6 La necesidad imperiosa de preparar el discurso antes de pronunciarlo, y tener algo preciso y perentorio que decir, algo que haya dejado impresión en el nimo, algo, en fn, que no pueda quedar sin ser dicho. ¿No nos sentimos acaso atraídos por el orador en quien percibimos que tiene en su cerebro y en su corazón un mensaje real, un mensaje que trata ardorosamente de comunicar a nuestro cerebro y a nuestro corazón !e allí" una buen buena a porc porció ión n del del secr secret eto o de de habl hablar ar.. #reparar el discurso$ no sólo leer e in%ormarse. &no tiene que apropiarse del tema, re'e(ionar sobre )l, ahondar en sus propias e(periencias y pensamientos, %ormar una opinión propia, trabajarla y entonces sí se tiene algo que decir y el discurso 'uye. #reparar un discurso signifca reunir los pensamientos propios, las ideas propias, las con*icciones propias, las necesidades propias. + tenemos tales pensamientos. enemos tales necesidades. oda nuestra *ida est llena de sensaciones y de e(periencias. +acen +acen en lo ms pro%undo del subconsciente, tan reales como los guijarros que yacen a la orilla del mar. mar. La preparación signifca pensar, considerar, recordar y escoger de estas sensaciones y e(periencias las que nos parecen mejores- pulirlas, %orjarlas, tejerlas unas con otras. ejar a las ideas crecer. /scribamos todo lo que se nos ocurra respecto a un tema. /scribamos qu) *imos en el te(to cuando lo elegimos. /scribamos todas las ideas asociadas que se nos ocurran entonces. 0notemos todas estas ideas, en pocas palabras, las necesarias solamente para fjar la idea, y mantengamos la mente a la caza de otras, como si nunca %u)ramos a *er otro libro en la *ida. /sta es la manera de hacer producti*o el cerebro. 1erced a este proceso mantendremos los procesos mentales %rescos, originales y creadores. Lincoln$ e *ez en cuando, durante este proceso de consideración * 2procreación2, 2procreación2, anotaba algunas cosas, %ragmentos, %rases sueltas, en sobres *iejos, pedazos de papel, retazos quitados de alg3n saco de cartón, cualquier cosa que estu*iese a la mano. /stas anotaciones las guardaba luego en el techo de su sombrero de copa y no las *ol*ía a *er hasta que tu*iera tiempo para sentarse y ordenarlas- luego escribía y re*isaba su discurso, y le daba el pulimento fnal para pronunciarlo. No incurramos en el error tan com3n de querer abarcar muchos aspectos en una con%erencia corta, que quien mucho abarca poco aprieta y todo se le suelta. omemos omemos uno o dos puntos de *ista y tratemos de desarrollarlos adecuadamente. #ensar en el tema todo el día$ cuando nos ba4amos, nos a%eitamos, salimos del ele*ador, platicarlo con los amigos. !acernos todas las preguntas posibles con respecto al asunto. 5i tenemos poco tiempo, escoger sólo un aspecto y desarrollarlo en la mayor pro%undidad posible.
? 5obre todo, no hagamos de nuestro discurso una e(posición abstracta. /so suele aburrir. /ntremezclemos en el una sucesión de ejemplos y de juicios generales. #ensemos en los casos concretos que hayamos obser*ado, y en las *erdades %undamentales que esos ejemplos específcos ilustran. 7eremos tambi)n que estos casos concretos son mucho ms %ciles de recordar que los abstractos- que son ms %ciles de e(poner. !acen ms brillante y ms 'uida nuestra e(posición. 0lgunos alumnos, al pronunciar un discurso, cometen el error imperdonable de situarse, en el plano que sólo a ellos interesa. No es su obligación, acaso, hacer la 2charla2 amena, no para sí propios, sino para sus oyentes ¿No deben h acer lo posible por satis%acer los intereses egoístas del auditorio 1ientras nos preparamos, analicemos nuestro auditorio. 1editemos sobre sus necesidades, sus deseos. /sto, a *eces, nos gana la mitad del )(ito. 8eunamos mucho ms material del que pensamos emplear. Luther 9urban: dijo, poco antes de morir$ 20 menudo he criado hasta un millón de plantas de una misma especie, para no encontrar ms que uno o dos ejemplares realmente buenos. + entonces he destruido todos los otros.2 Los discursos deben prepararse con nimo similar de pro%usión y entresacadura. 8eunamos cien pensamientos y descartemos no*enta. 5i despu)s de pensar se in*estiga sobre el tema todo lo que se pueda, mejor, porque esto brindar un bac:ground *aliosísimo que, adems, dar seguridad al orador y enriquecer su discurso. /d;in
rden del discurso$ 6. !e aquí" una situación que debiera ser remediada. ?. eberíamos hacer tal y tal cosa. @. &stedes debieran ayudar por tales y tales razones.
