ROBERT
SCHUMANN CONSEJOS A JÓVENES MÚSICOS
Traducción por Darío Gonzalo Enríquez
Traducción por Darío Gonzalo Enríquez
La ejercitación del oído es de la mayor importancia. – Apunta desde temprano a distinguir cada nota y tonalidad. Averigua las notas exactas que producen la campana, el vidrio, el cucú, etc. Practica frecuentemente escalas y otros ejercicios para los dedos; pero esto sólo no es suficiente. suficiente. Hay mucha gente que qu e cree que obtendrá grandes resultados de esta manera, y que incluso en edad madura se pasa varias horas diariamente en esta labor mecánica. ¡Eso es lo mismo que si tratásemos de pronunciar el alfabeto con más rapidez todos los días! Puedes emplear tu tiempo de manera más útil.
Hay cosas parecidas a pianos mudos; pruébalos un tiempo y descubrirás que son inútiles. La gente muda no n o puede enseñarnos cómo hablar.
¡Toca estrictamente a tiempo! La forma de tocar de muchos virtuosos se asemeja a la forma de caminar de una persona intoxicada. No los tomes como modelo.
Aprende con tiempo los principios fundamentales de la Armonía.
No le temas a las palabras Teoría, Bajo Continuo, Contrapunto, etc; entenderás su significado en el tiempo apropiado.
¡No seas perezoso! Toca siempre con energía y no dejes ninguna obra sin terminar.
Traducción por Darío Gonzalo Enríquez
Puedes tocar o muy lento o muy rápido; ambas formas son malas.
Apunta a tocar obras fáciles bien y con elegancia; eso es mejor que tocar obras difíciles pero mal. Procura que tu instrumento esté siempre bien afinado.
No sólo es necesario que puedas interpretar las obras en el instrumento, sino que también debes poder tararearlas sin el piano. Fortalece tu imaginación así para que no sólo puedas recordar la melodía de una composición sino también la armonía que la acompaña.
Apunta, incluso con una voz pobre, a cantar a primera vista sin la ayuda del instrumento; de esta forma tu oído para la música mejorará constantemente: ¡pero en caso de que tengas una buena voz, no dudes un momento en cultivarla; considerándola al mismo tiempo como el don más valioso que el cielo te ha dado! Debes poder entender una obra musical sobre el papel.
Cuando toques, nunca prestes atención a quien te escucha.
Toca siempre como si estuvieras en presencia de un maestro.
Traducción por Darío Gonzalo Enríquez
Si alguna vez alguien te da una composición para tocar a primera vista, léela antes de tocarla.
Cuando hayas hecho tu trabajo musical del día y te sientas cansado, no te esfuerces de más. Es mejor descansar que trabajar sin placer y vigor.
En años más maduros interpreta obras que no estén de moda. El tiempo es oro. Necesitaríamos vivir cien vidas para conocer todas las buenas composiciones que existen.
Con caramelos, pasteles y confites no puedes criar bien a los niños. El alimento mental debe ser tan simple y nutritivo como el corporal. Los grandes compositores han provisto suficientemente del primero; mantente al tanto de sus obras.
Toda la música de bravura pronto se vuelve anticuada. La ejecución rápida es valiosa solo cuando se usa para perfeccionar la interpretación de verdadera música.
Nunca ayudes a que circulen composiciones malas; al contrario, ayuda a eliminarlas con seriedad.
No deberías tocar composiciones malas ni, a menos que seas obligado, escucharlas.
Traducción por Darío Gonzalo Enríquez
No pienses que la velocidad, o tocar pasajes rápidos, es tu principal meta. Intenta producir la impresión musical que tenía en mente el compositor; cualquier cosa que vaya más allá de eso son caricaturas.
Piensa como un vil hábito alterar las obras de los buenos compositores, omitir partes de ellas o insertar ornamentos modernos. Este es el más grande insulto que le puedas hacer al Arte.
En cuanto a la elección de qué obra estudiar, pide el consejo de personas con más experiencia que tú; así ahorrarás mucho tiempo.
Debes poder llegar a conocer, poco a poco, las obras más importantes de los compositores más celebrados.
