Los límites del hombre: el dolor (R. Yepes) 1. La debilidad y la limitación humana • • • •
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Es una región inevitable a la que, antes o después todos llegamos; Cfr. el libro de Job; Algunos ven el dolor de modo modo pesimista; Sin embargo hay que verlo de manera optimista porque la vida tiene un sentido y el sufrimiento también. ay que no perder de vista a los dolientes, privados de fuer!a propia, enfermos, a los que nadie ama, a los que no pueden hablar y defenderse por s" mismos, a los que son v"#timas de la violen#ia; Son una invita#ión a en#ontrar el sentido antropológi#o del sufrimiento.
2. Psicología del dolor: miedo triste!a y su"rimiento a) #Por$u% el dolor& • • •
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$a pregunta %porqué el dolor& tortura a mu#hos hombres; El dolor e'iste porque somos vivientes; Como la materia materia tiene tiene un anaturale! anaturale!a a fi(a, una leyes ine'orables ine'orables que siempre siempre sige, a ve#es produ#e el bien y a ve#es el mal) el mismo viento que empu(a a un velero ha#ia su destino puede ale(ar a un n*ufrago de la #osta; Adem*s est* el influ(o de las voluntades libres y el he#ho de que las fuer!as humanas son limit limitad adas as y no puede pueden n evita evitarr el desga desgaste ste y la fatiga fatiga.. +odo esto esto produ produ#e #e dolor) dolor) es la rai! rai! psi#ológi#a del dolor; En definitiva, la #ausa del dolor es el mal, la debilidad; mientras es uno fuerte puede detener la apari#ión del dolor en #ierta medida, a través del apetito iras#ible; El mal es la #ausa del temor y del dolor;
b) 'l dolor "ísico •
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En primer primer lugar lugar est* est* el dolor físico físico por el #ual se desorgani!a la rela#ión del hombre #on su #uerpo; En el pla#er hay una #ierta libera#ión y fuga de la #orporalidad, que se per#ibe #omo ingr*vida y ligera ligera;; en el dolor dolor la #orpo #orporali ralidad dad se per#i per#ibe be #omo #omo impues impuesta, ta, #omo #omo un pesad pesado o fastid fastidio io atena!ante, frente al que uno ya no es due-o de s", y que #asi nos obliga a #apitular /A. 0olaino1;
c) 'l dolor interior o su"rimiento •
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Es la quiebra y desgarro "ntimo del afligido; en el intervienen la memoria, la imagina#ión y la inteligen#ia; y también in#luye el pasado, el futuro y lo f"si#amente ausente; Es mu#ho mayor que el dolor f"si#o; adem*s, el hombre se duele por anti#ipado; $a posibilidad humana de aumentar el dolor es #lara) hipo#óndria, fobias, aprensiones, et#.
d) La triste!a y el miedo • • •
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$a triste!a y el miedo son las rea##iones m*s espe#"fi#as al dolor; $a primera est* provo#ada por el mal presente y el segundo se refiere al mal futuro; En la q. 23 de la 44544 de la S.+h., Santo +om*s se-ala una serie de remedios #ontra la triste!a /llanto, #ompasión de los amigos, la #ontempla#ión de la verdad, el sue-o y el des#anso1 y #ontra el temor en la q. 67 /esperan!a, auda#ia, e'perien#ia1; Es interesante anali!ar la psi#olog"a del llanto, que es el lengua(e de la triste!a y el miedo;
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0ara la irrup#ión del llanto es esen#ial el repentino tr*nsito de la a#titud tensa a la a#titud abandonada y suelta) aflo(ar la tensión que produ#e lo serio; Conviene también tener presente que se puede llorar de emo#ión y de alegr"a; este llanto suele ser #onse#uen#ia de un sufrimiento prolongado que termina.