@ 6. 0traigamos la atención y el inter)s del p3blico. ?. Aan)monos la confanza del auditorio. @. igamos lo que tenemos que decir- eduquemos a la gente respecto del m)rito de nuestra proposición. B. oquemos los resortes que hacen actuar a los hombres. Arabar su discurso y escucharse. 5iempre re*isar las ms *eces posibles el discurso. /n la 3ltima lección se nos aconsejó que tomramos notas. &na *ez escritas en pedazos de papel las *arias ideas y ejemplos que se nos hayan ocurrido, juguemos al solitario con ellas- separ)moslas en grupos afnes. 5ubdi*idamos estos grupos en otros ms peque4os. 7ayamos quitando las ahechaduras hasta que sólo quede trigo de primera calidad C y aun parte de este trigo tendr" que ser dejado a un lado, sin emplearlo. Nadie, si procede como debe, es capaz de usar ms que una parte del material reunido. 5i hacemos notas que sean grandes y bre*es, para recordarnos cosas$ les dir) que se debe hacer tal cosa por tales razones... mencionar) tal y tal punto. !ace dos mil a4os, !oracio escribió" $ 2No busquemos palabras, sino hechos e ideas, + copiosas *endrn las palabras no buscadas.2 Luego que hemos fjado frmemente las ideas, ensayemos el discurso desde el principio hasta el fnal. !agmoslo en silencio, mentalmente, mientras *amos por la calle, mientras esperamos que llegue un tran*ía o un ascensor. /ncerr)monos solos en un cuarto y repitmoslo a *oz normal, gesticulando. Dmaginemos que estamos hablando %rente a un auditorio real. 8e3nanse entre ustedes y ensayen. 6. ?. @. B. G. H. I.
5acudir la pereza mental 8espetar el hecho$ obser*arlo como es. >bser*ar antes de discutir ENo creer lo que se desea creerF. =omparar las cosas con afnidad de ellas. 5ituar el asunto. 8ecordar los hechos importantes y ol*idar los otros. #roceder como en la guerra$ reclutar idear, mo*ilizarlas, concentrarlas, combate. J. ener siempre presente a los hombres en la *ida. K. #resentar el problema. &n problema bien presentado es un problema medio resuelto. 6.9osquejar, proponer las soluciones posibles. /star tranquilo al dar un discurso. i*idir memorización en inter*alos.
B No quedarse en silencio si se ol*ida lo que se tenía que decir$ buscar ganar tiempo$ ¿escuchan bien los de atrs ¿hablo demasiado lento M =omenzar el prra%o siguiente con la 3ltima palabra que se dijo Eimpro*isaciónF. 1ientras el orador escarba estas peroC grulladas en la parte ms superfcial del cerebro, deber", al mismo tiempo, pensar cul era el pró(imo punto de su discurso planeado, qu) había pensado decir en un principio. /l secreto de todo )(ito may3sculo$ 2Las pasiones son los 3nicos oradores que conC *encen siempre Cha dicho La 8oche%oucaultC. 5on como un arte de la naturaleza en que las reglas %uesen in%alibles- y el hombre ms sencillo persuade mejor que el ms elocuente, si aqu)l est entusiasmado y )ste no lo est.2 2La elocuencia Cdecía 9ryanC puede ser defnida como el discurso de uno que sabe de qu) est hablando, y siente genuino inter)s por lo que diceCse lo piensa con %uego... /l saber tiene poca importancia para el orador que carece de *ehemencia. /l discurso persuasi*o *a de corazón a corazón, no de cerebro a cerebro. /s di%ícil para un orador enga4ar al auditorio en punto a sus propios sentimientos... !ace casi dos mil a4os, uno de los ms grandes poetas latinos e(presó este pensamiento cuando dijo$ 5i quieres arrancar lgrimas de los ojos de los dems, t3 mismo debes mostrar las huellas del dolor.2 Los ni4os que asistían a las con%erencias políticas de 1artí" , sin entender lo que tan grande orador decía, rompían a llorar cuando le escuchaban. E=omo las cancionesF. 