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Corrección de Estilo Juan Pablo Pablo Sánchez Rojas Diseño y diagramación Aura L. Pachón Diseño de portada Aura L. Pachón Fotografía William Lamar Ángeles Márquez/Grupo Viperidae Viperidae Germán Chávez Jason Penney Camila González R. Mauro Teixei Teixeira ra Jr.
© DERECHOS RESERVADOS Daniel Pineda 2013 Bilineata Publishing Bogotá, Colombia ISBN 978-958-8839-11-0 Para más información de BILINEATA PUBLISHING, visítenos en www www.bilineata.com .bilineata.com No se autoriza la reproducción parcial o total de los contenidos de este libro sin el permiso expreso y por escrito de la editorial.
REPTILES VENENOSOS D E A M É R I C A Daniel Pineda
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Contenido PRÓLOGO .................................................................... 7 SERPIENTES ................................................................ 9 ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA .............................................. 15 LOCOMOCIÓN DE LAS SERPIENTES .................................. 21 DENTADURA ............................................................. 23 APARATO VENENOSO Y VENENO ...................................... 27 CLASIFICACIÓN .......................................................... 31 VÍBORAS DE AMÉRICA (SUBFAMILIA CROTALINAE)............... 39 Serpientes mocasín (género Agkistrodon ) .....................45 Víboras saltadoras de foseta (género Atropoides) ..........49 Víboras de palma (género Bothriechis ) ..........................51 Víboras de foseta (género Bothrocophias ) .....................53 Víboras del bosque(género Bothriopsis ) ........................55
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Cabezas de lanza (género Bothrops ) ............................. 59 Víboras de la montaña (género Cerrophidion ) .............. 65 Cascabeles (género Crotalus ) ....................................... 67 Verrugosa (género Lachesis ) ........................................ 77 Víboras de cuernos (género Ophryacus ) ....................... 81 Víboras de hocico (género Porthidium )......................... 83 Cascabeles (género Sistrurus) ...................................... 87 Corales (géneros Micrurus, Leptomicrurus y Micruroides ) .............................................................. 91
SERPIENTE DE MAR (PELAMIS PLATURUS)......................101 Corales (géneros Micrurus, Leptomicrurus y Micruroides ) .............................................................. 91 Serpiente de mar (Pelamis platurus ) ........................... 101
¿CÓMO Y CUÁNDO OCURREN LOS ACCIDENTES?............... 103 ACCIDENTALIDAD ..................................................... 105 EFECTOS EN LA SALUD .............................................. 106
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PRIMEROS AUXILIOS .................................................. 109 MANEJO MÉDICO ..................................................... 111 PREVENCIÓN ........................................................... 114 LAGARTOS............................................................... 117 INTRODUCCIÓN ........................................................ 119 COMPORTAMIENTO DEL MONSTRUO DE GILA Y EL LAGARTO PERLADO ................................. 121 APARATO VENENOSO Y VENENO .................................... 123 CLASIFICACIÓN ........................................................ 125 ACCIDENTES CON EL MONSTRUO DE GILA ...................... 126 EFECTOS EN LA SALUD .............................................. 127 PRIMEROS AUXILIOS .................................................. 127 MANEJO MÉDICO ..................................................... 129 PREVENCIÓN ........................................................... 129 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ........................................... 131
7 O G O L Ó R P
PRÓLOGO
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ste libro presenta una guía avanzada sobre las especies venenosas de serpientes y lagartos que se encuentran a lo largo del continente americano. Están mencionadas el total de las especies descritas en esta región así como su ubicación geográfica, convirtiéndose en un excelente texto de consulta tanto para biólogos y médicos como para cualquier otro profesional relacionado con el tema. Mediante un lenguaje sencillo describe temas críticos como, lo que se debe hacer en caso de un accidente con alguna de estas especies, estrategias de prevención y un listado de los principales sueros antiofídicos. Esta publicación hace parte de la colección Animales venenosos de América, la cual está compuesta adicionalmente por los títulos:
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Además, nuestra editorial ha publicado otros títulos que le pueden ayudar a comprender de forma fácil y sencilla los conceptos básicos de los animales venenosos. Entre nuestras publicaciones se encuentran los ebooks: Serpientes venenosas de América: guía básica y Animales venenosos de América: biología y guía visual , para quienes estén interesados en explorar de forma aficionada este tema. Bilineata Publishing
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SERPIENTES
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in duda alguna, las serpientes son los animales que le producen a las personas los sentimientos más variados, como fascinación y repulsión o admiración y terror. Por una parte, estos reptiles generan en muchas personas reacciones como miedo, desagrado o desprecio, simplemente por arrastrarse. Sumado a esto, culturalmente se las ha asociado con el pecado y el mal: pareciera que el relato bíblico del Génesis arrojara una maldición sobre un animal que, si bien puede representar riesgo para el hombre en ciertas circunstancias, es fundamental en el equilibrio de la naturaleza y, además, un voraz depredador de plagas como los roedores, que pueden llegar a ser un mayor problema en la producción agrícola y por la transmisión de enfermedades. Por otra parte, es curioso ver la fascinación que pueden provocar las serpientes en muchas personas. Los niños, por ejemplo, se ven particularmente atraídos por estos animales, debido al misterio que encierran, a la manera en que se arrastran y a la gran variedad de especies existentes y sus variados colores, como la Coral que exhibe triadas de color rojo, negro y amarillo. Asimismo, los adultos disfrutan conociendo la variedad de especies y las historias asombrosas alrededor de las serpientes venenosas en los programas de divulgación científica que a diario se ven en la
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televisión por cable y satelital. Hoy en día las serpientes venenosas comparten cartelera con leones, tigres, caimanes y tiburones, entre otros. Este nuevo despliegue informativo que vemos en la televisión le ha dado un protagonismo casi exclusivo a las especies venenosas, aunque solo entre un 15% y 20% de los especies de serpientes son venenosas (ver figura 1.1). Las especies restantes carecen de aparato venenoso y, por tanto, no representan ningún riesgo para el hombre; a excepción de la Anaconda y la Pitón, que potencialmente podrían causarle la muerte a una persona por constricción. Es importante aclarar que son mucho mayores los riesgos que representa el hombre para las serpientes que el riesgo que ellas representan para él. Hoy en día estos reptiles son víctimas de innumerables procesos de destrucción y tráfico de especies. Pese a que en casi toda América existen normas que protegen a estos animales, el poder devastador del hombre ha afectado seriamente sus poblaciones. Se sabe que en muchas actividades industriales, en las que el hombre ocupa las áreas rurales, las serpientes han sido víctimas primarias de la así llamada limpieza del terreno . Adicionalmente, el deterioro del medio ambiente, producido por la creación de zonas de cultivo, la construcción de carreteras y urbanizaciones, el uso de plaguicidas, las fumigaciones indiscriminadas, las pérdidas de bosque ocasionadas por los incendios y la destrucción de hábitats, traen como consecuencia que especies venenosas como algunas cascabeles (Crotalus horridus, C. wi- llardi y Sistrurus catenatus ) hayan sido clasificadas, en algunas regiones, como especies amenazadas o en peligro de extinción. Por otra parte, es cada vez menos extraño encontrar serpientes convertidas en mascotas. Cada día más personas en América
13 tienen serpientes en sus casas. En Estados Unidos esta práctica ha dado origen a un problema de salud: los accidentes con especies venenosas mantenidas en cautiverio. Adquirir una serpiente venenosa por internet es cada vez más sencillo, lo que genera un nuevo problema de salud, especialmente cuando estas son originarias de otros lugares, como la Mamba, pues es bastante difícil obtener antiveneno para contrarrestar los efectos de sus ataques en cualquier país de América. Finalmente, es importante detallar dos beneficios que las serpientes tienen para el hombre. El primero es su papel dentro del equilibrio de las especies. Si los hombres exterminan a las serpientes, las especies que derivan su alimentación de estas se extinguirán, como algunas aves de rapiña; además, la población de los animales que son sus presas aumentará. ¿Qué ocurriría, por ejemplo, con los ratones, si no existiesen las serpientes? Seguramente su número y su poder destructor serían mucho mayores. De hecho, en la India, hace muchos años, se presentó una epidemia de peste (recordemos que los ratones son trasmisores de la peste) y las únicas regiones del país que no se afectaron por esta grave epidemia, que mató a millones de personas, fueron aquellas en las que las serpientes eran consideradas como animales sagrados, pues la población de roedores estuvo controlada por estas, evitando que la enfermedad se difundiera. El segundo beneficio son los compuestos químicos que se obtienen de su veneno y que tienen un gran potencial farmacológico. Un sencillo ejemplo de esto es el captopril, droga usada en millones de personas para el tratamiento de la hipertensión, que fue desarrollado a partir del veneno de la serpiente Jararaca (Bothrops jararaca) . Además del captopril, se han desarrollado medicamentos para el manejo del infarto agudo del miocardio, y
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actualmente se estudian medicamentos para el tratamiento del cáncer y de otras cuantas enfermedades. La relación entre medicina y serpientes no es exclusiva de las sociedades occidentales actuales. En la mitología griega se relata cómo Esculapio (dios griego de la medicina) aprendió de una serpiente la forma de curar a los enfermos. El potencial farmacológico del veneno de las serpientes es tan efectivo y reconocido que se comercializa en internet, por precios que van desde algo menos de US$ 100 por gramo hasta US$ 1000 por gramo (este último es el precio del veneno de las especies más escasas o de las que producen menos veneno).
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Anatomía y fisiología
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i bien las características externas de las serpientes son muy particulares, sus órganos y sistemas internos son similares, en funcionamiento y ubicación, a los de muchos reptiles, e inclusive a los de otros vertebrados por ejemplo, el sistema nervioso, y los aparatos circulatorio, respiratorio, digestivo, genital y urinario. Sin embargo, las serpientes tienen algunas características internas particulares, como el Órgano de Jacobson y, en algunas especies, el aparato venenoso. El aparato circulatorio de los ofidios consta de un corazón alargado con tres cavidades (dos aurículas y un ventrículo), que late entre 20 y 70 veces por minuto, y un sistema linfático con corazones en la región cloacal. El aparato respiratorio está conformado por un solo pulmón en la mayoría de los casos (el pulmón izquierdo suele estar atrofiado o ausente) y se inicia con la tráquea, que está ubicada estratégicamente, en la parte anterior del piso de la boca, para permitirle a la serpiente respirar mientras digiere a su presa. En algunas serpientes, especialmente en las
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Figura 1.1. Serpiente taya x (B. asper) . Esta serpiente venenosa es una de las principales causantes de accidentes en Centro y Sur América.
17 víboras, el aire que entra por la tráquea hace vibrar la epiglotis generando un sonido particular, similar a un silbido. Por su parte, el sistema nervioso, dividido en central y periférico, consta de un cerebro con dos hemisferios, dos bulbos olfatorios, un cerebelo que varía de tamaño dependiendo de las especies y su estilo de vida, y la medula espinal, ubicada a lo largo del canal vertebral. El aparato digestivo de las serpientes, característico de un animal carnívoro, está conformado por un intestino corto, que en la mayoría de los casos mide casi lo mismo que la longitud de su cuerpo, a diferencia de los mamíferos, que puede alcanzar de 4 a 20 veces su tamaño (como el de la vaca). El tubo digestivo se compone de esófago, estómago e intestino, y finaliza en una cloaca. Al igual que los mamíferos, posee hígado, páncreas y vesícula biliar. El aparato genital de los machos está constituido por dos testículos alargados y un par de órganos copuladores denominados hemipenes (que salen al exterior de la cloaca en el momento de la copulación), mientras que las hembras poseen dos ovarios alargados y hemiclítoris análogos. El aparato urinario de las serpientes se encuentra ubicado en las proximidades de los órganos genitales, y está constituido por dos riñones alargados y dos uréteres que conducen la orina hasta la cloaca, en donde se mezcla con las heces.
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Locomoción
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or ser ápodas (sin patas), las serpientes tienen unas condiciones especiales para su desplazamiento. Su movimiento, producido por la interacción de los músculos, la columna vertebral, las costillas y la piel, se diferencia del de otros vertebrados por no apoyarse en áreas específicas. La propulsión es producida por la fuerza que realiza el animal sobre las irregularidades de la superficie en que se desplaza y por una onda de flexión que va de adelante hacia atrás. En su desplazamiento, la columna vertebral y las costillas son su eje principal. Por una parte, las vértebras, que pueden ser hasta 300 (o más en las especies más alargadas), se encuentran firmemente unidas. Además, estas tienen un escaso límite de movimiento entre una y otra (entre los 10 y 20 grados), que en suma logra una flexión marcada, manifiesta cuando la serpiente se enrolla o está en posición de ataque. Por otra parte, las costillas, unidas por músculos, participan en la contracción y movimiento en serie que da el desplazamiento.
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Estas especies utilizan el borde posterior de las escamas presentes en su piel para apoyarse en la superficie y hacer una resistencia en sentido contrario, mientras se propaga la onda de flexión producida por los movimientos de los músculos y las costillas. Con este mecanismo de apoyo o anclaje la serpiente puede escalar superficies verticales; por ejemplo, ascender a los árboles. Por medio de sus diferentes formas de moverse, las serpientes pueden avanzar en ondulación lateral , en acordeón, en reptación lateral y en línea (ver figura 1.2). Asimismo, pueden desplazarse, en condiciones especiales, nadando, escavando, escalando o saltando. La forma más común de desplazamiento es la ondulación lateral , mediante la cual la serpiente genera ondas sucesivas de contracción y relajación muscular, de modo que cada parte del cuerpo pasa por el mismo lugar que la parte anterior. Con este tipo de movimiento la serpiente alcanza su mayor velocidad. Entre todas las especies, el récord lo ostenta la Mamba Negra de África oriental, con una velocidad de 11 kmph (6.9 mph). En el movimiento en acordeón la serpiente se repliega y se estira de forma armónica con todo su cuerpo, de manera que mientras una parte se está alargando, la otra se está encogiendo. En la reptación lateral la
Figura 1.2. Locomoción de las serpientes
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En acordeón
En el movimiento en acordeón la serpiente se repliega y se estira de forma armónica con todo su cuerpo, de manera que mientras una parte se está alargando, la otra se está encogiendo.
