Rosario Templario 1
ROSARIO TEMPLARIO
APERTURA : En el nombre del Padre Padre (1), del Hijo (2), del Santo Santo Espíritu Espíritu (3) y del Paráclito Paráclito (4), AMEN (5). DEDICATORIA E INTENCIONES: Por todos los Hermanos y Hermanas de la Orden, los afligidos, los presos, las madres solteras abandonadas, los enfermos, los moribundos, las almas en pena, por nuestra humanidad en su tránsito, y hoy más en especial por………….., mis Hermanos, mis Hermanas, oremos. CREDO; YO CREO EN EL ÚNICO DIOS, PADRE TODOPODEROSO, CREADOR DEL CIELO Y DE LA TIERRA, DE TODO LO VISIBLE E INVISIBLE. YO CREO EN CRISTO, SEÑOR, HIJO ÚNICO DE DIOS, NACIDO DEL PADRE ANTES DE TODOS LOS SIGLOS, DIOS NACIDO DE DIOS, LUZ NACIDA DE LA LUZ, VERD VERDAD ADER ERO O DIOS DIOS NACI NACIDO DO DE VERD VERDADE ADERO RO DIOS DIOS,, QUE QUE NO FUE FUE CREA CREADO DO SINO SINO ENGENDRADO, DE LA MISMA ESENCIA QUE EL PADRE POR QUIEN TODO FUE HECHO. POR NOSOTROS LOS HOMBRES, Y POR NUESTRA SALVACIÓN, DESCENDIÓ DE LOS CIELOS, SE ENCARNÓ POR EL SANTO ESPÍRITU EN LA VIRGEN MARÍA, Y FUE HECH HECHO O HOMB HOMBRE RE EN JESÚ JESÚS. S. FUE FUE CRUC CRUCIF IFIC ICAD ADO O PO PORR NO NOSO SOTR TROS OS BA BAJO JO PO PONC NCIO IO PILATO. MURIÓ Y FUE SEPULTADO. DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS. RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS AL TERCER DÍA SEGÚN LAS ESCRITURAS, Y SUBIÓ A L CIELO DONDE SE SIENTA A LA DERECHA DEL PADRE. REGRESARÁ EN SU GLORIA PARA JUZGAR A VIVOS Y MUERTOS Y SU REINO NO TENDRÁ FIN. YO CREO EN EL SANTO-ES SANTO-ESPÍRI PÍRITU, TU, SEÑOR SEÑOR Y DADOR DE VIDA, QUE PROCEDE PROCEDE DEL PADRE Y DEL HIJO, Y QUE JUNTO CON EL PADRE Y EL HIJO, ES ADORADO Y GLORIFICADO, Y QUE HABLÓ POR LOS PROFETAS. YO CREO EN LA IGLESIA UNA, SANTA, UNIVERSAL Y APOSTÓLICA. RECO RE CONO NOZC ZCO O EL BA BAU UTISM TISMO O PA PARA RA EL PE PERD RDÓN ÓN DEL DEL PE PECA CADO DO,, Y ES ESPE PERO RO LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS Y LA VIDA VENIDERA. AMEN. PADRENUESTRO; 4 AVE y E SPÍRITU, AL GLORIA: GLORIA AL CRISTO, A NUESTRA SEÑORA DEL SANTO ESPÍRITU, PARÁCLITO DE TODAS LUCES, EN LOS CICLOS GENERADORES Y EN SU ENCUENTRO. AMEN.
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CIRCULO CUATERNARIO MARIAL: A continuación, cuatro veces seguidas: un PADRENUESTRO, DIEZ AVE, UN GLORIA. Cada serie debe dedicarse a una de las formas maternales: 1. Eva, Madre de los hombres 2. María, Madre de Jesús, Hijo del Hombre e Hijo de Dios 3. Nuestra Señora del Santo Espíritu, Madre de los Egregores 4. La Madre Cósmica, Madre de los Universos
SALUTACIÓN MARIAL: MI ALMA GLORIFICA AL SEÑOR, Y MI ESPÍRITU SE ALEGRA EN DIOS, MI SALVADOR, PORQUE EL HA DIRIGIDO SUS OJOS SOBRE SU HUMILDE SERVIDORA. PORQUE HE AQUÍ, QUE EN LO SUCESIVO, ME LLAMARÁN BIENAVENTURADA PORQUE EL TODOPODEROSO HACE POR MÍ MARAVILLAS. SANTO ES SU NOMBRE Y SU MISERICORDIA SE EXTIENDE A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS SOBRE LOS QUE LE TEMEN. HIZO ALARDE DEL PODER DE SU BRAZO; DESHIZO LAS MIRAS DEL CORAZÓN DE LOS SOBERBIOS. DERRIBÓ DEL SOLIO A LOS PODEROSOS Y ENSALZÓ A LOS HUMILDES. COLMÓ DE BIENES A LOS HAMBRIENTOS Y A LOS RICOS LES DESPIDIÓ SIN NADA. ACORDÁNDOSE DE SU MISERICORDIA, ACOGIÓ A ISMAEL, SU SIERVO, SEGÚN LAS PROMESAS QUE HIZO A NUESTROS PADRES, A ABRAHAM Y A SUS DESCENDIENTES PARA SIEMPRE. AMEN. CLAUSURA: EN EL NOMBRE DEL PADRE (1), DEL HIJO (2), DEL SANTO ESPÍRITU (3) Y DEL PARÁCLITO (4), AMEN (5) .