5i nosotros nos sentimos lnguidos, ellos se sentirn lnguidos. 5i nosC otros nos mostramos reser*ados, ellos se mostrarn reser*ados. 5i sólo tenemos un poco de inter)s, ellos sólo tendrn un poco de inter)s. #ero si sentimos con *ehemencia lo que decimos, y lo decimos con sentimiento y espontaneidad y %uerza y contagiosa con*icción, el auditorio no podr" e*itar el ser en*uelto por nuestro espíritu. 5DN=/8D0. /n esto %racasan muchos oradores. =arecen de con*icción- no hay anhelo, ímpetu en su discurso. No hay pól*ora en la bala. =ualquier oyente obser*ador sabr" en seC guida si el orador habla con impresiones superfciales, o si !abla lo que le surge de las pro%undidades. =onque, sacudmonos de nuestra inercia. #ongamos el corazón en cuanto hagamos. =la*emos. 9usquemos las %uentes escondidas que yacen enterradas dentro de nosotros. >btengamos hechos, y detrs de los hechos, sus causas. =oncentr)monos. #ensemos en ellos, meditemos hasta que nos importen. /n 3ltimo anlisis comprobemos que todo descanse sobre minuciosa preparación, la *erdadera %orma de preparación. La preparación del corazón es tan indispensable como la preparación de la cabeza. Lo ms importante en un discurso no es la %ría %raseología, sino el h ombre, el brío, la con*icción que haya detrs de esa %raseología.
G /scuchemos estas palabras de /mersonO !ay en ellas un mundo de sabiduría$ 2=ualquiera sea el lenguaje que empleemos, nunca lograremos decir otra cosa que lo que somos.2 #ostura y ademanes. No gritar, pero hablar con sufciente *olumen. /l apocamiento, el tono pusilnime, y las %rases hueras, no engendran gran confanza ni con*icción. Dmaginemos %rases de propaganda como )sta$ 27isite 8ío de
H comenzamos en un tono y seguimos en el mismo, los que escuchan dejan de estar atentos al poco tiempo.2 #robemos esto$ digamos 2dos millones de libros2 rpidamente y con talante tri*ial, de modo que parezca una cantidad peque4a. igamos ahora 2doscientos libros2. igmoslo lentamente, digmoslo con emoción- digmoslo como si estu*i)ramos terriblemente asombrados de la enormidad del n3mero. ¿No es *erdad que hemos logrado hacer de dos millones una cantidad ms peque4a que doscientos. !ay algo, aparte las simples palabras, que es decisi*o en el discurso. 1e refero al sabor con que uno las dice. 2No importa tanto lo que decimos, cuanto cómo lo decimos.2 1uchos oradores no prestan atención a sus oyentes y dirigen sus miradas a la pared del %ondo o al suelo. 5e diría que estn hablando solos. No hay sensación de contacto entre el auditorio y el orador, %alta el 2tome y traiga2. 5emejante actitud sería %atal en una con*ersación. No lo es menos en un discurso. 5i nosotros nos interesamos por nuestro auditorio, lo ms probable es que nuestros oyentes se interesen tambi)n por nosotros. 5i les ponemos mala cara, seguramente, interna o e(ternamente, ellos nos pondrn mala cara a nosotros. 5i nos mostramos tímidos y un poco aturrullados, sin duda perdern la conC fanza en nosotros. 5i las echamos de descarados y jactanciosos, se recubrirn de su propia de%ensa de egotismo. 0un antes de hablar, las ms *eces, ya estamos condenados o aprobados. /s, pues, el partido ms razonable asegurarnos que nuestra actitud sea tal que coseche un clido recibimiento.2 5i tenemos que hablar a un concurso reducido de oyentes, debemos elegir una sala peque4a. /s mejor tener gente parada en los pasillos de un teatrillo que tenerlos desparramados entre los solitarios y desolados espacios de un salón inC menso. 5i nuestros oyentes estn dispersos, pidmosles que se adelanten y se sienten cerca de nosotros. Dnsistamos en esto antes de comenzar a hablar. No distracciones.
