Texto 1: El hombre del renacimiento: El comerciante y el banquero El objetivo del texto es precisar la identificación del tipo humano del comerciante y del banquero en el ámbito del periodo renacentista europeo. El mercantil renacentista difiere m ucho de su antecesor. En primer lugar, en los siglos XIII y XIV se introducen nuevos procedimientos: numeración árabe, los seguros, la libra de cambio, etc. Y además, el mercader y el comerciante entrarán en un plano social, político e incluso en lo que respecta al arte y la cultura. En cambio el mercantil medieval es un comerciante aferrado a ciertas creencias religiosas o impedimentos teológicos. Hagamos un repaso histórico. (i)Posterior al Imperio Romano la sociedad se acomoda dentro de ordenes (clero, guerreros, caballeros, campesinos), en que no se reconocía un papel autónomo y esencial del comerciante y el banquero. (ii) Europa septentrional y meridional cambia en los siglos XI y XII. El mercader forma parte del nuevo cuerpo social, con un carácter dinámico y rupturista. Se incrementaba una actitud de desconfianza y de condena parcial que podía asechar con la jerarquía establecida. Por tanto, el oficio del mercader pasa a ser visto con malos ojos por la cultura matriz eclesiástico - nobiliar. (iii) El comerciante es el predecesor o primera encarnación del capitalismo en la época medieval. Sin embargo, la historiografía nos tiende una trampa a la hora de sumergirnos en su personalidad. Fueros los teólogos y los eclesiásticos los que lograron una falsa personalidad mercante, y es asi como fueron víctimas de una disuasión de su propia personalidad. (Es por tanto dudoso el enfoque eclesiástico. De los comerciantes devotos, se sabe que al momento de morir dejaban una gran donación en manifestación de prestigio. Algunos eran muy piadosos y obedecían las órdenes de la iglesia conciliando la actividad religiosa con su actividad mercantil. La Iglesia Bajo medieval y renacentista adoptó e incrementó las prácticas pías, y por añadidura, las creencias, que protegían fuertemente el espíritu mercantil de la sociedad laica. A esto corresponden: las indulgencias, diezmos, annatas, etc. Se produce una mercantilización de la Iglesia, en que se promoverá la creencia en la expiación de las culpas en el purgatorio, por ejemplo, para realizar un auténtico mercado. El cristiano invertía monetariamente para el alivio de las almas almas del purgatorio, mientras que las arcas eclesiásticas se llenaban. Sin embargo el comerciante no se caracterizó en absoluto por una particular independencia den relación a los preceptos de la Iglesia. Participa de la piedad colectiva y también es sensible a las tensiones religiosas de su tiempo. Viajaba frecuentemente por lo que disponían de una importante red de información oral y escrita. Su cultura y religiosidad distaba mucho de la mayoría de campesinos y ciudadanos humildes. El banquero y el mercante consideraban a la Iglesia como una potencia que le era útil y necesariamente conservaban su buena voluntad; en cambio el campesinado era de devoción ancestral y supersticiosa. ¿Acaso no se advierte en las familias mercantes un buen número de miembros dedicados a la carrer a eclesiástica? :O Los comerciantes se preocupan de sus negocios y sacar adelante a sus propias familias. Por tanto, tenían una buena relación con las instituciones eclesiásticas. El mercader católico era autónomo y autosuficiente, colocándose a sí mismo en un alto peldaño de la sociedad. Y no considera como irreconciliables el bienestar y la riqueza en este mundo, con la salvación del alma. Para ellos el éxito en los negocios no puede disgustar a Dios.
