ENRIQUE ROJAS
EL HOMBRE LIGHT UNA VIDA SIN VALORES
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Planeta El contenido de este libro no podrá ser reproducido, total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del editor. Todos los derechos reservados
© 1992, Enrique Rojas © 1992, Ediciones Temas de Hoy, S.A. TH! "aseo de la #astellana, 9$, 2%&'( )adrid *S+ %'-%%&-19'-' /ise0o de cuierta "eter Tjees © 1992, 2000, Editorial Planeta Argentina SAI.. *ndependencia 1((%, 11&& +uenos Aires 3rupo "laneta "rimera edici4n en "laneta +olsillo octure de 2&&& *S+ 95&'9-&5(-5 Hec6o el dep4sito que prev7 la ley 11.2$ *mpreso en la Ar8entina
in8una parte de esta pulicaci4n, incluido el dise0o de la cuierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera al8una ni por nin8n medio, ya sea el7ctrico, qu:mico, mec;nico, 4ptico, de 8raaci4n o de
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Para Isabel, Marian, Cristina, Quique, Isabel y Almudena: mi ilusión con argumento.
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ÍNDICE PRÓLOGO............................................................................................................5 I. EL HOMBRE LIGHT..........................................................................................7 II. HEDONISMO Y PERMISIVIDAD...................................................................11 III. ¿QUÉ ES EL HOMBRE?...............................................................................14 IV. EL CAMINO DEL NIHILISMO.......................................................................24 V. LA SOCIEDAD DIVERTIDA...........................................................................! VI. SE"UALIDAD LIGHT.................................................................................... VII. EL S#NDROME DEL MANDO......................................................................42 A DISTANCIA $%APPING&........................................................................... .......42 VIII. LA VIDA LIGHT...........................................................................................4' I". REVISTAS DEL CORA%ÓN..........................................................................5( ". EL CANSANCIO DE LA VIDA........................................................................) "I. LA ANSIEDAD ..............................................................................................)7 DEL HOMBRE DE HOY.....................................................................................)7 "II. PSICOLOG#A DEL *RACASO.....................................................................71 "III. PSICOLOG#A DE LA DROGA.....................................................................75 "IV. LA VIDA NO SE IMPROVISA.....................................................................7( "V. LA *ELICIDAD COMO PROYECTO...........................................................(2 "VI. SOLUCIONES AL HOMBRE LIGHT..........................................................'! NOTA DEL AUTOR..........................................................................................1!2 BIBLIOGRA*#A.................................................................................................1!
PRÓLOGO
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=ste es un liro de denuncia. /esde 6ace ya unos a0os me preocupan los derroteros por los que se diri8e la sociedad opulenta del ienestar en >ccidente, y tami7n porque su in
tetralogía nihilista: hedonismo-consumismo-permisividad-relatividad. Todos ellos enhebrados por el materialismo. Un individuo así se parece mucho a los denominados productos light de nuestros días: comidas sin calorías y sin grasas, cerveza sin alcohol, azúcar sin glucosa, tabaco sin nicotina, Coca-Cola sin caeína y sin azúcar, mantequilla sin grasa!!! y un hombre sin sustancia, sin contenido, entregado al dinero, al poder, al "#ito y al gozo ilimitado y sin restricciones! El hombre light carece de referentes, tiene un gran vacío moral y no es feliz, aun teniendo materialmente casi todo. $sto es lo grave! %ste es mi diagn&stico, y a lo largo de estas p'ginas describo sus principales características, a la vez que hago sugerencias de c&mo escapar y salirse de ese camino errado que tiene un inal triste y pesimista! ?rente a la cultura del instante est; la solide@ de un pensamiento 6umanista
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I. EL HOMBRE LIGH
Perfl !"#$l%&#$ Estamos asistiendo al
de hombre que podría ser caliicado como el hombre light. #u;l es su per
interesa, pero a nivel supericial( no es capaz de hacer la síntesis de aquello que percibe, y, en consecuencia, se ha ido convirtiendo en un sujeto trivial, ligero, rívolo, que lo acepta todo, pero que carece de unos criterios s&lidos en su conducta! Todo se torna en "l et"reo, leve, vol'til, banal, permisivo! )a visto tantos cambios, tan r'pidos y en un tiempo tan corto, que empieza a no saber a qu" atenerse o, lo que es lo mismo, hace suyas las airmaciones como *Todo vale+, *u" m's da+ o *as cosas han cambiado+! . así, nos encontramos con un buen proesional en su tema, que conoce bien la tarea que tiene entre manos, pero que uera de ese conte#to va a la deriva, sin ideas claras, atrapado -como est'- en un mundo lleno de inormaci&n, que le distrae, pero que poco a poco le convierte en un hombre supericial, indierente, permisivo, en el que anida un gran vacío moral.
Gas conquistas t"cnicas y cientíicas - impensables hace tan s&lo unos a/os-
nos han traído unos logros evidentes: la revolución informática, los avances de la ciencia en sus diversos aspectos, un orden social m's justo y perecto, la preocupaci&n operativa sobre los derechos humanos, la democratización de tantos países y, ahora, la caída en bloque del comunismo. 0ero rente a todo ello hay que poner
sobre el tapete aspectos de la realidad que uncionan mal y que muestran la otra cara de la moneda: hace que un individuo tenga cierto reconocimiento social por el único hecho de ganar mucho dinero! b) hedonismo: pasarlo bien a costa de lo que sea es el nuevo c&digo de comportamiento, lo que apunta hacia la muerte de los ideales, el vacío de sentido y la búsqueda de una serie de sensaciones cada vez m's nuevas y e#citantes! c) permisividad: arrasa los mejores prop&sitos e ideales! d) revolución sin finalidad y sin programa: la "tica permisiva sustituye a la moral, lo cual engendra un desconcierto generalizado! e) relativismo: todo es relativo, con lo que se cae en la absolutización de lo relativo brotan así unas reglas presididas por la subjetividad! f) consumismo: representa la &rmula postmoderna de la libertad! a) materialismo:
As:, las 8randes trans
de su tiempo! 1i aplicamos la pupila observadora nos encontramos con que en "l se dan los siguientes ingredientes: pensamiento débil, convicciones sin firmeza, asepsia en sus compromisos, indiferencia sui generis hecha de curiosidad y relativismo a la vez!!!( su ideología es el pragmatismo, su norma de conducta, la vigencia social, lo que se lleva, lo que est' de moda( su ética se undamenta en la estadística, sustituía de la conciencia( su moral, repleta de neutralidad, alta de compromiso y subjetividad, queda relegada a la intimidad, sin atreverse a salir en público!
El 'eal a"(!t#$ o 6ay en el hombre light entusiasmos desmedidos ni 6ero:smos. La cultura li86t es una síntesis insulsa que transita por la banda media de la sociedad:
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comidas sin calor:as, sin 8rasas, sin eBcitantes... todo suave, li8ero, sin ries8os, con la se8uridad por delante. n 6omre as: no dejar; 6uella. En su vida ya no 6ay reeliones, puesto que su moral se 6a convertido en una 7tica de re8las de uranidad o en una mera actitud est7tica. El ideal aséptico es la nueva utop:a, porque, como dice GipovetsIy, estamos en la era del vacío. /e esas rendijas sur8e el nuevo hombre cool, representado por el telespectador que con el mando a distancia pasa de un canal a otro uscando no se sae ien qu7 o por el sujeto que dedica el
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temas clave de la vida, lo que le conduce a la aceptaci"n # canoni $aci"n de todo. Es
una nueva inmadure@, que 6a ido creciendo lentamente, pero que 6oy tiene una n:tida
tegoría humana! 2inalmente, es preciso resumir esa ingente inormaci&n, la n'usea ante un e#ceso de datos y la perplejidad consiguiente, y para ello lo mejor es e#traer conclusiones que pueden ser de dos tipos: 1. !enerales: ayudan a interpretar mejor la realidad actual, en su rica complejidad! 2. "ersonales: conseguir'n que surja un ser humano m's consistente, vuelto hacia los valores y comprometido con ellos!
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II. HEDONISMO ) PERMISIVIDAD
El fnal 'e *na #+l,a#%n Estamos ante el
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planteamiento. As: pues, 6edonismo y permisividad son los dos nuevos pilares sore los que se apoyan las vidas de aquellos 6omres que quieren evadirse de s: mismos y sumer8irse en un calei doscopio de sensaciones cada ve@ m;s
so
Un ejemplo que me parece revelador es el de la persona que recorre el supermercado, llenando su carrito hasta arriba, tentada por todos los estímulos y sugerencias comerciales, incapaz de decir que no! continua sustitución de ob$etos por otros cada vez me$ores.
Re+$l*#%n "n fnal'a' - "n !r$-e#t$ El consumismo tiene una jetos cada ve@ m;s re
sin vencedores ni vencidos! 1i todo se va envolviendo en un paulatino escepticismo y, a la vez, en un individualismo a ultranza, 4qu" es lo que todavía puede sorprender o escandalizar5 $ste derrumbamiento a#iol&gico produce vidas vacías, pero sin grandes dramas, ni v"rtigos angustiosos ni tragedias!!! *6quí no pasa nada+, parecen decirnos los que navegan por estas aguas! $s la metafísica de la nada, por muerte de los ideales y superabundancia de
programa,
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lo dem's! $stas e#istencias sin aspiraciones ni denuncias conducen a la idea de que todo es relativo! El relativismo es hi!o natural de la permisividad, un mecanismo de deensa de los que 2reud estudi& y dise/& de orma casi geom"trica! 6sí, los juicios quedan suspendidos y lotan sin consistencia: el relativismo es otro nuevo código ético. Todo depende, cualquier an'lisis puede ser positivo y negativo( no hay nada absoluto, nada totalmente bueno ni malo! 3e esta tolerancia interminable nace la indiferencia pura. Estamos ante la 7tica de los
)esse! Un hombre así es cada vez m's vulnerable, no hace pie y se hunde( por eso, es necesario rectiicar el rumbo, saber que el progreso material por sí mismo no colma las aspiraciones m's proundas de aqu"l que se encuentra hoy hambriento de verdad y de amor aut"ntico! $ste vacío moral puede ser superado con humanismo y trascendencia 8de tras-, atravesar, y scando, subir9( es decir, *atravesar subiendo+, cruzar la vida elevando la dignidad del hombre y sin perder de vista que no hay auténtico progreso si no se desarrolla en clave moral.
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III. QU/ ES EL HOMBRE0
El 1$23re 3*"#a'$r 'e la l3erta' #uando intentamos pro
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su gravedad! Como dice uli'n 7arías, el ser humano necesita una *jerarquía de verdades+ que cree el subsuelo en el que se asientan las ideas, creencias y opiniones undadas en la autoridad, las *opiniones contrastadas+ que vamos recibiendo y esa sabiduría especial y honda que constituye la e%periencia de la vida. 1obre esta variada gama de verdades se sustenta nuestra e#istencia, y entre todas ellas se establecen unas relaciones recíprocas, complejas y reticulares, muchas veces diíciles de investigar, y entre las que se articulan cone%iones presididas por lo que ha sido y es nuestra vida en concreto.
Es ineBcusale que el 6omre desempe0e un papel importante en la vida propia. /ice un re
Ga vida 6umana tiene que ser abierta ! argumental. "o pri#ero signi$ica %ue es inco#pleta, provisional, sie#pre su&eta a i#previstos, por eso tiene un $ondo dra#ático' lo segundo %uiere decir %ue necesita tener un te&ido sustantivo, un por%u(, una ra)*n de ser. As+ descubri#os la grande)a o pobre)a de cada persona. "os psi%uiatras, al bucear en la vida a&ena con un a$án constructivo, so#os testigos de ecepci*n de vidas grandes ! de otras vac+as, huecas. 2
En el pensamiento, la esencia de
algo se deine como ;aquello por lo que una cosa es lo que es y no otra cosa?@, p'gs! =@ y ss!( A= y ss!( B@ y ss!
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En un 8ran nmero, el hombre de ho# no sabe adonde va, y esto quiere decir que está perdido, sin rumo, desorientado. Tenemos dos eBponentes claros al respecto en los j4venes, la droga, y en los adultos, las rupturas con#ugales. Amos aspectos nos ponen sore el tapete la
6quino o el maestro $chart, pasando por Depler, Ealileo, FeGton, 3escartes, 0ascal, Dant o )egel a los e#istencialistas como 1artre, Camus, Dieregaard, Fietzsche, nuestro Unamuno, o los grandes pensadores de nuestro tiempo, como Hrentano, )usserl, )eidegger, 7a# 1cheler y Irtega y Easset! 2rente a ellos se levantan igualmente personas cuya e#istencia ha sido un racaso total, algo que tambi"n constituye una parte undamental de la e#istencia humana y que de algún modo ayuda a troquelarla!
Para 4*( "r+e la +er'a'0 Ga vida 6umana se desli@a por los 6ilos que teje la trama de las circunstancias, envueltas siempre en un 6alo de incertidumre. #ada uno de nosotros es capa@ de lo mejor y de lo peor, pero entre estos puntos eBtremos cae un espectro intermedio de posiilidades. Ga incertidumre nos 6ace dudar respecto a qu7 atenernos y nos impide alcan@ar la
luminosa tanto personal como de la realidad, adem's de en una impresi&n de seguridad! 0ero, 4qu" es la verdad5, 4en qu" consiste5, 4cu'ntos tipos de verdad e#isten5 $sto constituye uno de los temas prioritarios de la ilosoía $ pero aquí s&lo dar" unas reerencias muy generales, que nos pongan sobre la pista de esta cuesti&n, y así distinguiremos dos maneras posibles de acercarse a su estudio: por un lado, el aspecto conceptual y, por otro, sus distintas versiones.
"ara el que desee conocer mejor el tema sore la verdad puede eer de dos diccionarios
1(
Ga idea de libertad se relaciona con tres conceptos: el griego aletheia, el latino ventas y el hebreo emunah. &letheia
signiica lo que est' desvelado o descubierto y que se maniiesta con claridad( se reiere especialmente al presente! 'eritas quiere decir lo que es e#acto y riguroso( de hecho, procede de verum, lo que es iel y sin omisiones( ha bla m's del pasado, de lo que ya sucedi&! ., inalmente, emunah deriva de la raíz amen: asentir con conianza( por eso se suele decir al inal de cada oraci&n, ya que 3ios es por esencia el que cumple lo que promete( e#presa sobre todo el futuro, lo venidero! La verdad nos conduce al me!or conocimiento de la realidad personal # periférica. na y otra, entrela@adas por verdades personales, nos
qu7 6acer y, en consecuencia, actuar. Go opuesto a saer es i8norar, y por eso resulta necesario Caveri8uarD, lo que en lat:n se llama verum facere, es decir Cveri
que nos la muestran! 0or otra parte, las distintas versiones de la verdad pueden esquematizarse de este modo tan sucinto: 1. a verdad de uno mismo, en la que se articulan el pasado y el presente y, de
alguna manera, puede hacerse un estudio prospectivo: qu" ser' del uturo, según los datos que tenemos! 2. a verdad de las cosas con las que nos encontramos, que e#presa lo e#terno! $. a verdad de las circunstancias, que nos lleva al conocimiento de la complejidad de la situaci&n y al perímetro en que ese individuo o esa realidad se encuentran inmersos! '. a verdad como coherencia, que brota del idealismo del siglo JKJ y nos muestra una e#istencia con el menor número posible de contradicciones( es la vida como armonía, como equilibrio entre la teoría y la pr'ctica! Hay que se0alar que mientras la
6spirar a ella es ir hacia lo mejor de nosotros mismos y de lo que nos
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rodea! 7uchos hombres de nuestros días siguen las huellas de Fietzsche y se ven abocados al nihilismo, como consecuencia de la entronización de la sub$etividad. $sto se maniiesta por un especial estado de 'nimo que consiste en la p"rdida de sentido del mundo y de la vida: nada merece la pena! 0or otro lado, para muchos e#istencialistas el hombre es el m's inh&spito de los hu"spedes de la tierra! $ste sentimiento nihilista planea sobre el hombre contempor'neo y hace que los valores se diluyan, pierdan su consistencia! Lalores como la verdad, la libertad, la raz&n, la humanidad o 3ios desaparecen sin ser sustituidos por otros de similar signiicaci&n! El ocaso de los valores supremos es uno de los dramas del hombre actual,
pero como "ste necesita del misterio y de la trascendencia, crea otros que, de alguna manera, llenen ese vacío en que se encuentra. 6parecen así los ya mencionados en el curso de estas p'ginas: hedonismo y su brazo m's directo: consumismo permisividad y su prolongaci&n: sub$etivismo y todos ellos unidos por el materialismo. Pivir en la verdad y de la verdad conduce a lo que podr:amos denominar una vida lograda, plena, prounda, repleta de esuerzos, natural y sobrenatural a la vez,
que mira al otro y cuyo objetivo lo constituyen unos valores para sacar lo mejor que hay dentro del ser humano!!! $n deinitiva, una vida verdadera. Aquellos que ni uscan ni aman la verdad denominan como tal a eso que tienen o el lu8ar donde se encuentran. Pan rujuleando y ju8ando con las palaras, arrim;ndolas a lo que m;s les conviene. Q ello por 6aer perdido el esp:ritu de luc6a consi8o mismo', con lo cual todo vale y es adecuado si a uno le gusta!
Ver'a' - l3erta' El 6omre vive prisionero del len8uaje. #on las palaras jue8a, se apoya en ellas, las acomoda a sus intereses y lleva su si8ni
3e lo contrario, podemos caer en algo que es hoy recuente: aceptar la verdad, pero a condici&n de hacerla hija de nuestros deseos!