Reptación lateral
La serpiente se desplaza en un sentido diagonal. El rastro que deja este desplazamiento en las superficies hace pensar que la serpiente ha dado saltos, puesto que se inicia con el levantamiento de la cabeza y de parte de su cuerpo para lanzarse hacia delante, mientras apoya solo una parte de su cuerpo. El Crótalo Cornudo (C. cerastes) es una de las serpientes que realizan este movimiento.
Línea o movimiento de oruga
Finalmente, en la locomoción en línea o movimiento de oruga la serpiente se desplaza en línea recta mediante el anclaje de las escamas en la superficie, y la concerniente contracción y relajación de los músculos que unen las escamas con las costillas. Este último movimiento no permite desplazamientos rápidos, pero es bastante efectivo para las serpientes grandes o robustas, como las anacondas y las víboras.
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serpiente se desplaza en un sentido diagonal. El rastro que deja este desplazamiento en las superficies hace pensar que la serpiente ha dado saltos, puesto que se inicia con el levantamiento de la cabeza y de parte de su cuerpo para lanzarse hacia delante, mientras apoya solo una parte de su cuerpo. El Crótalo Cornudo (C. cerastes) es una de las serpientes que realizan este movimiento. Finalmente, en la locomoción en línea o movimiento de oruga la serpiente se desplaza en línea recta mediante el anclaje de las escamas en la superficie, y la concerniente contracción y relajación de los músculos que unen las escamas con las costillas. Este último movimiento no permite desplazamientos rápidos, pero es bastante efectivo para las serpientes grandes o robustas, como las anacondas y las víboras.
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Dentadura
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a dentadura de las serpientes constituye una de las partes primordiales en el entendimiento de estos animales. Las especies venenosas tienen características especiales, que merece la pena señalar. Sus dientes, sujetados directamente a la mandíbula, son afilados y largos, y tienen un encorvamiento hacia atrás que les permite sujetar fuertemente a su presa y evitar que esta pueda liberarse haciendo tracción hacia atrás. En la parte superior poseen dos arcos dentales, uno externo y otro interno, mientras que en el maxilar inferior solo tienen un arco. En su proceso evolutivo, algunas especies han desarrollado unos dientes que conducen el veneno desde sus glándulas hasta las víctimas. De acuerdo con su ubicación, estos dientes han dado origen a una clasificación especial, en 4 categorías: aglifas, opistoglifas, proteroglifas y solenoglifas (véase la figura 1.3).
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Las aglifas son aquellas que carecen de dichos dientes especiales. Estas serpientes generalmente capturan e ingieren a su presa viva, y las de mayor tamaño, como las boas y la Anaconda, atrapan a su presa y la matan por asfixia mediante constricción. Este grupo de serpientes, al que pertenece la gran mayoría de especies, no representa riesgo alguno para el hombre; a excepción de las especies que, por su tamaño, podrían llegar a sujetar a una persona, como la Anaconda (que habita en la selva amazónica) y la Pitón (que se encuentra en África y Asia).
Las serpientes opistoglifas poseen uno o varios dientes que sobresalen a ambos lados de su mandíbula superior, en su parte posterior, con un canal que facilita el paso del veneno. En su mayoría, este tipo de serpientes no representa un riesgo para el hombre; aunque en algunas partes de Suramérica se han reportado lesiones locales y alteraciones en la coagulación de la sangre en víctimas de mordeduras ocasionadas por especies como la Phylodr- yas olfersii y la Phylodryas patago- nensis (ver “Culebras venenosas”).
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Otro de los grupos de serpientes con aparato venenoso es el de las proteroglifas . Este grupo se caracteriza por tener dos colmillos delanteros, uno a cada lado, con un conducto que trasporta el veneno. En este grupo de serpientes se encuentran los elápidos, cuyas representantes en el continente americano son la Coral y la Serpiente de Mar. A este grupo de serpientes pertenecen especies venenosas bastante conocidas, como la Mamba y la Cobra, ambas ausentes en los hábitats de América, y presentes en Asia y Oceanía.
Finalmente, las solenoglifas se caracterizan por tener un par de colmillos largos y retráctiles en la parte anterior de la mandíbula superior, que alcanzan a formar un ángulo de 90 grados en el momento de la mordedura. Cuando la boca permanece cerrada están doblados contra el maxilar superior. El canalículo de estos colmillos permanece cerrado y se abre en la parte final del colmillo. En algunas especies de gran tamaño, como el Verrugoso (Lache- sis muta), los colmillos pueden alcanzar una longitud de 3 o más cm.
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Aparato venenoso y veneno
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l aparato de venenoso de las serpientes está compuesto por dos glándulas (que se asemejan a las glándulas parótidas del hombre), los conductos que llevan el veneno hacia los colmillos y los colmillos inoculadores, que, que, dependiendo de la especie, pueden ubicarse en la parte anterior o posterior (véase la figura 1.4). Esta estructura del aparato venenoso ha dado lugar a las variaciones más sofisticadas; por ejemplo, la Cobra Escupidora puede llegar a lanzar su veneno a los ojos de una víctima que está ubicada incluso a 2 m de distancia. En las víboras este aparato está conformado por dos colmillos plegables, que en el momento del ataque pueden llegar a formar un ángulo de 90° con su mandíbula y lograr así una penetración profunda profun da en la víctima. Estos colmillos tienen un conducto interior por donde fluye el veneno, que es introducido en la víctima de la misma forma en que lo haría una un a aguja hipodérmica. Por su parte, las serpientes corales y sus parientes, las serpientes de mar, poseen un par de colmillos pequeños con un conducto por donde fluye el veneno. El veneno producido en las glándulas de estas serpientes es expulsado al exterior mediante la contracción del músculo que las
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rodea. Esta rápida y efectiva salida del veneno, que se da en un contacto rápido con las víboras, les permite lograr su cometido sin estar expuestas al daño que la víctima les pueda ocasionar. En contraste con esto, la mordedura de las serpientes corales generalmente ge neralmente toma más tiempo, por la posición, tamaño y acción de su aparato venenoso, lo que implica que deben permanecer un tiempo mayor adheridas a su víctima. El veneno de las serpientes es un líquido espeso y trasparente, que en ocasiones puede tornarse amarillento o turbio. Está compuesto por una amplia variedad de elementos químicos, cuya combinación varía entre una especie y otra; incluso en algunas especies puede tener una composición diferente en el estado adulto y en el estado joven. Dentro del variado número de compuestos, presente en sus venenos, son las proteínas las que conllevan los más importantes efectos sobre las víctimas de las mordeduras. mordeduras. En este grupo se encuentran enzimas y toxinas que, de acuerdo con su acción en el organismo, se denominan neurotoxinas (afectan el funcionamiento del sistema nervioso), cardiotoxinas (afectan el funcionamiento del corazón) y citotoxinas (afectan el funcionamiento de las células), entre otras. Estos compuestos alteran funcionamientos básicos del cuerpo, como la coagulación de la san-
Colmillos
29 Figura 1.4. Esquema del aparato venenoso de una serpiente Cascabel. Conductor venenosos
Glándula venenosa
Veneno
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gre, la trasmisión de los impulsos nerviosos y la integridad de las células, causando la muerte del organismo. La potencia de los venenos puede variar ampliamente entre dos especies del mismo género, pero también puede ser diferente en dos individuos de la misma especie localizados en regiones diferentes o en estadios de madurez diferente. Por ejemplo, el veneno de una Cascabel joven (C. willardi ) es mucho más tóxico para una lagartija que el veneno de una Cascabel adulta. También se ha encontrado que las presas de las especies juveniles son más sensibles al veneno de estas, mientras que el veneno de las especies adultas es más tóxico para sus presas.
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Clasificación Clasificar las serpientes en grupos es fundamental para entender muchas de sus características y, así, poder saber cuáles son las que realmente representan peligro para el hombre. Las serpientes se podrían clasificar de muchas formas, pero aquí se presentarán tres formas: clasificación taxonómica, clasificación por su dentadura y clasificación de acuerdo con el riesgo para el hombre (en serpientes venenosas y no venenosas). En esta última clasificación se basarán las otras dos. La clasificación taxonómica de las serpientes, así como la de cualquier otro ser vivo, es una forma científica para ubicarlas en un proceso evolutivo y permite identificar características importantes; en este caso, su riesgo. Dentro de esta clasificación, se dice que existen 18 familias de serpientes en el mundo y alrededor de 2700 especies, repartidas en 420 géneros, y derivadas de un mismo antepasado. Como se observa en el cuadro 1, cada una de ellas tiene diferentes características.
Cuadro 1. Familias de serpientes del Nuevo Mundo.
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Familia
Algunas características importantes
Anomalepididae
Son serpientes pequeñas y delgadas, con ojos rudimentarios.
Leptotyphlopidae
Son especies pequeñas y generalmente no alcanzan el metro de longitud.
Typhlopidae
Son serpientes pequeñas y delgadas, con muy pocas especies en el mundo.
Aniliidae
Esta familia solo tiene una especie.
Boidae
Son serpientes generalmente grandes que matan a sus presas por compresión. Tienen 2 pulmones.
Loxocemidae
Serpiente de tamaño medio con una sola especie descrita.
Tropidophiidae
Serpientes pequeñas y medianas, anteriormente consideradas como Boas.
Colubridae*
Tiene muchas especies y variados tamaños y colores. Son las serpientes más frecuentemente encontradas
Elapidae
Serpientes pequeñas de ojos pequeños. Las corales se caracterizan por los colores negro, rojo y amarillo
Viperidae
Cabeza triangular, pupilas elípticas y fosas termoreceptoras
Nombres más comunes de sus especies
Dentadura
Culebras
Aglifas
No venenosa
Aglifas
No venenosa
Culebras, Falsas Corales, Cazadoras
Aglifas y Opistoglifas
No venenosas*
Corales y Serpiente de Mar
Proteroglifas
Víboras, Cascabeles, Taya x, Pudridora, Mocasín
Solenoglifas
Riesgo
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Falsa Coral
Boas, Anaconda
Pitón Americano
Serpientes de madera
Venenosa * Algunas especies de esta familia pueden ocasionar accidentes con envenenamiento (ver recuadro).
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Culebras venenosas
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ablar de culebras venenosas puede ser confuso e inadecuado, especialmente porque del grupo de serpientes que conforma esta familia (alrededor de 1700 especies) tan solo unas pocas especies poseen un veneno que puede ocasionar lesiones locales, sistémicas y, ocasionalmente, la muerte. Entre la cantidad de especies clasificadas, en cerca de 290 géneros, es posible encontrar una gran variedad de colores y tamaños, así como una distribución en diferentes ambientes. Algunas especies no alcanzan a medir 50 cm, mientras que otras pueden llegar a medir 3 m. Aunque las culebras pueden llegar a morder, y muchas de ellas a inocular veneno (producido en las glándulas de Duvernoy), son principalmente algunas especies opistoglifas las que ocasionan los envenenamientos más severos. Dentro de la familia Colubridae hay más de 30 géneros en América (desde Canadá hasta Argentina, incluyendo algunas islas del Caribe) que han sido relacionados con accidentes ocasionados por envenenamiento. Particularmente 4 especies han sido relacionadas con accidentes fatales (ninguno claramente documentado); estas especies son:
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Serpiente Cabeza Negra o Falsa Coral (Phalotris lemniscatus ). Distribuida en Brasil (Río Grande del Sur), Argentina y Uruguay. Han sido registrados accidentes con alteraciones en la coagulación. Serpiente Lora (Phylodrias olfersii ). (Véase la figura 1.5). Distribuida en toda Suramérica, con excepción de Chile y Ecuador. Existen múltiples reportes de accidentes, con dolor, inflamación local y de ganglios. Mide entre 1 y 1.4 m. Otras especies del mismo género (P. aestivus , P. baroni , P. chamissonis, P. patagoniensis, P. viridissimus ), han sido implicadas en accidentes con manifestaciones locales como dolor e inflamación, y sangrados. Hay un caso de fatalidad por P. olfersii reportado en Brasil. Serpiente Delgada del Perú (Tachymenis peruvianus ). Distribuida en Perú, Bolivia, Chile y Argentina, generalmente entre los 1500 y 3000 msnm. En los accidentes reconocidos se reporta dolor local e inflamación del miembro afectado, con morados en la piel. Miden menos de medio metro de longitud. Serpiente Sapa o Falsa víbora del Amazonas (Xenodon se- verus ). Distribuida desde México hasta Suramérica. En su estado adulto alcanza a medir 1 m. El grado de conocimiento acerca de la letalidad y efectos de los venenos de las especies de esta familia es cada vez mayor. Actualmente, los siguientes géneros en América han sido reportados como causantes de envenenamiento, con efectos locales, dolor de cabeza, nauseas y, en algunos casos, sangrados: Alsophis, Aposto- lepis, Boiruna, Clelia, Coluber, Coniophanes, Conophis, Crisanto- phis, Diadophis, Elapomorphus, Erythrolamprus, Helicops, Hetero- don, Hydrodynastes, Hydrops, Hypsiglena, Leptodeira, Leptophis, Liophis, Lystrophis, Mastigodryas, Oxybelis, Oxyrhopus, Phalotris, Philodryas, Pliocercus, Ptychophis, Rhinobothryum, Symphimus, Tachymenis, Thamnodynastes, Thamnophis, Tomodon, Trimor - phodon, Waglerophis, Xenodon y Xenoxybelis .
37 Finalmente, es importante aclarar que especies de esta familia han sido causantes de un importante número de fallecimientos documentados; algunas de ellas son: la serpiente Yamakagashi (Rhabdophis tigrinus ) y la serpientes Ular o Cuello Rojo (Rhabdo- phis subminiatus ) en Asia, y la serpiente Boomslang (Dispholidus typus ), la serpiente Ivissi (Thelotornis kirtlandii ) y la serpiente Twig (Thelotornis capensis ) en África.
Figura 1.5. Serpiente Lora (Phylodrias olfersii ).