Psicología colectiva del comerciante y banquero renacentista Eran cristianos y tenían más o menos los mismos problemas morales comunes a todos los fieles. El comerciante se había elaborado, entre los siglos XV y XVI una visión propia suficientemente autónoma de la vida y de los actos cotidianos. Sus instrumentos profesionales y sus horizontes psicológicos emergen y se definen entre los siglos XIII y XIV para imponerse en el periodo renacentista. El comerciante se limita a forjar su propia autosuficiencia en objetivo de acrecentarla, y de una fuerte adquisición de prestigio en una sociedad en que había echado fuertemente sus raíces. En tanto a su formación cultural y profesional, está estructurada de forma que no busca, sino que evita la toma de posiciones teóricas y el encuentro intelectual. La conciencia del tiempo Los eclesiásticos del siglo XIV y XV insisten en la inconsistencia de la duración humana, los comerciantes, en cambio, consiederan cada instante y construyen sobre tal principio su fortuna concreta y elaboran sus proyectos de vida. La actividad del burgués comerciante es articuladacomo una continua auto-programacion con vistas a un empeo calculado e intenso que uno se forja. Esta visión dinámica era debido a que la vida del comerciante estaba dedicada completamente a los negocios. Debían, poner fechas a operaciones, por que , es escencial establecer inmediatamente la relación entre los meses que transcurren y la ganancia que se realiza. La falta de aprovechamiento del tiempo útil para concluir en un nuevo negocio equivale a la esterilización de la suma invertida. Tiempo muerto= ganancia inmóvil. “La rapidez es la madre de todas las riquezas”. Seguro Existían riesgos e infortunios que los comerciantes no podían esquivar. Es por esto que para afrontar el riesgo, se van a crear contratos de seguro. Un gran recurso que el comerciante ha creado entre los siglos XIII y XIV. Seguro= mecanismo que actúa frente al desafío del riesgo. El comerciante, recurriendo cada vez mas al seguro, demuestra la adquisición de su propia madurez, hace nacer de la lógica una solida garantía contra la disminución de sus beneficios. Espacio El comerciante se mueve personalmente pero ya no puede prescindir del inestimable auxilio de una correspondencia a la cual dedica una parte relevante de su actividad. Es así como el comerciante afronta dificultates tales como el tiempo, el riesgo y el espacio: los tres pirales fundamentales que indican la robustez y autonomía de aquel oficio. Sin embargo, no son los únicos pilares. Los otros soportes son la estructura familiar y la imagen que proponen e imponen de si mismo en el contexto social. El comerciante y el banquero poco a poco se impusieron por el peso especifico de su actividad, por la importancia de sus servicios , y además por su capacidad propia de construirse una escala propia de valores existenciales e instrumentos operativos. El comerciante se contentará con insertarse en la jerarquía consagrada, y le parecía que podía elevarse socialmente entrando en las filas del clero y del a nobleza. Se casaban entre ellos, hacían prestamos a figuras políticas (emperadores), formaban parte del patriciado debido al éxito de sus negocios, se casaban con familias de linajes mas altos, se relacionaban con duques, reyes,etc. Se insertaban algunos en cargos políticos, sin dejar ni considerar el comercio. Algunos se hacían proveedores generales pontífices. Los papas establecían relaciones con comerciantes , dándoles títulos como el de depositario de la cámara apostólica. Tipos de Comerciantes (i) Comerciante Sedentario: ligados a su taller o centro donde efectúan la profuccion de las mercancías.
