosofía ha de ser abordada con modestia y tranquilidad. ómo entonces 5 dices 5 puede aparecer para ti !. atón filosofando con modestia, él, #ue condenó con sus sentencias a la guerra ci&il, #ue se interpuso en el medio del furor de las armas de los pr)ncipes, #ue mientras algunos combat)an a (ompeyo, otros a ésar, atacó a ambos a la
&ez$ ;e puede de al!una manera discutir si en aquel tiempo el poder público era de asumir por el sabio. %&ué quieres para ti, 0h -arco Cat"n( 2a no se trata de libertad. 2a después de un lar!o tiempo se la arroj" al fondo del abismo. La cuesti"n es quien de los dos, César o #ompeyo se aduear+ de la república: %qué tienes que hacer tú en esa contienda( )n nada te concierne. ?n jefe ser+ ele!ido: %&ué te importa a ti quien de los dos !ane( #uede ser que el mejor ven'a, no podr+ ser menos peor el que venciere. oqué de Cat"n solamente los últimos períodos, pero los aos anteriores no eran tales como para admitir a un sabio en esa rapia de la cosa pública. %&ué otra cosa que vociferar podía Cat"n, qué aparte de lan'ar voces estériles aquella ve' que vapuleado por las manos del pueblo y cubierto de escupitajos fue arrancado del foro y conducido del senado a la c+rcel( #ero lue!o veremos si corresponde que el sabio interven!a en la cosa pública: en el ínterin te e$horto a hacer lo que los estoicos, quienes e$cluidos de la cosa pública, se separaron para cultivar el arte de vivir y ofrecer al !énero humano directivas de vida sin ofender a los poderosos. )l sabio no perturba las costumbres de los pueblos ni hace conver!ir hacia sí las miradas con e$trava!ancias en su vida. "Qué entonces$ n seguridad se encontrará a#uel #ue siga dichos propósitos$" 3o puedo m+s prometer tal cosa que prometerle buena salud a un hombre equilibrado y sin embar!o, la templan'a hace a la buena salud. Al!unas veces una nave se hunde en el puerto: %#ero qué crees que sucede en alta mar( %Cu+nto m+s pronto no est+ el peli!ro para aquel que se lan'a en muchas empresas, para aquel para quien ni si!uiera el reposo es se!uro( #erecen a veces inocentes 5 %quién lo nie!a( 5 nocentes sin embar!o mucho m+s. )n nada se envilece el arte de aquel que es alcan'ado a través de una armadura. #ara concluir, el sabio observa respecto de todas las cosas la intenci"n, no el resultado. Los comien'os est+n en nuestra potestad, del resultado ju'!a la fortuna. )n lo que hace a mí, no le confiero el derecho de sentencia. "(ero ella te traerá &e*aciones, ad&ersidades" : no condena el bandido que asesina. )stiras ya tu mano para el "bolo cotidiano. >e oro es el "bolo que hoy la llena, y ya que al oro mencionamos, recibe una astucia para utili'arlo y !o'arlo de tal manera que para ti sea m+s !ratificante. "1#uel #ue más goza de la ri#ueza es a#uel de menos de la ri#ueza depende". "7 bien" 5 pre!untas 5 "#uién es el autor$". #ara que sepas cuan beni!nos somos, el prop"sito es alabar a terceros: es de )picuro o de -etrodoro o de al!ún otro de esa famosa oficina. %2 qué importa quien lo dijo( Lo dijo para todos. )l que depende de la rique'a, teme por ella. A nadie sin embar!o aprovecha una fortuna que inquieta. Aumentarla en al!o, fati!a: mientras cavilamos sobre como incrementarla, nos olvidamos de aprovecharla. 3os sumer!imos en las cuentas, erosionamos el foro, con los vencimientos nos atormentamos: de ;eores nos transformamos en encar!ados. Que sigas bien.