En el Nuevo Continente habitan las 2 familias más grandes de serpientes venenosas: las Víboras y los Elápidos. Las Víboras, como generalmente se les ha conocido a las serpientes de la familia Viperidae, son especies altamente venenosas que se encuentran distribuidas en casi todo el mundo, con excepción de Australia y Madagascar. Por su parte, dentro de los Elápidos, ubicados principalmente en el hemisferio sur de todo el planeta, están las ser-
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pientes más famosas, conocidas por el alto potencial de su veneno, como las Mambas (Dendroaspis sp.), las Cobras (Naja sp.), las Corales (Micrurus sp.), y las famosas serpientes australianas, como la Serpiente Tigre (Notechis sp.), el Taipán (Oxyuranus sp.) y la Víbora de la Muerte (Acanthophis sp.), cuya mordedura puede llegar al 50% de mortalidad. Las víboras son ofidios caracterizados por tener un cuerpo generalmente corto y robusto. Sus peculiaridades les han merecido la distinción como las serpientes más desarrolladas. Estas características especiales son: un aparato venenoso sofisticado, con colmillos largos y retráctiles, sus fosas termorreceptoras y su adaptación a condiciones extremas de frío y calor. Esta familia de serpientes está conformada por cuatro subfamilias, de las que solo la subfamilia Crotalinae está presente en América. Mientras que las Víboras en América han sido reconocidas por ocasionar un gran número de accidentes, las serpientes Corales y de Mar (ambas Elápidos) han llamado siempre la atención por sus vistosos colores y por los escasos accidentes que han ocasionado; aunque, lamentablemente, muchos de esos accidentes han sido fatales, por la rápida acción del veneno y por la escasez de tratamiento o la dificultad para conseguirlo. A continuación, se hace una descripción de los géneros de estos dos grupos de serpientes, incluyendo un listado de las especies descritas para el continente. Este listado y su clasificación se han elaborado con base en lo descrito por Jonhatan A. Campbell y William W. Lamar, los autores de mayor reconocimiento en el tema y los responsables de la publicación más completa de especies de reptiles venenosos de América.
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VÍBORAS DE AMÉRICA (subfamilia Crotalinae)
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odas las víboras de América están clasificadas dentro de la subfamilia Crotalinae, que también se encuentra en Asia. En el Nuevo Continente habitan 12 de los 19 géneros de esta subfamilia. Son conocidas como Víboras de Foseta por ser las únicas especies de la familia Viperidae que poseen una fosa termorreceptora (véase la figura 1.6). Este órgano sensitivo, ubicado entre sus ojos y fosas nasales, les permite captar la radiación infrarroja, o mejor, el calor que emiten sus presas de sangre caliente, lo que les facilita identificarlas en la oscuridad o en la maleza. También les permite detectar cambios de temperatura de 0.2° C a 0.5 m de distancia. En las zonas rurales se les conoce como “Cuatro Narices”. Además de estas características, las serpientes Víboras de América poseen algunas características propias, que las diferencian de las demás serpientes de América. Una de estas características es su pupila elíptica, típica de las especies nocturnas, que, en el caso de las víboras, está presente inclusive en las especies de hábito diurno, que son una inmensa minoría. Otra de sus características externas son las múltiples escamas que tiene sobre su
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cabeza y su cola corta. Este conjunto de características (fosa termorreceptora, pupila elíptica, múltiples escamas sobre su cabeza), junto con el aspecto opaco de sus escamas, permite diferenciarlas de las especies no venenosas (véase la figura 1.6). Las víboras de América comparten algunas características con los ofidios en general y con muchas especies animales; por ejemplo, el camuflaje. Este se da de dos formas diferentes, que a su vez se combinan: la homocromía (color similar al del medio ambiente) y la homotipia (formas similares a las del medio ambiente). Para el primer caso, algunos ejemplos son las serpientes arborícolas, que tienen colores verdes, como la serpiente Lora (B. bilineata); las Cascabeles de los desiertos, que tienen colores café claro o amarillo, como la cascabel Diamond Back (C. atrox ); y las serpientes
Múltiples escamas sobre su cabeza
Pupila elíptica Fosa termoreceptora
Figura 1.6. Características de las serpientes víboras de América.
41 terrestres de la selva húmeda, como la Terciopelo (B. asper ), que tiene tonalidades café oscuro. Por otra parte, están las especies que, además de homocromía, presentan homotipia; por ejemplo, la Víbora Cornuda (C. cerastes ), que exhibe imágenes y colores de arena en su piel, lo que la hace difícilmente identificable por los habitantes de su entorno. Por el contrario, la serpiente Víbora de Pestaña de color amarillo u oropel (B. schlegelii ) habita en la selva húmeda de Centroamérica y Colombia, y resalta claramente en su hábitat rodeado de verde. Para algunos este color tiene un significado de advertencia (como en otros animales venenosos), mientras que para otros es una estrategia para atraer aves, que a la postre serán sus víctimas, pues confunden su color amarillo brillante con el color de las flores (véase la figura 1.7). El camuflaje y el aparato venenoso son mecanismos de defensa de las víboras; sin embargo, la función principal de su aparato venenoso es la de obtener alimento. Estos ofidios se alimentan principalmente de pequeños mamíferos y, en estadios jóvenes, de insectos. Sus presas pueden ser tan grandes como la tercera parte de su cuerpo, lo que análogamente significaría que una persona de 70 kg ingiriera un plato de 24 kg en una sola comida. El proceso de ingestión en las víboras se realiza con la presa muerta o paralizada por los efectos de su veneno. Generalmente, inicia primero con la ingestión de la cabeza de la presa y puede tomar varias horas, hasta que el contenido llegue al estómago, en donde se da la mayor parte del proceso de digestión. El proceso digestivo de los ofidios está directamente relacionado con su temperatura corporal; este alcanza su mayor efectividad a los 30° C, temperatura que se puede alcanzar generalmente con su exposición al sol.
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Figura 1.7. Víbora de pestaña (B. schlegelii )
43 Esta familia de serpientes ha logrado una amplia distribución en el territorio americano adaptándose a condiciones extremas de frío, calor y altitud. La mayor densidad y variedad de víboras está en los bosques lluviosos y húmedos, donde encuentran las condiciones más favorables en el entorno, como temperatura estable y cercana a los 28° C, humedad, y abundante disponibilidad de alimento. Su densidad y variedad disminuye a medida que se aleja de la línea ecuatorial (la serpiente Cabeza de Lanza de la Patagonia, B. ammodytoides (figura 1.6), es la especie más cercana a los polos). De igual forma, son escasas las especies venenosas que sobrepasan los 2000 msnm. Algunas de estas son la Víbora de Tierra Fría en Colombia, que se encuentra a 2500 msnm, y la serpiente Cascabel Hocico de Puerco (C. triseriatus ), que se encuentra por encima de los 4000 msnm, ostentando el record de altitud de todas las serpientes de América. Particularmente en las zonas semidesérticas y desérticas de América, las víboras han logrado una amplia distribución, principalmente en Estados Unidos y México. Especies como el Crótalo Cornudo (Crotalus cerastes ) se han adaptado a condiciones extremas en el desierto; otras especies, como la Boca de Algodón (A. piscivoru s) (figura 1.8), se han adaptado a una vida semiacuática; mientras que especies como la serpiente Lora (B. bilineata) de la región amazónica y la Víbora de Palma (Bothriechis sp.) de Centroamérica y Colombia se han adaptado a vivir en los árboles. Algo particular en el comportamiento de este tipo de víboras es que son agresivas, lo que las hace aun más peligrosas que las especies de otras subfamilias o familias. Esto explica que algunas víctimas lleguen a los centros de salud con más de una mordedura. Pero así como tienen este tipo de comportamiento, también tienen otros que evitan muchos accidentes; por ejemplo, las
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Cascabeles emiten su sonido característico para evitar encuentros inesperados o accidentes innecesarios, pues gastar su veneno en un acto de defensa las pone en una situación desfavorable para obtener su alimento. Otras especies, en cambio, abren sus boca cuando se ven amenazadas, como la Víbora de Pestaña (B. schle- gelii ) y la Boca de Algodón (A. piscivorus ).
Figura 1.8. Mocasín de Agua (A. piscivorus)
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Serpientes mocasín (género Agkistrodon)
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stas serpientes están distribuidas en Norteamérica y Centroamérica, desde zonas pantanosas hasta áreas rocosas. Aunque son principalmente terrestres, tienen también hábitos acuáticos; particularmente, la Boca de Algodón (A. piscivorus ) es semiacuática. También es posible encontrarlas nadando en el mar muy cerca de la costa. Aunque la mayoría de las veces permanecen en tierra buscando alimento, en ocasiones es posible encontrar a las serpientes Cabeza de Cobre (A. contortix ) trepando a los árboles. Las serpientes del género Agkistrodon son principalmente nocturnas y, en los días fríos, es posible encontrarlas exponiéndose al sol. La Mocasín, que está ubicada más al norte, tiene un comportamiento particular: en el verano permanece activa y es nocturna, mientras que en las épocas frías se oculta y solo sale para exponerse al sol en los días templados o calientes. En las regiones ubicadas más al norte puede llegar a permanecer hasta 6 meses hibernando, mientras que en las áreas que se ubican más al sur su inactividad se reduce solo a 3 ó 4 meses.
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Mientras que el Cantíl (A. bilineatus ), es de naturaleza irritable y agresiva, la Cabeza de Cobre (A. contortix ) (véase la figura 1.9), es mucho más calmada, aunque tiende a ser más agresiva en temperaturas ambientales altas. Por su lado, la Boca de Algodón es menos agresiva de lo que se cree y generalmente abre su boca blanca en situaciones de riesgo, como en una posición intimidante. Las serpientes de este género usualmente miden menos de 1 m; la Boca de Algodón es la que mayor tamaño alcanza: hasta 1.80 m de longitud. Generalmente, sus colmillos son pequeños. El color de su piel les permite camuflarse perfectamente en su ambiente; la serpiente Cabeza de Cobre (A. contortrix) de Norte América es un ejemplo claro de esta estrategia: tiene en su piel manchas muy similares a las hojas en las que se oculta.
Figura 1.9. Cabeza de Cobre (A. contortix)
47 Aunque sus accidentes son peligrosos, en muy pocas ocasiones alcanzan a ser fatales. Se alimentan de pequeños vertebrados como aves, roedores y murciélagos, así como de insectos, ciempiés, salamandras, lagartijas, ranas y peces (estos dos últimos son parte fundamental de la dieta de la serpiente Boca de Algodón). A su vez, son parte de la dieta de otras serpientes (Culebras, Corales y Mocasines), tortugas, caimanes y águilas, entre otros. Cuadro 2. Especies, nombres comunes y localización de las serpientes del género Agkistrodon. Especies
Nombres comunes
Localización
A. bilineatus
Cantil, Cantil de Agua, Mocasina, Castellana
Costa pacífica de México y Centroamérica hasta Costa Rica y Península de Yucatán
A. contortrix
Copperhead, Mocasín, Cabeza de Cobre, Mocasín de Cabeza Cobriza, Congo
Este y centro de Estados Unidos. Noreste de México y sureste de Canadá
A. piscivorus
Cottonmouuth, Mocasín Acuático, Boca de Algodón
Región sur y este de Estados Unidos.
A. taylori
Cola Hueso, Huesón, Navaja
Noreste de México
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Víboras saltadoras de foseta (género Atropoides )
L
as Víboras Saltadoras son serpientes robustas de cola corta, no prensil, y alcanzan hasta 1 m de longitud. Están distribuidas en los bosques lluviosos de México y Centroamérica. Algunas están localizadas en altiplanos y otras, como las Timbo (A. mexicanus y A. picadoi ), y la Víbora Sorda (A. nummifer ), generalmente se encuentran sobre los 1000 msnm. Estas serpientes, principalmente terrestres, anteriormente estaban clasificadas dentro del género Porthidium. Las Víboras Saltadoras pueden ser de hábito diurno o nocturno y algunas especies, como la Víbora Sorda, pueden ser vistas exponiéndose al sol en las primeras horas de la mañana. Se caracterizan por mantener su boca abierta cuando se sienten amenazadas y por infligir mordeduras sostenidas en sus presas y en sus víctimas. En su estado adulto se alimentan de pequeños mamíferos y lagartijas, mientras que en sus estadios jóvenes tienen como dieta principalmente a grillos y saltamontes. A su vez, son víctimas de halcones y de otras serpientes.
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Cuadro 3. Especies, nombres comunes y localización de las serpientes del género Atropoides . Especies
A. mexicanus
Nombres comunes
Mano de Piedra, Timbo, Patoca, Toboba
Mano de Metate, Víbora Saltadora, A. nummifer Tepocho, Víbora Sorda
Localización
Desde México (Chiapas) hasta Panamá México (desde el sur de San Luis Potosí hasta Oaxaca)
A. occidus
Mano de Piedra, Cantil Sapo, Chinchintor
México (Chiapas), Guatemala y Salvador
A. olmec
Mano de Piedra
México (Veracruz, Oaxaca y Chiapas) y Guatemala
A. picadoi
Mano de Piedra, Patoca, Timbo, Taboba
Costa Rica y Panamá
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Víboras de palma ( género Bothriechis )
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as Víboras de Palma son serpientes pequeñas (miden regularmente entre 60 y 80 cm), aunque algunas, como las Cantil verde (B. aurifer y B. bicolor ) y la Toboba (B. lateralis ), pueden sobrepasar el metro de longitud. Son de cola prensil y cabeza relativamente grande. Viven en los árboles. Aunque la mayoría son de colores verdes, otras, como la Flecha (B. schlegelii ), (véase la figura 1.7), y la Bocaraca (B. supraciliaris ), exhiben una variada gama de coloraciones: desde el amarillo hasta colores marrón, combinados muchas veces con tonalidades de verdes y azules. La única especie que ha sido vista más sobre el suelo que en los árboles es la Bocaraca. Estas víboras, que se caracterizan por tener ligeramente elevado su hocico, se encuentran distribuidas principalmente en las zonas montañosas de Centroamérica y en la región norte de Suramérica. Las especies que viven por debajo de los 1000 msnm son de hábito nocturno, mientras que las que están sobre los 1500 msnm son de hábito diurno; por su parte, las especies que están en medio de estas dos altitudes pueden estar activas durante el día y la noche.