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ROSARIO TEMPLARIO PATER
Ave Ave Ave
GLORIA Ave
Ave Ave
Ave Ave Ave Ave
Ave Ave
Ave
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PATER
GLORIA GLORIA PATER
Ave
Ave Ave
Ave Ave
Ave
Ave
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Ave Ave
Ave GLORIA
Ave Ave
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Ave Ave Ave
Ave Ave
Ave GLORIA Ave Ave Ave Ave PATER
CREDO DEDICATORIA E INTENCIONES APERTURA
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ANÁLISIS DEL ROSARIO TEMPLARIO
En todas las religiones serias, es habitual practicar ciertas oraciones de estructura repetitiva con la ayuda de un instrumento de recuento que podríamos denominar ábaco místico . Este generalmente está formado por granos alineados en un hilo; su número y disposición rítmica varían según los matices de la religión que se considere y el efecto buscado con el curso de la oración. Nuestra tradición templaria Cristiana no es una excepción y el Rosario Templario es una perfecta demostración de ello. Es conveniente tener en cuenta todo el efecto objetivo, subjetivo, consciente e inconsciente que pueden provocar los ritmos engendrados y sostenidos por las palabras salmodiadas1. En el nivel objetivo de la materia, provocan una imantación por movilidad de energía acústica completamente material en la realización de esta tarea; este tipo de energía, bajo su forma oral, fue, en todo tiempo, uno de los soportes más corrientes en materia de magia operativa, porque utiliza la palabra , específica del hombre que, solo –lo señala el Génesis- tuvo derecho a nombrar su Reino y a sus habitantes. Recordemos el efecto estabilizador, el aporte energético positivo que los mismos médicos han constatado en el uso de sonidos como medio terapéutico. Esta imantación acústica material también crea, por proyección en las sutiles esferas del astral donde estamos inmersos, un verdadero edificio vibratorio análogo a una esfera o a un cilindro de protección que nos une directamente a los planos superiores a los que apela nuestra oración. Esta construcción es tan sólida y luminosa que no depende solo de nuestra voluntad, sino del poder del Egregor Crístico y Marial. Los ritmos engendrados tienen la particularidad de haber sido experimentados desde hace tiempo por todos los orantes cristianos sinceros y motivados; modo que tienen los seres claroscuros que se arrastran en el astral terrestre, para recuperarse con la potencia así generada. Al nivel subjetivo de nuestro psiquismo, hay inducción, orientación y canalización -imperfectos incluso- de nuestros pensamientos, y sobre todo de nuestra imaginación, hacia las esteras elevadas que alcanzan nuestras oraciones; es esencial destacar la importancia de la imagen de la Virgen Madre que constituye la estatua de María (o cualquier otra representación equivalente) que se utiliza, y la necesidad de estar en consonancia con la estética de esta representación. De ahí que se nos recomienda utilizar la estatua que nos cale más hondo, porque simbólicamente debemos unirnos a la fuente misma de todo amor maternal, expresado en su dimensión más absoluta y perfecta. También podremos aprovechar el ambiente de paz armoniosa creado y protegido para reeducar nuestras “conciencias inquietas” y recargar nuestros acumuladores de energía, puestos a prueba con el “estrés” del día. Porque no debemos olvidar que el Rosario pone a nuestra alma en resonancia directa con las esferas mariales, fuentes de toda vida y amor:
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N.T. Salmodiar es cantar con cadencia monótona y repetitiva.