. 'l hombre doliento: salud y en"ermedad a) 'l su"rimiento del hombre doliente ( homo patiens*) •
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8adie puede !afarse de la e'perien#ia del sufrimento... $os que tengan la di#ha de no haber sufrido nun#a hasta ahora re#uerden que basta sólo #on de(ar que trans#urra un #ierto tiempo. 9e una u otra forma todos a#abamos por ser hombres dolientes /A. 0olaino1; El rasgo #ara#ter"sti#o es el #ierre de un hori!onte que se vuelve impenetrable y no podemos traspasar; se e'perimenta enton#es frustra#ión y pasividad) all" donde no se a#ierta a integrar una determinada situa#ión dentro de un #onte'to de sentido, all" #omien!a el sufrimiento. El sufrimiento es aquello #ontra lo #ual yo, al menos de momento, nada puedo ha#er. +odos esperimentamos alguna ve! tales situa#iones) los esfuer!os humanos llegan a su fin, y su#ede lo que no queremos /:. Spaemann1;
b) +alud y en"ermedad • •
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Son dos etapas de la vida humana; $a salud es la armon"a psi#of"si#a del yo y su #uerpo; es fruto del equilibrio de fuer!as; es el silen#io de los órganos; En #ambio la enfermedad pro#lama la presen#ia del #uerpo; el dolor viene a re#ordar al hombre lo limitado de su ser; $a salud es fruto de un traba(o #onstante; es la defensa vi#toriosa frente a la limita#ión humana; se puede determinar por #riterios ob(etivos /#hequeo<, et#.1 y sub(etivos /en#ontrarse bien, en forma<, et#.1; $a enfermedad es un estado intermedio entre la salud y la muerte; se muestra #omo pre#ursora y heraldo del a muerte, del poder también no ser; 9efini#ión) es un modo doloroso y anómalo de la vida de la persona, rea#tivo ante una altera#ión del #uerpo determinada psi#oorg*ni#amente /0. $a"n Entralgo1.
,. 'l sentido del dolor a) -na cultura $ue huye del dolor • •
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En nuestra #ultura el dolor tiene mala prensa; no soportamos el sufrimiento; Esto o#asiona que disminuya nuestra #apa#idad de aguantarlo; des#iende el umbral para soportarlo; #on ello se aunmenta el sufrimiento; Es#apando del dolor volvemos a en#ontrarlo all" donde no lo esper*bamos) en nuestra propia debilidad; $as difi#ultades ordinarias se vuelven insoportables porque falta un motivo para sufrir) falta el sentido del dolor; 8uestra #ultura se ha vuelto #iega para el dolor; es una #ultura infantili!ada; llega a no tener nada que de#ir ante el dolor; ese queda muda y a#epta la eutanasia porque la e'isten#ia ya no tiene sentido.
b) unciones antropológicas del dolor 1ª Aprender a ser fuertes para sobrellevar el propio dolor •
El sufrimiento ha#e al hombre #re#er y madurar, porque le ha#e ser fuerte) la madura#ión se basa en que el ser humano al#an!a la libertad interior, a pesar de la dependen#ia e'terior;
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8os pone en situa#ión dram*ti#a, y el que se sobrepone al dolor, sube m*s alto /=lderling1; Si se a#epta, el dolor se #onvierte en una tarea, la de reorgani!ar la propia vida; Es ban#o de pruebas a través del #ual el hombre se ennoble#e y se templa; El dolor es positivo si se a#epta y se e'presa de forma dram*ti#a, por la e'alta#ión de la valent"a o la e'presión art"sti#a del duelo.
2ª Tomar en serio aquello que verdaderamente lo es •
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Adem*s, el dolor reali!a una #atarsis o purifi#adión por la que se #larifi#a la mirada y se puede #omprender #on lu#es nuevas la distin#ión entre lo verdaderamente importante y lo que no lo es /A. 0olaino1; por e(emplo, relativi!amos la importan#ia de satisfa##iones y ne#esidades que #re"amos irrenun#iables; nos de(amos de tonter"as; El dolor eleva al hombre por en#ima de s" mismo porque le ense-a a distan#iarse de sus deseos; el efe#to redentor del sufrimiento reside b*si#amente en su propensión a redu#ir la voluntad insumisa /C.S. $e>is1.