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Ge dec:a /on Muijote a su sorina que en la vida eBisten dos caminos las armas y las letras y que 7l 6a:a esco8ido el primero. Esta
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0ara muchas personas resulta m's interesante estar bien inormado que buscar y conocer la verdad! . esto es así por el subjetivismo reinante 5! Te&ricamente, la inormaci&n que recibimos a diario debería ir not'ndose en la sociedad occidental: la condici&n humana mejora, el hombre actual es m's sabio y m's due/o de sí!!! 1in embargo, no parece que los resultados vayan en esa direcci&n! 1i bien la caída de los regímenes comunistas es ya un hecho 8e#cepto China, ese gigante con los pies de barro( Cuba y otros países de menor envergadura9, durante mucho tiempo esas tiranías estuvieron *relativamente aceptadas+ por muchos intelectuales! a c"lebre rase de Maymond 6ron se cumple en casi su totalidad: *$l opio de los intelectuales ha sido el comunismo durante todos estos últimos a/os!+ Narl "opper y Henri +er8son 6alaron de sociedades abiertas para reerirse a
aqu"llas en las que se puede contar lo que se ve, lo que se observa! 0ero si valoramos c&mo uncionan en la actualidad esos medios de comunicaci&n social, hay que decir que manipulan, alsiican y deorman sus contenidos con demasiada recuencia! 1e puede hablar así de la farsa de la información. $l periodista se juega la vida por servirnos la última noticia( el reportero gr'ico hace lo imposible por traernos una imagen sint"tica de un acontecimiento de cierta relevancia( y el audaz corresponsal se mueve con soltura para conseguirnos una primicia inormativa de primera mano! 0ues bien, todo eso no suele apuntar, a la larga, ni a la búsqueda de la verdad ni al amor por la libertad! 6un reconociendo que en este último período del siglo JJ se ha producido una apertura sin precedentes, sigue e#istiendo un ondo mezquino, pobre y also a la hora de orecernos esa acumulaci&n de datos procedentes de cualquier rinc&n del mundo! &o# en día el nico valor te"rico que se ha impuesto, la nica verdad referencial, es la democracia. "ero el ost;culo para la verdad, desde esa cima
pol:tica y social, no es ya la censura, sino los prejuicios, la parcialidad en la
Ga in
Kean-?ranLois Revel 6ala de esto es su liro El conocimiento inútil. "os #edios de co#unicaci*n de #asa nos cubren de #ensa&es e in$or#aciones #inuciosas %ue no son $or#ativas, %ue no a!udan a construir un ser hu#ano #e&or, con #ás criterio ! #ás dispuesto a acercarse a la verdad.
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tancial, se pierde en lo anecd4tico. Ante tantas noticias ne8ativas, des8racias colectivas o personales, el ser 6umano se vuelve insensile y cauteri@a su piel como mecanismo de detra paradoja. EBiste una bulimia de consumo de sucesos # acontecimientos que apunta hacia el
sensacionalismo, que paraliza la capacidad de reacci&n del inormador para hacer una síntesis de lo que recibe! $n general, todo eso no educa, sino que orma una especie de globo hinchado que asciende y despu"s se rompe, dejando un mínimo rastro que se apaga, hasta que asciende otro suceso, incidente o circunstancia que lo desbanca! $l hombre light se alimenta de noticias, mientras que el hombre sólido procura hacer una síntesis de ellas, buscando su sentido! )ay en el último un ejercicio de la inteligencia(, que sortea y evita la victoria del se dice, se piensa, esto es, la victoria del consenso, que tantas consecuencias negativas est' trayendo! $n conclusi&n, es 6rlequín que se conunde por 6ntígona! La misi"n del intelectual es guiar a una gran ma#oría por el camino de la verdad, pero si 7sta deja de interesar porque compromete a la vida y puede que
oli8ue a recti
$l hombre light, como vamos viendo, muestra una curiosidad incesante, pero sin brújula, mal dirigida( quiere saberlo todo y estar bien inormado, pero nada m's: "ste es el salto hacia ninguna parte! $n cambio, el hombre sólido busca la verdad, para que "sta le haga avanzar hacia un mejor desarrollo personal! 4)acia d&nde5 0ara mí, la respuesta est' clara: hacia el bien, que está repleto de amor, es decir, hacia aquello que sacia la profunda sed de infinito que todos llevamos dentro. as ansias de absoluto se alzan ante nosotros como un punto de mira, como una aspiraci&n que colma la hondura del hombre!
)
A partir de /uns Escoto, la liertad se considera m;s una tarea de la voluntad que de la inteli8encia.
Tami7n lo reco8e as: Santo Tom;s. "orque la inteli8encia nos lleva a distin8uir lo accesorio de lo
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El 1$23re5 an2al 'e"#$ntent$ El hombre light no tiene cerca nunca ni
&rmula moderna de la elicidad: buen nivel de vida y ausencia de molestias ísicas o problemas importantes( en una palabra, sentirse bien y, en un lenguaje m's actual, seguridad! . la alegría, de la que antes hablaba, no hay que conundirla con el placer #n el hombre light hay placer sin alegría, porque ha vaciado la aut"ntica alegría de su proyecto, lo ha dejado hueco, sin consistencia! )oy, la orma suprema de placer es la se#ual, que para muchos constituye casi una religi&n! )ay que supeditarlo todo al se#o! a entronizaci&n del orgasmo tiene así su m'#imo c"nit! 0or ese atajo, por el que se pretende lo inmediato, la satisacci&n r'pida y sin problemas, a la larga se desliza el hombre hacia una serie de racasos e insatisacciones acumulados! 3esde luego, por ahí es muy diícil toparse con la elicidad! Un hombre intrigado y atraído por muchas cosas, que curiosea aquí y all', pero sin vincularse a nada, que tiene en sí mismo su origen y su destino, acaba por pensar que "l representa el in de la e#istencia, con lo cual escamotea una parte esencial del argumento de la verdad, que apunta hacia la libertad personal, hecha y te$ida de riesgos.
El prototipo de hombre light usca lo asoluto, desde su punto de vista. /e qu7
Ga idea de ienestar, aunque reciente, tiene unas ra:ces remotas. En el si8lo JP* podemos encontrar al8unos atisos de ella. "ero es durante la *lustraci4n cuando se eBpansiona, para 8enerali@arse ya a partir de la ** 3uerra )undial. En nuestros d:as, el concepto de ienestar se construye m;s sore la
Ga eBaltaci4n del 8anador deja a le8iones de perdedores
Memito al lector al capítulo ;0sicología del racaso< en el que e#plico la importancia de las derrotas en cualquier travesía biogr'ica!
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entre8ado a un individualismo atro@, el 6omre se mueve s4lo alrededor de s: mismo. Actualmente, cuando ya se 6an volatili@ado las visiones 8loales, se vive en un realismo a la carta, en el que cada uno ve lo que quiere e interpreta la realidad de
con amor y, el honrado, aquel que trata a todos con dignidad, honrando a cada ser humano! . es que cuando se pierden los resortes m's nobles de la conducta, como la negaci&n de la verdad y sus consecuencias, el hombre se despoja de responsabilidad personal! $ntonces, ya no hay debate de ideas, ni se persigue ese hombre auténtico del que hablaban los e#istencialistas, sino que todo queda suspendido en un mundo sin ideales! 7's tarde, como ruta madura, emerge un cinismo práctico, e#presi&n de la ría supresi&n de los dignos anhelos y de la caída en una actitud propia del que est' de vuelta! #s la decepción plena, el atrincheramiento de cada uno en su individualismo atroz. .a no hay verdades rotundas que sostengan al hombre, todo es negociable. . así, podemos airmar que el que alienta traiciones, las hace. 6ndr" Elucsman, en su libro (inismo y pasión, se pregunta de qu" sirven la ilosoía y el pensamiento en tiempos de crisis! 0ues de casi nada, ya que cada e#istencia lamea en solitario! Fo olvidemos, por ejemplo, el drama actual de las rupturas conyugales, que acaban con tantas vidas! El c:nico no nie8a la realidad, la compruea y la reconoce, pero no le compensa alcan@ar la verdad y lo que 7sta trae consi8o. )aquiavelo 9, que era un c:nico, lo8r4 que el
honrado, piensa que es imposible alcanzar la verdad, pero respeta a los que dicen poseerla o buscarla! Con la verdad indefensa, lo m's recuente es entregarse a la moda, que es lo que hace el hombre light. $n vez de combatir el cinismo mediante convicciones irmes, '
)aquiavelo
e#pone la deensa del pragmatismo político a costa de todo!
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se arroja en brazos de lo que se lleva! Fo puede haber idelidades permanentes, porque todo es negociable! $sta cultura de inales del siglo JJ nos muestra un tipo humano r'gil, precario, ajeno a los valores, a lo que verdaderamente tiene valor, inconsistente, endeble en sus coordenadas, capaz de cambiar de rumbo si puede aumentar esa motivación tetralógica que voy e#poniendo a lo largo de estas p'ginas: hedonismoconsumismo-permisividad-relativismo.
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IV. EL CAMINO DEL NIHILISMO
S$3re la !ala3ra 6l3erta'7 Hay que distin8uir ien los conceptos libertad y liberal. Eriegos y romanos
aplicaban el adjetivo correspondiente al t"rmino libertad para reerirse al hombre no esclavizado, no sometido! 6sí, una persona *utilizaba su libertad+ cuando era capaz de decidir por sí misma! .a 1&crates, 0lat&n y 6rist&teles establecían una distinci&n entre libertad de la voluntad, por un lado, y libertad de elección, por otra! Con la primera aludían a ese proceso necesario de educar la voluntad para que "sta sea capaz de inclinarse hacia las metas m's altas( con la segunda, a la búsqueda de la elicidad, direcci&n a la que debe apuntar nuestra conducta! 6mbas concepciones est'n estrechamente relacionadas! Fo hay elecci&n adecuada sin una voluntad templada en el *homo+ de la disciplina! Libertad es, p ues, autodeterminación y responsabilidad. 6 lo largo de la historia del pensamiento han e#istido tres concepciones de ella: 1. )ibertad natural, que nos impone un determinado tipo de orden que est' en
la naturaleza y en el que descubrimos c&mo todos los acontecimientos se encuentran estrechamente imbricados, 2. )ibertad política o social, que no es otra cosa que el medio e#terior en el cual se desarrolla el hombre! $. )ibertad personal, que signiica autonomía, independencia, ser uno mismo, poder hacer lo que se quiera dentro de un orden y dirigir los propios pasos hacia donde uno crea que es mejor! Sur8e de inmediato la cuesti4n de que la liertad puede usarse ien o mal. Qa lo dec:a >vidio CPeo lo mejor y lo aprueo, pero si8o lo peor.D El mismo San "alo comentaa C"ues no 6a8o lo que quiero, sino lo que detestoD Rom , 15!. A6: reside la contradicci4n del 6omre, la di
mejor, intentar conquistar las cimas a las que realmente se puede aspirar! #l bien es lo
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que todos apetecen o,
dicho de otra orma, aquello que es capaz de saciar la más
profunda sed del hombre.
"or eso, mejor que 6alar de liertad de o para -como dirían los
e#istencialistas-, hay que reerirse a la libertad fundamental, aquella que es base y origen de las dem's: la b*squeda del bien o de la felicidad. "or lo que respecta a la palara liberal, 7sta se aplica m;s a los ;mitos sociopol:ticos y de la actuaci4n personal. Su ori8en se remonta al si8lo J*J y
signiica persona abierta, pluralista, transigente, tolerante, capaz de dialogar con aquellos que deienden posturas distintas y contrarias a la suya! 2ue en Knglaterra donde adquiri& un claro signiicado político, oponi"ndose al t"rmino conservador( en 6lemania se utiliz& en un sentido m's cultural y en $spa/a comenz& a circular en las Cortes Constituyentes de C'diz 8=?=A9! 3e aquí se derivan dos consecuencias muy distintas: 1. )a política. $l $stado liberal es el que se estructura sin jerarquías ni
privilegios, ya que el pueblo regula y elige a sus representantes! 2. )a moral. leva a no considerar ninguna norma de conducta como sustancial( todo es absolutamente individual y subjetivo! $sta concepci&n va a tener repercusiones importantes en el tema que nos ocupa!
Q*( "&nf#a !er2"+'a'0 Muiero citar, al respecto, un teBto de )i8uel de namuno1&:
*1e dice, y acaso se cree, que la libertad consiste en dejar crecer una planta, en no ponerle rodrigones, ni guías, ni obst'culos( en no podarla, oblig'ndola a que tome "sta u otra orma( en dejarla que arroje por sí, y sin coacci&n alguna, sus brotes y sus hojas y sus lores! . la libertad no est' en el ollaje, sino en las raíces, y de nada sirve dejarle al 'rbol libre la copa y abiertos de par en par los caminos del cielo, si sus raíces se encuentran, al poco de crecer, con dura roca impenetrable, seca y 'rida o con tierra de muerte!+ Ga idea de arir de par en par las puertas de la liertad es preciso entenderla de
-iario íntimo, Alian@a Editorial, )adrid, 19(9.
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adecuado de la liertad y la voluntad ser;n las velas que empujen su nave8aci4n a uen puerto. "or el contrario, permisividad significa que uno #a no tiene prohibiciones, ni territorios vedados ni impedimentos que lo frenen, salvo las coordenadas eBtremas de las leyes c:vicas, de por s: muy 8enerales. Ga permisividad se sustenta sore una tolerancia total, que considera todo v;lido y l:cito, con tal de que a la instancia sujetiva le pare@ca ien. Emer8en as: intereses miniaturi@ados, 8rupos peque0os que provocan una sorpresa inicial en la sociedad y que, m;s tarde, se desli@an 6acia una indiferencia rela!ada, una me@cla de insensibilidad fría, escéptica, desapasionada # cruel que, antes o despu7s, aterri@ar; en el vac:o. Se 6a dic6o que la 7poca posmoderna es una etapa marcada por la desus tancializaci&n, impregnada, precisamente, de la l&gica
del vacío! 40or qu" tiene un trasondo nihilista la permisividad5 a respuesta es que un hombre hedonista, consumista y relativista es un hombre sin referentes, sin puntos de apoyo, envilecido, rebajado, codiicado, convertido en un ser libre que se mueve por todas partes, pero que no sabe adonde va( un hombre que, en vez de ser br*$ula, es veleta. As: viene a la mente un conjunto de estados an:micos en8ar@ados por el tedio, el aurrimiento, la desolaci4n, una especial
rasa de todo para ver qu" sale de esta rotura de las directrices y supericies de la geometría humana! . ello sin dramas, sin cat'stroes ni v"rtigos tr'gicos! )oy, a e#cepci&n del 'mbito político, no hay debate ideol&gico en la $uropa del bienestar y la opulencia, y un ejemplo claro es la televisi&n: se trata de ganar audiencia como sea y no, precisamente, estimulando las vertientes culturales! 1e acude a la pornograía, a la violencia o a los programas de esc'ndalo, y en estas circunstancias todo invita al descompromiso 11. a desidia est' de moda( est' de moda la vida rota, deshilachada, así como los personajes sin mensaje interior 12! 11
Mui@;s el ejemplo m;s patente lo tenemos en la vida conyu8al. "ara al8unos el matrimonio estale de 6ace tan s4lo quince o veinte a0os es una empresa entre ut4pica e imposile. "or qu7F "orque s4lo quien es lire es capa@ de comprometerse. Q el 6omre posmoderno es cada ve@ m;s esclavo de sus pasiones, de sus 8ustos sujetivos. "reccidente lo interesante es ju8ar, vivir sin ojetivos noles ni 6umanistas. Este es el drama de la permisividad una eBistencia indi
Recuerdo un lema que le: en un viaje a Gondres Co 6ay nada que decir... Uqu7 m;s daV... Go nico que queremos es eBperimentar y sentir placeres.D Eran j4venes ve8etando sin motivaciones ni intereses. Ga permisividad lle8a a ser una reli8i4n, cuyo credo es una curiosidad de sensaciones dispersa, un atreverse a lle8ar cada ve@ m;s lejos, un culto a la tolerancia total, sin cortapisas. En pocas palaras, indi
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El hombre li86t es vacío, que vive en la era del vacío o, como a
+ell, en una etapa de rebeli"n contra todos los estilos de vida reinantes. 3uy /eord 6ala de la sociedad del espectáculo, aquella en la que se produce una discusi4n vac:a y los medios de comunicaci4n insisten una y otra ve@ en no decir nada. Q otro pensador contempor;neo, Hans )a8nus, dice que estamos ante la mediocridad de un nuevo analfabetismo!
Como hemos adelantado, permisividad y sub$etivismo forman un binomio estrechamente entrelazado. $l sub$etivismo, que insiste una y otra vez en que la única norma de conducta es el punto de vista personal, se va instalando de espaldas a la verdad del hombre y de su naturaleza, buscando y persiguiendo el beneficio inmediato. (on ello se quiere airmar que la verdad es lo *til, lo práctico,
y, en consecuencia, nada es absoluto ni deinitivo( todo depende de un entramado de relaciones complejas, nada es verdad ni mentira! 1iguiendo esta línea argumental caemos en el relativismo de querer encontrar la verdad a trav"s de nuestros deseos y pensamientos! 6sí alcanzamos una verdad subjetiva, replegada sobre sí misma, sin vinculaci&n alguna con la realidad! $s la apoteosis de las opiniones y L!" $uicios particulares, con lo que se cae en un nuevo absoluto: todo es relativo. El relativismo se de
Relat+"2$ - e"#e!t#"2$ Ga
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Gas ra:ces 6ist4ricas del relativismo 6ay que uscarlas tanto en la *lustraci4n que recorre el si8lo JP*** como en el lieralismo del J*J. Amos, junto al marBismo posterior, provocan el estado actual de las ideas. 'elativismo, escepticismo y
sin sentido ar8umental contraditio in termini, contradicci4n interna ;sica. Hay un lema suliminal que , dic6o de otro modo, atrévete a llegar más le!os an, pruébalo todo a ver qué sientes. Qa es posile la cominaci4n incesante y rotatoria de posiilidades in7ditas, uscando nuevos para:sos. Es como un vértigo de sensaciones ca( lidosc"picas distintas. "ero estas eBperiencias no uscan nada pro
direcci&n 8como no sea el consumismo y el liberalismo que disuelve todos los contenidos9! 4u" salida queda5 1i es imposible ascender a lo trascendente por alta de perspectiva, resulta necesario zambullirse en lo inmediato: la búsqueda incesante del bienestar! $l conort se convierte en 2ilosoía y meta m'#ima( es el +elfare state de los 1
Esto es lo que 6ace 6oy la televisi4n. Ella no pretende 8randes empresas educar o
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americanos! 0ero, 4radica la elicidad en el bienestar, el dinero, el poder, la ama, la belleza, los honores, los títulos, las distinciones, los placeres, la seguridad personal, econ&mica y social5 $n todas y cada una de esas circunstancias uno se puede encontrar satisecho, pero la elicidad es algo m's proundo y complejo, ya que engloba al ser humano como totalidad 1'! Mu7 es, en qu7 consisteF En primer lu8ar, se trata de un estado de ánimo satisfecho, contento, alegre, a través del cual manifiesto mi dicha por vivir de acuerdo
6l analizar la vida en su conjunto, como totalidad, e# perimento la satisacci&n de haber cumplido algunos de sus objetivos m's importantes! 3e ahí que se pueda airmar que la felicidad es un resultado: la realizaci&n m's completa de uno mismo! $sto implica dos cosas: con lo que había proyectado.