(ii) Aquellos que se desplazan: frecuentan las ferias de su propia zona o el centro sobre el que gravita su propia actividad. (iii) comerciante internacional: Contribuye mayormente a caracterizar el tipo de operador económico de la época. Es el comerciante que opera sobre una plaza distinta de la suya y pasa a negociar en otras plazas debido a los distintos objetos de las otras sociedades en las cuales se compromete. Es este comerciante aquel que puede traficar tanto de Genova a Masella, de Inglaterra a Sevilla, etc. Estos intercambios a media y larga distancia son verdaderamente frecuentes e intensos. Sus viajes no serán mensuales sino anuales. Mas adelante (XV-XVI), los comerciantes europeos se expanden desmesuradamente en el ámbito del medio maritimo. Otra observación es la gama de objetos que se comercializan. En general, el que comercia no mira tanto a la naturaleza de las mercancías sino a la oportunidad de beneficio. Cada uno cambia aquelllos artículos que la situación geográfica en la que se encuentra le ofrezcan la oportunidad de negociar con los productos mas seguros o demandados (paños,seda, naipes, cuchillos,etc) En materia de inversiones se pueden dedicar a la adquisición de tierras e inmuebles y también a los títulos de deuda publica y polizas de seguros. Precisamente por esto no se ha insistido en diferenciar al comerciante del banquero. La mayor parte de los comerciantes se limita a dedicarse a actividades monetaiasr y no ejercen las propiamente bancarias. Son escasos aquellos que solo se dedican a la gestión de un banco. En si misma, la actividad bancaria se jerce junto a otras actividades que ya porsperan, con socios con los que hay un compromiso por un periodo determinado. En algunos casos dada la relevancia publica de la gestión de un banco, su apertura y claurusa son acontencimientos que afectan a la comunidad, y que obligan a los gobiernos a tomar medidas. Los bancos casi siempre permanecen como empresas privadas gestionadas sobre una base familiar y en referencia a la iniciativa de un linaje. [ Los comerciantes y banqueros del renacimiento se disnguien del periodo anterior por su mayor propensión a invertir sus capitales en bienes raíces, inmuebles ciudadanos, y en residencias extraurbanas] La adquisición de tierras es un factor clave. Ya en los siglos XIII y XIV la burguesía de importantes centros urbanos se había instalado en las comarcas vecinas. El fenómeno todavía adquieria mayores proporciones no tanto por el incremento de la ganancia, sino por como se impone dentro de la elite un estilo de vida que obliga a gozar de mayores comodidades reales y de gratificaciones sociales. El comerciante se muetra sensible a las cosas acomodadas, cuya satisfacción le confiere un mas alto grado de prestigio y porte aristocrático. El comerciante debía tener dos propiedades extraurbanas: una cercana, en donde se aprovisionan alimentos de casa en la ciudad; y otro lugar para el ocio y el reposo. Las delicias y el goce, aunque se reconocia que eran atractivas, temian que indujesen al comerciante a relajarse y abandonar sus ocupaciones mercantiles. Ya en los s XV y XVI estos últimos consiguiesen un equilibrio entre la obligación del negocio, los placeres del campo y el aura señorial que los bienes raíces les conferían. *El comerciante italiano renacentista casi no se preocupaba por insertarse en las filas de la nobleza, después de todo, ellos ya eran miembros prestigiosos patriciados y todavía eran sensibles a los valores republicanos y antifeudales. Fuera de la península italiana, los comerciantes que adquierieron un estado nobiliario fueron mucho más numerosos.