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"Yo soy la consoladora de las almas afligidas..,. Yo soy la Luna Manca y Azul, la Luna doble donde se condensa el Alma de la Tierra. Mi casa es Sabiduría, Temperancia, Equilibrio y Amor Universal" (Mi Búsqueda del Grial; Tomo 2: La Copa o Santo Vaso) En esta fase, participamos de una Alquimia (Universal que trasciende todo nuestro ser y nos da acceso a una fantástica amplificación del efecto mágico de nuestra oración. También hay que recordar que las palabras tienen, finalmente, una importancia relativamente secundaria en este proceso. Asimismo es inútil tratar de hallar la versión más próxima a las palabras originales del Arcángel Gabriel a María; la corrección conocida de la traducción "María, llena de gracia" en lugar de "María, a quien le ha sido concedida una Gracia", más cerca del texto griego conocido, pierde todo interés; tanto más cuanto que el uso de esta fórmula, errónea no obstante, permite a nuestras oraciones, después de milenios, tomar una vía desde hace mucho tiempo allanada y mantenida "segura y transitable" por todos los seres que obran con el Egregor Crístico. Es fundamental admitir la necesidad en el lugar que estamos, un mundo de caída y pecado original, de unirnos a unas fuentes psíquicas y espirituales seguras y no susceptibles de modificaciones, o recuperaciones, satánicas. Y las protecciones que nos benefician tienen su origen en un Egregor de una eficacia muy superior a todo lo que jamás pudiera crear una voluntad o agrupación de voluntades humanas. Todo ello, entendamos bien, es válido para todas las oraciones y, en general para todas las actividades con finalidades iniciáticas; pero el ejemplo es especialmente evidente en el caso del Rosario. Este presenta la particularidad de dirigirse al "componente femenino" de la divinidad; expresión que se ha de entender en el sentido más noble del término por así decirlo. Es preciso recordar que el ser universal al que llamamos la divinidad no podría, ante todo con nuestras limitadas etiquetas humanas, "partirse en rodajas"; pero hay que admitirlo, como hecho experimental comprobado en la evolución histórica de la religión judeo-cristiana -entre otras-, que Dios, Principio Único de lo manifestado y no manifestado, se presenta a nosotros bajo diferentes máscaras (en latín persona es máscara de teatro) y por tanto diferentes personalidades: Yahvé , Jesús-el- Cristo, etc. Y aquí nos dirigimos a la componente femenina anterior a toda generación: "Yo, la Sabiduría, habito con el discernimiento… …El Eterno me tenía cerca de El cuando comentó Su Obra, antes incluso que Sus creaciones más antiguas, Desde la eternidad fui fundada, Desde el principio, desde el origen de la Tierra. Yo fui engendrada cuando aún allí no había abismos, ni fuentes abundantes, Yo había nacido antes que se asentasen los montes, antes que las colinas Antes que el Eterno hubiera hecho la tierra y los campos, Y el comienzo del polvo del mundo, Cuando asentaba los cielos, yo estaba allí; Cuando trazaba un círculo sobre el abismo, Cuando consolidaba las nubes en lo alto,
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Cuando manaban los manantiales del abismo; Cuando Sus órdenes imponían un límite al mar Que las aguas nunca franquearán, Cuando disponía los fundamentos de la tierra, Yo estaba cerca de El, Su obrera, Yo era Su delicia, todos los días, Y sin cesar me regocijaba en Su Presencia. Yo me regocijaba sobre la Tierra, Su creación, Y mis delicias están con los hijos de los hombres. Ahora pues, hijos míos, escuchadme. ¡Dichosos los que siguen mis caminos! Escuchad la instrucción para haceros sabios, y nunca la despreciéis Dichoso el hombre que me escucha, que vela mi puerta cada día, iY que guarda el umbral de mi casa! ¡Porque el que me halla ha encontrado la Vida y obtiene el favor del Eterno! Pero el que me ofende daña su alma; iTodos los que me odian aman la muerte! La Sabiduría ha edificado su casas ha labrado sus siete columnas… …dice a los que carecen de Juicio: "Venid, comed de mi pan, y bebed del vino que he preparado". Esta larga cita del Libro de los Proverbios (Cap. 8 y 9) nos enseña que, simbólicamente, la Sabiduría aquí ensacada coincide perfectamente con el componente femenino de Dios al que nos dirigimos. Destaquemos además que la casa de la sabiduría, con sus siete columnas, parece el prototipo de las moradas alquímicas o filosóficas y que nuestra casa, cuyo Jefe no es otro que “la Virgen María, Nuestra Señora", constituye una de las ramas mayores de esta filiación espiritual. Por otra parte os recordaré que la tradición iniciática templaría nos enseña que la Virgen Universal se manifiesta "bajo cuatro formas maternales, en sus simultaneidades sucesivas, tomadas en orden inverso de generación: 1. Eva, Madre de los hombres 2. María, Madre de Jesús, Hijo del Hombre e Hijo de Dios 3. Nuestra Señora del Santo Espíritu, Madre de los Egregores 4. La Madre Cósmica, Madre de los Universos Así pues, utilizamos el cuaternario como base de cálculo para nuestro " rosario místico ". Para el camino simbólico que corresponde al desarrollo del Rosario Templario, podemos puntualizar que la forma general del camino adopta el símbolo al químico global de Venus, tal como lo indica el esquema adjunto.