1. ue me he encontrado a mí mismo 8tengo una personalidad adecuadamente
estructurada, lo que quiere decir que estoy a gusto conmigo mismo9! 2. ue tengo un proyecto de vida coherente 8con tres ingredientes undamentales: amor, trabajo y cultura9! Gos s:ntomas de la verdadera
a trayectoria biogr'ica, entonces, se vive como algo que merece la pena, a pesar de los sinsabores y los problemas que tantas veces surcan la e#istencia! 0or ello, la elicidad est' muy relacionada con la coherencia interior, tanto en la teoría como en la pr'ctica, porque llevar una vida coherente
progresando al má%imo a nivel personal.
conduce a la felicidad.
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P7ase mi liro na teoría de la felicidad 8$d!
3ossat, 7adrid, =>>A, ==N! $dici&n9,
donde se e#pone el tema con detalle!
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V. LA SOCIEDAD DIVERTIDA
La 2$'a #$2$ e8e 'e la #$n'*#ta En los amientes lights hay una e#presi&n que se repite como si uera una
m'#ima: *2ulanito es muy divertido+, con lo que se da a entender que uno de los atractivos de esa persona es su capacidad de asombrar a los dem's y hacer que lo pasen bien! a gente, las reuniones, las cenas o los libros son caliicados de *divertidos+, como si esto uera lo mejor que se puede decir de ellos! Tambi"n las modas en el lenguaje coloquial traducen lo que est' sucediendo, porque constituyen el e$e alrededor del cual gira la sociedad posmoderna.
o importa que los c4di8os que 6oy ri8en ten8an consistencia o sean anales da i8ual. Go decisivo es que un comportamiento determinado se lleve. #omo 6e apuntado en otros cap:tulos, el hombre light es un producto que abunda especialmente en los niveles socioecon"micos altos de 3ccidente. 4ambién puede aflorar en estratos medios # medio(ba!os, como influ!o resonante de las capas superiores. En tal sentido, las revistas del cora$"n 6acen de correa de
transmisi4n se imita la
deshilachado! 6l tener el hombre de la sociedad del bienestar todas las apetencias materiales cubiertas, adem's de una serie de libertades claramente dibujadas, puede suceder que si no abre otras vías m's ricas en el campo cultural o espiritual se deslizar' por una rampa que termina en la rivolidad! En el hombre esencialmente frívolo no ha# debate ideol"gico ni inquietudes
#u;les son sus principales motivacionesF Todas aqu7llas correspondientes al hedonismo materialista permisivo, caracter:stico de lo que 3il:es GipovetsIy denomina en su liro El imperio de lo efímero Cel si8lo de la seducci4n y de lo e<:meroD. na sociedad dominada por la
esquemas posibles para la vida pública!
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$n el hombre light hay una ausencia casi absoluta de cultura! 3entro del terreno intelectual, s&lo busca aquello que tiene relaci&n con su vida proesional! 1u nivel de lectura 8ensayos o novelas actuales9 es pr'cticamente mínimo, y no digamos si se trata de obras cl'sicas! 6quello que no es traba$o profesional resulta leve, ligero, evanescente. )a regla de oro es la superficialidad, de tal orma que en una cena, por ejemplo, si aparece un tema serio, es muy recuente que en seguida alguien lo trivialice poniendo un disolvente ir&nico que despista a los contertulios y los lleva nuevamente a ese no hablar de nada! 3e hecho, se repiten continuamente las mismas rases, comentarios o t&picos del lenguaje 15!
La enfer2e'a' 'e la a3*n'an#a "ero, de qu7 se 6ala cuando di8o que no se 6ala de nadaF "ues de la vida ajena, de las rupturas de parejas
En uppies, $et set, la movida y otras especies $d!
Temas de )oy, 7adrid, =>??9, su autora, Carmen de 0osadas, menciona este tema de orma desenadada y con un ondo crítico muy sugerente!
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En ese caso, uno puede encontrarse con la a8radale sorpresa de lo8rar una aut7ntica tertulia, con todos sus in8redientes di;lo8o aierto, provec6oso, con r7plicas atinadas y participaci4n activa. o ostante, si el esp:ritu light es e#cesivo,
todo se mueve por la pendiente de los t&picos, el hedonismo y la permisividad! $l marido de una paciente me decía en la consulta: *3octor, usted ir' a cenas interesantísimas en las que se hablar' de todo y saldr' enriquecido!+ *Fo+, le respondí! 7uchas veces me he acordado de esta observaci&n, especialmente cuando el grado de rivolidad alcanza sus cotas m'#imas! $n este inal de siglo, la enfermedad de /ccidente es la de la abundancia: tener todo lo material y haber reducido al mínimo lo espiritual. Fo importan ya los h"roes, los personajes que se proponen como modelo carecen de ideales: son vidas conocidas por su nivel econ&mico y social, pero rotas, sin atractivo, incapaces de echar a volar y superarse a sí mismas! Eente repleta de todo, llena de cosas, pero sin brújula, que recorren su e%istencia consumiendo, entretenidos en cualquier asuntillo y pasándolo bien, sin más pretensiones.
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VI. SE9UALIDAD LIGH
Defn#%n 'el a2$r 1*2an$ Se 6ala 6oy muc6o de amores y, m;s concretamente, de uniones sentimentales, pero muy poco del amor, por lo que deducimos la conusi&n que
suscita! 6 cualquier relaci&n supericial y pasajera la llamamos *amor+! Una de las ormas m's representativas del amor es la que se practica entre hombre y mujer! $l an'lisis de ese encuentro, sus recovecos, los pliegues por los que "ste asoma, nos orecen una serie sucesiva de paisajes psicol&gicos muy interesantes, que ilustran lo que es y en lo que consiste realmente el amor, ya que hablamos de "l sin demasiada propiedad! )ay que volver a descubrir su verdadero sentido, aunque sea una cuesti&n impopular y diícil de conseguir! )ay que recuperar el t"rmino en su sentido te&rico y pr'ctico, volver a incluirlo en nuestra vida! $n deinitiva: restituir su proundidad y su misterio! %sa va a ser la tarea de este capítulo y la primera cuesti&n consiste en identiicar y distinguir amor de se%o. En muc6as relaciones seBuales 6ay de todo, menos amor aut7ntico, por muc6o que le apliquemos ese cali
una de las características que deinen al amor! 4u" es amar a alguien5 4u" signiica5 6mar a otra persona es desearle lo mejor, mirar por ella, tratarla de orma e#cepcional, darle lo mejor de nosotros! o que inicialmente atrae es la apariencia ísica, la belleza, que luego se torna psicol&gica y espiritual! $n general, podemos airmar que el amor basado y centrado en la belleza física suele tener mal pronóstico. Con "l no se llega muy lejos, por eso, en el desear estar !unto al otro,
$$
enamoramiento, el sentimiento esencial es *Te necesito+, *$res para mí undamento de vida+, *$res mi proyecto+! 3icho en t"rminos coloquiales: *$res mi vida+! 7aurice Hlondel deine el amor así: 6L7amour est par e2cellence ce quifait éíre8, *$l amor es ante todo lo que hace ser+! o que el hombre necesita en la vida es amor, amar y ser amado! )a felicidad no es posible sin el amor. 6mar a otra persona es querer su libertad, que se acerque lo m's posible a ella, es decir, al bien! %sa es su gran meta! 6yudar a la otra persona a tirar de ella hacia arriba, ayudarle a e#teriorizar todo, a que est" contenta y dichosa con su e#istencia!
La rela#%n "e:*al "n a2$r #ualquier amor aut7ntico aspira al estado asoluto. n amor de ese tipo llena el cora@4n del 6omre de ale8r:a y pa@, y lo sacia interiormente, se siente pleno. El 8ran ojetivo es el ien, que puede ser de tres tipos 1. 0ien *til. $st' considerado desde un punto de vista pr'ctico! 0or ejemplo, es
m's útil ir de 7adrid a Huenos 6ires en avi&n que en barco, porque supone ahorro de tiempo y dinero! 2. 0ien agradable. 6quel que nos brinda algún tipo de placer, que percibimos por medio de la satisacci&n que nos produce! $. 0ien moral. 6quel que tiene la bondad en sí mismo, ya que apunta a la mejor evoluci&n del ser humano, aunque sean necesarios esuerzo y lucha para conseguirlo! 0or ejemplo, Tom's 7oro hizo una cosa buena cuando se opuso a $nrique LKKK, aunque le costara la vida( pero qued& para la historia su ejemplo de bien moral y coherencia interior! "ues ien, en la relaci"n se2ual sin amor auténtico el otro es un ojeto de placer. o se usca el ien del otro, sino el 8oce con 7l. +ajo nin8n concepto se puede denominar a esto amor verdadero, porque 6emos utili@ado e instrumentali@ado para satis
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Hay que construir una nueva peda8o8:a del amor, partiendo de uno mismo y no del placer seBual antes que el amor. "recisamente esta ter8iversaci4n de t7rminos nos 6a conducido a un consumo de se2o, que se aleja del sentido pro
hombre de la mujer, porque se produce un contacto supericial, trivial, d"bil e insigniicante! Fo son v'lidos los argumentos estadísticos de *$sto lo hace mucha gente+, *a vida est' hoy así+ o *$stos son los tiempos que corren+, para que dos personas se entreguen íntimamente sin amor, porque todo se desvirtúa! 3e ahí que lo que se consigue sin esuerzo y sin compromiso no se aprecie, pierda su valor y, a la larga, hasta su atractivo! a se#ualidad sin amor aut"ntico conduce a un vacío gradual que desemboca en hastío, indierencia y escepticismo, es decir, una actitud descomprometida en e#ceso! 6 veces, incluso, con espíritu crítico podemos descubrir en su trasondo notas autodestructivas!
Se:*al'a' +a#;a - "n r*23$ Hoy asistimos a una idolatría del se2o. Gos medios de comunicaci4n y, en especial, el cine y la televisi4n, nos lo 6an servido en andeja. Hay seBo por todas partes, sin a
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primera oportunidad que sur8e. En una palara se2ualidad sin importancia, sin interés, devaluada, carente de auténtica intimidad, en la cual no eBiste amor -aunque este t7rmino se ter8iverse y utilice mac6aconamente-, s: encuentros <:sicos para dis
es una síntesis de ingredientes ísicos, psicol&gicos y espirituales! 0or el amor verdadero somos m's due/os de sí, y nos ennoblecemos! Tiene los ingredientes necesarios: es e#clusivo y brota de una ainidad que se desliza hacia la elecci&n( se produce una e#cursi&n hacia la intimidad de la otra persona, con lo que esto implica: descubrirla y ser partícipe de sus deseos e ilusiones! 6l igual que en el adulto, esto tambi"n se da en el ni/o y el adolescente: ambos descubren la vida con el paso del tiempo, gradualmente, acostumbr'ndose a su complejidad y recovecos! $s decir, se practicar' una espeleología interior o un descenso a las zonas proundas de la personalidad, con riesgo de quedar atrapado en ellas! 1in embargo, en las relaciones light esto no es posible, porque no hay una pretensi&n de conocer al otro( porque es transitorio, epid"rmico e intrascendente! ilumina su porvenir%
4odo lo que conlleva el amor verdadero se traduce en un go$o interior que
1e ha encontrado una persona que merece la pena, alguien ante quien uno se detiene y con quien se plantea la posibilidad de iniciar un camino! I dicho de otro modo: tambi"n podemos descubrir tierras ine#ploradas y saber qu" hay tras ellas! Todo esto es la atracci&n, por lo que uno se plantea jug'rselo todo a una carta! Fo es algo lo que vemos sino alguien interesante y valioso, que provoca en nosotros admiraci&n 1(! $s un hallazgo misterioso y ascinante que, cuando con "l sigue adelante todo, nos gusta recordarlo como uno de esos momentos estelares de la e#istencia! es promesa de futuro # necesidad de compartir la vida, arriesgándola.
La" tre" #ara" 'el a#t$ "e:*al Ga relaci4n seBual dee quedar de
Ga condici4n sine qua non para ena#orarse de otra persona es la ad#iraci*n- %uerer penetrar en su conoci#iento, ver %u( ha! all+, buscar su contenido, +nti#a#ente' descubrir el co#ple#ento de la belleza exterior, es decir, la ar#on+a ! el orden o coherencia interior. Este via&e psicol*gico constitu!e una de las vivencias #ás inolvidables por las %ue puede atravesar el ser hu#ano.
$(
todos los ;mitos de la vida. Es encontrar la pareja como proyecto, como pro8rama comn, arries8;ndonos en esta aventura en la que es necesario quemar las naves si
se quiere que no naurague! eibniz decía en su libro 1oveau% essais: *6mor quiere decir sentirse inclinado a alegrarse en la perecci&n y el bien del otro, en su elicidad!+ Fo hay amor sin alegría, pero en la relación se%ual light lo que e#iste es un bienestar sin alegría auténtica. $s un estallido de placer ugaz, que no ayuda a la maduraci&n de la personalidad( un consumo de se%o en sus dierentes versiones! a pornograía, las revistas, los vídeos, los tel"onos er&ticos, etc!, se han convertido en un gran negocio, en el que se e#plotan las pasiones m's ligadas a los instintos, en el que se potencia lo m's primario del hombre, pero desligado de su in amoroso! 0or eso, la se%ualidad light no hace m's due/o de uno mismo, ni mejora la personalidad, ni torna al hombre m's comprensivo y humano! o introduce en un carrusel de sensaciones org'smicas y de un consumo de se#o que cada vez pide m's y que conduce a una neurosis obsesiva por conseguirlo, y, en consecuencia, a una deshumanizaci&n! El acto se2ual con amor de verdad consta de tres in8redientes esenciales físico, psicol"gico, y espiritual El otro es aceptado como persona y el 6ec6o de
quedar desnudos el uno rte8a, en Estudios sobre el amor 9 , dice que la conquista es Cun jue8o de tira y atro 17 1( 1'
5obre el amor. Alian)a Editorial, adrid, 19/ Estudios sobre el amor, evista de ccidente, adrid, 1934 Esencia # formas de la simpatía . "osada, 5uenos Aires, 19/
$
autor alem;n contempor;neo, Spaemann2&, dice que el mundo instintivo produce una
satisacci&n inmediata, pero que la elicidad a trav"s del amor se centra en la "tica antigua, que residía en el logro de la propia vida a base de respeto, trato cuidadoso, benevolencia y perd&n! a penumbra subterr'nea de cada uno se ilumina a trav"s del amor verdadero, que alora paulatinamente( mientras lo se#ual es macrosc&pico, lo sentimental es microsc&pico( uno va a lo grueso y primero, mientras que el otro va al detalle y es m's secundario! $n la relaci&n amorosa es undamental la se#ualidad, pero siempre supeditada a lo aectivo, no prioritaria!
La" ata'*ra" - e"#la+t*'e" 'el 2*n'$ l3re #asi todos los movimientos van8uardistas 6an perse8uido arduamente la pasi4n
trayectoria clave en la historia del pensamiento y es la que va desde la Mevoluci&n rancesa 8=@?>9 hasta el enciclopedismo, de donde surgi& la creencia en el progreso indefinido.
Todos los ismos art:sticos estuvieron unidos a procesos pol:ticos decisivos desde el fascismo al comunismo revolucionario desde el surrealismo preconi@ado por Andr7 +ret4n e inspirado de al8n modo por ?reud, al mar2ismo como teor:a de la luc6a de clases desde el e2istencialismo con toda su
2! 21
;elicidad # benevolencia. ialp, adrid, 1991
Sur8i4 7ste en 19(5. Su representante mis si8ni
len8uaje, motivos triviales y e<:meros, y de la llamada Canti
%$ ideol48ico tra@4 los l:mites entre dos etapas, el comien@o de una nueva era, cuya ca:da tiene un enorme si8ni
mani
esa conducta comercial! 40or qu" no es bueno eso, si a uno le gusta y no hace da/o a nadie5 6 trav"s del iberte# alem'n, el m's desarrollado de la Comunidad $uropea, se pueden conseguir las im'genes se#uales m's alucinantes, sorprendentes y depravadas que puedan imaginarse! 1e trata de materiales en los que la mujer es humillada y presentada como objeto de placer, de usar y tirar, de subordinaci&n y sumisi&n servil! a pornograía es todo lo contrario a la se#ualidad verdadera, rustra el aut"ntico progreso moral del hombre, y conduce las relaciones entre hombre-mujer a un trato de e#plotaci&n! 0ara algunos "sa es una prueba evidente de libertad, pero desde luego es un camino acertado para esclavizarse y vivir supeditado a algo que e#ige constantemente una conducta se#ual que puede desorientamos y crear la sensaci&n de p"rdida de sí mismo! $n el lightismo se conunde libertad con pornograía, se equiparan sin que importe demasiado! 0or tanto, una sociedad que no es capaz de criticar esto, debilita sus bases morales y deorma los comportamientos humanos, que s&lo se mueven instintivamente y con un sentido muy materialista! Itra epidemia que aecta a la sociedad del hombre light, m's directamente a la juventud, es la droga 22, de ahí su trascendencia!
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P7ase "sicolo8:a de la dro8a, cap. J** donde eBplico m;s detalladamente este prolema.