$as personas que han sufrido tienen una #on#ien#ia m*s profunda y real de s" mismos y de lo que les rodea; est*n va#unadas #ontra la insensate!, y se les nota, en su talante sereno y m*s dif"#ilmente alterable, en un #ierto poso interior y #apa#idad de aguante que las ?ha#e m*s due-as de s" /:. @epes, p. 661.
c) 'l /erdadero sentido del dolor •
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@o sólo puedo afrontar el sufrimiento, sufrir #on sentido, si sufro por un algo o un alguien. El sufrimiento, para tener sentido, no puede ser un fin en s" mismo... 0ara poder afrontarlo, debo tras#enderlo /B. ranDl1; Al a#eptarlo, no sólo lo afrontamos, sino que a través de él bus#amos algo que no se identifi#a #on él) lo tras#endemos. El sufrimiento dotado de sentido apunta siempre m*s all* de s" mismo, remite a una #ausa por la que pade#emos. En suma) el sufrimiento #on plenitud de sentido es el sa#rifi#io /B. ranDl1. El sentido del dolor es el motivo y fin por el #ual a#eptamos pade#erlo; $os dolores naturales los a#eptamos por la voluntad de vivir; $os sufrimientos #ausados por la voluntad de otros o por la ne#esidad, hay que integrarlos en una tarea en la #ual adquieran sentido; El amor es lo que da sentido al dolor; sólo el sufrimiento asimilado de(a de ser sufrimiento /B. ranDl1; El sentido del dolor es #onse#uen#ia del sentido de la vida que se tenga; en #ierto modo el sentido del dolor remite y se resuelve en el sentido de la vida /A. 0olaino1; Cuando un hombre tiene un por qué vivir, soporta #ualquier #ómo /8iet!#he1.
0. 'l %ito y el "racaso en la /ida humana •
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El sentido del dolor también depende de nuestra #apa#idad de asimilar los propios é'itos y fra#asos; 8o es posible un é'ito permanente; El fra#aso es doloroso y también forma parte de la vida humana; Se puede tener é'ito o fra#asar; esto es fuente de inseguridad y de riesgo) son signos de debilidad; pero es ne#esario afrontar #on valent"a la inseguridad y el riesgo que son #onstitutivos de la libertad humana; $a presen#ia de é'itos y fra#asos nos ha#e ver que en po#as o#asiones somos el que deseamos ser /A. 0olaino1; hay que a#eptar esta realidad) el é'ito o fra#aso son algo relativo; ser libre ante ellos presupone una a#epta#ión previa de uno mismo, de la situa#ión que nos ha to#ado vivir, de la tarea que hemos emprendido para ha#erlo, del esfuer!o y dolor que eso
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lleva #onsigo y, por #onsiguiente, de las limita#iones a(enas a nuestra voluntad en que #ontinuamente nos vemos sumidos /:. @epes, p. 661; Fuien se r"e de su fra#aso se libera de él, porque de(a de tom*rselo en serio, e in#luso lo #onvierte en algo #ómi#o, mientras #ontinGa adelante, in#orporando a su a##ión la imprevista desvia#ión respe#to de las previsiones ini#iales /:. @epes, p. 661; En este sentido hay que tener en #uenta que lo espe#"fi#o de la vida humana no es sólo emitir respuestas, sino tener propuestas, proye#tos vitales que se anti#ipan a los est"mulos, tareas pendientes, que reali!an nuestros valores. Son ellas las que efe#tGan una preven#ión dl dolor antes de que éste llegue, #omo inevitablemente su#ede. $as tgraye#torias de la feli#idad #onsisten en atreverse a ser cada uno quien es , para llegar a ser me(or de lo que es, aun #uando en ese intento se tenga que sufrir /A. 0olaino1. Son los ideales los que res#atan al hombre de sus propios fra#asos y le previenen de quedar anegado en el dolor . En suma) #oheren#ia, libertad y madure! y no quedarse parali!ado por el fra#aso es lo que ayuda al logro de la feli#idad. En una vida as", ésta es aun posible #uando llega el dolor y el fr a#aso /#fr. :. @epes, pp. 6656H71.