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Sus accidentes no son usualmente fatales y, la mayoría de las veces, ocurren en las manos y la cabeza de sus víctimas, debido a su frecuente localización en los árboles. Se alimentan principalmente de ranas, lagartijas, roedores, pájaros pequeños y murciélagos. A su vez, son presa de otras serpientes. Cuadro 4. Especies, nombres comunes y localización de las serpientes del género Bothriechis Especies
Nombres comunes
Localización
B. aurifer
Cantil Loro, Cantil Verde, Cotorra, Nauyaca
Guatemala, México (Chiapas)
B. bicolor
Nauyaca, Cantil Lora, Cotorra, Víbora Verde
Guatemala, México (Chiapas)
B. lateralis
Lora, Toboba, Chocoya
Costa Rica y Panamá
B. marchi
Chocoya, Tamagá Vverde
Honduras
B. nigroviridis
Lora, Sesé, Toboba de Árbol
Costa Rica y Panamá
B. rowleyi
Nauyaca de Cola Azul, Víbora de Palma, Víbora Verde
México (Oaxaca y Chiapas)
B. schlegelii
Víbora de Pestaña, Víbora de Tierra Fría, Colgadora, Flecha, Lora
Desde México (Chiapas) hasta Colombia, Ecuador, norte de Perú y oeste de Venezuela
B. supraciliaris
Bocaracá, Terciopelo de Pestaña, Toboba
Sur de Costa Rica
B. thalassinus
Yax Chan
Región limítrofe entre Honduras y Guatemala
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Víboras de foseta (género Bothrocophias )
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stas serpientes, anteriormente clasificadas dentro del género Bothrops , se encuentran distribuidas en el noroeste de Suramérica, en zonas bajas de la selva húmeda. Generalmente alcanzan más de 1 m de largo, a excepción de la Equis Sapa ( B. hyoprora) (véase la figura 1.11), que alcanza algo más de 80 cm. Son de colores cafés y anaranjado (Taya del Cauca), y tienen su hocico levantado. Son de hábito terrestre y generalmente se encuentran en lugares cercanos a fuentes de agua. Cuando son molestadas, hacen vibrar su cola. Se alimentan de ranas, lagarti jas, pájaros y pequeños roedores.
54 Cuadro 5. Especies, nombres comunes y localización de las serpientes del género Bothrocophias .
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Especies
Nombres comunes
B. campbelli
Boca de Sapo
B. colombianus
Equis Colorada, Mapaná
B. hyoprora B. microphthalmus B. myersi
Localización
Ecuador
Colombia (Región andina) Región amazónica de Colombia, Equis Sapa, Yoperojobobo, Hocico Ecuador, Perú, Bolivia y noroeste de Puerco, Jergón de Brasil Mapaná, Taya, Yoperojobobo, Región andina desde Colombia Hocico de Puerco, Jergón hasta Bolivia Taya del Cauca, Colombia (Cauca y Cabeza de Lanza Valle del Cauca)
Figura 1.11. Equis Sapa (B. hyoprora). Foto cortesía de William Lamar.
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Víboras del bosque (género Bothriopsis )
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stas serpientes están distribuidas en el norte de Suramérica (región amazónica y los Andes). Son delgadas y generalmente miden menos de 1 m de largo. Viven en los bosques y todas son, en mayor o menor grado, arborícolas. Algunas especies, como la Tigra Mariposa (B. medusa), la Rabo de Ratón (B. taeniata) y la Jergón (B. oligolepis ), pueden encontrarse en altitudes hasta de 2000 msnm. Por otra parte, la serpiente Lora (B. bilineata), (véase la figura 1.12), está distribuida en tierras bajas y es frecuente encontrarlas en los árboles de las regiones inundadas en la selva amazónica. Estas serpientes, que por lo general tienen tonalidades verdes en su cuerpo, se alimentan de ranas, lagartijas, pequeños pájaros y roedores. Algunas de las especies de este género estuvieron incluidas anteriormente en el género Bothrops.
Figura 1.12. Serpiente Lora (B. bilineata). Foto cortesía de Germán Chávez.
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58 Cuadro 6. Especies, nombres comunes y localización de las serpientes del género Bothriopsis.
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Especies
Nombres comunes
Localización
B. bilineata
Lora, Palo Verde, mapanare rayada
Región amazónica
B. chloromelas
Achu Jergón, Lamón, Jergón Negro, Loro Machaco
Perú (Huánuco, Junín y Pasco)
B. medusa
Maparé Tigrito, Tigra Mariposa, Viejito
Venezuela (Aragua, Bolívar y Carabobo)
B. oligolepis
Jergón, Loro Mashaco
Sur de Perú y norte de Bolivia
B. pulchra
Loro Machaco, Macanchillo
Sureste de Colombia, Ecuador y noreste de Perú
B. taeniata
Rabo de Ratón, Cuatro Narices, Jararaca Amarela
Región amazónica
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Cabezas de lanza (género Bothrops)
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as Cabezas de Lanza, llamadas así por la forma triangular de su cabeza, están distribuidas en los bosques lluviosos, sabanas, laderas y plantaciones de Centro y Suramérica. Es posible hallarlas también en los ríos y riachuelos, e inclusive en zonas desérticas como el desierto de Atacama (B. pictus ). Aunque la mayoría viven en zonas por debajo de los 1500 msnm, algunas pueden encontrarse sobre los 2500 o inclusive los 3000 msnm, como la Dormilona (B. andianus ), que se ha visto a 3300 msnm. Generalmente miden menos de 1 m de largo, aunque algunas alcanzan hasta los 2.5 m. Son de hábito terrestre, aunque es posible encontrarlas en los árboles, principalmente a las especies que son insulares y juveniles. En su mayoría, son de hábitos nocturnos. Dentro de este género, uno de los tres géneros con más especies de serpientes en América, se han descrito 4 especies insulares endémicas: la Cabeza Lanza de Oro (B. insularis ), (véase la figura 1.13), ubicada en la isla de Quemada Grande en Brasil; la Cola de Ratón (B. caribbaeus ), que habita en la isla de Santa Lucía de
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las Antillas; la Jararaca Alcatraces (B. alcatraz) , ubicada en la isla Alcatraz en Brasil; y la serpiente Jaune (B. lanceolatus ), que habita en Martinica. Algunas especies tienen bastante similitud entre sí, como las serpientes Talla Equis (B. asper y B. atrox ), (véanse las figuras 1.14 y 1.15), a quienes se ha llegado a denominar como el complejo asper-atrox . Otro caso es el del grupo de serpientes clasificadas anteriormente como subespecies de la Jararacusu (B. neuwiedi ), (véase la figura 1.16), actualmente clasificadas en nuevas especies. Así como la similitud de las especies ha confundido a los especialistas en el tema, también lo ha hecho con los pobladores de las diferentes regiones del continente. Por esto, se pueden encontrar especies con el mismo nombre común, como la serpiente Jergón, nombre con el que se conoce a las especies: B. andianus, B. atrox, B. brazili , entre otras. Lo mismo ocurre con la Jararaca, nombre que se le da popularmente en Brasil a las especies: B. alcatraz, B. alternatus, B. atrox, B. brazili, B. erythromelas, B. fon- secai, B. marajoensis, B. neuwiedi, entre otras. Las serpientes de este grupo se alimentan especialmente de roedores, ranas, marsupiales, lagartijas y pájaros. Las serpientes insulares se han adaptado a alimentarse de lo que encuentren disponible; por esto no es extraño ver que algunas de ellas se alimenten principalmente de ciempiés y que otras, como la Cabeza de Lanza de Oro, se alimenten principalmente de pájaros. Sus principales depredadores son otras serpientes como la Cazadora (Clelia clelia) y algunas especies de Corales. También se ha documentado que han sido víctimas de tarántulas, mofetas y búhos, entre otros. Estas víboras son de comportamiento agresivo, lo que explica que sean causantes de cerca del 80% de los accidentes y fatalida-
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Figura 1.13. Cabeza Lanza de Oro (B. insularis). Figura 1.14. Talla Equis (B. atrox). Figura 1.15. Jararacusu (B. neuwiedi).
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Figura 1.16. Talla Equis (B. asper). Foto cortesía de William Lamar.
63 des en Suramérica y Centroamérica. Esto las convierte en el grupo venenoso que más accidentes causa en el continente. Las tres principales especies relacionadas con accidentes fatales son: la Terciopelo (B. asper ), la Talla Equis (B. atrox ) y la Jararaca (B. jararaca). Cuadro 7. Especies, nombres comunes y localización de las serpientes del género Bothrops . Especies
Nombres comunes
Localización
B. alcatraz
Jararaca de Alcatraces
Isla Alcatraz (Brasil)
B. alternatus
Yarará, Víbora de la Cruz
Sureste de Brasil, Paraguay, norte de Argentina y Uruguay
B. ammodytoides
Cenicienta, Yarará Ñata
Argentina (desde Catamarca hasta Chubut)
B. andianus B. asper B. atrox
La Chuta, Dormilona, Jergón, Terciopelo Terciopelo, Mapaná, Pudridora, Talla Equis o Barba Amarilla Pudridora, Talla Equis, Cuatro Narices, Jergón, Mapaná, Equis. Mapanaré
Sur de Perú y Bolivia Desde el sur de México hasta el norte de Perú, y al sur norte de Venezuela al este Región amazónica (Colombia, Venezuela, Guyanas, Ecuador, Perú, Brasil y Bolivia)
B. barnetti
Falsa Cascabel, Zancarranca
Costa pacífica norte de Perú
B. brazili
Región amazónica (Colombia, Venezuela, Jararaca, Rabo de Ratón, Jergon, Guyanas, Mapanaré Ecuador, Perú, Brasil y Bolivia)
B. caribbaeus
Cola de Ratón
Antillas (Isla Santa Lucía)
B. cotiara
Cotiara, Yarará
Sureste de Brasil y norte de Argentina
B. diporus*
Yarará, Boca de Sapo
Sur de Brasil, Paraguay y norte de Argentina
B. erythromelas
Jararaca
Noreste de Brasil
B. fonsecai
Cotiara, Jararaca
Brasil (Río de Janeiro, Sao Paulo y Minas Gerais)
B. insularis
Cabeza de Lanza de Oro
Brasil (Isla Quemada Grande)
B. itapetiningae
Jararaca del Campo
Brasil (Minas Gerais, Sao Paulo, Goias, Paraná, Mato Grosso)
B. jararaca
Jararaca, Yarará
Sureste de Brasil, Paraguay y norte de Argentina
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Especies
Nombres comunes
Localización
B. jararacussu
Surucucú, Yarará Dorada, Yarará Guazú
Sur de Brasil, Bolivia, Paraguay y norte de Argentina
B. jonathani
Yoperojobobo
Centro y Sur de Bolivia
B. lanceolatus
Serpiente Jaune, Serpiente Croissant
Martinica
B. leucurus
Jararaca, Capangueiro
Brasil (región costera desde Espítritu Santo hasta Bahía)
B. lojanus
Macanchi, Macaucho
Sur de Ecuador
B. lutzi*
Boca de Sapo, Jararaca
Noreste de Brasil
B. marajoensis
Jararaca
Brasil (costa de Pará y Maranhao)
B. mattogrossensis*
Yoperojobobo, Boca de Sapo, Jararaca
B. moojeni
Caisaca, Cabeza de Capanga
Sur de Perú, Bolivia, suroeste de Brasil y Paraguay Brasil (región central), este de Bolivia y noreste de Paraguay y Argentina
B. muriciensis
Jararacusu
Brasil (Alagoas)
B. neuwiedi
Jararacusu, Jararaca Pintada
Brasil (Bahía, Goias, Minas Gerais, Rio de Janeiro, Sao Paulo, Paraná y Santa Catarina)
B. osbornei
Llucti Negra
Ecuador y noroeste de Perú
B. pauloensis*
Boca de Sapo, Jararaca, Jararacussu
Este de Paraguay y Sur de Brasil
B. pictus
Jergon de la costa
Oeste de Perú
B. pirajai
Jararacusu
Brasil (Río de Janeiro y Bahía)
B. pubescens* B. punctatus B. roedingeri
Jararaca, Yarará, Víbora de la Cruz Cuatronarices, Dormilona, Pelo de Gato Jergón de la Costa, Macanche
Sur de Brasil y Uruguay Panamá, Colombia (región Pacífica) y norte de Ecuador Perú (costa Pacífica)
Bothrops sp.* Boca de Sapo, Jararaca (especie en descripción)
Brasil (Goias, Tocantins y Minas Gerais)
B. sanctaecrucis
Yoperojobobo
Región central de Bolivia
B. venezuelensis
Barriga Morada, Cuatro Narices, Norte y centro de Venezuela Terciopelo
* Especies antes clasificadas como subespecies de B. neuwiedi.
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Víboras de la montaña ( género Cerrophidion )
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stas serpientes de hábito diurno son poco conocidas. Miden entre 50 y 75 cm, y están distribuidas en zonas montañosas de México y Centroamérica. Habitan en zonas pequeñas y solo la Toboba de Altura (C. godmani ), tiene una distribución amplia. Es posible encontrarlas sobre los 3000 msnm. Contrario a lo que ocurre con la mayoría de las víboras, estos ofidios salen a buscar su alimento: principalmente artrópodos, lagartijas, anfibios, pequeños pájaros y roedores. Anteriormente, estas serpientes estuvieron agrupadas en el género Porthidium. Los accidentes con estas especies han sido escasamente reportados y no hay fallecimientos registrados.
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Cuadro 8. Especies, nombres comunes y localización de las serpientes del género Cerrophidion. Cerrophidion . Especies
Nombres comunes
Localización
C. barbouri
Nauyaca, Víbora Colorada, Víbora Sorda
México (Guerrero)
C. godmani
Toboba de Altura, Nauyaca, Cantil Frijolillo Frijolillo
Desde el sur de México hasta Panamá
C. petlalcalensis Víbora
México (Veracruz)
C. tzotzilorum
México (Chiapas)
Víbora, Nauyaca del Frío
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Cascabeles ( género Crotalus )
E
stas serpientes están distribuidas en todo el continente americano, con especial concentración en el norte del continente y escasas especies presentes en Sur y Centro América (véase figura 1.16). Se han adaptado a diferentes hábitats, como la selva tropical, laderas de montaña, praderas, y zonas rocosas, semidesérticas y desérticas. Se pueden encontrar desde el nivel del mar hasta alturas cercanas a los 4500 msnm. Aunque son especies principalmente terrestres, es posible encontrar algunas de ellas subidas subid as en los árboles. árbo les. En este caso, cabe anotar que la Cascabel del Bosque (C. (C. horridus ) (véase la figura 1.17) es la especie más arborícola de este género; aun así, es poco frecuente verla en los árboles. Las Cascabeles son generalmente de hábito diurno en las épocas frías del año y nocturno en los meses más calientes. Cuanto más caliente sea la temperatura ambiente, más se concentra su actividad en la media noche; mientras que cuanto más fría sea esta, más se concentra su actividad en el medio día. Durante los periodos fríos generalmente permanecen en cuevas; cuando se exponen al sol lo hacen por periodos cortos, pues estar solo unos
Figura 1.17.