$9
"or otra parte est; la adicci4n al jue8o que constituye una nueva entro pa:s con el mismo prolema, pero m;s a8ravado, es Kap4n, donde esta adicci4n al traajo se llama *aroshi% se da especialmente entre los cuarenta y
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Gas esperan@as de que esto se erradique constituyen 6oy en d:a una utop:a. /ic6a asociaci4n 6a advertido que el nmero de personas crece paulatinamente, y que los recursos para
'&
cincuenta a0os, no por iniciativa propia, sino que son eBplotados por sus empresas, donde el concepto de rendimiento es casi como una reli8i4n. Hay una novedad reciente en la psiquiatr:a americana los sujetos adictos al psicoterapeuta son personas que su
mismas, est'n perdidas o no saben c&mo son ni lo que quieren en la vida! 0or último, la adicción a no estar gorda o la lucha por mantener un tipo adecuado, en una sociedad en la que la delgadez es *m's que undamental+! 3e lo anterior se deriva el síndrome de la anore%ia2bulimia: negarse a comer, tomar la#antes e incluso provocarse el v&mito con el in de mantener la igura esbelta!!!( de vez en cuando, la bulimia o la pasi&n incontrolada por la gran comilona, que se acompa/a de una reacci&n de llanto y el v&mito de todo lo ingerido! =stas y otras adicciones representan las cadenas del hedonismo y de la
a las que se siente atado el hombre actual! Cuando no hay reerentes morales, por mucho que a eso le llamemos libertad, nuestra vida en poco tiempo se har' víctima de estos dos aspectos!
permisividad
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VII. EL SÍNDROME DEL MANDO A DISTANCIA #$APPI%G&
La tele+"%n #$2$ al2ent$ ntele#t*al Hoy la televisi4n lo llena todo. Hace tan s4lo veinte o veinticinco a0os, la vida era di
derivar' un hombre escasamente culto, pasivo, entregado siempre a lo m's 'cil: apretar un bot&n y dejarse caer, porque todo se reduce a pasto para sus ojos! 0ensemos lo que sucede en muchos países con las películas del in de semana: se pasa de un argumento amoroso a otro policíaco, luego a una de humor!!! porque al no e#istir límites de emisi&n, siempre hay algo que ver en la peque/a pantalla! En este marco no demasiado positivo - dado que la televisi4n pocas veces es educativa-, aparece un
'2
m;s culta... "ero las leemos todas y de lo que 6alamos es de eso. 1in
comentarios! 40or qu" se produce esto5, 4cu'les son sus principales claves5 Creo que podrían resumirse en los siguientes puntos: 1. Mepresenta una nueva forma de consumo. a avidez de sensaciones e
im'genes se intenta saciar con el telemando, con el in de ver qu" se est' dando en ese momento en cada cadena! 1e pasa así de una película a un debate, de un concurso a una retransmisi&n deportiva, etc"tera! 2. Si8ni
olvidar que en $stados Unidos es una costumbre perectamente asumida, pues desde los a/os setenta la tecnología ha acilitado esta posibilidad! $l mando a distancia llega a $spa/a hacia =>@B y se populariza hacia =>??-?>, apro#imadamente! a e#periencia deja un trasondo, mezcla de codicia y descontento a la vez! $l hombre, al no quedar saciado, pasa y repasa los canales una y otra vez por ver si aparece algo nuevo que sea capaz de suscitar su inter"s! O! 1e produce una bulimia de novedades en tanto que se desea una inmersi&n e#ploratoria en variedades y mudanzas, buscando no se sabe e#actamente qu", zambull"ndose en un juego caleidosc&pico de impresiones ugaces que no dejan pr'cticamente ninguna huella! 0or debajo de este oleaje discurre una actitud de dispersión: muchas im'genes y poca consistencia, e#ceso de inormaci&n y escasa posibilidad de hacer síntesis de lo que llega permanentemente( uga, huida, carencia de un centro de gravedad personal que dirija toda la conducta! $sta diseminaci&n apunta el tono vaporoso y caótico del que lo practica! '. $l mando a distancia tiene un efecto sedante. 7uchas personas lo utilizan a última hora del día, ya cansados del trabajo de la jornada! Mepresenta una especie de droga que ayuda a conciliar el sue/o! Tras diez o veinte minutos practicando esta actividad, suele asomar un pl'cido sue/o que conduce al descanso! 0uede que para entonces la persona se haya quedado enganchada a algún canal, pero ya da igual, puesto que la capacidad de captaci&n es mínima a esa hora del día! 5. a televisi&n cumple la ley del mínimo esuerzo: basta dejarse caer en un c&modo sill&n, apretar el mando y nada m's! Fo hay que poner el menor acto de
'$
voluntad! 0ero el zapping es ya la carta magna del super-mínimo esfuerzo: se trata de pasar-el-rato, de estar distraído, de consumir minutos sin m's pretensiones! $s la evasión a trav"s del mundo de la antasía de las im'genes que van entrando por los ojos y llegan a la cabeza, pero sin archivarse, dada su r'pida sucesi&n y su alta de cone#i&n!
P"#$l$&;a 'el 'a((ing El mando a distancia se convierte en el chupete del adulto. U Ay, si no se
encuentra puede ser terrileV Est; claro que la incomodidad de tener que levantarse una y otra ve@ para camiar de canal 6ace descender de
golpear, disparar r'pidamente! $n los últimos a/os, este nuevo en&meno sociol&gico ha sido estudiado estadísticamente y es m's recuente en el hombre que en la mujer! a interpretaci&n, al parecer, de este dato podría ser que la mujer se detiene m's en lo que ve, porque si pasa muchas horas en su casa quiere aprender todo aquello que pueda enriquecerla! $n cambio, el hombre es m's crítico y casi nada le satisace realmente( utiliza el zapping para relajarse, para olvidarse de sus tensiones y problemas de trabajo! #uando este s:ndrome se 6ace cr4nico e invencile, nos 6allamos ante la ven8an@a del telespectador por la p7sima pro8ramaci4n que 6oy, con la lle8ada de los canales privados, nos 6a tra:do la denominada televisi"n basura: rutalidad descarnada, pel:culas, series y culerones pores, amorales, de :n
uno manipulado y cosiicado! os e#pertos no han encontrado todavía el modo de evitar las ugas de audiencia! a televisi&n, que naci& como una revoluci&n e#celente y de gran porvenir para el mundo de las comunicaciones, ha ido cayendo en los últimos a/os de orma
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escandalosa! 0or lo general, ver mucha televisi&n produce seres humanos robotizados, pasivos, acríticos y, lo que es m's grave, sin inquietudes culturales!
C*lt*ra 'el a3*rr2ent$ A lo lar8o de las p;8inas de este liro 6emos ido 6alando de la cultura individualista que se est; viviendo 6oy
En una l:nea parecida se presenta /aniel +ell cuando postula dos nuevos principios solidarios la idolatr:a del yo y la reeli4n contra todos los estilos reinantes de vida. 25
"alara ya casi m;8ica desde la se8unda mitad del si8lo JJ, tami7n de cu0o
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Cel encar8oD de divertir, de que la 8ente lo pase ien y se olvide de sus prolemas 7se es su lema, salvo 6onrosas eBcepciones, y para eso pone en
6l inal, llega el aburrimiento, no por alta de contenidos, sino por sobredosis antit"tica de casi todo! 4ui"n har' la síntesis5!!! 4. para qu"5!!! si a in de cuentas lo que vale es lo que a uno le parece, ya que no hay que someterse ni sujetarse a ninguna disciplina! $l telespectador est' cautivado por todo y por nada, e#citado e indierente, diseminado en una opci&n banal que recorre la pantalla sobresaturada de momentos puntuales! verdad por consenso.
"arece que en tales situaciones se puede decir Clo quiero todo ya y a6oraD, como un ni0o peque0o cuando su padre le 6ace esco8er al8n re8alo. El sujeto queda @omi, loqueado por un aluvi4n de cosas que le alienan mientras le distraen y relajan de sus actividades pro
sino que se origina de su caída! Un ejemplo de lo que vengo diciendo lo encontramos en los debates televisivos! a mayoría de las veces, el telespectador sale peor del programa que antes de la pol"mica! 40or qu"5 "orque los participantes suelen tener posturas diametralmente opuestas y la discusi4n -salvo eBcepciones- se caracteri@a por las descali
ante las contradicciones y los diversos puntos de vista que ve relejados en los contertulios! $se v"rtigo de posturas encontradas actúa como disolvente de cualquier trascendencia( ese gueto de mensajes irreconciliables deja a la persona inormada pero no ormada, sin criterios, suspendida en la interrogaci&n de esl&ganes y t&picos que no sabe combatir, ya que para ello es necesario tener m's cultura, algo que se consigue a trav"s de la lectura reposada y atenta de los grandes libros y autores que han sabido dar respuesta a las cuestiones esenciales de la e#istencia!
perder sus referencias
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6sí pues, el hombre pegado a la televisión es un ser desmantelado de cultura, que se mueve por la baliza de la indiferencia producida por la saturación de
Ler la televisi&n sin espíritu crítico es caer en una jungla de manipulaciones que lleva a un narcisismo ebril! $l hombre, entonces se torna r'gil, individualista, incapaz de renunciar a nada! antagonismos.
Relat+"2$ +"*al "ara anali@ar el
aquello que se pierde cuando se deja de hacer algo 8por ejemplo, tener un piso y no alquilarlo9! $n conclusi&n, podemos airmar que, el límite del relativismo tiene que venir impuesto por la e%istencia de algo absoluto, objetivo y punto de encuentro de la condici&n humana! o absoluto no puede ser objeto de una opci&n ni someterse a un estudio estadístico por el que se alcanza la verdad porque lo dice la mayoría. )ay que buscar la verdad universal, aquella que est' por encima de las ideas personales o las preerencias particulares! 1i no es así, caemos en una verdad a la carta que uno encarga según sus gustos u opiniones! o absoluto gira y se compone de valores milenarios e invariables, como esas estrellas ijas que iluminan nuestro caminar nocturno! lucro cesante:
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VIII. LA VIDA LIGH
La !ala3ra Lig)t Light es la palara m;8ica que 6oy est; de moda y con la que se trata de
vender una serie de productos de menor valor ener87tico para conse8uir una l:nea eselta, como por ejemplo la coca-cola sin ca
ejercicio en los gimnasios( despu"s lleg& a $uropa y se e#tendi& por todo el mundo! a aparici&n de estos productos cada día es mayor y hoy contamos con leches desnatadas, mermeladas con poco azúcar, pan, cremas sin nata, rerescos, mayonesas, aceites, etc"tera! Lo li86t lleva implícito un verdadero mensa!e: todo es ligero, suave, descafeinado, liviano, aéreo, débil # todo tiene un ba!o contenido cal"rico% po-
dr:amos decir que estamos ante el retrato de un nuevo tipo 6umano cuyo lema es tomarlo todo sin calor:as. Estos alimentos son especiales para el ejecutivo de nuestros d:as, que, con
a sociedad occidental actual, en una cierta mayoría, ha perdido el rumbo y ahora ya no hay grandes debates sobre las m's relevantes encrucijadas de la e#istencia, como la muerte, el surimiento, la angustia, la injusticia!!! Un ejemplo de ello es la pol"mica que se desat& hace unos a/os por el tema del ciclamato, cuando se prohibi& su consumo y se generaliz& el de la sacarina( otro es el de las campa/as napole&nicas contra los umadores! 6 prop&sito de esto último, recuerdo que hace muy poco, en un viaje a ondres, me col" umando en pipa a la zona de no umadores de la sala de espera del aeropuerto( el encargado, enadadísimo, vino a decirme que había traspasado unos metros la zona no permitida! a palabra light, en principio, tiene una connotaci&n positiva con respecto a la alimentaci&n, pero mi tesis es que hoy constituye un t"rmino emblem'tico de los
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tiempos que corren, y que nos releja claramente un modelo de vida bastante pobre! a vida light se caracteriza porque todo est' descalorizado, carece de inter"s y la esencia de las cosas ya no importa, s&lo lo supericial es c'lido!
In'feren#a !$r "at*ra#%n En >ccidente a esto podemos denominarlo indiferencia por saturaci"n. Hay de todo en eBceso, y el hombre indiferente no se a
.a no hay retos, ni metas heroicas ni grandes ideales, porque lo importante es pasarlo bien, sin esuerzos ni luchas contra uno mismo, y cualquier resultado es bueno! a vida es el triuno de los mass-media, según apunta Euy 3ebord en su libro absoluta.
(omentarios sobre la sociedad del espectáculo.
Ga discusi4n actual est; vac:a, los medios de comunicaci4n se prestan a damos noticias e in
supericial, t&pico( lo importante es seducir, provocar y ser divertido! a consecuencia de esto es una mediocridad pública, una especie de socialización de la trivialidad y de lo mediocre.
2. $l ascenso del egoísmo humano hasta cotas demasiado altas, que constituye
uno de los males de nuestro tiempo: la insolidaridad, el preocuparse s&lo de uno mismo, porque cuando se trata de dos personas surgen demasiados problemas! Como ejemplo de lo anterior tenemos la inestabilidad conyugal de
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los últimos tiempos! 4C&mo puede ser esto tan complicado5 a respuesta reside en la ausencia de grandes ideales y en la caída de los valores humanos! En
)umphry nos muestra en su libro )a salida final 8o 3anual para suicidarse4, sobre las ormas y los estilos de suicidios! 6mbos hechos son comprensibles dada la utilidad en la que ha entrado gran parte de la humanidad opulenta de Iccidente!
Una "$#e'a' 'e e"!al'a" a la 2*erte "or otra parte, esto contrasta con una oservaci4n que me parece importante ho# se vive -en uena medida- de espaldas a la muerte, como si no eBistiera. Q camian los contenidos, ya que a6ora eBiste el tab de la muerte, junto a una eBaltaci4n de lo er"tico # lo se2ual. Estamos en la era de la indiferencia, es decir, si la vida estora, se arranca, y como no podemos 6acer lo mismo con la muerte, la orramos psicol48icamente de los temas a tratar. o es la autodestrucci4n lo que late aqu:, sino una enfermedad de la ma#oría: la anali@aci4n de la eBistencia y el 6ast:o del ser 6umano, que oscilan entre la teatralidad de los medios de comunicaci4n y una apat:a 8enerada por la tiie@a, el escepticismo y la ami8Oedad. Tenemos as: un 6omre demasiado vulnerable, en el que e#iste un cansancio
por vivir, no como consecuencia de un agotamiento real por hacer muchas tareas, sino por alta de una proyecci&n personal coherente y atractiva que tenga la suiciente garra como para arrastrarle hacia el uturo! 6dem's, si atravesamos este *desierto+ que he descrito sin ningún apoyo trascendente, es m's desolador todavía! 0or tanto, el narcisismo, la búsqueda personal constante y la obsesi&n por el hedonismo inmediato hacen al hombre indeenso y propenso a hundirse en cualquier momento! 0or otra parte, las actividades habituales se vuelven cada vez m's diíciles: la educaci&n de los hijos,
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mantener un matrimonio estable, saber transmitir un orden y una disciplina al educar, ejercer la autoridad, engordar 8P6y, el drama de unos ilos de m's para la mujer actualQ9, irse de vacaciones, etc"tera! 4u" hacer5 )ay que luchar por vencer la vida light, porque "sta conduce a una e#istencia vacua( y volver a recuperar el sentido aut"ntico del amor a la verdad y de la pasión por la libertad auténtica. 6mbas son empresas diíciles que, cuando se consiguen, llenan, dan plenitud, y uno se siente distinto cuando le invaden! a soluci&n no podr' ser nunca degradarlas y someterlas a nuestro capricho sin esuerzo ni responsabilidad! $sto a lo que aludimos es similar a la psicología del alpinista: al escalar hay un duro trabajo hasta llegar a la cumbre, pero merece la pena! 0orque si la vida se concibe como algo dulz&n, blando o simplemente desde un punto de vista absolutamente placentero, cometemos un error, pues ni eso es la vida ni se puede interpretar así!
Una "$#e'a' n'ferente Se puede decir, lle8ados a este punto de nuestro recorrido, que el hombre li86t es sumamente vulnerable. Al principio tiene un cierto atractivo, es c6ispeante y divertido, pero despu7s o
6quello que en principio omenta, m's tarde lo critica cuando lo ve hecho realidad! 0or otra parte, justiica que el progreso cientíico y t"cnico no guarda relaci&n con el humano: consagra libertades y derechos para tolerar a la vuelta de la esquina que se conculquen( presume de estar al día y se somete a una into#icaci&n seudoinormativa de revistas de prensa, que se han ido escorando hacia el plano r +volo de las vidas senti#entales. El hombre light se parece al hombre esquizoide: tiene una doble vida, sin relaci*n entre la pro$esional ! la hu#ana, por lo %ue esta dicoto#+a de&a entrever su incoherencia.
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trascendente que le oli8ue a replantearse la eBistencia de otro modo. Es una soledad sin reeli4n personal y sin an;lisis. "or otra parte, la relaci4n con el otro est; muy resquerajada. "ensemos en el ejemplo de la cantidad de personas separadas que viven casadas con el traajo y con unas relaciones a
argumentos y poco deseo de reorma personal! Itra cuesti&n importante es la vuelta de una palabra m'gica que se repite con insistencia: la ética. 0ero "sta no es contemplada desde las grandes leyendas del ser humano como, por ejemplo, el mito de 1ísio, el de 2austo, el de 0rometeo encadenado o el de la ambrosía, sino suspendida del mito de Farciso, es decir, por el narcisismo y el sub$etivismo.
1. 0or el narcisismo, vemos a un ser humano centrado en sí mismo, en su
personalidad y en su cuerpo, con un individualismo atroz, desprovisto de valores morales y sociales, y adem's desinteresado por cualquier cuesti&n trascendente! 2. 0or el subjetivismo, oteamos la caída en un perspectivismo que diluye cualquier solidez y en el que nada es v'lido salvo esas cuatro notas apuntadas -como un ritornelo- a lo largo de estas p'ginas: hedonismo - consumismo permisividad - relativismo. 5oody &lien es el persona$e prototipo que resume
$l escritor americano Christopher asch, en su libro 6he culture of narcisism, lo e#pone así: *Cuidar la salud, desprenderse de los complejos, esperar las vacaciones: vivir sin ideal y sin objetivos trascendentes+! lo anteriormente e%plicado.
Lterat*ra Lig)t Tami7n en el campo de las lecturas nos encontramos con lo light. En el 6omre de ciertas inquietudes nos 6allamos ante la literatura *leene2, es decir, literatura r;pida para lectores <;ciles. n ejemplo lo constituyen las revistas del cora$"n o, como yo pre
P7ase el cap:tulo *J del presente liro CRevistas del cora@4nD.