. 3ctitudes antre el su"rimiento a) +entido del su"rimiento y sentido de la /ida •
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Estas a#titudes siempre van unidas a las que se dan sobre el sentido de la vida y el destino del hombre; Si la vida #are#e de destino, de finalidad Gltima, enton#es se huye del dolor o se le a#epta estoi#amente, pues en este hori!onte la feli#idad sólo puede estar en el pla#er; Si, en #ambio, se tiene un destino, se sabe que el pla#er y el dolor son sólo etapas intermedias y se da sentido al sufrimiento tanto ne#esario #omo inne#esario.
b) La solución del homo faber * •
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$a ausen#ia de un destino en el hori!onte del hombre moderno le lleva a identifi#ar la vida #on el bienestar; por eso se bus#a la a#elera#ión te#no#r*ti#a y, al mismo tiempo, el carpe diem; se e'alta una libertad in#ondi#ionada, el a#tivismo, y se afirma que el destino del hombre es él mismo; as" se llega al nihilismo radi#al; $a #ara#ter"sti#a fundamental del homo faber es que para él sólo lo que es útil es verdad ; el sentido est* ligado al obrar del hombre, fuera de lo #ual no e'iste ningGn sentido /:. Spaemann1; El hombre se diferen#ia del resto del #osmos en su #apa#idad de a##ión) puede transformar el mundo #on su a##ión; En esta postura se niega la e'isten#ia de un nG#leo espiritual en el hombre que lo ha#e dialogante y auto#ons#iente; el materialismo es brutal y nun#a #ompasivo #on los débiles, porque no aportan nada; El homo faber ante el sufrimiento sólo puede hacer algo, aplicar técnicas para prevenirlo o evitarlo, pero no es #apa! de tener a#titudes m*s profundamente humanas, m*s interiores y aparentemente pasivas, #omo aceptarlo o darle un sentido.
c) La postura estoica •
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El estoi#ismo postula la a#epta#ión del sufrimiento) ducunt facta volentem, nolentem trahunt /el destino gúia al que lo acepta y arrastra al que lo rechaza 1; Es e l fatalismo) eldestino no nos pertene#e, sino que nos viene impuesto; lo me(or es ser indiferentes, as" sufriremos menos;
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Es una solu#ión pesimista; su e'presión art"sti#a m*s radi#al es la postura de la tragedia ante lo ineludible; nun#a se abandona la seriedad.
d) 'l budismo •
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Es una a#titud af"n al estoi#ismo pero m*s radi#ali!ada) bus#a la anula#ión del sufrimiento a través de la anula#ión del deseo, lo que de algGn modo signfi#a anular el yo, disolverlo en el #osmos, liberase del #uerpo; Al budismo no le interesa #urar el dolor, sino m*s bien evadirse de él mediante la unifi#a#ión en el todo /nirvana1.
e) La actitud bíblica • •
Enmar#a en un amplo #onte'to el problema del dolor y le da una respuesta éti#o5religiosa; El mal moral es un aspe#to del sufrimiento que desempe-a un papel prin#ipal en la vida del hombre.
