Seis características de Dios como Padre que debemos imitar Introducción Efesios 5:1 1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
Una de las mayores bendiciones que tiene todo hombre es ser padre, y también una de las mayores responsabilidades que puede tener. Nadie nace sabiendo ser padre, los retos son muchos y es un trabajo a largo plazo, la buena noticia es que podemos aprender a serlo, en especial siguiendo el modelo del mejor Padre que es Dios. En esta enseñanza veremos algunas características de Dios como Padre.
1. El Padre cómo Progenitor Un progenitor es propiamente un Padre, es quien empieza una nueva generación o familia. Hechos 17:26-29 (RVR1960) 26 Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; 27 para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. 28 Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos. 29 Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres.
Dios como creador hizo la raza humana de un solo linaje. Génesis 1:26-27 (RVR1960) 26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves a ves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Dios como progenitor de la raza humana creo al hombre a Su imagen y semejanza, con autoridad y dominio, hizo del hombre un ser espiritual con la posibilidad de poder tener una relación de compañerismo con Él. Malaquías 2:10 (RVR1960) 10 ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando el pacto de nuestros padres?
Dios se convirtió en el Padre de la raza humana al convertirse en Su creador. Nosotros como padres también participamos de la creación de nuestros hijos, los cuales son fruto del amor que tenemos con nuestras parejas, y por lo tanto tenemos el privilegio y responsabilidad de guiarlos por la vida.
2. El Padre y su amor por sus Hijos 1 Juan 4:7-8 7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
Una de las características principales de Dios es que Su naturaleza es el Amor y nosotros debemos seguir Su ejemplo amando a nuestros hijos. Alguien dijo que el mejor ejemplo que le podemos dejar a nuestros hijos es amar a sus madres, y me parece que está en lo cierto, pues ellos harán lo mismo más adelante ya que los hijos terminan siendo un reflejo de lo que vieron en sus casas. Hablando de esto la Biblia nos dice Efesios 5:25-29 (RVR1960) 25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia. Pero tú me dirás: “Cosa difícil me pides, no sabes con quien me casé.” Quizás no conozca a tú
pareja pero conozco a mi Dios, y sé que puede cambiar el corazón más duro, hablo del tuyo.
Romanos 5:5 5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Si eres de Cristo, Dios derramó Su amor en tu corazón, y por ese motivo tú puedes amar, solo debes dejar que ese amor salga de ti, el amor es una decisión. Con los hijos debemos ser igual, teniendo la naturaleza debemos amarlos. Ahora tu me preguntarás: “Pero, ¿cómo debo amar?” Me alegra que me lo preguntes, vamos a 1 Corintios 13: 1 Corintios 13:4-8 (RVR1960) 4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 El amor nunca deja de ser. Tú me dirá: “ Ahora si eso es imposible”. Bueno con el amor natural humano lo es, pero no
con el amor de Dios que está en ti. Tú puedes amar de esa manera porque Dios depósito Su amor en ti, y ese amor nunca falla.
3. El Padre es un Proveedor Filipenses 4:19 (RVR1960) 19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Dios como Padre es un proveedor, Sus riquezas son ilimitadas y todas están a nuestra disposición cuando las necesitamos. Jesús, haciendo una comparación entre los Dios y los padres naturales enseño: Dios tiene cuidado por nosotros y provee para nuestras necesidades. Mateo 7:9-11 (RVR1960) 9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Jesús está hablándole a gente natural, que aún no ha conocido a Dios como Padre; y les dice que ellos dan buenas cosas a sus hijos, proveen para sus necesidades. Lucas 12:22-31 (RVR1960) 22 Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. 23 La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido. 24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? 25 ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? 26 Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás? 27 Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. 28 Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? 29 Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. 30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. 31 Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.
Dios tiene cuidado por nosotros y provee para nuestras necesidades. Él no quiere que nos preocupemos por donde vamos a vivir, que vamos a vestir, que vamos a comer, Él cuida de nosotros y provee todas estas cosas. Igualmente como padres, nosotros proveemos estas cosas para que nuestros hijos no se preocupen de que van a comer, que han vestir, donde van a vivir. Como padres proveemos para sus necesidades.