El comerciante y banquero de esta época fueron innegables portadores de valores profesionales y culturales propios. Se constata por su inmersión a la nobleza, pero se ve mucho mas en sus relaciones con los soberanos, con el gusto artístico y la edición. En la Edad media su figura casi no estaba integrada en el patriciado, y mucho menos en la nobleza. Tenia episódicos contactos con los soberanos y un horizonte de c ultural claramente profesional. En el Renacimiento está claro que el comerciante es un personaje de estima no solo en los gobiernos de las ciudades, sino también en las cortes de los príncipes. Además es el que se dedica a financiar iniciativas artísticas y culturales. Los comerciantes sabrán cuales eran los ventajas que podían derivar del favor de los soberanos y por esto les prestaban grandes sumas de dinero incluso asumiendo el riesgo de perderlo todo. En el siglo XV los monarcas y soberanos aun no habían desarrollado adecuadamente los mecanismos financieros para valerse por si mismos, gastos belicos, etc. Asi se abría para los operadores económicos un abanico bastante amplio de oportunidades. En la Peninsula Itálica los operadores económicos no se limitaban a los beneficios en dinero sino que transformaban su poder mercantil en poder político. El ejemplo mas representativo es Florencia. Las familas Alberti, Albizi, Medici, consiguieron pasar de ciudadanos muy influyentes a jefes ejecutivos del gobierno florentino. Sobre todo el gran negocio de los Medici, que consite en hacer de Florencia, de sus finanzas y de su favor político, una especia de propiedad familiar. Esta estirpe de comerciantes será a partir de 1530 una progenie de duques destinados a reinar hasta el s. XVIII. Los comerciantes del s. XIV-XV tenían los insturmentos necesarios: escritura particular, contabilidad, cartografía, geografía, conocimiento náutico, los números como lenguaje universal. “Se ha subrayado que el numero fue en todo caso un instrumento de acción al servicio de los intereses comerciales antes de llegar a ser un medio de comprensión para la ciencia” Nace una categoría particular, pero típicamente renacentista: Tipógrafos editores. Fue sin duda un vehículo de la cultura y el nuevo producto constituido: el libro. Un producto de venta y competencia. El historiador debe subrayas que la imprenta fue una nueva y considerable actividad económica. Policefácetica, la figura del comerciante y del banquero ha marcado de forma indeleble la vida de la sociedad renacentista.
Texto 2: El humanismo y los orígenes del pensamiento político moderno Los humanistas del Renacimiento no se ocuparon de la teoría política como tal. Actuaron en calidad de maestros, diplomáticos, propagandistas políticos, burócratas,etc. Y se añadieron a una antigua tradición de literatura retórico-moral cuyo objetivo era la reforma del individuo y la sociedad. Los humanistas del siglo XIV y XV no produjeron ninguna gran obra de filosofía política, pero sin duda transformaron fundamentalmente el mundo intelectual que desde entonces habría de envoler el pensamiento social. Su contribución reside en el clima ideologico que supieron crear. Europa pasó a contar con dos pensadores en cuyas obras se manifestar por primera vez los dilemas y tensiones características del pensamiento político moderno: Maquiavelo y Tomás Moro. Se dice que hay dos clases de reformistas: cambiar las instituciones implica que el individuo se regenerará; o que la reforma humana conllevará a la institucionalidad. Los humanistas italianos de los siglos XIV y XV pertenecieron en su inmensa mayoría al segundo género. Y comenzaron a actuar políticamente a finales del 1300, en un periodo posideológico : batalla ideologica entre el Papado y el imperio germánico; y el gran cisma de la Iglesia (trajo el descrédito del papa y la jerarquía eclesiástica). El sustento de muchos humanistas dependía de la Iglesia, entonces, no era muy cauto lanzarse a una critica general del orden establecido. Asi pues la mayoría de sus escritos políticos eran amonestaciones morales dirigdas a gobernantes. Raramente pusieron en duda la legitimidad de los tres regímenes: la monarquia, la aristocracia, y la republica. Si tuvieron algun prejuicio político en común, fue contra los regímenes puramente populares. Todos los humanistas habían pasado por una preparación retorica intensa y gistsaban de aplicar esa maestria argumentando a favor y en contra de una misma cuestión. La educación retorica configuró una mentralidad y unos ahbitos expresivos que calaron muy hondo en la cultura de la época. Para el hombre de Italia, la sinceridad era un tropo, y resultaba mas simportante que un discurso cumpliera con la propiedad, elegancia, y la eficacia que no que se ajustara estrictamente a la verdad. Aparte de propagandistas, los humanistas eran también funcionarios de alto rango: consejeros de estado, cancilleres,etc. Los historiadores medievales tendían a analizar un suceso en función de la moral y de la providencia divina: el éxito o el fracaso equivalían respectivamente, al premio por la virtud o al castigo del pecado. Por el contrario los humanistas secularizaron a conciencia explicación de los procesos históricos, ya fuera interpretando los hechos como un producto de las virtudes, y recursos de sus protagonistas humanos. Los humanistas creyeron que la historia era una filosofía que enseña por medio de ejemplos, una fuente de modelos de actuación correcta, a través de la prudencia. Desarrollar esta virtud quería decir comprender las causas reales de un suceso, no las aparentes, y eso podía llevar a una conciencia de que los mecanismo de poder operaban según unas normas muy distntias de las que regian la ética. Se volvieron a emplear los textos de Aristóteles y Platón.