4. La curación y el cuidado de los d%biles •
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El dolor no se puede #onsiderar en abstr*#to, porque sólo e'iste en #on#reto, en#arnado en las personas) el dolor son los dolientes ; 8o les sirven nuestras teor"as, sino nuestro #onsuelo y alivio de la desgra#ia. El dolor humano hay que #urarlo en el #ora!ón, que es donde na#e y muere el sufrimiento; El dolor no se #ura #on pastillas sino #on el di*logo terapéuti#o, que na#e de la benevolen#ia; En primer lugar, a los dolientes hay que a#eptarlos, y darnos #uenta de que el ser humano puede ha#er mu#ho por aliviar el dolor, teniendo un trato cuidadoso y respetuoso #on el que sufre; Ina idea fundamental) obra de tal modo que no #onsideres nada en el mundo meramente #omo medio, sino siempre al mismo tiempo #omo fin /:. @epes, p. 6H61; Fuien mere#e #uidado por s" misma, #omo algo insustituible, es la persona humana, pre#isamente porque es un ser valioso en s" mismo) digno. Cuidar a otro no #onsiste en someterle a pautas de #ondu#ta e'tra-as a él, sino en #ontribuir a la reali!a#ión de su proye#to personal. 9e aqu" que para #uidar sea pre#iso #omprender /A. $lano1; Cuidar es amar. El #uidado y la #ura#ión sólo son perfe#tos #uando al reali!arlos se ama al doliente. Estos son pra él los remedios radai#ales /:. @epes, p. 6HH1; El homo patiens es, m*s que nun#a, un ser abierto a otros. $a rique!a de afe#tos alivia la pobre!a del #uerpo. $a esplendide! material no sana las heridas del #ora!ón que sufre; $a profesionali!a#ión del #uidado /médi#os, enfermeras, et#.1 tiene el riesgo de redu#ir el dolor a ob(eto y ver sólo su dimensión #orporal, material, e#onómi#a, olvidando el sufrimiento interior; Se sabe #uidar #uando se ense-a al doliente a dar sentido a su dolor, pero esto no se ha#e a base de dis#ursos, sino dando motivos para sobrellevar la #arga de la enfermedada, ha#iendo sentir a quein sufre que su e'isten#ia no es inGtil; Son las a#titudes humanas las que alivian el dolor) in#linarse sobre el le#ho del enfermo y dar de lo suyo, #on abandono del propio interés.
5. 'l m%dico y el en"ermo a) Responsabilidad actual del m%dico •
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$a gente a#ude al médi#o para bus#ar la solu#ión sa las mil formas de angustia que hay en la a#tualidad; tiene un poder inmenso y puede administrarlo de dos maneras) su#umbiendo a la tenta#ión del homo faber , o reen#ontrando el verdadero sentido de la profesión; ay el peligro de que la rela#ión #on el enfermo se despersonali#e y pase a ser un mero pa#iente, un #liente, un #aso; y se busqeu sólo la efi#ien#ia té#ni#a o in#luso mer#antil;
b) Los tres momentos del $uehacer m%dico
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En primer lugar, ya hemos di#ho que la rela#ión médi#o5pa#iente debe ser ante todo un encuentro personal ; En segundo lugar y en el mar#o de ese en#uentro viene el acto médico, es de#ir, la lu#ha #ontra la enfermedad; 8o se puede olvidar lo m*s importante) escuchar al que sufre, preguntarle, diaologar verdaderamente #on él; En este sentido, es fundamental que el médi#o se haga amigo del enfermo . En ter#er lugar est* el momento ético, es de#ir, la responsabilidad de bus#ar suprimir el dolor pero no a #ualquier pre#io /aborto, eutanasia, et#.1.