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1iempre ha e#istido una dierencia entre la literatura culta y la popular! 6simismo ha sucedido con los libros de pensamiento, en todos sus tipos posibles, al ser mucho m's densos, son m's selectivos y minoritarios! $s evidente que no es lo mismo leer ese gran libro de 1igmund 2reud #l malestar de la cultura o #nsayos sobre la vida se%ual o )a teoría de la neurosis que #l ser y el tiempo de 7artin )eidegger! $stos dos autores son importantes, pero mientras el primero interesa a casi todo el mundo, el segundo queda muy circunscrito a lectores muy determinados y que conocen ya ese lenguaje t"cnico o de rigor cientíico! $n estos casos el uso del t"rmino técnico e#cluye a muchos! 0or ejemplo, con respecto a la psicología y la psiquiatría de nuestros días, son muchos los que se acercan a ella buscando conocerse mejor a sí mismos! 6sí, en los libros de bolsillo, que con cierta calidad y diusi&n, si se obvian los tecnicismos o se aclaran lo suiciente, consiguen saltar esa barrera y amplían su radio de lectores! Gos liros light son como los 7leene%: usar y tirar! as editoriales que los publican casi no cuentan con ellos cuando ha transcurrido algo m's de un a/o! $n su ondo editorial desaparecen como estrellas ugaces sin dejar el m's mínimo rastro! )iteratura de consumo rápido, sin casi nada denso que merezca realmente la pena si no
o m's recuente es que una persona conocida haga un libro vendiendo su imagen: se trata de abricar un producto ciertamente artiicial, pasajero desde su concepci&n! 6hí hay que encuadrar tambi"n los best-sellers, ya que su signiicado psicol&gico hay que buscarlo en lo siguiente: hay que leer lo que lee la mayoría( así, al mes, uno habla de lo que est' en la calle y est' de moda! #s una forma light de estar al día, que tambi"n es aplicable a las revistas del coraz&n! Todos hablan de lo mismo, el mundo se hace peque/o, los temas son cercanos, las conversaciones son unidireccionales! es combatir el aburrimiento de una tarde de vacaciones.
o ostante, de ve@ en cuando se produce el fen"meno +mberto Eco: todo el mundo 6a comprado El nombre de la rosa, muc6os 6an empe@ado a leerlo y muy pocos 6an lle8ado al tra oservaci4n interesante es se0alar tami7n que a cualquier liro se le denomina ensayo. Este t7rmino se 6a convertido en un caj4n de sastre donde va a parar todo lo que no es
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tampoco la tro aspecto de esta literatura es el comercial. Go importante es que un liro se venda. Gos esc;ndalos
$s un libro para un hombre sin cultura, con alta de criterios y que vive pegado a la televisi&n! 0or tanto, un hombre así es presa 'cil de cualquier encantador de eria que sepa articular bien el discurso! 6nte este en&meno literario de nuestro tiempo nos sentimos incapaces de asumir ese legado cultural imponente, que tenemos al alcance de la mano y no lo aprovechamos, sin dejarnos impregnar de su riqueza y su sabiduría! Como psiquiatra, tengo que decir que una de mis mejores e#periencias es leer un buen libro escuchando música cl'sica y levantando de vez en cuando la mirada para saborear la categoría de un buen escritor! 1in embargo -y volviendo a nuestro tema-, un sistema editorial erozmente comercial elude los grandes autores por alta de inter"s, tiempo y preparaci&n del medio! $n los programas educativos y en el mundo de la publicidad no se incluyen la compra de libros ni el inter"s por la vida intelectual! 1&lo se insiste en lo que est' de moda: ropa, música del momento y autores que se llevan, aunque todo esto sea trivial, ligero, inconsistente! 0or eso no debe e#tra/amos que no surja un modelo humano más completo, sí m's actual, pero su destino es perecedero, pasajero e imperdurable! 6ctualmente hay una gran crisis editorial, dado el descenso de ventas, pero, entre otros motivos, tambi"n por la prolieraci&n de los canales televisivos! Fo obstante, en $stados Unidos muchas editoriales se salvan por los libros denominados no ficción: es una vuelta a te#tos de cierta envergadura, una vez pasada la oleada de libros basura, 7leene% o tipo light.
pase el rato con un libro en las manos.
Sin emar8o, en pa:ses como *n8laterra, Alemania u Holanda si8uen pulic;ndose liros en esta l:nea en otros mercados con m;s tradici4n cultural como ?rancia, los cl;sicos tienen su plico, pero cada ve@ m;s selectivo, minoritario.
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En Espa0a siempre 6e comentado que la asi8natura pendiente es la culturi@aci4n. Aun con la re
sos a muchos a la hora de elevar su nivel intelectual y cultural! os libros con trasondo e interesantes son los que m's notan estas crisis, pues muchos dejan de editarse por alta de compradores, y quedan reducidos a los alumnos j&venes que estudian la )istoria de la iteratura espa/ola y universal, porque no tienen m's remedio que conocer sus nom bres y, tal vez, hacer un comentario de te#to sobre alguna de estas obras!
Un n*e+$ 'eal5 la #$2$''a' Ga sociedad actual lo triviali@a todo y propu8na la ley del m:nimo estro de los 8ustos actuales es 6acerse varios se8uros de vida para que todo est7 ien atado es la nueva atm4s
indigencia( deseos caprichosos( e#ageraci&n del ideal materialista( y esclavitud por la ambici&n y el hedonismo! 4C&mo se puede entonces mantener un compromiso serio como el conyugal5 3e ahí surge el aluvi&n de rupturas conyugales en Iccidente y se debe a la p"rdida de valores y verdaderos fines y a la primacía de los medios2%. 1on modelos de conducta a+n hombre así se va escorando hacia una progresiva debilidad:
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En mi liro 'emedios para el desamor Ediciones Temas de Hoy, )adrid, 1992, 11Y ed.! aordo este tema Mu7 est; pasando, qu7 si8ni
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bricados en serie e inducidos por la moda! $stamos ante una sociedad que tiende a la masiicaci&n en cualquiera de sus 'mbitos: a9
6cumulaci&n de individuos donde s&lo los singulares son capaces de ser
personas.
3espersonalizaci&n alienante: un hombre sin la uerza que dan los ideales, obsesionado y dirigido por los medios de comunicaci&n! c 9 Kgualitarismo en decadencia! d 9 Carencia de proyecto de vida: lo que importa es tener, comprar m's y consumir ebrilmente! b)
Pivimos en una sociedad triste, sin ilusión, distraída por cuestiones
en la que son necesarios mucha uerza, tes&n e ideas claras para salir de ahí! 0ero no es 'cil! a cotidianidad invita a seguir en ese carrusel! )ay que proyectar y ensayar un nuevo esquema para escapar de estas redes que hacen mucho ruido, pero que no satisacen el coraz&n humano! #l hombre light no es feliz: tiene una cierta dosis de bienestar, pero no puede saborear lo que es la elicidad, aunque solo sea de orma espor'dica tiene placeres, pero sin una verdadera alegría, ya que está centrado en sí mismo, en una egolatría sutil en la que se encuentra atrapado 29! insustanciales
Aquilino "olaino Gorente, en su liro )a agonía del hombre libertario,
establece la siguiente secuencia del consumista: *)acer para tener( tener para consumir m's( consumir m's para aparentar una imagen mejor( disponer de una mejor imagen para hacer m's!+ 6sí entra en lo que este autor denomina el síndrome de la cebolla: como "sta, el hombre se disraza en sus pertenencias, *acabando por identificarse con su ropaje, siendo imposible distinguir entre uno y otro+! Tami7n la cultura light est; adulterada, es consumista <;cil y materialista. "ara demostrar esto no 6ay m;s que pensar en la serie televisiva -allas o en los denominados culebrones o folletines. /e aqu: deriva una seudocultura rosa repleta 2'
A lo largo de este libro se establece una dialéctica entre el hombre light y su contrario. En este tra#o de #i discurso, las v+as de salida ha! %ue buscarlas en iniciar un proceso desmasificador, poner en #archa resortes para aspirar a la verdadera cultura y buscar la trascendencia a trav(s de una vida coherente con unos principios #orales. Está claro %ue el papel del sufrimiento personal es decisivo, aun%ue cueste o+rlo ! entenderlo. El sufri miento escondido es la v!a regia de aprendiza"e y de me"ora personal. 7Por %u(8 Por%ue #ientras en la alegr+a $estiva el ho#bre se )a#bulle en la vida ! la go)a cosa nor#al ! positiva, s*lo se volverá hacia los de#ás des pu(s de eperiencias negativas singulares de las %ue no puede escapar.
"ero 6ay que 6acer una advertencia si ese su
positivo. "a $or#a de vida light supone la renuncia a una eistencia densa, a una credibilidad de vida %ue hace %ue el ho#bre cre)ca ! progrese en el hu#anis#o ! en los valores. En una palabra, a ser #ás digno, #ás ho#bre ! luchar por elevarse por enci#a de la banalidad, el vac+o ! el relativis#o aiol*gico devorador.
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de intri8as sentimentales, dramas 6umanos, relaciones a
que desemboca en una igualdad de sentimientos pobres y en una inmadurez colectiva! o importante es que la vida aectiva brote espont'neamente como resultado de algo obligatorio! $s decir, se omentan relaciones en las que el plano racional y los criterios l&gico-racionales quedan al margen, y esto es muy grave! $stos programas televisivos se caracterizan por unas cuantas notas: los conlictos son elementales( contenidos amorales( y las situaciones, escasamente ediicantes! $l resultado de todo esto es una actitud de indierencia y debilidad ante el televisor! Todo est' mezclado y, como ondo, una irresponsabilidad en el terreno aectivo que crea escuela: drama, violencia, hiperrealismo y trivialidad. "ara un psiquiatra que oserva el
una conusi&n de g"neros: todo es est"tico, todo es político, todo se#ual! $n el arte desaparecen las reglas y los criterios, todas las tendencias viven juntas: nace el antiarte! Todo objeto es bello!!! puesto que nada es bello! $n deinitiva, todo es relativo, todo depende de muchas cosas que son variables! 0or eso, lo mejor es navegar en todas las líneas y en ninguna al mismo tiempo!
I9. REVISTAS DEL CORA<ÓN
Intere"a la +'a a8ena r$ta !
Kean +audrillard, #a transparencia del mal. Ensayo sobre los fen$menos extremos. Anagra#a, 5arcelona,
1991. Para (l el proble#a de $ondo es #oral- 7d*nde está el #al ! d*nde el bien8 :e ah+ salta la pregunta7liberaci*n de %u(8 Este autor aboga por la reducci*n del pensa#iento $ilos*$ico en el %ue el escepticis#o, nihilis#o ! pesi#is#o son sus signos diagn*sticos. El pron*stico lo pongo !o- es necesario ca#biar de ruta ! orientarse con direcci*n a los valores hu#anos.
5%
Gas revistas del cora@4n est;n de moda. #ada semana o cada dos nos ponen al corriente de los ltimos acontecimientos sentimentales. Ga vida privada de los personajes
namuno denominaa la intrahistoria, o GudZi8 +insZan8er la historia vital interna% en una palara, la trayectoria personal suterr;nea, la verdad de uno mismo. Ga
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como si de su intimidad se tratara. #omproamos 8o@osamente que tienen las mismas pasiones,
para acabar estableciendo un sistema de preerencias en esta o aquella historia! os consumidores asiduos de las revistas del coraz&n suelen negar en público que las leen, en especial los hombres, porque parece que descaliica leer esas historietas, que repiten siempre el mismo ritornello. 4Cu'l es el peril de los adictos5 6nte todo desean evadirse, porque la vida personal es lo suicientemente compleja como para sacudirnos del cansancio y agotamiento, por lo que huimos, aunque s&lo sea un instante! $scapamos de los problemas: nos escabullimos, nos ausentamos, conseguimos moment'neamente salir de sus agobios!
Re+"ta" 'el #$ra,%n5 e+a"%n - !a"ar el rat$ Esta
escoger otra: un buen libro, ver a un amigo o incentivarse con alguna nueva aici&n creativa! 0ero no, casi siempre se elige "sta! $ste vacío, en algunas ocasiones, descubre cierto morbo, un ligero regusto por contemplar la desgracia ajena, sobre todo si se trata de estos personajes descritos, por poder comentar el tema a ondo con otras personas tambi"n lectoras de este tipo de prensa: los comentarios, observaciones, críticas, sorpresas, versiones de hechos, interpretaciones y detalles! Todo se alinea en tomo a esas conversaciones, tema central de muchos di'logos de cualquier parte, clase social o ambiente, en los que uno va dando su visi&n de la vida, hace acotaciones sobre aspectos primordiales de la e#istencia: el amor, los hijos, el tipo de vacaciones! &a# morbo porque se da una recreaci"n en la vida a!ena, que está rota,
3espu"s viene indagar qu" hacer desde ahí, desde esa posici&n m's o menos racasada! 0ero esto de tener ante nosotros errores, equivocaciones, tropiezos y nauragios de otros nos es útil para percibir un gozo diuso de sentirse igual o superior a ellos, sobre todo en una "poca en la que hemos querido acabar con las jerarquías sociales y "stas rebrotan solas, casi espont'neamente!
partida, fragmentada.
demás, uno tiene la impresi"n de codearse con las figuras mágicas del momento, y se eBclama con
sasVD, con cierto consuelo. Ga serie de pre8untas como c4mo va mi vidaF, estoy en uena l:neaF, c4mo va mi proyecto personalF, qu7 nuevas ilusiones ten8o a la vistaF, me
(&
es
. pasar el rato signiica: ue no se tienen grandes inquietudes -culturales, intelectuales en sus diversos planos, etc!-! Mecuerdan de algún modo a aquellos cuentos de hadas que leíamos de ni/os y que siempre acababan bien! 6hora son historias reales que, por lo general, terminan mal y asistimos a su reconstrucci&n o a su derribo! ue no se tienen grandes ideales, sino los que orece esta sociedad de inales del siglo JJ: hedonismo y permisividad, por un lado, y consumismo y relativismo, por otro! son para pasar el rato.
R$2ant#"2$ lig)t Estas revistas ponen de relieve que estamos asistiendo a una vuelta a un nuevo romanticismo, aunque con distintos per
contando a pesar de todo, y quiz' sea "ste el mensaje m's positivo que nos comunican! 1iempre ha interesado lo que comúnmente denominamos el cotilleo! as revistas del coraz&n constituyen la chismograía de siempre con los medios de hoy en día! Fo imponen ningún esuerzo intelectual, ya que un >R por ciento son otos y el resto un mínimo te#to o pies de otos, que sustituyen a las antiguas vi/etas de los tebeos( parecen los dibujos animados de los adultos! $#iste un claro maniqueísmo ante el que debemos tomar posturas de identiicaci&n con uno u otro bando! $s casi como un juego: pasar el rato! El hombre actual está descontento porque ha perdido la br!ula, el rumbo,
y se siente astante vac:o. Hemos ido
viendo las desgracias que les suceden a otros! 7e decía una se/ora hace unos días: *Tendr' mucho dinero, pero no es eliz( íjate qu" vida tan tr'gica!!! es dram'tico!+ %ste es el típico dispositivo de nivelaci&n o contrapeso!
(1
2rente a esta borrachera de trasiegos vitales sugiero la vuelta a un ocio más enriquecedor, que dote de disrute y de verdad nuestros ratos libres, porque estas revistas da/an sutil y soterradamente! Casi toda su inormaci&n se basa en vidas partidas, con sus deectos, allos y errores descritos al detalle! . adem's con la apostilla de *Fo pasa nada, la vida es así+, con lo que se crea un nuevo modelo de sociedad sin que ellos mismos lo sepan! 0ara estas publicaciones la vida es una aventura incierta y zigzagueante en la cual casi todo está permitido, todo es posible porque lo sensacional es un ingrediente clave, que no debe faltar.
?rente a la
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9. EL CANSANCIO DE LA VIDA
El #an"an#$ !"#$l%&#$= fen%2en$ 'e n*e"tr$ te2!$ El cansancio es un
bríos! 1i el cansancio es de un día, una semana o una temporada m's larga, debemos planiicar los días de descanso y llenarlos de calma y sosiego en unci&n del agotamiento que suramos! $l descanso debe combinar la inactividad, el cambio de ocupaci&n y la pausa en la vida diaria! $n el cansancio de la vida, la atiga no se reiere a nada concreto( alude a aspectos vagos e imprecisos! Concierne a la vida como totalidad, un concepto demasiado amplio! $l an'lisis de ese estado de 'nimo nos obliga a tres cosas: 1. Huscar su porqu" etiología4. 2. 3escribir lo que el sujeto e#perimenta interiormente vivencia4. $. /ise0ar una <4rmula para salir de ella 1terapéutica).
0ara comenzar trataremos el tema de la vida con unas coordenadas adecuadas! >ué es la vida8 Irtega decía en 9istoria como sistema que la vida es la realidad radical, en el sentido de que todas las dem's cosas deben reerirse a ella como un eje desde donde todo tiene sentido y unidad! uli'n 7arías, en su &ntropología
($
metafísica, nos dice que *el sentido primario de la
vida no es biol&gico, sino biogr'ico, o mejor aún, trayectoria biogr'ica+! 2errater 7ora enoca el problema de otro modo cuando dice que nuestro anitri&n es la realidad, el mundo, lo que est' uera de cada uno y nos rodea! 6sí, en los últimos a/os se ha hablado mucho en la ilosoía occidental de la vida humana, o simplemente de la vida. Ga vida est; constituida por un complejo 8rupo de in8redientes de todo tipo a los que cada 6omre dee en
soy, lo que hago, la situaci&n en la que me encuentro, y el perímetro humano y cultural que me rodea! 1i la ilosoía es algo, debe guiar la vida de cada uno para orientarla lo mejor posible! 0ara resumir mejor esta cuesti&n y centrarnos en el punto que nos interesa, podemos decir que la vida tiene dos vectores esenciales: personalidad y proyecto, cuya base es biol&gica, la realidad corporal!
La *n'a' nterna 'e la +'a A lo lar8o de mi vida voy
('
para 6acer un alance justo y ecu;nime, porque muc6as veces el derrotismo nos impide ver las cosas positivas que nos 6an sucedido y caemos en un error de perspectiva. En se8undo lu8ar, nos interesa descriir cu;l es la vivencia del sujeto cansado de la vida, ya que la sensaci4n interior es muy pro
$merge lentamente una especie de agobio decepcionante combinado con la impresi&n de estar herido o roto por dentro! $n el cansancio de la vida el sentimiento interior es de desilusi&n! $se hombre se vuelve d"bil, e#tenuado, l'nguido, aplanado, como algo brumoso envuelto en una tonalidad gris( todo lo invade la indiferencia y la desmoralización, culminando en un estado que deja al sujeto a la deriva! 1on momentos en los que la vida está en peligro. $l gran tema que se plantea en el ondo de esta vivencia no es otro que la amenaza del proyecto personal, que ha ido cayendo en picado y corre el riesgo de nauragar! $s una crisis psicológica que conduce a la pérdida de ilusión por los anhelos personales y quiz' tambi"n es un error de estrategia, que puede deberse a muy distintos motivos: e#ceso de actividades, sin tiempo para casi nada( lucha permanente contra la corriente, sin siquiera peque/as gratiicaciones( p"rdida del sentido de los objetivos propios a causa de un ritmo vertiginoso de vida( el no saber decir *no+ a demandas y e#igencias que son imposibles de llevar a cabo( en una palabra: tener un tipo de vida con una tensi&n e#cesiva y constante, que requiere un esuerzo superior a las propias uerzas y que roza el agotamiento, en un equilibrio la melancolía # el sentimiento de impotencia con respecto a la vida.
inestable casi acrobático.