V Séneca a su Lucilio saluda, Uue una costumbre de los anti!uos, conservada hasta mi época, la de a!re!ar como primeras palabras de una carta: "si estás bien de salud bueno es, yo estoy bien" . Con acierto decimos nosotros "si filosofas, bueno es." )star bien es, en efecto, precisamente eso. ;in ello, enfermo
est+ el espíritu. )n cuanto al cuerpo, incluso si posee un !ran vi!or, est+ en buena salud de manera no diferente como puede estarlo un furioso o un frenético. )r!o, presta atenci"n principalmente a la salud del primero, lue!o a la del se!undo, lo que no mucho te costar+ si quieres estar en forma. nsensato es en efecto, mi Lucilio, y poco di!no de un hombre instruido, ocuparse en ejercitar los bíceps, en estirar la cervi' y fortificar los pectorales: cuando contento de ti mismo hayas terminado de en!rasarte y dilatar tus músculos, no habr+s i!ualado ni el vi!or ni la corpulencia de un buey !ordo. Aade adem+s que cuanto mayor el lastre del cuerpo, m+s se aplasta y menos +!il es el alma. #or ello circunscribe al cuerpo tanto como puedas y brinda un amplio espacio al espíritu. -uchos contratiempos sur!en para quienes consa!ran al cuerpo demasiada atenci"n: en primer lu!ar, esos ejercicios e$tenuantes cuya fati!a imposibilita la concentraci"n en estudios serios, lue!o, el e$ceso de comida que impide la sutile'a. )ncima vienen todavía esos esclavos libertos de la peor especie, promovidos a monitores, hombres cuya vida oscila entre el aceite y el vino y para quienes el día transcurri" se!ún su voto si mucho sudaron y si en lu!ar de todo lo que secretaron in!ur!itan abundantes tra!os de los que tanto mejor se embeben si est+n en ayunas. Keber y transpirar: es la vida del dispéptico. )$isten ejercicios f+ciles y breves que sin consumir demasiado tiempo y sin mucho esfuer'o distienden el cuerpo, que debemos tener muy en cuenta: correr, manejar las pesas y el salto, sea en alto o en lar!o, o bien el así llamado "saliar" , o como se dice m+s irreverentemente, "el batanero" : de pr+ctica simple, f+cil, eli!e el que m+s te pla'ca de todos ellos. Lo que sea que ha!as, dirí!ete prontamente del cuerpo al espíritu, ejercita éste día y noche. ?n esfuer'o moderado lo nutre, ni el frío ni el calor impiden su entrenamiento, tampoco la senectud. Cuida ese bien que la ancianidad mejora. #ero de nin!una manera te estoy yo compeliendo a pasar tu vida curvado sobre libros o sobre tabletas para escribir. >e tanto en tanto deben darse pausas al espíritu, no para que se disipe, pero para reponerlo. ?n paseo en litera sacude el cuerpo pero no impide el estudio: puedes leer, dictar, conversar, puedes escuchar, cosas todas estas que tampoco impide el pasear a pie. ampoco desdees el entrenamiento de la vo', pero que te sea vedado elevar el tono por !rados e infle$iones fijas para lue!o descenderlo. %2 si se te ocurriera aprender a caminar( ecibe entonces esos a quienes el hambre ense" nuevas artes: los habr+ dispuestos a marcarte el ritmo y a estudiar tus carrillos mientras masticas: se aventurar+n tan lejos como su osadía y tu paciencia y credulidad los alienten. %2 entonces( %>ebes acaso iniciar tus discursos !ritando desaforadamente con el m+s alto re!istro de tu vo'( )s tan natural enardecerse paulatinamente, que incluso los liti!antes comien'an en el re! istro de la conversaci"n corriente antes de pa sar al de la vociferaci"n. 3adie implora desde un primer momento la protecci"n de los &uirites. )r!o, cualquiera sea el ímpetu que inspire tu +n imo, ha' la invectiva del vicio sea con vehemencia, sea con calma@ se!ún como tu vo' te empuje en la ocasi"n. Cuando retomes las riendas, desciende el tono con moderaci"n, no lo desplomes: mantenlo en los re!istros medios, evita las maneras torpes del indocto o del rústico. 3o se trata en realidad de ejercitar la vo' pero de ejercitarnos a través de ella. e liberé de un no banal problema: un pequeo presente, proveniente adem+s de *recia, se suma a tal beneficio. Ie aquí el insi!ne precepto: "8na &ida necia es ingrata, in#uietante, en todo orientada hacia el futuro" %&uién 5 pre!untas 5 dijo eso( )l mismo que m+s arriba. %>e quién crees que es la vida necia de que se trata( %>e Kaba e si"n( 3o, para nada. ;e refiere a nosotros,
a quienes el deseo cie!o precipita en la carencia, nunca en la satisfacci"n, quienes si pudiéramos estar satisfechos lo estaríamos, quienes no pensamos cu+n jocundo sería no reclamar cosa al!una, cu+n ma!nífico sería vivir en plenitud, no depender de la fortuna. efle$iona entonces, Lucilio, cu+nto ya lo!raste@ mientras miras a quienes est+n delante de ti piensa en cuantos te si!uen. ;i quieres mostrarte a!radecido frente a los dioses y frente a tu propia vida, piensa en cu+ntos ya superaste. #ero por otra parte, %qué te importan los otros( e superaste ya a ti mismo. nstituye fronteras que no puedas franquear aunque quieras@ que desapare'can de una ve' por todas esos bienes insidiosos, mejores cuando esperados que cuando alcan'ados. ;i al!o en ellos hubiera de s"lido, al!una ve' terminarían por colmar: pero no@ s"lo acrecientan la sed de quienes los beben. />esterradas sean esas trampas perniciosas1 2 ya que al porvenir la suerte incierta baraja, %por qué impetrar m+s a la fortuna para que dé, qué a mi5mismo no pedir ( %#or qué por otra parte pedir( %0lvidadi'o de la fra!ilidad humana, he de dedicarme a amontonar ( %#ara qué tal esfuer'o( Iete aquí hoy, el último día. ;i lo no fuese, cerca est+ del último. Que sigas bien,