Figura 1.20.
Figura 1.17. Cascabel del Bosque (C. horridus). Foto cortesía Grupo Viperidae/Ángeles Márquez. Figura 1.18. Cascabel Diamond Back del este (C. adamanteus). En la foto el profesor William Lamar. Foto cortesía de William Lamar. Figura 1.19. Cascabel (C. oreganus) . Figura 1.20. Cascabel (C. polystictus). Foto cortesía Grupo Viperidae/ Ángeles Márquez.
Figura 1.19.
Figura 1.18.
Figura 1.21.
Figura 1.21. Cascabel (C. scutulatus salvini). Foto cortesía Grupo Viperidae/ Ángeles Márquez. Figura 1.22. Cascabel (C. ravus). Foto cortesía Grupo Viperidae/ Ángeles Márquez. Figura 1.23. Cascabel (C. simus). Foto cortesía Grupo Viperidae/ Ángeles Márquez. Figura 1.24. Cascabel (C. tortugensis). Foto cortesía Grupo Viperidae/ Ángeles Márquez. Figura 1.25. Cascabel (C. triseriatus). Foto cortesía Grupo Viperidae/ Ángeles Márquez.
Figura 1.22.
Figura 1.24.
Figura 1.25.
Figura 1.23.
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minutos expuestas directamente puede causarles la muerte en pocos minutos, incluso a las especies que habitan en los desiertos. Su tamaño varía entre el medio metro de longitud, como la Víbora Sorda (C. intermedius ), y algo más de los 2 m, como las Cascabeles Diamond Back (C. adamanteus y C. atrox ) del este y del oeste de los EEUU (véase la figura 1.18). Generalmente las especies insulares son más pequeñas que sus parientes del continente. Sus colores van desde los grises hasta los cafés, amarillos y verdes; usualmente estas tonalidades se relacionan con el color del medio donde se encuentran. Su principal característica es la presencia del cascabel al final de su cola, que usan como mecanismo de defensa, emitiendo el sonido que las diferencia del resto de especies en el mundo. Sin embargo, es importante destacar que algunas especies y algunos individuos de este grupo no tienen un cascabel propiamente dicho. También es importante aclarar que contadas especies de otro género tienen también un cascabel; por ejemplo, la serpiente Alba (S. miliarius ). Estas serpientes, que ocasionan la gran mayoría de los accidentes en los EEUU y México, se alimentan regularmente de pequeños vertebrados, como conejos, ardillas, pájaros, roedores y lagarti jas; estas últimas, junto con algunos invertebrados (como larvas de insectos y ciempiés), son la principal fuente de alimento de las especies juveniles. Dentro de sus principales depredadores están los tejones, coyotes, correcaminos, zorros, búhos, águilas, halcones y otras serpientes como la Serpiente Índigo (Drymarchon sp.), la Corredora (Coluber sp.) y algunas Falsas Corales (Lampropeltis sp.).
73 Figura 1.16. Cascabel Suramericana (C. durissus terrificus).
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Cuadro 9. Especies, nombres comunes y localización de las serpientes del género Crotalus. (véase figuras 1.19 a 1.25) Especies
Nombres comunes
Localización
C. adamanteus Cascabel Diamondback del Este
Sureste de Estados Unidos (desde Carolina del norte hasta Lousiana)
C. aquilus
Víbora De Cascabel
México (Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Jalisco)
C. atrox
Cascabel Diamondback del Oeste, Víbora Serrana
Sur de Estados Unidos (desde Arkansas hasta California) y norte y centro de México
C. basiliscus
Saye, Tepocolcóatl, Víbora de Cascabel
México (Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán)
C. catalinensis Víbora de Cascabel
México (Isla Santa Catalina)
C. cerastes
Crótalo Cornudo, Víbora Cornuda, Chicotera
Estados Unidos (California, Nevada, Colorado, Arizona) y México (Baja California y Sonora)
C. durissus
Cascabel, Caiguara, Amaru, Palla
Desde Colombia hasta el norte de Argentina
C. enyo
Víbora de Cascabel
México (Baja California)
C. horridus
Cascabel del Bosque, Cascabel del Cañaveral
Centro y este de Estados Unidos
C. intermedius Colcoatl, Víbora Sorda
México (Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Oaxaca, Guerrero)
C. lannomi
Víbora de Cascabel
México (Jalisco)
C. lepidus
Víbora Verde de Cascabel, Chamuré
Estados Unidos (Arizona, Nuevo México, Texas) y México (Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas)
C. mitchelli
Víbora Blanca, Víbora de Cascabel
Estados Unidos (California, Nevada, Arizona), México (Baja California)
C. molossus
Cascabel de Cola Negra, Palanca
Estados Unidos (Arizona, Nuevo México, Texas) y norte y centro de México
C. oreganus
Víbora de Cascabel
Desde el sureste de Canadá hasta el norte de México
C. polystictus
Chiauhcóatl, Tlehua, Hocico de Puerco
México (Jalisco, Zacatecas, Michoacán, Guanajuato, Veracruz, Puebla, Distrito Federal, Querétaro)
C. pricei
Víbora de Cascabel, Chachámuri
Estados Unidos (Arizona) y México (Sonora, Chihuahua, Durango, Zacatecas, Aguas Calientes, Nuevo León, Tamaulipas)
75 Especies
Nombres comunes
Localización
C. pusillus
Víbora de Cascabel
México (Michoacán y Jalisco)
C. ravus
Colcóatl, Cascabel Enana
C. ruber
Víbora de Cascabel
C. scutulatus
Víbora de Cascabel O Chiauhcóatl
C. simus
Cascabel, Chil Chil, Shunu
Desde el Sur de México hasta Costa Rica
C. stejnegeri
Víbora de Cascabel
México (Durango, Sinaloa)
C. tancitarensis
Víbora de Cascabel
México (Michoacán)
C. tigris
Víbora de Cascabel
Estados Unidos (Arizona) y México (Sonora)
C. tortugensis
Víbora de Cascabel
México (Isla Tortuga)
C. totonacus
Víbora de Cascabel
México (Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí y Querétaro)
C. transversus
Víbora de Cascabel
México (Distrito Federal, México, Morelos)
C. triseriatus
Hocico de Puerco, Chilladora
C. viridis
Víbora de Cascabel
C. willardi
Víbora de Cascabel
México (México, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Guerrero) Estados Unidos (California) y México (Baja California) Estados Unidos (California, Nevada, Colorado, Arizona, Nuevo México, Texas) y región central y norte de México
México (Veracruz, Puebla, Tlaxcala, México, Morelos, Michoacán) Desde el suroeste de Canadá hasta el noroeste de México Estados unidos (Arizona, Nuevo México) y México (Sonora, Chihuahua, Durango, Zacatecas).
S E T N E I P R E S
77 S E T N E I P R E S
Verrugosa ( género Lachesis )
E
stas serpientes ostentan el record de longitud dentro de las víboras que miden alrededor de 3 m (véasen las figura 1.26, 1.27 y 1.28). Están distribuidas en Centro y Suramérica, en selvas húmedas y en regiones montañosas hasta los 1200 msnm. Son de hábito nocturno y generalmente usan los árboles caídos como refugio. Estas víboras se alimentan de roedores, ardillas y marsupiales. Se reproducen por medio de huevos, a diferencia de las otras especies de la familia Viperidae. Son poco agresivas. Su mordedura es de alto riesgo por la cantidad de veneno que pueden inocular y por la poca efectividad de los antivenenos para neutralizar sus toxinas.
78 S O S O N E N E V S E L I T P E R
Cuadro 10. Especies, nombres comunes y localización de las serpientes del género Lachesis . Especies
Nombres comunes
Localización
L. acrochorda
Verrugosa, Diamante, Guacama
Panamá, Colombia (Costa Pacífica y Atlántica, y región Andina) y Ecuador
L. melanocephala
Cascabel Muda, Matabuey, Plato Negro
Costa Rica (región pacífica)
L. muta
Verrugoso, Rieca, Bushmaster, Cascabel Muda, Matabuey, Surucucú
Región amazónica (Colombia, Venezuela, Guyanas, Ecuador, Perú, Brasil y Bolivia), Trinidad
L. stenophrys
Bocaraca, Cascabel Muda, Matabuey
Nicaragua y costa caribe de Costa Rica y Panamá
Figura 1.25.
79 S E T N E I P R E S
Figura 1.26.
Figura 1.27.
Figura 1.25. Verrugosa (L. muta rhombeata). Foto cortesía William Lamar. Figura 1.26. Verrugosa (L. melanocephala). Foto cortesía William Lamar. Figura 1.27. Verrugosa (L. muta stenophrys). Foto cortesía William Lamar.
81 S E T N E I P R E S
Víboras de cuernos ( género Ophryacus )
E
stas serpientes están distribuidas en los bosques de la región sur y centro de México. Pueden alcanzar hasta los 70 cm de largo. Su nombre está asociado con las escamas que tienen sobre sus ojos y que forman un cuerno. Se alimentan de lagartijas y roedores. Los efectos de su veneno no han sido suficientemente estudiados. Cuadro 11. Especies, nombres comunes y localización de las serpientes del género Ophryacus. Especies
Nombres comunes
Localización
O. melanurus
Víbora De Cachitos, Cornuzuelo, Torito
México (Puebla y Oaxaca)
O. undulatus
Cuernillos, Nauyaca, Víbora Cornuda, Víbora de Cachitos
México (Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Hidalgo)
83 S E T N E I P R E S
Víboras de hocico ( género Porthidium )
E
stas víboras solo alcanzan algo más de 70 cm de longitud. Generalmente son nocturnas, pero es posible encontrar algunas especies activas en las primeras horas de la mañana. Aunque son terrestres, es posible encontrarlas, en contados casos, subidas en árboles. Están distribuidas en Centroamérica y el norte de Suramérica, en las selvas húmedas y secas tropicales, generalmente por debajo de los 1000 msnm. Algunas especies de este género tienen la punta de su hocico levantada, de donde han recibido su nombre. Una de ellas es la Cabeza de Candado (P. nasutum), (véase la figura 1.28). Se alimentan de ranas, lagartijas, otras serpientes, roedores y pájaros pequeños. En sus estadios juveniles se alimentan también de invertebrados. A su vez, son presa de los halcones. Algunas de las especies antes ubicadas en este género han sido clasificadas en otros géneros de la misma subfamilia.
84 Cuadro 12. Especies, nombres comunes y localización de las serpientes del género Porthidium.
S O S O N E N E V S E L I T P E R
Especies
Nombres comunes
Localización
P. arcosae
Víbora
Ecuador (Manabí)
P. dunni
Chatilla, Víbora Chata
México (Oaxaca y Chiapas)
P. hespere
Colmillo de Puerco
México (Colima y Michoacán)
P. lansbergii
Mapaná, Patoco, Patoquilla, Matacaballo, Sapa
Este de Panamá, Colombia (región Caribe), norte de Venezuela e Isla Margarita
P. nasutum
Tamagá, Cabeza de Candado, Cachetona, Nauyaca
Desde el sur de México hasta el norte de Ecuador
P. ophryomegas
Toboba Chinga, Tamagas, Víbora Castellana
Guatemala, Honduras, Nicaragua, Salvador y Costa Rica
P. porrasi
Tamagá
Costa Rica
P. volcanicum
Chinilla, Toboba
Costa Rica
P. yucatanicum
Chac-Can, Víbora
Belice y México (Península de Yucatán)
Figura 1.28. Toboba Chinga (P. ophryomegas).
85 S E T N E I P R E S
87 S E T N E I P R E S
Cascabeles ( género Sistrurus )
E
stas serpientes están distribuidas en regiones pantanosas, bosques de pinos y praderas, desde Canadá hasta México. Miden entre 50 y 80 cm en su estado adulto. Sus colmillos alcanzan solo 0.5 cm de longitud. Al habitar en Norteamérica, la Massasauga (S. catenatus ) puede tener comportamientos variados dependiendo de las estaciones. Las serpientes que están localizadas en la región norte permanecen en hibernación durante las estaciones frías, salen en marzo o abril y regresan en octubre o noviembre. Por otra parte, las que se encuentran en áreas donde hay cambios de temperatura menos marcados, como la Massasauga y la Cascabel Pigmy (S. mi- liarius ), (véase la figura 1.29), permanecen activas durante la noche, en las temporadas calurosas, y durante el día, en la época fría. Estas pequeñas Cascabeles se alimentan de ciempiés, arañas, lagartijas, ratones, ranas, musarañas, pájaros y serpientes, entre otros, y son presa de serpientes Corales, Índigo y Corredoras, así como de mofetas, halcones, perros y gatos. A pesar de que se conocen pocos casos registrados de muerte por Massasauga (S. catenatus ), su veneno es considerado como
88 S O S O N E N E V S E L I T P E R
uno de los más tóxicos dentro del grupo de las víboras. La mordedura de S. miliarius representa cerca del 40% de los accidentes en Florida. Cuadro 13. Especies, nombres comunes y localización de las serpientes del género Sistrurus. Especies
Nombres comunes
S. catenatus
Massasauga, Víbora de Cascabel, Cascabel Gris
S. miliarius
Cascabel Pigmy, Alba
Localizaciones
Región Central de Norteamérica desde el norte de México hasta Canadá (Ontario) Región sureste de Estados Unidos
Figura 2.29. Cascabel Gris (S. catenatus).
89 S E T N E I P R E S
SERPIENTES CORALES Y DE MAR ( familia Elapidae )
L
a familia Elapidae está conformada por tres subfamilias (algunos autores reconocen hasta cinco subfamilias), dos de las cuales tienen representantes en América. La primera de ellas es la subfamilia Elapinae. Esta subfamilia cuenta con unas 225 especies, de las cuales 3 géneros de serpientes habitan en el Nuevo Continente: las Corales. Estas serpientes se clasifican en 67 especies de Micrurus , 4 especies de Leptomicrurus y 1 especie de Micruroides . La otra subfamilia presente en América es la Hydrophiinae (serpientes de mar), que tiene un solo representante en el continente: la Pelamis platurus . Al igual que otras Serpientes de Mar, la Pelamis ha sido clasificada por algunos autores dentro de una sola familia.