Se8n 6emos re
de racasos no digeridos, de tropiezos sin superar y de contrasentidos rotundos! 1e
(5
anuncia el derrumbamiento de un hombre desanimado, que se siente impotente y est' decepcionado! 4u" hacer5 a mejor terapia consiste en tres operaciones complementarias: 1. eplantearse la vida en ese determinado momento, con toda la e#periencia
adquirida, para procurar no caer en los mismos errores( intentar ver la propia vida desde el patio de butacas, con objetividad, cueste lo que cueste! 2. "oner orden, porque es necesario establecer una jerarquía de valores y preerencias, con realismo y conociendo las limitaciones personales, no queriendo *tocar demasiadas teclas+! Tambi"n es necesario aprender a decir ;no<, evitando así el desbordamiento! $sto hay que unirlo a dos notas interesantes: a9 renovar las ilusiones perdidas, puesto que la elicidad, si consiste en algo, es en eso: tener ilusiones, esperar, anticipar cosas buenas( y b9 ade m's, aprender a disfrutar de la vida, desconectando de las mil cosas que trae consigo para un hombre lleno de ocupaciones! $. 2inalmente, aplicar una voluntad firme para llevar a cabo esos prop&sitos: determinaci&n "rrea, decisi&n esorzada y empe/o inquebrantable!
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9I. LA ANSIEDAD DEL HOMBRE DE HO)
L*#e" - "$23ra" 'e la "$#e'a' !$"2$'erna Estamos en la era psicol48ica. Al lle8ar a este tramo
Cualquier an'lisis de la realidad que se precie va a descansar en el ondo sobre elementos psicol&gicos! 40or qu"5 4u" ha pasado para que se haya operado este cambio tan ostensible5 4Cu'les podrían ser las claves que e#pliquen este en&meno5 Fo se puede dar una respuesta sencilla que resuma todo lo que est' sucediendo! 1on muchos los actores que han originado esta instalaci&n en el campo de la psicología, este irnos a vivir a territorios psicol&gicos! $n mi libro )a ansiedad abordo "ste y otros problemas parecidos( para responder a la pregunta que antes nos ormul'bamos, hay que observar las luces y sombras de nuestra "poca actual! Lo positivo de nuestros días ilumina la realidad desde distintos ;n8ulos. "or
una parte, est;n los 8randes avances conse8uidos en los ltimos a0os en la ciencia, as: como la acelerada tecnificaci"n que nos 6a permitido metas 6asta a6ora insospec6adas. Ga revoluci"n informática nos simpli
mayor equidad y a la e#istencia de una clase media cada vez m's s&lida y estable! $st' claro que en este recorrido nos reerimos a los países libres, no a aquellos que est'n sometidos a la tiranía comunista, en donde el hombre es un tornillo de la maquinaria del $stado, oprimido y aplastado en sus libertades m's elementales!
(
$n esta línea positiva hay que destacar los altos niveles de confort y bienestar, que han cambiado la vida del ser humano de nuestros días, si lo comparamos con el de principios de siglo o si nos remontamos m's atr's, a la última etapa del siglo JKJ! )oy los matrimonios j&venes a los pocos a/os de vida conyugal viven como lo hacían sus padres casi al inal de su vida! )a cambiado el sentido del ahorro y la vida se ha orientado mejor: no esperar al último tramo de la vida para disrutar de un cierto grado de comodidad y desahogo! )a cultura burguesa estuvo centrada en el ahorro, la moderación, las costumbres puritanas y, apuntando siempre hacia el día de ma=ana.
)oy las cosas han cambiado! )a cultura posmodernista de nuestros días gira en torno al consumismo, el hedonismo, la permisividad y el culto por el instante transitorio.
>tros 6ec6os positivos son la igualdad de oportunidades, la ?ué es lo que todavía puede sorprender y escandalizar8
)ay que ir por ello!
4ui"n da m's5 4. por qu" no5!!!
C$n"*2"2$= !er2"+'a'= +a#;$ Al mismo tiempo se 6a ido produciendo una in8ente informaci"n, minuciosa y prolija, que nos lle8a de aqu: y de all; pero esa informaci"n no es formativa, no construye, no edi
(%
8re8arismo todos dicen lo mismo, los t4picos y lu8ares comunes se repiten de sociali$aci"n n de la oca en oca. Se alcan@a alcan@a as: una cima desoladora desoladora y terrile terrile la sociali$aci" inmadure$, inmadure$, que se va a de
apocalipsis! 6sí las cosas, ya casi nadie cree en el futuro. 1e ha disuelto la conianza en el hay casi casi hero heroís ísmo moss ni porvenir ante el espect'culo que tenemos delante! a no hay entusiasmos en los que se arriesgue la vida. Fos vemos rente a rente con un hombre cada vez m's endeble, indierente y permisivo, que navega sin rumbo, perdido el objetivo de mira y los grandes ideales! La ansiedad va surgiendo en los recodos recodos de este análisis. análisis. 1i la ansiedad es anticipación n de lo peor. $n ella el presente est' algo concreto podemos deinirla como anticipació empapado de un uturo incierto, temeroso y cargado de malos presagios! $sto conduce a estar en guardia, en estado de alerta, al acecho con una atenci&n e#pectante! 5ociedad 5ociedad decadente # opulenta, opulenta, en donde todo invita al descomprom descompromiso. iso.
"asi4n de sensaciones y muerte de los ideales. Esto va a conducir a una pro8resiva incapacid incapacidad ad para el amor auténtico, auténtico, para la entre8a a otra persona uscando su riente, la anti8Oedad cl;sica, el mundo ;rae y >ccidente. Este tratamiento apuntar:a 6acia una re6umani@aci4n de la sociedad, el no dejarse invadir de tantos esquemas pulicitarios e in
y libertad!
(9
Mectiicar el rumbo, cueste lo que cueste! . recordando que siempre hay buen viento para el que sabe adonde va.
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9II. PSICOLOGÍA DEL >RACASO
Q*( "e "ente en el fra#a"$0 Es
una mezcla de melancolía, rustraci&n y malestar interno muchas veces presidido por sensaciones sensaciones indeinibles! 1egún la importancia del tema así ser' la altura, la anchura y la proundidad de los sentimientos que se convoquen! Fo obstante, hay que hacer una observaci&n complementaria: en personas hipersusceptibles o con un bajo umbral a las rustraciones, cosas menudas, de escasa importancia, importancia, son vividas de orma e#agerada! 6 esto se le llama dramatizar: que no es otra cosa que un mecanismo de deensa, por el cual se agranda cualquier contrariedad! 2. A continuaci4n se produce lo que llamamos en la psicolo8:a moderna respue respuesta sta cognit cognitiva iva,, que es una especi especie e de anális análisis is subter subterrán ráneo eo que pretend pretende e desme desmenu nu$a $arr el porq porqué ué de este este resul resulta tado do.. uestr uestro o cerer cerero o
ordenador advertido de s: mismo. A 7l le lle8a una serie de in
1
$. A
esenciales de la ayuda! S! Fo es lo mismo que se trate de un racaso aectivo, que proesional o econ&mico! $l termómetro de intensidades depender' en buena medida de los argumentos que cada uno tiene como undamentales para su vida! )asta hace unos a/os, podíamos airmar que la mujer era especialmente sensible a los racasos aectivos, mientras que el hombre lo era para los proesionales! )oy las cosas han cambiado! a incorporaci&n a las proesiones liberales y los trabajos tradicionalmente masculinos han hecho girar las tornas! Fo obstante, estos dos ejes vertebran en sentido general dos grandes motivaciones: la aectiva y la proesional!
La !atra 'el 1$23re "$n "*" l*"$ne" Ga patria del 6omre son sus ilusiones. Ga vida es siempre anticipaci4n y porvenir. Somos proyectos. El 6omre es, sore todo,
"ero 6ay que ser realista. U#u;ntos prop4sitos y a
esuerzoQ $n el racaso brota el desaliento! 6bandonar la meta y darse por vencido! Como contrapartida aparece la idelidad y el tes&n, cueste lo que cueste! $s volver a las peque=as contabilidades: al haber y debe seguido de cerca, pero con visi&n de uturo! ?e interesan los perdedores que han asumido su derrota # han sabido
$s grande ver a un hombre crecerse ante el racaso y que empieza de nuevo! )legará el día -si insiste con tenacidad a pesar de todo- en que esa persona se levantarse de ella.
vaya haciendo fuerte, rocosa, recia, compacta, igual que una fortaleza amurallada.
1abiendo que por encima de la tempestad que ensordece o del oleaje vibrante y amenazador, su rumbo est' claro, sus ideas siguen siendo conseguir los puntos de mira iniciales!
2
ue no son los que siempre vencen, sino los que saben levantarse, aquellos que tienen capacidad de reacci&n, sabiendo sacar peque/as lecciones al ilo de los acontecimientos menudos de la vida ordinaria! 3ice el rer'n castellano que nadie escarmienta en cabeza ajena( pero, a veces, ni en la propia! 1e trata de abrir bien los ojos e ir adquiriendo ese saber acumulado que constituye la e#periencia de la vida! Conocimiento subterr'neo que opera al actuar, porque la vida es la gran maestra, ense/a m's que muchos libros! Un hombre así es como un uego que est' siempre ardiendo! $s muy diícil apagarlo! Kncluso en los peores momentos hay un rescoldo latente debajo de las cenizas! 6hí se inicia el volver a empezar! $s la hora del balance personal! . tambi"n, de retomar el hilo de los objetivos, con sus dos orillas! Una, hecha a base de orden y constancia! $l orden nos ayuda a planiicar bien las cosas, a sistematizarlas y a trazar una jerarquía de aspiraciones realistas y e#igentes a la vez! Constancia es tenacidad, insistencia, no ceder terreno, no darse por vencido, perseverar sin desaliento! a otra orilla es la voluntad, ya que "sta no se tiene porque sí, sino que se consigue a trav"s de repetidos esuerzos y ejercicios en esa direcci&n( ese proceso tiene siempre siempre un ondo asc"tico, asc"tico, trenzado trenzado de lucha y negaci&n! negaci&n! hí se inician los hombres de vuelo superior.
Ma'*re, - fra#a"$ As:, el 6omre se reconcilia con su pasado. Go asume y es capa@ de superarlo en sus aspectos ne8ativos y dolorosos. Ga madure@ implica vivir instalado en el presente, teniendo di8erido el pasado y estando aierto 6acia el porvenir, que es la dimensi4n m;s importante de la temporalidad. +ins Ganger hablaba de la
historia vital interna, como una especie de subsuelo biogr'ico! $sta es una de las tareas primordiales del psiquiatra: bajar a los s&tanos de la personalidad y observar lo que hay allí, intentando poner orden y jerarquía en sus proundidades! $n muchas ocasiones, la labor psicol&gica consiste en ayudar a hacer una lectura positiva del pasado, valorando mejor las distintas etapas del viaje! 1i el surimiento es la orma suprema de aprendizaje, de "l hemos de sacar provecho! a vida tiene distintos sabores( a lo largo de ella el paladar se va acostumbrando a captar sensaciones de todo tipo! o importante es no perder el hilo cond conduc ucto torr de la e#is e#iste tenc ncia ia,, tene tenerr clar claros os los los obje objeti tivo vos, s, no derrum derrumba bars rsee ante ante las las contrariedades ni ante tantos imprevistos como, de un modo u otro, habr'n de sobrevivir a toda empresa personal!
$
. para que "stas salgan es necesario tener un a'n a'n de supera superaci& ci&nn perman permanent ente! e! 6hí est' est' la esen esencia cia de muchas muchas vidas vidas ejempl ejemplare ares! s! @iempre fuertes, a pesar de la adversidad. $sa es, para mí, la mejor &rmula para llegar a ser uno mismo! @o se puede vivir sin ilusiones.
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9III. PSICOLOGÍA DE LA DROGA
El tema de la dro8a tiene 6oy proporciones 8i gantescas! Fo es una cuesti&n
que pueda ser resuelta por un solo país, sino que es necesario una movilizaci&n general! 0ero lo que quiero tratar es por qu" se drogan los j&venes, qu" mecanismos se dan en su psicología para verse inclinados a ella, qu" resortes se conjugan para sentirse atraídos en esa direcci&n! Loy a enumerar los principales motivos que predisponen y desencadenan la tendencia a las drogas: 1! os j&venes empiezan a drogarse por curiosidad, para saber qu" es eso, en qu" consiste consiste,, qu" se e#p e#peri erime menta nta!! Como Como esto esto sucede sucede en un círcul círculoo juvenil juvenil muy contagioso, los que en principio no la prueban son tachados de personas no abiertas a la realidad, retr&grados y atrasados, con lo que en seguida abandonan esa postura! 3a la impresi&n de que para atravesar los umbrales de la adolescencia y pasar a la juventud es menester tomar contacto con ellas! 2. os j&venes j&venes empiezan empiezan a drogar drogarse se porque está de moda y se lleva. $ste argumento no tiene valor para las personas de criterio, pero en la adolescencia es casi sustancial! . las modas se contagian m's que las inecciones: "ste es un dato e#traído de la sociología diaria! )ay que tener mucha personalidad y un entorno en donde uno se pueda sentir arropado arropado para no dejarse dejarse llevar por esa corriente! corriente! $. El mundo de la dro8a si8ni
5
y en el dinero, burocr'tica, montada sobre el consumo, muy alejada de los valores y de lo espiritual! Mematan su an'lisis diciendo: *$sta sociedad no me gusta y quiero escapar de ella, ir haciendo otra distinta que no tenga estas coordenadas!+ 6sí se inicia esta uga hacia los paraísos artiiciales que la droga promete y que arrancan de su crítica del *establishment+ de los mayores: buscando una nueva libertad que a medio-largo plazo termina en una sugestiva prisi&n donde va a ir qued'ndose atrapado ísica, psicol&gica y socialmente! sociedad que ellos han creado: racionalista, centrada en el 7Bito
Evasi"n y protesta son dos notas clave para comprender la psicolo8:a de
esta pla8a social. "or eso podemos descurir un cierto
(
de las contrariedades es duradera. Esto va a ir si8ni
@! 3el apartado anterior se deriva que la droga representa un medio para incrementar las vivencias de libertad e independencia! 1e escamotea, de este modo, el sentido aut"ntico de la libertad! )a libertad tiene un ob$eto: el bien. . el bien es aquello capaz de saciar la m's prounda sed del hombre! a respuesta a tantas preguntas e#istenciales decisivas! 1e aterriza así en una pasi&n inútil, totalitaria y descomprometida! Una trampa! $n ella se camula la búsqueda del proceso de identidad personal! %. Una vez instalado en la droga de una manera m's o menos estable, las motivaciones cambian. 1e combate con ella el aburrimiento y la alta de un proyecto de vida coherente y realista! $l joven se va viendo empujado por una psicología de personas que se arremolinan en tomo a este dios m'gico y maravilloso que todo lo arregla de inmediato, pero que pasa una terrible actura por ello: la dependencia y la tolerancia. 0or la primera el sujeto no puede dejar de consumirla, ya que si no alora el c"lebre síndrome de abstinencia o *mono+! a dependencia es la progresiva adaptaci&n biol&gica del organismo, de tal orma que si se interrumpe el consumo se alteran algunas constantes biol&gicas! $sto tiene una base metab&lica, que no es otra cosa que una protesta celular! a tolerancia aparece en una ase posterior y consiste en la necesidad de ir incrementando progresivamente la dosis para producir los eectos del principio! 9. Ga relaci4n con la dro8a se inscrie en una ine2orable subordinaci"n. Ese a
*buscar+! 4Húsqueda de qu"5 3e la clave que nos da la respuesta última de la e#istencia!!! 0ero rastreando m's a ondo, lo que de verdad busca el joven es la liquidaci&n de su yo cotidiano, rutinario, estrecho y anodino, y sumergirse en un viaje que parece que apunta al ininito! a drogodependencia es la e#presi&n permanente del mito de la ambrosía: aquella sustancia que, al tomarla los dioses, les hacía inmortales sin esuerzo alguno!
9IV. LA VIDA NO SE IMPROVISA
La +'a #$2$ !r$3le2a #ada vida 6umana es una trayectoria din;mica, viva, amplia y plural. "odemos decir que la vida 6umana es como un prolema que 6ay que ir resolviendo sucesivamente, al ritmo de su desarrollo. Q como cualquier prolema, lo importante es plantearlo ien. Esto es decisivo. Ser; el mejor modo de que las soluciones y el en
geograía y ronteras! $#iste un mecanismo de deensa bastante recuente en el ser humano: echar una mirada en derredor, decir: *Pu" mal est' todoQ+ y zambullirse en el mar de lo negativo, bajando entonces el nivel de e#igencias y proyectos! $n esa actitud hay mucha
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lamentaci&n y poco esuerzo: se volatizan las ilusiones, la voluntad se vuelve vaporosa y se omenta el desaliento y la mediocridad!
Q*e la nf$r2a#%n "ea f$r2at+a na tarea decisiva es la de intentar apresar la rique@a y complejidad de lo que si8ni
teoría, la base sobre la que el hombre debe sustentarse y entonces va hacia abajo, perdiendo pie y apoyo: hundi"ndose! $n esos momentos es m's necesario que nunca saber que la vida no se improvisa, sino que se programa. $sto comporta, pues, un planteamiento previo, una ilosoía de vida! 1on nuestros proyectos, sustentados por nuestras ideas y creencias! 1er' la mejor manera para ir tras aquel precepto de 0índaro: *lega a ser el que eres!+ 1acar lo mejor de uno mismo! $sta es la mejor &rmula algebraica para hacer uncionar la vida, resolvi"ndola, en medio de los vaivenes! Los pro#ectos son la articulaci"n que enla$a las distintas etapas de la
Cada biograía es como un gran río a donde van a parar peque/os aluentes que le dan hondura a sus cauces! 6sí se perila la vida, anticip'ndonos a ella: adelant'ndonos, para organizaría y evitar que nos arrolle con su vor'gine! 6hora bien, las cosas no son tan simples! Cada historia humana est' transitada por mil azares imprevisibles! o importante es que ninguno sea tan uerte, tan duro, que sea capaz de torcer o cambiar radicalmente la trayectoria emprendida! $n ese caso el rev"s es traum'tico, terrible, deinitivo! . puede obligar a cambiar el rumbo personal! historia personal.
