Resumen del cuento la soberbia del piojo es el siguiente: Un momento, señora….. Y la señora linares, linares, llena llena de inquietud inquietud y curiosidad, curiosidad, se quedó quedó inmóvil. De De tal manera que yo estir resueltamente la mano y cog! la tela que cubr!a la casta morbide" de una espalda marmórea, un insecto rubio de tamaño muy diminuto, lo arroj al suelo, le pas varias veces el pie por encima y me sacud! las manos con repugnancia. #$u es% #$u &a sido% ' preguntó la señora linares. ' nada, señora. Un pequeño insecto que de seguro admiraba su belle"a ' (cómo nada) un piojo ' dijo interviniendo un viejo, un anciano de barbas revueltas y ampulosas como nido de oropndola, que, con su cara de perro parec!a ladrarle a las personas cuando &ablaba con sus ojos cubiertos de arrugas. ' (*es+s) eclamó la señora linares quin estaba avergon"ada, as! mismo la señora linares optó por retirarse, de manera que las dem-s mujeres tambin le siguieron el camino, dej-ndonos completamente solos. Yo dirigindome al viejo no pude menos que decirle: ' Usted es un indiscreto, señor elc&or. /so no se le delata a una señora. 0a podido usted ocasionarle un susto muy severo pudiendo provocarle un desmayo, el viejo me dijo, yo pre1ero un piojo a un perro, no sólo porque tiene dos patas m-s, sino porque no tiene las baje"as de ste. /l perro se agac&a, se &umilla, implora cuando recibe un puntapi del amo. /l piojo es el m-s soberbio de los seres creados. 2ueno, bueno. 3onversemos 3onversemos de los animales. 0a dic&o usted que el piojo es el mejor amigo del &ombre. #Desde cu-ndo nació esta amistad% #4or qu% Don elc&or se acarició la barba y despus de un largo silencio comen"ó: 5engo 5engo sesenta años largos, largos, que valen por seiscientos. seiscientos. is ojos ojos &an visto muc&as cosas. 4ues bien, es con los ojos con lo que vi lo que voy a contarle. Una tarde… 6o, 7ue una noc&e como un d!a cualquiera. 8oñaba que un insecto de proporciones ele7antinas, me &urgaba el o!do con una de sus garras, me dec!a lentamente: (elc&or, despierta) (5e amena"a un peligro).. Y yo, le contest 9-yase usted al demonio (( Djeme dormir); Y el insecto impertrrito: 9(elc&or despierta) 5e empujan la puerta del cuarto;. Y yo ya no era un &ombre que dorm!a, sino un viejo que atormentaba con sus ronquidos. Y vuelta el insecto: 9(elc&or), si no despiertas te matar-n primero y te robar-n despus;. #Robarme% < m! me &abr!a importado poco lo de la muerte. 4ero robarme robarme el ba+l y lo que ten!a en l, unas ligas y un paquete de cartas, que yo adoraba desde los veinte años… ( *am-s). e levant salt del lec&o, encend!
la vela y comenc rabiosamente con una ceguedad de ciervo irritado, a repartir a diestra y siniestra. Y mientras yo gritaba con toda la &eroicidad de un avaro #Dónde est-n mis ligas%, de un rincón del dormitorio una vo" que parec!a un &ipo me respondió: 9(4erdón, taita) (6ada tocado, taita) (6o me mates, taita);, mir al rincón y pude ver a mi criado, a mi mo"o de con1an"a, con un puñal enorme en las manos arrodillado &umildemente, con una &umildad de perro ingrato, el mismo momento le dije, l-rgate perro ingrato, la ingratitud, seg+n los moralistas, parece que la inventó el &ombre. =uego cerr la puerta y me sent a meditar y ponerme pensar de lo que me &ab!a salvado, volv! a soñar, mejor dic&o reanud mi sueño. /s en esta segunda mitad en la que dejar clara mi tesis, que podr!a titular 9De la bondad indi7erente y de la soberbia inconmensurable de un piojo;. /n ese momento le dije, un piojo como el que acaba de quitar usted de la espalda de la señora linares (3u-nto usted no &abr!a dado por ser en ese momento el piojo de la señora linares) 4or qu no &acer que se pare"ca m-s al &ombre que el piojo. 6ormalmente se entiende. 5iene toda la bellaquer!a, toda la astucia, todo el ego!smo y toda soberbia del &ombre. /n lo +nico que se di7erencia es en que el piojo no tiene nervios ni vicios. Un piojo es impasible. Y es una virtud en seis patas. >rente al peligro ni se conmueve ni &uye, se deja matar tranquilamente. e &ubiera gustado responderle a tan soberbio animalillo que con su valent!a pudo evitar que yo pierda la vida. 8i los piojos se &icieran la guerra y tuvieran &istoriadores las 7uentes de la &eroicidad quedar!an agotadas. /sto &a sido el resumen de la soberbia del piojo
=< 8?2/R2@< D/= 4@?*? A
Un momento, señora…
Y la señora, toda joyas y seda, llena de inquietud se quedó inmóvil. Yo, con todo el respeto cog! de su espalda, un insecto rubio y diminuto. =o arroj al suelo, le pas por encima varias veces el pie y me sacud! las manos con repugnancia. A
#$u es% #$u &a sido% ' preguntó la señora.