91 S E T N E I P R E S
Corales ( géneros Micrurus, Leptomicrurus y Micruroides )
L
os vistosos colores de las serpientes Corales facilitan su recordación y su diferenciación de las muchas especies de colores oscuros y tonos marrones, como también de las vistosas, de colores verdes y amarillos. Están distribuidas desde el sur de los Estados Unidos hasta Argentina. Sus hábitats son diversos: desde las selvas lluviosas hasta los desiertos, y desde el nivel del mar hasta altitudes superiores a los 2000 msnm, como la Coral Boliviana (M. serrranus ), que puede encontrarse hasta los 2150 msnm. Su actividad está relacionada con su ubicación geográfica y los cambios climáticos. Durante las temporadas frías están generalmente activas en las mañanas y al final de las tardes. En las regiones donde la temperatura del año tiene muy poca fluctuación es posible encontrar algunas especies activas durante el día, todo el año; mientras que otras se encuentran activas durante la noche. En cuanto a su modo de reproducción, son ovíparas. Aunque son principalmente terrestres, no es raro encontrarlas nadando o subidas en los árboles. Algunas de ellas, como la M. surinamensis (véase la figura 1.30) y la M. lemniscatus (véa-
92 S O S O N E N E V S E L I T P E R
se la figura 1.31), son semiacuáticas. Estas serpientes, también conocidas como Coralillos, son delgadas y pequeñas; la mayoría mide entre 50 y 80 cm. Una de las especies más grandes es la M. surinamensis, que tiene una composición robusta y puede llegar a medir más de 1 m de longitud. Otras especies que pueden llegar a medidas similares son: la Cobra Coral (M. frontalis ), la Gargantilla (M. nigrocinctus ), el Coralillo (M. tener ), la Coral Uruguaya (M. altirostris ), la Coral Verdadera (M. brasiliensis ), la Culebra Coral (M. isozonus), la Cobra de Coral (M. ibiboboca), la Coral Acintada (M. lemniscatus ), la Coral Argentina (M. pyrrhocryptus ), la Naca-naca (M. spixii ) y la Coral rey (M. ancoralis ). Esta última alcanza a medir cerca de 1.5 m. Por otra parte, la Candelilla ( M. dissoleucus ) es la especie más pequeña, con tamaños que oscilan entre los 28 y 40 cm.
93 Los colores típicos de estas serpientes son el rojo (o naranja), el amarillo (desde colores crema hasta blanco) y el negro. Generalmente estas tres tonalidades forman las diferentes presentaciones de las Corales. Sin embargo, es posible encontrar algunas de ellas con solo 2 tonalidades, como la M. albicinctus , la M. mar- garitiferus y la M. annellatus , que exhiben el negro y tonalidades blancas; o como la M. ruatanus y la M. annellatus , que exhiben el negro y tonalidades rojas (o naranjas). También es posible encontrar especies que tienen el dorso de color negro con anillos ro jos en la cola y en la cabeza, y en su región ventral, anillos negros y blancos, como la Coral Espalda-negra (L. collaris ). Las serpientes Corales utilizan colores vistosos para advertir sobre el riesgo que pueden correr sus agresores al atacarlas. Estas serpientes usan sus colores vistosos como advertencia. De esta forma, los animales aprenden a asociar este tipo de colores
Figura 1.31. Coral (M. lemniscatus). Foto cortesía William Lamar. Figura 1.32. Coral (M. filiformis). Foto cortesía William Lamar.
S E T N E I P R E S
94 S O S O N E N E V S E L I T P E R
95 S E T N E I P R E S
Figura 1.33. Coral (M. surinamensis). Foto cortesía Mauro Teixeira. Figura 1.34. Coral (M. langsdorffi). Foto cortesía William Lamar. Figura 1.35. Serpiente Coral Anillada (Micrurus annellatus). Esta serpiente está distribuida en el sur de Colombia, en el este de Ecuador, y en el centro y este de Perú y Bolivia. Mide alrededor de cincuenta centímetros. Puede tener tres colores o solo dos de ellos (rojo y negro o blanco y negro), como la serpiente de la primera foto, cuyos anillos blancos no están claramente visibles. Foto cortesía de Germán Chávez.
96 S O S O N E N E V S E L I T P E R
con reacciones desagradables o con la letalidad de quien los posee. Otras serpientes, conocidas como falsas corales, han copiado estos colores para confundir a los depredadores y al hombre. A pesar de que a simple vista podríamos confundirnos frente a una serpiente Falsa Coral y pensar que es venenosa, existen tres características básicas que en la mayoría de los casos nos pueden ayudar a identificar las verdaderamente peligrosas. Estas tres características son: la distribución impar de los anillos negros entre los anillos rojos, los anillos completos y el ojo más pequeño que su escama supralabial. Además de sus colores, las serpientes Corales poseen otros mecanismos de defensa, como esconder su cabeza y levantar su cola para que esta se confunda con aquella. La Coralillo (M. tener ) hace una de las maniobras más curiosas: finge estar muerta, comportamiento que también se ha descrito en otras especies, no venenosas. Por ser serpientes pequeñas y poco agresivas, con una mandíbula menos móvil que las víboras y colmillos cortos, el riesgo de accidente y envenenamiento para el hombre es bajo. En algunos casos, dado su tamaño, es difícil que puedan ocasionar mordeduras que causen envenenamiento. Se alimentan principalmente de otras serpientes, como la serpiente Talla Equis (B. atrox ); incluso se han descrito casos de canibalismo en ocho especies diferentes de Corales. Dentro de su dieta también están anfibios, insectos, lagartijas, el Sapo Marino, halcones, grisones, mofetas y pájaros de las familias Momotidae, Galbulidae y Tyrannidae.
97 Cuadro 14. Especies y localización de las serpientes de los géneros Micrurus , Leptomicrorus y Micruroides . (véase figura 1.32 y 1.33) Especies
Localizaciones
M. albicinctus
Noroeste de Brasil, Sur de Colombia, Ecuador y Perú
M. alleni
Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá
M. altirostis
Sur de Brasil, noreste de Argentina y Uruguay
M. ancoralis
Desde el sur de Panamá hasta Ecuador
M. annellatus
Desde el Sur de Colombia hasta Bolivia
M. averyi
Guyana Británica y norte de Brasil
M. baliocoryphus
Noreste de Argentina y Paraguay
M. bernadi
Sureste de México
M. bocourti
Ecuador y noroeste de Perú
M. bogerti
Suroeste de México
M. brasiliensis
Mato Grosso, Bahía, Goiás y Minas Gerais (Brasil)
M. browni
México y Guatemala
M. camilae
Urrá (Colombia)
M. catamayensis
Sur de Ecuador
M. circinalis
Trinidad y costa noreste de Venezuela
M. clarki
M. decoratus
Costa Rica, Panamá y región pacífica de Colombia Costa este y sur de Brasil, Paraguay, Uruguay y noroeste de Argentina Costa sur de Brasil
M. diana
Bolivia
M. diastema
Sureste de México, Guatemala, Belice y Honduras
M. dissoleucus
Panamá y Costa Caribe de Colombia y Venezuela
M. distans
Costa este de México
M. dumerilii
Norte de Ecuador, Colombia y noroeste de Venezuela
M. corallinus
S E T N E I P R E S
98 S O S O N E N E V S E L I T P E R
Especies
Localizaciones
M. elegans
Oaxaca y Veracruz (México) y Guatemala
M. ephippifer
Sureste de México
M. filiformis
Centro y sur de Colombia, y norte de Perú y Brasil
M. frontalis
Sur de Brasil y Paraguay
M. fulvius
M. hippocrepis
Sureste de EEUU, desde Carolina del Norte hasta Lousiana Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Guyanas y norte de Brasil Guatemala y Belice
M. ibiboboca
Este de Brasil
M. isozonus
Venezuela y región oriental de Colombia Región amazónica de Colombia, Perú y Ecuador, y noroeste de Brasil Este de México (desde Jalisco hasta Guerrero)
M. hemprichii
M. langsdorffi M. laticollaris M. latifasciatus
M. limbatus
Sureste de México y este de Guatemala Suramérica, desde Colombia hasta Paraguay y noreste de Argentina Sur de Veracruz (México)
M. margaritiferus
Norte de Perú
M. medemi
Región central de Colombia
M. meridensis
Mérida (Venezuela)
M. mertensi
Sur de Ecuador y noreste de Perú
M. mipartitus*
Panamá, Colombia, Ecuador y Venezuela
M. multifasciatus
Nicaragua, Costa Rica, Colombia y Panamá
M. multiscutatus
Cauca (Colombia)
M. nattereri
Venezuela
M. nebularis
Región central de Oaxaca (México) Desde el sur de México hasta la región del Urabá Colombiano Cauca (Colombia) Región amazónica de Colombia, Perú y Ecuador, y noroeste de Brasil Sureste de Puebla (México)
M. lemniscatus
M. nigrocinctus M. oligoanellatus M. ornatissimus M. pachecogili
99 Especies
Localizaciones
M. paraensis
Noreste y centro de Brasil
M. peruvianus
Noreste de Perú y sur de Ecuador
M. petersi
Suroeste de Ecuador
M. proximans
Costa pacífica de Nayarit a Jalisco (México)
M. psyches
Norte de Suramérica
M. putumayensis
Norte de Perú y Brasil, y sur de Colombia
M. pyrrhocryptus
Argentina, Bolivia, Paraguay y suroeste de Brasil
M. remotus
Región fronteriza entre Venezuela, Colombia y Brasil
M. ruatanus
Isla de Roatán (Honduras)
M. sangilensis
Noreste de Colombia
M. serranus
Bolivia
M. spixii
Desde Colombia hasta el norte de Paraguay
M. spurelli
Chocó (Colombia)
M. steindachneri
Ecuador y Norte de Perú
M. stewarti
Panamá
M. stuarti
Guatemala
M. surinamensis
Desde Colombia hasta Brasil y Bolivia Arkansas, Lousiana y Texas (EEUU) y costa este de México Costa pacífica de Ecuador y Perú
M. tener M. tschudii Micruroides euryxanthus L. collaris
Arizona, Nuevo México y noroeste de México Guyanas, Venezuela y norte de Brasil
L. narducii
Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia
L. renjifoi
Vichada (Colombia) Noroeste de Brasil y región amazónica de Colombia, Perú Ecuador
L. scutiventris
* Conocida también como Rabo de Ají.
S E T N E I P R E S
101 S E T N E I P R E S
Serpiente de Mar ( Pelamis platurus )
L
a Serpiente Marina de América (Pelamis platurus ) es la única de su tipo en el continente. Se encuentra en la costa Pacífica, desde el norte de Chile hasta el sur de California, donde se ha encontrado en la bahía de los Ángeles. Vive en los golfos y bahías, a una distancia entre 1 y 20 km de la playa. Esta serpiente, de boca pequeña y dentadura proteroglifa (colmillo pequeño en la parte delantera), se caracteriza por tener colores negro grisáceo, en la parte dorsal, y amarillos, en la parte ventral, y una cola aplanada que le permite movilizarse fácilmente bajo el agua (véase la figura 1.34). La máxima longitud que alcanza es de 113 cm. En cuanto a sus mecanismos de reproducción, son vivíparas. La Serpiente de Mar (Pelamis platurus ) es otro brillante ejemplo de camuflaje mediante el color de su piel. En este caso, su color negro dorsal la hace poco visible desde arriba y el color amarillo de su vientre la hace confundirse con el cielo cuando se mira desde abajo.
102 S O S O N E N E V S E L I T P E R
Esta serpiente se alimenta durante el día; en las noches permanece en el fondo y solo sale esporádicamente a respirar. Se sumerge hasta los 6.8 m de profundidad en las estaciones secas y hasta los 15 m en las estaciones lluviosas. Puede permanecer sin respirar entre 1 hora y media hasta casi 4 horas. A pesar de que su hábitat es marino, tolera muy bien el agua dulce y puede ocasionalmente penetrar los ríos que desembocan en el océano Pacífico. Se alimenta de peces, a los que inmoviliza con su veneno. Es víctima de peces grandes, mamíferos y aves. Figura 1.34. Serpiente de Mar (Pelamis platurus). Foto cortesía Camila González.
103 S E T N E I P R E S
¿Cómo y cuándo ocurren los accidentes?
C
uando pensamos en las múltiples historias que escuchamos sobre accidentes relacionados con serpientes venenosas, nos queda la duda de por qué, y cómo, la serpiente agredió a su víctima, y, a su vez, cómo esta podría haber evitado dicha situación. Que una serpiente muerda al hombre es, sin lugar a dudas, un hecho accidental y defensivo, pues en ningún caso él es una fuente alimenticia para ellas, y la única razón para que desperdicie el veneno, que necesita en la ingestión de sus presas, es que lo utilice como mecanismo de defensa. Partiendo de este hecho, tiene poca validez pensar que las serpientes están buscando al hombre para morderlo o para atacarlo. Generalmente, los accidentes ocurren cuando las personas están cerca de una serpiente y esta las percibe como un elemento agresor, bien sea por sus movimientos, bien sea por su cercanía (véase el cuadro 15). Debido al hábito vespertino y nocturno de las serpientes Víboras, el riesgo de accidente se hace mayor hacia el final de la tarde, cuando el hombre y el reptil comparten horas de actividad.
104 S O S O N E N E V S E L I T P E R
Cuadro 15. Relatos reales de accidentes con serpientes. Víctima
Menor de edad
Campesina
Agricultor
Mordedura
Relato del accidente
Interpretación
Rodilla
Iba corriendo por campo abierto mientras jugaba con un hermano. Sintió que algo lo había “picado”, volteó a mirar y vio que la serpiente venía a morderlo de nuevo.
Posiblemente el niño pisó la serpiente o pasó muy cerca de esta, lo que llevó a la serpiente a ocasionar la mordedura como mecanismo de defensa.
Glúteos
La víctima, que estaba en embarazo, entró al baño y, al sentarse en el sanitario, una serpiente ubicada en el reborde por donde sale el agua la mordió.
Las serpientes frecuentemente se ubican en lugares a cuya forma se ajustan, como el reborde del sanitario, los troncos caídos y vacios en su interior, tapetes enrollados, etc.
Mientras estaba podando la maleza con su machete, recibió una mordida en uno de los dedos de su mano.
La serpiente identificó el movimiento repetitivo y con fuerza del agricultor como una maniobra amenazante y lo mordió como mecanismo de defensa.