I chistoso. =histe debe ir acorde con el momento, *enir al caso$ /l no*elista
J 21i manera de iniciar y ganar una discusión Cdecía LincolnC, consiste en hallar primero un punto com3n de acuerdo.2 Lincoln descubrió esta *erdad cuando tenía que discutir el harto in'amable asunto de la escla*itud. 2urante la primera media hora sus ad*ersarios no podían menos que aprobar cuanto decía. Luego empezaba a des*iarse, poquito a poquito, hasta que parecía tenerlos a todos de su lado.2 8oc:e%eller$ 2/ste es un día inol*idable de mi *ida. /s la primera *ez que tengo la buena suerte de encontrarme con los representantes de los obreros de esta gran compa4ía, con los capataces y superintendentes, todos juntos, y puedo asegurar que estoy orgulloso de *erme aquí, y que recordar) esta reunión mientras *i*a. 5i esta asamblea se hubiese lle*ado a cabo dos semanas atrs, yo sería un e(tra4o para los ms de *osotros, y muy pocos rostros me serían %amiliares. #ero habiendo tenido la oportunidad en la 3ltima semana de *isitar todas las minas de carbón del 5ur, y de hablar con casi todos los representantes, sólo e(ceptuados aquellos que estaban ausentes- habiendo *isitado *uestros hogares, con*ersado con muchas de *uestras esposas e hijos, hoy nos reunimos aquí", no como e(tra4os, sino como amigos, y es con ese espíritu de mutua amistad que me congratulo de tener esta oportunidad para discutir con *osotros nuestros comunes intereses.P ¿No es ya bien e*idente que el orador que discute con el auditorio sólo logra despertar la tozudez de )ste, colocarlo a la de%ensi*a y tornar casi imposible su intento de hacerle mudar de parecer ¿/s prudente comenzar diciendo$ 27oy a probaC ros tal y tal cosa2 ¿No es lo ms probable que al auditorio esto le sepa a reto, y se diga entre dientes$ 2/so lo *eremos2 No es, entonces, ms *entajoso comenzar afrmando en%ticamente algo que tanto nosotros como el auditorio creemos, y luego traer alg3n problema pertinente que todos quisieran *er resuelto. Lle*emos, entonces, al auditorio a buscar esa solución con nosotros. + mientras buscamos, *ayamos e(plicando nuestros puntos de *ista, con tanta claridad que inconscientemente los oyentes *ayan aceptndolos como si les %ueran propios. endrn mucho mayor apego por una *erdad si creen haberla descubierto por su propia cuenta. 2/l mejor argumento es aquel que sólo parece una e(plicación.2 iscurso
K 6. =omencemos por un punto com3n. Logremos que todos est)n de acuerdo con nosotros desde el principio. ?. No presentemos nuestro tema de tal modo que el p3blico se diga entre sí 2NoO NoO2 desde el principio. =uando una persona ha dicho No un a *ez, su negra honrilla e(ige que no se retracte. 2=uantos ms síes podamos conseguir desde el principio, tanto mayor ser" nuestra probabilidad de fjar la atención sobre nuestras palabras y lograr nuestra fnalidad.2 @. No comencemos diciendo que *amos a probar tal y tal cosa. /sto puede pro*ocar oposición. Los oyentes pueden pensar$ 2/so lo *eremos2. raigamos sobre el tapete alg3n problema pertinente y hagamos que nos sigan en la b3squeda de una solución. . . 2/l mejor argumento es aquel que parece una e(plicación.2 B. /l discurso ms %amoso que haya escrito Tilliam 5ha:espeare es la oración %3nebre de 1arco 0ntonio ante el cad*er de =)sar. La turba romana es partidaria de los conspiradores. Notemos con cunta astucia 1arco 0ntonio con*ierte esta simpatía en odio %uribundo. Notemos que lo hace sin discutir. #resenta los hechos y deja que el auditorio %orme sus propias opiniones. /l comienzo y el fnal de un discurso son lo ms di%ícil. La terminación es realmente el punto ms estrat)gico de un discurso. Lo que un o dice lo 3ltimo, las 3ltimas palabras que quedan sonando en los oídos del auditorio, son las que probablemente sern recordadas por ms largo tiempo. No terminar con S9ueno, esto es lo que tenía que decir P. !ay que terminar sin terminar. 0lg3n político irland)s anónimo ha dado esta receta para hacer un discurso$ 2#rimero digmosles qu) les *amos a decir. 5egundo, digmosles. ercero, digmosles qu) les hemos dicho2. No est mal. #or cierto que muchas *eces es sumaC mente *entajoso 2decirles qu) les hemos dicho2. 9re*emente, desde luego, rpidamente, un simple bosquejo, un sumario. 0lgunas opciones para concluir$ 6. ?. @. B. G. H.