La reflexión política humanística se inclino por el conservadurismo, el realismo y una posición no idealogicoa, enfatizando la educación y la reforma del individuo. Que los humanistas evitaran al máximo la demanda de una transformación de las instituciones del poder no quiere decir que carecieran de audacia para censurar los valores que imperaban en la sociedad. Las raíces de esa critica social se encuentran habitualmente en el culto al pasado clásico , el sello que distinguio a todos los humanistas del Renacimiento. Para el humanista, los defectos de la critiandad moderna debían imputarse en gran medida a la perdida de la herencia clásica: la sabiduría, la virtud, el poder militar, etc. Pero celebrar el pasado, indica condenar el presente. Y por eso mismo, estaban destinados a toparse con los guardianes de la cultura establecida y con las tradiciones del saber monacal y escolástico que estos reprsentaban. No quiere decir que los humanistas fueran hostiles al cristianismo, pero si estaban en contra de muchos valores de la cultura cristiana medieval. Los humanistas censuraban o no admitían la vieja tradición cristiana de pobreza apostólica. Para muchos de ellos el lucro era algo natural y universal: quien perseguia ese objetivo se tornaba valeroso, prudente, sensato, etc. Sin poseer una fortuna, no se podían ejercer las virtudes de la liberalidad y magnificiencia. En el siglo XV algunos humanistas , recurriendo a autores latinos, pusieron a tela de juicio la trdicional supremacía de la vida contemplativa sobre la activa. No criticaban la contemplación como medio de preparación del alma, sino que, desde la perspectiva de la sociedad. La vida activa era mucho mas útil , pues daba mayor proyección a la virtud, mientras que la contemplativa solo redundaba en beneficio de uno mismo. Aparte de esto, pusieron en tela de juicio las bases ideológicas del sistema clerical, la jerarquía, el monacato, el principio de la subordinación de los fines políticos a los religiosos. Sus reparos al cristianismos de le época se vestían a veces con las ropas de la reforma, vale decir un intento por volver a la supuesta pureza cristiana del mundo antiguo. Su profundo conocimiento de otra civilización y la costumbre de compararla con la de sus días, terminaron por desembocar en una suerte de relativismo cultural. La Italia medieval dio cabid a dos grandes corrientes de pensamiento sobre la configuración política de la sociedad: monarquia como forma optima de gobierno, y la que veía en el poder popular la mejor salvación contra los tiranos. Desde el siglo XII, ambas se mantuvieron y se desarrollaron en la época renacentista. Las reflexiones humanísticas sobre el régimen comunal son fundamentales. A principios del siglo XII surge el repuplicanismo renacentista, con la Política de Aristóteles y con la obra de Maquiavelo. Algunos humanistas preferían vivir en el seno de una republica , y la razón principal era su convicción de que las artes
y las letras se adecuaban mejor a ese tipo de gobierno. Otros
humanistas, entanto, habían tendido a identificar el estudio de las letras con la vida contemplativa, y esta les parecía compatible con un sistema autocrático. Para Bruni, humanista de la época, la vida intelectual y la creación artística eran manifestaciones de la vida activa y puestas al servicio de la ciudad, por tanto alcanzaban su máximo esplendor de modo natural en un contexto como el de la republica, que valoroaba al máximo la actividad del ciudadano. Comienza un repudio de la tradición republicana que da origen a un análisis sobre la constitución política de tal régimen. Aurelio Brandolini señala: la corrupción del modelo electoral, el modo en que los ricos controlan a los miembros del gobierno gracias a las deudas y el trafico de influencias,