Mano
Antes de un ataque, las serpientes repliegan su cuerpo de una forma típica y levantan ligeramente su tercio posterior. Esto les permite tener un alcance cercano a una tercera parte de su longitud. Una vez tomada la decisión del ataque, la serpiente se lanza sobre su víctima para ocasionarle la mordedura. Esta mordedura tiene características diferentes en los dos grandes grupos de serpientes que se han estudiado. Por un lado, la mordedura de las Víboras y las Cascabeles es como un fuerte latigazo, mediante el cual incrustan sus colmillos en la víctima al abrir su boca en un ángulo cercano a los 180°; después de esto se retiran inmediatamente. Este golpe es rápido y la posibilidad de reaccionar es muy pequeña. Por otro lado, las serpientes Corales producen una
105 mordedura más sostenida y tienden a quedarse adheridas a sus víctimas por un lapso corto de tiempo.
Accidentalidad Según datos de la Organización Mundial de la Salud, se estima que cada año ocurren en el mundo alrededor de 5 400 000 mordeduras de serpientes en personas; de estas mordeduras, 2 682 500 producen envenenamiento y 125 345 son mortales. Mientras en Latinoamérica, por cada 150 000 accidentes con envenenamiento mueren 5000 personas al año, en los Estados Unidos y Canadá, se presentan 6500 envenenamientos y fallecen solo 15 personas cada año. En los Estados Unidos se presentan alrededor de 45000 mordeduras de serpiente al año. Su incidencia es de 0.3 por cada 10000 habitantes y cada año fallecen entre 9 y 14 personas. Por su parte, en México, primer país del mundo en variedad de reptiles, se presentan 27480 accidentes al año. Para el norte del continente la mayoría de los accidentes es ocasionado por serpientes Cascabel, hecho que se produce por la abundancia de estas especies en la región. En Centroamérica la frecuencia de los accidentes no se ha calculado en todos los países. En Costa Rica se calculan unos 20 accidentes por cada 100 000 habitantes al año, lo que significa que ocurren entre 600 y 700 casos al año. En Suramérica la frecuencia de los accidentes ofídicos no ha sido suficientemente calculada en todas las regiones; sin embargo, es uno de los principales problemas de salud en las regiones rurales, especialmente en las áreas donde se realizan actividades
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agrícolas y de explotación mineral. La región con mayor porcenta je de accidentes ofídicos por año en América es la Guyana Francesa, con 0.6 accidentes por cada 100 habitantes. Brasil reporta unos 20000 accidentes al año, de los cuales el 0.6% son mortales. En Venezuela se presentan entre 6 y 7 casos por cada 100 000 habitantes cada año, con un porcentaje de fallecimientos cercano al 5%. Ecuador registra cerca de 30 casos por cada 100 000 habitantes, de los cuales al 1.8% son mortales. En Argentina la accidentalidad es cercana a los 5 casos por cada 100 000 habitantes. En Chile los accidentes por serpientes son escasos, debido a que las especies que habitan allí son casi en su totalidad inofensivas para el hombre; solo unas pocas especies opistoglifas han sido implicadas en accidentes relacionados con lesiones menores, dentro de las cuales están Tachymenis peru- vianus , Philodryas chamissonis y P. viridissimus . En otros países, como Colombia, a pesar de la alta frecuencia de accidentes ofídicos, las cifras de accidentalidad no han sido calculadas y se estima que ocurren entre 3000 y 5000 accidentes cada año. Muchos de esos accidentes no se registran, debido a la precariedad del transporte en algunas regiones y a la situación de orden público.
Efectos en la salud Los efectos en la salud ocasionados por accidentes con serpientes pueden ser desde locales leves, como inflamación o sangrado en la mordedura, hasta parálisis respiratoria y muerte. La variedad de efectos en la salud tiene que ver con la variedad de especies que viven en el continente. Para la comprensión de los lectores, estos
107 efectos se han clasificado en 4 grandes grupos: efectos en el parte del cuerpo mordida, efectos en la coagulación de la sangre, efectos en el sistema nervioso y otros efectos. Los efectos locales de las mordeduras de serpiente son producidos particularmente por las serpientes Víboras y Cascabeles. Este efecto ocasiona una inflamación bastante marcada en el sitio de la mordedura, dolor intenso y muerte del tejido, lo que puede llegar a ocasionar lesiones irreversibles, como la pérdida del miembro afectado. Este último efecto es ocasionado por las enzimas presentes en el veneno, que alteran las proteínas de las células musculares, de los vasos sanguíneos y de la piel, lo que favorece la aparición de infecciones graves y gangrena. Los efectos sobre la coagulación de la sangre también son producidos por las serpientes Víboras y Cascabeles. Por acción de sus toxinas, el veneno de estas serpientes produce cambios en la sangre de la víctima que ocasionan la formación de trombos y la incoagulabilidad de la sangre. Este efecto, unido a algunos daños en las paredes de los vasos sanguíneos, produce en las víctimas un sangrado incontrolable por la coagulación, que, como en la mayoría de los casos, puede ser local, o puede ocurrir en cualquier parte del organismo. Lo más frecuente es que este sangrado sea por la nariz y por las encías; menos frecuente es que se dé en las vías urinarias (lo que se manifiesta en que la orina se tiña de sangre) y en las digestivas (lo que se manifiesta en que las personas tengan vómito con sangre). También se registran casos de rupturas de vasos sanguíneos del cerebro y los pulmones. El efecto neurológico es producido casi exclusivamente por las serpientes Corales y por la Serpiente de Mar; también lo producen unas pocas especies de Cascabeles, como la serpiente Cas-
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cabel Suramericana (Crotalus durissus spp) y la Cascabel Mojave de Norteamérica (Crotalus scutulatus). Este efecto neurológico se produce por una acción de las toxinas del veneno que impide que se dé la estimulación neurológica de los músculos. Esto lleva a las víctimas a tener una parálisis flácida, que se manifiesta inicialmente por los párpados caídos y la visión borrosa, y que posteriormente puede llevar a la persona mordida a que, por su relajación muscular, no pueda realizar contracciones respiratorias y tenga una parálisis respiratoria, situación que, sin una atención oportuna, lo puede llevar a la muerte. Por último, existe una variedad de efectos que pueden afectar a las víctimas, en mayor o menor grado, sin ser los que los afectan en primera instancia. Uno de estos efectos es la caída de la tensión arterial, producido por los venenos de las serpientes Víboras y Cascabeles. Este ha sido objeto de múltiples investigaciones, que han servido para el desarrollo de medicamentos para el control de la tensión arterial. Otro de los efectos es la lesión en los riñones, producida por toxinas específicas que afectan su función y que han sido encontradas en los venenos de las serpientes Cascabel de Centro y Suramérica. Igualmente, se ha encontrado que algunos venenos pueden afectar el músculo cardíaco y las células sanguíneas. Particularmente, el veneno de la serpiente Massasauga (Sistrurus catenatus) tiene varios efectos no clasificados en los tres grandes grupos: uno de ellos es el efecto neurotóxico, que ocasiona en la víctima nauseas, temblores y debilidad; el otro efecto es la ruptura de los glóbulos rojos y lesiones en los capilares, que ocasionan “morados” en la piel. Los efectos anteriormente descritos varían de acuerdo con la especie que ataca, su ubicación geográfica y su edad. Se ha llegado a encontrar que los venenos podrían incluso ser señal de un
109 proceso evolutivo de algunas especies. Algunos estudios muestran que una misma serpiente tiene en sus primeras etapas de vida un veneno con mayor potencial de ocasionar hemorragias que el que inocula en su estado adulto. Finalmente, es importante anotar que los efectos en la salud están, en la mayoría de los casos, relacionados con el tiempo de atención médica: cuanto más tiempo se requiera para la atención, mayor es el efecto del veneno. También es importante aclarar que si bien los efectos neurológicos aparecen rápido, algunos efectos locales pueden tardar bastante tiempo en aparecer, lo que le da a la víctima un tiempo de atención médica de hasta un día; pero esto no ocurre con los accidentes producidos por Corales, en los que la persona puede fallecer por parálisis respiratoria en el lapso de unas horas.
Primeros auxilios Debido al amplio desconocimiento de los primeros auxilios que se deben dar en el accidente ofídico, durante mucho tiempo, en las regiones rurales y en algunas áreas urbanas de América, se han cometido errores tan graves que incluso han favorecido el desacierto en el pronóstico de las víctimas. No es fácil de entender por qué hoy en día, con la llegada de los más sofisticados sistemas de información y a unos pocos años de la meta fallida de salud para todos (cuyo cumplimiento se había proyectado en el año 2000), se tratan las mordeduras con choques eléctricos, ingestión de hidrocarburos, aplicación de pólvora en el sitio de la mordedura, por no hablar de otras prácticas que por sí solas pueden ocasionarle una lesión grave o una intoxicación a cualquier persona.
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Si bien los primeros auxilios están enfocados en un grupo sistemático de medidas que favorecen y evitan la difusión del veneno, también es importante hacer una descripción detallada de las cosas que no se deben hacer, que no benefician al paciente y que, por el contrario, lo pueden perjudicar más. Las medidas que se enuncian a continuación deben ser aplicadas en el lugar donde ocurra el accidente y deben ser divulgadas a la población en general: 1. Tranquilizar a la víctima; algunas medidas desesperadas pueden llevar a esta, como a sus ayudantes, a cometer errores. 2. Dejar sangrar la herida libremente, por lo menos, durante 30 s. 3. Si la mordedura ocurre en las manos, retirar inmediatamente los anillos. 4. Limpiar y desinfectar el área de la mordedura, utilizando abundante agua y jabón. 5. Nunca hacer succiones con la boca, ni incisiones en el sitio de la mordedura, pues esto aumenta el riesgo de sangrado e infección. 6. No aplicar sustancias químicas ni extractos de plantas sobre la mordedura; tampoco debe aplicarse hielo sobre la mordedura. 7. Nunca usar torniquete. Una banda elástica por encima de la mordedura, que obstruya la circulación superficial y que permita el paso de un dedo, puede ser útil en el caso del ataque de una serpiente Coral o de una Serpiente de Mar. 8. Inmovilizar la extremidad afectada utilizando una tablilla. La extremidad debe permanecer en posición neutral, ligeramente debajo de la altura del corazón de la víctima con respecto al suelo.
111 9. Mantener al paciente, en lo posible, en reposo. Idealmente se debe trasladar a la víctima en camilla. 10. Trasladar a la víctima al centro de salud más cercano y, si tiene un medio de comunicación con este, asegurarse de que se dispone de antiveneno. Existe el riesgo de que algunas instituciones de salud, por su ubicación geográfica, no tengan disponible antiveneno. 11. Si se tiene como mascota una serpiente venenosa, asegurarse de contar con una institución que garantice la disponibilidad de antiveneno para la mordedura de la serpiente. 12. Nunca aplicar antiveneno como medida de primeros auxilios, sin una supervisión médica. El uso del antiveneno puede desencadenar una reacción alérgica, que puede llevar a la persona a la muerte.
Manejo médico El tratamiento médico de las mordeduras venenosas está basado en el uso del antiveneno específico para la serpiente causante. A pesar de que existen diferentes medicamentos que pueden controlar algunos síntomas, como los usados para mitigar el dolor, no se ha encontrado una droga que evite las lesiones y efectos directos del veneno. Particularmente, en la mordedura de algunas serpientes Corales se ha encontrado un medicamento que controla parte del efecto; sin embargo, no se considera como una opción que reemplace el antiveneno. El antiveneno, disponible actualmente en las diferentes regiones de América, se ha desarrollado a partir del suero de caballos
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que han sido inoculados con veneno de serpientes 1 . Este antiveneno se encuentra comercialmente en estado líquido y liofilizado (en polvo), y se elabora con las especies contra las cuales va a ser usado como tratamiento. En este aspecto particular, es importante recalcar que cuanto mayor sea la relación filogenética (evolutiva) entre la serpiente de la que se extrae el veneno y la serpiente que ocasionó la mordedura, mayor es el poder neutralizante del antiveneno y, por ende, mejor el resultado en el tratamiento médico. Con base en lo anterior, se puede decir que los antivenenos que se desarrollan a partir del veneno de una familia de serpientes como las Corales (familia Elapidae) es poco o nada efectivo para el tratamiento de los accidentes ofídicos ocasionados por serpientes Víboras y Cascabeles. Aun dentro de la misma familia de serpientes, como las Víboras, los antivenenos desarrollados a partir de algunas especies son poco o nada efectivos para el tratamiento de otras especies. A pesar de lo anterior, la gran mayoría de los antivenenos desarrollados a partir de una especie son efectivos para el tratamiento de mordeduras ocasionadas por otras especies del mismo género y, en algunos casos, para especies de otros géneros. Adicionalmente, se han desarrollado antivenenos que son efectivos para varias especies de serpientes de diferentes géneros, como los sueros polivalentes que producen los diferentes institutos y empresas en Latinoamérica (véase el cuadro 16). *
1. La producción de los antivenenos se hace de la siguiente manera: se inoculan dosis pequeñas de veneno, generalmente en caballos. Posteriormente, se espera unos días a que el caballo desarrolle anticuerpos para ese veneno. Finalmente se extrae sangre del caballo y se procesa, para tomar esos anticuerpos y aplicarlos en las personas mordidas por serpientes venenosas.
113 Cuadro 16. Principales antivenenos de América. Institución
Instituto Butantán
Instituto Clodomiro Picado
Laboratorios Wyeth
Laboratorios BIOCLON
Tipo de antiveneno
Especies que cubre
Regiones para las que es efectivo
Antielapídico
Corales (Micrurus Sp)
Suramérica
Polivalente
Víboras Y Cascabeles (Bothrops Sp y Crotalus Sp)
Suramérica
Anticrotálico
Cascabeles (Crotalus Durissus Terrificus)
Suramérica
Antilaquético
Verrugoso (Lachesis Muta)
Suramérica y Centroamérica
Antibothrópico
Víboras (Bothrops Sp)
Suramérica
Antibothrópico laquético
Víboras (Bothrops Sp) y Verrugoso (Lachesis Muta)
Suramérica y Centroamérica
Anticoral
Corales (Micrurus Sp)
Centro y Suramérica
Antigargantilla
Coral (Micrurus Mipartitus)
Centro y Suramérica
Polivalente*
Víboras y Cascabeles (Crotalus Sp)
Centro y Suramérica
Polivalente
Víboras (Agkistrodom Sp, Crotalus Sp, Lachesis Sp, Bothrops Sp, Sistrurus Sp y Trimeresurus Sp) y Cascabeles (Crotalus Sp)
Norteamérica
Anticoral
Coral (Micrurus Fulvius)
Norteamérica
Polivalente
Víboras (Agkistrodom Sp, Bothrops Sp, Porthidium Sp) y Cascabeles (Crotalus Sp)
Norte y Centroamérica
Monovalente
Víboras (Bothrops Sp)
Norteamérica y Centroamérica
Polivalente Crotalus
Cascabeles (Crotalus Sp)
Norteamérica
* Hay una presentación para uso veterinario.