N$" 1$"!e'a2$" en el !re"ente= !er$ +a8a2$" 1a#a el f*t*r$
9
"or esto, el an;lisis io8r;
nos apoyamos en el pasado, 6ai7ndolo asumido y aceptado, con todo lo que ello comporta pero vivimos empapados de porvenir, llenos de proyectos concretos, precisos, realistas, ien diujados y no eBentos de ilusi4n y entusiasmo. "ara pro8ramar la vida 6acen
distinguir lo accesorio de lo undamental! 6sí nos quedaremos con la llave del problema, que es capaz de e#plicamos su contenido, sus giros, sus cambios! Irtega hablaba de la razón vital. $sta e#plica, comprende y da sentido a la vida! . lo hace convirti"ndose en razón histórica personal 1&lo se comprende una vida, s&lo se la puede analizar y captar con proundidad, estudiando su secuencia hist&rica: qu" ha pasado con ella, qu" le ha sucedido por dentro, qu" m&viles la han puesto en marcha, cu'les han sido sus "#itos y sus racasos y c&mo se han vivido, qu" huellas han dejado las alegrías y las tristezas, qu" roturas y qu" arreglos se han ido produciendo!!! y así un largo etc"tera! tan rica # comple!a que ha# que espigar el trigo de la pa!a:
La vida tiene dos "pticas: desde dentro 7sta es la intra6istoria en el
sentido de namuno! y desde fuera. a primera es prounda y la segunda, supericial!
Una es privada y otra pública! a distancia entre ambas es la misma que se establece entre lo que es verdadero y lo que es also! 6hí entra la labor de interpretaci&n:
%&
reconstruirla, pero and'ndola por sus pasadizos internos! 1er' la mejor manera de dar con el teorema geom"trico inal que la resume y sintetiza! Cu'ntas veces erramos al contemplar la vida de los que nos rodean! $sto lo sabemos muy bien los psiquiatras, que, por raz&n de nuestra proesi&n, nos asomamos al interior de muchas de ellas! $l estudio riguroso de una biograía se apoya en cuatro dimensiones b'sicas: biol&gica, psicol&gica, social y cultural! $ntre unas y otras se establece una tupida red de inluencias recíprocas, que hacen de ella una estructura! 3e aquí llegamos a la tarea inal: el debe y el haber. Fo valen ya las apariencias: en nuestro uero interno emerge la realidad que somos! 6hora bien, cualquier contabilidad sobre la propia vida es siempre deficitaria y dolorosa. o es porque "sta es siempre incompleta, llena de lagunas y cuestiones pendientes, con muchas cosas por hacer! /lanear la vida, diseAarla, ponerle fronteras, acotarla, dibu!ar sus
$ste debe ser el objetivo para llegar a uno mismo, para ser individuo, persona, sujeto con una identidad clara, hombre no masiicado! a otra cara de la moneda es la del hombre que va tirando, que vive improvisando, traído y llevado por el bamboleo de tanta circunstancia inesperada! contornos # luego andarla.
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9V. LA >ELICIDAD COMO PRO)ECTO
La fel#'a'5 la a"!ra#%n 2?" #$2!leta 'el 1$23re Ga
y como protagonista del mismo, su arquitectura la elaboro yo según mis preerencias! Fo hay que perder de vista a la hora de practicarlo la vieja distinci&n del pensamiento medieval entre desear y querer. El pro#ecto debe ser personal,
1. Aesear se mueve en el plano de lo sentimental, prospera en el terreno
emocional! Uno puede desear esto o aquello, pero sin m's! B. ?uerer es un acto de voluntad, traduce un empe/o, un tes&n, una lucha constante por el objetivo!
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Esto responde a unas aspiraciones particulares que constituir;n el teBto de la vida propia, y que dan sentido a la trayectoria de cada uno. Ga idea de sentido aqu: adquiere tres connotaciones 1. (ontenido o tejido sustancial del programa! 2. Airección, que es el aspecto vectorial de la travesía personal! $. +nidad o estructura compacta donde quedar'n integrados arm&nicamente
una serie de elementos! $s necesario conocer bien el conte#to y las coordenadas de la realidad en que nos desenvolvemos para que nuestro proyecto personal se realice, lo cual comporta dos condiciones: saber qu" aptitudes y limitaciones personales nos deinen, para lo cual se requiere un serio esuerzo si queremos realizarnos personalmente! 6simismo, hay que combatir dos peligros: '. a dispersión, es decir, la alta de proundidad en los asuntos debidos a los deseos e#cesivos en querer llevar todo a cabo y sentirnos, en consecuencia, desbordados! 5. $l compromiso constante por las cosas que nos rodean o las personas, para ello deberemos aprender a hacer uso de la negativa y comprometernos con aquello de lo que estamos seguros poder llevar adelante! "ara la ejecuci4n de dic6o proyecto son necesarias las si8uientes condiciones a! el orden ! la constancia c! la voluntad. El orden es jerarqu:a, disciplina, saer que unas cosas son prioritarias a otras y que es necesaria una cierta pro8ramaci4n, y produce pa@ y serenidad. Ga constancia es empe0o, incidencia, no ceder terreno, no darse por vencido, perseverar... As:, los prop4sitos se van 6aciendo <7rreos,
consecuencias! $s decir, que la voluntad se educa a base de ejercicios repetidos de entrenamiento, a trav"s de los cuales uno busca lo mejor, aunque le cueste( siempre e#isten en este trasondo unas notas marcadamente asc"ticas! $l hombre con voluntad suele llegar m's lejos que el inteligente porque es due/o de sí mismo, pero no hay que olvidar que tener una voluntad constante no es 'cil, requiere aprender a negarse ante lo inmediato, buscando lo que est' por llegar! $l que tiene voluntad es verdaderamente libre, consigue lo que se propone!
%$
0or consiguiente, debo estar preparado para cualquier tipo de eventualidades que puedan sobrevenirle a mi proyecto, debido a que la vida tiene siempre recodos imprevisibles y azarosos( est' tejida de hilos que se enlazan y se entrelazan, por lo que la necesidad, antes o despu"s, de restaurar el proyecto es inminente: cambiando, puliendo y perilando sus aristas!
Tetral$&;a 'e la fel#'a' En al8una ocasi4n 6e comentado la tetralo8:a de la
que siempre alta alguna icha, o tambi"n a una manta peque/a, que siempre deja al descubierto alguna parte del cuerpo!
%'
0or eso, antes que nada consiste en ilusi&n, "sa es su nota prospectiva( vivir hacia adelante, pensando en el ma/ana, con objetivos claros y concretos! a vida es como un libro en blanco en el que vamos escribiendo nuestra conducta, y en "l se registran alegrías y tristezas, aciertos y errores( pero la ruta de la elicidad pasa por el esuerzo y la renuncia, porque todo lo grande del hombre es ruto de la renuncia! La felicidad no se da en el superhombre, sino en el hombre verdadero.
El 1$23re fel, tene !a, #$n"&$ 2"2$ /ec:a el /erec6o Romano que eran tres las claves para llevar una eBistencia positiva ;honesta vivere, alterum non ladere et suum quique tribuere<, es
decir: vivir honestamente, no da/ar a nadie y dar a cada uno lo suyo! 1egún lo cual quedarían deinidos los tipos de elicidad! 1. Belicidad del hombre apolíneo, undamentada en el orden y el equilibrio!
la del que busca sensaciones nuevas, movimiento, actividad, y la del que otea por el entorno para ver qu" halla y al mismo tiempo e#plorarse a sí mismo! B. Belicidad dionisiaca,
Entre estos dos tipos de 6omres y
quiere hacer con su vida de acuerdo con un programa previo! 0or otra parte, si no hay libertad con minúscula en nuestro medio o conte#to social, cualquier dise/o que se haga puede venirse abajo por la imposici&n autoritaria del medio, por ejemplo, la Uni&n 1ovi"tica, donde actualmente se abren tantas posi bilidades nuevas despu"s de setenta a/os de totalitarismo, que pensar en la elicidad es m's 'cil! $s 'cil deducir de todo lo que hemos dicho que el hombre actual busca tanto la libertad como la elicidad, pero hay dierencias y rasgos entre ambas que cada uno debe descubrir! 0ara eso es necesario que no decaiga el esuerzo por alcanzar la meta propuesta, y que en el camino aspiremos a los valores eternos, aquellos que no pasan con los siglos: la paz( la armonía con los dem's( el encuentro proundo con el otro( la
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educaci&n para la libertad y la convivencia( la búsqueda de la trascendencia, y promover el amor aut"ntico! 1i la felicidad es un resultado, la vida es un medio para conseguir e#teriorizar lo mejor, lo m's humano que llevamos dentro, sin olvidar que para alcanzar esa paz interior son inevitables las contradicciones, los reveses y los surimientos en sus ormas m's diversas! 6sí, poco a poco, nuestra personalidad se va deiniendo hasta llegar a su homog"nea isonomía! a elicidad es la e#periencia subjetiva de encontrarse bien consigo mismo, content& de su vida hasta ese momento! 1u nota esencial es de alegría, de júbilo, de satisacci&n!
El #a2n$ 'e la fel#'a'5 #$n8*nt$ 'e !e4*e@a" l*"$ne" Ga
a la vez mantener un esuerzo por ser coherentes! 2. 0ero tambi"n el enemigo está fuera: los avatares de la vida, las mil ormas que la desordenan y convierten su rumbo en zigzagueante! El camino de la
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e#istencial! 0orque la felicidad consiste en una mezcla de alegrías y tristezas, de luces y sombras, pero dotadas de amor CD.
"ara que la
su estado aectivo y se deja elevar por la inercia, no tiene principios, va a la deriva! 1e convierte en espectador de sus propios ríos emocionales interiores, pilotados por dos motores: el placer sin restricciones y la no presencia de prohibicionismo! 0or otra parte, la palabra amor abrica muchas monedas alsas y la aut"ntica invitaci&n a la elicidad debe apoyarse en la vuelta a unos c&digos morales claros, cuya objetividad haga al hombre m's digno, m's humano y m's abierto a los dem's! $l peligro del subjetivismo y el individualismo echan por tierra las mejores pretensiones y amenazan con nuevas ormas de angustia, con nuevas prisiones, que en vez de liberar al hombre lo encarcelan en un callej&n sin salida!
Sn *n n$rte 2$ral la l*#1a !$r la l3erta' #ae en el +a#;$ A6ora podemos a
Se 6ala muc6o de amores ! de uniones senti#entales, pero poco de amor. Entre unos ! otros las di$erencias son abis#ales. El a#or aut(ntico tiene poco %ue ver con una especie de gelatina e#ocional o de #er#elada a$ectiva, cu!o contenido es un ro#anticis#o sensitivo. ;n buen eponente de ello son las lla#adas telenovelas, cu!a pobre)a argu#ental se e%uipara con un ele#ental trata#iento del a#or ! del ena#ora#iento. Todo ello dese#boca en una cultura rosa repleta de con$lictos, cada ve) #ás inesperados, %ue aportan #u! poco a la #adure) de una persona. Está bien claro %ue los ob&etivos son bien distintos- ganar audiencia ba&ando el list*n cultural hasta tocar casi el suelo. 5i no se ordena el amor, si el cora$"n no está bien custodiado, ninguna liberaci*n será aut(ntica.
%
consecuencia, en el 6omre occidental de la sociedad del ienestar, la tentaci4n de la opulencia conduce 8radualmente al individualismo y, por ende, a la di
"ensemos tan s4lo en los re8:menes comunistas vi8entes 6asta 6ace un par de a0os. Gos ejemplos de Soljenitsin, Sajarov, Armando Palladares, )ind@ensIy y tantos otros nos ponen de mani
El nacionalismo es una en
%%
infinito se derruma, al apostar por cosas que no merecen la pena. Ge dec:a
S4crates a su ami8o Hip4crates Cn saio es un comerciante que vende 87neros eternos de los que se nutre el alma.D #uando el cora@4n corre verti8inoso 6acia esos :dolos de arro que pronto se resquerajan, su
7ientras tanto, trata a los dem's como
objetos, e instrumentaliza la relaci&n con ellos! $n el mensaje cristiano, la perfección está en la misericordia. $l amor es siempre un acto de entrega que busca el bien del pr&jimo, su mejor desarrollo! 6sí, el sentido de la misericordia se completa con el de la justicia, que en los sistemas políticos comunistas, por ejemplo, se ha sacriicado en aras de la libertad! $#iste justicia impuesta, muy cercana a la intolerancia y al dogmatismo! La
idolatría
material se mueve en la b*squeda desenfrenada de bienes
y placeres, unas veces como nivel de vida y otras, de espaldas a la solidari dad con
7uchas de estas doctrinas se oponen al hombre mismo, yendo contra su dignidad! $sta antropología materialista resulta contraria a la ediicaci&n de un orden social m's amable y justo! )oy parece que al entronizar el concepto de democracia, todo lo dem's es secundario! los demás.
%9
9VI. SOLUCIONES AL HOMBRE LIGH
Re#*!erar el 1*2an"2$ Ga 6istoria del pensamiento nos revela c4mo muc6os sistemas ideol48icos de redenci4n del 6omre, asados en revoluciones importantes, 6an dejado m;s 6eridas sin cerrar que la apertura de nuevas v:as en que la justicia y la di8nidad tuvieran m;s relevancia. El comunismo 6a implicado una regresi"n sin precedentes en la 6istoria de la 6umanidad se ha perseguido la !usticia a costa de la libertad,
pero una justicia que se desliza hacia el anatismo y sus diversas ormas de prisi&n! $uropa, el viejo continente, debe volver a redeinir su identidad, para lo que es necesario volver a sus raíces m's primas, que son: 1. $l mundo griego, del que heredamos el pensamiento, desde 1&crates,
0lat&n, 6rist&teles, $picuro, así como sus antecesores( por un lado, escuela j&nica de la ilosoía, con Tales de 7ileto, 6na#imandro, 6na#ímenes y )er'clito( por otro, los pitag&ricos( y por último, el helenismo y el llamado neoplatonismo, con 0lotino a la cabeza! 2. $l mundo romano, que nos leg& el 3erecho y todo lo que de "l se deriva! $l Kmperio Momano, bajo el emblema del retorno al pasado, instaur& las leyes y el realismo de 6ugusto junto a un cierto lirismo! A! El mundo $udeocristiano, cuyo valor es imperecedero! 3el mundo judío procede el amor a las tradiciones, el sentido de la amilia, el respeto proundo por la vida y el pensamiento anal&gico, que tanta uerza tendr' en siglos posteriores! $l cristia nismo trajo un nuevo concepto del hombre, basado en el amor y en un sentido trascendente! $. Gas raíces más remotas de Europa 6ay que uscarlas, por un lado, en #reta, y por otro, en )esopotamia, 2enicia y el mundo j&nico!
9&
1egún el historiador Christopher 3aGson $', $uropa supone una concepci&n de la vida no superada hasta el momento, y de ahí procede la mejor versi&n antropol&gica que e#iste! $uropa tiene sus rasgos y límites bien deinidos y una personalidad que ha abierto paso a los dem's continentes( es una idea o conjunto de pensamientos, adem's de una geograía especíica, hoy ampliada con los países del $ste, marginados por estar sometidos al comunismo hasta hace dos a/os! $stas raíces son la base sobre la que se ha de levantar $uropa y, por consiguiente, el resto de los continentes, pero respetando las particularidades especíicas de cada uno! 0or tanto, el hombre light empezará a de$ar de serlo cuando cultive en su interior la sabiduría clásica, el significado del mundo
6unque esto que ahora propongo es m's te&rico que pr'ctico, pienso que debe ser el punto de partida para reiniciar su nueva andadura! romano, el amor por las tradiciones y la vuelta al pensamiento cristiano.
El e"!;rt* e*r$!e$ El nomre de Europa 6a tenido una lar8a pol7mica en su etimolo8:a. "ara unos, su procedencia es sem:tica para otros, 6el7nica. Gos primeros la asan en la eBpresi4n ereb, Cel pa:s de la noc6e, del ocasoD, mientras que los se8undos -ra@4n que se 6a impuesto- aluden a una ra:@ m;s directa europe, Cmirada ella, ojos 8randesD, que implica un t7rmino m;s ien po7tico, reco8ido en la mitolo8:a 8rie8a$5.
6dem's de los trasuntos hist&ricos apuntados, helénico, romano, hebreo y cristiano, $uropa se hizo real en la $dad 7edia, tras la caída del Kmperio Momano, con una base undamentalmente religiosa, una "poca denominada por los historiadores como teocéntrica y despu"s del Kmperio Momano cristianizado surge el protagonismo del mundo germánico. 2ue Carlomagno el que resucit& la idea de la uniicaci&n imperial 8siglos LKKK y KJ9, quien recoge las ronteras de $uropa que habían trazado 6driano y 4
no de los 8randes 6istoriadores y
insiste en %ue está $undada sobre una #is#a unidad cultural, un pro!ecto co#6n, una $or#a de entender la vida %ue hunde sus ra+ces en el cristianis#o. Si Europa %uiere conservar su unidad la antigua >Europa de las patrias? de harles de @aulle, es i#prescindible recordar desde sus or+genes bi)antinos hasta su herencia social ! sus tradiciones. 5
Se8n la mitolo8:a 6el7nica, Europé era una &oven bella ! delicada, con una genealog+a oscura' parece %ue su padre era (énix o )genor ! su #adre 'heogonia o %ui)á *ibliotheca. eus se ena#or* de ella al verla !, dis$ra)ado de toro, la rapt* ! se la llev* a reta. :espu(s de su #uerte $ue venerada en Si*n co#o Europa )starté. Este mito 6a lle8ado a nosotros por los escritores 8rie8os como la mujer pose:da por un dios-toro emer8e de la reli8i4n ol:mpica o indoeuropea, que tami7n relacion4 la serpiente con la
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Trajano y con "l toda $uropa ue cristiana: desde el 7editerr'neo al Canal de la 7ancha, pasando por el curso del 3anubio hasta los Urales! os musulmanes y los judíos eran hu"spedes tolerados, pero no súbditos! a monarquía ranca se e#tendi& entre el Min y el 1ena y lleg& hasta el mar del Forte! $l imperio carolingio se lleva a cabo ya como algo distinto del imperio bizantino, surgiendo así la #uropa occidental $(. Se diuja as: un sistema jerarqui@ado en el que los poderes espiritual y temporal se
$l mundo intelectual tiene como relejo la escol'stica, que alcanza su punto 'lgido hacia el siglo JKKK: propugna una jerarquizaci&n del conocimiento y la racionalizaci&n de la perspectiva sobrenatural, así como la importancia de la unci&n de la autoridad y de la tradici&n, aunque el eje central de todo el discurso se centra en la consideraci&n de que cualquier actividad humana est' regida por el sentido trascendente de la vida, apoyada en una moral s&lida e independiente de las circunstancias y las situaciones: Qa a
a! a valoraci&n del mundo! ! Mealzar la igura del hombre!
c9 Mespecto a lo político, la desvinculaci&n del poder temporal y del espiritual! As:, sur8e el humanismo renacentista, que m;s tarde desemocar:a en el racionalismo. Todo esto supone el paso del teocentrismo al antropocentrismo, 7poca de la Europa moderna. $n este período la preocupaci&n por el hombre y la natu-
raleza es esencial y se deja de lado la atenci&n por lo absoluto! 3espu"s, con el tiempo llegamos a la #uropa racionalista -entre el Harroco y la Klustraci&n-, en la que hay que destacar tres notas esenciales: a! a creaci&n de un $stado absoluto centrado en la economía nacional! ! a contrarreorma! c! a llegada del empirismo $ )
?ue un producto lento y 8radual de la Europa medieval alejada de un )editerr;neo islami@ado.