4. El Padre es un Protector Salmos 32:7 (RVR1960) 7 Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás. Romanos 8:31 (RVR1960) 31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
Dios como Padre es un protector de Sus hijos, y nosotros como padres naturales somos los protectores de nuestro hogar. Que nadie se meta con nuestros hijos porque estarán seguros mientras estén con nosotros.
5. El Padre es un Disciplinador Hebreos 12:5-11 (RVR1960) 5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; 6 Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. 7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. 9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
La disciplina es siempre importante en el hogar, y más aún en esta época en que las costumbres y la sociedad están muy relajadas. El niño y en especial el joven conforme van pasando los años se vuelven más independientes, y quieren hacer las cosas como quieren, y si desde pequeños les dejamos vivir a su manera van a tener problemas de rebeldía y desobediencia. Tendremos que ponerles horarios, no permitirles que hagan ciertas cosas, no dejarles ir a ciertos lugares, ni frecuentar ciertos amigos. Incluso a veces deberemos algunas nalgadas, pero siempre con amor y sin violencia. La disciplina va de la mano con el siguiente punto que es la instrucción.
6. El Padre es un Instructor Proverbios 22:6 (RVR1960) 6 Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Este es un punto muy importante, hemos hablado de disciplina, pero no hay disciplina si es que no hay instrucción. Alguien dijo que la mejor instrucción es el ejemplo, y eso tiene mucho de verdad, ya que los niños repiten todo lo que ven hacer a sus padres en el hogar, y de manera amplificada.
Si ven a su padre maltratar a su madre, lo mismo harán con sus esposas. Si ven a su padre tomarse unas cervecitas, posiblemente hagan lo mismo y acaben siendo borrachos. Si ven al padre fumar, posiblemente no tendrán problemas en drogarse. Si ven al padre decir mentiritas blancas, ellos dirán peores. Imitarán las conductas del hogar. Pero por otro lado, si ven al padre amoroso, trabajador, integro, veraz, educado, ellos serán de esa manera y superarán a sus padres. Para bien o para mal los hijos serán el reflejo de sus padres. Ahora, el ejemplo no es lo único importante, también debemos tomar tiempo para enseñarles las cosas importantes Deuteronomio 6:6-7 (RVR1960) 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Como padres debemos instruir a nuestros hijos en el Señor, enseñándoles que Dios les ama, que tiene un plan para sus vidas y que el vivir por Dios es lo que les dará más satisfacciones en la vida. 2 Timoteo 3:16-17 (RVR1960) 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Lo más importante que debemos enseñarle a un niño es enseñarle la Palabra de Dios, no solo para que pueda conocer a Dios, sino para que llegue a tener éxito en todo lo que emprenda. Josué 1:8 (RVR1960) 8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Para poder instruir al niño veamos el último punto que es la comunicación.
7. El Padre Debe Comunicarse con sus Hijos 1 Pedro 3:12 (RVR1960) 12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones.
Dios siempre está atento a nuestras oraciones y listo para respondernos. 1 Juan 5:14-15 (RVR1960) 14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
Dios nos ama, nos escucha y nos responde, Él está atento a nuestras oraciones y dispuesto a tener compañerismo y amistad con nosotros. Del mismo modo debemos acercarnos a nuestros hijos y escucharlos, que sepan de nuestra boca que cuentan con nosotros, no ser un extraño para ellos sino ser un padre cercano, con el cual tengan confianza para contar sus cosas.
Conclusión Para poder ser este padre que imita a Dios Padre, lo primero que debemos hacer es conocer a Dios, para poder imitarlo y ser mejores padres. La mejor herencia que puedes dejarle a tus hijos es darles el ejemplo de una vida con Dios, podrás fallarles, no una, sino varias veces, pero Dios nunca les fallará, y conocer a Dios les hará tener una mejor vida. Hoy día ven y recibe a Dios como Padre, por el único camino que es Jesucristo, toma la decisión de confesar a Jesús como Señor de tu vida.