Especialidad desarrollada Nivel de habilidad: 2
En muchos relatos de los Evangelios, podemos descubrir que Jesús se interesó siempre por todo lo que les sucedía a los hombres, Él siempre estuvo preocupado del espíritu, el alma y cuerpo, para todos ellos, Él quería la sanación. Recordemos algunos sucesos, La mujer enferma de hemorragias primero creyó en El y luego recibió la curación física (Marcos 5, 25-34); el ciego sanó físicamente y luego conoció a Jesús como su Señor (Juan 9, 1-38), y muchos empezaron a creer en El por las curaciones milagrosas que presenciaron. En efecto, Jesús, vino a curar a los enfermos, librar a los oprimidos por los espíritus impuros, Él nos trajo la buena noticia, Él nos enseñó lo mucho que nos ama nuestro Padre Bueno, pero una de las cosas más importante que hizo por nosotros, es enseñarnos a orar y darnos ejemplo de cómo orar, El, los hacía en un lugar tranquilo, apartado y siempre antes de algo importante, se retiraba a orar. Con la oración, podemos acercar la sanación de muchos males, solo debemos poner toda nuestra confianza, con toda nuestra fe, creyendo incondicionalmente en El. Cierto día, Jesús, puesto en pie, exclamó con voz potente: “Lo dice la Escritura: Es innegable, Dios tiene el poder de curar a los enfermos y lo puede hacer a través de sus hijos, nosotros mismos, con nuestra oración. Cuando un amigo nuestro, un f amiliar este enfermo, oremos por él y con él. Los milagros del Señor son sorprendentes, solo se necesita amor y fe. En efecto, por amor a nuestros hermanos y al Señor, con mucha esperanza y confianza dirijamos nuestras plegarias por aquellos que necesitan curarse de algún mal, y si nos flaquean las fuerzas porque dudamos, pidamos al Señor, que nos dé más fe y que nos conceda un espíritu de confianza.
El fragmento de este evangelio de San Marcos, en su primera parte tiene un breve relato en la casa de Pedro. Luego, llegado el atardecer, “puesto ya el sol”, en la puerta de la casa de Pedro, llegaron muchos enfermos y endemoniados. Como esta actividad se realiza en sábado, se enfatiza que fue al atardecer y puesto ya el sol, para indicar que el reposo sabático había concluido, por tanto era lícito trasladar los enfermos. La grandeza de Jesús es muy grande, impactante, la ciudad entera se reunió delante de la puerta. La L a multitud reunida, esta conmovida. Los enfermos son traídos en dos grupos: Y la curación se da destacando específicamente que fueron “muchos” de estos dos grupos La insistencia, especialmente destacada, sobre los “endemoniados,” “endemoniados, ” a los “que (demonios) no les permitía hablar, porque le conocían” como Mesías, queriendo hacernos ver el poder de Cristo sobre los “espíritus impuros,” como prueba de su poder y realidad mesiánica y evitar conmociones improcedentes en el pueblo. A la mañana siguiente al sábado, fue a orar a un lugar desierto cercano a Capernaúm. Las curaciones del día anterior hacen que la gente le buscase. Luego San Marcos, nos presenta un cuadro esquemático de la predicación de Jesús por las sinagogas de Galilea. Marcos se complace todavía en poner como una nueva │1
rúbrica al mesianismo de Cristo, al destacar que en estas actividades apostólicas expulsaba los demonios, destacando su poder y realidad de Mesías. Hemos visto como en la sinagoga de Nazaret, Jesús desagradó sumamente a unos oyentes que no querían oír hablar de la buena noticia de su liberación dirigida a los pobres, a los cautivos, a los ciegos y a los oprimidos, de una amnistía general de Dios, del perdón otorgado a la humanidad entera, luego predica en la sinagoga de Capernaúm, situada algo más al oriente, pero siempre en Galilea, allí para un endemoniado, como para otros presentes, Jesús no ha venido a liberarlos, sino a destruirlos. Ahora, después de estar en la sinagoga, Jesús fue a la casa de