7
El conocimiento deja de ser al8o sujetivo y usca un modelo m;s ojetivo. Es m;s que nada, una actitud mediante la cual la realidad es conocida a trav7s de la eBperiencia de los sentidos, o dic6o de otro modo s4lo es conocimiento aquello que es testi
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El si8no clave de esta etapa es la tolerancia, pero se produce la escisi4n entre una serie de Estados porque se vi8ilan celosamente y se mueven con muc6a inestailidad. "oco despu7s sur8e una unidad o pretensi4n de 7sta propu8nada por los intelectuales, despoliti@ada y de espaldas a los nacionalismos. "ero es el si8lo J*J el que representa la caída de la idea de $uropa como
bloque sociopolítico y cultural! 6quí hay que subrayar una serie de elementos hist&ricos importantes: 1. as revoluciones políticas $% y t"cnicas! 2. os movimientos rom'nticos nacionalistas! $! a ormaci&n de bloques de alianzas en una escalada imperialista por
ampliar los territorios coloniales! Gos ltimos es
nueva ragmentaci&n, que durar' setenta a/os en Musia y casi treinta en el resto de los países que se hicieron sat"lites de ella!
A2$r= tra3a8$ - #*lt*ra= !er$ "n fal"ear la" !ala3ra" Aqu: apostamos por la primac:a de la persona sore las estructuras. Hay que 6acer una llamada a la capacidad oral y espiritual si queremos que el hombre
salga de su estado actual en que s&lo preocupa el dinero y el placer para evitar las consecuencias típicas que de ello se derivan: tener, acumular, amasar y, por supuesto, ruptura de matrimonio o pareja 8una o varias veces9! )ablaremos en este capítulo del estado de vacío, desaliento y escepticismo ante la sociedad en que se mueve( sociedad light
ido en esta l+nea, aun%ue aso#ándose a la ventana de lo cognitivo. (
Gos dos 8randes se:smos pol:ticos de >ccidente que se dan entre el Renacimiento y
9$
que "l mismo ha ido avoreciendo y orjando! $s una contradicci&n m's de este personaje de inal de una civilizaci&n! .a he comentado en anteriores capítulos que la verdad no puede ser sometida a consenso! os que dirigen los medios de comunicaci&n tienen que saber que tal e#ploraci&n carece de base argumental! 1í hay una cosa clara, desertamos de los aut"nticos valores humanos y espirituales para arrojarnos en manos de la moda! 2rancis 2uuyama$9 dice que tras la euoria de =>?> con la caída del comunismo, ha vuelto a $uropa un pesimismo de periles dierentes, ante dos amenazas: un Kslam an'tico, y los nacionalismos en ebullici&n! 6 prop&sito de esto, 6lvin Toler '&, a trav"s de sus distintos trabajos, alude a las tres versiones complementarias del poder en el mundo actual: 1. $l poder de la violencia! 2. $l poder del dinero! $. El poder de la in
econ&mico! $n deinitiva, si el hombre light se centra s&lo en lo material, con altas preerencias sobre lo espiritual, es diícil que se incline por los valores humanos y espiritualesVaunque denomine valores a los undamentos de su e#istencia! +na vida sin valores queda reducida a un programa cu#o argumento
ya que el mesianismo ha desaparecido y los sistemas de redenci&n del hombre -mitos de realizaci&n revolucionaria- se han desvanecido! 1in embargo, sí e#iste la solidaridad y su consolidaci&n en el hombre actual, que es consciente de su estado de microcosmos, pero que es capaz de unirse con otros en un proyecto común para hacer un mundo mejor, en el que prime el amor, el trabajo y la cultura! carece de uni"n,
V$l+er a l$" +al$re" '
P7ase su liro El fin de la historia. Planeta, 5arcelona, 1992
4!
Tres liros suyos 6an tenido 8ran e
9'
Esta reve di8resi4n sore Europa nos remonta a nuestros or:8enes. En los ltimos a0os >ccidente 6a vivido el mito del progreso indefinido, pero actualmente
ya ha inalizado, porque est' claro que los avances t"cnicos y cientíicos seguir'n produci"ndose, pero ya sin pensar que ser'n la única soluci&n del hombre para obtener mayor calidad de vida! $n general, podemos decir que es necesario una vuelta a otros valores por las siguientes razones: 1. #l progreso material no puede colmar por sí mismo las aspiraciones humanas.
2. a tetralogía del hombre light es una convocatoria que a la larga abrica un
hombre vacío, hueco, sin contenido y sin puntos de reerencia! $. $l hedonismo niega el valor del surimiento, porque desconoce lo que signiica y la importancia que tiene para la madurez personal! '. a permisividad producir' desde drogadictos a personas adictas a la pornograía, pasando por una violencia y agresividad cuyo inal puede ser atal! a patología amiliar derivada de aquí tiene un pron&stico muy negativo! 0or tanto, es necesario imbuir unos valores imperecederos para salir de estas coordenadas, cuyos códigos de conducta sean amplios, pero de perfiles nítidos, que hagan más humano y digno al hombre. +no de los principales valores es el humanismo, basado
en una ormaci&n moral s&lida, abierta y pluralista, cuyas coordenadas no dan prioridad al "#ito material, al placer y al dinero! $sto constituye una labor personal que conlleva los siguientes requisitos: 1. Fo estimular los instintos y las pasiones, sí educarlos! 2. Fo caer en la permisividad y tener criterios para distinguir entre el bien y el
mal! $. Kntentar el bien colectivo y el propio, pero sin una competencia desaorada,
trepidante, para llevar a cabo aquella sentencia de homo homini lupus, *el hombre es un lobo para el hombre+: una moral educada en los principios naturales, que es capaz de elevar el vuelo hacía los sobrenaturales( y una cultura que lucha por no estar pegada a la televisi&n, como elemento casi único de nutrici&n intelectual! En de
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unidad y sentido. El lightismo la quiere a la carta, r'pidamente, en el instante, pero
escogiendo un camino errado, que a la corta es gratiicante, y, a la larga, deja río e insensible al que la posee! 6sí, una vez dicho lo anterior, y ante el conormismo del todo vale, que lleva a la trivializaci&n de la inteligencia, propongo conectar con las virtudes y los modos de conducta inspirados en lo mejor del pasado y lo m's rico del presente! Un pensador ranc"s contempor'neo, 6lain 2inielraus '1, reivindica para nuestro tiempo una cultura conectada con la vida intelectual! . sabiendo valorar la vida humana y sus ormas de arte, de ciencia, etc!, de acuerdo con criterios universales como la verdad, la belleza, la bondad, etc"tera!
El 1$23re "$@a'$r - el 1$23re !en"a'$r 4*e 1a- en n$"$tr$" /esde Si8mund ?reud saemos lo importante que son los sue0os. Su contenido, sus temas, las oscilaciones y vaivenes de sus mensajes on:ricos est;n conectados con las ilusiones y los proyectos personales. "ero como dec:a ?riedric6 Holderlin, en cada uno 6ay dos territorios di
Un hombre que no se derrumba con el paso de los a/os, no se desvanece ante los giros y las modas! $jercitar' el espíritu y la raz&n, el pensamiento y una cultura universal, cultura por encima de prejuicios y de convencionalismos que la aprisionan en muchas ocasiones! 2rente al hombre light, sin perspectivas, propongo al hombre comprometido y con perspectivas ante el uturo! %ste que con su misma vida es un acicate ejemplar para otros, ejemplo vital de teoría y pr'ctica! 6hí el hombre evita esa melancolía del ecuador de la e#istencia, consecuencia de haber tenido una vida sin norte, insustancial, descomprometida, egoc"ntrica y el principio del placer! su vida.
41
En su liro #a derrota del pensamiento
9(
Tenemos que dotar a nuestra vida de valores
convicci&n si sabemos ser críticos con su mensaje y no nos entregamos en sus brazos de modo gregario A prop4sito de todos estos aspectos de la crisis de valores en >ccidente, AleBander Soljenitsin dec:a que esta decadencia occidental era consecuencia de un ienestar eBclusivamente material y hedonista '2! 1i hacemos una prospecci&n humana
con respecto al pensamiento y la conducta nos daremos cuenta de que no se puede interpretar la vida como lo hace el hombre light, porque implica huir de uno mismo y obviar lo me$or, escapar de lo m's verdadero que hay en "l, una andadura en que no sabe qui"n es y adonde va, un avance en todo, menos en lo esencial. %se es su lema, aunque no sea consciente de ello!
El$&$ 'e la nt2'a' Ga vida 6umana tiene dos ;mitos de desarrollo interior y eBterior, y el 6omre necesita estalecer un especial equilirio entre los dos. El primero est; re
y ordenarla, hacer una relaci&n sistem'tica de cuanto observamos, poniendo orden en ese caos, para entender primero y comprender despu"s qui"n es esa persona! oculta
Entender es ir hacia, encaminarse 6acia el otro comprender es al8o m;s, ponerse en el lugar del otro, intentar estar en su sitio, ocupar su lu8ar eBis tencial!
0ero hay dos perspectivas cuyas coordenadas no debemos perder de vista cuando hacemos esa e#cursi&n por los pasadizos de la personalidad! 1. /erspectiva estática. Se centra en el estado an:mico de la persona con respecto a ella misma y los dem;s y en qu7 momento concreto se 6alla. Es al8o parecido a un flash que sintetiza su presente y su actualidad real! 42
P7ase sus declaraciones a la revista 'imes del 2CHII9- >"a situaci*n #oral de la Europa libre #e parece tan grave co#o nuestra penuria econ*#ica ! nuestra $alta hist*rica de libertades.?
9
A! "erspectiva dinámica. a vida es una operaci&n evolutiva, vivencia hacia el porvenir, y cada hombre tiene su propia travesía, que puede ser analizada mediante un estudio panor'mico! Amas perspectivas
viven bajo el mismo techo( y tener una amilia unida se convertir' en uno de los tesoros m's preciados y símbolos emblem'ticos de la sociedad! 0or todo esto, debemos hacer una aclaraci&n entre hombre y mujer, para entender mejor lo anterior! )a mu$er es concéntrica, el hombre es e%céntrico. a mujer vive hacia su cuerpo, de alguna manera est' centrada en "l, gira en su alrededor( sin embargo, el hombre lo hace hacia el e#terior, pero sin conocerlo! 6dem's, la mujer tiene la posibilidad de transmitir la vida( el segundo, no! El 6omre li86t no tiene vida interior ni intimidad, y, por ello, vive para la
$sto constituye un error que debe corregir si quiere escapar de las redes a las que hemos aludido anteriormente, porque el componente social no puede ni debe vertebrar la vida calle, más pendiente de su apariencia e2terna que de su estado interior.
9%
humana, y es torpe y elemental guiarse por sus coordenadas! 0or otra parte, la educaci&n debe ser prounda y procurar con ella tallar y pulir la organizaci&n de nuestra mente, es decir, la personalidad, y de nuestro proyecto personal, desde esos estratos proundos de la interioridad! 0or eso es tan importante la soledad! 3esde ella es posible comprender la historia personal y reorganizarla de nuevo! a condición privada personal o intimidad tiene unos rasgos y elementos secretos que no conviene desvelar, por eso, el que la posee sabe mucho de esto y lo cultiva, porque a trav"s de ella nos encontramos a nosotros mismos! 3esde esos parajes íntimos nos conocemos mejor y entendemos o somos capaces de entender a los dem's!
E" ne#e"ar$ "*!erar el #n"2$ /e todo lo anteriormente eBplicado 6ay una conclusi4n astante clara el
1e ha vuelto pragm'tico y una cosa es lo que piensa y otra, bien distinta, lo que hace! Iscar ilde lo deini& así: *6quel que conoce el precio de todas las cosas y el valor de ninguna!+ o cínico est' lleno de contradicciones, lo que hoy se critica acaloradamente, ma/ana se deiende con ardor( lo importante es el momento, el instante concreto del tema que nos ocupa! 0ero nada es deinitivo y hay que apuntarse al ganador, porque lo importante es el "#ito y el triuno'$: es el v"rtigo de la ugacidad, la revoluci&n de la urgencia! hombre light vive instalado en la atalaya del cinismo.
Pivimos en la era de los anti67roes, de los videoclips, en la que el pl;stico es el si8no de los tiempos usar y tirar el modelo del #uppie 6a sustituido a los viejos ideales revolucionarios. "racticamos la moral del pragmatismo. na persona as: se vuelve ría, sarc'stica, maniqueísta y, quiz', algo maquiav"lica e insensible( es un
desvergonzado, que actúa con descaro y adorna su conducta con un lenguaje lorentino que hay que descirar! $s la mística de la nada. 6l producirse la p"rdida de todos los reerentes, "sta es una de sus consecuencias! 4u" hacer5 1. 2rente al cinismo, luchar por la coherencia personal! 2. 6nte el *todo vale+, perseguir y apostar por los valores inmutables y
positivos que dan trascendencia al hombre! $. $scapar de los falsos absolutos. 4
Sore el valor y la importancia de las derrotas v7ase el cap:tulo C"sicolo8:a del
99
'. )uir de la idolatría del se#o, el dinero, el poder o el "#ito, porque son
medios, nunca pueden ser ines! En una palara, se trata de volver al hombre espiritual, capa@ de descurir todo lo ello, nole y 8rande que 6ay en el mundo y procurar luc6ar por alcan@arlo. Saer que la p7rdida de todo paradi8ma, en aras de una movilidad relampa8ueante y climati@ada, no conduce a la
carta, subjetivista, en la que se escoge lo que gusta y se deja lo que es e#igente, est' construida sobre unas bases amorales, donde e#iste la libertad ilimitada de hacer lo que creemos conveniente sin tener ningún tipo de culpa personal, ya que eso neurotiza! 2rente a esto último, tambi"n hay que propugnar las e#igencias personales de una conducta moral que libera, que hace de cada hombre un ser digno, m's completo, que desea esorzarse por ser íntegro, una realizaci&n personal que pasa por la entrega al otro, ayud'ndole a ser mejor! (ultivar y fomentar lo valioso, lo auténtico, lo que permanece y ediica un ser humano m's amable, humano, uerte, rico por dentro, arm&nico!!! Un modelo por el que merece la pena luchar! $sta meta es una aspiraci&n grande, capaz de superar el paso de muchas d"cadas con un an'lisis serio! $n ese horizonte aparece la igura de un ser superior, que para el cristiano tiene nombre propio! La moral cristiana es el me!or vector para la reali$aci"n de la eterna vocaci"n trascendente del hombre.
La fel#'a' "e al#an,a #$n *na +'a #$1erente Todos uscamos la
. tambi"n que en su seno albergue una serie de elementos que se relacionen de orma congruente entre sí, luchando para que no se produzcan contradicciones, es decir, la ormaci&n de un hombre único, en que se relacionen las ideas y sus acciones! Cada ser humano es insustituible, cada uno somos una promesa de uturo! a elicidad consiste en encontrar un programa de vida que nos llene lo suiciente como para que motive nuestra trayectoria! argumental # coherente.
1&&
Cuando sabemos qu" meta deseamos, el camino se inicia y las diicultades se superan! $ntonces es cuando entra la voluntad, que debe ser m's uerte que las adversidades! 3e este modo pueden aprisionarnos, amordazarnos, revelarnos en contra de la línea trazada, pero nunca derrotarnos! $n una palabra: cora$e, espíritu de lucha, tes&n, irmeza en los objetivos, consistencia en las líneas magistrales del proyecto personal! La felicidad nunca es un regalo, ha# que conquistarla # traba!arla con ilusi"n. Siempre, antes o despu7s, 6ay que re8ar contra corriente y deemos
eBperimentar el sentimiento de 6acer al8o til, valioso, por lo que las luc6as y desvelos queden justi
circunstancias! 1e alinean así, en la elicidad verdadera, la coherencia, la vida como argumento, el esuerzo porque salga lo mejor que llevamos dentro y la idelidad! Cada ingrediente ija y sostiene lo que para mí es la clave que alimenta "sta, esa trilogía que est' compuesta de amor, traba$o y cultura. . su envoltura: tener una personalidad con un cierto grado de madurez y equilibrio psicológico.
44
Kuli;n )ar:as, #a felicidad humana, Alian)a Editorial, adrid, 1990
1&1
NOTA DEL AUTOR Gos cap:tulos *, **, P*, P**, P***, J*, J**, J***, J*P y JP est;n asados en los art:culos que detallo a continuaci4n *. CEl 6omre li86tD 1DC, )adrid, '-2-9&!. **. CHedonismo y permisividadD 1DC, 7adrid, =?-==->R9!
LK! *1e#ualidad light+ #l 3ercurio, 1antiago de Chile, =A-S->A9! P**. *$l síndrome del mando a distancia zapping4< &0(, 7adrid, =?-@->A9! P***. *Lida light+ #l 3ercurio, 1antiago de Chile, =>-S->A9! *J. *a ansiedad del hombre de hoy+ #l 3ercurio, 1antiago de Chile, AW-W->=9! J. C"sicolo8:a del
JL! *a elicidad como proyecto+ 1ovedades, 7oscú, AS-A->R9!
1&2
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1&$