No te emociones mucho con los aplausos de la multitud; el de los artistas es de mucho más valor.
Todo lo que esté de moda pronto pasará a no estarlo, y si lo practicas un buen tiempo, pronto te convertirás en un petimetre un petimetre al cual nadie estima.
Traducción por Darío Gonzalo Enríquez
Tocar en público es más perjudicial que útil. Adáptate al gusto y capacidad de tu audiencia; pero nunca toques nada que sabes que es malo y sin valor.
No pierdas ninguna oportunidad de practicar música en compañía de otros; como por ejemplo ejemplo Duetos, Tríos, etc.; etc.; esto te da un un fluido y elevado estilo al al tocar, y confianza en uno mismo. Frecuentemente acompaña a cantantes. Si todos quisieran tocar primer violín, no tendríamos orquesta. Por lo tanto, aprecia a cada músico en su respectivo lugar.
Ama a tu instrumento particular, pero no seas lo suficientemente vanidoso como para considerarlo el mejor de todos y el único. Recuerda que hay otros que son tan buenos como el tuyo. Recuerda que los cantantes existen, y que en número, tanto en coros como en orquestas, se produce la música más sublime; por lo tanto no sobrevalues ningún Solo. A medida que crezcas, hazte más íntimo con las partituras que con los virtuosos.
Frecuentemente toca las fugas de los buenos maestros, por sobre todas las de Johann Sebastian Bach. Deja que su “Clave Bien Temperado” sea tu pan de cada día. Por estos medios seguro llegarás a ser un experto.
Haz que tus amigos más íntimos sean aquellos que están mejor informados que tú.
Traducción por Darío Gonzalo Enríquez
Relaja la severidad de tus estudios musicales mediante la lectura de poesía. ¡Toma muchas caminatas por los campos y bosques!
De los vocalistas puedes aprender mucho, pero no creas todo lo que dicen.
Recuerda, hay mucha más gente en el mundo que tú. ¡Sé modesto! Todavía no has inventado o pensado algo que los demás no hayan pensado o inventado antes. Y si lo hubieses hecho, considéralo un regalo del cielo que debes compartir con los demás.
Te curarás muy rápido de la vanidad o presunción al estudiar la historia de la música, y al escuchar las obras maestras que se han producido en distintos períodos.
Un libro muy valioso que encontrarás es: “Sobre la pureza en la Música” de Thibaut, un profesor alemán. Léelo frecuentemente, cuando hayas llegado a tus años maduros.
Si pasas por una iglesia y escuchas un órgano, entra y escucha. Si te permiten sentarte en el taburete del órgano, prueba tus inexpertos dedos y maravíllate ante el poder supremo de la música.
Traducción por Darío Gonzalo Enríquez
No pierdas ninguna oportunidad de practicar en un órgano; pues no hay instrumento que pueda tan efectivamente corregir errores o impurezas de estilo y toque como éste.
Frecuentemente canta en coros, especialmente las partes del medio, pues esto te ayudará a convertirte en un verdadero músico.
¿Qué es ser musical? No lo serás si tus ojos están fijos en las notas con ansiedad y si tocas tu pieza laboriosamente; no lo serás si (suponiendo que alguien cambia dos páginas a la vez en vez de una) te frenas y no puedes continuar. Pero serás musical si puedes prever en una obra nueva como ha de seguir, o recordar como sigue una vieja,- en una palabra, si tienes la música no solo en tus dedos, sino en tu cabeza y corazón.
¿Pero cómo nos volvemos musicales? Esto, mi joven amigo, es un regalo del cielo; consiste principalmente en un buen oído y un rápido entendimiento. Y estos regalos pueden ser cultivados y mejorados. No te harás musical por confinarte en tu habitación y tocar solamente estudios mecánicos, sino por una extensiva comunicación con el mundo musical, especialmente con el coro y la orquesta.
Infórmate desde temprana edad sobre la extensión de la voz humana y sus cuatro modificaciones. Préstale atención especialmente en los coros, examina en que tonos su poder más alto reside, y en que otros puede ser empleada para afectar las tiernas y suaves pasiones.