los limites que la realidad impone a la libertad de expresión, la tendencia del sistema judicial a servir el interés del poderoso, inexistencia de igualdad económica, y para terminar, como critica mas importante , la imposibildiad de que nadie persiga el bien común dadas las características psicológicas innatas del ser humano. En el año 1400 se inicio una revolución en el arte de la guerra, así como el nacimiento del estado moderno. En el reino del pensamiento político la reflecion critica caló mucho mas hondo todavía con la llegada de una generación de intelectuales que habría de cuestionar drásticamente los presupeustos de toda la tradición política desde platon en adelante: el mas radical fue Niccolo Maquiavelo. Opinaba que fomentar la virtud de la clase gobernante era el medio mas eficaz para lograr la reforma, y siempre le interesó mas transformar la mentalidad política que las instituciones. Creia que el estudio de la antigüedad clásica ofrecia ejemplos aleccionadores para el mundo moderno y que el éxito del imperio romano le hacia acreedor al puesto de modelo por excelencia. Maquiavelo fue el primer humanista que defendió en sus obras el régimen popular. Cree en la incompatibilidad entre la moral cristiana y la que se requiere para edificar un régimen político que persiga el triunfo siguiendo los pasos de Roma. Para Maquiavelo el mundo de la fése subvordina a los intereses de la sociedad civil. Visión de la religión como un factor instrumental. Lo que Maquiavelo quería aprender del pasado romano era la formula secreta del éxito y el poder . Los hechos históricos debían estudiarse con vistas a la conducta real de los protagonistas y lass razones del triunfo o fracaso. De ese modo, se podrían deducir pautas de comprtamiento que limitasen el azar e incrementasen la probablidad de éxito. Maquiavelo se resistio a aceptar la antigua tradición que decía que la naturaleza, la felicidad y la virtud era una verdad fuera de duda. El argumento que ocupa Maquiavelo es que la supervivencia es condición previa a cualquier otro bien y que no puede haber felicidad en un estado de esclavitud, dado que sobrevivir aveces implica actuar en discrepancia con la moral tradicional , hay que estar dispuesto a abandonarla si se quieren mantener las condiciones minimas para la felicidad, o sea, la libertad política. Otro personaje que debe ocupar un puesto en las filas del humanismo renacentista es Tomas Moro. Moro afirma que la justicia debe guiar a la comunidad por encima de todo, del mismo modo que sostiene el papel central de la virtud, el valor positivo de la vida activa, y la importancia de la educación. La visión social del pensador no corresponde a la de un conservador, asi lo atestiguan sus alegatos contra nobles y la glorificación del trabajador humilde. Es su escrito Utopia, la critica mas radical del humanismo escrita por un humanista. El libro es una replica al pensamiento humanístico establecido. Para moro la verdadera filosofía era una forma de la prudencia, una sabiduría perfecta que debían estudiar los lideres políticos con vistas al fomento de la virtud. El primer capitulo de la utopia llega a la concljusion de que la forma de filosofía civil de los humanistas italianos difícilmente mejoraría la vida política y social. “¿Qué implicaría una sociedad que premiase a la gente conforme a su mérito y su contribución al bien común y no a tenor de la riqueza y el linaje? Desde luego, educar príncipes y oligarcas en las letras clásicas no va a resolver el problema. Conclusion, todos los defectos de la sociedad humana remontan al dinero y al orgullo. Moro sugiere que la única posibilidad de limpiar la sociedad europea de tales vicios es pasar por una revolución drástica: la abolición de la jerarquía social y de la propiedad privada; solo
así se podrá concilar finalmente la vida activa con la contemplativa, por que solo en utopia puede el filosofo decir lo que cree sin temor alguno, y solo allí puede servir al bien común sin daño para su propio espíritu.