6. La maldad moral y el remedio al su"rimiento a) 7odos de eplicar la eistencia del mal moral •
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:ousseau) el hombre es bueno por naturale!a y la perversión humana se debe a la so#iedad; esta postura #ontiene una gran dosis de ingenuidad; obbes) el hombre es ego"sta por naturale!a y se mueve por temos; homo homini lupus; es la postura del realistmo atro! y p esimista; Solu#ión #l*si#a /bibli#a5monote"sta1) el hombre no es ni bueno ni mal por naturale!a, sino m*s bien debil) en su inteligen#ia /ignoran#ia1 y en su voluntad; y, mediante la edu#a#ión, puede #onseguir la fortale!a y la aarmon"a de alma que ne#esita; +eniendo en #uenta la e'isten#ia del mal moral y que la in(usti#ia y la maldad supera #on mu#ho a la (usti#ia y la bondad, podemos preguntarnos si realmente mere#e la pena vivir honradamente;
b) 7odos de eplicar la necesidad del comportamiento %tico •
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0rimero) obbes y todos los #ontra#tualistas fundamentan la ne#esidad de la éti#a en la ne#esidad de evitar la ley de la selva en la vida so#ial) la virtud personal y #"vi#a es la me(or solu#ión para que la so#iedad no se deshaga e in#luso vaya un po#o me(or; Segundo) el otro modo de fundamentar la ne#esidad de la éti#a es afirmar que ser honrrado es lo que m*s #onviene a la naturale!a propia del hombre ya que lo enrique#e y lo ha#e m*s digno; Sin embargo, sig(iendo #ualquiera de las dos posturas no se #onsigue eliminar la maldad y tampo#o se solu#iona la desventa(a de los (ustos frente a los in(ustos; +er#ero) Esto sólo se puede resolver a#eptando la solu#ión tras#endente) hay un Ser Superior que ha estable#ido una ley que obliga a todo hombre y que, al final a(ustar* las #uentas premiando a los buenos y #astigando a los malos; es la respuesta moral y religiosa propor#ionada por el monote"smo b"bli#o.
c) 8ios y el su"rimiento •
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9ios no es el autor del sufrimiento, sino el que le pone remedio; la e'isten#ia del mal no permite negar a 9ios sino, m*s bien, afirmar su e'isten#ia; $a (usti#ia humana es in#apa! de asegurar de verdad la #ustodia del orden moral y que desapare!#an los #anallas; Si 9ios no e'iste Kdi(o 9ostoievsDiK todo est* permitido; el problema del mal no se resuelve de verdad m*s que en una perspe#tiva te"sta.
d) 'l dolor: meg9"ono* de 8ios •
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El dolor es un instrumento al servi#io de la tarea divina de #ompensar el desigual reparto de suerte y desgra#ia que se da en este mundo; El ser humano es #apa! de sentirse satisfe#ho de s" mismo aun #uando sea un perfe#to #analla; los #anallas tienen la #on#ien#ia moral tranquila) en #aso #ontrario ya ha empe!ado a de(ar de serlo;
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Cuando el hombre origina un da-o inne#esario a los dem*s seres humanos utili!ando su libertad, se #onvierte en un malvado, aunque no lo sepa /Só#rates1; ab"amos visto que hay dos fun#iones del dolor) L1 aprender a ser fuertes para a#eptar el dolor y M1 tomarnos en serio la vida; pues e'iste una ter#era que #onsiste pre#isamente en despertarnos, en abrirnos los ojos acerca de nopsotros mismos, haciendonos ver la falsedad de nuestra impresión de autosuficiencia, y la maldad real en la que incurrimos ; A#tualmente la mayor"a de la gente piensa que basta una ele##ión sin#era para no equivo#arse; nadie tiene la impresión de actuar mal o de #aer en el error. Esto se rela#iona #on #onfusión de espontaneidad y autenti#idad y #on la idea de que no hay que r eprimir los impulsos, pues la naturale!a es buena de por s"; En este sentido, 9ios habla a la #on#ien#ia del pe#ador, le grita mediatne el dolor) es su megfono para despertar a un mundo sordo /C.S. $e>is1; El error y el pe#ado tienen la propiedad de que, #uanto m*s graves son, menos sospe#ha su v"#tima que e'isten. Son males enmas#arados. El dolor, en #ambio, es un mal desenmas#arado e in#onfundible /C.S. $e>is1; 9ios as" quita el velo y #olo#a la bandera de la verdad en la fortale!a del alma rebelde /C.S. $e>is1, o del alma ingenua o inmadura, que aun no ha despertado a la realidad de la vida y no ha des#ubierto la realidad del sufrimiento, su debilidad, sus equivo#a#iones y sus errores morales) en suma su insufi#ien#ia. !ios se sirve del dolor para atraer hacia sí a los hombres /:. @epes, p. 6NM1.