A
6ada. 8eñora. Un pequeño insecto.
A
(3ómo nada) Un piojo, /lvirita 'dijo el m-s viejo de la reunión.
A (*es+s) 'eclamó la señora =inares, levant-ndose bruscamente y yendo a ocultar su vergBen"a lejos de nosotros.
Yo, dirigindome al viejo, no pude menos que decirle: A /s usted demasiado indiscreto, don elc&or. /so no se le descubre a una señora. 0a podido usted causarle un desmayo. Cste se limitó a contestarme: A (
#3on que eras t+% (=-rgate, perro ingrato)
Y el indio se escabulló. 3err la puerta y me sent en el lec&o, meditando sobre lo que acababa de pasarme. Yo estimo muc&o al piojo desde la noc&e aquella en la que le perdon la vida a mi criado. #Y sabe usted por qu% 4orque l 7ue el insecto de mi sueño l 7ue quien me dio la vo" de alarma. 6o &ay ser que se pare"ca m-s al &ombre que el piojo. oralmente, se entiende. 5iene toda la bellaquer!a, toda la astucia, todo el ego!smo, toda la soberbia del &ombre. /n lo +nico en que se di7erencia es que el piojo no tiene nervios ni vicios. Un piojo es impasible. /nrique =ópe"
. #$uines son los personajes de la lectura% 3oloca algunos rasgos de ellos. ? Conce Maille: 4rotagonista del cuento. /s un indio corpulento, astuto y auda"
ladrón. 8e caracteri"a por ser intrpido, descon1ado, cauteloso y violento pero en su cora"ón guarda un pro7undo amor por su madre y su tierra. José Ponciano: 3omunero del pueblo de 3&up-n que denuncia a 3once aille
ante el tribunal de los yayas el robo de su vaca. Tribunal de los yayas: *ueces de la comunidad. Marcos Huacachino: *e7e del tribunal de los yayas José Facundo: 3omunero que traiciona a 3once aille, 7acilitando su captura.
0ombre que tiene siempre la mentira en la boca y que es capa" de engañar con 7acilidad &asta al mismo diablo. 3once aille le cortó la lengua por mentiroso y traidor. Nastasia: adre anciana de 3once aille. Natividad Huaylas: /l que vendió el toro a 4onciano. Santos: 3omunero que esp!a a 3once aille por mandato de los yayas para
capturarlo. 3uando lo ubica en la c&o"a de 6astasia, avisa al je7e de los yayas. Los pobladores de Chupán :que participan en la captura y muerte de 3once
aille
/n el serrano pueblo de 3&up-n, el tribunal de los yayas , implacable consejo de ancianos encargados de impartir justicia, condenaba por ladrón reincidente a 3once aille, indio puro de mirada desa1ante, rebelde, autosu1ciente ,que A aunque eplicó el motivo de su +ltimo robo A no logró probar su inocencia. /l 7allo no pudo ser peor: se le epulsaba de su pueblo para siempre, deb!a alejarse de su c&o"a, de su madre, de sus tierras, de sus costumbres, es decir, se le condenaba casi a una muerte en vida. 8i volv!a se le aplicar!a el +ltimo remedio, el us&anan &i,es decir se le pondr!a a disposición de la justicia del pueblo. =a naturale"a rebelde de 3once aille sólo soportó un mes y 7urtivamente una madrugada regresó a ver a su madre pero 7ue visto por emisarios de los yayas y al salir 7ue perseguido a bala"os, el -gil 3once logró subir al campanario del pueblo, se de7endió con su carabina y de certeros bala"os mató a doce pobladores incluidos un yaya. 4reocupados, se reunieron los pobladores al mando de los yayas y decidieron proponerle a 3once una
tregua, que baje, se le reconocer!a su valor y se le dejar!a ir con la condición de que no vuelva m-s, pero todo 7ue una mentira preparada, al bajar 3once, el encargado de proponerle el trato abrió los bra"os para engatusarlo con un abra"o, lo que logró emocionar a 3once, el abra"o no 7ue tal sino que le intentó aprisionar a la ve" que gritaba (us&anan &i,us&anan &i) >urioso por el engaño 3once aille se en7rascó en una 7ero" luc&a y de una atro" cuc&illada le arrancó la lengua. ientras tanto los pobladores armados con armas de 7uego, palos, piedras y cuc&illos, aprovec&ando su descuido mientras luc&aba lo atacaron en grupo, con palos, piedras, cuc&illos y bala"os, como pudo, gravemente &erido corrió &asta su casa, cayó en bra"os de su madre y all!, 7rente a ella le clavaron die" cuc&illadas, luego &artos ya de pun"ar, empe"aron a descuarti"arlo, le sacaron el cora"ón, los ojos, la lengua, mientras los perros 7uriosos tambin le arrancaban la piel de grandes dentelladas. =o poco que quedaba del cuerpo salvajemente destro"ado 7ue paseado por el pueblo como escarmiento y sus intestinos, varios meses despus, ya secos, colgaban de la ventana de aquella abandonada casa.