8esumir los puntos. /(hortar a la acción. =ita po)tica o cita adecuada. Aalantería sincera al auditorio. 0lg3n elemento humorístico. #ro*ocar risas. #roducir un clíma(.
9usquemos una buena conclusión y un buen comienzo, y luego, no los separemos mucho. erminemos siempre antes de lo que el auditorio desea. 2/l punto de hartazgo llega muy poco despu)s de haberse alcanzado la cumbre.P #ara obtener mayor claridad$ 6. &sar comparaciones. 5i el auditorio no conoce una cosa, e(plicrsela con algo que sí conozca- por ejemplo$ coco blanco en *ez de nie*e blanca y gotas de agua mediterrneo para tomos. ?. Lenguaje que todos puedan entender. /sto no signifca que no pueda
6 ser interesante. imón #ortillo. @. 5i se presta la ocasión, utilizar diagramas y dibujos. 8epresentar *isualmente las cosas. /jemplos concretos$ galgo ca%) en *ez de perro. B. 8epetir las ideas importantes con di%erentes palabras$ Napoleón decía que la repetición es el 3nico principio serio de la retórica. /l sabía esto, porque una idea que para )l era clara no siempre los dems la alcanzaban con igual %acilidad. 5abía que lle*a tiempo comprender nue*as ideas, que la mente debe estar centrada sobre ellas continuamente. /n fn, sabía que era menester repetirlas. No al pie de la letra. La gente se %astidia con esto, y no sin razón. #ero si la repetición *iene en*uelta en di%erente %raseología, si es *ariada, los oyentes nunca la considerarn una repetición. 7eamos un ejemplo de /chegaray$ 2+o limpio a toda religión de toda mancha- toda religión para mí, en sus aspiraciones nobles y le*antadas, es pura y blanca como la nie*e.2 G. #oner ejemplos. ecir las cosas de manera general tiene poco impacto, signifca poco en los oyentes, es demasiado *ago y d)bil. /s necesario mencionar cosas concretas. /n *ez de decir Shay cineastas mu y buenosP$ 5corsese, por ejemplo, en su película no s) cual hizo tal y cual cosa. 5eamos concretos. 5eamos e(actos. 5eamos precisos. La e(actitud no sólo %a*orece la claridad, sino la efcacia, la con*icción y el inter)s. 2odas las ideas, conceptos y conclusiones que entran en la mente Cdice Talter ill 5cott, presidente de la &ni*ersidad del NoroesteC, son considerados ciertos a no ser que se oponga una idea antagónica. 5i transmitimos cualquier suerte de idea a otra persona, no ser menester con*encerla de la *erdad de esta idea si logramos impedir que en su mente surjan otras disidentes. 5i hago leer a alguien la %rase las 'ores de cardo son las ms bonitas, esta persona creer" a pie juntillas que son las ms bonitas, y esto sin necesidad de prueba, a no ser que en su mente se produzcan ideas contrarias.2 La sugestión es uno de los recursos ms poderosos para in'uir con que cuenta el orador. 5ugestión es hacer que la mente acepte una idea sin prueba ni demostración. 5i yo digo 2/l *ino /quis es absolutamente puro y no tiene mezclas e(tra4as2, y luego no trato de probar este aserto, he recurrido a la sugestión. 5i muestro el resultado de su anlisis, y el testimonio de *arios catadores conocidos, entonces estoy tratando de probar mi aserto. Las personas que ms logran in'uir se apoyan ms en la sugestión que en el argumento. /l arte de *ender y la propaganda moderna se basan principalmente en la sugestión. ¿omar usted ca%) M SNo tomar ca%), ¿*erdadP M ¿Quiere que le traiga el ca%) ahora o ms tarde /l problema de hacer que la gente acepte nuestras ideas u obre de acuerdo con nuestras sugestiones se reduce a esto$ introducir la idea en sus men tes e impedir que surjan ideas contrarias y opuestas. /l que tenga habilidad para esto, ser" poderoso como orador y como pro%esional o político.