Simón, allí encontró que la suegra de Simón (Pedro) tenía mucha fiebre, y le pidieron que hiciera algo por ella. Inclinándose sobre ella, Jesús increpó a la fiebre y ésta desapareció, ella en seguida, se levantó y se puso a servirlos. La suegra de Pedro no hace una bella enseñanza, que es la actitud de los seguidores de Cristo, al ponerse inmediatamente al servicio del Señor Jesús. Jesús se ha dedicado a curar a los enfermos y a las personas que están dominadas por un espíritu maligno, y lo hace en forma individual, es así, como al atardecer, todos los que tenían enfermos afectados de diversas dolencias se los llevaron, y Él, imponiendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. El no hacer curaciones masivas, sino que personalmente, es una actitud de mucho respeto hacia la p ersonalidad de cada enfermo. Y los que estaban dominados por un espíritu maligno, poseídos por los demonios, también quedaban curados. Pero él los increpaba y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que era el Mesías y Jesús no quiere que a Él se le dé un carácter distinto al que vino, porque Él ha venido para servir y no para dominar; por eso quien se encuentra con él, como la suegra de Simón, se libera para el servicio. “
Porque Jesús es el refugio de todas las necesidades y de las enfermedades su medicina, Jesús es la calma para los angustiados, los que lo siguen, saben que en El encontraran alivio, no solo a las cosas de salud, además a las del alma, por eso cuando gozamos de buena salud, también acudimos a Él, y para cualquier caso, acudamos a Él, como lo hacían los enfermos que rodeaban a Jesús, con sencillez y con gran confianza. Nos enseña también Jesús que ha venido a salvar a todos los hombres, así cura a los enfermos de todas las dolencias, si exceptuar a los mismos poseídos por el demonio. Qué bueno es saber, que para cualquier dolencia que nos aqueje, para las angustias que nos oprimen, o para los males del espíritu, tenemos a quien acudir,
Las Escrituras nos orientan referente a los enfermos y dice: “¿Está alguno enfer mo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará. Y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados”. Stg. 5: 14,15.
Este ministerio de los ancianos de orar por los enfermos es muy delicado que necesita una buena condición espiritual para fortalecer al enfermo y una buena fortaleza física para hablar con los familiares y animarlos para permanecer bajo la gracia y el amor de Dios. El servicio de ungimiento a los enfermos sólo será realizado para aquellos que padecen una enfermedad físicamente grave, es decir no debe ser aplicado a todos los casos de padecimiento físico común ni en caso de una enfermedad fatal. Sea cuidadoso en esta responsabilidad de anciano. Normalmente es el pastor quién debe oficiar con la asistencia de los ancianos, pero en su ausencia lo hará el anciano de iglesia en coordinación con su Asociación. │2
El servicio de ungimiento puede realizarse en el hogar, en el asilo, en la iglesia, donde fuera necesario. Si se realiza en un hospital se tendrá que programar cuando no haya interferencias con el trabajo de los médicos. El programa y el tiempo están supeditados al lugar. : Además del pastor y los ancianos podría invitarse a los amigos para que oren por él y si los familiares no conversos desean estar allí presentes no se los impidan. Los oficiantes del r ito deberían estar muy bien consagrados y tener la suficiente fe para creer en la sanidad de parte de Dios. “Si en mi corazón hubiese yo mirado al pecado, el Señor no me hubiera escuchad o”. Sal. 66:18. Se aconseja que el enfermo pueda prepararse leyendo o escuchando el capítulo sobre la oración en Ministerio de Curación pág. 171-201. Si el enfermo no quisiera revelarle específicamente su enfermedad usted debe respetar su decisión y orar siempre por él.