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En este gráfico, la cruz igual y justa está dominada por el círculo de las cuarenta AVE, número de culminación en el plano material: cuarenta años de errancia del pueblo de Israel en el desierto antes de acceder a la Tierra Prometida, así como cuarenta días de ayuno en el desierto realizados por Jesús el Cristo, y además, cuarenta días de fijación terrestre del cuerpo del Resucitado antes de su Ascensión. Este símbolo de Venus debe recordarnos que la manifestación esencial de Dios para con el hombre, cuando se expresa en su aspecto femenino se hace Amor, motor universal de toda manifestación: "¡Este cielo tiene por todas partes el espíritu divino donde se inflaman el Amor que le envuelve y la verdad precipitándose como un aguacero!' Nos explica Beatriz por la pluma de Dante hablando del 9º cielo, cielo cristalino y primer móvil (cf. E317D71), que pertenece pues directamente al mundo divino y lugar donde es posible la contemplación mística del Punto Último y de los nueve círculos angélicos. Así, con la realización de este círculo de oraciones dirigidas a la Virgen Universal, podemos esperar la puesta en acción de la energía más sutil y eficaz a la que podamos acceder como criatura encarnada. ¡Es la “antesala” de la fuente misma del Universo, la Rosa Mística de lo Empíreo, a la que podemos acceder! Pesásemos bien esto cuando recitamos, a veces por inercia, esta cadena de Ave y Pater. Sin embargo, no creamos que en la práctica, la oración utilizada para favorecer algunas realizaciones, nos libera de esfuerzos en nuestro plano. Todos los creyentes sinceros saben que la actuación del hombre no consiste en esperar, paciente y pasivo, ¡que todo llega! La oración asume una papel fundamental en la construcción considerada; toca al hombre asumir justamente la parte que le corresponde: ¡realizando las condiciones materiales para que pueda en las condiciones humanas más favorables encarnar las cosas! No hay que tomar a los creyentes sinceros más crédulos de lo que son y pensar que olvidan lo tradicional: "Ayúdate y el Cielo te ayudará". Además, cabría el derecho de preguntarse, ¿para qué sirve este preámbulo que presenta una estructura notablemente diferente y no cíclica? Evidentemente nos ayuda a acceder a este círculo místico; y para "darse a conocer" requerimos:
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1. Reconocer con el signo de Jesús el Cristo, nuestra entera sumisión al Egregor "Crístico-Marial". Nuestra intervención aquí es sensiblemente diferente a la usual en nuestras ceremonias de consagración, exorcismo, etc. porque jugamos un papel más pasivo en la acción sobre los planos superiores; la apertura adquiere aquí un signo de aceptación y no de acción, como en estas ceremonias. 2. Concretar las necesidades que motivan nuestra petición 3. Afirmar nuestra creencia en Dios único en sus diferentes personas. Es la clave de la apertura de los planos superiores sin el peligro al error y la desviación satánica. 4. Fijar, con nuestras cuatro AVE preparatoria, el plan general de la construcción psíquica en el astral y transportará en vehículo nuestras intenciones nutriéndose de la energía obtenida por nuestro círculo cuaternario. Desde ese momento, estructurado según un esquema cuaternario equilibrado, que utiliza rutas guardadas “seguras y transitables” por millones de cristianos que practican esta oración desde hace dos milenios, habiendo puesto a nuestro lado todos los factores a nuestro alcance, podemos estar seguros de haber actuado siguiendo la divisa: "Haz lo que debas, venga lo que viniera" Porque es a una de las manifestaciones mismas de la Divina Providencia a la que nos hemos dirigido.