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Prevención Informar para poder disfrutar de la naturaleza y, por ende, de los animales venenosos es una de las premisas de este libro. Por esta razón, es importante tomar algunas medidas para evitar los accidentes con las serpientes venenosas, que nos permitan compartir los mismos hábitats sanamente. Para evitar los accidentes con las serpientes es importante conocer su comportamiento, claramente detallado en este capítulo, así como los comportamientos adecuados para evitar su encuentro inoportuno y fatídico: •
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Evitar las caminatas al final de la tarde y en la noche por bosques y campos donde hay serpientes venenosas. Las serpientes Víboras son de hábito nocturno y esto hace que haya mayor riesgo de tener un accidente con ellas. Evitar mantener arrumes de madera o piedras cerca de las viviendas, ya que estos son los lugares preferidos de las serpientes. Si se necesita mover o tomar algo de estos arrumes, debe tenerse la mayor precaución, usando un palo o una varilla. Mantener los alrededores de las viviendas limpios. El desaseo y las basuras atraen roedores, y estos, a su vez, atraen serpientes venenosas. Es importante tener presente que el principal alimento de las serpientes Víboras y Cascabeles son los roedores. Usar calzado que proteja los pies y piernas. La mayoría de los accidentes ofídicos ocurren en los miembros inferiores del cuerpo. Usar un calzado grueso puede evitar una mordedura o hacerla menos grave.
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Proteger las manos y antebrazos cuando es necesario introducirlos en arbustos u otras plantas, especialmente en regiones donde hay serpientes arborícolas. El 27% de los accidentes ocurren en los brazos y antebrazos. Tener suma precaución cuando se transita por trochas, para no pisar o acercarse a una serpiente venenosa. Evitar, en lo posible, salirse de senderos demarcados donde no se puede ver el lugar que se está pisando. Tener cuidado particularmente con los troncos caídos, que son refugio frecuente de serpientes. Preservar las aves de rapiña, que son depredadores naturales de las serpientes. Mantener aves de corral en los alrededores de las viviendas. Se ha visto que este tipo de aves ahuyenta a las serpientes. Evitar acampar cerca de las márgenes de los ríos y de las plantaciones, ya que estas son hábitats frecuentes de serpientes venenosas. Educar a la comunidad (especialmente a los niños) sobre la diferenciación entre las serpientes venenosas y las que no lo son. Explicar claramente el alto riesgo que aquellas pueden representar si no se tratan con las debidas precauciones. No molestar, ni intentar capturar a las serpientes, pues muchos accidentes ocurren en estas situaciones. La manipulación de una serpiente venenosa muerta también puede representar riesgos.
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LAGARTOS
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Introducción
H
ablar de lagartos venenosos puede resultar extraño, especialmente para quienes han nacido o vivido la mayor parte de su vida en Suramérica, donde este tipo de animales son completamente inofensivos y no representan riesgo alguno para las personas. Sin embargo, es bien conocido por los habitantes de Norte América (Estados Unidos y México) que existen dos especies de lagartos con aparato venenoso que están presentes en zonas definidas de su territorio. Incluso, en algunas regiones de México lagartos que no tienen estructuras venenosas son considerados peligrosos. Una de las especies venenosas es el Lagarto de Cuentas o Lagarto Perlado (Heloderma horridum) (Figura 1), que se encuentra en México y Guatemala. La otra especie venenosa es el Monstruo de Gila (Heloderma suspectum), (Figura 2) que habita en el norte de México y en los estados de Nevada, Utah, California, Nuevo México y Arizona. Su presencia es bastante común a lo largo del río Gila, del que derivó su nombre.
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COMPORTAMIENTO DEL MONSTRUO DE GILA Y EL LAGARTO PERLADO
D
urante el invierno el Monstruo de Gila permanece en hibernación. Con la primavera empieza su periodo de actividad; durante esta época permanece la mayoría del tiempo escondido en zonas rocosas y madrigueras. Este lagarto es un animal diurno durante la primavera y el otoño, y nocturno o crepuscular en el verano. Por su parte, el Lagarto Perlado, por estar en una zona donde no hay estaciones propiamente dichas, tiene una actividad un poco diferente al Monstruo de Gila. Su mayor actividad se da entre los meses de abril y noviembre, y, a lo largo del día, durante las primeras horas de la mañana y al finalizar la tarde, hasta las 8 de la noche. En la temporada de lluvias es más activo durante la noche. En ambas especies, machos y hembras, indistinguibles unos de los otros a simple vista, se encuentran para el apareamiento, que dura entre 30 y 60 minutos. Unos meses después las hembras colocan los huevos (entre 4 y 6 huevos del tamaño de un huevo de gallina), que permanecen en incubación de 4 (en cautiverio) a 10 meses (en su hábitat natural).
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Estos lagartos, que habitualmente permanecen solitarios, utilizan su lengua como parte de su sistema olfatorio, ubicando a su presa o su pareja para la reproducción mediante las partículas olfatorias que captan en el ambiente. Su alimentación está basada en huevos de aves, de reptiles y de serpientes, así como en conejos, lagartijas, ardillas y ratones. Por otra parte, estos tímidos animales, de movimientos lentos y apariencia calmada, son víctimas de coyotes y zorros, y de aves de rapiña como águilas, halcones y búhos. Sus principales mecanismos de defensa son: huir arrastrándose despacio, intimidar a su agresor abriendo su boca y emitiendo un sonido similar a un silbido o, como última opción, provocarle una fuerte mordida.
Figura 1. Escorpión o Lagarto Perlado
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Aparato venenoso y veneno
E
l aparato venenoso de estos reptiles es poco sofisticado y, a diferencia del de las serpientes, está conformado por una glándula productora de veneno ubicada en la parte anterior del maxilar inferior y un conducto que lleva el veneno a la cavidad bucal. Estos lagartos poseen un grupo de ocho a diez dientes en su mandíbula. Cada uno de los dientes tiene un surco en su parte interna y otro en su parte externa, por donde fluye el veneno, que se mezcla con la saliva en el momento en que mantiene a la presa atrapada en su boca. Sus dientes miden entre 1 y 5 mm, y mientras más atrás se encuentren, más grandes son, de modo que los anteriores son los más pequeños. El veneno producido por estos robustos lagartos de Norteamérica es una mezcla de proteínas y compuestos químicos que alteran las funciones neurológicas y de coagulación de sus víctimas. La toxina que produce los principales efectos por la mordedura de este lagarto es la gilatoxina. Un lagarto adulto puede llegar a producir 1.25 ml de veneno, lo que sería suficiente para matar a una persona. Sin embargo, en circunstancias normales estos lagartos no alcanzan a inocular dicha cantidad de veneno.
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Figura 2. Monstruo de Gila
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Clasificación
E
l Monstruo de Gila llega a medir hasta 40 cm, mientras el Lagarto de Cuentas alcanza un tamaño de 70 cm. Ambos lagartos tienen un cuello corto y una cabeza aplanada y triangular. Su piel está cubierta de gruesas escamas de color negro y amarillo, rosa o, en ocasiones, ligeramente anaranjado. Estos colores varían de acuerdo con las subespecies y el estado de madurez del lagarto. El Monstruo de Gila se caracteriza por tener 4 ó 5 bandas amarillas en su cola robusta y corta. Por su parte, el Escorpión (como también se le conoce al Lagarto de Cuentas) tiene una cola larga que puede llegar a representar el 65% de su longitud. Adicionalmente, este lagarto se diferencia del Monstruo de Gila por su cabeza cubierta de escamas negras, pues la de aquel exhibe una combinación de escamas negras y amarillas (también rosadas o naranjas). Estos dos lagartos venenosos son las únicas especies vivientes que pertenecen a la familia Helodermatidae y varias subespecies pertenecen, a su vez, a cada una de ellas, como se muestra en el cuadro 1.
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El hábitat principal del Monstruo de Gila son los desiertos, mientras que el del Lagarto de Cuentas son los bosques de alturas hasta de 1. 500 msnm. A continuación se relacionan las subespecies de lagartos venenosos y los lugares en que habitan. Cuadro 1. Distribución de las subespecies de lagartos venenosos. Subespecies
Nombres comunes
Distribución
H. s. suspectum
Monstruo de Gila de bandas
EEUU (Arizona y New Mexico) y México
H. s. cinctum
Monstruo de Gila reticulado
EEUU (Desierto de Mohave y Sonora)
H. h. horridum
Lagarto Perlado o de Cuentas, Escorpión
México (Costa pacífica a lo largo de los pantanos)
H. h. exasperatum
Lagarto Perlado o de Cuentas, Escorpión
México (sur de Sonora y Sinaloa)
Lagarto Perlado o de Cuentas, Escorpión
México y Guatemala (desde la depresión de Río Grijalva hasta el centro de Chiapas y el extremo oeste de Guatemala)
H. h. alvarezi
H. h. charlesbogerti Lagarto Perlado o de Cuentas, Escorpión
México y Guatemala (Valle del río Montagua y las colinas adyacentes del Este de Guatemala)
Accidentes con el Monstruo de Gila Este animal huye ante la presencia del hombre, por eso los accidentes ocurren cuando se intenta capturarlo o cuando la víctima se acerca demasiado. Su mordedura es firme y generalmente trata de mantener sujeta a la víctima por un lapso de tiempo. Ocasionalmente puede en el mismo acto producir mordeduras repetidas y causar,
127 así, mayor riesgo de envenenamiento. En algunos casos, pueden quedar incrustados algunos de sus dientes en la persona agredida. A pesar de poseer un aparato venenoso y un veneno con potencial para causarle la muerte a una persona, estos lagartos ocasionan muy pocos accidentes y los que ocurren, generalmente, son ocasionados por personas que provocan a los animales o los manipulan sin precaución. Las víctimas de accidentes en los últimos años han sido personas que los mantenían en cautiverio. Los estudios de casos de personas mordidas por el Monstruo de Gila muestran un índice de mortalidad de 21% a 29%.
Efectos en la salud Inmediatamente después de la mordedura, las víctimas presentan un intenso dolor, que puede incrementarse en la primera hora, permanecer hasta por 12 horas y extenderse a lo largo de la extremidad afectada. Adicionalmente, los pacientes presentan inflamación en el sitio de la mordedura y pueden manifestar vértigo, vómito, náuseas, sudor y debilidad. A pesar de que en las últimas décadas no se han registrado accidentes de muerte, sí se han reportado envenenamientos graves, con trastornos en la coagulación, lesión renal e infarto agudo del miocardio.
Primeros auxilios Los primeros auxilios que se deben suministrar a una persona que ha sido mordida por un lagarto venenoso son: la limpieza de la
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herida y la inmovilización de la extremidad afectada. Con respecto a la limpieza es importante retirar los dientes que se encuentren incrustados en la herida de la víctima, así como limpiar con cualquier tipo de antiséptico y cubrir la herida para evitar una infección. La inmovilización del miembro lesionado permitirá que la persona realice movimientos que favorezcan la difusión del veneno. Además de estas dos medidas básicas, es importante tener en cuenta que algunas prácticas populares pueden afectar o per judicar a la persona que ha sido mordida. Antes que nada, no se deben colocar torniquetes ni realizar incisiones en el sitio de la mordedura; tampoco se deben suministrar bebidas ni aplicar sustancias en el sitio de la mordedura. En cambio, debido a la hinchazón que puede ocasionar este tipo de mordeduras, se deben retirar los anillos o cualquier otro elemento que pueda limitar la circulación de la sangre en el lugar de la mordedura. En algunas ocasiones el lagarto puede permanecer sujeto a la víctima por un tiempo indefinido, caso en el que es necesario introducir un palo en la boca del animal y, mediante un movimiento de palanca, tratar de liberar a la víctima, procurando no hacerle daño a esta. También se sugiere introducir una tarjeta de crédito o meter la cabeza del animal en agua caliente.
Aunque las posibilidades de que un accidente con estos lagartos ocasione la muerte a una persona son relativamente bajas, es importante que todas las víctimas reciban atención médica inmediata y que todo accidente en niños se maneje como un caso grave. grave.
129
Manejo médico El manejo médico de los pacientes mordidos por un lagarto venenoso se debe enfocar en e n tomar las medidas de soporte relacionadas con la sintomatología presentada: suministrar analgésicos y líquidos endovenosos, y brindar el tratamiento necesario para las alteraciones que se puedan presentar, como los trastornos de la coagulación o el infarto agudo del miocardio mioc ardio.. Actualmente no hay un antiveneno específico para este tipo de mordeduras y no se ha encontrado ningún beneficio en el uso de antivenenos para mordeduras de serpientes, por lo que el tratamiento se enfoca solo en las medidas antes enunciadas y en el control estricto de los signos vitales. Como en cualquier otro caso de mordedura de animales, animales, es importante tomar las medidas preventivas necesarias para evitar el tétanos. Los pacientes que acuden a un hospital para recibir tratamiento, cualquiera que sea la gravedad de sus lesiones, deben permanecer en observación, mientras se descarta cualquier tipo de riesgo para su salud.
Prevención Las medidas preventivas frente a un animal que tiene un compor co mpor-tamiento pasivo y que solo ataca cuando se siente amenazado o es molestado son simples: no acercarse demasiado al animal, no agredirlo ni tratar de capturarlo. En caso de que esto último sea necesario es importante usar unos guantes suficientemente gruesos que no puedan ser atravesados por la mordedura.
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Evitar introducir las manos desprotegidas en sitios rocosos donde puede estar el lagarto es una buena medida preventiva, que además evita los accidentes con serpientes Cascabel que comparten hábitat con estos reptiles. De igual forma, se debe tener precaución al caminar por las zonas desérticas de sérticas en donde habitan el Monstruo de Gila y el Lagarto de Cuentas y se debe evitar acercarse demasiado a estos animales. animales.
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