Traducción por Darío Gonzalo Enríquez
Préstale atención a las arias nacionales y las canciones populares; contienen un vasto ensamblado de las más finas melodías, y te da una mirada rápida del carácter de las distintas naciones. No te olvides de practicar la lectura de las claves antiguas, pues sino muchos tesoros de tiempo pasados permanecerán cerrados a ti.
Préstale atención desde temprano al tono y carácter de los varios instrumentos; intenta grabarte su sonido particular en tu oído.
No olvides asistir a buenas Operas.
Estima mucho a lo Viejo, pero ten un cálido interés en lo Nuevo. No seas prejuicioso ante nombres que te sean desconocidos.
No juzgues una composición luego de escucharla una vez; eso que te causa placer al principio, no siempre es lo mejor. Los maestros deben ser estudiados. Muchas cosas no se te harán claras hasta que hayas llegado a una mayor edad.
Al juzgar las composiciones, discrimina entre las verdaderas obras de arte y aquellas meramente calculadas para entretener a amateurs. Aprecia las primeras y no te enojes con las otras.
Traducción por Darío Gonzalo Enríquez
La melodía es el grito de batalla de los amateurs, y ciertamente la música sin melodía es nada. Entiende, sin embargo, los que estas personas quieren decir: una simple, fluida y placentera tonada rítmica; esto es suficiente para satisfacerlos. Hay otros distintos, y cuando sea que toques Bach, Mozart, Beethoven, o cualquier verdadero maestro, sus melodías se encuentran contigo en miles de formas distintas. Confío en que pronto estarás cansado de las melodías inferiores, especialmente especialmente aquellas de las nuevas óperas Italianas; I talianas; y de todas las vulgares.
Si, mientras estás en el piano, intentas formar pequeñas melodías, eso está muy bien; pero si vienen a tu mente cuando no estás practicando, mucho mejor; pues el órgano interno de la música está creciendo en ti. Los dedos deben hacer lo que la cabeza desea; no al contrario.
Si comienzas a componer, trabájalo en tu cabeza. No pruebes una composición en tu instrumento, excepto cuando ya la hayas concebido completamente. Si tu música vino de tu alma y corazón, y tú la sentiste, operará del mismo modo en los demás.
Si el Cielo te ha dado una buena imaginación, muchas veces estarás sentado frente a tu piano por solitarias horas, como si estuvieras pegado a él; desearás expresar tus sentimientos con la armonía, y cuanto más nublado el cielo de la armonía te parezca, tanto más misteriosamente te sentirás atraído como por círculos mágicos. En la juventud estas serán tus horas más felices. Ten cuidado, sin embargo, de abandonarte muy frecuentemente a la influencia de un talento que te induce a derrochar derrochar poderes y tiempo, como si fuere por fantasmas. El dominio de las formas de la composición y una clara expresión de tus ideas sólo pueden ser obtenidas por una escritura continua. Escribe, por lo tanto, más de lo que improvisas.
Traducción por Darío Gonzalo Enríquez
Adquiere un conocimiento temprano del arte de dirigir música. Observa frecuentemente a los mejores directores, y dirige con ellos en tu mente. Esto te dará claridad de percepción y te hará más preciso. Mira hondamente dentro de la vida, y estúdiala diligentemente como en las otras artes y ciencias.
Las leyes de la moral son aquellas del arte.
Por medio del esfuerzo y la perseverancia irás más y más lejos.
De una libra de acero, que cuesta poco, mil relojes pueden hacerse, cuyo valor se hace prodigioso. La libra que has recibido del Señor, - úsala fielmente.
Sin entusiasmo nada grandioso puede ser hecho en el arte.
El objetivo del arte no es producir riqueza. Conviértete en un gran artista, y todos los demás accesorios vendrán con ello.
El Espíritu no se te hará claro hasta que entiendas las formas de la composición.
Traducción por Darío Gonzalo Enríquez
Quizás solo los genios entienden completamente a los genios.
¡Se ha pensado que un músico perfecto debe poder ver, en el ojo de su mente, cualquier nueva, e incluso complicada, pieza orquestal de música como si la partitura entera se encontrase ante él! Este es realmente el más grande triunfo del intelecto musical imaginable.
No hay fin al aprendizaje.