El anciano debe explicar brevemente el objetivo del ungimiento y la forma en que se realiza; asimismo se podría invitar al enfermo a testificar de su fe y expresar porqué desea obtener la salud. Si la persona se encuentra en condiciones de escuchar las Sagradas Escrituras en un tiempo prudencial explique los prerequisitos de la sanidad divina que son: 1. Creer que Dios regala la sanidad y sana a sus hijos. 2. Confesar sus pecados. 3. Decidirse a practicar una vida sana, de lo contrario será en vano pedir la sanidad para seguir practicando hábitos dañinos a la mente y el cuerpo. 4. Estar dispuesto a ser guiado por un médico, pues Dios obra milagros a través de las personas. 5. Confíe en la respuesta divina: Dios puede sanar inmediatamente o lentamente y otras veces no lo hace sino hasta la segunda venida de Cristo. El servicio debería tener siempre el a mbiente de la seguridad que todo ha sido puesto en las manos de Dios y él debe responder de la mejor manera. Textos de la Sagradas Escrituras que le pueden servir óptimamente: Stg. 5: 14-16; Nm. 21: 8-9; Sal. 103: 1-5; 107: 10-20; Mr. 16: 15-20.
El oficiante debe tener un frasquito de aceite de oliva en la mano. Se debe dar la oportunidad al enfermo que ore primero si él lo desea, luego a los dirigentes u otras personas que le acompañan y finalmente al comenzar a orar el anciano, debe poner un poco de aceite en las yemas de sus dedos para que al final de la oración aplique el aceite en la frente del enfermo, lo que significa que el Espíritu Santo está tocando al enfermo en forma específica. No se debe cometer el error de frotar con el aceite sobre la parte adolorida, el aceite es sólo un símbolo de la obra del Espíritu Santo.
Tan pronto como el servicio haya terminado no se detenga más, todo cuanto pudo hacer para relacionarse debería hacerse antes del servicio, este es el momento de salir y dejar que la presencia de Dios haga su obra en el enfermo.
Con el paso del tiempo la ciencia desarrolla nuevas técnicas de tratar las enfermedades y darles una solución a menor lapso de tiempo, además se descubren nuevos métodos en cuanto a medicamentos. Si una persona dedicada al área de la salud no se actualiza por medio de la educación continua su trabajo se verá obsoleto y │3
además de provocar complicaciones en los pacientes que atienda su trabajo se verá obsoleto. Al igual que cualquier otra profesión es necesario vivir al día, conociendo los avances y descubrimientos.
En su entrevista, hacer las siguientes preguntas: a) b) c) d) e) f) g) h)
¿Por qué eligió su profesión? ¿Qué educación es necesaria para entrar en su profesión? Después de la educación, ¿qué cantidad de tiempo se tar da en ser certificado o competente en su campo? ¿Qué parte de su trabajo le gusta más? ¿Cuál menos? ¿Qué días de la semana y cuántas horas por día trabaja usted en su trabajo? ¿Qué adelanto está disponible en su campo de trabajo? ¿Qué curso de estudio en la universidad complementaría su profesión? ¿Cuáles son algunas escuelas locales que ofrecen la formación en su profesión?
a) Ser un voluntario en un hospital o centro médico. b) Visitar un médico o dentista y hacer lo siguiente: I. Observar las zonas de operaciones, como las oficinas de la empresa, el laboratorio, salas de exámenes, sala de rayos-X, etc. II. Obtener una charla introductoria de los equipos utilizados en dichos lugares. III. Conocer los pasos que da el paciente cuando visita uno de estos lugares desde la sala de espera hasta el momento en que se retira. IV. Aprender la forma en que el médico hace un examen y toma la historia del paciente para el diagnóstico. c) Ir a una visita de una enfermera que va a un hogar y hacer lo siguiente: I. Aprender los pasos de una visita a una casa con una enfermera, desde cuando se encuentra con el paciente hasta cuando informa al médico. II. Observar la enfermera tomando los signos vitales. III. Observar la enfermera dando instrucciones y medicamentos. d) Visitar el departamento de pacientes externos de un hospital, como terapia física, rayos-X, laboratorio, etc. Hacer lo siguiente: I. Observar las zonas de trabajo en el departamento II. Obtener una charla introductoria de los equipos utilizados en el departamento y cómo funciona III. Conocer los pasos que toma un paciente cuando visita al departamento. IV. ¿Cuántas personas se necesitan en el departamento? V. ¿Funciona el departamento por la noche?
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