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La insinceridad da al traste con cualquier discurso. #or muy bonitas %rases que %ragUemos, por acertados ejemplos que reunamos, por mucha armonía que tengamos en la *oz y mucho donaire en los ademanes, si no h ablamos con sinceridad sern los adornos muy brillantes pero muy huecos. 5i queremos impresionar al auditorio, comencemos por impresionarnos a nosotros mismos. 8epetir las cosas$ +es, ;e can. 9lac: /yed #eas, >bama. #eligros de la repetición$ si oyente nota que se estn repitiendo las cosas se empezar a aburrir y perderemos su atención. /s necesario ser muy hbil para repetir lo mismo de %ormas distintas. 0l p3blico le gusta que el orador d) n ombres y %echas, algo que pueda e(aminar por su propia cuenta si así" lo desea. /ste proceder es %ranco, honrado. Aana confanza. Dmpresiona. #or ejemplo, supongamos que yo diga$ 21uchos autores %amosos comenzaron con poco )(ito su carrera.2 No he causado impresión. La proposición es muy *aga. No salta de la pgina para darnos una conmoción. #ronto lo ol*idaremos. No es ni clara ni interesante ni con*incente. #roust, 7an Aogh. 0cumulación$ ebe haber una sucesión de impresiones que recalquen la primera. &na y otra *ez la mente debe concentrar su atención sobre la idea de que se trata- se debe acumular e(periencia sobre e(periencia hasta que el mismo peso hunda la idea pro%undamente en los tejidos del cerebro. /ntonces se con*ierte en parte de )l, y ni el tiempo ni los acontecimientos lograrn ya borrarla. E=hurchillF 5i hablan de ci%ras, cantidades, usar ejemplos *isuales. En3mero de casas quemadas. N+ a =hicagoF #rocurar citar hombres que gocen del cari4o del auditorio. =itar a hombres que conocen les causar mayor e%ecto que el de un desconocido Ehombres de su tierra natal, pro%esión, etc.F. emostremos cómo lo que queremos hacer que el auditorio acepte se parece mucho a algo en que ya cree. E/jemplo$ #aley y el ateo- 5an #ablo en 0tenasF. /l inter)s de las personas lo despiertan Sellos mismosP. La razón por la cual tan pocas personas con*ersan bien es que sólo hablan de lo que les interesa a ellas. + eso suele ser terriblemente aburrido para los dems. Dn*irtamos el proceso. CLa gente es egoísta Cme decíaC. 5ólo se interesan por sí mismos. #oco les importa que el gobierno compre los %errocarriles- en cambio, quieren saber de qu) modo pueden progresar, cómo pueden ganar mayor sueldo, cómo conser*ar la salud. Ee ahí la necesidad de conocer al auditorioF. No sermones. &stedes tienen que entretenernos, de lo contrario dejaremos de
6? prestarles la ms mínima atención. 5er concreto y preciso en el discurso para mantener la atención y hacerlos interesantes$ ¿Qu) resulta ms interesante, decir que 1artín Lutero, siendo ni4o, era 2testarudo y hura4o2, o decir que, seg3n sus propias con%esiones, los maestros le zurraban hasta 2quince *eces por ma4ana2 =ataratas del Nigara$ la energía perdida diariamente es pasmosa. >$ Nos dicen que hay algunos millones de personas en la pobreza y mal alimentados y, sin embargo, aquí" en el Nigara, se malgasta diariamente el equi*alente de ?G. panes por hora. #odemos *er con nuestra imaginación H. hue*os %rescos cayendo por el precipicio de hora en hora y con*irti)ndose en una gigantesca tortilla en el %ondo. /l orador %cil de escuchar es aquel que pone unas como fguras delante de nuestros ojos. /l que emplea símbolos *agos, *ulgares, insípidos, adormece al auditorio. #ara lle*ar a la acción$ H. Aanar la atenta atención del p3blico. I. Aanar la confanza de los oyentes$ aF siendo sincero- bF relatando cosas de nuestra e(periencia- cFcreer algo con *ehemencia. J. omar los moti*os que hacen actuar a los hombres, descubrir sus deseos. /jemplo hijo %umador que quiere ser atleta. K. /(plotar orgullo, bondad, amabilidad, magnanimidad, cari4o, nobleza, justicia, etc. 0 nadie le gusta sentir que no lo es. E/jemplo Lincoln muchachosF. 5aber hablar$ leer para enriquecer el *ocabulario. 5eamos e(actos, precisos, elijamos las palabras que usamos. ratemos de buscar sinónimos a palabras como bonito, %eo. No usemos %rases trilladas.